Vous êtes sur la page 1sur 7

CAMBIOS BIOPSICOSOCIALES EN LA VEJEZ

El envejecimiento no se debe de considerar como una enfermedad, ya que son cambios


fisiológicos irreparables en la vida que además conllevan cambios biológicos, psicológicos y
sociales los cuales se interrelacionan y se es imposible tratar de hablar de un aspecto en
singular. Es considerado además un reto inmediato e inminente para el Sistema Nacional de
Salud en México. Ya que de acuerdo a estadísticas por primera vez en la historia del país bay
mayor personas mayores de 60 años que niños menores de 5 años, pos mismas razones es
tan importante el estudio de los cambios que en estas personas se refleja, para así lograr un
mejor entender hacia los mismos.

Este trabajo tiene como propósito un análisis de la última etapa del ciclo vital en la cual
contienen diversos cambios biológicos, sociales y psicológicos, este análisis se hace debido a
la gran importancia que tienen dichos aspectos para comprender las manifestaciones
características de la vejez.

El trabajo está estructurado de tal forma que los cambios biológicos, sociales y psicológicos
se tratan de una manera conjunta ya que el analizarlos de una manera separada no logra la
comprensión completa de lo que conlleva cada cambio y cómo se afectan entre sí por
ejemplo, los cambios biológicos en su mayoría pueden generar cambios sociales y estos
reflejarse en los cambios psicológicos.

Cambios biológicos en la vejez

Envejecer no es una enfermedad, sino un cambio inseparable de la vida. En general se


considera que se inicia al finalizar la fase de crecimiento y madurez de los individuos; al
principio sus efectos son imperceptibles y van siendo más visibles con el paso del tiempo.
El envejecimiento es parte normal del ciclo vital, en la que se presentan cambios en la
morfología y fisiología del cuerpo está a razón principal que ocurren cambios en todas las
células que integran el cuerpo

Se deben de considerar primeramente la evolución de los cambios que deben de tener de


manera normal en la vejez. Pérdida celular, declinación fisiológica y pérdida de la vida.

Existen teorías que intentan explicar la cómo y porqué envejecemos y ninguna de ellas explica
a la perfección el proceso de envejecer. Las hay que lo explican por los efectos de factores
extrínsecos (tabaco, alcohol, tóxicos ambientales, sobrecargas laborales, dieta, sedentarismo)
y las hay que lo hacen por estímulos intrínsecos al individuo. Se debe resaltar que ni una de
las dos teorías en realmente aceptada hasta el momento a salvo de las teorías de
predestinación ya que intentan explicar el proceso de envejecer como parte de la evolución
y crecimiento de los organismos, ligado principalmente a factores genéticos.
cada organismo envejece de una manera particular por lo que se describe que la vejez es
heterogénea, la forma en que se presente dependerá del organismo ya que pueden existir
alteraciones genéticas o patologías adyacentes al mismo el cual pueda en términos
fisiológicos; potenciar o retardar el proceso. Descrito de una manera generar las alteraciones
que presenta con variables pero con mayor porcentaje son: cambios específicos en el sistema
cardiovascular donde se puede resaltar la hipertrofia miocárdica, un aumento del tamaño de
las células musculares del miocardio y también las válvulas cardíacas que se hacen rígidas
debido a fibrosis y calcificación.

La función de los riñones en una persona de 85 años es tan sólo de aproximadamente el 50%
de la de una persona de 30 años. Con el envejecimiento se producen cambios en la respuesta
y rendimiento sexual, aunque es importante mencionar que se presenta respuesta y actividad
sexual en el anciano. Tanto en hombres como en mujeres, el cambio principal relacionado
con la edad es el tiempo; es necesario más tiempo para conseguir una excitación sexual, más
tiempo para completar las relaciones y más tiempo hasta una nueva excitación sexual.

En el sistema musculoesquelético se ha observado que el hueso se endurece, se debilita y se


hace más quebradizo. La pérdida de estatura media es de 1 a 2 cm cada dos décadas, este
cambio es debido a diversos procesos que producen el acortamiento de la columna vertebral.
Cuando la persona entra en la década de los 80 y 90 años, se observa una disminución más
rápida en la altura vertebral debido al hundimiento osteoporótico de las vértebras, el
resultado es un acortamiento del tronco. A los 75 años, la mayoría de las personas pierden la
mitad de la masa muscular esquelética que tenían a los 30 años, este proceso se conoce como
sarcopenia. La fuerza muscular disminuye lentamente, aunque a partir de los 50 años de edad
se aprecia a menudo una disminución de la resistencia física. El cartílago hialino que recubre
las articulaciones se erosiona y desgarra con la edad avanzada, lo que permite que los huesos
entren en contacto entre sí, esto da lugar a malestar y retardo en el movimiento de la
articulación.

