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DOCUMENTOS PARA LA

HISTORIA DE ESPAÑA
DEL SIGLO XIX Y XX
1.GUERRA DE INDEPENDENCIA Y CORTES DE CÁDIZ.

Texto1. El impacto de la Revolución francesa


1.1.Prohíbo la introducción y curso en estos mis Reinos y Señoríos de qualesquiera papeles
sediciosos contrarios a la fidelidad ya la tranquilidad pública, y en su consecuencia mando, que
qualquiera persona que tuviere, o a cuyas manos llegare, carta o papel impreso o manuscrito de
esta especie, los presente a la respectiva Justicia, diciendo y nombrando el sujeto que se le haya
entregado o dirigido, si lo supiere o conociere; pena de que no haciéndolo así, y justificándose
tener; comunicar o expender tales cartas o papeles, será, el que se verificare cometer estos
excesos, procesado y castigado por el crimen de infidencia; debiendo las Justicias remitir al mi 2
Consejo los papeles que se les presentaren, denunciaren o aprehendieren; procediendo con la
actividad y vigilancia que requiere su gravedad, y en que tanto interesa el bien y el sosiego de mis
amados vasallos; haciendo como hago responsables a las mismas Justicias de las resultas que
hubiere por su omisión o negligencia.
1.2. Ley de 15 de julio de 1792 prohibiendo la importación de libros revolucionarios procedentes
de Francia.
1.Que todas las brochuras (folletos) o papeles impresos o manuscritos que traten de las
revoluciones y nueva constitución de la Francia desde su principio hasta ahora, luego que lleguen a
las Aduanas, se remitan por los Administradores de ellas directamente al Ministerio de Estado.
2. Que los abanicos, cajas y cintas y otras maniobras que tengan alusión a los mismos asuntos se
remitan al Ministerio de Hacienda, que dispondrá se les quiten las tales alusiones antes de
entregarlas a sus dueños.
3. Que todos los libros en lengua Francesa que lleguen a las Aduanas de las fronteras y puertos con
destino a Madrid se remitan por los Administradores de ellas cerrados y sellados a los Directores
generales de Rentas ; para que haciéndolos reconocer, se dé el pase a los que fueren corrientes,
deteniendo los sediciosos y que traten de las revoluciones de Francia."
Orden de Carlos IV 1791.
Texto 2.
Señores Justicias de los pueblos a quienes se presente este oficio de mí el alcalde de Móstoles. Es
notorio que los franceses apostados en las cercanías de Madrid y dentro de la corte han tomado la
defensa sobre este pueblo capital y las tropas españolas; como españoles es necesario que
muramos por el Rey y por la Patria, armándonos contra unos pérfidos que so color de amistad y
alianza nos quieren imponer un pesado yugo, después de haberse apoderado de la augusta persona
del Rey; procedamos, pues, a tomar las activas providencias para escarmentar tanta perfidia,
acudiendo al socorro de Madrid y demás pueblos y alentándonos, pues no hay fuerzas que
prevalezcan contra quien es leal y valiente, como los españoles lo son.
Dios guarde a V. muchos años.
Móstoles, 2 de mayo de 1808. Firmado: Andrés Torrejón. Simón Hernández.
MONTIEL, R.: La guerra de la Independencia. Madrid,1888
Texto 3.
Don Fernando VII, Rey de España y de la Indias, y en su nombre la Suprema Junta:
La Francia, o más bien su emperador Napoleón I, ha violado con España los pactos más
sagrados, le ha arrebatado sus monarcas y ha obligado a éstos a abdicaciones y renuncias violentas
y nulas manifiestamente; se ha hecho con la misma violencia dar el Señorío de España para lo que
nadie tiene poder; (...); ha hecho entrar sus ejércitos en España, apoderándose de sus fortalezas y
capital (...). Ha declarado últimamente que va a transformar la Monarquía y sus Leyes
Fundamentales y amenaza la ruina de nuestra religión Católica (...), y nos ha forzado a que, para el
remedio único de tan graves males, los manifestemos a Europa toda y le declaremos la guerra. Por
tanto, en nombre de nuestro Rey Fernando VII y de toda la Nación Española, declaramos la
GUERRA por tierra y mar al emperador Napoleón I y a la Francia mientras esté bajo su
dominación y yugo tirano, y mandamos a todos los españoles obren con ellos hostilmente...
Declaración de la Junta Suprema de Sevilla. Sevilla, 6 de Junio de 1808.
Texto 4.
Los pueblos de Alemania, de Inglaterra, de Italia y de España desean la igualdad y quieren las
ideas liberales (...). La nación española despreciaba su gobierno, pedía agritos una regeneración (...).
Yo libraba a los españoles de sus odiosas instituciones; les daba una Constitución liberal, creí
necesario (...) cambiar su dinastía. 3
Napoleón en Santa Elena.
Texto 5. Posición de los afrancesados.
5.1.La situación en que veíamos a nuestra España nos hizo siempre inferir que la suerte de ésta
estaba limitada a una de estas tres cosas o ser gobernada por un príncipe de la dinastía que reinaba
en Francia o ser dominada y agregada a esta potencia o ser desmembrada en pequeños Estados por
común acuerdo con los demás de Europa. Entre estos extremos no podía ser dudosa la
preferencia del primero. (....)
5.2.En el caso imaginario de poder resistir a las fuerzas del Emperador de los franceses, vendríamos
a parar en guerras civiles sobre quién habría de reinar; o retrocederíamos al terrible tiempo de
haber tantos reyes cuantas provincias, como al tiempo de la invasión sarracénica para eternizar el
odio , y los resentimientos de unos españoles contra otros y las calamidades de todos. (...)
El traer a cuento para las ocurrencias del día las disputas de si Napoleón tiene o no justo título de
nombrar un rey de su familia para España es otro error político que sólo puede influir para
nuestras desgracias.¿Cuál era el derecho de los cartagineses?, ¿cuál el de los Romanos? , ¿cuál es el
de los Godos? , ¿cuál es el nuestro mismo en las Américas?
La indagación única que nos interesa es la de si es o no es útil admitirla nueva dinastía francesa.[..]
Así como se creyó útil aliamos en fines del siglo XV con la casa de Austria por ser entonces la más
poderosa de Europa, y en principios del siglo XVIII con la de Borbón porque Luis XIV de Francia
era el rey más grande de su tiempo , así también ahora nos conviene la casa de Napoleón porque
su poderes el mayor del mundo conocido, y su protección es capaz de elevar nuestra monarquía al
grado más alto de gloria, esplendor y grandeza" .
Declaraciones de un afrancesado (carta particular de J. A. Llorente, 4/6/ 1808).

Texto 6. Catecismo español (1808).


"-Dime, hijo, ¿qué eres tú?
-Soy español, por la gracia de Dios.
-¿Qué quiere decir español?
-Hombre de bien.
-¿Cuántas obligaciones tiene un español?
-Tres: ser cristiano y defenderla patria y el rey.
-¿Quién es nuestro rey?
-Fernando VII.
-¿Quién es el enemigo de nuestra felicidad?
-El emperador de los franceses.
-¿Quién es ese hombre?
-Un malvado, un ambicioso, principio de todos los males, fin de todos los bienes y compuesto y
depósito de todos los vicios.
-¿Qué son los franceses?
-Antiguos cristianos y herejes modernos.
-¿Es pecado asesinar a un francés?
-No, padre, se hace una obra meritoria, librando a la patria de estos violentos opresores".
Ruiz, J. "Guerra de la Independencia". Este es un fragmento de un catecismo cívico-católico
utilizado en la enseñanza.
Texto7.
“Los diputados que componen este Congreso, y que representan a la Nación española, se
declaran legítimamente constituidos en Cortes Generales y Extraordinarias, y que reside en ellos la 4
Soberanía Nacional.
Las Cortes Generales y Extraordinarias de la Nación española (...) proclaman y juran de
nuevo por su único y legítimo Rey al Señor Don Fernando VII de Borbón; y declaran nula, de
ningún valor ni efecto la cesión de la Corona que se dice hecha a favor de Napoleón, (...)
principalmente por faltarles el consentimiento de la Nación.
No conviniendo que queden reunidos el Poder Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial,
declaran las Cortes Generales y Extraordinarias que se reservan el ejercicio del Poder Legislativo
en toda su extensión.
El Consejo de Regencia reconocerá la Soberanía Nacional de las Cortes y jurará obediencia
a las Leyes y Decretos que de ella emanaren (...).
Se declara que la fórmula del reconocimiento y juramento que ha de hacer el Consejo de
Regencia es la siguiente: ¿Reconocéis la Soberanía de la Nación representada por los Diputados de
estas Cortes Generales y Extraordinarias?. ¿Juráis obedecer sus Decretos, Leyes y Constitución
que se establezca según sus santos fines (...)?. ¿Conservar la Independencia, Libertad e integridad de
la Nación?. ¿La religión Católica Apostólica Romana? (...) ¿Restablecer en el trono a nuestro amado
Rey Don Fernando VII de Borbón?. ¿ Y mirar por el bien del Estado?...”
Colección de Decretos y Órdenes de las Cortes Generales y Extraordinarias, en Historia de
España en sus documentos, de DÍAZ-PLAJA, F.. Editorial Cátedra, Madrid, 1983, Págs. 84-85.

Texto 8.
Don Fernando VII, por la gracia de Dios y la Constitución de la Monarquía española, Rey de las
Españas, y en su ausencia y cautividad la Regencia del Reino, nombrada por las Cortes generales y
extraordinarias, a todos los que las presentes vieren y extendieren, sabed: Que las mismas Cortes
han decretado y sancionado lo siguiente:
Art. 1. La Nación española es la reunión de todos los españoles de ambos hemisferios.
Art. 2. La Nación española es libre e independiente, y no es ni puede ser patrimonio de ninguna
familia ni persona
Art. 3. La soberanía reside esencialmente en la Nación, y por lo mismo pertenece a ésta
exclusivamente el derecho de establecer sus leyes fundamentales (. ..)
Art. 4. La Nación está obligada a conservar y proteger por leyes sabias y justas la libertad civil, la
propiedad y los demás derechos legítimos de todos los individuos que la componen (...)
Art. 13. El objeto del Gobierno es la felicidad de la Nación, puesto que el fin de toda sociedad
política no es otro que el bienestar de los individuos que la componen
Art. 14. El Gobierno de la Nación española es una Monarquía moderada hereditaria.
Art. 15. La potestad de hacer las leyes reside en las Cortes con el Rey.
Art. 16. La potestad de hacer ejecutar las leyes reside en el Rey.
Art. 17. La potestad de aplicar las leyes en las causas civiles y criminales reside en los Tribunales
establecidos por la ley (...)
Art. 27. Las Cortes son la reunión de todos los Diputados que representan la Nación, nombrados
por los ciudadanos en la forma que se dirá (..)
Art. 34. Para la elección de diputados de Cortes se celebrarán Juntas electorales de parroquia, de
partido y de provincia.
Art. 91. Para ser diputado de Cortes se requiere ser ciudadano que esté en el ejercicio de sus
derechos, mayor de veinticinco años. Y que haya nacido en la provincia o esté avecindado en ella
con residencia a lo menos de siete años, bien sea de estado seglar, o eclesiástico.
Art. 92. Se requiere (..) para ser elegido Diputado de Cortes, tener una renta anual proporcionada,
procedente de bienes propios (...) 5
Art. 142. El Rey tiene la sanción de las leyes (..)
Art. 147. Si el Rey negare la sanción, no se volverá a tratar del mismo asunto en las Cortes de
aquel año; pero podrá hacerse en las del siguiente (...)
Art. 168. La persona del rey es sagrada e inviolable y no está sujeta a responsabilidad.
Art. 170. La potestad de hacer ejecutar las leyes reside exclusivamente en el Rey, y su autoridad se
extiende a todo cuanto conduce a la conservación del orden público en lo interior; y a la seguridad
del Estado en lo exterior; conforme a l a Constitución y a las leyes.
Art. 225 Todas las órdenes del Rey deberán ir firmadas por el secretario de despacho del ramo al
que el asunto pertenece (...).
Art. 248. En los negocios comunes, civiles y criminales, no habrá más que un solo fuero para todas
las personas (...).
Art. 258. El Código civil y criminal y el de comercio serán unos mismos para toda la Monarquía (.
..)
Art. 303. No se usará nunca tormento ni de los apremios (...)
Art. 304. Tampoco se impondrá la pena de confiscación de bienes.
Art. 306. No podrá ser allanada la casa de ningún español, sino en los casos que determine la ley
para el buen orden y seguridad del Estado.
Art. 312. Los alcaldes, regidores y procuradores síndicos se nombrarán por elección de los pueblos
(. ..)
Art. 338. Las Cortes establecerán o confirmarán anualmente las contribuciones, sean directas o
indirectas, generales, provinciales o municipales (...)
Art. 339. Las contribuciones se repartirán entre todos los españoles con proporción a sus
facultades, sin excepción ni privilegio alguno (. ..)
Art. 355. La deuda pública reconocida será una de las primeras atenciones de las Cortes y estas
pondrán el mayor cuidado en que se vaya verificando su progresiva extinción (...).
Art. 362. Habrá en cada provincia cuerpos de Milicia Nacional, compuestos por habitantes de cada
una de ellas, con proporción a su población (...)
Art. 366. En todos los pueblos de la monarquía se establecerán escuelas de primeras letras, en las
que se enseñará a los niños a leer, escribir y el catecismo de la religión católica, que comprenderá
también una breve exposición de las obligaciones civiles (...).
Art. 371. Todos los españoles tienen la libertad de escribir; imprimir y publicar sus ideas políticas
sin necesidad de licencia, revisión o aprobación alguna anterior a la publicación, bajo las
restricciones y responsabilidad establezcan las leyes (. ..)
Cádiz, 19 de marzo de 1812.
Texto 9. Opiniones sobre la Guerra de Independencia
9.1. A mis ojos, la Guerra de la Independencia marca el momento de la Historia en que mejor se
afirma la unidad española, la unidad nacional. Todavía a principios del siglo XVIII, durante la Guerra
de Sucesión, la rebelión dejos países catalanes había mostrado la debilidad de esta unidad. Pero la
prosperidad del siglo XVIII y la asociación sistemática de las elites periféricas con esta prosperidad
y con las decisiones mismas del centro, en el seno de un sistema colonial mejor defendido y mejor
explotado, parecían señalar a España, en 1780, como uno de los países mejor encarrilado por la vía
del capitalismo naciente y de la unidad de las naciones en vías de aburguesamiento. A decir verdad,
un número excesivo de viejas estructuras, en el centro y en el sur de España -y en su cima- se
resistían a este proceso. Pero los grandes puertos como Cádiz, las regiones más evolucionadas
desde el punto de vista económico, como el País Vasco y Cataluña, se habían beneficiado
demasiado de la coyuntura del siglo XVIII como para no sentirse profundamente solidarias del 6
sistema nacional y colonial español. Cádiz será pues, en 1810, el crisol donde intenta elaborarse una
nación española a la vez unitaria y renovada.
VILAR, P.: Hidalgos, amotinados y guerrilleros. Crítica, Barcelona, 1982 (Serie General 94. Temas
hispánicos, 9), pág. 205.
9.2.Más que la Guerra de la Independencia, como sostenía (Evaristo) San Miguel, fueron las Cortes
de 1812 quienes abrieron la puerta a las disensiones. Es sorprendente ver cómo los hombres de la
soberanía nacional y del sufragio elaboraron un sistema que era en todo contrario a lo que el
pueblo –la nación- sentía y quería. La Guerra de la Independencia no fue solamente de resistencia
al yugo material del invasor, sino al espiritual de las ideas que el invasor llevaba consigo, y de aquí
que los liberales de Cádiz, que al fin y a la postre mantenían una ideología tan opuesta a la nación
como semejante a la de los afrancesados y franceses, al terminar la guerra se vieran envueltos en la
misma repulsa que el enemigo rendido en los campos de batalla.
Suárez, F: La crisis política del Antiguo Régimen en España (1808-1936):3d ed. Rialp, Madrid, 1988
(Libros de historia, 25.9). Págs. 19-20.

Texto 10. Opiniones sobre las Cortes de Cádiz.


10.1 “Con todo, la revolución gaditana, una revolución de eclesiásticos liberales, letrados, altos
cargos, funcionarios militares y hasta nobles, cambió la historia de España. Creó, o fijó, las ideas, el
lenguaje y los principios éticos y políticos del liberalismo español. (...) la Constitución de 1812, (...),
nació así como símbolo y marco de referencia de las libertades españolas”.
FUSI, J.P. Y PALAFOX, J., España, 1808/1996.

10.2 “El sistema político diseñado en la Constitución de Cádiz fue considerado (...) como un plagio
de la Constitución francesa de 1791. (...) ambas coinciden en cuanto a los principios liberales que
inspiran los movimientos revolucionarios de la época: soberanía nacional, unicameralismo, división
de poderes, responsabilidad penal de los ministros, independencia del poder legislativo frente a
cualquier intento de disolución de la asamblea por parte de la corona, sanción real y veto
suspensivo”
ARTOLA, M. La burguesía revolucionaria. 1808/1874.

10.3. “Dentro del primer constitucionalismo occidental, el texto de Cádiz representa uno de los
mejores modelos, soportando la comparación con la Constitución francesa de 1791 o la
norteamericana de 1787, (...) por el espíritu nacional que respiraba.”
SOLÉ TURA, J. Y AJA, E. Constituciones y periodos constituyentes en España. 1808/1936. Madrid.
Editorial Siglo XXI, 1985, Pág.20.
10.4 “...nuestra primera Constitución, redactada en Cádiz de 1810 a 1812, representa el hito
fundamental que inicia la dialéctica constitucional que llega hasta el presente. Su significado,
situándonos en el contexto de la época, aparece como un avance progresista fundamental para la
modernización de la vida política española (...), supuso el motivo fundamental del nacimiento del
liberalismo español (...). Su influencia, (...), se extendería por toda Europa y América Latina (...). Por
supuesto, en ella es posible encontrar claras reminiscencias del Antiguo Régimen, pero al mismo
tiempo da acogida también a conceptos e instituciones revolucionarias para su época. Lo cual se
explica a causa de que intervinieron en su redacción tanto elementos progresistas o liberales como
reaccionarios o ultramontanos”.
DE ESTEBAN, J. Las constituciones de España. Madrid. Editorial Taurus, 1990.
7
10.5. “Falto de experiencia y de formación política, el pueblo, al elegir, lo hace nombrando para la
Junta a elementos de las clases superiores, de manera que la Junta (...) es ya una pérdida de poder
por parte de ese mismo pueblo. (...). Son siempre iniciativa de los aristócratas, de los ricos y
poderosos, que a través de ellas privan al pueblo de su poder. Son una forma de control del
pueblo, de sujeción de éste a intereses que le son ajenos”.
GIL NOVALES, A. Reinado de Fernando VII, en TUÑÓN DE LARA, M. Historia de España. , vol.
VII, Barcelona, Editorial Labor, 1980, Pág.270.

10.6 Al cabo de un siglo y medio de estar oyendo que las Cortes de Cádiz fueron algo así como un
parto del infierno, es lógico que se haya llegado a pensar que la obra de los diputados fue un
ambicioso intento de transformación revolucionaria de la sociedad española, de acuerdo con el
modelo de la Revolución francesa. Cuando acudimos a los textos legales descubrimos una realidad
mucho más modesta: una abolición del régimen señorial que dejaba en pie el diezmo y favorecía a
los señores, que pudieron convertir sus derechos feudales en títulos de propiedad plena de la
tierra, despojando a los campesinos; una libertad de imprenta que no tocaba a la esfera de lo
religioso y que hacía posible que cualquier autor , fuese a parar a la cárcel, una vez sometida su
obra a los tribunales de censura; una Constitución que confirmaba que el catolicismo había de ser
la única y exclusiva religión de los españoles "perpetuamente"; una pretendida abolición de la
Inquisición que permitía que subsistiesen tribunales eclesiásticos ante los que se podía denunciar a
cualquier ciudadano por herejía [...]. Confundir la Revolución francesa con la española de 1808-
1814 es algo que sólo cabe en una visión paranoica de la historia.
FONTANA LÁZARO, J.: La crisis del Antiguo Régimen. Barcelona, Crítica, 1979
10.7. Napoleón y José quedaron decepcionados, pues esperaban tener más partidarios. De hecho,
las confidencias de Napoleón justificaban la desconfianza española. Las reformas no hacían otra
cosa que recubrir el espíritu de conquista. El emperador paralizó las buenas intenciones de su
hermano. y los generales, mediante un verdadero pillaje, paralizaron las de los administradores.
La renovación por medio de Napoleón no podía tener éxito. Pero se podía intentar una
renovación contra él. Varios textos de las juntas insurreccionales expresan este pensamiento. y
también es la intención de las Cortes de Cádiz. De 1810 a 1812, la mayoría liberal redujo a la
defensiva a los "serviles" de las Cortes, partidarios de la vieja España.
Como en el siglo XVIII, el liberalismo español no vacila en referirse ala tradición y respeta la
fidelidad religiosa. Pero ataca el poder material eclesiástico, suprime la Inquisición, impulsa la
desamortización de bienes de la Iglesia. Políticamente, su Constitución transpone los principios
franceses: soberanía nacional, división de poderes, libertades fundamentales, cámara elegida por dos
años por sufragio
indirecto y que debe votar obligatoriamente los presupuestos, rey constitucional provisto de
derecho de veto, organización uniforme de municipios y provincias. Y sobre todo, el 6 de agosto
de 1811, las jurisdicciones de señorío son abolidas, con todos los privilegios "exclusivos, privativos
y prohibitivos".
VILAR, P.: Historia de España. Barcelona, Crítica, 1978
10.8. En cuanto a los derechos individuales, aparecen señalados de forma dispersa; dos precisiones
quisiéramos hacer al respecto: primero, son menos rotundos los que aparecen en la Constitución
francesa que le sirve de modelo; segundo, no se considera a las mujeres como sujeto de derecho
[...]. En fin, tres son principalmente las fuentes de la Constitución: el pensamiento ilustrado francés
del siglo XVIII, la tradición constitucionalista anglosajona y [...] la rica tradición jurídica española. El
evidente racionalismo de inspiración francesa que puede verse en la Constitución se advierte en el 8
intento de reducir la Administración a patrones unitarios.
UBIETO, REGLÁ, JOVER, GÓMEZ-FERRER, y SECO: Historia ilustrada de España, volumen 6.
Madrid, Debate, 1997
6.MAPAS.

.
9

2. REINADO DE FERNANDO VII. INDEPENDENCIA DE LAS


COLONIAS AMERICANAS.

Texto 1 Tratado de Valençay 18/12/183


Art. 3. S.M. el Emperador de los franceses, rey de Italia, reconoce a D. Fernando y sus sucesores,
según el orden de sucesión establecido por las leyes fundamentales de España, como rey de España
y de las Indias.
Art. 4. S.M. el emperador y rey reconoce la integridad del territorio de España, tal cual existía
antes de la guerra actual..
Art. 6. S.M. el rey Fernando se obliga por su parte a mantener la integridad del territorio de
España, islas, plazas y presidios adyacentes, en especial Mahón y Ceuta. Se obliga también a
evacuarlas provincias, plazas y territorios ocupados por los gobernantes y ejército británico.
Art. 9. Todos los españoles adictos al rey José que le han servido en los empleos civiles o militares,
y que le han seguido, volverán a los honores, derechos y prerrogativas que gozaban; que todos los
bienes de que hayan sido privados les serán restituidos".
Texto 2.
Señor: Era costumbre de los antiguos persas pasar cinco días en anarquía después del fallecimiento
de su Rey, a fin de que la experiencia de los asesinatos, robos y otras desgracias les obligase a ser
más fieles a su sucesor (...). (Que el Rey) manifieste la necesidad de remediar lo actuado en Cádiz,
que de este fin proceda a celebrar Cortes con la solemnidad y en la forma que se celebraron las
antiguas (...); que se suspendan los efectos de la Constitución y de los decretos dictados en Cádiz...
Quisiéramos grabar en el corazón de todos, como lo está en el nuestro, el convencimiento de
que la democracia se funda en la inestabilidad y la inconstancia; y de su misma formación saca los
peligros de su fin (...) O en estos gobiernos ha de haber nobles, o puro pueblo: excluir la nobleza
destruye el orden jerárquico, deja sin esplendor la sociedad (...)
La nobleza siempre aspira á distinciones el pueblo siempre intenta igualdades: este vive receloso de
que aquella llegue a dominar.(...)
La Monarquía Absoluta es una obra de la razón y de la inteligencia: está subordinada a la ley divina,
a la justicia y a las reglas fundamentales del Estado: fue establecida por derecho de conquista o por
la sumisión voluntaria de los primeros hombres que eligieron sus reyes. Así que el soberano
absoluto no tiene facultad de usar sin razón de su autoridad (derecho que no quiso tener el mismo
Dios); por esto ha sido necesario que el poder soberano fuera absoluto, para prescribir a los
súbditos todo lo que mira al interés común, y obligar a la obediencia a los que se niegan a ella. Pero
los que reclaman contra el poder monárquico, confunden el poder absoluto con el arbitrario; sin
reflexionar que no hay Estado (sin exceptuar las mismas repúblicas) donde con el constitutivo de la
soberanía no se halle un poder absoluto.
Los más sabios políticos han preferido esta Monarquía Absoluta a todo otro gobierno. El hombre
en aquélla no es menos libre que en una república; y la tiranía aún es más temible en ésta que en 10
aquélla. España, entre otros reinos, se convenció de esta preferencia y de las muchas dificultades
del poder limitado, dependiente en muchos puntos de una potencia superior, o comprimido en
otros por parte de los mismos vasallos (...).
No pudiendo dejar de cerrar este respetuoso Manifiesto en cuanto permita el ámbito de nuestra
representación y, nuestros votos particulares con la protesta de que se estime siempre sin valor
esa Constitución de Cádiz, y por no aprobada por V.M. ni por las provincias ( ...) porque estimamos
las leyes fundamentales que contiene de incalculables y trascendentales perjuicios, que piden la
previa celebración de unas Cortes españolas legítimamente congregadas en libertad y con arreglo
en todo a las antiguas leyes.
Madrid, 12 de abril de 1814. De El Manifiesto de los Persas
FERRER, M., TEJERA, D.,Y ACEDO, J. F. Historia del Tradicionalismo español.Tomo I, Sevilla,
1941,pág.273.
Texto 3. 3.1. Decreto de Fernando VII aboliendo la Constitución de 1812.
Quedó todo a la disposición de las Cortes, las cuales en el mismo día de su instalación, y por
principio de sus actos, me despojaron de la soberanía. (...)atribuyéndola nominalmente a la nación.
(...) y copiando los principios revolucionarios y democráticos de la constitución francesa de 1791
(...)se sancionaron leyes no fundamentales de una monarquía moderada, sino las de un gobierno
popular, con un jefe o magistrado , mero ejecutor delegado , que no Rey. (...) Por tanto.(...)declaro
que mi real ánimo es no solamente no jurar ni acceder a dicha constitución ni a decreto alguno de
las Cortes generales y de las extraordinarias actualmente abiertas (...)sino el declarar aquella
constitución y tales decretos nulos y de ningún valor y efecto, ahora ni en tiempo alguno, como si
no hubiesen pasado jamás tales actos. "
Dado en Valencia, 4 de mayo de 1814.
3.2. Real Cédula de Fernando VII restaurando los señoríos (1814).
" ...En tal estado se me hicieron varias representaciones por diferentes Grandes de España y Títulos
de Castilla, dueños jurisdiccionales de pueblos en los Reynos de Aragón y Valencia y otras
provincias, quejándose de los despojos y atentados que a la sombra del citado Decreto habían
sufrido y sufrían en el goce y percepción de los derechos y prestaciones preservadas en el mismo
Decreto, solicitando su pronto reintegro con resarcimiento de daños y perjuicios e intereses que
habían debido producir, y algunos de los recurrentes la declaración de su nulidad (...). He tenido a
bien mandar: Que los llamados señoríos jurisdiccionales sean reintegrados inmediatamente en la
percepción de todas las rentas y frutos, emolumentos, prestaciones y sus derechos de su señorío
territorial y solariego, y en las de todas las demás que hubiesen disfrutado antes del 6 de agosto de
1811 ...
8 de octubre de 1814.
3.3 Circular del Ministerio de Hacienda eximiendo de impuestos.
"Deseoso el Rey nuestro Señor de proporcionar a sus vasallos los alivios a que se han hecho dignos
por sus heroicos esfuerzos, se ha servido relevarles el pago de contribuciones correspondientes al
año 1808 1 entendiéndose sólo con respecto a los primeros contribuyentes. .
Madrid 4 de noviembre de 1814. 12 de noviembre de 1814.
3.4 Real Cédula de Fernando VII restaurando la Inquisición (1814).
"Deseando, pues, proveer de remedio a tan grave mal, y conservar en mis dominios la Santa
Religión de Jesucristo (...) he creído que sería muy conveniente en las actuales circunstancias
volviese al ejercicio de su jurisdicción el tribunal del Santo Oficio.
23 de julio de 1814.
3.5 . Abolición de la libertad de imprenta (30 de marzo de 1815).
"Habiendo visto con desagrado mío el menoscabo del prudente uso que debe hacerse de la 11
imprenta, que en vez de emplearla en asuntos que sirvan a la sana ilustración del público, o a
entretenerlo honestamente , se la emplea en desahogos y contestaciones personales, que no sólo
ofenden a los sujetos contra los que se dirigen, sino a la dignidad y decoro de una nación
circunspecta, a quien convidan con su lectura; y bien convencido por Mí mismo de que los escritos
que particularmente adolecen de este vicio son los llamados periódicos y algunos folletos,
provocados por ellos, he venido en prohibir todos los que de esta especie se dan a luz dentro y
fuera de la Corte; y es mi voluntad que sólo se publiquen la Gaceta y diario de Madrid. ."

Texto 4.
4.1 El ejército nacional, al pronunciarse por la Constitución de la Monarquía Española, promulgada
en Cádiz por sus legítimos representantes no trata de ningún modo de atentar a los derechos del
legítimo monarca que ella reconoce: mas convencido de que todas las operaciones de su Gobierno,
por una fatalidad tan funesta como incomprensible, sólo han contribuido a hacer desgraciada a una
Nación, que hizo tantos sacrificios por sancionarla, cree que sólo este pronunciamiento puede
salvarla, tanto a ella, como a su Príncipe, del estado de nulidad en que se encuentra. No trata el
ejército de atentar a las propiedades ni a las personas; ni tampoco de hacer innovaciones que la
equidad, la justicia y la religión de nuestros padres nos autorizan; no es un espíritu de sedición; no
son los movimientos de una efervescencia efímera los resortes que le animan: el más puro
patriotismo, los deseos más ardientes por la felicidad de su país, le han dictado el juramento más
solemne de derramar hasta la última gota de sangre por verlos satisfechos. El resto de la milicia
española, que no ha perdonado sacrificio alguno para la salvación, el honor y la gloria de la patria; la
Nación entera que ha dado al universo tan brillantes pruebas de heroísmo, no podrá menos que
aplaudir los sentimientos y resolución tan firmes de sus individuos. Esta idea tan satisfactoria será el
premio de sus trabajos; y su ejemplo será seguido de cuantos abriguen un corazón elevado y
generoso.
Pueblo español, en tu mano está el seguirle; en tu mano está el volver a tus pasadas glorias, o
hundirte para siempre en un abismo de ignominia. La alternativa no, es dudosa y la Europa entera,
cuya atención ocupas tanto, no perderá las esperanzas que tiene concebidas en la nación que hace
seis años la sacó de su letargo, y decidió por entonces sus destinos."
Proclama del Ejército de Cádiz en 1820.
4.2 .Manifiesto de Riego ( 1820).
"Soldados, mi amor hacia vosotros es grande. Por 1o tanto, yo no podía consentir, como jefe
vuestro, que se os alejase de vuestra patria, en unos buques podridos, para llevaros a hacer una
guerra injusta al Nuevo Mundo; ni que se os compeliese a abandonar vuestros padres y hermanos,
dejándolos sumidos en la miseria y la opresión. Vosotros debéis a aquellos la vida, y, por tanto, es
de vuestra obligación y agradecimiento el prolongársela, sosteniéndolos en la ancianidad; y aun
también, si fuese necesario, el sacrificarlas vuestras para romperles las cadenas que los tienen
oprimidos desde el año 14. Un rey absoluto, a su antojo y albedrío, les impone contribuciones y
gabelas que no pueden soportar; los veja, los oprime y, por último, como colmo de desgracias, os
arrebata a vosotros, sus caros hijos, para sacrificaros a su orgullo y ambición. Sí, a vosotros os
arrebatan del paterno seno para que en lejanos y opuestos climas vayáis a sostener una guerra
inútil, que, podría fácilmente terminarse con sólo reintegrar su derechos a la Nación española. La
Constitución, sí, la Constitución basta para apaciguar a nuestros hermanos de América.
A. Gil: "Rafael de Riego. La revolución de 1820, día a día. Cartas, escritos y discursos".
4.3. “Ya he tomado las medidas oportunas para la propia convocatoria de Cortes (...). Marchemos
francamente, y yo el primero, por la senda constitucional; y mostrando a la Europa un modelo de 12
sabiduría, orden, y perfecta moderación en una crisis que en otras naciones ha sido acompañada de
lágrima y desgracias, hagamos admirar y reverenciar el nombre español, al mismo tiempo que
labramos por siglos nuestra felicidad y nuestra gloria”
Declaración de Fernando VII el 10 de marzo de 1820.
4.4. Bien públicos y notorios fueron a todos mis vasallos los escandalosos sucesos que precedieron,
acompañaron y siguieron el establecimiento de la democrática Constitución de Cádiz en el mes de
marzo de 1820; la más criminal traición, la más vergonzosa cobardía, el desacato más horrendo a
mi real Persona, y la violencia más inevitable, fueron los elementos empleados para variar
esencialmente el Gobierno paternal de mis reinos en un código democrático, origen fecundo de
desastres y desgracias (...)
La Europa entera, conociendo profundamente mi cautiverio 8...) determinaron poner fin a
un estado de cosas que era un escándalo universal, que caminaba a trastornar todos los tronos y
todas las instituciones antiguas, cambiándolas en la irreligión y la inmoralidad....
He venido a decretar lo siguiente: son nulos y de ningún valor todos los actos del Gobierno
llamado constitucional (...) que ha dominado a mis pueblos desde el 7 de marzo de 1820 hasta hoy
1 de octubre de 1823.
Manifiesto Regio. 1 de octubre de 1823.
4.5.Canciones revolucionarias.
Himno de Riego veréis disipadas,
«Serenos, alegres, ya vuestras espadas
valientes, osados. fugaces correr.
cantemos, soldados, Soldados, la Patria...
el Himno a la lid. ¿El mundo vio nunca
Ya nuestros acentos más noble osadía?
el orbe se admire, ¿Lució nunca un día
y en nosotros mire más grande en valor
los hijos del Cid. que aquel que inflamados
Soldados, la Patria nos vimos del fuego
nos llama a la lid; que excitara en Riego
juremos por ella de Patria el amor?».
vencer o morir.
Blandamos el hierro. El Trágala
que el tímido esclavo, «De los pellejos
del libre, del bravo de los serviles
la faz no osa ver. hemos de hacernos portafusiles
Sus huestes cual humo y al que le pese
que roa el hueso Se acabó el tiempo
y un cordelito en que se asaba
para el pescuezo. cual salmonete
Trágala, trágala, la carne humana.
trágala, trágala...(bis) Los liberales
Trágala, trágala, dicen a eso
tú, servilón, al que le pese
trágala, trágala...(bis) que roa el hueso».
tú que no quieres
constitución.
13
Texto 5. El sacerdote sevillano José María Blanco White plantea una vigorosa crítica
de la sociedad española de la época en sus Cartas de España ( 1822):
“La religión, o mejor dicho, la superstición está tan íntimamente ligada a la vida
española, tanto pública como privada, que temo cansarle con mi continua referencia a
ella. la involuntaria sucesión de ideas me obliga a entrar ahora misma en este tema
inacabable (...). La influencia de la religión en España no conoce límites y divide a los
españoles en dos grupos: fanáticos e hipócritas (.. .).
En un país en que la ley amenaza con la muerte o la infamia a todo disidente del
tiránico dogmatismo teológico de la Iglesia de Roma, donde todo el mundo es no sólo
invitado, sino forzado, bajo pena de cuerpo y alma, al cumplimiento de esta ley (...).
¿No están condenados los disidentes ocultos a una vida de degradante sumisión o
desesperado silencio? (...). Los Grandes de España se han degradado por su servil
conducta en la Corte y se han hecho odiosos ante el pueblo por su insoportable
altanería fuera de ella. Con su mala administración y sus extravagancias han arruinado
sus casas y con el descuido y abandono de sus inmensas propiedades han empobrecido
el país. Si hubiera una revolución en España estoy seguro de que el orgullo herido y el
espíritu de partido les negaría en la Constitución la participación en el poder a que le
dan derecho sus estados, sus antiguos privilegios I...). Seguirán siendo una pesada carga
para el país, y por otra parte, el temor a perder sus excesivos privilegios y su
oposición a aceptar las reformas que deben rehacer sobre todo en ellos y en el clero,
los pondrán siempre del lado de la corona para restaurar los abusos y arbitrariedades
de un gobierno despótico (...).
Pocas son las ventajas que un joven puede sacar de los estudios universitarios en
España. Esperar que exista un plan racional de estudios en un país en el que la
Inquisición está constantemente al acecho (...) sería manifestar un desconocimiento
total de las características de nuestra religión (...). ¿Quién se atreverá a caminar por el
sendero de la cultura cuando conduce derechamente a las cárceles de la Inquisición? .
Texto 6.
El regreso de Fernando VII desencadenó una oleada de represión sobre la
persona sospechosa de tendencias liberales, y de modo más claro, contra los
colaboradores del rey José I Bonaparte, los afrancesados. Muchos de ellos debieron
tomar el camino del exilio a Francia y, (...), a Inglaterra. El primer gran exilio de
españoles perseguidos a muerte por toros españoles se produce, en efecto, a
comienzos del siglo XIX, (...). En la primera etapa, 1813/1814 salen del país, a
retaguardia de las tropas napoleónicas (...) muco más de 10000 militares y unos 5000
civiles (...) y a ellos se unieron los citados patriotas liberales, (...), que fueron también
cerca de 15000. Una primera cifra de 30000 fugitivos (...) a las que se añaden 20000
más como consecuencia de la segunda etapa de persecución, iniciada en 1823 (...) En
cuanto a la significación cualitativa es este primer magno exilio (...) salieron de España
sus mejores hombres, además de notables escritores, profesores y hombres de
ciencia...
SUEIRO,D. “El amargo pan del exilio”, en Triunfo, nº 691, 1976.
Texto 7.
“En la etapa de 1814/1820, con un país deshecho por la guerra de Independencia y en
medio de una recesión general europea, el gobierno se encontró sin estas fuentes de
ingresos extraordinarios (caudales de Indias y Deuda Pública). Sus ingresos totales, que
en los años 1785/1808 habían sido de 1200 millones de reales al año, cayeron en
1814/1820 a menos de 700 millones; pero estos ingresos se obtenían ahora, casi en
exclusiva de impuestos, el resultado fue que la angustiosa miseria del erario vino a
combinarse con una presión tributaria creciente, que pesaba duramente sobre el país
(...)
Ante la situación existente (...) el estado español no parecía tener más salida que la de
un camino de transformaciones revolucionarias (...) que hiciese posible remover los
obstáculos que el latifundismo y la persistencia de formas de explotación señoriales
oponían al crecimiento de la producción agraria....
Los gobernantes (...) no fallaron porque se equivocaron en las fórmulas que había que
aplicar, sino porque se les encomendó una tarea irrealizable: acomodar el Régimen
Absoluto a las necesidades de los nuevos tiempos sin adoptar medidas que pudieran
alterar la estructura social vigente ni tocar los privilegios de los estamentos
dominantes...”
FONTANA, J. La quiebra de la monarquía absoluta. Barcelona, Ariel, 1983.
Texto 8.
Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812 encarnan los intereses liberales la
burguesía. Sin embargo, la reacción absolutista triunfa en 1814 con la entronización de
Fernando VII, quien, el 4 de mayo de ese mismo año, anula Constitución e inicia una
fuerte represión contra afrancesados y liberales.
Con el levantamiento de Riego (1820), la burguesía liberal, que había realizado una
labor de penetración en los oficiales del ejército, vuelve al poder en un nuevo forcejeo
con las viejas fuerzas de la reacción absolutista. La intervención de los Cien Mil Hijos
de San Luis, en nombre de la Santa Alianza, repone a la reacción feudal, y de Nuevo
Fernando VII disuelve la Constitución. La crisis económica de 1825/1827 revela que la
nobleza no puede ya sostenerse sin el apoyo de la burguesía ascendente y a ella acude.
Abrumada por las deudas exteriores contraídas durante la guerra, con una producción
paralizada y con un pueblo extenuado por los impuestos, el hambre y el terror, la
monarquía absolutista ya no puede seguir gobernando apoyada en la nobleza y en la
Iglesia.
FIORAVANTI, E.: La formación de la Monarquía española. Monthily Review, números
5 y 6, diciembre de 1978 enero de 1979
Texto 9.
La expulsión de los franceses de España y el retorno de Fernando VII (1814-1833)
coincidieron en plantear una delicada situación política. En la pugna entablada entre
liberales y serviles, el monarca optó por la solución más cómoda: la restauración del
puro absolutismo, desoyendo no sólo las exigencias liberales (lo que era lógico en
aquel momento), sino también las demandas de los persas, realistas de cuño
tradicionalizante, pero partidarios de algunas reformas en la monarquía [...]. La
decisión del rey arrojó a los liberales al seno de las sectas secretas, en las cuales se
concertaron con los oficiales del ejército que habían regresado de las cárceles
francesas o con los jefes de los guerrilleros. Ambos grupos habían sufrido hondo
desengaño al ser rechazados a posición secundaria, mientras se daban las prebendas a
los supervivientes del Antiguo Régimen [...].
VICENS VIVES, J. Aproximación a la Historia de España. Barcelona, Vicens Vives, 1994
Texto 10.
El rey encuentra al llegar a Valencia (1814) un doble apoyo: el de un Sector militar y el
de un sector civil perteneciente a la alta administración. Ello le decidirá a seguir la
política que realmente deseaba: la absolutista. Hay que tener presente que Fernando
no estaba preparado para ser un rey liberal: ni su origen ni su formación ni lo limitado
de su misma personalidad abonaban la más mínima esperanza en este sentido.
Así pues, tras llegar a Valencia, ponerse en contacto con el general Elío y firmar el
Manifiesto de los Persas, el rey firma también un decreto que constituye una clara
síntesis del pensamiento fernandino: declara nula la Constitución de 1812 y retrotrae
la situación a 1808. Se trata de volver a la sociedad y a la forma de gobierno que él
había conocido [...]. No es fácil decir si Fernando tuvo un pensamiento claro [...], más
bien parece que se basó en un sabio oportunismo que el mismo monarca, tan amigo de
expresiones castizas, acertó a definir como Política de palo a la burra blanca y palo a la
burra negra, colores negro y blanco que designaban, respectivamente, a los absolutistas
ya los liberales. Ahora bien, en la medida en que pudiera tener un pensamiento
político, éste consistía en una vuelta a 1808.
UBIETO, REGLÁ, JOVER, GÓMEZ-FERRER SECO: Historia Ilustrada de España,
volumen 6. Madrid, Debate, 1997
Texto 11
11.1.“La monarquía se ha disuelto y España está perdida. ¿No estamos nosotros en la
situación de hijos que alcanzan la mayoría de edad a la muerte del padre de familia?.
Cada uno de ellos pasa a disfrutar de sus derechos individuales, crea un nuevo hogar y
se gobierna a sí mismo”
TORRES, C., dirigente del movimiento revolucionario de Nueva Granada, 1810.
11.2. En el nombre de Dios todopoderoso, nosotros, los representantes de las
provincias unidas de Caracas, Cumaná, Margarita, Barcelona, Mérida y Trujillo, que
forman la Confederación Americana de Venezuela en el continente meridional.,y
considerando la plena y absoluta posesión de nuestros derechos, que recobramos justa
y legítimamente desde el 19 de abril de 1810 en consecuencia de la jornada de
Bayona, y la ocupación del trono español por la conquista y sucesión de otra nueva
dinastía constituida sin nuestro consentimiento: queremos, antes de usar de los
derechos de que nos tuvo privados la fuerza par más de tres siglos, y nos ha restituido
el orden político de los acontecimientos humanos, patentizar al Universo las razones,
que han emanado de estos acontecimientos, y autorizar el libre uso que vamos a hacer
de nuestra soberanía (...)
Es contrario al orden, imposible al gobierno de España y funesto a la América el que,
teniendo ésta un territorio infinitamente más extenso y una población
incomparablemente más numerosa, dependa y esté sujeta a un ángulo peninsular del
continente europeo. Las cesiones de Bayona; las jornadas de Aranjuez y las órdenes
del lugarteniente duque De Berg a la América debieron poner en uso los derechos que
hasta entonces habían sacrificado los americanos a la unidad integridad de la nación
española.
Hemos permanecido tres años en una indecisión y ambigüedad política tan funesta y
peligrosa que ella sólo bastaría a autorizar la resolución que la fe de nuevas promesas y
los vínculos que la fraternidad nos habían hecho diferir, hasta que la necesidad nos ha
obligado a ir más allá de lo que nos propusimos, impelidos por la conducta hostil y
desnaturalizada e los gobiernos de España, que nos ha relevado del juramento
condicional con que hemos sido llamados a la augusta representación que ejercemos...
Por tanto (...) nosotros los representantes de las provincias unidas de Venezuela,
poniendo por testigo al Ser Supremo de la justicia de nuestro proceder (...),
declaramos solemnemente al mundo que sus provincias unidas son y deben ser desde
hoy, de hecho y de derecho, estados libres soberanos e independientes. "
Declaración de independencia de Venezuela,
11.3.Un continente separado de España por mares inmensos, más poblado y rico que
ella y reducido durante tres siglos a una dependencia degradante, tiránica, se entera en
el año 1810 de la disolución del gobierno de España después de haber sido ocupado su
territorio por los ejércitos franceses. Se pone en guardia para evitar esa misma suerte
y escapar de la anarquía y del desorden que la amenazan. (. ..)
En circunstancias menos críticas, provincias de España ya habían instituido juntas
gubernamentales con el objeto de escapar del desorden y los disturbios (. ..).
Persuadida que España había sido completamente sojuzgada, como se creía entonces
en toda América, Venezuela tomó esta iniciativa, que podía haber adoptado mucho
antes siguiendo el ejemplo autorizado de las provincias españolas, a las que se declaró
igual en derechos y en representación política (...)
Bolívar, S. Páginas escogidas
11.4. El lazo que la unía a España (a América) está cortado (.,.). Más grande es el odio
que nos inspira la Península que el mar que nos separa de ella (,..). El hábito de la
obediencia, un comercio de intereses, de luces, de religión; una tierna solicitud por la
cuna y por la gloria de nuestros padres; en fin, todo lo que formaba nuestra esperanza
nos venía de España. (...) Actualmente sucede todo lo contrario. Todo lo sufrimos de
esa desnaturalizada madrastra. (...)
Somos un pequeño género humano; poseemos un mundo aparte, cercado por
dilatados mares, nuevo en casi todas las artes y ciencias, aunque, en cierto modo, viejo
en los usos de la sociedad civil, (...) no somos indios ni europeos, sino una especie
media entre los legítimos propietarios del país y los usurpadores españoles: en suma,
siendo nosotros americanos por nacimiento y nuestros derechos los de Europa,
tenemos que disputar éstos a los del país y mantenernos en él contra la invasión de los
invasores.
BOLÍVAR, S.: Carta de Jamaica, 1815.
Texto 12 .
“El comercio español sufrió una drástica reconversión tras la pérdida del
Imperio Colonial. Hasta entonces España, (...), había tenido un papel de intermediario
entre sus colonias y Europa, desarrollando una intensa actividad reexportadora.
Merced a su monopolio comercial con el Nuevo Mundo, exportaba hacia él una
cantidad considerable de productos manufacturados, la mayoría importados
previamente de otros países europeos (...); a su vez, exportaba hacia Europa, (...), una
serie de productos primarios traídos de las Indias. (... ). Al dejar de ser metrópoli
colonial, España hubo de renunciar a su lucrativo papel de intermediario. (...). En
cuestión de pocos años pasó de ser cabeza de un gran imperio colonial a ser un país
subdesarrollado de la periferia europea...”
TORTELLA, G. El desarrollo de la España contemporánea. Madrid, Alianza, 1995.

VALOR DEL COMERCIO EXTERIOR ESPAÑOL (millones de reales)


EXTRANJERO AÑO 1792 AÑO 1827
Importaciones 714.9 226.2
Exportaciones de 397 221.2
mercancías
Exportaciones de dinero 274.8
TOTAL 1386.7 447.4
PROVINCIAS EXENTAS Y AÑO 1792 AÑO1827
NAVARRA
Importaciones 15.6 19.6
Exportaciones 30.2 3
TOTAL 45.8 22.6
AMÉRICA AÑO 1792 AÑO 1827
Importación de mercancías 318.3 83.8
Importación de dinero 421.3 15.1
Exportaciones 429.7 41.8
TOTAL 1169.3 140.7
FILIPINAS AÑO 1792 AÑO 1827
Importaciones 7.5 12.9
Exportaciones 14.3 0.5
TOTAL 21.8 13.4
TOTAL GENERAL 2623.6 624.1

7) MAPAS.

Pérdidas territoriales de la Monarquía española.


3. EL CARLISMO. LAS GUERRAS CARLISTAS.

Texto1.
1.1.Españoles. ¡Cuán sensible ha sido a mi corazón la muerte de mi caro hermano!
(...) No ambiciono el trono, estoy lejos de codiciar bienes caducos pero la religión, la
observancia y el cumplimiento de la ley fundamental de sucesión, y la singular
obligación de defender los derechos de sucesión, y la singular obligación de defender
los derechos imprescindibles de mis hijos y de todos los amados consanguíneos me
fuerzan a sostener y defender la Corona de España del violento despojo que de ella
me ha causado una sanción tan ilegal como destructora de la Ley que legítimamente y
sin interrupción debe ser perpetua. (...) Carlos María Isidro de Borbón.
1.2. Manifiesto de Carlos María Isidro a los españoles
“Carlos V a sus amados vasallos: Bien conocidos son mis derechos a la Corona de
España en toda Europa y los sentimientos en esta parte de los españoles que son harto
notorios para que me detenga a justificarlos; fiel, sumiso y obediente como el último
de los vasallos a mi muy caro hermano que acaba de fallecer y cuya pérdida, tanto por
sí mismo como por sus circunstancias han penetrado de dolor mi corazón, todo le he
sacrificado, mi tranquilidad, la de mi familia, he arrostrado toda clase de peligros para
testificarle mi respetuosa obediencia, dando al mismo tiempo este testimonio público
de mis principios religiosos y social [...]. Ahora soy vuestro Rey; y al presentarme por
primera vez a vosotros, bajo este título, no puedo dudar un momento que imitaréis mi
ejemplo sobre la obediencia que se debe a los príncipes que ocupan legítimamente el
Trono y volaréis, todos, a colocaros bajo mi bandera haciéndoos así acreedores a mi
afecto y soberana munificencia; pero sabéis igualmente que recaerá el peso de la
justicia sobre aquellos, que desobedientes y desleales no quieran escuchar la voz de un
soberano y padre que sólo desea haceros felices.”
Octubre de 1833. Carlos.
Texto 2.
2.1.Convenio de Vergara:
Art. 1. El capitán general don Baldomero Espartero recomendará con interés al
gobierno el cumplimiento de su oferta de comprometerse a proponer a las Cortes la
concesión sin modificación de los fueros.
Art. 2. Serán reconocidos los empleos, grados y condecoraciones de los jefes,
oficiales y demás individuos dependientes del ejército del teniente general don Rafael
Maroto, (...), quedando en libertad de continuar sirviendo, defendiendo la Constitución
de 1837, el trono de Isabel II y la regencia de su augusta madre o bien retirarse a sus
casas los que no quieran seguir con las armas en la mano.
2.2. Ley de 25 de Octubre de 1839.
Art. 1. Se confirman los Fueros a las Provincias Vascongadas y a Navarra, sin
perjuicio de la unidad constitucional de la Monarquía.
Art. 2. El Gobierno, tan pronto como la oportunidad lo permita, y oyendo
antes a las provincias vascongadas y a Navarra, propondrá a las Cortes la modificación
indispensable que en los mencionados Fueros reclame el interés de las mismas,
conciliando con el general de la Nación y de la Constitución de la Monarquía,,
resolviendo entre tanto provisionalmente, (...), las dudas y dificultades que puedan
ofrecerse,...
Texto 3. Principios ideológicos del carlismo
[...] Contrayéndonos al punto de que se trata, la verdadera sensatez consiste en no
transigir con la revolución; en no satisfacer las desmesuradas exigencias del insolente
populacho; en reprimir el fatal espíritu de innovación, de que adolece este siglo
presuntuoso; en mejorar insensiblemente la suerte de los pueblos, sin el estruendo
bullicioso del partido regenerador; en rectificar las costumbres públicas sobre las bases
de la moral evangélica: ésta es la copia de la verdadera sensatez; su original es el rey
don Carlos, es su gobierno y el pueblo heroico que los defiende. [...] Desde que la
revolución, para poner en movimiento las masas populares y hacerlas el fatal
instrumento de sus designios, afectó destruir la sencilla y virtuosa ignorancia de las
gentes. [...] ¡Cuánto más conveniente hubiera sido continuar bajo el pretendido
oscurantismo y dejarse el pueblo conducir por la voluntad de sus reyes! [...] Pero, ¿y
será cierto que el pueblo español ha sido dirigido como un rebaño lo es, a la voluntad
y capricho de un pastor?. No es cierto: pudo haber algún abuso, algún desorden en
uno u otro ramo de la pública administración: pero una opresión permanente,
sistemática, no ha existido en manera alguna; y aún más, ni puede existir hoy en
Europa, ni pudo existir de algunos siglos a esta parte una arbitrariedad cual suponen
hubo en España hasta la muerte de Fernando. [...]
La Gaceta Oficial Carlista, en Seco, C. “Tríptico Carlista”
Texto 4. La guerra carlista
Con arreglo al Soberano decreto del rey N. S. de 24 de enero último y en justa
represalia de la inhumana conducta que el gobierno usurpador está observando, han
sido hoy pasados por las armas el coronel capitán de la Guardia Real enemiga D.
Leopoldo O’Donnell, tres oficiales también de la guardia y uno de los nominados
carabineros; éstos lo han sido identificando la conducta que observan nuestros
enemigos y sin más examen que el de ser oficiales; seis soldados por el alcalde de
Ataún y un voluntario que fueron el otro día fusilados en Tolosa, ambos defensores de
los sagrados derechos del Rey N. S.; cuatro por la inhumana muerte que se ha dado en
Calahorra a un voluntario de este ejército que quedó herido a mi paso por dicha
ciudad recomendado especialmente a su alcalde; y cuatro carabineros por la
despiadada conducta que observan con nuestros prisioneros.
Este mismo fin tendrán todos cuantos caigan en nuestras manos ínterin el gobierno
usurpador o sus crueles satélites no traten de otro modo a nuestros prisioneros,
en la inteligencia que los 84 que cayeron ayer en poder de las armas del Rey N. S. y
otros muchos que tengo de antes, tendrán el mismo paradero, si no se reprime el
rigor con que son tratados los leales defensores de nuestro amado Soberano.
Fragmento de una disposición de Zumalacárregui
Texto 5. La sublevación carlista. Principios ideológicos.
5.1.“Vizcaínos: una facción anti-religiosa y anti-monárquica se ha apoderado del mando
durante la larga enfermedad de nuestro difunto rey, y trata de adquirir ascendientes
para exponernos sin defensa a los ataques de la revolución y de la anarquía que
combatimos en 1823. Sus partidarios consideran las leyes antiguas y fundamentales del
Reino abolidas por otras nuevas, y después de haber alterado el orden de sucesión al
trono con una audacia que no presenta otro ejemplo en la Historia, quieren hacer a
España cómplice de las abominables maquinaciones que la propaganda revolucionaria
inventa para destruir el orden social en Europa.
Vizcaínos, habéis proclamado a vuestro legítimo soberano, el magnánimo y virtuoso D.
Carlos María Isidro de Borbón, que se os ha presentado rodeado del amor de todos
los españoles, para cicatrizar las llagas que el genio destructor del orden social os había
causado...”
Proclama de la Diputación de Vizcaya. Bilbao, 5 de octubre de 1833.
5.2. Proclama carlista (7 de octubre de 1833).
"Alaveses: Ha llegado par fin aquel día en que la perfidia liberal ha de ser exterminada
para siempre del suelo español.
Sí, magnánimos y esforzados alaveses: no ha terminado aún en nuestra patria la tiranía
de los pérfidos españoles indignos a la verdad de este nombre; no han desaparecido de
nuestro suelo aquéllos que han abolido nuestros fueros y libertades patrias.
( ...) Su execración contra el Dios Santo; la libertad de pensar; la inmoralidad; las
venganzas; los robos; los asesinatos; la abolición de nuestros fueros y privilegios; en
una palabra la destrucción de los altares y la ruina de los tronos que el Sumo Hacedor
tiene establecidos para bien de la humanidad; tales son los verdaderos designios de la
facción revolucionaria y tal es el estado fatal y el abismo de males en que esta vil
canalla pretende precipitar a nuestra amada patria.
Alaveses todos: vuestro legítimo soberano es quien en este día os habla y llama para
defender la religión y salvar la patria (...).
Elegid, alaveses; españoles elegid: De vuestra decisión depende la existencia del trono
español: en vuestras manos tenéis la felicidad y la ruina de vuestra patria. Católicos
sois, y la causa de Dios os llama protectores del altar; sois leales y fieles vasallos y el
mejor y más deseado de los reyes espera vuestro auxilio para exterminar la canalla
liberal y consolidar su trono: nada os detenga.”
¡ Viva Carlos V, viva nuestro Augusto Soberano! .II
Pirala, A. Historia de la Guerra Civil.
Texto 6
¿Son los Fueros parte integrante de nuestro programa?
-Son parte esencial de nuestro sistema político. El regionalismo ha sido defendido
siempre por nuestra Comunión desde que vino a la vida. La restauración de los
antiguos Fueros y libertades, ha sido firme voluntad de nuestros reyes y de los carlistas
(...).
El Regionalismo ¿no engendra, como dicen los centralistas, el separatismo?
-De ninguna manera, como no sea en los que tengan albergado en su corazón el
fermento del antiespañolismo. Somos nosotros los tradicionalistas, fervorosos amigos
de la unidad de la patria española, pero asimismo decididos defensores de todas
aquellas libertades municipales y regionales que la revolución ha ido destruyendo en
todas partes.
Manual de las Juventudes Carlistas Españolas, 1935.
Texto 7.
¿Qué es lo que había cambiado? Sencillamente, que se produjo lo que no había
ocurrido en la primavera: la adhesión masiva de la población. Mejor dicho, de la
población rural, pues, como decía el informe francés de 21 de agosto, no era en las
ciudades, sino en el campo, donde los jefes de partida encontraban hombres a quienes
hacer compartir su descontento (. ..).
Se puede pensar que el descenso en los precios agrícolas provocó un sensible
deterioro de la situación económica del campesinado. (...) Pero (...) habría que calibrar
otros factores, aparte de la evolución de los precios: ( ...) la diversa repercusión de la
coyuntura sobre las distintas categorías de la población rural, el impacto de la
tributación sobre una economía en contracción, el desfase con respecto al mundo de
las ciudades y de las primeras fábricas, etc. ( ...)
Lo que está fuera de toda duda es que fueron los sectores económicamente más
débiles de la población rural los más sensibles a los llamamientos de los organizadores,
y que ellos constituyeron el grueso de los efectivos humanos de la insurrección.
TORRAS J.: La guerra de los Agraviados, 1967.
Texto 8
8.1.(...) Uno de los canónigos dijo con grave dignidad:
-Como sacerdotes, somos cruzados de la milicia cristiana, y el Rey legítimo defiende la
causa de Dios. ( ...)
-¿Qué tal marchan los asuntos de la guerra, Señor Marqués?
El marqués de Bradomín meditó un momento (...).
-Los asuntos de la guerra están inciertos, Señor Maestre-Escuela. Sobran soldados y
falta dinero (...). Es preciso que los leales nos sacrifiquemos, y para dar ejemplo, yo
comenzaré vendiendo este palacio y las rentas de mis tres mayorazgos. Todo lo que
tengo en esta tierra. (. ..)
El Maestre-Escuela, poniéndose una mano sobre la boca, tosió discretamente. Después
recogióse los manteos, hasta lucir los zapatos con hebillas de plata, y habló en
tono de sermón, (...).
-Por el triunfo de la Religión, de la Patria y del Rey, haremos cuanto sea dable. Creo
interpretar en este momento el sentir de todo el cabildo de Nuestra Santa Iglesia
Colegiata. Haremos por la fe aquello que hemos visto hacer por el infierno al impío
Mendizábal. Nuestra Iglesia, afortunadamente, aún es rica en plata y en joyas, tesoros
que fueron ocultos cuando los bárbaros decretos del Gobierno de Isabel. Hay mucha
más riqueza de metales finos y de pedrería que riqueza artística. Con ella, y con
nuestros bienes personales, acudiremos a sostener la guerra (...).
VALLE-INCLÁN, R.M. DEL: La guerra carlista: Los Cruzados de la Causa, 1908
8.2. El papel del clero en el apoyo al carlismo
“Terminada la misa, un fraile subió al púlpito y predicó la guerra santa, en su lengua
vascongada, ante los tercios vizcaínos que, acabados de llegar, daban por primera vez
escolta al Rey. Yo sentía me conmovido. Aquellas palabras ásperas, firmes, llenas de
aristas como las armas de la edad de piedra, me causaban impresión indefinible: tenían
una sonoridad antigua, eran primitivas y augustas, como los surcos del arado en la
tierra cuando cae en ellos la simiente del trigo y del maíz. Sin comprenderlas, yo las
sentía leales, veraces, adustas, severas. Don Carlos las escuchaba en pie, rodeado de su
séquito, vuelto el rostro hacia el fraile predicador”.
VALLE-INCLÁN, R.M. DEL Sonata de Invierno, Porrúa, Méjico, 1969, pág.,128
Texto 9.
Reúnense en sus antros como lobos hambrientos: ocultan su carácter de forajidos
debajo de la escarapela de carlistas; envuelven la garra, la tea y el trabuco en un trapo
donde escriben ¡Viva la religión y el rey!; burlan la vigilancia de la policía francesa, que
tal vez finge dormir para librarse de esta lepra (...) y derramándose por los terrenos
fronterizos como una manada de fieras, aquí roban, allí incendian, más allá asesinan o
cogen a las personas acaudaladas (...) se las llevan a impenetrables cuevas (...) y allí les
exigen fuertes sumas por rescate ( ...) .Trabajando todo el día, a la inclemencia, o en
los malsanos recintos de una fábrica, ganan poco, no tienen bastante para el sostén de
una familia, cuanto menos para alimentar sus vicios; al paso que, mientras hacen la
guerra, comen carne, beben vino y licores, juegan, abusan de las mujeres, campan en fin
por sus respetos con una independencia feudal, que tiene para ellos los más seductores
atractivos. (...) Por eso los Pirineos están siempre llenos de esas bandas seudo carlistas,
llamadas unas veces trabucaires, otras matinés, otras patuleia, siendo constantemente
lo mismo, vagos de por vida, criminales endurecidos que se disfrazan con el carácter
político de carlistas, para encontrar apoyo en su partido, tanto en España como en
Francia.
MATA, P.: El idiota o los trabucaires del Pirineo, 1856.

