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Lucas 2:1-30
El capítulo 2 es el registro histórico del nacimiento de Jesús,
unido a la relación histórica del gobierno romano. La simple nota
histórica de la visita de los pastores está ligada al relato sublime
de las huestes celestiales.
Jesús fue llevado al templo cuando tenía 8 días de edad para ser
circuncidado de acuerdo con la ley de Moisés. Dijo el apóstol
Pablo en Gálatas 4:4, 5. Pero cuando se cumplió el tiempo,
Dios envió a su Hijo, que nació de una mujer, sometido a la ley
de Moisés, para dar libertad a los que estábamos bajo esa ley,
para que Dios nos recibiera como a hijos. Como resultado de la
visita a Jerusalén, tenemos las canciones de Simeón y de Ana.
El único incidente aislado de la niñez de Jesús está registrado
por Lucas para que sepamos que Jesús tuvo una infancia
normal. Veamos el versículo 52, que expone lo siguiente:
(1) Jesús crecía en sabiduría (el aspecto mental)
(2) Jesús crecía en estatura (aspecto físico)
(3) Jesús crecía en favor ante Dios y los hombres (aspecto
espiritual)
Antes de examinar el texto, es necesario que consideremos algo
del material de los antecedentes. Recordemos que el Evangelio
de Lucas tiene un carácter histórico y ha sido escrito
especialmente para los griegos y las personas intelectuales.
También tuvo un gran propósito espiritual, que consistía en
presentar al Hijo de Dios. Neander, un gran personaje
destacado por su santidad personal, afirmó lo siguiente: "Las
tres grandes naciones históricas tuvieron que contribuir, cada
una de ellas en su manera propia y peculiar, a fin de preparar el
suelo para la siembra del Cristianismo; los judíos, por parte del
elemento religioso; los griegos, por parte de la ciencia y el arte;
los romanos, los dueños del mundo, por parte del elemento
político". Añadimos el hecho de que cada uno de los Evangelios
de Mateo, Marcos y Lucas, fue dirigido a un sector particular de
la humanidad. Mateo fue escrito para los judíos, Marcos para los
romanos, y Lucas para los griegos.
El Dr. Gregory escribió: "Los griegos se distinguen claramente
de las otras razas históricas por ciertas características notables.
Ellos eran, en al mundo antiguo, los representantes de la razón
y la humanidad. Se veían a sí mismos como responsables de la
misión de perfeccionar a los hombres". Eran los cosmopolitas de
esa época. Crearon sus dioses a la semejanza de los seres
humanos, así como a su propia semejanza y, en consecuencia,
vincularon una mundanalidad y un descreimiento religioso total
a la cultura humana.
San Pablo fue la persona apropiada para ir a Atenas e instruir a
los griegos sobre su altar dedicado al "DIOS NO CONOCIDO".
Lucas, un no judío, acompañó a San Pablo en su viaje.
Evidentemente, la misión universal de los griegos fue así una
parte de la preparación para la llegada del Señor Jesucristo al
mundo. Obligó a los intelectuales de aquel tiempo a sentir y
reconocer la insuficiencia de la razón humana (incluso en su
desarrollo más perfeccionado) para lograr la liberación y
perfección de la humanidad. Les dejó esperando y deseando la
aparición de alguien que pudiese llevar a cabo esa tarea.
El idioma griego se convirtió en un vehículo para difundir la
Palabra de Dios. El Evangelio fue comunicado al mundo en ese
idioma. Dios utilizó a Alejandro Magno para hacerlo posible.
Howson dijo de Alejandro Magno: "Recogió las mallas de las
redes de la civilización, que yacían en desorden sobre las playas
asiáticas, y las extendió por el resto de los países que él
atravesó en sus prodigiosas campañas. El este y el oeste se
unieron repentinamente. Pueblos que estaban separados, se
unieron bajo un gobierno común. Se edificaron nuevas ciudades,
como centros de la vida política. Se abrieron nuevas líneas de
comunicación, como canales de actividades comerciales. La
nueva cultura penetró en las cordilleras de Pisidia y Licaonia.