En cuanto al sistema nervioso central se ha observado que el peso cerebral disminuye, pero
esta disminución parece selectiva, hay una mayor pérdida cortical y subcortical, el flujo
sanguíneo cerebral declina entre 15 y 20%, de manera proporcional. Se aprecia mayor pérdida
en la corteza, cerebelo e hipocampo. A nivel histológico se ve una disminución de
interconexiones dendríticas, con un aumento de la glía, deterioro en el número de dendritas
totales y aparición de lesiones neurofibrilares. A nivel bioquímico se aprecia una disminución
en la producción de neurotransmisores, lo cual se traduce clínicamente en una disminución
en la capacidad de memorización y menor atención y concentración, sin embargo los
requerimientos cognitivos de la vida independiente se mantienen intactos en ausencia de
enfermedad.
Aspectos psicológicos de la vejez
Durante la edad avanzada tienen lugar cambios en la mayor parte de funciones y procesos
psicológicos. No obstante, a modo general podemos afirmar que estos cambios no se
producen de forma equivalente en todas las personas, sino que se ven influidos de forma
clave por factores como la salud física, la genética o el nivel de actividad intelectual y social.

Atención Si
bien se ha identificado de forma clara un declive en el funcionamiento de los procesos
atencionales a lo largo de la vejez, estos cambios no se dan por igual en todos los tipos de
atención. Para entender el deterioro propio de esta etapa vital es necesario describir en qué
consisten la atención sostenida, la dividida y la selectiva.
Hablamos de atención sostenida cuando una tarea requiere que mantengamos el foco
atencional fijo en un mismo estímulo durante un periodo de tiempo relativamente
prolongado. Las personas mayores son menos precisas al iniciar las tareas, pero su grado de
acierto no se reduce más que el de los jóvenes a medida que pasa el tiempo.
En cambio, resulta mucho más marcado el deterioro de la atención dividida, consistente en
alternar el foco atencional entre distintas fuentes estimulares o tareas. El grado de eficacia es
más bajo cuanto mayor sea la dificultad y el número de las tareas a través de las cuales se
evalúe este tipo de atención.

Memoria La
memoria sensorial, el más inmediato de los almacenes de memoria, muestra generalmente
un declive ligero como consecuencia del envejecimiento. La memoria a corto plazo de tipo
pasivo no parece verse afectada por la edad excepto por un pequeño descenso en la velocidad
de recuperación de la información.
Por contra, diversos estudios longitudinales revelan que la memoria operativa o de trabajo sí
empeora a lo largo de la vejez, en especial a partir de los 70 años. Esto se asocia a las
dificultades para manejar los procesos atencionales que hemos descrito en el apartado
anterior.
En cuanto a la memoria a largo plazo, cuando el material es de tipo procedimental o
declarativo no se producen déficits asociados a la vejez. En cambio, los recuerdos episódicos
o autobiográficos se deterioran claramente a medida que la edad avanza, si bien los de la
segunda década de vida se mantienen más que los del resto.

Inteligencia A
pesar de que se han encontrado diferencias en la inteligencia en función de la edad, éstas son
diferentes en función de si se investigan de forma transversal (comparando dos grupos de
edades diferentes en un mismo momento temporal) o longitudinal (a lo largo del tiempo en
los mismos individuos). Otro aspecto clave es la distinción entre inteligencia fluida y
cristalizada.
La inteligencia cristalizada, que hace referencia al conocimiento acumulado y a su manejo, no
deja de aumentar a lo largo de la vida, excepto si se padece un trastorno mnésico. En cambio
la inteligencia fluida, asociada a la eficiencia de la transmisión neuronal y otros factores
biológicos, muestra un deterioro intenso al menos desde los 70 años.
En este sentido cabe hacer una mención especial al fenómeno de la pérdida terminal, que
consiste en un deterioro muy intenso en las puntuaciones de CI en los últimos 5-10 meses de
vida a causa del declive físico. Como el resto de déficits intelectuales derivados de la vejez, la
pérdida terminal se asocia en mayor medida a la inteligencia fluida que a la cristalizada.

Creatividad La
creatividad se define como la capacidad humana para generar ideas nuevas y soluciones
originales a través de la asociación entre contenidos mentales ya existentes. En psicología se
suele usar el concepto de “pensamiento divergente” o “lateral” para hacer referencia a esta
capacidad, en oposición al pensamiento convergente o vertical, basado en la lógica.

Aunque las investigaciones en torno a la evolución de la creatividad en función de la edad son


escasas, sus resultados sugieren que se mantiene e incluso mejora con el paso del tiempo en
las personas que la ejercitan. No obstante, entre quienes no son especialmente creativas tal
capacidad es inferior en la vejez que en edades más tempranas.

Aspectos sociales de la vejez

Como hemos visto en las etapas pasadas, el aspecto social tiene gran peso sobre nosotros,
pero así como en las primeras etapas, esta etapa tiene gran peso este ámbito junto con el
psicológico, ya que esta edad el individuo empieza a necesitar algunas cosas como en los
primeros años de vida, por lo que influye mucho si las relaciones con lo otros son tirantes o
no, ya que esto puede hacer que el anciano busque el aislamiento y por ende la soledad, ya
que el ansiado no quiere ser un estorbo, por lo que acaba retrayéndose de las actividades
también volviéndose a parte de solitario sedentario lo que empieza a provocar muchos
problemas en la salud físicas, y como ya mencionamos en el aspecto biológico somos más
propensos a las enfermedades.

