Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Calificación Integradora
La visión del hombre en las culturas prehispánicas
(Recopilación de textos)
1.Textos sobre las culturas mesoamericanas! 2
2. Textos Mayas! 4
3. Textos Aztecas! 8
c) DOLOR Y AMISTAD! 12
d) AMISTAD EN LA TIERRA! 13
e)¿HE DE IRME...?! 14
j) EL ENIGMA DE VIVIR! 17
k) MISTERIO DE LA MUERTE! 18
Universidad Kino
1
Filosofía Humanista
Lic. Juan Carlos Baena
Para los incas, Wiracocha tuvo que anular la primera creación del hombre, para
proceder en una segunda etapa, en un "tiempo de luminosidad" a crear una generación
de hombres que fueran capaces de ver, saber, señalar y reflexionar.
En el Popol Vuh los maya‑quiché cuentan que los constructores hicieron varios
intentos para crear al hombre. Entre ellos, el hombre de "tierra", pero vieron que
aquello no estaba bien, sino que se caía, se amontonaba, la cabeza no se movía; el
rostro estaba a un solo lado y lo destruyeron. Un intento más, los de "madera", pero "no
tenían ni ingenio, ni sabiduría, ningún recuerdo de sus constructores, de sus creadores,
andaban, caminaban sin objeto, (fue) solamente un ensayo, solamente una tentativa de
humanidad", fueron inundados, sobre ellos vino un gran diluvio. El último intento fueron
los hombres de "maíz", quienes al ser creados contestaron: "Nacimos, tuvimos una
boca, tuvimos una cara, hablamos, oímos, meditamos, nos movemos: bien sabemos,
conocemos, lejos, cerca. Vemos lo grande, lo pequeño, en el cielo, en la tierra. Gracias
(damos) a vosotros!". Pero los "constructores", consideraron que habían exagerado y
que era necesario colocarles sus propios límites y "los veló como el aliento sobre faz de
un espejo y no vieron más que lo próximo, esto sólo fue claro".
Pero, sin duda, uno de los conceptos más elaborados sobre el hombre en todas
las culturas precolombinas es la de los náhuatl. "Rostro" y "corazón" son los grandes
símbolos que los definen. En este caso y tal como lo dijimos al comentar la
comprensión propia de la realidad que tienen estas culturas, más que preocuparles lo
que las cosas son en sí, la esencia, se preocupan por la manera de manifestarse las
cosas, por la forma como existen. Al hablar del hombre, los náhuatl lo describen como
1Tomado de: Suárez Alarcón, José Antonio. La Sabiduría Amerindia, en: A.A.V.V. La Filosofía en América
Latina: Historia de las Ideas. Ed. El Buho, Santafé de Bogota, Colombia, 1993, pp. 31-35
Universidad Kino
2
Filosofía Humanista
Lic. Juan Carlos Baena
El rostro (ixtli) parece connotar la fisonomía moral del ser humano y el corazón
(yólotl) significa su movilidad, el núcleo dinámico propio de los seres humanos. Por eso
al nacer, el niño no tiene definido ni su rostro ni su corazón. Por eso se dice del
maestro que él es "quien hace adquirir un rostro", "quien hace desarrollarlo". Se dice
igualmente que es él quien da a los corazones una raíz firme como la piedra o como el
tronco de un árbol.
El hombre maduro:
corazón firme como la piedra,
corazón resistente como el tronco de un árbol;
rostro sabio, dueño de un rostro,
dueño de un corazón,
hábil y comprensivo.
Pero la firmeza del corazón y la sabiduría del rostro se pueden perder, razón por la
cual siempre hay que estar en guardia.
Favor de oírme:ved de qué modo hay que vivir en la tierra y cómo se hace uno
digno de la divina piedad del que domina el mundo entero: Se requiere un hombre que
llore, que eleve al dios su emoción, que suspire, dé culto al numen y sea diligente, sin
dejarse dominar jamás por la pereza. (...)
Atended al cultivo de las artes: el arte de la pluma, del labrado de la madera, que
éste es el remedio de la pobreza y de la indigencia; eso defiende y ampara a la gente.
De allí se saca para comer y beber. Atended muy principalmente al surco y al caño de
riego. En la sementera sembrad y labrad: ¿no va acrecer por obra tuya y a medrar el
maíz que tú haz de comer? (...)
