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El proceso de la creación artística: una

manifestación espiritual
El proceso creativo de las artes, es íntimamente espiritual y está relacionado a los sentimientos
sublimes que el hombre inherentemente posee y en alguna medida, ha desarrollado. Es necesario que el
ser humano estreche una relación con su espíritu para llegar a producir obras de arte que realmente
alcancen a ser “obras maestras”.
Sin embargo, la creación de la obra artística, que es fruto de la inspiración, se refleja en elementos que
son perceptibles por los sentidos. los cuales son vibraciones que se convierten en sonidos y crean notas
musicales; o iluminaciones combinadas en tonalidades sobre distintas superficies y formas, creando la
obra pictórica; o expresiones del cuerpo humano, fruto de las emociones que luego se convierten en
actuaciones teatrales o de danza.
Desde tiempos remotos, el hombre ha tenido formas de expresar diversas inquietudes interiores
mediante manifestaciones artísticas. Lo plasmado en estos documentos estéticos, nos sirven como una
herramienta para entender la mentalidad del ser humano en esos tiempos, así mismo para apreciar la
evolución de la expresión artística ligada a la conciencia humana.
Las cuevas de Altamira en España (La cueva de Altamira, ubicada en la provincia de Santander
contiene en una caverna de aprox. 14 metros una serie de pinturas prehistóricas que datan de 12,000 años
AC., es uno de las pinturas rupestres mejor elaboradas que existen) , nos muestran que el ser humano
desarrolló una predilección por la naturaleza y una habilidad destacada en representar las formas animales
en sus momentos tempranos de desarrollo conocidos como la prehistoria.
Posteriormente se desarrolla un arte ligado a la vida cotidiana del ser humano, y que se encuentra
grabado en sus principales herramientas, como espátulas, flechas, trituradores y algunos otros enseres. El
“arte utilitario” o artesanía de esta forma, ha sido la expresión del espíritu humano desde hace muchas
decenas de siglos atrás habiendo logrado niveles de belleza altamente conmovedores y refrescantes.
Algunas veces genera mucha discusión la división entre los distintos tipos de arte, debido a que
algunas artes pueden ser demasiado utilitarias como para considerarse como tales, o adquirir formas de
disciplinas asociadas con la actitud personal. No pienso hacer una división entre lo que pueda
considerarse arte o no, debido a que es una tarea muy difícil debido a la multiplicidad de culturas que
existen en el planeta y los conceptos que cada una pueda tener.
Los escritos de Bahá’u’lláh tienden a unificar el conocimiento. Pareciera no haber una relación muy
distante entre ciencia, arte, y oficios pues son vistos como frutos del conocimiento otorgado al hombre
por la Generosidad de Dios. “El tercer Tajallí, es concerniente a las artes, oficios y ciencias. El
conocimiento equivale a alas para la vida del hombre y una escalera para su ascenso. Su adquisición
incumbe a todos... Grande en verdad es el honor de los científicos y artífices de los pueblos del mundo...”
(pág. 56 de las Tablas de Bahá’u’lláh EBILA).
Más que hacer una clasificación de las artes, me interesa describir el proceso creativo de las artes en
el ser humano como un proceso espiritual

LA BELLEZA Y LA SUBJETIVIDAD
Uno de los más importantes pintores del siglo XX ha sido Wassily Kandinski, considerado como el
padre de la pintura abstracta. En el tratado escrito por él “De lo espiritual en el arte y de la pintura en
particular” el autor describe la belleza como algo eminentemente subjetivo y como un fruto que el alma
aflora en la obra artística.
“... el artista tiene una triple responsabilidad 1º debe hacer fructificar el talento que ha recibido 2º sus
actos, pensamientos y sentimientos, como los de cualquier otro hombre, forman la atmósfera espiritual
que es transfigurada o corrompida por ellos 3º sus actos, pensamientos y sentimientos, son la materia de
sus creaciones, las cuales a su vez crean la atmósfera espiritual. Según palabras de Sâr Peladán, es rey no
solo por su poder, sino por la grandeza de su poder...
Es bello lo que procede de una necesidad interior del alma. Es bello lo que es bello interiormente.
Uno de los pioneros, uno de los primeros creadores de la espiritualidad contemporánea en la cual se
inspirará el arte de mañana, Maeterlinck, escribió:
¨Nada hay sobre la tierra que esté más ávido de belleza y que se embellezca más fácilmente que un
alma... Por eso, pocas almas, sobre la tierra, resisten la dominación de un alma que se consagre a la
belleza.” (Pág. 105 del tomo 23 historia general de la pintura).
Kandinski explica que la obra del artista es formada también por la actitud y los pensamientos del
artista que generan la atmósfera espiritual de la cual se desprende la obra.
La belleza puede tener tantas formas de expresarse como seres humanos existen. Es decir, cada
persona tiene un alma en particular con orientaciones y gustos particulares. Esta particularidad del alma
tiene que ver entonces con los talentos con los cuales ha sido dotada, y con las diferentes percepciones del
mundo real que se traducen en la mente del ser humano.
Si entendemos entonces que existe una individualidad de talentos y de gustos, el universo artístico es
infinito en los seres humanos.
El desarrollo del talento artístico es algo necesario para la madurez de las obras. Sin embargo esta
madurez se manifiesta mucho más rápido en unos que en otros. Por ejemplo Mozart componía sus
primeras obras musicales a los 5 años de edad; mientras que Beethoven lo hacía a los 12. Existen artistas
que manifiestan una mayor precocidad de talentos que otros, sin embargo la precocidad no es un factor
decisivo para la calidad de la obra artística, el desarrollo del talento es algo que puede demorar más
tiempo en otros artistas, pero si mantienen la misma constancia en su arte pueden llegar a un nivel
aceptable ambos, tanto Mozart como Beethoven son considerados genios, pese a la diferencia en la
precocidad de ambos.
El alma provee constantemente los sentimientos que estimulan el esfuerzo en el desarrollo de las
destrezas artísticas. O sea que el talento sin sentimientos, puede parecer como algo mecánico, ausente del
magnetismo que crean los sentimientos espirituales como fruto del alma.

