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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES CUAUTITLÁN

INGENIERIA AGRICOLA

Control de la Maleza 0
ANTOLOGIA
PAPIME: PE 202407

EDITORA
Gloria de los Angeles Zita Padilla
Contenido

Biología y ecología de la maleza...................................................3

Clasificación y uso de los herbicidas por su modo de acción .....29

Resistencia a herbicidas .............................................................45

Técnicas de deteccion de resistencia .........................................60

1
Manejo de maleza en cultivos básicos........................................84

Problemática de maleza en hortalizas ......................................108

Manejo integrado de maleza en hortalizas................................121

El efecto del cambio climático en la productividad agrícola.


Las relaciones maleza:cultivo. ..................................................135
PRESENTACION

La enseñanza de la Ciencia de la Maleza en la carrera de Ingeniería Agrícola


en la UNAM, inició en el año de 1979 con la asignatura de Control de Malezas. Esta,
correspondía a la orientación de agroecosistemas y se impartía en el octavo semestre
de la carrera. Durante toda su existencia, la asignatura no contó con un espacio físico,
es decir, nunca se tuvo un laboratorio en donde realizar las prácticas. De hecho el
programa de prácticas solo consistía en la observación de las malezas en el campo, la
colecta de algunas de ellas y la calibración de equipo de aplicación en el cobertizo de
maquinaria. En el aspecto teórico se centraba casi totalmente en los grupos de
herbicidas, sus dosis de aplicación, y poco más.
No obstante durante este periodo se trabajo en el laboratorio de Fitopatología
y se pudieron producir tesis de licenciatura y varias ponencias en congresos nacionales
e internacionales. También se publicaron 3 artículos científicos e incluso se logró que
con recursos externos se habilitara una cabecera como Herbario de Malezas en el año
2006.
En el año 2004, se aprueba un nuevo plan de estudios, la asignatura ahora
recibe el nombre de Control de la Maleza. Reconociendo la importancia que la
asignatura tiene en la formación del estudiante es que actualmente se imparte en el
sexto semestre de la carrera y corresponde al tronco común. A partir de febrero de este
año se dota a la asignatura de un laboratorio. Con el apoyo de la administración local,
el proyecto PAPIIT – IN227907-2 y más recientemente con el presente proyecto 2
PAPIME – PE202407- es que la asignatura empieza a equiparse.
La que escribe ha participado en la asignatura desde el año 1982 como
ayudante de profesor B y actualmente se desempeña como profesor Titular “A” de
tiempo completo definitivo. A partir del año 1990 se participa en la Asociación
Mexicana de la Ciencia de la Maleza, y a partir del año 1994 se inicia la impartición del
Curso Nacional de actualización de la Ciencia de la Maleza. Del año 2000 al 2005 se
suspende esta actividad dado el cambio de residencia a España en donde se realizaron
estudios de doctorado; retomándose a partir del año 2006 y continuando de manera
ininterrumpida hasta la fecha.
En el año 2006 se invita a tres de los más reconocidos científicos del área a
colaborar en la elaboración de una antología que sirva de apoyo al curso de Control de
la Maleza, es así como se publica una primera versión en ese año.
La presente es una actualización de esa primera publicación y será utilizada
en el curso 2009 – II. Durante 2009 y 2010 se continuará la actualización de la misma
con la colaboración ahora de un número mayor de autores nacionales y la participación
de un investigador argentino. Se pretende que este material además de en CD quede
disponible en la Web del presente PAPIME antes de finalizar el año 2010.

Gloria Zita
BIOLOGIA Y ECOLOGIA DE LA MALEZA
Gloria Zita Padilla
FES Cuautitlán UNAM. PAPIME PE202407
zitagloria@gmail.com

INTRODUCCIÓN.
La Malherbología es la ciencia que estudia la biología, ecología y manejo de malas
hierbas o maleza. De acuerdo a la mayor parte de la literatura se puede definir a la
maleza como “una planta que crece en un momento y en un lugar no deseado”. En el
presente escrito usaremos indistintamente los términos maleza y mala hierba. Mientras
que el término planta arvense, se usará para referirse a aquella vegetación asociada a
un agroecosistema y que no es el cultivo de interés.
El principal objetivo de la agricultura y el desarrollo sustentable es aumentar la
producción de alimentos de manera sostenible y mejorar la seguridad alimentaria. El
advenimiento del concepto de desarrollo sostenible, la crisis medioambiental, la crisis
alimentaria, entre otros problemas globales ha generado que en los tiempos actuales,
se vuelva la mirada a entender a la producción agrícola con un enfoque agroecológico.
La agroecologia es un enfoque transdisciplinario científico que define, clasifica y
3
estudia los sistemas agrícolas desde una perspectiva agronómica, ecológica,
socioeconómica, étnica y sociocultural; se considera el fundamento científico de la
agricultura sustentable, ya que brinda conceptos, características y principios ecológicos
para analizar, diseñar administrar y conservar los recursos de los sistemas agrícolas.
(Altieri, 1999)
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas “para el año 2025, el 83% de
la población mundial, que según se prevé será de unos 8.500 millones de personas,
vivirá en países en desarrollo. Ahora bien, la capacidad de recursos y tecnologías
disponibles para satisfacer las demandas de alimentos y otros productos básicos
agrícolas de esta población en constante crecimiento sigue siendo incierta. La
agricultura tendrá que hacer frente a este reto, sobre todo mediante el aumento de la
producción en las tierras que ya se están utilizando, y evitando asimismo el
aprovechamiento aun más intenso de tierras que solo son marginalmente aptas para el
cultivo”. (ONU, 2004)

En cuanto a México cuenta con una superficie de 30 millones de hectáreas


potencialmente agrícolas, 80 millones de hectáreas dedicadas a la ganadería, 10, 000
Km. de litoral, 500 000 Km2 de plataforma continental, 1.6 millones de hectáreas de
superficie estuárica y, aproximadamente, 12 500 Km2 de lagunas costeras, no obstante
la población está mal alimentada.
Este escrito pretende hacer una revisión muy sintética de la agroecologia de malezas,
para tal efecto se dará una visión general de la importancia de las malezas para la
agricultura, sus orígenes y sus características adaptativas. Se abordarán también
algunos aspectos de su biología y ecología. Asi mismo se incluye un apartado sobre la
importancia de la competencia y sus modelos. Se finaliza haciendo una sucinta
revisión de los métodos de muestreo de malas hierbas.
1. Importancia y definición.
Las malezas ocasionan pérdidas directas a la producción agrícola con variaciones
regionales muy grandes. En México, estas pérdidas son difíciles de estimar, debido a
la falta de estadísticas, pero se acepta que es una de los primeros cuatro factores que
reducen el rendimiento agrícola. Ante la FAO la Dirección General de Sanidad Vegetal
(DGSV) menciona que se pueden observar pérdidas de un 50% en algunas zonas de
México. (Cotero, 1997) Por su parte, Sobrero et al. (2007) reportan una perdida por
competencia total entre algodón y Flaveria bidentis de 73.27%. Los daños que nos
causan las malezas son muy variados, pueden ser directos o indirectos,. La Tabla 1
elaborada por Liebman et al. (2001) nos ofrece un buen resumen de estos tipos de
daños.
Observando la amplia gama de daños que pueden causarnos las malas hierbas es de
sorprender que solamente cerca de 250 especies vegetales son suficientemente
problemáticas para considerarlas como malezas, lo que representa aproximadamente
0.1% de la flora mundial. (Cobb,. 1992)
Cabe señalar que la flora arvense mexicana también es utilizada como fuente medicinal
4
y alimenticia; por ejemplo, son arvenses cerca del 45% de las plantas medicinales que
se colectan en el oriente del estado de México, lo mismo que el 29% de las especies
comestibles de los bosques tropicales deciduos de Puebla y Guerrero. Algunas de las
especies actualmente consideradas como maleza y que tuvieron un uso en la época
prehispánica o lo tienen actualmente en otras partes del mundo tal es el caso de la
chaya, los quelites, el mirasol, los quintoniles, la alegría, la malva y el toloache
(SEMARNAT, 2001).
2. ORIGEN DE LA MALEZA.
2.1. Ecológico
Las plantas arvenses prosperan en los sistemas ecológicos antropógenos conocidos
como Agroecosistema, estos son sistemas fotosintéticos; creados por el hombre, en los
que se busca aumentar su productividad neta mediante el aumento de la tasa
fotosintética de los cultivos, la disminución del nivel de pérdida por respiración y que la
distribución de asimilados recaiga en órganos de almacenamiento de la planta que
tenga importancia económica para el hombre.
A lo largo de estos 10 mil años, el hombre por medio de las técnicas de control ha
ejercido una fuerte presión de selección dando como resultado que la llamada flora
arvense tenga cada vez más acentuadas las características de lo que llama Baker “una
maleza ideal” y con ello, que su control sea cada vez más dificultoso
Tabla 1. Tipos de Daños que causan las malezas.
RAZONES POR LAS CUALES LLAMAR MALEZA A UNA PLANTA(MODIFICADO DE LIEBMAN, 2001)
Justificación Mecanismos Ejemplos
Reducen el rendimiento Interfiere con la planta por la obtención Avena fatua, Galium aparine en
de los cultivos de recursos como agua luz, nutrientes cereales Poa annua en pastizales
Sinapsis arvense en canola
Reducen la calidad de las Contaminación de semillas para
Bayas de Solanum nigrum en
cosechas siembra y otros productos de cosecha
chícharo
La conservación de la humedad puede
retrasar la maduración e incrementar
Retrasan la cosecha
los niveles de humedad del cultivo
cuando este es cosechado
Las plantas trepadoras, pueden
Sycios deppei en Maiz
dificultar las operaciones de cosecha.
Interfieren con la cosecha Malezas tardías de crecimiento
vigoroso, pueden interferir con la
Chenopodium album
cosecha de papas y camote
Interfieren con la Plantas espinosas inhiben la
Cirsium arvense
alimentación animal alimentación animal
Senecio jacobea
Causan envenenamiento Digitalis purpurea
Rhododendron ponticum
Contaminan los Allium ursinum
Les confiere sabores desagradables
productos animales
Pueden comportarse
Ranunculus spp. 5
Cuscuta spp
como parásitas
Funcionan como hospedantes alternos
o reservorios de plagas y Puccinia sorghi, que provoca la
enfermedades de cultivo. roya del maíz, su hospedante
Reducen la sanidad de
Al aumentar la humedad relativa del alterno es Oxalis spp.
los cultivos
microambiente pueden elevar la VM del Pepino puede atacar
incidencia y severidad de algunas Chayotillo
enfermedades.
Actúan como hospedantes Pastos
intermediarios o vehículos para la
Reducen la salud de
ingestión de parásitos.
animales y humanos
Provocan fotosensibilidad Hypericum perforatum
Teratogénicos Pteridium aquilinum
Plantas altas
Reducen la visibilidad en los caminos.
Son una amenaza para la
Son un riesgo de incendio debajo de
seguridad Cualquier planta pero
las líneas eléctricas.
especialmente los arbustos
Reducen la calidad e la Semillas ganchudas reducen el valor Bidens spp
lana de la lana y el vellón.
Impiden el adecuado flujo Masas de plantas bloquean cabales y
Elodea canadensis
de agua drenes
Liberan sustancias toxicas para Se presenta sobre todo en zonas
Algunas son alelopáticas
plantas de cultivo tropicales
Impacto sobre el
La vegetación impide el
establecimiento del
establecimiento de árboles jóvenes
cultivo
Desde un punto de vista sucesional, las malas hierbas son las pioneras de la sucesión
secundaria, esto es, que el productor mantiene al agroecosistema en etapas
sucesionales tempranas; al mismo tiempo que aumenta las entradas de nutrientes y
energía y disminuye las densidades poblacionales. Esto provoca que aquellas plantas
que son capaces de escapar a las medidas de control y que además son capaces de
uso de los recursos extras, sean las que alprosperen y se reproduzcan, dejando una
progenie “apta” para el siguiente ciclo. Estas plantas constituyen la flora arvense.
2.2. Origen Taxonómico
Aunque asociamos el término maleza a las llamadas plantas superiores o con flores es
sabido que no solamente las plantas con flores han evolucionado (o están
preadaptadas) para ocupar el nicho de maleza. Las algas, especialmente cuando la
contaminación incrementa la disponibilidad de nitrógeno y fósforo son importantes
malezas acuáticas. Los musgos y las hepáticas pueden comportarse como maleza en
invernaderos, por ejemplo Psilotum nudum (psilofita) es una maleza importante en el
Jardín Botánico de Berkeley. Otro grupo de plantas antiguas son las colas de caballo
Equisetum spp (artrofita) cuya propagación vegetativa es muy exitosa. Dentro de los
helechos (Pteridofita) Pteridium aquilinum de distribución casi cosmopolita es una
maleza alelopática sumamente agresiva. Dentro de las gimnospermas, el Pinus radiata
fue introducido a Nueva Zelanda desde California. (Baker, 1974)
Sin embargo, dentro de las angiospermas se encuentra la inmensa mayoría de los taxa
de maleza. En las regiones templadas ciertas familias como por ejemplo, Crucíferae,
Polygonacea, Umbelliferae, Asteraceae y Poaceas, son las más comunes. En las
6
regiones más cálidas, también son muy importantes las Malvaceae, Amarantaceae y
Cyperáceae. (Baker, 1974)
Un aspecto interesante es que 12 cultivos de 5 familias aportan el 75% del alimento
mundial y a las mismas 5 familias pertenecen muchas de las peores malezas, lo que
implica que nuestros principales cultivos y malezas comparten características
taxonómicas y probablemente un origen común. Dentro de la flora arvense destacan
por su diversidad las familias botánicas Asteraceae (compuestas), Poaceae
(gramínea), Amaranthaceae y Fabacea (Leguminosae). (Cobb, A. 1992)
2.3. Geográfico.
Desde el descubrimiento de América se inició un movimiento de plantas americanas
cultivadas hacia el Viejo Mundo y hay evidencia de que el número de malezas
trasladadas a Europa fue mayor que el de las trasladadas a América. En tiempos
recientes, el flujo neto ha sido invertido. No solamente en regiones templadas, sino
incluso en los trópicos. En ambas zonas climáticas la mayor influencia ha sido el
transporte de animales domésticos de pastoreo desde Europa y África a las áreas de
pastoreo extensivo de norte, centro y Sudamérica. En ocasiones algunas plantas
cultivadas “escapan” al cultivo y se convierten en maleza (Baker, 1974).
La flora arvense de México en su mayoría es nativa del país; de importancia
agronómica se incluyen 93 especies (56% de las cuales son nativas), destacando por
su diversidad las familias botánicas Asteraceae, Poaceae (gramínea), Amarantheceae
y Fabacea (Leguminosae). (SEMARNAT, 2001)
3. Estrategias adaptativas de las plantas arvenses.
La evolución de la maleza se da como en todas las especies por la interacción
dialéctica de dos componentes: la variabilidad genética y la selección de los genotipos
más aptos. La variabilidad le confiere a la maleza además de una gran rusticidad una
amplia base genética sobre la cual, no sólo la selección natural, sino también el hombre
“selecciona” a aquellas plantas que no sufren daño con las medidas de control
aplicadas.
Para Grime (1982), son dos los factores externos que limitan la cantidad de la biomasa
vegetal: la perturbación y la restricción. La primera se refiere a aquellos factores como
las heladas, el fuego, el deshierbe que destruyen ya sea total o parcialmente la
biomasa. La restricción se refiere a factores que limitan la producción de biomasa,
como es la disponibilidad de nutrientes, temperaturas no óptimas para el desarrollo,
etc. La perturbación y la restricción ejercen así, una presión de selección sobre la
variabilidad genética de las arvenses conduciendo hacia el desarrollo de las llamadas
“estrategias adaptativas”
Una estrategia adaptativa se define como un conjunto de características genéticas
similares o análogas que se repiten ampliamente entre especies o poblaciones y les
induce a exhibir similaridades ecológicas. La historia de vida se refiere al ciclo de vida
de una planta (anual, bianual, perenne) y a todos los aspectos de su ciclo de vida
dentro de la población (edad, estadio, tamaño) (Grime, 1982, Booth, 2003). 7
Un grupo de organismos, poblaciones y especies, que han sido constreñidos
genéticamente a adoptar historias de vida similares se podría decir que tienen una
estrategia. Debe tenerse cuidado sin embargo, de no caer en definiciones teleológicas
de la palabra estrategia y usarse solamente con fines didácticos en el entendido que no
se está hablando de voluntad ni de alcance de objetivos.
Con base en el papel de la restricción y la perturbación, Grime (1982) hace una
clasificación de las estrategias de adaptación de la vegetación a saber: Competitivas,
Tolerantes al estrés y Ruderales.
Las características principales de cada uno de estos tres tipos de plantas se enlistan en
la Tabla 2. Las malezas, coincidirán principalmente con las así llamadas Ruderales.
Conviene acotar que esta clasificación no debe tomarse de manera tajante, de hecho,
se considera que las plantas pueden tener grados variables de cada una de las tres
estrategias descritas, formando así un progresión que puede apreciarse más
claramente en la Figura 1.
Tabla 2. Características de plantas competitivas, tolerantes al estrés y ruderales
S - Tolerantes al
C- Competitivas R - Ruderales
estrés
Morfología
Líquenes, hierbas, árboles y
Forma de vida Arbustos, árboles y hierbas Hierbas
arbustos
Hojas grandes, dosel denso,
Talla pequeña, poco
Morfología ramificaciones laterales extensivas Variable
crecimiento lateral
de tallos y raíces
A menudo pequeña, coriácea
Forma de la hoja Robusta Variada
o acicular
Historia de vida
Longevidad de la fase
Variable Larga Corta
establecida
Longevidad de hojas y
Relativamente corta Larga Corta
raíces
Producida en fases
Frecuencia de floración Usualmente cada año Variable tempranas de su
historia de vida
Producción anual de
semillas
Pequeña Pequeña Grande 8
Estructuras persistentes Hojas tolerantes al estrés y
Brotes latentes y semillas Semillas latentes
en épocas desfavorables raíces
Crecimiento vegetativo, semillas Crecimiento vegetativo, Semillas pequeñas,
Estrategias de
pequeñas, banco de semillas banco de plántulas banco de semillas
regeneración
persistente persistente persistente
Fisiología
Ratio potencial máximo
Rápido Lento Rápido
de crecimiento relativo
Respuesta rápida
para desviar el
Respuesta rápida para maximizar
Respuesta al estrés Lento, respuesta limitada crecimiento
el crecimiento vegetativo
vegetativo hacia la
floración
Dentro de estructuras vegetativas,
Almacenamiento de
algunos almacenes para nuevo Almacenamiento en tallos,
nutrientes minerales a Semillas
crecimiento vegetativo en la hojas y/o raíces
partir de la fotosíntesis
siguiente estación de crecimiento
Otros
Abundante y a menudo Escaso, usualmente
Litter Escaso, a veces persistente
persistente no persistente
Palatabilidad a herbívoros Variable, a menudo
Variable Bajo
no especializados alto

Fuente: Booth, et al. 2003. Weed Ecology in Natural an Agricultural Systems. CABI Publishing.
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S S-R R

Importancia relativa del stress

Figura 1 Triángulo de Grime

Algunos autores no comparten el criterio de Grime en cuanto al término estrategia y


prefieren hablar de características comunes de las plantas arvenses. Baker (1974)
en su ya clásica obra dedicada a estudiar la evolución de las malezas, enlista las
características que tendría una hipotética “maleza ideal”
Requerimientos de germinación satisfechos en muchos ambientes.
Germinación discontinua (controlada internamente) y una gran longevidad de la
semilla 9
Rápido crecimiento desde la fase vegetativa hasta la floración.
Producción continua de semilla en tanto que las condiciones de crecimiento lo
permitan.
Autocompatible, pero no completamente autógama o apomíctica.
Cuando son de polinización cruzada, no requiere de polinizadores
especializados o bien son anemófilas.
Producción alta de semilla bajo condiciones ambientales favorables.
Producción de semilla en un amplio rango de condiciones ambientales, tolerante
y plástica
Tiene adaptaciones para la dispersión a cortas y largas distancias
Si es perenne, tiene una reproducción vegetativa vigorosa o regeneración a
partir de fragmentos.
Si es perenne, es frágil, por lo que no es fácilmente arrancada del suelo.
Tiene habilidad para competir interespecídficamente por medios especiales
(crecimiento arrosetado, sofocante o presenta aleloquímicos).
4. BIOLOGÍA DE ARVENSES
El hecho de que un buen número de malezas presenten una o varias de las
características antes mencionadas, les dan una amplia capacidad competitiva, toda vez
que pueden aprovechar el excedente de energía que el hombre le provee al
agroecosistema al mismo tiempo que su variabilidad las habilita para sobrevivir en un
ambiente sumamente cambiante e impredecible. En los siguientes apartados
ampliaremos algunos de estos puntos.
4.1. Producción de semillas
Por sobrevivencia, es necesario que la planta produzca un número grande de semillas
viables. El número de semillas que produce está en función de la especie, tamaño,
condiciones ecológicas y situaciones de estrés (como el ataque de plagas y
enfermedades) a lo largo de su historia de vida.
Domínguez-Valenzuela et al. (2007) en un estudio sobre el banco de semillas de
chayotillo (Sycios deppei G. Don.) reportan infestaciones de 4,156.25/m -2 semillas
equivalente a 41 562,500 semillas/ ha en los primeros 15 cm de suelo.
Por su lado, Peña et al. (2007) reportan un banco de semillas de teocintle en los
primeros 10 cm de profundidad de 40 281 300 para el municipio de Metepec, 35 308
300 par Tenango del Valle y 34 811 000 para Lerma.
En la Tabla No 3. se consignan los valores promedio de producción de semilla por 10
planta para varias especies de maleza.
Tabla No.3 Rangos máximos productivos en malezas gramíneas (según Mailett, 1991, tomado de
Mortimer, 1996)

Especie Producción de semillas por planta


Avena fatua 1000 – 3000
Dactyloctenium aegyptium Hasta 66,000
Echinochloa colona 3000 – 6000
Eleussine inica Hasta 4000
Rottboellia cochinchinensis Hasta 2000

4.2. Germinación de las semillas de malas hierbas.


Reposo. En muchas especies vegetales se da el hecho de que aún teniendo viabilidad,
sus semillas no germinan después de haber madurado y tenido las condiciones
óptimas para ello, haciéndolo sólo una parte de ellas en el primer año y de forma
sucesiva en los siguientes lo que deja una secuela perniciosa durante un periodo de
varios años.
Longevidad de las semillas enterradas. Muchas semillas de malezas conservan su
viabilidad durante varios años cuando se entierran en el suelo, por lo que muchos
suelos agrícolas que se han estado cultivando durante cierto número de años, están
llenos de semillas de malas hierbas que pueden germinar si las condiciones son
favorables cuando se les saca de nuevo a la superficie.
En el año de 1879, el dr. Beal, de la Escuela de Agricultura de Michigan, enterró 1,000
semillas recién colectadas de 20 especies diferentes. Unas 50 semillas de cada
especie fueron mezcladas con arena y colocadas en un frasco de medio litro. Estos 20
frascos, cada uno con 50 semillas de cada especie, se enterraron a una profundidad de
unos 45 cm. bajo la superficie del terreno. Cada 5 años, hasta 1920, se desenterró un
frasco y se determinó el porcentaje de germinación de cada especie. Después se
extrajo un frasco en 1930, otro en 1940 y el último en 1950. Al cabo de 50 años la
mayoría de las especies no germinó, pero las que lo hicieron, dieron porcentajes desde
8 hasta 69 % dependiendo de la especie. A los 60 años fue menor aún el número de
especies que siguió germinando y sus valores fluctuaron desde 4 hasta 68.5% (Pérez
y Rodríguez, 1989).
4.3. Reproducción vegetativa.
Muchas especies de malas hierbas se multiplican y diseminan vegetativamente,
además de hacerlo por semillas. En general, las especies de maleza que cuentan con
esta posibilidad constituyen las plagas más persistentes. La mayor parte de ellas es
perenne, aunque existen algunas anuales. Dentro de los diversos órganos de
reproducción vegetativa que poseen las malas hierbas se encuentran: rizomas,
estolones, bulbos, bulbillos y tubérculos, entre otros. Ejemplos de estas son algunas de
las principales malezas a nivel mundial como el coquillo y la correhuela.
4.4. Mecanismos de diseminación.
11
Los mecanismos de dispersión de diásporas (semillas,
fragmentos, bulbos, frutos, etc.) de las malas hierbas y de las demás
plantas, son la anemocoria, hidrocoría, zoocoria y autocoria. Autocoria
o diseminación activa. Es el fenómeno que presentan los frutos con
dehiscencia explosiva como los "brincos" de Impatiens balsamina. En
Arceuthobium sp el fruto tiene altísima presión hidrostática, y expulsa
Foto 1. las semillas hasta una distancia de 15 metros. (Foto 1).
Hidrocoria. El agua transporta muchas clases de diásporas,
incluso cuando estas no poseen modificaciones especiales
para ser transportadas por este medio. Otras presentan
excrecencias suberificadas, como las "valvas" de Rumex,
que son piezas persistentes y acrescentes del perianto con
un callo suberificado en la cara externa. (Foto 2). El número Foto 2.
de semillas que pasa por un punto dado de un canal de 3,60
m en 24 h puede alcanzar varios millones. Las primeras aguas de riego son las más
cargadas de semillas. Durante el periodo en que no se riega, muchas semillas quedan
en el seno del canal. (Pérez y Rodríguez 1989).
Anemocoria. Consiste en el desarrollo de frutos con alas
como en las sámaras, o con pelos como las de
Asclepiadaceae, Bombacaceae, arilos transformados en
pelos como en Salix y el papus o vilano de los aquenios de
las compuestas. Endozoocoria, Se presenta cuando las diásporas son ingeridas y
liberadas en la materia fecal, lo que sucede con las bayas, las semillas jugosas, etc.
Los frutos verdes tienen mal gusto, lo que protege las semillas inmaduras; los frutos
maduros frecuentemente son anaranjados o rojos, llamativos para los vertebrados que
los comen y dispersan. Las semillas de muchas plantas pasan por el tubo digestivo de
los animales, sin que su capacidad de germinación se altere. Los frutos
carnosos son muy apetecidos por las aves; éstas tragan el fruto entero,
asimilan la parte carnosa y arrojan la semilla con las deyecciones.
Ectozoocoria. Es la dispersión que se da cuando las semillas se
adhieren a la superficie del animal por medio de ganchos de las semillas,
frutos o infrutescencias, pelos y superficies glandulares. Por ejemplo los
frutos de la mayoría de las especies de Eleocharis presentan piezas
involucrales con pelos ganchudos y retrorsos. (Pérez y Rodríguez,
1989).
Las ruedas de los vehículos y los implementos y equipos agrícolas constituyen medios
que, en determinadas circunstancias, ayudan a la infestación de nuevas tierras con
especies que hasta ese momento estaban ausentes de ellas.
Cuando se realizan labores mecánicas con vistas al control del S. halepense, es
necesario tener en cuenta que la fragmentación de sus raíces provoca una gran
diseminación que contribuye a su reproducción.
No obstante en el caso de las malas hierbas, no existe probablemente medio de
diseminación más importante que la venta y distribución de las semillas agrícolas y 12
hortícolas; tal y como lo podemos ver en la Tabla 4.
Tabla 4. Rango estimado de dispersión de diásporas según 14 procesos.
Tomado de Liebman, et al. (2001)
Entre Campos
Actividad Humana
Dentro de
campos Entre regiones
Comercio de lana
Transporte de ganado
Semilla contaminada
Agua de riego
Abono, estiércol
Pastoreo de ganado
Lavado de suelo
Implementos de
labranza
Pájaros
Viento
13
Hormigas
Dehiscencia explosiva
Salpicadura por lluvia

Distancia en Metros 0.01 0.1 1 10 100 1000 10000 1E+05 1E+06 1E+07
5. ECOLOGIA DE MALEZAS.
5.1. Concepto.
La ecología es el estudio científico de las interacciones que regulan la distribución y la
abundancia de los organismos, en otras palabras estudia, dónde, en qué cantidad y por
qué están presentes los organismos. Para el caso que nos ocupa, la ecología de
malezas estudiará entonces el dónde, cuántas y por qué, están presentes las malezas.
5.2. Niveles de estudio en ecología.
A fin de facilitar el estudio de esta disciplina los ecólogos la han dividido en
subdisciplinas según varios criterios, por ejemplo: según el tipo de organismos que
estudia puede haber ecología vegetal, animal, o microbiana. Según los niveles de
organización, a nivel individuo se puede estudiar la influencia de los factores abióticos
en su fisiología, biología, etc., esta sub disciplina entonces recibe el nombre de eco
fisiología. Si lo enfocamos desde grupos de individuos de la misma especie hablamos
entonces de ecología de poblaciones. En cambio, si lo que nos interesa es observar las
interacciones entre grupos de poblaciones entonces se trata de ecología de
comunidades. En la Tabla 5 se incluyen algunos de los parámetros que caracterizan a
las comunidades y poblaciones.

Tabla 5. Medidas usadas para caracterizar poblaciones y comunidades


Poblaciones Comunidades
Estructura de la población Estructura de la comunidad
Distribución y densidad Composición y
de una especie riqueza de especies
Estructura por edades Fisonomía
Dinámica poblacional Dinámica de la comunidad
Natalidad, Mortalidad Sucesión
Inmigración Perturbación
Emigración
Interacciones poblacionales Funcionamiento de la comunidad
Competencia Localización y ciclo de
Herbivoria Nutrientes
Amensalismo Localización y producción
de biomasa
14
Fuente: Booth, 2003. Weed Ecology.
Si el objeto de estudio consiste en estudiar las interacciones entre la comunidad y su
ambiente abiótico estaremos trabajando a nivel de ecosistemas. En nuestro caso
específicamente de agroecosistemas.

5.3. Parámetros Poblacionales de Maleza.


Una población se define como un grupo de organismos de la misma especie que
comparten un espacio y un tiempo y que son capaces de entrecruzarse. La escala la
marcan las necesidades del investigador, una población puede ser un grupo
determinado de individuos en un campo de cultivo o puede referirse a la población que
habita en una gran área geográfica. Los parámetros que con mayor frecuencia son
objeto de medición dada la importancia que revisten son la abundancia y la distribución.
(Tabla 5) Estas medidas pueden ser cuantitativas, cualitativas o semicuantitativas y la
elección dependerá de los objetivos del muestreo.
Patrones de Distribución. Los individuos de una población se distribuyen en tres
patrones clásicos de distribución o disposición espacial: al azar, agregada y uniforme.
El patrón de distribución agregado o por contagio se da cuando la presencia de un
individuo genera una mayor probabilidad de encontrar en las cercanías otros de la
misma población, por lo que la media (x) de las muestras tiende a ser menor que la
varianza (s2) de las mismas, ejemplo son los manchones de arvenses que crecen
alrededor de la planta madre. La distribución uniforme la observamos cuando los
individuos son encontrados siguiendo un patrón regular, en este caso la media (x) es
mayor que la varianza (s2), los animales territorialistas y las plantas alelopáticas
presentan este tipo de arreglo. La distribución al azar, estima que cualquier lugar del
espacio tiene misma probabilidad de ser ocupado por un individuo de la población, sin
que esta ocupación afecte la ubicación de otros individuos pertenecientes a la misma
población, en otras palabras el ambiente es homogéneo y la distribución de los
organismos no esta condicionada por ningún factor biótico o abiótico. Este tipo de
distribución se caracteriza porque la media (x) obtenida a través de muestreos, es igual
a la varianza (s2), por lo que su cociente es igual a 1. Este último arreglo espacial es el
más raro en la naturaleza. Existen diversos métodos para la determinación del patrón
de distribución espacial. El mas comúnmente usado en malherbología es el propuesto
por Iwao y Kuno (1968).
Abundancia Densidad y Frecuencia. Los dos primeros parámetros nos indican
cuantos individuos de una especie se encuentran en nuestra área de estudio, la
diferencia radica en que la abundancia es un parámetro semicuantitativo usado por la
escuela europea o de Braun – Blanquet la cual utiliza un escala de abundancia visual.
(Mueller-Dumbois y Ellenmberg. 1974). La densidad se define como el número de
individuos de una especie por unidad de área o volumen. En el caso de las arvenses es
común expresarla en número de individuos por hectárea. En algunas ocasiones,
cuando se está trabajando en cultivos en hilera, también se refiere la densidad por
metro lineal en la hilera del cultivo. La frecuencia es el número de unidades muestrales
en que aparece la especie, referido al número total de unidades. 15
5.4. Interacciones poblacionales.
Como cualquier otro organismo, las plantas arvenses están sujetas a interacciones con
otros organismos de la misma o diferente especie. Estas interacciones pueden llegar a
ser bastante complejas e incluir procesos coevolutivos. En la Tabla 6 se resumen las
interacciones entre especies. De estas, la competencia y la alelopatía son las que
revisten mayor importancia para nosotros.

Tabla 6.. Resumen de interacciones que pueden ocurrir entre dos especies
Especies
Interacción A B Explicación
Neutralismo 0 0 Ninguna de las especies es afectada
Competencia Ambas especies son inhibidas, o una de las especies es afectada
(amensalismo) 0/- - y la otra no
Alelopatia 0 - La especie A libera químicos que inhiben la especie B
Herbivoría + - La especie animal A consume parte de la especie de planta B
Mututalismo + + Ambas especies son beneficiadas
Comensalismo + 0 La especie A se beneficia mientras que la especie B no es afectada
La especie A es parásita y explota a la especie B que es el
Parasitismo + - hospedante, dado que vive en o sobre de ella.
Fuente: Booth 2003. Weed Ecology.
La competencia se define como un tipo de interacción dañina, es decir ambas especies
resultan afectadas adversamente por su asociación. La competencia es interespecífica
cuando se lleva a cabo entre dos o más especies diferentes, o intraspecífica cuando se
lleva a cabo entre organismos de la misma especie.,
-Competencia de interferencia. La cual tiene lugar cuando los organismos se afectan
adversamente entre si por búsqueda de recursos, incluso si estos últimos no son
escasos, la mayoría de los autores incluyen en este apartado a la alelopatía.
Las sustancias aleloquímicas pueden ser producidas en los tallos, raíces, hojas y
flores. Su naturaleza química es variada pero en general se trata de productos del
metabolismo secundario. En algunas ocasiones estas sustancias deben ser
transformadas en el suelo para lograr su efecto fitotóxico. Para algunos autores la
alelopatía se presenta en una gran variedad de malezas como por ejemplo Abutilon
theophrasti, Elytrigia repens, Pteridium aquilinum. Para otros se debe tomar con
escepticismo.(Booth, 2003)
-Competencia por recursos. Para que este se lleve a cabo tienen que darse varias
condiciones: obviamente que los organismos coexistan, pero ademas que ambos
necesiten el mismo recurso y que este sea limitado.
De acuerdo con Morán (1993) los recursos limitantes mas importantes en la
competencia maleza-cultivo y que inciden directamente sobre la producción de los
cultivos son los siguientes en orden de importancia.
Agua.
16
Este es el factor de competencia más limitante y de mayor influencia sobre el cultivo,
debido a que la mayoría de los casos, afecta mayormente el rendimiento en
comparación con la competencia por nutrientes. Esta importancia en mayúscula en
aquellas regiones donde se practica la agricultura de temporal, donde la maleza puede
incluso, afectar las reservas de agua del suelo.

