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Arquitectura, filosofía y conceptos en Deleuze y Guattari

Material de discusión

Historia I G-B1 (2018)


Javier Adolfo López Terrazas

DELEUZE, Gilles y GUATTARI, Felix (2001): ¿Qué es la filosofía? Barcelona. Editorial Anagrama
(edición original en francés, 1980)

Comentario preeliminar:

El interés de este libro en relación con la arquitectura, radica en la identificación que hacen
Deleuze y Guattari (D&G) de la filosofía como fabricación de conceptos. En estos
momentos, en el campo de la arquitectura y el urbanismo estamos en una situación en la que los
arquitectos y pensadores del ramo, se han dado cuenta de la necesidad de inventar nuevas
palabras, nuevos conceptos, que posibiliten interpretar las nuevas realidades —que ya no
pueden ser descritas con las viejas palabras—, que puedan ser usadas como nuevas
herramientas, que den lugar a nuevos acontecimientos, nuevas relaciones entre las cosas y las
personas.

Interpretación de las nuevas realidades y herramientas para la acción en un nuevo contexto;


planteamiento de los nuevos problemas e invención de nuevas soluciones. Nuevos deseos.

D&G plantean la creación de nuevos conceptos —en los que se aúnan nuevos problemas y
nuevas soluciones— como la tarea principal de la filosofía. La hipótesis que plantea el estudio de
este texto en el contexto de la arquitectura es de la posibilidad/utilidad de plantear un paralelismo
o analogía entre la definición de concepto y los mecanismos de su fabricación o creación, en
filosofía y en arquitectura. Hablaríamos entonces de arquitectura y conceptos arquitectónicos, en
lugar de filosofía y conceptos.

I. ¿QUÉ ES UN CONCEPTO?, ¿PARA QUE SIRVE? y ¿POR QUÉ HAY QUE CREAR
CONCEPTOS SIEMPRE NUEVOS?

Para D&G un concepto consiste en “establecer un acontecimiento nuevo de las cosas y los
seres. Cada concepto talla el acontecimiento, lo perfila a su manera”.

“Deslindar siempre un acontecimiento de las cosas y de los seres es la tarea de la


filosofía cuando crea conceptos y entidades. Establecer el acontecimiento nuevo de las
cosas y los seres, darles siempre un acontecimiento nuevo: el espacio, el tiempo, la
materia, lo posible como acontecimientos”.

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La filosofía se enfrenta al caos del mundo —velocidades infinitas, continua variación—. La
filosofía asocia una serie de variaciones inicialmente independientes en un todo que es el
concepto, operación que permite, por tanto, interpretar y actuar en el mundo, construirlo.

En consecuencia el concepto tiene siempre componentes, es una multiplicidad. “Es una


cuestión de articulación, repartición e intersección”, es establecer relaciones entre las
cosas del caos.

El concepto es aquello que une indisolublemente los componentes que lo forman, como “un
acontecimiento que los sobrevuela”.

El concepto no viene dado hay que crearlo.

¿Por qué hay que crear conceptos siempre nuevos?

Es necesario crear un concepto nuevo cuando se considera que un problema está mal planteado.
El concepto será por tanto el replanteamiento de un problema o el planteamiento de un nuevo
problema y a la vez su solución. Es lo que D&G llaman pedagogía del concepto.

Este planteamiento del problema, o de los problemas de una filosofía, del contexto en cierto
modo, es lo que D&G llaman el plano de inmanencia.

Una familia de conceptos sobre el mismo plano de inmanencia compone una filosofía. Los
conceptos de una misma filosofía no encajan como un rompecabezas, sino que más bien
resuenan entre sí.

“Por supuesto, los conceptos nuevos tienen que estar relacionados con problemas que
sean los nuestros, con nuestra historia y sobre todo con nuestros devenires”.

“Si un concepto es mejor que uno anterior es porque permite escuchar variaciones
nuevas y resonancias desconocidas, porque efectúa reparticiones insólitas, porque
aporta un acontecimiento que nos sobrevuela”.

