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2008
@1 proceso
del capitalismo
en Colombia
EDITORIAL J. M. ARANGO
Medellín, Colombia
1985
PARTE TERCERA
UMVEX9PAD AKT10QUIA
BHttJOn * A ( KNI*AI
v (Icnarrullo del capital mercantil es un prerrequisito para que
HiKirr/can las relaciones capitalistas. De lo anterior se puede
concluir que hacia las últimas décadas del siglo 18, la única
<lase social de la Colonia con perspectiva histórica era la mer
cantil.
Pero la clase mercantil no era un conglomerado homo
géneo. Estaba integrada por dos capas fundamentales. Una, la
capa mercantil vinculada al comercio internacional, la típica
burguesía compradora, que tuvo como polos comerciales funda
mentales Cartagena y Santa Fe. Otra, los mercaderes, que unían
los centros vinculados al comercio ele importación con los prin
cipales focos de comercialización interna y, aún, con las más
alejadas regiones del país.
En las condiciones del Nuevo Reino de Granada, la capa
mercantil que tenía, hacia finales del siglo 18, mayor poder eco
nómico, social y político, era la burguesía compradora. E, igual
mente, era la que tenía mayor perspectiva histórica. Estaba lla
mada a jugar un gran papel en el proceso del capitalismo co
lombiano durante el siglo 19,
/ir.
« « » i i i * » \ \ » * t \ \ y ' » ' » » * * » »
LA BURGUESIA COMPRADORA ENTRA EN
CONTRADICCION CON LA METROPOLI
| 149
fe
marco se inscriben acontecimientos como la Expedición Botáni
ca, el fomento de la educación y la cultura, el nacimiento del
periodismo y el interés por el conocimiento político y filosófico
de la Revolución francesa. Todas estas actividades encontraron
eco en una clase social, que por su naturaleza, está predispuesta
al pensamiento ecuménico: la burguesía compradora.
4. LA AGUDIZACION DE LA CONTRADICCION
BURGUESIA COMPRADORA-METROPOLI
11. Citado por Indalecio Liévano Aguirre, Los Grandes Conflictos Sociales y Eco
nómicos de Nuestra Historia, T . 3, p. 87, Editorial La Nueva Prensa, S. F.
12. José Raimundo Sojo, El Com ercio en la Historia d e Colombia, p. 22, Bogo
tá, 1970.
inri
El siglo 18, como lo hemos dicho varias veces, marcó el
ascenso económico, social y político de la burguesía comprado
ra del Nuevo Reino. Y aunque las medidas liberadoras del co
mercio exterior impuestas por Carlos III le permitieron ensan
char su radio de acción y el contrabando, especialmente en Car
tagena, abrió un mercado con grandes índices de rendimiento,
ya al comenzar el siglo 19 la estructura legal y administrativa
del régimen colonial ya no le permitía posibilidades de creci
miento. De ahí surgió su crítica, velada en un comienzo, y fron- ’’ i
tal luego, contra el sistema colonial español. Crítica que cada
vez era más fuerte, a medida que no sólo se dejaban de realizar
transacciones comerciales, sino que los cambios permanentes
en la política española ocasionaban pérdidas graves en el pa
trimonio de los comerciantes.
Con este panorama, no es casual que bajo las condiciones
del continente americano y el caos reinante en España con la
ocupación napoleónica, se produjera en Santa Fe el 20 de julio
de 1810 la insurrección promovida y dirigida por la burguesía
compradora.
LA INDEPENDENCIA: ARTICULACION DE AMERICA
A LAS NUEVAS RELACIONES ECONOMICAS
INTERNA CI ONALES
ir.i
<!•■ obra utilizada por los bandos enfrentados. En estas circuns-
landas ora necesaria una “ reconstrucción económica” del país.
La desastrosa situación económica y social del país fue descrita
por el trotamundos francés Mollien quien en 1823 recorrió la
mayor parte de nuestro territorio, consignando sus observacio
nes, análisis y descripciones en un libro (16>.
La situación de la agricultura era lastimosa. Da pena, dice
Mollien, ver el abandono del cultivo del cacao, del algodón y del
azúcar; la indiferencia en que se dejan crecer, sin cuidado de
ningún género, el café, el añil y el nopal <17). La agricultura se
vio afectada por las conmociones provocadas por la guerra.
