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CESIÓN POSESIÓN CONTRACTUAL

1. Cesión de Derechos

La cesión de derechos está definida como la operación por la cual una persona cede a
otra su derecho a exigir una determinada prestación. A diferencia de lo que ocurre en la
cesión de posición contractual, en este caso el cedente sólo está transfiriendo un
derecho de crédito, pero no una posición en una relación contractual, es decir, el
cesionario no asume los derechos y obligaciones derivados de un contrato, sino
únicamente un derecho de crédito.

A diferencia también de lo que ocurre en la cesión de posición contractual, en la cesión


de derechos nos encontramos ante una figura que no necesariamente tiene como
antecedente un contrato. Por ejemplo, una persona puede tener un derecho de crédito
para exigir el pago de una indemnización por responsabilidad extracontractual, de tal
manera que tiene un derecho a cobrar una determinada cantidad de dinero. Este
derecho puede ser cedido a otra persona.

La cesión de derechos difiere también de la cesión de posición contractual por el hecho


que no requiere del consentimiento del deudor. Esto es así porque al deudor no le
genera ningún perjuicio cumplir su obligación frente a una u otra persona. En la cesión
de posición contractual sí resulta importante el consentimiento del cedido porque el
cesionario no sólo está adquiriendo un derecho, sino que también está asumiendo
obligaciones en el contrato y el cedido tiene derecho a aceptar que tales obligaciones
sean asumidas por una persona distinta a su contraparte original. Pero, sí es necesario
comunicarle la cesión al deudor para que ésta surta efectos. La comunicación debe ser
fehaciente, es decir, debe permitir acreditar que el deudor efectivamente la ha recibido,
por lo que se sugiere que se haga por vía notarial.

Para efectuar la cesión de derechos, es necesario que exista un documento escrito,


firmado por el cedente y el cesionario. Es común que se haga participar al deudor cedido
en el acuerdo de cesión, pero como hemos manifestado, no es obligatorio. En cuanto a
la naturaleza de los derechos que pueden ser cedidos, debemos señalar que pueden ser
objeto de cesión todos los derechos disponibles de una persona, incluso aquellos que
sean materia de un proceso judicial, arbitral o administrativo.

Puede cederse también el derecho a participar en una masa hereditaria, una vez que ha
fallecido el causante. La cesión de derechos no es factible si existe un pacto expreso
entre el cedente y el deudor cedido que excluya dicha posibilidad. Asimismo, por ley o
por la naturaleza de la obligación la cesión puede ser restringida.

Al igual que en la cesión de posición contractual, el cedente está obligado frente al


cesionario a responder por la existencia y exigibilidad del derecho cedido, salvo acuerdo
distinto. Pero, no está obligado a responder por el incumplimiento del deudor cedido, a
menos que haya asumido tal responsabilidad expresamente.

Ahora bien, si el deudor cedido cumple con la prestación frente al cedente, antes de ser
comunicado sobre la cesión, queda liberado de responsabilidad. Pero, si se puede
acreditar que el deudor tenía conocimiento de la cesión, entonces no se libera de
responsabilidad.

2. Diferencia entre cesión de derechos y cesión de posición contractual en el marco de


las contrataciones estatales

La cesión de derechos está definida como la operación por la cual una persona cede a
otra su derecho a exigir una determinada prestación. A diferencia de lo que ocurre en la
cesión de posición contractual, en este caso el cedente sólo está transfiriendo un
derecho de crédito, pero no una posición en una relación contractual, es decir, el
cesionario no asume los derechos y obligaciones derivados de un contrato, sino
únicamente un derecho de crédito.

A diferencia también de lo que ocurre en la cesión de posición contractual, en la cesión


de derechos nos encontramos ante una figura que no necesariamente tiene como
antecedente un contrato. Por ejemplo, una persona puede tener un derecho de crédito
para exigir el pago de una indemnización por responsabilidad extracontractual, de tal
manera que tiene un derecho a cobrar una determinada cantidad de dinero. Este
derecho puede ser cedido a otra persona. La cesión de derechos difiere también de la
cesión de posición contractual por el hecho que no requiere del consentimiento del
deudor. Esto es así porque al deudor no le genera ningún perjuicio cumplir su obligación
frente a una u otra persona.

En la cesión de posición contractual sí resulta importante el consentimiento del cedido


porque el cesionario no sólo está adquiriendo un derecho, sino que también está
asumiendo obligaciones en el contrato y el cedido tiene derecho a aceptar que tales
obligaciones sean asumidas por una persona distinta a su contraparte original.

