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Trabajo Práctico
Derecho Civil IV
“Modos especiales de Adquisición del Dominio”
Profesora: Gilda Gisella Ocampo
Modos de adquisición:
Por la apropiación.
Por la transformación.
Por la accesión.
Por la tradición.
Por la sucesión.
El art 1947 establece que: “El dominio de las cosas muebles no registrables sin dueño,
se adquiere por apropiación.
Requisitos:
b) Que la cosa sea susceptible de apropiación, es decir, que sea una cosa mueble, que no
haya pertenecido a nadie o y si perteneció a alguien haya sido abandonada por su dueño;
e) Que se llevada a cabo por una persona capaz, porque si no lo fuera la manifestación
de voluntad sería nula y no produciría efecto alguno.
Caza (art 1948): El animal salvaje o el domesticado que recupera su libertad natural,
pertenece al cazador cuando lo toma o cae en su trampa. Mientras el cazador no
desista de perseguir al animal que hirió tiene derecho a la presa, aunque otro la tome o
caiga en su trampa.
Pesca (art 1949): Quien pesca en aguas de uso público, o está autorizado para pescar
en otras aguas, adquiere el dominio de la especie acuática que captura o extrae de su
medio natural.
Para que exista cosa perdida son necesario dos requisitos: el objetivo, reflejado en el
hecho de que la cosa se encuentre expuesta a las miradas de todos y accesible a
cualquiera, pero que no es el lugar destinado a conservarla y el subjetivo, consistente en
la negligencia o descuido del titular pero que excluye la idea de renunciar a los derechos
sobre ella.
No resulta fácil determinar cuando la cosa es perdida o abandonada por ello el CCYC
acude a la presunción de considerarla perdida si es de algún valor la cosa.
Hallazgo y Recompensa (art.1955 y 1956): Cuando una persona encuentra una cosa
perdida puede optar por tomarla o no. De hacerlo, desde que la aprehende responde
como depositario a título oneroso y debe cumplir con el procedimiento indicado en la
norma y restituirla a quien tenga derecho sobre ella. Si no lo hiciera, pierde el derecho
de recompensa y el resarcimiento de los gasto de aprehensión y conservación. Si
desconociera quien es el dueño, debe entregar la cosa a la policía del lugar, para que
mediante proceso legal, se logre dar a conocer el hallazgo.
El dueño de la cosa puede liberarse haciendo abandono traslativo a favor del hallador.
Transcurridos seis meses sin que se presente quien tiene derecho a reclamarla, la cosa
debe venderse en subasta pública.
La norma señala un plazo de seis meses después de la publicación para que en caso de
no presentarse el dueño, se subaste la cosa. Pero la venta puede anticiparse si la cosa es
perecedera o de conservación costosa.
Una vez subastada, el producido se deposita a la orden del juez y deducidos los gastos
generados por ese acto y el monto de la recompensa, así como los gastos realizados por
el hallador, si queda un remanente pertenece a la ciudad o municipio en que se hallo la
cosa perdida.
ADQUISICIÓN DE UN TESORO
Es tesoro toda cosa mueble de valor, sin dueño conocido, oculta en otra cosa mueble o
inmueble. No lo es la cosa de dominio pública ni la que se encuentra en una sepultura
de restos humanos mientras subsiste esa afectación.
El descubridor (art.1952)
Es descubridor del tesoro el primero que lo hace visible, aunque no sepa que es un
tesoro. El hallazgo debe ser casual. Solo tiene derecho buscar tesoro en objeto ajeno
los titulares de derechos reales que se ejercen por la posesión, con excepción de la
prenda.
Hay adquisición del dominio por transformación si alguien de buena fe con una cosa
ajena, mediante su sola actividad o la incorporación de otra cosa, hace una nueva con
intención de adquirirla, sin que sea posible volverla al estado anterior. En tal caso, solo
debe el valor de la primera.
2. ACCESIÓN
Concepto
El anterior Código Civil establecía que se adquiría dominio por accesión cuando alguna
cosa, (mueble o inmueble) acreciera a otra cosa por adherencia natural o artificial.
