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TEMA No 3
LA LEX MERCATORIA
Magister Scientiarum
148
que ante el silencio del Código de Comercio, debe recurrirse a las costumbres
mercantiles, principalmente a las costumbre especiales y, en segundo lugar,
antes de recurrir al derecho civil, habría que recurrir a la analogía de las leyes
mercantiles. Por ser el derecho mercantil un derecho especial, nada impide por
esto aplicar sus disposiciones por vía analógica.453 En tal sentido, ha de tenerse
en cuenta que la descripción de la operación de arrendamiento financiero
contenida en la norma del artículo 120 LGBOIF es, según la doctrina, una ley
que regula exclusivamente la materia mercantil. En consecuencia, no puede
ampliar su aplicación a relaciones civiles ni aun por analogía, ya que estatuye
una regla especial para la forma mercantil de la institución que nos ocupa.454
Esto nos conduce a razonar sobre la inaplicabilidad analógica al arrendamiento
financiero, del último aparte del artículo 1579 CCV. Igualmente, esto nos lleva a
recordar la vis atractiva que la Ley 50/1965 de 17 de julio sobre la Ventas a
Plazos de Bienes Muebles española ejercía sobre los contratos de leasing
financiero; materializada en la Sentencia del Tribunal Supremo de 28 de marzo
de 1978.455 Allí, el problema jurídico fundamental planteado consistía en
establecer si el leasing financiero era un negocio a través del cual se conseguían
los mismos fines económicos que con la venta a plazos de bienes muebles. En
este contexto, cabe tener en cuenta los riesgos que se puedan tomar cuando se
recurra necesariamente a la analogía frente a la existencia de figuras que son
afines al leasing financiero. Por el contrario, desde un punto de vista amplio, la
analogía constituye el mecanismo técnico-jurídico mediante el cual podrían
aplicarse soluciones específicas de tratados internacionales vinculantes para
Venezuela frente a terceros Estados no contratantes, a efectos de poder
determinar el derecho competente. O en otros casos, la analogía podría permitir
la aplicación de soluciones materiales a situaciones privadas internacionales
cuando no sea posible encontrarlas ni en las fuentes directas de DIP
convencional ni en el sistema de DIP autónomo venezolano.
______________
453
Roberto Golsdchmidt: Curso de Derecho Mercantil. Caracas. Ediar Venezolana. 1979, pp. 39 – 40.
454
Alfredo Morles Hernández: Curso de Derecho Mercantil, I. 3a. edición. Caracas. Universidad Católica Andrés
Bello. 1989, pp. 100 y 101.
455
Vid. epígrafe 3.1.4, supra. Sentencia del Tribunal Supremo español de 28 de marzo de 1978. (A. Cabanillas Sánchez:
“El Leasing Financiero y la Ley de Venta a Plazos...” op. cit., p. 761).
