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Señor

JUEZ LABORAL DEL CIRCUITO DE BOGOTÁ


E. S. D.

Ref: Poder primera instancia

Juan Pérez mayor de edad y domiciliado en la ciudad de Bogotá como aparece al


pie de mi firma por medio del siguiente escrito manifiesto que confiero el poder
especial, amplio y suficiente al Doctor Dairo Alejandro Sánchez González, mayor de
edad domiciliado en el municipio de Zipaquirá, identificado como aparece al pie de
su firma y portador de su tarjeta profesional número 12334456789 expedido por el
consejo superior de la judicatura, para que en mi nombre y representación inicie,
adelante y lleve hasta su culminación el proceso ordinario laboral de única instancia
en contra de María Rodríguez quien es propietaria de confecciones Valentina
identificada con cédula de ciudadanía número 1072446309 de Bogotá, domiciliada
en la misma ciudad, para que mediante las sentencia de mérito se profieran las
siguientes declaraciones y condenas:

PRETENSIONES DECLARATIVAS

PRETENSIONES DE CONDENA

Mi apoderado queda facultado ampliamente para tramitar, transigir, recibir, desistir,


sustituir, reasumir, conciliar y en general realizar todas aquellas gestiones
determinadas en el art 70 del código general del proceso necesarias para llevar a un
buen recaudo la gestión profesional encomendada. Ruego señor Juez conferir
personería a mi apoderado en los términos invocados.

Atentamente

Juan Perez
Cc: 20730545 de Bogotá
ACEPTO:

Dairo Alejandro Sánchez


Cc: 1070021850
T.P: 1234567789 del CSJ
Señor

JUEZ LABORAL DEl CIRCUITO DE BOGOTÁ


E. S. D.

Ref: Proceso ordinario laboral de primera instancia.

Dairo Alejandro Sánchez ​mayor de edad, domiciliado y residente del municipio de


Zipaquirá identificado con la cedula de ciudadanía número 1.070.021.850 de
Zipaquirá, con tarjeta profesional número 123.456.789 expedida por el consejo
superior de la judicatura actuando en nombre y representación del señor ​Juan
Pérez, ​mayor de edad domiciliado y residente en la ciudad de Bogotá quien se
identifica con cédula de ciudadanía número 20.730.545 de Bogotá según el poder
que se anexa, formulo demanda ordinaria laboral de primera instancia contra la
señora ​María Rodríguez domiciliada y residente de Bogotá, identificada con cedula
de ciudadanía número 1.072.446.309 de Bogotá, quien es propietaria del
establecimiento de comercio “Confecciones Valentina” domiciliado en Bogotá e
identificado con el Nit 1.072.446.309-8, de acuerdo con lo siguiente:

HECHOS

PRIMERO: El día 15 de marzo de 2016 el señor Juan Pérez ingresa como operario
de maquina plana en el establecimiento de comercio ‘’ confecciones valentinas’’ de
propiedad de la señora María Rodríguez.
SEGUNDO: Tiene una jornada laboral de lunes a viernes de 8am a 6pm y el día
sábado de 8am a 4 pm.
TERCERO: ​Devenga un salario integral de $1´100.000 pesos mensuales.
CUARTO: El señor Juan Pérez estando en su casa tuvo un accidente (Traumatismo
del tendon y musculo flexor de dedo a nivel de la muñeca y mano) que conllevo a
que su EPS le realizara una cirugía la cual trajo consigo dos meses de incapacidad
comprendidos entre el 10 de mayo y el 10 de julio de 2018.
QUINTO ​Posterior a la cirugía se le ordena al señor doce meses de terapias físicas,
una diaria y controles periódicos.
SEXTO: ​Se producen unas restricciones médico laborales para el desempeño de
las labores que impliquen movilidad continua de su mano durante dos meses.
SÉPTIMO: ​El 23 de Julio del 2018 la señora María Rodríguez le informa a Juan que
ya no lo necesita, justificando que él solo está produciendo la mitad de prendas que
hacía antes del accidente.
OCTAVO: ​La señora María Rodríguez se compromete a realizar el pago de los días
laborados en el mes de julio.

PRETENSIONES

Con fundamento en los hechos expuestos, muy comedidamente solicito al señor juez, que
previo el reconocimiento de mi personería para actuar como apoderado de la parte
demandante, y cumplidos los trámites del proceso ordinario laboral de primera instancia, se
declare, reconozca y condene lo siguiente:

PRETENSIONES DECLARATIVAS:

1. Que se reconozca la existencia un contrato a término indefinido en virtud del art 23


C.S.T. entre la señora María Rodríguez (demandada) como empleadora y el señor
Juan Pérez (demandado) como trabajador, entre el 15 de marzo de 2016 y el 23 de
julio de 2018.

2. Que se declare que la obra realizada por mi poderdante en razón de su trabajo era
ejercida en una jornada laboral que supera la máxima legal establecida en el art 161
del C.S.T y por lo tanto en razón a ello el señor Juan Pérez es acreedor de las horas
extras diurnas, siendo estas aquellas que excedan la jornada laboral.

