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[1.1] Introducción
1
TEMA
Funcionalidad Auditiva para Hablar, Escribir y Aprender Idiomas
Ideas clave
1.1. Introducción
1. Pabellón de la oreja
2. Concha
3. Pina
4. Conducto auditiva externo
5. Hueso
6. Tímpano
7. Conducto de Eustaquio
8. Ventana redonda
9. Ventana oval
10. Coclea
11. Nervio coclear
12. Nervio vestíbular
13. Martillo
14. Yunque
15. Estribo
La mayor parte de las personas, en una u otra ocasión, se han formulado a sí mismas la
siguiente pregunta: «Si tuviera que escoger entre quedarme ciego o sordo, ¿qué elegiría?»
Ciertamente, ninguna de las alternativas es atractiva, pero ¿qué contestarías a esta
pregunta? La idea de vivir en un mundo de oscuridad, incapacitados para ver la belleza
del mundo que nos rodea, es una idea deprimente; también lo es la de vivir en un mundo
de silencio, incapacitados para oír, hablar a otras personas o, más importante para
muchos de nosotros, para disfrutar de la música.
Espero que nunca tengas que enfrentarte con cualquiera de estas posibilidades; pero, en
lo que a mí compete, pensar en ellas me ha llevado a comprender que cualquier respuesta
a la pregunta «¿qué sentido es más importante?» ha de basarse en criterios
completamente personales y no tendrá por qué ser compartida por otras personas.
Si bien es fácil hablar sobre cómo entra la luz en el ojo y estimula a conos y bastones, el
estímulo sonoro debe pasar a través de una complicada cadena de estructuras antes de
alcanzar los receptores de la escucha. Comienzo describiendo las propiedades del
estímulo sonoro y analizando lo que acontece desde que entra en el oído hasta que llega a
los receptores ubicados en la parte más profunda.
El mecanismo por el que transmite las vibraciones es sencillo, cuando la membrana del
altavoz empuja hacia fuera, mueve las moléculas de aire que están a su alrededor y
cuando vuelve a su posición original, se crea un espacio vacío al que retorna el aire. De
esta manera se produce el movimiento de las moléculas en el espacio y la formación de la
onda sonora.
Cuando este patrón de compresión del aire y su posterior descompresión se repite varias
veces por segundo, crea lo que se llama patrón de presiones altas y bajas. Su
constitución se asemeja a las ondulaciones que se forman en un estanque de agua cuando
se tira una piedra. A estas ondas que se desplazan en todas direcciones se les denomina
onda sonora.
Onda sonora es el nombre que se da a los cambios en la presión del aire. Las
diferentes características del sonido, y más concretamente el tono y la sonoridad,
dependen de las cualidades de sus ondas sonoras.
Tono puro
1Los tonos puros no son frecuentes en nuestro entorno cotidiano, pero se emplean en las consultas
para estudiar los mecanismos básicos de la escucha.
El oscilador nos permite realizar ajustes para lograr que la membrana vibre con la
amplitud que deseemos.
Frecuencia
El cambio sinusoidal en la presión del aire da lugar a un tono puro. Cado uno de estos
estímulos sonoros suele describirse indicando su frecuencia en unidades herzios (Hz),
en las que un herzio es igual a un ciclo por segundo2.
La siguiente pregunta que nos planteamos es ¿Cómo el sistema nervioso puede captar
estos cambios de presiones en el aire? ¿Cómo transforma las vibraciones en impulso
nervioso? ¿Quién realiza estas transformaciones? El oído es el órgano sensorial
encargado de realizar este trabajo.
El sonido pasa a través del oído externo por el canal timpánico, los huesecillos del oído
medio y llega al oído interno. En su parte más profunda existe una subestructura con
2 Por tanto, un tono de 1.000 herzios es un tono puro cuyo ciclo se repite 1.000 veces por segundo.
forma de caracol llamada cóclea, que está llena de líquido y contiene unos receptores a
los que se denomina células ciliares.
Células ciliares
Estas células, mostradas en la figura, contienen pequeñas estructuras llamadas cilios, que
se doblan cuando vibra el líquido existente en el interior de la cóclea.
El doblamiento de los cilios genera señales eléctricas que se envían al cerebro a través
del nervio auditivo.
Vamos a estudiar el mecanismo por el que los cambios de presiones en el aire llegan a
producir estimulación nerviosa que recoge el nervio auditivo y es interpretada en el
cerebro.
Oído externo
otra para que nuestro cerebro interprete de qué lado procede la fuente sonora. También
es un sentido de supervivencia ya que cuando dormimos, no se desconecta y nos
mantiene en todo momento en contacto con el entorno. Un solo ruido fuera de lo
habitual hace que nos despertemos sobresaltados.
