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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS

TRABAJO MONOGRAFICO:

“LA ADJUDI CACION”

DOCENTE :

CICLO : VI

SEMESTRE : I

NIVEL : I
Dedico:

A DIOS, a mis padres e hijos, que son la

fortaleza, para alcanzar nuestros éxitos

personales y profesionales.
Contenido
INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................. 5
CAPITILO I ...................................................................................................................................... 7
LA ADJUDICACION ......................................................................................................................... 7
1. Concepto. .......................................................................................................................... 7
Naturaleza Jurídica .................................................................................................................... 9
SUJETOS INTERVINIENTES ....................................................................................................... 11
el órgano judicial ejecutante ............................................................................................... 12
las partes del proceso de ejecución: acreedor ejecutante y deudor ejecutado ................. 13
El adjudicatario y el importante carácter voluntario de su intervención ........................... 15
CASO ........................................................................................................................................ 20
2. Auto De Adjudicación ...................................................................................................... 20
3. Concurrencia de adjudicadores....................................................................................... 21
CAPITULO II ................................................................................................................................. 23
PAGO ........................................................................................................................................... 23
1. Generalidades ................................................................................................................. 23
2. Observación de la liquidación ......................................................................................... 24
3. Pago al ejecutante ............................................................................................................... 24
3.1 Cuando el bien es dinero ............................................................................................... 24
3.2 Objeto de la liquidación ................................................................................................ 25
3.3. Varios ejecutantes ................................................................................................... 25
3.4. Remanente .............................................................................................................. 25
2. CONCURRENCIA DE ACREEDORES. ...................................................................................... 28
2.1 Los privilegios ................................................................................................................ 28
2.2 Otros acreedores preferentes ....................................................................................... 28
2.3. El acreedor privilegiado ........................................................................................... 29
CAPITULO III ................................................................................................................................ 42
ANALISIS DE LA NORMA PROCESAL ............................................................................................ 42
ADJUDICACIÓN EN PAGO ........................................................................................................ 42
COINCIDENCIA DE ADJUDICATARIOS ...................................................................................... 49
PAGO LIQUIDACIÓN ................................................................................................................ 50
PAGO AL EJECUTANTE ............................................................................................................. 56
CONCURRENCI.A DE ACREEDORES.......................................................................................... 59
ANEXOS ....................................................................................................................................... 66
JURISPRUDENCIA COMPARADA .............................................................................................. 66
JURISPRUDENCIA PERU ........................................................................................................... 72
BIBLIOGRAFIA .............................................................................................................................. 81
Bibliografía .................................................................................................................................. 81
CARATULA LIBROS ....................................................................................................................... 83
INTRODUCCIÓN

Una de las críticas más severas, frecuentes y justificadas que recibía nuestro

hoy derogado sistema de garantías prendarias era, sin duda, la relativa a los

problemas que se presentaban en la etapa de la ejecución. Una descripción de

la ejecución de las garantías en el Perú las describía como lenta y costosa.

En general se sostiene, con razón, que el acreedor no contaba con los

mecanismos adecuados para que la ejecución sea célere, barata y, además,

segura. Con el sistema anterior, las partes podrían pactar la ejecución por venta

extrajudicial del bien mueble gravado.

Supletoriamente, ante la falta de dicho pacto, la ejecución se realizaba a través

de una venta judicial, siguiendo las disposiciones del Código Procesal Civil.

Asimismo, y de manera expresa, se prohibía el pacto comisorio.

Entre los cambios más notables que plantea la Ley de la Garantía Mobiliaria, Ley

n.° 28677, sobre esta materia, se encuentra el que se puede pactar la venta

judicial, pero supletoriamente la ejecución se realiza mediante la venta

extrajudicial del bien. También se otorga a las partes la posibilidad de pactar que

ante el incumplimiento de la obligación principal, el acreedor garantizado pueda

adjudicarse el bien.

Con esto último, como resulta evidente, se está otorgando validez al pacto

comisorio. A decir verdad, en los últimos años son varios los profesores que se

han pronunciado a favor de dicho pacto, la mayoría de ellos seguidores del


Análisis Económico del Derecho. Así, sus defensores han destacado que, el

hacer más rápida y menos onerosa la ejecución de la garantía, tiene como

consecuencia directa el fomento del acceso al crédito. Por nuestra parte, no

podemos negar que, en efecto, el pacto comisorio podría generar beneficios al

sistema de garantías, no obstante lo cual, también, en un contexto como el

nuestro, ello podría resultar perjudicial. Si en algo coincidimos con lo establecido

en la Ley, es en la convicción de que era necesario mejorar la manera en que se

desarrolla la ejecución de las garantías. No tenemos dudas de que es

indispensable un sistema que permita una ejecución célere, económica y eficaz;

a pesar de lo cual, queremos reiterar que no puede sacrificarse la seguridad

jurídica. Se requiere una respuesta que no beneficie injustificadamente ni al

acreedor ni al deudor, es decir, se requiere de una solución equitativa que evite,

en la medida de lo posible, que se configuren abusos por parte de uno u otro.


CAPITILO I

LA ADJUDICACION

1. Concepto.
Es la declaración por la cual el Juez o el oficial público que procede a la venta

en subasta de un mueble o inmueble, adjudica éste a la persona que ha hecho

la más alta postura. (CASTILLO FREYRE, 2019, pág. 01)

La adjudicación en pago de asunción de deudas es un negocio traslativo entre

un propietario-deudor y un tercero en virtud del cual el deudor transmite al tercero

determinados bienes y en contraprestación el tercero adquirente asume el pago

de la deuda que le transmitente tenía con el acreedor, generalmente con carácter

liberatorio. (http://www.ciss.es/publico/demos/demoTTrans2010.pdf, 2019)

La adjudicación en pago es solicitada por el ejecutante o el tercero legitimado

cuando el remate se ha frustrado por falta de postor. La adjudicación en pago del

bien, se hará por la base de la postura que sirvió para la última convocatoria,

oblando el exceso sobre el valor de su crédito, si hubiere.

La adjudicación en pago de deudas o dación en pago es un negocio traslativo

entre un deudor y acreedor en virtud del cual el deudor transmite al acreedor

determinados bienes y el acreedor en contraprestación da por satisfecho su

crédito contra el deudor.

(http://www.ciss.es/publico/demos/demoTTrans2010.pdf, 2019)

La apropiación o aplicación que en herencias y particiones o subastas, se suelen


hacer de una cosa mueble o inmueble, de viva voz o por escrito, a alguno con

autoridad del juez. (PALLARES, 1999, pág. 71)

Para SAYAGUES “la decisión de adjudicación es el acto de voluntad de la

Administración, determinando cuál de las propuestas presentadas es la más

ventajosa y aceptándola a la vez, con lo cual el vínculo jurídico queda

perfeccionado.” (SAYAGUEZ LASO, 1978, pág. 103)

Para Ramón, “Es el acto por el cual el licitante determina, declara y acepta la

propuesta más ventajosa. Con esto se integra el acuerdo de voluntades. Luego

viene la notificación y en su caso el documento del contrato por escrito.” (RAMON

REAL, 76, pág. 81)

DELPIAZZO “ se trata de un típico acto administrativo, precontractual y separable

cuyo contenido y fin es determinar la oferta más ventajosa y conveniente para la

Administración” (DELPIAZZO, 1999, pág. 191)

– Acto judicial consistente en la atribución como propio a personas determinadas

de una cosa, mueble o inmueble, como consecuencia de una subasta o partición

hereditaria con la consiguiente entrega de la misma a la persona interesada. En

el ámbito del derecho internacional público, se entiende por adjudicación la

adquisición de la soberanía sobre un territorio por laudo de un tribunal arbitral u

otro organismo competente de naturaleza internacional. Acto administrativo a

través del cual la Administración Pública, una vez cubiertas las formalidades del

procedimiento, asigna a una persona física o moral un contrato para la


adquisición de bienes, prestación de servicios o realización de obras. La

adjudicación es por concurso simplificado, cuando se otorga a una persona física

o moral de un grupo de cuando menos tres posturas, eligiendo aquélla que

presente la mejor propuesta técnica-económica, y con menor riesgo de

cumplimiento; o por convocatoria pública, cuando proviene de un concurso

público convocado para elegir la mejor propuesta técnico-económica y con la

mayor garantía de su ejecución.

Naturaleza Jurídica

Una de los aspectos que más controversia ha suscitado la venta judicial en el

seno de la doctrina es la concerniente a la delimitación de su naturaleza jurídica

DÍEZ-PICAZO, L., «Los llamados contratos forzosos», en Anuario de Derecho

Civil, Nº 1, 1956, p. 95: «El problema de la naturaleza jurídica de la enajenación

de los bienes del deudor ejecutado ha suscitado fuertes dudas dentro de la

doctrina procesal (…)». (DÍEZ-PICAZO, 1956,, pág. 95)

En sentido análogo, también SOLCHAGA LOITEGUI, J., El procedimiento de

apremio sobre bienes inmuebles…, cit., p. 68: «El principal problema que plantea

el procedimiento de apremio (…) es el de determinar la naturaleza jurídica de la

enajenación forzosa de los bienes embargados, cuestión que ha originado una

viva polémica doctrinal, especialmente fecunda (…)». (SOLCHAGA LOITEGUI,

pág. 68)

En tiempos más recientes, MORAL MORO, M. J., La subasta judicial de bienes

inmuebles, Barcelona, 2000, p. 64: «Ha sido muy discutida, por la doctrina, la
naturaleza jurídica de esta transmisión o enajenación llevada a cabo por el

órgano jurisdiccional en la subasta pública (…)». (MORAL MORO, 2000, , pág.

64)

También, RIVAS TORRALVA, R. A., Aspectos registrales del proceso de

ejecución, Madrid, 2012, p. 387: «La naturaleza jurídica de la enajenación

forzosa que culmina el proceso de ejecución ha sido objeto de discusiones

doctrinales». (RIVAS TORRALVA, 2012, , pág. 387)

En sentido parecido, MONDÉJAR PEÑA, M. I., Las subastas judiciales forzosas,

Madrid, 2008, p. 234: «La naturaleza de este acto (refiriéndose a las

adquisiciones que tienen lugar a través de las subastas judiciales forzosas)

constituye un punto extremadamente delicado de la teoría jurídica (…)».

(MONDÉJAR PEÑA, 2008,, pág. 234)

Y es que como bien apunta a este respecto JORDANO BAREA, la cuestión de

la naturaleza jurídica de una determinada institución jurídica no constituye un

prius del que obtengan consecuencias para su régimen jurídico, sino más bien

un posterius extraído del estudio del conjunto de su regulación positiva.

(FRANCO ARIAS, 1987,, pág. 37)

En efecto, siguiendo a ESPEJO LERDO DE TEJADA, lo verdaderamente

determinante no es crear una tesis proconcebida a la deba tratarse de encajar

forzadamente los datos normativos con los que se cuente, sino «integrar dichos

datos en una explicación clara, sencilla y coherente que facilite su asimilación y


sistematización» (JORDANO BAREA, pág. 1048)

Para dar cuenta de la explicación a nuestro juicio más coherente de la figura con

el fin último de afirmar o negar su naturaleza contractual y la posible aplicación

analógica del régimen de la compraventa voluntaria para aquellos aspectos

sustantivos no regulados normativamente

SUJETOS INTERVINIENTES

Es el proceso de ejecución en toda su complejidad el que da lugar al nacimiento

a una relación propia de venta, de ahí que aboguemos por la aplicación analógica

(dejando al margen el elemento voluntarista en la cabeza del vendedor, el cual

es inexistente en al venta judicial) del régimen jurídico de la compraventa, ante

la ausencia de una regulación de los aspectos sustantivos de la institución en el

seno del CC español.

(https://idus.us.es/xmlui/bitstream/handle/11441/29756/TESIS%20ESPA%C3%

91OLA.%20Murga%20Fern%C3%A1ndez.pdf?sequence=1, s.f.)

Ciertamente, la venta judicial exige de la intervención de cuatro sujetos, cuales

son: el acreedor ejecutante, el deudor ejecutado, el órgano judicial ejecutante y

el adjudicatario; en claro contraste con la compraventa contractual, en la que

sólo es preceptiva la presencia del vendedor y el comprador, como partes

necesarias para la perfección del contrato.

El acreedor que ve lesionado su crédito acude a la vía ejecutiva para lograr el

restablecimiento del desequilibrio patrimonial causado por el incumplimiento de


la obligación de contenido principal o secundariamente pecuniario por parte del

deudor; ante lo que interviene el órgano judicial ejecutante, quien en virtud de la

potestad jurisdiccional de la que es titular, se dirige frente a un activo patrimonial

del deudor que estime como suficiente en atención a la cuantía por la que se

despache la ejecución, individualizándolo (embargándolo) y realizándolo

forzosamente en virtud de un mecanismo de conversión en dinero de dicho

activo, que con carácter general suele ser la denominada «subasta judicial»;

dinero que aporta el sujeto que mejor postura presente en los términos

predeterminados legalmente, deviniendo adjudicatario al recibir a cambio el

derecho objeto de venta; y que va a parar al acreedor inicialmente insatisfecho.

He aquí, pues, la finalidad esencial perseguida por la venta judicial y, a la sazón,

por la ejecución forzosa: la obtención de una cantidad dineraria con la que

satisfacer al acreedor que ve lesionado su crédito frente al incumplimiento del

deudor

el órgano judicial ejecutante

Como venimos reiterando en páginas anteriores, la venta judicial constituye una

institución compleja, que trae causa del proceso de ejecución dineraria ante el

incumplimiento de una obligación de pago. La ejecución es una actividad

encomendada constitucionalmente a los órganos jurisdiccionales, la cual deriva

de la más genérica función jurisdiccional consistente no sólo en juzgar, sino

también en hacer ejecutar lo previamente juzgado. Órgano jurisdiccional como

único miembro titular de la potestad jurisdiccional que deberá ser además el

competente, desde un punto de vista objetivo y funcional. (GÓMEZ ORBANEJA,

1976, , pág. 246)


CALAMANDREI define como verdadero órgano judicial autónomo, que actúa

bajo la inspección del Tribunal; y el procedente del Derecho medieval, que rige

en España, y por influencia de nuestro Derecho, en Hispanoamérica, donde se

encomienda la actividad ejecutiva al Juez que haya conocido del litigio en primer

instancia.

las partes del proceso de ejecución: acreedor ejecutante y deudor


ejecutado

Siguiendo a MONTERO AROCA y FLOR MATÍES, puede decirse que el

concepto de parte en el proceso de ejecución, que no difiere de su significado en

el seno del proceso de declaración, viene determinado por la persona que

interpone una pretensión ante un órgano jurisdiccional y aquélla otra frente a la

que se interpone, es decir, aquel que pide la tutela judicial y aquel frente a quien

se pide, y en este mismo sentido se pronuncia el apartado primero del art. 538

de la LEC, al disponer que son parte en el proceso de ejecución la persona o

personas que piden y obtienen el despacho de la ejecución y la persona o

personas frente a las que ésta despacha. A la primera se le denomina

genéricamente ejecutante y a la segunda ejecutad. (MONTERO AROCA, 2004,

págs. 397-398)

En lo que a la legitimación activa y pasiva se refiere, la regla general es que la

legitimación corresponderá a quienes aparezcan en el título ejecutivos

designados como acreedor y deudor. Es decir, la posición habilitante para

solicitar o soportar una ejecución no puede basarse en una mera afirmación de

la titularidad de un derecho u obligación, sino en su constancia documentada en


el título que lleve aparejada dicha consecuencia

Es decir, la condición de acreedor y deudor legitimados para instar la ejecución

y sufrirla, respectivamente, viene determinada por lo dispuesto en el título

ejecutivo, de ahí que su determinación, en principio, no ofrezca especiales

dificultades (SOLCHAGA LOITEGUI, pág. 98)

Como bien subraya MORAL MORO en este punto, el título ejecutivo determina

en el proceso de ejecución la legitimación activa y pasiva y las partes, que en el

proceso de declaración tomaban el nombre de demandante y demandado, une

vez despachada la ejecución, cambian de denominación al producirse un cambio

de situación jurídica y pasan a llamarse ejecutante y ejecutado, respectivamente.