Universidad Kino
3
Filosofía Humanista
Lic. Juan Carlos Baena
En cambio, hay mitos, como el del origen de los seres humanos, que se presenta de
formas distintas en diferentes lugares de Mesoamérica. En el caso de los nahuas, fue
Quetzalcóatl quien, tras rescatar los huesos de generaciones anteriores conservados
en el Mictlan, la región de los muertos, les comunicó la vida en Tamoanchan
sangrándose el pene. En cambio, entre los mixtecos, los humanos proceden del árbol
de Apoala. A su vez, entre los maya- quichés, los dioses dieron forma a los hombres en
la presente edad cósmica con masa de maíz. Más allá de las diferencias subyace, sin
embargo, una cierta unidad en los procesos. De ello da testimonio, por ejemplo, el que
en náhuatl se llame al maíz tonacáyotl, vocablo que se deriva de to-naca, “nuestra
carne”. (León-Portilla, Miguel, Mitos de los Orígenes en Mesoamérica, en: Antropología
Mexicana, p. 2)
2. Textos Mayas
en las barrancas, dormirás; aquí vivirás, en las hierbas, en las malezas; en las selvas,
fecundarás; sobre cuatro pies irás, vivirás”. Fue hecho como fue dicho. Entonces fueron
también [dadas] las moradas de los pajarillos, de los grandes pájaros. “Pájaros,
anidaréis sobre los árboles, sobre los bejucos moraréis; engendraréis, os multiplicaréis
sobre las ramas de los árboles, sobre las ramas de los bejucos”. Así fue dicho a los
venados, a los pájaros, para que hiciesen lo que debían hacer; todos tomaron sus
dormitorios, sus moradas. Así los Procreadores, los Engendradores, dieron sus casas a
los animales de la tierra. Estando pues todos terminados, venados, pájaros, les fue
dicho a los venados, a los pájaros, por los Constructores, los Formadores, los
Procreadores, los Engendradores: “Hablad, gritad; podéis gorjear, gritar. Que cada uno
haga oír su lenguaje según su clan, según su manera”. Así fue dicho a los venados,
pájaros, pumas, jaguares, serpientes. “En adelante decid nuestros nombres,
alabadnos, a nosotros vuestras madres, a nosotros vuestros padres. En adelante
llamad a Maestro Gigante [Relámpago], Huella del Relámpago, Esplendor del
relámpago, Espíritus del Cielo, Espíritus de la Tierra, Constructores. Formadores,
Procreadores. Engendradores. Habladnos, invocadnos, adoradnos”, se les dijo. Pero
no pudieron hablar como hombres: solamente cacarearon, solamente mugieron,
solamente graznaron; no se manifestó [ninguna] forma de lenguaje, hablando cada uno
diferentemente. Cuando los Constructores, los Formadores, oyeron sus palabras
impotentes, se dijeron unos a otros: “No han podido decir nuestros nombres, de
nosotros los Constructores, los Formadores”. “No está bien”, se respondieron unos a
otros los Procreadores, los Engendradores, y dijeron: “He aquí que seréis cambiados
porque no habéis podido hablar. Cambiaremos nuestra Palabra. Vuestro sustento,
vuestra alimentación, vuestros dormitorios, vuestras moradas, los tendréis: serán las
barrancas, las selvas. Nuestra adoración es imperfecta si vosotros no nos invocáis.
¿Habrá, podrá haber adoración, obediencia, en los [seres] que haremos? Vosotros
recibiréis vuestro fardo: vuestra carne será molida entre los dientes; que así sea, que
tal sea vuestro fardo”. Así les fue entonces dicho, ordenado, a los animalitos, a los
grandes animales de la superficie de la tierra; pero éstos quisieron probar su suerte,
quisieron tentar la prueba, quisieron probar la adoración, mas no entendiendo de
ningún modo el lenguaje unos de otros, no se comprendieron, no pudieron hacer nada.
Tal fue, pues, el fardo de su carne; así el fardo de ser comidos, de ser matados, fue
[impuesto] aquí sobre todos los animales de la superficie de la tierra. En seguida fueron
ensayados seres construidos, seres formados, por los Constructores, los Formadores,
los Procreadores, los Engendradores. “Que se pruebe todavía. Ya se acerca la
germinación, el alba. Hagamos a nuestros sostenes, a nuestros nutridores. ¿Cómo ser
invocados, conmemorados, en la superficie de la tierra? [Ya] hemos ensayado con
nuestra primera construcción, nuestra formación, sin que por ella pueda hacerse
nuestra adoración, nuestra manifestación. Probemos, pues, a hacer obedientes,
respetuosos sostenes, nutridores”, dijeron. Entonces fue la construcción, la formación.
