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Profesora: Ana Cano Ramírez
Año Académico: 2005/06
Tema 4:
INDICE
1. Introducción
2. Principios metodológicos:
- Principio de proximidad
- Principio de voluntariedad
- Principio de la autonomía cultural
- Principio de la afirmación de la identidad cultural
5. La gestión de proyectos.
5.1. Algunas técnicas y herramientas
- La delegación
- DAFO
- El uso del teléfono
- La lista de tareas
- Diagrama de Gantt
Bibliografía.-
Anexos.-
I. Hoja de seguimiento parcial y hoja de seguimiento global (Ventosa)
II. Modelos Cero y Uno (Cembranos)
El tema parte de una de las múltiples acepciones del término “método”, limitándonos a
entenderlo como el conjunto de operaciones o actividades que, dentro de un proceso
preestablecido, se realizan de una manera sistemática para conocer y actuar sobre la realidad
social.
En el contexto de la Animación Sociocultural, la metodología del proceso de
intervención implica consideraciones relacionadas con las cuatro dimensiones fundamentales:
el estudio de la realidad, de sus problemas, necesidades, recursos y conflictos (investigación-
diagnóstico); la programación de actividades (planificación de la intervención y de la
evaluación); la intervención propiamente dicha; la evaluación (de los tres pasos anteriores), y
que citaremos sin que profundicemos en exceso sobre esta materia, pues el alumnado cuenta
con la asignatura Metodología de Intervención Social, que sobradamente lo forma en ésta.
A continuación, dado el objetivo final de la animación social, que es generar procesos
participativos, se dedicará un apartado a descubrir las distintas fases que necesariamente se
han de atravesar para alcanzar finalmente el objetivo, ya que la participación ha de entenderse
como un proceso.
Y, para finalizar el tema, y con relación a la gestión de proyectos, se proponen algunas
técnicas que posibilitan alcanzar un mejor rendimiento y calidad al trabajo que se está
realizando.
1. INTRODUCCIÓN
Ya en la presentación del tema señalamos los cuatro niveles de actuación los cuales no
deben entenderse como una secuencia rígida de etapas compartimentalizadas, sino más bien
como una guía operativa que, al adaptarse a la dinámica de la realidad social, habrá
necesariamente, por una parte, de pensarse interactivamente y, por otra, de contar con la
participación del grupo o comunidad de referencia.
Para el estudio de la realidad, de sus problemas, necesidades, recursos o conflictos, no
puede decirse que haya procedimientos específicos en el marco de la Animación
Sociocultural, recurriéndose a los mismos que utiliza la sociología, el trabajo social, la
educación, etc.
Las técnicas de programación y de evaluación tampoco son privativas de la
metodología de intervención del animador sociocultural.
Sí puede considerarse que existe una mayor especificidad en los procedimientos y
técnicas de la intervención propiamente dicha, que si bien tampoco con exclusivas del
animador sociocultural lo son de alguna manera de todas aquellas actuaciones que tienen
como referente el marco social.
Será por tanto el proceso de intervención, con el estudio previo de la realidad sobre la
que pretende intervenir y la subsiguiente planificación o programación de la actividad a
realizar, lo que conforma el proceso metodológico de animación sociocultural. Proceso que
requiere una integración plena entre las distintas fases, que sólo puede venir dada por la
necesaria estrategia evaluativa incorporada al mismo proceso, en tanto que significa la
revisión crítica de las acciones pasadas con la finalidad de constatar, en términos de
aprobación o desaprobación, los progresos alcanzados en el plan propuesto y realizar
consecuentemente las modificaciones necesarias respecto a las actividades futuras.
