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UNIVERSIDAD CRISTIANA LATINOAMERICANA

Taller de Adicciones
Doctor Carlos Santamaría.

Tema Grupo #5 :
Tratamiento Y Apoyo De La Familia En las Adicciones.

Nombre del grupo:


“Los ex cogollos de Melissa”

Integrantes:
María Fernanda Vizcaíno Tello
Lisbeth Abigail Puzma Amari
Melissa Marianela Amen Levoyer
David Alonso Vallejo Mera
Ramiro Alberto Sánchez Pinto

FAMILIARES DE UN ADICTO.

Cuando uno o más miembros de una familia son adictos activos, esta familia se afecta,
de manera contundente en su funcionamiento.
La dinámica de las relaciones, la comunicación y la conducta de sus miembros, cambian
y se hacen disfuncionales, como resultado del proceso adictivo. Estos cambios pasan a
formar parte de la dinámica de la adicción, produciendo codependencia y facilitando la
conducta adictiva.

 Codependencia
La codependencia es la práctica de patrones disfuncionales de relación, de
manera compulsiva y a pesar del daño resultante, que buscan controlar al adicto.
La codependencia es un desorden aprendido en respuesta al proceso adictivo,
pero puede trasmitirse de manera transgeneracional si no es tratado
adecuadamente.

 Roles Familiares Disfuncionales


Las familias que son impactadas por el proceso adictivo, usualmente cambian su
dinámica y los miembros se ubican en ciertos roles que son definidos por la
codependencia, y cuya resultado es la de sostener el proceso adictivo.

 Triángulo del Drama


El triángulo del drama describe la relación de víctima, rescatador y perseguidor
que es la base de la dinámica familiar enferma, en una forma de juego
transaccional.
 Facilitación
El concepto de facilitación se refiere al resultado de la codependencia y de la
disfunción familiar en el proceso adictivo. La adicción se facilita y se refuerza
de modo que se establece una dinámica adictiva.

 Intervención Familiar
A pesar de que la famlia se afecta con la adicción y de que la dinámica familiar
codependiente facilita el avance de la adicción, la familia organizada y enfocada
puede ser un vehículo de intervención excelente.

 Recuperación de la Familia
La familia tambien se beneficia de un adecuado tratamiento y la recuperación es
también posible. Desde terapia familiar hasta grupos de autoayuda están
disponibles como herraminetas de recuperación.

La familia es una parte importante en la comprensión, intervención y manejo clínico de


las adicciones, por lo que es necesario que la familia se involucre tanto en el tratamiento
como en la recuperación de los procesos adictivos.

INTERVENCIÓN FAMILIAR

El proceso mediante el cual una persona pasa desde una adicción activa hacia la
recuperación sostenida, está en realidad basado en una toma de conciencia progresiva
acerca del problema, y la necesidad de cambios que influyen en la motivación.

Prochaska y DiClemente han esbozado un modelo para describir este proceso de


motivación creciente para el cambio, que hemos encontrado sumamente útil para
evaluar la disposición hacia el cambio de cada persona y como un forma de comprender
mejor la recuperación.

ETAPAS O FASES DE LA MOTIVACIÓN:

1.- Precontemplación:

En esta etapa la persona no se da cuenta de que existe un problema pues, realmente no


ha hecho conciencia de ello. Por esta razón el adicto no estará motivado a buscar ayuda
pues ni siquiera acepta que hay problemas.Lo que ocurrirá es que la adicción seguirá
evolucionando y se acumularan las consecuencias negativas.

2.- Contemplación:

En esta etapa ya las evidencias del daño se hacen obvias para el adicto, desarrollando
una conciencia del problema que va de menor a mayor. La persona en contemplación,
comienza a invertir energía psicológica en pensar acerca del cambio, pero esto no se
traduce en acciones concretas.