Para que las ondas sonoras lleguen al interior del oído deben pasar a través del oído
externo, formado por la oreja y el canal auditivo. Las orejas realizan la función de
recoger las ondas y dirigirlas hacia el conducto.
Oído externo
Relación del canal Es necesario explorar el conducto auditivo por si hubiera tapones o
auditivo con el pequeños objetos que los niños se introducen en los oídos. Si hay algún
aprendizaje tipo de obstrucción, la audición estará afectada en su proceso inicial.
Oído medio
A partir de la membrana timpánica, que se encuentra al final del canal auditivo externo,
comienza el oído medio.
La membrana timpánica, situada al final del conducto auditivo externo, empuja el hueso
martillo y transmite la vibración aérea.
Después de estudiar el importante papel que juega el oído medio en la transmisión del
sonido, ya que permite aumentar la señal acústica, es obvio entender que problemas en
esta estructura pueden generar muchas dificultades de audición.
En el colegio, niños con dificultades de audición también necesitarán colocarse cerca del
profesor o llevar un amplificador de sonido para entender correctamente. Esto lo
veremos con más detenimiento.
Oído interno
Una vez que las vibraciones aéreas son transformadas en vibraciones mecánicas van a
sufrir su siguiente cambio: pasar a vibraciones líquidas.
El estribo golpea la ventana oval que comunica con la Cóclea. Esta estructura está situada
dentro del hueso mastoides y está enrollada en forma de caracol, formando 2,3 / 4 giros y
llena de líquido. Aquí se sitúa el órgano sensorial.
1. El canal vestibular.
2. El canal timpánico.
3. El canal coclear que contiene una gran estructura que recibe el nombre de órgano
de Corti.
El órgano de Corti
Las células ciliares tienen un cuerpo celular y una fibra nerviosa, igual que
las diferentes células nerviosas.
Los pequeños cilios4 (o pelos) que poseen estas células, situados sobre el cuerpo
celular, son los que al moverse provocan el inicio del impulso nervioso. Estudiemos un
poco más en profundidad su mecanismo. Comenzamos en la ventana oval que es
empujada por el estribo.
Por fin, desde el inicio de nuestro largo recorrido iniciado en el pabellón auditivo
externo, hemos alcanzado la vibración de la membrana tectorial que empuja los cilios
doblándolos e inician la descarga eléctrica que recoge el nervio auditivo.
Este empuje, que mueve hacia abajo la membrana tectorial, va seguido de un tirón que
produce el efecto contrario y hace que la membrana se mueva hacia arriba. El tirón
mencionado se produce cuando el estribo tira hacia atrás de la ventana oval, lo que
reduce la presión en el canal vestibular.
4Los cilios son el destino de las vibraciones que hemos seguido a través del oído: al doblarse generan
señales eléctricas que se transmiten por la fibra nerviosa de la célula ciliar en dirección al cerebro, vía
nervio auditivo.
La visión
Es direccional. Solo vemos 180º por delante de nuestra cara, no vemos por detrás
de nosotros a no ser que giremos la cabeza, y para realizar tal movimiento
tendremos que haber oído algo que nos indique la necesidad del movimiento.
Se interrumpe durante el sueño. Se puede descansar.
La audición
Es multidireccional, al estar las orejas a ambos lados de la cabeza nos da los 360º
de campo auditivo y ayuda al ojo para que se dirija hacia la fuente del sonido.
Es continua lo que mantiene al hombre en contacto con su entorno. Tiene
funciones de exploración y de alerta. Cuando estamos dormidos la audición no se
interrumpe, de manera, que si oímos un sonido extraño será suficiente para
hacernos despertar.
De forma que un ciego puede servirse de la audición y un sordo de la visión. Y sin llegar a
los extremos, nosotros podemos escuchar con atención una sinfonía o leer un libro.
Este carácter de reciprocidad sensorial entre la vista y el oído fue destacado por
J.D.Harris (1950) y un estudio de Myklebust y Brutten (1953) relativo a los efectos de la
sordera temprana, indica que ésta conlleva igualmente alteraciones de la visión5.
Así, por ejemplo, según recuerda Myklebust, es el caso del niño esquizofrénico, quien
hace del olfato su sentido-guía, no comiendo ni manipulando nada que previamente no
haya sido olfateado.
5Se han analizado varios síndromes en los que la deficiencia auditiva se acompañaba, entre otras, de
deficiencias visuales como cataratas o retinitis pigmentosa. Tales síndromes no son frecuentes. En
cambio, sí se dan problemas visuales en mayor proporción entre la población deficiente auditiva que
en la normoyente, lo que supone un dato de la mayor importancia en las personas que, privadas de la
audición, dependen fundamentalmente de la visión como sentido-guía.