Avanzando sobre los métodos y técnicas de actuación, recordemos que si el objetivo
básico de la animación es el de generar procesos de participación de la gente, su metodología
debe ser acorde y derivada de ese propósito, o sea, debe ser participativa. Existe un acuerdo
bastante generalizado de que los métodos y técnicas propias y específicas de la animación
deben apoyarse en una pedagogía participativa. Otros la denominan pedagogía no directiva, a
lo que Ander-Egg (2000) realiza algunas objeciones. Éste manifiesta su desacuerdo con esta
última denominación:
... por dos razones: ante todo porque toda forma de intervención social,
pedagógica o cultural, por su misma naturaleza implica una intencionalidad y
esto significa directividad (que no hay que confundir con manipulación); en
segundo lugar, porque en algunos casos al asumirse lo que se llama un “estilo
no directivo”, esto deriva en posturas espontaneístas, dejando a la gente
librada a lo que buenamente quiere o puede hacer, partiendo de un supuesto
harto discutible en el sentido de que “todo vale igual”.
Aunque parezca obvio, en razón de las incoherencias que se suelen dar en la práctica,
debemos señalar la necesidad de hacer coherente la metodología con sus objetivos; y esto no
es accesorio, sino sustancial. El modo de ser y de trabajar del animador, y las actividades
propias de la animación, deben estar impregnadas con un espíritu y estilo participativo.
En este punto, el principio operativo en que se apoya la animación es en el que la
modalidad propia de realizar estos programas sea participativa y, a la vez, produzca un efecto
multiplicador que amplíe los procesos de participación de la gente.
Sin embargo, con todo lo dicho, debemos saber que no existe ningún método da acción
ni técnicas de actuación que se puedan aplicar siempre y en todas las circunstancias; es
necesario adecuarlos en cada caso concreto. Esta necesidad de contextualizar la aplicación de
los métodos es válida para todas las formas de intervención social. Tiene particular
significado para la animación, habida cuenta de que el estilo de trabajo propio de la misma
procura siempre la inserción en el proceso que vive la gente. El animador debe llevar a cabo
sus actividades, como parte e inserto en ese proceso.
En este esfuerzo o capacidad de adecuación, la sensibilidad y flexibilidad del
animador juega un papel fundamental; estas cualidades le permiten percibir y detectar “lo
existente” o “situación ambiental” en cada circunstancia. Como criterio operativo de
adecuación, y para ayudar al desarrollo de su flexibilidad y sensibilidad, se considera
importantes tener en cuenta dos realidades que se dan en todo grupo o colectivo:
a) La práctica de la gente: lo que hace o lo que deja de hacer, sus círculos o centros
de interés, sus preocupaciones o inquietudes y, sus experiencias en la vida real.
b) El nivel de conciencia real que tiene la gente que participa en estas actividades;
esto es lo que posee un individuo o grupo en un momento dado,
independientemente de la adecuación de la misma a sus condiciones de
existencia.
2. PRINCIPIOS METODOLÓGICOS
Es una realidad hoy en día que las formas de intervención desde la animación están en
continua redefinición. Ander-Egg (2000) con este mismo propósito, nos ofrece una obra
reelaborada y actualizada donde trata de explicarnos acerca de la metodología y práctica de la
animación sociocultural. De entre su contenido se puede extraer a modo de principios
metodológicos los que a continuación se presentan y que deben servir de guía básica que
debemos respetar cuando nos propongamos desarrollar un proyecto de animación.
a) Principio de proximidad. La selección de los espacios o ámbitos para la realización de
actividades y la creación de estructuras de convivencia, aplica el principio metódico de la
proximidad. Este principio operativo tiene una doble dimensión: las actividades hay que
realizarlas en el lugar más cercano a donde está la gente destinataria y, además, deben
estar vinculadas a las experiencias y prácticas de esa misma gente. Ambos aspectos están
relacionados y articulados, ya que la experiencia y la cercanía vital ayudan a que lo que se
hace como actividad de animación, se convierta en auténticas vivencias y sirva para crear
estructuras o ámbitos de convivencia.