Los ríos Tigris y Eufrates se convirtieron en ríos griegos. El
idioma de Atenas fue escuchado entre las colonias judías de
Babilonia; y una Babilonia griega fue edificada en Egipto por el
conquistador, y llamada por su nombre." Fue la ciudad de
Alejandría, que aun conserva su nombre.
Recordemos estos antecedentes al considerar el nacimiento del
Señor Jesucristo. Leamos entonces los versículos 1 y 2:
"Aconteció en aquellos días que se promulgó un edicto de parte
de Augusto César, que todo el mundo fuera empadronado. Este
primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria."
Al leer la frase de que "todo el mundo fuera empadronado",
alguien podría pensar que se refería literalmente a todos los
países del mundo. La palabra griega para "mundo", oikoumene,
significa "tierra habitada" y se refería al mundo civilizado de
aquella época. (Algunas tribus salvajes del norte de Europa no
estuvieron incluidas en aquel censo, aunque a Cesar Augusto le
habría encantado imponerles las contribuciones
correspondientes, su hubiese podido llegar hasta ellos.)
¿Quién era Cesar Augusto? Era el hijo adoptivo de Julio César.
Realmente, su nombre era Octavio y adoptó el nombre de
César, a lo cual tenía derecho. Y Augusto no era un nombre sino
un título. Cuando el senado le presentó para su consideración
algunos títulos como rey, emperador, o dictador, no quedó
satisfecho. En cambio, eligió el título de Augusto, que tenía un
significado religioso, lo cual fue un intento de deificarse a sí
mismo.
El que Lucas mencionase a César Augusto no fue accidental.
Este hombre firmó una ley de impuestos que afectó a todo el
mundo de aquella época. Necesitaba dinero para formar un
ejército que controlase su vasto imperio, y para poder llevar el
mismo una vida de lujo. Observemos la referencia histórica de
Lucas de que este censo fue primero hecho siendo Cirenio
gobernador de Siria. Continuemos leyendo los versículos 3 al 7:
"E iban todos para ser empadronados, cada uno a su
ciudad.También José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a
Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era
de la casa y familia de David, para ser empadronado con María
su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta. Aconteció
que estando ellos allí a ella le llegó el tiempo de dar a luz. Y dio
a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó
en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón."
José y María salieron de Nazaret en Galilea y se dirigieron a
Belén, la ciudad de David, en Judea. José tomó esta decisión
porque él era descendiente de David. ¿Y por qué fue María a
Belén? Porque ella también era descendiente de David.
No puedo menos que sentir cierta emoción cuando leo este
pasaje Bíblico sencillo e históricamente preciso, que contiene en
sí mismo una gran verdad espiritual. César Augusto estaba
intentando convertirse a sí mismo en un dios, y quería ser
reconocido y adorado como tal. Había firmado una ley de
impuestos que había obligado a un hombre y a una mujer,
campesinos residentes en Nazareth, a viajar a Belén para
inscribirse allí. ¡Y pensar que aquella mujer llevaba en su vientre
al hijo de Dios! Aquellos esfuerzos de César Augusto de
divinizarse a sí mismo fracasarían y actualmente, nadie le
venera. Pero aquel niño que estaba en el vientre de María es
hoy adorado por muchos de nosotros, que le reconocemos como
nuestro Salvador.
César Augusto fue simplemente un instrumento en las manos de
Dios para cumplir la profecía. Dijo el profeta Miqueas 5:2, Pero
tú, Belén Efrata, tan pequeña entre las familias de Judá, de ti ha
de salir el que será Señor en Israel; sus orígenes se remontan al
inicio de los tiempos, a los días de la eternidad. Esta fue
realmente una profecía notable.
Todo lo que sucedió fue dispuesto por Dios. Si alguien hubiese
tratado de disuadir al Cesar de su proyecto, o de limitar sus
efectos para evitar que las mujeres embarazadas tuviesen que
viajar, estoy seguro que el César hubiera insistido en la validez
de dicha ley, pensando en los beneficios económicos que
beneficiarían a sus ejércitos, y en su bienestar personal. Bueno,
todo aquello pasó y ya no existe, incluido el César.
