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UNIVERSIDADE DA

Servicio de Bibliotecas

11111~ ~111~ IIMIII~ 11~ ~~~ 911 1~1 11~ ~11 ~~


Maurice GodelieT

·..

Instituciones
/
econom.tcas

EDITORIAL ANAGRAMA
BAli CELONA
Título de la edición origir¡al: INDICE
Economic institutions in People in Culture. A Survey of
Cultural Antbropology
O J. F. Bergin Publishers, Inc.
New York, 1980

Traducción:
Alberto Cardfn

Capítulo 1

Portada: ANTROPOLOGÍA Y ECONOMÍA: ANÁLISIS DE LA PRO.


Julio Vivas
DUCCIÓN, CffiCULACIÓN Y CONSUMO DB LOS
BIENES ECONÓMICOS • 9

¿Es posible una antropología económica?. 9


Definición de la economía 11
El proceso de producción. 14
Bibliografía . 61

Capítulo 11

FORMAS Y CONDICIONES DE APROPIACIÓN DB LOS


MEDIOS DE PlWDUCCIÓN

Formas sociales de apropiación y control de


los medios de producción . 67
el EDITORIAL ANAGRAMA, 19!~.>
Calle de la Cruz, 44 Formas y condiciones de la circulación de
Barcelona- 17 bienes . 89
ISBN 84 - 339 - 0504 • X
Formas de consumo . 104
Depósito Legal: B. 30551 - 1981 Economía y sociedad: el efecto de las estruc-
Printed in Spain turas económicas en la organización y
evolución de las sociedades . 107
Gráficas Diamante, Zamora, 83, Barcelona -18
¿Cómo es posible analizar la <'causalidad de
113
Capítulo I
las estructuras económicas))? .
Contradicciones y transformación de los sis.
temas socioeconómicos y de las relacio- Antropología y economía: análisis de
nes humanas con la naturaleza 115 la producción, circulación y consu-
El problema de ]os posibles . 120
Bibliografía . 121 mo de los bienes económicos

¿ES POSIBLE UNA ANTROPOLOGIA ECONOl\UCA?

¿Es posible una antropología económica? La pre-


gunta suena extraña cuando dicha antropología, de
hecho, existe. Bastará con recordar una obra que
a principios de este siglo reorientó y marcó un nue-
vo sendero a la moderna antropología, Argonautas
del Pacífico Occidental (1922), 1 la obra más impor-
tante de Malinowski , por entero dedicada al aná-
lisis de las recompensas económicas y las formas
de competencia e intercambio de los habitantes de
las Islas Trobriand. Volviendo la vista hacia otros
pioneros de la antropología, descubrimos de inme-
diato la gran acumulación de trabajos históricos
sobre cl.erecho comparado. Von De Maurer (1854),

l. Antes de iniciar sus trabajos de campo, Malinowski pu-


blicó un artículo titulado "The economic aspect of the lnti-
chiuma ceremonies" (1902, en Festk.rift tiJlagnad, Helsinki! E .
Westermarck), y a la vuelta de su primera expedición publicó
"Primitive economics in the Trobriand Islands" (Economic
lournal, Londres, 31: 1-16).

9
Maine (1861) o Kovalevski (1890)/ por nombrar sólo E] problema primmdial que plantea la antropo-
algunos de los más grandes, reunieron grandes can- logía económica, sin embargo, no es tanto de hecho
tidades de información sobre 1as diversas formas de como de derecho. Y esta cuestión de derecho tiene
propiedad y trabajo, aumentando con ello nuestra que ver con el papel real y la importancia t·elativa
comprensión de las sociedades antiguas y ~edieva­ de las relaciones económicas en la lógica profunda
les de Oriente y Oc'cirlente. Toda esta información, que o pera en la evolu.ción d!! las sociedades huma-
usada de manera comparativa, nos ayuda a com- nas.
prender las muchas sociedades de Asia, América, Tres puntos princip~les centran la atención de
Mrica y Oceanía progresivamente descubiertas por los antropólogos económicos:
Europa en er 1curso 'de su expansión colonial e im- 1. ¿Qué queremos decir cuando hablamos de
perialista. Usada comparativamente, esta informa- realidad económica? ¿Qué tenemos en mente cuan-
ción constituye la base fundamental de cualquier do intentamos analizar la economía de una socie-
teoría sobre la evolución de los humanos, que a dad? ·
pesar de sus innegables estrecheces de miras y erro- 2. ¿Cuáles son los límites de la antropología?
res sobrevive aún como teoría evolucionista multi- ¿Qué tipo de sociedades estudian los antropólogos
lineal de la humanidad. y existen razones teóricas que justifiquen dicho con-
Para fundar de manera convincente el argumen- tenido y dichos límites?
to de la realidad e importancia de la teoría antro· 3. ¿Qué es lo que produce las estructuras eco-
pológica de la economía para el desarrollo de la nómicas, y cuál es su efecto sobre la organización y
moderna antrop9logía, y mostrar que no se limita evolución de las sociedades estudiadas por los an-
solamente a Malinowski, hay que hacer referencia a .tropólogos?
obras como Primitive Polynesian Economy (1939), de Estas tres preguntas se hallan ligadas entre sí,
Raymond Firth, The Nuer (1940),3 de Evans-Prit- pero las discutiremos por separado en aras de una
chard, y otras tan importantes, aunque menos co- mayor claridad. La síntesis crítica de los resultados
nocidas, como The Economy of Central Chin Tri- a que lleguemos nos permitirá tal vez sugerir un
bes (1943), de Stevenson, The Economy of the Inca cambio en la base del análisis teórico de tales cues-
State (1957), de John Murra, y Kapauku Papuan Eco- tiones y de la antropología en general.
nomy (1963), de Leopold Pospisil, por citar sólo al-
gunos.
DEFINICION DE LA ECONOMIA
2. Merece la pena también mencionar el trabajo de Mor-
gan, "Los origenes de la familia, la propiedad privada y el Es-
tado" (1877, La sociedad primitiva, 4.• parte). En relación con Tres distintos enfoques a la definición de la eco-
este punto puede verse mi introducción a Sobre el modo de nomía han venido siendo ofrecidos por los antro-
producción asiático (Budecor, Córdoba, 1%6).
3. Los r¡uer, Barcelona, Anagrama, 1m. pólogos, lo que no difiere demasiado de la situación

10 11
que reina entre los economistas desde prlnc1p10s mía. Proponen, en contra de aquellos otros, anali-
de este siglo .~ Para Herskovits, LeClair , Burling, zar y explicar las formas y estructuras de los pro-
Salisbury, Schneider, y todos aquellos que se eti- cesos materiales de cada sociedad con ayuda de los
quetan a sí mismos como «formalistas>>, el objeto de conceptos desarrollados por Marx, principalmente
la economía es «el estudio de la conducta humana los de umodo de producción» y uestructura económi-
con relación al uso alternativo de los bienes esca- co-social» (Godelier 1971). Con el término modo de
sos» (Robbins 1947).5 Esta definición, propia de los producción, en sentido restringido, tales economis-
marginalistas, es defendida en la actualidad por la tas quieren señalar la combinación concreta de las
mayor parte de los economistas occidentales no fuerzas productivas y las relaciones de producción
marxistas. 6 capaces de reproducirse y que determinan tanto la
Karl Po]anyi (1957), George Dalton (1971) y otros, estructura como la forma de los procesos de pro-
en cambio, se muestran decididos partidarios de ducción y circulación de bienes en el interior·· de
una definición «sustantiva>> y no formal de la eco- una determinada sociedad histórica. Presuponen ~e
nomia, considerando a ésta como <das formas y e5- existen determinadas relaciones políticas, ideológi-

¡
tructuras sociales de producción, distribución y cir- cas y de otro tipo que se corresponden con ciettos
culación d~ bienes que caracterizan a una sociedad modos de producción (en sentido restringido) con
~~ en un determinado momento de su existencia». Se los que resultan estructuralmente compatibles y es-
reconoce aquí la deifnición uclásica» de Adam Smith tán causalmente conectados. El conjunto de rela-·
y Ricardo, que ha sido resucitada en nuestros días ciones ec~nómicas y sociales, en su articulaci.ó n con-
por autores como Piero Sraffa (1970), que no están creta, rec1be el nombre de modo de producción (en
de acuerdo con el marginalismo. su sentido lato esta vez), como ocurre cuando ha-
Finalmente, otros antropólogos, como Marshall blamos del modo de producción esclavista de las
Sahlins, Jonathan Friedman, Maurice Godelier y antiguas ciudades griegas o de Roma, o del modo
Emmanuel Terray, rechazan al igual que los sustan- de producción feudal de la Francia e Inglaterra me-
f cialistas la definición formalistas de la economía, dievales. Por otro lado, y puesto que frecuente-
pero consideran al mismo tiempo inadecuada, si mente ocurre que las sociedades se hallan organiza-
• no falsa, la definición «sustancialista» de la econo- das sobre la base no de uno solo, sino de varios mo-
dos de producción diversos, articulados de una cier-
4. Con relación a esto, ver M. Sahlins, "Economi.c anthro- ta manera, pero siempre bajo el dominio de uno
pology and anthropologicaJ economies" (1969, en Social Sciences de ellos, es preciso emplear, para aplicarlo a estos
Informal ion , 8 (5] : 13.)
S. La tesis formalistas pueden verse reunidas en E. Le- compuestos de modos de producción, el término
Ciair y H. Schneider, Ecorromic Alllhropology (1967, N. Y., Holt, «formaciones económico-sociales». Así, por ejemplo ,
Rinehart & Winston).
6. Ver el trabajo clásico de Samuelson, L'Economique. (1943, en la Francia del siglo XIX, en la agricultura, y entre
A. Colín , Parfs) (Trad . española: Curso de. economía moderna, los artesanos y parte de las clases comerciantes ' las
Aguilar, Barcelona, 1978).

12 13

1
relaciones vigentes eran de tipo precapitalista, fun- te, constituyen para los economistas avariables exó-
dadas en la pequeña propiedad que coexistía con genas» con respecto al proceso económico mismo,
relaciones de producción de tipo feudal y comuni- considerándolas por lo mismo externas a su disci-
tario. El modo de producción capitalista, sin embar- plina. La definició:p de lo que entendemos por amo- J
go, fue gradualmente haciéndose con toda la produc- do de producción», por tanto, tiene la importante
ción industrial, y pronto abarcó igualmente el área ventaja epistemológica de rechazar de antemano
de la agricultura, dominando por entero toda la eco- cualquier tipo de «economicismo».
nomía nacional. El análisis de los modos de producción caracte-
rísticos de cada sociedad en particular debe comen-
zar por inventariar y estudiar las diferentes formas
de producción que aparecen en ella --caza, recolec-
EL PROCESO DE PRODUCCION ción, ganadería, artesanía, industria, etc.- lo que
en cada caso comprende procesos dúerentes: caza
El proceso de producción abarca por igual las mayor o menor; artesama especializada o no espe-
felaciones que los humanos mantienen entre sí, co- cializada, etc. Cada acto de producción es al mismo
mo las que éstos mantienen con la naturaleza. tiempo un acto de apropiación de la naturaleza, y
dicha actividad se lleva a cabo combinando entre
sí tres tipos de factores de producción: 1) los obje-
El procc o de producción como forma social de apro- tos de trabajo -tierra o cualquier otro material,
piadón de la naturaleza primario o no, que intervenga en los procesos de
trasformación-; 2) los medios de trabajo -o herra-
En su sentido lato, los modos de producción son mientas e instrumentos que el hombre interpone,
conjuntos duales de estructuras sociales. Por un la- como vehículos de su acción, entre sf mismo y el
do se componen de fuerzas y relaciones de produc- objeto de trabajo-; utiliza para ello las propiedades
ción que organizan los procesos productivos y la físicas y químicas de determinadas cosas, hacién-
distribución de los bienes materiales en el interior dolas actuar como fuerza sobre otras cosas de acuer-
de una sociedad concreta (modo de producción en do con sus propios fines; 3) el trabajo mismo, es
sentido restringido). Por otro lado, se componen de decir, la actividad humana misma que actúa sobre
aquellas relaciones sociopolíticas, jurídicas e ideo el objeto de trabajo bien sea directamente, por in-
lógicas €orrelativas de dichas formas de producción termedio de los propios órganos corporales del hom-
de las mismas. Resulta evidente que una definición bre (como ocurre en la recolección de frutos y en
como la expresada se niega a considerar en aislado la caza a mano de piezas menores), o indirectamen-
Jos procesos de producción, llevando en cambio el te, por medio de herramientas intermedias, fabri-
análisis por derroteros y niveles que, habitualmen- cadas o encontradas.

14 15
Todo proceso de producción hace intervenir una distintas épocas y formas de las sociedades prehistó-
combinación concreta de factores de producción. ricas de acuerdo con las herramientas y armas em-
Lo que define a los factores de producción como pleadas, dándoles así nombres como Edad de Pie-
objeto o medio de trabajo es el lugar y la función dra, Edad de Bronce, etc. Desde este punto de vis-
que ·ocupan en el interior de cada concreta combi- ta, los medios y técnicas de trabajo son considera-
nación. Así, por ejemplo, en las sociedades cazado- dos como «modos de medir los estadios de desarro-
ras y recolectoras, la tierra (como para los pescado- llo del trabajador, exponiendo al mismo tiempo las
res el agua) es sólo un objeto de trabajo, lo que relaciones sociales en las que trabaja» (Leroi-Gour-
Marx llama «el almacén de suministros P!"imitivo» han 1971).
y el «arsenal primitivo de medios de trabajo». Con El estudio de las herramientas, en efecto, condu-
el desarrollo de la agricultura, sin embargo, la tie- ce al estudio del modo como los humanos las em-
rra se converte en medio de producción y el terri- plean y al análisis de las formas sociales de trabajo.
torio en propiedad local. En el interior de cada com- El trabajo puede ser o bien una actividad intelec-
binaciGm concreta de medios de producción, los me- tual, o una actividad colectiva que implica formas
dios de trabajo ocupan un lugar prominente para de cooperación diferentes. Pero, en todos los casos
los economistas, debido a que le.s permiten deter- funciona dentro del marco de la división social del
minar la forma y nivel de existencia material en trabajo, que puede basarse en el sexo o la edad, o
el interior de la sociedad correspondiente y clari- en criterios más complejos que dan lugar a la per-
ficar las relaciones sociales que la caracterizan. tenencia de los trabajadores a clases o CílStas di-
versas.

La economía uo es teenología
1
Análisis del trabajo
El estudiq de los medios de trabajo es el objeto
primordial de la tecnología, ciencia que, a pesar de Las combinaciones de factores de producción tie-
Jos considerables esfuerzos realizados en Francia nen lugar en el interior de un contexto social al que
por André Leroi-Gourhan (1971) y André Haudri- daremos el nombre de unidades de producción. Son
court, sigue estando prácticamente inexplorada. éstas las que establecen las relaciones sociales den-
Pero la economía no es lo mismo que la tecnología, tro de las cuales los individuos llevan a efecto el
y no se dedica a estudiar Jas técnicas en sí mismas proceso de producción. La antropología estudia to-
(por eje'Inplo, en sus aspectos físicos o químicos), da una serie de relaciones sociales y unidades de
sino que analiza las relaciones sociales que surgen al producción. Según su actividad productiva, las uni-
tiempo que aparece y se difunde una determinada dades de producción pueden ser familiares, aldeanas
técnica. Los arqueólogos han solido caracterizar a las o tribales; e incluso llegar a constituir grandes sis-

16 17
temas de irrigación o cultivos aterrazados como los ciones de producción. En la mayor parte de las so-
de las altas culturas precolombinas, formadas por ciedades precapitalistas, el trabajo es un acto de
grupos tribales bajo el liderazgo de un poder c~n­ carácter múltiple, de carácter a la vez económico,
tral. Las economías cazadoras, como las de los m- político y religioso. El trabajo en cuanto tal, como
dios pies negros de Norteamérica, dependen .de dos actividad puramente económica, simplemente no
tipos de .cooperación. Los pies negros, por eJemplo, existe.
practica"ban dos tipos de caza distintos, según !os DIVISION DEL TRABAJO ENTRE SEXOS Y GE~
bisontes se hallaran agrupados en grandes rebanas
(caza de primavera y de verano) ~ dispersos en pe~ NERACIONES. Toda forma de producción, por lo
queños grupos de animales (caza mverna~ y de oto- demás, supone una división del trabajo según los
ño). La caza estival requería la cooperación Y ~?n­ sexos y las generaciones. Entre los cazadores y re-
certación de toda la tribu, así como u~a pohtlca colectores, las mujeres y los niños se encargan de
tribal que impidiera a los individuos de~tcarse a ~a la recolección y la caza de animales de pequeño ta-
caza por cuenta propia, espantando al btsont~ hacta maño. Esta especialización sexual de las tareas de-
otros territorios. La caza invernal, en cambiO, de- muestra que la cooperación entre sexos es funda-
pendía de la cooperación de grupos. 1~ucho más re- mental para la supervivencia en las sociedades pri-
ducidos, básicamente unidades fam1hare: ~ue ope- mitivas, lo que clarifica uno de los aspectos de la
raban en territorios tradicionalmente dehm1tad?s Y importancia del matrimonio y los grupos familiares
fijos. El reagrupamiento de toda la tribu en ?nma- en dichas sociedades. Un análisis estadí$tico de los
vera abría la estación de las grandes ceremomas po- hábitos alimentarios de algunas de estas sociedades
líticas y religiosas. De este modo, la estre:ha_ adapta- cazadoras y recolectoras ha mostrado de manera fe-
ción de las relaciones sociales y econom1cas del haciente que la dieta de estos grupos, incluido al~
grupo social a los hábitos de los animale~ cazados gún grupo de grandes cazadores, como los hadza de
inducía un vasto movimiento de sístole Y diástole en Tanzania, es en un 60 % de tipo vegetal. Lo que vie-
la vida social. ne a decirnos que la dieta de este tipo de sociedades
En las sociedades precapitalistas, el trabajo pro- depende del trabajo femenino en la misma medida
ductivo se organiza generalmente con la ayuda de al menos (si no en mayor medida) que del trabajo
servicios personales espontáneamente prestados u masculino. Al analizar un ciclo productivo, debe-
obligatoriamente impuestos a trabajadores que su- mos diseccionarlo en sus diversas fases, identifican-
plementan con sus esfuerzos la productividad del do en cada una de ellas la forma característica de
grupo de parentesco. Los trabajadores suplementa- organización del trabajo y la fonna de cooperación
dominante.
rios hacen esto en nombre de determinados lazos
familiares, políticos o religiosos, que en cada caso Por ejemplo, entre los baruya de Nueva Guinea
juegan un papel concreto en el conjunto de las rela- el ciclo agrícola para la producción de batatas y

18 19
taro implica seis distintas fases: 1) la tala y roza RACION (SIMPLES Y COMPLEJAS). En las formas
de la maleza y el bosque, que depende del trabajo simples de cooperación, los productores se reúnen
masculino colectivo y de la cooperación ampliada entre sí para llevar a cabo el mismo o análogo tipo
de los consanguíneos y otros parientes, así como de de trabajo. La cooperación simple puede reducirse a
los coiniciados y convecinos; 2) la quema de la ma- unos pocos individuos o extenderse a un grupo más
leza talada y rozada, que depende del trabajo feme- amplio, según sea el tamaño y la urgencia de la ta-
nino, en su forma de simple y restringida coopera- rea. Así, por ejemplo, cuando los baruya preparan
ción de las mujeres del usuario o usuarios de la un nuevo huerto en una zona de la selva que ha sido
futura tierra de labor; 3) cercado de la huerta, que recientemente roturada, los que cultivan dicha tierra
se realiza mediante el trabajo colectivo masculino, preparan estacas en el bosque para defenderla de las
fundado en la simple cooperación ampliada; 4) plan- devastaciones de los cerdos salvajes. Esta actividad
tado del huerto recién cercado, que es de la incum- masculina puede ser realizada de manera individual
bencia femenina, trabajando cada mujer en su pro- pero con frecuencia adopta la forma de cooperació~
pia parcela dentro del huerto colectivo; S) cuidado simple restringida a los hombres cuyas mujeres
del huerto, que es cosa de cada mujer con relación a plantarán y cuidarán el huerto. Las mujeres, en-
su propia parcela; 6) cosecha, seguida de la prepa- tonces, transportan las estacas al lugar donde éste
ración del producto para hacerlo apto para su comi- se halla emplazado, bajo la forma de cooperación
da . (pelado y cocinado de los tubérculos), también simple; y, cuando todas las estacas han sido prepa-
de incumbencia exclusivamente femenina. Tenemos radas y transportadas, un grupo de aproximadamen-
aquí un ejemplo de proceso alternante; trabajo co- te veinte hombres, parientes o convecinos, viene para
lectivo masculino primeramente, seguido de un tra- ayudar a construir la empalizada en un solo día,
bajo individual femenino. No puede decirse lo mis- y bajo la forma de cooperación simple y ampliada.
mo de la producción del cultivo de la caña de azú- Los beneficiarios de esta ayuda devolverán el favor
car, que entre los baruya es de incumbencia total- cuando sea el momento de construir su propio huer-
mente masculina, dado que está prohibido a las mu- to cada uno de los que en el momento de coastruir
jeres y a los muchachos no iniciados plantar o ni el suyo le ayudan.
siquiera cuidar un huerto de caña. En cambio, la La forma de cooperación compleja se produce,
cría de cerdos y la recolección de plantas y bayas en cambio, cada vez que un grupo de productores
silvestres está estrictamente reservada a las muje- se reún~ para realizar tareas distintas pero comple-
res. En la sociedad baruya, como puede verse, no mentanas. La caza con red, por ejemplo, de los pig·
existen prácticamente actividades en las que los meos mbuti del Congo o de los indios shoshone de
hombres y las mujeres realicen una labor conjunta. las Grandes Llanuras americanas son un buen ejem-
plo. Entre los shoshone, varias familias nucleares
DIVISION DEL TRABAJO Y FORMAS DE COOPE- podían llegar a unirse entre sí en diversas épocas del

