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HISTORlfI DEL TOREO EN ME~ICO

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(OLU(lOtl ESPHU 1
BlIllO'tr-. nf . . .
HISTORIA
DEL

TOREO EN MEXICO
EPOCA COLONIAL
[1529 ... 1821]

POR

NICOLAS RAnqEL
De la Academia Mexicana de la Historia

MEXICO
Imp. manuel León Sánchez
miset'icot'dia 7
192"
Propiedad ásegurada conforme a
la l..e1,l.
SIGLO XVI
[1529-1600]

Principios de la afición taurlna,-Pretextos de las 'C orridas dUlJante la


Colonia,-Los Toros de S,an, Hipólito.-Los Juegos de Cañas,-Mantas, púas
y libreas,--Cosos en la Plaza del M.a.rqués,-Primera Ganadería,

[1 11 ONDAS raíces tiene en nuestro país la afición a la'


Corridas de Toros, puesto qu e, desde qu e pudo con-
tarse con ganado bravo, las Temporadas en que se
verificaban fueron muy fre cuentes, o por lo menos
anuales, pues cada entrada de nuevo Virrey, los días
de San Hipólito y de Santiago, la jura de un nuevo monarca, el
parto feliz de la reina, las bodas de los rey es, la canonización de
algún santo, los onomásticos de los príncipes, virreyes o virreinas,
un tratado de paz o la noticia de hab er llegado sin nov edad la
Flota, eran motivos más que suficientrs pal'a que los t l'anquilos
vasallos el el R ey de España se cntrcga J'all al viri l pjcl'c it io el e .Ju e-
gos de Cañas, Sorti;jas y Alcaneías, y a alanceal' 1'cses bJ'u \' as~ ante
una multitud entusiasmada; diversiones a la s euales 110 eran 1' ,, -
hacios a concurrir el Virrey, el Arzobispo, los Oidores, el Cabildo
Eclesiástico, el Ayuntamiento, los Ofi ciales R.eales, los gra ves Do c-

50Go
6 N1COLAS HANGEL

tores Universitarios y los torvos Inquisidores. Además, a esta fies-


ta del valor y la destreza, no podía faltar el bello sexo, represen-
tado por la Virreina y su séquito, las esposas de los Oidores y las
damas de la nobleza con su servidumbre. Palcos regiamente enga-
lanados contenían a tan selecta concurrencia.
El .e spíritu caballeresco de los conquistadores implantó bien
pronto en las Colonias nuevamente incorporadas a la Corona de
Ca!s tilla, las pintorescas diversiones heredadas de· los romanos y
de los moros; alcanzando en México un auge extraordinario, de-
bido principalmente a la enorme riqueza de su suelo, a las nume-
rosas y feraces dehesas de reses bravas y al entusiasmo de la no-
bleza mexicana por estos varoniles entretenimientos, que fueron
estimulados con el ejemplo de los virreyes de la Nueva España.
, 'En aquellas re-
motas épocas,-co-
mo dice muy bien
un escritor taurino
-no había cierta-
mente lidiadores de
profesión, ni el ar-
te de matar se ha-
bía delineado si.
quiera en sus fun-
damentales princi-
pios técnicos y es-
téticos, y si el es-
pectáculo taurino
en t usí a smaba y
arrebataba los
aplausos de la mul-
titud, era por la
Desembarco de los Conquistadores en Veracruz.
(Códice Florentino del P. Sahagun.) misma razón que
en los circos y an-
fiteatros romanos, ésto es, porque en las luchas contra las fieras
se demostraba el valor, la pujanza y la habilidad de los esforzados
campeones y gladiadores que en ellos tomaban parte y se lucían
ante las clamas y seÍloras ch' la Corte." .
No había arte taurino en aquellas lidias, pero sí mucha destre-
za para evitar las peligrosas cornadas de los toros, pues ni siquie-
1I1STORIA DEL TOREO EN MEXICO 7

ra, como en la Edad Media, ejercitaban los caballeros tan peligro-


so deporte armados de punta eh blanco, sino con vistosas y ricas
vestiduras, hechas para lucir, pero no para defender.
Al pisar playas mexicanas los conquistadores, trajeron en sus
na ves ganado bovino, lanar y porcino; pero, indudablemente que
estos animales sirvieron, únicamente, para la alimentación cuoti-
diana de los aventureros, ,s in que trajesen aún ganado para for-
mar y poblar, como lo hicieron más tarde, extensas dehesas de
ganado bovino.
La primera Corrida de Toros se verificó en México el 13 de
agosto de 1529,' no obstante que desde un' año antes se había inten-
tado . .se comprende que solamente hasta entonces pudiera haber-
se realizado, ya que las reses que ordinariamente se corrían, eran
de seis a nueve años. Por curioso transladamos íntegro el manda-
miento que instituyó de manera oficial esta diversión.
"Miércoles 11 de agosto de 1529 años.-Estando juntos en Ca-
bildo el Muy Magnífico Señor Nuño de Guzmán, Presidente de
esta Nueva España por su Magestad, e los Muy Nobles Señores
Francisco Berdug'o e Andrés de Barrios, alcaldes, e el Doctor Ho-
jeda, e Bernardino ' Basquez de Tapia, e Antonio Serrano de Car-
dona, e Gonzalo . Ruyz, e Lope Samaniego, regidores, e luego vi-
nieron al dicho Cabildo el Comendador Pro año e Pedro de Sá-
mano,
"Los dichos señores ordenaron e mandaron que, de aquí en
adelante', todos los años por h'onra de la fiesta de Señor Sant Hj-
pólito, en cuyo día se ganó esta cibdad, se corran siete toros, e
que ,de aquellos se maten dos y se den por amor de Dios a los Mo-
nasterios e Hospitales; y que la víspera de dicha fiesta se saque
el Pendón de esta cibdad de la Gasa de Oabildo, y que se lleve
con toda la gente que pudiere ir acompañándole hasta la Iglesia
de Sant Hipólito ..... "
Con muy pocas interrupciones, esta fiesta se solemnizó hasta la
consumación de la Independencia, tomando parte para amenizar-
la, trompetas y atabales contratados en Texcoco, y más tarde mi-
nistriles venidos de las Antillas o de E~pélñ(l,
' Para conmemorar la Pa~ entre Francia y Castilla, él ,Cabildo
dispusó el 31 de diciembre de ' 15~9, que se hicierall " alegrj,asde
juegos de cañas 'y tórós " y que se encargarían "de los toros e re-
gocijo el alguazil li1.ayol' é doctor Hojeda e G<mza16 lVlexia." El
8 NICOLAS RANGEL

30 de mayo de 1530, el Cabildo acordó" que por cuanto ha tenido


nuevas como ha nacido infante en España y es bien que la cibdad
ltaga alegrías, mandaron quc sc prcgonc que cada lUlO alimpie
!;US pertenencias para el segundo elía ue Pascua <ltte se han de co-
rrer toros y jugar cañas; y mandaron que nadie no saque lanza
ni espada para los toros so pena que pierda las armas, ni púas de
garroCihas con espigas, so pena que pague el toro el que tirare con
garrocha que tenga espiga; y que la cibdad les dará garrochas. Y
ordenaron al mayordomo que mandara hacer tres pesos de púas
para garrochar los toros." No obstante estas disposiciones, tuvie-
ron que pagar a Juan de Salcedo, quince pesos de oro de tepuz-
que, valor de un toro que le mataron.
Los toros que se lidiaban en las fiestas durante los dos prime-
ros siglos coloniales, eran proporcionados por los que tenían re-
matadas las carnicerías de esta Oapital. Desde 1535, fué costumbre
festejar a los virreyes que llegaban, con tres días de Corridas;
debiendo el obligado de las carnicerías pre,v enir 100 toros buenos
y encerrarlos en toriles diferentes, debiendo ser, precisamente, de
las ganaderías de Peredo y de los Salcedos; costumbre añeja fué
también, que en las fiestas de septiembre hubiera dos toros embo-
lados y que se diera un premio al que diera la mejor lanzada.
Para estas fiestas se ponía un volador en medio de la Plaza Mayor
y trompetas y atabales saludaban la entrada de las cuadrillas.
El Juego de Cañas comenzó a verificarse en el año de 1537, en
cuyo año dispuso el Ayuntamiento que se dieran a los que juga-
ran, toldillos (l c géneros ele la tierra para li.breas, sobrepasando en
suntuosida(l aíio por a íio, }¡n~1 a ll egar a ser verdaderamente re-
gias estas divcrsion es, por ]0 ri co de los ropajes que 118a1'On los
caballeros q11 C en ellas tomaron parte'.
En 1538 y para ,c elebrar la Paz de Aguas-Muertas entre los
Reyes de España y de Francia, hubo en México grandes fiestas or-
ganizadas por el Virrey Mendoza y Hernán Cortés, que consistie-
ro-n en Juegos de Cañas, mascaradas graciosas y lides de toros.
Dice- un cronista que, "pal~a fin y remate de los fest ejos dc aquel
día, se soltaron toros bravas para lidiados--allí mismo, fungiendo
Il-"e. toreadores los' YCilceclores -y- los "encielos qne . habían figurado
I

cono,=tanto; éxito,:-en la '- ,¡ no tomada Plaza' de Rodas" .. '.. ,:. -, y


nadie ,se 'cansaba de· aquel1asn estas, -tanto qUe hubo ,al ter'cero día
nuevas Corridas -de' TÚl'osy :Jueg:os :de Cañas' -'.
11 LSTOHIA DEL TOREO E~ MEXICO 9

En acuerdo del Cabildo del día últilllo del aiío de 1541, dispú-
Rose que, por · hlaberse Dios servido de dar victoria al Virrey Mell-
doza sobre los sublevados de Mochiltic, era bien que la ciudad se
regocijase, tomando los regidores que fueran electos para el año
siguiente, un puesto en el Juego de Cañas; y que los obligados de
las carnicerías, pues que e.ran obligados, trajeran una docena de
toros que fueran buenos, so pena de diez pesos de 01'0 de mÍlÚtí;
por cada uno de los dichos toros que faltare. Y mandaron al ma-
yorool1loque comprara las mantas necesarias que le dijeran los
alcaldes y las hiciera teñir todas de colorado.
Quedó instituída como fiesta de Ciudad, el día de Santiago, or-
denándose se corriera~l en esa fecha doce toros.
Para celebrar la fausta nueva de las Paces entre los Reyes de
España y Francia el año de 1545, compró el Ayuntamiento cinco
cargas de ropa de la tierra, del pueblo de l\'Iextitlan, para que se
hicieran cien libreas para los caballeros que deberían tomar parte
en los Juegos de Toros y Cañas. Y para la fiesta de San H~pólito ,
cien mantas de Cuernavaca, tiñendo la mitad de colorado y blanco
y la otra mitad de colorado y a~ml.
El lugar en que se construía el Coso para la lidia ele toros, fué
la antigua Plazuela del Marqués, plazuela que comprendía el es-
pacio entre las calles de las Escalerillas, Empedradillo y Semina-
rio y gran parte del que ocupa la Catedral. Respecto a este úl-
timo lugar, el Arzobispo Montúfar escribía al Consejo de Indias:
al finalizar el año de 1554: "También hay c~erta diferencia sonrt~
el suelo que está ya bendito, que nos quieren quitar un pedazo pa-
ra cori.'er toi'os; y parece cosa indecente, estando ya bendito pro-
fanarlo; donde muchas veces los toros matan indios como bestias .
• • • • " &Indios toreadores o peones de lidia ? sin duda que las do s
cosas se rían estos indígenas, pues un poco más tarde los encontra-
r emos no sólo como toreros~ 8 1110 como ma estros en el art e de sor-
tear reses bravas.
Frente al Monte de Piedad estaba el corral .de lo s toros; y sir-
vieudo de techo o resguardo de las bestias, había un portal que
en las fiesta s era ocup,a do por el Ayuntamiento y . las personas in~
yitaclas. En este pottal se colo caban, fgua lmellte, los trompeteros
y atabalel'os que iban a tañer en ]a TIes ta. En su lugar diremos
otros sitios que ocuparon las Plaza s ele 'roros. ~-a por su lllayo]' am -
plitud, ü bien para ~efja]arlos como deFie~ta~ · Reale ~ .
:0 NICOLAS RANG}jL

EJ conquistador, Lic~ Juan Gutiérrez Altamirano, primo d e


Herlláll Cortés, había obtenido de éste; como repartimiento, el
pueblo de Calimaya con sus sujetos; y con otras estancias que ha-
bía adquirido en el valle de Toluca, llegó a formal" la hermosa Ha-
cienda de Ateneo, llamada así por ser el nombre del pueblo más
inm ediato. Para poblar sus est ancia s eon gallado bovino, lanar y

Plano a ntigu o de la Ciudad, del segund o ter cio elel


Siglo XVI.

caballar, hizo tra er de las .A ntillas y de E spaña, los mejores ejem-


plares que entonces. llabía, importando de Navarra doce pares de
toros y va cas seleccionados que sirvieron ele pie veterano a la
magnífica ganadería que ha llegado a nuestros días. Y de tal ma-
nera :s,e. , p.l~opag.ó el ganac1o,que' :e11 .1554 se quejaron los indios..d.e
los. :)3erjuiciO'squeles·causaba ,el de Altamirano, yendo . el Virrey
Velasco, el primero, ti practicar una vista de ojos, que dió por
resultado, obligar al ganadero a cer car sus estancias, a fin de evi-
t.ar los (( gran.desda:ijos. que recibían en .sus. tierras,. y sementeras
JIIS1'ORL\ DEL TonEO EN :C\ l EXIC'O 11

r h ac iendas; y q u e 11 0 osaba la brar, ni sal ir d e s us tasas, P0l'CJ Ll ('


los toros los corrían y mataban . .. . " Par a esta, fecha hab ía e n e l
ya Il e de rr olnca, sesen ta estancias con m ás de ciento cill cl1c n la m il
cabe zas de ganado yacuno y caba ll ar.
II.

El Virrey Don Luis de Velasco, lindo hombre de a cabaUo, cazador y


tautófilo.-Los sábados de Chapultepec.-Carreras, Encierros y Comilonas.-
Toros en Yucatán y Campeche.

[1) ERMOSAS e1l


grado sumo
fueron 1 a s
fiesta~ . ~ u.e
por 1l1lClatI-
va del Ex celentísimo Se-
ñor Vü'rey Don Luis de
Velasco , se celebl'al'on en
mayo de 1;-);35, con moti-
vo de habel' comunicado
la Real Aud iencia de Li-
ma, la grata noti cia de
ha b e r sido derrotado
Fl~anc is co Hernández Gi·
rón, el cual se había l'e-
belado contra su Majes-
tad. Disp uso que hubiese
Corrid as de Toros y Jue-
gos de Cañas; y qu c él
L1 aría los t oros y tomaría El Virrey c10n Luis de V ela sco) el prilll Cl" o.
un a Cuadl'illa, la que se-
ría yesticla por sn cuenta.
Era la primera Y CZ qne el Yiere:' (l e ~ILC\"(l ESp<llí<1 pi S<1 ha la
14 NI C OLAS RANGEL

arena del COSO; pero no hay que extl'aüarlo, toda vez 'q ue fué este
célebre mandatario el que más impulsó en México la cría del ga-
nado equino, siendo personalmente uno de los mejores · caballistas
que hubo en el país en aquella época; y fué indudablemente, quien
reformó la montura qu e trajeron Jos españoles y que entonces se
usaba en la Península, creando nu estra silla vaquera y freno me-
xicano; porque existe una merced del Virrey Don Martín EnrÍ-
quez de Almansa, hecha a dos casiques, para que pudieran andar
a caballo con silla y freno "de los llamados Luis de V,elasco." Res-
pecto a su afición a la cetrería, a la cinegética, a la equitación y a
los Toros, dice Juan Suárez de Peralta, uno de los principales jó-
venes de su tiempo, en ;;us Noticias históricas de la Nueva España:
"Tenía muy principal caza de volatería de todos vuelos y sus
cazadores asalariados; y yo le conocí cazador mayor que tenía
dos mn ducados de r enta y principal hombre, que se llamaba
Alonso de Nava; tenía caza de arcabuces, y cuando ~alía a Cha-
pultepec o a otras partes, le daba el arcabuz puesto a punto para
que tirase el tiro que le parecía, y este era un hijodalgo de muy
' buen talle y habilísimo, que este fué el mejor cazador que se co-
noció haber en aquella tierra y aún creo en España (llamábase
Pedro Romero); tenía su buey para las ánsares y grullas; tenía
la mejor caballeriza ne caballos que ha' tenido príncipe" porque los
tuvo los mejores del mundo y mUllchos y muy liberal en darlos a
quien le parecía. El era muy lindo hombre de' a caballo, jugaba las
cañas con que honraba la ciudad, que yo conocí caballeros, andar
cuando sabían que el Virrey había de jugar cañas, echando mil
terceros para que los metiesen en el regocijo; y el ql}.e entrab.a, le
parecía teller un hábjto en los pechos según quedaba honrado.
Mercader, ni por pienso había de entrar en tales regocijos, aunque
los había de muncho caudal y de muy honrado tr.ato, y tenían los
mejores o de los buenos caballos que había, y ricos jaeces. Hacían
de estas fi estas de ochenta de a caballo, ya digo, de lo mejor de 1a
tierra, diez en cada cuadrilla. Jaec es y bozal es de plata 110 hay en
el mundo como allí hay hoy día.
"Toros no se encerraban menos de setenta y ochenta toros, que
los traían de los chichimeca!", escojidos, bravísimos que lo son a
causa de que debe de hab er toro flue ti ene veinte afios y no ha
visto hombre, que son los cimarrones, pues costaban mucho estos
toros y tenian cuidarlo de los voh'cr a sns fluer encias, de donde
HISTORIA DEL TOREO EK MEXICO 15

los traían, si no eran muertos en aquel día ú otros: e11 el campo


no había más, pue.g la carne a los perros. Hoy día se hace aSÍ, creo
yo, porque es tanto el ganado que hay, que no se mira en pagarlo;
y yo he visto, los días de fiesta, que son domingos y de guarcfur,
tener muchos oficiales, alanos (perro cruzado de dogo y mastina ),
que los hay en cantidad, por su pasatiempo salir a los ejidos a
perrear toros, y no saber cuyos son ni procurarlo, sino el primero
que :v en a aquel le echan los perros hasta hacerlo pedazos, y así
le dejan sin pagarle ni aun saber cuyo es, ni se lo piden: y esto es
muy ordinario en la ciudad de México y aún en toda la tierra.
"Volviendo al buen caballero Don Luis de Velasco, el primero,
él tenía la más principal casa que señor la tuvo, y gastó mUcho en
honrar la tierra. Tenía de costumbre todos los sábados ir al cam-
po, a Ohapultepec, que es un bo,sque que está figurado atrás y
allí tenía de ordinario media docena de toros bravÍsimos: hizo
donde se corriesen (un toril muy lindo): íbase allí acompañado
de todos los principales de la ciudad, que irían con él cien hombres
de a caballo, y a todos y a los criados les daba de comer; y el
plato que hacía aquel día, era banquete; y esto hizo llasta que
murió. Vivián todos contentos con él, que no se trataba de otra
cosa sino de reogocijos y fiestas, y las que lo eran de guardar, sa-
lía él en su caballo a la jineta, a la carrera, y allí la corrían los
caballeros; y era de manera que el caballo que la corría d elante de
él aquellos días, solo y la pasaba, claro, era de precio; y aSÍ, todos
no trataban de otra cosa sino de criar sus caballos y regalarlos
para el domingo, que el Virrey ]e "iese coner, y tener sus adere-
zos muy limpios. El los veía pasar su carrera; y eran tantos, que
con ir temprano faltaba tiempo; y era la prisa de ir a la carrera~
que llegaban cinco o seis al puesto, uno tras de otro; y pretales
ele cascabeles todos los llevaban de sus casas, los lllOZOS por la
prisa: en verdad que cre o, de ordinario los t{ue la corrían pasca-
da eran más de cincuenta. Tanta era la gente que iba , que no d e-
jaban correr los caballos, ni aun pasar, sino era atropellándola;
ni bastaban alguaciles, que iban con el Virrey, a apartarla. De
allí .se iba :el Virrey. a ·s u :c·as;l, llenas. las ealles d~ hombres de a
caballo, y~ él , e.ll las · qu e. :le parecía ,·: llamaba a su . cab~llerjzo y(~·o ­
!Tía con él un par de pareja s; y esto }¡lac'Ía por no enjemlT"¡.¡r I:n-
vidia en los caballeros, si era su compañero uno y otl'o 110 ; Y usa-
ba .de este, término. para ..no agr:avial' a l1adie. COD eRto los tenía a
lü NICOLAS R, ANG:EL

todos muy contelltos y no pen~aba en lllás de sus caballos y al-


cones, y en cómo dar gusto al Virrey y ellos en honrar su ciudad
con estas fiestas y regocijos."
Para la Cuadrilla que ~e tocó sacar al Ayuntamiento en esta
fiesta , se aderezaron cuarenta y cinco libreas de mantas de la
tierra, pintadas con los colores acostumbrados y con la cenefa de
abajo de los colores de la Ciudad, que el'an verde y colorado. Se
mandó traer competente número de yaras para el juego de cañas
y se aderezaron mil con púas para los toros. Al año siguiente
y con motivo de nuevas Paces entre España y Francia, el virrey
Velasco yolvió a justar con una Cuadrilla y con otra el Ayuntrt-
miento.
En rl Cabildo ele !J de abril de 1557, presentó el rresorero Mu-
llilljpa 1 dos cartas; una del Emperador Carlos V y otra del PrÍn-
cipe Don Felipe, por las que se mandaba que se jurara, tuviera y
obedeciera a Don Felipe como Rey de España y de las Indias.
Como era la primera Jura, que se celebraba en M,éxico, las fie s-
tas fueron animadísimas, arrojando al pueblo gran cantidad de
dinero y corriéndose al día siguiente un buen número de toros.
Aun se conserva en nuestros días el nombre de jura, al acto de
arrojar dinero ,a las multitudes, cualquiera que sea el motivo de
la fiesta.
No solamente en esta capital sino hasta en las más apartadas
regiones de la Nueva España, habíase cultivado el deporte de li-
diar reses bravas, como en la gobernación de Yucatán, donde era
frecuent e, a juzgar por la carta que el Doctor Don Diego
de Quijada, alcalde de Mérida, remitió al Rey Felipe II, fechada
el 15 de marzo de 1563, y en la que le dá cuenta de las diferencias
con el Obispo de aquella diócesis )' de otros varios asuntos.
e e Cerca de esta ciudad, dice, y en los ejidos de ella, y junto a

la Villa de V;alladolid y de San Franci.sco .de Campeche, sc han


juntado cantidad de indios naborias vagabundos, y que por no
tributar, se han salido de sus pueblos, y otros que han venido de
M.éxico y de otras partes, y han hecho allí sus casas, y tienen pue-
blos forn1:ados, y eligen alcald es ~T rcgidores en cada año.. y tienen
toda policía y concierto de república; helos querido .tasar. yen·
eomenc1ar o ponerlos e11 cabeza de Vuesa Majestad, y los religio-
:;os me han ido a la mano, diciendo que estos no son obligados a
tril;>utar, p.or haber sido,nabodas qu~ · hall . servido a españoles, .y
HISTORIA DEL TOREO EN illEXI CO 17

porque cuando hay fiesta, enrraman las Iglesias y hacen las ba-
rreras y talanqueras para los TorJs, y limpian las calles y plazas."
Qué prueba más fehaci ent e de que en aquella lejana r egión del
país comenzaron desde remotos tiempos las Corrida s ele Toros. No
menos interesante es la noticia del origen de algun os el e los pue-
blos del Estado d e Yucatán, que a no dudarl o, son de proceden-
cia nahoa o de otra s tribus.
lII.

Fiestas a la llegada de Don Gastón de Per,a lta.-Las Corridas de agosto


de 1577.-Toril, Cambiador de suertes y Toros despuntllidos.

1111VA'
B
L recibirse en México la noticia de la llcg,a da de Don
Gastón de Peralta , Marqués de Falces, que venía co-
mo Virrey, una alegría indecible embargó el ánimo
de los cuitados habitantes de Nueva España, d espu és
de los dÍ,a s de terror causados por la fracasada cons-
piración del Marqués d el Valle. TenÍanse noticias anticipadas d e
la prudencia y rectitud del nu evo mandatario, y esto hizo qu e se
preparasen en su honor, gr,a ndes festejos d e Torneos, ,Juegos d e
Cañas y Corridas de Toros, celebrándose tod os ellos en la Plaza
Mayor de la ciudad. Dispuso el Ayunta.miento qu e se comprara ]a
cantidad necesaria de ropa y mantas ,d e Campeche para do scien-
tos hombres de a caballo; que se les dieran marlotas pintadas d e
azul y naranjado para que con ellas sali eran al Call1p,'Ü, así como
lanzas y adargas y los demás aderezos qu e parecier e a lO/j Cua c1ri-
lleros; y que se hiciera un palio de 01'0 y plata, con goteras d e lo
mism o y flecos d e oro, plata y seda co lorada , las varas d or adas ~.
tinco escudo s con las Armas d e la Ciudad, uno mayor en med io y
cuatro más chicos en la parte de afuera , rrambi éll se ordenó se les
di era a los señores Justicia y R egidores, di ez ~ ' seis l' OpélS r oza-
gantes de ra so carmesí, fOl'rada s d e tafetán blanco en t odas las
part es necesal'ia s; ma s 110 enc ontrándo se es to s gé ner os el! ca nti-
dad s uficient e~ se dispuso que se confeccional'ClI1 con ter ciop elo
carmesí; además d os ropas fran cesas d e raso de otro color . fO l'J'a -
das d e tafetán, para el E sc riban o d el Ayunttlll1iento ~. el l\ra~'()]' ­
c10HlO de ]a Ciudad ; dos r opas fran cesHs: ('0 11 sa ." os (h· ti:lfdilll H'I'-
20 NICOLAS RANGEL

de, para los l\faceros; y yestidos de paño azul y amarillo, de la


tierra, para cuatro atambores y los pífanos que hubo. Para el Jue-
go de Cañas se organizaron ocho Cuadrillas a cargo de los Alcal-
des de la Ciudad. Los ochenta caballeros que tomaron p.arte en
él, ostentaron libreas de tafetán de diversos colores, capellares y
albornoces con rapacejos de seda, todo ·ello a costa de la Oiudac1; y
de cuenta de los Cuadrilleros: mangas, c.aperuzas, banderillas pa-
ra las lanzas y bandas para las adargas.
Muy interesantes son los datos encontrados, respecto a las
Corridas de Toros verificadas en agosto de 1577. Juntos en el Ca-
bildo el Corregidor, Alcaldes y Regidores, trataron del" orden que
se ha de tener en lo de traer y poner los toros que se han de co-
rrer por las fiestas de San llipólito, patrón de la Ciudad, y de la
que se ha de hacer en la Plaza para dicho regocijo. " y luego se
acordó lo siguiente:
"Este día cometieron al señor Gerónimo de Bustamante que
vea los toros que se han de correr por dicha fiesta, y los escoja
que sean veinte y cuatro, y haga las diligencias que convengan
para que estén guardados para dicho día. Y luego se cometió al
señor Gerónimo López que a costa de los Propios se haga un Co·
rral en la Plaza, con la puerta levadiza, y todo bien hecho; y ha-
ga de hacer tablados, los que convengan , y acuerde y solicite con
su Excelencia que la mande reparar; y que los pueblos que sue-
len hacer tablados y traer sus trompetas, mande que vengan con
sus armas y estandartes, y los aderecen como se ha hecho los años
que ha habido toros en esta Ciudad ·en semejantes fiestas: y todo
lo que se haga, plaza y aderezo de ella y corral para los toros, se
comete al señor Gerónimo López; y los reparta el señor Gerónimo
López por el orden que le pareciere.
"Otro si: se cometió al dicho GerÓnimo . de Bustamant.e, que
demás de ver y escoj er los toros y hacer las diligencias que le está
cometido, se le comete que los ha de encerrar y sacar a la plaza
por su orden, y quitarlos cuando le pareciere para sacar otros; y
le dé el Mayordomo para esto y lo demás que fuere menester.
, 'Otro si: mandaron que el M;ayordomo haga hacer mil púas
para ·el dicho regocijo; y haga traer mil varas para garrochas y
otras mil para el juego, a cost.a de la Ciudad, para que se repartan
a los caballeros 'que han de jugar.
"Cometióse la guarda de la plaza para que no entren en ella,
HISTORIA DEL TOREO El\" MEXI CO 21

la una puerta al señor Corregidor, y la otra al señor Alcalde Diego


de Ordáz; 'Y si hubiere más puertas, al señor Alguacil Mayor; y
que todos los Alguaciles menores andarán en la dicha plaza en
guarda de ella, y mas los que fuere menester."
,Con tales noticias puede un o ünaginarse el hermoso asp edo (1l1e
presentaría el Circo taurino, dado el lujo de que en aquellos bu e-
nos tiempos se hacía derroch e para adornar los palcos d e las pri-
meras autoridades y de la no·b leza mexicana, con ricos tapices
flamencos y de damasco y h ermosas alcatifas; y los típicos y yis-
tososestandartes de plumería y adorno s propios de los indígenas.
Sábese, igualmente,que ya para entonces se construía Toril con la
compuerta respectiva; que había Oambiador de suertes y que l os
toros eran despuntados, pues al año siguiente ordenó que el Co-
rregidor comprara veinte toros "y los mandara aserrar por la or-
den del año pasado". Aun cuando en el primer mandamiento elel
Cabildo de 1529 se dice que se matarían dos toros y se darían a
los Hospitales y a los pobres, no se sacrificaban en ]a lidia, sino
fuera de ella, toda vez que los Cosos construidos p,a ra el efecto ,
tenían puertas de entrada y de salida, como más claramente se
verá adelante.
Para las Oorridas de 1582, se acordó en el Ayuntamiento que
el obligado de las carnicerías trajera veintic.u atro toros , que ence-
rraría a su costa y que conforme fueran llegando, los en cerrara
en el corral de Chapultepec y que fueran de los más bravos. Al
Obrero Mayor se le encomendó la reparación del Corral de los to-
ros y el palco para la Oiudad. Se dispuso también, qu e en ese año
y los venideros, entraran a la Plaza los cabal1 eros que tomaran
parte en la fiesta, a las cuatro de la tarde; y cerradas las entradas
se soltaran dos toros, "para que los caballeros Regidor es y los
demás que fueren de juego, se entret engan con ellos; y d e est e
entretenimiento haya de ser una hora ; y pasado este con ciert o,
en sus puestos jueguen las Cañas: y esto se guarde ."

~,',',',',',',',',',',',',',',',',',','," ,w,
La entrada del Virrey :M,a.rqués de V'Üla Manrique.:--i&sca.ramuza., Arco
triunfal y palio.-Las Ninfas y Monteros del Clérigo Ballarino.-La Enca.-
misada del ~ñor Arzobispo.-Toros y Cañas.-Las Corrid·a,c:; y el Tercer Con-
cilio mexicano.-Primer Coso en el Volador.

1II1 L ~ta. do económico de la. Nueva ~spañ. a a la llegada


del Virrey Don Alvaro M.anóque d e Zúñiga , Marqués
de Vüla-Manrique, era asaz bonancible, por el descu-
brimiento . y expl,otación de ricas minas, la inten-
sificación de la agricultura y el adelanto de la in-
dustria. La Nao de China descargaba periódicamente en ~-\capulco,
sus ricas mercaderías de sedas y porcelanas, y los comercialltes
flamencos abastecían el mercado con valiosas pinturas; finos ta-
pices y delicados encajes de Malinas y de Brujas. El Regidor Die-
go tie Ochandiano decía en esa época que Méxi co era" Ulla ciudad
tan principal, cabeza de reino tan extendido y rico, tan poblado y
adornado de tantos y tan gTandes y tan suntuosos edificios, que
no hay ninguna de las Provincias sugetas a Su Magestad que se
le aventaje; y tan abundante de telas d e oro y plata, terciopelos,
damascos y otras sedas, y de pinturas en tablas, e imágenes de
gran primor con que de ordinario se cuelgan las calles en la s pro-
cesiones y fiestas que se ofrecen. " Dado el refinamiento a que ha-
bían llegado los habitantes de la Colonia, el recibimiento he cho
al Marqués d e Villa-Mallrique fué muy suntuoso.
Tan pronto como se supo en esta ciudad la llegada de la Flota
en que venía el nuevo g'obernante, se dispuso que dos d e los Re-
gidores pasaran a Veracruz, a besar las manos a su Excelencia, a
nombre del Ayuntamiento, preparándose entre tanto las f estivi·
dades conque se le agasajaría.
NICOLAS RANGEL

Acordóse que, como princlplO de las fiestas, se hiciera una Es-


caramuza en los llanos de la Villa de Guadalupe, vistiendo, los ca-
balleros que tomaran parte en ella, marlotas y caperuzas de tafe-
tán de la Chin-a, principiando dicha Escaramuza con una Inven-
ción que le fué encomendada al clérigo Baltazar de Ballarino
(Portero Mayor del Concilio Mexicano que a la sazón se verifica-
ba,) el cual se comprometió a sacar cuatro Ninfas a caballo, ri-
camente vestidas' y aderez,a das, con gualdrapas de tafetán y da-
masquillo, muy doradas y galanas; además doce Monteros vestidos
de tafetán de colores, con arcos y ballestas; y que los vestidos
serían de doradillos de guarnición, de dos 'dedos (J más. Estos
Monteros acompaÍíarían a las Ninfas~ las que deberían llevar mu-
chas y muy' ricas joyas, e irían cantando, y recitarían una com-
posición en prosa que 'compondría el mismo Balla:r;ino~
Se levantó un Arco triunfal en la esquina ' de Santo Domingo,
donde fué recibido el Virrey por la Ciudad, dándole la bienvenida
el Corregidor y entregándole la simbólica llave dorada, e,n bande-
ja de plata repujada. Desde ese lugar, su Excelencia \fué condu-
cido bajo palío de telas de oro y plata" goteras de tela carmesí,
flecaduras y alamares de plata, y 'varas doradas. Los ropajes de
los Regidores seconiponían de ropón ,d e terciopelo carmesí', forra-
do d,e raso blanco de China, prensadas las delariteras y mangas;
calzas de raso blanco, prensadas, conespiguiHa y forros de seda ,
,de China, enc~rnada y oro; medias de seda blancas; jubón hecho
de cUero, con faldilla ' y brahón de raso blanco de Castill,á, con es-
pIguilla blanca y pasado; zapatos de ,terciopelo blanco, acuchilla- ,
dos y cairelados; gorras de terciopelo ne'gro, con toquillas del
mismo color, con cuatro plumas coloradas y ' planeas y con tres ..ai-
rOlfes en ellas. A los porteros que 11evaronlasMasas, se le& dieron
trajes de damasco carmesí y gorras de terciopelo col~rado. '
Para la entrada del Marqués de Villa-Manrique, el Ayuntam~en­
to comprÓ el-mejor caballo que se encontró en la ciudad, el cual
se aderezó con silla de terciopelo negro, gu~rnecid.a de oro, estri-
bos y freno de plata sobredorada,. terlís -de terciopelo carmesí fo-
rrado de raso blanco , de Ohina, cori '~í:i~zón y belloton~s de oro y
almar.
Los Regidores encargados de la formaciÓn de la Plaz'a para las
Corridas de Toros y Juego de Cañas, la hicieron amplia y bien dis-
puesta, con los anda~ios correspondientes y los dos Toriles, el de
HISTORIA DEL TOR.EO E~ ~IEXI C O

entrada y el de salida. Así mismo los Ta blados para el Virrey y


lo :; Tribuna] es y un o ' esp a cioso y primoro sament e adorJlado para
la Virreina, su séquito y las esposas de los Oidores, Hegidol'es, Ofi-
ciales Reales y la nobleza. Doce Cuadrillas dirigidas por el Oorre-
gidor y Regidores (entre éstos Don Luis de Velasco, hijo del se-
gundo Virrey y un poco más tarde, Virrey de Nneya España y del
Perú) , justaron en estas memorables fiestas.
Al día siguiente de la llegada del Marqués, tuvo verificativo
una Encamisada dispuesta por el Virrey saliente, Excelentísimo e
Ilustrísimo Señor Arzobispo Don Pedro Moya de Contreras, quien
ordenó que se torearan "novülos con bolas de alquitrán en sus
cuernos y cohetes." En acatamiento a esta orden del 'q ue , además
de Arzobispo-Virrey era Inquisidor General y Visitador de Nue-
va España, la Encamisad-a se efectuó en la noche, repartiendo a
cada uno de los señores Consejales, veinte hachas de cera de Chi-
na y de Campeche, de a cuatro libras cada una; éstos a su vez
repartieron diez y seis entre los hombres de su Cuadrilla, colocaJl-
do las cuatro restantes en las ventanas de sus casas. A las siete
de la noch e estuvier,on congregados en los Portales Grandes de la
Plaza Mayor, Capitanes y Cuadrillas. Previamente se encerraron
doce novillos bravos, a los cuales les pusieron en los cuernos otros
cuernos postizos formados con velas muy grandes e hilo d e hi erro
embetunado con pez, estopa, resina y alquitrán, de manera qu e
hicieron lnucha llama ; y así, encendidos, se soltaron uno aUllO:
con lo que se solazó granq.emente la inmensa concurrencia que pre-
senció tan original espectáculo. En toda la Plaza Mayor, el Pala-
cio Virreinal y en la azotea de las Casas Consistoriales, se coloca-
ron luminarias de ocote, que duraron desde la oración hasta la s
nueve de la noche.
Tal fué el suntuoso re cibimiento que México hizo al Excelentí-
simo Señol' Don Alvaro Manrique ele Zúñiga, Marqués d e Villa-
lVIaprique, el año de gracia de 1585.
y mientras se preparaban y tenían verificatiyo estos fastuosos
festivales , estaba reunido en esta capital el Tercer Concilio Mex i-
cano, célebre en los anales eclesiá~h c os de nuestro país ,: Concilio
convo cado por el Virrey Arzobispo y en el que encontramos en el
I.ábro 30., Tít-.üo 50., un Oanon que prohibe a los cl érigos co n cll-
1'1'ir a las Corridas de Toros, y que a la letra dice :
"El Sr. Pío V. de feliz m e J1lMi;:t. qu e co mpr el1rli 6 to da 1(1 im-
26 XI CO LA S RAXGEL

portancia y urgente ne cesidad qu e había de evitar la muerte de


muchos así como las heridas y otros diversos males que se origi-
naban ,d el espectáculo o diversión de Toro SI, expidió un moltu
propio, en cuya virtud mandó a lo s príncipes y repúblicas, bajo
pena de ex comunión latae sententiae,que no consintiesen tuvie-
sen lugar semejante espectáculos en sus respectivos estados, pro-
hibiendo bajo pena de excomunión que concurriesen a ellas los
clérigos regulares o seculares, orc1enados' in sacris, o que gozaran
de beneficio eclesiástico.
" Después el Sr. Greyorio XIII, de feliz memoria, los permitió
en su breve apostólico, bajo las condiciones 'd e 'que no se verifi-
quen en día feriad.o , y de que los gobernad.ores y l.os magistrados
cuiden con toda diligencia, en cuanto dependa de sus atribuciones,'
de que no resulte muerte alguna por esta causa; pero también sus-
pendió las cen suras y penas establecidas contra las personas se-
culares y los individuos de órdenes militares, que no están orde-
nados in sacris. Por lo cual este Concili.o reprendiendo la c.onducta
que algunos clérigos observan en esta materia, de conformidad con
lo que previene la constitución pontificia que se ha citado, esta-
blece y manda, que ningún clérigo ordenado in sacris o beneficia-
do, concurra a la diversión de Toros bajo las penas decretadas en
las letras apostólicas, y se proceda contra los infractores cuando
se presente la ocasión de c.orregir este vicio por medio de la imp.o--
sición de p enas muchos más severas. "
En las eruditas notas que a este Canon hizo el R . P. Basilio
Arrillaga, encontramos mencionad.o un Breve de Clemente VIII,
en 'q ue se quitó la pena de excomunión, aun con respect.o a los
l'lér,igos de orden sacra, y agrega que la práctica que se seguía
en México para las llamadas fi estas reale's, era que concurriesen
el Cabildo Metropolitan.o , el de la Colegiata de Guadalupe, el Tri-
bunal de la Inquisición (cubiert.o con celosías verdes) y el Claus-
tro de Doctores de la Universidad, 'q ue en su mayor parte se for-
maba de ecl esiástico,s. Termina el P. Arrillaga con estas preg'un-
tas: "& Pero, porque se hayan permitido las C.orridas de Toros, y
quitádose la pena de excomunión para los seculares y los clérigos,
se puede considerar lícita la asistencia a ese espectáculo Y ¡, .o pe-
can aunque no se excomulguen los que concurren a él? ¡, pecarán
a lo menos los clérigos? ¿ este pe cado será mortal o venial? &se
excomulgarán o pecarán los religiosos, doctores o catedráticos que
IGSTORIA DEL TOREO EN MEXICO 27

concurran con su claustro 1 ¿ o los religiosos no ordenados in sa,.


cris?" Y remite al lector que quiera agotar estas cuestiones a que
consulte a Villaroel y al P. Andrés Mendo.

Mapa de la U:udad de México a fin es del ~iglo XVI.

Por primera vez las Corridas de Toros y JuegQs de Cañas se


verificaron en la Plazuela del V oladorel año de 1586. El 'roril se
construyó en la esquina de las Calles de la Universidad y Acequia.
23 XIUOLA S RA~GEL

En este lugar, y sólo en Fiestas Reales o por disposición expresa


del Monarca, hubo Oorridas de Toros hasta principios del siglo
XIX. Los mercaderes que ocupaban ordinariamente la Plazuela
con puestos de diferentes artículos; se trasladaban a la Plazuela
del Arbol, y se levantaban Circos de madera. De los balcones del
Palacio Virreinal al palco que en el Ooso se destinaba al Virrey,
se construía, en algunas ocasiones, un p.asillo para que Su Exce-
lencia y sus invitados pasaran con toda comodidad.
La costumbre de celebrar las Corridas frente a las Casas del
Ayuntamiento fué a imitación de lo que practicaba en Sevilla la
Maestranza, la que convidaba a presenciar ·las fiestas en sus ba1-
eones a los Ministros y sugetos principales, obsequiándolos con re-
frescos, dulces y pasteles. En 1602 se construyeron frente al Pa-
lacio Municipal los Cajones del Baratillo y cesó la costumbre que
hasta allí se había observado.
V.

Alborozo al Uegar el segundo Velasco.-Replqu.e mOllstruo.- Doce ENSA-I


BANADOS en la mascarada de 108 Re¡14ores.-El simulacro de una caceria en
la Pla.za Mayor.

~
1 tuviera de mí h.L seguridad que mi.s obligaciolll'S .V
buen deseo me prometen, diera a Vuesa. Mel"'ed IH
nor.a buena de haber'se el Rey Nuestro eño}' queri-
do servirse de mí en este Gobierno, pU'es de hijo
'que tanto de ello se precia, la pud¡era justamente
recibir; y así no la puedo dar de más, de que como quien sabe con
cuántas veras de afición a e·s a Ciudad, acude a las cosas del servi -
cio de Su Magestad, procuraré yo en su Real Nombre agradecér-
selo en todas ocasiones, y las desearé de más prosperiClad que pa-
ra mí.
"Y porque de mi viaje y salud podrá hacer relaci6n el porta-
dor, que es criado mío, no me alargo.
"Guarde Dios a Vuesa Merced. Diciembre 22 de 1589.- Luis
de Velasco."
I.Ja anterior fué la cariñosa y sincera carta que Don 1.I1i8 de
Velasco mandó al Ayuntamiento de esta Capital, av isándole su
nombramiento de Virrey. Era muy joven Don I.uis Cllfl.nno vino n
México en compañía de su padre, el segundo Virrey de Nueva E.~­
paña y frecuentó las Auias universitarias COI1 la mayor parte de
los que formaban la Comuna a su venida de la Penínsul·a. Por esta
razón, se comprende el alborozo que reinaría en ]a ciudad al reci-
birse la grata noticia de ~u designaci6n para tan alto cargo. y los
preparativos que se hi cieron luego para recibirlo dignamente .
. En ·efecto. Se comisionaron dos Consejales para que inmedia-
tamente hablaran con el Provisor de la Mitra, a fin (lr qm' ~(' ft" -
XICOLAS RAXGEL

picara en la Catedral y en las demás Iglesias ele la Ciudad, desde


la oración hasta las dos de la mañana. Se mando iluminar la 'Plaza
Mayor y las Oasas Consi:o;toria.les~ lanzándose al yiento numerosos
cohetes )" luces de Bengala.
Como en la entrada del Marqués de Villa-Mallrique, hubo en
esta ocasión Arco Triunfal, Esca-ramuz,a en Guadalupe, Palio, Lla--
ve dorada, Caballo ricamente enjaezado (que trajeron de la bri-
da, el Corregidor, el Alguacil Mayo.r y los dos Alcaldes Ordina-
rios) Maceros, Atabales, Trompetas, etc.; diferenciándose los tra-
jes usados en esta vez por los Regidores, pues fueron co.nfecciona-
dos cflda uno con quince varas de terciopelo carmesí y nueve va-
ras de raso, también carmesí, para lo.s fo.rros; cueras de raso car-
mesí Co.n faldas y brahones aprensado.s y con mo.linillo del mismo
color, forrado y hecho de roan; calzas de terciopelo carmesí, de
cuchilladas angostas, con dos molinillos a los cantos, forradas las
cuchilladas con tafetán carmesí de la tierra )T boca en medio del
propio tafetán, picado; medias de seda carmesí, enteras, largas;
zapatos de terciopelo carmesí, de brazuelo canelado, con la bo.ca de
seda; go.rras de terciopelo negro al uso del día, forradas de ta-
fetán negro, con cuatro plumas carmesíes para cada gorra y dos
airones para la toquilla portuguesa.
Al día siguiente de la llegada de- Don Luis de Velasco, tuvo lu-
gar en la Plaza Mayor, previamente prepa.rada y con más aumento
de palcos _para la concurrencia, una Másoara encamisada como la
que se ofreció al Marqués de Villa-Manrique, dirigiendo cada ca-
ballero. Regidor una Cuadrilla de doce hombres ensabanados.
Pero.~ 10 que puso una nota no.vedosa a estos espléndidos fes-
tivales, fué el bosque artificial, fo.rmado en el centro de la Plaza
Mayor por los indígenas de los pueblo.s comarcano.s de esta Ca-
pital; en cuyo bosque e intrincada maleza, numeroso.s venados y
conejos fueron flechados por los indios, Co.mo en tiempos anteriores
a la Conquista. i Espectáculo maravillo.so., por la variedad y cor-
pulencia de los árboles y lo raro de las innúmeras plantas que em-
_plearon los indígenas para imitar una de nuestras selvas ameri-
canas!
El P. Francisco Baez, Rector del Colegio de la Compañía de Je-
sús se dirigió al Ayuntamiento solicitando una subvención para
verificar en honor del nuevo Virrey Do.n Luis de Velasco, una re-
presentaeiÓll a "lo divino, con justa literaria" a efecto. de demo~-
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 31

trar la vigilancia que se tenía sobre la instrucción, y el grado de


adelanto en que se encontraba el pueblo, mediante la atención que
la Ciudad había prestado a la niñez de a'q uella época. El Ayunta-
miento, atendiendo a la solicitud del 'Rector del Colegio de la Com-
pañía de Jesús, acordó favorablemente, ordenando que se exten-
diera una libranza por cuatrocientos pesos' de oro común, que se-
ría cubierta por el Mayordomo de la Ciudad.
También ordenó el propio Ayuntamiento, que Andrés Vázquez,
Obrero M.a yor, construyera el Toril como se había acostunV>rado,
cerca de donde estaba la horca.
VI.

La. a.fición taurina a fines del siglo XVI.-Toros sin cohetes a la lleg a.da.
del Conde de Monterrey.-Simulacro de Combate Naval indígena en la ~~
na.-Certamen literario y Escaramuza.-MITOTE de los indios.

1111VA.
D
1
L finalizar el siglo }\)VI, tiempo el~ .'1 ue gubernó Don
LUIS de Velasco, el segundo, la aficlOll a las CorrIdas
de Toros alcanzó un grado máximo, pues, como
su padre, era amante de esta varonil div ersión e igual-
mente de los ejercicios de e'q uitación y del juego de
pelota. Para é~te último deporte, hizo construir en uno de los pa-
tios de Palacio, un Terrero, Juego de Pelota de viento, Trinquete
y Carrera. Ordinariamente, en su tiempo se lidiaron cuarenta to-
ros en cada una de las Temporadas, que fueron muy frecuentes.
El mismo esplendor ,c on ,que fué recibido este Virrey se desple~
gó a la llegada de Don Gaspar de Zúñiga y Acebedo, Conde de
Monterrey, variando solamente ' en cuanto a que, en lugar de la
silla a :La jineta para el caballo con que fué obsequiado, se usó
silla extradiota; y no se lidieron toros con cohetes "porque no es
fiesta que conviene ni tiene ornato", decía el Ayuntamiento.
Cincuenta toros se corrieron en esta ocasión; y hubo, además
del bosque artificial, un simulacro de Combate Naval en la laguna,
a ambos lados de la Calzada de Guadalupe, concurriendo con inu-
merables canoas enrramadas y empavesadas, los indios de San
Juan, Santiago Tlaltelolco, Ixtapalapa y Xochimilco . Dificilmente
puede ahora imaginarse una fiesta semejante, por haber cambiado
tanto la topografía de aquellos lugares.
Como en la r ecepción de Don Luis de Velasco, el segundo, la
Compañía de Jesús organizó un Certamen literario, invitando a
todos los cult.ivadores de las bella s lptras a tomar pa r te en él, pa-
34 NICOLAS RANGEL

ra dar la bienvenida al Conde de Monterrey, asignando premios


en efectivo, donados por el Ayuntamiento.
Un día después del arribo del nuevo mandatario, verificóse en
Guadalupe una lucida Escaramuza en la 'que tomaron parte los
más ilustres caballeros de esta Nueva España, formando dos
Puestos.: el uno en un Castillo defendido por doce Caballeros de
Malta , vestidos con ropajes rojos y cruces blancas, y al otro com-
puesto de treinta y seis Caballeros en traje de turcos con marlo-
tas azules, que eran los que debían emboscar el Oastillo cuando
lo ordenaran los respectivos Capitanes. Se ordenó al Obrero Ma-
y.or que se encargase de la construcción de -este Castillo, que de-
bía tener capacidad para cincuenta hombres de a caballo y cin-
cuenta d e infantería, que debían estar en él desde el día anterior
a la Escaramuza, disparando a intervalos la arcabucería; debien-
do estar por la noche el mencionado Castillo iluminado al derredor
con luminarias de ocote, colocadas en lebrillos, para evitar que se
incendiara el edificio, pues este famoso Castillo levantado bajo la
dire cción del Obrero Mayor a la orilla de la laguna, fué hecho con
petates pintados imitando cantería, presentando una perspectiva
de medi o perfil, y p or esta razón se tomaron precauciones para
que no fuera destruido por el fuego de las luminarias, antes d e
que los caballeros turcos iniciaran su -ataque sobre él.
Por último, para t erminar estas fiestas se ordenó a los Intér-
pret es y Gobernadores indíg'enas, que reunieran en la Plaza Ma-
yor a todos los indios de la Provincia, para verificar un mitote,
con palos voladores y vistosa p~umeria, que comenzó de:sde las
. dos de la t arde y terminó ha sta muy entrada la noche.
SIGLO XVII
(1601-1700. )

VII.

Regidores y Caballeros en la Corridas de Toros de 1602.--'Trompe1;as y


Chirimías indias.-Primer arrendamiento de los Tablados.-Cien 1M*lOS por la
mejor lanzada en 1603.

11111 ElSPUES de las fiestas de San Hipólito, en agosto de

I 1601, siguieron las celebradas el año siguiente "por


regocijo y alegría del felicísimo parto de la Reina
nuestra Señora, y por el nacimiento de la Señora
Infanta Doña Ana ", obedeciendo a la carta que el
Rey mandó al Ayuntamiento de esta ciudad, que decía :
"EL REY. Consejo, Justicia y Regimiento de la Muy Noble
Ciudad de México de la Nueva España. A los veintidós días del
presente, cerca de las dos de la mañana, fué servido Dios de alum-
brar a la Serenísima Reina Doña Margarita, mi muy cara y amada
muj er , de una hija; y ella y la infanta quedan buenas. Porque se
deb en dar hoy muchas gracias a Su Majestad divina, de cuya ma-
no todo procede y estoy de este suceso en el contentamiento qu e
es razón, de 'q ue he querido daros aviso para que como tan leales
vasallos e interesados en ello, deis gracias a Dios, suplicándole
también tenga por bien de guardarlas y encamine tod o como más
convenga para honra y servicio suyo. Y para que hagáis en esa
ciudad las alegrías y regocijos y demostraciones que en se mej an-
tes casos se acostumbran, que en ellos seré servido .
"De Valladolid, a postrero de setiembre de mil seisc ientos uno .
-YO EL REY".
36 NICOLAS RANGEL

Leída esta carta en el Cabildo del día 8 de' junio de 1602, se co-
misionó a dos Regidores para que esa misma noche dispusieran
mucha cantidad de luminarias y veneros de ocote en las azoteas
de las Casas Consistoriales y que se pusieran sendas hachas de
cera en 10'8 corredores y ventanas del Cabildo y pipas de alqui-
trán en la Plaza Mayor; disponiendo igualmente cohetes, ruedas,
etc., como se acostumbraba en semejantes fiestas.
El 29 de julio se celebraron estos regios festivales, tomando
parte en las Corridas de Toros, en los tres días ,q ue duraron, doce
Regidores y los principales caballeros de la nobleza mexicana. Las
libreas usadas en esta ocasión fueron de tafetán de China, muy
bien doradas y plateadas, caperuzándolas lo mejor que se pudo
con terciopelo de China y mangas volantes.
Cercada la Plaza M:a yor como en anteriores años ;construídos
y adornados los Palcos para los Virreyes, Damas, Oidores, Arzo-
bispo, Universidad, Ayuntamiento, Inquisidores y Tribunales ; las
dos puertas del Coso, la de la entrada y la de salida, se las die-
ron a los naguatatos para las trompetas, sin quitarles ninguna co-
sa de las que se les habían dado en los pasados años, ordenándoles
que trajesen todas las Trompetas y Ohirimías que hubiera en
cuatro leguas a la redonda, poniendo en cada puerta un encarga-
do de cuidar que no se ausentaran los trompeteros indios y los que
tocaban las chirimías, y en cada tablado y puesto de las dichas
trompetas y chirimías se les diera una arroba de vino, diariamen-
te, no dándoselas antes, sino después de cada Corrida para evi-
tar que se emborracharan. Cuatro mil varas bien empuyadas con
- buenas púas y mil con lengüeta, fueron las que se consumieron en
las tres Corridas de esta temporada.
Por primera vez se arrendaron los Tablados construídos en la
Plaza, exceptuando 'Solamente los de las autoridades. Y fué tal la
concurrencia, y por ende la utilidad, que casi todos los gastos ero-
gados en estas solemnidades se cubrieron con esa entrada.
Al año siguiente y con motivo de la canonización de San Rai-
mundo, hubo dos días de Toro's, ofreciéndose por primera vez cien
pesos para el que mejor lanzada diere; esto, sin duda, para esti-
mular a los caballeros que se dedicaban a alancear reses bravas.

"" """""""" " """"""'~


VIII.

0inco días de Toros en honor del Marqués de Monteclaros.-DllllUna¡ción.


y Oorridasde Toros por el regreso de Don Luis de Vela,sco, eil :s eglUldo.-
Corrild as en Topia, por españoles y morenos.

111B
U
ARA la recepción del Virrey Don Juan de Mendoza
y Luna, Marqués de
Montesclaros, pocas fueron las
variantes de las anteriores recepciones; monta~do
sin embargo los gastos que se hicieron, a la respe-
table suma de treinta y cin-co mli.,l quinientos diez y
nueve pesos, cinco tomines y diez granos. Corriéronse Toros duran-
te cinco días, habiéndose pregonado que se darían premios de
cien, cincuenta y veinticinco pesos, a los que dieran las mejores
lanzadas.
Por indicación del nuevo Virrey, se representaron en la Villa
de Guadalupe dos Comedias, que se contrataron con el autor y
actor Velázquez y su compañía. Otro célebre comediante había a
la sazón en México, llamado Marco Antonio; y es curioso saber
que, sin embargo de existir en esa época un Corral ,del Comedias,
éstas se verHicaban al aire libre, en tablados construídosexpro-
feso, tanto en ocasiones como ésta, así como también en las de
Corpus. Los Toros se corrieron del 9 al 13 de diciembre de 1603.
A fines del año siguiente, el Ayuntamiento ofreció al Marqués
otras Corridas en la Plazuela del Volador; habiendo la novedad
de que un Juan López Montalván, volador, puso una maroma des-
de las Casas Reales hasta la mitad del Coso, en cuya maroma,
"volaré por ella, y haré vueltas y gentilezas en que daré mucho
gusto a Su Excelencia y a la demás gente y concurso", según re-
zaba su petición, que fué aprobada.
Gobernaha por segunda vez el Virreinato de Nueva España
38 NICOLAS RANGEL

Don Luis de Velasco, el 's egundo, con beneplácito general y apro-


bación del Rey. Este, queriendo significar el gran aprecio en que
tenía al probo y diligente mandatario, le dió el título de Marqués
de Salinas; lo que fué motivo para que el Ayuntamiento de Mé-
xico organizara espléndidas fiestas en honor del agraciado. La
Ciudad bajo de Masas fué a darle el parabién; se mandó iluminar
toda la ciudad, organizándose para el 9 de septiembre de 1609,
una Corrida de Toro'S, ofreciendo premios de cincuenta pesos pa-
ra los que se distinguieran en las suertes.
En la Misión de la serranía de Topia, en el pueblo de San Gre-
g'orio, fabricaron los indios una iglesia el añ.o de 1606; y conmo-
tivo de la primera misa que se dijo en ella, convidaron los P;a-
drés Jesuítas, a cuyo cargo estaba la Misión, a los españoles ve-
cinos de los pueblos de San Andrés y San Hipólito. Tomaron tan
a pechos los invitados el celebrar con esplendor tal acontecimien-
to, especialmente uno de ellos que poseia grandiosa fortuna, que
se presentaron en San Gregorio cincuenta españoles bien arrn.a~
dos, como acostumbraban andar en la frontera. Duraron los re-:
gocijos ocho días, los tres primeros dedicados a prácticas religio-
sas y los restantes a diversiones prof'a nas. Durante estos últimos
se representaron comedias, compuestas con mucha gracia, con mú-
sica y bastante lujo en trajes y decoraciones.
La concurrencia de indios tepehuanes, de más de treinta leguas
en contorno, fué numerosa, asistiendo, también, algunos x¡'ximes.
De día y de noche efectuaron los tepehuanes vistosos bailes, a la
usansa de eUos, sin que faltaran representaciones dramáticas eje-
cutadas por indios naborias.
Los españoles jugaron Cañas y corrieron Toros a caballo, y al-
gunos morenos, también a caballo, ejecutaron admirablemente la
suerte del capeo.
IX.

Canonización de San Ignac.io.·~incuenta toros en dos días y dos mil ga-


rrochas con púas.---To!'os de balde y Toreros de a pie.-1reinta y dos peso$
a un torero en una Temporada.

IlIIA
, •
Olmpañía de Jesús, llegada a México eu 1572, h ....
bía con~uistado bien. pronto las si~patías del pue J
blo meXIcano, extendIendo la ensenanza elemental,
y superior por todo el dilatado territor,io de la CQ-i
lonia, abriendo así nuevos horizontes a la inteleG~
tualidad de nuestro país. Tanto por esta circunstancia, como por.
haberse celebrado en Españ,a con gran suntuosidad la canonizaJ
ción de San Ignacio de Loyola, santo ibero, dispuso el Virrey que:
en México las fiestas que con el mismo motivo se dispus'i eran, fue"¡
sen muy fastuosas. A cuyo efecto, dispuso el Ayuntamiento que!
la víspera del Santo, viernes 30 de julio de 1610, 'saliera en el día~
una Máscara pública, y en la noche h\Ubieraen las Casas de Ca-:
bildo "mucha cantidad de luminarias, que nada estuviera vacío y:
muchos fuegos de lebrillos (vulgo cazuelejas) en la forma acos-'
tumbrada; y en los corredores veinticuatro hachas de cera negral '
repartidas convenientemente; y mucha cantidad de cohetes y ruedas
de lo mismo; y adelante de las Casas Consistoriales, en la Plaza, diez
y seis pipas llenas de ocote, de suerte que duraran ardiendo el
mayor tiempo posible; y en la azotea del Oabildo , se colocaran
trompetas, chirimías y atabales." rrodos los Regidores concurrie-:
ron a la fiesta del Santo, ,l ucida, galana y ricamente, con Y es tido~'
bordados y recamados, y adornos y joyas de gran valor; todos con'
botas blancas. '
Así mismo acordó el Ayuntamiento que en toda ]a Octava
del Bienaventurado San Ignacio, hubi er a Toros de balde, llándo-·
40 ~ICOLAS RANGEL

los a todas las personas que quisieran correrlos en sus calles y ba-
rrios; y 'q ue el 21 d~ agostó estuviera la Plaza M'a yor aseada y
dispuesta para correr en ella cincuenta toros en dos días, habien-
do premios para quien diere la mejor lanzada, y también premios
para Toreadores de ·a p,ié, al que mejor lo hiciera. Di'spúsose tam-
bién que se ej ecutaran carreras en la Plaza y que los caballeros,
torearan, los más que se pudiera, con lo cual se festejaría digna-
mente al Santo español.
Mandó, igualmente, el Ayuntamiento, que el Alférez, don Fran-
cisco de Solís, mandara hacer dos mÍ'! garrochas con púas 'para los
toros, y que preparara los premios, que deberían ser seis, de vein-
te y treinta pesos, para las mejores lanzadas y los que se distin-
guieran como buenos Toreadores, entregándolos a quien mandara
el señor Corregidor.

Toreros de a pie ,en la~ .d ehesas de "La Estanzuela." (De un muehle antigua.)

~' . Cada día era. mayor la afición por las Corridas de Toros, como
~e desprende de l!l anterio~ descripción ; pues no sólo se lidiaron
toros en. la Plaza Mayor, sino en muchas de las Plazuelas y Ca-
lles de la Ciudad, tomando la diversión un carácter netamente po-
J}l}.lar .. Y lo que . llama más la atención es que por primera vez se
menciona a los toreadores de pié, que de seguro eran aficionados
Q-e ,las diversas .clases sociales, porque el Mayordomo del Ayunta-
nliento pedía . a éste, que se le abonaran en cuenta treinta y dos
HISTORIA DEL TOREO EK MEXICO 41

pesos que pagó por orden de la Ciudad y mando del Conegidor, a


un hombre que toreó 'e n las fiestas que se hicieron por la nueva
de la merced que Su Majestad hizo al Virrey Marqués de Salinas.
Corroboran aun más esta afirmación, los curio'sos procesos 'q u e
la Santa Inquisición de México formó a varios mulatos, mestizos
y negros y que el curioso lector gustará en el siguiente capítulo.

1/ / / / / / / / h Y' ///////''l//////,//////~
x.
Emocio:na.nte suerte al qmebro, ejecutada. por tul mulato.~Nara.njas taU'f
róma.cas que BeCa.n la boca...-Tres Toreros mestizos guan,ajuatenses.-NegrQ
Ubre, buen Torero.-Un indio jalisciense, m~ro de torear a cab.aUo.~o~
nóstico del diablo sobre toros negros.-EI Jaripeo.-Español torero y ,p eón
de brega indigena.-Cola y EJa/pazón.

(l
0NTABANSE veniticuatro so,les del segundo mes del
año de gracia de 1604. En ese día, el suspicaz y tor-
, vo Inquisidor, Lic. Gutierre Bernardo de Quiróz, es-
taba en su audiencia de la mañana, y pareció en ella,
de su voluntad, y prometió decir verdad, un hombre
llamado Juan de Velasco, natural de la Villa de Bantaella, en el
Obispado de Córdoba, España, y al presente morador de esta ciu-
dad,en la casa de Doña Mariana de Velasco, viuda del Contador
Santotis. Manifestó que, por descargo de su conciencia, venía a de-
nunciar lo siguiente:
"Hará veinte días, dijo, que Jusepe, negro esclavo de la dicha
Doña Mariana de Velasco, le contó al declarante, en presencia de
Don Jusepe de Santotis y Don Antonio su hermano, hijos ambos
de Doña Mariana, 'q ue en la Estancia de esta señora, llamada Bue-
na Vista, que cae al Hano de Nexpa, términos de Coyuta y Ayuta,
se decía entre los vaqueros, a quienes no nombró, ,que un mulato
libre del Lic. Franco, que ignora su nombre pero cuyas señas par-
ticulares son las de ser muy alto y mal agestado, tenía tatuado al
demonio en las espaldas; y que a una india, que es su a,masia. la
maltrató mucho por haberlo contado a los demás, pues que ~os
vaqueros 10 importunaban alguna's veces, diciéndole se fuese a
nadar con ellos, con intención manifiesta de cerciorarse de la pin-
tura de dicho demonio, excusándose el mulato de ir con ellos y
44 NICOLAS RANGEL

aguardando la noche para ir solo a bañ~rse; y que era hombre el


dicho mulato, que, maneadDs fuertemente los pies, aguarda.ba a
un toro muy bravo y le metía. en los cuernos dos naranjas;) y a.i una
potranca cerril, por más corcovo s que daba, llendo a ,c aballo en
ella, le iba quitando las ,c inchas y la silla y se 'que,daba e;n pelo en
ella, sin apearse ni caer; y .que esto es lo que sabe y no otra cosa."
Con lo declarado por V elasco~ nos basta para quedar entera-
dos de que, a principios del siglo XVllI, hubo en México quien eje-
cutara la suerte al quiebro, como no se ha ejecutado posteriormen-
te, causando verdadero calosfrío la audacia y destreza del anóni-
mo torero mulato. Poner banderillas o esqu~var el cuerpo, que-
brándose, es suerte muy vistosa y de gran peligro; pero colocar
un par de naranjas en las astas del toro, raya en lo inverosímil.
Queda al criterio y consideración de los taurófilos,todo lo 'q ue se
desprende de la ,e jecución de tan arriesgada suerte.
Nada diremos de las habilidades que como ginete poseía el no-
table mulato; pues son moneda común y corriente entre nuestros
charros, tales lindezas de equitación.
Pedro Núñez de la Rosa, Familiar del Santo Oficio en Celaya,
formó un proceso a Francisco Rodríguez, M-iguel Yáñez y Juan
Alvarado, en 1614; no obstante que estos sugetos habían muerto
ya. De dicho proceso, que es voluminoso, haremos solamente un
extracto.
Francisco García, vecino de la Villa de Celaya, con habitación
en el pueblo de San Juan, jurisdicción de dicha Villa, compareció
expontáneamente ante el Famlliar del Santo Oficio y expuso: Que
hablando y conversando con Francisco Rodríguez, ya difunto, le
contó 'q ue había estado tierra adentro, en Guadiana (Durango)
adelante de Zacatecas, y Iq ue 'él y un fulano Yáñez y Juan de Al-
varado, mestizo, habían entrado en una cueva, donde vieron, los
dichos, 'q ue estaba sentado en una silla dor,a da el Demonio, en fi-
gura de mulato negro, gordo; 'que salió un toro negro para que lo
toreasen los susodichos Rodríguez, Yáñez y Alvarado, este último
ya difunto; y 'q ue después de haber toreado al toro, salió una
mula negra; ens-illada y enfrenada, con guarniciones negras, y un
palo negro para darle garrotazos, a cuya mula montó Rodríguez;
y a pesar de que corcoveaba mucho, no pudo derribar al ginete.
Antes de que entraran en la cueva, Alvarado dijo a Rodríguez:
"Mirad que cuando entremos a la cueva, no mires ni a un lado ni
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 45
a otro, aunque os llamen, ni volváis la cara atrás." y habiéndose
apeado de la mula Rodríguez, se puso delante del demonio, lla-
mándole de señor, y éste le dijo: "Pide lo que quieras i" y Rodrí-
guez pidió 'q ue le diera un don para que las mujeres lo quisiesen,
ser buen toreador y magnífico ginete.
Estuvieron nueve días con el Demonio, aprendiendo i y salie-
ron de la cueva Rodríguez y Yáñez, este último originario de la
Villa de San Mi'g uel el Grande,quedándose Alvarado. Antes de
salir estos sugetos, les dijo el Demonio, que le habían de hacer
unas escrituras de compromiso i el primer por dos años y el segun-
do por siete, y ,q ue habían de ser escritas con su propia sangre, pa-
ra lo cual los sangró a ambos en lo's brazos y escribiió los contra-
tos en un papel.
Estando en esta diligencia, salió una persona en figura de mu-
jer, vestida de negro, hermosa, con la cara blanca y gran copet e ;
y viéndola ellos se salieron. Y aunque los llamaba de una parte y
otra, no volvían la cara por el aviso que les dió Juan de Alvarado.
Ridríguez y Yáñez regresaban de Guadiana para sus llO'gares;
y cerca de Zacatecas, en pleno camino, les salió un hombre muy
bizarro, montado en un caballo morcillo, preguntándoles a donde
iban i e informado de que regresaban a su tierra, de la que ha-
bían estado ausentes mucho tiempo, les propuso que le sirvieran
un año, pagándoles espléndidamente su trabajo, pues tenía unas
est.anoias de ganado mayor. Aceptaron las proposiciones que les
hacía el desconocido, el cual los llevó por una tierra muy áspera
y por peñascales. Sorprendidos de la esterilidad del terreno, dijo
Rodríguez: "Válgame Dios, esta no es tierra de estancia." Y di-
ciendo esto y mentando el nombre de Dios, desaparecieron hom-
bre y caballo, volviendo los susodichos por donde hahían id o.
Cuando contó tal sucedido Rodríguez a García, estaban presen-
tes, la hermana de éste, Juana Ramos y un indio llamado Alonso y
su mujer Catalina ique esto que denunciaba le fué contado haría
ocho meses, poco más o meno's. Declaró por último García, que se
halló presente un día 'q ue le dió a Rodríguez un mal 'q ue lo ha cía
desatinar, poniéndole al cuello el declarante un escapulari o de
nuestra Señora del Carmen, con una imagen de San Jerónim o, for-
ce jeando mucho el enfermo por quitárselo, y teniéndolo asido
fuertemente García para impedirlo . Durante esta lu cha , Garda
oyó un gran ruido el e perros y un tropel al parecer ele cien yegUéI S.
46 ~ICOLAS RA~GEL

Después que pasó este ruido, dijo Rodríguez: "Oyelo, allá vá;" y
García le preguntó: "¿ Quién es ~" respondiendo: "Vuestro hp.r-
rn'a:no"; lo que le causó gran temor.
En seguida compareció ante el Familiar Inquisidor, Alonso
Martín, indio citado en la declaración anterior. Contó en pareci-
dos términos lo de la cueva, del Demonio, de la mula negra, "a
la que había subido y con el garrote negro que traía le comenzó a
dar con él, y aunque había corcoveado mucho, no le había podido
derribar; que en la dicha cueva le había salido un toro negro y
Rodríguez, lo tore,ó, sin que le hiciere mal ninguno". Hecho esto,
el Demonio le ,dijo que si le había de dar poder para que fuese
amado de las mujere's, buen ginete y hábil torero, que le firmara
con su sangre una escritura, etc.
Más importante que la declaración anterior es la que rindió
Juana Rodríguez, vecina de Celaya, viuda de Juan Rodríguez y
hermana del que hizo la denuncia, por contener detalles de sumo
interés para la Historia del Toreo en México pues habla ya de
un maestro que enseñó, aun cuando este fuera el mismísimo de-
monio, o un hombre de carne y hueso, como es lo más probable. Y
nos cuenta, también, que Francisco era un gran jinete, amansador
de potros, y enfermo, con toda verosimilitud, de ataques epilép-
ticos, ·q ue le hacían ver al diablo. Evidentemente era un loco, pe-
ro también buen torero y magnífico jinete, que en compañía de
dos toreros como él, salió de su tierra natal para recorrer las Pro-
vincias de Guanaju3Jto, Zacatecas y Durang'o, ejerciendo sus ha-
bilidades.
Dijo la Juana 'que, haría ocho meses que estando en su labor,
a legua y media de Celaya, le contó una india llamada Catalina,
mujer de Alonso,que estaba allí un hombre que padecía una en-
fermedad y que veía al diablo, unas veces con cuernos y otras en
forma de culebra y de otras figuras. Llamó Juana a dicho hombre,
llamado Francisco Rodríguez y le preguntó si era verdad que vie-
ra al domi.nio y que se le apareciera en figura de, culebra y de mu-
la negra gorda; a lo que respondió Francisco a Juana y a sus hi-
jas Isabel Rodríguez y Juana Ramos, que estaban presentes: "Sa-
brán vuesas mercedes, que estando yo en Guadiana, en compañía de
un fulano de Alvarado, me dijo que en unas peñas que me mostró,
estaba una cueva y en ella vivía un demonio que enseñaba cuan-
tas cosas 'se quería aprender; y enseñaba a torear y a tenerse en
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 47

una yegua o potro o mula brutos, y aunque se hiciesen pedazos a


corcovos, no los derribarían, y para que la's mujeres le quisiesen
mucho."
Refirió en seguida, que entraron a la cueva, en la que había
una sala grande y un aposento donde estaba el Demonio; firma-
ron el pacto con su sangre, y el diablo dijo a Rodríguez que pidie-
se lo que gustara aprender, a lo que respondió que quería ser buen
torero; al punto salió del aposento, un toro y un toreador, y éste
le enseñaba a torear y a hacer suertes y cómo las había de eje'cutar;
y así mismo contó Francisco a la declarante, que el diablo le ha-
bía ' advertido que no torease toro negro, porque ordinariamente
llevaba el demonio en los cuernos y le mataría lueg'o . .&sí mismo
le enseñó a ser buen jinete y enamorado. Luego salió una dama
muy' gallarda, vestida de negro, la cara blanca y hermosa. Rodrí-
guez. la comenzó a requebrar y ella a él.
Sábese también por lo que dijo Juana, como contado por Ro-
dríguez, que el pacto de Alvarado fué por toda la vida, no así el
suyo y el de Yáñez, 'q ue. pudieron regresar a los dos años; por lo
que se eolije que en 1612. ejercían la prof.esión de Torero's estos
tres guanajuatenses. N o menos interesante es la noticia 'que dá
Juana, respecto a que "vido al dicho Rodríguez domar potros y
potrancas; y que, aunque corcoveaban mucho yse hacían pedazos
por derribarlo, nunca lo podían derrihar, y que parecía que estaba
clavado en la silla' '.
Las declaraciones de las hijas de Juana, Isabel y Elena, repi-
ten en parte las generalidades de las anteriores, con sólo las va-
riantes de llam!a r a Rodríguez, mestizo y a Aivarado mulato. Pe-
ro de las declaraciones de estas mujeres, se desprenden que el
tal Alvarado bien pudo ser el maestro de Francisco y de Yáñez,
porque dijeron que al ser interrogado Rodríguez por el diablo res-
pecto a lo que quería aprender, respondió que a ser buen jinete,
a torear y a que las mujeres le quisiesen mucho. "Y que luego sa-
lió un toro negro, y el dicho mulato comenzó a enseñarlos .... "
Refieren en seguida lo de la mula negra, la mujer hermosa y por
final, el encuentro de un hombre de buen parecer y bien atavia-
do; con la particularidad que aquí, antes de que desapareciera
el tal~ en oyendo el nombre de Dios, ' ~ Rodríguez se imaginó que
aquel hombre era el diablo, porque vido que llevaba la espada sin
cruz ni guarnición."
49 NICOLAS RANGEL

Contemporánea de estos toreros mestizos, es la .curiosa Fuente


colonial que aun se conserva en Ac.ámbaro, Gto., y en cuyos mal-
tratados relieves pueden verse escenas de lidia: un torero cogido
por una res brava y el compañero al quite;. y otro torero cimarrón
con la desjarretadera usada en América en los siglos XVI y XVII.

Fuente colonial del siglo XVII. (Acámbaro, Gto.)

Viene a colación al tratarse de la desjarretadera, trasladar


un párrafo del capítulo veintinueve de la "Segunda Parte
de la Historia de la Provincia de Santiago de México, " es-
crita por Fr. Alonso Franco. "Un hijo de un caballero de
la Nobleza de México, dice el dominico historiador, reci'bió el
hábito en este Convento. Pareciéndole que no podía llevar la vida
religiosa, pidió sus hábitos seglares. Diéronselos, y fuese a su casa.
De ella fué a unas estancias de ganado mayor de su padre, fuera
de la c'i udad, mientras le crecía el cabello, que el cerquillo de la
corona le tenía desproporcionado. Ejercitábase, conforme al pues-
to en 'q ue se hallaba; y habiendo mandado ensillar un caballo a la
gineta, subió en él con una desjarretadera o media luna en la ma-
no, para desjarre,t ar o derribar algunos toros, como suelen usar
los que se precian de hombres de a caballo, así para su recreación,
como porque con esto se hacen recios y fuertes en la silla. Suelen
llevar los más gallardos corredores el cuento de la desjarretadera
por el aparte de la vista, y el hierro de la media luna vuelto para
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 49
sí, para que al hacer el lance salgan con mayor aire y gallardía, y
la herida del toro con más fuerza. Con este brío y g-allardía iba el
pobre caballero, cuando 's úbitamente tropezó y cayó el caballo, y
él hizo el golpe sobre el hierro anavajado de la media luna, que le
rasgó las tripas y descubrió las entrañas, dejándole lasti mosamell-
te muerto. "
Un año después del proceso de los toreros guallajuatense:-;, fue-
ron denunciados por Diego de Armenteros, al Santo Oficio, dos ne-
gros y un mulato, acusados de blasfemos y reniegos. Juan C011-
quillo 'se llamaba uno de los negros y era libre, co no cido en esta
Capital por muy buen toreador, según rezan las constancias res-
pectivas.
Tan curioso e interesante para nuestro asunto como los proce-
sos anteriores, es el formado por el Comi's ario de Gnadalajara a
M-iguel de Cepeda, natural de la misma ciudad. Be'nardina Hur-
tado lo denunció, por haberle referido que él tCllÍa una piedra que
le hablaba; y que estando en cierta parte, sin deci r donde era,
le había propuesto un indio, que si quería ser valiente para torear
y vaque,a r, que subiese sobre una sierpe que estaba en una quebra-
da, pero que él no quizo; el indio sí subió en ella, bajándose des-
pués para subirse en una mula y torear un toro negro. El indio se
fué, y Miguel Cepeda con él. La denunciante supo que estos su--
cesos acaecieron dos meses antes.
De la anterior relación se desprende que las suertes de toreal>
a caballo las ejecutaban también los indios, en las que indudable~
mente eran muy diestros, desde el momento en que ejercían las
funciones de maestros.
¿, El vaquear mencionado, puede tomarse como la ejecución de
las suertes de lazar, manganear, pealar y colear r eses, o sean las
suertes de nuesüo jaripeo? Es casi seguro; sobre toao p or ser la
región donde se desarrolló este proceso, (que tiene fecha de 30 de
agosto de 1662) una de la's más distinguidas en este género de de-
portes campesinos.
Es a propósito el lugar para reproducir, aUllque n o en orden
cronológico, la deliciosa descripción que de estas su ertes de campo
encontramos en la (( Relación breve y verdadera de algunas cosas
de las muchas que sucedieron al Padre Fray Alonso Ponce en las
provincias de Nueva España, siendo Comisario General de aque-
llas partes ", escrita, probablemente, por Fray Antonio de Cibdad-
5
50 NICOLAS HAN GEL

Real, y en la que no's cuenta del sin número de ganado vacuno que
había en Jalisco en el siglo XVI, y lo diestro de un español para
, sortear reses bravas.
"Hay enaqp.ella provincia, dice el cronista, muchos valles y
' Hanos muy grandes y espaciosos, que en esta tierra se llaman sa-
banas y en Castilla dehesas, donde hay grandes pastos, así para
ganados mayores como para menores, del cual traído de España,
así para el servicio de los hombres como para su sustento, se h¡a
dado y multiplicado tanto,que parece que es natural de la mesma
tierra, ,s egún están llenos los campos: dáse todo como en Castilla,
pero con más facilidad, por ser la tierra templada y no haber en
ella lobos ni otros animales que los destruyan como en España, y
a menos costa y con menos trabajo, y es tanto lo que multiplica,
que hay hombre que hierra cada año treinta mil be,cerros, sin otros
muchos que se pierden y hacen cimarrones."
y más adelante: "Sábado seis de Diciembre (1586) salió el Pa-
dre Comisario ' General, antes del día, de Atotonilco; y pasadas
muchas ciénegas secas, y tres o cuatro puentes de piedra, y ,un río
que llaman de los Cedros, por una puente de madera, y dos o tres
.arroyos., llegó, ya salido el sol, andadas dos leguas, a una estancia
grande de ganado vacuno, en la 'c ual junto al mesmo camino (yen-
'do el Padre Ooniisal;io caminando) hizo un español, mozo de vein-
ticinco años, gentilezas muy galanas y vistosas con dos toros, que
por ser tales, pareció ' bien ponell'las aquí, para gloria y honra de
Dios que tal ánimo, fuerza y destreza dá a sus criaturas.
"Corrió, l)ueS, el mozo tras un toro en una yegua por un pra-
do muy llano, ancho y espacioso, y con una g>arrocha\ le dió un gol-
' pe con tanta fuerza, 'q ue le derribó en tierra, y con tanta preste-
za y ligereza ~c apeó, 'que antes que el toro se levantase, ya estaba
sobre él, y él sólo, sin ayuda de nadie , le tuvo de los pi,és y ]e
hizo buey Cll un momento; luego le soltó y se puso a punto para
aguardarle, y aunque arremetió a él muchas veces, él le aguarda-
ba con tanto ánimo y destreza, con un paño blanco, en que le ha-
da descargar 'f-iU furia y recibía sus golpes, haciendo burla de él,
que viendo el toro que no hacía g'olpe ninguno, se fué como corri-
do , que no quizo más el pleito.
" A cabo de un poco, prosiguiendo el Padre Comi.sario su ca-
mino por aquella dehesa tan larga y tan poblada de ganado, dió
, el mozo tras otro toro, aún más fu ert e que el pasado, y aunque le
HI~TORIA DEL TOREO E::\ 11EXI CO
51
derribó elel primer golpe de la garrocha, pOl' presto q U(' se apeó
ya el toro estaba en pié, el cual .se VÜlO para él y el mozo le ag uar-
dó con la garrocha muchos golpes, haciéndoselos dar todos en el
aire; pero viendo que se le iba, lo asió ele la cola y le nenibó en
tierra , más el toro se torn ó a lev-antar y comenzó a irse con sus
compa ñ ero s; el mozo .subi ó en s u yegua y fué tras él y no pudi én-
dolo derribar con la garr ocha, como la otra vez, al fin lo asió de
la cola y lo derribó, y sin ayuda de nadie, le capó como al otro;
después ayudándole un üldio le colgó lo s testículos en las orejas, y
habi éndole cortado la cola le soltó, y lu ego el nuevo buey arre -
metió a él con una terrible furia por tr es o cuatro veces, pero el
español le aguardaba con la mesma cola, lo mismo hi.zo otras dos
o tres yec es que le aguardó con el pañizu elo, y viéndose el toro
burlado se fué muy lejos a lugar apartado, sin querer juntarse
con sus compañeros por entonces.
"Demás de las fuerzas, ánimo y destreza que arguye este he-
cho, muestra tener p erdido el mied o al animal tan bravo y fiero
como es un toro , con quien no convien e jugar t a n cerca, ni tomarse
a brazos, que pocos se hallarán que ha ga n lo qu e (j(Jl.H~: ~spaño l
hiz o, co mo queda referido ."

Ganadería de "La Estnnz ucla." (De un eua.clro antiguo. )


XI.

Fray García Guerra, Arzobispo-Virrey, taurómaco.-Coso en el Palacio


virreinal.-Toros Y temblores cada viernes.- Lo's avisos de la MJadre Inés
de la Cruz.

E ti -
P UES
de ha-
ber go-
b 'e rna-
do Don Luis de Ve-
lasco, el segundo, los
Virreinatos de Mlé-
xico y el Perú, con
probidad y acierto ,
el Rey de E spaña lo
nombró Presidente
del Oonsejo de In-
dias, en premio d e
sus. virtudes cívicas,
y por el exacto cono-
cimiento que tenía
de los negocios de
América.
Para ocupar el
puesto que quedaba
vacante, fu é nom- Fray Gal' cía Guerr a) t aur ómaco.
brado el Arzobispo
de México, D on Fray García Guerra, del Orden de Prec1 irad(l l'es,
54 NICOLAS RANGEL

quie'n dispuso, como primera providencia, que las solemnidades


que con motivo de la toma de posesión hiciera la Ciudad, fueran
tan fastuosas como las anteriores en iguales casos, sin que falta-
ran las Corridas de Toros, a las que su Señoría Ilustrísima era
muy afecto. De tal afición nos dá cuenta detallada el autor de la
obra intitulada "Reforma de los Descalzos de Nuestra Señora del
Carmen de la Primitiva Observancia," cuya noticia por curiosa
transcribimos íntegr·a :
"Fué llamado a E's paña Don Luis de Velasco, y entró en su
lugar Don García de Guerra, dominico, y en quien se esperanza-
ron desde luego mucho para conseguir el logro (la fundación del
Convento de Santa Teresa la antigua.) Era este caballero aficio-
nado a la música; a cuyo fin frecuentaba el Convento· de Jesús Ma-
ría; y como las Madres Mariana é Inés de. la Cruz, fuesen excelen-
tísimas en este arte, le lisonjeaban el deseo para cautivarlo, todo
hacia que fundase el Convento.
"El buen caballero, que sobre la Mitra apeteció el bastón de
Virrey, les dijo que si lo conseguían de Dios, les daría gusto en
fundarles el Convento. La Madre Inés de la Cruz, que moría por
verse Carmelita Descalza, le ofreció al Arzobispo, en nombre de
Dios, el virreinato si fundaba el Oonvento. M·a s él por indicios de
algún ·amor propio, quiso primero la prenda que dispensar la gra-
cia. C<>ncediósela Dios para su daño y para escarmiento de los
que desean a bulto, sin saber o discurrir si les dañará su apetito'.
"De allí a cuatro años le llegó el virreinato, y se derramó tan-
to en el gozo, como si no cupiera en su cor~zón otr.a cosa, ni fuera
criado para bien más alto. Llególe la cédula en viernes, y mandó
que todos los viernes de ·a quel año, en celebración de la cédula,
hubiese Toros en la. Plaza de su Palacio; y con esta diversión se
olvidó de fundar el Convento prometido. Estos son los votos que
nacen de la humana codicia; y esta la devoci.ón que produce el
amor propio, que por señas de tan villano principio, se desvanece
en el logro: porque no era religión sino vanidad el término del
deseo.
, 'La Madre Inés, que veía no sólo malogrado su empeño, sino
es convertido en profano ejercicio, sentía más esto aún que lo pri-
mero; porque el viernes en ·q ue se recuerda la Pasión de Cristo,
no debería un Príncipe eclesiástico, cuyo estado es de perfectos,
dedicarse a fomentar semejantes ejercicios. Como uno y otro le co-
HIRTORIA DEL TOREO EX ~:LEXI C O 55
miese el corazón, le escribió un p,a pel al Virrey-Arzobispo, en que
le pedía mu.dase el Decreto de los Tor,(}s, y no olvidase el prometi-
do, en orden al nuevo Convento; pues estaba en su poder el tes-
tamento de Juan Luis, y le estaba ejecutando el beneficio que le
había hecho Dios, cumpliéndole el deseo de entrar en el virreina-
to. Nada ,a preció el Arzobispo, porque humano embeleso le cerra-
ba los sentidos, y anegado de la humana fortuna, no daba lugar a
la luz del desengaño. Dios, que estaba a la vista de todo: y miraba
por el crédito de su Esposa, entró su pesada mano en esta forma.
"El viernes siguiente al recibo del papel, estando ya para co-
rrerse los toros, hubo un temblor de tierra que atemorizó mucho
a la ciudad, y se dejó el juego por aquella tarde. Como en Indias
son más frecuentes estos vaivenes que en España, se', atribuyó a
casualidad, y se dispusieron Toros para el viernes siguiente. Cuan-
do ya estaban todos en los tablados, y el primer toro para salir,
volvió la tierra a temblar, tan desusadamente, que derribó los, ta-
blados, y muchas casas y azoteas; y sobre el balcón del Virrey ca-
yeron tantas piedras, que se, tuvo a milagro no le quitaran la vi-
da, aunque la perdieron muchos de los dé la, Plaza, ya oprimidos,
ya ahogados. Todavía el Virrey no entendía el motivo de aquella
amenaza, y así no revocaba su Decreto,con que prosiguió , Dios el
suyo; que se revocara, dice San Agustín, si enmendaran los hom- ,
bres sus estravíos.
"La semana siguiente, antes del viernes, salió el Virrey en su '
coche para ir a las Recogidas, y donde nQ pudo imaginarse, se ·vol-
có el coche, y recibió el Vir,r ey tanto riesgo de su salud, que lo
desesperanzaron los médicos de vivir. Este golp'e lo ' despertó no '
sé si tarde, y empezó a preguntar por la ' Monja que le escribió el
papel. DijÚonle que era Santa, y le envió a 'p edir le 'alcanzase de
Dios vida para enmendar sus yerros y labrar el Convento. A 'esto
le respondió la Sierva de Dios, que se dispusiese para bien ' morir, '
y diese gracias a su Majestad de quedar toda su pena' en el tem-
poral fuero. A esta respuesta acompañaron contra el Arzobispo,
nuevos accidentes; con que trató de disponerse para la; última' ho-
ra, y con muchas señas de arrepentimiento, dejó con ' la , vida la
Mitra y el Virreinato, dejándonos este inmortal ,escarmi ento. :,
Tan ficobardado quedó el Virrey con los avisos celest:iaJ es, 'co- '
mo el Ayuntamiento; y aprovechando esta coyúntn'ra, el Pi'ior del
Convento de San Agustín , propuso él ]a Oiudad sc !nom brara a
NICOLAS RANGEL
5G
San Nicolás Tolentino, Patrono de los temblores, lo que fué acep-
tado, organizándose con este motivo, nuevos festejos.
En · las fiestas de recepción de Fray García, hubo de notable
que, en las Corridas de Toros verificadas en la Plaza . Mayor, se ju-
g'al'on algunos toros enmantados de cohetes y fuegos; y de haber
sido pintado el Arco triunfal, levantado en la esquina de Santo Do-
mingo, por el , artista mexicano Luis Juárez, considerado como el
fundador de la escnela. mexicana de pintura. En este Arco figura-
ron los retratos de los Virreyes ante~iores a Fray García Guerra
y el de éste. Y a propósito de los toros enmantados de cohetes y
fueg'os, ¿ no tendrán en ellos su origen los toritos de carrizo con
qne se divierten las multitudes en algunas pequeñas poblaciones
de nuestro país y tamhién en esta Oapital, en las verbenas, antes
de ser quemados los Fuegos de artificio ~
No obstante los celestiales avisos de que hablamos en anterio~
['es párrafos 1 el taurómaco Arzobispo mandó construir ]!n Coso en
el propio Palacio Virreinal, para satisfacer su afición por la fiesta
brava. Tan peregrina notici~ ,nos la propoil'ciona el Acta del Ca-
bildo celebrado el 20 de julio de 1611, que dice: "Este día acordó
la Ciudad que, porque ha tenido noticia que le dió el Secretario
Cristóbal de Osorio, que en Palacio se ha he'cho Coso en que lidiar
toros algunos días, lo~ que fuere servido su Señoría Ilustrísima, y
que se le dé si_tio a esta Ciudad en que haga tablados para las ve-
ces en que los hubieren de haber, los caballeros del Ayuntamien-
to, ordenaron que el señor Fran0isco Escudero de Figueroa, vea el
sitio que se señala, y ordene al Mayordomo haga allí un Tablado,
conforme le pareciere al Señor Francisco Escudero de Figueroa.
y el dicho Mayordomo pague de los Propios todo 10 que el dicho
Francisco Escudero de Figueroa mandare y librare; que con la
dicha libranza y carta de pago, se le escribirán en cuenta al dicho
MJayordomo.
"Y el dicho Mayordomo tenga cuidado de que el Tablado se
aderece decentemente todos los días que hubiere Toros, y a ello
acudan los porteros de esta Ciudad; y los gastos menudos que en
el discurso del tiempo se ofrecieren, los haga dicho Mayordomo y
se le pasen en cuenta, con certificación del dicho señor Francisc~
Escudero. Y los entresuelos de los Tablados sean para las señoras
de los caballeros Regidores que fueren allí sin haber división."
¿ Qué prueba más patente o.e la taurofilia de Su Señoría Ilus
HISTOR.IA DEL TOREO EK :YrEXICO 57

trísima, Don Fray García Guerra, que la de haber mandado cons-


truir Plaza de Toros en el propio Palacio virreinal? Desgraciada-
mente no hay notici~ del número de Corridas verificadas durante
los ocho meses que gobernó a M'éxico, pero deben haber sido fre-
cuentes o cuando menos semanarias.
Mateo Alemán, autor del "Pícaro Guzmán de Alfarache ", que
escribió una "Oración Fúnebre" en memoria del Arzobispo, dá no-
ticia de las Corridas de Toros que en honor de Don Fray García
se verificaron en un cortina! de Palacio.
XII.

Cien toros y tres núl varas empuyadas al arribo del Ma.rqués die Guada.l-
cázar.-El Cabildo Eclesiástico reclama lugar decente en las Corridas.-Loa
famosos toros de Suárez de Peredo.

IIIIOR
B
~
fin y muerte del Arzobispo-Virrey Don Fray Gar-
cía, gobernó a la Nueva España la Real Audiencia.
Pocos meses después llegó el nuevo mandatario, Don
Diego Fernández de Oórdova , :'I'I.arqués de Guadalcá-
zar, siendo recibido con menos pompa que sus ante-
cesores, debido a la penuria en que a la sazón esta,ba el Ayunta-
miento. En estas modestas fiestas se corrieron cien toros en tres
días, gastándose tres mil varas empuyadas. Parecidos festejos se
hicieron el 2 de enero de 1613, con ocasión del nacimiento de una
hija de los Marqueses de Guadalcázar, por ser el primer hijo de
Yirrey nacido en .América.
Para las fiestas de San Hipólito del año de 1614:, se lidiaron
toros de las ganaderías de Don Diego Suárez de Peredo, Cond e del
Valle, y de Mateo Molina, cincuenta de cada una. Al año siglúell-
te se efectuó otra 1'emporada, lidiándose también cien toros. Se
obligó en esta ocasión a los Gobernadores d e las Parcialida d es de
indios de San Juan y Santiago, a proporcionar cuatro pares de
tocadores de trompetas y chirimías indígenas, contratándose , igual-
mente, a los ministriles de la Santa Iglesia Catedral.
En el Cabildo efectuado el día primero de agosto de 16] 6, el
Corregidor Tello de Guzmán informó qu e el Señor VÜT C'y " ería
con gusto que se corrieran toros en la Plaza Mayor de la Cindacl,
y que los caballeros principales salieran a torear, con motivo d e
la fiesta del glorioso San Hipóljto ; y para que el púhlic o se r ego-
60 NICOLAS RANGEL

cijara también, se acordó de conformidad, nombrando a Don Leo-


nel de Cervantes, encargado del total arreglo de la fiesta. Pero,
sucedió que el comisionado se olvidó de invitar al Cabildo Metro-
politano i por lo cual, éste reclamó: "atento a la hermandad que
estos dos Cabildos tienen, y a la costumbre de otras ciudades de
España, la Ciudad se servirá señalar un lugar decente para que los
señores Arzobispo, Deán y Cabildo vean los Toros que se hicieren
en esta Plaza, lo que estimarán grandemente."
Para cumplir con esta obligación, por ,saber que la Ciudad de
Sevilla tenía la misma cortesía con el Cabildo de aquella Iglesia,
con el Tribunal de la Inquisición y con la Real Audiencia que re-
sidían el! N,'yilla, y ll()(: Oll otro rl'ribunal ni comunidad de los allí
establecidos, el Ayuntamiento comisionó a Don Leonel de Cervan-
tes y a Don Fernando de la Barrera para que avisaran al Señor Ar-
zobispo r al Ven erable Deán y Cabildo, que se les señalahan los
arcos quinto y sexto de los Oorredores de las Casas Consistoriales,
perpetuamente, para que asistieran a ver las Corridas de Toros.
Además, para desagraviarlos, se les dió espléndida colación, cosa
que antes no se había hecho.
Cien toros de las ya famosas dene.sas de Diego Suárez de Pe-
r edo se lidiaron al año siguiente, mandando empuyar tres mil va-
ras, que costaron como de ordinarIo, ciento cincuenta pesos. En
esta ve z las fiestas que organizó la Ciudad, ostentaron mayor es-
plendor ~ debido principalmente al estímulo del Marqués de Gua-
dalcázar, que a la sazón gobernaba el país, quien dijo al Ayunta-
miento que la fiesta de San Hipólito se llegaba, y no veía se die-
ran trazas de celebrarla, de lo que lI'esultaba que la Ciudad no cum-
plía con su obligación en esa parte, razón por la que, "iba decae-
ciendo mucho el ejercicio de caballería; y así me ha parecido de-
cir al Señor Corregidor, que en el Cabildo se trate de la fi·e sta;
que con la menor costa se pudiere, conviene que se haga de Toros
y Cañas. Y si de presente no hubiere dinero, del que suele servir
para est o, se' podrá tomar prestado de otra parte, pagándolo des-
pués; y de lo que resolviere se me dará aviso; advirtiendo, que
como esto se ha de hacer, por las razones que digo, no tendré por
apropósito ninguna que sea parte del intento."
Para regir la -Plaza en esta fiesta de 'roros y Cañas, fueron nom-
brados el Mariscal de Oastilla, Don Carlos de Luna y Arellano,
rISTORIA DEL TOREO EN ~1EXICO 61

Don Alonso de Ulloa y Don ..Alonso P érez de Bocanegra , Proyin-


cíal de la Hermandad.