(MORAL MORO, 2000, , pág. 135)

Por lo que respecta al deudor ejecutado, la caracterización de su posición desde

la perspectiva de la relación jurídica de venta de carácter sustantivo que entabla

con el adjudicatario no es tarea fácil. Ciertamente, nos encontramos ante un

sujeto que es titular del derecho objeto de ejecución (al menos aparentemente),

que sin intervención de su voluntad ve transmitido su derecho a una tercera

persona, el adjudicatario, a cambio del pago del denominado precio de remate;

precio que no va a parar a manos del deudor ejecutado, sino a favor del acreedor

ejecutante; y ello, en virtud de la actuación iure imperii llevada a cabo por el

órgano judicial ejecutante. Se rompen así los esquemas de la clásica

compraventa contractual, en la que el titular del derecho transmite

voluntariamente su derecho a cambio de la recepción de un precio pagado


también voluntariamente por el comprador. Es el componente forzoso de la figura

objeto de estudio el que añade la complejidad que explica muchas de las

enormes confusiones que se han venido erigiendo en torno a la naturaleza

jurídica de la venta judicial, las cuales (como ya sabemos) han girando en torno

a la figura precisamente del «vendedor»: surgen así, las distintas teorías que

anudan erróneamente la condición de vendedor al órgano ejecutante (por

expropiación del poder de disposición, por representación, etc.), o al acreedor

ejecutante (entre otras, la teoría de la prenda de ROCCO).

Son, por tanto, sujetos principales del proceso de ejecución el acreedor

ejecutante, que es quien ante el incumplimiento del crédito del que es titular en

sede sustantiva obtiene un título de ejecución para lograr la reintegración del

desequilibrio que le han causado, quedando activamente legitimado para

solicitar el despacho de la ejecución; y el deudor ejecutado, que es la persona

que incumple el crédito y queda legitimado pasivamente en el título ejecutivo

para someterse a la ejecución, quedando, por ello, su patrimonio sometido a la

acción del ejecutor.

El adjudicatario y el importante carácter voluntario de su intervención

Junto a las partes de la ejecución y el órgano judicial ejecutante, el último de los

sujetos implicados en la formación de la venta judicial es el denominado

«adjudicatario» que hace las veces de comprador, pues es quien paga el precio

a cambio del derecho objeto de venta que recibe. Posición de comprador que en

la venta judicial puede apreciarse con menor dificultad que la del deudor

ejecutado-vendedor, en la medida en que a diferencia de este último, el


adjudicatario interviene de forma voluntaria efectuando una puja u oferta por un

derecho que pretende adquirir. Tenemos así, una relación jurídica de venta

entablada entre dos sujetos, el deudor ejecutado y el adjudicatario, actuando el

primero de manera forzosa en virtud del acto de jurisdicción llevado a cabo por

el Juez de la ejecución, y el segundo de manera plenamente voluntaria.

Las referidas especialidades en la determinación del precio de la venta judicial

hacen que el adjudicatario, en función del estadio procesal ante el que nos

encontremos, reciba diferentes calificativos antes de su llegar a su denominación

de tal; pudiendo conocérsele previamente como postor y como rematante. •

Licitador o postor es todo aquel aspirante a la adquisición del derecho objeto de

venta que interviene en la misma haciendo una determinada oferta a la que se

conoce como «postura» (MORAL MORO, 2000, , pág. 151).

• El licitador deviene rematante una vez que su postura es aceptada como precio

de remate, al ser la más alta de acuerdo con los trámites procesales previstos

legalmente (de los que nos ocuparemos con detalle seguidamente). Es, pues, la

aprobación judicial de la oferta hecha por el mejor postor lo que le convierte en

rematante de la venta judicial (MORAL MORO, 2000, , pág. 151). Dicha

aprobación viene dada conforme a la regulación procesal vigente por el

denominado «decreto de aprobación del remate», dictado por el Secretario

Judicial, ex art. 670. 1 de la LEC (en el marco de la ejecución dineraria de bienes

inmuebles). Aprobado el remate, el rematante queda obligado al pago del precio,

de manera que si no lo hace en los plazos establecidos legalmente, perderá la

caución prestada inicialmente para licitar (ex art. 653 de la LEC). Una vez que el
rematante procede al pago del precio, se le adjudica definitivamente el derecho

objeto de venta judicial mediante la expedición del denominado «decreto de

adjudicación» (ex art. 670. 8 de la LEC). Es a partir de este momento cuando el

licitador inicial deviene verdaderamente «adjudicatario», esto es, comprador

definitivo de la venta judicial.

De ahí que pueda decirse que la venta judicial es esencialmente forzosa en

cuanto a su nacimiento y a la persona del vendedor, aunque voluntaria por lo que

hace a la posición del comprador; carácter forzoso-voluntario, procesal-

sustantivo que no hace sino confirmar la complejidad que caracteriza a la figura

objeto de estudio.

Entrega del bien mueble

Depositado el exceso se entrega el bien mueble al adjudicatario.

Entrega del bien inmueble

Una vez depositado el exceso sobre el valor de su crédito se expedirá el auto de

adjudicación. La palabra adjudicación se usa para declarar que algo

corresponde a tal persona.

Mientras tanto, en el ámbito del derecho, la adjudicación resulta ser un acto

judicial común a partir del cual se atribuye un bien mueble o inmueble a una
persona o empresa, tras la celebración de una subasta, de una licitación o bien

de un reparto hereditario. En tanto, quien resulta acreedor del bien en cuestión

pasará a ser su dueño y absoluto responsable, por lo cual tendrá pleno derecho

para decidir qué hacer con él.

(https://www.definicionabc.com/derecho/adjudicacion.php, 2019)

En relación a la adjudicación forzosa debe distinguirse entre la adjudicación para

pago y la adjudicación en pago. La primera opera cuando lo que se embargó

fueron sueldos, pensiones y créditos realizables en el acto. En tales casos no

puede hacerse pago inmediatamente al ejeculante, pues se está ante una

adjudicación para pago.

Cuando se trata de créditos realizables en el acto, el juez requerirá al deudor del

ejecutado, en resolución expresa, entregue la cantidad adeudada en el juzgado,

el cual procederá a pagar al ejecutante. Cuando se trata de sueldos y pensiones,

la adjudicación precisará a partir de la cual el sueldo o pensión queda vinculado

a un concreto ejecutante.

A partir de la adjudicación, el pagador del sueldo o pensión deberá

periódicamente hacer el ingreso en el juzgado y este pagará al ejecutante. Lo

que no impide que en ocasiones se haga el pago directamente entre pagador y

ejecutante. El juez debe precisar la cantidad exacta y durante que tiempo se

recurrirá a este para el pago. (CASASSA, 2017, pág. 179)


2. El otro mecanismo es la adjudicación en pago, al que solo se refiere este

artículo. Esta adjudicación aparece de modo subsidiario y es consecuencia del

fracaso de la enajenación forzosa ante la ausencia de postores. Se trata de un

derecho del ejecutante o del tercero legitimado que puede ejercitarlo luego de

que el primer remate se hubiere declarado desierto.

La norma no pone límite al número de convocatorias desiertas que le hubieren

precedido para pedir la adjudicación. Por otro lado, véase la redacción de la

norma que al respecto señala 'frustrado el remate por falta de postor se puede

solicitar la adjudicación en pago". Un remate se frustra no por falta de postores

sino porque no se cumple con notificar debidamente a las partes del auto de

remate, por no realizar oportunamente las publicaciones o el pegado de cartel,

entre otros supuestos. La ausencia de postores lleva a ubicarnos en el remate

desierto, de ahí que la redacción de este artículo debería consignar "declarado

desierto el remate por falta de postores, el ejecutante o tercero legitimado

pueden solicitar la adjudicación en pago (...)".

Las personas legitimadas activas para solicitar la adjudicación en pago son el

ejecutante o el tercero legitimado. En cuanto a este último, debemos entender

que el tercero legitimado es el acreedor no ejecutante, en atención a lo que

dispone el artículo726 del CPC que permite que pueda intervenir en el proceso,

antes de su ejecución forzada, el acreedor no ejecutante que tiene afectado el

mismo bien. Los derechos de este tercero dependen de la naturaleza y estado

de su crédito.
CASO
Véase el caso de un bien valorizado en US$ 100,000, que registra una hipoteca

a favor del Banco A por US$ 90,000 y luego un embargo por US$ 10,000 a favor

del Banco B por una obligación de dar suma de dinero. En este último proceso,

el acreedor no ejecutante, Banco A, interviene en aplicación del artículo 726 del

CPC demostrando la preferencia y la vigencia de su crédito, el que a la fecha es

materia de ejecución en otro juzgado civil. El Banco A, luego de haberse

declarado desierto el primer remate, perfectamente podría pedir se le adjudique

en pago el bien, oblando el exceso sobre el valor de su crédito. Véase que el

ejecutante no se adjudicó el bien sino el tercero legitimado quien contaba con

una hipoteca de primer rango, la cual era materia de ejecución en otro juzgado,

lo que no impide que el ejecutante vea realizado su pago bajo las reglas que

señala el artículo 747 del CPC. Fn ese mismo supuesto, la defensa del Banco B

que ejecuta la obligación de dar suma de dinero y que ha promovido el remate

planteó la oposición a la adjudicación en pago al Banco A hasta que se resuelva

la ejecución de la hipoteca que viene ventilando en otro juzgado, pues una cosa

es la garantía de la hipoteca y otra la adjudicación en pago, esta última operaría

siempre y cuando el título de ejecución quede firme y a favor del acreedor no

ejecutante en el otro proceso que viene ejecutando. El pedido de adjudicación

debe ser por la base de la postura que sirvió para la última convocatoria, la que

puede operar a partir del primer hasta el tercer remate. (CASASSA, 2017)

2. Auto De Adjudicación

En palabras de LACUEVA BERTOLACCI, puede decirse que el auto que ordena

el despacho de la ejecución viene a ser una especie de «delegación», si se


quiere, al Secretario Judicial, de un modo similar al mandato que establecen las

partes en un proceso civil cuando quieren comparecer en el litigio por medio de

procurador de los tribunales (LACUEVA BERTOLACCI, 2019)

El auto de transferencia contendrá:

1.- La descripción del bien;

2.- La orden que deja sin efecto todo gravamen que pese sobre éste, salvo la

medida cautelar de anotación de demanda;

3.- La orden al ejecutado o administrador judicial para que entregue el inmueble

al adjudicatario dentro de diez días bajo apercibimiento de lanzamiento. Esta

orden también es aplicable al tercero que fue notificado con el mandato ejecutivo

o de ejecución; y

4.- Que se expidan partes judiciales pora su inscripción en el registro respectivo,

los que contendrán la transcripción del acta de remate y del auto de adjudicación

3. Concurrencia de adjudicadores.

La concurrencia de adjudicadores se da cuando existen varios interesados en

ser adjudicatarios y en este caso la adjudicación sólo se hará si existe un acuerdo

entre los adjudicatarios.

El artículo 744 del CPC permite que el ejecutante y eltercero legitimado puedan

solicitar la adjudicación en pago del bien. Ambos están facultados para ejercer

ese pedido y to reatizan, sin embargo, es importante precisar que la norma en

comentario, condiciona la procedencia de la adjudicación en tales circunstancias,


si solo hay acuerdo entre ellos.

Véase el caso de la concurrencia de bienes al remate, como un edificio con

varios departamentos, los interesados podrían distribuir la adjudicación en

atención al monto de sus créditos y entregar dicha fórmula aljuzgado.

Otro supuesto, tomando como referencia al mismo edificio, cuyo valor total

asciende a US$ 500,000. El tercero legitimado, con derecho preferente por haber

constituido una hipoteca en primer rango sobre dicho edificio, tiene un crédito

reconocido por US$ 100,000, pero no busca adjudicarse el bien sino la liquidez

de este; sin embargo, el ejecutante que tiene un crédito de US$ 200,000 sí

prefiere el bien. En este caso, el ejecutante oblará el exceso sobre el valor de su

crédito, esto es, los US$ 300,000, que se distribuirá entre el tercero legitimado

por el rango desu crédito y el remanente le será entregado al ejecutado.

(CASASSA, 2017)
CAPITULO II

PAGO

1. Generalidades

Al disponer el pago al ejecutante, el Juez ordenara al Secretario de Juzgado

liquidar los intereses, costas y costos del proceso, dentro del plazo que fije, bajo

responsabilidad por lo demora.

“1. Toda la ejecución, tiende a lograr la satisfacción del crédito dinerario del

acreedor ejecutante. Dicha satisfacción se logra mediante la entrega de una

cantidad de dinero, que debe ser el resultado de la liquidación del crédito, los

intereses y gastos procesales. Esa liquidación se practica por el secretario del

juzgado, dentro del plazo que le señale, bajo responsabilidad por la demora. La

norma no precisa el orden que se aplicará el pago, pero tomando como

referencia al código Civil, los intereses deben aplicar en primer orden y luego

sigue el capital. como señala la norma, el juez ha dispuesto el pago al ejecutante,

mediante el mandato de ejecución, sin embargo, todavía no se han liquidado los

intereses y gastos, pero ya se ha llevado a cabo el remate por el monto del

capital. El valor del bien rematado, por el momento solo cubrirá el pago del

capital, reservándose la entrega del remanente al ejecutado, luego de liquidados

los intereses y gastos, para lo cual, el juez debe otorgar un prudencial plazo para

dicha liquidación. Esto lleva a señalar que frente al pedido del ejecutado para

que se satisfaga de manera inmediata el capital y se entregue el remanente,

perfectamente podría ser amparada la oposición del ejecutante a la entrega del

remanente hasta que se cumpla con lo señalado en el artículo727 del CPC, esto
es, con el pago íntegro al ejecutante de la obligación, intereses exigidos y gastos

del proceso.

2. Otro aspecto a tener en cuenta es que al haber obtenido una cantidad de

dinero luego del remate, no solo estará interesado el ejecutante sino también

otras personas como los titulares de cargas crediticias no preferentes y el propio

ejecutado.

La liquidación es observable dentro de tercer día, debiendo proponerse en forma

detallada.

La liquidación que se presenta será sometida al conocimiento de las partes para

su observación, pudiendo el juez aprobarla o modificarla según sea el caso, para

luego proceder a requerir su pago.” (CASASSA, 2017)

2. Observación de la liquidación

En el artículo 746 del Código Procesal Civil «o establece que la liquidación es

observable dentro de tercer día, debiendo proponerse en forma detallada.