EL FRUTO DEL PROCESO CREATIVO EN LA PRÁCTICA

Si se busca una mayor perfección en la obra artística, esta no puede lograrse si no es a través del
esfuerzo constante y la práctica ardua. Como mencionamos anteriormente, para que el talento innato del
artista se descubra, tiene que pasar una maduración que en algunos es más lenta que en otros.
El esfuerzo y la voluntad en el artista, actúa muchas veces como un cernidor entre quienes tienen la
verdadera vocación y quienes son artistas por afición.
Podemos definir entonces que existiría una conexión entre tres elementos que permiten la
manifestación de la obra artística, la voluntad, la mente y el espíritu. Constantin Stanislavski fue uno de
los más importantes teóricos del arte dramático moderno. En lo que se refiere al estado creador interno
expresa lo siguiente: “Cuando ya se han unido las líneas a lo largo de las cuales se mueven las fuerzas
internas ¿Hacia dónde se dirigen? ¿Cómo expresa sus emociones un pianista? Va hacia su piano. ¿Y el
pintor? Toma su tela, sus pinceles y sus colores. De la misma manera, el actor se vuelve hacia su
instrumento creador espiritual y físico. La mente, la voluntad y los sentimientos se combinan para
movilizar todos sus ¨elementos¨ internos.” (Preparación del actor pág. 265)
La mente en el trabajo artístico nos permite conservar la concentración, imaginar y crear, controlar los
movimientos y los impulsos abruptos que pueden surgir. La voluntad, que podemos decir es el medio
¨físico¨, permite que nuestro esfuerzo se manifieste y es el constante impulsor de la obra en el mundo
¨real¨. Por último el espíritu es la fuente inagotable del artista, que provee de todos los sentimientos y la
belleza indispensables para la existencia del arte.
Obviamente para que exista una armoniosa relación entre los elementos, es necesaria una relajación y
una atmósfera de tranquilidad y seguridad que permiten facilitar enormemente el trabajo del artista.
Una atmósfera agradable permite al artista enfocarse en sus aspectos internos con mayor facilidad y
olvidar lo superficial.
“Muchos actores, antes de cada presentación, se colocan trajes y se maquillan de modo que su
apariencia exterior se aproxime a la del personaje que van a representar. Pero olvidan la parte más
importante que es la preparación interna. ¿Por qué dedican tan particular atención a la apariencia externa?
¿Por qué no visten y maquillan el alma también?” (Ibid Pág. 269)
Profundizando un poco más acerca de la producción artística como tal, el genio de Aristóteles nos
ofrece una herramienta que pese al paso de los años, perdura como uno de los métodos más interesantes
para la elaboración del arte.
En “La Poética” Aristóteles defiende a la tragedia como la mejor expresión artística concebida en ese
tiempo. A la tragedia el Estagirita la defiende así “Es, pues, tragedia reproducción imitativa de acciones
esforzadas, perfectas, grandiosas, en deleitoso lenguaje, cada peculiar deleite en su correspondiente parte;
imitación de varones en acción, no simple recitado; e imitación que determine entre conmiseración y
terror el término medio en que los afectos adquieren estado de pureza”.
Pese a lo breve de esta descripción, encontramos elementos ligados al arte que son importantes,
esfuerzo, grandiosidad y deleite; pero lo más importante de esta definición se encuentra en “el término
medio en que los afectos adquieren estado de pureza”. El estado de pureza o katharsis consiste en una
sublimación de sentimientos que permiten que el arte logre su fin, que es el de otorgar belleza y deleitar a
las personas que aprecian la obra artística.
El llegar a la katharsis significa dedicación y descubrimiento de la propia voz interior, o del propio
estilo, que caracteriza la obra del artista y le permite descubrir una forma de expresión más “bella”. Esta
búsqueda de la katharsis significa una introspección en el alma del artista lo que es un proceso de
perfeccionamiento, que implica la purificación y sublimación de los sentimientos.
En otro pasaje de “La Poética” Aristóteles nos dice “En efecto: por la naturaleza misma de las cosas
persuaden mejor quienes están apasionados; y así, más verdaderamente conmueve el conmovido, y
enfurece el airado. Y por este motivo el arte de la poesía es propio de naturales bien nacidos o de locos;
de aquellos por su multiforme y bella plasticidad; de estos por su potencia de éxtasis.”
La importancia de la inspiración basada en los sentimientos, es de radical importancia, sin embargo es
necesaria una moderación basada no solamente en la forma de amoldar los sentimientos sino en el
embellecimiento de los sentimientos y su elevación hacia niveles de nobleza elevados.
La regulación de los sentimientos es propia de las nociones espirituales y morales que norman la
conducta, mencionamos antes formas decadentes de expresión que por ser demasiado inmorales pueden
considerarse atentados, sea el caso de la pornografía infantil o de otros tipos de degradación que rebajan
la condición del ser humano a un nivel inferior.
Por esto el arte, puede ser un arma de doble filo, un medio placentero de regocijo para el alma
humana, o un pretexto para la degeneración y la inmoralidad.

El proceso creativo
El proceso creativo se pone en marcha cuando debemos emplear las
capacidades creativas del pensamiento para generar una nueva idea.

Pensar significa formarse ideas en la mente. El pensamiento es la


actividad y creación de la mente. El pensamiento viene dado por la fabulosa
capacidad de nuestro cerebro para conectar conocimientos con ideas y darles
distintas dimensiones.

Pensamos de manera creativa cuando vamos más allá de la


convención, cuando generamos ideas nuevas, originales, inéditas.

- Nuestra mente es un puchero que contiene gran cantidad de información, de la


cual en una inmensa mayoría no tenemos plena consciencia. El proceso creativo
implica pensar de forma creativa. Y para ello es necesario estimular y entrenar
nuestro cerebro.

La máquina de vapor es un invento perfecto, pero necesita carbón para


desplazarse. Nuestras células grises también necesitan el alimento necesario para
rendir. Requieren de motivación, dedicación, sacrificio, esfuerzo y perseverancia.
La creatividad se cultiva.

¿Cómo cultivar la creatividad?

La creatividad incluye trabajar en el límite y no en el centro de nuestras


capacidades. Se trata de ser proactivos. Las ideas no vienen, debemos buscarlas,
descubrir caminos no explorados. Este proceso conlleva asumir riesgos, dar
rienda suelta a la imaginación, equivocarse una y otra vez, entender el fracaso
como parte del éxito, creer en uno mismo, aislarse de las normas, de los
estereotipos, de los prejuicios.

- Crear significa innovar. Es decir, construir algo que todavía no existe. Partimos
de aquello que ya existe para crear algo nuevo. Debemos darle la vuelta a la
realidad asumida y enmarcada por todos y descontextualizarla. ¿Cómo?
Estudiándola desde todos los ángulos habidos y por haber, desde perspectivas
diferentes.

