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Unción de lo alto: Una página diseñada con el deseo ferviente de glorificar a Dios y serle de

bendición a usted que necesita del Señor y que no se conforma con su status en que vive,
sino que anhela seguir avanzando y creciendo en su vida espiritual. Unción de lo alto es una
página con materiales e información de la palabra que le pueden ser de bendición en lo
personal y ministerial a todo siervo ministro de la palabra y a la iglesia del Señor. Si Dios le
bendice y ministra a través de esta página, nos sentimos más que agradecidos con aquel
que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable. Por lo tanto, de toda la gloria y honra
aquel que vive y reina por los siglos de los siglos, a nuestro bien amado Dios y salvador
Jesucristo. Amen.
Necesitamos HOMBRES SANTOS con UNCION DE LO ALTO

"Necesitamos hombres ardiendo al rojo vivo, que irradien el fuego con tan intenso calor; que no
podamos siquiera acercarnos sin sentir que nuestros corazones se están quemando; hombres como
relámpagos lanzados de la misma mano de Jehová, despedazando estrepitosamente cada cosa que se
opone en su camino, hasta que llegue a su blanco; ¡hombres impulsados por la Omnipotencia!" ... "Es
el poder extraordinario de Dios, no el talento, lo que trae la victoria del día. Es unción espiritual
extraordinaria, no poder mental extraordinario, lo que necesitamos. Puede ser que el poder mental
llene una capilla, pero el poder espiritual llena a una iglesia con angustia del alma. Puede que el poder
mental reúna una congregación grande, pero sólo el poder espiritual llenará las almas."

El avivamiento es como un huracán, que trae caos dondequiera que va: "...llega, como un huracán
celestial, arrastrando todo lo que tiene por delante... y hay llanto y gemidos en las reuniones... pero
los convertidos son muy sinceros. Jamás habrás visto semejantes personas. Algunos los llaman
fanáticos, pero es un fanatismo santo. Otros, dicen que es emocionalismo excesivo, pero es un
emocionalismo celestial... que es un desorden, puede que digas... Quizá traten de detenernos, ¡pero
nosotros los atropellaremos si no se quitan de nuestro camino!".. CHARLES H. SPURGEON
¡Oh Alma mía! ¡¡Si comprendieras!! ….¡Si tan solo entendieras y deseara las cosas eternas, y tu anhelo
fuera estar en la presencia de tu Señor, sabrías que su gloria y majestad son el tesoro más hermoso que
jamás alguien pueda tener y experimentar!. ¡Y Si fueras diligente en cada cita que el Señor te da para estar
en su intimidad no andarías mendigando de los que otros tienen, porque estarías conectado con la fuente
inagotable de amor que fluye de su presencia!
Anhela ¡la uncion de lo alto!

NUESTRA MAS TRISTE REALIDAD. . . (descarga el libro)


“La tragedia de estos últimos tiempos es que tenemos demasiados predicadores muertos en
los pulpitos dando sermones al pueblo. ¡Qué horror! Una extraña cosa he visto «debajo del
sol»: que aun en círculos fundamentalistas se predica sin unción. ¿Qué es unción? Apenas lo
sé. Pero sé lo que no es (o por lo menos sé cuándo no está sobre mi propia alma). Predicar
sin unción mata en lugar de dar vida. El predicador falto de unción es «sabor de muerte
para muerte». La palabra no se hace viva a menos que la unción divina esté sobre el
predicador. Por lo tanto, predicador, ¡sobre todas las cosas buscadas, busca
unción!” ….LEONADO RAVENHILL
¡NINGUN HOMBRE ES MAS GRANDE QUE SU VIDA DE ORACIÓN

Ningún hombre es más grande que su vida de oración. El pastor que no ora está jugando en
religión; el pueblo que no ora está extraviado. El púlpito puede ser un escaparate de
humanos talentos, pero la cámara de oración no tiene ventanas al exterior. Pobre como se
muestra la Iglesia hoy día en tantas cosas, lo es más en cuanto a la oración. Tenemos
muchas organizaciones, pero pocos penitentes; muchos espectáculos y actores, pero pocos
orantes; muchos cantores, pero pocos corazones heridos; grandes pastores y débiles
guerreros de Cristo; mucho aparato, pero poca pasión; muchos actuantes, pero pocos
intercesores; muchos escritores, pero pocos luchadores. Fallando en esto fallamos en
todo LEONARDO RAVENHILL
Un hombre movido de Dios movido por el Espíritu Smith Wigglesworth:
"Apóstol de fe"
Historias de Avivamientos y Milagros Escritos
Resucitar a los muertos fue sólo una de las increíbles facetas del ministerio de Smith Wigglesworth. Para él la simple
obediencia a lo que uno creía no era una característica extraordinaria; era simplemente el fruto de la fe. Se dice que
su propia fe era inquebrantable y algunas veces implacable. Pero también se dice que poseía una unción especial
para la enseñanza y un claro sentido de la compasión, que tenían por fruto incontables salvaciones y milagros en su
ministerio, todos los días. Por Roberts Liardon

Smith nació el 8 de junio de 1859 en un pequeño pueblo de Inglaterra. Aunque sus padres no eran cristianos,
no hubo nunca un tiempo en que el joven Smith no buscara a Dios. No le enseñaron a orar en su hogar, pero
siempre estaba en esa búsqueda por su cuenta. Su abuela era una antigua wesleyana que creía en el poder de
Dios y siempre hacía que Smith la acompañara a las reuniones. Cuando Smith cumplió ocho años, quiso cantar
él también en la iglesia. Al comenzar a cantar, "un claro conocimiento del nuevo nacimiento" vino a él, y
comprendió lo que Jesucristo había hecho por él por medio de su muerte y resurrección. El joven Wigglesworth
se convirtió inmediatamente en un pescador de almas. La primera persona que ganó para Cristo fue su propia
madre.
¡Hay algo diferente en ti!
Desde los trece años Smith participó activamente en la Iglesia Metodista Wesleyana. Su vida espiritual cobró
nuevo significado, y comenzó a anhelar el Espíritu de Dios. Tiempo después, los metodistas planeaban una
reunión especial de predicación, y siete jovencitos fueron invitados a participar, incluso Smith. Con tres
semanas para prepararse, el joven "vivía en oración". Cuando llegó el día, tomó la plataforma para predicar
durante quince minutos, y al terminar, no recordaba ni una palabra de lo que había dicho. Lo único que
recordaba era el increíble ardor que lo cubría, y los gritos de aliento de la gente. En 1875, se unió al Ejército de
Salvación para compartir su amor por los perdidos. Creía que el Señor lo ayudaría en todo, y comenzó su
ministerio. En 1877 fue a casa de un plomero para pedirle trabajo. El hombre le dijo que no necesitaba
ayudantes, así que Smith le agradeció, se disculpó por haber usado su tiempo, y se volvió para irse. Pero
repentinamente el hombre lo llamó y le dijo: "Hay algo en ti que es diferente. Creo que no puedo dejar que te
vayas". Y lo contrató. Smith hacía un trabajo tan excelente que decidió mudarse a Liverpool, con su experiencia
en plomería. Con el poder de Dios que descansaba firmemente sobre él, comenzó a ministrar a los niños de la
ciudad y a predicarles el evangelio, movido por su deseo de ayudarlos.

El matrimonio
Uno de los grandes atributos de la vida de Smith Wigglesworth fue su esposa, Mary Jane "Polly" Featherstone.
Polly era tan fuerte, o más, algunas veces, que su esposo. Nunca se negaba a acompañarlo, y Smith estaba de
acuerdo. Dios comenzó a usarla para salvar a los perdidos a tal punto que los ministros metodistas la llamaban
a evangelizar en sus iglesias, y cientos de personas se convirtieron con su ministerio. El poder de Dios
descansaba poderosamente sobre ella. Empujado hacia el púlpito A fines del siglo XIX, Smith viajó a Leeds
para comprar materiales para su trabajo de plomería. Mientras estaba allí, asistió a un culto en una iglesia
donde se ministraba sanidad divina. Observó las maravillosas sanidades que se producían, y su corazón se
conmovió. Entonces comenzó a buscar a los enfermos en su ciudad, Bradford, y pagaba sus viajes para ir a las
reuniones de sanidad de Leeds. Como comprendían que Smith necesitaba "un empujoncito" para comenzar su
ministerio público, los líderes del Hogar de Sanidad de Leeds tomaron una decisión, y le pidieron que los
reemplazara en el púlpito mientras ellos iban a la convención de Keswick. Smith dudó al principio, pero los
ministros le aseguraron que él podía hacerlo. Cuando llegó el día de ministrar, Smith estaba a cargo de la
reunión, pero no había quién predicara. Todos estuvieron de acuerdo en que él debería hacerlo. Vaciló, pero
comenzó a ministrar, y al terminar su mensaje, quince personas se acercaron para que orara por su sanidad.
Un hombre que andaba con un par de muletas, se acercó, y cuando Smith oró por él, comenzó a saltar por
todos lados, sin sus muletas, totalmente sano. ¡Nadie estaba más sorprendido que Smith!

Bañado en el poder y la gloria


En 1907 llegó otro punto crucial en la vida de Smith Wigglesworth. Había oído que un grupo de personas en
Sunderland habían sido "bautizadas en el Espíritu Santo" y "hablaban en otras lenguas". Entonces decidió ver
este fenómeno por sí mismo. Smith, buscaba a Dios con todo su corazón para experimentar este "bautismo en
el Espíritu Santo", y fue a un centro de reuniones cercano del Ejército de Salvación para orar. Tres veces el
poder de Dios lo abatió al suelo. Smith estaba decidido a conocer a Dios en esa área. Durante cuatro días
estuvo delante del Señor mientras esperaba hablar en otras lenguas, sin resultado. Finalmente, desalentado en
su espíritu, sintió que era hora de regresar a Bradford. Pero antes de partir, se dirigió a la casa pastoral para
despedirse de la esposa del vicario, la Sra. Boddy. Le dijo que tenía que regresar a su casa y que aún no había
logrado hablar en lenguas. Ella le respondió: "No es el hablar en lenguas lo que usted necesita, sino el
bautismo". Smith le pidió que le impusiera las manos antes de partir. Ella oró una oración sencilla pero llena de
poder, y luego salió del cuarto. Fue entonces que cayó el fuego. Bañado en el poder y la gloria del Señor, Smith
vio una visión de la cruz vacía con Jesús exaltado a la diestra del Padre. Lleno de adoración y alabanza, abrió
su boca y comenzó a hablar en otras lenguas, comprendió finalmente que aunque antes había recibido la
unción, ahora era bautizado en el Espíritu Santo como en el día de Pentecostés.

"Déjala ir"
Uno de los dolores más grandes en la vida de Smith estaba a punto de ocurrir. Mientras esperaba en la
estación del tren para partir hacia Escocia, recibió una noticia devastadora. Polly se había desplomado a causa
de un ataque cardíaco mientras regresaba de la obra misionera de la calle Bowland. Smith corrió a su lado y
descubrió que su espíritu ya había partido para estar con el Señor. No dispuesto a aceptarlo, inmediatamente
reprendió a la muerte y su espíritu regresó, pero sólo por un breve tiempo. Entonces el Señor le dijo: "Yo deseo
llevarla a casa conmigo ahora". Así que, con el corazón destrozado, Smith dejó en libertad a su compañera,
aquella a la que había amado tantos años, para que fuera con el Señor. Polly Wigglesworth sirvió al Señor
hasta el último minuto de su vida, el 1º de enero de 1913. Algunos dicen que después de su muerte, Smith pidió
una doble porción del Espíritu. A partir de ese momento, su ministerio tuvo aún más poder.

Este es el secreto...
Smith comenzó inmediatamente a ministrar por todo el país, viajaba con su hija y su yerno. Tenía una increíble
revelación en el tema de la fe, y su enseñanza al respecto atraía a las masas. Wigglesworth no se quedaba
"con la esperanza" de que la oración diera resultado. Su revelación sobre la fe era concreta, y ablandaba aún
los más duros corazones para llevarlos al amor de Jesucristo. Para 1921, el ministerio de Wigglesworth florecía.
Su hogar estaba inundado de invitaciones para ministrar en otros países, y se embarcó en el más largo viaje de
toda su vida. Aunque era muy popular en la Europa continental y en los Estados Unidos, nadie pareció notar su
llegada a Colombo, Ceylán (Sri Lanka). Pero pocos días después, las multitudes llenaban el edificio para tratar
de conseguir un lugar. Muchos quedaron afuera. Cuando la reunión terminaba, Smith pasaba por entre medio
de miles de personas, las tocaba y creía en el poder de Dios para con ellas. Según los relatos, decenas de
personas fueron sanadas con el solo paso de "su sombra" por encima de ellas. En 1922 viajó a Nueva Zelandia
y Australia. Algunos creen que las reuniones de Smith fueron el punto de partida de las iglesias pentecostales
en estos dos países. Aunque sólo pasó unos meses allí, miles de personas fueron salvas, sanadas y llenas del
Espíritu Santo con la evidencia de hablar en lenguas. Australia y Nueva Zelandia experimentaron así el mayor
avivamiento espiritual que jamás hubieran conocido.

