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HISTORIA DE ESPAÑA
DEL SIGLO XIX Y XX
1.GUERRA DE INDEPENDENCIA Y CORTES DE CÁDIZ.
Texto 8.
Don Fernando VII, por la gracia de Dios y la Constitución de la Monarquía española, Rey de las
Españas, y en su ausencia y cautividad la Regencia del Reino, nombrada por las Cortes generales y
extraordinarias, a todos los que las presentes vieren y extendieren, sabed: Que las mismas Cortes
han decretado y sancionado lo siguiente:
Art. 1. La Nación española es la reunión de todos los españoles de ambos hemisferios.
Art. 2. La Nación española es libre e independiente, y no es ni puede ser patrimonio de ninguna
familia ni persona
Art. 3. La soberanía reside esencialmente en la Nación, y por lo mismo pertenece a ésta
exclusivamente el derecho de establecer sus leyes fundamentales (. ..)
Art. 4. La Nación está obligada a conservar y proteger por leyes sabias y justas la libertad civil, la
propiedad y los demás derechos legítimos de todos los individuos que la componen (...)
Art. 13. El objeto del Gobierno es la felicidad de la Nación, puesto que el fin de toda sociedad
política no es otro que el bienestar de los individuos que la componen
Art. 14. El Gobierno de la Nación española es una Monarquía moderada hereditaria.
Art. 15. La potestad de hacer las leyes reside en las Cortes con el Rey.
Art. 16. La potestad de hacer ejecutar las leyes reside en el Rey.
Art. 17. La potestad de aplicar las leyes en las causas civiles y criminales reside en los Tribunales
establecidos por la ley (...)
Art. 27. Las Cortes son la reunión de todos los Diputados que representan la Nación, nombrados
por los ciudadanos en la forma que se dirá (..)
Art. 34. Para la elección de diputados de Cortes se celebrarán Juntas electorales de parroquia, de
partido y de provincia.
Art. 91. Para ser diputado de Cortes se requiere ser ciudadano que esté en el ejercicio de sus
derechos, mayor de veinticinco años. Y que haya nacido en la provincia o esté avecindado en ella
con residencia a lo menos de siete años, bien sea de estado seglar, o eclesiástico.
Art. 92. Se requiere (..) para ser elegido Diputado de Cortes, tener una renta anual proporcionada,
procedente de bienes propios (...) 5
Art. 142. El Rey tiene la sanción de las leyes (..)
Art. 147. Si el Rey negare la sanción, no se volverá a tratar del mismo asunto en las Cortes de
aquel año; pero podrá hacerse en las del siguiente (...)
Art. 168. La persona del rey es sagrada e inviolable y no está sujeta a responsabilidad.
Art. 170. La potestad de hacer ejecutar las leyes reside exclusivamente en el Rey, y su autoridad se
extiende a todo cuanto conduce a la conservación del orden público en lo interior; y a la seguridad
del Estado en lo exterior; conforme a l a Constitución y a las leyes.
Art. 225 Todas las órdenes del Rey deberán ir firmadas por el secretario de despacho del ramo al
que el asunto pertenece (...).
Art. 248. En los negocios comunes, civiles y criminales, no habrá más que un solo fuero para todas
las personas (...).
Art. 258. El Código civil y criminal y el de comercio serán unos mismos para toda la Monarquía (.
..)
Art. 303. No se usará nunca tormento ni de los apremios (...)
Art. 304. Tampoco se impondrá la pena de confiscación de bienes.
Art. 306. No podrá ser allanada la casa de ningún español, sino en los casos que determine la ley
para el buen orden y seguridad del Estado.
Art. 312. Los alcaldes, regidores y procuradores síndicos se nombrarán por elección de los pueblos
(. ..)
Art. 338. Las Cortes establecerán o confirmarán anualmente las contribuciones, sean directas o
indirectas, generales, provinciales o municipales (...)
Art. 339. Las contribuciones se repartirán entre todos los españoles con proporción a sus
facultades, sin excepción ni privilegio alguno (. ..)
Art. 355. La deuda pública reconocida será una de las primeras atenciones de las Cortes y estas
pondrán el mayor cuidado en que se vaya verificando su progresiva extinción (...).
Art. 362. Habrá en cada provincia cuerpos de Milicia Nacional, compuestos por habitantes de cada
una de ellas, con proporción a su población (...)
Art. 366. En todos los pueblos de la monarquía se establecerán escuelas de primeras letras, en las
que se enseñará a los niños a leer, escribir y el catecismo de la religión católica, que comprenderá
también una breve exposición de las obligaciones civiles (...).
Art. 371. Todos los españoles tienen la libertad de escribir; imprimir y publicar sus ideas políticas
sin necesidad de licencia, revisión o aprobación alguna anterior a la publicación, bajo las
restricciones y responsabilidad establezcan las leyes (. ..)
Cádiz, 19 de marzo de 1812.
Texto 9. Opiniones sobre la Guerra de Independencia
9.1. A mis ojos, la Guerra de la Independencia marca el momento de la Historia en que mejor se
afirma la unidad española, la unidad nacional. Todavía a principios del siglo XVIII, durante la Guerra
de Sucesión, la rebelión dejos países catalanes había mostrado la debilidad de esta unidad. Pero la
prosperidad del siglo XVIII y la asociación sistemática de las elites periféricas con esta prosperidad
y con las decisiones mismas del centro, en el seno de un sistema colonial mejor defendido y mejor
explotado, parecían señalar a España, en 1780, como uno de los países mejor encarrilado por la vía
del capitalismo naciente y de la unidad de las naciones en vías de aburguesamiento. A decir verdad,
un número excesivo de viejas estructuras, en el centro y en el sur de España -y en su cima- se
resistían a este proceso. Pero los grandes puertos como Cádiz, las regiones más evolucionadas
desde el punto de vista económico, como el País Vasco y Cataluña, se habían beneficiado
demasiado de la coyuntura del siglo XVIII como para no sentirse profundamente solidarias del 6
sistema nacional y colonial español. Cádiz será pues, en 1810, el crisol donde intenta elaborarse una
nación española a la vez unitaria y renovada.
VILAR, P.: Hidalgos, amotinados y guerrilleros. Crítica, Barcelona, 1982 (Serie General 94. Temas
hispánicos, 9), pág. 205.
9.2.Más que la Guerra de la Independencia, como sostenía (Evaristo) San Miguel, fueron las Cortes
de 1812 quienes abrieron la puerta a las disensiones. Es sorprendente ver cómo los hombres de la
soberanía nacional y del sufragio elaboraron un sistema que era en todo contrario a lo que el
pueblo –la nación- sentía y quería. La Guerra de la Independencia no fue solamente de resistencia
al yugo material del invasor, sino al espiritual de las ideas que el invasor llevaba consigo, y de aquí
que los liberales de Cádiz, que al fin y a la postre mantenían una ideología tan opuesta a la nación
como semejante a la de los afrancesados y franceses, al terminar la guerra se vieran envueltos en la
misma repulsa que el enemigo rendido en los campos de batalla.
Suárez, F: La crisis política del Antiguo Régimen en España (1808-1936):3d ed. Rialp, Madrid, 1988
(Libros de historia, 25.9). Págs. 19-20.
10.2 “El sistema político diseñado en la Constitución de Cádiz fue considerado (...) como un plagio
de la Constitución francesa de 1791. (...) ambas coinciden en cuanto a los principios liberales que
inspiran los movimientos revolucionarios de la época: soberanía nacional, unicameralismo, división
de poderes, responsabilidad penal de los ministros, independencia del poder legislativo frente a
cualquier intento de disolución de la asamblea por parte de la corona, sanción real y veto
suspensivo”
ARTOLA, M. La burguesía revolucionaria. 1808/1874.
10.3. “Dentro del primer constitucionalismo occidental, el texto de Cádiz representa uno de los
mejores modelos, soportando la comparación con la Constitución francesa de 1791 o la
norteamericana de 1787, (...) por el espíritu nacional que respiraba.”
SOLÉ TURA, J. Y AJA, E. Constituciones y periodos constituyentes en España. 1808/1936. Madrid.
Editorial Siglo XXI, 1985, Pág.20.
10.4 “...nuestra primera Constitución, redactada en Cádiz de 1810 a 1812, representa el hito
fundamental que inicia la dialéctica constitucional que llega hasta el presente. Su significado,
situándonos en el contexto de la época, aparece como un avance progresista fundamental para la
modernización de la vida política española (...), supuso el motivo fundamental del nacimiento del
liberalismo español (...). Su influencia, (...), se extendería por toda Europa y América Latina (...). Por
supuesto, en ella es posible encontrar claras reminiscencias del Antiguo Régimen, pero al mismo
tiempo da acogida también a conceptos e instituciones revolucionarias para su época. Lo cual se
explica a causa de que intervinieron en su redacción tanto elementos progresistas o liberales como
reaccionarios o ultramontanos”.
DE ESTEBAN, J. Las constituciones de España. Madrid. Editorial Taurus, 1990.
7
10.5. “Falto de experiencia y de formación política, el pueblo, al elegir, lo hace nombrando para la
Junta a elementos de las clases superiores, de manera que la Junta (...) es ya una pérdida de poder
por parte de ese mismo pueblo. (...). Son siempre iniciativa de los aristócratas, de los ricos y
poderosos, que a través de ellas privan al pueblo de su poder. Son una forma de control del
pueblo, de sujeción de éste a intereses que le son ajenos”.
GIL NOVALES, A. Reinado de Fernando VII, en TUÑÓN DE LARA, M. Historia de España. , vol.
VII, Barcelona, Editorial Labor, 1980, Pág.270.
10.6 Al cabo de un siglo y medio de estar oyendo que las Cortes de Cádiz fueron algo así como un
parto del infierno, es lógico que se haya llegado a pensar que la obra de los diputados fue un
ambicioso intento de transformación revolucionaria de la sociedad española, de acuerdo con el
modelo de la Revolución francesa. Cuando acudimos a los textos legales descubrimos una realidad
mucho más modesta: una abolición del régimen señorial que dejaba en pie el diezmo y favorecía a
los señores, que pudieron convertir sus derechos feudales en títulos de propiedad plena de la
tierra, despojando a los campesinos; una libertad de imprenta que no tocaba a la esfera de lo
religioso y que hacía posible que cualquier autor , fuese a parar a la cárcel, una vez sometida su
obra a los tribunales de censura; una Constitución que confirmaba que el catolicismo había de ser
la única y exclusiva religión de los españoles "perpetuamente"; una pretendida abolición de la
Inquisición que permitía que subsistiesen tribunales eclesiásticos ante los que se podía denunciar a
cualquier ciudadano por herejía [...]. Confundir la Revolución francesa con la española de 1808-
1814 es algo que sólo cabe en una visión paranoica de la historia.
FONTANA LÁZARO, J.: La crisis del Antiguo Régimen. Barcelona, Crítica, 1979
10.7. Napoleón y José quedaron decepcionados, pues esperaban tener más partidarios. De hecho,
las confidencias de Napoleón justificaban la desconfianza española. Las reformas no hacían otra
cosa que recubrir el espíritu de conquista. El emperador paralizó las buenas intenciones de su
hermano. y los generales, mediante un verdadero pillaje, paralizaron las de los administradores.
La renovación por medio de Napoleón no podía tener éxito. Pero se podía intentar una
renovación contra él. Varios textos de las juntas insurreccionales expresan este pensamiento. y
también es la intención de las Cortes de Cádiz. De 1810 a 1812, la mayoría liberal redujo a la
defensiva a los "serviles" de las Cortes, partidarios de la vieja España.
Como en el siglo XVIII, el liberalismo español no vacila en referirse ala tradición y respeta la
fidelidad religiosa. Pero ataca el poder material eclesiástico, suprime la Inquisición, impulsa la
desamortización de bienes de la Iglesia. Políticamente, su Constitución transpone los principios
franceses: soberanía nacional, división de poderes, libertades fundamentales, cámara elegida por dos
años por sufragio
indirecto y que debe votar obligatoriamente los presupuestos, rey constitucional provisto de
derecho de veto, organización uniforme de municipios y provincias. Y sobre todo, el 6 de agosto
de 1811, las jurisdicciones de señorío son abolidas, con todos los privilegios "exclusivos, privativos
y prohibitivos".
VILAR, P.: Historia de España. Barcelona, Crítica, 1978
10.8. En cuanto a los derechos individuales, aparecen señalados de forma dispersa; dos precisiones
quisiéramos hacer al respecto: primero, son menos rotundos los que aparecen en la Constitución
francesa que le sirve de modelo; segundo, no se considera a las mujeres como sujeto de derecho
[...]. En fin, tres son principalmente las fuentes de la Constitución: el pensamiento ilustrado francés
del siglo XVIII, la tradición constitucionalista anglosajona y [...] la rica tradición jurídica española. El
evidente racionalismo de inspiración francesa que puede verse en la Constitución se advierte en el 8
intento de reducir la Administración a patrones unitarios.
UBIETO, REGLÁ, JOVER, GÓMEZ-FERRER, y SECO: Historia ilustrada de España, volumen 6.
Madrid, Debate, 1997
6.MAPAS.
.
9
Texto 4.
4.1 El ejército nacional, al pronunciarse por la Constitución de la Monarquía Española, promulgada
en Cádiz por sus legítimos representantes no trata de ningún modo de atentar a los derechos del
legítimo monarca que ella reconoce: mas convencido de que todas las operaciones de su Gobierno,
por una fatalidad tan funesta como incomprensible, sólo han contribuido a hacer desgraciada a una
Nación, que hizo tantos sacrificios por sancionarla, cree que sólo este pronunciamiento puede
salvarla, tanto a ella, como a su Príncipe, del estado de nulidad en que se encuentra. No trata el
ejército de atentar a las propiedades ni a las personas; ni tampoco de hacer innovaciones que la
equidad, la justicia y la religión de nuestros padres nos autorizan; no es un espíritu de sedición; no
son los movimientos de una efervescencia efímera los resortes que le animan: el más puro
patriotismo, los deseos más ardientes por la felicidad de su país, le han dictado el juramento más
solemne de derramar hasta la última gota de sangre por verlos satisfechos. El resto de la milicia
española, que no ha perdonado sacrificio alguno para la salvación, el honor y la gloria de la patria; la
Nación entera que ha dado al universo tan brillantes pruebas de heroísmo, no podrá menos que
aplaudir los sentimientos y resolución tan firmes de sus individuos. Esta idea tan satisfactoria será el
premio de sus trabajos; y su ejemplo será seguido de cuantos abriguen un corazón elevado y
generoso.
Pueblo español, en tu mano está el seguirle; en tu mano está el volver a tus pasadas glorias, o
hundirte para siempre en un abismo de ignominia. La alternativa no, es dudosa y la Europa entera,
cuya atención ocupas tanto, no perderá las esperanzas que tiene concebidas en la nación que hace
seis años la sacó de su letargo, y decidió por entonces sus destinos."
Proclama del Ejército de Cádiz en 1820.
4.2 .Manifiesto de Riego ( 1820).
"Soldados, mi amor hacia vosotros es grande. Por 1o tanto, yo no podía consentir, como jefe
vuestro, que se os alejase de vuestra patria, en unos buques podridos, para llevaros a hacer una
guerra injusta al Nuevo Mundo; ni que se os compeliese a abandonar vuestros padres y hermanos,
dejándolos sumidos en la miseria y la opresión. Vosotros debéis a aquellos la vida, y, por tanto, es
de vuestra obligación y agradecimiento el prolongársela, sosteniéndolos en la ancianidad; y aun
también, si fuese necesario, el sacrificarlas vuestras para romperles las cadenas que los tienen
oprimidos desde el año 14. Un rey absoluto, a su antojo y albedrío, les impone contribuciones y
gabelas que no pueden soportar; los veja, los oprime y, por último, como colmo de desgracias, os
arrebata a vosotros, sus caros hijos, para sacrificaros a su orgullo y ambición. Sí, a vosotros os
arrebatan del paterno seno para que en lejanos y opuestos climas vayáis a sostener una guerra
inútil, que, podría fácilmente terminarse con sólo reintegrar su derechos a la Nación española. La
Constitución, sí, la Constitución basta para apaciguar a nuestros hermanos de América.
A. Gil: "Rafael de Riego. La revolución de 1820, día a día. Cartas, escritos y discursos".
4.3. “Ya he tomado las medidas oportunas para la propia convocatoria de Cortes (...). Marchemos
francamente, y yo el primero, por la senda constitucional; y mostrando a la Europa un modelo de 12
sabiduría, orden, y perfecta moderación en una crisis que en otras naciones ha sido acompañada de
lágrima y desgracias, hagamos admirar y reverenciar el nombre español, al mismo tiempo que
labramos por siglos nuestra felicidad y nuestra gloria”
Declaración de Fernando VII el 10 de marzo de 1820.
4.4. Bien públicos y notorios fueron a todos mis vasallos los escandalosos sucesos que precedieron,
acompañaron y siguieron el establecimiento de la democrática Constitución de Cádiz en el mes de
marzo de 1820; la más criminal traición, la más vergonzosa cobardía, el desacato más horrendo a
mi real Persona, y la violencia más inevitable, fueron los elementos empleados para variar
esencialmente el Gobierno paternal de mis reinos en un código democrático, origen fecundo de
desastres y desgracias (...)
La Europa entera, conociendo profundamente mi cautiverio 8...) determinaron poner fin a
un estado de cosas que era un escándalo universal, que caminaba a trastornar todos los tronos y
todas las instituciones antiguas, cambiándolas en la irreligión y la inmoralidad....
He venido a decretar lo siguiente: son nulos y de ningún valor todos los actos del Gobierno
llamado constitucional (...) que ha dominado a mis pueblos desde el 7 de marzo de 1820 hasta hoy
1 de octubre de 1823.
Manifiesto Regio. 1 de octubre de 1823.
4.5.Canciones revolucionarias.
Himno de Riego veréis disipadas,
«Serenos, alegres, ya vuestras espadas
valientes, osados. fugaces correr.
cantemos, soldados, Soldados, la Patria...
el Himno a la lid. ¿El mundo vio nunca
Ya nuestros acentos más noble osadía?
el orbe se admire, ¿Lució nunca un día
y en nosotros mire más grande en valor
los hijos del Cid. que aquel que inflamados
Soldados, la Patria nos vimos del fuego
nos llama a la lid; que excitara en Riego
juremos por ella de Patria el amor?».
vencer o morir.