Nutrientes.
Por su fisiología de desarrollo acelerado y su alta adaptación, las malezas demandan
mayor cantidad de nutrimentos, por ejemplo, una planta de Brasica sp. Requiere dos
veces más Nitrógeno y Fósforo que una planta de avena, esto se puede observar en la
Tabla 7
Tabla 7 Análisis de la composición química de nutrientes en porcentaje del peso seco del cultivo de maíz
en competencia. * Malezas: Amaranthus sp, Digitaria sp y Chenopodium sp. ** En cultivos de maíz
Planta N P K Ca Mg

Maíz 1.46 0.20 1.04 0.17 0.27


Maíz + Maleza * 1.38 0.19 0.26 0.20 0.36
Amaranthus sp ** 2.41 0.26 2.79 0.62 0.93
Chenopodium sp ** 2.64 0.20 2.50 0.75 0.75
Digitaria sp * 2.09 0.20 1.80 0.38 0.96
Promedio maleza 2.38 0.22 2.36 0.58 0.88
Luz:
Aunque la competencia por la luz es uno de los factores menos importantes, en ciertas
ocasiones se vuelve crítica en estados tempranos del desarrollo del cultivo,
especialmente en aquellos de crecimiento lento.
5.4.1. Intensidad de competencia maleza-cultivo.
La intensidad de la competencia maleza-cultivo depende de una gran cantidad de
variables: ambientales, culturales, intrínsecos de la especie de maleza y del cultivo.
Algunos de estos elementos son susceptibles de modificación por el productor, y
17
pueden ayudar a disminuir tanto los propágulos de maleza como la emergencia de las
mismas(Figuras 2 y 3 ). Altieri (1999) enlista los siguientes:
a) Variedades y tipos de cultivos.
b) Densidad de las poblaciones de maleza.
c) Especie de la maleza
d) Tipo de suelo
e) Humedad del suelo
f) Fisiología de la maleza
g) Disposición espacial de las plantas
h) Densidad de siembra del cultivo.
i) Fecha de siembra
j) Secuencia de cultivos
k) Combinación de cultivos
l) Cultivo de cobertura
m) Aplicaciones de Mulch
n) Sistemas de labranza.
o) Duración de la competencia.
PRÁCTICAS DE CULTIVOS
- Sombreamiento de malezas plantando patrones
que provean una temprano cerrado del dosel y/ o
cultivos de cobertura que llenen los espacios entre
los cultivos ya cosechados.
- Usar la alelopatía de cultivares, para de evitar la
reproducción de las malezas.
- Parcializar la fertilización nitrogenada para
fortalecer el crecimiento vegetativo de los cultivos.
PRÁCTICAS DE CONTROL
- Liberar agentes bióticos que inhiban la
producción de semillas y para mantener a las MENOS
malezas perennes dentro de limites MALEZAS = PROPAGULOS
subeconómicos EN EL SUELO
- Aplicar herbicidas para evitar la viabilidad, la
dormancia y producción de semillas.
PRÁCTICAS DE LABRANZA
- Dejar las semillas de las malezas en la superficie
del suelo para sobreexponerlasa condiciones
extremasde luz y temperatura.
- Ubicar las partes perennes en la superficie del
suelo
- Periódicamente labrar poco profundo.

Figura 2. Modificada de Altieri, 1999 18


RESUMEN DE MÉTODOS PARA PREVENIR LA EMERGENCIA DE MALEZAS EN LOS
CULTIVOS

PRÁCTICAS DE CULTIVOS
- Sembrar los cultivos antes o después del flujo
de emergencia de las malezas.
- Usar la alelopatía de los cultivos en contra de
PRÁCTICAS DE CONTROL la germinación/ emergencia de las malezas.
- Aplicar herbicidas de pre-siembra o
pre-emergencia.
- Concentrar residuos de plantas MENOS
PROPAGULOS
alelopáticas en la zona de germinación MALEZAS = EN EL SUELO
de semillas de malezas
Pre-siembra: Romper la dormancia de
las semillas o propágulosluego de
destruir las plantas emergidas.
PRÁCTICAS DE LABRANZA
- Labrar profundo para enterrar semillas y
propágulos.
- Demorar la última labranza hasta que se
prduzca el flujo de germinación de las malezas.
- Fragmentar los propaguloscon laboreo
profundo.

Figura 3. Modificada de Altieri 1999


Algunas investigaciones relevantes en México que ilustran lo anterior, se pueden
encontrar en las memorias de los diferentes congresos de ASOMECIMA, Por ejemplo,
según un estudio de tres años, efectuado por Rosales y Sánchez en el año 2007, para
determinar el efecto de la densidad de polocote (Helianthus annus) en el desarrollo y
rendimiento del sorgo para grano (Sorghum halepense) en el norte de Tamaulipas, el
rendimiento de sorgo es inversamente proporcional a la densidad de la maleza.
Obteniendo valores de reducción de 11% a 25% a una densidad de 1 polocote/m2. A
partir de 2 polocotes/m2 la reducción de rendimiento se ubicó entre el 21% y el 42%.
Cabe señalar que el análisis combinado de los resultados mostró una interacción
significativa entre tratamientos y año del experimento.
Por su lado, en el año 2007 durante el ciclo primavera-verano, Díaz et al. (2007)
realizaron un experimento para determinar el efecto del arreglo topológico y la densidad
de siembra de frijol en un experimento de temporal en la UACh. Se evaluaron tres
arreglos topológicos con dos densidades de siembra 125,000 y 250,000 plantas por
hectárea, con distancias entre plantas de 5, 7.5, 10 y 20 cm. Encontraron que los
diferentes arreglos topológicos tienen efecto en la incidencia de maleza, siendo la
cantidad de maleza inversamente proporcional a la densidad de plantas de frijol.
En un estudio en maíz en donde estudiaron la dinámica poblacional y el manejo
químico en dos sistemas de labranza, López, et al. (2007) encontraron diferencias en
cuanto a la composición florística y densidad. Predominando las especies perennes en
19
labranza de conservación mientras que en labranza mínima predominaron las especies
anuales de hoja ancha, la eficiencia de control químico también presento diferencias en
entre estos dos tipos de labranza.

En su trabajo Escalante y Rodríguez (2007) encontraron que la competencia


interesepecífica de la maleza es mas severa en las primeras etapas de crecimiento del
frijol reduciendo el rendiimiento de grano hasta en un 83% cuando la competencia
ocurre hasta por 60 días durante el periodo vegetativo e inicio de la etapa reproductiva.
Los resultados se consignan en el Tabla 8.

Tabla 8. Rendimiento y biomasa de frijol (Phaseolus vulgaris L.)


en función de la remoción de maleza. Montecillo, Méx .Verano de 2007.
Rodríguez, M.T. y Escalante, J. Alberto
Remoción de Densidad de Rendimiento Biomasa
Maleza % Maleza (plantas ( g m2 ) ( g m2 )
m2 )
100 0 116a 244a
75 65 104ab 235a
50 130 81ab 185ab
25 195 71bc 163ab
0 260 36c 110b
Tukey 0.05 42 90
Factoresambientales:
Temperatura, labranza,
barbecho, fertilizante,
pH, acidez, otras plagas

Cultivo: Especies, Malezas: Especies,


variedad, época de biotipo, época de
siembra, vigor de la
aparición, tasa de
plántula, densidad, patrón
del cultivo, días para la crecimiento, densidad,
cosecha patrón, duración.

20

Grado de Competencia

Figura 4. Factores que afectan la competencia. Modificado de Altieri 1999.

Prácticamente todas las medidas usadas para el control de la maleza tienen un


sustento ecológico. La labor del profesional será conocer cuales factores se pueden
modificar para darle ventaja competitiva al cultivo sobre la maleza.
Tabla 9. Listado de métodos no químicos para manejo de malezas y los
principios ecológicos en que cada uno se basa (según Altieri, 1999)

Método de control de malezas Principio ecológico

Prevención
Reducir los insumos y aumentar la
Asoleo del suelo
producción del banco de semillas del
Control de malezas pre-siembra
suelo
Cultivo temprano
Uso de trasplante de cultivos
Permitir al cultivo recapturar espacio
Elección de fecha de siembra

Labranza
Poda Reducir el crecimiento de la maleza y
Mulching capturar, así, espacio

Elección de la variedad a cultivar Maximizar el crecimiento del cultivo y su


Siembra temprana adaptabilidad
Minimizar la competencia intraespecífica
Elección de cantidad a sembrar
del cultivo y maximizar la captura de
Elección de espacio de hileras
espacio 21
Maximizar los efectos competitivos del
Siembra de cultivos de cobertura
cultivo sobre la maleza

Rotación de cultivos Modificar el medio ambiente para evitar


Alternación de los métodos de control adaptación de las malezas

Maximizar la eficiencia del cultivo en lo


Cultivo intercalado
que se refiere a utilización de recursos

5.4.2. Modelos de Competencia


5.4.2.1. Modelos de competencia denso dependiente.
Se han desarrollado, varios modelos matemáticos para estudiar la competencia, el más
conocido es el de Lotka-Volterra. Este modelo se basa en la curva de crecimiento
logístico denso-dependiente. Las ecuaciones de Lotka y Volterra que describen la
competencia entre organismos por alimentos espacio, las densidades de ambas
especies son restadas de la capacidad de carga para obtener un término dependiente
de la densidad y el número de competidores interespecíficos está ajustado por un
término llamado coeficiente de competencia, que varia dependeidno de las similitudes
en la necesidad de recursos. Se define de acuerdo a las ecuaciones:
dN1/ dt = r1N1 K1-( N1 + αN2)

K1

dN2/ dt = r2N2 K2-( N2 + βN1)

K2
Donde:
N1 = Tamaño de la población de la especie 1.
t = Tiempo.
r1= tasa intrínseca de crecimiento de la especie 1.
K1= Capacidad de carga para la especie 1.
α y β = Coeficiente de competencia de la especie 1
Y en forma semejante para la especie 2.
22
Este modelo es meramente descriptivo y no explica los mecanismos en que se lleva a
cabo la competencia por recursos.

5.4.2.2. Modelos de Competencia por recursos.


El modelo tradicional de competencia Lotka-Volterra es fenomenológico; sus procesos
de retroalimentación intra e interespecífica están relacionados a la densidad
poblacional por simples constantes de proporcionalidad, sin especificar los mecanismo
de interacción entre los competidores. Los modelos en este apartado introducen las
bases mecanísticas para la competencia. Se define como recurso algo que es
consumido y que tiene un efecto positivo para el el crecimiento per cápita del
consumidor. Los consumidores merman la disponibilidad de los recursos llevando a un
equilibrio potencial donde el consumo y la renovación de recursos de un lado y la tasa
de mortalidad y netalidad por otro, están en equilibrio.
Cuando dos especies compiten por el mismo recurso, el consumidor con los
requerimientos más bajos puede excluir en la competencia a las especies menos
eficientes. Dado que todos los organismos consumen recursos y al mismo tiempo
corren el riesgo de ser consumidos como recursos de otros, los modelos mecanísticos
de competencia por recursos han hecho una importante contribución a la ecología de
comunidades.
El modelo de Stewart y Levin.
El modelo de competencia por recursos introducido por Frank Stewart y Bruce Levin
(1973), fue concebido para ilustrar la interacción de bacterias creciendo en un medio de
cultivo. Hay dos versiones del modelo que representan diferentes condiciones
culturales. Una versión llamada “modo estable” en el cual hay un aporte constante de
recursos. La segunda versión del modelo es la llamada “modo estacional” que consiste
en la resiembra periódica de las bacterias en medio de cultivo fresco lo que asemeja
ciclos estacionales de disponibilidad de recursos.

El modelo de Tilman.
Este modelo fue desarrollado por Dave Tilman y sus estudiantes, realizando un análisis
matemático del modelo de Stewart y Levin a fin de darle una perspectiva gráfica.

6. Muestreo de Malezas.
La caracterización del conjunto de arvenses en un agroecosistema está determinada
tanto por las características fenotípicas de las diferentes especies como por el arreglo
espacio-temporal de sus poblaciones. (Caamal, 2004 )
Para poder describir el comportamiento de una población es necesario definir algunos
de sus parámetros, sin embargo la descripción de todos los individuos en muchos
casos es imposible y casi nunca es deseable. En lugar de ellos se realiza un muestreo. 23
El muestreo se define como la actividad por la cual se toman ciertas muestras de una
población. Mientras que una muestra se define como un pequeño grupo o subconjunto
sacado de una población. La representatividad de la muestra depende de la forma de
extraerla y es directamente proporcional a su tamaño. Para que una muestra sea
representativa, y por lo tanto útil, debe de reflejar las similitudes y diferencias
encontradas en la población y ejemplificar las características de la misma. Cuando
decimos que una muestra es representativa indicamos que reúne aproximadamente las
características de la población que son importantes para la investigación.
Para poder tener una muestra representativa se deberá hacer una planeación previa
del muestreo que tome en cuenta:
Disponibilidad de tiempo y personal
Disponibilidad de equipo
Nivel de exactitud requerido
Número de repeticiones
Conocimiento de la flora
Objetivos el muestreo
Diversidad
Estratificación
Hábito de crecimiento de las plantas
Tamaño de las plantas
Tipo y tamaño de unidad muestral. La forma geométrica de la unidad de muestra puede
variar. En términos generales se recomienda la el plano circular para terrenos planos
con vegetación escasa. El cuadrado para terrenos planos pero con vegetación más
abundante y el rectángulo para lugares en donde se presenta un gradiente ambiental
bien definido. (Franco, 1985) Dado que el tamaño de la unidad de muestra también
influirá en los resultados en comunidades arvenses convencionalmente se recomienda
el uso de unidades cuadradas de .5 m de lado.
Diseño del muestro. La distribución de las unidades de muestreo dentro del terreno a
estudiar puede ser al azar o sistemático. Un diseño comúnmente utilizado en
muestreos de vegetación arvense es el conocido como “zig-zag” o “W”, el cual
corresponde al tipo de muestreo sistemático. (Fig. 5). La distancia entre cada una de
ellas dependerá del para qué se quiere muestrear así como del número de puntos
necesarios para obtener una muestra representativa, también conocida como área
mínima.

24

Figura 5. Disposición de las unidades de muestreo en zig-zag que asemeja una W


Determinación del área mínima. Ésta se define como el área más pequeña que
representa adecuadamente la composición de especies de la comunidad. (Franco, J.
1985 ) Se determina comúnmente mediante la técnica de puntos anidados, la cual
consiste en trazar un área relativamente pequeña en el terreno en las cuales se
contabiliza en número total de especies presentes, después esta área se va duplicando
varias veces- Fig.6. Con los datos obtenidos se obtiene una curva de especies/área.
Fig.7. El área mínima se considerará como la interpolación en el eje X en el punto en
el cual la curva se hace asintótica.
1 2
4
3

Figura 6 Trazado de cuadrados para determinar el área mínima

25
Número de especies

Área mínima

Figura 7. Curva de especies/área para determinar el área mínima


De acuerdo con Camaal (2004) existe una ecuación básica para estimar el tamaño de
muestra:
n = t2 X C2/P2
donde:
n = número de observaciones requeridas en el muestreo (cuadrantes)
t = valor de t en tablas para el nivel de confianza de 95%
C = coeficiente de variación = (desviación estándar/media) X 100
P = Límite dentro del cual se espera que se encuentre la verdadera media poblacional,
expresado como porcentaje de la media muestral.
El valor de t depende del tamaño de la muestra, pero eso es precisamente lo que
queremos calcular, por lo que convencionalmente se toma el valor de 2 para un nivel
de confianza de 95%. Reescribiendo la fórmula:
n = 4C2/P2
Aún así se mantiene el problema de que no conocemos C antes de realizar el
muestreo, por lo que bien se pueden tomar los valores de C de muestreos anteriores.
(Camaal, 2004)
Vargas y Munro (1990) utilizaron la metodología propuesta por Iwao (1971) que
correlaciona el índice de contagio (M*) y la media (X) mediante parámetros de
regresión (a y B) para calcular el tamaño de muestra según la ecuación.

N = 1/d2 ( (a + 1)/X + (b – 1 )

donde:
N = Número de cuadrantes necesarios para contar con una muestra representativa
d2 = Grado de precisión deseado.
El uso de la regresión propuesta por lwao, elimina el problema que ocurre en el cálculo
26
de otros índices cuando se suceden cambios en la densidad de la población,
permitiendo así la estimación del tamaño de la muestra y la escogencia de la
transformación adecuada de los datos para el análisis de la varianza (Iwao y Kuno,
1968).
En términos generales se puede decir que no hay una metodología estricta
para el muestreo de malezas. La elección de cada método, modelo, repeticiones
etcétera dependerá como se dijo líneas arriba de los objetivos y alcance deseado.
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Congreso Nacional de la Ciencia de la Maleza. Mazatlán Sin. México
CLASIFICACIÓN Y USO DE LOS HERBICIDAS POR SU
MODO DE ACCIÓN
Enrique Rosales Robles
INIFAP - Campo Experimental Río Bravo, Tamaulipas
rosales.enrique@inifap.gob.mx

Valentín Esqueda Esquivel


INIFAP - Campo Experimental Cotaxtla, Veracruz
esqueda,valentin@inifap.gob.mx

INTRODUCCIÓN

La presencia de la maleza en los cultivos ocasiona mermas en el rendimiento y calidad


de los productos cosechados e incrementa los costos de producción. El manejo de
maleza debe integrar prácticas para el control de la maleza existente y para prevenir la
producción de nuevos propágulos, reducir la emergencia de maleza en los cultivos y
maximizar la competencia del cultivo hacia la maleza. El manejo integrado de maleza
hace énfasis en la conjunción de medidas para anticipar y manipular las poblaciones de
maleza, en lugar de reaccionar con medidas emergentes de control cuando se
presentan fuertes infestaciones (Dieleman y Mortensen, 1997).
29
La maleza puede ser controlada en forma mecánica, cultural, biológica o química. El
control químico de la maleza se realiza por medio de la aplicación de herbicidas y es
una de las principales herramientas en la agricultura moderna. Sin embargo, el uso de
herbicidas requiere de conocimientos técnicos para la elección correcta y aplicación
eficiente y oportuna de estos productos (Anderson, 1996).

Un herbicida es un producto químico que inhibe o interrumpe el crecimiento y desarrollo


de una planta. Los herbicidas son usados extensivamente en la agricultura, industria y
en zonas urbanas, debido a que si son utilizados adecuadamente proporcionan un
control eficiente de maleza a un bajo costo Peterson et al., 2001). No obstante, si no
son aplicados correctamente los herbicidas pueden causar daños a las plantas
cultivadas, al medio ambiente, e incluso a las personas que los aplican. En la
agricultura, los herbicidas han sido una herramienta importante para el manejo de
maleza por muchos años. Desde la década de los 1940´s los herbicidas han sido cada
vez más sofisticados en el espectro de control de maleza, duración del período de
control y selectividad a los cultivos. Aunque los herbicidas son aplicados
extensivamente, son probablemente el componente menos entendido de un sistema de
manejo integrado de maleza (Baumann et al., 1998). Por lo anterior, el objetivo de este
folleto es proporcionar información sobre como actúan los herbicidas en las plantas
para promover su uso eficiente.
NOMENCLATURA DE LOS HERBICIDAS

Generalmente existe confusión al referirse al nombre de un herbicida. La etiqueta de un


herbicida contiene tres nombres: el nombre químico, el nombre común y el nombre
comercial. Por ejemplo, el herbicida vendido con el nombre comercial de Gesaprim,
tiene el nombre común de atrazina, que es su ingrediente activo, y el nombre químico
6-cloro-N-etil-N´-(1-metiletil)-1,3,5, triazina-2,4-diamina. El nombre comercial es usado
por la empresa de agroquímicos para promocionar la venta de su marca comercial y
comúnmente es el nombre más conocido de un herbicida. El nombre común es el
nombre genérico dado al ingrediente activo y está aprobado por autoridades
apropiadas, como la Sociedad Americana de la Ciencia de la Maleza (WSSA) y
International Organization for Standardization (ISO), y el nombre químico describe la
composición química del compuesto herbicida (Caseley, 1996).

Las compañías de agroquímicos obtienen una patente para su herbicida antes de su


introducción al mercado. Una compañía que desarrolló el producto tiene el uso
exclusivo del mismo durante los 17 años que siguen a la aprobación de la patente
(Caseley, 1996; Murphy, 1999). Después de que expira esta patente, otras compañías
pueden acceder al mercado con este herbicida, sin embargo deben utilizar un nombre
comercial diferente. Además, existen herbicidas que consisten de la mezcla de dos o
30
mas herbicidas, por lo que es importante conocer los nombres comunes de los
herbicidas.

Los herbicidas se comercializan en formulaciones líquidas o sólidas dependiendo de la


solubilidad en agua del ingrediente activo y de su forma de aplicación. La formulación
del herbicida se indica en la etiqueta del producto y se designa por una o varias letras
después del nombre comercial. En la etiqueta del herbicida también se indica la
cantidad de ingrediente activo en porcentaje y en gramos de ingrediente activo por litro
o kilogramo del producto comercial.

CLASIFICACIÓN DE LOS HERBICIDAS

Los herbicidas pueden ser clasificados de acuerdo a su época de aplicación,


selectividad, tipo, familia química y modo de acción.

Época de aplicación.
De acuerdo a su época de aplicación los herbicidas pueden clasificarse en forma
general como preemergentes (PRE) y postemergentes (POST). Por lo general, los
herbicidas PRE se aplican después de la siembra, pero antes de que emerjan la
maleza y el cultivo. Los herbicidas PRE requieren de un riego o precipitación para
situarse en los primeros 5 cm de profundidad del suelo, donde germina la mayoría de
las semilla de maleza. Este tipo de herbicidas elimina a las malas hierbas en
germinación o recién emergidas, lo que evita la competencia temprana con el cultivo.
Por lo general la semilla de los cultivos se coloca por debajo de la zona de suelo con
alta concentración de herbicida y la selectividad al cultivo puede ser tanto posicional
como fisiológica. Los herbicidas PRE presentan una gran interacción con algunas
características del suelo como son: textura, pH y materia orgánica que pueden afectar
la cantidad de herbicida disponible en el suelo para controlar la maleza. Por lo general
la dosis de este tipo de herbicidas se ajusta según el tipo de suelo y materia orgánica,
requiriendo una mayor dosis en suelos arcillosos y con alto contenido de materia
orgánica (Anderson, 1996).

Los herbicidas POST se aplican después de la emergencia del cultivo y la maleza. En la


mayoría de los casos, la aplicación de herbicidas POST debe realizarse sobre malezas en
sus primeros estados de desarrollo cuando son más susceptibles a los herbicidas y su
competencia con el cultivo es mínima. Los herbicidas POST pueden ser más económicos
para el productor al utilizarse sólo donde se presenta la maleza. La actividad de los
herbicidas POST depende de factores como su grupo químico, especies de maleza
presentes y condiciones de clima como velocidad del viento, temperatura del aire,
humedad relativa y presencia de lluvia (Buhler, 1998).

Selectividad.
De acuerdo a su selectividad los herbicidas pueden ser clasificados como: Selectivos,
herbicidas que a ciertas dosis, formas y épocas de aplicación eliminan a algunas
plantas sin dañar significativamente a otras, por ejemplo, atrazina es un herbicida 31
selectivo en maíz y sorgo. No selectivos: aquellos herbicidas que ejercen su toxicidad
sobre toda clase de vegetación y deben utilizarse en terrenos sin cultivo o bien evitando
el contacto con las plantas cultivadas. El glifosato es un ejemplo de herbicida no
selectivo (Caseley, 1996).

Tipo de acción.
Por su tipo de acción los herbicidas pueden ser: De contacto, herbicidas que eliminan
sólo las partes de la planta con las que entran en contacto y tienen un transporte
limitado dentro de la planta, por lo que se recomiendan para el control de maleza anual.
Sistémicos: herbicidas que se aplican al suelo o al follaje y son absorbidos y
transportados a toda la planta incluyendo sus raíces y otros órganos subterráneos.
Debido a lo anterior, los herbicidas sistémicos son utilizados para el control de maleza
perenne (Ross y Lembi, 1985).

Familia química.
La clasificación de los herbicidas en familias químicas se basa en la composición de los
diferentes compuestos usados como herbicidas. Los herbicidas dentro de una familia
química tienen propiedades químicas similares y generalmente tienen el mismo modo
de acción (Retzinger y Mallory-Smith, 1997). Algunos ejemplos de las principales
familias químicas de herbicidas son: las triazinas, las dinitroanilinas, los fenoxiacéticos,
las cloroacetamidas, las ciclohexanodionas, las sulfonilureas y los bipiridilos (Hance y
Holly, 1990). En Estados Unidos en la actualidad existen alrededor de 200 ingredientes
activos utilizados en la fabricación de aproximadamente 800 herbicidas comerciales
(Vencill, 2002). En México, existen 65 ingredientes activos en alrededor de 300
herbicidas comerciales (Anónimo, 2007).

Modo de acción.
La forma más útil de clasificación de los herbicidas es según su modo de acción (Duke
y Dayan, 2001; Schmidt, 2005). El modo de acción es la secuencia de eventos que
ocurren desde la absorción del herbicida hasta la muerte de la planta. Los herbicidas
con el mismo modo de acción tienen el mismo comportamiento de absorción y
transporte y producen síntomas similares en las plantas tratadas (Gusolus y Curran,
1996). Además la clasificación de los herbicidas según su modo de acción permite
predecir, en forma general, su espectro de control de maleza, época de aplicación,
selectividad a cultivos y persistencia en el suelo (Ashton y Crafts, 1981). Finalmente
este tipo de clasificación permite diseñar los programas de control químico de maleza
más eficientes y evitar los posibles efectos negativos del uso de herbicidas como son la
residualidad en el suelo, el cambio de especies de maleza y el desarrollo de biotipos de
maleza resistentes a herbicidas (Heap, 2001; Regehr y Morishita, 1989).

Aunque es común que los términos modo y mecanismo de acción de los herbicidas
sean usados como sinónimos, existen claras diferencias entre estos términos. El modo
de acción se refiere a los eventos que provocan los herbicidas y el mecanismo de
acción al sitio o proceso bioquímico específico que es afectado (Baumann et al., 1998;
Gunsolus y Curran, 1996). 32
Las siguientes clases de herbicidas según su modo de acción incluyen a la mayoría de
los herbicidas en el mercado en México. En cada clase se citan ejemplos de los
principales herbicidas y en algunos casos se incluyen herbicidas que aún no se
comercializan en nuestro país, pero que son importantes en la clase. En el Cuadro 1 se
citan los herbicidas comercializados en México en 2005, con su nombre común,
nombres comerciales, modo de acción y empresa comercializadora (Anónimo, 2004).

1. REGULADORES DEL CRECIMIENTO

Los reguladores del crecimiento incluyen a las familias químicas: fenoxicarboxílicos,


benzóicos, piridincarboxílicos y quinolincarboxílicos (Cavanaugh et al., 1998; Devine et
al., 1993). El modo de acción de los reguladores del crecimiento incluye la epinastia o
retorcimiento de pecíolos y tallos, la formación de callosidades, la malformación de
hojas y finalmente la necrosis y muerte de la planta. La acción de estos herbicidas es
lenta y requiere de una a dos semanas para matar a las malezas. Esta clase de
herbicidas son usados principalmente para el control de especies dicotiledóneas u
“hojas anchas” anuales y perennes en gramíneas. Una excepción es el 2,4-DB utilizado
para el control de hojas anchas en leguminosas. Los reguladores del crecimiento se
absorben por hojas y raíces y se transportan por el floema y xilema. Sin embargo, su
uso principal es en postemergencia a cultivo y maleza (Sterling et al, 2005).
Los herbicidas del grupo de los reguladores del crecimiento tienen un mecanismo de
acción múltiple e indeterminado, pero se sabe que alteran el balance hormonal normal
de las plantas que regula procesos como la división y elongación celular, la síntesis de
proteínas y la respiración. Por lo anterior estos herbicidas son también conocidos como
“hormonales” (Baumann et al., 1998).

La selectividad de esta clase de herbicidas se basa tanto en la absorción y transporte


por las plantas tratadas, como en su estado de desarrollo, ya que las plantas son más
susceptibles a los reguladores de crecimiento en épocas de intensa división celular
(Peterson et al., 2001). Por lo anterior, este tipo de herbicidas son selectivos en
gramíneas como sorgo, maíz y trigo, en etapas vegetativas.

Los síntomas de daño a gramíneas cultivadas incluyen el enrollamiento de hojas o


“acebollamiento”, la “cristalización” de tallos, los que se quiebran fácilmente, la
curvatura de tallos la fusión de raíces, la distorsión espigas y la esterilidad de flores.
Los daños de los reguladores de crecimiento se acentúan en períodos de alta humedad
en el suelo y alta temperatura (Sterling et al., 2005). Estos herbicidas son fácilmente
acarreados por el viento a cultivos sensibles por lo que se deben utilizar con
precaución. Los herbicidas de la familia de los fenoxicarboxílicos se formulan como
ésteres o sales aminas. Los ésteres son volátiles y pueden causar daños a cultivos
sensibles por el acarreo de vapores, mientras que las sales amina tienen baja
volatilidad. Además, el equipo de aspersión debe ser cuidadosamente lavado para
evitar daños a otros cultivos. En general, los reguladores de crecimiento no dejan 33
residuos en el suelo que afecten la rotación de cultivos por un tiempo prolongado. Sin
embargo, el picloram es soluble en agua y es persistente en el suelo, por lo que debe
evitarse su uso en suelos arenosos con mantos freáticos poco profundos (Cavanaugh
et al., 1998).

FAMILIA NOMBRE NOMBRE CULTIVOS


QUÍMICA COMÚN COMERCIAL
2,4-D Hierbamina y otros Maíz, sorgo,
Fenoxicarboxílicos cereales
2,4-DB Butyrac Soya, cacahuate
Dicamba Banvel, Fortune, Maíz, sorgo,
Benzoicos Herbamba cereales
Picloram Tordon, Combo Maíz, pastos
Piridincarboxílicos Clopiralid Stinger, Reclaim Pastos, trigo
Fluroxipir Starane, Tomahawk Pastos, trigo
Triclopir Garlon Áreas no
agrícolas
Quinolincarboxílicos Quinclorac Facet Arroz
2. INHIBIDORES DEL CRECIMIENTO DE PLÁNTULAS

Estos herbicidas actúan en las plántulas poco después de su germinación y antes de


su emergencia, por lo que es común que sus efectos no sean visibles, ya que las
plantas dañadas no llegan a emerger. Los inhibidores del crecimiento de plántulas
tienen muy poca actividad foliar y se aplican en presiembra o preemergencia. Los
inhibidores del crecimiento de plántulas se dividen en dos grupos: inhibidores de
radículas e inhibidores de brotes (Murphy, 1999).

Inhibidores de radículas. Los inhibidores de raíces incluyen a la familia química de


las dinitroanilinas. El modo de acción de estos herbicidas es la inhibición del desarrollo
de radículas en las plántulas. Las plantas mueren por no poder tomar agua y
nutrimentos del suelo. El mecanismo de acción es la inhibición de la división celular al
impedir la mitosis en las células. Los inhibidores de raíces son más efectivos en el
control de hojas anchas y zacates de semilla pequeña ya que se concentran en los
primeros centímetros del suelo (Gusolus y Curran, 1986). Los cultivos y las malas
hierbas de semilla grande sobreviven a la acción de estos herbicidas debido a que sus
brotes y raíces pueden crecer a través de la zona del suelo con alta concentración de
herbicida. Estos herbicidas se absorben por los brotes y raíces y presentan poco o nulo
transporte dentro de las plantas y su selectividad es posicional. Su solubilidad en agua
es muy baja y en su mayoría son volátiles y degradables por la luz, por lo que deben
incorporarse mecánicamente al suelo. Los daños de los inhibidores de raíces en los 34
cultivos incluyen la tumoración de las raíces, ausencia de raíces secundarias y el
engrosamiento de hipocotilos en dicotiledóneas.

FAMILIA NOMBRE NOMBRE CULTIVOS


QUÍMICA COMÚN COMERCIAL
Dinitroanilinas Trifluralina Treflan, Otilan, Soya, algodón
Archer, Premerlin
Pendimetalina Prowl, Patrol Maíz, soya,
algodón, arroz
Cloroacetamidas Metolaclor Dual Maxx Maíz, soya,
algodón
Acetochlor Harness, Surpass, Maíz, Agave
Anaclor, Keystone
Dimetenamida Frontier 2X Maíz, soya,
sorgo
Tiocarbamatos EPTC Eptam, Eradicane Maíz
Ácidos Benzoicos Clortal-dimetil Dacthal Hortalizas

Inhibidores de brotes. Los inhibidores de brotes incluyen a las familias químicas de


las cloroacetamidas, los tiocarbamatos y ácidos benzoicos. El modo de acción de estos
herbicidas es la inhibición del desarrollo de las plántulas en proceso de emergencia. El
mecanismo de acción no está bien definido pero se cree que afectan la síntesis de
lípidos y proteínas en las plántulas. Los inhibidores de brotes son más efectivos en el
control de hojas anchas y zacates de semilla pequeña y algunos herbicidas de esta
clase controlan ciperáceas (Caseley, 1996). Los tiocarbamatos son muy volátiles y
requieren incorporación mecánica por lo que se aplican en presiembra. Las
cloroacetamidas se utilizan tanto en presiembra como en preemergencia y requieren de
lluvia o riego en los primeros 15 días después de su aplicación para que su acción sea
óptima y su período de control se extienda hasta por 12 a 15 semanas. Los cultivos y
las malas hierbas de semilla grande sobreviven a la acción de estos herbicidas debido
a que sus brotes y raíces pueden crecer a través de la zona del suelo con alta
concentración de herbicida. Estos herbicidas se absorben por los brotes de los zacates
y las raíces de las hojas anchas y se transportan por el xilema hacia los puntos de
crecimiento. Su selectividad es fisiológica, al transformar las plantas tolerantes estos
herbicidas a compuesto no tóxicos, y posicional al colocar el herbicida fuera de la zona
de germinación de los cultivos (Vencill, 2002). Es común que las gramíneas cultivadas
con tolerancia a estos herbicidas requieran el uso de protectores en la semilla para
evitar sus daños. Los daños de los inhibidores de brotes en gramíneas incluyen la
distorsión de las hojas que no pueden extenderse normalmente al crecer, hojas
quebradizas y de color verde oscuro. En las hojas anchas se observa el arrugamiento
de hojas, la inhibición de crecimiento de la nervadura central y en general la falta de
desarrollo de las plántulas. Los daños a los cultivos tratados con esta clase de
herbicidas se incrementan si se presentan períodos de clima frío y húmedo (Anderson,
1996). Cuando se usan protectores en la semilla de los cultivos la presencia de lluvias
torrenciales después de la siembra puede lavar el protector y promover el daño de
estos herbicidas.
35
3. INHIBIDORES DE LA FOTOSÍNTESIS

Los inhibidores de la fotosíntesis pueden clasificarse en herbicidas móviles o


sistémicos y herbicidas no-móviles o de contacto. Los inhibidores de la fotosíntesis
móviles incluyen a las familias químicas de las triazinas, triazinonas, triazolinonas,
fenilureas y uracilos y los de contacto a los nitrilos, benzotiadizoles y amidas (Markwell
et al., 2005). Los inhibidores de la fotosíntesis se utilizan principalmente para el control
de maleza de hoja ancha pero tienen efectos sobre gramíneas. El modo de acción de
los inhibidores de la fotosíntesis móviles se caracteriza por la clorosis intervenial, o
amarillamiento entre las nervaduras, que se transforma en necrosis de las plantas
tratadas, que empieza en los márgenes de las hojas. En los herbicidas de contacto de
esta clase se presenta clorosis que se transforma rápidamente en necrosis del tejido
tratado. El mecanismo de acción de los inhibidores de la fotosíntesis es la interrupción
del flujo de electrones en el fotosistema II, que provoca la destrucción de la clorofila y
los carotenoides, lo que causa la clorosis, y la formación de radicales libres que
destruyen las membranas celulares provocando la necrosis (Duke y Dayan, 2001).

Los herbicidas sistémicos de esta clase se aplican al suelo y se transportan en las


plantas por el xilema. Por lo anterior, los síntomas se manifiestan primero en las hojas
más grandes y viejas que consumen más agua. Estos herbicidas no previenen la
emergencia de la maleza y su acción se manifiesta hasta que las plantas desechan sus
cotiledones e inician la fotosíntesis. La selectividad de las triazinas y triazinonas se
debe principalmente al metabolismo de los herbicidas por las plantas; en cambio, en las
fenilureas y uracilos la selectividad se debe principalmente a la ubicación del herbicida
en el suelo, que debe estar fuera del área de absorción radical (Peterson et al., 2001).
La persistencia en el suelo de los herbicidas móviles de esta clase es excelente y
controlan a las malas hierbas por varias semanas. Sin embargo, si el pH del suelo es
superior a 7.2, la textura es arenosa o el contenido de materia orgánica es pobre, se
pueden presentar daños a los cultivos tratados (Vencill, 2002).

FAMILIA NOMBRE NOMBRE CULTIVOS


QUÍMICA COMÚN COMERCIAL
Triazinas Atrazina Atranex, Gesaprim y Maíz, sorgo
otros
Ametrina Ametrex, Amigan, Caña
cañon
Prometrina Gesagard, Soya, algodón
Prometrex
Triazinonas Metribuzina Sencor, Lexone, Soya, tomate
Metribuzin
Hexazinona Velpar, Hexapar Caña
Triazolinonas Amicarbazone Orión, Pegaso Agave, maíz
Fenilureas Fluometuron Cotoran, Cottonex Algodón
Diuron Karmex, Cañex y Maíz, algodón
otros 36
Linuron Linurex, Lorox Soya, papa
Uracilos Bromacil Hyvar Cítricos
Terbacil Sinbar Caña, forrajes
Benzotiadizoles Bentazon Basagran Maíz, soya
Nitrilos Bromoxinil Brominal, Buctril Maíz, cereales
Amidas Propanil Pantox, Stamfos Arroz

Los herbicidas no-móviles de esta clase se aplican en postemergencia y tienen un


transporte limitado dentro de la planta, por lo que requieren un cubrimiento total de la
misma (Baumann et al, 1998), por lo que se deben aplicar en malezas pequeñas para
lograr un buen control. Estos herbicidas tienen una residualidad limitada en el suelo. La
selectividad de los inhibidores de la fotosíntesis no-móviles se basa en la capacidad de
las plantas tolerantes de metabolizar estos herbicidas en compuestos no tóxicos. En
algunas ocasiones estos herbicidas causan quemaduras ligeras en las hojas de los
cultivos tratados sin afectar las hojas nuevas.