Absuelto el traslado de lo observación o en rebeldía, se resolverá aprobándola o

modificándola y requiriendo su pago. (CASTILLO FREYRE, 2019)

3. Pago al ejecutante

3.1 Cuando el bien es dinero


Cuando so va a realizar el pago al ejecutante y el bien es dinero, este será

entregado al ejecutante luego da aprobar la liquidación. (LEDESMA NARVAEZ,

2014)

3.2 Objeto de la liquidación

Consiste en determinar el monto disponible para des interesar a los acreedores

que se presentan con motivo del remate y ademas entregar el remate al deudor

si lo hay. Ademas sin liquidación no hay posibilidad de pago. (CASASSA, 2017)

3.3. Varios ejecutantes

Si son vanos los ejecutantes con derechos distintos el producto del remate se

distribuirá en atención a su respectivo derecho. El derecho es establecido por el

juez en un auto que podrá ser observado.

3.4. Remanente

Si luego de la distribución hoy un remanente, este le será entregado al

ejecutante.

1. Si luego de haber rematado el bien se ha obtenido una cantidad de dinero, se

procede al reparto de este, según el derecho que invoquen los ejecutantes.

Luego de ese reparto, si hay un remanente le será entregado al ejecutado. Puede

darse el caso que la suma obtenida no cubra la deuda principal, intereses y

costas; esto implica que frente a la pretensión no satisfecha, el ejecutado sigue


siendo deudor y puede procederse al embargo y remate de otros bienes

presentes o esperar al futuro.

También puede darse la posibilidad de que la suma obtenida exceda el crédito

del ejecutante, más intereses y gastos. Aquí se le pagará inmediatamente al

ejecutante y con el resto del dinero se debe poner a disposición de los otros

juzgados en los que se sigan procesos de ejecución contra el mismo ejecutado

y hayan embargado el mismo bien y estén interviniendo como terceros

legitimados en el proceso; caso contrario, si no concurre la circunstancia anterior,

procede a entregar al ejecutado el remanente.

(https://sjf.scjn.gob.mx/sjfsist/Documentos/Tesis/2001/2001823.pdf, 2019)

2. Como señala la norma, cuando concurren varios ejecutantes "con derechos

distintos, el producto del remate se distribuirá en atención a su respectivo

derecho"; por citar, los créditos laborales tienen prioridad sobre cualquier

obligación del empleador, situándose a ese tipo de acreedores en una posición

privilegiada frente a los otros acreedores que tuviera el empleador. Esto llevaría

a que en el reparto los créditos laborales, si estos fueran acreedores no

ejecutantes, tengan prioridad sobre el crédito del ejecutante y se pague por tanto

en primer orden a aquellos. Otra posibilidad surgiría en el caso de que el tercero

legitimado no hubiere podido intervenir en el momento que le asigna el artículo

726 del CPC; de ser así, este puede invocar la tercería preferente para

suspender el pago al acreedor hasta que se decida en definitiva sobre la

preferencia (ver el artículo 537 del CPC).


Otro aspecto a ver para repartir el producto del remate, no solo es la naturaleza

sino el estado del crédito. Cuando se adjudica el bien se levanta todos los

gravámenes, ese derecho que contenía los gravámenes se tendrá en cuenta al

momento del pago para reservar el valor que le correspondiera a estos no

ejecutantes, para lo cual se debe demostrar la vigencia de dichos créditos porque

podría darse el caso de que no existiera ningún crédito que satisfacer y mal

podría reservarse la entrega de un dinero sobre un crédito inexistente o que

pudiera ser todavía inexigible, como es el caso de títulos valores por vencer.

(CASASSA, 2017)

Además, téngase en cuenta que dicho valor es el que se le asignó a una garantía

ínmobiliaria, la misma que debería seguir manteniéndose así mientras no se

tenga una decisión firme en un proceso de ejecución de garantía, por tanto, no

podría confundirse "la reserva de ese dinero como pago" sino como el resultado

líquido de la continuación de la garantía; esto implica que el monto de esa

garantía seguirá preservándose como tal, hasta el momento que se reclame su

ejecución. Antes de ello, dicho dinero no será entregado al acreedor no

ejecutante, por más que tenga un derecho preferente al que se ha ejecutado,

porque su crédito está garantizado precisamente con dicho dinero. La garantía

se mantendrá mediante un certificado de depósito a nombre del juzgado en el

Banco de la Nación. (CASTILLO FREYRE, 2019)


2. CONCURRENCIA DE ACREEDORES.

2.1 Los privilegios

Se entiende por privilegio el derecho dado por la ley, nada mas que por la ley a

un acreedor para ser pagado con preferencia a otro. Se ha establecido en la ley

de fondo, una graduación de los créditos según su origen y naturaleza;

correspondiendo el primer lugar a los gastos de justicia hechos en el interés

común de los acreedores, y luego los créditos del fisco por impuestos; los demás

acreedores tienen su privilegio sobre los bienes muebles de su deudor y otros

sobre ciertos muebles o inmuebles. Si se tiene presente que el objetivo primordial

del proceso ejecutivo es dar satisfacción al actor procurando que se hagan pago

del crédito que sirvió de base a la ejecución. (LEDESMA NARVAEZ, 2014)

2.2 Otros acreedores preferentes

Suele ocurrir que el acreedor que ha promovido el proceso ejecutivo debe ceder

su prelacion en el cobro de su crédito a otro u otros acreedores preferentes, ya

sea por haber embargado el mismo bien con anterioridad o por gozar con un

privilegio concedido por la ley. Para que tenga lugar esa preferencia es que debe

citarse a los acreedores hipotecarios prendarios y embargantes. (CASASSA,

2017)

Practicada la liquidación de capital, intereses y costas en la que tendrán

intervención los acreedores que se hubieren hecho presentes en el proceso, y

aprobada la misma se liará pago de los gastos de justicia, referidos en el párrafo

anterior, es decir los honorarios y gastos de les abogados y procuradores del


ejecutante, martiliero, escribanos, perito y deposilarios y otros auxiliares de

Injusticia. Sobre el remanente tendrá lugar el derecho do preferencia para cobrar

su crédito de los acreedores presentes en la ejecución , en cuya nomina estará

el ejecutante, que no tendrá ninguna ventaja por la circunstancia do haber sido

actor en el proceso ejecutivo. (LEDESMA NARVAEZ, 2014)

La prioridad de los embargantes, tratándose de inmuebles, se establece por en

fecha de anotación en el Registro de la propiedad; pero si se trata do muebles,

aunque sean registra bles, basta el secuestro y depósito efectuado ni

diligenciarse el embargo.

(https://sjf.scjn.gob.mx/sjfsist/Documentos/Tesis/2001/2001823.pdf, 2019)

2.3. El acreedor privilegiado

De conformidad a las normas de fondo sobre la materia, el embargante y a un el

ejecutante, deben ceder su preferencia ante al acreedor privilegiado. No hay

duda que si consta en autos la existencia de un acreedor hipotecario o prendario,

esté debe cobrar primero, pero resulta más dudoso si tanto el crédito como su

privilegio no resultan fehacientemente acreditados u su presentación; por lo que

en tal caso el acreedor deberá hacer valer su privilegio por la respectiva tercería

de mejor derecho. (LEDESMA NARVAEZ, 2014)

Si se presentan dos o mas acreedores privilegiados, se deberá de resolver cual

de ellos tiene referencia. Y así sea resuelto que el créditos por afirmados de be

pagarse antes que el hipotecario, en razón de que el alto interés colectivo justifica

el derecho preferente del fisco a cobrar esta clase de un puesto que pesa
directamente sobre los inmuebles. Además agrego la construcción de la obra

del afirmado valoriza el inmueble aumentando asila garantía del acreedor

hipotecario. (LEDESMA NARVAEZ, 2014)

1. La naturaleza y estado de su crédito califican la preferencia en la concurrencia

de acreedores, sin embargo, la norma en comentario asume el supuesto de la

concurrencia de acreedores sin que ninguno tenga derecho preferente y los

bienes del deudor no alcancen para cubrir todas las obligaciones, en este caso

el pago se hará a prorrata.

La norma nos ubica además en la posibilidad de recurrir a la prorrata una vez

pagado el acreedor con derecho preferente, como sería en el caso de los créditos

laborales reclamados a través de una tercería preferente de pago, en la que se

declara en definitiva su prevalencia sobre el acreedor ejecutante. En tales casos,

luego de haber satisfecho en preferencia el crédito laboral, la prorrata se aplicará

al resto de acreedores no preferentes, entre ellos al propio ejecutante.

(CASTILLO FREYRE, 2019)

Por otro lado, la Sala Suprema, en la Casación Na 2117-03-La Libertad, ha

señalado que si un tercero de buena fe, adquiere bienes de un deudor laboral,

no puede dejarse sin efecto dicha transferencia, aun cuando el deudor pudiere

haber efectuado la transferencia con el propósito de eludir sus obligaciones con

sus trabajadores. Al amparo del artículo 2014 del CC la Sala Suprema considera

al tercero de buena fe, que a título oneroso adquiere algún derecho de persona

que en el registro aparece con facultades para otorgarlo, mantiene su adquisición


una vez inscrito su derecho, aunque después se anule, rescinda o resuelva el

del otorgante por virtud de causas que no consten en los Registros Públicos,

precisándose además que la buena fe del tercero se presume mientras no se

pruebe que conocía la inexactitud del registro. Este criterio se opone al que

recoge la casación Na 1303-2003 (publicada en El Peruana del o4ll1l2oog).

según la Sala Suprema, los créditos laborales que surgen cuando el transferente

(deudor laboral) todavía es dueño del bien, persiguen a este último sin importar

quién sea el nuevo propietario y si inscribió su derecho. La preferencia de los

créditos laborales vencía incluso a quien adquirió un bien de buena fe, amparado

en la publicidad registral. La acción de persecutoriedad de los beneficios sociales

reposa en el hecho que la relación laboral genera una vinculación de tipo

personal y además patrimonial entre el empleador y el trabajador, teniendo por

finalidad apremiar los bienes del empleador o empresario-deudor, pues estos

constituyen la garantía para el pago de las acreencias laborales; no se trata de

identificar quién o quiénes ejercen actualmente la propiedad de los bienes de la

empresa deudora, o si hay algún vínculo familiar o personal de los terceros

adquirientes con el empleador; de lo que se trata es de identificar los bienes,

tener certeza que pertenecieron al empleador-deudor laboral. Señala dicha

casación que el artículo 24 de la Constitución del Estado, determina que el pago

de la remuneración y de los beneficios sociales del trabajador tienen prioridad

sobre cualquier otra obligación del empleado norma que por su rango

constitucional tiene supremacía respecto al artículo 2014 del CC, norma legal

referida a la buena fe del tercero adquiriente. (CASASSA, 2017)

2. Un referente para la preferencia, en créditos de similar naturaleza, se


establece por el principio de prioridad. Como señala el artículo 20'16 del CC: "la

prioridad en el tiempo de la inscripción determina la preferencia de los derechos

que otorga el registro". En similar sentido se extiende la preferencia para el caso

de los créditos asegurados con hipotecas, pues conforme refiere el artículo 1112

del CC: "las hipotecas tendrán preferencia por razón de su antigüedad conforme

a la fecha de registro, salvo cuando se ceda su rango".

En ese sentido, si la inscripción registral del usufructuo fue posteríor a la

constitución de la garantía hipotecaria, conforme al artículo 2016 del CC, hace

que la hipoteca tenga prioridad frente a otro derecho real. En caso de

concurrencia de varios acreedores sobre un bien inmueble, a quienes el mismo

deudor se ha obligado a entregarlo, señala el artículo 1135 del CC, se prefiere al

acreedor de buena fe cuyo título ha sido primeramente inscrito o en defecto de

inscripción, al acreedor cuyo título sea de fecha anterior, pero que conste en

documento de fecha cierta.

Otro referente para la preferencia aparece en la concurrencia de un derecho real

y personal. El derecho real se contrapone al derecho de crédito, por la

satisfacción inmediata sobre una cosa determinada. El ordenamiento jurídico

atribuye al titular del derecho real ciertas facultades sobre la cosa de manera que

todos los demás han de respetar esta atribución. Si bien en la obligación personal

la prestación consiste en entregar una cosa determinada, el acreedor no tiene

poder directo sobre la misma, hasta el punto que no podrá oponerse a que el

deudor disponga del mismo objeto a favor de un tercero. Mientras que en el

derecho personal o de crédito la obligación determina a una persona para que


mediante un acto de cumplimiento entregue (en las obligaciones de dar) unacosa

(determinada o indeterminada) al acreedor; en el derecho real sucede lo

conlrario, pues existe una cosa efectivamente determinada que señala como

sujeto pasivo de la relación a quien sea su propietario. (CASASSA, 2017)

La preferencia del derecho real frente al personal, se altera si este último fue

registrado con anterioridad, señala la Casación Ns 527-2003-Lima, del 15 de

octubre de 2004 (publicada en El Peruano del 03/01/2005). En la citada casación,

la Sala Suprema ha establecido lo siguiente: las reglas del dereclro común para

la oponibilidad de derechos contienen implícitamente el principio de prioridad del

rango de un derecho real sobre un derecho personal, en razón de la oponibilidad

erga omnes de la que goza solo el primero; sin embargo, al confrontar el

mencionado principio con los principios de prioridad y publicidad, estos últimos

deben prevalecer por ser pilares del Derecho Registral, así en caso que un

derecho personal hubiera sido inscrito en registros antes que un derecho real,

aquel prevalecerá sobre este independientemente de su naturaleza. (CASTILLO

FREYRE, 2019)

En materia concursal, la preferencia en el pago de los créditos se regula en el

artículo 42dela Ley Ne 278O9, en el siguiente orden: remuneraciones y

beneficios sociales adeudados a los trabajadores, aportes impagos al Sistema

Privado de Pensiones o a los regímenes provisionales administrados por la

Oficina de Normalización Provisional (ONP); créditos alimentarios; créditos

garantizados con hipoteca, prenda, anticresis, derecho de retención o medida

cautelar, créditos de origen tributario del Estado y los créditos no comprendidos


en los precedentes citados.

(http://www.ciss.es/publico/demos/demoTTrans2010.pdf, 2019)

3. Especial situación se aprecia en el reembolso de los gastos procesales,

cuando intervienen terceros acreedores no ejecutantes, que por la naturaleza de

su crédito desplazan al acreedor ejecutante al momento del pago. Aquí surgen

dos posibilidades: la concurrencia de acreedores con derecho preferente, pero

que aún no hubieren ejecutado su crédito; y la concurrencia de acreedores

también con derecho preferente, que estén ejecutando su crédito en otro proceso

judicial o haya concluido este con dicho reconocimiento al pago. (CASTILLO

FREYRE, 2019)

En el primer caso, se reservará judicialmente el monto de la garantía crediticia

para su futura ejecución, si fuere el caso. Dicho monto no se entrega al acreedor

no ejecutante, pues no hay todavía ningún pago que satisfacer, se mantiene en

garantía con la diferencia que esta garantía se ha tornado líquida. (CASASSA,

2017)

Para obtener liquidez para el pago, el acreedor ejecutante ha tenido que aqumir

una serie de gastos procesales, los que serán cargados posteriormente a la

suma obtenida para su reembolso; sin embargo, dicha situación no le es

extensiva para el acreedor no ejecutante, quien le bastará con concurrir al

proceso e invocar su derecho preferente para lograr su consecuente pago

dejando el saldo, si hubiere, para el acreedor ejecutante del que se tendrá que

liquidar el reembolso de los gastos procesales con detrimento al valor de su


crédito por satisfacer, si es que el saldo no fuera lo suficiente para cubrir dichas

condenas. (CASTILLO FREYRE, 2019)

El caso se torna preocupante cuando no hay saldo a favor del acreedor

ejecutante, pues la concurrencia del acreedor preferente desplazó el crédito del

ejecutante para un posterior plano.

