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20 TÉCNICAS DE
COMPOSICIÓN QUE
MEJORARÁN
SUSTANCIALMENTE
TODAS TUS FOTOGRAFÍAS
ARTE

POR: PIJAMASURF -
09/22/2016

 
  
 
UN POCO DE PRÁCTICA Y CONOCIMIENTO HARÁ DE TUS
FOTOGRAFÍAS VERDADERAS PIEZAS DE UN ARTE PERSONAL Y
PORTÁTIL

En nuestra época y desde hace varios años, la fotografía es una de las


artes más a nuestro alcance y quizá por eso mismo más desaprovechadas.
Por tener una cámara en nuestro smartphone podemos creer que basta
con enfocar y disparar para tener una foto, y aunque esto es parcialmente
cierto, cabría preguntarse si queremos nada más  una imagen o si, por el
contrario, nos gustaría tener fotografías que fueran un poco más allá de
lo ordinario.

A continuación compartimos una serie de consejos, técnicas y


reglas  posteadas originalmente por Barry O. Carroll en el sito Bored
Panda pero que glosamos a nuestra manera para la comunidad de Pijama
Surf.

Si, como sugirió Italo Calvino, la fotografía es más bien arte para revivir
una experiencia, quizá conocer y poner en práctica sus posibilidades nos
acerque más a ese ejercicio estético y trascendente.

1. La regla de los tercios

Divide el campo de tu fotografía en tres partes horizontales y tres partes


verticales, con lo cual tendrás nueve  secciones (algunas cámaras ya
tienen integrada esta función). El objetivo de esta técnica es evitar a toda
costa situar lo más importante de nuestra foto en el centro del área;
usualmente las composiciones más atractivas se logran extendiendo esos
elementos relevantes a lo largo de dos o más secciones, o situándolos
donde los puntos se cruzan.
 

2. Justo medio y simetría

En otras condiciones, sin embargo, es posible aprovechar el centro de tu


campo visual. Cuando encuentras una construcción, un paisaje y quizá
incluso un rostro que en sí mismos sean simétricos, ¡utilízalos a tu favor!
Y aunque suene un tanto contradictorio, también es posible jugar con las
posibilidades de la simetría.

3. El diablo está en los detalles

Nunca pierdas de vista los detalles. Una forma sencilla de dar


profundidad –óptica y emotiva– a tus imágenes es tomar un detalle en
p p y g
primer plano,  pero, curiosamente, para destacar aún más el fondo. Este
contraste de perspectivas genera un interesante efecto dramático.

4. Enmarca dentro del marco

Este es un interesante juego óptico que puedes poner en práctica


siempre que tengas oportunidad. El marco de una puerta, un puente, las
ramas de un árbol y quizá incluso los brazos de una persona: eso y otras
cosas pueden funcionar como el marco de una imagen que de por sí ya
está enmarcada (seccionada) por tu cámara. Esta técnica otorga
profundidad a tus fotografías y también cierta estética peculiar (en
función del marco elegido).
 

5. Líneas guía

Esta es una técnica pictórica que también puede aplicarse en fotografía.


A veces, lo que vemos tiene ya ciertas líneas que conducen nuestra
mirada, que funcionan como una especie de “carriles” que guían lo que
vemos. Con un poco de pericia puedes re ejarlas en tus imágenes y
obtener fotografías que destaquen por su composición simétrica o por la
capacidad para aprovechar las condiciones del entorno.
 

6. Diagonales y triángulos

Las líneas diagonales y los triángulos dan “tensión dinámica” a una


imagen. Esta es una lección que enseñaron bien los grandes pintores del
Renacimiento, quienes al experimentar con el punto de fuga, abrieron un
vasto mundo de posibilidades para la perspectiva y la ilusión de
movimiento. Esta es también una de las técnicas menos sencillas de
lograr, pero con práctica y experimentación seguramente llegarás a
dominarla. ¿Un consejo? Mantén tu mirada atenta a los triángulos que se
forman “naturalmente” en tu campo visual. Todo es cuestión de
perspectiva.

7. Patrones y texturas

Estos dos son elementos que puedes incorporar a tus imágenes para
darles un toque especial. Nuestro cerebro encuentra una satisfacción
especial en los patrones, así que ahí ya tienes un buen argumento a favor
para aprovecharlos y, por otro lado, un motivo para darte cuenta de que
estamos rodeados de ellos. Las baldosas en un piso, la forma de ciertas
p ,
ores, la textura de una alfombra, las nubes, un costal de granos. Todo
tiene su propia textura, y a veces también un patrón que sigue. Este es
también un elemento altamente ornamental y expresivo para tus
fotografías.

8. La regla de lo improbable

Si bien la mirada encuentra cierta satisfacción en lo simétrico y lo regular,


en fotografía también se ha desarrollado una técnica basada en lo
improbable. Ahí donde esperaríamos ver a dos personas, una tercera
aparece; quizá esperamos ver enfocado un solo elemento –un árbol, un
edi cio, un plato de comida– pero otro se asoma en el campo visual. En
general esta regla se aplica para personas, pero en realidad se puede ser
más exible al respecto y “jugar con los números”, pensar en
composiciones con un número inesperado de elementos.
 

