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UNIVERSIDAD ALAS PERUANAS

ADMINISTRACIÓN Y NEG. INTERNACIONALES. LIC. MONICA MEJIA SALGADO.

ORATORIA
La oratoria es el arte de persuadir por medio de la palabra. Es la comunicación efectiva que involucra tener en cuenta
diversos elementos como la expresión corporal o lenguaje del cuerpo (ademanes, gestos, mirada), las técnicas de
respiración y relajación (control emocional), la automotivación (fuerza psicológica), técnicas de voz (pronunciación,
entonación, impostación) , la escucha activa (control de impulsos), la relación con el auditorio ( Desarrollo de ideas:
atención y retroalimentación).

Definición.- “Conjunto de principios y técnicas que permiten expresarnos con claridad, facilidad y sin temores ante un
público, con la intención de transmitir un determinado mensaje”
Según la R.A.E.: “Arte de hablar con elocuencia, de deleitar, persuadir y conmover por medio de la palabra”
J. L. Fuentes advierte en Comunicación: “Además de poder influir en las decisiones del auditorio, el discurso tiene una
gran importancia por su calidad científica y artística, por su cuidado lenguaje, por la solemnidad de las ocasiones en
que se pronuncia y por las temáticas de que trata”.

Sinónimos: retórica (arte del bien decir, de embellecer la expresión de los conceptos, de dar al lenguaje escrito
o hablado la eficacia adecuada para deleitar, persuadir o conmover) y elocuencia (facultad de hablar o escribir de
modo eficaz para deleitar, conmover y persuadir).

La oratoria nos enseña a expresarnos con propiedad y elegancia, a conocer y utilizar


correctamente nuestro idioma y a transmitir nuestros discursos de manera eficaz.

IMPORTANCIA DE LA ORATORIA
El hombre es el único ser viviente que habla y que la palabra es uno de los dones más extraordinarios
que posee, éste le permite manifestar la prodigiosa riqueza de su alma y establecer relación con sus
semejantes. El arte de la palabra oral se ha constituido paulatinamente y a través de los siglos en un
patrimonio cultural sin dueños ni formulas mágicas, de tal forma que ha sido conceptualizada
acertadamente como “el arte de hablar en público” toda vez que el orador es un artista que combina
armoniosamente; ademanes, gestos, expresión verbal y corporal, encausando todo ello a cumplir
cabalmente los fines que ella conlleva.
FINES DE LA ORATORIA
Es importante precisar que la oratoria, como toda ciencia o arte, tiene una serie de propósitos que anhela alcanzar a través de
su práctica efectiva. En esencia cuatro son los fines de la oratoria:
a) Persuadir.- Implica convencer a otras personas de que nuestras opiniones e ideas son las correctas y moverlas a la
acción de acuerdo con ellas. Involucra también la motivación para que otros realicen lo que en el fondo muchas veces no
quieren hacer. Es el caso del vendedor que busca por medio de la persuasión que los clientes se sientan motivados a
comprar sus productos o servicios. La persuasión se orienta a la voluntad de los receptores, por ello podemos decir que es la
actividad de convencer a nuestros semejantes para que tomen una decisión o hagan una acción determinada.
b) Enseñar.- Comprende la acción de transmitir, a alumnos o discípulos, conocimientos y cultura general a través de la
palabra hablada. Esta transmisión pedagógica se realiza en sesiones académicas, debates o incluso, en una plática común.
Aquí la oratoria se orienta a la inteligencia de los receptores, su propósito es comunicar no sólo las noticias cotidianas sino, va
más allá; transferir conocimientos de todo tipo por medio de un emisor y/o profesor, ya sea de manera formal; en los centros
de enseñanza de diferentes niveles o, ya sea de manera informal; esto es en el hogar, la calle o la comunidad.
c) Conmover.- Involucra provocar por intermedio de la oratoria, determinados sentimientos, pasiones y
emociones en el espíritu de las personas que escuchan nuestras palabras. El ser humano en la vida diaria
llora, ríe, se asusta, se encoleriza etc. Es decir, experimenta emociones. Estas emociones también las
puede crear un orador a través de sus palabras siempre y cuando estas lleguen a la fibra interna del
público oyente. Si logramos conmover a nuestro público podemos cautivarlo y comunicarle
satisfactoriamente nuestros sentimientos.
d) Agradar.- es crear belleza con la palabra hablada; es decir, producir en el alma ajena un sentimiento de
placer con fines determinados. La oratoria como entretenimiento se orienta al campo del sentimiento. Por
eso, cuando leemos un libro de chistes o es pectamos un programa humorístico, sentimos que perdemos
todo contacto con la realidad, reímos y nos alegramos. Cuando escuchamos a un cantante, su voz; o nos
agrada o nos desagrada, lo mismo ocurre con un conductor radial al momento de hablarnos
románticamente con su voz impostada.