4. INHIBIDORES DE LA SÍNTESIS DE PIGMENTOS

Los pigmentos de las plantas son compuestos que absorben la luz en ciertas regiones
del espectro visible. Las longitudes de onda que no son absorbidas son reflejadas, por
ello, la clorofila al absorber la luz en el espectro rojo y azul, refleja el verde, lo que da
este color a las plantas. Los carotenoides son pigmentos de color amarillo y naranja
que están asociados con la clorofila y la protegen al disipar el exceso de energía en las
reacciones luminosas de la fotosíntesis (Devine et al, 1993). Los inhibidores de
pigmentos inhibe la formación de carotenoides en las plantas que resulta en la
destrucción de la clorofila. Este grupo de herbicidas incluye a las familias químicas:
isoxazolidinonas, triazoles, isoxazoles y piridazinonas (Peterson et al., 2001). El modo
de acción de estos herbicidas incluye el albinismo en las plantas susceptibles, que en
algunos casos desarrollan un color rosa a violeta, y la necrosis de las hojas y tallos. Las
plantas susceptibles a estos herbicidas mueren al no poder realizar la fotosíntesis por
la ausencia de clorofila. Los inhibidores de pigmentos se absorben por las raíces y se
transportan por el xilema hacia la parte aérea. Esta clase de herbicidas son usados
para el control PRE y POST de hojas anchas y gramíneas anuales. La selectividad a
este grupo de herbicidas es por metabolismo de los herbicidas a compuestos no
tóxicos. En el caso del clomazone, la aplicación de un insecticida organofosforado junto
a la semilla en el suelo protege al algodón de la acción de este herbicida. Estos
herbicidas pueden tener alta residualidad en el suelo y pueden causar daños a cultivos
sembrados en rotación (Baumann et al, 1998).

FAMILIA NOMBRE NOMBRE CULTIVOS


QUÍMICA COMÚN COMERCIAL
Isoxazolidinonas Clomazone Gamit, Command Soya, algodón
Triazoles Amitrole Amitrol Áreas industriales
Isoxazoles
Tricetonas
Isoxaflutole
Mesotrione
Balance
Callisto
Maíz
Maíz
37
Tembotrione Laudis
Benzoilpirazoles Topramezone Convey Maíz
Piridazinonas Norflurazon Zorial, Solicam Algodón, Soya

5. INHIBIDORES DE LA SÍNTESIS DE LÍPIDOS

Los lípidos son ácidos grasos esenciales para mantener la integridad de las
membranas celulares y el crecimiento de las plantas. Los inhibidores de la síntesis de
lípidos incluyen a las familias químicas: ariloxifenoxipropionatos y ciclohexanodionas
(Devine et al, 1993). Estos herbicidas actúan sólo sobre gramíneas y su modo de
acción es la cesión del crecimiento, principalmente en las hojas del cogollo, que
muestran clorosis y luego enrojecimiento de hojas y tallos, para posteriormente
presentar necrosis. El daño de estos herbicidas se concentra en el tejido meristemático
o punto de crecimiento del cogollo, el cual se necrosa y desprende con facilidad en
unas dos semanas después de la aplicación. El daño a tejidos meristemáticos también
se presenta en órganos vegetativos por lo que los inhibidores de lípidos son efectivos
para el control de zacates perennes. El mecanismo de acción de estos herbicidas es la
inhibición de la enzima Acetil Coenzima-a carboxilasa (ACCasa) en la síntesis de
lípidos (Walker et al, 1989). Esta clase de herbicidas son usados principalmente para el
control POST de zacates anuales y perennes en cultivos de hoja ancha. Sin embargo el
diclofop, el clodanifop y el fenoxaprop, de la familia de los ariloxifenoxipropionatos, y el
tralkoxidim, de las ciclohexanodionas, se utilizan para el control de gramíneas en
cereales, al existir pequeñas diferencias en la ACCasa del trigo que le otorga
selectividad a estos herbicidas (Vencill, 2002). La absorción de estos herbicidas es muy
rápida y después de una hora la lluvia no afecta su acción. Requieren de la adición de
surfactante o aceite agrícola para incrementar su absorción por las plantas y deben
aplicarse en postemergencia temprana sobre zacates en crecimiento activo. En el caso
de zacates perennes la aplicación debe realizarse antes del estado de embuche o bota.
La persistencia en el suelo es limitada y no afectan a cultivos sembrados en rotación.
La selectividad de estos herbicidas es fisiológica ya que la ACCasa de las
dicotiledóneas es insensible a su acción. En el caso de herbicidas de este grupo que se
aplican en cereales, la selectividad se obtiene por el metabolismo del herbicida a
compuestos no tóxicos.

FAMILIA NOMBRE NOMBRE CULTIVOS


QUÍMICA COMÚN COMERCIAL
Ariloxifenoxipropionatos Fluazifop-P Fusilade Soya, algodón
Quizalofop-P Assure Soya, algodón
Diclofop Iloxan Trigo, cebada
Clodinafop Topik Trigo
Haloxifop Galant Papa
Fenoxaprop Furore, Puma Arroz
Ciclohexanodionas Sethoxidim Poast Soya, algodón
Clethodim Select Soya, algodón
Tralkoxidim Grasp Trigo, cebada

6. INHIBIDORES DE LA SÍNTESIS DE AMINOÁCIDOS


38
Existen varias familias de herbicidas que afectan la síntesis de aminoácidos, los cuales
son esenciales para la formación de proteínas requeridas para el desarrollo y
crecimiento de las plantas. Los inhibidores de la síntesis de aminoácidos pueden
dividirse en inhibidores de aminoácidos ramificados e inhibidores de aminoácidos
aromáticos (Nissen et al., 2005). El glufosinato es un herbicida que no se encuentra en
las sub-clases mencionadas pero que afecta la síntesis de aminoácidos por lo que se
discutirá aparte (Baumann et al, 1998).

Inhibidores de aminoácidos ramificados. Estos herbicidas incluyen las familias


químicas: sulfonilureas, imidazolinonas, triazolopirimidinas y pirimidiniltiobenzoatos
(Peterson et al., 2001). Los inhibidores de aminoácidos ramificados actúan sobre
gramíneas y hojas anchas que los absorben por raíces y hojas y mueren en tres a
cuatro semanas. Los síntomas de daño de estos herbicidas incluyen: clorosis y
necrosis de los meristemos o puntos de crecimiento, pérdida de la dominancia apical,
inhibición de raíces secundarias y achaparramiento. En gramíneas, las hojas emergen
del cogollo con arrugamiento y presentan clorosis o un aspecto traslúcido o desarrollan
una coloración rojiza. En hojas anchas, las plantas presentan falta de crecimiento,
nervaduras rojas y los puntos de crecimiento muertos aunque las hojas basales
permanezcan verdes. El mecanismo de acción de estos herbicidas es la inhibición de
la enzima Acetolactato sintasa (ALS) provocando que no se sinteticen los aminoácidos
valina, leucina e isoleucina, por lo que la planta no puede producir proteínas y muere.
Esta clase de herbicidas son utilizados para el control de maleza de hojas anchas y
gramíneas en una gran variedad de cultivos. Su selectividad es fisiológica y radica en la
velocidad de detoxificación de las plantas tratadas. Su aplicación puede ser en
presiembra, preemergencia o postemergencia pues son absorbidos por hojas y raíces y
transportados por xilema y floema, sin embargo el método de aplicación es específico
para cada herbicida. Este grupo de herbicidas se distingue por su baja toxicidad a
humanos y a mamíferos y el uso de dosis muy baja (5 a 100 g/ha). Los inhibidores de
aminoácidos ramificados presentan una alta residualidad en el suelo y pueden afectar a
cultivos sembrados en rotación. La actividad de las sulfonilureas se incrementa en
suelos con pH mayor a 7.2 y pueden causar daños al cultivo tratado. Por otra parte, la
aplicación de insecticidas organofosforados dentro de 15 días a la aplicación de
sulfonilureas reduce su selectividad en cultivos gramíneas al interferir con la enzima
citocromo P450 responsable del metabolismo de estos herbicidas (Baumann et al,
1998).

NOMBRE NOMBRE CULTIVOS


FAMILIA COMÚN COMERCIAL
QUÍMICA
Sulfonilureas Nicosulfuron Accent, Sansón Maíz
Primisulfuron Tell, Beacon Maíz
Prosulfuron Peak Maíz y sorgo
Halosulfuron Permit, Sempra Maíz, sorgo,
arroz, caña
Metsulfuron
Triasulfuron
Ally
Amber
Trigo, cebada
Trigo
39
Clorimuron Classic, Assert Soya
Foramsulfuron + Maister Maíz
iodosulfuron
Meosulfuron + Sigma Trigo
iodosulfuron
Imidazolinonas Imazethapir Pívot, Pursuit Soya
Imazaquin Scepter Soya
Imazethabenz Assert Trigo, cebada
Imazapir Arsenal Áreas no
agrícolas
Triazolopirimidinas Flumetsulam Broadstrike Soya
Cloransulam Firstrate Soya
Pirimidiniltioben- Pirithiobac-sodio Staple Algodón
zoatos Bispirac-sodio Regiment Arroz
Sulfonilamino- Flucarbazone-sodio Everest Trigo
carbonil
triazolinonas

Inhibidores de aminoácidos aromáticos. En esta sub-clase sólo se presenta el


glifosato, herbicida postemergente y no selectivo que no tiene acción en el suelo ya que
se adsorbe rápidamente (Nissen et al., 2005). El glifosato es usado ampliamente para
el control de maleza perenne con reproducción vegetativa ya que al ser altamente
sistémico, se transporta a toda la planta. Las plantas tratadas presentan clorosis que se
transforma en necrosis general en una o dos semanas después de la aplicación. En el
caso de daños por acarreo de glifosato a sorgo y maíz, los daños se caracterizan por
clorosis y coloración púrpura en las hojas del cogollo.

El mecanismo de acción del glifosato es la inhibición de la enzima 5-enolpiruvil-


shikimato 3-fosfato sintetasa (EPSP, por sus siglas en inglés) en el ciclo metabólico del
ácido shikimico y bloquea la producción de los aminoácidos fenilalanina, tirosina y
triptofano (Nissen et al., 2004). En los últimos años se han generado mediante
ingeniería genética cultivos resistentes o transgénicos al glifosato por medio de una
enzima EPSP alternativa (Peterson et al. 2001). Debido a que el glifosato es inactivado
en el suelo, es indispensable el uso de agua limpia par su aspersión. Además la
presencia de sales en el agua puede afectar su eficiencia, por lo que se sugiere la
adición de sulfato de amonio al agua antes de agregar el herbicida. El sulfato de
amonio “atrapa” las sales disueltas en el agua e impide que se agreguen al glifosato.

Glufosinato. El glufosinato es un herbicida no selectivo con acción postemergente de


hojas anchas y gramíneas y que no tiene actividad en el suelo. Este herbicida causa
clorosis en tres a cinco días, que se transforma en necrosis de las plantas tratadas en
una a dos semanas. El glufosinato tiene un transporte limitado dentro de la planta y su
acción es básicamente de contacto. Su mecanismo de acción es la inhibición de la
enzima glutamina sintetasa en el metabolismo del nitrógeno. Al bloquear esta enzima
se acumula amoniaco en las plantas lo que destruye las membranas celulares (Vencill,
2002).
40
7. DESTRUCTORES DE MEMBRANAS CELULARES

Los destructores de membranas celulares incluyen a las familias químicas: bipiridilos,


difenileters, aril triazolinonas y fenil-phthalimidas. Su acción principal es de contacto en
postemergencia y son activados al exponerse a la luz para formar compuestos a partir
del oxígeno como el oxígeno simple, el radical libre de hidroxilo y el peróxido de
hidrógeno. Estos compuestos destruyen las membranas celulares rápidamente y
causan la necrosis de los tejidos. Por su mecanismo de acción esta clase de herbicidas
pueden dividirse en aceptores de electrones e inhibidores de la enzima
protoporfirinogeno oxidasa (PPO oxidasa). En esta clase de herbicidas pueden incluirse
los herbicidas arsenicales orgánicos, pues aunque su mecanismo de acción es
desconocido, se reconocen como destructores de membranas celulares y se discutirán
separadamente.

Aceptores de electrones. Esta sub-clase incluye sólo a los bipiridilos, herbicidas


fuertemente catiónicos o con carga positiva que en la presencia de la luz causan
marchitez de las hojas en minutos, que evoluciona a clorosis y luego necrosis en pocas
horas. Debido a que son fuertemente adsorbidos a las arcillas del suelo, los bipiridilos
no tienen actividad en el suelo o control preemergente de maleza. El mecanismo de
acción de los bipiridilos es la aceptación de electrones en el fotosistema I y la formación
de compuestos de oxígeno que destruyen las membranas celulares (Duke y Dayan,
2001). El efecto de estos herbicidas es de contacto, por lo que en malezas perennes se
limita a la parte aérea y no se transporta a los órganos vegetativos. Debido a que se
inactivan en el suelo estos herbicidas han sido muy utilizados en sistemas de labranza
de conservación para la eliminación de la vegetación antes o inmediatamente después
de la siembra sin afectar la emergencia de los cultivos. Los bipiridilos no son selectivos,
pero el paraquat es utilizado en cacahuate al momento de su emergencia, pues este
cultivo tiene una cutícula gruesa que evita los daños de este herbicida (Gusolus y
Curran et al, 1996).

Inhibidores de la enzima PPO oxidasa. En esta sub-clase se incluyen a las familias


químicas difenéteres, triazolinonas, oxadiazoles y N-fenil-ítalimidas (Peterson et al,
2001) Estos herbicidas tienen acción foliar y en el suelo y controlan principalmente
malas hierbas de hoja ancha. Actúan en forma similar a los bipiridilos pero en forma
más lenta ya que requieren de dos a tres días para eliminar a la maleza. Sus síntomas
de daño incluyen la clorosis y posterior necrosis de hojas y tallos. En soya es común
que el acifluorfen y el fomesafen causen un moteado de puntos necróticos en las hojas,
sin embargo la hojas nuevas no son dañadas y el rendimiento no es afectado. Estos
herbicidas no son severamente afectados por la textura del suelo y el contenido de
materia orgánica, por lo que tienen actividad en el suelo. Su mecanismo de acción es la
inhibición de la enzima PPO oxidasa en la biosíntesis de la clorofila lo que origina la
formación de oxígeno simple (1O2) que causa la destrucción de las membranas
celulares y la muerte de la planta (Kunet et al., 1987).

Arsenicales orgánicos. Los herbicidas MSMA (metilarsonato monosódico) y DSMA


(metilarsonato disódico) son herbicidas postemergentes de contacto utilizados para el 41
control selectivo de zacates “de hoja ancha” como zacate pata de gallina Digitaria
sanguinalis y zacate paspalum Paspalum dilatatum en zacates de “hoja angosta” como
bermuda Cynodon dactylon y para el control de zacate Johnson y hojas anchas como
cadillo Xanthium strumarium y girasol silvestre Helianthus annuus en algodonero (Duke
y Dayan, 2001). Sus síntomas son similares a otros herbicidas destructores de
membranas celulares, ya que causan clorosis y una rápida necrosis en las plantas. Sin
embargo estos síntomas son observados primero en las puntas de las hojas y los
puntos necróticos están rodeados de un halo rojizo. Su mecanismo de acción y
selectividad son desconocidos (Retzinger y Mallry-Smith, 1987). Estos herbicidas se
adsorben a las arcillas y a la materia orgánica del suelo y no tienen actividad
preemergente.
FAMILIA NOMBRE NOMBRE CULTIVOS
QUÍMICA COMÚN COMERCIAL
Bipiridilos Paraquat Gramoxone y otros Presiembra
Diquat Reglone, Reward Presiembra
Difeniléteres Acifluorfen Blazer Soya
Oxifluorfen Goal Cebolla, col
Fomesafen Flex Soya
Lactofen Cobra Soya, algodón
Triazolinonas Sulfentrazone Boral Caña, tabaco
Carfentrazone Affinity, Veloz Maíz, algodón
Oxadiazoles Oxadiazon Ronstar Arroz
N-fenil-ítalimidas Flumiclorac Resource Soya, maíz
Flumioxazin Valor Soya, cacahuate

Arsenicales MSMA Citripol, Novansar Algodón, prados


orgánicos DSMA DSMA Algodón, prados

42
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RESISTENCIA A HERBICIDAS
Valentín A. Esqueda Esquivel1
Gloria de los Ángeles Zita Padilla2
Enrique Rosales Robles3

INTRODUCCIÓN

Los herbicidas orgánicos han sido utilizados desde mediados de la década de los años
cuarenta, cuando el 2,4-D comenzó a utilizarse para controlar selectivamente malezas
dicotiledóneas en cultivos de especies gramíneas. El control químico de las malezas ha
ido en constante aumento, ya que es un método práctico, eficiente y relativamente
económico, por lo que se utiliza ampliamente en la mayoría de los cultivos básicos y
oleaginosos, pastizales, huertas de frutales, plantaciones forestales, campos no
cultivados y orillas de caminos y vías ferroviarias. Actualmente existen alrededor de
200 ingredientes activos utilizados como herbicidas, incluidos en 27 grupos con el
mismo sitio de acción.
A pesar de las ventajas que representa el uso de herbicidas sobre otros métodos de
control de malezas, un uso inapropiado o indiscriminado de ellos, puede ocasionar
efectos negativos en los sistemas agrícolas o ambientales, como: toxicidad de residuos
de herbicidas a cultivos de relevo susceptibles, contaminación de suelos y mantos 45
freáticos y aparición de biotipos de malezas resistentes.

DEFINICIÓN DE RESISTENCIA
La resistencia a herbicidas se define como la habilidad heredada de una maleza para
sobrevivir a una dosis de herbicida con la cual normalmente se tendría un control
efectivo. En este contexto, la resistencia es un proceso evolutivo en el que una
población cambia de ser susceptible a ser resistente. Las plantas individuales no pasan
de ser susceptibles a ser resistentes, sino que es la proporción de individuos
originalmente resistentes dentro de la población, la que se incrementa a lo largo del
tiempo.

TIPOS DE RESISTENCIA
La resistencia cruzada se presenta cuando una población de malezas es resistente a
dos o más herbicidas de la misma o diferente clase química, debido a la presencia de
un mecanismo de resistencia único. Por su parte, la resistencia múltiple puede darse en
respuesta al uso de dos o más herbicidas con diferente modo de acción, con lo que se
tiene una selección de dos o más mecanismos de resistencia.

1
Campo Experimental Cotaxtla. INIFAP. esqueda.valentin@inifap.gob.mx
2
FES Cuautitlán UNAM. Ingeniería Agrícola. gloriazitaunam@yahoo.com.mx
3
Campo Experimental Río Bravo. INIFAP. rosales.enrique@inifap.gob.mx
CAUSAS DE LA DE RESISTENCIA
La resistencia a herbicidas puede deberse a una absorción o translocación diferencial
del compuesto químico, a la transformación metabólica del herbicida en compuestos no
tóxicos, al secuestro de las moléculas herbicidas en el apoplasto o a una alteración en
el sitio de acción. Por ejemplo, la resistencia del maíz, sorgo y caña de azúcar a la
atrazina, se debe a la detoxificación del herbicida y a la conjugación con glutatión. El
metabolismo incrementado del propanil por biotipos de Echinochloa colona y E. crus-
galli, también es la causa de la resistencia de estas especies al herbicida. Sin embargo,
la gran mayoría de los casos de resistencia que se han observado en malezas, se
relacionan con una modificación en el sitio de acción.

FACTORES QUE FAVORECEN LA APARICIÓN DE BIOTIPOS DE MALEZAS


RESISTENTES

La mayoría de plantas resistentes a herbicidas que han sido encontradas, han sido
malezas en siembras de maíz tratadas con atrazina por 6 a 10 años. Debido a que el
maíz tiene tan alta tolerancia a la atrazina, las cantidades que se aplican pueden ser y
con frecuencia son bastante altas, muy por arriba de las necesarias para proporcionar
un adecuado control de malezas. Prácticamente no hay reportes de evolución de
resistencia donde atrazina fue rotada o mezclada con otros herbicidas que afectaban la
misma especie. La resistencia pudo haber sido retrasada o suprimida debido a la
habilidad de algunos herbicidas mezclados con atrazina o utilizados en rotación con 46
ella, de tener un efecto más severo en los biotipos resistentes a atrazina que en los
biotipos susceptibles, es decir existe resistencia cruzada negativa a esos herbicidas.

Generalmente se acepta que las mutaciones que conducen a la resistencia aparecen


espontáneamente en algún momento durante el período de aplicación de herbicidas,
especialmente cuando muchos de los biotipos resistentes parecen estar en desventaja
selectiva cuando crecen en competencia con los biotipos susceptibles a los herbicidas,
en ausencia de éstos. Estas mutaciones pueden ser transmitidas a la progenie y con el
tiempo, los biotipos resistentes llegan a ser el biotipo dominante en la población. Para
que esto ocurra, uno o más alelos que confieren resistencia deben estar presentes en
la población de la maleza. Típicamente los fenotipos monogénicos están presentes en
frecuencias de 10-5 para genes dominantes a 10-11 para genes recesivos. Se piensa
que los genes de los cloroplastos están presentes incluso a frecuencias más bajas. La
resistencia de una especie particular de malezas se detecta cuando los biotipos
resistentes componen aproximadamente el 30% de la población.

La presión de selección es la variable agronómica de más influencia en la evolución de


resistencia. Mientras más susceptible es una especie a un herbicida (mientras mayor
sea su control), es mayor la intensidad de selección, como un resultado de esto, el
grado de selección para resistencia puede ser bastante rápido, si el mismo herbicida o
herbicidas con el mismo sitio de acción se utilizan repetidamente en un terreno
particular. La severidad y el período de tiempo en el que la resistencia puede
desarrollarse son variables y dependen de los herbicidas utilizados y factores
biológicos, agroecológicos y de manejo, pero puede ser tan corto, como tres años del
comienzo del uso de herbicidas.

Las características que incrementan la intensidad de selección de un herbicida son: 1.


Herbicidas que actúan en un simple sitio de acción, 2. Herbicidas que son aplicados
varias ocasiones durante el ciclo de cultivo, 3. Herbicidas utilizados por varios ciclos
consecutivos y 4. Herbicidas utilizados sin alguna otra opción de control.

INDICADORES DE RESISTENCIA

Por lo general, la sospecha inicial de resistencia está relacionada con un control


deficiente o no satisfactorio de las malezas después de una aplicación de herbicidas.
Antes de considerar a la resistencia como causante de la falla, deben descartarse otros
factores como dosis o época de aplicación inadecuada del herbicida, aplicación
deficiente, nivel de humedad y preparación del suelo, adsorción, condiciones climáticas
no favorables, tamaño de malezas, germinación posterior a la aplicación y alta
infestación.

La resistencia a los herbicidas no es un problema que se presente en forma súbita en


un terreno en particular, ni es la falta de control de malezas en un solo año. Puede
ocurrir primero en una pequeña área o áreas, especialmente en donde se han utilizado
herbicidas con el mismo modo de acción por varios años consecutivos. La resistencia a
herbicidas se presenta cuando la aplicación repetida de un herbicida, selecciona a 47
plantas individuales con tolerancia natural a dicho herbicida. Esta resistencia se hereda
de padres a hijos. Además del uso de herbicidas con el mismo modo de acción, otros
factores que favorecen el desarrollo de la resistencia incluyen: uso de herbicidas con
alta residualidad en el suelo, alta densidad de población de malezas y frecuencia inicial
de plantas resistentes dentro de la especie, algo que generalmente no se conoce. Se
piensa que las malezas cambian o mutan para llegar a ser resistentes, sin embargo,
desde el punto de vista biológico, se considera que en las poblaciones de malezas en
que se desarrolla resistencia, siempre hubo unos pocos biotipos resistentes presentes
y que al utilizar un herbicida, los biotipos susceptibles fueron controlados, y luego las
poblaciones resistentes pequeñas se incrementaron e infestaron el área.

Existen indicadores claves de la resistencia en el campo, los cuales son: 1. Plantas no


afectadas entre grupos de plantas muertas de la misma especie, que fueron aplicadas
al mismo tiempo, 2. Manchones de malezas no controladas que se están expandiendo,
3. Presencia de otras especies susceptibles de malezas que fueron controladas al
mismo tiempo, 4. No hay evidencia de escapes o problemas en la aplicación, 5. Poco o
ningún daño en las malezas, 6. El mismo herbicida se utiliza año tras año y 7. Se ha
confirmado la resistencia en terrenos cercanos.
COLECTA DE MUESTRAS DE MALEZAS RESISTENTES

Una vez que se tiene una sospecha fundada de la presencia de malezas resistentes,
debe llevarse a cabo un muestreo en los terrenos infestados, para colectar plantas
enteras, o semillas, con las cuales se realicen los estudios que confirmen la resistencia.

Las semillas deben colectarse cuando la mayoría estén maduras. Hay que asegurarse
de que se tiene un número adecuado de semillas (generalmente entre 1000 y 3000)
que permita remover las de baja calidad. Es mejor colectar pocas semillas de muchas
inflorescencias. Se recomienda colectar semillas de aproximadamente 40 plantas de
cada manchón de malezas no controlado. No colecte las semillas en condiciones
húmedas y no las almacene en bolsas de polietileno. Utilice sobres de papel
etiquetados con los datos del lugar y la fecha de colecta. Limpie las semillas para
remover aquellas de baja calidad. Evite asolear o calentar la semilla, almacénela a
temperatura ambiente en un lugar seco y bien ventilado y mándela pronto a analizar.
Las técnicas de muestreo pueden variar, desde seguir por un transecto definido, hasta
uno completamente indefinido; sin embargo, la técnica más aceptada es seguir un
trayecto en forma de W, comenzando 50 m adentro del terreno.

EVOLUCIÓN DE LA RESISTENCIA
En 1957 se reportó por primera vez la existencia de un biotipo de zanahoria silvestre
(Daucus carota) con resistencia a 2,4-D. Trece años después, se presentó resistencia a 48
atrazina en un biotipo de Senecio vulgaris, una especie anual de la familia Asteraceae,
que evolucionó en un vivero en donde atrazina y simazina se habían aplicado por más
de diez años, como el único método de control de malezas.

Hasta agosto de 2007, se habían reportado 320 biotipos de malezas resistentes a 19


grupos químicos de herbicidas en 185 especies (111 dicotiledóneas y 74
monocotiledóneas) en 60 países. Aproximadamente el 30% presenta resistencia a
herbicidas inhibidores de la enzima acetolactato sintasa (ALS), 21% a herbicidas del
grupo químico de las triazinas, 11% a los herbicidas inhibidores de la enzima Acetil
CoA carboxilasa (ACCasa), 8% a las auxinas sintéticas, 7% a los bipiridilos, 6% a las
ureas y amidas, 4% a los inhibidores de la enzima EPSP sintasa y el resto, a otros
modos de acción (Cuadro 1). En la mayoría de las especies, la resistencia es a un solo
herbicida, pero una pequeña minoría tiene poblaciones resistentes hasta ocho
diferentes modos de acción de herbicidas. Pocas malezas han desarrollado resistencia
a las cloracetamidas, difeniléteres a pesar del uso extensivo de estos herbicidas.
Cuadro 1. Biotipos de malezas resistentes a herbicidas.
Herbicida
Grupo herbicida Modo de acción Total
ejemplo
Inhibición de acetolactato sintasa ALS Clorsulfurón 95
Inhibidores de ALS (acetohidroxiácido sintasa AHAS)
Inhibidores del Fotosistema Inhibición de fotosíntesis en fotosistema II Atrazina 67
II
Inhibición de acetil CoA carboxilasa (ACCasa) Diclofop- 35
Inhibidores de ACCasa
metilo
Auxinas sintéticas (acción como el ácido 2,4-D 27
Auxinas sintéticas
indolacético)
Bipiridilios Fotosíntesis -I- desvío de electrones Paraquat 24
Ureas y amidas Inhibición de fotosíntesis en fotosistema II Clortolurón 21
Glicinas Inhibición de EPSP sintasa Glifosato 14
Dinitroanilinas y otros Inhibición del ensamble de microtúbulos Trifluralina 10
Inhibición de síntesis de lípidos (no inhibición de Trialate 8
Tiocarbamatos y otros
ACCasa)
Triazoles, ureas, Blanqueamiento: inhibición de biosíntesis de Amitrole 4
isoxazolidionas carotenoides (sitio de acción desconocido)
Inhibidores de PPO Inhibición de protoporfirinógeno oxidasa (PPO) Oxyfluorfén 3
Inhibición de división celular (inhibición de ácidos Butaclor 3
Cloroacetamidas y otros
grasos de cadenas muy largas)
Blanqueamiento: inhibición de biosíntesis de Flurtamone 2
Inhibidores de biosintésis de
carotenoides al nivel de fitoeno desaturasa
carotenoides

Ácidos arilaminopropiónicos
(PDS)
Desconocido Flamprop- 2
49
metilo
Nitrilos y otros Inhibición de fotosíntesis en fotosistema II Bromoxynil 1
Inhibición de mitosis / inhibidor de polimerización Propham 1
Inhibidores de mitosis
de microtúbulos
Inhibición de la síntesis de la pared celular Diclobenil 1
Inhibidores de celulosa
(celulosa)
Pyrazolios Desconocido Difenzoquat 1
Organoarsenicales Desconocido MSMA 1
Total 320
Fuente: weedscience.org (2007).

En la actualidad, las malezas resistentes a herbicidas representan un problema


agronómico y económico para la producción agrícola en los Estados Unidos, Canadá,
Israel, Sudáfrica y muchos países de Europa. En México, en la zonas trigueras de El
Bajío, existen biotipos de Phalaris minor, P. paradoxa y Avena fatua, que han
desarrollado resistencia a herbicidas inhibidores de la enzima ACCasa. También, se
han identificado poblaciones de Echinochloa colona tolerantes al propanil, en arrozales
de los estados de Veracruz y Campeche.

En el Cuadro 2 se presentan el año de introducción al mercado y primer reporte de


resistencia de los principales herbicidas y grupos de herbicidas.
Cuadro 2. Tiempo de aparición del primer biotipo de malezas con resistencia a
las principales clases de herbicidas.
Herbicida Introducción Resistencia Años Países
2,4-D 1948 1957 9 Estados Unidos y
Canadá
Triazinas 1959 1970 11 Estados Unidos
Paraquat 1966 1980 14 Japón
Inhibidores 1974 1996 22 Australia
EPSPs
Inhibidores 1977 1982 5 Australia
ACCasa
Inhibidores ALS 1982 1984 2 Australia
Fuente: Kissman (1996)

MÉTODOS PARA DETECTAR O CONFIRMAR RESISTENCIA

La detección rápida y precisa de las malezas resistentes a herbicidas es fundamental


para decidir el manejo de las mismas. El método de detección debe ser rápido, preciso,
barato, fácilmente disponible y debe proveer una indicación confiable del probable
efecto de la resistencia, en el comportamiento de herbicidas en el campo. La 50
resistencia debe ser documentada mediante investigación, utilizando una comparación
entre un biotipo resistente y otro susceptible. Se han desarrollado varios métodos para
detectar o medir el nivel de resistencia, incluyendo estudios con plantas completas, uso
de macollos, ensayos en cajas petri, fluorescencia de la clorofila, flotación de discos
foliares, germinación de polen, liberación de oxígeno por cloroplastos y la exposición a
herbicidas de las enzimas que son inhibidas ellos, como acetolactato sintasa (ALS) o
acetil coenzima A carboxilasa (ACCasa).

MODELOS DE PREDICCIÓN DE RESISTENCIA

El modelo de Putwain y Mortimer se desarrolló para ser utilizado con poblaciones de


malezas resistente a triazinas y está basado principalmente en la predicción de
poblaciones de semillas en el banco de semillas del suelo. Este modelo describe
cambios a los largo de las generaciones para biotipos resistentes y susceptibles de la
misma especie y se aplica a mezclas de biotipos resistentes y susceptibles en
competencia en los que los alelos no segregan. El modelo describe la tasa de cambio
en poblaciones de malezas anuales bajo un amplio rango de prácticas culturales.
Predice cuantitativamente la abundancia relativa de cada biotipo. Este modelo necesita
ser revisado para incluir una estimación de la resistencia cruzada negativa y ser
probado a nivel de campo para determinar su precisión.

El modelo de Maxwell, Roush y Radosevich está basado en la simulación de la


evolución, diseminación y la dinámica subsecuente de la resistencia en la presencia y
ausencia de un herbicida. El modelo incorpora e identifica dos factores biológicos
claves: 1. Los procesos de flujo de genes en las semillas y la inmigración del polen y 2.
Los procesos que afectan la adaptación y desarrollo ecológico de los biotipos
resistentes en relación con los biotipos susceptibles y el cultivo. El modelo organiza la
historia de una población de malezas en semillas, plántulas, plantas maduras y estados
del polen y define los procesos de crecimiento y de flujo de genes que gobiernan las
influencias potenciales de los mecanismos de la herencia, los sistemas de cruzamiento
y el tamaño y la distancia de una fuente susceptible.

El modelo de Gressel y Segel propone que las poblaciones de malezas resistentes a


herbicidas se desarrollaron en condiciones de monocultivo o monoherbicida. El modelo
se basa en el menor desarrollo de los biotipos resistentes y su gran susceptibilidad a
otros herbicidas y prácticas de control. Predice que el uso de rotaciones de herbicidas y
mezclas de herbicidas en combinación con una rotación de cultivos estricta, minimiza la
frecuencia de los biotipos resistentes y retrasa o previene la presencia de nuevas
malezas resistentes. El modelo no predice si estas prácticas servirán en situaciones
donde los biotipos resistentes son iguales o más competitivos que los biotipos
susceptibles, o cuando se presenta resistencia a múltiples herbicidas.

DESCRIPCIÓN DE LA RESISTENCIA A LOS PRINCIPALES MODOS DE ACCIÓN


DE HERBICIDAS

Resistencia a inhibidores de la enzima acetolactato sintasa (ALS). La enzima ALS 51


también conocida como acetohidroxiácido sintasa (AHAS), es la primera enzima común
en el esquema para la biosíntesis de los aminoácidos valina, leucina e isoleucina, y es
el sitio de acción de sulfonilureas, imidazolinonas, pirimidiloxitiobenzoato y
triazolopirimidinas sulfonilidas. Los herbicidas inhibidores de ALS son ampliamente
utilizados, debido sus bajas dosis, alta eficiencia, baja toxicidad a los mamíferos y
buena selectividad sobre los principales cultivos; sin embargo, en los últimos años, más
malezas han sido identificadas con resistencia a inhibidores de ALS que con resistencia
a cualquier otro modo de acción de herbicidas. En malezas, se ha encontrado que la
resistencia a este tipo de herbicidas, es ocasionada por mutaciones en el gene nuclear
ALS, que resultan de la sustitución de aminoácidos en las siguientes posiciones:
alanina 122, prolina 197, alanina 205, triptofano 574, serina 653 y aspartato 376. El
nivel de resistencia puede aumentar de 60 a 3,200 veces dependiendo de la posición
del aminoácido afectado y la sustitución específica.

Resistencia a inhibidores del fotosistema II. En plantas superiores, la resistencia a


herbicidas inhibidores de fotosíntesis puede ocurrir de dos maneras: 1. Incremento en
el metabolismo de los herbicidas, que ha sido determinado en Abutilon theophrati,
Echinochloa colona y E. crus-galli. Este tipo de resistencia es controlado por genes
nucleares y permite incrementarse unas 10 veces el nivel de resistencia o 2. Mutación
en el gene cloroplástico psbA, que resulta en el cambio de una serina a una glicina,
treonina o asparagina en la posición 264 en la proteína D1. Este tipo de mutación
permite que en los biotipos con esta mutación, el nivel de resistencia sea de 100 a
1000 veces mayor en comparación con los biotipos normales. La mayoría de los
biotipos con resistencia a inhibidores de fotosíntesis, muestran una reducción de
fijación de bióxido de carbono de 20 a 30%, lo cual se refleja en una menor producción
de biomasa y capacidad reproductiva, por lo que su capacidad competitiva es baja en
ausencia de herbicidas inhibidores del fotosistema II.