En principio, siempre que sea posible, se han de escoger lugares que tienen significación
en la vida social o comunitaria del grupo destinatario. Ya sean asociaciones de vecinos,
clubes, cooperativas, asociaciones de padres de alumnos, asociaciones culturales, centros
sociales, etc. De ahí que lo ordinario sea que estas actividades se realicen fuera de las
instituciones educativas y de los equipamientos culturales tradicionales, que tampoco hay
que desecharlos, sino hacerlos accesibles a sectores que antes no los aprovechaban.
Muy ligado con esto se encuentra lo referente a la descentralización de la infraestructura y
equipamiento, y la desburocratización de la acción social, educativa y cultural.
b) Principio de voluntariedad. Siguiendo con lo hasta ahora dicho, de que las actividades
específicas deben derivarse de las necesidades de los propios interesados, de ello resulta,
como es obvio, el carácter voluntario de la participación. Pero, además de voluntarias, son
abiertas a todos, cualquiera sea el sexo, edad u ocupación, aunque en cada programa o
actividades pueda existir una cierta especificidad en la oferta que se hace según sean los
colonización de los grupos dominantes. Se trata de una afirmación que parte del
conocimiento, respeto y valor de lo ajeno.
Ajuste Interpretación
Alternativas
1
Otras posibilidades que ofrece la propuesta de Cembranos viene dado por su flexibilidad, permitiendo analizar
la realidad partiendo de cualquiera de los momentos citados.
Al planificar la acción...
5. CÓMO se dirige la acción
Decidir, por un lado, las actividades y tareas de animación sociocultural que se
desprenden de la acción/es elegida/s, éstas son variadas y múltiples, pero podrían
resumirse y clasificarse en cinco grandes sectores: de formación, difusión, artísticas (no
profesionales), lúdicas y sociales. Por otro lado, hay que decidir sobre la metodología de
trabajo que se va a utilizar. Y, un tercer aspecto que tendrá que resolverse será la
organización más conveniente para el proyecto en marcha.
6. CON QUIÉN se va a contar
Determinar qué recursos humanos van a ser necesarios: equipo de coordinación, equipos
de apoyo, colaboradores. Habrá que fijar igualmente la relación entre todos ellos y
distribuir responsabilidades. Dentro de un programa o de actividades de animación,
existen personas responsables de animar la acción sociocultural. Quienes realizan estas
tareas no deben actuar como líderes, ni dirigentes, ni representantes de la cultura, sino
simplemente animadores.
7. CON QUÉ se va a realizar la acción
Se trata ahora de recursos materiales, técnicos, naturales, institucionales y económicos;
habrá que saber cuáles son los necesarios y cuáles se tiene ya.
De manera genérica hay que distinguir una serie de variables a tener en cuenta tanto
para la planificación como para la intervención que pretendamos realizar.
a) Según el nivel o ámbito de intervención, nos podemos encontrar con un tipo de
intervención:
- Interpersonal: cuando la acción se desarrolla de manera individualizada con arreglo a la
problemática o características específicas de cada destinatario.
- Intragrupal: la acción se aborda desde dentro del propio grupo destinatario, bien de
manera colectiva o desde la implicación preponderante de alguno de sus miembros.
- Intergrupal: en este caso los beneficiarios del programa son varios grupos a la vez de una
misma institución o población.
- Territorial: constituye el ámbito más amplio de intervención y corresponde a la que abarca
grupos o colectivos pertenecientes a su vez a diversos núcleos poblacionales.
Otros autores siguiendo la variable ámbito de intervención señala dos grandes grupos:
- A corto plazo: un proyecto a corto plazo se puede considerar aquel que tenga una
proyección de entre 1 y 6 meses. Se refiere a una intervención puntual y concreta aunque
siempre se debe plantear como un punto de arranque para establecer posteriores líneas de
continuidad a través de proyectos a medio y largo plazo.
- A medio plazo: se puede considerar cuando su proyección está entre los 6 meses y 2 ó 3
años. Supone una propuesta de establecimiento de un servicio estable de animación. Se
concreta con proyectos a corto plazo y sirve de puente para establecer proyectos a largo
plazo.