Las aflicciones tuvieron que ceder


Aunque los ojos de Wigglesworth habían visto muchos milagros y sanidades instantáneas, él mismo no recibió
esos milagros. En 1930, cuando ya tenía setenta años, sufría de tremendos dolores. Oró, pero no recibió alivio,
así que fue a ver a un médico, que después de sacarle algunas radiografías le dio un diagnóstico de un caso
severo de cálculos en el riñón en un estado avanzado. Su única esperanza era una operación, dado que, según
el médico, si continuaba en este doloroso estado, moriría. Smith le respondió: "Doctor, el Dios que creó este
cuerpo es quien puede sanarlo. Ningún cuchillo me cortará mientras yo tenga vida". Smith pensó que este
sufrimiento acabaría pronto, pero duró seis largos y dolorosos años. Durante este tiempo, nunca dejó de asistir
a las reuniones programadas, con frecuencia ministraba dos veces por día. En algunas reuniones, oraba por
hasta ochocientas personas mientras se retorcía de dolor él mismo. Algunas veces abandonaba el púlpito
cuando el dolor se volvía insoportable, para luchar en el baño mientras despedía otra piedra. Luego regresaba a
la plataforma y continuaba con la reunión. Con frecuencia se levantaba de su propia cama para ir a orar por la
sanidad de otros. Muy pocos sabían que él mismo estaba atravesando la más grande prueba de su vida.
Algunas veces perdía tanta sangre que su rostro estaba pálido y tenía que envolverse en mantas para recobrar
calor. Después de los seis años, tenía más de cien piedras en una botella de vidrio.

Y no fue más... Porque Dios lo llevó


Dos años después de iniciada su batalla contra los cálculos en los riñones, Smith no se daba por vencido. En
cambio, en 1932, pidió a Dios quince años más para servirle. Dios le otorgó lo que había pedido, y durante esos
años, visitó gran parte de Europa, Sudáfrica y Estados Unidos. Su más grande gozo era ver la Palabra
confirmada con señales y prodigios, a través de la fe de la gente. Su principal meta era que las personas vieran
a Cristo, no a Smith Wigglesworth. El 12 de marzo de 1947, inclinó la cabeza, y sin pronunciar palabra ni
experimentar dolor alguno, fue a estar con el Señor.

Fe, compasión y milagros

¿Acaso el poder de Dios en que anduvo Smith Wigglesworth ha dejado la Tierra? ¿Se fue con él cuando murió?
¡Por supuesto que no! El mismo poder con el que operaba Wigglesworth está a nuestra disposición hoy; no
necesitamos más poder. Sólo necesitamos utilizar nuestra fe y compasión para que ese poder opere.
Wigglesworth operó con la fe más osada que yo jamás haya visto desde el Libro de los Hechos, pero esa fe era
encendida por la compasión. Smith le tomó la Palabra a Dios y se dejó mover por su compasión hacia las
personas, y esa combinación produce milagros.
El desafío ahora ha pasado a nuestra generación. Dios ha convocado a hombres y mujeres para que invadan
ciudades y naciones con el poder del cielo. ¿Responderás al llamado de Dios? ¿Te atreverás a "sólo creer"?
Despierta el don que hay en ti, e invade tu hogar, tu comunidad y tu nación con el poder de Dios. Que la
voluntad del cielo se haga en la Tierra... ¡a través de ti¡
John G. Lake – Biografía – Historia de los Avivamientos – PDF
Publicado el 15/07/2015por diariosdeavivamientos

Vida de John G. Lake

¿Porqué es importante la historia de John G. Lake?


El Movimiento Pentecostal fue y sigue siendo uno de los movimientos evangelizadores
más vigorosos en la Historia de la Iglesia, desde la calle Azusa salieron misioneros a
todo el mundo, los cuales propulsaron una renovada ola evangelizadora llena de fervor
y de pasión por las almas. Uno de los hombres que salió de Azusa hacia África, llevando
un avivamiento que se ha prolongado hasta hoy, fue John G. Lake. Él lo dejó todo para
predicar en un continente que había escuchado muy poco acerca de Cristo. Se puede ser
o no ser carismático, pero no se puede ignorar a aquellos que escribieron páginas
importantes en la Historia de la Iglesia
Otro de los motivos que nos mueven a escribir sobre Lake, es que fue uno de los más
famosos “evangelistas de la sanidad”, y según nuestro entender uno de los más
auténticos. Pocos evangelistas han podido demostrar de manera irrefutable su don de
sanidad como Lake, no necesitaba grandes auditorios, ni horarios específicos, ni luces
ni show; en cualquier lugar, en cualquier momento, sin protocolos, en la calle, en la
iglesia, en los hospitales, delante de los médicos, imponía las manos sobre los enfermos
y se producían sanidades asombrosas. Además, fue uno de los pocos evangelistas de la
sanidad de testimonio irreprochable, de principio a fin.
En cuanto al dinero, fue rico y próspero en su vida laboral, pero lo vendió todo y lo
repartió entre los necesitados para ir de misionero, con menos de un dólar en su
bolsillo, una esposa y siete niños. Su amada esposa murió de agotamiento en la ardua
labor evangelizadora de África. Fue sin duda un hombre de fe, hay que leer sus
palabras y comprender su pensamiento desde su contexto, desde la perspectiva de su
valerosa fe. Es muy difícil para un gorrión entender el vuelo de un águila, muchos le
han querido imitar, otros han tomado sus palabras y las han tergiversado para provecho
propio. Pero él fue un cristiano que voló alto, que creyó en lo sobrenatural, no para
beneficio propio sino para la gloria de Cristo y la extensión del Reino de los Cielos. Es
sin duda, uno de nuestros más queridos y admirados Pioneros Pentecostales.
Ponemos a tu disposición este librito biográfico de John G. Lake de Editoriales Diarios
de Avivamientos – Para su distribución libre y gratuita (descarga el libro en PDF
haciendo clic en la imagen)

Libro Biografía de John G. Lake

Breve resumen del Libro


Una niñez difícil:
El 18 de marzo de 1870 en Ontario, Canadá, nacía John Graham Lake, en una típica
familia numerosa de 16 hermanos en total, luego la familia se trasladaría a Michigan,
Estados Unidos. A pesar de que los padres de familia gozaban de buena salud, los hijos
padecieron tremendos trastornos físicos; cuando John Lake llegó a la adolescencia,
cuatro de sus hermanos y cuatro de sus hermanas habían muerto por diversas
enfermedades.
John Lake diría después: “Nadie puede entender la tremenda influencia que tuvo en mi
vida la revelación de Jesús como mi Sanador, y lo que significaba para mí, a menos que
primero entienda mi entorno. Yo era uno de 16 niños. Nuestros padres eran personas
sanas, vigorosas, fuertes. Mi madre murió a la edad de 75 años, y mi padre, aún vive en
el momento de escribir esto, y tiene 77 años. Antes de mi conocimiento y experiencia
del Señor como nuestro Sanador, enterramos ocho miembros de la familia. Una
sucesión de extrañas enfermedades, que resultaban en muerte, había seguido a la
familia. Durante treinta y dos años siempre hubo un miembro de nuestra familia
inválido. Durante este largo período, nuestro hogar nunca estuvo sin la sombra de
enfermedad. Cuando pienso sobre mi niñez y adolescencia, llegan a mi mente recuerdos
como una pesadilla: enfermedad, médicos, enfermeras, hospitales, coches
fúnebres, funerales, cementerios y lápidas; una casa con aflicción; un madre
quebrantada de corazón, y el dolor de un padre herido tratando de olvidar los dolores
del pasado, con el fin de ayudar a los miembros vivos de la familia que necesitaban su
amor y cuidado.” (John G. Lake, Adventures in God)
Experiencias de Salvación y Sanidad
“Lake escuchó el evangelio a la edad de dieciséis años en una reunión del Ejército de
Salvación, entregó su vida a Cristo y poco después empezó a congregarse en la Iglesia
Metodista. Desde ese momento le entregó a Dios toda su carga, y creyó que solo Él
podría sanarlo; sin embargo, continuó sufriendo una enfermedad tras otra. Una de las
enfermedades que más lo afectó en su temprana juventud fue el reumatismo, pues sus
piernas crecieron torcidas y su cuerpo se veía contrahecho. En esa condición, escuchó
acerca del ministerio de sanidad de John Alexander Dowie y decidió viajar a Chicago
para que oraran por él. En ese servicio de oración un anciano le impuso las manos, e
instantáneamente Lake fue sanado y sus piernas se enderezaron.” (Daniel Staedeli –
LifeTeam Buenos Aires )
“Me rendí a Él. La luz de los cielos se abrió paso en mi alma. Cuando me levanté de mis
rodillas, ya era un hijo de Dios, y lo sabía“
“Cuando el propósito de Dios en la salvación del hombre amaneció por primera vez en
mi alma; es decir, cuando su grandeza amaneció sobre mi alma, porque en la
experiencia, conocí a Dios como Salvador del pecado; entonces conocí el poder del
Cristo dentro de mi propio corazón para guardarme por encima del poder de la
tentación y para ayudarme a vivir una vida piadosa. Cuando conocí el propósito de Dios
y la grandeza de Su salvación, es cuando la vida se convirtió para mí en algo
grandiosamente nuevo.

La salvación, para mi corazón, es la gloriosa realidad de Cristo. Una noche, bajo un


árbol en Canadá, me arrodillé y derramé mi corazón a Dios, y le pedí que por Su gracia
tomase posesión de mi vida y mi naturaleza, me hiciese un hombre cristiano y me
permitiese conocer el poder de Su salvación. Así, Cristo nació en mi alma. El gozo de
Dios poseyó mi corazón de tal manera, que durante los meses siguientes las hojas de los
árboles parecían bailar y los pájaros parecían entonar un nuevo canto. Bendito sea Su
nombre.
La dificultad con la iglesia ha sido que las personas son inducidas a confesar sus
pecados a Cristo y reconocerle como Salvador, y ahí se detienen. Ahí se estancan, ahí se
secan y ahí mueren.

“La salvación, para mi corazón, es la gloriosa realidad de Cristo”


Aquel día, hace mucho tiempo, cuando la luz de Dios brilló por primera vez en mi alma,
fue un glorioso día, el mejor que yo hubiera conocido hasta ese momento. Pero,
amados, sería muy triste en mi vida si yo me viera obligado a mirar atrás a ese día como
el mejor de todos.
No, bendito sea Dios, hubo mejores días que ese. Días en que el Señor me dio
Su confianza y reveló Su naturaleza, reveló Su propósito, reveló Su amor y reveló Su
ministerio.
Sí, bendito sea Dios, hubo un día en que Dios, una vez más, en Su infinita misericordia,
me otorgó el Espíritu de Dios para ser y hacer las cosas que Él había plantado en mi
alma y había revelado en Su bendita Palabra y vida.
Les invito a esta vida de realidad divina. Les invito a entrar en el Señor Jesús. Les invito
a entrar en Su naturaleza a fin de que puedan conocerle, porque “nadie puede llamar a
Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo” (1 Corintios 12:3). Mediante la revelación del
Espíritu de Cristo en el alma del hombre es como él tiene el privilegio de conocer a
Jesús como el Señor.
Bendito sea Dios. Podemos conocerle como un personaje de la historia; podemos
conocerle como el hombre ideal; podemos conocerle como el Cristo y el Salvador. Pero
no le conocemos como el Dios viviente que nos imparte Su propia naturaleza, y vida, y
poder hasta que le conocemos a Él, como dice la Escritura, en el Espíritu Santo.
¡Bendito sea Dios!
La persona que ha sentido que la vida religiosa era un sueño, o algo abstracto en lo que
era muy difícil poner las manos, una condición intangible, ha estado equivocada.
Bendigo a Dios.
En el seno del Dios viviente están las realidades divinas de Dios que llenan y emocionan
el alma de cada receptor de la vida del Señor Jesús.” (John G. Lake – Realidad –
Sermón predicado el 11 de febrero, 1917)
“Mediante la revelación del Espíritu de Cristo en el alma del hombre es
como él tiene el privilegio de conocer a Jesús como el Señor”
John G. Lake – Campaña evangelista año 1924

“¿De qué tenemos hambre, de un poquito de Dios?”