20 21
año para formar bandas cooperativas que se dedica- FORMAS DE COOPERACION Y RECIPROCIDAD.
ban a la caza de conejos y antílopes, cuando éstos Debemos también analizar las formas de coopera-
eran abundantes, o simplemente a la recogida de pi- ción que, ya no conformes con la naturaleza de los
fiones. Los cazadores unían sus respectivas redes para trabajos análogos y paralelos, o bien distintos e in-
formar una de varios cientos de pies de largo, mien- trincados, llevados a cabo por los trabajadores, se
tras las mujeres y los nifios azuzaban a los anima- acomodan sin embargo a los modos de reciproci·
les hacia ellas. Todo el grupo se ponia bajo el pa- dad que operan en cada caso. En muchas comunida-
tronazgo de un jefe único, que era quien elegía el des primitivas y campesinas encontramos dos tipos
lugar, decidía dónde colocar las redes y repartía el distintos de cooperación: uno en el que, como com-
producto de la caza. Estas formas de cooperación pensación de la ayuda recibida, se ofrece una gran
establecían entre las diversas familias nucleares así fiesta, generalmente de carácter ritual; y otro en
agrupados lazos puramente temporales, dispersán- el que la reciprocidad adopta formas de intercambio
dose cada elemento componente después de finali- más o menos equivalente por el trabajo y Jos ser-
zada la temporada de caza. De manera similar, en vicios prestados. En Latinoamérica, por ejemplo, el
las agrupaciones temporales de familias nucleares convite de Colombia y Ecuador, la minga bailada.
esquimales, el líder del grupo cooperativo recibía de Ecuador, y el mingaco de Chile pertenecen a lá
el nombre de «el que más sabe». primera de estas formas. El ayni de Perú, el cam-
En el imperio inca, la construcción de templos, bio de mano en Colombia, y la vuelta de mano en
palacios, sistemas de irrigación y terrazas requería Chile, pertenecen al segundo tipo. Tanto una como
la cooperación de un vasto número de tribus depen- otr a forma pueden coexistir en una misma comuni-
dientes bajo la dirección de funcionarios del Es- dad, en relación con diferentes tipos de trabajo. En-
tado. Estos funcionarios pertenecían las más de las tre los dayak síang de Borneo, por ejemplo, la pri-
veces a las familias dominantes de la tribu inca, y mera forma se emplea para corresponder a la ayuda
bajo sus órdenes se hallaban los curaca o jefes tra- prestada en la construcción de una nueva casa, mien-
dicionales de las tribus sometidas a trabajos forza- tras la segunda se utiliza para corresponder a di-
dos. Los impresionantes resultados de su trabajo versos tipos de trabajos relacionados con la agricul-
dan fe de la productividad que puede llegar a al- tura. En los casos de intercambios de servicios muy
canzarse empleando diversas formas de cooperación equilibrados, podemos observar que la obligación
simple ampliadas a grandes grupos humanos. En de ((devolver en la misma medida» es muy fuerte.
este ejemplo, las estructuras autoritarias, la direc- Si el beneficiario es incapaz de hacer frente a sus
ción y el control del procesa productivo adoptan una responsabilidades, alguien debe hacerlo en su lugar.
forma política que difiere sustancialmente de la Generalmente, el beneficiario de la ayuda recíproca
que se da entre grupos reunidos de manera ocasio- proporciona comida y bebida a los que los ayudan,
nal. pero este tipo de comida no tiene carácter cerema-
22
23
parte de la tribu se dedique a ella de manera per-
nial. En cambio, en aquellas formas de trabajo coo- manente o simplemente estacional. Así, por ejem-
perativo que concluyen con una .fiesta, parece com~ plo, entre los pastores kazacos y kirghises, se culti-
si la suntuosa y lujosa celebración bastar~ p~ra h· vaban habitualmente el mijo y la cebada, mientras
berar a las partes de sus respectivas obhga~wnes, en la zona sur de su territorio se cultivaba el arroz
de modo que la obligación de devolver trabaJO con utilizando técnicas de irrigación de pequeña escala.
trabajo se debilita en buena parte. ~legados a e.ste Igualmente, al estudiar a los beuduinos rwala, del
punto no podemos menos de mencwnar las d¡fe- desierto arábigo, descubrimos que, además de criar
rencia's que separan entre sí a lo ordin~ri~ de lo camellos bajo una forma nómada de pastoreo, ven-
extraordinario, lo profano y las caractenstl~as sa- den sus camellos a los agricultores sedentarios de
. gradas con vistas a las cuales la cooperación se los bordes del desierto, de quienes obtienen los pro-
organiza. Vemos igualmente la natu.raleza de la~. re- ductos artesanales y agrícolas que necesitan. Son
laciones sociales (parentesco y vecmdad) movt~l~a­ varias las fonnas de simbiosis entre pastores nóma-
das para llevar a cabo este tipo de cooperacwn; das y agricultores sedentarios que pueden observar-
pero con esto empezamos a aprox~arnos ya ~1 estu- se a lo largo y Jo ancho de todo el mundo, pudiendo
dio de las relaciones de producción y las umdades afirmarse que la especialización económica de una
en cuyo interior los procesos productivos de la so- sociedad expresa directamente algún modo de divj-
ciedad tienen lugar. sión interétnica, intertribal o internacional del tra-
bajo.

No hay sociedad fundada en una sola forma de pro-


ducción Productividad del trabajo

En ninguna de las sociedades conocidas, ni si- El estudio de los factores y formas de produc-
quiera entre los esquimales del Gran Norte, la ~~o­ ción en el interior de una sociedad implica necesa-
nomía depende de una sola forma de produccwn. riamente una evaluación cuantitativa de la produc-
Las sociedades cazadoras son al mismo ti~mpo Y en tividad y el rendimiento por el trabajo realizado.
diverso grado sociedades recolector as. No obstante Son escasos Jos trabajos dedicados al estudio cuan-
Jo cual, nuestro análisis debe determinar cuál de titativo y detallado de la producción en las socieda-
las varias ramas de la producción diversificada re- des primitivas y campesinas, y cuando los hay están
sulta ser la dominante, y cuál es por tanto el pro- indefectiblemente llenos de lagunas. Pero sabemos
ceso productivo que predomina en la org~nización que unas sociedades en las que la economía depende
económica. No existe, por ejemplo, prácticamente primordialmente de las técnicas de roza y/o rotura-
sociedad de nómadas pastores que no practique al ción, la productividad es muy alta, aunque el ren-
mismo tiempo algún tipo de agricultura, ya sea que
25
24
dimiento por unidad de superficie muy bajo. Por Estos resultados destruyen por completo la tradi-
otro lado, en sociedades cuya economía depende de cional visión de unas sociedades, las cazadoras y re-
técnicas de agricultura intensiva (como en la agri- colectoras, atosigadas por la naturaleza; Sahlins ha
cultura china tradicional) la productividad del tra- llegado a sugerir, en este sentido, que en tales socie-
bajo es muy débil, y en cambio el rendimiento por dades podemos ver en la actualidad las primeras
unidad de superficie muy alto. En la agricultura «sociedades de la abundancia», indicando al mismo
china o vietnamita, el trabajo de los animales de tiempo que el conocimiento de estas prinlitivas «so-
labor fue escasamente usado, de modo que la eco- ciedades del bienestar» terminaría por barrer todos
nomía dependía por entero de un medio que había los prejuicios existentes con relación al llamado mo-
sido completamente creado por el hombre. do de vida de los salvajes (Shalins 1972).
Han sido raros los estudios dedicados a los cam-
bios producidos en las sociedades primitivas y cam-
pesinas por la sustitución de los factores de produc- Población, recursos; excedentes
ción. Ha sido posible, por ejemplo, medir la inci-
dencia de la introducción entre los baruya de ins- Hemos de recordar, sin embargo, que los análi-
trumentos de hierro; hace aproximadamente unos sis más precisos de los modos de producción han
cincuenta años, los baruya sustituyeron sus antiguos ayudado a clarificar los límites en que éstos pueden
útiles de piedra por otros de metal de origen euro· reproducirse. El problema más inmediato es el de
peo. El tiempo ahorrado con los nuevos útiles se la relación comida-territorio-densidad humana. Esta
comprobó que era del orden del 250 %. Según los relación, según Leroi-Gourhan (1964), corresponde
cálculos que nosotros mismos fuimos capaces de
hacer, les llevaba cuarenta y dos minutos derribar en todos los estadios de la evolución tecnoeco-
un árbol de 30 cm de diámetro con las antiguas he- nómica, a una ecuación con valores variables
rramientas, mientras que, por término medio, les pero correlativos; para los grupos primitivos
lleva actualmente unos doce minutos talar árboles existe un mismo vínculo que enlaza todos estos
del mismo diámetro con hachas de acero; estas úl- términos, ya se trate de esquimales, bosquima-
timas fueron introducidas en su territorio antes de nos, fueguinos, pigmeos, o diversos tipos de in-
la llegada de los blancos en 1951, a través de los tra- dios americanos. Su coherencia es tan rigurosa
dicionales canales de comercio intertribal. Los últi- que la documentación prehistóriea sólo permite
mos estudios cuantitativos realizados por Marshall una interpretación.
(1965) entre los bosquimanos kung del desierto de
Kalahari, han demostrado que, para poder satis- A determinado nivel de desarrollo de las fuerzas
facer sus necesidades, los productores individuales productivas, un determinado desarrollo tecnológico
gastan no más de cuatro horas de trabajo al día. permite un determinado tamaño y densidad de po-

26 27
\ blacióp. Es sobre esta base como la población de que incide en la permanencia y forma de habitación
los shoshone llega a alcanzar un habitante por 128 de la población. [El problema de la contradicción
km2 decreciendo hasta 1/256, según se trate de la entre recursos y población encuentra generalmente
part~ norte o sur de su territorio. Dado que su exis- una salida en la práctica de dividir el poblado, dan-
tencia depende de la explotación de los recursos do lugar a poblaciones dependientes que van a es-
naturales, no de la producción de recursos artificia- tablecerse en los territorios vacíos. Mediante este
les, tales como la agricultura o la cría de ganado, proceso de división y emigración de grupos, el sis-
el grupo humano debe cambiar de residencia de tema se reproduce sin superar sus propios límites y
acuerdo con los cambios experimentados por los te- resuelve sus contradicciones expandiéndose en el
rritorios de caza, el crecimiento de las hierbas y espacio.l
otros recursos recolectables. Lo que de este ejem- Otros estudios cuantitativos, como por ejemplo
plo resulta evidente es que. el n>:odo de producción los llevados a cabo por CarneiFo (1961) entre los
) determina el modo de residencia, en este caso el
kuikuru de la cuenca amazónica, que practican al
campamento, y al mismo tiempo un cierto tipo de mismo tiempo la agricultura de roza y la pesca,
desplazamiento en el espacio, esto es, un modo de muestra que debemos tener mucho cuidado con las
vida nómada. Este modo de vida impone por sí mis- apariencias y guardarnos de creer que la baja den-
mo una serie de límites al desarrollo de determina- sidad de población de un grupo social necesaria-
das formas de existencia social, por ejemplo, a la mente signifi4a que vive en el límite mismo de sus
cantidad de bienes transportables, y, consigUiente- posibilidades materiales. Carneiro ha calculado que
mente, a la acumulación de los llamados bienes no los kuikuru gastan por término medio no más de
perecederos. tres horas y media al día para asegurarse su susten-
Vemos, pues, que los efectos de un determinado to, de las cuales emplean dos en las tareas agríco-
modo de producción sobre el conjunto de estruc- las y hora y media en las de pesca. Las diez horas
turas de una sociedad consiste ante todo en una que aún les restan del día las dedican a descansar ,
limitación de dichas estructuras sociales a formas a practicar la lucha y a otras actividades sociales.
compatibles con el modo de producción. En aquellas El estudioso brasileño ha calculado que con sólo
sociedades en las que el modo de producción depen- media hora más al día de trabajo, cada hombre po·
de de la agricultura extensiva de roza y quema, una dría llegar a producir un sustancioso excedente de
de las condiciones internas de reproducción del sis- maniaca, sin poner en peligro por ello el equilibrio
tema es la existencia de vastos territorios de pobla- entre población y recursos. Existe, pues, un exce- ¡
dos que permiten una rotación de los cultivos, to- dente potencial que no es utilizado,. y las razones de
mando en cuenta el tiempo necesario para la rege- esta especie de «desperdicio» parecen estar en que
neración natural del suelo. El sistema productivo los kujkuru no tienen razones s.o_ctaks_par.a__au~­
encuentra un límite en estas condiciones, límite .tar_su...prodncción. Este ejemplo nos permite hacer

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29
dos importantes afirmaciones teóricas: una, ~ue la pernaturaliza a los humanos. Al dotar de manera
existencia del excedente potencial no necesanaman- espontánea a las realidades naturales con atributos
te conlleva el desarrollo económico y, s~gundo, q~e humanos, al mismo tiempo la humanidad se dota
la movilización de este excedente se realiza. a traves de una realidad y un poder sobrenaturales. Por esta
de caro b·os
1
ocurridos en las relaciones sociales,
• dpor
· razón, lo sagrado constituye una realidad práctica
. lo a través del desarrollo de una cierta esi- y espontánea de la experiencia humana primitiva
eJemp , • d' 'd
ualdad y una cierta competitividad entre m IVl uos de la naturaleza y la sociedad.
; grupos.) Es lo que Sahlins (1972) ha demostra_do La creencia en la magia, lejos de contradecir la
de la manera más eficaz en sus recientes estudios creencia en la causalidad y el determinismo, es tal
.sobre el «efecto Chayanov•. vez la más clara afirmación de un determinismo es-
tricto. La humanidad cree que puede insertarse, me-
diante las prácticas mágicas en las causalidades ne-
Magia y trabajo cesarias del orden natural. Podemos suponer, en
este Sftntido, que nuevas prácticas mágicas y religio-
En las sociedades primitivas y campesin~s el tra- sas se desarrollaron al tiempo que se domesticaban
bajo constituye una operación doble que tt~ne a 1~ las plantas y los animales y se establecían los nue-
vez un aspecto técnico y mágico-ritual. ~alu:owskJ vos sistemas económicos dependientes de la agricul-
ha mostrado en detalle de qué modo los l~lenos ~e tura y la ganadería. Entre los cazadores y recolec-
Trobriand, aunque no dejan de ser conscientes e tores, el pensamiento mágico y religioso se orienta-
que es el trabajo del horticultor el que hace crecer ba hacia el culto de los «amos de los animales y las
la cosecha, subrayan que su trabajo por. sí solo :s plantas)) con los que se establecían contratos que
insuficiente, que es indispensable la ma~a para g .- impedían matar animales sin razón alguna (que im-
rantizar la cosecha. No entraremos a~m en, a~áh­ pedían el desperdicio de los recursos naturales). En
sis del pensamiento mítico y las prácticas magJca~. las econornias dependientes de la explotación de las
N limitaremos a recordar que en los pueblos pn- plantas y animales domesticados, las relaciones en-
mitivos se representan, de manera espontán ea ' las
os tre los humanos y la naturaleza no es ya la misma.
causas ocultas y las fuerzas invis~bles que co~trolan Tal vez la domesticación de plantas y animales se
la naturaleza y la sociedad mediante analogias hu- vio acompañada de un inmenso desarrollo de la ma-
manas. gia y la religión. Tal vez los individuos y los grupos
Al concebir la naturaleza como análoga .a la sociales, dueños de la magia de la fertilidad de plan-
sociedad y reducir sus causas a la r~d de relaciOnes tas y animales, eran capaces en las nuevas condi-
intencionales que presiden las Telacwnes humanas, ciones de generar un inmenso poder social basado
el intelecto primitivo crea un doble efecto; por un en su (imaginario) control de los poderes naturales.
lado antropomorfiza a la naturaleza, por otro su- Parece que fue en tales condiciones como surgieron

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31
los sacerdotes, en cuanto subgrupo social separado les, y las posesiones más preciosas de su propio
de la producción. Si comparamos el poder de los clan. Puede igualmente reclamar ayuda de los miem-
jefes en la sociedad omarakana, descrita por Ma- bros de su clan, si bien no puede imponer castigos
linowski (1922), o en Tikopia, tal como nos es des- a aquéllos que se nieguen a concederle dicha ayuda.
crita por Firth (1939), o los antiguos reinos poline- Tiene autoridad para arbitrar en las disputas y ha-
sios de Tonga, Samoa y Tahití, observamos que, en cer uso de la fuerza contra los delincuentes 'más
cualquiera de los tres casos citados, los jefes deten- peligrosos. La desigualdad de que goza el jefe en Ti-
tan el monopolio de los más potentes poderes má- kopia es, por tanto, doble, en cuanto que tiene lugar
gicos que garantizan la fertilidad, poderes que ellos a ~ vez en la esfera espiritual y en la social (Firth
ponen al servicio de la comunidad. Su lugar en el 196~). En Hawai, en cambio, los jefes ya no traba-
interior del proceso productivo difiere, sin embargo, jan. Un considerable número de tabúes rodean a
en cada caso. En Omarakana, el jefe trabaja, sién- sus personas. El hombre común no puede tocar
dole tan sólo ahorrados los trabajos más duros; en aquellos objetos que son del uso del supremo jefe;
Tikopia, el jefe sigue siendo un productor clirecto, ni siquiera puede permitir que su sombra llegue a
pero ocupa un papel central en la economía. Den- tocar la persona o los vestidos del jefe. El jefe
tro del proceso productivo es él quien lleva la ini- desciende directamente de la divinidad y controla
ciativa de las tareas agrícolas y de la pesca, y quien por igual el uso de la tierra, del mar y de las aguas
garantiza la dirección de las actividades corporati- destinadas a la irrigación. El productor directo con-
vas: la pesca comunitaria, la preparación del fruto serva el uso de su parcela de tierra, pero puede ser
de sago, etc. Es él quien controla la correcta utili- desposeído de ella si la dirige de un modo irrespon-
zación de los recursos naturales más esenciales, y sable o se niega a contribuir al trabajo colectivo. En
quien garantiza su conservación imponiendo tabúes estos tres ejemplos, por tanto, las formas de desi-
para excluir a algunos de ellos de su inmediato con- gualdad social y económica son profundamente di-
sumo, permitiendo con ello guardar para el futuro, ferentes, si bien en los tres casos, la aristocracia,
disponer de recursos para fiestas y cosas por el como minoría dominante, posee el monopolio de
estilo. Es él también quien nombra especialistas y los poderes sobrenaturales y constituye el privilegia-
da recompensas especiales a quienes construyen los do y forzado intermediario entre la sociedad y los
grandes canales marinos y preparan las redes de pes- poderes sobrenaturales.
ca. Ei recibe y atribuye una gran cantidad de bienes
y estimula su acumulación para la organización de
las grandes ceremonias que integran entre sí a los Formas de prodt1cción y representación del mundo
diversos grupos de la sociedad a un nivel más ele·
vado que el del simple clan. Ejerce también un con- , Llegados a este punto, podemos ahora dar co-
trol fundamental sobre la tierrá: los grandes cana- mienzo al análisis de las relaciones entre economia