Resistencia a inhibidores de la enzima Acetil-Coenzima A Carboxilasa (ACCasa).


Los herbicidas que inhiben la enzima Acetil-Coenzima A Carboxilasa, proveen
excelente control de malezas gramíneas, tanto en cultivos de cereales como de
especies dicotiledóneas. Uno de los mecanismos de resistencia que se han reportado
es la existencia de isoformas de ACCasa que no son inhibidas por estos herbicidas, o
bien, el aumento substancial en la actividad de las isoformas susceptibles. Durante
algún tiempo se pensó que la depolarización diferencial de la membrana citoplasmática
entre los biotipos susceptibles y los resistentes, era un mecanismo de resistencia a los
inhibidores de la ACCasa, pero en la actualidad, se acepta que la repolarización de la
membrana observada en algunas plantas resistentes, es una consecuencia secundaria
de un mecanismo de resistencia, y no el mecanismo en sí. Se ha demostrado que el
metabolismo en que están involucrados principalmente el citocromo P450, glutatión-S-
transferasa y glucosiltransferasa, es la causa de la resistencia en algunos biotipos de
Alopecurus myosuroides, Avena fatua, A. sterilis, Hordeum leporinum, Digitaria
sanguinalis y Lolium spp. Sin embargo, aunque la resistencia basada en el
metabolismo se está extendiendo rápidamente, existe poco conocimiento de la misma,
ya que varios genes están involucrados, lo que hace impredecible la evolución de este
tipo de resistencia. 52
Resistencia a auxinas sintéticas. Este tipo de herbicidas son ampliamente utilizados
para el control selectivo de malezas dicotiledóneas en cultivos de gramíneas. El
mecanismo molecular de acción de las auxinas todavía no es conocido en detalle y
existe intensa investigación para dilucidarlo. En algunos biotipos resistentes de Daucus
carota, se ha teorizado que la resistencia es debida a una sensibilidad diferencial del o
los sitios en donde actúa el herbicida, mientras que en Carduus nutans, se indica que la
resistencia es controlada por diferencias en metabolismo, conjuntamente con el
secuestro de metabolitos conjugados. En estudios con biotipos de Centaurea solstitialis
resistentes a picloram y clopyralid, se ha determinado que la resistencia no se debe a
absorción foliar o translocación reducidas o procesos metabólicos, y se sugiere que
existe un cambio en el sitio de unión para los herbicidas pyridinocarboxilicos, que
puede ser el receptor de auxinas.

Resistencia a inhibidores del fotosistema I. Los bipiridilios paraquat y diquat son


herbicidas post-emergentes de acción rápida, no persistentes y no selectivos. Los
biotipos de malezas resistentes a este tipo de herbicidas presentan un nivel de
resistencia de hasta 100 veces mayor que los biotipos susceptibles. Existe discrepancia
sobre el mecanismo de resistencia; se han sugerido dos diferentes mecanismos, uno
basado en el incremento de los niveles de las enzimas que están involucradas en la
detoxificación de las formas de oxígeno activado (catalasa, superoxido dismutasa,
peroxidasa) y el segundo basado en el secuestro rápido de estos herbicidas en el
apoplasto.
Resistencia a inhibidores de la enzima 5-enol-piruvil-shikimato-3-fosfato sintasa
(EPSPS). Esta enzima es responsable por una de las etapas de la síntesis de los
aminoácidos aromáticos triptófano, fenilalanina y tirosina y es el sitio de acción del
glifosato. Este herbicida es ampliamente utilizado para el control no selectivo de
malezas anuales y perennes. Aunque se introdujo en 1974, el primer reporte de
resistencia de una maleza se tuvo en 1996. En la actualidad se han encontrado biotipos
resistentes de Eleusine indica en Malasia, Lolium multiflorum en Brasil y Chile, L.
rigidum en Australia, Sudáfrica y los Estados Unidos, Plantago lanceolada y Conyza
bonariensis en Sudáfrica, Conyza canadensis y Amaranthus palmeri en los Estados
Unidos y Sorghum halepense en Argentina. En algunos biotipos, la resistencia al
glifosato se debe a su reducida translocación a los puntos de crecimiento, mientras que
en otros se debe a una alteración de 5-enolpyruvylshikimate-3-fosfato sintasa o a una
sobreproducción de la misma.

MANEJO DE MALEZAS RESISTENTES

El conocimiento de como se desarrolla la resistencia, es importante para implementar


sistemas de producción que prevengan o disminuyan su ocurrencia. Los factores de
importancia a considerar para implementar programas de manejo de resistencia son:
características de la maleza, características de los herbicidas y prácticas culturales.

Las características de las malezas que conducen a un desarrollo rápido de la 53


resistencia a un herbicida en particular incluyen: 1. Hábito de crecimiento anual, 2. Alta
producción de semilla, 3. Poca dormancia en la semilla, 4. Varias generaciones
reproductivas en cada ciclo de crecimiento y 5. Extremadamente alta susceptibilidad a
un herbicida en particular. Las características de los herbicidas incluyen: 1. Un solo sitio
de acción, 2. Alta eficiencia en una especie en particular, 3. Alta residualidad en el
suelo, 4. Aplicación de dosis más altas que las necesarias para su control, y 5. Alta
frecuencia de uso. Las prácticas culturales incluyen: 1. Producción continua del mismo
cultivo, 2. Poca o nula labranza para el control de malezas o no eliminación de las
malezas que escapan a los herbicidas y 3. Continuo o repetido uso de un solo herbicida
o varios herbicidas que tienen el mismo tipo de acción.

Para que una mezcla de herbicidas sea útil para demorar la rápida selección de
resistencia, idealmente los herbicidas en la mezcla deberían tener las siguientes
características: 1. Controlar el mismo espectro de malezas, 2. Tener una persistencia
similar, con el objeto de controlar las mismas generaciones de malezas, 3. Tener
diferentes sitios de acción, 4. Tener resistencia cruzada negativa y 5. Ser degradados
de manera diferente.

Las mezclas sinergísticas que más probablemente retrasarán la aparición de la


resistencia son aquellas que combinan un herbicida con uno o más compuestos que
previenen el catabolismo del herbicida en el suelo y en la planta, incrementan la
absorción y retención, incrementan la translocación, promueven respuestas fisiológicas,
anatómicas y morfológicas en la planta, suprimen las defensas contra micoherbicidas y
micotoxinas y evitan el antagonismo. Además, el sinergismo puede dar otras ventajas
como: reducción de las dosis de herbicida utilizadas, control de malezas en un estado
avanzado de crecimiento y menor impacto ambiental.

Algunas recomendaciones generales que se han hecho para retrasar o evitar la


aparición de malezas resistentes se indican a continuación: 1. Revisar los campos
antes de la aplicación de cualquier herbicida para determinar si las especies y niveles
de infestación justifican la aplicación de herbicidas, 2. Usar métodos de control de
malezas alternativos, como cultivos mecánicos, siembras retrasadas y semillas del
cultivo libre de malezas, 3. Hacer rotación de cultivos, con su correspondiente rotación
de herbicidas para evitar el uso de herbicidas con el mismo sitio de acción en el mismo
campo. 4. Limitar el número de aplicaciones de un solo herbicida o herbicidas con el
mismo modo de acción en un solo ciclo de cultivo, 5. Usar mezclas o tratamientos
secuenciales de herbicidas que controlen las mismas malezas, pero que tengan
diferente sitio de acción, 6. Inspeccionar los campos después de la aplicación para
detectar malezas que escaparon o cambios en la población de malezas, 7. Usar los
métodos de control disponibles para evitar que la semilla de una maleza o población de
malezas potencialmente resistentes llegue al suelo, 8. Limpiar la maquinaria agrícola
antes de abandonar terrenos infestados o con sospecha de tener malezas resistentes.

54
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59
TECNICAS DE DETECCION DE RESISTENCIA
ESQUEDA ESQUIVEL VALENTIN1
ZITA PADILLA GLORIA DE LOS ÁNGELES 2
1.- INIFAP. Campo experimental Cotaxtla, Veracruz.
esqueda.valentin@inifap.gob.mx
2.- FES Cuautitlán UNAM. Ingeniería Agrícola.gloriazitaunam@yahoo.com.mx
1. DEFINICIÓN DE RESISTENCIA
La resistencia a herbicidas puede ser definida como la habilidad heredada de una
maleza para sobrevivir a una dosis de herbicida a la cual podría darse un control
efectivo. Un aspecto clave es que la resistencia en este contexto es un proceso
evolutivo en el que una población cambia de ser susceptible a ser resistente. Las
plantas individuales no pasan de ser susceptibles a ser resistentes si no que es la
proporción de individuos resistentes dentro de la población, la que se incrementa a lo
largo del tiempo. (Naylor, 2002, Gunsolus, 1998)
Tipos
El término resistencia cruzada es a menudo usado para describir casos en los
cuales una población de malezas es resistente a dos o más herbicidas (de la misma o
diferente clase química) debido a la presencia de un mecanismo de resistencia único.
El término de resistencia múltiple es a menudo usado para aquellas plantas resistentes
60
a dos o más grupos diferentes de herbicidas. (Moss, 2002).
Origen y evolución
Hay dos maneras según las cuales la resistencia se puede manifestar dentro de
una población de malezas. En primer lugar, puede estar presente un gen o un grupo de
genes otorgando resistencia debido a mutaciones aleatorias. Tales mutaciones pueden
haber ocurrido antes de la introducción del herbicida. En cualquier caso, el herbicida
mata a la mayoría de las plantas susceptibles pero permite que los individuos
resistentes sobrevivan y se reproduzcan. La proporción de individuos resistentes en la
población se incrementa gradualmente hasta el momento en el que se produce un fallo
en la efectividad del herbicida: se considera tal cuando hay entre un 10 y un 20% de
plantas que no muere por la aplicación. Es importante tener en cuenta que la
proporción de genes resistentes en toda la población puede haberse incrementado
durante años antes de que se advierta un problema de control en campo. El grado de
resistencia en la población depende de la proporción entre individuos resistentes y
susceptibles. (Moss, 2002).
En segundo lugar la selección puede, según un proceso bastante menos conocido,
actuar sobre la variación continua o cuantitativa, adquiriendo un incremento gradual y
progresivo en la resistencia a lo largo de varias generaciones. Estas variaciones
cuantitativas pueden ser causadas por un cierto número de poligenes, cada uno de los
cuales, si bien produce un efecto mínimo, tiene la posibilidad de generar un nuevo
rasgo en el fenotipo. De acuerdo a este segundo método, la selección puede estar
actuando sobre los genes que producen resistencia aunque sea muy leve la ventaja
que aportan a la planta. El término de variación cuantitativa implica que existe un
continuo de respuestas al herbicida dentro de la población, las cuales irán desde
susceptible, parcialmente resistente hasta altamente resistente. Esto ocurre debido a
un incremento progresivo en el nivel de resistencia en toda la población y no a un
incremento en la proporción de individuos resistentes. (Moss, 2002).
La mejora en el metabolismo es atribuida generalmente al aporte de la herencia
poligénica. Así como crece el número de alelos que mejoran el metabolismo, y la
recombinación genética se desarrolla dentro de varias generaciones, habrá un
incremento en el nivel de resistencia de la población, pero con un margen considerable
de variación individual. El grado de evolución de un rasgo resistente es más lento
cuando es heredado como poligénico que cuando es monogénico. Al menos cuando
los alelos que codifican este rasgo son dominantes. (Moss, 2002; Délye, 2005).
Las malezas se vuelven resistentes a más de un grupo de herbicidas porque hay
mutaciones independientes y selección por dos o más herbicidas a los cuales ha sido
expuesta la planta, y también porque existe la resistencia cruzada, que es cuando la
selección producida por un herbicida confiere resistencia a otros con distinto modo de
acción. (Moss, 2002).
La sola aplicación del herbicida va a seleccionar cualquier rasgo que favorezca la
supervivencia del individuo. Muchos de estos rasgos aportan una ventaja relativamente
baja, lo que a corto plazo no supone un beneficio importante para la maleza. Otros
rasgos pueden dotar al individuo de un alto grado de resistencia y son estos los que 61
suponen una mayor probabilidad de afectar la actividad del herbicida en campo y de
ser investigados. Sin embargo es necesario reconocer que muchas plantas
sobrevivirán debido a un amplio rango de mecanismos de resistencia y estos pueden
diferir entre poblaciones de la misma especie y especies diferentes. (Moss, 2002).
Aunque se ha demostrado que los mecanismos de resistencia antes señalados
tienen un gran impacto en la actividad del herbicida, aún están por ser descritos varios
mecanismos más que pueden incidir en la actividad del herbicida en mayor o menor
grado. Algunos de ellos pueden manifestarse lentamente, lo que puede llevar a una
grave consecuencia final. Otros más, sin embargo, se mantienen como una amenaza
menor. (Moss, 2002).
Neve et. al. (2003) llaman la atención en cuanto a la relativa escasez de biotipos
resistentes a glifosato a pesar de su uso extensivo en los últimos 25 años. A fin de
explicar esto, desarrollaron un interesante modelo matemático, que incluye una
variedad de factores ambientales, modo de aplicación, biología de la especie de
maleza y cultivo. Tomaron como ejemplo el caso de Lollium rigidum y encontraron que
la baja resistencia se debe básicamente al momento de aplicación del herbicida, la casi
ausencia de mutantes resistentes naturales, así como la poca dominancia de los alelos
de resistencia.
Estado actual de la Resistencia
Situación en el mundo
El número de casos de resistencia a insecticidas y fungicidas se incrementó
rápidamente después de los años 50 y 60. En cambio no fue sino hasta 1968 que se
detectó la resistencia de Senecio vulgaris a simazina una planta de la familia
Asteraceae que desarrolló un biotipo con resistencia a simazina en un vivero forestal,
en el que dicho herbicida se había utilizado por muchos años como el único método de
control de malezas (Ryan, 1970). A partir de entonces el número de reportes se ha ido
incrementando de manera alarmante, contando al día de hoy con 310 biotipos
correspondientes a 183 especies a nivel mundial de las cuales 110 son dicotiledóneas
y 73 monocotiledóneas. (http://www.weedscience.org/in.asp. consultado el 23/08/2006)
Existen reportes de resistencia en 60 países y 19 grupos de de herbicidas. Estos
grupos han sido descritos de acuerdo al modo de acción por el Comité de Acción para
la Resistencia a Herbicidas y el número de especies de maleza por grupo actualizados
hasta la fecha se presentan en la tabla 2. (http://www.weedscience.org/in.asp
consultado el 23/08/2006)
No hay una clara relación entre la familia o el género de la planta y su tendencia a
desarrollar resistencia, siendo las gramíneas muchísimo más abundantes. La
resistencia generalmente se desarrolla en una o a lo mucho en unas pocas especies de
una comunidad de malezas a pesar de que todas hayan estado expuestas a la misma
intensidad de uso del herbicida. Mientras que los pastos maleza suponen el 33% de
todas las especies resistentes y 40% de todos los biotipos resistentes, contabilizan tan
sólo el 25% de las peores malezas del mundo. (Moss, 2002)
A través del tiempo, se ha comprobado la aparición de biotipos con resistencia
62
cruzada (Fuerza et. al., 1986; Solimos y Lehoczki, 1989) o múltiple (Gressel, 1987;
Weaver et al., 2004), es decir que no son controlados por herbicidas con el mismo o
diferente modo de acción, respectivamente. Las malezas que han desarrollado
resistencia múltiple a herbicidas representan un fuerte problema para los productores,
debido a la carencia de herbicidas alternativos para su control (Heap, 1997).
Situación en países en desarrollo.
Hay diferencias en la distribución relativa de los casos de resistencia basados
en el modo de acción de los herbicidas entre los países desarrollados y los países en
desarrollo. Los tres grupos más importantes (triazina, ALS y ACCase) comprenden 74 y
65 por ciento de los casos de resistencia en los países desarrollados y en los países en
desarrollo, respectivamente. En ambos grupos de países la resistencia a las triazinas
continúa siendo la más frecuente, según el número de biotipos, pero en los países
desarrollados la resistencia al grupo ALS tiene una frecuencia equivalente al doble de
la resistencia a ACCase. En los países en desarrollo la frecuencia a la resistencia de
ambos modos de acción es prácticamente la misma. Los herbicidas del tipo bipiridilios,
auxínicos y urea/amidas, proporcionalmente, contribuyen con más casos de resistencia
en los países en desarrollo que en los países industrializados. Una posible explicación
pudiera encontrarse en el uso relativamente difuso de paraquat, 2,4-D y propanil en los
países en desarrollo. (Valverde, 2003)
TABLA 2. RESUMEN DE MALEZA RESISTENTE A HERBICIDA POR GRUPO
Grupo Herbicida Modo de Acción Grupo Ejemplo Total
HRAC
Inhibidores de la ALS Inhibición de acetolactato sintasa ALS B Clorsulfurón 95

Inhibidores del Inhibición del fotosistema II C1 Atrazina 65


Fotosistema II
ACCasa Inhibición de acetil CoA carboxilasa (ACCase) A Diclofop- 35
metil
Auxinas sintéticas Auxinas sintéticas (acción parecida al ácido O 2,4-D 25
indolacético)
Bipiridilios Inhibición del fotosistema I D Paraquat 23

Ureas y amidas Inhibición de la fotosíntesis a nivel de C2 Clorotoluron 21


fotosistema II
Glicinas Inhibición de la EPSP sintasa G Glifosato 10

Dinitroanilinas y otros Inhibición del ensamblaje de los microtúbulos K1 Trifluralin 10

Tiocarbamatos y otros Inhibición de la síntesis de lípidos, sin N Triallato 8


inhibición de la ACCasa
Triazoles, ureas, Blanqueamiento: Inhibición de la biosíntesis de F3 Amitrol 4
isoxazolidiones carotenoides (sitio desconocido)
Inhibidores de PPO Inhibición de la protoporfirinógeno oxidasa
(PPO)
E Oxifluorfén 3 63
Inhibidores de la Blanqueamiento: Inhibición de la biosíntesis de F1 Flurtamona 2
biosíntesis de carotenoides a nivel de PDS
carotenoides
Cloroacetamidas y Inhibición de la division cellular. (inhibición de K3 Butaclor 2
otros lípidos de cadena larga)
Ácidos Desconocido Z Flamprop- 2
arilaminopropiónico metil
Nitrilos y otros Inhibición de la fotosíntesis a nivel de C3 Bromoxinil 1
fotosistema II
Inhibidores de la Inhibición de la mitosis/ inhibidor de la K2 Profam 1
Mitosis polimerización de los microtúbulos.
Inhibidores de la Inhibición de la síntesis de la celulosa y por lo L Dichlobenil 1
Celulosa tanto e la pared celular.
Pirazoliums Desconocido Z Difenzoquat 1

Organoarsenicales Desconocido Z MSMA 1

Total 310
Fuente. http://www.weedscience.org/summary/MOA Summary.asp consultado el 21/08/2006
Situación en México.
Las pérdidas que causa la maleza a los cultivos en México son difíciles de estimar,
debido a la falta de estadísticas. Sin embargo, el problema de las malas hierbas esta
dentro de los primeros cuatro factores que reducen el rendimiento agrícola. Existen
grandes extensiones de cultivos de temporal donde el combate de maleza deja mucho
que desear y donde se observan pérdidas por competencia de más del 50% (Cotero,
1997).
En México, por la falta de estudios científicos, existen sólo sospechas de la
existencia de biotipos de malezas resistentes a algunos herbicidas, principalmente en
las zonas productoras maíz, trigo, arroz, caña de azúcar, cebada y sorgo. Tales
sospechas se basan en el hecho de que la aplicación normal de herbicidas ya no ejerce
el efecto que anteriormente se observaba. Los casos más típicos son: Amaranthus y
Chenopodium (atrazina), Convolvulus arvensis (2,4-D), Cyperus (atrazina + metolaclor),
Cirsium arvense (2,4-D, dicamba, glifosato), Ipomoea purpurea (glifosato), Echinochloa
colona y E. crus-galli (propanil), Sycios (2,4-D, dicamba + atrazina), Phalaris minor y P.
paradoxa (diclofop-metil, tralkoxidim, clodinafop-propargyl, fenoxaprop etil) y Avena
fatua (diclofop-metil, fenoxaprop etil) (Cotero, 1997, Bolaños et al., 2001).
Tafoya y Herrera (2001) determinaron los niveles de resistencia para dos
poblaciones de avena silvestre en la región del bajío mexicano y Tafoya y Castellanos
(2001) ofrecen alternativas de control químico para esta maleza.
Por su parte Morgado y cols. (2001) determinaron el nivel de resistencia de
64
alpistillo a herbicidas de tipo arilfenoxipropianatos y ciclohexadionas en trigo al tiempo
que ofrecen una evaluación de estrategias para el manejo de la mala hierba.
En la página Web del Comité de Acción Contra la Resistencia a Herbicidas, Sayre
(1996) incluye dos reportes de resistencia, del género Phalaris: P. minor y P. paradoxa
ambos resistentes a herbicidas del grupo de los inhibidores de la ACCasa en trigales
de Michoacán y Guanajuato.
Por esto, la realización de estudios de resistencia de malezas a herbicidas se
deberá promover en aquellas regiones con alto consumo de herbicidas, para lo cual
será necesario llevar un programa que permita determinar las especies o biotipos
resistentes, estructurar esquemas de rotación de grupos de herbicidas, y rotación de
otras prácticas de control y de manejo de los cultivos (Cotero, 1997).
Sin embargo, hasta el momento de escribir el presente no conocemos que esto se
haya realizado.
2. MANEJO DE LA RESISTENCIA.
Prevención.
El factor principal en la evolución de la resistencia es la presión de selección
impuesta por el herbicida, la que depende por su parte, de la dosis, eficacia y
frecuencia de aplicación del producto; por lo tanto para evitar o retrasar la evolución de
la resistencia es necesario disminuir la presión de selección. (Valverde, 2000)
Aunque teóricamente la reducción de las dosis provoca una disminución en la
mortalidad y por lo tanto la supervivencia de organismos susceptibles que a su vez
enriquecerían el banco de semilla con biotipos susceptibles, se ha encontrado que
herbicidas aplicados a dosis bajas seleccionan la resistencia basada en mecanismos
poli génicos, lo que podría provocar resistencia múltiple. (Valverde, 2000)
Los herbicidas muy eficaces pueden imponer una presión de selección
extremadamente alta, capaz de provocar la evolución de resistencia en unas cuantas
generaciones. Tal es el caso de los inhibidores de la ALS y de los inhibidores de la
ACCasa. En Costa Rica se presentó resistencia fenoxaprop-etil (inhibidor de la
ACCasa) tras solamente cuatro años de uso reiterado. (Valverde, 2000)
De manera muy sintética, el HRAC recomienda las siguientes medidas
preventivas:
1.- Emplear herbicidas sólo cuando sea necesario.
2.- Hacer rotación de cultivos y/o herbicidas.
3.- Utilizar programas de control integrado de malas hierbas, en los que se
combinen el uso de herbicidas con otros métodos alternativos de control.
4.- Limpiar cuidadosamente los equipos de laboreo y recolección a fin de no
diseminar las semillas procedentes de individuos resistentes.
5.- Utilizar material vegetal exento de semillas de individuos resistentes.
6.- Vigilar cuidadosamente la eficacia obtenida con los tratamientos herbicidas,
65
comprobando si los fallos de eficacia son debidos a errores en la aplicación o
del herbicida.
7.- Combinar el uso de herbicidas con distintos modos de acción.
(http://www.plantprotection.org/hrac/Cindex.cfm?doc=spanish_la_resistencia.h
tml )

Detección y evaluación
• Indicadores de resistencia

Por lo general, la sospecha inicial de resistencia está relacionada con un


control deficiente o no satisfactorio de las malezas después de una aplicación de
herbicidas. Antes de considerar a la resistencia como causante de la falla, deben
descartarse otros factores como dosis o época de aplicación inadecuada del herbicida,
aplicación deficiente, nivel de humedad y preparación del suelo, adsorción, condiciones
climáticas no favorables, tamaño de malezas, germinación posterior a la aplicación y
alta infestación (Salas, 2001).
La resistencia a los herbicidas no es un problema que se presente en forma
súbita en un terreno en particular, ni es la falta de control de malezas en un solo año.
Puede ocurrir primero en una pequeña área o áreas, especialmente en donde se han
utilizado herbicidas con el mismo modo de acción por varios años consecutivos. Se
debe recordar que la resistencia a herbicidas se presenta cuando la aplicación repetida
de un herbicida, selecciona a plantas individuales con tolerancia natural a dicho
herbicida y que esta se hereda de padres a hijos (Agrisearch Services, 2002, Bussan,
2000).
Existen indicadores claves de la resistencia en el campo, los cuales son: 1.
Plantas no afectadas entre grupos de plantas muertas de la misma especie, que fueron
aplicadas al mismo tiempo, 2. Manchones de malezas no controladas que se están
expandiendo, 3. Presencia de otras especies susceptibles de malezas que fueron
controladas al mismo tiempo, 4. No hay evidencia de escapes o problemas en la
aplicación, 5. Poco o ningún daño en las malezas, 6. El mismo herbicida se utiliza año
tras año y 7. Se ha confirmado la resistencia en terrenos cercanos (Kending, 1995,
Bussan, 2000).
La detección rápida y precisa de las malezas resistentes a herbicidas es
fundamental para decidir el manejo de las mismas. El método de detección debe ser
rápido, preciso, barato y fácilmente disponible. Así mismo, debe proveer una indicación
fiable del probable efecto de la resistencia, en campo (Moss, 1995). La resistencia debe
documentarse con una investigación basada en la comparación entre un biotipo
resistente y otro susceptible (Heap, 1997). Se han desarrollado varios métodos para
detectar o medir el nivel de resistencia: estudios con plantas completas (Boerboom,
2000), uso de macollos (Letouzé et al., 1997), ensayos en cajas Petri (Moss, 1990),
fluorescencia de la clorofila (Van Oorschot y Van Leewen, 1992; Norsworthy et al.,
1998), flotación de discos foliares (Hensley, 1981), germinación de polen (Richter y
Powles, 1993), liberación de oxígeno por cloroplastos (Esqueda y Weller, 1996) y la
66
exposición a herbicidas de las enzimas que son inhibidas por ellos, como es el caso de
acetolactato sintasa (ALS) (Gerwick et al., 1993) o acetil coenzima A carboxilasa
(ACCasa) (Tardif et al., 1993).
En este escrito, por razones de orden y de manera arbitraria haremos la
descripción de algunas de las metodologías agrupándolas según la magnitud de las
unidades experimentales, es decir, las hemos agrupado en ensayos moleculares, de
laboratorio, de invernadero y de campo.
• Bioensayos en Campo
Una técnica sencilla y rápida es la reaplicación en el campo. Ésta técnica se
recomienda para inhibidores de ALS y consiste en marcar dos manchones de malezas
no controladas (3 x 3 m). El primer manchón debe ser reaplicado con herbicida,
mientras que el segundo se deja como testigo. Se utiliza una aspersora manual, se
agrega un adherente y se aplica la solución herbicida sin que haya escurrimientos.
Puesto que las malezas son de mayor tamaño, se aplica el doble de la dosis
recomendada y se utiliza el herbicida mas activo del grupo químico. Las malezas
pueden no ser controladas, pero permiten la comparación con el testigo y por tanto, si
el herbicida está ocasionando un amarillamiento, interrupción del crecimiento o algún
otro síntoma. Si se observa un daño significativo o la muerte, entonces la resistencia no
es probable. Pero si las malezas continúan creciendo y se muestran sanas, entonces
es factible que exista resistencia (Boerboom, 2000). Con este sistema no se pueden
controlar las condiciones del medio ambiente, y no es recomendable si se quiere medir
con precisión el nivel de la resistencia.
En Chile, Espinoza y Zapata (2000), colectaron semillas de poblaciones de
Lollium rigidum, resistentes y susceptibles a haloxifop metil y las sembraron en campo
en un lote experimental. Las parcelas fueron de 2 m de longitud y las hileras estuvieron
separadas a 20 cm. Se aplicaron los herbicidas quizalofop-p-tefuril, quizalofop-p-etil,
haloxifop metil, clethodim, fluazifop-p-butil y sethoxidim, cada uno en dos dosis y
cuando las malezas tenían de tres a ocho macollos. La parte aérea en cada parcela se
cortó 72 días después de la aplicación (DDA) a ras del suelo y se pesó. En la Tabla 3,
se observa que el biotipo resistente a haloxifop metil, presentó resistencia cruzada a los
herbicidas de su mismo grupo químico, pero no a clethodim y sethoxidim, del grupo de
las ciclohexanodionas.

TABLA 3. PESO FRESCO Y REDUCCIÓN PORCENTUAL RESPECTO AL TESTIGO,


DE DOS POBLACIONES DE L. rigidum A LOS 72 DDA.
Lollium Susceptible Lollium Resistente
Herbicida Dosis Peso fresco Reducción (%) Peso fresco Reducción (%)
(g/ha) (g/m2) (g/m2) 67
Quizalofop-p-tefuril 45 11 99 3729 0
Quizalofop-p-tefuril 90 0 100 4326 0
Haloxifop metil 47 0 100 3663 9
Haloxifop metil 78 0 100 3949 0
Quizalofop-p-etil 62 296 91 3514 5
Quizalofop-p-etil 124 6 99 3042 14
Clethodim 72 9 99 808 76
Clethodim 144 0 100 30 99
Fluazifop-p butil 263 11 99 3719 2
Fluazifop-p-butil 525 0 100 3779 0
Sethoxidim 276 0 100 1570 53
Sethoxidim 460 0 100 372 89
Testigo sin herbicida 3318 - 3428 -
Los experimentos de respuesta a diferentes dosis requieren, en ocasiones,
mucho tiempo y materiales. Por eso, cuando no se trata de determinar con precisión el
nivel de resistencia, sino simplemente saber si existe, se puede recurrir a la aplicación
de una dosis discriminante de herbicida. Esta dosis puede variar entre localidades o
instituciones y debe ser determinada a priori mediante la experimentación con
poblaciones conocidas resistentes y susceptibles (Beckie et al., 1990). Es de particular
importancia utilizar plantas de desarrollo similar. Esto se puede lograr bien utilizando
semillas pregerminadas o bien sembrando más de las necesarias para luego eliminar
las plántulas poco vigorosas o con mayor o menor desarrollo que el promedio. También
deben incluirse testigos estándar, tanto susceptibles como resistentes. El estándar
susceptible debe mostrar de 85 a 95% de reducción del peso fresco con la aplicación
de la dosis discriminante, mientras que el estándar resistente debe tener <50% de
reducción del mismo. En ambos casos debe indicarse claramente como se asignó la
resistencia, lo cual es particularmente importante cuando existe resistencia parcial
(Heap, 1994).
o Fluorescencia
Para los herbicidas inhibidores de la fotosíntesis, se ha desarrollado el método de
discriminar entre biotipos susceptibles y resistentes mediante la fluorescencia de la
clorofila. Este se basa en el hecho de que en los biotipos susceptibles, los herbicidas
inhibidores del fotosistema II, bloquean el flujo de electrones al adherirse al sitio QB de
la proteína D1, lo que ocasiona que la energía radiante se disipe como fluorescencia
(Harris y Camlin, 1988, Beckie et al., 2000). En este caso y debido a que varios
factores pueden alterar los resultados obtenidos en las mediciones de fluorescencia,
deben optimizarse una serie de condiciones como: edad de la planta, tiempo de
exposición, concentración de herbicida, efectos de temperatura y de envío de plantas.
La fluorescencia puede medirse tanto en hojas adheridas a las plantas, como en discos
foliares.
• Bioensayos en Invernadero y en cámaras de crecimiento
El método preferido para la verificación de resistencia a un herbicida es el
68
establecimiento de experimentos bajo condiciones de invernadero o cámara de
crecimiento. En ellos se evalúa la respuesta de varias dosis del herbicida en plantas
enteras, provenientes de semillas colectadas de biotipos resistentes. En este caso,
deben incluirse uno o varios testigos susceptibles de la misma especie y si éste existe,
un testigo resistente estándar. Generalmente se seleccionan de seis a ocho dosis del
herbicida, que pueden ir desde sub-letales, hasta de 10 a 1000 veces mayores que la
dosis letal para el biotipo susceptible (Heap, 1994). La respuesta de la planta al
herbicida se basa en la evaluación visual de control, vigor, porcentaje de mortalidad o
inhibición del crecimiento en relación a las plantas no tratadas. La resistencia se
confirma cuando la respuesta de los biotipos a las dosis es estadísticamente diferente,
y el supuesto biotipo resistente no puede ser controlado con las dosis que si controlan
las plantas susceptibles (Beckie et al., 2000). Los datos de los experimentos de
respuesta a dosis se ajustan a modelos de regresión no-linear, entre los cuales el más
apropiado es el modelo log-logístico. Mediante ecuaciones de regresión, se calcula la
dosis requerida para reducir el peso (RC50) o el número de plantas en 50% (DL50) de
los biotipos resistente (R) y susceptible (S). El valor relativo de resistencia o factor de
resistencia, se expresa como el radio entre esos valores (R/S) (Seefeldt et al., 1995).
Cuando la resistencia es absoluta, la interpretación de los resultados es relativamente
sencilla, pero cuando se presenta resistencia parcial, la interpretación es más difícil
(HRAC, 1999). Este procedimiento puede tomar varios meses desde que se detectan
las plantas no afectadas, se les permite producir semillas, se rompe la dormancia y se
establecen y evalúan los experimentos (Carey et al., 1995, Norsworthy et al., 1998).
Además, si se detectan plantas no afectadas y se espera a que produzcan semillas
para colectar, puede haber confusión con plantas susceptibles que germinaron
después del tratamiento. La colecta podría entonces incluir una mezcla de semillas
susceptibles y resistentes, con lo que llevaría a subestimar el nivel de resistencia real.
En la Tabla 4 se indican algunos ejemplos de confirmación de resistencia a
herbicidas en diferentes especies de malezas en los que se empleó la metodología de
plantas enteras originadas de semillas colectadas.

TABLA 4. TRATAMIENTOS Y PARÁMETROS EVALUADOS PARA DETERMINAR LA RESISTENCIA


A HERBICIDAS DE BIOTIPOS DE DIFERENTES ESPECIES DE MALEZAS.
Especie Dosis Altura o Parámetros evaluados Referencia
Herbicida desarrollo de
plantas
Amaranthus Acifluorfén 0, 0.125, 0.25, 0.5, 10 a 15 cm. Toxicidad 2 SDT*
rudis Lactofén 1, 2, 4 y 8 veces las dosis Peso seco 2 SDT Shoup et
Fomesafén normales al., 2003
Sulfentrazon

A. Atrazina 10 a 31600 g/ha 10 a 12 cm. Peso seco 2 SDT


tuberculatu Acifluorfén 0.42 a 4200 g/ha Patzoldt y
s Lactofén 0.42 a 4200 g/ha Hager,
Fomesafén 0.329 a 3290 g/ha 2005
Flumiclorac 0.107 a 1070 g/ha
Flumioxazín 0.142 a 1420 g/ha
Sulfentrazon 0.21 a 2100 g/ha 69
Conyza Imazapyr S= 5 a 2000 g.i.a./ha 3 a 4 hojas RC50 Osuna M
albida R= 250 a 4000 g.i.a./ha D., De
Prado R.
2003

Conyza Diquat 0, 0.025, 0.05, 0.1, 0.2, 5 a 10 Peso seco 3 SDT Weaver et
canadensis 0.4, 0.8 y 1.6 Kg./ha semanas al., 2004
0, 0.115, 0.23, 0.56, 1.12,
Linurón 2.25, 4.5 y 9 Kg./ha
0, 0.1, 0.2, 0.4, 0.8, 1.6,
2.4 y 4.8 Kg./ha
Oxifluorfén

Eleusine Paraquat 0, 0.3, 0.6, 1.1, 2.2, 4.5 y 9 20 a 25 cm. Toxicidad 1, 2, 3 y 4 Buker et al.,
indica Kg./ha SDT 2002
Peso seco 4 SDT
Helianthus Clorimurón 1, 2, 4, 8 y 16 veces la 15 cm. Toxicidad 1, 2 y 3 SDT White et al.,
annus Imazethapyr dosis normales Peso seco 3 SDT 2002

Lollium spp Diclofop S = 0,46.8,93.8,187.5,375, 3 SDT DL50, RC50, peso Bravin, F


750,1500 g. i.e. /ha R = seco, Sobrevivencia e Zanin, G. y
0,375,750,1500,3000, índice de resistencia C. Preston
6000,12000 g. i.a/ha 2001
Tralkoxidim
S=0,25,50,100,200,400,80
0, g.i.a. /ha R =
0,200,400,800,1600, 3200,
g. i.a. /ha

Poa annua Norflurazón 1, 2, 4, 9,18, 35, 70, 140, PRE** Peso seco 2 SDT Hanson y
280, 560, 1120 y 2240 Mallory-
g/ha Smith, 2000

Sorghum Fluazifop 0, 0.5, 1, 2, 4, 8 y 16 veces 3 a 4 hojas (< Toxicidad 1, 2, 3 y 4 Bradley y


halepense Quizalofop las dosis normales 40 cm.) SDT Hagood,
Clethodim Peso seco 4 SDT 2001
Sethoxidim

* SDT = semanas después del tratamiento ** = preemergencia S=susceptible R=Resistente

En la Figura 1 se presenta un ejemplo de curvas de respuesta a dosis de atrazina


de biotipos susceptibles y resistentes de A. tuberculatus. Para lograr la reducción de
50% del peso seco con respecto al testigo sin aplicación, el biotipo resistente requirió la
aplicación de 1,100 g de atrazina/ha, mientras que el susceptible solamente necesitó
29 g/ha, lo que corresponde a un factor de resistencia de 38 (Patzoldt et al., 2005).

