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Título: Manejo de escombreras como buena práctica ambiental, durante la

construcción de la Central San Antonio del Proyecto hidroeléctrico Mazar Dudas

Resumen

La Empresa Pública Estratégica Corporación Eléctrica del Ecuador CELEC EP Unidad de


Negocio Hidroazogues ejecuta el Proyecto Hidroeléctrico Mazar –Dudas, ubicado en la
provincia del Cañar, cantón Azogues, parroquias: Rivera, Pindilig, Taday y Luis Cordero,
aprovecha el potencial de los ríos Pindilig y Mazar para generar 20.82 MW de potencia para
un aporte de 125,3 GWh de energía media anual para la Provincia del Cañar y la Regíon.

Este proyecto compuesto de dos aprovechamientos hidrográficos: uno en la cuenca del río
Mazar con dos Centrales en cascada “Alazán” de 6,23 MW y “San Antonio” de 7,79 MW y
una tercera Central en la cuenca del río Dudas con la Central “Dudas” de 7,40 MW, durante
el período 2016 - 2017 tuvo lugar la terminación de la obra civil de San Antonio, en dónde
para el manejo de los escombros generados durante el proceso constructivo, se consideró la
implementación de Escombreras con un alcance trascendental hacia su estabilidad debido a
las condiciones geológico-geotécnicas del terreno, a las condiciones climáticas y a la
geomorfología que caracterizan a la zona del proyecto, exigiendo un manejo más allá de lo
que establecen las normativas vigentes al respecto.

Para garantizar esta estabilidad en las escombreras la implementación partió con un análisis
geotécnico una vez seleccionado el sitio, luego sobre las conclusiones favorables obtenidas
de éste análisis se plasmó el diseño civil con la sistema de drenajes superficial y subterráneo,
muros de contención para finalizar con la recopilación de estos datos en un Plan de Manejo
Ambiental específico contemplado desde la selección del sitio hasta el cierre en donde se
incluyó una revegetación de las áreas desde un concepto de sostenimiento, control de erosión
y recuperación del paisaje.

Luego de haber transcurrido un tiempo considerable (12 meses) especialmente la época de


invierno (meses de abril a septiembre) se puede mencionar que las escombreras han
presentado un comportamiento notable en su estabilidad, tanto los drenajes subterráneos
como superficiales están cumpliendo su función, la compactación del suelo a simple vista no
ha presentado variación y la revegetación se ha prendido de tal forma que el suelo está
protegido contra las precipitaciones, escorrentías y erosiones, principalmente.

La aplicación de esta esquematización ha logrado disponer los escombros de una manera


planificada y ordenada, facilitando el seguimiento y el control durante el proceso constructivo
y cierre.

Introducción
La Central San Antonio está ubicada en la parroquia Rivera. Su sistema se compone de una
Captación con un azud de 22, 94 m x 4.80 m, aproximadamente a 47m aguas abajo del puente
de la vía Matrama – Rivera – Mazar; a la cual, le sigue un Desarenador de doble cámara de
9,60 m x 79 m sobre la margen izquierda del río Mazar; continúa con una Conducción a
gravedad sobre la misma margen izquierda de 4.084,17 m, formada por un canal rectangular
de hormigón, cinco acueductos, un túnel, nueve tramos de tubería de PVC y un tramo con
tubería metálica y marcos H que se empalman a un Tanque de carga de 8,60 m x 44,5 m con
una Descarga de 352.20 m, éste se conecta a una Tubería de Presión de 371,16 m y diámetro
1200 mm; la cual se enlaza a una Casa de Máquinas con un grupo turbina-generador y
concluye con un Canal de Restitución de 2,26 m x 7,43 m para el caudal turbinado hacia el
cauce del río Mazar.

La construcción de éste sistema ha implicado desde el punto de vista ambiental, varias


actividades e impactos que suelen ser bastante visibles, pocas veces cuantificados y en
ocasiones hasta molestos para la comunidad cercana al proyecto, como es el caso de la
“Generación de Escombros”.