En este pasaje, Lucas se interesa por los pequeños detalles
humanos, al contarnos que María le puso al niño pañales. Al ver
el Hijo de Dios envuelto en pañales, vemos cuan perfectamente
humano era Dios manifestado en un cuerpo físico.
Leamos ahora el versículo 8, que inicia el relato de
La recepción de Jesús; el anuncio de los ángeles a los
pastores
"Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban
las vigilias de la noche sobre su rebaño."
Mucha gente se pregunta, ¿cuándo nació Jesús? No pudo haber
sido en pleno invierno, pues en ese caso, los pastores no
habrían estado toda la noche cuidando sus ovejas. Pero la fecha
de Su nacimiento es irrelevante, así como lo es el día en que fue
crucificado. La Biblia no nos dice cuando nació; lo importante es
el hecho de que nació. Tampoco nos revela la Biblia cuando
exactamente fue crucificado, porque lo realmente importante es
que El murió por nuestros pecados. Continuemos leyendo los
versículos 9-11:
"Y se les presentó un ángel del Señor y la gloria del Señor los
rodeó de resplandor, y tuvieron gran temor. Pero el ángel les
dijo: No temáis, porque yo os doy nuevas de gran gozo, que
será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de
David, un Salvador, que es Cristo el Señor."
Resulta maravilloso ver a un niño que llega al mundo, y nuestro
corazón se conmueve ante él; sentimos como una corriente de
simpatía hacia él niño. Esa fue la manera en que Dios entró en
el mundo. El podría haber llegado tal como vendrá a la tierra
por segunda vez, con gran poder y gloria. En cambio, en esta
ocasión vino de la forma más débil en que era posible llegar;
como un niño recién nacido.
El no dejó de lado Su deidad, sino Su gloria. Tendrían que haber
estado presentes muchos más que algunos pastores y ángeles
para darle la bienvenida; toda la creación tendría que haber
estado en aquel lugar. En vez de ocuparse de recaudar
impuestos, el Cesar tendría que haber estado en Belén para
adorarle. Jesucristo podría haberle obligado a hacerlo, pero no
lo hizo así. El dejó de lado, no Su deidad, pero Sus prerrogativas
de la deidad, al venir como un niño pequeño. Leamos el
versículo 12:
"Esto os servirá de señal: hallaréis al niño envuelto en pañales,
acostado en un pesebre."
El Evangelista Lucas estaba enfatizando nuevamente Su
humanidad, al destacar que vino como un ser humano. Y por
ello, puede compadecerse de nuestras debilidades.
Dios lo sabe todo sobre la humanidad. Te conoce a ti y me
conoce a mí. Nos comprende por haber venido a este mundo
como un ser humano. Esto también significa que nosotros
podemos saber algo sobre Dios, porque El mismo asumió
nuestra condición humana.
La escena experimentó un brusco cambio. Leamos los versículos
13 y 14:
"Repentinamente apareció con el ángel una multitud de las
huestes celestiales, que alababan a Dios y decían: ¡Gloria a Dios
en las alturas y en la tierra paz, buena voluntad para con los
hombres!."
Esta traducción del versículo 14, nos puede dejar una impresión
errónea. Según la traducción más correcta, los ángeles dijeron:
"Paz a los hombres de buena voluntad" o, más bien, "Paz entre
los hombres en quienes El se complace". Los ángeles no
proclamaron lo que algunos afirman a veces, que hay paz en la
tierra, confundiendo sus propios deseos con la realidad.
Recordemos lo que dijo el profeta Isaías 48:22, No hay paz para
los malvados, dice el Señor. Es que vivimos en un mundo donde
reina la maldad, en un mundo dominado por Satanás, el
enemigo de Dios y, en consecuencia, no hay paz. Sin embargo,
hay paz para los seres humanos de buena voluntad. Si tú eres
uno de aquellos que ha venido a Cristo para recibirle como tu
Salvador, puedes conocer la paz de Dios. Como dijo San Pablo
en Romanos 5:1, Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para
con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. Cuando Cristo
vino a este mundo por primera vez, ésta fue la clase de paz que
El trajo. En Su futura segunda venida vendrá como el Príncipe
de Paz; en aquel momento acabará con la injusticia y la rebelión
de la tierra. Establecerá la paz en el mundo. Pero hasta que El
venga otra vez, no habrá paz en esta tierra.