Deh esas de ' 'L a Esta nzu ela' " Estado de Ver a<:ru z.
(De un mu eble an tiguo.)
XIII .
. ~~~
Toros en honor de la Inma.cu.la.da Concepción.-Ocho Cuadrillas lucidas y
curiosas.-Los Jueces con bastones dora-dos.-Mil pesos de Colación para el
Palco de honor.-Tres días de Toros por la beatificrución del Padrre Fra.ncisco
Ja.vier.

![IliON motivo de haberse d ecla rado como dogma de fe la


. Inmaculada Concep c ió~l d e María, el Arzobis po de
M'éxico, pasó p ersona 1mente a comuni carle al Cabil-
do de la Ciudad tal nueva, el 12 de mayo de 1618, e
informarle que en todo el Orbe cristiano se había ce-
lebrado ,e sta declaración con grandes festivales religiosos y profa-
nos; esperando que el Ayuntamiento, con ser tan ilustre y fervien-
t e católico, dispondría a la vez suntuosas manifestaciones de r e-
gocijo.
Diligente y celoso el Ayuntamiento, diputó al señor Corregi-
dor, al A,l guacil Mayor y a do s de sus Regidores para que trataran
sobre este asunto con su Excelencia, informándole de la visita del
Señor Arzobispo. Impuesto de todo el Virrey, dijo que le parecía
muy bien que se hicieran gTandes festividad es y demostraciones
populares, para todo lo cual ayudaría de muy buena gana. Se acor-
dó que el 8 de diciembre y la víspera, hubiera procesiones, misas,
et c. ; y respecto a las fiestas profanas, hasta mediado s del mes de
agosto quedó resuelta la forma en que habían de efectuarse. a col'-
dándo se para ellas los día s 19, 20 Y 22 del mismo mes.
Las disposiciones tomadas al ef ect o, fueron: dar comisión al Al-
fé r ez para que sacara a r emate Jos Tabla d09 de la Plaza, r ep ar tien-
do a las autorV<.ldes, nobleza y principales ve cinos, lo s asientos que
ordinariamente se les daban en Fiestas R eales . Al Obrer o Ma yol'
se le ordenó que mandara ad er ezal' la Plaza. de maner a q II p se
64 NICOLAS RANGEL

corriera bien en ella, echándole la cantidad de arena que fuera


conveniente. Para invitar especialmente a los señores Virreyes,
Real Audiencia, Arzobispo, Cabildo Eic lesiástico, Inquisidores, No-
bleza y a los señores M,a rqués del Valle y Marqués de Villanueva,
fué comisionado el Alférez, quien señalaría a cada uno de estos
últimos, un arco de los corredores de la casa del Corregidor. La
Colación obsequiada a los invitados de honor, costó mil pesos, y
fué encargado de ella el Regidor .Iuan de Torres Loranca.
Al obligado de las (:arn icerÍas se le mandó (1ue comprara cien
toros, precisamente de las ganaderías que le indicara el Alférez ;
y al Mayordomo del Ayuntamiento, que previniera las garrochas
y varas que fueren necesadas.
Las ocho Cuadrillas que jugaron en esta ocasión fueron enco-
mendadas al Alférez Alonso Sánchez Montemolin, a los Alcaldes
Ordinarios Bernardino Vázquez y Luis de Quesada, al Alguacil
M'a yor F.rancisco Rodríguez de Guevara, al Tesorero M,e lchor de
Vera y a los Regidores Francisco Escudero Figueroa, Fernando de
la Barrera y Gonzalo de Córdova, habiendo recomendado el Ca-
bildo a estos caballeros, que mandaran confeccionar las libreas muy
lucidas y curiosas, y con tanta liberalidad como pudieran, atento
al mucho honor que se les hacía-;- poniendo en sus manos este cui-
dado tan extraordinario, siendo en ~ervicio de Nuestra Señora la
Virgen María, suplicándoles que se alargaran y señalaran muy
mucho, pues la Ciudad, en cuanto podía, estaba dispuesta a ha-
cerlo.
Para regir la PIlaza, fueron nombrados el Marqués del Valle de
Oaxaca, el Conde de Santiago, el Capitán de la Guardia y Conta-
dor Gaspar Bello de Acuña, Don Juan Cervantes Carvajal, Don
Juan Alonso de Sosa, Don Gonzalo de Córdova, Don Cristóbal de
Molina y Don Antonio de la Mota, a quienes se les dieron los bas-
tone,s dorados que como a Jueces les pertenecían. En los Port.ales de
las Casas Oons,istoriales se aderezó un magnífico Palco, ricamente de-
corado, que ocuparon: el Virrey Marqués de Guadalcázar, la Virrei-
na, la Rieal Audiencia, el Arzobispo y Cabildo Edesiástico, los Seño-
res Inquisidores, las familias de Oidores y Regidores y los Títulos~
que ya entonces eran numerosos.
Los Gremios de la ciudad tomaron esta .vez una gTan parti ci -
pación en los regocijos religiosos y profanos. Oon relación a los.
segundos, el de Plateros sacó una lucida M,á rcara el día 7 de di-
lIlSTORIA DEL 'l'OREO EN MEXICO 65

ciembre, y a la siguiente noche dió un suntuoso ' Sarao, ,al que con-
currieron sus Excelencias y la nobleza. El Arte Mayor de la Seda
organizó un Torneo que se verifi-cóen la Plazuela del Marqués;
siendo mantenedores 'de él, dos de los más distinguidos Regidores.
L,os sastres, juveteros, sederos y gorreros, tomaron ;a; su cargo al~
gunos de los días de las ' fiestas, celebradas despu'és : de la Pascua
de los Reyes, de 1619; pero el gremio ' que más se distinguió, fué
el de panaderos, el , cual sacó una Í'Íca Máscara' y organizó una
magna Corrida de Toros, efectuada en la Plaza Mayor.
Toda la ciudad se engalanó para estas fiestas. Jjas; casas prin~
cipales estaban adornadas con espléndidos cortin'a'j 'es y tapices ri-
quísimos, llamando la atención, como siempre, la8' Calles de los
Plateros, por las ricas joyas que en sus balcones y altares asten'-
taban, y por el Arco ' triunfal con la imagen de la> Purísima, de
gran tamaño y de plata pura, obra acaba.da de la "ü:l'febrerÍa me-
. ~ :r .. ' •~
xicana.
De esta gui~a la católica Nueva España celebÍ'6', ]~ ' declara cióJ
del dogma de la Inmaculada Concepción. " , '
Dos años después tenían verificativo nuevas fiestas por la bea-
tificación del Padre Francisco Javier, de la CDIl}pañía de Jesús.
El Marqués de Guadalcázar, en contestación a la consulta hecha
por el Ayuntamiento, dijo: que le parecía muy bien que se hicie-
ran demostraciones de alegría por la beatificación de este Santo,
por lo mucho que la Nueva España debía a los jesuítas, ~or eU tra-
bajo, cuidado y diligencia que de ordinario ponían en la crianza,
educación y enseñanza ele los hijos de este Reino, y por haberse
celebrado dignamente la canonización de San Jacinto y San Rai-
mundo y la beatificación del Padre Ignacio de Loyola . Además de
las funcion es de iglesia en la Profesa, dispuso el de Guadalcázar
que toda la ciudad se iluminara el miércoles 2 de diciembre, po-
niendo frent e a las Casas de Cabildo, pipas con leña encendida,
disparando cámaras y cohetes y que se quemarall ruedas de fue-
g·o, y otros artificios de castiHo,
En la Máscara organizada para estas fiestas, tomaron parte el
Corregidor, los Alcaldes Ordinarios, los Oficiales Reales y el Es-
cribano Mayor del Cabildo, todos ellos vestidos con baqueros de
tafetán de China amarillo y colorado, encubertados los caballos
que montaban y guarnecidos de oropel. Las trompetas y chirimías
y los atabaleros, marc.haron en "eint e caballos, tambi én pncub erta-
6
66 NICOLAS RANGEL

dos, formando por último en esta Máscara, los ministros y cria-


dos de la Ciudad. Precedían a la comitiva los M:a ceros del Ayun-
tamiento.
JUall Ortiz, . célebre autor de comedias de esa ¡época, escribió
una, especialmente, para estas fi estas, habiéndose representado
f¡'ente a la Profesa, en espacioso tablado, con apariencias nuevas
.( decoraciones) y trajes lujosos para los farsantes. Por esta pie-
za dramática se le dieron a Ortiz cien pesos. Después de la repre-
sentación se pregonó que se daba licencia para que hubiera Más-
cara general en toda la Ciudad.
Como regocijo también de carácter popular, se organizaron
tres días ·de Corridas de Toros, a mañana y tarde en la Plaza Ma-
yor, para lo cual se sacaron a remate los tablados y se asignaron
premios en efectivo para los que dieran la mejor lanzada. Ciento
cincuenta pesos de garrochas con puyas se compraron para estas
Corridas, las que se verificaron los días 29, 30 Y 31 de diciembre de
1620; no concurriendo a ellas el Virrey por vestir aún traje de
viudo , pues había perdido a su consorte en febrero del año ante-
i'ior.

;I'/ / / / / / / / / / //// / / / / ////.'l"/// / / /.'l": Z


XIV.

Ciento cincuenta toros corridos en cuatro días, para dar la bienvenida a.l
M;arqués de Cerralvo.-Plata y oro en los trajes de lasOuadrillas.-Los cla-
rines en la fiesta brava.

I~ RANOES preparativos hab.Íanse h echo en septiembre


de 1621 para la recepción de Don Diego Carrillo
Mendoza y Pimentel, Marqués de Gelves, nombrado
. por ~""elipe IV como sucesor del Marqués de Gua-
dalcázar. Arco triunfal con esculturas y pinturas, ca-
ballo ricament e aderezado, Corridas de Toros, Juego s de Cañas,
mascaradas, fuegos artificiales, iluminaciones, etc.; todo esto dis-
puso la Ciudad ; pero resultó que el nuevo mandatario entró a la
Capital d e no che e inesp eradamente, y los gastos resultaron infruc-
tuosos. Tampoco en los dos años siguientes se corrieron toros en
México.
Un motín popular (15 de enero de 1624) d errocó del poder al
Marqués de Gelves, y los ánimos de todos los moradores de Nueva
E spaña estaban intranquilos y temerosos de nuevos desórdenes.
Así es que, hi noticia de la llegada del de Cerralvo "puso gozoso
r alegr e a todo el Reino, dice la acta del Cabildo , por tan singular
merced y favor como su Maj estad les ha hecho; y así por estas
causas como por alentar a los caballeros del lugar, que totalment e
han dejado este ejercicio, y a otras causas que con curren d c co n-
veniencias, a cordaron se hagan fiesta s y reg'ocijos este present e
año, el e cuatro días de Toros, Jueg'os de Oañas y E scaramuza s; --:;
las Cuadrillas se vistan de t elas de plata y oro, t ejidas a prop ó-
sito, con los colores que les confieran a cada Cuadrilla. Los cuatr o
día s d e Toros scrán en la Plaza Mayor, en fr ente de las Casas del
~\~' nntami e nto , para lo cu al, el Oblig'ad o d e esta Ciudad, en co n-
NI COLAS RANGEL

formidad de su remate y obligación, preyenga ciento y cincuenta


toros de los mejores que se pudieren hallar y de los que elijiere el
Señor Corregidor y Don Luis Pacho Mejía, a quienes se comete la
vista de ellos."
,L os gastoR erogados en esta vez fueron excesivos, contándose
entre ellos, mil pesos que se le dieron a Don Diego de Astudillo
Carrillo, Cahallero del Orden de Santiago, Camarero de su Exce-
lencia, como albricias por haber traído la carta en que avisaba el
Marqués su venida. Seis premios de a cien pesos cada uno, se acor-
daron para premiar a los que mejores lances hicieran.
El caballo ofrecido al Virrey, fué obsequiadopo'r Don Pedro
Cortés, descendiente del Conquistador Don Hernando. Por deseos
manifestados por el ele Carralvo, se le dió alojamiento en Chapul-
tepec y no en Guadalupe.
Hasta el 4 de febrero de .1625 comenzaron a efectuarse las fies-
tas de recepción, habiéndose hecho antes ensayo general en la Pla-
za de Santiago Tlaltelolco. El primer <lía se jugaron Caña~; el se-
gundo hubo Carreras; el tercero Juego de Cañas, de capas y es-
padas con a.lcancías, y los cuatro siguientes, Corridas de Toros con
diversiones intermedias. Para el mayor lucimiento de estos feste-
jos, se ,contrató a los cla.rineros españoles, Luis Pérez y Pedro
Ca mpos, criados de los Marqueses de Gelves y de Cerralvo.
xv.
En 1628 no hubo eorridas.-El taurófilo Marqués de eerraJIvo pide Torosl
aJ Ayunta.miento.-Los pira.tas y la. inundación de 1629, impiden los fes-

IIII
tejos.

NTRANQUILOS los ánimos de la mayor parte de los


ha bitantes de esta Capital, a la llegada del Arzobis-
po Don Francisco Manzo y Zúñiga, en octubre de
1627, por venir en comisión del Rey para conocer lo
relativo al escandoloso tumulto de 24, dispuso el Vi-
rrey que se celebrara dignamente la recepción de un personaje tan
encumbrado, pues aparte de la investidura eclesiástica que tenía,
era también Consejero de Indias. En atención a tal ma1!aato virrei-
nal, acordó el Ayuntamiento que a la fiesta anual de San Hipólito,
se uniera la de recepción, a fin de minorar los gastos, pues siendo
una sola, resultaría más suntuosa. Fué comisionado el Alférez
R.eal para que pidiera al obligado de las carnicerías cien toros muy
bravos, y dispusiera mil quinientas garrochas empuyadas.
Xo obstant e las apremiantes órdenes de su Excelencia para qu e
cua nto antes se efectuaran estos regocijos, el Ayuntamiento le ma-
nifestó que el estado deplorable de sus rentas y la mu ert e de al-
gUllOS de sus Regidores, impedían por el momellÍo que se efe ctua-
rallo El 25 de junio del año sig'uiente, reiteró el Virrey su manda-
miento, a fin de que por ningún motivo se dejaran de ha cer las
fiestas de agosto, minorando los gastos que ellas imponían. En a ca-
tamiento a esta orden dispuso la Ciudad que hubi era Ju egos c1 e
Cañas y Corridas de Toros, con premios en efectivo para los que
dieran las mejores lanzadas, y que hubiera en esta vez dos toros
encohetados.
Pero, sucedió que Jos piratas ho]anc1 eses se apoc1enn' oll c1 p ]et
70 NIOOLAS RANGEL

rica Flo.ta en que se mandaban eno.rmes caudales para España, lo.'


que afectó de una manera muy sensible a lo.s intereses de la Co.-
ro.na y a lo.s de lo.s particulares, y nadie pensó ya en divertirse.
Era el Marqués de Cerralvo. ho.mbre de carácter enérgico. y au-
to.ritario., Co.mo. se necesitaba en aquello.s tiempo.s para go.bernar
una Co.lo.nia levantisca; y po.r su carácter y afición a lo.s depo.rtes
varo.niles, fué po.r lo. que envió recado. al Ayuntamiento., reco.rdán-
do.le lo. dispuesto. co.n relación a las fiestas anuales. El Cabildo. res-
po.ndió: "Excelentísimo. Seño.r: Habiendo. atendido. esta Ciudad la
o.rden que de Vuesa Excelencia se sirvió de librar en quince de
junio. de milseisciento.s veintio.cho. se h¡agan fiestas, y aunque es
justo. que México. o.bedezca y ejecute lo.s mandato.s de Vuesa Exce-
Lencia, co.mo. siempre lo. ha hecho, así po.r la o.bligación Co.mo. po.r el
co.no.cimiento. de la atención co.n que Vuesa Excelencia lo.s dá, juz-
ga que es justo. representar el universal desco.nsuelo. en que se
halla el Reino., con la importante pérdida de la Flo.ta pasada, Co.n
cuya ocasión se suspendieron las fiestas que estaban prevenidas;
y agora co.n la nueva de lo.s enemigos que infestan las co.stas de
Campeche, y no haber habido. aviso de la llegada de lo.s Galeo.nes
de la Flota a España, están los ánimos de todos con el desaso.siego
y cuidado que Vuesa Excelencia habrá entendido, y hallarse los
Propios y rentas de esta Ciudad tan señidos co.n sus gasto.s; y a
este paso, la dificultad de hallar diriero a daño, como lo hizo en la
ocasión pasada, que todo o.bliga a suplicar a Vuesa Excelencia se
sirva permitir que por ago.ra se suspenda el tratar de estas fiestas,
reservándolas para otra ocasión, la que a Vuesa Excelencia pare-
ciere; aunque las causas referidas persuaden a que se procure el
consuelo. de la República con semejantes regocijos y o.tros medio.s,
como hoy está en el mayor rigor del sentimiento., no. juzga Mléxico.
que se podrán abrazar tan gustosamente co.mo. se debe, a la ho.nra
que Vuesa Excelencia le hace en esto, cuya Excelentísima perso.na
guarde Dio.s po.r muchos año.s con mayo.res acrecentamiento.s co.mo.
México desea.-En nuestro. Cabildo. a seis de julio. de mil y seis-
cientos y veintinueve año.s."
A tan rendida y al parecer justísima comunicaclOn, co.ntestó
el Virrey con to.no. resuelto. y un tanto irónico, en lo.s siguientes
término.s: "Todas las razones que Vuesamerced me representa en
esta co.nsulta, me o.bligan a no. dar lugar por ningún caso. a que se
dejen de hacAr las fiestas que el afio pa"sado. se excusaron por la
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 71

reciente pérdida de la Flota; y no ha de durar toda la Yida el des-


consuelo, ni conviene a la República conservarle, sino antes diver-
tirse en cuanto se pueda. Y esto es lo que d ebiera representarme ~1a
Ciudad, y considerar que cuando los enemigos visitan tanto las
costas de est e Heino. no están bien los caballeros de él. sin un ca-
ballo , como se ven; pues en las ocasiones que se ofrezcan , no irían
bien en mulas dp, alquiler. Y considerando estas razones como de-
bo, hice la Ordevanza que a esto toca, para que se volvi ese a en-
tablar lo que sin aguardarla solía hacer siempre est a Ciudad , cui-
dadosa de sus obligaciones; la cual se ejecute sin l'éplica ni ex-
cusa, que así conviene al servicio d e su Majestad y bi en de la R e-
pública.
"En cuanto al aprieto de los Propios de la Ciudad, yo tengo
este inconveniente tan prevenido en el mandamiento que despa-
ché, que puede hacer po co peso a esa dificultad. Y porque n o h aya
otras nuevas, advierto 'que, pues estaban resueltas las fie stas del
afto pasado, se hagan estas en la misma forma que entonces se
asentó.-En Palacio, a dipz de julio de mil y seiscientos y veinti-
nueve años.-Rubricado dE} su Excelencia."
Bajo órdenes tan p erentnrias no tuvo más remedio el Ay unta-
miento, que preparar las fiestas; aunque por sus moratorias y ca·
vilosidades se aguaron, como más adelante se verá. Habíase man-
dado limpiar y aderezar, en forma conveniente, la Pla za Mayor,
pidiendo al Obligado cien toros muy buenos, poniendo todo esto al
cuidado del Alférez, así como tambjén la llave dorada del toril. Se
sacaron a pregón los Tablados y sr comisionó al Correo Mayor,
Don Pedro de la Barrera, para que preparara la Colación con que
debía obsequiarse a Sus Excelencias, Real Audiencia, la s esposas
de los Oidores, Señor Arzobispo y Cabildo, Tribunales, Señoras Re -
g'idoras y Regidores, "y con todo adorno eolgar ]a Sala y corre-
dores de las Casas Consitoriales, y Achas y Olores y las A gnas
n ecesarias. ' ,
Hechos todos estos preparativos, y ya para verificars e las fi es-
tas, se re cibió la trist e nueva de que la escuadra holand esa estaba
para llegar a aguas de Vera cruz, y que la escuadra de su :Maj est a d
v endría en su busca . D esde ese momento, ya no .se pensó en To-
ros ni en Cañas, sino en armarse para salir con el Vil'l'cy a defen-
der el Reino .
y co mo si esta cala mitosa amenaza no f uera í;ufi cicnt c para
72 NICOLAS R, A N GEL

impedil' que las fiestas proyectadas se efectuaran, a pocos días la


Ciudad sufrió una de las mayores inundaciones que r egistra su
historia; y fué de tal manera treménda, que solamente en canoas
podía transitarse por las calles. Los ejercicios piadosos, tan indis-
. pensables para: :una población eminentemente religiosa, en particu-
lar el de la Misa, se efectuaban en las azoteas de los templ,os y
conventos,. pues todo estaba invadido por el agua. La Plaza Ma-
yor era un pequeño lago; y habiendo fallecido el Corregidor d.e la
Ciudad, el 5 de noviembre, el Cabildo hubo de contentarse con lle-
var el cadáver, del túmulo levantado en el templo de la Merced
:.p ara las exequias, hasta el sepulcro cavado en el ,mismo templo,
. pues de la casa habitación del Corregidor a la M,e rced, fué lleva-
do en canoa.
DesgTaciadamente para la historia cronológica de las Corridas
de Toros en México, las . Actas del Cabildo correspondientes a los
,años de 1631 a 1639, fueron clestruídas en el deplorable incendio
de' 1692.> t enienclo que consultar para proseguir esta Historia, las
Actas del Cabildo de 1640 a 1643, y los interesantísimos Diarios de
Greg'orio Martín de Guijo, d e Antonio de Robles, de José Manuel
d e Castro Santa-Anna ).- el del Alabardero.
XVI.

Gastos de recepción del Duque de Escalona, exorbitantes.-Toros con co-


hetes y Toros atados en las calles.-La po-etisa Maria de Estrada Medinilla,

[11
cronista taurina.

L Marqués de Cadereyta que gobernaba la Nueva E,-


pafia en 1640, ayisó al Ayuntamiento de esta ciudad,
el 29 de junio del mismo año, que su sucesor, el E..-x-
celentísimo Señor Don Di ego López Pacheco y Boba-
. dilla, M,arqués de Villena, Duque de Escalona :r
Grande España, ·h abía desembarcado en Vera cruz cuatro días an-
tes, y que dispusiera los honores y fiestas qu e en hom enaje de tan
alta personalidad tendrían que verificarse.
Reunido el Cabildo en pleno, acol'Cló se publicara inmediata-
mente la venida de tan gran señor, (era el prüner Grande de Es -
paña de primera clase que venia a gobernar a México ) ordenanll0
a todos los vecinos y moradores de esta Capital, qu e la misma no-
che iluminaran el frente ele sus casas, mandando que la Casa del
Ayuntamiento se iluminara, igualmente, en la s azoteas, corredores,
balcones y calle; que se quemaran en la Plaza Mayor, un castillo
de cinco cuerpo s, doce ruedas y ocho toros, más una ~alva de doc e
piezas. Se despachó un correo extraordinario con una carta para
el nueyo Virrey, en la que le decía el Ayuntamiento que México
celebraba con reconocida estimación, la merced singular que el
Rey le hizo, dándole por su Virrey; y que mientras llega ba ayer
el contento general en los semblantes de toda la Repúblic1a, se co-
menzaba a manifestar desde ese día que se tuvo la nueva , y conti-
lmarÍa con demostraciones públicas con el mayor afecto. El mismo
correo llevó carta para el Obispo D on Juan d e Palafox y Mendoza ,
que llegó como Visitador de Nu eva España ~. para re siden cial' al
:lVIarqués de Cadereyta.
74 ~ICOLAS RANGEL

El flamante Virrey t raía autorización para ser recibido bajo


palio, merced negada a sus antecesores; y tanto por esta circuns-
tancia, como por lo fastuoso que se preparó esta recepción, los gas-
t os importaron más de cuarenta mil p esos, exorbitante suma para
aquellos tiempos.
Preparóse violentamente, n o obstante haber suplicado al de
Villena que retardara su llegada, ma gnífico caballo ' con silla rica-
mente bordada de oro, con todas las guarniciones, almártaga y
telliz de tela rica; palio de brocado; llave d e oro para el juramen-
to, y espue'l as del mismo metal para calzar a su Excelencia; Arco
triunfal en la esquina de Santo Domingo, de dos ases y <con todo
lucimiento. A duras penas s'e consiguió que ' el Conde de Santiago
vendiera un caballo morsillo, que era el mejor que había en la Ciu-
dad, para ofrecerlo al de Escalona.
Tres Regidores fueron comisionados para preparar el aloja-
miento en Ohapultepec, donde pernoctaría el Virrey y su familia,
aderezando toda la casa con riqueza, decencia y ornato, preparan-
do cena, comidas y regalos abundantes y bien servidos, iluminan-
do todo el alto de la casa y haciendo invenciones de fuegos artifi-
ciales 'e n el patio de en medio y castillos en los de los lados, con
salva de treinta cámaras. Además" que hubiera banderas, chiri-
mías, clarines, juncia y flores. " y porque es justo, agrega el acta
del Cabildo, festejar a su E'x celenéia, los dichos Comisarios dis-
pondrán representaciones de comedias, y que las vestiduras se ha-
ganal propósito de la comedia, costeándolas por cuent,a de los
Propios de esta Ciudad, así teatros como invenciones, composicio-
nes, premios y satisfacciones, libren todo lo necesario como y de
la manera que les pareciere, sin límites; y así mismo, mitotes, fue-
gos, danzas, saraos, músicas y todo lo demás que en cualquier ma-
nera les pareciere, que para todo se les dá comisión bastante, de
manera que por falt a de ella en ninguna cosa se l'es ponga límite,
~or cuanto se desea festejar esta entrada por todos caminos."
Como el recibimiento tenía que hacerse bajo palio, 's'e dieron a
lo.s Regidores ropas rozagantes, compuestas de terciopelo carmesí
de Castilla, forradas de tela blanca y naranjada, calzón y ropilla
de terciopelo liso forrados en la misma tela, acuchillado grande y
manga acuchillada; medias amarillas o naranjadas; gorras de
terciopelo con plumas de colores de los' cabos ; ligas con puntas de
HISTORIA VEL TOREO E:\ 1lEXlCO 75

oro y bolillas, bordadas también de oro. Para la Sala del Cabil ll 0,


se mandaron hacer diez bancas de nogal, de vara y media de lar-
go, guarnecidas de cordobán leonado pespunteado y con las ar-
mas de la Ciudad, con clavazón dorada, fl ecadura de oro y C' ubi er-
tas de badana. Además, se compraron al mercader Juan de l\Iecli-
na, tres finísima s alfombras moris cas, una de once varas, y do s d e
cinco de largo y tres d e an ch o, que costaron las tres, no\' ecien tos
sesenta pesos.
Arregladas las calles por donde d ebía, entrar el Marqués de
Villena, en esta ocasión con más ricas galas, ofreció el Ayuntamien-
to premios par,a la s fachadas qu e r esultaran más artísti cn ment e
adornadas. Se avisó a su Excelencia que podía disponer su cntra-
da para cuando a bien tuviera, y su señoría fijó el día 28 d e agosto
por la ~arde . Co n est e acuerdo, el Ayuntamiento mandó pregonar
una Máscara general, invitando de man era especial, por medio d el
R ector del Colegio de San Pedro y San Pablo, a los alegre. es tu-
diantes de las Aulas universitarias; y fué de tal manera animada ) r
llumerosa esta má~, cara popular, que el Alguacil Mayor quc f ué el
encargado d e organizarla y alquilar mu)as para eHa, pidió al Ca -
bildo se pagar an a una pobre mujer, tres mulas que se p erdi er on
en tal fiesta , la cual comenzó a las do s d e la tarde .
Para ten er una idea, siqui era aproximada, de lo afecto qn e f ne-
ron a la lidi a d e toros nuestros antepasados, bastará -saber que el
mismo día de la mascara4a, en la mayo r parte de la Ciudad, sr
corrieron toros; p ero atados de las astas con una reata a sólidos
postes, para que los improvisados toreros no t.>ufrieran p er caJ1C' (, :-;
p eligrosos.
Cercada la Plaza Mayor de tablados, que se sacaron a r ema t e.
verificáronse las indispen sables Corridas de Toros en hon or del
nuevo Virrey, obsequiando la Ciudad a los concurrentes co n l'itílS
Colaciones.
De estas fiestas verdad eramente r egias , hizo una Relación la
poetisa mexicana Doña María d e Estrada M'e dinilla, muj er muy
principal de esta ciudad; e igualmente escribió una Rese'ñ a de las
Corridlas de Toros y Juegos de Cañas, qu e por acuerdo del A~-nll­
tamiento se imprimió , y se le envió a la autora una gala de qui ni en-
tos pesos. Por desgracia, sólo la Relación ha llegado hasta no sotros.
quedando d e la segunda únicamente la r efer encia bibli ogr[tfica;
ambas composiciones estaban escr ita s en oct avas r eales . Y ro mo
76 :\I C OLAS RANGEL

muestra de este tan singular ingenio femenino, damos un extracto


de la primera composición, publicando un fragmento de ella, en
la que describe con vivacidad y donosura el regio festival con que
fué recibido el Duque de Escalona. La Relación fué escrita para
una religiosa, prima de la autora. Comienza por decirle, que el día
de la recepción mandó prevenir temprano el coche; pero que se en-
contró con la desagradable nueva de estar prohibido el tráfico
de vehículos por las calles principales de la ciudad; privose
del guardainfante, por-q ue si lo llevara, del primer movimien-
to no pasara, dice graciosamente, uniréndose con otras damas de
tan alto linaje como ella, que con manto sencillo, quisieron alen-
tar el tapadillo, dirigiéndose a Ia Catedral, en cuya fachada admi-
raron el Arco triunfal que el Metropolitano Cabildo había levanta-
do, describiendo la poetisa las alegorías de dicho Arco. Para dar
una idea del número de concurrentes a esta recepción y el mag~:üfi­
centísimoadorno de la ciudad, y especialmente el de las caBes por
dond e hizo su entrada el Virrey, dice:

Dimos la vuelta luego


y en un abismo de rumor me anego;
Al discurrir la calle
No hay paso donde el paso no se encalle;
El número de gente
Presumo que no hay cero que tal cuente,
Pues tomar fuera en vano
La calle, como dicen, en la mano ;
Iba,aunque aquí se note ,
De lo que llama el vulgo bote en bote.
Era cada ventana
Jardín de Venus, templo de Diana,
y desmintiendo Flores,
Venciendo Mayos y afrentando Auroras,
La más pobre azotea,
Desprecio de la copia de Amal tea,
Con variedad hermosa,
Aunque tuvo también de toda broza.
Pintar su bizarría
Ni más Flandes habrá ni más Turquía.
En fin todo es riqueza,
HISTORIA DEL TOREO EN MEXJ.CO 77

Todo hermosura, todo gentileza.


A opulencia tan rara
¿ Qué babilonio muro no temblara?
Pues conservando abriles
Se miran injuriad<?s sus pensiles.

En seguida describe la gran comitiva de alabraderos, mUSlCOS,


varas de justicia, órdenes religiosas, universidad, tribunales, ofi-
ciales reales, nobleza, etc., y representa al Marqués de Villena en
estos soberbios y deliciosos versos, traduciendo el sentir general de
sus contemporáneos, respecto a lo apuesto del mandatario y de
las simpatías que universalmente supo inspirar desde que pisó
tierra novo-hispana.

Llegó la gran persona


Del valeroso Duque de Escalona
En un alado bruto
Que fué de los de Febo sustituto,
y a ser tan hábil viene
Que ya de bruto solo el l?-ombre tiene.
Color bayo rodado
En quien no queda bien determinado,
Por guardarle el decoro,
O si fué oro engrifado o grifo de oro;
A la vista primera
Oro esmaltado de azabaches era,
Bien que a la fantasía
Ya tigre de tramoyas parecía
Y ya Pavón de Juno,
Aunque en lo cierto no tocó ninguno;
y erizando sus plumas,
Furias virtiendo si brotando espumas,
Daba a toda la plebe
A chirlo y cintarazo grana y nieve:
Tan racional estaba,
Que capaz de la altura en que se hallaba,
N o tuvo ni aún a.penas
Un tocar con las manos las arenas;
Y estando descuidada,
78 XICOL_-\.S RANGEL

Hice, viendo venir una pedrada ,


Reparo diligente.
Con que no me rompió toda la frente .
y esto lo menos fuera ,
Pues por poquito no me la parti era
A vueltas de la cara:
Aún el susto me dura, y cuál quedara
El corazón me parte;
y aunque de mi discurso en esta parte
Ponderación colijas,
Tan sin bajarse levantaba guija s,
Que tuve algún recelo
De que se granizaban desde el cielo~
y en los más retirados,
Infinitos habrá descalabrados.
En su furia mostraba ·
Que al Virrey en el cuerpo en fin lleva ha ;
De suerte le imagino
Que . en él hasta el bozal era ladino ;
Con nueva maravilla
Promontorio de plata era la silla.
Pintar su dueño agora
Quien tanto el arte del primor ignora,
Aunque el objeto obligue,
Mal lo comienza y tarde lo consigue,
y epítetos vulgares
N o son para las cosas singulares.
¿ Viste el solio divino
Del Sol, que desde el orbe cristalino,
Dorando las florestas,
Hace con providenci~s manifiesta s
Flamantes bizarÍas
Como desperdiciando argenterías,
y aunque le gocen todos,
Si le quieren mirar, por varios modos
Tal resistencia hallan ,
Que ciegos a su amago se avasallall~
y nadie aquello puede
Que a un águila caudal se le concede?
HISTORIA DEL TOREO EN l\IEXICO 79

A mí me ha sucedido
Lo mismo; pues poniendo en tanto olvido
De mi ser la bajeza,
Llevada del fervor y la viveza,
Quise, bebiendo rayos,
Sembrar alientos y coger desmayos;
y cuando cerca llega,
Flamígero furor mi vista ciega:
Mas aunque más se impide
Con el afecto y con la fé le vide
y aun bosquejarle puedo
Si al rayo y a la espuma pierdo el miedo.
J u zg uéle tan airoso
y de tan lindo gusto en lo aliñoso,
Haciendo con desgarro
Despreci o general de lo bizarro,
Que alguno habrá pensado
Que aquel descuido todo fué cuidado:
Aunque se está sabido
Que es aquella postura de entendido,
Con que está dicho todo.
y puesto que en 'l os hombres es apodo
Entrarles por lo bello,
A riesgo d e empezar por el cabello
Principio d e lo hermoso,
Habiendo lo discreto y lo brioso
Con extr emo infinito ,
Aquí se cifra todo sin delito,
y en todas opiniones
Un epílogo fué de perfecciones.
Nub e viste de plata
Dond e lo recamado se dilata
Tanto, que 110 ha llegado
Lin ce sutil a hab er averiguado,
Por brújula o cautela,
El más breve dibujo ele la t ela.
En fin, la chusma toda
Higas y bendiciones le acomoda,
y en mormoll o cobarde
80 NICOLAS RANGEL

Las mozas le dijeros: "Dios te guarde;


Qué lindo y qué galano;"
Las viejas: "Dios te tenga de su mano;
Qué bien que resplandece;
Al mismo Rey de España se parece."

Prosigue la inspirada poetisa contando los primores del Arco


triunfal levantado en la esquina de Santo Domingo, cuyas alego-
rías le fueron explicadas al Virrey; la melodiosa música que en'
tal acto tomó parte; la entrega de la llave de la Ciudad; el jura-
mento; el palio, quitasol y guión, la marcha hacia la Catedral, Ar-
co triunfal frente a ésta, Te Deum, la conducción al Palacio Vi-
rreinal, salvas de artillería, la lluvia que no impidió los festejo s,
etc.; y t ermina esta hermosísima reseña con los siguientes versos:

En tan célebre día


Fuera civilidad o cobardía
Que quedara figura
De la más Vestal Ninfa la clausul'a 7
y si tal entendieras
Presumo que tú misma la rompieras,
Pues con esto apercibo
El hipérbole más ponderativo.
y aunque el yerlas te inquiete,
Mayores fiestas Méxi co promete:
Máscaras, toros, cañas
Que pueden celebrarse en las Espaiía s.
Esto es en suma, prima,
Lo que pasó; si poco te lo intima
Mi pluma o mi cuidado
Mal erudito pero bien guiado,
Perdona que a mi musa
El temor justo del error la excusa.

Bella manera de relatar estas fiestas; y lástima grande es, co-


mo decimos en otro lugar, la pérdida de la reseña ' de las Corridas
de Toros, la que, indudablemente, nos habría dado muchas luces
sobre la fiesta brava, por ser esta inteligente mexicana tan minu-
ciosa en las descripciones.
HISTORIA DEL TOREO EN MEX1CO 81

Invitado muy especial.;mente el Ilustrísimo Señor Obispo Don


Juan de Palafox y M,e ndoza, Visitador de Nueva España, para
que asistiera a las fiestas profanas que la Ciudad prepar6 al Mar-
qués de Villena, contest6 Su Señoría, que "la severidad y rigor
con que las reglas eclesiálsticas prohiben a los sacerdotes la asis-
tencia a los espectáculos públicos, aunque sean tan benignos como
la,s Oañas y Toros, lo ponían en grave escrúpulo de asistir a las
preparadas al Excelentísimo Señor Virrey, de quien recabó permi-
so para no concurrir a ellas," "pudiendo asegurar a Vuesa Seño-
ría, que menos que hallándome con las expresas obligaciones de
sacerdote y prelado ausente de su iglesia, no faltara .. . ... "
XVII.

Llegada del Conde de Salvatierra.-Ganadería de DOÑA ELVIRA.-EI pin-


tor mexicano Sebastián López de Arteaga.-Recepción del 'Oonde Alva de Alis-
te.-Toros y Tocotines.-Arcos triunfales explicados por FARSANTAS.

1IIlIEPUESTO del Virreinato el Duque de Escalona, por

I sospechas de ser parcial al Reino de Portugal,


que en aquel entonces se había separado de Es-
paña, lo sustituyó el Obispo de Puebl~, Don Juan
de Palafox y Mendoza, en cuyo tiempo no hubo Corri-
das de Toros, por su austeridad en materia de fiestas profanas y su
aversión naJtural a la fiesta brava, de que dimos cuenta anterior-
mente. Cinco meses gobernó la Colonia este Obispo, entregando el
mando a su sucesor, Don García Sarmiento y Sotomayor, Conde
de Salvatierra, quien fué recibido por la Ciudad con gran esplen-
did ez, el 26 de noviembre de 1642.
Dispúsose que en esta r ecepción el Cabildo vistiera uniform e·
mente t raj e de negro y oro, con gualdrapas, botas y plumas de gar-
za, blancas, la1s cuales se buscarían a tiempo, enviando a Vera-
cruz por ellas. Amen del Palio, espuelas de oro para 'su Excelen-
cia, Quitasol, ,Arco, luminarias, fuegos artificiales, música, bande-
ras, chirimías, juncia, flores, etc., la Ciudad mandó cer car la Pla-
za Mayor y construir Tablados que se sacaron a r emate; al Obli-
gado de las carni cerías se le mandó que previniera toros bravos en
cantidad suficiente, y que precisamente habían de ser de los de
Doña Elvira, ganadería que no nos ha sido posible determinar aún.
El remate del Arco triunfal se hiz,o en Sebastián López de AJ..-
teaga, en dos mil y doscientos y ochenta y ocho pesos. No hay des-
cripción de este Arco, que indudablemente fué una obra acabada,
pues el artista que ejecutó las pinturas, se caracterizaba por su v~-
84 NICOLAS RANGEL

gor y fuerza, teniendo como muestra de su técnica, el Santo To-


más que guarda nuestra Academia de Bellas Artes entre sus obras
maestras.
El Conde de 8alvatierra, como el Duque de Escalona, trajo Cé-
dula Real para que fuera recibido bajo Palio; pero esta gracia,
que en mucho apreciaban los fieles vasallos de su Majestad, no era
merced tan graciosa, porque tanto el primero como el segundo vi-
rreyes, manifestaron al Ayuntamiento que el Rey de Esp~ña te-
nía gastos de tal tamaño, que era bien Ise excusaran los de esta
ciudad, a fin de ocurrir con buena cantidad al bolsillo de su Ma-
jestad; esperando que fuera así, porque había entendido que esta
Ciudad, excedía a todas las del mundo en el agasajo que hace a
sus Virreyes ,c uando vienen, manifestándolo en las demostraciones
tan suntuosas, hechas como ¡;;i fueran al mismo Rey en persona. En
atención a estas razones, al Marqués de Villena se le dieron para
el Rey, ocho mil pesos, y al Conde de Salvatierra, cuatro mil, en
Veracruz, por cuenta de aquel Ayuntamiento, y diez mil por el de
México.
En la mañana del 28 de junio de 1650, la Real Audiencia, los
Tribunales y el Ayuntamiento, daban en ChapuItepec la bienveni-
da al Excelentísimo Señor Don I.Juis Enríquez de Guzmán, Conde
Alva de Aliste y Marqués de Villaflor; el mismo día, después de
las oraciones de la noche, vino a Palacio el nuevo Virrey, se pre-
sentó en la Sala de Acuerdos y mostró su Título, prestó ei jura-
mento hecho sobre una 'c ruz, el misal y el Sello Real, y se volvió
a Chapultepec, donde los días siguientes fué obsequiado con Co-
rridas de Toros, banquetes, refrescos, fuegos artificiales y Toco-
tines de los indios. De esta danza indígena dice el Abate Clavijero:
"También usan los indios de M-é xico un baile antiguo, llamado vu1-
garmente tocotín, tan bello, honesto y gracioso, que se practica en
las fiestas de los templos cristianos."
El domingo 3 de julio, hizo su entrada el de Alva de Aliste. Fué-
ronlo a recibir hasta la Iglesia de Santa Ana, la: Real Audiencia,
el Regimiento, Alcaldes Ordinarios y Corregidor, la Real y Ponti-
ficia: Universidad bajo de mazas, Tribunales de Cuentas y demás
corporaciones qae de ordinario asistían a estas cere~onias, todos
a caballo. Lo traj,e ron es esta forma hasta la esquina de Santo Do-
mingo, donde estaba colocado un Arco triunfal de dos rostros, con
la fábula de Proteo, que según los versos que lo decoraban:, se le
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 85
acomodó a la genealogía y descendencia del señor Virrey. La dis-
posición del Arco y sus poesías, fueron obra del licenciado Alonso
de Alavez Pinelo, Teniente de Corregidor del Reino y Abogado de
la Real Audiencia. Llegado que hubo el Virrey al Arco, desmontó,
~. hechas las ceremonias acostumbradas, una farsanta le explicó: el
significado de las pinturas. Volvió a montar a caballo, se colocó ba-
jo el rico palio que sostenían los Regidores, y siguió la marclla
para la Catedral.
Lucía el Virrey en esta solemnidad, un rico vestido bordado
de oro sobre camelote de agua, pardo, muy costoso; y todos los
caballeros de hábito de su familia, venían con vestidos: bordados,
también de mucho valor. Cercaban a su Excelencia todos sus pa-
jes y criados españoles, con libreas de terciopelo verde de Castilla,
calzón, ropilla y capas de paño verde guarnecidas de una franja de
oro, bordada.
Un tablado de dos varas de alto, adornado con primor, ocupa-
ba el frente del Portal de los Gorreros, con gradas que miraban a
la casa del Marqués del Valle, hoy Monte de Piledad. En la puerta
Mayor de Catedral se levantó un Arco triunfal, frente del cual
estaba un sitial de terciopelo carmesí, y cojines de lo mismo. Lle-
gado el Virrey a este sitio, salió el Señor Arzobispo vestido de pon-
tifical acompañado del Cabildo Metropolitano, que vestía riquísi-
mas capas pluviales blancas, y toda la clerecía, Cruz alta y ciria-
les ; le dió el Arzobispo a besar la Cruz de reliquias; y antes de en-
trar a la Catedral al Te Deum, otra farsanta le explicó las pinturas
del Arco y los versos, que fueron compuestos por el Padre Matías
de Bocanegra, celebrado poeta poblano, autor de una Canción a
la vista de un desengaño, muy popular en su época, e, imitada por
los poetas de. los siglos XVII y XVIII. Después de este acto, y en
el m'ismo atrio, se representó una Loa.
Las calles, desde Santa Catarina hasta la Catedral, estaban
adornadas con macetas de exquisitas plantas en las azoteas, col-
gaduras de seda en los balcones y puertas, cuadros al óleo de mag-
níficos pinceles, tibores de China, pantallas de finísimo cristal, es-
pejos colocados en doradas consolas, primorosos candelabros y
cuanto de más rico y costoso gual'daban las residencias coloniales
de entonces.
XVIII.

Moros y Oristianos para. el diade la Santa eruz.-!.rcn:os en Pa.la.c:ioY¡


Máscara de mulatos y negro s.-Lidias de la. Real y Ponti1icia UniversiWwt
en honor de la, Inm.aculada,.~El Duque de Albllrtluerque permite E:orridas mi
dias festivos. .

I[II0STUMBRE añeja de los matarifes fué la de celebrar


la fiesta de la Santa Oruz; y por curiosa y haberse co-
rrido toro·s, durante tres días, transcribimos íntegra
la descripción que encontramos en el Diario de Guijo,
de la que se verificó en mayo de 1651.
"Domingo 7 de mayo, celebraron los rastreros la fiesta de la
Santa Cruz en la Plazuela del Rastro de .esta ciudad, y la víspera
salió lucida máscara de indios, Moctezuma y ,C ortés, moros y el
gran turco, vestidos costosamente: rodearon la ciudad, y dicho dí-a
dpmingo pusieron la Cruz en el Convento de San Jerónimo, YI le
cantaron en la Iglesia de dicho Convento los clérigos una solemne
misa. Acabada, llegó una bandera de soldados, y disparando sus
arcabuces, metieron en la escuadra antes de la bandera la Cruz,
que acompañaron los clérigos vestidos de sobrepellices; pasearon
algunas calles hasta llegar al matadero, donde la pusieron en un
sitio que estaba prevenido, y habiendo hecho salva, llegaron ' de
tropel los Moros y la robaron, y a media rienda, haciendo escel-
ta al que la llevaba, la entraron en un Castillo que tenían formado
de madera en medio de la plaeeta del Rastro.
" Retiróse la infantería al cuerpo de guardia, y a las tres. de · la
tarde apareció el Turco en el remate del Castillo, sentado con no-
ble gravedad y acompañamiento, y la Cruz en lugar eminent~;
marchó la infantería y entró por la Plaza, disparando, ent~a~o
por una parte y sali endo por la otra, con notable concurso de M.do
88 NICOLAS RANGEL

el Reino; y luego entró el Virrey en su carroza a ver la Plaza, que


estaba .c ercada para jugar toros y hacer el combate el día señala-
do; pasó el Virrey por delante del Castillo, y el Turco se estuvo
sentado en su trono; bajóle la cabeza y el Virrey se quitó la gorra,
con que acabó este día el acto. Y lunes, martes y miércoles siguien-
tes se jugaron toros, todo lo que fué ·e n oposición de los vec~nos del
barrio de. San Juan, que por diciembre del año pasado celebraron
la de la Cruz con este mismo aparato, que se alborotó el Reino."
El mes de septiem;bre del mismo año, apareció en esta ciudad
y sus alrededores, principalmente en los barrios de los indios, la
ep'idemia de cocolixtle. Con este motivo salieron procesiones de san-
g~e . de .varias .rarroquias, para pedir a Dios que mitigara la enfer-
medad, pues hasta los españoles la padecían. No obstante la·· epi~
demia y la consternación consiguiente, el Virrey dió licencia para
que se lidiasen toros frente al halcón central del Palacio Virrénal,
los últimos días de octubre y el 6 y 7 de noviembre; y estando en
estas Corridas, que por cierto fueron muy animadas, andaba pot
las calles la pr,9cesión de sangre que salió de la IgJ.esia de Santa
María "la Redonda.
-Oon motivo del cumpleaños del Virrey, en septiembre de 1652,
se lidiaron toro~ por varios días en un Coso formado en el ParqU'e
del Palacio, cóu tablados suficientes y adornados para las perso-
nas invitadas, que fueron numerosas. Obsequiaron los toros para
1ak .- Corridas, 19·s Condes de Oalimaya y Orizaba y Fray Jerónim:o
de Aranda, pr<?vincÍ'al del Convento de la Merced. En dos días de
10:8 referidos, sacaron los mulatos y negros de esta ciudad; que eran
muy numerosos, una Máscara a caballo, con vestidos ~ingulares, re-
p;~sentando á 'todas las naciones, y una Cuadrilla armada de pun-
ta ·e~ blanco. F~t~ máscara notable salió de la casa de non An-
d~~~ - Pardo .9.e'Lagos, Oidor más antiguo de la Real Audiencia,
eitrañando sob!e .manera a todos los habitantes de la ciudad, que
hu·p iera dadq -semej~:pte perm:iso, así como que los negros, que re-
pr~entaban ~.la, nación española, ostenta~an en sus pechos los h-!á-
bitos de las Ordenes de $antiago, Calatrava, Mcántara, San Juan
Y ', Qr~st<?~ ; R~~orrieron negros y mulatos, ataviados de la manera
ref~ridla, , t()d,~: la cilldad, y a hora .oportuna entraron en el Coso
d~l'; rarq-qeqeí r~lacio, . presenciando el .desfile el Señor Virrey y
s~·jJ).v:itado~~d.~ h.onor, que fueron la Real Audi,encia, Tribunales,
l~'luisición, ..Oapi1do . Eclesiástico y Nobl~za,
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 89
Deseando la Real y Pontificia Universidad de México, celebrar
perpetuamente la festividad de la Purísima Concepción, . imitando
a las Universidades españolas, organizó una serie de funciones
religiosas y profanas. La víspera del día señalado como principal,
18 de enero de 1653, salió l'a procesión del Convento de San Fran-
cisco hasta la Universidad. Las calles comprendidas en esta: carre-
ra, fueron adornadas por los vecinos de eUa,s con ricas y vistosas
colgaduras, sin dej'a r blanco en las paredes. Especialmente los pla-
teros hicieron derroche de lujo en esta vez, colocando en el cen-
tro de la calle un elegante y clo stosísimo altar,' en forma de cas-
tillo, de cuatro vistas, con la imagen de la Purísima de! gran ta-
maño y hecha de plata de alta ley. Prohibió se rigurosamente el
tránsito de carruajes y caballos por esta calle, durante los días que
permaneció dicho altar, poniendo fuerte escolta para custodiarlo
de día y de noche. El 19 hubo comedia pública, en la primera calle
de Plateros y el 20 Corrida de Toros en la Plazuela de las Escue-
las, hoy Mercado del Volador. El miércole,s salió de la Universidad
una costosa Máscara de estudiantes con fábulas y carros alegóricos,
y entre éstos, la ciudad de Troya, que se quemó en presencia del
Virrey, y se hizo al natural el robo de Elena ..... .
El día 22 hubo otra Máscara a lo faceto, y se lidiaron más To-
r os en el mismo Coso. A todas estas fiestas concurrieron el Virrey,
el Visitador recién lle gado, Dr. Don Pedro de Gálvez, los Tribuna-
les y la Universidad. El concurso popular, numerosísimo. En los
días de Corridas se celebraron Certámenes poéticos de mucho in-
genio y regiamente premiados, según cuenta un cronista de la
época.
Para sustituir en el gobierno de la Nueva E,s paña al Conde d e
Alva de Alieste, llegó a M'éxico el 15 de agosto del mismo año, el
Excelentísimo Señor Don Francisco Fernández de la Cueva, Du-
que de Alburquerque, permaneciendo en Chapultepec durante diez
días. Se le recibió con las ceremonias acostumbradas, dirigiéndose
al Palacio, que previamente había mandado ad erezar con ricas
colgaduras que trajo de España, sin permitir que entrase en el
arreglo, un solo clavo, por haber traido él todo de la Península.
Hasta el mes de diciemlbre se ·e fectuaron las Corridas de Toros
que en su honor había organizado el Ayuntamiento, teniendo lu-
gar los días 22, 23 y 25, éste último, fiesta de la Natividad. Como
estaba prohibido rigurosamente que en domingos y fi estas de guar-
dar se lidiaran Toros, y con anatemas eclesiásticas se conminaba
90 NI e o L A S · R A N GE ·L

a l'Os que concurrieran a semejantes diversiones, llamó poderosa-


m'ente la atención que el Virrey las hubiese pennJitido, originand'O
entre muchas gent-es, escrúpulos de conciencia.

w///q//////////////q////////////.
XIX.

Ma.sca.radas y Toros por el parto feli~ de la reina...-Torot; libres de loSl


plateros.-El Conde de Baños y la Virreina silba.dos en lUla Corrida.

IIIIALTAN por completo noticias referentes a nuestro ob-


jet.O, en l.Os añ.Os transcurrid.Os de 1653 a 58. En may.O
de este últim.O añ.O y c.On m.Otiv.O del p'art.O feliz de la
' . Reina, celebróse tan fausta nueva c.On Mascaradas se-
rias y a 1.0 facet.O y ridícul.O. ,E n la primera salió el
Virrey, caballer.O en brioso c.Orcel, vestid.O de c.Olor rosad.O, elegan-
tísirnJO, ac.Ompañad.O de su numer.Osa guardia y criad.Os en cuerp.O,
t.Od.Os c.On hachas encendidas, pues que fué a las .Ocho de la n.Oche
este festival. Daba principi.O a la mascarada un clarín de su E,x celen-
cia, lueg.O un enano a caball.O, e iba en seguida el Señ.Or Virrey sin
c.Ompañer.O; venía en segund.O términ.O el Corregid.Or y su ac.Ompa-
ñante, y después, hasta cient.O veinte caballer.Os de la nobleza y par-
ticulares, c.On un c.Ompañer.O y cuatr.O pajes, ést.Os c.On hachas encen-
didas. N.O se usó careta por los c.Oncurrentes y los que n.O pudieron
asistir, .O p.Or enfermedad, .O por no saber ruar un caball.O, les cüstó su
falta de asistencia de 200 a 300 pes.Os, que dier.On de contad.O, con el
títul.O de mantillas para el príncipe, c.On 1.0 que se rec.Ogió una fuer-
te suma de ducados. Tres n.Oches rec.Orrió la mascarada las prin-
cipales calles de Méxic.O; la primera, visitó el Arzobispado, Sant.O
D.Omingo, el Carmen, C.Olegi.O de San Pedr.O y San Pablo, Merced,
.Jesús María, Santa ¡nés, Balvanera y Santa María de Gracia, V.Ol-
viend.O a Palaci.O a las .Once. Los siguientes días acabó de rec.Orrer
la ciudad, pasand.O frente a t.Odos los Convent.Os de. religiosas y
frailes para que la vieran,estand.O las c.Omunidades en los cemen-
teri.Os, hasta que acababa de pasar.
92 NICOLAS RANGEL

La Mascarada de los estudiantes fué por cierto muy numerosa


y bien dispuesta, faceta y ridícula, en la que figuraban negros y
negras, mulatas, vaqueros, micos y otros animales; la Escuela de
Ga}eno en un carro, lo mismo que todas las Naciones; en otro ca-
rro, Moctezuma y la Malinche, ricamente vestidos y con toda pro-
piedad; después una cabalgata que representaba la Corte de Ma-
drid, bizarra en galas y adornos, siguiendo el Capitán de la Guar-
dia y los alabarderos.
Con ocasión de estas fiestas, se mandaron retirar de la Plaza
Mayor, los Cajones de los mercaderes que la obstruían, pasándo-
los a diferentes plazas y plazuelas de · la ciudad; se construyeron
tablados, y se corrieron Toros los días 20, 21 y 22 de mayo, con
la selecta concurrencia de siempre.
Un año después, el 3 de julio de 1659, nació un nuevo infante.
Comenzaron a lidiarse Toros con tan plausible motivo, en la Pla-.
za Mayor, durante cinco días, y otros tantos en la Plaza del Vo-·
lador.
Fiestas Reales se denominaron las que con ocasión del cumple-
años del Príncipe celebró esta Ciudad del 7 al 13 de noviembre de
1662. Durante esta Temporada, se corrieron los Toros 'e n la Plaza
Principal, desembarazada de los Cajones, los que, después de es-
tas fiestas fueron construidos con mayor amplitud. Asistió a los
'roros todo el Reino, siendo uno de los números más gustados en
estas fiestas, la Carrera efectuada por un negro, criado del Virrey.
De conformidad con una Bula de su Santidad, los Conventos,
las Cofradías y los Gremios de México, comenzaron a celebrar con
inusitada pompa, la fiesta de la inmaculada Concepción, singula-
rizándose entre estos últimos el de los Plateros, tanto en la solem-
nidad religiosa, como 'e n la. profana, que hicieron en su,s dos calles.
Para la última, adornaron los frentes de sus casas y establecimien-
tos con exqu~sitas piezas de orfebrería, colgaduras de fiam¡e ncas
tapiqerías .y sedas, terciopelos y brocados italianos i cerraron las
bocacalles de Mercaderes, la Profesa, la Palma y .A:lcaicería, y se
corrieron toros libres durante toda la tarde y parte de la noche.
Si el espectáculo vespertino fué vistoso, el de la noche, con las
inu:mer~bles hachas de cera en los balcones, farolillos colocados en
hilos 'de acera a acera, y las cazuelejas de las azoteas, constituyó un
cuadro maravilloso . .
Para sustituir en el gobierno de .ta Colonia al Conde de Baños,
que se había hecho odioso al puebloi por su carácter despótico y
HlSTORIA DEL TOREO EN MEXICO 93

atrabiliario, llegó el 7 de octubre de 1664, Don Sebastián de Tole-


do, Marqués de Mancera, siendo recibido en , Chapultepec. Come
de costumbre, hubo . Corridas de Toros en aquel lugar, siendo dig-.
no de mención que, al presentarse en el( Coso el Conde de ;Baños
y su familia, el pueblo comenzó a silbarlos y a mofarse dI} eUos.
Poco afecto el Marqués de Mancera a la fiesta brava, y sí muy

Cerradura de arcón, siglo XVII, con escenas populares de toreo_

aficionado a tertulias, saraos y comedias en Palacio, durante su


período gubernamental, no se verificaron más Corridas de Toros
que las ya dichas y una, de que dá cuenta el di arista Ro bIes, efec-
tuada en septiembre de 1669. "E'l día 2, dice, hubo en todo Mé-
xico.. fuegos y luminarias, hachas y linternas por las ventanas; y a ;)
del dicho, salió Máscara de ochenta y cuatro caballeros, con ciento
ochenta pajes, vestidos a todo co·s to; y en la Plaza de los Toros, se
pusieron más tarde tres mil faroles, luminarias y hachones. " Pero
no dice con qué motivo se celebraron estas Corridas.
Fué tan efímero el gobierno de Don P edro Nuño de Colón y
Portugal, Duque de Veraguas, que llegó en sustitución del Mar-
qués de lVI.ancera, que no pudieron efectuarse todas las ceremonias
94' NICOLAS RANGEL

acostumbradas, sino únicamente las muy indisp,ensables. En efec-


to: habiendo llegado a Chapultepec la tarde del 16 de noviemhre
de 1673, a la mañana siguiente le sangraron un tobillo. Cinco días
duró en el despacho de los negocios, por haber mllerto en 23 días
del mismo mes.
xx.
El Arzobispo Virrey DO'n Fray Payo, baja en carrO'za a la Plaza..-Lo
que dicen 10's DiJariO's cM.ebres.-Un TO'rerO' en zancO's.-LO's Virreyes aplau-
den al TO'rerO' Conde del Santiago.-Mascarada del DUENDE Don FernandO'
de Valenzuela..-Incidellltle al Conde de Sa.ntiagO', a la saJida de 10's TO'l1O's.-
La. MUL.A:TA TORiERA y 10's Toros de Onoo.-Motín die Estudiantes.

1111
a ~
OR f,allecimient? del descendiente del ?escubridor de
AmerlCa, ocupo -el VIrremato el IlustrIsImo Sr. Dr. y
Maestro Don Fray Payo Enríquez Afan de Rivera, de
los Duques de Alcalá. En su tiempo, el 8 de febrero
de 1675, se efectuó un Torneo, para celebrar la nueva
de haber sido nombrado su Excelencia, Capitán General de Nueva
España. Más de cien caballeros vestidos en forma de diferentes ani-
males, como tortuga, águila y sierpe, formaron en el Torneo, siendo
el más hermoso festival de este género de los verificados hasta en-
tonces en Nueva España. Bajó el Arzobispo de los Tablados a ver-
lo, acompañado de la Real Audiencia, y paseó la Plaza en carroza,
sin el Crucero que precede a los Arzobispos. Hubo muchas cola-
ciones. El asiento en los 1'ablados para personas particulares, costó
un peso. Hubo Corridas de Toros en la misma Plaza, habiendo pre-
parado esta -fiesta la Real y Pontificia Universidad, la que fué
rnJuy celebrada.
Escasas en extremo son las noticias de Corridas durante el go-
bierno de Don Fray Payo, debiendo atribuirse esto , no a que de-
jaran de verificarse con relativa frecuencia, sino a la poca impor-
tancia que les daba el Diarista. En ninguno de los Diarios de enton-
ces se encuentran mencionadas las lidias de toros en: las Fiestas del
Pendón; y es bien sabido que ésta fué la -primera que instituyeron
los españoles en México, cuyos detalles se consignan invariablemen-
96 NICOLAS RANGEL

te en las A!ctas del Cabildo. L'a cónicamente nos cuenta el Diario


de Robles, que el lunes 11 de noviembre de 1675 se jugaron tres
toros por ser el cumpleaños del Rey, habiendo salido a la arena el
Conde de Santiago, con doce lacayos, con cabos encarnados, no
habiéndose registrado en esta Corrida desgracia alguna en los dies-
tros. El martes 19 y el miércoles 20 se' continuaron las Corridas, las
que estuvieron muy concurridas.
Que los frailes de las diversas comunidades religiosas asistían
a las Corridas de Toros, es un hecho cierto. El Visitador de San
Agustín, llegado a México el mes anterior a estas Corridas. expi-
dió una Patente, que fué leída a los frailes agustinos, prohibiéndo-
les que asistieran a las Corridas de Toros y a las Com:edias. Oon el
anterior laconismo informa que el 16 de noviembre del siguiente
año se empezaron a correr toros por la entrada del Rey y que dura-
ron ~eis días.
En febrero de 1677 se organizaron en Tacuba, Fiestas Reales,
con Corridas de Toros y Juego de Cañas; duraron tres días, asis-
tió el Virrey con la Audiencia. Casi al finalizar el año de 1678,
hubo Corridas en la Plazuela del Marqués, durante tres días, ii-
diándose en el primero un toro. encohetado..
De las diversiones intermedias en las . lidias de toros, las pri.
meras que se encuentran consignadas ,e n las crónicas son las efe'c-
tuadas en las Corridas de diciembre de 1670. El día 11 se jugaron
en la Plaza M.a yor y hubo maroma; diversión que prevaleció hasta
mediados del siglo pasado, sobre todo en los pequeños pueblos de
la República. Los días 13 y 14 se repitieron las Corridas, con la
particularidad de que en ambas salió a torear uno de los diestros
en zancos.
Si los Diarios de aquella época son parcos en noticias tauró-
macas, súplenlos las Crónicas, escritas para conmemorar algunas
fundaciones piadosas, o bien la erección de algún templo. Tal acon-
tece con la escrita por el Bachiller D. José María Zelaa e Hidalgo,
en la que encontramos la reseña de dos Corridas de Toros efectua-
das en Querétaro, con motivo de la dedicación del Santuario de
Guadalupe.
DonJuan Caballero y Osio, filántropo queretano y uno de los
sujetos más acaudalados de la Nueva España, cuenta, entre sus
muchas fundaciones, la del Santuario de Guadalupe en su tierra
natía, dotado de costosísimos paramentos sagrados y alhajas va-
liosas. Terminado por completo el Santuario el año de 1680, el 12
mSTORIA DEL TOREO EN MEXICO 97
de mayo de dicho año se abrió al culto público. Para celebrar taB
fausto acontecimiento, organizáronse suntuosas fiestas religiosas
y profanas, tomando parte en estas últimas los indios chiehíme·
cas, otomíes y tarascos, ejecutando típicas danzas, con tan'ta ' pro.
piedad y lujo, como hasta allí no se habían visto. Liberal estuvo
Caballero en la disposición de tales festivales; y no es paradójico
lo que nos cuenta el Cronista, al asentar que no hubo diferencia
de estas fiestas con las más suntuosas que se efectuaban en esta
Capital.
Pero, hay un dato que es asaz interesante para la Historia de)
Toreo en México, y es que, ya en 1680, había Cuadrillas de T,o re-
ros que ejecutaban las suertes de lidia con toda perfección y maes·
tría, como dice Zelaa e Hidalgo. Indudablemente que en- estas
Cuadrillas figurarían algunos diestros españoles, pues más adelante
se verá el número crecido de Toreros iberos que vinieron a ' ejer·
cer su profesión en nuestro país. A juzgar por el r elato que el
Cronista nos hace, de que todos los toros lidiados en esa ocasión,
fueron del msimo color y de la misma pinta, varias y extensas de-
bieron de ser las Haciendas del ostentoso filántropo queretano, y
no menos su buen gusto y su afición a la fiesta tauróma ca. Nada
diremos de la esplendidez de Caballero, ordenando que algunas de
las reses muertas en el Coso, fueran dejadas en las calles de la ciu-
dad, para que, como bienes mostrencos, dispusiera de ellos ¡el pri-
mer afortunado que pasara. j Qué felices edades aquellas!
Después de dar el Cronista, menuda cuenta de Las fiestas reli-
giosas, que duraron ocho días, agrega:
"Aun todavía le restaba a la fiesta su complemento, porque
aun no habían pasado el Lunes y Martes de la semana siguiente,
en cuyas dos tardes hubo dos Corridas de Toros, cuyas circuns-
tancias no me ha parecido justo el que aquí se om'itan.
"Fabricóse el Circo en la Plaza de San Franeisco, siendo de
Don Juan Caballero y Osio cuanta madera fué necesaria para fa-
bricar los tablados, los que se ocuparon con muy selecto concurso,
sobresaliendo entre todos el que se destinó para el Noble Ayunta-
miento de esta ciudad y para toda la Congregación de Presbíteros
Seculares de Nuestra Señora de Guadalupe, con otras personas de
distinción, a quienes festejó el generoso Caballero con cuantos 'aga·
sajos costosos suelen ser ordinarios en estas tardes. En una y . otra
admiró la curiosidad el que los. Toros que se lidiaron fueron ta1l
iguales en el color y las pintas, que no se diferenciaban en lo IIllÍs
8
N'I eo L A S ' R A N G E' L

¡n:Ínimo il0S'IUIroS : de lás ' otros :fhé ésta ' tilia' circu'n stanciaque se
8r.l'ebatá tlos; ;Ja;plaus'Os; y ' que ',pudo conseguir Don Juan Caballero
e~ :l'a 'multi.tlld rde ' 'ganado que 'poseía en sus Haciendas. L08~ Torea-
dor~s , desem<peñaron su oficio con toda pe,r fección y ' magisterio.
ijste mismo ¡ Caballero, que ' en todo se marnfestó generoso, qu.iso
en' ~sta o'c asi6mdal' una nueva prueba de su 'g enerosidad y magnifi-
~Jll'Cia; " mand.21l1ílido que ninguno de lbs Toros 'quedase en aquellas
i-ardes con' ir.idaFY que todos se repartiesen en los Conventos ~eli­
giosos, en el Hospital, en la Cárcel, entre los pobres y que algunos
de' ellos ,quedasen en 'las calles, para que como bienes mostrencos~
fJ,íles'en ,deLpriniLero qu'e ' les echase mano:
, ', ': ~'Para sa'c ar de la Plaza los Toros 'muertos, tuvo prevenido -un
hermoso tiro, ;de cuatro Mulas con gualdrapas, guarniciones y ca-
bezadas de grana, ribeteadas con franjoncillos ' de plata, que se
ac.ompañaron ,de plumeros, cascabeles y campanillas, las que go-
bernaron séis Lacayos con líbreas proporcionadas; consiguiéndose
{lun en.la menor de estas plausibles acciones, el que a beneficio de
DonJuan CapaUero, se equivocase entonces Querétaro con la Im-
Nerial Corte de; México, supuesto que nada se echó de menos de
lo qué en ella se practica con pompa y con magestad, debiéndose
a ' la liberalidad de un individuo solo, lo que necesitaba de la so-
licitud de mlichos para su complemento y su grandeza."
, : , El Conde :de Paredes llegó en octubre de 1680 a ocupar el Vi-
rreinato en lugar del Arzobispo Don Fray Payo; y como a su arri-
bo estaba enférmo ,d e la orina y hubo necesidad de sangrarlo, se
dilató su entrada solemne a ' esta ciudad. Cuando tal hizo, no hubo
Corridas de 'roros como en las anteriores recepciones. Por lo me-
~(js, n.o se ;encuentran consignadas en los Diarios de esa época.
Hasta fines ,del ,año siguiente es cuando se tienen noticias de que,
el 9 de dicÍembre empezaron los Toros en el Volador. En 1682,
díce el cronEstá, se jug'aron 'foros; pero no indica en qué lugar, y
en 83, en didetnbre 7, Corridas en ' el Volador los días de la Rei-
1;1a; agregandd 'el Diarista que hubo desgracias de muerte,
, r,: 'P ara celeoraÍ.' la !fiesta de la Santa Cruz en 1684, las Cofradías
~n Gremios de ; la , Parroquia de la Santísima, organizaron Corrid'a s
de Toros, Jueg,os de ,Cañas y Mas'c aradas, cuyas fiestas tuvIeron
lagar en la Plazüéla frente a dicha Parroquia.
c: ; j Para festejar al Conde de Monclova, sustitu:to del de 'Paredes,
I!Hf ;corrieron; Toros en Chapultepec, el 11 d.e noviembre de 1686.
en
~ ;:'i';En la ce1eb!li'ación' de la Santa 'C ruz 1688, se organizaron e.n
¡::~STO~IAJ DEL TOREO " EN , MEXICO 99
la' P.lazuela de ~Tesús , Nazareno, hoy Hotel IIumboldt, CorridaS de
Toros durante varios días, y combates de Moros y Cristianos, di-
versión ·muy .gustada por 10s habitantes de esta ciudad. Idénticas
fiestas se .verificfLronel año siguiente . en el~es de , ene~o, ~n la
Pla zllela d~ la ~antísima, asisÚendó ' el Virrey y su consorte a la
Corrida dei cJía 25, en la cual fué muerto uno de los indios toreros
al ejecutar, arriesgada suerte. Para celebrar también a la, Santa
Cruz, se corrieron Toros en la Plazuela . de San Pablo, en mayo
delinismo año, no faltando fos imprescindibles Moros y Cristianos,
asistiendo los Virreyes.
La anción a sortear reses bravas no había desapar~cido eu l~s
clases elevadas. Muchos de los sujetos de la más alta nobleza. m,e-
xi cana '. se . entregaban con fr ecuencia al deport e de capear y
alancear ~oros, distinguiéndose entre todos el Conde de Santiago,
quien dispuso cuatro Corridas para el día 11 d e mayo y siguientes,
las que se verificaron en el Parque del mismo Conde, tomando par-
ticipación lo más granado de los caballeros de la Metrópoli, pa-
ra festejarlo por el día de San Juan, que era su onomástico. No
es esta la única vez que se encuentra consignado el nombl~e de es-
te distinguido sujeto como buen torero, pues el 14 de junio del
año siguiente dispuso el Virrey, tres Corridas en el Parque del
Palacio, donde se levantó un Coso artísticamente adornado y con
suficientes tablados para la concurrencia, tomando parte el lllcn-
cionado Conde y los principales caballeros de México; no habien-
do más desgracia ·en estas Corridas, que el haber sido herido d e
gravedad uno de los criados del Conde) de Santiago.
Para festejar el matrimonio del Rey de España, organizó el
Ayuntamiento grandes festejos, en los que tomaron part e todos
los gremios de la ciudad. Estas' fie stas comenzaron en 9 de mayo
de 1691 ~ s aliendo ese día una curiosa Máscara de la casa del Duen-
de Don Fernando de Valenzuela, compuesta d e muchas personas
a cabano, unas en forma de diversos animal es y otras con trajes
de las diversas Naciones; algunos simulando llevar los pies para
arriba y la cabeza para abajo, todos con hachas de cera encendi-
das en las manos, habiendo corrido frente al balcón central de
Palacio y terminando esta Mascarada a las once de la noch e. El
10 salió la de los Plateros, riquísima como todas las que ellos orga-
nizaban; el 11, la d el Conde de Santiago, notabl e por el lujo en
los trajes , de los nobles caballeros que le formaron; el 19, la d e
100 NICOLAS RANGEL

los Pa.na.deros, y después, en diferentes días, las de los demás


gremios.
El día 28 del mismo mes comenzaron las Corridas de Toros, y
torearon el Conde de Santiago, Don Juan Velasco y Don Francis-
co Goñe de Peralta, habiéndose distinguido tanto, que hasta. los
mismos Virreyes los victorearon. Fueron catorce los toros lidia-
dos esa tarde, y no obstante haber llovido todo el día siguiente,
prosiguieron las Corridas, lo mismo que los dos sucesivos. En es-
tos últimos, jugaron Oañas los de Amozoc. con Castillo y Tienda
de Campaña, verificándose por final Toros y Cañas en la Plazuela
del Volador.
Como si el tremendo tumulto acaecido en esta ciudad, el 8 de
junio de 1692, hubiera acabado con la afición a las Corridas de
Toros, no vuelve a tenerse noticia de ellas,· hasta fines de 1695,
en que se efectúan varias en Chapultepes; construyéndose el Coso
en uno de los dos patios que tenía este edificio, según noticia que
nos dá! Gemelli Carreri en su "Viaje al rededor del Mundo". El
mismo autor nos cuenta que, el día 3 de julio de 1697, se hizo, por
mandato del Virrey, para divertir a su hijo, una Corrida de To-
ros en el Parque de Pal~cio; y habiendo matado a cuatro de aque-
llos, dos se repartieron entre los operarios del campo y los otros
dos fueron llevados al Rastro para venderlos. El día 9 se hizo
otra pequeña Corrida en el mismo Parque, concurriendo a ambas
el viajero italianoCarreri.
Se cierra el siglo XVII con las extraordinarias Corridas que
por la canonización de San Juan de Dios, se efectuaron en la
Plaza de San Diego, lugar que ocupaba el Quemadero de la Inqui-
sición, y con un motín de estudiantes por el Toro de Once.
Comenzó la temporada df1 Toros d lunes 15 de noviembre de
1700, en el Coso que para el efecto se levantó, con tres andanas de
Tablados en torno de él, espléndidamente adornadas. Se jugaron
dos toros a las once de la mañana, y diez en la tarde, concurrien-
do durante la temporada el Virrey y la Audiencia, el Arzobispo y
los Cabildos eclesiástico y secular, nobleza y principales persona-
jes de la Colonia, todos, en Tablados c.on ric8Js colgaduras. En
el inmediato al Virrey, se colocaron los religiosos de San Juan de
Dios, quienes sirvieron los refrescos y dulces al Virrey. El Arzo-
bispo obsequió ~ los toreros con cuatro fuentes de dulces cubier-
tos. Y es pertinente y curÍoso reproducir un incidente acaecido
mSTORlA DEL TOREO EN MEXICO 101

después de la primera Corrida, al taurómaco Conde de Santiago,


uno de los personajes más encumlbrados de México.
"Acabados lo,s Toros, dioo el Diario de Robles, viniéndose ya
todos, en la calle de San Francisco, como a las seis yI media, re-
conociendo el Conde de Santiago que venía detrás el Virrey, hizo
parar su coche, y pasado el Virrey le hizo la cortesía, a que co-
rresp-ondió su Excelencia, y el mismo respeto tuvo al coche de las
damas; y habiendo éstas pasado, viniendo atrás el coche de los
Pajes, mandó el Conde a su cochero que anduviese; y queriendo ir
adelante del Conde los Pajes, mandaron al suyo que pasase, aunque
fuese por encjma del otro, o que saldrían y cortarían las orejas
a las mulas del Conde y a quien lo impidiese ; sobre lo cual se
trabaron ellos y el Conde; y saliendo de los coches, sacaron las
espadas, y también los Flores que venían con el Conde; y muchos
que iban de los Toros, y otros empezaron a tirar piedras, e hirie-
ron con espada en un brazo a Don Diego Flores.
"y reconocido el ruido por el Virrey, que iba adelante, envIO
la guardia y el Conde se fué por otra calle y lo mismo; hicieron
otros, ya noche, a las siete. Llegados a sus casas, juntó el Virrey a
los Oidores y Alcaldes de Corte, y se determinó qu e el Conde
había cometido un desacato al Virrey; porque yendo sus Pajes en
su compañía, debían ser preferidos, y que por castigo debíase sa-
car al Conde desterrado a San Agustín de las Cuevas; para lo cual
mandó pedir a los panaderos sus caballos, en que fuesen los solda-
dos. Fué a las once de la noche el Alcalde Don Alonso de' Avella-
fuerte a la casa del Conde, y con buenas palabras le persuadió a
que saliese para la parte referida, como lo hizo, habiéndole cerca-
do la casa pl)r orden del Virrey, por si se resistiese; y en íl1terin
que fué .e l Alcalde, mandó el Virrey que los panaderos tuvjesen
los caballos ensillados para lo que ordenase; y luego salió dicho
Alcalde con dicho Conde, llevándolo a la parte ya dicha, donde
le han puesto a su costa veinticuatro guardas: a peso por día ca-
da una."
No obstante este desagradable acontecimiento, al siguiente día
se lidiaron m&s toros, a mañana y tarde; el 17 entró a torear a
caballo, sentada como hombre, una mulata, siendo esta mujer, in-
dudablemente, la precursora de la Charrita mexicana. Antes de en-
trar en la arena del Coso, recogió algún dinero colectado entre los
aficionados, y no hizo suertes que llamaran la atención. Finalizó
esta .corrida con un Toro encohetado.
lO~ N 1 e OLA s R A N G E ' r..

En 10,s días 22 y . 23, siguiéronse efectuando ' la,:s .Corvidas, . ha,;


biendo matado lino de los toros lidiados a las : once,a .u.n negro- to·.:.
re~o; lo que hace suponer que la costumbre del Toro de OnCe, ' po-
co ha ' desaparecida, era entonces muy · fre.cuente~
En .~fecto: Por una R.eal Cédula, de Junio de 1671 1 que la R.ei..
na. R.eg.en,t e mandó al Arzobispo Don Fray Payo, ' informándole de
algunas quejas, por desavenencias entre la'8 autoridades eclesiásti-
cas y civiles,. de que había sido, informada por la Audieri.cia, .al con-
testar los cargos que se hacían a algunos eclesiásticos por faltas
cometidl;l.s a las autoridades judiciales,asienta estos preciosos da~
tos relacionados con el famoso Toro de Once, informándonos' de que
10,s estudiantes universitarios representabí;tn el principal papel en
esta lidia, al mismo tiempo que los a~cionados de 'todas las clases
sociales.
Dice el Arzobispo en el párrafo correspondiente: "Señora.---'
Ell prjmer caso de los dos dichos, contiene la general de que unos
eclesiásticos se des comidieron con. la justicia: y en orden a él,' no
he podido averigua~ más, de que en un día de Toros, . por la :uta-
ñana, no se soltaba ' un toro,que aquí llaman de las once: :los es-
tudiantes (córrense aquí los Toros en una Plaza donde está la; Oa~
sa de la Universidad) querían el toro, y pareciéndoles que .' se ne-
gaba, abrieron el toril ysaca~n el toro ; acudió el Corregidor con~
tra los estudiantes con la . espada' desnuda: retiráronse los estu:.,;
diantes a la Universidad, cerraron las puertas ' y tocaron la cam--
pana: el c,oncurso fué el que ¡se deja considerar por el . caso,. 1- por
la ocasión en que se hallaba la Plaza con multitud de gente; y pue-
blo: acudióse por los ministros de justicia, y sosegóse. ()uáles .ecle-
siásticos fuesen los que se descomidieron con la justicia, y en qué
forma, :no he podido saberlo : y parece que 'se debía' haber expre ..
sado esta: y si V ue~tra l\fagestad se sirviere de mandar a esta Real
~t\..udiencia; que se me diga con expre·s ión este caso,. obraré en 'el
que debo." ·
Con las Corridas de los días 13, 14 y 15 de diciembre, sedió.
por terminada' esta célebre Temporada.

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I
SIGLO XVIII'·
[1701-1800 ]

XXI.

El Arzobispo V1irrey Orteg'a y Montañez, taurófilo, fastuo:so ' y gastrónoniO;


pasea la Plaza con Cruz Alta.~PJ3¡Z~ en Chapwt&pec....,...-F~ta., enchiladao';;
pollo frito, pasteles, dulces, pulque, aguas frescas, . aloja ~,' ,hipocl'lás.--ralo
ensebado o Cucaña. . .;, '.

11. '1;J. .1ESPUE¡:; reCiboirse.


de Carlos
muerte de el lIechiz~q(),
. Il en
\ ::>

al. l~
esta; cap. it. y. al.. , Osaberse
..ti.cí.a . d. é¡que
con este Rey se extinguía la Casa p..e : :AustriaoJesta~
p.

bleciéndose con Felipe V la de. los ,Bol'b~Hl;e,s, ocupó ·el


.1

. lá

'v!rreinato el Exeelentli;imo ' e: Il:ustrísim~, . Señor .DOll


.Juan de Ortega y Montañez, en lugar del C,o;nd.e Jl~d\1octe~u:tna;i
Era. la segilllda vez que . ü¡c-qpaba ta:r;t alta: digni,q.ad ; ~~~ :F:r:elado de
la Iglesia mexicana, cpyas a:fiqiope$ a,)fl& ' Q9:n-idas ; ~q.BL TO,ros :I:lran
iguales, 0 -, acaso más ;e~alta,das, \ que las de ~ua~te~eS;O:r: en la. Sed&
Arzobispal, Don Fr~y Gar:e:ía .(!uerr:a. _ . ; ;¡: . . ¡ .

Con li!, toma de posesión del V~rreinait,opor ;eLA.:rzDbispo, q.,~


principio en' esta centuriaJ~.s ;~djfls qe Joro,s,teni~Ildq ¡ya. '¡IDáacle..
talles de ellas que e~ .los :d.Qs :aIl,teriore¡;;~iglo~. , ]~Il; , ~_~t~ ( (}¡c~,~(ru .., ~~
levantó ..el-Coso en la"Plazuela; d~ ' S~n, 'Diego, ~,in ~t~n(jeF!, a· Jas ;''Prt¡)~
testas ' hechas . por Fr.&y Pablo López de ; CastiUa;;;D,efl.mdor :y ¡,Fro,
curador Gene'r al de Jo,s ~l~ligi0Sos\ Descalzos . q..e: :la r1?rovincia d;d:e
San Diggo,· quien, hizQ .ver al Arzob ispo los gra.:ves ¡ IncOOI!\i"eniéJlJt~
que resultaban de' permitir. :'iqrié : 'selidiaraIi ., tbroS: l eil'. \~s-a ' Phizuefa~
104 NICOLAS RANGEL

por quedar el Coso junto a la Iglesia, Convento y :Qluro del Novi-


ciado, ocasionando con semejantes fiestas grandes inquietudes, al-
borotos y desasosiegos en frailes y novicios, con el bullicio de la
gente, prevenciones y otrosembaraz.os. Sordo a estas considera-
ciones el taurófilo prelado, con mucha mortificación de los diegui-
nos, según reza la Real Cédula que de este asunto trata, el día 13
de diciembre comenzó la Temporada, luciendo la Plaza bella pers-
pectiva y ricas colgaduras, que excedieron en esplendor a las an-
teriore.s usadas en las Plazas de Toros.
Vendidas. todas las localidades, excepto los Palcos del Virrey
y los Tribunales, llegó su Ilustrísima a las tres de la tarde, acom-
pañado de las autoridades, en el orden siguiente: en primer tér-
mino los Alcalde,s Ordinarios en coche, lo mismo que los Regido-
res, Corregidor y Real Audiencia. En seguida venía una carroza
de respeto, luego el Crucero con la Cruz Alta que precede a los Ar-
zobispos, y por último el Virrey, en elegantísima earroz,a, forrada
interiormente de tela de seda de China, blanca, con bordaduras de
oro, dorada por fuera con sumo arte, habiendo estrenado esa tarde
este regio vehículo. Seis ~ermosos caballos tiraban de ella, indi-
cando la alta gerarquía del ocupante. Paseó la Plaza toda esta lu-
josa comitiva, y ocupado el Palco de honor por su Excelencia, y
hecha la señal por el Alguacil de Guerra al torilero, dió principio
la Corrida, que resultó deslucida por lo manso de los toros.
La . Corrida de la tarde siguiente, a la que c,oncurrió el Arzo-
bispo .éon el mismo ceremonial, fué · más animada, por la bravura
de los toros. y el arrojo y destreza de los Toreros de a pie\ y de
a caballo. Igual fué la Corrida del 15, con la que se dió por con-
eluída ,la Temporada.
Oaasaba irritant.e disgusto a muchos de lo,s pacatos habitantes
dé esta ·ciudad, el fausto con que vivía el Señor Arzobispo, y la
tlutIÍ.eIfá, tan poco apropiada a su carácter eclesiástico, de concu-
prir a las Corridas de Toros. Con este motivo comenzaron a circu-
lar,. J1lanuscritos, unos VeJ.'lSOB satíricos, infamatorios y denignLti-
.08, ;se'g:útt dice el Edictó' del Santo Oficio, cuyo Tribunal loS mandó
l'ec(jger~ ·con graves penas para los que los ocultaran, por criticar
Ns ';obras '1 costumbres de ·cierto Príncipe ecleeiáatico. Uno de los
fJ8pel~ ·~oDi.enzabal "¿Quién es aquel figur6n f," Y terminaba:
c'Que '.tuV() el obispo ~ Udon '.'; otro decía ; "Con ufias de serpen-
~ll;.', t, otro: "Nuestr.o buen Juan",y acababa: "Como sin San
Agustiti, " alRSióoes toda~ al Arzobi$po.
HISTORIA DEL TOREO EN MEXI'CO 105

En verdad que era singular el boato de ese Príncipe de la Igle-


sia. Con ocasión de haber recibido el Palio, dió una Oomida que,
por la descripción que de ella nos queda, fué opíparo banquete,
al que asistieron como invitados de honor los Capitulares y los
Oidores de la Real Audiencia. El lugar que ocuparon en la mesa
fué: al lado derecho de su Ilustrísima, el Oidor más antiguo, como
Presidente de la Sala ; al izquierdo, el Señor Deán y el Maestres-
cuela; el Chantre se siguió después de los Oidores, y en seguida to-
dos los demás caballeros, incorporados. Se puso la mesa en la Sala
grande del Palacio episcopal, y llegó hasta la puerta del Oratorio.
J.Ja silla que ocupó su Ilustrísima estuvo colocada por el otro ex-
tremo de la mesa, junto a la puerta de la segunda sala" que era
la de su asistencia ordinaria. Sirvieron la comida los capellanes del
Arzobispo y cinco sacerdotes, convidados exprofesamente con este
obj eto. Se comenzó la comida a las doce en punto, y se a cabó a las
dos y media de la tarde. Hubo, según decían algunos, treinta plati-
llos: diez de pescados, diez de carnes y diez de, dulces; otros, afir-
maban que los platillos fueron cin'cuenta, de diversas viandas, así
de p escados exquisitos, como de carnes y aves diferentes, con tres
antes y cinco géneros de dulces, entre éstos una caj eta de Michoa-
cán (de Celaya ) para cada convidado, pasteles y pastelones, varias
frutas del tiemp o y diversas clas es de vinos y nevados. Después de
la comilona, sirvió el Secretario de su EiXcelencia, Don Diego de
Bustos, con el aguamanos, una toal1a mojada en agua de azahar ...
A pedimento de los tablajeros que habían montado la Plaza en
San Diego, perdiendo en la rrem,porada, les concedió el Arzobispo
que lidiaran toros los días 23, 24 Y 25 de en ero de 1702, concurrien-
do su Ilustrísima, rodeando la Plaza, con el Crucero por delante.
Un año. y algunos 4ías, gobernó por segunda vez a la Nueva
España el Arzobispo Ortega y Montañez, viniendo a sustituirlo el
Duque de Alburquerque. Siempre fastuoso el Prelado, mandó un
rico avío a Vera cruz para el nuevo Virrey, compuesto de dos co-
ches dorados y encubertados, siete tiros de magnífi'c as mulas, do s
de ellas cargadas con cajones que contenían la plata de servicio, y
otras dos con dulces, chocolates y otras cosas; todo lo cual lo llevó
el Caballerizo del Señor Arzobispo.
El arreglo de la residencia de Chapultepec, que, como de cos-
tumbre, ocuparía el de Alburquerque, m er eció especial aten ción de
Su Señoría, haciendo que se colgara con ricos tapi ces y gobelinos ;
admirándose, entre otras ricas preseas, dos escritori os, embutidos
106 ,N 1 eo L 'A S R A N GEL

de' pta.ta;~ ' ~uri()sam({nte ~ tr&bajad()s y tan altos, que)légaban aLar-


tesonadó, teni~ndo dos varas de ancho. Sólo estos dos escritorios
costaron quince lP-il , pesos. Gran concurso de, 108 ' ptincipales su-
jetos , de esta capital .fueron' a admirar tan exquisitas y bellas co-
sas. El Arco triunfal que se colocó en la puerta de, Catedral, se re-
mató en el pintor Cristóbal Vülalpando, y la poesía. ,se encargÓ al
Lic. Don Francisco 9.e Ayerra Santa María, ' Rector ' del Seminario.
La primera entrevista de los Virreyes, entrante y saliente, se
efectuó e:g. Qtumba, para donde salió el ' Señor M'o ntañez el 18 de
noviembre de 1702. Iban delahte de , la Comitiva, en un forlón de
cuatro mulas, 1:os Contadores; seguíase el A,lguacil de Guerra; lue-
go el Paje del Arzobispo, que era Bachiller e hijo del Oidor Don
Juan Garcés, ves~ido de paño encarnado con franja' de oro; el Guión
ostentaba por una parte las Armas Reales y por la otra las Armas
del Arzobi~po; el que lo llevaba iba con botas, librea de paño verde
claro con franjas de terciopelo morado obscuro ;el Arzobispo ocu-
pó un forlón verde lujosísimo, con hermosa vidriera; iba sólo, sin
Crucero, vestido de sotana, roquete, mantelete y capa con vueltas
de felpa amusca y el bastón de Capitán General en la mano; los
cocheros y lacayos, descubiertos; , detrás del forlón de su Excelen-
cia, el Capitán de Ip.ulatos, en brioso caballo, muy galán; s eguíase
el coche de respeto y después el de los Capellanes, y uno de éstos,
el Licenciado Escobar, llevaba el bastoncillp que ,había de dar el
Señor Montañez al nuevo Virrey; seguíasepor ,último otro forlón
con la demás familia, en que iba el Oficial Mayor del Gobierno
Eclesiástico', Don Pedro del Castillo y 's u Ayudante.
Sj exteriormente el Arzobispo acogía con júbilo a su sustituto,
en su ,f uero interno ha de ha~er estado resentido con el Rey, por
tres Cédulas de disgusto que recibió antes de la ' llegada del de
,Alburquerque. La una era para que;no gózar~ de los honores de
Virrey ni título de Ex;celencia, ni lo,ssei~ ,caballos del coche ; otra,
para que obedeciera ,la, expedida en fayor de los dieguinos,para
qu~ nQ- ' se, ):corri~ran , To'r os en ' la ,Pta:zuela :fr~nte a su Convento, -¡a
cual' no había querid() acatar; y , laúlti~a; ~paraque pasando pqr
d'e latüe de la Virreina, soltara la ':cauda, lo' que , no ~ había querido
hacer antes. : .\. I '

Instalado el Duque de Alburquerque en, Chapultepec, :djeron


prin~ipio las Corridas ' de Toros. Se levantó el :Ooso fuera del ,r e-
cintoseñQri~l, cercado con amplios' tablados y hermosa perspecti-
va; ,yen el exterior de 'él se p~lsieron, como en la -a ctualidad' fuera
HISTORJA; 1;>EL . TOREO " :EJN ' MEXICO 107

d.~ la Plaza (le· "El :rüreü" y demál;) C9süs de la ReplÍblica, muchüf?


pue¡;;tos de frutas, cacahu~tes, encp.ilaqas" püU9 fritü, p;u lque, ag~as
fre~,cas, alüja, chicha, limünadas 'e hipücrás. Tüdü MéxÍcü , cüncu-
rrió. a esta Temporada, permaneciendü. fuera de la Plaza lüs que n.o.
enc,dntra,r on sitiü 'en ella, ü· que suS reeursos n.o les permitían asis-
tir al espectáculü taurino.
En un biümbü, cümpuestü de tres bastidüres, prüpiedad del ca-
ballerüsü Duque de Castrü Terreñü, hemüs encüntradü gráfica:p1€n-
te representac;las estas fiestas de recepción al Duque de Alburquer-

Palacio de Chapultepec en 1700.

que, cüL. moviclas y pintürescas escenas, fielmente trasladadas por


un anQnimü pintür.
En la parte central, lllírase al fondo el Palaciü de Chapultepec,
en el estadü que tenía e,n 1700, edificadü en el lugar que .ocupa ac~
t:\lalní'e nte el Restaurant de Chapultepec. El batcón central, del que
pende un repüsterü de ' damascü ' cü~ las 'armas de Castilla, ' está ücu-
padü -pür el Virrey Duque' de Alburquerque y los' Oidüres: en el de
la derecha', el Señor Arzobisp.ü Orteg'a -, y . Montañez, que acababa
de ,entregar el:: bastón de ~ mandü:; y algunas de las ralt?-s dignidades
108 NICOLAS RANGEL

del CabildO' MetropolitanO': en el de la iz'qllie'rda, las Damas de la


Virreina y algunas de la nobleza mexicana. En los demás balcD-
nes, lDS Oficiales Reales y emlpleados, superiores del virreinatO'.
Guardia de AlabarderDs en la puerta principal, y una patrulla de
lDS mismos que sale de la puerta que mira al Sur. Del mismo ladO',
un mendigO' que implDra la caridad de una elegante dama, tDca-
da CDn las clásicas mantilla blanca y alta peineta. En la platafDr-
ma. del PalaciO', los indispensables timbaleros y chirimiteros. A la
izquierda del Pala-
ciO', deliciD'SD jardín,
CDn pDrtada, pradDs
'y fuentes de estilo
españDl, en el que
p a s e a D, agradable-
mente, parejas de
damas y caballerDs.
A la derecha, tres
indígenas, CDn el tra-
je y las armas de IDS
g u etrerDS aztecas,
CDn sDberbiDs pena-
ChDS de multicDIDres
'plumas, flechas, car-
cajes y macanas, dan
la típica DDta mexi-
cana al cuadro. El
primerO' trae un sú-
chil de fragantes, flD-
res.
Carroza de la Virreina.
Para nuestra His-
tDria, ID interesante del cuadrO' radica en la escena tauróma-
ca, desarrDllada al frente del PalaciO'. Vénse en este espec-
táculO' de lidia a cuatrO' caballerDs, CDn las Cruces de Aleán-
tara, SantiagO' y Calatrava, CDn t,rajes de la épDca de Felipe IV
y jinetes en briosDS cDrceles que ,Ostentan vist~sas cubiertas de ri-
cas telas y costDSDS jaeces. Uno de lDS caballerDs, ejecuta magistral-
mente la suerte de rejDnear al toro, viniendo al quite uno de sus
páj-eg, pues cada caballero estp. acompañado de' ,dos, Los jil1etes que
están detrás de la fiera, em'ptlfian ' sendas lAnzas, de las usadas eD-
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 109

tonces para alancear toros bravos. Ap'a fte del peón de brega, pue-
den verse los otros pajes con capas d,e lidia, rojas.
En el bastidor de la derecha d,el primoroso biombo, y en la par-
te superiorl se perfila el cerro de San Bartolo Naucalpan. Junto a
las primeras habitaciones, que tienen techos a dos aguas, está el
puesto donde se expende el pulque, las aguas frescas y los antojos
mexicanos. Un lépero y un ensabanado ríñen encarnizadamente, a
causa del abuso del pulque. En un extenso lago, que divide un
puente, bogan en ca-
noas algunos de los
concurrentes a , la's
fiestas, aumentando
su alegría con can-
ciones que acompa-
ñan con guitarras.
Dos graves Doctores
universitarios miran.
pasar a la Virreina
que ocupa una c~rro­
za dorada de estilo
francés, tirada por
seis soberbios caba-
llos. Acompañan a la
Excelentísima Seño-
ra, damas de su sé-
quito y el Caballeri-
Z.Q Mayor. Fórmanle
escolta caballeros de
Acueducto de Ghapultepec.
la nobleza mexicana
y Regidores del Ayuntamiento, con casaca y peluca blanca a
la moda francesa, introducida en España y sus Colonias al
ocupar el trono la Casa de Borbón. Una Máscara a lo faceto ,
en la que figuran arlequines, enanos, polichinelas y otras figu-
ras, danzan y regocijan la escena, que presencian dos meni-
nas de exuberantes trenzas y amplios vestidos con mangas esponja-
das de finísimo encaje de Brujas, y algunas damas y caballeros,
también vestidos a la moda francesa. Por último, dos caciques
de la nobleza indígena: ella con traje rica y originalmente borda-
do, con una canasta de frutas, y él con enorme sombrero y vestido
1m . N 1 eo L A S R A $G E 'L

peeuliár de los caeiques, ·tañe. una guitarra, ·para acompañarse al-


gunos romances .alusivo·s: a .las fiestas . .' ..
. En ' el ba"stidor dé la izquierda, en la parte:: superior; . 'sé distin-
guen las prim~ras estribaciones .del Ajusco, y al pie ~e ·' ellas,. la
exuberante vegetación. de los cercanos .pueblos de T-acu.bayay S~n
Angel. EI Acueducto que conducía el . agua .a esta ciudad, mu.estra
sus numerosos y elevados arcos; y más abajo, uno de los patios
laterales del Palacio, con la entrada a la LeoIl;era, . especie . de · Mu-
seo zoológico, donde se cuidaban algunas fieras de nuestras selvas,
las que se ven perfectamente en el biombo . En un~ carroza de es-
tilo español, de cuero, con clavos dorados, llegan damas invitadas
al festival, viéndose que una de ellas, ocupa el estribo .del car!uaje.
y es curioso observar que, así como el coche, también los trajes
de los personajes representados, pertenecen a la época de los . Aus-
tria .......l\J.egre Mascarada de figuras ridículas ,Y aun de animales da
una nota de alegría con sus bailes. En esta parte, como en 18!s
otras dos que forman el biombo, se miran escenas de personas que
toman con delectación los platillos nacionales: enchiladas, tama-
les, pollo frito, pasteles, etc.
Varios días del mes de noviembre, se corrieron . Toros, Y los
días 2 y 3 del siguiente, volvieron a repetirse, poniéndose en estas
últimas Corridas, para complacer al pueblo, el indi,s pensable Palo
ensebado, diversión que perdura aun en muchas poblaciones de
nuestro país.
Cinco días después de estas Corridas, hizo su entrada pública el
Virrey Duque de Alburquerque, con todo el acompañamiento acos-
tumbrado; variando solamente en que, en esta vez, venían en la
co~itiva la Señora Virreina y sus Damas. Atrás de la comitiva,
caminaban veinticuatro mulas de repostería, con los frenos Y cabe-
zadas de plata, vistosos plumeros Y las cubiertas de las cargas de
color de fuego, con las armas del Virrey bordadas en oro. Las
cuerdas con que venían . liadas las cargas, eran .de seda, y lo.s ba-
rrotes con que se apretaban, de plata pura.
XXII.