3. MAPAS.

1 GUERRA CARLISTA. ZONAS DE DOMINIO O INFLUENCIA CARLISTA


LAS GUERRAS CARLISTAS HASTA LA PAZ DE VERGARA

2.EL REINADO DE ISABEL II. EL ESTADO LIBERAL.

Texto 1. ESTATUTO REAL.


Art. 2. Las Cortes Generales se compondrán de dos Estamentos: El de los Próceres
del Reino y el de los procuradores del Reino.
Art. 3. El Estamento de Próceres del Reino se compondrá:
De los muy reverendos Arzobispos y reverendos Obispos.
De los grandes de España.
De Títulos de Castilla.
De un número indeterminado de españoles, elevados en dignidad e ilustres por sus
servicios en las varias carreras, y que sean o hayan sido Secretarios de Despacho,
procuradores del Reino, Consejeros del Estado...
De los propietarios territoriales o dueños de fábricas, manufacturas o establecimientos
mercantiles que reúnan a su mérito personal (...), el poseer una renta anual de 60.000
reales y el haber sido anteriormente Procuradores del Reino,.
Art. 4. Bastará ser Arzobispo u Obispo electo o auxiliar para poder ser elegido, en
clase de tal, y tomar asiento en el parlamento de Próceres del Reino (...),
Art. 6. La dignidad de Prócer del reino es hereditaria en los Grandes de España.
Art. 7. El Rey nombra y elige a los demás próceres del Reino, cuya dignidad es vitalicia.
(...)
Art. 13. El Estamento de los Procuradores Del Reino se compondrá de las personas
que se nombren con arreglo a la ley de elecciones. (...)
Art. 24. Al Rey toca exclusivamente convocar, suspender y disolver las Cortes.
Art. 31 Las Cortes no podrán deliberar sobre ningún asunto que no se haya sometido
expresamente a su examen en virtud de un Decreto Real.
Art. 32. Queda, sin embargo, expedito el derecho que siempre han ejercido las Cortes
de elevar peticiones al Rey, haciéndolo del modo y forma que se prefijarán en el
Reglamento (...).
Art. 34. Con arreglo a la ley 1ª título 7º, libro 6º de la Nueva Recopilación, no se
exigirá tributos ni contribuciones, de ninguna clase, sin que a propuesta del Rey los
hayan votado
las Cortes (...).
Texto 2. LA CONSTITUCIÓN DE 1837
Siendo la voluntad de la Nación revisar, en uso de su soberanía, la Constitución
promulgada en Cádiz, (...); las Cortes Generales congregadas a este fin, decretan y
sancionan la siguiente Constitución de la Monarquía Española...
Art. 2. Todos los españoles pueden imprimir y publicar libremente sus ideas sin previa
censura con sujeción a las leyes. La calificación de los delitos de imprenta corresponde
exclusivamente a los jurados...
Art. 3. Todo español tiene derecho de dirigir peticiones por escrito a las Cortes y al
Rey, como determinan las leyes.
Art. 4. Unos mismo Códigos regirán en toda la Monarquía, y en ellos no se establecerá
más que un solo fuero para todos los españoles, en los juicios, civiles y criminales.
Art. 5. Todos los españoles son admisibles a los empleos y cargos público, según su
mérito y capacidad.
Art. 6. Todo español está obligado a defender la Patria con las armas cuando sea
llamado por la ley, y a contribuir en proporción de sus haberes para los gastos del
Estado.
Art. 7. No puede ser detenido, ni preso, ni separado de su domicilio ningún español, ni
allanada casa, sino en los casos y forma que las leyes prescriban...
Art. 9. Ningún español puede ser procesado ni sentenciado sino por el juez o tribunal
competente (...)
Art. 10. No se impondrá jamás la pena de confiscación de bienes, y ningún español será
privado de su propiedad sino por causa justificada de utilidad común, previa la
correspondiente indemnización.
Art. 11. Las Nación se obliga a mantener el culto y los ministros de la religión católica
que profesan los españoles.
Art. 12. La potestad de hacer las leyes reside en las Cortes con el Rey.
Art. 13. Las Cortes se componen de dos cuerpos colegisladores, iguales en facultades:
el Senado y el Congreso de los Diputados.
Art. 15. Los Senadores son nombrados por el Rey propuesta, en lista triple, de los
electores que en cada provincia nombra los Diputados a Cortes. .
Art. 17. Para ser Senador se requiere ser español, mayor de 40 años y tener los
medios de subsistencia y las demás circunstancias que determine la Ley Electoral
Art. 21. Cada provincia nombrará un Diputado por cada 50.000 almas de su población.
Art. 22. Los Diputados se elegirán por el método directo y podrán ser reelegidos
indefinidamente.
Art. 23. Para ser Diputado se requiere ser español, del estado seglar haber cumplido
25 años, y tener las demás circunstancias que determine la ley electoral...
Art. 26. Las Cortes se reúnen todos los años. Corresponde al Rey convocarlas,
suspender y cerrar sus sesiones, y disolver el Congreso de los Diputados; pero con la
obligación, en este último caso, de convocar otras Cortes, y reunirlas dentro de tres
meses (...)
Art. 36. El Rey y cada uno de los Cuerpos Colegisladores tienen la iniciativa de las
leyes...
Art. 39. Si uno de los cuerpos colegisladores desechase algún proyecto de ley, o le
negase al Rey la sanción, no podrá volverse a proponer un proyecto de ley sobre el
mismo objeto en aquella legislatura.
Art. 40. Además de la potestad legislativa que ejercen las Cortes con el Rey, les
pertenece la facultad de hacer efectiva la responsabilidad de los ministros
Art. 44. La persona del Rey es sagrada e inviolable, y no está sujeta a responsabilidad.
Son responsables los Ministros...
Art. 45. La potestad de hacer ejecutar las leyes reside en el Rey (...)
Art. 46. E1 Rey sanciona y promulga las Leyes...
Art. 50. La Reina legítima de las Españas es doña Isabel II de Borbón.
Art. 63. A los Tribunales y Juzgados pertenece exclusivamente la potestad de aplicar
las leyes en los juicios civiles y criminales.
Art. 70 Para el gobierno interior de los pueblos habrá Ayuntamiento, nombrados por
los vecinos, a quienes la ley conceda este derecho (...)
Art. 77. Habrá en cada Provincia un cuerpo de la Milicia Nacional.
Constitución española de 18 de Junio de 1837.
Texto 3. CONSTITUCIÓN DE 1845
“Los artículos 2,4,5,6,7,9,12,13 de esta Constitución son idénticos a los de
1837”.
Título I. De los españoles.
Art. 2. Todos los españoles pueden imprimir y publicar libremente sus ideas sin previa
censura, con sujeción a las leyes
Art. 3. Todo español tiene derecho de dirigir peticiones por escrito a las Cortes y añ
Rey, como determinen las leyes.
Art. 4. Unos mismos códigos regirán en toda la Monarquía (...)
Art. 6. Todo español está obligado a defender la Patria con las armas cuando sea
llamado por la ley, y a contribuir en proporción de sus haberes para los gastos del
Estado
Art. 7. No puede ser detenido, ni preso, ni separado de su domicilio ningún español, ni
allanada casa, sino en los casos y forma que las leyes prescriban...
Art. 9. Ningún español puede ser procesado ni sentenciado sino por el juez o tribunal
competente (...)
Art. 11.La Religión de la Nación española es la Católica Apostólica Romana. El Estado
se obliga a mantener el culto y sus ministros.
Art. 12. La potestad de hacer las leyes reside en las Cortes con el Rey.
Art. 13. Las Cortes se componen de dos cuerpos colegisladores, iguales en facultades:
el Senado y el Congreso de los Diputados.
Título III. Del Senado.
Art. 14 El número de Senadores es ilimitado: su nombramiento pertenece al Rey.
Art..15. Sólo podrán ser nombrados Senadores los españoles que, además de tener
treinta años cumplidos pertenezcan a las clases siguientes: Presidentes de alguno de los
Cuerpos colegisladores. Senadores o Diputados admitidos tres veces en las Cortes.
Ministros de la Corona. Consejeros del Estado. Arzobispos. Obispos. Grandes de
España. Capitanes generales del Ejército y la Armada, Tenientes Generales del Ejercito
y Armada. Embajadores. Ministros plenipotenciarios. Presidentes de Tribunales
Supremos, Ministros y Fiscales de los mismos.
Los comprendidos en las categorías anteriores deberán además disfrutar de 30.000
reales de renta procedentes de bienes propios o de sueldos de los empleos que no
pueden perderse sino por causa legalmente probada o de jubilación retiro o cesantía.
Título de Castilla que disfrute de 60.000 reales de renta (...)
Art. 17. El cargo de Senador es vitalicio.
Título IV. Del Congreso de los Diputados
Art. 20. El Congreso de los Diputados se compondrá de los que nombren las Juntas
Electorales en la forma que determine la ley. Se nombrará un Diputado a lo menos
por cada cincuenta mil almas de población.
Art.22 Para ser Diputado se requiere ser español del estado seglar, haber cumplido
veinticinco años, disfrutar la renta procedente de bienes raíces o pagar por
contribuciones directas la cantidad que la ley exija y tener las demás circunstancias que
se prefijen.
Art. 24. Los Diputados serán elegidos por cinco años.
Art. 27. Las Cortes serán precisamente convocadas luego que vacare la corona, o
cuando el Rey se imposibilitase de cualquier modo para el gobierno
Art. 35. El Rey y cada uno de los cuerpos colegisladores tienen la iniciativa de las
leyes.
Título VI. Del Rey.
Art.42. La persona del rey es sagrada e inviolable y no está sujeta a responsabilidad.
Son responsables los ministros.
Art.45. (...) Además de las prerrogativas que la Constitución señala al Rey, le
corresponde (...) nombrar y separar libremente a los ministros.
Art. 53. Cualquier duda de hecho o de derecho que ocurra en orden a la sucesión de
la corona, se resolverá por una ley.
Art. 58. El padre o la madre del Rey sólo podrán ejercer la Regencia permaneciendo
viudos (...)
Art. 73. Habrá en los pueblos Alcaldes y Ayuntamientos. Los Ayuntamientos serán
nombrados por los vecinos a quienes la ley confiera este derecho
Art.. 79. Las Cortes fijarán todos los años, a propuesta del Rey, la fuerza militar
permanente de mar y tierra.
Suplemento a la Gaceta de Madrid (25 de mayo de 1845)
Texto 4. EL CONCORDATO DE 1851
Art. 1.. La religión católica, apostólica, romana, que con exclusión de cualquier otro
culto continúa siendo la única de la nación española, se conservará siempre en los
dominios de S.M. católica con todos los derechos y prerrogativas de que goza según la
ley de Dios y lo dispuesto por los sagrados cánones.
Art. 2.. En su consecuencia, la instrucción en las Universidades, Colegios, Seminarios y
Escuelas públicas o privadas de cualquier clase, será en todo conforme a la doctrina de
la misma religión católica: y a este fin no se pondrá impedimento alguno a los obispos y
demás prelados diocesanos encargados por su ministerio de velar sobre la pureza de la
doctrina de la fe y de las costumbres, y sobre la educación religiosa de la juventud en
el ejercicio de este cargo, aun en las escuelas públicas.
Art. 3 Su Majestad y su real gobierno dispensarán asimismo su poderoso patrocinio y
apoyo a los obispos en los casos que los pidan (...) o cuando hubiera de impedirse la
publicación, introducción o circulación de libros malos y nocivos.
Art. 38. Los fondos con que han de atenderse la dotación de culto y clero serán:
El producto de los bienes devueltos al clero por la Ley de 3 de Abril de 1845.
El producto de limosnas de la Santa Cruzada.
Los productos de las encomiendas y maestrazgos (...)
Una imposición sobre las propiedades rústicas y urbanas y riqueza pecuaria...
Art. 41 Además la Iglesia tendrá derecho de adquirir por cualquier título legítimo, y su
propiedad y todo lo que se posee ahora o adquiriere en adelante será solemnemente
respetada. Por consiguiente, en cuanto a las antiguas y nuevas fundaciones eclesiásticas,
no podrá hacerse ninguna supresión o unión sin la intervención de la autoridad de la
Santa Sede, salvo las facultades que competen a los obispos según el santo Concilio de
Trento.
Art. 42. A este supuesto, atendida la utilidad que ha de resultar a la religión de este
convenio, el Santo Padre, a instancia de SM. católica, y para proveer la tranquilidad
pública, decreta y declara que los que durante las pasadas circunstancias hubiesen
comprado en los dominios de España bienes eclesiásticos, al tenor de las disposiciones
antes a la sazón vigentes (desamortizaciones), y estén en posesión de ellos, y los que
hayan sucedido o sucedan en sus derechos a dichos compradores, serán molestados
en ningún tiempo ni manera por Su Santidad ni por los Sumos Pontífices sucesores,
antes bien, así ellos como sus causa-habientes, disfrutarán segura y pacíficamente la
propiedad de dichos bienes y sus emolumentos y productos,
Tratados de España. Documentos internacionales del reinado de Doña Isabel desde
1842a 1868, Madrid, 1869
Texto 5. LA DIVISIÓN PROVINCIAL DE JAVIER DE BURGOS.
“Real Decreto de 30 de noviembre de 1830 mandando hacer la división
territorial en provincias.
Persuadida de que para que sea eficaz la acción de la administración debe ser
rápida y simultánea; y asegurada que esto no pueda suceder cuando sus agentes no
están situados de manera que basten a conocer por sí mismos todas las necesidades y
los medio de socorrerlas, tuve a bien, al confiaros por mi Real Decreto de 21 de
octubre el despacho del Ministerio de Fomento, encargaros que os dedicaseis, antes
de todo, a plantear y proponerme, de acuerdo con el Consejo de Ministros, la división
civil del territorio, como base de la administración interior y medio para obtener los
beneficios que meditaba hacer a los pueblos...
Art. 1. El territorio español en la península e islas adyacentes queda desde
ahora dividido en 49 provincias, que tomarán el nombre de sus capitales respectivas,
excepto las de Navarra, Álava, Guipúzcoa y Vizcaya,, que conservarán sus actuales
denominaciones.
Art. 2. La Andalucía, que comprende los reinos de Córdoba, Granada, Jaén y
Sevilla, se divide en las ocho provincias siguientes...
Art. 4. Esta división de provincias no se entenderá limitada al orden
administrativo, sino que se arreglarán a ella las demarcaciones militares, judiciales y de
Hacienda.
Texto 6. La creación de la Guardia Civil.
6.1.El orden social reclama este auxilio, el Gobierno ha menester una fuerza siempre
disponible para proteger las personas y las propiedades; y en España, donde la
necesidad es mayor por efecto de sus guerras y disturbios civiles, no tiene la sociedad
ni el Gobierno más apoyo ni escudo que la Milicia o el Ejército, inadecuados para llenar
este objeto cumplidamente o sin perjuicios. (...)
Por otro lado, ni el Ejército ni la Milicia Nacional desempeñan con la fe necesaria el
servicio enojoso de la policía, que aquellos cuerpos miran con cierto desvío por las
preocupaciones vulgares, y que sólo se presenta a sus ojos como una obligación
pasajera, accesoria y extraña al primordial objeto de su respectivo instituto.
Sobre ser una necesidad, porque ninguna de las fuerzas existentes puede llenar la falta
de un cuerpo civil, ofrece esta institución la ventaja de que la Milicia Nacional,
desembarazada completamente de la parte más penosa del servicio, se puede organizar
de un modo más conforme al objeto de su establecimiento (. ..).
Al propio tiempo sirve la fuerza civil para evitar la intervención frecuente del Ejército
en los actos populares: intervención que (...) robusteciendo con exceso la importancia
del brazo militar en el orden político, no favorece el sistema constitucional (...).
Al determinar la organización del nuevo cuerpo se ha tenido presente la índole
peculiar de este instituto, el cual no se aviene con la división propia de los cuerpos del
Ejército, porque su principal ventaja estriba en la diseminación de la fuerza en muchas y
cortas fracciones; de donde ha resultado el establecimiento de tercios, escuadrones o
compañías, mitades y escuadras, cuya forma es la que se acomoda más a la naturaleza y
al servicio habitual de la fuerza de protección y seguridad (...).
Decreto de 28 de marzo de 1844
6.2.Primeros artículos de la cartilla del guardia civil (20 de diciembre de 1845)
Prevenciones generales para la obligación del Guardia Civil
Art.1El honor ha de ser la principal divisa del Guardia Civil, debe por consiguiente
conservarlo sin mancha. Una vez perdido no se recobra jamás.
Art.2. El Guardia Civil por su aseo, buenos modales, y reconocida honradez, ha de ser
un dechado de moralidad.
Art.3. Las vejaciones, las malas palabras, los malos modos, nunca debe usarlos ningún
individuo que vista el uniforme de este honroso Cuerpo.
Art.4. Siempre fiel a su deber, sereno en el peligro, y desempeñando sus funciones con
dignidad, prudencia y firmeza, será más respetado que el que con amenazas, sólo
consigue mal quistarse con todos
Art. 5. Debe ser prudente, sin debilidad, firme sin violencia y político sin bajeza.
Art.10 El desaliño en el vestir infunde desprecio.
Art. 14. Nunca se entregará por los caminos a cantos, ni distracciones impropias del
carácter y posición que ocupa. Su silencio y seriedad deben imponer más que sus
armas.
LÓPEZ GARRIDO, D., 1982, 192-193.
Texto 7.PARTICIPACIÓN ELECTORAL EN EL PERIODO ISABELINO.
7.1.
AÑO CUERPO ELECTORAL VOTANTES
1839 381.853 246.291
1844 635.517 415.647
1846 99.149 64.630
1853 95.163 95.163
1854 696.420 484.551
1857 148.975 91.093
1863 170.417 103.394
1865 415.393 221.694

La población de España a lo largo de este periodo osciló entre los 13.378.389


habitantes de 1834, los 15.495.212 de 1860 y los 16.634.345 de 1877.
7.2. Defensa del sufragio restringido.
"Yo reconozco que debe haber una perfecta igualdad al concederse los derechos
civiles. Yo reconozco que el último mendigo de España tiene los mismos derechos para
que se respeten los harapos que lleva sobre sí, que el que puede tener un potentado
para que se respeten los magníficos muebles que adornan su palacio ( ...) , pero en los
políticos no. Los derechos políticos no se conceden como privilegios a toda clase de
personas , no; son un medio para atender a la felicidad del país, y es preciso que se
circunscriban a aquellas clases cuyos intereses, siendo los mismos que los de la
sociedad, no se puedan volver contra ella."
Discurso parlamentario del diputado moderado Calderón Collantes, en Historia de
España de Menéndez Pidal, tomo XXXIV
Texto 8. Las nuevas corrientes ideológicas.
8.1 El partido demócrata
Declaración de derechos: El Estado debe reconocer y garantizar a todos los
ciudadanos como condiciones primarias y fundamentales de la vida política y social: la
seguridad individual; la de manifestar; transmitir y propagar su pensamiento de palabra,
por escrito o en otra forma; la reunión práctica para cualquier objeto lícito, sea o no
político; la de asociación para todos los fines morales, científicos o industriales; el
derecho de petición, individual o colectivamente practicado; el derecho a la instrucción
primaria gratuita; el derecho a una igual participación de
todas las ventajas y derechos políticos; el derecho a un repartimiento equitativo y
proporcional de las contribuciones y del servicio militar; el de optar a todo empleo o
cargo público sin más condición ni título que el mérito y la capacidad, excluida toda
preferencia de nacimiento, privilegio o distinción; el de ser juzgado o condenado por
la conciencia pública (Jurado).
(...) Nosotros, fieles a estas máximas de eterna verdad, consideramos como
inconcusos y no controvertibles: el Trono hereditario de doña Isabel II, forma legítima
y popular del poder ejecutivo; la religión católica como única religión del Estado; la
unidad nacional; la propiedad; la familia. Partiendo de estos principios fundamentales de
esta vida política y social, nosotros en el poder:
1º Reformaríamos la Constitución del Estado en Cortes Constituyentes, convocadas
bajo las fases de elección directa, sufragio universal, y un diputado por cada treinta mil
almas. Serían electores todos los españoles mayores de edad que supiesen leer y
escribir; tuviesen domicilio fijo y una profesión u oficio que no les constituyesen
dependientes de la voluntad de otras personas (domésticos, soldados). El cargo de
diputado sería retribuido e incompatible con todo empleo dependiente del Gobierno,
excepto los altos puestos del Estado.
2º Armaríamos, desde luego, la Milicia Nacional, organizada de modo que, sin ser un
embarazo para el Gobierno, conservase las instituciones y el orden público. Dividida,
además, en clases, serviría, con el tiempo, de reserva al Ejército activo. Todos los
electores serían guardias nacionales.
3º Declararíamos la imprenta libre, sin depósito, fianza ni trabas fiscales. El sistema de
responsabilidad tendría por objeto el castigo de los autores reales del escrito, y no la
injusta ficción de editores responsables. El jurado conocería de los delitos de imprenta.
El Manifiesto fundacional del Partido Demócrata (1849)
8.2. "El trono ya no tiene hoy más que un medio de prolongar su existencia, y es hincar
las rodillas ante la majestad del pueblo; ser levantado sobre el pavés de la revolución
en el seno de la Asamblea Constituyente, sustituir, en fin, el derecho antiguo y
tradicional, por el nuevo derecho revolucionario... (23/12/1854)
Fernández Urbina, J.M. Sixto Cámara, un utopista revolucionario. Bilbao, Universidad
del País Vasco, 1984.
8.3. El programa republicano.
"(..) supresión del Trono, el gobierno de la Nación entregado a una junta central
compuesta, de un representante por provincia. Reducción del presupuesto de gastos a
600 millones. Supresión de las rentas estancadas y de las contribuciones indirectas.
Reducción del maximum de los sueldos a 40000 reales y aumento del mínimum a
6000. Abolición de las quintas y de las matrículas de mar. Inamovilidad judicial y
establecimiento del jurado. Instrucción primaria universal, gratuita y obligatoria.
Libertad religiosa, de imprenta, de reunión y asociación. Reparto entre los jornaleros
de tierras del Estado y otras medidas menos importantes.
Citado por F. Garrido: .La España contemporánea. Sus progresos morales y materiales,
1865-1867.
8.4. Queridos compañeros: ha llegado el caso de manifestaros el estado en que se
hallan atendidas nuestras justas pretensiones. Se ha nombrado una Comisión de entre
nosotros que ha salido para Madrid con el fin de hacer comprender al Gobierno (...)
la pronta constitución de un Jurado que, imparcialmente y compuesto de individuos
de conocimientos; por parte de operarios y por parte de los fabricantes, arreglándose
a las instituciones que ambas clases suministren, dirima nuestras desavenencias. Lleva
también el objeto de hacer ver al Gobierno la utilidad y necesidad de fijar el jornal a
diez horas de trabajo, y, por último, la comisión persuadió al gobierno de la
conveniencia de la libre asociación (...)
¡Viva Espartero! ¡Viva la Milicia Nacional! ¡Viva la libertad! ¡Viva la libre
asociación, orden, pan y trabajo!
Barcelona, 5 de julio de 1855.
Texto 9. El Pacto de Ostende
"No hay para qué referir aquí los detalles de mi acuerdo con las personas más
importantes de los partidos progresista y democrático; pero sí importa consignar un
hecho que pone de manifiesto el rumbo trazado a la revolución. Con ellas asistí a la
reunión que se celebró en Bruselas el día 5 de julio de este año, habiendo declarado
previamente que, si no concurrían unas y otras, yo tampoco concurría. Además de
abrigar en mi conciencia todos los principios democráticos, en todo lo que tienen de
practicables, recordaba lo que en diferentes circunstancias había dicho el iniciador de
la idea antidinástica: que en ningún país había bastado un solo partido para derribar una
dinastía y establecer otra nueva, y ansiaba con toda mi alma la inteligencia sincera y
completa de los dos partidos.
Tuve la fortuna de ver que todos parecían animados del mismo deseo, y después de
una breve discusión, porque la armonía de miras que se manifestó no daba lugar a otra
cosa, se acordó por unanimidad lo siguiente:
1. Que el objeto, y bandera de la revolución en España, es la caída de los Borbones.
2. Que siendo para los demócratas un principio esencial de su dogma político el
sufragio universal, y admitiendo los progresistas el derecho moderno constituyente del
plebiscito, la base para la inteligencia de los dos partidos fuera que por un plebiscito, si
las circunstancias no se oponían a ello, o por unas Cortes Constituyentes elegidas por
el sufragio universal, se decidiría la forma de gobierno que se había de establecer en
España, y siendo la monarquía, la dinastía que debía reemplazar a la actual; en la
inteligencia de que, hasta que así se decidiese, había de ser absoluta la libertad de
imprentas, y sin ninguna limitación el derecho de reunión, para que la opinión nacional
pudiese ilustrarse y organizarse convenientemente; sin que el gobierno provisional, que
saliera de la revolución, pudiera influir como tal en la resolución de la cuestión
fundamental; sin perjuicio de que la personas que lo compusieran pudieran sostener
privada y públicamente sus opiniones individuales.
3. Que se reconocía como jefe y director militar del movimiento al general Prim, que
podría emplear en lo que juzgara conveniente, a los presentes y sus amigos; (...)
Manifiesto de don Carlos María de la Torre desde Bruselas, 4 de noviembre de 1867
(cit. en Marqués de MIRAFLORES, Continuación de las Memorias políticas para
escribir la historia del reinado de Isabel II, Madrid, B.A.E., 1964, tomo III, p. 402).
Texto 10.
Al lado de la guerra civil, y del motín popular, quizás lo más característico de la
España moderma es el pronunciamiento (...). ¿A qué se debe el pronunciamiento?. En
primer lugar, encontramos la ausencia de un verdadero problema exterior (...),
irregularidad en el reclutamiento, incultura de la tropa que impiden a España Tener un
ejército popular. El oficial cuenta más que el soldado, y la tropa ordinaria menos que
los cuerpos especiales. No es con todo un ejército de caricatura, y aunque haya
descontento dentro de él, es el apoyo de la corona, el mantenedor del orden. Hay
otros factores que son los que catalizan el mecanismo interno de los pronunciamientos
(...). Es la acción conjunta de los exiliados y las sociedades secretas que se suman a una
agitación interna, confusa, que sabiendo que las vías legales están cerradas (...) eligen a
un general, jefe en el exilio (...) que se levanta al frente de sus tropas y del pueblo.
GARCÍA NIETO, M.C. Moderados y Progresistas. Madrid. Guadiana. 1971.
Texto 11. EL PRETORIANISMO DEL EJÉRCITO ESPAÑOL EN EL SIGLO XIX.
“El pretorianismo institucionalizado no fue otra cosa que el producto del vacío
político creado por el liberalismo español: Lo que se llamaba “partido moderado” no
era en realidad un partido sino una asociación de notables, periodistas, activistas
políticos y frustrados aspirantes a burócratas. Aunque tenía una doctrina inspirada en
el liberalismo elitista francés, le faltaba la unidad, la organización y la disciplina, y
también el apoyo popular, necesarios para gobernar con la mera fuerza civil de sus
miembros. Por eso los moderados habían dependido desde el principio de una especie
de alianza conservadora con los militares liberales, en las que figuras destacadas del
ejército, con su energía, su capacidad de decisión y su fuerza, podían, llegado el caso,
disponer del liderazgo y el poder de que carecían los civiles”.
PAYNE, S. EJÉRCITO Y SOCIEDAD EN LA ESPAÑA LIBERAL, 1808/1936. Madrid,
Akal, 1977, pág. 47.
Texto 12
12.1 Manifiesto de Manzanares
Españoles : La entusiasta acogida que va encontrando en los pueblos el ejército liberal;
el esfuerzo de los soldados (...) tan heroicamente mostrado en los campos de Vicálvaro
(...) aseguran desde ahora el triunfo de la libertad y de las leyes, que hemos jurado
defender. Dentro de pocos días la mayor parte de las provincias habrá sacudido el
yugo de los tiranos; la nación disfrutará los beneficios del régimen representativo (...)
Nosotros queremos la conservación del Trono, pero sin camarilla que lo deshonre,
queremos la práctica rigurosa de las leyes fundamentales, mejorándolas, sobre todo la
ley electoral y la de imprenta; queremos la rebaja de los impuestos, fundada en una
estricta economía (...); queremos arrancar a los pueblos de la centralización que los
devora, dándoles la independencia local necesaria para que conserven y aumenten sus
intereses propios; y como garantía de todo esto queremos y plantearemos bajo sólidas
bases la Milicia Nacional (...). Las Juntas de Gobierno que deben irse constituyendo en
las provincias libres; las Cortes generales que luego se reúnan; la misma Nación, en fin,
fijará las bases definitivas de la regeneración liberal a la que aspiramos
Cuartel General de Manzanares, a 7 julio de 1854. El General en Jefe del Ejército
Constitucional, Leopoldo O´Donnell, Conde de Lucena.
12.2. La revolución de 1854 es la versión española del gran movimiento europeo de
1848. Se trata de una revolución morfológicamente completa: se inicia con un conflicto
parlamentario, pronto seguido de un pronunciamiento [...] para desembocar en unos
movimientos populares que darán el poder al general Espartero. La fase parlamentaria
se presenta como un conflicto entre el Senado y el gobierno del conde de San Luis,
ocasionado por la aversión general a este último: aversión de la corte, de moderados y
progresistas; de las clases populares, recelosas del agio, es decir, de la especulación
desenfrenada y del subsiguiente enriquecimiento de unos pocos a que había conducido
la concesión de "contratas" de obras ferroviarias. El Senado derrotará al gabinete; pero
éste responderá violentamente suspendiendo las sesiones [...]. Segunda fase:
O'Donnell, a la cabeza de las tropas que le siguen por disciplina, se "pronuncia" contra
el gobierno en las cercanías de Madrid, dando lugar al indeciso combate de Vicálvaro
(de aquí el nombre de "Vicalvarada" con que se conoce esta lamentable acción militar).
La politización del levantamiento, lograda a través de un manifiesto [...] en el cual se
habla de cosas muy caras a los progresistas (mejorar la ley electoral y la ley de
imprenta; rebajar los impuestos; descentralizar la administración en beneficio de las
autonomías locales; plantear sobre bases sólidas la Milicia Nacional), determina la
movilización de los grupos progresistas. Estamos ante la tercera fase de la revolución
del 54; fase popular que se manifiesta al hilo de una proliferación de levantamientos,
entre los cuales interesa destacar cuatro: el de Madrid, el de Barcelona, el de Zaragoza
y el de San Sebastián. En Madrid, las llamadas "jornadas de julio", iniciadas el día 17,
ofrecen al historiador una muestra de valor incalculable acerca del comportamiento
político del artesanado y de las clases populares españolas en una empresa
revolucionaria. La formación de "juntas" de acuerdo con el viejo patrón de la Guerra
de la Independencia, la polarización de las iras públicas contra María Cristina y contra
la burguesía de negocios, la enorme eficacia de los factores vital-afectivos como
determinantes de los grandes movimientos de Psicología colectiva que dan su fuerza a
"la jornada" son tal vez las observaciones más generales que cabe hacer sobre las
mismas [...]. En presencia de la generalización del levantamiento-pronunciamiento
militar más o menos secundado, según los lugares, por grupos populares afectos al
progresismo, la corte entregará el poder [...].
UBIETO, REGLÁ, JOVER, GÓMEZ-FERRER Y SECO:
HISTORIA ILUSTRADA DE ESPAÑA, VOLUMEN 6. MADRID, DEBATE, 1997
12.3. La revolución de 1854 fue un pronunciamiento de generales conservadores,
apoyados por políticos civiles, y acompañado por una revuelta popular que da al
descontento de los oligarcas la apariencia de una revolución democrática nacional. Esta
extrañeza tenía en parte su origen en el descontento económico tanto del capital
como del trabajo.
CARR, R. ESPAÑA, 1808/1939. Barcelona, Ariel, 1969.
Texto13. La noche de San Daniel
13.1.Noticias sobre la represión ejercida contra estudiantes y civiles en Madrid el 9 de
abril de 1865, con motivo de una manifestación de apoyo al rector de la Universidad
que había dimitido por desacuerdo con la política represiva del gobierno y la
persecución de los profesores con ideas 1iberales.
Puede decirse que a la hora en que escribimos estas líneas, Madrid está tomada
militarmente. Grandes pelotones de infantería, escuadrones de caballería y bravos
generales recorren las calles. Y el fundamento de tan inconcebibles miedos no es otro
que el de haberse aglomerado estudiantes alrededor de la casa del ex rector señor
Montalbán. Y apenas los estudiantes comenzaron a hacer de las suyas yendo de una
calle a otra con la acostumbrada algazara, las calles se llenaron de soldados salidos de
los cuarteles donde ya estaban preparados. Y el Gobierno, que antes había concedido
el permiso para tal acto, lo ha retirado por miedo a las tempestades revolucionarias
que se pudieran desencadenar.
Artículo aparecido en el diario " La Discusión ".
13.2. Narváez dirige personalmente la represión en la Puerta del Sol, vestido de
uniforme. Una fuerza de caballería cargó en la Carrera de San Jerónimo sobre la
multitud y allí fue herido el señor Viedma, que pertenece al Partido Moderado.
Artículo aparecido en el diario " La Iberia ".
Texto 14.
El Poder durante la década moderada estuvo encaminado a la defensa de las viejas
estructuras socio-económicas, pero con las modificaciones internas ( desplazamiento o
transmisión de propiedad de unos) operadas por la primera desamortización. La clase
que tiene el poder es la de los grandes propietarios, unos aristócratas y otros no (...)
La burguesía financiera se confunde a veces con los aristócratas y grandes propietarios;
la burguesía industrial naciente apoya al Poder, estimando que la salvaguardia del orden
es lo primordial para sus negocios (...).
Las clases medias (abogados, médicos, comerciantes, muchos militares de media
graduación, etc.) parecen impugnar el Poder a través de las formaciones embrionarias
de progresismo(...)
Lo que suelen llamarse las clases trabajadoras (labradores que trabajan su
tierra, jornaleros agrícolas, obreros de la naciente industria, los entonces numerosos
artesanos de las ciudades) parecen limitarse a una protesta desigual en su continuidad,
en su mayoría espontánea [...] Sin duda los demócratas empiezan a tener cierta
clientela en estos medios de las aglomeraciones urbanas importantes.
TUÑÓN DE LARA, M.: «Qué fue la década moderada», en Estudios sobre el Siglo XIX
Español. Madrid, 1981.
Texto 15.
Entiendo por revolución burguesa el proceso estructural que transformó las bases de
la sociedad del Antiguo Régimen y creó las condiciones jurídicas y políticas necesarias
para la constitución de una sociedad dominada por la burguesía, organizada
políticamente bajo la forma de estado liberal y caracterizada por la implantación y
desarrollo de unas relaciones capitalistas de producción y de cambio.
Con arreglo a este concepto parece indudable que en España sí que hubo revolución
burguesa, si bien ésta se llevó a cabo, no según las pautas del modelo francés, ni
tampoco obedeciendo a los criterios o normas de un supuesto “tipo ideal" de
revolución burguesa -en ningún lugar realizado-, sino tal como lo permitieron las reales
y peculiares características de la sociedad española.
Como tal proceso, la revolución burguesa española tuvo sus fases, sus oscilaciones y
sus frustraciones, provisionales: fue ciertamente un proceso discontinuo e
intermitente. Pero a través de este proceso, se produjeron bruscas mutaciones
estructurales, cambios profundos que significaron la ruptura de continuidad entre el
Antiguo y el Nuevo Régimen, entre dos formas de organización social.
TOMÁS Y VALIENTE, F.: Manual del Derecho español. Madrid, 1979, págs. 403-404.

División territorial en España durante el siglo XVIII

4. EL SEXENIO REVOLUCIONARIO.
Texto 1. La Constitución de 1869
La Nación Española, y en su nombre las Cortes Constituyentes, elegidas por Sufragio
Universal, deseando afianzar la justicia, la libertad y la seguridad, y proveer el bien de
cuantos vivan en España, decretan y sancionan la siguiente Constitución:
Título I. De los Españoles. Y sus Derechos.
Art.1 Son españoles:
1. Todas las personas nacidas en territorio español
2. Los hijos de padre o madre españoles, aunque hayan nacido fuera de España.
3. Lo extranjeros que hayan obtenido carta de naturaleza.
4. Lo que sin ella hayan ganado vecindad en cualquier pueblo del territorio español.
La calidad de español se adquiere, se conserva y pierde con arreglo a lo que
determinan las leyes.
Art. 2. Ningún español ni extranjero podrá ser detenido ni preso sino por causa de
delito.
Art. 3. Todo detenido será puesto en libertad o entregado a la autoridad judicial
dentro de las 24 horas siguientes al acto de la detención .
Toda detención se dejará sin efecto o elevará a prisión dentro de las setenta y dos
horas de haber sido entregado el detenido al juez competente (...)
Art. 4. Ningún español podrá ser preso sino en virtud de mandamiento de juez
competente...
Art. 5. Nadie podrá entrar en el domicilio de un español o extranjero residente en
España sin su consentimiento (...) La entrada en el domicilio de un español o extranjero
residente en España, y el registro de sus papeles o efectos, sólo podrán decretar se
por juez competente y ejecutarse de día...
Art. 6. Ningún español podrá ser compelido a mudar de domicilio o residencia sino en
virtud de sentencia judicial.
Art.. 13. Nadie podrá ser privado temporal o perpetuamente de sus bienes y derechos,
ni turbado en la posesión de ellos, sino en virtud de sentencia judicial...
Art. 14. Nadie podrá ser expropiado de sus bienes sino por causa de utilidad común y
en virtud de mandato judicial que no se ejecutará sin previa indemnización regulada
por el juez con la intervención del interesado...
Art. 16. Ningún español que se halle en el pleno goce de sus derechos civiles podrá ser
privado del derecho a votar en las elecciones de senadores, diputados a Cortes,
diputados provinciales y concejales.
Art. 17. Tampoco podrá ser privado ningún español:
-Del derecho de emitir libremente sus ideas y opiniones; ya de palabra, ya por escrito,
valiéndose de la imprenta o de otro procedimiento semejante.
-Del derecho a reunirse pacíficamente.
-Del derecho de asociarse para todos los fines de la vida humana que no sean
contrarios a la moral pública, y por último,
-Del derecho de dirigir peticiones individual o colectivamente a las Cortes, al Rey y a
las Autoridades...
Art. 19. A toda asociación cuyos individuos delinquieren pro los medios que la misma
le proporcione, podrá imponérsele la pena de disolución (...) Toda asociación cuyo
objeto o medios comprometan la seguridad del Estado, podrá ser disuelta por una ley
(...)
Art. 21. La nación se obliga a mantener el culto y ministros de la religión católica. El
ejercicio público o privado de cualquier otro culto queda garantizado a todos los
extranjeros residentes en España, sin más limitaciones que las reglas universales de la
moral y del derecho. Si algunos españoles profesaren otra religión que la católica, es
aplicable a los mismos todo lo dispuesto en el párrafo anterior...
Art. 22. (...) Tampoco podrán establecerse la censura,...
Art. 23. A ningún español que esté en pleno goce de sus derechos civiles podrá
impedirse salir libremente del territorio, ni trasladar su residencia y haberes a país
extranjero,...
Art. 24. Todo español podrá fundar y mantener establecimientos de instrucción o de
educación sin previa licencia
Título II. De los poderes públicos.
Art. 32. La soberanía reside esencialmente en la Nación, de la cual emanan todos los
poderes.
Art. 33. La forma de gobierno de la Nación española es la Monarquía.
Art. 34. La potestad de hacer las leyes reside en las Cortes.
Art. 35. El poder ejecutivo reside en el Rey, que lo ejerce por medio de sus Ministros.
Art. 36. Los Tribunales ejercen el poder judicial.
Título III: Del poder legislativo.
Art. 38. Las Cortes se componen de dos Cuerpos colegisladores, a saber: Senado y
Congreso. Ambos cuerpos son iguales en facultades, excepto en los casos previstos en
la Constitución.
Art. 39. El Congreso se renovará totalmente cada tres años. El Senado se renovará por
cuartas partes cada tres años.
Art. 40. Los Senadores y Diputados representarán a toda la nación y no
exclusivamente a los electores que los nombraren...
Art. 42. Las Cortes se reúnen todos los años...
Art. 51. Las resoluciones de las Cortes se tomarán a pluralidad de votos. Para votar las
Leyes se requiere en cada uno de los Cuerpos colegisladores la presencia de la mitad
más uno del número total de individuos que tengan aprobadas sus actas.
Art. 52. Ningún proyecto de Ley puede aprobarse por las Cortes sino después de
haber sido votado, artículo por artículo, en cada uno de los Cuerpos colegisladores...
Art. 60. Los Senadores se elegirán por Provincias. Al efecto cada distrito municipal
elegirá por Sufragio Universal un número de compromisarios igual a la sexta parte del
de Concejales que deban componer su Ayuntamiento. Los distritos municipales donde
el número de Concejales no llegue a seis, elegirán, sin embargo, un compromisario.
Los compromisarios elegidos se asociaran en la Diputación Provincial respectiva,
constituyendo con ella la Junta Electoral...
Art. 65. El congreso se compondrá de un Diputado al menos por cada 40.000 almas de
población, elegido con arreglo a la Ley Electoral...
Art. 66. Para ser elegido diputado se requiere ser español, mayor de edad y gozar de
todos los derechos civiles.
Art.67. La persona del Reyes inviolable y no está sujeta a reponsabilidad. Son
responsables los ministros. (...)
Art. 69. La potestad de hacer ejecutar las leyes reside en el Rey. [. ..J
Art. 93. Se establecerá el juicio por jurados para todos los delitos políticos y para los
comunes que determine la ley.
Art. 108. Las Cortes Constituyentes reformarán el sistema actual del gobierno de las
provincias de Ultramar, cuando hayan tomado asiento los diputados de Cuba o Puerto
Rico, para hacer extensivos a las mismas, con las modificaciones que se creyeron
necesarias, los derechos consignados en la Constitución.
DISPOSICIONES TRANSITORIAS.
Art.1. La ley que en virtud de esta Constitución se haga para elegir la persona
del Rey y para resolver las cuestiones a que esta elección diere lugar formará parte de
la Constitución. (...)

CONSITUCIÓN ESPAÑOLA DE 1 DE JUNIO DE 1869


Gaceta de Madrid, 7 de junio de 1869.

Texto 2. La proclamación de la I República (14/II1873)


Vacante el trono por renuncia de don Amadeo de Saboya, el Congreso y el Senado,
constituidos en las Cortes soberanas, han reasumido todos los poderes y proclamado
la República.
A consolidarla y darle prestigio han de dirigirse ahora todos los esfuerzos de todas las
Autoridades que de este Ministerio dependen. Se ha establecido sin sangre, sin
convulsiones, sin la más pequeña alteración del orden, y sin disturbios conviene que se
la sostenga, para que acaben de desengañarse los que la consideraban como
inseparable de la anarquía.
ORDEN, LIBERTAD y JUSTICIA: Este es el lema de la Republica.
Madrid, 14 de febrero de 1873. El Ministro de la Gobernación:
Francisco Pi i Margall.

Texto 3. El federalismo.
Francisco Pi i Margall (1824-1901) es una de las figuras más importantes del
pensamiento y la acción política en la España del siglo XIX. Figura fundamental en el
Partido Republicano-Federal, fundado en 1868 como heredero del Partido Demócrata,
llegó a presidente de la Primera República. Pertenecía a la burguesía radical y
reformista, tenía grandes preocupaciones sociales y era partidario de una organización
federal de España."Queremos los federales en el orden humano: Libres el pensamiento,
la conciencia, los cultos; respeto a todas las religiones, preferencia ni privilegio a
ninguna; suprimidas las obligaciones del culto y del clero; dotados los sacerdotes de
todas las iglesias de los mismos derechos que los demás ciudadanos, atenidos a los
mismos deberes y sujetos a la misma jurisdicción y las mismas leyes; civiles el
matrimonio, el registro y el cementerio. Garantizados la vida y el trabajo; inviolables la
personalidad, el domicilio y la correspondencia; abolida la pena de muerte; perseguida
sin piedad la vagancia. Queremos en el orden político: La voluntad del pueblo como el
único origen legítimo del poder público; los tres poderes limitados (...) El sufragio
universal; las leyes fundamentales, sometidas a la sanción del pueblo (...) La República
por forma de gobierno; la Federación por sistema. La Nación dividida en Regiones, y
las Regiones en municipalidades; las municipalidades y las regiones autónomas a par de
la Nación en todo lo que a su vida interior corresponda (...) Los estados regionales,
que han de tener a su cargo el régimen de la vida regional en lo político, lo económico
y lo administrativo (...) la garantía y la defensa de la libertad y el orden (...) la
organización de las milicias regionales, subordinadas al estado central sólo en caso de
guerra con el extranjero (...) la imposición y la cobranza de los tributos (...)."
Programa del Partido Federal.

Texto 4.
El levantamiento cantonal tiene su localización preferente en las fachadas levantina y
meridional de la Península (Castellón, Vinaroz, Valencia, Alicante, Alcoy, Cartagena,
Granada, Málaga, Sevilla, Cádiz...), sin que falten focos en el interior de la meseta:
Salamanca, Toledo, Béjar, etc. Socialmente, la protagonización del levantamiento
corresponde, por lo general (señalemos la excepción de Alcoy),a núcleos locales de
carácter republicano federal “exaltado” no a núcleos específicamente obreristas o
Internacionalistas. En efecto la Federación Regiona1 española, que encuadraba a la
sazón el naciente movimiento obrero español, se mantiene al margen del movimiento,
precisando la no coincidencia de objetivos entre la revolución social propugnada por
los trabajadores y la revolución política que intentan llevar a cabo los federales
intransigentes. Ello no obsta para que "algunos obreros de la ciudad y campesinos,
afiliados a la Internacional o potencialmente anarquistas", participaran en el
levantamiento; ni menos aún para que amplios sectores populares y obreros
compartieran el entusiasmo activo por la causa federal, incluso en cantones sometidos
a una dirección que les era socialmente ajena.
JOVER, José María: "La edad contemporánea". En UBIETO, REGLÁ, JOVER y SECO:
Introducción a la historia de España. Barcelona, Teide, 1963

Texto5.
El Cantón de Cartagena, como las demás insurrecciones cantonales, representa
un intento de oposición al centralismo asfixiante de Madrid. Los republicanos federales,
valiéndose de la Constitución de 1873, ven la posibilidad de tomar el poder y realizar
la Federación como anhelan. Sin embargo, el movimiento cantonal causa la muerte de
la Primera República, que coincide con el fracaso del último cantón, el de Cartagena.
Este fracaso no sólo acarrea un evidente retroceso en sentido reaccionario, sino que
contribuye además a desacreditar la idea de la insurrección espontánea. A partir de
este momento, las masaspopulares se convencen de la necesidad de organizarse para
vencer.
MEDIONI, M.A.: El Cantón de Cartagena.
Madrid, Siglo XXI, 1979

Texto 6.
"Que no podemos considerar a la Revolución de Septiembre como una revolución,
pero no sólo porque fracasara, sino porque nunca hubo la intención de llevarla a cabo,
y que, sin embargo, su experiencia (. ..} sí influyó en la trayectoria de la historia de
España posterior: En cierto sentido sus resultados estuvieron de acuerdo con sus
planteamientos: no Pidamos a los hombres del 68 responsabilidades por nohaber
transformado el país , nunca pretendieron más que acomodarse un poco mejor en él.
.."
LÓPEZ CORDÓN, Mª.. V: La revolución de 1868 y la I República. Madrid, 1976.
Texto 7
Al fin y al cabo, revolucionarios de 1868 y restauradores de 1874 -ni muy
revolucionarios los unos, ni muy restauradores los otros, se sentaban juntos en los
consejos de administración de las mismas compañías y tenían unos elementos
comunes.
Al decir esto, no pretendo negar que el golpe iniciado por Martínez Campos se
opusiera a una evolución progresiva hacia la izquierda que se había ido produciendo
desde 1868 a 1874. Muy al contrario. Se oponía a esta evolución para recomenzar;
sobre nuevas bases, lo mismo que había intentado hacer partiendo del golpe de estado
de 1868. La Restauración de 1874 fue el segundo acto de la seudo revolución de
septiembre de 1868. Ambos acontecimientos no son sino dos etapas de un mismo
proceso, desencadenado esencialmente por una crisis estructural del capitalismo y
encaminado a aliviar esta crisis ya favorecer el inicio de una nueva etapa de
crecimiento".
FONTANA,J. CAMBIO ECONÓMICO Y CRISIS POLÍTICA. REFLEXIÓN SOBRE LAS
CAUSAS DE LA REVOLUCIÓN DEL 68.
BARCELONA,1973

Texto 8. PROYECTO DE CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA DEMOCRÁTICA


FEDERAL ESPAÑOLA (1873)
Las regiones A, B, C, D, Estados soberanos, declaran en uso de su autonomía que
quieren formar parte de la Federación española bajo laS condiciones escritas en el
siguiente Pacto o CONSTITUCIÓN FEDERAL.
TÍTULO I. OBJETIVO DE LA FEDERACIÓN
Art. 1. La Federación española, constituida por las expresadas regiones, tiene por
objeto asegurar la democracia y la República en todo el territorio federal, mantenerlo
íntegro e independiente, defenderlo contra todo ataque exterior, sostener en él la
tranquilidad y el orden interiores y aumentar su propio bienestar y su progreso.
TÍTULO II. DERECHOS QUE LA FEDERACIÓN GARANTIZA
Art. 2. La Federación española consagra y garantiza la inviolabilidad del derecho
humano en todas sus manifestaciones; y en su consecuencia:
El derecho a la vida ya la dignidad y seguridad de la vida.
El derecho a la libre emisión, manifestación y difusión del pensamiento.
El derecho a la libre expresión de la conciencia y al libre ejercicio de los cultos,
La libertad de enseñanza.
El derecho a la instrucción primaria, gratuita y obligatoria.
La libertad del trabajo y, como consecuencia, la de profesiones, industria y la de
comercio interior.
La libertad de locomoción, la de elección de domicilio y la inviolabilidad del mismo.
La inviolabilidad de la correspondencia epistolar y telegráfica y la de cualquiera otra
que, en lo sucesivo se invente.
El derecho de propiedad sin vinculación ni amortización perpetuas.
El derecho de petición.
El ejercicio de acciones públicas por denuncia o querella;
La igualdad ante la ley.
El establecimiento del jurado para toda clase de delitos.
La libertad de reunión, asociación y manifestación pacíficas.
La participación en el gobierno por medio del sufragio directo y permanente.
Art. 3. Garantiza igualmente la Federación la autonomía de los municipios, como viene
determinada en las respectivas constituciones regionales; la autonomía de las regiones,
ya se compongan de una o de varias de las actuales provincias, sin otro límite que el
impuesto por ellas mismas en la presente Constitución; la integridad del territorio que
la Federación comprende y los atributos constitutivos de su autonomía.
Art. 4. Todas las facultades que no hayan sido expresamente delegadas por los
municipios a las regiones, pertenecen a los municipios; todas las que no hayan sido
delegadas por las regiones a la Federación, pertenecen a las regiones; todas las que no
hayan sido delegadas por el pueblo a los poderes públicos de los municipio, de las
regiones o de la Federación, pertenecen al pueblo.
Art. 5. Ni el pueblo ni los poderes constituidos podrán atentar nunca contra los
derechos consignados en el art. 2º, ni contra las autonomías definidas en el art. 3º.
Art. 6. Ni la Federación, ni los Estados regionales, ni los municipios, podrán sostener
culto alguno.
Art.7. Las actas de nacimiento, las de matrimonio y las de defunción deberán ser
registradas por las autoridades civiles de los Estados respectivos; sólo serán válidas las
que tengan este requisito.
Art. 8. Quedan secularizados todos los cementerios.
Art. 9. Quedan secularizadas la enseñanza y la beneficencia, ya dependan de la
Federación, ya de los estados regionales, ya de las municipalidades.
Art. 10. Quedan abolidos los títulos de nobleza en toda la Federación.
Art. 11. Quedan también abolidas en toda la Federación la pena de muerte y todas las
perpetuas.

