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ACLARE SUS VALORES

Un único universo hecho de todo lo que hay y un único Dios en todo y un único principio del ser y
una única ley, la razón compartida por todas las criaturas pensantes y una única verdad.

Marco Aurelio

Una de las características más importantes de los líderes y de las


personas de más éxito en cualquier terreno, es que saben quiénes son,
en qué creen y qué defienden. La mayoría de personas está confusa
respecto a sus metas, sus valores e ideales y, como resultado, van y
vienen y logran muy poco. En cambio, los hombres y mujeres que
llegan a ser líderes con las mismas capacidades y oportunidades, o
incluso menos, consiguen grandes logros en todo lo que intentan.
La vida se vive de dentro a afuera. El núcleo de nuestra
personalidad son nuestros valores. Nuestros valores son los que hacen
de nosotros quienes somos. Todo lo que hacemos en el exterior está
dictado y determinado por nuestros valores interiores, sean éstos
claros o confusos. Cuanta mayor claridad tengamos respecto a
nuestros valores interiores, más precisos y efectivos serán nuestros
actos exteriores.

LOS CINCO NIVELES DE PERSONALIDAD

Puede imaginar su personalidad pensando en una diana que tiene


cinco círculos concéntricos. Su personalidad está formada por cinco
anillos, que empiezan en el centro con sus valores e irradian hacia
fuera hasta el siguiente círculo, que son sus convicciones.
Sus valores determinan sus convicciones, sobre usted mismo y
sobre el mundo que le rodea. Si tiene valores positivos, como el amor,
la compasión y la generosidad, estará convencido de que quienes
habitan su mundo merecen esos valores y los tratará en consecuencia.
Sus convicciones determinan, a su vez, el tercer anillo de su
personalidad, sus expectativas. Si tiene unos valores positivos, estará
convencido de ser una buena persona. Si está convencido de ser una
buena persona, esperará que le sucedan cosas buenas. Si espera que le
sucedan cosas buenas, será positivo, animoso y orientado al futuro.
Buscará lo bueno en otras personas y situaciones.
El cuarto nivel de su personalidad, determinado por sus
expectativas, es su actitud. Su actitud será el reflejo o la manifestación
externa de sus valores, convicciones y expectativas. Por ejemplo, si,
según sus valores, éste es un buen mundo donde vivir y está
convencido de que va a tener éxito en la vida, dará por sentado que
todo lo que le sucede le ayuda en un modo u otro. Como resultado,
tendrá una actitud mental positiva hacia los demás y ellos
reaccionarán de forma positiva hacia usted. Será una persona más
animosa y optimista. Será alguien con quien y para quien los demás
querrán trabajar, a quien querrán comprar y vender y, en general, a
quien ayudarán a tener más éxito. Por esta razón, una actitud mental
positiva parece ir de la mano con grandes éxitos en todos los campos.
El quinto anillo, o nivel de vida, son sus actos. Sus actos externos
serán, en última instancia, un reflejo de sus más íntimos valores,
convicciones y expectativas. Por esa razón, lo que consiga en la vida
y en el trabajo estará más determinado por lo que sucede en su
interior que por cualquier otro factor.

SEGÚN EL INTERIOR, ASÍ ES EL EXTERIOR

La mayoría de veces, se puede saber qué piensa alguien


observando las condiciones de su vida externa. Una persona positiva,
optimista, orientada a una meta y al futuro ―en su interior―
disfrutará una vida feliz, exitosa y próspera en el exterior, la mayor
parte del tiempo.
Aristóteles dijo que el fin o propósito último de la vida humana es
alcanzar la felicidad. Somos la felicidad misma cuando lo que
hacemos en el exterior es congruente con nuestros valores internos.
Cuando vivimos en completa armonía con lo que consideramos
bueno y justo y verdadero, automáticamente nos sentimos felices y
positivos respecto a nosotros mismos y a nuestro mundo.
Nuestras metas deben ser congruentes con nuestros valores y
nuestros valores deben ser congruentes con nuestras metas. Por esta
razón, aclarar nuestros valores suele ser el primer paso para conseguir
grandes cosas y rendir al máximo. Para aclarar nuestros valores es
indispensable que reflexionemos sobre qué es verdaderamente
importante en nuestra vida. Luego tenemos que organizar toda
nuestra vida en torno a esos valores.
Cualquier intento de vivir en el exterior de una manera que
contradiga los valores que hay en su interior, le causará estrés,
negatividad, infelicidad, pesimismo e, incluso, ira y frustración. La
primordial responsabilidad que tiene hacia sí mismo en la creación de
una vida magnífica es, por lo tanto, que sus valores estén
absolutamente claros en todo lo que haga.

