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2011
Aurelio García.
La biblia y el calefón en la obra de un artista pop rosarino.
GONZALO GIGENA Política, religión y cultura pop son los ingredientes principales de esta gran
cacerola de una olla popular que es la obra artística de Aurelio García.
Este irreverente rosarino, nacido en la década del `60, nacido en el seno
de una familia antiperonista y cuyo padre detestaba a los radicales, se for-
mó en la vecina localidad de San Nicolás, asistiendo allí a clases en las aulas
de una escuela salesiana dónde él sentía que consideraban a su gusto por el
arte, según sus palabras “se la pasaba dibujando”, “una pérdida de tiempo y
un desperdicio de material escolar”. Aurelio García describe a su adolescen-
cia, la cual transcurrió en el contexto de la dictadura militar, como “teñida
de tabaco y rock” siendo este periodo donde se gestó fuertemente en él el
germen que determinaría su formación como artista plástico.
Un hecho no menor, que afectará su obra, tal vez de manera inconsciente,
fue que su bisabuelo, Don Ramón García Fernández, se convirtió en do-
nante junto con su hermano Ángel, de buena parte de la importante colec-
ción de pintura altoperuana y cuzqueña del Museo Julio Marc de Rosario.
Devuelto sus pasos en nuestra ciudad, y tras una infructífera incursión
por el Derecho, asistió a diversos talleres de reconocidos artistas, tanto lo-
cales como porteños, que permitieron avanzar en su formación. Este pro-
ceso se da en el marco de lo que se conoce como el Retorno a la pintura.
Se trata de la vuelta a la pintura de caballete que generaciones anteriores
habían intentado dar por muerta al considerarla carente de sentido.
Entre 1985 y 1990 asistió a la Faculta de Bellas Artes de la U.N.R., donde
también se desempeñó como ayudante, entre 1991 y el 2001, de la recono-
cida artista Graciela Carnevale en Pintura I.
Si bien podemos observar coincidencias en su obra con los transvanguar-
distas y anacronistas, el retorno a la alegría y a los colores de la pintura,
la vuelta a un lenguaje pictórico clásico, el recurso de temas mitológicos-
históricos y la iconografía, García se diferencia de los transvanguardistas
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individuales. Movimientos feminis- tud para gobernar recurrirían a La
tas, antirracistas, prohomosexuales Familia para que los guiase. Con el
y antibelicistas se levantaron contra fin de acelerar el proceso Charles
lo que consideraban un atropello Manson dispuso la realización de
contra sus derechos (y los de los de- una seguidilla de crímenes impac-
más) de parte de un sistema basado tantes contra personas acomodadas
en un modelo de vida anquilosa- de la sociedad. Un dato que llama
do en el tiempo. También fue una la atención y que no puede dejar
época donde se libraron grandes de nombrarse es que para Manson
batallas por la independencia de las la canción Helter Skelter advertía
antiguas colonias en Asia y África, acerca de la guerra racial que se ha-
y movimientos de carácter revolu- cía inexorable. El título de la can-
Helter Skelter, 2004, cionario, inspirados en la experien- ción apareció escrito con sangre en
acrílico sobre tela, 100 x 100 cm. cia cubana, se levantaron en una la escena de uno de otro de los crí-
Latinoamérica fustigada por golpes menes que realizó6.
militares que respondían a los inte- Es muy recurrente en su obra la
reses norteamericanos. Es un perio- composición centralizada y simé-
do de tiempo teñido por la confron- trica, así como recurrir a texturas
tación de los dos sistemas de poder globulares o de otro tipo que relle-
del mundo: el capitalismo contra el nan los espacios vacíos y que casi
comunismo; y dos modelos de vida: siempre remiten a algo viviente; de
el conservador contra el liberal. no hacerlo así rellena los vacíos con
Todos los personajes citados en una trama de puntos o de líneas rec-
esta obra han muerto asesinados tas u ondulantes, típico del pop. A
por disparos de armas de fuego de veces las tramas globulares se com-
allí que utilice el isologotipo de la portan tal cual si fuesen una lumina-
marca de cigarrillos Lucky Strike ria de algún camarín de una estrella
(“tiro de suerte”) para remitirse a o una marquesina de algún espectá-
ellos y presente una construcción culo, este efecto puede observarse
de la obra como si se tratase del en Helter Skelter. En Asunción de
relevamiento de una escena del cri- Nuestra Señora de los Deseos la mis-
men. Marilyn Monroe resulta ser la ma sugiere las luces de una pista de
excepción a estos asesinatos ya que aterrizaje, o en este caso de despe-
murió por una sobredosis de barbi- gue. En este decorativismo artesanal
túricos. Si bien su causa se caratuló persiste una fuerte vinculación con
como suicidio se mantuvo un halo el arte del fileteado porteño.
de penumbras sobre el suceso, tam- Como puede apreciarse, persiste
Asunción de Nuestra Señora de los bién en parte a causa del carácter en su obra una aversión al vacío,
Deseos, 1996, acrílico sobre tela, proconspirativo que persiste en la la cual podría considerarse erró-
220 x 120 cm.
sociedad norteamericana. neamente como una incapacidad
Otro personaje sobre el cual es para saber controlar el mismo. Más
necesario realizar unas palabras es bien se trata de una destreza obse-
Sharon Tate quien fuese asesinada siva desplegada con el fin de cubrir
por Charles Manson, quien era el hasta el más mínimo espacio con
líder de una secta religiosa llamada sumo detalle.