DESAMORTIZACIONES. CAMBIOS ECONÓMICOS


Texto 1. La desamortización eclesiástica de Mendizábal.
“Exposición a SM. la Reina Gobernadora:
Señora: Vender la masa de bienes que han venido a ser la propiedad de la nación no es
tan sólo cumplir una promesa solemne y dar una garantía positiva a la deuda nacional
por medio de una amortización exactamente igual al producto de las rentas; es abrir
una fuente abundantísima de felicidad pública; vivificar una riqueza muerta; desobstruir
los canales de la industria y de la circulación; apegar al país por el amor natural:
vehemente a todo lo propio; ensanchar la patria, crear nuevos y firmes vínculos que
liguen a ella; es, en fin, identificar con el trono excelso de Isabel 11, símbolo del orden
y de la libertad. No es, Señora, ni una fría especulación mercantil, ni una mera
operación de crédito [...]; es un elemento de animación, de vida y de ventura para
España, si puedo explicarme así, el complemento de su resurrección política.
El decreto que voy a tener la honra de someter a la augusta aprobación de V M sobre
la venta de esos bienes adquiridos ya por la nación, así como en su resultado material,
ha de producir el beneficio de minorar la fuerte suma de la deuda pública, es menester
que en su tendencia, en su objeto y aun en los medios por donde aspire a aquel
resultado, se enlace, se encadene, se funde en la alta idea de crear una copiosa familia
de propietarios, cuyos goces y cuya existencia se apoye principalmente en el triunfo
completo de nuestras actuales instituciones.
Art. 1°. Quedan declarados en venta desde ahora todos los bienes raíces de cualquier
clase que hubiesen pertenecido a las comunidades y corporaciones religiosas
extinguidas, y los demás que hayan sido adjudicados a la nación por cualquier título o
motivo, y también todos los que en adelante lo fueren desde el acto de su
adjudicación.
Art. 2°. Se exceptúan de esta medida general los edificios que el gobierno destine par
el servicio público o par a conservar monumentos de las artes o para honrar la
memoria de hazañas nacionales...
Art.3º. Se formará un reglamento sobre el modo de proceder a la venta de estos
bienes, manteniendo en cuanto fuese conveniente y adaptable a las circunstancias
actuales el que decretaron las Cortes en 3 de septiembre de 1820, y añadiendo las
reglas oportunas para la ejecución de las medidas siguientes.
En El Pardo, a 19 de febrero de 1836.”Decreto Real de 19 de febrero de 1836
Texto 2. La desamortización de Madoz.
Ley declarando en estado de venta todos los predios rústicos y urbanos, censos y
foros pertenecientes al Estado, al clero, etc, y cualesquiera otros pertenecientes a
manos muertas.
Doña Isabel II, por la gracia de Dios y la Constitución Reina de las Españas; a todos los
que las presentes vieren y entendieren, sabed que las Cortes constituyentes han
decretado y Nos sancionamos lo siguiente:
1. -Se declaran en estado de venta, con arreglo a las prescripciones de la presente ley,
y sin perjuicio de las cargas y servidumbres a que legítimamente estén sujetos, todos
los predios rústicos y urbanos, censos y foros pertenecientes:
Al Estado, al clero, a las órdenes militares de Santiago, Alcántara, Montesa y San Juan
de Jerusalén; a cofradías, obras pías y santuarios; al secuestro del ex infante don
Carlos, a los propios y comunes de los pueblos, a la beneficencia, a la instrucción
pública y cualesquiera otros pertenecientes a manos muertas, ya estén o no mandados
vender por leyes anteriores...
Ley de 1 de mayo de 1855
Martín, T.: La desamortización. Textos jurídicos. Madrid, 1973.
Texto 3. Distribución sectorial de la población ocupada en España en 1860
Sector 1º 64%
Sector 2º 17%
Sector 3º 19%

.
Texto 4 Algunas opiniones sobre la desamortización
4.1.Pi I Margall. Presidente de la 1ª República.1824/1901.
Por la forma de la enajenación hasta aquí usada, los bienes nacionales han ido a manos
de hombres que han ido manos de hombres que eran ya propietarios territoriales o
de capitalistas que, generalmente hablando, han buscado la tierra no para cultivarla,
sino para hacerse con más seguras rentas. [...] Eran casi condueños (los colonos)
cuando estaba la propiedad en manos de la Iglesia y la nobleza[...]; después han sido
muy otras sus condiciones y suerte.
4.2.Alvaro Flórez Estrada, un prestigioso progresista, critica el modo de poner en
venta los bienes desamortizados. Lamenta que el Estado pierda 1a ocasión de crear
una masa de pequeños campesinos.
"El Estado, sin que se pueda decir cosa en contrario, cumple, igualmente que pagando
de una vez toda su deuda, pagando el interés correspondiente. Sentados estos
antecedentes, la cuestión que hay que resolver es la siguiente: ¿el gobierno debe pagar
de una vez toda su deuda dando fincas en lugar de dinero, o convendrá que arriende
en enfiteusis todas estas fincas y reparta su renta entre los acreedores?
Hacer ver que el segundo método es el único justo, el único compatible con la
prosperidad futura de nuestra industria, el único conveniente a los intereses de los
acreedores, el único popular, y, por consiguiente, ventajoso al sostén del trono de
Isabel II, el único que no perjudica a la clase propietaria, el único, en fin, por cuyo
medio se puede mejorar la suerte de la desgraciada clase proletaria desatendida en
todas épocas y por todos los gobiernos, es lo que me propongo hacer ver (...).
Con el sistema enfitéutico, todas las familias de la clase proletaria serían dueñas del
dominio útil de la tierra que cultivasen, y, por consiguiente, interesadas en sostener las
reformas y el trono de Isabel, pues en ellos verían cifrado su bienestar. Por el
contrario, el sistema de vender las fincas hará la suerte de esta numerosa clase más
desgraciada de lo que es aún en la actualidad, y, por consiguiente, les hará odiosas la
reforma y el orden existente de cosas.
¿Será posible que nuestro gobierno, a costa de tan graves inconvenientes, se
desentienda de abrazar la única medida capaz de sacar a la clase numerosa de la
sociedad del estado de abyección y de miseria en que se halla (...)?
¿Malograría nuestro gobierno la oportunidad rara y sin igual apreciable que se le
presenta, sin tener que vulnerar ningún derecho ni que excitar ninguna queja fundada,
de regenerar España, formando así su Ley Agraria, esto es, distribuyendo del modo
más equitativo y ventajoso la propiedad, que es don de la naturaleza y no producto de
la industria del hombre, de cuya justa distribución penden la consolidación de las
instituciones fundamentales de los pueblos y el bienestar de los asociados?"
En Tomás y Valiente, F.: El marco político de la Desamortización, Barcelona, Ariel.
4. 3. J. Vicens Vives, historiador.
[ ...] La desamortización no cubrió los objetivos principales que se proponía: dar tierra
los labradores pobres en un régimen de utilidad municipal colectiva o de
aprovechamiento particular indefinido (a base de censos enfitéuticos) y desintegrar los
latifundios suridos de la entraña histórica y geográfica del país. Tampoco llegó a
representar para el Estado el maná financiero que esperaban los ministros de Hacienda
liberales. Los fondos se diluyeron a lo largo de los distintos trámites burocráticos,
sobre todo cuando la propiedad quedó reducida a títulos de la deuda, muy fáciles de
escamotear.
Para la burguesía, sin embargo, la desamortización fue una bandera de combate, que
compartieron progresistas y moderados. Ella se benefició de este proceso y lo alentó
hasta el máximo. Compró tierras des vinculadas de la nobleza, concurrió a las subastas
y puso en marcha las explotaciones agrícolas abandonadas por monasterios y
conventos. Católicos fueron los grandes compradores de bienes nacionales;
moderados y conservadores quienes, entre 1833 y 1868, sostuvieron públicamente la
necesidad de la obra desamortizadora.
Vicens Vives, J.: Manual de Historia económica de España. Editorial Vicens Vives,
Barcelona, 1987, p. 577;
4.4. J. Fontana. Historiador
¿Para qué sirvió la desamortización? Desde el punto de vista del gobierno, la respuesta
es relativamente sencilla. En la etapa de Mendizábal, para salvarlo de la bancarrota y
ayudarle a ganar la guerra civil. En la de llamada Ley Madoz (la etapa de 1855 a 1867)
para financiar la construcción de la red ferroviaria [...]. Desde el punto de vista del
crecimiento económico, la respuesta es mucho menos favorable. Las censuras a la
forma en que se llevó a cabo la desamortización parecen plenamente justificadas. Pero
las otras soluciones propuestas, como la cesión en enfiteusis que defendían Flórez
Estrada en 1836 o Claudio Moyano en 1855, eran inviables.
FONTANA, J. Cambio económico y actitudes políticas en la España del siglo XIX
4.5. L. Sánchez Agesta, profesor de Derecho constitucional
EI problema había sido ya planteado, en el orden teórico y en el orden práctico (...),
por la política de regeneración económica del siglo XVIII (...). Los vínculos y
mayorazgos se oponían a la circulación de la propiedad; riquezas de las llamadas
"manos muertas" restringían las posibilidades de la propiedad privada y situaban una
masa de bienes innumerables fuera del mercado
Sánchez Agesta, L.: Historia del constitucionalismo español, Madrid, 1955, p. 28.
4.6. P.Vilar, historiador
En apariencia, la desamortización de manos muertas fue uno de los grandes fenómenos
del siglo [ ...]; pero la discontinuidad de la política (leyes de 1821, 1835, 1854,
suspendidas, respectivamente, en 1823, 1845, 1856), la pobreza de los campesinos y las
costumbres españolas hicieron que la operación no diese por resultado ni la
constitución de grandes dominios bien explotados [ ...], ni de una clase labradora
satisfecha [ ...]. La estructura agraria permaneció inmutable».
Vilar; P: Historia de España. Crítica, Barcelona, 1966, p. 65.
4.7.G. Tortella, historiador económico
“¿Cómo afectó a la agricultura esta operación gigantesca de compraventa de tierras?
Que la afectó grandemente no puede dudarse. Al fin y al cabo, aunque muy
provisionalmente, la extensión de lo vendido se estima en el 50 por ciento de la tierra
cultivable. Herr estima su valor entre el 25 y el 33 por ciento del valor total de la
propiedad inmueble española (...) aunque el supuesto de que la desamortización trajo
consigo una expansión de la superficie cultivada y una agricultura más productiva
parece el más plausible, no debe tomarse como un axioma. Otros factores, tales como
la abolición del diezmo, la supresión de la Mesta, la lenta pero innegable mejora de las
condiciones de transporte y comunicación, las políticas decididamente proteccionistas
en favor del cultivo de cereales a partir de 1820 y el aumento sostenido de la
población pueden haber causado una presión en favor de la extensión y la
intensificación del cultivo tanto o más decisiva que los cambios en la estructura de la
propiedad."
Tortella, G.: El desarrollo de la España contemporánea. Madrid, Alianza, 1995, p. 52
4.8. "La reforma largamente preconizada desde el ocaso del Antiguo Régimen hasta los
tiempos actuales tuvo que encontrarse con el formidable obstáculo que supuso la
inadecuación entre los cambios institucionales realizados para la progresión del modo
de producción capitalista y la carencia de un marco democrático adecuado, con el
inconveniente añadido que conllevaba la realización de algún tipo de reforma agraria
que supusiese el reparto de tierras entre los campesinos (...) La clave que nos permite
entender el fenómeno hay que buscarla en la convergencia de los intereses de la
Corona y la burguesía terrateniente, resuelta en el decreto de 26 de agosto de
1837(...), en donde se substanció el pacto entre la Corona, la nobleza señorial y la
burguesía de cualquier adscripción: terrateniente, mercantil, profesional, financiera...
Las medidas legales, hechas a la medida y conveniencia de los intereses oligárquicos, se
tradujeron, al menos, en los siguientes efectos:
-Se realizó una ficción de " desamortización nobiliaria", aunque sólo Propició la
consolidación de la propiedad de los señoríos de antaño, aunque convertida ahora en
libre e ilimitada
-Se yuguló; de hecho y de derecho, la posibilidad de realizar la reforma agraria, que
necesariamente debería pasar por la creación de pequeñas y medianas propiedades a
expensas de la desmembración de la gran propiedad y, sobre todo, del latifundio.
-Se creó una base social y económica que se vincularía estrechamente al interés de la
Corona y que constituiría su mejor sostén; aunque a escala español, este hecho
constituiría un factor retardatario del desarrollo econ6mico y del progreso social”
SÁNCHEZ, D.: CAMPO Y SOCIEDAD

Texto 5. 5.1.La desamortización eclesiástica y civil entre 1834/1856

CLERO FINCAS Censos y Valor en


Rústicas Urbanas foros Reales
Desamortización eclesiástica
1836/1844 Secular 44852 5901 5312 399.258.967
Regular 66093 7212 73308 503.571.422
1845/1854 Secular 2350 1030 2393 45.380.906
Regular 1381 299 13689 22.465.745
1854/1856 Secular 22351 4576 46946 354.912.492
Regular 2494 629 15468 80.593.951
SUBTOTAL1 139.521 19.467 157.116 1.406.183.483
Desamortización civil
1834/1856 Corporaciones 16859 3327 24434 431.451.459
Estado 5074 661 5803 87.717.26
SUBTOTAL2 21.933 3.988 30.237 519.168.728
TOTAL 161.454 23.635 187.353 1.925.352.211

5.2.Fincas desamortizadas hasta 1844

Provincia Fincas vendidas Millones de reales


Sevilla 6.033 426
Madrid 4.414 282
Córdoba 5.285 191
Valencia 2.093 189
Toledo 14.251 182
Salamanca 2.972 158
Cádiz 1.728 131
Zaragoza 6.630 129
Jaén 6.170 112
Barcelona 508 111
Badajoz 6.844 104
SIMÓN SEGURA, F. La desamortización española en el siglo XIX.

5.3 Expansión agrícola de 1800/1860

Superficie en Producción en Rendimiento Producción por


millares de Ha. millones de Qm. anual (Qm/Ha) habitante
1800 1860 1800 1860 1800 1860 1800 1860
TRIGO 2900 5100 18.30 29.59 6.31 5.80 147 kg. 188 kg.
CEREALES 6100 9000 39.5 55.75 6.47 6.20 371 kg 355 kg
VID 400 1200 3.85 10.30 9.62 9 36 hl 68 hl
OLIVAR 859 0.69 1.44 1.67 6 hl 9 hl

Texto 6. Condiciones ventajosas de la adquisición.


"Los beneficiarlos de la ley de Mendizábal no podían ser otros que los capitalistas
tenedores de títulos de la deuda o capaces de comprarlos en el mercado; o, ampliando
el círculo, la burguesía adinerada de provincias, que invirtió su dinero en la tierra a
través de operaciones fabulosamente lucrativas concertadas al amparo de las subastas
oficiales, fácilmente trucadas y propicias a todo tipo de abusos ya la más ladina
picaresca."
Tomás y Valiente, F: El marco político de la Desamortización, Barcelona, Ariel.
Texto 7. LIBERTAD DE INDUSTRIA...
Deseando remover cuantos obstáculos se opusieron hasta ahora al fomento y
prosperidad de las diferentes industrias: convencida de que las reglas contenidas en los
estatutos y ordenanzas que dirigen las asociaciones gremiales, formadas para
protegerlas, han servido tal vez para acelerar su decadencia; y persuadida de la utilidad
que pueden prestar al Estado dichas corporaciones, consideradas como reuniones de
hombres animados por un interés común para estimular los progresos de las
respectivas industrias, y auxiliarse recíprocamente en sus necesidades, he tenido a
bien, con presencia del expediente instruido sobre el particular, y oído el parecer del
Consejo de Gobierno y del de Ministros, resolver, en nombre de mi amada hija Doña
Isabel II, que todas las
ordenanzas, estatutos o reglamentos peculiares a cada ramo de industria fabril que
rigen hoy, o que se formen en lo sucesivo, hayan de arreglarse para que merezcan la
Real aprobación a las bases siguientes:
1. Las asociaciones gremiales, cualquiera que sea su denominación o su objeto, no
gozan fuero privilegiado, y dependen exclusivamente de la autoridad municipal de cada
pueblo.
2. Esta disposición no es aplicable a las obligaciones mercantiles entre partes, de las
cuales, con arreglo al Código de Comercio, conocerán los tribunales del ramo, donde
los haya.
3. No podrán formarse asociaciones gremiales destinadas a monopolizar el trabajo en
favor de un determinado número de individuos. .
4.Tampoco pueden formarse gremios que vinculen aun determinado número de
personas el tráfico de confites, bollos, bebidas, frutas, verduras ni el de ningún otro
artículo de comer y beber. Exceptúanse de esta disposición los panaderos, visto que
no pueden ejercer esta industria sino en cuanto posean un capital, que la autoridad
municipal determine en cada pueblo para no temer en caso alguno falta de pan.
s. Ninguna ordenanza gremial será aprobada si contiene disposiciones contrarias a la
libertad de la fabricación, a la de la circulación interior de los géneros y frutos del
reino, o a la concurrencia indebida del trabajo y de los capitales.
6. Las ordenanzas particulares de los gremios determinarán la política de los
aprendizajes, y fijarán las reglas que hagan compatibles la instrucción y los progresos
del aprendiz con los derechos de maestro y con las garantías de orden público que
éste debe dar a la autoridad local sobre la conducta de los empleados en sus talleres:
bien entendido que el individuo a quien circunstancias particulares hayan obligado a
hacer fuera del reino, o privadamente en su casa, e1 aprendizaje de, un ,oficio, no
perderá por eso la facultad de presentarse a examen de oficial o maestro, ni de ejercer
su profesión con sujeción a estas bases.
7. El que se halle incorporado en un gremio podrá trasladar su industria a cualquier
punto del reino que le acomode, sin otra formalidad que la de hacerse inscribir en el
gremio del pueblo de su nueva residencia.
8. Todo individuo puede ejercer simultáneamente cuantas industrias posea, sin otra
obligación que la de inscribirse en los gremios respectivos a ellas.
9. Toda ordenanza gremial vigente hoy, o que deba hacerse en lo sucesivo, habrá de
conformarse a las reglas anteriores, y ninguna podrá oponerse en ejecución sin la Real
aprobación.
Tendréislo entendido, y dispondréis lo necesario a su cumplimiento.
En Palacio, a 20-1-1834
Texto 8.
8.1.La ley de ferrocarriles.
"Con la Ley General de Ferrocarriles, los progresistas dejaron patente su convicción
de que la modernización económica del país exigía la transformación del sistema de
transportes. Con su política el gobierno se esforzó por hacer atractivas las inversiones
ferroviarias tanto para el ahorrador nacional, poco acostumbrado a las operaciones
bursátiles, como para el extranjero, que rehuía los valores españoles por su conocida
insolvencia. El éxito de la ley fue rotundo (...) Para 1864, los recursos efectivos de las
compañías ferroviarias totalizaban 1.313 millones de pesetas. Este volumen de capital
era 15 o 16 veces superior al disponible para las industrias manufactureras e
industriales en su conjunto (...) Cuantos han estudiado el caso español han coincidido
en afirmar que la Ley de Ferrocarriles hizo posible la llegada de un volumen
considerable de capitales extranjeros, que de otra forma no hubieran acudido a España
(...)."
Gómez Mendoza, A.: "Transportes y crecimiento económico ( 1830-1890)", en
Sánchez Albornoz, N, (comp.): La modernización económica de España, Madrid,
Alianza,1991,p.119, I
8.2. España, que sólo consume tres millones de quintales de hierro, recibe del
extranjero 1.800.000. Nuestras fábricas a la hora presente habrían podido producir lo
bastante para abastecer el mercado; pero lo ha impedido el estímulo que ha creído
deber darse a las empresas de ferrocarriles, que tienen el privilegio de importar libre
de derechos todo el hierro que necesiten. ¿Cómo se han de hacer pedidos de raíles a
nuestras fábricas? La industria nacional férrea ha visto reducido por esa franquicia a la
tercera parte del consumo su mercado, y no ha podido tener el desenvolvimiento al
que estaba llamada. Lo que debía ser motivo de prosperidad y garantía de vida, ha sido
causa de decadencia y peligro de muerte.
Observaciones que varios fabricantes de hierro hacen sobre la reforma de los
aranceles. (1862)
Texto 9. A cada paso que se da en la costa de Andalucía se descubren elementos de
gran valor para empresas productivas, y afortunadamente el primer ejemplo dado en
Málaga despertó ya la actividad de esta población perspicaz e inteligente que sólo
necesita ser dirigida para operar prodigios en la carrera del progreso industrial. Mas
luego de conseguida aquélla, se tropieza con grandes obstáculos que no alcanzan a
destruir los esfuerzos individuales mejor combinados, porque estriban y se arraigan en
una organización civil viciosa y en leyes fiscales y tributarias absurdas que en ningún
país de Europa, y menos aún en el nuestro, tienden siquiera a secundar las necesidades
de la industria y el momento de la riqueza.
Entre los grandes obstáculos que aquí se experimentan para el establecimiento de
nuevas industrias, uno procede de la falta de combustible del país y de la dificultad de
procurárselo de fuera. Lo primero es un mal inherente al suelo y de largo y difícil
remedio; lo segundo pende de un defecto de la legislación fiscal fácil de ser corregido
en un renglón de los aranceles.
La introducción del carbón de afuera tendería, de una parte, a permitir el reposo de
los montes bajos, el crecimiento de los pastos y la esperanza de futuros bosques, y de
la otra, auxiliaría las nacientes industrias por ser el agente poderoso que necesitan. No
se comprende, pues, el motivo de gravar la entrada del carbón piedra extranjero hasta
el extremo de que resulte más económico consumir las leñas del monte bajo que,
como dejo dicho, arruina la agricultura en su base, que es la producción de estiércoles.
La única razón que se ha dado es proteger por este medio la venta del carbón de
Asturias. Pero si hubiera reflexionado que la adquisición de éste es poco menos que
imposible en las grandes cantidades y con la regularidad y constancia que lo necesitan
las fábricas, se conocería que la protección que reclama la industria carbonera
asturiana depende ,únicamente de facilitar las explotaciones y los transportes, y no del
gravamen al carbón extranjero que imposibilita el inicio de las industrias que no
pueden procurarse otro.
Semanario de la Industria y revista de intereses y de Ultramar, número 10. Madrid, 9.
Texto 10.
10.1 Creación del Banco de España.
Dª Isabel II [...] sabed que las Cortes Constituyentes han decretado y Nos sancionado
lo siguiente:
Art. 1°, El Banco español de San Fernando tomará en lo sucesivo el nombre de Banco
de España. Su duración será la de 25 años, a contar desde la publicación de la presente
ley
Art. 2°, Los Bancos de Barcelona y Cádiz continuarán funcionando hasta el término de
su concesión.
Art. 3°, El Banco de España establecerá en el término de un año sucursales en Alicante,
Bilbao, Coruña, Málaga, Santander; Sevilla, Valencia, Valladolid y Zaragoza, sin perjuicio
de que [...] puedan establecerse Bancos [...] con los mismos privilegios que la presente
ley concede al de España.
Art 4°, En cada localidad sólo podrá crearse un establecimiento de emisión, bien sea
Banco particular; bien sucursal del de España, [...]
Art. 9°, El Banco de España, los de Cádiz y Barcelona, y los que se constituyan en la
Península e islas adyacentes, en virtud de la presente ley, quedan facultados para emitir
una suma de billetes al portador igual al triple de su capital efectivo [...]
Art, 14°, Los Bancos se ocuparán en descontar; girar; prestar; llevar cuentas
corrientes, ejecutar cobranzas, recibir depósitos, contratar con el Gobierno y sus
dependencias competentemente autorizadas, sin que queden nunca en descubierto, [...]
Art. 18°, El Gobierno de S, M, nombrará un Gobernador para el Banco de España, y
los Comisarios regios de los de Cádiz, Barcelona y demás que se creen [...]»,
Gaceta de Madrid, 29 de enero de 1856,
10.2 Ley de Sociedades de Crédito
Art. 4. Las operaciones de las sociedades de crédito podrán extenderse a los objetos
siguientes:
1. Suscribir o contratar empréstitos con el Gobierno, corporaciones provinciales o
municipales, y adquirir fondos públicos y acciones u obligaciones de toda clase de
empresas industriales o de crédito.
2. Crear toda clase de empresas de caminos de hierro, canales, fábricas, minas,
dársenas, alambrado, desmontes y roturaciones, riegos, desagües y cualesquiera otras
empresas industriales o de utilidad pública.
3. Practicar la fusión y transformación de toda clase de sociedades mercantiles, y
encargarse de la emisión de acciones u obligaciones de las mismas.
4. Administrar, recaudar o arrendar toda clase de contribuciones y empresas de obras
públicas, y ceder o ejecutar los contratos suscritos al efecto con la aprobación del
Gobierno.
5. Emitir obligaciones de la sociedad por una cantidad igual a la que se haya empleado y
exista representada por valores en cartera por efecto de las operaciones de que traten
los párrafos primero, segundo, tercero y cuarto de este artículo.
6. Vender o dar en garantía todos los valores, acciones u obligaciones adquiridos por la
sociedad, y cambiarlos cuando lo juzgue conveniente.
7. Prestar sobre efectos públicos, acciones u obligaciones, géneros, frutos, cosechas,
fincas, fábricas, buques y sus cargamentos y otros valores, y abrir créditos en cuenta
corriente, recibiendo en garantía efectos de igual clase.
8. Efectuar por cuenta de otras sociedades o personas toda clase de cobros y pagos, y
ejecutar cualquiera otra operación por cuenta ajena.
9. Recibir en depósito toda clase de valores en papel y metálico, y llevar cuentas
corrientes con cualesquiera corporaciones, sociedades o personas.
Ley de Sociedades de Crédito.28-1-1856
Texto 11
11.1 Carbón, carbón, carbón y siempre carbón es lo que necesitamos ahora! Este
combustible ha de ser el elemento de nuestra felicidad, la base de toda nuestra
industria (. ..) En habiendo carbón hay bombas de vapor, y en habiendo bombas se hace
cuanto se quiere con abundancia, equidad y presteza. La aplicación química del fuego
mediante el vapor de agua debe causar antes de dos siglos una revolución
extraordinaria en los progresos de la civilización.
GONZÁLEZ AZAOLA, G.: Hornaguera y hierro, 1829.

11.2 Consumo, producción e importación de carbón en España.


PERIODO CONSUMO IMPORTACIÓN % PRODUCCIÓN %
(miles de Tm )
1861/1865 4.207 54 46
1866/1875 5.777 55 45
1871/1875 5.782 43 57
NADAL, J.: El fracaso de la revolución industrial en España.
11.3. Producción de hierro colado (media anual en miles de toneladas).
AÑO ESPAÑA FRANCIA GRAN BRETAÑA
1860/1864 45 1065 4152
1865/1869 42 1262 4904
Nadal, J.: El fracaso de la revolución industrial en España, Ariel, Barcelona, 1975.

Texto 12. Principales productos del comercio exterior en %


EXPORTACIONES IMPORTACIONES
1827 1890 1827 1890
Aceite 17 Vino 23.1 Tejido de algodón 21.3 Algodón en rama
9.1
Vino16.6 Plomo 7 Tejido de lino 12.6 Carbón 6.1
Lana 9.6 Hierro, mineral 5.9 Azúcar 9.5 Trigo 5.4
Plomo 7.4 Tejido de algodón Tejido de lana 6.2 Maderas 4.8
5.3
Aguardiente 6 Corcho 3.8 Algodón en rama 5.6 Tabaco 3.9
Pasas 5.5 Cobre, mineral 2.5 Tejidos de seda 5.6 Maquinaria 3.8
Harina 3 Pasas 2.4 Lino, cáñamo 3.7 Azúcar 3.6
Corcho 2.9 Naranjas 2.4 Maderas 3.6 Bacalao 3
Tejido de seda 2.8 Aceite 2.2 Bacalao 3.5 Hierro y acero 2.8
Naranjas 2.7 Calzado 2.1 Canela 3.3 Prods. químicos 2.2
Seda 2.6 Ganado 2 Cacao 3.1 Tejidos de lana 2.1
Barrilla 2.4 Lana 1.8 Cuero y pieles 2.8 Cueros y pieles 1.9
Papel 1.6 Uvas 1.7 Tintes 1.4 Cacao 1.6
Almendras 1.3 Almendras 1.3 Manufacturas de hierro Café 1.5
1.2
Total 81.4 Total 72 Total 83.4 Total 51.8
Prados de la Escosura, L.: De imperio a Nación, 1988
Texto 13. Proteccionismo y librecambio
13.1.Los accionistas más instruidos o más advertidos por las ventajosas prácticas
extranjeras, se decidieron por la construcción de hornos altos alimentados por carbón
de leña; y para afinación por el carbón de piedra, a la manera que lo hace la Inglaterra.
Tropezóse muy luego con el grave inconveniente de que la afinación por este
combustible era más cara que por el carbón vegetal (...). La experiencia mostró que el
hierro salía demasiado caro y que aunque fuera mejor que el de Vizcaya del
extranjero, no podía competir con él en precio. ¿No hubiera sido entonces muy justa
la pretensión de que se aumentaran los derechos de aquéllos? Pues ni lo intentaron. (.
..) El poco fruto de ensayos tan repetidos y dolorosos desalentó a los accionistas ( ...)
porque ya las acciones envilecidas se expedían a muy poco dinero, y la fábrica carecía
aún de los fondos necesarios para evitar o retardar su próxima ruina. (...)
Más desgraciada aún que las ferrerías de la Concepción y Constancia ha sido la del
Pedroso, que por espacio de 23 años ha estado batallando con todo género de
dificultades y haciendo continuos e inmensos desembolsos, cuyos intereses no ha
podido pagar hasta ahora (. ..). La chapa del Pedroso era de la mejor calidad pero no
podía competir en el precio con la extranjera. Un aumento de los derechos de ésta
bastaría para hacernos independientes de ella y acaso no transcurriría mucho tiempo
sin que hiciese iguales o mayores progresos en la hoja de lata, en el acero, en los
cables de hierro y otros productos.
GUTIÉRREZ, M. Ma.: Nuevas consideraciones sobre libertad absoluta de comercio,
1839.
13.2 He dicho al principio que la escasez de cok y el subido precio que se presenta en
los puertos de Cartagena y Aguilas es la causa de la suspensión del beneficio en 28
fábricas (. ..). Así, me atrevo a indicar a V.I. la conveniencia de que el Gobierno de S.M.
eximiese por un tiempo determinado al cok inglés de los derechos de entrada, lo que
no creo perjudique a nuestra industria carbonera, porque hasta ahora no puede
competir con éste el cok asturiano y los ensayos con él han sido poco felices (...).
Dejo ahora a las superiores luces de V.I. el deducir si las consideraciones expuestas en
favor de la libre entrada de cok por un tiempo determinado, son o no fundadas y si las
ventajas dichas compensarán la baja que ha de tener la renta de Aduanas.
ARCINIEGA, J.: Memoria sobre las fábricas de fundición de plomo en la provincia de
Murcia, 1854.

Texto 14. Ingresos, gastos y saldo presupuestario del Estado (millones de pesetas)
AÑO INGRESOS GASTOS SALDO
1836 157 228 -71
1843 216 319 -103
1854 352 379 -27
1860 503 612 -109
1870 471 804 -332

Texto 15. Tasas de analfabetismo en %.


AÑO ESPAÑA FRANCIA INGLATERRA ITALIA RUSIA
1850 75 42 38 75 90
1860 73 37 31 72 88
1870 71 32 24 69 86

Texto 16. El desarrollo urbano.


En el último tercio del siglo XIX, el proceso de urbanización en España se acelera de
manera notable, aunque desigual. Crecen espectacularmente ciudades como Bilbao,
Barcelona y Valencia, mientras que otras, como Madrid, Zaragoza y Cartagena, lo
hacen de manera más pausada. El porcentaje de las trece mayores ciudades pasa del
9,45 a112,06 por 100 sobre el total español entre ambas fechas.”las ciudades el
microcosmos en que se gesta -y en que, al mismo tiempo, se refleja de manera
inmediata- el conjunto de transformaciones que confieren su fisonomía a la década de
los ochenta (...). La estructura material de la ciudad queda pequeña; se hace necesario
un ensanche destinado a dar alojamiento a sus nuevas muchedumbres (...). Los
«ensanches» de Barcelona y de Madrid, de Bilbao San Sebastián, de Valencia y de tantas
otras poblaciones supondrán otros tantos desafíos urbanísticos a los cuales harán
frente los arquitectos españoles de la época con fortuna variable, pero generalmente
con imaginación y buen conocimiento de los problemas –ejemplo “La Ciudad Lineal”,
proyectada para Madrid a partir 1892 por Arturo Soria."
Jover Zamora, J. M.: "La época de la Restauración Panorama político-social 1875-1902
en Tuñón de Lara, M. (dir.): Historia de España. vol. VIII, Barcelona, Labor, 1983, pag.
323 y ss.
Texto 17. El capital exterior en la minería andaluza.
La presencia de capital extranjero -particularmente el inglés- en el desarrollo de la
minería andaluza fue en aumento a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX.
Mercurio, plomo y cobre experimentaron un sensible aumento de la demanda mundial
con el desarrollo de la llamada segunda revolución industrial. Así, Pereire adquiere en
1855 la Cie. de Mines de Cuivre, de Huelva; Rothschild adquiere Tharsis Sulphur and
Copper Minesl Ltd. (1866) y The Riotinto Company Ltd. (1873). Por su parte, The
Marbella Iron Ore adquirió las minas de hierro de Granada, Málaga y Almería a la
familia Heredia. De esta manera, el mineral andaluz llegó a constituir a finales de siglo
prácticamente la mitad del total de las exportaciones españolas; pero esto no se
tradujo en inversiones industriales. Caso diferente fue el ocurrido el País Vasco. (Nota
del autor)
Texto 18
El éxito económico más notable de la primera mitad del siglo XIX fue la consolidación
y el desarrollo del complejo industrial de Cataluña. La industria catalana no era, ni
mucho menos, exclusivamente textil ni estaba concentrada en torno a Barcelona,
como implica la expresión que se le aplicaba de "Manchester española". Había
importantes empresas textiles y curtidurías en muchas ciudades catalanas. Había
muchas fábricas más bien pequeñas dedicadas a la producción de jabón y papel, siendo
ambos artículos importantes en el comercio colonial. En los años cuarenta se hicieron
diversos intentos de establecer una industria metalúrgica a gran escala. Sin embargo,
fue la concentración de una industria algodonera ( fenómeno nuevo, ya que la industria
lanera había estado muy dispersada) lo que cambió el aspecto de Barcelona: los
grabados de los años cincuenta muestran el viejo puerto rodeado de las chimeneas de
las fábricas.
El primer cuarto de siglo no hacía presagiar tales progresos. La depresión, la
contracción de los mercados, la guerra y la deflación habían arruinado los modernos
establecimientos algodoneros construidos entre 1803 y 1808, dejando la industria
catalana en manos de artesanos agobiados. Durante la guerra de la independencia,
parte de los beneficios fueron bombeados hacia Francia como consecuencia de la
decisión de Napoleón de convertir la economía catalana en una economía satélite. Una
recesión europea y el alud de productos textiles; franceses de contrabando que asoló
España en la estela de los ejércitos galos en 1823 [como en 1808] acabaron con el
resurgir que caracterizó la era de gobierno constitucional ( 1820-1823)...
Hubo una mejora evidente de la situación en 1827 y la expansión subsiguiente dejó
afianzada la indiscutible supremacía de la industria algodonera catalana. Los catalanes
visitaron Inglaterra y Francia, modernizando su maquinaria anticuada entre 1830 y
1840; la producción de algodón casi se triplicó y en los cinco años siguientes dobló
nuevamente. La industria, cuya fuente de energía se limitaba todavía al caballo y al agua,
inició en la década siguiente la lucha por convertirse en una industria accionada por
vapor. La fábrica Bonaplata, “El Vapor", no era únicamente una fábrica que funcionaba
con máquinas de vapor, sino también un taller con fundición de hierro en donde se
podía construir y reparar la maquinaria textil. El proceso de transformación se retardó
debido a la falta de capital y a las destrucciones de máquinas.
CARR, Raymond: "Historia de España",en Oxford History of Modern Europe, 1966
Texto 19.
El problema básico consistió en la inadaptación del sistema político y social a las nuevas
realidades económicas planteadas después de la pérdida de las posesiones
continentales de América [...]. Para desarrollarse, la industria decimonónica debiera
haber contado con un mercado interior en estado de formación avanzado. Este
mercado hubiera exigido, a su vez, un cierto grado de división del trabajo. Al fallar
ambas condiciones, cada sector hubo de desenvolverse por su cuenta, sin llegar a
componer, entre todos, una verdadera economía nacional. La hulla de Asturias no
encontraba compradores, en tanto que por falta de carbón, los campesinos de tierras
de pan llevar quemaban en los hogares la paja tan necesaria para el abonado de los
predios: estancamiento del sector energético y tradicionalismo del sector agrario,
incapaces de darse recíprocamente la mano que unos y otros necesitaban. Los granos
castellanos se pudrían en los graneros del interior, mientras Cataluña o Valencia
gastaban cantidades ingentes en la adquisición de trigos extranjeros.
NADAL, J. El fracaso de la revolución industrial en España, Barcelona, Ariel,1975
Texto 20. El País Vasco mira hacia Inglaterra.
La exportación de mineral de hierro a Inglaterra fue una importante fuente de
acumulación de capital que derivó hacia una industria autóctona. "El propio The
Economist expresaba la preocupación por la dependencia británica del mineral español
en los siguientes términos: «No pudiendo encontrar fuentes alternativas de
abastecimiento, los acereros ingleses y galeses han invertido enormes sumas en el
desarrollo de los excepcionales recursos minerales del norte de España, quizá el país
europeo más revolucionario e inestable y, por lo tanto, el país en el que sus
inversiones habían de correr un mayor riesgo». España obtuvo de esta relación
comercial resultados, por el contrario, claramente positivos. La gran oportunidad de
vender a altos precios recursos mineros que iban siendo progresivamente desplazados
por nuevos procedimientos tecnológicos posibilitó una fuerte acumulación de capital
vasco. Pero, además, el País Vasco se benefició de la trasferencia de tecnología
avanzada a un coste mínimo (...)."
Fraile, P.: "El País Vasco y el mercado mundial,1900-1930" , en Sánchez"Albornoz, N.
(comp.): La modernización económica de España 1830- 1930,Madrid, Alianza, 1991, p.
236.
Texto 21. Estructura de la producción industrial en España. Participación sectorial (%)

Año Alimentación Textil Metalurgia Minería Química Cuero Papel


1856 56.20 23.04 3.76 5.14 5.46 3.78 2.62
1900 41.40 26.48 9.58 9.67 4.17 2.95 5.75

(...) la industrialización española en el siglo XIX no se estancó, pero procedió a ritmo


tan lento que, al acabar el periodo, en 1910, los niveles de industrialización españoles
estaban entre los más bajos de Europa. En la Europa industrial del siglo XIX, como en
el país de A través del espejo, había que correr a toda velocidad para seguir en el
mismo sitio: España, evidentemente, no corrió lo bastante.
Tortella Casares, G.: El desarrollo de la España contemporánea, Madrid, alianza, 1995,
Págs. 80/98.
Texto 22.
(...) la carencia de capitales que la agricultura, salvo el viñedo, no permite constituir y
tampoco podría lograrse en el comercio que, con la pérdida de las colonias había
sufrido un decisivo colapso en sus actividades. La dependencia del capitalismo europeo
y de la ayuda estatal...
2. La limitación del crecimiento demográfico que, combinado con una explotación
agrícola primitiva, mantuvo a la mayoría de la población, 62.8 % en 1860, en el sector
primario...
4. La insuficiencia de los recursos energéticos, debido a las dificultades de explotación
y a la baja calidad del carbón asturiano, creó desde el primer momento una estrecha
dependencia de la industria respecto a las fuentes de abastecimiento exteriores...
5.El bajo nivel cultural, que se refleja en un porcentaje del 80% de analfabetos en 1860,
frente al 32% de Francia en 1861, o el 30/33% en Inglaterra en 1850.
Artola, M.: La burguesía revolucionaria, 1808/1869, Alianza, Madrid, 1973.
Texto 23.
Las causas de este atraso relativo han preocupado a los historiadores y economista,
que se han interrogado sobre la “decadencia económica de España”. Se han ofrecido
explicaciones que van desde una misteriosa incapacidad del hispano para la empresa
económica (...) hasta la supuesta conjura internacional contra España que se inicia en el
siglo XVI, pasando por explicaciones geográficas, psicológicas, políticas y jurídicas...
(...) En el atraso relativo de la agricultura mediterránea tiene que verse una de las
explicaciones fundamentales de la lentitud de su revolución industrial, y en este
aspecto España no es ninguna excepción (...). Así, el estancamiento agrícola,
estrechamente conectado con el anquilosamiento de las estructuras sociales y
políticas, constituye la mayor diferencia entre la Europa mediterránea y la Europa del
Norte (...)
Tortella Casares, G.: “La economía española, 1830/1900”, en Tuñón de Lara, M. (dir.):
Historia de España, Vol. VIII: Barcelona, 1981.
Texto 24. Ferrocarriles y crecimiento económico.
24.1 En el caso español, la alternativa no parece haberse planteado entre ferrocarriles
e industria ( ...) sino entre un sistema ferroviario y otro sistema ferroviario. La red, en
su segunda fase por lo menos (la que va de la ley de 1855 a la crisis de 1866) se
construyó deprisa y sin pensarlo mucho porque el negocio estaba ahí: en construirlo.
El futuro importaba poco, ya que, con independencia de los resultados económicos de
la explotación, el enorme pararrayos estatal (subvenciones cuantiosas, impunidad para
las compañías que no pagasen dividendos, autorizaciones para convertir la emisión de
obligaciones en bola de nieve) había de cubrir todos los riesgos (...)
Traído de fuera, levantado con recursos foráneos y aupado por las facilidades
descritas, el modelo ferroviario aplicado a España hubo de mostrarse, muy pronto,
como inadecuado a las necesidades indígenas. ( ...) Por un lado, la filosofía que lo
inspiró exigía unos niveles de producción y un grado de división del trabajo que España
distaba de haber alcanzado. (...) Por otro, el trazado de la red tuvo poco en cuenta las
conveniencias de la circulación interior (...)
Desde su origen, el grueso del tendido ferroviario estuvo pensado como instrumento
de colonización y de explotación, mucho más que como instrumento de auténtico
desarrollo. Un vicio del sistema de transportes hispano que ya no se podía corregir,
pero que tampoco puede sorprender, si se consideran las condiciones y las presiones
bajo las cuales fue gestada la ley general de junio de 1855.
NADAL, J. : El fracaso de la revolución industrial en España, 1814-1913, 1975.
24.2.Toda valoración de la política económica de los años de 1850 debe plantear,
como punto de partida, una discusión sobre la decisión de construir una red férrea.
¿Era realmente urgente en la España de mediados del siglo XIX mejorar la calidad de
los transportes internos? No creo que existan demasiadas dudas acerca de ello. (...) El
transporte estrangulaba toda iniciativa e impedía la articulación del mercado nacional,
condición necesaria para lograr una mayor división del trabajo y especialización
regional.
( ...) si bien el ferrocarril se hizo esperar, su llegada a España no defraudó porque no
tenía competidores. A este respecto hay que insistir sobre la oportunidad de la acción
del Estado, no exenta, por otra parte, de imperfecciones, y sobre el papel muy positivo
que desempeñaron los inversores extranjeros. Al colocar sus capitales en España,
hicieron posible la llegada de una tecnología, de la que carecía el país, que entró al
servicio fundamentalmente de los españoles y no al servicio de sus propios intereses,
ya que los clientes principales del ferrocarril fueron los usuarios del ferrocarril. (...)
A pesar de ser uno de los grandes inventos técnicos del siglo XIX, el ferrocarril no
consiguió convertirse en la panacea capaz de eliminar los obstáculos que se
interponían ante la modernización de la economía española. España continuó rezagada
con relación a las naciones más industrializadas de Europa, pero, en cualquier caso,
parece claro que, de no haber contado con el ferrocarril su atraso habría sido mayor.
GÓMEZ MENDOZA, A.: Ferrocarril, industria y mercado en la modernización de
España, 1989.
24.3¿Por qué se tardó tanto en construir el ferrocarril en un país que tanto lo
necesitaba? La respuesta es que se combinaron el círculo vicioso del subdesarrollo con
la inepcia y la inercia gubernamentales (...)
Las cosas cambiaron con la llegada al poder de los progresistas, que eran un partido en
favor del desarrollo económico y de la importación de capital. Los progresistas
consideraban que el ferrocarril era una parte esencial en la modernización de la
economía española (fin que ellos perseguían explícitamente) y para lograr la
construcción de la red estaban dispuestos a volcar todos los recursos necesarios,
nacionales o importados.
Ahora bien, que el ferrocarril fuera indispensable no quiere decir que hubiera que
pagar por él cualquier precio ni que hubiera de construirse a cualquier ritmo ni de
cualquier manera. La red ferroviaria española empezó a construirse demasiado tarde y
después, en el decenio 1856-66, se emprendió con excesiva precipitación. Las
consecuencias de tal premura fueron una planeación ineficiente, una financiación
inadecuada y un trazado especulativo que dieron como consecuencia una
infraestructura física y una estructura empresarial endebles.(...)
A la velocidad de la construcción se sacrificaron muchas cosas; y cuando las grandes
líneas troncales empezaron a estar terminadas a partir de 1864 se comprobó que las
expectativas de beneficios de la explotación quedaban defraudadas: los ingresos no
bastaban ni para cubrir los gastos, y menos aún para restituir los capitales invertidos.
TORTELLA, G.: El desarrollo de la España contemporánea. En Historia económica de
los siglos XIX y XX, 1994.
Texto 25. Balance de la economía española a mediados del siglo XIX.
25.1. En el campo de la economía estricta, los moderados iniciaron el equipamiento
industrial moderno, favorecieron la construcción de ferrocarriles, apoyaron la industria
textil y desarrollaron el capitalismo financiero.
Además, en este momento se suelda el triángulo que hasta 1931, por lo menos, va a
regir las actividades económicas y políticas del país. Tal triángulo tiene un vértice en la
industria textil catalana, otro en la agricultura castellana (y andaluza, por tanto) y un
tercero en los ferreteros vascos. Siderúrgicos, cerealistas y algodoneros constituyen
un sólido triángulo, mucho, más efectivo que cualquier combinación ministerial, política
o militar. Ellos son los que mandan.
Vicens Vives, J.: Historia económica de España. Vicens Vives, Barcelona, 1991, p. 557.
25.2 En definitiva, el subdesarrollo echaba sus raíces en España. Por una parte, las
potencias económicas europeas, como Francia e Inglaterra, le adjudicaban a España un
papel en la división internacional del trabajo como abastecedor de materias primas y
mercado para sus productos y maquinarias. Por otra parte, la distorsión de un
mercado nacional, escasamente profundizado en las relaciones de intercambio de
mercancías, permitía que las inversiones extranjeras se dirigieran hacia los sectores
clave de la economía y de los recursos nacionales. Distorsión que se acrecienta a su
vez con las relaciones desiguales de intercambio industrial y comercial con el mercado
europeo.
Pérez Garzón, J. s.: Crisis del feudalismo y revolución burguesa. En Historia de España,
Historia 16, Madrid, 1986, p. 816.
25.3 A mediados del siglo XIX España se encontraba con un considerable retraso
económico general en el que influían de forma inmediata problemas específicamente
monetarios, como la heterogeneidad de monedas y la intensa circulación de dinero
extranjero, la falta de unidad del sistema monetario, el déficit de la balanza comercial,
la escasez de acuñaciones y de moneda metálica, la carencia de fuentes de metales
preciosos, escasa base para una circulación de billetes
y el bajo desarrollo de las instituciones de crédito.
Sánchez Jiménez, J.: La España contemporánea. Istmo, Vol. I, Madrid, 1991, Pág. 343.

6.MAPAS.
Principales instalaciones siderúrgicas hacia 1866.

España urbana e industrial: ciudades, minería y ferrocarril.

LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DEL SIGLO XIX.


EL MOVIMIENTO OBRERO
Texto 1. La sociedad española en 1860.
PROFESIONES Y OFICIOS. POBLACIÓN
ECLESIÁSTICOS Y RELIGIOSOS. 63.300
EMPLEADOS 63.000
EJÉRCITO 158.000
CATEDRÁTICOS Y MAESTROS 26.600
ABOGADOS, NOTARIOS, ETC. 19.500
PROPIETARIOS 1.466.000
ARRENDATARIOS 510.000
DEDICADOS AL COMERCIO 72.000
FABRICANTES 13.500
ARTESANOS 665.000
JORNALEROS DE FÁBRICAS 154.000
JORNALEROS DEL CAMPO 2.400.000
SIRVIENTES 818.000
POBRES DE SOLEMNIDAD 260.000
Texto 2. La miseria del campesinado jornalero.
La precariedad de la vida de los jornaleros del campo fue también objeto de
numerosos informes en esos años. "En 1901, el trabajador agrícola andaluz (...) sea el
que fuere su trabajo, gana por término medio un jornal de 1,75 Ptas. cuando trabaja.
Cantidad que en sí misma es insuficiente para atender las más perentorias necesidades
de la vida (...).
Gastos diarios en general para una familia obrera campesina de 4 miembros:
Alimentación (pan y aceite) 1,32 Ptas.
Cuarto-habitación 0, 11 Ptas.
Botica y médico 0,04 Ptas.
Vestido 0,20 Ptas.
Suma total del gasto diario 1,67 Ptas.
Suponiendo, además, que tuviera trabajo todos los días del año y gana un jornal de
1,75 Ptas. le quedarían 0,08 céntimos diarios, que hacen una suma total de 29,20
Ptas..Con las cuales tendría que hacer frente a otra serie de gastos, como son: otros
alimentos indispensables, provisión de leña, lavado de ropas, composturas, compra de
herramientas de labranza, etc.
Este pequeño superávit, tan exiguo, se obtiene suponiendo que trabajara durante 365
días y que cobrara siempre 1,75 Ptas. diarias, cosas ambas que no se daban en realidad,
con lo que se hacía imposible la satisfacción del escaso número de necesidades que
enuncio (...)."
Romeu, F.: Las clases trabajadoras en España, Madrid, Taurus, 1970 p. 79.
Texto 3 . Gastos de alimentación de una familia en 1856, expresados en reales.
Pan Importe.
diario 1,200 kg de pan para los 1.41
padres.
0,800 kg para los niños a 1, 0.94
175 reales
Suma 2.35
Los niños un pedazo de pan
Almuerzo y un vaso de agua
Los padres un pedazo de
pan y una sardina salada a 0, 0.24
12 reales
Comida 0,400 kg de habichuelas, a
1,75 el kg 0.70
0,00251itros de aceite a 5,
12 reales el litro 0.13
Suma 0.83
Cena 1,400 kg de patatas a 0,59
reales el kg 0.82
0,025 litros de aceite a 5,
12 reales el litro 0.13
0,035 litros de aceite para
el candil, a 5, 12 reales el 0.18
litro 1.13
Suma
Total Diario: 4.55
Total Anual 1660.75
Texto 4. La pobreza expresada en reales.
Las condiciones de vida de las clases trabajadoras en la España de fin de siglo nos son
conocidas a través de los Informes de la Comisión de Reformas Sociales –creada por
Real Decreto de 5 de diciembre de 1883- y de testimonios de numerosos autores. En
conjunto, los niveles de salarios no llegan a cubrir los gastos mínimos de subsistencia
de una familia obrera.
“Salarios en Barcelona ( 1900)":
Albañiles 16 reales diarios
Carpinteros 16'75 reales diarios
Mecánicos 17 reales diarios
Peones 10 reales diarios.
Tomando como referencia el presupuesto de alimentación de primera necesidad,
bacalao, pan, patatas, judías, huevos, aceite y vino, de una familia de cuatro personas,
los gastos se elevan a 14,50 reales...”
“Quedaban pocos cuartos para atender a las necesidades de indumentaria y habitación.
No comer carne más que en las fiestas señaladas, ayudarse con el trabajo de la mujer y
los hijos, malvivir en un rincón de un piso realquilado, tales parecen ser las condiciones
en que se cierra el ochocientos para el obrero en Cataluña. Y si los negocios van mal,
entonces sobreviene el paro forzoso y la miseria” (V.Vives).”
Romeu, F.: Las clases trabajadoras en España, Madrid, Taurus, 1970 p. 51.
Texto 5.
5.1. ¿Creéis que el hombre posee ya todas las garantías a que tiene derecho? (...) Y en
el dominio de la producción, Juan, que es jornalero y representa en la sociedad la clase
más útil y numerosa, ¿con qué garantías cuenta el infeliz para asegurar el pan a su
familia y evitar que en los rigores del invierno caiga con él en una miseria afrentosa? ,
¿para saborear esos derechos que por mofa parece que le dais? ¿No es en verdad un
insulto decir al hombre que pasa un día y otro día, un mes y otro mes, un año y otro
año, hiele, llueva, nieve o el sol del estío abrase, siempre inclinado hacia la tierra,
deformando su cuerpo, corrompiendo sus costumbres, desgastando su actividad, y al
que por castigo de un trabajo de tanta importancia lo condenáis al suplicio de oír los
gritos penetrantes de su esposa y de sus hijos que piden vestido o alimento; no es un
insulto, repito, decir a este desgraciado: " Puedes cocer el pan donde te dé la gana,
matar la caza que viva de tus tierras, aspirar como otro cualquiera a los altos puestos
del Estado; ya todos somos iguales...?
5.2. Y esos obreros, bravos peones de la industria que crean las maravillas que os
asombran (...) que doman el hierro, los metales y las masa calcáreas (...) ¿qué garantía
os deben para evitar que la semana próxima, (...), por una crisis de las mil que produce
vuestra fatal organización económica (...) tengan que cruzarse de brazos, asistir
impotente a los lloros de sus familias...?. ¿Aquí concluyen sus derechos? ¿Aquí su
libertad?.
Cámara, S. La cuestión social.
Texto 6.
Es preciso entrar en estas habitaciones para formarse una idea de su insalubridad (, ..)
Apenas se encuentra una de estas chozas con ventilación, con embaldosado, con
fogones ni hogares, ni aun con chimeneas para la salida de los humos, ni localidad sino
para un matrimonio con sus dos hijos pequeños' pues bien en estas pocilgas suelen ha
bitar 3, 4, 5 familias, con 18 ó 24 personas de ambos sexos (, ..) Si con arreglo a la
ordenanza municipal no se consintieran en estas pocilgas más personas que las que
permiten los cuarenta pies superficiales por cada una, no podrían exigir los
propietarios el exorbitante arriendo que sacan (...) y con semejante tráfico descuidan
mejorar los edificios, seguros de que la reedificación no les produciría una ganancia tan
usuraria.
Su Ermitaño. Reseña histórica de Chamberí. (Madrid, 1852)
Texto 7. Vida media según clase social
Clase rica Clase menestral Clase jornalera
Varones 38.33 25.44 19.68
Hembras 34.11 24.90 27.43
Figuerola, L: Estadística de Barcelona, 1849

Texto 8.Una tarde en el Madrid de 1843


«A las cinco vuelve la animación, que va en aumento en las horas posteriores. Entonces
ya se prescinde en general de todas las condiciones; los toros, las meriendas y
volatines ofrecen diversiones a todas las clases; en el Prado luce la sociedad elegante,
los brillantes trenes y la esmerada compostura; la multitud, esparciéndose fuera de las
puertas, busca los paseos adecuados a sus gustos. Todos permanecen en ellos hasta
que la noche se acerca; y mientras que unos se retiran a sus modestas habitaciones
asentarse a sus puertas y cantar al son de su guitarra o la de los músicos ciegos, otros
pueblan los cafés y los billares. Las tertulias o pequeñas reuniones de confianza ofrecen
entretanto su sencilla franqueza, y los teatros, liceos y casinos, el punto de reunión de
las gentes de buen tono. La multitud va disminuyendo en las calles; los barrios
apartados permanecen solitarios y sólo los del centro ofrecen todavía vida hasta
después de cerrados los teatros. La mayor parte vuelve a sus casas a disfrutar del
reposo; pero otra parte prolonga la vida que hurtaron al día, ostentando en tertulias
elegantes sus estudiados adornos, o arruinándose en juegos reprobados.»
Ramón Mesonero Romanos: Manual de Madrid, Madrid, 1843, p. 1 17.

