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1. CONCEPTO BASICO:
La construcción con este material, además de ser de sencilla y económica, presenta otras
muchas ventajas que la hacen atractiva para lograr viviendas ambientalmente responsables.
Se trata este de un material que se ha usado desde hace milenios (como poco desde entorno
a los 8.000 años a. c.) en diversas partes del mundo donde se daban las condiciones para ello.
Aún hoy día es ampliamente usada en muchas partes del mundo.
En las últimas décadas, este material ha sufrido un injusto descrédito ante la llegada de los
materiales de construcción industrial pasando a considerarse como arcaico. Afortunadamente
en la actualidad vuelve a renacer un interés en esta técnica constructiva a raíz de sus
magníficas propiedades para conseguir unas edificaciones medioambientalmente más
responsables.
La materia prima esencial para la fabricación tanto del adobe como de la tapia son elementos
presentes en la tierra tales como la arena y las arcillas a los que se les agrega agua para hacer
un barro moldeable. También se pueden añadir otros elementos tales como la paja, ramas o
incluso estiércol para aumentar su cohesión. Será la diferente técnica empleada para darle la
forma final al barro la que determine las diferencias entre el adobe y el tapial
Los adobes son bloques de barro elaborados con un molde, de un tamaño un poco mayor al
de un ladrillo. Para conformar muros, se apilan los adobes de la misma forma como se hace
con los ladrillos y para unirlos entre si se
usa arcilla o cal y arena.
Existen diferentes técnicas para trabajar la tierra cruda, y la mayoría de ellas son técnicas
ancestrales que se han mantenido con pequeños cambios desde la antigüedad hasta nuestros
días, aunque otras son aportaciones modernas. A menudo están fuertemente relacionadas con
las costumbres locales, la climatología del lugar y las características de la tierra disponible.
Las técnicas principales son el tapial, los adobes, el cob, los bloques de tierra compactada o
las bolsas de tierra. También hay algunas técnicas básicamente de carácter provisional y de
menor calidad, como las bolas de tierra o el sod.
El cob es la construcción de casas de tierra mediante una mezcla de tierra, agua y paja sin
darle ninguna forma concreta. Es originaria de Gran Bretaña, aunque se hallan ejemplos por
todo el mundo, y resulta especialmente adecuada en zonas lluviosas.
Reivindicar la construcción con tierra en otros casos no tiene como objetivo la innovación,
la cooperación y ayuda al desarrollo o la recuperación de una técnica ancestral, sino
simplemente la restauración correcta de las construcciones ya existentes. En muchos lugares,
donde la construcción con tierra es tradicional, tanto las construcciones más populares, como
casas y establos, como las iglesias o palacios se realizaban con tierra del lugar. No es poco
habitual que este patrimonio, deteriorado por el paso de los años, se rehabilite con materiales
ajenos a los que incluían inicialmente, como morteros de cemento en vez de revocos de barro.
En este caso, por ejemplo, destacaría el hecho que los cementos no poseen la flexibilidad de
la tierra ni su capacidad para permitir el paso del vapor de agua, de modo que las edificaciones
restauradas sufren grietas y humedades, además de romper los valores estéticos originales.
5. VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LA CONSTRUCCIÓN CON TIERRA
CRUDA
La tierra cruda presenta una serie de importantes ventajas con respecto a los materiales de
construcción industrial más usados actualmente, entre ellas destacamos:
Gran capacidad como aislante térmico: El material del que está constituido el adobe
y el tapial es un buen aislante térmico. El interior de una casa construida con este
material requerirá un uso mucho menor de sistemas de climatización que en una
convencional de materiales industriales. Las casas construidas con barro resultan
frescas en verano y cálidas en invierno logrando fácilmente un agradable bienestar
térmico. El coeficiente de conductividad térmica del adobe es de 0.25 W/m ºC siendo
el del ladrillo de 0.85W/mºC y el del hormigón/concreto de 1.50 W/mºC
Gran capacidad como aislante sonoro: El adobe y el tapial resultan ser también muy
buenos aislantes acústicos. Las viviendas construidas con tierra cruda quedan más
aisladas de los ruidos exteriores, resultando más silenciosas que otras construidas con
materiales industriales convencionales. Por otro lado, su superficie irregular difumina
el ruido producido del interior de las viviendas, lo que evita las reverberaciones y
propicia un interior más silencioso y agradable
Ahorro energético en climatización: La capacidad de aislante térmico de los muros
construidos con tierra reduce o incluso evita el uso de sistemas de climatización, lo
que supone un ahorro económico, energético y de emisiones de Co2 muy importante.
Una vivienda construida en adobe o tapial en países fríos y que contase con alguna
técnica ecológica de climatización, como por ejemplo la energía solar pasiva, podría
llegar a prescindir totalmente de sistemas de calefacción que consuman combustibles.
Fabricación de bajo impacto ambiental: Para la fabricación y procesado de los adobes
o para la conformación de los muros de tapia, se emplea mucha menos energía que la
necesaria para fabricar otros materiales convencionales. Para la fabricación de
ladrillos o de bloques de hormigón, así como de los cementos, se recurre a la quema
de combustibles fósiles para obtener las altas temperaturas necesarias en su procesado
industrial. En cambio, el adobe y el tapial se puede fabricar a mano y dejar secar al
Sol. El adobe requiere una energía de 2000 BTU para fabricarse, (siendo la mayoría
de las ocasiones toda ella de origen renovable, limpio y natural), mientras que el
ladrillo necesita 15 veces más energía (30.000 BTU), siendo necesario además en su
fabricación la quema de combustibles que emiten Co2.
