Las soluciones de electrolitos encuentran numerosas aplicaciones en ciencias físicas,
incluyendo química, geología, ciencia de materiales, medicina, bioquímica y fisiología, así
como en muchos campos de ingeniería, especialmente ingeniería química y bioquímica, eléctrica y petrolera. Es un campo enorme con una vasta bibliografía y aplicaciones que varían desde la eliminación del CO2 de los gases de combustión de las centrales eléctricas, la desalinización del agua, la precipitación y la corrosión en tuberías, la producción de petróleo (formación de incrustaciones, diseño de métodos de recuperación de petróleo mejorados con "agua inteligente") a la producción de fertilizantes y biotecnología (productos farmacéuticos, purificación de proteínas). En todas estas aplicaciones, la termodinámica juega un papel crucial en amplios rangos de temperatura, presión y concentración. Los electrolitos (fuertes, débiles, simples o mixtos) están presentes en soluciones con agua, a veces también en otros o en solventes mixtos. La comprensión y el diseño de las aplicaciones mencionadas se basan en una variedad de propiedades termofísicas, predominantemente equilibrios de fase, pero también propiedades térmicas, volumétricas e interfaciales.
La comunidad de investigación está dividida bastante en dos grupos con interacción
limitada; los que abogan por el enfoque no primitivo [22e25], Fig. 6-derecha, donde el agua (solvente) se trata como una molécula (dipolar) que interactúa directamente con los iones, y muchos más que apoyan el enfoque primitivo, siendo el agua un continuo dieléctrico, Fig. 6-izquierda [2,12,18e21,26e44,46] donde el solvente (por ejemplo, agua) se considera un continuo dieléctrico caracterizado por su permitividad estática (permitividad estática relativa).