Blandamos el hierro. El Trágala
que el tímido esclavo, «De los pellejos
del libre, del bravo de los serviles
la faz no osa ver. hemos de hacernos portafusiles
Sus huestes cual humo y al que le pese
que roa el hueso Se acabó el tiempo
y un cordelito en que se asaba
para el pescuezo. cual salmonete
Trágala, trágala, la carne humana.
trágala, trágala...(bis) Los liberales
Trágala, trágala, dicen a eso
tú, servilón, al que le pese
trágala, trágala...(bis) que roa el hueso».
tú que no quieres
constitución.
13
Texto 5. El sacerdote sevillano José María Blanco White plantea una vigorosa crítica
de la sociedad española de la época en sus Cartas de España ( 1822):
“La religión, o mejor dicho, la superstición está tan íntimamente ligada a la vida
española, tanto pública como privada, que temo cansarle con mi continua referencia a
ella. la involuntaria sucesión de ideas me obliga a entrar ahora misma en este tema
inacabable (...). La influencia de la religión en España no conoce límites y divide a los
españoles en dos grupos: fanáticos e hipócritas (.. .).
En un país en que la ley amenaza con la muerte o la infamia a todo disidente del
tiránico dogmatismo teológico de la Iglesia de Roma, donde todo el mundo es no sólo
invitado, sino forzado, bajo pena de cuerpo y alma, al cumplimiento de esta ley (...).
¿No están condenados los disidentes ocultos a una vida de degradante sumisión o
desesperado silencio? (...). Los Grandes de España se han degradado por su servil
conducta en la Corte y se han hecho odiosos ante el pueblo por su insoportable
altanería fuera de ella. Con su mala administración y sus extravagancias han arruinado
sus casas y con el descuido y abandono de sus inmensas propiedades han empobrecido
el país. Si hubiera una revolución en España estoy seguro de que el orgullo herido y el
espíritu de partido les negaría en la Constitución la participación en el poder a que le
dan derecho sus estados, sus antiguos privilegios I...). Seguirán siendo una pesada carga
para el país, y por otra parte, el temor a perder sus excesivos privilegios y su
oposición a aceptar las reformas que deben rehacer sobre todo en ellos y en el clero,
los pondrán siempre del lado de la corona para restaurar los abusos y arbitrariedades
de un gobierno despótico (...).
Pocas son las ventajas que un joven puede sacar de los estudios universitarios en
España. Esperar que exista un plan racional de estudios en un país en el que la
Inquisición está constantemente al acecho (...) sería manifestar un desconocimiento
total de las características de nuestra religión (...). ¿Quién se atreverá a caminar por el
sendero de la cultura cuando conduce derechamente a las cárceles de la Inquisición? .
Texto 6.
El regreso de Fernando VII desencadenó una oleada de represión sobre la
persona sospechosa de tendencias liberales, y de modo más claro, contra los
colaboradores del rey José I Bonaparte, los afrancesados. Muchos de ellos debieron
tomar el camino del exilio a Francia y, (...), a Inglaterra. El primer gran exilio de
españoles perseguidos a muerte por toros españoles se produce, en efecto, a
comienzos del siglo XIX, (...). En la primera etapa, 1813/1814 salen del país, a
retaguardia de las tropas napoleónicas (...) muco más de 10000 militares y unos 5000
civiles (...) y a ellos se unieron los citados patriotas liberales, (...), que fueron también
cerca de 15000. Una primera cifra de 30000 fugitivos (...) a las que se añaden 20000
más como consecuencia de la segunda etapa de persecución, iniciada en 1823 (...) En
cuanto a la significación cualitativa es este primer magno exilio (...) salieron de España
sus mejores hombres, además de notables escritores, profesores y hombres de
ciencia...
SUEIRO,D. “El amargo pan del exilio”, en Triunfo, nº 691, 1976.
Texto 7.
“En la etapa de 1814/1820, con un país deshecho por la guerra de Independencia y en
medio de una recesión general europea, el gobierno se encontró sin estas fuentes de
ingresos extraordinarios (caudales de Indias y Deuda Pública). Sus ingresos totales, que
en los años 1785/1808 habían sido de 1200 millones de reales al año, cayeron en
1814/1820 a menos de 700 millones; pero estos ingresos se obtenían ahora, casi en
exclusiva de impuestos, el resultado fue que la angustiosa miseria del erario vino a
combinarse con una presión tributaria creciente, que pesaba duramente sobre el país
(...)
Ante la situación existente (...) el estado español no parecía tener más salida que la de
un camino de transformaciones revolucionarias (...) que hiciese posible remover los
obstáculos que el latifundismo y la persistencia de formas de explotación señoriales
oponían al crecimiento de la producción agraria....
Los gobernantes (...) no fallaron porque se equivocaron en las fórmulas que había que
aplicar, sino porque se les encomendó una tarea irrealizable: acomodar el Régimen
Absoluto a las necesidades de los nuevos tiempos sin adoptar medidas que pudieran
alterar la estructura social vigente ni tocar los privilegios de los estamentos
dominantes...”
FONTANA, J. La quiebra de la monarquía absoluta. Barcelona, Ariel, 1983.
Texto 8.
Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812 encarnan los intereses liberales la
burguesía. Sin embargo, la reacción absolutista triunfa en 1814 con la entronización de
Fernando VII, quien, el 4 de mayo de ese mismo año, anula Constitución e inicia una
fuerte represión contra afrancesados y liberales.
Con el levantamiento de Riego (1820), la burguesía liberal, que había realizado una
labor de penetración en los oficiales del ejército, vuelve al poder en un nuevo forcejeo
con las viejas fuerzas de la reacción absolutista. La intervención de los Cien Mil Hijos
de San Luis, en nombre de la Santa Alianza, repone a la reacción feudal, y de Nuevo
Fernando VII disuelve la Constitución. La crisis económica de 1825/1827 revela que la
nobleza no puede ya sostenerse sin el apoyo de la burguesía ascendente y a ella acude.
Abrumada por las deudas exteriores contraídas durante la guerra, con una producción
paralizada y con un pueblo extenuado por los impuestos, el hambre y el terror, la
monarquía absolutista ya no puede seguir gobernando apoyada en la nobleza y en la
Iglesia.
FIORAVANTI, E.: La formación de la Monarquía española. Monthily Review, números
5 y 6, diciembre de 1978 enero de 1979
Texto 9.
La expulsión de los franceses de España y el retorno de Fernando VII (1814-1833)
coincidieron en plantear una delicada situación política. En la pugna entablada entre
liberales y serviles, el monarca optó por la solución más cómoda: la restauración del
puro absolutismo, desoyendo no sólo las exigencias liberales (lo que era lógico en
aquel momento), sino también las demandas de los persas, realistas de cuño
tradicionalizante, pero partidarios de algunas reformas en la monarquía [...]. La
decisión del rey arrojó a los liberales al seno de las sectas secretas, en las cuales se
concertaron con los oficiales del ejército que habían regresado de las cárceles
francesas o con los jefes de los guerrilleros. Ambos grupos habían sufrido hondo
desengaño al ser rechazados a posición secundaria, mientras se daban las prebendas a
los supervivientes del Antiguo Régimen [...].
VICENS VIVES, J. Aproximación a la Historia de España. Barcelona, Vicens Vives, 1994
Texto 10.
El rey encuentra al llegar a Valencia (1814) un doble apoyo: el de un Sector militar y el
de un sector civil perteneciente a la alta administración. Ello le decidirá a seguir la
política que realmente deseaba: la absolutista. Hay que tener presente que Fernando
no estaba preparado para ser un rey liberal: ni su origen ni su formación ni lo limitado
de su misma personalidad abonaban la más mínima esperanza en este sentido.
Así pues, tras llegar a Valencia, ponerse en contacto con el general Elío y firmar el
Manifiesto de los Persas, el rey firma también un decreto que constituye una clara
síntesis del pensamiento fernandino: declara nula la Constitución de 1812 y retrotrae
la situación a 1808. Se trata de volver a la sociedad y a la forma de gobierno que él
había conocido [...]. No es fácil decir si Fernando tuvo un pensamiento claro [...], más
bien parece que se basó en un sabio oportunismo que el mismo monarca, tan amigo de
expresiones castizas, acertó a definir como Política de palo a la burra blanca y palo a la
burra negra, colores negro y blanco que designaban, respectivamente, a los absolutistas
ya los liberales. Ahora bien, en la medida en que pudiera tener un pensamiento
político, éste consistía en una vuelta a 1808.
UBIETO, REGLÁ, JOVER, GÓMEZ-FERRER SECO: Historia Ilustrada de España,
volumen 6. Madrid, Debate, 1997
Texto 11
11.1.“La monarquía se ha disuelto y España está perdida. ¿No estamos nosotros en la
situación de hijos que alcanzan la mayoría de edad a la muerte del padre de familia?.
Cada uno de ellos pasa a disfrutar de sus derechos individuales, crea un nuevo hogar y
se gobierna a sí mismo”
TORRES, C., dirigente del movimiento revolucionario de Nueva Granada, 1810.
11.2. En el nombre de Dios todopoderoso, nosotros, los representantes de las
provincias unidas de Caracas, Cumaná, Margarita, Barcelona, Mérida y Trujillo, que
forman la Confederación Americana de Venezuela en el continente meridional.,y
considerando la plena y absoluta posesión de nuestros derechos, que recobramos justa
y legítimamente desde el 19 de abril de 1810 en consecuencia de la jornada de
Bayona, y la ocupación del trono español por la conquista y sucesión de otra nueva
dinastía constituida sin nuestro consentimiento: queremos, antes de usar de los
derechos de que nos tuvo privados la fuerza par más de tres siglos, y nos ha restituido
el orden político de los acontecimientos humanos, patentizar al Universo las razones,
que han emanado de estos acontecimientos, y autorizar el libre uso que vamos a hacer
de nuestra soberanía (...)
Es contrario al orden, imposible al gobierno de España y funesto a la América el que,
teniendo ésta un territorio infinitamente más extenso y una población
incomparablemente más numerosa, dependa y esté sujeta a un ángulo peninsular del
continente europeo. Las cesiones de Bayona; las jornadas de Aranjuez y las órdenes
del lugarteniente duque De Berg a la América debieron poner en uso los derechos que
hasta entonces habían sacrificado los americanos a la unidad integridad de la nación
española.
Hemos permanecido tres años en una indecisión y ambigüedad política tan funesta y
peligrosa que ella sólo bastaría a autorizar la resolución que la fe de nuevas promesas y
los vínculos que la fraternidad nos habían hecho diferir, hasta que la necesidad nos ha
obligado a ir más allá de lo que nos propusimos, impelidos por la conducta hostil y
desnaturalizada e los gobiernos de España, que nos ha relevado del juramento
condicional con que hemos sido llamados a la augusta representación que ejercemos...
Por tanto (...) nosotros los representantes de las provincias unidas de Venezuela,
poniendo por testigo al Ser Supremo de la justicia de nuestro proceder (...),
declaramos solemnemente al mundo que sus provincias unidas son y deben ser desde
hoy, de hecho y de derecho, estados libres soberanos e independientes. "
Declaración de independencia de Venezuela,
11.3.Un continente separado de España por mares inmensos, más poblado y rico que
ella y reducido durante tres siglos a una dependencia degradante, tiránica, se entera en
el año 1810 de la disolución del gobierno de España después de haber sido ocupado su
territorio por los ejércitos franceses. Se pone en guardia para evitar esa misma suerte
y escapar de la anarquía y del desorden que la amenazan. (. ..)
En circunstancias menos críticas, provincias de España ya habían instituido juntas
gubernamentales con el objeto de escapar del desorden y los disturbios (. ..).
Persuadida que España había sido completamente sojuzgada, como se creía entonces
en toda América, Venezuela tomó esta iniciativa, que podía haber adoptado mucho
antes siguiendo el ejemplo autorizado de las provincias españolas, a las que se declaró
igual en derechos y en representación política (...)
Bolívar, S. Páginas escogidas
11.4. El lazo que la unía a España (a América) está cortado (.,.). Más grande es el odio
que nos inspira la Península que el mar que nos separa de ella (,..). El hábito de la
obediencia, un comercio de intereses, de luces, de religión; una tierna solicitud por la
cuna y por la gloria de nuestros padres; en fin, todo lo que formaba nuestra esperanza
nos venía de España. (...) Actualmente sucede todo lo contrario. Todo lo sufrimos de
esa desnaturalizada madrastra. (...)
Somos un pequeño género humano; poseemos un mundo aparte, cercado por
dilatados mares, nuevo en casi todas las artes y ciencias, aunque, en cierto modo, viejo
en los usos de la sociedad civil, (...) no somos indios ni europeos, sino una especie
media entre los legítimos propietarios del país y los usurpadores españoles: en suma,
siendo nosotros americanos por nacimiento y nuestros derechos los de Europa,
tenemos que disputar éstos a los del país y mantenernos en él contra la invasión de los
invasores.
BOLÍVAR, S.: Carta de Jamaica, 1815.
Texto 12 .
“El comercio español sufrió una drástica reconversión tras la pérdida del
Imperio Colonial. Hasta entonces España, (...), había tenido un papel de intermediario
entre sus colonias y Europa, desarrollando una intensa actividad reexportadora.
Merced a su monopolio comercial con el Nuevo Mundo, exportaba hacia él una
cantidad considerable de productos manufacturados, la mayoría importados
previamente de otros países europeos (...); a su vez, exportaba hacia Europa, (...), una
serie de productos primarios traídos de las Indias. (... ). Al dejar de ser metrópoli
colonial, España hubo de renunciar a su lucrativo papel de intermediario. (...). En
cuestión de pocos años pasó de ser cabeza de un gran imperio colonial a ser un país
subdesarrollado de la periferia europea...”
TORTELLA, G. El desarrollo de la España contemporánea. Madrid, Alianza, 1995.
7) MAPAS.
Texto1.
1.1.Españoles. ¡Cuán sensible ha sido a mi corazón la muerte de mi caro hermano!
(...) No ambiciono el trono, estoy lejos de codiciar bienes caducos pero la religión, la
observancia y el cumplimiento de la ley fundamental de sucesión, y la singular
obligación de defender los derechos de sucesión, y la singular obligación de defender
los derechos imprescindibles de mis hijos y de todos los amados consanguíneos me
fuerzan a sostener y defender la Corona de España del violento despojo que de ella
me ha causado una sanción tan ilegal como destructora de la Ley que legítimamente y
sin interrupción debe ser perpetua. (...) Carlos María Isidro de Borbón.
1.2. Manifiesto de Carlos María Isidro a los españoles
“Carlos V a sus amados vasallos: Bien conocidos son mis derechos a la Corona de
España en toda Europa y los sentimientos en esta parte de los españoles que son harto
notorios para que me detenga a justificarlos; fiel, sumiso y obediente como el último
de los vasallos a mi muy caro hermano que acaba de fallecer y cuya pérdida, tanto por
sí mismo como por sus circunstancias han penetrado de dolor mi corazón, todo le he
sacrificado, mi tranquilidad, la de mi familia, he arrostrado toda clase de peligros para
testificarle mi respetuosa obediencia, dando al mismo tiempo este testimonio público
de mis principios religiosos y social [...]. Ahora soy vuestro Rey; y al presentarme por
primera vez a vosotros, bajo este título, no puedo dudar un momento que imitaréis mi
ejemplo sobre la obediencia que se debe a los príncipes que ocupan legítimamente el
Trono y volaréis, todos, a colocaros bajo mi bandera haciéndoos así acreedores a mi
afecto y soberana munificencia; pero sabéis igualmente que recaerá el peso de la
justicia sobre aquellos, que desobedientes y desleales no quieran escuchar la voz de un
soberano y padre que sólo desea haceros felices.”
Octubre de 1833. Carlos.
Texto 2.
2.1.Convenio de Vergara:
Art. 1. El capitán general don Baldomero Espartero recomendará con interés al
gobierno el cumplimiento de su oferta de comprometerse a proponer a las Cortes la
concesión sin modificación de los fueros.
Art. 2. Serán reconocidos los empleos, grados y condecoraciones de los jefes,
oficiales y demás individuos dependientes del ejército del teniente general don Rafael
Maroto, (...), quedando en libertad de continuar sirviendo, defendiendo la Constitución
de 1837, el trono de Isabel II y la regencia de su augusta madre o bien retirarse a sus
casas los que no quieran seguir con las armas en la mano.
2.2. Ley de 25 de Octubre de 1839.
Art. 1. Se confirman los Fueros a las Provincias Vascongadas y a Navarra, sin
perjuicio de la unidad constitucional de la Monarquía.
Art. 2. El Gobierno, tan pronto como la oportunidad lo permita, y oyendo
antes a las provincias vascongadas y a Navarra, propondrá a las Cortes la modificación
indispensable que en los mencionados Fueros reclame el interés de las mismas,
conciliando con el general de la Nación y de la Constitución de la Monarquía,,
resolviendo entre tanto provisionalmente, (...), las dudas y dificultades que puedan
ofrecerse,...
Texto 3. Principios ideológicos del carlismo
[...] Contrayéndonos al punto de que se trata, la verdadera sensatez consiste en no
transigir con la revolución; en no satisfacer las desmesuradas exigencias del insolente
populacho; en reprimir el fatal espíritu de innovación, de que adolece este siglo
presuntuoso; en mejorar insensiblemente la suerte de los pueblos, sin el estruendo
bullicioso del partido regenerador; en rectificar las costumbres públicas sobre las bases
de la moral evangélica: ésta es la copia de la verdadera sensatez; su original es el rey
don Carlos, es su gobierno y el pueblo heroico que los defiende. [...] Desde que la
revolución, para poner en movimiento las masas populares y hacerlas el fatal
instrumento de sus designios, afectó destruir la sencilla y virtuosa ignorancia de las
gentes. [...] ¡Cuánto más conveniente hubiera sido continuar bajo el pretendido
oscurantismo y dejarse el pueblo conducir por la voluntad de sus reyes! [...] Pero, ¿y
será cierto que el pueblo español ha sido dirigido como un rebaño lo es, a la voluntad
y capricho de un pastor?. No es cierto: pudo haber algún abuso, algún desorden en
uno u otro ramo de la pública administración: pero una opresión permanente,
sistemática, no ha existido en manera alguna; y aún más, ni puede existir hoy en
Europa, ni pudo existir de algunos siglos a esta parte una arbitrariedad cual suponen
hubo en España hasta la muerte de Fernando. [...]
La Gaceta Oficial Carlista, en Seco, C. “Tríptico Carlista”
Texto 4. La guerra carlista
Con arreglo al Soberano decreto del rey N. S. de 24 de enero último y en justa
represalia de la inhumana conducta que el gobierno usurpador está observando, han
sido hoy pasados por las armas el coronel capitán de la Guardia Real enemiga D.