Muchas explotaciones agrícolas basadas en el trabajo esclavo
se arruinaron porque los esclavos o se dieron a la fuga u obtu
vieron la libertad. Por la misma época se agudizaba la lucha de
clases en el campo, por la posesión de la tierra. En su correría
por Santander y Boyacá, Mollien señala que se acusaba a los
indígenas de añorar su antiguo régimen, lo que puede ser cier
to “ porque antes no se permitía a ningún blanco establecerse
en sus tierras, mientras que hoy ven sus territorios invadidos
por una serie de hombres rapaces” . En el Páramo de Cerinza,
Mollien se encontró las ruinas de un poblado indígena destruido
recientemente. “ Sobre las ruinas de las chozas de los indios
la familia del dueño de la venta ha construido su casa” <18>
Las tradicionales manufacturas del Oriente se encontraban
también en situación crítica. La descripción de Mollien sobre
la localidad de Puente Nacional era valedera para muchos otros
poblados antes prósperos : “ El pueblo está en ruinas. Antes se
fabricaban telas tan estimadas como la del Cocuy, por el brillo
de sus colores; todos los obreros han desaparecido, y las fábri
cas ya no existen” . Y al describir el estado general de la manu
factura Mollien señala: “ Salvo en las ciudades de litoral y en
las capitales frecuentadas constantemente por los extranjeros,
el resto del país se encuentra, desde el punto de vista de las ar
tes y de la industria, en el mismo estado de adelanto que Euro
pa en tiempos de Fernando y de Isabel. Es un cuadro vivo del
siglo X Y ; las remembranzas de esa centuria se advierten en los
usos, las costumbres y hábitos de las gentes; la industria es tan
rudimentaria como lo era en aquel entonces.. . <19).
La miseria de la postguerra se observaba en Bogotá: “ Hay
16. G. M ollien, Viaje por la República d e Colom bia en 1823, Biblioteca Popular
de Cultura Colombiana, Bogotá, 1944.
1(i.",
la industria no puede ejercitarse si no hay capitales que la pro
muevan. Faltan capitales en Colombia, falta por consiguiente
la industria, y debe quedar anulado el primer agente, si no
se procuran capitales efectivos por más que se promuevan los
obstáculos mencionados” <28b
Los capitales se buscaron, recurriendo a los empréstitos •-$
extranjeros, que fueron solicitados a las casas prestamistas in- -flj
glesas, pues desde la Colonia los comerciantes criollos tenían
ya intereses comunes con firmas comerciales inglesas, surgidos
de las actividades legales e ilegales del comercio. Además, no
en vano, Inglaterra envió sus “ legiones extranjeras” a comba- |
tir en la g-uerra de independencia contra España.
Los préstamos llegaron, pero en condiciones leoninas, y los ;
dineros no se invirtieron en empresas económicas. Bushnell re- 1
lata cómo eran aquellos créditos: en la primavera de 1822 : :5
Francisco Antonio Zea obtuvo el primer empréstito externo É
de importancia por la suma de dos millones de libras esterlinas.
El crédito se hizo con un descuento del 20%, o sea que por ;
cada cien unidades prestadas, Colombia solamente recibiría ó
80. La casa prestamista, Herring, Graham and Powels de Lon- «1
dres, retuvo parte de la suma para pagarse algunas obligacio
nes emitidas por Zea con anterioridad, intereses futuros, comi- ¿
siones, etc. En esta forma solamente un tercio del crédito se
pagaría en efectivo. Sin embargo, no toda, esa suma se entre- 1
gó realmente (29).
Posteriormente, en' 1824, se obtuvo un nuevo empréstito §p
por 4.750.000 libras, es decir, 80 millones de pesos en esa época,
con la firma Goldschmidt and Co. Este empréstito fue negociado
por dos importantes comerciantes antioqueños, los señores Fran
cisco Montoya y Manuel Arrubla, quienes recibieron cada uno
una comisión de 20.137 libras esterlinas, y el diplomático co
lombiano Manuel José Hurtado, también comerciante de pro- ¡j
fesión, quien recibió una comisión de 53.137 libras esterlinas. %
Pero este empréstito de 30 millones de pesos, en la práctica
fue sólo de 20, pues una tercera parte representó el pago de
obligaciones contraídas por Zea. Se descontaron otros 5 millo
nes para el pago anticipado de dos años de intereses, tasa de
descuento, comisiones, etc. De los 15 millones recibidos por el |
gobierno de Santander, la mayor parte se dedicó a actividades
improductivas: pago de “ deuda doméstica” , pago de intereses
de deuda interna (a comerciantes fundamentalmente), pago de
salarios atrasados,, sostenimiento de la. diplomacia y gastos de g
¡
exponentes en el país de la teoría librecambista y de la divi
sión internacional del trabajo capitalista, que imperaría plena
mente en la década de 1850. El gobierno fue revestido de pode
res amplios por el Congreso para otorgar concesiones mineras.
Las minas de esmeraldas, oro, plata y platino fueron entre
gadas a firmas inglesas (algunas de ellas con participación de
capitales de comerciantes colombianos) para su explotación. Has
ta el monopolio de la navegación de los ríos Magdalena y Orino
co fue entregado a empresarios extranjeros. Pero con excep
ción de algunas inversiones inglesas en minería, estos primeros
intentos de inversión extranjera en Colombia no prosperaron.
Años más tarde, don Florentino González en sus memorias afir
maría que las inversiones inglesas fueron positivas, porque los
. “ establecimientos ingleses de minas han sido una escuela prác
tica en que han aprendido muchos, que hoy contribuyen a enri
quecer la provincia de Antioquia, que es la que más ha prospe
rado en la Nueva Granada” (3S>.