SEPA LO QUE DE VERDAD QUIERE

Stephen Covey dijo en una ocasión: «Cuando trepe, con gran


esfuerzo, por la escalera del éxito, asegúrese de que está apoyada en
el edificio adecuado». Muchas personas se esfuerzan mucho por
conseguir unas metas que creen que quieren sólo para descubrir que,
a fin de cuentas, sus logros no les producen satisfacción ni alegría. Y
se preguntan si eso es todo lo que hay. Esto sucede cuando el logro
externo no está en armonía con los valores internos. No permita que
eso le pase a usted.
Sócrates dijo: «la vida sin preguntas no merece vivirse». Esto se
aplica tanto a nuestros valores como a cualquier otro aspecto de
nuestra vida. Aclarar nuestros valores es algo que hacemos según
avanzamos. Continuamente detenemos el cronómetro, como si fuera
tiempo muerto en un partido y preguntamos: «¿Cuáles son mis
valores en este campo?»
En el evangelio según san Mateo (16,26), se dice: «¿De qué le
servirá al hombre ganar el mundo entero, si arruina su alma?» Las
personas más felices del mundo son las que viven en armonía con sus
convicciones y valores más profundos. Las personas más infelices
son las que intentan vivir de una forma incongruente con aquello que
de verdad valoran y creen.

CONFÍE EN SU INTUICIÓN

La confianza en sí mismo es el fundamento de la grandeza. Esa


confianza procede de escuchar nuestra intuición, nuestra «queda y
tranquila voz» interior. Los hombres y las mujeres empiezan a
hacerse grandes cuando empiezan a escuchar su voz interna y
confían, total y absolutamente, en que un poder superior los guía en
cada paso del camino.
Vivir en armonía con nuestros auténticos valores es el camino real
a la autoconfianza, el autorrespeto y el orgullo personal. De hecho,
casi todos los problemas humanos se pueden resolver volviendo a los
valores. Siempre que sienta cualquier tipo de tensión mire en su
interior y pregúntese: «¿De qué manera estoy comprometiendo mis
valores más profundos en esta situación?»
¿Cómo puede saber cuáles son sus auténticos valores? La
respuesta es sencilla. Siempre demostramos cuáles son nuestros
verdaderos valores en nuestros actos y especialmente cuando
actuamos bajo presión. Siempre que nos vemos obligados a elegir
entre dos tipos de conducta, actuamos de forma coherente con lo que
es más importante y valioso para nosotros en ese momento.
De hecho, los valores están organizados jerárquicamente.
Tenemos una serie de valores, algunos muy intensos e importantes y
otros más débiles y menos importantes. Uno de los ejercicios más
relevantes que puede hacer para determinar quién es y qué quiere ser
en realidad es organizar sus valores por orden de prioridad. Cuando
tenga clara la importancia relativa que tienen, podrá organizar su vida
externa de tal forma que esté en armonía con ellos.
EXAMINE SU CONDUCTA PASADA

Hay varios medios reveladores que le ayudarán a determinar sus


propios valores. Para empezar, puede volver los ojos a su pasado.
¿Cómo ha actuado bajo presión en el pasado? ¿Qué elección hizo con
su tiempo o dinero cuando se vio obligado a elegir? Sus respuestas le
indicarán cuáles eran sus valores predominantes en aquel tiempo.
Dale Carnegie escribió: «Dime qué le da a alguien su máxima
sensación de importancia y yo te diré cuál es toda su filosofía de la
vida». ¿Qué hace que se sienta importante? ¿Qué eleva su
autoestima? ¿Qué aumenta su sentimiento de propio respeto y orgullo
personal? ¿Qué ha logrado en su vida pasada que le haya hecho sentir
el máximo orgullo y satisfacción? Estas respuestas le proporcionarán
una buena indicación de sus auténticos valores.