En sus notas, Vélez se preocupaba por distinguir la propiedad que se tiene sobre los
accesorios de la cosa principal de la propiedad de aquellas cosas que el dueño adquiere
por accesión. Con relación a los primeros, lo accesorio siempre sigue la suerte de lo
principal, la propiedad “se extiende” a los accesorios, por lo que están comprendidos en
el propio título de dominio. En cambio, cuando una cosa diferente se adhiere a otra de
nuestra propiedad, adquirimos el dominio por un título diferente, autónomo, a título de
accesión y por lo tanto, será otro el régimen que se aplique.
Distintos supuestos
Accesión
Confusión Líquidos
Avulsión fuerza
súbita
Plantación
Siembra
De este artículo podemos establecer los requisitos o elementos para que exista accesión
por cosas muebles:
Debe tratarse de cosas muebles, y estas cosas deben tener diferentes dueños.
La accesión debe ser casual, es decir que no debe mediar hecho del ser humano
ya que en tal hipótesis se aplicaría el régimen de transformación, o bien el
general de las cosas muebles.
En segundo lugar, si las cosas se intentaran separar, se menoscabaran o
generarían enormes gastos.
Para resolver el conflicto, en primer lugar habría que distinguir si hay o no cosa de
mayor valor económico. Si la hay, el dueño de ella adquiere el dominio del todo,
pagando a los otros el valor de la materia adherida. Esto no lo dice el artículo pero,
sostiene Lorenzzetti, se puede llegar a esta solución aplicando por analogía lo previsto
para la transformación, la solución opuesta generaría un enriquecimiento ilícito.
Si es imposible determinar qué cosa tiene mayor valor económico, los propietarios
adquieren la nueva por partes iguales. En este caso en que de la mezcla o confusión se
origina un condominio, en el régimen anterior se afirmaba que no se trataba de una
indivisión forzosa y la cuota de cada condómino era proporcional al valor de la cosa que
se adhirió, mientras que ahora el código establece que son partes iguales.
Avulsión
Plantación
Siembra
ALUVIÓN:
El artículo 1959 establece que: “El acrecentamiento paulatino e insensible del inmueble
confinante con aguas durmientes o corrientes que se produce por sedimentación,
pertenece al dueño del inmueble. No hay acrecentamiento del dominio de los
particulares por aluvión si se provoca por obra del hombre, a menos que tenga fines
meramente defensivos. No hay aluvión si no hay adherencia de la sedimentación al
inmueble. No obsta a la adherencia el curso de agua intermitente. El acrecentamiento
aluvional a lo largo de diferentes inmuebles se divide entre los dueños, en proporción
al frente de cada uno de ellos sobre la antigua ribera. Se aplican las normas sobre
aluvión a los acrecentamientos producidos por el retiro natural de las aguas como por
el abandono de su cauce”.
Estamos en presencia de “aluvión por acarreo” o aluvión propiamente dicho, cuando los
terrenos confinantes con la ribera de aguas durmientes o corrientes reciben un
acrecentamiento de tierra. Este pertenece a los dueños de las heredades ribereñas.
Del artículo 1959 podemos establecer los requisitos o elementos para que exista
accesión de inmuebles por aluvión:
Que se produzca por una corriente de agua (ríos o arroyos) o por efecto de aguas
durmientes (lagos y lagunas). Podemos señalar que el anterior código establecía
que no existía aluvión cuando se trataba de aguas durmientes, lo que como se
puede apreciar fue modificado en el nuevo código.
Que los terrenos del dominio privado que reciben el acrecentamiento de tierras
de tales aguas, deben ser, en palabras de Lorenzzetti, arcifinios, es decir,
territorios que poseen límites naturales.
El aluvión debe ser natural: la única excepción son los trabajos defensivos que
puede hacer el dueño sobre su terreno (sin avanzar sobre la corriente de agua
porque esto puede empujarla sobre la otra ribera perjudicando los predios que
están sobre ella).
Cuando el acrecentamiento no es resultado del orden natural de las cosas sino de
obras hechas por el hombre, no se trata de la situación prevista por la ley para la
anexión de esos terrenos por aluvión y, en consecuencia, los dueños de las
heredades que se ven afectados por estas obras pueden exigir la exclusión de las
aguas invasoras, la supresión de las obras perjudicantes y en su caso los daños y
perjuicios.
Debe haber adherencia de la sedimentación al inmueble. Solo puede hablarse de
terrenos aluvionales cuando estos están definitivamente formados y
consolidados en tierra firme, sin que ninguna corriente de agua que forme parte
del rio los separe (excepto que sea intermitente, como por ejemplo, una crecida
por lluvias).