- A largo plazo: son proyectos con una proyección superior a 3 años. Suponen la
institucionalización de un servicio de animación, bien mediante la creación de un
equipamiento, dotación de personal fijo o institucionalización de las actividades.
Generalmente vienen precedidos de proyectos a medio plazo que sientan las bases para la
planificación a largo plazo. Una vez establecidos son generadores de proyectos a corto y
medio plazo que los complementan.
SALIDA
CONSOLIDACIÓN
ACCIÓN COORDINACIÓN
FORMACIÓN ORGANIZACIÓN
MOTIVACIÓN
INFORMACIÓN PARTICIPACIÓN
DIAGNÓSTICO
ENTRADA
En cualquiera de los casos, la puesta en práctica de la animación social, exige poner
atención a algunos aspectos que se citarán brevemente aquí. Uno de ellos será la puesta en
escena de una fase inicial dirigida a la sensibilización y motivación. Las tareas dirigidas a tal
fin son una especie de disparador o impulso inicial para la animación. Su propósito básico es
el de crear un clima capaz de suscitar el interés de la gente, para que participe en actividades
socioculturales. En esta primera fase, lo que se intenta es superar la apatía frente a las
actividades culturales y sociales. Para ello hay que crear una valoración positiva de lo cultural
y de la participación en la vida asociativa como forma de afrontar problemas comunes. Poco
se puede hacer si la gente no comprende que “cultivarse” no es una tarea ajena a la vida, y que
el trabajo social –entendido el término en sentido amplio- es una tarea propia de toda persona
por el solo hecho de vivir en sociedad. Esta actividad es tendente a hacer tomar conciencia un
público determinado por una realidad que le concierne y de despertar un determinado interés
por la cultura, esta labor supone saber conectar con los centros de interés de la gente y realizar
un proceso para que los involucrados en estos programas se informen, se sitúen y tomen
posición.
Una vez realizada la tarea de sensibilización/motivación, o bien durante la realización
de la misma, hay que ir detectando las minorías activas y los grupos de incidencia, se trata
aquí de detectar aquellos ciudadanos que por sus inquietudes, intereses, situaciones,
reocupaciones, actividades, etc., inciden e manera significativa en los procesos y en la vida
social y cultural de un colectivo o sector social, o en el conjunto de la comunidad.
Una vez detectadas las minorías activas o grupo de incidencia, hay que tomar
contacto de una manera formal con las personas, grupos o asociaciones las que pertenecen.
Establecido el contacto, antes de encontrarse con la gente, hay que preparar
adecuadamente las propuestas que se realizarán y las diferentes alternativas que se ofrecerán,
siempre con gran flexibilidad, pues las propuestas tienen que presentarse como un borrador
“tentativo” que sólo constituye un punto de partida. A partir de estas propuestas, se llevan a
cabo las negociaciones con el fin de establecer el tipo y grado de implicación de la gente, del
grupo o asociación.
Por otro lado, no basta con que la gente esté motivada y sensibilizada, es necesario
incentivar y hacer eficaz esa participación mediante la capacitación de aquellos que están en
condiciones de colaborar más activamente y también de aquellos que quieran participar. Esta
capacitación consiste en proporcionar a la gente –especialmente a la más implicada- los
conocimientos, métodos, técnicas y procedimientos de actuación necesarios para llevar a cabo
una acción social eficaz. No se trata aquí de formar animadores, sino de capacitar para la
animación.
Detectados los grupos de incidencia, se puede tener una oferta generalizada de cursos,
talleres y seminarios, que no son aquellos que suelen ofrecerse como actividades propias de la
animación, sino como forma de prepararse la promoción y organización de las actividades de
animación2. La animación sociocultural presupone la capacitación de la mayor cantidad
posible de personas dentro de la gente involucrada, y de lo que se trata es de formar y
potenciar a los líderes naturales, a las minorías activas, a los que se ofrecen como animadores
voluntarios y a la gente en general. Se trata de que toda persona, por la actividad que lleva a
cabo o por su actuación, sea capaz de motivar y movilizar a otros, sea capaz de proveer la
participación de aquellos ciudadanos o sectores sociales no activos en la vida comunitaria.