- Innovar implica reformular conceptos. Es decir, hacernos preguntas, dividir los


conceptos sujetos a estudio, desmenuzarlos hasta que todas y cada una de sus
características y propiedades intrínsecas reluzcan por sí mismas, frivolizar,
ridiculizar, exagerar, comparar, replantear, redefinir, reconstruir, etc.

Autoconocimiento

- El proceso creativo exige concentración y precisa la atención absoluta de


los cinco sentidos: el tacto, el sabor, el oído, la vista y el olor. Normalmente
tenemos uno más desarrollado que los otros. Quien escribe estas palabras, por
ejemplo, es muy visual.

- Es por ello que debemos conocernos, saber cuáles son nuestras


características particulares. No podemos sustentar un proceso de creación
únicamente en nuestras habilidades (puntos fuertes) las cuales terminamos
utilizando como primera y única opción. Debemos identificar nuestro abanico de
herramientas para poder potenciarlas. De este modo dispondremos de más
elementos con los que afrontar el proceso.

- Es muy recomendable incidir en nuestras carencias, despertar las zonas


dormidas del cerebro e incluir su participación en el proceso. A buen seguro, sus
aportaciones resultarán refrescantes, sorprendentes e incluso determinantes.

- Debemos sacar el máximo partido a nuestras aptitudes, sean de la


naturaleza que sean. Algunas de ellas seguro que están muy lejos de ser
desarrolladas, pues apenas recurrimos a ellas. Pero están ahí, latentes, a la
espera de que acudamos a rescatarlas y las incluyamos en nuestro circuito activo
dentro del proceso creativo.

– La memoria, la fluidez, la imaginación, la flexibilidad, la originalidad, la


intuición, el pensamiento crítico y tantas otras. Añadir la espontaneidad, la cual
conviene mantener despejada de cualquier tipo de limitación o injerencia.

“La imaginación es más importante que el saber, pues este es limitado,


mientras que la imaginación lo envuelve todo en el mundo, estimula el
progreso y es fuente de su evolución. Hablando con rigor la imaginación es
un factor real en la investigación científica”. Albert Einstein.
¿Qué función tiene el cerebro dentro del proceso creativo?

La parte derecha del cerebro es creativa, mientras que la izquierda es más lógica.

 El hemisferio derecho está especializado en sensaciones, sentimientos y


habilidades especiales visuales y sonoras, como la música o el arte, pero
no verbales. (La percepción del espacio, el ritmo, el color, la dimensión, la
imaginación y las ensoñaciones, entre otras).
 El hemisferio izquierdo se ocupa de la parte verbal y la numérica (la
aritmética, la secuencial, la lógica y la analítica).

Ambos hemisferios están capacitados en todas las áreas, ya que están


distribuidas por toda la corteza cerebral. El cerebro establece un perfecto equilibrio
entre los dos hemisferios, tanto el lógico como el creativo. La mayoría de las
personas desarrollan más el lado izquierdo.

La creatividad requiere reformular ideas. En nuestra mente almacenamos las


ideas mediante esquemas. Los esquemas son estructuras de conocimiento
donde se junta información relacionada. Percibimos y comprendemos el mundo
mediante los esquemas.

Tanto los ordenadores como nosotros trabajamos de forma lineal. Sin embargo
nuestro cerebro también trabaja de forma asociativa. Por tanto, tenemos la
facultad de comparar, integrar y sintetizar.

¿Nuestra mente es una incubadora de ideas?

El proceso creativo pasa, en su fase de maduración, por dejar de


implicarnos en nuestro objetivo. También es necesario desconectarse y alejarse
durante un tiempo del foco principal. El cerebro gana en perspectiva y permite que
el pensamiento fluya con libertad.

La mente necesita oxigenarse y descansar. La fórmula idónea pasa por detenerse


justo antes de llegar al límite, para ocupar nuestros pensamientos en otras
cuestiones, a poder ser triviales, que no requieran de gran desgaste intelectual.
Aunque no tengamos percepción de ello, nuestra mente procesa información y
conecta conceptos continuamente. El puchero de la mente se encarga de mezclar
datos y pensamientos a fuego lento. Cuánto mejores alimentos le proporcionemos,
más sabroso será el caldo.

Si estimulamos la mente, vamos a obtener nuevas ideas tras dejar de trabajar o


pensar conscientemente en un tema concreto.

Harman y Rheingold (1984) afirman que la mente inconsciente procesa mucha más
información de lo que nos damos cuenta; tiene acceso a información imposible de
obtener a través del análisis racional. Esta implicación ininterrumpida de la mente
inconsciente conlleva que procese la información de una manera mucho más
comprensiva y diferente que la mente consciente. Por lo tanto deberíamos
desarrollar técnicas (como la meditación) para tener acceso al inconsciente, ya que
este es una fuente de información que de otra manera es inaccesible.

Talento, genética, conocimiento y concentración

La genética nos viene dada, el talento se desarrolla, el conocimiento se


adquiere y la concentración se busca.

El medio ambiente en el que nos encontramos nos puede influir positiva o


negativamente. Aspectos como el clima o la temperatura inciden en nuestra
capacidad para concentrarnos. La genética o el ambiente cultural en el que nos
movamos puede fomentar o adormecer el desarrollo de nuestro talento creador.
Pero ninguna de ellas es tan poderosa como nuestra voluntad.

El conocimiento que atesoremos sobre el tema a desarrollar resulta definitivo. Si


la calidad o la cantidad de la información son insuficientes, debemos indagar,
buscar y profundizar. Nuestro cerebro acumula información. Cuánto más completa
y más heterogénea sea, mayor puede ser el número de conexiones y, en suma,
más posibilidades de generar ideas. Una idea puede conducir fácilmente a otra, y
esta a una nueva idea.

En el apartado del “Autoconocimiento” aparece desarrollada la concentración.


Conseguir las condiciones idóneas que favorezcan la máxima concentración es
esencial. La clave reside en conectar la información disponible en nuestro
consciente con la que habita en nuestro inconsciente. Necesitamos crear una
atmósfera en la cual el pensamiento inconsciente pueda llegar a la superficie.

¿Qué hay de la inspiración?

La inspiración forma parte del final del proceso, tras la fase de incubación.
Se manifiesta si previamente ha habido trabajo, esfuerzo y dedicación.

En primer lugar hemos de estimular nuestros sentidos para generar ideas.


Seleccionamos las válidas y las estudiamos detalladamente. Paralelamente,
nuestro cerebro sigue un proceso casi imperceptible de maceración de ideas.
Trabaja en silencio con una base de información muy superior a la que nosotros
conjugamos en un momento concreto (pensamiento consciente/ inconsciente).