(http://www.ciss.es/publico/demos/demoTTrans2010.pdf, 2019)

Al margen de no satisfacer el ejecutante su crédito, los gastos realizados para

obtener la liquidez serán de beneficio del acreedor no ejecutante. Ante esa

posibilidad, se debe asegurar que ante la concurrencia de acreedores no

ejecutantes, como acto previo, el reembolso de los gastos procesales al acreedor

ejecutante, los que se obtendrán del monto líquido obtenido del remate, antes

del pago. También debe ser extensivo al caso de la concurrencia de acreedores

sin que ninguno de ellos tenga derecho preferente y los bienes del deudor no

alcancen a cubrir todas las obligaciones. El artículo 748 del CPC toma como

solución el pago a porrata, pero no dice nada en cuanto al reembolso de los

gastos, para el acreedor que asumió las costas y costos de la ejecución materia

de prorrata. En tales casos, la liquidación debe paftir previamente por asumir el

reembolso y luego, del saldo, proceder al reparto en la forma que lo señala el

artículo 748 del CPC. (CASTILLO FREYRE, 2019)

El consentimiento se manifiesta frecuentemente, en el derecho, como

elemento esencial de cualquier contrato. Por ello, resulta antinatural encontrar el


término: “venta forzosa”, que consiste en obligar a un dueño a desprenderse del

dominio que posee, a cambio de su valor monetario. Esto forma parte de lo que

es conocido como adjudicación por remate judicial, suceso por el cual un juez

transmite de manera formal y material la propiedad de un bien en favor de un

beneficiario. La naturaleza de este acto es de “venta forzosa”. La propiedad se

genera con la declaración judicial de adjudicación del bien existente en un

procedimiento de ejecución de sentencia.


CONCLUSIONES

EL PAGO

Se encuentra regulado en el sub capitulo 4° (“Pago”) del capítulo V (“ Ejecución

forzada”) del título V (“ Proceso único de ejecución”) de la Sección Quinta

(“Procesos Contenciosos”) del Código Procesal Civil, en los artículo 746, 747 y

748. ¿Cuándo concluye la ejecución forzada? La ejecución forzada concluye

cuando se hace el pago al interesado con el producto del remate o con la

adjudicación, o si el ejecutado paga en su integridad a la obligación y sus

intereses. El plazo para la interposición de la acción de nulidad de cosa juzgada

fraudulenta contra el auto que resuelve la contradicción debe computarse a partir

de la fecha en que se hizo pago al ejecutante con el producto del remate.

LA LIQUIDACIÓN:

Es observable dentro de tercer día, debiendo ponerse en forma detallada.

Absuelto el traslado de la observación o en rebeldía, se resolverá modificándola

y requiriendo su pago según sea el caso. Se infiere del artículo 746° del CPC:

 Que la liquidación de los intereses devengados (derivados del capital adeudado

al ejecutante), costas y costos procesales, que corresponde ser adeudado al

ejecutante), costas y costos procesales, que corresponde ser pagados al

ejecutante, es practicada por el secretario de juzgado, quien debe hacerlo dentro

del plazo judicial que se fije para tal efecto, bajo responsabilidad del citado

auxiliar judicial.
 Que la liquidación descrita en el acápite precedente puede ser observada (con

la fundamentación y especificaciones del caso) tanto por el ejecutante como por

el ejecutado.

 Que una vez absuelto el traslado de la observación formulada a la liquidación

de intereses, costas y costos procesales, o transcurrido el plazo para ello sin que

el interesado la absuelva, el juez deberá pronunciarse sobre dicha liquidación,

ya sea que la apruebe en su integridad o establezca las modificaciones del caso.

En uno u otro supuesto el magistrado requerirá su pago al ejecutado.

PAGO AL EJECUTANTE :

 Si el bien que asegura la ejecución se trata de dinero, este debe ser entregado

al ejecutante en la oportunidad prevista en el primer párrafo del artículo 747° del

CPC, es decir, después que el juez aprobó (con modificaciones o sin ellas) la

liquidación de los intereses devengados (derivados del capital adeudado al

ejecutante), costas y costos procesales practicada por el Secretario del Juzgado.

 De haber más de un ejecutante con derechos distintos, se distribuirá entre ellos

el producto que se haya obtenido del remate, teniéndose en cuenta, para tal

efecto, la naturaleza preferencial o no de los créditos en cuestión. El orden con

que deberán ser satisfechas las acreencias de los ejecutantes lo determinará el

Juez mediante un auto susceptible de ser observado por los interesados

(ejecutantes).  Si luego de la distribución del producto del remate entre los

ejecutantes quedase un remanente, se hará entrega de éste al ejecutado. Lo

propio ocurrirá, obviamente, en caso de haber un solo ejecutante y, una vez

pagada su acreencia (capital, intereses, costas y costos), quedar un remanente.


CONCURRENCIA DE ACREEDORES:

En relación al concurso de acreedores y al derecho preferente o no de estos, el

Código procesal Civil establece lo siguiente:

 Un acreedor no ejecutante que tiene afectado el mismo bien, puede intervenir

en el proceso antes de su ejecución forzada. Sus derechos dependen de la

naturaleza y estado de su crédito. Si su intervención es posterior, sólo tiene

derecho al remanente (dinero sobrante de la ejecución forzada) si lo hubiere.

 Si concurren varios acreedores sin que ninguno tenga derecho preferente y los

bienes del deudor (ejecutado) no alcanzan a cubrir todas las obligaciones, el

pago se hará a prorrata (es decir se repartirá entre todos los acreedores, en

forma proporcional, el producto de lo obtenido en el ejecución forzosa).

Igualmente se realizará el pago a prorrata, una vez pagado el acreedor con

derecho preferente 8en este caso el respectivo prorrateo del pago comprenderá

a los acreedores concurrentes con exclusión de aquel que tuviese un crédito

privilegiado y fuese pagado en primer lugar). Ello según el art. 748° del CPC.

 Puede intervenir en un proceso quien pretenda se le reconozca derecho

preferente y respecto de lo obtenido en la ejecución forzada.

 La tercería se entiende con el demandante y el demandado, y solo puede

fundarse en la propiedad de los bienes afectados judicialmente por medida

cautelar o para la ejecución; o en el derecho preferente a ser pagado con el

precio de tale bienes.


 Admitida la tercería de derecho preferente, se suspende el pago al acreedor

hasta que se decida en definitiva sobre la preferencia, salvo que el tercerista

otorgue garantía suficiente a criterio del Juez para responder por el capital,

intereses, costas, costos y multas. El tercerista puede intervenir en las

actuaciones relacionadas con el remate del bien.


REQUISITOS DE INSCRIPCIÓN DE ADJUDICACIÓN POR REMATE

JUDICIAL:

* Formato de solicitud de inscripción debidamente llenado y suscrito.

* Copia de documento de identidad del presentante, con la constancia de haber

sufragado en las últimas elecciones o haber solicitado la dispensa respectiva.

* El parte judicial debe contener los siguientes requisitos:

* Oficio del Juez dirigido al registrador público del Registro de Predios de la

oficina registral en el que conste inscrito el predio materia de adjudicación (Art.

148 de C.P.C.)

* Copia certificada del acta de remate del inmueble adjudicado (Art. 738 C.P.C)

* Copia del auto de adjudicación (Art. 739 del C.P.C.)

* Copia certificada de la resolución que declara consentida o ejecutoriada la

adjudicación.

* Acreditar estado civil del adjudicatario. Caso contrario adjuntar resolución

judicial aclaratoria, partida de matrimonio o declaración jurada de estado civil

soltero con firma legalizada ante notario.

BASE LEGAL

Arts. 148, 738,739 del Código Procesal Civil.

Art. 18 del Reglamento de Inscripciones del Registro de Predios.


CAPITULO III

ANALISIS DE LA NORMA PROCESAL

ADJUDICACIÓN EN PAGO
Artículo 744 Si el adjudicatario no deposita el exceso dentro del tercer día de

notificado con la liquidación prevista en el artículo 746, la adjudicación queda sin

efecto. Depositado el exceso, se entregará el bien mueble al adjudicatario y si

se trata de inmueble, expedirá el auto de adjudicación conforme a Io dispuesto

en el artículo 739. n

CONCORDANCIAS: c.P.c. añs. 739, 741, 746. LEGISLACION COMPARADA:

C.PC.N. Aryentina arls. 580, 581, 582. C.F.P.C. Méx¡co afts. 493,494-

En relación a la adjudicación forzosa debe distinguirse entre la adjudicación para

pago y la adjudicación en pago. La primera opera cuando lo que se embargó

fueron sueldos, pensiones y créditos realizables en el acto. En tales casos no

puede hacerse pago inmediatamente al ejeculante, pues se está ante una

adjudicación para pago. Cuando se trata de créditos realizables en el acto, el

juez requerirá al deudor del ejecutado, en resolución expresa, entregue la

cantidad adeudada en el juzgado, el cual procederá a pagar al ejecutante.

Cuando se trata de sueldos y pensiones, la adjudicación precisará a partir de la

cual el sueldo o pensión queda vinculado a un concreto ejecutante. A partir de la

adjudicación, el pagador del sueldo o pensión deberá periódicamente hacer el

ingreso en el juzgado y este pagará al ejecutante. Lo que no impide que en

ocasiones se haga el pago directamente entre pagador y ejecutante. El juez debe

precisar la cantidad exacta y durante que tiempo se recurrirá a este para el pago.

(LEDESMA NARVAEZ, 2014, pág. 635)


2. El otro mecanismo es la adjudicación en pago, al que solo se refiere este

artículo. Esta adjudicación aparece de modo subsidiario y es consecuencia del

fracaso de la enajenación foaosa ante la ausencia de postores. Se trata de un

derecho del ejecutante o del tercero legitimado que puede ejercitarlo luego de

que el primer remate se hubiere declarado desierto. La norma no pone límite al

número de convocatorias desiertas que le hubieren precedido para pedir la

adjudicación. Por otro lado, véase la redacción de la norma que al respecto

señala frustrado el remate por falta de postor se puede solicitar la adjudicación

en pago". Un remate se frustra no por falta de postores sino porque no se cumple

con notificar debidamente a las pades del auto de remate, por no realizar

oportunamente las publicaciones o el pegado de cartel, entre otros supuestos.

(LEDESMA NARVAEZ, 2014)

La ausencia de postores lleva a ubicarnos en el remate desierto, de ahí que la

redacción de este artículo debería consignar "declarado desierto el remate por

falta de postores, el ejecutante o tercero legitimado pueden solicitar la

adjudicación en pago (...)". Las personas legitimadas activas para solicitar la

adjudicación en pago son el ejecutante o el tercero legitimado. En cuanto a este

último, debemos entender que eltercero legitimado es el acreedor no ejecutante,

en atención a lo que dispone el artículo726 del CPC que permite que pueda

intervenir en el proceso, antes de su ejecución fozada, el acreedor no ejecutante

que tiene afectado el mismo bien. Los derechos de este tercero dependen de la

naturaleza y estado de su crédito. Véase el caso de un bien valorizado en US$

100,000, que registra una hipoteca a favor del Banco A por US$ 90,000 y luego
un embargo por US$ 10,000 a favor del Banco B por una obligación de dar suma

de dinero. En este último proceso, el acreedor no ejecutante, Banco A, interviene

en aplicación del artículo 726 del CPC demostrando la preferencia y la vigencia

de su crédito, el que a la fecha es materia de ejecución en otro juzgado civil. El

Banco A, luego de haberse declarado desierto el primer remate, perfectamente

podría pedir se le adjudique en pago el bien, oblando el exceso sobre el valor de

su crédito. Véase que el ejecutante no se adjudicó el bien sino el tercero

legitimado quien contaba con una hipoteca de primer rango, la cual era materia

de ejecución en otro juzgado, lo que no impide que el ejecutante vea realizado

su pago bajo las reglas que señala el artículo 747 del CPC. (LEDESMA

NARVAEZ, 2014)

En ese mismo supuesto, la defensa del Banco B que ejecuta la obligación de dar

suma de dinero y que ha promovido el remate planteó la opcsició;r a la

adjudicaCión en pago al Banco A hasta que se resuelva la ejecución de la

hipoteca que viene ventilando en otro juzgado, pues una cosa es la garantía de

la hipoteca y otra la adjudicación en pago, esta última operaría siempre y cuando

el título de ejecución quede firme y a favor del acreedor no ejecutante en el otro

proceso que viene ejecutando. El pedido de adjudicación debe ser por la base

de la postura que siruió para la última convocatoria, la que puede operar a partir

del primer hasta el tercer remate (LEDESMA NARVAEZ, 2014, pág. 636)

JURISPRUDENCIA
El acreedor tiene derecho a pedir después de frustrado cualquier remate, Ia

adjudicación de los bienes en pago de su crédito (Exp. N" 9&1422+2122, Sala

de Procesos Eiecutivos, Ledesma Narváez, Marianella, Jurisprudencia

Actual, Tomo 5, Gaceta Jurídica, p. 5s5).

Nada prohíbe al adjudicatario de un bien subastado ceder sus derechos a un

tercero, pues nadie está impedido de hacer Io que la ley no prohíbe (Exp. N"

9840283-3591, Sala de Procesos Ejecutivos, Ledesma Naruáez, Marianella,

Jurisprudencia Actual, Tomo 5, Gaceta Jurídica, p. 596).

No existe mandato normativo alguno que obligue a Ia adjudicación del bien,

luego de varias frustraciones de remate al demandado. Es válida la adjudicación

a favor del accionante, el bien objeto de la garantía hipotecaria' sobre la base de

la postura que sirvió para la última convocatoria (Exp. N'2421'98, Sala de

procesos Ejecutivos, Ledesma Narváez, Marianella, Jurisprudencia Actual,

Tomo 5, Gaceta Jurídica, p. 585).

La pretensión de formalizar el acto jurídico que celebraron las paftes, carece de

suslento jurídico pues e! contrato de compraventa dejó de tener eficacia desde

el momento en que 'et inmueble fue adjudicado a una tercera, vía remate iudicial

en el proceso penal, donde la adjudicataria ha depositado el precio del bien,

correspondiendo a este el derecho de propiedad (Exp. N" 143-99, Sala de

Procesos Sumarísimos, Ledesma Narváez, Mariane' tla, Jurisprudenc¡a

Actual, Tomo 5, Gaceta Jurídica, p. 518).