Llegados a este punto debemos señalar una de las tareas que ocuparan constantemente
nuestro quehacer, indistintamente al momento o fase que esté transcurriendo. Se trata del
seguimiento de grupos como parte de la labor que desarrollaremos. Esta labor la realizamos
tanto en la vertiente interna (intragrupal) como externa (intergrupal).
Lo primero que hemos de preguntarnos es por qué es importante realizar un
seguimiento al trabajo de un grupo en torno a un proyecto sociocultural. A este respecto,
debemos recordar que la intervención socioeducatriva con personas y grupos es difícil y lento
2
Técnicas instrumentales dirigidas a aumentar la eficacia de las actividades a realizar en esta fase formativa,
para impulsar y organizar actividades socioculturales desde la propia gente pueden ser: técnicas de trabajo con
grupos, de comunicación social, de comunicación oral, para el estudio y conocimiento de la realidad, de
programación de actividades, de organización y administración.
+ SEGUIMIENTO -
Acompañamiento Acompañamiento Acompañamiento
Permanente Periódico Puntual
(Afectivo-relacional) (Organizativo-formativo) (Consultivo)
Madurez
Grupal
Crecimiento
grupal
Iniciación
grupal
- AUTONOMÍA GRUPAL +
El esquema ilustra la pauta básica que guía a la estrategia del seguimiento a un grupo.
En términos generales, podemos afirmar que cuanto menor es el grado de rodaje en un grupo,
menor es su autonomía y, por tanto requiere de mayores dosis de seguimiento.
3
A) Se anexan modelos de hojas seguimiento parcial y hoja de seguimiento global, como herramientas de
trabajo útiles para el animador, a la hora de realizar el seguimiento de un grupo a través de sus actividades.
- Hoja de seguimiento parcial: utilizada para controlar el funcionamiento de un grupo, actividad por actividad.
Dirigida al animador de base o monitor de grupo.
- Hoja de seguimiento global: para el seguimiento de períodos más amplios o conjuntos de actividades.
Permite una visión más general y espaciada de la marcha de un grupo. Normalmente la ha de utilizar el
coordinador del equipo de animación.
B) Dentro de este apartado referido a la intervención, se anexa copia de los “modelos cero y uno” propuestos por
Cembranos, basándose en la existencia o ausencia inicial de un grupo de trabajo. El autor nos señala qué proceso
básico se debe seguir con el propósito de alcanzar la configuración de grupos organizados y estables.
La información
Estamos inundados de información en tal medida que ya no sabemos ni podemos
distinguir entre lo realmente importante y lo que no lo es.
mejor (pizarra, paneles, transparencias, ...); Sesiones informativas para explicar; Exposiciones
fotográficas; El intercambio de experiencias con instituciones afines; Recopilar revistas y
boletines de otras organizaciones; Técnicas de investigación social: observación, entrevistas,
cuestionarios, recopilación documental, etc. (para el conocimiento de la realidad)
Decir en primer lugar que la información requiere un trabajo constante y permanente;
la constante labor informativa como parte esencial estable de la intervención comunitaria
implica que en el equipo de intervención tendrá que darse una organización, tendrá que
dedicar tiempo, trabajo y recursos a este tema, llegando a lo que podríamos llamar Plan
Informativo Comunitario.
En segundo lugar, el proyecto comunitario debería prever y disponer de recursos
propios en temas informativos, así como tener localizados recursos potenciales, lo que implica
evidentemente también dedicar un esfuerzo, trabajo y acción en esta dirección.
