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Algunas de las compañías más exitosas de nuestro tiempo operan en sectores de bajo
crecimiento y de una moderada rentabilidad, aplicando estrategias no particularmente
originales. La razón de su extraordinario éxito es la atención que prestan a los detalles
asociados con la implantación estratégica. Por ejemplo, una de las razones de que
McDonald’s continúe creciendo y siendo rentable en un momento en el que otras cadenas
de comida rápida están en declive, es que ofrece un servicio rápido y fiable, comedores y
áreas de servicio limpias y empleados atentos y amables.
El patrón colectivo de las decisiones y acciones adoptadas hoy por los empleados
responsables de las actividades generadoras de valor crea estrategias funcionales que
sirven de guía al crecimiento y a las estrategias competitivas de la empresa.
Las responsabilidades y patrones de decisión articulados por las distintas funciones de la
empresa son los siguientes:
Estrategia de marketing
La función principal de los empleados del área de marketing es ampliar el entorno
en el que se conoce la organización e interactuar con grupos de interés externos
como clientes y competidores. El área de marketing es la encargada de obtener
información esencial sobre las necesidades de los nuevos clientes, las demandas
previstas, las acciones de los competidores y las nuevas oportunidades para que
sirvan de motor a los planes de desarrollo continuo, a la expansión de la capacidad
y de la mano de obra, a las nuevas tecnologías y a los nuevos productos y servicios.
Para apoyar la estrategia de crecimiento, el marketing identifica nuevos clientes
potenciales, propone oportunidades de negocio, diseña campañas publicitarias y
promocionales, organiza canales de distribución y crea políticas de precios y
servicios de atención al cliente que ayudan a posicionar los productos de la
compañía para los grupos de clientes adecuados.
Estrategia operativa
La estrategia operativa emerge del patrón de decisiones articulado dentro de la
empresa en torno a las operaciones de productos y servicios. La tarea de los
directivos es gestionar una organización de operaciones que pueda crear los
productos y servicios con los que la empresa pueda contar para competir en el
mercado. Siguiendo a Hayes y Wheelwright (1984), una unidad de operaciones
eficaz «no es necesariamente aquella que promete la máxima eficacia o la
perfección tecnológica, sino la que se ajuste a las necesidades de la empresa, la
que lucha por adaptar su capacidad y sus políticas con las ventajas competitivas
que se persiguen».
Todas las estrategias afectan directamente a la operativa de la empresa:
Las estrategias de crecimiento ejercen cierta presión sobre los sistemas y
procedimientos utilizados para programar los pedidos de los clientes,
planificar los acuerdos de trabajo de los empleados, pedir materias primas
y gestionar inventarios.
Las estrategias de racionalización de gastos se dirigen normalmente a las
actividades operativas en primer lugar: los empleados de línea son
despedidos, los equipos se detienen y las plantas (oficinas y tiendas) se
cierran.
Las estrategias de diferenciación basadas en la flexibilidad y en un servicio
de alta calidad requieren a menudo mano de obra flexible y temporal,
acuerdos especiales con proveedores y un alto nivel de formación para
empleados.
LA CURVA DE CRECIMIENTO
V
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N
T
A
S
D
E
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TIEMPO