“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia. Oh, si yo tuviera un sólo
deseo que pudiera otorgarle más que ningún otro, le otorgaría el hambre de Dios.
Bienaventurados los que tienen hambre. El hambre es lo mejor que puede llegar nunca
a la vida de un hombre. El hambre es difícil de soportar; es el clamor de su naturaleza
por algo que usted no posee. Lo que satisfaga las demandas del hambre en el alma de
un hombre es el clamor de su naturaleza por el espíritu de vida que generará en él el
abundante amor de Dios. Hace años, yo era uno en una familia en la cual un familiar u
otro era un inválido que estuvo en la casa durante treinta y dos años consecutivos.
Durante ese periodo enterramos a cuatro hermanos y cuatro hermanas. Un clamor a
Dios surgió en mi naturaleza por algo que detuviese la ola de enfermedad y de muerte.
La Materia Medica (medicina) había fallado por completo. Una tras otra se fueron
poniendo tumbas. Surgió en mi alma el clamor moral de algo de Dios que detuviese la
ola y la alejase. Ninguna otra cosa sino la sanidad podría haber venido a mi vida,
ninguna otra cosa sino el conocimiento de ella. Dios tuvo que traer desde el extremo
más alejado de Australia al hombre (John Alexander Dowie) que trajo a mi alma el
mensaje de Dios y la manifestación de Su poder que dieron satisfacción a mi corazón. Y
por medio de él, la sanidad por el poder de Dios se convirtió en un hecho para
mí…“Bienaventurados los que tienen hambre”. ¿De qué tenemos hambre, de un
poquito de Dios, lo suficiente para llevarnos por este viejo mundo donde estaremos
estancados y luego entraremos a duras penas al cielo? “Bienaventurados los que tienen
hambre” de la naturaleza, el poder y el entendimiento de Dios. ¿Por qué? “Porque ellos
serán saciados”. ¡Bendito sea Dios!” (El llamado del alma – Sermón – Spokane,
Washington 6 de marzo, 1916 – Libro: Su poder en el Espíritu Santo)
“El anhelo que había en mi alma era para mí la evidencia de que había una experiencia
mejor de la que mi alma conocía”
“no es que no hayamos recibido el Espíritu, sino que nuestras vidas no han sido
suficientemente rendidas a Dios”
“Yo había buscado, había orado y había anhelado el verdadero poder de Dios para
el ministerio de sanidad, y había creído que cuando fuese bautizado en el Espíritu
Santo, la presencia de Dios en mí, mediante el Espíritu, haría por los enfermos las cosas
que mi corazón deseaba y que ellos necesitaban. Al instante, al ser bautizado en el
Espíritu, yo esperaba ver a los enfermos sanados en mayor grado y en números más
grandes de lo que había conocido antes, y estuve un poco defraudado durante un
tiempo.
¡Qué poco sabemos de nuestra propia relación con Dios! Qué poco sabía yo de mi
propia relación con Él. Día tras día, durante seis meses después de mi bautismo en el
Espíritu Santo, el Señor me reveló cosas en mi vida en las que eran necesarias
arrepentimiento, confesión y restitución, aunque yo me había arrepentido delante de
Dios hacía mucho tiempo. En cuanto a la limpieza profunda, las revelaciones profundas
del propio corazón por el Espíritu Santo, fue verdaderamente como dijo Juan el
Bautista: Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el
granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.(Mateo 3:12)
En primer lugar, diré que el bautismo en el Espíritu Santo significó para mí un examen
de corazón como nunca antes lo había conocido, sin descanso, hasta que la sangre fue
aplicada conscientemente a cada lugar y mi vida fue libre de aquello en particular que
Dios había revelado. Como digo, ese proceso continuó durante seis meses después de
mi bautismo en el Espíritu Santo.
En segundo lugar, un amor por la humanidad como nunca antes había comprendido
tomó posesión de mi vida. Sí, un anhelo del alma de ver a hombres salvados tan
profundo, a veces desgarrador, hasta que, en agonía del alma, me veía obligado a
abandonar mis asuntos y volver mi atención a llevar a los hombres a los pies de Jesús.
Mientras se llevaba a cabo este proceso en mi corazón, durante varios meses cuando a
veces llegaban a mi oficina personas para hacer negocios, y hasta hubo ocasiones en las
que habría grandes beneficios por unos cuantos minutos de persistente aplicación a los
negocios, el Espíritu de amor en mí anhelaba tanto las almas que yo ni siquiera podía
ver los beneficios que se obtendrían. Bajo esa influencia, el dinero perdía su valor para
mí, y en muchas ocasiones me encontraba a mí mismo incapaz de hablar de negocios
con el individuo hasta que antes hubiera derramado la pasión de mi alma y me hubiera
esforzado por mostrarle a Jesús como su Salvador. En no pocas de esas ocasiones,
aquellas citas de negocios terminaban con el individuo entregándose a Dios. Esa pasión
de amor por las almas de los hombres a veces ha sido nublada por el peso del interés
desde entonces, aunque sólo por un momento. De nuevo, cuando la ocasión
lo demandaba, esa gran llama de amor, que absorbe todo el ser de la persona, ardía con
fuerza hasta que, en muchas ocasiones, bajo la unción del Espíritu Santo, los pecadores
caían en mis brazos y entregaban sus corazones a Dios. Otros han buscado evidencias
de que esta experiencia pentecostal es el verdadero bautismo del Espíritu Santo.
Algunos han criticado y han dicho: “¿No es un engaño?”. En toda la escala de evidencias
presentadas a mi alma y tomadas de mi propia experiencia, esta experiencia del amor
divino, el ardiente amor y la santa compasión de Jesucristo que llena el seno de la
persona hasta que ningún sacrificio es demasiado grande para ganar un alma
para Cristo, me demuestra más que ninguna otra cosa que es, sin duda alguna, la
evidencia del Espíritu de Jesús. ¡Tal amor no es humano! ¡Tal amor sólo es divino! Tal
amor es sólo Jesús mismo, quien entregó Su vida por los demás. Una vez más,
experimenté el desarrollo del poder. Después del poderoso amor llegó el poder
renovado y vigorizado de sanidad de los enfermos. ¡Oh, qué cosas tan benditas Dios ha
dado! ¡Qué gloriosas resurrecciones de los prácticamente muertos! ¡Qué restauraciones
de los cojos, los débiles y los ciegos! ¡Qué gritos de gozo! ¡Qué abundancia de paz!
Entonces, el poder de predicar la Palabra de Dios con demostración del Espíritu llegó
como nunca antes. ¡Oh, los ardientes y encendidos mensajes! ¡Oh, los tiernos, tiernos
mensajes! ¡Oh, las profundas revelaciones de maravillosa verdad por el Espíritu Santo!
Predicando una vez, dos veces, a veces tres veces al día, prácticamente de manera
continua durante esos cuatro años y cuatro meses. ¡Oh, los miles de personas a las que
Dios nos ha permitido guiar a los pies de Jesús y los cientos de miles a quienes Él nos
ha permitido predicar la Palabra! … Santos han sido guiados a una vida más profunda
en Dios. Muchos, muchos han sido bautizados en el Espíritu Santo y fuego.
Verdaderamente, el bautismo en el Espíritu Santo ha de ser deseado con todo
el corazón.
Hermano, hermana, cuando estemos delante del tribunal de Dios y nos pregunten por
qué no hemos cumplido en nuestra vida toda la mente de Cristo y todo Su deseo de la
salvación del mundo, ¿cuáles serán nuestras excusas si son sopesadas con la salvación
de almas imperecederas? Qué terrible será para nosotros decir que descuidamos, que
aplazamos, que no buscamos el poder que viene de lo alto: el bautismo del Espíritu
Santo. (El bautismo del Espíritu Santo y algunas de las cosas que ha producido en mi
vida – Serie de sermones – Sermón 3 de 3)
Es más importante ser que hacer
John Lake repetía que era más importante ser que hacer, por lo que a pesar de sentir en
su alma el llamado de Dios para su servicio, no se precipitó en tomar la decisión.
“Los hombres tienen miedo a decir sí a Dios. Cuando yo era joven, estaba sentado en
una pequeña reunión cuando el Espíritu habló a mi corazón. Entonces yo dije: “Si voy a
ser cristiano, no puedo hacer esto… ni puedo hacer aquello”. Oh, Dios poderoso, en la
actualidad mi alma casi vomita al pensar en el mediocre concepto que tiene el hombre
del cristianismo.
Aproximadamente el noventa por ciento del así denominado cristianismo se deletrea
con dos letras: N-O. No hagas esto y no hagas aquello; el individuo se refrena, se priva,
caminando según leyes y ordenanzas, etc. Pero, bendito sea Dios, la religión está toda
contenida en tres letras: S-E-R. No realizar actos sino ser aquello que Dios
quiso.” (Conciencia de Dios – Sermón 26 de noviembre, 1916)
“Poco después de mi bautismo en el Espíritu Santo, comenzó una obra del Espíritu en
mí, que parecía tener como propósito la revelación de la naturaleza de Jesucristo a mí y
en mí. A través de esta tutela y la remodelación del espíritu, una gran ternura por la
humanidad se despertó en mi alma. Vi a la humanidad a través de nuevos ojos, ellos me
parecían como ovejas vagando en medio de la confusión, desviadas, a tientas y vagando
de aquí para allá. No tenían ningún objetivo definido, no parecían entender cual era la
dificultad, o cómo volver a Dios.
El deseo de proclamar el mensaje de Cristo y para demostrar su poder para salvar y
bendecir creció en mi alma, hasta que mi vida se dejó influir por esta pasión
abrumadora.
Sin embargo, mi corazón estaba dividido. No podía seguir con éxito las actividades
ordinarias de la vida y de los negocios. Cuando un hombre entraba en mi oficina,
aunque yo sabía que con veinte o treinta minutos de concentración en el negocio que
había entre manos, sería posible ganar miles de dólares, no podía hablar de negocios
con él. Por un nuevo poder de discernimiento, yo podía ver su alma y entender su vida
interior y sus motivos. Le reconocía como una de las ovejas errantes, y anhelaba con un
deseo abrumador ayudarle a encontrar la salvación de Dios y a encontrarse a sí mismo.
Esa división en mi alma entre los intereses de los negocios y el deseo de ayudar a los
hombres a llegar a Dios se tornó tan intensa que en muchos casos, lo que debería haber
sido una entrevista de negocios exitosa, y el cierre de una gran transacción de negocios,
terminaba en una reunión de oración, al invitar yo al individuo a arrodillarse conmigo
mientras yo derramaba mi corazón a Dios en su nombre. Me determiné a hablar del
asunto con el presidente de mi compañía. Hablé francamente y le dije cuál era la
condición en que se encontraba mi alma, y su causa. Él respondió amablemente: “Usted
ha trabajado duro, Lake. Necesita un cambio. Tómese tres meses de vacaciones, y si
quiere predicar, predique. Pero al final de tres meses, 50.000 dólares al año le
parecerá mucho dinero, y tendrá pocas ganas de sacrificarlo por sueños de
posibilidades religiosas”.
Yo le di las gracias, acepté la invitación de unirme a un hermano en la obra de
evangelismo, y salí de la oficina para no regresar jamás.
Durante esos tres meses, prediqué cada día a grandes congregaciones, vi una multitud
de personas ser salvadas de sus pecados y sanadas de sus enfermedades, y a cientos de
ellas bautizadas en el Espíritu Santo. Al final de los tres meses le dije a Dios: “He
terminado para siempre con todo en la vida a excepción de la proclamación y la
demostración del evangelio de Jesucristo”. (John G Lake, Adventures in God)
En 1907, John Lake y su esposa se desprendieron de sus valiosas propiedades y
de todas las demás posesiones y riquezas, para entregarse de lleno al ministerio. Dios le
empezaba a hablar sobre África y el llamado misionero se agigantó en su corazón.
“Me deshice de mi patrimonio y distribuí los fondos de la manera que creí que mejor
servía a los intereses del reino de Dios, y pasé a depender totalmente de Dios para mi
propio sostén y el de mi familia. Me entregué por completo a predicar a Jesús” (John G
Lake, “My Baptism In the Holy Spirit and How the Lord Sent Me to South Africa –
Referencia de Vinson Synan)
“Pidieron a John que ocupase el puesto de un pastor de Sudáfrica que estaba tomando
permiso para ausentarse. Más de quinientos zulúes asistieron a su primer domingo en
el púlpito y, como resultado, se produjo un avivamiento hasta tal extremo que,
semanas después, multitudes en el área circundante fueron salvas, sanadas y bautizadas
en el Espíritu Santo. El éxito sorprendió tanto a Lake que escribió: “Desde el principio,
fue como si hubiera golpeado el ciclón espiritual”. En menos de un año, él había
comenzado cien iglesias. (Libro: Su Poder en el Espíritu Santo)
“Un día, la Sra. Lake (su esposa) y yo estábamos presentes en una reunión de personas
cristianas…Una familia con el nombre de Gerber tenía una hija de diecisiete o dieciocho
años de edad. Ella se puso de pie con la espalda hacia nosotros, y yo comenté a la Sra.
Lake: “¿Has visto alguna vez una silueta tan perfecta? Esa muchacha podría ser modelo
de un artista”. Pero cuando ella se giró, me quedé sorprendido por su aspecto. Nunca
había visto a nadie con tal estrabismo. Era horrible mirarla.
Más adelante hablé con el padre, y él me dijo que los cirujanos no querían operar sus
ojos pues decían que era imposible, y si lo intentaban, era probable que ella perdiera la
vista.
Entonces la joven se acercó a nosotros, y yo dije: “Siéntese, muchacha. Quiero hablar
con usted”. Después de unos minutos, me puse en pie e impuse mis manos sobre sus
ojos. El Espíritu de Dios descendió sobre ella, y aquellos ojos quedaron tan rectos como
tenían que estar, en un período de tres minutos.
Actualmente ella está casada y tiene un hermoso hogar y unos bellos hijos. Sus ojos y
su corazón son rectos.” (Seguir el sendero de Jesús – Discurso radiofónico: Aventuras
en la religión #12 – 22 de agosto, 1935)
Me senté durante unos minutos y le hablé del poder de Dios. Dije: “Hemos venido
con un mensaje de Jesucristo, y no sólo hemos venido con el mensaje sino
también con el poder de Dios”
Sobre el peligro de concentrarse en el don y no en Dios
“La mayor manifestación de la vida bautizada en el Espíritu Santo que se haya dado
jamás al mundo no estuvo en la predicación de los apóstoles; no estuvo en la
maravillosa manifestación de Dios que tuvo lugar a manos de ellos; estuvo en la falta de
egoísmo manifestada por la iglesia. ¡Piensen en eso! Tres mil cristianos bautizados en el
Espíritu Santo en Jerusalén desde el día de Pentecostés en adelante, que amaban a los
hijos de su prójimo tanto como a los propios, que estaban tan ansiosos por temor a que
sus hermanos no tuviesen suficiente para comer que vendían sus propiedades y
llevaban el dinero a los pies de los apóstoles. Ellos decían: “Distribúyanlo; lleven el
brillo, la maravilla y el fuego de esta salvación divina a todo el mundo” (véase Hechos
2:44–45). Eso demostraba lo que Dios había hecho en sus corazones.
Oh, me gustaría que pudiésemos llegar a ese punto, en el que esta iglesia fuese
bautizada en ese grado de falta de egoísmo.
Esa sería una manifestación mayor que la sanidad, mayor que la conversión, mayor que
el bautismo del Espíritu Santo, mayor que las lenguas. Sería una manifestación del
amor de 1 Corintios 13 del que tantos predican pero que no poseen. Cuando un hombre
vende todo para Dios y lo distribuye para el bien del reino, eso habla más fuerte del
amor que los evangelistas que proclaman sobre el amor y se oponen a las lenguas y a los
otros dones del Espíritu.” (El bautismo del Espíritu Santo – Serie de sermones –
Sermón 1 de 3 – 23 de febrero, 1921)
“El ministerio del cristiano es el ministerio del Espíritu. Otros hombres
tienen intelecto, pero el cristiano ha de ser el poseedor del Espíritu. Él
posee algo que ningún otro hombre en el mundo posee; es decir, el Espíritu
del Dios viviente”
“El ministerio del cristiano es el ministerio del Espíritu. Otros hombres tienen intelecto,
pero el cristiano ha de ser el poseedor del Espíritu. Él posee algo que ningún otro
hombre en el mundo posee; es decir, el Espíritu del Dios viviente.