En tercer lugar también hay que romper con la idea de que los ciudadanos tienen que ir
a buscar la información en los lugares apropiados, la información tiene que salir de los
despachos y de los locales especializados para acercarse a los ciudadanos allí donde de
manera natural y normal ellos acuden, por lo que es necesario conocer bien las dinámicas
normales comunitarias y los lugares de encuentro de la gente.
En cuarto lugar es fundamental que no se despilfarren recursos informativos, esto
significa que el equipo tiene un plan que le permite saber lo que necesita y, al mismo tiempo,
tiene una real capacidad de difusión. Esta capacidad de difusión está muy relacionada con el
nivel de conocimiento y de relación del equipo con la comunidad. La información tiene que
ser constante y normal para que la gente sepa que va a contar siempre con una información
fiable. No se puede informar sólo cuando el equipo lo necesita, sino y sobre todo cuando la
comunidad lo necesita, es decir, hay que informar cuando no hay problemas para que cuando
haya problemas la comunidad haga un buen uso de la información, y siempre con contenidos
reales y creíbles, con un lenguaje accesible al ciudadano medio.
Es por tanto necesario que desde los servicios y las instituciones se abran canales de
información bidireccionales e informar también desde los ciudadanos hacia las instituciones.
La opinión
La distinción entre un dato y una opinión no es siempre tajante y clara (por ejemplo si
hablamos de la fuerza o belleza de una persona). En muchos casos, aunque la distinción no
sea nítida, ayuda a analizar mejor el tema, viene a ser la fase de análisis de un problema o
situación antecedente a la decisión.
La toma de decisiones
El tomar parte o no en la adopción de decisiones es el indicador más importante y
riguroso para conocer el grado de participación. Como nuestra perspectiva es participativa,
nos debe importar considerar en la “toma de decisiones” dos aspectos: el proceso lógico que
lleva a la misma, y las formas de adoptar una solución por un conjunto de personas.
El primer aspecto es mental y, como tal, independiente de que la decisión sea
individual o colectiva. El segundo alude a trabajo en grupo.
En relación al aspecto mental vamos a exponer un modelo o esquema que se utiliza en la
solución de problemas y toma de decisiones:
1. Definición del problema
2. Generar alternativas
3. Seleccionar la mejor alternativa
4. Aplicar o ejecutar
5. Seguir los resultados
PREFERENCIA DE RESULTADOS
DESEADOS (futuro)
Acuerdo Desacuerdo
habilidad persuasiva de algún participante más inspirado, en realidad ha sido una solución de
líder y no de grupo. Ahora bien, en esa situación también cabe que el grupo reconozca su
incapacidad actual para resolver la cuestión y que por ello o se tome más tiempo o pida ayuda
al exterior. El tomarse más tiempo para decidir no consiste en un simple aplazamiento de la
resolución, ya que puede volver a repetirse la situación en la reunión siguiente. Convendrá
generalmente que se designe un comité para que estudie aparte el problema y presente una
alternativa, o bien pedir asesoramiento técnico exterior.
Existen numerosas recetas prácticas puntuales, que aunque no lleguen a constituir un
método o modelo, puede ser útil conocer. Así por ejemplo, se recomienda:
o Tomar pocas decisiones, pues una dirección eficaz no toma muchas decisiones
o Saber escuchar todas las opiniones
o Es necesario descubrir el problema, la peor decisión es una decisión tomada sobre un
falso problema
o No intentemos resolver todo a la vez, difícilmente se pueden resolver dos problemas
con una sola decisión
o Primero busquemos la verdad, después tomemos el acuerdo, cuando se comienza
estando de acuerdo es porque se ha empezado mal
Una vez que las personas están informadas, han propuesto alternativas y han tomado
decisiones, es el momento de pasar a la acción.
La acción
Si la acción es una tarea puntual y sencilla no requiere proyecto.
Si se tratara de un acción más compleja, nos situaríamos ante un proyecto cuyos
contenidos y forma de llevar a cabo se fundamenta en la teoría específica relacionada con la
elaboración y ejecución del mismo.
