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Descreme del Mercado: Esta se utiliza para lograr objetivos financieros

específicos.
Lo que se intenta es alcanzar un segmento de mercado que esté dispuesto a
pagar un precio alto por una marca específica o un producto especializado, por lo
que el precio forma parte de la estrategia de posicionamiento. Las empresas
buscan una ventaja competitiva por medio de la diferenciación o posicionando sus
productos en el segmento de calidad superior o de lujo que captan a la élite global.
Esta estrategia también se puede utilizar en la etapa de introducción del ciclo de
vida del producto cuando la capacidad de producción y la competencia son
limitadas.

Precios de Penetración: ésta busca alcanzar objetivos no financieros, pues su


propósito es fijar niveles de precios sumamente bajos para conseguir una rápida
participación en el mercado, muchas veces esto significa que el producto puede
venderse con pérdida durante un cierto período aunque la mayoría de empresas
que son nuevas exportando no puedan absorber tales pérdidas. Ésta estrategia es
eficaz cuando se lanzan nuevos productos que no son suficientemente
innovadores para poder patentizarlos, por lo que se recomienda el precio de
penetración para lograr la saturación del mercado antes de que lo competidores
copien el producto.

Precio de Productos Acompañantes: En esta estrategia tenemos un producto


que no tiene ningún valor sin otro, por lo que podemos venderlo a precios bajos o
inclusive con pérdidas si sabemos que a la larga este nos va a generar utilidades
mediante el producto que acompaña. Por ejemplo una consola de videojuegos, un
reproductor de DVD y un teléfono celular no tienen ningún valor sin un software,
películas y un plan de llamadas respectivamente. Una manera más sencilla de
entenderlo es mediante el refrán “Si ganas dinero con las hojas de afeitar, puedes
regalar el rastrillo que las sostiene”

Estrategia de precio en el mercado: Las estrategias de precio se engloban en la


asignación de recursos relacionados del marketing que realiza una empresa a la
hora de variar los precios de sus bienes o servicios. Mediante este tipo de
prácticas pertenecientes a su plan de marketing, las firmas tratan de dar una
imagen al mercado y a los clientes que pueda mantenerse y recordarse con el
tiempo.

Las estrategias de precios más comunes se basan en la fijación de precios a


diferentes niveles: menores, mayores o iguales a los precios de mercado
dependiendo de la intención inicial y la imagen que quiera trasladar. Según este
criterio, las estrategias que se pueden elegir en términos de precio son:

 Penetración: Con precios por debajo del valor de mercado con el objetivo
de crear atracción y estimular al cliente a elegir el producto. Es muy habitual
en productos de nuevo lanzamiento.
 Alineamiento: Es la forma más sencilla debido a que el bien o servicio que
entra en el mercado lo hace con un precio similar al de sus competidores y
dentro del valor que los clientes le dan.
 Selección: En esta estrategia se ofrece un producto con precio superior al
de mercado, y del cual los consumidores tienen un valor otorgado muy
superior. Los artículos de lujo o exclusivos suelen estar promocionados
mediante de este tipo de práctica de marketing.

Estrategia de precio de prestigio: Se trata de una estrategia de precios


psicológicos, que toma como referencia a la demanda con el fin de recompensar a
los clientes y aprovechar la heterogeneidad del mercado.

Todas las estrategias de precios psicológicos se fundamentan en cómo los


consumidores perciben la cuantía de los precios y en la asociación que hacen de
los mismos con las características o atributos del producto.

En concreto, la estrategia de precios de prestigio consiste en fijar precios altos que


indican calidad o estatus. Esta estrategia será efectiva siempre que el consumidor
perciba de algún modo la superioridad de tales productos, pues, no hay que olvidar
que la diferencia entre un producto y otro se encuentra en la propia mente del
consumidor y que un producto nunca estará diferenciado si los consumidores no lo
perciben como tal.

Se utiliza para joyas, perfumes, en ciertos servicios como la restauración y, en


general, en cualquier producto que quiera diferenciarse del resto de los productos
de su categoría.

La utilización de precios de prestigio es una práctica discriminatoria en sí, pues


implica dirigirse a aquellos segmentos menos sensibles al precio.

Suele ir acompañada de otras estrategias de precios, como por ejemplo la estrategia


de precios redondeados, que consiste en fijar un precio que no se aproxime por
poco a la siguiente fracción (vender a 15 euros, en lugar de a 14,99 euros).

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