Texto 9.
(...) ¿Cómo viven las mujeres hoy? ¿Qué son para nosostros los hombres? Si la mujer
pertenece a la clase alta, es un senclllo objeto de lujo con unos derechos muy
restringidos. Lectura, escritura, un poco de historia y geografía, pintura, un par de
idiomas, música, baile, unas nociones de costura y una gran dosis de religión. De ahí no
pasa. Con esto tiene suficiente para lucir en los salones de contratación de
matrimonios (...) se le perdonará que olvide lo poco que ha aprendido en la escuela,
pero no se le perdonará que deje de vestir a la última moda. De una gran señora se
dice siempre: "viste muy bien", “es muy elegante", pero pocas veces puede decirse que
es inteligente (...). Es cierto que las leyes le dan el derecho de heredar y poseer bienes,
pero en muchos casos no puede disponer de ellos sin el consentimiento del padre o el
marido. (...)
Tristísima es la condición de la mujer obrera (...). Apenas acaba de salir de la cuna que
ya se ocupa de las tareas domésticas o de ir al taller. ( ...) Y allí cose, teje, padece y se
agota, y suda sangre y agua, debilitando su organismo durante diez o más horas para
llevar al final de la semana unas monedas que no son suficientes ni para pagar al médico
o al boticario, que curen las enfermedades contraídas durante el trabajo. (...)
Añadid a todas estas miserias de orden económico las amarguras de su condición
moral y el abandono intelectual que padece, tanto si es pobre como rica, y no digamos
si la mujer es esclava de un esclavo. (. ..) Ella nada sabe de sus derechos, sobre ella sólo
recaen deberes (...). Deberes de sumisión, deberes de obediencia, deberes de
resignación, deberes de hija, deberes de esposa, deberes de madre, siempre deberes y
más deberes.
"A las mujeres". Conferencia de José F. Prat dirigida al Centro Obrero de Barcelona.
(1903)
Texto 10.
La institutriz debe enseñarles a la par que la suave y dulce modestia de las costumbres,
las gracias seductoras del Buen Tono (...). Además las enseñará a leer y escribir,
gramática, geografía y labores de utilidad y adorno ( ...) . Embelleced a la vez que
vuestro espíritu vuestra casa con labores delicadas y primorosas y vuestras personas
con lindos trajes, producto de vuestra habilidad y veréis cómo siendo bellas y buenas
os ansían para compañeras de la vida .
Artículo de "La Moda Elegante Ilustrada". (1872)
Texto 11.
En las relaciones de familia, en el trato del mundo, ¿qué lugar ocupa la mujer? Moral y
socialmente considerada, ¿cuál es su valor? ¿Cuál su puesto? Nadie es capaz de decirlo
(. ..)
Si dejando las costumbres pasamos a las leyes, ¿qué es lo que ven nuestros ojos? ¡Ah!
Un espectáculo bien triste. Las condiciones de la ley pesan sin lenitivo alguno sobre la
mujer desdichada. Exceptuando la ley de gananciales, tributo no sabemos cómo pagado
a la justicia, rayo de luz que ha penetrado en oscuridad tan profunda, las leyes civiles
consideran a la mujer como menor si está casada, y aun no estándolo, le niegan
muchos de los derechos concedidos al hombre.
Si la ley civil mira a la mujer como un ser inferior al hombre, moral e intelectualmente
considerada, ¿por qué la ley criminal le impone iguales penas cuando delinque? ¿Por
qué para el derecho es mirada como inferior al hombre, y ante el delito se la tiene por
igual a él? (...) Porque la conciencia alza su voz poderosa y se subleva ante la idea de
que el sexo sea un motivo de impunidad, porque el absurdo de la inferioridad moral de
una mujer toma aquí tales proporciones que lo ven todos: porque el error llega a uno
de esos casos en que necesariamente tiene que limitarse a sí mismo, que transigir con
la verdad y optar por la contradicción. Es monstruosa la que resulta entre la ley civil y
la ley criminal; la una nos dice: "Eres un ser imperfecto, no puedo concederte
derechos". La otra: "Te considero igual al hombre y te impongo los mismos deberes; si
faltas a ellos, incurrirás en idéntica pena".
ARENAL, C..: La mujer del porvenir, 1881.
Texto 12.
12.1 "...es un hecho probado que en los trabajos en que la mujer puede hacerle la
competencia, el hombre gana un jornal más reducido que en aquellos otros en que
esta competencia no es posible; de modo que el obrero, aunque sólo fuera por
egoísmo, debería tratar de sacar a la mujer del taller o de la fábrica para que pudiera
dedicarse única y exclusivamente a los quehaceres domésticos..."
El déficit del trabajador", en Acracia,1887.

12.2 Jornales en pesetas


Hombres Mujeres
Máximo Medio Mínimo Máximo Medio Mínimo
Regional 6.89 4.05 1.40 3.46 2.34 1.21
Barcelona Zona 7.04 3.59 0.94 3.26 2.06 0.84
norte
Zona sur 5.45 3.85 2.25 3.30 2.33 1.56
Gerona 3.97 3.18 2.26 1.80 1.49 1.29
Tarragona 3.97 3.27 1.70 1.70 1.20 0.75
Balcells, A.: Condiciones laborales de la obrera...1972, extraído de la Inspección de
Trabajo de
1913.
Texto 13. Situación salarial de las mujeres
«El asunto a que nos referimos es importantísimo, como que afecta a la inmensa
mayoría de la mitad del género humano: trátase de una de las mayores o más graves
injusticias que se cometen, y que, como la gangrena, corroe y devora las entrañas de la
sociedad; del escandaloso desnivel que resulta de la falta de proporción y de equidad
con que se distribuyen los jornales entre los individuos de ambos sexos,
pertenecientes a la clase proletaria, de cuya desproporción y falta de equidad palpamos
continuamente las más terribles y desastrosas consecuencias, que, a j pesar nuestro,
nos arrancan un grito de dolor: [...]
Comparad, si no, el máximum de los jornales dados a las mujeres, con el mínimun de
los que se dan a los hombres y considerad si la enorme diferencia que resulta no es la
más irritante de las injusticias, [...] Nuestros deseos se limitan por ahora a que se
tengan en cuenta la utilidad y la índole del trabajo de la mujer; para dilucidar si es o no
digno de alternar y competir con el del hombre, y una vez resuelta la cuestión por la
afirmativa, que sea recompensada en los mismos términos que aquél, y no se nos
arguya que es pretender un imposible, toda vez que el desarrollo y la fuerza inteligente
de la mujer son en todos los casos inferiores a las del hombre; esta hipótesis es de
todo punto inexacta y absurda; nosotras no vacilamos en rechazarla. [. ..]»,
El Nuevo Pensil de Iberia. Cádiz, n° 71, 10 de diciembre de 1857, pp. 1-3, I.
Texto 14.
Los que tenéis esposas o hijas en estas cabernas (sic) llamadas fábricas y veis llegar por
la noche fatigadas después de ONCE HORAS de trabajo y que como compensación a
tan horrenda jornada os dicen que el trabajo les va mal, que les han bajado el salario,
que aquella semana ganarán muy poco, que es intolerable lo que se abusa con ellas,
vosotros, repito, que oís de vuestros queridos seres unas quejas tan amargas, y tan
justas, ¿no os remuerde la conciencia? (...)
(...) es la mujer la más explotada de todos los explotados y por lo tanto merecedora
que su liberación sea en lugar preferente, y de todas las mujeres, es sin duda alguna la
del arte fabril la que sufre más penalidades, tanto por su larga jornada como por sus
condiciones de trabajo.
"El Sindicalista". (Octubre de 1912)
Texto 15.
Habiendo demostrado la experiencia que varios fabricantes tienden a sacrificar el
precioso sudor de los trabajadores, rebajando los jornales hasta el deplorable extremo
de no poder ganar ya lo indispensable y puramente necesario para la triste
subsistencia: que se avienen una gran mayoría de fabricantes a la vez con el mismo
objeto, sin otro motivo visto que sus miras de ambición (...) ha
parecido oportuno a varios tejedores de algodón el establecimiento de una sociedad
pública, capaz de atajar estos males, y cuyo objeto único y exclusivo sea la Mutua
protección, fundada bajo las siguientes bases (...):
OBLGACIONES
1º Todos los socios satisfarán desde el acto de la inscripción la módica cantidad de seis
cuartos, o sean veinte y cuatro maravedises semanalmente cada uno, para los fines que
más abajo se dirán. (...)
2º Cuando el amo de cualquier fábrica, o su delegado o mayordomo, intentare acortar
el jornal a sus trabajadores, están obligados todos los que fueren socios y pertenezcan
a la misma fábrica, a hacer la resolución de los trabajadores de abandonar el taller, si
rebajare un solo maravedí, (..,)
VENTAJAS
1ºLa Sociedad se obliga a mantener del fondo común al socio o socios que se quedaren
sin trabajo (...) o al que fuere despedido.
2º Esta subsistencia será religiosamente dada a razón de seis reales vellón diarios.
3º Se obliga así mismo la Sociedad a buscar trabajo del mismo oficio al asociado, ya por
medio de los comisionados y demás socios, ya poniendo cuantos resortes tenga a sus
alcances: y cesarán los alimentos desde que se hallare colocado. (...)
Estatutos de la Sociedad de Mutua Protección de los tejedores de algodón (1843)
Texto 16
En Baena morían diariamente de hambre diez o doce personas. Nutridos grupos
recorrían las calles pidiendo pan; la cárcel se llenaba de reos de hurto y robo, a
quienes se dejaba ir a declarar sin guardias, pero todos volvían porque, aunque mal, en
la cárcel se comía algo. Los que lograban un jornal no compraban con él más que una
torta de cebada que consumían con su mujer e hijos por la noche, pues de día no
comía ninguno. Cuando brotaban en la primavera las primeras espigas en los campos,
mujeres y niños se arrojaban sobre ellas, a pesar de los golpes que les proporcionaban
los guardianes; en treinta meses, Baena, que contaba 12.000 habitantes, perdió, por los
efectos del hambre, 2.000. En Bujalance, durante otro período de hambre, las mujeres.
vendían su cabellera si alguien quería comprársela, para dar de comer a sus hijos.
DÍAZ DEL MORAL, J.: Historia de las agitaciones campesinas andaluzas, 1929.
Texto 17
17.1 Hemos dicho que somos internacionales; que deseamos la abolición de la
propiedad individual; que deseamos que los instrumentos del trabajo pertenezcan a las
sociedades obreras y que deseamos la abolición del derecho de herencia; no debemos
ser de ningún partido político, y si no, a vosotros todos delegados pregunto: ¿sabéis
que algún partido político haya dicho que aceptaba las ideas de la Internacional? Pues si
no aceptan nuestras ideas, ¿con qué derecho pretenden que vayamos a ayudarlos? y si
ellos aceptan la emancipación social de los trabajadores, ¿por qué no vienen con
nosotros? , ¿por qué no son internacionales? (...)
Por esto mientras la Asociación Internacional de Trabajadores no se encuentre en
mayoría absoluta de votos para tomar parte en las elecciones, no debe tomar parte en
las mismas aunque sólo sea para demostrar a los burgueses ya los explotadores
nuestros que estamos organizados y contamos con más fuerzas que ellos. Yo deseo
que la Internacional no tome parte directamente en la política de la clase media. (...)
Si nosotros declaramos la abolición completa de todos los Estados ¿creéis que un
internacional pueda convertirse en un instrumento autoritario? No, sino que debe
abolir el Estado y si no puede abolirlo, no puede ni debe ir a las Cortes. Nosotros que
anhelamos la destrucción completa de todos los gobiernos autoritarios y el triunfo de
la libre federación de las libres asociaciones obreras, (...) debemos
procurar por todos los medios posibles hacer política obrera (...) y estad seguros que
una vez nosotros nos hayamos reunido bajo la bandera del Trabajo no es necesario
ocupar ningún puesto en el municipio, ni en la diputación provincial, ni en la diputación
a Cortes, porque una vez en mayoría, la revolución social vendrá y entonces haremos
política para establecer o realizar la liquidación social.
Actas del Congreso obrero de Barcelona. (1872)
17.2 La Asociación, como sabéis, es uno de los medios más eficaces con que debemos
contar para alcanzar nuestra emancipación completa; nuestra emancipación económica,
religiosa, política, en fin social. Mas las asociaciones obreras de todos los oficios y
países han de ser solidarias, para que sus esfuerzos no sean estériles, como hasta
ahora lo han sido; y a ello contribuye grandemente el principio de la Federación.
Por la Federación contraeremos y centuplicaremos nuestros esfuerzos. El
aislamiento es funesto, (...). La Federación, (...), viene a ser un deber en la época actual,
(...) y logremos consecuentemente el triunfo de nuestra causa.
La Federación, Barcelona, 1 de Agosto de 1869.
Texto 18.
18.1 La Internacional es peligrosa, y si no se atajan sus progresos, traerá a España los
horrores de la Comuna.
Discurso de Ríos Rosas en la Cortes españolas, 16 de Octubre de 1870.

18.2. Decreto del Gobierno disolviendo la Internacional


El Gobierno de la República ha anunciado ya que su principal propósito es asegurar el
orden y mantener en pie los fundamentos de la sociedad española, minada hasta hoy
por predicaciones disolventes y locas teorías.
Resuelto a no ceder en el camino emprendido por ningún género de consideraciones
ni ante dificultades de ninguna especie, se cree en el deber de extirpar de raíz todo
género de trastornos, persiguiendo hasta en sus más disimulados y recónditos abrigos
a los perturbadores de la tranquilidad pública y a toda sociedad que, como la
Internacional, atente contra la propiedad, contra la familia y demás bases sociales.
En su consecuencia, el poder ejecutivo de la República ha tenido a bien decretarlo
siguiente:
Art. 1º. Quedan disueltas desde la publicación de este decreto todas las reuniones y
sociedades políticas en las que de palabra u obra se conspire contra la seguridad
pública, contra los altos y sagrados intereses de la patria, contra la Integridad del
territorio español y contra el poder constituido.
Art. 2° Todas las autoridades quedan encargadas, bajo su más estrecha responsabilidad
y dentro de sus atribuciones respectivas, del cumplimiento rápido y fiel de este
decreto.
Madrid, 10 de enero de 1874. El presidente, Francisco Serrano, y el ministro de la
Gobernación, Eugenio García Ruiz
Texto 19. Programa del PSOE en 1880.
19.1“Lo fundamental del programa del Partido Socialista Obrero votado en abril de
1880 es lo siguiente:
Considerando que esta sociedad es injusta porque divide a sus miembros en dos clases
desiguales y antagónicas, una -la burguesía- que poseyendo los instrumentos de trabajo,
es la clase dominante: otra -el proletariado- que, no poseyendo más que su fuerza vital,
es la clase dominada.
Que la sujeción económica del proletariado es la causa primera de la esclavitud en
todas sus formas: la miseria social, el envilecimiento intelectual y la dependencia
política.
Que los privilegios de la burguesía están garantizados por el poder político, del cual se
vale para dominar al proletariado.
Por otra parte: Considerando que la necesidad, la razón y la justicia exigen que la
desigualdad y al antagonismo entre una y otra clase desaparezcan, reformando o
destruyendo el estado social que las produce.
Que esto no puede conseguirse sino de un modo: transformando la propiedad
individual y corporativa de los instrumentos de trabajo en propiedad común de la
sociedad entena.
Que la poderosa palanca con que el proletariado ha de destruir los obstáculos que a la
transformación de la propiedad se opongan ha de ser el poder político, del cual se vale
la burguesía para impedir la reivindicación de nuestros derechos.
Por todas estas razones, el Partido Socialista Obrero declara que tiene por aspiración:
1º La posesión del poder político por la clase trabajadora.
2º La transformación de la propiedad individual y corporativa de los instrumentos de
trabajo en propiedad común de la sociedad entera. (Entendemos por instrumentos de
trabajo la tierra, las minas, los transportes, las fábricas, máquinas, capital-moneda, etc).
3º La organización de la sociedad sobre la base de la federación económica, el
usufructo de los instrumentos de trabajo por las colectividades obreras, garantizando a
todos sus miembros el producto total de su trabajo, y la enseñanza integral a los
individuos de ambos sexos en todos los grados de la ciencia, de la industria y de las
artes.
En suma: el ideal del Partido Socialista Obrero es la completa emancipación de la clase
trabajadora: es decir, la abolición de todas las clases sociales y su conversión en una
sola de trabajadores libres e iguales, honrados e inteligentes. Transformación de la
propiedad individual en propiedad social o de la sociedad entera. Posesión del Poder
político por la clase trabajadora.
Y como medios inmediatos para acercarnos a la realización de este ideal, los siguientes:
Libertades políticas. Derecho de coalición o legalidad de las huelgas. Reducción de las
horas. Prohibición del trabajo de los niños menores de nueve años y de todo trabajo
poco higiénico o contrario a las buenas costumbres, para las mujeres. Leyes
protectoras de la vida y de la salud de los trabajadores. Creación de comisiones de
vigilancia, elegidas por los obreros, que visitarán las habitaciones en que éstos vivan, las
minas, las fábricas y los talleres. Protección a las Cajas de socorros mutuos y pensiones
a los inválidos del trabajo. Reglamento del trabajo de las prisiones. Creación de
escuelas gratuitas para la primera y segunda enseñanza y de escuelas profesionales en
cuyos establecimientos la instrucción y educación sean laicas. Justicia gratuita y Jurado
para todos los delitos [...]. Adquisición por el Estado de todos los medios de
transporte y de circulación, así como de las minas, bosques, etc. [...].”
19.2 Declaraciones de Pablo Iglesias con ocasión de la Fiesta del Trabajo el 1 de Mayo
de 1891.
Debo decirlo muy alto: si la burguesía transige y nos concede las ocho horas, la
revolución social, que ha de venir de todos modos, será suave y contemporizadora en
sus procedimientos. De otra suerte, revestirá los caracteres más sangrientos y rudos
que puede imaginar la fantasía de los hombres.
Texto 20
La Unión General de Trabajadores de España se propone:
1°, Reunir en su seno las diversas organizaciones obreras (Sociedades de oficios,
Federaciones locales ó Uniones nacionales) que tengan por fin la mejora y la defensa
de las condiciones de trabajo por medio de la resistencia.
2°, Provocar la creación de nuevas Sociedades de oficios donde éstas no existan y
ayudarlas para que constituyan Federaciones locales y Uniones nacionales.
3°, Poner en práctica el principio de solidaridad entre las organizaciones adheridas,
conformes a las prescripciones de los presentes estatutos.
4°, Establecer las relaciones más estrechas posibles con las organizaciones obreras de
otros países que sigan el mismo fin que esta Unión, y poner en práctica con ellas del
mismo modo tanto como sea posible el principio de solidaridad.
5°, Reclamar a los poderes públicos leyes que favorezcan los intereses del trabajo,
como la jornada laboral de 8 horas, la fijación del salario mínimo, la igualdad de salario
para los obreros de uno y otro sexo.
Memoria al Congreso Internacional en Zurich del delegado de la UGT de España.
(1893)

Texto 21. Bakunin y el anarquismo.


El Principio Básico del Socialismo. No proponemos aquí, caballeros, este u otro
sistema socialista. Aquello que ahora exigimos es la proclamación nuevamente del gran
principio de la Revolución francesa: que cada ser humano pueda poseer los medios
materiales y morales para poder desarrollar así su humanidad, un principio que, en
nuestra opinión, debe ser traducido en el siguiente problema:
Organizar la sociedad de tal manera que cada individuo, hombre o mujer, pueda hallar,
al entrar en la vida, medios aproximadamente equivalentes para el desarrollo de sus
diversas facultades y de su ocupación laboral. Y organizar dicha sociedad de tal forma
que haga imposible la explotación de algun trabajador, lo cual permitirá a cada
individuo disfrutar de la riqueza social, la cual, en realidad sólo se produce por el
trabajo colectivo; pero sólo para disfrutarla en cuanto él contribuya directamente hacia
la creación de dicha riqueza.
Rechazo al Socialismo Estatista. La consecución de esta tarea desde luego tomará
cientos de años de desarrollo. Pero la historia ya la ha traído ante nosotros y de aquí
en adelante no podemos hacer caso omiso a ella sin condenarnos a declarar nuestra
total impotencia. Nos apresuramos en agregar aquí que enérgicamente rechazamos
cualquier tentativa de organización social que no admitía la libertad más amplia tanto
de los individuos como de las organizaciones, o que requiera la instauración de
cualquier régimen de poder. En nombre de la libertad, la cual reconocemos como
fundamento único y único principio creativo de la organización, económica o política,
protestaremos contra todo aquello que remotamente pueda parecerse al Comunismo
Estatista, o al Socialismo Estatista.
La Declaración del Socialismo. "Convencidos de que la realización seria de la libertad,
la justicia, y la paz será imposible mientras que la mayoría de la población se halle
desposeída de las elementales necesidades, mientras estén privados de la educación y
condenados a la insignificancia ya la esclavitud política y social –de hecho, si no por la
ley, por la pobreza así como por la necesidad de trabajar sin descanso u ocio,
produciendo toda la riqueza de la que el mundo ahora está orgulloso, y recibiendo a
cambio sólo una pequeña parte de la torta, la que apenas basta para asegurar su
sustento para al día siguiente”;
"Convencidos de que para las masas del pueblo, terriblemente maltratadas durante
siglos, el problema del pan es el problema de la emancipación mental, de la libertad y la
humanidad”;
"Convencidos de que libertad sin Socialismo es privilegio e injusticia y que Socialismo
sin libertad es esclavitud y brutalidad”;
"La Liga [para la Paz y la Libertad] con fuerza proclama la necesidad de una radical
reconstrucción económica y social, que tenga como objetivo la emancipación de los
trabajadores del yugo del capital y los terratenientes, una reconstrucción basada en la
más estricta justicia -ni justicia jurídica ni teológica ni metafisica, sino justicia
simplemente humana -basada en la ciencia positiva y en la libertad más amplia."
Organización de las Fuerzas productivas en reemplazo del Poder Político. Es
necesario suprimir completamente, en principio y de hecho, todo aquello que llaman el
poder político; pues, mientras que el poder político exista, habrá gobernantes y
gobernados, amos y esclavos, explotadores y explotados. Una vez suprimido, el poder
político debería ser sustituído por la organización de las fuerzas productivas y el
servicio económico.
No obstante el enorme desarrollo de los Estados modernos, un desarrollo que en su
fase última, de forma bastante lógica, reduce el Estado a una absurdidad-, se hace
evidente que los días del Estado y el principio Estatal están contados. Ya podemos ver
el advenimiento de la total emancipación de las masas trabajadoras y su libre
organización social, libre de la intervención gubernamental, formada por la asociación
económica de las personas y dejando de lado todas las viejas fronteras Estatales y las
distinciones nacionales, fundamentado ello sólo en el trabajo productivo, el trabajo
humanizado; poseyendo un interés común a pesar de su diversidad.
El Programa de una Sociedad Libre. Fuera del sistema Mazziniano que es el sistema de
la república en forma de un Estado, no hay ningÚn otro sistema sino el de la república
como una comuna, la república como una federación, una república genuinamente
socialista y popular -el sistema del Anarquismo. Esta es la política de la Revolución
Social, que apunta a la abolición del Estado, y la económica, que libera totalmente las
organizaciones de la gente, una organización de abajo hacia arriba,
mediante una federación.
...No habrá ninguna posibilidad de la existencia de un gobierno político, ya que este
gobierno será transformado en una administración simple de asuntos comunes.
Nuestro programa puede ser resumido en unas pocas palabras:
Paz, emancipación, y la felicidad de los oprimidos.
Guerra contra todos los déspotas y opresores.
Restitución total a los trabajadores: todo el capital, las fábricas, y todos los
instrumentos de trabajo y materias primas deben ir a las asociaciones, y la tierra a los
que la cultivan con sus propias manos.
Libertad, justicia y fraternidad con respecto a todos los seres humanos sobre la tierra.
Igualdad para todos.
A todos, sin distinción alguna, todos los medios de desarrollo y educación, e iguales
posibilidades de vida mientras trabajan.
La organización de una sociedad mediante una federación libre, desde abajo hacia
arriba de asociaciones agrícolas, científicas y literarias, primero en una comuna, luego
una federación de comunas en regiones, de regiones en naciones, y de naciones en la
asociación fraternal internacional.
Texto 22 Carta de Bakunin a Rubicone Nabruzzi (23/7/1872)
«Marx es un comunista autoritario y centralista. Quiere lo que nosotros queremos: el
triunfo de la igualdad económica y social, pero en el Estado y por la fuerza del Estado;
por la dictadura de un Gobierno provisional, poderoso y, por decirlo así, despótico,
esto es, por la negación de la libertad. Su ideal económico es el Estado convertido en
el Único propietario de la tierra y de todos los capitales, cultivando la primera por
medio de asociaciones agrícolas, bien retribuidas y dirigidas por sus ingenieros civiles, y
comanditando los segundos mediante asociaciones industriales y comerciales.
Nosotros queremos ese mismo triunfo de la igualdad económica y social por la
abolición del Estado y de todo cuanto se llame derecho jurídico que, según nosotros,
es la negación permanente del derecho humano. Queremos la reconstitución de la
sociedad y la constitución de la unidad humana, no de arriba abajo por la vía de
cualquier autoridad, sino de abajo arriba, por la libre federación de las asociaciones
obreras de toda clase emancipadas del yugo del Estado.
(...) Hay otra diferencia, esta vez muy personal, entre él y nosotros. Enemigos de todo
absolutismo, tanto doctrinario como práctico, nosotros nos inclinamos con respeto no
ante las teorías que no podemos aceptar como verdaderas, sino ante el derecho de
cada cual a seguir y propagar las suyas (...) No es este el talante de Marx. Es tan
absoluto en sus teorías, cuando puede, como en la práctica. A su inteligencia,
verdaderamente eminente, une dos detestables defectos: es vanidoso y celoso.»
LA RESTAURACIÓN (I). EL SISTEMA CANOVISTA.
TEXTO 1. CONSTITUCIÓN DE 1876.
"Don Alfonso XII, por la gracia de Dios, Rey constitucional de España; a todos los que
las presentes vieren y entendieren, sabed: Que en unión y de acuerdo con las Cortes
del Reino actualmente, hemos venido en decretar y sancionar lo siguiente: (...)
Art. 4. Ningún español, ni extranjero, podrá ser detenido sino en los casos y en la
forma que las leyes prescriban. Todo detenido será puesto en libertad o entregado a la
autoridad judicial, dentro de las veinticuatro horas siguientes al acto de la detención.
(...)
Art. 6. Nadie podrá entrar en el domicilio de ningún español, o extranjero residente
en España, sin su consentimiento, excepto en los casos y en la forma expresamente
previstos en las leyes. (...)
Art. 9. Ningún español podrá ser compelido a mudar de domicilio o residencia sino en
virtud de mandato de autoridad competente, y en los casos previstos por las leyes.
Art. 11. La religión Católica, Apostólica, Romana, es la del Estado. La Nación se obliga
a mantener el culto y sus ministros.
Nadie será molestado en territorio español por sus opiniones religiosas, ni por el
ejercicio de su respectivo culto, salvo el respeto debido a la moral cristiana.
No se permitirán, sin embargo, otras ceremonias ni manifestaciones públicas que las de
la religión del Estado. (...)
Art. 12. Todo español podrá fundar y sostener establecimientos de instrucción o
educación con arreglo a las leyes.
Art. 13. Todo español tiene derecho:
De emitir libremente sus ideas y opiniones, ya de palabra, ya por escrito, valiéndose de
la imprenta o de otro procedimiento semejante, sin sujeción a la censura previa.
De reunirse pacíficamente.
De asociarse para los fines de la vida humana.
De dirigir peticiones individual o colectivamente al Rey, alas Cortes ya las autoridades.
(...)
Art. 18. La potestad de hacer las leyes reside en las Cortes con el Rey.
Art. 19. Las Cortes se componen de dos Cuerpos Colegisladores, iguales en facultades:
el Senado y el Congreso de los Diputados.
Art. 20. El Senado se compone:
1º De senadores por derecho propio.
2º De senadores vitalicios nombrados por la Corona.
3º De senadores elegidos por las corporaciones del Estado y mayores contribuyentes
en la forma que determine la ley.
El número de los senadores por derecho propio y vitalicios no podrá exceder de
ciento ochenta.
Este número será el de los senadores electivos.
Art. 21. Son senadores por derecho propio:
Los hijos del Rey y del sucesor inmediato de la Corona, que hayan llegado a la mayoría
de edad.
Los Grandes de España (...)
Los capitanes generales del Ejército y el Almirante de la Armada.
El Patriarca de las Indias y los arzobispos.
El Presidente del Consejo de Estado, el del Tribunal Supremo, el del Tribunal de
Cuentas del Reino, el del Consejo Supremo de la Guerra y el de la Armada, después
de dos años de ejercicio. (...)
Art. 27. El Congreso de los Diputados se compondrá de los que nombren las Juntas
electorales, en la forma que determine la ley. Se nombrará un Diputado a lo menos
por cada cincuenta mil almas de población. (...)
Art. 28. Los diputados podrán ser reelegidos indefinidamente por el método que
determine la ley.
Art. 29. Para ser elegido diputado se requiere ser español, de estado seglar, mayor de
edad, gozar de todos los derechos civiles. La ley determinará con qué clase de
funciones es incompatible el cargo de diputado y los casos de reelección.
Art. 30. Los diputados serán elegidos por cinco años. (...)
Art. 32. Corresponde al Rey convocarlas (las Cortes), suspender y cerrar sus
sesiones, y disolver simultánea o separadamente la parte electiva del Senado y el
Congreso de los Diputados, con la obligación, en este caso, de convocar y reunir el
Cuerpo o Cuerpos disueltos dentro de tres meses.
Art. 48. La persona del rey es sagrada e inviolable.
Art. 49. Son responsables los ministros...
Art. 51. El rey sanciona y promulga las leyes.
Art. 59. El rey legítimo de España es Don Alfonso XII de Borbón.
Art. 75. Unos mismos Códigos regirán en toda la monarquía, sin perjuicio de las
variaciones que por particulares circunstancias determinen las leyes. En ellos no se
establecerá más que un solo fuero para todos los españoles en los juicios comunes,
civiles y criminales.
Art. 89. (...) Cuba y Puerto Rico serán representadas en las Cortes del Reino en la
forma que determine una ley especial, que podrá ser diversa para cada una de las dos
provincias. (...)."

TEXTO 2. El caciquismo.
2.1. Analicemos [...] los tres factores personales que integran el sistema, según hemos
visto: caciques, oligarcas, gobernador, y tendremos la comprobación de que,
significando aristocracia el gobierno del país por una minoría, pero minoría de los
mejores, la forma de gobierno en España es lo contrario, el gobierno del país por una
minoría también, pero minoría de los peores, según una selección al revés. Sería
preciso que estas páginas las leyesen y meditasen todos los españoles, para ver si por
fin nos salían a la cara los colores de la vergüenza, y nos decidíamos a sacudir ese
baldón, ejemplar único en el mundo.
2.2. Cada región y cada provincia se hallaba dominada por un particular responsable,
diputado o no, vulgarmente apodado en esta relación cacique, sin cuya voluntad o
beneplácito no se movía una hoja de papel, [...].
Con esto, llegamos como por la mano a determinar los factores que integran esta
forma de gobierno y la posición que cada uno ocupa respecto de los demás. Esos
componentes exteriores son tres:
1º Los oligarcas (los llamados primates, prohombres o notables de cada bando, que
forman su plana mayor, residentes ordinariamente en el centro);
2º Los caciques, de primero, segundo o ulterior grado, diseminados por el territorio;
3º El gobernador civil, que les sirve de órgano de comunicación y de instrumento. A
esto se reduce fundamentalmente todo el artificio bajo cuya pesadumbre gime rendida
y postrada la nación.
2.3. " No es, no es nuestra forma de gobierno un régimen parlamentario, viciado por
corruptelas y abusos, según es uso entender, sino, al contrario, un régimen oligárquico,
servido, que no moderado, por instituciones aparentemente parlamentarias. O, dicho
de otro modo, no es el régimen parlamentario la regla, y excepción de ella los, vicios y
las corruptelas denunciadas en la prensa y en el Parlamento mismo durante sesenta
años; al revés, eso que llamamos desviaciones y corruptelas constituyen el régimen,
son la misma regla. [...]
Nos enseña, en primer lugar, que el problema de la libertad, que el problema de la
reforma política no es el problema ordinario de un régimen ya existente, falseado en la
práctica, pero susceptible de sanearse con depurativos igualmente ordinarios, sino que
es un hecho, y positivamente, todo un problema constitucional de cambio de forma de
gobierno; que se trata nada menos que de una revisión del movimiento revolucionario
de 1868, y, más aún, de la revolución misma de todo el siglo XIX, respuesta al estado
de problema.
Nos enseña, en segundo lugar, que mientras esa revolución no se haga, que mientras
soportemos la actual forma de gobierno, será inútil que tomemos las leyes en serio,
buscando en ellas garantía o defensa para el derecho. [...]
Oligarcas y caciques constituyen lo que solemos denominar clase directora o
gobernante, distribuida o encasillada en "partidos". Pero aunque se lo llamemos, no lo
es; si 1o fuese formaría parte integrante de la Nación, sería orgánica representación de
ella, y no es sino un cuerpo extraño, como pudiera serio una facción de extranjeros
apoderados por la fuerza de Ministerios, capitanías, telégrafos, ferrocarriles, baterías y,
fortalezas para imponer tributos y cobrarlos. [. ..] Si aquellos bandos o facciones
hubiesen formado parie de la Nación, habrían gobernado para ella, no exclusivamente
para sí; (...) he de aconsejar yo que el pueblo de tal o cual provincia, de tal o cual reino,
se alce un día como ángel exterminador, cargando con todo el material explosivo de
odio, rencores, injusticias, lágrimas y humillaciones de medio siglo, y recorra el país
como en una visión apocalíptica, aplicando la tea purificadora a todas las fortalezas del
nuevo feudalismo civil en que aquel del siglo XV se ha resuelto, diputaciones,
ayuntamientos, alcaldías, delegaciones, agencias, tribunales, gobiernos civiles [ ...] y
ahuyente delante de sí a esas docenas de miserables que le tienen secuestrado lo suyo,
su libertad, su dignidad y su derecho, y restablezca en fiel la balanza de la ley,
prostituida por ellos; yo no he de aconsejar, repito, que tal cosa se haga; pero sí digo
que mientras el pueblo, la nación, las masas neutras no tengan gusto por este género
de epopeyas; que mientras no se hallen en voluntad y disposición de escribirla y de
ejecutarla con todo cuanto sea preciso y llegando hasta donde sea preciso, todos
nuestros esfuerzos serán inútiles, la regeneración del país será imposible [. ..]"

COSTA, JOAQUÍN: Oligarquía y caciquismo. 1903


2.4 El caciquismo
¿ Cómo funciona esta singular máquina de la política nacional? El primer paso de este
funcionamiento son las Elecciones, que aparecen aquí como una institución de los
Estados de Derecho modernos, aunque en el fondo sea un artificio más del caciquismo.
Los caciques designan previamente a los candidatos, que salen según los diferentes
niveles de las elecciones generales, provinciales, locales de sus propias filas caciquiles.
Los del bando contrario hacen lo propio, y la lucha electoral simula entonces una
contienda política de verdad. Pero el planteamiento es, en realidad, diferente: apenas
los candidatos saltan a la palestra, la máquina caciquil empieza a moverse con frenesí
presionando sobre las diferentes áreas de la red social mencionada para que todos
voten por el candidato propuesto. En un país donde las leyes son una burla, todos,
quien más, quien menos, tienen algo que perder y solamente el padrinazgo del
caciquismo puede ahuyentar ese peligro constante que a todos persigue. Las
voluntades se compran y la razón del número acude vertiginosa al favor del candidato
propuesto. No hay escape posible a esta presión, sobre todo en que el caciquismo se
halla en el momento más alto y avasallador. Resultado de este camarillaje son los
Ayuntamientos, Diputac1ones y Cortes, formados por gavilla de individuos que se
seleccionaron no por sus preocupaciones y saberes en éste o aquel problema, sino por
su apego a los Sumos Caciques. Los capítulos que siguen a las Elecciones no serán los
de una política enraizada en los intereses nacionales, sino una actividad de intrigas y
zancadillas.
MACIAS PICAVEA, R., El problema nacional, hechos, causas y remedios, en
Seminarios y Ediciones, Madrid, 1977, p.110

TEXTO 3.
Lo mismo si el sufragio es universal que restringido, nunca hay más que un solo
elector, el Ministro de la
Gobernación. Éste con sus gobernadores de provincia y el innumerable ejército de
empleados de todas clases ( ...) ejecuta y consuma las elecciones, de cualquier especie
que sean, desde el fondo de su despa-
cho, situado en el centro de Madrid.
Para hacer las listas de electores se ponen en ellas algunos nombres verdaderamente
perdidos entre una multitud de imaginarios y, sobre todo, de difuntos. La
representación de estos últimos se da siempre a agentes disfrazados de paisano para ir
a votar. El autor de estas líneas, ha visto repetidas veces que su padre, fallecido ya hace
algunos años, iba a depositar su voto en la urna bajo la figura de un barrendero de la
ciudad o de un sabueso de policía, vestido con traje prestado. ( ...)
Este sistema de elecciones por medio de la resurreccIón de los muertos y los agentes
de policía vestidos de paisano no es, sin embargo, lo peor de los medios empleados
para falsear el sufragio por nuestros pretendidos defensores del parlamentarismo y del
sistema representativo. Apresurémonos a decir que ordinariamente no se detienen en
esas apariencias de humano respeto, y que lo que hacen es pura y sencillamente
aumentar el número de votos hasta tener asegurada la elección del candidato adicto.
V ALENTI ALMIRALL, España tal cual es, 1886

TEXTO 4
4.1.En Cudeiro, (tercera sección de Canedo) se constituyó la mesa dos horas antes de
las siete de la mañana. Al abrirse la puerta para que entrasen los electores, la urna
estaba vacía y, hay que reconocerlo, en esas dos horas estuvieron hablando
amistosamente el presidente y los interventores, preparándose para la batalla; pero al
sentarse el presidente, rodeado de sus interventores, quiso hacer un cariño sin duda a
la urna de cristal y como tenía capa, porque era en febrero, la abrazó de tal modo que
quedó cubierta con esa prenda, y mientras tanto, otros dos individuos escondidos
debajo de la capa metían las papeletas [...]y vamos, señores, a las dos últimas secciones
de que he de ocuparme, la de Barral y la de Castrelo de Miño, donde se dieron los dos
últimos pucherazos que, con los cinco anteriores, ya son siete. Sin duda el señor
gobernador de la provincia de Orense necesitó siete pucherazos para sacar diputado
por Ribadavia a o. Gabino Bugallal, así como Dios necesitó siete días para hacer el
mundo.
Intervención del CONDE DE TORREPANDO en el Congreso el 1-IV-1891, sobre el
Acta de Rivadavia
4.2 En el distrito de Leiro lucha otro candidato liberal (...). Allí se cambia de local en
los momentos de empezar la elección y para entrar en el colegio hay que subir por una
escalera de mano. Al primer elector que sube se le rompe la cabeza con un palo; se
reclama el auxilio del juez municipal y de la Guardia Civil y negado éste, y precedidos
de un notario que da fe de tan brutales hechos, los electores se retiran. La Diputación
dice que esto no afecta a la elección y que el verdadero diputado es el ministerial. (...)
Intervención del diputado SR. MERELLES en el Congreso el 1 de febrero de 1881
4.3. Pasa la escena en el despacho del Ministro de Gobernación. El Ministro no está
solo; le acompaña un oficial de su confianza. Este destino, en tiempo de elecciones,
viene a ser otra de las metamorfosis del comisionado de apremios. Tiene delante de sí
un gran estado en papel bristol, y de acuerdo con el jefe, el oficial va haciendo
diferentes signos al margen y en las casillas de observaciones. ( ...)
-¿Pues qué, tenemos ya arreglados los trescientos cuarenta y nueve distritos?
-Sí, señor, todos, aunque yo desconfío del jefe político de. ..
-No tenga usted cuidado, son buenos todos, y como saben lo que les va en ello, ya
verán de andar listos. Pero el caso es que yo no quiero ganar todos los distritos; es
preciso dejar algunos para la oposición, porque si no hay claro-oscuro en la Cámara,
todo se lo llevó el diablo y moriremos de plétora, que no sería la primera vez (...).
-¿Cuántos diputados de oposición quiere usted que vengan al Congreso?
-Doce o catorce de los menos conocidos y tres o cuatro notabilidades de esas
cuya elección no se puede combatir sin grandes infracciones de ley.
-Pues en ese caso, en el distrito de(...) hay que dejar que triunfe el candidato de la
oposición (...).
FLORES, A.: La sociedad de 1850.

TEXTO 5. ANTONIO CÁNOVAS DEL CASTILLO (1828-1927).


Admirador de la estabilidad del parlamentarismo inglés y su sistema de turno de
partidos, Cánovas consideraba la "constitución interna" de un país como la clave de su
organización política, basada en instituciones de tradición secular, como la monarquía y
las Cortes. Su actitud era, pues, elitista y alejada de los postulados democráticos:
“Yo creo que el sufragio universal si es sincero, si da un verdadero voto en la
gobernación del país a la muchedumbre, no sólo indocta, que eso sería casi lo de
menos, sino a la muchedumbre miserable y mendiga, ha de ser el triunfo del
comunismo y la ruina del principio de propiedad (...} Escójase, pues, entre la
permanente falsificación del sufragio universal o su supresión si no se quiere tener que
elegir entre la existencia y la desaparición de la propiedad (...) Cuando las minorías
inteligentes, que serán siempre las minorías propietarias, encuentren que es imposible
mantener en la igualdad de derechos con ellos a la muchedumbre; cuando vean que la
muchedumbre se prevalece de los derechos políticos que se han dado (...) buscarán
dondequiera la dictadura y la encontrarán”
Otras manifestaciones de su ideología pueden ser las siguientes frases:
“tengo la convicción de que las desigualdades proceden de Dios (...) y que las
minorías inteligentes gobernarán el mundo”
“las clases altas están más altas porque han trabajado más, porque han ahorrado
más”
“la represión preventiva”
“la política es el arte de lo posible”
“ en política todo lo que no es posible es falso”
“gobernar es transigir”

TEXTO 6. Decretos de los primeros gobiernos Cánovas.


6.1.El rey; y en su nombre el Ministerio-Regencia, ha venido en decretar lo siguiente:
Art.2 Se prohíbe de un modo terminante y absoluto atacar directa o indirectamente, ni
por medio de alegorías, metáforas o dibujos al sistema monárquico-constitucional, así
como toda alusión a los actos, a las opiniones o a la inviolable persona del Rey; ni a los
de cualquier otro individuo de la familia real.
Art. 3 Se prohíbe también proclamar y sostener ninguna otra forma de gobierno: que
la monárquico-constitucional (...).
Art. 4. Se prohíbe toda discusión, alusión y noticia que pueda producir la discordia o
antagonismo entre los distintos Cuerpos del Ejército y Armada, y cuanto tienda a
quebrantar o poner en duda en lo más mínimo la obediencia absoluta y el respeto que
todo militar, cualquiera que sea su graduación y clase, debe al rey y a su gobierno
responsable ...
Art. 6. El periódico que falte a cualquiera de las disposiciones contenidas en los
anteriores preceptos sufrirá una suspensión, cuyo plazo mínimo será de quince días. El
periódico que haya sufrido tres suspensiones será definitivamente suprimido.
Art.10. Por ahora queda prohibida la publicación de todo periódico nuevo sin obtener
la previa licencia del ministro de la Gobernación...
Madrid, 29 de enero de 1875. Gaceta de Madrid, 30 de enero de 1875.
6.2. Art.1. No podrá convocarse ninguna reunión pública en calles, plazas y paseos, u
otro lugar de uso común, sin el permiso previo y por escrito del gobernador de la
provincia en las capitales y de la autoridad local en los demás pueblos (...) Las
reuniones que se celebren sin estos requisitos se considerarán ilícitas y serán disueltas
sin demora. La autoridad podrá conceder o negar el permiso, y contra su negativa cabe
recurso ante el superior jerárquico.
Art. 4. Quedan prohibidas, por ahora, las asociaciones que tengan un objeto político, y
las autoridades no consentirán en manera alguna la continuación de las existentes, ni la
constitución de otras nuevas (...) Madrid, 7 de febrero de 1875.- Romero Robledo»
Gaceta de Madrid, 8 de febrero de 1875.
6.3. Abolición de los fueros vascos
Art. 1. Los deberes que la Constitución política ha impuesto siempre a todos los
españoles de acudir al servicio de las armas cuando la ley los llama, y de contribuir en
la proporción de sus haberes a los gastos del Estado, se extenderán, como los
derechos constitucionales se extienden, a los habitantes de las provincias de Vizcaya,
Guipúzcoa y Alava del mismo modo que a los demás de la Nación.
Art. 2. Por virtud de lo expuesto en el artículo anterior, las tres provincias referidas
quedan obligadas desde la publicación de esta ley a presentar, en los casos de quintas o
reemplazos ordinarios y extraordinarios del ejército, el cupo de hombres que les
corresponda con arreglo a las leyes.
Art. 3. Quedan igualmente obligadas desde la publicación de esta ley las provincias de
Vizcaya, Guipúzcoa y Alava a pagar, en la proporción que les corresponda y con
destino los gastos públicos, las contribuciones, rentas e impuestos ordinarios y
extraordinarios que se consignen en los presupuestos generales del Estado. (...)
Decreto de Abolición de los Fueros Vascos. (21 de julio de 1876)

TEXTO 7. Para la comprensión de la España de la Restauración es necesario buscar,


tras las figuras de los grandes protagonistas de la vida política [...],la fuerza decisiva de
unos grandes intereses: grandes terratenientes, fabricantes catalanes, ferreteros vascos,
bodegueros andaluces, burguesía financiera... En suma, el problema queda planteado
así: los que ejercen inmediatamente el poder, utilizando en la forma indicada lo
establecido en la Constitución, ¿qué interés defienden?, ¿a qué modelo de sociedad
apuntaban ? , ¿ qué lugar cabe en tal modelo a los que, de hecho, "mandan" en la vida
económica y social del país?[...].
Hay que contar, por supuesto, con que los grandes poderes económicos del país que
habían traído la Restauración para seguir aguardando, más o menos en vilo, las
decisiones de una clase política ambigua, las fluctuaciones que impusiera un sufragio
universal que estaba en la Constitución de1869, o las presiones de la calle. Hay que
contar también con la red de conexiones personales ( ennoblecimientos, matrimonios,
participación en negocios, suculentas minutas) existentes entre la nueva clase política,
y terratenientes, industriales, plantadores y financieros.
Pero sería un error soslayar la aceptación previa del orden social, [...]y, al mismo
tiempo, [...] la convicción ambiente, muy positivista, de que era pasada la hora las
utopías y aun de las ideologías apasionadamente sustentadas.
JOVER, JOSÉ MARÍA: Historia de España, dir. por TUÑÓN DE LARA, M., Barcelona,
Editorial Labor
TEXTO 8
Un examen del caciquismo nos hace distinguir entre lo que podríamos llamar
caciquismo persuasivo", es decir, que cuenta con el consenso de la población, que
considera el hecho como normal (o como inevitable); este tipo de caciquismo persiste
hasta muy tarde en vastas zonas agrarias donde abunda el campesinado parcelarlo
(Galicia, Castilla la Vieja, etc.).
En las zonas latifundistas (y en primer término en las de Andalucía) intervino cada vez
más un segundo "caciquismo" (que tal vez no encaje por completo en el concepto) que
llamaríamos "coactivo"; para reformar los resultados electorales se empleaban medidas
administrativas de arriba abajo, se utilizaba la fuerza pública o las "partidas de la porra",
etc.
TUÑÓN DE LARA, Manuel: "De la Restauración al desastre colonial",en Historia de
España 10. Madrid, Historia 16
TEXTO 9.
Parece claro que el sistema entra en el siglo xx apoyado en una concepción elitista de
la política, lo que impulsaba a Maura a hablar de las "familias políticas" o de los 2000
beneficiarios del sistema: toda la filosofía que alienta la Constitución de 1876 estaba
pensada para una España concreta, marginando a la otra [...].
Podría considerarse, en una primera aproximación algo simplista, el caciquismo como
la vertiente electoralista de la política clientelar, hipótesis que responde a una realidad
constatable: la existencia de procesos electorales fraudulentos a lo largo de todo el
período de la Restauración [...]. En vez de un mero exponente de las deficiencias
formales del sistema de la Restauración, el caciquismo debería considerarse como un
fenómeno atribuible a la realidad social española, caracterizada por un predominio tal
de los espacios rurales que les permitía imponer sus prácticas y sus valores a los
espacios urbanos, que en 1900 eran poco más que islas dentro del tejido social.
PÉREZ PICAZO, María Teresa: Historia de España del siglo XX. Barcelona, Crítica,
1996

TEXTO 10
(...); un pueblo que, con sus cargos municipales de libre elección, se gobernaba a sí
mismo.
Por tanto, la política -y España es un país de mentalidad política- constituía uno de los
temas favoritos de conversación. En cuanto uno oía palabras como: granuja, bribón,
sinvergüenza, sabía de qué iba la cosa. Pero no la política nacional. A pesar de que con
el intervalo de pocos meses los periódicos hacían mención a crisis gubernamentales, a
huelgas y tiroteos en Barcelona, nadie en Yegen le prestaba el menor interés. La única
política que interesaba a la gente de La Alpujarra era la política de sus propias aldeas. y
como ésta no era tan simple como pudiera suponerse, daré de ella una breve
explicación.
En aquella época España era una democracia parlamentaria en la que dos partidos, el
liberal el conservador, competían por el poder. Ambos presentaban los intereses de
las clases medias y la única diferencia entre ellos radicaba en que, mientras el
conservador se inclinaba por mantener posición de la Iglesia, el liberal era ligeramente
anticlerical. Puesto que los campesinos y trabajadres agrícolas no tenían ningún interés
en tales asuntos, los dos partidos habían encomendado la organización de sus fuerzas a
unos jefes locales conocidos como caciques, que eran generalmente los más grandes
terratenientes de cada distrito. Estos utilizaban su influencia -en mayor medida que lo
habían hecho los caballeros ingleses- para persuadir a los campesinos de que votasen
por su partido. Además, el cacique, respaldado por su maquinaria política, se convertía
en un hombre muy útil para tenerle como amigo, pues podía prestar ayuda a
cualquiera que tuviera dificultades, e incluso podía conseguir una evaluación más
benigna de los impuestos sobre las tierras.
El cacique más importante de nuestra región era el diputado en Cortes por el partido
conservador don Natalio Rivas: un rico terrateniente que gobernaba, como un rey,
toda La AIpujarra, desde Granada a AImería; un hombre culto que había escrito un
libro excelente sobre tauromaquia y gozaba de gran fama en la región y en Madrid. Su
diputado en el partido, o distrito rural de Ugíjar, era un tal don Paco Almendro, que
vivía en una casa nueva y grande de Válor, y, en un rango inferior, quedaban los
caciques de las diferentes aldeas. Antiguamente la mayoría de las aldeas habían tenido
dos, uno conservador y otro liberal, que se turnaban en el control de los concejos, de
la misma manera que los dos partidos guardaban su turno para formar gobierno en
Madrid; pero no mucho antes de mi llegada este caballeroso acuerdo quedó roto y
surgió una genuina rivalidad. Como resultado, los liberales quedaron totalmente
sometidos en nuestro distrito rural. Gracias a las convincentes razones de don Natalio,
los viejos terratenientes liberales se habían pasado al bando conservador, y el partido
liberal ya no podía proporcionar caciques locales, excepto en aquellos casos, pocos, en
que sus miembros influyentes se habían mantenido leales. Esto es lo que había
sucedido en nuestra aldea y gozábamos por ello de una política realmente democrática
en lugar de la dictadura paternal del más rico.
La causa de este peculiar estado de cosas radicaba en que mi casero, don Fadrique,
quien había heredado de su padre la atribución de cacique liberal, había discutido
violentamente con su cuñado, don Manuel, el cacique conservador. Eran los más ricos
de la aldea y vivían uno en el barrio alto y otro en el bajo. Don Fadrique se había
retirado a Granada, dejando en desorden los asuntos de su facción, pero con un
número suficiente de partidarios como para competir en las elecciones. Desde luego,
nada podía impedir que don Natalio fuera elegido para las Cortes por una gran
mayoría, pero eran los cargos municipales los que interesaban a la gente de Yegen y
quedaban algunos liberales para conseguirlos. No siempre se utilizaba o entendía la
palabra “liberal”. Los dos partidos eran conocidos Simplemente como nosotros y ellos
y, frecuentemente, por los nombres de los caciques. Y esto se debía a que nadie
pensaba. en términos de partidos nacionales, sino únicamente en facciones de carácter
local.
BRENAN, G. Al sur de Granada. Editorial Siglo XXI, 4ª edición, Madrid, Julio de 1979.