4
Se explicará con mayor profundidad la técnica de Reuniones de trabajo en el Bloque II.
¿Qué no delegaríamos?
Asegurarse de no delegar el control del tiempo. Recordar que la última
responsabilidad del éxito o fracaso de las cosas que se hace es tuya.
La delegación efectiva se basa en conseguir el balance correcto entre el control
efectivo del trabajo y dejar que las personas realicen el trabajo a su manera.
SWOT = DAFO
Debilidades – Fortalezas – Oportunidades – Amenazas
Aplicable para el análisis de ti y de tu organización, tanto cuando estamos estudiando la
posibilidad de planificar un proyecto, es decir, analizando la situación,, como cuando lo
estamos ejecutando
Debilidades: ¿Qué puede ser mejorado? ¿Qué se hace mal? ¿Qué se evitaría?
Considerar, de nuevo, desde el punto de vista interno y externo ¿perciben los usuarios las
debilidades que tú ves?, ¿tus compañeros hacen lago mejor?. Se realista ahora y encara las
verdades desagradables ahora que en el momento de la planificación.
Fortalezas: ¿Cuáles son tus ventajas¿ ¿qué haces bien?. Considerarlo desde tu propio punto
de vista, de los compañeros o desde los usuarios. No ser modesto, ser realista. Si tienes
alguna dificultad con esta preguntas empieza por escribir características de ti o de tu
organización, algunas de ellas serán virtudes.
Oportunidades: ¿Dónde se encuentran las mejores oportunidades? ¿Cuáles son las tendencias
interesantes?. Las oportunidades útiles pueden venir de cosas como: los cambios en las
tecnologías, los cambios en las leyes, ayudas, subvenciones en tu campo, cambios en los
modelos de vida, perfiles de la población, cambios en los estilos de vida.
Amenazas: ¿Qué obstáculos encaras?, ¿Qué está tu competencia haciendo? ¿Están las
especificaciones de tus productos y servicios cambiando? ¿Está afectando los cambios
tecnológicos a la institución a al puesto de trabajo?. Llevar a cabo este análisis ayudará en
términos de anticipar pequeños problemas y señalar las necesidades.
Pero tampoco podemos afirmar que comunicarnos por teléfono sea algo fácil. Éste
requiere de un PROCESO al que nos vamos a referir a continuación.
En cuanto a los contenidos, lo más adecuado sería que se refiriesen a una temática de
cierta urgencia o pertinencia a la situación determinada en que se halla uno de los
interlocutores, porque si se trata de un tema difícil o delicado, muy personal o demasiado
íntimo, es decir, que reviste tal complejidad que necesita igualmente de unos matices
comunicativos muy complejos, ha de solucionarse provisionalmente lo más urgente,
aplazando si es posible lo importante por medio de un “cierre abierto” para la relación cara a
cara donde se puedan usar recursos comunicativos más expresivos y completos.
La conversación telefónica ha de ser concisa, clara, breve, prometedora y
solucionadora, orientada sobre todo a la eficacia que sugiera la posibilidad de solucionar el
problema que la originó, aunque ello no impida dejar sitio para la atención a la ansiedad de la
persona que la ha comenzado. Porque desde una perspectiva psicosocial está claro que si
alguien tenía un problema y llama por teléfono para solucionarlo es porque debe tener una
cierta tasa de ansiedad aunque sea mínima.
Eso es lo mejor y más importante del uso del teléfono en el mundo de las relaciones:
alguien necesitado se va a poner en contacto con quien calmará su necesidad, con eficacia y
de forma más inmediata.
Establecer el proceso correctamente y desarrollarlo con brevedad y cortesía implica
los siguientes pasos:
• Apertura pronta (descolgando lo más rápidamente posible y presentándose, a sí mismo y/o
la institución).
• Acogida equilibrada, favoreciendo la identificación de la persona que ha llamado.
• Escucha activa, reformulando el mensaje si es preciso.