Eso es el cristianismo. Eso es el evangelio de Jesucristo. Eso es lo que viaja miles


de kilómetros por encima de la influencia psicológica. Si quieren ustedes una clara
distinción entre religiones psicológicas, como se les denomina, o ciencia mental,
pueden verla en un minuto. El verdadero cristiano ministra el verdadero Espíritu de
Dios, la sustancia de Su ser. Nunca debería haber necesidad de malentendidos con
respecto a esto en la mente de nadie.
Un ministro de Jesucristo está tan alejado por encima de la esfera de las
influencias psicológicas como el cielo está sobre la tierra. Bendito sea Dios. Él ministra
a Dios mismo, a los espíritus, almas y cuerpos de los hombres. Ese es el motivo de que
el cristiano derribe las barreras de esta naturaleza e invite a Dios a entrar y a tomar
posesión de su ser. Y la llegada de Dios a nuestro cuerpo, a nuestra alma y a nuestro
espíritu logra cosas maravillosas en la naturaleza del hombre.

Un día llegó un hombre a mi sala de oración y dijo: “Casi me avergüenzo de llamarme


hombre porque sencillamente he permitido la parte animal de mi naturaleza, de modo
que soy más un animal que un hombre. Usted dirá: ‘¿Por qué no abandona esa vida?’.
No tengo la fortaleza en mi ser para hacerlo. A menos que algo suceda que me libere de
este estado, no sé qué haré”.
Yo intenté mostrarle lo que era el evangelio de Jesucristo. Intenté mostrarle que al vivir
en un estado animal, teniendo pensamientos animales, rodeándose de sugerencias
animales, y contactando con el espíritu de bestialidad en todas partes, el elemento
animal había tomado tal posesión que predominaba en su naturaleza. Yo dije: “Hijo, si
el evangelio significa algo, significa que habrá una transferencia de naturaleza. En lugar
de ese infierno en vida que está presente en su ser, el Dios vivo y santo debería entrar en
su vida y echar fuera al diablo, desposeer a la bestia y reinar en sus miembros”. Nos
pusimos de rodillas para orar. Hoy, él regresó con lágrimas en sus ojos y dijo: “Sr. Lake,
siento que ahora puedo estrechar su mano. Ya no soy una bestia. Soy un hombre”.

“El secreto del cristianismo está en ser. Está en ser poseedor de la


naturaleza de Jesucristo”
Ese es el secreto del ministerio de Jesucristo. Ese es el secreto del ministerio
del cristianismo. Esa es la razón de que el verdadero cristiano que vive en unión con el
Dios viviente y posee Su Espíritu tenga un ministerio que ningún otro hombre en el
mundo posee.
Ese es el motivo de que el verdadero cristiano aquí tenga una revelación de Jesucristo,
de Su grandeza y de Su poder para salvar que ningún otro ser humano en todo el
mundo posee. ¿Por qué? Él está lleno y experimenta en su propia alma el poder de
disolución del Espíritu de Dios que quita el pecado de su vida y le hace ser un hombre
libre en Cristo Jesús. Bendito sea Su nombre para siempre.

¿No es maravilloso que Dios haya ordenado un plan mediante el cual el hombre se
convierte en colaborador de Dios y compañero en el ministerio del Espíritu? “Su
cuerpo, que es la iglesia” (véase Colosenses 1:24). Al igual que Cristo era el cuerpo
humano mediante el cual el Espíritu viviente fue ministrado a la humanidad, así Dios
ha planeado que la iglesia viva, no los miembros muertos sino la iglesia viva, viva con el
Espíritu del Dios vivo, ministre esa vida iluminadora a otros y mediante ello se
convierta en una colaboradora junto con Dios. Bendito sea Su nombre para
siempre. Los hombres han estado perplejos y han filosofado sobre el evangelio de Jesús,
pero el evangelio es tan sencillo como puede ser. Al igual que Dios vivió y operó
mediante el cuerpo del Hombre, Jesús, así Jesús, el Hombre en el trono, opera en el
cristiano y por medio del cristiano, y también por medio de Su cuerpo, la iglesia, en el
mundo. Al igual que Jesús fue el representante de Dios Padre, así la iglesia es la
representante de Cristo. Y al igual que Jesús se rindió a Sí mismo a toda justicia, así la
iglesia debería rendirse a hacer toda la voluntad de Dios. El secreto del cristianismo
está en ser. Está en ser poseedor de la naturaleza de Jesucristo. (El ministerio del
Espíritu – Sermón predicado 24 de noviembre, 1916)
“La vida del cristiano sin el poder interior del Espíritu en el corazón es agotadora para
la carne. Es una obediencia a mandamientos y un esfuerzo por caminar según un patrón
que uno no tiene poder (por sí mismo) para seguir. Pero bendito sea Dios, la vida
cristiana que se vive por el impulso del Espíritu de Cristo dentro del alma se convierte
en un gozo, un poder y una gloria. Bendito sea Dios… Yo puedo vivir todos los días de
mi vida en un estado inactivo y soñador, sin llegar nunca a ser consciente del poder de
Dios en mi vida. Por otro lado, puedo entregar mi alma y mi mente a Dios de manera
activa hasta que el Espíritu del Dios viviente impregne tanto mi vida y resplandezca en
mi ser que, como el Señor Jesús, las evidencias y manifestaciones de esa vida divina
sean dadas a otros hombres.” ( El poder del Espíritu – Sermón)
Ministrando sanidad física
“El valor del ministerio de sanidad no está en el mero hecho de que las personas
sean sanadas. El valor de la sanidad está en mayor parte en el hecho de que se convierte
en una demostración del poder vivo, interior y vital de Dios, el cual debería morar en
cada vida y hacernos hombres nuevos y poderosos en las manos de Dios.” (Jon G. Lake
– discurso radiofónico – 26 de junio, 1935)
“más allá del alma está el gran océano de Dios. Aún estamos remando en la
orilla”
“¿Es la sanidad una maravilla? No, la maravilla es que los hombres hayan permanecido
ciegos al poder de Dios por tanto tiempo. ¿Cómo es que ustedes y yo, educados en
hogares cristianos, leyendo la Palabra de Dios, orando a nuestro Padre Dios, no
comprendemos que el poder de Dios por medio de Cristo puede salvar al hombre de
todos sus pecados y de todas sus enfermedades?

“Bajen sus paraguas. El Espíritu está cayendo”