Leopoldo O’Donnell, tres oficiales también de la guardia y uno de los nominados
carabineros; éstos lo han sido identificando la conducta que observan nuestros
enemigos y sin más examen que el de ser oficiales; seis soldados por el alcalde de
Ataún y un voluntario que fueron el otro día fusilados en Tolosa, ambos defensores de
los sagrados derechos del Rey N. S.; cuatro por la inhumana muerte que se ha dado en
Calahorra a un voluntario de este ejército que quedó herido a mi paso por dicha
ciudad recomendado especialmente a su alcalde; y cuatro carabineros por la
despiadada conducta que observan con nuestros prisioneros.
Este mismo fin tendrán todos cuantos caigan en nuestras manos ínterin el gobierno
usurpador o sus crueles satélites no traten de otro modo a nuestros prisioneros,
en la inteligencia que los 84 que cayeron ayer en poder de las armas del Rey N. S. y
otros muchos que tengo de antes, tendrán el mismo paradero, si no se reprime el
rigor con que son tratados los leales defensores de nuestro amado Soberano.
Fragmento de una disposición de Zumalacárregui
Texto 5. La sublevación carlista. Principios ideológicos.
5.1.“Vizcaínos: una facción anti-religiosa y anti-monárquica se ha apoderado del mando
durante la larga enfermedad de nuestro difunto rey, y trata de adquirir ascendientes
para exponernos sin defensa a los ataques de la revolución y de la anarquía que
combatimos en 1823. Sus partidarios consideran las leyes antiguas y fundamentales del
Reino abolidas por otras nuevas, y después de haber alterado el orden de sucesión al
trono con una audacia que no presenta otro ejemplo en la Historia, quieren hacer a
España cómplice de las abominables maquinaciones que la propaganda revolucionaria
inventa para destruir el orden social en Europa.
Vizcaínos, habéis proclamado a vuestro legítimo soberano, el magnánimo y virtuoso D.
Carlos María Isidro de Borbón, que se os ha presentado rodeado del amor de todos
los españoles, para cicatrizar las llagas que el genio destructor del orden social os había
causado...”
Proclama de la Diputación de Vizcaya. Bilbao, 5 de octubre de 1833.
5.2. Proclama carlista (7 de octubre de 1833).
"Alaveses: Ha llegado par fin aquel día en que la perfidia liberal ha de ser exterminada
para siempre del suelo español.
Sí, magnánimos y esforzados alaveses: no ha terminado aún en nuestra patria la tiranía
de los pérfidos españoles indignos a la verdad de este nombre; no han desaparecido de
nuestro suelo aquéllos que han abolido nuestros fueros y libertades patrias.
( ...) Su execración contra el Dios Santo; la libertad de pensar; la inmoralidad; las
venganzas; los robos; los asesinatos; la abolición de nuestros fueros y privilegios; en
una palabra la destrucción de los altares y la ruina de los tronos que el Sumo Hacedor
tiene establecidos para bien de la humanidad; tales son los verdaderos designios de la
facción revolucionaria y tal es el estado fatal y el abismo de males en que esta vil
canalla pretende precipitar a nuestra amada patria.
Alaveses todos: vuestro legítimo soberano es quien en este día os habla y llama para
defender la religión y salvar la patria (...).
Elegid, alaveses; españoles elegid: De vuestra decisión depende la existencia del trono
español: en vuestras manos tenéis la felicidad y la ruina de vuestra patria. Católicos
sois, y la causa de Dios os llama protectores del altar; sois leales y fieles vasallos y el
mejor y más deseado de los reyes espera vuestro auxilio para exterminar la canalla
liberal y consolidar su trono: nada os detenga.”
¡ Viva Carlos V, viva nuestro Augusto Soberano! .II
Pirala, A. Historia de la Guerra Civil.
Texto 6
¿Son los Fueros parte integrante de nuestro programa?
-Son parte esencial de nuestro sistema político. El regionalismo ha sido defendido
siempre por nuestra Comunión desde que vino a la vida. La restauración de los
antiguos Fueros y libertades, ha sido firme voluntad de nuestros reyes y de los carlistas
(...).
El Regionalismo ¿no engendra, como dicen los centralistas, el separatismo?
-De ninguna manera, como no sea en los que tengan albergado en su corazón el
fermento del antiespañolismo. Somos nosotros los tradicionalistas, fervorosos amigos
de la unidad de la patria española, pero asimismo decididos defensores de todas
aquellas libertades municipales y regionales que la revolución ha ido destruyendo en
todas partes.
Manual de las Juventudes Carlistas Españolas, 1935.
Texto 7.
¿Qué es lo que había cambiado? Sencillamente, que se produjo lo que no había
ocurrido en la primavera: la adhesión masiva de la población. Mejor dicho, de la
población rural, pues, como decía el informe francés de 21 de agosto, no era en las
ciudades, sino en el campo, donde los jefes de partida encontraban hombres a quienes
hacer compartir su descontento (. ..).
Se puede pensar que el descenso en los precios agrícolas provocó un sensible
deterioro de la situación económica del campesinado. (...) Pero (...) habría que calibrar
otros factores, aparte de la evolución de los precios: ( ...) la diversa repercusión de la
coyuntura sobre las distintas categorías de la población rural, el impacto de la
tributación sobre una economía en contracción, el desfase con respecto al mundo de
las ciudades y de las primeras fábricas, etc. ( ...)
Lo que está fuera de toda duda es que fueron los sectores económicamente más
débiles de la población rural los más sensibles a los llamamientos de los organizadores,
y que ellos constituyeron el grueso de los efectivos humanos de la insurrección.
TORRAS J.: La guerra de los Agraviados, 1967.
Texto 8
8.1.(...) Uno de los canónigos dijo con grave dignidad:
-Como sacerdotes, somos cruzados de la milicia cristiana, y el Rey legítimo defiende la
causa de Dios. ( ...)
-¿Qué tal marchan los asuntos de la guerra, Señor Marqués?
El marqués de Bradomín meditó un momento (...).
-Los asuntos de la guerra están inciertos, Señor Maestre-Escuela. Sobran soldados y
falta dinero (...). Es preciso que los leales nos sacrifiquemos, y para dar ejemplo, yo
comenzaré vendiendo este palacio y las rentas de mis tres mayorazgos. Todo lo que
tengo en esta tierra. (. ..)
El Maestre-Escuela, poniéndose una mano sobre la boca, tosió discretamente. Después
recogióse los manteos, hasta lucir los zapatos con hebillas de plata, y habló en
tono de sermón, (...).
-Por el triunfo de la Religión, de la Patria y del Rey, haremos cuanto sea dable. Creo
interpretar en este momento el sentir de todo el cabildo de Nuestra Santa Iglesia
Colegiata. Haremos por la fe aquello que hemos visto hacer por el infierno al impío
Mendizábal. Nuestra Iglesia, afortunadamente, aún es rica en plata y en joyas, tesoros
que fueron ocultos cuando los bárbaros decretos del Gobierno de Isabel. Hay mucha
más riqueza de metales finos y de pedrería que riqueza artística. Con ella, y con
nuestros bienes personales, acudiremos a sostener la guerra (...).
VALLE-INCLÁN, R.M. DEL: La guerra carlista: Los Cruzados de la Causa, 1908
8.2. El papel del clero en el apoyo al carlismo
“Terminada la misa, un fraile subió al púlpito y predicó la guerra santa, en su lengua
vascongada, ante los tercios vizcaínos que, acabados de llegar, daban por primera vez
escolta al Rey. Yo sentía me conmovido. Aquellas palabras ásperas, firmes, llenas de
aristas como las armas de la edad de piedra, me causaban impresión indefinible: tenían
una sonoridad antigua, eran primitivas y augustas, como los surcos del arado en la
tierra cuando cae en ellos la simiente del trigo y del maíz. Sin comprenderlas, yo las
sentía leales, veraces, adustas, severas. Don Carlos las escuchaba en pie, rodeado de su
séquito, vuelto el rostro hacia el fraile predicador”.
VALLE-INCLÁN, R.M. DEL Sonata de Invierno, Porrúa, Méjico, 1969, pág.,128
Texto 9.
Reúnense en sus antros como lobos hambrientos: ocultan su carácter de forajidos
debajo de la escarapela de carlistas; envuelven la garra, la tea y el trabuco en un trapo
donde escriben ¡Viva la religión y el rey!; burlan la vigilancia de la policía francesa, que
tal vez finge dormir para librarse de esta lepra (...) y derramándose por los terrenos
fronterizos como una manada de fieras, aquí roban, allí incendian, más allá asesinan o
cogen a las personas acaudaladas (...) se las llevan a impenetrables cuevas (...) y allí les
exigen fuertes sumas por rescate ( ...) .Trabajando todo el día, a la inclemencia, o en
los malsanos recintos de una fábrica, ganan poco, no tienen bastante para el sostén de
una familia, cuanto menos para alimentar sus vicios; al paso que, mientras hacen la
guerra, comen carne, beben vino y licores, juegan, abusan de las mujeres, campan en fin
por sus respetos con una independencia feudal, que tiene para ellos los más seductores
atractivos. (...) Por eso los Pirineos están siempre llenos de esas bandas seudo carlistas,
llamadas unas veces trabucaires, otras matinés, otras patuleia, siendo constantemente
lo mismo, vagos de por vida, criminales endurecidos que se disfrazan con el carácter
político de carlistas, para encontrar apoyo en su partido, tanto en España como en
Francia.
MATA, P.: El idiota o los trabucaires del Pirineo, 1856.
3. MAPAS.
4. EL SEXENIO REVOLUCIONARIO.
Texto 1. La Constitución de 1869
La Nación Española, y en su nombre las Cortes Constituyentes, elegidas por Sufragio
Universal, deseando afianzar la justicia, la libertad y la seguridad, y proveer el bien de
cuantos vivan en España, decretan y sancionan la siguiente Constitución:
Título I. De los Españoles. Y sus Derechos.
Art.1 Son españoles:
1. Todas las personas nacidas en territorio español
2. Los hijos de padre o madre españoles, aunque hayan nacido fuera de España.
3. Lo extranjeros que hayan obtenido carta de naturaleza.
4. Lo que sin ella hayan ganado vecindad en cualquier pueblo del territorio español.
La calidad de español se adquiere, se conserva y pierde con arreglo a lo que
determinan las leyes.
Art. 2. Ningún español ni extranjero podrá ser detenido ni preso sino por causa de
delito.
Art. 3. Todo detenido será puesto en libertad o entregado a la autoridad judicial
dentro de las 24 horas siguientes al acto de la detención .
Toda detención se dejará sin efecto o elevará a prisión dentro de las setenta y dos
horas de haber sido entregado el detenido al juez competente (...)
Art. 4. Ningún español podrá ser preso sino en virtud de mandamiento de juez
competente...
Art. 5. Nadie podrá entrar en el domicilio de un español o extranjero residente en
España sin su consentimiento (...) La entrada en el domicilio de un español o extranjero
residente en España, y el registro de sus papeles o efectos, sólo podrán decretar se
por juez competente y ejecutarse de día...
Art. 6. Ningún español podrá ser compelido a mudar de domicilio o residencia sino en
virtud de sentencia judicial.
Art.. 13. Nadie podrá ser privado temporal o perpetuamente de sus bienes y derechos,
ni turbado en la posesión de ellos, sino en virtud de sentencia judicial...
Art. 14. Nadie podrá ser expropiado de sus bienes sino por causa de utilidad común y
en virtud de mandato judicial que no se ejecutará sin previa indemnización regulada
por el juez con la intervención del interesado...
Art. 16. Ningún español que se halle en el pleno goce de sus derechos civiles podrá ser
privado del derecho a votar en las elecciones de senadores, diputados a Cortes,
diputados provinciales y concejales.
Art. 17. Tampoco podrá ser privado ningún español:
-Del derecho de emitir libremente sus ideas y opiniones; ya de palabra, ya por escrito,
valiéndose de la imprenta o de otro procedimiento semejante.
-Del derecho a reunirse pacíficamente.
-Del derecho de asociarse para todos los fines de la vida humana que no sean
contrarios a la moral pública, y por último,
-Del derecho de dirigir peticiones individual o colectivamente a las Cortes, al Rey y a
las Autoridades...
Art. 19. A toda asociación cuyos individuos delinquieren pro los medios que la misma
le proporcione, podrá imponérsele la pena de disolución (...) Toda asociación cuyo
objeto o medios comprometan la seguridad del Estado, podrá ser disuelta por una ley
(...)
Art. 21. La nación se obliga a mantener el culto y ministros de la religión católica. El
ejercicio público o privado de cualquier otro culto queda garantizado a todos los
extranjeros residentes en España, sin más limitaciones que las reglas universales de la
moral y del derecho. Si algunos españoles profesaren otra religión que la católica, es
aplicable a los mismos todo lo dispuesto en el párrafo anterior...
Art. 22. (...) Tampoco podrán establecerse la censura,...
Art. 23. A ningún español que esté en pleno goce de sus derechos civiles podrá
impedirse salir libremente del territorio, ni trasladar su residencia y haberes a país
extranjero,...
Art. 24. Todo español podrá fundar y mantener establecimientos de instrucción o de
educación sin previa licencia
Título II. De los poderes públicos.
Art. 32. La soberanía reside esencialmente en la Nación, de la cual emanan todos los
poderes.
Art. 33. La forma de gobierno de la Nación española es la Monarquía.
Art. 34. La potestad de hacer las leyes reside en las Cortes.
Art. 35. El poder ejecutivo reside en el Rey, que lo ejerce por medio de sus Ministros.
Art. 36. Los Tribunales ejercen el poder judicial.
Título III: Del poder legislativo.
Art. 38. Las Cortes se componen de dos Cuerpos colegisladores, a saber: Senado y
Congreso. Ambos cuerpos son iguales en facultades, excepto en los casos previstos en
la Constitución.
Art. 39. El Congreso se renovará totalmente cada tres años. El Senado se renovará por
cuartas partes cada tres años.
Art. 40. Los Senadores y Diputados representarán a toda la nación y no
exclusivamente a los electores que los nombraren...
Art. 42. Las Cortes se reúnen todos los años...
Art. 51. Las resoluciones de las Cortes se tomarán a pluralidad de votos. Para votar las
Leyes se requiere en cada uno de los Cuerpos colegisladores la presencia de la mitad
más uno del número total de individuos que tengan aprobadas sus actas.
Art. 52. Ningún proyecto de Ley puede aprobarse por las Cortes sino después de
haber sido votado, artículo por artículo, en cada uno de los Cuerpos colegisladores...
Art. 60. Los Senadores se elegirán por Provincias. Al efecto cada distrito municipal
elegirá por Sufragio Universal un número de compromisarios igual a la sexta parte del
de Concejales que deban componer su Ayuntamiento. Los distritos municipales donde
el número de Concejales no llegue a seis, elegirán, sin embargo, un compromisario.
Los compromisarios elegidos se asociaran en la Diputación Provincial respectiva,
constituyendo con ella la Junta Electoral...
Art. 65. El congreso se compondrá de un Diputado al menos por cada 40.000 almas de
población, elegido con arreglo a la Ley Electoral...
Art. 66. Para ser elegido diputado se requiere ser español, mayor de edad y gozar de
todos los derechos civiles.
Art.67. La persona del Reyes inviolable y no está sujeta a reponsabilidad. Son
responsables los ministros. (...)
Art. 69. La potestad de hacer ejecutar las leyes reside en el Rey. [. ..J
Art. 93. Se establecerá el juicio por jurados para todos los delitos políticos y para los
comunes que determine la ley.
Art. 108. Las Cortes Constituyentes reformarán el sistema actual del gobierno de las
provincias de Ultramar, cuando hayan tomado asiento los diputados de Cuba o Puerto
Rico, para hacer extensivos a las mismas, con las modificaciones que se creyeron
necesarias, los derechos consignados en la Constitución.
DISPOSICIONES TRANSITORIAS.
Art.1. La ley que en virtud de esta Constitución se haga para elegir la persona
del Rey y para resolver las cuestiones a que esta elección diere lugar formará parte de
la Constitución. (...)
Texto 3. El federalismo.
Francisco Pi i Margall (1824-1901) es una de las figuras más importantes del
pensamiento y la acción política en la España del siglo XIX. Figura fundamental en el
Partido Republicano-Federal, fundado en 1868 como heredero del Partido Demócrata,
llegó a presidente de la Primera República. Pertenecía a la burguesía radical y
reformista, tenía grandes preocupaciones sociales y era partidario de una organización
federal de España."Queremos los federales en el orden humano: Libres el pensamiento,
la conciencia, los cultos; respeto a todas las religiones, preferencia ni privilegio a
ninguna; suprimidas las obligaciones del culto y del clero; dotados los sacerdotes de
todas las iglesias de los mismos derechos que los demás ciudadanos, atenidos a los
mismos deberes y sujetos a la misma jurisdicción y las mismas leyes; civiles el
matrimonio, el registro y el cementerio. Garantizados la vida y el trabajo; inviolables la
personalidad, el domicilio y la correspondencia; abolida la pena de muerte; perseguida
sin piedad la vagancia. Queremos en el orden político: La voluntad del pueblo como el
único origen legítimo del poder público; los tres poderes limitados (...) El sufragio
universal; las leyes fundamentales, sometidas a la sanción del pueblo (...) La República
por forma de gobierno; la Federación por sistema. La Nación dividida en Regiones, y
las Regiones en municipalidades; las municipalidades y las regiones autónomas a par de
la Nación en todo lo que a su vida interior corresponda (...) Los estados regionales,
que han de tener a su cargo el régimen de la vida regional en lo político, lo económico
y lo administrativo (...) la garantía y la defensa de la libertad y el orden (...) la
organización de las milicias regionales, subordinadas al estado central sólo en caso de
guerra con el extranjero (...) la imposición y la cobranza de los tributos (...)."
Programa del Partido Federal.
Texto 4.
