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DIOS – DIVINIDAD- DIVINO

-El sabor inconfundible de los seres es la bebida de los dioses.

- Nuestra última esperanza está en la injusticia de dios.

-Para dios no hay sino individuos.

-Todo fin diferente de dios nos deshonra.

-Dos tesis filosóficas contrarias se completan, pero sólo dios sabe cómo.

-La mayor astucia del mal es su mudanza en dios doméstico y discreto, cuya hogareña presencia
reconforta.

-La sabiduría se reduce a no enseñarle a dios cómo se deben hacer las cosas.

-Algo divino aflora en el momento que precede el triunfo y en el que sigue el fracaso.

-En todo exceso sospechamos el jadear de un torso divino.

-Gracias al orgullo llegó a la santidad: dios le pareció el único espectador que valía la pena
entretener.

-Depender sólo de la voluntad de dios es nuestra verdadera autonomía.

-Que dios sea una voluntad absoluta es la verdad que germina sobre las colinas de judea.

-El hombre no crea sus dioses a su imagen y semejanza, sino que concibe a la imagen y
semejanza de los dioses en que cree.

-Si dios fuese conclusión de un raciocinio, no sentiría necesidad de adorarlo.


Pero dios no es sólo la sustancia de lo que espero, sino la substancia de lo que vivo.

- Hoy no basta una apologética del cristianismo. Ni siquiera una apologética de la religión.
Requerimos hoy una introducción metódica a esa visión del mundo fuera del cual el vocabulario
religioso carece de sentido.
No hablemos de dios a quienes nos juzgan plausible que se hable de los dioses.

-La rebelión contra dios es demente, pero no estulta.


Ante un universo impasible, resignación y rebeldía son igualmente necias.

-La muerte de dios es noticia dada por el diablo que sabe sumamente bien que la noticia es falsa.

-Ser capaces de amar algo distinto de dios demuestra nuestra mediocridad indeleble.

- No hablo de dios para convertir a nadie, sino porque es el único tema del cual vale la pena
hablar.

-Lejos de garantizar a dios, la ética no tiene suficiente autonomía para garantizarse a sí misma.

-No debemos concluir que todo es permitido, si dios no existe, sino que nada importa.
Los permisos resultan irrisorios cuando los significados se anulan.

-Para poder abusar de su libertad el hombre necesita convertirse a doctrinas deterministas. El


hombre sólo se rinde a sus demonios cuando cree ceder a un decreto divino.
El determinismo es la ideología de las perversiones humanas.

-El máximo error moderno no es anunciar que dios murió, sino creer que el diablo ha muerto.

I
-Para desafiar a dios el hombre infla su vacío.

-El historiador de las religiones debe aprender que los dioses no se parecen a las fuerzas de la
naturaleza sino la fuerza de la naturaleza a los dioses.

-A la Biblia no la inspiró un dios ventrílocuo.


La voz divina atraviesa el texto sacro como un viento de tempestad el follaje de la selva.

-Donde la religión misma se seculariza, Satán resulta el último testigo de dios.

-En las tinieblas del mal la inteligencia es el postrer reflejo de dios, el reflejo que nos persigue
por porfía, el reflejo que no se extingue sino en la última frontera.

-Lo homogéneo expulsa a dios.


Las calidades secundarias son la escala de Jacob.

-Si equivocadamente suponemos que el siglo XVIII entregó al XIX un cristianismo intacto, la
literatura de los siglos XIX y XX parece movida por un ánimo satánico de agresión contra dios.
Pero el rumbo de la agresión varía si corregimos nuestra errónea premisa. El telón de fondo
de la literatura moderna es una cristiana moribunda. La secularización del mundo culmina con
la generación que precede a la primer generación romántica. La literatura moderna no es, así,
una insurrección contra el cristianismo, sino contra los que usurparon su herdad.
Para una visión histórica rectificada, la afirmación más fugaz de un valor autónomo, como la
rebeldía más blasfematoria en nombre de un valor cualquiera, inician un proceso de apologética
existencial. Desde el romanticismo la literatura no es post- cristiana, sino pre-cristiana. Su punto
de partida no es el cristianismo, sino una negación. Ni Blake, ni Hölderlin, no Vigny, escriben
contra el cristianismo, sino contra un mundo que la ausencia del cristianismo define.
Los grandes poetas modernos, de Goethe a Yeats, no son hijos de Prometeo, sino vástagos de las
Sibilas proféticas.

-Sólo la sumisión de dios no es vil.

-Pregonar el "consuelo" de la religión es gesto de feuerbachiano clandestino.


Dios no es un subtítulo de placeres ausentes, de apetitos sofrenados, de codicias incumplidas.
dios es la presencia invisible que corona la plenitud terrestre más colmada, el éxtasis más alto de
la dicha más ebria, la hermosura en que florece la hermosura.
Dios no es compensación inane de la realidad perdida, sino el horizonte que circunda las
cumbres de la realidad conquistada.

-Muerto dios, a los pobres titanes no les queda sino emprender la urbanización de la tierra.

-La nada es la sombra de dios.

-Lo que aleja de dios no es la sensualidad, sino la abstracción.

-El orgullo frente al mundo nos salva del orgullo frente a dios.

-Amar es comprender la razón que tuvo dios para crear a lo que amamos.

-La historia es el relato de lo que acontece cuando demonios o dioses se adueñan de una carne
mortal y manchan el suelo con sangre.
Pueblos enteros, épocas enteras, se agitan, habla, luchan, debajo de la historia. Lo humano tiene
la significación de la pululación de insectos cuando es meramente humano.
Todo grito es simple ruido, si el dolor no lo arranca a una garganta divina.

-Para calcular la importancia del cristianismo no cuenta la originalidad de la doctrina, sino la


divinidad de Cristo.

-El progreso es el azote que nos escogió dios.

II
-Quien divinice la historia diviniza, tarde o temprano, a su adversario.

-Nietzsche sería el único habitante noble de un mundo derrelicto.


Sólo su opción podría exponerse sin vergüenza a la resurección de dios.