La adjudicación se produce cuando frustrado el remate por falta de postor, el

eiecutante o el tercero legitimado lo solicitan en pago del bien por la base de la

postura que sirvió para la última convocatoria, oblando el exceso sobre el valor

de su crédito, si hubiere. La ley no distingue si la adjudicación debe producirse

luego del primer o segundo remate, No cabe distinción donde la ley no distingue

(Exp, No 2877-99, Sala de Procesos Abreviadosy de Conocimiento,

Ledesma Narváez, Marianella, Jurisprudencia Actual,Tomo 4, Gaceta

Jurídica, pp. 622'623)'

Nada impide que se solic¡te la adjudicación del bien después del primer remate

frustrado, proceder en contrario significaría obligar al justiciable a solicitar nueva

convocatoria con el descuento de la base de la subasta, lo que eventualmente

redundaría en perjuicio de Ia propia ejecutada (Exp. N" 4657-972-98, Sala de

Procesos Ejecutivos, Ledesma Narváez, Marianella, Jurisprudencia Actual,

Tomo 4, Gaceta Jurídica, p. 623).

Si bien el acto de remate ha sido anulado por la Sala Superior, también lo es que

la adjudicataria ha transferido a terceros el inmueble antes de la anulación del

acto, conforme se advierte de las fichas registrales; por tanto, incurre en error el

juez al declarar Ia nulidad de tos asientos registrales, pues deben solicitarse vía

acción, máxime, que el juez considera que las transferencias efectuadas

posteriores a Ia adjudicación del bien materia de litis, han sido simulada, lo que

no puede deducirse en el actual proceso (Exp. N" 37-99, Sala de Procesos

Ejecutivos, Ledesma Narváez, Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 4,

Gaceta Jurídica, pp.615-617).


No resulta ajustado a derecho señalar que por lo menos deben exist¡r dos

convocatorias a remate para que opere la adjudicación en pago, desde que no

se puede compeler al acreedor a solicitar otras convocatorias, si su crédito se

encuentra satisfecho con el monto de la base de la postura, tanto más que

incluso puede obrar el exceso sobre el valor de su crédito, si Io hubiere (Exp. N"

687-98, Tercera Sala Civil, Ledesma Narváez, Marianella, Jurisprudencia

Actual, Tomo 2, Gaceta Jurídica, p. 569)-

Si el demandante acreedor se ha adjudicado en remate el bien, y pretende

compensar con su crédito que emana del propio proceso pane del prec¡o

subastado, es obvio que dicha compensación dependa de la liquidación que se

efectúe sobre los intereses, costas y costos del proceso por lo que no puede ser

de aplicación el artículo 741 del CPC' Estando pendiente de determinar cuánto

se compensa y cuánto debe consignar el adjudicatario acreedor el juzgado luego

de verificar cuál es el remanente de lo que debe consignar el acreedor, deberá

requerirlo para que cumpla con dicho pago en un plazo de 3 días (Exp. N" 1248-

98, Segunda Sala Civil, Ledesma Narváez, Marianella, Jurisprudencia

Actual, Tomo 2, Gaceta Jurídica, p. 570)-

La ley de reestructuración empresarial tiene por objeto preservar el patrimonio

de la empresa para que el liquidador pague los créditos de acuerdo a la prelación

establecida por ley. Habiéndose et inmueble materia de litis transferido mediante

pública subasta, no forma parte del patrimonio de la empresa en disolución y

liquidación, por Io que debe ampararse ta medida de entrega del bien al


adjudicatario (Exp. N" 226-96, Primera Sala Civil, Ledesma Narváez,

Marianella, Ejecutorias, Tomo 4, Cuzco, 1996, pp. 423425)'


COINCIDENCIA DE ADJUDICATARIOS
Articulo 74 Si son varios los interesados en ser adjudicatarios,la adjudicación

procederá solo si hay acuerdo entre ellos.

El artículo 744 del CPC permite que el ejecutante y el tercero legitimado puedan

solicitar la adjudicación en pago del bien. Ambos están facultados para ejercer

ese pedido y Lo realizan, sin embargo, es importante precisar que la norma en

comentario, condiciona la procedencia de la adjudicación en tales circunstancias,

si solo hay acuerdo entre ellos.

Véase el caso de la concurrencia de bienes al remate, como un edificio con

varios departamentos, los interesados podrían distribuir la adjudicación en

atención al monto de sus créditos y entregar dicha fórmula al juzgado.

Otro supuesto, tomando como referencia al mismo edificio, cuyo valor total

asciende a US$ 500,000. El tercero legitimado, con derecho preferente por haber

constituido una hipoteca en primer rango sobre dicho edificio, tiene un crédito

reconocido por US$ 100,000, pero no busca adjudicarse el bien sino la liquidez

de este; sin embargo, el ejecutante que tiene un crédito de US$ 200,000 sí

prefiere el bien. En este caso, el ejecutante oblará el exceso sobre el valor de su

crédito, esto es, los US$ 300,000, que se distribuirá entre el tercero legitimado

por el rango de su crédito y el remanente le será entregado al ejecutado.

(LEDESMA NARVAEZ, 2014)


PAGO LIQUIDACIÓN
Articulo 746 , Al disponer el pago al ejecutante, el juez ordenará al secretario de

juzgado liquidar los intereses, costas y costos del proceso, dentro del plazo que

fije, bajo responsabilidad por la demora. La liquidación es observable dentro de

tercer día, debiendo proponerse en forma detallada. Absuelto el traslado de la

observación o en rebeldía, se resolverá aprobándota o modificándote y

requiriendo su pago,

CONCORDANCIAS: C.P,C. afts. 41 2, 744, 746. Legislación Comparada:

C.P.C.M. lberoamé¡ica a¡t.327.2. C.P.C. Colombia aft.521

1. Toda la ejecución, tiende a lograr la satisfacción del crédito dinerario del

acreedor ejecutante. Dicha satisfacción se logra mediante la entrega de una

cantidad de dinero, que debe ser el resultado de la liquidación del crédito, los

intereses y gastos procesales. Esa liquidación se practica por el secretario

deljuzgado, dentro del plazo que le señale, bajo responsabilidad por la demora.

La norma no precisa el orden que se aplicará el pago, pero tomando como

referencia al código Civil, los intereses deben aplicar en primer orden y luego

sigue el capital. como señala la norma, el juez ha dispuesto el pago al ejecutante,

mediante el mandato de ejecución, sin embargo, todavía no se han liquidado los

intereses y gastos, pero ya se ha llevado a cabo el remate por el monto del

capital. El valor del bien rematado, por el momento solo cubrirá el pago del

capital, reservándose la entrega del remanente al ejecutado, luego de liquidados

los intereses y gastos, para lo cual, eljuez debe otorgar un prudencial plazo para

dicha liquidación. Esto lleva a señalar que frente al pedido del ejecutado para
que se satisfaga de manera inmediata el capital y se entregue el remanente,

perfectamente podría ser amparada la opos¡ción del ejecutante a la entrega del

remanente hasta que se cumpla con lo señalado en el artículo727 del CPC, esto

es, con el pago íntegro al ejecutante de la obligación, intereses exigidos y gastos

del proceso. 2. Otro aspecto a tener en cuenta es que al haber obtenido una

cantidad de dinero luego del remate, no solo estará interesado el ejecutante sino

también otras personas como los titulares de cargas crediticias no preferentes y

el propio ejecutado. La liquidación es observable dentro de tercer día, debiendo

proponerse en forma detallada. La liquidación que se presenta será sometida al

conocimiento de las partes para su observación, pudiendo eljuez aprobarla o

modificarla según sea el caso, para luego proceder a requerir su pago.

(LEDESMA NARVAEZ, 2014)

jurisprudencia

Los pagos a cuenta, serán descontados conforme a ley en Ia etapa de ejecución

de sentencia; y sobre el cuest¡onam¡ento al monto a pagar en el mandato de

ejecución, se tiene que dicha suma coffesponde a la efectivamente consignada

en el contrato de mutuo con garantía hipotecaria, el cual acredita la obligación

materia de ejecución (Cas. N" 415- 2008-Lima, 1" Sala Cívil Permanente

Suprema, t9 de mano 2008).

Si de autos no aparece que la representada haya comparecido por sí misma, Ia

representación judicial subsiste al no darse el supuesto descrto en el artículo 79

del CPC, situación que revela la validez de los actos procesales practicados en

nombre de aquella. Si no existe pacto alguno respecto a los intereses, debe


reputarse que corresponde aplicarse la tasa de interés legal que precisa el

artículo 1244 del CC (Exp. N" 6795&97, Sala de Procesos Abreviados y de

Conocimiento, Ledesma Narváez, Marianella, Juris' prudencia Actual,

Tomo 5, Gaceta Jurídica, P. 322).

Encontrándose vigentes las Circulares Ne 02496-EF/90 y Ne 04194-EF/90 en

las que se fija la tasa de interés para las operaciones entre personas ajenas al

sistema financiero, el colegiado no puede cohonestar la conducta de las panes

ínvolucradas para convalidar el cobro de ¡intereses superiores a la tasa que

disponen las normas glosadas, sin incurrir en responsabilidad funcional al

coadyuvar a Ia perpetración del delito de usura (Exp. N" 223& 98, Sala de

Procesos Ejecutivos, Ledesma Nawáez, Marianella, Jurisprudencia Ac' tual,

Tomo 5, Gaceta Jurídica, p.203).

La tasa de interés que contempla la Ley General de Instituciones Bancarias,

Financieras y de Seguros, so/o es aplicable pan el sistema financiero. La

disposición del primer párrafo del artículo 12tt3 del CC no alcanza a la actividad

de intermediación financiera. Se considera, como tasa máxima permitida por ley

en moneda extranjera, a Ia tasa activa del mercado promedio ponderado

eÍect¡va-TAMEX (Exp. N" 97'53234'2083, Sala de Procesos Ejecutivos,

Ledesma Narváez, Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 5, Gaceta

Jurídica, p. 204).

Et conflicto de ¡intereses respecto al reembolso fue resuelto en la vía

administrativa, cuyos efectos conllevan a que ta demandada cumpla con el citado


pago. No se puede incidir sobre Io resuelto por la autoridad administrativa, cuyo

efecto solo puede ser enervado en sede judicial.

Vencido el plazo que fija la resolución administrativa para el pago y agotado el

requerimiento de este, mediante Carla notarial; a partir de aquella techa, debe

pagarse el interés legal. No existiendo interés pactado como señala la sentencia

recurrida, este debe sujetarse a la norma legal invocada (Exp. N" iR35-98, Sala

de Procesos Abreviados y de Conocimiento, Ledesma Narváez, Marianella,

Jurisprudencia Actual, Tomo 5, Gaceta Jurídica, p.2AQ.

Si la ejecutada acredita haber realizado pagos parciales a la actora, respecto de

las sumas contenidas en las letras de cambio, por haber sido efectuados dichos

pagos con posterioridad al protesto de los títulos valores, estos deben deducirse

en su oportunidad, teniendo en cuenta Io establecido en el artículo 1257 del CC

(Exp. N" 99-10908-2213, Sala de Procesos Ejecutivos, Ledesma Narváez,

Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 5, Gaceta Jurídica, p. 199).

Si bien los recibos de pago no se encuentran firmados por el ejecutante, el haber

encontrado en dichos recibos efectos gráficos de este, lleva a la conclusión que

fueron emiüdos por aquel. Procede exonerársele del pago de costos y costas a

la ejecutada, si el ejecutante no ha querido reconocer los pagos emitidos a

cuenta, dilatando la causa, en detrimento del pago que debe satisfacer Ia

ejecutada, bajo Ia imputación que prevé el adículo 1259 del CC. La ley no

prohíbe al juez de la causa reproducir en su decisión, aquellos argumentos

periciales que crea conveniente (Exp. N" 11/W99, Sala de Procesos


Ejecutivos, Ledesma Narváez, Marianela, Jurisprudencia Actual, Tomo 5,

Gaceta Jurídica, p. 200).

Es válida la decisión del juez que desaprueba la liquidación de intereses que no

precisa Ia forma ni el método empleado para llegar al resultado final, así como

no precisa el período de aplicación de la tasa convenida. Debe designar el juez

un perito judicial para que realice la pericia. El manto de los costos debe ser

coherente con las instancias que ha transitado el proceso, las incidencias

promovidas por el ejecutado y el monto establecido como pretensión (Exp. N"

8658-2052-98, Sala de Procesos Eiecutivos, Ledesma Narváez, Marianella,

Jurisprudencia Actual, Tamo 4, Gaceta Jurídica, p. aa$.

El remate es una forma de venta forzada de un bien y el pago a que se refieren

los añs- 746 y 747 del CPC constituye la cancelación de su precio. El pago puede

ser hecho por cualquier persona, tenga o no ¡interés en el cumplimiento de Ia

obligación. Debe ampararse el reclamo de los fiadores del deudor pan que se le

entregue lo que construyó precio base del inmueble, al margen de lo que se pagó

por él (Exp. N: 1A72-98, Tercera Sala Civil, Ledesma Narváez Marianella,

Jurisprudencia Actual, Tomo 2, Gaceta Jurídica, pp. 567-568).

Tratándose de una responsabilidad contractual!; no puede obligarse a la deudora

a pagar intereses legales desde el evento dañoso, sino desde la fecha de Ia

notificación con la demanda o desde la exigencia extrajudicial si lo hubiere. Aun

cuando pueda haberse materializado una sentencia que obliga a lo contrario, no

puede sacrificarse el principio superior de la justicia y la equidad por el ritualismo


procesal (Exp. N" 1570-98, Tercera Sala Civil, Ledesma Naruáez, Marianella,

Jurisprudencia Actual, Tomo 2, Gaceta Jurídica, pp.18*190)


PAGO AL EJECUTANTE
Articulo 747

Si el bien que asegura la ejecución es dinero, será entregado al ejecutante

luego de aprobada la liquidación. Si son varios los ejecutantes con

derechos distintos, el producto del remate se distribuirá en atención a su

respectivo derecho. Este será establecido por el juez en un auto que podrá

ser observado dentro de tercer día. Si luego de [a distribución hay un

remanente, le será entregado al ejecutado.

LEGISLACION COMPARADA:

C.P.C- Colombia art. 52.

Comentario

1. Si luego de haber rematado el bien se ha obtenido una cantidad de dinero, se

procede al reparto de este, según el derecho que invoquen los ejecutantes.