Leamos los versículos 15 y 16:
"Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los
pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y
veamos esto que ha sucedido y que el Señor nos ha
manifestado. Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a
María y a José, y al niño acostado en el pesebre."
Los pastores se apresuraron a ir a Belén. Allí encontraron a
María, José y al niño Jesús. Probablemente fueron los primeros
en visitar al recién nacido ya que, según el Evangelio de Mateo,
los sabios del oriente no llegaron hasta mucho más tarde. De
hecho, cuando los sabios finalmente encontraron al Señor Jesús,
El estaba viviendo en una casa y ya habían pasado muchos
meses. Continuemos leyendo los versículos 17 al 20:
"Al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del
niño. Todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los
pastores les decían. Pero María guardaba todas estas cosas,
meditándolas en su corazón. Los pastores se volvieron
glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían
oído y visto, como se les había dicho."
María reflexionaba acerca de muchas cosas en su corazón, como
solo una madre podría hacerlo. Debido al peligro que acechaba
Su vida, María y José llevaron al niño a Egipto por un tiempo, y
regresaron posteriormente a Nazareth.
Ya que El había venido a formar parte de la familia humana y,
teniendo en cuenta que había nacido bajo la ley de Moisés, se
sometió a la ley. Veamos lo que nos dicen los versículos 21 y
22:
"Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron
por nombre Jesús, el cual le había sido puesto por el ángel antes
que fuera concebido. Cuando se cumplieron los días de la
purificación de ellos conforme a la Ley de Moisés, lo trajeron a
Jerusalén para presentarlo al Señor"
Según la ley de Moisés, después del nacimiento de un niño, una
mujer era considerada impura durante 40 días. María, como una
pecadora más, como todos los seres humanos, tuvo que traer
un sacrificio al Señor. Como ella misma había dicho, necesitaba
un Salvador. Dicen, además, los versículos 23 y 24:
"como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón que abra la
matriz será llamado santo al Señor, y para ofrecer conforme a lo
que se dice en la Ley del Señor: Un par de tórtolas o dos
palominos."
María y José ofrecieron tórtolas como sacrificio, lo cual ponía en
evidencia su pobreza. El sacrificio fue ofrecido a favor de María y
no del niño. Por lo que sabemos, El nunca ofreció un sacrificio.
Leamos ahora los versículos 25 al 28, que nos relatan los
Incidentes en el templo
"Había en Jerusalén un hombre llamado Simeón. Este hombre,
justo y piadoso, esperaba la restauración de Israel; y el Espíritu
Santo estaba sobre él. Y le había sido revelado por el Espíritu
Santo que no vería la muerte antes que viera al Ungido del
Señor. Movido por el Espíritu, vino al Templo. Cuando los padres
del niño Jesús lo trajeron al Templo para hacer por él conforme
al rito de la Ley, él lo tomó en sus brazos y bendijo a Dios"
Como hemos leído, había un hombre llamado Simeón que, por
el Espíritu Santo, estaba en el templo cuando Jesús fue llevado
allí para ser presentado, de acuerdo con las disposiciones de la
ley de Moisés. Dios le había prometido a Simeón que él vería la
salvación de Dios. ¿Y qué vio él? Vio a un niño recién nacido. Es
que la salvación es una persona y no algo que tú haces. La
salvación es, pues, una persona, y esa Persona es el Señor
Jesucristo. O le tienes a El, o no le tienes. O confías en El o, por
el contrario, no confías en El. ¿Podrías decir hoy que le tienes?