II. CITAS DE D&G EN ¿QUÉ ES LA FILOSOFÍA?:

[Página 8]
“¿Qué es la filosofía?... la filosofía es el arte de formar, de inventar, de fabricar conceptos”.

“Pero no bastaba con que la respuesta contuviera el planteamiento, sino que, también tenía que
determinar un momento, una ocasión, unas circunstancias, unos paisajes y unas personalidades,
unas condiciones y unas incógnitas del planteamiento”.

[9]
”Filósofos: los amigos de la sabiduría, los que la buscan, pero no la poseen formalmente.

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¿Significaría acaso amigo una cierta intimidad competente, una especial inclinación material y
una potencialidad, con la del carpintero hacia la madera?”

“Una presencia intrínseca al pensamiento, una condición de posibilidad del pensamiento, una
categoría viva, una vivencia trascendente”.

“El filósofo —arquitecto— es un especialista en conceptos, y, a falta de conceptos, sabe cuales


son inviables, arbitrarios o inconsistentes, y cuáles por el contrario están bien concebidos y
ponen de manifiesto una creación incluso perturbadora o peligrosa”.

[10]
“Amistad y rivalidad... la rivalidad de los hombres libres, una atletismo generalizado: al agón”.

“El amigo, el amante, el pretendiente, el rival”.

[11]
“La filosofía, con mayor rigor, es la disciplina que consiste en crear conceptos... Crear conceptos
siempre nuevos, tal es el objeto de la filosofía...”

“Los conceptos no están esperando hechos y acabados, como cuerpos celestiales... Hay que
inventarlos, fabricarlos o más bien crearlos”.

“Nietsche: Los filósofos ya no deben darse por satisfechos con aceptar los conceptos que se les
dan para limitarse a limpiarlos y sacarles lustre, sino que tienen que empezar por fabricarlos,
crearlos, plantearlos y convencer a los hombres de que recurran a ellos. Hasta ahora... cada cual
confiaba en sus conceptos como en una dote milagrosa procedente de algún mundo igual de
milagroso, pero hay que sustituir la confianza por la desconfianza, y de los que más tiene que
desconfiar el filósofo - arquitecto - es de los conceptos mientras no los haya creado él mismo...”

[12]
“La filosofía no es reflexión, ni contemplación, ni comunicación….”

[13]
“... no se puede conocer nada mediante conceptos a menos que se los haya creado
anteriormente: es decir, construido en una intuición que les es propia: un ámbito, un
plano, un suelo, que no se confunde con ellos, pero que alberga sus gérmenes y los
personajes que los cultivan. El constructivismo exige que cualquier creación sea una
construcción sobre un plano que le dé una existencia autónoma”.

“... los conceptos tienen y seguirán teniendo su propia firma, sustancia de Aristóteles, cogito de
Descartes, mónada de Leibniz, condición de Kant... Pero, además, algunos reclaman con
insistencia una palabra extraordinaria, a veces bárbara o chocante, que tiene que designarlos,
mientras a otros les basta con una palabra corriente absolutamente común que se infla con unas

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resonancias tan remotas que corren el riesgo de pasar desapercibidas para los oídos no
filosóficos. Algunos requieren arcaísmos, otros neologismos...”

[14]
“Tiene que producirse en cada caso una singular necesidad de estas palabras y de su
elección, como elemento de estilo. El bautismo del concepto reclama un gusto propiamente
filosófico - arquitectónico - que procede violenta o taimadamente...”

“Ahora bien, aunque estén fechados, firmados y bautizados, los conceptos tienen su propio modo
de no morir, a pesar de encontrarse sometidos a las exigencias de renovación, de sustitución, de
mutación que confieren a la filosofía —arquitectura— una historia y una geografía agitadas...”

“Filosofía, ciencia y arte...”

“Y siempre volveremos sobre la cuestión de saber para qué sirve esta actividad de crear
conceptos —arquitectónicos—... ¿por qué hay siempre que crear conceptos, y siempre
conceptos nuevos, en función de qué necesidad y para qué? ¿Con qué fin? ”

[15]
”Ciencias del hombre-formación profesional comercial / pedagogía / enciclopedia..”