Con la penetración de los capitales ingleses no sólo se be
neficiaron los comerciantes, sino que se afianzó aún más el po
der de los esclavistas mineros, que fueron los socios naturales
de los inversionistas europeos. Este hecho hizo que las preten
siones de algunos intelectuales liberales sobre la manumisión
de los esclavos no encontraran eco ni en el congreso ni en el
wutttt U U H U t m m
racterísticas más dramáticas.
Durante los primeros ocho años de vida republicana, la
burguesía compradora, que gobernó a través de la administra
ción del general Santander, determinó los derroteros de lo que
sería el capitalismo colombiano del siglo 19: un capitalismo que
| se desarrollaría dentro del marco del comercio mundial capita
lista, de penetración del capital extranjero, básicamente a tra
vés de empréstitos, y de acercamiento del capital comercial con
los señores de la tierra y los explotadores de minas. La burguesía
compradora estrecharía aún más sus nexos con los proveedores
ingleses, para quienes, ya sin las barreras coloniales, se am
pliaría el mercado.
Con la Independencia y el ascenso al poder político de los
comerciantes, terratenientes y esclavistas se alejó la posibilidad
de una resolución radical de las tres grandes contradicciones
de la sociedad colonial, que analizamos en la segunda parte
de esta obra. La contradicción Colonia-capitalismo se re
solvería pasando del monopolio ejercido por España a la liber
tad de comercio en favor de Inglaterra. La contradicción entre
el gran propietario terrateniente y el campesino sin tierra, so
metido a formas precapitalistas de explotación, sería enmar
cada dentro del largo proceso de conversión de la propiedad
colonial en propiedad de tipo capitalista, proceso que aún no
ha culminado. El latifundio se vería reforzado con la vincula
ción de muchos “ proceres” , cuyas hazañas fueron premiadas
con tierras. Y, posteriormente, importantes capitales mercanti
les se orientarían a las inversiones agrícolas.
En cuanto a la tercera gran contradicción de la sociedad
colonial, la que enfrentaba esclavistas y esclavos, seguiría tam
bién el intrincado y lento proceso republicano. El nuevo Estado
tomaría todas las medidas para que el esclavista no se sintiera
afectado en su poder económico en el complicado proceso de
manumisión de los esclavos. Sin embargo, a la postre, el sec
tor más golpeado económica y políticamente resultó ser el de
los esclavistas.
En estas circunstancias, la Independencia y el proceso eco
nómico y político que a ella siguió, sirvió para ensamblar el mo
do de producción colonial dentro de las nuevas Circunstancias
I creadas.
El problema de la producción agropecuaria y la tenencia
| de las tierras se afrontó con una política de “colonización” de
; tierras que no tuviesen título de propiedad. Se expidió la ley de
" colonización de 1823 que determinó la cesión de numerosos con
tratos a compañías de inmigración organizadas para traer al
país colonos europeos. Se fundaron entidades como la Compa
ñía Nacional de Colonización y la Asociación Colombiana para
la Agricultura, a las cuales se vincularon ricos comerciantes
del país, tales como Manuel José Hurtado, Juan Manuel Arru-
bla, Juan Francisco Martín, Vicente Azuero, entre otros. A
dichas compañías le fueron adjudicadas por el gobierno cientos
de miles de fanegadas. Pero los inmigrantes europeos jamás
llegaron. Sin embargo, las tierras nunca fueron devueltas al go
bierno nacional. En 1830 (decretos del 17 de enero y del 1? de
febrero) el gobierno facilitó a los particulares la adquisición de
estos terrenos, aceptando para ello como forma de pago docu i
mentos de deuda pública <36h
m
Nieto Arteta en su obra “Economía y cultura en la Historia
de Colombia” enumera las principales medidas “ anticoloniales”
tomadas por el gobierno del general Santander:
— La lev del 29 de septiembre de 1821 creó y reglamentó
la contribución directa;
— La ley del 29 de septiembre de 1821 eliminó numerosos
impuestos sobre las exportaciones y los redujo a uno solo llama
do “ derecho de exportación” ;
— La ley del 5 de octubre de 1821 redujo la parte corres
pondiente de la alcabala que gravaba la venta de bienes raíces
y la eliminó en el comercio de productos nacionales; :m
— La ley del 10 de julio de 1824 suprimió los mayorazgos,
institución que consistía en que el hijo mayor heredaba de modo
indivisible los bienes inmuebles;
— La ley 22 de 1825 redujo todos los impuestos que se pa
gaban en los puertos a uno solo denominado “ derecho de consu
mo” , con el fin
-- de
— favorecer
-- --- --------- el comercio ----------
- ------------ interior;
,
-El decreto del 28 de marzo de 1825 suprimió las medias
anatas.
