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“AÑO DE LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN

Y LA IMPUNIDAD”

FACULTAD MEDICINA HUMANA Y


CIENCIA DE LA SALUD
ESCUELA PROFESIONAL TECNOLOGIA MEDICA

TEMA:

INTEGRANTES:

CURSO: PSICOLOGIA GENERAL

DOCENTE:

ICA – PERU

2019

1
DEDICATORIA

A padres por el constante apoyo

que nos brindan para poder

culminar con éxito nuestros

estudios profesionales.

2
INDICE

INTRODUCCION ............................................................................................... 4

LA EVOLUCION PSQUICIA ............................................................................... 5

1. Concepto. ................................................................................................. 5

2. Evolución psíquica del ser humano del periodo embrionario hasta su

nacimiento. ..................................................................................................... 5

2.1. Las primeras conductas. .................................................................... 5

2.2. La sensorialidad del feto ...................................................................... 7

2.3. El entorno materno. El embarazo ...................................................... 9

2.4. El desarrollo neonatal ...................................................................... 10

2.5. La relación de la madre con el recién nacido ................................... 11

3. Estimulación prenatal ............................................................................. 12

3.1. Técnicas visuales de estimulación prenatal ..................................... 13

3.2. Técnicas auditivas para estimular al feto ......................................... 13

3.3. Técnicas para estimular el gusto del futuro bebé ............................. 14

3.4. Técnicas motoras de estimulación fetal ........................................... 15

4. Parto ....................................................................................................... 15

REFERENCIA BIBLIOGRAFICA ...................................................................... 18

ANEXOS .......................................................................................................... 19

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INTRODUCCION

El camino para que el hombre, como individuo, llegue a la plenitud

psíquica es complejo y refleja, de algún modo, el camino de la evolución de las

especies. A este camino evolutivo se le conoce con el nombre de ontogenia, o

desarrollo del ser viviente desde su inicio hasta su estado adulto.

El objeto del desarrollo psicológico humano es la descripción, la

explicación y la optimización del cambio psicológico que se produce a lo largo

del desarrollo humano durante el ciclo de la vida. Esta definición se centra en el

estudio del cambio psicológico, este cambio se produce en otras especies, pero

solo lo estudiamos en el ser humano.

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LA EVOLUCION PSQUICIA

1. Concepto.

La evolución psíquica de una persona tiene que ver con el desarrollo en

relación con el entorno y con ella misma. La serie de conocimientos que una

persona va adquiriendo para entender el mundo que le rodea desde que nace y

que le permiten vivir de forma autónoma tienen relación con el aprendizaje del

lenguaje. (1)

2. Evolución psíquica del ser humano del periodo embrionario hasta su

nacimiento.

La idea de psique (ánima) proviene de la filosofía griega y se contrapone

a la de soma (cuerpo). Descartes apuntaló esta dualidad alma/cuerpo elevándola

a la categoría de principio existencial. Para el psicólogo actual esta dicotomía

que contrapone los fenómenos con asiento en el cuerpo a los fenómenos de la

mente es una reliquia histórica.

2.1. Las primeras conductas.

Al embrión y al feto humanos, podemos decir que emerge la conducta cuando

observamos en él los primeros movimientos.

De acuerdo con Arnold Gesell (1880- 1961), que con los primeros movimientos

detectables en el feto de 2 meses nace la conducta. Gesell, uno de los científicos

pioneros del estudio de la psicomotricidad humana saluda con entusiasmo la

aparición de los primeros movimientos fetales. Describe con minuciosidad cómo

las primeras células que se van a ir diferenciando en el embrión son las de los

músculos que se alinean a lo largo del eje dorsal (futura columna vertebral) y los
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que formarán las articulaciones con las extremidades (brazos y piernas). "Todo

este conjunto, añade, constituye el andamiaje básico de las posturas corporales".