Nuestras almas sólo han captado un pequeño destello, una revelación un poco mayor
del Dios vivo por medio de la bendita Palabra y por medio del Espíritu Santo, el poder
divino para hacerla real. Pero, hermanos, más allá del alma está el gran océano de Dios.
Aún estamos remando en la orilla. Cuando estaba yo listo para salir de Pullman la
semana pasada, mis amigos se reunieron. Muchos de ellos dijeron: “Hermano, nunca
hemos oído algo semejante. Qué reunión tan maravillosa. ¡Qué cantidad de
maravillosas sanidades!”. Pero cuando me subí al tren, me senté y lloré. ¿Por qué?
Podía recordar que en aquella ciudad se había orado por una docena de personas que
no habían sido sanadas. Ellas quizá fueran tan dignas como las que sí fueron sanadas.
Y, amados, si Jesús hubiera estado en Pullman en lugar del hermano Lake, todas ellas
habrían sido sanadas.
Hay lugar para ustedes y para mí, a los pies del Señor Jesucristo, en una humildad
tan profunda y verdadera que Dios puede poner sobre nosotros el verdadero poder de
Él en esa medida santa y celestial que es necesaria para la bendición y la sanidad de
todos los hombres.
Bajen sus paraguas. El Espíritu está cayendo. Esta subiendo el clamor desde las almas
de los hombres; un clamor por una nueva revelación del poder de Dios por medio de
Cristo. Bendito sea Su nombre.” (El poder del Espíritu – Sermón)
Es necesario la demostración de poder en la Iglesia
“Si hay un cristiano: que ore. Si hay un Dios: que responda”.
“En cada país, entre todos los pueblos, a lo largo de toda la historia, ha habido
ocasiones en que una demostración del poder de Dios fue tan necesaria para el mundo
como lo fue en tiempos de Elías. Es necesaria ahora. El pueblo se había alejado de Dios;
habían olvidado que había un Dios en Israel. Confiaban en otros dioses, al igual que
hace la gente en la actualidad. Si yo les llamase impíos, supongo que la mayoría de las
personas se sentirían ofendidas, pero quiero decir que no hay persona que tenga más
dioses que el americano promedio. Los hombres se inclinan ante el Dios de
la popularidad; los hombres se inclinan a este dios y ese dios. Los hombres tienen
miedo a la opinión de los demás, como cualquier impío que hubo en el mundo en
cualquier época. No hay prácticamente ningún cristiano, y menos un incrédulo, que
tenga la verdadera resistencia para ponerse en pie y declarar todas sus convicciones con
respecto a Jesucristo, el Hijo de Dios.
Cada vez menos los hombres tienen el aguante necesario para declarar sus convicciones
en cuanto a Jesucristo, el Salvador de la humanidad. Esa es la razón de que la iglesia
moderna haya perdido su contacto con Dios y haya entrado en un sueño de muerte, un
sueño que sólo puede terminar en muerte espiritual y la desintegración de la iglesia tal
como es. El único poder que revivirá a la iglesia en este país y en el mundo es el que
recibirá cuando abra su corazón por completo a Dios, como hizo el pueblo de Israel, y
diga: “Señor Dios, hemos pecado”.
El pecado del que tiene que arrepentirse no es el de haber cometido muchos pequeños
actos que los hombres denominan pecado, los cuales son el reflejo de lo que hay él en
el corazón. De lo que necesita arrepentirse la humanidad es de esto: de haber negado el
poder de Dios. Han negado a la humanidad que el Cristo de Israel es el Hijo de Dios y
que Él es el Salvador todopoderoso. El llamado de Dios a las iglesias cristianas en la
actualidad es a salir de sus escondites, al igual que salió Elías, y encontrarse con el Rey.
Declaren el terreno sobre el cual se enfrentan a los enemigos de Dios, y enfréntense a
ellos en el nombre de Jesucristo. La iglesia cristiana es la única a quien hay que culpar
de la existencia de las asociaciones metafísicas que cubren la tierra como una plaga de
piojos. La iglesia es la culpable, porque si la iglesia de Jesucristo durante los últimos
cincuenta o cien años hubiera declarado a la humanidad el poder del Espíritu de Cristo
de Nazaret tal como Él es, nunca habría llegado a existir la tribu de las sociedades
metafísicas.
El mundo en la actualidad está siendo tomado por las asociaciones metafísicas hasta
tal grado que se está inclinando delante de las leyes metafísicas y denominándolas Dios.
Eso es la naturaleza humana y no Dios. Ha llegado el momento en que la iglesia
cristiana tiene que dar una nueva demostración al mundo… Pero yo oro y creo que ha
llegado el momento de Dios para el desafío de Dios a la humanidad y el desafío de la
iglesia cristiana al mundo a pasar al frente, y si es de Dios, dejar que caiga el fuego. No
hubo engaño en los profetas israelitas de antaño. Cuando llegaban las personas,
ellos ponían sus sacrificios sobre el altar y no ponían ningún fuego artificial debajo; por
el contrario, el alma se presentaba delante de Dios. Ellos elevaban su corazón al cielo, y
entonces descendía el fuego y consumía el sacrificio: ésa era la evidencia de que el
sacrificio era aceptado.
Ha llegado el momento en que Dios quiere que caiga el fuego, y si ustedes, mis
queridos hermanos y hermanas, pagan el precio de Dios y se consagran a ustedes
mismos a Dios al igual que Cristo, veremos caer el fuego de Dios. Y no será destructivo,
a excepción de que el pecado, el egoísmo y la enfermedad se quemarán bajo ese fuego,
mientras que la pureza, la vida, la santidad y el carácter permanecerán, purificados y
refinados por la gloria y el poder del fuego de Dios que desciende del cielo. El fuego de
Dios es creativo de justicia al igual que es destructivo del pecado. Dios no es el Dios de
los muertos; Él es el Dios de los vivos. Y el deseo de mi alma es que en esta ciudad Dios
todopoderoso pueda levantar un altar al Dios vivo, no a un dios muerto. La humanidad
necesita un altar al Dios vivo, al Dios que oye la oración, al Dios que responde
la oración, al Dios que responde con fuego. Ha llegado el momento de que el desafío de
Dios se proclame. Dios está diciendo: “Si hay un cristiano: que ore. Si hay un Dios: que
responda”.

“el ministro de Dios que tiene miedo de creer a su Dios y confiar en su Dios
para obtener resultados no es cristiano en absoluto”
El llamado de Elías es el llamado del momento presente. Si el Cristo es el Cristo,
obtengan su respuesta de Él. Si Jesús es el Hijo de Dios con poder en la tierra para
perdonar pecados, entonces, tal como lo expresó Jesús: Pues para que sepáis que el
Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados… A ti te digo:
Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa. (Lucas 5:24)
Jesucristo era lo bastante razonable para satisfacer los razonamientos y las preguntas
del hombre. Y el ministro de Dios que tiene miedo de creer a su Dios y confiar en su
Dios para obtener resultados no es cristiano en absoluto.
¿Qué significa el cristianismo para el mundo? ¿Es una esperanza para la tierra de la
gloria que está muy lejos en el futuro? ¿Es eso el cristianismo? ¿Es una esperanza de
que uno no va a abrasarse en el infierno todos los días de su vida? ¡No! El cristianismo
es la demostración de la justicia de Dios al mundo. Por tanto, hermanos, Dios nos ha
dado algo que hacer. Él nos ha dado una demostración que hacer. Si no la hacemos,
entonces no tenemos más derecho a las afirmaciones de que somos hijos de Dios que
otras personas. Si Dios es Dios, sírvanle a Él; y si es Baal, entonces sírvanle.” (El
Espíritu de Dios – Sermón – Del libro: Su Poder en el Espíritu Santo)
El Bautismo en el Espíritu Santo
November 6, 2010 by admin Leave a Comment