La ley del 13 de marzo de 1826 disminuyó todos los dere
chos de importación a uno sólo llamado “ derecho de importa
ción” ;
— La ley del 19 de mayo de 1826 eximió del pago de diez
mos algunas nuevas plantaciones.
La mayoría de estas medidas fueron revocadas antes de *
terminar la década de 1820; no produciendo por lo tanto ningún
efecto trascendente. Este retroceso se debió al temporal avance
Capítulo X
1. EL MERCANTILISMO PROTECCIONISTA
' .■
nómico, sino que las causas que motivaron la nueva política
librecambista y la consolidación de la burguesía compradora
45. Gabriel Poveda Ramos, “ Historia de la industria en Colom bia” , Revista Tri
mestral de la A N D l, N " 11, p. 11, Medellín, 1970.
46. Ospina V., obra citada, p. 225.
nivel [tocos años después, en 1849, cuando la oposición santan-
derista-comercial asumiera el poder con el general José 'Hilario
López.
Judas Tadeo Landínez era un abogado dedicado al comer-'’
ció y a la usura. Con el auge de la manufactura, en los últimos
años de la década del 30, se dedicó al acaparimento empresarial. J
Compró fábricas de tejidos y de loza y controló una empresa
elaboradora de hierro. Al mismo tiempo concentró elevadas su
mas como usurero y prestamista. La situación general que
afrontó la manufactura a partir de 1840 y las consecuencias de
la guerra lo llevaron a la quiebra en 1842. Ospina Vásquez
recuerda que la quiebra de Landínez arrojó un pasivo de 2.1 mi
llones de pesos, en una época en que el presupuesto nacional
no era mucho mayor. Para entonces aún no funcionaba ningún
banco en el país. Obviamente la querrá de 1840 y la quiebra
de nuestro primer financista y aspirante a gran industrial
afectó la naciente actividad manufacturera,
Y puso a pensar seriamente a nuestros economistas crio
llos sobre la perspectiva industrial del país. Por ejemplo, don
Mariano Ospina Rodríguez, secretario del interior en 1842,
dejaba traslucir su desilusión ante el fracaso de las nacientes
industrias y de los sistemas proteccionistas. En su memoria
del mismo año, señala que el porvenir de nuestro país está
en la producción de frutos tropicales para la exportación y en
la explotación de minas y metales preciosos <■«)..
Pero, las razones del fracaso de este primer intento repu
blicano de desarrollo manufacturero son más profundas. Tie
nen su explicación en la naturaleza misma de la producción
de mercancías. Históricamente, ésta fue el resultado de un largo
proceso social. Estuvo precedida por los avances logrados por
el capital mercantil y se desarrolló dentro del marco de los pro
cesos de acumulación primaria de capitales (internos y exter
nos, es decir, expropiaciones en el interior del país y explota
ción del mercado mundial y. sometimiento de los pueblos colo
niales), que provocaron la ruptura de las trabas feudales, que
impedían el crecimiento de la producción manufacturera. Este
fue el camino seguido por los países en donde llegó a predo
minar la producción mercantil. Entre nosotros, este primer
proceso de producción manufacturera se realizó dentro de un
marco de condiciones poco propicias: aún no se había destacado
el proceso interno de acumulación primaria de capitales; en el
conjunto de las relaciones económicas del país predominaba
una economía precapitalista y, en consecuencia, ni siquiera se
encontraba en formación el mercado nacional. En conclusión,
no existían condiciones para el desenvolvimiento de la produc
ción de mercancías.
LA B A N CA R RO TA D E JUDAS TADEO LA N D IN E Z ^ .
50. José Manuel Restrepo, Diario Político y Militar. T. III, p. 287, Biblioteca de
la Presidencia de Colom biaj Bogotá, 1954.
3.2. El mago del dinero.
51. Judas Tadeo Landínez, Crisis Mercantil o manifestación que hace el doctor
Judas Tadeo Landínez d e las causas que han motivado su quiebra en los nego
cios d e comercio, pp. 4-5. Imprenta de J. A . Cualla, Bogotá, 1842.
52. Joaquín Tamayo, Núñez, Mosquera. José María Plata, p. 342. Biblioteca Banco
Popular, Bogotá, 1975.
IM VEUgM D DE ANnOQMA
ttHJOTELA CENTRAL
I'ocoh meses más tarde, en un acto de verdadera audacia
financiera, y aprovechando la reciente liberación de la tasa
dr interés, Landínez decide reconocer a quienes le depositaran
sus ahorros una tasa de interés del 2% menusal, cifra récord
para la época, pues el interés corriente era del Va °: del 1%
mensual. Tan atractiva oferta comenzó a publicitarse en la pren
sa. bogotana el 19 de agosto de 1841 en destacados avisos (34).