Y es que para Gesell, la conducta corporal se articula sobre la postura, una de

cuyas funciones primordiales es adaptar la masa corporal a la gravedad. La otra

es organizar la acción externa: "Toda acción presupone un mecanismo postural

y cada instante de un acto puede considerarse como una actitud postural

momentánea" (Gesell y Amatruda, 1945).

Éste y otros autores hacen una descripción detallada del despliegue de la

conducta del feto (de su "sistema de acción", como él lo llama) entre la 8.a y 28.a

semanas de gestación. El feto se agita; al principio está en postura ventral, poco

a poco se va irguiendo hacia la vertical; a medida que se configura su cabeza, la

flexiona, la hace girar; moverá las piernas (las comentadas "pataditas" sobre la

pared uterina); estirará los brazos, cerrará la mano e incluso hay curiosas

fotografías de fetos chupándose el dedo. En opinión de Prechtl (1986) los

cambios de postura son, de toda la gama de movimientos del feto, los más

adaptativos. Probablemente contribuyen a que no se produzca la adherencia del

cuerpo a las paredes del saco amniótico y adquiera al mismo tiempo flexibilidad

articulatoria. Se duda, con todo, que influyan claramente en la posición de salida

del feto por el canal vaginal como no sea en las horas que preceden

inmediatamente al parto (Carmichael, 1970)

Al profundizar en el desarrollo del movimiento fetal surgen dos aspectos

enigmáticos. El primero se refiere a la causa que los origina, el segundo se

pregunta cuál es su función. Los movimientos fetales no son una respuesta a

estímulos que provienen del entorno fetal o extrauterino (lo cual no excluye que

el feto reaccione con un sobresalto a un sonido estentóreo o que cambie de

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posición si la madre hace un movimiento brusco, etc.). Nacen más bien de los

procesos de reajuste a los desequilibrios internos de todo organismo que es un

sistema abierto. "La espontaneidad de los patrones de movimiento de un feto no

tiene nada de "espontánea": son reacciones a cambios internos o a

perturbaciones que afectan a los parámetros que definen un estado de

comportamiento" (Wolff, 1986). En cuanto a su función, las opiniones convergen

en que tales movimientos no tienen ninguna, de inmediato; su utilidad para el

organismo es más bien de índole prospectiva. En dos aspectos: son

preparatorios de actividades que se desplegarán plenamente en la vida

extrauterina (ensayos o "rodajes" de la maquinaria corporal). Por ejemplo, los

fetos efectúan movimientos de tórax y pecho análogos a los respiratorios; puesto

que no se trata de la respiración aérea se supone que su función sea "poner a

punto" el sistema muscular-respiratorio, de manera que su automatismo se

desencadene con todas garantías en el parto. La vida embrionaria ofrece otros

muchos ejemplos de este aparentemente funcionamiento "en vacío", tantos que

ha dado pie a una ley de función anticipatoria: para la supervivencia de un

organismo en su entorno ecológico es crucial incluso antes de tener acceso a

ese entorno poseer estructuras ya dispuestas (adaptadas) a entrar en acción

(Carmichael, 1970).

2.2. La sensorialidad del feto

Actualmente tenemos la certeza, confirmada por experiencias in utero y

extrauterinas (con abortos de menos de 28 semanas que han sobrevivido unas

horas), que los fetos tienen, ya a las 16 semanas de gestación, un nivel de

recepción táctil, olfativa y gustativa notables. Sin embargo, las experiencias y

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descubrimientos más llamativos son los que conciernen a sus capacidades

auditivas.