Introducción
Ahora es el momento de nuestra serie de estudios fundamentales para considerar el Espíritu Santo, y sobre todo, el
Bautismo en el Espíritu Santo, también se refirió a algunos como “el Bautismo del Espíritu Santo”, aunque esto no es
técnicamente correcto. Este tema forma parte de la doctrina fundacional de bautismos (véase Hebreos 6:2). Es
importante para todo cristiano, no sólo para entender correctamente lo que es el bautismo en el Espíritu Santo a fin
de ser capaz de explicar a los demás correctamente, sino también para experimentar esta realidad, el bautismo en el
Espíritu, y por lo tanto entrar en una dimensión de la vida al máximo la potencia de Dios. Los cristianos tienen el
poder que viene con el Bautismo en el Espíritu para hacer su parte en la continuación del ministerio sobrenatural de
Jesús Cristo. Jesús prometió a los creyentes que lo harían mayores obras que Él (Juan 14:12). ¿Cómo se puede
hacer esto a menos que el Espíritu Santo está con nosotros como estuvo con Jesús? En verdad la Iglesia de hoy
necesita el poder que viene por el Espíritu Santo y debe permanecer en comunión con el Espíritu Santo a fin de
mantener el poder y la capacidad para atender la realidad de Cristo a un mundo en problemas.
También he escrito una pequeña guía práctica para ser bautizado y llena continuamente con el Espíritu Santo, que
abarca el tema de hablar en lenguas también. Usted puede encontrar aquí.
¿QUIÉN ES EL ESPÍRITU SANTO?
Como hemos visto antes (en esta lección), la Biblia enseña que el Espíritu Santo es Dios. (Hechos 5:3,4). El Espíritu
Santo no es un poder, una fuerza o una energía, Él es una persona. Como persona, él tiene sentimientos (Efesios
4:30), una mente de conocimiento infinito (Romanos 8:26-27) y una voluntad. Él habla. (Hechos 13:2; Juan 16:13).
Una fuerza o el poder no tiene estos atributos y habilidades.
El Espíritu Santo es llamado “el Espíritu de la Verdad” (Juan 16:13). Él siempre dice la verdad. No le gusta la mentira.
Le encanta bendecir a la gente de la verdad y la honestidad.
El Espíritu Santo es llamado también “el Consolador” (Juan 14:26). Se comunica el amor consuelo y sanación del
Padre a nuestros corazones, que nos da ánimo, alegría y placer espiritual sobre todo en los momentos de prueba y
dificultad.
También conocido como “el Espíritu de Dios” y “el Espíritu del Señor”, el Espíritu Santo es el que da e inspira la
sabiduría, entendimiento, consejo, fuerza, conocimiento y el temor del Señor (Isaías 11:2).
LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO
Así como las cosas mencionadas arriba, el Espíritu Santo está trabajando para hacer lo siguiente:
1. Él convence al mundo de pecado, justicia y juicio (Juan 16:8). Sin este trabajo especial de la gente del Espíritu
Santo no sería profundamente convencidos de su pecado, la justicia de Dios o el juicio venidero. Por lo tanto en la
comunicación de la Palabra de Dios a los demás tenemos que depender del Espíritu Santo para convencer a la gente
de estas verdades. Podemos decir lo que la Palabra dice sobre estos temas, pero es el Espíritu Santo, que hará de
condena.
2. Él nos guía a toda verdad (Juan 16:13). Si nos dejamos guiar por Él, de hecho nos muestran lo que las verdades
de la Biblia tenemos que entender. Siendo el autor de la Biblia, Él es el más calificado para interpretar para nosotros.
Él nos enseñará muchas cosas, tanto directamente de la Palabra, sino también por otros medios. Lo que muestra no
puede ser el mero producto de la lógica y la razón, aunque no es ilógico. Debemos darnos cuenta de que el Espíritu
Santo nunca nos guía en cualquier forma contraria a las Sagradas Escrituras. No hay que creáis a todo espíritu que
dice ser de Dios, sino probad los espíritus de acuerdo a la norma de las Sagradas Escrituras.
3. Él regenera (Juan 3:5,6). Cuando una persona se convierte a Cristo para la salvación y confía en Cristo desde el
corazón, el Espíritu Santo está involucrado. En este momento, el Espíritu Santo hace que el espíritu de la persona
que debe ser nueva. (2 Corintios 5:17). El espíritu humano, una vez muerto en el pecado, se vuelve a generar o
hecho nuevo por el poder y la acción del Espíritu Santo. Esto es lo que significa ser nacido del Espíritu.
4. Se glorifica a Cristo (Juan 16:14). El Espíritu Santo siempre trabaja para traer gloria y honor de Jesucristo. No
busca su propia gloria, sino la gloria de Jesús. Lo hace mediante la revelación de quién es Jesús para nosotros y por
nosotros para que todos puedan alabar a Jesús. Él hace verdadero Jesús a la gente, poniendo los recursos y la
realidad de Jesús a la gente en la tierra.
5. Él nos revela Cristo y en nosotros (Juan 16:14,15). Jesús dijo: “Él tomará de lo mío y os lo anunciará a vosotros».
Es el Espíritu Santo, que comunica a nuestra alma el conocimiento de quién es Jesús y lo que es. Al mismo tiempo,
trabaja para formar el carácter de Cristo en nosotros también. Ser lleno del Espíritu Santo en nuestra alma y cuerpo,
nuestra naturaleza se transforma en la naturaleza del Hijo de Dios.
6. Él es nuestro líder – dispuestos a llevarnos “(Romanos 8:14). “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de
Dios, estos son los [maduras] hijos de Dios”. La palabra para el hijo de aquí es la palabra de un hijo maduro. De
hecho, la única manera de madurez cristiana ha de ser guiados por el Espíritu. No está siguiendo un camino
determinado por nosotros mismos y nuestra comprensión de las leyes de Dios que nos hacen cristianos maduros,
pero el camino en que Él, el Espíritu, nos conduce. Necesitamos el Espíritu para ser maduro. La madurez es más que
conocimiento, es la fruta que viene de la relación con el Espíritu de Dios.
7. Él santifica. El Espíritu Santo es dado para que seamos santos. Es el Espíritu Santo que, en colaboración con la
palabra de Dios en nuestras mentes, nos santifica. Esto significa que Él nos separa de Dios, nos limpia y nos pone en
orden para que podamos realmente más manifestar el amor de Dios y la naturaleza de Jesús. La santidad es la obra
del Espíritu. No es un trabajo basado en el esfuerzo propio o “esforzarse más”. Nuestra parte es creer la palabra de
Dios, y ceder a la guía del Espíritu. Es por el Espíritu sin embargo, que nuestra santificación se logra. Este proceso
de santificación se produce principalmente en el alma – la mente, la voluntad y las emociones. “La santificación es la
posesión de la mente de Cristo, y todos los de la mente de Cristo.” – John Wesley. Sucede más o menos
rápidamente en función de cómo aprendemos a dar a Dios, para cambiar nuestra manera de pensar de manera que
se centra en el amor de Dios y la Palabra de Dios, y persistir en la oración.
8. Se faculta. “Pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos en
Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.” (Hechos 1:8). El poder que recibimos de él es
el poder de predicar y demostrar el evangelio del reino de Dios, no en palabras solamente, sino en el poder. (1
Corintios 4:20). Pablo dijo que su mensaje y su predicación fue con palabras persuasivas de sabiduría humana, sino
con la demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino
en el poder de Dios. (1 Corintios 2:4). Hay muchos tipos de demostraciones del poder del Espíritu. Son a veces
inesperadas. Ciertamente, el Espíritu nos quiere dar el poder para sanar a los enfermos y echar fuera demonios.
(Mateo 10:1, Marcos 16:17,18; Juan 14:12). Este poder del Espíritu se refiere a menudo como “la unción”. Es la
unción que nos permite hacer lo que Cristo quiere que hagamos como hijos de Dios. Y es que, para destruir las obras
del diablo. (1 Juan 3:8 b).
Para un cristiano nacido de nuevo, la ruta normal a recibir este poder implica por lo menos tres cosas.
a. El bautismo (inmersión) en el Espíritu Santo. (Hechos 1:5; Juan 7:37 – 39). Esta es la introducción normal del
creyente en el reino de personal que fluye en el poder de Dios.
b. Dedicación total a Dios. La dedicación a la oración, la dedicación al amor, la dedicación para ganar almas para
Cristo, la dedicación a centrarse en la Palabra y en la voz del Espíritu. Esta dedicación implica negación de sí mismo
(que incluye generalmente en ayunas – no comer por un tiempo), una dedicación constante a uno mismo humildad, la
comprensión de la autoridad que tenemos como creyentes, aprender a escuchar la voz del Espíritu, la fe y la audacia.
c. Brokeness. Somos conscientes de que nuestra propia voluntad, el egoísmo, la estupidez y el orgullo son las
principales razones de nuestros fracasos en Dios. Somos conscientes de nosotros mismos (no en Cristo, sino en
nosotros mismos) que están podridos, corruptos e incapaces de hacer nada de valor. (Romanos 7:18; Juan 15:5 b).
Por lo tanto, aprender a entregarse rápidamente a la voz del Espíritu, no confiar en nuestra propia mente, ni
preocuparse por nuestra propia reputación. Cuando cometemos errores, recibimos la corrección mansamente.
Cuando tenemos éxito, le damos toda la gloria a Dios.
9. Él nos llena (Efesios 5:18). Se nos ordena ser llenado continuamente con el Espíritu. Este efecto se llena toda
nuestra personalidad, nuestro ministerio de Cristo, y el enfoque de nuestras mentes. Que afecta a nuestro cuerpo
también. (Romanos 8:11; Lucas 11:36).
10. Él nos enseña a orar (Romanos 8:26-27, 1 Corintios 14:15). El Espíritu de Dios sabe lo que debe orar y cómo.
Nosotros no. Es por eso que debemos dejar que Él nos ayuda aquí. Una forma es a través del lenguaje de oración
especial que nos da cuando somos bautizados en el Espíritu. Otra forma es inspirando nuestras mentes con las
oraciones que obtener resultados. Otra forma es a través de los gemidos de profunda intercesión Él produce en
nosotros.
11. Él nos dice que somos hijos de Dios (Romanos 8:16).
El Espíritu Santo es que quieren llevarnos al lugar donde todas estas cosas son parte de nuestras vidas.
12. Se produce en nosotros el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-23). Como parte de nuestra santificación, el Espíritu
Santo produce en nosotros amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio
propio. Estas características se forman en nosotros por la continua dando al Espíritu de Dios.
13. Se da especial dones sobrenaturales (1 Corintios 12:8-10). Estos regalos se dan como el Espíritu decide. Sin
embargo, no son pasivos en la recepción y operación de estos regalos. Para utilizar los dones que requiere fe,
valentía y un grado de sensibilidad al Espíritu. Estos regalos se dan para ayudar a la gente por la sabiduría
supernnatural y el poder de Dios. Ellos no son el producto de la mente racional. Más bien son las operaciones
sobrenaturales del Espíritu que se producen a través de aquellos que están abiertos a ellos. Son útiles en la
evangelización y en cada parte del ministerio cristiano. En su descuido, la iglesia ha pasado por alto un importante
medio ordenado por Dios para lograr el trabajo de Dios en el mundo.
Nacido del Espíritu, bautizado en el Espíritu
Todo verdadero cristiano es nacido del Espíritu. Como tales, han experimentado la obra del Espíritu Santo en una
serie de aspectos importantes. Estas formas incluyen, pero no se limitan a: la convicción, la regeneración y el
testimonio del Espíritu en nuestras vidas que somos hijos de Dios. Sin embargo, la dimensión del poder que Dios
quiere para sus hijos sólo puede ser alcanzado a través del bautismo en el Espíritu Santo. Es la voluntad de Dios que
cada cristiano ser bautizados en el Espíritu Santo. (Hechos 2:38,39). A pesar de que algunos cristianos lograr
resultados sin el bautismo real del Espíritu Santo, se lograría más si se dio a Dios para recibir el Bautismo en el
Espíritu. Es posible que un cristiano a reconocer muchos aspectos de la obra del Espíritu Santo y disfrutar de una
medida de su bendición en la vida y el ministerio, sin haber sido bautizados en el Espíritu de la manera bíblica.
Algunos dicen que el bautismo en el Espíritu Santo ya no existe hoy en día. Otros tomar otro enfoque y decir que
cada cristiano nacido de nuevo fue bautizado en el Espíritu en su conversión. Ambos tipos de enseñanza tienen el
efecto de robar a los creyentes de algo muy importante que Cristo siempre para ellos como parte de su herencia es
necesario en esta vida.
Vamos a ver en la Biblia que el bautismo en el Espíritu no es lo mismo que la regeneración. Es importante que no
permiten la tradición – incluso “la tradición evangélica” – para tomar un lugar más alto que la Palabra de Dios en
nuestra doctrina y en nuestras vidas.
Bíblicos prueba de que estos son separados de Obras
Aunque la Biblia da ejemplos de personas que fueron bautizados en el Espíritu en el momento mismo de su
regeneración, veremos que esto no siempre es lo que sucede. El libro de los Hechos revela que el arrepentimiento, el
bautismo en agua y el bautismo en el Espíritu Santo, aunque parte de nuestro paquete de salvación, no ocurren
necesariamente en el mismo orden todo el tiempo. Es interesante notar que en Hechos, donde el Bautismo en el
Espíritu que sucede a los creyentes en el momento de su conversión, la Biblia pone énfasis en el hecho de que los
apóstoles sabían que fueron bautizados en el Espíritu “, porque habían oído que hablaban en lenguas y que
magnificaban a Dios “(Hechos 10:46, Hechos 11:15 – 16). Desde luego, no creo que el hablar en lenguas es la
prueba de haber nacido de nuevo. Sin embargo, podemos ver que siempre es el signo que acompaña el bautismo del
Nuevo Testamento en el Espíritu Santo.
Es importante señalar que todo verdadero cristiano nacido de nuevo tiene el Espíritu Santo. “Y si alguno no tiene el
Espíritu de Cristo, no es de él.” (Romanos 8:9). El Espíritu Santo es dado por Dios “a los que le obedecen” (Hechos
5:32). Para recibir a Cristo es un acto de obediencia por el cual la persona se somete a la obra de la cruz y se
convierte en una nueva persona (2 Corintios 5:17).
El Espíritu Santo entra en nuestro espíritu humano cuando nacemos de nuevo del Espíritu de Dios (Juan 3). Jesús
viene a nosotros por su Espíritu (Juan 1:12). A medida que crecemos en Cristo que producen el fruto del Espíritu
(Gálatas 5:22-23).
Sin embargo, hay un empoderamiento por el Espíritu Santo, que es distinto de haber nacido de Dios. Nos autoridad
(exousia) para ser hijos de Dios en el nuevo nacimiento (Juan 1:12), pero recibiréis poder (dunamis) después de que
el Espíritu Santo viene sobre nosotros y estamos llenos del Espíritu Santo. (Hechos 1:8)
Los apóstoles recibieron el Espíritu Santo en la regeneración antes de la ascensión, cuando Jesús sopló sobre ellos y
les dijo: “Recibid el Espíritu Santo.” (Juan 20:22). Ellos han nacido de nuevo del Espíritu mediante la resurrección de
Jesús de entre los muertos (1 Pedro 1:3) en ese momento. Pero esto fue antes del día de Pentecostés. Jesús les dijo