De fierra hicieron la carne. Vieron que aquello no estaba bien, sino que se caía, se
amontonaba, se ablandaba, se mojaba, se cambiaba en tierra, se fundía; la cabeza no
se movía; el rostro [quedábase vuelto] a un solo lado; la vista estaba velada; no podían
mirar detrás de ellos; al principio hablaron, pero sin sensatez. En seguida, aquello se
licuó, no se sostuvo en pie. Entonces los Constructores, los Formadores, dijeron otra
vez: “Mientras más se trabaja, menos puede él andar y engendrar”. “Que se celebre,
Universidad Kino
5
Filosofía Humanista
Lic. Juan Carlos Baena
pues, consejo sobre eso”, dijeron. Al instante deshicieron, destruyeron una vez más, su
construcción, su formación, y después dijeron: “¿Cómo haremos para que nos nazcan
adoradores, invocadores?” Celebrando consejo de nuevo, dijeron entonces: “Digamos
a Antiguo Secreto, Antigua Ocultadora, Maestro Mago del Alba, Maestro Mago del Día:
«Probad de nuevo la suerte, su formación»“. Así se dijeron unos a otros los
Constructores, los Formadores, y hablaron a Antiguo Secreto, Antigua Ocultadora. En
seguida, el discurso dicho a aquellos augures, a la Abuela del Día, a la Abuela del Alba
por los Constructores, los Formadores; he aquí sus nombres: Antiguo Secreto, Antigua
Ocultadora. Y los Maestros Gigantes hablaron, así como los Dominadores, los
Poderosos del Cielo. Dijeron entonces a Los de la Suerte, los de [su] Formación, a los
augures: “Es tiempo de concertarse de nuevo sobre los signos de nuestro hombre
construido, de nuestro hombre formado, como nuestro sostén, nuestro nutridor, nuestro
invocador, nuestro conmemorador. Comenzad, pues, las Palabras [Mágicas], Abuela,
Abuelo, nuestra abuela, nuestro abuelo, Antiguo Secreto, Antigua Ocultadora. Haced
pues que haya germinación, que haya alba, que seamos invocados, que seamos
adorados, que seamos conmemorados, por el hombre construido, el hombre formado,
el hombre maniquí, el hombre moldeado. Haced que así sea. Declarad vuestros
nombres: Maestro Mago del Alba, Maestro Mago del Día, Pareja Procreadora, Pareja
Engendradora, Gran Cerdo del Alba, Gran Tapir del Alba. Los de las Esmeraldas. Los
de las Gemas, Los del Punzón, Los de las Tablas, Los de la Verde Jadeita, Los de la
Verde Copa, Los de la Resina, Los de los Trabajos Artísticos, Abuela del Día, Abuela
del Alba. Sed llamados así por nuestros construidos, nuestros formados. Haced
vuestros encantamientos por vuestro maíz, por vuestro tzité. ¿Se hará, acontecerá, que
esculpamos en madera su boca, su rostro?” Así fue dicho a los de la Suerte. Entonces
[se efectuó] el lanzamiento [de los granos], la predicción del encantamiento por el maíz,
el tzité. “Suerte, fórmate”, dijeron entonces una abuela, un abuelo. Ahora bien, este
abuelo era El del Tzité, llamado Antiguo Secreto; esta abuela era La de la Suerte, la de
[su] formación, llamada Antigua Ocultadora con Gigante Abertura. Cuando se decidió la
suerte, se habló así: “Tiempo es de concertarse. Hablad; que oigamos y que hablemos,
digamos, si es preciso que la madera sea labrada, sea esculpida por Los de la
Construcción, Los de la Formación, si ella será el sostén, el nutridor, cuando se haga la
germinación, el alba”. “Oh maíz, oh tzité, oh suerte, oh [su] formación, asios, ajustaos”,
fue dicho al maíz, al tzité, a la suerte, a [su] formación. “Venid a picar ahí, oh Espíritus
del Cielo. No hagáis bajar la boca, la faz de los Dominadores, de los Poderosos del
Cielo”, dijeron. Entonces dijeron la cosa recta: “Que así sean, así, vuestros maniquíes,
los [muñecos] construidos de madera, hablando, charlando en la superficie de la tierra”.