Desde siempre se sabe que ante sonidos intensos los fetos reaccionan

moviéndose bruscamente. Aunque anecdóticos, los testimonios de madres

embarazadas son concluyentes al respecto. A partir de los años treinta,

investigadores, pertrechados de un instrumental cada vez más sofisticado, han

tratado de estudiar este fenómeno e indagar las consecuencias que pueden

acarrear para el sistema auditivo del niño los ruidos y, en general, el entorno

sonoro de la madre embarazada. Primero se introdujeron micrófonos en

miniatura dentro de las paredes ventrales de madres que se prestaron a ello,

luego se han reproducido en cámaras artificiales las condiciones sonoras de un

saco amniótico; se han observado mediante ecografía las reacciones de los

fetos, se han registrado en electroencefalograma sus percepciones auditivas; se

ha conseguido en un despliegue espectacular de técnica depurar los sonidos de

manera que se filtraran, a través el cuerpo que porta la criatura, aquellos sonidos

que mejor parece percibir, etc.

Los resultados nos dicen que los fetos oyen ya a partir de los 6 meses de

gestación y que su audición progresa imparablemente hasta el momento de

nacer. Es más, la ausencia de reacciones ante estímulos sonoros es señal de

que el feto sufre perturbaciones severas. Los fetos perciben, ante todo, los ruidos

internos del cuerpo de la madre (digestivos, respiratorios, latidos del corazón...)

y perciben asimismo sonidos externos. Los investigadores se han aplicado a

estudiar cuáles de estos llegan mejor a los oídos prematuros de los niños en

gestación. Lo que han descubierto es fascinante: de todos los sonidos

percibibles, aquellos que captan más fielmente (o sea, que llegan menos

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distorsionados por el paso a través de las paredes ventrales y el líquido

amniótico, y que sobresalen sobre el fondo sonoro del habitáculo materno) son

las voces humanas (Fifer, 1987).

De Casper y Fifer lo han confirmado de manera espectacular: los recién nacidos

reconocen la voz de su madre y prefieren escucharla, frente a otras voces

femeninas en competencia (De Casper y Fifer, 1980). De esta voz, el niño que

viene de camino no capta otro mensaje que el de su tonalidad afectiva que le

impregnará puede que decisivamente.

2.3. El entorno materno. El embarazo

El feto es un sistema abierto hacia un entorno muy especial: la madre. Envuelto

materialmente por ella, de ella recibe, a través de la placenta, las sustancias

nutritivas y energéticas con que se construye su pequeño organismo. Las

carencias nutritivas fetales, según Barrett (1982), pueden afectar al desarrollo

del sistema nervioso del feto; también a su crecimiento por cuanto influyen en la

producción de las hormonas que a él contribuyen; inciden en que el niño nazca

con un peso inferior al normal (peso bajo) con los trastornos subsiguientes;

reduce la eficiencia del sistema inmunológico abriendo la puerta a infecciones

intrauterinas; un feto no suficientemente alimentado está mal preparado para

afrontar el estrés de su alumbramiento y el tratamiento médico eventual. Este

aspecto es dramático en muchas regiones del Tercer Mundo donde las madres

están crónicamente infraalimentadas. El feto sufre también de carencias

nutritivas. La circulación sanguínea de la madre, a través de la cual llegan a la

placenta los aportes nutritivos, es deficiente: hipertensiones, anemias y

patologías renales entran en este capítulo. El fumar provoca indirectamente un

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déficit de oxígeno y sustancias nutritivas en el feto, ya que la nicotina es

vasoconstrictora (reduce el diámetro de los conductos de la placenta) y está en

el origen de más de una de sus patologías. El fumar y el exceso de alcohol

rebajan la capacidad de reacción del sistema inmunológico. También la ansiedad

y el estrés en las madres producen fenómenos de vasoconstricción en su

intestino y su placenta; o sea, estas tensiones psíquicas maternas afectan a feto

por la vía alimenticia o generando otras complicaciones del embarazo. Lo cual,

de rechazo, es susceptible de provocar aún mayores dosis de ansiedad en la

madre.