-El subjetivismo sólo es trascendible si lo asumimos totalmente.


Cuando el sujeto se invierte hacia su centro y se interna en su espesura, un rumor de aguas
vivas lo acoge en su penumbra. Allí, donde creía encontrar su extrema soledad, una objetividad
insumisa se revela, una alteridad irreductible, una trascendencia victoriosa.
En la subjetividad asumida surgen la historia y dios.

-Contra el infortunio quizá basten el humor, el ingenio, el carácter -pero cómo consolarnos, sin
dios, de la insuficiencia de nuestras dichas?

-El verdadero talento consiste en no independizarse de dios.

-Con el cristianismos los ricos escudan su riqueza y los pobres reclaman la ajena.
Para explotarlo los ricos destacan la resignación que aconseja, los pobres la caridad que predica.
El cristianismo sólo es infalsificable ante dios.

-Aunque presuma ser un dios a lomo sobre el mundo, el historiador actual es meramente un
universitario de extracción humilde.

-Un pensamiento católico no descansa, mientras no ordene el coro de los héroes y los dioses en
torno a Cristo.

-El libro que no tenga a dios, o a su ausencia, por protagonista clandestino, carece de interés.

-Las pruebas de la existencia de dios abundan para quien no las necesita.

-Los grandes escritores, desde el romanticismo, son prisioneros que sacuden frenéticamente los
barrotes de la jaula en que se convirtió el mundo sin dios.

-El que reputa al mundo pensamiento de dios le concede la mayor realidad concebible.
El idealismo de Berkeley es el más extremo realismo de la historia.

-La Biblia no es la voz de dios, sino la del hombre que lo encuentra.

-La vida, como la libertad, sólo tienen el valor de la ocupación que nos permiten, del dios por el
cual nos dejan morir.

-Escucho toda prédica con involuntaria ironía.


Tanto mi religión como mi filosofía se reducen a confiar en dios.

-Dios no revela con discursos, sino por medio de experiencias.


El autor sagrado no transmite un discurso divino, sus palabras expresan una experiencia
otorgada.

-El profeta bíblico no es augur del futuro, sino testigo de la presencia de dios en la historia.

-En ciertos instantes colmados dios desborda en el mundo, como una fuente repentina en la paz
del mediodía.

-No importa que el mito perezca si reconstruimos ese universo que lo tiene por idioma.
Que mueran los dioses, pero no ese temblor de las hojas donde nacen.

-Interlocutor de mí mismo, si dios calla.

III
-La obra de Mallarmé esta donde ignora la explicación órfica de la tierra, la de Valéry en los
versos de los dioses que dan, la de surrealismo en los trozos indemnes de espontaneidad
onírica.
El arte moderno se plasma en las pausas de sus intemperancias doctrinarias.

-La obra de arte es un pacto con dios.

-Vista de dios, la realidad es idea; vista desde el hombre, la idea es realidad.

-O dios, o el azar: todo terminó distinto disfraza lo uno o lo otro.

-Las pruebas de la existencia de dios son la ideología del sentimiento de su presencia en el alma.

-El dios trascendente no es una proyección del padre carnal.


Un reflejo de dios, a la inversa, vuelve padre al progenitor animal.

-Para el pensamiento religioso el repertorio tipológico de su historia sagrada se repite


indefinidamente en la historia profana.
Los tipos son la estructura de su historia universal.
En los momentos en que su vida tiene significado el hombre repite los gestos de un dios.

-El nominalista vive entre hechos.


el realista entre dioses.

-Adosémonos al peñasco de la divinidad, mientras fluyen valle ayuso los fangos de este siglo.

-Ni quien describe la condición humana necesita aludir a dios, ni quien la interpreta puede
omitirlo.

-El pasado no es suma de lo que el hombre se propuso, sino de lo que dios concedió.
El futuro apasiona a quienes creen en la eficacia de la voluntad, mientras que el pasado fascina a
los que conocen la impotencia de los propósitos humanos.
Lo que el hombre se propone es siempre tedioso, pero lo que obtiene nos asombra a veces.

-Las disciplinas axiológicas obedecen todas a la siguiente regla: ningún valor es función
constante de acontecimientos operacionalmente definibles.
Ninguna serie axiológica, entre otros términos, coincide unívocamente con una serie ontológica.
Los dioses recorren el mundo, a veces con harapos, a veces coronados.

-La filosofía de Schopenhauer no excluye necesariamente a dios. Meramente no lo incluye.


Dios sería allí el fin de la voluntad y el único alimento que la sacia.

-El enemigo normal de dios es el incrédulo respetuoso.

-El hombre apela a su fango contra la convocación de dios.

-El diablo elige, en cada siglo, un demonio distinto para tentar la Iglesia. El actual es
singularmente sutil.
La angustia de la Iglesia ante la miseria de las muchedumbres oscurecen su conciencia de dios.
La iglesia cae en la más astuciosa de las tentaciones: la tentación de la caridad.

-Los proyectos del hombre carecen de interés. Sólo es interesante la historia.


Es decir: lo que dios hace con los proyectos del hombre.

-De los existentes empíricos sólo podemos deducir existencias análogas. Sólo la aprehensión
axiológica proyecta sombras trascendentes.
Alma es lo que escapa a la observación psicológica, dios es lo elude toda prueba.

-Todo lo superior nos incomoda: la belleza o la bondad, el genio o dios.


La noción de ideología es invento ideológico del empeño de humillar lo grande.

IV
-Solamente porque ordenó amar a los hombres, el clero moderno se resigna a creer en la
divinidad de Jesús; cuando, en verdad, es sólo porque creemos en la divinidad de Cristo que
nos resignamos a amarlos.

-El que cree en Cristo, porque admira sus palabras o sus obras, no es cristiano.
El cristiano no cree en Cristo porque Cristo predique valores previamente admirados, llama
valores, al contrario, lo que Cristo predica, porque cree en Cristo.
El cristianismo no aplica un criterio a Cristo, sino aplica a Cristo como criterio.
El cristianismo es un método específico de fundar el valor.

