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Ambición y energía.
Deseo de dirigir.
Honestidad e integridad.
Confianza en uno mismo.
Inteligencia y conocimiento del entorno.
Las conclusiones a las que han llegado las investigaciones de las últimas
décadas desvelan que, en efecto, existen personas que, dado su carácter,
muestran auténticas dotes de liderazgo. Sin embargo, la mayoría de las
personas necesitan aprender y experimentar para llegar a ser unos buenos
directivos. También es importante señalar que no existe una única forma de
liderazgo eficaz, sino que pueden encontrarse estilos de liderazgo diferentes
e igualmente exitosos, en función de la organización en la que estén.
Como conclusión, a continuación se apuntan las principales características
que todo buen directivo debería poseer (independientemente de si nace o de
si se hace):
Características de un líder.
características de un líder
Capacidad de establecer metas y objetivos. Para dirigir un grupo, hay que saber a
dónde llevarlo. Sin una meta clara, ningún esfuerzo será suficiente. Las metas
deben ser congruentes con las capacidades del grupo. De nada sirve establecer
objetivos que no se pueden cumplir.
capacidad de planeación
Tiene carisma. Carisma es el don de atraer y caer bien, llamar la atención y ser
agradable a los ojos de las personas. Para adquirir carisma, basta con interesarse
por la gente y demostrar verdadero interés en ella; en realidad, en el carisma está
la excelencia. Se alimenta con excelencia, porque es lo más alejado que hay del
egoísmo. Cuando un líder pone toda su atención en practicar los hábitos de la
excelencia, el carisma llega y como una avalancha cae un torrente sobre el líder.
es innovador Es Innovador. Siempre buscará nuevas y mejores maneras de hacer
las cosas. Esta característica es importante ante un mundo que avanza
rápidamente, con tecnología cambiante, y ampliamente competido.
Los Héroes que recorren este Camino son los líderes de verdad. Para mí,
hay ocho elementos que los distinguen:
1. Autenticidad
La consciencia permanente de nuestros anhelos, valores y necesidades, junto a la
capacidad de formar un equilibrio sano entre ellos y cada situación. Eso es lo que
nos permite mostrarnos y actuar como quién realmente somos.
Sentido
La capacidad de dar sentido a cualquier cosa que ocurra. No se trata de
encontrarlo sino de elegirlo. Dar sentido a cualquier situación que enfrentemos es,
como dijo Viktor Frankl, la única libertad que nadie nos puede arrebatar.
Cuando somos capaces de aportar sentido, creamos, para nosotros y para los que
nos rodean, la motivación esencial. Damos respuesta válida a la pregunta “¿para
qué el esfuerzo?”.
3. Servicio
Necesitamos ganarnos el “permiso social” para influir en otros. Y éste sólo se
obtiene estando al servicio de un bien común.
4. Generosidad
Lo fundamental para el líder es la causa, no liderar la causa. Generosidad es no
dudar en dar pasos a los lados; dejar brillar a otros; acompañarse de quien sabe,
no de quien está de acuerdo; renunciar al corto en aras del largo. Anteponer, a fin
de cuentas, la causa, el sentido, a cualquier beneficio personal. Sólo así se
consigue la fidelidad de los mejores.
5. Perspectiva propia
Establecer nuestra propia comprensión de cómo son los hechos, las conexiones
más o menos ocultas y las relaciones entre las personas.
Coraje
Coraje, porque ser auténtico requiere el valor de ser el único juez de uno mismo.
Coraje para aprender escuchar a los demás con curiosidad y desapego, tanto
cuando nos alaban como cuando nos critican. Para cuestionarse las creencias
establecidas, propias y ajenas. Para desafiar el status quo y romper normas que
han dejado de tener sentido.
8. Actuar
Actuar con decisión, que no está reñida con la gentileza y el cuidado. Sí lo está
con la inercia.Mediante conversaciones, no con discursos. Incluso cuando se
habla para muchos.Con humildad: mostrar lo que uno tiene y es, y ponerlo a
disposición.Con vulnerabilidad. No hay mayor signo de fortaleza.