149
11. LOS PRINCIPIOS DE DIP GENERALMENTE ACEPTADOS.
Estos principios constituyen, en virtud el artículo 1º LDIPV la última fuente
normativa de DIP tanto en ausencia de tratados internacionales y de normativa
conflictual interna venezolana, reguladores del derecho aplicable al contrato
internacional de leasing financiero; como en defecto de soluciones obtenidas por
integración analógica. Es decir, cuando en la ley no hay materias ni casos que
comparar.456
150
normativas deberán ser – por prescripción del artículo 1º LDIPV –
generalmente aceptados, es decir, no prohibidos ex potestate legis; aunque
dicha norma no los defina expresamente. En este contexto, si las normas de
Derecho Internacional Público son fuentes primarias de DIP venezolano, luego
también lo serán aquellos principios que las fundamenten y, en consecuencia,
tienen cabida aquellos “principios generales de derecho reconocidos por las
naciones civilizadas” a que hace referencia el artículo 38 del Estatuto de la Corte
Internacional de Justicia. En este sentido pueden mencionarse, entre otros, los
tres principios fundamentales de la justicia formulados por Ulpiano: el principio
de neminem laedere (no lesionar a nadie) que fundamenta el respeto al
Derecho objetivo extranjero; el principio de suum quique atribuere (atribuir a
cada uno lo suyo) que sirve de fundamento al reconocimiento en un Estado de
los derechos subjetivos validamente adquiridos en otro y el reconocimiento de
las situaciones jurídicas preestablecidas y; el principio de honeste vivere (vivir
honestamente) que considera la honestidad de la vida social como un límite
tanto al respeto del Derecho objetivo como el respeto de los derechos subjetivos
extranjeros.460 Otro principio general aceptado por la sociedad internacional de
Estados es el de la cooperación internacional en la realización de la justicia,
erigido hoy como principio motor en la colaboración entre autoridades judiciales
y extrajudiciales de países diversos.461 Otros principios generales que informan
indiscutiblemente al DIP los proclama el doctor Lorenzo Herrera Mendoza en sus
Anotaciones al margen de una Jurisprudencia de la Corte Federal y de Casación
al tratar el tema de la Extraterritorialidad de Leyes y Sentencias: “a) – Que para
la ejecución material de las sentencias extranjeras, se requiere el exequátur o
pareatis otorgado, en cada caso, por la autoridad judicial competente del Estado
donde se pretenda ejecutarla, y ello, de conformidad con la ley territorial, que
debe determinar si, cómo y cuándo el fallo extranjero puede ser ejecutado. b) –
Que cada Estado puede, con la más completa autonomía, fijar las condiciones
legales necesarias para reconocer eficacia extraterritorial a la cosa juzgada
______________
460
W. Golsdchmidt: Derecho internacional privado…. op. cit., p. 13.
461
J. C. Fernández Rozas y S. Sánchez Lorenzo: Curso de Derecho .... op. cit., p. 55.
151
resultante de una sentencia extranjera y también puede limitar, por razones de
orden público, el valor de esta sentencia, desde el punto de vista de los
efectos que ella pueda producir”. 462 Finalmente, el operador jurídico ha de
tener también en cuenta los siguientes principios: a) el principio de flexibilidad de
las soluciones del DIP que conduce a su desarrollo judicial ante la complejidad
de las situaciones de tráfico externo sujetas en todo caso a variaciones, por lo
que la labor de interpretación, particularmente en el sector de Derecho aplicable,
exige unos márgenes de flexibilidad tal vez sin parangón en otras ramas del
Derecho;453 b) el principio de seguridad jurídica, que busca un equilibrio frente a
la flexibilidad y en cuyo nombre se ha considerado útil en la LDIPV establecer,
por ejemplo, reglas definidas en materia de reenvío (artículo 4 LDIPV) 464 y
constituye además un principio de rango constitucional 465 (artículo 49 CRBV) ; c)
el principio de justicia material o justicia del resultado que sirve de fundamento a
las soluciones del caso concreto, introduciendo un cambio en los propósitos
indicadores de la norma de conflicto clásica (la mejor localización),
“materializando” el Derecho Internacional Privado.466 Por último, es importante
destacar en el Derecho contractual, el principio de la autonomía de la voluntad
y, en la especialidad mercantil del DIP, el principio de buena fe y lealtad
negocial (good faith and fair dealing) al cual hacen referencia expresa algunos
Códigos europeos 467 y los Principios de Unidroit sobre los Contratos
Comerciales Internacionales (artículo 1.7 PUCCI). De hecho, el principio de
buena fe y lealtad negocial siempre ha sido la norma ideal entre los pueblos en
todos los tiempos y lugares.468
______________
462
Lorenzo Herrera Mendoza: Nociones preliminares sobre Extraterritorialidad de Leyes y Sentencias. Caracas. Empresa
El Cojo. 1943, p. 87.