Un impacto que con una gestión y un proceso planificado podría minimizar su producción y
limpieza, evitar los problemas relacionados al transporte y destino final; sin embargo, de este
último, la concepción tradicional durante la ejecución de obras incluye que el material puede
ser depositado en cualquier sitio que ofrezca menor resistencia al conflicto y mayor beneficio
económico, obviándose las consecuencias ambientales que pueden surgir de manera
inmediata, a mediano o a largo plazo y que influyen de manera negativa en los diferentes
recursos, infraestructuras y población.

Hoy en día, los proyectos de construcción dentro de su Plan de Manejo Ambiental cuentan
con un sub-plan para el Manejo de Desechos, gracias a la regulación del Ministerio del
Ambiente, una documentación y directriz importantísima para llevarse a cabo, no obstante
en muchas ocasiones esta se expresa de manera general o carece sobre el uso de escombreras,
existiendo vacíos para su concepción y aplicación, por lo que a la práctica nos apegamos a
las disposiciones del Ministerio de Trasnporte y Obras Públicas que dentro de su normativa
hace referencia y de manera muy puntual a especificaciones generales de control ambiental
para los sitios de disposición de sobrantes inertes (escombreras), siendo ésta la única
herramienta que considera el tema, colocándonos en el siguiente escenario:
¿El proyecto, obra
y/o actividad cuenta
con un PMA?

SI NO

¿Dentro de su ¿Existe un sub No SE


Plan de plan considera el NECESITAN
Manejo de específico uso de
Desechos para el escombreras
incluye Manejo de
Escombreras? Escombreras?

¿Existen sitios dentro


del área de
influencia?
Aplica las
En términos disposiciones
generales del MTOP

SI NO
Figura 1. Diagrama de un análisis previo a la consideración de implementar una
escombrera

Conociendo la normativa que regula el MTOP, este escenario aflora varias inquietudes y
cuestionamientos sobre todo con sentido a la realidad terrenal, por ejemplo: en términos
generales las hidroeléctricas en su mayoría se encuentran en zonas con pluviometría alta, esto
conlleva a suelos súper hidratados, propensos a la formación de cárcavas y hasta
deslizamientos que conforme a la normativa ya no calificarían para la implementación de
escombreras sin contar con la geomorfología de la zona, la geología, sistemas hídricos, entre
otros, detonando una problemática ambiental sin solución de aplicación con necesidades de
extrema relevancia, convirtiéndose un reto para la ingeniería.

Este es el caso de la Central San Antonio, localizada dentro de una área con depósitos
aluviales, coluviales o deslizamientos antiguos, asentados sobre pendientes inclinadas de
rocas metamórficas (Cuenca, 2016) y clima con precipitación media anual de 1.440,20 mm,
una temperatura que varía desde los 1.10 °C hasta los 28.90 °C y una humedad relativa del
64,40% (EIA, 2011) Para su construcción durante el período de junio 2016 a julio 2017, la
Unidad de Negocio Hidroazogues estimó una producción de 37.000 m3 de escombros
procedentes de remanentes de suelo, material pétreo y hormigón con requerimiento de un
manejo adecuado que grantice su estabilidad.

La Fiscalización directa de la Unidad, a través de su equipo multidiciplinario, analizó la


situación y emprendió una metodología de trabajo que se la pude denominar como
“Escombreras Sin Abandono” con el aporte de la Contratista AG Construcciones Cía. Ltda.

Método

Dentro de un marco técnico bajo la experiencia desarrollada, tres etapas definirían a las
escombreras sin abandono: Planificación, Ejecución y Cierre y, Mantenimiento y Monitoreo
con el objeto de proporcionar un seguimiento continuo desde su concepción sin término de
plazo.
Estas etapas se las han comprendido independientes a las fases de construcción de la Central
San Antonio, por ello para explicar de una mejor manera en qué consisten, a continuación se
describen cada una de ellas enfocadas a una de las cuatro escombreras implementadas
denominada como “Escombrera 1”.

Etapa 1. Planificación

El Plan de Manejo Ambiental del Proyecto Hidoreléctrico Mazar – Dudas establece el uso
de escombreras para la disposición de escombros, en términos generales. Al contemplarse su
implementación para una buena ejecución, se definió en la formulación del contrato el
alcance de los trabajos con la asignación de costos directos para el manejo de escombreras,
contemplándose principalmente el tendido de material, drenajes y la rehabilitación ambiental
para la creación de rubros con sus Especificaciones Técnicas.