70

Figura 1. Curvas de respuesta a diferentes dosis de atrazina en biotipos susceptible (S) y


resistente (R) de A. tuberculatus después de aplicaciones postemergentes.

En Tabla 5 se indican los factores de resistencia de biotipos de Sorghum


halepense, a diferentes herbicidas de los grupos químicos ariloxifenoxipropionatos y
ciclohexanodionas, obtenidos en experimentos de respuesta a diferentes dosis. Se
observa que el biotipo resistente presenta alta resistencia a fluazifop y quizalofop,
mediana a sethoxidim y tiene resistencia negativa a clethodim (Bradley y Hagood,
2001).
TABLA 5. FACTORES DE RESISTENCIA (FR) DE BIOTIPOS DE S. halepense A
DIFERENTES HERBICIDAS ARILOXIFENOXIPROPIONATOS Y
CICLOHEXANODIONAS.
RC50 (g/ha)

Susceptible Resistente FR
Fluazifop 5.1 ± 8.3 148.7 ± 27.3 29.5
Quizalofop 0.8 ± 1.3 13.6 ± 5.8 17.0
Sethoxidim 21.6 ± 13.6 122.5 ± 18.8 5.7
Clethodim 69.1 ± 0.3 49.8 ± 0.3 0.7

Derr (2002), utilizó la metodología de plantas enteras para determinar la


resistencia a diferentes herbicidas inhibidores de la ACCasa, de un biotipo de Digitaria
ischaemum seleccionado por su resistencia a fenoxaprop-P. Para ello se colectaron
plantas resistentes y susceptibles. Estas fueron llevadas a un invernadero para producir
semillas, siendo sembradas en macetas, con dos plantas cada una. Utilizó el diseño de
bloques completos al azar con cuatro repeticiones y repitió el experimento dos veces.
Fenoxaprop-P, fluazifop-P, sethoxidim, clethodim y quizalofop se aplicaron en dos dosis
(la mitad y la que se usa normalmente). Al momento de la aplicación, la altura de las
plantas era de 10 cm. y estaban en etapa de amacollamiento. Se evaluó la toxicidad y 71
el peso fresco a las cuatro semanas del tratamiento. Los resultados se indican en el
Tabla 6
TABLA 6. PESO FRESCO DE LA PARTE AÉREA, EXPRESADO EN PORCENTAJE
DE REDUCCIÓN CON RESPECTO A LAS PLANTAS NO TRATADAS DE BIOTIPOS
SUSCEPTIBLE Y RESISTENTE DE D. ischaemum.
Tratamiento Dosis (Kg./ha) Resistente Susceptible
Fenoxaprop-P 0.10 0 100
Fenoxaprop-P 0.19 0 100
Fluazifop-P 0.21 15 99
Fluazifop-P 0.43 66 99
Sethoxidim 0.27 100 100
Sethoxidim 0.54 100 100
Clethodim 0.14 99 99
Clethodim 0.28 100 100
Quizalofop 0.07 46 100
Quizalofop 0.14 62 100

Utilizando la misma metodología de plantas enteras, se hizo un experimento


con semillas de Solanum nigrum resistentes y susceptibles a terbutilazina. Se
sembraron en macetas de 800 mL de capacidad y se mantuvieron en invernadero.
Cuando las plantas tenían menos de 10 cm. de altura se aplicó la terbutilazina a 9 dosis
diferentes. Las dosis de aplicación variaron logarítmicamente entre 0.09 y 24 Kg. /ha.
Se utilizó el diseño experimental de bloques al azar con cinco repeticiones. La
mortalidad de las plantas fue determinada después de 22 días, contando el número de
plantas vivas en cada maceta. En la Figura 2, se observa que la mortalidad del biotipo
susceptible de S. nigrum fue superior a 80%, incluso con la dosis más baja de
terbutilazina, mientras que el resistente no fue afectado por ninguna de las dosis de
este herbicida (Harrington et al., 2001).
También con plantas enteras, Reddy y Zablotowicz (2003) encontraron que la
resistencia no solo depende de la especie de planta y la molécula aplicada sino
también de la formulación del producto. Estos autores evaluaron el efecto de cuatro
formulaciones de glifosato sobre el crecimiento contenido de clorofila, nodulación,
contenido de nitrógeno y rendimiento de grano en soya resistente a glifosato, así como
control de maleza. Se encontró que la formulación no es un factor que afecte el
contenido de clorofila, ni el peso seco del tallo y de la raíz. No obstante, sí disminuye la
biomasa de los nódulos aunque no el número de los mismos.

72

Figura 2. Efecto de dosis de terbutilazina en la mortalidad de plantas de S.


nigrum susceptible (S) y resistente (R).
Debido a que los experimentos con plantas completas, y aun los que utilizan
germinación de semillas requieren esperar a que las plantas no controladas produzcan
semilla, por lo general, si se confirma la resistencia de dichas plantas, ya no es posible
utilizar un método alternativo para su control durante el mismo ciclo de crecimiento.
Para solucionar lo anterior, se desarrolló la prueba rápida de Syngenta, que no requiere
que las plantas resistentes produzcan semillas, para de ahí obtener plántulas. Este
método consiste en extraer del terreno las plantas no controladas, lavar en agua
corriente sus raíces y cortarlas hasta dejar solamente 0.5 cm. de ellas; la parte aérea
también se corta, dejando 2.5 cm. del tallo. Las plantas cortadas se trasplantan en
macetas con suelo, se llevan a un invernadero y se riegan en forma constante. Cuando
las nuevas hojas tienen entre 5 y 7 cm. de longitud, se realiza la aplicación de dos
dosis de los herbicidas a los que son resistentes. Diez días después del tratamiento, se
evalúa el daño de los herbicidas. No hay una diferencia significativa al utilizar plantas
jóvenes o en estado reproductivo. Por la rapidez con que se determina la resistencia
con este método, la mayoría de las veces es posible tomar medidas para controlar las
malezas resistentes en el mismo ciclo. La prueba rápida de Syngenta ha sido probada
en especies de malezas como: Alopecurus myosuriodes, Lollium rigidum,
Chenopodium album, Amaranthus retroflexus, Bidens pilosa y Raphanus raphanistrum
(Boutsalis, 2001, Walsh et al., 2001). Este método puede detectar cualquier tipo de
resistencia que se presente en el campo, con la posible excepción de resistencia a
herbicidas preemergentes (Smeda et al., 1992).
Kim et al. (2000), sembraron en macetas, semillas de Echinochloa colona
pregerminadas en cajas Petri y las colocaron en un invernadero. Las plantas fueron
extraídas en dos etapas: de cuatro hojas a un macollo y de dos a tres macollos; se les
lavaron las raíces y se les cortaron las hojas y las raíces hasta dejarlas de 7 y 5 cm. de
longitud, respectivamente. Las plantas preparadas fueron colocadas en tubos de 20 mL
o botellas de 30 mL, que contenían 15 o 25 mL de agar con propanil incorporado al
0.2% en concentraciones de 0, 12, 25, 50, 100 y 200 mg /L. Las botellas o tubos fueron
mantenidos 24 h en la oscuridad y luego transferidos a un invernadero; cada tres días
se rellenaban las botellas con agua destilada. Siete días después se determinó la
longitud y el peso fresco de los nuevos brotes.
o Fluorescencia
Abbaspoor y Streibig (2005) en condiciones de invernadero encontraron que
plantas de avena y centeno tratadas con clodinafop mostraban cambios en cuanto al
área bajo la curva de la curva de Kautsky, así como en la fluorescencia máxima y la
eficiencia cuántica del fotosistema II, presentando una alta correlación de estos
parámetros con el peso seco, por lo que recomiendan la técnica para evaluar de
manera rápida el efecto de inhibidores de la ACCasa. El mismo autor y colaboradores
(2006) aplicaron metamitrón y terbutilazina en remolacha azucarera creciendo bajo
cultivo hidropónico a fin de describir el comportamiento de los parámetros de la curva 73
de Kautsky con respecto a esos herbicidas.
Ali y Souza Machado (1981), midieron la fluorescencia en discos foliares de
biotipos resistentes y susceptibles de Amaranthus retroflexus, A. powellii y Brassica
campestris. Utilizaron discos de 8 mm. que colocaron en una solución buffer 0.5 M a pH
7.5. Algunos discos se pusieron a flotar en una caja Petri con el haz en contacto con 10
mL de solución con y sin atrazina a 10-4 M. La lectura de la fluorescencia se hizo en un
cuarto oscuro. En la Figura 3, se observa claramente, que la fluorescencia inicial de los
dos biotipos de B. campestris era semejante antes del tratamiento con atrazina, pero a
partir de 1 hora después del tratamiento, la fluorescencia del biotipo susceptible se
incrementó significativamente, mientras que la del resistente, permaneció sin cambios.
Figura 3. Fluorescencia de clorofila en discos foliares de B. campestris
susceptible (S) y resistente (R) a atrazina, después del tratamiento con atrazina.
• Bioensayos en Laboratorio
o Brotes.
Otro método con el que se puede confirmar la resistencia en plantas adultas de
manera relativamente rápida, fue desarrollado con base en el conocimiento de que E.
colona puede propagarse de segmentos de tallo que contengan un nudo, ya que las
raíces adventicias se multiplican rápidamente. Kim et al. (2000) cortaron segmentos de
8 cm. de longitud que tuvieran el segundo o tercer nudo del tallo o macollo de biotipos
74
susceptibles y resistentes de esta especie. Los segmentos fueron remojados en agua
por 24 horas y posteriormente colocados verticalmente en un vaso de precipitado
conteniendo una lámina de 5 mm de agua y dejados 24 horas en la oscuridad para
promover el enraizamiento. Nudos con cuatro raíces fueron colocados en botellas de
30 mL conteniendo 25 mL de agar con propanil incorporado al 0.2% en
concentraciones de 0, 12, 25, 50, 100 y 200 mg/L. Después de esto las botellas fueron
mantenidas en la oscuridad por 24 horas y transferidas a un invernadero en donde se
determinó la altura y peso fresco de los nuevos brotes a los 10 días de la exposición al
herbicida. Los factores de resistencia obtenidos, indicaron que el biotipo resistente
requiere entre 2.5 y 2.7 veces más propanil que el biotipo susceptible para que su
altura o peso seco se reduzca en 50%.
Leah et al. (1995), aplicaron una gota de propanil en la superficie adaxial de
una hoja de E. colona, y determinaron la resistencia a este herbicida, con base en la
superficie necrótica formada alrededor de la gota.
Norsworthy et al. (1998), adecuaron el procedimiento de medición de la
fluorescencia para determinar la resistencia de de E. crus-galli al propanil; se determinó
que podían utilizarse discos foliares cortados de hojas de 13 a 41 días de edad, dentro
de los cuatro primeros días después de cosechadas, si las hojas se mantenían en
bolsas de plástico humedecidas. Los discos fueron expuestos a varias concentraciones
de propanil por 2 horas y después fue necesario incubarlos en la oscuridad en agua
deionizada por 22 horas, para que el metabolismo del biotipo resistente redujera los
niveles del propanil absorbido. Se encontró que debe utilizarse la dosis de 100 µM de
propanil, pues la de 400 µM no distingue entre biotipos resistentes y susceptibles y
debe haber una temperatura de entre 20 y 30 oC (Hoagland et al., 2004), ya que a
temperaturas de 35 oC se inhibe la enzima aril-acilamidasa, haciendo difícil confirmar la
resistencia.
o Pruebas en Semillas
Otro método ampliamente utilizado para determinar la resistencia, consiste en la
germinación de semillas de biotipos susceptibles y resistentes expuestas a diferentes
concentraciones de herbicidas. Las pruebas de germinación de semillas son rápidas y
baratas y se han utilizado para detectar resistencia a trifluralina en Setaria viridis
(Beckie et al., 1990), a diclofop-metil en Lollium rigidum (Heap y Knight, 1986) y a
inhibidores de ACCasa en Avena fatua (Murray et al., 1996), entre otros.
Retrum y Forcella (2002), utilizaron este método con semillas de plantas
susceptibles y resistentes de Setaria faberi. Las semillas colectadas se pusieron por
tres días en agua a 0oC para romper la latencia y después fueron tratadas con 1% de
hipoclorito de sodio para inhibir el crecimiento de hongos. Posteriormente fueron
puestas a germinar en cajas Petri y se seleccionaron 10 semillas con radículas de 3 a 6
mm, las cuales fueron transferidas a nuevas cajas Petri con papel filtro saturado con
sethoxidim a 0, 0.1, 1, 10 y 100 mg/L. Estas se incubaron y la longitud de los brotes y
radículas se midieron a los 0, 3 y 6 días después haber sido expuestas al herbicida.
Los incrementos en crecimiento de las plántulas fueron determinados a los 3 y 6 días
del tratamiento, restando las medidas de esos días de las medidas iniciales. Los
resultados del experimento indicaron que el crecimiento del brote del biotipo 75
susceptible es afectado cuando la semilla es expuesta a concentraciones de sethoxidim
mayores de 0.1 mg/L, mientras que no hay efecto en el biotipo resistente incluso a 100
mg/L (Figura 4).

Figura 4. Incrementos en el crecimiento del brote de plántulas susceptibles


(S) y resistentes (R) de S. faberi, seis días después de su exposición a diferentes
concentraciones de sethoxidim.
La prueba rápida de resistencia de Rothamsted, consiste en la germinación de
semillas de Avena fatua (y en general de malezas gramíneas anuales) en cajas Petri
que contienen al herbicida fenoxaprop-etil adherido en papeles filtro a una
concentración de 7.5 ppm. Si las semillas pueden germinar y producir al menos 1 cm.
de brote verde en la solución herbicida, eso indica resistencia. Para determinar el nivel
de ésta, se hace una comparación con dos poblaciones conocidas, una resistente y
otra susceptible. Requiere 14 días para completarse. Para además obtener una
germinación aceptable, exige semilla sin dormancia, es decir, semilla recién colectada.
Este método tiende a sobreestimar la resistencia, de ahí que pueda obtenerse un “falso
positivo” o indicar un nivel bajo de resistencia, cuando en realidad se trata de una
población susceptible (Moss, 2000).
Una variante del método de germinación de semillas, fue utilizado por Kim, et
al. (2000), con semillas de plantas de Echinochloa colona. Veinte semillas de biotipos
resistentes o susceptibles fueron colocadas sobre papel húmedo en la tapa de cajas
Petri. Tres días después cuando la primera hoja había emergido por completo y tenía
una longitud de cerca de 2 cm., las tapas se invirtieron por 1 minuto sobre cajas Petri
que contenían 25 mL de soluciones de propanil a 0, 188, 375 y 750 mg/l. Las tapas con
las plántulas tratadas fueron transferidas a una caja transparente sellada que contenía
agua para humedecer el aire. Tras un periodo de 24 h en la oscuridad, se colocaron en
un invernadero con luz suplementaria. La altura y el peso fresco de las plántulas se 76
midieron siete días después del tratamiento.
León et. al. (2003), proponen un sistema de detección in vitro de biotipos
resistentes de Cyperus difformis L. a sulfonilureas, probaron tres ecotipos de la maleza,
se germinaron 30 semillas en cajas Petri al cabo de cinco días se aplicaron dosis
crecientes de bensulfurón-metil y cinosulfurón y se evaluó mediante una escala ex
profeso la toxicidad en la fisiología y morfología de las plántulas. Encontraron que su
método es fiable y fácil de realizar, por lo que lo recomiendan.
Mateo et. al (2003) para evaluar la resistencia de Papaver rhoeas a 2,4 –D en
estadios tempranos de desarrollo de la maleza, hicieron un experimento de
germinación in vitro, probaron diferentes medios de cultivo encontrando que la semilla
tiene limitantes de germinación por lo que recomiendan la técnica con adición de ácido
giberélico.
Otra variante más, consiste en remojar las semillas de las malezas en
soluciones con concentraciones variables de herbicidas para después sembrarlas en
un medio arenoso. Hashem et al. (1999), utilizaron esta técnica con semillas de
poblaciones susceptibles y resistentes de Raphanus raphanistrum. Estas fueron
expuestas a soluciones de 0, 1, 3, 5, 10, 20, 40 y 80 ppm de triasulfurón por 24 horas.
La emergencia de las plántulas se evaluó dos semanas después del inicio de ésta y la
sobrevivencia fue evaluada tres semanas después. Para confirmar la resistencia, las
plantas supervivientes fueron asperjadas con 20 g de triasulfurón.
En busca de un método rápido y confiable para determinar la resistencia en
Monochoria vaginalis, Kuk et al. (2003) compararon los métodos de plantas enteras y
germinación de semillas remojadas en soluciones de imazosulfurón o pyrazosulfurón a
0.01, 0.1, 1, 10, 100 y 1000 µM en cajas Petri, e incubadas por seis días. Midieron la
tasa de germinación y peso seco del brote. Ambos métodos fueron capaces de
discriminar entre susceptibilidad y resistencia, pero los ensayos con plantas completas
necesitaron alrededor de dos meses para completarse.
• Técnicas bioquímicas y moleculares
La resistencia a inhibidores de ALS o ACCasa de muchos biotipos de malezas, se
debe a la presencia de mutaciones en dichas enzimas, lo que las hace menos
sensibles a los herbicidas. Precisamente por ello, los ensayos de actividad de estas
enzimas, pueden utilizarse para confirmar la resistencia y caracterizar patrones de
resistencia cruzada. Estos ensayos requieren la extracción y purificación parcial de las
enzimas de tejido foliar joven, seguido de un estudio de actividad enzimática en
presencia de un rango de concentraciones de herbicidas (Tardif et al., 1993; Simpson
et al., 1995; Lovell et al., 1996; Devine, 1997; Zabalza et al., 2001, Sibony et. al. 2001).
Un inconveniente de los ensayos de actividad enzimática, es que sólo son útiles para
determinar la resistencia ocasionada por las enzimas mutadas y no son adecuadas,
cuando la resistencia se debe a diferencias en absorción, translocación o metabolismo
del herbicida (Gerwick et al., 1993).
En varios casos se ha podido establecer el origen molecular de una
determinada respuesta de resistencia. Kelley (2005) detectó la correspondencia entre
77
el gen GH3 en soya tratada con herbicidas auxínicos como dicamba y clopiralid, e
incluso consideran que podría usarse para detectar daño por herbicidas por su alta
especificidad. Dalla, et. al. 1997 utilizando mutantes antisentido de la cianobacteria
Synechocystis sp. PCC6803 pudo determinar que los mecanismos de acción de
triazinas, ureas y fenoles estaban dados por alteraciones en el transporte electrónico
de QA hacia QB.
Sin embargo en ocasiones poblaciones de una misma especie pueden tener
diferentes mecanismos de resistencia a una misma molécula herbicida., así tenemos el
ejemplo de Lollium multiflorum resistente a sethoxidim, mientras en una población fue
clara la sustitución de una isoleucina por una leucina en la posición 418, en otra
población esta sustitución no se presentó. (White, 2005).
NG encontró (2003) polimorfismo genético en biotipos resistentes y susceptibles a
glifosato de Eleusine indica en Malasia, lo que sugiere que la evolución de las
poblaciones de maleza puede dar lugar a un origen poligénico de la resistencia.
Stankiewicz et. al. (2001) analizaron la filogenia de veinticinco poblaciones de
Solanum nigrum-resistentes a triazinas usando marcadores RAPD. Encontrando que
había mucha similitud entre las poblaciones de Francia y algunas de Polonia, lo cual
coincide con los hábitos migratorios de dos especies de pájaros que se alimentan de
las bayas de esta mala hierba
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Uso de Herbicidas en la Agricultura del Siglo XXI. Servicio de Publicaciones
de la Universidad de Córdoba, Córdoba, España.
MANEJO DE MALEZA EN CULTIVOS BÁSICOS

Enrique Rosales Robles


Investigador en Ciencia de la Maleza
INIFAP – Campo Experimental Río Bravo, Tamaulipas

Tomás Medina Cazares


Investigador en Ciencia de la Maleza
INIFAP – Campo Experimental Bajio, Guanajuato

INTRODUCCION

Las malas hierbas son plantas que crecen donde no son deseadas e interfieren con los
intereses del hombre (Ashton y Monaco, 1991; Anderson, 1996). Al conjunto de malas 84
hierbas en un área se le denomina maleza e incluye tanto a las especies silvestres
como a los cultivos voluntarios indeseables (Chandler y Cooke, 1992). La maleza
compite con los cultivos por luz, agua y nutrimentos y si no son controladas oportuna y
eficientemente, reducen significativamente su rendimiento y la calidad del grano
cosechado (Bridges, 1995). El manejo de la maleza es una de las prácticas más
antiguas en la agricultura. Sin embargo, debido a que el efecto nocivo de la maleza no
es evidente al inicio del desarrollo de los cultivos, en muchas ocasiones no se le otorga
la importancia debida y su control se lleva a cabo cuando el cultivo ya ha sido afectado
(Rosales et al., 2002).

El manejo integrado de maleza implica no sólo depender de las medidas de control de


la maleza existente, sino prevenir la producción de nuevos propágulos, reducir la
emergencia de maleza en los cultivos y maximizar la competencia del cultivo hacia la
maleza. El manejo integrado de maleza hace énfasis en la conjunción de medidas para
anticipar y manipular las poblaciones de maleza, en lugar de reaccionar con medidas
emergentes de control cuando se presentan altas infestaciones (Dieleman y Mortensen,
1997). El objetivo del manejo integrado de maleza es maximizar el rendimiento de los
cultivos, optimizar las ganancias del productor y aumentar la eficiencia en la producción
del cultivo, al integrar técnicas preventivas, conocimientos científicos y prácticas de
manejo.
CLASIFICACION DE LAS MALAS HIERBAS
El primer paso en el diseño de un programa de manejo de maleza es conocer a la
maleza a controlar (Ashton y Monaco, 1991). Existen algunas formas de clasificación
de las malas hierbas que son útiles en su identificación:

Clasificación botánica
La clasificación botánica de las malezas es la más importante, ya que es un sistema
que permite identificar plenamente a una planta a través de sus características
morfológicas, principalmente de sus órganos reproductivos, en familias, géneros y
especies (Radosevich et al., 1997). El nombre científico de las plantas consta de dos
palabras en latín, la primera indica el género y la segunda la especie. Para precisar
más, se añade el autor, es decir, el nombre del botánico que primero describió la planta
con ese nombre. Para ello, se acostumbra usar abreviaturas, por ejemplo, L. que
significa Linneo; en algunas ocasiones las especies se han tenido que reclasificar y la
abreviatura del apellido del reclasificador aparece después de la del autor. Esta
nomenclatura binomial es usada internacionalmente, lo cual evita confusiones por el
uso de nombres comunes que varían entre regiones o países. Por ejemplo, la
correhuela perenne, es conocida también como gloria de la mañana, oreja de ratón y
lengua de pollo en México y “field bindweed” en Estados Unidos. Al conocer su nombre
científico: Convolvulus arvensis L. se tiene la certeza de que se trata de la misma
planta. Por lo anterior, la identificación adecuada de una mala hierba por su 85
clasificación botánica es fundamental para su manejo.

Clasificación morfológica
Por su forma, las principales malas hierbas pueden ser clasificadas en:

Hojas anchas: Estas plantas presentan las nervaduras de las hojas en forma de red o
reticuladas, dos hojas seminales o cotiledonares en las plántulas y raíces primarias con
crecimiento vertical. Ejemplos: quelite, polocote y correhuela.

Zacates: Son plantas que presentan sólo una hoja seminal en sus plántulas, hojas con
disposición alterna y nervaduras paralelas y sistema radical fibroso. Ejemplos: zacate
Johnson, zacate de agua, zacate cola de zorra.

Ciperáceas: Estas plantas tienen características similares a los zacates, sus


principales diferencias consisten en que tienen tallos triangulares y las hojas se
presentan en rosetas que nacen de la base del tallo y la inflorescencia. Ejemplos:
coquillo morado y coquillo amarillo.

Clasificación por ciclo de vida

Anuales: plantas que completan su ciclo de vida en menos de un año. Pueden ser
anuales de invierno (octubre-abril) o de verano (mayo-septiembre). Algunos ejemplos
de malas hierbas anuales de invierno son: la borraja Sonchus oleraceus y la mostacilla
Brassica campestris y anuales de verano: el quelite Amaranthus hybridus y el girasol
silvestre o polocote Helianthus annuus.

Bianuales: malas hierbas que su ciclo de vida comprende dos años. En el primer año,
la planta forma la roseta y una raíz primaria profunda y en el segundo año florecen,
maduran y mueren. Las malas hierbas bianuales no son muy comunes. Un ejemplo de
mala hierba bianual es la zanahoria silvestre Daucus carota.

Perennes: plantas que viven más de dos años y si se presentan condiciones


favorables pueden vivir indefinidamente. Se reproducen por semilla y en muchas
ocasiones vegetativamente a través de estolones, tubérculos, rizomas o bulbos. El
zacate Johnson Sorghum halepense y la correhuela perenne Convolvulus arvensis son
ejemplos de malas hierbas perennes.

PRINCIPALES MALEZAS EN MAÍZ, SORGO, TRIGO Y FRIJOL EN MEXICO

En México se reportan más de 400 especies de malas hierbas, pertenecientes a más


de 50 familias botánicas, asociadas a diferentes cultivos (Villaseñor y Espinosa, 1998;
Tamayo, 1991). Las principales especies de maleza en maíz, sorgo, trigo y frijol se
presentan en el Cuadro 1 de acuerdo a su clasificación morfológica.

Cuadro 1. Principales malas hierbas en maíz, sorgo, trigo y frijol en México.


86
HOJAS ANCHAS
Nombre común Nombre científico Familia Hábito Ciclo
Acahual Simsia amplexicaulis (Cav.) Asteraceae E A
Pers.
Bidens pilosa L. Asteraceae E A
Aceitilla
Amargosa, estafiate Parthenium hysterophorus L. Asteraceae E A
Ipomoea spp. Convolvulaceae A
Correhuela, trompillo, R-T
bejuco
Chayotillo, cadillo de Xanthium strumarium L. Asteraceae E A
hoja ancha
Chual blanco Chenopodium album L. Chenopodiaceae E A
Chual morado Chenopodium murale L. Chenopodiaceae E A
Gigantón, chotol Tithonia tubaeformis (Jacq.) Asteraceae E A
Cass
Lechosa, leche de Euphorbia heterophylla L. Euphorbiaceae E A
sapo
Lengua de vaca, Rumex crispus L. Polygonaceae E P
cañagria
Malva Anoda cristata (L.) Schltdl. Malvaceace R A
Malva, malva quesillo Malva parviflora L. Malvaceace E A
Meloncillo, pepinillo Cucumis melo L. Cucurbitaceae R-T A
Mostaza, mostacilla Brassica campestris L. Brassicaceae E A
Quelite, bledo Amaranthus hybridus L. Amaranthaceae E A
Quelite, bledo Amaranthus palmeri S. Wats Amaranthaceae E A
Toloache Datura stramonium L. Solanaceae E A
Tomatillo Physalis angulata L. Solanaceae E A
Trompillo, abrojo de Solanaceae E P
caballo Solanum elaeagnifolium Cav.
Verdolaga Portulaca oleracea L. Portulacaceae R A

ZACATES
Nombre común Nombre científico Familia Hábito Ciclo
Gramilla, grama Cynodon dactylon (L.) Pers. Poaceae R P
Zacate cangrejo, pata Digitaria sanguinalis (L.) Scop. Poaceae E A
de gallo, frente de toro
Zacate de agua, Echinocloa crus-galli (L.) Poaceae E A
zacapataiste Beauv.
Zacate espiga, Panicum fasciculatum Swartz. Poaceae E A
carricillo, kanchín

Zacate guiador, Panicum reptans L. Poaceae E A


gangrena
Zacate Johnson Sorghum halepense (L.) Pers Poaceae E P
87
Zacate lancita, Eragrostis cilianensis (All.) Poaceae E A
apestoso Lutati
Zacate pata de gallo Eleusine indica (L.) Gaertn. Poaceae E A
Zacate pinto, lagunero Echinochloa colona (L.) Link. Poaceae E A
Zacate pitillo Ixophorus unisteus (Presl.) Poaceae E A
Schult
Zacate salado, z. Leptochloa filiformis (Lam) Poaceae E A
liendrilla Beauv.

CIPERÁCEAS
Nombre común Nombre científico Familia Hábito Ciclo
Coquillo amarillo Cyperus esculentus L. Cyperaceae E P
Coquillo morado, Cyperus rotundus L. Cyperaceae E P
ajillo, coyolillo
Hábito: E= erecto; R= rastrero; T= trepador; Ciclo: A= anual; P= perenne
DAÑOS OCASIONADOS POR LA MALEZA EN MAÍZ, SORGO, TRIGO Y FRIJOL

Al conjunto de daños causados por la maleza a los cultivos se le denomina


interferencia. La interferencia incluye la reducción del rendimiento por competencia y la
alelopatía, la disminución en la calidad del producto cosechado, el aumento en los
costos de cosecha y la mayor incidencia de plagas y enfermedades (Stoller et al.,
1987). Las pérdidas de rendimiento son ocasionadas principalmente por la
competencia entre maleza y cultivo por luz, agua y nutrimentos, factores básicos para
el desarrollo de las plantas (Chandler et al., 1984; Trenbath, 1976).

La mayor incidencia de plagas y enfermedades por la presencia de maleza es muy


importante en los cultivos. En soya, la presencia de amargosa incrementa la incidencia
del tizón de la yema, enfermedad causada por el virus de la mancha anular del tabaco,
al hospedar trips que transmiten esta enfermedad. Entre los daños que la maleza
ocasiona deben considerarse, la disminución en la calidad del grano y fibra, la
contaminación de lotes de producción de semilla, la dificultad en el manejo y
distribución del agua de riego y la depreciación de los lotes agrícolas infestados con
malas hierbas (Ellis et al., 1998; Rosales et al. 2002).

PERIODO CRÍTICO DE COMPETENCIA

88
La competencia de la maleza afecta el desarrollo y rendimiento de los cultivos. La
severidad de la competencia entre la maleza y los cultivos anuales, depende de las
malezas presentes, densidad del cultivo y la maleza, época de emergencia de la
maleza, sistema de siembra, condición de humedad, nivel de fertilidad del suelo y
duración del período de competencia, entre otros (Radosevich et al., 1997). En general,
la competencia es más crítica durante la primera parte del desarrollo vegetativo del
cultivo. Lo anterior ha dado como resultado la definición de este lapso como el período
crítico de competencia (PCC): el tiempo máximo que el cultivo tolera la competencia de
maleza sin reducciones significativas de su rendimiento y el tiempo mínimo de ausencia
de maleza que requiere el cultivo para expresar su máximo rendimiento (Anderson,
1996). En este aspecto, se considera que las reducciones significativas o umbral
económico ocurren cuando las pérdidas de rendimiento igualan al costo de control de
maleza. Con fines prácticos se ha considerado un 5% de reducción de rendimiento
como el umbral económico en la mayoría de los cultivos anuales (Ghosheh et al.,
1996).

Maíz

Los resultados de investigaciones en la regiones productoras de maíz, indican que, la


competencia entre la maleza y el cultivo durante los primeros 30 días de su desarrollo,
ocasionan plantas cloróticas, de poco vigor y altura, lo que a su vez, genera reducciones
en los rendimientos, los cuales alcanzan, 24% en promedio (Figura 1). Sin embargo, las
pérdidas se incrementan severamente, cuando los períodos de competencia se
extienden. Asimismo, cuando la maleza emerge antes que el maíz; o bien cuando se
presentan grandes poblaciones de especies de alta capacidad competitiva. Por el
contrario, las pérdidas son generalmente menores cuando las malas hierbas se presentan
en estados avanzados del cultivo, como es el caso de las siembras en terrenos de
humedad o riego (Agundis, 1984).

80
Temporal Riego
%70
o
t 60
n
e
i
i 50
m
d
n40
e
r
e
d30
n
ió20
c
c
u10
d
e
r
0
30 40 140
Días de competencia

89
Figura 1. Efecto de los períodos de competencia de maleza sobre el rendimiento de maíz.

Sorgo

Los daños que las malezas ocasionan al sorgo dependen principalmente de las
especies presentes, época de aparición y condición de humedad. Una de las especies
más competitivas es la correhuela perenne, la cual reduce significativamente el
rendimiento de sorgo. En estudios realizados en Río Bravo, Tamaulipas se observó que
cuando la correhuela perenne compite con el sorgo en las primeras 1, 2 y 4 semanas
después del inicio de desarrollo del cultivo, el rendimiento de grano se redujo en 29, 42
y 55%, respectivamente, con un máximo de 75% de reducción al permitir la
competencia por 16 semanas (Figura 2). En tanto que, al aumentar el periodo de
tiempo sin la competencia con correhuela perenne, el rendimiento de sorgo se
incrementó significativamente (Rosales et al., 2006). De acuerdo con los resultados de
esta investigación, se requiere un periodo de cuatro semanas después de la
emergencia del sorgo sin la competencia de la correhuela perenne, para obtener un
rendimiento de al menos 90% al obtenido en el tratamiento sin competencia.
4

3 Enhierbados Y = 3.8 (X+1)^ - 0.5; R2 = 0.90


Rendimiento ton/ha

Y = 3.8 (1- exp -0.82X); R2 = 0.98


Limpios

0
0 2 4 6 8 10 12 14 16
Semanas después de emergencia

Figura 2. Rendimiento de sorgo en diferentes periodos de


competencia con correhuela perenne Convolvulus arvensis L. INIFAP. 2001

En un estudio similar y en la misma localidad, se observó una reducción del


rendimiento de 20, 39 y 57% cuando se permitió la competencia del polocote con el
sorgo en las primeras 4, 6 y 8 semanas del desarrollo del cultivo, respectivamente, con
un máximo de 79% de reducción del rendimiento al permitir la competencia por 12
semanas (Figura 3). El rendimiento de sorgo se incrementó significativamente al 90
aumentar el periodo sin la competencia con polocote y se requirió un periodo de 3.5
semanas sin la competencia de esta maleza, para obtener un rendimiento similar al
obtenido en el tratamiento sin competencia (Rosales et al., 2005).

5
Rendimiento ton/ha

1 Enhierbados Y = 3.3 + 2.1 exp(- 0.07X); R 2 = 0.95


Limpios Y = 5.0/ (1 + exp(- 0.4X 2)); R 2 = 0.90
0
0 2 4 6 8 10 12
Semanas después de emergencia

Figura 3. Rendimiento de sorgo en diferentes periodos de


competencia con polocote Helianthus annuus L. INIFAP. 2001.
En trigo la competencia de maleza ocasiona pérdidas de rendimiento de 19% si no se
ejerce algún tipo de control en los primeros 50 días de su desarrollo y 59% si se
permite la libre competencia de maleza durante todo el ciclo (Figura 4). Cuando las
especies que se asocian al trigo son altamente competitivas los daños son mayores.
Reducción (%)

100

80

60

40

20

0
20 40 50 60 Todo el
ciclo

Días de competencia

Figura 4. Efecto del período de competencia con maleza en la


reducción de rendimiento de trigo en México.
91
En el Noreste de México poblaciones de sólo dos plantas de girasol silvestre por metro
cuadrado redujeron el rendimiento de trigo en 27 % (Figura 5) al permitirse su
competencia todo el ciclo (Rosales et al. 2002).