2.4. El desarrollo neonatal

La mayoría de los autores consideran que el período neonatal abarca el primer

mes de vida del niño/niña. Es una fase en que el recién nacido, tras la dramática

transición del parto, pone a prueba la capacidad de adaptación de que le ha

dotado la naturaleza. Adaptación, fundamentalmente, de su sistema de

regulación interna (visceral y nervioso) a las nuevas condiciones de vida

postfetal. Ésta se caracteriza por una avalancha de estímulos que le llegan en el

ejercicio de sus transacciones (nutritivas, respiratorias, sensoriales) con el

entorno que acaba de estrenar. (2)

La transición ecológica del parto también es objeto de diversos niveles de

análisis. En el primer plano suele aparecer el médico-obstétrico que se preocupa

de todo aquello que contribuye a un parto feliz. En segundo plano está el nivel

de atención psicológica necesario a la madre y al recién nacido. En un tratado

de Psicología del desarrollo es obvio que nos centremos en él. Hay que

reconocer, antes que nada, que los progresos de la obstetricia han sido

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fulgurantes: la mortalidad infantil que hasta principios de siglo se cebaba

implacablemente en los recién nacidos ha disminuido en todo el mundo (ésta es

una de las causas del crecimiento demográfico que actualmente se constata).

Hoy día la neonatología está bien pertrechada para asegurar la vida a los niños

prematuros, de bajo peso o con diferentes disfunciones al nacer. En

contrapartida, las prácticas de la obstetricia y cuidados médicos neonatales

tienden a acaparar todo el ámbito ecológico de las unidades de maternidad

hospitalarias. Se corre el peligro de deshumanizar el parto. Des de nuestro punto

de vista, ello significa poner obstáculos a la relación psicológica que ha de

establecerse entre madre-hijo, la cual es el primer eslabón de la relación social

amplia en que el niño va a desarrollar su potencial humano. Winberg y De

Château, en su artículo ya citado (1982), se hacen eco de esta situación y critican

indirectamente la frialdad aséptica y la ausencia de refuerzo social que hoy día

padece una parturienta. Un recorrido por el parto en la historia muestra

justamente que en otras sociedades más primitivas (la nuestra de antaño) la

"extremada ritualización que acompaña a todo lo que rodea al embarazo, al parto

y al período que le sigue inmediatamente amortigua los riesgos materiales que

acechan a la madre y al hijo al par que hace disminuir los sentimientos de

ambivalencia e inseguridad que hoy día sufre aquella".

2.5. La relación de la madre con el recién nacido

Entre el recién nacido y la madre debe tejerse un estrecho lazo de relaciones

que expandan y complementen las que han ido constituyendo la fase prenatal.

Estas relaciones, como ya se dijo, ni son sólo biológicas ni sólo psicológicas; son

típicamente psicobiológicas. Pongamos por caso el amamantamiento y la

termorregulación. A través del primero la madre realiza una función que podría
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considerarse exclusivamente biológica: nutrir a su niño o niña. Pero la situación

de amamantamiento (la posición de la criatura sostenida por la madre, las

miradas mutuas que se dedican, lo que la madre dice al bebé, el contacto

corporal etc.) va mucho más allá del análisis que un biólogo (o un especialista

en dietética) podría hacer de este acto. K. Kaye (1982) ha mostrado que el hecho

de que las criaturas humanas interrumpan su chupeteo al mamar, da pie a que

las madres les dirijan palabritas cariñosas o les hagan bailotear para que acabe

de engullir la leche. Comentaremos más adelante cómo a partir de aquí el acto

biológico de la nutrición se acompaña de un pequeño ritual social. En otras

palabras, de la situación de amamantamiento emana la relación psicológica

interpersonal. No es estrictamente necesario, para conseguir estos efectos, que

el amamantamiento sea dar de mamar el niño la leche materna. Al margen de lo

cual, hoy día los especialistas son unánimes en celebrar las excelencias de ésta

frente a todos los sucedáneos.

3. Estimulación prenatal

En el segundo y tercer trimestre del embarazo las técnicas de

estimulación prenatal se realizan directamente para trabajar las capacidades

emocionales y sensoriales del feto, y se trabajaría la estimulación de los sentidos

del bebé. A las 16 semanas de gestación, el feto ya puede percibir luces

brillantes, con lo cual se puede comenzar la estimulación visual. Al cuarto mes

ya están bien desarrollados los sentidos de tacto y gusto del bebé. Y, a partir del

quinto mes, se comenzará con las técnicas auditivas.