El levantamiento cantonal tiene su localización preferente en las fachadas levantina y
meridional de la Península (Castellón, Vinaroz, Valencia, Alicante, Alcoy, Cartagena,
Granada, Málaga, Sevilla, Cádiz...), sin que falten focos en el interior de la meseta:
Salamanca, Toledo, Béjar, etc. Socialmente, la protagonización del levantamiento
corresponde, por lo general (señalemos la excepción de Alcoy),a núcleos locales de
carácter republicano federal “exaltado” no a núcleos específicamente obreristas o
Internacionalistas. En efecto la Federación Regiona1 española, que encuadraba a la
sazón el naciente movimiento obrero español, se mantiene al margen del movimiento,
precisando la no coincidencia de objetivos entre la revolución social propugnada por
los trabajadores y la revolución política que intentan llevar a cabo los federales
intransigentes. Ello no obsta para que "algunos obreros de la ciudad y campesinos,
afiliados a la Internacional o potencialmente anarquistas", participaran en el
levantamiento; ni menos aún para que amplios sectores populares y obreros
compartieran el entusiasmo activo por la causa federal, incluso en cantones sometidos
a una dirección que les era socialmente ajena.
JOVER, José María: "La edad contemporánea". En UBIETO, REGLÁ, JOVER y SECO:
Introducción a la historia de España. Barcelona, Teide, 1963
Texto5.
El Cantón de Cartagena, como las demás insurrecciones cantonales, representa
un intento de oposición al centralismo asfixiante de Madrid. Los republicanos federales,
valiéndose de la Constitución de 1873, ven la posibilidad de tomar el poder y realizar
la Federación como anhelan. Sin embargo, el movimiento cantonal causa la muerte de
la Primera República, que coincide con el fracaso del último cantón, el de Cartagena.
Este fracaso no sólo acarrea un evidente retroceso en sentido reaccionario, sino que
contribuye además a desacreditar la idea de la insurrección espontánea. A partir de
este momento, las masaspopulares se convencen de la necesidad de organizarse para
vencer.
MEDIONI, M.A.: El Cantón de Cartagena.
Madrid, Siglo XXI, 1979
Texto 6.
"Que no podemos considerar a la Revolución de Septiembre como una revolución,
pero no sólo porque fracasara, sino porque nunca hubo la intención de llevarla a cabo,
y que, sin embargo, su experiencia (. ..} sí influyó en la trayectoria de la historia de
España posterior: En cierto sentido sus resultados estuvieron de acuerdo con sus
planteamientos: no Pidamos a los hombres del 68 responsabilidades por nohaber
transformado el país , nunca pretendieron más que acomodarse un poco mejor en él.
.."
LÓPEZ CORDÓN, Mª.. V: La revolución de 1868 y la I República. Madrid, 1976.
Texto 7
Al fin y al cabo, revolucionarios de 1868 y restauradores de 1874 -ni muy
revolucionarios los unos, ni muy restauradores los otros, se sentaban juntos en los
consejos de administración de las mismas compañías y tenían unos elementos
comunes.
Al decir esto, no pretendo negar que el golpe iniciado por Martínez Campos se
opusiera a una evolución progresiva hacia la izquierda que se había ido produciendo
desde 1868 a 1874. Muy al contrario. Se oponía a esta evolución para recomenzar;
sobre nuevas bases, lo mismo que había intentado hacer partiendo del golpe de estado
de 1868. La Restauración de 1874 fue el segundo acto de la seudo revolución de
septiembre de 1868. Ambos acontecimientos no son sino dos etapas de un mismo
proceso, desencadenado esencialmente por una crisis estructural del capitalismo y
encaminado a aliviar esta crisis ya favorecer el inicio de una nueva etapa de
crecimiento".
FONTANA,J. CAMBIO ECONÓMICO Y CRISIS POLÍTICA. REFLEXIÓN SOBRE LAS
CAUSAS DE LA REVOLUCIÓN DEL 68.
BARCELONA,1973
.
Texto 4 Algunas opiniones sobre la desamortización
4.1.Pi I Margall. Presidente de la 1ª República.1824/1901.
Por la forma de la enajenación hasta aquí usada, los bienes nacionales han ido a manos
de hombres que han ido manos de hombres que eran ya propietarios territoriales o
de capitalistas que, generalmente hablando, han buscado la tierra no para cultivarla,
sino para hacerse con más seguras rentas. [...] Eran casi condueños (los colonos)
cuando estaba la propiedad en manos de la Iglesia y la nobleza[...]; después han sido
muy otras sus condiciones y suerte.
4.2.Alvaro Flórez Estrada, un prestigioso progresista, critica el modo de poner en
venta los bienes desamortizados. Lamenta que el Estado pierda 1a ocasión de crear
una masa de pequeños campesinos.
"El Estado, sin que se pueda decir cosa en contrario, cumple, igualmente que pagando
de una vez toda su deuda, pagando el interés correspondiente. Sentados estos
antecedentes, la cuestión que hay que resolver es la siguiente: ¿el gobierno debe pagar
de una vez toda su deuda dando fincas en lugar de dinero, o convendrá que arriende
en enfiteusis todas estas fincas y reparta su renta entre los acreedores?
Hacer ver que el segundo método es el único justo, el único compatible con la
prosperidad futura de nuestra industria, el único conveniente a los intereses de los
acreedores, el único popular, y, por consiguiente, ventajoso al sostén del trono de
Isabel II, el único que no perjudica a la clase propietaria, el único, en fin, por cuyo
medio se puede mejorar la suerte de la desgraciada clase proletaria desatendida en
todas épocas y por todos los gobiernos, es lo que me propongo hacer ver (...).
Con el sistema enfitéutico, todas las familias de la clase proletaria serían dueñas del
dominio útil de la tierra que cultivasen, y, por consiguiente, interesadas en sostener las
reformas y el trono de Isabel, pues en ellos verían cifrado su bienestar. Por el
contrario, el sistema de vender las fincas hará la suerte de esta numerosa clase más
desgraciada de lo que es aún en la actualidad, y, por consiguiente, les hará odiosas la
reforma y el orden existente de cosas.
¿Será posible que nuestro gobierno, a costa de tan graves inconvenientes, se
desentienda de abrazar la única medida capaz de sacar a la clase numerosa de la
sociedad del estado de abyección y de miseria en que se halla (...)?
¿Malograría nuestro gobierno la oportunidad rara y sin igual apreciable que se le
presenta, sin tener que vulnerar ningún derecho ni que excitar ninguna queja fundada,
de regenerar España, formando así su Ley Agraria, esto es, distribuyendo del modo
más equitativo y ventajoso la propiedad, que es don de la naturaleza y no producto de
la industria del hombre, de cuya justa distribución penden la consolidación de las
instituciones fundamentales de los pueblos y el bienestar de los asociados?"
En Tomás y Valiente, F.: El marco político de la Desamortización, Barcelona, Ariel.
4. 3. J. Vicens Vives, historiador.
[ ...] La desamortización no cubrió los objetivos principales que se proponía: dar tierra
los labradores pobres en un régimen de utilidad municipal colectiva o de
aprovechamiento particular indefinido (a base de censos enfitéuticos) y desintegrar los
latifundios suridos de la entraña histórica y geográfica del país. Tampoco llegó a
representar para el Estado el maná financiero que esperaban los ministros de Hacienda
liberales. Los fondos se diluyeron a lo largo de los distintos trámites burocráticos,
sobre todo cuando la propiedad quedó reducida a títulos de la deuda, muy fáciles de
escamotear.
Para la burguesía, sin embargo, la desamortización fue una bandera de combate, que
compartieron progresistas y moderados. Ella se benefició de este proceso y lo alentó
hasta el máximo. Compró tierras des vinculadas de la nobleza, concurrió a las subastas
y puso en marcha las explotaciones agrícolas abandonadas por monasterios y
conventos. Católicos fueron los grandes compradores de bienes nacionales;
moderados y conservadores quienes, entre 1833 y 1868, sostuvieron públicamente la
necesidad de la obra desamortizadora.
Vicens Vives, J.: Manual de Historia económica de España. Editorial Vicens Vives,
Barcelona, 1987, p. 577;
4.4. J. Fontana. Historiador
¿Para qué sirvió la desamortización? Desde el punto de vista del gobierno, la respuesta
es relativamente sencilla. En la etapa de Mendizábal, para salvarlo de la bancarrota y
ayudarle a ganar la guerra civil. En la de llamada Ley Madoz (la etapa de 1855 a 1867)
para financiar la construcción de la red ferroviaria [...]. Desde el punto de vista del
crecimiento económico, la respuesta es mucho menos favorable. Las censuras a la
forma en que se llevó a cabo la desamortización parecen plenamente justificadas. Pero
las otras soluciones propuestas, como la cesión en enfiteusis que defendían Flórez
Estrada en 1836 o Claudio Moyano en 1855, eran inviables.
FONTANA, J. Cambio económico y actitudes políticas en la España del siglo XIX
4.5. L. Sánchez Agesta, profesor de Derecho constitucional
EI problema había sido ya planteado, en el orden teórico y en el orden práctico (...),
por la política de regeneración económica del siglo XVIII (...). Los vínculos y
mayorazgos se oponían a la circulación de la propiedad; riquezas de las llamadas
"manos muertas" restringían las posibilidades de la propiedad privada y situaban una
masa de bienes innumerables fuera del mercado
Sánchez Agesta, L.: Historia del constitucionalismo español, Madrid, 1955, p. 28.
4.6. P.Vilar, historiador
En apariencia, la desamortización de manos muertas fue uno de los grandes fenómenos
del siglo [ ...]; pero la discontinuidad de la política (leyes de 1821, 1835, 1854,
suspendidas, respectivamente, en 1823, 1845, 1856), la pobreza de los campesinos y las
costumbres españolas hicieron que la operación no diese por resultado ni la
constitución de grandes dominios bien explotados [ ...], ni de una clase labradora
satisfecha [ ...]. La estructura agraria permaneció inmutable».
Vilar; P: Historia de España. Crítica, Barcelona, 1966, p. 65.
4.7.G. Tortella, historiador económico
“¿Cómo afectó a la agricultura esta operación gigantesca de compraventa de tierras?
Que la afectó grandemente no puede dudarse. Al fin y al cabo, aunque muy
provisionalmente, la extensión de lo vendido se estima en el 50 por ciento de la tierra
cultivable. Herr estima su valor entre el 25 y el 33 por ciento del valor total de la
propiedad inmueble española (...) aunque el supuesto de que la desamortización trajo
consigo una expansión de la superficie cultivada y una agricultura más productiva
parece el más plausible, no debe tomarse como un axioma. Otros factores, tales como
la abolición del diezmo, la supresión de la Mesta, la lenta pero innegable mejora de las
condiciones de transporte y comunicación, las políticas decididamente proteccionistas
en favor del cultivo de cereales a partir de 1820 y el aumento sostenido de la
población pueden haber causado una presión en favor de la extensión y la
intensificación del cultivo tanto o más decisiva que los cambios en la estructura de la
propiedad."
Tortella, G.: El desarrollo de la España contemporánea. Madrid, Alianza, 1995, p. 52
4.8. "La reforma largamente preconizada desde el ocaso del Antiguo Régimen hasta los
tiempos actuales tuvo que encontrarse con el formidable obstáculo que supuso la
inadecuación entre los cambios institucionales realizados para la progresión del modo
de producción capitalista y la carencia de un marco democrático adecuado, con el
inconveniente añadido que conllevaba la realización de algún tipo de reforma agraria
que supusiese el reparto de tierras entre los campesinos (...) La clave que nos permite
entender el fenómeno hay que buscarla en la convergencia de los intereses de la
Corona y la burguesía terrateniente, resuelta en el decreto de 26 de agosto de
1837(...), en donde se substanció el pacto entre la Corona, la nobleza señorial y la
burguesía de cualquier adscripción: terrateniente, mercantil, profesional, financiera...
Las medidas legales, hechas a la medida y conveniencia de los intereses oligárquicos, se
tradujeron, al menos, en los siguientes efectos:
-Se realizó una ficción de " desamortización nobiliaria", aunque sólo Propició la
consolidación de la propiedad de los señoríos de antaño, aunque convertida ahora en
libre e ilimitada
-Se yuguló; de hecho y de derecho, la posibilidad de realizar la reforma agraria, que
necesariamente debería pasar por la creación de pequeñas y medianas propiedades a
expensas de la desmembración de la gran propiedad y, sobre todo, del latifundio.
-Se creó una base social y económica que se vincularía estrechamente al interés de la
Corona y que constituiría su mejor sostén; aunque a escala español, este hecho
constituiría un factor retardatario del desarrollo econ6mico y del progreso social”
SÁNCHEZ, D.: CAMPO Y SOCIEDAD
Texto 14. Ingresos, gastos y saldo presupuestario del Estado (millones de pesetas)
AÑO INGRESOS GASTOS SALDO
1836 157 228 -71
1843 216 319 -103
1854 352 379 -27
1860 503 612 -109
1870 471 804 -332
6.MAPAS.
Principales instalaciones siderúrgicas hacia 1866.
Texto 9.
(...) ¿Cómo viven las mujeres hoy? ¿Qué son para nosostros los hombres? Si la mujer
pertenece a la clase alta, es un senclllo objeto de lujo con unos derechos muy
restringidos. Lectura, escritura, un poco de historia y geografía, pintura, un par de
idiomas, música, baile, unas nociones de costura y una gran dosis de religión. De ahí no
pasa. Con esto tiene suficiente para lucir en los salones de contratación de
matrimonios (...) se le perdonará que olvide lo poco que ha aprendido en la escuela,
pero no se le perdonará que deje de vestir a la última moda. De una gran señora se
dice siempre: "viste muy bien", “es muy elegante", pero pocas veces puede decirse que
es inteligente (...). Es cierto que las leyes le dan el derecho de heredar y poseer bienes,
pero en muchos casos no puede disponer de ellos sin el consentimiento del padre o el
marido. (...)
Tristísima es la condición de la mujer obrera (...). Apenas acaba de salir de la cuna que
ya se ocupa de las tareas domésticas o de ir al taller. ( ...) Y allí cose, teje, padece y se
agota, y suda sangre y agua, debilitando su organismo durante diez o más horas para
llevar al final de la semana unas monedas que no son suficientes ni para pagar al médico
o al boticario, que curen las enfermedades contraídas durante el trabajo. (...)
Añadid a todas estas miserias de orden económico las amarguras de su condición
moral y el abandono intelectual que padece, tanto si es pobre como rica, y no digamos
si la mujer es esclava de un esclavo. (. ..) Ella nada sabe de sus derechos, sobre ella sólo
recaen deberes (...). Deberes de sumisión, deberes de obediencia, deberes de
resignación, deberes de hija, deberes de esposa, deberes de madre, siempre deberes y
más deberes.
"A las mujeres". Conferencia de José F. Prat dirigida al Centro Obrero de Barcelona.
(1903)
Texto 10.
La institutriz debe enseñarles a la par que la suave y dulce modestia de las costumbres,
las gracias seductoras del Buen Tono (...). Además las enseñará a leer y escribir,
gramática, geografía y labores de utilidad y adorno ( ...) . Embelleced a la vez que
vuestro espíritu vuestra casa con labores delicadas y primorosas y vuestras personas
con lindos trajes, producto de vuestra habilidad y veréis cómo siendo bellas y buenas
os ansían para compañeras de la vida .
Artículo de "La Moda Elegante Ilustrada". (1872)
Texto 11.
En las relaciones de familia, en el trato del mundo, ¿qué lugar ocupa la mujer? Moral y
socialmente considerada, ¿cuál es su valor? ¿Cuál su puesto? Nadie es capaz de decirlo
(. ..)
Si dejando las costumbres pasamos a las leyes, ¿qué es lo que ven nuestros ojos? ¡Ah!
Un espectáculo bien triste. Las condiciones de la ley pesan sin lenitivo alguno sobre la
mujer desdichada. Exceptuando la ley de gananciales, tributo no sabemos cómo pagado
a la justicia, rayo de luz que ha penetrado en oscuridad tan profunda, las leyes civiles
consideran a la mujer como menor si está casada, y aun no estándolo, le niegan
muchos de los derechos concedidos al hombre.
Si la ley civil mira a la mujer como un ser inferior al hombre, moral e intelectualmente
considerada, ¿por qué la ley criminal le impone iguales penas cuando delinque? ¿Por
qué para el derecho es mirada como inferior al hombre, y ante el delito se la tiene por
igual a él? (...) Porque la conciencia alza su voz poderosa y se subleva ante la idea de
que el sexo sea un motivo de impunidad, porque el absurdo de la inferioridad moral de
una mujer toma aquí tales proporciones que lo ven todos: porque el error llega a uno
de esos casos en que necesariamente tiene que limitarse a sí mismo, que transigir con
la verdad y optar por la contradicción. Es monstruosa la que resulta entre la ley civil y
la ley criminal; la una nos dice: "Eres un ser imperfecto, no puedo concederte
derechos". La otra: "Te considero igual al hombre y te impongo los mismos deberes; si
faltas a ellos, incurrirás en idéntica pena".
ARENAL, C..: La mujer del porvenir, 1881.
Texto 12.
12.1 "...es un hecho probado que en los trabajos en que la mujer puede hacerle la
competencia, el hombre gana un jornal más reducido que en aquellos otros en que
esta competencia no es posible; de modo que el obrero, aunque sólo fuera por
egoísmo, debería tratar de sacar a la mujer del taller o de la fábrica para que pudiera
dedicarse única y exclusivamente a los quehaceres domésticos..."
El déficit del trabajador", en Acracia,1887.
TEXTO 2. El caciquismo.
2.1. Analicemos [...] los tres factores personales que integran el sistema, según hemos
visto: caciques, oligarcas, gobernador, y tendremos la comprobación de que,
significando aristocracia el gobierno del país por una minoría, pero minoría de los
mejores, la forma de gobierno en España es lo contrario, el gobierno del país por una
minoría también, pero minoría de los peores, según una selección al revés. Sería
preciso que estas páginas las leyesen y meditasen todos los españoles, para ver si por
fin nos salían a la cara los colores de la vergüenza, y nos decidíamos a sacudir ese
baldón, ejemplar único en el mundo.
2.2. Cada región y cada provincia se hallaba dominada por un particular responsable,
diputado o no, vulgarmente apodado en esta relación cacique, sin cuya voluntad o
beneplácito no se movía una hoja de papel, [...].
Con esto, llegamos como por la mano a determinar los factores que integran esta
forma de gobierno y la posición que cada uno ocupa respecto de los demás. Esos
componentes exteriores son tres:
1º Los oligarcas (los llamados primates, prohombres o notables de cada bando, que
forman su plana mayor, residentes ordinariamente en el centro);
2º Los caciques, de primero, segundo o ulterior grado, diseminados por el territorio;
3º El gobernador civil, que les sirve de órgano de comunicación y de instrumento. A
esto se reduce fundamentalmente todo el artificio bajo cuya pesadumbre gime rendida
y postrada la nación.
