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Respecto a la contrademanda presentada por el país
liderado por Evo Morales, la experta sostuvo: "Es claro que
esto tiene un uso comunicacional. Iban a ser dos años de
acusar a Chile de ser un estado abusivo con los recursos
naturales compartidos".
La agente del caso, Ximena Fuentes, conversó con Radio Duna sobre los
detalles del documento que preparó el país y aseguró que “Bolivia no tiene usos
significativos del Silala”.
“Este caso no tiene nada que ver con el otro. Es un caso circunscrito a las
preguntas que Chile establece en su demanda: ¿Es el río Silala un río
internacional? Si tiene secciones en territorios bolivianos y el chileno, entonces
se aplican principios que establece el derecho internacional relativos a su uso.
Esto es que los ribereños tienen derecho a usarlo. Por tanto, el uso que ha hecho
Chile por más de 100 años, porque cruza hacia su territorio, es completamente
legítimo”, aseguró la abogada.
MÁS SOBRE SILALA
Fuentes explicó que este caso “tiene muy poco para hacer análisis político”.
“Tiene que aplicar los principios del derecho internacional en una materia, que
además, es tremendamente importante para el mundo porque todos saben que el
tema del agua y cómo los estados comparten recursos hídricos, es muy
importante no solo para Chile y para Bolivia, sino para el mundo en general”.
Respecto a los usos que hace Bolivia del río Silala, Fuentes explicó que “el único
uso que puede hacer es el puesto militar que está ubicado en la ribera del Río
Silala donde habrán 12 soldados, 10 soldados. Es el único uso que tiene Bolivia”.
Y aclaró que Chile, por el contrario, utiliza sus aguas desde hace más de 100
años: en 1906 se dedicó a distribuir agua a Antofagasta y luego usos para la
minería que incluyen el consumo de agua potable para campamentos y también
para el proceso industrial de la minería.
“Su uso permite que haya vida en torno al agua, entonces los argumentos de
Bolivia no tienen mucho sentido”, comentó la experta.
El río Silala es un afluente del río Inacaliri, que tributa al río San Pedro y a través
del río Loa llega al mar. En Chile, pertenece a la Segunda Región y se ubica al
interior de la comuna de Calama.
Tiene sus nacientes en Bolivia, en torno a los 22°03´ latitud sur y 68°07´ longitud
oeste, a una altura superior a 4.350 metros, en un anfiteatro de altas montañas
que superan los 5.000 metros (volcán Apagado y cerro Inacaliri).
El Silala cruza a Chile a través de una quebrada con una pendiente de entre 4 y
5% que se ha formado durante por lo menos 8.400 años. Cuando entra a Chile su
caudal en la frontera es de 170 litros por segundo en promedio, y allí interactúa
con varias otras fuentes de aguas subterráneas y gana un caudal adicional de 124
litros por segundo en promedio.
Para la región de Antofagasta, la cuenca hidrográfica del río Loa -donde está el
Silala-, es clave. Por más de un siglo, las aguas del Silala han sido usadas para
distintos propósitos, incluyendo el suministro de agua potable para Antofagasta y
los pueblos de Sierra Gorda y Baquedano. También para uso industrial.
El caso
A diferencia del caso anterior, esta vez es Chile el que recurre a la instancia
internacional, el 6 de junio de 2016, en que solicita a la CIJ que juzgue y declare
que este río Silala es un curso de agua internacional, cuyo uso se rige por el
derecho internacional consuetudinario, que Chile tiene derecho al uso equitativo
y razonable de las aguas del río Silala, que bajo el estándar de utilización
equitativa y razonable, Chile tiene derecho al uso que actualmente hace de las
aguas del río Silala.
Chile plantea que Bolivia tiene la obligación de tomar todas las medidas
apropiadas para prevenir y controlar la contaminación y otras formas de daño a
Chile que resulten de sus actividades en el río Silala”, así como de “cooperar y
proporcionar a Chile una notificación oportuna de medidas planificadas que
pudiesen tener un efecto negativo sobre el río Silala, de intercambiar datos e
información y de realizar, cuando proceda, una evaluación de impacto ambiental,
para permitir que Chile pueda evaluar los posibles efectos de tales medidas
planificadas, obligaciones que Bolivia ha incumplido, al decir de la posición
chilena.
Con esta demanda, Chile sostiene que resguarda sus derechos de uso sobre las
aguas del río Silala, toda vez que Bolivia desconoce el carácter transfronterizo
del curso de agua y sostiene que es dueña del 100% de sus aguas.
Desde 2000, Chile propuso trabajar con Bolivia sobre los recursos hídricos
compartidos y en particular sobre el río Silala, llevándose a cabo reuniones y
trabajos en terreno. Luego, en 2004, Bolivia y Chile crearon un Grupo de trabajo
por el Silala. Dos años después se incluyó el tema en la agenda bilateral.
Chile estuvo dispuesto a continuar ese diálogo, pero en 2010 Bolivia planteó el
pago de una compensación por el uso “histórico” que ha realizado Chile e insistió
en que era propietaria del 100% del mismo. El 23 de marzo del 2016, durante su
discurso por el “Día del Mar”, el Presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció el
“estudio” de una demanda en contra de Chile por el uso de las aguas del río
Silala. El 26 de marzo del 2016, el Presidente Morales agregó que demandaría a
Chile ante la Corte Internacional de Justicia, pero Chile se adelantó y presentó su
demanda el 6 de junio de 2016, dando inicio al caso.
Etapas
De conformidad con el cronograma establecido por la Corte, Chile presentó su
memoria el 3 de julio de 2017. Bolivia tenía plazo hasta el 3 de julio de 2018
para presentar su contramemoria, pero el 14 de mayo de 2018, el Estado
Plurinacional de Bolivia presentó ante la Corte Internacional de Justicia de La
Haya una solicitud para aplazar la entrega de su contramemoria. Por ello, la
Corte le consulta su opinión a Chile, y el 16 de mayo pasado, la Cancillería
responde que accede a la solicitud.