Puede suceder que el acrecentamiento por aluvión abarque a varios inmuebles, en tal
caso se divide entre los dueños en proporción al frente que cada uno de ellos tenga sobre
la antigua ribera.
No constituye aluvión:
En primer lugar vale aclarar que el límite de los ríos se puso en la línea de las mas altas
mareas ordinarias (en su estado natural), es decir, que se lleva el límite del rio un poco
mas lejos del agua, agrandando el dominio público y achicando el dominio privado. Por
lo tanto, las arenas o fango y lo que sea que se encuentre dentro de estos límites no
pueden constituir aluvión puesto que forman parte del curso del agua.
AVULSIÓN:
El artículo 1961 establece que “el acrecentamiento del inmueble por la fuerza súbita de
las aguas que produce una adherencia natural pertenece al dueño del inmueble.
También le pertenece si ese acrecentamiento se produce por otra fuerza natural. Si se
desplaza parte de un inmueble a otro, su dueño tiene derecho a reivindicarlo mientras
que no se adhiera naturalmente. El dueño del otro inmueble no tiene derecho a pedir su
remoción, mas pasado el término de seis meses, las adquiere por prescripción. Cuando
la avulsión es sobre cosa no susceptible de adherencia natural, se aplica lo dispuesto
sobre las cosas perdidas”.
El artículo 1962 establece que: “Si el dueño de un inmueble construye, siembra o planta
con materiales ajenos, los adquiere, pero debe su valor. Si es de mala fe también debe
los daños.
Si la construcción, siembra o plantación es realizada por un tercero, los materiales
pertenecen al dueño del inmueble, quien debe indemnizar el mayor valor adquirido. Si
el tercero es de mala fe, el dueño del inmueble puede exigirle que reponga la cosa al
estado anterior a su costa, a menos que la diferencia de valor sea importante, en cuyo
caso debe el valor de los materiales y el trabajo, si no prefiere abdicar su derecho con
indemnización del valor del inmueble y del daño.
Si la construcción, siembra o plantación es realizada por un tercero con trabajo o
materiales ajenos en inmueble ajeno, quien efectúa el trabajo o quien provee los
materiales no tiene acción directa contra el dueño del inmueble, pero puede exigirle lo
que deba al tercero”.
CASOS
de Mala fe
de Mala fe
En primer lugar se contempla el caso de quien siembra, planta o construye en finca de
su propiedad con materiales que no le pertencen:
El dueño del inmueble colindante puede exigir la indemnización del valor de la parte
invadida del inmueble. Puede reclamar su adquisición total si se menoscaba
significativamente el aprovechamiento normal del inmueble y, en su caso, la
disminución del valor de la parte no invadida. Si el invasor no indemniza, puede ser
obligado a demoler lo construido.
Si el dueño del fundo invadido se opuso de forma inmediata de conocida la obra, éste
puede conseguir frenar la obra y pedir su demolición. Pero si ello es manifiestamente
abusivo, el juez puede rechazar la petición y ordenar la indemnización.
3.ADQUISICIÓN LEGAL
ARTICULO 1895. “Adquisición legal de derechos reales sobre muebles por
subadquirente. La posesión de buena fe del subadquirente de cosas muebles no
registrables que no sean hurtadas o perdidas es suficiente para adquirir los derechos
reales principales excepto que el verdadero propietario pruebe que la adquisición fue
gratuita.
Respecto de las cosas muebles registrables no existe buena fe sin inscripción a favor de
quien la invoca”
-Ejemplo clásico
Lo que procura el Art. 1895 es proteger a los sub adquirientes, que obtienen la cosa
mueble de quien no tenía derecho a trasmitirla, EN TANTO NO HAYA HABIDO
HURTO O PERDIDA. (Se culpa al anterior propietario por ser negligente en la elección
de la persona a quien entrego la tenencia de dicha cosa mueble) Para repeler la acción
reivindicatoria es necesario que el tercero además de poseer de buena fe, haya adquirido
a titulo oneroso.
-Condiciones de aplicación
-Posesión: El tercero para poder invocar la regla del art 1895 en los casos de
desprendimiento voluntario debe ser poseedor de la cosa mueble
-Título oneroso: El art 1895 exige el título oneroso en cabeza del subadquirente para
escapar la acción reivindicatoria del anterior propietario
Buena fe y cosas muebles registrables “no existe buena fe sin inscripción a favor
de quien la invoca”
Tampoco existe buena fe aunque mediare inscripción a favor de quien la invoca
si el respectivo régimen prevé la existencia de elementos identificatorios de la cosa
registrable y estos no coinciden.
