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CASTELLANO O ESPAÑOL.

HISTORIA Y EVOLUCION.
Por: Manuel Chamorro

He preguntado a mis estudiantes acerca del nombre de la lengua que hablamos (décimo
grado). He encontrado dos respuestas: castellano y español. Si hiciéramos la prueba en otros
lugares y con otra gente de habla hispana, quizá encontraríamos que la nominalización se
hace de manera indistinta. Les pregunté a mis pupilos por la razón de su respuesta. El
resultado es que existen razones tanto para castellano como para español. Se evidencia
algunas diferencias.
La historia nos ha enseñado que la lengua hablada por nosotros tiene su origen en el latín. En
aquel latín que usaba el pueblo, alejado del clero y de quienes ostentaban el poder, de forma
oral. Ese tipo de lengua se implantó en la península ibérica, es decir, la actual España y
Portugal- desde el siglo III a. C. y que, hacia el siglo VII, se fragmentaría a tal punto que
aparecen nuevas lenguas que se conocerán con el nombre de lenguas romances. Entre ellas
están: castellano, francés, aragonés, gallego, catalán, portugués, entre otras.
El término castellano se relaciona con Castilla, reino de la península ibérica, en donde se
originó este dialecto y del que tenemos los primeros testimonios escritos en el siglo X. No
obstante, no será hasta tres siglos después que el castellano sea reconocido como la lengua
oficial del reino de Castilla, lo que aumentará su prestigio y su uso, tanto en el habla cotidiana,
como en el ámbito literario y administrativo. De igual manera, se relaciona con la reina Isabel
de Castilla quien patrocino a Cristóbal Colón en su viaje, rumbo a buscar un nuevo camino
para llegar a las indias orientales. Y que por azar encontró el territorio americano y después
de invadió para someter a los habitantes y cambiarles la vida en todos los aspectos.
Posteriormente, con la colonización del territorio encontrado, durante los siglos XVI, XVII
y XVIII el castellano es ya una lengua reconocida dentro y fuera de la Península y es
precisamente fuera en donde la lengua que se habla en este territorio empieza a ser llamada
con un nuevo nombre: español o lengua española. El término español, que proviene del
provenzal –lengua del sur de Francia–, tuvo acogida entre los hispanos, pues el castellano ya
no pertenecía solo a Castilla, sino a casi toda la Península. Además, por esta época, el nombre
de la lengua identificaba al lugar en que se hablaba; así, el francés aludía a Francia, el italiano,
a Italia, el alemán, a Alemania y, por tanto, el español a la Corona española.
Sin embargo, en España, hay aún quienes no están a favor del término español, pues
consideran que excluye a las demás lenguas que se hablan allí: el gallego, el catalán y el
vasco, considerándolas como no españolas; por lo que prefieren emplear castellano.
En América, en un principio, se prefirió el término castellano por ser la lengua que trajeron
los conquistadores y, además, porque español evocaba el sometimiento a la Corona española,
pero, actualmente, ambos términos alternan en el uso.
Para precisar: en un sentido estricto, podemos emplear castellano, por un lado, si nos
referimos al habla propia de Castilla y de los castellanos, y por otro, si aludimos a la vertiente
histórica de la evolución del idioma; es decir, el dialecto castellano que se originó en el reino
de Castilla durante la Edad Media. En un sentido amplio, castellano, se emplea con el mismo
significado que español; esto es, para nombrar la lengua común de España y de los países
hispanohablantes.
El nombre de español, empero, es la palabra que en muchas instituciones educativas y en el
mundo se ha utilizado con gran fuerza. La expansión de España hacia América, la
implementación de los virreinatos como formas de gobernar a distancia, dio a España
reconocimiento a nivel mundial. De modo que una forma de establecer más su poderío y
reconocimiento, fue tomar el nombre de la lengua que se exportó y cambiarlo por el nombre
del país. Este hecho permite que España se reconozca más por su lengua que se estableció
como nacional. El mundo lo ha reconocido así. Los países donde se enseña esta lengua se
hace con el nombre Español. Inclusive su traducción corresponde a términos que en su grafía
tiene mucho parecido: Spanish (inglés), espagnol (francés), Spanicsh (alemán), spaniola
(rumano), spagnolo (italiano), Spaans (holandés), Espanhol (portugués), etc.
Finalmente, el nombre de una lengua obedece a su proceso de evolución y a los intereses de
los usuarios, en particular de quienes ostentan el poder. Para los hispanohablantes, el nombre
quizá no signifique mucho. Tal vez sea inocuo plantear una discusión al respecto. No
obstante, desde el punto de vista histórico y la comprensión que se tenga de los hechos, los
nombres sean un punto de vista importante para entender las diferentes épocas y su influencia
hacia nuestro tiempo.

ELABORE PREGUNTAS SOBRE EL TEXTO QUE TENGAN LA INTENSION DE


ARMAR DEBATE.

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