463
J. C. Fernández Rozas y S. Sánchez Lorenzo: Curso de Derecho .... op. cit., p. 326. En relación a este principio, la
doctora Tatiana B. de Maekelt comenta que “La flexibilización involucra de una manera muy amplia al Juez, exige
trabajo de investigación y comparación, a veces más dificultosos que la aplicación del criticado metodo conflictual”
(Tatiana B. de Maekelt: “La codificación interamericana en materia de Derecho Internacional Privado en el contexto
universal y regional”. Libro-Homenaje a Haroldo Valladao. Caracas. Universidad Central de Venezuela, Facultad de
Ciencias Jurídicas y Políticas.1997, pp. 151 – 186; especialmente p.159.
464
Vid. Exposición de Motivos de la LDIPV. Tatiana B. de Maekelt (Coordinadora): “Ley de Derecho Internacional
Privado…” op. cit., p. 51.
465
Vid. artículo 49 CRBV; en GORBV. No. 5.453 Extraordinario, de 24 de marzo de 2000.
466
T. B. de Maekelt: “La codificación interamericana...” op. cit., p. 158.
467
Por ejemplo: el artículo 1134 del Código Civil francés ; los artículos 157, 242 del Código Civil alemán y, el artículo 2
del Código Civil suizo.
468
Vid. La Biblia, Génesis, Capítulo 23, especialmente los versículos 11 – 20.
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12. LA LEX MERCATORIA .
153
dos actos básicos: a) el contrato internacional, fuente y sustrato de prácticas y
usos comerciales, definiciones uniformes, condiciones generales de
contratación, contratos-tipo, etc.; y, b) el arbitraje comercial internacional,
instrumento sancionador y medio de autointegración de un Derecho
transnacional. 476
Con independencia de como sea entendida la noción de lex mercatoria, tanto por
sus defensores 479 como por sus detractores,480 lo cierto es que bajo esta
denominación genérica subyace una normativa diversa (de origen, contenido y
proyección distintas), dotada de operatividad propia, suficientemente aceptada
______________
476
J. C. Fernández Rozas y S. Sánchez Lorenzo: Curso de Derecho.... op. cit., p. 183.
477
El autor Eugen Langen (Transnational Comercial Law ; Leiden, 1973) define muy sintéticamente lex mercatoria
como “The rules of the game of international trade” . Para Eric Loquin (Lámiable composition en droit conparé et
internacional. Paris. Librairie Técnique. 1980, pp. 308-309) “ lex mercatoria est un nouvel ordre juridique, qui si
forme au sein dúne communauté internationale d´hommes dáffaires et de commerÇants”. En la misma linea, H.
Berman & C. Kaufman (“The law of International Comercial Transactions, lex mercatoria”. Harvard International Law
Journal, Vol.19, Nº. 1. 1978, pp. 221-224) definen lex mercatoria como “an international body of law, founded on
commercial understanding and contract practices of an international community, composed principally of mercantile,
shipping, insurance and banking enterprises of all countries”. Finalmente, para el autor A. Goldstajn (“The new law
merchant”. Journal of Business Law. 1961, p. 12) lex mercatoria es “the body of rules governing commercial
relationships of a private law nature involving different countries”. (Irineu Strenger: “La notion de lex mercatoria en
droit du commerce international”. Recueil des Cours. 1992, II, pp. 207 – 355, especialmente pp. 273 – 276).
478
I. Strenger: “La notion de lex mercatoria...” op. cit., p. 275.
479
Comenta George R. Delaume: “… certain advocates of the new doctrine would include in it both state and other
contracts, whereas others consider that thr Lex Mercatoria should be the basis of a transnational law of state
contracts, considered in their individuality. … See e.g. Lalive, Contracts entre Etats ou Enterprises Etatiques et
Personnes Privées, in 181 R. des C.; Académie de Droit Int´l 9 (1984). For the learned author, the transnational law
of contracts would have a wider scope than the Lex Mercatoria, because it would also include the general principles
of law and arbitral awards concerning state contracts”. (Georges R. Delaume: “Comparative analysis as a basis of
law in State Contracts: The myth of the Lex Mercatoria”. Tulane Law Review, Vol. 63, Nº. 3. February 1989, pp. 575
– 613; especialmente pp. 576 y 577).