Toro's, Saraos, Banquetes y Comidas en Tla.lpan., 'len obsequio del Duque


del ;Alburquerqu.e, el segundo.-Oorridas por el , nacimiento del Príncipe de
Asturias.~Lunibreras con CELOSIAS VERDES' para los Inquisidores.

1II1 NVITADOS los Virreyes por el Tesorero de la Casa


de Moneda, Don , Francisco Medina Picazo, para fes-
tejarlos 'e n San .1"-gustín de las Cuevas (Tlalpan), sa-
lieron para dicho lugar, el domingo 27 de mayo de
1703, con toda la servidumbre y muchos invitados de
las principales familias de esta ciudad. Hubo Saraos, Banquetes,
Comedias y Toros; corriéndose éstos, lunes, martes y miércoles. Pa-
ra los Banquetes, se concertó dicho 1'esorero con el cocinero de su
Excelencia, en cinco mil pesos, y embargó todas las huertas de
Tla]pan, haciendo dorar, en una de ellas, un gran pino, lo que le
costó tres mil pesos. En estas fiestas, verdaderamente regias, gastó
el Tesorero Medina Picazo, veinte mil pesos, enorme suma para
aquel tiempo.
Pü!' indicación del Duque de Alburquerque, el Coso de Chapul-
t epec no había sido desbaratado, con obj eto de celebrar el cum-
pleaños de la Virreina con una Corrida de Toros, que se efectuó el
25 de junio; y por igual motivo, por el onomástico d el Virrey, vol-
"ieron a correrse Toros el 9 de noviembre d el rrUsmo año; habien-
do como novedad, unas Carreras de los d e Toluca, qu e vinieron a
celebrarle los años al Duque, con dichos Toros, Jue gos de Cañas y
Alcancías.
N o hay notieias de las Corridas qu e se hayan efectuado en los
siguientes años, 'hasta 1708, en que se tuvo la nueva d el na cimi ento
del Príncipe de Asturias. En el Cabildo del 4 de f ebrer o de ese año,
se dió cuenta con un Oficio de su Excelencia, en el que comuni caba
112 NICOLAS RANGEL

tan plausible noticia para toda la Monarquía española, disponiendo


que el día 5 comenzaran las fiestas, con una novena en la Catedral a
la Virgen de los Remedios, iluminándose los edificios públicos y
particulares durante los nueve días, quemándose fuegos artificiales
y representándose en el Teatro Real de Palacio, varias noches, al-
gunas comedias. Dispuso también el Virrey de Alburquerque, la
construcción de una elegante Plaza de Toros en San Diego, (no obs-
tante la Oédula que los prohibía en aquel lugar) para las Gorridas
y que se organizaran otras demostraciones de regocijo, de manera
que se prolongaran hasta el miércoles de Ceniza.
De acuerdo con el mandamiento del Virrey, el Ayuntamiento
preparó las fiestas, informando a su Excelencia en Oficio de 9 de
marzo, de lo actuado, en estos términos: "Habiendo tenido Vuesa
Excelencia la noticia del feliz parto de la Reina nuestra señora,
por la que a Vuesa Excelencia participó el Gobernador de las Islas
Canarias, aunque no tuvo Vuesa Excelencia, Cédula en que su Ma-
jestad lo participase, fué tanto el alborozo y regocijo, que a las
primeras alegres voces, todos los vecinos y moradores se espar-
cieron por sus calles y el Palacio de Vuesa Excelencia, e hicieron
públicas y festivas demostraciones de luces, fuegos y otras que les
dictó su fidelidad; y porque éstas no cesacen y se continuase tanta
celebridad, mandó Vuesa Excelencia al Corregidor que procedie-
se a formar Tablados en la Plaza de San Diego, para que se li-
diasen Toros, con las circunstancias y disposiciones de tan magní-
ficas y reales fiestas, lo que todo se ejecutó.
"Yen 4 de febrero se le participÓ a Vuesa Excelencia que se
daba principio a las fiestas desde el 6 de dicho mes, con el solern.ne
Novenario de gracias a la Milagrosísima Señora, y que las noches
de los mismos nueve días se encenderían luminarias generales; y
en el Real Palacio, fuegos artificiales y comedias, a que se seguían
las fiestas de rroros y otras demostraciones, para que se concurrie-
se a todo con las formalidades que se hubiesen guardado; que to-
do se ejecutó con la mayor pompa, autoridad y grandeza que pudo
conseguir el deseo, asistiendo Vuesa Excelencia y los Tribunales
todos los días a los sermones, precediendo también los parabienes
y enhorabuena, que con toda formalidad recibió Vuesa Excelencia;
siendo imponderable los regocijos y demostraciones de alegría, au-
mentándose más con los fuegos y variedad de artificios que las
nueve noches se quemaron en el Real Palacio, y lo singular de las
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 113

comedias; y también en llis Casas de este Ayuntamiento se quem.a-


ron variedad de artificios y se ·dispusieron otros regocijos.
"y por lo que toca ·a esta N obilísima .Ciudad, las fiestas que
están prevenidas para después de la· Pascua de: Resurrección, son
las Máscaras de los Gremios con sus 'c arros alegóricos y variedad
de trajes, según la idea que se ha discurrido; se lidiarán Toros.
También tiene noticia esta Nobilísima Ciud.ad que por influjo de
Vuesa Excelencia, tiene prevenidas fiestas y Máscaras la Real Uni-
versidad. ' ,
Tal como se había acordado, en la Pascua se efectuaron las fie s-
tas preparadas y las indispen,s ables Corridas de Toros.
Habiéndose dado lectura a un Real Despacho de su Majestad,
en Cabildo de 16 de diciembre de 1712, en que m.andaba se hicieran
fiestas por el feliz nacimiento del Serenísimo Príncipe ' Don Feiipe
Pedro Gabriel, el Ayuntamiento dispuso que se celebraran, pero
con mayor fausto que ' las verHicadas hasta entonces. Y a juzgar
por las crónicas que de ellas nos quedan, fueron en verdad muy
suntuosas. En primer lugar, se dispuso que hubiera lidia de To-
ros en la Plazuela del Volador, por ser la más a propósito por su
cercanía al Real Palacio; que se organizara un Paseo serio, en el
que saldrían la Nobilísima Oiudad y los caballeros m'á s distingui-
dos de la Capital; que se construyera un Carro alegórico, lo más
suntuoso, real y magnífico que se pudiera, en el que se explicara
la fe, el amor y la lealtad de la Nobilísima Ciudad y de todas las
del Reino. Y por último, se resolvió y determinó que todos los Gre-
mios sacaran Máscaras y Carros alegóricos, según las ideas, mod e-
los y trazos que se les dieran.
Organizada la temporada de Toros para que comenzara el día
13 de febrer.o del siguiente año, el día 6 de ese me~ declaró el Ca-
bildo que, "estando inmediatas las fiestas del nacimiento del
Serenísimo Señor Infante, y dispuesta la Plaza del Volador para
que en ella se lidien Toros, y porque tan glorioso asunto pide todas
las demostraciones que puedan corresponder a él, y que sea con
el mayor júbilo y regocijo, y que todos lo tengan y gocen; y por-
que la Nobilísima Ciudad le tendrá en que los Señor es Inquisido-
res vean los Toros, para que siendo servidos se consiga, se acuer-
da Que los Señores Don Pedro Jiménez y el Conde del Fresno, a
quienes se nombra por Comisarios, conviden de parte de est'a Muy
Noble Ciudad a los dichos Señores Inquisidores para que asistan
y vean la Fiesta de los Toros ; y desde luego el Señor Conde di s-
9
114 NICOLAS RANGEL

ponga, dos Lumbreras en la acera de Palacio, con sus Celosías Ver-


des y adornos correspondientes, para que teniendo gusto de asis-
tir, vean en ellas; cuidando del demás agasajo de aguas frescas y
dulces, las tardes que asistan."
. De esta célebre Temporada de Toros nos queda una interesan-
tísima Reseña, así como de las diversiones i~termedias de las Co-
rridas. 'Aunque escrita en estilo gongorino, no resistimos al dese'o
de darla a conocer íntegra, sin más que modernizar la ortografía,
con lo que nada pierde de su peculiar sabor esta deliciosa narra-
ción, escrita por el Rev. Padre Fray José Gil Ramírez, primer Re-
viStero taurino del siglo XVIII. Por esta crónica taurina se sabe
que en estas Corridas se introdujeron en sus intermedios, por pri-
mera vez, las Peleas de Gallos y Carreras de liebre,s y galgos. Des-
cribe 'la disposición y adorno de los Cosos y el pasadizo d-e madera
que unía al Palacio Virre'i nal con el Palco del Virrey; y por últi-
mOr describe el entusiasmo del pueblo mexicano por concurrir a la
fiesta brava, el adorno de la Plaza, lo pintoresco y rico de los tra-
jes de damas y caballeros, los emocionantes actos de la lidia, y
el valor y destreza de los Toreros.
XXIII.
Pri.n:ter ReVilrtero 't aurino del siglo XVIII.-.':Doros, Iáiebres, Oanes, y
Aves del Sol.-Tarquino y los Toros.-Cosos de diversas formas.

101
, 'Sombras del Tauro, Liebre y Canes Ceaestes.-'Toros que se jugaron y
liebres que se corrieron, alternadas con sangrientas Peleas de las Aves del
Sol, en el Circo Mmcano.

lENE el cielo cuarenta y ocho imágenes que ilustran


su zafiro una de ellas; que siendo imagen es signo, es
el Toro, mentido robador de Europa y luciente ho-
nor del cielo; sugeto principal, por ser él la llave do-
rada de los astros, con la cual abre las puertas del
año.
No lej os de él están dos Canes, menor uno, mayor otro; éste tie-
ne una estrella en la lengua, con amagos de quien sigue, porque
aún allí corre persiguiendo una Liebre, que cerca de él brilla, for-
m:'a da de luceros; ésta, como perseguida', en representación de quien
huye. j Fuerza del hado! Pasó al cielo, pero no mudó de e's trella;
pues aún entre las inmensidades del astro, miente los afanes de
corrida.
Determínose, como arriba dijimos, por parte de esta Muy N 0-
bIe Ciudad, para el natal regocijo, que al aparato plausible de 10'8
Carros, se añadiese la popular celebridad de los Toros. Había la
Esfera (la ciudad de México) tomando a su cargo fest~j'ar este
nacimiento; y como por medio de las imágene~ que en su euerpo
brillan, no podía concurrir al festejo, porque ni su Toro tiene alien-
tos para embestir, ni vida para correr sus Canes, ni planta para la
fuga su Liebre, sustituyó próvida la obligación, en sus figurados
vivientes y sensibles animales, que regocijasen. al Circo Mexicano,
para concurrir con ellos, festiva, como en sustitutos y apoderados
116 NICOLAS RANGEL

suyos, al aplauso tan proporcionado como debido a tan heroico


sujeto.
Con púrpura- caliente de feroces Toros, religiosa víctim.a de su-
persticiones gentiles, bermejearon cultos las aras húmedas de Nep-
tuno; porque este marino numen, tan esforzado como poderoso,
sujeta al imperioso dominio de su dantesco cetro, el indomable or-
gullo del mar, fiera cristalina, que hinchando bravezas en salobres
montañas, pace vidas alentando a soplos; y despertando sustos a
silvos con su brama, imita tan horrible como propio, el mugiente
boato del toro .
.siendo pues, nuestro glorioso infante, una juiciosa esperanza
de los que discretos discurren, Neptuno españGl, a cuyo invencible
brazo rendirá }a undosa cerviz este salado monstruo, fiera que so-
bre los nativos bramidos -con que espanta, armada ya de veleros
paladiones, ya de guerreras naves, que puestas en son de batalla,
s'a ngrientamente encendidas, más que a la mortal llama d-el azu-
fre, al ardor vital de sus iras, alteradd de estrépito m~arcial a los
vaporosos estruendos, segunda vez horrible, o muje al formidable
silvo de las balas, o brama al destemplado crujido de los cañones;
razón era que a las tiernas aras de su feliz aurora, como a futuro
numen de la fluxible -c ampaña, consagrara en sacrificio esta Mexica-
na Corte, la ardiente púrpura de estos brutos, no solo por auge fes-
tivo del popular aplauso, sino también por feliz augurio de sus ma-
rinas victorias.
Determinado, pues, el certam'e n de las fieras, pareció sitio com-
petente para lidiarlas, la Plazuela del Volador, por ser sobre her-
mosa y capaz tan proporcionada, como de cien varas en cuadro.
kquí se levantó un vistoso y bien formado Circo, dejando dentro
de él la principal acequia, por la parte más cercana del Real Pa-
lacio; dieron a su estructura, meterial los montes en robustas vi-
gas y fornidos -c uartones; dióles la forma el arte, en aquella anti-
gua disposición y traza que esta Ciudad acostumbra; por la parte
inferior las barreras, y entre ellas, dos toriles seguros y bien dis-
puestos; sobre éstas, hacía lo alto, primera y segunda lumbrera,
cuyo techo servía de cuarto asiento, en orden para dar vista a la
Plaza; en ésta, estrivadas y afianzadas sobre puntales derechos, se
tendían cinco gradas, qUe venían a ser quintos asientos; y siendo
lo más eminente del tablado, crecio: hasta ellas desde el suelo en
diez y siete varas de altura, tan bello Teatro, que aun en la pura
madera servía de apacible recreación a los ojos. Un Circo recono-
HISTORIA DEL TOREO EN MEX1CO 117

ció el Príncipe de la elocuencia en el cielo, pero sin fi-e stas; porque


el León y el Toro) que pacen. luces en sus campos, con eterno pri-
vilegio de Liebres, nunca se han visto prisioneros en el Coso de
sus flamantes barreras. Este Teatro sí, que hollado de feroces lu-
nados brutos, si no se vió más lucido, se gozó más animado; con me-
nos esplendor para el lucimiento, pero con más alma para el re-
gocijo.
Llegó el día 13 de febrero, prefijo para el lidiatorio combate; y
acelerando aquella mañana los aseos de la Plaza y adornos de los
Tablados, para su decente lucimiento los vistieron de ricas col-
gaduras, preciosas alcatifas y vistosos tafetanes. Corrieron las ho-
ras; y poco tiempo después de haber mediado el Sol en su carre-
ra, a tropas inundaba el concurso las calles; llegó a la Plaza, y ne-
gociando a fuerza de reales los asientos, llenaron en breve la es-
paciosa capacidad de las Lumbreras. Era inumerable la muchedum-
bre que oprimía el enmaderado buque, como las galas, así de los
hombres como de las mujeres, sobre muchas eran tan varias, mez-
cladas éstas con la matizada hermosura de los Tablados, forma-
ban un verano tan florido, que a tener aliento sus colores, hubiera
retado para el campo a los Abriles. ¿Qué teatro admirp el mundo
más hermoso ~ Bien pudo aventajarle en la materia, aquel aplaudi-
do de Epidauro, prodigiosa invención de Policleto ; doy que le
excediera en riqueza, el celebrado de Egina, pero ninguno pudo
cOlll'petirle en primores.
Brumaba el sitio y gradas de los remates, inundación de mu-
chedumbre, de toda suerte de gentes y linaje de naciones: Esguí-
zaros, Alemanes, Citas, Lombardos y Godos, de tan varios aspectos
y semblantes tan distintos, que mezclados y revueltos unos con
otros, parecía el alto país, una racional primavera d e pieles.
Rajó a su Tablado, por una puerta o ventana desde su Pala-
cio Real, el Excelentísimo Señor Duque de Linares, seguido d e la
Ilustre Comitiva que en tales casos hace lado a semejantes p er so-
nas. Ya a este tiempo, estaban llenos los cosos d e generosos bru-
tos y valientes toros, de nobles castas y alcuña cono cida, por ser
todos de los Bravos. Dieron las tres ; y creciendo el f ervoroso ru-
mor de la gent e, al sonoro aliento d e los templados clarines, es-
peraron ansiosos el principio del certamen. Hizo una seña el Al-
guacil de la Guerra al torilero, que tan presto com o obediente,
a brió la puerta d el coso; y al punto, de su obscuro vientre, como
d e nube preñada, se abortó un ray o animado, que en cendió los re-
118 NICOLAS RANGEL

lám'pagos en sus ojos, formando con sus bramidos el trueno. N o


bien había hollado la caliente arena el animado bruto, cuando va-
liente Cuadrilla de rejoneros 'y ligera tropa de Toreadores de ca-
pa, acordonándole el sitio, le había embarazado los pasos; provo-
cábanle con señas y silvidos que atendía furioso; reportándose im-
paciente, bramaba al estímulo de su enojo, y airado escarbaba la
arena; temerosas señas de sus mortales iras. Venció la provoca-
ción al reporte, y rOmJpiendo impetuoso, acometió denodado al pri-
mero que le esperó atrevido; repitió el cometimliento, librando la
vida en algunos lances, por no rendir el hálito, sino por dar el
triunfo al más dichoso; murió por último, más que a punta del
a.cero, al precipitado arrojo de su cólera, manchando el suelo con
el múrice de su sangre, p.a ra escribir con tinta roja, en el trágico pa-
pel de la arena, avisos inútiles a los otros. Lidiárose catorce aque-
Ha tarde, con iguales lances y semejantes circunstancias, premios
y víctores a los vencedores, como se acostumbra en tales ocasio-
nes. Excedióse en bizarría el Excelentísimo Duque de Linares,
que no individuo, porque hablar de esto, después de tantos y tan
merecidos aplausos, fuera Ligna mitere in Sylvan (echar leños
en el bosque).
Entretejióse al día primero, el popular alboroto de los Toros,
con entretenidas Corridas de Liebres; resonó esta tarde el sangrien-
to Circo, sucesivo y alternado, ya con terribles mugidos de Toros,
ya con tenaces ladridos de Perros; éstos sin espanto, gustosos;
aquellos, con el horror, deleitables. Con amagos de quien sigue,
corre el can tras de la liebre en el cielo: con apariencia de quien
corre, huye la liebre del can: la que allí es pintura, fué realidad
en esta Plaza, y 'hostilidad verdadera" lo que en el firmamento
persecución fingida. Soltaron en la Plaza las liebres; y libres de
la trahilla los perros, viendo la presa a los ojos, la reconocieron
astutos; y hallando que no les daban gato por liebre (privilegio
concedido por la naturaleza sólo a los lebreles), dieron tras eUas;
corrían a todo volar por librarse; y al paso que las liebres corrían,
rabiaban los perros; eHas, intentaban a brincos su fuga, y ellos,
hacían sus invaciones a saltos; pero como corre más la rabia se-
guidora que la timidez fugitiva, por último vinieron a caer en sus
presas; pero luego, con palabras que se van a decir se las quitan
de la boca.< Sólo una salió entre todas privilegiada, pues después
de haber fatigado ligera, la enemiga ambición de los canes, puesta
en último aprieto, por verse ya sosobrando en tierra, se resolvió a
HISTORIA DEL 'l'OREO EN MEXICO 119

buscar puerto en el agua; arrojóse a la acequia donde escapando


el bulto, ella aseguró el principal, y los galgos perdieron los co-
rridos.
El segundo día se , alternaron con el ruido de los Toros, gusto-
sas Peleas de Aves del Sol. Es el gallo ave de Febo; porque comlo
sienten mluchos, cuando este lucido dinasta ilustra al Nadir a ra-
yos, haciéndole ruido su dorado influjo, aunque a tanta distancia,
con el silencioso estruendo le despierta, para que abriendo los ojos
y alentando el pico, desvelado pregonero de la intempesta noche,
dé a los mortaies el primer anuncio del día; circunstancia que pa-
reció pensada al propósito, para que ni aún en la particularidad
de este juego faltase concurso a este celeste Globo. Toros y Lie-
bres muchas veces se habrán visto juntos; pero, Gallos y '1'oros es
justa tan exquisita, que dijo un curioso, que de ellas sólo había
visto una sombra en el nombre de Cornelio Gallo: discurriólas el
amor que, como todo es ojos para las atenciones, es todo ingenio
para las trazas.
Es este juego de los gallos, entretenido, pero cruel; porque los
plumados duelistas son tan porfiadamente animosos, que ninguno
triunfa, si nó mata; porque ninguno se dá por vencido, si no mue-
re. Para que todos gozasen de este entretenido combate, se dispu-
so que en cada esquina de la Plaza hubiese una Pelea. H~zose así;
y repitiendo una y otra vez, según lo permitió la alternación con
los Toros y la brevedad de la tarde, terminóse con esto el día, que-
dando todos, con tan a.legres y varias representaciones, gustosos y
regocijados. Alternose desde aquí con el aparato de Carros, la
celebridad de los Toros, que duraron seis días, repartidos en dos
semanas, que corrieron tan felices en su entretanimJiento, que sien-
do éste tan arriesgado, no se encontró en él una desgracia que fu-
nesta.se el júbilo.
Ya me acuerdo que aquel soberbio Rey de romanos, Tarquino,
por cierta desgracia que lamentó Roma en esta fiesta de Toros,
mandó que de allí en adelante, se consagrase este popular festejo
a las horribles deidades del Orco; pero, habiendo sido tan felices
las que consagró esta Corte a los tiernos arrullos de nuestro Espa-
ñol Infante, no merecieron que se dirigiesen a otro blanco sus re-
gocijos, ni que en otras aras se sacrificara su sangre."
Original fué la Pirámide que de ord'e n del Duque de Linares
se levantó en la Plaza Mayor, para regocijo de la clase popular
durante estas fiestas . Según las cuentas presentadas por los 00-
120 NICOLAS RANGEL

11\'Í~,u'i()s, "el Pirám.ide que se puso 'e n la Plaza Mayor, de orden


de: VU,e sa Excelencia, adorando con cosas comestibles que saqueó
el pueblo, costó cuatro mil sesenta y tres pesos."
Para celebrar el, matrimonio de Su Majestad Doña Isabel Far-
ne~io, se. organizaron tres Corridas de Toros. Y es pertinente de-
cir qua., con motivo de estas Corridas, el Concejal Conde del Fres-
no, representó al Ayuntamiento, que en las anteriores fiestas tau-
rinas, se habían introducido inovaciones perjudiciales a los intere-
se,~ d~ la Comuna y a los habit.antes de esta ciudad; porque usur-
pando el Virrey las facultades del Ayuntamiento de, adminis;
tra,rla Plaza de Toros y repartir y vender a precios moderados los
Cuartones; éstos se habían enajenado a precios exorbitantes, cos-
tándole mucho al vecindario el gozar de su diversión favorita.
EJx.ponía, también, que las . Corridas administradas , por la Ciudad,
. producían fondos más que suficientes para armar la Plaza, deco-
rar los palcos de las autoridades, cubrir los gastos de la Plaza,
premios para los Toreros, dulces yaguas frescas para los invita-
dos en los días de Corridas, mantos de mulas, vestidos de los in-
dios y Toreadores de a pie, y los demás gastos que demandaban
tales fiest.as, todo ello sin costo alguno de la Nobilísima Ciudad
ni de , sus Propios, antes bien, quedando una regular cantidad a
beneficio del Ayuntamiento; pidiendo, por ú,ltimo, que la Plaza. en
la que se lidiasen los Toros, fuera dispuesta por el Corregidor' y
los , dos Comisarios de fiestas, u ot.ros, y que fuera por remate o
administración.
Para festejar la toma de posesión del Marqués de Valero, sus-
tituto :del Duque de Linares en el mando del Virreinato, hubo tres
Corridas - en la Plaza de Chapultepec, sin que hubiera cos'a digna
de mencionarse: .
Menos de dos meses tenía de gobernar el Marqués de Valero,
cuando . dió noticia a la Ciudad de que el 20 de enero, encon-
trándose en Madrid, nació el Infante · Don Carlos; lo que partici-
paba': para ,que se dispusieran , fiestas por tan grata noticia, comen-
zaud:o los festejos el 21 de septiembre con misa de Acción de Gra-
cias,;, iluminación por tres días y Corridas de Toros en la Plaza
del Volador desde el 22, por ser el día anterior festivo y de pre-
cepto. Estas Corridas produjeron . en bruto, ocho mil sesenta pe-
So-S; . y .se gastaron cinco mil noventa y siete ' pesos, cuatro tomines.
;.'.1Nueva carencia .de noticias de . Corridas de Toros hay. que la.,
m~:nta~; ; a partir del ', año de 1717. Ni actas·.de Cabildo, ni Diarios de
HISTORIA DEL TOREO EN lVIEXlCO 121

particulares nos quedan, en cuyas fuentes pudiéramos informarnos


de las lidias de 'roros. H:ay que llegar hasta el año de 1728, en que
comienza a publicarse la) Gaoeta de México y el Mercurio de M-é-
xico, escritos por ·el Bachiller teólogo de la Real y Pontificia Uni-
versidad de México; Don Juan Francisco Sahagún Aréva10 Ladrón
de Guevara, primer Historiador General y Cronista Mayor de la
Imperial y siempre Insigne Ciudad de México.
Las noticias de la fiesta brava que tales periódicos nos propor-
cionan, aunque pocas, son de la mayor importancia. Puede sa-
berse por ellas, la fecha exacta de la primera Corrida de Toros en
la Nueva España, y saberse, también, el origen de las señales para
las suertes y sus cambios, así como varias noticias ·de las Corri-
das efectuadas en algunas ciudades del país. Y todo esto en am-
puloso, pero al mismo tiempo, deleitable lenguaje, denotando que
quien 10 escribió, era mUy aficionado a la fiesta nacional. Tam,bién
informa el entusiasta cronista, de las diversiones interm'edias en
las Corridas, de las diversas formas de las Plazas de Toros, las
que se verán gráficamente en las ilustraciones de esta obra, de
las primeras Corridas para aficionados y de la s Novilladas.
XXIV.

Esponsales de Príncipes.-Fiestas y Toros en Provincias.---'Oa.ciques y


españole s.-La seña¡J del Pañuelo bilanco y Nerón.

L día 8 de noviembre de 1728, (que según la Gaceta

11
de México, hizo ciento noventa y nueve años) dos
meses y veintisiete días que se lidiaron los' pri.meros
Toros en esta ciudad) se corrieron valientes y feroces
toros en la Plazuela del Volador, en celebración d e
los plausibles desposorios de los Serenísimos Príncipes de España
y Portugal, continuándose por siete días más; se iluminó la ciudad
con hachas y luminarias los tres primeros días, con otras demostra-
ciones con que el vecindario mostró su general júbilo y universal
regoCIJO. Con igual motivo, el Ayuntamiento d e Oaxaca organizó
unas fiestas que dieron principio el día 7 del mismo mes y año, habien-
do tomado participio en eUas, toda la Nobleza de aquella ciudad e
innumerable concurso popular. Dos semanas duraron estas fiestas ,
en las que hubo desfile de hermosos Carros alegóricos, fuegos artifi-
ciales en la Plaza Mayor e iluminaciones generales; y otras dos
semanas se destinaron para Corridas de Toros, habiéndose contra-
tado los mejores diestros que había en la Nueva España.
De carácter reUgioso-profanas fueron las fiestas que ~os Pa-
dres Carm'elitas Descalzos celebraron con motivo de la canoniza-
ción de San Juan de la Cruz, dando principio a estas solemnida-
des el 15 de enero de 1729. Vísperas y Misa pontifical en la Metro-
politana; procesión desde la Catedral hasta San Sebastián ; Carros
triunfales, fuegos artificiales, iluminaciones, certámenes poéticos
con grandes y costosos premios y Banquetes de quinientos cu-
biertos diariamente, por espacio de ocho días. Desde el 24 se co-
124 NICOLAS RANGEL

rrieron Toros y se representaron comedias alusivas. En la Pla-


zuela de San Se hastián, desde el día 14 se corrieron Toros
y se hicieron otras demostraciones de júbilo en obsequio y aplau-
FíO de la misma canonización, de todo lo cual se hizo una menuda
relación en un folleto, "para los que no pudieron verlas, 10gren
oirlas ", decía el autor de él.
Ohedeciendo a la disposición de su Majestad, girada a los
Ayuntamientos de la Nueva España, para que organizaran fiestas
por lo,s recíprocos Consorcios de los Serenísimos Señores Príncipes
de España y del Brasil; en obedecimiento a tan soberano precepto,
se celebraron 'c on todo lucimiento en Tlaxcala las organizadas por
aquel Cabildo, dando principio con un vistoso Paseo, en el que
tomaron parte los Caciques capitulares del Ayuntamiento, monta-
dos a la brida, vestidos a la moda francesa, y un Carro triunfal
en el que iban representados los Serenísimos Príncipes contrayen-
tes, por cuatro niños, hijos de dos caciques, y dos de los vecinos
españoles. Servían de escolta a este majestuoso Paseo, tres Com'-
pañías de soldados: una de caballería de españoles, y dos de in-
dios caciques montados, compuesta cada una de éstas de cien hom-
bres, todos uniformados con vistosos trajes. Lidiáronse Toros en
la Plaza Principal durante tres días, concluyendo los festejos con
un famoso Torneo. E!I1 estos festivales gastó la antigua República
Indígena, de sus Propios y rentas, la cantidad de seis mil cuatro-
cientos treinta y cuatro pesos.
Reconstruída la Iglesia de la Santa Vera cruz de esta ciudad,
quedando tal como se encuentra en la actualidad, se dedicó solem-
nemente el 14 de octubre de 1730, efectuándose, con tal motivo,
unas regias fiestas, preparadas por la Archicofradía que en esta
Parroquia tenía la Nobleza, fundada por Hernán Oortés en el mis-
mo templo el año de 1526. Esta Hermandad,a cuyas expensas se
hizo la reedificación de la mencionada Iglesia, organizó actos re-
ligiosos magníficos, sobresaliendo entre todos, la procesión del
primer día, en la que salieron en hombros de los cofrades, San
BIas y la Santa Cruz, titulares de esta Parroquia, tan rica y cos-
tosamente ataviadas las imágenes de diamantes y otras piedras
preciosas, que se avaluó ese adorno en cuatrocientos cincuenta mil
pesos. Desde el 23 al 26 se lidiaron Toros en la Plazuela de Santa
Isabel, lugar que ocupa la parte Oriente de nuestro Teatro Na-
cional.
En la Gaceta de México, correspondiente al mes de octubre de
HISTORIA DEL TOREO EN MEXI,CO 125

1732, encontramos interesantes noticias, acerca del origen de las


Corridas de Toros y del empleo del Pañuelo blanco para hacer las
5eñales con que dá principio la lidia. Además, indica la fecha de la
fundación de Puebla, dato que ha sido muy discutido . Dice el pá-
rrafo :
"Puebla de los Angeles.-2, 3, 4, 6, 7 y 8, se corrieron Toros
y se hicieron otras demostraciones de júbilo, al aplauso del cum-
plimiento de los Siglos de la erección y eonfirm'a ción de esta Ciu-
dad, por la augusta memoria del Señor Emperador Carlos V; y
a e$te mismo se combatió en un bien trazado Castillo, que defen-
dían los Moros y ganaron los Cristianos; celebróse también, con
Carros vistosos, ingeniosas Loas, ágiles Galgos, lijeras Liebres, cos-
tosos Fuegos, etc., siendo lo más admirable, el no haber sucedido
más desg'l'acia, que la de haber muerto un mozo que cayó desde
la torre hasta las bóvedas de la Santa Iglesia.
"El correr Toros, tuvo principio en el Circo Flaminio, en tiem-
po de Tarquino; y el hacer la seña con el Pa·ño blanoo para que
comienzen, en el de Nerón, quien estando comiendo, instado por
el pueblo para que comenzasen los Juegos Circenses, dándose algu-
na prisa, después de lavadas las manos, salió a la ventana enju-
gándoselas; y desplegando al aire la toalla, concedió gustoso la
licencia que se pedía; y desde entonces quedó establecida esta ale-
gre seña."
xxv.
Restauración de la Plaza de Orán.-Fausto increible de los plateros me-
xicanos.--El por qué de la afición de los espafioles a las Corridas de Toros.
-Clarines y antorchas para sefialles.

ItllON el alegre son de clarines y timbales y a voz de


pregonero, se hizo saber a los habitantes de la Nobi-
lísima Ciudad de México, el 18 de noviembre de 1732,
. la noticia feliz de la Restauración a los dominios es-
pañoles, de la Plaza de Orán y de la Fortaleza de
Mazalquivir, que desde el año de 1708 tenía en su poder el africa-
no. Para solemnizar tan fausto suceso, m:andó el Vri rrey que se
repicara en todos los templos de la ciudad, durante muchas ho-
ras, que se entonara en la Metropolitana un Te Deum, organizán-
dose, en seguida, una Procesión que no había ten do precedente,
por el lujo desplegado en el adorno de las calles que recorrió.
Todas las Cofradías, Hermandades y Congregaciones con sus es-
tandartes, insignias y guiones, formaban el principio de esta cé-
lebre procesión; seguíanse las Terceras Ordenes y Comunidades
religiosas con Cruces, Ciriales y Ministros; luego la Cruz de la Ca-
tedral y las demás Parroquias, Clero, Venerable Cabildo con ca-
pas blancas pluviales, y bajo rico Palio, en hombros de CapellaneB
del Coro, la preciosa imagen, de oro purísimo, de la Asunción,
titular de esta Iglesia, 'de peso de seis mil novecientos ochenta y
cuatro castellanos; después seguía el Arzobispo revestido de pon-
tificial, y al últim'o la Nobleza, Cabildo secular, Oficiales de Real
Hacienda, Tribunal de Cuentas y los Oidores, que cerraban esta
dilatada y ostentosa proceSlOn.
Los adornos que lucieron en su mayor parte las casas, así de
128 NICOLAS RANGEL

la Carrera por donde pasó la devota ceremonia, como del resto de


la ciudad, fueron magníficos, a juzgar por Ia descripción que de
·ellos hace un cronista de aquel tiempo, llegando a. lo inverosímil la
enorme riqueza con que adornaron su Calle los plateros. "La San-
ta Iglesia, dice, la acera del Empedradillo, PortaIes, Casas del
Ayuntamiento, Plaza Mayor, Esquina de Providencia, Calle del
Relox, por donde t.ransitó, y todas las restantes de esta Corte, se
admiraron estos días, vistosa, rica y galanamente adornadas de
telas, tapices, colgaduras, listadas flámulas, volantes y gallardetes, ai-
rosas banderas y erguidos pendones; pero en verdad que la Calle
de los Plateros se llevó en ésta, como en todas ocasiones, la mayor _
atenci6n, pues parece que, como nunca, hizo ostentación de sus
brillos, en los muchos que hacían las pr~ciosas alhajas de diaman-
tes, perla;s, oro y plata con que (a esmeros de la industria y el
arte) desde el pavimento a la cumbre se percibía forrada; au-
mentándose tan nunca vistos lucimientos, las noches de estos días,
en que (dejando aparte la general iluminación de todas las cálles
de la ciudad) se vieron en ésta, a expensas de la misma Platería,
varias y exquisitas invenciones de fuegos artificiales, que reVer-
berando en los nobles y .bruñidos metales, alumbraban al curioso
concurso para ver, como al vistoso adorno para lucir."
No menos curiosa y sí muy importante, es la noticia que el mis-
mo cronista nos dá el primero de diciembre de aquel año. "N o
satisfecha la singular lealtad de su Excelenci,a con las repetidas
festivas soIemnes demostra.ciones, que al aplauso de la Restaura-
ción de la importante Plaza de Orán p.izo ejecutar el mes antece-
dente, determinó se continuasen en éste, algunas de regocijo y
alegría; en cuya consecuencia, los días primero, segundo, tercero
y cuarto, nono, décimo y undécimo, se corrieron Toros en la Plá!Sa
del Volá.dor, y fué cosa admirable ver aquellos días en el hermoso
oCha.vado, capaz y bien trazado Oirco, la unifórmidad de" las pin-
turas, la imitación de los jaspes, la bizarría de las galas, lo lucido
de lo~ traje~, la braveza de 10$ Toros, la destreza de lo,s lances, lo
brioso de los caballos, 10 airoso de los jinetes, la agilidad de los
galgos, la presteza de las liebres, la armonía de los clarines, el ru-
mor de los pretales'; que todo formaba un e8pectáculo ve'I'dadera-
mente agradable y digno 'de la espectación de tan grave y numeroso
concurso. Son las Corridas de Toros notablemente apetecidas de la
Nación española; y es que lo lleva de suelo, pues su territorio es
en forma de piel de Toro, por ser uno y el más 'c élebre Reino de los
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 129

catorce, que sin el Imperio Romano, contiene en sí la Europa, que


como ésta tomó parte de la Infanta Fenicia, a quien disfrazado de
Toro, llevó Júpiter a Creta, r·ecibió con el nombre la. afición."
De estas célebres fiestas hizo una relación en quintillas, el Ba-
chjller Don Bernardino de Salvatierra y Garnica, intitulada: Des-
cri.pción segunda de las fiestas que celebró esta Nobilísim'a Ciudad
de México, a la feliz Restauración de la PJa,za de Orán, en Africa.
Por más di~igencias que se han hecho no ha sido posible eneontral'
un ejemplar ele esta Descripción, que indudablemente contendrá
noticias curiosas y detalles preciosos de las Corridas de Toros.
Con iguales demostraciones de júbilo que la Ciudad de México,
celebró la Noble República de Tlaxcala el 8 de febrero de 1733,
el triunfo de las armas españolas, formándose en la Plaza Princi-
pal de aquella ciudad, un Castillo, a imitación de el de Almarza,
combatiendo Moros y Cristianos, que ostentaban ricos petos, mo-
rriones y brazaletes, turbantes, marlotas y medias lunas; conclu-
yendo las fiestas con las obligadas Corridas de Toros. En Veracruz,
Te Deum y Toros. En Chalco, en abril del mlismo año, se dedicó
en la Parroquia del lugar, un magnífico Retablo a Nuestra Señora
de la Paz, virgen aparecida a una pastora, en las riberas de aque-
lla laguna, el año de 1629, veinticuatro días después de la inunda-
ción de México, efectuándose grandes fiestas religiosas, Banque-
tes, Marchas Militares y Corridas de Toros. Otro hermonísimo Re-
tablo, que costó nueve mil quinientos cuarenta y nueve pesos, de-
dicado a San Antonio., en Santiago Tlaltelolco, el 24 de noviem-
bre, llevó gran concurso de personas de esta capital para admiral'-
lo, y al mismo tiempo para gozar de las tan gustadas Corridas de
Toros, lidiados en aquella Plaza.
Once años, cinco meses y medio gobernó la Nueva España, con
rectitud y pericia, Don Juan de Acuña, Marqués de Casa Fuerte~
de origen peruano. Abierto el Pliego de Mortaja, pocas horas des-
pués de su fallecimiento, se vió que el Rey nombró para sustit.uil'-
lo, al Ilustrísimo Señor Doctor Don Juan Antonio de Vizarr6n y
Eguiarreta, Arzobispo de México, quien tomó posesión de su car-
go el día siguiente, 18 de marzo de 1734. Para festejar al nuevo
mandatario, el Ayuntamiento de esta Capital dispuso cuatro días
de Toros, que se verificaron del ~4 al 27 de mayo. El Arzobispo-
Vírrey entró públicam.ente a ver la lidia, con toda solemnidad,
acompañamiento, aparato y ostentación correspondiente a su ele-
vadoempleo~ y convidó previamente, para que viese las Corridas,
JO
130 NICOLAS RANGEL

al Señor Don Prudencio Antonio Palacios, Fiscal que fué de Su


Majestad y electo Consejero de Hacienda; habiendo hecho igual
invitación a las Señoras Oidoras y Títulos, a nom~re de su Exce-
lencia, la Señora Marquesa de Villahermosa de Alfaro.
La seña para comenzar la Corrida de Toros, (fuera de la del
Pañuelo, instituída en tiempo de Nerón) fué levantar una Antor-
cha o tocar un Clarín. Los primeros Toros que en el Circo FlamÍ-
nio se lidiaron, fué por causa de la p'e ste que se había introducido
en ' Roma, motivada por la putrefacción de las carnes de los Toros
que habían sacrificado a su dioses, que no pudiendo ser consumi-
dos por el fuego, ínficionaron el aire; y como vino el c.ontagio por
ellos, pensaron vendría el remedio por los mismos. Estos Oircos
estaban. consagrados al dios Consejo, nombrado Gonso; hermoseá-
banlos en sus lides los. famosos rremplos de Marte y de Belona,
Ql.oses de' las batallas y de las discordias.
Tales noticias de las señas en las Corridas, dá el eruditísimo
;lutor de las Gacetas de México y Cronista Mayor de la Ciudad.

~""""'~"'~~""""""""">;
xxyr.
Célebre BECERRADA.-Diversiones intermedias de Peleas d& Gallos, Ma-
roma, Regatas en canoa, Danzarines, Loas y descenso del Aguila Mexicana.-

IIII
Toros en Guanajuato y en Tlaxcala. ·

NTERESANTES en grado sumo son también los datos


Si g. uientes, respect.o a las primeras becerradas formales
. d ~ que se tiene conocimiento, así como de las diversio-
nes intermedias: peleas de Gallos, Maroma, Hegatas
en canoas, Danzarines, Músicos y Loas. D e supo-
nerse es que los Toreadores de estas becerradas hayan sido jóve-
nes de todas las clases sociales, desde el momento en que el Cro-
nista los apellida muchachos, sin decir que fueran ele la nobleza
mexicana, como en su caso habría sucedido. También es impor-
tante saber que en esta ocasión, la Plaza fué cuadrada, sin duda
para que quedara dentro de ella, la Acequia, y aprovecharla en las
Regatas. Nada diremos de los suaves y belicosos acentos de cla-
rines, trompetas y chirimías y del pulido adorno de los Palcos des-
tinados al Virrey-Arzobispo, Real Audiencia, Cabildos Eclesiástico
y secular, "Cnivel'sidad, Inquisición y demás Tribunales ; palcos,
que ostentaban riquísimos doseles y cortinaj es. Oi gamos al gace-
tero:
"Los días 6, 7, 8, 9 y 10 de junio, en prosecución d el obsequio-
so aplauso hecho por disposición de la Nobilísima Ciudad al aplau-
so de su Ilustrísimo y Excelentísimo nuevo Virr ey, se corrieron
Toros y se hicieron otras demostraciones a este fin, en la Pla za del
Volador, en cuyo capaz famoso cuadro en tres altos compasado ,
se veía imitado el jaspe con grande viveza y propiedad; y a m er-
ced de los suaves y belicosos acentos de los Clarines, Tromp etas y
Ohirimías y d el pulido adorno de mu chos y muy rico s D oseles.
132 NICOLAS RANGEL

Banderas, Flámulas y Gallardetes que al aire trem:olaban, se ha-


cía muy agradable y vistoso, mayormente cuando en él se entendía
la valentía, agilidad y presteza de los Gallos; el enojo, braveza y
pequ~ñez de los Becerros toreados; lo uniforme, galán y adecua-
do del traje de los Muchachos toreadores; lo vivo, exquisito y
diestro de los Maromeros y Fuertes; la medida, imitación y pro-
piedad de la Canoa y Remeros; lo suave, numeroso y acorde de la
Música; lo gracioso, honesto y faceto de los Danzarines y Músicos;
10 puntual, pronto y presto del descenso de la generosa Aguila
M'e xicana, y lo discreto, ingenioso y agudo de la Loa, que todo
componía un delicioso Teatro, digno de tal concurso, de la espec-
tación y tanto asunto."
Lo único que escapa a nuestra p,e netración, es lo del descenso
del Aguila mexicana, que tal vez simbolizaría a Cuauhtémoc, úl-
timo Emperador azteca, cuyo nombre significa águila que descen-
dió; dejando, sin embargo, al benévolo lector, que se imagine, a
su guisa, ese espectáculo, que debe haber entusiasmado grande-
mente a nuestros antepasados.
Si el gacetero Sahagún de Arévalo era un taurómaco decidido,
no era menos aficionado a las Peleas de Gallos, como lo dáJ a en-
tender en la siguiente descrjpción de esos combates y las calida-
des de los buenos combatientes. "La pelea de gallos, dice, es) tan
antigua como ellos, pues desde que nacen son ,enemigos de otra
cOm/pañía, por altivez o por celos; y de aquí parece tiene origen
la antipatía que tienen unos con otros, pues con sólo verse 'e n un
espejo, acometen a su figura. Para ser gallo bueno, ha de ser,
cuando pequeño, muy vivo y cantador, de voz recia, y abultada
cresta arpada, cabeza gruesa, pico agudo y grueso, orejas blancas
y grandes, barbas largas, mezcladas de blanco y colorado, cuello
levantado y poblado de pluma dorada y l'arga, pies y pechos fuer-
tes, alas grandes, cola alta y crecida, ojos negros y pintados, co-
lor negro o rubio, atrevido y alegre de naturaL"
El rico mineral de Guanajuato fué siempre célebre por el es-
plendor de sus fiestas religiosas, profanas o patrióticas; debido es-
to: principalmente, a la riqueza fabulosa de sus minas, que produ-
jeron, según asienta el Barón de Humboldt, las dos terceras par-
tes de la plata que circulaba en el mundo; y esta enorme cantidad,
solamente de una mina: la de Valenciana. Para dar una ligera idea
de lo que tales fiestas fueron en el siglo XVIII, reproducimos ín~
tegra una crónica de las celebradas en aquella ciudad, en octubre
mSTORIA DEL TOREO EN 1vIEXICO 133

de 1737, Y en las que indispensablemente hubo Corridas de Toros.


"Real de Guanajuato.-Sábese po~ las últimas noticias que de
allí se han recibido, cómo habiendo sido electo Mayordomo de
Nuestra Señora de Santa Fé de Guanajuato, Don José de Sarda-
neta y I.Jegaspi, dueño de la célebre mina de San Juan de Rayas,
dió principio el Octavario de fiestas en Obsequio de la misma Se-
ñora, para cuyos costos se comprometieron desde el principio de
este año, todos los Operarios, a dar cada uno un real el día de
paga, permitiendo el dueño de la mina, que Barreteros y Tenate-
ros hiciesen el día domingo la pepena para este fin; y en el tiempo
de diez meses juntaron siete mil pesos, y prosiguieron en sus fae-
nas hasta ei total cumplimiento de los costos de las fiestas, que
tuvieron principio el día 5 de octubre próximo pasado, en que salió
un bien ideado Paseo, formado de las Piedras preciosas, que re-
presentaba cada uno de los sujetos que, con tarjas expresivas de
la idea y alusivas al intento, salieron en enjaezados caballos. In-
mediatamente seguía un elevado Carro en forma de trono, en que
ostentando triunfos se colocó la Soberana Imagen de Nuestra Se-
ñora de Rayas, que con luces alumbraban muchas mujeres y otros
particulares; cuya vista hacía más agradable un golpe de instru-
mentos músicos y delicadas voces, interpoladas con la representa-
ción de dos personajes que hicieron papel de Cielo y Tierra, y en
métricas voces explicaron y pusieron claro lo que los emblemas
descifraban. Seguíase una bien desciplinada Compañía de Opera-
rios de Rayas, marchando y aumentando el aplauso al continuado
estruendo de mosquetes y fusiles; finalizaba el Paseo una bien
trazada ridícula Máscara, cuya variedad chistosa colmó de sales el
Paseo.
¡ ¡ Pusieron esta misma noche muchas y varias Invenciones de
fu ego y el domingo siguiente siguió la celebridad en la Iglesia , que
se adornó de ricas colgaduras, y hermoso e ingenioso Altar, ador-
nado con catorce Angeles, que en tarjas, poemas y textos ofrecie-
ron materia a los entendimientos más vivos: elévase en siete gra-
das un majestuoso Trono, que a proporcionadas distancias ocupa-
ban los siete Príncipes, en alusión a los siete días de la creación
del mundo: -en lo superior, bajo una imperial corona, que formaba
rico dosel, se miraba gallardamente vestida la milagrosa imag'en
de Nuestra Señora de Raya,s, descubriéndose dentro de una des-
gajada granada, que servía como de -clave a un Arco Iris, imitado
con grande propiedad. Repisaba la sagrad a imagen en una nueva
134 N 1 eo 11 A S R A NG E L

Pr.,ana de tres cuartas de alto, de prolijos y menudos calados, de


figura ochavada, distribuida en tres proporcionados cuerpos ....
"]'estejóse cuatro tardes con agitación de Toros, que en la bien
dispuesta pequeña Plaza, lidiaron alentados Toreadores, vestidos
con uniforme encarnado; .Y dieron complemento a tan célebres
fiestas, dos ingeniosas Comedias, con Loas, Entremeses, Sainetes y
Danzas hechas para el intento; haciendo su representación más
grata, las mutaciones y vistas que en un nuevo capaz Teatro for-
maban sus bastidores, en cuyos dentros se percibían sonoros ins-
trumentos; siendo general el regocijo y especial la circunstancia
de que en tan numerosos concursos, no haya sucedido desgracia
alguna. "
Una de las mayores fiestas que la República de Tlaxcala cele-
.bró en este siglo, fué la. que, con motivo de jurar a la Virgen de
Guadalupe por su Patrona, celebró el 17 de agosto de 1738, en
cuyo día, enarbolado el Estandarte Real, en los balcones de las
Casas Consistoriales, se le sobrepuso a las Aramas la imagen de
Guadalupe, colocada en una esfera cronológica de los tiempos, en
In. que, con cuatro figuras, con las que significaban los indios sus
Olimpiad3Js, que eran Pedernal, Casa, Caña y Conejo, recordaban
los continuados favores dispensados por la Virgen morena, expli-
cados en ingeniosos y elocuentes versos. El mismo día sacó el Pen-
dón ·el Gobernador de los Indios, cortejado de los españoles, del
Alcalde más antiguo y de lo m,ás escogido de la nobleza tlaxcalte-
ca, recorriendo las principales calles de la localidad, que estaban
primorosamente adornadas. Acompañaron a la comitiva las disci-
plinadas Compañías de Soldados de Caballería e Infantería, y
una música compuesta de variados instrumentos autóctonos, tan
suaves como diestramente pulsados por los indios. Hubo Moros y
Cristianos y se corrieron durante cuatro días Toros a mañana y
tarde.
Con muy mala fortuna arribó a playas mexicanas el Excelentí-
simo Señor Virrey, Duque de la Conquista, M'a rqués de Gracia
Real, designado para gobernar la Nueva E,s paña, pues estuvo en
peligro de ser apresado por los ingleses, salvándose milagr-osamen-
te en una balandra de Puerto Rico. Sólo demostraciones oficiales
y fiestas religiosas se hicieron a este mandatario al tomar posesión
del Virreinato, no efectuándose, como en casos semejantes, ni Mas-
caradas, Juegos de Cañas ni Corridas de Toros. A su muerte, acae-
cida al año y cuatro días de estar en el poder, gobernó la Real Au-
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 135

diencia, hasta el 3 de noviembre de 1742, que tomó posesión el


Conde de Fuenclara, último Virrey que en aquella época tuvo, el
título de Grande de España. Para agasajarlo, organizó el Ayunta-
miento, entre otros festejos, cuatro Corridas de Toros, qu e se cele-
braron los días 26, 27, 28 y 29 del mismo mes, en la Plaza del Vo-
lador; y el primero de diciemlbre, prosiguieron las fiestas, "ponién-
dose a la vista un primoroso; ágil y diestro Marom~ ro, cuyas prte,s-
tas, ingeniosas suertes, le divirtieron lo más de la¡ mañana, como
los siguientes días 3, 4, 5 y 6 las Carreras y Lances de los feroces
Toros. que se lidiaron en la espaciosa Plaza del Volador."
XXVII.

Corridas para la fábrica de la Colegiata de Guadaiupe.-Corpulento Mon··


te Oarnaval.-Toreros muertos y heridos.-'Recepción del Marqués de las
AmariUas.-Toros en TlaXicala, Puebla y México.

11111 EL interesantísimo Diario de Don José Manuel de Cas-

I
tro Sant.a Anna, nos serviremos para reseñar, cómo
fueron las Corridas de Toros a mediados del siglo
XVIII.
En febrero de 1753, Don Domingo de Trespala-
cios, protector de la Colegiata de Guadalupe, consiguió licencia
del Virrey Conde de Revillagigedo, el primero, para organizar una
Temporada de Corridas de Toros, que se verificarían en la Plazue-
la de San Diego, y cuyo producto debería. aplicarse, Íntegro, a la
fábrica de la Colegia.ta.
Noticiosos los religiosos del Convento de San Diego, de tales
Corridas, hicieron una representación formal a su Excelencia,
oponiéndose a que se lidiaran Toros en dicha Plazuela, alegando
que tenían . una Cédula Real, pasada por el Superior Gobierno ,
para que por ningún motivo ni pretexto hubiera en aquel lugar
semejantes fiestas, por los perjuicios que se les ocasionaban con
tan mala vecindad. Con semejante representación, el Virrey, hom-
bre de pocas pulgas, s·e disgustó grandemente, y los pobres frailes
dieguinos, no volvieron a decir, esta boca es mía.
El público, timorato y afecto en grado sumo a los dieguinos, n o
obstante su afición a las Corridas de Toros, tuvo muy a mal que,
para una obra tan santa, se destinasen recursos que eran producto
de una diver·s ión que continuamente acarrea muchos pecados mor-
tajes. No obstante estos escrúpulos, la tarde del día 19 del mismo
mes se lidiaron los primeros Toros, que según Castro Santa-Anna.
138 NICOLAS RANGEL

no fueron malos ni tampoco buenos; no así los del siguiente día,


que fueron muy bravos~ hiriendo a uno de los diestros, mortalmen-
te, e infiriendo serias contusiones a otros toreadores.
Poco después de las cinco de la tarde de la segunda Corrida,
un imprudente de los asistentes a ella, gritó que estaba temblan-
do, siguiéndose el desorden que es de imaginarse con semejante
anuncio. Unos, brincaron a la arena sin temor a la fiera, que en
ese momento se estaba lidiando; otros, huyeron escaleras abajo,
lo que ocasionó en muchas señoras, males de corazón~ pérdidas de
capotes, dengues, abanicos y otras prendas y alhajas; los macute-
nos o rateros~ hicieron de las suyas, aprovechando el enorme des-
orden que reinó en el Coso. No obstante este incidente, las Corri-
das continuaron con más animación el tercero y cuarto días, sin
que volviera a registrarse novedad alguna digna de mención.
A la semana siguiente, prosiguieron las Corridas con igual en-
tusiasmo, en los días 25~ 26, 27 Y 28~ habiéndose lidiado en e's tas
Corridas y en las anteriores, toros de gran tamaño y bravura, los
que ocasionaron la muerte de un torero Y' graves heridas a otro
diestro. Se terminó la Temporada con un corpulento Monte Car-
naval, que se levantó en medio del Coso,en cuyo Monte había un
gran nlÍmero de medias, calzones y chupas; becerros, cabrito,s, cer-
dos, guajolotes, gallinas, perdices, palomas, pájaros y cenzontles
vivos; jamoneg, lomos, longanizas, roscas de pan y de bizcocho;
todo género de frutas, vituallas y hortaliza. Habiéndose tendido,
previamente~ las Compañías de Infantería de la guarnición, cir-
cunvalando el Coso, para evitar cualquier desorden que pudiera
acaecer, hizo su Excelencia señal con el pañuelo; y saltando a la
arena el populacho, se arrojó sobre el Monte, que en muy poco
tiempo quedó enteramente destruído, llevando cada cual el ob-
jeto que pudo adquirir, no dejando ni el más leve fragmento de
vigas, tablas y petates de que estaba formado, 'y quedando mluchos
sujetos estropeados y sin ninguna ganancia.
Un repique general anunció a los habitantes de esta ciudad, el
~ de octubre de 1755, que Sus Majestades gozaban de cabal salud;
noticia que trajeron a Veracruz dos navíos de guerra, que salie-
ron de Cádiz el 6 de agosto, y a bordo de los que venían el Exce-
lentísimo Señor Teniente general Don Agustín de Ahumada y Vi-
Ualón, Marqués de las Amarillas, electo Virrey, la Excelentísima
Señora su esposa, un pequeño hijo y la crecida familia de ochenta
y una personas. Delegados del Virrey saliente y de la Real Audien-
HISTORIA DEL TOREO EN MEXIOO 139

cia, con Estufas y Coches, Reverendos Padres Provinciales de to-


das las Religiones con sus Definitorios, el tJefe y cincuenta Comisa-
rios de la Real Provincia de la Santa Hermandad, delegados del
Cabildo Eclesiástico y del Ayuntamiento, salieron de esta ciudad
para Tlaxcala y Puebla, para dar la enhorabuena por su feliz via-
je al Señor Marqués.
En la mañana del día 13 salieron los equipajes y cargas del Con-
de de Revillagigedo, no siendo suficientes para conducirlos, dos-
cientas mulas que se tenían preparadas con mantas y reposter0s;
teniéndose por seguro, que ninguno de los Virreyes anteriores que
habían gobernado a la Nueva España, logró acumlular la riqueza
que éste.
El d\a 23 hizo su entrada pública el de Ahumada y Villalón en
rrlaxcala 7 en honor de quien levantó el Ayuntamiento de aquella
repú blica, un hermoso Arco triunfal, en el cual, en inspirados ver-
sos, estaban descritas las proezas de Su ExcelenC'ia; colgáronse
las calles vistosamente y se corrieron 'roros durante cuatro días,
que fueron los que permanecieron en aquella ciudad los Marque-
ses. A Puebla llegaron ,e l 27; y allí, como en Tlaxcala, se les feste-
jó con Arco, Misa de gracias y tres días de Toros.
El Ayuntamiento de esta capital, por su parte, había r emata-
do la Plaza de Toros del Volador, en la suma de diez y seis mil
pesos, destinados a los gastos de la; recepción. Esta fué suntuosa,
como pocas, por las simpatías que desde luego supieron inspirar
los recién llegados.
El 24 de noviembre, por la: mañana, principiaron las Corridas
de Toros, asistiendo con los Virreyes, los Tribunales Reales, 1n-
quisición,ete. En la mañana y en la tarde se lidiaron catorce To-
ros, sin que se registrara desgracia alguna. Continuáronse por
otros cuatro días, también mañana y tarde, siendo la concurrencia
tan numerosa como en la primera Corrida. Entusiasmados los Vi-
rreyes con las lucidas suertes de los Toreros de a pi e y ele caba -
llo, dieron valiosos premios a los diestros, felicitándolo s por su ha-
bilidad y arrojo. Ello. y 2 de diciembre prosiguieron las fie stas
taurinas, con igual concurrencia y sin que se registraran d esgra-
cias en los lidiadores, terminando la Temporada los días 4 r ;) con
Toros a mañana y tarde, y Carreras de 1\'[oros y Cristianos, las que
fueron ejecutadas con gran destreza y mucho aplauso de los asis-
tentes.
XXVIII.

To:::cs en San Miguel el Grande, por la fundacti.ón de un Convento.-Mo-


tín de indios por prohibición de Corridas de Toros.-Trece años sin noticias
de Corridai!.

1[11 •
A l'ica Villa de San Miguel el Grande estaba de fiesta
a mediados del mes de febrero de 1756, con motivo
de la llegada de las Reverendas Madres Recoletas,
fundadoras del Convento de la Concepción, a quie-
nes salió a recibir el Obispo Elizacoechea, ofreciéndo-
les su principal Estufa. Hospedólas el Alférez Real, Don Francis-
co Landeta, Conde de Logo, tutor de Doña María Loreto Canal y
Hervas, patrona y fundadora de dicho Convento, a quien inmedia-
tamente dió el hábito de religiosa el Obispo. Toda la ciudad esta-
ba profusamente adornada; llueve días duraron los festejos, que-
mándose varias noches costosos fuegos artificiales; hubo Paseos de
Carros alegóricos; representándose varias Comedias en el Teatro
levantado al efecto y se corrieron varias tardes, Toros de las más
renombradas ganaderías.
Fué indescriptible el júbilo de los habitantes de San Miguel el
Grande en estas fiestas, a las que concurrieron, también, muchos
de los principales sujetos de las ciudades comarcanas.
La afición a las lides taurinas, no era peculiar tan sólo de los
españoles, criol] os y mestizos, sino que, como hemos dicho en otros
lugares de esta obra, estaba extendida también a la clase indíge-
na, como lo demuestra la relación siguiente, de un motín , cansado
por la prohibición de la fiesta brava en determinada fecha. Y no
es un caso aislado; ocasión tendremos de narrar acontecimiE'ntos
semejantes en posteriores épocas.
142 NICOLAS RANGEL

La mañana del 10. de marzo de 1756, por consulta del Alcalde


Mayor de Tlalmanalco, se le participó al Virrey que el día ante-
rior, hallándose dicho Alcalde en el pueblo de Tlay.acapa, de aque-
lla jurisdicción, con motivo de la fi·e sta anual de dicho pueblo, te-
nían dispuestas los naturales unas Corridas de Toros, y el Cura
del lugar se opuso a que se verificaran ese día por ser domingo; y
habiéndole advertido el Alcalde, que era costumbre inveterada en
los indios, que por Carnestolendas hubiera tal espectáculo, el Cu-
ra fulminó excomunión mayor contra él, si permitía tal fiesta. Con-
descendió el Alcalde para evitar desavenencias.
Pero, habiendo ,c oncurrido' el pueblo, por la tarde, a gozar de
su espectáculo favorito, y enterado de que el Cura se había opues-
to a su celebración, se amotinó, enfurecido, incendiando las Casas
Consistoriales y la habitación del Cura, quien salió huyendo veloz,
lo mi,smo que el Alcalde, para libertarse de las irasl de aquel pueblo
desenfrenado, impo,sible de contener.
Al saber el Virrey estos acontecimientos, ordenó que inmedia-
tamente marcharan treinta soldados para auxiliar al Alcalde; dis-
poniendo, también, que un Ministro del Crimen partiera al lugar
de los acontecimientos para hacer las averiguaciones corr~spon­
dientes y castigar a los que resultaran culpables de haber provoca-
do el motín. El designado para estas investigaciones fué el Señor
Don Bartolomé Bruna, del Consejo de Su Majestad, klcalde de la
Real Sala del Crimen.
El día 12, se tuvo noticia de. que no obstante la presencia de los
soldados y del tTuez pesquisidor, proseguía con mayor fuerza el
motín en Tlayacapa, refugiándose los indios en los montes cerca-
nos, desde donde arrojaban grandes piedras al Juez y a lós solda-
dos; por lo que, estos últimos~ hicieron uso de sus arrnJas, causando
la muerte de algunos indios de los amotinados. Hasta el 6 de abril
regresó el Ministro Bruna, dejando pacificado el pueblo de Tlaya-
capa.; no sin que hubieran perecido muchos naturales, debido a la
intransigencia del Cura de aquel pueblo, que, imprudentemente,
contrarió una inveterada costumbre.
Trece años pasan sin noticias de Corridas de Toros; pues ni
documentos, ni Diarios de esa época se han podido consultar, por
carecerse de ellos para proseguir cronológicamente con la Historia
del Toreo en México.
XXIX.

Temporada de 1769.~Productos para la fábrica del presidio de Parote


y ensanche de la Alameda.-Indumentaria de los Toraros.-Precio de 109
toros de lidia.----Misa cantada por el buen éxito de los Torel'os.-DON TAN-
CREDO DE CARTON.-Lo que ganaba el Capitán y su Cuadrilla.-Muerte
del CAPUCHINO y su entierro con Mortaja.-Apodos de los toreros: GA-
CHUPIN TOREADOR, el CUATE, el CAPUCHINO, el TEJON, el JEREZANO
y el LOCO.-Torero en tilla cuba.

1191 1 hasta aquí, las noticias acerca de las Corridas de To-


ros han sido no muy copioBas, en adelante cuéntase
para poder historiarlas con mayores datos, encontra-
dos en documentación abundante y materiales grá-
ficos de primer orden, que permiten formarse cabal
idea de lo que fueron estas fiestas del valor y la destreza durante
el período colonial.
Imaginativamente podemos asistir a las famosas Corridas del
siglo XVIII y principios de la siguiente centuria; presenciar el
entusiasmo delirante de nuestros antepasados por la fiesta viril,
no sólo en Hna ele las cla,ses sociales, sino de todo el pueblo de la
Nueva España, sin exceptuar al beno sexo; saber Id que costaban
estas fiestas y el rendimiento que a la Real Hacienda o al Ayun-
tamiento producían; conocer las diversiones intermedias que en
las Corridas se verificaban; la indumentaria de los Toreros;
el destino que se daba a las reses muertas en el Co so ; el as-
pecto ele éste, su armadura, el material empleado, adorno de los
palcos, pasillos del Palacio a la Plaza de Toros, costo de ésta, los
meses en que antaño como ogaño, comenzaban las Temporadas, y
tantos otros datos curiosos que dan completa noti cia de tal es-
pectáculo.
144 NICOLAS RANGEL

Como los límites de esta obra no permiten insertar íntegro el


acervo de documentos encontrados, en síntesis los daremos a los
lectores, publicando completos, los que se estimen indispensables
para que no se pierda el ambiente de aq~ella época, y den com-
pleta idea de la afición de los mexicanos a las Corridas de Toros.
Con gran acierto y rectitud gobernó la Nueva España el Ex-
celentísimo Señor Don Francisco de Croix, Marqués de Croix; y
durante el período de su mando, hízose notable el adelanto en las
mejoras materiales y las obras de seguridad de la Colonia enco-
mendada a su cuidado por el Monarca español. Pero, como la Real
Hacienda no podía sufragar los gastos que las segundas demanda-
ban, y las Arcas municipales carecían, también, de fondos para
atender a las primeras, el enérgico y acucioso Virrey dispuso que,
para arbitral'se recursos, los Regidores perpetuos de México, don
Pablo Madrazo y Escalera, Conde del Valle de la Colina, y don
José Mateos y Chirinos, organizaí'an una Temporada de ocho Co-
rridas de Toros, la que debería comenzar a principios de noviem-
bre de 1769, y cuyas Corridas se verificarían en un Coso levantado
en la Plazuela del Volador, no obstante que no se trataba de Fies-
tas Reales. Y para que la utilidad fuera mayor, dispuso el de Oroix
que se efectuaran en días repartidos, con intermisión y no corridos
como era costumbre, y tam'bién para que no se perjudicaran en
sus ocupaciones e intereses los artesanos y comerciantes.
Diligentes anduvieron los Regidores Comisarios en el arreglo
de esta 'femporada, haciendo comparecer, inmediatamente, al Maes-
tro Mayor de la Ciudad, don Ildefonsó Iniestra Vejarano, para que
procediera, incontinenti, a hacer despejar la Plaza del Volador,
para construir en ella el Coso. Mandósele, también, que en un Pla-
no describiera la Plaza en forma oval, y con bastante claridad y
distinción, el número total de Cuartones, distinguiendo los de Som-
bra, Media Sombra y Sol, procurando dejar libre el tráfico en to-
da su circunvalación, para el cómodo curso de peatones y -coches.
Al día siguiente, Iniestra presentó el Plano que se le pedía, el
cual mereció la aprobación del Virrey. Los precios asignados a las
diversas localidades, teniendo en cuenta · que en esta ocasión el
Coso era más reducido, fueron los siguientes: 47 cuartones de
Sombra, a cuatrocientos sesenta y dos pesos cada uno; 13 de M;e-
dia Sombra, a cuatrocientos cuarenta y tres pesos; y 24 de Sol,
a trescientos veinte pesos.
HIS'l'ORIA DEL TOREO EN MEXICO 145

En poco menos de un mes, levantóse en la Plaza del Volador


una hermosa y acabada Plaza de Toros, con palcos adornados re-
giamente para el Virrey Marqués de Oroix, para el Visitador Ge-
. neral Don José de Gálvez y su familia y para el Ayuntamiento de
esta Capital. Vendiéronse la mayor parte de las localidades y arre-
glóse, en fin, hasta el último detalle, para que esta Temporada
tuviera gran lucimiento y rindiera lo más posible.
Importaba mucho para el buen éxito de las Corridas, que los
toros que se lidiaran
fueran de ley y de re-
conocida bravura, por
lo que, los Comisarios,
sin pararse en gastos,
compraron ciento cua-
renta magníficos toros
de las dehesas de don
J ulián del Hierro, cu-
ya Hacienda está en
lo que fué antigua-
mente el Departamen-
to del Real de Minas
de Temascaltepec, y
sesenta toros escogi-
dos a don Juan Fran-
cisco Retana, de la
ganadería de Yeregé
de la misma región.
Por ser de los más se-
lectos los ' toros de Plaza 'pa r a la T empornd a de 1769.
Hierro y Yeregé y de
edad de seis a nueve años, pagaron los Comisarios a razón de diez
pesos cada uno, precio que para nuestros días es irrisorio. Para
las últimas Corridas, se compraron a don Gabriel Joaquín de Yer-
mo, de la famosa ganadería de su Hacienda , ubicada en el hoy
Estado de Morelos, diez toros, al precio de ocho pesos por cabeza.
Contratados Tomás Venegas, alias el Gachupín toreador, y Pe-
dro Montero, ambos sevillanos, como Capitanes de las Cuadrillas
de toreros de a pie, y Felipie Hernández, a-1ias el Cuate" de la Cua-
drilla de a caballo; hecha la requisición de jamelgos; ajustados
11
146 NICOLAS HAN GEL

los indios clarineros y timbaleros; mandado hacer 'el Don Tancre-


do, de madera, llamado igualmente Don Peroleño o Don Peropalo;
preparadas las Banderillas de lujo y de fuego; mandados cons-
truir los Dominguejos, unos de madera y otros hechos de carrizo
y fuego, por coheteros; arreglada la Oucaña o Monte Parnaso, que
tanto r egocijaba a la plebe, procediose a fijar los carteles que anun-
ciaban las Corridas, como era de costnm bre, dentro y en las cuatro
esquinas exteriores del Coso; y a voz de pregonero, que lo hacía,
caballero en pacient e asno, las disposiciones de su Excelencia: pa-
ra el buen orden de las funciones, y de cuyo acto daban fe el
Escribano Real y el Verdugo.
De sobra era conocida ]a energía del Marqués de Croix y lo
exacto que se mostraba para hacer que se respetaran sus dispo-
siciones; por lo que no es de extrañar que estas se cumplieran a,1
pie de la letra: temerosos los infractores de que les aplicara, irre-
misiblemente, Su Señoría, las penas señaladas en el Reglamento
inserto en los mismos Programas, pregonándolas cada tarde, antes
de la Corrida. "NingulJa persona, de cualquiera calidad o condi-
ción que sea, a más de los Toreros nombrados, entrará en ,l a Plaza
a pie ni a caballo mient.ras se lidien los Toros, ni saltará a ella de
las Barreras o Lumbreras con ningún pretexto, pena de un año
de destierro a los Nobles, de cien azotes a los de color quebrado, y
de dos meses de Cárcel a los espaüoles; y ninguno, bajo las mis-
mas penas, será osado a picar a los Toros desde dichos parajes con
Espada, Garrocha, Púas o J aTetas, ni entrar a la Plaza a vender
dulces, past.eles, bebidas, ni alguna otra cosa. Y no obstante que
todo lo dicho se hará ,s aber por Bando que será publicado en la
m:isma Plaza cada día de Corrida antes de empezarla, se advierte
también en este Cartel, para que nadie pueda alegar ignorancia."
'rales serían lo,s abusos que la costumbre había consentido, que
era necesario recurrir a semejantes penas, por demás excesivas.
En el mismo Reglamento, que es el primero que se encuentra im~
preso, se prescribe el orden que debían guardar los coches que
conducían a los taurófilos de entOl1ces. IJa ilustración adjunta in~
forma de los Programas que antaño se usaron.
Con sólo la lectura de los documentos que en seguida se inser-
tan, que es la cuenta que los Comisarios dieron de lo gastado 'e n
la Temporada, se sabrán las diversiones que se ejecutaban en los
intermedios de la lidia, y que tanto entusiasmaba a los tauróma-
HISTORIA DEL 'rOREO EN MEXICO 147

cos de aquella época, las que consi~tían en que un Torero, el pre-


cursor del payaso o loco de los tO!I'OS, vestido con el traje que usa-
ban los pobres d ementes del I~ospital de San I-lipólito, provocaba
a la fiera y se metía violentamente en una pipa vacía; recibiendo
ésta la enibestida del ani-
mal; o bien, ver bailar la
tranca a uno de los dies-
tros, sin inmutarse por las
acometidas del bicho; ya
las suertes del toreo eje-
cutadas en burros y con
toros embolados; o ya la
lucha de los toro s y los pe-
rros de presa. Por supues-
to que no faltaba , no po-
día faltar en aquellos Car te l de la Tempora.c1a de 1769.
tiempos de profunda fe religiosa, antes de comenzar la Tempora-
da, la Misa cant.ada, por el buen éxito de los Toreros.
Ijas cuadrillas que trabajaron en estas Corridas, quedaron for-
madas así:
Cuadrillas de a pie.
Capitán, primer espada, Tomás Venegas, el Gachupín Toreador.
Capitán, segundo espada, Pedro Montero.
Banderilleros.
Manuel Vela.
Pedro Pérez.
Julio Figueroa, el Loco.
José Castro.
· ~Tuan Esteban González, el Oalacuaya .
.Enrique Lizaldi Becerra.
CuadriThL de a caballo.
Sobresaliente, Felipe H ernández, el Cuate.
Id. Manuel Franco, el Jerezano, garrochero r r ejonero.
El Capuchino.
Cristó bal Díaz, el Andaluz.
Antonio R'eina, (de Coyoacán).
Santiago Gándara.
José ' Manuel Porraz, (de Querétaro ) .
Felipe Paredes, el Tejón.
148 NICOLAS RANGEL

Todos estos diestros torearon a mañana y tarde; y en las pri-


meras Corridas fueron cogidos, Montero y el Capuchino, sustitu-
yendo al primero Lizaldi Becerra y al segundo el Tejón. A la viu-
da del Capuchino, que murió en la arena, le fué entregada, por los
Comisarios de las Corridas, la cantidad de veinticuatro pesos,
por haber toreado a caballo en los tres primeros días; más, dos
pesos dos reales para ayuda de una Mortaja con que fué enterrado.
y es el lugar adecuado, para traer a colación lo que opinaban los
casuistas, respecto a los toreros que morían en las astas de la
fiera.
El Dr. Don .T osé Ortiz Cantero, Cura propio de la Villa de Col-
menar Viejo, escribió una obra titulada Directorio Parroquial de
Concursos, y de Curas, ,publicada en Madrid en 1760 y dividida en
tres Libros. Del segundo, que trata de la resolución que deben
tomar los Curas en los casos arduos y frecuentes en la administra-
ción de los Sacramentos, tomamos los siguientes párrafos:
¡ , Caso más común es el de los que mueren en las corridas de

toros, de que hay tanta frecuencia en nuestra España; las cuales,


aunque los Sumos Pontífiees las han intentado quitar, por ser fies-
tas bárbaras, no se ha podido conseguir, por lo radicadas y usadas
que están en nuestras Provincias. El Santo Pontífi'ce Pío V, puso
graves excomuniones, penas, y privación de sepultura a los que
las corriesen, se hallasen presentes, y muriesen en ellas: estas las
temperó Clemente VIII, reduciéndolas al derecho común; y Gre-
gorio XIII, año de 1575, a petición del Rey Felipe II, quitó todas
las penas impuestas, permatiendo dichas fiestas, como no se corrie-
sen los toros en días festivos, y se previniese por los Jueces toda
la posible cautela para que no se siguiese alguna muerte. Navarro,
y el Padre Sánchez, refiriendo a muchos, dicen· que estas corridas
de toros por su naturaleza no son ilícitas ni pecaminosas, con taJ
que se prevenga que en la Plaza no haya muchachos, viejos, mu-
jeres, cojos, u otros de esta forma, que no puedan librarse de las
fieras, o toros. Medina dice que se deben permitir, y no son pecado
con ]a prevención dicha; porque aunque alguna vez se pongan en
peligro, son permitidas por ]a República, para ejercitar el valor,
y estar aptos para la guerra. Y en opinión de todos estos, los que
casualmente mueren en ellas, no deben ser privados de sepultura
eclesiástica, porque no mueren en actos pecaminosos.
Aunque según lo dicho, los que mueren en las astas de los to-
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 149

ros, no están privados de sepultura eclesiástica, me parece que es-


to se ha de entender de los que mueren casualmente, o de los Ca-
balleros y 'roreros que son diestros, y saben hacer las suertes y es-
tratagemas con que burlan a los toros; pero lo contrario se ha de
decir de aquellos que, por ostentar vano valor, sin tener destreza,
con temeridad o audacia se arrojan a los toros, d entro o fuera del
toril, sin saber cómo se han de apartar del golpe; estos mueren en
notorio y gravísimo pecado: luego si en él mueren, sin haber dado
señales de penitencia, deben ser privados de sepultura eclesiástica.
Mas: de esta están privados, como adelante diremos, los que mue-
ren hurtando, el Clérigo notorio concubinario, y el que muere en
culpa mortal manifiesta, porque se presume condenado: luego si
los que mueren en las astas del toro, por audaces y temerarios,
mueren en pecado mortal e impenitentes, como se presume, y dicen
los Autores que citaremos, no sé por qué causa no se les deba pri-
var de sepultura eclesiástica: y con todo, siendo frecuent es estas
muertes, no h e oído ni sabido que los Jueces Eclesiásticos los ha-
yan privado de sepultura eclesiástica; lo que deb e repararse mu-
cho. Sin embargo, otros dicen piadosamente qu e se les debe dar
sepultura eclesiástica, porque no consta evidentemente que murie-
ron impenitentes, pues pudieron tener oculta conversión, aunque
fuese en un instante; que m e parece es la razón porque se p er-
mite.' ,
Los salarios que se pagaron a los 'roreros, por cada Corrida do-
ble, fueron: a V enegas, treinta pesos; al Cuate, veinte; a R eina,
doce; al resto d e los de a caballo, ocho, y a los banderilleros cinco
p esos. Al Jerezano, toreador de a caballo, se le asignó como r egalía
la suma de cincuenta pesos, pues según se desprende d e los docu-
mentos, era 'f amoso garro ch ero y hábil rejonero. L os d emás suel-
dos se verán en las cuentas de gastos. Para las cuatro últimas Co-
rridas, sueldos aun más bajos.
No pasaremos adelante, sin hac er notar al amable lector, el cre-
cido número de tor eros españoles que desde aquella épo ca ej er ci-
taron su profesión en los Cosos m exicanos d e esta Cap ital y de las
Provincias. D e Sevilla, J er ez y Andalucía, y probablemente de al-
gunas otras Provincias españolas, vinieron diestro s a América.
Como los productos de la s ocho primeras Corridas di p uestas
por orden del Marqués de Croix, fu eron excelentes, orde nó el Vi-
rrey que se prolongara la Temporada, mandando reh acer el Coso
160 NICOLAS RANGEL

del Volador q.ue había sido comenzado a desmontar, a :fin de que


se verificaran cuatro Corridas más. Los productos de las doce Co-
rridas fué de treinta y cinco mil cuatrocientos veintisiete. pesos,
cinco y medio reales; y los gastos importaron, diez mil, ciento
diez y nueve pesos tres real.es: quedó líquido, para las obras de
seguridad de la Colonia, veinticinco mil, trescientos ocho pesos,
dos y medio reale.s.
No detallaremos los gastos de las cuatro últimas Corridas, toda
vez que, las únicas variantes de ellos consistieron en la hechura
de una llave para el Toril, que importó real y medio, habiendo
montado el total de g.a stos para las cuatro, a mil novecientos
och enta y dos pesos.

Ouenta de los gastos que se han hecho en las ocho Corrid;as die
Toros que comenzaron el día veinte de Noviembre de mil
setecientos sesenta y nueve, y finalizaron el día ca..
torce de Diciembre del mismo año.

Primeramente, cuarenta y cuatro pesos que se dieron a los


maestros sastres Manuel Ro sete y Juan de Dios Zamudio por la
hechura de los vestidos de los Toreadores, como consta de sus re-
cibos. (Hechura de doce capotillos para los Toreadores de a pie
y com'postura de los vestidos y marlotas de los Muleros y cuatro
pretales.)
'rreinta y siete pesos que se le pagaron al maestro sastre Mla-
nuel de Raro por el vestido de Montero y género de chupa, calzón
y solapa.
Ciento cincuenta pesos que se le entregaron a José de Mondra-
gón, de oficio Toreador de a pie, por cinco gruesas de Banderillas,
cuatro regulares a treinta pesos y una de fuego a treinta y cinco
pesos; con más treinta y seis pesos que se le dieron por ocho do-
cenas de rejones de quebrar, que a razón de cuatro pesos cuatro
,'eales docena, importan treinta y seis pesos y el todn hacen ciento
noventa y un pesos.
Treinta y seis pesos que se le entregaron a José Gómez por una
gruesa de Banderillas de reguilete, a razón de tres pesos docena.
Seis varas de listón encarnado para las corbatas de los Torea-
dores, a real la vara.
Treinta varas de bramante para camisas y pañuelos a los To-
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO
15t

readores y Muleros, a cuatro reales y medio vara, im:porta diez y


seis pesos.
Diez pares de medias, a nueve reales cada par, para los Torea-
dores y Muleros, importa once pesos.
Dos piezas de chalona encarnada, a veinte y siet e pesos cada-
pieza, para los capotes de los Toreadores, importa cincuenta y
cuatro pesos.
Seis pesos que costaron los sombreros de los Toreadores.
Ocho varas de listón para sus toquillas, un peso y cinco reales.
Una pieza de listón azul para gualdrapar a las m.ulas, cuatro
pesos y cuatro reales:
Hechura de diez camisas, a tres y medio r eales cada una, y la
de cuatro pañuelos, a medio re,al cada uno, para los Toreadores y
Muleros, importa todo cuatro pesos y cinco reales.
Para el género del camisón del Clarin'e ro, tres pesos; p ,o r
su hechura, seis y medio reales; para las medias de éste, dos pe-
sos seis reales; para las . hebillas, calcetas y un listón, un peso;
por un par de calzones, tres pesos ; que todo importa once pesos,
cuatro y medio reales.
Una pieza de chalana verde para los capotes de los Toreadores,
treinta y un pesos.
Por un par de medias y un sombrero para Montero, diez pesos;
por una redecilla con su listón para el dicho, tres pesos; por dos
espadas para el mismo,
ocho pesos; por un ca-
misón para el referido,
tres pesos cinco reales ;
por compon'e r una espa-
da para el susodicho,
un peso; por una cor-
bata negra, tres reales ;
por el listón de su som:-
brero, cua tro reales;
por dos pares de zapa-
tos, tres pesos; que to-
do importa veinte y nue- R,E'c ibo del va lor de los Toro s de " H ie rro ."
ve pesos cuatro reales.
Mil y cuatrocientos pesos, importe de ciento y cuarenta toros,
152 NICOLAS RANGEL

a razón de diez pesos cada uno, se le pagaron a Don Gregorio


Elejalde, en virtud de libranza de Don Julián del Hierro.
Seiscientos pesos importe de sesenta toros que se le compraron
a Don Juan Francisco Retana al precio de diez pe'sos cada uno.
Seis redecillas con sus listones, a trece reales cada una, nueve
pesos seis reales.
Veinte y cuatro varas de listón para las mulas que sacaban
los toros, doce reales.
Doce reales que se le dieron a los torileros para garrochas, la-
zos y cebo.
Dos pesos que costó componer la cuba para que toreara un
Toreador ve·s tido de Loco.
Para jáquimas y reatas, tres pesos.
Siete pesos y siete reales que se le dieron a los cargadores que
llevaron las sillas y alfombras del balcón de Su Excelencia, las
banderillas y rejones de quebrar que traían y llevaban diaria-
mente.
Siete pesos que se les dieron a siete Toreadores para zapatos.
Ocho pesos que se le dieron al herrero para la hechura de cua-
tro púas para garrochas.
Cuatro pesos cuatro reales que se le pagaron al maestro carro-
cero, por la hechura de seis astas para garrochas .
. Tres pesos que dimos a Tomás Venegas, para que por su mano
se mandase Cantar una Misa para el bue·n éxito de los Toreadores,
como ha sido costumbre.
V.einte pesos cuatro y medio reales, que tuvieron de costo cua-
tro hachas de cera para que se alum'b rase Su Excelencia, y sir-
vieron élos de éstas la primera semana, y dos la segunda.
Diez y seis pesos en que se compró el Mono, inclusive un peso
que ,costó el pilarejo en que se ponía y un peso que se le dió 'al que
lo cuidaba. '
• Ocho pesos que se les dieron de gratificación a los mozos de
Don Antonio Pedroso, que trajeron los Bueyes Sanchos y tuvie-
ron cuidado de ellos la ta~de que sirvieron.
'Ocho pesos de alquiler de los Burros que sirvieron para lidiar
algunos Toros, en que se incluyen el costo de sog.a s para los to-
riles y amolar varias veces las garrochas.
Tres pesos que dimos de gratificación a los mozos que llevaron
mSTORIA DEL TOREO EN MEXICO 153

los pelTOS de presa, y un peso más que tuvo de costo la composi-


ción de la Mampara de un toril.
Cuatro pesos que se le dieron al que cuidaba los caballos que
sirvieron en las Corridas, por el trabajo de un mes.
Veinte pesos que se le dieron al maestro carpintero Cayetano,
por el costo y manufactura de los cuatro Dominguejos.
Diez y seis pesos que se le pagaron al cohetero por los dos Do-
minguejos de fuego.
Doscientos cuarenta pesos que se le pagaron al Toreador To-
más Venegas, a razón de treinta pesos cada día en las ocho prime-
ras Corridas, como consta por certificacjón. (Certific-ación del EiS-
cribano Don Bernardo de Quirós sobre haber contratado a Tomás
Venegas, conocido por el Gachupín toreador, con el salario de
treinta pesos por corrida, como Toreador y Capitán de los demás
Toreadores de a pie).
Doscientos cuarenta pesos que se pagaron a seis Toreadores
de a pie, a razón de cinco pesos por día cada uno, y consta de sus
recibos: Manuel Vela, Pedro Pérez, Julio de Figueroa, José Cas-
tro, Juan Esteban González y Juan Manuel Mondragón.
Veinte y un pesos que se le dieron a Enrique Lizaldi Becerra,
'roreador de a pie, que entró para completar el número de ocho,
por falta de Montero.
Doce pesos que se le enviaron al Toreador Montero por mano
de su mujer.
Diez pesos que se dieron al Toreador de la Pipa, por las dos
primeras sem'a nas.
Ciento y sesenta pesos que se le dieron a Felipe Hernández,
conocido por el Cuate, por las dos primeras semanas, a razón de
veinte pesos por día~ así por torear como por las demás habilidades.
Ciento noventa y dos pesos que se le pagaron a tres Toreadores
de a caballo, a sesenta y cuatro pesos cada uno, Cristóbal Diaz,
J osé Manuel Porras y Santiag'o de Gándara.Ocho pesos por cada
día.
Doscientos cuarenta y cuatro pesos que se le pagaron a Anto-
nio Reina, Caporal y Toreador de a caballo, señalado, en las ocho
Corridas por las razones que expresa su recibo. (Sesenta y cuatro
por Toreador de a caballo, los cuarenta por razón de los encierro s
diarios en los ocho días de las Corridas y los ciento y cuarenta
para la paga de los vaqueros que cuidaron del ganado.)
154 NICOLAS RANGEL

Veintiseis pesos dos reales que se le dieron a la mujer · del To-


reado!" de a caballo, conocido por el Capuchino, por los tres días
que toreó; en que se incluyen dos pesos y dos reales, con que con-
tribuimos para ayuda de una Mortaja para el dicho.
Ocho pesos que se le
dieron a Felipe Pare-
des, llamado el Tejón,
por los días que entró
a torear en lugar del
Capuchino.
Cincuenta y seis pe-
sos cuatro reales que
costaron diez caballos
que se compraron para
R eCibo de " El Tejón." las Corridas, por mano
de Cristóbal Díaz.
Por otro que costó doc e pesos, para que el referido picara con
vara larga.
Por otro que se compró en doce pesos para el mismo efecto y
sirvió al Jerezano.
Cuarenta y un pesos y un real que tuvieron de costo dichos
caballos en su manutención, desde el día quince de Noviembre
del año próximo pasado hasta catorce de Dicielllibre del mismo.
Treinta pesos del salario de los cuidadores y veladores del bal·-
eón de Su Excelencia y N obilísima Ciudad.
Ciento veintisiete pesos y dos reales que se pagaron a Don
Juan de Arteaga, por la iluminación de. la Plaza en las ocho Co-
rridas, y otros gastos menudos que expresa su recibo.
Diez y seis pesos que importó el salario de los dos p~orteros que
se ocuparon en las puertas de la P laza.
Veinte y . ocho pesos que se le dieron al Escribano Horno por
los ocho Bandos que publicó antes de cada Corrida, en que se in-
cluyen cua·t ro pesos del Verdugo.
Diez y siete pesos que se les pagaron a los Torileros.
Treinta y ocho pes os que se pagaron a Juan A'g ustín, capitán
del Matadero, para los efectos que expresa su recibo. (Salario de
los m!Uleros, zapatos de los mismos y alquiler de guarniciones.)
V.einte y cuatro pesos que se le pagaron a cuatro Olarineros en
las ocho Corridas, a razón de seis reales diarios cada uno.
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 155

Ocho pesos que se le dieron a los dos Timbaleros, a razón de


cllatro reales cada uno diariamente.
Diez pesos que se le dieron al que bailó la tranca.
Cuatro pesos que se le pagaron a los Ministros que tenían cui-
dado de llevar mañana y tarde a los Clarineros y Tinibaleros.
Seis pesos que se le piagaron al Clarinero que se puso en el bal-
cón de Su ~jxcelencia.
Ciento y cincuenta pesos que se le pagaron a Don Luis Manuel
de Santa Cruz, Administrador del Rancho de Anzures, por el pas-
to de los toros.
Cien pesos que se le pagaron a Don José Beléndes, por el cui-
dado de los treinta y ocho Cuartones que se pusieron en adminis-
tración.
Cincuenta pesos que se le dieron a Don José Suárez, por el tra-
bajo que expendió en el ajuste y compra de silletas, bancos y pe-
tates, y por el que tuvo de repartir todo esto a los administradores
de los Cuartones y Lumbreras que quedaron sin venderse, y por
otras razones que expresa.
M"il quinientos ochenta y un pesos y seis reales que se le pa-
garon al mismo como consta de su recibo y es el siguiente:
Primeramente por ochenta y ocho docenas y cuatro sillas más
que se com'praron, a razón de dos pesos docena, para los treinta y
ocho Cuartones y Lumbreras que se pusieron en adm~nistración,
que importan ciento setenta y seis pesos cinco reales y mledio.
Por once cargas y cuarenta y cuatro petates nuevos, que a ra-
zón de cinco pesos carga, importan cincuenta y siete pesos seis
reales.
Por seiscientos veinte y un bancos, a real y medio cada uno,
importan ciento doce pesos siete y medio reales.
Por veinte y cinco escab-eles, a dos reales cada uno, importan
seis pesos dos reales.
De cántaros p'a ra el riego de la Plaza que se entregaron al Sar-
gento de las Brigadas de San Carlos, cinco pesos seis reales.
Por forrar de tablas ocho I.Jumbreras, a razón de dos pesos ca-
da una, son diez y seis pesos.
Por veintiseis docenas de petates usados, a tres reales y medio
docena, son once pesos tres reales.
Por diez y seis tablas que se compraron a real cada una, para
forrar las dos puertas pequeñas de la Plaza, porque se entraban
156 NICOLAS RANGEL

los soldados de guardia, por los boquetes descubiertos de las Ba-


rreras e impedían el alquiler de ellas, son dos pesos.
Por diez pesos seis reales que tuvieron de costo cuatro escale-
ras que se mandaron hacer, después de armada la Plaza.
Por nueve docenas y ocho sillas pi"ntadas, a tres pesos docena,
son veinte y nueve pesos.
Por diez bancas largas a seis reales, son siete pesos cuatro rea-
les.
Por diez y ocho dichas, medianas, a tres reales y medio, son
siete pesos, siete reales.
Por siete escabeles a dos reales, son catorce reales.
De hilo de carrete, seis reales.
A Horno para menudencias, doce reales.
De manufactura y clavos de las barreras, cuatro reales y medio.
Un cuero para amarrar, diez reales.
A los que cargaron sillas y petates, dos pesos.
Al que escribió y me ayudó a repartir sillas y petates, tres pe-
sos.
De hilo de campeche, 'petates, trabajo de coserlos en el pasadi-
zo de Su Excelencia, Tribunales y sus Lumbreras; veinte y cinco
pesos.
Por veintitrés Cuartones que tengo armados de orden de los
Señores Comisarios, con madera, cueros y demás concernientes, a
cuarenta pesos cada uno, importan novecientos veinte pesos.
Por setenta pesos de la armadura del Cuartón de la puerta (no
incluído en los veinte y tres antedichos) de la esquina de San Ber-
nardo.)
Por diez pesos que costaron las dos puertas pequeñas de la
Plaza.
Por ochenta y cuatro pesos cuatro reales que les toca a los
Cuartones de administración, para el costo del Monte Parnaso,
según la orden de los Señores Comisarios, cuya cantidad tengo
suplida.
Por sei.s pesos y un real que he erogado en amolar cinco lan-
zas y comprar tres cueros para refaccionar los Cuartones de la
administración.
Por ocho pesos tres reales y medio que costó el acarrear sillas
y petates a la casa que se alquiló para guardarlos, en que se in-
HISTORIA DEL 'rORE O EN MEXICO 157

cluyen dos pesos de los guardas que cuidaron los que quedaron en
la Plaza.
Al velador de la valla dos pesos y de los hachones para com-
ponerlos otro peso, son tres pesos.
Por cincuenta pesos que se le dieron de regalía a Don Manuel
Franco, el Jerezano.
Por setecientos pesos que se le pagaron a Don José Victorio
Correa, como consta de su recibo.
Veinte pesos tres y m.:edio reales que montaron varias faltas,
pesos y reales falsos, que hubo en las cantidades que hemos reci-
bido de los administradores de los Cuartones y otras que nos han
entregado de lo producido de la Plaza.
Cuarenta pesos que se le dieron a Don Juan de Miranda por
el cuidado que tuvo en reconocer diariamente los Cuartones y
I.Jumbreras que se pusieron en administración, y darnos razón de
los que estaban con poca o mucha gente y los precios a que co-
rrían los asientos, para. poder hacer cargo en alguna manera a los
adm::i nistradores, lo que contribuyó no poco a experimentar menos
quebranto en el producto de esta negociación; y se advierte que
aunque para este efecto se señaló también a Don M'a nuel Gómez,
como consta de los autos formados en estas Corridas por no haber
podido este sujeto entender en ello respecto a hallarse ocupado
en administración de Lumbreras, sólo se le pagó al citado Miran-
da.
Diez pesos que tuvo de costo la compostura de varias sillas
que se rompieron en el tablado de Su Excelencia, cuyo gasto lo
consideramos indispensable por pertenecer dichas sillas a otros su-
jetos que nos las prestaron.
Doscientos pesos que se le dieron a Don Pedro N olasco Soto
Mayor, por el alquiler de las colgaduras y trabajo de colgar los
dos Tablados de Su Excelencia y Nobilísima Ciudad, las que se
mantuvieron treinta días por lo respectivo a las ocho primeras
Corridas.
Diez y nueve pesos que se le devolvieron a Don .Iosé Zaldívar
por haberse verificado de Media Sombra un Cuartón que se ven-
dió por de Sombra, como consta de las diligencias practicadas en
la materia.
Diez y nueve pesos que se le devolvieron a Don José Suárez
por un Cuartón que se le yendió por de Sombra y se verificó de
Media Sombra.
158 N 1 eo L A S R AN GEL

Novecientos ochenta y siete pesos y tres reales que se le die-


ron al Maestro mayor Don Ildefonso de Iniestra, por la arm\adura
de los diez Cuartones de Su Excelencia y N obilísimaCiudad, Pa-
sadizodesde Pala.cio al Balcón de Su Excelencia y otros gastos
que expresa por menor su cuenta y es la siguiente:
Por armar diez Tablados para Su . Excelencia y para la N. C.
con los costos de alquileres de maderas dobles y demás, a cuarenta
pes<?s cada Tablado. I

Por la armadura del Pasadizo desde la venta.n a del Real Pa-


lacio hasta el Tablado de Su Excelencia, que tiene de larg·!) más'.
de otro tanto que ha tenido el que siempre se ha al"llladó, con };os
costos de alquileres de madera y demás necesarios, cuatrocientos
pesos.
Por el desplante de la valla para los soldados y costos de gra-
das, cuarenta pesos.
Por el costo de la armadura del cuarto de la leña y de dos
reposterías altas, la una en el Tablado de S. E. y la otra en el de
la N. C., con alquileres de maderas, sesenta pesos.
Por treinta y ocho pesos de otros tantos Guartones que se ar-
maron de cuenta de los Señores Comisarios, por razón de sus me-

Productos y Gastos de la Temporada de 1769.


HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 159

didas, a un peso por cada Cuartón, que siempre se le ha dado de


ayuda de costa al Maestro Mayor de ~. a Ciudad , única ayuda de
costa por .su trabajo.
Por veinticuatro pesos de los salarios de Cleto Muro, maestro
de carpintero, y de José Medrano, por los veinte y siete días que .
estuvieron en la Plaza para reparar prontamente cualesquier ac-
cidente en ella, y hacer, como hicieron, todo lo que se les m)andó.
Por ocho pesos del costo de entablar cuatro Lumbreras, las dos
para los Sres. Comisarios y las otras dos para el Sr. Marqués de
Guardiola.
Por diez y siete pesos y tres reales que pagué a D. Felipe En-
vila, para operarios que comenzaron a allanar la Plaza y se sus-
pendieron de mandato de S. E., cuyo recibo debidamente presento.
Suman, salvo yerro, los gastos de las ocho primeras Corridas,
la cantidad de ocho mil ciento treinta y seis pesos, cuatro tomines
y medio.