CARACTERÍSTICAS DE LA ORATORIA
Para que la oratoria cumpla su cometido de persuadir y convencer, el orador debe poseer las siguientes características:
 Integridad: Un discurso será eficaz solamente si el comportamiento del orador testimonia su mensaje, de lo
contrario sus acciones desmentirán sus palabras. El auditorio descubre muy fácilmente cuando el orador
tiene intenciones turbias o propósitos ocultos
 Conocimiento: Es necesario que el que habla en público posea una cultura general amplia, que le permita
contar con un vocabulario variado y adecuado a los receptores, que le apoye a convencer, como para tener
razonamientos y argumentos suficientes que puedan defender sus ideas y refutar las contrarias.
 Confianza: La confianza en sí mismo y la verdad de los argumentos despertarán el interés en el auditorio.
Una persona reservada, cauta y siniestra no inspira confianza ni predispone a escucharle.
 Destreza: La comunicación oral se beneficia cuando es apoyada por la facilidad de palabra, el control de la
voz y la coordinación de los movimientos corporales.

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CUALIDADES DEL ORADOR


1º Cualidades físicas.
Tienen que ver con la apariencia personal. Esto no significa que el orador deba ser una persona hermosa sino que
debe cumplir con una serie de pautas para resaltar su personalidad y que constituya una estética armoniosa ante
de los demás. Para ello debe cuidar el aseo personal y el vestido, mantener una actitud mental positiva y gozar de
buena salud física y psíquica.
2º Cualidades intelectuales.
Están relacionadas con la facultad para conocer, comprender y razonar. Estas cualidades son: la memoria, la
imaginación, la sensibilidad y la iniciativa.
3º Cualidades morales.
Son el conjunto de normas de comportamiento que debe cumplir el orador para que exista una conexión entre lo
que predica y lo que hace. Algunas de estas cualidades son: la honradez, la puntualidad, la sinceridad, la
congruencia y la lealtad.
LO QUE TODO ORADOR DEBE TENER EN CUENTA
El discurso es un género literario cuya finalidad es comunicar conocimientos, opiniones y sentimientos del orador. Para
que este cumpla su objetivo, el orador tiene que utilizar con gran habilidad el tono y el volumen de voz, las pausas, la
enfatización de ideas. Debe, además, reforzar su intención comunicativa valiéndose de los gestos y de su propia
presencia física ante los oyentes.
El orador debe dedicar todo su saber y su esfuerzo a conquistar la voluntad del auditorio y a persuadirle con todo tipo
de argumentos de la verdad y la bondad de sus opiniones.
El escritor puede ser exquisito y rebuscado en sus razonamientos, ya que sus ideas pueden releerse. Pero el orador
debe ser claro y sencillo para ser comprendido en el mismo momento en que es escuchado.
TÉCNICAS CORRECTAS DE PRESENTACIÓN EN PÚBLICO
Uno de los problemas con los que se suele enfrentar el orador es el saber cómo desplazarse hasta el escenario, dónde
ubicarse, cómo empezar y cómo concluir su exposición. A continuación daremos unas pautas a seguir en cada uno de
estos momentos:
1º Tránsito inicial.- Es el que se recorre desde su ubicación inicial hasta situarse en el escenario. En el momento de
ser anunciado, debemos levantarnos de nuestro asiento y caminar con naturalidad hacia el escenario, con el cuerpo
erguido y una sonrisa agradable, demostrando confianza y seguridad personal. Las miradas estarán fijas en nosotros
pero no debemos bajar la mirada y debemos repetirnos palabras de ánimo que activen nuestra mentalidad positiva.
2º Ubicación en el escenario.- El lugar correcto para situarnos en el escenario es el centro de éste, a no ser que haya