-Valor es lo que la voluntad afirma, si la voluntad que afirma es la voluntad de dios.


El valor es subjetivo para dios, objetivo para el hombre.
El racionalismo tomista hace de dios un hombre, el subjetivismo axiológico hace del hombre un
dios.

-Muchos aman al hombre sólo para olvidar a dios con la conciencia tranquila.

-El dios de ciertos teólogos católicos es apenas un heredero opulento del demiurgo platónico.
Aunque implícitamente profesen la creación del exnihilo, estos teólogos reintroducen en su
esquema cosmológico una materia primitiva, pues someten a pautas extrínsecas al alfarero
divino, afirmando que dios quiere porque es bien, en lugar de enseñar que el bien es bien
porque dios lo quiere.
Estos teólogos erigen una estructura de razones, de valores, de principios, frente a un dios
sojuzgado. Para una teología semejante al creador es un demiurgo servil.
Ese dios obediente a normas éticas, como un moralista agnóstico, no es el dios de la retama
israelita, ni de la teología trinitaria.
Tanto la metáforas bíblicas como los conceptos patrísticos sólo tratan de expresar la
omnipotencia de dios. El motivo que acumula allí la intervenciones caprichosas es el mismo que
aquí erige la economía trinitaria.
El dios insondable es el que absorbe en sí mismo la razón que ordena y obra, el soplo que
verifica y sustenta.
Cuando logos y pneuma se integran en la trascendencia inefable, el Yahweh judaico articula su
omnipotencia en el dogma cristiano.

-Los dioses no castigan la búsqueda de la felicidad, sino la ambición de forjarla con nuestras
propias manos.
Solo es lícito el anhelo de lo gratuito, de lo que no depende en anda de nosotros. Simple huella
de un ángel que se posa un instante sobre el polvo de nuestro corazón.

-Hay una secreta simpatía entre todos lo que niegan la divinidad del hombre, aunque algunos
de ellos no crean en dios.

-Cuando el oficiante profesa que la liturgia no pretende actuar sobre los dioses sino sobre los
fieles, el culto pierde todo significado religioso y se convierte en terapéutica colectiva.

-El individuo se caracteriza menos por los dioses que invoca que por el incienso que no quema.

-La futura burguesía de las sociedades comunistas prepara festines de hilaridad a los dioses
infernales.

-A dios como postulado de la ética prefiero un dios que la estética postule.

-El historiador inteligente recorre los eriales de la historia para acechar las sombras que la
cruzan con gestos de terror, de belleza, de magnificencia, o de ignominia.
El tema de la historia no son las triviales rutinas de la especie sino las epifanías fugaces de un
demonio o de un dios.
Historia es el estudio de los tiempos donde se manifiesta una esencia.

-El universo periclita cuando creemos percibir en lo concreto las ficciones científicas.

V
Los dioses solares se extinguen si nuestra mirada se convierten es espectroscopio cerebral.

-No es tanto que la mentalidad moderna niegue la existencia de dios como que no logra dar
sentido al vocablo.

-Así como no hay tragedia entre príncipes y entre dioses, así no hay arquitectura sino para
dioses y para príncipes.
La arquitectura moderna es un melodrama burgués.

-La muerte de dios es opinión interesante, pero que no afecta a dios.

-Para castigar la ambición de poder titánico, bastó a dios concederlo.


La sabiduría hoy no consiste en renunciar a lo que no está a nuestro alcance, sino a lo que está.

-La historia contemporánea demuestra que un modesto salario recluta ejecutantes para los
peores crímenes y agentes de las más humanitarias faenas.
El dinero logra en este siglo lo que parecía necesitar la colaboración del diablo o de dios.

-Dignidad humana es lo que se adquiere al luchar contra sí mismo en nombre de una norma.
Lo que no provenga de un conflicto es bestial o divino.

-Casualidad es un nombre que damos a dios, tanto por respeto humano como respeto divino.

-La "teología radical" es una teoría del jardín de los olivos que no termina en resignación a la
voluntad de dios, sino a la voluntad del hombre.

- Para aligerar la nave cristiana, que zozobra en aguas modernas, la teología liberal se
desembarazó ayer de la divinidad de cristo, la teología radical se desembaraza hoy de la
existencia de dios.

- Cuando aprende que las pruebas de la existencia de dios son inválidas, el tonto
automáticamente cree que las de la existencia del mundo son válidas.

- El tráfago moderno no dificulta creer en dios, pero imposibilita sentirlo.

- dios intentó sobrevivir en el universo newtoniano exangue espectro arrinconado en un remoto


cielo.
Allí murió de tedio.
Para resucitarlo fué menester salmodiar invocaciones equívocas: Ich, Geist, etc.
La teología impotente debe agradecer al idealismo alemán la apertura de la fosa.

- La vida religiosa comienza cuando descubrimos que dios no es postulado de la ética, sino la
única aventura en que vale la pena arriesgarnos.

- dios es la razón del sabor en la cosa que deja de ser insípida.

- El hombre moderno no expulsa a dios, para asumir la responsabilidad del mundo.


Sino para no tener que asumirla

- Buscar a dios en la historia es tan pueril como creer que allí no está.

- Como el dios cristiano no es razón abstracta, sino voluntad personal, el; cristiano no atribuye a
la historia una estructura lógica, sino providencial.
Una filosofía cristiana de la historia no puede ser sistema especulativo, sino intelección y
enjuiciamiento del hecho histórico concreto por una inteligencia cristiana.

- dios es el término con que le notificamos al universo que no es todo.

VI
- El verdadero dios respira más auténticamente en la plebe divina de los Indigitamente que en
ese espectro de la teología moderna que no es más que el perfil de las colinas éticas
destacándose sobre un horizonte desierto.

- "Necesidad histórica" es el hombre del último avatar del más sanguinario dios azteca.

- No acusemos al moderno de haber matado a dios. Ese crimen no está a su alcance.