3.- Preparación:
En esta etapa las personas se motivan a buscar ayuda porque saben que deben hacer
algo para resolver el problema. La persona acude a consulta, pide consejo y planifica.
Aún así, no se ha llegado al punto donde se está dispuesto a invertir mucha energía en
los cambios, por lo tanto el problema sigue evolucionando.

4.- Acción:

En esta etapa ya se ha pasado el punto de tolerancia, por lo que el adicto esta listo para
hacer los cambios necesarios. Una vez llegado a este punto la persona sabe que no
quiere seguir viviendo en su actual situación y estará dispuestos a invertir energía en los
cambios. Sin embargo si no se canaliza adecuadamente puede no avanzarse en la
dirección correcta.

5.- Mantenimiento:

Una vez realizados los cambios hay que mantenerlos lo suficiente para que se hagan
permanentes. Es muy usual que las personas en recuperación, se descuiden en esta fase
porque a veces, no hay adecuada conciencia de la tendencia a la recaída, que posee la
adicción.. Si la persona invierte tiempo en mantener los cambios logrados todo irá bien,
pero si se descuida o aminora la marcha, puede presentarse una recaída..

6.- Recaídas:

La adicción tiene una tendencia natural a la recaída debido a la gran cantidad de


elementos aprendidos y estructurales, que estan activos a pesar de que se hayan hechos
nuevos habitos de comportamiento. A esto se suma el hecho de que los cambios por
realizar, pueden ser abrumadores. Si el adicto toma conciencia de estos hechos, y se
hace responsable de mantener su recuperacion en marcha, no habra recaídas. Las
recaídas son partes de un ciclo de aprendizaje hacia el mejoramiento de la recuperacion.
En esto la adicción se copomporta como otras enfermedades crónicas.

7.- Terminación:

Una vez que los cambios son mantenidos a lo largo del tiempo, los disparadores y
conductas de búsqueda, así como los deseos de uso, dejan de poseer la fuerza que
hubieran tenido sobre el adicto; se hacen menos intensos progresivamente, hasta que
cesan. Aún así la tendencia a la recaída se mantiene, por lo que la recuperación en el
adicto, es un proceso que dura de por vida.

Este modelo transteorético del cambio hace notar que la motivacion no es una cualidad
estática, sino más bien un recurso psicológico dinámico, que puede incrementarse a
medida que la persona toma conciencia de su problema.

CODEPENDENCIA DE LA FAMILIA

La familia es un complejo de roles y funciones (biológica, económica, espiritual,


educativa, social, solidaria, psicológica), en donde la convivencia, sus integrantes, la
manera en que se transmiten los valores, sentimientos y emociones, como se viven y
como se manifiestan en sus miembros, son parte de un modelo interactivo que
representan un factor importante en la tendencia de consumo de las sustancias
psicoactivas.

Está de moda hablar del involucramiento de la familia dentro del proceso de


recuperación del paciente adicto a drogas, pero analicemos primero cómo la adicción
afecta la familia y posteriormente como se recupera esta. La misma forma de negación
usada por la persona adicta se puede utilizar por sus seres queridos que no se dan cuenta
que existe un problema serio. Familiares de la persona adicta a menudo sufren de una
condición conocida como “codependencia.” En muchos casos los pensamientos y las
sensaciones de esposas, hijos y hermanos son controlados por el comportamiento y las
emociones del adicto y esto causa la destrucción de la unidad familiar. Los miembros de
la familia pueden sentirse responsables por el problema, ya que puede darles esperanza
equivocada que ellos pueden “curar” a su ser querido.

La codependencia se revela en muchas formas. La adicción puede hacer que la familia


oculte el problema, quizás no permitiendo a visitantes en el hogar o prohibiendo
discusiones sobre la enfermedad entre miembros de la familia. Cuando la persona adicta
está intoxicada, los familiares pueden intentar proteger a su ser querido diciéndole al
jefe de la persona adicta que el adicto no puede ir a trabajar ese día porque está
enfermo/a cuando en realidad está intoxicado/a. Otro problema relacionado a la
codependencia se presenta cuando un miembro de la familia intenta controlar el
comportamiento del adicto, ocupando su tiempo libre, de tal modo atentando impedir
que él o ella beban alcohol o usen drogas.