DETERMINE LO QUE DESEA SU CORAZÓN

El maestro espiritual Emmet Fox escribió sobre la importancia de


descubrir «los deseos del corazón». ¿Qué desea su corazón? ¿Qué es
lo que, en lo más profundo de su corazón, querría ser, tener o hacer en
la vida? Como dice un amigo mío: «¿Para qué quiere ser famoso?»
¿Qué palabras le gustaría que emplearan los demás para
describirlo cuando usted no está presente? ¿Qué le gustaría que
dijeran en su funeral? ¿Cómo le gustaría que le recordaran su familia,
sus amigos y sus hijos? ¿Cómo le gustaría que les hablaran de usted?
¿Qué clase de reputación tiene ahora? ¿Qué clase de reputación le
gustaría tener en el futuro? ¿Qué tendría que empezar a hacer hoy a
fin de crear esa reputación que desea?

SU PASADO NO ES SU FUTURO

Muchas personas tuvieron experiencias difíciles mientras crecían.


Pasaron por tiempos duros y se asociaron con la gente equivocada. Se
comportaron de forma ilegal o socialmente inaceptable. Algunos
incluso fueron condenados y enviados a prisión por sus delitos. Pero
en un cierto momento de su vida, decidieron cambiar. Pensaron
seriamente en cómo querían que les conocieran o pensaran en ellos en
el futuro. Decidieron cambiar de vida cambiando los valores por los
que vivían. Al tornar esas decisiones y mantenerse fieles a ellas,
cambiaron su vida. Y lo que otros han hecho, también usted puede
hacerlo.
Recuerde: No importa de dónde viene; lo único que realmente
importa es adónde va.
Si fuera una persona extraordinaria en todos los sentidos, ¿cómo
se comportaría con los demás? ¿Qué clase de impresión dejaría en
ellos al conocerlos y hablarles? Imagine que es usted una persona
absolutamente perfecta, ¿en qué sería diferente de quien es hoy?

CUANTO SE GUSTA A SÍ MISMO

En psicología, su nivel de autoestima determina su nivel de


felicidad. La propia estima se define como «cuánto se gusta a sí
mismo». Esa autoestima viene, a su vez, determinada por su propia
imagen, que es la manera en que se ve y piensa en sí mismo cuando
se relaciona, cada día, con los demás. Su propia imagen es moldeada
por su ideal de sí mismo, el cual está hecho de sus virtudes, valores,
metas, esperanzas sueños y aspiraciones.
Veamos qué han descubierto los psicólogos: Cuanto más
coherente es nuestra conducta, en un momento dado, con lo que
sentimos que debe ser nuestra conducta ideal, más nos gustarnos y
respetamos a nosotros mismos y más felices somos.
Por el contrario, siempre que actuamos de una manera
incoherente con nuestro ideal de conducta óptima, vivimos una
imagen negativa de nosotros mismos. Sentimos que estamos
actuando por debajo de nuestro nivel óptimo, por debajo de aquello a
lo que realmente aspiramos. Como resultado, nuestra propia estima y
nuestro nivel de felicidad disminuyen.
ACTÚE A SU NIVEL ÓPTIMO

En el momento en que empezamos a andar, hablar y actuar de


forma coherente con nuestros más altos ideales, nuestra propia
imagen mejora y nos sentirnos más satisfechos con nosotros mismos
y con el mundo.
Por ejemplo, siempre que nos felicitan, nos elogian, nos dan un
premio o reconocen nuestros logros, nuestra autoestima sube, a veces
de forma espectacular. Nos sentirnos contentos con nosotros mismos.
Sentimos que toda nuestra vida está en armonía y que vivimos de
forma congruente con nuestros más altos ideales. Sentimos que
tenemos éxito y que somos valiosos.
Su objetivo debe ser crear de forma deliberada y sistemática las
circunstancias que eleven su autoestima en todo lo que haga. Debe
vivir su vida como si ya fuera esa persona extraordinaria que tiene
intención de ser en el futuro.