2.3. " No es, no es nuestra forma de gobierno un régimen parlamentario, viciado por
corruptelas y abusos, según es uso entender, sino, al contrario, un régimen oligárquico,
servido, que no moderado, por instituciones aparentemente parlamentarias. O, dicho
de otro modo, no es el régimen parlamentario la regla, y excepción de ella los, vicios y
las corruptelas denunciadas en la prensa y en el Parlamento mismo durante sesenta
años; al revés, eso que llamamos desviaciones y corruptelas constituyen el régimen,
son la misma regla. [...]
Nos enseña, en primer lugar, que el problema de la libertad, que el problema de la
reforma política no es el problema ordinario de un régimen ya existente, falseado en la
práctica, pero susceptible de sanearse con depurativos igualmente ordinarios, sino que
es un hecho, y positivamente, todo un problema constitucional de cambio de forma de
gobierno; que se trata nada menos que de una revisión del movimiento revolucionario
de 1868, y, más aún, de la revolución misma de todo el siglo XIX, respuesta al estado
de problema.
Nos enseña, en segundo lugar, que mientras esa revolución no se haga, que mientras
soportemos la actual forma de gobierno, será inútil que tomemos las leyes en serio,
buscando en ellas garantía o defensa para el derecho. [...]
Oligarcas y caciques constituyen lo que solemos denominar clase directora o
gobernante, distribuida o encasillada en "partidos". Pero aunque se lo llamemos, no lo
es; si 1o fuese formaría parte integrante de la Nación, sería orgánica representación de
ella, y no es sino un cuerpo extraño, como pudiera serio una facción de extranjeros
apoderados por la fuerza de Ministerios, capitanías, telégrafos, ferrocarriles, baterías y,
fortalezas para imponer tributos y cobrarlos. [. ..] Si aquellos bandos o facciones
hubiesen formado parie de la Nación, habrían gobernado para ella, no exclusivamente
para sí; (...) he de aconsejar yo que el pueblo de tal o cual provincia, de tal o cual reino,
se alce un día como ángel exterminador, cargando con todo el material explosivo de
odio, rencores, injusticias, lágrimas y humillaciones de medio siglo, y recorra el país
como en una visión apocalíptica, aplicando la tea purificadora a todas las fortalezas del
nuevo feudalismo civil en que aquel del siglo XV se ha resuelto, diputaciones,
ayuntamientos, alcaldías, delegaciones, agencias, tribunales, gobiernos civiles [ ...] y
ahuyente delante de sí a esas docenas de miserables que le tienen secuestrado lo suyo,
su libertad, su dignidad y su derecho, y restablezca en fiel la balanza de la ley,
prostituida por ellos; yo no he de aconsejar, repito, que tal cosa se haga; pero sí digo
que mientras el pueblo, la nación, las masas neutras no tengan gusto por este género
de epopeyas; que mientras no se hallen en voluntad y disposición de escribirla y de
ejecutarla con todo cuanto sea preciso y llegando hasta donde sea preciso, todos
nuestros esfuerzos serán inútiles, la regeneración del país será imposible [. ..]"
TEXTO 3.
Lo mismo si el sufragio es universal que restringido, nunca hay más que un solo
elector, el Ministro de la
Gobernación. Éste con sus gobernadores de provincia y el innumerable ejército de
empleados de todas clases ( ...) ejecuta y consuma las elecciones, de cualquier especie
que sean, desde el fondo de su despa-
cho, situado en el centro de Madrid.
Para hacer las listas de electores se ponen en ellas algunos nombres verdaderamente
perdidos entre una multitud de imaginarios y, sobre todo, de difuntos. La
representación de estos últimos se da siempre a agentes disfrazados de paisano para ir
a votar. El autor de estas líneas, ha visto repetidas veces que su padre, fallecido ya hace
algunos años, iba a depositar su voto en la urna bajo la figura de un barrendero de la
ciudad o de un sabueso de policía, vestido con traje prestado. ( ...)
Este sistema de elecciones por medio de la resurreccIón de los muertos y los agentes
de policía vestidos de paisano no es, sin embargo, lo peor de los medios empleados
para falsear el sufragio por nuestros pretendidos defensores del parlamentarismo y del
sistema representativo. Apresurémonos a decir que ordinariamente no se detienen en
esas apariencias de humano respeto, y que lo que hacen es pura y sencillamente
aumentar el número de votos hasta tener asegurada la elección del candidato adicto.
V ALENTI ALMIRALL, España tal cual es, 1886
TEXTO 4
4.1.En Cudeiro, (tercera sección de Canedo) se constituyó la mesa dos horas antes de
las siete de la mañana. Al abrirse la puerta para que entrasen los electores, la urna
estaba vacía y, hay que reconocerlo, en esas dos horas estuvieron hablando
amistosamente el presidente y los interventores, preparándose para la batalla; pero al
sentarse el presidente, rodeado de sus interventores, quiso hacer un cariño sin duda a
la urna de cristal y como tenía capa, porque era en febrero, la abrazó de tal modo que
quedó cubierta con esa prenda, y mientras tanto, otros dos individuos escondidos
debajo de la capa metían las papeletas [...]y vamos, señores, a las dos últimas secciones
de que he de ocuparme, la de Barral y la de Castrelo de Miño, donde se dieron los dos
últimos pucherazos que, con los cinco anteriores, ya son siete. Sin duda el señor
gobernador de la provincia de Orense necesitó siete pucherazos para sacar diputado
por Ribadavia a o. Gabino Bugallal, así como Dios necesitó siete días para hacer el
mundo.
Intervención del CONDE DE TORREPANDO en el Congreso el 1-IV-1891, sobre el
Acta de Rivadavia
4.2 En el distrito de Leiro lucha otro candidato liberal (...). Allí se cambia de local en
los momentos de empezar la elección y para entrar en el colegio hay que subir por una
escalera de mano. Al primer elector que sube se le rompe la cabeza con un palo; se
reclama el auxilio del juez municipal y de la Guardia Civil y negado éste, y precedidos
de un notario que da fe de tan brutales hechos, los electores se retiran. La Diputación
dice que esto no afecta a la elección y que el verdadero diputado es el ministerial. (...)
Intervención del diputado SR. MERELLES en el Congreso el 1 de febrero de 1881
4.3. Pasa la escena en el despacho del Ministro de Gobernación. El Ministro no está
solo; le acompaña un oficial de su confianza. Este destino, en tiempo de elecciones,
viene a ser otra de las metamorfosis del comisionado de apremios. Tiene delante de sí
un gran estado en papel bristol, y de acuerdo con el jefe, el oficial va haciendo
diferentes signos al margen y en las casillas de observaciones. ( ...)
-¿Pues qué, tenemos ya arreglados los trescientos cuarenta y nueve distritos?
-Sí, señor, todos, aunque yo desconfío del jefe político de. ..
-No tenga usted cuidado, son buenos todos, y como saben lo que les va en ello, ya
verán de andar listos. Pero el caso es que yo no quiero ganar todos los distritos; es
preciso dejar algunos para la oposición, porque si no hay claro-oscuro en la Cámara,
todo se lo llevó el diablo y moriremos de plétora, que no sería la primera vez (...).
-¿Cuántos diputados de oposición quiere usted que vengan al Congreso?
-Doce o catorce de los menos conocidos y tres o cuatro notabilidades de esas
cuya elección no se puede combatir sin grandes infracciones de ley.
-Pues en ese caso, en el distrito de(...) hay que dejar que triunfe el candidato de la
oposición (...).
FLORES, A.: La sociedad de 1850.
TEXTO 10
(...); un pueblo que, con sus cargos municipales de libre elección, se gobernaba a sí
mismo.
Por tanto, la política -y España es un país de mentalidad política- constituía uno de los
temas favoritos de conversación. En cuanto uno oía palabras como: granuja, bribón,
sinvergüenza, sabía de qué iba la cosa. Pero no la política nacional. A pesar de que con
el intervalo de pocos meses los periódicos hacían mención a crisis gubernamentales, a
huelgas y tiroteos en Barcelona, nadie en Yegen le prestaba el menor interés. La única
política que interesaba a la gente de La Alpujarra era la política de sus propias aldeas. y
como ésta no era tan simple como pudiera suponerse, daré de ella una breve
explicación.
En aquella época España era una democracia parlamentaria en la que dos partidos, el
liberal el conservador, competían por el poder. Ambos presentaban los intereses de
las clases medias y la única diferencia entre ellos radicaba en que, mientras el
conservador se inclinaba por mantener posición de la Iglesia, el liberal era ligeramente
anticlerical. Puesto que los campesinos y trabajadres agrícolas no tenían ningún interés
en tales asuntos, los dos partidos habían encomendado la organización de sus fuerzas a
unos jefes locales conocidos como caciques, que eran generalmente los más grandes
terratenientes de cada distrito. Estos utilizaban su influencia -en mayor medida que lo
habían hecho los caballeros ingleses- para persuadir a los campesinos de que votasen
por su partido. Además, el cacique, respaldado por su maquinaria política, se convertía
en un hombre muy útil para tenerle como amigo, pues podía prestar ayuda a
cualquiera que tuviera dificultades, e incluso podía conseguir una evaluación más
benigna de los impuestos sobre las tierras.
El cacique más importante de nuestra región era el diputado en Cortes por el partido
conservador don Natalio Rivas: un rico terrateniente que gobernaba, como un rey,
toda La AIpujarra, desde Granada a AImería; un hombre culto que había escrito un
libro excelente sobre tauromaquia y gozaba de gran fama en la región y en Madrid. Su
diputado en el partido, o distrito rural de Ugíjar, era un tal don Paco Almendro, que
vivía en una casa nueva y grande de Válor, y, en un rango inferior, quedaban los
caciques de las diferentes aldeas. Antiguamente la mayoría de las aldeas habían tenido
dos, uno conservador y otro liberal, que se turnaban en el control de los concejos, de
la misma manera que los dos partidos guardaban su turno para formar gobierno en
Madrid; pero no mucho antes de mi llegada este caballeroso acuerdo quedó roto y
surgió una genuina rivalidad. Como resultado, los liberales quedaron totalmente
sometidos en nuestro distrito rural. Gracias a las convincentes razones de don Natalio,
los viejos terratenientes liberales se habían pasado al bando conservador, y el partido
liberal ya no podía proporcionar caciques locales, excepto en aquellos casos, pocos, en
que sus miembros influyentes se habían mantenido leales. Esto es lo que había
sucedido en nuestra aldea y gozábamos por ello de una política realmente democrática
en lugar de la dictadura paternal del más rico.
La causa de este peculiar estado de cosas radicaba en que mi casero, don Fadrique,
quien había heredado de su padre la atribución de cacique liberal, había discutido
violentamente con su cuñado, don Manuel, el cacique conservador. Eran los más ricos
de la aldea y vivían uno en el barrio alto y otro en el bajo. Don Fadrique se había
retirado a Granada, dejando en desorden los asuntos de su facción, pero con un
número suficiente de partidarios como para competir en las elecciones. Desde luego,
nada podía impedir que don Natalio fuera elegido para las Cortes por una gran
mayoría, pero eran los cargos municipales los que interesaban a la gente de Yegen y
quedaban algunos liberales para conseguirlos. No siempre se utilizaba o entendía la
palabra “liberal”. Los dos partidos eran conocidos Simplemente como nosotros y ellos
y, frecuentemente, por los nombres de los caciques. Y esto se debía a que nadie
pensaba. en términos de partidos nacionales, sino únicamente en facciones de carácter
local.
BRENAN, G. Al sur de Granada. Editorial Siglo XXI, 4ª edición, Madrid, Julio de 1979.
NACIONALISMO Y REGIONALISMO
Texto 1. “Memoria en defensa de los intereses morales y materiales de Cataluña”
(1885)
No tenemos, Señor, la pretensión de debilitar, ni mucho menos atacar la gloriosa
unidad de la patria española; [...]. Señor: se nos arrebató nuestro sistema
administrativo e imitan naciones cultas de Europa, para ser substituido, primero por el
sistema castellano, y hoy por una copia imperfecta y viciosa del sistema francés. No
podemos usar nuestra lengua más que en nuestros hogares y en conversaciones
familiares; [...].
Nuestros industriales han creado una industria española que en cuarenta años ha
progresado y alcanzado altísimo nivel. Esta industria viene siendo atacada de raíz de
algunos años a esta parte, [...].
Texto 2. Cataluña y España para Prat de la Riba.
"España no es cuestión de lengua ni de corazón, sino de vientre. Para los que viven de
ella, España es una realidad providencial indiscutible; para los demás es una expresión
geográfica o bien la denominación impropia de una sola de las nacionalidades
españolas, la nacionalidad castellana..."
En Clarín, 1 de abril de 1896.
Texto 3.
"Enclavada Cataluña en el área geográfica conocida con el nombre de España, somos
españoles de la misma manera que somos europeos por estar comprendida España
dentro del continente Europa. Gobernada España por el Estado español, los catalanes
somos españoles como miembros de ese Estado, como ciudadanos de esa sociedad
política. No somos, pues, enemigos de España, tomada en este sentido (que es el único
real), ni al combatir al Estado español queremos otra cosa que rehacerlo con equidad y
justicia, y con una organización más adecuada y perfecta, dentro de la cual Cataluña
pueda encontrar una vida de libertad y progreso."
PRAT DE LA RIBA, E. : Nacionalisme catalá y separatisme espanyol, 10 de abril de
1900.
Texto 4. Bases para la Constitución Regional Catalana. Las "Bases de Manresa" (1892).
PODER CENTRAL
Base 1ª Sus atribuciones -A cargo del poder central estarán:
a) Las relaciones internacionales.
b) Ejército de mar y tierra, las obras de defensa y la enseñanza militar.
c) Las relaciones económicas de España con los demás países, y en consecuencia, fijar
aranceles. [...]
d) La construcción y conservación de carreteras, ferrocarriles, canales y puertos que
sean de interés general. [...]
e) La resolución de todas las cuestiones y conflictos inter-regionales.
f) La formación del presupuesto anual de gastos. [...]
PODER REGIONAL
Base 2ª En la parte dogmática de la Constitución Regional Catalana se mantendrá el
carácter amplio de nuestra legislación antigua, reformando, para ponerlas de acuerdo
con las nuevas necesidades, las sabias disposiciones que contiene respecto a los
derechos y libertades de los catalanes.
Base 3ª La lengua catalana será la única que con carácter oficial podrá usarse en
Cataluña y en las relaciones de esta región con el poder central.
Base 4ª Únicamente los catalanes, ya lo sean por nacimiento o bien por naturalización,
podrán desempeñar cargos públicos en Cataluña, aun tratándose de los gubernativos y
administrativos que dependan del poder central. También deberán ser desempeñados
por catalanes los cargos militares que supongan jurisdicción. [...]
Base 6ª Cataluña será la única soberana de su gobierno interior; por tanto, dictará
libremente sus leyes orgánicas; cuidará de su legislación civil, penal, mercantil. [...]
Base 7ª El poder legislativo regional radicará en las Cortes catalanas, que deberán
reunirse todos los años en una época determinada y en un lugar distinto.
Las Cortes se formarán mediante sufragio de todos los cabezas de familia, agrupados
en clases basadas en el trabajo manual. [...]
Base 8ª El poder judicial se organizará restableciendo la antigua Audiencia de Cataluña.
[...]
Base 13ª La conservación del orden público y seguridad interior de Cataluña (...) para
el servicio activo permanente se creará un cuerpo semejante al de los mozos de
escuadra o de la guardia civil. Todas estas fuerzas dependerán enteramente del poder
regional.
Manresa, 27 de març de 1892. Lo president, Lluis Doménech i Montaner. Los
secretaris, Enric Prat de la Riba y Joseph Solis i Palet.
Texto 5. Raíces del nacionalismo vasco.
"En el origen del nacionalismo vasco confluyen dos procesos: por un lado la
radicalización antiliberal de sectores tradicionalistas marginados por la sociedad
industrial, por otro, la marginación económica y política de sectores burgueses
antimonopolistas. La obra de Sabino Arana se inscribe en el primer proceso, pero, en
plazo relativamente breve, su partido iba a convertirse en la expresión política de la
burguesía no-monopolista (...)
En síntesis, el nacionalismo vasco es, como todos los del siglo XIX, obra de la
burguesía, aunque el hecho de su definición tradicionalista y la convivencia en el mismo
partido, y bajo la dirección del fundador, de sectores tradicionalistas y burgueses
impida una ruptura ideológica y consagre importantes elementos preindustriales en la
ideología oficial del partido (...)."
Corcuera, J.: La burguesía no-monopolista en el origen del nacionalismo vasco, Madrid,
Siglo XXI
Texto 6.
6.1.Fui yo carlista hasta los diecisiete años, porque carlista había sido mi padre, aunque
un carlista que sólo trabajó por el lema Religión y Fueros y a quien el dolor de la ruina
de nuestras libertades lo llevó al sepulcro (...) Pero en el año ochenta y dos, mi
hermano era ya vizcaíno nacionalista (...) tantas pruebas históricas me presentó él para
convencerme de que Vizcaya no era España (...) Tres trabajos se presentaron desde el
primer día ante mis ojos: estudiar la lengua de mi patria, que desgraciadamente me era
en absoluto desconocida, su historia, sus leyes (...) y como síntesis de todos esos
trabajos, la extirpación del extranjerismo e implantación del patriotismo...
Los etnógrafos extranjeros admíranse de la sociedad y de las costumbres
vascas (...) Pero procedentes del lado de allá del Ebro penetran otras costumbres que
van sustituyendo a las vascas, y para reemplazar a la religiosidad indígena invaden por
un lado la indiferencia, por otro el fanatismo. Lo de fuera ocupa el lugar de lo de
dentro. La descomposición del organismo vasco se hará general; después todo tejido
muerto da vida a inmunda larva.
ARANA, S. Obras Completas. Sabindar Batza, Bayona-Buenos Aires, 1965.
6.2. Libre e independiente de poder extraño, vivía Bizkaya, gobernándose y
legislándose a sí misma, como nación aparte, como Estado constituido, y vosotros,
cansados de ser libres, habéis acatado la dominación extraña, os habéis sometido al
extranjero poder, tenéis a vuestra patria como región de país extranjero y habéis
renegado de vuestra nacionalidad para aceptar la extranjera.