Uno de los primeros estudios sobre la visión en niños sordos, fue realizado por K. Braly (1937) sobre
una muestra de 422 alumnos pertenecientes a un colegio, entre 5 y 21 años de edad. A partir de las
hipótesis de que la causa de la sordera puede igualmente afectar a la visión, y tras la aplicación del
test de Agudeza Visual de Snellen, obtuvo un 38% de defecto visual en el grupo estudiado, porcentaje
considerablemente mayor del que se encuentra entre la población oyente.
Cuando uno de los sentidos no es funcional o las informaciones que suministra son
mínimas, cabe preguntarse qué ocurre con los demás sentidos. Según Colin (1978)
pueden derivarse, a priori, tres consecuencias:
Que los sentidos intactos suplan de algún modo las funciones del sentido o
2 sentidos afectados: teoría de la compensación.
Que no exista repercusión alguna entre el sentido afectado los demás sentidos
3
intactos, ni favorable, ni desfavorable: teoría de la indiferencia.
Con frecuencia, la causa que produce una lesión o déficit en un órgano sensorial puede
afectar otros órganos o estructuras, originando una plurideficiencia o un síndrome
determinado.
6 En el caso del olfato, tienen una conocida importancia las feromonas respecto de los insectos y de
ciertos vertebrados. En el hombre, Wiener las llama mensajeros químicos externos, por considerar
que el término “olores” se presta a confusión (Davis, 1971).
Pues bien, la experiencia con ciertos niños sordos profundos algunos con lesión neurológica
asociada, sin lenguaje verbal y apenas sin lenguaje mímico-gestual, indica un mayor uso del olfato de
lo que, en principio, pudiéramos pensar, lo cual indica lógicamente, un máximo aprovechamiento de
los restantes sentidos intactos para orientarse en el ambiente que les rodea y atenuar, de algún
modo, el aislamiento y la incomunicación en la que se encuentran (Ortí, Fortich y Villalba, 1985).
7No siendo estimuladas simultáneamente todas las vías sensoriales, la interpretación específica de
una determinada experiencia sensorial se realiza en base a lo aprendido por el conjunto de las
distintas experiencias sensitivas.
En otros casos, sin llegar a esa marcada deficiencia, se observa una mayor incidencia de
percepción deficitaria en un sentido entre quienes ya padecen una pérdida en otro.
Aunque esta teoría se basa en una serie de hechos comprobados no puede decirse que
tenga un carácter general.
Igualmente, en este caso, tal interpretación nos deja sin confirmación empírica.
La conclusión a la que llega Colin (1978) es que ante una deficiencia concreta, el individuo
afectado utiliza al máximo sus capacidades sensoriales restantes para darle un significado
a las informaciones que recibe y poderlas utilizar como paso previo a la acción.
La persona que tiene una deficiencia auditiva, por ejemplo, tiene la forzosa necesidad de
compensar su pérdida guiándose a través de la vista. Lejos de teorías, el desarrollo de la
función visual es explicado, por alguien que se ha visto en tal necesidad por problemas
auditivos, en estos términos (Pinedo Peydró, 1981):
8 Los hechos demuestran lo contrario de esta hipótesis. Si como en lo analizado antes, se dan más
problemas visuales entre los sordos que entre los normoyentes. Hayes encuentra inferioridad de los
ciegos respecto de los videntes, en las pruebas audiométricas y en las de localización de los sonidos.
9 Los resultados obtenidos en los procesos de percepción y memoria, así como, en las capacidades
eidéticas de los deficientes auditivos, no avalan en absoluto esta interpretación.
“El sentido de la vista, que es el que principalmente utiliza (el no oyente), va superándose,
el campo visual se amplía en sus límites; así, mirando de frente, logra percibir cada vez
con mayor facilidad y sin desviar su mirada, las imágenes laterales y cualquier alteración
que se registre en los planos frontales más alejados. Sorprende movimientos fugaces,
irrupciones y desapariciones imprevistas aun de objetos pequeños, en que a veces no
repararía un observador oyente… basta una simple sombra de una fracción de segundo,
un muy leve cambio de la intensidad de una luz, un destello o un brillo fugaz, para que
funcione automáticamente una especie de señal de alarma en el cerebro del sordo…, mira
por debajo de la puerta de la casa y deduce por las sombras, si se acercan una o más
personas. Deducirá de la reacción de la fisionomía de las personas presentes, si alguien ha
gritado o elevado la voz, si se ha caído un objeto… o incluso podrá localizar la situación
del mismo, siguiendo la dirección de las miradas o movimientos instintivos”.