480
Señala G. R. Delaume: “some critics argue that the Lex Mercatoria is a myth without substance because it is
incapable of generating a coherent body of rules that would make it unnecessary to have recourse to either domestic
or international law. … See, e.g., Lagarde, Paul: “Approche Critique de la Lex Mercatoria”. Le Droit des relations
economiques internationales, Etudes Ofertes à Berthold Goldman; Litec; Paris, 1982;. Kassis, Antoine: Théorie
genérale des usages du commerce; LGDJ; Paris, 1984 ...”. (G. R. Delaume: “Comparative analysis….” op. cit., p.
577).
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en el comercio internacional como para que las partes se consideren vinculadas
por ella, salvo manifestación en contrario.
La nueva lex mercatoria, como fuente jurídica normativa, se encuentra
legitimada en instrumentos que han sido elaborados tanto por asociaciones
profesionales (en las ramas de la industria, el comercio y las finanzas) como por
organismos internacionales. Al punto, interesa destacar los diversos
instrumentos de normativa uniforme, autónoma y de carácter supranacional,
desarrollados principalmente por: la Cámara de Comercio Internacional (CCI);481
el Instituto Internacional para la Unificación del Derecho Privado (UNIDROIT) 482 y
la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional
(CNUDMI ó UNCITRAL).483
De los trabajos producidos por la CCI cabe destacar los siguientes, que
pueden tener aplicación en un contrato de leasing financiero internacional:
a) Las Reglas y Usos Uniformes relativos a los Créditos Documentarios (RRUU);
cuya versión vigente se denomina RRUU500 (Publicación CCI Nº 500; 1993).484
La utilización de las RRUU fue recomendada por decisión unánime de la
CNUDMI ó UNCITRAL, el 17 de abril de 1975.
_________________
481
La Cámara de Comercio Internacional de París (CCI) es un organismo privado pero adscrito a la Organización de las
Naciones Unidas como organismo consultor. Fue fundada en 1919 como una agrupación de empresarios con
inclinación internacional y agrupa hoy en día a más de 7.000 empresas, comités nacionales, y organizaciones en
114 países. En la CCI opera la Corte Internacional de Arbitraje, la cual administra y supervisa arbitrajes
internacionales que se someten expresamente a la CCI (J-O. Rodner S.: Elementos de Finanzas Internacionales….
op. cit., pp. 969, 970 y 1171).
482
El Instituto Internacional para la Unificación del Derecho Privado (UNIDROIT) es una institución internacional
intergubernamental que fue inaugurada el 30 de mayo de 1928 como una fundación sometida al Derecho italiano.
En sus orígenes tuvo el carácter de organismo auxiliar de la Sociedad de las Naciones. En su Estatuto original se le
asignó como objeto “estudiar los medios de armonizar y coordinar el derecho privado entre los Estados o entre los
grupos de Estados y de presentar gradualmente la adopción por los diversos Estados de una legislación de derecho
privado uniforme” . UNIDROIT ha concluido diversos acuerdos de cooperación con otra organizaciones
internacionales; y es digno de particular señalamiento el Convenio Sede suscrito con Italia el 20 de julio de 1967, en
virtud del cual se le reconocieron los privilegios e inmunidades necesarios para garantizar su autonomía,
especialmente frente al Estado italiano (Gonzalo Parra-Aranguren: “La importancia del Instituto Internacional para la
Unificación Jurídica del Hemisferio Americano UNIDROIT”. Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas,
Nº. 86. Caracas.1992, pp. 35 – 73; especialmente pp. 41 – 49). Para agosto de 1995 contaba con 57 Estados
miembros entre los cuales está Venezuela (Catherine Kessedjian: “Un exercise de rénovation des sources du droit
des contrats du commerce international: Les Principes proposés par l´Únidroit”. Revue Critique de Droit International
Privé, Nº 4, T. 84. 1995, pp. 641 – 670, especialmente p. 643).