Ambos procesos requieren un tiempo de incubación, donde nuestros


hemisferios cerebrales conectan las ideas con nuestro conocimiento. Después, sin
previo aviso, se manifiesta la idea definitiva, el resultado a nuestras horas de
trabajo.
Pero para que florezca una idea, previamente hemos de haber cultivado
creatividad en nuestra mente, regado el pensamiento e incubado los filamentos del
conocimiento.

El denominador común de todos los creadores es el trabajo, tanto para


los científicos como para los artistas, los economistas, los emprendedores o los
inventores. De la inspiración también hablaron dos grandes genios:

“La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando” Pablo Picasso.

“El genio es un 1% de inspiración y un 99% de transpiración” Thomas Edison.

¿Qué hay de los métodos y técnicas aplicables en el proceso creativo?

Hay muchos métodos y muy válidos para exprimir nuestro cerebro. Las
técnicas son herramientas de manufactura de ideas. Por sí mismas no dan
resultados. Somos nosotros quienes nos valemos de ellas para alcanzarlos.

Edward de Bono y su propuesta de aplicar el pensamiento lateral resulta muy útil.


Destacar algunas de sus técnicas: la Provocación, la Inversión o “Los seis
sombreros para pensar”.

Existen otras técnicas muy recomendables como el método Scamper o los Mapas
mentales.

Componentes del proceso creativo


COMPONENTES DEL PROCESO CREATIVO
Rodríguez Estrada, señala que los conceptos emergen cuando los
caracteres de las cosas son abstraídos y luego sintetizados y
generalizados por la mente humana. Que pensar es relacionar,
que relacionar y combinar es crear.

Por consiguiente, no existe una diferencia esencial entre el


pensamiento creativo y el pensamiento ordinario, como todo está
relacionado con todo y como una de las leyes de la mente es la
asociación, cualquier pensamiento es potencialmente creativo.

Según Guilford, para ser creativo se tienen que desarrollar


ciertas habilidades como las siguientes: Fluidez, Flexibilidad,
Originalidad, Viabilidad.

Fluidez: Es la facilidad para generar un número elevado de ideas


respecto a un tema determinado. La manera de potenciarla en el
campo escolar, sería por ejemplo, pidiéndole al alumno que
relacione entre hechos, palabras, sucesos.
Flexibilidad: Es la habilidad par adaptar, redefinir,
reinterpretar o tomar una nueva táctica para llegar a la solución
del problema. Nace de la capacidad de abordar los problemas
desde diferentes ángulos.

Por ejemplo, de dos pintores que realizaron cada uno cien cuadros
en cinco años, se considera más flexible el que pintó cien cuadros
de tres estilos diferentes que el que pintó con un solo estilo mas
o menos definido y estereotipado.

Originalidad: Esta etapa es una característica que define la idea,


proceso o producto, como algo único o diferente. Dentro del
ámbito escolar se potencia estimulando las nuevas ideas que el
alumno propone.

Cabe recordar que la creatividad a menudo hay que buscarla no


precisamente en el qué, sino en el cómo.

Viabilidad: Es la capacidad de producir ideas y soluciones que


sean realizables en la práctica.

Hay muchas ideas que técnicamente son muy acertadas, pero que
resultan difíciles o imposibles de realizar. Por ejemplo, ¿Como
hacer para acabar con la corrupción administrativa en México?.
Alguien puede responder: desterrando a Siberia a todos los
corruptos. Pero, trátese de poner en práctica esta solución y
surgirán mil dificultades que la impedirán.

Para Guilford, al igual que para otros estudiosos de la


creatividad, el descubrimiento del problema es tan importante
como el hallazgo de las soluciones. La búsqueda y el
descubrimiento originales del mismo, son aspectos que distinguen
al pensamiento creador de la mera búsqueda de una solución
única.

Fases del proceso creativo

Wallas consideraba que la creatividad es la que posibilita que las personas se adapten con
diligencia a los entornos cambiantes. Su modelo sobre el proceso creativo, presentado en su
libro El arte del pensamiento, comprende cuatro etapas:

Imagen de creación propia, Autores J.Mendez y A.García.

 Preparación: consiste en percibir y analizar la situación, así como de todas las


circunstancias y dimensiones que influyen en ella. Es un momento con alto grado de
excitación, en el que la persona se ve impelida a investigar, analizar, experimentar y
probar diferentes posibilidades para resolver el problema.
Sin embargo, este es sólo el primer estadio del proceso creativo. Es necesario que
experimentemos esta fase de reconocimiento del problema y recogida de información, y
que las superemos pasando a la siguiente etapa.
 Incubación: se trata simplemente de la interiorización del problema. Es un proceso interno
e inconsciente que se produce en el hemisferio derecho de la mente y supone el
establecimiento de nuevas relaciones. Al tratarse de un proceso interno, aparentemente
no provoca ninguna respuesta externa.
En ciertos casos, requiere la desconexión del problema, para así desechar u olvidar
estrategias erróneas e ineficaces.
Es una etapa de gran tensión emocional ante la duda de si se conseguirá o no el objetivo
propuesto. Esta tensión se acrecienta en la medida en la que aumenta el tiempo dedicado
a esta fase. Es por ello que muchos proyectos son abandonados en esta fase.
 Iluminación: La solución surge de improviso, es cuando todo cobra sentido, está
relacionado y claro.
Se trata de una fase de júbilo y entusiasmo, en la que el esfuerzo invertido obtiene su
recompensa. Sin embargo, éste no es el final, todavía quedaría una última fase en este
proceso.
 Verificación: en esta fase se analiza, verifica y valida la solución adoptada. Tiene como
consecuencia su abandono, o su adaptación para ser perfeccionada o su puesta en
práctica.
Es un momento emocionalmente muy difícil ya está repleto de incertidumbres, de
inseguridad ante las decisiones últimas.

Arthur Koestler, atendiendo a los estados de consciencia, establece tres fases en el proceso
creativo:

Imagen de creación propia. Autores J.Mendez y A.García.

1. Fase lógica: comprende la definición del problema, la recogida de datos y una primera
aproximación a las posibles soluciones. Ésta se identificaría con la fase de Preparación
establecida por Wallas.
2. Fase intuitiva: consiste en la redefinición del problema y la maduración mental de las
opciones de resolución. En ella se produce la iluminación, es decir la revelación de la
solución.
En ella se incluirían las fases que Wallas llama Incubación e Iluminación.
3. Fase crítica: Se trata del análisis y verificación de la validez de la innovación. Es entonces
cuando se aplican las últimas modificaciones para alcanzar la perfección. Sería la
denominada por Wallas como Verificación.