Sino de haber matado a los dioses.
Dios sigue intacto, pero el universo se marchita y se pudre porque los dioses subalternos
perecieron.

- No valía la pena negar granos de incienso a los altares de Augusto, que al fin y al cabo algo
tenía de dios, para acabar celebrando con ditirambos blasfematorios a la muchedumbre, que
nada tiene de divino.

- La poesía es la huella dactilar de dios en la arcilla humana.

- El canónigo corpulento y lujurioso que cree en dios es mas indiscutiblemente cristiano que el
pastor austero y macilento que cree en el hombre.

- El que se precipita ahuyenta enjambres de dioses.

- La literatura no usurpó las funciones religiosas que,m desde hace rato, ejerce.
Al colocar la religión al servicio del hombre, fué preciso que alguien se pusiese al servicio de
dios.

- Las teodiceas son alegatos de presuntos abogados de dios ante el grotesco tribunal de la
inteligencia humana.

- Afirmar que las épocas están todas a igual distancia de dios no es enseñar que todas se salvan,
sino que todas pueden salvarse.
Ranke no resbala un rasero sobre la historia, sino condena la aberración progresista.

- Los que protestan si afirmamos que el bien se convierte en mal, o el mal en bien, si dios lo
quiere, que el mismo acto podría ser, por lo tanto, malo o bueno alternativamente, no entienden
que el ser voluntad de dios cambia la esencia, no meramente la nomenclatura, de las cosas.

- Cuando el historiador descubre que en un santo cristiano se escondió un dios pagano, todos
dejan de creer en el santo.
Yo comienzo a creer en el dios.

- No creo en la fé del que no le pide a dios sino lo que debemos pedirle.

- La fé en dios no resuelve los problemas, pero los vuelve irrisorios.


La serenidad del creyente no es presunción de ciencia, sino plenitud de confianza.

- dios es la región adonde llega finalmente el que camina hacia adelante.


El que no camina en órbita.

- Las fuerzas de la naturaleza son epifanías religiosas, pero no divinas.


Entre el mundo profano y el mundo divino, hay un mundo sagrado.

- Si el cristiano pudiese ser demócrata todos los venablos de Nietzsche lo hubiesen traspasado.
Pero la democracia proclama la soberanía del hombre, el cristiano la de dios.

- El individualismo religioso olvida al prójimo, el comunitarismo olvida a dios.


Siempre es mas grave error el segundo.

- Tan grande es la distancia entre dios y la inteligencia humana que sólo una teología infantil no
es pueril.

VII
- Dejemos a dios la compasión con las penas morales del tonto.
Sólo su dolor físico debe modificar nuestros propósitos.

- El que cree en dios no necesita someter a una coherencia arbitraria el caos del mundo.
El orden mora detrás de nuestras evidencias discrepantes.

- dios es la verdad de todas las ilusiones.

- El deseo cree desear lo que desea, pero sólo desea a dios.

- Para dudar de la existencia de dios bastaría que existieran pruebas de que existe.
Un dios implicado por el universo no sería el dios en que creemos.
La trascendencia no puede ser corolario de ninguna inmanencia.
Sino vertical irrupción de lo divino.

-dios es la realidad que el deista pierde y que el panteista recupera.

- Los dioses no habitan sino las comarcas, los aposentos, las almas, donde a historia, la humilde
historia, acumula piadosamente sus trastos.
La maldición de las obras modernas es que no puedan fundarse sino sobre el suelo limpio.
Sobre la roca estéril.

- Los fervientes del ecumenismo olvidan que ser cristiano no consiste sólo en tener fé en dios,
sino en tener fe en el dios en que se debe tener fe.

- El predicador del reino de dios, cuando no es Cristo el que predica, acaba predicando el reino
del hombre.

- Los verdaderos dioses moran en lugares intransferibles y en irrepetibles instantes.

- No es a abrazar toda verdad a lo que el hombre debe alistarse, sino a morir con sus dioses.
Adaptarse envilece.

- Como el valor no obedece a reglas, nunca sabemos anticipadamente si el espíritu que


invocamos es el de un demonio o el de un dios.
La caza de valores es aventura en la cual sólo se arriesga sin temblar el ignorante.

- No es imposible que en los batallones clericales al servicio del hombre todavía se infiltren
algunos quintacolumnistas de dios.

- El mejor paliativo de la angustia es la convicción de que dios tiene sentido del humor.

- No apelar a dios, sino a su justicia, nos lleva fatalmente a emplazarlo ante el tribunal de
nuestros prejuicios.

- De dios no se habla con alguna exactitud y seriedad sino en poesía.

- O fusilamos al que pretende cooperar con dios o inevitablemente nos fusila.

- Los "evangelismos" son conspiraciones contra la divinidad de Cristo.

- Jesucristo no lograría hoy que lo escucharan, predicando como hijo de dios, sino como hijo de
carpintero.

- Las religiones mueren, pero no los dioses.


Ni siquiera los falsos.

- La actitud de los que recusan la historicidad de Jesús es semejante a la de los padres de la


tradición evangélica.

VIII
El personaje les pareció a todos tan extraño, que aquellos, al tropezar con él en un texto, negaron
su existencia, y éstos, al conocerlo en carne y hueso, proclamaron su divinidad.

- La sed de lo grande, lo noble, lo bello, es un apetito de dios que se ignora.

- Cuando el hombre se niega a que lo disciplinen los dioses, los demonios lo disciplinan.

- El cristianismo es radicalmente adverso a la teocracia.


Una sociedad convertida en Iglesia no prefigura el reino de dios.
Dibuja, al contrario, su caricatura satánica.
La Iglesia reclama la paralela existencia del Imperio.
Personalmente, sólo creo legítimo un mundo que presidan, desde tronos simétricos, Pontífice
Romano y Emperador Germánico.

- La cristiandad nunca pretendió, ni lo pretenderá si resucita, ser el reino de dios.


Sino una sociedad de pecadores cristianos.

- Toda obra de arte nos habla de dios.


Diga lo que diga.

- dios no está en el mundo como una roca en un paisaje tangible, sino como la nostalgia en un
paisaje pintado.