La codependencia se caracteriza por un sentido de urgencia por el control de la conducta


de otros, especialmente hacia el adicto. Por esto una de las primeras metas a trabajar en
la recuperación de la familia, es el desarrollo del desprendimiento emocional. Este
desprendimiento se hace a través del cambio de formas de pensar y de actuar que vienen
con la recuperación.

El codependiente se desprende de su obsesión por el control, y de los patrones de


conducta compulsivos, que le causan dolor.

Desprendimiento no es desentendimiento, sino más bien la vía más razonable para


enfrentar el problema de la adicción. Nadie que este “enganchado” en una dinámica de
codependencia, puede ayudar a un adicto a recuperarse. La adicción daña las relaciones
familiares, haciendo muy difícil la expresión del amor sano. El desprendimiento
emocional habilita al codependiente para poder ejercer y brindar el amor que él siente
por el adicto. A la misma vez que le permite establecer límites sanos con claridad y
firmeza.

La reeducación de la familia en el proceso de rehabilitación de los trastornos adictivos


debe dirigirse primeramente a identificar alteraciones que derivan en importantes
aspectos de disfuncionalidad. Uno de los problemas más serios que deben enfrentar son
las intensas y frecuentes manipulaciones que reciben del adicto. Por otra parte se
distorsionan los sentimientos del grupo generándose en algunos sobreprotección, rabia,
angustia, temor todo lo cual favorece en uno o varios miembros del grupo del fenómeno
de la codependencia que ha sido descrito por diversos autores.

Es importante remarcar que: la familia organizada y bajo la guía de un profesional


entrenado, puede convertirse en una herramienta de intervención sumamente valiosa
para romper la negación del adicto. Sin embargo es necesario para poder iniciar ese
proceso que los miembros estén dispuestos a iniciar y mantener su propia recuperación
personal como codependientes.

Es común que después de que un adicto entra en un centro de rehabilitación y es


visitado por la familia se mencionen frases como: “Me tratan mal”, “No me dan
comida”, “Me piden hacer aseo y cocinar”, “Me roban las cosas”, “Esto no es para mí”,
“Yo no estoy tan enfermo como para quedarme”, “Ya es suficiente, aprendí la lección”,
“Pierdo el tiempo”.

Los familiares deben identificar diferentes formas y situaciones de manipulación a las


que estaban sometidos por los consumidores. Esta identificación incluye a la
manipulación que se genera en el período de adicción previo al ingreso al tratamiento,
permitiendo evitar un importante porcentaje de abandonos; este cambio de actitud es
que la persona adicta enfrente las consecuencias de sus actos y perciba que no tiene la
opción de seguir manipulando a la familia.

Para poder lograr el desprendimiento sano, es necesario trabajar intensamente en la


recuperación de la codependencia. Es una capacidad que llega a lo largo del tiempo.

La manipulación es uno de los síntomas y conductas más característicos del paciente


adicto; y consiste en despertar en el interlocutor (por lo general un familiar, un amigo,
compañeros de trabajo o incluso el terapeuta), emociones de protección, lástima o
comprensión que lo lleven a obtener su deseo de mantenerse en el consumo y evitar las
consecuencias de sus actos sin asumir las responsabilidades que ello implica.

Es importante para la familia analizar de los sentimientos y emociones en torno al


familiar. Un factor importante en la reeducación de los familiares es preocuparse de las
emociones y afectos que les genera el familiar. Diferentes emociones entre las que
destacan: Pena, lástima, dolor, tristeza, rabia, culpa, desconfianza y temor. En esta etapa
se manifiestan emociones y sentimientos que son comunes a la mayoría de las familias:
confusión y ansiedad, temor al juicio social y familiar, sensación de fracaso como
padres o como pareja y temor a enfrentar los problemas dejándolos al equipo clínico o a
los profesionales a cargo.