Reintegración a la naturaleza: El adobe y el tapial, por estar constituidos materiales
locales y presentes naturalmente en el medio, pueden tener una reintegración total a
la naturaleza una vez que el edificio ya ha pasado su vida útil. En cambio, el ladrillo,
el hormigón/concreto y el cemento no se reintegran a la naturaleza una vez que el
edificio a perdido su función, quedando como escombros y provocando un impacto
ambiental mucho mayor
Resistencia del material: Aunque la resistencia de estos materiales puede ser inferior
a otros industriales existentes como el ladrillo, a escala humana resulta suficiente. Un
edificio de adobe y tapial correctamente construido y mantenido puede llegar a
superar fácilmente los 100 años de vida útil en buen estado. En teoría y con el
mantenimiento adecuado, un edificio de adobe podría resistir de manera indefinida.
Resistencia al fuego: Debido a su naturaleza físico-química, la tierra cruda presenta
una gran estabilidad y resistencia al fuego, resultando está claramente superior a otros
industriales como el acero y el ladrillo.
Posibilidad de autoconstrucción: Este material, al encontrarse de forma natural en el
terreno y al contar con un proceso de fabricación sencillo que no requiere equipo
complejo, puede fabricarse de manera manual sin mucha complicación. Este hecho,
unido a lo relativamente sencillo de su proceso constructivo, lo hace accesible para
auto constructores. No en vano, el adobe y el tapial, han sido materiales
tradicionalmente usados en autoconstrucción por miles de años en muchos lugares
del mundo. El adobe y el tapial cuenta no obstante con algunas desventajas con
respecto a otras técnicas constructivas que conviene conocer.
Limitación en altura: La construcción con tierra cruda, debido a la resistencia del
material, limita a dos alturas el número de pisos con que se puede construir un edificio
Vulnerabilidad ante el agua: El agua produce sobre el adobe y el tapial, un efecto
erosivo similar al ejercido sobre el suelo sin vegetación. No obstante, existen diversas
técnicas que la cultura popular ha desarrollado en diferentes partes del mundo para
solventar este problema. Para evitar el efecto negativo del agua de lluvia que se
acumula en el suelo en momentos de precipitación intensa, los edificios construidos
con tierra se sustentan sobre cimientos de piedra (o de cualquier otro material
resistente al agua, hasta una altura en la que el agua no pueda llegar a ella. Para los
casos de lluvia racheada (que
cae con cierta inclinación por
acción del viento) existen
otras soluciones como
colocar aleros o recubrir el
muro con una capa de cal. En
México una técnica ancestral
de origen prehispánico
consiste en recubrir las
paredes de adobe o tapial con
una mezcla de baba del nopal
(conocida en otros sitios
como chumbera o tunera) y
cal para dotarla de capacidad
impermeable.
Debilidad sísmica: Debido a
la naturaleza mecánica del
material, las estructuras de
adobe y de tapial son vulnerables al efecto de los temblores y de los terremotos.
Existen no obstante técnicas constructivas de sencillo desarrollo que permiten a este
tipo de edificios ser resistentes a estos fenómenos naturales. Diseñar la planta de la
casa de forma ortogonal, dotarla de cubiertas ligeras y rígidas o una corta longitud de
los muros son algunos de los procedimientos que hace que los edificios con tierra
cruda sean resistentes a los sismos.
6. EL BARRO, UN SISTEMA DE CONSTRUCCIÓN ECOLÓGICO POR
EXCELENCIA
Cuando la humanidad empezó a edificar eligió la tierra cruda como material predilecto. Si
no queda rastro de esas ciudades y construcciones es precisamente porque necesitan un cierto
cuidado y mantenimiento: el día que los habitantes deciden abandonar el hogar y su lustral
restauración, al cabo de unos (muchos) años la construcción tenderá a desaparecer. Volverá
a formar parte de Madre tierra, reciclándose en
pradera, huerta, vasija de terracota, o bien otra
vez en una construcción, tal como ocurre en
Mali, África, donde el mismo barro, caído al
suelo con las lluvias, es luego reintegrado a la
masa de encalado. En una celebración anual
todo el pueblo se encarga de relucir los muros
de la Mezquita de Djené. Obra colectiva que se
repite desde hace un sinfín de generaciones. El
material se convierte sagrado y el trabajo en
una reunión de alegría.
7. DESDE EL PUNTO DE VISTA AMBIENTALISTA EL BARRO TIENE
MUCHAS VENTAJAS
Suele ser un material local, muy barato, vendido al precio del escombro, si es que por poca
suerte no se encontró en el mismo sitio de la edificación. Su facilidad para extraerlo,
prepararlo y utilizarlo favorece los proyectos de auto-construcción.
Sin embargo, hay que reconocer que este sistema de arquitectura es hambriento de mano de
obra. Una tradición que nos viene de la noche de los tiempos, donde estaba integrado el
concepto de la participación voluntaria. Aunque la puesta en obra pida ciertos requisitos, a
veces muy diferentes de la construcción convencional, es en sí mismo un sistema de
edificación sencillo. Es muy fiable como barrera térmica y acústica, igual que en su
resistencia al fuego, resistente a los cambios bruscos de temperatura, al pasaje del tiempo. Es
más débil frente a los golpes mecánicos, los roces de animales, a problemas graves de
fontanería ocultos en los muros o a una concepción inadecuada del techo y de sus aguas de
lluvia.
Otra ventaja, es sin duda, el ambiente cálido que crea, además de su color natural de acabado,
aunque más difícil de medir científicamente, se nota apenas pasar la puerta.
8. CONCEPTO BASICO TAPIAL