Ahora tenemos aquí otra composición poética, y Simeón iba a
interpretar la canción. Para terminar nuestro programa de hoy,
leamos una parte de ella en los versículos 29 y 30:
"diciendo: Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, conforme
a tu palabra, porque han visto mis ojos tu salvación,"
Esta fue una afirmación extraordinaria que procedía de un
hombre que tenía una perspectiva limitada de la vida, en el
sentido que estaba limitado a un área geográfica determinada.
Sin embargo, él vio a Aquel que iba a ser el Salvador del
mundo. Esta es para mí una de las cosas más sorprendentes de
la Palabra de Dios, especialmente del Nuevo Testamento.
Aunque esa Palabra de Dios fue dirigida a cierto pueblo, en
realidad ha sido dirigida a todo el mundo. Ninguna otra religión
tuvo ese alcance universal. Seguramente observarás que las
religiones del mundo han estado generalmente identificadas con
un pueblo en particular, o centralizadas en una determinada
raza o nación. Pero el Cristianismo, desde sus comienzos, ha
sido dirigido a todos los pueblos, a todas las personas de
cualquier parte del mundo.
Acabamos de leer que Simeón vio por sí mismo la salvación, es
decir que vio a Jesucristo. Tuvo una experiencia personal de
encuentro con El. Hoy decimos lo mismo de todos aquellos que,
como pecadores reconocen su necesidad de un Salvador y
aceptan, personalmente, la salvación que Dios ofrece a todos los
que creen en Cristo. ¿No querrías ser tu también, uno de ellos?
“Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en
vosotros” (Gá 4:19)
A partir de Romanos 8:4 vemos el contenido del evangelio de la vida, conforme a lo que leemos:
“para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino
conforme al Espíritu”. El evangelio de la gracia tiene como fin el evangelio de la vida.
Al crucificar la carne de pecado, Él no sólo solucionó el problema de nuestros pecados, nuestras
acciones pecaminosas, como también condenó al pecado en la carne (Ro 8:3). De esta manera, ahora
podemos andar según el Espíritu de vida, que dice respecto al comienzo del evangelio de la vida.
El evangelio de la vida tiene como fin llevarnos al reino, pero, para que eso suceda, es necesario
andar en el Espíritu para cumplir la voluntad de Dios. El Señor desea que no sólo prediquemos el
evangelio de la gracia, sino también el evangelio del reino de los cielos, a fin de que Su voluntad sea
hecha en la tierra.
Dios hoy tiene muchos hijos que fueron engendrados mediante el evangelio de la gracia. Puesto que
ya están reconciliados con Dios por medio de la obra redentora de Cristo, ellos tienen el libre acceso al
árbol de la vida para recibir la vida eterna. La mayoría de ellos, no obstante, se detuvo sólo en la etapa de
la salvación y no supo proseguir adecuadamente en la vida cristiana, es decir, crecer y madurar en vida.
Cuando estudiamos las Epístolas de Pedro, en otra serie del Alimento Diario, fuimos muy ayudados
y vimos como la vida divina necesita desarrollarse en nosotros para que crezcamos en vida. En su primera
epístola, el apóstol Pedro nos dice que fuimos regenerados no de simiente corruptible, sino de
incorruptible, que es la palabra de Dios, la cual vive y permanece para siempre (1:23).
Recibimos la vida divina como una simiente, una semilla, que fue sembrada en nosotros. No
obstante, esta semilla necesita ser cultivada para crecer hasta tomar forma. Al comienzo, es una pequeña
semilla, pero, a medida que es cultivada, crece, madura y produce frutos.
De la misma manera, nuestro crecimiento es visible cuando expresamos las características de la vida
divina en nuestro vivir cotidiano. Pero, para que esto suceda, es necesario que pongamos toda nuestra
diligencia, y añadir a nuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al
dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor;
la culminación de la expresión divina en nosotros (2 P 1:3-7).
Además de Pedro, el apóstol Pablo también nos trajo una importante ilustración para que
comprendamos como ocurre el crecimiento de la vida espiritual. En Gálatas 4:19, él dice: “Por quienes
vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros”. Mediante la fe, Cristo fue
engendrado dentro de nosotros y quiere crecer hasta tomar Su forma madura para que Lo expresemos.