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3.1. Técnicas visuales de estimulación prenatal

 Juegos con una linterna. Con la linterna encendida, acércala y aléjala de

la tripa. También puedes hacer movimientos suaves para que el bebé

pueda seguir la luz.

 Destaparse la barriguita unos segundos para tomar el sol.

Con estos ejercicios se trabaja la estimulación cognitiva, se estimula la

retina ocular con el fin de que se vaya adaptando a la luz, y se le prepara para el

nacimiento porque se trabaja para que distinga entre la claridad de fuera de la

tripa y la oscuridad que existe en el vientre). También se estimula su curiosidad

y la atención. (3)

3.2. Técnicas auditivas para estimular al feto

A partir del quinto mes el oído reacciona a la voz de la mamá. En este

sentido, hay estudios de los años 80, como el del psicólogo Anthony De Casper,

que corroboran que antes de nacer el niño tiene ya la capacidad de percibir y

recordar sonidos del habla y de reconocer un relato que ha oído repetidas veces

desde el útero. Por tanto, para estimular la audición se pueden realizar distintas

actividades:

Escuchar música a un volumen adecuado ayuda a que el feto conecte con

el mundo exterior, y a fomentar el aprendizaje y el desarrollo del intelecto.

Dependiendo del tipo de música el bebé se comportará de una manera u otra.

“Escuchar música suave lo tranquiliza, la instrumental es la más aconsejable; la

música barroca aumenta la concentración y la música más intensa, por ejemplo

rock, le excita”. (4)

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Hablar con el bebé varias veces al día, por ejemplo, por la mañana y por

la noche, y un tiempo más dilatado después de comer. Esto estimularía los

sentidos, además de desarrollar su inteligencia y trabajar el vínculo afectivo.

“Hablarle al bebé de lo querido y esperado que es y transmitirle que se le espera

con cariño y que es una llegada deseada, le va a repercutir positivamente en el

desarrollo, en la inteligencia, sobre todo emocionalmente; además se va a tener

un bebé más tranquilo”, puntualiza la experta.

Escuchar sonidos de la naturaleza. La mayoría de las veces la rutina del

día a día nos priva de sonidos de nuestro entorno. Ser consciente de los sonidos

y los silencios ayuda al feto a conectar con el mundo exterior, de tal manera que

cuando nazca la adaptación será más sencilla. Es una preparación al nacimiento.

3.3. Técnicas para estimular el tacto del feto

Acaricia la barriga con las palmas de las manos.

 Toca la barriga con los dedos en distintas posiciones.

 Masajea la barriga con los nudillos mediante movimientos circulares.

 Juega con el bebé. Cuando el bebé da una patadita se le puede contestar

presionando suavemente en la zona donde ha dado el golpe. Así se crea

una interacción, y además se trabaja el vínculo.

 Utiliza distintas texturas, pasar un cepillo de cerdas o un pincel suave.

3.4. Técnicas para estimular el gusto del futuro bebé

Se ha observado que el feto es capaz de distinguir distintos sabores. De

hecho, hay estudios que demuestran que el bebé reacciona al gusto de las

sustancias del líquido amniótico.

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3.5. Técnicas motoras de estimulación fetal

Con estas técnicas se trabaja sobre todo el equilibrio mediante las

diferentes posturas corporales de la madre, y la percepción y discriminación del

movimiento, para que el bebé sea capaz de diferenciar cuándo la madre está en

movimiento y cuándo parada.

 Balancéate en una mecedora.

 Practica natación.

 Realiza bailes lentos y suaves.

4. Parto

Proceso por el que la mujer o la hembra de una especie vivípara expulsa

el feto y la placenta al final de la gestación; consta de tres fases: la fase de

dilatación, la de expulsión y la placentaria o de alumbramiento.