-Cosas excluidas
Los terceros no gozan de propiedad y no pueden repeler las acciones reivindicatorias (al
menos que se opere la prescripción adquisitiva), aun cuando sean de buena fe y a título
oneroso. Su fundamento radica en que no puede imputársele culpa al propietario por
haber perdido o haber sufrido hurto de la cosa mueble.
El articulo 1895
a) queda claro que quien puede invocar la adquisición legal de la cosa mueble es el
subadquirente, es decir un tercero;
Definición legal
Art. 1897 establece que: “La prescripción para adquirir es el modo por el cual el
poseedor de una cosa adquiere un derecho real sobre ella, mediante la posesión
durante el tiempo fijado por la ley.”
El art. 1898 prescribe que: “la prescripción adquisitiva de derechos reales con justo
título y buena fe se produce sobre inmuebles por la posesión durante diez años. Si la
cosa es mueble hurtada o perdida el plazo es de dos años. Si la cosa es registrable, el
plazo de la posesión útil se computa a partir de la registración del justo título.
El fundamento de esta prescripción corta coincide con los propios de la larga (dar
seguridad jurídica, paz social, etc.) pero, además, aquí se procura proteger la buena fe
de quien adquirió a la persona que aparentaba ser el propietario de la cosa. Hay que
tener presente que la usucapión breve el beneficiario obtuvo la cosa por transmisión,
nunca por ocupación. Quien tuvo la cosa por transmisión a titulo singular o universal,
pero algo fallo en esa transmisión que impide que quien recibe la cosa adquiera el
derecho real que se pretende transmitido y, en consecuencia, dado que nadie puede
adquirir un derecho mejor o más extenso que el que tenía el transmisor, la única forma
de sanear la irregularidad del título es por medio de la usucapión, a la cual, por contar el
poseedor con justo título y buena fe, se le permite hacerlo con plazo más corto de diez
años.
Requisitos:
a) justo título,
b) buena fe,
c) posesión
d) y tiempo (diez o dos años)
Justo título: es un acto jurídico que tiene las formas exigidas para su validez pero cuyo
otorgante es incapaz o no está legitimado para realizarlo. Es decir que están los
requisitos de forma pero faltan los de fondo. La diferencia con el título suficiente es que
este último presenta los requisitos de forma y fondo.
Buena fe: para la prescripción adquisitiva se exige buena fe en la relación posesoria que
consiste en no haber conocido ni podido conocer la falta de derecho a ella. Es decir que
el poseedor cree sin duda alguna que tiene el derecho, ignorando que está en error. El
error debe ser de hecho. En las cosas registrables, para que haya buena fe, se debe
examinar previamente la documentación y constancias registrables y cumplir con las
verificaciones correspondientes. De manera que no actúa de buena fe el poseedor que no
observa la condición del inmueble en el registro de la propiedad inmueble.
Caso especial del adquirente de cosa mueble registrable: el código en este caso
introduce una importante innovación y reduce el plazo a diez años para el adquirente de
una cosa mueble no hurtada ni perdida que no inscribe a su nombre en el registro. Para
que este plazo especial sea aplicable deben concurrir dos condiciones: el poseedor debe
haber recibido la cosa del titular registral o de su cesionario sucesivo; y los elementos
identificatorios deben ser coincidentes.
a) publica,
b) continua
c) e ininterrumpida.
Art. 1900. Posesión exigible. La posesión para prescribir debe ser ostensible y
continua.
A diferencia del código anterior, ya no se exige que la posesión sea pacifica, sino
solamente que sea continua y publica.
Suspensión de la prescripción
La suspensión detiene el cómputo del tiempo por el lapso que dura, pero aprovecha el
periodo transcurrido hasta que ella comenzó. Es decir que cuando la causal desparece,
se reanuda la prescripción computándose el plazo anterior.
Interrupción de la prescripción
El efecto de la interrupción de la prescripción es tener por no sucedido el lapso que la
precede, e iniciar un nuevo plazo. Es decir que cuando la prescripción es interrumpida
se borra el lapso de tiempo trascurrido hasta ese momento.