SEPA EN QUÉ CREE

¿Cuáles son sus valores hoy respecto a su trabajo y su carrera


profesional? ¿Cree en los valores de integridad, trabajo duro,
fiabilidad, creatividad, cooperación, iniciativa, ambición y llevarse
bien con los demás? Los que viven estos valores en su trabajo tienen
mucho más éxito y son tenidos en más alta estima que quienes no lo
hacen.
¿Cuáles son sus valores respecto a su familia? ¿Cree en la
importancia del amor incondicional, del continuo ánimo y refuerzo,
de la paciencia, el perdón, la generosidad, la calidez y la atención?
Los que practican estos valores de forma coherente con quienes
importan en su vida son mucho más felices que quienes no lo hacen.
¿Cuáles son sus valores respecto al dinero y el éxito económico?
¿Cree en la importancia de la honradez, la laboriosidad, el ahorro, la
frugalidad, la educación y un rendimiento, calidad y constancia
excelentes? Quienes practican esos valores tienen mucho más éxito
en su vida económica que quienes no lo hacen y alcanzan sus metas
económicas con mayor rapidez que ellos.
¿Y respecto a su salud? ¿Cree en la importancia de la disciplina, el
dominio y el control de sí mismo en lo que hace a la dieta, el ejercicio
y el descanso? ¿Se fija niveles altos de salud y buena forma y luego
trabaja cada día para estar a la altura de esos niveles? Quienes ponen
en práctica esos valores viven más tiempo y tienen una vida más sana
que quienes no lo hacen.

PIENSE SÓLO EN LO QUE QUIERE


Recuerde, nos convertimos en aquello en que pensamos la mayor
parte del tiempo. Las personas felices y con éxito piensan en sus
valores y en cómo pueden vivirlos y practicarlos en cada parte de su
vida, cada día. La enorme compensación es que cuanto más viva su
vida de forma coherente con sus valores, más feliz, más sano, más
positivo y lleno de energía estará.

SEA FIEL A SÍ MISMO

Quizás el valor más importante de todos es el de la integridad. Un


multimillonario me dijo una vez: «La integridad no es tanto un valor
en sí mismo como el valor que garantiza todos los demás».
¡Fue una iluminación para mí! Una vez que hemos decidido que
vamos a vivir de forma coherente con un valor, nuestro nivel de
integridad determina si seguiremos o no adelante con nuestro
compromiso. Cuanto más se discipline para vivir de forma coherente
con lo mejor que conozca, mayor será su nivel de integridad. Y
cuanto mayor sea su nivel de integridad, más feliz y más poderoso se
sentirá en todo lo que haga.
Siempre se describe a los auténticos grandes hombres y mujeres
como poseedores de altos niveles de integridad. Viven su vida de
forma coherente con sus valores más altos, incluso cuando nadie los
ve. Los hombres y mujeres mediocres, en cambio, siempre rebajan
sus exigencias y comprometen su integridad, especialmente cuando
nadie los ve.

SEA LEAL CONSIGO MISMO Y CON LOS DEMÁS

Decida hoy ser un hombre o una mujer de honor. Tome la


resolución de decir la verdad y vivir en la verdad consigo mismo y
con los demás. Cristalice sus valores en todos los campos de su vida.
Anótelos. Piense en cómo actuaría si viviera en coherencia con esos
valores y luego niéguese a comprometerlos por ninguna razón.
Una vez que acepte la total responsabilidad de su vida y de todo lo
que le sucede, cree una imagen ideal de su propio futuro perfecto y
aclare sus valores, estará listo para empezar a fijarse unas metas claras
y específicas en todos los aspectos de su vida. Estará en la rampa de
lanzamiento y listo para despegar hacia las estrellas.

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