Elementos del proceso creativo

Los estudios de la creatividad, sugieren que el proceso creativo puede comprender mejor a través
de las siguientes fases Alvarado y Rojas (1995)4:

l.- Cognición o Conocimiento: Se debe estar consciente de la necesidad de crear, de solucionar


un problema o exterioriza las ideas que preocupan.

2.- Concepción o Inmesión: El individuo aporta todo que lo que está en su mano para solucionar el
problema o investigar a fondo las posibilidades de la idea que germina. El creador lee, discute,
pregunta, colecciona, explora; luego, con las ideas, avanza posibles soluciones y sopesa sus fuerzas
y debilidades.
3.- Combustión o momento de inspiración: Es el momento en el que llega la solución.

4.- Consumación o Terminación: Es la fase durante la cual se materializa el proyecto o creación.


Puede ser que exija una revisión, modificación o renovación, es decir, una evaluación.

5.- Comunicación o Acto de Compartir: Se da a conocer el producto.

Todo proceso creativo requiere de imaginación, conocimiento , experiencia, así como una nueva
organización de las experiencias, a fin de producir nuevas formas de afrontarlo improvisto.

Principales componentes de la creatividad


3.1. Definición de creatividad

Fuente: Banco de imágenes de IFSTIC

El término creatividad se deriva del latín creare que significa producir o crear. Hoy en día,
las personas creativas son más apreciadas y se dedican más esfuerzos a desvelar las
dimensiones implicadas en el proceso creador. Su importancia radica en el hecho de que es
esencial para el desarrollo de la personalidad y el progreso social y cultural.

Sin embargo, el fomento de la creatividad requiere un ambiente presidido por la flexibilidad


y la libertad. La enseñanza excesivamente rígida y programada constriñe el proceso
creador. La educación puede inhibir o estimular cualquier brote de originalidad.

Conviene fomentan la expresión y las aptitudes personales. A su vez, la palabra


creatividad suele designar un amplio conjunto de acciones, entre las que hemos de incluir
la producción artística de toda índole, los descubrimientos y los inventos. Así pues, la
creatividad puede ligarse a aspectos técnicos y/o estéticos. Hay ocasiones en que se aprecia
nítidamente el carácter práctico de la producción creativa, por ejemplo, un coche; otras
veces, en cambio, la creatividad se relaciona más con las artes y con el enriquecimiento
espiritual, tal como ocurre, pongamos por caso, con una composición musical.

3.2. Características del sujeto creativo

Las personas creativas se caracterizan por determinados rasgos de personalidad. Los


principales son:

 Independencia de juicio, autonomía. Los niños/as creativos/as son desde muy


pequeños/as muy autónomos/as. También se caracterizan por ser inconformistas y con
gran necesidad de autodirigirse, quizá porque poseen seguridad en sí mismos y un
manifiesto "espíritu de rebeldía".
 Pensamiento no convencional. Los niños/as creativos/as se sienten atraídos por los
desafíos intelectuales y las cuestiones complejas. Más que pensamiento reproductivo,
tienen pensamiento productivo.
 Alto nivel intelectual. En general, para la actividad creativa de cualquier tipo se necesita
una alta inteligencia. Sin embargo, un nivel elevado de inteligencia no garantiza en todos
los casos que el niño/a sea creativo/a.
 Tolerancia a la ambigüedad. Es la capacidad para resistir la incertidumbre o confusión
propias del proceso creador, toda vez que no se siguen itinerarios establecidos. El
desconocimiento de las vías de solución puede generar zozobra y se requiere fortaleza en
el niño/a para culminar con éxito la trayectoria creativa.
 Interés por aspectos teóricos y estéticos. Los niños/as creativos/as se sienten inclinados
tanto hacia la verdad como hacia la belleza.
 Fluidez y flexibilidad intelectual. La fluidez intelectual se refiere a la facilidad con que
brotan ideas y respuestas adecuadas. Los niños/as creativos/as aportan soluciones
innovadoras y pertinentes. La flexibilidad se opone a rigidez mental y hace referencia a la
capacidad intelectual con que los sujetos creativos ensayan nuevas direcciones de
pensamiento. Las personas creativas están más orientadas al cambio.
 Sensibilidad.- Los niños/as creativos/as se preocupan por los problemas y se inclinan hacia
a la búsqueda de soluciones.
 Motivación. Los niños/as creativos/as poseen elevada motivación intrínseca, aunque
lógicamente también necesitan el reconocimiento de sus obras.
 Apertura a nuevos problemas.- Los niños/as creativos/as se lanzan a descubrir claves
inéditas de la realidad. Con frecuencia exploran el entorno desde posiciones originales.
 Tenacidad. Los niños/as creativos/as perseveran hasta alcanzar las metas. No cejan
fácilmente en su empeño por convertir en realidad los proyectos.
EL PROCESO CREATIVO LITERARIO - LA INSPIRACIÓN

Ensayo de JUAN E. DE URRAZA

La inspiración es un proceso difícil de describir, individual, subjetivo, que se plasma


en una obra literaria de una manera única y original. El presente trabajo busca
compartir ideas, pensamientos, y reflexiones sobre la inspiración dentro del proceso
creativo literario. Para ello, dividiré el trabajo en 3 partes: Primero hablaré del
proceso creativo general, similar para todas las áreas del conocimiento, luego hablaré
de la inspiración en sí misma, desde el punto de vista artístico, y finalmente daré mis
perspectivas propias, subjetivas, sobre la percepción que tengo de la Inspiración, y
como se me ha presentado en mi tarea literaria.

PARTE I

LA CREACIÓN EN GENERAL

“Las grandes elevaciones del alma no son posibles sino en la soledad y en el silencio ”

Arturo Graf (1848-1913) Escritor y poeta italiano

Como bien indica Arturo Graf, la creatividad, ese proceso interior casi misterioso,
sólo puede darse en el recogimiento de la soledad. Más adelante veremos que se
necesitan de otros factores para conseguirlo, pero no deja de ser importante su
aseveración.

La creación es una noción muy amplia. Consiste en la generación de nuevas ideas o


conceptos, o la asociación de ideas y conceptos ya conocidos, pero de una manera
novedosa. O sea, todo proceso que genere algo nuevo para este mundo, o que cambie
una realidad existente en otra nunca antes concebida, es un proceso creativo.