483
La Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional (CNUDMI ó UNCITRAL) fue establecida
por Resolución 2205 (XXI) de 17 de diciembre de 1966 aprobada por la Asamblea General, con el objeto de
“promover la armonización y unificación progresivas del derecho mercantil internacional” (Parra-Aranguren, G.: “La
importancia del Instituto Internacional...” op. cit., p. 57).
484
Las Reglas y Usos Uniformes relativos a los Créditos Documentarios (RRUU) son normas oficiales de la CCI,
aplicables a todos los créditos documentarios (incluyendo la Cartas de Crédito Standby, en la medida en que sea
aplicable), siempre que así se establezca en el texto del Crédito. Obligan a todas las partes contratantes,
155
b) Las Reglas Oficiales de la CCI para la Interpretación de Términos
Comerciales (Incoterms), cuya versión vigente se denomina Incoterms 2000
(Publicación CCI Nº 560; 2000).485
156
estándares formulados por los organismos internacionales mencionados, entre
otras entidades que influyen fuertemente sobre las comunidades comerciales.
En este contexto, cabe destacar el reconocimiento que otorga la Convención de
las Naciones Unidas sobre los Contratos de Compraventa Internacional de
Mercaderías de 11 de abril de 1980 (Convención de Viena) a la lex mercatoria,
si tenemos en cuenta que la función del Derecho mercantil es lograr que sus
normas correspondan a las expectativas de los comerciantes. Aunque su
aplicación depende de la voluntad de las partes (artículo 6 de la Convención de
Viena),488 también admite la supremacía de determinados usos y prácticas del
comercio internacional sobre sus propias normas (artículo 9 de la Convención
de Viena),489 si tenemos presente que la obligatoriedad de un uso mercantil se
basa directamente en la ley y no en la voluntad de las partes. La disposición
contenida en el referido artículo 9 de la Convención de Viena confronta la
realidad actual del comercio internacional que refleja la existencia de una
pluralidad de usos sectoriales que evolucionan constantemente. En algunas
ocasiones, estos usos se ven codificados por organismos profesionales.490 Los
usos (gebräuche, usi, usages) pueden ser convenidos entre las partes y
obligarlas. Igualmente, algunas prácticas mantenidas por las partes a través de
una relación de cierta duración (Artículo 9.1 de la Convención de Viena). Por
otra parte, existen algunos tipos de usos objetivamente aplicables en el tráfico
del comercio internacional que también obligan a las partes, pero en virtud de su
amplio conocimiento y regular observancia, en contratos del mismo tipo en el
tráfico mercantil que se trate (artículo 9.2 de la Convención de Viena). Se trata
de los “usos no pactados”, en términos utilizados por el Profesor Eugenio
Hernández-Bretón,491 “usos del
______________
486
C. Kessedjian: “Un exercice de rénovation...” op. cit., p. 654.
487
I. Strenger: “La notion de lex mercatoria…” op. cit., p. 238.
488
Artículo 6 de la Convención de Viena: “Las partes podrán excluir la aplicación de la presente Convención o, ...
establecer excepciones a cualquiera de sus disposiciones o modificar sus efectos”.
489
Vid. nota 473, supra.
490
Carlos Esplugues Mota: Compraventa internacional de mercaderías. Material de apoyo del Seminario sobre Derecho
Comercial Internacional, dictado en el Centro de Estudios de Post-grado de la Facultad de Ciencias Jurídicas y
Políticas, Universidad Central de Venezuela. Caracas. enero de 2000, pp. 101 – 221; especialmente pp. 154 – 158.
491
Eugenio Hernández-Bretón: “Usos no pactados: del Código de Comercio alemán (HGB) a la Convención de las
Naciones Unidas sobre los Contratos de Compraventa Internacional de Mercaderías (Viena, 1980)”. Revista de la
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, Nº.90. Caracas. Universidad Central de Venezuela. 1993, pp. 81
– 115, especialmente pp. 84 y 85.