En este sentido, identificados los puntos de generación se proyectaron los volúmenes de


material inerte (excedente) a ser tratados, dándonos la pauta para dimensionar el sitio
adecuado para la disposición. En el caso de la Escombrera 1, la proyección se estimó a 12.000
m3 de escombros producidos durante las excavaciones y limpiezas de la estabilización de
taludes y desalojos de los frentes de Tanque de Carga y Tubería de Presión.
Conocido el volumen y el tipo de material de escombros a tratarse (mezcla de limo y arcilla)
se definieron los sitios de emplazamiento, considerándose accesos, el distanciamiento de las
actividades y los criterios geológicos valorados a través de un informe geotécnico, el cual se
desarrolló con una valoración visual minuciosa del sitio y la determinación de la estratigrafía
de los materiales mediante una calicata de 1,00m x 1,00m x 1,20m.
Para la Escombrera 1, se obtuvo un suelo compuesto por una una delgada (10 cm de espesor)
capa de vegetación propia del sitio de color café oscuro que alcanzó hasta los 10 cm de
espesor, un suelo orgánico de color café que alcanzó hasta los 50cm de profundidad, un
coluvial de mezcla de fragmentos de roca metamórfica sub-angulares en matriz limo-arcillosa
que alcanzó hasta los 1,20m de profundidad y, un fundamento rocoso (esquisto micáceo de
composición sericítica) muy meteorizado y fracturado. Estas condiciones permitieron evaluar
su comportamiento mecánico, determinándose una capacidad suficiente para soportar la
masa de escombros proyectada.
Así, a la Escombrera 1 se la emplazó dentro del área de influencia del proyecto, en predios
de la Unidad de Negocio Hidroazogues que forman parte de la zona del Tanque de Carga. El
sitio comprende un área de 4.786m2 levantados topográficamente. Cuenta con un acceso
secundario desde la vía principal del Tanque de Carga. El terreno es regular con una
pendiente iclinada y está formada por roca metamórfica tipo 3 (intermedio) según la
clasificación geomecánica, posee afloramientos de agua infiltrada y limita con una quebrada
que dista a menos de 50m del perímetro.
Figura 2. Sitio de emplazamiento de Figura 3. Sitio de emplazamiento de
la escombrera 1, sector inferior. la escombrera 1, sector superior.

Con este fundamento, se abordó el Diseño Civil. Para garantizar la estabilidad de la


escombrera 1, se diseñaron dos muros de protección con gaviones terramesh y se diseñó un
encausamiento de aguas con drenejes superficiales y subterráneos para evitar la erosión de
los suelos por infiltración y arrastre de sedimentos.

El muro principal G1) que resulta ser el sostén de la escombrera, comprende un muro
semicircular de Terramesh cuya convexidad se orientó hacia la parte superior del talud con
las dimensiones de 22 m de longitud x 4,50 m de alto. El segundo muro (G2) consiste en un
muro lineal de terramesh de dimensiones de 42 m de longitud x 5 m de alto.

Figuras 4 y 5. Detalle del muro de gavión terramesh del Diseño Civil de la


Escombrera 1

El diseño de los muros dividen al sitio en dos sectores: un sector inferior conformado por el
G1 para la disposición de 5.000m3 de escombros en forma radial y, un sector superior
soportado por el G2 para la disposición de los 7.000 m3 restantes de escombros en forma
rectangular.

Los taludes se diseñaron para un ángulo < 35° (1:5 en horizontal y 1 en vertical) con un
Factor de Seguridad > 1 por considerarse que sobre éste ángulo reposan naturalmente los
materiales que la conforman.
Con ésta disposición para el encausamiento de las aguas, se diseñó un sistema inicial
compuesto por un subdrenaje tipo espina de pescado de secciones 1.20 x 1.50 m para el eje
y 0.60 x 0.60 m para sus ramificaciones y un sistema final comprendido por un drenaje
superficial de 205 m de cunetas de coronación (terrocemento) y 482 m de cunetas laterales
de hormigón.