La elevación de la tasa de interés por Landínez desenca
denó un verdadero furor en Bogotá. Las más variadas enti
dades sociales llevaban allí sus dineros, incluidas las órdenes
religiosas del Carmen, La Tercera y Santo Domingo, recibiendo
en contraprestación documentos que acreditaban el depósito,
los cuales con un simple endoso comenzaron a circular de mano
en m ano.. Gracias a la confianza que había ganado Landínez
consiguió lo que el Gobierno todavía no había logrado: emitir
papel moneda. El propio Landínez evocaría posteriormente
aquella época <35>:
“ A mí concurrían los que gustaban de aventurar por ha
cer grandes ganancias, los flacos de capital que querían reme
diarse pronto” .
Pronto el Banco Landínez alcanzó inmensa popularidad,
y el público deslumbrado la bautizó con el sugestivo nombre
de “ La Ballena” , “ lugar donde se consigue la riqueza sin limi
taciones ni medida” .
56. Angel y Rufino José Cuervo. Vida de Rufino Cuervo y Noticias de su época,
T. II, p. 55, Biblioteca Popular de Cultura Colombiana, Bogotá, 1946.
gado a poder de Landínez. E¡n fin, esto es otro Londres en mi-
niatura..
Y otros amigos le comentaban a Cuervo en su correspon
dencia :
• Landínez es el Rothschild de esta tierra.
• Landínez es el hombre del día: maneja dos millones de
pesos.
• Landínez es dueño del comercio y se han puesto las co
sas de modo que nadie puede hacer un trato sin tocar
con él.
♦ ■
3.5. El Grupo Financiero Landínez
58. Salvador Camacho Roldan. Memorias, pp. 98-99. Editorial Bedout, M edellín,
S. F.
Sección Segunda
''4 c
f-
* * * I 1 I 1 * I t * * * * * * * * * * » » * » «
Uno de los momentos de mayor trascendencia en el proce
so del capitalismo en Colombia fue el que se inició en la década
de 1850, pues comportaba todas las características de un pe
ríodo de acumulación primaria de capitales. En el país, aún
no había producción capitalista, lo que quiere decir, que la acu
mulación acelerada y violenta que se inició con el gobierno de
José Hilario López fue el fruto de la producción no capitalista
y tuvo como rasgo esencial el divorcio del productor de sus
medios de producción.
I ♦
70. Joseph Lajugie, Les D octrines Economiques, pp. 21-22, PUF., París, 1965.
2. LA CONTRADICCION CAPITALISMO-COLONIA
75- Gerardo Molina, Las Ideas Liberales en Colombia, 1849-1914, p. 72, Editorial
Tercer Mundo, Bogotá, 1970.
r
nal (76). La reforma fiscal sería un paso fundamental en el pro
ceso iniciado de acumulación violenta de capitales.
Se buscó con la eliminación del estanco del tabaco lograr
una mayor producción de la hoja, con lo cual aumentarían las
exportaciones, logrando mayores ingresos fiscales con estas
últimas, compensándose así la disminución de ingresos por otros
conceptos (alcabala, aguardiente, etc.). Y en este sentido, la
medida fue acertada, pues el cultivo se incrementó considera
blemente y las exportaciones que en el año de 1845-46 eran
de 226 toneladas ascendieron a 5.106 toneladas en 1858-57. Su
valor pasó en el mismo lapso de $ 93.278 a $ 3.092.204 <77h
En cuanto a la nueva política librecambista, ya vimos có
mo se inició en 1847 con el señor Florentino González. A lo lar
go de toda la década del 50 se dictarían diversas leyes y decre
tos regulando la tarifa aduanera, pues la mayor inquietud era
el recaudo fiscal sin afectar el comercio exterior. Los gravámenes
para las mercancías importadas fluctuaban entre el 15% y el
60% sobre el valor de los artículos en los mercados de Europa y
Estados Unidos. De todas formas, rigiendo el principio de la
libertad de comercio, las tarifas del nuevo período fueron in
feriores a las de los años anteriores. Así, la rebaja de 1847
fue del orden del 25% <78).
La nueva política comercial daría un duro golpe a la pro
ducción mercantil nacional, que no volvería ya a reanimarse
sino hacia la década de 1880.
Mucho se ha discutido sobre las posibilidades de la produc
ción mercantil en Colombia durante el siglo 19. Obviamente
ella no dependía únicamente, como ya lo analizamos, de una
simple política proteccionista. Era indispensable romper con
las formas precapitalistas que dominaban la economía nacio
nal. La burguesía compradora que dirigió el proceso no podía
____ *— *¡¡------- _____— .-------------------- — — s-------------
u í u m n u u u u n u u
— como era lógico— sin atender los reclamos de las “ socieda
des democráticas” .
Para suceder a José Hilario López el partido de gobierno
se dividió alrededor de dos candidatos que representaban los
grupos en pugna. Los librecambistas o gólgotas fueron a las
elecciones con el general panameño Tomás Herrera (en Pana
má, como en las provincias de la Costa Atlántica, el librecam-
bismo tenía gran acogida en las capas dirigentes, pues eran
regiones para las cuales el comercio internacional jugaba un
papel fundamental). Los draconianos, en donde se amalgama
ban los librecambistas moderados y los artesanos proteccionis
tas, lanzaron al General caucano José María Obando, quien
salió triunfador. “ Desde un principio, Obando halagó a las
Sociedades Democráticas, a las cuales dijo que debía su elec
ción” <828
).