NACIONALISMO Y REGIONALISMO
Texto 1. “Memoria en defensa de los intereses morales y materiales de Cataluña”
(1885)
No tenemos, Señor, la pretensión de debilitar, ni mucho menos atacar la gloriosa
unidad de la patria española; [...]. Señor: se nos arrebató nuestro sistema
administrativo e imitan naciones cultas de Europa, para ser substituido, primero por el
sistema castellano, y hoy por una copia imperfecta y viciosa del sistema francés. No
podemos usar nuestra lengua más que en nuestros hogares y en conversaciones
familiares; [...].
Nuestros industriales han creado una industria española que en cuarenta años ha
progresado y alcanzado altísimo nivel. Esta industria viene siendo atacada de raíz de
algunos años a esta parte, [...].
Texto 2. Cataluña y España para Prat de la Riba.
"España no es cuestión de lengua ni de corazón, sino de vientre. Para los que viven de
ella, España es una realidad providencial indiscutible; para los demás es una expresión
geográfica o bien la denominación impropia de una sola de las nacionalidades
españolas, la nacionalidad castellana..."
En Clarín, 1 de abril de 1896.
Texto 3.
"Enclavada Cataluña en el área geográfica conocida con el nombre de España, somos
españoles de la misma manera que somos europeos por estar comprendida España
dentro del continente Europa. Gobernada España por el Estado español, los catalanes
somos españoles como miembros de ese Estado, como ciudadanos de esa sociedad
política. No somos, pues, enemigos de España, tomada en este sentido (que es el único
real), ni al combatir al Estado español queremos otra cosa que rehacerlo con equidad y
justicia, y con una organización más adecuada y perfecta, dentro de la cual Cataluña
pueda encontrar una vida de libertad y progreso."
PRAT DE LA RIBA, E. : Nacionalisme catalá y separatisme espanyol, 10 de abril de
1900.
Texto 4. Bases para la Constitución Regional Catalana. Las "Bases de Manresa" (1892).
PODER CENTRAL
Base 1ª Sus atribuciones -A cargo del poder central estarán:
a) Las relaciones internacionales.
b) Ejército de mar y tierra, las obras de defensa y la enseñanza militar.
c) Las relaciones económicas de España con los demás países, y en consecuencia, fijar
aranceles. [...]
d) La construcción y conservación de carreteras, ferrocarriles, canales y puertos que
sean de interés general. [...]
e) La resolución de todas las cuestiones y conflictos inter-regionales.
f) La formación del presupuesto anual de gastos. [...]
PODER REGIONAL
Base 2ª En la parte dogmática de la Constitución Regional Catalana se mantendrá el
carácter amplio de nuestra legislación antigua, reformando, para ponerlas de acuerdo
con las nuevas necesidades, las sabias disposiciones que contiene respecto a los
derechos y libertades de los catalanes.
Base 3ª La lengua catalana será la única que con carácter oficial podrá usarse en
Cataluña y en las relaciones de esta región con el poder central.
Base 4ª Únicamente los catalanes, ya lo sean por nacimiento o bien por naturalización,
podrán desempeñar cargos públicos en Cataluña, aun tratándose de los gubernativos y
administrativos que dependan del poder central. También deberán ser desempeñados
por catalanes los cargos militares que supongan jurisdicción. [...]
Base 6ª Cataluña será la única soberana de su gobierno interior; por tanto, dictará
libremente sus leyes orgánicas; cuidará de su legislación civil, penal, mercantil. [...]
Base 7ª El poder legislativo regional radicará en las Cortes catalanas, que deberán
reunirse todos los años en una época determinada y en un lugar distinto.
Las Cortes se formarán mediante sufragio de todos los cabezas de familia, agrupados
en clases basadas en el trabajo manual. [...]
Base 8ª El poder judicial se organizará restableciendo la antigua Audiencia de Cataluña.
[...]
Base 13ª La conservación del orden público y seguridad interior de Cataluña (...) para
el servicio activo permanente se creará un cuerpo semejante al de los mozos de
escuadra o de la guardia civil. Todas estas fuerzas dependerán enteramente del poder
regional.
Manresa, 27 de març de 1892. Lo president, Lluis Doménech i Montaner. Los
secretaris, Enric Prat de la Riba y Joseph Solis i Palet.
Texto 5. Raíces del nacionalismo vasco.
"En el origen del nacionalismo vasco confluyen dos procesos: por un lado la
radicalización antiliberal de sectores tradicionalistas marginados por la sociedad
industrial, por otro, la marginación económica y política de sectores burgueses
antimonopolistas. La obra de Sabino Arana se inscribe en el primer proceso, pero, en
plazo relativamente breve, su partido iba a convertirse en la expresión política de la
burguesía no-monopolista (...)
En síntesis, el nacionalismo vasco es, como todos los del siglo XIX, obra de la
burguesía, aunque el hecho de su definición tradicionalista y la convivencia en el mismo
partido, y bajo la dirección del fundador, de sectores tradicionalistas y burgueses
impida una ruptura ideológica y consagre importantes elementos preindustriales en la
ideología oficial del partido (...)."
Corcuera, J.: La burguesía no-monopolista en el origen del nacionalismo vasco, Madrid,
Siglo XXI
Texto 6.
6.1.Fui yo carlista hasta los diecisiete años, porque carlista había sido mi padre, aunque
un carlista que sólo trabajó por el lema Religión y Fueros y a quien el dolor de la ruina
de nuestras libertades lo llevó al sepulcro (...) Pero en el año ochenta y dos, mi
hermano era ya vizcaíno nacionalista (...) tantas pruebas históricas me presentó él para
convencerme de que Vizcaya no era España (...) Tres trabajos se presentaron desde el
primer día ante mis ojos: estudiar la lengua de mi patria, que desgraciadamente me era
en absoluto desconocida, su historia, sus leyes (...) y como síntesis de todos esos
trabajos, la extirpación del extranjerismo e implantación del patriotismo...
Los etnógrafos extranjeros admíranse de la sociedad y de las costumbres
vascas (...) Pero procedentes del lado de allá del Ebro penetran otras costumbres que
van sustituyendo a las vascas, y para reemplazar a la religiosidad indígena invaden por
un lado la indiferencia, por otro el fanatismo. Lo de fuera ocupa el lugar de lo de
dentro. La descomposición del organismo vasco se hará general; después todo tejido
muerto da vida a inmunda larva.
ARANA, S. Obras Completas. Sabindar Batza, Bayona-Buenos Aires, 1965.
6.2. Libre e independiente de poder extraño, vivía Bizkaya, gobernándose y
legislándose a sí misma, como nación aparte, como Estado constituido, y vosotros,
cansados de ser libres, habéis acatado la dominación extraña, os habéis sometido al
extranjero poder, tenéis a vuestra patria como región de país extranjero y habéis
renegado de vuestra nacionalidad para aceptar la extranjera.
Vuestros usos y costumbres eran dignos de nobleza, virtud y virilidad de vuestro
pueblo, y vosotros, degenerados y corrompidos por la influencia española, o lo habéis
adulterado por completo, o lo habéis afeminado o embrutecido. Vuestra raza, singular
por sus bellas cualidades, pero más singular aún por no tener ningún punto de
contacto o fraternidad ni con la raza española ni con la francesa, que son sus vecinas, ni
con raza alguna del mundo, era la que constituía a vuestra Patria Bizkaya; y vosotros,
sin pizca de dignidad y sin respeto a vuestros padres, habéis mezclado vuestra sangre
con la española o maketa, os habéis hermanado o confundido con la raza más vil y
despreciable de Europa. Poseíais una lengua más antigua que cualquiera de las
conocidas (. ..) y hoy vosotros la despreciáis sin vergüenza y aceptáis en su lugar el
idioma de unas gentes groseras y degradadas, el idioma del mismo opresor de vuestra
patria.
ARANA, S.: Bizkaitarra, 1894.
6.3. Si nos dieran a elegir entre una Bizkaya poblada de maketos que sólo hablasen el
euskera y una Bizkaya poblada de bizkaínos que sólo hablasen el castellano,
escogeríamos sin dubitar esta segunda porque es preferible la sustancia bizkaína con
accidentes exóticos que pueden eliminarse y sustituirse por los naturales, a una
sustancia exótica con propiedades bizkaínas que nunca podrían cambiarla. Asimismo: si
nos pusieran de un lado la muerte total y absoluta de Bizkaya, esto es, la extinción de
su raza y su lengua y la desaparición de todo escrito y toda memoria referente a sus
leyes e historia y hasta su mismo nombre, y del otro una Bizkaya maketa independiente
y regida por las leyes de nuestros padres, poseedora de nuestra lengua y heredera de
nuestra historia, optaríamos por lo primero; y aun entre esta segunda Bizkaya esclava
pero euskeriana de raza y amante de su independencia (...) porque si es preferible la
muerte a la esclavitud, lo es también la esclavitud a la vida aparente.
ARANA, S.: Errores Catalanistas, 1894.
6.4. Todos los maketos, grandes y pequeños, burgueses y trabajadores, sabios e
ignorantes, buenos y malos, son enemigos de nuestra patria.
ARANA, S. Revista Bizkaitarra, 17/12/1893.
6.5. La patria de los vascos es Euskadi. Nosotros para Euskadi. Euskadi para Dios"
Lema de Sabino Arana
6.6. La sociedad euskariana -antes de inventarse la palabra Euskadi, Sabino Arana
denominaba Euskaria al País Vasco- mezclada y hecha una con la española, está fuera
de sus fines, está perdiendo a sus hijos, está pecando en contra de Dios. La sociedad
euskariana, al mantener relaciones con la española se está perdiendo, es necesario
dentro de lo posible el aislamiento; y los que están por venir también la desperdigan,
aislada parcialmente por la independencia política
ARANA, S.:Revista Baserritarra, 11/7/-1879
6.7 Vizcaya vivía libre del poder extranjero y era independiente, gobernándose a sí
misma y dándose leyes, como una nación libre, como si fuere un Estado y vosotros,
cansados de ser libres, habéis aceptado el poder extranjero, habéis negado vuestra
nacionalidad para admitir la extranjera. Vuestros usos y costumbres eran del nivel de
los poderosos, en virtud de vuestro pueblo y humanidad; y vosotros, bajo la influencia
española, podrida y degenerada la habéis contaminado, afeminado. Vuestra raza,
especial entre especiales, sin ningún tipo de relación con
las del entorno, es decir, las razas francesa ni española, ni con cualquier otra raza del
mundo, vuestra raza formaba Vizcaya, vuestra patria.
Y vosotros, sin ningún tipo de contemplación, habéis perdido, el respeto que les debéis
a
vuestros antepasados, mezclando vuestra sangre con la sangre española o maqueta, os
habéis emparentado y mezclado con una de las razas más despreciables de Europa .
Bizkaitarra,30-IX-1894.
6.8.La fisonomía del bizkaino es inteligente y noble; la del español, inexpresiva y adusta.
El bizkaino es de andar apuesto y varonil; el español, o no sabe andar (ejemplo, los
quintos) o si es apuesto es tipo femenil (ejemplo, el torero ).
El bizkaino es nervudo y ágil; el español es flojo y torpe.
El bizkaino es inteligente y hábil para toda clase de trabajos; el español es corto de
inteligencia y carece de maña para los trabajos más sencillos. Preguntádselo a cualquier
contratista de obras y sabréis que un bizkaino hace en igual tiempo tanto como tres
maketos juntos;
El bizkaino es laborioso (ved labradas sus montañas hasta la cumbre); el español,
perezoso y vago (contemplad sus inmensas llanuras desprovistas en absoluto de
vegetación;
El bizkaino es emprendedor (leed la historia y miradlo hoy ocupando elevados y
considerados puestos en todas partes... menos en su patria); el español nada
emprende, a nada se atreve, para nada vale (examinad el estado de las colonias; El
bizkaino no vale para servir, ha nacido para ser señor ("etxejaun"); el español no ha
nacido más que para ser vasallo y siervo (pulsad la empleomanía dentro de España, y si
vais fuera de ella le veréis ejerciendo los oficios más humildes.
El bizkaino degenera en carácter si roza con el extraño; el español necesita de cuando
en cuando una invasión extranjera que le civilice.
El bizkaino es caritativo aun para sus enemigos (que lo digan los lisiados españoles que
atestan las romerías del interior y mendigan de caserío en caserío); el español es avaro
aun para sus hermanos (testigo, Santander cuando pidió auxilio a las ciudades
españolas en la consabida catástrofe.
El bizkaino es digno, a veces con exceso, y si cae en la indigencia, es capaz de dejarse
morir de hambre antes de pedir limosna (preguntádselo a las Conferencias de San
Vicente de Paúl); el español es bajo hasta el colmo, y aunque se encuentre sano,
prefiere vivir a cuenta del prójimo antes que trabajar (contad, si podéis, los millares de
mendigos de profesión que hay en España y sumadlos con los que anualmente nos
envía a Euskeria).
Interrogad al bizkaino qué es lo que quiere y os dirá "trabajo el día laborable e iglesia
y tamboril el día festivo"; haced lo mismo con los españoles y os contestarán pan y
toros un día y otro también, cubierto por el manto azul de su puro cielo y calentado al
ardiente sol de Marruecos y España.
Ved un baile bizkaino presidido por las autoridades eclesiásticas y civiles y sentiréis
regocijarse el ánimo al son del "txistu", la alboka o la dulzaina y al ver unidos en
admirable consorcio el más sencillo candor y la loca más alegría; presenciad un baile
español y si no os causa náuseas el liviano, asqueroso y cínico abrazo de los dos sexos
queda acreditada la robustez de vuestro estómago, pero decidnos luego si os ha
divertido el espectáculo o más bien os ha producido hastío y tristeza.
En romerías de bizkainos rara vez ocurren riñas, y si acaso se inicia alguna reyerta,
oiréis sonar una media docena de puñetazos y todo concluido; asistid a una romería
española y si no veis brillar la traidora navaja y enrojecerse el suelo, seguros podéis
estar de que aquel día el sol ha salido por el Oeste.
El aseo del bizkaino es proverbial (recordad que, cuando en la última guerra andaban
hasta por Nabarra, ninguna semana les faltaba la muda interior completa que sus
madres o hermanas les llevaban recorriendo a pie la distancia); el español apenas se
lava una vez en su vida y se muda una vez al año.
La familia bizkaina atiende más a la alimentación que al vestido, que aunque limpio
siempre es modesto; id a España y veréis familias cuyas hijas no comen en casa más
que cebolla, pimientos y tomate crudo, pero que en la calle visten sombrero, si bien su
ropa interior es "peor menealla".
El bizkaino que vive en las montañas, que es el verdadero bizkaino es, por natural
carácter, religioso (asistid a una misa por aldea apartada y quedaréis edificados); el
español que habita lejos de las poblaciones, o es fanático o es impío (ejemplos de lo
primero en cualquier región española; de lo segundo entre los bandidos andaluces, que
usan escapulario, y de lo tercero, aquí en Bizkaya, en Sestao donde todos los
españoles, que no son pocos, son librepensadores.
Oídle hablar a un bizkaino y escucharéis la más eufónica, moral y culta de las lenguas;
oídle a un español y si sólo le oís rebuznar podéis estar satisfechos, pues el asno no
profiere voces indecentes ni blasfemias.
El bizkaino es amante de su familia y su hogar (cuanto a lo primero, sabido es que el
adulterio es muy raro en familias no inficionadas de la influencia maketa, esto es, en las
familias genuinamente bizkainas; y cuanto a lo segundo, si el bizkaino por su carácter
emprendedor se ausenta de su hogar no le pasa día en que no suspire por volver a él);
entre los españoles, el adulterio es frecuente así en las clases elevadas como en las
humildes, y la afección al hogar es en estas últimas nula porque no la tienen.
Por último, según la estadística, el noventa y cinco por ciento de los crímenes que se
perpetran en Bizkaya se deben a mano española, y de cuatro de los cinco restantes son
autores bizkainos españolizados
Decid, pues, ahora si el bizkaino es español por su tipo, carácter y costumbres."
Sabino Arana, "¿Qué somos?". Obras Completas. Editorial
Sabindiar-Batza. Buenos Aires. 1965. Páginas 627 y 628
OTRAS PERLAS SABINIANAS
«El roce de nuestro pueblo con el español causa inmediata y necesariamente en
nuestra raza ignorancia y extravío de inteligencia, debilidad y corrupción de corazón,
apartamiento total, en una palabra, del fin de toda humana sociedad. Y muerto y
descompuesto así el carácter moral de nuestro pueblo, ¿qué le importa ya de sus
caracteres físicos y políticos”
«¿Qué es, pues, lo que respecto de la pureza de la raza se contiene en el programa
nacionalista? Puede reducirse en los puntos siguientes:
Los extranjeros podrán establecerse en Bizkaya bajo la tutela de sus respectivos
cónsules; pero no podrán naturalizarse en la misma. Respecto de los españoles, las
Juntas Generales acordarán si habrían de ser expulsados, no autorizándoseles en los
primeros años de independencia la entrada en territorio bizkaino, a fin de borrar más
fácilmente toda huella que en el carácter, en las costumbres y en el idioma hubiera
dejado su dominación
La ciudadanía bizkaina pertenecerá por derecho natural y tradicional a las familias
originarias de Bizkaya, y en general a las de raza euskeriana, por efecto de la
confederación; y, por cesión del poder (Juntas Generales) constituido por aquéllas y
éstas, y con las restricciones jurídicas y territoriales que señalara, a las familias
mestizas euskeriano- extranjeras
«Tanto están obligados los bizkainos a hablar su lengua nacional, como a no
enseñársela a los maketos o españoles. No el hablar éste o el otro idioma, sino la
diferencia del lenguaje es el gran medio de preservarnos del contacto con los
españoles y evitar así el cruzamiento de las dos razas
«En Cataluña todo elemento procedente del resto de España lo catalanizan, y les place
a sus naturales que hasta los municipales aragoneses y castellanos de Barcelona hablen
catalán; aquí padecemos muy mucho cuando vemos la firma de un Pérez al pie de unos
versos euzkericos, u oímos hablar nuestra lengua a un cochero riojano, a un liencero
pasiego o a un gitano.»;
«Conque, ¿es anti-español el Euzkera? Es la primera vez que lo oímos de labios
maketos. ¡Ya lo sabéis, euzkaldunes, para amar el Euzkera tenéis que odiar a España!
Así lo pensábamos nosotros; pero ahora es un español el que lo dice"...y del enemigo
el consejo
«Si a esa nación latina la viésemos despedazada por una conflagración intestina o una
guerra internacional, nosotros lo celebraríamos con fruición y verdadero júbilo, así
como pesaría sobre nosotros como la mayor de las desdichas, como agobia y aflige al
ánimo del náufrago el no divisar en el horizonte ni costa ni embarcación, el que España
prosperara y se engrandeciera
«Etnográficamente hay diferencia sustancial entre ser español y ser euskeriano, porque
la raza euskeriana es sustancialmente distinta de la raza española... Si fuese moralmente
posible una Bizcaya foral y euzkeldun (o con Euskera), pero con raza maketa, su
realización sería la cosa más odiosa del mundo, la más rastrera aberración de un
pueblo, la evolución política más inicua y la falsedad más estupenda de la historia... y
vosotros, degenerados y corrompidos por la influencia española, o los habéis
adulterado por completo, o los habéis reemplazado por los usos y costumbres de un
pueblo a la vez afeminado y embrutecido... Tanto nosotros podemos esperar más de
cerca nuestro triunfo, cuanto España se encuentre postrada y arruinada... el favorecer
la irrupción de los maketos es fomentar la inmoralidad en nuestro país; porque si es
cierto que las costumbres de nuestro Pueblo han degenerado notablemente en esta
época, débese sin duda alguna a la espantosa invasión de los maketos, que traen
consigo la blasfemia y la inmoralidad... Es preciso apartarse de los maketos en todos
los órdenes de la vida... Gran daño hacen a la Patria cien maketos que no saben
euskera: Mayor es el que le hace un solo maketo que lo sepa.

Texto 7. Constitución federalista de Andalucía.


Título primero. Condiciones y objeto de la Federación.
Art. 1° Andalucía es soberana y autónoma; se organiza en una democracia republicana
representativa, y no recibe su poder de ninguna autoridad exterior al de las
autonomías cantonales que le instituyen por este Pacto.
Art. 2° Los Cantones contratantes delegan en la Federación regional las atribuciones
que señala el apéndice III.
Art. 3° Toda atribución no expresamente delegada, pertenece al Cantón o al
Municipio, según sus respectivas Constituciones.
Art. 4° La Federación andaluza tiene por objeto:
a) Mantener el reposo interior y asegurar la independencia e integridad del territorio.
b) Realizar, mantener y garantizar la libertad y la igualdad, por medio de las
instituciones republicano democrático federales.
c) Aumentar el bienestar general y la instrucción pública; realizar el derecho humano,
cumplir la justicia, acelerar el progreso y el desarrollo general; fomentar los intereses
morales y materiales del país.
Aprobado por la Asamblea de Antequera del Partido Republicano Demócrata Federal
a propuesta del diputado andaluz en Cortes, Saurnill, 1883.
Acosta Sánchez, J. La Constitución de Antequera. Estudio teórico-crítico, p. 157.

Texto 8. El nacionalismo gallego


Los derechos de Galicia como Nación (...) No discutimos el derecho de Galicia a ser
una nación: Galicia es ya una nación; la nacionalidad gallega es un hecho geográfico e
histórico que
no se puede negar. Galicia es un organismo vivo y por serlo tiene derecho a la vida.
Ahora bien, como vivir es ser diferente, la vida significa para las nacionalidades la
preservación y desarrollo de su genio nacional.
Nosotros no queremos hacer de Galicia una nación soberana, no queremos separar
nuestra Tierra de la simbiosis ibérica. Queremos formar parte de España y contribuir,
con nuestro genio nacional gallego, a la vida española. Reconocemos, desde luego, la
soberanía del Estado español. Pero consideramos un agravio y una violencia contra la
vida de la nación gallega cualquier medida del gobierno central que atente contra
nuestras características nacionales, contra los vínculos fundamentales de nuestra
comunidad espiritual, que para nosotros son sagrados e intangibles.
RISCO, V.:Teoría do nacionalismo galego, 1920.

EL 98. FIN DEL IMPERIO COLONIAL Y CONSECUENCIAS.


LA GUERRA DE MARRUECOS.

TEXTO 1. El negocio ultramarino.


Los intereses de un sector de la burguesía española en los negocios coloniales de
Cuba, Puerto Rico y Filipinas estuvieron largo tiempo representados por una Liga
Nacional, creada en 1872 a partir de los Círculos Ultramarinos y el Casino Español de
La Habana, a la que se adhirieron numerosas personalidades, asociaciones de
comerciantes e industriales y lo más representativo de la burguesía barcelonesa. Este
grupo de presión obstaculizó cuanto pudo en su momento los intentos de abolición de
la esclavitud y animó constantemente la lucha contra los secesionistas.
No solamente importaban los jugosos beneficios del azúcar y el tabaco, sino la
importante cuota que en las exportaciones tenía el sector ultramarino. Véanse los
datos correspondientes a la exportación de tejidos a las colonias en los años
anteriores a la independencia:
AÑO VALOR DE LAS % EN COMERCIO
EXPORTACIONES COLONIAL DE LAS
MANUFACTURAS DE
ALGODÓN
1885 5.985.000 8
1890 22.431.000 19
1892 38.267.000 25
1894 50.233.000 29
1896 56.628.000 27
Estadísticas de comercio Exterior de España.

Texto 2 Resolución conjunta del Senado y la Cámara de Representantes de los Estados


Unidos (18/4/1898).
Considerando que el aborrecible estado de cosas que ha existido en Cuba durante los
últimos tres años, en isla tan próxima a nuestro territorio, ha herido el sentimiento
moral del pueblo de los Estados Unidos; ha sido un desdoro para la civilización
cristiana y ha llegado a un periodo crítico con la destrucción de un barco de guerra
norteamericano y con la muerte de 266 de entre sus oficiales tripulantes, cuando el
buque visitaba amistosamente puerto de La Habana (...)
El Senado y la Cámara de Representantes, reunidas en Congreso, acuerdan:
Primero: Que el pueblo de Cuba es y debe ser libre e independiente.
Segundo: Que es deber de los Estados Unidos exigir por la presente su gobierno exige,
que el gobierno español renuncie inmediatamente a su autoridad y gobierno en Cuba y
retire sus fuerzas terrestres y navales de las tierras y mares de la isla.
Tercero: Que se autoriza al presidente de los Estados Unidos y se le encarga y ordena
que utilice todas las fuerzas militares y navales de los Estados Unidos (...) en el número
que sea necesario para llevar a cabo estos acuerdos.
Cuarto: Que los Estados Unidos, por la presente, niegan que tengan ningún deseo ni
intención de ejercer jurisdicción ni soberanía, ni intervenir en el gobierno de Cuba, si
no es para su pacificación, y afirman su propósito de dejar el dominio y gobierno de la
isla al pueblo de ésta, una vez realizada dicha pacificación."

Texto 3. El Tratado de Paz de París ( 10 /12/1898).


"Art.1º España renuncia a todo derecho de soberanía y propiedad sobre Cuba. En
atención a que dicha isla, cuando sea evacuada por España, va a ser ocupada por los
Estados Unidos, los Estados Unidos, mientras dure su ocupación, tomarán sobre sí y
cumplirán las obligaciones que por el hecho de ocuparla les impone el derecho
internacional, para la protección de vidas y haciendas.
Art. 2º España cede a los Estados Unidos la isla de Puerto Rico y las demás que están
ahora bajo su soberanía en las Indias Occidentales, y la isla de Guam en el archipiélago
de las Marianas o Ladrones.
Art. 3º España cede a los Estados Unidos el archipiélago conocido por las islas Filipinas
(...) Los Estados Unidos pagarán a España la suma de veinte millones de dólares dentro
de los tres meses después del canje de ratificaciones del presente tratado (...) "[Hasta
17 artículos.]"
Texto 4. "Consecuencias del 98"
Dado que, a corto plazo, la crisis del 98 no provocó cambios políticos sustanciales,
pareció que el país había interiorizado la derrota con irresponsable indiferencia y
alegre pasividad... Pero no fue así.
Primero, el 98 provocó, principalmente en el ámbito intelectual una profunda crisis de
la conciencia nacional, una intensa reflexión sobre España y su significación en la
historia, que se plasmó en una producción literaria, ensayística y artística de gran
calidad (la obra de Unamuno, Baroja, Azorín, Maeztu, Valle Inclán, Machado, la pintura
de Zuloaga, más la producción de los epígonos del 98: Ortega, Marañón, Azaña, Pérez
de Ayala, Solana, etc.) que condicionó de forma decisiva la vida cultural española a
todo lo largo del siglo xx.
Segundo, el 98 generó exigencias de cambio, de reformas, de regeneración, por decirlo
con la palabra entonces en boga, que tuvo en Joaquín Costa a su principal teorizador
(...)
Tercero, el 98 coincidió con la irrupción de los nacionalismos periféricos en la política
española. Arana, el líder del nacionalismo vasco, fue elegido diputado a la Diputación
de Vizcaya en septiembre de 1898. La Lliga Regionalista entró en el Parlamento español
con cuatro diputados a raíz de las elecciones de 1901. Solidaritat Catalana (...) logró en
las de 1907, 41 de los 44 escaños de Cataluña. La cuestión catalana cambió la política;
reveló la mala vertebración de la organización territorial del Estado español (...)
El 98 reveló, pues, las limitaciones del régimen de 1876, fijó además parte sustancial de
la agenda de cuestiones que iban a interesar a los españoles durante buena parte del
siglo xx."
FUSI, J. P. Y PALAFOX, J.: España 1808-1996. El desafío de la modernidad,
Madrid, Espasa, 1997, p. 177.
Texto 5.
La campaña antiespañola y las presiones para la concesión de independencia, hechas
perentorias sin entrar a conocer la delicada situación interna de la política española y
de los ultras que exigían una solución también radical, determinaron la desigual guerra
hispano-norteamericana que estallaba entre los días 21-25 de abril de 1898 en forma
diplomática y enseguida en forma militar, ya preparada por Estados Unidos. El gobierno
español no pareció tener otra solución, después de haber negociado con evidente
paciencia ante la intromisión imperialista de Estados Unidos, so pretexto de seguridad
nacional y otros fines [...], que dejarse atrapar en la guerra para acallar con esta
dramática solución el vocerío de los sectores patrioteros del interior.
MARTÍNEZ CUADRADO, M. La burguesía conservadora Madrid, Alianza, 1976
Texto 6.
La teoría tradicional sobre el 98 viene a caracterizarlo como una reacción resentida y
pesimista, nostálgica y autoritaria, en la inteligencia de que la, decisión y desarrollo de
la guerra constituyó el fracaso de un gobierno y unos políticos que habrían arrastrado
al país, de forma "quijotesca" (Bafour), a una confrontación "numantina", descabellada.
Pero lo cierto es que la verdad está más cerca de lo contrario. Precisamente debido a
que la guerra del 98 fue calculada, casi cínicamente impuesta por casi todos a casi
todos, y perdida de forma abrumadora y rápida, la percepción de la misma no consistió
en atribuirla a la voluntad de un gobierno, sino en entenderla como "problema
nacional". De este modo el 98 español, más que como resaca nostálgica del imperio
perdido, se manifestó como un revulsivo nacional que llegaba hasta reclamar se
borrase 'el funestísimo nombre de Colón" (Marenco a Polavieja) y se renunciase 'a
colonia alguna" (Cervera a Spottorno).
VARELA ORTEGA, J.: "La España po1ítica de fin de siglo "Revista de Occidente”,
marzo de 1998
Texto 7.
Sin embargo, a pesar de la envergadura del desastre y su significado simbólico, no
pareció que, en su momento, cambiara nada a nivel institucional. Pese a todos los
temores y sufrimientos que produjo el desastre, no hubo crisis de Estado. El sistema
político de la Restauración sobrevivió sin pena ni gloria [...]. Los viejos políticos
adoptaron la nueva retórica de regeneración sin cambiar sus prácticas el régimen
demostró un poder de recuperación que desesperó a quienes pretendían aprovechar
el desastre para modernizar España [...]. El ejército español superaba en número al
norteamericano y la armada española tenía una fuerza similar a de su contrincante,
aunque muy por debajo en ambos casos las fuerzas de las grandes potencias europeas.
España perdió la guerra con los norteamericanos, en primer lugar, porque estaba
perdiendo la guerra con los cubanos y los filipinos insurgentes. Perdió además porque
tenía que operar en frentes enormemente dispersos y distantes de la Península,
mientras los norteamericanos podían dirigir sus fuerzas contra objetivos más
concretos [...]. En resumen, el régimen sobrevivió a los retos contradictorios de la
posguerra la protesta popular, el regeneracionismo, el nacionalismo regional y la
reacción militar porque estos movimientos estaban profundamente divididos entre sí
porque el sistema se asentaba todavía en una sociedad en gran parte poco
modernizada. Pero el consenso en que se basaba empezó a desmoronarse la capacidad
del Estado de ejercer hegemonía o de integrar nuevos grupos le intereses creados se
debilitó.
BALFOUR, S. “El desastre de 1898 y el fin del imperio español cien años después”.
Revista de Occidente, marzo de 1998
Texto 8. España sin pulso.
Quisiéramos oír esas o parecidas palabras brotando de los labios del pueblo; pero no
se oye nada; no se percibe agitación en los espíritus ni movimiento en las gentes.
Los doctores de la política y los facultativos de cabecera estudiarán, sin duda, el mal,
discurrirán sobre sus orígenes, su clasificación y sus remedios; pero el más ajeno a la
ciencia que preste alguna atención a asuntos públicos observa este singular estado de
España: donde quiera que se ponga el tacto, no encuentra pulso.
Monárquicos, republicanos, conservadores, liberales, todos los que tengan algún
interés en que este cuerpo nacional viva, es fuerza que se alarmen y preocupen con tal
suceso. Las turbulencias se encauzan, las rebeldías Se reprimen, hasta las locuras se
reducen a la razón por la pena o por el acertado régimen; pero el corazón que cesa de
latir y va dejando insensibles todas las regiones del cuerpo, anuncia la descomposición
y la muerte al más lego.
La guerra con los ingratos hijos de Cuba no movió una sola fibra del
sentimiento popular. Hablaban con elocuencia los oradores en la Cámara, de sacrificar
la última peseta y derramar la postrer gota de sangre... de los demás; obsequiaban los
Ayuntamientos a los soldados, que saludaban y marchaban sumisos, trayendo a la
memoria el “Ave Cesar” de los gladiadores romanos; sonaba la marcha de Cádiz;
aplaudía la prensa y el país inerte dejaba hacer [...].
Se hace la paz, la razón la aconseja, los hombres de sereno juicio no la discuten; pero
ello significa nuestro vencimiento, la expulsión de nuestra bandera de las tierras que
descubrimos y conquistamos [...]; todos esperaban o temían algún estremecimiento de
la conciencia popular; sólo se advierte una nube general de silenciosa tristeza que
presta como un fondo gris al cuadro, pero sin alterar vida ni costumbres ni
diversiones, ni sumisión al que sin saber por qué ni para qué le toque ocupar el
Gobierno [...].
En vano la prensa de gran circulación [...]se ha esforzado en mover la opinión llamando
a la puerta de las pasiones populares [...]. Con visible simpatía mira gran parte del país
la censura previa; no porque entienda defiende el orden y la paz sino porque le atenúa
y suaviza el pasto espiritual que a diario le surten los periódicos y lo pone más en
armonía con su indiferencia y flojedad de nervios [...].
Hay que dejar la mentira y desposarse con la verdad; hay que abandonar las vanidades
y sujetarse a la realidad, reconstituyendo todos los organismos de la vida nacional
sobre los cimientos, modestos pero firmes, que nuestros medios nos consientan [...].
No hay que fingir [...] y hay que levantar a toda costa, y sin, pararse en amarguras y
sacrificios y riesgos de parciales disgustos y rebeldías, el concepto moral de los
gobiernos centrales, porque si esa dignificación no se logra, la descomposición del
cuerpo nacional es segura.
El efecto inevitable del menosprecio de un país respecto de su poder central es el
mismo que en todos los cuerpos vivos produce la anemia y decadencia de la fuerza
cerebral; primero la atonía y después la disgregación y la muerte.
La degeneración de nuestras facultades y potencias tutelares ha desbaratado nuestra
dominación en América y tiene en grave disputa la del Extremo Oriente; pero aún es
más grave que la misma corrupción y endeblez avance a los organismos más nobles y
precisos del tronco, y ello vendrá sin remedio si no se reconstituye y dignifica la acción
del Estado.
Engañados gravemente vivirán los que crean que por no vocear los republicanos en las
ciudades, ni alzarse los carlistas en las montañas, ni cuajar los intentos de tales o cuales
jefes en los cuarteles, ni cuidarse el país de que la imprenta calle o las elecciones se
mistifiquen, o los ayuntamientos exploten sin ruido las concejalías y los gobernadores,
los juegos y los servicios, está asegurado el orden y es inconmovible el Trono, y nada
hay que temer ya de los males interiores que a otras generaciones afligieron; si pronto
no se cambia radicalmente de rumbo, el riesgo es infinitamente mayor; por lo mismo
que es más hondo, y de remedio imposible si se acude tarde; el riesgo es el total
quebranto de los vínculos nacionales, de la ordenación por nosotros mismos de
nuestros destinos como pueblo europeo.
SILVELA,F., “ESPAÑA SIN PULSO”en el Diario El Tiempo, Madrid 16/8/1898

Texto 9. CONVENIO HISPANO-FRANCÉS SOBRE MARRUECOS


El Gobierno de SM. el Rey de España y el Gobierno de la República francesa,
habiéndose puesto de acuerdo para fijar la extensión de sus derechos y la garantía de
sus intereses, que resulta para España, de sus posesiones en la costa de Marruecos, y
para Francia, de sus posesiones argelinas [...] han extendido la presente declaración [...]
Art. 1º España se adhiere, en los términos del presente Convenio, a la Declaración
franco-inglesa de 8 de abril de 1904 relativa a Marruecos y al Egipto.
Art. 2º La región situada al oeste y al norte de la línea que se determina a
continuación, constituye la esfera de influencia que resulta para España de sus
posesiones sobre la costa marroquí del Mediterráneo. En esta zona queda reservada a
España la misma acción que se reconoce a Francia por el párrafo 2º del artículo 2º de
aquella Declaración de 8 de abril de 1904 relativa a Marruecos ya Egipto. Sin embargo,
en consideración a las dificultades actuales ya la conveniencia recíproca de allanarlas,
España declara que no ejercerá esa acción sino de acuerdo con Francia, durante el
primer período de aplicación del presente Convenio, cuyo período no podrá exceder
de quince años, contados desde la firma de este mismo Convenio [...]. Terminado ese
primer período, y mientras se mantenga el statu quo, la acción de Francia cerca del
Gobierno marroquí, en lo que afecte a la esfera de influencia reservada a España, no se
ejercerá sino de acuerdo con el Gobierno español.
Art. 3º En el caso de que el estado político de Marruecos y el Gobierno xerifiano no
pudieran ya subsistir o si por la debilidad de ese Gobierno y por su impotencia
persistente para afirmar la seguridad y el orden públicos, o por cualquier otra causa
que se haga constar de común acuerdo, el mantenimiento del statu quo fuese
imposible, España podrá ejercitar libremente su acción en la región delimitada en el
presente artículo que constituye desde ahora su zona de influencia.
Art. 4º Habiendo concedido a España el Gobierno marroquí, por el artículo 8º del
Tratado de 26 de abril de 1860 un establecimiento en Santa Cruz de Mar Pequeña
(Ifni) queda entendido que el territorio de este establecimiento se extenderá más allá
del curso del río Tazeronalt, desde nacimiento hasta su confluencia con el río Mesa y
el curso del río Mesa desde su confluencia hasta el mar.
Art. 7º España se compromete a no enajenar ni ceder bajo ninguna forma, siquiera sea
a título temporal, todo o parte de los territorios designados en los artículos 2, 4 y 5
de este Convenio.
Art. 9º La ciudad de Tánger conservará el carácter especial que le dan la presencia del
Cuerpo diplomático y sus instituciones municipales y sanitarias.
Art. 10º Mientras dure el estado político actual, las empresas de obras públicas,
caminos de hierros, caminos, canales que partan de un punto cualquiera de Marruecos
para llegar a la región indicada en el artículo segundo y viceversa, serán ejecutadas por
sociedades que podrán constituir españoles y franceses. Del mismo modo será posible
a españoles y franceses asociarse en Marruecos para la explotación de minas, canteras
y generalmente de empresas de orden económico.
Art. 11º Las escuelas y establecimientos españoles que actualmente existen en
Marruecos serán respetados. La circulación de la moneda española no será impedida ni
dificultada. Los españoles continuarán disfrutando en Marruecos los derechos que les
aseguran los tratados, convenios y usos, incluso el derecho de navegación y de pesca
en las aguas puertos de Marruecos.
Art. 16º El presente Convenio se publicará cuando 1os dos Gobiernos juzguen, de
común acuerdo, que esa publicación puede hacerse sin inconvenientes.
París, 3 de Octubre de 1904
Texto 10.
Considerando que la guerra es una consecuencia fatal del régimen de producción
capitalista.
Considerando, además, que dado el sistema español de reclutamiento del ejército, sólo
los obreros hacen la guerra que los burgueses declaran.
La asamblea protesta enérgicamente:
1. Contra la acción del gobierno Español en Marruecos.
2. Contra los procedimientos de ciertas damas de la aristocracia, que insultaron el
dolor de los reservistas, de sus mujeres y de sus hijos, dándoles medallas y
escapularios, en vez de proporcionarles los medios de subsistencia que les arrebatan
con la marcha del jefe de la familia.
3. Contra el envío a la guerra de los ciudadanos útiles a la producción, y en general,
indiferentes al triunfo de la cruz sobre la media luna, cuando se podrían formar
regimientos de curas y de frailes que, además de estar directamente interesados en el
éxito de la religión católica, no tienen familia, ni hogar, ni son de utilidad alguna al país
(...)
4. Contra la actitud de los diputados republicanos que, ostentando el mandato del
pueblo, no han aprovechado la inmunidad parlamentaria para ponerse al frente de las
masas en su protesta contra la guerra y compromete a la clase obrera a concentrar
todas sus fuerzas, por si se hubiera de declarar la huelga general para obligar al
gobierno a respetar los derechos que tienen los marroquíes a conservar intacta la
independencia de su patria.
Moción de la asamblea obrera de Tarrasa. (21 de julio de 1909)

LA RESTAURACIÓN (II). CRISIS Y DISOLUCIÓN.


Texto 1. Alfonso XIII reflexiona sobre lo que podría ser su reinado
«En este año me encargaré de las riendas del Estado, acto de suma trascendencia tal y
como están las cosas, porque de mí depende si ha de quedar en España la Monarquía
borbónica o la República. Porque yo me encuentro al país quebrantado por pasadas
guerras, que anhela por un alguien que le saque de esta situación; la reforma social a
favor de las clases necesitadas; el Ejército con una organización atrasada a los adelantos
modernos; la Marina sin barcos; la bandera ultrajada; los gobernadores y alcaldes que
no cumplen las leyes, etc. En fin, todos los servicios desorganizados y mal atendidos.
Yo puedo ser un Rey que se llene de gloria regenerando la patria; cuyo nombre pase a
la Historia como recuerdo imperecedero de su reinado; pero también puedo ser un
Rey que no gobierne, que sea gobernado por sus ministros, y, por fín, puesto en la
frontera".
Diario personal de Alfonso XIII, 1902, cit. en Carlos SECO SERRANO, La etapa
constitucional (1902-1923), en «La España de Alfonso XIII", Cuadernos de Historia 16,
nº 98, Madrid, 1985, p. 14.
Texto 2. El europeísmo como solución
«En una cosa estamos de acuerdo los españoles; lo mismo los conservadores [. ..]
como los liberales [ ...] así como los republicanos [ ...] como las clases llamadas
neutras. Esa afirmación que hacen a una cuantos se preocupan de la reconstitución y
suerte futura de la Patria es que, para que ésta se redima y resurja a la vida de la
civilización y de la historia, necesita una revolución", o lo que es igual, tiene que mudar
de piel, romper los moldes viejos que Europa rompió hace ya más de medio siglo;
sufrir una transformación honda y radical de todo su modo de ser; político, social y
administrativo; acomodar el tipo de su organización a su estado de atraso económico e
intelectual y tomarlo nada más como punto de partida, con la mira puesta en el ideal,
el tipo europeo».
Joaquín Costa: Quiénes deben gobernar después de la catástrofe. Madrid, 1900.
Texto 3.
3.1.El incidente del Cu-Cut.
"Barcelona, 25 (5 tarde). Anoche, a primera hora, gran número: de oficiales del
ejército, molestados por las caricaturas y artículos que publicaba la prensa catalana, se
reunieron en número de más de 200 en la Plaza Real; comenzaron a dar Vivas a España
y desde allí marcharon a la imprenta del semanario catalanista Cu-Cut. Sacaron todos
los trastos y enseres que encontraron y gran cantidad de periódicos Y les prendieron
fuego, formando una gran hoguera.
Desde allí marcharon a la calle del cardenal Casañas, donde se encuentra la redacción
del mismo periódico Y renovaron la escena sacando los muebles Y prendiéndoles
fuego, apaleando a los que encontraban dentro Y obligándoles a gritar “Viva España”.
Los oficiales marcharon después a las Ramblas de las Flores., donde se encuentra el
periódico de La Veu. Entraron también en la redacción, sacaron gran cantidad de
muebles Y de prensa, prendiéndoles fuego igualmente. En la redacción dieron varios
sablazos, obligando a los que allí estaban a gritar “Viva España”. Todo 1o destrozaron
respetando solo el escudo de Cataluña, diciendo que Cataluña era una provincia
española.
De resultas de los sablazos que repartieron hay varios heridos. Uno de ellos, grave. El
gobernador militar, capitán general interino, acudió ante la redacción de La Veu,
dirigióse a 1os oficiales Y les obligó a que se retirasen al gobierno militar. Se ha
mandado instruir sumario habiéndose nombrado juez especial al comandante señor
Gotarredona Mencheta".
El Imparcial, 27 de noviembre de 1905
3.2. Artículo 3°: Los que de palabra o por escrito, por medio de la imprenta, grabado u
otro medio mecánico de publicación, en estampas, alegorías, caricaturas, emblemas o
alusiones injurien u ofendan clara o encubiertamente al ejército o a la Armada o a
Instituciones, armas, clases o cuerpos determinados del mismo, serán castigados con la
pena de prisión correccional.
Artículo 7°: Los de atentado o desacato a las autoridades militares, los de injuria y
calumnia a éstas y a las corporaciones o colectividades del ejército, cualquiera que sea
el medio empleado para hacer cometer el delito, con inclusión de la imprenta, el
grabado u otro medio mecánico de publicación, siempre que dicho delito se refiera al
ejercicio de destino o mando militar, tienda a menoscabar su prestigio o a relajar los
vínculos de disciplina y subordinación en los organismos armados, y los de instigación a
apartarse de sus deberes militares a quienes sirvan o estén llamados a servir en aquella
institución. (...)
Ley de Jurisdicciones. (23 de marzo de 1906)
Texto 4.
Rebelaos contra todos: no hay nadie o casi nadie justo. (...)
Sed arrogantes como si no hubiera en el mundo nadie ni nada más fuerte que
vosotros, no lo hay. La semilla más menuda prende en la grieta de granito, echa raíces,
crece, hiende en la peña, rasga la montaña, derrumba el castillo secular (...) triunfa. Sed
imprudentes, como si estuvieseis por encima del Destino y la Fatalidad. Sed osados y
valerosos, como si tuvieseis atadas a vuestros pies la Victoria y la Muerte. Sois la la
vida que se renueva, la naturaleza que triunfa, el pensamiento que ilumina, la voluntad
que crea, el amor eterno. (...)
Jóvenes bárbaros de hoy, entrad a saco en la civilización decadente y miserable de este
país sin ventura, destruid sus templos, acabad sus dioses, alzad el velo de las novicias y
elevad las a la categoría de madres para virilizar la especie, penetrad en los registros
de la propiedad y haced hogueras con sus papeles para que el pueblo purifique la
infame organización social, entrad en los hogares humildes y levantad legiones de
proletarios, para que el pueblo tiemble ante jueces despiertos.
Hay que hacerlo todo nuevo, con los sillares empolvados, con las vigas humeantes de
los viejos edificios derrumbados, pero antes necesitamos la catapulta que abata muros
y el rodillo que nivele solares.
LERROUX, A.: Rebeldes, rebeldes, 1906.
Texto 5. Reforma de la Administración Local
Creo y lo he dicho muchas veces que en España ha estádo muy cerca de
desacreditarse todo el conjunto de leyes liberales sin haberse siquiera estrenado, sin
haberse comenzado a practicar. Hace muchos años que está todo basado en la
elección popular y no sé a qué época nos hemos de referir para averiguar si ha sido
sincera, si ha sido verdadera la representación popular española en Parlamentos y
corporaciones. [...] Nosotros vamos a remediar eso; vamos, por todos los medios que
podamos a hacer efectiva, sincera, ingenua y total la representación política y la
asistencia íntegra de las fuerzas españolas en la administración del país [...] vamos,
pues, todos juntos a esa obra, si es verdad que tenemos fe en esa representación
íntegra de la vida popular en los negocios públicos. [...] Yo vengo quejándome de que
una grandísima parte del pueblo español está ausente de la vida pública; yo he afirmado
muchas veces que la mayor necesidad que nos apremia es traerlo a ella.
Yo no conozco asunto de mayor gravedad y trascendencia que el de la reforma de
nuestra administración local. Para mí es éste el problema capital de nuestra política
palpitante, el centro, la parte más viva de toda la preocupación con que un hombre
público español ha de mirar el porvenir [...] se elevará el pensamiento con
magnificencias oratorias y grandes resonancias doctrinales a las más altas concepciones
científicas; se hablará de organizaciones nuevas de los poderes públicos; llegarán los
legisladores a los mejores aciertos. Pero el pueblo no obtendrá ni gozará sino aquello
que le consienta el estado de la Administración Local: todo lo demás son celajes
luminosos. [...]
ANTONIO MAURA, 1909
Texto 6. Ley de Mancomunidades
"Art.1 . Para fines exclusivamente administrativos que sean de la competencia de las
provincias, podrán éstas mancomunarse. La iniciativa para procurarlo podrá partir del
gobierno, de cualquiera de las Diputaciones Provinciales o de uno o de varios
Ayuntamientos que reúnan el 10 por 100 cuando menos de los habitantes de las
respectivas provincias. [..]
En el mismo acuerdo, las Diputaciones determinarán y fijarán concretamente los
recursos con que habrán de contar en sus presupuestos. "
Gaceta de Madrid, viernes 19 de diciembre de 1913.

Texto 7
7.1 La Asamblea de Parlamentarios
A) La política del actual Gobierno, sobre significar una provocación a Cataluña y a
España entera, constituye a la vez un agravio al Parlamento y un obstáculo a que las
ansias de renovación que siente el país puedan obtener normal satisfacción.
B) Que habiendo declarado el Gobierno y los partidos que tienen mayoría en las
actuales Cortes, que éstas no pueden actuar en funciones de constituyentes, y
considerando la Asamblea que urge deliberar y resolver sobre la organización del
Estado, la autonomía de los municipios y los demás problemas que las circunstancias
plantean con apremio inaplazable para la vida del país, entiende que es indispensable la
convocatoria de nuevas Cortes, que en funciones de constituyentes, puedan deliberar
sobre estos problemas y resolverlos.
C) Que para que el país pueda manifestar libremente su opinión, y el pueblo no vea
cerrada toda esperanza de que su voluntad sea conocida y respetada, las Cortes
Constituyentes no pueden ser convocadas por un gobierno de partido, que fatalmente
seguiría los habituales procedimientos de adulteración del sufragio, sino por un
gobierno que encarne y represente la voluntad soberana del país.
D) Que es indispensable que el acto realizado por el Ejército el día 1° de junio vaya
seguido de una profunda renovación de la vida pública, emprendida y realizada por los
elementos políticos. [. ..]
Barcelona, 19 de junio de 1917
7.2. Acuerdos de la Asamblea de Parlamentarios. 1917
II. Soberanía popular y separada de los poderes. Se declara:
Que la soberanía reside esencialmente en el pueblo, del cual emanan todos los
poderes.
Que la potestad de hacerlas leyes reside en las Cortes .
Que el rey sanciona y promulga las leyes .
III. Funcionamiento de las Cortes .
Suprimir los senadores de nombramiento de la Corona, formándose el Senado de
senadores electivos.
La Asamblea declara que hay que modificar la Constitución, basándose necesariamente
en un amplio régimen de autonomía, admitiendo como organismo natural la región,
con atribuciones propias para gobernarse y regirse libremente en todos los órdenes
que afecten al pleno desenvolvimiento de su vida interna.
Texto 8. MANIFIESTO DEL COMITÉ DE HUELGA, agosto de 1917.
A LOS OBREROS y A LA OPINIÓN PÚBLICA:
Durante el tiempo transcurrido desde esa fecha hasta el momento actual, la afirmación
hecha por el proletariado al demandar como remedio a los males que padece España
un cambio fundamental de régimen político, ha sido corroborada por la actitud que
sucesivamente han ido adoptando importantes organismos nacionales, desde la
enérgica afirmación de la existencia de las Juntas de Defensa del Arma de Infantería,
frente a los intentos de disolución de esos organismos por los Poderes Públicos, hasta
la Asamblea de Parlamentarios celebrada en Barcelona el día 19 de julio, y la adhesión
a las conclusiones de esa Asamblea de numerosos ayuntamientos, que dan público
testimonio de las ansias de renovación que existen en todo el país. Durante los días
fabulosos en los cuales se han producido todos estos acontecimientos, el proletariado
español ha dado pruebas de serenidad y reflexión, que tal vez hayan sido interpretadas
por las oligarquías que detentan el poder como manifestaciones de falta de energía y
de incomprensión de la gravedad de las circunstancias actuales.
Si tal idea se han formado los servidores de la monarquía española, se han engañado
totalmente. El pueblo, el proletariado español, ha asistido en silencio, durante estos
últimos meses, a un espectáculo vergonzoso, mezcla de incompetencia y repulsiva
jactancia, de descarado desprecio de la vida y los derechos del pueblo e impúdica
utilización de las más degradantes mentiras como supremo recurso de gobierno. Si el
proletariado, si el pueblo español todo se resignase a seguir viviendo en esta situación
oprobiosa, habría perdido ante su propia conciencia y ante la conciencia extraña los
nobles rasgos que hacen a las colectividades humanas dignas del respeto y la
consideración universales, aun en medio de las más hondas crisis de la vida de los
pueblos.
Cerca de medio siglo de corrupción ha llevado a las instituciones políticas españolas a
un grado tal de podredumbre que los mismos institutos armados claman contra la
injusticia, contra la arbitrariedad, y se consideran vejados y engañados por los mismos
poderes públicos que tantos mentidos halagos han prodigado cuando se trataba
solamente de utilizarlos como instrumento de opresión y tiranía, y si esto han hecho
los poderes públicos con las clases sociales en cuya adhesión han buscado siempre las
firmes garantías de su existencia y dominio, ¿qué no habrán hecho con el pueblo
inerme e indefenso, bajo un régimen constitucional ficticio, bajo un régimen económico
de miseria y despilfarro y en un estado cultural mantenido por oligarcas en el más bajo
nivel y sobre el cual la masa ciudadana sólo puede ir paulatinamente elevándose
merced a ímprobos y perseverantes esfuerzos?
El proletariado español se halla, decidido a no asistir ni un momento mas pasivamente
a este intolerable estado de cosas.
La huelga ferroviaria, provocada últimamente por este Gobierno de consejeros de
poderosas compañías, es una prueba más de lo intolerables que son las actuales
condiciones de nuestra vida [...].
Los ferroviarios españoles no están solos en la lucha. Los acompaña todo el
proletariado organizado, en huelga desde el día 13, y esta magna movilización del
proletariado no cesará hasta haber obtenido las garantías suficientes de iniciación del
cambio de régimen, necesario para la salvación de la dignidad, del decoro y de la vida
nacionales.
Pedimos la constitución de un Gobierno provisional que asuma los poderes ejecutivo y
moderador, y prepare, previas las modificaciones imprescindibles en una legislación
viciada, la celebración de elecciones sinceras de unas Cortes constituyentes que
aborden, en plena libertad, los problemas fundamentales de la Constitución política del
país. Mientras no se haya conseguido ese objeto, la organización obrera española se
halla absolutamente decidida a mantenerse en su actitud de huelga [...].
Madrid,12-VIII-1917.Por el Comité Nacional de la Unión General de Trabajadores:
Francisco Largo Caballero, vicepresidente; Daniel Anguiano, vicesecretario. Por el
Comité Nacional del Partido Socialista: Julián Besteiro, vicepresidente; Andrés Saborit,
vicesecretario,
Texto 9.
9.1.En resumen, en 1917 se dieron tres revoluciones sucesivas, pero sin que hubiera
una conjunción de intereses ( de haberse dado, la monarquía habría caído
irremisiblemente). La monarquía salvó, por ello, su vida, pero no su orgánica realidad.
La revoluci6n militar significó, de una manera total, la reincorporación del ejército a la
política [...]. La revolución burguesa, canalizada a través de la Asamblea, venía a
significar su euforia económica y su deseo de no permanecer al margen de la acción
política; surgía al calor del caos formado en el país por el movimiento juntero, y buscó
el apoyo del brazo militar (como en el siglo XIX), fracasando en su intento. La
revolución proletaria significaba la aceleración por la izquierda de los movimientos
anteriores, que ante esa irrupción reaccionaron y se coaligaron para enfrentársela.
LACOMBA, J. A.: La crisis de 1917.Madrid, Historia 16, 1985
9.2.El profesor Lacomba, autor de un notable estudio sobre el tema, presenta la "triple
crisis" de 1917 [...] como la movilización conjunta de todas las fuerzas sociales y
políticas disconformes con un sistema que, o las excluía, o resultaba cada vez más
incapaz para la consecución de sus aspiraciones legítimas. De ahí a hablar de la ocasión
perdida para una renovación o regeneración total del Estado, mediante la integración,
en este, de los tres grandes cauces de disconformidad o de rechazo, no había más que
un paso, y no pocos historiadores lo han dado; si bien, para ello, se han visto
precisados a ofrecer una interpretación sesgada de cada una de las tres crisis, a fin de
que "cupieran" en la tesis integradora, la de la alternativa desperdiciada. Así, el
movimiento ( de profunda intencionalidad revolucionaria) de agosto de 1917 se ha
querido presentar como una simple, movilización obrerista y sindical en pro de
objetivos estrictamente laborales; y se ha pretendido ignorar la ambición política [...]
que latía en los caudillos del movimiento juntero. Pero la realidad es muy diferente:
basta examinar el contenido de las consignas publicadas por socialistas y sindicalistas en
vísperas de la huelga [...]. Nada tenían que ver con los objetivos nacionalistas
mantenidos por la burguesía de la Lliga.
Seco Serrano, Carlos: Historia de España, dirigida por MENÉNDEZ PIDAL, XXXVIII,
Madrid, Espasa-Calpe
9.3.Los hombres de la Lliga fueron los promotores del manifiesto por el que los
parlamentarios se apartaban del movimiento huelguístico. ¿Cómo podían apoyar una
huelga si los principales promotores en Cataluña afirmaban que iban a promover la
revolución social ya liquidar a los catalanistas? EI gobierno había resultado mucho más
fuerte de lo esperado y el movimiento huelguístico, endurecido por las propias
autoridades, había tomado un carácter claramente de revolución social La
colaboración interclasista era imposible. Los representantes de la burguesía catalana
debían trazar una nueva, política partiendo de su propia debilidad y del temor a ser
arrasados por las fuerzas proletarias. El movimiento obrero era demasiado fuerte,
demasiado autónomo,para seguir las indicaciones de los políticos reformistas de un
modo sumiso.
Riquer, B. de; El fracaso de la Asamblea de parlamentarios, Madrid, Historia 16, 1977.
Texto 10.
10.1 Lo que se barruntaba estalló.
Hemos tenido, Juan, una revolución muy seria. Ya no tienen que referirnos nada los
viejos, ni hemos de acudir a los anales y memorias antiguas para saber de barricadas,
detenciones en montón, cárceles trágicas, soldados en las calles, lucha, fragor,
muertes...
Cuando redacto, Juan, esta carta, en Madrid se ha apaciguado todo. Queda, empero, el
problema de las cuencas mineras, donde huelga y revuelta perduran.
Supónese que todo se irá calmando día tras día y que la paz volverá en España.
Ahora bien: ¿es que nuestro país va a seguir siendo gobernado por los viejos
procedimientos de favoritismo y de injusticia ?
Hay quien se figura {así hablan los hombres de la charca) que lo caduco se ha
vitalizado. Están llenos de júbilo, y se disponen a pillar concejalías y actas agarrados a
faldellines y pamemas.
¿Locos?
No.
Esto que ha sucedido habrá tenido la eficacia de una gran tragedia, en la que todos
deben escarmentar. Todos. Y especialmente los hombres responsables del
desbarajuste español y de la española injusticia.
No. La revolución ha sido derrotada; pero la evolución, la renovación no puede
interrumpirse.
¿O es que en España sólo queda el panorama del caciquismo y de la arbitrariedad
como solitarios espectros en un páramo inmensamente triste ?
Mi optimismo ciudadano e intelectual ha crecido y crecerá siempre.
España ya no es el árido terruño donde, entre desolados yerbajos, ríe el analfabeto
estulto y brutal.
España quiere incorporarse al mundo civilizado y progresivo. Quiere. Para ello hará
propaganda, luchará con las armas legales, se organizará ciudadanamente.
¡Oh, si mi país hubiera firmado ahora su sentencia de abatimiento perpetuo, yo
emigraría para no tornar nunca!
¡Tened fe! Ni demagogos ni retardatarios, ni gentes que creen en la improvisación ni
gentes que aspiran al quietismo de la ciénaga. ¡Tened amor patrio!
No sé, Juan, de otras cosas.
Lo banal y lo fútil carecen hoy de importancia.
El chiste sólo lo cultiva en España durante estos días mi cordial amigo Don José
Sánchez Guerra.
OLMET, Luis Antón del: "Cartas a mis lares",en Blanco y Negro, 26-VIII-1917
10.2.Llevamos una semana casi de plena revolución [...]. Es asombroso cómo el
carácter madrileño, tan pacífico, es capaz de dar momentos de arranque como los que
han tenido los obreros estos días atrás; a pesar de las ametralladoras y el fuego de
fusilería que, sin contemplaciones ni miramientos, hacía la tropa, mujeres y niños
aguantando a pie firme tirando piedras y algún que otro disparo de los privilegiados
con armas. Lo milagroso es cómo no hay más muertos [...].
De burradas y salvajadas no hay que hablar. Desde la de poner los niños de pecho en
los rieles de los tranvías para que éstos parasen y poder asaltarlos a gusto, hasta
apuñalar por la espalda a un cabo que estaba tranquilamente de centinela en Cuatro
Caminos, todo lo que han podido hacer han hecho. La tropa, extraordinariamente
bien, porque han pegado con saña y no han perdonado medio de hacer pupa [...]. Claro
que ha habido algunos excesos. Oficiales que se han excedido con obreros que
merecían a lo sumo un palo y se han encontrado con un tiro; abusos de la tropa en los
paseos que han tomado por suyos y, en fin, lo que hay en estos casos siempre y es
muy natural.
Miguel MAURA, en DÍAZ-PLAJA: La España política del siglo XX en fotografías y
documentos. Barcelona, Plaza y Janés, 1971
Texto 11. Factores de desintegración. El agotamiento del sistema canovista.
Desde 1902 a 1921, el sistema canovista había experimentado, en retos sucesivos, el
desmoronamiento de los supuestos que jalonaron su construcción: 1905 presenció la
crisis del civilismo democrático triunfante en los años iniciales de la Regencia; 1909, la
crisis del Pacto del Pardo –ajustado en 1885-; 1913, la de los grandes partidos
dinásticos, cuajados hacia 1881. Las turbulencias de 1917 liquidaron la concordia
política y social vinculada a los años aurorales del reinado de Alfonso XII. y 1921 dio
paso tras la derrota de Annual a la gran ofensiva de las izquierdas inasimilables contra
las dos grandes instituciones -Corona y Ejército- unidas en el pronunciamiento
restaurador de 1874. Desde el vértice a la base, el gran edificio había sido
desmontado a lo largo de aquellos veinte años dificilísimos, que jalonaron, sin embargo,
los grandes intentos regeneracionistas iniciados desde el 98: primero, mediante la
reorganización de los grandes partidos -desde la vertiente de la nueva política
disconforme con los «modos » y los «medios » del turno clásico- , cuya prueba
máxima se sitúa entre 1907 y 1912, con el «regeneracionismo maurista» y el
«regeneracionismo canalejista» ; luego, mediante un cierto «pluralismo político» -
frente a la dualidad del «turno» ortodoxo- y una ampliación de base, en los Gobiernos
de concentración. Pero a las alturas de 1922, desaparecido Dato, retirado Maura el
Partido conservador aparecía como nave desarbolada, y la izquierda aún no había
puesto a prueba el poco sólido «Bloque» en el que la esperanza regeneradora parecía
venir del reformismo melquiadista.
SECO SERRANO, C.: Alfonso XIII y la crisis de la Restauración. Madrid. 1979, págs.
168 y 169.
Texto 12. El descontento de los militares
El nuevo credo del militarismo español tenía poco que ver con fa agresiva belicosidad
que infectaba gran parte de Europa en ese momento. No estaba orientado hada la
guerra ni hacia fa acción en el exterior sino hacia una política que prestigiaría la
posición del ejército dentro de la estructura de la nación. Esta tendencia no tenía
líderes oficiales ni grupos de apoyo organizados; se alimentaba más bien de las miles de
tertulias de oficiales, de la cantidad de artículos publicados en los periódicos militares
que expresaban el desasosiego general y sobre todo, del radical malestar de la política
nacional.
PAYNE, S.: Ejército y Sociedad en la España Liberal, 1808 -1936.
Texto 13. Las Juntas Militares.
Las Juntas de Defensa fueron el punto de arranque de la agitación revolucionaria; un
político conservador, Sánchez de Toca, las consideró tan importantes que pensó que la
Restauración se dividía definitivamente en dos periodos: antes de las Juntas y después
de las Juntas. Ellas significaron la revolución de la clase media de uniforme; su protesta
no era más que un síntoma del profundo malestar que reinaba en el país, exponente
claro de la crisis del sistema de gobierno y, su acción, lo único que hizo fue precipitar
el desvelamiento de la falla estructural del Estado. En realidad, las Juntas actuaron
como clase que era víctima del sistema de gobierno imperante y que, como otras, que
luego irrumpirán en la vida pública, deseaba un cambio radical; en el país, una, a su
manera, revolución (...) El ejército había roto su disciplina "cansado de esperar las
disposiciones que, reorganizándole, le convirtieran en un ejército verdadero; cansado
de la miseria dosificada de sus sueldos; cansado de soportar el favoritismo de familias y
clientelas."
Lacomba, J. A,: La crisis de 1917, Madrid, Guadiana, 1970, p. 175.
Texto 14. Acerca de Alfonso XIII
14.1[...] llegó a solazarse con la relativa libertad de sus funciones políticas, a la vez que
adquiría gusto y cierto talento para la intriga política. El paralelismo con Jorge III es
sorprendente: Alfonso quiso ser un rey y además un rey patriota. Creyó que sólo una
monarquía que actuase podía evitar la amenaza del republicanismo [...]. Como todos
los demás, don Alfonso fue un regenerador a su modo; su postura fue la de un rey
emprendedor rodeado de una caterva de políticos chochos.
CARR, RAYMOND: España 1808-1939
14.2 En contraste con su padre y con la Regente, Alfonso XIII será, por sus
condiciones personales, un político de primer orden-, «el político más agudo de su
reinado-, según Madariaga. No llegará a ser, sin embargo, un auténtico hombre de
Estado; le faltará para ello ese sistema bien trabado de ideas que compone una filosofía
política y del cual se hace depender la acción en cada coyuntura; [...]
JOVER ZAMORA, J. Introducción a la Historia de España

7.MAPAS.
MAPA DE LA EXTENSIÓN DEL CONFLICTO EN 1917.