Figuras 6 y 7. Dimensiones de las secciones del sistema


de drenaje subterráneo
Figura 8. Diseño Civil de la Escombrera 1

Si bien las protecciones con muros y drenajes permiten estabilizar los escombros depositados
sobre el terreno, este equivale a un sostenimiento interno, subterráneo en dode se asegura la
permanencia del material más no su forma en el tiempo.
Para mantener esta forma tanto superficial como interna se analizó la colocación de
vegetación con funcionalidad y recuperación del paisaje, puesto que al cierre el área queda
desprotegida aún después de adicionarse la cobertura vegetal que se removió; por tanto, para
asegurar y garantizar el trabajo civil, se proyectó una revegetación pensando en el
sostenimiento del suelo con el enraizamiento de plantas de manera que éstas formen una red
subterránea y no solo se logra esta función, con la distribución se puede controlar el ingreso
de agua de escorrentía y precipitaciones minimizando su impacto, empero esta es puntual, no
suficiente, quedando áraes descubiertas, por lo que se analizó en colocar a más de ésta
cobertura, una vegetación de rápido crecimiento para brindar una protección directa en el
sentido de formar un colchón que vaya absorviendo el agua por consumo y distribuyendo
sobre el terreno como un primer filtro y así reducir las velocidades del agua sobre el sitio.
Es así que se proyectó para la Escombrera 1, un diseño de revegetación post cierre en base al
diseño civil:

Figura 9. Diseño de Revegetación para el sector


superior de la Escombrera 1

Considerando el tipo de suelo, las condiciones climáticas y mantenimientos a más de las


Especificaciones Técnicas para la selección de las especies, se aprovechó las características
y fisonomías de las plantas para dar la funcionalidad con la conservación de especies propias
de la zona para la recuperación del paisaje y ecosistemas.
El diseñó de revegetación se elaboró en función de la pendiente y carga, aplicando:
Revegetación en taludes
Los taludes por la pendiente expuesta son los espacios más sencibles a desprendimientos de
material, por lo que se consideró una cobertura con efecto al mínimo tiempo, dando
importancia a cierta secciones sin sobrepesar el volumen depositado, obteniéndose:
 Una Franja de amortiguamiento con tepe (chamba) de kikuyo, Pennisetum
clandestinum, desde la parte superior.
 Franjas de control ante escorretías y arrastre de material pétreo con un primer
sostenimiento aplicando penco negro plantados a tres bolillos.
 Franjas de cobertura total para la protección contra el impacto de las precipitaciones
y para la preparación del suelo a fin de atraer la vegetación natural de la zona con la
siembra de Raygrass, Lolium perenne, al boleo. Y,
 Zona de arborización para el sostenimiento del material plantados a tres bolillos con
especies de Aliso, Laurel, Nogal y Sauce.
Revegetación en bermas
Estas áreas en su diseño ya contemplan una carga al ser los apoyos o pies de los taludes, por
consiguiente al ser firmes y estructuradas no es conveniente recargarlas con más peso, sino
al contrario, por ello se aplicó vegetación arbustiva con Arrayanes.

Etapa 2. Ejecución y Cierre


Siguiendo los lineamientos tanto del Informe Geotécnico, Diseño Civil, Diseño de
Revegetación, Plan de Manejo Ambiental como de las Especificaciones Técnicas
Ambientales y Civiles de cada rubro, la construcción y cierre de las escombreras fueron
ejecutadas por la empresa Contratista con la supervisión de la Fiscalización directa de la
Unidad de Negocio Hidroazogues y el área de Gestión Social y Ambiental de la misma,
involucrando la participación de equipos multidisciplinarios (geólogos, civiles, ambientales,
agrónomos, industriales)
La construcción de la Escombrera 1 se realizó en dos fases: la primera tuvo inicio con la
formación del muro de gaviones terramesh (G1) y la conformación del subdrenaje espina de
pescado para toda el área de la escombrera que descarga sus aguas en la quebrada adyacente.
Finalizados estos trabajos se procedió con el vertido y tendido del material (5.000m3) Para
la compactación se empleó un tractor de oruga con el cual se pasó de 7 a 12 veces por el tipo
de material y la pendiente a formar, de ésta manera se conformaron 3 bermas, cada una con
su drenaje superficial que descarga a la misma quebrada. Posteriormente, se cerró esta
primera fase con la preparación del terreno (retiro de rocas de gran tamaño, residuos, adición
de la capa vegetal removida) y la revegetación que para garantizar su prendimiento se realizó
previamente un análisis físico químico del suelo mediante el cual se aplicó los nutrientes
necesarios y riego para 1.678,03m2 de área plantada (Kikuyo y Raygrass) y 3.293 unidades
de árboles y arbustos sembrados.