1111 ,'11 i111111 111 i~ !I :i :!' ' 1!11 11 I111 11111 i 11 111 i;1 •11' i1:1, 11 111
'
xxx.
Doce C.o rridas de Toros en la Temporada de 1770.-Indios mUS1COS.-
Clarineros y Timbaleros.-EI clarinero de' Su Excelencia.--Toreros en burros.
-Dominguejos hechos por coheteros.-Los toros muertos .en la lidia, .dis-
triblÚdos en limosnas y Toreadores.-Plano de la Plaza de Toros construída
para estas Corridas.-Lo que costaba armar una Plaza de Toros.-Pasadizo
desde un 'balcón de Palacio al Palco del Virrey.

1I11 N vista del buen éxito de la Temporada anterior, y de-


seando el de Croix ensanchar la Alameda, al doble· ta-
maño del que tenía, hasta dejarla con las dimensiones
actuales, y así mismo atender, preferentemente, al em-
pedrado de las calles y algunas otras mejoras materia-
les, para arbitrarse fondos
p ermitió otra Temporada
de doce Corridas, las que
se verificaron del cinco de
noviembre al seis de di-
ciembre de niil setecientos
setenta.
Por enfermedad del .
Maestro Mayor Iniestra
Vejarano, se le encomen-
dó la armadura de la Pla~
A vis o d e la rr empor a da de 1770.
za al Arquitecto Don
Francisco Antonio Guerrero y 'rorres, el cual presentó un plano de
Coso ochava do, que m ereció la aproba ción del Virr ey y de los
Comisarios.
El ganado que se lidió en esta v ez fu é de las dehesas de 'roluca
y Nueva Galicia, solamente que el costo ele los toros de la ganade-
J2
162 NICOLAS HAN GEL

ría de don Julián del Hierro, fué de nueve pesos cada res, y los
rroros de Serratos importaron seis pesos seis reales cada uno. Las
Cuadrillas se formaron así:
Cuadrilla de a pie.
Tomás Venegas, el Gachupín toreador, primer espada .
•Juan Sebastián, el Jerezano, segundo espada.
Banderilleros.
Bernardo González, para torear en traje de loco, en una pipa,
a caballo, a pie y muchas otras suertes de toreo.
Julio de Figueroa, el Loco, Torero señalado.
Juan de Mondragón, Torero señalado.
,Juan Esteban González, Torero señalado, alias CaJacuaya.
José Castro, torero señalado.
Pedro Pérez, torero señalado.
Felipe Antonio Solar, torero señalado.
IJeandro GOlllf,ále7. , torero señalado, (de Cuautitlán).
Cuadrilla de a caballo.
Felipe Hernández, el Cuate .
•J osé Dámaso de Arce, el Gitano (de Querétaro).
Juan Manuel Hernández, (de Tlalpan).
J osé Andrés Vidal, (de Chalco) .
•J osé Manuel Avendaño y Porraz, (de Querétaro) .
•José Antonio V ázquez (de Texeoco).
José Antonio Heina, (de Coyoacán).
José Hernández, el Chino, (de México.
Solamente ocho caballos se compraron para esta Temporada,
de los que tres fueron muertos en la arena. Este insignificante nú-
mero de caballos sacrificados, en relación de los que perecen en la
actualidad en las suertes del toreo, ¿ sería debido a la habilidad
de los picadores de entonces, los que no usaban cuera, ni mona y
tenían que habérselas con Toros de seis a nueve años, de mucha pu-
janza y de gran ferocidad , No es creíble que las suertes de enton-
ces carecierall dc peligro, supuesto que dos de los diestros de estas
Temporadas sufrieron cojidas de consideración, pereciendo uno,
el Capuchino, a causa de una de ellas. Como se ha visto, usaban
los picadores garrochas largas y cortas, rejones de quebrar, y ha-
cían suertes tan gustadas como peligrosas .
. Fué costumbre durante el período virreinal, con respecto a las
Corridas de Toros, dar a los Toreadores que más se distinguían.
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 163

un toro muerto, lo mismo que dar uno de limosna a las Cárceles,


Presidios y Conventos; entendiéndose que en la lista que inserta-
mos adelante, se observa que los toros se daban en carne y en di-
nero. En efecto: a las Cárceles de Oorte y de Concha, a los Hospi-
tales de locos, a las Recojidas y al Castillo de Perote, se les daha
la materialidad del toro, para el alimento de reclusos y soldados,
mientras que a los diestros, al que gineteó y al Alguacil de Guerra,
se les daban cuatro pesos, valor en que se estimaban las reses
muertas.
l~na de las diversiones intermedias de que más gustaban los

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', ven d"Ido, rematarlos por Jumo
~~ 1lUVlcren ' , ~~
en publl' ~~

I~~ , q Subafb en la Plazuela del Volador. ~f


Remat e de Cuartones en 1770.

taurófilos mexicanos, era la de Peleas de Gallos, no sólo por el es-


pectáculo en si, sino también por razón de las fuertes apuestas qu e
se hacían.
Curioso es mber que la música que alegraba estos espectácu-
los estaba formada por indios, los que ocupaban un palco adorna-
do convenientemente.
Cuenta de las Doce Corridas de Toros que comenzaron el día
cinco de N oviembre de mil setesientos setenta, y finalÍiZaron el
día seis de Diciembre del mismo año, la que dan los C·omisarios
el Marqués del Valle de la Colina y Don José Mateos Clürin<Y.;,
Regidores perpetuos de esta Nobilísima Ciudad.
NOTAS PARA SU INTELIGENCIA
Ja.-Según el plan form'a do por el Maestro d e Arquite ctura Don
Francisco Guerrero y Torres, se compuso la Plaza de sesenta y
164 N 1 COL A S 'R A N GEL

cinco Cuartones, por mandato de Su Excelencia (en atención a


dejar amplitud bastante en su circunferencia) de cuyo número de
Cuartones se deben rebajar once, que se destinaron para los Bal-
cones de S. E., Ilmo. Señor Visitador y Nobilísima Ciudad; y por
esta razón nos hacemos solamente cargo de sesenta y cuatro.
2a.-Las Lumbreras correspondientes a dichos once Cuartones,
fueron cuarenta y cuatro y nos hacemos eargo sólo de treinta y
nueve, por ' haberse dado cinco de orden de Su Excelencia, pues
aunque mandó dar nueve, las cuatro se tomaron de algunos de los
Cnartones que se pusieron en administración.
3a.-Dos de las Lumbreras arriba dichas, se dieron a los Indios
Músicos la primera semana, y la segunda, por haberse retirado,
quedaron . libres para . alquilarlas, de cuyo producto nos hacemos
cargo y consta en la cuenta de los administradores de la expresada
segunda semana.
4a.-A. los nominados once Cuartones corresponden once Ba-
rreras, de estas se ocuparon tres en la Valla y de las ' ocho restantes
nos hacemos cargo en el djscurso de, esta cuenta.
5a.-Con el motivo de la escasez de compradores a los Cuarto-
nes de que se compuso la Plaza, la hicimos pregonar en pública
subasta en el todo y en parte, como consta de los autos de la mla-
teria, y no valiendo esta diligencia para lograr su venta, nos vimlos
por último en la precisión de vender a diferentes precios los Cuar-
tones que se referirán, atendiendo .siempre a evitar ponerlos en
administración; así por los costos que consigo traía~ como por la
dificultad que hemos pulsado en hallar sujetos hábiles y desintere-
sados que manejen esta negociación.
6a.-De los doscientos ocho toros que se compraron para la li-
dia, los ciento noventa y cuatro se distribuyeron en Limosnas y
Toreadores como consta de la cuenta del obligado que se inserta
adelante, uno que quedó en el campo y se le dió al caporal Reina,
cuya razón se halla en la cuenta antes citada, otro que se m,urió
en el campo y los doce restantes al complemento de los doscientos
ocho, se vendieron al ob.ligado, de cuyo importe nos hacemos 'car-
go en esta cuenta.
7a.-Para los Toreadores se compraron ocho caballos, de los
que murieron tres, y los cinco restantes, juntos con dos que que-
daron de las Corridas de el año pasado de setecientos sesenta y
nueve, componen siete que quedan en la Hacienda de la Teja.
HISTORIA. DEL TOREO EN MEXICO 165

Por no . repetir nuevamente la mayor parte de las partidas del


ca.pítulo anterior, sólo m:encionaremos las más curiosas, como son:
cuatro reales por componer la garrocha. que quebró el Loco; siete
pesos, valor de siete varas de chalona, para el capote del Torea-
dor Leandro; ocho pesos dos reales, valor de un sombrero de cas-
tor y un par de medias para el Gitano; tres pesos que se dieron
al correo que fué a Cuautitlán en solicitud del Toreador Leandro;
tres pesos a otro correo que fué a Ateneo a llamar a otro Toreador;
dos pesos pagados a la imprenta por los Rotulones que citaban al
remate de la Plaza; doce pesos al Jerezano para dos espadas y
tres pesos para la Misa. cantada, y al mismo Toreador, diez y seis
pesos, costo del alquiler de los burros en que torearon, bolas para
los cuernos de los toros y composición de garrochas; veinte y dos
pesos que se le' adelantaron a Juan Sebastián el Jereza.no, por su
trbajo de toredor y los desquitó en los días que entró en la Plaza,
el que no dió recibo por haberse echado de ella; seis pesos a chi-
rimiteros y tamborileros por los días que sacaron el Zarzo que ex-
hibía en los Convites las Banderillas de lujo, distintas de las regu-
lares y de fuego, pues las primeras figuraban Macetas con multi-
colores flores, Cuernos de la Abundancia, Liras, Campanas, Gra-
nadas, Palomas besándose, Corazones traspasados con una flecha,
y mil figuras más, formadas con papel de China de colores fuertes
y oropel.
IJos documento~ que el curioso lector verá en seguida, son in-
teresantísimos para reconstruir, con el pensamiento, lo que fueron
antaño las Corridas de Toros, el valor de la Plaza, etc., y saber
que en las doce Corridas se mataron en la arena del Coso la res-
petable cantidad de doscientos sds toros.
En la Ciudad de México, en nueve de Noviembre de mil sete-
cientos setenta años: ante mí el Escribano y testigos. Don José
Suárez, vecino y del comercio de ella y dueño de madereria, otor-
ga haber recibido de los señores Comisarios de la presente lidia
de Toros, la cantidad de dos mil setecientos pesos de oro común,
y son por razón de haber armado (de mandato de dichos señores)
la Plaza en lo perteneciente a lo que quedó libre de los tres Tri-
bunales, y compusieron sesenta y cuatro Cuartones, en que se in-
cluyen los que contienen las puertas y toriles, y a razón de cua-
renta pesos (que es lo acostumbrado y sabido cada Cuartón Hano)
que estos fueron sesenta e importan dos mil cuatrocientos pesos,
166 NICOLAS RANGEI.J

y dos de las puerta's principales, qu.e con ellos im~p'ortan ciento cua-
re:nta pesos y dos con toriles que importan ciento veinte pesos: Con
más la puerta de la Universidad con su entarimado, im.,piorta diez
pesos. y también tres vallas que formaron para los soldados en
las tres caras pertenecientes a sus Cuartones armados que a diez
pesos cada una, im-
portan treinta pesos,
poniendo en todo
ello, maderas, tablas,
puertas, goznes, gra-
das, cueros y opera-
rios, con clavazones
y demás necesario, y
el todo es la m~sma
suma de los dos mil
setecientos pesos que
confiesa haber recibi-
do. Por lo que otor-
ga esta Carta de pa·
go en toda forma,
que firmó, siendo, tes-
tigos Don Juan de
Acosta, Don Juan
José Ruiz y Manuel
Antonio de Vera, ve-
cinos de esta Corte.
-J osé Suárez.~ (Rú-
brica).-Ante mí: -
J o s é Joaquín de
Arroyo.- (Rúb:rica).
-Bernardo de Qui-
rós, Eser:ibano Real.
Coso para la Temporada de 1770,.
- (Rúbrica).
En la ciu~ad de
México, e}J diez y nueve de Diciembre de mil setecientos setenta
años: Ante mí el Escribano y testigos, Don J o,~é Suárez, vecino y
duefj.o de made~ería en ell~ otorga haber recibido de los Seiio~es
Comi,saries de- las COl:rid8$ de Toros qu~. se e;iecutó. en l~ Pla~ue.la,
del. Volado~, la cantida.d de noventa y eu~trO- pesos, Cl~atro reales.
H1HTORIA DEL TOREO EN MEXICO 167

de oro común. Y son por habérsele encargado la compra de dos


docenas de taburetes nuevos de moda, para el Tablado ciJal Exce-
lentísimo Señor Virrey, que costaron a trece reales cada uno, · qu~
importan treinta y nueve pesos. Otra dicha de damasco, usado~ a
doce reales cada uno, y otra de terciopelo carmesí, también usa-
dos, a diez y siete reales cada uno. Que ambas docenas importan
cuarenta y tres pesos, cuatro reales.-Dos pesos de cántaros que
se le ministraron al Comandante, para los presidiaríos que' rega-
ron la Plaza ~ -Un peso cuatro reales que costó el acarreo de los
taburetillos que se les dieron a los administradores de los Cuarto-
nes y Lumbreras de cuenta de la Comisión. Y ocho pesos cuatro
reales que costaron los petates finos y pintados que ,s irvieron de
alfombra de los Tablados del Excelentísimo Señor Virrey e Ilus-
trísimo Señor Visitador General. Que todo importa la cantidad re-
cibida. En que sólo fué encargado para esta prevención, y como
sati,s fecho a su voluntad, otorga este recibo y carta de pago que
firmó, siendo testigo's Don Juan de Acosta, Don Juan RU'iz y Don
Manuel Antonio de Vera, vecinos de esta Corte.-J osé Suárez.~
(Rúbrica).-Ante m:í :-José · .Joaquín de Arroyo.-(Rúbrica).-
Bernardo de Quirós, Escribano Público.-(Rúbrica).
NOTA.-Los taburetes que se refieren en este recibo, quedan
en nuestro poder para que sirvan en otras Corridas o para lo que
Su Excelencia fuere servido determinar de ellos.-De la Colina.-
(Rúbrica) .-Mateos.- (Rúbrica).
En la ciudad de México, en diez y siete de Diciembre de mil
setecientos setenta años: Ante mí el Escribano y testigos, Don
Francisco Guerrero y Torres, vecino de ella y Maestro de Arqui-
tectura, otorga haber recibido de los Señores Comisarios de las Co-
rridas de Toros que se ejecutó en la Plazuela del Volador, la can-
tidad de ochocientos treinta pesos, tres y medio reales de oro co-
mún a su satisfacción, y son por razón de los costos de haber ar-
mado once cuartones de Tablados, que comprendieron los tres Tri-
bunales, del Excelentísimo Señor Virrey, Ilustrísimo Señor Visi-
tador General y Nobilísima Ciudad, a cuarenta pesos cada Cuar-
tón, que suman cuatrocientos cuarenta pesos por lalS dos semanas
primeras y ochenta y dos pesos cuatro reales por la tercera sema-
na a razón de siete pesos cuatro reales cada Cuartón. y doscientos
pesos del Pasadizo que se hizo desde el Real Palacio al Tablado,
por dichas dos sem.anas y treinta y siet.e pesos cuatro reales por la
168 NICOLAS RANGEL

tercera. Con más setenta pesos tres reales y medio de varios gas-
tos sueltos que fueron a cargo del otorgante y constan de memoria
individual que se formó por Don José Velasco y tiene entregada a
dichos señores Comisarios: Que el todo es la cantidad recibida, en
virtud 4e lo cual y para que conste, otorga este recibo y carta de
pago en forma con los requisitos necesarios. Y la firmó, siendo tes-
tigos Don Manuel Antonio de Vera, Don Juan José Ruiz y Don
Juan de Acosta, vecinos de esta misma Ciudad.-Francisco Anto-
nio Guerrero y Torres.-(Rúbrica).-Ante mí: José Joaquín de

LAS
Arroyo.-(Rúbrica) .-Bernar-
do de Quirós, Escribano PÚ-
OCHO CORRI· blico.-(Rúbrica) .
CUENTA de los gastos de
das de Toros que fe han conce· la colgadura del Tablado de
dido para djvcrfion del públi· Su Excelencia y otras menu-
ca, cfián difpuefias para los dencias.
Primeramente, por el alqui-'
dias Lunes, Martes, Miércoles ler y colgar las colgaduras del
y Jueves de tu dos prÓXltnas Tablado de Su Excelencia, el
(cnlanas; y efpcra 'el V jrrey del Ilustrísimo Señor Visita-
,le acompañe V. en los que dor y el de la Nobilísima Ciu-
dad, cuatrocientos setenta pe-
á
gufie vertas defde el Valcon sos.
que para ello ha mandad,o dif- Por la colgadura de la Lum-
brera de los Señores Comisa-
poner, y arefrcfcar en Palac io rios, veinte pesos.
, defpues que fe concluyan por Por pintar la Lumbrera de
las tardes . los Señores Oficiales, y peta-
Convite del Marqués de Croix. 1770. tes, dos pesos seis reale's.
Por componer los hachones,
dos pesos seis reales.
Paga a los que colgaron la I.Jumbrera de los Indios Músicos, y
clavos para ella, un peso y cuatro reales.
' Por componer la garrocha que quebró el Loco, cuatro reales.
De velas para iluminar el Pasadizo de Su Excelencia,cinco y
medio realeS. '
, Leña para los soldados que estaban de guardia, a tres reales
diarios, desde ,el día que se 'Comenzaron los Toros hasta el que se
mandó picar ,la Plaza, y paga de cargadores que llevaron la pipa,
hachone.s ' y , otras menudeneias; trece pesos cinco. real'es.
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 169

Importa, quinientos once pesos, seis y ,medio reales, que juro a


Dio,s y la señal de la Santa Cruz, ser la misma cantidad que tengo
erogada y lo firmé. M,éxico, 19 de Diciembre de 1770.-JuanJorge
Arteaga.- (R,úbrica).
Don Juan de Arteaga, apuntador , del Coliseo de esta Corte{'
otorga haber recibido la cantidad de quinientos once pesos, seis
y medio reales de oro común, por razón de haber colgado los Ta-
blados del I~jxcelentísimo Señor Virrey, Ilustrísimo Señor Vil;ita-
dor General y Nobilísima Ciudad, con más las Lumbrera's de los
señores Comisarios, Oficales de ,guardia y de los Músicos indios
que vinieron de , Zum¡pango y la Iluminación de la Plaza de n00he
en los dÍaJs de Corrida y Leña ministrada a los SOlI dados de noche,
desde que se empezó la Corrida, hasta picar la Plaza, con otros
gastos anexos y encomendados, de que formó, juró y firmó memo-
ria individual el día de ayer, a la que en el todo se remite. y .
como satisfecho, otorga este recibo y carta de pago en forma, y
firmó, siendo testigos Don Manuel de Vera, Don Juan Ruiz y Don
Juan de Acosta, vecinos de esta dicha Ciudad.-J uan de Arteaga.
~(Rúbrica).-Ante mi: ~José Joaquín de Arroyo.-(Rúbrica).-
Bernardo de Quirós, Escribano Público.-(Rúbrica)..
Don Antonio José Serratos, de la Nueva Galicia, otorga haber
recibido la rantidad de cuatroCientos cinco pesos de oro común,
y son por razón de se1senta toros de lidia escogidos que les vendió
para el toreo de la actual Corrida, a ' seis pesos seis re'ales cada uno,
y como satisfecho a su voluntad, otorga este recibo y carta de
pago en forma que firmó 's iendo testigos Don José Fonseca, Don
Juan José Ruiz y Don Manuel Antonio de v'era, vecinos de esta
Corte.-Antonio José Serratos.-(Rúbrica).-Ante mí: José Joa-
quín de Arroyo.-(Rúbrica) .-Bernardo de Quirós, Escribano PÚ-
blico.-(Rúbrica) .
Don Julián Antonio del Hierro, otorga haber recibido la canti-
dad de un mil trescientos treinta y dos pesos de oro común, por
razón de ciento cuarenta y ocho toros que les vendió de su Hacien-
da, a razón de nueve pesos cada uno, en que se ajustaron. Y como
satisfecho de ellos, otorga este recibo y carta de pago en forma,
que firmó; siendo testigos Don Manuel Antonio de Vera, Don Juan
Ruiz y Don Juan de Acosta, vecinos de esta misma Ciudad.-Ju-
lián Antonio del Hierro.-(Rúbrica).-Ante mí: José Joaquín de
110 NI COLAS RANGEL

Arroyo.-(Rñbrica).-Bernardo de Quirós, Escribano público.-


(Rúbrica).
Juan de Dios López, de oficio sastre, recibió la cantidad de
veinte y cinco pesos y medio real, los diez y seis pesos seis y medio
por las hechuras de nueve capotes p·a ra los Toreadores, compos-
tura de gualdrapas de las mulas, vestidos de los muleros y dos pa-
res del calzones para lo's dichos y otros para el Clarinero del Ta-
blado del Excelentísimo Señor Virrey. Y los ocho pesos dos reales,
que le pagaron de salario por haber cuidado toda la temporada la
J.1umbrera de dichos señores Comisarios, donde por su oficio asis-
tieron. Y como satisfecho a su voluntad, otorga recibo y ·c arta de
pago en forma, que firmó, siendo testigos Don Anastacio José de
la Serna, Don Manuel de Vera y Don ~T uan Ruiz, vecinos de esta
Corte.---->!Tuan de Dios López.-(Rúbrica) .-Ante nií: José Joaquín
de Arroyo.-(Rúbrica) .-Bernardo de Quirós, Escribano público.-
(Rúbrica).
Juan de Dios Zam'u dio, Maestro examinado de sastre, recibió
la cantidad de treinta y tres pesos cuatro y medio reales de oro
com\ún, por razón de haber hecho seis vestidos de Toreadores de a
pie, a razón de veinte reales cada uno, que fueron selequ-es y ca.l-
zones, que im.portan quince pesos, con más un . peso y siete reales
que importó el ]jstón para guarnecer las mangas. Cuatro pesos cin-
co y medio que importaron las varas de Bricho que se les hechó.
Un p~so y cuatro reales de seda. Dos pesos dos reales de cordones
para abrochar los calzones. Seis re'a les de botones y siete pesos
cuatro reales de la manta en que se forró uno y otro, que fué a
cargo del otorga.nte, que todo importa la cantidad recibida.
Toribio José Gómez, de oficio botonero, recibió la cantidad de
ciento ocho pesos de oro com:ún, por razón de cuatro gruesas de
Banderillas regulares para torear, que ajust6 y entregó a diez y
ocho reales docena, conforme al ajuste que tuvo. (576' Banderillas).
Toribio J{)sé Gómez, maestro de botonero', recibió la cantidad
de cuarenta y cuatro pesos, cuatrO' reales de' oro' com.ún, por haber
hecho gruesa y media de Banderillas que sirvie:ron la tercera se-
mana, que a veinte y siete pes,o's la gruesa, son C1!farenta pesos
Clil31tro reales, a más cuatro pesos que se le' pagaron p0~ la C(JlE¡p(i).-
sicióll de. otras Banderillas vie·j as que habilitó,. que todo impci>lr ta la
dich·a eantidad.
J óS'é. lrurt-.ado de- Men.do'za, cobetero de esta Corte" reeibió la.
HISTORIA DEI. TOREO EN MEXICO 171

cantidad de treinta y cinco pesos de oro común, por una gruesa


de Ba.nderillas de fuego que hizo y ajustó a dicho precio y entregó
en las tres semanas de Corrida de Toros que hubo. (144 Banderi-
llas de fuego).
Manuel de Silva, Ministro de Vara y de Timbales y Gigantes,
a cuyo cargo están los Clarineros que son : José Liborio Maceda,
que es el Capiltán Clarinero del Tablado de Su Excelencia, Manuel
Esteban, Agustín Cesáreo, Félix Teodoro, José Anastacio, Dom'in-
gó García y José Loreto, Clarineros y Timbaleros que han servido
en el Tablado de la Ciudad y en las esquinas' de la Pla,za, r ecibieron
la cantidad de veinte y un pesos en reales efectivos, que por ante
mí se les entregó y repartieron el Ministro, y Tim.baleros, a razón
de cuatro reales diarios, y los Clarineros a seis reales, que el todo
importa dicha cantidad. (Cuarenta y dos pesos a los mi's mios en
las dos semanas anteriores).
J osé Mariano :Matamoros, vecino de ella, F.1l1comendero y Ama-
rrador de gallos en la Plaza del Real Asiento de este Juego, reci-
bió la cantidad de cuarenta y cuatro pesos de oro común, por los
gallos que se pelearon en la. Plaza de Toros, el miércol es de la
semana pasada y fueron diez y seis, que compusieron ocho peleas,
ajustadas en veinte y tres pesos, y doce gallos, que comlpusieron
seis peleas, ajustadas en veinte y un pesos, que una y otra impor-
tan la cantidad de los cuarenta y cuatro pesos.
Yo, Juan del Horno y Guerrero, Escribano de S. M. (Dios le
guarde), certifico y doy fe, que habiendo sido elegido por los se-
ñores Comisarios de las Corridas de Toros que se han ejecutado en
la Plazuela del Volador, para publicar, como re publicado por
mañana y ' tarde, en las ocho Corridas que ha habido, e[ Bando
que el Excelentísimo Señor Virrey de esta Nueva España suhscri-
bió, para el buen régimen y gobierno de la gente que acude a estas
Bestas, y con el Pregonero público, Francisco J avíer Trinidad Zá-
rate, quien ha llevado así mismo para el acto un burro, y de que
tengo puesta certificación al calce de dicho Bando, y me pagaron
cuarenta y ocho pesos ,e n reales efectivos, y así mism'lO otros ocho
pesos que se le entregaron a dicho Pregonero por su trabajo, que
el todo importa cincuenta y seis pesos. Y para que así conste, pon-
go la presente en esta Ciudad de México, en veinte y tres de NQ-
vembre de mil setecientos setenta años, siendo testigos Don Juan
de Alfaro, Don Fernando Morante y Don Luis Bermúdez d e Cas-
172 NICOLAS RANGEL

tro, presentes.--Juan del Horno y Guerrero, Escribano de S. M~­


(Rúbrica).
Julio de Figueroa, recibió la cantidad de cuarenta pesos de oro

Reglamento de TorGs de 1770.

cümún, por razón de haber toreado a pie como uno de los se-
ñalados, a razón de ,cinco pe'sos por día.
" Juan de Mondragón, Juan Esteban. González, alias Calacuya,
mSTORIA DEL TOREO EN MEX1CO 173

José de Castro, Pedro Pérez y Felipe Antonio Solar, recibieron la


cantidad de cuarenta pesos cada uno, por. razón de haber sido to-
readores de a pie se,ñ alados y a razón de cinco pesos por día cada
uno, en los' ocho que duró la Oorrida.
Leandro González, recibió la cantidad de veintiocho persos de
oro común, por razón de haber sido Toreador de a pie, lo que eje-
cutó siete días de las dos semanas que concluyeron, conforme al
ajuste que. tlivo de cuatro pesos por día, importa la cantidad re-
cibida.
Juan de l\'Iondragón, Julio de Figueroa, Leandro González, y
Juan Ers teban, Calacuya, reeibieron la cantidad de treinta pesos de
oro común, como salario que se les destinó por haber toreado cua-
tro días a mañana y tarde a pie y a siete pesos cuatro reales' cacI;a
uno por día.
J osé de Reyna, vecino de la Villa de Coyoacán, recibió la can-
tidad de sesenta y cuatro pe,sos de oro común, por haber entrado
a la Plaza de toreador de a caballo señalado, las dos 's emanas pri-
m'eras que concluY,e ron el mes próximo pasado Noviembre, ganan-
do ocho pesos diarios, que en los ocho días de dichas dos semanas,
hacen la cantidad mencionada.
Bernardo González, vecino de México, recibió la cantidad de
cinco pesos, por haber toreado en traje de loco estos cuatro días,
. según se le ha mandado, en una Pipa, a caballo y a pie, con diver-
's ión del público; y dichos cinco pesos son los m6.smos que se le
ofrecieron y en que condescendió.
:B'elipe Hernández, conocido por el Cuate, r ecibió la cantidad
de ciento sesenta pesos de oro común, por haber entrado los ocho
días de corrida a torear a caballo y ejecutar otras habilidades, se-
gún el ajuste que tuvo de veinte pesos por día.
José de Arce, vecino d.e la Ciudad de Quer étaro , r ecibió la
cantidad de ciento veinte pesos de oro común, p or haber venido
llamado de su tierra para torear a caballo, como lo ha ej ecutado en
los ocho día'S de Corrida, siendo de su cnenta poner el caballo y a
razón de quince pesos por día, más treinta y cinco pesos por haber
toreado otros cuatro días de la tercera semana.
Juan Manuel H ernández, vecino del pueblo d.e San A gustín de
las Cuevas, recibió la cantidad de cuar enta y ocho p esos de oro
común, por sei'S días que como Toreador de a cab allo , numerado,
174 NICOLAS RANGEL

por mañana y tarde, toreó en las dos semanas y se impidió los de-
m'ás días por enfermedad, a razón de ocho pesos diarios.
J osé Andrés Vidal, veciuo de la Provincia de Chalco, Toreador
de a caballo señalado para la Corrida presente, recihió la ,c antidad
de diez y s.eis pesos de oro común, por dos días que ha toreado a
ocho pesos cada uno.
José Manuel de Avendaño y Porras, vecino de la Ciudad de
Querétaro, recibió la cantidad de sesenta y cuatro pesos, de mone-
da corriente del cuño mexicano, por haber sido Toreador elegido
de a caballo y entrado a la Plaza a ejecutarlo las dos primeras se-
manas de Corridas de Toros y doce pesos, cuatro reales, por haber
toreado los cuatro días de la tercera semana .
•J osé Antonio V ásquez, vecino de la ciudad de Texcoco, recibió
la cantidad de cuarenta y ocho pe'sos de oro común, por haber sido
Toreador de a caballo, 'seis días de los ocho que ha durado la Co-
rrida, ganando ocho pesos en cada corrida.
José Hernández vecino de México y .Iosé Antonio V ázquez ve-
cino de Texcoco, recibieron la cantidad de doce pesos cuatro rea-
les .cada uno, por 1013 cuatro días que torearon a caballo, por ma-
ñana y tarde.
CUE.N T.A. de los toros muerto's que voy rescatando en la Plaza,
y sus destinos, es como sigue:

Primeramente en un ensa- Dicho día a la tarde.


ye que hubo en la Tomás el Gachupín ..... . 1
Hacienda de Narvarte 2 Arce ................... . 1
dichos ......... ,. . . . . . . 2 Indios de S. Gregorio, en
En dicho día lunes entra- dinero ............... . 1
ron dieciocho. Juan :iVIanuel Hernández .. 1
Destino El toreador loco ......... . 1
A las 11 de la mañana. Mondragón ............ . 1
Mochas de Belén, en dinero 1
Tomás el Gachupín...... 1
Tomás el Gachupín ...... . 1
Presidio de .s. Carlos, en
Felipe el Cuate y Hernán-
carne ................. 1
dez .................. . 1
rromás y el Gitano. . . . . . . 1
Casa de Concha, en carne 1
Calacuaya y Mondragón. . 1
Sin destino ............ . 2
Chino, Pedro y Felipe el
Cu.ate ................. 1 MaMes a las 11.
Tomás el Gachupín ...... . 1 Tomás 1
HISTORIA DEL TOREO EN MEXI,CO 175

El Gitano .............. 1 Jueves a las 11.


Felipe el Cuate.......... '1 'romás ........... oo.... . 1
San Hipólito, en carne. . . . 1 Calacuaya y Mondragón .. 1
Calacuaya y Mondragón. . 1 Pedro y Chino .. . ... o... . 1
Leandro González........ 1 Avedaño o, ............. . 1
A la tarde. Arce ...... ... ..... ... . . 1
Antonio Vidal ...... oooo 1 Cuate .. oo.......... . .. . 1
Tomás o' ooooo.. o.. o.. o.. 1 Dicho día a la tarde.
Calacuaya y González. o. oo 1 Arce. o................ . 1
José Antonio Vázquezo. oo 1 Calacuaya y González ... . 1
Chino y Loco o.. oo.. oo' oo 1 Concha, en carne ...... . 1
Julio, Chino y Mondragón 1 Al que subió en el toro . . . 1
Chino y Loco oo . o.. o. o. o. 1 Loco ............... . . .. . 1
Mondragón ... ooooo. o. oo 1 F elipe el Cuate .... .. . . . . 1
Tomás .. oo oooooooo. oo
0.0 1 Loco o..... o.. .......... . 1
J osé Antonio . oooo. oo. o. 1 Julio y Mondragón ..... . 1
Alguacil de la Policía .. oo 1 Avedaño ............. .. . 1
Sin destino oooooo. . oooo. 1 Vázquez ..... . ......... . 1
Miércoles a las 11. Calacuaya .............. . 1
Tomás el Gachupín ooooo o 1 Sin destino ............ . 1
Calacuaya y Julio .. o. . . . . 1 Martes a las 11.
J osé Antonio Vázquez. . . . 1 Tomás el Gachupín ..... . 1
Pedro y Chino. . . . . . . . . . . 1 R ecogidas, en carne . . . .. . 1
Mondragón y González... 1 Cuate . ... ............ .. . 1
Arce ... ... ... ...... .... 1 Mondragón .. . . . . . . .... . 1
Tomás el Gachupín. . . . . . . 1 Pedro y varios . ... ... ... . 1
45 Julio y Pedro ... . ..... . . . 1
Dicho día a la . tarde. Arce ...... .. ...... ... . . 1
Juan Manuel H ernández. . 1 Volvieron al campo 11 to-
Tomás .... . .. ... . .. .... . 1 r os por haber llovido a
Vidal .. . .. . .. . .... ... ... 1 la tarde ...... . .... .. . 11
Julio y Loco. . . . . . . . . . . . . 1 Lunes 18 de Novi embre a las 11
Recogidas, en carne ..... . 1 Tomás..... . ....... .. .. . 1
CalcUlaya y Vázquez. o. o.. 1 Calacuaya y Mondragón. . 1
Mondragón ............ . 1 Avendaño....... .... ... . 1
Locas, en carne . .. .. . ... . 1 Pedro y Chino . . . . . . . . . . . 1
Tomás ................. . 1 Calacuaya y González . . . . 1
Julio ... .... ........... . 1
Sin destino ........... o. 1 97
176 NICOLAS RANGEL

Dicho día a la tárde. Miércoles a las 11.


Tomás ......... ;. ....... 1
Concha, en carne ....... . 1
Hermano del Cuate... . .. 1
Tomás ... . ............. . 1
Vázquez ................ 1
Ohino y Loco ........... . 1
Churubusco, en carne.... 1
Calacuaya y Mondragón .. 1
Julio ................... 1
Julio y Loco . .. ........ . 1
Calacuaya y Mondragón. . 1
Tomás ... . .......... . .. . 1
Recogidas, en carne ..... . 1
133
Locas, en carne ...... . .. . 1
Indios de ' S. Gregorio, en Dicho día a la tarde.
carne ......... ' ... . ... . 1
rromás el Gachupín...... 1
Sin destino en el toril . . . . 3
Cuate ..... . ........ . .... 1
'Martes a las 11. Cristóbal Alvarez ...... . . 1
Julio y Mondragón ... ." . . 1
Mondragón ...... . ..... . 1
Calacuaya y Loco. . . . . . . . 1
Tomás ................. . 1
Vázquez ................ 1
Hermano d,e l Cuate, segui-
Alguacil de la Policía. . . . 1
do ....... . .... . ...... . 2
Chino y González....... . 1
S. Hipólito, encarne ..... . 1
Tomás ......... ...... . .. 1
El Poblano ........... . . . 1
Loco ..... " ..... ..... ... 1
Vázquez .... . .......... . 1
Julio y Calacuaya ....... . 1
143
A la tarde. Jueves a la tarde.
S. Juan de Dios, en dinero 1 Arce............ . . . . . . . . 1
Hermano de el Cuate. . . . . 1 Muleros .... : ........... 1.
Loco . ....... . .......... . 1 Clarineros ........ . ..... l'
Arce .............. . . . .. 1 Loco. '. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
Tomás .................. 1 Calacuaya y Chino. . . . . . . 1
Vázquez ................ i Carniceros. . . . . . . . . . . . . . 1
Mondragón y Julio. . . . . . . 1 Mondragón ........... ; . 1
S. Hipólito, en carne. . . . . 1 Hermano del Cuate...... 1
Loco y dos chinos. . . . . . . . 1 Julio ................... 1
Hermano del Cuate...... 1 Reyna ............. '. . . . . 1
Consta por la cuenta que antecede, haber entrado en la Plaza,
ciento cincuenta y tre's toros; he pagado en dinero en dicha Plaza
ciento diez y siete; tres de limosna en la misma materia; catorce
en carne, de limosna; ocho sin destino en los toriles y once que
volvieron al campo, que componen dicho número de ciento cin-
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 177

cuenta y tres toros. Y lo firmo en 29 de Noviembre de 1770.-Juan


Antonio de Yermo y Ortiz.-(Rúbrica).
Al terminar la Temporada, rindieron las cuentas los Comisio-
nados, desprendiéndose de ellas que la entrada bruta de las doce
Corridas fué de veintiseis mil, ochocientos cincuenta y nueve p e-
sos; importaron los gastos, diez mil, trescientos sesenta pesos y
quedó líquido la respetable cantidad de diez y seis mil, cuatrocien-
tos noventa y nueve pesos, que se gastó íntegra en el ensanche de
nuestra hermosa Alameda; cuyos pormenores los daremos a la es-
tampa en alguna ocasión.

Dehesas de "Yeregé," "Hierro" y "Euyegé."


XXXI.

Comedias, Toros y Gallos en el Coliseo, en febrero de 1779.-Una Torera.


- -Dos semana.s de Toros a fines de 1780.-Galas arrojadas a los Toreros.-
Niégase el Virrey Mayorga . a .conceder una semana más.-Desgracias en un
ensayo de Toros.-Suspéndense las Corridas en 1784, po'r la peste de DOLOR

liII
DE COSTADO.

RASPAiSANDO los límites de las barreras del Coso,


la fiesta de Toros invadió el Patio del Coliseo, para
divertir a los habituales concurrentes a' las Comedias
y , ~1011as, :ste último, género dramático precursor . del
genero ChICO, tan en boga actualmente. Esta y otras
noticia's las encontramos en el Diario que un inteligente Alabardero ,
Don José Gómez, escribió, y en el que hace sintéticamente, descrip-
ciones de las Corridas ' de Toros, correspondientes a los año's de
1779 a 1796.
N o era el inolvidable Señor de Bucareli, persona afe cta a la
fiesta brava, por lo que, durante el tiempo que gobernó en Méxicb,
fueron muy contadas las Corridas que se verificaron, y éstas, un
año después de que muriera el benéfico Virrey. Sin embargo" en
ese tiempo se efectuaron por primera vez, el 8 de febrero de 1779,
lides de Toros en el Coliseo. Representóse en la noche de . ese día
la comedia jocosa, intitulada El Mariscal de Birón; y en el pri-
niero y segundo entreactos, se corrieron dos Toros en el Patio del
Teatro, produciendo este espectáculo en la concurrencia, un entu-
sisma delirante; lo que decidió al empresario a proseguir con ésta
y otras diversiones intermedias. El día 9 se llevó a la escena , la
comedia Amo y Criado; se lidiaron otros dos Toros y se corrierOl;l
Liebres acosadas por Galgos. Al día siguiente, se representó , la
obra La Presumida y la. Hermosa, se ~ orrieron otros dos Toros, por
180 NICOLAS RANGEL

una Cuadrilla en la que figuraba una Torera, y se jugaron dos Ta-


padas de Gallos, haciéndose entre el público, fuertes apuestas.
Una Folla ocupó el cartel del día 11, y se repitieron los dos To-
ros y las Tapadas de Gallos, como el día anterior. Igual fué la fun-
ción del 12; Y hubiera seguido esta diversión el sábado 13, a no
haber expedido un Decreto el Señor Virrey, prohibiendo tal fun-
ción, habiendo la novedad de que, en esa tarde, el populacho ha-
bría gozado de su diversión favorita, de liD Monte Parnaso, pues
con sólo el anuncio estaban desde temprano, ocupadas todas las
localidades del Coliseo. Acatando la orden del Señor Bucareli, des-
alojaron ,a los conc:urrentes y cerraron el Teatro . .
, Júz,guese el desagrado del público al privarlo de esa función,
pues según el .Alabardero, toda la Ciudad estaba alborotada pa-
ra ir a ver el espectáculo y la representación de la Comedia titu-
lada Pompa Adelante.
1'remenda peste de viruela diesmaba la población de la Nueva
España, cuando llegó el nuevo Virrey Don Martín de Mayorga, pa-
ra ocupar la vacante que por su muerte dejara el Señor Bucareli;
y nadie pensaba en fiestas de ningún género, sino en conjurar la
epidemia, acatando las disposiciones dictadas por el Corregidor;
que era el encargado de la salubridad pública, para que en todas
las calles se pusieran hachones de ocote y se quemara boñigas y
otros ingredientes, para purificar el aire. i Y eran las únicas me-
didas higiénicas de que se disponía en aquellos felices tiempos,
amen de Rogativas, Procesiones de sangre, Triduos, Novenas y Mi-
sa$! '
Hasta el 6 de noviembre de 1780, comenzÓ una Temporada de
dos semanas de 1'oros, concurriendo el Virrey Mayorga por ma-
ñana y tarde; y como no arrojara a los diestros las galas acostum-
bradas, al día siguiente que se efectuó la segunda Corrida, el Ayun-
tamiento le remitió cuatrocientos pesos para que los arrojara a los
Toreros, y no los admitió, sino que obsequió de su bolsillo las su-
sodichas galas. A imitación del Virrey, el Oidor decano, Don An-
tonÍo 'de ' Villaurrutia, y el Regente, que presidieron otras Corridas'
por 'ausencia del Seftor Mayorga, arrojaron al ruedo bastante di-
ner() 'de' su peculio; .registrándose en la postr,e r Corrida, y durante
la: lidH{' del último t6i'o, una cosa muy chusca, como fué ;la ' agita-
ción de los pañuelos de toda la concúrrenma y sacar lumbre 'con
HISTORIA DEI.. TOREO EN MEXICO 181

los eslabones, lo que provocó mucha risa y gran contento a 10F;. asis-
tentes.
N o era muy airosa la conducta del Ayuntamiento COll respecto
a lo de las g'a1as, por 10 cual, queriendo remediar en parte su ac-
titud, al día siguiente de la última Corrida, remitió al Señor Ma-
yorga mil pesos, los que devolvió inmediatam ente.
La afición no habia quedado satisfecha con esta 'femJporada y
pidió al Virrey (lu e permitiera una semana más de 'roros. Sujetos
d e distinción de la Metrópoli apoyaron tal petición, y no obstante
estos influjos, Su Excelencia se negó, terminantemente, a ello,
mandando desbaratar la Plaza el mismo día. Y no volvió a efec-
tuarse este viril deporte, al que probablemente era poco aficiona-
c10 el Señor Virrey.
Para festejar a Don Matías de Gúl.v ez nombrado para sustituir
a Mayorga, se levantó nn Coso provisional en el P.eseo de Jamaica,
a :fin de hacer los ensayos que precedían a las Corr idas formales ;
y sucedió que, al efectuarse e'l prim,er ensayo, al que concurrió to-
da la afición de esta Capital, la tarde de 28 de octubre de 1783,
fué tal la aglomeración, que tres d e los andamios del Coso vinie-
ron abajo, causando lastimaduras de gravedad a muchos de los
espectadores ; aprovechándose d e la confusiónconsj guiente, los hi-
jos de Gestas hici eron de las -suyas, robando a sus anchas a niflOs,
rnujeres y hombres asustados.
Ocho Corridas fueron las de esta 1'emporada, resultando muy
deficientes, a causa de las mal entendidas economías que los Co-
misionados hici er on, comprando ganado barato y por ende malo ,
construyendo un Coso r educido y poco elegante , y n o proporcio-
nando a los 'roreros, trajes d ecentes. Hubo escasas diver siones in -
te rmedias, disponi endo para la última Corrida un volador, a usan-
sa de los antiguos mexicanos. Como no ofreciera las d ebidas segu-
ridades, fuél es notifi cado, por un N otario del A1"íwbispado, a los
hermanos Antonio y J osé Velázqu ez, que eran los ComiRionados,
no hubiera tal volador, porque estaba p odrido; no obstant e lo cual
se efectuó, fulmin a ndo la autoridad Eclesiástiea co ntra ellos, ex-
comunión mayor.
Nombrado en pr opiedad el Virrey Don Matías de Gálvez, or -
g'a~izáronse los festejos obligados de su entrad a, para el 2 de fe-
brero de 1784, disponi end o el Señor Gálv e7. qu e se susp endi eran
NICOLA:S RANGEL

dichas fiestas hasta la Pascua ele Resurrección, no obstante que -To-


ros y Carreras estaban listas para la fecha indicada.
Nunca, antes de esta é.p oca, habíase construído una Plaza de
To.r(')s tan artística y bella, ni el Templo de la Fama que en medio
de' ella se :levantó había tenido igual. Los Caballeros de .la prim'e ra
nobleza mexicana, que debían tomar parte en el Juego de Cañas,
mandaron confeccionar riquísimos vestidos de raso liso, a la es-
pañola~ muy elegantes, de cuatro colores, . encarnado, blanco, azul
y amar~llo. No se registraba en los anales de esta Ciudad, que a
yirrey alguno se hubiera recibido con tanta pompa, ni que todos
los ' };lO,l;>I~s, sin excepción, hubieran tomado el participio que en es-
ta .vez; :pero todo fué infructuoso.
Una 'terrible peste de dolor de costado, que ocasionaba la muer-
te en unas cuantas horas, a los atacados de esa enfermedad, obligó
al .Virrey a mandar suspender las Corridas y Juegos de Cañas,
atribuye>n do la gente timorata esa peste, a castigo del cielo, por
haber trabajado en la construcción del Coso en domingo y días fe-
riados.
'Sin esperanza de que el mal disminuyera, ordenó el Señor de
Gáivez que fuera derribada la Plaza de rroros, procediéndose a
cle~sb~tatarla el día 26 del propio mes.
LXXII.

El Virrey Conde de Gálvez, gran tauróma,co.-Pasea la Pla.za con S118S-


posa en Birlocho.-Torera ahijada del Virrey.-Dos Toreros en Zancos.-
Cuadrilla de TORERAS.-·Se quema el Mo,NJGIBELO.-Bandas de seda, me.-
dias, mascadas y pañitos, arrojados por el Virrey, como premio de suertes.-
PREPARADOS y TAPADO S.-Toros en Tlálpan y aclamaciones al Virrey.
-Ganaderías del Conde de Regla y de la. Viuda de Lecumbeni..

I11 UER'l'O Don Matías de Gáh.' ez, y d.eSPuéS. d e. un bre-


ve p eríodo en que gobernó la Real 'A1idien~ ia, fué
nombrado para ocupar el Virreinato, Don Bernardo
de Gálvez, hijo del sentido Virrey. rral noticia la tra-
jo el correo de España el 25 de- Abril de 1785. Hacía
q,uince años que Don Bernardo había estado en México, en condi-
ciones económicas bien difíciles; pero el Marqués de Croix lo hizo
Alférez del Regimiento de la Corona e hizo la guerra a 108 apa-
ches y comanches, en la frontera Norte de nuestro país. Pasó a la
Habana, y por su claro talento, vasta instrucción y valor temera~
rio, alcanzó el grado de Teniente General y el nombramiento de
Conde de Gálvez. En Nueva Orleans casó con una hermosa viuda;
Doña Felícitas Saint Maxan, y alguno o algunos de los que ante-
riormente habían tratado al flamante Virrey, le pusieron un pas-
quín "que decía:
Yo te conocí pepita
Antes que fueras melón,
Maneja bien el bastón
y cuida a la francesita.
Sabíase con anticipación, por haberlo visto durante su pernia~
nencia en esta ciudad, que Don Bernardo era taurómaco remalado,
por 10 que los Comisionados para organizar las Corridas de Toros,
184 NICOLAS RANGEL

con que sería obsequiado, ,se empeñaron en que resultaran extraor-


dinarias, a fin de complacer al nuevo mandatario.
Tres Ensayos parciales verificados en el Coso provisional le-
vantado en 1a Plazuela del Hornillo y otro general, a los que asis-

Co n de de Gálve z, (Oleo. Museo Nacional. )

t ieron el, Virrey y su esposa, .prepararon esta célebre Temporada.


La hermosísima Plaza de rror<?sque se había construído para las
Corridas en honor de Don Matías, de G~lvez, fué utilizada en esta
ocasión, colocando en su centro ' un elevado poste, llamado Mongi-
~lp,{ . qp~ . servía,. tanto para colqcar fllces que al~braran el Ooso,
«~.m~ ~::l>.~:P{t . que ~, la or:q.u~sta ,o cupara una canas~ilia, que, a cuatro
y:aJ'lW!de vJa"fl'¡turadel suelo h~bíal?e colo cado. ' Una ' vela de cotense
mSTORIA DEL TOREO EN MEXICO 185
puesta en las aceras del Palacio y de la Ulüyersidad, preservaban
de los · rayos solares a ·la num'e rosa concurrencia.
El día 14 de noviembre fué la primera Gorrida, a la que asis-
tieron mañana y tarde el Virrey y su esposa. Todo el mundo es-
peraba que la Plaza sería despejada por la Tropa de la GuarniCión
como era de costumbre y que el Virrey llegaría a su Palco de Ho-
nor, o bien por el pasadizo que desde un balcón de Palacio lo co-
municaba, o en la Carroza de gala y rodeado por el Cuerpo de
Alabarderos, como convenía al que representaba a Su Majestad.
Pero, la sorpresa fué grande, y el entusiasmo de la juventud me-
xicana, delirante, al ver a la joven . pareja que llegaba a la .arena '
del Coso,en ligerísimo birlocho de dos asientos, sin guardia, guian-
do el Conde un par de generosos brutos de espléndida estampa.
Véase cómo describe esta escena el historiador Don Carlos María
Bustamante, testigo presencial.
, , Jamás un Virrey fué más bien recibido ni aclamado hasta por
el último del pueblo; recibió de todas las clases del Estado las ma-
yores demostraciones de aprecio: los grandes se las hacían por las
consideraciones de su tío, y los pobres, porque él sabía mostrar una
aura popular desconocida hasta entonces en los Virreyes, que
creían propio de su dignidad mostrarse circunspectos y sañudos.
Su aire galante y c'a balleroso, no menos que el de su esposa, joven,
hermosa a p·ar que amable, le atraían una benevolencia general e
ilimitada. Al presentarse al público en un quitrín manejando por
sí mismo los caballos, llevando a su esposa a su lado, se poblaba
el viento de rep etidas y festivas aclamaciones; quizá el M'o narca
de las Españas, si hubiera recorrido la Plaza de rroros de México,
no habría recibido iguales aplausos."
El día 15 fué la segunda Corrida en la que, por mañana y tarde,
bajó el Virrey a pasear la Plaza en birlocho y en la noch e, a com-
pañado también de la virreina, volviendo después él solo, de ca-
pote. En esta tarde toreó una mujer, ahijada, de n.on Bernardo, y
tuvo esta torera de ,galas más de cien pesos. Las incesantes lluvias
impidieron que terminara esta primera semana de Toros, por lo
que hubieron de reanudarse hasta el lunes 21 , saliendo a torear en
zancos dos hombres y siendo el ganado pésimo. Al día siguiente s e
repitieron las suertes de lidia, con mal ga,nado también, y el 23,
que fué la quint.a Corrida, torearon cuatro mujeres, con espléndido
ganado. Y sucedió, como cosa extraordinaria, que a las ocho de la
186 NICOLAS RANGEL

noche, estando el Coso muy animado con vendimias y músicas, se


prendió fuego al Mongibelo que detenía la vela y se. quemó todo.
Solícito ocurrió el Virrey a dar las convenientes disposiciones, pero
ya, los soldados y el populacho habían tirado varias mesas que las
pobres enohiladeras tenían dentro del redondel, perdiéndose todo.
Para la Corrida · del 24, que fué la sexta, entró a la .arena una
Cuadrilla. compuesta de seis toreras que DlJUcho se lucie!ron, resul-
tando el ganado de SUIUa bravura. El Mongibelo ya estaba repues-
to. En la mañana del 28 no concurrió el Virrey a la Corrida, h'·a-
ciéndolo solamente la Virreina; pero en la tarde sí fué el de Gál-
vez, para ver soltar up. enorme globo, d,i versión que siempre fué
gustada por el público.
La últim'a Corrida de esta memorable Temporada se verificó
ello. de octubre, con ganado manso, g'lobo, fuegos artificiales y
baile, todo en la misma Plaza.
Terminada la rremporada que el Ayuntamiento preparó para
el Virrey, éste dispuso por su cuenta cuatro Corridas, siendo la
primera el 19 de diciembre y las tres restantes, los días siguientes.
A la primera no asistió la Audiencia; en la segunda entraron al
redondel cuatro Tapados en magníficos caballos, los que ej,e'cuta.
ron vistosas y arriesgadas suertes, siendo premiados por el Con
de de Gá:lvez, con sendas bandas de seda encarnadas, con :flecos
de plata, y en otras de las suertes los premió con mascadas, me-.
di as y pañitos, lo que ningún otro gobernante había hecho hasta
esa fecha. En la Corrida del 21, solamente en la tarde, por ser fiesta
de Santo Tomás, entraron los Preparados y les arrojó el Virrey
papeles de china con dobloncitos y :florl's carturinas, y al final de
la Corrida hubo Palo Ensebado, en el que se colocaron cuarenta
pesos fuertes, veinte en tostones y veinte en pesetas; además, un
capote azul con galón de oro, un sombrero de castor, una banda y
varias mascadas. De imaginarse es como gozaría el populacho oon
esta diversión, no siendo menor el gusto del Virrey.
En la última Corrida, que fué el 22, entraron los Tapados, si-
guiéndose el régim:e n anterior respecto a las suertes; hubo Monte
Parnaso o Cucaña; pero éste excedió a los anteriores, pues con-
tenía multitud de prendas de ropa, aves y otras especies de ani-
males, tres 'bandejas de plata y a-lgunos comest.ibles. Dice el ala-
bardero: "El Sr. Virrey tuvo tanto gusto, que tiró el pañuelo · su-
yo, el de la Señora y los de las Niñas; que por poco tira. el uni-
forme, ,con que se hizo la tarde muy gustosa."
HISTORIA DEL · TOREO EN MEX1CO 187

A medida que transcurría el tiempo, la popularidad del Conde


de Gálvez crecía de tal manera, que, habiendo concurrido con su
familia al paseo que a:r;l Ualmente se celebraba en San Agustín de
las Cuevas, hoy 'rlálpan, y en cuyo lugar permaneci,ó diez días,
según la expresión del alabardero, "aquello no fué diversión sino
confunsión: hubo dos días de Toros, muchas Peleas . de Gallos,
Pandangos en todas las casas, y en las plazas y en las calles, jue-
gos de azar de todas clases; de modo que desde que se conquistó
el Reino no se había visto cosa semejante, ni Virrey más aplaudi-
do que el Conde de Gálvez."
Véase cómo juzgaba más tarde, severamente, a este joven Yi-
rrey, el propio Don Carlos María Bustamante, en el Suplemento a
la Historia de los Tres Siglos de México, del P. Cavo: "Al mism o
tiempo que emprendía esta obra el Conde de Gálvez, (la construc-
ción del Castillo de Chapultepec) hacía los mayores esfuerzos pa-
ra ganarse una popularidad hasta entonces desconocida, y que
mancillaba, por no decir prostituía, la alta dignidad del Virrey.
l. Qué es esto de dar gusto a'1 populacho en barullo, para girar en
un quitrín en derredor de la Plaza de Toros, como pudiera Nerón
en la de Roma, para ganar aplausos 7 ¿ Qué sentarse al lado de una
mujerzuela banderille'r a, con agravio de la decencia pública , y aún
de su misma esposa que lo presenciaba 7 Estos hechos que no harían
honor a un joven particular y casquilucio, degradaban infinito al
Virrey, imagen del Soberano: m'odelo de circunspección y decor o.
;, Qué es esto , en fin, de hacer un Convite en 'la azotea de Pala cio
a los militares del Regimiento de Zamora, para celebrar el acto
de sentar plaza de soldado el hijo primogénito del Virrey, andan-
do de brazo en brazo entre los Soldados y Granaderos de aquel
famoso Regimiento? A la verdad esto induce a creer que, en estas
operaciones extravagantes, se llevan miras; o cuando más favora-
blemente puede pensarse, es menester decir que el Virrey había
perdido el juicio, y que necesitaba de un freno, cual imponen las
leyes a un joven disipado y entregado a francachelas, comparán-
dolo con un furioso armado de una espada."
,Corno aclaración al significado de Tapados y Preparados, que
figuraron en las cuatro últimas Corridas dispuestas por el de Gál-
vez, diremos que, generalmente, eran éstos, personas escogidas de
la sociedad, que por afición tomaban parte en las Corridas, presen-
tándose en el Coso con traje de soldados romanos y casco con la
188 N 1 eoL A S R A N ...G E L

viSC1·a caída, o· bien con vestidos de librea y cubierto el rostro con


una máscara.
Tenía el Virrey magníficos pelTOS de presa que sirvieron para
amenizar más las suertes del toreo; y advertiremos por último, que
en las cuatro Corridas finales, mandó el Conde de Gálvez que los
Toros que se lidiaran fueran de las excelentes ganaderías del Con-
de de Regla y de la V~uda de Lecumberri, escogidos y d'e bella
estampa.
Tal fué el más taurómaco de los Virr-eyes que vinieron a go-
bernar a la Nueva España.
XXXIII .

. Bando del Virrey Flórez prohibiendo costumbres inmorale,g en el Coso,


después de las Corridas.-Tomás Venegas y otro diestro español, cogidos.-
Venados, Perros, Liebres y Conejos chiquitos.-Picadores y Toreros herido8.
-Corridas dispuestas por el Rey, para reintegro de la Re,a l Hacienda.-
Bronca fenomenal por pésimo ganado.

1111 ABIENDO muerto, con gran sentimiento de los mexica-


nos, el Conde de Gálvez, ocupó la vacante el Arzobispo
de México, Don Alonso Núñez de Raro y Peralta, en
cuyo p eríodo no se verificaron Corridas de Toros. Fué
hasta la llegada del Excelentísimo Señor Don Anto-
nio Flórez; cuando la afición mexicana pudo gozar de su espectácu-
lo favorito. Dispuso la NobHísima Ciudad obsequiar al Señor Fló-
rez con una 'rem:porada de Toros~ durante dos semlanas, a mañana
y tarde, ordenando que previamente se hicieran cuatro Ensayos
en el Coso levantado en el Paseo de Jamaica; habiendo tenido efec-
to estos Ensayos los días 10., 4, 11 y 12 de noviembre del año de
Gracia de 1787. Las Corridas formales comenzaron el 19 del mismo
mes, en la Plaza levantada en el Volador, habiéndose Pllblicado
dos días antes, un Bando del Virrey, que en facsímile publicamos.
Eran muchos los actos inmorales que se cometían en las Plazas
de Toros después de la lidia, en fiestas que duraban hasta la ma-
drugada, "cuando llegada la. hora de noche, dice el Bando, ella
misma franquea más la libertad y proporción para la disolución,
embriagueces y robos, según estoy informado, y lo persuaden bas-
tante la propi~ obs<mridad, las bebidas, laes.trecha unión de hom,.
bres y ' mujeres y ,los ocultos rincones que forman lbS tablados."
En efecto ': ya 'hemos visto que cuando se quemó el Mongibelo, el
19C :NIGOLAS RANGEL

redondel de la Plaza de Toros estaba toda ella ocupada con pues-


tos de comestibles; y naturalmente, para tomarlos, serían bien ro-
ciados con pulque, chinguirito y otras bebidas embriagantes. Juer-

'. ,1 ,

Reglamento de Toros de 1787.

g'a' 'conirHeta: era la que seguía a cada Corrida'. Músicasópara impl'o- '
visar bailes, ' borracheras y riñas 'finales '; todo esto 'terminó; aun-
que pasajeramente, debido al celo , del. austero mandatario.
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 191

Los Regidores encargados de arreglar esta Temporada, contra-


taron a los diestros de mejor Cartel, tanto de esta Ciudad como de
las demás del Heino. Hicieron traer Toros de las mejores .ganade-
rías y de mayor bravura, comenzando la' Temporada, como se di-
jo anteriormente, el 19 de noviembre. Al primer día de toros, so-
lamente en la tarde asistió el Virrey, lo mismo que a los cuatro si-
guientes, pues era poco aficionado a la fiesta brava. El 26 comen-
zó la segunda semana, y ese día, el burel cogió: a uno de los tore-
ros españoles, metiéndole el asta en medio de las dos vías. El 27
y el 28 pasaron las suertes de la lidia dn novedad, no así al día
siguiente, pues en la Corrida de la mañana, al matar el primer to-
ro el notable primer espada ibero rromás Venegas, fué arrebatado
por el bicho, causándole una peligrosa herida en la ingle derecha.
Por una Real Orden de su Majestad, se ordenaba a los VIrre-
yes de Nueva España que anualmente se organizaran Corridas de
Toros en esta Capital, a fin de que la Real Hacienda se resarciera
de los fondos que el Conde de Gálvez había tomado para la cons-
trucción del Castmo de Ohapultepec. Y en obedecimiento a este
mandato, el Virrey Flórez dispuso que la Plaza de Toros del Vo-
lador se sacara a remate, fincándolo en don Ignacio Castera, por
la suma de quince mil pesos. Dieron principio estas Corridas el 21
de enero de 1788, con pésimo ganado, no obstante que una de las
condiciones impuesta al que rematara Ja Temporada, era, que los
toros habían de ser de primera calidad. Castera, en previsión de
un fracaso, había dispuesto que,como diversiones intermedias, se
corrieran Venados, Liebres y Perros, y además Conejos chiquitos.
Disgustados en grado sumo los aficionados a la fiesta brava, por
verse defraudados, algunos de ellos compusieron la siguiente dé-
cima, que circuló con profusión en la misma Plaza:
El género de venados
que en la Plaza ha de correr,
sin duda que debe ser,
el de los hombres casados.
y muchos enamorado'j
que a sus mujeres y damas
las llevan a yer las tramas
donde se enrreda e] venado ,
que quedará desollado,
sin dinero y con escamas,
192' N 1 e OLA S R A NG E L

,La Corrida del 22 fué espléndida, y , en la del 23, hubo como en


la ,primera, .carreras de Venados, Liebres y Conejos. En estafun-
ción, por , quítame allá estas pajas, el 'empresario Castera propinó
palos y ' bofetadas a algunos de Il os Toreros, en la valla, por lo que
la numerosa concurrencia armó una bronc,a fenomenal, arrojando
al ruedo, cojines, bancos, naranjas, etcétera. En la Corrida del 24
soltaron tres perros de presa; uno de eHos llamado el León, y que
había pertenecido al Conde de Gálvez, fué muerto por uno de los
tOl'OS, con gran sentimiento de su dueño, que mucho lo estimaba
p.or su ferocidad.
Mejor ganado que el de la primera ~emana se lidió en la segun-
da, habiéndose deleitado el público en la Corrida del 28, con la
gustada diversión de Moros y Cristianos. En la siguiente ilidia ve¡s-
pertína, la excelencia y pujanza del ganado ocasionó ' la" caída de
Uil picador~ que resultó con un brazo fracturado; lino de los To-
reros de a pie, con igual accíd-ent~, y dos Banderilleros revolcados
con más o menos graves contusiones. Regular resultó la función del
30, en la que no hubo más novedad que el tercer toro destrozó a
uno de los diestros la taleguilla. ·
Para terminar esta Temporada, permitió el Virrey otras dos Co-
rridaspara el lunes y martes de Carnestolendas; ocurriendo en. la
última un espantoso desorden, a causa del pésimo g,a nado, arro-
jando los concurrentes al ruedo, anises y otras <!osas. Pretendió
Castera conseguir permiso para otras dos ·Corridas, pero el Virrey
se negó a ello, mandando que inmediatamente fuera desarm~~a la
Plaza d~ · Toros.
XXXIV.

La afición mexicana a las Corridas de Toros, descrita por el Síndico del


Ayuntamiento.-Las colegialas de las Vizcaínas, alborotadaS por las OOrri.d:as.
-Coso en San Pablo.-Trajes de luces en 1788.~Corridas por l~ entrada de
Rmllagigedo, el segundo.--Toros, Carreras, Sortijas y un DON PEDRO DE
PALO.-Los Inquisidores en Lumbreras sin celosías.-A-dorno e ihllninación

Itll
d~l Coso.

ON el mismo objeto con que se había efectuado la


'remporada anterior, dispuso el Señor Flórez, que el
'reniente de Oorregidor, Don José de Ayala Matamo-
ros, escogiera el sitio más adecuado donde levantar .
el Coso para una nueva serie de Corridas de Toros.
Con ese acuerdo, el Ayuntamientocom1sionó al Maestro Mayor de
Arquitectura, Don I gnacio de Castera, para que reconociese .las
Plazuelas y sitios adecuados de la oiudad, e indicara el lug'ar más
a propósito para aquel fin.
Por el informe del arquitecto mencionado, sabremos los lug'ares
en que antaño se construyeron las Plazas de Toros. D ecía Castera
que, como el objeto de es'a s Gor~' ida s era el ele sacar de ella,¡s .la ma -
yor utilidad que fuese posible, debería tener el sitio que se eligie-
ra, dos circunstancias esenciales: comodidad para la asisten cia del
público taurófilo, y poco costo del trasporte de la madera para
construir el Coso, circunstancias que solamente ofrecía la Plazue-
la del Volador. P ero, como ese lugar solamente servía para correr
toros por la entrada de los Virreyes y en las Fiestas Reailes, según
Cédulas de Su l\1aje,s tar, había que pensar en otro sitio. Y después
de recordar que la Plazuela de San Diego, ocupada antaño por el
Quemadero de la Santa Inquisición, era el lugar preferido del pú-
blico, d espués del Volador, y que no se contaba ya con aquel, por
el ensanch e de la Alameda, pasó a estudiar las Plazuelas 'de los
194 NICOLAS RANGEL

Pelos o del Paseo Nuevo, la d€! H\o rnillo y la de San Antonio Abad,
opinando que la primera sería la mejor, por la facilidad con que
se podía conducir ]a madera y por la proximidad al centro de la
ciudad; toda vez que ésta era más prolongada de Norte a Sur que
de Oriente a Poniente. Pero era indispensabtle adquirir unos jaca-
. les qu e pertenecían a varios indios carboneros, y cuyo importe se-
ría aproximadamente de dos mil pesos.
'ferminaba el informe con las anteriores consideraciones, que
sin duda se tuvieron en cuenta. más tarde, para edificar,casi al
frente del lugar indicado por Castera, laque se llamó a mediados
del siglo pasado} Plaza del Paseo Nuevo y que describe e ilustro
Don.Antonio García Cubas, en su amena obra "El Libro de mis
R~cuerdos. ' f
Pasó el Virrey el informe que rindió el Maestro Mayor, al
Ayuntamiento, y éste al Síndico del Común en turno, para que, con
presencia de los antecedentes y Reales Cédulas que sobre ello hu-
biese, pidiera lo que se le ofreciera. Integro reproducimos ese inte-
l'esante . docum ento, pues en él se. describe el entusiasmo delirante
que .lasOorridas despertaban en todas las clases sociales de la
Nueva España, y las enormes sumas de dinero que en ellas se gas-
taban, enormes, para aquellas épocas. No es menos curioso saber
los abusos que los empresarios de esa diversión cometían, vendien-
do la localidades a precio más alto del fijado en los programas, va-
liéndose sin duda ele los revendedores, plaga por lo visto, de ran-
cio abolengo.
"Excelentísimo Señor: El Síndico del Común, en vista de este
expediente, dice: Que aunque considera que haciéndose en la Pla-
zuela de San Sebastián la Temporada de Toros que se p'Íensa eje-
cutar en este año, podría evitarse el gasto de la compra de las
casillas de que habla el Maestro Mayor, tratando del sitio entre la
Acordada y el Paseo Nuevo, o el que ofrece el terraplén que paro
ser útil ne cesita la del Ra stro; con . todo, considerando que la apren-
sión de las gentes juzgan estar distante s~ no haciéndose en la Pla-
zuela del Volador o en la de San Diego , que antes se ha cían, y hoy
no puede · ser, por haberse en ella ampliado la Alameda, hallándo-
se inmed}ata a ésta el que se señala, parece efectivamente al que
rsponde, ef 11lás proporcionado para que se pueda lograr el fin que
se aspii'a; y hablando en estos término& suscribe el pedimento ·del
Señor Procllrador General.
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 195

,. Aunque con ]0 traído hasta áquí quisiera el Síndico cerrar su


respuesta, mas siendo tan graves los perjuicios que considera se
siguen del establecimiento anual de Corridas de Toros, cree que
no pudiéndolos ver con indiferencia, J.ebe representarlos a esta
Nobilísima Ciudad, para que los m'a nifieste a Su Excelencia, en
prosecución de las providencias que propondrá.
y para ello, porque no parezca que Ja proposición es nacida d,e
exag'eración del deseo, pasa a recordar los que .son visibles; pues
no pudiendo nadie negar el alboroto y movimiento que causa en
México este género de diversiones,es preciso confesar, lo primero,
el embarazo que causa al despacho de los rrribunales. Los excesos
que por ir a los l'oros se cometen, que los padres de familia, hu-
yendo de sufrir los disgustos y dezasones de sus mujeres e hijos,
entran violentos en la diversión; que los almaceneros y demás co-
merciantes, que teniendo librado el jiro y manejo de sus c'a sas en
las confianzas de sus dependientes, considerando que si no ,los en-
vían a los Toros se desagradan y despiden, entran por ello a más
no poder; los amos con los criados, los maestros artesanos con los
oficiales que les trabajan, y finalmente, todas las cabezas de las
casas, es indispensable que por no padecer el desagrado de sus
subalternos, en cuya benevolencia tienen vinculada su quietud, el
seguro de sus intereses, y el honroso desempeño de sus obligacio-
nes, son indisputablemente los que, precisados, vienen a hacer el
desembolso, tal vez no pudiéndolo verificar sino a costa de mil an-
sias, fatigas y empeños, cuyo partido abrazan, bien contra su vo-
luntad, y sólo por obviar en sus casas, familias y demás intereses,
los graves perjuicios que consideran se les seg'uirían si no accedie-
ran a que disfrutaran de la diversión, y siendo así, ninguno podrá
ll egar Ja VIolencia con que, mediante este arbitrio, se exige del pú-
blico la extracción de dinero que se considera rind e; j y, qué ex-
tra cción! la mayor y más grande que se puede imaginar, pues en
ella, lo menos es aquella parte que se considera quedar líquida a
rayor del destino con que se ha ce la Corrida.
El Síndico , aún sin contar con los gastos extra ordinarios que las
Corridas de rroros ofrecen, suponiendo sólo el que continúe el
desorden de que los arrendadores de las Plazas y por la ley de su
antojo, sigan vendiendo las Lumbreras y asientos a los crecidos
precios que las han acomodado en muchas ocasiones, tiene forma-
do el concepto de que el desempeño para ]a asistencia a iguales
196 NICOLAS RANGEL

funciones, ofrece un crecido gasto a cada casa en particular, y lo


mismo a cada individuo del común, según su clase, que unido to-
do, asciende a m'1.1chos mil,es, cuyo monto, debiéndose considerar
que se extraé de un público tan extenuado como lo está el de Mé-
xico, debe sin duda merecer la primera atención, y mayormente
si se atiende a que si algunos (que son mluy pocos) pueden anual-
mente soportar esta nueva carga, el resto de los demás, si la abra-
zan, es por no sentir los mayores daños que van apuntado~, o por
uo ser menos que los otros, cuya emulación que en unos por dirigir-
se a la honrosa conservación de sus giros y no mostrar decaden-
cia, es precisa a los otros aun no teniendo estos motivos le parece
serlo, y así todos vienen a incidir en ella; por lo que conceptúa el
que responde ,el que si en su raíz no se evita, será preciso pasar
por la dolorosa vista de que todos, ins,e nsiblemente, se vayan con-
sumiendo; lo que será mucho más sensible, si se refleja en que para
el destino a que se aplica el sobrante de las Corridas de que se
t,rata,está el público de antemano contribuyendo.
Así es en efecto y nadie puede dudarlo, sabiendo que uno de
los Ramos que cobra la Real Hacienda y ,se forma de lo que está
regulado paguen los que solicitan confirmaciones de tenencias de
las licencias que se piden para tener fierros" de las que se solici-
tan para hacer matanzas y otras de esta naturaleza, cuyo producto
está destinado para la fábrica de Palacio; siendo en esta manera,
es intergibersable que, si la del que se ha construí do en Chapulte-
pec, ha de salir de lo que producen las Corridas de Toros, se Je
viene a exigir al público por duplicado para un mismo objeto .
.A cuya refleja se debe agregar la consideración de que, aun
~uando no hubiera este Ram.o , y el público fuera obligado a con-
tribuir para la fábrica de los Palacios, parece que nunca podría
haber razón para que unos edificios, cuya construcción se hace a
beneficio de todo el Reino, lo hubier.a sólo de costear el vecindario
de México, como sin duda se verificaría si el pago de lo gastado en
la fábrica del que se trata) se reintegrara de los sobrantes de las
Corridas de rroros que se hagan en esta Capital, asunto tanto más
reparable, cuanto se debe considerar cuando la extracción se pre-
tende hacer en un tiempo el más calamitoso que esta ciudad ha
visto, y se palpa, sin más que traer a la memoria las pestes, gue-
rras y hambres que acaba de ,s ufrir, de que ha sido resulta la ge- '
neral pobreza que hasta hoy experimenta, y de que en algunos ,
HISTORIA DEL TOREO EN MEX1CO 197

años, no podrá verse libre; por 10 que en obvio de que ésta vaya
en adelante, el que responde pide que ~sta Nobilísima Ciudad su-
plique a Vuestra Excelencia declare el que, no obstante la última
Real resolución, el reintegro de lo gastado en la fábrica del expre-
sado Palacio, debe verificarse del Ramo destinado a la fábrica de
estos edificios, lo que si por algún motivo no fuera acsequible, el
pago se haga tomándose otros arbitrarios, ni lo sufra sólo el de
esta ciudad.-México, y agosto 14 de 1788.-Tomás Domingo de
Acha, (Rúbrica).
Devuelto al Señor Virrey el expediente con la opinión del Sín-
dico, que el lector acaba de leer; ' mandado pasar al Fiscal de la
Real Hacienda, éste hizo incapié en las repetidas Reales Ordenes
en relación con las Corridas de Toros y la aprobación del sitio es-
cogido por Castera. El Virrey mandó todo lo actuado a la Real
Almoneda de México, la que hizo pregonar por m~edio de Rotulo-
nes, colocados en los parajes aco's tumbrados,el remate para cua-
tro semanas de Corridas de Toros. El día 10 de septiembre se pre-
sentó haciendo postura, Don Tomás Venegas, ' en representación
del Subteniente de las Milicias Provinciales de Toluca, Don Ma-
nuel Lozano, con las siguientes condiciones:
Que la Plaza ele Toros se había de levantar en la Plazuela de
los Pelos, componiéndose de ochenta a ochenta y seis Cuartones,
de los que sólo daría cinco Tendidos para el Virrey y cinco para
el Ayuntamiento, y las gradas precisas para la Tropa que entrara
de guardia, y no otra cosa.
Que habían de ser dos semanas de Corridas, cuatro días suce-
sivos en ~ada una, debiendo verificarse la Temporada precisamen-
te en noviembre.
Que de cuenta del rematante se armaría el Coso, y también de
cuenta de él, serían Toros, Toreros, Banderillas y lo demás que
fuere necesario.
Por último: que daría seis mil pesos al contado el día 15 del
mes susodicho.
Publicadas, con las solemnidades de ritual, cuatro Almonedas,
en la segunda se presentó Don Diego Castera a pujar, elevándose
el remate hasta la cantidad de ocho mil trescientos pesos, en que
se remató a Lozano, por no haber mejor postor. Además, consiguió
éste de Su Excelencia, el permiso para armar la Plaza en el lugar
198 NICOLAS RANGEL

que más le COnVInIera, y habiéndose fijado en la Plazuela de las


:Vizcaínas, dió principio a los trabajos con gran actividad.
Ni la estrechez casi monástica del Colegio de las Vizcaínas pu-
do impedir que las educandas de ese plantel, que, como todas las
damas de aquellos lejanos tiempos, tenían afición a la fiesta bra-
va, se alborotaran extraordinariamente, al solo anuncio de que las
Corridas se verificarían en la Plazuela contigua, abandonando los
libros y las labores mujeriles, para sólo pensar ,e n la injusta priva-
ción en que estaban de gozar de las brillantes fiestas de la luz, del
color, de la destreza y del valor.
Porque ellas sabían que, a ese varonil deporte, asistía el alto
y el bajo clero y los frailes de diversos Conventos, no ohstante las
prohibiciones terminantes de la Iglesia; y no podían convenir en
que fuera justo privarlas a eUas, de aquello que tenían forzosa ne-
cesidad de oír sin gozar, encerradas, como estaban, entre los espe-
sos muros de su Colegio.
Ese estado de ánimo, exaltado, y esa conmoción rayana en mo-
tín, están descritos con fuertes y vivÍsimos razonamientos, en la re-
presentación que los vizcaínos que formaban la Mesa Directiv~ de
ese benéfico plantel, que hasta nuestros días sigue contribuyendo
a la cultura nacional, elevaran al Excelentísimo Señor Virrey, en
un memorial, para que no se efectuaran aUí las Corridas proyecta-
das; prometiendo indemnizar al rematante, con la cantidad que se
estimara justa; pues, preferían hacer un fuerte desembolso, a te-
ner que lamentar males de trascendencia, para las niñas que re-
cibían educación en aquella Escuela. Dice la interesantísima y elo-
cuente relación:
"Excelentísimo Señor:
El Rector actual, ex-Rectores y Diputados de la Congregación
y Mesa de Nuestra Señora de Aranzazú, sabiendo que ,l a persona
en quien fincó el remate de la plaza para la próxima Corrida de
rroros, la va a formar en la Plazuela que llaman de los Vizcaínos,
hacemos presentes a Vuestra Excelencia, los imponderables perjui-
cios y perniciosas consecuencias que de esto resultarán contra el
Real Colegio de San Ignacio, en cuyas l'aredes termina, por el la-
doque mira al Norte, la expresada Plazuela.
Este Colegio, que como se han explicado nuestros Soberanos,
sobre parecer inspirado por impulso divino, se fabricó a costa de
gruesas sumas, sin dispendio de la Real Hacienda ni demanda del
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 199

público de México, erigido bajo la inmediata Real protección, con


total independencia y excepción de todo Tribunal, aun del Oon-
sejo y Cámara de Indias" no es menos recompendable por las cole-
gialas, que en número de cerca de trecientas, alimenta y educa, ins-
truyéndolas en la práctica de las virtudes cristianas y políticas,
en la labor de manos, en la música y en todo lo que puede concu-
rrir a formar unas mujeres útiles a la religión yal Estado.
No es explicable la inquietud, que la sola noticia de que se co-
rren Toros en aquella Plazuela, ha causado en las niñas; ni la Me-
sa halla arbitrio para precaver los desórdenes y resultas de la Co-
rrida en aquel sitio. Perm~tirles subir a las azoteas, ni les servirá
de desahogo, porque nada podrían ver, y sería exponerlas, cierta-
mente, a que la muchedumbre de concurrentes, unos libres, otros
desenvueltos, hicieran de unas niñas honestas el objeto dEl sus ga-
lanteos, de sus irrisiones y de sus mofas. Pero el Colegio está en
una disposición que, la.s que no pueden ver para divertirse , están
necesitadas a oír todo lo que necesariamente las ha de perturbar e
inquietar. Los gritos y los silbos, la música de la tropa, el sonido
de los clarines, el rumor del numeroso pueblo que allí concurre, in-
troducirá por los oídos unas especies que, ayudadas (l e la curiosi-
dad natural del sexo y el ímpetu fogoso de una edad juyenil, ha-
rán formar unas ideas vivísimas de 'una diversión la más placen-
tera, que por fuerza oyen y por necesidad no ven. Esta es una
clase de martirio para unas jóvenes que no podrán t ener en aque-
llos ni el ligero desahogo de tratar con sus allegados en la puerta
y los locuterios; porque éstos deberán mantenerse enteramente
cerrados, para impedir los desórdenes de tantos que ocurren en
semejantes públicas diversiones, y que estando el Colegio al frente
de la P.laza, gustarían más de entretenerse con un sexo agradable,
que de ver agitar unas fieras.
Los desórdenes que amenaza esta necesaria opresión, so n muy
naturales, y tan notorios, que no es necesario exponerlos a la pru-
dencia de Vuestra Excelencia. Poco se necesita para excita.r el co-
razón de una joven a que rompa el yugo de un encierro, que sóio
lo hace suave la costumbre, el orden tenaz y seg'uido de las (li8tri-
buciones piadosas y de la ocupación, y sobre todo, el ponerles muy
lejos todos los objetos que puedan alhagar o inflamar su curiosi-
dad. Distraídas con el ruido' de una Plaza de Toros, que todo el
día se les entrará por los oídos &qué ejercicios de\'otos, qué labor
200 NICOLAS RANGEL

de :n,lanos, qué otra distribución de las laudables del Colegio prac-


t icarán, las que, exasperadas, todo lo oyen y nada ven? Hiablam\os
con la triste experiencia que cualquiera diversión pública, sin es-
tas circunstallcias de inmedia'ción, nos ha enseñado muchas veces.
En la presen.te, no bastarán ni los prudentes consejos de la Mesa,
ni las mayores diligencias de sus padre~ o tutores, para que mu-
chas no se precipiten a salir a la calle~ aunque sea con e[ pretexto
de un matrimonio pernicioso; y muchas más se mantengan por mu-
cho tiempo violentadas, mirando el Colegio com'o una cárcel dura,
y no como un retiro provechoso.
Aunque .este desorden e inquietud fueran por pocos días, eran
dignos de toda precaución; pero ellos emipiezan desde que comien-
za a form.arse 1a P~aza, durarán todo el tiempo de las Corridas y
aun después, hasta que aquella de destroce i y lo más es que, ha-
biendo esta diversión de continuarse por algunos o muchos años,
con el ejemplar del día, se eje.cutará ,e n el mismo sitio, y se perpe-
tuará el extravío' del Colegio hasta su última ruina. Ciertamente,
estamos persuadidos a que en ese caso, sería necesario cerrar el
Colegio o derribarlo, solicitando, para fabricarlo en otro lugar,
igual suma de pesos a la que costó el actual, que pasó de medio
millón.
Ni es sólo el bien particular de las colegialas el que en esto se
v,e rsa; todo el público es interesado en que se conserve el buen
orden y quietud de un Seminario, que ha merecido no sólo la aten-
ción sino la gratitud y protección de Nuestros Soberanos, que lo
han calificado de una obra la más grande para servicio de Dios y
suyo ; como que en él se mantienen y educan tantas pobres huérfa-
nas, con el fin de libertarlas de los peligros y contingenCJ.ias que
traen consigo la orfandad y la pobreza. Expresiones que llenan
d·e honor al Colegio y son las mismas con que se explica el Rey
en suReal. Cédula de 17 de Julio de 1767; las que nos dan !La más
segura ~onfianza de que Vuestra Ex'c elencia, en quien reside a
nqmbre y repres,e ntacióndel· Monarca el patronato y cuidado de
~,sta <tasa, no permitirá que padezca un perjuicio de tan sensibles
consecllenci~s,~ólo por la infundada elección que ha hecho ' de
a,q,vel )~iti() :el ar~'endatario de la Plaza .
. , ,México, en ;sus .barrio.s, tiene otras muchas P.lazuelas más espa-
ciosas, en: ~gua1.o : poc.o mayor distancia del centro de la Ciudad, y
'en: ,que . el público podrá ig'ualmente lograr , su diversión, sin trope-
mSTORIA DEL TOREO EN MEXWO 201

zar en los inconvenientes que experimentará el mismo público con


correrse los toros en ,este sitio, los que ya empiezan a pulsar y la-
mentar no sólo las innumerables familias interesadas en el buen
orden y tranquilidad de las hijas, hermanas o allegadas que tienen
en nuestro Colegio, sino, aun generalm:ente, todos los que reflexio-
nan que la Corrida en aquella Plazuela, daña al Colegio y a nadie
aprovecha.
'E ntre los licitante s o postores a la Plaza, algunos pensaban es-
coger otros sitios; prueba evidente d e que ellos son igualmente o
m,ás proporcionados para el fin . Y a la verdad aunque la Plazuela
de los Pelos, o la de la Viña, o alguna de las que están en la en-
trada del Paseo público, se pretenda que están algo más distantes
del corazón de la Ciudad, jamás a los aficionados a esta diversión,
les sirve de retrayente para concurrir a ella, la distancia de ciento
o más pasos, como suce de en Madrid y se ha exp erimentado aquí,
aun en lo,s Ensayos que alborotan menos, ejecutados ya en Cha-
pultepec, ya en Jamaica y ya en la Plazuela del Hornillo, con innu-
merable concurso de gente. La Plazuela de San Lucas, más cer-
cana que la de los Vizcaínos, ti~me a más de esto, mejor propor-
ción para el encierro del ganado.
Ni el postor puede alegar el derecho que da el remate, porque
la concesión general que se le había h echo de cualquier sitio, n o
debe comprender aquel en que el público padece tan notable per-
juicio.
El im:portante ramo a que se destina el producto del arrenda-
miento, nada padecerá por la mudanza del sitio. Hemos oído que
los otros lic.itantes, con diferencia de pocos pesos, que no llegan a
un millar, .ofrecían casi la misma canti.dad y escogían otras Pla-
zuelas. En este s upuesto, la Mesa está pronta a dar no sólo el ex-
ceso de aquello en que se verificó el remate, sino quini entos pesos
más porque se ejecute la Corrida en otro sitio, quedando al arren-
datario el derecho de preferencia por el tanto sobre los otros que
ofrecían menos.
A esto y a cualquier otro regular arLitrio que dict e la pruden-
cia de Vuestra Excelencia para que la Real Hacienda no padezca,
se sujetará la Mesa con los caudales de sus individuos, por cum-
pEr con la obligación que Dios, el Rey y el público le imponen, de
mantener el buen orden, sosiego y tranquilidad de esta Casa, de-
pósito en que se conserv an la virtud y la honestidad, y de donde
202 NICOLAS RANGEL

se ven salir cada día, la casada honesta, la madre prudente de fa-


milia y la religiosa ejemplar.
Este punto pertenece a las altas facultades de Vuestra E~ce ­
lencia, ya por lo que tiene de gubernativo en lo que toca a la di-
versión púb'lica, y ya por lo que mira al Colegio, de quien Vuestra
Excelencia, a nombre y por especial encargo del Rey, es . el pa-
trón, el protector, el juez único de sus causas y el celoso custodio
de su observancia y permanencia.
A nuestro juicio, ni él demanda traslados, ni las circunstancias
del tiempo permiten aquellas formalidades judiciales que piden
muchos días, y en cuyo decurso se adelantaría de tal modo la for-
mación de la Plaza, que el arrendatario no podría mudarla sin
grave perjuicio, ni la Mesa recompensár,selo sino a mucho costo.
En el día, nada tendrá que gastar, porque nosotros estamos pron-
tos a satisfacer los costos que tuviere la conducción de la madera
que tiene acopiada en aquella Plazuela hasta la otra que elija, co-
mo cualquiera otro que tuviere hecho al presente en la preparación
del sitio, regulado y tasado todo por peritos.
En cuya atención, esperamos que Vuestra Excelencia liberte a
nuestro celo de este cuidado, y al Colegio de tan enormes resultas
y perjuicios, y que se busque otro sitio para ,las corridas.-Méxic.o
y Septiembre 25 de 1788.-Excelentísimo Señor.-Pedro de Vértiz.
-Don Francisco Xavier de Gamboa.-J osé Uribe.-Bartolomé J oa-
quín Sandoval.-Juan José de Gamboa.-Manuel Ramón de Goya.
-Ramón de Goicoechea.-J osé de los HérOs.-Miguel de Olascoa-
ga.-.Juan Antonio de Yermo.-Lorenzo de Angulo Guardamino.
-Martín Muñoz de Arriba."
Recibida por el Virrey esta notable y vigorosa petición, la pasó
al Fiscal de Real Hacienda, el que manifestó, que fué condición ad-
mitida por la Junta de Almonedas, en virtud de expresa preven-
ción y decreto de su Exce'l encia, que había de quedar el postor de
las Corridas de Toros, con facultad para levantar la Plaza en
cualquier sitio, con lo que el arrendador adquirió un dere,cho del
que no podía ser privado sin su asentimiento. "Por otra parte, de-
cía el Fiscal, él (Lozano) es sujeto de juicio, genio dócil y avenido
a la razón, y .es posible, que conociendo el re'cto, justo y 10aMe fin
de esta representación, el generoso allanamiento a indemnizarle de
cualquier quebranto, se desista y aparte prontamente de hacer las
Corridas en el sitio que eligió. Conviene para esto, que V. E. man-
Hl~TonIA DEL TOREO EN MEXICO 203

d e suspender desde luego, precisamente por tres días, toda obra


nueva y acarreo de mat eriales, para que d.entro de ellos se ajuste
todo sin estrépito, con equidad y buena fé, insinuándole V. E:. que
tendría en e110 complacencia, y lo mismo al Rector actual y Mesa
Directiva de la Congregación de Nuestra Señora de Aranzazú. "
Como compensación a los p erjuicios que se le siguieron al r e-
matante Lozano, con el cambio de sitio para la Plaza d e Toros, le
concedió el Virrey que los Ensayos a que estaba obligado, y qu e
generalmente se hacían en Cosos levantados a extramuros de la
ciudad, se hicieran en la Plaza donde se verificaran las Corridas
formales, con lo que quedaron conformE-s todos los interesados en
este asunto. Procedióse a desarmar la Plaza que se había comen-
zado a construir en las Vizcaínas, que estaba terminada en más de
la mitad, para levantarla de nuevo en la Plaza de San Pablo.
N o podía el asentista ofrecer más novedades capaces de aumen-
tar el entusiasmo de los taurófilos, que las anunciadas el lunes 27
ele octubre en lujosos Cartelones colocados en los paraj es más vi-
sibles, pues el empresario, sin parar en gastos, había contratado
a los más reputado s diestros tanto de los residentes en la lo calidad
como los r ecién llegados de la Península, contándose entre est os,
alguno s picadores que ejecutaban sus arriesgadas suert es sin cue-
ras ni monas como actualmente se usa. La novedad de colo car la
orquesta en el Mongib elo, lo reducido del Coso para el m!ejor éxi-
to d e los Toreros y el mejor juego del g'anado; el esmero y form a-
lidad d e los ]!}nsayos, todo hizo esperar que la Tem;porada qu e se
anunciaba sería, como en efecto fué, una de las mejores Tempora-
das d e Corridas d e Toros ef ectuadas en Nueva E spaña. H e aquí el
Programa, fijado en la mencionada fecha:
, 'Sin embargo de que ya el Público tiene noti cia de las Corri-
das de '1.'oros que se han d e lidiar el": la Plazuela de San Pablo, ha
parecido oportuno noticiarle que precederán a ellas dos tardes de
Ensayos en la misma Plaza, los días nueve y diez y s eis del próxi-
mo Noviembre, practicándose con el esmero y conato que corres-
ponde, a fin de que las siguientes funciones mer ezcan el agra do y
general aplauso del Concurso.
, 'ConC'luída esta preliminar disposición, seguirán co mo es cos-
tumbre, las ocho Corridas, divididas en dos semanas, que serán los
días 24, 25, 26 y 27 del referido Noviembre, y el 1, 2, 3, y -1 del
sigui ente Diciem.b re.
" ~o obstant e que el r edu cjdo término d e la Plaza le es llota-
204 NICOLAS RANGEL

blemente gravoso al Asentistas, por ser igualmente reducido el


número de los concurrentes) ha cedido gustoso su interés en obse-
quio del Público, acortándole 17 Cuartones del tamaño corriente,
con el objeto de que los lidiadores estén mlÍis ágiles, el ganado ten-
ga menos fatiga, y la más próxima unión de los asistentes haga
más agradable el espectáculo.
"Por noticia separada se participarán la variedad de inven-
ciones que se alternarán en cada día; lo que ahora se evita por no
hacer más difuso este aviso, manifestando sólo, para acreditar el
ánimo del Asentista, sobre echar el resto en complacer a los afi-
cionados, que los Toros se han escogido a todo costo entre los más
feroces; los Toreros se presentarán ricamente vestidos de tercio-
pelo, y divididos en dos Cuadrillas, de ¿;, pie y una de a caballo,
sin mangas, cueras ni otros usos antiguos, sino todos al uso de la
Corte de Madrid y demás Ciudades de España; en el M'o ngibelo o
Mástil de la Vela, habrá de firme una Orquesta, compuesta de vein-
te diestros Profesores, que llenarán los intermedios, tocando va-
rias Serenatas con Oboes: Clarinetes, Olarines, Trompas y otros
instrumentos bélicos) para que sin embargo del rumor, sobresalga
y brille la música, y así al respectivo será extraordinario y sobre-
saliente todo lo demás.
"Desde el día Jueves 30 se comenzará a hacer la repartición de
los Cuartones; lo que servirá de gobierno a los que quieran com-
prar, ocurriendo para el efecto al Almacén de Cristales de la es-
quina de la Calle de la Profesa."
Brillante resultó esta Temporada, tanto por lo selecto del gana-
do, como por el valor y la destreza de los lidiadores. Presentáronse
las dos Cuadrillas de Toreros de a pie vestidos de terciopelo y tizú
de plata, distinguiéndose los de una y otra Cuadrilla por los colores
verde y negro de sus trajes. La Cuadrilla de a caballo lucía chupa y
calzón de ante, gabán de color rojo, y todos los que la cOmJponían,
con galones de plata. IJa orquesta que cubrió los intermedios, fué
numerosa y bien acordada, habiendo partido la Plaza las Compa-
ñías de Granaderos del Regim;i ento del Comercio, que marcharon y
evolucionaron con la gallardía y precisión de las tropas de línea.
Para festejar al Conde de ReviUagigedo, el segundo, que llegó
con el cargo de Virrey, el Ayuntamiento dispuso que hubiera dos
semanas de Toros, efectuándose en la última mitad del mes de no-
viembre de 1789, levantando en el Volador un hermoso Circo, más
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 205

reducido que los anteriores y de figura ochava da, con prespectiva


muy bella.
Habiéndose jurado el 27 de diciembre del mismo año al Católico
Monarca Carlos IV, en enero de 1790, hubo Toros y Carreras, eje-
cutadas estas últim!a s por los caballeros más distinguidos de la ciu-
dad. En la Corrida del día 27, salió el Alguacil, por primera vez,
vestido de golilla, por haberlo dispuesto así el Virrey.
En los primeros días del mes de febrero se prosig'Uieron las li-
dias de toros , habiendo de notable en la del 4, el gustado Monte
Parnaso, compuesto esta vez con tablas ensebadas; en uno de los
extremos colocaron a una india, con dos palanganas de plata en
las manos. Por más esfuerzos que hicieron los de la plebe para qui-
tarle las palanganas y el dinero, que también tenía, levantándola
en alto, ninguno pudo conseguirlo, prolongándose la diversión hasta
avanzadas horas de la noche. El 6 hubo como novedad un Don Pe-
dro de Palo y el hermoso Juego de la Sortija.
Invitados los Señores Inquisidores, tanto a las fiestas de r ecep-
ción del Virrey como a las de la Proclamación de Carlos IV, dis-
pusieron los Comisionados prepararles los Tendidos de los Cuarto-
nes núm. 23 y 24, con la decencia debid!8J al respeto que merece tan
Santo Tribunal, como dijeran dichos Comisionados.
Habíanse preparado solamente tres sitiales, como acostumbraba
obsequiar al 'rribunal la Novilísima Ciudad en casos semejantes ;
pero a la sazón eran cuatro los Inquisidores, por lo cual acordaron
pedir verbal y extrajudicialmente el asiento que faltaba, a fin de
estar con el desahogo y decoro correspondiente en semejantes con-
currencias. Para cersiorarse de qu e efectivamente estaban bien
adornadas las Lumbreras que se señalaron al Santo Tribunal, dis-
puso éste que su Nuncio pasara a reconocer ocularmente los di-
chos Tendidos de cuya vista de ojos dió el siguiente certificado :
((Certifico Y o el infrascripto Secretario del Secreto del Santo
Oficio de esta Inquisición de México.
(, Que habiéndose determinado por el Ayuntamient o de esta
N. C. celebrar Corridas de Toros en la Plazu ela del Volador , el día
veinte y tres del corriente, en obsequio del Exmo. Sor. Conde de
R evillagigedo, Virrey de esta N. E . ; y convidado al efecto el Tri-
bunal en la forma acostumbrada, por me dio de sus comisionados
D. Antonio Rodríguez de Velasco y D. Ignacio de Iglesias Pablo,
mandó en su virtud , que su Nuncio Dn. Bernardo García Martín
pasase al l~ec onocimiento de los dos Tendidos de los Cuarton es No.
206 NICOLAS RANGEL

23 Y 24 del ochavo de encima de la Puerta que sale a la Calle de


San Bernardo, a donde habían colocado al Tribunal, en ·medio· del
de Minería y Colegio de Santos, en igual clase y altura que ocupa
la Real . A,udiencia y demás Tribunales; a efecto de que viese si
estaban o no colgados y adornados con la correspondIente, deeen-
cia y adorno ' acostumbrado en funciones semejantes; y habiendo
traído noticia de hallarse dichos Tendidos, corrientes y ·c olgados
con igual decencia a los otros Tribunales, Cuerpos y Cabildo Ecle-
siástico, pero sin las celosías que antes se acostumbraban poner
en las Lumbre,r a.s que ocup·a ban los S. S. Inquisidores, por ho po-
derse acomodar en dichos Tendidos, y por uniformar al Santo Ofi-
cio con la Heal Audiencia y demás Tribunales; se acordó que con-
curriera con todos sus Ministros. Y en efecto, asistió el Tribunal,
ocupando los S. S. Inquisidores dos Lumbreras, en sus sillas de bra-
zos, con asiento y respaldo forrados de damasco carmesí; y las dos
siguientes, a su izquierda, los demás Ministros, en taburetes sin
brazos, también con asiento de damasco encarnado, y detrás de
ellos, dos bancas muy decentes, remitidas por los Comisionados de
la Nobilísima Ciudad, como lo han acostumbrado en iguales casos.
Se sirvió en cada uno de los ocho días de Corridas de Tol·os, el
refresco de estilo, compuesto ~e helados de diversas calidades, so-
letas, barquillos y dulces, con igual decencia a la que en otras fun-
ciones ha ejecutado·la N. Ciudad; concurriendo Dn. Antonio Ro-
dríguez de Velasco, uno de sus Gom!sionad,os, al Tablado en un
día de cada semana, con el fin de cumplimentar al Tribunal y ver
si estaba con comodidad y decencia. Y para que así conste, de
mandato del Tribunal pongo la presente, en este Secreto de la In-
quisición de México, a veinte y cuatro días del mes de Noviembre
de mil setecientos ochenta y nueve año s.-Lic. Dn. Mathías Lóp;ez
Torrecillas. "
En las Corridas organizadas para la Proclamación de Garlos
IV, ocurrió un incidente, que si para nuestros tiempos es baladí,
entonces ameritaba hasta la int.erverción del Virrey. Por tal inci-
dente sabemos en qué consistían las iluminaciones dc la Plaza de
Toros, cuyo aspecto debe de haber sido deslumbrador, dada la
enorme cantidad de Arañas, Pantallas y Cornucopias de plata con'
que se adornaban las Lumbreras del Coso, y a cuyas iluminaciones
asistían, no solamente los aficionados a la fiesta del valor y la des-
treza, que casi todos los habitantes de México ]0 eran, sino las fa-
HISTORIA DEL TOREO EN MEX~CO 207

milias más linajudas, ataviadas con ricos y elegantísimos indu-


mentos y con costosas y deslumbrantes joyas.
ID esignóse al Santo Oficio el mismo lug~ar que ocupara len las
anteriores Corridas, con iguales asientos y adornos; mas, habiendo
dispuesto el Conde de Revillagigedo que algunas noches se ilumi-
nara la Plaza de Toros, después de la lidia, para recreo de los ha-
bitantes de la Capital, los Comisionados de esta Temporada, care-
ciendo de las correspondientes Arañas y Pantallas para las Lum-
breras de los Inquisidores, lo manifestaron así al Decano de aquel
repugnante cuerpo, el ql\e se negó a conseguir tales mu.ebles, exi-
giendo que fuera la Ciudad la que se encargara de ello para hacer
el obsequio completo. No se contentó con esto el Inquisidor, sino
que ocurrió al Virrey para imponerlo de lo que ocurría. Curioso
es el informe que dió al Tribunal su Decano, y de él son los siguien-
tes conceptos: "Ignoro las providencias de Su Excelencia en el
particular; ellas surtieron buen efecto, porque inmediatamente se
colg'aron nuestras Lumbreras de Arañas y Pantallas de plata, ma-
yores, mejores y más limpias que las que tuvieron al principio, y
permanecieron fijas hasta el fin de las Corridas e iluminación, tan
buenas como las de la Audiencia y Ciudad."
Sin gran esfuerzo de imaginación puede el lector reconstruir el
aspecto del ochavado Coso, reducido en esta ocasión, iluminado
con millares de velas de cera de Castilla, ocupado en su totalidad
por hermosas y elegantes damas y apuestos caballeros; animada la
concurrencia con los lánguidos acord es de violines, violoncellos, ba-
jos, clariones y trompas; con el incesante voc'eo de vendedores am-
bulantes; con el constante ir y venir de criados de librea que, di-
ligentes, servían los refrescos, dulces, helados, soletas, barquillos,
etcétera.
L~XV.