[17]
“… pero... el concepto no viene dado, es creado, hay que crearlo; no está formado, se a plantea a
sí mismo en sí mismo, autoposición... un carecer autopoiético a través del cual se reconoce”.

[18]
”Si los tres períodos del concepto son la enciclopedia, la pedagogía y la formación
profesional comercial, sólo el segundo puede evitarnos caer de las cumbres del primero en el
desastre absoluto del tercero, desastre absoluto para el pensamiento, independientemente por
supuesto de sus posibles beneficios sociales desde el punto de vista del capitalismo universal”.

CITAS DE D&G EN CAPÍTULO 1. ¿QUÉ ES UN CONCEPTO?

[21]
“No hay un concepto [arquitectónico] simple. Todo concepto tiene componentes, y se
define por ellos... Se trata de una multiplicidad, aunque no todas las multiplicidades sean
conceptuales. No existen conceptos de un componente único”

“Todo concepto es por lo menos doble, triple, etc.”

“Todo concepto tiene un perímetro irregular”

“El concepto es una cuestión de articulación, repartición, de intersección. Forma un todo,


porque totaliza sus componentes, pero un todo fragmentario. Sólo cumpliendo esta condición

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puede salir del caos mental, que le acecha incesantemente, y se pega a él para
reabsorberlo”.

[22]
”Todo concepto remite a un problema, a unos problemas sin los cuales carecería de
sentido”.

“Y que a su vez sólo pueden ser despejados o comprendidos a medida que se vayan
solucionando”.

“Sólo se crean conceptos en función de los problemas que se consideran mal vistos o
mal planteados [pedagogía del concepto]”.

[23]
“… decimos que todo concepto que siempre tiene una historia, aunque esta historia zigzaguee, o
incluso llegue a discurrir por otros problemas o por planos diversos”

“En un concepto hay, las más de las veces, trozos o componentes procedentes de otros
conceptos, que respondían a otros problemas y suponían otros planos... cada concepto
lleva a cabo una nueva repartición, adquiere un perímetro nuevo , tiene que ser reactivado
o recortado”

[24]
“Por otra parte, un concepto tiene un devenir que atañe en este caso a unos conceptos
que se sitúan en el mismo plano. Aquí, los conceptos se concatenan unos a otros, se
solapan mutuamente, coordinan sus perímetros, componen sus problemas respectivos,
pertenecen a la misma filosofía, incluso cuando tienen historias diferentes”

“En efecto, todo concepto, puesto que tiene un número finito de componentes, se bifurcará sobre
otros conceptos, compuestos de modo diferente, pero que constituyen otras regiones del mismo
plano, que responden a problemas que se pueden relacionar, que son partícipes de una co-
creación. Un concepto no sólo exige un problema bajo el cual modifica o sustituye
conceptos anteriores, sino una encrucijada de problemas donde se junta con otros
conceptos coexistentes”.

“Naturaleza del concepto o concepto del concepto”.

[25]
a/
“Cada concepto [arquitectónico] remite a otros conceptos, no sólo en su historia, sino en su
devenir o en sus conexiones actuales. Cada concepto tiene componentes que pueden a su
vez ser tomados como conceptos”.

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b/
“En segundo lugar, lo propio del concepto consiste en volver los componentes
inseparables dentro de él: distintos, heterogéneos y no obstante inseparables... la
consistencia del concepto, su endoconsistencia. Y es que resulta que cada componente distinto
presenta un solapamiento parcial, una zona de proximidad o un umbral de indiscernibilidad con
otro componente... Los componentes siguen siendo distintos, pero algo pasa de uno a otro, algo
indecible entre ambos: hay un ámbito a b que pertenece tanto a a como a b, en el que a y b se
vuelven indiscernibles. Estas zonas, umbrales o devenires, esta indisolubilidad, son las que
definen la consistencia interna del concepto. Pero éste posee también una exoconsistencia,
con otros conceptos, cuando su construcción respectiva implica la construcción de un
puente sobre el mismo plano. Las zonas y los puentes son las junturas del concepto”.

c/
“En tercer lugar, cada concepto será por lo tanto considerado el punto de coincidencia,
de condensación o de acumulación de sus propios componentes”.