La segunda fase, se realizó al igual que la primera, sobre un muro de gaviones terramesh
(G2) se dispuso los 7.000m3 restantes de material, consolidándose un solo talud de 5.437,74
que se conecta con la vía de acceso. Como cierre, a lo largo de la pendiente le fraccionan 3
cunetas de terrocemento para la recolección de agua lluvia y escorrentía. La revegetación se
ejecutó con la preparación del terreno, cubriéndose 1.678,03m2 con Kikuyo y Raygrass y
2.818 unidades de árboles y arbustos.
Figuras 10 y 11. Escombrera 1 implentada en el sector del Tanque de Carga - Central
San Antonio. A la Izda. En construcción y a la Der. Revegetada

Etapa 3. Mantenimiento y Monitoreo

Dentro de las responsabilidades contractuales para la terminación de la Central San Antonio,


la empresa Contratista hasta la recepción definitiva está sujeta a otorgar el mantenimiento
necesario de los trabajos. Por ello, la Fsicalización previno la formulación por parte de la
Contratista de un Plan de Mantenimiento post al cierre de las escombreras. Este plan se
constituyó de un mantenimiento civil con la limpieza y reparación de cunetas a fin de evitar
taponamientos y, un mantenimiento de la revegetación con el riego, adición de nutrientes-
minearles y actividades culturales (control fitosanitario, poda, coronamiento, tutoreo,
abonadura, etc.) para garantizar el prendimiento y buen dearrollo de las plantas.

Generalmente estas actividades culminarían con la entrega de la obra; sin embargo, al


contemplarse un diseño con estructuras civiles (cunetas superficiales) y un diseño de
revegetación para el sostenimiento, paisajismo y recuperación de ecosistemas, la escombrera
se encuentra de un cierto modo activa, por lo que a la entrega definitiva, se adquiere la
responsabilidad de matener y aplicar el plan de mantenimiento para garantizar la
funcionalidad de los sitemas de drenaje y de la cobertura vegetal que serán necesarios aún
así la escombrera se encuentre aparentemente estabilizada, incluso para su conservación, ya
que la vegetación toma posicionamiento según su desarrallo que es a largo plazo,
requiréndose de un seguimiento continuo.

Este seguimiento puede ser monitoreado, como también otros aspectos una vez finalizado el
cierre de la escombrera:

 El comportamiento de la masas a través de un monitoreo de suelos para determinar la


estabilidad Vs condiciones metereológicas.
 El estado de la vegetación y funcionamiento con un control de especies, monitoreando
el tamaño, follaje, enraizamiento, edad, comportamiento durante las estaciones, entre
otros.
 La recuperación de los ecosistemas con monitoreos bióticos.

A fin de obtener ídices del comportamiento de las escombreras con diferentes factores
partiendo de un diseño. Claro está que estos aspectos como pueden surgir otros, dependerán
del alcance y nivel de investigación de la entidad interesada. En tanto, la Unidad de Negocio
Hidroazogues en su última Auditoría de Cumplimiento se le atribuyó dar seguimiento
periódico al estado de la revegetación con informes al Ministerio del Ambiente, lo cual le
conlleva a no abandonar las escombreras implementadas.

Resultados

Tras haber transcurrido un tiempo aproximado de un año, la escombrera 1 al igual que las
otras 3 no han presentado cambios en su forma ni en su funcionalidad, comportándose
durante el período invernal de abril hasta mediados de agosto, estables; es decir que la
metodología aplicada resultó para la implementación de escombreras garantizando su
estabilidad y funcionamiento.