Proclam;a.c.ión de Carlos !V.-Fiestas de Toros en México, Durango, Pa-


pantla, Veracruz, Pátzcuaro, Guanajuato, Te'h uantepec, Aguascalientes, Ta-
basco, Valladolid, Real de Catorce, Chilap3A, Zamora y San Luis de la, Paz.-,.
Suspéndense los Toros en León.-Chadotada en Guanajuato en octubre de
1790.----& lidian y matan toros en el Teatro por una Cu.a·drilla de Ma.l'ome!roS
y Arlequines.

1111 •
A curiosidad siempre ~espierta de los pacíficos y fieles
vasallos del Rey: habItadores de la Muy L:e al y Muy
Noble Ciudad de México, pudo leer con franco rego-
. cijo, un Bando que el Señor Intendente Corregidor
de esta Capital hizo fijar en los parajes acostumbra-
dos, el 23 ele enero del Año del Señor de 1790. Y no era inmotivado
el alborozo que el público · demostraba y que hizo circular rápida-
mente hasta los más apartados lugal'1es de la Metrópoli, y aún fue-
ra de eIJa, pues se trataba, nada menos, de las Corridas de Toros
que por la Proclamación de Carlos IV deberían efectuarse.
Al inmenso público de esta ciudad había que sumar el de mu-
chos forasteros que desde el mes de noviembre vinieron apresen>
ciar las Fiestas, y nunca como entonces, pudieron llamarse. éstas
con mayor propiedad, Fiestas Reales. En efecto: el contingente ofi-
cial y el desbordante entusiaf"mo rle los Gremios y de todos los ha-
bitantes de la Capital, habíanla convertido en una ciudad aseada
y hermosa, habiéndose pintado casi todas las fachadas de los edi-
ficios del Gobierno y de los particulares, los que lucieron durante
las fiestas, riquísimos tapices, cortinajes de seda y mag'níficos bro-
cados.
Para que la multitud que concurrió a presenciar estos festejos
guardara el orden debido ,e n las Corridas, se publicó el Ba!ldo a
15
210 NICOLAS RANGEL

que se ha hecho referencia , el cual estaba concebido en estos tér-


minos.
"Debiendo continuar enes.t a Capital las ~"iestas para 0elebrar
la Exaltación al 'rrono de nuestro Augusto Católico M,onarca el
SE~OR DON GARI.JOS CUARTO, que comenzaron en su feliz Pro-
clamación el día 27 de diciembre último, está d'i spuesto que se ve-
rifiquen Corridas de Toros y otros festejos en los días 25, 26, 27
y 28 elel corriente, y en los 1, 3, 4. Y 6 del próximo febrero: que en
las tardes de los citados días 25 y 28, Y 1 Y 6 ejecutarán los Ca-
balleros señalados. los manejos de a caballo, propios de la Nobleza,
en la lrusma Plaza de ')loros, y que ésta y la Per.spectiva de la fa-
chada .de las Casas Capitulares se iluminarán en las noches de los
91as 3¡ de este mes, y en los inmediatos 2 y 7, a que también acomi-
pañarán las iluminaciones prevenidas en la R.eal Casa de Moneda,
y por el Gremio de Plateros en su Calle: a fin de que estas demos-
traciones de amor y fidelidad dedicadas en obs,equio del Soberano,
con el referido plausible motivo, no 10 sean de incomodidad y des-
orden pa~a el Público, se observará lo siguiente:
, 'Los coches y·endrán, precisamente, a la Plaza de Toros, por las
calles de San Bernardo y de Jesús: los de ésta entrarán por la de
Porta Coeli, dejarán aquí personas que hayan de ocupar Lumíbreras
en este ángulo y en el de la Universidad, y seguirán sin detenerse
a colocarse en :fila por toda la de la Merced: y de la propia manera
para los otros dos ángulos de la Acequia y calle de Flamencos, pa-
sarán por ésta a situarse en .eJ centro de la Plaza Mayor.
"En las noches de los días 31, 2 y 7 asig'nados para la ilumina-
ción, no se introducirá coche alguno en la Calle de Plateros, Plaza
Mayor, Calles d e San Bernardo y Jesús, de la Merced, de la Ace-
quia, inmediatas estas cuatro a la Plaza de Toros, ni en las de la
Real Casa de J,Vl oneda y Arzobispado: en cuyas entradas además se
pondrán barrera s para precaver la ignorancia o descuído de los
Cocheros.
" En lling'uno de estos parajes s e pondrán mesas de comestibles
y bebidas, y mucho menos habrá semejantes puestos en los huecos
y bajos del armazón, ni en el interior de la Plaza d e; Toros.
" Las Rondas y Patrullas que celarán la ohservancia de estas
disposiciones, y que emplearán todos los m'e dios posibles para ha-
cer reinar en -estos días una agradable tranquilidad, procederán
HISTORIA DEL TOREO El'i MEXICO 211

contra los infractores con las penas y apremios que merezcan su


inquietud e inobediencia.
"Y para que llegue la noticia a todos, etc."
Cómo era de ,esperarse, las Corridas de Toros en esta vez, resul-
taron espléndidas, como pocas veces se habían visto.
Redundante resultaría el reseñar una a una las fiestas que con
motivo de la Exaltación al rrrono del Bey Carlos IV se verificaron
en las principales ciudades de la Nue-
y a España, por lo que sintetizaremos
estas noticias lo más posible, dando
preferencia a todo lo que se relaciona
con la fiesta brava.
En una correspondencia mandada a
la Gaceta de México, se reseñaron las
fiestas efectuadas en Durango, Capital
de la Nueva Vizcaya, desde el 29 de
diciembre de 89, hasta el 5 de enero de
1790. En los seis últimos días se co-
rrieron Toros a mañana y tarde, sien-
do notables estas Corridas por la bra-
vura y el tamaño verdaderamente no-
table de las re ses lidiadas.
N o faltaron en estas demostraciones
de regocijo los pueblos en donde la cla- Bello ejemplar de l os Toros
se indígena formaba la casi totalidad de San Jicolás Peralta.
de sus habitantes. rral aconteció en Papantla, en cuya Cabecera, las
Repúblicas de Naturales representaron el principal papel en las
Misas de Gracias, exquisitos refrescos, comedias re,p¡l"esentadas en
idioma. totonaco, con intermedios graciosos y en la semana en que
se corrieron Toros, lidiados, tanto por gente de razón, como por
los m'i smos indios . Estas fiestas comenzaron el 31 de ener o.
" La ciudad de la nueva Veracruz, que tiene la gloria de haber
sido la primera del dominio de España en las Américas, no podía
ser la postrera en tributar los debidos homenaj es a nuestro Au-
gusto Rey el Sr. D. Carlos IV en su exaltación al Trono de las
Españas. " En tales términos comenzaba el extracto de las fiestas
que aquella ciudad celebró del 7 de febrero en adelante, comen-
zando la tarde del día 8~ las catorce Corridas de Toros que había
mandado preparar el Ayuntamiento, levantándose previamente una
hermosa Pla7.a, hecha a todo costo, en la Plaza de la Caleta. D es-
212 NICOLAS RANGEL

pués de estas catorce tardes de lidia, siguieron otras cinco más,


hasta el último día de Carnestolendas.
J--,os gremios de carpinteros, toneleros y zapateros, organizaron
para el 16, tres comparsas, una en figura de pájaros, otra de locos
y otra de monos. Por un fuerte Norte, no pudie,ron los Gremios · de
peluqueros, barberos, semilleros y posaderos, verificar sus fiestas,
Rino hasta el día 18, habiendo formado" un ameno y delicioso jar-
dín, guarnecido de estatuas ,e n pedestales simulando diversos már-
moles, representando las virtudes de nuestros Soberanos, con un
frondoso árbol en el centro, que contenía ·l a Real Estirpe de la Au-
g'usta Casa de Borbón, brotanrlo en ('ada cogollo una hermosa flor,
y en ella un retrato de los gloriosos ascendienteR de SS. MM., a
quienes representaban un niño y una niña, ricamente vestidos, que
iban l~entadoR en la~ raí0t'~R. Bn la copa o p:a rte superior Re había
colocado la Fama, con guirnaldas de laurel, y el c1'arín en las ma-
nos, saliéndole de la boca el Víctor en un orlado cartón; y en la
inferior seguían las cuatro partes del mundo con sus respectivas
divisas y trajes, cantando al compás de la armoniosa orquesta, que
también contenía el jardín. Iban como Gentiles-Hombres los Dipu-
taeloR de dichos Gl'enl1ios, cn caballos costosamente enjae7.:ados, se-
guidos de sus lacayos y pajes de librea, y pl"ecedidos de diez y seis
Volantes, los cnales bailaron una graciosa contradanza en la Plaza
Principal, el continuación ele la Loa, que antes dijo con elegancia
uno de 10R Gentiles-Hombres, esparciendo otro de ,ellos al pupbl0
gran cantidad d e monedas corrientes."
1'odos los Gl'cmios sacarOll la víspera de sus fiestas, Mojigan-
g~ts con m.Ílsica y {'olt etes, repartienelo convite¡s impresos, para exi-
tUl' al vecindario a que adornara e iluminal'a el frente de sus casas .
..Acabada la Cuaresma, dispu.so el Ayuntamiento otras siete tar-
(les de rrOl'OS, con el mümlo lucimi·ento de las anteriores, pues hasta
entonces habían permanecido en el Puel'1,() jarocho las Cuadrillas
. de Toreros y Picadore.:;; qu e el asentista de esa 1'emporada había
cont.ratado rn varios puntos del país, a precios elevados, por ser
los mejores dies1TO~ de aquella época.
JJas fiestas organiz.a das en Pátzcuaro dieron principio el 8 de
abril, y fu eron presidida:;; por Don Ant.ollio de H.iaño y Bárcena, rre_
niento Coronel ele los Reales Ejércitos, Intendente Corregidor de
la Provinc.ia de Michoacán, quien al e~tallar nuestra guerra de In-
dependencia, siendo Intendente de Guanajuato, p,ereció como va-
liente ('11 la hiRtórlca Alhóndiga de Gl'anatlitas: monumento que
HISTORIA DEL TOREO EN MEXr.cO 213

recuerda una de las obras de su benéfico gobi,erno y el gusto ar-


tístico que lo caracterizaba. Después de la Jura que se verificó con
las solemnidades debidas, la tarde del día mencionado, siguió el
Paseo, en el que tomaron parte varias cuadrillas formadas de los
indios comarcanos, vestidas de moros, mecos, animales y otras fi-
guras.
Al día siguiente, celebróse la Misa de Gracia en la Iglesia Pa-
rroquial, pronunciando un notable Elogio panegírico el Dr. D. Joa-
quín Hidalgo y Costilla, Cura y Juez eclesiástico del Partido de
Santa Clara d e los Cobres, hermano mayor del Padre de la Patria.
En los días 10 y 11 se repitieron con gran pompa las funciones
de Iglesia, a expensas de los arrieros de dicho Partid'o, Cocupao,
Erongarícuaro y Tacámbaro. Los Gremios de Pátzcuaro dispusie-
ron danzas, loas y fuegos artificiales, concluyendo estas manifes-
taciones de adhesión y simpatía al Sob erano, con tres semanas con-
s,e cutivas de 'roros y Comedias.
Guanajuato, el opulento mineral de Santa Fé, hizo gala en esta
ocasión de su desprendimiento fastuoso y gusto artístico que tanto
lo distinguieron. Publicaremos algunos párrafos de la Relación que
de estas Fiestas R,eales se imprimió en abril de 91. Las fiestas co-
menzaron el 27 de diciembre del año anterior.
"Levantóse por la Nobilísima Ciudad en la Plaza Mayor, un
suntuoso 'rabIado, formado de perspectiva con arreglo a la arqui-
tectura moderna, cuyo piso cubrían ,e xquisitas alfombras ·turques-
cas, adornado de muchos trofeos, geroglíficos y poesías latinas y
c4stellanas alusivas y propias del Soberano Obj eto a que se dedi-
caban, dando lugar en los intercolum.nios, centro y fachada , a
unos preciosos j llegos de espejos, pantallas y cornucopias de cris-
tal con marcos de plata. Ocupaban el lugar principal, de sobresa-
liente pintura, y bajo de majestuoso docel de t erciopelo carmesí
galoneado de plata, los retratos d e nuestros Augllstos Soberanos;
en los correspondientes sitios, cuatro bellas estátuas doradas, de
cuerpo entero, que representando las Virtudes Cardinales, hacían
un mudo panegírico de las que adornan a SS. MM. , Y r emataba es-
te .hermoso monumento de ]a gratitud y amor con un bien dispues-
t o Balcón, y en él colocada una bandera con los escudo s de la s
Armas Reales, y las que enoblecen a esta Nobilísima Ciudad.
" El distinguido Cuerpo de esta Minería, a expensas de sus in-
dividuo~, erigió otro Monumento y Tablado en la Plazuela del Con-
vento de San Pedro d e Alcántara, pintado con cuanta delicadeza y
214 NICOLAS RANGEL

esmero exige el arte, representando con singular viveza las dife-


rentes máquinas de que usa para extraer de la tierra los metales,
y ,beneficiarlos por medio de sus operarios, con el auxilio indispen-
sable del azogue y activo agente del voraz fuego que los purifica;
dando con tan majestuosos aparatos este distinguido Cuerpo, una
prueba nada equívoca de su gratitud y fidelidad hacia sus amables
Soberanos, cuyos retratos, igualmente, estaban colocados en el lu-
gar y con los adornos correspondientes.
, 'El tercer Tablado se dispuso con semejante magnificencia a
esmeros del arte, en los balcones principales de las Casas de Ca-
bildo, adornándolos de hermoso cortinaje carmesí, y de multitud
de fllámulas, gallardetes y banderas las azoteas y almenas. Cubrían
las puertas, ventanas, antepechos y piezas de dichas Casas, mu-
chos Escudos de Armas Reales y de la Santa Fe, como peculiares
de la Ciudad, de excelente pintura, sobresaliendo la antesala y
Sala Capitular por la simetría, buen orden y disposición con que se
adornaron en todas sus partes, estando pendientes del friso de sus
paredes los retratos de los Señores Reyes, inmediatamente prede-
cesores del presente, comenzando desde su Augusto Abuelo el Se-
ñor Don Felipe V.
"Dispuesto todo ]0 dicho, dirigidos los billetes de convite a to-
das las personas y clases distinguidas de esta Ciudad y foráneas,
y adornadas con el esmero y lucimiento posible a cada vecino, las
casas todas de la carrera, a las tres de la tarde del 27 (por no ha-
berse podido concluir lo proyectado para el día asignado) se con-
gregó el Ilustre, Cuerpo de Regidores y acompañamiento al frente
y puertas de las Casas de su Ayuntamiento, y los cuatro Reyes de
Armas, lucidamente vestidos de ceremonia, con los Maceros, . y
guiando la música de tim;b ales y clarines, pasaron a la casa del Se-
ñor Marqués de San Juan de Rayas, Don J oseph Mariano de Sar-
daneta y Legaspi, Alférez Mayor, para conducirle a tomar el Real
Pendón.
"Practicada esta ceremonia en la Sala Capitular con las forma-
lidades dCj estilo por el Señor Intendente Corregidor, Don Pedro
J oseph Soriano, inmediatamente se formó el paseo en esta forma:
Abrían la marcha los timbales y clarines, con Piquete de la Legión
Mixta Provincial del Príncipe con espada en mano, y a su conti-
nuación la música del Gobierno Político, compuesta también de
timbales y clarines, chirimías y tambores, con ropajes encarnados,
Ministros y Alguaciles de Justicia, todos a caballo. Seguían los Mi-
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 215

litares y Políticos en la misma forma, y excecliénc10se unos a otros


en lo exquisito de los jaezes, sillas y adornos ele los caballos, y li-
breas de los lacayos, y lo terminaban los expresados Señores In-
tendente, y Alférez Real.
"Apeados ambos con los individuos del Ayuntamiento: luego
que llegaron al 'rabIado de la Plaza Principal, subieron a él, y ocu-
pando los Reyes de Armas los lugares correspondientes, e intiman-
do al pueblo al debido silencio, hizo la proclam'a ción el expresado
Alférez Real en estos términos: Castilla, Castilla, Oastilla, y la
Oiudad de la Santa Fe, Real y Minas de GUJaIlajuato por el SeñOI1
Rey DON CARLOS CUARTO, a quien Dios guarde, y tremolando
por tres veces el Real Pendón (pieza digna de admiración por lo
raro de su bordado) correspondió alegre el innumerable concurso
con repetidos vivas, aumentándose su festivo alborozo al correrse
la rica cortina que cubría los retratos de SS. MM., así mismo con el
general repique y salvas de la tropa, que continuaron a los tiempos
y horas acostumbradas.
/( 'rerm,inóse este acto con arrojarle al pueblo cantidad de mo-
nedas de oro) plata y cobre que se habían acuñado con este desig-
nio, y volviéndose a ordenar la ilustre Comitiva, se proeedió al se-
gundo acto de la Proclamación en el Tablado de la Plazuela de San
Pedro Alcántara, habiéndolos recibido el distinguido Cuerpo de la
Minería, representado por sus Diputados y Electores; quienes a su
tiempo, con igual generosidad y júbilo, arrojaron al alborozado
concurso, númlCro excesivo de las monedas que para este efecto
mandaron acuñar por su parte, de los mismos metales, con el busto
de su Majestad y figuras características del Noble Cuerpo que las
dedicaba, y las palanganas de plata que contenían; cuya resulta
fué la repetición de generales víctores y aclamaciones.
"Ordenado de nuevo el Paseo, y habiendo llegado a las Casas
Capitulares, se celebró en un magnífico Tablado el tercer acto, con
la misma solemnidad y pompa que los otros, volviéndose a arrojar
al pueblo, cantidad de monedas en que estaba grabado por el an-
verso el retrato del Monarca, y por el reverso las Armas de~ la Ciu-
dad, y terminando el acto repitiéndose los vivas y aclamaciones,
quedó allí expuesto el Heal Pendón por tre s días conse\c utivos, con
la correspondiente guardia, y por la noche con la seria iluminación
de trescientas hachas de cera, que repartidas con bella simetría
entr e la multitud de candilejas que adornaba toda la fachada, pre-
216 NICOLAS RANGEL

sentaba un golpe de luz tan extraordinario, que anulaba las cla-


ridades del día.
"Desde las mismas Casas Reales y con igual orden, acompañan-
do el Ayuntamiento y toda la Comitiva al Señor Marqués Alférez
Heal, se dirigieron a su casa a las seis de la tarde, donde se les sir-
\~ió un espléndido general refresco, con tanta variedad de helados,
frutas, masas y comlposiciones de exquisitas flores, que dió que ad-
mirar aun a los sujetos del más delicado gusto; y para mejor per-
petuar la memoria de tan plausible día, distribuyó a los concurren-
tes muchas medallas de oro, plata y cobre de las que por su parte
se acuñaron, con el busto del Rey y las Armas de su Nobiliario,
de las que ·a su· tiempo se dirigieron a SS. MM., Real Familia y Mi-
nisterios, con las de la Ciudad y Minería los correspondientes jue-
gos, acomodados en cajitas de ,madera forradas de terciopelo, y
adornadas con exquisitos broches de plata y oro.
, "Celebradas estas funciones con el orden, esplendor y magnifi-
cencia expresados,se siguieron los Gremios de los artesanos, cada
cual en una tarde, a manifestar el júbilo que los ocupaba. Dieron
prin~ipio eJ día 28 unidos y bien formados desde la Calzada de
~uestra Señora de Guanajuato, los albañiles y carpinteros, ~onta~
dos a caballo y ricamente vestidos, con los adornos, divisas y. laca-
yos de librea correspondien~es a las Reales P.ersonas que repres8\l1-
taban. Seguíase una danza de jóvenes vestidos a lo Volruntín, y
luego un Carro triunfal que encerraba varias Ninfas y Tritones,
adornado con bellas alegorías y geroglíficos. Llegados al tablado
de Plaza Principal hicieron su danza los expresados mancebos, con
muchas y bien ensayadas figuras y evoluciones: siguió un buen
concierto de música, y dando fin con una excelente Loa que repre-
sentó un joven vestido galantemente, siguió el Paseo su derrota,
para repetir estas demostraciones de su alegría en los sitios corres-
pondientes.
"En las cinco posteriores tardes, se congregaron en el mismo
paraje los 'Gremios de sombrereros, sastres, aguadores, plateros, ve-
leros, arrietos, tendajoneros, panaderos, barberos y zapateros, y
fOl~mándo cada mio su ' Mojiganga y Paseo con su Carro triunfal,
d'tel'o11 i'a ,'ueltaque el primero, ' representando ~,n los sitios deés-
te ' smf 'teSpéctivasLoas, acompañadas de Conciertos de instrumen-
,tbs 'stmol"os, :concluyendo tan expresivas demostracione,s 'con.ir fi-
jand'OIVíctores, para])erpetua memoria de su lealtad, en· los paua-
-je~ más ¡visibles de, la :,c arrera.
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 217

"El día 3 comenzó la primera Corrida de Toros en la Plaza de


San Diego, que continuaron hasta el día 12, haciendo alarde de su
habilidad y destreza muchos Chulos y Toreros de a pie y de a ca-
ballo que de todas partes concurrieron, por haberse anunciado con
anticipación las fie sta.s: hiciéronse éstas más plausibles por la va-
riedad de diversiones que interpolaban con las lides: se mataron
ciento ochenta toros, que se distribuyeron a las Gárce~es, Comuni-
dades Mendicantes y otras personas pobres: el adorno y compos-
tura de la Plaza en pinturas y cortinaj es fué singul al', y no menos
su iluminación por las noches, en que también .se daba música has-
ta las diez; siendo sobre todo digno de admiración ver el innume-
rable gentío de a pie y a caballo que concurría todas las mañanas
a la introducción del ganado, que , ~e conducía con mucho~ clarines,
chirimías, caja,s y timbales.
"En los días festivos que no se pudieron lidiar Toros, el Señor
Intendente por su part e y el Regidor comisionado, Don J oseph
Hernández Chico por la suya, hicieron fijar avisos para que todos
los pobres m:e ndigos de la ciudad y forastJeros, concurrieran al me-
dio día al Conv ento de los Religiosos del Orden Betlemítico, para
que se les ministrase a cada uno, cOlTI})etente ración de carne y
pall, lo que se verificó abundantemente a expensas de ' cada uno, y
lo mismo lograron los pohres de las Cárceles y mujeres r ecog'idas,
en obsequio de Ss. MM. ,:
Nos hemos extendido de propósito, en reseñar la Jura en Gua-
najuato, porque puede servir de patrón para imaginarse lo que ta-
les fiestas eran en la época colonial; y llama poderosamente la
atención la cantidad, verdaderamente extraordinaria, de monedas
y medallas conmemorativas: de oro, plata y cobre que fueron ob -
sequiadas en esta ocasión .
IJas fiestas efectuadas en 'l'ehuantepec, duraron del 11 al 18 de
septiembre. Como en Papantla, los indígenas tomaron gran parti-
cipación en los festejos . Las veintiocho Repúblicas de que se com-
ponía la Provincia, precedidas de lo s Naturales de Tehuantepec,
compuestas del Gobernador, dos Al caldes, dos Regidores, un Ma-
yor, cuatro Topiles, cuatro clarineros y dos tambores, componían
el número total d e cuatrocientos setenta ' y seis, y todos ellos ,salie-
ron a caballo. vestidos a su antigua usanza. Además, tomaron par-
ticipio en el Paseo, "eint e y siete Danzas, formad as por las m'isma~
R epúblicas, compuestas cada una d e diez individuos, vesti dos de
trajes diferent es, a la s que seguía otra Danza lllU;' vistosa , forma-
218 NICOLAS RANGEL

da por diez mancebos vestidos de indios, con tilmas de tela de oro


y plata, y coronas guarnecidas de perlas finas, piedras preciosas y
ricas plumas, que costearon los catorce barrios de aquella Villa.
En los días 16, 17 Y 18, se lidiaron cincuenta y un toros en el
Coso formado en la Plaza Mayor, estando el Coso y Jos tablados,
rica y artísticamente decorados. Todas las mañanas, los principa-
les vecinos de la 'Villa, montados a caballo y divididos en dos
cuadrillas, que capitaneaban el Coronel Don José 'Miguel Bejarano
y el Administrador de Reales Rentas de A1cabalas, Don Andrés
Fernández de Castañeda, partían la Plaza, haciendo varias es-
caramuzas y corriendo parejas con la mayor destreza; concluidas
éstas, quedaban ambos Capitanes, el ·Teniente de las Milicias Don
Manuel Ruiz de Parrazar y Don Manuel González, quienes a ca-
ballo, con vara larga, hacían demostración de su habilidad con un
toro, y después el Teniente Don Juan de Iriarte, Don José Domin-
go Camacho, Don José Vela y Don Andrés Lavariega, continuaban
con suertes de banderillas, dejando después libre la arena para que
los Picadores y Chulos de profesión lucieran su destreza. Am,e nizó
estas Corridas de Toros, una orquesta de veintiseis instrumentos.
Todas las tardes se obsequió a la concurrencia, por cierto muy nu-
merosa, con refrescos y golosinas.
I-Iubo de notable en esta corta Temporada, que en cada Corrida
se destinaban dos toros para que los lidiaran los indios de Tehuan-
tepec, demostrándose con esto, que la afición entre la clase indíge-
na estaba m'tly exte¡I1dida.
La pérdida de las cosechas de maíz, originó que la Villa de
Aguascalientes retardara sus manifestaciones de fidelidad al Mo-
narca Español, pues siendo los habitantes de esta VillaeJl su ma-
yoría agricultores, fué a ellos a quienes correspondió hacer las
fiestas. Después de las solemnidades religiosas de ritual, de la Ju-
ra, de la Proclam;ación, más o menos suntuosas, hubo el día 7 de
enero de 1791, un animado Paseo, en el que los labradores hiceieroil.
desfilar un Carro alegórico de muy buen gusto. Precedíale una
Danza. de Mecos, tan bien imitados, que era difícil distinguirlos de
los auténticos. Igual admiración cau¡;:ó otra Danza formada por los
indios de San Marcos y Jesús María, imitando a las que sus ante-
pasados formaban, haciendo varias figuras y danzando al compás
de una arpa. Seguíase una parva de Pelícanos, perfectamente imi-
tados, haciendo ademane.s de regocijo. Ocho parejas de Enanos,
que bailaban contradanzas a perfección, acompañados de varios
.EISTORIA DEL 'rOREO EN MEXICO 219

instrllmentos, hicieron las delicias de los espectadores, cerrando el


Paseo varios labradores, que vestidos con traje apropiado, seguían
al Carro, en acción de s'e mbrar, "gobernando sus yuntas (imitadas
con la mayor naturalidad) al imperceptible impulso de los timones,
manejados y colocados en arte, a cuyo pausado movimient.o de sur-
car el terreno, esparcían los sembradores que les seguían, porción
de colación y grajea en el método que la semilla."
El 16 dieron principio las Corridas de Toros, habiéndos e levau-
tado una hermosa Plaza, en la que se mataron y repartieron a los
pobres de la Villa, ciento diez toros. Varias invenciones de fuegos
de artificio se inte!'polaron en las lidias.
Apenas lloró Tabasco con lágrimas las más copiosas la pérdida
de su amado Monarca el Señor Don Carlos IlI, celebrando sus Rea-
les ExequJas con la magnificencia correspondiente, cuando trató
de que se hiciesen públicos los regocijos, con motivo de la Exalta-
ción al Trono de nuestro Augusto Monarca el Señor Don Carlos
[V. (Q. D. G.)" En efecto: secas las fuentes del llanto de los ta-
basqueños, organizaron como en toda la Nueva España, Fiestas
Reales, con Misa de Gracia, Paseo, Jura, fue,gos artificiales, come-
dias, etc., comenzando los festivales el 8 de diciembre y terminan-
do el 20 de enero de 1791. De los números más gustado.s, fué el de
tres contradanzas eompuestas de cincuenta y seis personas cada
lma, con vestidos y máscaras distintas, verdadero baile de fantasía,
ejecutado en la Plaza Mayor, ante una multitud entusiasmada con
tal espectáculo. P,a ra terminar, debidamente, estas solemnidades,
construyóse un hermoso Circo, muy espacioso, se escogió magní-
ti.co ganado y se contrataron los más diestros Chulos que había
en Nueva España, para que resultaran las Corridas de Toros, como
resultaron, soberbias.
No obstaJite la penuria en que estaba el Ayuntamiento de Va-
lladolid, capital de la Provincia de Michoacán, el desprendimien-
to de los principales sujetos d~ aquella ciudad, así como el celo y
acertadas disposiciones del Intendente Don Juan Antonio de Ria-
lío, contribuyeron para que las fiestas de la Proclamación resulta-
ran espléndidas. Preparáronse los Tablados para los actos de la Jura,
los que lucían bellísimas perspectivas, ideadas y dirigidas por el
Intendente Riaño, hombre de excepcionales dotes artísticas. Pin-
táronse las fachadas de las casas por donde deberla hacerse el Pa-
seo; pintóse igualmente la Catedral, para que las fiestas religiosas
resultaran más lucidas, contratando músicos de poblaciones distin-
220 NICOLAS RANGEL

tas para reforzar el Coro, preparándose cuidadosamente las Corri-


das de Toros, con cuyos productos tenían que ~r,Ogarse los gastos
de estas fiestas. 'E l resultado fué, como era de esperarse, todo un
suceso, para regocijo . de los habitantes de la ciudad y para todas
las personas que de diversos lugares de la Provincia concurrieron
a divertirse.
Las fiestas comenzaron el día 11 de febrer~; el 13 fué la Misa
de Gracia, y el 14 comenzaron las Corridas de Toros, en un famo-
so y elegante Anfiteatro mandado levantar por la Nobilísima Ciu-
dad, prolongándose la fiesta brava hasta el 5 de marzo; alternán-
dose los días que no eran de Toros con Comedias, que duraron has-
ta las Carnestolendas. IJa noche del primer día de Corridas, el Al-
férez Real, Don José Bernardo de Foncerrada ofreció en su casa
un magnífico refresco, al que concurrieron las personas más distin-
guidas de la ciudad, habiendo dispuesto dos salones perfectamente
bien decorados, tirando varias paredes para que resultaran am-
plios y pudieran contener al numeroso y selecto concurso. Después
del refresco siguió un Sarao, que sólo se interrumpió a la hora de
la cena, y duró hasta las 11 de la mañana del siguiente día.
Que las Corridas de T·o ros ocuparon, si no el principal papel en
los regocijos públicos por la Proclamación, al menos uno ' de los
principales, nos lo demuestra el hecho de haber tenido necesidad
de hacer un fuerte desembolso el Real de Minas de Catorce, para
construir un Coso en que se corrieran reses bravas en ocasión de
proclamarse por Rey a Carlos IV. E,l egido el lugar que más conve-
nía para la Plaza de Toros, se emprendió imnediatamente la costo-
sa obra de rebajar el terreno por una parte y terraplenarlo por la
otra; y para ello fué preciso levantar un muro de cincuenta varas
de longitud, cinco de elevación y una y media de ancho, con los
correspondientes estribos de trecho en trecho. Formóse la Plaza
en figura de un polígono octógono, quedando en los cuatro costa-
dos mayores los Tablados y en los intermedios opuestos, cuatro
puertas, sirviendo una de ellas al rroril. Pintóse de azul y blanco, y
en el costado que mira al Sur, se pUSü una perspectiva de diez y
nueve varas de longitud, y trece y media de elevación, adornada
de simbólicas y hermosas figuras.
El 13 de febrero fué la Proclamación, el 14 la Misa, . y concluí-
da ésta, a la cual asistieron todos los eclesiásticos de la población,
se incorporaron con los seculares, pasando a la Casa del Diputado
de la Minería, Don Jorge Parrodi, que fué quien organizó lasfies-
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 221

tas, y donde se sirvió una abundante comida; concluída ésta, todos


los asistentes se dirigieron a la Plaza de Toros para presenciar las
Corridas, que continuaron durante la semana, excepto el viernes.
Para dar principio a las Fiestas Reales organizadas en Chilapa,
la noche del 2 de enero fué el desafío de M'o ros y Cristianos, ves-
tidos gallardamente y con toda propiedaa. El Capitán Don Juan ·
Navarro, que hizo las funciones de Maestre de Campo, y el Subte-
niente Don Manuel Castrejón,. de Gran Turco, ambos pertenecien-
tes a las Milicias de la Costa del Sur, desempeñaron sus cargos bri-
llantemente, d~sfilando en el Paseo. Durante seis dias se hicier on
Torneos de Cañas y Moros y Cristianos, interpolándose con las Co -
rridas de Toros. Estas fiestas tuvieron lugar en una vistosa. Plaza,
dirigida por el encargado Don José de Leyva y otros hacend aflos,
los que igualmente facilitaron los toros que se lidiaron.
A dar mla yor esplendor a estas fiestas vinieron treinta y seis
Danzas de los pueblos de indios de ese Partido, algunas vestida~
con perfecta imitación, como en su gentilidad, y llamando podero-
samente la atención la música que las acompañaba, recordando los
tiempos anteriores a la Conquista. Otra de las diversiones más
gustadas fué la de los Voladores, que hicieron verdaderas mara-
villas de agilidad en dos palos de más de veinte varas de alt o. que
fijaron en medio de la Plaza Principal de aquella Villa.
Sin granJes novedades en d pro grama de las fi estas organiza-
das en Zamora, dieron prjncipio el 15 de enero, comenzando el 17
ocho días de Toros, habiendo cOllstruído un Coso bastante Capaz
y bien adornado.
Con no menor entusiasmo celebróse la exaltación al Trono del
11.ey Don Carlo s IV en San I.Jlú s de la Paz, donde los Paseos milita-
res, Misa de Gracia, Carros alegóricos, Bailes, etc. , se suce di eron
durant~ cinco días, coneluyendo estas fiesta s con cuatro Corridas
de Toros, lidiados por una magnífica Cuadrilla formada con los
más connotados di estros, y sigui éndose a estas Corridas, otras dis-
puestas por los natural es de ese pueblo, que más <lue ninguno, eran
aficionadísimos a torear. Fué costumbre en esa población, como en
algunas otras del país, de que en las mañan as de los día s qu e se
yeriticaban Corrjdas, salieran los principale.s vecinos de ellas a r e-
cibir el ganado a los suburbios, llevando consigo música s c1 e ,'ieu-
to y de cuerda y además, clarines, tambores y timbale s, con 10 que
se aumentaba el rego cijo el el público.
I...Ja Vj lla de San Sebastián ele IJeón, hoy ciudad de I...Jeón el e los
2:¿2 NICOLAS RANGEL

Aldamas, fué tardía en preparar las fiestas de la Jura, a virtud de


que sus Prop~as carecían por completo de fondos, a causa de las
pérdidas continuas de las cosechas y por lo exiguo de la colecta,
tanto en aquella Villa como la de los pueblos de Rincón, Purísima
y San Pedro Piedragorda, pues aunque Pénjamo pertenecía a su
jurisdicción, sus vecinos se negaron a contribuir con cantidad al-
guna.
Solicitado el permiso del Subdelegado de Guanajuato para que
permitiera dos semanas de Corridas de Toros, a fin de completar
con sus productos, los gastos que demandaban las fiestas de la
. Jura, dispuso este mandatario que se sacara testimonio de la con-
sulta, y que con el informe correspondiente, se diera cuenta al Ex-
celentísimo Señor Virrey para que se sirviera aprobar lo que el
Ayuntamiento de León solicitaba.
Pasado en consulta el expediente al Fiscal de lo Civil, opinó es-
t e funcionario, que ya resultaban extemporáneas dichas fiestas, su-
puesto que deberían celebrars'e el 3 de noviembre de 1791; y res-
pecto a las Corridas de Toros, dijo, "que semejantes diversiones
acabarían de arruinar aquella Villa, además de atraer el desarre-
glo, la osiocidad, los hurtos y las distracciones de los trabajos y la-
bores de campo, con otros inconvenientes de consideración. y gra-
v edad " , pero que para mejor proveer, se ordenara al Ayuntamien-
to de León, diera cuenta de lo que habían producido las Corridas
de Toros, en la Jura de Carlos III, y su inversión, acompañando
la cuenta de gastos, diciendo al mismo tiempo, si entonces se hizo
alguno colecta entre los vecinos de la jurisdicción y si en esta
ocasión se había ejecutado lo mismo. También se pidió' informe, de
si había en aquel Ayuntamiento persona que desempeñara el cargo
de Alférez Real y que pudiera hacer, por 's u cuenta, los gastos
inherentes a su cargo en las fiestas proyectadas.
Diligente anduvo el Ayuntamiento leon és en contestar a lo que
se le preguntaba, pero sin dar noticia exacta del producto de las
Corridas de Toros, por no existir en su ar chivo docum,e nto algu-
no que acreditara lo obtenido. Por tal motivo y a fin de contestar
satisfactoriamente esta pregunta, se tomaron informes de los ve-
cinos más ancianos de la Villa y sus contornos; y todos manifes-
taron que, en la organización de las Corrida s efectuadas con mo-
tivo de las Proclamaciones de Fernando VI y Carlos III, el Alcal-
ele Mayor contrató, en lo particular, con un empresario, la Tem-
porada, cobrando de piso un peso' por vara, o sean, cien varas por
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 2~3

cada costado de que se formó el Coso, lo que le producía cuatro-


cientos pesos para su bolsillo. Respecto a las cole:!tas entre los ve-
cinos~ dijo el Ayuntamiento que se habían efectuado, pero que eran
contribuciones voluntarias; y por lo que tocaba al Alférez Real,
sí lo había, pero era muy pobre e incapaz de sufragar cualquier
gasto.
En vista de este informe, el Fiscal de lo Civil opinó que todo
lo hecho por el Ayuntamiento de León era irregular, por haber
nombrado, sin autorización, un comisionado que colectara fondos
en su jurisdicción, estando, como estaban, expresamente prohibi-
das tales colectas; por lo qu e era de parecer que el Aguacil Mayor,
don Manuel tTosé Doblado, que fué el de la comisión, devolviera
doscientos treinta y seis pesos que se tomó para sÍ, y fué el produc-
to líquido de lo recogido en los pueblos del Rincón y Piedragorda:
que de su peculio reintegraran los demás Regidores lo que se hu-
biera gastado ya para dichas fiestas, y era de lo colectado en León,
supuesto que también había sido sin la autorización del Señor Vi-
rrey, destinando todo el dinero ele ambas colectas, a la obra mate-
rial que fuera más necesaria.
En acatamiento a esta disposición, Doblado devolvió los dine-
ros que había tomado, no sin antes protestar; y el Lic. don Cosme
María de Obregón, Regidor comisionado para el arreglo de la Jura,
sacó a remate todo lo ya construído, entre otras cosas: dos retra-
tos de Sus Majestades, que el maestro pintor D on Joaquín Borja
hizo en once pesos seis reales; los marcos, que el maestro tallador
Lobato construyó para dichos retratos, en siete pesos, con obliga-
ción de poner el valor del dorado; doscientos cincuenta y ocho
docenas de candilej,a s de hoja de lata para la iluminación del Ta-
blado, que importaron doscientos un peso; ciento treinta varas de
cotense para hacer los lienzos del Tablado; madera para el mismo ,
amén del carrizo, hilo p ez y demás cosas necesarias para los casti-
llos pirotécnicos, dadas al maestro Cabrera, oficial de cohetero . No
estará por demás saber que al artista pintor Borja se le hablan ade-
lantado treinta pesos, por el trabaj o de ir a saca r los mapas para el
Tablado, Pirámiide y Arco, ~. de la obra material del rrab laclo de la
Jura.
Varias eran las obras públi cas que demandab an urg ent e aten-
ción, pero llinguna tan nece saria como la de conte ner las aveni-
das del río, qu e con sus frecuentes cr eciclas inundaba la V illa. Con
mu cha justicia escribía el Aynntami ento a R eyillag·igeclo: "Con
224 NICOLAS RANGEL

madurez aeordó este Ayuntamiento) y se inclinó anteponiendo el


reparo del río a cualesquiera' otra necesidad de este público, por
haberse experimentado con las lluvias pasadas, los estragos ejecu-
tados en muchos 'pobres que quedaron arruinados, caídas sus ca-
sas, y fueron tales las crecientes, que llegó una de ellas hasta cer-
ca de esta Plaza, pues sólo le faltó una cuadra para estar en ella,
dejando hoyadas muchas calles, e imposibilitados muchísimos po-
bres, que no han tenido con qué reparar sus fincas."
En vista de este informe, dispuso el Virrey Revillagigedo que
se procediera al reconocimiento y avaluó de la obra del río, reco-
mendando al Subdelegado de IJeón, nombrara persona idonea pa-
ra ' tal asunto. ]'ué ésta el perito don Manuel Aguilar; habiendo
hecho la regulación del costo de la obra, los albañiles Ignacio Cis-
neros y José Joaquín Mares. Dispuso Hevillagigedo, igualmente,
que los vecinos de las calles que resultaban beneficiados con la obra
de defensa, se prorratearan para esta mejora; y damos a J~onti­
nuación los nombres de dichas calles, hoy completamente olvida-
das, como son: del Buen Viaje, de la Sortija, de San Bernardo, del
Perdido, del Calicanto, del Carrizal, del Paseo, de Canta-Ranas,
del Nuevo Viento, del Sol Divino, de la Lancha, de la Sierpe, del
Espino, de la Banda, de la Danza, del Maromero, del Miras,ol, del
Tope, del Cohetero, de la Tumbaga, de la Antorcha, de la Escon-
dida, de la Fuerza, del Matiz, de la Encina, de ]a Lanza, del Nar-
ciso, de la Pila Nueva, del Lirio, del Escalón, del Duende, de la He-
tana, del Corniflor y otros.
El presupuesto 'hecho por Aguilar era de seis mil cuatrocientos
pesos, si la obra se hacía de calicanto} o mil doscientos pesos, si
solam,ente se hacía una estacada o bordo de tierra, sujeto, como
e~ de suponerse, a continuos reparos. Optóse por lo último; se des-
cuidó de hacer las reparaciones necesarias; se asolvó con el trans-
curso de los años el lecho del río, y dió por resultado la terrible
inundación de 4 de junio de 1888, en la que tantas vidas y tantos
intereses materiales se ' perdieron. Habían pasado noventa y siete
años desde que se construyó ]a primera defensa del Río de Señora.
Nada es nuevo bajo el sol, dijo el sapientísimo Salomón, y es
verdad, ¿Quién había de imaginarse, que ciento treinta años an-
tes de que Charlot, Llapicera y su Botones, pisaran la arena de
Ja Plaza ,; El Toreo ", una Cuadrilla de Maromeros y Arlequines
diestrísimos, ejecutaría las faenas taurómacas en el Coliseo del en-
tonces opulento Mineral de Santa .F e de Guanajuato?
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 225

y así fué en efecto, pues con l,ll.otivo del cumpleaños del Sere-
nÍ'simo Príncipe de Asturias, la lealtad de los guanajuatenses or-
ganizó una Corrida de Toros que fueron lidiados y matados por la
CuadriHa mencionada, ejecutando después admirables eVQluciOl~es
y suertes de maroma, con gran contentamiento de numerosos asis-
tentes de la población y de fuera de ella. Convirtióse en esta oca-
sión el Teatro en Coso taurino, adornados e iluminados los Palcos
que hacían las veces de Cuartones, ·y el todo con hermosísima pers-
pectiva. Tal Corrida de Toros tuvo lugar la noche del 6 de octubre
de 1790.
XXXVI.

Temporada de Toros en Cela.ya, en diciembre de 1791.-Ganaderia de la


Hacienda de "El Salitre".-Una Torera y los meJores Toreros de Nueva
España en esta Temporada.-Cómo se armaban los Cosos en Provincias.-
Qué música amenizaba las Corrida.s. Violines, Vio10ncello, Contrabajo, Clarión,
Trompas y Tamborino.-Chirimiteros, Clarineros y Timbaleros.--.BUEYE'S DE
BEGOÑA; Cinco paradas de Caballitos; Maroma Italiana; Comedias y DON'
PEDRO DE PALO en potro bruto.-Fracaso del Asentista de esta Tempora-
da.--;Arco triunfal y Pirámide hechos por Tres-Guerras.

111]1 E importancia capital para la Historia del T.ore.o en

I México, hemos juzgado la Temporada de Celaya, por


lo que le dedicamos capítulo especial; y ya verá el
amable lector que nos asiste la razón para ello.
Dos fueron los postores a la Plaza de Toros para
las fiestas de la Proclamación de Carlos IV: don Félix Fernández
y don Manuel de Soria; habiendo obtenido el último el remate, en
la cantidad de cuatro mil quiniento's veinticinco pesos a que se ele-
varon las pujas. Comprometióse Soria a construir el Circo, mejor
y más lucido que el levantado recientemente en San Miguel el
Grande,adornándolo con valla, contravalla, gradas y palcos con
columnas y barandillas, d e pintura uniforme, obligándose a ceder
al .l... yuntamiento tres Cuartones de seis varas cada uno, para que
en él se pusiera el 'rabIado Real para la Proclamación, dando , ade-
más, a cada Regidor, una Lumbrera.
La segunda oferta de Soria fué: que los toros que se correrían
en la Temporada, no menos de nueve diarios, serían seleccionados,
d e los mejores de las dehesas de la Hacienda de "El Salitre ", fin-
ca ubicada en la Sierra de Pinos, Intendencia de Zacatecas; que con-
trataría cuatro Toreros d e a pie y dos de a caballo, de los más
di estros de entollces, vistiéndolos por su cuenta, habi endo contra-
228 NICOLAS RANGEL

tadO' a O'trO's más, cO'mO' en su lugar se verá. Ofreció, también, cO'n-


tratar un nO'vedO'sO' tren, cO'n 100s m.ozos correspondientes, para sa-
car de la arena los toros sacrificados en la misma.
La tercera: comprometióse a dar, durante la TempO'rada, varias
diversiones, para regocijo del público, siendo cada tarde diferen-
tes las invenciones.
Cuarta: que en las tres noches de iluminación de la Plaza de
rroros, pondría cuatrocientos faroles con velas de sebo; y quinta
y última: que en los días vacos de las dos semanas en que se sus-
pendieran las Corridas, se obligaba a presentar al Público, unas
Maromas, que ejecutarían diestrísimos acróbatas italianos, ~uy
singulares en su arte; con más, seis funcion~s de Com;edias, repre-
sentadas por una Compañía de excelentes cómicO's, contratada en
esta Capital, siendo las Comedias por la noche y la Maroma por
la tarde.
Fué de tal manera excesivo lO' que ofreció ,soria y tan difícil de
cumplir, que, poco tiempo después, solicitó del Virrey, interponien-
do por padrino al Señor Sacramentado y por madrina a Nuestra
Señora de Guadalupe y por la vida 'del Católico MO'narca, la del
Virrey y su familia, mandara suspender las Corridas de Toros de
Celaya, pues su ruina y la de su abonador eran seguras. Pasado
este ocurso al Ayuntamiento de Celaya, los comisionados para el
arreglo de las Fiestas de la Jura, don Tomás Fernández Cabadas
y don Manuel Fernández Solano, se dirigierO'n al Abonador, Juan
Gregorio Bosq, del comercio de Querétaro, preguntándole si cum-
pliría con las calidades y condiciones del remate y con independen-
cia de Soria, quien cO'ntestó que sostenía su palabra y abono dados,
Ji que pararía la Plaza de Toros, nO' obstante cualesquiera instan "
,.. ia que el citado Soria hubiera promovido ante la Superioridad del
Exmo. Sr. Virrey; a menos que éste declarara la nulidad del re-
mate, haciéndolo por la responsabilidad que le alcanzaba comO'
abonador. De cómO' dió cima a su compromisO', se leerá en seguida.
Para satisfacer a cO'nciencia a la afieión exigente y conO'cedora
de la región del Bajío, cO'mpró Bosq al hacendado dO'n José Gon-
zález Rojo, cien cO'rpulentos toros de su magnífica ganadería de
"El Salitre " , de tanta fama entO'nces, al preciO' corriente de diez
pesO's cada toro de lidia, lo que indi ca su excelente calidad. Para
cO'nducir estos bravísimos toros, vinierO'n baqueros de la menciona-
da Hacienda, a los que se les pagaron setenta pesos y galas. De
estos toros fuerO'n muertos en la arena, noventa y seis, en las ocho
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 229

Corridas de esta Temporada, y por los di estros que en seguida se


enumeran.
Primeros espadas: María García, Andrés y El Zamorano, ajus-
tados a cincuenta pesos cada uno por toda la Temporada, como
rroreros de a pie: Felipe El Mexicano, torero de a caballo y Nico-
lás Casas, 'forero picador de a ~aballo, cincuenta pesos a cada uno:
El Jerezano, espada sobresaliente, cuarenta pesos: Juan Montesi-
nos y José María, su hermano, Toreros de a pie, treinta y un pesos
a cada uno: El Tarimbeño, Torero de a pie, veinte pesos, por haber
t oreado solamente en las últimas Corridas: dos Locos, el Mexicano
y otro sujeto, cuatro pesos cada uno; con obligación, el primero, de
saetear a los toros. Como se ve por el elenco de esta Cuadrilla de
Toreros, fueron los d e esta Temporada los más diestros que había
entonces en la Nueva España, extrañando únicamente al Gachupín
Toreador, a Reyna y a Cayetano, que de tanta fama gozaban en
aquella época.
Para, los vestidos de los Toreros, tanto de a pie como de a ca-
ballo, hubo de comprar el Asentista, género de seda de colores,
chalona, manta, hormillas, listones y ojeneras ; y además, -s ombre-
ros blancos, medias de algodón y zapatillas, todo lo que le costó,
con la hechura de los trajes, la sum;a de ciento treinta y cinco p e-
sos, y cinco pesos por dos pares de Mangas para vestidos de los
Locos.
Las Banderillas empleadas en esta Temporada, costaron veinti-
dós pesos; además, el Asentista dió a los Toreros, papel de colores,
pita y cera de Campeche, por valor de ocho pesos, ignorando qué
uso le darían los diestros.
Ahora, véase cuánto costaba armar una Plaza de Toros en Pro-
vincia, tomando como tipo la levantada en Celaya.-De vigas mes-
tizas, blancas de Guayamé, tablones, tabloncillos y tablas, tres mil
cuatrocientos diez pesos; más veinte pesos pagados al Padre Lóp e z ~
por alquiler de ciento cincuenta vigas Colegialas.-Clavos de ba-
rrote y medio barrote, castellanos, treinta y tres p esos.-Sueldo d e
carpinteros, doscientos veinticuatro pesos.-Pintores y colores, do s-
cientos cincuenta y seis pesos.-Reatas gordas y la zos, sesent a y
siete pesos.-Arpillera, doscientos veintidós p esos.-Raya de p eo-
nes, trescientos sesenta y seis pesos.-Total, cuatro mil novecientos
ocho pesos, sin contar los gastos imprevistos.
j Qué lejos estaban nuestros antepasados de complementar la
diversión del t.oreo, con las enardecedoras not as de nu est ras músi-
230 NICOLAS RANGEL

cas de viento! i Cuánto hubieran gozado los taurófilos de antaño,


si las emocionantes notas de los Pasodobles "Machaquito ", "Mon-
tes" y "Cielo andaluz", que tan gustadas son en nuestros días,
hubieran despertado el entusiasmo que ahora! Por desgracia para
ellos, una tristísima y lánguida música am·enizaba las Corridas, to-
cando, indudablemente, trozos selectos de música semireligiosa ' y
uno que otro Minuet en boga. La que tocó en estas fiestas, en la
m¡añana para ir a recibir los toros que se lidiaban a las once, y en
la tarde para la Corrida, estaba compuesta de los siguientes ins-
trumentos; siendo muy verosímil que, mutatis mutandis, debe de
haber sido igualo semejante la empleada en esta Capital y en las
Provincias.
Clariones: Nicolás Bautista y Ambrosio Ríos, a razón de doce
reales diarios a cada uno.
Violines Primeros: el Maestro Luis Ortega y Vicente Ortiz, a
diez reales diarios cada uno.
Violoncello: ~Tuan Pedro, a diez reales diarios.
rrrompas: I¡orenzo Ortega y Francisco Romero, a diez reales
diarios.
Contrabajo: Francisco Villalpando, diez reales diarios.
Tamborino: Mathías, un peso diario.
Amén de estos poco sonoros instrumentos, un cuerpo de cuatro
chirimiteros, cuatro tamborileros y cuatro timbaleros, poblaban de
armonía los aires de la animada Plaza de Toros!
El clarión, en desuso desde la mitad del siglo XIX, era una es-
pecie de clarinete alto, en fa, teniendo cuatro semitonos de más
en el grave que los clarinetes. El tamborino, era un tambor de ci-
lindro alargado, pero de diámetro estrecho.
En una de las Haciendas inmediatas a Ce1aya, fueron contrata-
dos los Bueyes de Begoña. Eran estos unos bueyes sanchos, muy
mansos y amaestrados para que sirvieran a los picadores para eje-
cutar en ellos sus suertes. J'untaban su encornadura y frente con
la frente y encornadura del toro de lidia, mientras el piquero se-
paraba con la garrocha al segundo. La suerte no carecía de riesgo,
pues muchas veces sufrieron serios percances los picadores. A los
aficionados taurómacos de antaño, gustábales extraordinariamente
tal acto; por lo que, en la mayor parte de las Provincias y aun en
esta Capital, los Asentistas proporcionaban esa diversión. No me-
nos gustada era la suerte de picar en pacientes burros; costumbre
que llegó hasta nuest!os días, en las regocijadas pal1tomi~as de los
HISTORIA DEL TOREO EN MEXI,CO 231

Hombres Gordos: sujetos con amplísimos trajes de manta, rellenos


de salvado.
Recorría, por esa época, las principales ciudades del Reino, un
circo equino, en el que figuraban cinco paradas de caballitos ena-
nos, hoy llamados poney, los que hacían las delicias de los sencillos
espect adores de nu estro país. Todos los públicos que precenciado
habían ]0 perfectamente amaestrados de estos caballitos y las im-
pecables evoluciones de los mismos, se entusiasmaban siem¡pre que
pasaban la arena del Circo ; por lo qu e, el Asentista Bosq, contrató
con el dueño y adiestrador, don Luis Jaimes, las cinco paradas,
compuesta ca da una de seis caballitos, los que, enjaezados con ri-
cas gualdrapas y airones de multi col ores plumas, eran conducidos
por palafreneros fantásticamente ataviados para arastrar los toros
muertos en la arena. Fué esta una de las diversiones que más gus-
taron a la concurrencia de estas Corridas, y en verdad que el es-
p ectáculo debió de ser muy atractivo.
Otra Compañía de Circo, no menos famosa y gustada que la
equina, visitaba la región del Bajío. Estaba dirigida esta Compa-
ñía Valenciana por el afamado cirquel'o Vicente Sánchez, y en ella
figuraban buen número de volatineros italianos, que hacían prodi-
gios en la cuerda floja y tirante, ejecutando saltos nuevos y nunca
vistos, como rezaban los programas, con el del trampolín; figuran-
do, también, en el elenco , un artista ecuestre que trabajaba con
cinco caballos, de una manera portentosa.
Como se recordará, en las Corridas de los años de 1769 y 1791,
figuraron, entre las diversas invenciones con que se deleitaba el
público taurófilo, la de los Dominguejos, unas veces fabricados por
coheteros, con armazón de carrizo y forado s de p apel, como ac-
t ualmente fabri can los Judas del Sábado de Gloria ; otras, he chos
por carpintero s, de madera toscamente labrada; y otras, en fin,
fabricado s por escultores indígenas, con madera de colorín. Cuan-
do eran empleados estos Dominguejos, para representar lo que al
natural desemp eñara el Don Tancredo d e nuestros días, entonces
se le ponía plomo en la base, para que al ser cOI'nado y derribado
por la fi era, volyier a, automáti camente, a ponerse de pie. Tres de
estas fi guras se emplearon en la rremporada que se describe : · dos,
con figur as de hombre y muj er, pintados de negro, y otro, con tra-
je grotezco, per o articulado con manta, a fin de ponerlo · caballero
en un p otro bruto y que al fin de la diversión desaparecie:va en mil
pedazos. Tal fu é el qu e se usó en la primera Corrida , porque en las
232 NICOLAS RANGEL

restantes montaron en el potro unús peleles rellenos de salvado,


que hicieron reír de buen grado a los espectadores.
El éxito de esta Temporada, por lo que respecta al buen gana-
do, destreza de los Toreros y diversiones intermedias, nada dejó
que desear ; fué tan buena o mejor que muchas de las que tuvieron
lugar en esta Capital: pero, no así por lo concerniente al éxito
pecuniario, que fué pésimo. El asentista perdió fuerte suma, en
primer lugar~ debido a un incidente imprevisto, cual fué el que los
espectadores se retrajeron de asistir a los Toros, porque después
de armada la Plaza sólidamente, con motivo de hacer penetrar un
Carro alegórico de , ~ atorce varas de alto dispuesto por los Gremios,
abrieron los Comisionados del Ayuntamiento dos ochavos de la
Plaza. volviendo a mal arreglarla para las Corridas.
En la lidia del Toro de Once, efectuada el día 13 de. diciembre,
hubo bastante concurrencia; más la hubo en la tarde de ese día; y
a consecuencia de la aglom;eración se resintió e inclinó el Coso por
el lugar en que se abrieron los ochavos, causando entre los asis-
tent('s tal pavor, que más de la mjtad de ellos lo abandonaron, abste-
niéndose . de concurrir en lo sucesivo. Nada valió para devolver la
calma y la seguridad a los taurófilos que habían concurrido a Ce-
laya desde lejanas ciudades, ávidos de presenciar su favorita di·
versión .; no fué suficiente que el Empresario hubiera rem,e diado
108 desperfectos causados por la imprudencia de los Comisionados;
este incidente, unido a la pertinaz lluvia ·que por esos días se des-
cargó sobre la Ciudad, acabó de aguar las fiestas de la Proclama-
ción y por ende las de Toros. Como un supremo recurso y en vista
de lo flojo de las entradas, el Em'presario ordenó a los encargados
de cobrar las localidades del Coso, que bajaran los precios hasta
el mínimum, es decir, dos reales en las Gradas y primeras Lumbre-
ras de Sombra, en asientos delanteros, y a un real en los posterio-
res; , mas viendo que ni aun así aumentaban las entradas, dió orden
el Empresario para que se cobrara hasta un real en los primeros
y en el lado de Sol hasta dos por medio y aun a tlaco, precios que
jamás se habían visto ni en los pueblos más infelices.
El Ayuntamiento, como contara con la fuerte cantidad del re-
mate dé la Plaza de' Toros, la cantidad aprobada por el V,irrey pa-
ra lbs g:astos de la Jui'a y los productos extraordinarios por licen-
cias de juegos no prohibidos por la ley y el pequeño com~rcio de
esa;" temporada, pudo muy bien, como :se dice vulgarmente, echar
la. ,~a;~üt por la ventana. En efecto ; deseoso el cuerpo edilicio de que
HISTORIA DEL TOREO EN MEXIeo
233
Jas fiestas de la Proclamación se singularizaran por lo fastuosas,
comisionó al célebre artista mexicano, don Francisco Eduardo
Tres-Guerras para la construcción del Tablado R eal, Arco Triun-
fal y Pirámide. Somera relación haremos de estas tres obras del
famoso arquitecto, hijo de la Ciudad de Celaya.
El Arco Triunfal, de elegantes proporciones, denunciaba, inme-
diatam;ente, la mano maestra y el acabado buen gusto de Tres-
Guerras. Dies retratos de reyes antiguos, pintados al oleo y de ta-
maño natural, con marcos dorados, adornaron este famoso ar co.
Para el Tablado Real, levantado en la Plaza de Toros, se trajeron
de San Miguel el Grande riquísimas colgaduras de damasco , y de
México, diez y siete piezas de Papel pintado, que por el precio de
él, sesenta pesos, puede coleg'irse que sería excelente. Dos r etratos
de los Soberanos reinantes, de más de medio cuerpo y de tamaño
natural, en marcos dorados con oro fino y con copete, obra acaba-
da del pincel del arquitecto celayense, fueron colocados bajo regio
docel en el centro elel Tablado, con guardia de alabarderos, perma-
nente.
Pero, donde el ingenio de Tres-Guerras sobresalió, fué en la
Pirámide. En la construcción de ésta, trabajaron escultores, talla-
dores,canteros, herreros, albañiles y peones, todos bajo la inteli-
gente dirección del insigne arquitecto. Solam'e nte un bloque de
cantera que sirvió para labrar la estatua y el pedestal, importó no-
venta y tres pesos; por lo qu e puede deducirse lo acabado de este
monumento. El Colo~o o Estatua llamó Tres-Guerras a la figura del
Rey, que era mayor que de tamaño natural. Constaba esta Pirámi-
de de pedestal, sotabanco, peana, columna y estatua. En los recua-
dros del pedestal se tallaron unos óvalos y en estos unas alegorías:
en el sotabanco había tallado un laurel: en el capitel de la colum-
na, primorosamente tallado un festón, y en la peana de la estatua
se grabaron unas inscripciones alusivas. Se ignora el nombre de
los talladores; el de los canteros~ José María de San Juan de la
Vega, Amador, uno que se apareció, llamado Desiderio y Señor F e-
lipe, el Mexicano.
Quedó tan satisfecho el Ayuntamiento de las disposiciones y di-
rección de Tres-Guerras, que hubo de asignarle la cantidad de qui-
nientos pesos como gratificación, "para satisfacerle su trabajo en
las nobles y excelentes Pinturas con que adornó dichos Tablados y
Arco, y por el que tuvo en la dir ección del Pirámide: su famosa Es-
234 NICOLAS RANGEL

tatua y demás que relaciona su cuenta, con la individualidad que


es de ver en ella ", decían los Comisionados edilicios.
Por los retratos de los Reyes, cargó en cuenta Tres-Guerras,
cuarenta y cuatro pesos: por los de los Reyes antiguos, con marcos
gateados, ciento sesenta pesos y los quinientos de gratificación" se
me asignaron por el todo del trabajo que impe~dí en Pinturas, tra-
zos, mapas y la general incumbencia de las tres Maniobras."
Espléndido estuvo tam:bién el Ayuntamiento para el gasto de
los Fuegos Artificiales que se quemaron en esta vez. Doscientos
nueve pesos importaron los de la primera noche, y otro tanto los
de las noches de iluminación. &M'e permitirá el lector que, por cu-
riosa, inserte la descripción de las piezas de que se com¡pusieron
los Castillo's y Hela aquí, tomada del recibo del maestro cohetero,
Juan Vicente Bocanegra:
"Memoria y Razón -de los Fuegos para la Ciudad de la Limpia
Concepción de Nuestra Señora la Virgen María. Para la Jura, la
primera noche, y es como sigue. A saber.
"Primeramente. Un Castillo de cinco Cuerpos, con su Pil;:¡. aba-
jo, con cuatro Ruedas de secreto. Cuatro piezas de artillería. Tiem-
pos. Cuatro Angeles que bajen a quemar su Diablo abajo, uno por
uno. Cuatro 'l'iempos de artillería, un tiempo de Granadas que vol-
teen una por una, .Y al último que vuelvan a voltear todas juntas,
y se abran todas a un mismo tiempo. Un Tiempo de Tarabillas, su
Remate de una Rosa de Castilla, la cual se abrirá y se aparecerá
adentro lo que se quisiere.
"Primer árbol de una esquina, con cuatro Garras, con su Co-
rona correspondiente, con su Baza abajo, con cuatro Ruedas de
Secreto, con sus cuatro Bolas y sus cuatro Piezas de artillería, dos
tiempos de artillería, dos tiempos de artillería por las eses, su
tiempo de Aguas, otro tiempo de Escupidores.
"Segundo Arbol. Una Pila de tres Taza'S, con doce tiempos de
Cohetes Voladores y sus Aguas, su Baza abajo. Cuatro Ruedas de
secreto. Media docena ele Truenos a cada desfogue. Su remate co-
rrespondiente.
"Tercer Arbol. Con sus cuatro Garras, su Baza abajo, sus cua-
tro Ruedas de secreto. Cuatro piezas de Artillería, dos tiempos de
artillería, un tiempo de 'rarabilla, uno de Ruedas de Cordel: su re-
mate de Molinetes.
"Cuarto Arbol. Con cuatro Garras diferentes. su Baza abajo.
Cuatro Ruedas de secreto al fin de cada Rueda, sp. Cajón de Cohe-
mSTORIA DEL TOREO EN MEXICO 235

tes, la Rueda Partida. Cuatro docenas de Cohetes grandes, una do-


cena de Rasgo. Tres docenas de mezcla oscura, una docena de True-
nos de Luz, una de Busca pies, una de Gusanillo.

En Pirame a parte.

"Con su artillería que no dejará de hacer sus dos Tiempos, con


sus Letras azufradas, de las que ustedes quisieren, que esto queda
indiferente y si se hace se pagará por separado y queda ajustada
la obra en 209 pesos."
XXXVII.

Corridas en la Plazuela de San Lucas.---.TQros de las Haciendas de LA


GOLETA, SAN NICOLAS y SAN P ABLO.-Divisas, encarnada, blanca y
anlarilla.-EL GACHUPIN TOREADOR, EL TARIMBEÑO, CAYETANO, EL
ZAMORANO, EL GITANO, GREGORIO, EL JEREZANO, BRITO, EL CHI-
NO COSCU, JOAQUIN EL POBLANO, JOSE FIGUEROA, EL LOCO Y otros.
-<Toros a mañana y tarde.--jTres años sin Corridas.-Anteproyectos de· Oosos
del arquitecto Mazo y del célebre Tolsá.

1111 L día 20 de agosto d e 1790, el Conde de Revillagi!l"do,


el segundo, expedía un Decreto del tenor siguiente :
"POI' cuanto he resuelto que en el presente año y
en los sucesivos, se celebren ocho Corridas de Toros,
repartidas en dos semanas,cuyos productos sirvan a
obras Reales: Los Ministros de Ejército y Real Hacienda de estas
Cajas, dispondrán la fijación de Rotulones en los parajes acostum~
brados, con prevención (para inteligencia de los Postores que se
presenten) de que el paraje que destino a tales fiestas y donde de-
be formarse la Plaza, es al Poniente de las Casas de Hospicio y
Acordada, entre ellas y el Paseo Nuevo, al fin de la calle de Victo-
ria: que ha ele ser de su cuenta el allanamiento del sit io, a cuyo
fin les ayudará el Gobierno con sus providencias, en caso de se r
necesarias; que de la m'i sma ha de ser el armamento de dicha Pla-
za, ~ satisfacción del Intendente Corregidor de esta Nobilísima
Ciudad, como también los gastos ele Toros, Toreros, Caballos y d e-
más r elativos, en que se comprenden los Refrescos acostumbrados,
importe de palas, et c.; que se han de franquear cinco Tendidos p a-
ra el Gobierno Superior, otros cinco para la Nobilísima Ciuc1 ad, y
las Gradas precisas para la Tropa que vaya de Guardia.
"Y por último, que habiéndose de celebrar las Corridas en dos
semana s (como queda dicho), deben elejirse las que más acom oden,
238 NICOLAS RANGEL

desde el día 11 de octubre próximo, a mediado's de noviembre su-


cesivo, que es el tiempo que he prefijado para ellas, sin variación
alguna. Bien entendido que los remates han de hacerse en Junta
de Almoneda, citando a los respectivos Ministros para el día que
hayan de celebrarse, previo el recibo de posturas y abonos, con
que ha de darse cuenta en ·e llos.-Rúbrica del Virrey."
En acatamiento a este Decreto, el mismo día quedaron fijados
los Rotulones en solicitud de postores para las ocho Corridas de
'foros, 's in que durante catorce días se presentara alguno; por lo

Haci'e nda de San Nicolás Peralta .

que pidieron los Ministros encarg'ados de dichas Corridas, que fue-


ra am¡pliado el plazo, a fin de ver si había persona interesada en
tomar la Temporada. En septieIIljbr·e 7 volvieron a fijarse nuevos
Rotulones, y hasta el 22 se presentó el Procurador Mariano Pérez
I de Tagle, apoderado del Maestro Don Francisco Guerrero y To-
rres, ofreciendo por la Temporada de las ocho Corridas, diez y sie-
te mil quinientos pesos, con la condición expresa de que la Tempo-
rada había de comenzar el 6 de diciembre para cuatro Corridas,
y las otras cuatro en enero,eligiendo, a'sÍ mismo, ' el lugar que más
conviniera a sus intereses. Hecho el remate en la Real Almoneda,
el empresario arregló el sitio para el Coso en la Plazuela de San
Lucas, empleando la perspectiva que sirvió para las últimas Fies-
tas Reales. Compró ganado de primera calidad y contrató los me-
jores diestros que había en Nueva España.
HISTORIA DEL TOREO .EN MEXICO 239

Pero, por más empeño que puso el empresario para que el pú-
blico quedara satisfecho, no lo logró del todo; y en vista de las
pérdidas que comenzó a tener, el Virrey le concedió dos Corridas
más, gracio:samente, después de las cuatro ya pagadas. Como las
anteriores, éstas se verificaron en el Coso de San Lucas, en los días
siguientes:
Domingo 30 de enero, por la tardA.
Lunes 31, todo el día.
Miércoles 2 de febrero , por la tard e.
Sábado 5, por la tarde.
Domingo 6, por la tarde.
Lunes 7, todo el día.
Domingo 13, por la tarde .
Lunes 14, todo el día.
Martes 15, todo el día.
J'ueves 17, todo el día.
Ciento veinte toros de las magníficas ganaderías de La Goleta,
San Nicolás y San Pablo, fueron encerrados en los corrales cerca-
nos al Rastro, para ser lidiados en las di ez Corridas mencionadas ~
distinguiéndose las distintas procedencias por las divisas, que fue-

Ganadería de San Nirolú s P eralta.

ron encarnadas para la primera, blanca's para la segunda y ama-


rillas para la última.
A propósito de la Ganadería de San Nicolás, publicamos los si-
guientes datos que debemos a la gentileza de la honorable darn;a
mexicana, Doña Amada Díaz de De la Torre, para que se vea el
rancio abolengo de esos famosos toros d e lidia.
" Esta ganadería es, sin disputa nn a de las mejores de este te-
240 NICOLAS RANGEL

rritol'io, y su fundación data de largo tiempo, pues allá por los


años 1794 fué cuando D. Raimundo Quintanar ligó algunas vacas
bravas que poseía, con dos toros de procedencia andaluza, y reu-
niendo el resultado de estos cruzamientos en su Hacienda El Oon-
tadero, echó las ba'ses de la actual ganadería de San Nicolás Pe-
ralta, boy propiedad de los herederos del Sr. D. Ignacio de la To-
rre y Mier.
"Pero antes de estar al frente ele la ganadería su extinto pro-
pietario, la vacada tuvo otros dueilos que la cuidaron y mejoraron
notablemente, y fué uno de ellos D. Manuel de la Peña, excelente
aficionado y hombre entusiasta por la cría de reses bravas.
"Aparte de los trabajos de selección y tienta y elel desvelo que
demostró siempre por el fomento de la casta brava de su propie-
dad, creyó muy conveniente efectuar cruces diversos que mejora-
ran la sangre de los toroR, a cuyo efecto compró cinco toros espa-
fíoles, de inmejorable procedencia, destinando uno de Miura para
cuarenta vacas en el potrero de La Luz; otro de Concha y Sierra
al del Consuelo, con análogo número de vacas, dos de Anastacio
Martín, para padrear numerosas hembras en el cerrado de Potrero
Nuevo, y, por último, uno de Arriba~ Hermanos, con otra piara de
vacas en el lugar llamado Camaluche.
"Los resultados de estos cruces superaron a todas las esperan-
7.as, y ya quedó consolidada como de primer orden la ganadería
en cuestión, denomjnada entonces Cazadero y que obtuvo grandes
éxitos en todas las plazas y debiéndose recordar que tras ruda com-
petencia en el año de 1854, venció a la vacada de Atenco, decidién-
!lose a favor del Cazadero los fallo's del Jurado.
"En la temporada de 1897-1898. salió premiada esta ganade-
ría compitiendo con las de Santín, Atenco y Tepeyahualco, en la
plaza de toros de Bucareli.
"Sustituyó al Sr. de la Peña en la propiedad de la ganadería,
el Sr. Dr. D. Miguel Peón, y tras éste siguió D. Ignacio de la To-
rre y Mier, persona distinguidisima en México, por sus brillantes
dotes.
"Desde que las reses pasaron a ser de su propiedad y las insta-
ló en su magnífica Hacienda de Ran Nicolás Peralta, la casta ha
mejorado muchísimo, gracias el los exquisitos cuidados de que la
hizo objeto y el acierto que dr1110s1,ró en todas las operaciones que .
se realizan para afirmar el crédito de una ganadería.
'1 Si los anteriores propietarios adquirieron toros españoles pa-
HISTORIA DEL 'rOREO EN MEXICO 2.41

ra refinar la casta, él no dejó de hacer lo propio, pero en mayor


número y calidad, pues entre los sementales que adquirió a precios
altísim:os se encuentran de Anastacio Martín y del Duque de Ve-
ragua, una de las castas de más abolengo y quizá la de más pureza
de sangre que hay en España.
Los toros de San Nicolás Peralta son finos, de buen trapío,
bravos y nobles y no desmerecen un ápice de las mejores castas,
"Los pelos más comunes son El J'abonero, El Berrendo, El Cár-
deno, El Negro y el Castaño.
"Actualm'ente usan divisa azul y caña."
La víspera ele cada función se anunciaron las eliyersiones el1-
tremedias, como Peleas de Gallos, Carrera de Iúebres, Maroma,
Pantomima, etcétera'.
El cartel en que se anunció la cuadrilla de los toreros, desper-
tó gran entusiasmo entre la gente aficionada a la fiesta de la des-
treza y de la luz, pues bien conocidas eran la habiJidad y arrojo
de los que figuraban en ella, destacándose Tomás Vie negas, que ha-
cía más de un cuarto de siglo que pisaba la arena de los Cosos me-
xicanos, asombrando y entusiasmando al público con su temerario
valor. Damos al lector la lista de estos Toreros, en la misma forma
en que aparecieron en los Cartelones fijados en las esquinas ele
las calles de la Capital.
Tomás Venegas, Capitán. El Zamorano. El Jerezano.
El Tarimbeño. El Gitano. Brito.
Cayetano. Gregorio. El Chico Coscu.
Juan Montesinos. Narciso Márquez. .Ioaquín el Poblano.
José Figueroa, el Loco.
El Güero, José Felipe. J osé Antonio Ramírez, el Ahijado.
El Peñolero. José Silva. Bartolo ~t[onroy,
. Inútil parece decir que quien obtuvo las más ardientes palmas
del triunfo, fué Venegas, conocido con el alias de El Gachupín to-
reador, y que como antes, su salario por Corrida fué de treinta ' pe-
sos contantes y sonantes y el respectivo toro, que equivalfa enton-
ces a cuatro pesos plata.
Idénticos al Decreto de 1790, fueron los publicados en los dos
siguientes años, 's in que se presentara postor, a virtud de las pér-
didas experimentadas por el contratista Guerrero y 'rorres. ~layo­
res franquicias se daban al que rematara las dos Temporadas, sin
17
242 NICOLAS RANGEL

que por esto se presentara per:sona alguna. En tal virtud, se pensó


por el Gobierno, poner en administración el arbitrio de las Corri-
das de Toros, no obstante tener de experiencia que los Gobiernos
son malos administradores; pero, como las instancias de 'Su Majes-
tad para que se reintegrara lo más pronto posible en las Cajas Rea-
les, lo que se tomó para la construcción del Castillo de Chapulte-
pec, eran reiteradas, procedieron los Ministros de estas Oajas Ge-
nerales, de orden del Virrey, a rendir un informe de 10 que se de-
bía a las Cajas del Rey, y lo que ellos estimaban más conveniente
para el mejor éxito de las Corridas. Y procedieron incontinente a
ello.
Cümislonados los arquitectos don José del Mazo y don Manuel
Tolsá para formar los planos para una Plaza de Toros, presenta-
ron bien pronto los anteproyectos, mereciendo la preferencia el
de Tolsá, por su vistosa figura, capacidad y fortaleza, y cuyo mo-
delo podrá admirar el curioso lector en la ilustración respectiva.
Al viejo torero Tomás Venegas, perito práctico en la materia, se
le encomendó hiciera un preis upuesto de lo que costarían las Tem-
poradas ap.uales, rindiendo éste su interesante informe que tam-
bién ilustra estas páginas.
Importantísimo en sumo grado es el dato de lo que se cobraba
. de entradas a las diversas localidades; y no puede uno menos de
asombrarse al comparar los precios de antaño con los que se co-
bran ahora.
Opinaron los Señores Ministros de las Cajas Reales, que cons-
truído que fuera ei Coso, por cuenta de Real Hacienda, ya de ma-
dera o bien de mam'posterÍa,como estaban hechos los de Esp·a ña y
aun el de Lima, se sacara a remate: f~cilitando de esta manera a
los postores, que no tropezaran con este inconveniente: el de cons-
truir la Plaza para las Corridas anuales. Pareció bien al Virrey
este arbitrio; pero, resultó que no había fondos para tal construé-
ción, y la rosa quedó en tal estado.
Basta la lectura de los documentos relativos, y sin gran esfuer-
zo se tiene com:pleta idea de lo que importaba entonces armar la
Plaza de Toros; lo que quedaba liquido de las Corridas; lo exiguo
de los salarios de los diestros; el precio irrisorio de toros
y caballos; el increíble precio de las entradas, y el dato curiosísi-
mo de que habla asientos de primera Lumbrera para Mujeres y
Hl~TORIA DEL TOREO E~ MEXICO 243

asientos primeros para Hombres, cuyo valor era de tres reales ca-
da uno, o sea, treinta y siete centavos y fracción de nuestra mo-
neda; y a veinticinco centavos los asientos primeros de tendido
para Mujeres y Hombres. Por lo visto, no era del agrado de nues-
tros ancestros la promiscuidad de sexos, y deben haber sido mu-
chas las señoras que concurrían a las Corridas, desde el momento
en que había para ellas lugares separados.

Tienta de lo s Toros de San Nieolás Peralta.

He aquí el Informe de los Comisionados:


l.-Excelentísimo Señor.-Hecha la liquidación prevenida por
Vuestra Excelencia en Superior Decreto de 22 de noviembre de 92,
del descubierto en que se halla la R:eal Hacienda por la obra del
Real Alcázar de Chapultepec, que resulta que aciende a la canti -
dad d e cien mil treinta y ocho pesos dos tomines medio grano.
2.-I-:lay reiteradas órdenes de Su Majestad para que se reinte-
gre esta suma con el producto de Corridas de Toros, pero a l mis-
mo tiempo se han dificultado, porque ningún sujeto particular se
arriesga a tomar por contrato la Plaza de ellos, sin embargo de las
repetidas diligencias de rotulones y almonedas, a vista del q ue-
branto que padeció don Jo sé Joaquín d e Torres en el año de 1790.
3.--Llegó el caso d e pensar en administración como último re-
curso, para el cum.plimiento de las Reales determinaciones, y co-
mo Vuestra Excelencia en el citado superior Decreto nos manda
244 NICOLAS RANGEL

le informemos sobre el particular, lo hacemos aunque con el justo


temor de aventurar nuestro pensamiento, fundado en cálculos (por
lo común falibles) aunque tomados con la mayor instrucción que
ha sido dable.
4.-En efecto, ya que se va a instruir el punto d'e admjnistra-
ción, será preciso elegir el sitio en donde se hagan las Corridas de
Toros, que es una de las partes más esenciales para su buen éxito.
Después de exam:iinar las Plazuelas y albarradas de la ciudad, no
parece hay otro más a propósito, que el que media entre la casa
de la Acordada y Paseo de Bucareli, en que ya otra vez se pensó,
y es de conocida ventaja para el intento, por lo que nos referimos
al papel , del Maestro don Ignacio Oastera de fojas ,1 del cuader-
no 1.
5.-La construcci.ón de la Plaza, de una figura vistosa, de co-
modidad y fortaleza, es otra parte substancial de las Fiestas de
rroros y por eso hemos mandado formar los Mapas que se acom-
pañan, número 1 y 2, diferentes en figura , e idea; pero ambos de
un tamaño regular para que se lidien con lucimiento los toros, y
no haya muchos huecos sobrantes en la repetición de las Corridas.
6.-Armándose la plaza de firme, con buenas maderas, bien tra-
badas y con clavazón fina, durará indemne más de diez años; y
bajo este supuesto gira nuestro Informe y pensamiento. El objeto
es establecer Corridas las tardes de días de fiesta, proporcionando
sucesivamente una exacción insensible al público, en reintegro del
descubierto, y franqueándole . una honesta diversión en que, sin
gravamen se emplee y evite las concurrencias y distracciones pe-
ligrosas de las gentes a que conduce la ociosidad en semejantes
tardes.
7.-A.sí se practica en varias capitales de España con ventajas
de sus rentas, y puede establecerse en ésta, tan brillante, para que
verificado el reintegro de Chapultepec, se apliquen los productos
de rroros a los Propios de Ciudad, para las muchas atenciones del
beneficio público que tiene sobre sí, aunque sea comprando a su
tiempo la finca, por lo que entonces se valuare.
8.-El costo de armar la Plaza de una u otra forma, está regu-
lada por el Maestro Arquitecto don José Mazo, en la primera plan,;,
ta, en veinte mil pesos, según el número 3, y por don Manuel Tolsá,
autor de la 2a., en otra tanta cantidad, fuera de sus adornos y
pintura, presupuesto número 4. Los gastos de cuarenta Corridas;
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 245

en igual número ele tardes que se regulan de fiestas, excluso el


tiempo de cuaresma, y de rigurosas lluvias, está calculado por un
p erito práctico en la m'a teria, que es Tomás Venegas, en diez y ocho
mil tresci entos y cincuenta pesos, a que· agregados otros gastos que
omitió en su papel número 5, y se expresan en el número 6, as-
cenderán a diez y nueve mil diez pesos al año.
9.-Consideradas las entradas por las tarifas número 7y 8, en
las cuotas suaves y moderadas que se ha proyectado, producirán
en el primer plan, sesenta y seis mil ciento y veinte pesos, de que
rebajados los diez y nueve mil diez pesos de gastos, quedarán li-
bres cuarenta y si ete mil, ciento y diez pesos y en el segundo, co-
mo en él se detalla: cincuenta y cuatro mil seiscientos treinta pesos.
10.-Regulamos de gastos de administración un quince por
ciento; y con todo pasa de cuarenta mil pesos el líquido que resul-
ta de las Corridas; cantidad tan considerable, que sólo por que
]a dan las numeracion es sobre los cálculos, nos determinamos a
describirla.
11.-Ya es bien sabido que si el calculista acierta en más de la
mitad, puede gloriarse de su atingencia; y por eso ,s in salir garan-
tes de la idea ni d el cálculo, sino por pura instrucción, extendemos
el presente.
12.-8in embargo, puede ser muy útil, si armada la Plaza por l

cuenta de Real Hacienda,se exitan postores en Almoneda para


Corridas de rl' oros, porque de otra manera habrá mayor dificultad
de remates.
13.-Tratamos de huir de la administración, por lo expuesto y
difícil de ella ; bi en que en todo evento se ha de servir Vuestra Ex-
celencia eximirnos de tal comisión, re specto a que tan laborioso y
d elicado mecanismo, ' necesita particular inteligencia y mu cha de-
di cación; con cuyas circunstancias no faltará sujeto que, afianzan-
d o previament e, lo admita y desempeñe con el premio o salario que
se estime justo vara sí y sus dependientes, quienes servirán bajo la
inmediata dirección y r esponsabilidad del s eñor Intendente, que
pondrá el visto bueno a sus cuentas y las dirigirá para su glosa a
la Contaduría May or, sin que a nosotros nos quede más cargo qu e
el de recibir el dinero que se traiga con billet es de la Intendencia .
14.-LogTándose r ematar la Plaza por años, se asegurarán unos
productos ciertos y útiles al int ento ; y n o será difí cil que haya li-
citantes luego <lue se arme.
246 NICOLAS RANGEL

Ambos planes están formados bajo la idea de poner puertas en


donde se recauden las pensiones de entrada, y a·s í para este meca-
nismo como para los demás del manejo de la administración, sobran
luces y reflexiones que no ponemos por menor, por no alargar el
Informe con noticias que a golpes de experiencia se solidan, reali-
zan y aseguran más y más sucesivamente.
15.-En el papel de don Manuel Tolsá se propone la construc-
ción de un modelo de Plaza . circular, de madera, que costará
trescientos pesos, por el cual se deducirá a punto fijo el costo que -
tendrá la que propone en madera, clavazón, etc. Esto nos parece
muy útil para cualquiera determinación; y si es del agrado de
Vuestra Excelencia, podrá mandar que inmediatamente lo cons-
truya.
16.-Con vista de él, y de los cálculos adjuntos, se puede ins-
truir el expediente para su mejor resolución, teniéndose presente
que, la Plaza armada por cuenta de Real Hacienda, podrá deven-
garse el costo en todo o la mayor parte con una Corrida de dos
semanas en el próximo noviembre, aunque sea vendida por Cuar-
tones (si no hay remate) como se demuestra en el número 9.
17.-Con el modelo a la vista, se puede también tratar en Al-
moneda de parar la Plaza por contrata, poniendo las condiciones
regulares en semejantes casos.
lS.-Al ponerse en efecto estos pensamientos, caso que merez-
can el superior apoyo de Vuestra Excelencia, se sabrá el costo del
arrendamiento o compra del sitio de la Plaza, el de terraplenarlo.
y todas las demás que se nos hayan ocultado en nuestros cálculos,
o se advertirán antes cuando se examine el proyecto, para que ya
recaiga la Superior resolución de Vuestra Excelencia sobre el pun-
to instruído.
19.-ConcluÍmos con cuanto podemos informar a Vuestra Exce-
lencia en cumplimiento de su citado Superior Decreto, y reitera-
mos que de ninguna manera nos podremos hacer cargo de la ad-
ministración, para que cuando Vuestra Excelencia se sirva decidir
este expediente, sea nombrada persona de confianza que la desem-
peñe; o lo que fuere del agrado de Vustra Excelencia.
Tesorería General de Ejército y Real Hacienda de México, 31
de mayo de 1793.-Gutiérrez, (Rúbrica).-Aranda, (Rúbrica).
A consecuencia de la orden de vuestras mercedes sobre el pro-
yecto de construir P,l aza de Toros en el sitio que se halla pasada
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO

la casa de la Acordada, entre ésta y el Paseo, he formado' el adjun-


to di8eño, proporcionado al intento de establecer Corridas las tar-
des de los días festivos, e igualmente su costo con respe cto a más
duración de las que se han formado para quince días.
En aquel se perciben 64 cuartones, con lo ,q ue resulta de ,diám e-
tro d e lado a lado la longitud de 82 varas, ámbito capaz para li-
diar, sin que se fatiguen demasiado los toros y toreros.

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A llt epro vecto d el Al'qui tC'rto Mnzo.

Si se establece de cuenta de la R eal H acienda , comJ.li ene con; -


truir un ·cerco de madera de antepechos comunes, en figura t am,-
bién ochavada, que haga emberjad0, con sus cuatro puertas para
las entradas y mejor seguridad del cobro, con sólo 'ocho dependien-
tes, en esta forma: cuatro que estén en las puertas r ecibiendo el
dinero y dando monedas de cobre u otras señas que sean diferen-
tes, según el paraje a que quiera acomodarse, y los otro. <matro
tomando las monedas en otras puertas interiores. Los asientos en
Gradas y Lumbreras altas y baja s en Sombra, podrán ser de un
precio; los 'rendidos y Redobles en .sombra a otro; y diferente 10s
de Sol; y así serán cuatro precios según los vientos ; d e modo que
248 NICOLAS RANGE . L

ponie.n do sus divisiones correspondientes al efecto, 110 habrá ~on­


fusiones ni necesidad de acomodadores como en el Coliseo, ni quien
t9m.te otrQ lugar 'q ue aquel cuyo precio . haya satisfecho. Para esto,
debe quitarse la, costumbre -de que los asientos delanteros sean de
más. v,alor, para que el que llegue con anticipación, tome mejor lu-
gar y los demás, por necesidad: los que queden.
En cuanto a la sosp'~ ~ha que puede haber de que entren por
p'~eo a la Plaza se introduzcan en las Gradas o Lumbreras, se pue-
de evitar por medio de la Guardia, por no aumentar m'á s depen-
dientes, y de consiguiente gastos.
A la construcción de la Plaza en los mismos términos que se ha
hecho para una Temporada, será combeniente aum.entarle forta-
leza en cuanto a afiance de pies derechos sobre lozas, y resguardo
en la porción que se entierra, mejor clavazón y tejados, aumento

Plaza de Toros. Proyecto c1el eélebre Tolsá .

de lías y forro de tablas en lugar de petates, con el objeto de con-


seguir mucha más duración. Por lo que hace a escaleras, me he
propuesto el que sólo se hagan dos en cada lado del ochavo, p,e ro
más cómodas, ·10 que se conseguirá haciéndolas de dos varas de
ancho, y varios tiros para que queden tendidas y decentes al pun-
donor de las mujeres.
N o hay necesidad de forrar otras Lumbreras que las de Som-
bra" por ser las que regularmente tomarán por entero.
Bajo esta idea he r egulado su costo, que será la cantidad de
veinte mil pesos, poco más o menos, incluyendo el de la pintura
sin perspectiva y terraplén necesario para emparejar y elevar el
piso .....,...,..,Dios Nuestro Señor guarde a Vuestras Mercedes muchos
años.,.....-.l\:{éxico, y mayo 7 de 1793.-eTosé del Mazo y Avilez.-(Rú-
brica ,-;-~Seaor~s Ministros de Ejército y Real Hacienda de esta Ca-
j.:;t., Matr.i?í.
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO
249
En atención al encargo que vuestras mercedes me hicieron so-
bre el plan para la Plaza de Toros que piensa construirse en la me-
diación de la Casa de la Acordada y el Paseo Nuevo., remito a vues-
tras mercedes el adjunto, que a diferencia de ser su diámetro algo
rn:enor, a causa que los toros de é.sta no son de la braveza y resis-
tencia que los de España, y que el Cuarto o Lumbre.ra para el Ex-
celentísimo Señor Virreyes más magnífico que el que tiene la Pla-
za de Madrid para el Magistrado que la preside, en todo lo demás
es de la misma forma que la de dicha Corte, por parecerme la más
acomodada y de más lucimiento, aun que aquí se trata de distinta
construcción, pues siendo
aquella de mampostería,
aquí piensa hacerse de so-
la madera.
En esta atención, he re-
gulado su total costo, al
de veinte o veinte y dos
mil pesos, sin el de la pin-
tura, que este podrá cos-
tar según de la clase que
se quiera dar; si esta fue-
se de óleo, podría costar
como tres mil pesos y si
fuese con la de cal, unos
ocho cientos.
He regulado dicha can-
tidad para la construcción
de dicha Plaza, con la in-
teligencia, de que haya de Cuarta parte del Coso de' Tolsú.
ser de la mayor duración
que sea posible, y con buena clavazón, sin valerse de lías para el
afiance de maderas, pues a más que di chas lías son indece ntes pa-
ra el objeto, son perecederas.
Convendría, en el caso de ejecutarse la indi cada Plaza, para
la mayor inteligencia de el que la hubiere de construir o tom:ar
por asiento, como también para r egular con más exactitud su cos-
to, el hacer un modelito de madera, el que podrá costar de do s-
cientos a tres cientos pesos, J' con esto se lograba el mayor acierto
en la ejecución, en que 110 costase má.s ele lo justo; y el que lo to-
250 NIOOLAS RANGEL

mase por su cuenta no se expusiese a no poder cumplir con lo con-


tratado por haber padecido error.
Como el Plano número 2 indica, tiene cincuenta y seis divisio-
nes y aunque estas entre sí son rectas por el ahorro de maderas,
forman un todo circular, fig'ura la mejor p'a ra que el espectador lo
vea todo.
En cada una de dichas
divisiones caben las per-
sonas sentadas siguientes:
En el tendido o grade-
ría, 85; en la grada cu-
bierta 40 y en cada palco
o lumbrera 16, de lo que
resulta en cada división
141 personas que unidas
las 56 divisiones forman
el todo de 7,896 asientos.
Si se hiciere la Plaza se-
gún demuestra en el plano
el perfil número 1, podría
construirse por tres mil
pesos menos, 'y también
podría colocarse igual nú-
mero de partes que en la
~e arriba, consiguiendo a
más la ventaja que todos
estuviesen bajo cubierto,
pero no sería esto de igual
hermosura que la arriba
Manuel Tolsá, genial arquitecto. expresada, y en el plano
indica el núm!ero 2.
Es cuanto me ocurre hacer presente a vuestras mercedes, cu-
yas vidas guarde Dios por muchos años.--México, y mayo 23 de
1793.-Manuel 'rolsá.-(Húbrica).-Señores Ministros de Real Ha-
cienda de estas Cajas.

Plan que manifiesta los costos que deberá tener la Plaza de


Toros anualmente, según me lo comunicaron los señores Oficiales
Reales de las Cajas de Su Majestad, y son los siguientes:
HIS10RIA DEL TOREO EN MEXICO 251

A saber.
Primeram;ente por 4 Toreros matadores, que deberán
ganar a 1,000 pesos cada uno.................. $ 4,000.00
Por 6 Banderilleros a 500 pesos..... . . . . . . . . . . . . . . 3,000.00
Por 3 Picadores: ello. ganará 1,000 pesos y los otros
2 a 600 pesos (los que estarán obligados a matar
cuando se les n~.ande) .y un Lazador que ganará
300 pesos que todo monta .................... ~,500.00
Por 30 caballos pal'a faena de los dichos, que tendrán
de costo 400 peSOS.................... .. ....... 400.00
Por 550 Toros que se deberán comprar al precio d e
13 pesos, poco más o menos, montan............ 7,150.00
Por el costo de que los cuiden se deberán cargar otros
1,000 pesos .................................... 1,000.00
Para Banderillas y Rejones de quebrar hay suficiente
con 300 pesos ...................... . ......... . 300.00

Suma ...... . ' " $ 18,350.00

Según se manifiesta, sum,a n


y montan las relacionadas
partidas, la Cantidad de diez
y ocho mil trescientos y cin-
cuenta pesos (S.!.) Hacienda
de la Purísima Concepción, y
mayo 24 de 1793.-Tomás Ve-
negas. (Rúbrica).