–0.3965 2
4 Y = 364.1 (X + 1) R = 0.90
Rendimiento (ton/ha)

0
0 4 8 12 16 20 24 28 32

Plantas de girasol silvestre por metro cuadrado

Figura 5. Efecto de la densidad de girasol silvestre Helianthus


annuus L. sobre el rendimiento de trigo.
METODOS DE CONTROL DE MALEZA
Los diferentes tipos de control de maleza pueden ser agrupados en cinco métodos
generales:

Control preventivo
Se refiere a las medidas tomadas para impedir la introducción, establecimiento y
desarrollo de maleza en áreas no infestadas. Estas medidas incluyen: el uso de semilla
certificada libre de semilla u órganos de reproducción vegetativa de maleza, la
eliminación de maleza en canales de riego y caminos, la limpieza del equipo agrícola
usado en áreas infestadas y el no permitir el acceso de ganado de zonas con altas
poblaciones de maleza a áreas libres. Otras medidas preventivas incluyen la siembra
en terreno libre de maleza y el control de maleza antes de su floración para impedir que
se incremente el banco de semillas de maleza en el suelo. El control legal es un control
preventivo a escala regional o nacional apoyado en leyes adecuadas para lograr su
objetivo.

Control cultural
Incluye prácticas de manejo como la selección y rotación de cultivos, sistema y fecha
de siembra entre otras, que promueven un mejor desarrollo del cultivo para hacerlo
más competitivo hacia la maleza. Una medida básica para el manejo de maleza es el
establecimiento de una población adecuada de plantas cultivadas. Las áreas del
terreno con una baja población de plantas cultivadas son más susceptibles de 92
infestarse con maleza. La siembra de maíz, sorgo y frijol en surcos estrechos de 35 a
70 cm promueve que el cultivo sea más competitivo con la maleza al “cerrar” más
rápidamente los surcos, sombrear el terreno e impedir el establecimiento de nuevas
poblaciones de maleza. Sin embargo, este método de siembra requiere su integración
al uso de herbicidas al no ser posible el paso de escardas (Elmore et al., 1990).

La rotación de cultivos es vital para impedir la selección de especies de maleza difíciles


de controlar en la soya, además de rotar el uso de herbicidas y evitar el desarrollo de
resistencia a herbicidas en la maleza (Buhler, 1995). Dentro del control cultural de
maleza también se puede incluir el uso de cultivos de cobertura viva, los cuales crecen
asociados a un cultivo que es económicamente más importante. Dentro de las ventajas
de este tipo de sistemas de cultivo se incluyen, además del control de maleza, la
reducción de la erosión, la estabilización de la materia orgánica del suelo, el
mejoramiento de la estructura del suelo y la reducción de su compactación (Radosevich
et al., 1997)

Control mecánico
Se refiere a las prácticas de control de maleza basadas en el uso de la fuerza física. El
control mecánico incluye los deshierbes manuales e incluso el uso del fuego. En
sistemas de labranza convencional el control mecánico de maleza incluye la labranza
primaria o preparación del terreno mediante arado, subsuelo y rastra, y la labranza
secundaria como la siembra y el paso de escardas (Buhler, 1998). Además el sistema
de siembra en húmedo o a "tierra venida" elimina la primera generación de maleza y
permite establecer los cultivos en suelo sin maleza. Posteriormente el paso de
escardas con cultivadora rotativa ("lilliston") o de picos ("sweeps"), elimina a la maleza
a la vez que ayuda al “aporque” del cultivo y facilita la conducción del agua de riego. El
número y época de las escardas depende de factores como presencia de maleza,
humedad del suelo y disponibilidad de equipo. El paso de dos escardas o cultivos a los
15 a 20 días y 25 a 35 después de la emergencia de los cultivos es una práctica común
(Reddy et al., 1999; Esqueda et al., 1997). Es importante señalar que el control de
maleza entre los surcos por medio de escardas es eficiente si se lleva a cabo
oportunamente. No obstante, la maleza que se establece en la hilera de plantas del
cultivo sólo puede ser controlada en sus primeras etapas de desarrollo por medio de
escardas con cultivadoras rotativas al cubrirlas con suelo.

En sistemas de labranza de conservación, la labranza primaria es limitada o bien


sustituida por la aplicación de herbicidas. Sin embargo, el paso de escardas puede
efectuarse con cultivadoras de picos que arrancan la maleza sin disturbar los residuos
de cosecha que cubren el suelo. El uso de cultivadoras rotativas en labranza de
conservación es limitado por los residuos de plantas en la superficie del suelo (Buhler,
1995; 1998).

Control químico
Se efectúa por medio del uso de productos químicos comúnmente llamados herbicidas
que aplicados en la época y dosis adecuadas, inhiben el desarrollo o matan a las
plantas indeseables. El uso de herbicidas debe efectuarse sólo cuando los otros
93
métodos de control no son factibles de utilizarse o cuando su uso representa una
ventaja económica para el productor. En la actualidad los herbicidas constituyen la
herramienta más efectiva en programas de control de maleza (Reedy et al., 1999)

El control químico requiere de conocimientos técnicos para la elección y aplicación


eficiente y oportuna de un herbicida (Rosales et al., 2002). El control químico tiene
ventajas importantes sobre los otros métodos de control de maleza: oportunidad en el
control maleza, pues la elimina antes de su emergencia o en sus primeras etapas de
desarrollo; amplio espectro de control; control de maleza perenne; control residual de la
maleza.

El uso inapropiado de los herbicidas representa algunos riesgos a la agricultura. Sin


embargo, todos estos daños son posibles de evitar con una buena selección y
aplicación de estos productos y con el conocimiento de sus características específicas
(Rosales et al., 2002). Algunos de los posibles riesgos por el uso inadecuado de
herbicidas son: daños al cultivo en explotación por dosis excesiva o a cultivos vecinos
por acarreo del herbicida; daños a cultivos sembrados en rotación por residuos de
herbicidas en el suelo; cambios en el tipo de maleza por usar continuamente un
herbicida; desarrollo de resistencia de malezas a herbicidas.

En Estados Unidos en la actualidad existen alrededor de 200 ingredientes activos


utilizados en la fabricación de aproximadamente 800 herbicidas comerciales (Vencill,
2002). En México, existen 65 ingredientes activos en alrededor de 300 herbicidas
comerciales (Anónimo, 2007). La presentación comercial de un herbicida consiste del
ingrediente activo en un porcentaje conocido en formulaciones sólidas o en gramos por
litro en formulaciones líquidas, además de un material inerte o disolvente y en algunas
ocasiones emulsificantes y coadyuvantes. Es importante conocer el ingrediente activo
de un herbicida, ya que puede presentarse en forma comercial con varios nombres, tal
es el caso del glifosato que se comercializa con nombres como Faena, Glyfos,
Cufosato, Líder y otros.

EPOCA DE APLICACION DE HERBICIDAS


Los herbicidas también pueden agruparse de acuerdo a su época de aplicación basada
en el estado de desarrollo del cultivo y/o maleza. A continuación se discuten las
diferentes épocas de aplicación de herbicidas (Reedy et al., 1999).

Herbicidas de presiembra foliares


Son herbicidas que se aplican antes de la siembra de los cultivos para eliminar a la
vegetación existente. El glifosato y el paraquat son los herbicidas comúnmente
aplicados en esta época. Estos herbicidas no son selectivos y no dejan residuos en el
suelo, lo que hace posible su uso sin afectar a los cultivos sembrados posteriormente.
El paraquat es un herbicida de contacto, usado para el control de maleza anual y
glifosato es sistémico, por lo que es usado para el control de maleza anual y perenne.

Herbicidas de presiembra al suelo


Estos herbicidas son aplicados antes de la siembra del cultivo y generalmente 94
requieren incorporación mecánica al suelo para situarse en los primeros 5 a 10 cm de
profundidad y evitar su degradación por la luz o su volatilización. Normalmente, estos
herbicidas tienen poca solubilidad en agua, por lo que la lluvia o riegos no los lixivian o
mueven en el suelo. Este tipo de herbicidas afecta a las semillas de maleza al
germinar o emerger sin afectar al cultivo, el cual debe ser sembrado por debajo de la
capa de suelo donde se sitúa la mayor concentración del herbicida. La incorporación
mecánica de los herbicidas se realiza por medio de un paso de rastra de discos o
cultivadora rotativa y se logra una mejor distribución de los productos en suelo seco. Un
buen ejemplo de este tipo de herbicidas son trifluralina y pendimetalina de amplio uso
en soya (Reedy et al. 1999).

Herbicidas pre-emergentes
Son los herbicidas que se aplican después de la siembra, pero antes de que emerjan la
maleza y la soya. Los herbicidas pre-emergentes requieren de un riego o precipitación
en los primeros 10 días después de su aplicación para situarse en los primeros 5 cm de
profundidad del suelo, donde germina la mayor parte de la semilla de maleza. Este tipo
de herbicidas elimina a las malas hierbas en germinación o recién emergidas, lo que
evita la competencia temprana con el cultivo. Los herbicidas pre-emergentes presentan
una gran interacción con algunas características del suelo como son: textura, pH y
materia orgánica que pueden afectar la cantidad de herbicida disponible en el suelo
para controlar la maleza. Por lo general la dosis de este tipo de herbicidas se ajusta
según el tipo de suelo, contenido de materia orgánica y pH del suelo, requiriendo una
mayor dosis en suelos arcillosos y con alto contenido de materia orgánica y menor
dosis en suelos alcalinos (Anderson, 1996). La elección de los herbicidas pre-
emergentes depende de las especies de maleza observadas en ciclos anteriores, de
las características del suelo y la rotación de cultivos. Es común el uso de mezclas de
herbicidas pre-emergentes para ampliar su espectro de control.

Herbicidas post-emergentes
Si la maleza se presenta cuando los cultivos ya está establecidos es común que se
requiera la aplicación de herbicidas post-emergentes (POST) para eliminarla y evitar su
competencia y producción de nuevas semillas. Es importante señalar que en la mayoría
de los casos, la aplicación de herbicidas POST debe realizarse sobre maleza en sus
primeros estados de desarrollo (2 a 4 hojas) cuando es más susceptible a los herbicidas y
su competencia es mínima.

Los herbicidas POST pueden ser más económicos para el productor al utilizarse sólo
donde se presenta la maleza. La actividad de los herbicidas POST depende de factores
como su grupo químico, especies de malezas presentes y condiciones de clima como
velocidad del viento, temperatura del aire, humedad relativa y presencia de lluvia. Estos
factores influyen para obtener un cubrimiento uniforme de la aspersión sobre la maleza y
su posterior absorción. El cubrimiento adecuado de la maleza es más crítico con el uso de
herbicidas POST de contacto que con los de acción sistémica. Las condiciones óptimas
para lograr un buen control de maleza con los herbicidas POST son: maleza en sus
primeras etapas de desarrollo y en crecimiento activo, temperatura del aire de 20 a 30º C,
humedad relativa mayor de 60%, buena humedad del suelo y ausencia de rocío sobre la 95
maleza y ausencia de lluvias por 4 a 6 horas después de la aplicación (Buhler, 1998).

SUGERENCIAS PARA EL CONTROL QUIMICO DE MALEZA EN MAÍZ, SORGO,


TRIGO Y FRIJOL

Control post-emergente de maleza en presiembra de maíz, sorgo, trigo y frijol

Paraquat 400 a 600 g i.a./ha (Anaquat, Cuproquat, Gramoxone, Secaquat y otros)


Control de maleza anual de hoja ancha y zacates. Se sugiere agregar surfactante o
aceite agrícola. Su aplicación requiere de agua limpia ya que presenta alta adsorción a
las partículas de suelo. Su acción puede ser limitada sobre amargosa, altamisa
(Ambrosia artemisiifolia) y otras especies de maleza con abundante vellosidad en las
hojas. Aplique sobre maleza menor de 10 cm y realice una buena cobertura de
aspersión.

Glifosato 500 a 1000 g i.a./ha (Altanizan, Coloso, Desafio, Glyfos, Faena y otros)
Control de maleza de hoja ancha y zacates anuales y perennes. Herbicida sistémico y
no selectivo, que no deja residuos en el suelo. Use la dosis alta al aplicar sobre maleza
bien desarrollada o maleza perenne. Su aplicación requiere de agua limpia ya que
presenta alta adsorción a las partículas de suelo. Aplique sobre maleza en crecimiento
activo. El sulfato de amonio al 2% incrementa la acción de este herbicida al impedir que
las sales disueltas en el agua inactiven al herbicida. Espere al menos siete días
después de la aplicación del glifosato para laborar el suelo.
2,4-D amina 480 a 720 g i.a/ha (Agramina, Arrasador, Damine, DMA-6, Diamont,
Hierbamina y otros)
Control de maleza de hoja ancha anual y perenne. Aplique de 7 a 14 días antes de la
siembra de maíz y sorgo. No lo aplique en presiembra de frijol. Es preferible su
aplicación sobre maleza pequeña y a temperatura ambiental menor a 30o C para evitar
acarreo o volatilización. No es conveniente su aplicación en suelos ligeros o arenosos
o en suelos con poca humedad.

MAÍZ
Control pre-emergente de maleza anual de hoja ancha en maíz.

Atrazina 960 a 2200 g i.a /ha (Atranex, Atranova, Gesaprim, Novaprin y otros)
Dosis mayores en suelos arcillosos o suelos con pH inferior a 5.5. No debe usarse en
suelos arenosos o en suelos con menos de 1% de materia orgánica. En suelos con
contenido de materia orgánica de 1 a 1.5% use solamente 1000 g i.a/ha. Siembre
solamente sorgo o maíz por nueve meses. Los daños a cultivos sensibles sembrados
en rotación serán mayores en suelos con pH superior a 7.3, temperaturas frescas y
sequía.

Control pre-emergente de zacates anuales en maíz.

Acetoclor 1250 a 3150 g i.a/ha (Anaclor, Harness, Keystone, Surpass) 96


Alaclor 1900 a 3800 g i.a/ha (Alanex)
Metolaclor 915 a 1830 g i.a/ha (Dual Gold)

Las dosis varían con la textura de suelo y su contenido de materia orgánica: mayor
dosis en suelos arcillosos o con mayor materia orgánica. Metolaclor tiene acción contra
coquillo amarillo. Períodos de cuatro semanas sin lluvia después de la aplicación
reducen su actividad. Los cereales de grano pequeño pueden ser sembrados tres
meses después de la aplicación de metolaclor.

Dimetenamida 900 a 1300 g i.a/ha (Frontier 2X)


Las dosis varían con la textura de suelo y su contenido de materia orgánica. Use dosis
bajas en suelos con contenido de materia orgánica menor a 3% y dosis altas en suelos
arcillosos o con contenido de materia orgánica mayor a 3%. No cultive por 30 días
después de la aplicación para evitar reducir la actividad del herbicida. No utilice
dimetenamida en maíz dulce. Dimetenamida no deja residuos en el suelo que impidan
la siembra de cultivos al siguiente ciclo agrícola.

Pendimetalina 1188 g i.a/ha (Prowl 400)


Aplicación al momento de la siembra, antes de la emergencia del maíz y la maleza
sobre suelo mullido para permitir una buena distribución del herbicida. Es más efectivo
si ocurre una lluvia de 10 a 20 mm dentro de siete días después de su aplicación. Evite
que la semilla del maíz entre en contacto con el herbicida.
Control pre-emergente de maleza de hoja y zacates anuales en maíz.

Mezcla comercial o de tanque de atrazina + metolaclor 1250 + 1250 a 2000 + 2000


g i.a./ha (atrazina 23.3% + metolaclor 23.3%).
Las dosis bajas se sugieren para suelos arenosos y las dosis altas para suelos
arcillosos o con contenido de materia orgánica mayor al 3%. Siga las mismas
precauciones de atrazina y metolaclor anteriormente señaladas. Siembre solamente
sorgo o maíz por nueve meses.

Control post-emergente de maleza de hoja ancha en maíz.

2,4-D amina 480 a 720 g i.a/ha (Agramina, Arrasador, Damine, DMA-6, Diamont,
Hierbamina y otros)

Aplicación total cuando el maíz tenga de 10 a 20 cm de altura. Después de que el maíz


tenga 20 cm de altura o más de cinco hojas se sugiere aplicar este herbicida con
extensiones para evitar asperjar el “cogollo” del maíz y evitar la posibilidad de daños.
No aplique a maíz en floración. Evite acarreo por viento a cultivos sensibles como
algodón, frijol y hortalizas de hoja ancha. Use la dosis baja en condiciones de alta
humedad en el suelo y alta temperatura del aire. Si se presenta “cristalización” de las
plantas y se quiebran fácilmente al cultivar, suspenda las escardas por una semana. Su
uso se limita a aplicaciones terrestres y requiere de supervisión técnica para su 97
aplicación. Espere tres meses para la siembra de algodonero después de la aplicación
de 2,4-D amina.

Dicamba 240 i.a/ha (Fortune, Herbamba)


Aplicación sobre maíz 20 a 25 cm de altura y de 4 a 6 hojas. Para mejores resultados
aplique cuando la maleza sea menor a 15 cm. Puede mezclarse con atrazina para
obtener control residual de maleza. Evite acarreo por viento a cultivos sensibles como
algodonero, frijol y hortalizas de hoja ancha. Siga las mismas precauciones señaladas
para el 2,4-D.

Bentazon 960 g i.a/ha (Basagran 480)


Requiere aplicarse sobre maleza de 5 a 7 cm o dos a cuatro hojas verdaderas pues su
acción es de contacto. Puede mezclarse con atrazina para obtener control residual de
maleza. El control de maleza será pobre en condiciones secas. El maíz puede
presentar ligeras quemaduras aisladas, que no afectan a las hojas nuevas. Lluvias
inmediatamente después de la aplicación reducen el control de maleza. Este herbicida
es una buena opción cuando se requiera controlar maleza de hoja ancha y se tengan
cultivos susceptibles a herbicidas hormonales en las cercanías. Altamente eficiente
contra chayotillo y coquillos. No controla lechosa y algunas especies de quelite. No deja
residuos en el suelo que afecten a cultivos sembrados en rotación.

Prosulfuron 23 a 34 g i.a/ha (Peak 57 WG)


En post-emergencia y dirigida a maleza anual menor de 10 cm de altura y suelo con
buena humedad. No debe aplicarse con insecticidas organofosforados. Siempre añada
surfactante no iónico o aceite agrícola. No deberá aplicarse más de dos veces durante
el ciclo del cultivo. Espere nueve meses después de la aplicación para sembrar soya o
algodonero. Este herbicida es una buena opción cuando se requiera controlar maleza
de hoja ancha y se tengan cultivos susceptibles a herbicidas hormonales en las
cercanías. Consulte la etiqueta del producto.

Control post-emergente de zacates y hojas anchas en maíz.

Nicosulfuron 37.5 a 52.5 g i.a./ha (Accent, Sanson 4SC, Zeamax 75 PH)


Aplicación en maíz de dos hasta ocho hojas o menor a 50 cm de altura. Zacates
anuales y maleza de hoja ancha menores de 15 cm y zacate Johnson de rizoma menor
de 30 cm. Agregue un surfactante no-iónico a razón de 250 ml por cada 100 L de
solución. No aplique a maíz o maleza bajo sequía, frío, o daños de plagas y
enfermedades o en maíz tratado con insecticidas organofosforados al suelo. No deben
realizarse aplicaciones de insecticidas organofosforados por un lapso de 7 días antes o
después de la aplicación de nicosulfuron. Excelente para el control de milpilla o cañita.
No aplique en suelos con pH mayor de 7.5 a menos que el siguiente cultivo sea maíz.
Espere 10 meses para sembrar algodonero, soya o sorgo.

Rimsulfuron 10.0 a 12.5 g i.a./ha (Titus)


Controla zacates anuales y maleza de hoja ancha menores de 15 cm y zacate Johnson
de rizoma menor de 30 cm. Aplique de una a tres semanas después de que la maleza
98
haya germinado y antes de que sobrepase los 15 cm de altura. Cuando el cultivo de
maíz cuente con tres a cinco hojas verdaderas y antes de que cumpla 20 días de
sembrado. Agregue un surfactante no-iónico a razón de 250 ml por cada 100 L de
solución.

Foramsulfuron + iodosulfuron metil 45 a 52 g + 3 a 3.5 g i.a/ha (Maister)


Herbicida sistemico para el control de zacates, como Ixophorus unisetus y zacate
Johnson, y hojas anchas como aceitilla y malva. La aplicación deberá realizarse en
postemergencia al cultivo y a la maleza, cuando esta última se encuentre en etapa de
activo crecimiento, dado que la penetración del herbicida es foliar. Puede aplicarse
desde la emergencia del cultivo y hasta una etapa de 6 hojas o de 30 a 40 cm. La
etapa de aplicación es en postemergencia temprana a intermedia, es decir deberá
tener de 10 a 20 cm de altura en promedio, sin embargo; el máximo control se logra en
aplicaciones tempranas con maleza de 5 a 15 cm de altura. Agregue un surfactante no-
iónico a 1.0 L/ha para maximizar la acción del herbicida.

SORGO
Control pre-emergente de maleza anual de hoja ancha en sorgo.

Atrazina 960 a 2200 g i.a./ha (Atranex, Atranova, Gesaprim, Novaprin y otros)


Las dosis mayores en suelos arcillosos o suelos con pH inferior a 5.5. No debe usarse
en suelos arenosos o en cualquier suelo con menos de 1% de materia orgánica. En
suelos con contenido de materia orgánica de 1 a 1.5% use solamente 1000 g i.a/ha.
Siembre solamente sorgo o maíz por nueve meses. Los daños a cultivos sensibles
sembrados en rotación serán mayores en suelos con pH superior a 7.3, temperaturas
frescas y sequía.

Control pre-emergente de maleza de hoja ancha y zacates anuales en sorgo.

Mezcla comercial o de tanque de atrazina + metolaclor 750 + 750 a 1250 + 1250 g


i.a./ha (atrazina 23.3% + metolaclor 23.3%).
Las dosis bajas se sugieren para suelos arenosos y las dosis altas para suelos
arcillosos. Siga las mismas precauciones de atrazina y metolaclor anteriormente
señaladas. No se use en suelos arenosos. Requiere tratamiento de la semilla del sorgo
con protectante.

Control post-emergente de maleza de hoja ancha en sorgo.

2,4-D amina 480 a 720 g i.a/ha (Agramina, Arrasador, Damine, DMA-6, Diamont,
Hierbamina y otros)
En sorgo tenga de 10 a 20 cm de altura y antes de que se encuentre en la fase de hoja
bandera también conocido como "embuche" o "bota”. En sorgo con más de 20 cm de
altura se sugiere aplicar con extensiones del aguilón para evitar asperjar el “cogollo” del
sorgo y evitar daños al cultivo. Evite acarreo por viento a cultivos sensibles como
algodonero, frijol y hortalizas de hoja ancha. Use la dosis baja en condiciones de alta
humedad en el suelo y alta temperatura del aire. Si se presenta “cristalización” de las 99
plantas y se quiebran fácilmente al cultivar, suspenda las escardas por una semana.
Espere tres meses para la siembra de algodonero después de la aplicación de 2,4-D
amina.

Dicamba 140 a 190 g i.a/ha (Fortune, Herbamba)


Sorgo de 5 a 20 cm de altura y maleza sea menor a 10 cm. Puede mezclarse con
atrazina para obtener control residual de maleza. Evite acarreo por viento a cultivos
sensibles como algodonero, frijol y hortalizas de hoja ancha. Siga las mismas
precauciones señaladas para el 2,4-D.

Prosulfuron 23 a 34 g i.a/ha. (Peak 57 WG)


Post-emergencia dirigida a maleza anual menor de 10 cm de altura y en suelo con
buena humedad. No debe aplicarse con insecticidas organofosforados. Siempre añada
surfactante no iónico o aceite agrícola. No deberá aplicarse más de dos veces durante
el ciclo del cultivo. Espere nueve meses después de la aplicación para sembrar soya o
algodón. Este herbicida es una buena opción cuando se requiera controlar maleza de
hoja ancha y se tengan cultivos susceptibles a herbicidas hormonales en las cercanías.

Control post-emergente de maleza de hoja ancha en trigo.

2,4-D amina 480 a 720 g i.a./ha (Agramina, Arrasador, Damine, DMA-6, Diamont,
Hierbamina y otros)
Aplicación: Cuando el trigo se encuentre entre amacollamiento y encañe.
Precauciones: Aplicaciones antes o después del estado de desarrollo señalado
causarán daños al trigo, principalmente deformaciones en la espiga. Evite el acarreo
por viento a cultivos sensibles, como algodonero, frijol y hortalizas de hoja ancha. Se
obtienen mejores resultados si se aplica en maleza menor de 10 cm. Su uso se limita a
aplicaciones terrestres y requiere de supervisión técnica para su aplicación. Para
controlar correhuela perenne, mezcle 2,4-D amina a razón de 360 g i.a./ha con
dicamba en dosis de 96 g i.a./ha. Espere tres meses para la siembra de algodonero
después de la aplicación de 2,4-D amina.

Dicamba 190 g i.a./ha (Fortune, Herbamba)


Aplicación: Cuando el trigo se encuentre entre amacollamiento y encañe.
Precauciones: Aplicaciones antes o después del estado de desarrollo señalado causan
daños al trigo, principalmente deformaciones en la espiga. Evite el acarreo por viento a
cultivos sensibles como algodonero, frijol y hortalizas de hoja ancha. Se obtienen
mejores resultados si se aplica en maleza menor de 10 cm. Para el control de
correhuela perenne, mezcle 2,4-D amina a 360 g i.a./ha con dicamba a 96 g i.a./ha.

Fluoroxipir 150 g i.a./ha (Starane 2M, Tomahawk 200 CE)


Aplicación: Cuando el trigo se encuentre entre amacollamiento y encañe.
Precauciones: Aplicaciones antes o después del estado de desarrollo señalado
causarán daños al trigo, principalmente deformaciones en la espiga. Evite el acarreo
por viento a cultivos sensibles como algodón, frijol y hortalizas de hoja ancha. Aplique
cuando no se presenten vientos fuertes (> 15 km/h) y la temperatura del aire sea entre 100
15 y 30o C. Se obtienen mejores resultados si se aplica en maleza menor de 10 cm,
creciendo activamente y con buena humedad de suelo. Para el control de correhuela
perenne utilice 200 g i.a./ha.

Metsulfuron-metil 3.6 a 4.8 g i.a/ha (Accurate 60 WP, Ally)


Aplicación: Cuando la maleza tenga de 5 a 10 cm de altura durante la etapa de
crecimiento activo y a partir de que el cultivo tenga 2 hojas y hasta antes de la etapa
del embuche, ya que después podrá ocasionar fitotoxicidad.
El grado de control depende del tipo, variedad, tamaño y densidad de maleza presente,
condiciones climáticas antes y después de la aplicación, lluvias y grado de cobertura de
la aspersión. La actividad de este herbicida es favorecida por condiciones cálidas y
húmedas después de la aplicación.

Thifensulfuron-metil 15 a 21 g i.a./ha (Harmony)


Aplicación: Cuando el trigo se encuentre entre amacollamiento y encañe.
Precauciones: Se obtienen mejores resultados si se aplica en maleza menor de 10 cm,
creciendo activamente y en suelo con buena humedad. Añada surfactante no-iónico a
razón de 250 ml por cada 100 L de solución a asperjar. No aplique si el cultivo se
encuentra bajo estrés por sequía, helada, inundación o presión por plagas o
enfermedades.
Thifensulfuron-metil + metsulfuron-metil 15 + 6 g i.a/ha (Situi XL)
Aplicación: Aplique cuando el trigo tenga desde 2 hojas hasta antes de emerger la
espiga y la maleza no exceda los 10 cm de altura, exceptuando la correhuela
perenne, la cual deberá estar en 60 a 70% de emergida para su aplicación. Si ésta se
efectúa más temprano resultará en rebrotes y/o nuevas nacencias. El crecimiento
activo de la maleza favorece la acción de este producto.
Precauciones: herbicida sistémico del grupo de las sulfonilureas que se usa para el
control selectivo de la maleza de hoja ancha en el cultivo de trigo, aplicándose en la
etapa de postemergencia. La maleza detiene su crecimiento al entrar en contacto
con el herbicida y deja de competir con el cultivo. Los síntomas visibles del control
(clorosis progresiva y necrosis) serán observados entre 7 y 10 días para la maleza
sensible y hasta 30 días para la maleza más difícil como correhuela (Convolvulus
arvensis).

Triasulfuron 11.3 g i.a./ha (Amber 75 GS)


Aplicación: Antes de que la maleza tenga cuatro hojas o 5 cm de altura.
Precauciones: Aplique sobre maleza creciendo activamente y en suelo con buena
humedad. Añada surfactante no-iónico a razón de 250 ml por cada 100 l de solución a
asperjar. No aplique en suelos con pH mayor de 7.5. No aplique si el cultivo se
encuentra bajo estrés por sequía, helada, inundación o presión por plagas o
enfermedades. Todos los cereales pueden ser sembrados en campos tratados con
triasulfuron sin ninguna restricción. Espere un año para sembrar soya, frijol o 101
algodonero. Para la siembra de cultivos como papa, cebolla, ajo y camote espere dos
años después de la aplicación de este herbicida.

Control post-emergente de gramíneas en trigo.


Especies: avena silvestre, alpistillo, zacate de agua y zacate cangrejo.

Tralkoxidim 250 a 370 g i.a./ha (Grasp 25 SC)


Aplicación: Entre 25 a 35 días después de la emergencia del trigo.
Precauciones: Aplique sobre maleza de dos a seis hojas y altura menor de 15 cm.
Utilice la dosis baja para el control de avena silvestre y la dosis alta para alpistillo.
Requiere que la maleza tratada se encuentre creciendo activamente y en suelo con
buena humedad. Añada surfactante a razón de 500 ml por cada 100 l de solución a
asperjar. Tralkoxidim puede mezclarse con 2,4-D, bromoxinil y dicamba. Herbicidas del
grupo de las sulfonilureas como thifensulfuron-metil y triasulfuron deben aplicarse siete
días antes o después de la aplicación de tralkoxidim.

Fenoxafrop-p-etil 69 g i.a./ha (Puma Super)


Aplicación: La mejor época para lograr los mejores controles y máximos rendimientos
es la aplicación temprana, antes de que la maleza inicie su etapa de amacollamiento.
Precauciones: Es indispensable contar con buena humedad en el suelo al momento de
aplicar. En caso de aplicar sin humedad en el suelo se requiere del riego
inmediatamente después de la aplicación o dentro de un periodo máximo de 3 días.
Aplique sobre maleza pequeña sin amacollar, creciendo activamente y en suelo con
buena humedad. No se sugiere mezclar con herbicidas para el control de maleza de
hoja ancha. Los herbicidas para hoja ancha deben aplicarse siete días antes o después
de la aplicación de fenoxafrop-p-etil.

Clodinafop 60 g i.a./ha (Topik Gold)


Aplicación: En postemergencia después de que el trigo tenga tres hojas y cuando el
tamaño de la maleza sea el óptimo, en cuanto mas temprano el momento de aplicación
a la maleza esta es más susceptible, sin embargo, es importante asperjar cuando la
mayoría de la maleza haya germinado y se encuentre en desarrollo activo y con
suficiente humedad en el suelo.
Precauciones: La selectividad de clodinafop en trigo está dada por la acción de un
agente protector (propragyl) integrado en la formulación. Nomezclarse con herbicidas
con ingredinte activo sea el 2,4-D o dicamba.

Flucarbazone-sodio 21 a 31 g i.a/ha (Everest 70 WDG)


Aplicación: En postemergencia al cultivo cuando éste tenga un mínimo de una hasta
cuatro hojas en su tallo principal y solo dos macollos y la maleza en esté en etapa
temprana de dos a cuatro hojas.
Precacuciones: Las aspersiones pueden efectuarse con cualquier equipo de aplicación
terrestre. Utilice un mínimo de 200 L de agua por hectárea en aplicaciones terrestres.
Siempre agregue a la dosis recomendada del herbicida y mezcle hasta que los
gránulos se diluyan por completo. Agregue agua a la mitad de la capacidad total del 102
tanque de aspersión, vierta la premezcla del producto y comience la agitación, continue
llenando con agua hasta su límite. Continué con la agitación durante la operación.

Mesosulfurón metil + Iodosulfuron metil 15 g + 3 g i.a/ha (Sigma S)


Aplicación: En postemergencia al cultivo y cuando la maleza se encuentre en etapa de
activo crecimiento; puede aplicarse desde antes del amacollamiento y hasta la etapa de
alargamiento de entrenudos. Sin embargo, el menor impacto de la maleza en el
rendimiento y el máximo control se logran en aplicaciones antes del encañe. Este
herbicida controla además de avena loca y alpistillo algunas malezas de hoja ancha
como girasol silvestre, quelite y mostacilla.
Precacuciones: Es indispensable contar con buena humedad en el suelo, de
preferencia a capacidad de campo. En caso de no existir humedad suficiente en el
suelo se requiere del riego de auxilio dentro de un periodo máximo de 3 días antes o de
3 a 5 días después de la aplicación, este periodo puede extenderse siempre y cuando
las condiciones de humedad y desarrollo no se pierdan.

FRIJOL

Control en pre-siembra de zacates anuales y hojas anchas en frijol

Trifluralina 580 a 1160 g i.a./ha (Archer, Otilan, Premerlin, Treflan y otros)


Aplicación antes de la siembra e incoporado mecánicamente con un paso de rastra o
cultivadora rotativa. Aplique sobre suelo mullido para permitir una buena distribución
del herbicida. Incorpore inmediatamente ya que en 24 horas puede perderse 30% del
producto aplicado por degradación por luz. Ajuste las dosis de acuerdo a la textura del
suelo, dosis bajas en suelos arenosos y dosis altas en suelos arcillosos. Trifluralina
controla malezas de hoja de semilla pequeña como quelites, chuales y verdolaga.

Control pre-emergente de zacates anuales y hojas anchas en frijol

Metolaclor 1000 a 2800 g i.a/ha (Dual Gold)


Las dosis varían con la textura de suelo y su contenido de materia orgánica: mayor
dosis en suelos arcillosos o con mayor materia orgánica. Metolaclor tiene acción contra
coquillo amarillo. Períodos de cuatro semanas sin lluvia después de la aplicación
reducen su actividad. Cultivos cereales de grano pequeño pueden ser sembrados tres
meses después de la aplicación de metolaclor. Controla malezas de hoja de semilla
pequeña como quelites, chuales y verdolaga.

Alaclor 1900 a 3800 g i.a/ha (Alanex)


Las dosis varían con la textura de suelo y su contenido de materia orgánica: mayor
dosis en suelos arcillosos o con mayor materia orgánica. Este herbicida, al igual que
todos los herbicidas pre-emergentes, es más efectivo si ocurre una lluvia de 10 a 20
mm dentro de siete días después de su aplicación. Su actividad herbicida perdura de
cuatro a seis semanas con buenas condiciones de humedad del suelo. Controla 103
malezas de hoja de semilla pequeña como quelites, chuales y verdolaga.

Pendimetalina 1400 g i.a/ha (Prowl 400)


Aplique sobre suelo mullido para permitir una buena distribución del herbicida. En
aplicación pre-emergente es más efectivo si ocurre una lluvia de 10 a 20 mm dentro de
siete días después de su aplicación. Controla malezas de hoja de semilla pequeña
como quelites, chuales y verdolaga.

Control post-emergente de maleza de hoja ancha en frijol

Bentazon 960 g i.a/ha (Basagran 480)


Aplicación en postemergencia a frijol de al menos 15 cm. Requiere aplicarse sobre
maleza de 5 a 7 cm o dos a cuatro hojas verdaderas pues su acción es de contacto. El
control de maleza será pobre en condiciones secas. Algunas variedades de frijol como
Delicias 71, Canario 101 y Canario 107 muestran sensibilidad temporal, caracterizada
como ligeras quemaduras aisladas, que no afectan a las hojas nuevas. Las lluvias
inmediatamente después de la aplicación reducen el control de maleza. Requiere se
añada un surfactante para incrementar su acción. Altamente eficiente contra chayotillo
y coquillo amarillo. No controla lechosa y algunas especies de quelite. No deja residuos
en el suelo que afecten a cultivos sembrados en rotación.
Fomesafen 180 a 250 g i.a./ha (Flex BIW)
En postemergencia desde la emergencia hasta estados avanzados de desarrollo del
frijol. Requiere aplicarse sobre maleza menor a cuatro hojas verdaderas pues su acción
es de contacto. Se recomienda la dosis baja para maleza de 2 a 4 cm y dosis alta para
maleza de 5 a 10 cm. La acción es más rápida si se aplica en maleza pequeña, en
crecimiento activo y con altas temperaturas. Se debe añadir surfactante para
incrementar la acción de este herbicida. Lluvias dentro de 6 horas después de la
aplicación reducen su eficiencia. Acifluorfen y fomesafen dejan residuos en el suelo que
puedan afectar a cultivos hortícolas como papa y zanahoria sembrados en rotación.