Para que este proceso de crecimiento ocurra en nuestro interior, fue necesario ser puestos en la vida de la
iglesia, donde crecemos gradualmente hasta alcanzar la estatura y la madurez para recibir la herencia del
Padre (Gá 4:1-7).
Por un lado, Cristo es la semilla divina, la simiente, que necesita desarrollarse en nosotros hasta
producir frutos. Por otro, Él es como un feto que se desarrolla en nuestro interior. Después de nacer de
nuevo, somos puestos en la vida de la iglesia para que esta nueva vida crezca y madure hasta que estemos
aptos para recibir la herencia que Dios nos preparó.
En Romanos 8 vemos como ocurre el operar del Espíritu de vida en nosotros hasta alcanzar nuestro
espíritu, alma y cuerpo hasta que todo nuestro ser sea saturado de la vida de divina. El proceso del
crecimiento de la vida de Dios en el hombre comienza por la regeneración, que ocurre cuando recibe al
Espíritu en su espíritu humano. A partir del espíritu humano, el dispensar de la vida divina alcanza
primeramente nuestra mente, la parte líder del alma.
Para continuar creciendo en la vida, necesitamos cooperar con Dios poniendo nuestra mente en el
Espíritu, donde hay vida y paz (vs. 5-6). Cuando ponemos nuestra mente en la carne, somos llevados a
pecar, es decir, nuestra mente piensa en las cosas de la carne y nuestro cuerpo las ejecuta. ¡Pero gracias a
Dios, porque tenemos al Espíritu vivificante mezclado con nuestro espíritu! ¡Solamente nos basta poner la
mente en él para tener vida y paz!
Punto Clave:
Cristo es la simiente divina que necesita desarrollarse en nosotros hasta producir frutos
Su punto clave es:
Pregunta:
¿Cuándo nuestro crecimiento de vida llega a ser visible?
TEMAS PARA DEBATES BIBLICOS
A. ¿Quién hizo lo siguiente?
A ciencias ciertas no se tiene un escritor exacto del libro aunque se le atribuye a Lucas
según el relato de Lucas 1:1-4 y hechos 1:1-3
según mateo 17:1-9 nos relata que los personajes que se le aparecieron fueron
Moisés y Elías
Jueces 15:16
Éxodo 3:1-22 Dios llama a Moisés y le da las directrices para que valla a faraón para liberar al
pueblo de la esclavitud egipcia
Números 23:1-30 nos narra la historia de como Balac llevo a Balaam para que maldijera al
pueblo de Israel
1 reyes 12:20-24 Jeroboam regresa a Israel y es nombrado rey de 10 tribus solo la tribu
de Judá y la tribu de benjamín quedo con el rey Roboam
10. ¿Fue reprendido por Pablo por negarse a comer con los gentiles?
Galatas 2:11-21 (Pablo nos narra la fuerte confrontación que tuvo con (Pedro) en Antioquía
16. ¿Las paredes de la ciudad colapsaron después de que los israelitas marcharon alrededor de
ellas
?
18. ¿El lugar al cual se suponía que Jonás estaba yendo cuando huyó a Tarsis ?
19. ¿El lugar al cual Pablo se dirigía cuando fue cegado en el camino ?
20. ¿El río en el cual estaba Ezequiel con los exiliados cuando recibió una visión de Dios?
21. ¿Pedro visita a Cornelio, donde se entera de que Dios acepta judíos y gentiles ?
25. ¿Doce hombres a exploran la tierra de Canaán, pero solo dos confían en que Dios se las
entregará
?
26. ¿El juicio de Dios sobre Israel es representado por un profeta como una horda de langostas
?
28. ¿Las palabras “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” en el Antiguo
Testamento
?
29. ¿Un profeta se casa con una prostituta
?
35. ¿La venida del Espíritu Santo sobre los discípulos en el viento, fuego, y lenguas ?
36. ¿Al igual que Adán era la cabeza de la vieja humanidad, Cristo es la cabeza de la nueva:
“Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores,
así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos”
?