3-2 33
2. - l NSTlT UCIONI!S ECONÓM IC\~
y formas de representación del mundo. Se trata de
mente la cría de ovejas en el Cercano Oriente y el
un campo de estudio aún en emergencia, de modo área mecliterránea en general, encontramos un mo-
que nos limitaremos a hacer unas pocas alusiones. delo claro y directo de la acción positiva del hom-
André Haudricourt (en Barrau, 1972) ha mostrado bre sobre la naturaleZ'tl.. Noche y dia el pastor acom-
la oposición que existe entre los diversos tipos de paña a su rebaño, escogiendo las tierras con mejo-
actividad económica y las clistintas formas de re- res pastos, transportando a los corderos recién naci-
presentación del mundo. La agricultura de los me- dos por los lugares escabrosos, y defendiéndolos
lanesios, por ejemplo, depende del cultivo de ciertos contra los lobos. «Su acción es directa: contacto
tubérculos, ñame, taro y batata, fundamentalmente. mediante su propia mano o mecliante la vara ... su
Su cultivo tiene lugar mediante una especie de ac- perro mordisquea o ladra a la oveja para dirigirla.
ción negativa de los cultivadores sobre las plantas. Su acción es positiva: escoge el itinerario que a cada
No existe, por así decir, ningún tipo de contacto momento impone al rebaño)) (Haudricourt). A partir
«brutal» en el espacio ni de simultaneidad en el de este tipo de análisis, Haudricourt aisla dos tipos
tiempo con la realidad domesticada . Se prepara de conducta humana: la horticultora y la agropasto-
un trozo de tierra de labor en el que se colocan las ral; la primera es característica de la civilización
semillas. La cosecha de los frutos tiene lugar me- china y en especial de su ideología dominante, el
diante un cuidadoso desenterramiento de los frutos confucianismo; la segunda es característica de la
que son cubiertos inmediatamente con hojas. Una cultura occidental. Hadricourt recuerda en este con-
especie de respetuosa amistad parece darse entre texto la idealización poética del pastor en la litera-
los cultivadores y la planta. tura, el buen pastor, la oveja perdida de las Escritu-
La agricultura de los cereales, en cambio, con ras, la concepción latina del hombre como lobo para
excepción tal vez del arroz, se caracteriza por el ca- el hombre. Sobre esta base sitúa la oposición entre
rácter «brutah de las relaciones entre los hombres la concepción china y occidental del jefe ideal. Para
y las plantas. Para dar comienzo al cultivo b~s~a los chinos la prueba de un buen gobierno está en que
con un sencillo volteo o ahuecado de la superf1c1e éste no tenga ya que intervenir en el curso de 1a
donde va a ser aventada la semilla. Tras una cose- sociedad; para el mundo mediterráneo el .jefe es el
cha «brutal» -por arrancamiento o siega-, un rei- que constantemente interviene en la cúspide del go-
terado pateo de los animales sirve para separar el bierno, como el pastor que dirige a su rebaño.
grano de la paja, operación ésta permi~ida po: la La prosecución sistemática de este tipo de aná-
dureza del grano. El arroz, por el contrario, requiere lisis nos permitiría descubrir las relaciones de co-
la preparación de un campo tan «Construido» co~o rrespondencia interna que existen entre formas de
el campo de taro o las zanjas del ñame: necesita pensamiento e ideología y contenidos económicos
una superficie bien aplanada rodeada de un di~ue reales de las relaciones sociales.
de tierra. En el caso de la cría de ganado, especial-

34 35
Ecosistemas y sistemas económicos que practican, en torno a Salt Lake City, una cría de
ganado extensiva y una agricultura mecanizada que
CONSTRICCIONES AMBIENTALES Y ADAPTA· depende de las técnicas de irrigación, el uso de se-
CION. Nos encontramos aquí con el problema de millas seleccionadas por su resistencia a la sequía,
los efectos del medio natural sobre la economía y y cosas por el estilo, todo lo cual permite la produc-
el modo de vida de las sociedades, el problema del ción de un enorme excedente que fluye hacia el mer-
«determinismo» ecológico o, tal como a principios cado. Como consecuencia de su aprovechamiento
de siglo se decía, del deterntinismo <<geográfico». En del territorio para la caza y la recolección, los sho-
sentido estricto, los efectos del medio natural sólo shone casi han desaparecido en la actualidad, pero
pueden ser analizados en aquellos lugares en los que ya a finales del siglo XVIII la introducción del caballo
los humanos no han llegado a modificar la natura- (procedente de los cheyenne) había revolucionado
leza, bien sea mediante el fuego (usado como técnica el modo de vida de los shoshone en la parte norte
de caza mucho antes del advenimiento de la agri- de dicho territorio. Los bannock, por ejemplo, una
cultura) o mediante otros tipos de técnicas ligados de las tribus shoshone, adoptaron el estilo de caza
a las distintas formas de agricultura y cría ganade- montada de los indios de las Llanuras, llegando a
ra. Lo que la naturaleza impone son amplios limites controlar hacia 1870 un inmenso territorio de caza
y constrkciones, en cuyo interior aparece toda una de bisontes que se extendía entre las Rocosas y Sie-
serie de recursos reales o disponibles. Resulta difí- rra Cascarles.
cil concebir la existencia de agricultura en las regio- Aunque la naturaleza impone constricciones y
nes subárticas o árticas, y allí donde la hay se halla cada modo de producción es una forma de adapta-
aún en un estadio experimental, fruto final de un ción a dichas constricciones, estas últimas son a la
largo desarrollo de las fuerzas productivas a nivel vez fruto del modo de producción como tal. Debido
munc!.lal, que en aquellas regiones aplican los últi- a este tipo de causalidad dual, el progreso de las
mos descubrimientos genéticos y agronómicos. La fuerzas productivas y la transformación de las socie-
naturaleza, por tanto, impone constricciones a las dades no se bloquean o se fijan en las formas de
que las sociedades deben adaptarse. Pero la adapta- adaptación que han ido experimentándose a lo largo
ción puede asumir formas diversas, cada una de las de siglos y reproduciéndose con éxito. Tal vez una
cuales depende de un nivel específico de las fuerzas de las causas de determinados bloqueos venga de
productivas. Mientras que, por ejemplo, hace' dos una excesivamente exitosa adaptación a medios que
siglos, los indios shoshone llevaban una vida nóma- ofrecen un limitado abanico de recursos en modo
da y su densidad de población era de 1 habitante por sobreabundante. En el golfo de Papuasia, en Nueva
128 km2 a lo sumo, hoy en día, en el mismo entorno Guinea, vive una población que Serpenti ha deno-
que ellos habitaban (sin excesivos cambios ambien- minado «los cultivadores de los pantanos>>, y cuya
tales) vive una población de granjeros sedentarios economía depende sobre todo del cultivo de la pal-

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mera de sago, suplementada con pesca y caza mar- dio del conocimiento acumulado por los diversos
ginales. La palmera de sago crece espontáneamente tipos de sociedades sobre sus respectivos entornos
y en grupos muy tupidos, en torno a los cuales apa- materiales y los medios prácticos de apropiación de
recen claros de maleza que favorecen aún más su sus recursos. Como observa Leroi-Gourhan (r971:
reproducción. La cantidad de tuétano vegetal acu- 213-), «la comida se encuentra ligada con un pro-
mulada en el interior de una palmera sajada es enor- fundo conocimiento de los hábitos animales y vege-
me, garantizando a la población una subsistencia tales, Y la vieja imagen de la horda primitiva itine-
de fácil adquisición. Herramientas, casas y vesti- rante es ciertamente falsa>>. El conocimiento empí-
dos son fabricados con material del bosque. Pode- rico de su entorno que poseen las comunidades
mos ciertamente hablar en este caso de una «civili- campesinas primitivas llega a ser a veces inmenso
zación vegetal». Parece, sin embargo, que es preci- y podemos comprender así la importancia que e~
samente esta estrecha adaptación a los recursos que dichas sociedades se concede a los ancianos, quie-
espontáneamente crecen en su entorno, la que ha nes conservan y transmiten a las jóvenes generacio-
dificultado la ulterior transformación tecnológica y nes la información acumulada. Veamos, por ejem-
social de esta civilización. plo, el trabajo de Fox sobre los pinatubo de Fili-
De manera general, el fenómeno decisivo de la pinas. Este pueblo ha clasificado más de seiscientas
transferencia de animales y plantas de su medio na- plantas y «no solamente poseen un fabuloso cono-
tural a otros medios parece haber constituido el reto cimiento acerca de dichas plantas y de cómo em-
decisivo de la naturaleza, poniendo en relación a plearlas, sino que disponen de más de cien términos
las plantas, los animales y la naturaleza como tal para describir sus distintas partes y aspectos carac-
con nuevas formas físicas y biológicas, mientras los terísticos». Es a través del análisis de este tipo de
humanos se iniciaban en el camino de nuevas for- conocimiento y casificación como Lévi-Strauss pudo
mas sociales. De hecho, la historia entera de las eco- revelar algunos de los principios del llamado «pen-
nomías de pastoreo nómada del cinturón ~emiárido samiento salvaje». Esta área de investigación de
que se extiende desde Asia hasta el Sáhara ha depen- las f?:rnas de correspondencia entre modos de pro-
dido de la transferencia de animales que original- duccwn y formas de representación está siendo cada
mente nunca habían vivido ni habían sido domesti- _vez más explorada, y el tipo de investigación que
cados en dicha región. Así, a lo largo de milenios, maugura pertenece a una nueva disciplina, la «etno-
una buena porción de la superficie de la tierra ofre- ciencia».
ció un medio de desarrollar nuevos modos de pro-
ducción y nuevos estilos de vida. PERCEPCION SOCIAL DEL ENTORNO. Es necesa-
En esta misma esfera del anállsis, de los aspectos rio llevar a cabo un cuidadoso análisis del sistema
técnicos y materiales de los diferentes modos de representacional del entorno, tal como lo constru-
producción, resulta indispensable aplicarnos al estu- yen los individuos y grupos de cada sociedad dada 1

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resulta ser una realidad hostil, inhóspita y mortal,
ya que es sobre la base de tal re~resentación como en la que sólo raramente llegan a adentrarse a costa
dichos individuos y grupos actúan sobre su en- de grandes peligros. Consideran que el bosque está
torno. . poblado de demonios y espíritus malignos, entre
Un ejemplo particularmente signifi.catiVo es ~l Jos que se cuentan los propios pigmeos. Hay que
de las distintas imágenes que dos soctedades veci- notar que, ante todo, esta contraposición tiene que
nas, los pigmeos mbuti, cazadores y reco~ecto~es, ver con los dos modos distintos de utilizar el bos-
y Jos bantús, que cultivan sobre tierra ennquec1da que que ambos grupos muestran, es decir, en dos
con cenizas (previa quema del bosque), se hace~ del sistemas tecnoeconómicos distintos y contrapuestos.
entorno que comparten. Estos dos grupos so~Ia~es Para los pigmeos, cazadores y recolectores, el bos-
habitan la selva ecuatorial de la actual Repubhca que no tiene secretos. Están perfectamente familia-
del Zaire. Tenemos aquí, según la tipología de los rizados con él, se mueven por todo él, y se orientan
ecosistemas naturales esbozada por David Harris, en medio de él con facilidad y rapidez. Por otro
un ecosistema «generalizado». Los ecosistemas ge- lado, el bosque guarda en su interior todos los ani-
neralizados se definen por la presencia de muchas males y especies vegetales que los pigmeos nece ·
especies, cada una de ella representada P_Or un pe- sitan para su sustento, en concreto los antílopes
queño número de individuos. Dioh~s ecoststemas ~e y UD considerable rúmero de plantas comestibles.
diferencian de los llamados ecost.stemas «espe~­ En medio del bo que se sienten protegidos del sol,
lizados)), dentro de los cuales coexlSten un pe.queno y los manantiales de agua son frescos y cristalinos
número de especies, cada una de ellas representada (al revés de lo que sucede con el agua que los ban-
por un gra 1~ número de individuos. Como es, por tús obtienen de sus pozos). Para ellos el bosque no
ejemplo, el caso de las Praderas americanas, donde es meramente un conjunto de plantas, animales y
el bisonte, que es la especie dominant~, a~~rece re- vida humana (esta última representada por los pig-
presentada por un ingente número de mdividuos. meos mismos), sino también una realidad omnipo·
Según Colin Turnbull (1966), para los pigmeos ~1 tente, omnipresente, sobrenatural y omnisciente de
el bosque representa una realidad amigable Y hospi- la que dependen para la conservación de su propia
talaria amablemente dispuesta para los humanos existencia. Por esta razón consideran la caza que
(esto ~s, para ellos). Consideran a la jungla c~mo capturan y los productos que recogen como otros
una realidad protectora dentro de la cual se Slen- tantos regalos -concedidos a ellos por el bosque a
ten a salvo. Se muestran opuestos a los bosques quien deben por tanto amor y gratitud, según se ex-
que han sido deforestados por tos bantús, Y que se presa en sus rituales. .
les aparecen como un mundo hostil, en el .que el En contraste con esto, para los cultivadores ban-
calor resulta insoportable, el agua esta polucwnad~, tús, el bosque es un obstáculo que fleben despejar a
y las enfermedades mortales aparecen. en gran nu- golpe de hacha para poder plantar el grano y la
mero. Para los bantús, por el contrano, el bosque
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maniaca. Es una labor difícil, continuamente con- consiste en tomar nota y apropiarse de los recursos
trarrestada por la exuberancia de la selva que sin naturales sin transformar apenas la naturaleza. Por
cesar invade sus cultivos. Por otro lado, una vez otro, los cultivadores bantús deben, antes de poder
roturada, la tierra del bosque pierde rápidamente plantar sus tubérculos y cereales domesticados, crear
su fertilidad. Por este motivo los bantús deben tras· un ecosistema artificial (campos, huertos), a los
ladarse continuamente en busca de nuevos territo- que sólo un considerable aporte de energía huma-
rios en los que renovar su proceso de producción. na (escarda, etc.) puede mantener en funcionamien-
Por ello se ven obligados a enfrentarse una y otra to.
vez al bosque virgen , pero también a enfrentarse El ejemplo que acabamos de dar nos permite de-
con otros grupos bantús sometidos a idénticas cons- mostrar que la percepción social de un entorno con-
tricciones y con idénticas necesidades. Aunque los creto no se compone sólo de representaciones más
pigmeos trasladan su campamento aproximadamen- o menos objetivas y precisas de las construcciones
te de mes en mes, per manecen siempre dentro del que operan en el correspondiente sistema tecnoeco-
mismo marco territorial. Cada grupo pigmeo, por nómico, sino que se compone también de juicios de
tanto, mantiene una relación estable con el bosque. valor (positivos, negativos o neutros) y creencias
Contrariamente a es to, los bantús se muestran poco fantasmáticas. Los entornos naturales presentan
fa miliarizados con el bosque y raramente se interna.n siempre aspectos imaginarios. En 1determinados ca-
en él, temiendo perderse en su interior y morir alli. sos se trata del lugar donde habitan los muertos, o
Por todas estas razones resulta fácil comprender donde viven los espíritus benéficos, o los poderes
que para los bantús el bosque represente un lu- sobrenaturales benignos o malignos que controlan
gar terrorífico habitado por espíritus y seres so- las condiciones de reproducción de la naturaleza y
brenaturales inamistosos. Entre ellos, los mismos la sociedad. Este tipo de representaciones otorgan
pigmeos mbuti, que forman parte de ese mundo, y sentido a las conductas y acciones sobre la natura-
presentan por esto mismo un carácter poco tranqui- leza que muchas veces pueden llegar a parecer irra-
lizador. cionales a los ojos occidentales. La tierra no es me-
Fundándonos en esta contraposición entre dos ramente un campo más o menos fértil; el ganado no
modos de percibir y representarse un mismo en- es solamente un compuesto de carne, leche y pieles;
torno material, podemos hacer unas pocas observa- los árboles no solamente significan madera y frutas.
ciones teóricas. La base de tal contraposición de- Cualquier programa de desarrpllo económico que no
pende en último término de la existencia de dos di- tome en cuenta el contenido exacto de las represen-
ferentes sistemas tecnoeconómicos en los que ope- taciones tradicionales que cada sociedad se hace de
ran con stricciones contrapuestas que dan lugar a su entorno queda expuesto a todo tipo de graves de-
efectos diferenciados y contrastantes sobre la . na- cepciones, de lo que dan buena fe los numerosos fra-
turaleza. Por un lado, el «trabajo» de los mbuti casos observables en los países del Tercer Mundo.

42 43
LIMITACIONES DEL CONCEPTO DE ADAPTA- sociales, un problema que los funcionalistas tradi-
CION. LA NOCION DE RACIONALIDAD ECONO- cionales se negaban a abordar, o abordaban sólo con
MICA. BALANCE CRITICO DE LA «ECOLOGIA dificultades. E, incluso, yendo más allá, se abría
CULTURAL». A lo largo de casi quince años, la de nuevo la posibilidad de construir el esbozo de
antropología se ha planteado cada vez más la tarea un nuevo modelo de la evolución social, un modelo
de llevar a cabo un estudio detallado de las di- multilineal esta vez, difiriendo a este respecto de
versas formas sociales de adaptación que pueden manera clara de los modelos evolucionistas del xrx.
encontrarse en cada ecosistema concreto. Inspirán- Los resultados positivos se vieron pronto ase-
dose en Jos trabajos pioneros de Leslie White, y más gurados Y me permitiré señalar algunos aspectos de
aún en los de J ulian Steward, muchos antropólogos ellos. Se descubrió, por ejemplo, que cuatro horas
han subrayado la urgente necesidad de realizar un al día bastaban a los miembros adultos de las ban-
estudio detallado de las bases materiales de las dis- das de cazadores y recolectores bosquirtlanos d'"'l
tintas sociedades y reinterpretar todas las culturas desierto de Kalahari para recoger o producir los
humanas sobre la base de su consideración como recursos necesanos . para cubrir las" necesidades de
procesos específicos de adaptación a entornos con- todos los miembros de la banda (incluyendo un buen
cretos. n~ero de ancianos y niños pequeños que no parti-
A njvel metodológico, estos antropólogos han rea- Cipaban en el proceso de producción). Frente a es-
firmado la idea de que cada sociedad debe ser ana- tos hechos, la idea tradicional que consideraba a
lizada como una totalidad, pero a la vez debe ser e~te tipo de pueblos como cazadores primitivos con-
considerada como un subsistema en el interior de tinuamente amenazados por la escasez y sin tiempo
una totalidad más amplia, un ecosistema _particular libre para inventar cultura y progresar hacia la ci-
en eJ que coexisten poblaciones humanas, animales vilización se vio pronto desmentida. Marsall Sahlins,
y vegetales, en el interior de un sistema de interrela- dando la vuelta a las ideas anteriores, llegó incluso a
ciones biológicas y energéticas. Para analizar las proclamar que aquellas sociedades de cazadores-
condiciones de reproducción y operatividad de estos recolectores eran las únicas sociedades «de la abun-
ecosistemas y reconstruir la estructura de sus flu- dancia» conocidas, puesto que cubrían todas las
jos energéticos, mecanismos autorreguladores y de necesidades sociales, sin que los medios de cubrirlas
retroalimentación, etc., pusieron los ojos en la teo- ~esultaran en absoluto escasos. En mi opinión, Sah-
ría de sistemas y en la teoría de la comunicación . lins saca un tanto de quicio la cuestión y tendré
El funciona lismo tradicional se vio renovado en lo más adelante oportunidad de plantear cie~tas reser-
referente a sus principales centros de interés, sus vas e incluso críticas sobre sus conclusiones.
métodos y sus posibilidades teóricas. Ya que resul- . Pero, primeramente, analizaré con cierto deteni-
taba posible de nuevo plantear sobre bases más fir- Illlento los resultados de los trabajos de Richard
mes el problema de la comparación de los sistemas Lee (1969). Y su equipo, en relación con los bos-

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45
quimanos kung. Se observó que estas poblaciones, considerada por los bosquimanos como la mejor,
que viven en un ecosistema especializado árido que que se da cuando el alimento deseable y la charca
les exige muy pocas cosas, no explotan ni mucho de agua están separados entre sí por la menor dis-
menos todos los recursos alimenticios que tienen tancia posible, y otra, considerada la menos satisfac-
a su disposición. Al establecer la lista completa de toria, cuando la charca y la comida a cazar o a re-
las taxonomías animales y vegetales usadas por los coger están separados por una gran distancia (más
bosquimanos, se descubrió que éstos habían identi- de un día de marcha en ir y volver). En tales cir-
ficado y nombrado 200 plantas diferentes, 80 de las cunstancias, es posible contemplar bajo una nueva
cuales eran consideradas comestibles. De todos estos luz la movilidad de los campamentos y el uso del
recursos, hay uno que constituye una casi inagota- entorno. En general, los bosquimanos permanecen
ble fuente de alimento, el fruto del mango. Este en un mismo lugar en tanto les tome no más de
fruto proporciona una especie de comida farinácea un día de marcha el ir a cazar y recoger la co-
poco apetitosa, pero que, en cambio, está siempre mida, o transportar el agua desde el lugar de donde
disponible. la extraen hasta el lugar donde se encuentran los
Prosiguiendo con el análisis de las actividades recursos alimenticios y volver.
productivas y los hábitos alimentarios de los bos- Este principio general, no obstante, sufre alte-
quimanos, se encontró que eran muy selectivos en raciones estacionales en la medida en que las tempo-
sus hábitos con relación a la comida. Cazan o re- radas secas y lluviosas se alternan. De aquí se dedu-
cogen determinadas especies de acuerdo con cuatro ce que sus vidas están marcadas por un ciclo anual
criterios de importancia decreciente. El primero y en el que tres tipos de situaciones se suceden una a
fundamental criterio es el del gusto, viene luego el la otra: (a) noviembre-abril, charcas de agua nu-
valor reconocidamente alimenticio de la especie, merosas y abundancia de comida; la distancia entre
su abundancia, y, finalmente, la facilidad con que agua y comida se reduce al mínimo; (b) mayo-julio,
puede obtenerse. Fundándose en esta escala de pre- empieza la estación seca, la comida sigue siendo
ferencias y otras constricciones, como por ejemplo abundante pero la vida se centra en torno a ocho
la inexistencia de métodos de almacenaje, fue po· charcas de agua pennanentes; (e) agosto-octubre, los
sible comprender la estrategia seguida, cuyo princi- recursos son cada vez más escasos en torno a las
pio puede expresarse como sigue: los miembros de ocho charcas permanentes y la distancia entre agua
cada campamento bosquimano prefieren recoger y Y alimentos se amplía ahora al máximo.
cazar, en cualquier momento, los alimentos desea- Una de las primeras lecciones que podemos ex·
bles a la menor distancia posible de la charca de traer del ejemplo de los bosquúnanos es que los
agua en torno a la cual está establecido el campa- primitivos no viven continuamente al borde de las
mento. Sobre la base de este principio, dos son las posibilidades de su sistema, rayando casi con el
situaciones contrapuestas que se les ofrecen. T ·na, hambre o la catástrofe. Los bosquimanos subexplo-