[26]
“Cada componente es un rasgo intensivo”

“Las relaciones en el concepto no son de comprensión ni de extensión, sino sólo de ordenación, y


los componentes del concepto no son constantes ni variables, sino meras variaciones
ordenadas en función de su proximidad”

“El concepto expresa el acontecimiento”

[27]
“Los conceptos son “superficies o volúmenes absolutos”, unas formas que no tienen más objeto
que la inseparabilidad de variaciones distintas”

“El concepto es efectivamente un acto de pensamiento”

[28]
“… el concepto no es discursivo”

“… relaciones de resonancia no discursiva... Los conceptos son centros de vibraciones,


cada uno en sí mismo y los unos en relación con los otros”

“No hay razón ninguna para que los conceptos se sucedan. Los conceptos en tanto que
totalidades fragmentarias no constituyen ni siquiera las piezas de un rompecabezas, puesto que
sus perímetros irregulares no se corresponden. Forman efectivamente una pared, pero una pared
de piedra en seco, y si se toma el conjunto, se hace mediante caminos divergentes. Incluso los
puentes de un concepto a otro son también encrucijadas, o rodeos que no circunscriben ningún
conjunto discursivo”

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[32]
“Y si cabe sustituir unos conceptos por otros, es bajo la condición de problemas nuevos y de un
plano distinto con respecto a los cuales los anteriores conceptos pierdan sus necesidad o
establezcan otras relaciones”.

[33]
“Los planos hay que hacerlos, y los problemas, plantearlos, del mismo modo que hay
que crear los conceptos... Por supuesto, los conceptos nuevos tienen que estar
relacionados con problemas que sean los nuestros, con nuestra historia y sobre todo
con nuestros devenires”.

“Si un concepto es mejor que uno anterior es porque permite escuchar variaciones
nuevas y resonancias desconocidas, porque efectúa reparticiones insólitas, porque
aporta un Acontecimiento que nos sobrevuela”

“¿Y cual es la mejor manera de seguir a los grandes filósofos – arquitectos -, repetir lo que
dijeron, o bien hacer lo que hicieron, es decir crear conceptos para unos problemas que
necesariamente cambian?”

[34]
“... cuando un filósofo critica a otro, es a partir de unos problemas y sobre un plano que no eran
los del otro, y que hacen que se fundan los conceptos antiguos del mismo modo que se puede
fundir un cañón para fabricar armas nuevas”

“Nunca se está en un mismo plano. Criticar no significa más que constatar que un concepto se
desvanece, pierde sus componentes o adquiere otros nuevos que lo transforman cuando se lo
sumerge en un ambiente nuevo”.

[37]
“el mismo estatuto pedagógico del concepto: una multiplicidad, una superficie o un volumen
absolutos, autorreferentes, compuestos por un número determinado de variaciones intensivas
inseparables que siguen un orden de proximidad, y recorridos por un punto en estado de
sobrevuelo. El concepto es el perímetro, la configuración, la constelación de un acontecimiento
futuro”.

“Deslindar siempre un acontecimiento de las cosas y de los seres es la tarea de la


filosofía – ¿arquitectura?- cuando crea conceptos, entidades. Establecer el
acontecimiento nuevo de las cosas y los seres, darles siempre un acontecimiento
nuevo: el espacio, el tiempo, la materia, lo posible como acontecimientos”

[38]
“El concepto filosófico [arquitectónico] consiste..., por su propia creación, en establecer
un acontecimiento... Cada concepto talla el acontecimiento, lo perfila a su manera”.

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“La grandeza de una filosofía se valora por la naturaleza de los acontecimientos a los
que sus conceptos nos incitan, o que nos hace capaces de extraer dentro de unos
conceptos”.

“... la filosofía en tanto que disciplina creadora”

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