9. Llena el marco

Ocupar toda el área de tu fotografía es otra técnica que da un toque


especial a tus imágenes. Uno de sus efectos inmediatos es que ofrece
detalle de algo que usualmente no miramos así: un rostro, la nariz de tu
perro, la estructura de una hoja, etc. Puede resaltar texturas, revelar la
emotividad de algo cotidiano, suscitar cierto contraste (entre lo mínimo y
lo mayúsculo, por ejemplo) o hacer énfasis en algo de por sí grandioso.

10. Aprovecha el espacio negativo

El espacio negativo es una de las nociones más interesantes tanto de la


fotografía como de la pintura y algunas otras artes visuales. Grosso
modo , consiste en eso que aparece en una imagen pero que, en cierta
forma, no contiene nada. La pared detrás de dos personas, por ejemplo, el
cielo, el piso. Lo curioso es que el espacio negativo puede ser un gran
elemento de expresividad, contraste, geometría y más. ¡Úsalo con
imaginación!
 

11. Menos es más

La regla del minimalismo también puede ser empleada en la fotografía. A


veces bastan unos pocos elementos para lograr una buena fotografía.
Enfocarse en un detalle –una sonrisa, el paso de una persona, la gota en
una ventana– puede hacer que tu imagen gane en expresividad. Esta
imagen es de Yoshinori Mizutani.

12. En retratos, enfoca el objetivo

d d d b l
Esto puede sonar redundante u obvio, pero lo cierto es que a veces por
eso mismo puede olvidarse. Dar toda la nitidez a nuestro objetivo y dejar
que el fondo se difumine es una de las técnicas más sencillas para
obtener fotografías que cumplen del todo con su propósito, en especial
cuando es un buen retrato lo que deseamos obtener.

13. Cambia tu punto de vista

Si lo piensas bien, hay perspectivas que muchos tenemos “precargadas”,


como si fuera el software con el que nuestra mirada opera por default .
Una de las pruebas más evidentes de esto son las fotografías turísticas –
en la torre Eiffel, en la de Pisa, en la playa–, ciertos encuadres, motivos y
disposición espacial que reconocemos de inmediato como propios de esas
escenas. Aquí el consejo es que si ante una situación de este tipo hay algo
que se te presenta de inmediato como la forma en que debe ser
fotogra ada, pienses en otra cosa. Siempre hay un punto de vista
alternativo desde donde puedes tomar tu imagen.
 

14. Considera las combinaciones de color

La fotografía es un arte óptico, y al decir esto no queremos remarcar lo


obvio, sino apuntar a todo el conocimiento que la humanidad ha
desarrollado en esta materia. Entre otras cosas, la óptica tiene un legado
amplio a propósito de la teoría del color. Acércate a ella y conoce al
menos algunos de sus fundamentos. Uno especialmente útil y sencillo de
aplicar es la combinación de colores, algunos de los cuales casan bien
entre sí, armónicamente, en tanto que otros son más bien disonantes. Y
esto no para que siempre te inclines por las “buenas” combinaciones, sino
más bien para que sepas que existen y que quizá algunas fotografías
puedan bene ciarse de esto.
 

15. La regla del espacio

Esta regla también es una de las más lúdicas en fotografía, y es simple: si


tienes  un objetivo que posee cierta dinámica propia, haz que el espacio
abierto quede en la dirección hacia la cual se mueve. En la fotografía de
un auto moviéndose hacia la derecha, por ejemplo, el espacio abierto
tendría que estar a su derecha. Esto también puede aplicarse en otras
situaciones para dar cuenta de ese dinamismo del momento.
 

16. La regla de “izquierda a derecha”

Esta es una regla polémica pero que sin importar esto puedes utilizar. Se
dice que buena parte de la humanidad está habituada a “leer” de
izquierda a derecha, porque así leemos un texto y que por  esto mismo
hemos llegado a “leer” así otras cosas, entre éstas, las imágenes. En una
fotografía esta regla también hace ganar dinamismo a la imagen y a veces
también crea una especie de semimarco imaginario y, simbólicamente, la
idea de guía y dirección.

17. La regla del balance

Otra regla que requiere práctica para dominarse, pero que al lograrlo, te
Otra regla que requiere práctica para dominarse, pero que al lograrlo, te
sitúa en un nivel profesional de la fotografía. El balance de una imagen
requiere de especial cuidado en la composición, la perspectiva, el
enfoque, el espacio negativo y la iluminación. En pocas palabras, todos los
elementos en juego. También es un tanto difícil de explicar, pero quizá no
de ejempli car. En este caso, aunque puede sonar un tanto extraño el
consejo, sugerimos estudiar las obras de los pintores renacentistas,
quienes tenían una predilección especial por las proporciones armónicas,
en casi cualquier representación visual (retratos, paisajes, bodegones,
etc.).

