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MARIA CAMILA ESPAÑA TRIANA

MARIA DE LOS ANGELES CONTRERAS


YANFRANSO LOPEZ LAVERDE
LUIS MIGUEL CAQUIMBO

PRESENTADO A:
HENRY RUBIANO

UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA


FACULTAD DE INGENIERIA
PROGRAMA CIVIL
NEIVA-HUILA
2
La escuela siempre ha sido el lugar donde se educan las personas para convivir en la sociedad,
pero realmente en estas no se ha educado de la mejor manera, por lo que se puede ver que
dentro de estas instituciones hay diversidad de cultura, religión y muchos otros aspectos más
que involucran a la exclusión social o educativa; la escuela deberá preparar a todos los
alumnos para vivir y convivir en entornos cambiantes y heterogéneos. Pero esta preparación
se debe hacer cuando las personas están en una edad temprana, ya que, en una edad
relativamente adulta, es un poco difícil tratar de educar y cambiar la forma de pensar de esas
personas.
(Arroyo González, 2013) “las diferencias en nuestras escuelas sirven para justificar la
exclusión educativa y, por ende, social de muchos niños y niñas. En especial, las de aquellos
que tienen otras culturas y hablan una lengua diferente a la nuestra.” Entonces la relación con
otras personas y sobre todo con otras culturas nos hacen ver el mundo de otra manera, pero
realmente siempre nos hemos asociado con personas que tienen diferentes formas de pensar,
es decir, está el caso de las personas de una etnia y que le ha tocado desplazarse hacia la
ciudad y algunas veces estas personas se sienten excluidas, por lo que realmente no estamos
educados para tratar con estas personas.
(Rodríguez Izquierdo, 2009), nos dice que “Las aulas no son ni han sido jamás homogéneas.
La diversidad ha estado siempre presente en la sociedad. Debemos de ser conscientes de que
el cambio al que se está llamando a la sociedad y a la escuela no viene sólo motivado por la
llegada de personas de diferentes países y con diferentes lenguas, sino que estamos ante una
situación de cambio global que provoca la necesidad de revisar los planteamientos del
proceso de enseñanza y aprendizaje para responder a las nuevas necesidades sociales”.
Primero se debe pensar que ninguno de nosotros es igual a otra persona, un ejemplo de esto
es la diferencias que existen entre nosotros tanto en lo biológico, como en lo cultural y social,
además de las diferentes formas o contextos en los que vivimos. Gracias a las diferentes
formas de pensar y de culturas, se ha generado gran diversidad de sociedades en el mundo.
Debido a esto en las escuelas se esta tratando de educar a las personas interculturalmente,
esto se debe hacer de una forma que sea de todos y para todos, ya que principalmente la
educación intercultural trata de inculcar respeto hacia la diversidad de culturas en la sociedad,
con una educación antirracista y multicultural que hace que la educación sea más inclusiva.
(Besalú, 2002) dice “la educación intercultural es una educación para y en la diversidad
cultural y no una educación para los culturalmente diferentes”, es decir que esta educación
no solo se hizo para esas sociedades que tengan una cultura muy diferente a los que
normalmente se ve en un país desarrollado, sino que es para la interacción entre todos
nosotros, además tendrán muchos beneficios para adquirir nuevos conocimientos, entre esos
aprender nuevos idiomas.
Por otro lado, (Arroyo González, 2013) dice que “La superación del racismo y la
discriminación exige el análisis de las actitudes raciales del alumnado y del profesorado. Se
trata de desarrollar actitudes y valores democráticos y desarrollar la competencia necesaria
para desenvolverse en medios socioculturales diversos.”, pero no solamente se trata de recibir
educación de como desenvolvernos en otros medios socioculturales, sino también de vivir en
carne y hueso con otras sociedades con culturas diferentes durante un cierto periodo de
tiempo, teniendo en cuenta que la formación no solo debe ser académica si no también
integral; por lo que (Zorrilla González, 2014) señala que “la educación superior en el modelo
tradicional suele caracterizarse por estar cargada de contenidos académicos, en donde los
resultados parecen estar siempre por encima de los procesos de aprendizaje, en un espacio de
simulación en donde meramente se pretende tanto enseñar como aprender. La educación
superior debe construir puentes con la realidad que se pretende transformar; en este sentido,
urge dirigir la investigación a problemáticas actuales, precisas, con naturaleza socio
ambiental” por lo que según esto, la educación debe centrarse en algo más que el tecnicismo
académico, fomentando y colocando en práctica los saberes del ser, hacer y saber hacer, ya
que estas en conjunto se configuran de una manera particular de apreciarse a sí mismo, de
concebir la humanidad, y de interpretar el mundo y sus problemas. (Sarti, 2010) dice que “es
necesario reconocer que se asiste a un momento de urgencia, en donde profundizar los
impactos sociales y humanos de la ciencia y la tecnología, ya no es una opción sino un acto
de responsabilidad no puede llamarse universidad un lugar donde no se analizan los aspectos
éticos, lógicos, epistemológicos, estéticos, históricos y políticos de cualquier disciplina”
En este sentido, la recuperación de la función cultural de la universidad también debe
procurar el estudio y la creación de procesos simbólicos en el arte, la literatura y las
humanidades en general, con el fin de proteger la identidad cultural. Entonces (García
herrera, 2015) dice que “No se trata de restringir los estudios a una región o a una nación,
sino que a partir del conocimiento y la interpretación de procesos universales se pueda ubicar
y comprender lo propio, en la potencia de pensar más allá de los privados intereses (en eso
consiste, a fin de cuentas, pensar), en la potencia de interesarse por otras vidas y por el espesor
histórico que traen consigo, en la potencia de abrirse a la complejidad del mundo y de la
existencia, en la potencia, en fin, de dejarse afectar por lo diverso y comprenderlo.”
Finalmente, las relaciones entre estos diferentes puntos de vista coinciden con la opinión de
Martha C. Nussbaum “la educación superior debe tener por meta crear una comunidad de
personas que desarrollen el pensamiento crítico, que busquen la verdad más allá de las
barreras de clase, género y nacionalidad, que respeten la diversidad y la humanidad de otros.
Por tal razón la educación gira en torno de fomentar en los maestros como en los alumnos
el desarrollo cultural en nuestra sociedad, lo cual permite conocer más a fondo del lugar
que nos rodea y así conocer los objetivos comunes que nos trazamos y la diferencias que
nos dividen ya que el conocimiento de nuestra cultura es parte esencial de una vida en
continuos cambios.
Bibliografía
Arroyo González, M. (2013). La educacion Intercultural: un camino hacia la inclusión educativa.
Educacion Inclusiva, 144-158.

Besalú, X. (2002). Diversidad cultural y educación. Madrid: Síntesis.

Rodríguez Izquierdo. (2009). La investigación sobre educación intercultural en España. Archivos


analísticos de políticas educativas, 1-29.

Zorrilla González, J. (2014). Reflexión crítica: educación superior, innovación socioambiental,


conocimiento y apropiación institucional. Educación y Desarrollo, 77-86.

Garcia herrera, a. (2015). Crisis y tranformacion de la educacion suerior el lugar de las


humanidades en latinoamerica . teoria, historia, critica, 79-96.

Sarti. (2010). Las resuestas de las humanidades frente la realidad guatemalteca. Cultura de
guatemala, 147-157.

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