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VIOLENCIA DE GÉNERO

En nuestro país, se ha vuelto común ver como los noticieros emiten de manera continua
horrorosos casos de violaciones y maltratos hacia las niñas y mujeres, generando así, que
diariamente se escuchen diferentes tipos opiniones por parte de toda la población ante el
impacto que produce la noticia. Sin embargo, no es un secreto que luego de unos días o meses
(en los casos más extremos) todos olvidan lo sucedido y continúan con sus vidas ignorando
los hechos atroces que ocurren a su alrededor.
En el departamento de Santander en un análisis presentado en el año 2018 por el observatorio
de salud pública (OSPS) se evidenció que se registran 4.554 casos de violencia contra la
mujer, intrafamiliar y sexual, distribuidos así: violencia física (1.473); violencia psicológica
(170); privación y negligencia (2.265); violencia sexual (645), un caso no presentó
información de modalidad de violencia. ((OSPS), 2018). Estos datos, permite determinar que
nuestro departamento no es ajeno a los índices de vulneración de los derechos contra la mujer
y que por el contrario si tenemos en cuenta el número de población femenina en Santander
que es de 987.000 mujeres podríamos afirmar que en grupo de 10 mujeres santandereanas 1
es víctima de violencia.
Sin embargo, es importante reconocer que no todas las víctimas de cualquier tipo de violencia
por razón de género se atreven a denunciar, pues, en nuestra sociedad es común ver como las
mujeres por miedo, desconocimiento o creencia social no denuncian a sus agresores o
agresoras, lo que conlleva a que los casos de violencia aumenten.
Y es que lastimosamente en nuestro país aún no se reconoce la importancia que tiene la mujer
en la sociedad lo que conlleva, a que en muchos casos no se le dé la credibilidad suficiente a
sus reclamos ocasionando así, un montón de críticas destructivas que vulneran su dignidad
como personas e impiden que las mujeres acudan a la justicia a realizar sus denuncias, pues,
no ven en ella un lugar efectivo para proteger sus derechos.
Pero, el problema no solo radica en la normativa jurídica sino también en nuestra sociedad
que desde siempre ha venido enseñando el mito de que el hombre es el más fuerte y por ende
es superior a las mujer, y que por el contrario, la mujer es débil y por lo tanto sumisa a la
voluntad del varón. Sin embargo, debemos entender que esto no es así, pues, todas las
mujeres actualmente con sacrificio nos hemos ganado un lugar en la sociedad y ya no solo
somos las que crían niños y cuidan del hogar sino que también somos las abogadas,
ingenieras, amas de casa y ante todo personas que por simple hecho de nacer tenemos
derechos y por lo tanto se nos deben respetar al igual que se lo hacemos con los hombres.
Finalmente, si bien es cierto, nuestro país cuenta con un sin muero de normativa que busca
proteger a la mujer se hace evidente por las cifras presentadas (por lo menos en el
departamento de Santander), que las leyes de protección a los derechos de la población
femenina no han logrado cumplir su propósito pues, los casos de feminicidio, abusos y
maltratos en contra de la mujer han ido aumentando diariamente así como la incertidumbre
que tanto niñas como mujeres tienen en la justicia a razón de que no se han visto condenas
efectivas que permitan cesar la vulneración.

REALIZADO POR: ANGIE MELYSSA RODRIGUEZ MORALES

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