Es importante notar que la creatividad abarca todos los aspectos de la realidad y


ramas del conocimiento. Arte, ciencia, técnica, trabajo. Todas las áreas de la vida
diaria son abarcadas por la creación. Los artistas, los investigadores, los científicos,
los inventores, y hasta el hombre común; todos tienen la habilidad de idear nuevas
cosas, crear objetos, arte, innovaciones, productos, o encontrar nuevas formas de
solucionar sus problemas... No es una propiedad única de un tipo de individuo.
En la Filosofía Oriental, por su parte, se ve a la creación de una manera un poco
diferente. Allí es un tipo de descubrimiento que sucede a partir de la experiencia
práctica. Implica cuestionarse, investigar y experimentar. Estas culturas asumen que
todo ya pre-existe y nosotros somos quienes lo descubrimos, a través de la observación
y la experiencia. Somos un elemento externo que visualiza lo que nadie visualizó antes,
pero que no nos pertenece, al ser algo externo previo a nosotros mismos.

En la Psicología, por otra parte, se habla del Pensamiento Divergente u Original, que
es una actividad que forma parte de la imaginación, donde se realiza algo nuevo desde
cero, o lo mismo pero de una manera distinta. Es la capacidad de pensar de modos
originales o innovadores, fuera de las pautas establecidas, encontrando distintas
soluciones a un problema, incluso cambiando los planteamientos del problema. Esta
característica es común y esencial en las personas altamente creativas: son capaces de
romper las reglas o marcos que los encuadran en una situación, para ver un
panorama más amplio, y de ese modo sugerir soluciones que cambian las propias
bases del problema, de raíz.

CREACIÓN VS. INTELECTO

No se sabe a ciencia cierta de qué manera difieren las estrategias del pensamiento
convencional y el creativo, el cual se valora por su resultado final. O sea, el valor del
pensamiento creativo se mide en cuanto al resultado obtenido por dicho proceso, el
objeto creado, y no por el pensamiento en sí, ni por el proceso que llevó a su creación.
Obviamente que en este ensayo lo que estamos analizando es dicho proceso, puesto
que como creadores nos interesa descubrir sus secretos, o al menos expresar lo que
sentimos al respecto, y que nos une a todos.

Según estudios científicos realizados, la diferencia entre las personas altamente


creativas y los menos creativos no reside en el coeficiente intelectual estándar que se
puede medir con las pruebas usuales. Esto es algo muy importante notar: la capacidad
creativa no depende directamente de la capacidad intelectual de la persona, de los
estudios que haya cursado, de su nivel social, de su capacidad lógica, matemática, o de
memoria. Si bien es un proceso mental, no está atado a estos factores. Un analfabeto
puede ser altamente creativo, o alguien carente de educación formal, así como una
persona de alto nivel social o con títulos universitarios puede carecer de las
capacidades creativas mínimas. El coeficiente intelectual medido en pruebas
estándares de inteligencia no mide la capacidad creativa de la persona.

Las experiencias propias de la vida, la necesidad de resolver problemas diarios y


enfrentar situaciones cotidianas, muchas veces son el alimento que desarrolla la
creatividad, puesto que toda persona hábil en la resolución de problemas diarios suele
ser una persona altamente creativa.
EL INDIVIDUO CREATIVO

En general, la persona creativa puede diferenciarse de los demás por ciertos rasgos de
su personalidad. Si bien no se puede generalizar, y cada persona es única, con sus
propias características individuales, hay rasgos reiterativos más o menos visibles que
suelen ser similares entre los individuos con esta capacidad creadora:

• Introversión

• Necesidad de períodos de soledad

• Carencia de inversión de tiempo en “trivialidades” de la vida cotidiana y de las


relaciones sociales.

• Tendencia intuitiva

• Búsqueda del significado abstracto del mundo exterior por sobre la percepción
sensitiva.

• Independencia al respecto de las opiniones de los demás. No le importa lo que


pensarán de él o el “qué dirán”.

• Alta capacidad de asociación de ideas, proyectos, situaciones, problemas y


soluciones.

• Curiosidad.

• Amor propio, autoestima.

CREATIVIDAD vs. SISTEMA EDUCATIVO

El Sistema Educativo convencional en general favorece al niño de inteligencia no


creativa, en detrimento del niño creativo ¿Por qué sucede esto? Lo que ocurre es que
en el aula usualmente se prefieren niños extrovertidos, que se adecúen fácilmente al
trabajo grupal y estructurado, que no pongan en tela de juicio mecanismos o
herramientas pedagógicas. Los niños creativos, si bien pueden manejarse en un
ámbito de respeto, suelen salir de las normas y esquemas, o proponer diferentes
formas de trabajo, o aburrirse cuando se les obliga a realizar tareas repetitivas, o ir a
la velocidad de los otros niños.

En general, en la escuela tradicional se educa a la uniformización, así como a forzar a


confiar más en la razón que en la intuición. Los grados tienen muchos alumnos, con
sólo uno o dos profesores por curso, y se busca enseñar a todos lo mínimo necesario y
requerido por el programa. O sea, llegar a todos con lo mínimo posible. En vez de
uniformizar hacia lo mejor, se baja el listón al mínimo que todos puedan alcanzar.
Entonces se desaprovechan los jóvenes con más capacidad, curiosidad, o deseo de
expandir su conocimiento más allá del programa establecido. En general el individuo
creativo necesita asistencia externa al colegio, ya sea en la familia, o con cursos aparte,
de forma a explorar todas las posibilidades que su mente es capaz de aprender.

El otro problema con la enseñanza tradicional es que en general se enseña una única
manera de resolver los problemas o encarar las diversas situaciones de la vida, y se
castigan las nuevas ideas, con el temor a la desaprobación social. El niño entonces
pierde su iniciativa y prefiere repetir lo ya aprendido, en vez de buscar formas
originales de hacer las cosas.

EL PROCESO CREATIVO

Según Graham Wallas, en su trabajo “El arte del pensamiento”, de 1926, el proceso
creativo consta de 4 pasos principales:

• Preparación: Se formula el problema, se investiga, se aplica la lógica.

• Incubación - Intimación: Se interioriza el problema, se analiza.

• Iluminación (inspiración): La idea creativa salta desde el interior al consciente.

• Verificación: La idea se verifica, elabora y aplica.

Esto es aplicable a todos los procesos creativos, no sólo al artístico. Usualmente existe
alguna situación sobre la cual se trabajará, se ven las alternativas, hasta que surge la
idea de cómo resolverla, para luego pasar a realizar el trabajo que llevará al resultado
final.