Control post-emergente de maleza de hoja ancha y zacates anuales en frijol

Imazethapyr 75 g i.a./ha (Pívot 100, Vezir 400 SA)


Aplicación en postemergencia temprana sobre maleza menor a 4 hojas verdaderas lo
que ocurre a los 15 a 20 días de emergencia del frijol. No aplique en condiciones de
alta temperatura. Añada un surfactante a 0.25% v/v. Este herbicida deja residuos en el
suelo que pueden afectar a cultivos sembrados en rotación. Espere 9 meses para
sembrar maíz y 18 meses para sembrar sorgo y algodón. Aplique solo sobre
vatiedades de frijol negro, flor de mayo y flor de junio.

Control post-emergente de zacates en frijol


104
Fluazifop-p-butil 187.5 a 250 a 625 g i.a./ha (Fusilade BIW); Quizalofop-p-etil 42 a
73 g i.a./ha (Assure II, Leopard,Pantera); Clethodim 118 a 236 g i.a./ha (Arrow 120
CE, Select 2EC, Select Ultra); Setoxidim 276 a 552 g i.a./ha (Poast)
Aplique sobre zacates sin amacollar, en crecimiento activo y en suelo con buena
humedad. Utilice la dosis mayor en zacates perennes. Agregue aceite agrícola a 1%
v/v o surfactante a 0.25% v/v. Se pueden mezclar con fomesafen para el control de
maleza de hoja ancha. No realice escardas 7 días antes y después de la aplicación.

CÁLCULO DE LA DOSIS COMERCIAL


Debido a que en el mercado de agroquímicos es común que existan varios herbicidas
comerciales que contienen el mismo ingrediente activo, es necesario calcular la dosis a
aplicar con base al contenido de ingrediente. Para conocer la dosis comercial de un
herbicida divida la dosis en gramos de ingrediente activo por hectárea entre el
contenido de gramos de ingrediente activo en gramos por litro o kilogramo.

Ejemplo: Para aplicar trifluralina a 1160 g.i.a/ha usando Otilan 500 CE con una
concentración de 480 g/l. La dosis de producto comercial por hectárea será: 1160/480
= 2.41 litros.
BIBLIOGRAFIA

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107
PROBLEMÁTICA DE MALEZA EN HORTALIZAS

Luis Miguel TAMAYO ESQUER


INTRODUCCIÓN
Los cultivos hortícolas, se han incrementado en los últimos años, debido a la baja
rentabilidad de los cultivos tradicionales de la región y a la escasez de agua; aunque no
representan actualmente una seguridad en precios y comercialización, a pesar de que
su inversión es mucho mayor; asimismo, el problema de malas hierbas ha venido
incrementándose de manera alarmante, debido en parte, a que no se realizan acciones
preventivas y a que la tecnología generada para este propósito, no ha sido
correctamente adoptada.
En las diferentes zonas agrícolas de la región, donde se establecen los cultivos de
hortalizas, la problemática de malas hierbas representa uno de los factores principales
que afectan la producción y calidad de los productos cosechados; lo cual, limita el
establecimiento de algunos de los principales cultivos, sobre todo en terrenos con
antecedentes de infestaciones de maleza perenne.
Las malas hierbas compiten por agua, luz, nutrientes y espacio entre otros,
existiendo para cada cultivo una época crítica para la competencia, que generalmente
se establece durante las primeras semanas posteriores a la siembra o transplante; por
lo que su control es requerido durante este período, sino las pérdidas en rendimiento
108
serán muy serias, aunque después se mantenga limpio el cultivo hasta la cosecha.
Además, éstas especie representan los principales reservorios de insectos, virus,
hongos fitopatógenos, entre otros; las cuales sirven de enlace entre los ciclos
hortícolas, originando serios problemas en los principales cultivos, como virosis en
chile, papa y tomate.
El objetivo del presente, contempla un análisis de la problemática de maleza en
los cultivos hortícolas de la región y su influencia sobre los daños directos e indirectos
que origina en los sistemas de producción del área.
SITUACIÓN ACTUAL DE LA PROBLEMÁTICA DE MALEZA EN HORTALIZAS
En el sur de Sonora, aproximadamente un siete por ciento de la superficie total
sembrada, ha sido ocupada por los cultivos hortícolas; los cuales han aportado más del
20 por ciento del valor de la producción.
En el Valle del Yaqui, Sonora, durante el ciclo agrícola otoño-invierno 2001-02, se
sembraron 10,527 hectáreas con cultivos hortícolas; de los cuales sobresalen en área,
sandia con 2,267 hectáreas, papa con 2,219, chile con 1,873, calabaza con 1,310 y
1,262 hectáreas con tomate (Figura 1). Los muestreos realizados en el 100 por ciento
del área sembrada con los diferentes cultivos hortícolas, muestran que entre el 36 y el
83 por ciento del área sembrada con estos cultivos se encuentran infestados con algún
tipo de mala hierba.
FIGURA 1. SUPERFICIE SEMBRADA CON CULTIVOS HORTÍCOLAS EN EL
VALLE DEL YAQUI, SONORA. CICLO AGRÍCOLA O-I 2001-02.
En el caso del cultivo de papa, de las 2,219 hectáreas sembradas con este cultivo,
se registraron 1,849 infestadas con maleza (83%); de las cuales, 1,172 hectáreas
fueron registradas con maleza de hoja ancha anual, 483 con avena silvestre Avena
fatua L., 50 con zacate Johnson Sorghum halepense (L) Pers., y 140 hectáreas con
correhuela perenne Convolvulus arvensis L.. (Figura 2).

109

FIGURA 2. PORCENTAJE DE INFESTACIÓN DE MALAS HIERBAS EN EL


CULTIVO DE LA PAPA, PARA EL VALLE DEL YAQUI, SONORA. 2001-02.

El cultivo de sandía, se registró infestado un 75 por ciento del área total sembrada
en el Valle del Yaqui, durante el ciclo agrícola otoño-invierno 2001-02; de las cuales,
1,434 hectáreas fueron registradas con maleza anual de hoja ancha, 25 hectáreas con
avena silvestre, 66 hectáreas con zacate Johnson y 1,516 hectáreas infestadas con
correhuela perenne (Figura 3).

FIGURA 3. PORCENTAJE DE INFESTACIÓN DE MALAS HIERBAS EN EL


CULTIVO DE LA SANDÍA, PARA EL VALLE DEL YAQUI, SONORA. 2001-02.

110
En el cultivo de chile, se registró un 36 por ciento del área total sembrada con este
cultivo, infestada con maleza, de las cuales 583 hectáreas fueron registradas con
maleza de hoja ancha anual, 37 hectáreas con avena silvestre, 35 hectáreas con
zacate Johnson y 198 hectáreas con correhuela (Figura 4).

FIGURA 4. PORCENTAJE DE INFESTACIÓN DE MALAS HIERBAS EN EL


CULTIVO DE CHILE, PARA EL VALLE DEL YAQUI, SONORA. 2001-02.
En el caso del cultivo de calabaza, se registraron en total 758 hectáreas
infestadas, lo que representa el 58 por ciento del área sembrada con este cultivo en la
región del Valle del Yaqui, Sonora; de las cuales, 702 hectáreas fueron infestadas con
maleza anual de hoja ancha, 60 hectáreas con zacate Jonson y 225 hectáreas con
correhuela perenne (Figura 5).

FIGURA 5. PORCENTAJE DE INFESTACIÓN DE MALAS HIERBAS EN EL CULTIVO


DE CALABAZA, PARA EL VALLE DEL YAQUI, SONORA. 2001-02.
El cultivo de tomatillo, es infestado con maleza en un 62 por ciento del área 111
sembrada en este ciclo agrícola (o-i 2001-02); de las cuales, 323 hectáreas fueron
registradas con maleza anual de hoja ancha, 26 hectáreas con avena silvestre, y 95
hectáreas infestadas con correhuela perenne (Figura 6).
FIGURA 6. PORCENTAJE DE INFESTACIÓN DE MALAS HIERBAS EN EL CULTIVO
DE TOMATILLO, PARA EL VALLE DEL YAQUI, SONORA. 2001-02.

El cultivo de brócoli en el Valle del Yaqui, se reporta infestado con maleza en un


75 por ciento del área total sembrada con este cultivo (551 ha), registrándose 363
hectáreas con maleza anual de hoja ancha, un 10 por ciento con correhuela perenne y
un 11 por ciento con zacate Jonson (Figura 7).

112
FIGURA 7. PORCENTAJE DE INFESTACIÓN DE MALAS HIERBAS EN EL
CULTIVO DE BRÓCOLI, PARA EL VALLE DEL YAQUI, SONORA. 2001-02.

De las 285 hectáreas registradas con siembra de cebolla en el Valle del yaqui,
Sonora, 413 hectáreas (75%) son reportadas con infestaciones de malas hierbas; de
las cuales, 100 hectáreas se encuentran infestadas con maleza anual de hoja ancha,
32 hectáreas con avena silvestre, y sólo ocho hectáreas con correhuela perenne
(Figura 8)
FIGURA 8. PORCENTAJE DE INFESTACIÓN DE MALAS HIERBAS EN EL
CULTIVO DE CEBOLLA, PARA EL VALLE DEL YAQUI, SONORA. 2001-02.

DAÑOS OCASIONADOS POR MALEZA


La presencia y abundancia de malas hierbas ocasiona daños a los cultivos,
animales, vías de comunicación y a la infraestructura agrícola en los sistemas de
producción; los daños pueden ser considerados como de tipo directo, cuando afectan 113
los rendimientos de los cultivos por competencia, alelopatía, parasitismo, entre otras.
Existe otro tipo de daño que afecta la calidad de los productos, al contaminar con
semillas de maleza, al hospedar insectos y enfermedades (hongos y virus), lo que
incrementa los costos de producción.
En ciertas condiciones, las malas hierbas aportan beneficios con su
establecimiento, evitando la erosión del suelo con su sistema radicular, son importantes
reservorios de organismos benéficos como insectos predatores; en el caso de maleza
acuática, algunas especies absorben y degradan sustancias tóxicas, oxigenan el agua
y sirven de alimento a peces, entre otros.
En la determinación del período crítico de competencia entre maleza y el cultivo
de calabacita, en la región del bajo Río Mayo, se aprecia que los mejores resultados en
el rendimiento de frutos por hectárea, corresponde a los tratamientos: sin maleza
durante los primeros 40 días, sin maleza todo el ciclo, y sin maleza durante los
primeros 10 días, con rendimientos de 72,084, 71,666 y 68,890 frutos por hectárea
respectivamente (Figura 9); en comparación con los tratamientos enyerbado todo el
ciclo, con 43,333 frutos por hectárea y con maleza durante los primeros 50 días con
40,138 frutos por hectárea, que fueron los que presentaron los rendimientos mas bajos.
La mayor población de maleza, se registró en los tratamientos con maleza los
primeros 20 días con 2’849,664 plantas por hectárea y con maleza los primeros 30
días, con una población de 2’042,998 plantas por hectárea; predominando las especies
de verdolaga Portulaca oleracea L., chual blanco Chenopodium album L. y quelite
Amaranthus hibridus L., que ocuparon más del 90 por ciento de la población total de
maleza.

FIGURA 9. EFECTO DE LA POBLACIÓN DE MALEZA SOBRE EL RENDIMIENTO


DEL CULTIVO DE LA CALABACITA EN LA REGIÓN DEL BAJO RÍO MAYO,
SONORA. MÉXICO.
114
Las malas hierbas son hospederas de diversas plagas y enfermedades, pueden
albergarse en ellas para cumplir su ciclo de desarrollo y después desplazarse hacia los
cultivos donde ejercen daño; éstas hospedan diferentes patógenos, pero
específicamente virus que afectan diversas hortalizas que se cultivan en esta región,
como el chual blanco Chenopodium album L. que es hospedero del virus del mosaico
de la sandía, del virus del mosaico y achaparramiento del pepino y del virus del
mosaico de la calabaza; asimismo, la chinita o borraja Sonchus oleraceus L., la
verdolaga Portulaca oleracea L., hospedan el virus del mosaico de la sandía y la
golondrina Euphorbia spp. hospeda el virus del mosaico y achaparramiento de la
sandía.
Estas enfermedades virales son muy dañinas en hortalizas, al grado que en el sur
de Sonora, el virus del mosaico y achaparramiento de la sandía, incide en el 20 por
ciento del área sembrada con este cultivo; los virus del mosaico y acaparamiento de la
sandía, del mosaico de la calabaza, del mosaico del pepino y del mosaico de la sandía,
inciden en 93, 80, 80 y 66 por ciento respectivamente de la calabacita; mientras que en
pepino, la incidencia de dichas enfermedades es de 80, 80, 80 y 40 por ciento
respectivamente.
El Cuadro 1, muestra el número de enfermedades virales que se hospedan en
diferentes malas hierbas que crecen en Sonora; la presencia de estas especies, esta
correlacionada con la incidencia de enfermedades virales en el cultivo del tabaco y en
chile, indicando que a mayor control de maleza, menor será la incidencia de éstas
enfermedades.
CUADRO 1. PRESENCIA DE VIRUS CON AMPLIO RANGO DE HOSPEDANTES EN
MALEZA EN EL VALLE DEL MAYO. CEMAY-CIRNO- INIFAP, 1994-2000.
MALEZA VIRUS
NOMBRE NOMBRE V V V V V V V V G V V TOTAL
COMUN TÉCNICO M M J M M M E M E Y M
T M T P A A H L M P T
T T C O
P
H
TABACON Nicotiana glauca * * * * * * * * * * 10
CHAMIZO Salsola kali L. * * * * * * * * * * 10
TOLOACHE Datura * * * * * * * * * * 10
stramonium
TREBOL Melilotus indica * * * * * * * * 8
CORREHUELA Convolvulus * * * * * * * 7
arvensis L.
ATRIPLEX Atriplex * * * * 4
semibaccata
ESTAFIATE Ambrosia * * * * 4 115
artemiisifolia
CHUAL Chenopodium * * * * 4
album L.
GOLONDRINA Euphorbia sp. * * * 3
TROMPILLO Ipomoea purpurea * * * 3
OREJA DE Sida hederacea * * 2
RATON
TOMATILLO Physalis sp. * * 2
MALVILLA Anoda thurberi * * 2
MELONCILLO Cucumis melo var. * 1
Agrestis
GIRASOL Helianthus annuus * 1
L.
•Virus=mosaico del tabaco, marchitéz manchada del tomate, jaspeado del
tabaco, mosaico del pepino, mosaico de la alfalfa, enrollamiento de la hoja de la
papa, moteado leve del chile, mosaico del tomate
Resultados de investigación, muestran que mas del 87 por ciento de las especies
de malas hierbas muestreadas en las diferentes regiones del Valle del Yaqui no
presentan partículas de geminivirus (Cuadro 2), sólo cinco especies de arvenses fueron
reportadas como positivas; de las cuales, cuatro fueron registradas en la zona norte del
valle del Yaqui (Block 102 y 202) y sólo una especie en las zonas centro y sur de la
región de estudio.

En la región norte del valle del Yaqui, Sonora, las especies infectadas con
geminivirus fueron, tabaquillo Nicotiana glauca (L) Gram, quelites Amaranthus spp.,
zacate pinto Echinochloa colona (L) Link y tomatillo Physalis wrigthii Gray. En la región
centro del área de estudio, sólo zacate pinto Echinochloa colona (L) Link, fue positivo al
análisis; asimismo, en la región sur del valle del Yaqui, sólo correhuela Convolvulus
arvensis L. fue registrado con presencia de partículas de geminivirus.

Lo anterior indica, que aunque la mayoría de las muestras fueron negativas, las
malas hierbas representan un riesgo de reservorio de este tipo de virus en la región;
asimismo, se aprecia que la región norte presenta la mayor frecuencia de aparición de
muestras positivas. Además, es importante señalar, que es la primera ocasión que
zacate pinto Echinochloa colona (L) Link, es reportado como reservorio de estos
organismos dañinos; la cual, registró la presencia de geminivirus en dos de las tres
zonas de muestreo de la región (norte y centro).

Éstos resultados confirman la presencia de partículas virales (geminivirus) en


especies de malas hierbas, lo que representa una fuente alterna de infección entre los
ciclos de los cultivos de interés y especies que están presentes durante todo el año 116
como correhuela, o al final de verano e inicio del ciclo otoño-invierno, como tomatillo,
tabaquillo, quelite y zacate pinto; que pueden ser considerados como reservorios
naturales para asegurar la infección en los cultivos susceptibles.

CUADRO 2. DIAGNÓSTICO FITOPATOLÓGICO DEL MUESTREO DE MALAS


HIERBAS VALLE DEL YAQUI, SONORA, MÉXICO. 2005
Número N° de Nombre común PCR
Muestra Block
NombreTécnico
Geminivirus
1 101 Convolvulus arvensis L. Correhuela -
2 101 Cucumis melo Var. Agrestis Meloncillo -
Naudin
3 101 Helianthus annuus L. Girasol -
4 101 Leptochloa filiformis (Lam) Zacate salado -
Beauv.
5 102 Nicotiana glauca (L) Gram. Tabaquillo +
6 102 Amaranthus spp. Quelite +
7 102 Ambrosia artemiisifolia L. Estafiate -
8 102 Sorghum halepense (L) Pers Zacate Jonson -
9 102 Echinochloa colona (L) Link Zacate Pinto +
10 102 Leptochloa filiformis (Lam) Zacate salado -
Beauv.
11 202 Physalis wrigtii Gray. Tomatillo +
12 401 Leptochloa filiformis (Lam) Zacate Salado -
Beauv.
13 401 Lactuca serriola L. Lechuguilla -
14 302 Amaranthus spp. Quelite -
15 302 Cucumis melo Var. Agrestis Meloncillo -
Naudin
16 804 Amaranthus spp. Quelite -
17 804 Helianthus annuus L. Girasol -
18 806 Ambrosia artemiisifolia L. Estafiate -
19 806 Cucumis melo Var. Agrestis Meloncillo -
117
Naudin
20 806 Ricinus communis L. Higuerilla -
21 806 Convolvulus arvensis L. Correhuela -
22 808 Ricinus communis L. Higuerilla -
23 808 Echinochloa colona (L) Link. Zacate Pinto -
24 808 Lactuca serriola L. Lechuguilla -
25 808 Convolvulus arvensis L. Correhuela -
26 808 Echinochloa colona (L) Link. Zacate Pinto +
27 808 Helianthus annuus L. Girasol -
28 808 Leptochloa filifromis (Lam) Zacate Salado -
Beauv.
29 808 Sorghum halepense (L) Pers. Zacate Johnson -
30 808 Trianthema portulacastrum L. Verdolaga de -
Cochi
31 808 Amaranthus spp. Quelite -
32 808 Cucumis melo Var. Agrestis Meloncillo -
Naudin
33 908 Sorghum halepense (L) Pers. Zacate Johnson -
34 908 Lactuca serriola L. Lechuguilla -
35 1510 Amaranthus spp. Quelite -
36 1510 Convolvulus arvensis L. Correhuela -
37 1510 Helianthus annuus L. Girasol -
38 1510 Sorghum halepense (L) Pers. Zacate Johnson -
39 1810 Sorghum halepense (L) Pers. Zacate Johnson -
40 1908 Lactuca serriola L. Lechuguilla -
41 1908 Convolvulus arvensis L. Correhuela +
42 1908 Baccharis glutinosa Pers. Batamote -
43 1908 Lactuca serriola L. Lechuguilla -
44 1908 Helianthus annuus L. Girasol -
45 1910 Datura stramonium L. Toloache -
46 1910 Nicotiana galuca (L) Gram. Tabaquillo -
47 1910 Ricinus communis Higuerilla -
48 1910 Polypogin monspelliensis (L) Zacate Cola de -
118
Desf Zorra
VMP = Virus Mosaico del Pepino; 3F7 = Geminivirus; VJT = Virus Jaspeado del Tabaco
Se aprecia, que girasol silvestre Helianthus annuus L., correhuela perenne Convolvulus
arvensis L., y quelites

La Figura 10, muestra resultados de la incidencia de poblaciones de Mosca


Blanca en los muestreos realizados en cinco de las principales malas hierbas del valle
del Yaqui, Sonora; donde puede apreciarse en general, que las poblaciones de mosca
blanca se incrementan a partir del mes de junio, para reducirse a finales del mes de
agosto en la mayoría de las especies evaluadas.

Amaranthus spp. fueron las especies que presentaron la mayor población de


mosca blanca; las cuales, registraron más de 3300, 1600 y 1700 individuos en 100
redadas respectivamente, a principios del mes de julio (4 de julio), esta población se
redujo a 571, 590 y 173 para mediados del mes (11 de julio), incrementándose de
nuevo para finales del mismo mes (1717, 1970 y 1116 individuos el 25 de julio). Para
los inicios del mes de agosto (3 de agosto), las poblaciones de mosca blanca en éstas
especies se redujeron de nuevo, para descender a 415, 175 y 783 individuos; las
cuales, para finales del mes de agosto, se observan abatiéndose por debajo de los 70,
40 y 40 individuos en 100 golpes de red respectivamente.
3500

3000

2500

2000

1500

1000

500

0
AY

AY

GO

GO
N

CT
UL

CT

IC
OV

OV
BR

EP
UN

JU

AG
JU

.D
M

.M

.O
.J

.S
.A

.A

.A

.N

.N
.J

4.
7.

16
9.

7.
3.
18
23

20

21

26
22

16

31

11

29
Zacate Johnson Lechuguilla Quelite Correhuela Girasol silvestre

FIGURA 10. INCIDENCIA DE MOSCA BLANCA EN CINCO MALAS HIERBAS


DURANTE ABRIL-DICIEMBRE DE 2005. VALLE DEL YAQUI, SONORA, MÉXICO. 119
Resultados concernientes a zacate Johnson Sorghum halepense (L) Pers y
Lechuguilla Lactuca serriola L., muestran en general, que la población de mosca blanca
fue menos importante en estas últimas especies, que las registradas en girasol
silvestre, correhuela perenne y quelites; sin embargo, también se incrementan a partir
de los primeros días de julio, aunque nunca superan las 300 y 200 moscas blancas por
100 golpes de red para lechuguilla y zacate Johnson respectivamente, en ninguna de
las fechas de muestreo.

Lo anterior indica, que girasol silvestre, correhuela perenne y quelites, representan


reservorios naturales muy importantes para las poblaciones de mosca blanca durante
el verano. Si consideramos, que éstas especies se encuentra ampliamente distribuidas
en la región, y que algunas como correhuela perenne infestan mas de 60 mil hectáreas;
la mosca blanca, cuenta con plantas hospederas durante la época en que por
restricciones fitosanitarias, no se permite el establecimiento de cultivos susceptibles en
la región, lo que asegura su permanencia a pesar de estas medidas.
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MANEJO INTEGRADO DE MALEZA EN HORTALIZAS

LUIS MIGUEL TAMAYO ESQUER

INTRODUCCIÓN
El cultivo de especies hortícolas, representa una alternativa viable para los
productores, ocupando actualmente un lugar importante en la región, ya que genera
una gran cantidad de mano de obra y divisas al país por incluir productos de
exportación; los cuales, son cultivados bajo diferentes sistemas de producción
(convencional o de alta tecnología).
El manejo de maleza en hortalizas, representa uno de los costos más elevados en
la producción, debido a que durante el ciclo de los diferentes cultivos, se presentan
altas infestaciones de diferentes especies; las cuales, compiten en forma directa con
los diferentes cultivos y son hospederas de plagas insectiles y enfermedades fungosas
y virosas, que afectan a los mismos y dificultan su cosecha, afectando además la
calidad de los productos.
La generación de métodos de control en las diversas áreas de interés humano, es
la fase inicial en el desarrollo de los sistemas de manejo integrado de maleza; el cual,
se define como el enfoque dirigido a un agroecosistema para el manejo y control de sus 121
poblaciones a niveles mínimos, que limiten su daño económico en el presente y futuro.
En este sistema se considera la integración de prácticas de manejo de los cultivos
y malas hierbas, que sean efectivas, dependientes y manejables en los sistemas de
producción agrícolas y que puedan ser adoptados económicamente por los
productores.
La importancia de un sistema de manejo integrado de maleza, se basa en la
reducción de los costos de producción, de la mano de obra y de la energía requerida;
así como en la reducción en las necesidades de equipo, de las pérdidas causadas y del
costo de su control. Por otra parte, permite la estabilización de costos y la eficiencia de
la producción, mejora la calidad del medio ambiente y reduce los riesgos de daños al
humano.
El objetivo del presente artículo, contempla plantear los métodos de control de
malas hierbas más adecuados, para los cultivos hortícolas más importantes de la
región, considerando los sistemas de producción más comunes del área de interés.
ASPECTOS BÁSICOS DE ECOLOGÍA DE MALEZA
La ecología es una disciplina importante a considerar en el manejo de maleza, ya
que aspectos de gran relevancia como la demografía de poblaciones, cambios en la
dominancia de especies, resistencia a herbicidas e interacción con otros organismos,
entre otros, no podrían ser comprendidos sin esta disciplina y sobre todo se carecería
de elementos para determinar las consecuencias que un determinado manejo de
maleza tendría en el ambiente.
Uno de los conceptos más controversiales pero a la vez mas importantes en el
manejo integrado de maleza, es el del umbral económico; el cual, soporta la idea de
que las poblaciones de maleza, lejos de erradicarse deben regularse a niveles
económicamente óptimos. En el caso de maleza, el nivel óptimo que se alcanza a largo
plazo, se le denomina umbral óptimo económico; según el cual, existe un costo
inmediato que surge de los efectos de interferencia de la maleza en el rendimiento,
pero además existe el costo futuro que resulta de la producción de semilla que se
manifiesta en un potencial de mayor presión de la maleza en los cultivos del futuro.
Los métodos que en la actualidad se utilizan para estudiar la competencia entre
cultivos y maleza, podrían aportar información adicional acerca de los umbrales
económicos, pero se requiere que los modelos se adecuen para que las variables se
tomen con mayor facilidad en el campo.
Los estudios demográficos, permiten conocer más de cerca como se desarrollan
las poblaciones de maleza en los cultivos; conocimiento que permite seleccionar
prácticas de manejo y determinar el momento en que se puede alcanzar el mayor éxito
al utilizar alguna práctica de manejo.
Las prácticas de manejo pueden alterar los bancos de semilla de maleza en el
suelo; si estas eliminan mejor a una especie, su banco de semillas se verá reducido en
más alto porcentaje. De hecho, una gran eliminación de las semillas en el suelo, es
posible si se evita la producción de las mismas, ya que la mayoría de las semillas
presentes en el suelo, germina en los primeros años. 122
MÉTODOS DE CONTROL DE MALEZA
El control de malas hierbas en hortalizas puede realizarse con eficiencia, si se
consideran los antecedentes de las infestaciones de maleza en el terreno y se adoptan
los diferentes métodos de control, que se clasifican en: culturales, químicos, biológicos
e integrados. Dichos métodos, aplicados en su época adecuada y con las condiciones
óptimas, controlan las poblaciones de maleza, en niveles que no ocasionan daños
significativos en los cultivos hortícolas.
CONTROL CULTURAL
Este método de control de maleza incluye una serie de prácticas que se refieren al
manejo del suelo y al agua, para lograr una reducción de las poblaciones de maleza o
de los efectos dañinos de éstas en las especies bajo explotación. En términos
generales, ésta denominación abarca una serie de prácticas culturales que tienen que
ver con el objetivo de lograr una mayor expresión del potencial de rendimiento de los
cultivos en relación con la presencia de malas hierbas.
La cultura acumulada por generaciones de agricultores, ha desarrollado una serie
de estrategias de manejo en los cultivos, que tiene como objetivo común de reducir los
daños de la maleza; las cuales, comprenden medidas preventivas para terrenos libres
de maleza y correctivas para los que cuentan con diferentes tipos y niveles de
infestación (Munro, 1995).
Este método de control, no varía mucho cuando es utilizado en diferentes cultivos,
ya que se trata de aprovechar las prácticas comunes de la preparación del terreno,
para que contribuyan al control de malas hierbas; sin embargo, puede considerarse
como el de mayor importancia, ya que incluye prácticas de manejo, que además
promueven un mejor desarrollo del cultivo para hacerlo más competitivo hacia la
maleza, y su correcta aplicación evita la proliferación de las especies de malas hierbas
en los terrenos de cultivo
Incluye prácticas correctivas de manejo tales como la selección y rotación de
cultivos, sistema y fecha de siembra entre otras. Una medida básica para el control de
malas hierbas, lo representa una óptima población del cultivo; ya que las áreas del
terreno con bajas poblaciones, son más susceptibles de infestarse con maleza. La
rotación de cultivos, es otra medida básica en el control cultural para evitar las altas
infestaciones de maleza; asimismo, el uso de cultivos de amplia cobertura contribuyen
al manejo de maleza (Tamayo Esquer, 2001-b).
Dentro del control cultural de maleza también se puede incluir el uso de
coberteras muertas, los cuales se establecen entre las hileras del cultivo e impiden el
establecimiento de algunas malas hierbas, dependiendo del grosor de la cobertera.
Dentro de las ventajas de este tipo de sistemas de cultivo se incluyen, además del
control de maleza, la reducción en la erosión, la estabilización de la materia orgánica
del suelo, el mejoramiento de la estructura del mismo y la reducción de su
compactación.
El control preventivo se refiere a las medidas tomadas para impedir la
introducción, establecimiento y desarrollo de maleza en áreas no infestadas; es decir,
poner en práctica todas las acciones que permiten evitar no sólo la entrada, sino 123
también la diseminación de semilla de maleza y fragmentos de rizomas y raíces en los
terrenos con presencia de maleza (Tamayo Esquer, 2001-a).
Estas medidas incluyen: la supervisión y limpieza de maquinaria usada en áreas
infestadas, así como los equipos de transporte y aperos; el uso de semilla certificada y
fertilizantes libres de maleza; impedir la producción de semilla de maleza, dentro y en
los alrededores de los terrenos de cultivo; cuando se usen abonos orgánicos que éstos
sean fermentados; evitar el libre pastoreo entre zonas con infestaciones de maleza y
áreas libres de ellas; y el uso de filtros de mallas en regaderas. El control legal, es
considerado como un control preventivo a nivel regional o nacional, apoyado en leyes
adecuadas para lograr su objetivo.
El control mecánico, se refiere a las prácticas de control de maleza basadas en
el uso de la fuerza física; este método incluye los deshierbes manuales con azadón o
machete. En sistemas de labranza convencional el control mecánico de maleza incluye
la labranza primaria o preparación del terreno mediante arado, subsuelo y rastra, y la
labranza secundaria como la siembra y el paso de escardas. Los pasos de arado,
subsuelo o rastra eliminan a la maleza establecida y en germinación. Además el
sistema de siembra en húmedo o a "tierra venida" elimina la primera generación de
maleza y permite establecer los cultivos en suelo sin maleza.
Posteriormente el paso de escardas con cultivadora rotativa o de picos, eliminan a
la maleza a la vez que ayudan al “aporque” del cultivo y facilitan la conducción del agua
de riego. El número y época de las escardas depende de factores como presencia de
maleza, humedad del suelo y disponibilidad de equipo. El paso de dos escardas o
cultivos a los 15 o 20 días y 25 o 35 después de la emergencia del cultivo son una
práctica común en muchas áreas productoras de hortalizas. Es importante señalar que
el control de maleza por medio de escardas es eficiente entre los surcos si se lleva a
cabo oportunamente. No obstante la maleza que se establece en la hilera de plantas
del cultivo sólo puede ser controlada por medio de escardas con cultivadoras rotativas
en sus primeras etapas de desarrollo al cubrirlas con suelo.
En base a lo anterior, se requiere para las siembras en seco, efectuar una escarda
mecánica y un deshierbe manual después de la nacencia y repetir esta operación
después de cada riego de auxilio, cuando el cultivo lo permita. Para siembras en
húmedo, el problema es menor, ya que con éste método se elimina la primera
generación de malas hierbas; sin embargo, es necesario efectuar una escarda y un
deshierbe después de cada riego de auxilio, para mantener limpio el cultivo durante su
ciclo de producción y que éste no se vea afectado significativamente en su rendimiento
y calidad (Tamayo Esquer, 2000-a).
Posteriormente, con varios deshierbes manuales se mantiene limpio el cultivo
hasta el final del ciclo, evitando la producción de semilla de maleza y por lo tanto se
minimizan los riesgos de mayores infestaciones en el futuro y los daños al servir de
hospederas de plagas insectiles y enfermedades; sin embargo, en infestaciones
fuertes, este método por si solo, no es eficiente, requiriéndose la integración del control
químico.
Las poblaciones de malas hierbas que se presentan sobre el lomo de los surcos o
camas, puede ser eliminada eficientemente con escardas o deshierbes manuales; 124
siempre y cuando sus poblaciones no rebasen los niveles bajos de infestación, ya que
de otra forma, se dificulta su limpieza con éstas prácticas y no se consigue mantener al
cultivo libre de competencia durante el período de producción ó bien se requiere de
excesiva mano de obra, lo que incrementa los costos, por lo que en estos caso es
preferible el uso del control químico.
El método de acolchados con plástico representa actualmente uno de los
métodos culturales de control de maleza más importante, ya que además de controlar
éstas especies, contribuye a la reducción de plagas insectiles y enfermedades. En este
método deben considerarse desde aspectos prácticos como grosor, tipos de plástico y
períodos de acolchado; hasta desarrollo de predicción acerca del efecto de diferentes
condiciones de radiación solar sobre la temperatura del suelo, conjuntamente sobre el
efecto de ésta sobre la población de maleza.
En el desarrollo de la técnica de desinfección solar del suelo o solarización, se ha
determinado que regímenes de radiación por encima de 500 langleys por día,
incrementan la temperatura del suelo por arriba de los 50 ºC (Munro et al, 1990); por
otra parte, el efecto de la temperatura máxima promedio diaria del suelo sobre la
población total de maleza en el cultivo de melón, presenta primeramente un efecto
estimulante en la emergencia de maleza, con temperaturas entre 37 y 43 ºC, pero partir
de 43 ºC se observa una drástica reducción de la población de maleza (Figura 1). A
partir de 50 ºC, se reporta la supresión total de maleza en suelo acolchado con plástico
transparente calibre 150, durante un lapso de 10 días, en la época de presiembra del
melón; por lo que se concluye que en regiones o estaciones del año, en que se
alcancen regímenes de radiación superiores a 500 langleys por día, se pueden esperar
excelentes resultados en el control de maleza en melón, con esta técnica.