Luego de ese reparto, si hay un remanente le será entregado al ejecutado. Puede

darse el caso que la suma obtenida no cubra la deuda principal, intereses y

costas; esto implica que frente a la pretensión no satisfecha, el ejecutado sigue

siendo deudor y puede procederse al embargo y remate de otros bienes

presentes o esperar al futuro. (LEDESMA NARVAEZ, 2014)

También puede darse la posibilidad de que la suma obtenida exceda el crédito

del ejecutante, más intereses y gastos. Aquí se le pagará inmediatamente al

ejecutante y con el resto del dinero se debe poner a disposición de los otros

juzgados en los que se sigan procesos de ejecución contra el mismo ejecutado

y hayan embargado el mismo bien y estén interviniendo como terceros


legitimados en el proceso; caso contrario, si no concurre la circunstancia anterior,

procede a entregar al ejecutado el remanente. (LEDESMA NARVAEZ, 2014)

2. Como señala la norma, cuando concurren varios ejecuiantes "con derechos

distintos, el producto del remate se distribuirá en atención a su respectivo

derecho"; por citar, los créditos laborales tienen prioridad sobre cualquier

obligación del empleador, situándose a ese tipo de acreedores en una posición

privilegiada frente a los otros acreedores que tuviera el empleador. (LEDESMA

NARVAEZ, 2014)

Esto llevaría a que en el reparto los créditos laborales, si estos fueran acreedores

no ejecutantes, tengan prioridad sobre el crédito del ejecutante y se pague por

tanto en primer orden a aquellos. Otra posibilidad surgiría en el caso de que el

tercero legitimado no hubiere podido intervenir en el momento que le asigna el

artículo 726 del CPC; de ser así, este puede invocar la tercería preferente para

suspender el pago al acreedor hasta que se decida en definitiva sobre la

preferencia (ver el artículo 537 del CPC). Otro aspecto a ver para repadir el

producto del remate, no solo es la naturaleza sino el estado del crédito. Cuando

se adjudica el bien se levanta todos los gravámenes, ese derecho que contenía

los gravámenes se tendrá en cuenta al momento del pago para reservar el valor

que le correspondiera a estos no ejecutantes, para lo cual se debe demostrar la

vigencia de dichos créditos porque podría darse el caso de que no existiera

ningún crédito que satisfacer y mal podría reservarse la entrega de un dinero

sobre un crédito inexistente o que pudiera ser todavía inexigible, como es el caso

de títulos valores por vencer. Además, téngase en cuenta que dicho valor es el
que se le asignó a una garantía ínmobiliaria, la misma que debería seguir

manteniéndose así mientras no se tenga una decisión firme en un proceso de

ejecución de garantía, por tanto, no podría confundirse "la reserva de ese dinero

como pago" sino como el resultado líquido de la continuación de la garantía; esto

implica que el monto de esa garantía seguirá preservándose como tal, hasta el

momento que se reclame su ejecución. Antes de ello, dicho dinero no será

entregado al acreedor no ejecutante, por más que tenga un derecho preferente

al que se ha ejecutado, porque su crédito está garantizado precisamente con

dicho dinero. La garantía se mantendrá mediante un certificado de depósito a

nombre del juzgado en el Banco de la Nación. (LEDESMA NARVAEZ, 2014, pág.

647)
CONCURRENCI.A DE ACREEDORES
Articulo 74, Si concurren varios acreedores sin que ninguno tenga derecho

preferente y los bienes del deudor no alcanzan a cubrir todas las obligaciones,

el pago se hará a prorrata. igualmente se realizará el pago a prorrata, una vez

pagado et acreedor con derecho preferente.

CONCORDANCIA: c.T. ary. 6

Comentario

1. La naturaleza y estado de su crédito califican la preferencia en la concurrencia

de acreedores, sin embargo, la norma en comentario asume el supuesto de la

concurrencia de acreedores sin que ninguno tenga derecho preferente y los

bienes del deudor no alcancen para cubrir todas las obligaciones, en este caso

el pago se hará a prorrata. (LEDESMA NARVAEZ, 2014)

La norma nos ubica además en la posibilidad de recurrir a la prorrata una vez

pagado el acreedor con derecho preferente, como sería en el caso de los créditos

laborales reclamados a través de una tercería preferente de pago, en la que se

declara en definitiva su prevalencia sobre el acreedor ejecutante. En tales casos,

luego de haber satisfecho en preferencia el crédito laboral, la prorrata se aplicará

al resto de acreedores no preferentes, entre ellos al propio ejecutante.

Por otro lado, la Sala Suprema, en la Casación Na 2117-03-La Libertad, ha

señalado que si un tercero de buena fe, adquiere bienes de un deudor laboral,

no puede dejarse sin efecto dicha transferencia, aun cuando el deudor pudiere
haber efectuado la transferencia con el propósito de eludir sus obligaciones con

sus trabajadores. (LEDESMA NARVAEZ, 2014)

Al amparo del artículo 2014 del CC la Sala Suprema considera al tercero de

buena fe, que a título oneroso adquiere algún derecho de persona que en el

registro aparece con facultades para otorgarlo, mantiene su adquisición una vez

inscrito su derecho, aunque después se anule, rescinda o resuelva el del

otorgante por virtud de causas que no consten en los Registros Públicos,

precisándose además que la buena fe del tercero se presume mientras no se

pruebe que conocía la inexactitud del registro. (LEDESMA NARVAEZ, 2014)

Este criterio se opone al que recoge la casación Na 1303-2003 (publicada en El

Peruana del o4ll1l2oog). Según ta Sala Suprema, los créditos laborales que

surgen cuando el transferente (deudor laboral) todavía es dueño del bien,

persiguen a este último sin importar quién sea el nuevo propietario y si inscribió

su derecho.

La preferencia de los créditos laborales vencía incluso a quien adquirió un bien

de buena fe, amparado en la publicidad registral. La acción de persecutoriedad

de los beneficios sociales reposa en el hecho que la relación laboral genera una

vinculación de tipo personal y además patrimonial entre el empleador y el

trabajador, teniendo por finalidad apremiar los bienes del empleador o

empresario-deudor, pues estos constituyen la garantía para el pago de las

acreencias laborales; no se trata de identificar quién o quiénes ejercen

actualmente la propiedad de los bienes de la empresa deudora, o si hay algún


vínculo familiar o personal de los terceros adquirientes con el empleador; de lo

que se trata es de identificar los bienes, tener certeza que pertenecieron al

empleador-deudor laboral. (LEDESMA NARVAEZ, 2014)

Señala dicha casación que el artículo 24 de la Constitución del Estado, determina

que el pago de la remuneración y de los beneficios sociales del trabajador tienen

prioridad sobre cualquier otra obligación del empleado¡ norma que por su rango

constitucional tiene supremacía respecto al artículo 2014 del CC, norma legal

referida a la buena fe del tercero adquiriente. (LEDESMA NARVAEZ, 2014)

2. Un referente para la preferencia, en créditos de similar naturaleza, se

establece por el principio de prioridad. Como señala el artículo 20'16 del CC: "la

prioridad en el tiempo de la inscripción determina la preferencia de los derechos

que otorga el registro". En similar sentido se extiende la preferencia para el caso

de los créditos asegurados con hipotecas, pues conforme refiere el artículo 1112

del CC: "las hipotecas tendrán preferencia por razón de su antigüedad conforme

a la fecha de registro, salvo cuando se ceda su rango". (LEDESMA NARVAEZ,

2014)

En ese sentido, si la inscripción registral del usufructo fue posterior a la

constitución de la garantía hipotecaria, conforme al artículo 2016 del CC, hace

que la hipoteca tenga prioridad frente a otro derecho real.

En caso de concurrencia de varios acreedores sobre un bien inmueble, a quienes

el mismo deudor se ha obligado a entregarlo, señala el artículo 1135 del CC, se


prefiere al acreedor de buena fe cuyo título ha sido primeramente inscrito o en

defecto de inscripción, al acreedor cuyo título sea de fecha anterior, pero que

conste en documento de fecha cierta. Otro referente para la preferencia aparece

en la concurrencia de un derecho real y personal. El derecho real se contrapone

al derecho de crédito, por la satisfacción inmediata sobre una cosa determinada.

El ordenamiento jurídico atribuye al titular del derecho real ciertas facultades

sobre la cosa de manera que todos los demás han de respetar esta atribución.

Si bien en la obligación personal la prestación consiste en entregar una cosa

determinada, el acreedor no tiene poder directo sobre la misma, hasta el punto

que no podrá oponerse a que el deudor disponga del mismo objeto a favor de un

tercero. Mientras que en el derecho personal o de crédito la obligación determina

a una persona para que mediante un acto de cumplimiento entregue (en las

obligaciones de dar) una cosa (determ¡nada o indeterminada) al acreedor; en el

derecho real sucede lo contrario, pues existe una cosa efectivamente

determinada que señala como sujeto pasivo de la relación a quien sea su

propietario.

La preferencia del derecho real frente al personal, se altera si este último fue

registrado con anterioridad, señala la Casación Ns 527-2003-Lima, del 15 de

octubre de 2004 (publicada en El Peruano del 03/01/2005). En la citada casación,

la Sala Suprema ha establecido lo siguiente: las reglas del derecho común para

la oponibilidad de derechos contienen implícitamente el principio de prioridad del

rango de un derecho real sobre un derecho personal, en razón de la oponibilidad

erga omnes de la que goza solo el primero; sin embargo, al confrontar el


mencionado principio con los principios de prioridad y publicidad, estos últimos

deben prevalecer por ser pilares del Derecho Registral, así en caso que un

derecho personal hubiera sido inscrito en registros antes que un derecho real,

aquel prevalecerá sobre este independientemente de su naturaleza. (LEDESMA

NARVAEZ, 2014)

En materia concursal, la preferencia en el pago de los créditos se regula en el

artículo 42dela Ley Ne 278O9, en el siguiente orden: remuneraciones y

beneficios sociales adeudados a los trabajadores, aportes impagos al Sistema

Privado de Pensiones o a los regímenes provisionales administrados por la

Oficina de Normalización Provisional (ONP); créditos alimentarios; créditos

garantizados con hipoteca, prenda, anticresis, derecho de retención o medida

cautelar, créditos de origen tributario del Estado y los créditos no comprendidos

en los precedentes citados. (LEDESMA NARVAEZ, 2014)

3. Especial situación se aprecia en el reembolso de los gastos procesales,

cuando intervienen terceros acreedores no ejecutantes, que por la naturaleza de

su crédito desplazan al acreedor ejecutante al momento del pago. Aquí surgen

dos posibilidades: la concurrencia de acreedores con derecho preferente, pero

que aún no hubieren ejecutado su crédito; y la concurrencia de acreedores

también con derecho preferente, que estén ejecutando su crédito en otro proceso

judicial o haya concluido este con dicho reconocimiento al pago.

En el primer caso, se reservará judicialmente el monto de la garantía crediticia

para su futura ejecución, si fuere el caso. Dicho monto no se entrega al acreedor


no ejecutante, pues no hay todavía ningún pago que satisfacer, se mantiene en

garantía con la diferencia que esta garantía se ha tornado líquida. Para obtener

liquidez para el pago, el acreedor ejecutante ha tenido que asumir una serie de

gastos procesales, los que serán cargados posteriormente a la suma obtenida

para su reembolso; sin embargo, dicha situación no le es extensiva para el

acreedor no ejecutante, quien le bastará con concurrir al proceso e invocar su

derecho preferente para lograr su consecuente pago dejando el saldo, si hubiere,

para el acreedor ejecutante del que se tendrá que liquidar el reembolso de los

gastos procesales con detrimento al valor de su crédito por satisfacer, si es que

el saldo no fuera lo suficiente para cubrir dichas condenas. (LEDESMA

NARVAEZ, 2014)

El caso se torna preocupante cuando no hay saldo a favor del acreedor

ejecutante, pues la concurrencia del acreedor preferente desplazó el crédito del

ejecutante para un posterior plano.

Al margen de no satisfacer el ejecutante su crédito, los gastos realizados para

obtener la liquidez serán de beneficio del acreedor no ejecutante. Ante esa

posibilidad, se debe asegurar que ante la concurrencia de acreedores no

ejecutantes, como acto previo, el reembolso de los gastos procesales al acreedor

ejecutante, los que se obtendrán del monto líquido obtenido del remate, antes

del pago. También debe ser extensivo al caso de la concurrencia de acreedores

sin que ninguno de ellos tenga derecho preferente y los bienes del deudor no

alcancen a cubrir todas las obligaciones. El artículo 748 del CPC toma como

solución el pago a porrata, pero no dice nada en cuanto al reembolso de los


gastos, para el acreedor que asumió las costas y costos de la ejecución materia

de prorrata. En tales casos, la liquidación debe partir previamente por asumir el

reembolso y luego, del saldo, proceder al reparto en la forma que lo señala el

artículo 748 del CPC. (LEDESMA NARVAEZ, 2014)


ANEXOS
JURISPRUDENCIA COMPARADA
ADJUDICACIÓN POR REMATE JUDICIAL. LA PROTOCOLIZACIÓN O

ESCRITURACIÓN E INSCRIPCIÓN EN EL REGISTRO PÚBLICO DE LA

PROPIEDAD Y DE COMERCIO, NO CONSTITUYE UN REQUISITO

NECESARIO PREVIO A PONER AL ADJUDICATARIO EN POSESIÓN DEL

BIEN. (https://sjf.scjn.gob.mx/sjfsist/Documentos/Tesis/2001/2001823.pdf,

2019)

La adjudicación por remate judicial es un acto por el cual se transmite formal y

materialmente la propiedad de un bien en favor del adjudicatario y tiene la

naturaleza de una venta forzosa; por lo que la propiedad se genera con la

declaración judicial de adjudicación del bien, existente en un procedimiento de

ejecución de sentencia. Esto es así, porque ya ha sido dilucidado en sentencia

firme que el deudor fue vencido y con motivo de los créditos a favor del

ejecutante, se procedió al remate del bien hipotecado, el cual se adjudicó aquél.

Ahora bien, a fin de que el ejecutante pueda tener posesión del bien adjudicado

deben observarse las reglas de ejecución de sentencia previstas en los artículos

589 y 590 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, los

cuales disponen que cuando en sentencia se adjudica un bien, una vez

consignado el precio, el Juez firmará la escritura en que se formalice la

adjudicación fincada en favor del adquirente ante el notario que designe y, una

vez otorgada, dará al comprador los títulos de propiedad, apercibiendo al deudor

para que las entregue. El adjudicatario debe cumplir con el requisito de

inscripción que deriva de protocolizar ante notario la adjudicación habida y hacer

del conocimiento de ese dominio a terceros interesados lo cual tiene por finalidad

otorgar publicidad al acto de adjudicación. Sin embargo, esta garantía de


publicidad posterior a la protocolización de la adjudicación aparece, prima facie,

como un paso previo a la entrega del bien, pero no existe una necesidad lógica

y jurídica de que así sea, porque en el juicio el deudor ya ha perdido la propiedad

por la venta forzosa y, desde ese momento, ya no tiene derecho a poseer y, por

tal razón, lo que tutela la norma es un derecho a favor del nuevo adjudicatario

materializando el efecto erga omnes que tiene la transmisión de propiedad, ante

la pretensión del legislador de rodear de seguridad la adquisición del bien por el

adjudicatario y consolidar de todo riesgo la venta judicial realizada. Es decir, el

cumplimiento de los requisitos señalados sólo opera a favor del adjudicatario,

para que su derecho sea conocido por terceros, de modo que cuando aquél

omite inscribir, lo hace con defecto o no protocoliza la adjudicación, sólo realiza

actos u omisiones que impedirán que la transmisión de dominio sea

adecuadamente publicitada o bien, que los terceros registrados puedan

oponerse a la entrega de la posesión o a esa transmisión, por ostentar un

derecho real similar; lo que revela el carácter disponible de ese derecho, pues

de otro modo, significaría que la inscripción del acto tiene un efecto constitutivo,

lo cual es contrario a los principios que rigen la institución registral. Dicho de otro

modo, por el remate y adjudicación el deudor en el juicio ya ha sido privado del

bien y de todo derecho que ostente sobre él, lo cual significa que la entrega de

los títulos de propiedad de aquél o de su posesión es una consecuencia

automática y necesaria, y no puede oponer a la ejecución del fallo en este rubro

la falta de cumplimiento de un requisito que atañe al ejercicio de un derecho del

nuevo adjudicatario como titular del bien, porque precisamente la inscripción de

la escritura que formaliza la adjudicación, atañe al ejercicio de un derecho

adquirido por el nuevo titular y la institución registral se apoya, entre otros


principios, en el de rogación, previsto en el artículo 3018 del Código Civil para el

Distrito Federal. Por lo que si no se lleva a cabo la protocolización o ésta no

culmina en su inscripción, tal situación no quiere decir que no pueda ejecutarse

la sentencia en su integridad, como es la entrega del bien. Por tanto, la falta de

protocolización y la consecuente inscripción de la escritura que formaliza la

adjudicación por remate sólo constituye un aspecto que, en su caso, perjudica al

adquirente omiso, porque está claro que la venta judicial 2001823. I.3o.C.34 C

(10a.). Tribunales Colegiados de Circuito. Décima Época. Semanario Judicial de

la Federación y su Gaceta. Libro XIII, Octubre de 2012, Pág. 2361. -1- con que

culmina el remate ha otorgado una garantía para el nuevo dueño, que es

disponible para él, porque el Estado pretende garantizar con la norma citada dar

seguridad y publicidad al acto, y cuando no son ejercidas o aprovechadas por el

adquirente, ninguna responsabilidad podrá atribuir al Juez ni a las partes

intervinientes en caso de que la falta de inscripción provoque la pérdida del

derecho adquirido. La formalidad de la escrituración del acto de adjudicación sólo

pertenece como derecho al nuevo dueño, pero no es constitutivo de su derecho

de propiedad, esto es así porque la protocolización y su inscripción solamente

pretenden garantizar que ese acto tenga la máxima publicidad y certeza para el

adjudicatario sobre la base de que si no lo hace, se pone en una situación de

riesgo patrimonial frente a un tercero registral, pero no es un hecho que motive

excepción para el deudor; de modo que el no ejercicio de ese derecho del

ejecutante no puede servir de pretexto para dejar de ejecutar la sentencia.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER

CIRCUITO. Amparo en revisión 142/2012. Mario Arturo Media Sansores. 17 de

mayo de 2012. Unanimidad de votos. Ponente: Neófito López Ramos.