Art. 1901 establece que: “el heredero continúa la posesión de su causante. El heredero
particular puede unir su posesión a la de sus antecesores siempre que derive
inmediatamente de las otras. En la prescripción breve las posesiones unidas deben ser
de buena fe y estar ligadas por un vínculo jurídico.”
Sucesión Particular: en este caso hay dos posesiones distintas, que en ciertas ocasiones
pueden unirse para cumplir el tiempo requerido. Si la accesión se realiza con el fin de
alcanzar el tiempo necesario para la usucapión breve es necesario que ambas posesiones
sean de buena fe.
Requisitos: tanto para obtener por prescripción larga o corta, las posesiones deben
derivar en forma inmediata una de otra, no deben estar separadas por una posesión
viciosa. En el caso de la prescripción breve se agrega la buena fe de las posesiones y
que deben estar ligadas por un vínculo jurídico. Ejemplo un contrato.
5. El juicio de usucapión
¿Cuáles son los derechos que pueden usucapirse dentro de los derechos reales?
“La prescripción para adquirir es el modo por el cual el poseedor de una cosa
adquiere un derecho real sobre ella, mediante la posesión durante el tiempo fijado por
la ley.”
Tratase de una adquisición originaria, que así cabe distinguirla de la derivada, que
resulta anunciada por el art. 1892 ccyc. la regulación anterior consideraba que la
prescripción para adquirir era un derecho por el cual el poseedor de una cosa inmueble
adquiría la propiedad de ella por la continuación de la posesión durante el tiempo fijado
por la ley.
Existen dos posibilidades para adquirir derechos reales por vía posesoria: por un acto de
defensa en juicio, como se da en denominar "excepción de prescripción adquisitiva" y
"acción de usucapión". En este segundo caso, no nos estamos defendiendo, estamos
atacando a los efectos de que una sentencia nos "declare" propietarios.
Sujetos intervinientes:
El código contempla dos clases de usucapión: la de quien ejerce posesión por justo
título y a buena fe (10 años (Art. 1898); y la de quien no tiene justo título o buena fe (20
años.) (Art. 1899)
¿Cuál es la hipótesis de la prescripción en 10 años, o sea la corta?
Para la adquisición de los derechos reales de buena fe que dan el derecho real, como el
de dominio, en plenitud, es necesario, además de las condiciones establecidas para todo
usucapiente, que esa buena fe, emane del conocimiento de un título apto para
constituirlo y hacerle creer que es el propietario del derecho.
No basta para el caso un boleto de compraventa, una promesa, etc. Si, por ejemplo, nos
referimos a inmuebles o muebles registrables, la escritura pública que, por un defecto
cualquiera no sea capaz de transferir el derecho real, pero hubo un acto, sí, tendiente a
dicha transmisión por las vías legales, el cual es enteramente revocable por el vicio que
detenta que ignora quien posee a título de dueño.
Los conceptos de buena y de mala fe, sólo se refieren al conocimiento que tiene el
poseedor respecto al propietario y solamente ello. No es que el poseedor de mala fe,
necesariamente sea un delincuente.
El requisito de la continuidad.
También rige para ambos tipos de posesiones. Se entiende por continua la realización,
por parte del poseedor, de todo tipo de actos como los que haría el propietario de
acuerdo al tipo de cosa que está poseyendo.
Puede ser interrumpida por vías de hecho o de derecho, por perturbaciones posesorias
de terceros que acaban por desposeer, siquiera por un tiempo, o por alguna demanda
judicial, presentación administrativa o cualquier reclamo que tenga por lógico efecto
volver la posesión a su estado anterior.
La interrupción por vías de hecho o llamada "natural", no puede ser una mera
perturbación.
Requisitos: (Ley 14.159 de Catastro Nacional (año 1952) TITULO VI - La prescripción
adquisitiva de inmuebles)
a) El juicio será de carácter contencioso y deberá entenderse con quien resulte titular
del dominio de acuerdo con las constancias del Catastro, Registro de la propiedad o
cualquier otro registro oficial del lugar del inmueble, cuya certificación sobre el
particular deberá acompañarse con la demanda. Si no se pudiera establecer con
precisión quién figura como titular al tiempo de promoverse la demanda, se procederá
en la forma que los códigos de Procedimientos señalan para la citación de personas
desconocidas;
La ley nacional 14.159 sobre catastro nacional estableció el carácter contencioso del
juicio y exigencias severas en materia de prueba. Estas exigencias fueron excesivas y
determinaron la sanción del decreto- ley 5756/58, que manteniendo el carácter
contencioso del procedimiento atenuó el rigor de las disposiciones relativas a la prueba.