Vuestros usos y costumbres eran dignos de nobleza, virtud y virilidad de vuestro
pueblo, y vosotros, degenerados y corrompidos por la influencia española, o lo habéis
adulterado por completo, o lo habéis afeminado o embrutecido. Vuestra raza, singular
por sus bellas cualidades, pero más singular aún por no tener ningún punto de
contacto o fraternidad ni con la raza española ni con la francesa, que son sus vecinas, ni
con raza alguna del mundo, era la que constituía a vuestra Patria Bizkaya; y vosotros,
sin pizca de dignidad y sin respeto a vuestros padres, habéis mezclado vuestra sangre
con la española o maketa, os habéis hermanado o confundido con la raza más vil y
despreciable de Europa. Poseíais una lengua más antigua que cualquiera de las
conocidas (. ..) y hoy vosotros la despreciáis sin vergüenza y aceptáis en su lugar el
idioma de unas gentes groseras y degradadas, el idioma del mismo opresor de vuestra
patria.
ARANA, S.: Bizkaitarra, 1894.
6.3. Si nos dieran a elegir entre una Bizkaya poblada de maketos que sólo hablasen el
euskera y una Bizkaya poblada de bizkaínos que sólo hablasen el castellano,
escogeríamos sin dubitar esta segunda porque es preferible la sustancia bizkaína con
accidentes exóticos que pueden eliminarse y sustituirse por los naturales, a una
sustancia exótica con propiedades bizkaínas que nunca podrían cambiarla. Asimismo: si
nos pusieran de un lado la muerte total y absoluta de Bizkaya, esto es, la extinción de
su raza y su lengua y la desaparición de todo escrito y toda memoria referente a sus
leyes e historia y hasta su mismo nombre, y del otro una Bizkaya maketa independiente
y regida por las leyes de nuestros padres, poseedora de nuestra lengua y heredera de
nuestra historia, optaríamos por lo primero; y aun entre esta segunda Bizkaya esclava
pero euskeriana de raza y amante de su independencia (...) porque si es preferible la
muerte a la esclavitud, lo es también la esclavitud a la vida aparente.
ARANA, S.: Errores Catalanistas, 1894.
6.4. Todos los maketos, grandes y pequeños, burgueses y trabajadores, sabios e
ignorantes, buenos y malos, son enemigos de nuestra patria.
ARANA, S. Revista Bizkaitarra, 17/12/1893.
6.5. La patria de los vascos es Euskadi. Nosotros para Euskadi. Euskadi para Dios"
Lema de Sabino Arana
6.6. La sociedad euskariana -antes de inventarse la palabra Euskadi, Sabino Arana
denominaba Euskaria al País Vasco- mezclada y hecha una con la española, está fuera
de sus fines, está perdiendo a sus hijos, está pecando en contra de Dios. La sociedad
euskariana, al mantener relaciones con la española se está perdiendo, es necesario
dentro de lo posible el aislamiento; y los que están por venir también la desperdigan,
aislada parcialmente por la independencia política
ARANA, S.:Revista Baserritarra, 11/7/-1879
6.7 Vizcaya vivía libre del poder extranjero y era independiente, gobernándose a sí
misma y dándose leyes, como una nación libre, como si fuere un Estado y vosotros,
cansados de ser libres, habéis aceptado el poder extranjero, habéis negado vuestra
nacionalidad para admitir la extranjera. Vuestros usos y costumbres eran del nivel de
los poderosos, en virtud de vuestro pueblo y humanidad; y vosotros, bajo la influencia
española, podrida y degenerada la habéis contaminado, afeminado. Vuestra raza,
especial entre especiales, sin ningún tipo de relación con
las del entorno, es decir, las razas francesa ni española, ni con cualquier otra raza del
mundo, vuestra raza formaba Vizcaya, vuestra patria.
Y vosotros, sin ningún tipo de contemplación, habéis perdido, el respeto que les debéis
a
vuestros antepasados, mezclando vuestra sangre con la sangre española o maqueta, os
habéis emparentado y mezclado con una de las razas más despreciables de Europa .
Bizkaitarra,30-IX-1894.
6.8.La fisonomía del bizkaino es inteligente y noble; la del español, inexpresiva y adusta.
El bizkaino es de andar apuesto y varonil; el español, o no sabe andar (ejemplo, los
quintos) o si es apuesto es tipo femenil (ejemplo, el torero ).
El bizkaino es nervudo y ágil; el español es flojo y torpe.
El bizkaino es inteligente y hábil para toda clase de trabajos; el español es corto de
inteligencia y carece de maña para los trabajos más sencillos. Preguntádselo a cualquier
contratista de obras y sabréis que un bizkaino hace en igual tiempo tanto como tres
maketos juntos;
El bizkaino es laborioso (ved labradas sus montañas hasta la cumbre); el español,
perezoso y vago (contemplad sus inmensas llanuras desprovistas en absoluto de
vegetación;
El bizkaino es emprendedor (leed la historia y miradlo hoy ocupando elevados y
considerados puestos en todas partes... menos en su patria); el español nada
emprende, a nada se atreve, para nada vale (examinad el estado de las colonias; El
bizkaino no vale para servir, ha nacido para ser señor ("etxejaun"); el español no ha
nacido más que para ser vasallo y siervo (pulsad la empleomanía dentro de España, y si
vais fuera de ella le veréis ejerciendo los oficios más humildes.
El bizkaino degenera en carácter si roza con el extraño; el español necesita de cuando
en cuando una invasión extranjera que le civilice.
El bizkaino es caritativo aun para sus enemigos (que lo digan los lisiados españoles que
atestan las romerías del interior y mendigan de caserío en caserío); el español es avaro
aun para sus hermanos (testigo, Santander cuando pidió auxilio a las ciudades
españolas en la consabida catástrofe.
El bizkaino es digno, a veces con exceso, y si cae en la indigencia, es capaz de dejarse
morir de hambre antes de pedir limosna (preguntádselo a las Conferencias de San
Vicente de Paúl); el español es bajo hasta el colmo, y aunque se encuentre sano,
prefiere vivir a cuenta del prójimo antes que trabajar (contad, si podéis, los millares de
mendigos de profesión que hay en España y sumadlos con los que anualmente nos
envía a Euskeria).
Interrogad al bizkaino qué es lo que quiere y os dirá "trabajo el día laborable e iglesia
y tamboril el día festivo"; haced lo mismo con los españoles y os contestarán pan y
toros un día y otro también, cubierto por el manto azul de su puro cielo y calentado al
ardiente sol de Marruecos y España.
Ved un baile bizkaino presidido por las autoridades eclesiásticas y civiles y sentiréis
regocijarse el ánimo al son del "txistu", la alboka o la dulzaina y al ver unidos en
admirable consorcio el más sencillo candor y la loca más alegría; presenciad un baile
español y si no os causa náuseas el liviano, asqueroso y cínico abrazo de los dos sexos
queda acreditada la robustez de vuestro estómago, pero decidnos luego si os ha
divertido el espectáculo o más bien os ha producido hastío y tristeza.
En romerías de bizkainos rara vez ocurren riñas, y si acaso se inicia alguna reyerta,
oiréis sonar una media docena de puñetazos y todo concluido; asistid a una romería
española y si no veis brillar la traidora navaja y enrojecerse el suelo, seguros podéis
estar de que aquel día el sol ha salido por el Oeste.
El aseo del bizkaino es proverbial (recordad que, cuando en la última guerra andaban
hasta por Nabarra, ninguna semana les faltaba la muda interior completa que sus
madres o hermanas les llevaban recorriendo a pie la distancia); el español apenas se
lava una vez en su vida y se muda una vez al año.
La familia bizkaina atiende más a la alimentación que al vestido, que aunque limpio
siempre es modesto; id a España y veréis familias cuyas hijas no comen en casa más
que cebolla, pimientos y tomate crudo, pero que en la calle visten sombrero, si bien su
ropa interior es "peor menealla".
El bizkaino que vive en las montañas, que es el verdadero bizkaino es, por natural
carácter, religioso (asistid a una misa por aldea apartada y quedaréis edificados); el
español que habita lejos de las poblaciones, o es fanático o es impío (ejemplos de lo
primero en cualquier región española; de lo segundo entre los bandidos andaluces, que
usan escapulario, y de lo tercero, aquí en Bizkaya, en Sestao donde todos los
españoles, que no son pocos, son librepensadores.
Oídle hablar a un bizkaino y escucharéis la más eufónica, moral y culta de las lenguas;
oídle a un español y si sólo le oís rebuznar podéis estar satisfechos, pues el asno no
profiere voces indecentes ni blasfemias.
El bizkaino es amante de su familia y su hogar (cuanto a lo primero, sabido es que el
adulterio es muy raro en familias no inficionadas de la influencia maketa, esto es, en las
familias genuinamente bizkainas; y cuanto a lo segundo, si el bizkaino por su carácter
emprendedor se ausenta de su hogar no le pasa día en que no suspire por volver a él);
entre los españoles, el adulterio es frecuente así en las clases elevadas como en las
humildes, y la afección al hogar es en estas últimas nula porque no la tienen.
Por último, según la estadística, el noventa y cinco por ciento de los crímenes que se
perpetran en Bizkaya se deben a mano española, y de cuatro de los cinco restantes son
autores bizkainos españolizados
Decid, pues, ahora si el bizkaino es español por su tipo, carácter y costumbres."
Sabino Arana, "¿Qué somos?". Obras Completas. Editorial
Sabindiar-Batza. Buenos Aires. 1965. Páginas 627 y 628
OTRAS PERLAS SABINIANAS
«El roce de nuestro pueblo con el español causa inmediata y necesariamente en
nuestra raza ignorancia y extravío de inteligencia, debilidad y corrupción de corazón,
apartamiento total, en una palabra, del fin de toda humana sociedad. Y muerto y
descompuesto así el carácter moral de nuestro pueblo, ¿qué le importa ya de sus
caracteres físicos y políticos”
«¿Qué es, pues, lo que respecto de la pureza de la raza se contiene en el programa
nacionalista? Puede reducirse en los puntos siguientes:
Los extranjeros podrán establecerse en Bizkaya bajo la tutela de sus respectivos
cónsules; pero no podrán naturalizarse en la misma. Respecto de los españoles, las
Juntas Generales acordarán si habrían de ser expulsados, no autorizándoseles en los
primeros años de independencia la entrada en territorio bizkaino, a fin de borrar más
fácilmente toda huella que en el carácter, en las costumbres y en el idioma hubiera
dejado su dominación
La ciudadanía bizkaina pertenecerá por derecho natural y tradicional a las familias
originarias de Bizkaya, y en general a las de raza euskeriana, por efecto de la
confederación; y, por cesión del poder (Juntas Generales) constituido por aquéllas y
éstas, y con las restricciones jurídicas y territoriales que señalara, a las familias
mestizas euskeriano- extranjeras
«Tanto están obligados los bizkainos a hablar su lengua nacional, como a no
enseñársela a los maketos o españoles. No el hablar éste o el otro idioma, sino la
diferencia del lenguaje es el gran medio de preservarnos del contacto con los
españoles y evitar así el cruzamiento de las dos razas
«En Cataluña todo elemento procedente del resto de España lo catalanizan, y les place
a sus naturales que hasta los municipales aragoneses y castellanos de Barcelona hablen
catalán; aquí padecemos muy mucho cuando vemos la firma de un Pérez al pie de unos
versos euzkericos, u oímos hablar nuestra lengua a un cochero riojano, a un liencero
pasiego o a un gitano.»;
«Conque, ¿es anti-español el Euzkera? Es la primera vez que lo oímos de labios
maketos. ¡Ya lo sabéis, euzkaldunes, para amar el Euzkera tenéis que odiar a España!
Así lo pensábamos nosotros; pero ahora es un español el que lo dice"...y del enemigo
el consejo
«Si a esa nación latina la viésemos despedazada por una conflagración intestina o una
guerra internacional, nosotros lo celebraríamos con fruición y verdadero júbilo, así
como pesaría sobre nosotros como la mayor de las desdichas, como agobia y aflige al
ánimo del náufrago el no divisar en el horizonte ni costa ni embarcación, el que España
prosperara y se engrandeciera
«Etnográficamente hay diferencia sustancial entre ser español y ser euskeriano, porque
la raza euskeriana es sustancialmente distinta de la raza española... Si fuese moralmente
posible una Bizcaya foral y euzkeldun (o con Euskera), pero con raza maketa, su
realización sería la cosa más odiosa del mundo, la más rastrera aberración de un
pueblo, la evolución política más inicua y la falsedad más estupenda de la historia... y
vosotros, degenerados y corrompidos por la influencia española, o los habéis
adulterado por completo, o los habéis reemplazado por los usos y costumbres de un
pueblo a la vez afeminado y embrutecido... Tanto nosotros podemos esperar más de
cerca nuestro triunfo, cuanto España se encuentre postrada y arruinada... el favorecer
la irrupción de los maketos es fomentar la inmoralidad en nuestro país; porque si es
cierto que las costumbres de nuestro Pueblo han degenerado notablemente en esta
época, débese sin duda alguna a la espantosa invasión de los maketos, que traen
consigo la blasfemia y la inmoralidad... Es preciso apartarse de los maketos en todos
los órdenes de la vida... Gran daño hacen a la Patria cien maketos que no saben
euskera: Mayor es el que le hace un solo maketo que lo sepa.
Texto 7
7.1 La Asamblea de Parlamentarios
A) La política del actual Gobierno, sobre significar una provocación a Cataluña y a
España entera, constituye a la vez un agravio al Parlamento y un obstáculo a que las
ansias de renovación que siente el país puedan obtener normal satisfacción.
B) Que habiendo declarado el Gobierno y los partidos que tienen mayoría en las
actuales Cortes, que éstas no pueden actuar en funciones de constituyentes, y
considerando la Asamblea que urge deliberar y resolver sobre la organización del
Estado, la autonomía de los municipios y los demás problemas que las circunstancias
plantean con apremio inaplazable para la vida del país, entiende que es indispensable la
convocatoria de nuevas Cortes, que en funciones de constituyentes, puedan deliberar
sobre estos problemas y resolverlos.
C) Que para que el país pueda manifestar libremente su opinión, y el pueblo no vea
cerrada toda esperanza de que su voluntad sea conocida y respetada, las Cortes
Constituyentes no pueden ser convocadas por un gobierno de partido, que fatalmente
seguiría los habituales procedimientos de adulteración del sufragio, sino por un
gobierno que encarne y represente la voluntad soberana del país.
D) Que es indispensable que el acto realizado por el Ejército el día 1° de junio vaya
seguido de una profunda renovación de la vida pública, emprendida y realizada por los
elementos políticos. [. ..]
Barcelona, 19 de junio de 1917
7.2. Acuerdos de la Asamblea de Parlamentarios. 1917
II. Soberanía popular y separada de los poderes. Se declara:
Que la soberanía reside esencialmente en el pueblo, del cual emanan todos los
poderes.
Que la potestad de hacerlas leyes reside en las Cortes .
Que el rey sanciona y promulga las leyes .
III. Funcionamiento de las Cortes .
Suprimir los senadores de nombramiento de la Corona, formándose el Senado de
senadores electivos.
La Asamblea declara que hay que modificar la Constitución, basándose necesariamente
en un amplio régimen de autonomía, admitiendo como organismo natural la región,
con atribuciones propias para gobernarse y regirse libremente en todos los órdenes
que afecten al pleno desenvolvimiento de su vida interna.
Texto 8. MANIFIESTO DEL COMITÉ DE HUELGA, agosto de 1917.
A LOS OBREROS y A LA OPINIÓN PÚBLICA:
Durante el tiempo transcurrido desde esa fecha hasta el momento actual, la afirmación
hecha por el proletariado al demandar como remedio a los males que padece España
un cambio fundamental de régimen político, ha sido corroborada por la actitud que
sucesivamente han ido adoptando importantes organismos nacionales, desde la
enérgica afirmación de la existencia de las Juntas de Defensa del Arma de Infantería,
frente a los intentos de disolución de esos organismos por los Poderes Públicos, hasta
la Asamblea de Parlamentarios celebrada en Barcelona el día 19 de julio, y la adhesión
a las conclusiones de esa Asamblea de numerosos ayuntamientos, que dan público
testimonio de las ansias de renovación que existen en todo el país. Durante los días
fabulosos en los cuales se han producido todos estos acontecimientos, el proletariado
español ha dado pruebas de serenidad y reflexión, que tal vez hayan sido interpretadas
por las oligarquías que detentan el poder como manifestaciones de falta de energía y
de incomprensión de la gravedad de las circunstancias actuales.
Si tal idea se han formado los servidores de la monarquía española, se han engañado
totalmente. El pueblo, el proletariado español, ha asistido en silencio, durante estos
últimos meses, a un espectáculo vergonzoso, mezcla de incompetencia y repulsiva
jactancia, de descarado desprecio de la vida y los derechos del pueblo e impúdica
utilización de las más degradantes mentiras como supremo recurso de gobierno. Si el
proletariado, si el pueblo español todo se resignase a seguir viviendo en esta situación
oprobiosa, habría perdido ante su propia conciencia y ante la conciencia extraña los
nobles rasgos que hacen a las colectividades humanas dignas del respeto y la
consideración universales, aun en medio de las más hondas crisis de la vida de los
pueblos.
Cerca de medio siglo de corrupción ha llevado a las instituciones políticas españolas a
un grado tal de podredumbre que los mismos institutos armados claman contra la
injusticia, contra la arbitrariedad, y se consideran vejados y engañados por los mismos
poderes públicos que tantos mentidos halagos han prodigado cuando se trataba
solamente de utilizarlos como instrumento de opresión y tiranía, y si esto han hecho
los poderes públicos con las clases sociales en cuya adhesión han buscado siempre las
firmes garantías de su existencia y dominio, ¿qué no habrán hecho con el pueblo
inerme e indefenso, bajo un régimen constitucional ficticio, bajo un régimen económico
de miseria y despilfarro y en un estado cultural mantenido por oligarcas en el más bajo
nivel y sobre el cual la masa ciudadana sólo puede ir paulatinamente elevándose
merced a ímprobos y perseverantes esfuerzos?
El proletariado español se halla, decidido a no asistir ni un momento mas pasivamente
a este intolerable estado de cosas.
La huelga ferroviaria, provocada últimamente por este Gobierno de consejeros de
poderosas compañías, es una prueba más de lo intolerables que son las actuales
condiciones de nuestra vida [...].
Los ferroviarios españoles no están solos en la lucha. Los acompaña todo el
proletariado organizado, en huelga desde el día 13, y esta magna movilización del
proletariado no cesará hasta haber obtenido las garantías suficientes de iniciación del
cambio de régimen, necesario para la salvación de la dignidad, del decoro y de la vida
nacionales.