¿Qué es el trabajo de parto?

El trabajo de parto es el proceso mediante el cual el feto y la placenta

abandonan el útero. El parto puede ser vaginal o por cesárea.

El trabajo de parto tiene tres etapas que pueden comenzar incluso semanas

antes de que nazca el bebé. La primera etapa comienza con las primeras

contracciones de la mujer y continúa hasta que está completamente dilatada (10

centímetros o 4 pulgadas), lo que significa que el cuello uterino se ha estirado

para prepararse para el parto. La segunda etapa es la etapa activa en que la

mujer embarazada comienza a pujar hacia abajo. Comienza con la dilatación

completa del cuello uterino y finaliza con el nacimiento del bebé. La tercera

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etapa, o etapa placentaria, comienza con el nacimiento y finaliza con la expulsión

completa de la placenta y las secundinas. (5)

Tipos de parto

1. Parto normal o de “bajo riesgo”. Se define como un proceso fisiológico de

comienzo espontáneo por el cual el feto, la placenta y anejos fetales salen

al exterior de la mujer. Ocurre entre las semanas 37 y 42 completas.

Después de dar a luz tanto la madre como el bebé se encuentran en

buenas condiciones. Atendiendo a esta definición se podrían considerar

de 'bajo riesgo' entre el 70-80% de todas las gestantes. En este tipo de

partos en bebé nace de manera vaginal espontánea, sin ningún

instrumento, y a la madre no se le administra ni oxitocina intravenosa, ni

se le rompen de manera artificial las membranas (bolsa).

2. Parto inducido o estimulado. Es aquel en el que el profesional sanitario

provoca de manera artificial el inicio del trabajo de parto, o bien controla

su evolución mediante el uso de medicamentos o maniobras que aceleran

el trabajo de parto (oxitocina, prostaglandinas, rotura de membranas de

manera artificial....). Este tipo de parto tiene muchas posibilidades de

terminar en una cesárea o en un parto instrumental.

3. Parto instrumental: Es aquel parto que puede ser tanto inducido, como

haber comenzado de manera espontánea, que acaba con la necesidad

durante el periodo expulsivo de la utilización por parte del ginecólogo de

algún instrumento para poder extraer al bebé. El periné de la madre suele

sufrir bastante durante estas maniobras y a un porcentaje muy alto se le

tendrá que practicar episiotomía. El doctor según valore optará por

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forceps, ventosa convencional, espátulas o ventosa tipo kiwi (ejerce un

menor vacío, se puede considerar la más light de todos los instrumentos).

4. Parto por cesárea: es una intervención quirúrgica en la que se realiza una

incisión en el abdomen y útero de la madre para extraer a través de ella a

su hijo. Se lleva a cabo cuando el ginecólogo determina que puede existir

un riesgo para la madre o el bebé el parto por vía vaginal. Puede ser

realizada de urgencia (si durante el trabajo de parto el bienestar de la

madre o del bebe se ven afectados) o de manera programada (cuando la

causa hace que no sea seguro intentar el parto vaginal).

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REFERENCIA BIBLIOGRAFICA

1. Gesell, A. (2002). El niño de 1 a 4 años (cap. I i II). Barcelona: Paidós

Ibérica.

2. Carmichael, L. (1970). The onset and early development of behavior. A P.

H. Mussen (Ed.), Carmichael's Manual of Child Psychology. New York:

Wiley.

3. Fifer, W. P. (1987). Neonatal preference for mother's voice. A N. A.

Krasnegor (Ed.), Perinatal Development. Orlando: Academic Press.

4. Barrett, J. H. W. (1982). Prenatal influences on adaptation in the newbom.

A P. Stratton (Ed.), Psychobiology of Human Newborn. New York: Wiley.

5. Kaye, K. (1982). La vida mental y social de los niños (cap. III: El sistema

madre-bebé). Barcelona: Paidós.

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ANEXOS

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