Con el rápido prendimiento de la especies revegetadas, se está contribuyendo de forma


dinámica el control de los flujos de agua (precipitación, escorrentía, infiltración) retención
del material pétreo superficial y sostenimiento del suelo, el cual se puede apreciar a simple
vista, pues no existe erosión, movimiento de materiales ni pérdida de especies o cambios en
su fisonomía por la pendiente. Además, este prendimiento ha recuperado y mejorado el
paisaje, hasta el momento, pues se espera la pronta recumperación de los ecosistemas.

La implementación de las escombreras en predios propios de la Unidad de Negocio


Hidroazogues, favoreció a la ingeniería para plasmar los diseños con un mayor énfasis en
este y seguridad técnica, puesto a que los trabajos se quedarían bajo la administración de la
misma Unidad.

La asignación de costos directos para el manejo de escombreras ha sido el éxito para


concienciar al personal técnico de la importancia de un manejo adecuado desde un concepto
de ingeniería, lográndose un compromiso al implementar las escombreras con un nivel
técnico desde su planificación hasta el mantenimiento con el desarrollo de un trabajo
organizado y controlado por la participación multidisciplinaria.

La metodología propuesta en tres etapas de: 1) Planificación, 2) Ejecución y Cierre, 3)


Mantenimiento y Monitoreo, está proporcionando un seguimiento continuo sin en el
abandono de las escombreras.

De la implementación de las escombreras resultó la siguiente documentación necesaria para


una gestión adecuada de escombros y manejo de escombreras: Informe Geotécnico, Diseño
Civil, Diseño de Revegetación, Plan de Mantenimiento de Revegetación y Obras Civiles,
Plan de Manejo Ambiental específico de Escombreras, Informe del Estado de la
Revegetación e Informe de Escombreras, cada uno soportado.

Discusión

Si bien, con la validación de la geología, la construcción de los muros de protección, el


encausamiento de las aguas y la revegetación, visualmente se ha podido apreciar la
estabilización de las escombreras en el transcurso del tiempo, empero esta no es sufciente
para determinar o garantizar su estabilidad, como por ejemplo la compactación de los
materiales no ha sido medida porque no existen especificaciones que regulen según el tipo
de suelo, la granulometría, el nivel de saturación, la capacidad de la escombrera,
principalemente. De igual forma, en caso de fallar el sistema de drenaje o al presentarse
fenómenos sísmicos, tampoco se conoce el impacto que podría generarse, puesto que el
diseño no se ha analizado en base a una matriz de riesgos. Consideraciones muy importantes
que seberían contemplar y preveerse en un diseño.

La proyección del uso de suelo de las escombreras como áreas de recuperación paisajista y
de ecosistemas, es una alternativa estratégica de compensación y mitigación a corto, mediano
y largo plazo al impacto ocasionado por un proceso constructivo de obra civil con la
rehabilitación ambiental por la pérdida de la cobertura vegetal como establece el MTOP;
empero, la revegetación en una escombrera no puede ser limitada a ésta función. Hoy en día
la vegetación está conceptualizada como una herramienta viva para la solución de problemas
de ingeniería a nivel mundial, por lo que debe aproveharse las características, propiedas y
sistemas que forman para trabajar integralmente: funcionalidad – paisaje - ecosistemas. Su
aplicación al cierre de las escombreras para el sostenimiento ha consistido en una prueba
experimental bajo teoría, de la cual se desconoce a ciencia cierta dentro de nuestro entorno
nacional; sin embargo, el resultado en corto tiempo está siendo favorecedor, pudiendo ser un
tema de investigación por la cantidad de aspectos y factores que se deben considerar para
alcanzar su efecto.

Generalmente, en la contratación de procesos constructivos la Contratista es la responsable


de la búsqueda de áreas, de las negociaciones para el uso de sitios, de las metodologías de
trabajo y diseños, lo cual toma tiempo y en muchos casos este proceso se convierte en el
motivo de suspensión y retraso de los trabajos, en tanto, contar con la disponibilidad de sitios
dentro de predios propios, facilita la proyección, planificación y uso inmediato con un manejo
y responsabilidad directa por la Contratante como sucede con las obras de infraestructura que
su resultado representan a la imagen corporativa, lo que no sucede cuando se implementan
sobre terrenos pertenecientes a terceros, en donde se escatiman costos y no existe una
normativa específica que establezca el uso de suelo sobre escombreras, quedando abierto a
conflictos sociales y problemas ambientales.