18. La regla de la yuxtaposición

Saber combinar los elementos presentes en un fragmento de realidad


favorece en especial la narrativa de una imagen. La yuxtaposición ocurre
todo el tiempo, porque la realidad es naturalmente caótica. Tu misión con
una fotografía es encontrar la composición adecuada por la que dos o
más elementos de ese caos se pongan en juego para decir algo.

19 L t iá l á
19. Los triángulos áureos

Otro elemento de composición que heredamos de la antigüedad clásica.


Si has ejercitado bien la regla de los tercios, pasar a los triángulos áureos
será pan comido. Y así es como funciona: en el campo visual traza
imaginariamente una línea diagonal que parta de la equina superior
derecha a la esquina inferior izquierda; después un par de líneas más: una
de la esquina superior izquierda hasta que toque tu línea diagonal, y otra
del punto opuesto, es decir, de la esquina inferior derecha hasta tu
diagonal. Como resultado tendrás un área dividida en 4 triángulos
conocidos como “áureos” porque dan la sensación de una composición
espacial sumamente armónica. Esta imagen es de Henri Cartier-Bresson.

20. La proporción dorada

Por último, tenemos la ley más elevada de toda composición basada en la


geometría. De los griegos nos llega la llamada “proporción áurea”, un
número de implicaciones artísticas pero también místicas y espirituales.
En términos matemáticos, dos cantidades se encuentran en proporción
áurea si su proporción es igual a la suma de ambas dividida entre la
mayor de ellas Dejaremos que medites esto y si logras mirar así el
mayor de ellas. Dejaremos que medites esto y si logras mirar así el
mundo, sin duda estarás en el empíreo de la fotografía.

Si te pareció útil este post o crees que sería bueno agregar o precisar
algo, haznos saber tu opinión en la sección de comentarios de esta nota.

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POR: PIJAMASURF -
09/22/2016

 
  
 

NO ERA UN VIRTUOSO DE LA PINTURA, PERO SU MANERA DE


NARRAR PODÍA SER UN GRAN ALIVIO PARA QUIENES
BUSCABAN ALGO LIGERO QUE CONTEMPLAR
Uno de los personajes más inconfundibles de la televisión de nales del
siglo pasado fue Bob Ross, conductor y protagonista de la serie El placer
de pintar . Si no te suena familiar, piensa en un video de ASMR donde un
hombre rizado y barbado, con look de vaquero o líder espiritual, te
enseña técnicas de pintura de paisaje al óleo mientras narra historias que
se van quedando grabadas en el lienzo, con nombres como "visos de
otoño", "invierno azul" o "luces del norte". Para muchos, se trató de una
adicción.

Una de las mayores fanáticas de Bob Ross comenzó como su alumna y


terminó construyendo al personaje que muchos tenemos en la cabeza. Su
nombre es Annette Kowalski, quien cuenta en entrevista con NPR que
Bob no tenía el cabello rizado en realidad: luego de salir de la fuerza
aérea, el joven Bob Ross trataba de hacerse una carrera como pintor,
pero nadie compraba su obra. Decidió dar clases y ahorrar algo de dinero
de peluquerías haciéndose la permanente, la cual llegaría a odiar incluso.
Kowalski conoció a Ross en uno de sus seminarios de pintura en un hotel
de Florida, de donde pudo nunca haber salido si Kowalski no hubiese
visto el potencial comercial del personaje: en su forma de enseñar las
técnicas de la pintura, en su manera de ennumerar los colores, las
texturas y las formas, además de en aquellos “bobrossismos” como “no
existen los errores, sólo los accidentes felices”, la alumna vio un talento
capaz de servir como bálsamo a los sufrimientos cotidianos, una forma de
placer devenida no tanto de imitar lo que Ross pinta, sino simplemente de
escucharlo.

La primera idea fue hacer un 01800-BOBROSS, pero pronto pasaron a la


pantalla de TV para llegar a una audiencia mayor. El placer de pintar tuvo
400 episodios y fue transmitido de 1982 a 1994, con incontables
retransmisiones en decenas de idiomas, y recientemente reestrenado en
Net ix.

Sin embargo, según Kowalski, aunque Ross tuviera un aire carismático y


apacible en cámara, detrás de ella era “un tirano”:

Te hace pensar que es muy fácil. Bueno, déjame contarte algo: no son
tan espontáneas como crees. Bob se tendía en la cama por la noche,
me contaba, [y] ensayaba cada palabra. Sabía exactamente lo que iba
a decir en cada uno de esos programas. Entiendes sin duda que no
cometemos errores aquí. Sólo tenemos errores felices.
A principios de la década de los 90, Ross fue diagnosticado con linfoma y
falleció a los 52 años, el 4 de julio de 1995.  Pasó sus últimos días
contemplando un lago desde una banca cercana al hospital, acompañado
por Kowalski y su esposo  Walter. La pareja sigue a cargo de Bob Ross
Inc., una compañía que incluye la producción y distribución de materiales
de arte, instructores certi cados, y la administración del legado rossiano.

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