—”Que así sea”, se respondió a sus palabras. Al instante fueron hechos los maniquíes,
los [muñecos] construidos de madera; los hombres se produjeron, los hombres
hablaron; existió la humanidad en la superficie de la tierra. Vivieron, engendraron,
hicieron hijas, hicieron hijos, aquellos maniquíes, aquellos [muñecos] construidos de
madera. No tenían ni ingenio ni sabiduría, ningún recuerdo de sus Constructores, de
sus Formadores; andaban, caminaban sin objeto. No se acordaban de los Espíritus del
Cielo; por eso decayeron. Solamente un ensayo, solamente una tentativa de
humanidad. Al principio hablaron, pero sus rostros se desecaron; sus pies, sus manos,
[eran] sin consistencia; ni sangre, ni humores, ni humedad, ni grasa; mejillas desecadas
[eran] sus rostros; secos sus pies, sus manos; comprimida su carne. Por tanto [no
Universidad Kino
6
Filosofía Humanista
Lic. Juan Carlos Baena
había] ninguna sabiduría en sus cabezas, ante sus Constructores, sus Formadores, sus
Procreadores, sus Animadores. Éstos fueron los primeros hombres que existieron en la
superficie de la tierra.
4
En seguida [llegó] el fin, la pérdida, la destrucción, la muerte de aquellos maniquíes,
[muñecos] construidos de madera. Entonces fue hinchada la inundación por los
Espíritus del Cielo, una «gran inundación fue hecha: llegó por encima de las cabezas
de aquellos maniquíes, [muñecos] construidos de madera. El tzité [fue la] carne del
hombre: pero cuando por los Constructores, los Formadores?, fue labrada la mujer, el
sasafrás [fue la] carne de la mujer. Esto entró en ellos por la voluntad de los
Constructores de los Formadores. Pero no pensaban, no hablaban ante los de la
Construcción. Los de la Formación, sus Hacedores, sus Vivificadores. Y su muerte fue
esto: fueron sumergidos; vino la inundación, vino del cielo una abundante resina. El
llamado Cavador de Rostros vino a arrancarles los ojos: Murciélago de la Muerte, vino
a cortarles la cabeza: Brujo-Pavo vino a comer su carne: Brujo-Búho vino a triturar, a
romper sus huesos, sus nervios: fueron triturados, fueron pulverizados, en castigo de
sus rostros, porque no habían pensado ante sus Madres, ante sus Padres, los Espíritus
del Cielo llamados Maestros Gigantes. A causa de esto se oscureció la faz de la tierra,
comenzó la lluvia tenebrosa, lluvia de día, lluvia de noche. Los animales pequeños, los
animales grandes, llegaron: la madera, la piedra, manifestaron sus rostros. Sus piedras
de moler [metales], sus vajillas de barro, sus escudillas, sus ollas, sus perros, sus
pavos, todos hablaron; todos, tantos cuantos había, manifestaron sus rostros. “Nos
hicisteis daño, nos comisteis; os toca el turno; seréis sacrificados”, les dijeron sus
perros, sus pavos. Y he aquí [lo que les dijeron] sus piedras de moler: “Teníamos
cotidianamente queja de vosotros; cotidianamente, por la noche, al alba, siempre:
«Descorteza, descorteza, rasga, rasga» sobre nuestras faces, por vosotros. He aquí,
para comenzar, nuestro cargo a vuestra faz. Ahora que habéis cesado de ser hombres,
probaréis nuestras fuerzas: amasaremos, morderemos, vuestra carne”, les dijeron sus
piedras de moler, Y he aquí que hablando a su vez, sus perros les dijeron: “¿Por qué no
nos dabais nuestro alimento? Desde que éramos visto?, nos perseguíais, nos echabais
fuera: vuestro instrumento para golpearnos estaba listo mientras comíais. Entonces
vosotros hablabais bien, nosotros no hablábamos. Sin ello no os mataríamos ahora.