Secretario: José Luis Evaristo Villegas. Esta tesis fue objeto de la denuncia

relativa a la contradicción de tesis 183/2014, desechada por notoriamente

improcedente, mediante acuerdo de 29 de mayo de 2014. Esta tesis fue objeto

de la denuncia relativa a la contradicción de tesis 4/2016 del Pleno en Materia

Civil del Primer Circuito de la que derivó la tesis jurisprudencial PC.I.C J/38 C

(10a.) de título y subtítulo: "ADJUDICACIÓN DE BIENES INMUEBLES EN

EJECUCIÓN DE SENTENCIA. PARA QUE PUEDAN ENTREGARSE AL

ADJUDICATARIO ES NECESARIA SU PREVIA ESCRITURACIÓN."


JURISPRUDENCIA PERU
SUMILLA: Para la interposición de la demanda de tercería preferente de
pago, debe tomarse en cuenta la fecha en que se produce la adjudicación,
lo que ocurre cuando el juez emite resolución de conformidad el artículo
739 del Código Procesal Civil, toda vez que el acto del remate no hace
definitiva la adjudicación, pues luego de esta debe verificarse el pago
dentro del tercer día, plazo en el cual, también puede solicitarse la nulidad
del mismo.

Casación 4444-2015, Huaura


Lima, diecisiete de mayo de dos mil dieciséis.
LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE
LA REPÚBLICA; vista la causa número cuatro mil cuatrocientos cuarenta y
cuatro – dos mil quince, en audiencia pública realizada en la fecha y
producida la votación correspondiente, emite la siguiente sentencia:
I. MATERIA DEL RECURSO
En el presente proceso de tercería preferente de pago, el
demandante Banco Internacional del Perú – Interbank ha interpuesto
recurso de casación mediante escrito de fecha veinticinco de junio de dos
mil quince, obrante a fojas ochocientos cuarenta y seis, contra la sentencia
de vista de fecha catorce de mayo de dos mil quince, obrante a fojas
ochocientos treinta y uno, que revoca la sentencia apelada que declaró
infundada la demanda y reformándola la declararon improcedente.

II. ANTECEDENTES
1. DEMANDA
Según escrito de fojas veinticinco, el Banco Internacional del Perú –
Interbank interpuso demanda de derecho preferente de pago a efectos que
se suspenda el pago a los codemandados, en el Expediente N° 1399-2002
sobre pensión de alimentos que gira ante el Primer Juzgado Mixto de
Barranca, hasta que se decida en definitiva sobre la preferencia de pago.
La parte demandante señala que con fecha catorce de setiembre de mil
novecientos noventa y tres, celebró un Contrato de Crédito en forma de
pagaré con Garantía Hipotecaria con los demandados Francisco Chen
Bernabé y Esther Georgina Guarníz Vigo, por la suma de ciento quince mil
con 00/100 dólares americanos (US$ 115,000.00) constituyendo en garantía
de dicha obligación primera y preferente hipoteca hasta por la suma de
ciento sesenta y seis mil novecientos setenta con 50/100 dólares
americanos (US$ 166,970.50), sobre el inmueble que se ubica en la
Panamericana Norte N° 585, urbanización Villa del Mar, distrito de Supe
Puerto, provincia de Barranca, inscrita en la Partida Electrónica N°
08023811 del Registro de Propiedad Inmueble de Lima y Callao – Sede
Barranca, así como del inmueble ubicado en Panamericana Norte s/n,
urbanización Villa del Mar, distrito de Supe Puerto, provincia de Barranca,
inscrita en la Partida Electrónica N° 08023812 del Registro de Propiedad
Inmueble de Lima y Callao – Sede Barranca, siendo inscritas dichas
garantías en los Registros Públicos el dieciséis de setiembre de mil
novecientos noventa y tres.
Indica que ante el incumplimiento en el pago, el veinticinco de marzo de mil
novecientos noventa y siete formuló demanda de Ejecución de Garantías
contra los citados emplazados, según se aprecia del Expediente N° 326-
1997, actuados que se encuentran en ejecución de sentencia con
convocatoria para un sexto remate, estado en que han tomado
conocimiento de la existencia del Expediente N° 139-2002 seguido por
Esther Georgina Guarníz Vigo por derecho propio y en representación de
sus hijos Luis Francisco, Esther Francesca y Rosa Mercedes Chen Guarníz,
sobre proceso de ejecución de acta de conciliación extrajudicial de pensión
de alimentos, donde se ha ordenado trabar embargo en forma de
inscripción sobre el cincuenta por ciento (50%) de los derechos y acciones
que posee el demandado Francisco Chen Bernabé, esto es, sobre los
inmuebles que se encuentran remate, medida que ha sido inscrita en el
asiento D00002 rectificado en el asiento D0003 de la Partida N° 08023811 y
en el asiento D00001 rectificado por el asiento D00002 de la Partida N°
08023812 con fecha dieciocho de marzo de dos mil tres, lo que lleva a
formular la demanda de autos, por asistirle una preferencia en el pago, al
haber inscrito la medida de embargo en forma de inscripción con
anterioridad a la realizada en el proceso de los alimentistas.

2. CONTESTACIÓN DE DEMANDA
Mediante escrito en fojas noventa y nueve, Daniel Alfredo Ferrel Jáuregui
en representación de Rosa Mercedes Chen Guarníz, Esther Francesca
Chen Guarníz y Esther Georgina Guarníz Vigo contesta la demanda
manifestando que a través del Expediente N° 139-2002 se ha tramitado la
demanda de alimentos donde la autoridad jurisdiccional convocó al primer
remate público del cincuenta por ciento (50%) de los derechos y acciones
que posee el demandado Francisco Chen Bernabé sobre los inmuebles
conformados por la casa habitación ubicada en frente de la Carretera
Panamericana Norte N° 585, Puerto Supe, de un área de seiscientos
cuarenta metros cuadrados (640.00 m2) inscrito en la Partida Registral N°
08023811; y, el ubicado con frente a la Panamericana Norte kilómetro 184,
distrito de Puerto Supe, con un área de quinientos veintiuno metros
cuadrados (521.00 m2) inscrito en la Partida Registral N° 08023812. En la
diligencia de remate realizada el veintiocho de marzo de dos mil seis solo
se presentaron como postores sus poderdantes en su condición de
acreedores por la suma de treinta y cuatro mil con 00/100 dólares
americanos (US$ 34,000.00) procediendo el Juez a cargo del proceso a
emitir la Resolución N° 27, de fecha veinticuatro de mayo de dos mil seis,
por la que se adjudica a favor de sus poderdantes los bienes inmuebles
materia de remate, requiriéndose al demandado Francisco Chen Bernabé
para que en el plazo de diez días haga entrega de los bienes; ello se dio
cumplimiento mediante acta de fecha catorce de julio de dos mil seis. En
ese sentido, la adjudicación se produjo el veintiocho de marzo de dos mil
seis, por lo que la demanda deviene en extemporánea, pues se interpuso
después que se realizó el pago al acreedor. Asimismo, mediante escrito de
fojas ciento dieciséis, Francisco Chen Bernabé contesta la demanda
señalando que la demanda de tercería preferente de pago ha sido
presentada con fecha tres de abril de dos mil seis, en tanto que el remate y
la adjudicación del cincuenta por ciento (50%) de acciones y derechos en
pago de la acreencia de sus hijos se ha efectuado con fecha veintiocho de
marzo de dos mil seis, consecuentemente la tercería preferente de pago no
puede ser amparada.

3. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA


El señor juez del Juzgado Civil Transitorio de Barranca de la Corte Superior
de Justicia de Huaura, emite sentencia mediante resolución de fecha doce
de marzo de dos mil catorce, obrante a fojas setecientos diez, declarando
infundada la demanda. Argumenta que en el Expediente N° 139-2002 se
ordenó el remate de los dos inmuebles, realizándose la primera
convocatoria para el veintiocho de marzo de dos mil seis, acto al cual se
presentaron como únicos postores los demandantes en dicho proceso,
solicitando la adjudicación de los inmuebles por la suma de treinta y cuatro
mil con 00/100 dólares americanos (US$ 34,000.00) y por resolución de
fecha veinticuatro de mayo de dos mil seis, el juez resuelve adjudicar a
favor de Rosa Mercedes, Esther Francesca y Luis Francisco Chen Guarníz
representados por Esther Georgina Guarníz Vigo, el cincuenta por ciento
(50%) de las acciones y derechos que corresponde al demandado
Francisco Chen Bernabé respecto de los inmuebles materia de remate; en
ese sentido, considera que la adjudicación realizada, equivale a una en
pago, en que los acreedores alimentistas en lugar de recibir dinero en
efectivo como pago de la deuda alimentaria, recibieron una prestación
diferente, esto es la adjudicación de los predios materia del remate como
pago; en consecuencia, el pago se materializó con la resolución de fecha
veinticuatro de mayo de dos mil seis, del Expediente N° 139-2002 y no con
la aceptación del martillero público, en la diligencia de remate del veintiséis
de marzo de dos mil seis; entonces, apareciendo que la demanda de
derecho preferente de pago fue presentada el tres de abril de dos mil seis,
es de concluirse que el demandante al formular la acción de autos, cumplió
con el requisito de procedencia que exige el artículo 534 del Código
Procesal Civil.
En cuanto a la preferencia de los créditos, de acuerdo a la naturaleza de los
créditos contrapuestos, el crédito alimentario de los codemandados tiene
preferencia al crédito hipotecario del demandante, por ser un derecho
humano reconocido en el artículo 25 de la Declaración Universal de
Derechos Humanos, así como los artículos 1 y 2 numeral 24 literal c) de la
Constitución Política del Perú.

4. SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA


La Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Huaura mediante
resolución de fecha catorce de mayo de dos mil quince, obrante a fojas
ochocientos treinta y uno, revoca la sentencia apelada, y reformándola
declara improcedente la demanda. El ad quem considera que al convertirse
el ejecutante en adjudicatario del bien rematado, entendiéndose como una
adjudicación en parte de pago, tal como ha sucedido en el presente caso,
el monto adeudado ha sido pagado, en lo que corresponde con lo
alcanzado en el remate; por tanto, queda claro que en cualquiera de dichas
hipotecas no opera otro pago posterior, resultando pendiente solo la
obligación judicial de expedir un auto, para efectivizar la transferencia.
Habiéndose determinado entonces que la adjudicación del acreedor en el
Expediente N° 139-2002, produjo el pago del monto objeto del remate, al
fundirse la calidad de acreedor y adjudicatario. En tal sentido, siendo que
la presente demanda fue interpuesta el tres de abril de dos mil seis y el
remate con adjudicación del predio, se realizó el veintiocho de marzo de
dos mil seis; entonces la Tercería Preferente de Pago resulta
extemporánea en su presentación, ya que a dicha fecha se había producido
su pago, en ese sentido, no se cumple el requisito de procedencia previsto
en el artículo 534 del Código Procesal Civil.

III. RECURSO DE CASACIÓN


Contra la mencionada sentencia de vista emitida por la Sala Superior, el
demandante interpone recurso de casación, el cual ha sido declarado
procedente por este Supremo Tribunal, mediante resolución de fecha
diecinueve de enero de dos mil dieciséis, por las siguientes
causales: infracción normativa de los artículos 743, 746 y 747 Código
Procesal Civil; de los artículos 139 numerales 3 y 5 de la Constitución
Política del Perú y del artículo I y III del Título Preliminar del Código
Procesal Civil; y, de los artículos 50 numeral 6, 370 y 534 del Código
Procesal Civil.
IV. MATERIA JURÍDICA EN DEBATE
Es necesario establecer que, al haberse declarado procedente el recurso
por infracciones normativas de índole procesal, la materia jurídica en
discusión se centra en determinar si es que el presente proceso ha sido
tramitado con respeto a las reglas del debido proceso, o si, por el contrario,
se ha incurrido en algún defecto de tipo procesal que invalide la recurrida,
y dentro del análisis de las mismas, determinar si la demanda ha sido
interpuesta dentro del plazo de Ley.
V. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA.
PRIMERO.- Corresponde mencionar, de manera preliminar, que la función
nomofiláctica del recurso de casación garantiza que los Tribunales
Supremos sean los encargados de salvaguardar el respeto del órgano
jurisdiccional al derecho objetivo, evitando así cualquier tipo de afectación
a normas jurídicas materiales y procesales, procurando, conforme
menciona el artículo 384 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
N° 29364, la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto.
SEGUNDO.- Según se advierte del autocalificatorio de fecha diecinueve de
enero de dos mil dieciséis, este Supremo Tribunal ha declarado procedente
el recurso interpuesto por las siguientes causales y conforme a los
argumentos que se exponen:
a) Infracción de los artículos 743, 746 y 747 del Código Procesal
Civil. Argumenta que de ninguna forma puede tomarse como fecha de pago
al ejecutante el mismo día que se llevó a cabo el remate del bien inmueble,
toda vez que, el pago no es automático, además que el remate puede ser
objeto de nulidad hasta dentro de tres días de efectuada la subasta pública,
conforme al artículo 743 del Código Procesal Civil y debe expedirse el auto
de adjudicación; al respecto los artículos 746 y 747 del Código Civil
establecen en forma expresa cuando se hace el pago, ordenando la entrega
de los depósitos judiciales al ejecutante, una vez que se haya efectuado la
liquidación de intereses de costos y costas del proceso luego de aprobada
la liquidación.
b) Infracción del artículo 139 numerales 3 y 5 de la Constitución Política del
Estado y de los artículos I y III del Título Preliminar del Código Procesal
Civil. Señala que la sentencia de vista no está debidamente motivada,
atentando contra el debido proceso y la tutela jurisdiccional efectiva, pues
no hay pronunciamiento expreso sobre los fundamentos de la apelación de
la sentencia, sino que la Sala Civil citando hechos no cuestionados
concluye que el pago operó en el acto del remate. Asimismo se ha
pronunciado sobre un asunto zanjado por el a quo en el fundamento 2.10
de la sentencia apelada, consentido por ambas partes, al no ser
cuestionado ni impugnado la extemporaneidad de la acción de tercería, al
haber cumplido con el requisito de procedencia que exige el artículo 534
del Código Procesal Civil, debate judicial que adquirió la calidad de cosa
juzgada, sin embargo, la Sala Civil resuelve en perjuicio del apelante.
c) Infracción de los artículos 50 numeral 6 y 370 del Código Procesal
Civil. Refiere que la sentencia de vista no se pronuncia sobre todos los
extremos apelados, vulnerando el derecho a la tutela jurisdiccional
efectiva.
d) Infracción del artículo 534 del Código Procesal Civil. Señala que el
presente caso aun cuando en diversas casaciones sobre tercerías de
derecho se ha tenido por cumplido el requisito de la presentación de la
demanda antes que se efectúe el pago al ejecutante tomando como base el
auto de adjudicación, cabe precisar que obra como antecedente similar la
Casación N° 1301-2009-Lima del diecinueve de noviembre de dos mil
nueve, así como la Casación N° 2792-2009- La Libertad de fecha diecinueve
de junio dos mil diez.