ECONOMÍA Y SOCIEDAD A COMIENZOS DEL SIGLO XIX


Texto 1. Una sociedad dual.
1.1.Se ha descrito la situación de la España de la Restauración como la de una
"sociedad dual" en la que conviven dos mundos muy diferenciados: unas pocas áreas
industrializadas y un inmenso interior agrario con formas de vida y subsistencia muy
atrasadas, con una escasa interrelación entre ambas.
Sin embargo, un análisis más detallado nos permite identificar tres grandes áreas
económicas en la España de fin de siglo:
a) Zona agraria del interior, dedicada a cultivos extensivos de productos de gran
consumo mundial, con bajos rendimientos, que sólo puede subsistir en base a (sic)
(sustitúyase por: basándose, a partir de, sobre la base de, etc. ) una rígida y creciente
protección y reserva del mercado, destinándose la totalidad de sus productos al
consumo interno del país.
b) La zona periférica industrial, que también produce fundamentalmente para el
mercado nacional, dado que lo estructura de los costes, la dimensión de las plantas, los
bajos niveles de productividad, etc., impiden cualquier posibilidad de competir en
mercados internacionales; por tanto, las actividades industriales ahí radicadas necesitan
también una fuerte y progresiva protección.
c) La zona periférica mediterránea, que consume del interior, a precios altos,
productos protegidos y, en cambio, vende parte de sus productos al exterior
(productos hortofrutícolas, fundamentalmente), posibilitando de esta forma la
realización en buena medida de las importaciones necesarias para la continuidad de la
producción industrial (...)."
Roldán, S., et al.: La consolidación del capitalismo en España, Madrid, Confederación
Española de Cajas de Ahorros, 1974, p. 32.
1.2. Distribución porcentual de la población activa

AÑOS 1900 1930


Agricultura 67 45
Servicios 18 22
Industria 15 33

Texto 2. La Primera Guerra Mundial y la economía española.


Año Precios Salarios
1913 100 100
1914 101 97.2
1915 104.9 102.4
1916 117.5 91.8
1917 122.7 90.2
1918 137.2 91.6
1919 162.8 90.3
1920 171.7 104.5

Texto 3. El desarrollo urbano.


A lo largo del último tercio del siglo XIX, el proceso de urbanización en España
se acelera de manera notable. (...) El porcentaje de las trece mayores ciudades pasa del
9.45 al 12.06 sobre el total español entre ambas fechas.
Ciudad Habitantes en 1877 Habitantes en 1900
Madrid 397.816 539.835
Barcelona 249.943 533.000
Valencia 143.861 213.530
Sevilla 134.318 148.315
Málaga 115.882 130.109
Murcia 91.805 111.539
Cartagena 75.908 99.871
Zaragoza 84.575 99.118
Bilbao 32.734 83.306

Texto 4.
4.1.Estructura de la producción industrial en España. Participación sectorial (%).
SECTORES Año 1856 Año 1900
Alimentación 56.20 41.40
Textiles 23.04 26.48
Metalurgia 3.76 9.58
Minería 5.14 9.67
Química 5.46 4.17
Cuero 3.78 2.95
Papel 2.62 5.75

la industrialización española en el siglo XIX no se estancó pero procedió a ritmo tan


lento que, al acabar el periodo, en 1910, los niveles de industrialización españoles
estaban entre los más bajos de Europa, En la Europa industrial del siglo XIX, como en
el país de A través del espejo, había que correr a toda velocidad para seguir en el
mismo sitio: España, evidentemente, no corrió lo bastante,"
Tortella, G,: El desarrollo de la España contemporánea, Madrid, Alianza, 1995, pp. 80 y
98.
4.2. Estructura sectorial de la producción industrial(1920/1930). Expresado en %

Años Total Energía Minería Intermedio Inversión 1 Consumo


1920 100 14.2 11 9 10.8 54.8
1925 100 14.3 11.2 12.1 16.9 45.5
1930 100 14.7 9.7 12.1 18 45.7
(1) Incluye siderurgia, metalurgia, cemento y química.
Carreras, A.: La producció industrial espanyola i italiana, 1984.
4.3. Índice de producción industrial por sectores. (1913=100)
Años Energía Química Alimentaria Textil
1880 24.7 0.4 152.1 66.8
1900 50.8 6.1 119.3 85.7
1910 86 88.9 91.2 88.8
1913 100 100 100 100
1915 112.6 108.3 86.9 117.6
1920 134.6 173.3 102.1 99.8
1925 287.7 322.1 110.2 108.3
1930 260.8 424.7 144 122.5
1935 298.9 495.0 127.8 125.2
Carreras, A.: La producció industrial espanyola i italiana, 1984

Texto 5 Producción siderúrgica española. (1861/1913)


AÑOS HIERRO HIERRO
COLADO FORJADO
1861/1865 45.65 12.15
1866/1870 42.56 13.08
1871/1875 45.53 5.08
1876/1880 62.57 4.50
1881/1885 131.59 3.05
1886/1890 174.22
1891/1895 185.49
1896/1900 289.24
1901/1905 354.69
1906/1910 395.01
1911/1913 412.22
1914 421.27
1915 439.83
1916 497.72
1917 357.69
1918 386.55

Texto 6.
6.1. La agricultura española comparada. 1890/1930. Base 100= Reino Unido, en 1922
Rendimientos por España Italia Alemania Francia Dinamarca Holanda
Hectárea
1890 58 146 148 128 140 192
1910 55 161 205 136 202 237
1930 61 180 218 153 270 282
Producto por España Italia Alemania Francia Dinamarca Holanda
Trabajador
1890 33 28 63 52 44 82
1910 31 30 68 55 107 90
1930 41 30 55 58 127 94
O’Brien, P. y Prados de la Escosura, L.: Agricultural pruductivity and industrialisation,
en The Economic History Rewiew
6.2. Exportación de aceite.
Quinquenio 1866/1870 1871/1875 1876/1880 1881/1885 1891/1895 1896/1900 1901/1905
Miles de 7.5 11.5 12.6 12.6 8 13 21.4
Tm.
Historia General de España y América. Tomo XVI,1, Rialp, Madrid, 1982.
Texto 7. Red de carreteras del Estado
AÑO 1880 1880/1890 1891/1900 1901/1910 1911 1919
KILÓMETROS DE 19500 27600 35400 43200 44800 51995
CARRETERA
Martínez Cuadrado, M.: La burguesía conservadora, 1874/1931.

Texto 8. Índice de Beneficios de la principales sociedades en términos reales.


1913/1921.
Año 1913 1914 1915 1916 1917 1918 1919 1920 1921
Beneficios 100 80.7 113.7 98.7 151.4 168.7 139.5 130.3 98.3
Maluquer de Motes, J.: De la crisis colonial a la guerra europea.
Texto 9. Valor del Producto agrícola. En millones de pesetas constantes.

1900 1910 1930


PRODUCTO Mills. de % Mills. de % Mills. de %
Ptas. Ptas. Ptas.
Cereales y leguminosas 1992 57.9 2045 54 2376 44.8
Viñedo 424 12.3 385 10.2 416 7.9
Olivar 227 6.6 233 6.2 397 7.5
Frutales 190 5.5 261 6.9 553 10.4
Raíces, tubérculos y bulbos 277 8 375 9.9 762 14.4
Plantas industriales 88 2.6 104 2.7 200 3.8
Plantas hortícolas 162 4.7 225 5.9 411 7.8
Praderas artificiales 83 2.4 156 4.1 183 3.5
TOTAL 3443 100 3784 100 5298 100
G.E.H.R. Nota sobre la producción agraria española, en Revista de Historia económica,
1983.
Texto 10.
Ha influido poderosamente en el prestigio de la industria naval vizcaína la proximidad
de los establecimientos siderúrgicos. Los principales centros industriales del sector
naval se han emplazado efectivamente en el distrito siderometalúrgico de la ría de
Bilbao, y así los astilleros tienen a mano, en inmejorables condiciones de precio y
transporte, las materias primas: hierro y acero (...)
No pudiendo permanecer inactivo el espíritu vizcaíno al ver que las
exportaciones mineras que de Bilbao se hacían (...) y las importaciones de carbón y
primeras materias para nuestras fábricas fueron realizadas (...) por vapores extranjeros,
no se hizo esperar la fundación de empresas navieras.
Ibáñez, G. y Vidaurrázaga, V. de: Orientaciones generales para el desarrollo y
prosperidad de la provincia de Vizcaya, 1933.

Texto 11. Bessemer y el acero


«Durante más de 2 000 años, el hombre había utilizado el hierro como el metal común
más duro y resistente que conocía. Se obtenía calentando mineral de hierro con coque
y caliza. El producto resultante contenía gran cantidad de carbono ( del coque) y
recibía el nombre de "hierro fundido" o "fundición". Era barato y duro pero también
quebradizo; bastaba un golpe fuerte para partirlo.
El carbono era posible eliminarlo del hierro fundido a base de mezclarlo con más
mineral de hierro. El oxígeno del mineral combinaba con el carbono de hierro fundido
y formaba monóxido de carbón gaseoso, que se desprendía en burbujas y ardía. Atrás
quedaba el hierro casi puro, procedente del mineral y del hierro fundido: es lo que se
llamaba "hierro forjado" o "hierro pudelado". Esta forma del hierro era resistente y
aguantaba golpes fuertes sin partirse. Pero era bastante blando y además caro.
Sin embargo, había otra forma de hierro que estaba a mitad camino entre el arrabio y
el hierro forjado: el acero. El acero podía hacerse más fuerte que el arrabio y más
duro que el hierro forjado, combinando así las virtudes de ambos. Antes de Bessemer
había que convertir primero el arrabio en hierro forjado y añadir después los
ingredientes precisos para conseguir el acero. Si el hierro forjado era ya caro, el acero
lo era el doble. Metal bastante escaso, se utilizaba principalmente para fabricar espadas.
La tarea que propuso Bessemer fue la de eliminar el carbono del arrabio a precios
moderados. Pensó que el modo más barato y fácil de añadir oxígeno al hierro fundido
para quemar el carbono era utilizar un chorro de aire en lugar de añadir mineral de
hierro. Pero el aire, ¿no enfriaría el hierro fundido y lo solidificaría?
Bessemer empezó a experimentar y no tardó en demostrar que el chorro de aire
cumplía su propósito. El aire quemaba el carbono y la mayor parte de las demás
impurezas, y el calor de la combustión aumentaba la temperatura del hierro.
Controlando el chorro de aire, Bessemer consiguió fabricar acero aun coste bastante
inferior al de los anteriores métodos.»
ASIMOV, Isaac: «Momentos estelares de la ciencia.» Salvat, Barcelona, 1984, pág. 68.
Texto 12
«El cambio decisivo se debió, sin embargo, a las radicales innovaciones de Bessemer,
descubridor de un procedimiento de elaboración a gran escala de hierro colado. En su
convertidor, el aire pasa a través de los lingotes de hierro fundido quemando
gradualmente el carbón y produciendo calor suficiente para obtener finalmente acero
fundido. Este resultado puede calificarse de semicientífico, pues aunque le faltaba una
base teórica se llegó a él por medio de la experimentación. Bessemer no era un
científico, sino un inventor típico que tenía los conocimientos necesarios -no muchos-
y alguna experiencia metalúrgica, aunque no en la industria del hierro. Es significativo
que ni los fabricantes de hierro ni los profesores de metalurgia hubieran propuesto
nunca procedimientos tan desatinados, pues su saber les hacía pensar que no servirían
para nada.
Poco después de la aparición del acero de Bessemer en 1856, volvió a la vida un
antiguo procedimiento mediante la aplicación al horno abierto o de reverbero del
principio de Siemens de regeneración del calor, elevando la temperatura del aire que
entra por medio del calor de los gases que se expulsan. De este modo fue posible
fundir grandes cantidades de acero y utilizar el procedimiento de Réaumur empleando
hierro en lingotes, chatarra y mineral. A partir de 1867 el horno abierto se convirtió
en un serio rival del convertidor de Bessemer .
Ambos procedimientos tenían una importante limitación: sólo eran utilizables con
minerales de hierro relativamente puros (nada corrientes) como los de Suecia, España
y el Lago Superior. Antes de que pudieran emplearse los minerales sedimentarios más
abundantes de Cleveland y Lorena tenía que lograrse una mejora final: la introducción
del forro básico para absorber el fósforo desprendido. Esta mejora fue lograda por
Gilchrist Thomas en 1879, y es significativo no tanto por la magnitud de sus
consecuencias como porque fue enteramente científica. Aunque Thomas empezó a
ganarse la vida como empleado en una comisaría de policía de Stepney, fue un maestro
en teoría metalúrgica; comprendía con precisión qué era lo que estaba intentando
hacer y los resultados de sus experimentos, realizados en un sótano de Londres,
pudieron aplicarse con éxito tres años después a la producción a gran escala. Su obra
es una extraordinaria anticipación de la investigación industrial del siglo siguiente.
Los tres procedimientos mencionados inauguraron la edad del acero, primero
completando rápidamente la sustitución de la madera como material básico de la
construcción y luego extendiendo el empleo del hierro colado en la producción de
raíles, buques y cañones. El acero barato fue la base sobre la que se edificó el
imperialismo de finales del siglo XIX, con su interés por el comercio transoceánico, la
explotación de las colonias tropicales, la construcción de ferrocarriles y puertos y la
todavía más costosa preparación para la guerra naval y terrestre.»
BERNAL, John D.: «Historia social de la ciencia, I. La ciencia en la historia». Ed.
Península, Barcelona, 1979, págs. 460 ss.
Texto 13.Etapas de Taylor
“El mismo Taylor explicaba las etapas para poner en funcionamiento su nueva
organización científica del trabajo:
1) Hallar de 10 a 15 obreros (si es posible en distintas empresas y de distintas
regiones) que sean particularmente hábiles en la ejecución del trabajo a analizar.
2) Definir la serie exacta de movimientos elementales que cada uno de los obreros
lleva a cabo para ejecutar el trabajo analizado, así como los útiles y materiales que
emplear.
3) Determinar con un cronómetro el tiempo necesario para realizar cada uno de
estos movimientos elementales y elegir el modo más simple de ejecución.
4) Eliminar todos los movimientos mal concebidos, los lentos o inútiles.
5) Tras haber suprimido así todos los movimientos inútiles, reunir en una secuencia
los movimientos más rápidos y los que mejor permiten emplear los mejores y más
útiles materiales.”
TAYLOR, Frederick W.: «Principles of Scientific Management», 1911. Citado por
Beaud M.: «Historia del capitalismo de 1500 a nuestros días. Ed. Ariel, Barcelona,
1984, págs. 177-185.
Texto 14. El capital financiero
De la industria pesada y de su conexión con los bancos surge también el llamado
capital financiero. Por capital financiero se entiende el capital de la industria y el de los
bancos, combinados: combinados en el sentido de que un mismo grupo de grandes
capitalistas domina al mismo tiempo bancos e industria; los banqueros se sientan en los
directorios de las sociedades industriales, los industriales en los directorios de los
bancos, y ambos grupos actúan de modo tal que se les puede caracterizar como
capitalistas financieros y ya no solamente como monopolistas de la industria , o como
grandes banqueros.
KUCZINSKI, Jürgen: «Breve historia de la economía págs.221-223.

Texto 15. Los grandes negocios de la guerra


Pues es muy sencillo. Durante la guerra la gente se ha hinchado a ganar dinero Tipos
que toda su vida habían ido con los pantalones rotos, los has visto de repente abriendo
cuentas corrientes fantásticas; los periódicos que antes no se vendían, de pronto los
compraba una embajada (...); a los ministros se les daban propinas de un millón de
pesetas; las mulas viejas por las que un gitano no hubiera dado diez duros, se han
vendido a mil duros; los catalanes han fabricado millones de mantas; la gente de
Valencia vendía los frutos en los árboles a peso de oro; el trigo valía el doble;
barquitos de pescadores ganaban mil duros por atravesar desde Bilbao a San Juan de
Luz, (...). De repente se acabó la guerra y se acabó el chupen. Las fábricas nuevas se
cerraron de la noche a la mañana y pusieron a los obreros en la calle. Los ferrocarriles
se arruinaron o al menos eso dicen. Mientras todo el mundo tenía dinero Madrid se
llenó de taxis y ahora los que tienen un taxi se mueren de hambre. Los bancos (...)
están suspendiendo pagos. El rey ven una licencia para abrir un casino o le exige más
huevos a Silvestre para poderle vender unas minas más a Romanones. Las compañías
de ferrocarriles piden que el Estado las mantenga y amenazan con interrumpir el
tráfico si no; (...) Hoy puedes ir a cualquier Ministro con cincuenta pesetas en la mano
y te dan lo que pidas. Si vas con un millón ten el ministro, el Ministerio, los empleados
y hasta las máquinas de escribir. Y como alguien tiene que pagar por todo esto, pues se
pone en la calle a los obreros para hacer economías o se les regala los jornales. ¿La
solución?. Una huelga cada diez día. Créeme, esto va acabar muy mal. Arturo BAREA,
La forja de un rebelde, Libro II, La ruta, Montjuich,. Méjico, 1959, p. 355.
Texto 16.
16.1.Estructura social durante la época de Alfonso XIII
CLASE OBRERA 47%
CLASE MEDIA BAJA 39%
CLASE MEDIA-ALTA 11%
CLASE ALTA 4%
16. 2. Estructura de la población activa.
SECTOR AÑO 1900 AÑO 1930
PRIMARIO 66% 45%
SECUNDARIO 16% 29%
TERCIARIO 18% 27%
16.3. Población activa por género.1930. Expresado en miles
SECTORES HOMBRES MUJERES TOTAL
Pesca 130.6 1.6 132.2
Agricultura 3586 250 3836
Minas 114 0.5 114.5
Alimentación 127 13 140
Tabacos 3.4 5.9 9.3
Artes Gráficas 25 0.66 25.66
Textil 145 113 258
Tejidos de algodón 22.3 26 48.3
Bordados y pasamanería 12.6 45.9 58.5
Energía eléctrica 22.3 0.65 22.95
Servicio doméstico 45.4 345.1 386.5
Comercio 445 37.8 482.8
Clero regular 16.4 59.9 76.3
Enseñanza 32.3 26.7 59
Profesiones médicas 45.6 4.4 50
Administración Pública 81.5 2.7 84.2
16.4. Población española.
AÑO HABITANTES AÑO HABITANTES
1860 16.645.000 1900 18.594.000
1877 16.622.000 1910 19.927.000
1887 17.750.000 1920 21.303.000
1897 18.019.000 1930 23.564.000
16.5. Número de alumnos en el sistema escolar. Número medio
1908/1911 1930/1931
Enseñanza Universitaria 19.100 38.165
Enseñanza media 34.000 70.876
Escuelas de Magisterio 11.000 13.191
Enseñanza Primaria 1.526.183 2.078.696
16.6. Número de alumnas universitarias por distritos. Cursos 1919 a 1928.
Distrito universitario 1919/1920 1927/1928
Barcelona 54 229
Granada 24 124
La Laguna 0 14
Madrid 174 799
Murcia 11 20
Oviedo 4 31
Salamanca 10 70
Santiago de Compostela 10 116
Sevilla 13 46
Valencia 18 53
Zaragoza 13 123
16.7. Evolución del analfabetismo entre 1900/1940, en % sobre el total de población.
Censo Varones Mujeres Total
1900 55.8 71.5 63.8
1910 52.6 65.8 59.4
1920 46.4 57.8 52.3
1930 38.7 58.2 44.4
1940 29.7 37.8 33.7
Texto 17.
17.1. Informe del Instituto de Reformas Sociales sobre la situación del campo andaluz
"Para. llenar mejor su cometido, la Comisión ha estudiado separadamente los tres
elementos de la población andaluza: hacendados de posición independiente, los simples
braceros y los pequeños propietarios, arrendatarios y colonos, comprendiendo en este
grupo todos los que no pertenecen a aquellas dos clases (...)
Empezando por la situación de los braceros, y partiendo de la base de su
estado general y de la escasez de sus jornales demostrada en la información hecha por
la Comisión de Reformas Sociales en 1902, entiende la Comisión que la situación y la
de sus familias es tan desesperada, que de no apresurarse a darles el alimento de que
carecen perecerán un gran número de individuos.
Para prevenir tan grave daño hay dos medios: las obras públicas y los suministros
directos de raciones, ya directamente, ya por medio de las cocinas económicas.
Respecto al primero, nada tienen que añadir a lo que todo el mundo ha pedido y el
Gobierno está ya concediendo; pero no vacila en afirmar que, aún llevando los trabajos
públicos al extremo, los jornales que de ellos pueden repartirse son conocidamente
insuficientes para atender a todos los necesitados. Basta para, ello comparar el número
de jornales que se están dando y pueden darse con el número de seres hambrientos y
necesitados, y enumerar los sitios donde están instaladas o pueden instalarse obras
públicas, ni aun muchas de las proyectadas están en situación de empezarse (...)
Atendidos así los braceros y sus familias, la Comisión se ha ocupado con igual interés
de los pequeños propietarios, colonos y arrendatarios. Para éstos la ruina es absoluta,
porque la pérdida de la cosecha envuelve la de su pequeño capital de suerte que si
atraviesan la crisis, su único porvenir es descender a la clase de simples braceros
Boletín del I.R.S., nº 12, Junio 1905, págs, 881 y ss.
17.2Memoria que presenta “La Parra Productiva” al Instituto de Reformas Sociales
Los que suscriben, en representación de la Sociedad de agricultores y similares La
Parra productiva, en contestación al Cuestionario para el estudio del problema agrario
planteado en Córdoba y su provincia, después de haber informado de viva voz a los
señores que componían la Comisión, y en el deseo de que el Instituto pueda hacer un
minucioso estudio para la elaboración de un proyecto de Ley que dé satisfacción
mayor cantidad posible a los obreros agrícolas en Andalucía, tienen el honor de
exponer lo siguiente:
1º Que el origen de los actuales conflictos es motivado por la carestía de las
subsistencias, de una parte, y de otra la intransigencia de la clase patronal, opuesta
siempre a conceder aumentos en los salarios en proporción a como en esta provincia
están las subsistencias, (...)
Si después del déficit que en diferentes épocas resulta, tenemos en cuenta que los
trabajadores campesinos, entre días festivos y paro forzoso dejan de trabajar, como
término medio, al año, ochenta y cinco días y perciben el jornal doscientos ochenta,
observaremos que, tomando como salario medio anual el de 3,50, resulta un déficit al
año de 591,50 pesetas. Estas cifras son la explicación de la duración media de vida de
los obreros campesinos. Ellas nos dan la causa de que esta clase esté anémica, esté
tuberculosa, esté paupérrima, esté sucia y esté sin condiciones educativas.
Condiciones en que se presta el trabajo.
En este pueblo y su provincia, el trabajo en la agricultura se presta de dos maneras:
trabajando en el ruedo, y por temporadas; sus horas de salida al trabajo son: en el
ruedo, media hora después de apuntar el sol y regresar después de ponerse; de
temporada, de sol a sol; las horas de descanso son: dos comidas en todas las
estaciones del año, que oscilan entre treinta y cinco a cuarenta minutos cada una, tres
paradas en otoño, tres en invierno, cuatro en primavera y cinco en verano; en estas
paradas se invierten de veinte a veinticinco minutos, y dos horas de siesta en verano.
Las temporadas son de veinticinco a treinta días, y hasta cuarenta según el tiempo que
media entre festividad y festividad (...)
En lo que afecta a los alojamientos, son pésimos, y ninguno, por lo regular, reúne las
condiciones de salubridad; (...)
Beneficios para la clase trabajadora.
Jornada máxima legal de ocho horas para los obreros adultos, salario mínimo legal,
salario igual del varón y la mujer. Prohibición a las mujeres de las labores que sean
nocivas a su salud. Descanso de un día por semana. Prohibición del trabajo a destajo, y,
como forma encubierta del mismo, de los contratos de aparcería. Leyes que garanticen
las condiciones higiénicas de las habitaciones y albergues destinados a los obreros
asalariados. Seguro obligatorio de accidentes, enfermedades, invalidez, vejez y paro
forzoso de los obreros agrícolas.
Texto 18.
18.1. La burguesía, heredera de los privilegios de casta que en los bochornosos
tiempos pasados han existido, impone por la fuerza el régimen brutal de la explotación
del hombre por el hombre, sin que valgan razones, por lógicas que éstas sean, para
hacerla desistir del absurdo e irracional sistema económico que actualmente trastorna
y divide a los humanos seres en dos clases irreductibles de explotados y explotadores.
[...]
[...] seres superiores en altruismo y espíritu de abnegación, han rescatado a los eternos
expoliados de la esclavitud intelectual en que yacían, al ignorar los derechos inherentes
a su personalidad humana, y capacitados hoy, no pasarán muchos lustros sin que
rescaten de la clase acaparad ora la posesión de todo lo necesario para la vida. [...]
Mientras que la verdad no ilumine totalmente el cerebro de muchos obreros, todavía
en el periodo de iniciación de las grandes transformaciones, el recurso de la fuerza
permitirá a la clase explotadora tener apariencias de estabilidad; pero esto no tendrá
mucha duración; la burguesía está perdida: su desaparición como clase está decretada
por la ley del progreso.
Documento de la CNT .Enero de 1911
18.2(...) La rebelión ha de existir, sí; pero contra los burgueses, contra los capitalistas,
que son los que escriben leyes. Eliminando el reptil, se acaba con el veneno. Y esta
rebelión ha de ser constante, diaria, intensa, y el mejor armamento es la asociación.
Cada nuevo socio es un nuevo soldado en el ejército sindicalista. Cada nueva
asociación es una nueva trinchera defensora de nuestros derechos. Cada nueva
federación, un nuevo baluarte donde se forman luchadores (. ..).
Haced, pues, Sociedades, federaciones y confederaciones y esperad la lucha: en ella
habrá caídos pero no os paréis a recogerlos, seguid adelante (...). Tened en cuenta que
hemos de prepararnos, no para una lucha de intereses. El siglo xx es el predestinado a
abolir la esclavitud moderna.
Carta del dirigente anarquista A. Bueno al Congreso fundacional de la CNT. (1911)
Texto 19. Reglamento de La Mano Negra
«Declaramos a los ricos fuera del derecho de gentes, y declaramos que para
combatirlos como merecen y es necesario, aceptamos todos los medios que mejor
conduzcan al fin, incluso al hierro, el fuego y aun la calumnia.
Declaramos querer ser los vengadores de nuestros hermanos, y para este objeto, y
aclarar el día de la gran revolución popular; se fundó en España esta asociación que
trabajará de acuerdo con las del mismo carácter y tendencias de todos los países.
Artículo 1°. La existencia de esta asociación será eminentemente secreta El individuo
que revele alguna cosa referente a la misma, o que pueda dar a comprender que
pertenece a ella, recibirá inmediatamente el castigo correspondiente, que podrá ser
suspensión temporal o muerte violenta, según se estime la gravedad del caso o la
revelación.
Artículo 2°, El cumplimiento de los deberes y la ejecución de los trabajos que a cada
uno de sus miembros se le confíen, será obligatorio, sin ningún género de excusa, a
excepción de que se halle imposibilitado en la cama por falta de salud, [...].
Al tratar de evadirse del cumplimiento de algunos de los deberes que se le confíen,
por algún otro objeto, será considerado como traidor:»
Lida, Clara E.: La Mano Negra. Zero, Madrid, 1972.
Texto 20.
20.1 [...] hay épocas de brinco y crisis subitánea, en que multitud de pequeñas
variaciones acumuladas en lo consciente brotan de pronto, originando una radical y
momentánea en el centro de gravedad de la conciencia pública.
Y entonces sobreviene lo que hoy en nuestra nación presenciamos: dos Españas que
viven juntas y que son perfectamente extrañas: una España oficial que se obstina en
prolongar los gestos de una edad fenecida, y otra España aspirante, germinal, una
España vital, tal vez no muy fuerte, pero vital, sincera, honrada, la cual, estorbada por la
otra, no acierta a entrar de lleno en la historia.
Esto es, señores, el hecho máximo de la España actual; y todos los demás no son sino
detalles que necesitan ser interpretados bajo la luz por aquél proyectada.
Lo que antes decíamos de que (sic) las nuevas generaciones no entran en la política, no
es más que una vista parcial, de las muchas que pueden tomarse sobre este hecho
típico: las nuevas generaciones advierten que son extrañas totalmente a los principios,
a los usos, a las ideas y hasta el vocabulario de los que hoy rigen los organismos
oficiales de la vida española. [...]
20.2 La nueva política es menester que comience a diferenciarse de la vieja política en
no ser para ella lo más importante, en ser para ella casi lo menos importante la
captación del gobierno de España, y ser, en cambio, lo único importante el aumento y
fomento de la vitalidad de España. [...]
Vamos a inundar con nuestra curiosidad y nuestro entusiasmo los últimos rincones de
España [...]. Vamos a recorrer los campos en apostólica algarada, a vivir en las aldeas, a
escuchar las quejas desesperadas allí donde manan; vamos a ser primero amigos de
quienes luego vamos a ser conductores. Vamos a crear entre ellos fuertes lazos de
socialidad, cooperativas, círculos de mutua educación; centros de observación y de
protesta. Vamos a impulsar hacia un imperioso levantamiento espiritual los hombres
mejores de cada capital, que hoy están prisioneros del gravamen terrible de la España
oficial, más pesado en provincias que en Madrid [...]. Vamos a tender una red de nudos
de esfuerzo por todos los ámbitos españoles [...]; red, en fin; que forme un sistema
nervioso por el que corran vitales oleadas de sensibilidad y automáticas, poderosas
corrientes de protesta. [...]
Yo pido la colaboración principalmente a las gentes jóvenes de mi país para esta labor
tranquila, continua, a sus horas enérgica, violenta cuando fuere menester, dedicada al
estudio de los problemas nacionales, a la articulación detallada de una porción de masa
nacional a la cual no ha llegado todavía la acción de los partidos políticos, de las villas y
lugares, sobre todo, de los labriegos. España, que sólo tiene unas cuantas capitales, [...],
tiene todo el resto expandido por sus campos y nadie se acuerda de él, y eso es
menester llegar a dotarlo de una gran vigorosidad política, para que pueda ser una
esperanza y una amenaza, las dos cosas tienen que ir unidas, para los que se preocupan
ante todo de la vitalidad nacional. Para todo esto, que más en alusión que en
exposición os he dicho, yo solicito la colaboración de los hombres de buena voluntad.
[...]
ORTEGA y GASSET, J. Vieja y nueva política, 1914
Texto 21. Programa de la Asociación Nacional de Mujeres Españolas
Parte político social
4º. Considerar a la mujer elegible para cargos populares públicos. (...)
6º. Detenido estudio de los derechos que corresponden a la mujer en el vigente
Código Civil para demostrar su condición precaria y solicitar de la Comisión de
Códigos la reforma de aquellos artículos del Civil que muy especialmente se refieren al
matrimonio, a la patria potestad y a la administración de bienes conyugales.
7º. Recabar para la mujer el derecho de formar parte del Jurado, especialmente de los
delitos cometidos por las de su sexo, o en que sea víctima.
8º. Administración matrimonial en conjunto, es decir, que se necesite la firma de los
dos para todo documento público, relacionado a este asunto...
10º. Los mismo derechos sobre los hijos que el padre en el matrimonio legal.
11º. Derecho legal de la mujer al sueldo o jornal del marido, como el del marido al de
la mujer.
12º. Personalidad jurídica completa para la mujer, pudiendo representarla el marido
sólo por delegación de ella-
14º. Igualdad en la legislación sobre adulterio. (...)
17º. Castigo a la embriaguez habitual y hacerla causa de la separación matrimonial.
18º. Castigo a los malos tratos a la mujer, aunque no llegue a exponer su vida (...)
23º. Pedir la creación de escuelas públicas en número suficiente para que pueda
exigirse el cumplimiento del precepto legal que hace obligatoria la enseñanza (...)
27º. Derecho a ascender en los destinos que ya ejerce (la mujer) en las mismas
condiciones que el hombre y con la misma remuneración.
Textos para la historia de las mujeres en España, Cátedra, Madrid, 1994, págs.398/399.
Texto 22.
22.1." Yo tengo clavada en la conciencia, desde mi infancia, la visión sombría del
jornalero. Yo le he visto pasear su hambre por las calles del pueblo, confundiendo su
agonía con la agonía triste de las tardes invernales; he presenciado como son
repartidos entre los vecinos acomodados, para que estos le otorguen una limosna de
trabajo, tan solo por fueros de caridad; los he contemplado en los cortijos,
desarrollando una vida que se confunde con la de las bestias; les he visto dormir
hacinados en sus sucias gañanías, comer el negro pan de los esclavos, esponjando en el
gazpacho mal oliente, y servido como a manadas de ciervos en el hornillo común,
trabajar de sol a sol, empapados por la lluvia en el invierno, caldeados en la siega por
los ardores de la canícula, y he sentido indignación al ver que sus mujeres se deforman
consumidas por la miseria de las rudas faenas del campo; al contemplar como sus hijos
parecen faltos de higiene y de pan, como sus inteligencias se pierden atrofiados por la
virtud de una bárbara pedagogía, que tiene un templo digno en escuelas como cuadras;
o permaneciendo totalmente incultas, requerida toda la actividad, desde la más tierna
niñez, por el cuidado de la propia subsistencia, al conocer todas, absolutamente todas,
las estrecheces de miseria de sus hogares desolados. Y después he sentido vergüenza
al leer en escritos extranjeros que el escándalo de su existencia miserable ha
traspasado las fronteras, para vergüenza de España y de Andalucía".
22.2 La tierra andaluza para el jornalero andaluz.Repitámoslo. Este ideal en el centro;
sin él, de nada serviría trabajar por el cumplimiento de los demás ideales. No
tendremos espíritu regional ni pueblo ni agricultura sin la base de la tierra. (...) Sin
tierra, inútil es pensar en la cultura del pueblo. Para que el cerebro pueda atender los
requerimientos de la civilización, es preciso que ésta no estorbe sus primordiales
energías elaboradas en los estómagos, donde son atendidos los requerimientos de la
naturaleza.
Que Andalucía no se vacíe con los andaluces que en sombría procesión de espectros
van atormentados por el hambre, lanzados por la in hospitalidad de su propia región, a
buscar amparo, pan y justicia en la extraña tierra de lejanos países.
Que las ciudades andaluzas se derramen por el campo, y se abran las dehesas y los
cotos al pueblo, ansioso de permutar sus energías con las energías de la naturaleza.
De esta alianza sagrada, de estas nupcias benditas entre el trabajo y la tierra, han de
brotar esencias que harán revivir poderosas las energías agonizantes del genio andaluz.
Infante, Blas. El ideal andaluz.
22.3. LAS ANDALUCIAS DE BLAS INFANTE
En el aniversario de la muerte de Blas Infante, he aquí de viva voz su pensar y su sentir
sobre Andalucía.

FÍSICA Andalucía se encuentra situada a los mismos grados de latitud geográfica que
Grecia. Atenas corresponde a Córdoba, ciudad que fuera un día la Atenas de
Occidente... Tal vez por eso sea igual el fondo de sus genios. (Ideal Andaluz, 50)
NATURAL Andalucía es un don permanente de su cielo y de su luz, el mismo cielo y la
misma luz que Grecia, la patria soberana del arte y de la civilización. (Ideal, 72)
CLÁSICA Andalucía, de alma griega, incendiada a veces por esplendores orientales,
repugna el exotismo y la extravagancia y ama el ritmo. (Antología, 313)
OLVIDADA Hasta la existencia material de Andalucía se nos vino a discutir.
(Fundamentos de Andalucía, 146)
HUMILLADA Esta diosa excelsa, humillada, que se llama Andalucía. (Manifiesto de los
regionalistas,)
DOLORIDA La Andalucía debilitada, la del alma postrada..saturada de tristezas, mustia,
sin sangre ni calor, la Andalucía a la cual apenas se le encuentra el pulso... esa
Andalucía existe. (Ideal, 32)
TÓPICA Existe la creencia de que Andalucía es tierra de holganza, patria únicamente
de políticos charlatanes o de toreros y de flamencos famosos. (Ideal, 218)
SUBDESARROLLADA Es una iniquidad monstruosa que por mantener regímenes
privilegiados en Andalucía, sea el país del hambre uno de los más fértiles de la tierra.
(Manifiesto del Centro Andaluz, 53)
EMIGRANTE Que Andalucía no se vacíe con los andaluces que en sombría procesión
de espectros van atormentados por el hambre... a buscar amparo, pan y justicia. (Ideal,
158)
TRÁGICA Mienten quienes digan que Andalucía ríe. La risa de Andalucía es la mueca
del genio enloquecido por el martirio, debilitado por el hambre... Andalucía no ríe;
llora. (Manifiesto de los regionalistas, 93)
CRÍTICA Por la verdad y por Andalucía todos debemos llegar a sentir la santa avaricia
de las contradicciones, resultado de las revisiones ajenas. (La verdad sobre el complot
de Tablada y el Estado libre de Andalucía, 108)
CAMPESINA Campesinos andaluces, sois los conductores de la Andalucía pura que en
las ciudades vino a mezclar su sangre con la extraña gente. ¡Vuestra historia es la
historia de Andalucía! (Manifiesto regionalista, 92)
JORNALERA Una clase opulenta, territorial, absentista y estéril. Una clase media
escasa y pobre de espíritu. Una masa inmensa de jornaleros. He aquí Andalucía (Ideal,
213)
DEBILITADA Faltan moral cívica y patriotismo regional. Faltan recursos y medios
económicos, estímulos o instrumentos, todos de solidaridad y lucha. En una palabra:
Andalucía está debilitada. (Ideal, 223)
CONSCIENTE Andalucía no será mientras no tenga conciencia de sí (Ideal, 74)
IDEALIZADA Yo he hecho de mi idea, Andalucía, una bella amada, Beatriz de mis
sueños, que desde la adolescencia me enamoró. Es a ella a quien debo haber salido del
rebaño vulgar. (manuscrito MA,Am, II,22)
GENIAL El genio de Andalucía está vivo, pero debilitado. Hay que fortalecerlo. (Ideal,
74)
HISTÓRICA Andalucía es un palimpsesto. Sobre el pergamino, borrada la escritura, se
ha escrito mucho (Fundamentos, 259)
MILENARIA Cien generaciones de antepasados ilustres, arrebujados en la entraña
milenaria de Andalucía, tiemblan de júbilo sintiendo que su obra de maravilla puede
llegar a ser continuada... (Antología, 290)
UTILIZADA Las causas del decaimiento de Andalucía nos son fatales, no dependen de
la Naturaleza, sino de la Historia. (Ideal, 70)
ANTIBÉLICA El canto de la Andalucía antibélica y cultural es la repetición del sagrado
mito de Orfeo (Fundamentos, 263)
MAESTRA Andalucía volvería a ser la gran maestra de síntesis científica, religiosa y
étnica... Una Isla de humanidad en la Europa condenada (La verdad, 98)
PROGRESISTA La grandeza que a España proporcionó Andalucía no fue grandeza
guerrera, bárbara o excluyente, sino grandeza que vino a aumentar la potencia del
progreso humano. (Antología, 101)
CULTURAL La fundamentación de Andalucía conforme al "principio de las culturas" es
tan sólida que acaso ningún pueblo del mundo pueda asentarse sobre él con más fuerza
o con más derecho (antología, 216)
IDEAL Andalucía debe cumplir un Ideal, como realidad distinta y completa, como
unidad espiritual, viva, consciente, libre. (Ideal, 31)
IMAGINATIVA La exaltación imaginativa de Andalucía está producida por el choque
libre y recíproco de una sicología optimista y del atractivo o belleza de un medio
risueño. (Ideal, 36)
ORIGINAL Andalucía no ha copiado, no copiará jamás a algún otro pueblo. No tiene
necesidad de copiar. Sabe crear originalmente. (la verdad, 62)
ARTÍSTICA En el fondo de la conciencia de Andalucía se ha
refugiado el orgullo de vivir, que por suprema y única ley reconoce la adoración a la
armonía, el amor y al ritmo. (ideal, 72)
FESTIVA Nosotros en Andalucía no comprendemos la vida sin el entusiasmo, sin la
alegría; y la alegría para nosotros está en experimentar la sensación natural
correspondiente a las cosas, tal como ellas son. (La verdad, 65)
PROFUNDA Andalucía como son sus casas, de apariencia humilde, con patios y
jardines centrados por fuentes; sencillez por fuera, iluminación por dentro. (La verdad,
65)
VITALISTA Andalucía, siempre pletórica de vitalidad. (Antología,248)
NUEVA La nueva Andalucía, amante de la vida, alegre de vivir, pero consciente de su
personalidad, libre de prejuicios, honrada, trabajadora, ansiosa de saber y de progresar.
(Ideal, 274)
LIBERADA La dignidad de Andalucía está en que no haya ni un andaluz hambriento ni
embrutecido. (Manifiesto del Centro Andaluz, 53)
LIBRE Andalucía jamás fue espiritualmente un pueblo servil. Fue creado por la
naturaleza de un pueblo de espíritu, señor. ¡Viva Andalucía libre! (La verdad, 62)
NACIONALISTA Andalucía es una nacionalidad porque una común necesidad invita a
todos sus hijos a luchar juntos por su común redención. (Manifiesto andalucista, 82)
UNIVERSALISTA "Andalucía por sí, para España y la Humanidad" no es una fórmula
arbitraria. Es una expresión síntesis de la Historia de Andalucía. (La verdad, 79)
Sentencias de Blas Infante recopiladas por el profesor de Ciencias de la Educación de la
Universidad Hispalense, D. Antonio Muñoz Sánchez y publicadas en el DIARIO DE
SEVILLA en 1999 con motivo del aniversario del asesinato de Blas Infante

6) MAPAS Y GRÁFICOS.
Sociedades mercantiles creadas entre1901/1923

Algunas variables explicativas del proceso inflacionista,1913/1921


Crisis de 1917. Zonas principales.

Número de huelgas y huelguistas, 1905/1923.

LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA


Texto 1.
1.a. El Manifiesto de Primo de Rivera
Al país y al ejército.
Españoles: Ha llegado para nosotros el momento más temido que esperado (porque
hubiéramos querido vivir siempre en la legalidad y que ella rigiera sin la vida española)
de recoger las ansias, de atender al clamoroso requerimiento de cuantos amando la
Patria no ven para ella otra salvación que liberarla de los profesionales de la política, de
los hombres que por una u otra razón nos ofrecen el cuadro de desdichas e
inmoralidades que empezaron el año 98 y amenazan a España con un próximo fin
trágico y deshonroso. La tupida red de la política de concupiscencias ha cogido en sus
mallas, secuestrándola, hasta la voluntad real. Con frecuencia parecen pedir que
gobiernen los que ellos dicen no dejan gobernar, aludiendo a los que han sido su único,
aunque débil, freno, y llevaron a las leyes y costumbres la poca política sana, este tenue
tinte de moral y equidad que aún
tienen, pero en la realidad se avienen fáciles y contentos al turno y al reparto y entre
ellos mismos designan la sucesión
Pues bien, ahora vamos a recabar todas las responsabilidades y a gobernar nosotros u
hombres civiles que representen nuestra moral y doctrina [...]. Este movimiento es de
hombres, el que no sienta la masculinidad; completamente caracterizada que espere
en un rincón, sin perturbar los días buenos que para la patria preparamos. Españoles: ¡
Viva España y viva el Rey!
13 de septiembre de 1923
1.b.La labor de la dictadura vista desde la óptica de un partidario de Primo de Rivera.
¡Triste herencia la de 1923! Recogió este año el fruto deja inestabilidad de los
diecisiete Gobiernos que se sucedieron en el espacio de siete años: desastres militares,
bancarrota económica, indisciplina social, separatismo, huelgas, terrorismo. Hace ya
cinco años, y aún lo evocamos como una pesadilla.
Inspiraba miedo el mando: los separatistas celebraban ágapes interregionales; se daban
vivas a la «República del Rif»; se silbaba a la bandera española; se asesinaba en las
calles... Una ráfaga de locura barría las ciudades... Faltaban días, horas, minutos, para
estallar la anarquía...
¿ Dónde hay un hombre que salve a España? , clamaban los sensatos, desmoralizados y
cobardes, presintiendo el cataclismo...
Amaneció el día 13: con la aurora surgió el hombre [...] (Aquí inserta el autor el
Manifiesto de Primo de Rivera, íntegro) El General Primo de Rivera salvó a España [...]
Año 1925: España lleva dos años en tratamiento. El General Primo de Rivera ha
saneado la administración y la Hacienda, ha pacificado los espíritus, ha arrancado de
raíz el terrorismo...[...]pero en Marruecos late el foco de la rebeldía: flota aún allí la
tragedia del veintiuno [. ..] en aquellas tierras seguimos enterrando hombres y millones
[. ..] El General Primo de Rivera planea la operación sobre Los técnicos oponen sus
reparos. Pero el general tiene otro gesto providencial... El general Primo de Rivera
triunfó en Marruecos; por segunda vez salvó a España. Año 1928... Un lustro de buen
Gobierno ha saneado totalmente la Hacienda española [. .] La Unión Patriótica es una
liga en la que destacan figuras capacitadas para la gobernación del país; (...) progresa la
industria, se realizan obras públicas, aumentan las escuelas. Nuestra aviación
floreciente se cubre de gloria: rememora un capitán español la epopeya del
descubrimiento... [...] España es ya la España que anhelábamos; y el Presidente decide
apartarse de la política activa; necesita descanso; quiere dejar el poder... [...] Se cierra
en esta fecha una obra de saneamiento económico, de purificación espiritual, de
reconstrucción [...] Es la tercera vez: están puestos los cimientos de una nueva España
[...] Flote hoy la Bandera, al aire: junto a ella, el venerado arquitecto. ¡Salud para el
caudillo que preside la iniciación de otro nuevo quinquenio de buen gobierno.!
ROBERTO DE VIVAR en el n° XLVII y XLVIII del órgano oficial de la Unión Patriótica
1.c. El eco en la prensa
Han transcurrido más de cuarenta y ocho horas desde que se produjo el movimiento.
Las clases mercantiles y patronales han exteriorizado sus adhesiones. Los hombres
públicos desterrados del Poder, convictos de sus culpas, guardan silencio sepulcral. Las
organizaciones sociales y políticas de significación más contraria a las situaciones de
fuerza han definido en sus manifestaciones una actitud expectante. El orden es
completo. Sólo hay que atender a la reparación de perturbaciones producidas en la
conciencia colectiva, y esa reparación sólo puede venir de una declaración del
Directorio que lleve la tranquilidad al espíritu liberal de la democracia española.
El Liberal, Madrid, 16-IX-1923
1.d. Disolución de los ayuntamientos
Exposición al rey.
Señor: recogidos en una docena de días anhelos del alma popular, despertada a la vida
ciudadana por la conmoción nacional del 13 de septiembre, pocos tan intensa y
unánimemente expresados como el de ver sustituidos en las corporaciones
municipales a los hombres, a la vez semilla y fruto de la política partidista y caciquil,
que con poca eficacia y escrúpulo venían entorpeciendo la vida administrativa de los
pueblos.
Ello justifica la propuesta que el Directorio eleva a V. M. por mi conducto de disolver
todos los ayuntamientos de España [...].
El carácter general de esta medida no puede implicar descontento ni censura, que sería
injusta, ni para todas las corporaciones municipales, ni para todos los alcaldes, pues,
aunque en corta proporción, unas y otros han ofrecido ejemplos de actuación
ciudadana que justifican esta salvedad.
30 de septiembre de 1923
1.e. El Directorio civil
En suma, señor, para exponer mi pensamiento clara y sinceramente, lo que propongo a
V. M. es la sustitución de una dictadura militar por otra civil y de organización más
adecuada pero no menos vigorosa, y me permito proponerlo así, recogiendo el ansia
popular, que sólo teme del cambio de forma de gobierno que se debiliten los resortes
del mando que han sido carácter del Directorio militar, cuya vida, como genuina
representación del ejército y de la marina, que tan patrióticamente han ofrecido el
prestigio de sus nombres corporativos a esta arriesgada labor, no debe llevarse a
momento de desgaste o de quebranto; ni tampoco debe sustraerse por más, tiempo al
país, en su representación civil, que es la adecuada y tan manifiestamente está a
nuestro lado, la participación y la responsabilidad en la obra de reconstituirlo y
reeducarlo administrativa y políticamente.
Miguel Primo de Rivera, al Rey, 1925.
Texto 2 La economía durante la dictadura.
2.a. Los trabajadores y la Dictadura
No puede interpretarse la actitud expectante de la clase trabajadora como una
adhesión, ni siquiera de simpatía para el nuevo régimen. La verdad del hecho es que los
partidos políticos que hasta ahora usufructuaban el poder habían perdido todo el
prestigio y se habían hecho incompatibles con todo deseo de regeneración de la vida
pública, y por eso nadie podía salir a su defensa, y que ante el anuncio de moralizar la
administración y de acabar con el caciquismo, los trabajadores, con gran sentido
político, han adoptado una posición de completa neutralidad, posición que
seguramente mantendrán en tanto se les respete aquello que constituye para ellos lo
fundamental para el desenvolvimiento de su vida como clase: el derecho social
alcanzado a fuerza de inmensos sacrificios. Además, tan grande es su convencimiento
democrático que, aun restablecida la normalidad y cumplido el programa de
moralización, continuarán afirmando que esa obra purificadora debiera haberse hecho
dentro del más puro régimen civil y del más grande respeto a la libertad [...].
Francisco Largo Caballero
2.b.La política económica a la defensiva de la Dictadura manifiesta en sus actuaciones
un nacionalismo tan voluntarista como contradictorio. Intentará obstaculizar el
dominio de empresas extranjeras sobre sectores económicos importantes españoles, y
al mismo tiempo cederá el control de actividades fundamentales y se embarcará con
tanta ambición como pobres resultados en proyectos de nacionalización y de creación
de monopolios públicos. La constitución de monopolios de petróleos en junio de 1927
(...) se ha considerado «el único acierto de la Dictadura» (...) El otro aspecto señalado
(...) también cuenta con una ilustración expresiva (...) la concesión en agosto de 1924
del monopolio de explotación del Servicio de Comunicaciones Telefónicas a la
poderosa International Telephone and Telegraph Co (...)"
García Delgado J. l.: "Nacionalismo económico e intervención estatal, 1900-1930" ' en
Sánchez Albornoz, N. (comp.) : La modernización económica de Español.
Texto 3.MANIFIESTO DE LA UNIÓN PATRIÓTICA
La Unión Patriótica no es un partido y, en consecuencia, no se inclina a la derecha ni a
la izquierda; no adopta un programa cerrado que excluya a los discrepantes, ni se
encierra en el armazón hermético de aquella ordenación jerárquica propia de los
partidos políticos. La Unión Patriótica aspira a ser, con el tiempo, generadora o
propulsora de futuros partidos cuando, más adelante, se dibujen dentro de ella las
tendencias y los matices que, en su día, determinarán el nacimiento de nuevas
agrupaciones políticas nutridas con la savia que brota de los distintos sectores de
opinión.
MANIFIESTO DE LA UNIÓN PATRIÓTICA
Texto 4. Fin de la campaña africana
Ejército de España en África. Cuartel general. Al ejército y a las fuerzas navales de
Marruecos: Con los movimientos efectuados en el día de hoy se han abatido los
últimos restos de la rebeldía, ocupando la totalidad de nuestra zona de protectorado,y
se ha dado fin a la campaña de Marruecos, que durante dieciocho años ha constituido
un problema para los gobiernos, llegando en momentos críticos a producir serias
inquietudes a la nación, que, pródiga, vertió aquí su sangre y sus energías morales y
económicas para mantener el legado de altivez que nos dejaron nuestros antepasados,
conquistadores de un mundo.
El desembarco de Alhucemas, en septiembre de 1925 con el que por primera vez se
afrontó resuelta y valientemente la solución de este problema, yendo a atacar la
rebeldía en su corazón, fue la clave [...].
General José Sanjurjo, 1926
Texto 5. Acuerdo para derribar la Monarquía
El acuerdo político del Pacto de San Sebastián implicó la creación de un comité
revolucionario compuesto por: Alcalá Zamora, Maura, Domingo, Prieto, Azaña,
Albornoz y De los Ríos. En esta alianza estuvieron ausentes la CNT y otras fuerzas
obreras, que solamente estuvieron representadas por el PSOE.
En diciembre de 1930 se difundió masivamente un manifiesto firmado por los
principales dirigentes en el que explícitamente se llamaba a la población a derribar la
Monarquía: “ Españoles Surge de las entrañas sociales un profundo clamor popular que
demanda justicia y un impulso que nos mueve a procurarla. Puestas sus esperanzas en
la República, el pueblo está ya en medio de la calle (...)Venimos a derribar la fortaleza
en que se ha encastillado el poder personal, a meter la Monarquía en los archivos de la
historia ya establecer la República sobre la base de la soberanía nacional representada
en una asamblea constituyente. De ella saldrá la España del porvenir y un nuevo
Estatuto inspirado en la conciencia universal que pide para todos los pueblos un
Derecho nuevo ungido de aspiraciones a la igualdad económica y a la justicia social. (...)
¡Viva España con honra! ¡Viva la República!
Niceto Alcalá Zamora, Alejandro Lerroux García, Fernando de los Ríos, Manuel
Azaña, Santiago Casares Quiroga, Indalecio Prieto, Miguel Maura Gamazo, Marcelino
Domingo, Álvaro de Albornoz, Francisco largo Caballero, Luis Nicolau D'Olwer, Diego
Martínez Barrios.
Texto 6. EL ERROR BERENGUER. ORTEGA Y GASSET, El Sol, Madrid, 14 -XI-1930
La dictadura ha sido un poder omnímodo y sin límites, que no sólo ha operado sin ley
ni responsabilidad, sin norma no ya establecida, pero ni aun conocida, sino que no se
ha circunscrito a la órbita de lo público, antes bien, ha penetrado en el orden
privadísimo brutal y soezmente. Colmo de todo ello es que no se ha contentado con
mandar a pleno y frenético arbitrio, sino que aún le ha sobrado holgura de poder para
insultar líricamente a personas y cosas colectivas e individuales. No hay punto de la
vida española en que la Dictadura no haya puesto su innoble mano de sayón [...].
A ese hecho responde el Régimen con el Gobierno Berenguer, 'cuya política significa:
volvamos tranquilamente ala normalidad por los medios más normales, hagamos
"como si" aquí no hubiese pasado nada radicalmente nuevo, sustancialmente anormal.
Eso, eso es todo lo que el Régimen puede ofrecer, en este momento tan difícil para
Europa entera, a los veinte millones de hombres ya maltraídos de antiguo, después de
haberlos vejado, pisoteado, envilecido y esquilmado durante siete años. Y, no obstante,
pretende, impávido, seguir al frente de los destinos históricos de esos españoles y de
esta España [...].
El Régimen ha creído posible también en esta ocasión superlativa responder, no más,
que decretando esta ficción; aquí no ha pasado nada. Esta ficción es el Gobierno
Berenguer.
Pero esta vez se ha equivocado. Se trataba de dar largas. Se contaba con que pocos
meses de gobierno emoliente bastarían para hacer olvidar ala amnesia celtíbera los
siete años de Dictadura. Por otra parte, del anuncio de elecciones se esperaba mucho.
Entre las ideas sociológicas, nada equivocadas, que sobre España posee el Régimen
actual, está esa de que los españoles se compran con actas. Por eso ha usado siempre
los comicios (función suprema y como sacramental de la convivencia civil) con instintos
simoníacos. Desde que mi generación asiste ala vida pública no ha visto en el Estado
otro comportamiento que esa especulación sobre los vicios nacionales. Ese
comportamiento se llama en latín y en buen castellano indecencia, indecoro. El Estado,
en vez de ser inexorable educador de nuestra raza desmoralizada, no ha hecho nada
más que arrellanarse en la indecencia nacional.
Pero esta vez se ha equivocado. Éste es el error Berenguer. Al cabo de diez meses, la
opinión pública está menos resuelta que nunca a olvidar la “gran viltà” que fue la
Dictadura. El Régimen sigue solitario, acordonado, como leproso en lazareto. No hay
un hombre hábil que quiera acercarse a él; actas, carteras, promesas (las cuentas de
vidrio perpetuas! no han servido esta vez de nada. Al contrario; esa última ficción
colma el vaso. La reacción indignada de España comienza ahora, precisamente ahora, y
no hace diez meses. España se toma siempre tiempo, el suyo.
Y no vale oponer a lo dicho que el advenimiento de la Dictadura fue inevitable y, en
consecuencia, irresponsable. No discutamos ahora las causas de la Dictadura [...]. Para
el razonamiento presentado antes, la cuestión es indiferente. Supongamos por un
instante que el advenimiento de la Dictadura fue inevitable. Pero esto, ni que decir
tiene, no vela lo más mínimo el hecho de que sus actos después de advenir fueron una
creciente y monumental injuria, un crimen de lesa patria, de lesa historia, de lesa
dignidad pública y privada. Por tanto, si el Régimen la aceptó obligado, razón de más
para que al terminar se hubiese, con leal entereza, con natural efusión, abrazado al
pueblo y le hubiese dicho: hemos padecido una incalculable desdicha. La normalidad
que constituía la unión civil de los españoles se ha roto. La continuidad de la historia
legal se ha quebrado. No existe el Estado español. ¡Españoles: reconstruid vuestro
Estado!
Pero no ha hecho esto, que era lo congruente con la desastrosa situación, sino todo lo
contrario. Quiere (el gobierno Berenguer) una vez más salir del paso, como si los
veinte millones de españoles estuviésemos ahí para que él saliese del paso. Busca
alguien que se encargue de la ficción, que realice la política del "aquí no ha pasado
nada".. Encuentra sólo un general amnistiado.
Éste es el error Berenguer, de que la historia hablará.
Y como es irremediablemente un error, somos nosotros y no el Régimen mismo;
nosotros, gente de la calle, de tres al cuarto y nada revolucionarios; quienes tenemos
que decir a nuestros conciudadanos: ¡Españoles, vuestro Estado no existe!
¡Reconstruidlo!
Delenda est Monarchia.
José Ortega y Gasset
Texto 7.
7.a.La renuncia de Alfonso XIII
Al País.
Las elecciones celebradas el domingo me revelan mente que no tengo hoy el amor de
mi pueblo. Mi conciencia me dice que ese desvío no será definitivo, porque procuré
siempre servir a España, puesto el único afán en el interés público hasta en las más
críticas coyunturas.
Un rey puede equivocarse, y sin duda erré yo vez; pero sé bien que nuestra Patria se
mostró en todo momento generosa ante las culpas sin malicia.
Soy el rey de todos los españoles, y también un español. Hallaría medios sobrados para
mantener mis regias prerrogativas, en eficaz forcejeo con quienes las combaten. Pero,
resueltamente, quiero apartarme de cuanto sea lanzar a un compatriota contra otro en
fratricida guerra civil. No renuncio a ninguno de mis derechos, porque más que míos
son depósito acumulado por la Historia, de cuya custodia ha de pedirme un día cuenta
rigurosa. Espero a conocer la auténtica y adecuada expresión de la conciencia
colectiva, y mientras habla la nación suspendo deliberadamente el ejercicio del poder
real y me aparto de España, reconociéndola así como única señora sus destinos.
También ahora creo cumplir el deber que me dicta mi amor a la Patria. Pido a Dios
que tan hondo como yo lo sientan los demás españoles.
Madrid, 14 de Abril de 1931.
7.b. Alfonso XIII reflexiona sobre lo que podría ser su reinado
«En este año me encargaré de las riendas del Estado, acto de suma trascendencia tal y
como están las cosas, porque de mí depende si ha de quedar en España la Monarquía
borbónica o la República. Porque yo me encuentro al país quebrantado por pasadas
guerras, que anhela por un alguien que le saque de esta situación; la reforma social a
favor de las clases necesitadas; el Ejército con una organización atrasada a los adelantos
modernos; la Marina sin barcos; la bandera ultrajada; los gobernadores y alcaldes que
no cumplen las leyes, etc. En fin, todos los servicios desorganizados y mal atendidos.
Yo puedo ser un Rey que se llene de gloria regenerando la patria; cuyo nombre pase a
la Historia como recuerdo imperecedero de su reinado; pero también puedo ser un
Rey que no gobierne, que sea gobernado por sus ministros, y, por fín, puesto en la
frontera".
Diario personal de Alfonso XIII, 1902, cit. en Carlos SECO SERRANO, La etapa
constitucional (1902-1923), en «La España de Alfonso XIII", Cuadernos de Historia 16,
nº 98, Madrid, 1985, p. 14
Texto 8.La opinión de los historiadores.
8.a La obra de la dictadura ha sido varia y será discutida acalorada mente cuando su
caída abra las puertas a la libertad de expresión. En el haber del dictador figura, ante
todo, el final de la pesadilla que la guerra de Marruecos representaba para España [...].
En el aspecto económico, la obra del ministro de Hacienda, Calvo Sotelo, ha dejado
rastro beneficioso y perdurable [ ...]. Las obras públicas, en manos del Conde de
Guadalhorce, también pueden figurar en el activo de la dictadura [ ...]. Junto a esa obra
positiva, los inevitables y congénitos vicios de cualquier régimen de dictadura. La
inmoralidad, el cohecho, el favoritismo, el despilfarro, la soplonería, a arbitrariedad, la
violencia brutal y desmedida en la represión del más ligero desmán han ido
sedimentando no pocos odios y preparando el desate de las venganzas represalias que
nadie puede predecir adónde llegarán el día que exploten.
MAURA, M. Así cayó Alfonso XIII. Barcelona, Ariel, 1995.
8.b.Muchas de las acciones y las medidas tomadas por Primo de Rivera tenían el
sentimiento de un new deal, de la creencia en la necesidad de restaurar el Estado
español sobre bases ideológicas acordes con las tendencias europeas antiliberales
antiparlamentarias de la época, de una actitud social que consideraba la atención las
clases populares como una misión a realizar mediante la reorganización corporativa de
las relaciones laborales, de una política económica que presentaba la idea de control y
planificación como mejor medio para el desarrollo del país y de un sistema político que
cultivó la idea de democracia directa (mediante un plebiscito], orgánica, frente al
sufragio individual, de un fuerte ejecutivo, y un solo partido oficial del Estado que
detentara el monopolio de la verdad ideológica y política, así como los puestos clave
administrativos. El que todo esto no fuera institucionalizado y legalizado por Primo de
Rivera fue probablemente su mayor equivocación.
BEN-AMI, Shlomo: Historia General de España y América. Madrid, Rialp, 1992
8.c. A muchos de los adversarios de la dictadura les llamó la atención el hecho
de que durante ella el movimiento obrero parecía carecer de la beligerancia agresiva
de otras épocas. En realidad, el factor que mejor explica esta situación reside en la
coyuntura económica, junto con el cansancio y la autodestrucción provocados por el
terrorismo anarquista. Tampoco se debe dejar de tener en cuenta el hecho de que el
régimen dictatorial se presentaba como una fórmula política circunstancial. Sin
embargo, la política social de la dictadura también jugó un papel pacificador al
proseguir la labor promotora de la legislación social y al crear instrumentos de
mediación.
TUSELL, Javier: Historia de España. Madrid, Taurus, 1998
8.d.La dictadura, al margen de sus vicisitudes concretas, fue el resultado de un pacto de
emergencia entre los distintos grupos del bloque dominante; éstos iban acordar una
representatividad al binomio ejército-rey para que ensayasen una nueva forma de
gobierno al margen del tradicional caciquismo parlamentario [...]. La labor de este
Directorio va a ser la más genuinamente dictatorial, por ser la que mejor responderá
a los intereses e inquietudes de las oligarquías del país. Esta labor se centra en
conseguir, en primera instancia, una cohesión gubernamental que devolviera la
confianza a la burguesía y convenciera al proletariado de la inutilidad de un golpe de
mano contra el sistema.
CASASSAS YMBERT, Jordi: La dictadura de Primo de Rivera. Barcelona, Anthropos,
1983.