Firma de "El Gachupín Toreador."


252 NICOLAS RANGEL

Al cálculo de Tomás Venegas deben agregarse las partidas si-


guientes:
8 clarines a 3 reales en 40 tardes. . . . . . . . . . . . . . . . .. $ 120.00
!j muleros a 4 reales en 40 tardes ................ . 100.00
Alquiler de mulas, a 7 pesos cada tarde ........... . 280.00
4 toril eros, a 4 reales cada uno ......... ... ....... . 80.00
2 porteros de toriles, a 1 peso carla uno ............ . 80.00

$ 660.00
Importa el número 5 18,350.00

Gasto total ........ " $ 19,010.00

México, 31 de mayo de 1793.

Gutiérrez, (Rúbrica).-Aranda, (Rúbrica).

Tarifa de Corri~as en la Plaza de rroros en tardes de fiesta:


En la Plaza ochavada de 60 cuartones.
Cada asiento en grada a ..... 31's. 24 asientos $ 9.00
Asiento 10. de Lumbrera de
luuje1' a .................. 31's. 16 6.00
Asientos los. en Immbrel'a de
hombre a .......... . ...... 3 1'8. 16 6.00
20s de hombre en Lumbrera a. 1112 r8. 16 3.00
los. de ~ujer y hombre en ten-
didos a ................... 2 rs. 16 4.00
20s. ~T 30s. en Ijum brcra a... 1 1'1. 32 4.00

120 asientos $ 32.00


-----
As ientos los. de Grada a ..... 21's. 24 6.00
Asientos los. de L-ilmbrera a . . 2 1 's. 32 8.00
20s. en Lumbrera a. . . . . . . . . .. 1 1'1. 16 2.00
l os. de 'rendido a..... . .. . ... 1112 1'S. 16 3.00
208. :r 308. de Tendido a.. . . . . 1 ¡~ 1'1. 32 2.00
-----
120 asientos $ 21.00
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 253

¡:lO Cuartones en Sombra a 32


pesos .................... . 1,280.00
24 Cuartones en Sol a 21 pesos 504.00

$ 1,784.00
Rebaja
D e 10 Tendidos para S. E . y Ciudad . .. 80
5 Gradas para Tropa .. . . . . . ... .. ... . 4fi 131.00
Lumbrera para Oficiales. . . . . . . . . . . . . . . 6

$ 1,653. 00
Los 1:653 pesos líquidos en 40 tardes pro-
ducen .. .. . .. . . . . .. ... . . ... . ... ... .
Ga~to de las 40 tardes según el cálculo
de Venegas con lo que se le agregó .. 19,010.00

$ 47,110.00

Fn 1:> o!o para todo gasto de adminis-


tración $ 6,061.40

Producto libre . . . . . . . . .. $ 41,048.40

México, 31 de mayo de 1793.--G uti érre z, (Rúbri ca) .-Arancl a,


(Rúbrica) .

Tarifa de entradas en la Plaza esférica d e ;")6 division es.


Una división en Sombra.
Tendido o gradería 80 asientos de los cuales
los 8 de abajo como m:e jores se regulan a 3
reales .. . . .......... .... .. . . ...... .... .. . $ :1.00
Los 72 restantes a 2 reales ... ... .. ..... ..... . ] 8. 00
Grada cubierta, a5;ientos los. 8, a 4 r eales .... . ·1,.00
Grada, 32 asientos, a 2 reales . . .. .. . .. ... ... . 8.00
Asientos en Palco, 16, a 4 real es . . . ...... . ... . 8.00

$ J1.00
En Sol.
S asientos de gradería, ] os ., a :2 real es .. .... . :?OO
254 NICOLAS RANGEL

72 asientos de gradería, a 1 real. ............ . 9.00


40 asientos de Grada cubierta, a 2 reales ..... . 10.00
16 asientos de Palcos, a 2 reales ............ . 4.00

$ 25.00

36 divisiones de Sombra, a 41 pesos .......... . $ 1,476.00


20 divjsiones en Sol, a 25 pesos ..... ....... . . 500.00

$ 1,976.00
Rebaja.
Impol'te de 3 divisiones del Palco de S. E .... 123
135.00
Una Grada cubierta para Oficiales. . . . . . . . . . .. 12

$ 1,841.00

En 40 tardes se consideran de producto ...... . $ 73,640.00


Gasto de las mismas tardes ................. . 19,010.00

15 oJo de todo gasto de administración ..... .. .

Total. .......... . $ 46,435.00


. Gutiérrez, (Rúbrica).-Aranda, (Rúbrica).

Repartimiento por mayor de la Plaza de Toros para ocho Corridas,


en dos semanas por noviembre.

Plaza de figura ochavada.


40 Cua·rtones de Sombra, a 450 pesos ... . ........... . $ 18,000.00
24 Cuartones en Sol, a 350 pesos .... ............. . . 8,400.00

$ 26,400.00

Rebájanse los Tendidos para S. E. y Ciudad ........ .


Gradas y Lumbreras de Oficiales y Tropa. . . . . . . . . . .. $ 300.00

$ 26,100.00
HISTORIA DEL TOREO EN :'IEXICO 2Ei5

Plaza de figura circular.

33 divisiones exclusas las 3 de S. E.. a 550 p esos .... . *18,150.00


20 divisione s en Sol, a 400 p esos .. .... ..... ..... .. . 8,000.00

*' 26,150.00
Costo de una u otra Pla7.a ............ . ........... . ~O,OOO.OO
Gasto de dos se manas ..................... . ... . ... . G,682.00

$ 26,682.00
Repartimiento mayor ............... .. . .... .... ... 26,150.00

Quedará la Plaza armada por solo~................ $ 532.00

México, 31 de mayo de 1793.-Gutiérrez, (Rúbrica) .-Aranda,


(Rúbrica).
Excelentísimo Señor.-El Fiscal de R eal Hacienda dice: que
según la liquidación de 21 de diciembre de 82 (foja 88) importa-
ron los gastos de la obra del Alcázar "de Chapultepec 163,585 pe-
sos 7 reales 4 granos, en cuyo abono sólo se han enterado en caj:a s
63,547 pesos 5 reales, r esultando descubierta la Real Hacienda en
100,038 2 reales.
Para reintegro de aquella gruesa suma, está destinado por repe-
tidas órdenes de Su Majestad el producto de las Corridas de To-
ros que p ermjtió, del cual se han sacado hasta el año de 1790,
50,256 pesos que se ü:cluyen en los expresados 63,547 pesos 5 reales.
La falta de postor en los de 1791 y 92 obligó a pensar en que
se pusiese en administración este arbitrio si los Ministros de es-
tas Cajas no hallasen otro s equivalentes y más efectivos; para lo
cual habiéndoseles pasado el expediente, proponen con fecha d e
31 del próx,imo pasado, se arme la Plaza de firme, con buenas m\a-
deras, bien trabajadas y con clavazón fina, cuya duración será
por más de diez años, con objeto de establecer Corridas en las
cuarenta tardes de otros tantos días de fiiesta del año, excluído el
tiem'p o de Cuaresma y el de rigurosas lJuvias.
Acompañan cálculo de los costos de la obra, de los r espectivos
al adorno, toros y demás, y dedu cen como producto libre más d e
40,000 pesos anuales, bien que proced en con alguna desconfianza
en esta parte.
Proponen, tambi én, que, armada la Plaza, se saque a la almo-
256 NICOLAS RANGEL

neda, pues vencidas por este medio las dificultades que suelen re-
traer a los postores, se persuaden los haya y cuando no, que puesta
en administración se devengue en todo o ]a mayor parte con una
Corrida de dos semanas en el próxim'o noviembre.
Tiene varios inconvenientes el primer arbitrio, y es muy fali-
ble el cálculo de gastos y productos. Aquellos que se regulan en
.20,000 pesos, fuera del costo del modelo que se proponía, no ba-
jarían de 30 o 40,000 pesos, si la obra se hace con la consistencia y
firmeza que demanda la duración de diez años, y los productos por
el contrario no llegarían tal vez a la tercera parte de los 41,048
pesos 4 reales que se gradúan por la parte que menos.
En 17,500 pesos se hizo el último remate a dos José Joaquín de
'forres; se le permitieron varias Corridas, fuera de las que propuso,
con el fin de que ¡S,e reintegrase de los costos que expresó había
erogado; sacó diferentes invenciones para exitar la concurrencia
y al fin hay recurso sobre lesión en el remate. Esto hace desconfiar
de las utilidades y ventajas que se figuran por medio del primer
arbitrio.
Además, el mismo se propuso a Su Majestad para reintegro de
los gastos del Jardín y Expedi ción Botánica; por esto, y sin tocar
otras dificultades, no opina el Fiscal por estos desembolsos, 'espe-
cialmente en tiempos en que se necesitan con mucha urgencia, .cuan-
tos caudales hay dentro y fuera del ' Erario.
Estando prevenido por otra parte, se hagan estas diversiones
c.on el referido objeto de reintegrarlo del descubierto en que se
haya, por la obra de Chapultepec, parece al Fiscal adaptable el
segundo arbitrio de que, armada la Plaza en la forma acostumbra-
da o por cuenta de la Real Hacienda, o por contrata, si ofreciera
ventajas, según el cálculo de gastos, se saque a la Almoneda y re-
mate, o por falta de postores, se encargue su administración a per-
~ona que sea de la, satisfacción de los Ministros de estas Cajas.
Estos convienen en que así no faltará quien haga postura, pues
sin el costo de armarla y sin las demás incomodidades que ac.aso
han dificultado el remate en los dos años últimos, se encontrará
puesta, será menos falible el cálculo que se haga de las utilidades
que pueda rendir, y cuando nada se consiga, reintegrado el gasto,
quedará alguna cosa, que por corta que sea, servirá de abono al
actual descubierto de cien mil treinta y ocho pesos dos reales, que
disminuirá mucho, si se aplican a su reintegro como corresponde,
Jas utilidades de las canteras comprendidas en el expresado sitio,
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 257
que podrán haber sido y ser de consideración; sobre todo lo cual,
Vuestra Excelencia resolverá lo mejor y con la justifi cación y
acierto que acostumbra.-México, 13 de junio de 1793.-Posada,
(Rúbrica).
México, 15 de junio de 1793.-Me conformo con el segundo ar-
bitrio propuesto por los Ministros de estas Cajas en F>U informe de
31 de mayo último y que ha parecido preferible al señor Fiscal de
Real Hacienda en su precedente dictamen; y para su cumplim\iento,
devuélvase este expediente y las cuatro piezas que corr en agrega-
das, a los referidos Ministros, con el correspondiente Oficio y pre-
vención de que dén cuenta de las resultas oportullamente.-HeYl-
llagigedo.-(Rúbrica) .
Devuelvo a VUestras Mercedes, en cinco cuadernos, el exp e-
diente sobre Punciones de Toros en esta Capital, para reintegrar
con este arbitrio al Erario de los desembolsos que sufrió en la fá-
brica del Palacio de Chapultepec, a fin de que dén Vuestras Merce-
des cumplimiento a mi Decreto de esta fecha, de conformidad con
lo pedido por el señor Fiscal de Heal Hacienda en su dictamen
de 13 del corriente.-Dios, etc., junio 15 de 1793.- (Señalado con
una rúbrica).-Sres. Ministros de Real Hacienda d e estas Cajas.
Excelentísimo Señor.-De conformidad con 10 peelido por el
señor Fiscal de Real Hacienda en su respuesta de 13 del corriente,
se sirve Vuestra Excelencia mandar en el Superior Decreto que
antecede, que se arme la Plaza de Toros en la forma acostumbrada,
por cuenta de R eal Hacienda, o por contrata si ofreciere ventajas,
se saque a la Almon eda y remate o que por falta de postores se e11-
cargue su administración a persona que sea de nuestra satisfac ción.
Esto lo ordena Vuestra Excelencia, prefiriendo el segundo ar-
bitrio de nuestro informe de 31 de mayo, al primero que ofre ce
muchas dificultades en concepto d e aquel señor Ministro, y por
que acaso no lo explicamos bien, nos es forzoso cOl1F>ultarlo a V nes-
tra Excelencia , deseosos del acierto.
Después de que en dicho informe exponemos los costos que p o-
drá tener la construcción de la Plaza, lo que se impenderá en cua-
renta tardes de día de precepto, confesamos d e buena fe, en el p{l-
rrafo Il, que no salimos garantes de la idea ni del cálculo, por lo
falible que estos son, y que sólo tratamos de él para instrucción d el
expediente.
Decimos en el 12 que, sin embargo ele la falibilidad, poclrá ser
útil que armada la Plaza por cuenta d e R ea l Ha c i e ll (la ~ se ex it t>11
18
258 NICOLAS RANGEL

postores en Almoneda para que se rematen las Corridas por con-


trata; y en el 16 que, si en noviembre se hacen dos semanas, podrá
devengarse su costo en todo o en la mayor parte, aunque se'a ven-
diéndola por Cuartones, caso que no haya rema te, y esto es lo que
se . ha entendido por segundo arbitrio.
Ya ve Vuestra Excelencia que gira sobre aquellos mismos fun-
da~íentos que no están resueltos y son: el primero, la elección del
sitio que media entre la Casa de la Acordada y el Paseo Nuevo;
segundo, que se ha de armar la Plaza con maderas compradas, y
con objeto a que dure diez años o más; tercero, que se haga de una
figura vistosa y atractiva al concurso, para lo cual se acompañan
dos Mapas, de los que no ha elegido Vuestra Excelencia, y cuarto,
que la rectitud de Vuestra E'x celencia haya de tener a bien eximir-
nos de la administración.
Vuestra Excelencia adopta que se arme la Plaza, pero añade
que ~n la forma acostumbrada. El estilo corriente y acostum:brado,
ha sido pararla con maderas alquiladas por el tiempo preciso, y
esto destruye enteramente la idea de economizar costos en lo su-
cesivo. El sitio hasta ahora escogido y único, después de exami-
nar cuantos hay en la ciudad, es menester desembarazarlo de va-
das, casillas que hay en él, y se ha regulado desde el año de 1788,
que costará dos mil pesos,poco más o menos, igualarlo y comprar
las casillas, y para esto es menester facultad expresa de Vuestra
Excelencia, cuyo gasto no se omite aunque la Plaza se arme para
15 días y desfalca en otra tant.a cantidad sus productos.
Armar de esta manera la Plaza, ha de costar, sin incluir el si-
tio, más de diez mil pesos, y si este gasto se repite los, años siguien-
tes, en diez por ejemplo, se erogarán cien mil pesos, cuando con
treilólta mil por lo ~umo puede quedar servible los diez años, y al
fin de ellos, tener su valor intrínseco las maderas y clavazón; por
lo que nos parece más comheniente que Vuestra Exce1encia nos dé
facultad para que se pare de firme.
Con ella y con la elección de plan, procederemos a que se cons-
truya la Plaza, y antes se tratará en Almoneda con los m'aestros
Arquitectos su construcción, para ver las ventajas que ofrece. Des-
pués de armada, se continuará la diligencia para que se rematen
las Corridas de noviembre, y cuando no tengan efecto, se pensará
en repartida por' Cuartones y administrarla; pero enton '3 es~ volve-
mo,s a ' suplicar a Vuestra Excelencia, que no sea de nuestro cargo
con respecto a lo que pedimos en el párrafo 13 del citado informe.
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 259

Así cumpliremos el superior Decreto de 15 de este. mes, o como


fuere del agrado de Vuestra Excelencia; representando a mayor
abundamiento, que la consternación de este vecindario en las a c-
tuales circunstancias de la guerra, las carestías que son consiguien-
tes en semejante piaga, los gastos del comercio y de los particula-
res y e¡ temor de los plebeyos de que los obliguen al servicio, son
causas suficientes para que no rindan las Corridas de Toros, la mi-
tad de utilidades que en otro tiempo producirían; lo que hacemos
a Vuestra Excelencia presente por si fuere conveniente suspender
por ahora y hasta otro año, las fiestas. Tesorería General de Ejér-
cito y Real Hacienda de México, 27 de junio de 1793.-Gutiérrez.
-(Rúbrica) .-Aranda.-(Rúbrica).
Excelentísimo Señor.-N ei:!esitándose las declaraciones que pe-
dim03 a Vuestra Excelencia en Informe de este día en el expedien-
te sobre Fiestas de Toros, lo pasamos a las superiores manos de
Vuestra Excelencia, en 5 piezas, esperando se sirva su justifi.c ación
resolver los puntos consultados.-Dios guarde a Vuestra E·xcelen-
cia muchos años. México, 27 de junio de 1793.-Exceleutísimo Se-
ñor.-Luis Gutiérrez, (Rúcrica).-Juan de Aranda, (Rúbrica).-
Excelentísimo Señor Conde de Revillagigedo.-(Al margen) .-Mé-
xico, 28 de junio de 1793.-Al señor Fiscal de Real Hacienda.-
(Una rúbrica).
Excelentísimo Señor.-El Fiscal de Real Hacienda Dice: que
sobre todos los puntos del informe de los Ministros de estas Cajas
de 31 de mayo último, pidió en respuesta de 18 del inmediato ju-
nio, y por superior Decreto de 15 del mismo, declaró Vuestra Ex-
celencia preferible el segundo arbitrio que propusieron de que, ar-
macla la Plaza en la forma acostumbrada, o por cuenta de la Real
Hacienda, o por contrata si ofreciera ventajas, según el cálculo de
gastos, se s!J,case a la Almoneda y remate, o en falta de postores, se
encargase su administración a persona de su confianza. Quedó de
consiguiente excluído el primer arbitrio, para cuyo caso solamen-
te sería necesario la elección de alguno de los Planes que acom!Pa-
fiaron.
En cuanto al sitio, dijo también el Fiscal en 22 de agosto de
1788, que por reunirse las ventajas que se apetecen en el que está
al Poniente de la Casa de la Acordada, que es el mismo que los
expresados Ministros consideran más a propósito, se eligiese desde
luego¡ aunque para facilitar postores, se determinó después, por
260 NICOLAS RANGEL

decreto de 18 de septiembre del referido año, quedase al arbitrio


de aquel en quien fincase el remate.
Nada tiene que añadir en vista de la consulta que antecede, y
reproduce por esto su citada respuesta de 13 del próximo pasado;
pero com'o se trata del reintegro del considerable descubierto de
cien mil treinta y ocho pesos dos reales en que está la Real Ha-
cienda, por le gastado en la obra de Chapultepec, sobre que hay
repetidas órdenes de su Majestad, podrá Vuestra Exéelencia man-
dar, pase el expediente al Real Tribunal de Cuentas para que in-
forme lo que se le ofrezc,a, a fin de que se verifique del mdor y más
breve modo posible, y después a la Junta Superior para la resolu-
ción que convenga; y por último, a Su Majestad con testimonio.-
M.éxico, 6 de julio de 1793.--Posada. (Rúbrica).
México, 8 de julio de 1793.-Pase este expediente a Informe del
Real Tribunal de Cuentas.-Señalado con una rúbrica.
Excelentísimo Señor.-Se ha dificultado en estos últimos tiem-
pos, el remate de la Plaza para las Corridas anuales de Toros, que
están permitidas con el fin de cubrir con su producto a la Real
Hacienda, de lo ' que s'e le resta por lo gastado en la obra del Pa-
lacio de Chapultepec, que según la liquidación que corre desde' fo-
. jas 5 a 11 de este expediente, asciende a cien mil treinta y ocho
pesos dos reales, como de atender al auxilio de Obras Públicas.
No es fácil acertar con los verdaderos m'o tivos que influyen en
la indicada dificultad; pero por prudentes reflexiones, se juzgan
sean principalmente dos los que han retraído de las postura~ a los
que pudieran hacerlas, y consisten en los ejemplares de haberse
perdido en la negociación algunos contratistas y en el desaliento
que se ha observado en el público para asistir a semejante diver-
sión.
I.J3. pérdida de dichos asentistas, de be creerse que ha resultado
de la poca concurrencia, y esta puede haber procedido de varias
circunstancias, unas irremediables y otras vencibles.
Entre las de la primera clase, se hace muy bien lugar la es,casez
de facultades que en lo general se experimentan ya en esta Capi-
ta1 1 sin las cuales, proporcionalmente, nadie está expedito para en-
trar en el núrrmro ele los expectadores, que son los que contribuyen
al producto de la negociación.
Las circunstancias de la segunda clase pueden ser muchas, y
acaso no se equivocará el concepto con atribuirlas a la distancia
en que, elel centro de la Ciudad, se ha armado la Plaza en lugares
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 261

poco o nada frecuentes del concurso de las gentes; al poco esmero


que se ha puesto en escoger buen ganado; en elegir los mejores Li-
diadores: en proporcionar invenciones div'e rtidas que varíen el ob-
jeto: al subido precio que pretenden alquilar los Palcos o Lumbre-
ras y los asientos de gradería y Tendidos; ya otros incidentes que
dimanan, o de descuidos y omisiones, o de economías mal enten-
didas que perjudican al buen éxito de la expresada negociación.
8entados en general estos principios, para ir haciendo uso de
ellos en el resto de este informe, se continuará bajo las ideas que
se hari. formado y parecen conducentes al logro de los objetos con
que tuvo a bien el I{,ey permitir las dichas Corridas anuales de To-
ros en esta Capital.
El Tribullal está persuadido a que disponiéndose las cosas ba-
jo unos términos regulares y proporcionados al intento, no sólo se
conseguirá el de reintegrar a la Real Hacienda de lo que se le
debe, sino también el que se haga de una finca, que después quede
rindiendo los correspondientes productos aplicables a beneficio de
la misma Renl Hacienda, o a destinos públicos conform'e se sirva
determinar Su Majestad.
A todo esto contribuirá la fábrica de Plaza firme de mamposte-
ría, en paraje a propósito, bien ideada y que no se sujete al preciso
uso dE:' las Corridas de Toros, sino igualmente a otros útiles al pú-
b1ico y a la conservación de la propia finca.
Es desde luego acomodado, hoy más que antes, el sitio que pre-
fiE:'ren los Ministros de Heal Hacienda de la Tesorería General, en-
tre los linderos de la Casa d.e la Acordada y los del Paseo Nuevo,
pues aunque está más distante del centro de la Ciudad que los de
las Plazuelas de San Pablo y San Lucas en que se verificaron las
últimas Corridas, que no se hicieron en la del Volador, tiene en sus
inmediaciones población ni¡ayor y de más facultades qu e los dos
referidos, y es lugar frecuentado de toda clase de gentes, con mo-
tivo de su cercanía a la Alameda y al expresado Paseo Nuevo, cu-
yas circunstancias lo constituyen en el concepto de las mismas
gentes, adecuado para el intento.
Con ocasión de hallarse ya realizado el de construir la Casa Fá-
brica de Puros y Cigarro s, y la de la Dire cción y demás oficinas
d e la Renta del 'rabaco en las cercanías del enunciado sitio, se pro-
porcionan grandes ventajas, a fin de poner en planta el pensamien-
to de lev-antar en él la obra de la Plaza firme d e mampostería para
lidiar 'foros, porquE' cchándole en el circuito ext erior , como pue-
262 NI COLAS RANGEL

den echarle, viviendas acomodadas de las que llaman accesorias,


para alquilar a los operarios que trabajan en la indicada · fábrica
de puros y cigarros, que han de buscar por allí donde vivir, se for-
ma una posesión de usufructo, cuyos alquileres rendirán anualmen-
te considerable cantidad con que vaya devengándose, -e n mucha
parte, el costo de la obra; y en esto se fundó el Tribunal para de-
cir, como dijo, que la Real Hacienda se haría dle una finca que le
rendiría los correspondientes productos, sin estar sujeta al único
uso de las Corridas de Toros, sino también a otros útiles a la ex-
presada Real Hacienda, al público, y a la conservación de la pro-
pia finca.
Puede ésta dar también otros rendimientos, destinándola (des-
pu~s que cada año se concluyan las Gorridas) a Plaza de Mercado
p*blil3o para el abasto del vecindario inmediato, que no es poco
ahora, y que concluídas las obras de la Itenta del Tabaco, será más
numerosa.
Con levantar dentro de la misma plaza unos jacalones de qui-
tar y poner, sin maltratar su piso, que formen calles a manera de
las que hay en la plazuela del Volador, y hacer que se establezcan
allí competentes puestos de frutas, verduras y demás com;estibles,
pagando una cuota moderada y respectiva, se sacará a la finca un
regular producto que ayude a redimir su costo, a cubrir los dei Pa-
lacio de Chapultepec, y después a engrosar los fondos de este nue-
vo Ramo para at-enciones públicas u otros objetos.
Si esta idea no surtiere el explicado efecto, porque acaso se ex-
cusara aquel vecindario de proveerse allí, prefiriendo el hacerlo
en la Plaza Mayor, podrá aplicarse la referida de Toros en las
tardes de los días festivos, a ejecutar la diversión de Maromas a
que es inclinada mucha gente que desde luego concurrirá a ellas,
siempre que por el asiento se les exija sólo a medio- real por indi-
viduo, y lo que se regule a proporción de alquilar por cada Palco;
lo cual se puede rematar por Asiento, con consideración al núme-
ro de dichos días festivos y al concurso que se experimente haya
en la expresada diversión, que sin duda facilita al público un entre-
tenimiento inocente - y de insensible costo, y a la negociación un
auxilio, que aun que corto, contribuirá de algún modo a los ya re-
feridos fines.
Construída, pues, la Plaza de Toros en los expuestos términos y
para los enunciados usos, cree el Tribunal vencidos los obstáculos
que : han apartado a los contratistas de hacer las correspondientes
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 263
posturas en estos últimos años, pues hallándose con la finca levan-
tada, sin los gravámenes de costos de fábrica, sin las incomodida-
des y molestias de tratar con los operarios, sin verse precisados a
arriesgar su dinero a las pérdidas y contingencias que son cOnsi-
guientes, y sin el cumulo so resto de las penosas fatigas a que se
exponían, se animarán a emprender la negociación, como que en
tales términos es la más sencilla que puede apetecerse, respecto de
que sin otro desembolso que el del remate, ni más trabajo que el
de subarrendar por partes los Palcos o Lumbreras y las graderías
y Tendidos, entran luego usufructuando la finca con aquella ga-
nancia que se hayan prometido, conforme a los cálculos que para
verificar la postura se hubieren antes propuesto. Y si ni aún 'de es-
te modo se presentaren contratistas, queda expedito el arbitrio de
administrar la negociación por cuenta de la Real HaCienda, que
nada perderá ,e ntonces, como que hecho ya el costo de construcción
de Plaza, todo 10 que ésta rinda, sacados los precisos gastos de
compra de Toros, vestuario y salario de Toreros, y cobradores y
los de Banderillas, Rejones y demás del caso, todo' el sobrante
debe reputarse por ganancia o utilidad de la misma negociación.
Aquí es lugar propio de aclarar uno de los principales puntos
que el Tribunal juzga conveniente para el buen éxito de ella, y es,
que no q~ede al arbitrio de los arrendatarios o postores principa-
les, ni al de los subarrendatarios, el precio de alquileres de di'chos
Palcos o Lumbrera~, ni el de los asientos de las referidas graderías
y Tendidos.
Deberá prevenirse c1~ :: ho precio por la Superioridad, fijándose-
le a cada cosa según lo merezca, conforme a las circunstancias de
sitio de Sombra o de Sol, y a las demás que convenga tenerse pre.:.
sentes, siendo la más esencial la de la moderación en el importe,
de modo que sea tan equitativo y cómodo que pueda' costearse,
respectivamente, por cada clase de gentes, con proporción a la po-
sibilidad de cada individuo, en términos que no los pongan en los
estrechos en que regularmente se veían, por los inconsiderados e
indefinidos precios de los alquileres.
La incertidumbre de la cuota en éstos influye r egularm ente en
que sea menos la concurrencia, porque un sujeto que, por ejemplo,
tiene tres o cuatro personas de familia, y un par de p esos en el
bolsillo, no quiere exp onerse a llevarlas, temeroso de sufrir un bo-
chorno si no le alcanza para costear los asientos que ne cesita ; pe-
ro teniendo ya estos fijado su precio, y siendo cómodo y equitativo,
264 NICOLAS' RANGEL

camina ya sabiendo lo que le ha de costar la diversión y no s'e em-


baraza en ,ir a disfrutarla con su dicha familia.
Al tenor de este, ocurren por la improporción y arbitrariedad
de los precios, otros muchos motivos de embarazo y desaliento, que
escasean la concurrencia y perjudican notablemente la negocia-
ción; y así repite el Tribunal que debe ser uno de los puntos de pri-
mera atención, el señalar los referidos precios con toda equidad.
Fijados que sean, se sabrá puntualmente el valor de la Plaza,
para el arrendamiento que deberá verificarse: con la baja que co-
rresponda a proporcionar al contratista las utilidades regulares
por cálculos prudentes y demostrables, a fin de que no alegue des-
pués ignorancia, ni se valga · de efugios para pretender moderacio-
nes, pues las que se contemplen justas han de preceder al Remate.
Verificado éste y asignados los días para las Corridas en cada
año, se fijarán Rotulones de aviso al públi,co, con expresión de los
pTecios a que por Palcos o Lumbreras y asientos sueltos en éstas
y en la, gradería y Tendidos, han de correr los alquileres, y así mis-
mo, dando noticia de las cosas particulares que se inventen ' para
hacer más grata y entretenida la diversión, debiéndose estar más
a la mira de que nada falte de lo que se anuncia, pues también pro··
duc-e desaliento el que se prometa una cosa y no se cumlpla y es
desde luego punible la acción de tratar con engaño al mismo pú-
blico:
En cuanto a la idea y planta de la construcción de la Plaza,
podrá tomarse el arbitrio de hacer delinear Mapas por inteligen-
tes hábiles ' para elegir el más acomodado, teniéndose presente que
la figura ovalada es la más a propósito para el caso, y que siempre
convendrá conste de cuatro cuerpos de abajo a arriba, compreen-
diendo el primero la gradería desde el alto de la valla o barrera
hasta el piso de los primeros Palcos o Lumbreras; el segundo y
tercero cuerpos consistirá en dos andanas de dichos Palcos y el
cuarto, en un corredor techado que equivalga a lo que siempre han
llamado Tendidos en las Plazas que se han fabricado de madera.
Contribuyen las cuatro referidas divisiones no sólo a facilitar
asientos bastantes al numeroso concurso que puede haber, con res-
pecto al crecido vecindario de esta Capital, sino también a propor-
cionar · distintas clases de dichos asientos, acomodados a las di-
yerSaS de que se compone el mismo vecindario, acostumbrado ya
a las explicadas .divisiones .
. Elegido qu~ sea el Mapa o modelo a que ha de sujetarse la cons-
mSTORIA DEL TOREO EN MEXICO 265

trucción de la Plaza , y cal culado por peritos el costo d e la obra,


podrá ponerse a remate, con las condiciones que parezcan regula-
re s y prudentes, entre las cuales tendrá lug'ar la de que , d esde que
se comience a sacar di ~ha obra de cimientos ha sta la '2<:?nclusión,
han de pasar a r econocerla, d e cuando en cuando, los ingenieros
que nom1bre Vuestra Excelencia u otros inteligentes, y que lo que
se advirtiere reformable, por defectuosa construc ción o por ma-
los materiales, se ha de reponer inmediatamente, a fin de no dar
lugar a que sig'a con semejantes nulidades, que a caso después d e
finalizada, serán irreparables.
Con este propio objeto se le obligará al contratista a afianzar
que ha de entregarla concluída, dentro del tiempo que se estipu-
le, sin defecto alguno en su arquitectura y materiales, y sin qu e
pueda alegar pérdidas ni exigir otra recompensa que la que se
hubiere propuesto en la utilidad que antes de entrar en la n ego-
ciación tenga calculada,
Será consiguiente se le auxilie con algunas cantidades en cuen-
ta . de la total de la contrata, en euyo ca.so, también deb erá afian-
zar las que se le ministren, y podrán facilitarse de fondos que se
mantienen mucho tiempo sin destino ni uso, y que por lo mismo
en nada se perjudican con el de aplicarlos por ahora y mientras
lo tienen propio, a los suplementos indicados.
La experiencia ha acreditado que las obras que corren d e cuen-
ta de la Real Hacienda por administración, cuestan más de lo que
d ebieran, y no salen con aquella perfección y solidez que requieren ,
por no ser siempre fácil encontrar ~mjetos bastantemente instruÍ-
dos, celosos y activos, ni del todo desinteresados que corran con
ellas, cuyas r eflexiones, con otras que no se ocultarán al perspicaz
discernimiento d e Vuestra Excelencia, deben tenerse presentes pa -
ra pref erir el r emate de la obra, a la administración de cuenta del
Rey ; y si 'no ob stant e lo dicho llegare el 0aso de que por no hab er
postores y por considerarse útil el proyecto d e construir la indica-
da Plaza de firm e, fuere precíso entrar en la enunciada a dminis-
tración, se d eberá poner particular cuidado en que la elección d e
los que hayan d e correr con ella, r ec ai ga en suj et os de las circuns-
tancias ne cesarias.
Si se pone p or obra la de mad era que co nsultan los Ministros
de Real Hacienda, de duración d e di ez años, po co más o menos, se
ha de perder al fin su cost o y nunca podrá de ese modo salir con
fortal eza correspondient.e,> a que no sean necesarios co n t inuos r e-
266 NICOLAS RANGEL

paros, que ocasionen al cabo de dicho tiempo crecidos gastos; y


así le parece al Tribunal que de emprenderse dicha obra sea en los
términos propuestos, pues bajo de ellos se sabe que en Madrid, Se-
villa, Cádiz y aún en Lima, Capital del Reino del Perú, se han ex-
perimentado buenos efectos.
Con lo -expuesto y con que el tiempo que se elija para las Co-
rridas sea el más a propósito, en que no las interrumpan ni des-
gracien las aguas y en que se consiga que el ganado esté en buena
disposición, cree el Tribunal se conseguirá feliz éxito para los ren-
dimientos que son necesarios, a fin de cubrir a la Real Hacienda de
lo que se le resta por la obra del Palacio de Chapultepe-c, después
de sacados los costos de la fábrica de que se ha tratado; y por
último quedará después, como se ha dicho, a la misma Real Hla-
cienda, una finca de usufructo, cuyos rendimientos servirán para
muchas cosas útiles al Estado y al público.
Esto es lo que al Tribunal le parece; pero sobre todo, Vuestra
Excelencia se servirá determinar lo que fuese de su superior agra-
do. Real Tribunal y Audiencia de la Contaduría Mayor de Cuen-
tas de México, 17 de febrero de 1794.-Herrera, (Rúbrica).-Fuen-
te, (Rúbrica) .-Monterde, (Rúbrica).
Después de tanto ir y venir de este voluminoso expedient'e, la
proyectada Plaza de Toros quedó sin construirse, careciendo por
muchos años la ciudad -de México de un Coso de mampostería co-
mo -el construído ya en Lima. Mas los documentos que publicamos,
ilustran demasiado acerca de la fiesta brava, que es el principal
objeto de esta Historia del Toreo, en México, y es a la vez m.otivo
para conocer el hermoso proyecto del notable arquitecto valencia-
no, don Manuel ~ro}.sá.
XXXVIII.

Temporada taurina en la Plaza Mayor en honor de' Branciforte.-La, UIni-


versidad en las fiestas taunnas. Cómo se reg:alaban los Doctores en ella.s.-
Toros para celebrar la colocación de la Estatua de C'aruos IV.-To,r eros in-
dios y Toros en aquella época, en Cuern3IVa·ca, Ixtlahua.ca, Lerma, Puebla,

IIII
San Angel y Tlaxcalilla.

L 18 de junio de 1794, . recibió el Conde de R evillagi-


gedo un aviso, comunicado por el Capitán Don Joa-
quín Valdés, de que tres días antes había llegado a
aguas de Veracruz, el Navío de la Real Armada de-
nominado" Europa"1 de porte de 74 cañones, trayen-
do de transporte al Excelentísimo Señor Don Miguel de la Grúa
Talamanca y Branciforte, Marqués de Branciforte, y a la Excelen-
tísima Señora Doña Antonio de Godoy, su consorte, así como nu-
meroso séquito de su familia, entre cuyos individuos figuraban
las damas de la Virreina, los Ayudantes de Cámara, los Caballeri-
zos, el Médico Don Francisco Balmiz, (que más tarde propagaría
el flúido anti-varioloso en todo el Continente) el Comadrón Juan
de Cosar, el Capellán, Mayordomos, Gentilhombres, Repostero ,
Ayudantes de Cocina, Criados de librea, etcétera; todo un séquito
regio, como que el flamante Virrey, era valido de los Reyes Espa-
ñoles y cuñado del favorito de éstos, el Príncipe de la Paz.
El día 12 del siguiente mes, a las once de la mañana, hacía su
entrada solemne en esta Capital, en medio de una doble valla, for-
mada por los Regimientos de Infantería de la Corona, Comercio y
Milicias, y la Caballería compuesta del Escuadrón Urbano de los
Panaderos, 'rocineros y Curtidores, yel Regimiento de Dragones
de España, tendidos desde el Real Palacio hasta la Calzada de
Guadalupe. SaIYas de artillería y repique de campanas atronaban
268 NICOLAS RANGEL

el aire, entusiasmando al inmenso '-g entío que llenaba las calles pa-
ra dar la bienvenida al nuevo mandatario.
El Ayuntamiento Capitalino había dispuesto, como era de ri-
gor, las tradicionales Corridas de Toros, no pudiendo efectuarse

Reglamento para la Temporada de 1794.

éstas desde luego, a virtud de que la Señora Virreina. llegó en es-


tado interesante muy avanzado, como que el 9 de agosto dió a luz,
felizmente, una preciosa niña, que fué b.autizada al día siguiente
en la Capilla del Real Palacio, por ,el Señor Arzobispo, omitiendo
las ceremonias solemnes, por deber ser sus padrinos los Reyes de
E spaña. Fué hasta el cuarto día del mes de noviembre, cuando los
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 209
habitantes de la ciudad leyeron con regocijo los Cartelones fija-
dos en los lugares de costumbre, anunciando las ansiadas Corri-
das de Toros en honor del Marqués de Branciforte; y junto a tales
anuncios, apareció el del Asentista de los Coches de Providencia,
quien manifestaba al público taurófilo que, deseando d esem'peñar a
'Satisfacción las obligaciones que se impuso en el Reglamento pu-
blicado, haría que se reforzaran con otros coches, los puestos más
lejanos, adelantando media hora, y que concluídas las funciones
se repartirían todos con iguales en los Sitios establecidos en los
Portales de Mercaderes y Las Flores, esquina de Provincia y Uni-
versidad, para que pudieran tenerlos a la mano por los cuatro
vientos, las personas que quisieran conducirse en ellos a sus casas.
y para que no tuvieran el menor fraude de parte de los autom:e-
dontes, se advertía que los precios no vari.arían: esto es, cuatro
reales por viaje que pasara de media hora, seis por hora y cuarto
u hora y media, tanto a la ida como a la vuelta, contándose siem-
pre para el flete, el tiempo que tardaran en regresar a su Sitio.
Oonstruyóse en esta ocasión el Coso en la Plaza de Armas, de
tamaño más reducido que otras veces, de forma perfectamente
ochavada y de uniforme perspectiva, con Palcos fastuosamente
adornados, así para los Virreyes como para las demás autoridade,s.
Ayuntamiento, Real Universidad, etcétera. Las Corridas comenza-
ron el 12 de noviembre, y la víspera, el Marqués de Branciforte ex-
pidió el siguient e Bando, que es un Reglamento de Corridas d e
'roros.
"Con el justo objeto de que las próximas fiestas de Toro~ qu e
celebra esta Nobilísima Ciudad en obsequio de mi feliz ingreso al
mando de estos Dominios, se eviten en todo lo posible los desórde-
n es y excesos que otras ve,~es se han notado en tales fiestas, he di s-
puesto se observe lo siguiente:
l.-Que en los días 18, 19, 20 y 21, 24, 25, 26 y 27 d el corriente
destinados a las Corridas, luego que se empiece a partir la Plaza,
debe salir de ella, si ri dil,a ción alguna, toda la gente, sin di stin-
ción de personas, a tomar sus asientos respectivos, para que des-
pejada con prontitud, siga la lid del Toro a la seña a ~os tumprac1a.
2.-Que ninguno ele los espectadores quede dentro el e la Valla,
por pretexto ni motiyo alguno, a fin de evitar los daños -y p eli gros
experimentados en otras oca's iones de 1'oros.
3.-Que no se den gritos ni voces, con que d esatendi end o al
r espeto y atención debida a la Superioridad. se falta igualm ent e al
270 NICOLAS RANGEL

deooro y consider,a ción al público, 'evitándose también con esta


providencia, que los Toreros, excitados de ellas, expongan como
suelen, sus vidas a más inminente peligro; en la inteligencia de
que los Centinelas que han de estar repartidos en la Plaza, tendrán
orden de hacer callar a los escandalosos, y contenerlos en su deber.
4.-Que ninguno cometa el exceso de herir a los Toros con es-
padas ni otros instrumentos, sea dentro del Coso o fuera de él,
cuando s'a len y se introduzcan en las dos Vallas; apercibido el que
lo haga, de que se le castigará según corresponde.
' 5.-Como no menos perturban la vista y atención de los espec-
tadores, los Vendimieros de dulces y otros comistrajos" igualmen-
te que los Aguadores, se ' abastendrán, unos y otros de andar por
parte alguna de los Tablados, así por delante como por detrás de
sus gradas; cuya prohibición debe entenderse también para los De-
mandantes de limosnas, por ser irregular ,e impropio que semejan-
tes personas concurran a tales actos.
6.-Que no se arrojen a la Plaza cáscaras de naranjas, limas ni
otras frutas ni despojos de ellas, que formando basura en que res-
balan los I .. idiadores, les pongan en riesgo y a peligro.
7.-'fampoco éstos tomarán el pretexto o nombre de algún San-
to para ejercer sus habilidade,s, ni saca,r limosnas, que las más ve-
ces son involuntarias y repugnantes, cuya advertencia se les hace
para que la observen puntualmente.
8-Ninguna persona podrá separar de su asiento y lugar, ha-
ciendo camino por dentro de la Plaza, hasta que esté muerto el úl-
timo Toro de la fiesta por la mañana o tarde; entendido de que
contra el que lo ejecutare, se tomará providencia que castigue su
contravención.
9.-Concluída la fiesta de la tarde, saldrá toda la gente de la
Plaza, desocupándose también Tablados y Lumbreras, sin excep-
ción alguna de persona, a fin de que cerradas las puertas se reti-
ren todos, en debida precaución y remedio d,e las ofensas que con-
tra Dios y contra el Público pudieran cometerse, continuando la
costumbre de otras fiestas anteriores, que evitó por Bando publi-
cado en Noviembre de 87, el Excelentísimo Señor Virrey D. Ma-
nuel Antonio Flórez.
IO.-Consiguientemente, durante la noche no se introducirán
gentes a la Plaza por fuera de los Tablados, ni menos a las Gra-
das o Lumbreras; y no se permitirá que haya Músicas, Bebidas ni
HISTORIA DEL TOREO EN :MEXICO 271

Comidas, celándose con exactitud la menor contravención que en


esto ocurra, para lo cual están dadas las órdenes convenientes.
l1.-Tampoco se consentirá que debajo de los Tendidos, en los
huecos de la Plaza, ni· en las calles o esquinas de su contorno, se
pongan Cocinas, Puesto de licores, ni de ninguna otra especie, tan-
to para evitar un incendio que podría resultar de las primeras, co-
co el embarazo que los segundos causarían a la Gente de a pie y a
los Coches.
12.-Los que vengan a la Plaza de Toros, luego que dejen las
personas que vengan destinadas a ella, se retirarán a colocarse en
parajes ,en que no impidan el tránsito de la Gente, y de ningún
modo quedarán en las bocaealles ni en el tránsito que form:a la
Plaza con el Palacio y el Parián: bien entendido que los que se
coloquen delante de la Catedral y del Portal de las Flores, deberán
dejar lugar suficiente para el p.aso de los demás.
y a fin de que nadie alegue ignorancia de estas providencias,
ni se queje ni extrañe de que por la Tropa y Ministros destinados
al despejo, se les reconvenga sobre el cumplimiento y observancia
de todo lo prevenido, mando se publique p.or Bando, y se fije en
las cuatro puertas de dicha Plaza y demás sitios acostumbrados.
-Dado en México, a 17 de Noviembre de 1794.-El Marqués de
Branciforte. "
No eran letra muerta tales disposiciones, sino que se llevaban a
puro y debido efecto. Porque era, en verdad, irritante, el increi-
ble número de limosneros que , con el pretexto de pedir para las
obras de reparaciones de Templos o construcciones de ellos, para
el culto de los Santos y tantos motivos religiosos como estos, mo-
lestaban a los católicos concurrentes a los Toros. Y hasta hace po-
co tiempo que ha d ejado de imperar la costumbre de permitir den-
tro de la Plaza, la venta de naranjas, limas, cañas, granaditas de
China y otras frutas, cuyas cortesas y desperdicios eran arrojados
al ruedo. Aún recordarán muchos de los lectores, que era común y
corriente el que los fruteros arrojaran a los concurrentes, desde
la arena hasta los más altos Tendidos, las naranjas, que previa-
mente habían pagado, arrojando los compradores, también a
la arena, las monedas, valor de la mercancía.
Es curiosa la noticia de que los Toreros de antaño invocaran a
los Santos al ejecutar las suertes, y pidieran limosna, probablemen-
te con fines religiosos.
El Ilustre Claustro d e la Real y Pontificia Universidad toma-
272 NICOLAS RANGEL

ba, ordinariam ente, seis Cuartones en la Plaza de Toros; habiendo


pagado en estA ocasión por ellos, cinco mil doscientos cincuenta
pesos, por falfJlrle a uno algunas gradas. Las Lumprer-as de estos
seis cuartone seran ocupadas por los Doctores y Catedráticos y por
los Cursantes de Estudios Mayores, reservando para los demás es-
tudiantes, algunas gradas de preferencia.
Formaban el Claustro Universitario, casi en su totalidad, ele-
vados miembros del alto Clero y de las Ordenes religiosas; lo que
no empece para que concurrieran, diligentes y alborOzados, a las
Corridas de Toros, y se regalaran durante la Temporada, con ex-
quisitas fruta s cubiertas y deliciosos helados y nieve. En esta vez se
construyó la Repostería detrás de las Lumbreras, forrada con pe-
tates viejos, y en ella se sirvieron y fueron consumidas por los ve-
nerables Doctores, dos arrobas de piña cubierta, dos de calabaza,
dos de camote, dos de durazno y tuna, dos de limón y manzana,
dos de biznaga y pan con elote y cidra, dos de frutitas de almen-
dra, dos de camotitos, duraznitos y mostachones, dos de huevitos,
alfajores y ollitas, dos de cajitas, canastillas y animalitos, media
arroba de animalitos, mediada, diez y seis fuentes de soletas, cua-
tro de rosquillas y almendras, doce de masas y mamones, agregan-
do a esta copiosa cantidad de golosinas, veinticuatro botes de nieve
y treinta y dos docenas de helados de Boca de D'ama. El importe
de estos refrescos alcanzó la respetable suma, para entonces, de
cuatrocientos tres pesos, siete reales.
Cuanto de más lujoso tenía la Universidad, tanto era llevado
a la Plaza de Toros para adornar el Tendido que ocupaban .Claus-
tro y Estudiant es: dam1asco para colgaduras, cortinas finísimas
para las Lumbreras de los estudiantes, fundas de terciopelo para
las bancas, como las que actualmente se usan en la Catedral en
las fiestas de primera clase, servicio de Plata para los dulces, pas-
tas, mamones y helados, alfombras riquísimas, etcétera.
N o obstante los gastos cr ecidos en armar los Cuartones, pag'ar
cuidadores, de día y de no che, comprar seis docenas de vasos de
cristal cortado, seis orinales (que bien los habían menester aque-
llos buenos ancianos) y algunas otras menudencias que om\itimos;
sacadas a la venta las localidades, pagado el cinco por ciento a
los que se ocuparon de colocarlas, y ad emás pagados los gritones,
quedó limpia de polvo y paja, para la Arca de la Universidad, la
cantidad de dos mil ochocientos pesos, un real. Para la inteligen-
cia del lector, es bueno recordar que antaño no había Taquilla pa-
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 273

ra la venta de boletos, sino que esta se hacía en plena calle, Úa-


mando a los compradores por medio de gritones, (los precurso~es
de los fastidiosos revendedores) lo que debe haber dado una nota
más de alegría a estas fiestas de la luz y de los colores.
Brancifort.e había recibido del Monarca Español y su consorte,
distinciones muy señaladas; y con objeto de hacer patentes sus
agradecimientos a sus munificentísimos bienhechores, proyect6 le-
vantar en la Plaza Mayor de M'éxico, una Estatua ecuéstre, y abi~i'r
un Camino, amplio y bien acondicionado, entre la Capital del ' Vi-
rreinato y el Puerto de Veracruz. Con motivo de estas dos gran-
des obras, se hicieron fiestas solemnísimas. Y para cerrarlas con
broche de oro, se dispusieron doce Corridas de Toros repartidas
en dos semanas.
Levantóse el Coso en la Plazuela cercana al Paseo de Bucareli,
de forma ochavada. Hiciéronse cuatro Ensayos preliminares, co-
menzando las Corridas formales el 13 de dici embre de 1796. L~s
Palcos destinados al Virrey, Real Audiencia, Ayuntamiento y Tri-
bunales, estaban decorados con magnificencia, y los demás, lós
unos vestidos de damasco de varios colores; y los otros con peI'S-
pectiva pintadá de muy buen gusto.
Para perpetuar la memoria de estas grandiosas fiestas, dispuso
el de Branciforte que los productos de estas Corridas se destinaran
a la dotación de Niñas huérfanas pobres, las que recibirían tres-
cientos pesos cada una, resultando agraciadas con este donativo,
diez y siete niñas; pero como aún sobraran más fondos, colectados
después, se repartieron entre siete niñas decentes y pobres, siendo
comisionado el Decano de la Real Audiencia, Don Cosme de Miel'
y Trespalacios, para entregar el Nombramiento de estilo a las que
tomaran estado.
El Dr. D. Manuel de la Borda, hijo del rico minero de Taxc o,
Don José de la Borda, gestionó cerca de Su Santidad Pío VJ, me-
diant e cuant.iosos donativos, que le concediera a la Villa de Cuer-
navaca las reliquias de algunos Santos, remiti endo el Santo Padr~
los cuerpos ent ero s de los Mártires Justino y Vicentito, toda la
osamenta de Santa Fermina Mártir, diez cráneos y treinta y dos
huesos de otros Santos, muy rica y primorosamente adornado ~ , los
cuales fueron depositados en la Iglesia del Pueblo de Nuestra Se-
ñora de Tlaltenango.
Con tan inusitado y grato motivo, organizáronse grandes fUll-
ciones religiosas. Pero, &sería posible que faltaran las Corridas de
274 NICOLAS RANGEL

"foros para completar el júbilo, después de haber conseguid.o un


d6n y una felicidad de que muchas Ciudades carecían Y Por esta
razón, el Apoderado y Procurador del vecindario ' de españoles y
el Gobernador de los Naturales, Don Dionisio Atliyac, solcitaron
del Virrey perqliso para dar algunas Corridas de Toros, en las que
los indios representarían el principal papel. Concediólo Brancifor-
te, con la obligación precisa, de que los produetos de tales Corri-
das se aplicaran al culto de las reliquias mencionadas.
No marchaban tan santa y políticamente, como debían, el Cura
Jl.lez e,cle,siá$tico del Partido de San Francisco de Ixtlahuaca, Lic.
Don Francisco Pico y Palacio, y el Colector de Diezmos y encar-:-
g,~p de .ao.;ministrar justicia, por muerte del Subdelegado, Don
Manuel de la Torre Piró. Tal se desprende de una denuncia que el
prjl;lliero hizo ante el Virrey de Branciforte, y que consistía en lo
sigui~;nte: De la Torre Piró celebraba anualmente, el 15 de sep-
t.i~Jnbre, una función religiosa en la Parroquia del lugar, en de-
bid.<> culto a la Virgen, bajo la advocación de la Bien-apar'ecida
siguiel).Q.o a la relacionada función de iglesia, unas Corridas de . To-
ro~, utilizando una de las paredes del atrio de dicha Parroquia. Y
agregaba, en dos párrafos de la denuncia:
"En dichas Corridas, el año pasado de 1795, de resultas de un
g9'lp:e que dió Ull Toro a un indisuelo, le causó la muerte; en la
d~~~:rsi,ó~ ,d icha hubo sus heridos; en el 96 hirió un Toro a un an-
cil:j.n,o Hamado .Juan Ríos, que a pretexto de dicha herida no siguió
~u ~gimie;nto; y aún en la concurrencia a la Comedia que se ha
r~p"e,~entado, haciendo el Colector papel principal, se versan mu-
chos desórdenes y ofensas~ que la mezcla de gente de ambos sexos
es regular cometan, por la ninguna previsión que se toma para
eyitarla.s.
"El que representa, refleja que, si sólo por la amistad que ha
mediado entre el enunciado Colector y las Justil~ias que ha habido,
se iehan permitido semejantes diversiones, en el día que empuña
el Bastón, es reg'ular que sean con m'a yor exceso; y tal vez inten-
tará tomar la tapia principai del Cementerio para valla, e impedir
el ingr.eso a la Iglesia por aquel lado; lo que está prohibido por el
T~rcer Concilio Mexicano; además de que muchas gentes deterio-
ran la referida tapia, 's ubiéndose a ella para gustar de las Corri-
das de Tpros; no siendo de poca consideración las irreverencias
q¡llc se com.eten al frente del templo." y . acababa por suplicar el
HISTORIA DEL TOREO E~ MEXICO 2i5

Cura, que no se perl11,itieran tales Corridas, o en caso contrario,


que fueran en paraje distinto del de la Plaza Principal.
El Marqués de Braciforte, que a la sazón se encontraba en Ori-
zaba, pasó esta denuncia al Piscal de lo Civil, quien opinó que de-
bía mandarse, en calidad de reservada, al Administrador de Ren-
tas de Ixtlahuaca, para que informara a vuelta de correo, todo lo
que hubiera de efectivo sobre cada uno de los particulares refe-
ridos por el Párroco. Cumpliendo con este superior mandato, Don
José Rosell enteró con honradez lo que había de cierto en el asun-
to, dejándonos a la posteridad, noticias de las novilladas, de la
ganadería de Enyejé y de las rencillas domésticas de las autorida-
des pueblerinas.
"Es cierto, dijo Rosell, que el Colector celebraba anualmente
la fiesta de la Virgen Bien-aparecida y que el año de 95, muchos
vecinos y comerciantes de la localidad proyectaron extender la de-
voción, agregando a la función eclesiástica, Carreras, Toros y Co-
medias.
"Entendido el populacho de esta determinación, y viendo que
a una imagen que le llamaban extranjera, se le iba a hacer tal fies-
ta, y que a la que veneran aquí con el título del Milagro, el día
ocho, también de este mes, no se la hacía ninguna, intentó hacer lo
mism'o. En efecto: las Carreras se volvieron danza de los que lla-
man Romanos; en la tarde hubo sus Toretes o Novillos que se lla-
man en España, de dos años, que siguieron todos los ocho días
hasta la fiesta del Colector, y en la noche se representó en el Cu-
rato la comedia El Mayor Monstruo los Celos.
"Llegó la fiesta del Colector: hubo su magnífica función de
Iglesia; hubo los mismos Toretes a la tarde; y a la noche se repre-
sentó la comedia titulada El Premio de la Humanidad, pero con
una diferencia muy notable de la del Curato, pues aquella fué re-
presentada por Gente Común, y en ella, como quiera que se veri-
ficó en el patio y sin precaución alguna, pudo haber los desórdenes
que menciona el Cura; y ésta, en una Galería iluminada de la Co-
lecturía, dentro de la casa, a puerta cerrada y con Milicianos de
centinela, que pidió el Colector al Ayudante Mayor del Regimien-
to de Toluca, Don Miguel Paz, que se hallaba a la sazón aquí: re-
presentada por los sujetos más condecorados, empleados, y con
asistencia del difunto Subdelegado y su familia , d el Cura y la su-
ya~ la mía, y en una palabra, de toda la gente decente convidada
276 NICOLAS RANGEL

por papeletas y en buen · orden; y se repitió a petición y con em-


peño del mismo Cura, en el patio de su casa.
"El año pasado de 96 no tuvo el populacho cosa alguna para
la función de su imagen; pero el Colector, continuando su devo-
ción, hizo la función de Iglesia como anteriormente. No había
pensado en que hubiera los Toretes o N ovillos, por cuanto tenía no
sé qué sentimiento con el citado difunto Subdelegado, y no que-
ría pedir licencia, temeroso de que le corriera un desaire. En cuya,
virtud yo .me arresté a hacerlo; conseguí la Licencia, mandé a la
Hacienda de Enyejé del Señor Conde de la Torre, una carta al Ad-
ministrador de ella, pidiendo los Toretes de la edad referida que
me remitió, y se lidiaron dos o tres tardes entr:e los m)uchachos,
porque la gente de campo tenía a menos salir a la Plaza con seme-
jantes animales. A la noche, se representó la comedia Siempre
Triunfa la ·Inocencia, en los mismos términos que el año ~nterior
y con los Milicianos de centinela.
"Va hecha relación de las fiestas: falta la de las heridas y
muerte del Indisuelo. A la verdad, . Señor Excelentísimo, que esta
es la primera vez que llega a mi noticia, por cuanto V. E. se sirve
preguntármelo, y quiere saber lo cierto; ni creo que ninguno en la
Villa lo sepa, ni es verosímil creerlo, por cuanto lo prime~o se
hubiera divulgado, y lo segundo, que los referidos Toretes eran de
tan corta edad, . que uno que más embestía, por la diversión que
ofreció, encargué al Administrador de la Hacienda lo cuidara para
otra ocasión, por que mamaba todavía, y después me avisó que ha-
bía muerto.
"En cuanto a la herida en el Juego de chusa, verificada en la
fiesta del pueblo, y no en la del Colector, y entre dos hombres de-
Gentes, fué leve, y por consiguiente, sanó el herido brevemente y
se reconcilió con el heridor: la que el supuesto Toro sé dice hizo a
Juan Ríos, fué por una mera casualidad, como la de haberle lla-
mado el rreniente de Justicia, ·que era entonces Don Joaquín Mon-
dragón, y haberse caído junto al Torete, pero no fuémás que lo
que llaman quemadura, y ésta en un muslo. " Y termina Rosell di-
ciendo que todo ello no es más que pretexto para palear vengan-
zas, desahogar pasiones y esforzar caprichos, de lo que sólo resulta
una cortinua disención o críticas de cada uno de ellos.
Sorprendió al Virrey la falta de veracidad del Cura de Ixtla-
huaca, por lo que le hizo un serio extrañamiento, ordenándole que
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 277

se reconciliara con el Colector y tuvieran la fiesta en paz, permi-


tiendo que siguieran efectuándose las Novilladas anuales.
El Subdelegado de Lerma, Don José Iturralde , solicitó permiso
del Virrey, para que en el mes de enero de 1797, s.e corrieran en
aquel lugar Toros, durante dos semanas, con objeto de aplicar el
producto a la re\:; dificación de la cárcel pública, de la que habían
logrado escapar reos muy peligrosos.
Branciforte, con acuerdo del Fiscal, pidió se le informara cuán-
to sería lo que pudieran producir dichas Corridas; a lo que Gontes-
tó el Subdelegado que estimaba que, por la particular complacen-
cia con que se recibían por todas las vecindades las Corridas de
Toros, costaría armar la Plaza quinientos pesos, y podría obtener-
se de utilidad como do scientos, con cuya cantidad hastaría para el
objeto.
No concedió el Virrey la licencia, por parecerle que era dema-
siado po co lo que rendían tales Corridas, y sí ordenó al Subdele-
gado que reuniera a todos los vecinos y les exigiera una contribu-
ción para construir la cárcel, de mampostería y no de adobe como
se pensaba hacer. Y se ignora en qué haya quedado tal negocio.
Los excesivos gastos que el Ayuntamiento de Puebla erogó en
el vestuario, fornitura y demás utensilios de los dos Regimientos
de Caballería de Dragones Provinciales y de Infantería de, Milicias
de Puebla; mil pesos que por orden superior le entregó a los Gom~­
sarios del Real Hospital de San Pedro para la compra de camillas;
la compostura del Coliseo que amenazaba ruina; el reparo de la
cañería de agua dulce y los abonos de consideración hechos al Co-
fre de la Iglesia Catedral Angelopolitana, puso a. los Propios de
aquel Ayuntamiento en condiciones de no poder atender al .urgen-
te reparo de los cimientos del Puente del camino a esta Capital,
reparo que debería hacerse antes de que las avenidas de los ríos
Atoyac y Zahuapan aumentaran con las lluvias.
Ante estas necesidades, sobre todo la última, no encontró el
Ayuntamiento poblano otro re,:mrso que el de las Corridas d e 'ro-
ros, enviando solicitud al Virrey para que concediera tener en do s
semanas Corridas, cuyo arbitrio había servido ya en otras ocasio-
nes.
El 11 de enero de 1797, extendía el de Branciforte un de cr eto
que rezaba:
"Concedo las Corridas de Toros a la Ciudad d e Puebla, de con-
formidad con el precedente Pedimento del Señor Fiscal de lo Ci-
I
278 NICOLAS RANGEL

vi1 1 y particularmente por el distinguido s-ervicio que ha hecho al


Rey y al Público en vestir _y armar los dos Regimientos de Infan-
tería y Dragones de Mili~ias Provinciales de la misma Ciudad, es-
perando concluya a la mayor brevedad, la habilitación que se pre-
viene en orden 's eparada, de -las varias prendas que aun les faltan,
a fin de que dichos Cuerpos se hallen prontos a poder marchar
cuando lo determine, al Acantonamiento que está próximo aefec-
tuarse, y señalaré oportunamente.-Branciforte."
Acostumbraban los habitantes pudientes de esta Capital, pa-
sar mes y medio en el pintoresco villorrio de San Angel; y valién-
dose de esta coyuntura los vecinos de distinción y los naturales de
aquella Doctrina, que entonces pertenecía al Partido de la Villa
Marquesana de Coyoacán, solicitaron del Marqués de Bran~iforte,
permiso para que durante la temporada m;e ncionada, hubiese Co-
rridas de Toros y Peleas de Gallos, dando al Rey, por la segunda
gr~cia cien pesos, y aplicando a la reparación de la Parroquia y
Casa Cural, el resto de lo que produjeran estas diversiones. Opu-
siéronse a semejante pretensión, el Juez del Asiento de Gallos y
el Gobernador del Estado del Marquesado del Valle, Marqués de
Sierra N evada; el primero, porque ' la Plaza de esta Capital sufri-
ría en sus entradas, tanto porque los aficionados a este juego irían
en gran número al pueblo de San Angel, como porque los mejores
gallos se destinarían a aquella Plaza: además, se estaban arre-
glando en esta ciudad las fiestas para la colocación de la Estatua
de Carlos IV, y no era cuerdo hacer que el público se desgastara.
en otras diversiones. El Segundo, alegaba que "jamás pueden ni
. deben hacerse cosas buenas, si de ellas han de seguirse otras ma-
las; ni en las Historias faltan ejemplos de bulto con que vemos es-
ta verdad acreditada."
En vista de estas fútiles razones, el Virrey denegó la li~encia
solicitada.
Gozaban los pueblos de indios el privilegio de festejar a sus
Santos Patronos con Corridas de Toros y fiestas religiosas; pero,
sobre todo, las primeras atraían de los pueblos comarcanos, gran
cantidad de visitantes, con lo que el pequeño comercio de esos vi-
lIorios y los mercaderes ambulantes hacían su agosto. El\ pueblo de
Tlaxcalilla, de los suburbios de San Luis PotosÍ, disfrutaba de es-
te privilegio, sobre todo por ser de la familia de los· Naturales que
tanto ayudaron a la conquista de México, trasplantados a aquel
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 2i9
lugar para conquistar a su vez a los feroces chichimecas y otomíes,
antiguos habitadores de aquellos lugares.
Pero sucedió que, en tiempo del virreinato del Conde de Moe-
tezuma, dispuso este mandatario que no se verifii2aran las Corridas
en los pueblos de indios, sin permiso del Superior Gobierno y n<>
simplemente con el permiso de los Justicias, como anteriormente
les bastaba.
Posteriormente ocurrieron los mencionados indios de Tlaxeali-
lla al Excelentísimo Señor Virrey, en 1772, consiguiendo que no
se les cobrara derecho ninguno por razón de licencia para la cele-
bración de sus fiestas; pero Don Martín de Mayorga, en 1782, dis-
puso que, sin embargo de las indicadas providencias, se les comtpe-
liera a que pagasen jornal a los Lidiadores de Toros y a los sold'i;t-
dos que enviaban los Jueces de San Luis. No conformes los indios·
con estas dispos~ 2iones, alegaron que ellos 110 pedían a los solda-
dos y que no necesitaban a los Toreros de profesión para las Co-
rridas, toda vez que ellos desempeñaban el lugar de los diestros:
que se les guardaran la excepciones que de tiempo inm'en:iorial go-
zaban los Naturales de la República d e Tlaxcalilla, y se impidiera
que los Alcaldes Ordinarios los maltrataran, bajo la multa de qUI-
nientos pesos. Igual pedimento hicieron en la época de Revillagi-
gedo, .y este Virrey mandó, previo pedimento del Fiscal, que el
Intendente de San Luis le informara sobre el particular. Obede-
ciendo este mandato, congregó a los indios en su alojamiento, al
Gobernador y Ancianos de dicho pueblo, y habiéndoles pregunta-
do qué ultraj es re cibÍ'an de los Alcaldes, respondieron todos que,
antes del establecimiento de las Intendencias, fueron tratados con
vilipendio, pero que en el nuevo sistema no tenían de qué quejarse .
(( Este pueblo, di,'.: e el Intendente, que en todos tiempos ha ma-
nifestado su fidelidad, y con especialidad en el Tumulto del afio
pasado de injl setecientos sesenta y siete, es muy digno y acreedor
a ser atendido. El Intendente no haya reparo alguno para que per-
petuam.ente se le conceda celebrar con Toros su fiesta , bRjO las
condiciones siguientes:
(( Primera: Que pidan la venia al Jefe de la Provincia , para
que éste se las conceda, no ocurriendo grave motivo, como muerte
del Rey, esterilidad~ epidemia u otra semejante, y que por nir'l'gún
motivo ni pretexto se les lleve por la licencia, derecho ni obseq'úio
alguno. . "
(( Segunda: Que en dicha solemnidad no puedan usar los Natn-
280 NICOLAS RANGEL