Pasos
En esta presentación en flash podemos recordar las partes del oído, identificar cada una de
las partes en una imagen, nombrar las funciones de cada una de las partes del oído y, por
último, reflexionar sobre las consecuencias del buen funcionamiento para el rendimiento.
TEMA 1 – Pasos
Funcionalidad Auditiva para Hablar, Escribir y Aprender Idiomas
Caso
Eduardo tiene 7 años. Su profesor ha notado desde hace tiempo que no responde
cuando está muy concentrado en las tareas de clase. Dice mucho: “¿qué?”. No le gusta
estar en sitios con mucho ruido y en el patio se sitúa apartado del resto de los
compañeros.
Sus padres creen que solo escucha cuando quiere. Le tachan de vago y de que pone
poco interés en el colegio. Le gusta mucho jugar con el ordenador y le castigan
constantemente prohibiéndole hacer lo que más le gusta.
Observaciones del profesor. El profesor nota que dice mucho “¿qué?”, o simplemente
no dice nada, pero parece un poco perdido, como si pensara en otras cosas.
Habla más alto de lo normal y no pronuncia bien la “R”.
No presenta problemas de comportamiento.
La lectura es lenta no presentando una buena entonación.
TEMA 1 – Caso
Funcionalidad Auditiva para Hablar, Escribir y Aprender Idiomas
1. Discriminación auditiva.
2. Recepción auditiva, comprensión verbal.
3. Asociación auditiva.
TEMA 1 – Caso
Funcionalidad Auditiva para Hablar, Escribir y Aprender Idiomas
4. Memoria auditiva.
5. Mezcla de sonidos.
Además se tuvo el apoyo necesario de los padres que le obligaron a escuchar la música
propuesta todos los días. Cuando se fueron los fines de semana, se aseguraron de llevar
un aparato de música para que el niño no perdiera la estimulación diaria.
TEMA 1 – Caso
Funcionalidad Auditiva para Hablar, Escribir y Aprender Idiomas
En la clase el niño parece otro. Atiende en el aula y entiende mejor los conceptos. No le
molestan tanto los ruidos y participa activamente en las actividades del recreo.
TEMA 1 – Caso
Funcionalidad Auditiva para Hablar, Escribir y Aprender Idiomas
+ Información
Lecciones magistrales
María Carmen García Castellón nos explica, en este primer tema, los mecanismos básicos
de la audición. Después de abordar el funcionamiento del oído, veremos las distintas
partes del mismo, qué es un tapón de cerumen y un drenaje.
A fondo
TEMA 1 – + Información
Funcionalidad Auditiva para Hablar, Escribir y Aprender Idiomas
Actividades
Orientaciones metodológicas
Análisis de resultados
TEMA 1 – Actividades
Funcionalidad Auditiva para Hablar, Escribir y Aprender Idiomas
Competencias básicas
Competencias generales
TEMA 1 – Actividades
Funcionalidad Auditiva para Hablar, Escribir y Aprender Idiomas
Informar y asesorar a las familias acerca del proceso neuropsicológico auditivo del
aprendizaje y orientar de forma personal, en función de la situación y las necesidades
de cada estudiante.
Competencias transversales
Conocer y utilizar las pruebas de evaluación auditiva para poder seleccionar los
alumnos que presenten dificultades de audición que puedan estar interfiriendo de
forma negativa en los aprendizajes escolares.
Adquirir las competencias necesarias para reconocer las disfunciones del lenguaje
derivadas de dificultades en los procesos de discriminación auditiva.
TEMA 1 – Actividades
Funcionalidad Auditiva para Hablar, Escribir y Aprender Idiomas
Observar a los alumnos desde una perspectiva más general en la que se incluyan
diferentes procesos neuropsicológicos auditivos implicados en el aprendizaje de otras
lenguas.
Contar con las estrategias necesarias para detectar una dificultad auditiva y poder
derivar al alumno al profesional más indicado, además de saber orientar a los padres y
educadores.
Competencias específicas:
TEMA 1 – Actividades
Funcionalidad Auditiva para Hablar, Escribir y Aprender Idiomas
Test
TEMA 1 – Test
Funcionalidad Auditiva para Hablar, Escribir y Aprender Idiomas
9. ¿Qué teoría defiende que los sentidos intactos suplen, de algún modo, las funciones
de los sentidos afectados?
A. Teoría de la compensación.
B. Teoría del contagio.
C. Teoría de la indiferencia.
10. Todos los sentidos funcionan a través de un proceso integrador conocido por el
nombre de:
A. Suplencia sensorial.
B. Percepción intersensorial.
C. Teoría de la indiferencia.
TEMA 1 – Test