Pedimos la constitución de un Gobierno provisional que asuma los poderes ejecutivo y
moderador, y prepare, previas las modificaciones imprescindibles en una legislación
viciada, la celebración de elecciones sinceras de unas Cortes constituyentes que
aborden, en plena libertad, los problemas fundamentales de la Constitución política del
país. Mientras no se haya conseguido ese objeto, la organización obrera española se
halla absolutamente decidida a mantenerse en su actitud de huelga [...].
Madrid,12-VIII-1917.Por el Comité Nacional de la Unión General de Trabajadores:
Francisco Largo Caballero, vicepresidente; Daniel Anguiano, vicesecretario. Por el
Comité Nacional del Partido Socialista: Julián Besteiro, vicepresidente; Andrés Saborit,
vicesecretario,
Texto 9.
9.1.En resumen, en 1917 se dieron tres revoluciones sucesivas, pero sin que hubiera
una conjunción de intereses ( de haberse dado, la monarquía habría caído
irremisiblemente). La monarquía salvó, por ello, su vida, pero no su orgánica realidad.
La revoluci6n militar significó, de una manera total, la reincorporación del ejército a la
política [...]. La revolución burguesa, canalizada a través de la Asamblea, venía a
significar su euforia económica y su deseo de no permanecer al margen de la acción
política; surgía al calor del caos formado en el país por el movimiento juntero, y buscó
el apoyo del brazo militar (como en el siglo XIX), fracasando en su intento. La
revolución proletaria significaba la aceleración por la izquierda de los movimientos
anteriores, que ante esa irrupción reaccionaron y se coaligaron para enfrentársela.
LACOMBA, J. A.: La crisis de 1917.Madrid, Historia 16, 1985
9.2.El profesor Lacomba, autor de un notable estudio sobre el tema, presenta la "triple
crisis" de 1917 [...] como la movilización conjunta de todas las fuerzas sociales y
políticas disconformes con un sistema que, o las excluía, o resultaba cada vez más
incapaz para la consecución de sus aspiraciones legítimas. De ahí a hablar de la ocasión
perdida para una renovación o regeneración total del Estado, mediante la integración,
en este, de los tres grandes cauces de disconformidad o de rechazo, no había más que
un paso, y no pocos historiadores lo han dado; si bien, para ello, se han visto
precisados a ofrecer una interpretación sesgada de cada una de las tres crisis, a fin de
que "cupieran" en la tesis integradora, la de la alternativa desperdiciada. Así, el
movimiento ( de profunda intencionalidad revolucionaria) de agosto de 1917 se ha
querido presentar como una simple, movilización obrerista y sindical en pro de
objetivos estrictamente laborales; y se ha pretendido ignorar la ambición política [...]
que latía en los caudillos del movimiento juntero. Pero la realidad es muy diferente:
basta examinar el contenido de las consignas publicadas por socialistas y sindicalistas en
vísperas de la huelga [...]. Nada tenían que ver con los objetivos nacionalistas
mantenidos por la burguesía de la Lliga.
Seco Serrano, Carlos: Historia de España, dirigida por MENÉNDEZ PIDAL, XXXVIII,
Madrid, Espasa-Calpe
9.3.Los hombres de la Lliga fueron los promotores del manifiesto por el que los
parlamentarios se apartaban del movimiento huelguístico. ¿Cómo podían apoyar una
huelga si los principales promotores en Cataluña afirmaban que iban a promover la
revolución social ya liquidar a los catalanistas? EI gobierno había resultado mucho más
fuerte de lo esperado y el movimiento huelguístico, endurecido por las propias
autoridades, había tomado un carácter claramente de revolución social La
colaboración interclasista era imposible. Los representantes de la burguesía catalana
debían trazar una nueva, política partiendo de su propia debilidad y del temor a ser
arrasados por las fuerzas proletarias. El movimiento obrero era demasiado fuerte,
demasiado autónomo,para seguir las indicaciones de los políticos reformistas de un
modo sumiso.
Riquer, B. de; El fracaso de la Asamblea de parlamentarios, Madrid, Historia 16, 1977.
Texto 10.
10.1 Lo que se barruntaba estalló.
Hemos tenido, Juan, una revolución muy seria. Ya no tienen que referirnos nada los
viejos, ni hemos de acudir a los anales y memorias antiguas para saber de barricadas,
detenciones en montón, cárceles trágicas, soldados en las calles, lucha, fragor,
muertes...
Cuando redacto, Juan, esta carta, en Madrid se ha apaciguado todo. Queda, empero, el
problema de las cuencas mineras, donde huelga y revuelta perduran.
Supónese que todo se irá calmando día tras día y que la paz volverá en España.
Ahora bien: ¿es que nuestro país va a seguir siendo gobernado por los viejos
procedimientos de favoritismo y de injusticia ?
Hay quien se figura {así hablan los hombres de la charca) que lo caduco se ha
vitalizado. Están llenos de júbilo, y se disponen a pillar concejalías y actas agarrados a
faldellines y pamemas.
¿Locos?
No.
Esto que ha sucedido habrá tenido la eficacia de una gran tragedia, en la que todos
deben escarmentar. Todos. Y especialmente los hombres responsables del
desbarajuste español y de la española injusticia.
No. La revolución ha sido derrotada; pero la evolución, la renovación no puede
interrumpirse.
¿O es que en España sólo queda el panorama del caciquismo y de la arbitrariedad
como solitarios espectros en un páramo inmensamente triste ?
Mi optimismo ciudadano e intelectual ha crecido y crecerá siempre.
España ya no es el árido terruño donde, entre desolados yerbajos, ríe el analfabeto
estulto y brutal.
España quiere incorporarse al mundo civilizado y progresivo. Quiere. Para ello hará
propaganda, luchará con las armas legales, se organizará ciudadanamente.
¡Oh, si mi país hubiera firmado ahora su sentencia de abatimiento perpetuo, yo
emigraría para no tornar nunca!
¡Tened fe! Ni demagogos ni retardatarios, ni gentes que creen en la improvisación ni
gentes que aspiran al quietismo de la ciénaga. ¡Tened amor patrio!
No sé, Juan, de otras cosas.
Lo banal y lo fútil carecen hoy de importancia.
El chiste sólo lo cultiva en España durante estos días mi cordial amigo Don José
Sánchez Guerra.
OLMET, Luis Antón del: "Cartas a mis lares",en Blanco y Negro, 26-VIII-1917
10.2.Llevamos una semana casi de plena revolución [...]. Es asombroso cómo el
carácter madrileño, tan pacífico, es capaz de dar momentos de arranque como los que
han tenido los obreros estos días atrás; a pesar de las ametralladoras y el fuego de
fusilería que, sin contemplaciones ni miramientos, hacía la tropa, mujeres y niños
aguantando a pie firme tirando piedras y algún que otro disparo de los privilegiados
con armas. Lo milagroso es cómo no hay más muertos [...].
De burradas y salvajadas no hay que hablar. Desde la de poner los niños de pecho en
los rieles de los tranvías para que éstos parasen y poder asaltarlos a gusto, hasta
apuñalar por la espalda a un cabo que estaba tranquilamente de centinela en Cuatro
Caminos, todo lo que han podido hacer han hecho. La tropa, extraordinariamente
bien, porque han pegado con saña y no han perdonado medio de hacer pupa [...]. Claro
que ha habido algunos excesos. Oficiales que se han excedido con obreros que
merecían a lo sumo un palo y se han encontrado con un tiro; abusos de la tropa en los
paseos que han tomado por suyos y, en fin, lo que hay en estos casos siempre y es
muy natural.
Miguel MAURA, en DÍAZ-PLAJA: La España política del siglo XX en fotografías y
documentos. Barcelona, Plaza y Janés, 1971
Texto 11. Factores de desintegración. El agotamiento del sistema canovista.
Desde 1902 a 1921, el sistema canovista había experimentado, en retos sucesivos, el
desmoronamiento de los supuestos que jalonaron su construcción: 1905 presenció la
crisis del civilismo democrático triunfante en los años iniciales de la Regencia; 1909, la
crisis del Pacto del Pardo –ajustado en 1885-; 1913, la de los grandes partidos
dinásticos, cuajados hacia 1881. Las turbulencias de 1917 liquidaron la concordia
política y social vinculada a los años aurorales del reinado de Alfonso XII. y 1921 dio
paso tras la derrota de Annual a la gran ofensiva de las izquierdas inasimilables contra
las dos grandes instituciones -Corona y Ejército- unidas en el pronunciamiento
restaurador de 1874. Desde el vértice a la base, el gran edificio había sido
desmontado a lo largo de aquellos veinte años dificilísimos, que jalonaron, sin embargo,
los grandes intentos regeneracionistas iniciados desde el 98: primero, mediante la
reorganización de los grandes partidos -desde la vertiente de la nueva política
disconforme con los «modos » y los «medios » del turno clásico- , cuya prueba
máxima se sitúa entre 1907 y 1912, con el «regeneracionismo maurista» y el
«regeneracionismo canalejista» ; luego, mediante un cierto «pluralismo político» -
frente a la dualidad del «turno» ortodoxo- y una ampliación de base, en los Gobiernos
de concentración. Pero a las alturas de 1922, desaparecido Dato, retirado Maura el
Partido conservador aparecía como nave desarbolada, y la izquierda aún no había
puesto a prueba el poco sólido «Bloque» en el que la esperanza regeneradora parecía
venir del reformismo melquiadista.
SECO SERRANO, C.: Alfonso XIII y la crisis de la Restauración. Madrid. 1979, págs.
168 y 169.
Texto 12. El descontento de los militares
El nuevo credo del militarismo español tenía poco que ver con fa agresiva belicosidad
que infectaba gran parte de Europa en ese momento. No estaba orientado hada la
guerra ni hacia fa acción en el exterior sino hacia una política que prestigiaría la
posición del ejército dentro de la estructura de la nación. Esta tendencia no tenía
líderes oficiales ni grupos de apoyo organizados; se alimentaba más bien de las miles de
tertulias de oficiales, de la cantidad de artículos publicados en los periódicos militares
que expresaban el desasosiego general y sobre todo, del radical malestar de la política
nacional.
PAYNE, S.: Ejército y Sociedad en la España Liberal, 1808 -1936.
Texto 13. Las Juntas Militares.
Las Juntas de Defensa fueron el punto de arranque de la agitación revolucionaria; un
político conservador, Sánchez de Toca, las consideró tan importantes que pensó que la
Restauración se dividía definitivamente en dos periodos: antes de las Juntas y después
de las Juntas. Ellas significaron la revolución de la clase media de uniforme; su protesta
no era más que un síntoma del profundo malestar que reinaba en el país, exponente
claro de la crisis del sistema de gobierno y, su acción, lo único que hizo fue precipitar
el desvelamiento de la falla estructural del Estado. En realidad, las Juntas actuaron
como clase que era víctima del sistema de gobierno imperante y que, como otras, que
luego irrumpirán en la vida pública, deseaba un cambio radical; en el país, una, a su
manera, revolución (...) El ejército había roto su disciplina "cansado de esperar las
disposiciones que, reorganizándole, le convirtieran en un ejército verdadero; cansado
de la miseria dosificada de sus sueldos; cansado de soportar el favoritismo de familias y
clientelas."
Lacomba, J. A,: La crisis de 1917, Madrid, Guadiana, 1970, p. 175.
Texto 14. Acerca de Alfonso XIII
14.1[...] llegó a solazarse con la relativa libertad de sus funciones políticas, a la vez que
adquiría gusto y cierto talento para la intriga política. El paralelismo con Jorge III es
sorprendente: Alfonso quiso ser un rey y además un rey patriota. Creyó que sólo una
monarquía que actuase podía evitar la amenaza del republicanismo [...]. Como todos
los demás, don Alfonso fue un regenerador a su modo; su postura fue la de un rey
emprendedor rodeado de una caterva de políticos chochos.
CARR, RAYMOND: España 1808-1939
14.2 En contraste con su padre y con la Regente, Alfonso XIII será, por sus
condiciones personales, un político de primer orden-, «el político más agudo de su
reinado-, según Madariaga. No llegará a ser, sin embargo, un auténtico hombre de
Estado; le faltará para ello ese sistema bien trabado de ideas que compone una filosofía
política y del cual se hace depender la acción en cada coyuntura; [...]
JOVER ZAMORA, J. Introducción a la Historia de España
7.MAPAS.
MAPA DE LA EXTENSIÓN DEL CONFLICTO EN 1917.
Texto 4.
4.1.Estructura de la producción industrial en España. Participación sectorial (%).
SECTORES Año 1856 Año 1900
Alimentación 56.20 41.40
Textiles 23.04 26.48
Metalurgia 3.76 9.58
Minería 5.14 9.67
Química 5.46 4.17
Cuero 3.78 2.95
Papel 2.62 5.75
Texto 6.
6.1. La agricultura española comparada. 1890/1930. Base 100= Reino Unido, en 1922
Rendimientos por España Italia Alemania Francia Dinamarca Holanda
Hectárea
1890 58 146 148 128 140 192
1910 55 161 205 136 202 237
1930 61 180 218 153 270 282
Producto por España Italia Alemania Francia Dinamarca Holanda
Trabajador
1890 33 28 63 52 44 82
1910 31 30 68 55 107 90
1930 41 30 55 58 127 94
O’Brien, P. y Prados de la Escosura, L.: Agricultural pruductivity and industrialisation,
en The Economic History Rewiew
6.2. Exportación de aceite.
Quinquenio 1866/1870 1871/1875 1876/1880 1881/1885 1891/1895 1896/1900 1901/1905
Miles de 7.5 11.5 12.6 12.6 8 13 21.4
Tm.
Historia General de España y América. Tomo XVI,1, Rialp, Madrid, 1982.
Texto 7. Red de carreteras del Estado
AÑO 1880 1880/1890 1891/1900 1901/1910 1911 1919
KILÓMETROS DE 19500 27600 35400 43200 44800 51995
CARRETERA
Martínez Cuadrado, M.: La burguesía conservadora, 1874/1931.
FÍSICA Andalucía se encuentra situada a los mismos grados de latitud geográfica que
Grecia. Atenas corresponde a Córdoba, ciudad que fuera un día la Atenas de
Occidente... Tal vez por eso sea igual el fondo de sus genios. (Ideal Andaluz, 50)
NATURAL Andalucía es un don permanente de su cielo y de su luz, el mismo cielo y la
misma luz que Grecia, la patria soberana del arte y de la civilización. (Ideal, 72)
CLÁSICA Andalucía, de alma griega, incendiada a veces por esplendores orientales,
repugna el exotismo y la extravagancia y ama el ritmo. (Antología, 313)
OLVIDADA Hasta la existencia material de Andalucía se nos vino a discutir.
(Fundamentos de Andalucía, 146)
HUMILLADA Esta diosa excelsa, humillada, que se llama Andalucía. (Manifiesto de los
regionalistas,)
DOLORIDA La Andalucía debilitada, la del alma postrada..saturada de tristezas, mustia,
sin sangre ni calor, la Andalucía a la cual apenas se le encuentra el pulso... esa
Andalucía existe. (Ideal, 32)
TÓPICA Existe la creencia de que Andalucía es tierra de holganza, patria únicamente
de políticos charlatanes o de toreros y de flamencos famosos. (Ideal, 218)
SUBDESARROLLADA Es una iniquidad monstruosa que por mantener regímenes
privilegiados en Andalucía, sea el país del hambre uno de los más fértiles de la tierra.
(Manifiesto del Centro Andaluz, 53)
EMIGRANTE Que Andalucía no se vacíe con los andaluces que en sombría procesión
de espectros van atormentados por el hambre... a buscar amparo, pan y justicia. (Ideal,
158)
TRÁGICA Mienten quienes digan que Andalucía ríe. La risa de Andalucía es la mueca
del genio enloquecido por el martirio, debilitado por el hambre... Andalucía no ríe;
llora. (Manifiesto de los regionalistas, 93)
CRÍTICA Por la verdad y por Andalucía todos debemos llegar a sentir la santa avaricia
de las contradicciones, resultado de las revisiones ajenas. (La verdad sobre el complot
de Tablada y el Estado libre de Andalucía, 108)
CAMPESINA Campesinos andaluces, sois los conductores de la Andalucía pura que en
las ciudades vino a mezclar su sangre con la extraña gente. ¡Vuestra historia es la
historia de Andalucía! (Manifiesto regionalista, 92)
JORNALERA Una clase opulenta, territorial, absentista y estéril. Una clase media
escasa y pobre de espíritu. Una masa inmensa de jornaleros. He aquí Andalucía (Ideal,
213)
DEBILITADA Faltan moral cívica y patriotismo regional. Faltan recursos y medios
económicos, estímulos o instrumentos, todos de solidaridad y lucha. En una palabra:
Andalucía está debilitada. (Ideal, 223)
CONSCIENTE Andalucía no será mientras no tenga conciencia de sí (Ideal, 74)
IDEALIZADA Yo he hecho de mi idea, Andalucía, una bella amada, Beatriz de mis
sueños, que desde la adolescencia me enamoró. Es a ella a quien debo haber salido del
rebaño vulgar. (manuscrito MA,Am, II,22)
GENIAL El genio de Andalucía está vivo, pero debilitado. Hay que fortalecerlo. (Ideal,
74)
HISTÓRICA Andalucía es un palimpsesto. Sobre el pergamino, borrada la escritura, se
ha escrito mucho (Fundamentos, 259)
MILENARIA Cien generaciones de antepasados ilustres, arrebujados en la entraña
milenaria de Andalucía, tiemblan de júbilo sintiendo que su obra de maravilla puede
llegar a ser continuada... (Antología, 290)
UTILIZADA Las causas del decaimiento de Andalucía nos son fatales, no dependen de
la Naturaleza, sino de la Historia. (Ideal, 70)
ANTIBÉLICA El canto de la Andalucía antibélica y cultural es la repetición del sagrado
mito de Orfeo (Fundamentos, 263)
MAESTRA Andalucía volvería a ser la gran maestra de síntesis científica, religiosa y
étnica... Una Isla de humanidad en la Europa condenada (La verdad, 98)
PROGRESISTA La grandeza que a España proporcionó Andalucía no fue grandeza
guerrera, bárbara o excluyente, sino grandeza que vino a aumentar la potencia del
progreso humano. (Antología, 101)
CULTURAL La fundamentación de Andalucía conforme al "principio de las culturas" es
tan sólida que acaso ningún pueblo del mundo pueda asentarse sobre él con más fuerza
o con más derecho (antología, 216)
IDEAL Andalucía debe cumplir un Ideal, como realidad distinta y completa, como
unidad espiritual, viva, consciente, libre. (Ideal, 31)
IMAGINATIVA La exaltación imaginativa de Andalucía está producida por el choque
libre y recíproco de una sicología optimista y del atractivo o belleza de un medio
risueño. (Ideal, 36)
ORIGINAL Andalucía no ha copiado, no copiará jamás a algún otro pueblo. No tiene
necesidad de copiar. Sabe crear originalmente. (la verdad, 62)
ARTÍSTICA En el fondo de la conciencia de Andalucía se ha
refugiado el orgullo de vivir, que por suprema y única ley reconoce la adoración a la
armonía, el amor y al ritmo. (ideal, 72)
FESTIVA Nosotros en Andalucía no comprendemos la vida sin el entusiasmo, sin la
alegría; y la alegría para nosotros está en experimentar la sensación natural
correspondiente a las cosas, tal como ellas son. (La verdad, 65)
PROFUNDA Andalucía como son sus casas, de apariencia humilde, con patios y
jardines centrados por fuentes; sencillez por fuera, iluminación por dentro. (La verdad,
65)
VITALISTA Andalucía, siempre pletórica de vitalidad. (Antología,248)
NUEVA La nueva Andalucía, amante de la vida, alegre de vivir, pero consciente de su
personalidad, libre de prejuicios, honrada, trabajadora, ansiosa de saber y de progresar.