Los familiares deben aprender y generar conductas orientadas a que la responsabilidad


de mantener la abstinencia es del familiar recuperado, que la institución y los terapeutas
sabrán enfrentar el problema y que los familiares deberán mantener una firme actitud de
que en caso de una recaída el residente debe volver al proceso. Se le llama Amor Duro
al tipo de afecto que es más apropiado y útil en las relaciones con adictos que están
usando. Como familiares a veces el cariño puede evitar que pongamos límites
adecuados para protegernos o para evitar colaborar con la conducta adictiva. Sin
embargo el amor de la familia combinado de manera balanceada, con la firmeza
necesaria para establecer límites saludables, es una herramienta vital en el proceso de
convivir con un adicto activo.

La terapia familiar puede ser de utilidad, pero a veces su uso se restringe a etapas
específicas de la recuperación de cada familia. No es una buena idea tener sesiones de
terapia familiar con el adicto, si este adicto no está en proceso de recuperación. Por otro
lado en la recuperación intermedia del adicto, muchas veces es necesario terapia de
pareja para ayudar a sanar la relación impactada por la adicción.

Los Grupos de Autoayuda, basados en los Doce Pasos, para familias o para
codependientes son de suma utilidad en el tratamiento de los familiares del adicto.

Proveen de soporte emocional a través de una red de contactos en recuperación


alrededor del mundo entero.

Muchas veces los familiares no se animan a asistir si el adicto no está en recuperación,


porque no le encuentran sentido; sin embargo los beneficios potenciales para el
codependiente son tantos, que es una muy buena idea asistir, independientemente de la
actitud del adicto.

Los codependientes en recuperación también pueden sufrir recaídas en su proceso de


recuperación.

Muchas veces la recaída viene porque el adicto finalmente está mejor, y ya el


codependiente deja de cuidar su recuperación personal. Otras veces las recaídas vienen
como producto del desánimo que resulta de una recaída del adicto. De todos modos el
codependiente es responsable por su propia recuperación y no de la recuperación del
adicto. Una recaída no debe ser interpretada como fracaso total, sino que debemos
aprender de ella y retomar el proceso de recuperación lo antes posible.

Después de todo lo expuesto, no cabe duda: La familia es un elemento vital y clave de


recuperación del adicto y de la familia en sí.

RECUPERACIÓN DE LA FAMILIA DE UNA ADICTO

Al igual que el adicto puede recuperarse y vivir una nueva vida, libre de adicciones y con una
mejor calidad de vida, la familia tiene derecho y necesidad de recuperase.
La mayoría de las veces es primero un familiar el que toma conciencia del problema y da los
primeros pasos en búsqueda de ayuda.
Al principio el codependiente esta tan obsesionado con ayudar a su adicto, que necesita apoyo
para poder enfocarse en sí mismo y comenzar su proceso de recuperación.
Pronto será evidente para el codependiente, que sólo puede ayudar, si él mismo esta en
recuperación, pues esta enfermedad afecta a toda la familia.