46 4?
f ttan las potencialidades alimenticias de su entorno. revela la existencia de formas diversas de <<raciona- ' (!
Y otro tanto puede decirse de los pigmeos mbuti. lidad económica». Puede observarse, a este respecto,
Estos últimos no persiguen el pescado que puebla que no solamente los bosquimanos han trazado un
en abundancia sus ríos. Ni matan a los chimpancés cuadro perfecto de los recursos que pueden explo-
y los pájaros que habitan en su jungla. Raramente tar dentro de su propio territorjo, sino que, al explo-
matan búfalos, cuya carne no les gusta. E igualmen- tarlos, practican al mismo tiempo una estrategia
te dejan sin explotar un gran número de nichos eco- adaptada a las constricciones a que está ligado su
lógicos específicos de su entorno. Pero, hay que no- entorno, a su tecnología, a su organización social,
tar que la conducta de los bosquimanos, al igual y cuyo objeto es atender a su propia escala de pre-
que la de los aborígenes australianos y otros pue- ferencias empleando un mínimo de esfuerzo.
blos primitivos que viven en entornos semidesérti- Todos estos hechos refutan la tesis, defendida
cos, están dominados por la necesidad imperiosa por Karl Polanyi y George Dalton (1971), para quie-
de obtener agua de manera regular. Mientras que nes las estrategias de optimización sólo tienen sen-
el alimento de los animales y las plantas es gene- tido y son posibles en el interior de la sociedad ca-
ralmente más abundante de lo necesario, el agua pitalista mercantil. Según ellos, sólo este sistema
resulta ser en todo momento escasa debido a la im- económico -dentro del cual todos los factores de
posibilidad de buscar aguas más profundas, exca- producción, tierra, trabajo y materiales brutos, tie-
vando pozos para alcanzar las capas de agua sub- nen precio- permite la posibilidad de optimizar los
terráneas, o construyendo aljibes para almacenar resultados, fundándose en la comparación y el cálcu-
las aguas superficiales. Así las cosas, resulta difí- lo de los costes de todas las alternativas de produc-
cil hablar, como Sahlins hace, de una «sociedad de ción. Con todo, no puede negarse que, en muchas so-
la abundancia». La misma imposibilidad tecnoló- ciedades, la tierra y el trabajo no son precisamente
gica de superar la necesidad de obtener agua los escasos, por lo que el modo como estos recursos
fuerza a vagar como nómadas de charca en char- son empleados tiene que diferir necesariamente del
ca, limita el tamaño del grupo que se reúne en tor- que caracteriza al sistema capitalista, pudiendo in-
no a las charcas, y determina de este modo muchos cluso llegar a parecer irracional a los economistas
de los aspectos fundamentales de su vida social. de dicho sistema.
Vemos así, una vez más, que el aspecto estratégico Lo que demuestra el ejemplo de los bosquimanos
de las relaciones entre los humanos y su entorno y de otros pueblos de los que hablaré más adelante
se halla por entero ligado al nivel de desarrollo tec- es que cada sistema económico y social determina
nológico y a la estructura social de la organización un modo específico de utilización de los recursos
social de la producción. naturales (y del trabajo humano-), determinando en
El ejemplo de los bosquimanos apunta a otra consecuencia los patrones específicos que gobiernan
conclusión de gran importancia teórica, ya que nos el «buen)) y cerna[)> uso de los recursos, es decir, una

48 49
~S ')
~ o
f€Jrma específica de «racionalidad económica inten- tando el modo de vida de los criadores de op..~ ·. f!,
cion,al». Y con esta expresión quiero dar a entender vecinos. Gracias a tan sabia solución, fueron ca z e~·\~~
un sistema de reglas sociales conscientemente for- de sobrevivir hasta la época actual. ~?
muladas y aplicadas para alcanzar, en la medida de Daré aún otro ejemplo que ilustra la riqueza '.Jv :\
lo posible, el conjunto de objetivos que correspon- resultados que el enfoque «ecológico» de la antropo-
den a cada concreto modo de producción y organi- logía ha proporcionado ya hasta la fecha; me refie-
zación social. ro al estudio de las poblaciones de pastores nóma-
¿Qué debemos, pues, entender por «adaptación»? das del Africa Oriental y Occidental. Durante mu-
. Esta noción designa primordialmente la lógica cho tiempo, los antropólogos, siguiendo en esto a
1mterna que gobierna la explotación de los recursos
Y las condiciones de reproducción de este modo de
Herskovits, afirmaron que los pastores africanos su-
frían de un verdadero «complejo vacuno», según
ex~lotac.ión . Pero puede verse de inmediato que la ellos, consecuencia primordial de una elección «cul-
ex1stenc1a de condiciones estrictas subyacentes a la tural» de valores «distintos de los europeos», mas
reproducción de los sistemas explica así mismo los que consecuencia de constricciones ecológicas y eco-
fenómenos de inadaptación. Daré un ejemplo a este nómicas. En realidad, había en el comportamiento
respecto, e.l de las tribus altaicas yakut que, en la de estos pueblos toda una serie de prácticas que
Edad Med1a, fueron empujadas hacia las regiones a los ojos dP, los europeos presentaban -y siguen
subárticas siberianas por los mongoles. Estos pue- presentando- rasgos profundamente irracionales.
blos eran originariamente pastores de caballos. El En Africa, el ganado vacuno parece no ser más que
caballo era para ellos no solamente un recurso eco- un simple valor que se acumula para adquirir pres-
nómico sino además un bien de prestigio, el símbolo tigio social, y no un medio de subsistencia o de en-
de un modo de vida. Durante bastante tiempo in- riquecimiento para sus poseedores. Aunque con fre-
tentaron seguir criando caballos en un contexto eco- cuencia se lo cambia por mercancías y produce be-
nómico que hacía muy difícil esta tarea. Durante la neficios monetarios, lo más habitual es que se lo
corta estación veraniega segaban y almacenaban el emplee, independientemente de toda consideración
heno que les permitiría mantener vivos a sus caba- mercantil, para sellar alianzas matrimoniales y de-
llos durante el largo invierno. Los yak.ut terminaron rechos de linaje.
intentando alimentarlos con carne y restos de pes- _ Por otro lado, este ganado se acumula en grandes
cado. En este patético intento de mantener a cual- rebaños cuya carne sólo es comida en raras ocasio-
quier precio un modo de vida fatalmente mal adap- nes ceremoniales. Los animales tampoco son em-
tado a las posibilidades de su nuevo entorno, hay pleados como bestias de carga y producen muy poca
que ver el efecto de la tradición, el peso muerto de leche. La razón de todos estos aspectos negativos
valores y hábitos sociales heredados del pasado. Su asociados con los vacunos parece deducirse ante
falta de éxito hizo que estas tribus acabaran imi- todo del hecho de que, para los africanos, el ganado

50 51
se encuentra asociado con los rituales que acompa- caba que el grupo en su conjunto no consumiera
ñan al nacimiento, el matrimonio y la muerte, y que carne de manera regular, y a menudo en grandes
simbolizan el status de los linajes a que se encuen- cantidades. Dado que cada unidad familiar dentro
tran atados los individuos por lazos de tipo místico del grupo se turna en la matanza de ganado, y
.. y emocional. comparte la carne con las restantes unidades, el gru·
Poco a poco, y gracias a los trabajos realizados po en su conjunto consume con bastante regulari-
por Gulliver, Deshler, Dyson-Hudson, Jacobs, etc., dad proteínas de vacuno. Otro becho que para nues-
fue haciéndose un poco más de luz sobre estos Has- tros ojos de europeos parecía «irracional» recibió
gas culturales». Pronto se cayó en la cuenta de que también su correspondiente explicacjón, me refiero
había habido un exceso de premura a la hora de de- a la presencia en Mrica de grandes rebaños, a me-
clarar al ganado vacuno mero bien de prestigio, do- nudo enormes, cuyas dimensiones provocan un ago-
cumentándose numerosas ocasiones en las que el tamiento de los pastos que a su vez conduce a un
ganado era intercambiado sin ceremonia alguna por general deterioro de la vegetación y del suelo. l..a
productos artesanales de los pueblos sedentarios. existencia de esta costumbre se atribuía habitual-
Se observó igualmente que había razones muy prác- mente al apego emocional de los propietarios para
ticas que explicaban que la matanza y devoración con sus piezas de ganado de más edad, a las que no
del ganado tuviera que asumir aspectos ceremonia- se atrevían a llevar al sacrificio, o bien al orgullo
les o insólitos. Debido a la total ausencia de técnicas de los propietarios que tenían el prurito de mostrar
de conservación de la carne, resqlta imposible que la enormidad de sus rebaños. Una vez realizado un
cada unidad familiar pueda c_o nservar y consumir análisis detallado de las constricciones del entorno
para su propio uso la cantidad de carne comestible donde viven los dodoths de Uganda, se descubrió
que representa cada cabeza de ganado. Esto implica que perdían aproximadamente de un 10 a un 15 %
la necesidad de compartirla con las restantes unida- del total de su ganado cada año, debido a la escasez
des que componen el g¡upo. Pero este reparto, al mis- de agua, y que eran precisamente los animales jóve-
mo tiempo, sirve para reforzar la red de obligacio- nes destinados a la reproducción los que más mo-
nes recíprocas existentes entre los individuos y los rían, costándoles a estos animales, por causa de la
grupos. En semejante contexto técnico, económico y pobreza de los pastos, unos seis a siete años alcan-
social, la matanza y manducación de los vacunos zar la edad adulta, para producir al cabo veinte ve-
inevitablemente asume un carácter ceremonial y un ces menos de leche que las vacas lecheras europeas.
alto valor simbólico, debido a las funciones sociales En tales condiciones nada tenía de sorprendente que
que integra. los pastores africanos atribuyeran un gran valor al
Más aún, el hecho de que la matanza de una ca- número de sus cabezas de ganado, permitiendo así
beza de ganado siguiera siendo una ocasión excep- entender la compleja y parsimoniosa estrategia que
cional para cada unidad de producción no signifi- dichos pastores aplican al uso de la carne, la leche,

52 53
y hasta la sangre de sus rebaños. Lejos de ser tes- organización social que corresponde a las demandas
timonio de una práctica ciega e inconsecuente, el de sedentarización surgidas de la misma producción
gran número de cabezas de ganado era un modo de agrícola. La sociedad sufre así un vasto ciclo de
asegurar la reproducción del rebaño como tal. Cual- transformaciones en el que se alternan la adapta-
quiera que posea sesenta vacas tiene muchas más ción y la pérdida de adaptación a un mismo entor-
probabilidades de poder pechar con las sequías ex- no.
cepcionales, las hambrunas, las espizootias, etc., re- En otro sentido, el trabajo conjuntamente lleva-
produciendo así sus condiciones materiales (sus do a cabo por antropólogos, agrónomos, y ecólogos
condiciones sociales y políticas de existencia) mejor en Oceanía, Asia Sudorienta!, Amazonia y Africa Tro-
que quien comienza con un rebaño de sólo seis pical ha sacado a la luz nuevos datos sobre los pre-
vacas. juicios <<cerealeros» de Jos occidentales, así como su
Descubrimos aquí, por lo demás, el carácter con- ignorancia e intolerancia con respecto a los valores
tr-adictorio del proceso de adaptación. Por u)l lado, adaptativos de los sistemas agrícolas exóticos. Pron-
e] gran tamaño de los rebaños es una respuesta inte- to se hizo claro que las técnicas de roza propias de
ligente a las constricciones y contradicciones que los la agricultura sobre tierra quemada se hallaban per-
pastores deben encarar, por otro, su inteligente res- fectamente bien adaptadas a las condiciones tropi-
puesta acarrea el riesgo de destruir las condiciones cales. En tales condiciones, los ciclos ecológicos
necesarias para la reproducción del sistema. Cada son muy rápidos, los abonos no se hallan mezclados
pastor, al incrementar el número de sus cabezas con el suelo, y el calor hace que la formación de la
hace que la totalidad de las cabezas de la sociedad capa vegetal resulte muy lenta. Cuando la vegetación
~n su conjunto se expanda en tal medida que haga natural resulta destruida, el ciclo se intenumpe y la
1m posibJe el equilibrio entre la reproducción de los tierra se hace bastante infértil. Al quemar la broza
recursos herbáceos y el crecimiento del ganado. La recién rozada sobre la tierra, incrementando al mis-
expansión misma del sistema, su exitosa forma de mo tiempo el número de especies plantadas en el
adaptación, conduce, a la larga, a su misma desapa- mismo campo y seleccionando aquéllas que, dis-
rición . Y dicha desaparición debe por fuerza verse puestas en surcos, parapetan a la tierra desnuda
p:ecedida de una fase bastante larga de inadapta- contra la caída de 1as torrenciales lluvias del Tró-
ción durante la cual la sociedad puede buscar y pico, los agricultores tropicales han creado ecosiste-
aceptar otras formas adaptativas. Entre los pastores mas artificiales adoptados a su entorno y de los
nómadas del Africa Oriental, la agricultura parece que puede decirse que reproducen la diversidad del
e~ la ac,tualidad adquirir cada vez mayor importan- ecosistema natural que Jos rodea. Los estudios lle-
cia, segun la economía pastoral va resultando cada vados a cabo por Conklin (1954), Geertz (1963), y
vez más difícil. Cuando algo como esto ocurre la Rappaport (1967), han mostrado que los roturadores
sociedad evoluciona hacia un modelo diferente' de de tierras del Asia Sudorienta} y Oceanía han con-

54 55
vertido la jungla natural en una «jungla cosecha- de las prácticas ideológicas nunca son reconocidas
ble)>, preservando al mismo tiempo las capacidades del todo como tales . Un ejemplo de esto es el que
de reproducción del ecosistema y de su propia socie- nos proporcionan R. y M. Dyson-Hudson (1969) quie-
dad. Pero, también aquí, resulta claro que el mis- nes llevaron a cabo valiosos estudios entre los pas-
mo éxito de su sistema puede conducirlos a la larga tores karimonjong de Uganda y que escriben lo si-
a su desaparición. Al aumentar la población, el ciclo guiente acerca de 1a iniciación ritual a que los
de los barbechos debe reducirse de manera gradual, niños deben someterse y su identificación con el
haciendo que la tierra vaya perdiendo fertilidad pro- animal que se les adjudica para tal ocasión:
gresivamente. En algunos casos, ciertamente, toda
posibilidad de volver al bosque secundario ha queda- Se trata de pautas culturales que encubren
do cerr ada, por haber sustituido una sabana con un hecho central, a saber, que el ganado vacuno
matorrales difíciles de remover para el cultivo al constituye su principal fuente de subsistencia.
antiguo bosque tropical. Cuando tal cosa ha ocu- En último término, lo mismo que a primera vis-
rrido de manera extensiva, el sist rna se ha visto ta, el papel del ganado vacuno en la vida de los
obligado a transformarse, buscando métodos más in- karimonjong, es siempre el de transformar la
tensivos reducidos a áreas de menor tamaño (culti- energía acumulada en forma de grasas y huesos
vos aterrazados, irrigación , etc.). Esta nueva adap- en una forma de energía asimilable con facili-
tación requiere una mayor inversión energética, cier- dad para los humanos.
tamente, que 1a simple roza del bosque, lo que hace
que si bien la producción por unidad de superfjcie Ciertamente, se plantea la duda de si esta explica-
se incrementa, la productividad laboral decrece. Lo ción de la religión y las prácticas simbólicas en tér-
que en este caso vemos aparecer una vez más es un minos energéticos es la más adecuada para dar cuen-
ciclo de adaptación y pérdida de adaptación que ta de las funciones de la religión en la sociedad karí-
puede conducir a la total desaparición del sistema, monjang. Tales declaraciones concuerdan perfecta-
el cual se ve sustituido por otro en un contexto eco- mente con las polémicas declaraciones hechas por
lógico radicalmente cambiado. Marvin Harris ( 1%6 ), que no pone reparos en presen-
[Debemos, sin embargo, tener bien presentes los tarse como el agresivo líder de este denominado
límites de los logros últimos del neofuncionalismo, «neomaterialismo cultural», y que, habiéndose pro-
anclado todavía en la «ecología cultural», y averi- puesto «desacralizar» a las vacas sagradas de la In-
guar en qué condjciones surgió esta nueva teoría . dia, afirma:
Sus orígenes están en la concepción «reduccionista ))
de las relaciones complejas que en cada caso se ma- He escrito este artículo porque creo que los
nifiestan entre la naturaleza y la sociedad. La di- aspectos irracionales, antieconómicos y exóti-
versidad de las relaciones sociales y la complejidad cos del complejo vacuno indio se han solido

56 57
subrayar en exceso a expensas de las interpre- sultan indeterminadas: (estipulan a grandes ras- ,
taciones mund¡mas, racionales y económicas ... ; gos lo que es imposible que se produzca pero
en la medida en que el tabú de ingerir carne de haeen posible cualquier eventualidad.)
vacuno ayuda a desanimar el crecimiento de las
industrias producto1·as de vacunos, forma par- Desde este punto de vista, las razones que expli-
te de una adecuación ecológica que maximiza can el carácter dominante de las relaciones de pa-
más que minimiza los resultados calóricos y rentesco o las relaciones político-religiosas- razo-
energéticos del proceso productivo. nes que subyacen a las interconexiones concretas de
las estructuras sociales en el interior de una deter-
Podemos reconocer aquí el tipo materialismo minada sociedac;l- quedan situadas más allá de cual-
bruto, «economicista,,, que reduce toda·s las rela- quier posible análisis, y la causalidad estructural de

ciones sociales al ~ status de epi fenómenos } la economía se reduce a una simple correlación pro-
directamente dependientes de las relaciones econó- 'fq;t;Hll"J! babilista, mientras la historia, concebida al modo
micas, que a su vez se reducen a meras écnicas de empiricista, se configura como una sucesión de acon-
adaptación al entorno natural y biológico. La secre- tecimientos de mayor o menor frecuencia. Querría
ta racionalidad de las relaciones sociales se reduce volver, a este respecto, sobre el problema de la adap-
a simples ventajas adaptativas, cuyo contenido, co- tación de las sociedades a su entorno, para subrayar
mo ya apuntó Lévi-Strauss con relación al funcio- 0tra debilidad del neofuncionalisrno contemporá-
nalismo malinowskiano, se disuelve en general en neo.7 Este sigue considerando aún en buena medida

~ 11
simples truismos. Una vez se adrnite que las socie- que la evolución de las sociedades constituye un mo-
dades existen, es evidente que tienen que funcionar, vimiento único y unidireccional, un progreso hacia
y resulta una pura banalidad decir que determinadas adelante concebido sobre la base de estudios gene ·
variables son adaptativas porque cumplen una fun- rales (bandas, tribus, jefaturas, estados, etc.). Ja-
ción en el sistema. Como Marshall Sahlins (1969) más analiza seriamente los fenómenos de la ~­
dice: sihili.dad y mucho menos los fenómenos de lo que,
a falta de término mejor, llamaremos «devolución» ,
Probar que un deteJ;"minado rasgo o dispo- dado que el término «involución1> generalmente con-
sición cultural tiene un valor económico positi- trapuesto al de evolución no abarca la misma idea.
vo no sirve como explicación adecuada de su Aclararé esto por medio de algunos ejemplos)
existencia, ni siquiera de su presencia. La pro- [Muchas sociedades de cazadores-recolectores de
blemática de las ventajas adaptativas no supo-
7. Los funcionalista.s empiristas y los ecológicos basan sus
ne la única respuesta válida. Como principio ge- explicaciones en la copresencia o covariación de los datos ob-
neral de causalidad y como actuación económi- servables, mientras que los estructuralistas explican las _pautas
observables de los fenómenos como actualizaciones concretas de
ca en particular, las «ventajas adaptativas'' re- estructuras subyacentes (ver vol. I, cap. 2).