Pero sí es necesario comunicarle la cesión al deudor para que ésta surta efectos. La
comunicación debe ser fehaciente, es decir, debe permitir acreditar que el deudor
efectivamente la ha recibido, por lo que se sugiere que se haga por vía notarial.

Para efectuar la cesión de derechos es necesario que exista un documento escrito,


firmado por el cedente y el cesionario. Es común que se haga participar al deudor cedido
en el acuerdo de cesión, pero como hemos manifestado, no es obligatorio.

En cuanto a la naturaleza de los derechos que pueden ser cedidos, debemos señalar que
pueden ser objeto de cesión todos los derechos disponibles de una persona, incluso
aquellos que sean materia de un proceso judicial, arbitral o administrativo. Puede
cederse también el derecho a participar en una masa hereditaria, una vez que ha
fallecido el causante.

La cesión de derechos no es factible si existe un pacto expreso entre el cedente y el


deudor cedido que excluya dicha posibilidad. Asimismo, por ley o por la naturaleza de
la obligación, la cesión puede ser restringida.

Al igual que en la cesión de posición contractual, el cedente está obligado frente al


cesionario a responder por la existencia y exigibilidad del derecho cedido, salvo acuerdo
distinto. Pero no está obligado a responder por el incumplimiento del deudor cedido, a
menos que haya asumido tal responsabilidad expresamente.

Ahora bien, si el deudor cedido cumple con la prestación frente al cedente, antes de ser
comunicado sobre la cesión, queda liberado de responsabilidad. Pero si se puede
acreditar que el deudor tenía conocimiento de la cesión, entonces no se libera de
responsabilidad.

Durante la ejecución del contrato, pueden producirse distintas situaciones que


determinen que alguna de las personas que celebraron el contrato deba dejar de formar
parte de la relación y ceder su lugar a otra persona.

Para identificar las posiciones en el contrato y en la cesión de posición contractual,


utilizaremos los siguientes términos:

 Cedente: Es la persona que cede su posición en el contrato, de tal manera que


deja de formar parte de la relación contractual.
 Cesionario: Es la persona que adquiere la posición dentro del contrato
recibiendo la del cedente. Asume todos los derechos y obligaciones del cedente.
 Cedido: Es la contraparte del cedente en el contrato. Debe prestar su
consentimiento para que se realice la cesión.

Para llevar a cabo la cesión de la posición en la relación contractual, es necesario que se


presenten los siguientes elementos o condiciones:

 El contrato debe contener prestaciones no ejecutadas total o parcialmente.


 El cedido debe manifestar su consentimiento, ya sea antes, simultáneamente o
después del acuerdo de cesión.
 Cuando la conformidad del cedido se hubiera dado previamente al acuerdo de
cesión, el contrato sólo tendrá efectos desde que el acuerdo le es comunicado
a la contraparte por escrito de fecha cierta.

Una vez celebrada la cesión de posición contractual, el cedente sale de la relación


contractual y el cesionario ingresa en ella, asumiendo los derechos y obligaciones que
el cedente tenía. Veamos con mayor detalle los efectos que genera la cesión de posición
contractual:

 El efecto principal de la cesión de posición contractual, como ya hemos referido,


es la salida del cedente de la relación contractual y el ingreso del cesionario,
quien asume todos los derechos y obligaciones que le correspondían al cedente
en el contrato.
 El cedente se libera de responsabilidad de las obligaciones derivadas del
contrato.
 Sin embargo, por acuerdo entre las partes, el cedente puede seguir obligado
frente al cedido, es decir, a la contraparte, a cumplir con el contrato si el
cesionario incumple.
 Asimismo, el cedente es responsable frente al cesionario por la existencia y
validez del contrato, salvo que hubieran acordado lo contrario.
 El cedente puede también asumir responsabilidad por el cumplimiento de las
obligaciones del deudor, en cuyo caso asume la calidad de fiador.
 El cesionario puede utilizar contra el cedido los medios de defensa que se
derivan del contrato, pero no aquellos que se derivan de otras relaciones
existentes entre el cedido y el cedente.
 Si existen garantías que respaldan el cumplimiento del contrato, éstas no pasan
a favor del cesionario sin la aceptación expresa de los garantes.

Como vemos, la cesión de posición contractual es una figura compleja, que puede
generar la vinculación de muchas personas en una sola relación contractual.

Es necesario distinguir dos figuras que afectan la configuración inicial de un contrato


vigente y que tienen consecuencias jurídicas disímiles: La cesión de derechos y la
cesión de posición contractual. En este punto resulta importante tener en cuenta la
OPINIÓN N° 018-2008/DOP emitida por la Dirección de Operaciones del OSCE.