PARTE II

LA INSPIRACIÓN

“La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando ”

Pablo Picasso (1881-1973)


Pintor español.

Aquí ingresaremos específicamente al tema que más me interesa en el presente


ensayo, y que siempre me ha atraído desde que me inicié en el mundo de las letras. Y
es cómo ocurre la inspiración. O sea, cómo surge una idea, aparentemente de la nada
y sin previo aviso, para convertirse posteriormente en una obra de arte. La frase de
Picasso, por su parte, es totalmente válida: La inspiración puede llegar en cualquier
momento, en el menos pensado, pero tenemos que estar atentos y saber tomarla,
domarla, e implementarla, para que tenga validez, y no se pierda ni deshaga en la
nada.

LA INSPIRACIÓN

Inspiración significa, literalmente, “recibir el aliento”, y tiene sus orígenes en el


helenismo. En el arte se asocia a un brote de creatividad irracional e inconsciente. Es
algo sobre lo que no se tiene control, y se percibe como un momento de lucidez donde
se vislumbran cosas que usualmente están veladas.

Suele sobrevenir en el momento menos pensado: en un viaje, en el baño, en un


momento de ensoñación, al asociar ideas recientemente percibidas por algún medio, o
al compartir pensamientos y sentimientos con otras personas. Usualmente en esos
estados de consciencia, las barreras que se oponen al inconsciente caen y se da rienda
suelta a la fantasía y a la imaginación.

En la antigua Grecia, la inspiración suponía que el poeta o artista alcanzaba un estado


de éxtasis o “furor poeticus”, el frenesí divino o locura poética. El artista era
transportado más allá de su propia mente y recibía los pensamientos de los dioses,
como Dionisio u otros.

Posteriormente aparecieron las musas como las diosas inspiradoras de la música y


poesía, así como las artes y las ciencias. El poder que se les atribuye con más
frecuencia es el de traer a la mente del poeta mortal los sucesos que ha de relatar, así
como otorgarle el don del canto y darle elegancia a lo que recita. Por lo tanto, las
invocaciones a las musas y otros varios dioses poéticos son auténticas plegarias en
busca de inspiración, para recibir el aliento del dios. Es evidente, que desde su punto
de vista, el artista no era más que un canal infundido por la sabiduría divina, capaz de
plasmar en la realidad un conocimiento externo a él.

La inspiración no fue muy estudiada hasta que la psicología retomó interés por ella.
Edward Young (1683- 1765), desarrolló la base de una formulación romántica de la
inspiración. Él decía que el genius es "el dios interno" del poeta al cual le provee la
inspiración. Genius era una fuente de inspiración inexplicable, posiblemente espiritual
y posiblemente externa.

Sigmund Freud y otros psicólogos posteriores ubicaron a la inspiración en la psiquis


interna del artista, producto de un conflicto psicológico no resuelto o de un trauma de
la niñez. Freud veía a los artistas como especiales, y con heridas profundas. Por mi
parte, asumo que si bien los artistas somos especiales, en realidad toda persona tiene
sus peculiaridades, traumas, y heridas, pero no todos son artistas o tienen una gran
capacidad creativa, por lo que estimo que debería haber algo más que sólo eso para
conformar el carácter creativo.

En psicología moderna, la inspiración no es estudiada frecuentemente, pero se la


considera un proceso completamente interno. Sea cual sea el modelo, sin embargo,
empirista o místico, la inspiración se encuentra por su propia naturaleza fuera de
nuestro control, este es un punto muy importante a tenerse en cuenta.

PARTE III

ANÁLISIS PROPIO

(Y TOTALMENTE SUBJETIVO) SOBRE LA INSPIRACIÓN

“Every artist is a cannibal, every poet is a thief. All kill their inspiration and sing
about their grief”

U2 -Banda Irlandesa (tema “The Fly”)

ORIGEN INTERIOR VS. ORIGEN EXTERIOR

Desde mi propia perspectiva, la inspiración no puede existir en el vacío absoluto. Esa


soledad de la que habla Arturo Graf es esencial para el proceso creativo, pero al
momento de ejecutarlo, una vez que haya existido la chispa inspiradora. Sin embargo,
toda inspiración proviene de alguna forma (tal vez indirecta o subconsciente) del
bagaje de conocimientos, experiencias, situaciones, o percepciones previas del propio
individuo.

Por lo tanto, podríamos afirmar sin temor a equivocarnos, que la Inspiración es un


proceso mental que parte de la experiencia. Pero, sin el procesamiento interno, hasta
ahora inexplicable, tampoco puede suceder. O sea, la inspiración tiene un origen
exterior, basado en la propia vida y las experiencias de cada uno, pero pasa por un
procesamiento interno que transforma estas vivencias o percepciones para crear algo
nuevo desde ellas, algo que nunca vimos, algo que nunca se ha creado antes, pero que
tiene como base todo ese cúmulo de conocimientos.

Esa falta de explicación sobre los procesos interiores que dan origen a la inspiración
puede deberse a la complejidad del cerebro, o a algo superior. Tal vez la ciencia nos
pueda dar una respuesta en algún momento futuro, o tal vez, siendo algo místico, no
podamos descubrirlo desde esa perspectiva.

Y dentro de estos devaneos me pregunto: ¿Los humanos seremos los únicos con esa
capacidad imaginativa y creativa? O será que los animales también podrían poseerla.
O los instintos evitan la aparición de la inspiración...

¿CUÁNDO SOBREVIENE LA INSPIRACIÓN?

Todos sabemos que la Inspiración se presenta como un arrebato repentino no


planificado. Usualmente sucede que llega en el momento menos pensado, usualmente
incómodo, o cuando no podemos prestarle suficiente atención. Nunca cuando estamos
sentados frente al texto en blanco, listos para escribir. Pero la verdad es que
justamente ocurre en ese instante porque hay algún tipo de disparador que allí se dio,
y que no se dará en otro momento o lugar, o tal vez su origen se disparó previamente y
viene cobrando forma desde mucho antes hasta saltar a la consciencia en el momento
que se acaba de dar forma al mismo.

Es claro que hay situaciones, momentos, o lugares que nos inspiran. No en vano
siempre se admira la capacidad creativa de los “hombres de mundo”, que son quienes
han visto y recorrido mucho, conocen diversas culturas, y todo este bagaje les permite
visualizar con mayor amplitud al mundo, sus historias, realidades, y a partir de ellas
inspirarse en obras magníficas.