58 59
Sudamérica constituyen lo que Lévi-Strauss ha lla- men o de un solo organismo. La comparación de los
mado <<falsos arcaísmos». Lejos de ser los últimos diversos tipos de sociedades y la reconstrucción de
representantes del primitivo estadio de las econo- sus formas de evolución debería ser llevada a cabo
mías cazadoras dentro de las selvas tropicales, cons- ante todo sobre la base de conjuntos limitados de
tituyen vestigios de sociedades agrícolas altamente sociedades vecinas)
avanzadas que fueron empujadas desde las orillas de Para concluir este análisis, me parece que la
los grandes ríos hacia el intelior de la selva, perdien- adaptación y la pérdida de adaptación existen por-
do allí toda noción de cultivo agrícola. Clastres que las sociedades nunca llegan a constituir totali-
(1968) demostró de manera notable la existencia de dades plenamente «integradas», como suponen los
dicho fenómeno entre los indios guayakí del Chaco funcionalistas, sino totalidades cuya unidad es el
paraguayo, precisamente al tiempo que Latrap am- efecto «provisionalmente estable» de una compati-
pliaba esta hipótesis para incluir en ella a la ma- bilidad estructural que permite a las diversas estruc-
yor parte de las sociedades de la selva tropical ame- turas reproducirse, y las capacita para continuar in-
ricana, corno los tukuna, los siliono, los cashibo, et- terconectadas del mismo modo hasta que la dinámi-
cétera. ca interna y externa de los sistemas implicados haga
Leach (1954), por su parte, ha mostrado clara- imposible que las totahdades sigan perviviendo co-
mente con el ejemplo de los kachin de Birmania que mo tales. La noción de equilibrio, lejos de significar
una sociedad jerarquizada, dominada por un jefe ausencia de contradicciones, significa de hecho una
que es, o dice ser, el último descendiente directo del cierta regulación interna y externa de las contradic-
último de los hijos del antepasado que fundó el ciones del sistema para hacer posible el manteni-
poblado, puede, en determinadas circunstancias con- miento de su unidad. Volveré más adelante sobre el
vertirse en una sociedad de tipo <<gumlao», es decir, problema de la existencia de varios tipos de contra-
carente de toda jerarquía y de jefes, para volver a dicciones, y los factores que las relacionan con los
converti~se tiempo después en una jefatura «gum- sistemas reguladores.
sa», etc.~Este ejemplo, sin embargo, nos enseña más
que el sólo hecho de que no existe evolución sin in-
volución, ni tampoco involución en determinada
dirección sin la posibilidad de una posterior evo-
lución en otras direcciones; nos rÍmestra, sobre todo, BIBLIOGRAFIA
que no existe evolución «en general», ni una verda-
dera «evolución general» de la humanidad. La hu-
manidad no es un sujeto, como no lo son las socie- Barrau, J. et al. 1972. Langues et Techniques, Nature
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64 65
3. - INSTITUCIONES ECONÓ~II(',\S
Capítulo II

Formas y condiciones de apropia-


ción de los medios de producción

FORMAS SOCIALES DE APROPIACION Y CONTROL


DE LOS MEDIOS DE PRODUCCION

RELACIONES DE PRODUCCION. El análisis del


proceso de producción no puede limitarse al estudio
de los factores de producción que conforman una
configuración específica en su interior, una combi-
nación que determina en concreto la organización
del trabajo por la que pueden medirse las actuacio-
nes y los rendimientos. Todo proceso de producción
supone como cond'ción re ia de osibilidad, im-
plicándolas a la vez como una de sus estructuras
internas, un conjunto de relaciones sociales concre-
tas que det erminan ei m~~ soci 1
r. --- -~~~~~~-
ae los tres tipos de factores de producción. Los mo-
. r dos ~ep"'¡yto social y apropiacion de os factores
de producción en el interior de cada sociedad se de-
finen mediante el concepto de relaciones de produc-
ción. En general, dichas producciones se «represen-
tan» o expresan socialmente por medio de diversas
formas de propiedad y posesión codificadas en la
ley oral o escrita de cada sociedad. Las formas ju-
rídicas de propiedad y posesión definen los derechos
recíprocos de los individuos y grupos con respecto
del reparto y control de los medios de producción

67
y subsistencia. Garantizan al nivel abstracto que su- A principios del siglo VI, los irlandeses comenzaron a
pone la ley, y hasta cierto punto, facilitan en la prác- asentarse en poblados y a practicar la agricultura. A
tica la reproducción del modo de producción que partir del siglo VII empieza a observarse que los ré-
representan.(Pero sería un error confundir la apro- gulos de los clanes, que-hasta entonces habían admi-
piación real con la apropiación legal de los medios nistrado la tierra comunal del clan en nombre de
de producción. Existen numerosos ejemplos de jefes éste, empezaron paulatinamente a transformar dichas
tribales que, so capa de ejercer sus derechos de tu- tierras comunales en propiedades patrimoniales. Los
tela sobre las tierras comunales de la tribu -dere- clanes dejaron de ser grupos de parentesco, y em-
cho que la costumbre les reconoce- se apropian pezaron a incluir esclavos, hombres libres adopta-
de hecho de dichas tierras, poniéndolas al servicio dos de otros grupos familiares, y miembros de da-
de sus intereses particulares. En tales casos, el de- nes extranjeros a los que se había permitido esta-
recho consuetudinario se convierte en una prove- blecerse en el antiguo territorio comunal de cada
chosa ficción, un modo de enmascarar el contenido clan mediante el pago de determinados impuestos
real de las relaciones de producción) Tal era, por al ré~o. Una diferenciación social entre ricos y
ejemplo, el caso en Ghana a principios de este siglo, pobres comenzó a tener lugar por todas partes, que
cuando los jefes de los ashanti, en la época en que pronto puso las bases de una nueva estratificación
empezaban a desarrollarse las plantaciones de coco social en clases. Podemos observar en todo este
para la exportación, se apropiaban de las tierras no proceso las transformación del antiguo derecho tu-
cultivadas pertenecientes a la tribu, para aumentar telar de los jefes de clan sobre las tierras comunales
la extensión dedicada al cultivo del coco, siendo en un instrumento para desposeer a la comunidad
tales tierras trabajadas por dependientes del jefe de sus tierras. En Escocia, un proceso similar co-
o por otros que debían prestar ayuda forzosa. La menzó a producirse tras la expulsión de los Estuar-
evolución que semejante modo de actuar puso en do, evolución que finalizó a principios del pasado
marcha desembocó primeramente en una economía siglo. Lo que queda atestiguado en la famosa dis-
mercantil de tipo precolonial que se vio inmediata· cusión surgida en 1811 como consecuencia de la
mente seguida de la colonización británica y la pe- brutal actuación de la condesa de Sutherland, viu-
netración masiva del modo de producción capita- da del marqués de Staffor d, la cual expropjó a su
lista en el país ashanti. · clan de sus tierras comunales, expulsando de dichas
Igualmente podemos citar un caso tomado de la tierras a las familias campesinas que vivían en ellas.
historia antigua de las comunidades célticas irlan- Uno de los problemas teóricos que se le plan-
desas. Hasta los umbrales del siglo VI d . C., los celtas tean a la etnología es el de explicar de qué modo
eran criadores de ganado itinerantes, como lo ha- las minorías sociales han sido capaces de unir sus
bían sido las tribus germánicas descritas por César, intereses comunes, transformando su poder funcio-
dentro del territorio correspondiente a cada clan. nal en poder económico y social orientado a la explo-

68 69
( tación. Se trata de un problema fundamental por que Malinoswsk.i llama'b a «sistemas de derechos
dos razones: porque afecta a las más fundamenta- combinados». En numerosas sociedades cazadoras
les transformaciones de la historia humana y, por- y recolectoras, el tenitorio de la banda es de pro-
que, a nivel teórico, el progreso mismo de las ramas piedad colectiva, mientras que las redes de caza,
especializadas de la antropología Oa teoría de las la cerbatana y las flechas envenenadas de los caza-
relaciones de parentesco, de las estructuras políti- dores, y/o las varas forrajeras de las mujeres son
cas, de las formas religiosas e ideológicas) se halla de propiedad individual. Malinowski creía que es-
subordinado a él. Volveremos más adelante sobre te descubrimiento suponía una gran victoria con-
es te aspecto crucial. tra l<Ds defenso;res del «comunismo primitivo» , que
Todo proceso de producción, por tanto, supone proclamaban qÚe en las sociedades primitivas todo
un reparto social de los factores de producción, pertenecía a todos. (Malinowski, erróneamente, in-
esto es, un modo social de apropiación de los obje- cluyó a Marx entre los defensores de tal teoría.)
tos del trabajo, de los medios de trabajo y, en cier- En cada modo de producción, sin embargo, hay
tos casos, de los trabajadores mismos. La persona factores que son más importantes que otros, y es el
del trabajador puede o bien resultar directamente modo de apropiación el que domina todas las restan-
apropiada por el amo, como ocurre en el caso de tes formas de apropiación, caracterizando de este
la esclavitud, o puede pertenecer de manera indi- modo al conjunto de las relaciones de producción.
recta a un terrateniente, como es el caso de los En numerosas sociedades, la producción se lleva
campesinos sometidos a servidumbre. Uno de los a cabo con la ayuda de instrumentos que son fáci-
puntos más importantes tanto de la historia com- les de construir para cualquier individuo, que por
parativa como de la antropología es el descubri- este mismo hecho se convierte en productor poli-
miento y análisis de las diversas formas de esta- valente. Esta facilidad de la producción podría ex-
tutos de dependencia personal que surgieron en las plicar tanto la presencia de numerosas formas de
sociedades no capitalistas como consecuencia de propiedad individual de herramientas en las socie-
numerosos procesos de diferenciación social. dades primitivas como el hecho de que dichas for-
mas de propiedad individual no dominen las relacio-
nes de producción. Tal era el caso, por ejemplo,
En cualquier eociedad existen diversos modos de apro- entre los esquimales, para quienes los recursos na-
piación turales -ríos (y pesca), tundra (y caribús), y costas
(y leones marinos)- eran propiedad común de la
Los diversos factores de producción en las socie- banda, mientras que los instrumentos eran propie-
dades primitivas y campesinas son frecuentemente dad del individuo, propiedad individual, pero no
objeto de distintos modos de apropiación y el con- privada, ya que ningún individuo podían negarse a
junto de dichos modos de apropiación constituye lo prestarle sus herramientas o armas a un pariente

70 71
que funda la relación comunal de la apropiacwn
o a un miembro de su misma banda cazadora, si de la tierra, sino el h echo de que el individuo perte-
éstas le teran requeridas. Simplemente no podía nezca a una comunidad que lo preexiste, y que le
privarlos de ellas. garantiza el acceso a tan fundamental recurso, con-
virtiéndolo en detentador, pero no en propietario,
de los derechos de uso.
Propiedad y tierra b. Las formas comunales de apropiación tanto
de la tierra como de los recursos principales existen
En lo referente a las formas de propiedad de los porque, sobre la base de las fuerzas productivas
territorios de caza, las tierras de cultivo o las tie- existentes, el individuo como ser aislado no puede
rras de pastos, debemos acentuar de inmediato el sobrevivir, teniendo que entrar en diversas formas
hecho de que la propiedad individual de la tierra es de cooperación con los restantes miembros del gru-
una excepción en los modos de producción de la po.
mayor parte de las sociedades precapitalistas. Este c. La existencia de formas comunales de apro-
hecho es subrayado por Carl Brinkman en su artícu - piación de la tierra no solamente garantiza a cada
lo <<Tenencia de tierras)) de la Enciclopedia de las miembro de la comunidad el acceso a los recursos
ciencias sociales: que pueden permitirle reproducirse materialmente,
sino que proporciona al mismo tiempo esa misma
La cesión de tenencia de tierras a indivi- garantía a las generaciones subsiguientes; asegura
duos, como forma distinta de la tenencia gru- la continuidad de las condiciones de reproducción
pal, es una concepción muy moderna imposi- necesarias para la producción de materiales y para
ble de ultimar por entero ni siquiera dentro la existencia misma de la sociedad. En un sentido
de la sociedad capitalista. E igualmente ocu- estricto, pues, los derechos comunales sobre la tie-
rre con la tenencia de tierras como derecho rra no pertenecen tanto a la comunidad de los vivos,
individual exclusivo con relación a otros de- como a la comunidad entendida como el conjunto
rechos concurrentes. Lo que puede parecer una de los antepasados muertos y sus descendientes vi-
contradicción desde el punto de vista de la vos, además de los aún no nacidos. Los miembros
noción de propiedad del derecho romano o del vivos de la comunidad son pues en la práctica y,
derecho civil moderno - a saber, que pueda evidentemente, a nivel ideológico, meros elementos-
haber más de dos derechos de propiedad so- soporte de la reproducción de su comunidad (o tra-
bre una misma cosa- es evidentemente la re- dición). Los vivos ejercen sólo una especie de dere-
gla más general en las instituciones que go- cho tutelar sobre los recursos de la comunidad. Es-
biernan la tenencia de tierras. ta última aparece -y de hecho lo es- como su-
perior a los individuos, como el factor unificante en-
a. No es el trabajo del individuo como tal el
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tre individuos y generaciones que, al reproducirse piedades ante la comunidad y ante los antepasados.
a lo largo del tiempo, aseguran a todos las condi- Todo individuo, sea jefe hereditario o no, tiene con-
ciones de existencia. trol sobre los vestidos que él mismo ha fabricado,
los árboles que ha plantado, los cerdos que ha cria-
SOCIEDADES SIN ESTAD0. 1 Los etnólogos general- do, su hacha y las aguja que ha fabricado u obte-
mente afirman que las relaciones de parentesco do- nido; este tipo de derechos recibe e1 nombre de
minan la vida de las sociedades primitivas. Debemos amfoka, término que designa la relación entre un
guardarnos muy mucho de considerar ·tal afirmación objeto y su soJUbra. Son éstos bienes que pueden ser
como ~xiomática o evidente, sin embargo, y de que apropiados y transferidos a nivel individual. Entre
las relaciones de parentesco juegan en todas las los dos tipos de reglas de apropiación existe una re-
sociedades sin clases un papel dominante en el fun- lación de prioridad, ya que sólo tenjendo una rela-
cionamiento de las relaciones sociales. Tal es el caso lación merafo con la tierra, esto es, perteneciendo a
sólo en la medida en que jueguen un papel decisivo una comunidad y explotando la tierra de dicha co-
en la distdbución y reparto de los medios de pw- munidad, el trabajo invertido en plantar árboles ga-
ducción y en el control de las condiciones necesarias rantiza el derecho de apropiadón individual, el de-
para la reproducción del modo de producción y de recho a una apropiación de tipo amfoka sobre di-
las relaciones sociales que se corresponden con él. chos árboles y sus productos. La existencia d:e esta
Es esta doble función la que hace que jueguen un relación de prioridad entre dos tipos de derechos
papel dominante. saca a la luz el hecho de que la pertenencia a un
Entre los siana estudiados por Richard Salisbu- grupo es el fundamento deJ sistema de derechos y
ry (1962), por ejemplo, encontramos un complejo que el control del clan sobre otros grupos depen-
sistema de reglas que gobiernan tanto la apropia- dientes (casas de varones o linajes) o sobre los indi-
ción de los objetos materiales (tierra, hachas, ves- viduos es el principio guía de este sistema. El siste-
tidos), como de las realidades inmateriales (conoci- ma en su conjunto, por tanto, combina los intere-
mientos rituales), un sistema demostrativo de lo que ses del grupo y los de Jos individuos limitando, por
Malinowski llamaba «Sistemas de derecho combi- medio de la prioridad del grupo sobre los indiv:i-
nados>>. Los jefes de linaje controlan la tierra -a ?uos, las contradicciones que podrían surgir del uso
la vez que las flautas sagradas y el conocimiento ri- mccmtrolado e individual de los recurs0s. Este ejem-
tual- de la que son guardianes, pero que no pue- plo muestra igualmente la especifidad de Jos dere-
den transferir; este tipo de derechos son llamados chos sociales implicados, una especifidad que en este
merafo, palabra que designa las relaciones de1 padre caso se expresa mediante la extensión de las reglas
con sus hijos. El jefe es responsable de estas pro- de apropiación a toda realidad, material o inma-
t~rial,. con posibilidades de ser apropiada y transmi-
l. Sobre las diferencias entre sociedades estatales y socie- tida (mcluidos los conocimientos rituales, mágicos.
dades sin Estado, ver vol. VI, cap. l.

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etcétera). Fue a estas reglas que gobiernan la apro- méstico; el tamaño del rebaño generalmente guarda
piación de los bienes incorpóreos a las que Lowie, proporción con el tamaño de la familia, variando su
en su celebrado artículo de 1928, en el Yale Law función según la composición interna del mismo
Jaurnal, dio el nombre de «propiedad incorpórea». (cabras, ovejas, vacas, dromedarios) y las posibili-
Al establecer que el concepto de propiedad supera- dades del medio. Cuando el trabajo doméstico resul-
ba el ámbito de lo puramente material, Lowie pen- ta insuficiente, esta insuficiencia se remedia aso-
só que había ganado una victoria contra el materia- ciándose con otros grupos, o bien tomando trabajo
lismo; y de hecho la había ganado, sólo que contra a préstamo, o por medio de esclav.os. El grupo do-
el materialismo vulgar, que reduce toda la vida so- méstico constituye la unidad básica de producción,
cial a sus instancias materiales. pero éiertas actividades, como por ejemplo la tras-
Presentaremos un segundo ejemplo de los lazos humancia, las expediciones comerciales, la defensa o
internos entre relaciones de parentesco y modo de la agricultura, implican formas más amplias de coo-
producción, basado en el análisis de Dupire y Sten- peración, ya sean simples o complejas, que se efec-
ning sobre los peul, pueblo nómada del Africa Occi- túan en el interior de las unidades de corresidencia
dental. En este tipo de sociedades el rebaño consti- superiores al grupo doméstico, es decir, a nivel de
tuye el principal medio de producción y la parte campamento. Familia y campamento, pues, constitu-
esencial del proceso de trabajo se realiza sobre la yen los elementos esenciales de la organización so-
base y en el interior de los grupos domésticos. El cioeconómica peul.
proceso de trabajo en tales casos depende de com- En este caso, pues, las relaciones de parentesco
plejas técnicas de reproducción, selección, domesti- juegan un papel distinto, aunque quizás más decisi-
cación, alimentación y cuidados veterinarios. Técni- vo, en el funcionamiento del modo de producción, y
cas éstas que implican ingentes conocimientos bio- su papel se funde con el de la familia como unidad
lógicos, zoológicos, botánicos y astronómicos, pero básica de producción. En efecto, la creación y con-
muy pocos instrumentos. Semejante situación ha servación de la familia y el rebaño dependen en par-
servido generalmente de pretexto, antes de los tra- te de mecanismos idénticos. La constitución de la
bajos realizados por E. Hahn a principios del pre- familia, esto es, la creación de una nueva unidad
sente siglo, para considerar a los pastores nómadas de producción, supone no sólo la circulación de mu-
como «primitivos», clasificándolos normalmente por jeres sino también la transferencia de ganado y la
debajo incluso de los primeros agricultores en el cua- transmisión de derechos reales sobre el ganado en el
dro general de la evolución. La arqueología prehis- contexto de las relaciones de línea de parentesco.
tórica ha venido refutando de entonces acá con El t~rmino pre-herencia se ha empleado a veces para
nuevos datos semejante opinión. designar el proceso de transmisión de los derechos
La mayor parte del proceso de trabajo de la so- reales sobre el ganado que empiezan en el mo-
ciedad peul se realiza en el interior del grupo do- mento mismo del nacimiento de · los niños varones

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y se continúan a través de su iniciación, matrimo- casan entre sí, y se casan entre sí y son vecinos
nio, etc. La división del rebaño doméstico para crear porque son aguados.» Opta, al parecer, la autora
nuevos rebaños independientes para cada hijo ocu- por la anterioridad del primer fenómeno sobre el
rre en épocas diferentes, con el matrimonio, al nacer segundo. No obstante, existen diferencias entre las
el prime1· hijo varón, a la muerte del padre, y en formas de organización de la producción en las so-
otras ocasiones familiares. Encontramos aquí las ciedades agrícolas y en las sociedades pastorales. El
formas de fisión y segmentación de los grupos de hecho de que el medio de producción dominante, el
parentesco típicas de las relaciones entre líneas de ganado, se apropie en el marco de la unidad domés-
parentesco que encontramos en numerosas socieda- tica, en el marc.o de un segmento lineal, y el hecho
des agrícolas, así como en las sociedades de pastores de que en ese marco exista. la posibilidad de acumu-
~ómadas (casi siempre patrilineales). En estrecha co- lar excedentes presenta unas caracteristicas por com-
rrespondencia con este permanente proceso de seg- pleto diversas en las sociedades pastorales y en las
1 mentación y dispersión, que favorece la constitu- sociedades agrícolas debido a que el ganado e5 al
ción de nuevas unidades de producción y responde a mismo tiempo medio de producción, medio de sub-
las necesidades mismas de formación y cría de re- sistencia (almacén alimentario), y propiedad fácil-
baños (omitiendo, a estos efectos, el uso de trabajo mente intercambiable, todo 1o cual ofrece a las so-
escla:vo o dependiente, surgido siempre de prácticas ciedades nómadas grandes posibilidades para la di-
concretas y condiciones históricas particulares), se ferenciación interna social, punto de partida para
hallan los diferentes tipos de matrimonio preferen- nuevas evoluciones sociales.
cial y la tendencia hacia la endogamia tribal, prácti-
cas que garantizan la transmisión lineal de los bie- LAS SOCIEDADES ESTATALES: LA ESCLAVITUD.
nes . Toda una estrategia de alianzas matrimoniales Al iniciar el análisis de los modos de producción ba-
se pone pues en juego, directamente impulsada por sados en la explotación del hombre por el hombre,
las formas mismas del modo de producción y las diremos unas pocas palabras sobre el problema de
condiciones de reproducción de la producción; estra- la esclavitud en las sociedades precapitalistas. Ge-
tegia en la que los factores de corresidencia juegan neralmente, allí donde se dio, la esclavitud no de-
un importante papel. Un papel que con respecto a la pendió fundamentalmente de la explotación del tra-
constitución de las relaciones de parentesco y la bajo esclavo (como fue el caso en la antigua Roma).
mutua e interna articulación entre modo de pro- A menudo, el esclavo formaba parte de la unidad de
ducción y sistema de parentesco plantea problemas producción doméstica y su status lo convertía de
fundamentales que sólo superficialmente tocaremos hecho en una especie de miembro inferior de la fa-
aquí. Marguerite Dupire (1970), en su trabajo sobre miliá, algo así como niño pequeño. Generalmente, el
la organización social de los peul, escribe: «La ra- esclavo era un cautivo y, aparte del hecho funda-
zón de que sean agnados es que son vecinos y se mental de que el esclavo no era dueño de su pro-