(Ideal, 274)
LIBERADA La dignidad de Andalucía está en que no haya ni un andaluz hambriento ni
embrutecido. (Manifiesto del Centro Andaluz, 53)
LIBRE Andalucía jamás fue espiritualmente un pueblo servil. Fue creado por la
naturaleza de un pueblo de espíritu, señor. ¡Viva Andalucía libre! (La verdad, 62)
NACIONALISTA Andalucía es una nacionalidad porque una común necesidad invita a
todos sus hijos a luchar juntos por su común redención. (Manifiesto andalucista, 82)
UNIVERSALISTA "Andalucía por sí, para España y la Humanidad" no es una fórmula
arbitraria. Es una expresión síntesis de la Historia de Andalucía. (La verdad, 79)
Sentencias de Blas Infante recopiladas por el profesor de Ciencias de la Educación de la
Universidad Hispalense, D. Antonio Muñoz Sánchez y publicadas en el DIARIO DE
SEVILLA en 1999 con motivo del aniversario del asesinato de Blas Infante
6) MAPAS Y GRÁFICOS.
Sociedades mercantiles creadas entre1901/1923
LA II REPÚBLICA.
Texto 1. Constitución de 1931.
Art 1. España es una República democrática de trabajadores de toda clase que se
organiza en régimen de Libertad y Justicia.
Los poderes de todos sus órganos emanan del pueblo.
La República constituye un Estado integral compatible con la autonomía de los
Municipios y las Regiones.
La bandera de la República española es roja, amarilla y morada.
Art. 2. Todos los españoles son iguales ante la ley.
Art 3. El Estado español no tiene religión oficial.
Art. 4. El castellano es el idioma oficial de la República.
Todo español tiene obligación de saberlo y derecho de usarlo sin perjuicio de los
derechos que las leyes del Estado reconozcan a las lenguas de las provincias o
regiones. Salvo lo que se disponga en ley especial a nadie se le podrá exigir el
conocimiento ni el uso de ninguna lengua regional. (. ..)
Art. 6. España renuncia a la guerra como instrumento de política nacional.
Art. 7. El Estado español acata las normas universales del Derecho Internacional
incorporándolas a su derecho positivo. (...)
Art. 8. El Estado español, dentro de los límites irreductibles de su territorio actual,
estará integrado pos Municipios mancomunados en provincias y por las regiones que
se constituyan en autonomía.
Art. 9. Los Alcaldes serán designados siempre por elección directa del pueblo o por el
Ayuntamiento.
Art. 10. Si una o varias provincias limítrofes con características históricas culturales y
económicas comunes acordaran organizarse en región autónoma para formar un
núcleo político-administrativo dentro del Estado español, presentarán su Estatuto con
arreglo a lo establecido en el artículo 12. (...)
Art. 12. Para la aprobación del Estatuto de la región autónoma se requieren las
siguientes condiciones:
a) Que lo proponga la mayoría de sus Ayuntamientos o, cuando menos, aquellos cuyos
Municipios comprendan las dos terceras partes del Censo electoral de la región.
b) Que lo acepten por el procedimiento que señale la ley Electoral por lo menos las
dos terceras partes de los electores inscritos en el censo de la región. Si el plebiscito
fuere negativo no podrá renovarse la propuesta de autonomía hasta transcurridos
cinco años.
c) Que lo aprueben las Cortes. (...)
Art.13. En ningún caso se admite la Federación de regiones autónomas.
Art. 21. El derecho del Estado español prevalece sobre el de las regiones autónomas
en todo lo que no esté atribuido a la exclusiva competencia de éstas en sus respectivos
Estatutos. (...)
Art. 25. No podrán ser fundamento de privilegios jurídicos la naturaleza, filiación, el
sexo, la clases social, la riqueza, las ideas políticas, las creencias religiosas. (...)
Art. 26. (...) El Estado, las regiones (...) no mantendrán, favorecerán, ni auxiliarán
económicamente a la Iglesia, Asociaciones e Instituciones religiosas (...)Una ley especial
regulará la total extinción en un plazo máximo de dos años del presupuesto del clero.
Quedan disueltas aquellas órdenes religiosas que estatutariamente impongan además
de los tres votos canónicos otro especial de obediencia a autoridad distinta de la
legítima del Estado. ;
Art. 27. La libertad de conciencia y el derecho de profesar y practicar libremente
cualquier religión quedan garantizados en el territorio español, salvo el respeto debido
a las exigencias de la moral pública. (...)
Art. 29. Nadie podrá ser detenido ni preso sino por causa de un delito. Todo
detenido será puesto en libertad o entregado a la autoridad judicial dentro de las 24
horas siguientes al acto de detención.
Art. 31. Todo español podrá circular libremente por el territorio nacional y elegir en él
su residencia y domicilio sin que pueda ser compelido a mudarlos a no ser en virtud de
sentencia ejecutoria. (...)
Art. 34. Toda persona tiene derecho a emitir libremente sus ideas y opiniones
valiéndose de cualquier medio de difusión, sin sujetarse a la previa censura.
En ningún caso podrá recogerse la edición de libros y periódicos sino en virtud del
mandamiento del juez competente.
No podrá decretarse la suspensión de ningún periódico sino por sentencia firme.
Art. 36. Los ciudadanos de uno y otro sexo, mayores de veintitrés años, tendrán los
mismos derechos electorales conforme determinen las leyes.
Art. 38. Queda reconocido el derecho de reunirse pacíficamente y sin armas. Una ley
especial regulará el derecho de reunión al aire libre y el de manifestación.
Art 39- Los españoles podrán asociarse o sindicarse libremente para los distintos fines
de la vida humana, conforme a las leyes del Estado.
Los Sindicatos y Asociaciones están obligados a inscribirse en el Registro público
correspondiente, con arreglo a la ley. (...)
Art. 40. Todos los españoles, sin distinción de sexo, son admisibles a los empleos y
cargos públicos, salvo las incompatibilidades que las leyes señalen.
Art.43. La familia está bajo la salvaguardia especial del Estado. El matrimonio se funda
en la igualdad de derechos para ambos sexos, y podrá disolverse por mutuo consenso
o a petición de cualquiera de los cónyuges, con alegación en este caso de justa causa.
Art. 46. La República asegurará a todo trabajador las condiciones necesarias de una
existencia digna. Su legislación social regulará: los casos de seguro de enfermedad,
accidente, paro forzoso, vejez, invalidez y muerte; el trabajo de las mujeres y de los
jóvenes, especialmente la protección a la maternidad; la jornada de trabajo y el salario
mínimo familiar; las vacaciones anuales remuneradas
Art. 48. El servicio de la cultura es atribución esencial del Estado, y lo prestará
mediante instituciones educativas enlazadas por el sistema de la escuela unificada.
La enseñanza primaria será gratuita y obligatoria.
Los maestros, profesores y catedráticos de la enseñanza oficial son funcionarios
públicos. La libertad de cátedra queda reconocida y garantizada.
La República legislará en el sentido de facilitar a los españoles económicamente
necesitados el acceso a todos los grados de enseñanza, a fin de que no se haya
condicionado más que por la aptitud y .la vocación.
La enseñanza será laica, hará del trabajo el eje de su actividad metodológica y se
inspirará en ideales de solidaridad humana.
Art. 51. La potestad legislativa reside en el pueblo, que la ejerce por medio de las
Cortes o Congreso de los Diputados.
Art. 52. El Congreso de los Diputados se compone de los representantes elegidos por
sufragio universal, igual, directo y secreto (...)
Art. 67. El Presidente de la República es el Jefe del Estado y personifica a la Nación (...)
Art. 68. El Presidente de la República será elegido conjuntamente por las Cortes y un
número de compromisarios igual al de Diputados.
Art. 90. Corresponde al Consejo de Ministros, principlamente, elaborar los proyectos
de ley que haya de someter al Parlamento, dictar decreto, ejercer la potestad
reglamentaria. (...)
Art. 94. La Justicia se administra en nombre del Estado. (...) Los jueces son
independientes en su función. Sólo están sometidos a la ley.
Texto 2. La cuestión religiosa y la enseñanza. ( Ver manual, página 237)
2.a. Decreto de 23 de enero de 1932 sobre disolución de la Compañía de Jesús:
“(...) Los religiosos y novicios de la Compañía de Jesús cesarán en la vida común
dentro del territorio nacional en el término de diez días, a contar de la publicación del
presente Decreto. Transcurrido dicho término, los gobernadores civiles darán cuenta
al Gobierno del cumplimiento de esta disposición.
Los miembros de la disuelta Compañía no podrán en lo sucesivo convivir en un mismo
domicilio en forma manifiesta ni encubierta, ni reunirse ni asociarse para continuar la
extinguida personalidad de aquélla. (...).”
2.b. La cuestión religiosa en el bienio reformador (1931- 1933) estuvo muy asociada al
proyecto educativo republicano, que desarrolló esfuerzos sin precedentes que
continuarían en los años siguientes, como se puede observar en el siguiente cuadro:
LA GUERRA CIVIL
2. 1.La Autarquía
"Con motivo de la gloriosa Cruzada en que España tuvo que superar la crisis más grave
de su historia, se puso de relieve la capital importancia que para la vida de la Nación
tiene el contar en el territorio patrio con las industrias necesarias a la guerra y las
primeras materias primas indispensables a la vida.
La situación de nuestra economía exige por otra parte, esfuerzos considerables
para redimir a España de la importación de productos exóticos, capaces de producirse
o manufacturarse en el área de nuestra nación ...
En su virtud, DISPONGO:
Art. 1º Cuando las necesidades de la defensa o de la economía nacionales aconsejen el
establecimiento en España de una industria y se haga preciso estimular la iniciativa
particular para su implantación, podrá ser declarada, previos los informes técnicos y
econ6micos correspondientes, 'de interés nacional'
(B.O.E del 24-10-1939)
2.2. Ley de creación del Instituto Nacional de Industria (25 de septiembre de 1941)
«Artículo primero.-Se crea el Instituto Nacional de Industria, entidad de Derecho
público, que tiene por finalidad propulsar y financiar, en servicio de la Nación, la
creación y resurgimiento de nuestras industrias en especial de las que se propongan
como fin principal la resolución de los problemas impuestos por las exigencias de la
defensa del país o que se dirijan al desenvolvimiento de nuestra autarquía económica,
ofreciendo al ahorro español una inversión segura y atractiva.
Artículo segundo.-El lnstituto Nacional de Industria utilizará los métodos de las
Sociedades Anónimas privadas para sus fines estatales, pero conservando siempre en la
gestión y administración el control del
Gobierno.
Realizará con cargo a sus fondos los trabajos preparatorios y de información
para las realizaciones industriales que el interés de la Nación exija, de los que podrá
descargarse al llevarse a cabo la creación de las empresas respectivas.
Mantendrá el control absoluto de los negocios en que por razones militares o
autárquicas esté interesado, y, especialmente, ejercerá el de las grandes industrias de
armamento y, en general, de las que reciben la mayor parte de los pedidos estatales.
Proveerá con criterio unitario a la eficiente gestión de las participaciones y
actividades a él confiadas y podrá liquidar gradualmente las participaciones y
actividades que el Estado no tenga interés en conservar».
3. Plan de Estabilización, 20 de julio de 1959.
Decreto-Ley
Al final de la Guerra de Liberación, la economía española tuvo que enfrentarse con el
problema de su reconstrucción, que se veía retardada en aquellos momentos por la
insuficiencia de los recursos y los bajos niveles de renta y ahorro, agravados por el
desequilibrio de la capacidad productiva como consecuencia de la contienda.
La guerra mundial y las repercusiones que trajo consigo aumentaron estas
dificultades y cerraron gran parte de los mercados y fuentes de aprovisionamiento
normales lo que motivó una serie de intervenciones de aprovisionamiento normales, lo
que motivó una serie de, intervenciones económicas al servicio de las tareas del
abastecimiento y de !a reconstrucción nacional. Sin embargo, a través de estas etapas
difíciles España ha conocido un desarrollo sin precedentes en su economía.
Gracias a ese rápido proceso, nuestra estructura económica se ha modificado
profundamente. Resueltos un sin fin de problemas, hay que enfrentarse ahora con
otros derivados tanto del nivel de vida ya alcanzado cuanto de la evolución de la
economía mundial, especialmente la de los países de Occidente, en cuyas
organizaciones económicas está integrada España.
Para ello son imprescindibles unas medidas de adaptación que, sin romper la
continuidad de nuestro proceso económico, aseguren un crecimiento de la producción
respaldada por una política de ahorro y de ordenación del gasto.
La solución que se pretende dar a aquellos problemas debe hacerse desde un
planteamiento global y panorámico de los mismos, de tal manera que ni la apertura de
nuestra economía hacia el exterior, ni las medidas de orden interno, produzcan
efectos secundarios desfavorables.
Por otra parte, es necesario que la nueva ordenación económica esté dotada de
la debida flexibilidad para que sea susceptible de sufrir los reajustes necesarios y las
revisiones oportunas a medida que lo aconseje la experiencia y lo postulen las
circunstancias.
En este aspecto, el Decreto-ley que a continuación se articula establece la
liberalización progresiva de la importación de mercancías y, paralelamente, la de su
comercio interior; autoriza la convertibilidad de la peseta y una regulación del mercado
de divisas, faculta al Gobierno para modificarlas tarifas de determinados impuestos y al
Ministerio de Hacienda para dictar normas acerca del volumen de créditos.
Es indudable que las medidas restrictivas de emergencia entrañaban un carácter
transitorio. Superadas aquellas circunstancias, ha llegado el momento de iniciar una
nueva etapa que permita colocar nuestra economía en una situación de más amplia
libertad, de acuerdo con las obligaciones asumidas: por España como miembro de
pleno derecho de la OECE la mayor flexibilidad económica que se establecerá
gradualmente no supone en ningún caso que el Estado abdique del derecho y de la
obligación de vigilar y fomentar el desarrollo económico del país. Por el contrario,
esta función se podrá ejercer con mayor agilidad suprimiendo intervenciones hoy
innecesarias. La nueva etapa de nuestra vida comercial traerá sin duda consigo una
relación adecuada de costos y precios, de acuerdo con las circunstancias reales de la
demanda y la producción.
De este modo, se espera obtener la estabilidad interna y externa de nuestra
economía, el equilibrio de la balanza de pagos, el robustecimiento de la confianza en
nuestro signo monetario y, en suma, la normalización de nuestra vida económica".
4. La oposición al franquismo.
El "Contubernio" de Munich
El Congreso del Movimiento Europeo, reunido en Munich los días 7 y 8 de junio
de 1962, estima que la integración, ya en forma de adhesión, ya de asociación de todos
los países a Europa, exige de cada uno de ellos instituciones democráticas, lo que
significa en el caso de España, de acuerdo con la Convención Europea de los Derechos
del Hombre y de la Carta Social Europea, los siguiente:
1º La instauración de instituciones auténticamente representativas y
democráticas que garanticen que el gobierno se basa en el consentimiento de los
gobernados.
2º La efectiva garantía de todos, los derechos de la persona humana, en especial
los de libertad personal y de expresión, con supresión de la censura gubernativa
3º El reconocimiento de la personalidad de las distintas comunidades naturales
4º El ejercicio de las libertades sindicales sobre bases democráticas y de la
defensa por los trabajadores de sus derechos fundamentales, entre otros medios por
el de huelga.
5º La posibilidad de organización de corrientes de opinión y de partidos políticos
con el reconocimiento de los derechos de la oposición
El Congreso tiene la fundada esperanza de que la evolución con arreglo a las
anteriores bases permitirá la incorporación de España a Europa, de la que es un
elemento esencial, y toma nota de que todos los delegados españoles presentes en el
Congreso expresan su firme convencimiento de que la inmensa mayoría de los
españoles desean que esa evolución se lleve a cabo de acuerdo con las normas de la
prudencia política, con el ritmo más rápido que las circunstancias permita, con
sinceridad por parte de todos y con el compromiso de renunciar a toda violencia
activa o pasiva antes, durante y después del proceso evolutivo.
Acuerdo político del Congreso de Munich 1962
5. Nombramiento de D. Juan Carlos de Borbón como sucesor.
El 22 de julio de 1969, Franco reunió a las Cortes y, usando los poderes que le
otorgaba la Ley de Sucesión, propuso al príncipe don Juan Carlos, nieto de Alfonso
XIII, como sucesor a título de rey en la Jefatura del Estado.
“[...] consciente de mi responsabilidad ante Dios y ante la Historia, y valorando, con
toda objetividad, las condiciones que concurren en la persona del Príncipe Don Juan
Carlos de Borbón y Borbón que, perteneciendo a la dinastía que reinó en España
durante varios siglos, ha dado claras muestras de lealtad a los principios e instituciones
del Régimen, se halla estrechamente vinculado a los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire, en
los cuales forjó su carácter, y al correr de los últimos veinte años ha sido
perfectamente preparado para la alta misión a que podía ser llamado y que, por otra
parte, reúne las condiciones que determina el artículo 11 de la Ley de Sucesión en la
Jefatura del Estado, he decidido proponerlo a la nación como mi sucesor”.
LA TRANSICIÓN A LA DEMOCRACIA