-El católico progresista decretó que el ateísmo consiste en dudar de la divinidad del hombre.

-Sólo a dios podemos perdonarle la impertinencia de perdonar porque comprende.

-El ateismo de una filosofía consiste menos en negar a dios que en no hallarle puesto.

-Las soluciones que el pueblo encuentra resultan siempre menos interesantes que los problemas.
Las únicas soluciones interesantes son las que dios se reserva.

-La religión carece de utilidad social.


Si los dioses no existen, la religión para nada sirve.

-Dios no sería dios, si nuestro modo de conocerlo figurara en manuales de psicología.

-Si confiamos en dios, ni nuestro propio triunfo debe espantarnos.

-En qué dios habrán creído los que dejan de creer en él?

-Los que profesan la noción de derecho natural jubilan a dios en la conserjería de un vago
ministerio de justicia.

-Depender de dios es el ser del ser.

-Lo único sensato es importunar tercamente a dios con nuestras oraciones.

-Los dioses son sedentarios

-El método supremo sería el que nos permitiera descubrir al dios bajo el harapo.

-Creer en la divinidad del hombre es la raíz del error, así como confundir a la humanidad con
Cristo es la raíz de la herejía.

-Los dioses son campesinos que no acompañan al hombre sino hasta las puertas de las grandes
urbes.

-Nada más bufo que aducir nombres de creyentes ilustres como certificados de existencia de
dios.

IX
- El hombre es criatura o dios.
La disyuntiva es abrupta y la opción forzosa.
Todo lo que pensemos cae bajo una de las dos categorías.

-Llámese como se quiera, el modo como dios me es, es el modo como me soy a mi mismo.

-Nunca hubo templos de falsos dioses.


Sino templos de donde dios se ausentó un día.

-La invasión de la técnica no mató a los dioses menores, pero los espantó.

-Los demás me deben lo que me hayan prometido, no lo que opino que deban prometerme.
Sobre el cadáver de esta perogrullada, inmolada como cíctima propiciatoria a los dioses
infernales, se levantan los cimientos del pensamiento de izquierda.

-Con sexo y violencia no se reemplaza la trascendencia exiliada.


Ni el diablo le queda al que pierde a dios.

-Cuando el objeto pierde su plenitud sensual para convertirse en instrumento o en signo, la


realidad se desvanece y dios se esfuma.

-La historia moderna es el diálogo entre dos hombres: uno que cree en dios, otro que se cree
dios.

-Tan sólo para dios somos irreemplazables.

-Quien reforma un rito hiere a un dios.

-A dios no se llega en toda época por el mismo camino.

-Para castigar una idea los dioses la condenan a entusiasmar al tonto.

-No invocamos a dios como reos, sino como tierras sedientas.

-A los dioses paganos sólo se logra consagrar altares auténticos en la cripta de la catedral
romana.

-Apliquémonos meramente a disminuir nuestros defectos.


Las virtudes corren a cuenta de dios.

-Más de un presunto "problema teológico" proviene sólo del poco respeto con que dios trata
nuestros prejuicios.

-La cristiandad es posibilidad humana, el reino de dios es posibilidad puramente divina.

-El reaccionario es simple patólogo.


Define la enfermedad y la salud
Pero dios es el único terapeuta.

-A dios, afortunadamente, no tenemos que explicarle nada.

-El estado moderno realizará su esencia cuando la policía, como dios, presencie todos los actos
del hombre.

-El hombre es el juguete ensangrentado de los dioses inmanentes de la historia.

-Del hombre depende no contribuir al mal.


Pero sólo de dios depende que pueda el hombre contribuir al bien.

X
-Nunca sabemos si un nuevo dios es auténtico.
Pero nunca es pecado morir adosados a un viejo altar derruido.

-La noción de creatura mantiene la distancia entre el hombre y dios sin abolir el contacto o,
alternativamente, el contacto sin abolir la distancia.

-Infierno es todo sitio de donde dios se ausenta.

-Sólo creyendo en dios no tenemos que escoger, al mirar el mundo, entre temblar o mentirnos.

-La ausencia de dios no le abre paso a lo trágico sino a lo sórdido.

-En el necesario comercio del alma con los dioses subterráneos guardémonos de dar paso a la
irrupción de las potencias infernales.

-Las insurrecciones titánicas contra la divinidad culminan en hebdomadarias visitas a


prostíbulos de barrio.

-Más amargo que el infortunio del joven que el dios desdeña es el del mancebo que el águila
roza pero no rapta.

-El católico progresista habla de "dimensión histórica" del cristianismo, a fin de pervertir la
historicidad de su origen en terrenismo de las metas.
"Reino de dios", en el léxico progresista, es el sinónimo eclesiástico de reino del hombre.

-El ateísmo preludia la divinización del hombre.

-Llamamos individuo al existente transparente tan sólo a dios.

-Lo difícil no es creer en dios, sino creer que le importemos.

-Toda ética termina en pelagianismo, todo pelagianismo en deísmo, todo deísmo en sepelio de
dios.

-Las experiencias espiritualmente más hondas no provienen de meditaciones intelectuales


profundas, sino de la visión privilegiada de algo concreto.
En el larario del alma no veneramos grandes dioses, sino fragmentos de frases, gajos de sueños.

-Porque sabemos que el individuo le importa a dios, no olvidemos que la humanidad parece
importarle poco.

-Todo deber cumplido tiene igual perfección ética, pero no todos tiene igual rango.
Aun a la muerte heroica le fija rango el dios por quien se muera.

-Sólo florecen las almas que fecunda un polen divino.

-Si pudiéramos demostrar la existencia de dios, todo se habría sometido al fin a la soberanía del
hombre.

-La conciencia de la culpa es el misericordioso llamamiento del dios befado al ser caído.

-Al artista a veces lo rescata la miseria de su gloria el dios que entrelaza al laurel un vástago de
espinas.

