Es el concepto (pensamiento filosófico y/o ciencia) que tiene un objeto de estudio y
éste es la moral. Por lo tanto, la ética es una ciencia normativa, conocida como deontología o teoría de los deberes. Normativa, porque los actos a los cuales se refiere, en tanto que son actos conscientes, libres y voluntarios, se remiten necesariamente a ciertas normas generales que tienen como base al valor.(Torres, 2014) Es la moral reflexionada. En el doble sentido del enunciado: es la reflexión que se hace la moral misma, y la reflexión que se hace sobre la moral. La ética, en este sentido, es dar cuenta de la razón de lo que se hace-se entiende que en la moral-, diciendo por qué hacemos y asumiendo nuestra responsabilidad sobre lo hecho. También se trata la ética filosófica, en que se identifica en cambio con la teoría moral, y en el ámbito universitario con la filosofía moral. (Bilbeny, 2012) La ética es la práctica de reflexionar sobre lo que vamos a hacer y los motivos por los que vamos a hacerlo. Hay una serie de aspectos en la vida donde no se nos permite razonar ni dar nuestra opinión: no depende de nosotros tener corazón, hacer la digestión, respirar oxígeno… Son actividades que me vienen impuestas por la naturaleza, por el código genético, por el diseño de la especie. Los hombres no son omnipotentes, no les ha sido dado el poder de hacer y deshacer a voluntad.(Savater, 2012)
Aunque todos reflexionamos sobre cuestiones morales, cuando menos en forma
rudimentaria e inconsciente, el filósofo pone en cuestión los contenidos de la moral, para analizar a qué responden, en qué circunstancias y condiciones materiales emergieron, cuáles son sus fines. Por ello es usual decir que el objeto de estudio de la ética es la moral. De igual forma se puede referir a la ética llamándola “teoría moral”. En términos más sencillos, la ética es la reflexión y sistematización filosófica sobre la moral.