más tarde que esperar a que la promesa del Padre que está en Jerusalén (Hechos 1:4), por el Bautismo en el
Espíritu Santo (Hechos 1:5) después de haber recibido el Espíritu en la regeneración. Por lo tanto, en el caso de los
apóstoles, el bautismo en el Espíritu y ser nacido del Espíritu, fueron dos eventos separados. Ellos han nacido del
Espíritu en Juan 20:22 antes de la ascensión, pero hemos sido bautizados en el Espíritu en el día de Pentecostés
después de la ascensión. Y es importante tener en cuenta que sólo entonces fue la promesa de Marcos 16:17
cumplido en la vida de los creyentes a continuación, para comenzar el día de Pentecostés “fueron todos llenos del
Espíritu Santo y comenzaron a hablar en lenguas, como el Espíritu les daba que hablasen. ” (Hechos 2:4).
Los samaritanos creían que el evangelio y fueron bautizados (Hechos 8:12). Muchos fueron sanados y entregado.
Ellos han nacido de nuevo por medio del arrepentimiento y la fe en Cristo, pero era evidente a Felipe de que algo
faltaba en su experiencia. Bajo el ministerio de Felipe a los creyentes que no fueron bautizados en el Espíritu. Más
tarde, Pedro y Juan vinieron abajo que estos creyentes samaritanos que recibieran el Espíritu Santo como deberían
recibirlo (Hechos 8:14-17). El poder que los apóstoles fue puesto en libertad tan impresionante que Simón el mago
famoso en ese momento quería comprar la capacidad de liberar este poder. Por supuesto, esto era un deseo malo y
tonto. Pero él quería ser capaz de impresionar a la gente mayor con el mismo tipo de poder que estaba viendo
acompañar a la recepción del Espíritu Santo. La Escritura no nos lleva a suponer que la recepción del Espíritu Santo
era una especie de bendición silenciosa.
Algunos señalan que hay registro se hace de hablar en lenguas en este relato bíblico. Eso no quiere decir que no fue
así. Algunos escritores de la iglesia temprana, dijo que lo hizo. Pero lo que debemos aprender de esta cuenta es que
no importa lo maravilloso que nuestra experiencia de salvación de acudir al Señor, no debemos estar satisfechos con
eso, pero debemos seguir en Dios hasta que recibamos el Espíritu en la manifestación poderosa y el poder.
Una prueba más de que el bautismo en el Espíritu Santo no siempre, o incluso por lo general ocurren en el momento
del arrepentimiento y la fe se puede ver en la vida de Pablo (antes Saulo). Saúl se encontró con Jesús en el camino
de Damasco y confesado como Señor, lo que significaba que se convirtió (Hechos 9:3-8; Romanos 10:09.). Pero Dios
sabía que no era todo lo que Pablo necesitaba, tres días más tarde, Dios había Ananías poner las manos sobre
Saulo para que se recobre la vista y seas lleno del Espíritu Santo (Hechos 9:17). Pero, ¿Pablo habla en lenguas,
entonces? Pablo dejó hablar aquí. Al escribir a los Corintios que dice “Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más
que todos vosotros.” (1 Corintios 14:18). No tanto en la iglesia, por supuesto, pero fuera de las reuniones en privado
con el fin de construir el propio. De esta manera, su predicación era a la vez understadable y de gran alcance (1
Corintios 14:19; 2:1-4).
casa de Cornelio y amigos cercanos fueron bautizados en el Espíritu en el momento de su conversión. ¿Cómo Peter
saber esto? “Porque los oían que hablaban en lenguas y glorificar a Dios.” (Hechos 10:46). Estas personas recibieron
el Espíritu Santo lo mismo que los apóstoles (Hechos 10:47). Pedro se dio cuenta de que no han nacido otra vez
sólo, sino también bautizados en el Espíritu Santo, en ese momento (Hechos 11:15,16). ¿Por qué? “Porque los oían
que hablaban en lenguas y glorificar a Dios” (Hechos 10:46). Se arregló el problema de Pedro. En la Biblia, el hablar
en lenguas desconocidas es un signo bíblico del verdadero bautismo del Nuevo Testamento en el Espíritu Santo.
(Hechos 2:4, Hechos Marcos 19:6, 16:17). Recordemos que Dios no se fiaba de la escritura del Nuevo Testamento a
cualquier persona que no hablaba en lenguas. Y las personas que desprecian la lengua porque sus iglesias no creen
en ella hacer el mismo tipo de error como los de las iglesias oficiales tradicionalista que rechazan la idea de la
regeneración por el Espíritu en el momento del arrepentimiento y la fe, ya que contradice los dogmas de larga data de
la iglesia. La Biblia tiene que resolver el problema – no nuestras tradiciones, teologías y la falta de experiencia. Y la
Biblia dice, “procurad profetizar, y no impidáis el hablar en lenguas”. (1 Corintios 14:39).
Los creyentes de Efeso en Hechos 19 no eran los verdaderos cristianos en todo el sentido de la palabra cuando
Pablo les salió al encuentro. Sólo sabía que el bautismo de arrepentimiento de Juan. Ni siquiera sabía que había
dado un Espíritu Santo. Después de que Pablo les explicó acerca de Jesús “fueron bautizados en el nombre del
Señor Jesucristo. Y cuando Pablo les impuso las manos sobre ellos, el Espíritu Santo descendió sobre ellos, y
hablaban en lenguas, y profetizaban.” (Hechos 19:5,6). Aquí vemos que Pablo estaba interesado en la relación de los
discípulos con el Espíritu Santo. Les mostró su necesidad de ser bautizados en el agua y el Espíritu Santo. Una vez
más, hablar en lenguas es revelado han acompañado a este derramamiento inicial del Espíritu Santo sobre los
creyentes.
Para agregar el testimonio de las Escrituras, hay, dispersos a lo largo de la historia de la iglesia, y especialmente en
este siglo 20, hay miles y ahora decenas de millones de personas que han dado testimonio de haber recibido este
poder de Dios, algún tiempo después de su inicial conversión a Cristo.
En resumen, la Escritura muestra que el ser nacido de Dios no siempre sucede en el momento mismo que ser
bautizados en el Espíritu. La muestra, además, que la Escritura siempre es deseable y la voluntad de Dios para que
la gente se llena del Espíritu Santo de tal manera que se vistan con el poder de Dios y de hablar en otras lenguas.
(Efesios 5:18, 1 Corintios 14:5 a). Todo esto y mucho más se le promete al creyente que busca sinceramente una
relación de sumisión a la Palabra de Dios y al Espíritu Santo.
Propósito del Bautismo en el Espíritu
El propósito del Bautismo en el Espíritu Santo es múltiple. Que es derramada para que todos los 13 trabajos y los
propósitos del Espíritu Santo mencionados podría ser. El Espíritu Santo, por supuesto, será que quieren hacer estas
cosas en cada creyente, no sólo los que realmente bautizados en el Espíritu. Pero estas cosas son mucho más fácil y
naturalmente se dio cuenta de los que han sido bautizados en el Espíritu y hablar en lenguas. Para lograr sus
propósitos en la vida del creyente, el Espíritu Santo por lo general requiere la presentación voluntaria de los
creyentes. Debemos confiar en el Espíritu de Dios para guiarnos en nuestra lucha con el mundo, la carne y el diablo.
En resumen, el propósito del bautismo en el Espíritu Santo es que los hombres y las mujeres se convertirá no sólo los
hijos de Dios, sino hijos de Dios, como Jesús, el Hijo de Dios en la naturaleza, la santidad y el poder. El Bautismo en
el Espíritu Santo nos da las mismas posibilidades de relación con el Padre y el ministerio de energía como Jesús en
Su ministerio terrenal. Dios quiere que nos movamos en estas posibilidades. Las Escrituras hacen de esta la
intención de Dios resplandece en Escrituras tales como Juan 14:12 y Juan 17:22. Dios no espera que hagamos las
obras de Jesús y ser santos como Él es santo sin tener a nuestra disposición la misma medida del Espíritu Santo
como Jesús. Pero como Jesús, tenemos que ser totalmente dependiente de sumisión al Espíritu Santo, si queremos
que sus propósitos a través de nosotros para ser plenamente realizado. Por el bautismo en el Espíritu no es un
sustituto de las decisiones del día a día el creyente debe hacer para mantener a someterse a la voluntad revelada de
Dios.
El propósito principal del bautismo en el Espíritu Santo en esta vida es, pues, que nos dé más poder para demostrar
Cristo y ganarse a la gente a Él, para que puedan ser salvos. (Hechos 1:8). Todas las cosas en igualdad de
condiciones, el creyente bautizado en el Espíritu tendrá más éxito en la predicación del evangelio, porque el Espíritu
Santo es más libre para trabajar a través de él. El Espíritu Santo tiene muchas maneras de convencer a la gente. El
Espíritu Santo nos da poder para sanar a los enfermos y echar fuera demonios (Marcos 16:17,18) para que la gente
puede ver y saber que Jesús está vivo y que su salvación es real y hace una diferencia. Es mucho más fácil de llevar
a la gente a Cristo después de haber sido curado por el poder de Cristo por la imposición de las manos de los
creyentes llenos del Espíritu, por ejemplo. Con el Espíritu Santo obrando a través de muchos creyentes, hay
posibilidades en realidad mayor para la proclamación eficaz del Evangelio del Reino que había en los días de
ministerio terrenal de Jesús. El Bautismo en el Espíritu por tanto es un ingrediente esencial en el plan de Dios para
multiplicar el ministerio terrenal de Jesús de predicar, sanar y echar fuera demonios, para que Él puede tocar todo el
mundo con sus miles de millones de personas.
Hablar en lenguas – ¿Qué, Por qué, Cuándo?
“El hablar en lenguas” se refiere en general a hablar en lenguas desconocidas para la mente del hablante, por el
poder del Espíritu Santo. “Y fueron todos llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas según el
Espíritu les daba que hablasen.” (Hechos 2:4). Pueden ser lenguas de los hombres o de los ángeles (1 Corintios
13:1). Es algo que está sucediendo en nuestro tiempo también! (Lea la sección hacia el final de la conferencia – son
lenguas de hoy?) Hay muchos malentendidos que ver con el hablar en lenguas en muchas iglesias hoy en día. Por lo
tanto, es importante estudiar cuidadosamente todo lo que sigue en esta lección.
En ocasiones, los oyentes pueden entender lo que se dice (Hechos 2:8), pero generalmente no lo hacen (1 Corintios
14:11). El orador no habla con su mente o entendimiento, sino con su espíritu (1 Corintios 14:14). En el caso de las
lenguas inspiradas por el Espíritu Santo (no estamos tratando aquí con manifestaciones satánicas de lenguas), el
orador habla con palabras que el Espíritu Santo le dirija. En general, no habla a los hombres sino a Dios (1 Corintios
14:2), aunque Dios puede y debe dar mensajes en lenguas a las personas a través de altavoces que no saben lo que
están diciendo. En la mayoría de los casos, sin embargo, ese tipo de mensajes se requieren interpretación o que
carecen de valor para el oyente. (1 Corintios 14:9, 11, 27).
Existen tres tipos de lenguas:
(1) El orar en lenguas. Lenguas del hombre a Dios, para edificación privada, la oración y la alabanza a Dios, y los
mensajes en lenguas de Dios al hombre. Obviamente lenguas a Dios (1 Corintios 14:2) no requieren de
interpretación, ya que Dios entiende todos los idiomas.
(2) Las profecías en lenguas (con interpretación) (1 Corintios 14:5 – 9).
También hay mensajes en lenguas de Dios al hombre. Las lenguas que forman un mensaje a las personas requieren
una interpretación en la mayoría de los casos. Este tipo de lenguas es un don espiritual para la edificación de los
demás. Fue de este don y el ministerio que Pablo estaba hablando de cuando enseñó que no todos hablan en
lenguas (1 Corintios 12:28-30). En los versículos que hablan de los ministerios en la iglesia – no sobre el Bautismo en
el Espíritu Santo. De acuerdo con Marcos 16:17 todos pueden hablar en lenguas, en el sentido mencionado en 1
Corintios 14:2 – la oración en lenguas a Dios – véase el punto (1). Pero no todos los bautizados en el Espíritu Santo
profecía o dar mensajes en lenguas.
(3) Sin embargo, en el caso de que el orador está hablando por el espíritu de las palabras en un lenguaje humano
entendido por los oyentes, pero no por sí mismo, se puede decir que las lenguas son una señal para los incrédulos
(Hechos 2:8, 1 Corinthains 14:22). Este tipo de señal que está pasando a veces incluso en nuestros días.
Jesús dijo: “Y estas señales seguirán a los que creen:. En mi nombre expulsarán demonios, hablarán nuevas
lenguas” (Marcos 16:17). Hemos visto en el libro de los Hechos que esta promesa de hablar en lenguas se cumplió
en la vida de los creyentes cuando fueron bautizados en el Espíritu Santo. Aunque no todos los verdaderos cristianos
hoy en día hablar en lenguas, sin embargo, pueden, pueden y deben – cuando son bautizados en el Espíritu Santo!
Esta es la voluntad de Dios para todos los cristianos. Pablo dijo: “Me gustaría que todos hablaban en otras lenguas”
(1 Corintios 14:5) y “No impidáis el hablar en lenguas”. (1 Corintios 14:39) Algunos líderes cristianos disuadir a hablar
en lenguas, o incluso prohibir porque ellos enseñan que no es bíblica o no para hoy. ¿Quién o qué les da el derecho
a decir eso? ¿Quién le da a cualquier predicador el derecho de decir qué partes del Nuevo Testamento son y qué
partes no son relevantes para el creyente hoy? “Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para
redargüir, para corregir, para instruir en justicia, que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para
toda buena obra.” (2 Timoteo 3:16,17).
Orar en lenguas se puede hacer en cualquier lugar y casi en cualquier momento después de que son bautizados en
el Espíritu Santo. (1 Timoteo 2:8). Usted puede orar en lenguas durante el viaje, durante la lectura, mientras se
escucha, así como de rodillas en oración. Ahora vamos a considerar varias razones por las que es bueno para los
cristianos que gastar mucho de su tiempo orando en lenguas.
1. El que habla en una lengua desconocida le habla a Dios (1 Corintios 14:2). Es decir, que reza. Pero las oraciones
que se rezan ora con su espíritu en palabras dadas por el Espíritu Santo. Por tanto, estas oraciones serán eficaces
porque están de acuerdo con la voluntad de Dios.
2. Hablar en lenguas nos permite orar mucho. Dios dice: “Orad sin cesar”. (1 Tesalonicenses 5:17). Si bien hay
muchas formas de oración es genial tener la habilidad de orar en lenguas, en cualquier momento y sin gravar la
mente. La mente puede descansar o hacer otra cosa mientras que el espíritu ora. Esta capacidad nos ayudará a ser
“orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu” (Efesios 6:18), aun cuando nuestras mentes están
cansados y no sabemos cómo o qué orar. (Romanos 8:26-27)
3. Hablar en lenguas nos permite orar por las cosas y situaciones que no conocen. Hay un montón de cosas
importantes que están sucediendo o la amenaza de pasar en la vida que no conocen. Pero el orar en lenguas nos
ayuda a orar por estas cosas también – que los pasos de Dios y los cambios en estas cosas o las personas que no