En relación con la cesión de derechos, el artículo 1206º del Código Civil, de


aplicación supletoria, la define como “el acto de disposición en virtud del cual el
cedente transmite al cesionario el derecho de exigir la prestación a cargo de su
deudor, que se ha obligado a transferir por un título distinto (…) La cesión puede
hacerse aun sin el asentimiento del deudor” (el resaltado y subrayado es nuestro).

En ese sentido, la cesión de derechos implica que un tercero (llamado cesionario)


cuente con todas aquellas facultades que le permitan hacer efectiva la acreencia
que tiene el acreedor (llamado cedente) respecto de su deudor (llamado cedido).

En los contratos celebrados entre un privado y el Estado, la cesión de derechos se


traduce en que un tercero cesionario pueda cobrar de la Entidad cedida el valor de
los bienes, servicios u obras ejecutados por el contratista cedente.

Por otro lado, el artículo 1435° del Código Civil establece que “en los contratos con
prestaciones no ejecutadas total o parcialmente, cualquiera de las partes puede
ceder a un tercero su posición contractual. (…) Se requiere que la otra parte preste
su conformidad antes, simultáneamente o después del acuerdo de cesión…”.

Así, la cesión de posición contractual supone que la parte contractual cedente, con
el consentimiento imprescindible del cedido, transfiera a un tercero cesionario su
posición subjetiva en el contrato, lo que significa que dicho tercero se convierte en
el titular de todos los derechos y obligaciones que se derivan del contrato celebrado
originalmente entre el cedente y el cedido. En esa medida, en un contrato celebrado
entre un privado y el Estado, el contratista transferiría completamente a un tercero
las obligaciones asumidas con la Entidad (entrega de determinados bienes,
prestación del servicio o la ejecución de la obra). Asimismo, se haría acreedor a la
contraprestación por parte de la Entidad.

Ahora bien, debe tenerse en cuenta que la normativa de contrataciones y


adquisiciones vigente establece algunas restricciones a la aplicación de las referidas
instituciones. En efecto, “Salvo disposición legal o reglamentaria en contrario, el
contratista puede ceder sus derechos a favor de terceros, caso en el cual la Entidad
abonará a éstos la prestación a su cargo dentro de los límites establecidos en la
cesión. En el ámbito de las normas de contrataciones y adquisiciones del Estado no
procede la cesión de posición contractual, salvo en los casos de transferencia de
propiedad de bienes que se encuentren arrendados a las Entidades, cuando se
produzcan fusiones o escisiones o que exista norma legal que lo permita
expresamente”.

De ello se concluye que, si bien cabe que los contratistas puedan ceder, por ejemplo,
el derecho al cobro a favor de un tercero, se encuentra prohibido que cedan su
posición como obligados frente a la Entidad. De esta manera, el cumplimiento de
las obligaciones pactadas en el contrato (entrega de los bienes, prestación del
servicio o ejecución de la obra) continuarán a cargo del contratista seleccionado por
la Entidad, no pudiendo ser transferidas a ningún tercero.

Así, si bien la transferencia de una línea de negocios por parte de un contratista


(cedente) a una tercera empresa (cesionario) podría habilitar la cesión de derechos
del transferente de dichos activos y pasivos, en el marco de la normativa de
contratación pública, este acuerdo habilitaría al tercero cesionario únicamente a
recibir el pago de la Entidad cedida por las prestaciones ejecutadas por el contratista
cedente. Asumir otras obligaciones pactadas en el contrato (como sería la obligación
de entregar los bienes, prestar el servicio o ejecutar la obra) implicaría en realidad
una cesión de posición contractual.

Así, bajo el ámbito de aplicación de la normativa de contrataciones y adquisiciones


del Estado, la cesión de derechos solamente implica que el tercero cesionario tenga
facultades para cobrar el pago por las prestaciones ejecutadas por el contratista
cedente. Por lo tanto, el cumplimiento de las obligaciones pactadas en el contrato,
como es el caso de la entrega de bienes, prestación del servicio o ejecución de la
obra, continuarán a cargo del contratista cedente.

Por otro lado, si bien la transferencia de una línea de negocios por parte de un
contratista (cedente) a una tercera empresa (cesionario) podría habilitar la cesión
de derechos del transferente de dichos activos y pasivos, en el marco de la
normativa de contratación pública, este acuerdo habilitaría al tercero cesionario
únicamente a recibir el pago de la Entidad cedida por las prestaciones ejecutadas
por el contratista cedente. Asumir otras obligaciones pactadas en el contrato (como
sería la obligación de entregar los bienes, prestar el servicio o ejecutar la obra)
implicaría en realidad una cesión de posición contractual, la misma que se
encuentra proscrita por el Reglamento.