La situación familiar: este es de vital importancia ya que puede afectar psicológicamente al


paciente e incluso hasta biológico, ya que si no tiene una buena relación con su familia puede
provocar varios problemas, ya que en esta etapa somos muy susceptibles a nuestro entorno,
así como en la infancia. El abandono de la familia, puede provocar la necesidad de platicar sus
experiencias vividas y transmitirlas de alguna forma por lo que tienden a querer relacionarse
más con los jóvenes.

Residencia: en donde vive ya que las barreras arquitectónicas han sido creadas por el hombre
adulto físicamente sano y carecen de la flexibilidad necesaria para adaptarse a otras etapas
de la vida o en situación de discapacidad y/o enfermedad. Esto constituye impedimentos o
dificultades que presenta el entorno construido. La accesibilidad del anciano al medio físico
es la condicionante para que una persona, con dificultad en su movilización disfrute de
oportunidades similares a los demás grupos etarios, así que con quien vive tiene un peso
importante en este punto, ya que el que tenga o no alguien que lo ayude va a facilitar esta
situación, aunque también el tener que depender de alguien los puede hacer sentir mal.

Antecedentes laborales: Es necesario señalar que la pérdida o cambio de roles que impone
la vejez, especialmente después de la jubilación deseada o no, surte un determinado efecto,
efecto que muchas veces es negativo, al exigirle desprendimiento de funciones que han
significado mucho y que se acompañaba de un reconocimiento social, así haya sido este en el
desempeño de su actividad laboral o en el rol protagónico familiar.

Actividades: las actividades que suelen hacer normalmente tienen gran peso ya que el ocio y
la recreación en el adulto mayor han de entenderse y apreciarse como algo más allá de lo
simplemente personal, porque el empleo del tiempo libre ha de verse más bien como una
acción que proyectada desde lo social puede crear las condiciones que faciliten la elevación
de la calidad de vida de estas personas y contribuyan al desarrollo de estilos de vida más
saludables y autónomos a esta edad. Aparte de que esto sirve ya que el anciano necesita
comunicarse con el entorno de forma verbal y no verbal, para así expresar deseos y opiniones
para sentirse pertenecientes a un grupo y mantener una movilidad suficiente que le permita
tener relaciones sociales.

Cuando hablamos de evaluación psicológica en la vejez, debemos tener en cuenta que dicha
evaluación deberá ser integral y multidimensional. Cualquier comportamiento es el resultado
de la interacción entre factores biológicos, psicológicos y ambientales. Si consideramos
evaluar el comportamiento de una persona mayor, tendremos que tener en cuenta que todos
estos factores habrán adquirido una interdependencia mayor que en otras edades.

El funcionamiento psicológico

El funcionamiento psicológico no puede entenderse isomórficamente (en forma paralela y


simétrica) al funcionamiento biológico. Los seres humanos no sólo son seres biológicos sino
también culturales y, por tanto, no sólo reciben unos determinados genes de sus padres sino
también una herencia cultural del grupo humano - generalmente, la familia- en la que se
desarrollan. Cuando un niño nace, ha de vivir y ser socializado en un determinado contexto
social para llegar a desarrollar todas sus funciones psicológicas (desde la bipedestración al
lenguaje). Ese contexto de socialización interactúa con el individuo en la transmisión de
pautas sociales, de roles y de comportamientos. De forma tal que a todo lo largo del ciclo de
la vida el funcionamiento depende, en gran medida, del contexto cultural de referencia (véase
Fernández-Ballesteros, 1996).

Bibliografía:

1. Alfonso, J. C. Demografía del envejecimiento. Centro de Estudios de la Población y el


2. Desarrollo. Conferencia CITED, La Habana, 1996.
3. Alvarez M.L. La Tercera Edad. Panamá, Editorial América S.A. 1991.
4. Ceballos. J.Tercera Edad.Libro electrónico. ISCF Manuel Fajardo. Laboratorio de
computación. Carpeta Universidad. 2001
5. Diploma, Facultad Cultura Física Villa Clara, 1989.
6. INDER.Educación Física para adultos. Orientaciones metodológicas.
7. Orosa, T. La Tercera edad y la familia. Una mirada desde el adulto mayor.
8. Felix Varela. La Habana.. Facultad de Psicología U.H., 2001

https://www.gerontologia.org/portal/archivosUpload/El-envejecimiento-y-la-vejez.pdf

http://www.vejezyvida.com/factores-psico-sociales-que-intervienen-en-el-envejecimiento/

http://www.facmed.unam.mx/deptos/salud/censenanza/spivsa/anciano/ocho.pdf

https://prezi.com/url/?target=http%3A%2F%2Fwww.edadplena.com%2Fla-viudez.php

http://www.mscbs.gob.es/biblioPublic/publicaciones/docs/vol28_5adherenciaTtoPaciente
Anciano.pdf

Vous aimerez peut-être aussi