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Bioética personalista

La vida humana no es respetada de forma integral. De esta forma, no todos los seres humanos son
personas, y se produce una discriminación por la cual se crean subespecies de seres humanos que al
no ser considerados persona no participan de su inviolabilidad.
Se apoya en la antropología y en la teoría del acto moral
1. Crea principios generales de bioética
1.1 Basados en: el papel de la virtud y en la formación y consolidación de la conciencia ética
1.1.a La virtud no debe excluir a los principios:
 La virtud es una disposición que actúa en conformidad con las obligaciones éticas de los
principios que tienen jerarquía y valor objetivo.
 La virtud guía el juicio último práctico y la realización de la acción a través de la prudencia.
1.1.b La bioética debe estar centrada en la persona humana tanto en el aspecto
de la investigación básica o aplicada en la clínica en general.

 La persona humana exige un respeto incondicionado e inviolable, que se transforma en el


filtro y punto de referencia para determinar la licitud o ilicitud de las intervenciones a realizar
en ella.
 La sacralidad de la vida no se trata de elegir entre valores excelentes e iguales o elegir lo
menos malo, se trata de jerarquizar la acción biomédica sobre el principio terapéutico.

Síntesis:
1. La libertad y autonomía tiene límites. La vida es algo anterior a la libertad y posibilita su ejercicio.
Destruir la vida en nombre en nombre de la libertad, es estar destruyendo la propia libertad.
2. Recobrar la unidad sustancial de la persona humana. El hombre es cuerpo y la acción en éste,
es acción sobre la persona. La intervención médica debe estar guiada a hacerlo más eficiente
y funcional, no a alterarlo.
3. La vida humana es inviolable. Las limitaciones normales de la vida humana merecen respeto.
Lo valioso no es un organismo sano sino el hombre. Hay que ayudar al enfermo, no mejorar al
sano. Se debe respetar la diversidad como medio para prevenir la dictadura del racismo, la
eugenesia, la selección y la discriminación social.
4. La ciencia está al servicio de la verdad y de la persona. La ciencia necesita de la ética, pues es
preciso dirigir la capacidad de dominio sobre la naturaleza.

Principios de la bioética

a. El valor fundamental de la vida. Una persona debe ser respetada en función de sí misma y como
tal, exige ser tratada y considerado. Todas las dimensiones del ser humano que participan,
integran o expresan la dignidad personal son objetivo de respeto. Siempre la vida es algo
positivo, lleno de valores y también con dificultades y carencias.
b. Principio terapéutico de totalidad. Para salvar el todo de la persona es posible incidir de una
manera mutilante sobre alguna parte del organismo. De esta manera, una parte del todo se
sacrifica en bien de la globalidad.

Una terapia debe tener cierta proporción entre riesgos y daños, y los beneficios que aporta.
Su aplicación exige circunstancias:
a. Intervención orientada al bien del organismo.
b. Intervención exclusiva sobre la parte enferma
c. Que no exista otro medio de curar la enfermedad y que sea necesario para conseguir el bien
de todo el organismo.
d. Probabilidad de alta mejoría
e. Consentimiento del paciente.

c. Principio de libertad y responsabilidad. Una de las características del humano es la de


autodeterminarse por decisión propia y en base a un conocimiento racional de los hechos. El
médico respeta libremente y se compromete responsablemente en la defensa y promoción de
la vida humana.
Un enfermo tiene la libertad de conceder o no la intervención sobre su cuerpo pero, tiene la
responsabilidad de que su elección esté en armonía con su propia dignidad y con lo que él es.
No comportarme de esta manera lleva al autodegradamiento personal. Tal dignidad y
significación prohíben atentar contra la integridad psicofísica de la persona, excepto en el caso
que lo exija el bien integral.
d. Principio de sociabilidad, socialización y subsidiaridad. Toda la sociedad y cada individuo es
singular, y tiene, como deber, la defensa y promoción de la vida y salud. Se trata de gestionar
los recursos con equidad y teniendo en cuenta a los ´débiles y necesitados. Los poderes
públicos deben guiar su acción en la búsqueda del bien común.
Este principio permite aclarar y dar criterio a muchas situaciones, desde aspectos generales y
organizativos, hasta la presencia de numerosas iniciativas sociales.

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