37. ¿“Pero estos tres permanecen: la fe, la esperanza y el amor. Pero el mayor de ellos es el
amor”
?
38. ¿Un líder religioso oye, “A menos que un hombre nazca de nuevo no puede entrar en el
reino de los cielos”
?
41. Génesis 3
42 Isaías 53
43 Romanos 4
44 Salmo 119
45 Hebreos 11
46 Hechos 15
47 Juan 17
48 Apocalipsis 21-22
49 Lucas 15
50 Éxodo 3
53. ¿Tendré placer después de haber envejecido, siendo también viejo mi señor?…
¿Concebiré en verdad siendo yo tan vieja?
54. Jerusalén, Jerusalén … ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta a sus
pollitos debajo de sus alas, y no quisiste!
55. Ordena que en tu reino estos dos hijos míos se sienten uno a tu derecha y el otro a tu
izquierda.
56. Aquí están el fuego y la leña, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto?
60. Da, pues, a tu siervo un corazón con entendimiento para juzgar a tu pueblo y para
discernir entre el bien y el mal.
62. “Estoy seguro de que no tengo ningún don espiritual. Solo las personas especiales lo
tienen”.
63. “Somos salvos por Jesús, pero también tenemos que hacer nuestra parte obedeciendo a la
ley del Antiguo Testamento”.
64. “Si está enfermo, debe tener pecado en su vida. Las buenas personas no sufren”.
65. “Dios no se preocupa por los pobres y oprimidos. Ese es el evangelio social”.
66. “Yo sé que Dios promete bendecirme, pero no puedp confiar en Él realmente a través de
las cosas difíciles en la vida, como el hambre, la esterilidad, y el encarcelamiento”.
67. “Al final, no hará ninguna diferencia a quién seguimos o lo que hicimos con nuestras
vidas. Jesús va a tratar a todos igual cuando regrese”.
68. “No hay nada especial acerca de Jesús. No es más que un camino entre muchos, sólo otro
profeta o un buen maestro de moral”.
69. “La mejor manera de escoger a sus ancianos es mirando que tan exitosos son en el mundo
de los negocios. Luego, considere el número de títulos que tienen. Después de eso, la
popularidad es lo que más importa. Por último, si todavía no puede decidir, vaya por el buen
aspecto”.
70. “La Biblia no dice nada acerca de la intimidad entre un hombre y una mujer. Eso es
demasiado carnal para que Dios se preocupe.”
71-80.
a. La entrega de la Ley
c. Malaquías profetiza
d. La promesa a Abraham
e. La creación y caída
f. El Pentecostés
g. El exilio en Babilonia
i. Pablo naufraga
81. “Sino que así como Aquél que los llamó es Santo, así también sean ustedes santos en
toda su manera de vivir”. 1 Pedro 1:15
82. “Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo
murió por nosotros”. Romanos 5:8
83. “Ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios lo cambió en bien”. Génesis 50:20
84. “Porque Dios nos escogió en Cristo antes de la fundación del mundo”. Efesios 1:4
86. “Bienaventurado el hombre cuyo pecado el Señor no tomara en cuenta”. Romanos 4:8
87. “En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era
Dios”. Juan 1:1
88. “Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”. Mateo 28:19
89. “…pues ninguna profecía fue dada jamás por un acto de voluntad humana, sino que
hombres inspirados por el Espíritu Santo hablaron de parte de Dios”. 2 Pedro 1:21
90. “No hay justo, ni aun uno; no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios”. Romanos
3:10-11
J. ¿En qué libro del Antiguo Testamento se encuentran las
siguientes profecías mesiánicas? Los libros pueden ser utilizados más
de una vez.
95. Vino a dar buenas nuevas a los pobres, a vendar a los quebrantados de corazón, proclamar
libertad a los cautivos, liberar a los prisioneros de la oscuridad, proclamar el año de la gracia del
Señor y dar consuelo a todos los afligidos.
97. Sería como un sol de justicia que se levanta con la salud en sus alas.
98. “Se repartieron entre sí mis vestidos y echaron suertes sobre mi ropa”.