157
tráfico comercial internacional observados en virtud de una práctica efectiva
sin que para su validez sea necesario un acuerdo entre las partes”. Cabe
destacar que actualmente, la Convención de Viena de 1980 es Derecho vigente
en más de treinta países. Así, una importantísima parte del intercambio
comercial mundial está regulado por esta Convención. 492
______________
492
E. Hernández-Bretón: “Usos no pactados:…” op. cit., p. 84.
493
Diario Oficial de las Comunidades Europeas: Reglamento (CE) Nº. 44/2001 del Consejo de la Unión Europea, de 22
de diciembre de 2000,relativo a al competencia judicial, el reconocimiento y la ejecución de resoluciones judiciales
en materia civil y mercantil. 16. I. 2001. Material de apoyo del Seminario intensivo sobre Contratación Internacional,
Normas Imperativas, y Libertad Contractual en el Derecho del Comercio Internacional, dictado por la Profesora Dra.
Nuria Bouza Vidal (Universidad Pompeu Fabra, Barcelona – España), junio- julio de 2004.
158
Habiendo presentado algunos argumentos que permiten otorgar a la lex
mercatoria la cualidad de fuente nomativa del Derecho comercial internacional,
llegamos al momento en que surge la cuestión relativa a la posibilidad de que las
partes puedan – bien mediante la conclusión de un pactum de electio juris, sin
incorporar reglas específicas de la lex mercatoria o bien por incorporación
directa de reglas precisas y constantes de lex mercatoria en virtud de la
autonomía material, 494 – asignar competencia a la lex mercatoria para regir un
contrato internacional. Estas cuestiones se tratan en epígrafes posteriores.
159
señala las fuentes y los propósitos de la lex mercatoria, enfatizando la
prevalencia de la la justicia y la equidad en las relaciones comerciales sobre las
técnicas legales a menudo desconocidas por los operadores del comercio
internacional. Además, señala enfáticamente los usos y prácticas comerciales de
general aceptación. Estos comprometen a las partes en todo caso, con tal que
dichas prácticas y usos sean conocidas suficientemente y observadas
regularmente en contratos del mismo tipo. 495
160
fuerza normativa a la lex mercatoria para disciplinar – subsidiando las normas
contenidas en los artículos 29 y 30 LDIPV – las obligaciones generadas de los
contratos mercantiles internacionales. En consecuencia, valen los mismos
comentarios hechos supra sobre la norma del artículo 10 CIDACI. Sin embargo,
cabe destacar aquí la expresa distinción que la normativa contenida en los
artículos 10 CIDACI y 31 LDIPV establece entre las costumbres y los usos
aplicados en los negocios mercantiles internacionales. Entendemos que allí se
hace referencia a la costumbre mercantil 497 (inveterata consuetudo et opinio
iuris atquae necessitatis), cuya autoridad y fuerza vinculante provienen de una
jurisprudencia internacional bien asentada, 498 y están destinadas a “ ... regular
situaciones concretas en donde faltan soluciones legales”.499 Es decir, colmar las
lagunas del Derecho material. Por ello, “... obran sobre el contrato aun sin el
conocimiento o la voluntad de las partes contratantes; ... valen y deben ser
aplicados, sin necesidad de que sean invocados, como verdaderas normas
jurídicas que son (iura novit curia)”.500
161
buenas costumbres.501 Este criterio fue confirmado por el Juzgado Superior
Primero en lo Civil y Mercantil, en su Sentencia de 26 de febrero de 1988
(Banque Worms, S. A. contra Banco Unión, S. A.).502 Contra esta sentencia, el
Banque Worms anunció recurso de casación. El 5 de abril de 1989, la Corte
Suprema de Justicia en Sala de Casación Civil Accidental dictó su fallo,
declarando sin lugar el recurso intentado por Banque Worms. 503 La Sala observó
que “... aunque probado en el presente caso la existencia de un texto de esos
Usos y Reglas, incorporados por las partes a la relación contractual, los mismos
sólo pueden ser considerados como un elemento de hecho. En efecto, dichos
usos y reglas no tienen entre nosotros el carácter de verdaderas y auténticas
normas legales, al no encontrar apoyo en algún Tratado suscrito por Venezuela”.
162