3
Bajo el gobierno de Obando creció la agitación social y se
agudizó el enfrentamiento entre burguesía compradora y arte
sanos, entre librecambistas y proteccionistas. Aumentó la ca
restía de alimentos e inclusive hubo que importar 16.000 no
villos de Venezuela, que costaron $ 160.000 <83). Las relaciones
entre el presidente Obando y el Congreso no marcharon armó
nicamente. El Congreso eligió como designado ai general gól-
gota (librecambista) Tomás Herrera, el contrincante electoral
de Obando. Los proyectos de ley presentados por los proteccio
nistas y apoyados por las Sociedades Democráticas, que busca
ban proteger la producción nacional artesanal, no hacían trán
sito. La lucha de clases se agudizaba. El cronista de la época
José María Cordovez Moure relata en forma dramática los
permanentes enfrentamientos a lo largo de 1853 y comienzos
de 1854 entre los “ cachacos” y los de “ ruana” . A las salidas
del Congreso, en las corridas de toros, en las festividades po
pulares, eran frecuentes los choques armados entre grupos de
artesanos y personas de las clases altas. No faltaron los muer
tos y heridos graves. “ No se podía transitar fuera de las ca
lles centrales de la ciudad sin exponerse a los lances provoca
dos por ios obreros, y de las seis de la tarde en adelante era
peligrosísimo encontrarse fuera de casa. Ya el mismo día 8,
a las ocho de la noche, habían apaleado al senador Florentino
González.. <84h Venancio Ortiz relata*85) el sinnúmero de en-
---------------------------------
aún más tensa la situación, los gólgotas abogaban en el Con
greso por la supresión del ejército regular.
En estas circunstancias, se abrieron las posibilidades para
el golpe de Estado, apoyado por la alianza de liberales draco
nianos moderados y sociedades democráticas de artesanos. Esta
coalición llevó a la presidencia a uno de los jefes del ejército,
el general draconiano José María Meló, el 17 de abril de 1854.
Meló ofreció la dictadura al Presidente Obando, quien la recha
- ----------------------------------------------- ----------------------- — —
zó. Se inició un gobierno de clases medias, apoyado por libe
rales moderados y proteccionistas y artesanos. Un período que
ha sido objeto de diversos análisis, no siempre acertados. El
contenido, perspectivas y posibilidades de la nueva coalición
gobernante sólo es posible determinarlo a través del análisis
de la producción mercantil y del proceso de acumulación pri
maria de capitales.
-
El general José María Meló había nacido en la ciudad de
Ibagué. Venancio Ortiz en su Historia de la Revolución de
1854 relata que al tiempo de la división de la Gran Colombia
perdió su grado en el ejército, por su participación en la fac
ción militar que echó por tierra al gobierno de 1830, y desde
entonces permaneció fuera del país, hasta que en 1835 se le
expulsó de Venezuela por haberse complicado en una revuelta.
Vuelto a Colombia, se radicó en Ibagué, hasta que Mosquera
en los últimos días de su administración lo hizo inscribir como
teniente coronel. Su adhesión a la causa que triunfó en 1849
le valió los ascensos hasta llegar a general. El general José
Hilario López depositó en él su confianza haciéndolo coman
dante general del departamento de Cundinamarca y jefe de
la segunda división del ejército. Obando, bajo su presidencia,
continuó promoviéndolo. Sus relaciones con las Sociedades De
mocráticas hicieron crecer entre los artesanos de Bogotá su
prestigio.
Capítulo XII
—
nufacturas, gracias a la política proteccionista y a la vincula
ción de algunos capitales comerciales a la producción. Ya vi
mos cómo se habían montado manufacturas dedicadas a la fa
bricación de loza, papel, tejidos de algodón, vidrios y cristales,
alcaloides de la quina, fósforos, jabones, velas y cerveza. In
clusive en la población de Pacho se había montado una side
rúrgica que alcanzó niveles importantes de producción. Se im
portaron equipos y se trajeron técnicos ingleses. Sin embargo,
como ya lo analizamos, no se obtuvieron los éxitos esperados.
La producción mercantil criolla no despegó y muchas manufac
turas se cerraron antes de comenzar la década del 50. Sucum
bieron, no tanto por la competencia de mercancías europeas,
sino por la ausencia de un medio capitalista en crecimiento.
La consolidación de la burguesía compradora y la plena inte
gración del país al mercado mundial capitalista de la era in
dustrial, cerraron las posibilidades de un proceso capitalista
“ clásico” . Para esta época ya Europa había realizado su revo
lución industrial y la penetración al mercado mundial capita
lista era más agresiva que en períodos anteriores.