78 79
pia persona, su status sufría grandes variaciones nómicas del Africa Occidental, como recientemente
de una sociedad a otra. Entre los yurok, por ejem- ha podido dar a conocer un estudio sobre la evo-
plo, el esclavo podía ser obligado a trabajar para su lución del mercado de esclavos en Africa Occidental.
amo, pero no podía ser ni vendido ni muerto. Un Sin embargo, y a pesar de la importancia de las re-
poco más al norte, sin embargo, entre los kwakiutl, laciones esclavas del Africa Occidental, llegaron a
el esclavo podía ser comprado, vendido o muerto, formarse allí numerosas costumbres orientadas a
siendo a veces sacrificado en el marco de un potlach prevenir la formación de una clase de esclavos here-
o de las ceremonias para la inauguración de una ditaria. Entre los sung'hrai de Nigeria, por ejemplo,
casa, y cosas por el estilo. No obstante, entre los los descendientes de esclavos recobraban la libertad
kwakiutl, la sociedad se hallaba dividida entre dos al cabo de tres generaciones.
clases, los esclavos y los libres, dividiéndose a su
vez estos últimos en nobles y gentes del común. En- EL ESTADO INCA. El desarrollo de la mayor parte
tre los kwakiutl, como entre los aztecas, los libres de las primeras sociedades y Estados de clases que
podían caer en la esclavitud, pero para que este caracterizan la historia antigua y reciente de la Amé-
tipo de ·esclavitud -dependiente de la guerra y de rica precolombina, Africa, Asia Sudorienta!, etc. se
la captura de prisioneros- pudiera darse, era preci- fundaba en formas no esclavistas de dependencia
so que previamente existieran grandes desigualda- económica. El Estado inca alcanzó sus límites de
des de riqueza. Al contr ario que los kwakiutl, los máxima expansión en menos de dos siglos, y ~u
aztecas, que tantos prisioneros de guerra sacrifica- ascensión meteórica sólo fue superada por los azte-
ban en los cultos de sus dioses, trataban a sus escla- cas, que no eran más que una pobre tribu de cazado-
vos «Casi como hijos», por emplear la expresión del res-guerreros, ignorantes tanto de la agricultura co-
cronista Alonso de Zurita. El esclavo no podía ser mo del hilado, cuando en el siglo XII hicieron su en-
muerto o golpeado, ni siquiera revendido, salvo en trada en el Valle de México. Con anterioridad a la
casos de graves faltas de comportamiento. Tenía conquista inca y su integración en el Tahuantisuyu
su propia casa y sus propios bienes, esclavos inclui- (<<el imperio de los cuatro puntos cardinales") el mo-
dos, y su hijos nacían libres. do de producción de buena parte de las tribus andi-
En Africa Occidental , durante la Edad Media, nas dependia del cultivo de tubérculos en el interior
la «producción>> de esclavos alcanzó grandes y de- del ayllu, una comunidad aldeana formada por un
vastadoras proporciones, con vistas a proporcionar grupo de parentesco de descendencia lineal. La pro-
mano de obra esclava para las plantaciones españo- piedad de la tierra era comunal, y las tierras de
las y portuguesas de América, y posteriormente, para labor se distribuían periódicamente entre un limi-
las plantaciones de algodón y caña de azúcar de las tado número de familias, sin que éstas lograran ja-
Indias Occidentales y Norteamérica. Esto llegó a más transformar su derecho de uso en derecho de
afectar seriamente a las estructuras sociales y eco- enajenación (en una forma de propiedad privada se-

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parada de la propiedad comunal). El trabajo, igual- En dichas tierras, la producción y los modos de
mente de forma comunal, dependía de la ayuda mu- utilización del suelo seguían siendo los mismos que
tua (la minga) de los habitantes de la aldea a la antes de la conquista incaica, pero a partir de en-
hora de realizar determinadas tareas productivas. tonces se añadió además un sistema de trabajo
El jefe del poblado (el curaca) era el primer bene- forzado para cultivar las tierras que habían sido de-
ficiario de la ayuda mutua de la comunidad, y las claradas propiedad del inca.
tierras comunes eran cultivadas con el destino es- La corvea que debían ejecutar en dichas tierras
pecífico de servir para el mantenimiento de las tum- no era un fenómeno individual; todo el poblado par-
bas de los dioses y jefes locales. Tenemos pues aquí ticipaba en ella y el Estado incaico proporcionaba
un modo de producción basado en la cooperación la comida y la bebida durante el tiempo que dicha
de productores directos, unidos por lo que el cro- labor duraba. Se trataba de algo similar a la ayuda
nista español Bias de Valera llamaría «la ley de la recíproca tradicional en el ayllu, donde se surtía de
fraternidad», esto es, las obligaciones recíprocas en- provisiones a los que ayudaban en el cultivo de las
tre parientes y vecinos pertenecientes a una misma tierras adjudicadas a otros. El Estado proporciona-
comunidad local. Existía ciertamente desigualdad so- ba además vestidos y semillas e insistía en que
cial entre jefes y gentes del común, pero se trataba la gente fuera a trabajar vestidos con ropa de fiesta,
de una desigualdad no excesivamente marcada. y acompañados de música y canto. De este modo,
Al caer bajo la dominación de los incas, estas las viejas formas de reciprocidad comunal y las for-
comunidades, o al menos las comunidades tribales mas rituales correspondientes quedaban puestas al
organizadas de esta manera, sufrieron una profunda servicio de las nuevas relaciones económicas de ex-
transformación. Todas las tierras, ríos, montañas, plotación y servidumbre.
rebaños de llamas y toda la caza fueron declarados Para poder organizar su nueva base económica,
propiedad del inca. Una parte de las tierras fue apar- de modo que pudiera seguir reproduciéndose y ex-
tada del uso común de manera definitiva y declara- pandiéndose de manera estable, el Estado inca nece-
da propiedad del Estado o de la Iglesia. El resto sitaba llevar a cabo un censo de tierras, población,
fue devuelto a los respectivos ay'llus «por gentileza animales y productos. Le fue preciso, por tanto,
del inca» y en pago por la obligación impuesta a crear toda una maquinaria administrativa que ten-
todos los súbditos de trabajar en la tierra que el diera sus redes en torno a las diversas poblaciones
Estado y la Iglesia se habían apropiedo. Las rela- para, de manera directa o indirecta, controlarlas.
ciones de producción, por tanto, cambiaron de arri- Igualmente le fue preciso propagar el culto del Inca
ba abajo ya que, en adelante, las comunidades po- (hijo del Sol) y del Sol (su Padre), y mantener un
dían tener sobre las tierras que consertaban para ejército dispuesto a reprimir cualquier sublevación.
su subsistencia derechos de disfrute y uso, habien- Todo este conjunto de instituciones hace referencia
do ya perdido sus derechos de propiedad comunales. a un nuevo tipo de modo de producción. Sabemos

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que dicho modo de producción había alcanzado su vidua1 (no privada) de la tierra y los rebaños otor-
pleno desarrollo en la época en que los españoles gados por el inca a determinados estratos de la no-
hicieron su aparición en 1532, habiéndose visto el bleza. De estos tres modos de producción el segundo
Estado obligado a llevar a cabo traslados forzosos era el dominante: se fundaba en la dependencia de
de poblaciones enteras, para crear colonias milita- las aldeas y comunidades tribales con respecto a una
res que sirvi,eran para controlar determinadas po- comunidad étnica de carácter superior, estrechamen-
blaciones levantiscas de reciente conquista. Esto te fundida con el aparato del Estado.
quiere decir que el Estado había rot.o, totalmente o A nivel metodológico, en anti;opología económica,
en parte, Jos lazos tradicionales de dichas tribus con analizar uoa sociedad significa establecer un in-
sus tierras. Pero, al mismo tiempo, una forma tra- ventario de los diversos modos de producción exis-
dicional de dependencia personal (yanaco11a) en la tentes en el interior de la formación económi~­
que los yana (individuos por completo desarraigados cial que constituye dicha sociedad, determinando el
de sus poblaciones de origen) quedaban atados de nivel que desempeña el papel dominante. Proseguí-
por vida a la persona de sus amos, había adquirido Ternos con nues tr;o análisis de los sistemas sociales
un fuerte desarrollo. y económicos de los incas debido a que, aparte del
Si intentamos determinar los modos de produc- hecho de representar un notable ejemplo de socie-
ción que, a comienzos del siglo xvr, componían la ba- dad de clases no occidental, nos permite hacer enun-
se económica de la formación socioeconóroica con- ciados teóricos que abren nuevas perspectivas para
creta que resultaba ser el imperio inca, son tres los la comprensión etnológica. Lo sorprendente con res-
que podemos desglosar: el modo preincaico aldeano- pecto a la base económica de la formación social
tribal de producción, que continuaba garantizando la incaica es que el modo de producción dominante
subsistencia de las comunidades aldeanas; un modo parece tener dos funciones: mantener activamente,
asiático de producción, fundado en la explotación por un lado, una parte de las viejas relaciones co-
colectiva de estas mismas comunidades por parte munales, empleándolas como punto de partida para
de una clase dominante estrechamente fundida con constr_u ir sobre ellas; hacerlas servir, por otra, al
el Estado y que imponía un régimen de trabajo for- nuevo modo de producción instaurado, a la vez que
zado; un nuevo modo de producción, aún en estado se destruye o suprime otra parte de dichas r elacio-
embrionario, fundado en la explotación, individual nes. Por ejemplo, según el cronista Gobo: «Sólo
en este caso, de los yana, individuos separados de su a partir de la ceremonia de su boda los hombres
comunidad de origen y vinculados a las familias aris- se hacen susceptibles de tasación de impuestos y
tocráticas. Esta última forma de explotación, ante- participación en los trabajos públicos.» Lo que sig-
rior a la expansión de la conquista inca, había su- nifica, según Murra (1957) establece en su notable
frido un nuevo desarrollo basta el punto de haber tesis The Economy of the Inca State, que el matri-
llegado a desarrollar una forma de propiedad indi- monio que, dentro de la comunidad local constituía

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uno de los fundamentales ritos de paso, quedó con- un ejército, un clero, etc.; y todo esto eXIgia a
vertido en el principal medio de acceso al nuevo su vez la expansión constante de los excedentes agrí-
status que implicaba la sujeción al trabajo forzado colas y artesanales. Como consecuencia de esto, los
exigido por el Estado inca, y consecuentemente, en incas favorecieron la producción del maíz, cereal
el principal modo de integración en una comunidad que podía ser fácilmente almacenado y transportado,
mucho mayor y esencialmente difer ente a la repre- proporcionando al mismo tiempo comida y bebida
sentada por el ayllu o las tribus locales. de alta ener gía y valor ceremonial, cualidades éstas
Las obras públicas fueron la consecuencia inme- de las que los tubérculos, principal cultivo tradi-
diata de la instauración del Estado inca, n o su con- cional de los Andes, carecían. Los incas generali-
dición de existencia. De hecho, la existencia de un zaron el cultivo del grano, introduciéndolo en nume-
campesinado andino capaz de producir un exceden- rosas regiones en las que hasta entonces .nunca se
te económico regular fue la condición previa de la había producido. Pero, al mismo tiempo, tuvieron
formación de una sociedad de clases y un Estado. que imponer la construcción de terrazas en laderas
La conquista, la expropiación de las comunidades que basta entonces habían sido dejadas en baldío,
locales, y la institución de un sistema de trabajo dado que los tubérculos tradicionales crecían mejor
forzado ofrecieron en realidad la posibilidad de con- en la meseta andina que en las laderas de las mon-
centrar inmensas cantidades de producción y me- tañas. Gradas a la labor de aterrazamiento, se dedi-
dios de subsistencia. Proporcionaron igualmente los caron nuevas tierras al cultivo, ampliándose de este
medios materiales para llevar a cabo empresas que modo la base material de la sociedad. Así pues, no
quedaban por entero fuera del alcance de cada tribu fue la necesidad de llevar a cabo grandes obras pú-
por separado, y, por supuesto, de cada comunidad blicas de interés colectivo lo que creó la nueva so-
local, condicionado esto, evidentemente, a la posi- ciedad y el Estado inca, sino que fueron las exigen-
bilidad de saber como combinarlas todas ellas y or- cias de reproducción de dicha sociedad las que en
ganizarlas en el marco de gigantescas formas de un determinado momento impusieron la necesidad
cooperación simple. Pero, debernos igualmente acen- de este tipo de obras. Obviamente, dichas obras per-
tuar el hecho de que la reproducción misma del mitieron y acabaron por imponer una complejidad
modo de producción y desarrollo incaicos no ólo y una estratificación social cada vez mayores, am-
permitía sino que al mismo tiempo exigía llevar a pliando cada vez má,s la distancia que ya separaba
cabo grandes tareas de obras públicas (lo que no al campesinado de las clases dominantes; fue esta
es lo mismo que decir que el Estado inca llegó a distancia en constante aumento la que celebraban
formarse y desarrollar se con el fin de llevar a efec- los palacios, los templos, los jardines y las tumbas
to tales obras públicas). El modo de producción in- orientadas a glorificar la superior esencia de la cla-
caico necesitaba, para su propio desarrollo, de se dominante, sus antepasados y sus dioses .
una infraestructura de carreteras, una burocracia, En conclusión, un aspecto muy importante del

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presente análisis de la economía y la sociedad in- modo de producción incaico no hace otra cosa que
caicas y de la jerarquía interna establecida entre los traducir la concentración, a escala de toda la so-
modos de producción nuevos y dominantes y los ciedad, de la propiedad de la tierra, bajo la forma
viejos y dominados es el siguiente: mientras que el de una propiedad colectiva únicaJ directa o eminen-
nuevo modo de producción parecía hallarse ya con- te, por parte de una comunidad superior.(La estruc-
tenido, de manera seminal, en las relaciones que tura del Estado feudal, en cambio, es la expresión
vivían las tribus preincaicas y las aldeas andinas, de la asociación jerárquica de numerosos terrate-
y parecían no ser sino un simple desarrollo de nientes. En cada caso, la naturaleza del Estado re-
aquéllas (el producto de su normal evolución), de su1ta muy diferente; las modalidades del poder del
hecho, el nuevo modo de producción surgía me- Estado y de la dominación que ejerce la clase go-
diante la supresión de una parte de las anteriores bernante difieren entre sí y se fundan en modos di-
funciones de las viejas relaciones de producción y versos de extracción del trabajo excedente a sus
mediante la aniquilación del papel dominante juga- productores directos) Deberíamos en realidad com-
do por las relaciones de parentesco. No quiere esto parar el modo de producción incaico con los que sir-
decir que dichas relaciones desaparecieran por com- vieron para poner las bases de los Estados y socieda-
pleto; permanecieron, cambiando su contenido, si des de clases africanos, como, por ejemplo, el reino
bien no su forma. Podemos ver a este respecto Jo de los mossi del Alto Volta.
difícil que resulta concebir la transición de un mo-
do de producción a otro spbre la base de desarro-
llos seminales. Semejante forma de evolución no
hace sino disimular el carácter no lineal de la evo- FORMAS Y CONDICIONES DE LA CffiCULACION
lución; el papel decisivo de dicha evolución consti- DE BIENES
tuye el nuevo punto de partida.
Mediante este análisis del modo de producción
incaico, hemos querido sacar a la luz las diferencias Formas no ligadas al mercado
estructurales que existen entre los modos de produc-
ción de las sociedades de clases y las sociedades sin RELACIONES DE PRODUCCION Y FORMAS DE
clases. Al mismo tiempo podemos percibir inmedia- CIRCULACION: LA REDISTRIBUCION. En varios
tamente el· error que supone interpretar el modo de de los ejemplos que hasta ahora hemos visto, el mo-
producción incaico como un modo de producción do de reparto y circulación de los productos depen-
feudal, como si en realidad se tratase de un «rey» de del modo de reparto de los medios de produc-
rodeado de su aristocracia, que somete a la masa ción. Por ejemplo, en el modo de producción incai-
de la población campesina obligándola a prestar tra- co la existencia de una clase dominante que ya no
bajos forzados. De hecho, la estructura estatal del pa~ticipa de manera directa en la producción impli-
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ca la necesidad de distinguir entre unidades de pro- trolaban dichos procesos (por ejemplo, los curaca
ducción y unidades de consumo. Fue necesario por locales que controlaban la producción y los almace-
tanto que surgiera un modo de producción especí- najes locales, los funcionarios provinciales, los cen-
fico que asegurara la transferencia de los productos trales, los contables, etc.).
creados en las unidades de producción local (do- [semejante centralización, que necesariamente im-
minios del Estado y de la Iglesia) a los diversos cen- plicaba formas complejas de distribución de los pro-
tros político-religiosos donde podían ser consumi- ductos, dejaba muy poco sitio a los intercambios de
dos por el ejército, la burocracia, la nobleza, etcé- mercado, los cuales presuponen siempre la existen-
tera. La circulación de los productos entre las di- cia de comunidades autónomas de productores que
versas clases suponía, por tanto, la creación de ca- intercambian parte de sus respectivos productos. El
denas de graneros y almacenes, en los que los pro- comercio, al parecer, se retrajo tras la conquista in-
ductos agrícolas y artesanales pudieran ser deposi- ca, y podemos ver ahora que dicha retracción era e]
tados cerca de los lugares donde eran producidos, efecto necesario del nuevo modo de producción
un modo de supervisarlos y transportarlos (por me- como tal] E.n tre los aztecas, en cambio, que no hi-
dio de corveas) a los centros de consumo, una forma cieron depender su modo de producción de un sis-
de contabilizarlos y, finalmente una forma de esta- tema general de trabajo forzado, el comercio jugó
blecer su reparto por parte del Estado y los templos. un amplio papel, dando lugar al desarrollo de una
Este reparto se llevaba a efecto mediante la distri- clase especializada de comerciantes, los pochteca. En
bución de dichos productos entre los miembros de el momento de la conquista española, dicha clase
la nobleza, la burocraCia; etc., sirviendo así mismo comerciante constituía de hecho una verdadera ame-
para aprovisionar a los soldados en campaña y a naza para los intereses de la aristocracia militar y
los campesinos empleados en la construcción de religiosa.
obras públicas. Una importante fracción de tales
productos, almacenados cerca de sus lugares de pro- CATEGORIAS DE :SIENES Y FORMAS DE CIRCU-
ducción, no entraba de manera directa en este vasto LACION (LIGADAS Y NO LIGADAS AL MERCADO).
proceso de circulación, dado que servía para reno- A nivel descFiptivo, podemos dividir los modos de
var el proceso productivo del año siguiente (semi- circulación ~el producto en dos amplias categorías:
llas para las tierras de la Iglesia y el Estado, herra- formas de circulación ligadas y no ligadas al mer-
mientas, alimentos consumidos por los trabajadores cado. De hecho, son varios los modos de circulación
dedicados a la ejecución de sus correspondientes que pueden coexistir y articularse en el marco de
cor•veas). Podemos ver de este modo cómo se relacio- un mismo modo de producción, dependiendo de que
naban entre sí los procesos de circulación de los me- los productos implicados en ellos sean medios de
dios de producción y los medios de subsistencia y producción, de subsistencia, o lo que Cara Du Bois
de qué manera, a cada nivel, las instituciones con- (1930) ha llamado <<bienes de prestigio». Dubois no

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hacía más que repetir, a este respecto, la vieja dis- tivas, toma la forma de una acumulación de muje- ¡
tinción de los economistas clásicos en bienes de sub- res o una multiplicación de los aliados, en vez de
sistencia y bienes de lujo, sin distinguir entre sí los ~n~ .acum~lación de tierra y herramientas, del todo
bienes de subsistencia de aquellos otros que son en mutiles pnvados como están de fuerza de trabajo.
sí mismos factores de producción. Observamos en Por ejemplo, entre los siana de Nueva Guinea, la
numerosas sociedades que entre estas dos diferentes tierra era una propiedad colectiva y circulaba sola-
clases de bienes se da a la vez una jerarquía recí- mente entre generaciones de un mismo clan pa-
proca y una no convertibilidad correlativa a su fun- trilineal. Para que los individuos o grupos extraños
ción, su utilidad dentro del mecanismo de la re- a dicho clan pudieran usar de dicha tierra, tenían
producción del modo de producción, y de las estruc- que incorporarse de algún modo al clan propieta-
turas sociales en cuyo interior dichos bienes se rio -mediante adopción, o adquiriendo un sta-
producen y circulan. Para poder caracterizar aque- tus de cuasi-aguados. También los bienes preciosos
llos sistemas económicos en los que encontramos -conchas, plumas de ave del paraíso, hachas cere-
este tipo de jerarquía de bienes no convertibles, moniales- eran propiedad colectiva del clan y cir-
Paul Bonahan ha empleado la expresión «economía culaban como dones entre los clanes con ocasión de
multicéntrica», distinguiéndolos así de los sistemas los matrimonios, los tratados de paz, las ceremonias
de economía capitalistas, centrados en un único me- religiosas y demás momentos críticos de la repro-
canismo de producción y circulación mercantiles, ducción de la vida social. Los bienes comunes de
igual para todo tipo de productos. La clasificación subsistencia, como las batatas, eran distribuidos
empírica sigue siendo superficial, debido a que no en el interior del grupo para el consumo cotidiano
explica las relaciones internas entre modo de pro- o entregados a otros en ceremonias públicas. Los
ducción y modo de circulación. Es gracias a que en bienes de subsistencia de lujo -sal, hojas de pán-
el modo de producción capitalista el trabajo se dano, nueces, tabaco-- eran de propiedad indivi-
ha convertido en una mercancía más por lo que dual Y podían ser guardados o distribuidos a su ar-
todos los factores de producción pueden circular por bitrio por su propietario. Los bienes comunes o los
igual en un único mercado, calculándose su valor bien.es de subsistencia de lujo, sin embargo, no po-
en términos monetarios. Cosa del todo imposible dían ser cambiados por plumas de ave del paraíso, y
en los modos precapitalistas de producción, en los mucho menos, por tierra.
que la tierra es generalmente una propiedad comu-
nal inalienable y la fuerza de trabajo se reparte a COMPARTIR, DAR. Podemos captar los efectos dife-
través del funcionamiento de los lazos de parentes- renciales de la circulación de Jos productos median-
co, las relaciones políticas, o cosas por el estilo, y te las condiciones necesarias para la reproducción
en los que, igualmente, la competencia social, to- del modo de producción como tal en sus instancias
mando en cuenta el carácter de las fuerzas produc- políticas, económicas e ideológicas. Veamos ahora