¿Cómo no razonabais? ¿Cómo no pensabais en vosotros mismos? Somos nosotros
quienes os borraremos [de la haz de la tierra] ; ahora sufriréis los huesos de nuestras
bocas, os comeremos”: [así] les dijeron sus perros, mostrando “sus rostros. Y he aquí
que a su vez sus ollas, sus vajillas de barro, les hablaron: “Daño, dolor, nos hicisteis,
carbonizando nuestras bocas, carbonizando nuestras faces, poniéndonos siempre ante
el fuego. Nos quemabais sin que nosotros pensáramos mal; vosotros lo sufriréis a
vuestro turno, os quemaremos”, dijeron todas las ollas, manifestando sus faces. De
igual manera las piedras del hogar encendieron fuertemente el fuego puesto cerca de
sus cabezas, les hicieron daño. Empujándose [los hombres] corrieron, llenos de
desesperación. Quisieron subir a sus mansiones, pero cayéndose, sus mansiones les
hicieron caer. Quisieron subir a los árboles; los árboles los sacudieron a lo lejos.
Quisieron entrar en los agujeros, pero los agujeros despreciaron a sus rostros. Tal fue
la ruina de aquellos hombres construidos, de aquellos hombres formados, hombres
para ser destruidos, hombres para ser aniquilados; sus bocas, sus rostros, fueron todos
Universidad Kino
7
Filosofía Humanista
Lic. Juan Carlos Baena
destruidos, aniquilados. Se dice que su posteridad [son] esos monos que viven
actualmente en las selvas; éstos fueron su posteridad porque sólo madera había sido
puesta en su carne por los Constructores, los Formadores. Por eso se parece al
hombre ese mono, posteridad de una generación de hombres construidos, de hombres
formados, pero [que sólo eran] maniquíes, [muñecos] construidos de madera.
3. Textos Aztecas
Se refería, se decía
que así hubo ya antes cuatro vidas,
y que ésta era la quinta edad.
Como lo sabían los viejos,
en el año 1-Conejo
se cimentó la tierra y el cielo.
Y así lo sabían,
que cuando se cimentó la tierra y el cielo,
habían existido ya cuatro clases de hombres,
cuatro clases de vidas.
Sabían igualmente que cada una de ellas
había existido en un Sol (una edad).
Y decían que a los primeros hombres
su dios los hizo, los forjó de ceniza.
Esto lo atribuían a Quetzalcóatl,
cuyo signo es 7-Viento,
él los hizo, él los inventó.
El primer Sol (edad) que fue cimentado,
su signo fue 4-Agua,
se llamó Sol de Agua.
En él sucedió
que todo se lo llevó el agua.
Las gentes se convirtieron en peces.
Se cimentó luego el segundo Sol (edad).
Su signo era 4-Tigre.
Se llamaba Sol de Tigre.
En él sucedió
que se oprimió el cielo,
el Sol no seguía su camino.
Al llegar el Sol al mediodía,
luego se hacía de noche
y cuando ya se oscurecía,
los tigres se comían a las gentes.
Y en este Sol vivían los gigantes.
Decían los viejos,
Universidad Kino
8
Filosofía Humanista
Lic. Juan Carlos Baena
c) DOLOR Y AMISTAD
(Sobre la situación del hombre en la tierra)
d) AMISTAD EN LA TIERRA
(Sobre la trascendencia del hombre)
e)¿HE DE IRME...?
(Sobre la muerte y la trascendencia del hombre)
En verdad lo digo:
ciertamente no es lugar de felicidad
aquí en la tierra.
Ciertamente hay que ir a otra parte:
allá la felicidad sí existe.
¿O es que sólo en vano venimos a la tierra?
Universidad Kino
16
Filosofía Humanista
Lic. Juan Carlos Baena
¿A dónde iremos?
Sólo a nacer venimos.
Que allá es nuestra casa:
Donde es el lugar de los descarnados.
Sufro: nunca llegó a mí alegría, dicha.
¿Aquí he venido sólo a obrar en vano?
No es ésta la región donde se hacen las cosas.
Ciertamente nada verdea aquí:
abre sus flores la desdicha.
j) EL ENIGMA DE VIVIR
(Sobre la vida del hombre)
k) MISTERIO DE LA MUERTE
(Sobre el enigma de la muerte para el hombre)
Universidad Kino
18
Filosofía Humanista
Lic. Juan Carlos Baena
l) MUY CIERTO ES
(Sobre la situación del hombre en el mundo)
¿A dónde iremos
donde la muerte no existe?
Mas, ¿por esto viviré llorando?
Que tu corazón se enderece:
Aquí nadie vivirá para siempre.
Aun los príncipes a morir vinieron,
los bultos funerarios se queman.
Que tu corazón se enderece:
aquí nadie vivirá para siempre.
(Nezahualcoyotl)
Universidad Kino
19
Filosofía Humanista
Lic. Juan Carlos Baena
Universidad Kino
20