En medio de esta correlación de fuerzas, los oficios inde
pendientes (sastres, herreros, carpinteros, etc.) y los talleres ,
artesanales que elaboraban algunas manufacturas (sombreros,,
ruanas, telas, etc.) no constituían un sector capitalista que
pudiera realmente cuestionar la economía colonial. En cuanto
a la manufactura, apenas existían unidades aisladas, que no
podían conformar una fuerza social y económica de algún peso.
Esto explica la incoherencia de los planteamientos políticos de
los artesanos y de sus “ Sociedades Democráticas” y la ausen
cia de programas económicos definidos del gobierno del gene
ral Meló.
PEQUEÑA BURGUESIA
EL PROBLEMA DE LA TIERRA
— — m — - ..... —...---------- -
medios como éste, los hacendados de las inmediaciones de Cali
comenzaron a cercar todas las tierras que el pueblo poseía, re
duciendo a callejones las inmensas llanuras y bosques en que
pastaban los ganados y bestias de la multitud y de donde saca
ban leñas, maderas de construcción y otras materias con qué
trabajar <1<>2d
IMVHfcSQSAD SE AKH0QUU
acumulación de capitales en manos del Estado de terratenien
tes y comerciantes, en detrimento de los bienes de la Iglesia. Ca
tólica y de pequeños y medianos campesinos. Entre 1851 y 1855
ingresaron al Tesoro Nacional 764.691 pesos por concepto de la
redención de censos <106h
Con esta operación, el Estado quedaba endeudado con la
Iglesia a la que tendría que reconocerle a través de bonos el
monto total del censo. Esto, sin embargo, no se llevó a cabo
plenamente, pues en 1861 serían confiscados los bienes de la
Iglesia, incluidos los capitales de los censos. En esta forma, el
Estado burgués buscaba nuevas fuentes de ingresos para equi
librar el déficit producido con la reforma fiscal, que le había
representado la entrega de más de 50% de sus ingresos a terra
tenientes y comerciantes.
Pero la redención de ios censos no produjo los recaudos es
perados, Ello quizá porque, debido a lo bajo de los intereses (el
5% anual), no se afectaba considerablemente la rentabilidad
de las haciendas gravadas, y podía ser mejor negocio pagar
indefinidamente un censo que redimirlo totalmente, así fuera
cancelando sólo el 50% del valor total.
Como el Estado no tuvo recaudos fiscales esperados y el
déficit aumentaba por las causas ya señaladas, en 1861 el Esta
do tendría que buscar nuevos recursos expropiando los bienes
de la Iglesia,
Como los censos eran además, la forma de crédito funda
mental durante la Colonia, su eliminación constituyó un golpe
al crédito. Por ello no es casual que, contemporáneamente a la
preocupación por abolir los censos, hayan surgido iniciativas
para la fundación de bancos y que éstos se hayan fundado efec
tivamente en la década que siguió a la de la abolición <107>. De
ese período datan instituciones bancarias como, el Banco de Bo
gotá, 1870 y el de Colombia, en 1875. La banca solamente surgió
cuando la acumulación de capitales lo permitió y lo exigió. Por
ello, al proceso de acumulación violenta (1850-1870) siguió el
período de nacimiento de la banca colombiana.
108. N ieto Arteta, citado y retomado el planteamiento com o válido por Alvaro
Tirado, obra citada, p. 147.
109- McGreevey, obra citada, p. 132.
110. Marx, El Capital, T. 1, pp. 691-747, edición citada.
Entre 1851 y 1861 entraron en circulación volúmenes cuan
tiosos de documentos de deuda pública a cargo del teso
ro y a favor de los propietarios (Iglesia, conventos, particula
res, e t c . . . ) , que devengaban un 6% anual. A partir de 1863
los intereses fueron rebajados al 3% anual. Pero estos docu
mentos de deuda pública fueron perdiendo poco a poco su valor,
cotizándose en el mercado hasta un 5 % ' y 10% sobre el valor
nominal. Dichos bonos habían sido acaparados por comercian
te y usureros, quienes se valieron de ellos para comprar las pro
piedades que el Estado sacaba a subasta pública. El Estado
aceptaba estos documentos sobre su valor nominal. En esta
forma los intermediarios obtuvieron fabulosas ganancias. Los
que remataban eran pocos, y en las actas de remate se ven los
mismos nombres repetidos varias veces. En cuatro departamen
tos: Cundinamarca, Santander, Tolima y Boyacá, los bienes
desamortizados tenían un valor de unos 86.3 millones, pero so
lamente fueron vendidos el 5.2%, entre urbanos y rurales iui>.