Algunos ejemplos de situaciones que potencian la inspiración son: cambiar de aires,


viajar, vivir nuevas experiencias, aprender, salir de la rutina, conocer gente nueva,
disfrutar de una obra artística (libro, música, cine, etc.), enamorarse, entre otras.

Todo esto permite realizar nuevas conexiones entre nuestros conocimientos e ideas,
ampliar horizontes, agregar información, pulir ideas, explorar sentimientos, que, en
conjunto, pueden hacer aflorar la inspiración.

Entonces cabe preguntamos, sinceramente, ¿Es la inspiración sólo un proceso mental?

Evidentemente que con una concepción meramente materialista del hombre, o atea, la
inspiración puede ser vista sólo como fruto de las conexiones cerebrales entre
neuronas. No pretendo debatir este punto no siendo un filósofo o psicólogo, pero sí
puedo acotar algo al respecto como ingeniero en informática, que es la profesión que
he elegido en la vida, junto a la literatura y la docencia.

Todos sabemos cómo funciona una computadora, es un aparato que tiene ciertas
características de procesamiento similares al cerebro. Posee circuitos que podrían
compararse con neuronas, en cuanto a sus conexiones y capacidades. Sin embargo,
son completamente basadas en la lógica y la matemática, predecibles y
determinísticas. Una computadora, para una misma entrada, y bajo un exacto estado,
dará siempre el mismo resultado. Sólo pueden hacer aquello para lo que están
programadas, lo cual reiterarán infinitamente de ser necesario, pero sin agregar
ningún valor. Es por esto que las computadoras no pueden crear nada nuevo, ser
originales, hacer arte... Es más, ni siquiera son capaces de elegir un número al azar.
No es este el lugar para discutir por qué no pueden hacerlo, pero básicamente el
motivo es ese: son totalmente determinísticas y carentes de capacidad creativa.

¿Podría ser el cerebro humano una computadora tan perfecta que haya superado ese
problema, y la creatividad e inspiración ser una mera ilusión? Tal vez, pero parece
muy difícil. Da la sensación de que hay una chispa de algo superior en ese instante,
aunque no haya forma de probarlo.

Muchas veces percibimos efectivamente que las palabras no son nuestras, que lo que
escribimos va más allá de nuestras capacidades humanas, y que retratamos verdades
largamente ocultas, con total claridad. Es más, releemos tiempo después nuestros
textos y nos asombramos de la calidad descriptiva y cohesión de lo narrado, sintiendo
prácticamente que no fuimos nosotros los que escribimos eso, o apenas logramos
comprender lo que quisimos significar, con un análisis profundo. ¿Cómo se dio ese
momento de claridad tan único? ¿Cómo el cerebro pudo conseguir esa fluidez sólo por
un pequeño momento y luego perderla nuevamente? Estas son preguntas sin
respuesta.

INSPIRACIÓN vs. TRANSPIRACIÓN

Una vez que nos hemos inspirado, prosigue el trabajo duro, como diría Picasso.
Porque de nada sirve la inspiración si no nos ponemos manos a la obra para
convertirla en una obra nueva. ¿Qué tanto trabajo hay que poner encima, o cuánto
hay que transpirar? Todo depende del tipo de obra a realizarse, y del propio autor.
En mi caso, por ejemplo, yo trabajo mucho por inspiración y poco por transpiración.
Prefiero resumir esa idea en un objeto pequeño y que la describa cuanto sea
mínimamente necesario, sin agregar nada que difumine su valor. Otras personas
hacen lo contrario, toman una pequeña idea y la florean muchísimo, hasta convertirla
en una mole enorme de bellas palabras, pero que casi han perdido la magia de la
chispa original. O, en casos que considero aún peores, están los que se sientan a
escribir sin inspiración, esperando que les venga por el camino. En mi caso, por mi
carácter, simplemente no puedo hacerlo. Va en contra de mis principios de escritor.
Para la poesía, por ejemplo, usualmente tengo un “momento de lucidez”.
Normalmente una frase o verso viene solo, con cierta sonoridad, y sólo me siento a
continuar con esa ola, emanando palabras sin estar seguro de su significado. Y cuando
la ola termina y da contra la orilla, también termino el poema, sin intentar extenderlo
más allá de su propia energía.

En el relato, en cambio, la inspiración viene de procesos inconscientes que saltan a la


luz en el momento menos pensado. El “caracú” viene desde una revelación
inexplicable (usualmente nudo y desenlace), y el resto se trabaja para atar dichos
conceptos. Pero la transpiración será justamente eso, atar los cabos y estructurar la
idea original.

En la Novela, por otro lado, la inspiración proviene como el marco que se quiere
describir. Luego hay una fase creativa de trabajo de dar forma a esa masa de
situaciones y personajes relacionados, con momentos de nueva inspiración para
atarlos y darles significado.

Ejemplos de cómo se inspiraron algunas de mis obras:

• Poesías: 100% inspiradas, por sucesos amorosos, viajes, amistades, tristezas.

• “El síndrome de Zavala”: El primer capítulo se sintió como dictado desde arriba,
por un ser superior, en una noche de arrebato literario. Posteriormente la inspiración
se basó casi completamente en la observación y el diálogo. Cada párrafo fue inspirado
individualmente, por eso tiene tanta densidad de temáticas, reflexiones y
pensamientos. Es una novela muy especial desde ese punto de vista.

• “Gotas”: Fue una epifanía. Me trataba de imaginar cómo sería posible que existan
varios universos en forma simultánea, dentro de una realidad aún mayor que los
contuviera. Y así vislumbré una lluvia de universos. Cada universo cabría en una
gota, y existirían miles paralelos separados unos de otros en medio de la lluvia. El
infinito está atrapado dentro de cada uno, y algún día todos chocarían y se juntarían
en una única realidad, representada allí por un torrente.

• “Música”: De viaje por las costas Uruguayas, pisando caracoles en la playa.

• “Dioses”: Luego de haber leído la Eneida, pensando adonde se habrán ido todos
esos dioses antiguos, y si estarían aun esperando alguien que los adore, para poder
regresar al mundo.

• “El Fantasma”: Luego de haber sufrido la película “La llamada”.

• “Multitemporal”: Cuando jugaba el juego de computadora “The Longest Journey”

Espero entonces, con este breve ensayo, haber colaborado en algo sobre una temática
que para mí es casi mágica, y que llena todo mi trabajo como escritor, puesto que
trabajo únicamente basado en inspiración, y sin ella, prefiero simplemente no
producir obra.

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