-Como quiera que depender de dios es el ser del ser, la emancipación del ser es abdicación del
ser a su ser mismo.
En la contradicción interna del pecado se disuelve la sustancia.
Más que castigo, la muerte es realización del pecado.
El ser que el pecado emancipó de su esclavitud divina fluye en torrente de pus hacia la nada.

XI
-Los dioses subalternos son ecos de los pasos divinos.

-La pasividad de las cosas nos engaña: nada manipulamos con descaro sin herir a un dios.

-Creer en dios no es creer en dios, es no poder no creer en él.

-La humanidad es el único dios totalmente falso.

-Si dios no fuese persona hace rato no habría muerto.

-La teología natural devana un paralogismo perpetuo.


Sólo cabe la teología de un dios concreto.

-La existencia de dios es indemostrable, porque con una persona tan sólo podemos tropezar.

-Los dioses castigan privando de significado las cosas.

-Creo más en la sonrisa que en la cólera de dios.

-La existencia de dios es proposición analítica para el que se siente creatura.

-El ateo nunca le perdona a dios su inexistencia.

-La historia del cristianismo sería sospechosamente humana, si no fuese aventura de un dios
encarnado.
El cristianismo asume la miseria de la historia, como Cristo la del hombre.

-Los hombres no se proclaman iguales porque se creen hijos de dios, sino cuando se creen
partícipes de la divinidad.

-Mientras no niegue su condición de creatura, divinizándose a sí mismo, el hombre adora sin


pecar la piedra o la arcilla.

-El dios inmanente fenece fatalmente convertido en justificación de nuestros apetitos.

-El profeta no es confidente de dios, sino harapo sacudido por borrascas sagradas.

-El único atributo que se puede sin vacilación denegarle al hombre es la divinidad.
Pero esa pretensión sacrílega, sin embargo, es el fermento de su historia, de su destino, de su
esencia.

-Del encuentro con dioses subterráneos cuidémonos de regresar dementes.

-El error radical: la divinización del hombre, no se origina en la historia.


El hombre caído es la permanente posibilidad de cometerlo.

-Religión que abortó finalmente, porque sus adeptos no entendieron que el arte no era dios, sino
profeta.
Pero, no confundamos, sin embargo, la teología de los padres de la Iglesia estética con la
prédica mercantil de los seminaristas agnósticos del arte contemporáneo.

-Entre el hombre y la nada se atraviesa la sombra de dios.

-La Gnosis es la teología satánica de la experiencia mística.


En la interpretación gnóstica de la experiencia mística se engendra la divinización del hombre.

-Como quiera que la materia de un conocimiento que se pretende inmediato es más importante
que su forma, debemos distinguir de la mística teísta la mística naturalista y la mística
personalista: de la experiencia de la realidad de dios la experiencia de la incorrupción del
mundo y la experiencia de la eternidad del yo.

XII
La mística teísta es incorruptible; pero la mística naturalista se pervierte en panteísmo, cuando
la conciencia extática identifica el esplendor de la creación intacta con el esplendor mismo del
creador; y la mística personalista se pervierte en gnosticismo, cuando la conciencia ensimismada
identifica la eternidad del alma con la eternidad de dios.
Las actitudes panteístas son menos culpables que las gnósticas, porque la soberbia humana se
consume allí en la conflagración divina de las cosas; pero la interpretación errónea de la
experiencia mística reitera el sacrilegio primigenio.

-El igualitarismo es inferencia gnóstica: toda partícula de la divinidad, en efecto, es igualmente


divina.

-La restricción de la inmortalidad del alma a participación en el intelecto agente fue el primer
intento moderno de divinización del hombre.
Negar la inmortalidad personal, en efecto, es manera sutil de devolver el alma al pleroma
divino.

-El antinomismo místico es proclama de legislador divino.


No se trata de libertinaje, sino de blasfemia.

-Hay blasfemias que son jeroglíficos de dios en contexto ateo.

-Dejemos la síntesis a cargo de dios.

-El poderío del hombre no le permite competir con dios, pero le basta para reemplazar al diablo.

-La magnificencia de la catedral gótica busca honrar a dios; la pompa del barroco jesuita, atraer
al público.

-Quien se atreve a pedir que el instante se detenga, y que el tiempo suspenda su vuelo se rinde a
dios, quien celebra futuras armonías se vende el diablo.

-El proceso es la rampa de acceso a la divinidad.


Mito falaz para explicar la discrepancia entre la pretensión del hombre y su miseria.

-El ubermensch es recurso de un ateísmo inconforme.


Nietzsche inventa un consuelo humano a la muerte de dios: el ateísmos gnóstico, en cambio
proclama la divinidad del hombre.

-El solo conocimiento no puede salvar siendo acto de un sujeto que se conoce a sí mismo como
esencia salvada.
Gnosis es divinización, tautológicamente.

-Gnosticismo y cristianismo parten del mismo punto en direcciones divergentes.


De una misma definición de la condición humana el cristiano se infiere creatura, el gnóstico
divinidad.

-El gnóstico tiende a la profanación litúrgica, porque lo sagrado es la negación exacta de la


divinidad.
Lo obscenidad sacrílega es su acto predilecto.
Sade redacta uno de los evangelios gnósticos.

-La voz de dios no repercute hoy entre peñascos, truena en los porcentajes de las encuestas
sobre opinión pública.

-La "Justicia" es noción gnóstica.


Al dios caído le basta reclamar lo propio.
Los cristianos pedimos misericordia.

-El ateísmo democrático no disputa la existencia de dios, sino su identidad.

XIII
-La divinidad del hombre no es conclusión a que el igualitarismo llegue, en la convicción sobre
la cual se funda.

-Progreso es el nombre del proceso en que el salvator-salvandus restaura su divinidad caída.

-A un dios sólo lo encadena la ignorancia. Un dios permanece caído sólo mientras ignore ser
dios.
Aufklarung es la traducción circunspecta de Gnosis.

-El moderno se ingenia con astucia para no presentar su teología directamente, sino mediante
nociones profanas que la impliquen.
Evita enunciarle al hombre su divinidad, pero le propone metas que sólo un dios alcanzaría o
bien proclama que la esencia humana tiene derechos que la suponen divina.