La Familia, a la cual creía destina- En lo concerniente al color, el mis-
da a regir los designios del mundo mo es tratado de forma plana y con-
luego de que aconteciese un apo- trastante, sin temor alguno al uso
calipsis a causa del enfrentamiento de una paleta estridente. El volu-
entre blancos y negros. Éstos últi- men en sus obras es generado por la
mos serían quienes ganarían pero, alteración de valores de un mismo
según creía Manson, por su inepti- tono y la profundidad, de ser nece-
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ella fueron aplicados de manera saturada y contrastan-
te. Recurre a los primarios (azul, rojo y amarillo) con-
juntamente con la luz y la oscuridad (blanco y negro).
Al remitirse a una paleta tan básica, tan primaria, re-
mite al choque de fuerzas tan fundamentales y vitales
en la política como lo son el capitalismo y el comunis-
mo. El rojo, el blanco y el azul son los colores de la ban-
dera norteamericana, mientras que la soviética estaba
compuesta por rojo y amarillo.
El blanco y el negro remiten a la pugna de las pulsio-
nes de vida y muerte que conllevan ambas corrientes
políticas, las cuales, si bien con miradas opuestas giran
sus teorías entorno a lo económico.
Los espacios vacíos son cubiertos con una textura glo-
bular que si bien, como desarrollamos antes, es usual en
muchas de las obras del artista, en este caso el rojo de
la misma refuerza aún más la asociación con la sangre,
mientras que el negro que lo intercala remarca a su vez
la muerte que se irradia sobre la obra, principalmente
sobre la cabeza del personaje.
En otras obras también se acerca al comunismo bajo
un tono humorístico pero realizando un juego de pala-
bras con Marx y martian (marciano, en inglés), dando
como resultado “marxian”. El producto de esta asocia-
ción podría buscarse, más allá del humor, desde la ca-
Judith & Holofernes, 2001, rrera espacial que mantuvo la U.R.S.S. con los Estados
acrílico sobre tela, 70 x 50 cm. Unidos hasta el modo en que se puede observar como
alienígena al sistema de vida comunista desde el punto
si se tratase de la típica bandeja que usualmente se re- de vista capitalista-banal. También es común en la obra
presenta en escenas de decapitaciones donde la cabeza de García abordar al comunismo, como al peronismo,
de alguien es entregada como trofeo a su contrincante. desde el lado devocional de estos movimientos.
El evento es “alumbrado” por la hoz y el martillo sím- Hay quienes podrían tildar a García, al observar su
bolos del comunismo, que lejos de irradiar vida emiten obra de tinte religioso, como ateo, blasfemo o hasta an-
una energía lúgubre sobre la escena. ticatólico, pero esto dista de ser verdad ya que él mismo
García se refiere así a la muerte del guerrillero argen- se define como católico creyente, y fundamentalmente
tino acontecida en las sierras bolivianas. Si bien fue el librepensador, lo que muchas veces choca violentamen-
ejército local el encargado de tal acto, la cabeza es pre- te con la ortodoxia católica. Testimonio de esto es su
sentada al poder imperante (los Estados Unidos) como mural en la capilla de Alta Barda (Neuquén) del año
un, anhelado, presente. García le encuentra así otra 2012, en el cual, invitado por el sacerdote local, repre-
vuelta de tuerca al mito, invirtiendo roles determinan- sentó a los doce apóstoles y a la virgen María recibien-
do que sea el poderoso el que vence al débil, represen- do al espíritu santo, evento conocido en la liturgia cató-
tando también así el fin de las utopías. lica como Pentecostés, tema que ya había representado
La intención del artista es poner en evidencia que el anteriormente en cuadros.
Che Guevara, o más bien su popularizada imagen, se En lo concerniente al arte también realiza una obser-
ha convertido en un producto más de la sociedad de vación crítica con explícita ironía como puede apre-
consumo (capitalista), emparentándolo con el recono- ciarse en La última gota y Psicosis. En La última gota
cido personaje de Disney y aislándolo de sus ideales. Es nos advierte acerca de las deidades que imperan en el
este otro modo en que el capitalismo ha asesinado (de- mundo del arte actual y la veneración devocional casi
rrotado) al Che Guevara. fanática que despiertan de parte ciertos sectores liga-
Tanto la paleta utilizada como la composición y el dos al arte y que las toman como verdades incuestio-
modo de abordaje en esta obra son típicos del artista. nables. En esta obra vemos de manera santificada al
La composición es central y simétrica. Los colores en mingitorio de Duchamp y a dos fieles venerándolo. De
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