rales armas de fuego que les prohibe la. Ley, y la precisa obliga 4

telÓú ' de rondar los Oficiales de la República con suficiente acom 4

pañ,amiento, para evitar los desórdenes y lograr la tranquilidad,


si'q perjuicio' de las Rondas que disponga el Gobierno para tan im 4

P?rtante fin ,
o "Tercera: Que aunque se les permita poner una Lumbrera pa-
ra el Jefe de la Provincia y Regidores que le acompañen y otra
para el Reverendo Padre' Cura y Reverendos Padres de la Religión
de San Francisco, a quien pert.enece el Curato, se prohiba absolu-
taJIlente que por ningún motivo ni pretexto den a unos ni a otros
A'lmuerzos ni Refres.cos, con que se disipan los Naturales.
" Cuarta: Que éstos o la República que los representa, manifies-
te . al Jefe de la Provincia, cuenta jurada de los gastos y utilida-
des que resulten de las Corridas de Toros, y que las que fueren,
se . destinen e inviertan,con la correspondiente formalidad, en el
fondo de su Comunidad, para auxilio de pagar los Tributos, acla-
rar las acequias . que tiene dicho pueblo u otra obra pública de
utilidad de los mismos Naturales, a la disposición de V. E."
" Sin embargo de esta consulta y de las cartas recomendaciones
cU; los, franciscanos para que se permitieran las acostumbradas
C~t~¡(las~ a q~~ deben haber sido afectos sus ~everencias, Revilla-
gigedo contestó: "Me dirige V. S. y recomienda en consulta nú-
mero 1381 de 11 del corriente, las diligencias que le han pasado
los :Naturales del Pueblo de Tlaxcalilla, solicitando permiso para
t~'ne~funCión de Toros en la celebridad de su Patrona, Nuestra
Señora ,dé la Asunción-Son muchas las Corridas de Toros que
. h~ habÚi6 en ' todas partes del Reino, con el plausible motivo de la
j~r~ de Ntro. Católico Monarca el Sr. D. Carlos IV, y las hubo
también en esa Ciudad a que está tan inmediato el Pueblo de Tlax-
,~ alilla.~De tal repetición de estas funciones, proviene la escasez
y:,c~restía que se advierte en estos ganados; la distracción de los
menestrales y operarios de sus trabajos, con perjuicio de la Causa
P;~blica, susf~~ili~s y labores del campo; los gastos,empeños, hur-
t~s, embriagueces y otros graves perjuicios que tiene la más per-
jl1.~i~üal trascendencia, no habiendo cosa más impropia que el que-
r~l' ,celebrar a lQs , Sa,ntos con diversiones tan ocasionadas a ofen-
y;
~~ pe: e~d~:s o~ó~/t~a la: Majestad Divina.-Por estas justas consi-
~~~~o~iQnes h~, l~esuelto qlle, aup.que en otro tiempo y. circunstancias
pudiera acaso' haber lugar a la referida solicitud, no puede ta- .
n~rl,o , en los pres~ntes; lo que aviso a V. S. para su inteligencia, a
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 281

fin de que lo haga saber a los Naturales de Tlaxcalilla, con reserva


para m¡ejor ocasión.-Dios guarde a V. S. muchos años. México,
Julio veinte y tres de mil setecientos noventa y uno.-El Conde de
Hevilla Gigedo."
Aun gestionaron los indios, siete años después de negado el per-
miso, que se les continuara con el Privilegio de celebrar su fiesta
titular con Corridas de Toros, según 10 habían ejecutado durante
tanto tiempo; pero el Virrey de Azanza, que a la sazón regía los
destinos de Nueva E spaña, dió una Orden Superior con fecha 17
de Agosto de 1798, que rezaba: "N o ha lugar a la licencia que so-
licita el v~2indario de Tlaxcalilla para las Corridas de Toros en
€'st e año."

Dehesas de San Nicolás Peralta.


XXXIX.

Oorridas de Toros para la obra de la Alameda de Querétaro.-DenWlcias


anónimas contra el Justicia de Acámbaro, por unas Novillada·S .-Corridas en
fincas rústicas por fin de cosechas.

1I ~ O todos los motivos por los cuales se celebraban las Co-


rridas de Toros, eran los puramente religiosos; ya
hemos visto que una parte de los productos de tales
fiestas, se destinaban a mejoras material es de las po-
blaciones de esta Nueva España. Así era en efec-
to. Y una de las obras a que se ap1icaron tales productos, fué la
de la plantación y ornato de la Alameda de Querétaro, qu e ha lle-
gado hasta nuestros días.
Catorce años hacía que los aficionados a la fiesta brava de la
Ciudad de Querétaro, no disfrutaban de esta diversión; y estimó
acertadamente el Corregidor de aquella población, que dadas las
aficiones del vecindario a las Corridas de Toros, podría obtener,
con creces, los elementos indispensables para dotar a aquel vecin-
dario de un Paseo del~ 3ioso y cercano. Y como lo pensó , lo hizo,
solicitando del Marqués de Branciforte el permiso correspondiente,
el cual fué otorgado luego y con beneplácito. No resistimos al de-
seo de insertar, íntegra, la comunicación enviada por el Corregi-
dor al Virrey, pues ella contiene datos interesantísimos r especto
al estado floreciente de Qurétaro y la importancia capital que t e-
nía la ciudad que fuera más tarde el foco de la insurrección más
importante de Méxipo; y en donde se incubó la idea de indep ender
a la Nueva de la Vieja España. Oigamos al elocuente Corregidor:
"Excelentísimo Señor: La opulencia de esta ciudad, situada en
1a garganta del Reino, para el paso de Tierra adentro: el Viecin-
dario, noble, dócil y generoso de que se compone: el vasto comer-
cio que manti ene: la industriosa habilidad de sus art esanos: el te-
284 NICOLAS RANGEL

són con que procura aumentar la Agricultura en su fertilísim~


Campiña, y las ventajas que ofrece un suelo de lo mejor de esta
Nueva España, está clamando a que se le mire con la mayor aten-
ción, y que se discurran arbitrios y medios de darle el lleno a que
. es acreedora.
"Uno de los que hasta hora he discurrido, es el plantío de un
Paseo y Alameda que, sirviendo de Ornato a la Ciudad, y de re-
creación a sus vel,.~inos, contribuya a la unión de éstos, por la co-
municación que facilita: que sin los peligros que con razón se te-
men, de los parajes en donde a la presente van a pasarse los días
festivos, se diviertan más; así por la multitud de gentes, como por
la idea de la colocación de los Arboles, de los Cuadros y Fuentes
de que esté adornado, que sirviendo todo de desahogo a las fati-
gas de las diarias tareas, liberte de otras concurrencias perjudi-
ciales y costosas.
Divulgado mi pensamiento, inmediatamente, por algunos indi-
viduos se me ofrecieron gustosamente, mil y más pesos: por uno
solo, el terreno para la Alameda, dar la piedra necesaria para la
Fuente y costear ochocientas varas de Cañería; y entre dos, ha~er
la obra por seis mil pesos, sin embargo de que según un juicio pru-
dencial, ha de exeder el costo en cantidad considerable.
"El paraje elegido para el intento, es sin disputa el más pro-
pio, porque está inmediato y salen a él seis calles de la Ciudad: El
Público, según voz general, está ansioso porque se verifiquen mis
ideas; pero siendo el dinero ofrecido muy poco para emprender la
obra: que aquí no hay Propios ni Arbitrios para ello, propuse a
V. E. en lo verbal, la necesidad del Paseo y la utilidad que resul-
taba; que este vecindario, también a mi . instancia, acababa de
desembolsar .para poner el Asiento de Bagages, tan ventajoso al
Común, y que no era prudencia molestar con nuevas contribucio-
nes; que no quedaba otro medio, para completar lo suficiente para
la indicada obra, que hacer unas Corridas de Toros: todo 10 cual
pareció bien a V. E., y por eso lo reitero, haciendo presente que en
esta Ciudad, no se han corrido desde Enero de mil setecientos
ochenta y dos, ni aún con el plausible y justo motivo de la Procla-
mación de Nuestro Augusto Soberano, como lo lograron otras Ciu-
dades y Pueblos inferiores a Querétaro.
"En los ' que hubo el cita~o año de ochenta y dos, concurrieron
de tod.a s partes, según noticias fidedignas, y fueron celebradas con
tanto esplendor, que hasta ' hoy duran las memorias en los que las
HISTORIA DEL TOREO EN MEX1CO 285

presenciaron. Por esto ha er eído que el arrendamiento de la Pla-


za, ha de producir, no sólo para que se verifique el Paseo y Ala-
meda proyectados, dando los seis mil pesos a los que han ofrecido
hacer la obra, sino también para agregar cuatro Fuentes más, he-
char Puertas y Arcos en las entradas y que quede un sobrante de
m/ás de mil pesos, que se puedan destinar para principiar el Cuar-
tel de,l Regimiento de Caballería Provincial, para el fondo de .AJ:-
bitrios de Milicias, o para lo que más sea del Superior agrado
de V. E.
"En tales circunstancias espero que V. E., calificando por jus-
tos los motivos expedidos, se sirva conceder su Superior permiso
para que en esta Ciudad, y en tiempo oportuno del presente año,
se lidien Toros, en la forma y para los destinos que llevo expresa-
dos; y tenga la satisfacción de haber sido de la a,3eptación de V.
E., con que se conseguirá poner en efecto una obra de convenien-
cia y uülidad al Público, que éste no se grave con contribuciones,
y que con las que haga, consiga al propio tiempo, una diversión
por que tanto anhela.
, 'Si V. E., como espero de su bondad, se digna acceder al pen-
samci.ento, conseguiremos con él tomar idea de si puede establecerse
anualm;ente, para los utilísImos fines a que V. E. lo aplique, y lo-
graremos la satisfa~'3ión de dedicarlo al alto nombre de V. E. y
el de la Exma. Señora Marquesa; como es justo perpetuar en todo
este Reino, y en los más remotos lugares de él, la augusta memoria
de V. K, por los inumerables beneficios que le apetece V . K-Di os
guarde a V . E. muchos años. Querétaro, Julio 15 de 1796.-E:x:mo.
Señor.-.J oseph Ignacio Ruiz Calado."
Pasada en consulta esta solicitud al Fiscal ·de lo Civil, tal fun-
cionario opinó que, en su sentir, era de accederse a lo que pedía el
Corregidor de Letras de Querétaro, dado el objeto a que se desti-
naba el producto de las Corridas de Toros. "Los Paseos Públicos
y honestos, agrega el Fiscal, son recomendables y muy propios de
las Ciudades y lugares populosos. La de Querétaro es una de las
principales de este Reino; y careciendo tota,l mente de ellos, es jus-
to se contribuya a una obra ~ onveniente y útil, pues con ella se
evitan los perjuicios que son de temerse se originen de la concu-
rrencia de gentes en otros p arajes, y se les proporciona diversión
y desahogo honesto, nada costoso y libre de consecuencias funes-
tas. ' ,
D esde que verbalm ent e le explicara a Branciforte sus proyec-
286 NICOLAS RANGEL

tos el Corregidor de Querétaro, aquel había consentido en que se


llevara a efecto una mejora de tanta importancia para una pobla-
ción que era de las más populosas y progresistas de la Nueva Es-
paña. Además como se ha visto, el parecer del Fiscal fué igual-
mente favorable, por lo que S. E. dió el superior permiso para las
corridas, por Decreto de 21 de agosto de 1796; con la precisa con-
dición de que tales lides taurinas se celebraran después de con-
cluídas las funciones Reales que se prepararon en esta Capital,
con motivo de la solemne dedicación de la Estatua Ecuestre de Car-
los IV; Y de que procediera el Corregidor con el celo, actividad y
eficacia que había manifestado, procurando que la obra se hiciera
con buena disposición y hermosura posible, al mismo tiempo que
con el':!onomía. Por último; dispuso el Virrey que se le diera cuenta
con el resultado de las Corridas, para disponer que se hicieran o
no, anualmente.
Ya con la venia, el acucioso Corregidor dispuso que se dieran
Pregones para buscar postor para las proyectadas Corridas. En
tal virtud, el primero de sept iembre se dió el primer pregón, en
la puerta de las Casas consistoriales, por voz de José Simón, que
hacia el oficio de pregonero; y por ante el Escribano don Juan
Fernando Domínguez, José Simón, dijo, en altas e inteligibles vo-
ces, a son de caja y clarín: "Quien quisiere hacer postura a- la
Plaza de Toros que se han de correr en esta Ciudad, para el tiem-
po que se señalare, comparezca por el Oficio de Entrada, que afian-
zando, se le admitirá la que hi\:!iere."
Hasta el noveno pregón, compareció el Capitán don Matías de
la Bárcena Llata, con papel de abono de don Felipe de Pando, Ad-
ministrador de la Real Renta del Tabaco, e hizo postura a la Plaza
de Toros en cinco mil pesos, bajo las condiciones de dar al Ayun-
tamiento el Tablado que era costumbre; al Corregidor y Regido-
res, una Lumbrera a cada uno; que a la Plaza habían de entrar
ocho Chulos y cuatro de a caballo; que se habían de lidiar diez y
seis toros por mañana y tarde, de los cuales dispondría de cuatro
el Corregidor, a cuya satisfacción quedaría la constrw~ción de la
Plaza, la que se construiría en la Plaza de San Francisco; que dia-
riamente se le darían al Corregidor cincuenta p'esos para Galas y
para Refrescos del Ayuntamiento.
Suspendiéronse los pregones el 13 y se reanudaron el 26, en
cuyo día ocurrió don Manuel García de Arango, con papel de abo-
no del Teniente Coronel don Juan Antonio del Castillo Llata: y
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 287

puso de postura la cantidad de seis mil pesos, bajo las propias con-
diciones estipuladas por de la Bárcena, quien subió otros quinien-
tos pesos, Arango ciento más, y el primero, llegó a siete mil, can-
tidad que se estuvo pregonando hasta la una de la tarde, en que
parEl~ió don Francisco Javier Galván presentando papel de abono
de don Bernabé Ortiz, comerciante, y subió la postura a siete mil
doscientos pesos en la que se le remató.
Fijada la fecha del diez y seis de Enero, para que ~ omenzaran
las Corridas, el Corregidor, por auto de 11 de enero acordó que,
estando ya concluída la fábrica de la Plaza de Toros, debería ser
reconocida antes de que empezaran, para ver si estaba con la se-
guridad correspondiente; para lo cual nombró por peritos para ve-
rificarlo, a don José Mariano Oriñuela, queretano, Agrimensor ti-
tulado por S. M., medidor de Minas, examinado y titulado por el
importante Cuerpo de Minería de Nueva España; y don Antonio
Rodríguez de León, quienes, en presencia del Corregidor, del Pro-
curador Mayor y del Síndico Personero, procedieron a hacer el re-
<~ onocimiento prevenido, con ,l a debida atención, resultando que el
Coso estaba perfectamente construído y con las precaucicnes opor-
tunas para evitar desgracias.
Tomadas todas las providencias del caso por el infatigable e in-
teligente mandatario de Querétaro, sólo faltaba el indispensable
Reglamento de Toros, a que deberían sujetarse, Empresario, Tore-
ros y Público. Este interesante documento, que hemos creído con-
veniente publicar íntegro, contiene noticias de cómo eran ,l as Co-
rridas de Toros ,en Provincia, su duración, recepción del Ganado,
multas, etc., et~. He aquí el Bando:
"DON JOSE IGNACIO RUIZ CALADO, Abogado de la Real
Audiencia de esta Nueva España, Alumno de su Ilustre y Real Co-
legio, Corregidor de Letras en esta Ciudad de Santiago de Queré-
taro y su Partido, con jurisdicción en las Causas de Hacienda y
Guerra.
CON el importante objeto del beneficio y utilidad de este Ve-
cindario que se han tenido a la vista, se dignó el Exmo. Señor Vi-
rrey conceder su superior permiso, para que se verifique una Corrida
de Toros en esta Ciudad. Están tomadas las providencias oportu-
nas para que se ejecuten con todo el decor9 posible a ~a diversión
del Público y a la actual situación de esta populosa Ciudad: con-
viene asignar el día en que deban dar principio, y dictar reglas-
oportunas al gobierno, poli ~ía y demás respectivo a la Plaza. De
288 NI.COLAS RANGEL

acuerdo con el I.Jicitante Don Francisco Xavier Galván, señalo el


día diez y seis del inmediato mes de Enero de noventa y siete, pa-
ra que dén principio, y en ellas se observarán las reglas siguientes:
Ninguna Persona, de cualquier estado, calidad o condición que
sea, podrá mantenerse dentro de la Plaza, durante la Corrida de
Toros, ni entre la Valla y ContravaUa, y en el momento que la
Tropa haga la Seña para despejar, se retirará cada uno a sus
asientos, sin poder dejarlo ni bajar de él hasta concluído el último
Toro y que la Tropa vue,l va a hacer Seña para reunirse; y aun en
este evento, no lo harán por las Lumbreras, sino precisamente por
las Escaleras de eHas, con que se ocurre a no deformar la vista y
herm'o sura que se apetece, en que se ha puesto el mayor esmero por
tI Iácitante. '
Ninguno dará silbos, armará gritos ni usará de otros movimien-
tos, en que faltando a la polít~:;a y atención que merece el Público
expeetador, se incita a la Gente menos cauta y a la írifima Plebe,
a cometer otros excesos, que siendo difíciles de aberiguar, entor-
pecen el castigo y conceden paso franco a otros delitos.
Las recreaciones deben ser honestas, lícitas, y que de ellas 110 se
sigan otros perjuicios. Espero, por lo mismo, de la fina educación
y cristianos manejos de los habitadores de esta Ciudad, y me pro-
meto de la buena correspondencia que tengo advertidas, que al
tiempo de pasear la Plaza, los que quieran ha.:;erlo, no usen de ac-
ciones indecorosas o menos decentes, ni de palabras, con que es-
candalizando causan daño aun a las Señoras más cautas; siendo
también origen de perturbar la paz de las familias y la tranquili-
dad de los matrimonios, de que se siguen otros gravísimos incon-
venientes contra Dios y el Público.
Aunque era justo que concluída la lidia del último Toro se ce-
rrasen las Puertas de la Plaza, y se evitasen concurrencias en ella,
para por este medio ocurrir a otros inconvenientes y perjuicios
que pueden ocasionarse; prometiéndome del ', celo de los Señores
Jueces Mayores, y de la eficacia de los Alcaldes de los Cuarteles
Menores coadyubarán con su asistencia y Rondas a prest.ar el más
activo celo y contribuir a la quietud y buen orden, prohibo que en
los días de Corridas, de las diez de la noche en adelante se arm,en
Bailes, haya músicas, corrillos y otras concurrencias públicas; y
mando que al dar la última campanada de la queda en la Santa
Iglesia Parroquial, se retiren todos, y dejen libre y desemparaza-
da la Plaza, cerrándose en el momento sus Puertas, y extrañándo-
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 289

se de ella toda la gente que haya, sea de la~'¡ase que fuere; yen
los que no sean de Corridas, al instante que den las nueve de la
noche, sin permitirse que con motivo o pretexto alguno continúe
nadie dentro de ella.
Las mismas Diversiones lícitas y permitidas, que sirven de re-
creación honesta, suelen dar ocasión a que, abusándose de ellas,
se conviertan en daño del Público por la mala versación y otros
excesos que se cometen; y debiendo precaverse, en cuanto sea po-
sible, ordeno y mando que en las concurrencias dichas, no se ar-
men gritas, algazaras, ni se dé ocasión a que se turbe el buen or-
den que tanto debe apetecerse.
La Plaza deberá quedar libre de toda I~oncurrencia de Gentes
en las horas que están señaladas; y para que en las permitidas se
eviten los excesos a que dá ocasión la: concurrencia y la obscuridad
de la noche, el Licitante de ella hará iluminarla al toque de la Ora-
ción, y tenerla así hasta la hora en que haya de cerrarse, cuidando
que, a más de la iluminación, haya de haber en cada Lumbrera o
'rendido, luz com,petente, para que desde abajo pueda verse la gen-
te que concurre o se halle en lo interior de ellas.
No se permitirá quede en los Tablados gente alguna ,de cual~
quier estado, calidad o condición que sea, si no fuere la muy nij::.e-
saria a cuidar de ellos y de los muebles que sirvan para su adorno
o comodidad de los concurrentes a la visita y Corrida; y aun en
este evento, serán precisamente hombres los que se destinen a ello,
y de ninguna suerte mujeres, ni aun con el pretexto o motivo de
que sus maridos, padres o parientes están encomendados de aqu el
cuidado.
No se permitirá que en los huecos o bajos de las Lumbreras ha-
ya cocinas, lumbre ni vendimias que la necesiten, y sólo serán per-
mitidas algunas de fiambres, biscochos,licores de los lícitos y otras
cosas semejantes, arreglándose en su expendio y horas de él , a los
Bandos y disposi~iones publicados.
Ninguno podrá vender comidas, bebidas, licores ni otra cosa al-
guna por lo interior de ,l a Plaza, mucho menos tomando el pase de
una IJumbrera para otra, con que sobre el rie sgo a qu e se exponen ,
se incide también en el de ensuciar las ropas de los concurrentes,
incomodarlos y molestarlos; y sólo se les permitirá hacerlo por
fuera de los Tablados, con moderación) sin griteria ni atrop ella-
miento.
Al tiempo de las Corridas, no se ha de permitir. según está di-
20
290' NICOLAS RANGEL

cho, gente alguna entre la Valla y Contravalla; y mucho menos


conviene la haya dentro de la misma Plaza, en la que sólo ' podrán
estar los Chulos y Toreros destinados y aprobados para ello; pero
aun, conviniendo que estos guarden el orden que es debido, queda-
rán ,e ntendidos, a más de la personal amonestación que se les hará,
de que si entrasen ebrios o se le's nota alguna perturbación, serán
€;xpelidos de ella y sufrirán la corre'2ción que convenga.
Las entradas de los Toros suelen prestar ocasión a otros exce-
sos y abusos que son de evitar; y por lo mismo, en ellas no se per-
mitirán se lidien aquellos y mucho menos se interpongan Mujeres,
Muchachos ni otra Gente de a pie, d'e que se originan excesos y ac-
cidentes que deben precaverse, procurando que las entradas sean
en horas proporcionadas, y con la quietud que conviene a que no
se exper.imente el más leve daño, ni en los concurrentes ni por las
calles y casas por donde transita el ganado.
Como semejantes diversiones suelen dar ocasión a que se turbe
el buen orden y método establecido, y a que se ,(!.ontravenga a las
disp,osiciones tomadas por la Superioridad, reproduciendo en esta'
parte las prohibiciones generales y particulares dictadas en cuanto
a Juegos, buen gobierno y policía, con redobla, ~ión de las penas es-
tablecidas para su observancia, Mando se guarden, cump,l an y eje-
cuten las que com'prende esta resolución, que intimada al Licitan-
te de la Plaza para que por su parte la observe, se publicará por
BANDO, que se repetirá los primeros días de las Corridas, dentro
de la P,laza destinadas para ellas, de que se fijarán ejemplares en
las Puertas interiores, para que ninguno alegue ignorancia, pa-
sándose otros autorizados del infrascrito E~ -:!ribano a los Señores
Alcaldes Ordinarios y de Cuarteles, para su perfecta observancia;
entendidos los Infractores, de que siendo de calidad distinguida,
por el hecho de contravenir a cualquiera de los artículos expresa-
dos, se les exigirá irremisiblemente la multa de veinte y cinco pe-
sos aplicada conforme a derecho, y a los demás, un mes de' Cárcel,
sin innovar en las que están establecidas por Bando o providencias
Superiores. Dado en Querétaro, a diez y nueve de Diciembre de m;1
setecientos noventa y seis.-José Ignacio Ruiz Calado."
Terminó esta Temporada con muy buen éxito artístico; no así
el pecuniario, pues con motivo de la Asamblea mandada hacer al
Regimiento de Oelaya, y hallarse los más de los labradores de la
jurisdicción en las cosechas del maíz, las entradas fueron flojas y
no alcanzaron a cubrir el presupuesto del Asentista de las Corri-
HISTORIA DEL TOREO EN };1EXICO 291

das de Toros; por lo que, concluídas las dos semanas, ocurrió Gal-
ván al Corregidor, pidiéndole permiso para efectuar otras Corri-
das durante dos semanas, a lo que no tuvo empacho en acceder,
pues en su cOIlj:!epto, eran sólidos los fundamentos expuestos por
el Licitante, "pues de propia vista le constaba los muchos gastos
que se han imlpendido en la construcción de la Plaza, para lo cual
se nota que no hubo escasez de dinero; y de hay es que se haya
puesto, según informes, como nunca se ha verificado en esta Ciu-
dad, y aun tampoco en la Capital de este Reino; que los gastos de
rroros, Toreadores y demás, ha sido anexo y correspondiente al de-
coro y gravedad de la Plaza; siendo como es pública voz, de que el
Arrendatario no ha conseguido reitegrarse de los muchos gastos
erogados, y lo que es Idás, que los subarrendadores de Cuartones
y Lumbreras, se han perdido, y por esa razón ha tenido repetidos
reclamos su m'er:;ed," decía el Corregidor en su Auto de aproba-
ción.
La nueva rremporada dió los resultados apetecidos por Galván,
pues como bien había dicho al Correvidor, el público marofestaba
no estar hostigado, sino satisfecho y engolo-sinado de la Diversión!
Ignoramos cuál haya sido el terreno que ofrecieron gratlosamen-
te al Corregidor para plantar la hermosa Alameda por él proyec-
tada; 'e l que ocupa en la actualidad, fue comprado al Rev. Padre
Prior de San Agustín, que lo era entonces, en la cantidad de mil
doscientos veintitrés pesos.
Diez y ocho mil pesos gastó Galván en la primera Temporada,
sin incluir en esta cantidad el valor del remate. Ignórase ::!uánto
impendería en la segunda, por la que pagó mil pesos, con destin o
para la obra de la Alameda.
No solamente debe Querétaro al acucioso Licenciado Ruiz Ca-
lado la Alameda, sino que, celoso de la moral y buen orden de la
Intendencia encomendada a su gobierno, gestionó, un año antes,
el establecimiento de un Coliseo, "cuya idea ha padecido no po cas
contradicciones, decía." y más adelante estas juiciosas reflexi ones :
"N o se me o':mltan los males que semejantes representaciones sue-
len ocasionar; pero tampoco se me esconden los beneficios que pro-
ducen. En todas las Naciones y aun en todas las Ciudades civili-
zadas, se permiten y fomentan. Ellas sirven de distracción de otras
ocasiones mucho más nocivas y perjudiciales al Común, a la soeie-
dad y al Estado. El mal que se recela, es contingente, y según la
intención de los que concurren, de que no están libres los lugares
292 NICOLAS RANGEL

más sagrados ni los ~'2tos más serios de la religión. Los que evitan,
son positivos, constantes por experiencia. Si por precaver que las
representaciones teatrales causen escándalos en la juventud incau-
ta se dan hueco a esta y otras más ocasionadas diversiones que so-
licita, y en que ciertamente peligra, no es conforme a Jas reglas de
prudencia abrazarlas y dejar aquellas. Distan mucho de las sanas
intenciones del gobierno, aceptar males ciertos, posponiendo los
dudosos. No hemos de persuadirnos a que todo el mundo está po-
seído de errores, y sólo en Querétaro hay celo para el acierto. To-
do lo contrario comprendo, con el Coliseo tendrán los comercian-
tes, los entretenidos en las fábricas y todos los habitadores donde
pasar el rato de la noche, no buscando casas particulares en donde
la murmuración, la censura y las juntas sirvan de trastornar el
buen orden. El que no quiera, se abstendrá de ir; pero los que no
piensen con esa rigidez, y den a todas las cosas el valor que en sí
merecen, apeteeeráll divertirse sin ofenza, y tener' la representa-
ción, la música y los demás alicientes que franquean los Teatros." ~
Si es cierto que la afición por las fiestas taurinas estuvo exten-
dida hasta los l1lJás apartados rincones de la Colonia, también ,lo
es, que no faltaron, sobre todo en el clero, sujetos que vieran con
malos ojos el arte de sortear reses bravas. Pero esta antipatía por
las Corridas de rroros, sólo tuvo lugar .desde fines del siglo ::xrvIII
hasta nuestros días, y espef~ialmente como antes decimos, 'e ntre el
dero; sin que falten uno u otro personaje sensible que truene con-
tra ellas.
Tal pasó en la Provincia de Guanajuato, con motivo de unas
Novilladas que el .Justicia de Acám,b aro permitió al Asentista de
los Gallos, por no juzgar que aquello ameritara el requisito de so-
licitar el permiso previo del Virrey, toda vez que no se trataba de
Corridas formales, como bien lo expresa en el informe que rindió
al Subdelegado de Oelaya, a cuya jurisdicción pertenecía Acámba-
ro. Hubo mucha exageración en lo que decían unos anónimos en-
viados al Corregidor de Guanajuato, Don Juan Antonio de Riaño
y al Virrey; pero la verdad es que, asumiendo facultades que no
tenía, el Just~ ~ia de Acámbaro permitió que se armara un Ooso en
solar ubicado en los suburbios del pueblo; que S'e contrataran lidia-
dores de profesión y se pidieran toros a la Hacienda de J aripeo,
que por el precio a que se vendieron, se colige que no se trataba
de novillos sino de toros hechos.
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 293
Cuatro representaciones anónimas y una firmada por el Cura
de Acámbaro, Fray Francisco Servín de la Mora, recibió el Inten-
dente Riaño; dos anónimos, una carta firmada por la Marquesa de
San Francisco y otra por el ultram\arino Nicolás Carrazco, recibió
el Virrey. De estos ,curiosos documentos solamente insertaremos
dos, y algunos fragmentos de la I~arta de Carrazco, con lo que bas-
ta para recreo de nuestros lectores. Y en seguida, el Informe del
Justicia denunciado .
"Señor Intendente Corregidor, Don Antonio Riaño.-Acámba-
ro y Noviembre 28 de 1799.-La materia que voy a tratar, oh Se-
ñor Intendente, es de la mayor recomendación; verdades o ciertas,
y que le han de extremecer las arterias sólo de oirlas. La total cons-
ternación de este Pueblo de su mando, será efectiva, si V. S. no
hiciere verdadero oficio de Legado de JesUl:!risto. Lucifer con to-
dos sus Ministros infernales, nunca fuera tan malo; ni discurriría
con más acierto, ,l a desolación y total exterminio de est~ tan dila-
tado lugar, que el presente Juez inicuo, enemigo declarado de la
Santísima Trinidad, y en cuerpo humano el mismo Satanás, que
con sus compañeros, también los mismos demonios y aliados, gente
de maldición, libertino, obseno, ha formado de su autoridad en un
retiro (después que ha invertido su tiempo de la Administración
de Justicia en robar y sacrifl'3ar la sangre de los infelices, preocu-
pándose en juegos, visitas sospechosas, y sin asistir ni un día a la
Misión Santa; siendo no sólo él, Juez de nombre, más también una
docena de sánganos sus compañeros, que con igual autoridad o
más, rn:andan ejecutar la injusticia) una Plaza de Toros de extre-
mada grandeza, costosísimos Tablados, con toldo y perspectivas
pintadas, donde se rejonearán, empezando el día doce de diciembre,
ochenta toros lucidos, que han comprado a diez pesos, en la Ha-
~jendade Xaripeo, seis chuzas con azahares de plata que están lis-
tas; toda clase de Diversiones; Gallos y 'rapadas de día y de no-
che en la citada Plaza; las músicas de Querétaro, Celaya y Yuriria ;
y esperan sacar de las Lumbreras vendidas y Puertas a dos reales,
mañana, tarde y noche, más de cinco m'il pesos, para repartir en-
tre ellos a prorrata.
" ¡Qué xine,b ra de maldades habrá! i qué pérdidas de Doncellas
y Casadas! i qué muertes, qué disolución, qué iniquidades, qué fan-
dangos lascivos, qué libertinaje! ¿ Y, permitirá V. S. la pérdida to-
tal de esta jurisdicción de su cargo, y de tantas almas que se con-
aenarán sin remedio, si no toma las más estrechas proyiden;~ ias
294 NICOLAS RANGEL

para cortar de raíz estas funestidades ~ A la verdad, yo creo que


V. S. pondrá al punto remedio, y su alma no expondrá al juicio
de una eterna condenación.
"Son verdades ciertas las que expongo a V. S.; y por la sangre
de Jesucristo, como que puede, tom.e remedio, y será feliz en esta
vida y en la otra. Amén J esús, M,a ría y .Tosé. (Una cruz por rú-
brica).
Sin fecha ni firm.a, como el anterior, 'es otro anónimo, carecien-
do a la vez, de direo'3 ión, pero dirigida, probablemente a una per-
son'a de esta Capital. Al parecer, es contestación a una carta en-
viada de aquí; no obstante, el fragmento que en seguida se inserta,
ll eg6 a manos del Virrey.
"En cuanto a la prp,gunta en punto de Toros, debo decirle, que
en la tarde de ayer lO.. llegó a ésta de V. S., Don M,a teo Camiña
con Don Mari ano de la Mora, Alcalde y Director de Juzgado, pa-
:·a que firmase una carta en que se p'edía licencia para las fiestas.
Me negué a ello, sin embargo del recado que me traían del Tenien- \
te, por que yo no quiero entender en lo ll1¡alo. '
"Dcspidiéronse y fueron a recoger firmas~ y Jo hicieron, Don
Antonio Larrondo, su hijo el Capitán, Don Luis Martínez, Mendo-
za, el Pintor Dn. Rafael Martínez, Dn. Pedro Ohávez, Dn. Maria-
no P efía y otros varios. Acabado de sa1]r Camiña, supe que por' re-
presentación de un vecino de aquí, hahía reclamado el Sr. 1nten-
dent0, y que el Sr. Septién había apoyado el informe de éste Te-
nientr 1 en lo que no tengo probabilidad. Pero en lo que no hay du-
da es, en que el día de ayer vino por el correo, Orden del Exmo.
Sr. Virrey al mismo Justicia, para que suspendiese Jas fiestas e in-
form;asc a vuelta de correo.
"Como el Ju ez se vió atacado con esta providencia, lo qu e hizo
fil é que estos vecinos firmasen que el Asentista de Gallos, Miguel
de Herrera, el sastre, había solicitado con el Teniente le concedie-
se licencia para qn e en la Plaz.a de Gallos, hubiese entre gallo y
gall o, un BeJ':.erro aserrado, para diversión de las gentes, como se
acostumbra en las PI:tzas de Méxie,o, cuya súplica interpuso, por
cuanto se hallaba deudor de la pensión correspondiente a dos se-
mestr es, y pensaba sacar de las utilidades este entero para ,l as Ca-
jas Heales.
"Esta era la sustancia. Ahora bien; V. S. que me conoce ¿ po-
día persnadirse de que yo fuese capaz de firmar mentiras Y Creo
oír n V. S. que dice: No. Pues sepa V. S. que el Juez, seduciendo al
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 295

vecindario, engaño al Señor Virrey. Las fiestas no están dispues-


tas en la Plaza de Gallos, ni en los términos que se informa a su
Excelencia: están preparadas en un solar grande, amurallado con
cuatro paredes y una sola puerta de entrada y salida, que casi to-
ca a los confines y arrabales del pueblo, en cuyo ámbito están le-
vantados los andamios y vallas con red; los becerros son toros sin
aserrar como que Francisco Ramírez, que corre con el Abasto, vió
a Dn. José Benica (este no firmó) para que comprase los t,:;ueros
de los Becerrillos, y pedía a 14 reales por cada uno. Y había de
haber Juegos, tanto privados como públicos, según voz general,
verificándose todo esto dentro del mismo Circo, y en él colocados
varios puestos de comidas y bebidas para fom ento de la intempe-
rancia, arrendado por cinco pesos cada uno; los toreadores ajus-
tados a 60 pesos por la Temporada, y los toros comprados a 10 pe-
sos, según di:;en, y se puede probar haciendo jurar a los toreado-
res y al administrador de J aripeo, de donde son los toros.
e e Dicen que IJarrondo firmó, porque su hijo suplió al Teniente

los gastos; Mendoza y M'a rtínez, por tontos; el Pintor y otros, por
parciales del Juez; Dn. Pedro Chávez y Peña, porque tenían licen-
cia para poner Monte, y otros varios que no componen, firmaron
para abultar a los ojos de Su Excelencia.
, eLos vestidos para los toreadores se hici eron en casa de Mi-
guel Herrera el Sastre, el que corre por Asentista. El Capitán
Don Juan Larrondo, fu é a Celaya a traer las gorras de Granaderos
y fusiles para hacer los Ensayos en la Plaza de Toros.
e e Si S. E. qujere desengañarse de que lo que se expone es la

verdad y no lo que se le informa, puede comisionar al Adm;inistra-


dor de Alcabalas para que le informe. E,s hombre de bien, impar-
cial y sin conexión con ninguno del Pueblo."
Los siguientes fragrn:entos pertene!:;en a la carta que el espa-
ñol Carrazco mandó al Virrey, sintiendo no insertarla ÍntegTa por
su extensión, pero tomando 10 más pertinente al objeto de nuestra
Historia del Toreo en México.
"Participo a V. E., que el Justicia de este Pueblo, el día pri-
mero del corriente, pasó a la Ciudad de Celaya a pedirle licencia
o a convidar al Alcalde Mayor para una Corrida de Toros, y se ha-
lló con una Orden del Señor Intendente de esta Provincia que le
había remitido al dicho Alcalde Mayor, de que se abstuviera de ha-
éer fiestas y cualesquiera otra diversión, reconviniéndole que quién
le había dado lL:;encia para dichos rroros; y el mismo día diez de
296 NICOLAS RANGEL

estc mismo mes que acababa · de venir el Subdelegado, recibió ~na


Orden de V. E., y por lo que se ha. sabido, del mismo tenor de la
del Señor Intendente, y a ninguna de estas dos Ordenes ha obede-
cido, porque se valió del Asentista de los Gallos para que formara
un Hscrito a V. E., impetrando la licencia, alucinando de que son
unas fiestas particulares, y entre gallo y gallo echar un TO'ritO'.
Señor, no es así; lo primero, no es en la Plaza de Gallos, que es
en una Plaza que hicieron al propósito en un solar, dos cuadras
distantes de dicha Plaza de Gallos, y tiene en el centro, donde se
ha de torear, cin cuenta varas de largo por cuarenta de aq~ho, con
muy competentes ~Pablado s, tan bien compuesta, que puede lucir
en cualesquiera Ciudad.
"Y por salirse con su intento, sabedor que la mayor parte del
vecindario está opuesto, se valió de su autoridad y de sus parcia-
les, para que en el mismo Escrito echaran su firma, aparentando
que en lo que firmaron, pedían las fiestas; para esto, no se les hizo
Rabel' antes; y todos son los qu e firmaron~ de su parcialidad, por
ser criollos, y sólo uno o dos ultramarinos; pero estos no pueden
<,omponer cab eza d e Repúbl~~ a , por ser Amigos de la Libertad;
(sic) ......... .
" ..... . y para qu e V. E . venga en conocim'iento de que este
dicho ,Juez es perjudicial a esta Jurisdicción, el día 12, a las siete
de la noche, los Toreadores que habían mandado traer para que
I'llataran sesenta Toros que ti ene comprados en la Hacienda de Ja-
ripeo, ,c erca de este Pueblo; uno de los dichos toreadores, Felipe
Silva, en compañia de un Queretano, que lo nombran José María
Garpía, pero el se llama Miguel García, y juntamente otros varios
de la clase d e ellos, tuvieron el atrevimiento de arrojarse a la' casa
de Don Luis Martínez, comerciante ae est'e Pueblo, que en la ac-
tualidad estaba (le visita con sus hijas, Don José Frandsco Ortiz,
hombre de una singular conducta; y el dicho Silva, agregado con
Sll Cuadrilla, quería robal'l e al susodicho Ortiz, una hija. suya,
Hombrada Da. Petra. A esta sazón , fuí entrando yo con mi familia
y mi mayordomo, y me participaron, todas llorando, que afuera de
la puerta de la Tienda estaban esperando los di chos Toreros, que
saliera el r eferido Ortiz de la morada de esta visita donde estaba,
pára darle asalto a la niña, y me suplilCaron eUas y su padre, que
fuera a ver al Juez para que pusiese remedio y ellas pudiesen irse
~~ Sil: · rasa. ;le respondí que era ex'c usado ido a ver, porque estaba
11rco(>.upa:do en un gran fandango en la casa del Capitán Larrondo.
HIS'l'ORIA DEL TOREO EN MEXICO 297
y que con esto no había de salir, ·como así sucedió; y por de pron-
to, compadecido yo , me valí de la ocasión de Hamar como cincuen-
ta obrajeros, que ·c ada uno cogió un palo, y en compañía de mi mla-
yordomo y de Don Fra~ ~ isco González, vecino respetado de este
Pueblo, nos pusimos al medio de la gente obrajera , con armas en
las manos y condujimos al dicho Ortiz con su familia a su morada,
dejándolo resguardado con alguna gente; y después pasó el dicho
Ortiz a ver a dicho Juez, que serían las nueve de ,l a noche, y le
dió parte de lo acaecido, suplicándole que le administrara justi-
cia, y que en virtud de que tenía el Capitán Larrondo cuarenta
Granaderos sobI'e las armas, que hahía traído el armamento y ves-
tuario de Celaya; que con el pr,etexto de solemnizar la función d e
Nuestra Señora de Guadalupe había pedido el armamento y ves-
tuario, y estar en aquella misma hora todos los soldados vestidos,
resguardando el fandangü del Capitán, que con su auxilio podía
ir a aprehender a los referidos 'l'oreadores, hombres tan osados co-
mo balandrones ......... "
Recibidos los anónimos y cartas por el Virrey y el Intendente,
el primero dirigió un Oficio a lJ usticia d e Acámbaro, a fin de que
suspendiese inmediatamente las fiestas, que sin autorización se
habían preparado; igual cosa hizo el Intendente Riaño, dirigiendo
al Subdelegado de Celaya una comunicación conminatoria para
que no se efectuaran las susodichas fiestas.
Tremendos eran los carg·os lanzados contra el J·usticia de Apám-
baro, por lo que, éste tuvo necesidad de sincerarse ante sus supe-
riores, remitiendo información al Virrey, al Intendente y al Sub-
delegado. Solamente insertaremos la dirigida al último, ya que las
otras dos son casi idénticas, y en ella encontraremos datos precio-
sos respecto a Novilladas o Corridas de Toros en poblaciones de
segundo o tercer orden.
He aquÍ el informe: "En contestación al o~ ~ io de Ud. de 4 del
corriente, que inserta el del Sr. Intendente de la Provincia, de 27
del pasado, digo, con la veracidad que corresponde: que el infor-
me que Su Señoría dice se le hizo, es enteramente yoluntario y
falso; porque lo que ha. pasado y en realidad hay, es que Don P e-
dro Malagón, vecino de este Pueblo, y Arrendatario del Asiento
de GaEos en él, lo subarrendó a Don Miguel Guerra , de esta mis-
ma vecinda'd.
"Estrechado el primero por los Sres. Ministros Principales de
la Heal Caja de Guanajuato, por la paga del último semestre, acu-
298 NICOLAS RANGEL

dió al segundo por el importe del subarrendamiento; y careciendo


éste de farmltades y se arbitrios prontos, tomó el de desafiar a va-
rios sujetos de,l vecino Pueblo de Zinapécuaro, una Tapada de
t,reinta Gallos, distribuídos en cinco días, a seis en cada uno, tres.
por la mañana y otros tantos por la tarde, pidiéndome ,el perm,iso
de que se toreasen tres Toretes de dos a tres años, despuntados,
interpolados con las tres peleas de Gallos por la tarde.
"Como estas no son, ni pueden llamarse fiestas, no tuve em-
barazo en concederle e1 permiso, concibiendo de buena fe no estar
prohibido (como lo están las legítimas Fiestas de Toros) respecto
a que he asistido a iguales Tapadas de Gallos en la P.laza en que
se lidian en México; en el Coliseo de aquella Ca pita1; en Puebla;
en San Juan del Río; en Querétaro, y en otros varios lugares aun
de esta misma Jurisdicción y aun de m~:!has de sus Haci,e ndas; en ,
que con motivo o ya de celebridades de Santos titulares, o de fin
de cosechas, o de conclusión de alguna Presa, Galera u otra obra
de alguna consideración, se lidian Toros y Gallos; y aun tal vez
sólo por obsequiar a personas respetables que van a ellas a pasar
algunos días de campo.
"Lo que se informó al Sr. Intendente de prevención o permiso
de todo género de juegos, Músicas extraordinarias y desórdenes,
fué tan arbitrario y falso, como lo de los veinte días de Toros que
se dijo; pues como dejo asentado, todo está reducido a \'3inco días
de 'rapada, que debe comenzar el día once del corriente, víspera
de Ntra. Sra. de Guadalupe, en cuya celebridad, sí había antes en
este Pueblo, formales fi'e stas de Toros, con Plaza que al intento se
armaba.
"La que ahora se ha informado al Sr. Intendente que se está
armando en un arrabal para hacer fiestas de, Toros, es con siniestra
y maligna interpretación; porque es notorio en este Pueblo que
el Subarrendador del Asiento de los Gallos, D. Miguel Guerra,
arrendó, no en Arrabal, sino en una Calle principal, un solar a un
pobre vecino llamado fulano Torres, para construir, com;o ha oons-
truído en él, la Plaza de Gallos.
"Esta es la realidad que hay en el asunto, y puede Ud. asegu-
rarse y asegurar al Sr. Intendente, que ni ahora ni en tiempo al-
guno, a cosas que puedan causar reclamos justos, daré permiso:
en cuyo resguardo y para realce de prueba de la veracidad de mi
relación, manifiesto a Ud., ingenuamente, que ningún interés, obse-
quio ni regalía he pedido ni se me ha ofrecido por nadie; ni los
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 299

concurrentes a la 'rapada han de contribuir más que con un real


de entrada (partible entre los Lidiadores de este Pueblo y de Zi-
napé :maro) moderación que no se ve en otros lugares, ni corres-
ponde a formales fiestas, porque sería insuficiente a costear los
grandes gastos de Toros, Toreadores, Vaqueros y demás anexos e
indispensables; que es otro convencimiento de la falsedad y mali-
cia con que se informó al Sr. Intendente: y con todo lo expuesto,
tengo satisfecho al citado oficio de U d.-Dios guarde a Ud. muchos
años. Acámbaro, ti de Diciembre de 1799. -Antonio P érez Velas-
co."
Toda esta interesante documentadón nos hace saber qu e eran
frecuentísimas las ocasiones en que se corrían Toros, ya por aficio-
nados y campesinos, o bien por Cuadrillas que en distintas pobla-
ciones de México residían, pues hasta los nombres de algunos dies-
tros están meI4::! ionados en las denuncias, y eran, como son los ac-
tuales toreros, ,. hombres tan osados como balandl'ones." Hay que
recordar que hasta hoy perdura la ~os tumbre de ,'2elebrar en las
fincas de campo del Bajío y probablemente en las demás del país,
t I acabamiento de piscas en diciembre, y todas las mejoras hechas
a ranchos y haciendas; sjempre con jaripeos y sorteos d e reses
bravas.

Lid ia y Jal'ipeo en una Hacienda del Sur.


XL.

Don Félix Berenguer de Marquina, Virrey antitaurótna.co.-Se opone a


que 10 reciban con Corrida.<! de To,r os.--Controversia interes.ante, con el Ayun-
tamiento.~aga siete mil pesos, pero no se verifican las Corridas.

Itlr'ÁTRO meses tenía de gobernar la Nueva España el


Exmo. Sr. D. Félix Berenguer de Marquina, y duran-
te ese tiempo no daba señales d.e conceder el permiso
para que se efectuaran las consabidas fiestas tauri-
nas, r'2on las que, de tiempo inmemorial, como se ha
visto, eran agasajados los
Virreyes a su ingreso al go-
bierno. Todo se podía sospe-
char, menos que hubiera un
español, Jefe de Escuadra en
la Marina Real, que fuera
anti-taurómaco, y por ende,
refractario a la fiesta nacio-
nal. Pero, los acontecimien-
tos posteriores vinieron a
confirmar esta verdad. Y ca-
so raro: fué el Sr. Marqui-
na, el único de ,los Virreyes
que gobernaron a México,
que se declarara enemigo
acérrimo de las Corridas de
Toros, obstruccionándolas,
no solamente en esta Capi-
ta 1, sino en la mayor parte El Virrey ~f a r q \lin a, a n t ita urómf\ Co.
302 NICOLAS RANGEL

de las Provin~ias del país encomendado a su cuidado y dirección.


Para lograr el intento de que no se verificaran las tan gustadas
fiestas taurinas, sacrificó gruesa suma de su peculio, antes que per-
mitirlas.
Verbalmente habían tratado los Comisionados del Ayuntamien-
to con el Virrey Marquina, lo relativo a. las Fiestas de Toros; y
como no quedaran satisfechos con las razones expuestas por el
mandatario anti-taurórnlaco, quiso la Muy Noble y Muy Leal Ciu-
dad de lVléxico, dejar consignadas sus pretensiones, que más bien
eran obligaciones, en un documento que acreditara el fiel cumpli-
miento de lo que prevenían las Reales Cédulas que trataban . de la
materia~ Fá)il nos sería extractar los Oficios cambiados entre el
Virrey y la Ciudad en esta ocasión; mas perderían mucho de su
E:abor peculiar, prefiriendo publicarlos ínteg-ros para su mejor com-
prensión.
El expediente que guarda esta interesante controversia, tiene
por título: "Secretaría del Virreinato.-Año de 1800.-:-Diversio-
nes públicas.-Representación de la . N. Ciudad sobre que se verifi-
quen las Corridas de Toros, con motivo del Recibimiento del Exce-'
lentísimo Señ.or Virrey Don Félix Berenguer de Marquina.
"Justas reflexiones de Su Excelencia para no convenir por aho-
ra en la ,::elebración de dichas Funciones, y reintegro de Siete Mil
Pesos en que pudieron exceder los gastos de su Recibimiento."
Excelentísimo Señor.
Los ~egidores Comisionados de esta Nobilísima Ciudad para
el recibimiento de V. E. en su ingreso al mando de este Virreinato,
han dado cuenta en Cabildo de que con consideración a ser ya el
tiempo preciso y oportuno para disponer la Corrida de Toros que
conforme a las Soberanas disposiciones debe celebrarse en obsequio
de V. E., y para que con el sobrante de productos se reintegre el
caudal de Propios del eXI':!eso del gasto erogado en las funciones
del recibimiento, p'asaron en desempeño de su comisión y de las
obligaciones a que los estrecha, a hacerlo presente a V. E., cuya
Superioridad, con el buen celo que ,le es propio y atendiendo a las
actuales circunstancias de la guerra, penalidades que por ella se
. ¡:¡ienten, indigencias del público y otros respetos, juzgó no ser I~on­
veniente el que se verificase esta cele bridad, que podrá hacerse en
otro tiempo o para cuando logremos la satisfacción de ver ajusta-
das las Paces de la Europa, y con eUas el remedio de los muchos
males que generalmente se padecen.
...
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO

Penetra muy bien este Ayuntamiento las intenciones de V. E.


y sus deseos, y se halla animado de los mismos sentimientos que le
impelen, sin duda, a pensar que en los tiempos calamitosos, es más
conveniente el elevar los 1~lamores al cielo, impetrando el socorro
que se necesita, que el tratar de diversiones públicas, y más si de
ellas pueden resultar distracciones nocivas o gastos considerables
que regrabando las urgencias del vecindario, las hagan sensibles
y perjudiciales a la parte más recomendable de él, 'q ue son los po-
bres; pero poseido al mismo tiempo de los conocimientos que sobre
el particular le ha acreditado la experieTh~ia, y en desempeño de
los vínculos que le obligan al mejor cumplimiento de lo que S. M.
tiene prevenido, a procurar por el mismo público, y beneficio que
puede resultarle, y a solicitar el reintegro de los caudales, dispues-
tos siempre a invertirse en la común utilidad, después de haber
premeditado con las más serias reflexiones y maduro acuerdo, se
ha decidido a representar a V. E. cuanto estima conveniente en la
materia, para que su justifipación, con vista de todo, se sirva ac-
ceder a que la expresada fun c ~ón se ejecute, si fuere de su supe-
rior agrado.
Que las circunstancias de la guerra no embarazan para que se
,celebre ]a Corrida de Toros, ni menos se haga escandalosa o mal
vista su ejecución, está claramente manifiesto con los repetidos
ejemplares que tenemos, de haberse hecho iguales festivas demos-
traciones en semejantes circunstancias. En el año pasado de 1740,
con motivo del ingreso al mando de este gobierno del Execelentí-
simo Señor Duque de la Conquista , Marqués de Gracia Real, se
celebró la correspondiente Corrida de Toros, estando en guerra
con la Gran Bretaña, a cabando de sentir el mismo Excelentísimo
Señor el contratiempo de haber perdido los Reales Despachos y su
aquipaje, y aun estando en grave riesgo de ser apresado por los
enemigos, en su navegación para venir a este Reino.
Por muerte del expresado Excelentísimo Señor Duque, vino a
sucederle el Ex,~ elentísimo Señor Conde de Fuenclara, en el año
d e 1742, y en el mes d e Noviembre se hizo la Corrida d e Toros, y
en el mismo año y el de 1743, se hic'ieron dos Corridas por la d e-
dicación de la Parroquia de Santa María, y para la construcción
d e la calzada de San Antonio Abad, y en el año d e 1746 se celebró
con igual fupción la venida a este Reino del Excelen t ísim'o Señor
Conde de Revilla Gigedo, habiendo sido todas las citadas Corridas
durante el ti empo de aquella guerra.
304 NI COLAS RANGEL

Al recibimiento del Excelentísimo Señor Marqués de Cruillas,


se hizo la misma fnIl¡~ión que se halla mandada, estando también
actualmente en guerra, bien sensible por la circunstancia de ha-
berse tomado los enemigos la Plaza de la Habana, con considera-
bles quebrantos y sentimientos de la Corona y de toda la Nación.
En el año de 1780, hallándonos en la misma situación de rom-
pimiento y sangrienta guerra, con la misma Gran Bretaña, y en-
trado en este virreinato el Excelentísimo Señor Don Martín de
Mayorga, se celebró la correspondiente Corrida de Toros, aun es-
tando el público consternado por la cruel epidemia de viruelas,
que al-:ababa de pade,c erse en esta Capital y en todo el Reino.
En el de 1794, por el recibimiento del Excelentísimo Señor Mar-
qués de Branciforte, se hizo la misma función, estando en guerra
con Francia, y en el tiempo de su mando, en fin del año de 1796
y principios de 97, con motivo de la colocación de la Estatua
ecuestre de Nuestro Católico Monarca en la Plaza Mayor de esta
Ciudad, se celebró ;~ on repetidas Corridas de Toros, en términos
que, las dos segundas semanas, se verificaron acabada de publicar
en esta Capital la presente guerra con la Nación Inglesa, durante
la que en el año pasado de 1798, se repitió como siempre igual fun-
ción, por la venida del Excelentísimo Señor Don Miguel de Azanza.
A estos ejemplares se pueden agregar otros muchos, verifica-
dos en esta Capital, no sólo en tiempo de guerra, sino también en
otros muy funestos y calamitosos, por epidemias y graves pestes
padecidas, por escasez y otras varias penalidades públicas, sin que
sea ne')-:esario recurrir a los que nos ministran las historias, que
claramente nos manifiestan lo conveniente que han estimado la
fina política, y el más delicado gobierno, el tener y celebrar fun-
ciones públicas en loS' tiempos y situa.eiones más críticas, para alen-
tar los ánimos del vecindario, distrayéndole de la preocupación y
el temor, y de las debilidades en que puede decaer por la triteza y
confusiones, que son I~onsiguientes a las calamidades y contratiem-
pos de que se ven cercados los pueblos y sus habitadores.
No siendo por lo mismo opuesta a las actuales circunstancias
la Corrida de Toros que debe celebrarse, en obsequio de la venida
de V. E., tampoco podrá pensarse ser contraria a la más buena mo-
ral. Ella es una diverción bien recibida, propia y adaptable al ca-
rácter de la Nación que la prefiere a otras m,w~has; se hace a la
luz del día, en el Teatro más público, a la vista de la Superioridad
y de todos los Magistrados, en el centro de la Ciudad, autorizada
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 305

por la asistencia de todos los Tribunales Eclesiásticos y Seculares,


y se toman cuantas precauciones y seguridades son necesarias y co-
rrespondientes al buen orden, a la mejor policía, a la quietud pú-
blica y a rmantos extremos puede y debe abrazar el más sano go-
bierno y las mas acertadas providencias, sobre las que se vigila y
cela con el mayor empeño, para 00nvinar la diversión y el d ecoro.
Ni menos puede temerse aumente las indigencias y necesidades
del público, así porque los pobres, que son la parte que más las
siente, son libres a dejar de disfrutarla por falta de proporción,· o
porque no les acomode; como porque, por el contrario, muchos de
ellos logran la ventaja de tener en qué ~ :mparse, y en qué ven~er
los jornales que tal vez no ganarían no presentándoseles igual' oca·
sión; causa principal porque es tan plausible y de aprecio el que
cuando se padecen escaseces y necesidades, se proporcionen obras
públicas en que la gente trabaje y gane algún sueldo con qué ocu-
rrir a el socorro de sus miserias. La parte del vecindario que ~on­
curre a las funciones de Toros, es muy corta con resp ecto al todo
de la población de esta Capital y lugares de fuera de ella, de don-
de vienen muchas familias a lograr este desahogo, gastando gus-
tosos el desem~bolso que puede inferirles, y disfrutándose con ello
el que gire algún trozo de caudal que, a merced de igual diversión,
se gasta y comercia, sin estarse estancado en los que sin ese moti-
vo lo retendrían en su poder; de 10 que es indudable, resulta bene-
fi:üo al público, tan constante, que cuantos saben lo que es en Mé-
xico una Corrida de Toros, y aun la Superioridad ha conocido, que
con ventajas del Común se halla un considerable comercio, sirvien-
do de arbitrio a muchos que con él buscan y utilizan en ese tiempo
para: la atención de sus obligaciones, resultando por lo mismo, que
el gasto o d esembolso que hacen los sujetos pudientes y de facul-
tades, presenta a algunos la ocasión de lograr las de que I ~ are c ían .
Por otra parte, es también muy digno de atención, el que es-
tando mandado por S. M. y con particulares en cargos el que se ma-
nifieste el r egocijo en los r ecibimientos de los Excelentísimos Se..
ñores Virreyes, ]0 cual cede en honor y de coro d el Soberano a
quien representan, y sirve de que el pueblo, a quien por lo r egular
es necesario le entre por los ojos, con demostraciones públicas, el
respeto y re ::onocimiento que es debido, forme concepto de la au-
toridad para que la venere; a que se agrega, que sobre que en la
función d e Toros se ostentan como en ninguna otra, el d ecoro y
atenciones que se dedican al Jefe Superior del Reino, es también
21
306 N 1 eoL A S R A , N ,G .E L

muy .a propósito para que el público le conozca y sepa a quiénn de-


b~ respeta.r y obedecer.
Con estos objetos se ha estimado siempre por conveniente el
que se dispongan y celebren las Corridas de Toros, aprobadas por
S. )1. con· este fin, y con el de que la Nobilísima Ciudad, se reinte-
gre .del exceso del gasto que invierte en las entradas de los Exce·
lentísimOfii Señores Virreyes, para lasque permitiendo la ley se
gasten o,'3ho mil pesos del caudal de Propios, con consideración .el
Soberano, de que con igual cantidad apenas puede ocurrirse a la
Dl¡itaddelgasto, tiene prevenido se supla el resto de él, de aquel
ramo, y .que ·se reinte-grc después del sobrante que rinda la Corri-
da de Toros, lo que se halla ordenado por repetidas Reales Cédu-
las, en que .s. M., queriendo ocurrir a todo, estrecha a esta ' Ciudad
a que así se verifique, mandando que siempre sean los Comisiona-
dos los que tengan el coilOcimiento y mando de la Plaza, sin que
se varíe el método que se ha tenido en cuanto al manejo de ella,
y a que sean, como son, elegidos por el Cabildo, por no haber mo-
tivo para .privar a los Regidores de la elección que hacen de Gomi-
sarios .. de fiestas, principalmente {mando los de esta Ciudad no tie-
nen más salario que el honor y aplauso que les resulta de e's tas co-
misiones,que son palabras terminantes de la Real Cédula de 25 de
O~tubre de 1759, dada en Buen Retiro y despachada con este ob-
jeto.
Es también digno de refleja, la notable sensación que haría en
el ,público de todo el Reino, el ver que cuando siempre se han ce-
lebra.do con Corridas de Toros los recibimientos de los Excelentí-
simos Señores Virreyes, l~onformle a lo resuelto por S. M. , estimán~
dose por lo mismo estas funciones en la clase de las Reales, que se
hacen par3¡ exaltación de los Soberanoil, casamientos de Príncipes
e Infantes y otros motivos de igual naturaleza, en esta ocasión en
que V. E. ha entrado al mando de estos dominios, no se hit'3iera
esta demostración, cuya falta podría hacer creer que la o.orte y la
Nación entera se hallaba consternada ' por la guerra y con temor
de mayores males~ lo que llenaría de funestidad los corazones de
estos vasalws, que se persuadirían a que desde luego las noticias
de Europa eran den.úisiado sensibles y desgraciadas .
. Considera igualmente esta Nob:lísima Ciudad, que estando co-
mo · están en posesión los Señores Ministros de esta Real Audien-
cia) Capitulares de este Ayuntamiento, rrribunales, Oficinas de
S. M. y otros muchos sujetos, de disfrutar el goce de que se les dé
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 307

Lumbrera en las Corridas de Toros, si estas no se Yeri:fir~aran, que-


darían privados de esta adehala y regalía de sus empleos, que aun-
que en la realidad sea de poca monta, es apreciable por el decoro
y distintivo que les resulta, y que a muchos de ellos que por sus
cortos sueldos les sería gravosa la función, se les hace con esto ven-
tajosa y digna de aprecio, porque les franquea en lograrla con sus
familias sin erogación de costos y con el lustre que pueden ape-
tecer.
E~tos motivos y la obligación en que se halla este Cuerpo, tan-
to de ~~umplir con el obsequio debido a la Superioridad d.e V. E.,
según :se ha hecho con todos los Excelentísimos Señores Virreyes
sus antecesores, como de procurar conforme a lo que le está pre-
venido, el reintegro de los caudales de Propios, le mueven a re-
presentarlo todo a su justificación., esperando de ella, tenga a bien
resolver se haga la Gorrida de Toros que corresponde y para la que
es ya tiempo oportuno, sin poderse dejar para otro, porque en ese
caso no podría ejecutarse hasta fines del siguiente año, con nota-
ble perjuicio de los fondos púbh~os, que carecerían hasta enton-
ces del reintegro que les es debido y necesitan para las urgentes
atenciones que reportan.
Dios guarde a V. E. muchos años. Sala Capitular de México,
Septiembre 2 de 1800.-Excelentísimo Señor.-Antonio Méndez
Prieto y Fernández.-Ildefonso José Prieto de Bonilla.-Ignacio
de Iglesias Pablo.-Antonio Rodríguez de Velasco.-Juan Manuel
V,elázquez de la Cadena.-León Ignacio Pico.-Antonio Reyno-
so de Borja.-El Marqués de Salinas.-Francisco Sáez de Escobo-
sa.-Excelentísimo Señor Virrey Don Félix Berenguer de Marqui-
na.
Para :~ ontestar el oficio de V. S. de 2 del corriente sobre Corri-
das de Toros, espero me avise a qué canti.dad ascendieron los gas-
tos de mi entrada en esta Capital, y que me remita V. S. copia de
las Reales Cédulas que cita.
Dios guarde V. S. muchos años. México 5 de Septiembre de
1800.-A la Nobilísima Ciudad.
Excelentísimo Señor:
1108 Regidores Comisionados para el r ecibimiento d e Y. Exce-
lencia , a quienes se pidió informe de la cantidad a que ascendie-
ron los gastos h ec hos co n aquel objeto, di cen con fecha de hoy lo
siguiente:
308 NICOLAS RANGEL

"Cumjpliendo con lo acordado por V. Excelencia en Cabildo ce-


"lebrado el día de ayer, decimos: que según los borradores que
"para formar y rendir la cuenta a su debido tiempo de la comi-
"sión que se nos dió para recibir y cumplimentar al Excelentísinoo
"Señor Virrey Don Félix Berenguer de Marquina en los 'días 30
, 'de Abril, 10. y 20. de Mayo en su Real Palacio, aparece haberse
"gastado la cantidad de trece mil ciento cuarenta y dos pesos, a
"que habrá que agregar alguna corta cantidad, como la de- una sal-
"villa, que por no haberse podido averiguar con quien se ferió, se
"está haciendo para reponerla a su dueño; y tam.bién la resulta
"que haya sobre la solicitud de los Oficiales Reales, cerca de que
"se repongan los tabiques de la galería que se quitaron y consi-
, 'deramos gasto inútiL" .
A esta cantidad ha de agregarse la muy corta que se libra a
los Comisarios que van á Puebla, y en la venida de V. Exeelencia
sólo fueron al pueblo de Apan, con otros gastillos menudos; y por
esto prudencialmente puede computarse que el total importe del
recibimiento con sus incidentes, será cosa de quince a diez y seis
mil pesos.
Lo manifiesta este Ayuntamiento a la Superioridad de V. E.x.ce·
lencia, en contestación a su oficio del día de ayer en que pide esta
noticia, y le acompaña, como también previene, el testimonio de
las Reales Cédulas sobre Corridas de Toros.
Dios guarde a Y. Excelencia muchos años. Sala Capitular de
México, Septiernlbre 6 de 1800.---:Excelentísimo Señor.-Antonio
Rodríguez de Velasco.-Ildefonso José Prieto de Bonilla.-Juan
Manuel Velázquez de la Cadena.-Francisco Antonio Carrillo.-
Manuel de Azevedo y Cosío.-Franci&,co Sáenz de Escobosa.-Anto-
nio Reynoso de Borja.-Agustín de Villanueva.-Excelentísimo Se-
ñor Virrey Don Félix Berenguer de Marquina.
Luego qu~ recibí y me enteré de! oficio de V. S. de 2 del corrien-
te, en que insta por mi anuencia para una Corrida de Toros en es-
ta Oapital con motivo de mi entrada, apoyando la solicitud en va-
rias citas ejemplares y reflexiones; previne a V. S. con fecha de
4, me avisase a qué cantidad habían ascendido los gastos respec-
tivos y m'e remitiese, como lo verificó, con la de la copia de las Rea-
les Cédulas que indicaba.
Sin embargo de que examinado y premeditado todo, me ocu-
rría ])0 poco que decir, si tratara por junto la materia, estimo pre-
HISTORIA DEL TOREO EN MEXlCO 309

f.erible limitarme a manifestar que todo lo que se entiende por


adorno de Palacio, o más propiamente hablando, de la habitación
de lo~ Virreyes, me fué preciso comprarlo o tomJarlo en traspaso a
mi antecesor, por el crecido precio que en la actualidad tienen to-
das las cosas; y aunque es cierto que en los cuartos que caen al
jardín se derribaron por dispo·s ición de los Comisionados de V. S.
algunos tabiques (que deben reponerse) para formar una pieza
que sirviera de comedor en los tres días acostumbrados, también
lo es que la composición de la de mi dormitorio, cuya pintura es-
taba maltratada y debía resanarse, la costeó la persona a quien
encargué se preparase mi alojamiento, según consta de la cuenta
que me presentó.
No creo que un Virrey deba procurar atraerse la voluntad y
el conocimiento del público que ha de mandar, por fiestas, que, 00-
~o la de Toros, originan efectivamente irreparables daños y per-
juicios en lo moral y político, a pesar de cuantas reflexiones inten-
o ten minorarlos: y antes bien, me parece que producirá mayor ve-
neración, amor y respeto a la alta dignidad que representa, el con-
cepto que forman de sus desvelos, por el bien y felicidad común,
y su conducta y proceder, integridad y pureza.
Estas consideraciones, con otras reservadas al superior gobier-
no, y el actual estado de una guerra larga y dispendiosa que ha
puesto en suma carestía todo lo preciso para la vida humana y pa-
ra la subsistencia de las familias, según el estado y circunstancias
de cada una, fué lo que me obligó a contestar a los diputados de
esa N. Ciudad, cuando hicieron verbalmente en su nombre la ex-
presada solicitud, que se difiriese para cuando se hh~iera la paz, y
no encontrando motivos que justamente persuadan deberse variar
esta determinación, me veo imposibilitado de poder complacer a
V. S. accediendo a la instancia que repite en su mencionado oficio;
pero, como al pripio tiempo que deseo convinarlo todo , es mi áni-
mo y constante voluntad, no perjudicar en lo más mínimo a los
vasallos del Rey Nuestro Señor ni a las rentas públicas del cargo
de V. S., le remito 7,000 pesos para que con ellos se cubra el exceso
de los gastos de mi entrada, sobre los 8,000 asignados, esperando
que cuando V. S. haya liquidado la cuenta respectiva, m,e la pasa-
rá para completar ]0 que aun faltare , o para que se me devuelva
el sobrante si hubiere.
Cesando así la principal causa que precisaba a V. S. a reiterar
310 NICOLAS RANGEL

y esforzar su instancia para el permiso de la Corrida de Toros,


cesa por consecuencia el motivo de volver a tratar del asunto, que
por ahora queda terminado con esta resolución.
Dios, etc., 11 de septiembre de 1800.-A la Nobilísima Ciudad."
Es ociosos todo comentario que se haga a estos documentos. Su
sola lectura retrata fielmente al antitaurómaco Señor Marquina.
XLI.

Dos semanas de Toros en San Luis Potosí, para la temúnación del $a.niua-
rio de Guadalupe.-Asisten a las Corridas, el Cura Hidalgo, Allende '1 Calleja.
-Toros en San Pedro Tlaquepaque, JllIl.

1111 O acon~ecimiento local, ~ino de gran r esonancia:" Ja~


poblacIOnes de la PrOVInCIa potosma y del BaJlO, fU e
la solemne dedicación del Santuario de Guadalupe de
la rica Ciudad de San Luis PotosÍ. En la re edifica-
ción de este bello templo , habíanse gastado . respeta-
bles sumas de dinero, pues pasaba ya de ciento veinte y tantos mil
pesos lo que se había invertido en la inconclusa 'fábrica a fin es de
] 799 ; respetable cantidad colectada durante algunos año ~ e'n tre
los individuos de la nobleza y la plebe de a quella ciudad, según
decía el Ayuntamiento en Oficio al Virrey.
No siendo de la Índole de esta obra el tratar in ext enso de la
historia de este célebre Santuario, en folleto separado lo haremos
alguna vez. Por ahora, nos concretaremos a narrar los principales
acontecimientos que tuvieron lugar con motivo de tal d edi cación,
especialmente lo que se relacione con las Corridas d e Toros, indis-
p ensable completamente de toda festividad civil o ec l e~ i á sti ea, ele
la magnitud de esta.
Faltaban al Santuario las torres y la habitaeión d el Capellán.
Los donativo s graciosos escaseaban, por lo qu e, el Ayuntami ento
de 1800, soli citó del Virrey Azanza, licencia para qu e se efectua-
ran en San I,uis, quince Corridas d e Toros, en dos se manas, a fin
de que, con los productos d e ellas, pudiera con cluirse la obra ma-
t erial del célebre Santuario. Pasó la p eti ción , que ti ene fecha 'de
14 de enero, al Fiscal d e lo Civil, y este opinó qu e er a d e justicia
conceder lo que p edía el Ayuntamiento potosino.
312 NICOLAS RANGEL

Dos incidentes hubo con motivo de estas Corridas. ]'ué el pri-


mero, que el Cura de San Luis, Don José Anastasio de Sámano, re-
presentó al v"lirrey, por ni'e dio de una carta, .los muchos inconve-
nientes morales y económicos que las tales Corridas acarrearían a
la sociedad de aquella ciudad, "ya por los soberbios y desarregla-
dos juegos de que abunda este país, que es muy regular se formen
entre los sujetos distinguidos, en que perdiéndose cuantiosas su-
mas de dinero, exponen a sus familias a una lamentable perdición;
ya por las embriagueces, latrocinios y otros insultos. que se come-
ten entre los de baja condición; y en una palabra:. prostituciones,
.estupros, raptos de mujeres y demás funestas consecuencias, que
.dejo a la' alta penetración de V. E.. No m-enos será digno de lástima,
ver que las señoras principales, con el vano fin de presentarse al
público, ader~das de las costosas modas que a la presente se
usan, atrasen a sus maridos, qui~nes viéndose gravados después de
deudas. que no pueden satisfacer, se abandonen y extravíen." H1a-
bla, también, de los perjuicios que se seguirían a los pequeños y
grandes comerciantes por los gastos que impenderían en las diver-
siones, y termina pidiendo se niegue la licencia para las Corridas
·de ·Toros. -
Pasada en consulta la susodicha carta al Fiscal Sr. Borbón, que
'por lo visto, era hombre de pocas pulgas y además aficionado a la
-f iesta brava, dijo este funcionario: "Sería más laudable el celo del
CUra de San Luis Potosí, si costeando de su bolsillo la conclusión
de la obra del Templo de Ntra. Sra. de Guadalupe, se opusiera a las
Corridas de Toros, que como único arbitrio propuso y solicitó el
Ayuntamiento se permitieran por la Superioridad de V. E. para
el indicado objeto."
"De todas las diversiones que no 4se ajustan a las reglas de la
Sana Moral con que se permiten, son de recelar los efectos malos
y perniciosos que se anuncian por el citado Cura; y si por los mo-
tivos en que se funda, hubieran de desatender los que apoyan la
pretensión del Ayuntamiento de San Luis, .por idéntica razón de-
berían prohibirse en lo absoluto Corridas de Toros en las demás
ciudades, villas y pueblos del Reino, especialmente en" México.-No
halla, por tanto, el Fiscal, en vista de la carta, mérito que le obli-
gue a variar el concepto que ha m;anifestado en su respuesta de
-29 del corriente que reproduce.... contestándose de enterado al
Cura."
Recabada que se hubo la superior licen cia del Virrey, procedió
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 313

el Ayuntamiento a preparar las festividades religiosas y profanas


para el mes de mayo, mandando retirar de la Plaza Principal, los
puestos de los comerciantes en pequeño, que en su totalidad la
ocupaban, repartiéndolos en las Plazuelas de la Compañía y San
Francis.co. Pero, sucedió que el permiso no llegó a tiempo para
que en mayo se efectuaran los festejos, a causa de haber habido
cambio de Virrey, m:archandoa España el Sr. Azanza y ocupando
su lugar el Sr. Marquina. Transfiriéronse, por tanto, las festividades
para el mes de octubre, teniendo lugar en ese lapso de tiempo, el
segundo incidente de que antes hablamos.
Es el caso, que los naturales de los pueblos suburbanos de San
Luis, ofrecieron amenizar las Corridas de Toros, ejecutando dan-
zas que recordaran sus pasados tiempos, vistiendo típicos trajes y
vistosos penachos de plumería. Saber tal cosa el Comandante de las
armas de aquella Plaza, Coronel D. Félix María Calleja del Rey,
y creer que se desairaba a la Tropa para -q ue hi~'!iera el despejo de
la Plaza de Toros, empleando en su lugar a los indios, fué motivo
para que pusiera una violenta comunicación al Ayuntamiento, re-
clamando el derecho que tenía la fuerza de su mando para hacer
el despejo de la Plaza, como era costumbre en la Metrópoli, y no
emplear" a unos indios que por sus anteriores inquietudes, obliga-
ron cuatro años antes, a solicitar la Compañía para que los contu-
viera." Como no tenia ningún fundmento tal reclamación, el Ayun-
tamiento dió las explicaciones necesarias, y se convino en que el
Regimiento que estaba al mando de Calleja, y en el que figuraba
como oficial subalterno Don Ignacio Allende, haría el depejo de la
Plaza de Toros.
A fin de que los rendim;ientos de las Corridas freran mayores,
el Cabildo se dirigió a la mayor parte de los har.;endados de la
Provincia, pidiéndoles que contribuyeran con toro s bravos para
las proyectadas Corridas. A esta invitación contestaron los hacen-
dados que en seguida se enumeran, y que nos informan de las di-
versas ganaderías con que contaba la afición de San Luis Potosí.
Veinte toros de la hacienda de "Bocas" . mandó Don Juan N.
Nieto: Diez de las haciendas d e "Gogorrón" y "Za vala", Don
Juan Antonio Fernández de Jáuregui: Doña María Antonia Ar-
duengo, propietaria de la hacienda de la "Pila ", diez toros y el
producto de una fanega de sembradura: el du eño de la ha cienda
de "Bledos ", Don Manuel de la Gándara, ofreció dar toros o di-
nero, lo que a bien tuviere el Ayuntami ento; siendo tanta su bue-
314 N 1 eo L A S R A ' N G E 'L

na voluntad, que ofreció, también, sus servicios personales; (&aca-


so sería un buen aficionado a sortear reses bravas n:
Don José
Florencio Barragán, hacendado de Rioverde, mandó doce toros:
negóse el Prior de los Carmelitas, Fray Manuel de la Anunciación,
quien contestó que los Regulares no podían contribuir ni concu-
rrir a espectáculos de esta naturaleza, por lo que no ' mandaba to-
ros de las haciendas que poseía el Convento, remitiendo doscientos
pesos para las festividades religiosas, solamente: por estar fl.aco
el ganado de la hacienda de Carranco, de la propiedad de Don
Félix de la Cabada, y no servir para la lidia, mandó treinta pesos:
Don Prancisco Miguel Martínez, manifestó que el ganado de su
hacienda de "Tejas"; era de tal condición, que cuantas veces se
pretendió sacarlo de las dehesas, se emperraba. de tal modo, que
era imposible hacerlo caminar: Don Juan Miguel de Ormachea,
celoso del buen nombre de su ganadería, prefirió mandar cien pe-
sos, pues la experiencia le había demostrado que cuantas veces se
sacó el ganado de sus terrenos, bajó enteramente de ley, dando
muy mal juego: no obtuvo contestación el Ayuntamiento de las
haciendas de "Villela", "el Jaral", "la Estanzuela," "el Coyo-
noxtle", "la Sauceda," "el Pozo de Luna " y "el Pozo de Acu-
ña." Otros hacendados mandaron dinero, por no tener toros de
lidia.
Llegó por fin el ansiado día de la bendición del Santuario,
efectuándose ésta el 9 de octubre de 1800, y siguiendo un solemne
Triduo. El primer día cantó la primera m,isa el inmortal Cura de
Dolores, Don Miguel Hidalgo y Costilla, Padre de la Independen-
cia. Aun se conserva el cáliz con que oficiara Hidalgo, con una
inscripción recordatoria. Después de las fiestas religiosas, siguie-
ron las profanas, es decir, las Corridas de Toros.
Hermoso aspecto presentaba la Plaza de Toros levantada en la
mencionada Plaza de Armas. Construída de madera y forrada con
manta de ixtle, la decoración interior y exterior le daba un aspec-
to agradabilísimo. El palco preparado para las autoridades fué
ocupado por el rreniente Letrado Intendente interino de la Provin-
cia, Don Vicente Bernabeu, por el Cura Don Miguel Hidalgo y
Costilla y por el Coronel Don Pélix María Calleja del Rey, jefe de
las armas en San Luis PotosÍ. Inmensa multitud llenaba los Palcos,
las Lumbreras y los Tendidos del amplísimo Coso, pues en Oficio
dirigido al Virrey Marquina por el Intendente Bernabeu, le dice
que, "no obstante que a estas funciones concurrió infinito y nun-
HISTORIA DEL TOREO EN MEXI'CO 315

ca visto número de gentes de lugares aun muy distantes, como V.


E. congeturó, ningún desgraciado acontecimiento se experimentó,
sino un sosiego y tranquilidad continuos."
En aquella ciudad, nunca habían despejado la Plaza de Toros
los soldados del Rey; y fué uno de los más gustados atractivos, el
ver que una Com;pañía del Regimiento de la Reina, a cuya cabeza
marchaba el garrido y marcial Capitán, Don Ignacio Allende, ha-
cía perfectas evoluciones, con precisión sin igual, en la arena del
Coso. Y el aplauso de la muchedumbr'e se repitió todas las tardes
de lidia.
¿ Quién pudiera haber sospechado, siquiera, que diez años des-
pués de estas fiestas, Hidalgo y Allende se unirían para intentar
la Independencia de México, la que combatiría con sangrienta sa-
ña el feroz Calleja Y Ellos mismos, ni remotamente lo pensaron,
entregándose, como todos los concurrentes a estas Corridas, al
más franco regocijo, y a gozar de la diversión favorita de todos
los habitantes de Nueya España.
Las Danzas de los indígenas, las Peleas de Gallos, los Fuegos
artificiales y algunas otras, diversiones intermedias, hicieron me-
morables las quince tardes de Toros. Los rendimientos obtenidos
por el Ayuntamiento, superaron a sus esperanzas, pues fueron
abundantes.
En el pintoresco y risueño pueblecillo de San Pedro Tlaquepa-
que, jurisdicción de Tonalá, en la Provincia de la Nueva Galicia,
hoy Estado de Jalisco, se carecía de agua, aun para las necesida-
des más indispensables de la vida, teniendo forzosa precisión sus
habitantes, para proveerse del precioso líquido, de caminar más
de media legua, donde estaba el paraje conocido por Los Ojos de
Agua, lugar de los manantiales que surtían del líquido elem:ento
al pueblo de San Pedro. Pero sucedía que, muchas veces, eran asal-
tadas y robadas las pobres mujeres, que ya al caer de la tarde se
retrasaban en su diaria faena, cometiendo con ellas los malhecho-
res, todo género de desaguisados; ni eran escasas, sino muy fre-
cuentes, las ocasiones en que los arrieros, fueron asaltados por ) os
ladrones y despojados de sus mercaderias.
Para remediar semejantes iniquidades, el Presidente de la Real
Audiencia de Guadalajara, Gobernador Intendente, don Jacobo
U garte y Loyola, concedió permiso para una Temporada de Corri-
das de Toros en el mencionado pueblo, y puso todo su empeño pa-
ra que las utilidades fueran lo más crecidas, a fin de utilizar todo
316 NICOLAS RANGEL

el producto en la entubación y conducción del agua a rrlaquepa-


que, y en ]a construcción de una pila en el centro de la villa para
su distribución. El celo de este funcionario, fué más allá. De su
peculio, y mientras vivió, se hicieron las indispensables reparacio-
nes para conservar en buen estado, pila y acueducto.
A la muerte de este benefactor, el Subdelegado de Tonalá, don
Pedro Riestra, a cuya jurisdicción pertenecía San Pedro Tlaque-
paque, sig1;lió erogando, de su bolsillo, los gastos precisos para el
buen servicio del abastecimiento del agua. Mas, deseando que el
pueblo contara con un fondo suficiente y seguro para ' lo de ade-
lante, solicitó de la Real Audiencia tapatía, permiso para unas Co-
rridas de Toros ; recurso infalible para obtener bastantes elemen-
tos pecuniarios, pues el pueblo pudiente y no pudiente de Guada-
lajara, acostumbraba, de tiempo inmemorial, pasar temporadas
en San Pedro, por la cercanía del lugar, buen camino,buen clima,
y hermosas huertas donde esparcir el ánim.o. Aprovechando tan
favorables circunstancias, se efectuaban anualmente funciones tau-
rinas,que dejaban buena suma 'a l pueblo, para sus Propios y Ar-
bitrios, y cantidad no despreciable al asentista que remataba la
Plaza de Toros.
Sin em,b argo de que con las proyectadas Corridas a que veni-
mos haciendo referencia, se trataba de beneficiar a todo un pue-
blo industrioso y trabajador, no faltó, en esta ocasión, persona que
protestara ante el Virrey, por los inconvenientes que tales diver-
siones traían aparejados, y los excesos que se cometían contra la
moral y el bien público. En esta vez, no fué el Cura del lugar quien
tal representación hiciera, como aconteció respecto a las Corridas
que mencionamos al principio de este capítulo, sino el Oidor de la
Real Audiencia de Guadalajara, don Martín José Santos DQm!Ín-
guez, quien, por rencillas de caracter privado habidas con el Sub-
delegado de Tonalá, se atrevió a sostener ante el Virrey, que este
funcionario tenía garito público en su casa; que fom'entaba todos
los vicios y era en lo personal, un escándalo social.
Alarmado S. E. por semejantes informes, pidió a la Audiencia
tapatía que le com.unicara lo que había de cierto en el informe del
Oidor, dando por respuesta aquel respetable cuerpo, que jamás se
habían experimentado, con motivo de las Corridas, los desenfre-
nos de juegos prohibidos, violaciones de doncellas, adulterios, ro-
bos y muertes que sólo existían en la fantasía del Ministro DomÍn-
guez; y que respe,cto a la conducta del Subdelegado, era correcta
HISTORIA DEL TOREO EN MEX1CO 317

en todos sentidos, no obedeciendo la denuncia sino a ruines pasio-


nes.
A virtud de tan satisfactorio informe, previa consulta del Fis-
cal de lo Civil y del Asesor General, S. E. aprobó la licencia que
la Audiencia de Guadalajara dió para que se jugaran Toros en la
Plaza de San Pedro Tlaquepaque, comunicándolo así al Oidor Do-
mínguez, y advirtiéndole, que esperaba de su rectitud y juicio que,
en lo de adelante, mirara con ánimo menos preocupado las resolu-
ciones del alto cuerpo a que pertenecía. Este incidente tuvo lUiar
en septiembre de 179Q.
XLII.

De tiempo inmemorial, Toros en la Plaza de Jalapa.-Pide el Cura. del


lugar se prohiba.n.-Representa el Ayuntamiento en su favor.-Curiosas no-
tiCia.s a.ceIlca de estas diversiones en Provincias.

OCOS años ha que en pequeñas poblaciones de la Re-

IJ
B pública y en haciendas y rancherías, se acostumbra-
~ ba, y probablemente se acostumbra aún, efectuar Co-
rridas de Toros en las plazas de esos lugares, cercando
con vigas las bocacalles para formar un improvisado
Coso. Antaño como ogaño, la afición suple a las Cuadrillas de To-
reros de profesión, pues los jóvenes de cada localidad y los ran-
cheros de las finca s de campo, son los que desempeñan la regoci-
jada y las más veces, chusca diversión.
A ese género de Corridas pertenecen las que dieron ocasión pa-
ra que el Cura párroco de Jalapa, pidiera al Virrey Marquina no
las permitiera en esa población, y la defensa que el abogado de
aquel .Ayuntamiento hiciera de ellas; desprendiéndose de los do-
cumentos que forman el expediente respectivo, noticias muy cu-
riosas sobre la materia, al mismo ti empo que demuestran la afi-
ción que había, como ya se ha dicho, en todos los pueblos de la
Nueva E spaña por las Corridas de rroros. Como es de suponerse,
el ViITey anti-taurómaco negó de plano que en lo sueesivo se veri-
ficaran tales fiestas sin permiso preyio, no obstante que desde tiem-
po inmemorial se efe)tuaban sin ese requisito; p ero se había pro-
puesto suprimir la fiesta brava, y no importaba el pretexto que in-
vocara a fin de lograrlo , como se colige de su final resolución.
La petición del Curil de Jalapa dice a la letra: " Excel entísimo
Señor :-El día de la Natividad de Ntro. Señor Jesucristo, comen-
zaron en esta Villa, unas Corridas de Toros, y le pasé un Oficio al
320 NICOLAS RANGEL

Señor Subdelegado, suplicándole, que ni en este día, por ser tan


grande, ni en el de ayuno y aunque fuera de pura abstinencia, ni
en los demás de precepto de oír Misa, me hiciese favor no se per-
lIlJÍtiera esta especie de diversiones, porque tenemos experiencia
que se quebrantan todos los respectivos preceptos d:e nuestra San-
ta Madre Iglesia ,~orrespondientes a estos días, principalmente el
de oír Misa, porque aunque en estos días sólo se hagan las Corri-
das por las tardes, como la expresada diversión causa una emoción
tan grande y cuasi general en todas las clases de gentes, que pare-
ce los enagena, como especie de locura, y se salen al campo antes
de las diez del , día, a ver juntar el ganado, unos a pie y otros a
caballo, y sin refleja alguna se dejan arrebatar de estos espectá~3u­
:os, abandonando muchas gentes el santificar aquel día con asis-
tencia de la Misa, experiencia que me cuesta todos los años no
poco dolor; a esta súplica vino en persona el Subdelegado a satis-
facerme, diciendo que había hecho presente mi oficio al Cabildo
o Ayuntam,iento, el que dice respondió, que no podía presc¡ndir de
que se hiciesen las Oorridas de Toros con esa interruppión de día,
y siguieron haciéndolas todos los días de fiesta, menos el de la
Circuncición del Señor, porque no se pudo recoger el ganado, se-,
gún dicen; de suerte que desde el día que comenzaron hasta el 11
que fué domingo, no ha dejado de haberlos en los días festivos,
verificando su conclusión el trece del presente.
"Yo no siento, Señor Excelentísimo, el poco aprecio que ha me-
recido mi justo reclamo, sino el desprepio que de esto resulta a
las leyes, y para descargar en esta parte mi conciencia le n lo veni-
dero, elevo a la superior decisión de V. E. para que se sirva deter-
minar en la materia lo que hallase por conveniente.-J>ios Nuestro
Señor guarde la importante vida ds V. E. muchos años. Jalapa 15
de Enero de 1801.-Gregorio Fentanes. (Rúbrica)."
A este oficio recayó un acuerdo del Virrey para que se remi-
tiera, reservadamente, a informe del Intendente de la Provincia
de Veracruz, quien contestó que estaba bien , informado de que,
por los tiempos de Navidad, se usaban Corridas de Toros en Ja-
lapa, con las que el público se divertía munho. "Siendo por la tar-
de, agrega el Subdelegado, y muy conforme el permitir un des-
ahogo acostumbrado a las gentes del Pueblo, y otras muchas per-
sonas de V eracruz y distintas partes que residen allí por vía de
recreación y esparcimiento de ánimo, de cuyo beneficio nos priva
este suelo, parece justo que el Gobierno se oponga a la indicada
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO :121
diversión, y el Cura Párroco Don Gregorio Fentanes podrá; con
más propiedad representar contra ella, si se ejecutare antes de la
celebr:.~ión de la Misa. ~, Extraño raciocinio del Subdelegado Dá-
vila, pues sin embargo de manifestar que el público se divertía, in-
terviniendo el celo de los Jueces de la localidad para prevenir des-
órdenes, y "siendo mUy conforme el permitir un desahogo a las
gentes del pueblo", no obstante estas consideraciones, y tal vez
por halagar en sus ideas al mandatario, dió el informe secreto en
contra de las Corridas de Toros.
El Virrey contestó a esa información ordenándole que hiciera
entender al Ayuntamiento de Jalapa, que en lo sucesivo no p erma-
tiera tales diversiones sin expresa l,~encia del Superior Go-
bierno.
Semejante disposición, hizo que el Cabildo de aquella Villa r e-
presentara al Virrey, las razones que le asistían para permitir que
se verificaran dichas Corridas, " ~ on que las familias se divierten,
siendo una de las primeras la del mismo Cura y su Clerecía." Dis-
puso Marquina pasara este oficio al Fiscal de lo Civil. Este opinó
que, a causa de la guerra, se habían desatendido sem:ejantes ins-
tancias de otros lugares, y con mayor motivo debería r epelerse,
aunque se motivara, la de Jalapa, en donde, lejos de procurarse
la distracción en diversiones, se debería tratar de que sus vecinos
y los de las inmediaciones estuvieran muy ap1ercibidos para la
custodia y resguardo, a precaución de las invasiones de los Ingle-
ses, procurando continuamente hostilizarlos. Pasó el expediente al
Asesor General, quien solif~ itó antecedentes sobre la cláusula para
el abastecimiento de carnes en .Jalapa; cuya cláusula, en efect o,
era que el Abastecedor, por medio de condición legal en los rema-
tes, se comprometía a dar el ganado bravo ne cesario para las Fies-
tas Reales y para cinco dias de las fiestas de la Purísima. Ev acua-
das estas diligencias, pasó el expediente al Ayuntamiento j alapeñ o,
para que en un breve plazo expusiera lo que a su dere cho convi-
niera; el que, por medio de su abogado Consultor, produj o el si-
guiente curioso ocurso:
"EXA~ elentísimo Señor :-Marcelo Alvarez, por el Ilustre Ayun-
tamiento de la Villa de Jalapa de la Feria; en el expediente for-
mado sobre las Corridas- de Toros que en ella anualmente se hacen
por la Pascua de Navidad, como mejor proceda-Digo, que de in-
memorial tiempo a esta parte ha acostumbrado aquella Villa cele-
brar la festividad de la Concepcjón Purísima de Ntra. Señora la
22
NICOLAS RANGEL

Virgen María, su Patrona, con cinco tardes de Corridas de Toros,


.reservando esta honesta diversión para las de Pascua de Nativi-
dad, para combinarla con las otras atenciones de que se distraerían
los operarios y artesanos si en los siguientes días al ocho de di-
ciembre se h~:!iese esta demostración pública.
"Llamo Corridas de Toros con impropiedad, porque formal-
mente no merecen este nombre. Allí no se I:!onstruye Plaza, sino
que de la destinada a este fin, se cierran las bocacalles con tran-
cas: cada cual, entre ellos el Cura y su familia, lleva las suyas:
No hay Toreros asalariados: a las Fieras se quitan las puntas de
las astas para que no perjudiquen a los Aficionados, que son los
que entran a jugar, mientras las van sacando por su pie al Ras-
tro, donde se matan para el abasto del vecindario: y no hay des-
órdenes, a causa de que la vigilancia y celo de los Magistrados
procuran la mayor moderación.
"Estas circunstancias, tan lejos están de ser ofensivas a las
conciencias y cuidados familiares, que merecen fo:mentarse para
evitar otros daños. Las gentes de la Población, y las que están en
ella por vía de desahogo y recreo o mudanza de temperamento, por
lo benigno del de Jalapa, especialmente comparado con el enfer-
mizo de Veracruz y de 'Sus contornos, saldrían al campo donde se
encuentran mejores proposiciones de no guardar templanza y de
sustraerse de la inspección de los Jueces; al paso que reunidas en
un lugar, son examinadas de éstos y observan las leyes de la mo-
destia compatibles con el regocijo.
"Todos saben que éste, cuando se gobierna sobriamente, es vir-
tud que sirve de fortalecer los ánimos para volver al trabajo con
nuevo espíritu. La .cortedad de cinco tardes, en un tiempo en que
pocos son los que no vacan de las fatigas del año, prueba sensi-
blemente la prudencia con que se conduce el Ayuntamiento: y así,
nada le falta a la costumbre por ser racional y estar adornada de
todos los caracteres inocentes que claman por su continuación.
"La misma brevedad de la diversión desvía los riesgos en que
la escrupulosa religiosidad del Señor Fiscal de lo Civil estriva pa-
ra haber concluído en los i érminosque aparecen de su respuesta
de veintisiete de Junio último. N o será de esperar que los Ingleses
den vista en tan corta dila::!ión a nuestros Puertos de Barlovento
o Sotavento del de Veracruz; pero en tan dificultosa hipótesis, los
Españoles abandonarían, al primer anuncio, los Toros 1 con más fa-
cilidad que lo hacen de sus hogares, mujeres e hijos, cuando se in-
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 323

teresan el honor, la conservación de estas preciosas prendas y la


gloria del pabellón Católico.
"N o desalientan, antes vigorizan estos ejercicios, porque ense-
ñan a sufrir las incomodida.des de la guerra, como lo acostumbraban
los Romanos con sus Atletas. Tampoco son de considera:(!ión los
temores del Cura. Puede haber, en las heces del pueblo, algún in-
dividuo que antepone a las diligencias que pinta con motivo de los
Toros, a las de la Religión; pero por este principio debería cerrar-
se en los días de precepto, la pelota, y prohibirse las pro·cesiones
matutinas, los fuegos y otras muchas distracciones que llaman la
curiosidad.
"Y para que ningún requisito se heche de menos, patrocinan
la costumbre los de la licencia Superior de este Gobierno. Este
virtualmente la tiene I~oncedida en la aprobación del abasto de
carnes de aquella Villa. El Señor Intendente de la Provincia, ins-
truído de lo 'q ue se ejecuta, se decide por la continuación de un
uso que no lastima, y 'Sí consulta a la remoción de otros daños.
Por todo lo cual, suplico a la prudente bondad de V. Exa., se dig-
ne mandar suspender los efectos de la Orden de diez y siete de
febrero de este año, concediendo su superior permiso para que
en la primera. venidera Pascua se lidien Toros en el modo y form¡a
que van referido's ; libl'ánqose al intento el despacho correspon-
diente.
"A V. Exa. suplico así lo mande, que es justicia: juro etc.-
Don Felipe de Castro Palomino, (Rúbri~a) .-Marcelo Alvarez,
(Rúbrica).
Este ocurso tan bien razonado y un tanto irónico, pasó al Ase-
sor General, quien dijo, que sin embargo de las reflexiones que

Marcando los Toros en San Nicolás.


324 NICOLAS RANGEL

_contiene, la materia era de puro Gobierno y que la licencia que


solicitaba el Ayuntamiento de Jalapa, pendía únicamente del Vi-
rrey; -que en atención al -c oncepto que su Excelencia tenía formado
de semejantes solicitudes y de los daños que por lo regular se
originaban de ellas, resolviera lo que le pareciera. Y el decreto
que siguió a esta consulta fué: "Hiabiendo respecto de Jalapa las
mismas justas considera ~iones que he tenido para denegar igual
solicitud a esta Ciudad, no ha lugar a la instancia del Cabildo de
dicha Villa.-México, Noviembre 25 de 1801. (Rúbrica del Virrey.)"
XLIII.

Marquina concede tres días de Toros a loos indios de San Miguel el Gran-
de.-Novilladas y Comedias religiosas prohibidas en el ¡Coliseo de esta Oa_
pital.-Ocho Corridas para festejar la llegad,a de Iturrigaray.--Coso para
ensayos en la PlaZ11ela de los Pelos.

1II1 N el segundo tercio del siglo XVI, habíase fundado la


Villa de San Miguel el Grande, con objeto deconte-
ner las irrupciones de los indios chichimecas, que
frecuentemente invadían, cometiendo todo género de
depredaciones, las nacientes poblaciones de españoles
y los riquísimos minerales que por entonces se explotaban en
aquella región. Y a raíz de dia;ha fundación, concedióse a los in-
dios del lugar, permiso para celebrar anualmente con función de
Iglesia y dos semanas de Corridas de Toros, a m;añana y tarde, y
en las que únicamente ellos toreaban, la fiesta titular del Arcángel
San Miguel, patrono de la Villa; prohibiendo, terminantemente,
toda intervención de los vecinos españoles, pues era fiesta neta-
mente indígena. Los naturales, dirigidos por sus casiques, cerca-
ban la Plaza Mayor con talanqueras, para correr en ella las reses
bravas ~dquiridas en las haciendas lamediatas, principalmente en
la de "El Jaral."
Lo que en un principio fué diversión para sólo los habitantes
de la 10caJidad, convirtióse más tarde en rumbosa Feria, con es-
pect~:mlo de comedias, juegos de azar, peleas de gallos, bailes pú-
blicos y demás alicientes para atraer concurrencia de los puntos
más aparatados de la comarca.
Pero, sU,cedió que el Ayuntamiento de San Miguel, por sí y an-
te sí, injustamente, desde el año de 1756, arrendó la Plaza de To-
ros que los indios levantaban, con la madera traída de los cerros
326 NI COLAS RANGEL

inmediatos, adjudicando para los Propios de la Villa, el producto


de tal arrendamiento, dando, de limosna, cincuenta pesos al prin-
cipio y veinticinco después, para los gastos de la función de Igle-
sia, que también hacían y costeaban los naturales. No ¡~ontentos
con tan injusto proceder, los Consejales sanmigueleños ocurrieron
al Intendente de la Provincia de Guanajuato, Don Juan Antonio
de Riaño, pidiéndole prohibiera las Corridas que los indios esta-
ban preparando para el año de 1800. Los pretextos en que apoya-
ban su pretensión los miembros del Ayuntamiento, eran, las nece-
sidades comunes, crecidos precios de la vida por la guerra y el te-
mor de. malas QQsechas por la retirada de las aguas. Para entonces,
ya los indios casiques y los principales de su República, habían
erogado fuertes cantidades para levantar el Coso, adornar los Pal-
cos, comprar toros y demás gastos que impendían las dos semanas
acostum bradas.
Venido a manos del Virrey el expediente que mandó formar el
Intendente, lo pasó al Fiscal Protector de Indios, quien. fué de
opinión que se concediera permiso únicamente para dos días de
Corridas, cuyos productos indemnizaran lo gastado y sirvieran
para la función religio'Sa; sentando, com:o precedente, que sólo dos
días se habían de conceder en lo sucesivo, ingresando los produc-
tos al fondo de Comunidad.
En vano representaron los naturales de San Miguel el Grande
el derecho que los asistía para verificar sus fiestas durante dos se-
manas; en vano mandaron, originales, Cédulas y Mandamientos de
Reyes y Virreyes, información jurada de cómo desde antaño ha-
bían estado en quieta y pacífica pocesión del privilegio de jugar
por sí toros, anualmente: era Virrey Don Félix Berenguer de Mar-
quina y esto bastó para que fueran vanos todos los esfuerzos de los
indios taurómacos de San Miguel; pues se recordará que Marquina
prefirió pa.gar de su peculio los gastos hecho por el Ayuntamiento
de esta Capital para recibirlo como estaba mandado por Reales
Cédulas. y no permitir las Corridas de Toros.
No f-qé óbice para denegal' el permiso, que el Fiscal de lo Civil
man~festara qu~: "La inveterad,a costum.bre de los indios en cele-
brar dichas corridas; el genio y carácter de diaha Nación, tan
adicta a sus antiguos usos, y el particular encargo de laa Leyes 22,
tit, 20. lib. 50. Y 4 tít. lo, lib. 2~. de la Recopilación de Indias,
para que se les guarden, en lo que- DO fuertm ooutra l1ue$tra Sa..
gl'~da Religión~ son. otf0s tantos poderos.ísimos fuudamentos,. para
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 327
que a pesar de uno u otro inconveniente que pueda seguirse en las
actuales circunstancias, haya de permitirse a los indios de San Mi-
guel el Grande, el que celebren sus Corridas de Toros, que siempre
han acostumbrado con el motivo que resulta de este expediente."
y más adelante: "Por lo que deja expuesto el que suscribe, es
de dictamen que dichas Corridas de Toros, ni se extiendan a tanto
tiempo como el de dos sernana's, ni a tan poco como el de dos días,
sino que únicamente sean los cuatro primeros de una sola semana,
a fin de que en ella misma se empi~:!en y acaben precisamente en
el jueves, que sea el último de las Corridas, para que no sigan los
ánimos inquietos y detenidos para la semana sucesiva."
Ni dos semanas de Toros, como pedían los indios, ni cuatro días
como dictaminó el Fiscal, sino únicamente tres días concedió Mar-
quina, advirtiendo, que en lo sucesivo, antes de proceder a pre-
parar dichas fiestas, se pidiera licencia previa para efectuarlas.
El Subdelegado de San Miguel, don Francisco Veyra y Pardo,
que por lo visto era un taurófilo rematado, desde un principio sos-
tuvo la pretensión de los naturales de aquella Villa, y se atrevió a
hacer un último esfuerzo para conseguir lo que tanto deseaban los
aficionados de aquellos rumbos; para lo cual, se dirigió directa-
mente al Virrey en respetuoso ocurso, comenzando por decir que
sería acatado con gusto, todo lo dispuesto por S. E.; Y expuso, en
seguida, lo's siguientes párrafos, que dan cabal idea de cómo se
arreglaban en Provincia las Temporadas taurinas y la distribución
que se daba a las utilidades. "Sentada la bien deliberada resolu-
ción de V. E. en la anterior determinación; y movido del celo que
me asiste (aunque me esté mal el decirlo) al mayor aumento de
las obras públicas, en que brilla parte de la Grandeza de Nuestro
Católico Soberano, y por mayor en edifil:~io'S piadosos; contra el to-
rrente de cuanto a la bondad de V. E. puedan informar o hayan
informado, tomo la pluma, cuyo atrevimiento suplico rendidamen-
te a V. E. me dispense, haciendo presente como lo hago y tengo
obligación.
"Es público y muy notorio que la anual función de Corridas de
Toros de esta Villa, después de verificados los días concedidos a
los indios, 's eguía la segunda semana que dicen del Vecindario o
Comercio, que contribuyen para ella, y a más de estos, algunos
bienhechores de fnera de esta Jurisdicción, unos ,~ on su limosna
en reales para que se compren toros, otros con los mismos toros
en pie; en la cierta inteligencia de que lo que rind~ ' la Corrida de
328 N 1 e OLA · S 'R A N GE L

la relacionada segunda semana' o Plaza, deducidos los gastos que


se impenden, se le entrega lo resultivo al Síndico de N. P. San
Francisco, para la fábrica ' de su nueva Iglesia, que se está cons-
truyendo, en parte, a expensas , de estos arbitrios. El permiso de
di~ha segunda semana, según estoy informado, lo concedían desde
luego mis antecesores, llevadoR nada más que de un celo piadoso
y fin de' la re(!om.endación de semejantes buenas obras.
"También daban licencia para el día quinto de la primera sé-
mana, por estar en práctica que dichos indios tuvieran cuatro días
de su Corrida, poniendo ellos, de su espontánea voluntad, los to'ro-s
de dicho quinto día, como por vía de obsequio a mis antécesores;
quienes, después de lidiados, mandaban se les entregaran dichos
toros a los indios; tomando mis antecesores el producto que les
querían dár de la Plaza,en retribución, de's de luego, de los gastos
de ' los Toreros, Galas y otros que a dichos mis antecesores les eran
indispensables: de todo esto, Señor E~mo., tengo la satisfacción,
que en los años que en mi tiempo ha habido fiestas, cedí lo resul-
tivo de .dicho día quinto para la vidriera y tabernármlo del Santo
Príncipe Señor San Miguel: de todo lo expuesto, siempre que V.
E. lo tenga por necesario, lo acreditaré justificativamente. Supues-
to lo relacionado, suplico a la bondad de V. E. tenga a bien con-
cederme el permiso de los dos días de la primera semana y la se-
gunda, para los fines indicados, según ha sido estilo e inveterada
costumbre, sirviéndose la ' piedad de V. E., tener por mérito de mi
difusa representación y súplica, la pública necesidad de unos tan
piadosos fines, a que se dedica lo producido de dicha segunda se-
mana, por lo que me intereso, o lo que ' fuere del Superior agrado
de V. E., que siempre será lo mejor."
. Recibir esta solicitud y ,subírsele a la cabeza al Virrey antitau-
rófilo la mostaza, 'todo fué .u no; por lo ' que' dictó un acuerdo, que
a la .letra dice: "Guárdese lo mandado en Decreto . de 14 'de octu-
bre último. Prevéngase al Subdelegado; y que en lo súcesivo se
abstenga de repetir recursos en punto's determinados sobre estas
materias de diversión que, inútilmente quitan a la Superioridad el
tiempo que necesita para asuntos graves.-Marquina."
Estaba para finalizar el año de 1800. Juan Medina, notable pri-
mer bailarín del' Coliseo de esta Capital, había tomado la empresa
de este teatro, procurando satisfacer las exigencias, cada día 'más
CTecientes; :del público m,e xic'ano, llevando a 'la escena las obras
dfam'áticas más ' gustadas, ' montahdo~ a todo bosto; baíles fahtás-
mSTO~IA_ - DEL - TOREO EN MEXICO 329

ticos y representaciones pantomímicas que entusiasmaban a los es-


pectadores que asiduamente concurrían a los espectáculos de aque-
llos tiempos. J:;a contrata en Europa y en la Habinia ' de actores y
actrices de primer orden; la acertada elección de los entremeses,
sainetes, follas y tonadillas más en boga en la Península; lo ar-
tístico e ideal de los bailes creados y dirigidos por el sin igual
primer bailarín Medina; todo esto y más hizo el empresario del
Coliseo para obtener algunas utilidades, siquiera medianamente
décentes, por su trahajo, sin I:!onseguirlo, a causa de la guerra que
España sostenía en aquel tiempo.
Para resarcirse de los gastos enormes que había hecho Medina
en los ocho meses conidos de su contrata de arrendamiento, no
encontró otro m'edio de atraer -a l público y llenar ia arquilla, que
el de recurrir al ya experimentado medio de las representaciones
de Comedias de Santos, intercalando en los entreactos las regoci-
jadas Corridas de N ovillos y las emocionantes Pele-a s de Gallos;
para lo cual, ocurrió -al Virrey Marquina en demanda de la li-
cencia respectiva. Pasó el o:!urso al Pis cal y al Asesor General, in-
formando el primero que, para obrar en conciencia, pasara el es-
crito al Censor encargado de revisar las piezas te-a trales, para des-
pués opinar en justicia. De acuerdo con esta opinión, fué remitido
el expediente al Dr. D. José Peredo, del Oratorio de San Felipe
Neri,quien produjo el siguiente notable dictamen:
"EXomo. Señor.~Son grandes las extravagancias e inconvenien-
tes que los sensatos han descubierto y pulsado en las Comedias de
Santos. Se oponen aun a las primeras reglas de la poesía. La alma
de ésta es la verosimilitud y la unidad de persona que la caracte-
riza. Sentimientos de Héroes en un Esclavo, y de Esclavo en un
Heroe, .:!hocan al menos avisado. Aunque tan amplias las ljcencias
de Apolo, jamás permiten unir los corderos con los lobos, ni con
las aves las serpientes. Expresiones, que admiran en un Santo, en
boca de un actor o de una actriz, excitan mofa. El p ersonaje no se
sostiene. Bien presto salta en el Teatro, quien poco antes gemía
en el Desierto ; o canta alegre sus amores, la que acaba de llorar
sus culpas.
"El :fin honesto de la comedia, es evitar defectos, ridiculizán-
dolos. Má~ que la risa y las lágrimas, se oponen entre sí la ridi-
culez y la santidad. Si por lo primero se llama monstruo la Tragi-
Comedia, no resta ya nombre que darle a la Santi-Comedia. Con
330 NICOLAS RANGEL

razón llamó graciosam'fnte Fontanelli, siglo malcriado al Décimo


quinto, que introdujo y celebró semejantes extravagancias.
"Los perjuidos a la religión son más sensibles. Se profanan
las cosas sagradas: se mezclan con amores, vanidades y dichos po-
co decentes: se esparcen falsos milagros e historias apócrifas, que
el vulgo ignorante recibe como Puntos de Fe, cuando no tienen
otra autoridad, que la que merece la fantasía del poeta. M.otivos
tan graves, y que militan igualmente en toda especie de Comedia
de Santos, han precisado a las Naciones cultas, a desterrar, sin
excepción alguna de sus teatros, tan horribles monstruos; y si con
ellos les da aun en I~ara a los españoles, el Quadrr io italiano en su
historia, ya le hizo ver nuestro Abate Lampillas en el mismo idio-
ma, que siglos ha que los Obispos de España los prohibieron en las
Iglesias; y que apenas ciñó la Corona Carlos III, cuando los con-
denó en su Corte: sin que el interés que en ella tienen los Expó-
sitos y el Hospital, (como en éste) en los productos del teatro, bas-
tara a Monarca tan sabio, para hacerlo variar de resolución. La
de V. E. será, sin duda, la más acertada. Oratorio de México y
febrero 5 de 1801.-Dr. Joseph Peredo."