• Si la llamada no tiene solución telefónica, explicar cuál es el camino a seguir.
• Oferta de solución (facilitar cita, dar información, recogida de mensaje, etc.).
No obstante, visto todo lo anterior, debemos señalar qué ventajas e inconvenientes no
ofrece el uso del teléfono, que no se pueden considerar de forma absoluta, sino según se
considere y se maneje la relación a través de esta forma de tecnología.
Algunas de las ventajas que podemos distinguir es que la distancia que es físicamente
mucha, va a facilitar el establecimiento de un terreno neutral que contribuya a calmar
ansiedades y cualquier otro tipo de sentimientos y actitudes negativas u obstaculizadoras de la
convivencia. Otra de las ventajas es que el teléfono puede ser usado para enfriar y neutralizar
mensajes difíciles y relaciones con aristas cortantes. Por otro lado, podemos señalar la ventaja
de que podemos tranquilizar a la persona que se queja y, por último, indicar que nos resultará
más fácil terminar y cortar la comunicación.
En contra , también identificaremos una serie de inconvenientes que nos ofrece el uso
del teléfono, a decir: tiende a deteriorar los matices y calidades de la relación interpersonal
precisamente por su dimensión tecnológica; puede haber un cruce y alguien puede estar
oyendo lo que los dos interlocutores creen que es una conversación privada; es más difícil
conquistar o persuadir al interlocutor; y no hay que precipitarse a valorar ni mucho menos a
diagnosticar por teléfono ya que se nos limita mucho el registro de matices y calidades en la
comunicación.
Si somos nosotros los que llamamos por teléfono, debemos tener en cuenta tres
aspectos: a) conocer las técnicas elementales de cortesía y las pautas de lenguaje al uso social,
ya que aunque la llamada sea profesional no por ello debe dejar de ser correcta; b) saber evitar
los errores y dificultades para que el teléfono sea un medio, no una barrera. Se debe tener
claro cuál es el objetivo de la llamada y por muy sencillo que sea el tema a tratar, es preferible
tener planificados el proceso comunicativo y el tipo de la relación que se quiere establecer; y
c) no pronunciar nunca frases que bloqueen la relación. Hay que colocarse en una actitud
correcta, atenta, respetuosa y comprensiva. Por este motivo es útil saber, en la medida de lo
posible, con quién se va a hablar, en qué estado de ánimo se encuentra y cuáles son sus
necesidades, al menos las que tienen que ver con nuestra profesión.
Lista de tareas
Se relacionan aquí fundamentalmente tres elementos:
- La elaboración de una lista de tareas parea conseguir los objetivos
- Tener claramente identificados qué objetivos estamos consiguiendo
- Hacer una administración eficiente del día
¿Qué conseguimos? Organizar el trabajo y reducir el stress.
TAREAS A
Intente llevar a cabo alguna
de estas tareas urgentes y
complicadas cada día TAREAS C
JORNADA Tareas no urgentes que deben
realizarse cuando el tiempo lo permita
TAREAS B
Ocuparan la mayor parte de
su trabajo cotidiano
¿ Es una tarea
urgente e
importante?
No Sí Disponga de tiempo
¿Tiene un plazo? para hacer la tarea Tareas
No Sí
B
Fije un plazo realista
No la haga:
elimínela
Medio 2 Tarea C
Medio 3 Tarea D
BIBLIOGRAFÍA
(1) Ander-Egg, E. (1999): El léxico del animador. CCS. Madrid.
(2) Ander-Egg, E (2000): Metodología y práctica de la animación sociocultural. CCS.
Madrid.
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participación. Alianza editorial. Madrid.
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Popular S.A. Madrid.
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propuesta metodológica. Popular. Madrid
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(13) Ventosa, V. (2002): Fuentes de la animación sociocultural en Europa. CCS. Madrid
(14) Ventosa, V. (2002): Desarrollo y evaluación de proyectos socioculturales. CCS.
Madrid.
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