conocen y, ciertamente, no saben cómo orar.
4. “El que habla en una lengua desconocida sí mismo se edifica”. (1 Corintios 14:4). Esto significa que el hablar en
lenguas se basa nuestra vida espiritual. Judas exhorta a los cristianos de la siguiente manera: “Pero vosotros,
amados, acumulando en vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, manteneos en la caridad de Dios.” (Judas
20,21). Mucho hablar en lenguas nos ayuda a ser plenamente consciente del hecho de que Dios vive en nosotros.
Hablar en lenguas por lo tanto fortalece nuestra relación con Dios que se traducirá en un mayor amor y la fe de ser
conocido en y por nosotros que nosotros de otra manera la experiencia.
5. Hablar en lenguas puede ser un regalo espiritual para ayudar a los demás, cuando se traduce. También nos ayuda
a capacitar a nuestro espíritu para escuchar la voz de Dios y para operar en los otros dones del Espíritu Santo (1
Corintios 12:8-10). Especialmente en la cultura occidental, que han sido entrenados a la base de todo nuestro hablar,
pensar y acciones en el razonamiento que podemos entender. Sin embargo, el lugar donde Dios nos habla a
nosotros primero está en nuestro espíritu. Nuestro espíritu es la parte de nosotros a través del cual se oye la voz de
Dios. No es a través de procesos racionales o la deducción de que llegamos a lo que Dios está diciendo. No llegar al
conocimiento experiencial de Dios a través de la filosofía (1 Corinthians1: 21), sino a través de la revelación por el
Espíritu Santo. Eso no quiere decir que Dios es ilógica o irracional, sino en que él trasciende el conocimiento natural y
nos trae el conocimiento extra que no pueden obtener por la razón natural. Al hablar en lenguas mucho y la
meditación de la Palabra de Dios, o esperando en silencio en la presencia de Dios, y por salir en la fe, vamos a
aprender a escuchar y obedecer la voz del Espíritu Santo.
6. Debemos imitar a Pablo (1 Corintios 11:1; Filipenses 4:9), que habla en lenguas más que todos los Corintios (1
Corintios 14:18), y fueron a una iglesia que se sentían orgullosos de sus dones y especialmente de hablar en
lenguas! La mayoría del pueblo de Dios con un ministerio de sanación significativos como John G. Lake o Smith
Wigglesworth declarar que el hablar en lenguas era una clave muy importante para su ministerio.
7. Hablar en lenguas refresca nuestro espíritu y nuestra mente. Isaías 28:11-12 habla de un descanso que nos viene
a los que aceptan la bendición de hablar en lenguas. Nuestra mente puede descansar mientras nosotros hablamos
en lenguas y podemos recibir el poder de Dios a través de ella que afecta a nuestra salud física postively también.
(Romanos 8:11).
8. Hablar en lenguas ayuda a Dios tomar el control de nuestras lenguas. Debemos someternos a Dios la lengua al
hablar en lenguas. Este es un buen hábito entrar, ya que la lengua es, por naturaleza, el miembro más rebelde de
nuestro cuerpo, el más peligroso y más difícil de controlar. (Santiago 3:8). Al hablar en lenguas mucho que aprender
a aquietar la mente y calmar la lengua de decir cosas malas y dañinas. En su lugar, formamos nuestra lengua para
hablar las cosas que son positivas y vivificante.
Por eso es importante para todo cristiano que habla mucho en lenguas, a fin de ser de la mayor utilidad a los demás y
con Dios en la obra del Reino de Dios.
LA PROMESA ES PARA USTED
En Hechos 2:39 Pedro dice: “Porque la promesa es para ustedes y sus hijos, y para todos los que están lejos, para
cuantos el Señor nuestro Dios llame a sí mismo.”
Podemos estar muy lejos a partir del día de Pentecostés, pero la promesa es para nosotros si Dios nos ha llamado a
sí mismo.
¿Qué es “la promesa”? Es el don del Espíritu Santo (Hechos 2:38).
“Y he aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad hasta que seáis
revestidos de poder desde lo alto.” (Lucas 24:49). Véase también Hechos 1:4.
Esta es la promesa registrada en Joel 2:28-32 y Hechos 2:17-21.
“Y será en los postreros días, dice Dios, que yo derramaré de mi Espíritu sobre toda la humanidad, y vuestros hijos y
vuestras hijas profetizarán, y vuestros jóvenes verán visiones y vuestros ancianos soñarán sueños ( Hechos 2:17).
Antes de “los últimos días” el Espíritu Santo fue derramado única salida a los funcionarios especialmente elegidos de
Dios, especialmente los profetas, sacerdotes y reyes. Pero ahora, la Biblia nos enseña, todos los cristianos son
sacerdotes reales (1 Pedro 2:9). El Espíritu Santo puede ser derramado sobre toda la humanidad (Hechos 2:17), por
lo que sin duda te incluye a ti. El plazo de aplicación de la promesa, los últimos días, es el tiempo entre la ascensión
de Cristo y la segunda venida. Los últimos días no se ha terminado como Hechos 2:19,20 aún no se han cumplido.
Por lo tanto la promesa sigue siendo plenamente aplicable a todos los creyentes de hoy.
Cómo recibir el Bautismo en el Espíritu Santo
Llegamos ahora a la cuestión muy importante – la forma de recibir la promesa del Padre, la forma de ser bautizados
en el Espíritu Santo. La palabra de Dios nos da las respuestas aquí.
Recuerde, si usted es un cristiano, usted tiene el Espíritu Santo ya (Romanos 8:9). La palabra “recibir” se usa en el
sentido de hacer un huésped bienvenido. El Espíritu Santo es santa, y también un caballero. No se de barcos en si no
lo quieres. Su poder está disponible gratuitamente para los que confiar y obedecer (Hechos 5:32).
No es esencial tener echaron mano a recibir el Espíritu Santo, pero es útil siempre y cuando el creyente que impone
las manos sobre la que se llena de espíritu y de buen carácter. Hay una impartición espiritual que viene con la
imposición de las manos. Vemos que la imposición de las manos mencionado en relación con la recepción del
Espíritu Santo en Hechos 8:17, Hechos 9:12 y Hechos 19:06. Es importante darse cuenta de que recibimos el
Espíritu Santo por la fe, y no sólo por la imposición de manos.
Esto es lo que tiene que suceder para que usted sea poderosamente llenos del Espíritu Santo.
ARREPENTIMIENTO (necesario para la salvación Ver Hechos 17:30;. Lucas 13:3, Hechos 2:38)
Examine usted mismo. Sea honesto consigo mismo y con Dios. Dios demanda el arrepentimiento profundo de todo
pecado conocido. La decisión de vivir para Dios de todo corazón. Confesar y abandonar sus pecados, confiando en
Jesús para el perdón (Prov. 28:13; 1 Juan 1:9). Si usted tiene falta de perdón en tu corazón hacia cualquier persona,
debe perdonar a esa persona (Marcos 11:25)
Renunciar al mal POWER
Si alguna vez incursionó en las religiones falsas o cualquier otra forma de lo oculto (incluyendo astrolgy), debe
renunciar a ese poder del mal ahora en el nombre de Jesús. Es a partir de Satanás y sus demonios.
Si tiene alguna duda sobre alguna práctica o costumbre entonces renunciar a eso también (Romanos 14:23). el poder
de Dios y el poder de demonio no se llevan bien!
Sed de Dios
Jesús explica en Juan 7:37,38 “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de
su interior correrán ríos de agua viva”.
El siguiente versículo nos dice que esto se refiere al Espíritu Santo.
Debemos tener un deseo de experimentar más en Dios para ser llenos del Espíritu. Cuanto más intenso es nuestro
deseo, el más poderoso que serán bautizados en el Espíritu Santo. Nunca debemos dejar de buscar a Dios. La fe
nace del deseo.
PREGUNTAR EN LA FE
Jesús dijo: “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre
celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan” (Lucas 11:13).
“Pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido” (Juan 16:24)
Podemos tener fe, porque sabemos por la Palabra de Dios de las promesas de este tipo. Véase también Hechos
2:17,38-39. Evidentemente, es la voluntad de Dios para mantener sus promesas.
BEBIDA
“Todos hemos estado dio a beber de un mismo Espíritu” (1 Corintios 12:13). En hebreo y en griego la palabra para
espíritu es el mismo que la palabra de aliento. Al llegar a Dios a ser bautizados en el Espíritu, a veces es útil después
de la oración a tomar unas cuantas respiraciones profundas en la fe, y por así decirlo, a la respiración en el Espíritu
Santo. Hay que venir con un corazón sediento de Jesús y beber. (Juan 7:37 – 39).
RECIBIR
Recibimos el Espíritu Santo como un don, no sobre la base de las obras, sino por “oír con fe” (Gálatas 3:5). No
recibimos por hacer las cosas hacia fuera, simplemente debemos creer que recibimos.
Marcos 11:24 “Por tanto os digo, todas las cosas por las que oréis y pidáis, creed que lo recibiréis, y os será
concedido.”
RENDIMIENTO DE DIOS
Como expresión de nuestra fe en la palabra de Dios, hemos de someternos; el control de nuestra lengua a Dios. Este
rendimiento es algo ACTIVO – Nosotros hacemos el habla, y el Espíritu Santo da a la lengua.
Pablo dice “Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi mente queda sin fruto” (1 Corintios
14:14).
Hechos 2:4 dice: “Y … comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen (Margen lee”
la capacidad de hablar “).
Usted debe comenzar a hablar, confiar en Dios para dar a la lengua. No se preocupe si usted entiende los sonidos
que hacen – que hará que los sonidos de acuerdo a la lengua que el Espíritu Santo le da.
Mantenga el hablar en lenguas, permitiendo que el Espíritu Santo para que inunde su espíritu, alma y cuerpo,
empapando que en su presencia. Seguir recibiendo hasta que esté absolutamente lleno del Espíritu Santo. Comience
a alabar a Dios en su nuevo idioma de Dios, dándole las gracias por lo que ha hecho!
Oración sugerida para pedir el bautismo en el Espíritu Santo
Querido Jesús, gracias por el regalo más maravilloso de todos – el don de la salvación. Señor, te prometí otro regalo
– el don del Espíritu Santo. Quiero todo lo que tienes para mí. Bautizo yo en el Espíritu Santo como lo hizo en los
días de la Iglesia Primitiva. Yo consagro mi vida a usted. Yo soy un creyente y le dijo Señor que los creyentes que
hablan en lenguas desconocidas (lenguas). Dame ahora este don de lenguas. Creo que han recibido el poder de
hacer lo que he pedido. ¡Gracias Jesús!
(Ahora se concentran en Jesús. El paso de la fe en este caso es abrir la boca y hacer sílabas que no entienda. Confía
en que el Espíritu Santo dentro de usted controlar lo que dicen y hacen en un lenguaje para la oración y la alabanza!
En realidad, que sucede cuando usted cree que lo suficiente como para actuar de esta manera.)
Algunas preguntas comunes
¿Es la lengua de hoy?
Sí, hoy multitudes experimentar el poder y la bendición de Dios, ya que hablar en otras lenguas (idiomas dada por el
Espíritu Santo). Dios nunca se ha retirado la lengua de la iglesia, pero gran parte se extinguió por la incredulidad, la
ignorancia y la apostasía – las características predominantes de la iglesia institucional durante cientos de años.
Sabemos lenguas, profecías y el conocimiento cesará cuando venga lo perfecto (es decir, Jesús viene de nuevo y el
Reino de Dios se manifiesta plenamente), pero luego se tragó en algo mucho mayor. (1 Corintios 13:82). Incluso los
hombres a lo largo de la historia de la iglesia y las mujeres han hablado en lenguas (por ejemplo, Charles Finney
(véase su autobiografía), el Huegenots y muchos otros grupos), pero esto ha sido en gran parte ignorados o
suprimidos hasta el siglo 20, donde Dios es la restauración de la verdad más bíblica.
Ciertamente, el nuevo Testamento no está actualizado. Tenemos que hablar en lenguas por las mismas razones que
la iglesia primitiva hizo. Si usted comienza con la suposición no demostrada de que lo sobrenatural
no es para hoy, grandes porciones de las Escrituras se vuelven irrelevantes, que describe un Dios, cuyas formas han
cambiado fundamentalmente. Pero toda la Escritura es rentable (2 Timoteo 3:16).
¿Cómo puedo saber la de Dios?
Sabemos sobre la base de la promesa de Dios en su Palabra. Dios es nuestro Padre. Si le pedimos algo bueno que
no nos va a dar algo sin valor que perder el tiempo, o aún peor, una falsificación demoníaca.
“Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en
los cielos dará buenas cosas a los que le pidan!” (Mateo 7:11). En Lucas 11:13 Jesús dice en forma idéntica que Dios
le dará el Espíritu Santo a los que piden. Es claro entonces que nuestro amoroso Padre quiere darnos lo que
pedimos, no es algo malo.
Pero no es amor la mejor manera?
Por supuesto el amor es el camino más excelente. Pero el amor no es un sustituto de los dones, ni la necesidad de
que el bautismo en el Espíritu Santo. “Perseguir el amor, el deseo y entusiasmo de los dones espirituales, pero sobre
todo que profeticéis.” (1 Corintios 14:1). la voluntad de Dios no es uno o el otro – pero ambos. Si tuviéramos que
elegir entre el amor y los regalos, por supuesto, debemos elegir el amor (1 Corintios 13:1), porque sin amor no somos
nada. Pero no hay nada que decir hay que elegir uno u otro. De hecho, toda nuestra práctica de los dones del
Espíritu Santo se debe hacer de una manera amorosa, con una motivación de amor por todo lo que hacemos.
El Bautismo en el Espíritu Santo debe llevarnos a recibir y mostrar un mayor grado de amor de Dios que de otro
modo sabría. Y el hablar en lenguas es una forma de orar en el Espíritu Santo que nos ayuda a mantenernos en el
amor de Dios.
Sed llenos del Espíritu continuamente.
Efesios 5:18 nos dice: “Y no os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución;. Antes bien sed llenos continuamente
con el Espíritu” El griego tiempo de llenado implica la idea de mantener en el momento de llenado. Se ha dicho que
se necesita sólo la consagración tanto permanezcan llenas con el Espíritu como lo hace para obtener llenos del
Espíritu o bautismo en el Espíritu en el primer lugar. Tal vez se necesita más.
En cualquier caso, el bautismo en el Espíritu Santo es una introducción al reino del Espíritu Santo. Tenemos que
seguir “caminando por el Espíritu”, y así, “no cumplir con los deseos de la carne”. Es posible comenzar en el Espíritu
y luego “caer de la gracia” (Gálatas 3:3, 5:4). Esto sucede si volvemos a la ley e ignorar la guía del Espíritu Santo.
Por lo tanto, no debe convertirse en orgulloso y satisfecho de sí mismo con la idea de que hemos sido bautizados en
el Espíritu Santo, pero debemos humillarnos constantemente, negar la carne y ser guiados por el Espíritu día a día
(Lucas 9:23).
El Espíritu Santo quiere que meditar en la Palabra y en las cosas buenas (Filipenses 4:8). No nos lo afligen. Seamos
obedientes a él. Vamos a hablar con él y continuar en una relación maravillosa con él. A continuación, los efectos del
Bautismo en el Espíritu Santo se logrará en nuestras vidas. Sería bueno volver a leer esta lección y meditar más
sobre lo que el Espíritu Santo quiere hacer en nosotros,

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