Efectos de la sentencia
La sentencia que se dicte en juicio contradictorio hará cosa juzgada respecto de las
partes intervinientes en él. Esta sentencia brinda un título de propiedad, tiene efectos
erga omnes como que brinda un título perfecto. Ello, sin perjuicio del dueño o
condómino que no ha sido oído, de reivindicar el inmueble demostrando que la posesión
no tenía los caracteres legales que permiten usucapir.
Conclusión:
Pero, para adquirir el dominio, no alcanza con la posesión obtenida por tradición.
Existen casos donde se vende el terreno, departamento o casa con boleto de
compraventa y se les hace la entrega (tradición) obteniendo así la posesión pero no la
propiedad.
La ley los llama "ocupantes originarios" y si estos transfieren la posesión a terceros son
"continuadores"
Para obtener la propiedad deben hacer el juicio de escrituración", el cual suele ser
costoso y complicado (porque pueden surgir complicaciones: transmisión del boleto mal
hacha, o se deben hacer las sucesiones de los enajenantes, obtener partidas de defunción
sin saber la fecha ni el lugar, etc.). Es decir que rastrear los datos y documentos que se
necesitan para dicho juicio son muy difíciles de conseguir.
Esta ley establece un régimen de regularización dominial en favor de los ocupantes que
acrediten la posesión
Antecedentes
Más allá de las críticas hechas y de las que pueden seguir haciéndosele a esta ley de
regularización dominial nº 24.374 y modificatorias (2), lo cierto es que la misma ha
comenzado a dejar de ser una norma transitoria (3) y ha pasado a transformarse, poco a
poco, en una norma de gran espectro y aplicación (4), sobre todo si se tiene en cuenta la
proyección establecida por la modificación realizada por la última ley 26.493, la cual ha
previsto ampliar la aplicación .de la originaria ley, para poseedores anteriores al 1 de
enero de 2009.
Beneficiarios
ARTICULO 1º- Gozarán de los beneficios de esta ley los ocupantes que, con causa
lícita, acrediten la posesión pública, pacífica y continua durante tres (3) años con
anterioridad al 1° de enero de 2009, respecto de inmuebles edificados urbanos que
tengan como destino principal el de casa habitación única y permanente, y reúnan las
características previstas en la reglamentación.
c) Las personas, que sin ser sucesores, hubiesen convivido con el ocupante originario,
recibiendo trato familiar, por un lapso no menor a dos años anteriores a la fecha
establecida por el artículo 1º, y que hayan continuado con la ocupación del inmueble;
* Beneficio de gratuidad: además de que los trámites son gratuitos, aunque tengan
deudas de impuestos, tributos, etc., sobre el inmueble, no pueden impedir llevar
adelante el trámite.
a) Los propietarios o poseedores de otros inmuebles con capacidad para satisfacer sus
necesidades de vivienda;
Procedimiento
En caso de incumplimiento por parte del Estado, los peticionante podrán adherir al
régimen y procedimientos de esta ley.
ARTICULO 9º: A los efectos del financiamiento del sistema, crease una contribución
única de 1 % del valor fiscal del inmueble, la que estará a cargo de los beneficiarios.
La reglamentación determinara la forma de percepción y administración de estos
fondos.
Criticas
A esta altura del avance y desarrollo, tanto normativo a nivel local, doctrinal y
jurisprudencial, queda evidenciado, a las claras, que no existe una fuente normativa
homogénea de índole nacional que trate en forma uniforme los temas tratados,
llegándose al extremo de vislumbrar, que los regímenes legales vigentes provinciales
llegan a avanzar sobre formas cuya regulación estaría reservada al Congreso Nacional
(art. 74 inc. 12 de la C.N.).
Si bien es cierto que la Ley Nº 24.374 ha contribuido en gran medida a dar solución a
un problema existe y de gran importancia en estos tiempos como es el habitacional, se
cosidera imperiosa la necesidad de que desde el Poder Legislativo Nacional, se
propugne la sanción de una ley que unifique la normativa existente a lo largo del país,
que contribuya a la seguridad jurídica a facilite la labor de interpretación por parte de
los jueces.