TERCERO.- En ese sentido, se aprecia que a través de la segunda y tercera


causal se denuncia la afectación al debido proceso y la motivación de
resoluciones, por ello, corresponderá iniciar por el análisis de las mismas.
CUARTO.- Para ello, debemos precisar que el debido proceso es un
derecho complejo, conformado por un conjunto de derechos esenciales
que impiden que la libertad y los derechos de los individuos sucumban
ante la ausencia o insuficiencia de un proceso o procedimiento, o se vean
afectados por cualquier sujeto de derecho –incluyendo el Estado- que
pretenda hacer uso abusivo de éstos. Como señala la doctrina procesal y
constitucional, “por su naturaleza misma, se trata de un derecho muy
complejamente estructurado, que a la vez está conformado por un
numeroso grupo de pequeños derechos que constituyen sus componentes
o elementos integradores, y que se refieren a las estructuras,
características del Tribunal o instancias de decisión, al procedimiento que
debe seguirse y a sus principios orientadores, y a las garantías con que
debe contar la defensa”
QUINTO.- En ese contexto, la vulneración del debido proceso se configura
entre otros supuestos, en los casos en los que en el desarrollo del proceso,
no se han respetado los derechos procesales de las partes, se han obviado
o alterado actos de procedimiento o si la tutela jurisdiccional no ha sido
efectiva y/o se deja de motivar las decisiones o se realiza en forma
incoherente, en clara transgresión de la normatividad vigente y de los
estadios superlativos del procedimiento.
SEXTO.- Es necesario destacar que el principio denominado de los fallos
judiciales, constituye un valor jurídico que rebasa el interés de los
justiciables por cuanto se fundamenta en principios de orden jurídico, pues
la declaración del derecho en un caso concreto, es una facultad del
juzgador que por imperio del artículo 138 de la Constitución Política del
Estado, impone una exigencia social de que la comunidad sienta como un
valor jurídico, denominado, fundamentación o motivación de la sentencia;
el mismo que se encuentra consagrado en el artículo 139 numeral 5 de la
Constitución Política del Estado, concordante con los artículos 50 numeral
6 y 122 numeral 3 del Código Procesal Civil.
SÉTIMO.- Analizando las causales referidas a la infracción del artículo 139
numerales 3 y 5 de la Constitución Política del Estado y de los artículos I y
III del Título Preliminar del Código Procesal Civil; así como de los artículos
50 numeral 6 y 370 del Código Procesal Civil; se aprecia que estas devienen
en infundadas, pues, el pronunciamiento emitido por Sala Superior guarda
congruencia con los argumentos de la apelación formulada por la parte
demandada, donde alegan que el remate ha sido efectuado con fecha
veintiocho de marzo de dos mil seis, mientras que la demanda de tercería
preferente de pago fue interpuesto con fecha tres de abril de dos mil seis y
que por tanto, resulta extemporánea; y es en virtud de dicho argumento
que la instancia de mérito se pronuncia sobre la extemporaneidad de la
demanda; y es por esa razón, al emitir un pronunciamiento inhibitorio, ya
no resulta pertinente absolver las demás denuncias de la apelación.

OCTAVO.- En cuanto a la demás causales, se aprecia que a través de las


mismas se procederá a determinar si con la adjudicación de los predios se
materializó con el remate de adjudicación de fecha veintiocho de marzo de
dos mil seis; y a partir de ello, determinar si la demanda se encuentra fuera
del plazo que concede la norma.
NOVENO.- En el caso de autos, las instancias de mérito han establecido los
siguientes hechos: – En el proceso tramitado en el Expediente N° 807-2001
(antes Expediente N° 326-1997-C) el demandante con fecha veinticinco de
marzo de mil novecientos noventa y siete interpuso demanda de Ejecución
de Garantías contra Francisco Chen Bernabé y Esther Georgina Guarníz
Vigo, por incumplimiento de pago relacionado con un Contrato de Crédito
en forma de Pagaré con Garantía Hipotecario, que gravan dos inmuebles,
los inscritos en la Partida N° 08023811 y N° 0823812. – Mediante Expediente
N° 139-2002-C doña Esther Georgina Guarníz Vigo en representación de
Rosa Mercedes, Esther Francesca y Luis Francisco Chen Guarníz, solicitan
la ejecución del acta de conciliación extrajudicial por incumplimiento de
pago de alimentos, en contra de Francisco Chen Bernabé, emitiéndose el
mandato de pago por la suma de sesenta y nueve mil con 00/100 dólares
americanos (US$ 69,000.00), proceso en el que se trabó embargo en forma
de inscripción sobre el cincuenta por ciento (50%) de los derechos y
acciones que el demandado posee sobre los mismos inmuebles inscritos
en las Partidas N° 08023811 y N° 08238122. – Ante el incumplimiento de la
obligación en el proceso de ejecución de acta, se ordenó el remate de los
dos inmuebles, realizándose la primera convocatoria para el veintiocho de
marzo de dos mil seis (fojas doscientos tres y doscientos cuatro), acto al
cual se presentaron como únicos postores los demandantes, solicitando la
adjudicación de los inmuebles por la suma de treinta y cuatro mil con
00/100 dólares americanos (US$ 34,000.00), y por resolución de fecha
veinticuatro de mayo de dos mil seis el juez resuelve adjudicar a favor de
Rosa Mercedes, Esther Francesca y Luis Francisco Chen Guarníz,
representados por Esther Georgina Guarníz Vigo, el cincuenta por ciento
(50%) de las acciones y derechos que corresponde al demandado
Francisco Chen Bernabé respecto de los inmuebles materia de remate.

DÉCIMO.- Sobre el particular, cabe señalar que de conformidad con el


artículo 533 del Código Procesal Civil, establece: “La tercería se entiende
con el demandante y el demandado, y sólo puede fundarse en la propiedad
de los bienes afectados judicialmente por medida cautelar o para la
ejecución; o en el derecho de preferente a ser pagado con el precio de tales
bienes (…)”. A partir de ello, podemos señalar que con la demanda de
tercería preferente de pago el tercerista pretende que se cancele en primer
orden su crédito con el precio del bien afectado con gravamen, por
considerar tener prioridad frente a otro acreedor que también quiere
hacerse cobro con él y que lo viene intentando en un proceso judicial.
UNDÉCIMO.- Asimismo, de conformidad con el artículo 534 del acotado
código, “La tercería de propiedad puede interponerse en cualquier
momento antes que se inicie el remate del bien. La de derecho preferente
antes que se realice el pago del acreedor”
DUODÉCIMO.- Lo señalado precedentemente resulta de suma relevancia,
teniendo en consideración que la tercería preferente de pago tiene como
propósito suspender el pago del acreedor hasta que se decida en definitiva
sobre la preferencia de los créditos contrapuestos, los que serán
analizados por el juez en atención a su propia naturaleza; empero cuando
tiene como sustento el pago de algún bien de propiedad del ejecutado, la
oportunidad para interponerla es antes de que se realice la adjudicación,
pues luego de tal momento carece de virtualidad su interposición, al
haberse transferido el bien a favor de un tercero o del ejecutante. De
acuerdo a lo dispuesto en el artículo 534 del Código Procesal Civil, si se
admitiese una demanda de este tipo sin verificar si el pago se realizó o no,
ello colisionaría una incertidumbre respecto de la posibilidad de dar
cumplimiento a lo normado en el artículo 537 del mismo código. En efecto,
si los jueces admitiesen demandas de tercería preferente de pago, sin
verificar si ya se realizó el pago a favor del acreedor o no –al respecto la
norma es clara al establecer como punto determinante para la oportunidad
de este tipo de demandas, el hecho del pago a favor del acreedor y no el
momento en que se cursan los partes para la inscripción de la adjudicación
– podría suceder en el caso que el pago se haya realizado, que el mandato
contenido en el artículo 537 del acotado código, devenga en un imposible
jurídico, lo que implicaría un desconocimiento de lo normado en el artículo
III del Título Preliminar del Código Procesal Civil.

DÉCIMO TERCERO.- Ahora, se aprecia que la Sala Superior a efectos de


verificar si la demanda se encontraba dentro del plazo que establece el
artículo 534 del Código Procesal Civil, toma como referencia el acta de
remate convocado el veintiocho de marzo de dos mil seis (fojas doscientos
tres y doscientos cuatro), por considerar que con dicho acto se había
concretado la adjudicación; sin embargo, ello resulta errado, ya que en
dicha fecha aún no se había efectuado la adjudicación de los inmuebles
objeto de ejecución, pues esta recién se realizó mediante resolución de
fecha veinticuatro de mayo de dos mil seis, acto procesal a través del cual
el juez resuelve adjudicar a favor de Rosa Mercedes, Esther Francesca y
Luis Francisco Chen Guarníz representados por Esther Georgina Guarníz
Vigo, el cincuenta por ciento (50%) de las acciones y derechos que
corresponde al demandado Francisco Chen Bernabé respecto de los
inmuebles materia de remate.
DÉCIMO CUARTO.- Lo señalado líneas arriba, guarda concordancia con lo
establecido en el artículo 739 del Código Procesal Civil, que establece: “En
el remate de inmueble el Juez ordenará, antes de cerrar el acta, que el
adjudicatario deposite el saldo del precio dentro del tercer día. Depositado
el precio, el Juez transfiere la propiedad del inmueble mediante auto (…)”
(resaltado agregado); y asimismo, el artículo 741 del acotado código señala
“Si el saldo de precio del remate del inmueble no es depositado dentro del
plazo legal, el Juez declarará la nulidad del remate y convocará a uno nuevo
(…)”; en ese mismo sentido, el artículo 743 de norma procesal, establece:
“Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 741°, la nulidad del remate sólo
procede por los aspectos formales de éste y se interpone dentro del tercer
día de realizado el acto. (…)”; normas a partir de las cuales se puede
concluir que con el acto del remate no se produce la adjudicación, sino
que, para ello, previamente debe comprobarse el depósito del saldo del
precio dentro del tercer día, plazo en el cual, también puede solicitarse la
nulidad del mismo, evidenciándose que el acto de remate todavía no hace
definitiva la adjudicación.

DÉCIMO QUINTO.- En consecuencia, la adjudicación en el caso de autos se


realizó mediante el auto de fecha veinticuatro de mayo de dos mil seis
(fojas doscientos dieciséis a doscientos dieciocho) a través del cual el juez
resuelve adjudicar a favor de Rosa Mercedes, Esther Francesca y Luis
Francisco Chen Guarníz, representados por Esther Georgina Guarníz Vigo,
el cincuenta por ciento (50%) de las acciones y derechos que corresponde
al demandado Francisco Chen Bernabé respecto de los inmuebles materia
de remate; acto que además contiene la descripción del bien, la orden que
deja sin efecto todo gravamen que pese sobre éste, la cancelación, las
cargas o derechos de uso y/o disfrute que se hayan inscrito con
posterioridad al embargo o hipoteca materia de ejecución, la orden al
ejecutado o administrador judicial para que entregue el inmueble al
adjudicatario dentro de diez días, bajo apercibimiento de lanzamiento, y la
orden de que se expidan partes judiciales para su inscripción en el registro
respectivo, los que contendrán la transcripción del acta de remate y del
auto de adjudicación; todo esto en fi el cumplimiento a lo establecido en el
artículo 739 del Código Procesal Civil.

DÉCIMO SEXTO.- Cabe señalar que el hecho que los ejecutantes se hayan
convertido en adjudicatarios del bien rematado (donde el monto adeudado
ha sido pagado con el remate) no cambia la situación, de que el acto de
remate no es un acto definitivo, mientras no se emita la resolución de
adjudicación, que es a través de la cual se verifica que el pago de la deuda
con el remate ha quedado firme.
DÉCIMO SÉTIMO.- Por tanto, habiéndose interpuesto la presente demanda
con fecha tres de abril de dos mil seis, esta resultaría anterior a la fecha de
la adjudicación, encontrándose dentro del plazo que establece el artículo
534 del Código Procesal Civil; en consecuencia, corresponde que la Sala
revisora se pronuncie sobre el fondo de la controversia, esto es, determine
la preferencia en el pago de los créditos, verificándose infracción de las
causales por las cuales se admitió el recurso.

DECISIÓN:
En base a las consideraciones expuestas, esta Sala Suprema, en aplicación
de lo señalado en el artículo 396 del Código Procesal Civil:
a) Declararon FUNDADO el recurso de casación interpuesto por el
demandante Banco Internacional del Perú – Interbank, de fecha veinticinco
de junio de dos mil quince, obrante a fojas ochocientos cuarenta y seis; y
en consecuencia, NULA la sentencia de fecha catorce de mayo de dos mil
quince, obrante a fojas ochocientos treinta y uno.
b) ORDENARON a la Sala Superior emita nueva resolución de vista
conforme a los lineamientos previstos en la presente resolución.
c) DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el diario oficial
“El Peruano”, bajo responsabilidad y los devolvieron; en los seguidos
contra Francisco Chen Bernabé y otros, sobre tercería preferente de pago.
Intervino como ponente, la señora Juez Supremo Rodríguez Chávez.-
TELLO GILARDI
DEL CARPIO RODRÍGUEZ
RODRÍGUEZ CHÁVEZ
CALDERÓN PUERTAS
DE LA BARRA BARRERA
BIBLIOGRAFIA

Bibliografía
CASASSA, S. (15 de MARZO de 2017). http://revistas.pucp.edu.pe/derechoprocesal. Obtenido
de http://revistas.pucp.edu.pe/derechoprocesal

CASTILLO FREYRE, M. (25 de marzo de 2019).


https://www.castillofreyre.com/archivos/pdfs/articulos/ejecucion_de_la_garantia_mo
biliaria.pdf. Obtenido de
https://www.castillofreyre.com/archivos/pdfs/articulos/ejecucion_de_la_garantia_mo
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