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Mientras tanto, en una sartén dora la cebolla a fuego fuerte y añade la carne,
Agrega el resto de los ingredientes (salsa de soja, miel, vinagre, anís estrellado,
pimienta y clavo), baja el fuego, cuécelo 15-20 minutos y deja reposar.
Cuando la masa haya fermentado, divídela y forma unas bolas de unos 30-35g (como
una pelota de golf). Con un rodillo, estira cada bola hasta obtener un disco de masa
de unos 10-12 cm de diámetro, procurando que los bordes queden más finos;
puedes afinarlos con los dedos. Pon una cucharada sopera de relleno (unos 30g) y
cierra la bola. Se puede cerrar haciendo una bola sencilla, o bien doblarla como si
fuera una empanadilla. Para ello, sella con fuerza cada pequeño pliegue mientras
giras la bola suavemente hasta crear una espiral. Intenta que la masa tenga más o
menos el mismo grosor para que no queden partes muy finas que puedan romperse
durante la cocción. Deja reposar cada bolita sobre un cuadradito de papel de
hornear para que durante la cocción no se pegue en la vaporera.
Deja fermentar otros 30-45 minutos hasta que se esponje un poco y cuécelas al
vapor unos 10 minutos. Es muy importante que, una vez transcurrido el tiempo de
cocción, no abras la tapa de la vaporera de inmediato, ya que los bollos perderían
volumen y se encogerían como una pasa. Deja reposar 1minuto y abre la tapa
lentamente. Degústalos calientes, solos o acompañados de una vinagreta elaborada
con salsa de soja, aceite de freír ajos y vinagre.