alguien a espaldas del orador. En ese caso nos situaremos a un costado de forma que no demos la espalda a nadie. Si
hay instalado un atril, nos situaremos detrás de él y con las manos sobre la parte superior. Si hay un pedestal con
micrófono, detrás de él, con el micrófono a la altura de los labios, a dos dedos de distancia, con el cuerpo erguido y sin
sujetarlo. Si existe una pizarra o pantalla, la ubicación será al lado izquierdo de ésta, teniendo cuidado de no dar la
espalda al público.
3º Esperar el silencio.- No debemos comenzar la intervención hasta que no se produzca el silencio absoluto. Una vez
se produce, esperar entre tres y cinco segundos y comenzar. Estos segundos nos servirán además para observar a
nuestro público y tratar de detectar cual es su actitud hacia nosotros.
4º Saludo.- Consta de dos partes: identificación y complementación. En la primera parte del saludo se identifica a las
personas presentes y se les nombra por su grado si es necesario (siguiendo un orden jerárquico). En la
complementación se añade “buenos días”, “buenas tardes” o “buenas noches”. Si son muchas las personas que
asisten, haremos un solo saludo general. A continuación es bueno añadir unas palabras de agrado o reconocimiento al
público en general (Ej.: es para mí un honor dirigirme a ustedes…)
5º Discurso.- Para la elaboración del discurso, debemos tener en cuenta lo siguiente:
a) El tiempo asignado; no son recomendables los discursos largos.
b) El público al que va dirigido, para adoptar un léxico que se adapte a su nivel cultural.
c) Practicarlo previamente ante amigos o familiares.
d) Usar anécdotas, comparaciones, humor.
Para la exposición, debemos tener en cuenta lo siguiente:
a) Los discursos pueden ser leídos, memorizados, improvisados o mixtos.
b) Suelen constar de tres partes: introducción, desarrollo y conclusión.
c) Debe ser expuesto de la forma más clara y amena posible.
6º Despedida y tránsito final.- La despedida debe ser breve: “gracias”, “muchas gracias” o “he concluido”, y no
pronunciar ni una palabra más. De esta forma, el público tiene claro cuándo ha terminado el discurso y pueden
aplaudirlo. Debemos agradecer los aplausos con la mirada y una sonrisa y retirarnos con el cuerpo erguido. Algunas
veces, tras la exposición, el orador es solicitado por los asistentes para saludarlo, conocerlo personalmente, estrecharle
la mano, en este caso, nunca debemos desairarlos ni mostrarnos pedantes con ellos.
¿CÓMO VENCER EL MIEDO A HABLAR EN PÚBLICO? LA ACTITUD MENTAL POSITIVA.
Cuando un orador tiene que transmitir un discurso, su cerebro juega un papel importante en su motivación personal.
Una actitud mental positiva hará que el orador exponga su tema con convicción y superará su miedo y su timidez. Para
conseguir esa actitud mental, es preciso motivarse a uno mismo con palabras positivas y reconfortantes. Esas
palabras, repetidas y asumidas, nos harán convencernos de que todo es posible. Lo único que necesitamos es
decisión, valor y perseverancia.
En la práctica, el proceso para lograr la motivación positiva sería el siguiente:
1º Relajarse y respirar profundamente, manteniendo los ojos cerrados.
2º Repetir mentalmente y al compás de la respiración, la acción que se desea realizar.
3º A medida que se van repitiendo las palabras, acumular toda la energía interna que nos sea posible y mantener la
concentración.
4º Pasar a la acción. Abrir los ojos, enfrentarse al auditorio con decisión y confianza, exponer nuestro discurso y
retirarnos orgullosos, con la satisfacción del deber cumplido.

“El que sabe pensar pero no sabe expresar lo que piensa, está en el mismo nivel del que no sabe
pensar” (Pericles, año 450 a. de C.)

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