-Contra la soberbia gnóstica sólo inmunizan el esceptocosmo y la fé.


El que no cree en dios puede tener la decencia de no creer en sí mismo.

-Cuando el teólogo explica el porqué de algún acto de dios, el oyente oscila entre indignación e
hilaridad.

-El hombre sólo tiene importancia si dios le habla y mientras dios le hable.

-No hablemos nunca de dios con voz meliflua.

-El pagano tiende hacia un panteísmo inocente.


Veneración de lo divino más que pretensión a la divinidad.

-A la trivialización que invade el mundo podemos oponernos resucitando a dios por


retaguardia.

-Apetitos, codicias, pasiones no amenazan la existencia del hombre mientras no se proclamen


derechos del hombre, mientras no sean fermentos de divinidad.

-Ser de "derecho divino" limitaba al monarca; el "mandatario del pueblo" es el representante del
Aboslutismo absoluto.

-Como ni el mal mismo es puro en la tierra, cada una de las tres olas democráticas le aportó una
más clara noción al hombre, la primera del alma, la segunda del dios trascendente. la tercera de
la historia.
Platonismo, teología alejandrina, romanticismo.

-No aceptemos que rinda homenaje a nuestros dioses el que no cree en ellos.

-El tonto le atribuye al linaje animal del hombre la inhumanidad que hereda de sus pretensiones
a un linaje divino.

-Lo importante no es creer en dios, sino que dios exista.

-La autonomía que el aristotelismo atribuye al mundo separa el aristotelismo del cristianismo; la
autonomía que el cristianismo atribuye a dios separa al cristianismo del neoplatonismo.

-El corazón no se rebela contra la voluntad de dios, sino contra los "porqués" que se atreven a
atribuirle.

-La "voluntad de dios" no es un dato metafísicamente analizable, es una realidad empírica


última dada a la conciencia religiosa.

-Creer en dios, confiar en Cristo, mirar con malicia.

-El totalitarismo no es teocrático o democrático, es democrático porque es teocrático.

XIV
La "voluntad general" es la voluntad de dios.

-Al fusionar neo-platonismo y mazdeísmo, identificando mal y materia, el gnóstico diviniza


automáticamente al espíritu.

-La apologética apoyada en la condición miserable del hombre no demuestra la verdad de la


religión, pero nos sensibiliza a la interpretación cristiana refutando la divinidad del hombre.

-El pelagianismo tiene por raíz una definición gnóstica del alma.

-El dogma de la natural bondad del hombre formula en términos éticos las experiencia central
del gnóstico.
El hombre es naturalmente bueno porque es naturalmente dios.

-Es más fácil creer en los dioses del Olimpo o de los Indigitamenta que en la inexistencia de dios.

-No importa el número de adeptos de un culto mientras adoren ritualmente.


Pero cuando adoran opinando, más vale venerar a un dios abandonado.

-Hay falsas teologías, pero no hay falsas religiones.


La piedad pagana de un Jenofonte, por ejemplo, quema un incienso aceptable al dios verdadero.

-No debemos creer en el dios del teólogo sino cuando se parece al dios de la angustia.

-Sólo dios puede persuadir; los demás sólo podemos despertar.

-Más vale divinizar al mundo, o diabolizarlo, que disecarlo asépticamente, como lo hace el
moderno.

-"Reino de dios" no es el nombre cristiano de un paraíso futurista.

-La virtud que no es simple obediencia a mandato divino camina con tolerancia de solterona
rica.

-Un dios inteligible no sería un dios confiable.

-Serenidad perfecta del instante en que parece que nos ligara a dios una complicidad
incomprensible.

-Sobra pedirle a dios que bendiga nuestros bienes.


Son bienes porque dios los bendijo.

-Hay que creer en dios para poderes atribuir importancia a las cosas.

-La serenidad es el estado de ánimo del que encargó a dios, una vez por todas, de todas las
cosas.

-Las diversas "pruebas" de la existencia de dios gana fuerza a medida que pierden rigor.

-La única prueba de la existencia de dios es su existencia.

-La impertinente tentativa de justificar the ways of God to man transforma a dios en una
pedagogo consternado que inventa trucos didácticos, a la vez crueles y pueriles.

-Cuando dios se ausenta encerrándonos en el mundo, el arte es el último postigo que obtura.

-Sólo dios y el punto central de mi conciencia no me son adventicios.

-Sólo dios puede llenar aún el más minúsculo vacío.

XV
-El peligro del individualismo no es la anarquía.
Es ese culto de sí mismo que se expande en veneración del hombre y culmina en sumisión al
más falso de los dioses.

-El estudio psicológico de las conversiones sólo produce flores de retórica.


La sendas de dios son secretas.

-La soledad que hiela no es la carente de vecinos, sino la desertada por dios.

-El hombre no puede evocar dioses, pero puede exorcizar demonios.

-El hombre puede mantener la página limpia, pero sólo dios puede escribir en ella.

-Humanizar nuevamente a la humanidad no será tarea fácil después de esta larga borrachera de
divinidad.

-El cristianismo completa el paganismo agregando al temor a lo divino la confianza de dios.

-Abundan los que se creen enemigos de dios y sólo alcanzan a serlo del sacristán.

-El moderno cambió la Imitación de Cristo por la parodia de dios.

-El subjetivismo es la garantía que el hombre se inventa cuando deja de creer en dios.

-Los dos polos son el indivíduo y dios: los dos antagonístas son dios y el Hombre.

-La libertad embriaga al hombre como símbolo de independencia de dios.

-Si la coyuntura no lo constriñe, no hay judío radicalmente de izquierda.


El pueblo que descubrió el absolutismo divino no pacta con el absolutismo del hombre.

-El momento llega en que sólo interesa acechar a dios.

-Lo que aparta de dios es menos el pecado que el deseo de justificarlo.

-El que no busca a dios en el fondo de su alma, no encuentra allí sino fango.