Es obligación de la autoridad a través de sus técnicos hacer cumplir los términos


contractuales con las obligaciones ambientales a las que se encuentran sometidos todos los
involucrados, indiferentemente de la existencia o no de rubros para el manejo de
escombreras; no obstante, el éxito de la implementación de una escombrera también depende
en términos económicos con su concepción dentro del presupuesto del proyecto, obra o
actividad. Comúnmente las escombreras si están consideradas, se las incluyen dentro de los
costos indirectos en donde el Contratista cumple con el mínimo esfuerzo generándose
posteriormente conflictos desde su proyección hasta en su valor económico, por ello, la
asignación de costos directos y rubros específicos marca la diferencia en el cumplimiento de
las obligaciones ambientales, pues estas pasan de ser problemas con soluciones invisibles a
estrategias visibles.

El constante mantenimiento y seguimiento a las obras de infraestructura y revegetación puede


garantizar un adecuado funcionamiento, mas no su estabilidad porque ésta depende de otros
factores como las condiciones climáticas. Es así que al considerarse escombreras sin
abandono, la empresa asume indirectamente responsabilidad sin plazo con el compromiso de
vigilar su estabilidad y funcionalidad, pudiendo hacerse mantenimientos civiles,
mantenimientos de revegetación, monitoreos geológicos, bióticos, e investigaciones.

No está demás, mencionar la documentación debido a que de acuedo a la metodología de


trabajo que se aplique, surgirán las necesidades que se deba documentar, como es el caso del
Monitoreo en donde se obtendrán Formatos de Registros, Reportes, Informes y otros, a más
de los referidos.

Conclusiones

La incorporación del manejo de escombreras desde la planificación de un proyecto presenta


mejores resultados que desarrollarla durante la ejecución del mismo.

Por ello, la disposición de escombros y manejo de escombreras seguirá siendo una


problemática ambiental y social, mientras no se cambie la forma en que se las concibe
“actividades de costos indirectos”; es decir, medidas o acciones en segundo plano, cuando
éstas consisten en proyectos y actividades de riesgo con alta demanda. Para el cual, se debe
considerar estrategias de implementación en donde prevalezca su importancia desde la
planificación económica, estructural hasta su ejecución y cierre como su mantenimiento y
monitoreo. Por tanto, se deben buscar mecanismos para garantizar la gestión de escombros
con la implementación técnica y adecuada de escombreras, dentro de un marco de
responsabilidad social y calidad ambiental aplicando ingeniería en sus diferentes etapas más
allá de la normativa, evitando que el problema trascienda a conflictos de ídole social, político
y económico.

Para la implementación de una escombrera, se debe considerar y sustentar en el diseño: la


geotecnia del sitio de emplazamiento; la obra civil con la metodología de la distribución de
escombros, sistemas de contención y protección, drenajes subterráneos y superficiales; el
sostenimiento y protección del suelo utilizando sistemas dinámicos de vegetación y el uso
del suelo posterior al cierre con la participación activa de técnicos de las diferentes áreas
tanto de geólogía, civil, seguridad industrial, social y ambiental, desde su planificación.
Se puede considerar los siguientes 10 rubros básicos para el éxito de una escombrera que se
deben incluir en toda planificación económica: Área plantada; Árboles y Arbustos; Cunetas
de coronación; Cunetas laterales de hormigón; Drenes; Geotextil; Gaviones; Material
Filtrante; Tendido de material y Transporte.

Referencias

Estudio de Impacto Ambiental Definitivo “Aprovechamiento San Antonio”, Hidroazogues,


2012.
Especificaciones Técnicas Ambientales y Civiles, Contrato No. 2016, Hidroazogues, 2016.
Contrato No. 017-2016, Hidroazogues, 2016.
Plan de Manejo Ambiental par la Escombrera 1, AG Construcciones Cía. Ltda., 2017.
Ministerio de Transporte y Obras Públicas, Especificaciones Técnicas, 2009.
SUIA - Escombreras, Ministerio del Ambiente, 2018.

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