FIGURA 1. PREDICCIÓN DEL EFECTO DE LA TEMPERATURA MÁXIMA DEL


SUELO ACOLCHADO CON PLÁSTICO SOBRE LA POBLACIÓN DE MALEZA EN
MELÓN (Munro et al, 1990).
En la región noroeste, la solarización ofrece buenas perspectivas para el control
de malas hierbas en los cultivos hortícolas, debido a las altas cantidades de radiación
de la zona; donde los requerimientos de ésta técnica, sugieren un suelo libre de
125
terrones, plástico delgado (25 a 50 micras), un espacio mínimo entre el plástico y el
suelo, que éste último cuente con humedad y que el período de acolchado dure entre 4
a 6 semanas (Martínez, 2001).
La técnica de producción que involucra el uso de acolchados no transparentes,
también es eficiente para el control de maleza, ya que con el uso de éstos se logra
reducir en buen nivel la población de maleza; además de que reduce la intensidad de
escardas y deshierbes manuales, minimizando el paso de maquinaria. Las películas
plásticas que tienen el mayor control son aquellas que por su pigmentación, impiden en
mayor grado el paso de la luz solar; con lo cual, se dificulta la germinación y desarrollo
de las malas hierbas, siendo los colores negro, blanco/negro y plateado/negro (Sábori
et al, 1998).
En calabaza, sandía y melón, han sobresalido los acolchados blanco/negro y
reflejante, ya que controlan la maleza y repelen en cierto grado, a los insectos plaga
chupadores; contribuyendo a disminuir, los daños de virosis en las primeras etapas del
desarrollo de los cultivos. Además, proporcionan altas temperaturas a la superficie del
suelo, acelerando el desarrollo de los cultivos y la cosecha de los mismos, lográndose
un mejor precio en el mercado internacional (Madrid, 1995).
CONTROL QUÍMICO
El control químico de maleza en hortalizas requiere de conocimientos técnicos
para la elección y aplicación eficiente y oportuna de un herbicida. Asimismo, cuenta con
ventajas importantes sobre los otros métodos de control, como la oportunidad, pues
elimina antes de su emergencia o en las primeras etapas de desarrollo de la maleza;
asimismo, cuenta con un amplio espectro de control, es decir, varias especies con una
sola aplicación. Además, controla maleza perenne con reproducción vegetativa por
estolones, bulbos o rizomas y cuenta con acción residual, pudiendo controlar varias
generaciones de maleza durante el desarrollo del cultivo.
Cabe señalar, que el uso inapropiado de los herbicidas, representa algunos
riesgos para la agricultura; sin embargo, éstos pueden evitarse con una buena
selección y aplicación de los productos, así como con el conocimiento de sus
características específicas, para evitar daños a los cultivos de interés, por excesiva
dosificación o a cultivos vecinos por acarreo por el viento. Daños a cultivos
establecidos en rotación pueden manifestarse por residualidad de los herbicidas en el
suelo, cambios en el tipo de maleza al usar continuamente un mismo herbicida o la
aparición de biotipos de maleza resistentes a los herbicidas (Rosales et al, 2002).
El uso de herbicidas debe efectuarse sólo cuando los otros métodos de control no
son factibles de utilizarse o cuando su uso representa una ventaja económica para el
productor. Por lo tanto, debe señalarse que está plenamente justificado para el control
integrado de maleza, cuando el control cultural por sí solo, no es suficiente para reducir
las infestaciones de regulares a severas de estas especies, a niveles que no ocasionen
daño a los cultivos hortícolas o bien, cuando se trata de especies perennes.
Finalmente, es preciso indicar, que la eliminación de maleza mediante herbicidas,
es factible desde la etapa de presiembra, o en preemergencia y postemergencia, hasta
la madurez fisiológica de los cultivos, dependiendo de los problemas específicos de 126
maleza a resolver.
Control postemergente de maleza en presiembra y/o pretransplante de
hortalizas. Es posible aplicar cualquier herbicida en la presiembra de los cultivos
hortícolas, puesto que éstos aún no han sido establecido, no requiriéndose la
selectividad de los productos, por lo que se considera una etapa adecuada para el
control químico de maleza perenne, ya que actualmente, los productos que mejor
actúan sobre éstas especies no son selectivos; sin embargo, es imperativo considerar
la persistencia de los productos a utilizar, con el fin de establecer un período de
protección adecuado, antes del establecimiento de los cultivos de interés.
El desarrollo fenológico de la especie perenne a controlar en la presiembra,
representa otro de los aspectos importantes a considerar, para que se dé una óptima
translocación del herbicida utilizado y se consiga una mayor eficiencia del mismo; por lo
que se sugiere, promover las condiciones para aplicar sobre maleza en pleno
crecimiento, antes de la floración de las mismas. En el Cuadro 1, se presentan los
herbicidas y las dosis recomendadas para el control de éste tipo de maleza en la
presiembra de los cultivos hortícolas.
CUADRO 1. HERBICIDAS Y DOSIS PARA EL CONTROL DE MALEZA PERENNE
EN LA PRESIEMBRA DE CULTIVOS HORTÍCOLAS PARA EL NOROESTE DE
MÉXICO. CIRNO-INIFAP. 2006.

PRODUCTO DOSIS(1) MALEZA A CONTROLAR


g. de i.a./ha.

Glifosato 1,440 – 2,160 Cyperus spp. y Cynodon


dactylon L.
Glifosato 1,440 – 2,880 Convolvulus arvensis L.
Glifosato 540 – 720 Sorghum halepense (L) Pers.
(1)
Dosis más bajas pueden ser utilizadas con una eficiencia menor, dependiendo
de la misma.
(2)
Aplicar 30 días antes de la siembra del cultivo. Este herbicida, debido a su
volatilidad está restringido por la Dirección General de Sanidad Vegetal, por lo
que su aplicación requiere de supervisión técnica.
Para el caso del herbicida glifosato, la aplicación debe ser realizada cuando las 127
poblaciones de zacate Johnson Sorghum halepense (L) Pers. o de zacate grama
Cynodon dactylon L., se encuentren en pleno desarrollo, antes que éstas especies
inicien la etapa de espigamiento, ya que es en ésta fase cuando las plantas perennes
envían los fotosintatos hacia los órganos subterráneos, para recuperar la energía
utilizada en el rebrote y establecimiento de las poblaciones, así como para la
producción de nuevos órganos subterráneos. Lo anterior, permite aprovechar la
recuperación de la energía, para conducir a los herbicidas hacia los rizomas,
asegurando así una mayor distribución del producto en los mismos y por lo tanto una
mayor eficiencia en el control de éstos.
Cuando el problema a resolver lo represente el zacate Johnson Sorghum
halepense (L) Pers., es necesario mencionar que la época óptima para la aplicación de
herbicidas sistémicos en presiembra, corresponde al ciclo de verano, cuando las
temperaturas son ideales para el crecimiento vigoroso de esta especie; ya que entre
octubre y febrero, las temperaturas no son favorables para un buen desarrollo de la
especie, por lo que esta mala hierba gramínea perenne se encuentra estresada, lo que
ocasiona una pobre o nula translocación de los herbicidas, actuando como si se tratara
de herbicidas de contacto, por lo que en algunos casos, puede ser preferible utilizar
productos de este tipo o bien el control cultural.
Para conseguir una mayor eficiencia en el control de maleza perenne, se sugiere
no remover el suelo por lo menos 10 o 15 días después de la aplicación de los
herbicidas sistémicos para que el producto alcance a translocarse hacia los rizomas y
conseguir la máxima mortalidad posible de éstos órganos subterráneos.
Posteriormente, se puede continuar o iniciar los trabajos de preparación del terreno
para la siembra o la siembra misma, ya que el herbicida glifosato no deja resíduos en el
suelo. Estas prácticas culturales contribuyen a controlar la maleza proveniente de
semilla y de rebrotes que emergen después de la aplicación, además de exponer a la
superficie algunos rizomas para su deshidratación.
Las aplicaciones al follaje de la maleza perenne después de un desarrollo óptimo
obtenido con un riego de presiembra o con la humedad de una lluvia, permiten un
control tan eficiente de las poblaciones, que la rebrotación en la postemergencia de los
cultivos hortícolas es muy limitada durante las primeras etapas del establecimiento del
cultivo; lo anterior, contribuye a que las especies puedan ser controladas con mayor
eficiencia en la postemergencia del cultivo con productos selectivos, como se describen
en el Cuadro 3.
La correhuela o gloria de la mañana Convolvulus arvensis L. es una de las
especies perennes más importantes en ciertas regiones del noroeste de México, para
su control químico, se sugiere aplicar glifosato al follaje de la maleza en la presiembra;
recomendándose que la especie se encuentre en pleno desarrollo y con muy buenas
condiciones de humedad, para asegurar una mayor eficiencia en su control (Cuadro 7)
(Tamayo Esquer, 2000-a).
La época óptima de aplicación para ésta especie coincide con la etapa fenológica
de inicio de botones florales, ya que en esta etapa de desarrollo las dos terceras partes
inferiores de las guías se ocupan de enviar la mayor parte de la savia elaborada para
recuperar las reservas ocupadas por la rebrotación de la especie y para la producción 128
de nuevos rizomas; por lo tanto, se considera que el herbicida aprovecha esta etapa
para alcanzar un mayor número de rizomas y por lo tanto una mayor eficiencia en el
control de los mismos. (Tamayo Esquer, 1986).
Control preemergente de maleza en la presiembra y/o pretransplante de
hortalizas. Los herbicidas que son aplicados antes de la siembra y/o pretransplante del
cultivo, generalmente requieren incorporación mecánica al suelo para situarse a cierta
profundidad y evitar su degradación por la luz o su volatilización. Por lo general son
herbicidas con poca solubilidad en agua, por lo que la lluvia o riegos no los lixivian o
mueven en el suelo.
Este tipo de herbicidas afecta a las semillas de maleza al germinar o emerger sin
afectar al cultivo, por lo que éste último, debe ser sembrado por debajo de la capa de
suelo donde se sitúa la mayor concentración del herbicida. La incorporación mecánica
de los herbicidas se realiza por medio de un paso de rastra de discos o cultivadora
rotativa y se logra una mejor distribución de los productos en suelo seco. En el Cuadro
2, se presentan los herbicidas y las dosis recomendadas para el control preemergente
de maleza en la presiembra y/o pretransplante de los cultivos hortícolas; los cuales,
controlan la mayor parte de la maleza anual de hoja ancha y angosta, comunes en la
región.
CUADRO 2. HERBICIDAS Y DOSIS PARA EL CONTROL DE MALEZA ANUAL DE
HOJA ANCHA Y ANGOSTA EN PRESIEMBRA Y/O PRETRANSPLANTE DE
CULTIVOS HORTÍCOLAS EN EL NOROESTE DE MÉXICO. CIRNO-INIFAP. 2006.

PRODUCTO DOSIS CULTIVOS


g i.a./ha
Trifluralina 960 – 1,200 Chile

Bensulide 4,800 – 5,760 Chile, y tomate

Pendimetalin 990 + 1,188 Chile

Oxadiazón 600 Tomate

Napropamida 1,920 Tomate y chile

* No se recomienda aplicar herbicidas preemergentes en suelos de textura


ligera.
Control preemergente de maleza en la preemergencia de hortalizas. Los
herbicidas preemergentes, son los que se aplican después de la siembra, pero antes
de que emerjan la maleza y el cultivo; los cuales, requieren de un riego o precipitación
para situarse en los primeros 5 cm de profundidad del suelo, de donde emerge la 129
mayor parte de la semilla de maleza, eliminando a las malas hierbas en germinación o
recién emergidas, sin que ocurran daños por competencia al cultivo.
Por lo general la semilla de los cultivos se sitúa por debajo de la zona de suelo
con alta concentración de herbicida y la selectividad al cultivo puede ser tanto física
como fisiológica; éstos herbicidas, presentan una gran interacción con algunas
características del suelo como son: textura, pH y materia orgánica que pueden afectar
la cantidad de herbicida disponible en el suelo para controlar la maleza, por lo que la
dosis de este tipo de herbicidas se ajusta según el tipo de suelo y materia orgánica,
requiriendo una mayor dosis en suelos arcillosos y con alto contenido de materia
orgánica.
La elección de los herbicidas preemergentes a aplicar dependerá de las especies
de maleza observadas en ciclos anteriores, de las características del suelo y la rotación
de cultivos; Sin embargo, ningún herbicida controla a todas las especies de maleza por
lo que se deberá revisar su etiqueta para conocer su espectro de control y de ser
necesario, aplicar mezclas de herbicidas para ampliarlo. En el Cuadro 3, se presentan
los herbicidas y las dosis recomendadas para el control preemergente de maleza anual
de hoja ancha y gramíneas en la preemergencia de los cultivos hortícolas.
CUADRO 3. HERBICIDAS Y DOSIS PARA EL CONTROL DE MALEZA ANUAL DE
HOJA ANCHA Y ANGOSTA EN LA PREEMERGENCIA DE CULTIVOS HORTÍCOLAS
EN EL NOROESTE DE MÉXICO. CIRNO-INIFAP. 2006.

PRODUCTO DOSIS g i.a./ha CULTIVOS


Bensulide 4,800 – 5,760 Calabacita, sandía, melón,
pepino

DCPA 6,000 – 9,000 Chile, melón, sandía,


calabaza

Naptalam 1,700 – 4,000 Melón, sandía

Naptalam + bensulide 2,000 – 4,000 + 4,000 – Melón, sandía


6,000

* No se recomienda aplicar herbicidas preemergentes en suelos de textura


ligera.
Control químico en postemergencia. Para la postemergencia de los cultivos
hortícolas, se ha desarrollado tecnología que permite controlar en forma selectiva y
eficiente, el problema de maleza de hoja ancha como de hoja angosta anuales y
perennes, con herbicidas como metribuzín, y setoxidim. Para que las aplicaciones de
éstos productos, controlen con mayor eficiencia las poblaciones de maleza presentes,
se requiere de buenas condiciones de humedad en el suelo, un desarrollo adecuado de
las especies y de una buena cobertura con la pulverización; lo cual, puede mejorarse
cuando se utilizan adherentes o surfactantes. En el Cuadro 4, se presentan las dosis de
los productos recomendados para hortalizas en la postemergencia.
130

CUADRO 4. HERBICIDAS Y DOSIS PARA EL CONTROL DE MALEZA ANUAL DE


HOJA ANCHA Y ANGOSTA EN LA POSTEMERGENCIA DE CULTIVOS
HORTÍCOLAS EN EL NOROESTE DE MÉXICO. CIRNO-INIFAP. 2006.

PRODUCTO DOSIS CULTIVOS


g i.a./ha
Metribuzín 240 – 360 Papa, tomate

Setoxidim 276 – 542 Chile, melon, sandía, calabaza,


tomate

Rimsulfurón 40 - 60 Chile, tomate

Estudios recientes, muestran que se requieren cuando menos 60 gramos de


material comercial de rimsulfurón aplicado en la postemergencia temprana, para que el
rendimiento de tomate no se vea afectado significativamente por la competencia
ejercida por maleza (Tamayo Esquer y Martínez Carrillo, 2005).
Control químico en la madurez fisiológica. Los problemas de maleza al final del
ciclo de los cultivos hortícolas, han adquirido una importancia relevante, debido a que
las poblaciones de distintas especies de maleza, consiguen establecerse con éxito en
esta etapa, lo que ha ocasionado graves dificultades durante la cosecha, llegando en
casos extremos a daños económicos por dificultades en la cosecha y una mayor
incidencia de plagas y enfermedades, lo que limita de manera importante la calidad de
la cosecha e incrementan los costos y el problema de maleza en el terreno para el
futuro.
Debido a lo anterior, se ha requerido de aplicaciones de herbicidas antes, durante
o después de la cosecha; para lo cual, se pueden utilizar los herbicidas que se señalan
en el Cuadro 5, dependiendo del problema en particular, ya que en esta etapa también
se recomiendan aplicaciones para el control de maleza perenne como zacate Johnson
Sorghum halepense (L) Pers., y correhuela o gloria de la mañana Convolvulus
arvensis L., entre otras.
CUADRO 11. HERBICIDAS Y DOSIS PARA EL CONTROL DE MALEZA ANUAL Y
PERENNE EN LA MADUREZ FISIOLÓGICA DE CULTIVOS HORTÍCOLAS PARA EL
NOROESTE DE MÉXICO. CIRNO-INIFAP. 2006.

PRODUCTO DOSIS(1) g. de i.a./ha. MALEZA A CONTROLAR

Glifosato 1440 – 2160 Cyperus spp. y Cynodon dactylon


Glifosato 1440 – 2880
(L) Pers. 131
Convolvulus arvensis L.
Glifosato 540 – 720
Sorghum halepense (L) Pers.
Glifosato 360 – 540
Complejo de anuales
Paraquat 300 – 600
Complejo de anuales
(1)
Dosis más bajas pueden ser utilizadas con una eficiencia menor,
dependiendo de la misma.
ASOCIACIÓN DEL CONTROL CULTURAL Y QUÍMICO
A pesar de los avances significativos que se han realizado en desarrollo de
tecnología para el control de maleza, tanto con el método cultural como con el
químico, existe el antecedente de que ninguno de los dos métodos ha sido
totalmente eficiente y aplicable en todos los casos de infestación (Agundis, 1984).
En cuanto al control cultural, se ha observado con mucha frecuencia que las
escardas mecánicas no son suficientes para controlar toda la población de maleza,
específicamente las que se desarrollan a los lados y entre las plantas de los cultivos
hortícolas; siendo la que causa los daños más graves a los cultivos, la de mayor
dificultad de control y la que representa los mayores costos.
En cuanto al control químico, la aplicación total de herbicidas, a pesar de su
alta eficiencia en el control; varios factores como los elevados costos de adquisición
y riesgos de residuos de algunos herbicidas que quedan en el suelo al final de cada
ciclo, evitan que éste método sea totalmente recomendado. Por ésta razón, se
recomienda la integración de diferentes métodos para lograr un mejor control de
maleza. A este respecto, las medidas preventivas deben practicarse siempre, de lo
contrario el resto de los métodos de control tendrá poco éxito.
Como los diferentes métodos de control han mostrado ser eficientes y
considerando que con la integración de los métodos culturales y químicos se obtienen
controles similares con menores costos de producción; se recomienda que los
herbicidas se apliquen en una banda de 30 a 40 centímetros sobre la hilera del cultivo y
la maleza del área restante se elimine en forma mecánica, reduciendo los costos en
aproximadamente un 60 por ciento por concepto de herbicidas en las etapas iniciales
del cultivo, además de que se minimizan los riesgos de residualidad de estos
productos.

132
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México.
11. Tamayo Esquer, L. M. 1995. Manejo integrado de maleza. Memoria Curso Teórico
Práctico de Maleza y su Control. SEP-DGETA-SEIT. Cd. Obregón, Sonora,
México.
12. Tamayo Esquer, L. M. 2001-a. Manejo integrado de maleza en trigo para el
noroeste de México. Folleto Técnico Nº, 42, CEVY-CIRNO-INIFAP, México.
13. Tamayo Esquer, L. M. 2001-b. Manejo integrado de maleza en algodonero para el
noroeste de México. Folleto Técnico Nº, 44, CEVY-CIRNO-INIFAP, México.
14. Tamayo Esquer, L. M. y J. L. Martínez Carrillo 2005. Evaluación de herbicidas y
acolchados para el control de maleza, sobre el rendimiento de tomate. Memoria
del VIII Congreso Internacional de Ciencias Agrícolas. Universidad Autónoma de
Baja California, Mexicali, B. C., México.

134
EL EFECTO DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN LA
PRODUCTIVIDAD AGRÍCOLA. LAS RELACIONES
MALEZA:CULTIVO.
Gloria Zita *, Marcos Espadas1
1. FES Cuautilán,, UNAM

1.- INTRODUCCIÓN
En otras épocas el clima fue mas cálido, se tienen datos que indican que durante
la edad media los vikingos pudieron colonizar durante varios siglos las costas
meridionales de Groenlandia, con cultivos de cereales, granjas y hasta sostuvieron una
diócesis episcopal permanente. En otras épocas en cambio, fue tan frío que el rey
Enrique VIII podía cruzar con su carroza el Támesis completamente congelado.
Efectivamente, en todo el mundo el tiempo cambia de forma espectacular –
aunque dentro de unos límites previsibles- en el curso de un solo año con el ciclo
“normal” de las estaciones, pero al parecer estas variaciones normales, han cambiado
por efecto de las actividades humanas
Hace millones de años, la concentración de CO2at fue de cerca de 1200 a
4000 µmol mol-1, pero disminuyó sustancialmente con el paso del tiempo. Los análisis
de aire atrapado en hielo polar indican que la concentración atmosférica de CO2 fluctuó
entre 180 y 290 µmol mol-1 desde hace al menos 220 000 años hasta principios del
135
siglo XIX. A partir del 1800 los registros de aire en hielos polares indican un incremento
acelerado en la concentración atmosférica del CO2 de 280 a 300 µmol mol-1 para 1900
y de 315 µmol mol-1 para 1958. A partir de esa fecha se cuenta con medidas directas
que muestran que la concentración se incrementó a 360 µmol mol-1 para la década de
los noventa y se calcula que duplicará durante el presente siglo.
La importancia que la sociedad le da a la salud ambiental del planeta se ha
incrementado en los últimos años. Una de las preocupaciones es precisamente el
cambio climático. Se tiene la percepción de que los regímenes térmico y pluviométrico
son diferentes a los de hace unas décadas.
Una inquietud en el campo científico es el entender cómo el cambio climático
afectará la producción de los cultivos agrícolas.
Desde un enfoque ecológico, los cultivos y la maleza son productores
primarios del agroecosistema, son celdas solares que captan la energía lumínica del
Sol y la convierten en energía química mediante el proceso conocido como fotosíntesis.
El entendimiento ecofisiológico del metabolismo fotosintético, podría ayudarnos a
entender y, subsecuentemente predecir la respuesta al cambio ambiental de las plantas
verdes en general y de los cultivos agrícolas y malezas en particular.
2.- LA FOTOSÍNTESIS
La fotosíntesis es la base de la vida actual en el planeta Tierra. En términos muy
generales se puede decir que es una serie de procesos mediante los cuales las plantas
verdes, las algas y algunas bacterias captan y utilizan la energía de la luz para
transformar la materia inorgánica de su medio externo en nutrientes orgánicos que
utilizarán para su crecimiento y desarrollo, que a la vez son la base de la pirámide
alimenticia.
La fotosíntesis se divide tradicionalmente en dos fases: a la primera fase se le
denominaba fase luminosa y a la segunda fase oscura de la fotosíntesis. Sin embargo,
la denominación como "fase oscura" es incorrecta porque actualmente se sabe que
sólo ocurre en condiciones de iluminación. Es más preciso referirse a ella como fase de
fijación del dióxido de carbono (Ciclo de Calvin) y a la primera como fase fotoquímica o
reacción de Hill.
Las reacciones luminosas de la fotosíntesis están a cargo de una serie de
complejos proteínicos unidos a las membranas tilacoidales de los cloroplastos, los
cuales están interconectados por un flujo móvil de electrones. Las reacciones
luminosas inician en las llamadas antenas cosechadoras de luz y finalizan dando como
producto la reducción de la ferredoxina/NADP+ y la creación de un gradiente
electroquímico de pH a través de la membrana del tilacoide, origen de la fuerza protón
motriz para la producción de ATP.
El CO2 es fijado en el estroma del cloroplasto vía el ciclo de Calvin, en el cual la
ribulosa-1,5-bifosfato carboxilasa oxigenasa (Rubisco) fija el CO2 a una molécula de
ribulosa 1,5 bifosfato de 5 carbonos (C5), produciendo dos moléculas de tres carbonos
(C3), de 3-fosfogliceraldehido (3-PGA). El ATP y el NADPH, generados por las
reacciones luminosas son usados como vectores de energía química y agentes 136
reductores respectivamente cuando los dos 3-PGA son procesados en el ciclo de
Calvin para regenerar el precursor de cinco carbonos y permitir la exportación de un
sexto de las moléculas C3 producidas a partir del ciclo de Calvin para su procesamiento
en carbohidratos.
La función carboxilasa y oxigenasa de la Rubisco es responsable del proceso
conocido como fotorrespiración, la cual consiste en el consumo de O2 y liberación de
CO2, sin producción de ATP, lo que implica la pérdida de una fracción significativa del
carbono ya fijado.
Algunas plantas logran aumentar la concentración de CO2 en las inmediaciones
de la Rubisco y así desplazar la actividad de esta enzima hacia la carboxilación. En
estas plantas, la primera sustancia en la que se fija el carbono es un ácido de 4
carbonos –acido oxalacético- mientras que en aquellas con fotorespiración es un ácido
de 3 carbonos, el ácido fosfoglicérico. Por esto, se clasifican en plantas C4 y plantas
C3.
Las plantas con sistema fotosintético del tipo C4 evolucionaron durante un
periodo temprano después de que la concentración atmosférica de CO2 disminuyó y
este sistema representa una adaptación específica a los ambientes con bajas
concentraciones de CO2 tal y como han sido en los últimos 200 000 años. Las plantas
de fotosíntesis C4 y de metabolismo ácido crasuláceo (CAM) presentan respuestas de
crecimiento a altas concentraciones de CO2at, menos marcadas que aquellas con una
fotosíntesis del tipo C3.
3. EFECTO DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN EL METABOLISMO FOTOSINTÉTICO.
La fotosíntesis y la producción primaria de las plantas superiores se puede
incrementar por dos razones: 1. La disminución de la foto respiración, por inhibición
de la oxigenación de la Ribulosa biFosfato (RubP) por la Rubisco; y 2. Porque la
concentración actual de CO2 es insuficiente para saturar a la Rubisco.
Se sabe que un aumento de CO2 produce un incremento inmediato de la tasa de
fotosíntesis, especialmente en las plantas de C3. Sin embargo si este aumento es
mantenido por un periodo largo de tiempo, el aumento de la fotosíntesis en CO2at
elevado se compensa por una “aclimatación”, que varía con respecto a la especie, a la
edad de la planta, la temperatura, suministro de nutrientes, agua, así como a la
duración de la exposición a CO2at elevado. Esta aclimatación puede estar regulada por
la acumulación de carbohidratos, lo que reduciría la concentración de enzimas
fotosintéticas clave, como la Rubisco.
La extensión y naturaleza de la evolución de las plantas con sistemas
fotosintéticos C3 con respecto a las bajas concentraciones atmosféricas de CO2 no son
conocidas. Estas plantas estuvieron sujetas a bajas concentraciones de CO2at por miles
de años antes del siglo XX, no obstante las características de la enzima involucrada en
la fijación inicial de CO2 en plantas C3 -la Rubisco- pudo haber no cambiado mucho y
todo parece indicar que la evolución de las plantas C3 resultó en modificaciones que
involucran a toda la planta completa, tales como el incremento de los tejidos de
almacenamiento de carbohidratos.
137
Fisiológicamente hablando esto indicaría que algunas plantas C3 no estarían
adaptadas a los niveles atmosféricos de CO2 actuales ni a los esperados en el
futuro.
4. MÉTODOS DE ESTUDIO DEL CAMBIO AMBIENTAL GLOBAL
La metodología y en particular las instalaciones empleadas para el estudio de las
repuestas de plantas a la concentración de CO2at y la temperatura son variados,
podríamos clasificarlos entre métodos de corta y larga duración. Los primeros, son los
más abundantes, se llevan a cabo en cámaras de crecimiento o en invernaderos con
ambientes controlados y son más económicos. Los de larga duración requieren
instalaciones más sofisticadas. En este caso mencionaremos los métodos más
conocidos en estudios de campo de larga duración.
El más relevante estudio agronómico de los efectos del CO2at en concentraciones
elevadas es el realizado en free-air carbon dioxide enrichment (FACE) ya que otras
variables ambientales de la parcela permanecen sin perturbación. Lo caro de la
instalación, y particularmente las grandes cantidades de CO2 requeridas, han limitado
el número de estudios.
Los resultados de los experimentos FACE pueden ser difíciles de extrapolar a
otras áreas donde las condiciones atmosféricas y del suelo resulten ser diferentes,
además que no es posible evaluar la interacción entre concentración del CO2 y
temperatura.
Otro tipo de dispositivos son los “Open-top chambers” (OTCs), también
ampliamente usados para mantener una concentración dada de CO2 para un cultivo en
campo. Tales cámaras generalmente disminuyen la radiación sobre los cultivos,
incrementan la humedad, hacen que el aire se mueva más lentamente y, sobre todo,
son sustancialmente más calientes que el aire del ambiente bajo una gran radiación.
Los túneles de gradiente de temperatura (TGC) permiten a las plantas crecer
sobre un amplio rango de temperaturas. La temperatura diferencial puede hacer la
interpretación complicada. Sin embargo, la información es útil cuando se combina con
concentraciones reguladas de CO2. Usualmente, las intensidades luminosas promedio
y máxima están reducidas y el espectro luminoso se encuentra modificado. Las plantas
pueden estar sembradas directamente en el suelo o en macetas, lo que haría variar el
desarrollo radical.
La extensión y profundidad del enraizamiento de los cultivos, es una variable que
no se puede dejar de lado dado que restringe el crecimiento; lo que afecta el suministro
de agua y nutrientes y limita los centros de almacenamiento para los asimilados.
A pesar de la amplia variedad de métodos y por consiguiente de resultados, ellos
proporcionan una amplia base de acuerdo, en cuanto a las respuestas de plantas
cualitativamente similares en diferentes sistemas, sin embargo, cuantitativamente hay
una considerable diferencia.
5. EL EFECTO DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA.
La selección empírica desde la invención de la agricultura tuvo como criterio
138
principal, sino es que único, al rendimiento bajo condiciones de campo, lo que pudo
seleccionar indirectamente plantas con mayores almacenes de carbohidratos.
La selección directa en almácigos que están sujetos a CO2at elevado, puede no
ser factible en programas comerciales de mejoramiento, debido al gran número de
plantas que deben ser evaluadas y los altos costos de mantener un ambiente
controlado con concentraciones atmosféricas elevadas de CO2 comparadas con los
almácigos de campo convencionales. Si los rasgos químicos, fisiológicos y
morfológicos que contribuyen a la respuesta favorable a CO2 elevado pudieran ser
identificados, estos rasgos podrían ser usados como suplemento empírico para la
selección basada en rendimiento bajo condiciones de campo y por consiguiente
incrementar los programas de mejoramiento.
En experimentos de larga duración a temperaturas intermedias y CO2at a 720
µmol, mol-1, hay un aumento en el rendimiento del grano de varios cereales pequeños
en un 32% y en el caso de leguminosas de 54%, estos incrementos a menudo fueron
menores que los obtenidos a la misma concentración de CO2 en exposiciones de corta
duración, aún a las mismas temperaturas. Existen varias explicaciones posibles para
los menores rendimientos en las exposiciones a largo plazo en atmósferas
enriquecidas con CO2 con respecto a las de corta duración. Uno de los principales
factores está en la regulación a la baja de la capacidad fotosintética en exposiciones a
largo plazo tal que esta regulación a la baja podría ser tanto una consecuencia de las
condiciones de cultivo artificiales o un indicador de que los actuales cultivos de plantas
C3 no están bien adaptados a altas concentraciones de CO2 elevado. La regulación a
la baja ha sido atribuida a un mecanismo de retroalimentación que opera cuando el
suministro de carbohidratos desde la fotosíntesis, excede la demanda de carbohidratos
en los tejidos de almacenamiento. Se ha observado que una fuerte regulación a la baja
se presenta cuando las plantas son cultivadas en pequeñas macetas, lo cual podría ser
consecuencia de una raíz mucho más pequeña (con un menor almacén potencial de
carbohidratos) comparada con la que se tendría en condiciones naturales.
6.- PREDICCIONES EN CUANTO AL COMPORTAMIENTO DE LA FLORA ARVENSE
Un aspecto interesante es que 12 cultivos de 5 familias brindan el 75% del
alimento mundial y a las mismas 5 familias pertenecen muchas de las peores malezas,
lo que implica que nuestros principales cultivos y malezas comparten características y
probablemente un origen común.
Sin embargo una notable diferencia radica en la mayoría de los cultivos más
importantes tiene una ruta metabólica C3 mientras que las principales especies de
maleza poseen una C4. De hecho de las 18 principales malezas de acuerdo a la lista
de Holms (1977) 14 son C4, mientras que de 86 especies alimenticias solo 5 son C4.
Esto es más interesante si consideramos que solamente el 5% de las angiospermas
son C4.
De acuerdo a la bibliografía disponible se sabe que un aumento de la
concentración atmosférica de CO2 de 350 a 700 mol mol-1, provoca un aumento en la
biomasa de las plantas C3 de 40% mientras que para la C4 es de sólo 11%. Sin
embargo, las especies malezoides C4 son capaces de aumentar su biomasa tanto
como las C3, las razones de que esto ocurra son desconocidas. De todas formas la
139
mayoría de los autores consideran que el calentamiento global podría darles ventaja
competitiva a la C4 dado que están preadaptadas a ambientes más cálidos y secos.
Los estudios realizados para estudiar la competencia maleza/cultivo de la misma
o de diferente ruta fotosintética son contradictorios, pero se puede notar una tendencia
en cuanto a que el CO2 elevado favorece el desarrollo de los cultivos C3 sobre malezas
C4.
Sin embargo una limitante de la mayoría de los estudios es que no han sido
llevados a cabo bajo condiciones de larga duración. Lo que limita en mucho la
utilización de estos resultados con fines predictivos.
Debe tomarse también en cuenta que el aumento del CO2 puede actuar sobre
muchos aspectos fenológicos, tales como índice de germinación, floración y
senescencia; por ejemplo la emergencia de plántulas de maleza se acelera.
7.- “FOCOS ROJOS” A ATENDER EN MALHERBOLOGIA

Malezas problematicas en:


E.E.U.U. Global
Cebada
C3 Avena fatua L. C3 Avena fatua L.
C3 Cirsium arvense (L.) Scop. C3 Capsella bursa-pastoris (l.) Medicus
C3 Convolvulus arvensis L. C3 Chenopodium album L.
C3 Elytrigia repens (L.) Nevski C3 Galinsoga parviflora Cav.
C4 Kochia scoparia C3 Lolium temulentum L.
C4 Sorghum halapense (L.) Pers.
Maiz
C3 Abutilon theophrasti Medicus C4 Amaranthus retroflexus L.
C3 Chenopodioum album L. C3 Chenopodium album L.
C4 Cirsium arvense (L.) Scop C4 Cyperus rotundus L.
C4 Sorghum bicolor (L.) Moench C4 Digitaria sanguinalis (L.) Scop.
C4 Sorghum halapense (L.) Pers. C4 Echinochloa crus-galli (L.) Beauv.
C4 Eleusine indica (L.)
Algodón
C4
C4
Cynodon dactylon (L.) Pers.
Cyperus esculentus L.
C4
C4
Cynodon dactylon (L.) Pers.
Cyperus rotondus L.
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C4 Cyperus rotondus L. C4 Digitaria sanguinalis (L.) Scop.
C4 Eleusine indica (L.) Gaertn. C4 Echinochloa crus-galli (L.) Beauv.
C3 Xanthium straumarium L. C4 Eleusine indica (L.) Gaerth.
C4 Portulaca oleracea L
C4 Sorghum halapense (L.) Pers.
Papa
C3 Chenopodium album L. C3 Chenopodium album L.
C3 Cirsium arvense (L.) Scop. C4 Echinochloa crus-galli (L.) Beauv.
C4 Cyperus esculentus L. C4 Galinsoga parviflora Cav.
C4 Echinochloa crus-galli (L.) Beauv. C4 Portulaca oleracea L.
C3 Elytrigia repens (L.) Nevski C3 Stellaria media (L.) Vill.
Arroz
C4 Brachiaria platyphylla (Griseb.) C4 Cyperus difformis L.
Nash
C4 Cyperus esculentus L. C4 Echinochoa colona (L.) Link
C4 Echinochloa crus-galli (L.) Beauv. C4 Echinochoa crus-galli (L.) Beauv.
C3 Heteranthera limosa (Sw.) Willd. ? Fimbristylus miliacea (L.) Vahl
? Leptochloa fascicularis (Lam.) C3 Monochoria vaginalis (Burm. F.)
Gray Presl
C3 Scirpus maritimus
Sorgo
C4 Brachiaria platyphylla (Griseb.) C4 Cyperus rotundus L.
Nash
C4 Panicum dichotomiflorum Michx C4 Digitaria sanguinalis (L.) Scop
C4 Sorghum bicolor (L.) Moench C4 Echinochoa colona (L.) Link
C4 Sorghum halapense (L.) Pers C4 Echinochoa crus-galli (L.) Beauv.
C3 Xanthium strumarium L. C4 Eleusine indica (L.) Gaertn.
C4 Sorghum halapense (L.) Pers
Soya
C3 Abutilon theophrasti Medicus C4 Cyperus rotondus L.
C3 Cassia obtusifolia L. C4 Echinochoa colona (L.) Link
C3 Chenopodium album L. C4 Echinochoa crus-galli (L.) Beauv.
C4 Sorghum halapense (L.) C4 Eleusine indica (L.) Gaertn.
C3 Xanthium strumarium L. C4 Rottboelia exaltata L.f.
Caña de Azúcar
C4 Cynodon dactylon (L.) Pers. C4 Cynodon dactylon (L.) Pers.
C4 Cyperus rotondus L. C4 Cyperus rotondus L.
C4 Panicum maximum Jacq. C4 Digitaria sanguinalis (L.) Scop
C4 Rottboelia cochinchinensis (Lour.) C4 Panicum maximum Jacq.
C4 Sorghum halapense (L.) Pers. C4 Rottboelia exaltata L.f.
Sorghum halapense (L.) Pers
Trigo
C3 Allium vinesle L. C3 Avena fatua L. 141
C3 Bromus secalinus L. C3 Chenopodium album L.
C3 Cirsium arvense (L.) Scop. C3 Convolvulus arvensis L.
C3 Convolvulus arvensis L. C3 Polygonum convolvulus L.
C3 Lolium multiflorum Lam. C3 Stellaria media (L.) Vill.
Abreviaturas: CO2 :: Bióxido de Carbono; CO2at : Bióxido de Carbono atmosférico;
Rubisco : Enzima Ribulosa Bifosfato Carboxilasa/Oxigenasa. RuBP. Ribulosa bifosfato
BIBLIOGRAFÍA
Aranjuelo I, Pérez P, Hernández L, Irigoyen J., Martínez Carrasco R, Sánchez-Díaz M,
Zita G. 2005. The response of nodulated alfalfa to water suply, temperature and
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Bunce, James A.. Ziska, Lewis H 2000, Cap15: Crop Ecosystem Responses to Climatic
Change: Crop/Weed Interactions, Climate Change and Global Crop Productivity,
Reddy Hodges, CABI. U.K.

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