LA II REPÚBLICA.
Texto 1. Constitución de 1931.
Art 1. España es una República democrática de trabajadores de toda clase que se
organiza en régimen de Libertad y Justicia.
Los poderes de todos sus órganos emanan del pueblo.
La República constituye un Estado integral compatible con la autonomía de los
Municipios y las Regiones.
La bandera de la República española es roja, amarilla y morada.
Art. 2. Todos los españoles son iguales ante la ley.
Art 3. El Estado español no tiene religión oficial.
Art. 4. El castellano es el idioma oficial de la República.
Todo español tiene obligación de saberlo y derecho de usarlo sin perjuicio de los
derechos que las leyes del Estado reconozcan a las lenguas de las provincias o
regiones. Salvo lo que se disponga en ley especial a nadie se le podrá exigir el
conocimiento ni el uso de ninguna lengua regional. (. ..)
Art. 6. España renuncia a la guerra como instrumento de política nacional.
Art. 7. El Estado español acata las normas universales del Derecho Internacional
incorporándolas a su derecho positivo. (...)
Art. 8. El Estado español, dentro de los límites irreductibles de su territorio actual,
estará integrado pos Municipios mancomunados en provincias y por las regiones que
se constituyan en autonomía.
Art. 9. Los Alcaldes serán designados siempre por elección directa del pueblo o por el
Ayuntamiento.
Art. 10. Si una o varias provincias limítrofes con características históricas culturales y
económicas comunes acordaran organizarse en región autónoma para formar un
núcleo político-administrativo dentro del Estado español, presentarán su Estatuto con
arreglo a lo establecido en el artículo 12. (...)
Art. 12. Para la aprobación del Estatuto de la región autónoma se requieren las
siguientes condiciones:
a) Que lo proponga la mayoría de sus Ayuntamientos o, cuando menos, aquellos cuyos
Municipios comprendan las dos terceras partes del Censo electoral de la región.
b) Que lo acepten por el procedimiento que señale la ley Electoral por lo menos las
dos terceras partes de los electores inscritos en el censo de la región. Si el plebiscito
fuere negativo no podrá renovarse la propuesta de autonomía hasta transcurridos
cinco años.
c) Que lo aprueben las Cortes. (...)
Art.13. En ningún caso se admite la Federación de regiones autónomas.
Art. 21. El derecho del Estado español prevalece sobre el de las regiones autónomas
en todo lo que no esté atribuido a la exclusiva competencia de éstas en sus respectivos
Estatutos. (...)
Art. 25. No podrán ser fundamento de privilegios jurídicos la naturaleza, filiación, el
sexo, la clases social, la riqueza, las ideas políticas, las creencias religiosas. (...)
Art. 26. (...) El Estado, las regiones (...) no mantendrán, favorecerán, ni auxiliarán
económicamente a la Iglesia, Asociaciones e Instituciones religiosas (...)Una ley especial
regulará la total extinción en un plazo máximo de dos años del presupuesto del clero.
Quedan disueltas aquellas órdenes religiosas que estatutariamente impongan además
de los tres votos canónicos otro especial de obediencia a autoridad distinta de la
legítima del Estado. ;
Art. 27. La libertad de conciencia y el derecho de profesar y practicar libremente
cualquier religión quedan garantizados en el territorio español, salvo el respeto debido
a las exigencias de la moral pública. (...)
Art. 29. Nadie podrá ser detenido ni preso sino por causa de un delito. Todo
detenido será puesto en libertad o entregado a la autoridad judicial dentro de las 24
horas siguientes al acto de detención.
Art. 31. Todo español podrá circular libremente por el territorio nacional y elegir en él
su residencia y domicilio sin que pueda ser compelido a mudarlos a no ser en virtud de
sentencia ejecutoria. (...)
Art. 34. Toda persona tiene derecho a emitir libremente sus ideas y opiniones
valiéndose de cualquier medio de difusión, sin sujetarse a la previa censura.
En ningún caso podrá recogerse la edición de libros y periódicos sino en virtud del
mandamiento del juez competente.
No podrá decretarse la suspensión de ningún periódico sino por sentencia firme.
Art. 36. Los ciudadanos de uno y otro sexo, mayores de veintitrés años, tendrán los
mismos derechos electorales conforme determinen las leyes.
Art. 38. Queda reconocido el derecho de reunirse pacíficamente y sin armas. Una ley
especial regulará el derecho de reunión al aire libre y el de manifestación.
Art 39- Los españoles podrán asociarse o sindicarse libremente para los distintos fines
de la vida humana, conforme a las leyes del Estado.
Los Sindicatos y Asociaciones están obligados a inscribirse en el Registro público
correspondiente, con arreglo a la ley. (...)
Art. 40. Todos los españoles, sin distinción de sexo, son admisibles a los empleos y
cargos públicos, salvo las incompatibilidades que las leyes señalen.
Art.43. La familia está bajo la salvaguardia especial del Estado. El matrimonio se funda
en la igualdad de derechos para ambos sexos, y podrá disolverse por mutuo consenso
o a petición de cualquiera de los cónyuges, con alegación en este caso de justa causa.
Art. 46. La República asegurará a todo trabajador las condiciones necesarias de una
existencia digna. Su legislación social regulará: los casos de seguro de enfermedad,
accidente, paro forzoso, vejez, invalidez y muerte; el trabajo de las mujeres y de los
jóvenes, especialmente la protección a la maternidad; la jornada de trabajo y el salario
mínimo familiar; las vacaciones anuales remuneradas
Art. 48. El servicio de la cultura es atribución esencial del Estado, y lo prestará
mediante instituciones educativas enlazadas por el sistema de la escuela unificada.
La enseñanza primaria será gratuita y obligatoria.
Los maestros, profesores y catedráticos de la enseñanza oficial son funcionarios
públicos. La libertad de cátedra queda reconocida y garantizada.
La República legislará en el sentido de facilitar a los españoles económicamente
necesitados el acceso a todos los grados de enseñanza, a fin de que no se haya
condicionado más que por la aptitud y .la vocación.
La enseñanza será laica, hará del trabajo el eje de su actividad metodológica y se
inspirará en ideales de solidaridad humana.
Art. 51. La potestad legislativa reside en el pueblo, que la ejerce por medio de las
Cortes o Congreso de los Diputados.
Art. 52. El Congreso de los Diputados se compone de los representantes elegidos por
sufragio universal, igual, directo y secreto (...)
Art. 67. El Presidente de la República es el Jefe del Estado y personifica a la Nación (...)
Art. 68. El Presidente de la República será elegido conjuntamente por las Cortes y un
número de compromisarios igual al de Diputados.
Art. 90. Corresponde al Consejo de Ministros, principlamente, elaborar los proyectos
de ley que haya de someter al Parlamento, dictar decreto, ejercer la potestad
reglamentaria. (...)
Art. 94. La Justicia se administra en nombre del Estado. (...) Los jueces son
independientes en su función. Sólo están sometidos a la ley.
Texto 2. La cuestión religiosa y la enseñanza. ( Ver manual, página 237)
2.a. Decreto de 23 de enero de 1932 sobre disolución de la Compañía de Jesús:
“(...) Los religiosos y novicios de la Compañía de Jesús cesarán en la vida común
dentro del territorio nacional en el término de diez días, a contar de la publicación del
presente Decreto. Transcurrido dicho término, los gobernadores civiles darán cuenta
al Gobierno del cumplimiento de esta disposición.
Los miembros de la disuelta Compañía no podrán en lo sucesivo convivir en un mismo
domicilio en forma manifiesta ni encubierta, ni reunirse ni asociarse para continuar la
extinguida personalidad de aquélla. (...).”
2.b. La cuestión religiosa en el bienio reformador (1931- 1933) estuvo muy asociada al
proyecto educativo republicano, que desarrolló esfuerzos sin precedentes que
continuarían en los años siguientes, como se puede observar en el siguiente cuadro:

AÑO PRESUPUESTO DEL % DEL PRESUPUESTO


MINISTERIO DE DEL ESTADO.
INS. PUBL.º
1931 209.8 5.69
1932 268.8 5.92
1933 310.7 6.57
1934 335.6 7.08
1935 336.9 6.60
1936 338.2 6.54
2.c. Los principios y preceptos constitucionales en materia confesional no sólo no
responden al mínimum de respeto a la libertad religiosa y de reconocimiento de los
derechos esenciales de la Iglesia que hacían esperar el propio interés y dignidad del
Estado, sino que, inspirados por un criterio sectario, representan una verdadera
oposición aun a aquellas mínimas exigencias. (...)
Más radicalmente todavía se ha cometido el grave y funesto error de excluir a la Iglesia
de la vida pública y activa de la nación, de las leyes, de la educación de la juventud, de la
misma sociedad doméstica, con grave menosprecio de los derechos sagrados y de la
conciencia cristiana del país. (...) De semejante separación violenta e injusta, de tan
absurdo laicismo del Estado, la Iglesia no puede dejar de lamentarse y protestar,
convencida como está de que las sociedades humanas no pueden conducirse, sin
lesión de deberes fundamentales, como si Dios no existiese, o desatender a la Religión,
como si ésta fuera un cuerpo extraño a ellas o cosa inútil y nociva. (. ..)
Derecho y libertad para todos, tal parece ser la inspiración formulativa de los
preceptos constitucionales, con excepción de la Iglesia.
Declaración colectiva del episcopado ante la nueva Constitución. (20 de diciembre de
1931)
Texto 3. La cuestión militar.
Artículo 1. Se concede el pase a la situación de segunda reserva, con el mismo sueldo
que disfruten en su empleo de la escala activa, a todos los oficiales generales del Estado
Mayor General, a los de la Guardia Civil y Carabineros y a los de los Cuerpos de
Alabarderos, Jurídico Militar, Intendencia, Intervención y Sanidad, en sus dos secciones
de Medicina y Farmacia, que lo soliciten del Ministerio de la Guerra dentro de los
treinta días siguientes al de la publicación de este Decreto.
Artículo 2. Se concede el pase a la situación de retirado, con el mismo sueldo que
disfruten actualmente en su empleo y cualesquiera que sean sus años de servicios, a
todos los Jefes, Oficiales y asimilados, así en situación de actividad como en la de
reserva retribuida de las distintas Armas y Cuerpos del Ejército, incluso los oficiales
menores de Guardias de Alabarderos, que la soliciten del Ministerio de la Guerra
dentro del plazo, señalado en el artículo anterior. (...)."
Gaceta de Madrid, 27 abril de 1931
Plantilla militar.
1930 1932
GENERALES 169 85
JEFES Y OFICIALES 15.146 9.700
TOTAL EJÉRCITO 197.366 171.825
Texto 4. La reforma agraria.
4. a. Ley de Bases de la Reforma Agraria:
“(...) Serán susceptibles de expropiación las tierras incluidas en los siguientes
apartados:
1. Las ofrecidas voluntariamente por sus dueños, siempre que su adquisición se
considere de interés por el Instituto de Reforma Agraria.
2. Las que se transmitan contractual mente a título oneroso sobre las cuales ya este
solo efecto, podrá ejercitar el Estado el derecho de retracto en las mismas condiciones
que determine la legislación civil vigente.
3. Las adjudicadas al Estado, Región, provincia o Municipio, por razón de débito,
herencia o legado y cualesquiera otras que posean con carácter de propiedad privada.
4. Las fincas rústicas de Corporaciones, fundaciones y establecimientos públicos que las
exploten en régimen de arrendamiento, aparcería o cualquiera otra forma que no sea
explotación directa, exceptuándose las tierras correspondientes a aquellas fundaciones
en que el título exija la conservación de las mismas, como requisito de subsistencia, si
bien en este caso podrán ser sometidas a régimen de arrendamientos colectivos.
5. Las que por las circunstancias de su adquisición, por no ser explotadas directamente
por los adquirentes y por las condiciones personales de los mismos, deba presumirse
que fueron compradas con fines de especulación o con el único objeto de percibir su
renta.
6. Las que constituyeron señoríos jurisdiccionales y que se hayan transmitido hasta
llegar a sus actuales dueños por herencia, legado o donación.1I
(9 de septiembre de 1932.)
4.b. Pascual Carrión, desde su cargo de vocal del Instituto para la Reforma Agraria,
tuvo una intervención decisiva en la planificación y desarrollo de la reforma. Su obra
Los latifundios en España, publicada en Madrid en 1932, es una de las obras
fundamentales en el estudio del medio agrario español. Suyas son las siguientes
consideraciones:
“el problema de los latifundios en España no es una entelequia inventada por unos
cuantos descontentos o idealistas, sino una cuestión grave de enorme trascendencia
económica y social para nuestra patria. No se trata sólo del hecho de que unos 7.000
propietarios poseen más de seis millones de hectáreas en las regiones manchega,
extremeña y andaluza, sino también de que disfrutan la mayor parte de la riqueza que
en ellas se produce, dejando al resto de sus habitantes en situación precaria, y, sobre
todo, impidiendo que se intensifique la producción y puedan progresar esas provincias
(...) Los latifundios no tienen relación alguna con las condiciones naturales de estas
regiones y su origen se halla en la Reconquista y la Desamortización. Consecuencia de
ellos son: la despoblación de los campos, el deficiente cultivo, los jornales bajos, los
arrendamientos caros, la escasa y raquítica ganadería, y, en general, la situación
precaria en que se encuentra la tercera parte del territorio nacional (...) Ante estos
hechos, es suicida y criminal cerrar los ojos para no verlos y dejar que pasen los años y
aún siglos, como hasta ahora ha ocurrido, sin ponerles remedio. Hay, pues, que
afrontar su solución con serenidad pero con energía (...).”
"Los habitantes de las regiones del norte de España, se dice, son más trabajadores que
los del sur, y, por ello, la región cantábrica es más rica que la andaluza y extremeña.
Pero para comprender cuán exagerada es esta afirmaci6n basta fijarse, por lo que a
agricultura se refiere, que en el norte se cultiva menos la tierra que en el sur .
( ...) muchas personas que pasan por cultas consideran que el obrero del sur no puede
alcanzarla capacidad del levantino y el catalán debido a su inferioridad racial o ala
influencia del clima, sin detenerse a pensar en la influencia que tienen las condiciones
sociales en las diferencias que se observan. L:io realidad, sin embargo, sale al paso de
estos prejuicios.
(...) el campesinado andaluz, cuando sabe que ha de disfrutar del producto de su
trabajo, lucha con la naturaleza como el mejor labrador y logra resultados admirables.
Los vicios que se achacan al jornalero andaluz no son propios de él, sino consecuencia
obligada de la situaci6n económico social de aquella región. No es holgazán, sino que
se le obliga a sufrir largos períodos de paro forzoso, de por sí desmoralizadores, que
llevan consigo el hambre y la miseria, los cuales, a su vez, producen la debilidad y la
dejadez que tanto se le censuran.
Por añadidura, el ejemplo de muchos señoritos que no han hecho nada en su vida y, en
cambio, disfrutan de comodidades y placeres, no es nada edificante. La falta de centros
de cultura y de distracción en los pueblos hace que el obrero tenga que ir a la taberna,
y no es extraño que allí busque el vino, que le da la sensación de hallarse alimentado
sin comer y que le permite olvidar un poco la tristeza de su vida y las injusticias de los
hombres.
Tratar de holgazanes y viciosos a los campesinos hambrientos de Andalucía y
Extremadura es agregar a la injusticia de que son víctimas el escarnio.
Los grandes propietarios calculamos reúnen el 64% de la superficie en Cáceres y e1
62% en Badajoz, pudiéndose afirmar que entre 2.000 de ellos acaparan más de dos
millones de hectáreas, es decir, la mitad de toda la región (...).
Las grandes fincas ocupan del 40 al 60% de la superficie total en las provincias
andaluzas y los grandes propietarios reúnen por término medio del 50 a1 60% de la
extensión total (...).
En donde la propiedad se halla dividida, la tierra se encuentra generalmente
aprovechada al máximo; en cambio, cuando se halla acaparada, como su propietario,
aunque obtenga poco producto por hectárea, en total reúne una suma importante, no
siente estímulo para intensificarla producción ( ...) .
El problema del paro campesino lo engendra principalmente la concentración de la
propiedad en pocas manos y exige para resolverse que se le facilite tierra al trabajador
o que se le dé participación en la producción que de ella se obtiene.
( ...) para intensificar la explotación del suelo y mejorarla situación de los trabajadores
del campo es preciso dar acceso a éstos a la tierra y evitarla concentración de la
propiedad rústica en poder de unos pocos individuos. El problema de los latifundios
aparece, por ello, en primer término, cuando se quiere acometer seriamente la
Reforma Agraria."
Carrión, P. : Op. cit., pp. 373-374.
4.c. Grandes propietarios, en Hectáreas, : Duque de Medinaceli, 79.416; Duque de
Peñaranda, 51.015; Duque de Villahermosa, 47.203; Duque de Alba, 34.455; Marqués
de la Romana, 29.096.
4.d. Fincas entregadas a los campesinos por el Instituto de Reforma Agraria
Durante la monarquía, entre 1907/1931 (24 años) se entregaron 68.151 ha.;
entre agosto de 1933 y febrero de 1936 (3 años) se entregaron, 164.265; desde
febrero a julio de 1936 (seis meses) se entregaron 712.070 ha; después de julio de
1936 se entregaron 3.141.880 ha.
4.e. Discurso de José Antonio Primo de Rivera, 1935.
«En este proyecto del señor ministro de Agricultura se dice que la propiedad será
pagada a su precio justo de tasación, y se añade que no se podrán dedicar más de
cincuenta millones de pesetas al año a estas operaciones de Reforma Agraria. ¿Qué
hace falta para reinstalar a la población española sobre el suelo español? ¿Ocho
millones de hectáreas, diez millones de hectáreas? Pues esto, en números redondos,
vale unos ocho mil millones de pesetas; a cincuenta millones al año, tardaremos ciento
sesenta años en hacer la Reforma agraria. Si decimos esto a los campesinos, tendrán
razón para decir que nos burlamos de ellos.»
Texto 5. La cuestión regional.
5.a. ( ...) Es probable que el primer Borbón de España creyese resuelto para siempre la
divergencia peninsular del lado de allá del Ebro, con las medidas políticas que tomó (
...) Cataluña dice, los catalanes dicen: "queremos vivir de otra manera dentro del
Estado español". La pretensión es legítima; es legítima porque lo autoriza la ley, nada
menos que la ley constitucional. La ley fija los trámites que debe seguir esta pretensión
y quién y cómo debe resolver sobre ella. Los catalanes han cumplido estos trámites, y
ahora nos encontramos ante un problema que se define de esta manera: conjugar la
aspiración particularista o el sentimiento o la voluntad autonomista de Cataluña con
los intereses o los fines generales y permanentes de España dentro del Estado
organizado por la República. Este es el problema y no otro alguno (...)
Digo, pues, señores diputados, que tenemos ante nosotros un problema político,
planteado por primera vez en el Parlamento español con toda su amplitud y
profundidad, pero este problema ( ...) es mucho más viejo que los más viejos diputados
de esta Cámara. ( ...) la Dictadura quiso tratar, y trató, el sentimiento nacionalista
catalán por la violencia, por la opresión, por la persecución (...) y, al mismo tiempo que
hacía esto en Cataluña con el sentimiento o la política nacionalista y autonomista,
hacía lo propio con las libertades públicas españolas y las apetencias autonomistas
catalanas. ¿ Tiene algo de notable o de extraordinario que hayan renacido juntas? (...)
ha resultado, naturalmente, que los autonomistas catalanes han venido a volcarse en la
República española, identificándose, por primera vez, una causa local y provincial con
una gran causa española, con un régimen español, en virtud de lo cual este régimen
eleva a preocupación primordial en la organización del Estado republicano :o que hasta
ahora era un problema local, catalán o nacionalista ( ...)
No puede admitirse por parte de los teorizantes autonomistas el concepto de que
Castilla (...) de que esta parte de España ha confiscado las libertades de nadie, ni ha
agredido las libertades de nadie. Quien ha confiscado y humillado y transgredido los
derechos o las franquicias o las libertades de más o menos valor de cada región, ha
sido la monarquía, la antigua Corona, en provecho propio, no en provecho de Castilla,
que la primera confiscada y esclavizada fue precisamente la región castellana.
(...) También hay que combatir el prejuicio de la dispersión (...) no se puede entender
la autonomía (...) si no nos libramos de una preocupación: que las regiones autónomas
-no digo Cataluña-, las regiones, después que tengan la autonomía, no son el
extranjero; son España, tan España como lo son hoy; quizá más, porque estarán más
contentas.
(...) votadas las autonomías, ésta y la de más allá, y creados éste y los de más allá
Gobiernos autónomos, el organismo de gobierno de la región -en el caso de Cataluña
la Generalidad- es una parte del Estado español, no es un organismo rival, ni defensivo
ni agresivo, sino una parte integrante de la organización del Estado de la República
española. y mientras esto no se entienda así, señores diputados, no entenderá nadie lo
que es la autonomía (Muy bien, muy bien, Grandes aplausos).
Extracto del Discurso pronunciado por Manuel Azaña en las Cortes el 12 de mayo de
1932. G. Jackson: Entre la Reforma y la Revolución (1931-1939).Barcelona, Grijalbo,
1980, pp. 85-91.
5.b. Estatuto de Autonomía de Cataluña.
" Art. 1º Cataluña se constituye en región autónoma dentro del Estado español con
arreglo a la Constitución de la República y el presente Estatuto. Su organismo
representativo es la Generalidad y su territorio el que forman las provincias de
Barcelona, Gerona, Lérida y Tarragona en el momento de promulgarse el presente
Estatuto.
Art. 2º El idioma catalán es, como el castellano, lengua oficial en Cataluña. Para las
relaciones oficiales de Cataluña con el resto de España, así como para la comunicación
entre las Autoridades del Estado y las de Cataluña, la lengua oficial será el castellano.
Toda disposición o resolución oficial dictada dentro de Cataluña, deberá ser publicada
en ambos idiomas. La notificación se hará también en la misma forma caso de
solicitarlo parte interesada. Dentro del territorio catalán, los ciudadanos, cualquiera
que sea su lengua materna, tendrán derecho a elegir el idioma oficial que prefieran en
sus relaciones con los tribunales, autoridades y funcionarios de todas clases, tanto de
la Generalidad como de la República (...).
Art. 14º (...) El Presidente de la Generalidad asume la representación de Cataluña.
Asimismo representa a la región en sus relaciones con la República, y al Estado en las
funciones cuya ejecución directa le esté reservada al poder central (...)."
Gaceta de Madrid, 21 de septiembre de 1932.
5.c. Bases para el Estatuto de Andalucía.
“ El Anteproyecto de Bases para el Estatuto de Andalucía, aprobado en Córdoba,
consta de 31 Bases, 6 Disposiciones Transitorias y 2 Declaraciones Finales, los
aspectos recogidos eran: Bases de implantación territorial (3); Bases de representación
regional (4); Bases de Hacienda Regional (13); Ciudadanía andaluza (2) En el aspecto
político, se hacía la siguiente formulación: 1) Se constituye la “Región autónoma
andaluza dentro del Estado español. En el territorio andaluz podrán constituirse una o
varias regiones autónomas” ; 2) El organismo político-administrativo de Andalucía se
denominará Cabildo Regional (...).”
Lacomba, J. A.: “Andalucía contemporánea: atraso económico y dependencia
sociopolítica” , en Historia de Andalucía, Ágora, Málaga, 1996, pp. 386-387,
Texto 6.
6.a. La Segunda República fracasó porque no fue aceptada por grupos poderosos
tanto de la izquierda como de la derecha. A los anarquistas, el primer gobierno de
Azaña y los socialistas les había parecido "lento y legalista". En 1936 muchos socialistas
coincidieron con los anarquistas en este punto. Al intentar resolver los ¡ problemas
más acuciantes con los que entonces se enfrentaba España (y cuya existencia había
llevado al derrumbamiento del régimen anterior), la República apartó de su lado a
muchos que en principio habían pensado colaborar con ella [...]. Un historiador liberal
se siente tentado a echar la culpa a los individuos [...]. Sin embargo, culpar a los
individuos es olvidar que los políticos son la expresión de talantes públicos que son los
sueños colectivos de las masas. En realidad, la República cayó por las mismas razones
que habían hundido a la dictadura y a la monarquía de la Restauración: la incapacidad
de los políticos de entonces para resolver los problemas del país dentro de un marco
generalmente aceptable y, por otra parte, la voluntad de algunos ( respaldada por la
tradición) de someter las cuestiones a la prueba de la fuerza.
THOMAS, H.: La guerra civil española. Barcelona, Grijalbo-Mondadori, 1995
6.b. El advenimiento de la Segunda República evitó el estallido de una revolución
popular profunda, que se consideraba incontenible. Pero no dio solución a ninguno de
los problemas planteados y se desprestigió desde los primeros meses (por los vicios de
origen) de su esterilidad y de su carácter antiproletario [...]. Vueltas las izquierdas al
poder (en 1936), gracias a nosotros, las hemos visto persistir en la misma
incomprensión y en la misma ceguera. Ni los obreros de la industria ni los campesinos
tenían motivos para sentirse más agradecidos que antes. El verdadero poder quedó en
manos del capitalismo faccioso, de la Iglesia y de la casta militar.
ABAD DE SANTILLÁN, D. Por qué perdimos la guerra, Madrid, G. del Toro, 1975
6.c. Unos afirman, o dan a entender, que la República fue "una de las expresiones
más singulares en la patología política que ha conocido el mundo contemporáneo",
nacida quizá con "semillas perceptibles de su propia destrucción" (Stanley G. Payne).
Instaurada con "defectos congénitos" evidentes, la incipiente democracia española fue,
desde un principio, "una República imposible" y, dada la idiosincrasia española, tan sólo
una transformación política "falsa" y superficial ( Ricardo de la Cierva ). En un plano
diferente se ha argumentado también que, como democracia parlamentaria prematura
y desprovista de la moderna estructura social necesaria para sostenerla, el fracaso
definitivo de la República era inevitable [...]. El fracaso definitivo de la República no
estuvo irreversiblemente condicionado por motivos estructurales ni por la incapacidad
intrínseca de los españoles para gobernarse, sino que vino dado por ciertas medidas
políticas, algunas claramente malas e insuficientes, y por la reacción a ellas. No hay
democracia que pueda sobrevivir mucho tiempo al empeño de algún sector importante
de la sociedad ( de derechas o de izquierdas) en sustituir una política de participación
por la conjura y el retraimiento.
BEN AMI, S.: Los orígenes de la Segunda República. Anatomía de una transición.
Madrid, Alianza, 1978
6.d. La República advino en plena crisis. Paralización de los negocios, barreras
aduaneras, restricción del comercio exterior ( ...) Bastantes explotaciones mineras se
cerraron, Otras, como la de carbón, vivían en quiebra. La industria del hierro y del
acero, aunque modestas, se habían equipado bien durante la guerra europea, pero ya
no tenían apenas otro cliente que el Estado. Los ferrocarriles, en déficit crónico,
vinieron a peor, no sólo por la competencia del transporte del automóvil, sino por la
decadencia general del tráfico. La industria de la construcción, la más importante de
Madrid, llegó a una paralización casi total. Éstas fueron, y no los complots monárquicos
ni los motines anarquistas, las formidables dificultades que le salieron al paso a la
República naciente, y comprometieron su buen éxito, Ninguna propaganda mejor que
la prosperidad. Para un régimen recién instalado, y ya combatido en el terreno político,
la crisis económica podía ser mortal. El Estado tuvo que "intervenir", si no para
encontrar remedio definitivo, que no estaba a su alcance mientras la crisis azotara a los
pueblos más poderosos, para acudir a lo muy urgente, Todas las intervenciones del
Estado en los conflictos de la economía eran mal airadas, considerándolas como los
avances de un estatismo amenazador.
M. Azaña. Causas de la guerra de España. Barcelona, Crítica, 1986, pp. 26-27.
Texto 7.
7.a. Los 18 puntos programáticos de la Juventud de Acción Popular (leídos por José M.
Valiente en la concentración de El Escorial, 22-IV-1934)
1. Espíritu español. Pensar en España. Trabajar por España. Morir por España.
2. Disciplina. Los jefes no se equivocan.
3. Juventud. Fe. Arrojo. Voluntad. Espíritu joven en la política nueva. Derogación de la
legislación sectaria, socializante y antiespañola.
4. Familia cristiana frente a modernismo pagano.
5. Fortaleza de la raza. Educación premilitar. Abolición del soldado de cuota.
6. Libertad de enseñanza. Los hijos no son del Estado.
7. El amor de la región, base del amor a España.
8. Especialización. Más preparación y menos discursos.
9. Nuestra revolución es justicia social. Ni capitalismo egoísta ni marxismo destructor.
10. Más propietarios y más justa distribución de la riqueza.
11. Guerra al señoritismo decadente ya la vagancia profesional. Reconocimiento de
todas las actividades.
12. Antiparlamentarismo. Antidictadura. El pueblo se incorpora al Gobierno de un
modo orgánico y jerárquico, no por la democracia degenerada.
13. Reconstrucción de España. Guerra a la lucha de clases. La economía al servicio de
la nación.
14. España fuerte, respetada en el mundo.
15. Primero, la razón. Frente a la violencia, la razón y la fuerza.
16. Prestigio de la autoridad. Poder ejecutivo fuerte. Prevenir mejor que reprimir.
17. Ante los mártires de nuestro ideal: ¡Presente y adelante!
18. Ante todo, España. y sobre España, Dios.
El Debate (Madrid), 24 de abril de 1934.
7.b. Acto fundacional de Falange Española.
En octubre de 1933 José Antonio Primo de Rivera fundaba solemnemente Falange
Española en el Teatro de la Comedia de Madrid y afirmaba en su discurso: "El
movimiento de hoy, que no es de partido, sino que es un movimiento, casi podríamos
decir un antipartido, sépase desde ahora, no es de derechas ni de izquierdas (...). La
Patria es una unidad total en la que se integran todos los individuos y todas las clases
(...). Que todos los pueblos de España, por diversos que sean, se sientan armonizados
en una irrebocable unidad de destino (...).Cuando en marzo de 1762, un hombre
nefasto que se llamaba Juan Jacobo Rousseau, publicó “El contrato social”, dejó de ser
la verdad política una entidad permanente (...). El movimiento de hoy, que no es de
partido, sino que es un movimiento, casi podríamos decir de antipartido, sépase desde
ahora, no es de derechas ni de izquierdas. Porque en el fondo la derecha es la
aspiración a mantener una organización económica, aunque sea injusta, y la izquierda
es, en el fondo, el deseo de subvertir una organización económica (...). y queremos,
por último, que si esto ha de lograrse en algún caso por la violencia, no nos
detengamos ante la violencia (...). Bien está, sí, la dialéctica como primer instrumento
de comunicación. Pero no hay más dialéctica admisible que la de los puños y de las
pistolas cuando se ofende a la justicia o a la Patria (.,,)".
Mitin fundacional de Falange en el Teatro de la Comedia.
7.c. Puntos programáticos de Falange Española
1. Creemos en la suprema realidad de España. Fortalecerla, elevarla y engrandecerla es
la apremiante tarea colectiva de todos los españoles. A la realización de esa tarea
colectiva habrán de plegarse inexorablemente los intereses de los individuos, de los
grupos y de las clases.
2. España es una unidad de destino en lo universal. Toda conspiración contra esa
unidad es repulsiva. Todo separatismo es un crimen que no perdonaremos. La
Constitución vigente, en cuanto incita a , las disgregaciones, atenta contra la unidad de
destino de España. Por eso exigimos su anulación fulminante.
3. Tenemos voluntad de Imperio. Afirmamos que la plenitud histórica de España es el
Imperio. Reclamamos para España un puesto preeminente en Europa. (. ..)
4. (. ..) Devolveremos al Ejército de Tierra, Mar y Aire toda la dignidad pública que
merece, y haremos, a su imagen, que un sentido militar de la vida informe toda la
existencia española. (. ..)
5. Nuestro Estado será un instrumento totalitario al servicio de la integridad de la
patria. Todos los españoles participarán en él a través de su función familiar, municipal
y sindical. Nadie participará a través de partidos políticos. Se abolirá implacablemente
el sistema de partidos políticos con todas sus consecuencias: sufragio inorgánico,
representación por bandos en lucha y parlamento del tipo conocido.
6. Concebimos a España, en lo económico, como un gigantesco sindicato de
productores. Organizaremos corporativamente a la sociedad española mediante un
sistema de sindicatos verticales por ramas de la producción. (. ..)
7. Repudiamos el sistema capitalista, que se desentiende de las necesidades populares,
deshumaniza la propiedad privada y aglomera a los trabajadores en masas informes.
Nuestro sentido espiritual y nacional repudia también el marxismo. (. ..)
13. El Estado reconocerá la propiedad privada como medio lícito para el cumplimiento
de los fines individuales, familiares y sociales, y la protegerá contra los abusos del gran
capital financiero, de los especuladores y los prestamistas. (. ..)
15. Todos los españoles tienen derecho al trabajo. Las entidades públicas sostendrán
necesariamente a quienes se hallen en paro forzoso. (. ..)
26. Falange Española de las JONS quiere un orden nuevo, enunciado en los anteriores
principios. Para implantarlo, en pugna con las resistencias del orden vigente, aspira a la
revolución social. (. ..)
Los veintisiete puntos de Falange. (Octubre de 1934)
7.d. Acta de constitución de la CEDA.
“Debemos felicitarnos de los trabajos, de la misma diversidad de tendencias
manifestadas, porque solo han revelado la pugna de llevar a las conclusiones la
interpretación más fiel y avanzada de la doctrina social y política cristiana. Dios ha
bendecido nuestros trabajos porque los ha presidido la humildad del corazón y la
pureza de los fines. Me limito, pues, a darle las gracias ya declarar solemnemente que
ha quedado constituida la CEDA, que ha de ser el núcleo derechista que salve a la
Patria, hoy en peligro”(...)
Al discutirse, por la tarde, después de terminar todas las secciones sus respectivos
trabajos, el Estatuto de la CEDA, se admitieron como coincidencias fundamentales de
los partidos que la integran, aparte de las conclusiones aprobadas en detalle, las
siguientes debidas a la iniciativa de la Derecha Regional Valenciana:
a) Afirmación y defensa de los principios fundamentales de la civilización cristiana.
b) Necesidad de una revisión constitucional de acuerdo con dichos principios.
c) Aceptación, como táctica para toda su actuación política, de las normas dadas par el
Episcopado a los católicos españoles en su Declaración colectiva de diciembre de
1931.
El Debate, 5 de marzo de 1933. Cit. en Díaz Plaja, F.: La España política del siglo xx en
fotografías y documentos, Barcelona, Plaza y Janés,1975, vol. 2, pp. 356-358.
Texto 8.
8.a. Los trabajadores del campo y la República
Un mensaje al Presidente de la República
Excelentísimo señor:
La Federación Española de Trabajadores de la Tierra, domiciliada n Madrid, Fernández
de la Hoz, 51, a V. E. con el mayor respeto dice:
Se cumple hoy el tercer aniversario de la República. Parece natural que nosotros,
campesinos afiliados a la Unión General de Trabajadores, que tanto afán e ilusión
pusimos en el advenimiento del nuevo régimen, hubiéramos de sumar nuestro
alborozo en la fiesta oficial organizada para recordarlo. Desgraciadamente no es así.
El paro ensombrece nuestros hogares. Los enemigos de nuestra organización, que
también lo son generalmente de la República, han puesto cerco de hambre en los
pueblos rurales, negando el jornal y empujando de hecho a la delincuencia a quien se
atreve a militar en las filas de la U.G.T. De la que fue nuestra legislación social-agraria
apenas quedan unas promesas incumplidas y unas Bases de trabajo en el papel sin
efectividad alguna para nosotros. Los que, sin límite de jornada ganan 2,50 pesetas y
aun menos los días que trabajan; los que ven deshecha su organización, clausurada su
Casa del Pueblo, destituidos sus alcaldes o Ayuntamientos, allanadas sus casas, presos
o apaleados por causas fútiles los mejores de sus compañeros, perseguida su prensa,
desoídas sus quejas y denuncias por las autoridades, y cayéndose de debilidad a sus
compañeras y a sus pequeños, consideran un sarcasmo invocar una Constitución que
asegura el derecho a pensar ya organizarse libremente bajo la protección de la
República, garantizada a los trabajadores.
Y todo esto, excelentísimo señor, encierra para nosotros, y también creemos que
encerrará para V. E. un motivo de seria preocupación; la de que no se puede vivir así;
la de que no hay paz posible en tales condiciones; la de que un régimen cuya ley
fundamental se incumple y en el que viven desesperados los trabajadores y muriéndose
de anemia sus criaturas, camina hacia la disolución o hacia un suicidio próximo.
Por causas parecidas a las de hoy, miles de hombres, antes del 12 de abril de 1931, se
lanzaron a la conspiración y fueron a las cárceles o se jugaron la vida. y la monarquía
cayó maldecida por el pueblo. Es una página reciente de la historia española que es útil
recordar en el día de hoy por lo que tiene de enseñanza y de ejemplo.
Nosotros la tenemos muy presente para saber cuál es el camino de nuestro deber.
¡Ojalá! recordaran también sus enseñanzas las autoridades, cuando un día y otro les
dirigen sus quejas y denuncias nuestras Secciones en vana súplica de algo que es
obligación ineludible de la autoridad y objeto único de su existencia: el respeto y
cumplimiento de las leyes.
Ni lo uno ni lo otro existen hoy para un gran número de campesinos, compañeros
nuestros y ante la persistencia de esa persecución y desprecio a los trabajadores, nos
dirigimos a V. E., como la más alta representación de la República, para exponerle esta
situación y pedirle urgente remedio.
No sabemos si estará en manos de V. E. el hacerlo ni en qué medida se pueden reparar
ya los estragos de esa política antiobrera; pero quiere esta Federación y quieren sus
afiliados que la Historia, al juzgar en un próximo porvenir los días presentes, diga que
hubo unos hombres, miles de hombres, desesperados y hambrientos, que, en medio de
una terrible e injusta persecución, cumplieron el deber cívico de advertir errores y
peligros a los conductores de esa política y de pedirles serenamente que la rectificasen
cuando aún era tiempo de realizarlo.
Viva V. E. muchos años.
Madrid, 14 de abril de 1934.- El secretario general, RICARDO ZABALZA
El Obrero de la Tierra, 14 de abril de 1934.
8.b. Índices económicos.
AÑO 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935
INDICE DE PRODUCCIÓN 100 105.3 94.3 93.6 92.6 94.7 97.9
INDUSTRIAL
ÍNDICE DE INDUSTRIAS BÁSICAS 100 93.4 83.1 72.9 69.1 68.4 74.2

Texto 9. Última proclama del Comité Provincial Revolucionario de Asturias


A todos los trabajadores.
El día 5 del mes en curso comenzó la insurrección gloriosa del proletariado contra la
burguesía y después de probada la capacidad revolucionaria de las masas obreras para
los objetivos de Gobierno ofreciendo alternativas de ataque y defensa ponderadas,
estimamos necesaria una tregua en la lucha, deponiendo las armas en evitación de
males mayores. Por ello, reunidos todos los Comités Revolucionarios con el provincial,
se acordó la vuelta a la normalidad, encareciéndoos a todos os reintegréis de forma
ordenada, consciente y serena, al trabajo.
Esta retirada nuestra, camaradas, la consideramos honrosa por inevitable, La diferencia
de medios de lucha, cuando nosotros hemos rendido tributo de ideales y hombría en
el teatro de la guerra, y el enemigo cuenta con medios modernos de combate, nos
llevó por ética revolucionaria a adoptar esta actitud extrema. Es un alto en el camino,
un paréntesis, un descanso reparador después de tanto «surmenage». Nosotros,
camaradas, os recordamos esta frase histórica: «Al proletariado se le puede derrotar,
pero jamás vencer».
¡Todos al trabajo y a continuar luchando por el triunfo! 18 de octubre de 1934.
Texto 10 . Los intelectuales y la política diaria.
10.a. Advertencia de lo intelectuales
Quemar [...] conventos e iglesias no demuestra ni verdadero celo republicano ni
espíritu de avanzada, sino más bien un fetichismo criminal que lleva lo mismo a adorar
las cosas materiales que a destruirlas. El hecho repugnante avisa del único peligro
grande y efectivo que para la República existe: que no acierte a desprenderse de las
formas y las retóricas de una arcaica democracia en vez de asentarse desde luego e
inexorablemente en un estilo de nueva democracia. Inspirados por ésta, no hubieran
quemado los edificios, sino que más bien se habrían propuesto utilizarlos para fines
sociales. La imagen de la España incendiaria, la España del fuego inquisitorial, les habría
impedido, si fuesen de verdad hombres de hora, recaer en esos estúpidos usos
crematorios.
GREGORIO MARAÑÓN, JOSÉ ORTEGA Y GASSET, RAMÓN PÉREZ DE AYALA,
Manifiesto de la «Agrupación al Servicio de la República» , 11 de mayo de 1931.