No sólo los beneficios económicos recayeron en manos de unos
pocos sino que se produjo también un inmenso despilfarro de
los bienes públicos. Narciso González, secretario del tesoro en
1869. informaba: “ la administración de los bienes desamorti
zados no ha podido regularse en toda la república. . . desapare
cieron de Casanare pingües cofradías como la ele San Pedro
y Barroblanco. . . las ricas haciendas del Tolima quedaron casi
agotadas durante la guerra. . . en Panamá, un Prefecto volun
tarioso dilapidó los ricos hatos conocidos con el nombre de “ co
munes de indígenas de Chiriquí” .. .En Cundinamarca otro Pre
fecto hizo otro tanto. . . y en todas partes, el pillaje ha contri
buido al aniquilamiento de las grandes existencias de ganado
que adquirió el gobierno de 1861” (l12).
La confiscación de los bienes de la Iglesia, fue causa para
el enriquecimiento de un reducido número de,usureros "y térra-*-
tenientes, y de empleados públicos que con manejos deshones-
toiTse-apoderaron de cuantiosos bienes públicos. El pillaje v ^
saqueo de los bienes públicos, es uno de los fenómenos conce- 3
mita-ntés a Tá acumulación 'primaría'fie capitales.1
2
112. íbidem.
r
Capítulo XIV
EL ESCLAVISMO Y LAS NUEVAS
CONDICIONES ECONOMICAS
Sp
1. CIRCUNSTANCIAS EXTERNAS
K-
m.
2'»n
ministro de productos tropicales. Por eso, a fines del siglo 18,
precisamente cuando culminaba su revolución industrial (a la
que tanto había contribuido el tráfico negrero inglés), Ingla
terra inició un amplio movimiento interno y externo tendiente
a la abolición del tráfico negrero.
El parlamento inglés aprobó la supresión del tráfico ne
grero a partir de 1807. Se inició entonces una violenta arreme
tida diplomática y armada para terminar con el tráfico negrero
de las Costas africanas. El objetivo no se dejó esperar: una
vez que éstas estuvieron “ limpias” de traficantes, Inglaterra
inició la conquista del Continente negro para iniciar así la for
iSSBÉ
mación de sus colonias. Comenzaría la organización económica
de Africa siguiendo la coordenada de los intereses de la pro
ducción mercantil inglesa. Igualmente, Inglaterra necesitaba
también eliminar (por los mismos motivos expuestos) el escla-
vismo en sus propias colonias de América. Y los intereses de
la producción mercantil inglesa, la llevaron a “ inmiscuirse” en
la vida doméstica de los países americanos, en los cuales In
glaterra abogó por la eliminación de la esclavitud, como condi
ción para establecer las nuevas relaciones diplomáticas y comer
ciales con los países recién independizados de España.
La Inglaterra de la era industrial, necesitaba ampliar su
mercado al Nuevo Mundo, y ello sólo sería posible si en él pre
dominaran las condiciones favorables para el trabajo libre, co
mo fundamento del consumo de mercancías y de producción
ampliada de materias primas de origen agrario y minero. El
trabajo esclavo sólo puede dar origen a economías de subsis
tencia, pues su productividad es muy baja y el esclavo no con
sume mercancías.
En el siglo 19 Inglaterra controlaba el mercado mundial.
Era el mayor exportador de mercancías. El primer comprador
de las materias primas originarias de América. A sus casas
prestamistas acudían Estados y comerciantes latinoamericanos
en busca de créditos. Había financiado la Independencia Lati
noamericana y sus legiones combatieron al lado de los batallones
criollos contra el colonialismo español. Desde comienzos de siglo
pasado, los países latinoamericanos se encontraban, en consecuen
cia, bajo la dependencia económica y política de Inglaterra. Por
eso pudo exigir a las repúblicas latinoamericanas, como condi
ción para el reconocimiento de su independencia, el compromiso
de suspender todo tráfico negrero <114).
Y las cosas fueron aún más lejos. En el primer tratado
suscrito entre Colombia e Inglaterra en 1825, ésta se abrogaba
116. Jaime Jaramillo Uribe, Ensayos sobre Historia Social Colombiana, p. 71,
Universidad Nacional, Bogotá, 1968.
en el decenio 1784-93 las exportaciones fueron- de 21.052.594
pesos, de los cuales los “ frutos” solamente ^valieron 1.843.559
pesos, y lo demás era oro ni7>. Estas cifras no incluyen las ex
portaciones de contrabando, representadas fundamentalmente en
oro. Y éste era extraído, básicamente con el trabajo esclavo.
Esta situación del comercio exterior seguiría con la misma es
tructura hasta los años anteriores a la Independencia, cuando
las exportaciones de oro representaban las dos terceras partes
del total <118>. Hasta 1850 las exportaciones de oro significaban
un porcentaje fundamental del volumen total.
A partir de la década de 1850 se iría disminuyendo paula
tinamente la cuota del oro dentro del volumen de las exporta
ciones, debido a la decadencia económica del 'Cauca (principal
productor) y al ascenso de nuevos renglones, especialmente los
agrícolas impulsados con el proceso de acumulación primaria
de capitales (1850-1870).
Pero veamos cómo evolucionó la población colombiana y el
número de esclavos, tomando algunos años claves <lla>:
PAUPERIZACION Y ACUMULACION
127. Ibidem.