-Hablar sobre dios es presuntuoso, no hablar de dios es imbécil.

-No es porque dios sabe todo por lo que debemos tener confianza, sino porque es
misericordioso.

-El pensamiento puede eludir la idea de dios mientras se limite a meditar problemas
subalternos.

-El hombre solamente es importante si es verdad que un dios ha muerto por él.

-La ley no es soberana sino donde el pueblo la cree de origen divino.

-Si el ser depende, como lo enseña el cristianismo, de un acto libre de dios, una filosofía cristiana
debe ser una filosofía que constata, no una filosofía que explica.

-No viviría ni una fracción de segundo si dejara de sentir el amparo de la existencia de dios.

-Si no es de dios que hablamos, no es sensato hablar de nada seriamente.

-Dios no muere, pero desgraciadamente para el hombre los dioses subalternos como el pudor,
el honor, la dignidad, la decencia, han perecido.

XVI
-La prueba ontológica no demuestra que dios exista, sino que tenemos necesariamente que
afirmar la existencia de dios.

-Basta negar la divinidad de Cristo para convertir el cristianismo en cabeza de todos los errores
modernos.

-Lo que aleja de dios no es el pecado sino el empeño en disculparlo.

-El clero moderno resolvió rectificar el orden de los mandamientos evangélicos, así: omitiendo a
dios, ordena amar al prójimo sobre todas las cosas.

-Los acontecimientos históricos dejan de ser interesantes a medida que sus participantes se
acostumbran a juzgar todo con categorías puramente laicas.
Sin la intervención de dioses todo se vuelve aburrido.

-El clero moderno cree poder acercar mejor al hombre a Cristo, insistiendo sobre la humanidad
de Jesús.
Olvidando así que no confiamos en Cristo porque es hombre, sino porque es dios.

-Si no se cree en dios, lo único honesto es el Utilitarismo vulgar.


Lo demás es retórica.

-Para refutar la prueba ontológica todos recurren a algún ejemplo cuando el argumento sólo es
válido aplicado al ejemplo de dios.

-Lo importante no es que el hombre crea en la existencia de dios, lo importante es que dios
exista.

-El rival de dios no es nunca la criatura concreta que amamos. Lo que termina en apostasía es la
veneración del hombre, el culto de la humanidad.

-Lo único que el yo pueda probar es que exista, lo único que puede refutar es que sea dios.
Cogito ergo sum
Cogito ergo nom sum Deus.
Sé que soy, y si no sé que soy, sé que no soy.
En la segunda de las únicas verdades irrefutables el mundo moderno tropieza contra una
refutación letal.

-Colocar al "prójimo" en el lugr de dios ha sido el propósito del protestantismo liberal del siglo
pasado y del progresismo católico post-conciliar.

-Ra, Anu, Baal, Zeus, no son rivales del dios supremo, sino dioses subalternos.
Tán sólo el hombre pretende ser el anti-Dios.

-Ocuparse intensamente de la condición del prójimo le permite al cristiano disimularse sus


dudas sobre la divinidad de Cristo y la existencia de dios.
la caridad puede ser la forma más sutil de la apostasía.

-Dios es la condición trascendental de la absurdidad del universo.

-Dios es la sustancia de lo que amamos.

-Dios mismo es el autor de ciertas blasfemias.

-Dios nace donde un mito etiológico se combine con una experiencia sagrada.

-Dios es la condición trascendental de nuestro asco.

-Dios no revela con discursos, sino por medio de experiencias.

XVII
El autor sagrado no transmite un discurso divino, sus palabras expresan una experiencia
otorgada.

-Dios poda a veces nuestras ramas como un jardinero impaciente.

-Dios no es objeto de mi razón, ni de mi sensibilidad, sino de mi ser.


Dios existe para mí en el mismo acto en que existo.

-Dios es el estorbo del hombre moderno.

-Dios es el nombre del único enigma cuyo descifre no sería un desengaño.

-Dios no pide nuestra "colaboración", sino nuestra humildad.

- Enemigo del rey-Dios, como del demos-Dios, el cristianismo no debe celebrar ni la apoteosis
del cesar ni la apoteosis de la plebe.

-Dios nos preserve de la pureza, en todos los campos.


De la madre del terrorismo político, del sectarismo religioso de la inclemencia ética, de la
esterilidad estética, de la bobería filosófica.

-Dios inventó las herramientas, el diablo las máquinas.

-Dios es el creador, no la primera causa.


No el término que inicia las series, sino un término exterior a todas.

-Dios premia la buena voluntad equivocada.


Pero en subalternos paraísos.

-Dios no manifiesta su voluntad con la derrota o con el triunfo, sino en la calidad del triunfo o
de la derrota.

-Dios prefiere un corazón incircunciso a una inteligencia castrada.

-Dios es esa sensación inanalizable de seguridad a nuestra espalda.

-Dios no pide la sumisión de la inteligencia, sino una sumisión inteligente.

-Dios tiene la impertinencia del hecho, no la evidencia del raciocinio.

-Dios no nace de la experiencia de nuestros límites, pero muere de su olvido.

-Dios acaba de parásito en las almas donde predomina la ética.

-Dios no es la meta de los que renuncian, sino de los que desdeñan.

-Dios disfraza el milagro como el hombre la insidia.

-Dios no es la obligación de renunciar a todo, sino la certidumbre de no ser frustrado finalmente


de nada.

-Dios y la poesía mueren y resucitan de consumo.

-Dios le permite al hombre levantar barricadas contra la invasión de la gracia.

-Dios no es una invención, sino un hallazgo.

-Dios es huésped del silencio.

-Dios no debe ser objeto de especulación, sino de oración.

XVIII
-Dios es lo infinitamente cercano y lo infinitamente lejano; de él no debe hablarse como si
estuviera a mediana distancia.

-Dios trabaja sobre el alma, no directamente sobre la historia.

-Dios no muere, pero desgraciadamente para el hombre los dioses subalternos como el pudor,
el honor, la dignidad, la decencia, han perecido.

XIX

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