10.b. No es esto, no es esto


Desde que sobrevino el nuevo régimen no he escrito una sola palabra que no fuese
para decir directa o indirectamente esto: “ ¡No falsifiquéis la República! ¡Guardad su
originalidad! ¡No olvidéis ni un instante cómo y porqué vino!”. En suma: autenticidad,
autenticidad (...)
Con esta predicación no proponía yo a los republicanos ninguna virtud superflua y de
ornamento. Es decir, que no se trata de dos Repúblicas igualmente posibles –una la
auténtica española; otra, imaginaria y falsificada- entre las cuales cupiese elegir. No: la
República en España es la que triunfó, la auténtica, o no será. Así, sin duda ni remisión.
(...)
Una cantidad inmensa de españoles que colaboraron en el advenimiento de la
República con su acción, con su voto o, con lo que es más eficaz que todo esto, con su
esperanza, se dicen ahora entre desasosegados y descontentos: «¡No es esto, no es
esto!».
La República es una cosa. El «radicalismo» es otra. Si no al tiempo.
Artículo de José Ortega y Gasset, en Crisol, IX, 1931.
10.c. Los intelectuales y el estraperlo» (1935)
Se ha producido en la política española un escándalo ante el cual la República ha
mostrado su eficacia. En tiempo de la monarquía escándalos semejantes se ahogaban,
no llegaban a tener oficialmente estado público y hacían las delicias de los que hablan al
oído.
Hoy no ha sucedido así. Los órganos del Estado se han hecho cargo del asunto, han
funcionado normalmente. Las Cortes, con serenidad y diligencia, han pasado el tanto
de culpa a los tribunales y han sancionado las faltas de moral pública en el desempeño
de los cargos políticos.
Ningún español, aunque no sea republicano, si siente de verdad la ciudadanía, podrá
dejar de reconocer estas virtudes republicanas. Pero, basándose precisamente en ellas,
hay que reconocer también que la moral pública no ha quedado satisfecha. El escándalo
ha alcanzado a políticos de uno de los dos partidos que forman fundamentalmente el
bloque gubernamental. Este partido sufre las consecuencias, y lo que el más elemental
sentido de moral pública no puede admitir es que el otro partido dirigente, tolerante y
valedor del anterior por interés político, se beneficie de una acción que él no ha
iniciado, sino que se ha visto obligado a secundar, y se erija ahora en juez para
determinarla según sus conveniencias, e incluso elija, atendiendo a sus intereses
políticos, hasta el nombre de los culpables.
Miguel de Unamuno, Pío Baroja, Roberto Castrovido, Antonio Machado, Juan Ramón
Jiménez, Américo Castro, M. Ciges Aparicio, Gonzalo R. Lafora, E. Oliver Pascual, M.
Sánchez Arcas, José F. Montesinos, José Bergamín, Corpus Barga.
La Libertad (Madrid), 30 de octubre de 1935.
Texto 11.
11.a. Manifiesto del Bloque Nacional.
España, pues, ante todo y sobre todo. Una España auténtica, fiel a su historia y a su
propia imagen: una e indivisible. De aquí la primera tarea de nuestro programa de
acción: defensa a vida o muerte y exaltación frenética de la unidad española que la
Monarquía y el pueblo labraron juntos a lo largo de quince siglos(...) el hecho católico
fue el factor decisivo y determinante en la formación de nuestra nacionalidad...
Creemos caducado el sistema político que, nacido con la Revolución Francesa sirve de
soporte a las actuales instituciones y, como Cánovas predijera, nos arrastra al
comunismo, El futuro Estado ha de fundarse sobre el deber tanto como sobre el
derecho. Los derechos inherentes a la personalidad humana han de ser reconocidos y
garantizados por el Estado, (...). Su mejor garantía será la organización de un Estado
fuerte (...).
Queremos un. Estado integrador que, (...) imponga su peculiar autoridad sobre todas
las clases, sean sociales o económicas. La era ruinosa de la lucha de clases está tocando
a su fin.
Os proponemos, por tanto, españoles, la constitución de un Bloque Nacional que
tenga por objetivo la conquista del Estado(...)
8 de Diciembre de 1.934.
11.b. Programa del Frente Popular. (Ver manual, página 235)
12. La mujer durante la II República.
12.1. Lamento vivamente tener que levantarme en estos momentos a pronunciar unas
brevísimas palabras. Se está haciendo una Constitución de tipo democrático, por un
pueblo que tiene escrito como lema principal el respeto profundo a los principios
democráticos (. ..). En otras partes, digo yo, a título radical está el peligro del cura y de
la reacción; no en la mujer (. ..). Yo no creo, no puedo creer que la mujer sea un
peligro para la República, porque yo he visto a la mujer reaccionar frente a la
Dictadura y con la República. (...)
Resolved lo que queráis, pero afrontando la responsabilidad de dar entrada a esa mitad
del género humano en la política, para que la política sea cosa de dos, porque sólo hay
una cosa que hace un sexo solo: alumbrar. Las demás, las hacemos todos en común, y
no podéis aquí vosotros venir a legislar, a votar impuestos, a decir deberes, a legislar
sobre la raza humana, sobre la mujer y sobre el hijo, aislados, fuera de nosotras.
Discurso de CLARA CAMPOAMOR (diputada radical).Agosto, 1931
12.2. Brevemente, para explicar el voto de esta minoría favorable a la concesión del
voto a la mujer. En nosotros está plenamente justificado, por la sencilla razón de que
representamos un ideal que procura la elevación moral y espiritual de todas las gentes
que en el régimen actual están en una posición inferior.
A nosotros no nos preocupa, no sentimos por lo menos esa preocupación, el peligro
para la República porque la mujer tenga derecho a votar. Esto es sencillamente para
nosotros abrir un nuevo campo al trabajo para sembrar las ideas y formar más
hondamente la conciencia de nuestro pueblo (...).
Cuando se promulgó el sufragio universal, los trabajadores vivían una vida inferior, su
incultura era enorme; aquellos que pensaron en implantar el sufragio universal no
repararon en los peligros que ello pudiera tener, porque sabían muy bien que
implantar el sufragio era abrir una escuela de ciudadanía para ir formando la capacidad
y la conciencia de los trabajadores. Lo mismo ocurrirá con el sufragio de la mujer .
Discurso de MANUEL CORDERO (diputado socialista). Agosto 1931
12.3. Esos 160 diputados que han concedido el voto a las mujeres serán unos
doctrinarios puritanos, pero son unos torpes republicanos. Nosotros no negamos el
voto a la mujer en nombre de su derecho a la libertad, sino en nombre de la defensa
de la República. Las mujeres pueden ser dentro de la República abogadas, catedráticas,
diputadas e incluso ministras, pero electoras, no. Sólo unos cuantos pueblos han
concedido el voto a las mujeres y la República española no es cosa de que por
quijotismo idealista se apoye o se confíe el voto femenino, que durante unos cuantos
años, será canalizado por curas, frailes y monjas.
"El Diluvio" (periódico radical de izquierdas). 2 de octubre de 1931
12.4. I
Y cuidado que, con gusto, en principio no aceptamos nosotros la concesión del voto a
la mujer. Nosotros creemos que el lugar propio de la mujer, de su condición, de sus
deberes, de su misión en la vida es el hogar y nos parece mal que de él se la arranque y
que en ella se despierten o fomenten vocaciones que la atraigan a la calle. Estamos
ciertos de que es desgraciada una sociedad donde la mujer no se contenta con ser
esposa y madre (...).
Ahora bien, al defender el voto femenino hemos puesto siempre sobre las
conveniencias políticas, un dictado de justicia. Tenemos por erróneo sistema el del
sufragio universal, inorgánico, individualista; establecido, nos parece injusticia, y aun
ofensa grave, privar de ese derecho a la mujer ( ...) .De todos modos, creemos que la
mujer española en gran masa, conserva las virtudes y características raciales e
históricas de nuestro pueblo; que tiene un ponderadísimo buen sentido, que es
magnífico elemento de conservación social. En suma, que su intervención política
favorece a la causa que nosotros servimos.
"El Debate" (diario católico conservador). 2 de octubre de 1931
12.5.
Quiere. ..que se junten la alegría deportiva y los cantos populares con la formación
religiosa basada en la liturgia, alrededor de la parroquia como unidad de la Iglesia y con
una formación social basada en la familia, en los municipios y en los Sindicatos como
unidades naturales integrantes en la nación... El verdadero deber de las mujeres para
con la patria es formar familias con una base exacta de austeridad y de alegría en
donde se fomente todo lo tradicional, en donde se canten villancicos el día de Navidad
alrededor de un Nacimiento y en donde, al mismo tiempo, haya comprensión absoluta
para las malas cualidades de los
demás y haya, sobre todo, ausencia completa del chisme, de la pequeñez de espíritu,
de las frases a medias palabras, de todas esas cosas que enturbian la vida y la hacen
desapacible..
Pilar Primo de Rivera, hermana de José Antonio, fundador de la Falange. .
12.6.
«Los dos sexos están oprimidos, no sólo las mujeres. Por consiguiente, no hay más que
una liberación por la cual. tanto mujeres como hombres deben luchar. Ésa es la razón
por la cual no tenemos organizaciones para las mujeres. Las mujeres son miembros de
los mismos sindicatos que los hombres, cada una según su oficio. Allí discuten y votan
con plenitud de derechos. (Ella) está, por supuesto, en contra del matrimonio y en
favor de la unión libre. ..La posibilidad del divorcio es en España una creación de la
República. El pueblo aún no está acostumbrado a él. Cuando un tribunal examina un
caso de divorcio, las partes a veces forman tanto escándalo que se las oye en todo el
Palacio de Justicia. A causa de los hijos (ella) entiende que unas personas unidas
libremente y cuya unión ha sido registrada, no pueden separarse sin más ni más.
Naturalmente, ninguna pareja puede ser obligada a permanecer unida contra su
voluntad.Pero alguien tiene que atender a las necesidades de los niños. ¿Quién? –El
padre, evidentemente.» .
Entrevista a Federica Montseny, Ministra de Sanidad de la República al comienzo de la
Guerra Civil. Ideología anarquista. .
12.7.
Para las mujeres trabajadoras igualdad de derechos políticos y civiles, para las mujeres
desde los 18 años. A igual trabajo, igual salario, seguro de maternidad a cargo del
Estado y los patronos, sin aporte de ninguna especie de parte de las trabajadoras.
Derecho al aborto. Amnistía inmediata de todas las mujeres condenadas por ese
motivo. Derecho de las mujeres para no asistir, seis semanas antes y seis después -del
parto- al trabajo y recibir el salario íntegro, con el puesto respetado. Cuidado gratuito
de los médicos y parteras, anterior y posterior al parto. Dotación de una ayuda
especial para atender al recién nacido. Creación de las casas cuna y de los jardines de
la infancia.
Programa electoral del Partido Comunista en 1933.
12.8.
Las acusaciones de la izquierda o las alabanzas de la derecha (respecto al voto
femenino) ponen en relieve la manipulación histórica de la que han sido objeto las
mujeres. En definitiva, la victoria conservadora de 1933 se debió al voto de los
hombres y de las mujeres, y su causa fundamental hay que buscarla en la división de los
partidos reformistas republicanos que presentaron candidaturas separadas. Esta
división entre la izquierda y el centro-izquierda es lo que dio el triunfo a la derecha y
no el supuesto voto conservador de las mujeres como 1o demuestra el resultado de
los escrutinios.
En toda Cataluña, en 1933, participaron algo más de un millón de electores. y como en
el censo electoral figuraban más mujeres que hombres y determinados estudios han
demostrado que las mujeres tendieron a participar unos 10 puntos menos que los
hombres, nuestra apreciación es que en 1933 debieron participar unas 400.000
mujeres. Por otro lado hay que tener en cuenta que unos 445.000 electores (hombres
y mujeres) votaron a las derechas. Sólo estas grandes cifras ya demuestran que no es
posible que las mujeres votaran mayoritaria mente a las derechas. ( ...) El estudio(...)
demuestra que las tendencias del voto en todos los lugares de Cataluña fueron
parecidas durante las elecciones de 1932 al Parlamento de Cataluña, en las cuales sólo
votaron hombres, y durante las elecciones de 1933 ó 1936 cuando pudieron votar las
mujeres. Es decir, los índices de correlación han clarificado (...), que el 57% de los
votos de las izquierdas no podían ser sólo votos masculinos. Esto habría supuesto, (...)
una sociedad dividida (...) en sexos (...) los hombres a favor de la reforma y las
mujeres por la reacción conservadora.
VlLANOVA, M.: La participación electoral y el voto de las mujeres durante la Segunda
República
en Cataluña, 1999.
Texto 12.9. “Bien por la mujeres de Marmolejo”
Marmolejo es el primer municipio de España en que las mujeres ejercieron su derecho
al voto. “¡ Bien por las mujeres de Marmolejo, encarnación y representación ejemplar
de todas las de la provincia de Jaén, incorporadas cívicamente al Socialismo redentor!,
escribía el diario Democracia: Bajo el epígrafe de “Las mujeres por el socialismo”, T.
Álvarez Angulo explicaba lo ocurrido: “Había que elegir juez municipal y allá fueron
todas las mujeres con derechos electorales a votar con su compañeros por uno de
ellos, por uno que representa a los de su clase”. De 1410 votantes, 545 fueron
mujeres. El candidato socialista obtuvo 1381 votos y las derechas 29. Bien por los
trabajadores de Marmolejo. Admiración por las trabajadoras de aquel pueblo que
también ha sabido responder al ideal redentor. Se tenía miedo que el voto femenino
coaccionado por el confesionario fuera a dar vida a las derechas. En el primer caso en
que las mujeres han intervenido en unas elecciones ya se ha visto el error en que
estaban los que tal suponían. (...)
Finalmente Angulo defendía que “ esas honorables mujeres que han dado su
sufragio en defensa de los ideales redentores, han de ser el ejemplo y estímulo de las
demás de la provincia”
El voto femenino se convirtió en 1933 en un arma fundamental par dar la
victoria a los republicanos. Días antes a la celebración de las elecciones del 23 de abril,
Democracia publicaba, un artículo(...) en el que María Ceas, se dirigía a las mujeres
jienenses (...) : “Ha llegado el momento de poder demostrarles a nuestros enemigos
que nosotras también sabemos luchar y hacerles frente a toda clase de ruindades y
avasallamientos que con nosotras han venido cometiendo” (...) hay que tener en cuenta
que sin la mujer y la tierra, la vida no sería vida, ni el mundo sería mundo” por eso, las
socialistas entendían que ya había llegado la hora de que las mujeres levantaran la voz
“por eso me dirijo a todas las compañeras y en particular a los pueblos que más
impere el catolicismo, para que tiréis el velo de la ignorancia que desgraciadamente
cubre nuestros ojos”.
Una y otra vez se pedía el voto femenino para la izquierda. “Si por vuestra
causa volvieran los gobiernos del año 21, (...) si por vuestra causa tuvieran nuestros
hijos que ir a defender aquélla tierra de África, si por nuestra causa fuesen nuestros
hijos asesinados, la responsabilidad será nuestra; (...) . Compañeras, alerta y a luchar
con toda libertad. ¡Viva el Partido socialista y viva la UGT, y por último digo, viva la
igualdad”
Texto de origen desconocido facilitado por Don Jerónimo Cano Luque
Texto 12.10.
Participación de la mujer en oposiciones a Notarías y Registradores de la Propiedad,
Abril 1931.
Decreto:
Sólo una legislación arcaica y caduca, que no se acomoda a la realidad de los tiempos
presentes, puede negar a las mujeres condiciones Legales para ingresar en los cuerpos
de Registradores de la Propiedad y Notariado. Abiertas de par en par las
Universidades y establecimientos docentes para que se sigan las carreras sin distinción
de sexos, igualando en derechos y obligaciones a las hembras y los varones, se
reconoció el derecho de la mujer al ingreso en el servicio técnico de la Administración
civil del Estado, dejando, sin embargo, encomendada la determinación de funciones a
las que pueda ser admitida, a lo que dispongan los Reglamentos, los cuales
determinarán las que por su índole especial no debe desempeñar.
No puede negarse, sin incurrir en prejuicios y tradiciones ya inadmisibles, el avance
que significa en nuestras costumbres la fraternal convivencia de personas de distinto
sexo, en los estudios de carreras facultativas y la obtención de títulos con idéntico
valor. De las funciones que la Ley, encomienda a Registradores, y Notarios no hay
ninguna que por su naturaleza no pueda ser desempeñada por la mujer en iguales
condiciones que las desempeña un varón, siempre que a unas y otros se les exijan los
mismos requisitos y pruebas para el ingreso en las respectivas carreras, es, pues, de
elemental justicia reconocer el derecho que tienen las mujeres a ingresar en los
Cuerpos de Notarios y Registradores de la Propiedad y a desempeñar estos cargos, si
los obtuvieren por oposición en leal concurrencia con los varones.
Fundado en estas consideraciones, como Presidente del Gobierno provisional de la
República, y de acuerdo con el Ministro de Justicia,
Vengo en decretar lo siguiente:
Art.1. Será admitida la mujer a las oposiciones que se anuncien en lo sucesivo a
Notarías y Registros de la Propiedad, y si obtuvieran plaza ingresarán en los
respectivos Cuerpos, donde desempeñarán sus funciones en idénticas condiciones que
el varón.
Art. 2. Quedan derogadas todas las disposiciones que se opongan al presente Decreto.
Dado en Madrid a veintinueve de abril de mil novecientos treinta y uno.
Gaceta de Madrid, 30 abril 1931.

LA GUERRA CIVIL

TEXTO 1. MANIFIESTOS DEL GENERAL FRANCO


1.1.Don Francisco Franco Bahamonde, General de División y Jefe de las Fuerzas
Armadas de África,
HAGO SABER:
Una vez más el Ejército, unido a las fuerzas de la Nación, se ha visto obligado a recoger
el anhelo de la gran mayoría de españoles que veían con amargura infinita desaparecer
lo que a todos puede unirnos en un ideal común, ESPAÑA.
Se trata de restablecer el imperio del ORDEN dentro de la REPUBLICA, no solamente
en sus apariencias o signos exteriores, sino también en su misma esencia; para ello
precisa obrar con JUSTICIA que no repara en clases ni categorías sociales, a las que ni
se halaga ni se persigue, cesando de estar dividido el país en dos grupos, el de los que
disfrutan el poder y el de los que eran atropellados en sus derechos [...]. La conducta
de cada uno guiará la conducta que con relación a él seguirá la AUTORIDAD, otro
elemento desaparecido de nuestra nación y que es indispensable en toda colectividad
humana, tanto si es en régimen democrático como si es en
régimen soviético, en donde llegara a su máximo rigor [...]. Por lo que afecta al
elemento obrero, queda garantizada la libertad de trabajo, no admitiéndose coacciones
ni de una parte ni de otra. Las aspiraciones de patronos y obreros serán resueltas con
la mayor justicia posible, en un plan de cooperación, confiando en que la sensatez de
los últimos y la caridad de los primeros, hermanándose con la razón, la justicia y el
patriotismo, sabrán conducir las luchas sociales a un terreno de comprensión con
beneficio para todos y para el país.
El telegrama del Rif, Melilla, 18 de julio de 1936
1.2.Españoles: A cuantos sentís el santo amor de España, a los que en las filas del
Ejército y la Armada habéis hecho profesión de fe en el servicio a la Patria, a cuantos
jurasteis defenderla de sus enemigos hasta perder la vida, la Nación os llama en su
defensa. La situación de España es cada día más crítica, la anarquía reina en la mayoría
de sus campos y pueblos; autoridades de nombramiento gubernativo presiden, cuando
no fomentan, las revueltas; a tiro de pistola y ametralladoras se dirimen las diferencias
entre los ciudadanos que alevosa y traidoramente se asesinan, sin que los poderes
públicos impongan la paz y la justicia [...].
Ni igualdad ante la ley, ni libertad, aherrojada por la tiranía; ni fraternidad, cuando el
odio y el crimen han sustituido el mutuo respeto; ni unidad de la Patria, amenazada por
el desgarramiento territorial, más que por regionalismos que los poderes fomentan
[...]. ¿Es que podemos abandonar a España a los enemigos de la Patria, con proceder
cobarde y traidor, entregándola sin lucha y sin resistencia ? ¡Eso no! Que lo hagan los
traidores, pero no lo haremos quienes juramos defenderla. Justicia, igualdad ante las
leyes, ofrecemos. Paz y amor entre los españoles, libertad y fraternidad exenta de
libertinajes y tiranías. Trabajo para todos, justicia social, llevada a cabo sin encono ni
violencia, y una equitativa y progresiva distribución de riqueza, sin destruir ni poner en
peligro la economía española. Pero frente a eso una guerra sin cuartel a los
explotadores de la política, a los engañadores del obrero honrado, a los extranjeros ya
los extranjerizantes que, directa o solapadamente, intentan destruir España. Españoles,
¡viva España! ¡Viva el honrado pueblo español!
Tetuán 17 de julio de 1936. Diario ABC, 23 de julio de 1936

1.3. Entrevista con el jefe rebelde


"EL GENERAL FRANCO INSISTE EN QUE VENCERÁ.
¿TENDRÁ QUE MATAR A LA MlTAD DE ESPAÑA? “TRIUNFARÉ CUESTE LO QUE
CUESTE”
UN HOMBRE DESESPERADO.
De nuestro enviado especial. Tánger, martes.
Acabo de llegar de Tetuán donde he tenido una entrevista sensacional con el genera1
Francisco Franco, jefe de los rebeldes españoles. Salí (...) con dos convicciones: 1º
Realmente cree que tiene todavía la posibilidad de dominar a la República. 2º Si
considera posible el fracaso cercano tendrá la tentación de provocar un incidente
internacional de mayor gravedad
A mi pregunta (...) Contestó tranquilamente: (...) “Avanzaré, gritó, tomaré la capital.
Salvaré España del marxismo cueste lo que cueste “
(...) ¿Eso significa que tendrá que matar a la mitad de España? El general Franco sacudió
la cabeza con sonrisa escéptica, pero dijo : “Repito, cueste lo que cueste”
¿Qué haría su gobierno si venciera? “Yo establecería una dictadura militar y más tarde
convocaría un plebiscito nacional para ver lo que el país quiere. Los españoles están
cansados de política y de los políticos”.
(...)¿ Y las elecciones de febrero, no representaron la voluntad popular?. “Las
elecciones nunca la representan” (...)
¿Pero como va a pacificar España si la matanza sigue? (...) “No. Los ejércitos se forjan
en la guerra. Esta es la lucha entre la España verdadera y los marxistas”. (...)
News Chronicle, 29/07/1936.
TEXTO 2. DECRETO DE UNIFICACIÓN CREANDO FALANGE ESPAÑOLA
TRADICIONALISTA Y DE LAS JONS.
(...) llegada la guerra a punto muy avanzado y próxima la hora victoriosa, urge
acometer la gran tarea de la paz, cristalizando en el estado nuevo el pensamiento y el
estilo de nuestra Revolución Nacional. Unidos por un pensamiento y una disciplina
común, los españoles todos han de ocupar su puesto en la gran tarea. Esto unificación
que exijo en el nombre de España (...) no quiere decir ni conglomerado de fuerzas, ni
mera concentración gubernamental, ni unión pasajera (...).
Dispongo:
Art. 1º Falange Española y Requetés, con sus actuales servicios y elementos, se
integran, bajo mi jefatura, en una sola entidad política de carácter nacional, que de
momento se denominará Falange Española Tradicionalista y de las JONS (...) Quedan
disueltas las demás organizaciones y partidos políticos (...).
Art. 2º Serán órganos rectores de la nueva entidad política nacional el Jefe del Estado,
un Secretariado o Junta Política y el Consejo Nacional (...).
Art. 3º Quedan fundidas en una sola Milicia Nacional las de Falange Española y de
Requetés (...).11
Dado en Salamanca, a 19 de abril de 1937. Francisco Franco (BOE, 20 de abril de
1937).
TEXTO 3. Carta colectiva del episcopado español Sobre la guerra. 1 de julio de 1937.
La Iglesia no ha querido esta guerra. Cierto que miles de hijos suyos, obedeciendo a
los dictados de su conciencia y de su patriotismo, y bajo su responsabilidad personal,
se alzaron en armas para salvar los principios de la religión y justicia cristianas que
secularmente habían informado la vida de la Nación. (...)
La sublevación militar no se produjo, ya desde sus comienzos, sin colaboración con el
pueblo sano, que este movimiento y la revolución comunista son dos hechos que no
pueden separarse, si se quiere enjuiciar debidamente la naturaleza de la guerra. (...)
Y porque Dios es el más profundo cimiento de una sociedad bien ordenada -lo era de
la nación española- la revolución comunista, aliada de los ejércitos del Gobierno, fue,
sobre todo, antidivina. Se cerraba así el ciclo de la legislación laica de la Constitución
de 1931 con la destrucción de cuanto era cosa de Dios. (...)
La guerra es, pues, como un plebiscito armado. La lucha cruenta de un pueblo partido
en dos tendencias : la espiritual, del lado de los sublevados, que salió ala defensa del
orden, la paz social, la civilización tradicional, la patria y la religión; y de la otra parte, la
materialista, llámese marxista, comunista o anarquista, que quiso sustituirla vieja
civilización de España con todos sus factores, por la novísima II civilización " de los
soviets rusos. (...)
El alzamiento cívico-militar fue en su origen un movimiento nacional de defensa de los
principios fundamentales de toda sociedad civilizada; en su desarrollo, lo ha sido contra
la anarquía. (...) y si hoy, colectivamente formulamos nuestro veredicto en la cuestión
complejísima de la guerra de España, es, primero, porque aun cuando la guerra fuese
de carácter político o social, ha sido tan grave su repercusión de orden religioso, y ha
aparecido tan claro desde sus comienzos que una de las partes beligerantes iba a la
eliminación de la religión católica en España, que nosotros, obispos católicos, no
podíamos inhibirnos (...).
Consecuencia de esta afirmación son las conclusiones siguientes:
Primera. Que la Iglesia, a pesar de su espíritu de paz, y de no haber querido la guerra
ni haber colaborado a ella no podía ser indiferente en la lucha: se lo impedían su
doctrina y su espíritu, el sentido de conservación y la experiencia de Rusia. De una
parte se suprimía a Dios, cuya obra ha de realizar la Iglesia en el mundo y se causaba a
la misma un daño inmenso, en personas, cosas y derechos, como tal vez no lo haya
sufrido institución alguna en la Historia; de la otra, cualesquiera que fuesen los
humanos defectos, estaba el esfuerzo por la conservación del viejo espíritu, español y
cristiano.
Segunda: La Iglesia, con ello, no ha podido hacerse solidaria de conductas, tendencias o
intenciones que, en el presente o en lo porvenir, pudiesen desnaturalizar la noble
fisonomía del movimiento nacional, en su origen, manifestaciones y fines.
Tercera: Afirmamos que el levantamiento cívico-militar ha tenido en el fondo de la
conciencia popular un doble arraigo: el del sentido patriótico, que ha visto en él la
única manera de levantar a España y evitar su ruina definitiva, y el sentido religioso, que
lo consideró como la fuerza que debía reducir a la impotencia a los enemigos de Dios,
y como la garantía de la continuidad de su fe y de la práctica de su religión. (...)
Cuarta: Hoy por hoy no hay en España más esperanza para reconciliar la justicia
y la paz y los bienes que de ellas se derivan que el triunfo del movimiento nacional. (...)
(Firman 48 obispos, encabezados por el Cardenal Isidro Gomá, arzobispo de Toledo.)"
TEXTO 4. GUERRA Y REVOLUCIÓN
4.a. LA REVOLUCIÓN EN UN PUEBLO ANDALUZ: CASTRO
Castro, un pueblo andaluz típicamente populoso y maldito, es uno de los más viejos
centros anarquistas de Andalucía. Su grupo CNT tiene ya veintiséis años de existencia
y, desde la derrota de la Guardia Civil en Castro, los anarquistas son la única
organización existente. El comienzo de la revolución en Castro fue muy similar al de
Pozoblanco: revuelta de la Guardia Civil unida a los caciques y los ricos en contra de la
República; primero, exitosa, dando lugar después al sitio de la aldea por sus propios
habitantes, asedio de la guardia, rendición de ésta y, finalmente, su matanza total.
Los insurgentes, cuyas líneas principales corren a unas millas de la aldea, la han atacado
desde entonces dos veces sin éxito. Todas las entradas estaban fuertemente
custodiadas y cerradas por barreras, con capacidad técnica bastante fuera de lo común.
Esto había dado tiempo a los anarquistas locales de introducir su edén anarquista, el
cual, en más de un aspecto, se parece bastante al introducido por los anabaptistas en
Münster en 1534.
El punto más notable del régimen anarquista en Castro es la abolición del dinero. El
intercambio monetario ha sido suprimido; la producción ha sufrido muy pocos
cambios. Las tierras de Castro pertenecían a tres de los más grandes magnates
españoles, todos ellos ausentes, por supuesto; han sido ahora expropiadas. El
ayuntamiento local no se ha fundido con el comité, como en el resto de Andalucía,
sino que ha sido disuelto; el comité ha tomado su lugar y ha creado una especie de
sistema, soviético. Se ha apoderado de las tierras y las administra. Estas no han sido
integradas, sino que se las sigue trabajando por separado, contando cada una con los
mismos obreros empleados antes en ellas. Los salarios han sido suprimidos, por
supuesto. Sería incorrecto decir que han sido sustituidos por una paga en especie. No
existe paga de ninguna clase; las tiendas de la aldea alimentan directamente a los
habitantes.
Organizados bajo este sistema, el aprovisionamiento de la aldea es de la peor clase;
podría aventurarme a decir que es más pobre de lo que pueda haber sido jamás antes,
aun teniendo en cuenta las desgraciadas condiciones en que los braceros andaluces se
ven obligados a vivir
La taberna de la aldea había sido cerrada, ya que se la consideraba un comercio
nefasto. Di un vistazo a las tiendas. Sus depósitos eran tan reducidos que podía
predecirse una próxima hambruna. Pero los habitantes parecían estar orgullosos de
ese estado de cosas. Estaban complacidos, como ellos mismos nos dijeron, de que
hubiese cesado el consumo de café; contemplaban esta abolición de cosas inútiles
como una mejora moral [ ...]. Su odio a las clases superiores era mucho más moral
que económico. No querían tener acceso a la buena vida de aquellos a quienes habían
expropiado, sino liberarse de sus lujos, que a sus ojos eran otros tantos vicios. Su
concepto del nuevo orden que debía prevalecer era totalmente ascético.
BORKENAU, F.: El reñidero español. Ruedo Ibérico, 1971
4.b. La criminal sublevación militar del diecinueve de julio ha producido un trastorno
extraordinario en la economía del país. El Consejo de la Generalidad ha de hacerse
cargo de la reconstrucción de los estragos que ha causado a la industria y al comercio
de Cataluña la traición de los que intentaban imponer en nuestro país un régimen de
fuerza. La reacción popular producida por aquella sublevación ha sido de una
intensidad tal que ha provocado una profunda transformación económico-social, cuyos
fundamentos se están forjando en Cataluña. La acumulación de riquezas en las manos
de un grupo de personas cada vez menor, estaba acompañada de la acumulación de
miseria por la clase trabajadora y por el hecho de que aquel grupo, con tal de salvar
sus privilegios, no ha dudado en provocar una guerra cruenta, y la victoria del pueblo
equivaldrá a la muerte del capitalismo.
Se hace, pues, necesario organizar la producción, orientarla en el sentido que el único
beneficiario debe ser la colectividad, el trabajador, al cual corresponderá la función
directiva del nuevo orden social. Se impone la supresión del concepto de renta que no
provenga del propio trabajo.
El principio de la organización económico-social de la gran industria ha de ser la
producción colectivizada. La sustitución de la propiedad individual por la colectividad la
concibe el Consejo de la Generalidad, colectivizando los bienes de las grandes
empresas, es decir, el capital, y dejando subsistir la pequeña propiedad privada de los
bienes de consumo y de la pequeña industria.
Decreto sobre la colectivización y control de la industria y el comercio Cataluña.
Consejería de Economía de la Generalidad de Cataluña. (24 de octubre de 1936).
4.c. ¿Es que la clase obrera que tiene las armas en los momentos presentes, ha de
defender a la República democrática? ¿Es que la clase trabajadora de Cataluña, es que la
clase trabajadora de España está realizando enormes sacrificios, está derramando su
sangre para volver a la República del señor Azaña (...) Compañeros todos los
objetivos concretos de la revolución democrática han sido realizados no por la
burguesía liberal, que no lo ha podido hacer en cinco años, sino por la clase
trabajadora, que lo ha realizado en pocos días, con las armas en la mano.
Discurso de Andreu Nin, en Barcelona el 6/9/1936
4.d. Que quede bien entendido que no estamos luchando por la República
democrática. Estamos luchando por el triunfo de la revolución proletaria. La
revolución y la guerra son inseparables. Todo lo que se diga en sentido contrario es
contrarrevolución reformista.
Boletín de información de la CNT-FAI, enero de 1937.
TEXTO 5.
5.a. Discurso de Azaña.
Es la conmoción profunda en la moral de un país, que nadie puede constreñir y que
nadie puede encauzar. Después de un terremoto es difícil reconocer el perfil de1
terreno. Imaginad una montaña volcánica, pero apagada, en cuyos flancos viven durante
generaciones muchas familias pacíficas. Un día la montaña entra de pronto en
erupción, causa estragos, y cuando la erupción cesa y se disipan las humaredas, los
habitantes supervivientes miran a la montaña y ya no les parece la misma; no
reconocen su perfil, no reconocen su forma. Es la misma montaña, pero de otra
manera, y la misma materia en fusión que expele el cráter, cuando cae en tierra y se
solidifica, forma parte del perfil del terreno y hay que contar con ella para las
edificaciones del día de mañana.
Este fenómeno profundo, que se da en todas las guerras, me impide a mí hablar del
porvenir de España en el orden político y en el orden moral, porque es un profundo
misterio, en este país de las sorpresas y de sus reacciones inesperadas, lo que podrá
resultar el día en que los españoles, en paz, se pongan a considerar lo que han hecho
durante la guerra. Yo creo que si de esta acumulación de males ha de salir el mayor
bien posible, será con este espíritu, y desventurado el que no lo entienda así. No tengo
el optimismo de un Pangloss ni voy a aplicar a este drama español la simplísima
doctrina del adagio, de que “no hay mal que por bien no venga". No es verdad, no es
verdad. Pero es obligación moral, sobre todo de los que padecen la guerra, cuando se
acabe como nosotros queremos que se acabe sacar de la lección y de la musa del
escarmiento el mayor bien posible, y cuando la antorcha pase a otras manos, a otros
hombres, a otras generaciones, que se acordarán, si alguna vez sienten que les hierve la
sangre iracunda y otra vez el genio español vuelve a enfurecerse con la intolerancia y
con el odio y con el apetito de destrucción, que piensen en los muertos y escuchen su
lección: la de esos hombres, que han caído embravecidos en la batalla luchando
magnánimamente por un ideal grandioso y que ahora, abrigados en la tierra materna,
ya no tienen odio, ya no tienen rencor y nos envían, con los destellos de su luz,
tranquila y remota como la de una estrella, el mensaje de la patria eterna que dice a
todos sus hijos: 'Paz, Piedad y Perdón'
AZAÑA, M.: Discurso en el Ayuntamiento de Barcelona, 18 de julio de 1938.
5.b . Los Trece Puntos de Juan Negrín
El gobierno de Unión Nacional (...) declara solemnemente, para conocimiento de sus
compatriotas y noticia del mundo, que sus fines de guerra son:
1°, Asegurar la independencia absoluta y la integridad total de España (. ..)
2°, Liberación de nuestro territorio de fuerzas militares extranjeras (. ..)
3°, República popular representada por un Estado vigoroso (...)
6°, El Estado español garantizará la plenitud de los derechos al ciudadano en la vida
civil y social, la libertad de conciencia y asegurará el libre ejercicio de las creencias y
prácticas religiosas (...)
7°, El Estado garantizará la propiedad, legal y legítimamente adquirida (...)
13°, Amplia amnistía para todos los españoles que quieran cooperar a la inmensa labor
de reconstrucción y engrandecimiento de España (. ..) cometerá un delito de traición a
los destinos de nuestra patria aquél que no
reprima y ahogue toda idea de venganza y represalia (. ..)
13 puntos del Dr. Negrín. (1 de mayo de 1938)
TEXTO 6.
6.a. Francia declara la «No intervención" (16 de agosto de 1936)
«El gobierno de la República Francesa, deplorando los trágicos acontecimientos de que
es teatro España; decidió abstenerse rigurosamente de cualquier ingerencia directa o
indirecta en los asuntos internos de este país; animado de la voluntad de evitar
cualquier complicación perjudicial al mantenimiento de las buenas relaciones entre los
pueblos; declaran lo siguiente:
1. El Gobierno francés prohíbe en lo que concierne, la exportación directa o indirecta,
la reexportación y el tránsito con destino a España, posesiones españolas y zona
española de Marruecos de todas las armas, municiones, y material de guerra así como
de todas las aeronaves montadas o desmontadas, y de toda nave de guerra.
2. Esta prohibición se cursa a los contratos en curso de ejecución.
3. El Gobierno francés tendrá informados a otros Gobiernos participantes en este
acuerdo de todas las medidas que tome para hacer efectiva la presente declaración. El
gobierno francés, en lo que concierne, pondrá en ejecución esta declaración apenas se
hayan adherido a ella los gobiernos británico, alemán, italiano, soviético y portugués»
DIAZ PLAJA, F.: La guerra 1936-1939 en sus documentos, Madrid, 1963.
6.b. Intervención e Álvarez Vayo ante la Sociedad de Naciones.11/12/1936
En los ojos de muchos el conflicto de España es simplemente una sangrienta y aguda
pugna de dos doctrinas políticas rivales: comunismo y fascismo. No voy a ofenderos
asumiendo que es necesario que yo refute aquí este concepto pueril y ultrasimplificado
de la situación. Este conflicto, eso es cierto, comenzó con una clara e indudable
agresión fascista tendiente a evitarla democratización del régimen político en España.
Es también cierto que el pueblo español está firmemente resuelto a no permitir que el
levantamiento producido por esta agresión pase sin eliminar, finalmente y para
siempre, los obstáculos que tradicionalmente han detenido el desarrollo político de
España hacia la democracia, la libertad y la justicia social. Finalmente, el levantamiento
ha sido influido, por no decir instigado, por poderes fascistas europeos con el objeto
de establecer en España un régimen político fascista que colocaría a España, con todo
lo que significa en cuanto a recursos y a posición geográfica, al servicio de la política
internacional de esos poderes. Es ése el punto, que debería a los ojos del Gobierno
español, ser considerado como el más importante; es ése el corazón de la cuestión" .
Díaz-Plaja, F. " La guerra de España en sus documentos".
TEXTO 7. Nuevas normas en las escuelas de la España nacionalista (1938)
«Saturad toda enseñanza de espíritu religioso. Inculcad en los niños la doctrina católica.
Exaltad a la Patria en el estudio de la Historia. Impregnad la escuela de ambiente
patriótico, con canciones populares e himnos patrióticos. Inculcad el concepto austero
de la vida, cual es el arte militar. Desarrollad un espíritu de hermandad entre todos los
españoles. Mostrad sin falta el retrato del Caudillo en el aula. En las escuelas para
niñas cread un ambiente muy femenino, empleando las labores apropiadas para el
hogar.»
TAMAMES, R: España 1931-1975, una antología histórica, Barcelona, 1980.
TEXTO 8. LA GUERRA
8.a. La vida en las trincheras. (Frente de Aragón, 1938)
«En la posición también había cambios. El nuevo capitán, era un oficial que no toleraba
quietud en sus hombres. Les obligó a un inmenso trabajo de fortificación y reposición
de las alambradas. Los soldados no podían eludir este trabajo porque en cualquier
momento se presentaba el Capitán, que había requisado una motocicleta averiada, que
él mismo había reparado. Era un hombre activo, eficaz e inteligente. Se había evadido
de la zona republicana, dejando allí a su mujer ya dos hijos, cuyo canje se estaba
entonces gestionando. Con sus hombres era implacable y exigente. Su ruidosa
motocicleta se hacía oír varias veces al día, siempre recibida por las maldiciones de los
soldados, que tenían que abrir zanjas en un suelo de inclemente dureza.
Pocos días después de mi llegada, un sargento me trajo un plato lleno de exquisita
miel.
-No crea usted, es un botín de guerra; es una miel casi republicana.
-Me llevó hasta el parapeto, de cara a las lejanas posiciones enemigas.
-Mire usted; allí, a medio camino entre los rojos y nosotros, hay una cañada. Un día
vimos que salía de allí una columna de humo. Al día siguiente hicimos una descubierta
para ver lo que sucedía y encontramos unas colmenas abandonadas. Desde entonces,
alternativamente, los rojos y nosotros vamos con frecuencia para completar nuestras
despensas; el humo sirve para alejar a las abejas y para avisar al enemigo de nuestra
presencia. Ni ellos ni nosotros tenemos deseos de encontrarnos allí. Respetamos
nuestro turno religiosamente.»
PABLO URIEL: Mi guerra civil. Valencia,1988
8.b. Niños en el Madrid sitiado (1937)
Los niños asistían a las escuelas situadas en los refugios antiaéreos o iban a la Gran Vía
a recoger metralla al rojo vivo. El bombardeo artillero no solía comenzar hasta las seis
de la tarde. Los chiquillos esperaban en las travesías del extremo sur de la Gran Vía
hasta que oían los cañones, el silbido del obús al surcar el aire y el ruido de la
explosión al caer sobre la Telefónica. Entonces salían todos ellos corriendo a la calle
para recoger el metal ardiente. A los chiquillos nos parecía algo precioso, digno de
coleccionarse.
Una noche en que las cosas -se pusieron más calientes que de costumbre, me refugié
en la tienda de un zapatero. Al disiparse el humo, en la calle vi aun hombre al que la
explosión acababa de arrancarle la cabeza. Ví a dos críos de unos 8 años jugando a las
canicas. En la entrada de un cine había una vieja tomando el sol invernal. De repente
dos obuses cayeron sobre la plaza. Uno de ellos explotó, el otro quedó enterra do en
el suelo. Uno de los pequeños levantó la cabeza: "Abuela, están disparando. Váyase a
casa, coño, que ahora sólo los hombres pueden estar en la calle".
Volviéndose a su compañero, dijo: "Venga tira, que ahora te toca a ti..."»
FRASER: Recuérdalo tú y recuérdalo a los otros. Historia oral de la guerra civil
española. Barcelona, 1979.

MAPAS DEL CONFLICTO


LA DICTADURA DE FRANCO
1. 1.Fuero de los Españoles
Título Preliminar
Artículo primero. El Estado español proclama como principio rector de sus actos el
respeto a la dignidad, la integridad y la libertad de la persona humana, reconociendo al
hombre, en cuanto portador de valores eternos y miembro de una comunidad
nacional, titular de deberes y derechos, cuyo ejercicio garantiza en orden al bien
común.
Deberes y derechos de los españoles
Capítulo primero
Artículo segundo. Los españoles deben servicio fiel a la Patria, lealtad al jefe del Estado
y obediencia a las Leyes
Artículo quinto. Todos los españoles tienen derecho a recibir educación e instrucción
y el deber de adquirirlas, bien en el seno de su familia o en centros privados o públicos
a su libre elecci6n. El Estado velará para que ningún talento se malogre por la falta de
medios económicos.
Artículo sexto. La profesi6n y práctica de la religión Católica-, que es la del Estado
español, gozará de protección oficial
Nadie será molestado por sus creenias religiosas ni el ejercicio privado de su culto. No
se permitirán otras ceremonias ni manifestaciones externas que las de la Religión
Católica.
Artículo séptimo. Constituye título de honor para los españoles el servir a la Patria
con las armas. Todos los españoles están obligados a prestar este servicio cuando sean
llamados con arreglo a la Ley.
Artículo octavo. Por medio de ley, y siempre con carácter general, podrán imponerse
las prestaciones personales que exijan el interés de la Nación y las necesidades
públicas.
Artículo noveno. Los españoles contribuirán al sostenimiento de las cargas públicas
según su capacidad económica. Nadie estará obligado a pagar tributos que no hayan
sido establecidos con arreglo a Ley votada en Cortes.
Artículo diez. Todos los españoles tienen el derecho a participar en las funciones
públicas de carácter representativo, a través de la Familia, el Municipio y el Sindicato,
sin perjuicio de otras representaciones que las Leyes establezcan.
Artículo once. Todos los españoles podrán desempeñar cargos y funciones públicas
según su mérito y capacidad.
Artículo doce. Todos los españoles podrán expresar libremente sus ideas mientras no
atenten a los principios fundamentales del Estado.[...]
Artículo dieciséis. Los españoles podrán reunirse y asociarse libremente para fines
lícitos y de acuerdo con lo establecido por las Leyes. El Estado podrá crear y mantener
las organizaciones que estime necesarias para el cumplimiento de sus fines. Las normas
fundacionales, que revestirán forma de Ley, coordinarán el ejercicio de este derecho
con el reconocido en el párrafo anterior.
Artículo diecisiete. Los españoles tienen derecho a la seguridad jurídica. Todos los
órganos del Estado actuarán conforme a un orden jerárquico de normas
preestablecidas, que no podrán arbitrariamente ser interpretadas ni alteradas.
Artículo dieciocho. Ningún español podrá ser detenido sino en los caos y en la forma
que prescriben las Leyes. En el plazo de setenta y dos horas, todo detenido será
puesto en libertad o entregado a la Autoridad judicial.
Fuero de los Españoles, 17 julio 19445
1.2. .Ley de Principios Fundamentales del Movimiento
YO, FRANCISCO FRANCO BAHAMONDE, CAUDILLO DE ESPAÑA
Consciente de mi responsabilidad ante Dios y ante la Historia en presencia de las
Cortes del Reino, promulgo como Principiodel Movimiento Nacional, entendido como
comunión de los españoles en los ideales que dieron vida a la Cruzada, los siguientes:
VI. Las entidades naturales de la vida social: familia, municipio y sindicato, son
estructuras básicas de la comunidad nacional Las instituciones y corporaciones de otro
carácter que satisfagan exigencias sociales de interés general deberán ser amparadas
para que puedan participar eficazmente en el perfeccionamiento de los fines de la
comunidad nacional.
VII. El pueblo español, unido en un orden de Derecho, informado por los postulados
de autoridad, libertad y servicio; constituye el Estado Nacional. Su forma política es,
dentro de los principios inmutables del Movimiento Nacional y de cuanto determinan
la Ley de Sucesión y demás Leyes Fundamentales, laMonarquía tradicional, católica,
social y representativa.
VIII. El carácter representativo del orden político es principio básico de nuestras
instituciones públicas. La participación de pueblo en las tareas legislativas y en las
demás funciones de interés general se llevará acabo a través de la familia, el municipio
el sindicato y demás entidades con representación orgánica que a este fin reconozcan
las leyes. Toda organización política de cualquier índole, al margen de este sistema
representativo, será considerada ilegal.
B.O.E. 18/5/1958

2. 1.La Autarquía
"Con motivo de la gloriosa Cruzada en que España tuvo que superar la crisis más grave
de su historia, se puso de relieve la capital importancia que para la vida de la Nación
tiene el contar en el territorio patrio con las industrias necesarias a la guerra y las
primeras materias primas indispensables a la vida.
La situación de nuestra economía exige por otra parte, esfuerzos considerables
para redimir a España de la importación de productos exóticos, capaces de producirse
o manufacturarse en el área de nuestra nación ...
En su virtud, DISPONGO:
Art. 1º Cuando las necesidades de la defensa o de la economía nacionales aconsejen el
establecimiento en España de una industria y se haga preciso estimular la iniciativa
particular para su implantación, podrá ser declarada, previos los informes técnicos y
econ6micos correspondientes, 'de interés nacional'
(B.O.E del 24-10-1939)
2.2. Ley de creación del Instituto Nacional de Industria (25 de septiembre de 1941)
«Artículo primero.-Se crea el Instituto Nacional de Industria, entidad de Derecho
público, que tiene por finalidad propulsar y financiar, en servicio de la Nación, la
creación y resurgimiento de nuestras industrias en especial de las que se propongan
como fin principal la resolución de los problemas impuestos por las exigencias de la
defensa del país o que se dirijan al desenvolvimiento de nuestra autarquía económica,
ofreciendo al ahorro español una inversión segura y atractiva.
Artículo segundo.-El lnstituto Nacional de Industria utilizará los métodos de las
Sociedades Anónimas privadas para sus fines estatales, pero conservando siempre en la
gestión y administración el control del
Gobierno.
Realizará con cargo a sus fondos los trabajos preparatorios y de información
para las realizaciones industriales que el interés de la Nación exija, de los que podrá
descargarse al llevarse a cabo la creación de las empresas respectivas.
Mantendrá el control absoluto de los negocios en que por razones militares o
autárquicas esté interesado, y, especialmente, ejercerá el de las grandes industrias de
armamento y, en general, de las que reciben la mayor parte de los pedidos estatales.
Proveerá con criterio unitario a la eficiente gestión de las participaciones y
actividades a él confiadas y podrá liquidar gradualmente las participaciones y
actividades que el Estado no tenga interés en conservar».
3. Plan de Estabilización, 20 de julio de 1959.
Decreto-Ley
Al final de la Guerra de Liberación, la economía española tuvo que enfrentarse con el
problema de su reconstrucción, que se veía retardada en aquellos momentos por la
insuficiencia de los recursos y los bajos niveles de renta y ahorro, agravados por el
desequilibrio de la capacidad productiva como consecuencia de la contienda.
La guerra mundial y las repercusiones que trajo consigo aumentaron estas
dificultades y cerraron gran parte de los mercados y fuentes de aprovisionamiento
normales lo que motivó una serie de intervenciones de aprovisionamiento normales, lo
que motivó una serie de, intervenciones económicas al servicio de las tareas del
abastecimiento y de !a reconstrucción nacional. Sin embargo, a través de estas etapas
difíciles España ha conocido un desarrollo sin precedentes en su economía.
Gracias a ese rápido proceso, nuestra estructura económica se ha modificado
profundamente. Resueltos un sin fin de problemas, hay que enfrentarse ahora con
otros derivados tanto del nivel de vida ya alcanzado cuanto de la evolución de la
economía mundial, especialmente la de los países de Occidente, en cuyas
organizaciones económicas está integrada España.
Para ello son imprescindibles unas medidas de adaptación que, sin romper la
continuidad de nuestro proceso económico, aseguren un crecimiento de la producción
respaldada por una política de ahorro y de ordenación del gasto.
La solución que se pretende dar a aquellos problemas debe hacerse desde un
planteamiento global y panorámico de los mismos, de tal manera que ni la apertura de
nuestra economía hacia el exterior, ni las medidas de orden interno, produzcan
efectos secundarios desfavorables.
Por otra parte, es necesario que la nueva ordenación económica esté dotada de
la debida flexibilidad para que sea susceptible de sufrir los reajustes necesarios y las
revisiones oportunas a medida que lo aconseje la experiencia y lo postulen las
circunstancias.
En este aspecto, el Decreto-ley que a continuación se articula establece la
liberalización progresiva de la importación de mercancías y, paralelamente, la de su
comercio interior; autoriza la convertibilidad de la peseta y una regulación del mercado
de divisas, faculta al Gobierno para modificarlas tarifas de determinados impuestos y al
Ministerio de Hacienda para dictar normas acerca del volumen de créditos.
Es indudable que las medidas restrictivas de emergencia entrañaban un carácter
transitorio. Superadas aquellas circunstancias, ha llegado el momento de iniciar una
nueva etapa que permita colocar nuestra economía en una situación de más amplia
libertad, de acuerdo con las obligaciones asumidas: por España como miembro de
pleno derecho de la OECE la mayor flexibilidad económica que se establecerá
gradualmente no supone en ningún caso que el Estado abdique del derecho y de la
obligación de vigilar y fomentar el desarrollo económico del país. Por el contrario,
esta función se podrá ejercer con mayor agilidad suprimiendo intervenciones hoy
innecesarias. La nueva etapa de nuestra vida comercial traerá sin duda consigo una
relación adecuada de costos y precios, de acuerdo con las circunstancias reales de la
demanda y la producción.
De este modo, se espera obtener la estabilidad interna y externa de nuestra
economía, el equilibrio de la balanza de pagos, el robustecimiento de la confianza en
nuestro signo monetario y, en suma, la normalización de nuestra vida económica".
4. La oposición al franquismo.
El "Contubernio" de Munich
El Congreso del Movimiento Europeo, reunido en Munich los días 7 y 8 de junio
de 1962, estima que la integración, ya en forma de adhesión, ya de asociación de todos
los países a Europa, exige de cada uno de ellos instituciones democráticas, lo que
significa en el caso de España, de acuerdo con la Convención Europea de los Derechos
del Hombre y de la Carta Social Europea, los siguiente:
1º La instauración de instituciones auténticamente representativas y
democráticas que garanticen que el gobierno se basa en el consentimiento de los
gobernados.
2º La efectiva garantía de todos, los derechos de la persona humana, en especial
los de libertad personal y de expresión, con supresión de la censura gubernativa
3º El reconocimiento de la personalidad de las distintas comunidades naturales
4º El ejercicio de las libertades sindicales sobre bases democráticas y de la
defensa por los trabajadores de sus derechos fundamentales, entre otros medios por
el de huelga.
5º La posibilidad de organización de corrientes de opinión y de partidos políticos
con el reconocimiento de los derechos de la oposición
El Congreso tiene la fundada esperanza de que la evolución con arreglo a las
anteriores bases permitirá la incorporación de España a Europa, de la que es un
elemento esencial, y toma nota de que todos los delegados españoles presentes en el
Congreso expresan su firme convencimiento de que la inmensa mayoría de los
españoles desean que esa evolución se lleve a cabo de acuerdo con las normas de la
prudencia política, con el ritmo más rápido que las circunstancias permita, con
sinceridad por parte de todos y con el compromiso de renunciar a toda violencia
activa o pasiva antes, durante y después del proceso evolutivo.
Acuerdo político del Congreso de Munich 1962
5. Nombramiento de D. Juan Carlos de Borbón como sucesor.
El 22 de julio de 1969, Franco reunió a las Cortes y, usando los poderes que le
otorgaba la Ley de Sucesión, propuso al príncipe don Juan Carlos, nieto de Alfonso
XIII, como sucesor a título de rey en la Jefatura del Estado.
“[...] consciente de mi responsabilidad ante Dios y ante la Historia, y valorando, con
toda objetividad, las condiciones que concurren en la persona del Príncipe Don Juan
Carlos de Borbón y Borbón que, perteneciendo a la dinastía que reinó en España
durante varios siglos, ha dado claras muestras de lealtad a los principios e instituciones
del Régimen, se halla estrechamente vinculado a los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire, en
los cuales forjó su carácter, y al correr de los últimos veinte años ha sido
perfectamente preparado para la alta misión a que podía ser llamado y que, por otra
parte, reúne las condiciones que determina el artículo 11 de la Ley de Sucesión en la
Jefatura del Estado, he decidido proponerlo a la nación como mi sucesor”.

LA TRANSICIÓN A LA DEMOCRACIA

Texto 1. Mensaje del Rey el 21 noviembre de 1975


"Como Rey de España, título que me confieren la tradición histórica las Leyes
Fundamentales del Reino y el mandato legítimo de los españoles, me honro en
dirigiros el primer mensaje de la Corona que brota de lo más profundo de mi
corazón[...]
Hoy comienza una nueva etapa de la historia de España. Esta etapa, que hemos
de recorrer juntos, se inicia en la paz, el trabajo y la prosperidad, fruto del esfuerzo
común v de la decidida voluntad colectiva. La Monarquía será fiel guardián de esa
herencia y procurará en todo momento mantener la más estrecha relación con el
pueblo (...)
La institución que personifico integra a todos los españoles, y hoy, en esta hora
tan trascendenta1, os convoco porque a codos nos incumbe por igual el deber de
sentir a
España Que todos entiendan con generosidad y altura de miras que nuestro futuro se
basará en un efectivo consenso de concordia nacional (...)
Al servicio de esa gran comunidad que es España, debemos de estar: la Corona,
los ejércitos de la Nación, los organismos del Estado, el mundo del trabajo, los
empresarios, los profesionales, las instituciones privadas y todos los ciudadanos,
constituyendo su conjunto un firme entramado de deberes y derechos. Sólo así
podremos sentirnos fuertes y libres al mismo tiempo(...)
Señores consejeros del Reino, señores procuradores, al dirigirme como Rey,
desde estas Cortes, al pueblo español, pido a Dios ayuda para todos. Os prometo
firmeza y prudencia Confío en que todos sabremos cumplir la misión en la que
estamos comprometidos.
Si todos permanecemos unidos, habremos ganado el futuro. ¡ Viva España!"
Primer Mensaje del Rey Juan Carlos I, Madrid, 22 de noviembre de 1975.
Texto 2. Ley Para la Reforma Política
Art. 1º
1.La democracia, en el Estado español, se basa en la supremacía de la ley,
expresión de la voluntad soberana del pueblo.
Los derechos fundamentales de las personas son inviolables y vinculan a todos
los órganos del Estado.
2. La potestad de elaborar y aprobar las leyes reside en las Cortes. El rey
sanciona y promulga las leyes.
Art. 2°
1. Las Cortes se componen del Congreso de Diputados y del Senado.
2. Los diputados del Congreso serán elegidos por sufragio universal, directo y
secreto de los españoles mayores de edad.
3. Los senadores serán elegidos en representación de las entidades territoriales.
El Rey podrá designar por cada legislatura senadores en número no superior a la
quinta parte de los elegidos.
4. La duración del mandato de diputados y senadores será de cuatro años
5. EI Congreso y el Senado establecerán sus propios Reglamentos y elegirán sus
respectivos presidentes.
6. El presidente de las Cortes y del Consejo del Reino será nombrado por el
Rey [. ..]
Art. 5º El Rey podrá someter directamente al pueblo una opción política de interés
nacional sea o no de carácter constitucional, para que decida mediante referéndum,
cuyos resultados se impondrán a todos los órganos del estado (...)
Disposiciones transitorias
Primera. El Gobierno regulará las primeras elecciones a Cortes para constituir un
Congreso de 350 diputados y elegir 207 senadores, a razón de cuatro por provincia, y
uno más por cada provincia insular, dos por Ceuta y dos por Melilla. Los senadores
serán elegidos por sufragio universal, directo y secreto de los españoles mayores de
edad que residan en el respectivo territorio.
Las elecciones al Congreso se inspirarán en criterios de representación
proporcional, conforme a las siguientes bases:
1. Se aplicarán dispositivos correctores para evitar fragmentaciones
inconvenientes de la Cámara, a cuyo efecto se fijarán porcentajes mínimos de sufragios
para acceder al Congreso.
2. La circunscripción electoral será la provincia, fijándose un número mínimo
inicial de diputados para cada una de ellas. Las elecciones a1 Senado, se inspirarán en
criterios de escrutinio mayoritario [.. .]
Disposición final.
Art.1º La presente Ley tendrá rango de Ley Fundamental.
Art.2º El referéndum se efectuará con sujeción al procedimiento que establece en el
Real Decreto de la Presidencia de Gobierno 2636/1976, de 19/XI, y tendrá lugar el
quince de diciembre del año actual.
Art. 3º La consulta se llevará a cabo formulando la siguiente pregunta. “Aprueba el
Proyecto de Ley para la Reforma Política?.
Ley para la Reforma Política, diciembre 1976.
Texto 3. Los Pactos de la Moncloa.
"1. Durante los días 8 y 9 de octubre se han reunido en el palacio de la
Moncloa
los representantes de los diversos partidos políticos, con representación
parlamentaria, con el Presidente del Gobierno y otros miembros de éste, a los efectos
de conocer y examinar como primer punto del orden del día el programa de
saneamiento y reforma económica. Se ha producido un amplio y extenso debate sobre
los objetivos, instrumentos y medidas previstas en el referido programa, habiéndose
aportado por los representantes de los partidos políticos presentes los motivos de
discrepancia y de consenso.
2. Un primer aspecto en el que se ha alcanzado una base de entendimiento ha
sido el diagnóstico de la situación económica del país, calificada como grave debido a la
confluencia de diversas crisis. La confluencia en este diagnóstico debe servir, a juicio de
los reunidos, de base para adoptar las medidas que, dentro del marco de una
economía de mercado, resultan imprescindibles para sanear y reformar la actividad
económica y que puedan permitir su superación y consiguiente relanzamiento.
3. Ha sido motivo de especial consenso la necesidad de que los costes
derivados de la superación de la crisis sean soportados equitativamente por los
distintos grupos sociales, así como la exigencia de democratización efectiva del sistema
político y económico que ello habrá de comportar para su aceptación por el conjunto
de la sociedad.
4. Todos los partidos políticos presentes en la reunión coinciden con el
Gobierno en la necesidad de una serie de medidas monetarias, financieras y de empleo,
predominantemente a corto plazo, que permitirían restablecer en un periodo de dos
años los equilibrios fundamentales de la economía española, aminorando la inflación,
reduciendo el paro y mejorando la situación de la balanza de pagos (...)
Pactos de la Moncloa, Acuerdo sobre el programa de saneamiento y reforma de la
economía, 9 de Octubre de 1977.
Texto 4. Constitución de 1978
Título Preliminar
Art. 1. La soberanía reside en el pueblo
1. España se constituye como un Estado social y democrático de Derecho, que
propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia,
la igualdad y el pluralismo político,
2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los
poderes
del Estado.
3. La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria.
Art. 2 Unidad de la Nación y derecho a la autonomía.
La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española,
Patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho de
autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre ellas.
Art. 3 Las lenguas españolas
1. El castellano es la lengua oficial del Estado. Todos los españoles tienen el
deber de conocerla y el derecho de usarla
2. Las demás lenguas españolas también serán oficiales en las respectivas
Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos.
3. La riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un
patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección. [. ..]
Art.9 Respeto a la Ley y garantías jurídicas
1. Los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la Constitución y al
resto del ordenamiento jurídico.
2. Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la
libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y
efectivas; remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la
participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social.
3. La Constitución garantiza el principio de legalidad, la jerarquía normativa, la
publicidad de las normas, la irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no
favorables o restrictivas de derechos individuales, la seguridad jurídica, la
responsabilidad y la interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos.
Texto 5. Objetivos de la Autonomía andaluza.
1. La Comunidad Autónoma de Andalucía promoverá las condiciones para que
la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integran sean reales y
efectivas; removerá los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitará la
participación de todos los andaluces en la vida política, económica, cultural y social.
2. La Comunidad propiciará la efectiva igualdad del hombre y de la mujer
andaluces, promoviendo la plena incorporación de ésta en la vida social y superando
cualquier discriminación laboral, cultural, económica o política.
3. Para todo ello, la Comunidad Autónoma ejercerá sus poderes con los
siguientes objetivos básicos:
1° La consecución del pleno empleo en todos los sectores de la producción y la
especial garantía de puestos de trabajo para las jóvenes generaciones de andaluces.
2° El acceso de todos los andaluces a los niveles educativos y culturales que les
permitan su realización personal y social. Afianzar la conciencia de identidad andaluza, a
través de la investigación, difusión y conocimiento de los valores históricos, culturales
y lingüísticos del pueblo andaluz en toda su riqueza y variedad.
3° El aprovechamiento y la potenciación de los recursos económicos de
Andalucía, como su agricultura, ganadería, minería, pesca, industria, turismo;
promoción de la inversi6n pública y privada en Andalucía; así como la justa
redistribución de la riqueza y la renta.
4° La superación de las condiciones económicas, sociales y culturales que
determinan la emigración de los andaluces y, mientras ésta subsista, la asistencia a los
emigrados para mantener su vinculación con Andalucía. En todo caso, se crearán las
condiciones indispensables para hacer posible el retorno de los emigrantes y que éstos
contribuyan con su trabajo al bienestar colectivo del pueblo andaluz.
5° El fomento de la calidad de vida del pueblo andaluz, mediante la protección
de la naturaleza y del medio ambiente, y e1 desarrollo de los equipamientos sociales,
con especial atención al medio rural.
6° La protección y realce del paisaje y del patrimonio histórico-artístico de
Andalucía.
7° La superación de los desequilibrios económicos, sociales y culturales entre
las distintas áreas territoriales de Andalucía, fomentando su recíproca solidaridad.
8° La realización de un eficaz sistema de comunicaciones que potencie los
intercambios humanos, culturales y económicos.
9° La constante promoción de una política de superación de los desequilibrios
existentes entre los diversos territorios del Estado, en efectivo cumplimiento del
principio constitucional de solidaridad.
10° El desarrollo industrial, como fundamento del crecimiento armónico de
Andalucía.
11° La reforma agraria entendida como la transformación, modernización y
desarrollo de las estructuras agrarias y como instrumento de una política de
crecimiento,
pleno empleo y corrección de los desequilibrios territoriales. "
Estatuto de Autonomía de Andalucía (1981), art. 12.

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