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unos pocos ejemplos: entre los bosquiman?s kung ducción determina el modo de circulación del pro-
del desierto de Kalahari, la carne de las p1ezas de ducto y la identidad de los agentes de dicha circu-
caza conseguidas circula por reparto directo entre lación.
los cazadores, seguido este primer reparto por una Mediante este tipo de repartos y donaciones, se
cadena de toma y daca recíproca con aquellos que expresan las relaciones recíprocas entre sexos, entre
no participaron directamente en la caza. El reparto generaciones, entre miembros productivos e impro-
es efectuado por el propietario de la flecha envene- ductivos de la sociedad, entre parientes de sangre y
nada que derribó la pieza. El propietario de 1~ cita- parientes por alianza. La existencia de estas formas
da flecha no necesariamente tiene que ser quien la de circulación directa implica que los productores
disparara, ya que los cazadores se prestan entre sí conservan un control directo sobre sus productos;
flechas que llevan la marca particular de cada uno. los emplean de acuerdo con la estructura de sus re-
Así cuando un cazador dispara una flecha que le laciones sociales y las formas de cooperación y com-
ha 'sido prestada, sabe muy bien que ello hará que petencia entre grupos y entre individuos que tales
el propietario de la misma se atribuya la función del relaciones hacen posibles y necesarias.
reparto de la pieza. Una primera ronda de reparto se
efectúa entre el propietario de la flecha y los de- EL POTLACH. El don puede ser una forma de gue-
más cazadores. La carne se distribuye cruda; los que rra, y el potlach de los kwakiutl, tal como nos fue
reciben el primer reparto la reparten a su vez entre descrito por Boas (en Mauss, 1954), y analizado por
sus parientes y, sobre todo, entre sus parie~tes P?- Mauss (1954), es un famoso ejemplo de esto. Helen
líticos, hijos y esposas. Un tercer reparto tle~e lu- Codere (1950) dedicó un largo estudio a analizar el
gar una vez cocinada la carne, siendo las por:wnes potlach, que los mismos kwakiutl llaman «guerra
distribuidas cada vez más pequeñas. En conJunto, por medio de la propiedad», contraponiéndola a la
por ejemplo, una pieza de antílope, pod~a ~l~gar a «guerra por las armas». Codere ha mostrado igual-
ser compartida entre unos 60 a 100 md1v1duos, me.n te que el carácter violentamente antagonista del
contando basta los últimos beneficiarios de la cade- potlach es un fenómeno reciente debido a la coloni-
na. Y el reparto, que en su primera fase se impone zación europea. Al principio el potlach sólo podia
como consecuencia de las relaciones de cooperación ser ofrecido por un jefe y los miembros de su grupo
y de parentesco, acaba, en último término, convir- local (que invitaba a otro jefe o a varios otros je-
tiéndose en puro y simple regalo. fes y sus comitivas) para anunciar un cambio indi-
Entre los shosbone, en las grandes cacerías colec- vidual de status. En sentido estricto, el potlach con-
tivas de conejos y antílopes, que ponen en juego sistía en la distribución formal de dones por parte
complejas formas· de cooperación bajo la autoridad de los anfitriones a sus huéspedes, viéndose siempre
de un jefe de caza, es éste quien distribuye el pro- precedido por una fiesta. Los dones eran distribui-
ducto de la cacería. Una vez más, el modo de pro- dos por el jefe anfitrión en nombre de la persona

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cuyo status iba a ser modificado o establecido. ra ello parte de la riqueza acumulada. A la larga,
Cuando dos individuos tenían iguales derechos para el gobierno canadiense acabó prohibiendo todo tipo
heredar el mismo título, entraban en competencia, de guerras y disputas tribales, tras intervenir brutal-
ofreciendo cada uno un potlach que diseminaba con ~ente corno consecuencia de la muerte de un pri-

largas declaraciones en Jas que intentaba demostrar siOnero durante una ceremonia del ritual de in-
la legitimidad de su reclamación. La estrategia con- vierno.
sistía en dar más que el rival o más de lo que el La consecuencia de esto fue que el potlach co-
rival pudiera devolver. Se buscaba la ayuda de los menzó a enrarecerse, exacerbado por el tipo de com-
parientes y aliados para acumular la necesaria can- petición analizada e interpretada por Boas. Desde
tidad de riqueza, principalmente en mantas, hechas e! punto de vista de Boas, el potlach era una espe-
originalmente de corteza de cedro o de pieles de Cie de especulación marginal contable, un préstamo
animales cosidas entre sí, y luego sustituidas por las a~ompañado de una elevada tasa de interés. (Debe-
mantas comerciales que compraban en los almace- n~os subrayar a este respecto el peligro que im-
nes de los balleneros. En ciertos casos la escalada plica emplear categorías propias de la economía de
alcanzaba su clímax en la destrucción de todos los mercado cuando analizamos el potlach. Mientras que
bienes, dando muerte además a varios esclavos. en las economías de mercado es siempre el deudor
Antes de la llegada de los blancos, la adquisición el que toma la iniciativa en la deuda, en el potlach
de status social era mucho más importante que la es e~ acreedor quien da el primer paso, forzando a
acumulación de riquezas materiales. Tras la llega- su nval a aceptar sus regalos. Por otro lado el prin-
da de los blancos, la población empezó a declinar cipal motivo del potlach no es la acumul~ción de
rápidamente debido a las enfermedades infecciosas ~q.ueza material, sino la búsqueda de honor y pres-
transmitidas por los colonizadores, pasando de un tigiO o de status político.)
total de 30.000 individuos en 1835 a sólo 3.000 a prin- Mauss, en su teoría del don, incluía no solamente
cipios del presente siglo. El número de títulos que aquell_as ~eremonias en las que aparecía expresada
podían distribuirse sin embargo no había sufrido una nvabdad de intereses. Intentó explicar el don
disminución, siendo un total de 658 paras las 13 sub- como un fenómeno que expresaba la estructura de
divisiones de los kwakiutl. Por otro lado, la inmensa la sociedad kwakiutl como un todo, introduciendo
acumulación de riqueza, debida al papel jugado por precisamente e:o tales circunstancias su noción del
los kwakiutl como intermediarios con otras tribus «fenómeno social total». Pero creyó encontrar en el
indias y al hecho de haberse enrolado muchos jóve- C?J?.Cepto de mana (en la creencia india de que exis-
nes kwakiutl en los barcos balleneros, hizo posible tl~ una fuerza mágica en el interior de los obj etos
que muchos individuos que anteriormente hubieran mismos) la razón que impulsaba a los individuos a
encontrado imposible entrar en el circuito del pot- da: o devolver un objeto: «¿Cuál es la fuerza que
lach, empezaran a reclamar títulos, destruyendo pa- extste en el objeto que hace que el beneficiario se

96 97
4. - INSTITOCJONES ECONÓMICAS
vea obligado a devolver?» De hecho, esta fuerza, este inventario de las formas de circulación de bienes no
carácter precioso, sólo se adquiere a travé~ del ob- ligadas al mercado, pasaremos a revisar algunas de
jeto dado y recibjdo en virtud de sus func10nes en las formas de circulación de mercado. Debemos em-
la reproducción de la sociedad y por virtud d.e las pezar haciendo una distinción entre formas simples
relaciones sociales que funcionan como relac10nes de circulación de las mercancías, con o sin dinero,
de producción. El potlach efectuaba 1~ redistribu- y formas capitalistas de circulación de las mercan-
ción entre los miembros de la comun1dad, de una cías. Cuando Jos bienes se han producido para el
seri~ de títulos intangibles -derechos sobre los más cambio y han sido intercambiados de acuerdo con
fértiles lugares de pesca, caza y recolección Y sobre equivalencias acordadas, tenemos uno de los varios
los diques de pesca- satisfaciendo con ello una se- tipos de trueque, esto es, de circulación libre de mer-
rie de obligaciones con determinados grupos de pa· cancías sin mediación monetaria. Entre los trobrian-
rentesco y de residencia. Finalmente, lo que resulta deses, Malinowski (1922) ha descrito una forma re-
importante en la comprensión del potlach es v.e: que gular de intercambio de pescado por ñames, entre las
no se trata de un mecanismo para la creac10n de poblaciones pescadoras de la costa y las poblado.
nuevas relaciones sociales, sino de un mecanismo nes agricultoras del interior. Este intercambio, lla-
para la reproducción de las estructuras sociales tra- mado wasi, era practicado siguiendo una equivalen-
dicionales. cia fija, o al menos tarifas que variaban normal y
Comparando entre sí los diversos modos de je- regularmente de acuerdo con las estaciones, con
rarquía y circulación de los bienes en las socie~a­ excepciones a veces debidas a la abundancia o esca-
des sin clases y en las formas primitivas de las socie- sez de uno de los recursos intercambiados.
dades de clases, percibimos una especie de despla- Junto a estas formas de trueque, existen formas
zamiento del centro estratégico de la competencia de circulación simple con empleo de dinero. Cuando
social desde el área del reparto entre los miembros entre todos los bienes intercambiados hay uno que
de ]a sociedad (donde los elementos más valiosos del se especializa y se convierte en equivalente general
producto social son las plumas, las conchas y otros de todos los otros, funciona entonces como dinero.
varios objetos preciosos) al área de reparto de los Cualquiera que sea la naturaleza material de dicho
factores de producción (donde la competencia por producto -granos de cacao o piezas de tela entre
el reparto de los objetos preciosos deja de jugar un los aztecas, ganado en la Antigüedad occidental o
papel importante). entre los pastores nómadas, oro o plata- la función
es siempre la misma. Debemos, no obstante, hacer
una distinción entre dos tipos de intercambios mo.
Trueque, comercio y mercado netarios. Primeramente está el intercambio destina-
do a satisfacer las necesidades, en el que el dinero
Con esta· observación, que no pretende agotar el se emplea para simplificar la circulación de bienes.

98 99
El productor de mercancías M 1 vende sus mercan- de estudios realizados en los mercados africanos,
cías y can el dinero obtenido con ellas, compra mer- mesoamericanos y asiáticos nos permite comenzar
cancías de tipo M2, producidas por otro. El inter- a distinguir varias clases de mercados. Llamamos,
cambio no se orienta a la consecución de benefi- por ejemplo, mercados sectoriales a los que permi-
cios y el dinero funciona solamente como medio de ten a los productores de bienes complementarios
circulación de mercancías, no como capital. En se- intercambiarlos en un mercado regional. Sobre esta
gundo lugar, está la circulación de dinero como ca- base se desarrolla una red de mercados, celebrados
pital, que ocurre cuando alguien va al mercado con cada día, en días alternos, o en días alternos en di-
dinero para comprar mercancías y venderlas luego ferentes lugares a la vez, permitiendo de este modo
para obtener beneficios. Una categoría especializa- la integración de los grupos complementarios de
da de profesionales, cuya función es la de comprar productores en el interior de una misma región eco-
y vender bienes bien sea en el interior de una mis- nómica. Tal era, por ejemplo, el caso de los merca-
ma comunidad o de una comunidad pára otra, pue- dos rurales en la China tradicional. Con ellos con-
de surgir de este tipo de intercambios. trastan los que vinculan a los productores regiona-
La más antigua forma de capital es el capital les con los nacionales, y más allá aún, con la eco-
mercantil, forma que podemos encontrar en los nomia mundial.
ínás diversos modos de producción: esclavista, feu- En este punto, la antropología se enfrenta con
dal, capitalista, etc. En la sociedad azteca, por ejem- los problemas clásicos de la economía política: el
plo, el comercio se hallaba altamente desarrollado. problema de la formación de los precios en un mer-
La circulación de productos entre las altas tierras cado regional, el papel del regateo, y la diferencia-
donde se cultivaba el maíz y las mucho más ricas ción étnica entre mercaderes y productores o con-
tierras tropicales de la costa (que .p roporcionaban sumidores (los mercaderes chinos en Asia, los sirio-
el cacao, el algodón y las plumas decorativas) die- libaneses en Africa, los ladinos en Mesoamérica, etc.).
ron lugar a una clase de comerciantes, los pochteca. Una vez más la dificultad teórica qu.e aquí se plan-
Tomaban mercaderías en el Valle de México, comi- tea es la de evitar proyectar categorías tomadas de
sionados por el rey y los nobles, y negociaban con la economía de mercado capitalista sobre cualquier
ellas en las plazas de los mercados de Yucatán y a tipo de mercado y, por extensión, la proyección de
lo largo tanto de la costa del Golfo como de la del las formas de circulación de bienes sobre las fonnas
Pacífico. Estos mercaderes eran mal mirados si ha- no ligadas al mercado. Esto ocurre, desgraciada-
cían ostentación de riquezas y orgullo, y se espera- mente, con autores como Salisbury (1962) que se
ba que su comportamiento fuera «humilde», si bien identifican con la escuela formalista de antropo-
no se esperaba que participaran prestando sus ser· logía.
vicios en las grandes obras públicas llevadas a cabo
por el Estado. En la actualidad, una gran cantidad

100 101
Nrunerarios primitivos social con valores múltiples y complejos, si bien su
uso y circulación era conservado dentro de limites
Uno de los puntos críticos de esta discusión es estructurales muy estrictos de las relaciones sociales
lo que se ha llamado el análisis del dinero primiti- de producción y de poder. Se olvida, sin embargo,
vo. Desde los estudios realizados por Boas y Ma- con frecuencia que estos objetos preciosos eran fa-
linoswki son numerosas las sociedades preocupadas bricados u obtenidos a costa de considerables traba-
por la acumulación de bienes precioSO$, plumas de- jos o de considerables compensaciones en produc-
corativas, perlas, dientes de cerdo y de delfín, et- tos raros, y que poseían por tanto, al ser emplea-
cétera que han sido estudiadas. Dichas sociedades se dos para el trueque, un determinado valor de cam-
preocupan sobre todo por transformar estos bienes bio. En Malaita, por ejemplo, las sartas de perlas
en «fondos de poder», según la expresión de Ma- blancas procedían de los kwaio, que las exportaban
linowski, un modo de acceder a las más preciadas a sus vecinos. Un individuo podía tardar un mes,
funciones y estatutos dentro de tales sociedades. como máximo, en recolectar entre los arrecifes, pulir
Super$.cialmente estos bienes parecían gozar en y confeccionar una sarta de dos brazos de larga.
tales sociedades el papel de nuestro dinero. Pero Generalmente, en el interior de Africa, Asia y Nue-
muy pronto se vio que el dinero primitivo muy ra- va Guinea, existía una amplia circulación de con-
ramente, si alguna vez lo era, solía cambiarse por chas de caracol marino, procedentes de costas leja-
trabajo o cualquier otra mercancía, y que la acu- nas -de las de la India, por ejemplo- y que eran
mulación del mismo tampoco traia consigo un desa- adquiridas a cambio de raros productos locales. Al
rrollo generalizado de las fuerzas productivas, como entrar o salir de cualquiera de estas sociedades, por
ocurre con la acumulación de capital en las econo- tanto, estos productos preciosos adoptaban provi-
mías capitalistas de mercado, sino que daba como sionalmente la forma de objetos de trueque, con ta-
resultado, más bien, formas de atesoramiento. Se rifas fijas y escasamente fluctuantes, si bien, en el
trataba de objetos de ostentación, destinados a dar interior de cada sociedad, circulaban generalmente
o redistribuir para crear relaciones sociales (ma- no tanto como mercancías, sino como objetos de
trimonios, ingreso en sociedades secretas, alianzas donación o redistribución orientados, en el interior
políticas entre tribus), para subsanar la ruptura. de mismo del proceso social, a la producción, el paren-
una relación social (ofrendas a los antepasados, com- tesco, y las relaciones de poder.
pensaciones por muertes o agravios), o para simbo· Los objetos preciosos que hallamos en las socie-
lizar una relación social superior (potlach). Los ob- dades primitivas, pues, muy a menudo muestran una
jetos preciosos de las sociedades primitivas no cons- naturaleza dual, a la vez como objetos de intercam-
tituían por tanto capital, y raramente funcionaban bio y como objetos de donación, según se destinen
·en dichas sociedades como dinero (Dalton 1971). Fun- a ser trocados fuera del grupo o a circular en el
cionaban sobre todo como medios de intercambio interior del grupo. Funcionan como mercancías en

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la medida en que deben ser importados o son pro- cos los trabajos existentes, o al menos pocos los
ducidos para la exportación. Al mismo tiempo, fun- que lo tratan en profundidad. No intentamos aquí
cionan como objetos de prestigio, u objetos de inter- analizar las formas de consumo productivo impli-
cambio social cuando circulan en el interior de un cadas en los diversos procesos de producción. Estos
grupo como dones y como otras formas de distri- puntos han sido ya abordados en el análisis de lo
bución. De estas diversas funciones, generalmente que se entiende por modo de producción y modo de
es la del intercambio social la que predomina, ex- reproducción. Lo que aquí habría que analizar es
presando la dominancia de las formas de producción el consumo que mantiene y renueva la existencia
no ligadas al mercado en el funcionamiento del mo- (y la fuerza de trabajo) de los miembros de la so-
do de producción en el que dichos objetos circulan. ciedad. Al hacer esto existen dificultades específicas
Debemos especificar que no basta con que un objeto que exigen el dominio teórico de la entera configu-
precioso circule como mercancía para que se con- ración y las distintas instancias de cada sociedad
vier ta en dinero; es necesaria una condición suple- concreta.
mentaria, a saber: tiene que ser posible intercam- ¿Por qué determinados pueblos consumen la
biarlo por varios tipos de mercancías diferentes. leche pero no la carne de de su ganado vacuno?
Por ejemplo, en Nueva Guinea la sal constituía una Cuestiones como ésta nos conducen a un estudio
forma de dinero en la medida en que era producida más preciso de las condiciones necesarias para la
para el intercambio e intercambiada por medios de reproducción, por ejemplo, de los rebaños de ani-
producción -piedras, hachas, armas, arcos, fle- males domesticados. En ciertas sociedades el incre-
chas -y medios de subsistencia -cerdos-, bienes mento natural de los rebaños es muy bajo' y los ve-
de prestigio -plumas de ave del paraíso y con- terinarios y zoólogos han observado que no resultaba
chas-, sirviendo además en algunos casos la sal posible, sin poner en peligro la reproducción del ga-
como pago-regalo por los servicios del chamán. nado, matar y consumir muchos animales. Esto po-
dría proporcionar una razón del porqué estas socie-
dades se conforman con la leche y el valor de con-
FORMAS DE CONSUMO sumo de la -leche más que el de la carne. Pero los
factores religiosos e ideológicos intervienen igual-
mente en esta elección de la leche, como se ha visto,
Distinción entre consumo productivo e improductivo por ejemplo, en el caso de los toda de la India (Ri-
vers 1906).
Debemos concluir esta mirada sobre las ramas En la actualidad, resulta difícil ofrecer una ex-
de la antropología económica con un estudio de las plicación completa de estos hechos. Ya los econo-
formas de consumo en diferentes tipos de sociedad mistas clásicos, al igual que Marx, llegaron a reco-
y modos de producción. Sobre este aspecto son po- nocer la importancia del elemento «moral, histórico

104
J 105
y cultirrah implicado en la determinación de las ne- las ofrendas a los dioses entre los incas o los gastos
cesidades <<socialmente necesarias>> de los trabaja- de las ceremonias de entronización entre los nupe
dores, según su nacionalidad (irlandeses, franceses, de Nigeria, lo económico aparece como un aspec-
griegos, etc.), y en la determinación, por tanto, del to del funcionamiento de las estructuras sociales,
coste de la fuerza de trabajo. cuya finalidad no es primariamente económica.