3. Cesión de deudas

Hemos visto las figuras referidas a la cesión de posición contractual y a la cesión de


derechos o de créditos, cada una de las cuales posee una regulación y características
propias. Sin embargo, consideramos pertinente aclarar una situación que resulta muy
común en las operaciones comerciales y es la referida a la denominada “cesión de
deudas”.
Se trata de una operación en la cual una persona A que mantiene una deuda frente a
otra persona B, le “cede” a una tercera persona C dicha deuda, de forma tal que será C
quien se haga cargo del pago.

Y ponemos entre comillas al término “ceder” porque estrictamente, las deudas o


pasivos no se ceden, es decir, a diferencia de un derecho de crédito que es un bien del
cual se puede disponer, una deuda o un pasivo no es un bien del cual el deudor pueda
disponer, pues justamente es él el obligado a cumplir con dicha deuda y no puede
decidir que otra persona la asuma y oponer dicha cesión al acreedor.

Así, en el ejemplo mencionado, el acreedor B no estaría obligado a aceptar el acuerdo


adoptado entre A y C para que sea C quien asuma la obligación de pagar la deuda y que,
según la intención de A, el acreedor B solamente le pueda exigir el pago a C y ya no a A.

Se puede pensar que esta situación es incorrecta porque cuando se trata de la cesión de
un crédito el acuerdo entre el acreedor original y el acreedor cesionario sí surte efectos
frente al deudor, pero en realidad, se trata de situaciones muy distintas.

En la cesión de créditos, como ya lo hemos visto, no es necesaria la participación del


deudor en el acuerdo de cesión para que el acreedor cesionario o adquirente del crédito
le pueda exigir el pago de la obligación, oponiéndole el acuerdo de cesión celebrado con
el acreedor original a pesar que el deudor no participó en él. En este caso, la cesión es
oponible porque jurídicamente no tiene relevancia para el deudor la identidad de la
persona a la que le debe pagar, únicamente tiene relevancia verificar que dicha persona
es la legítima titular del crédito.

Cuando hablamos de la cesión de una deuda o pasivo la situación es completamente


distinta, pues para el acreedor sí tiene relevancia determinar la identidad de la persona
que está obligada a pagarle, por una razón muy sencilla, la solvencia.

En efecto, para un acreedor A no es lo mismo que su deudor sea B o C, pues cada uno
de ellos tiene un patrimonio distinto y puede responder de distinta manera sus
obligaciones. Probablemente, cuando A celebró su operación con B, evaluó su
patrimonio, solvencia y capacidad de pago, además del elemento de la confianza que
resulta importante también. En tal medida, para A sí tiene importancia que, en lugar de
B, sea C quien le deba pagar la deuda, porque probablemente C no tenga la misma
capacidad de pago que B y podría verse perjudicada su posibilidad de recuperar su
crédito.
Por estas consideraciones, para que el acuerdo por el cual un deudor A le cede su deuda
a un deudor C y que este acuerdo sea oponible al acreedor B, es necesario que B
participe en dicho acuerdo, de forma tal que renuncia a sus derechos frente a A y
solamente se entenderá con C para efectos del pago de la deuda.

Debe tenerse en cuenta que esto no impide que en cualquier caso una persona pague
la deuda de otra, lo cual no requiere de ningún acuerdo ni siquiera con el deudor
original, pero este caso no constituye lo que se conoce como una cesión de deuda sino
simplemente de un pago por tercera persona.
Biografía:

1. Juan José Díaz Guevara. (11/08/16). LA CESIÓN DE POSICIÓN CONTRACTUAL EN


LAS CONTRATACIONES ESTATALES. Derecho y Cambio Social, 1, 18 – 20.
2. Araujo, María A. - Ramonda, Margarita. (21/04/2015). Contrato de cesión de
posición contractual en el Código Civil y Comercial. Sup. Esp. Nuevo Código Civil
y Comercial de la Nación. Contratos en particular, 1, 12 - 19.
3. Dr. Cristhian Northcote Sandoval. (2016). La Cesión de Posición Contractual y
sus principales efectos. Área Derecho Empresarial, 2, 1 - 3.
4. Dr. Cristhian Northcote Sandoval. (2018). La cesión de posición contractual y sus
principales efectos. Área Empresarial, VIII, 1 - 4.

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