TERAPIA INDIVIDUAL Y DE FAMILIA

La consejería individual puede ser de ayuda en las primeras etapas del tratamiento como una
forma de lograr expresar los sentimientos, recibir apoyo emocional, elaborar una estrategia de
intervención y comenzar la recuperación individual del codependiente.
La terapia de familia puede ser de utilidad, pero a veces su uso se restringe a etapas específicas
de la recuperación de cada familia. No es una buena idea tener sesiones de terapia familiar con el
adicto si este adicto no está en proceso de recuperación. Por otro lado en la recuperación
intermedia del adicto, muchas veces es necesario terapia de pareja para ayudar a sanar la relación
impactada por la adicción.
 GRUPOS DE AUTOAYUDA
Los grupos de autoayuda, basados en los Doce Pasos, para familias o para
codependientes son de suma utilidad en el tratamiento de los familiares del adicto.
Proveen de soporte emocional a través de una red de contactos en recuperación alrededor
del mundo entero. Muchas veces los familiares no se animan a asistir si el adicto no está
en recuperación, porque no le encuentran sentido; sin embargo los beneficios potenciales
para el codependiente son tantos, que es una muy buena idea asistir, independientemente
de la actitud del adicto.
Algunos de los grupos de autoayuda mas conocidos son:

1.- Familias Anónimas


2.- Codependientes Anónimos
3.- Al-Anon y Alateen
4.- Nar-Anon
5.- Hijos Adultos de Alcohólicos

Cada uno de estos grupos tienen su propia literatura y llevan a cabo reuniones que pueden
ser de ayuda para los codependientes interesados en recuperarse.

 DESPRENDIMIENTO EMOCIONAL
La codependencia se caracteriza por un sentido de urgencia por el control de la conducta
de otros, especialmente hacia el adicto. Por esto una de las primeras metas a trabajar en la
recuperación de la familia, es el desarrollo del desprendimiento emocional. Este
desprendimiento se hace a través del cambio de formas de pensar y de actuar que vienen
con la recuperación. El codependiente se desprende de su obsesión por el control, y de los
patrones de conducta compulsivos, que le causan dolor.
Desprendimiento no es desentendimiento, sino más bien la vía más razonable para
enfrentar el problema de la adicción. Nadie que este "enganchado" en una dinámica de
codependencia, puede ayudar a un adicto a recupeparse. La adicción daña las relaciones
famliares, haciendo muy difícil la expresión del amor sano. El desprendimiento
emocional habilita al codependiente para poder ejercer y brindar el amor que el siente por
el adicto. A la misma vez que le permite establecer límites sanos con claridad y firmeza.
Para poder lograr el desprendimiento sano, es necesario trabajar intensamente en la
recuperación de la codependencia. Es una capacidad que llega a lo largo del tiempo.

 AMOR DURO

Se le llama amor duro al tipo de afecto que es más apropiado y útil en las relaciones con adictos
que están usando. Como familiares a veces el cariño puede evitar que pongamos límites
adecuados para protegernos o para evitar colaborar con la conducta adictiva. Sin embargo el
amor de la familia combinado de manera balanceada, con la firmeza necesaria para establecer
límites saludables, es una herramienta vital en el proceso de convivir con un adicto activo.

 INTERVENCIÓN FAMILIAR

La familia organizada y bajo la guía de un profesional entrenado, puede convertirse en una


herramienta de intervención sumamente valiosa para romper la negación del adicto. Sin embargo
es necesario para poder iniciar ese proceso que los miembros estén dispuestos a iniciar y
mantener su propia recuperación personal como codependientes. Usted puede aprender más
sobre el proceso de intervención familiar en esa sección.

 RECAÍDAS
Los codependientes en recuperación también pueden sufrir recaídas en su proceso de
recuperación. Muchas veces la recaída viene porque el adicto finalmente está mejor, y ya
el codependiente deja de cuidar su recuperación personal. Otras veces las recaídas vienen
como producto del desánimo que resulta de una recaída del adicto. De todos modos el
codependiente es responsable por su propia recuperación y no de la recuperación del
adicto.
Una recaída no debe ser interpretada como fracaso total, sino que debemos aprender de
ella y retomar el proceso de recuperación lo antes posible.

La recuperación de la familia del adicto es necesaria para poder sanar de manera integral todo el
daño producido por la adicción en el sistema familiar.

BIBLIOGRAFÍA:

http://www.adicciones.org/familia/interv_familiar.html

http://www.conadic.salud.gob.mx/pdfs/cecas/qro/anud43_adicto.pdf

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