Unidades de consun1o ECONOMICA Y SOCIEDAD: EL EFECTO DE LAS


ESTRUCTURAS ECONOMICAS EN LA ORGANIZA·
El consumo tiene lugar en el marco de las uni- CION Y EVOLUCION DE LAS SOCIEDADES
dades. La unidad de consumo es el último eslabón
social en la cadena de reparto del producto antes La concepción dominante de las relaciones entre
de ingresar éste en el consumo último individual o economía y sociedad se basa en el modelo de socie-
social. La unidad de consumo no es una categoría dad de Talcott Parsons considerado como un siste-
social vacía. Se halla regulada por una concreta ma global que conecta entre si lo económico, lo
autoridad social -jefe de línea de descendencia, político, lo religioso, etc. como subsistemas dota-
jefe de aldea, marido con relación a la mujer, pa- dos de funciones especiales. Esta representación em-
dre con relación a los hijos, tío con respecto a los pírica se torresponde más o menos con la estruc-
sobrinos, etc.-, que tiene poder para repartir y atri- tura de las sociedades capitalistas industriales y
buir. En el presente estado de nuestra información, mercantiles, dentro de las cuales la economía apare-
el conocimiento de las estructuras de consumo en ce como un subsistema autónomo, o casi, con sus
el contexto de las diversas formaciones económicas propias leyes operativas, mientras los demás nive-
y sociales está aún poco desarrollado. Con frecuen- les de la sociedad aparecen como otras tantas va-
cia, en numerosas economías primitivas y campesi- riables <<exógenas» que interfieren desde fuera con
nas, las unidades de consumo y de producción coin- la reproducción de las condiciones económicas de
ciden entre sí, lo que ya no ocurre cuando la división existencia social. Esta concepción de la economía
del trabajo se hace más compleja y empiezan a hacer impide, sin embargo, llegar a reconocer la lógica
su aparición las castas especializadas, o cuando una original de las sociedades no capitalistas.
organización de clases controla el proceso produc- En éstas, de hecho, la economía no ocupa el mis-
tivo. mo lugar y consiguientemente tampoco asume la
Debemos igualmente observar que, en la medida misma forma, ni tiene el mismo modo de desarrollo.
en que las actividades religiosas, políticas y familia- Los estudios realizados por los historiadores de
res implican la circulación y consumo de los bienes épocas pasadas y por los antropólogos nos mues-
materiales, tales como la construcción de templos y tran que, según los casos, no solamente las relacio-

106 107
nes de parentesco pueden operar desde dentro como diada, parentesco, política y religión desempeñan
relaciones sociales, organizando los procesos de pro- el papel dominante, concluyen a partir de esto que
ducción, sino que también la política puede asumir la economía ocupa tan sólo un papel secundario
este papel, como en las antiguas polis griegas, o la en la lógica que gobierna el modo como las socie-
religión, como ocurría en Assur, la ciudad del «dios dades operan y evolucionan.
Assur», cuya «casá» (el templo) se elevaba en el Cuando el parentesco funciona como relación de
centro de la ciudad. La economía de ésta se hallaba producción, lo que aparece implicado no es ya el
«regulada,, por el servicio del dios y sus sacerdotes, parentesco tal como se observa en nuestra sociedad;
que exigían de los habitantes y de los miembros de y otro tanto puede decirse de la religión, cuando
las comunidades aldeanas circundantes una parte del el templo y el dios conforman la relación social do-
producto de su trabajo. minante; no es éste tampoco el tipo de relación que
Con la expresión «operan como relaciones socia- observamos en nuestra sociedad. En cada caso, pa-
les de producción», quiero dar a entender que estos rentesco, religión y política tienen que ser deOnidos
otros niveles asumen la función de determinar el ac- de nuevo, pero en cada caso también, lo que emer-
ceso al control de los medios de producción y los ge de la dominancia de una de estas estructuras
resultados sociales para los grupos de individuos que es la misma jerarquía de funciones que existe en
constituyen un determinado tipo de sociedad, orga- nuestra sociedad, ya que dichas estructuras desem-
nizando el proceso de trabajo y el de distribución de peñan un papel dominante en tales sociedades sólo
los productos. Hay que reconocer que, basta la fe- debido a que operan al mismo tiempo como infraes-
cha, las ciencias sociales han sido, en gran medida, tructura económica.
incapaces de descubrir las razones y condiciones Estoy en esto de acuerdo con Marx y su hipóte- 1 ( !)
que, a Jo largo de la historia, ha inducido las varia- sis acerca de la importancia decisiva que hay que
ciones experimentadas por el lugar que ocupan las otorgar al papel de las estructuras económicas cuan-
relaciones de producción, así como las transforma- do queremos entender la lógica subyacente a la for-
ciones de sus efectos. La teoría de tales variaciones ma de operar y evolucionar de los diversos tipos de
depende en gran medida del resultado de los traba- sociedad. Pero, mi reformulación de esta hipótesis
jos de antropólogos, historiadores y sociólogos. Pero es tal que ya no impide el reconocimiento y la ex-
hay que indicar igualmente, por otro lado, que an- plicación del papel dominante en aquellas sociedades
tropólogos e historiadores, en su deseo de mostrar en las que éste aparece detentado por las relaciones
el carácter específico, la racionalidad original de de parentesco, o la estructura y la organización po-
las sociedades que estudian, a menudo cometen líticas o religiosas. Tal como yo lo veo, este es el
otro tipo de errores, como es el de confundir jerar- único enfoque que puede permitir superar las difi-
quía de funciones con jerarquía de instituciones. cultades opuestas y complementarias que encontra-
Al observar, por ejemplo, que en la sociedad estu- mos, por un lado, en la teoría económica «reducti-

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vista», es decir, en aquella que reduce, como lo hace
el materialismo vulgar todas las estructuras no eco-
simultáneos de las constricciones internas que actúan
en el funcionamiento de las relaciones económicas
1
nómicas a meros epifen.ómenos relativamente poco sobre la organización interna y la evolución de los
importantes de la infraestructura material de las restantes niveles estructurales de la sociedad. Em-
sociedades, y, por otro lado, en las teorías empiricis- plearé aquí el ejemplo de los pigmeos rnbuti par~
tas que, según el caso, reducen el conjunto de la so- mostrar los efectos de su tecnología y sus relacio-
ciedad a ser no más que una consecuencia de la re- nes sociales de producción sobre la organización in-
ligión, la política o el parentesco. De hecho, la dis- terna de sus relaciones políticas, así como sus prácti-
tinción entre infraestructura y superestructura no cas simbólicas y religiosas.
quiere decir otra cosa que el poder distinguir Ulíla je- Los rnbuti emplean redes para cazar antílopes y
rarquía de funciones y causalidades estructurales otro tipo de piezas de caza. El tamaño de las bandas
que garanticen las condiciones de reproducción de es limitado y comprende entre siete y treinta
una sociedad como tal, sin que en modo alguno redes, es decir, que la caza se funda en la coope-
implique un juicio previo sobre la naturaleza de las ración de un cierto número de familias nucleares,
estructuras que, en cada caso, gobiernan tales fun- ya que cada red corresponde a un hombre casado.
ciones (parentesco, política, religión, etc.), o el nú- Cuando observarnos las constricciones que actúan
mero de funciones que una estructura puede sopor- en este tipo de «infraestructura>>, descubrimos que
tar. La concepción dinámica y global de las condi- son tres. La primera constricción empuja a los in-
ciones de reproducción de los diversos tipos de so- dividuos a cooperar entre sí, según su sexo y edad,
ciedad conlleva, por tanto, una jerarquía de cons- en el proceso de producción (caza con redes, etc.).
tricciones y funciones que son las que permiten que La segunda permite un estado de continua fluctua-
la reproducción tenga efecto. Cada nivel de la or- ción, ya que las bandas deben ser abiertas», pudien-
ganización social tiene efectos específicos sobre el do sus miembros ser capaces de cambiar de residen-
modo como opera y se reproduce el conjunto de la cia e integrarse en otras bandas donde encuentren
sociedad, y consiguientemente sobre las relaciones otro tipo de amigos o de parientes. Este permanente
humanas con la naturaleza. Y sólo tomando en estado de flujo permite regular el tamaño de la po-
cuenta la interacción específica de todos los niveles blación de las bandas, de acuerdo con la variación
de operación de los sistemas sociales y económicos de los recursos locales. La tercera constricción hace
podemos descubrir la lógica particular del conteni- referencia a la afiliación a una banda, y se expresa
do y las formas de los diversos modos de represen- en el hecho de que ni los individuos ni las familias
tación, las diversas formas de percepción del entor- poseen derecho alguno sobre un territorio determi-
no que corresponden a c(lda tipo de sociedad. nado ni sobre los recursos que contiene. Estas tres
Desde este punto de vista, el estudio de la causa- constricciones actúan en el proceso de producción
lidad de la economía es el estudio de los efectos Y tienen efectos simultáneos sobre Ja organización

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política y parental, y sobre las prácticas religiosas igualmente sus capacidades conscientes e incons-
(dejaré, no obstante, f-uera este aspecto que me lle- cientes en el sentido de la regulación y la transfor-
varía muy lejos, esto es, hasta el análisis de las lla- mación.
madas «prácticas simbólicas»).
Afectan al parentesco en la medida en que las
reglas matrimoniales mbuti prohiben el estableci- ¿COMO ES POSffiLE ANALIZAR LA «CAUSALIDAD
miento de grupos de parentesco estrecho que inter- DE LAS ESTRUCTURAS ECONOMICAS.»?
cambien de manera regular a sus miembros y siem-
pre en la misma dirección. Afecta a la política en la Si aceptamos la hipótesis de una jerarquía de
medida en que instituciones como el burlón (paya- funciones, y por tanto la hipótesis de la importancia
so) y la sistemática búsqueda de la «diversión» im- primordial de las relaciones sociales que operan
piden los choques sangrientos en el interior de la como infraestructura, el problema crucial a nivel
banda, haciendo mucho más fácil la búsqueda de so- metodológico y teórico es el de inventar los medios
luciones en caso de conflicto; al mismo tiempo, otras teóricos y experimentales de analizar los efectos de
instituciones políticas impiden la emergencia de un la infraestructura.
poder único y hereditario. La ausencia de linajes Para impedir todo malentendido, clarificaré en
por un lado y de jerarquía política hereditaria, pot primer lugar Jo que entiendo por causalidad de los
otro, parecen ser efectos simultáneos de las cons- modos de producción sobre la vida social, y en el
tricciones del modo de producción sobre la organi- caso que voy a analizar, sobre la naturaleza de las
zación interna de los restantes niveles estructurales relaciones de parentesco. Dos modos de entender
de la sociedad, relaciones de parentesco y relacio- esta causalidad de la economía quedan radicalmente
nes políticas. excluidos. Por un lado, la causalidad de la econo-
Se descubre aquí una compatibilidad estractura1 mía no puede ser entendida como el origen de las
que revela la existencia de un conjunto de límites relaciones de parentesco, o de otras relaciones so-
de la sociedad mbuti como tal. En la ~edida en que ciales situadas en el interior de la infraestructura
las contradicciones en el interior del sistema no económica. Por otro, las relaciones de parentesco
sobrepasen dichos límites, que están determinados no son simples fenómenos que acompañen a la
por las formas de compatibilidad existentes entre actividad económica y tengan sólo una influencia
las estructuras que los componen, el sistema en su pasiva en la vida social, mientras las relaciones eco-
conjunto puede reproducirse. El estudio de la cau- nómicas mantienen eD primado de la causalidad
salidad estructural de la economía constituye, así económica. Vistas de este modo las cosas, no sería
pues, un estadio en el estudio de las pr )piedades posible entender por qué milagrosa transmutación
de compatibilidad ne intencionales que se dan entre alquímica la economía «Se convertiría>> en paren-
niveles estructurales, propiedades que determinan tesco, o por qué misteriosa razón habría la econo-

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mía de «esconderse bajo» las especies de las rela- «grupo de transformaciones». La sociedad kachin es-
ciones de parentesco. Ambas interpretaciones son tá jerárquicamente estructurada, es aristocrática y se
meras variantes de un materialismo cultural que in- halla dispersa en pequeñas aldeas escasamente po-
tenta reducir todas las formas de la vida social a su bladas; los naga, en cambio, son una sociedad demo-
base material, o deducirlas de dicha base. crática concentrada en grandes poblados. Los prime-
De hecho, las relaciones de parentesco tienen una ros practican una agricultura de tipo extensivo, de
función propia, que es la de ser el mecanismo so- roza y quema de maleza, mientras que los segundos
cial para la reproducción biológica de la sociedad a practican una agricultura intensiva en terrenos de-
través de las prácticas del matrimonio. Las relacio- forestados. Entre estas dos formas sociales diferen-
nes sociales y biológicas entre los miembros de una tes existe, sin embargo, una relación interna que es
sociedad son irreductibles a las relaciones econó- la de que ambas ·pertenecen al mismo sistema de
micas de producción; más bien, el hecho de que las transformaciones estructurales. Debemos, pues, pe-
relaciones de parentesco funcionen como factores netrar más allá de las diferencias visibles, para en-
estratégicos en la reproducción de un modo de pro- trar en la lógica interna invisible que explica esas
ducción depende del uso de las diversas relaciones diferencias fundadas en propiedades comunes. Es,
de producción. En la sociedad capitalista, por ejem- por tanto, necesario explicar, la transición de una
plo, la agricultura depende del uso que la familia a otra. Transición que parece depender de las pro-
haga de una parcela de tierra, de modo que la fa- piedades estructurales de incompatibilidad entre las
milia ya no desempeña el papel de unidad de pro- nuevas funciones y las viejas estructuras, y por lo
ducción, y las relaciones de parentesco no son re- tanto de las «Contradicciones» internas a cada es-
laciones de producción. La «familia» es sólo una tructura (entre los elementos que ésta combina) o
unidad de consumo y una ·categoría «contable». En entre estructura y estructura (dentro del sistema
este caso el proceso de producción es una relación que las conecta, sobre la base de la dominancia de
entre dos clases y tiene lugar en el interior de uni- una de ellas). Para poder explicar la dinámica de
dades de producción como son las fábricas y los los sistemas socioeconómicos y su historia, debe-
complejos industriales, que están por completo se- mos examinar más de cerca la idea de contradic-
parados de la familia. cién distinguiendo varios tipos.
También en este caso, el empleo de un enfoque
empírico conduce a dificultades insuperables. Para
dar un ejemplo, se ha demostrado que los kachin, CONTRADICCIONES Y TRANSFORMACION DE LOS
los chin, los naga, y los wa, sociedades todas del SISTEMAS SOOOECONOMICOS Y DE LAS RELA-
norte de Birmania, y que a primera vista parecen CIONES HUMANAS CON LA NATURALEZA
pertenecer a sistemas sociales y económicos profun-
damente diferentes, pertenecen de hecho al mismo Volvemos una vez más sobre el problema prin-

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ciones internas que operan a un nivel de la socie-
cipal, el de la transformación de los sistemas socio-
dad y contradicciones entre niveles organizativos
económicos y las relaciones humanas con la natu-
de la sociedad. Como ejemplos, podemos hacer re-
raleza. Y es necesario a este respecto subrayar de
ferencia a las contradicciones peculiares de la orga-
nuevo que la reproducción de un sistema no de-
nización política de la antigua polis griega, a la dis-
pende de la ausencia de contradicciones en su inte-
tinción entre hombres libres y esclavos, por un lado,
rior, sino de la existencia de un mecanismo que re-
y dentro de los libres, entre ciudadanos y metecos.
gule dichas contradicciones y mantenga provisio-
El desarrollo en los siglos v y vr a. C. de una pro-
nalmente su unidad. La cibernética, mediante la
ducción mercantil cada vez más fundada en el tra-
revelación de uno de los varios modos como un
bajo esclavo, y la creciente importancia concedida al
sistema puede ser regulado, en relación con el feed-
papel de los comerciantes metecos, sentó las bases
back ha planteado sobre nuevas bases el problema
tanto del auge de Atenas como de las dificultades in-
de la existencia de contradicciones tanto en los sis-
ternas que, tras las guerras del Peloponeso, dieron
temas fisicos como en los sociales. Los mecanismos
como resultado su decadencia y posterior estanca-
de feed-back garantizan para el sistema una relativa
miento. Un nuevo giro se produjo con posterioridad,
independencia con relación a las variaciones tanto
~e~o a cos~a ~e un cambio radical en el sistema po-
de sus componentes internos como de sus varian-
httco-econormco de la ciudad-estado griega, la polis,
tes externas de funcionamiento. En todo caso, de-
que pierde su originaria independencia y su ca-
bemos distinguir siempre entre feed-back positivo y
rácter original, cayendo progresivamente bajo el do-
negativo. En el primer caso, se produce una varia-
minio de la monarquía macedonia. Un nuevo mundo
ción que va en dirección opuesta a la variación (o
hizo su aparición como consecuencia de estos cam-
perturbación) con la que comenzó el mecanismo de
bios, el mundo heleno, dentro del cual las formas
feed-back. En el segundo, el feed-back da lugar a
tradicionales de la polis se mantuvieron durante lar-
una variación que va en la misma dirección del co-
go tiempo, pero dotadas de un nuevo contenido.
mienzo.
Un importante punto queda aún por clarificar. La
Un sistema social o un ecosistema natural no
idea de la unidad de los opuestos que empieza a
siempre constituye una totalidad completamente «in-
emerger en nuestro tiempo no debe ser confundida
tegrada~, como se proclama tanto entre los funcio-
con la noción acientífica de la identidad de los
nalistas de viejo cuño como entre los de nuevo
opuestos, tal como fue definida por Hegel. Cierta-
cuño. Se trata de una totalidad cuya unidad consis-
mente, existen complementaridad y oposición entre
te en el efecto «provisionalmente estable» de· las pro-
a~os y esclavos, pero el amo en modo alguno es él
piedades de estabilidad estructural existentes entre
lDismo y el esclavo, colocándose así en oposición a
Jos elementos · que componen su estructura o entre
sí mismo, etc. (Hegel, Fenomenología del espíritu,
las estructuras que componen un sistema. Por esta
vol. 1). Las contradicciones decisivas que explican,
razón, se hace necesario distinguir entre contradic-
117
116
no obstante, los movimientos de las sociedades que bres adquirieron una importancia creciente en este
van más allá de las oposiciones entre grupos socia- proceso, y ello produjo un cambio haciá la patrilo-
les, aunque proporcionan el fundamento mismo de calidad y la patrilinealidad. Esto dio lugar a la forma-
tales oposiciones. Son contradicciones inintencio- ción de bandas endógamas y el desechamiento de
nales entre las propiedades de las estructuras, con- las reglas matrimoniales vigentes en el pasado. To-
tradicciones entre relaciones sociales y no entre se- dos los elementos internos que componían las es-
res sociales. tructuras organizativas resultaron transformados,
Tomaré ·en consideración dos ejemplos que han invirtiéndose el significado de dichos elementos.
sido estudiados por antropólogos y que tienen que La organización general de la sociedad en forma de
ver con el mundo moderno. Eleanor Leacock ha bandas sigue vigente en parte, pero está ya en vías
demostrado sobre la base de los archivos de los mi- de desaparición, como resultado del desarrollo de
sioneros jesuitas del Canadá, que se remontan hasta la economía trampera y la posibilidad en una econo-
el siglo XVII, y de recientes trabajos de campo mo- mía monetaria de emplear el dinero ppra la obten-
dernos, que la sociedad de los indios montagnais evo- ción de medios de subsistencia.
lucionó de tal modo que pasó de estar constituida Un ejemplo aún más significativo de las trans-
por bandas ex:ógamas y bilaterales, de inestable formaciones estructurales resultantes de la necesi-
composición y que no poseían derechos exclusivos dad de hacer compatibles a las viejas estructuras
de caza sobre territorios concretos, convertirse en con las nuevas funciones es la del proceso de apa-
una organización de bandas endógamas patrilineares rición y desarrollo de las s0ciedades de cazadores
de composición mucho más estable, en las que los montados entre los indios de las llanuras. En un
territorios de caza estaban sometidos a una régi- notable trabajo de investigación, C. Oliver Symmes
men de propiedad individual, transmitido de padres ha mostrado de qué modo, con la introducción deJ
a hijos. caballo y, mucho más tarde, con la del rifle, se crea-
La primera forma de organización se adaptaba a ron las condiciones de posibilidad de las grandes ca-
la caza mayor practicada en tiempos anteriores, en cerías de bisontes. La caza del bisonte se halla so-
los que se precisaba la colaboración constante entre metida a varias constricciones. Durante el invierno,
sexos y grupos. Los pequeños animales cubier;tos mientras los rebaños se hallan divididos, los cazado-
de piel, .c omo el zorro, no eran cazados porque sus res tienen que hacer otro tanto; en verano, cuando
pieles eran de escasa calidad para la confección de los rebaños se reúnen, los indios concentran a la
vestidos y su carne no era considerada lo suficien- vez sus fuerzas. Lo que se necesitaba, por tanto,
temente apetitosa. Cuando las trampas empezaron era una organización que combinara la flexibilidad
a imponerse de manera creciente, se establecieron y la movilidad de las bandas de cazadores y reco-
territorios de trampería, estabilizándose los grupos, lectores con la organización centralizada de las for-
e individualizándose el proceso de trabajo. Los hom- maciones tribales. Un proceso dual tuvo lugar. Por

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c ...
~ :.

un lado¡·~ los cazadores de a pie, a la vez que se bene- BIBLIOGRAFIA


ficiaban de su primitiva flexibilidad organizativa,
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En conclusión, podríamos ir ciertamente más le- West. (Trad. castellana: «El don», en Sociología
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sociedad palacial micénica. Salisbury, R. F. 1962. From Stone to Steel. Melbour-
En último análisis, la cuestión básica para el ne.
progreso de la antropología y de las ciencias huma-
nas en general es el del análisis de los posibles. Sólo
cuando seamos capaces de restaurar la historia de
la humanidad y la de la naturaleza en el sentido de
lo posible llegará la evolución a convertirse en un
tema verdaderamente científico.

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