En atención a las sólidas reflexiones del Dr. Peredo, opinó el
Fiscal que no era de ac-c ederse a lo que pedía Medina, respecto a
las Comedias de Santos, y agregó: "Y por lo que respecta a que
en el tiempo que le falta al año cómico, se le permita correr en los
entreactos de las piezas teatrales, hasta diez o doce fiestas . de No-
villos, se debe reflexionar en que estas son unas Terneras, cuya
lid se facilita en el foro, cercándolo de cuerdas, que si evitan por
una parte todo riesgo, no impiden la vista del público, quien ha
solido hallar diversión en tal espectáculo, como el que suscribe lo
advirtió al ir a Guadalajara en el año pasado de 1787, en cuyos
meses de Julio y Agosto, vió varias de las Corridas referidas, con
el permiso, sin duda, del Exmo. e Illmo. Sr. Arzobispo que enton-
ces gobernaba.
"Por estas reflexiones, y la de auxiliar en lo posible al referido
Empresario, en cuanto contribuya a la diversión pública y no sea
incompatible con su honestidad, no halla el FiSl'.!al reparo en que
V. Exa. se digne acceder al indicado permiso, mandando librar la
orden oportuna al Alcalde Ordinario que en la -a ctualidad esté en
Turno, para que tanto él cuanto el que sucesivamente asista en el
Teatro, permita, metodice y sisteme la insinuada diversión."
N o fuá de igual parecer el Asesor, a cuya consulta pasó el ex-
liIS'l'ORIA DEL TOREO EN MEXICO 331

pediente, por lo relativo a las Corridas de N ovillos en el Teatro,


por no tener conexión ni relación alguna con el Coliseo, pues que
este debe mirarse, para que sea útil, como una escuela donde se
enseñen los malos efe.:!tos del vicio y las ventaj-a s de la virtud; y
en que por medio de la música y de las representaciones, se sua vi-
cen y corrijan las costumbres del pueblo, que por lo regular, son
ásperas y groseras, y donde se guarde toda la moderación y res-
peto debido al paraje y sujetos de distinción que allí concurren,
mediante las reglas que para ello tiene establecidas el gobierno.
"Con la permisión de Novillos, concurre mayor multitud de
gentes del pueblo, que con sus voces y silvidos alborotan el Tea-
tro, sin que se les pueda contener, incomodando a las personas de
otras clases que asisten, u obligándoles que falten en estos días,
en que es más regular cOIL'3urrir; fuera de que no se pueden r e-
presentar buenas piezas ni hacer bailes, con m:otivo de hallarse
embara7.ado el Teatro con la especie de Tablado que necesita po-
nerse para figurar la Plaza.
" Si el Asentista en los mismos días prometiera al público (co-
mo debe, y es máR propio) buenas representaciones y bailes, 110 le
faltaría concurrencia, y sacaría igual o mayor utilidad que la que
se promete con los Toros, que no pueden producir, en concepto
del que consulta, sino es desorden, y tal vez alguna desgral'3 ia;
aun prescindiéndose de la impropiedad de que un Coliseo se qui e-
ra convertir en Anfiteatro donde se lidien 'foros o Gallos, de que
se ha dado tamibién ejemplo."
De acuerdo con este sentir y dada su poca o más bien ninguna
afición a la fiesta brava, Marquina denegó el permiso; y fué más
allá: mandó un Decreto a todos los Intendentes de Nueva E spaña,
para que no se permitieran las representaciones de Comedias de
Santos ni se diera licencia de lidiar Novillos en los Coliseos.
El día 4 de enero de 1803, en la Villa de Guadalupe recibía el
Bastón de Virrey, don José de Iturrigaray, de manos de su ante-
sesor Marquina. Reverso de la medalla, el nuevo mandatario re-
cibió con beneplácito la noticia de que el Ayuntamiento capitali-
no había preparado unas Corridas de Toros, para fest ejarlo por
su ingreso al virreinato. Estas fiestas taurinas tuvieron lugar du-
rante seis días de trabajo de la semana anterior a las Carnestolen-
das de dicho año, y dos días más en la siguiente semana. El ga-
nado que se lidió en esta o'3 asión fué bastante bueno, habi éndos e
332 NICOLAS RANGEL

registrado más de una cojida, no obstante la · destreza de los To-


reros.
La Plaza de Toros, como que se trataba de Fiestas Reales, se
levantó en la Plazuela del Volador, de hermosa perspectiva y ador-
nada con toda propiedad y buen gusto. Se contrataron los mejo-
res Toreros que había en . Nueva España; se compró ganado de las
más acreditadas dehesas y se prepararon diversiones intermedias.
En tiempo oportuno, se hicieron los Ensayos acostumbrados, que
venían a ser casi Corridas formales, levantando, para el efecto,
una pequeña Plaza de Toros en la Plazuela de los Pelos, lugar si-
tuado a la entrada del Paseo nombrado de Bucareli.
XLIV.

Temporada a beneficio de la Casa de Cuna.---Coso en ~a Plazuela de Ta.-


rasquillo.-Tres 'C uadrillas uniformadas.-Mulas con ricas guaJldrapas.-MM:l-
ros y Cristianos con séquito de Cautivos y Esclavos.-Suertes de equitación
en potros brutos, al compás de la música.-Pagoda y Fakires.-Globos aeros-

Iml
táticos, Monte Parnaso y Fuegos piTotécnicos.

RBI'l'RIO muy socorrido fué, durante el período colo-


VA' nial, el de las Corridas de Toros para ,)on sus pro-
n duetos, aliviar las penurias de la Real Hacienda, cons-
truir edificios religiosos y civiles y acudir en auxilio
de las Casas de beneficencia. Con el último objeto, el
de atender a las necesidades de la Casa de Cuna, institución per-
durable que recuerda hasta nuestros días el nombre de su ilustre
fundador, el Illmo. Sr. Arzobispo Don Francisco Antonio de Lo-
renzana y Buitrón: dispuso el Virrey Iturrigaray, cuatro meses
después de hacerse cargo del gobierno,que se efectuaran ocho Co-
rridas de Toros, con el piadoso objeto de que las utilidades que
produjera la Plaza, se invirtieran en beneficio de la Casa de Niños
expósitos de esta Capital.
Poco atinados estuvieron los Oomisionados para el arreglo de
esta T,emporada, pues por una economía mal entendida, compraron
toros baratos, lo que originó que tuviera que suspenderse esta
Temporada, después de la segunda Corrida, por las protestas del
público taurófilo de la Metrópoli, manifestadas en ruidosas y sig-
nificativas broncas. Adquirido mejor y bravo ganado; preparadas
diversiones intermedias del agrado del público, verificáronse, al
fin las ansiadas Corridas los días 23 a 27 de mayo y 1, 2 y 3 de
junio, con lo que se completaron los ocho días dispuestos por el Vi-
334 .NICOLAS RANGEL

rrey. Los productos correspondieron a los deseos del filántropo


mandatario.
Para regocijo de los aficionados en las suertes del valor y de
la destreza, el 19 de octubre del mismo año de 1803, aparecían fija-
dos en los lugares de costumbre, los Rotulones que anunciaban dos
semanas de Toros, pre.'3ediendo a las Corridas formales, cuatro En-
sayos, que, como antes se ha dicho, eran Corridas casi form\ales.
Reconocidos todos los terrenos de que se podía disponer para
armar el Coso, no encontró el Asentista otro mejor, por lo céntri-
co, que el de la Plazuela de 1'arasquillo. "Su situación, decían los
Rotulones, es la línea paralela al frente de la puerta del centro de
la Alameda, donde por la cortedad de la distancia, entradas y sa-
lidas, se ha considerado ser de mayor comodidad al Público. Está
hermoseado con todas las perspectivas y adornos que corresponde.
Se repartirá en solos or'3henta Cuartones, para que siendo más pe-
queño, tenga mejor vista y más comodidad: su figura será la que
corresponde con propiedad a un Circo compuesto de ocho fre,n tes.' ,
Para los Ensayos, 'construyóse en la Plazuela de los Pelos, una
Plaza provisional, pero amplia y fuerte. Verificáronse dichos En-
sayos los días 24, 28 Y 29 de octubre, y el 3 de noviembre; comen-
zando las Corridas formales ,el día 13 del último mes mencionado.
N ada más atrayente y sugestivo que lo ofrecido por el empre-
sario de esta 'l'emporada: magnífico ganado, Toreros sobresalien-
tes, diversiones de Jaripeo, Cuadrillas vestidas a todo lujo, servi-
cio de Plaza inmejorable y diversiones intermedias que m:a nten-
drían la atención y el regocijo hasta bien entrada la noche; pues
anterior a las Pantomimas de los Hombres Gordos, el Diablo y la
Muerte, que generalmente seguían al Toro embolado o Toro de la
plebe, se acostumbraron, sobre todo en el siglo XVIII, los hermo-
sísimos esper~táculos de Moros y Cristianos y los que el curioso
lector verá descritos en el siguiente Programa de esta temporada,
pues preferim;os copiarlo íntegro, a fin de no privarlo del estilo
de la época.
"La Corrida de 'foros anunciada en Rotulones de· diez y nueve
de Octubre inmediato, se ejecutará en la forma siguiente:
"Los Toreros se presentarán magníficamente vestidos, dividi-
dos en tres Cuadrillas, dos de a pie y una de a caballo; el traj,e, de
la primera será de paño color de perla, los centros y divisas de
raso color de rosa y golpes de plata. La segunda, de pafio negro,
centros y divisas de raso color de perla y golpes de oro. Los de a
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 335

caballo, vestido de color de ante, centros y divisas de raso azul ce-


leste, con golpes negros. Para que la uniformidad haga brillar es·
tos trajes ,'3 on la enbiertas de las Mulas que han de sacar los To-
ros muertos, se han dispuesto éstas a estilo de gualdrapas, con un
}\fedallón en el centro, de color d e rosa y golpes también de plata:
otros cuatro Medallones llevarán las cubiertas en las esquinas, del
mismo gusto y figura expresada. Se han escogido los mejores To-
reros y Picadores; sin embargo de lo cual, se ajustarán los que se
presenten, e ig'ualmente cualesquiera otras habilidades que se es-
timen proporcionadas a dar gusto al Público, por cuya satisfacción
no se perdona gasto ,a lguno; los qu e podrán ocurrir a Don Igna-
cio J oachin Salamanca, en la Alcait'3 ería, calle de Mecateros, nú-
mero 19. Se cree que los Toros que se han ajustado, son de los me-
jores, y que se han visto lidiar pocas veces. Las demás diversiones
se ejecutarán en los días 13, 14, 15 y 16 de Diciembre, en la forma
siguiente.
"Primer día. 'roros, y a la tarde se presentarán dos Cuadrillas
de Moros y Cristianos, vestidos con toda propiedad, y montados
en buenos Caballos, con el respectivo séquito de Oautivos y Escla-
vos : Jugarán, correrán y escaramuzarán algunos en Potros que no
han tenido silla: Sus evoluciones serán caracoles, peynes, parejas,
otros círt'3ulos y labores de mucha vist!1 y destreza: Los precederá
un gran golpe de Música, con cajas e instrumentos, para el gobier-
no y mJanej o de ellos.
"Segundo día. Además de los Toros) se erigirá un Pagode,
Templo de los Imperios del Mogol. Sus extraños adorno s, los d e
los Fakires, divisas y trajes ridíeulos, formarán una agradable
perspectiva, que animada d el fuego, será de mucha vista al Con-
curso.
"TerGero día. Toros, y a hora proporcionada, sin ne cesidad de
máquina alguna, tirant es y auxilios aco stumbrados en los Globos
aerostáticos, por sí mismo, en virtud del gas, se desprenderá desde
el suelo y elevará uno de extraña magnitud, que llevará p endiente
un Carro triunfal.
, 'Cuarto día. T oros,_ y además un Monte Parnaso o Cucaña,
adornado de todo género de caza y volatería, sedas y prendas, que
exciten el empeño de la habilidad y ligereza.
"La segunda semana se anunciará oportunamente. El que qui-
siere Lumbrera, Grada o Cuartón, así para solos Ensayos como pa-
336 NICOLAS RANGEL

ra la Corrida, o para unos y otros, ocurra a Don 19nado J. Sala-


,manca. México, 9 de Noviembre de 1803."
Como si no bastara todo lo ofrecido para esta 'hermosa Tempo-
rada, y a fin de mantener vivo el interés de los taurófilos mexica-
nos, el ·inteligente empresario hizo fijar nuevos Carteles el día 25
de noviembre, los que ala letra decían:
"Para que pueda comprenderse el , mérito de la diversión que
se subroga y presentará en la Plaza de Toros el segundo día de la
Corrida anunciada,se dá la descripción ' siguiente; en el concepto
de que toda es obra del famoso Artista que dió los fuegos en el
Coliseo.
"l. La pieza de la or.a ción de los Mogoles, que después de haber
llamado a su usanza la atención del Público por un acto de devo-
ción, terminrá por una revolución de fuego a la chínesl'3a.- 2. Una
grande rueda que se transformará en un globo de fuego blanco
que deslumbrará.-3. Una pieza mecánica que se variará y mani-
festará cantidad de dibujos, que es difícil describir.-4. El Molino
de Don Quixote, compuesto de dos piezas que obrarán en contra-
posición una de otra, y ·c oncluirá con fuegos chinescos:-5.Un i Vi-
va el Rey! con letras de fuego azul, seguido y adornado de ramos
figuran9.o la Coronación.-6. Una grande pieza que se r:~ambiará en
una perspectiva sin fin, y concluirá con pirámide de fuegos chíines-
cos de diez varas de alto.-7.E,1 crecido número de estrellas que
aparecerán, formarán un golpe de vista que sorprenderá, y será
de los más agradables."
Terminada ' la primera semana, siguióse la segunda, que, como
la anterior, dejó plenamente satisfecha a la afición mexicana, so-
bre todo con el feerico espectáculo de los fuegos artificiales. Él
arte pirotécnico había llegado en México a un grado de perfec-
ción admirable, y tanto en el Teatro, ~omo en las verbenas 'p opu-
lares, vulgarmente llamadas luces, e igualmente en la Plaza de
'roros, el público de todas las clases sociales, manifestaba su apro-
hación y entusiasmo con ruidosas manifestaciones. Por esta razón,
el empresario, conocedor de las aficiones del pueblo mexicano, y
atento a su negocio, hizo fijar Rotulones y repartir Programas de
mano, concebidos en los siguientes términos:
"La segunda semana de Toros, que se ofreció anunciar en pa-
peles de nueve de Noviembre inmediato, se verificará en las tardes
del 21, 27 Y 28, Y los días enteros -del 29 y 30 del presente mes
de Diciembre, en los que, es de.~ir en los dos últimos, se dará al
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 337
Público la magnífica diversión que explica la siguiente descrip-
ción.
Día 29.-1. Una Pieza mecánica que se titula la Loca: así lla-
ma,da, por las revoluciones diferentes que opera.-2. Una grande
Rueda que se transformará en un Caracol o conjunto de fuegos de
color bermejo, azul y violeta de los más brillantes.-3. Una Pieza
horizontal que manifestará los más hermosos fuegos en la parte su-
perior, en la inferior y en los centros, concluyendo con una Fuente
y su cascada, que causará la mayor diversión.-4. El famoso Ca-
duceo de Mercurio, que variará de dibujos a cada instante.-5. Un
i Vivan los Mexicanos! en letras de fuego azul, seguido de su co-
rrespondiente Salva.-6. La Esfera, que contendrá en su centro
un Globo que estará en continuo y divertido movimiento.-7. La
grande Batería Real, que por su extensión, magnificencia y eX'plen-
dor causará tanto gusto como sorpresa a los Expectadores.
Día 30.-1. Una grande Rueda o círculo que se transformará en
un Sol brillante de fuego blanco que deslumbrará.-2. Una Pieza
horizontal, que después de transformarse de diversos modos, con-
~ luirá por un fuego de luces a la Romana, que darán un explen-
uor de los más agradables.-3. Una Rueda que circulará vertical-
mente, y se cambiará en Guirnaldas y Coronas de fuego de los más
bellos colores.-4. Una grande Pieza que transformándose en un
Obelisco, repre sentará la Torre de Babel.-5. Un i Viva Carlos
Cuarto! en letras de fuego azul, adornado de ramos y Coronas.-
6. Un gran Sol que cambiará veinte veces de colores de fueg o y
producirá veinte Estrellas fijas, las que se transformarán en un
~Tande y brillante Sol fijo de veinte varas de circunferencia.-7.
Un fuego a la Chinesca con una olla de fuego, que es la pieza más
admirable por la cantidad y hermosura de flor es iluminadas que
p-sparcirán. "

23
XLV.

Toros en el Coliseo de Puebla en 1809.-Lidias de Toros despuntados por


los indios de San Luis de la PaIZ.-Desde la época de la Conquista, Toros
en Metztitlán.-Por cuestión politic.a se permite correr Toros en Jamaica,
en 1813.-Por la. misma causa, niégase en Querétaro.~Reglamento de Toros
en 1815.-~Corridas por la Restauración de Fernando VII.---'Increíble número
de Pases para estas diversiones.-Su reglamentación.---,El por qué de los
Cuartones dados .al Marqués del Valle y a la Universidad.-La Inquisición
reclama en sus Lumbreras el RETRETE.-Un artículo del PENSADOR ME-

IlII
XICANO sobre Toros.

A Real Junta Municipal de Puebla, rem;ató en subasta


pública, el 31 de enero de 1809, el Corral del Coliseo,
• a Don José Mariano Cabrera ve'2 ino del pueblo de
Tepexi de la Seda, residente a la sazón en la Ange-
lopolitana, para hacer en él diez Corridas de Toros,
lidiándose en tres semanas, que comenzarían a correr el día prime-
ro de febrero hasta el fin del Carnaval. Ofreció Cabrera cien pe-
sos por ,~ ada Corrida, lo que indica que, tanto la capacidad del
Coliseo como la afición de los poblanos por la fiesta de Toros, era
suficiente para satisfacer los gastos y dejar buena utilidad al em-
presario.
Impetrado el Superior Jurídico permiso del Gobernador Inten-
dente de la Provincia, Conde de la Cadena, concedió éste la licen-
cia, siempre que afianzara el rematante los mil pesos que importa-
ba lo ofre.:!ido por las diez Corridas, con persona abonada y a sa-
1isfacción del Tribunal, enterando, ante todas cosas, el R eal Dere-
cho de Media Anata que causara, conforme a lo mandado por la
..Tunta Superior de la Real Hacienda en seis de octubre de mil ocho-
cientos ocho.
Notificado Cabrera de lo dispuesto por el Intendente, no sólo
340 NICOLAS RANGEL

afianzó los mil pesos, sino que los enteró inmediatamente en pesos
efectivos, los que se depositaron en poder de Don Pedro de la Ro-
sa, Teniente del Regimii ento de Infantería Provincial de Puebla.
Ignórase el resultado de tales Corridas, que indudablemente fué
bueno; y sólo se sabe que los mil pesos, producto de la licencia
para estas Corridas,
se aplicó a las mejo-
ras materiales de la
ciudad de Puebla.
Una orden conmi-
natoria de 27 de sep-
tiembre de 1809, del
Ilustrísimo Señor Ar-
zobispo, Doctor Don
Francisco Xavier de
Lizana y Baumont,
a la sazón Virrey de
Nueva España, man-
daba que las Corri-
das de Toros que de ~
bían verificarse en
San Luis de la Paz,
Intendencia de Gua-
najuato, el 20 de oc-
tubre del mismo año;
se suspendieran. Al
oficio de remisión de
dicha orden, acom-
pañaba una interpe-
lación al Intendente
Derechos por Corridas en el Coliseo de Puebla. de Guanajuato, Don
J u a n Antonio de
Riaño, para que dijera, en virtud de qué permiso estaban dispues-
tas las Corridas de Toros. Transcrita la orden al Subdelegado del
Partido para que la ejecutara e informara lo que conviniera, éste
mandó original la l~:! encia que el Virrey Iturrigaray concedió al
Gobernador, Común y República de Naturales de San Luis de la
Paz, para que siendo los toros aserrados, con las seguridades co-
rrespondientes, de manera que fuera una diversión privada, y sin
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 341

que se eXIgIera estipendio alguno a los espectadores, pudieran ce-


lebrar anualmente las Corridas que tenían costumbre. El escrito
presentado por los indios a Iturrigaray, · contiene pormenores de
su fiesta, dando a entender que ellos mismos ejecutaban las suer-
tes de la lidia. Dice así:
" El Gobernador y República de N a turales dd Pueblo y Fron-
tera de San IJuis de la Paz, y el Común de Indios, con la venera-
ción que debemos y somos obligados, ocurrimos r endidamente a
la notoria y justificada integridad de V. E. y le hacemos presen-
-i:e que, en más de tresciento,s años que este pueblo se fundó, por
una justa devoción y gratitud que nuestros Padres y antecesores
o ascendientes tuvieron a bien hacerle una función de Iglesia a nues-
tro titular San Luis Rey de Francia el 25 de agosto que es cuando cae
su día, y un corto generoso Paseo que igualmente se le hace en es-
ta Plaza Pública, para que en alguna manera ilustrar de este mo-
do el lugar de nuestro origen y vecindad, y vaya en aumento el
catequismo, que el Soberano tanto encarga sobre nosotros sus In-
dios. Agrégase también que el día 20 de octubre de cada año, se-
gún nuestras medianas facultades, y cuando hemos podido hacer-
lo, mediante los tiempos que gobiernan, y con expresa licencia que
impetramos siempre de nuestro .Tusticia Mayor del Partido, ha si-
do la costumbre de jugar algunos Toritos propios nuestros, y po-
bremente, en el distrito, de ,:;inco a seis días y en obsequio del San-
to titular se hace la Corrida de ellos, sin atribuirse a Fiestas Rea-
ie s, como suele acontecer en algunos principales del R eino, y sin
pensionar en esta parte ni gravar al público en cosa alguna, ni
menos p erj udicar a este corto vecindario de españoles que hay,
sino solamente una oblación o voluntad cristiana que nuestros hu-
mildes . y rendidos corazones nos es genial hacerle este sacrificio
al Santo Patrono de su muy amado Pueblo, sin perjuicio de ter-
('ero alguno, comlo llevamos expresado, y como Indios nos es na-
tivo hacerlo así, y por el caso nos impele a ha cerle el pronotado
obsequio que tenemos devoción.
"En tales circunst ancias, elevamos nuestro ocurso a la muy
acreditada justificación de V. E. y a su corazón tan magnánimo,
lleno de suma bondad, piedad y de Padreamorosísimo, para que
como puede, mande se nos p ermita para siempre , por su magnifi-
cencia la indicada licencia que aspiramos, y si no fuere así, lo
342 NI COLAS RANGEL

que sea del Superior agrado de V. E., que en todo estamos. obe-
dientes a sus altos respetos."
.se ignora, por no en~ontrar el expediente respectivo, si al :fin
se les permitió a los indios de San Luis de la Paz, seguir efectuan-
do anualmente las Corridas de Toros.
Acatando la Orden que el Arzobispo-Virrey expidiera, para que
en todos los pueblos y ciudades de la Nueva España se solemniza-
ra la Proclamación de Fernando VIl,el Subdelegado de Metzti-
tlán, don Ignacio Muñoz, convocó a los principales vecinos de la
localidad y a los Gobernadores de la República de Naturales, a
fin de organizar, de la manera más lucida, tal festividad; y como
no era posible que faltaran las consabidas Corridas de Toros, com-
plemento indispensable de tales fiestas, se pensó desde luego en
organizarlas de la mejor manera posible, ya que en esa época se
l·esentía la población de la pérdida de las cose~has, con el obli-
gado cortejo de hambre y necesidades.
Pero no faltaron sujetos que informaran, con exageración, al
Illmo. y Exmo. Sr. Virrey, de los preparativos que se estaban ha-
ciendo para la .Jura, no obstante lo dispuesto por la autoridad. Y
resultó que, pasado el expediente al Intendente interino de la Pro-
vincia de México, éste se dirigió al Subdelegado, preguntándole
con qué derecho se permitió arreglar las tales Corridas de Toros
para la Pascua de Navidad de 1809, contra lo expresamente man-
dado por S. M., y sin noticia del Superior Gobierno, a quien priva-
tivamente tocaba dar las licencias, cuando lo tenía por convenien-
te, siempre que hubiera ,~ausas justas y que sus proventos fueran
cedidos en beneficio del público u otros objetos de igual atención:
en cuya inteligencia mandaba le informara, a vuelta de correo,
<.'on qué destino había determinado las Corridas y cuál era la
práctica en ese pueblo con las que anteriormente se habían hecho,
para que con esas luces se providenciara lo conv.eniente; en el con-
eepto de que debía suspender las fun(!iones proyectadas, conmi-
nándolo con castigar la menor contravención, por ligera que esta
fuese.
Diligente anduvo el Subdelegado en contestar a su superior
inmediato, a vuelta de correo, como se le pedía, y de su comunica-
eión verá el curioso lector, noticias interesantísimas, tanto para la
Historia del Toreo en México, como para la historia en general de
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 343

nuestro país. Por esta razón no hemos vacilado en trasladar Ínte


gra dicha comuni-c:ación. Dice así:
"Tan ageno estoy, Sor. Intendente, de haber dispuesto las
l"iestas de que a V. S. han informado, para estas Pascuas, que hoy
es segundo día de ellas, y no hay en este Pueblo, ni en los demás
de la comprehensión, el más ligero movimiento, que de ordinario
5'e verifica en todos los demás del Reino, y V. S., siendo servido,
podrá averiguarlo.
"No estraño, Señor, que la enemistad que me profesan tres in-
dividuos: a saber, un Eclesiástico y dos Seculares, le hayan infor-
mado cuanto demanda su mal fundado odio: y ni tampoco extraño
que la representación que a V. S. pusieron, esté disfrazada con
apariencias de piedad y consideración, para encubrir el veneno
que en sí traé -e mbebida su solicitud, para que se apoye como con-
dli'~ente al bien común, con el objeto de satisfacer su idea, con de-
trimento de mi notoria conducta acrisolada, por los dichos mis ad-
versarios, a pesar de cuantas diligencias me han promovido, con
el dañado fin de devorarme; y de que el Todo Poderoso me ha libra-
do; que es a quien, a más de no ocultarle ni aun los más ligeros
pensamientos, distribuye la Justicia según las operaciones, y salva
al inocente.
"V. S., con su acostumbrada inteligencia, recibió el informe
que me anuncia en su superior Orden de 20 del corriente, y dictó
las prevenciones que .~ontiene, como inmediato J ,e fe mío, y quien
debe poner término a cualesquiera defecto en que yo incurra, y
proceder contra mí por todos los términos que le corresponda. Pe-
ro, Señor; ni antes, ni ahora, ni nunca he pensado, pienso ni pen-
saré advocarme en sí jurisdicción ni facultad que no tengo, ni ex-
cederme de la que esa Intendencia me concede y la piedad del Rey,
mi Amo, se dignó aprobar.
"Podría hacer a V. S. una muy difusa referencia de todos los
particulares de que dimana la aversión que me tienen los tres indi-
viduos que refiero; pero por no perturbar su respetable aten~ión,
me señiré a decirle lo preciso, esto es, que no pierden de vista ni
el más ligero movimiento mío, ha~iendo de una arena un monte,
y de una hormiga un camello. Pero como la verdad reluce a pesar
de la mentira, ella en justicia hará que V. S. desprecie sus solici-
tudes.
"Desde la Conquista de esta Sierra Alta que verificó personal.
mente el Exmo. Sor. Marqués del Valle, se nombró por Patronos
:.344 NICOLAS RANGEL

,des esta Provincia a los Santos Reyes, y se señaló en este día pa-
ra una celebridad no interrumpida hasta la fecha, siendQ de cuen-
ita de todos los Gobiernos, (según afirman los viejos), entre va-
úas demostraciones de regocijo, cercar la Plaza de Metztitlán, y
divertirse con unos Toros aserrados, en ,~ompleto desempeño de su
júbilo; y como quiera que esto no ha tenido ni tiene formalidad de
Corrida de Toros, ni mis predecesores ni yo hemos pensado en im-
petrar licencia para ello.
"Ordenó la Superioridad que se proclamase a Nuestro Amado
Rey el Sor. Dn. Fernando Séptimo; y al efecto, dispuse una Junta
general de todos los vecinos y Repúblicas de esta Jurisdicción, de
!o que dí cuenta al Sor Intendente, y de lo acordado en ella.
"N o tuve contestación de la Intendencia; y por tanto, habien-
do cesado las funciones de ésta, lo trasladé al Exmo. e Illmo. Sr.
Virrey, el que dispuso que se celebraran las fi,estas tan luego ,co-
-mo pasaran las aguas, y como estas no han cesado, como es noto-
rio, se ha transferido para el día de Reyes, y en el cual, además
-de las Solemnidades de la Jura, hay función de Iglesia, Tapada
de Gallos, Fuegos artificiales y la misma diversión de Toros que
va citada, con sólo la diferencia de que ahora la Plaza no · va
cercada con varejones, y sí con vigas que se han comprado a los
madereros, para evitar cualesquiera resulta a que puede dar lugar
la debilidad del cercado, por cuanto a que se espera más ~oncu­
rrencia por la noticia ele la Jura: pero no hay aquellas cosas que
.se requieren para que se llame Corrida de Toros, como han infor-
-úlado .a V. S. La Jurisdicción está dispuesta a esta celebridad: el
-Alférez Real nombrado, tiene -hechos sus gastos: los Fuegos artifi-
'(.,jales se están concluyendo: la Tapada de Gallos, afianzada, y to-
o das las demás demostraciones de júbilo, prevenidas con la modera-
ción que Su Exma. Illma. tiene mandado. Pero si, sin embargo
"de 'esto ' debo suspender todo procedimiento, espero se sirva V.
·prevenírmelo' para satisfacer al públk~o interesado, y yo cumplir
. üon .10 , que se me prevenga y para ello remito un Personero.
:'- -, '." Dios guarde 'a V. S. muchos años. Zacualtipán de la Sierra
:,Aha: de Mextitlán, Diciembre 26 de 1809.-Ignacio Muñoz. (Rú-
~'~~i~a). ,;'
Man:dado' original al Virrey el Oficio de Muñoz, agregó, respec-
-to J:a ,.1a ' c'o stumbre, inv,e terada de que se lidiaran reses bravas en
el\WztitIán, 'estos párrafos-:
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 245

"Esto que yo ignoraba, lo afirma el Subdelegado, y también


que los Toros no se matan, sino que aserrados, divierten al con-
curso; pero yo ni sabía de tal costumbre, ni puedo persuadirme a
que las gentes de aquella jurisdicción se·a n tan insulsa's que llamen
fiesta de Toros, para convocar a los ,~ircunvecinos, un mero entre-
tenimiento casi pueril, que rara vez usan los hacendados en sus
propios corrales por no tener otra diversión. Por el contrario, en-
tiendo que la función así dispuesta, sería para cobrar los tabla-
dos, y aprovecharse de sus productos el Subdelegado, matando
también los toros, los aficionados de campo, porque tolerado lo
principal que es armar la Plaza y dar aviso al Público, todos estos
excesos son como cons~'3uencias del primero, bajo la confianza de
que no hay quien los denuncie por disfrutarlos, o por ignorar tam-
birn la prohibición.
"El ocurso que se ha hecho a V . E. 1. a nombre de los Gober-
nadores de los dos Pueblos de Mextitlán y Zacualtipán, lo consi-
dero también sugerido por el propio Subdelegado, porque cuando
rr.cibió mi orden dirigida a impedirle la indicada fiesta de Toros,
desde luego le fué sensible, y para salir con su intento, se habrá
valido, como es corriente, de la voz y representación de dichos In-
dios.
"Por esta falta se me hizo más notable que emplease sus fati-
gas y sus esfuerzos en mUltiplicar diversiones perjudiciales al PÚ-
bli'2 o, por distraerse las gentes de su trabajo y por hacer gastos
que no permiten sus fuerzas, cuando aunque hubiera esa costum-
bre, y no sea corruptela, por no haberla el Superior Gobierno apro-
bado, el moti'yu de la Jura debía servir al Subdelegado, obrando
éon sentimientos paternales y de buen celo, para quitarles las Fies-
tas de Toros, haciéndoles entender, en buenos términos, sus gravá-
menes. "
Ya debe imaginarse el lector cuál sería el acuerdo de] Illmo.
Sr. Virrey, después de r,ecibir la comunicación del Int endente in-
terino. En efecto: dispuso el Arzobispo que se celebrara la Jura,
sin más demostraciones que las de Iglesia; prohibiendo , terminan-
::emente las Corridas de Toros, de cualesquiera slierte que estuvie-
ran dispuestas, sin embargo de la costumbre inveterada que se ale-
gaba: la lidia de Gallos: los Juegos prohibidos: Músicas nO.'2 tur-
nas y Fuegos artificiales después de las oraciones de la noch e; pre-
346 N 1 e o 'L A S R A N GEL

viniendo al Intendente, que hiciera observar inviolablemente es-


tas disposiciones, imponiendo de orden del Virrey una multa de
quinientos pesos al Subdelegado, por la más leve contravención.
¿ Terminarían, sólo por entonces, las Corridas de Toros en Metz-
titlán, reanudándose después del efímero gobierno del Arzobispo-
Virrey Lizana y Beaumont, ya que desde la época de la Conquista
disfrutaban de sem~jantes privilegios los indios de la Sierra Alta
de Metztitlán y Zacualtipán?
A principios del año d,e 1813, y no obstante el estado de in-
tranquilidad en que se encontraba el país, los aficionados a las Co-
rridas de Toros concurrían entusiasmados a la Plaza levan-
tada en el cercano sitio de .Jamaica a la Temporada que ~oncedió
el Virrey. En noviembre del mismo año, Francisco Aspeitia, veci-
no de esta Capital, solicitó el permiso para doce Corridas en el
mismo Coso, que al decir del Intendente, estaba muy bien cons-
truído y hermoso, "como vió V. E. la tarde que sus graves aten-
óones le permitieron personarse a esta diversión." Como el Virrey
había pedido informes al Intendente Mazo, acerca de dichas Co-
rridas, para poder dar la licencia que se le pedía, éste contestó que
el permiso fué con todas las l~ondiciones anexas al buen orden de
policía, cuyo cumplimiento celó en persona, asistiendo a ellas, a
pesar de los recios temporales que entonces se experimentaron:
acompañado del Escribano de Policía. Fué condición también, que
el contratista había de exhibir adelantados cincuenta pesos en ca-
da tarde de Corrida, como lo verificó. Con tal informe pasó el ex-
pediente al Fiscal de Real H~':!ienda, quien dijo que, "el estado
presente de las cosas, si entonces no fué embarazo, como no debió
serlo, tampoco lo es en el día, en que urge en abono del permiso
para estos espectáculos públicos, la razón política de llamar la
atención del pueblo a objetos indiferentes, que ocurran en su
consternación, e impidan que su imaginativa se corrompa.
"Como por otra parte, agrega, no contiene la más leve compul-
sión, que precise a los espectadores, viene a refundirse la diver-
sión en los pudientes, cuyos gastos f8¡~ilitan la circulación, en que
vá a la parte del artesano, el vivandero y tantas otras gentes del
pueblo bajo que interesan su industria y su trabajo en estas oca-
siones, fuera de la ocupación general del corazón, que les dá parte
IIISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 347
en el desahogo y en la distracción, que no se limitan al circo, aun-
que no la tengan en la inmediata asistencia por falta de numerario.
"Además, concluye, el tiempo es más adecuado, como lo acre-
dita la experiencia, en cuya virtud, siempre se ha celebrado este
género de diversión aquí por estos meses, y ahorrándose la inco-
modidad de re'3 ios temporales, que expresa el Señor Intendente
haberse padecido en las Corridas de que habla ,e n su informe, la
concurrencia debe ser más completa, que es la diferencia que al
mismo tiempo insinúa haber en favor de la pretensión, lo cual es
preciso también que refluya sobre la contribución, que si entonces
fué de cincuenta pesos diarios, hoy puede aumentarse a la pru-
dente discr-eción de V. E., con destino a la necesidad que sea de
su mayor agrado aplicarla. "
En virtud de la opinión del Fiscal Torres Torija, el Virrey Ca-
lleja dió l~ '3 encia para las doce Corridas en la Plaza de Jamaica,
imponiendo a Aspeitia la contribución de cien pesos por cada una,
aplicados a las urgencias del Erario.
Con el antec-e dente de estas Corridas, no sólo permitidas por
las autoridades virreinales, sino conceptuadas como útiles para
alejar las ideas de independencia de los habitantes de Nueva Es-
paña, Domingo de Veraza y Jiménez y José María Lazo de la V,e-
ga, vecinos de Querétaro, ocurrieron al Virrey, solicitando permi-
so para cuarenta Corridas de Toros en aquella ciudad, por apete-
cerse en ella una honrosa y pública diversión; no -e ncontrando
más anexa al buen gobierno ni más honesta a la s~ '3 iedad, según
exponían en su escrito, debiendo ejecutar dicha diversión con las
formalidades de las que se verificaban en esta Capital, formando
una Plaza suficiente o patio para aquel lugar, donde sería la di-
versión de toros aserrados. Se comprometían, además, a mantener
el orden, siempre que la Tropa de la guarnición de aquella Plaza fue-
se facilitada, pagándola los contratistas de su bolsa, y contribuyen-
do con la cantidad que permitieran los gastos emprendidos para
el remedio del Real Erario que tan desfalcado se hallaba.
Esta solicitud pasó al Fiscal, el que no halló ningún inconve-
niente en lo político y sí un alivio de la Real Hacienda, tan n~ '3 e­
sitada entonces. Calleja estuvo conforme con el parecer del Fiscal,
ordenando se rem!itiera al Jefe Político de Querétaro, para que si
no hubiere inconveniente permitiera dichas Corridas, asignando la
contribución que creyera equitativa.
348 NICOLAS RANGEL

La ciudad de Querétaro había sido el foco principal de las cons-


piraciones de la Guerra de Independencia; y cuando hicieron la
solicitud para correr toros en aquella población, Veraza y Lazo,
era Jefe Político uno de los más convencidos jefes realistas, Don
Ignacio García Rebollo. Como el Decreto que dió el Virrey era
condicional y a discreción de Rebollo, éste, después de las más de-
tenidas reflexiones, sus-
pendió las Corridas, infor-
mando las causas de tal
determinación.
Expuso que, prescin-
diendo de los males mora-
les y políticos que suelen
o:!asionar en varias fami-
lias ese género' de diver-
siones, no era Querétaro
el que necesitaba de ellas
para desahogar los ánimos
de funestas ideas, ni para
disipar c~bilaeiones odio-
sas e imaginaciones teme-
rarias, que suelen infun-
dir los malévolos; porque
ya había representado,
en otra ocasión, lo satis-
fecho que estaba de la fi-
delidad de los queretanos
y de la debida adhesión a
la justa causa, en cuya
defensa, estaba seguro que
verterían hasta la última
gota de su sangre; y de
Reglamento de Toro·s de 1815. .concedf'.rse la permlSlOn
d~ Toros, :pudiera atraerse
a esta diversión algunos de' los band:idos de fuera, para seducir a
los leales vecinos" o p~ra proporcionarles juegos prQ4ibidos, que
suelen se~ inseparables de aquella div~rsiónj . sin que la actividad y
efi caz; ~elo del Gobierno pudiera remediarlo.
y en vista de estas prudentes r~flexiones, Calleja ftprobó la~us-
mSTORIA DEL TOREO EN MEXICO 349
pensión de las cuarenta Corridas de Toros que pedían Veraz a y
Lazo.
Famosas fueron las Corridas que por la Restauración del de-
seado Fernando VII, dispuso la Nobilísima Ciudad ele Méxi,~o a
principios del año de 1815, expidiéndose, con este motivo, tm Re-
glamento y las siguientes prevenciones del Corregidor.
"Para que el público de esta Capital disfrute de las próximas
Corridas de Toros con el decoro y comodidad qUe') le corresponden,
y se eviten los abusos e inconvenientes que en tales fun ciones sue-
len experimentarse, parecen oportunas las prevenciones siguientes.
Que luego que la Tropa acabe de partir la Plaza , no queden en
ella más que los Toreros, pues aun cualquiera otra persona que hu-
biere de dar diversión con distinta habilidad, no deberá entrar
hasta la hora de ejecutarla.
Que los Mandones o Capitanes de las Cuadrillas de Torero s,
cuiden, con responsabilidad, de que éstos no entren ehrios o bebi-
dos a la Corrida; y aún sería !'2 onveniente, que al entrar se presen-
tasen todos a los Regidores comisionados o al Alcalde de 10. voto,
para que prohibiese salir al que advirtiese hallarse en tal estado,
remitiéndolo a la cárcel.
Que en las vallas ni en las barreras quede paisano alguno, ni
otro soldado que no sea de los piquetes que se destinan a dar los
auxilios que se ofrezcan.
Que nadie se baje a la Plaza hasta que no haya muerto , el últi-
mo toro.
Que de las lumbreras y tablados no se arrojen cáscaras de fru-
ta, ni otras cosas que a más de ensuciar, pueden p erjudi car a los
toreros; ni se: e~cupa, ni echen cigarros encendidos para las gTadas.
Que los espectadores se abstengan de mofar a los toreros, dar-
les voces indecentes, e incitarlos a que se pre~'3 ipiten: prohibiéndo-
se así m!ismo el toque de cornetas u otros instrum'entos o fingirlos
con la boca para hacer burla e insultar a los propios toreros o a
algunos de los concurrentes.
Que esté libre y expedito el tránsito de las calles del Puente de
Palacio, Portaceli, Universidad y Palacio, no colocándose en ellas
puesto alguno de fruta, almuerzo u otras ve ndimias, ni sentándose
las gentes en las banqu etas ni puertas de todo aquel círculo: evi-
tándose igualmente que por todo él se form en corrillos, y queden
350 N 1 eo L A S R A ' N GEL

g,e ntes paradas a ver las que suben y bajan a los tablados; pues a
más de estorbar el paso, hay iMonveniente en lo moral.
Que se impida la entrada de coch,es y Ciaballos a las inmediacio-
nes de la Plaza, poniéndose viga~ o cuerdas en ]a's bOícacalle~ del
Puente de Palacio, San Bernardo, Portaceli, Rejas de Balvanera
y Universidad.
Que acabada la corrida de la tarde, se cierren inmediatamente
las puertas de la Plaza. sin permitir en ella paseo de noche, bailes
ni músicas; pues sobr,e los muchos pecados y excesos que ocasio-
nará semejante permiso, y se han experimentado siempre que lo
ha habido, sin bastar a evitarlos el más vigilante/:!elo de rondas y
patrullas, las circunstancias del día presentan otras consideracio-
nes de mucho peso que deben obligar a que se excuse atraer la
gente a un mismo punto, en tales horas y en las cercanías del Real
Palacio: todo lo cual proporcionaría, acaso, la ejecución de los te-
mibles designios de los perversos enemigos del legítimo gobierno.
Que para que los malhechores no aprovechen la ocasión de de-
jar las gentes sus I~asas solas y cerradas, especialmente las de los
barrios y calles retiradas, ronden los Alcaldes Menores sus res-
pectivos cuarteles en las horas de las corridas, o repartiéndose en-
tre ellos la comisión por día, de manera que en cada uno de ellos
anden a 10 menos ocho rondas que custodien la ciudad a más de
las patrullas que se destinen al mismo fin.-J osé Juan Fagoaga~
(Rúbrica).
i Cuánta semejanza del comportamiento de los espectadores
concurrentes a los circos taurinos de épocas pasadas a los de las
8(~tuales! Solamente que antaño, arrojaban a los Tendidos cigarros
encendidos, y ahora son cojines, botellas y materias colorantes que
echan a perder los trajes de los taurómacos. Y de voces indecen-
tes ¿qué diremos? Mutatis mutandis, la fiesta brava sigue siendo
la misma.
Al solo anuncio de las Corridas con motivo de la Restauración
de Fernando VII al Trono, los Oidores honorarios, los N otariQs
de la Santa Cruzada, el Rector del Colegio de Santos, los Jefes
Directores de Rentas Reales, el Alcalde honorario del Crimen y
muchos otros empleados del Virreinato que se creían (3on derecho
a ver gratis et amore las funciones de Toros en Fiestas Reales,
protestaron porqoe no se ' les daban las localidades que el abuso
y el tiempo habían constituído en ley. Grueso expediente se ins-
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 351

truyó por esta causa, viniendo en conocimiento d':! la enorme canti-


dad de Pases que se daban, con detrimento de los intereses de los
que remataban las Temporadas. Aunque en extracto, damos en
seguida el Estado que rigió en 1815, disminuído en mucha parte
respecto a los anteriores, y así se calculará lo oneroso de tales Pa-
ses.
Tendidos: Para el retrato de S. M., l.-Al Exmo. Sr. Virrey,
Audiencia, rrribunal de Cuentas y Caja, 6.-A la familia de S. E.,
l.-A la Nobilísima Ciudad, 6.-Al Cabildo Eclesiástico, 3.-A la
Colegiata de N. Sra. de Guadalupe, 3.-Al Tribunal de la Inquisi-
ción, 2.-Al Consulado, 4.-Al de Minería, 3.-Al de Protomedica-
to, l.-A la Real Universidad, 3.-Al Exmo. Sr. Don Pedro Gari-
bay, l.-Al Colegio de Santos, l.-A los Sres. Inspector, Brigadie-
res y Coroneles efectivos, 2.-A la Tropa franca, 3.-Total, 40
Tendidos.
euartones enteros: A la Casa del Estado y Marquesado del Va-
lle, l.-A los Cocheros y Lacayos del Sr. Virrey, l.----'Total, 2
Cuartones enteros.
Lumbreras: Al Sr. Secretario de Cámara, l.-A los Oficiales
Mayores y Menores, 4.-A los Escribanos de Gobierno, sus Oficia-
les Mayores y demás dependientes, 6.-Al Sr. Asesor general, 1.-
Real Audiencia y Sala del Crimen, Señores Ministros que compo-
nían uno y otro Tribunal, inclusos los Honorarios, Jubilados y Su-
plentes, l8.-A los Relatores de la Real Audiencia, 4.-A los dos
del Crimen, l.-A los Agentes Fiscales de lo Civil, 2.-A los de
la Real Hacienda, para los cuatro, 2.-A los de lo Criminal, para
los dos, l.-A los Porteros de la Real Audiencia, l.-A los del
Crimen, l.-A los dependientes de la Chancillería, l.-A los Es':!.ri-
banos de la Real Audiencia, sus dos Oficiales Mayores y demás de-
pendientes, 6.-...::\ los Escribanos del Crimen, 2.
Ayuntamiento.-A los dos Al :;aldes Ordinarios, 2.-A los Regido-
res propietarios, honorarios y su Escribano, 17.-Al Contador y Te-
sorero, 2.-A los Oficiales de Contaduría, rresorerÍa y Cabildo, 3.-A
los Escribanos de la Diputación y Policía, 2.-A los Maestros Mayo-
res, 2.-Al Capellán, l.-Al Procurador de la N. Ciudad , 1.-A los
Porteros, l~--A la Comisión de Oficio, l.-A los Escribanos Públicos ,
l.-Intendencia.-Al Sr. Intendente actual, l .-Al Sr. Arce Jubila-
do, l.-Al Tribunal de Cuentas, 3.~A los Sres. Contador y Tesorero
de las Cajas, 2.---IAl Ensayador Mayor, l.-A la Contaduría General
35-2 NICOLAS RANGEL

de Azogues, 1.-A la de Retasas, 1.-A la de Propibs, 1 ..-:.....A la de


Rentas de Alcabalas, "5.-,-Id. de Taba~o, Pólvora y Naipes, 3.~
Id. de la Loteria, l.-Id. de Correos, 2.-'Tempralidades, l.-Mon-
tepío de Animas, 1.-A la Compañía de los mismos, l.-Real Casa
de Moneda, 3.-Tribunal de Cruzada, 2.~Al Sr. "Director dé la
Oficina de Subvención de Guerra, l.-Al Capitán de Alabarderos,
1.-A la "Compañía de los mismos, 1.-Al 'S argento Mayor de la
Plaza, 1.-Ayundantes de Plaza, l.-Oficiales de Guardia, l.-Al-
guacil Mayor de Guerra, 1.-Conserje de Palacio, 1.-IE studiantes
de la Universidad, 2.-Tribunal de Consulado, 2.-Total, 125 Lum-
breras.
Gradas: Las de los seis Cuartones respectivos a los Tendidos
de S. E.; para la Tropa de guardia.
Con justísima razón, más de
una vez no pudieron .efeCtuar-
se las Corridas de Toros, a
virtud del enorme número de
pases que el Contratista se veía
obligado a conceder. La causa
de que a la Casa del Marq~és
, del Valle se le diera un Cuar-
T.rall..;'1;:-""
, . ...~
tón entero, obedecía a una es-
,~, <:.:: -
((
( , ') pecie de recompensa "de lo que
perdía o dejaba de recaudar de
la Plaza del Volad"or, de que
Boletín de Pase gratis en Fiestas
Reales. era dueño, en todo el tiempo
que estaba embarazada con" la
fábrica de la Plaza para las Corridas de Toros, y no en señal de
dominio, l~ omo creen algunos autores.
Respecto a la Universidad, hubo un litigio con el Ayuntamien-
to para que no se construyera Plaza de Toros en el V.olador, ni se
pusieran tablados del lado de la Universidad, lo .que causaba una
deformidad bien fea; para todo lo cual obtuvo la :Elscuela privi-
legios Reales, llegand"o al fin a convenir en pagar el Ayuntamiento
a la Universidad una contribución y a cederle las localidades men-
cionadas.
En esta Temporada se dieron al Santo Oficio las dos Lumbre-
ras de costumbre, no obstante que sólo el Dr. D. Manuel de FÍores
era el único Inquisidor de entonces, el cual hizo algunas reclama-
dones que no dejaremos de consignar, pues ellas nos informan de
HISTORIA DEL TOREO EN MEX1CO 353

los diversos departamentos de que se componía el Coso taurino.


Quejóse el Dr. Flores de que hubo necesidad de que los Ministros
quedaran a mano derecha del Inquisidor, contra el orden natural,
por caer la puerta de la entrada a la derecha, y ésta hallarse al
descubierto, sin el pasadizo que siempre se ha puesto, 10 que no
se verificó, sin embargo de tenerlo los demás Tribunales ; y sobre
todo, faltaba el Cuartito acostumbrado, para cualquiera urgencia
precisa que se ofreciera a los Señores Inquisidores.
J ustísima, en efecto~ esta última reclamación; pues el tener que
per~anecer ciTh'3o o más horas sentados, hacía indispensable que
las Lumbreras contaran con un W. C. i Qué tiempos aquellos!
A propósito de estas Piestas Reales, don Joaquín F ernández
de Lizardi, El Pensador Mexicano, escribió y publicó un hermosÍ-
simo artículo, de carácter moral, intitulado La Conferencia entre
un Toro y un Caballo, que no titubeamos en trasladar, toda vez
que en él encontramos noticias asaz interesantes para la Historia
del Toreo en México, como son las de que fué costumbre que an-
tes de sacar al toro al redondel, le clavaban la divisa de la gana-
dería, y no ,com,o en la actualidad~ al salir del toril; que los toros
lidiados en aquella ocasión fueron de las dehesas de Atenco, lo que
indica que dicha ganadería gozaba de magnífico cartel, como hasta
la fecha; que las suertes del toreo se ejecutaban como ahora, y
que las banderillas, aparte de las de lujo, las había de fuego, otras
con vejigas infladas y algunas con gatos vivos, que al desgarrarse
la cubierta de papel que los envolvía, quedaban libres, y espanta-
dos buscaban refugio aun entre los expectadores, los que gozaban
y reían con estos incidentes chus'3os; que el toque del clarín para
ordenar la muerte del toro, d ebió ser casi igual al que se escucha
hoy, y .que los gritos de los taurófilos de antaño, para ex citar al
matador en la Sllerte final, para que se arriesgara inútilmente, aun
en contra de las reglas más elementales del toreo, eran como l os
de ogaño; por último, nos dá a conocer los nombres de algunos
toreros que trabajaban por entonces. Nada diremos de la censura-
ble costumbre de l os picadores de pasados tiempos de hacer las
once, lo que efectuaban en las funciones de la mañana, y aun en
las de la tarde.
"Poco antes ele las Corridas de Toros, en uno de esos plausi-
bles días por la mañana, estaban fuera de la Plaza varios picado-
res, cuando uno se ofreció a ir por las once, esto es, por un poco
de aguardiente con que animarse, a pesar de la prevención' que
NICOLAS RANGEL

sobre esto se hace en el Bando de la materia. No faltó de los mis-


mos cOln\Pañeros quien lo advirtiera, pero como no hay ley que no
esté sujeta a interpretaciones, le dijeron otros, que el Bando lo que
prohibía n.o era tomar un trago, sino emborracharse; y así, puesto
que no habían de excederse entre cuatro con un par de f:!uartillos
del tosco, bien podía ir por ellos y obsequiarlos sin el menor es-
crúpulo. Con esta gran absolución, fué el cortejante por el aguar-
diente, dejando suelto su caballo, sin ronsal ni cuatodia alguna,
fiado desde luego, en su genio naturalmente quieto y sosegad.o.
"NiO se equivocó en su juicio, pues aunque luego que volvió
con el refresco se pusieron a beber alegremente, formando cuadro,
sin acordarse ninguno del bueno del rocín, éste, lo más que hizo,
fué ir a buscar sombra junto a un toril, que por suerte tenía algo
separadas las vigas.
"Yo~ como siempre he sido amigo de observar aun aquellas
¡:;osas que parecen frívolas, y a más de esta recomendable cualidad,
tengo la gracia de entender el idioma de los brutos al modo de Eso-
po, Fedro, Iriarte, Samaniego, etc., (aunque no de explicar sus
conversaciones con la dulzura de estos respetables ingenios) me fuí
tras el caballo, y luego que éste llegó al toril, vió al toro encerra-
do y exaló un tierno suspiro, a cuyo suave ruido volvió el toro la
cabeza y acercándose a la rendija conoció al caballo y le dijo:
-¿ Qué haces aquí, buena bestia' &dónde está tu amo'
---.Yo, dijo el caballo, estoy esperándolo y vine a buscar sombra
mientras él toma su traguito; pero, tú, ¿ qué has h~:!ho que pareces
loc.o enjaulad.o?
-it Qué he de hacer, respondió el toro, esperandu a ver lo que
quieren hacer conmigo los h.ombres, que me tienen aquí sin comer,
y e.on una flor encarnada en el lomo: sin duda que debo de estar
(le boda, pues me engalanan tanto, y según esto, se me espera un
buen rato.
-¡ Lindo! dij.o el caballo; pero no te 1.0 codicio.
-Sí, replicó el t.oro, yo escucho desde aquí mucha bulla y al-
gazara, y de cuando en cuando su música militar, 1.0 que me hace
creer que hay alguna fiesta prevenida.
- y com.o que la hay, dijo el caball.o, y n.o cualquier cosa, sino
Fiesta Real; aunque por las escaseces del día le falta t.oda la mag-
nificencia que ha visto esta Ciudad, en .otras iguales, como l.os Jue-
g.os de Cañas, los Torneos, la Carrera de la Sortija, el Don Pedro
de palo, y otras semejantes, en cuyas travesuras han lucido su ha-
HISTORIA DEL TOREO E~ MEXICO 3fi5

bilidad y gastado su dinero con profusión los caballeros de esta


Ciudad.
-Pero, por fin, aunque haya fa.ltado todo eso en estas fiestas
por las actuales ocurrencias, se llaman Reales, y la Nobilísima
Ciudad ha hecho cuanto ha podido por solemnizar la Restitu,~ión
del Señor Don Fernando VII, al trono de las Españas.
-Así es, dijo el caballo.
-Pues con eso basta, contestó el toro, para que estas fiestas
sean insignes, y yo logre unos ratos divertidos ...... Como no me
vayan a dejar aquí y no vea nada.
-Seguro está,dijo el rocín, sobre que tú eres uno de los pape-
les principales de esta fiesta. La has de ver toda; aunque no muy
a gusto.
~No seas tan caballo, dijo el toro; explícate con más claridad
que no te entiendo.
-No hay duda que si yo soy un caballo, dijo éste, tú, eres más
bestia que yo, pues no entiendes que los hombres te tienen aquí
para torearte dentro de poco rato ..... .
- ¿ Cómo es eso de torearte 1 preguntó el toro.
-Para torearte, respondió el bucéfalo, quiere decir, para mo-
farte y para divertirse contigo.
-Con la mofada no estoy muy bien, dijo el de Ateneo; pero
en esto de la diversión no hay para qué ciscarme, pues puede que
sea una diversión tan honesta que no me traiga ninguna pesadum-
bre., ...
-¡ Friolera! dijo el penco; honestísima es, pero te ha de p esar
el modito.
-Pues no me tengas en duda, dijo el toro, explícame qué cosa
es esta.
-Mira, dijo el caballo: luego que salgas de aquí, te recibirá
mi amo y otro compañero en los gorguces de las garrochas, cuya
ceremonia harán contigo todos los de a caballo; ya ver ás que será
este un rato divertido. Después te dejarán los caballeros, y se te
presentarán mil chulos de infantería muy guapos y escarchados a
modo de pastorcitos de Navidad; te harán mn-:has carabanas con
sus capotillos y aun se quitarán los sombreros a tu presencia; mas
a poco rato te comenzarán a faltar al respeto y te clavarán más
saetas que a un salteador de caminos, y no contentos con eso, te
clavarán otras de fuego, otras con cueros hin chados, otras con
gatos; pero todas con sus lanc'e tas de acero, con las que te pondrán
356 NICOLAS RANGEL

el !Cuero del pescuezo como una criba. Después de holgarse un


buen rato contigo de esta suerte, al son de una ronca trompeta se
publicará en el circo la sentencia de tu muerte, la que te dará uno
de aquellos mismos verdugos que te han mofado y maltratado de
antemano; pero lo que te llenará de rabia será advertir la música
y el palmoteo con que los expectadores festejarán a tu sacrificador
al instante que éste te dé la estocada mortal ..... .
-...:.Cesa, dijo el toro fuera de sí; cesa, que la cólera y el temor,
la rabia y el sentimiento me combaten a un tiempo intolerable-
mente. ¿ Conque no contentos los crueles con mofarme y atormen-
tarme, no paran hasta quitarme la vida alevosamente Y Ya que me
burlan y martirizan ¿ no pudieran después de hartos de holgarse,
volverme a mi eIlJ:!ierro, y de allí a los campos para beneficiar y
cultivar las tierras, y para adovar con la verde grama mi carne,
que sin duda comerían más sabrosa ~ ¿ Es acaso preciso que consu-
man su iniquidad con mi muerte Y
-Sí, dijo el caballo: todo entra en la diversión.
-Pues en los pueblos, dijo el toro, se divierten con nosotros
sin matarnos, según mi padre me contaba.
-Sí, dijo el penco; pero eso es en los pueblos, donde también
os torean con las astas aserradas para que no hagáis mayor mal a
los hombres y a nosotros.
-Pues &por qué no hacen aquí lo mismo Y dij o el toro: ¿son en
los pueblos menos hombres que los de la Ciudad, o nosotros somos
en ella menos feroces Y
--Nada de eso, respondió el cuaco; pero no es estilo ese que
se usa en las Ciudades en semejantes funciones.
-Mal blaya la usanza, repuso el toro: no hay duda que hay
usos que sólo la .costumbre y no la razón los autoriza; pero, vamos
al caso: ¿por qué causa nos mofan y nos matan Y &qué perjuicio
les damos a los hombres Y ¿ qué daño les hemos inferido Y ¿ qué agra-
vio, qué enojo les hemos causado para que nos traten con tanto ri-
gor y lejos de eso &no somos nosotros los que aramos la tierra para
que fructifique? &no cubrimos las vacas para que tengan la rica
ternera, la blanca leche, la suave mantequilla y el sabroso queso?
por último ¿ no servim:os para la caza, y para la mesa en los eJer-
citos, en la m:a rina y en todas las casas de los pobres? pues &por
qué es este rigor y tan inaudita maldad Y
-Porque sois toros, dijo el caballo: esto es, porque sois anima-
les bravos y con cuernos.
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 357
- j Oh, amigo! dijo el toro; si a todos los que tienen cuernos
los mofaran públi:!amente y los mataran, j qué pocos maridos po-
bre y con m:Ujeres bonitas se escaparan!
-Eso fuera bien hecho, repuso el caballo, si esos maridos fue-
ran bravos; pero como son mansos, aunque los burlen en lo público .
y en lo privado, no se hacen acreedores a la muerte, y lo que su-
fren son hartas capoteadas y muchas banderillas; mas vosotros
como sois feroces, tenéis que padecer hasta la muerte.
-¿Pero nosotros en estos casos, dijo el toro, hacemos otra co-
sa que defendernos y acom,eter a los que nos insultan y provocan?
Si matamos a algunos o los herimos, no los vamos a buS\~ ar segu-
ramente: ellos son los que se nos presentan cara a cara, nos lla-
man, nos silban, nos gritan y hacen cuanto les sugiere su maldad
para que les embistamos. Si un hombre matara a otro después de
recibir las injurias que nosotros, la ley lo indeID.¡Ilizaría y no se es-
timaría su homicidio merecedor del último suplicio: ¿ pues por qué
nosotros no hemos de gozar de igual indulto cuando matamos a
a.lguno que nos ha provocado injustamente Y
-Porque no tenéis entendimiento, respondió el cuaco.
-Peor es eso, replicó el toro: pues si al hombre, que tiene en-
tendimiento, que puede excusar la ocasión, que tiene una ley que
le obliga a perdonar sus agravios y puede hacer mérito del sufri-
miento, lo disculpa la ley civil, y no le priva de la vida; ~por qué
a nosotros que I~arecemos de todo eso, se condena a muerte aun sin
hacer, tal vez el homicidio?
-Porque esas son las injusticias del munq.o, dijo el caballo:
y vosotros ¿por qué nos matáis y nos echáis fuera las asaduras ca-
da rato? ¿Acaso os hacemos daño alguno? Nuestros amos, con la
espuela .y el freno nos obligan a presentaros el cuerpo, bien contra
nuestra voluntad; pues entre los compañeros hay uno o dos que
no les falta más que hablar para decir: no quiero ponerme al
rie,s go: porque sufre el rn;artirio del ~cicate y no entra, y ha sido
menester que los hombres lo apaleen, como lo ha visto Dios y todo
el mundo en estos días. Conque mira, tú, cuán sin razón nos ofende
tu éasta.
-Nosotros no somos culpable~, dijo el.toro: no tenemos enten-
dimiento, ~bramps según nuestros ímpetus animales, tiramos .al
bulto que nos . ofende sin poder q.istinguir ~l ente que nos daña.
¿ Sabes en' qué I~ onsisten vuestros agravios Y- los ~uestros t
-¿ En' qué? preguntó el rocín ..
358 NICOLAS RANGEL

-En la barbaridad, ignDrancia y ferDcidad de los hombres.


-Cállate, dijo el caballo.: ¿ quién dice eso T i LDS hombres bár-
barDs! i lDS hDmbres ignDrantes y ferDees! .i qué herejía! en nada
menDS se tienen; antes dicen que SDn lDS animales más ilustradDs
.Y lDS más m'anSDS y benignDs pDr naturaleza.
-Así es en parte, dijo. el tDrD; pero. no. en tDdD, después que pDr
la sDberbia de su prDgenitDr fuerDn sujetDs al ' ímpetu de sus pa-
siDnes. . .. mas en un tDrD no. están bien estas cosas. VamDs ~l
asunto.. ¿ Quiéres mayDr barbaridad que presentarse un miuñecD de
estos delante de nDsDtrDs después de irritadDs, y jugar su vida en
un lance, CDmD pudiera en un albur de a real y medio., fiados en
la destreza de su caballo de baqueta o. en la agiridad de sus pies,
sin tener cuenta co.n los accidentes que pueden sDbrevenir, CDmD
un tro.pezón, un embarazo., la frac,'3ión de un fierro, la rDtura de un
cuero. de la silla, o. de la garrDcha, la tDrpeza vuestra, etc. f Míra-
los pálidos al llamarnos, y más pálidDs al ac,e rearse a tDmar la va-
lla: ¿ qué quiere decir esto. sino que re.~DnDcen sus fuerzas designa-
les, nDS temen, nDS huyen y buscan asilo para resguardars.e de
nuestra furia Y y sin embargo., apenas se recobran de su susto.,
cuando se expDnen a nuevo. precipicio, ¿ quiéres maYDr barbaridad
y mayor ignoFaneia Y NosDtro.s, siendo bruto.s, les damo.s ejemplo.s
de consideración y recato. Nos duele la. garr{)l~ha y la tememos:
no.s aflije la espada y rehusamo.s dar el bDte sobre ella; porque
conocemos el peligro y procuramos evitarlo. ¿ No es esto., cierta-
mente, darles ejemplo. a lDS hDmbres, de la prudencia que les fal-
ta 7 Advierte ahora, cuán feroces son, pues en los toros. aserrado.s
no s.e divierten ni concurren en tanto número COlllO eulos punta-
les. Dime ahora, ¿ en qué consiste la difeellcia T un mismo t0l'O ase-
rrado 109 deleita mucho menos que armado con SUiI terribles pun-
tas. i No es el mismo toro Y ¿ no juega igualmellte' ,no corl'e' i no
e,m bistef ¿no estropea al toreador que se de~uidaY pues ¡por qué
se va a Terlo con menor empeño. y gusto que si está puntalooDlO
lo parió su madre' ¡.Ah t porque asel'rado nt) pue.de he.l"ir ni matu
al hombre con iallta facilidad; y; por eso taJQbi&n, luego QU~ aa:le
al circo un to.ro. planso., un to.ro. prudente y enemigo de daiar a.
los hombres; que no desea m.ás que 'Verse libre da ellQs., al Ulomen-
te» pitall 108 8x~etad6l'el que no. m"" que lo ~Irllre.n de. la eo-
la y que lo lasten. 6Quiél'eS mayo.\, fel'ocid.d ell los hom\u'es t "no
ves cómo se eomplaeel\ eJt. el tiesgo de BUS seaejallt._t y no eoa~
quiera, sino en el riesgo gravísimo de que P¡el'du. ~ ",ida. ,No
mSTORIA DEL TOREO EN MEXICO 359
has oído cómo desde las Lumbreras y las gradas estimulan al po-
bre torero para que se precipite a la muerte en nuestras astas, di-
ciéndole: j entra. Rea! j oblígalo Guadalupe: j anda Felipe!: etc.,
etc., y si estos mliserables yerran uno u otro lall¡'~e al matarnos, los
burlan y provocan con aquella vulgar sandez de gritarles: ¿a que
no lo matas, eh? Por último; ¿no has visto alguna vez expirar un
hombre ensartado en nuestras astas 1
-Sí lo he visto, respondió el caballo.
- y qué ha sucedido ~ replicó el toro.
- i Qué ha de haber sucedido 1 dij o el cuaco,: se han llevado a
aquel al hospital o a la sepultura, y los demás han seguido gus-
tando de la diversión como si hubiera muerto un perro.
-Pues ve ahí hasta dónde llega el extremo de la barbaridad y
ferocidad de los hombres, pues nada se les dá de las desgracias de
sus hermanos; al paso que nosotros, Sl endo unas bestias, les damos
el mayor ejemplo de fraternidad, pues apenas vemos la tierra re-
gada con la sangre de nuestros semejantes, rascamos la arena~ mn-
gimos, bramamos o lloramos a nuestro modo de su muerte, y ellos
ven expirar a los suyos sin compasión, y aún los incitan, como he
dicho, para que se pr~:; ipiten al riesgo. &E's tos son los hombre/!!?
Aesta es la humanidad' &este es su talento .... ,
-Dejemos esta plática, dijo el caballo, que se acerca la hora
terrible de presentarnos en la palestra.
-Líbreme el Criador de la fiereza de los hombres, dijo el toro.
- y a mí de tus astas, exclamó el caballo, y se apartaron."
XLVI.

Tres Temporadas de Toros ¡para vestuario de las Tropas realistas.-EI Vi-


rrey, Conde del Venadito, festejado con Toros por los indios de TJ.axcala.-
Real Plaza de Toros de San Pablo.-Arrendamiento de ella en 1819, a los
empresarios del Colis'e o.-Ganadería de Bellas Fuentes, Mich.-Sólo con per-
miso del Virrey podían andar a caballo ocho hombres para la compra, con-
ducción y encierro del ganado de lidia.-Toros en Silao para vestuario de
realistas.

IGlIIEMPRE fueron, y siguen siendo las Corridas de To-


ros, recurso seguro para obtener rendimientos pecu-
niarios con que atender a obras de beneficencia pú-
blica y privada, mejoras materiales o para otras ero-
gaciones de índole diversa.
Aun estaba en pie el Coso levantado en la Plazuela del Volador
para las Corridas celebradas con motivo de la Restauración al Tro-
no del Rey Fernando VII; y pasando las Cajas Reales por una
crisis agudísima, que se 34~entuaba día a día, a causa de la escasez
de ingresos por el estado anormal del país, y subsistiendo también
la casi general desnudez de las Tropas realistas, ordenó el Virrey
Calleja, con muy buen sentido práctico, que para remediar la
necesidad enunciada, no había otro arbitrio más seguro que la con-
tinuación de Corridas de Toros en esta Capital, "cuya diversión,
decía Calleja, sobre ser lícita, honesta y acomodada al gusto de
sus habitantes, puede rendir, sin molestia de los contribuyentes,
una suma razonable con qué poder llenar en parte la insinuada
urgente necesidad: guiado de estos principios, y del deseo de cu-
brir, .~omo es· justo, la desnudez de los defensores de la patria, con-
sidero de necesidad el que continúen las indicadas Corridas ' de
a
Toros, comprándose·, al efecto', la Nobilísima. . Ciudad, las made-
362 NICOLAS RANGEL

ras de la Plaza que sirvió para las Fiestas Rleales, y construyéndo-


se, otra en la de San Pablo, de cuenta de este arbitrio, bajo ' la di-
rección del Sr. Intendente de esta Provincia, don Ramón Gutié-
rrez del Mazo, cuyo celo, eficacia y puro manejo tantas veces acre-
ditado, no dejan razón a dudar de que, bajo su administración
rendirá dicho arbitrio todas las utilidades de que es susr-eptible;
y para que este pensamiento que me ha inspirado mi celo por los
aUlDjentos del Erario, en vista de sus escaceses y apuros, se rectir
fique, formalice y sisteme por el que notoriamente asiste al Sr.
Fiscal de Real Hacienda, de la cual deberá considerarse sucesiva-
rnJente un ramo el insinuado arbitrio, fórmese expediente que da-
rá principio con el presente Decreto y pase a dicho Sr. Ministro
para que, guiado de sus luces y conocimientos, pida y promueva lo
que se le ofre~'.'!a."
Consecuente con esta disposición, el Intendente Gutiérrez del
Mazo solicitó postores para una Temporada, presentándose uno
solamente y exigiendo que la Temporada se verificara en el Vola-
dor, toda vez que la lejanía de los otros sitios en que se acostum.~
braba construir el Coso, era un impedimento para obtener buenas
entradas. Aprobó Calleja lo pedido y verificáronse catorce Corri-
das que produjeron la suma de cincuenta y cinco mil, novecientos
cuarenta y dos pesos, ascendiendo el gasto a veinticuatro mil,
ÜI'.'!hocientos sesenta y tres pesos, un real y tres granos. Al pro-
ducto líquido se agregaron dos mil pesos más, por haberle con-
cedido de gracia por esta cantidad al Asentista, otras ocho Co-
rridas.
Terminada esta primera Temporada, procedióse con celeridad
a. trasportar toda. la madera de es,t e Coso, comprada al Ayunta-
miento en diez mil pesos) a la Plaza de San Pablo, en cuyo lugar se
levutó la Plaza. de Toros que más tarde sería substituída por la
de mampostería, que fué la que alca.n.zarQIl nuestros pa.dres y a.bue-
los. Según la cuenta presentada al g.o bierno en 1816, la construc-
ción del nuevo Coso impQrtó la sm:n;a de cuarenta y un mil, tre,lS-
cientos veinti.:!inc.o pesos, un real y seis granQS, incluídos en esta
cantidad mil novecientos veinte pesos que costó el desbaratar la
Plaza del Volador y la conducción de la madera a. San Pablo. Más
tarde, con los reparos y modiicaciQDeS que se le hieieroB, montó
esta eanüdad .. más de setenta mil pesos.
De tninia Co~ridaa se eompuSQ la segunda Temp&rada de To-
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 363
ros, produciendo líquido para el vestuario de la tropa, la 0antidad
de ocho mil, seiscientos cin'.menta y nueve pesos.
La tercera Temporada fué de cuatro funciones de equitación y
Toros y diez y seis de Toros solamente, cuyo producto líquido fué
de trece mil pesos, deducidos los gastos que montaron a poco me-
nos de quince mil, porque se contaron en estos últim.os, cinco mil
setecientos ciIll~uenta y nueve pesos que le correspondieron a don
Bernabé Caballero como mitad de utilidades y setecientos diez y
seis pesos a don Antonio Cosío por las cuatro funciones de equi-
tación.
El 5 de diciembre de 1816, los fieles vasallos de S. M. C., leían
con alborozo el Bando que el Exmo. Señor Virrey publicó y en el
que insertaba la Real Cédula de Fernando VII, que prevenía se
hiciera notorio en todos sus Dominios la noticia de su ajustado ma-
trimonio y el del Serenísimo Señor Infante Don Carlos, con las
Señoras Infantas del Brasil, apresurándose el Ayuntamiento de
esta Capital a organizar los festejos correspondientes a tan plau-
sible motivo, tomando en arrendamiento de la Real Hacienda, la
Real Plaza de Toros de San Pablo.
Nombrados los dos Regidores Comisionados del caso para el
arreglo de la Plaza, estos dispusieron que se desbarataran las gra-
das de Tendidos de cuarenta Cuartones de sombra, para la colo-
,~aeión de los Tribunales y demás Cuerpos que los ocuparon en las
últimas Fiestas Reales, poniendo tabiques para respaldos, divisio-
nes y cielos razos. Por orden verbal del Virrey, se construyó un
Mirador para Su Excia., con armazón de hierro, cristales, sillería
fina y ordinaria, exquisita pintura, etc., que sólo el tal Mirador
tuvo de costo seiscientos treinta pesos. Se compraron sufi.ciente
número de petates para los pisos del Tablado, Lumbreras y Tendi-
dos sobrantes.
Doce fueron las Corridas de -que se compuso esta rremporsda,
en las que gastó el Ayuntamiento, además de la suma mencionada,
la fuerte cantidad de veintidós mil trescientos cuarenta y tres pe-
sos, en esta forma: por el arrendamiento de la Plaza de Toros,
trece mil pesos; eo-sto de vestidos de Toreros, con arreglo al que tu-
vo en las .últimas Fiestas Reales, mil quinientos veintiún peS()S;
eorazaa para los eaballos, rorgueees, espadas, rejones, 'bolaa y otros
utencilios, euatroeientM cineuenta pesos; mantillas para las mu-
las, guarniciones, composturas y otros arneses, doscientos eineuen~
ts. petoS; ~ati6eaeión al Aleald~ de GueJ'ra, do~ientos pesos;
3,64 NICOLAS RANGEL

gratificaciones para los Reyes de Armas, plumas y zapatos, dos-


cientos veintidós pesos; gratificaciones concedidas a la N. Ciudad
por Cédulas de la materia, cinco mil cuatrocientos pesos; al Exmo.
Sr. Virrey para galas de estilo, mil cien pesos; a la N. Ciudad
para idem, doscientos pesos. N o se cuenta en esta respetable can-
tidad lo que importó la pintura general de la Plaza, desde los Ten-
didos hasta los Jarrones que la coronaban; ni quinientos cincuen-
ta y ocho pesos gastados en cuatro Montes Parnasos y cuatro pe-
sos dos reales en Muñecos, etc., etc.
Como dato curioso asentaremos el de que la Compañía de Poli-
cía) que hizo las evoluciones militares la t,a rde del 20, gastó en
Granadas la suma de noventa pesos. En una de las Corridas toreó
la afamada Torera, Doña Francisca Gándara, la que fué muy
aplaudida y recibió muchas galas. Los nombres de los principales
diestros son: Guadalupe Granados, Vicente Soria (herido en las
primeras Corridas), Antonio Rea, Legorreta y Pablo Rodríguez,
que resultó herido de gravedad y falleció, al picar en burro, con
otros tres de sus ¡compañeros. Diez eran los Picadores de esta Tem-
porada.
En otros lugares de esta obra, hemos puesto de manifiesto lo
arraigadQ que estaba entre la clase indígena el gusto por las Co-
rridas de Toros, e indudablemente que una de las primeras pobla-
ciones que gozaron del privilegio de efectuarlas, fué Tlaxcala,
pues bien conocida es la ayuda que los tlaxcaltecas prestaron a los
conquistadores, para destruir el poderoso imperio azteca. Siempre
los Monarcas españoles concedieron a esa ciudad innumerables
gracias y privilegios, en recuerdo de su alianza con Hernán Cortés
y los suyos. Por estas razones, tan luego como tomó posesión del
Virreinato, Don JuaI:J, Ruiz de Apodaca, Conde del Venadito, soli-
r':!itaron los fieles vasallos de Su M'a jestad el permiso ,para efectuar
la friolera de sesenta Corri,das de Toros, por el placer de la ve-
nida de Apodaca, y sobre todo, para poqer vestir a los soldados
realistas de aquella Provincia. He aquí la petición del Ayunta-
miento tlaxcalteca ~
"Exmo. Sr.-Por especial privilegio que el Soberano tiene con-
cedido a este Cabi~do, disfru~~ de , inmemorial tiempo a esta parte,
la gracia de poder tener Corrid8¡s de roros en su Plaza, por espa-
cio de sesenta días en cada ,u n año, én el tiempo que le .parezca a
propósito.
',' La :venida de V. ',E. a eS,t e :&e.ino, ,que tanta ~legría ha ,pro'du-
HISTORIA DEL TOREO E!\ MEXICO 365

cido en todo él, obliga a este Cuerpo a usar en la ocaSlOn de ese


privilegio, esperando, por otra parte, lograr por ese medio algu-
nas utilidades que en la infeliz situación de la Provincia, sirvan
para vestir a los Realistas de esta Ciudad.
"En esa virtud acordó en Cabildo pleno así veri:fbarlo, dando
previamente aviso a V. E. de esta determinación para su superior
inteligencia, respect.o de que aunque en virtud de la Real Cédula
que obtiene, no lo ha hecho así con otros Sres. Virreyes; por la es-
pecial protección que merece a V. E., desea en todo agradarlo.-
Dios guarde la importante vida de V. E. muchos años. Sala Capi-
tular de la Muy Noble, Insigne y siempre Leal Ciudad de Tlaxcala
y Noviembre 12 de 1816.-Agustín González del Campillo.-Juan
Tomás Altamirano.-Don Diego J oseph de Lira Zihuacoateuctli.-
Martín Antonio Sánchez y Torres.-Lic. Joaquín Miguel Gallegos.
-Don Santiago L. Lira Zihuaconteu-;tli.-Matías de Jesús Teczis.
~Don Sebastián Sánchez.-Don Bernardino de Salazar y Zitlal-
popoca.-Don Clemente de la Cruz Palma.-Antonio Mariano de
Campo."
Pasado en consulta el precedente Oficio al Fiscal de Real Ha-
cienda encargado de lo Civil, opinó este funcionario que era de
concedérsele a la Ciudad de Tlaxcala una Temporada de quince
Corridas, en atención del poco fruto que resultaría de las sesenta
pedidas. No fué del mismo dictamen el de Apoda.-;a, quien contestó
la petición en estos términos: "En vista del Oficio de V. S. de 12
de Noviembre último, y de lo pedido en consecuencia por el Sr.
Fiscal de Real Hacienda encargado de lo Civil, be concedido a
ese Ilustre Ayuntamiento., por Decreto de hoy, el permiso que so-
licita de hacer sesenta Corridas de Toros, conforme a la R.eal Cé-
dula que V. S. cita, y con la precisa ,:!alidad de que se inviertan
sus productos en el objeto que propone en su citado Oficio a que
contesto.' ,
Así fué como, con toda probabilidad, los muy nobles y muy fie-
les tlaxcaltecas se regocijaron durante sesenta días con su gusta-
da fiesta de Toros. En cambio, la Muy Noble y Leal Ciudad de Mé-
xico, no celebró la fiesta taurina a que por ley estaba obli gada, a
causa de los pocos fondos de sus Propios, y por que así lo dispuso
Apoda¡'3a, a fin de evitar gastos que el conceptuó superfluos.
Era de tal modo pingüe el negocio de las Corridas de Toros en
los últimos años de la época colonial, que apenas terminadas las
fiestas Reales de los esponsales, tomó en arrendamiento, p or t odo
366 :NICOLAS RANGEL

el año de 1818, la Real Plaza de San Pablo, el conocido empresa-


rio de Toros don Mariano Tagle, por la cantidad de doce mil pe-
sos. Finalizado el tiem!po de esta contrata, Tagle pretendía que se
le ampliara por dos meses más, el arrendamiento, dando para la
Real Hacienda, mil pesos por esta gracia. N egóse el Virrey a con-
ceder tal prórroga, porque los meses de enero y febrero eran los
más propios y productivos para las Corridas, así por la robustez
del ganado como por lo favorable del tiempo, todo del agrado' de
los aficionados a la fiesta brava. Por este motivo, pusiéronse Ro-
tulones en solicitud de nuevos ::~ ontratistas, presentándose como

Real Plaza de Toros de San Pablo en 1818.

postores los empresarios del Coliseo de esta Capital, con los que
celebró un arrendamiento, por cinco años y medio, el Intendente de
la Provincia de México, según el contrato que sigue.
"El Señor Don Ramón Gutiérrez del Mazo, Intendente Corre-
gidor de esta Capital y su Provincia, y el Teniente de R'ealistas fie-
les Don José María Landa, de esta vecindad y comercio, han con-
venido en que el segundo tome en arrendamiento la Plaza de To-
ros que se halla ubicada en la de San Pablo, y cuyos productos es-
tán destinados a los fondos del vestuario de las Tropas, por el
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 367

tiempo que se expresará y bajo las calidades Y'2ondiciones siguien-


tes:
la. Que el arrendamiento de la Plaza deberá ser desde 10. de
Octubre del presente año de 1819 hasta el martes de Carnestolen-
das del de 1825, con todos sus enseres,que se reducen a los asien-
tos de Lumbreras, petates en todos los pisos de éstas y Tendidos,
sill3JS de paja en el departamento del Exmo. Sor. Virrey y Seño-
res Fiscales: vestidos de los Toreros, Picas, espadas y corazas pa-
ra los picadores; sin obligación por parte de Landa de reponer
nada de lo referido a la conclusión de la contrata, m'ediante lo lar-
go de su duración y el estado de deterioro que ya en el día de hoy
tienen estos utencilios.
2a. Se darán de Oficio por el Contratista, siete Cuartones de
Tendidos de Sombra para el Exmo. Sor. Virrey y Señores Oficiales
de esta Capital: diez Lumbreras de Sombra en esta forma: dos pa-
ra el Sr. Intendente, una para el Sr. Asesor General, una para ell
Sr. Fiscal dA Real Hacienda, una para el Sr. Abalde Ordinario en
turno, una para el Sargento Mayor de la Plaza, una para los Seño-
res OficialAs de Guardia, una para los S. S. Oficiales de la Tropa
del despejo, una para el Sr. Secretario de Cámiara y una para el
Secretario de Cartas: tres cuartones de Grada en Sombra baja de
S. Excia. para la Tropa de despejo, y treinta Lumbreras de Sol
para la Tropa franca.
30. No se lidiarán toros puntales en los días festivos y sí en
los de trabajo que disponga el contratista, excluyendo toda la
Cuaresma y Rogaciones públicas, según el orden que se observa en
el Teatro de Comedias; pero en la Cuaresma podrá subarrendar
la Plaza, o hacer por su cuenta funciones de Maromas, Equitación,
Equilibrios u otras de esta especie permitidas en este tiempo hasta
la semana de Pasión eXl'21usive.
4a. En la estación de lluvias , tendrá el asen ti sta libertad de
construir Plaza donde le acomode dentro de esta Capital, para ha-
cer Corridas, ejecutarlas en el Palenque de Gallos si le acomodare,
o en otros parajes públicos.
5a. D esd e la aprobación de esta contrata hasta su co nclusión,
se permitirá al Contratista, como socio encargado de la dirección
del Teatro , a lo que están anuentes sus compañeros, la repres enta-
ción de Comedias por las tardes de los días festivos que le ~; omo­
de en el orden qu e se hicieron en el año último, sin p er;jui cio de las
368 NICOLAS RANGEL

funciones nocturnas, y sin alterar los precios o entradas de estas


y aquellas; esto eS,que unas y otras serán iguales.
6a. Cualquier individuo o Compañía que entre en esta Capital
con el objeto de presentar a la expectación' pública alguna diver-
sión o habilidad extraordinaria, no podrán hacerlo en los días en
que haya Corridas de Toros, o sin previo convenio con el contra-
tista, además de la licencia superior de estilo.
7a. En los días de Años de Nuestro Soberanos y Señores Virre-
yes: en las funciones que se solemnicen algunas notk~ias plausibles
e importantes, y en los de Carnaval, hará la Tropa del despejo evo-
luciones militares, a la manera que se hacen en las funciones Rea-
les, respecto a la m.ultitud de asientos y Lumbreras que para la
Tropa se ceden en la cláusula 2a. sin 'otro extipendio.
8a. El arrendamiento bajo las condiciones propuestas, deberá
ser por la cantidad de nueve mil pesos cada año; con el bien enten-
dido que si hubiere Fiestas Reales de Toros u otra diversión pú-
blica que no sea de noche, le quedará la acción al contratista de
subarrendar la Plaza por el tiempo que le parez¡~a.
9a. Cada trimestre adelantado ha de exhibir el contratista dos
mil doscientos cincuenta pesos, y con calidad de afianzar la canti-
dad total del arrendamiento, bajo las circunstancias estipuladas
en este contrato.
lOa. Por cuenta de la Real Hacienda han de ser todos los cos-
tos que tenga la Plaza durante el tiempo de la contrata, esto es,
sus reparos materiales y de parpintería, pintura, cuidado y aseo;
a excepción de aquellos gastos accidentales que demandan las di-
versiones y su variedad, como lo son los tablados para los fuegos
artificiales, equilibrios y alguna otra extraordinaria de las que ocu-
rren en las Fiestas Reales para la colocación de los Tribunales, et-
cétera.
11a. El arrendamiento enunciado cesará en aquellos casos for-
tuitos de incendio o ruina de la Plaza; esto es, en el interin se
repone, si así lo dispusiere la Superioridad, o en el de calamidad
pública, etc., en que sea indispensable privar al público de esta di-
versión.
12a. Durante el tiempo de la contrata, no se permitirá formar
otra Plaza o Circo para lidiar Toros, ni en Corralones sin previo
consentimiento del contratista, dentro de esta: Ciudad ni fuera de
ella, a una legua en contorno.
HISTORIA DEL TOREO EN MEXICO 369
ISa. El precio de las entradas de la Plaza, será como lo luÍ 's ido
hasta 'ahora, al árvitrio del asentista.
1'4a. Esta contrata se sancionará bajo de escritura formal, 'con
aprobación del Superior' Gobierno, el que auxiliará en un todo ál
'~ontratista, apersonándose éste al efecto, como interesada la Real-
Hacienda en la finca y ' en su arrendamiento; franqueándole aquel
la Tropa necesaria para el despejo y custodia de policía exterior
e interior, sin gratificarla; y además, se darán por dicho Superior
Gobierno las licencias conducentes para andar a caballo El. ocho in-'
dividuos que por lo menos necesita el contratista para la compra, '
conducción y encierro de Toros, etc., etc." '
La em.'Presa de la Real Plaza de Toros de San Pablo, haciendo
Us{) de la última cláusula de su contrato con el Gobierno, :solicitó
se expidieran los pasaportes para ocho de sus 'dependientes, con ob-:
jeto de adquirir ganado de calidad excelente de la Hacienda de
Bellas Fuentes, ubicada en la Provincia de Valladolid, pues los'
ganaderos de esta región, pedían por sus toros las perlas de la
Virgen, (nueve pesos) según frases textuales de 108 asentistas. No '
era tan fácil, por entonces, estando como estaba el país en COfl-
m0l3ión, el obtener el permiso para que individuos desconocidos
anduvieran a caballo con entera libertad; así fué que, por pruden-
cia, solamente concedió el Virrey dos pasaportes, reservándose
para mlá s tarde expedir los que se le pedían.
El Comandante de Armas de la Plaza de Silao, don José Ma-
riano Reynoso, manjfestó a la Superioridad, a fines del año de
1818, que los recursos con que se contaba para las atenciones de
la Tropa de la Guarnición, estaban agotados, a tal extremo de no
poder darle el sueldo, menos atender al estado de desnudez en
que se ,encontraba. "Sus fatigas son muy dobladas, decía: la Es-
tación que viene del Invierno, es muy penosa, particularmente pa-
ra estos Soldados, que por ser tan corto su número, pasan las no-
ches en los fosos. Yo, por más que fatigo mi imaginación, no puedo
encontrar medio para ocurrir a tan precisa necesidad, y sólo me
queda el de participárselo a Ud., para que con sus luces dé el ar-
bitrio que estime justo, para socorrer con la prontitud que deman-
da tan grave urgencia."
El Oficio de Reynoso estaba dirigido al Subdelegado de Silao,
don José Domínguez, el cual lo pasó al Procurador General, don
José Ignacio Cos, para ,que en vista de dicho oficio y con arreglo
a lo que le dictaran sus conocimientos y a creditado ,3elo, expusiera
25
NICOLAS RANGEL

l()s¡~;rHitrios para tan .importa~te y recomendabl~ atención. ,No$e ne-


cesita un gran esfuerzo de imagina~ión para adivinar cuáles s~r~Il .
los .arb~trios a que tenía que recurrirse .p ara vestir a los . de~nudos
r.~a.l~st~~. ," Un ~rbitrio C8.$i P.nico ~e ocurre al .intento al que sus-
cribe y 'es :qJle se fa,c ilite una Corrida de To~os en este lugar,pa-
ra :.ql1e ',con .sus. rendimientos atendiéramos a e~te importan~e obje-
to; · y. al . qe comp.ost~ra y reparo de la Cárcel públi~a, cuya mala
y ·;d~lesnable construcción facilita, a los r~os el que lahor:aden y
e~calen con frec-qencia, y los que no lo logran, padecen e·n ·ella de-
masiadQ., por la , estrechez,falta de ventilación e insalubridad de
dicho edificio. "
,Pasó el invierno deI818.; y ya cercanQ él del año siguiente, pu-
dieron .efectuarse- las Corridas ·con tanto apremio pedidas. Y es
que las, diligencias de enton0es, (como las de ahora) tardaban lo
q;U,e no es decible. Lo que eome:pzaba siendo un simple · oficio, a
la vuelta de los meses era ya volum~noso expediente. Mil novecien-
tos pesos :importaba el vestuario y seiscientos ochenta ·pesos la, re-o
pal"ación de la Cárcel. Para ambos gastos fué suficiente el produc~
to. de las Corridas .de Toros celebradas en ·Silao, y aun 'quedó al-
gún sobrante.
XLVII.

Suspéndese la. Temporada. de 1820, por pésimo ga.na.d:o.-ToroB lidia.dos


por Generales insurgentes, en honor de Itul'bide. (1821).-Distinguese Quinta.-
nar como buen picador.

~
OR causas que se ignoran, los Empresarios del Coliseo
D habían dejado la empresa de la Real Plaza de Toros
áIP de San Pablo, . tomándola a su vez, don Vicente Gar-
cía de Huesca. Este nuevo asentista, como sus ante-
sesores, buscó la economía para el mayor rendimien-
to, comprando ganado barato y no el consagrado· ya por la afición
taurina; de lo que resultó que, para la TempoI·ada de 1820, que
comenzó el 2 de abril del año mencionado, ' los taurófilos mexicanos
protestaron ruidosamente por el pésimo ganado que se lidió ese
día a mañana y tarde, arrojando al ruedo cuanto encontraron a
la mano y pidiendo la devolución de las entradas.
En vista de este fracaso, y a fin de expli:!ar su causa) García
de Huesca informó 'al Corregidor de lo Civil, el Marqués de Bus-
tamante, ·que era la autoridad competente, que escojidos · veiIite
toros entre ochenta y dos que con nombre de .ú tiles para Plaza le
vinieron, no encontró ni uno útil para el efecto, y que mereciera
su calificación, pues aun entre loS veinte dichos que creyó que
darían buen juego, resultaron en su mayoría pésimos, como le cons-
taba al numeroso público que llenó el Coso en esa primera Corrida;
por lo que se abstuvo de fijar Carteles anunciando nuevas lides de
toros.
Informado el Virrey del o,curso del asentista, dispuso que se
avisara al Público, por medio de Rotulones, que se suspendía la
Temporada hasta que García de Huesca trajera buen ganado, a
fin de que no fuera engañado el público taurófilo.
372 NICOLAS RANGEL

El 27 de septiembre de 1821, el Ejército Trigarante hacía su


entrada triunfal a esta Ciudad, quedando consumada la Indepen-
dencia de México. El ídolo del pueblo y del ejército era el General
don Agustín de Iturbide. A su sagacidad y a su ambición, más que
al patriotismo, se debía que nuestro país dejara de formar parte
de la vieja España; y tal resultado no lo hubiera obtenido, sin el
desinteresado desprendimiento y alta mira de los denodados in-
surgentes, que, durante los años de cruenta lucha, pugnaron por
obtener la realización de ver a México independiente. Pero, como
siempre, el más audaz es el que r~{!ibe los honores y los agasajos;
por tal l'a~ón, los festejos organizados para celebrar la. consuma-
ción de la ' Independencia,. se especializaron en honrar al que, 'p or'
entonces, se creía el único que concibiera y llevara hasta el fin, el
pensamiento de romper las cadenas. que por trescientos años nos
ligaran a la nación: española. La Historia ha dado ya a cada quien
]0 que' le pertenece; y sobre la ambición de Iturbide, y su despre·
oio por los luchadores hijos del pueblo, los nombresde . ,fj-uerr6ro,
de Vi:rtoria y de Bravo perduran .en la meDl'o ria y en el oorazón
de los buenos mexicanos. , .
. , Después de las indispensables festhtidades religiosas,' siguief;Qn
las profanas, ocupando necesariameI!te uno , de los principales nú-
me:ros las Corridas de Toros. En Ja primera. Corrida, antes de que ,
torearan los diestros contratados para esta oQ$.sión, de.spejaron la ;
Plaza los bizarros soldados del Regimiento de Cela.ya, de cuyo
Cuerpo era jefe nato Iturbide. I~as evolueiones militares que tan,t ú '
entusiasmo despertaba ,en los' aficionados a:. la fiesta ' brava, se ali. .
mentó, si fuera posible, dado el estado de ánilI10 de los que acaba-
ban de ser declaradt)s libres e independientes. Siempre fueron gu~~
tadas .y aplaudidos los ejercicios :mUitares qUQ las Tr:<>pas de lJínea,
ejeoutabanen la arena ' del ,Coso'; de tal manera: que esta costumbre
dul'Ó hasta la terminación del primer tercio del siglo XIX, no sin
protesta de algunos viejos militare's, que veían en l~ tl;Llesevolu-
ciones un a.eto ridículo, indigno ,del ejéroi.to. V1éaae Q6~o s~ expr~~
saba un militar anónitno, en carta dirigida al periódico "El Sol",
dos años ' después de esta. Corrida. .
"Conciudadanos: Llegué de mi pueblo con el objeto deve'1 lQs,
Toros, y al mlismo tiempo para $alir de una duda~ lo '~ual me ha
costada el dinero, que aunque poco, si~m:pre le haC'~ f,alttt al · xni~
litar: fuá pues ésta, el -que se CJon'ió allá, la nóvedad de -lo $ Tol'O$,
y se aseguró que la Tropa del de~pejoharía QVQluejoneil mUit~l'e8,
HISTOiUA DEL TOREO EN MEXlQO 373

y que esto estaba anunciado en los Carteles;Ome pareció 10 uno y


lo otro falso, por esto aposté, y habiéndolo visto, perdí.
"Señores, ¿ es posible que la Tropa vaya a servir de espectácu-
lo de diversión al público, cuando 'su objeto es sostener las auto-
ridades y mantener el orden Y &Es posible que esto se anuncie en
los Carteles, ,como se anuncia al Matador N, al Picador B y los
Toros de la raza que son Y ¿ N o es sumamente estraño y ridículo
todo esto? ¿ No lo es, igualmente, 'el que el público aplauda si le
parecen bien, o los silven por la contraria, como se hace con los
Toreros?
"N o, amigos: la Tropa va, como he dicho a ustedes, para man-
tener el orden y la tranquilidad, y no a servir de diversión. Digo
esto, para que llegando a noticia del que lo pueda remediar, evite
este acto ridículo que hace la Tropa del despejo, y evitará, también,
piques de unos Cuerpos con otros: serias consecuencias jamás
pueden ser gratas: la emulación de los Regimientos es buena,
cuando proviene de su mejor instrucción, de su economía, de su
subordinación, de su exactitud en el servicio, etc., etc.; pero, será
ridícula si es promovida por las evoluciones inútiles que le ense,ñan
al soldado, para ejecutarlas sólo en la Plaza de Toros. Téngase
también presente, que los anteriores gobiernos lo han prohibido,
por la razón toral de que la Tropa no debe ser objeto de diversión
y ridícula crítica. Si no se quita este abuso, introducido (contra lo
mandado a mi entender) para llamar más gentes, en beneficio del
Contratista, para mi inteligencia y la de muchos militares, hace la
Tropa emtpleada en el despejo, un papel desairado, ridículo y obje-
to de crítica mordaz.
"Si el Contratista quiere que acuda más gente, proporcione di-
versiones de las infinitas que se han usado; gaste su dinero, y no
haga parte de la diversión al brazo fuerte del Estado, cual es la
Tropa.-Queda de ustedes, su amigo y conciudadano. Un militar."
Después del despejo de la Plaza, y antes de que los diestros de
profesión, contratados para esta Corrida ejercieran sus habilida-
des, varios Generales del Ejército Trigarante pisaron la arena, pa-
ra lucirse en las arriesgadas suertes del toreo, haciéndose notable
entre los Picadores, el General don Luis Quintanar, quien demostró
una valentía y pujanza a toda prueba, derribando de un bote de
garrocha a un corpulento toro. Los demás Generales Trigarantes,
también hi'.3ieron gala de sus destrezas en el arte taurino.
Con esta Corrida, efectuada en la Imperial Plaza de Toros de
374 NICOLAS RANGEL

Sa.n Pa.pl0, termina la narración de la fiesta brava. durante el pe-


ríodo colonial, proponiéndonos continuar la . historia de este viril
deporte en nuestro: p'~ís hasta la época presente, en· venidero. volu-
.men, cerrando aquí la Historia del Toreo en México.

........................0 ........01
INDICE

SIGLO XVI

(1529-1600)

Pág.

l. Principios de la "afición taurina.-Pretexto de las Corridas durante ' la .


Co10nia.-Los Toros de San Hipólito.-Los Juegos de Cañas.---<Man~
tas, púas y libreas.-Cosos en la Plaza del Marqués.--,Frimera Ga-
nadería ................. . .................................... '~ .... 5
n. El Virrey Don Luis ,d e Velasco, lindo hombre de a caballo, cazador
y taurófi10.-Los sábados de ehapultepec.~Carreras, Encierros y
IComilonas.---1Toros en Yucatán y Campeche ....... . ....... " .. . _. . . . 13
JII. Fiestas a Ja' llegada de Don Gastón de Peralta.-Las Corridas de
agosto de 1577.-Toril, Cambiador de suertes y Toros despuntados. 19
IV. \La entrada del Virrey M¡arqués de Villa-Manrique.-Escaramuza,
Arco triunfal y Palio.~Las Ninfas y Monteros del clérigo Balla-
rino.-La Encamisada. del Señor Arzobispo.-Toros y Cañas.-Las·
Corridas y el Tercer Concilio mexicano.-Primer Coso en el Volador_ 23
V. Alborozo al llegar el 's egundo Velasco.-Repique monstruo.~Doce
ensabanados en la Mascarada de los :Regidores.-EI simulacro de
una cacería en la Plaza Mayor ............. _o, • • • • • • • • • • • • , • • • • • 29
VI. La afición taurina a fines del siglo XVI.-Toros sin cohetes a la
llegada del Conde de Monterrey.-----iSimulacro de Combate Naval
indígena en la laguna.---iOertamen literario y Escaramruza.-:Mitote
de los indios ..... _....... . ............ _ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
SIGLO XVII

(1601-1700) .

Pág.

VII. Regido.res y Caballero.s en las Co.rridas de To.ro.s de 1602.-Tro.IIlt-


petas y Chirimías indias.-iPrimer arrendamiento. de lo.s Tablado.s.-
'Cien peso.s po.r la mejo.r lenzada en 1603 ....................... :. . . 35
VIII. Cinco. días de To.ro.s en ho.no.r del :M;arqués de Mo.ntesclaro.s.-Ilu-
minación y Co.rridas de To.ro.s po.r el regreso. de Do.n Luis de Velasco.,
el segundo..-Co.rridas en To.pia po.r españo.les y mo.reno.s............ 37
IX. Cano.nización de San Ignacio..---Cincuenta to.ro.s en do.s días y do.s
mil garro.chas co.n púas.-To.ro.s de balde y To.rero.s de a pie.--JTreinta
y do.s peso.s a un to.rero. en una Temlpo.rada ............... ' " . . . . . . . 39
X. Emo.cio.nante suerte al quiebro., ejecutada po.r un mulato..-Naranjas
taurómacas 'que secan la bo.ca.----'Tres To.rero.s mestizo.s guanajuaten·
's es.-Negro. libre buen To.rero..---Un indio. jaliscience, maestro. de
to.rear a caballo..----'Pro.nóstico. del diablo.so.bre to.ro.s negro.s.-El Ja-
ripeo..-Españo.l to.rero. y peón de brega inilígena.-;Co.la y Capazón. 43
XI. Fray García Guerra, Arzo.bispo. Virrey, taurómaco..---'Co.so. en el Pa-
lacio. virreinal.-Toro.s y temblo.res cada vierne,s.--iLo.s aviso.s de la
Madre Inés de la Cruz.................. ......................... 53
XII. Cien to.ro.s y tres mil varas empuyadtas al arribo. del Marqués de
Guadalcázar.-El Cabildo. Eclesiástico. reclama lugar decente en las
ICo.rridas.-Lo.s famo.so.s to.ro.s de Suárez de Peredo.. . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
XIII. Toros en hono.r de la Inmacula.da Concepción.-Ocho. Cuadrillas
lucida.s y curio.sas.-Lo.s Jueces co.n basto.nes do.rado.s.-Mil peso.s
de ' tOolAción para el Palco. de ho.no.r.-Tres días de To.ros po.r la
beatificación ,d el ·Padre Francisco. Javier .... ~ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
XIV. Ciento. cincuenta to.ros co.rrido.s en cuatro. días, para dar la bien-
venida al Marqués de ,cerralvo..-,Plata y oro. en lo.s trajes de las
Cuadrillas.-Lo.s clarines en la fiesta brava ...... , . . . . .. . . . .. . . . . .. 67
XV. En i628 no. hubo. Co.rridas.-EI taurófilo. Marqués deCerralvo., pide
, To.ro.s al Ayuntamiento..-iLo.s piratas y la inundación de 1629, im-
Piden lo.s festejos ......................... '....................... 69
XVI. Gasto.s de recepción del Duque de Escalo.na, exhorbitantes.-Toro.s
co.n co.hetes, y To.ro..s atado.s en las calles.---La po.etisa María Es-
trada :M\edinilla, cro.nista taurina................................. 73
XVII. Llegada del Go.nde de Salv,a tierra.-Ganadería de Doña. Elvi-
ra.-El pinto.r mexicano. Sebastián L6pez de Arteaga.--illecepción
del Co.nde de Alva de Aliste.-To.ro.s y To.cotines.-Arco.s triunfales
explicados por , f.&rsantas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
XVIII, Mo.ro.s y Cristianos para el día de la Santa Cruz.-To.ro.s en
.Palacio y ~ásCarl,t . de mulato.s ynegro.s~-:-Lidias .de la Real y Pon-
Pág.

tificia Universidad en honor de la Inmaculada.-El Duque de A,l bur·


'q uerque . permite -Corridas en días festivos................. . . . . . . . 87
XIX. Mase3lradas y Toros por el parto feliz de la Reina.-Toros libres
de los plateros ...:.....El Conde de Baños y la Virreina silbados en una
Corrida. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91
XX. El Arzobispo Virrey, Don Fray Payo, baja en carroza a la Plaza.-
Loque dicen .}os Diarios célebres.-Un Torero en zancos.-Los Vi-
rreyes aplauden al torero Conde de Santiago.-M;ascarada del
Duende Don Fernando de Valenzuela.-'Incidente al Conde de San-
tiago, a la salida de los Toros~a. Mulata. Torera. y los Toros de
Once.-Motín de Estudiantes.................................... 95

SIGLO XVIII

(1701-1800)

XXI. El Arzobispo Virrey, Ortega y Montafiez, taurófil0, fastuoso y


gastrónomo, pasea la Plaza con Cruz Alta.-Plaza en Cha;pultepec.
-Fruta, enchiladas, pollo frito, pasteles, dulces, pulque, aguas fres-
cas, aloja e hipocrás.~Palo ensebado o Cucafia................... 103
XXII. Toros, Saraos, 'B anquetes y Comidas en 'T lálpan, en obsequio del
Duque de Alburquerque, el segundo.-Corridas por el nacimiento del
'P ríncipe de Asturias.-Lumbreras con celosías verdes para los In -
quisidores . .......... . . . ...... .. ........................ ....... . 111
XXIII. Primer Revistero taurino del siglo XVIII.-'Toros, . Liebres, Ca-
'nes y A ves .del Sol.-Tarquino y los Toros.-'Oosos de diversos formas. 115
XXIV. Esponsales de Príncipe s.-Fiestas y Toros en P'rovincias.---10aci-
ques y españoles.-La señal del Pañuelo blanco y Nerón.. . ....... 123
XXV. Restauración de la Plaza de Orán.~Fau.sto increíble de los plateros
mexicanos.-El por qué de la afición de los españoles a las Corridas
,de Toros.-Clarines y antorchas para señales............. . ....... . 127
XXVI. Célebre Becerrada.-Diversiones intermedias de P eleas de Ga-
llos, Maroma, ,R egatas en canoa, Danzarines, Loas y descenso del
Aguila ~xicana.-Toros en Guanajuato y en Tlaxcala ... ... . .... 131
XXVII. Corridas para la fábrica de la Colegiata de Guadalupe.-Cor -
pulento M-o nte Carnaval.---'Toreros muertos y heridos.-Recepción del
Marqués de las Am'arillas.~Toros en Tlaxcala, Puebla y Miéxico. .. 137
.x:xVIII. Toros en San Miguel el Grande, por la fundación de un Con,-
vento.---<Motín de indios por prohibición de CorridaJs de Toros.-
Trece . años sin noticias de CorrJdas ....... .... . .. . .... . . _. . . . . . .. 141
XXIX. Temporada de 1769.--.Productos para la fábri ca del Presidio de
\Perote y énsanche de la Alameda.-Indumentaria de los Toreros.-
PI'ecio de los toros de lidia .---'Misa cantada por el buen éxito d e los
Toreros.-Don Ta.ncredo d,e Ca.rtón.-'--Lo que ganaban el Capitán y
su Cuadrilla.~Muerte del Oapuchiho y su entierro con Mortaja.-
Pág.

~podos de los toreros: Gachupin ,torea.dor, el Oua.te, el Oa.puchino,el


~~ón, e~ , Jerezano y el Loco.---'T.orero en una cuba. ....... ~ .• 4 ••• ' . ' . 143
XXX. Doce Corridas de Toros en la Temporada de 1770.-,-Indios , n:1Ú-
sicos.-Clarine'r os y Timbaleros.-El c-larinero de ' Su Excelencia.~
IT oreros en ,burros.-Dominguejos hechos por coheteros.-Los toros
miUertos en. la lidia, distribuídos en limosnas y Toreadores.-Plano
!de la' Plaza de Toros construídos para estasOorridas.-Lo q,ue'
costaba arm:ar una Plaza' de Toros.~asadizo desde un balcón de
Palacio al Paleo del Virrey; ..... ; ........................ '. '. ,', . ,.' 161
XXXI. C.o~edias, Toros y Gallos en el Coliseo, :en febrerD de 1779.=---
Una torera.----Dos semanas de Toros a fines de 1780.-Galas arroja.·
das a los Toreros.-Niégase el Virrey Mayorga a conceder una se-
mana más.-Desgracias en un , ensayo de Toro,s .-Suspéndense las
,Corridas de 1784, por la peste de dolor de costado................ 179
XXXII. El Virrey Conde de G.álvez, gran taurómaco.-Pasea la Plaza
con su esposa en Birlocho.---Torera ahijada del Virrey.-Dos Toreros
en Zanoos.-Cuadrilla de Toreras.~e que,roa el Mongiibelo.-1Ban-
das de seda, medias, m¡ascadas y pañitos arrojados por el Virrey,
como premio de suerte s.-Preparados y Tapa.dos.-Toros en Tlálpan
y aclamaciones al Virrey.-.Ganaderías del Con!1e de Regla y de la
Viuda de :Lecumberri ................. '. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 183
XXXill. Bando del Vir,reyFh~rez prohibiendo costumbres inmorales en
el Coso, después de las' Corridas.--)Tomás Venegas y otro diestro
español, cogido,s .-Venados, Perros, Liebres y Conejos chiquitos.-
Picadores y Toreros heridos.-'Corridas dispuestas por el Rey,para
reintegro de la Re,a l Hacienda.-Bronca fenomenal por pésimo ga-
nado ....... '......... '...' ................. '................ '....... 189
XXXIV. La afición m.exicana a laa Corridas de Toro,s, descrita por el
Síndico del Ayuntamiento.~Las colegialas de ~as Vizcaínas, albo~
rotadas por las Corridas.~Coso en San Pab10.-Trajes ,de luces en
1788.~C.orridas por la entrada de Revillagigedo, el segundo.-To-
ros, ' Oarreras, Sortijas y un Don Pedro ' de Palo.-Los InquisidoreB
en ' J:.Jumbreras ' ,s in celosías.~dorno e iluminación del Coso . . . . . . . 193
XXX!V. Proclamiación de 'C arlos !V.-Fiestas de Toros enMéxico,Du-
rango, Papantla, Vera.c:ruz, Pátzcuaro, Guanajuato, Tehuantepec,
'A guasealientes, Tabasco, Valla'dolid, Real de Catorce, Chílapa, Za-
mora y San Luis de la Paz.-suspéndense los 'Toros en León.-
,Charlotada en Guanajuato en octubre de 1790.-'Se 'lidian y matan
toros en el Teatro , por una Cuadrilla de M'a rpmeroá y ArleqUines. 209
X:XXVL Temporada de Toros en 'Celaya, en diciembre de 1791.-Gana-
de ría de la Hacienda de "El Salitre."-UnaTorera Y los mejores
T'o reros de Nue~a Espafta en 'e's ta Temporada.-Oómo se armaban
los Cosos en Provincia.-Qué música ,a menizaba las Corndas. Violi·
nes, Violoncello, Contrabajo, Clarión, Trompas ' y Tainb'orino.-
Chirimiteros, Clar1neros y Timbaleros.-:-BueyeS de :Begotla; Cinco
paradas de Caballitos; Maroma Italiana; Comedias y Don Pedrq de
Pág.

Palo en potro bruto.~racaso del A.sentista de esta Temporada.---:


Arco triunfal y Pirámide hechos por Tres-Guerr.aB................ 227
XXXVII. -Corridas en la Plazuela de San Lucas.-Toros de las Hacien·
das de La Goleta, San Nicolás y San Pablo.-Divisas encarnada,
blanca y amlarilla.~l Gachupín toreador, el Ta.rimbefio, Cayetano,
el Zamorano, el Gitano, Gregorio, el Jerezano, Brtto, el Chino Cosca,
Joaquín el Pobla.no, José Figueroa, el Loco y otros.-'l'oros a m'a·
ñana y tarde.-Tres años sin 1C0rridas.-Aillteproyectos de Cosos del
arquitecto Mazo y el célebre Tolsá........................ . ...... 237
XXXVIII. Temporada taurina en 1a Plaza Mayor en honor de Branei-
forte.--.La Universidad en las fiestas taurinas.-C6mo se regalaban
los Doctores en ellas.-<Toros para celebrar la colocaci6n de la Es-
tatua de Carlos IV.-Toreros indios y Toros en aquella época, en
lCuernavaca, Ixtlahuaca, Lerma, Pue:bla, San Angel y Tlaxcalilla. 267
XXXIX. Corridas de Toros para la obra de la A1.ameda de Quel'étaro.-
Denuncias an6nimas contra el Justicia de Acámbaro. por unas N{)-
villadas.--Corridas en fincas rústicas por fin de cosechas..... . .... 283
XL. Don Félix Berenguer de Marquina, Virrey antitaur6maco.-Se opone
a ·que 10 reciban con Corridas de Toros.----Controversia intere·s ante
'c on el Ayuntamiento.-Paga siete ·m il pesos, pero no se verifican
las Corridas ............ .. ..... . ..................... " .. .. ..... 301
XLI. Dos semanas de Toros en San Luis Potosí, para la terminación
del Santuario de Guadalupe.-Asisten a laa Corridas, el Cura Hi-
dalgo, Anende y Calleja.-Toros en San Pedro Tlaquepa,que, Jal... 311

SIGLO XIX

(1801-1821)

XLII. De tiempo inmemorial, Toros en la Plazll. Principal de Jalapa.-


lFide el Cura del lugar se prohiban.-Representa el Ayuntamiento
en. 's u favor.-Curiosas noticias acerca ,d e estas diversiones en Pro-
vincias. 319
XIill. Marquin.a concede tres días de Toros a los indios de San M;i.guel
el Grande.-Novilladas y 'C omedias religiosas en el Coliseo de esta
'Capital.----,Ocho ICorridas para festejar la llegada de Iturrigaray.-
Coso para ensayos en la Plazuela de los Pelos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 325
XLIV. Temporada a beneficio de la Casa de Cuna.-Coso en la Plazuela
de Tarasquillo.-Tres Cuadrillas uniformadas.-Mulas con ricas
·gu.aldr.apas.--'Moros y Cristianos con ·s équito de Cautiv08 y Esclavos.
--Suertes de equitación en potros brutos, al compás de la DlIÚsica.-
Pagoda. y Fakires.~lobos aerostático.s, Monte Parnaso y Fuegos
pirotécnicos .. . . . . . .. ..... ....... . .......... .. .... . ...... . . ... . " 333
XLV. Toros en el ,Ooliseo de Puebla en 1809.-.Lidias de toros despun-
tados por los indi()s de San Luis de la Paz.-Desde la época de la
Pág.

Oohquista., TorOs en Metztit1!n ......Por cuestión politica, se permite


eOl't'et· To.ros· en: Jámlaica, en lS13.-ü>or la .misDl9. causa, niégase en
Querétaro.-1Reglamento de Toros en I81ri.-Corridas por la Restau'
. raci6n de Fernando VII.-.Incre1ble número de Pases para ' estas
di\Tetsiones.--Su reglamentación.-El por qué ,de los duartones dad08
al Mltrqués del Valle y a la Universidad.~La Inquisici6n reclama.
e.n sus Lumbreras el Retrete.~Un artículo del Pensador Mexicano
'sobre Toros .................................... '.. ~ . . . . . . . . . . . . . 339
XL V'I . Tres Temporadas de Toros para vestuario de las Tropas realistas.
~El Virrey, IConde del Venadito, festejado con Toros por los
indios de Tlaxca]a.~Real Plaza de Toros de San .P ablo.-Arrenda·
,m iento de ella en 1819, a. los empresarios del Coliseo.--Ganadería
,de , '.' Bellas Fue~tes," Mich ........;S610 con permiso del Virrey, podían
,á ndar a cabalfo oeho hom~reB para la' eompra., conduMfón y ··encie'rto'
del ganado de lidia.-Toros en Silao para ve.s tuatio de ' realistas. ,. 361
XlLVII. Suspéndese ,l a Tem,porada de 1820, por pésimo ' ganil.do.---'Tor08
lidiados por Generales insur~ntes en honor de Iturbide. (1821),-
Distinguese Quintanar como buen picador .......... . , . . . ',.... . ... 371
Acabóse de imprimir esu. obra,
en la muy Noble y muy Bella
Ciudad de México, en la Im-
prenta Manuel León Sán-
chez, Cerrada de la Mi-
sericordia número 7,
al mediar la Tem-
porada Taurina
de 1924-
1925.

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