3. Que se reconozca que el salario devengado por mi poderdante por concepto de


salario integral era inferior al mínimo exigido por la ley en el art 132 inc 2 del C..S.T.,
y por lo tanto, que este salario no cubre las prestaciones sociales (cesantías,
intereses a las cesantías y prima de servicios) que están integradas dentro de dicha
figura jurídico-laboral.

4. Que se declare, en razón al numeral anterior, que la señora María Rodríguez, debe
pagar a mi poderdante las sumas adeudadas en razón a dichas acreencias laborales
y sus respectivas moratorias, por el lapso de duración del contrato.

5. Que se declare que la terminación de dicho contrato se dio de forma injustificada por
parte de la empleadora, lo cual ha perjudicado a mi poderdante, y que se
fundamentó en la condición de discapacidad y restricción física transitoria de mi
poderdante.

6. Que se declare el derecho que tiene el señor Juan Pérez al reintegro, o ante la
imposibilidad del mismo, a la indemnización sin justa causa en razón a la figura de
despido injustificado.

PRETENSIONES CONDENATORIAS:

1. Que se condene a la empleadora al pago a favor de mi poderdante, por concepto de


horas extra diurnas correspondientes al tiempo laborado, la suma de ​9.728.124,99
pesos, teniendo en cuenta, las fórmulas y valores establecidos en el artículo 168 del
C.S.T.

2. Que se condene a la empleadora al pago a favor de mi poderdante, por concepto de


cesantías correspondientes al tiempo laborado, la suma de ​2.594.166,6, de
acuerdo con los artículo 249 y 253 del C.S.T.

3. Que se condene a la empleadora al pago a favor de mi poderdante, por concepto de


intereses a las cesantías correspondientes al tiempo laborado, la suma de
734.149,16, de acuerdo con el numeral 20 del artículo 99 de la Ley 50 de
1990 y el artículo 10 de la Ley 52 de 1975.

4. Que se condene a la empleadora al pago a favor de mi poderdante, por concepto de


prima de servicios correspondientes al tiempo laborado, la suma de ​2.594.166,6,
de acuerdo con el artículo 306 del C.S.T.

5. Que se condene a la demandada a pagar a favor de mi poderdante la sanción de


moratoria contemplada en el art. 65 Del Código Sustantivo del Trabajo, modificado
por el artículo 29 de la Ley 789 de 2002, por no haberse cancelado, a la terminación
del contrato, las prestaciones debidas al trabajador. La presente condena debe
extenderse hasta el momento en que se haga efectivo el pago.

6. Que se condene a la demandada a pagar a favor de mi defendido, por concepto de


indemnización, como consecuencia de la terminación unilateral del contrato de
trabajo sin justa causa contemplada en el art 64 del C.S.T., la suma de 2.095.866,66
pesos.

7. Que la demandada sea condenada a asumir las costas del presente proceso.

​FUNDAMENTOS EN DERECHO

Es necesaria la declaración del vínculo jurídico existente entre Juan Pérez y María
Rodríguez, ya que de este se derivan las demás acreencias y obligaciones. Por ello, se pide
la declaración del contrato de trabajo a término indefinido creado por las partes, con ocasión
a la actividad de operario de maquina plana ejercida por mi poderdante en las instalaciones
de “Confecciones Valentina”. El fundamento normativo de esta petición se encuentra en el
artículo 23 de CST en donde se determinan los elementos que deben configurarse para la
existencia de un contrato de trabajo, que aplicados al caso en concreto se constituyeron de
la siguiente manera:

1. ​Actividad personal del trabajador:​Juan Pérez desempeñaba de forma personal la

actividad de operario de maquina plana, ya que debía desempeñar dicha labor en el


establecimiento de comercio “Confecciones Valentina” propiedad de la señora María
Rodríguez, en cumplimiento de una jornada laboral establecida de lunes a viernes de 8
am a 6 pm y sábados de 8 am a 4 pm.
2. ​Continua subordinación o dependencia del trabajador respecto del empleador: ​mi
poderdante seguía instrucciones de la empleadora de la forma de desempeño de la
labor en cuanto al tiempo, modo y cantidad de prendas que debía elaborar.

3. ​Salario como retribución del servicio:e ​ l señor Juan Pérez devengaba un “salario
integral” correspondiente al valor de 1.100.000 (un millón cien mil pesos colombiano
m/c), siendo esto prueba del cumplimiento de este requisito.

Teniendo en cuenta lo anterior, y en concordancia del artículo 24 y 27 ibídem, debe


declararse la existencia de dicho contrato por el cumplimiento de cada uno de los requisitos.
En apoyo jurisprudencial, en la sentencia SL6621-2017 se determina que al trabajador le
corresponde comprobar la existencia del primer elemento-requisito, es decir, la prestación
personal del servicio para que se declare la existencia del contrato como vínculo laboral.
Por consiguiente, y con base en el artículo 53 de la constitución política, con independencia
de lo que haya podido establecer formalmente, primará la realidad frente al vínculo jurídico.

Seguido a esto, se deben observar las obligaciones de la empleadora para con el trabajador
y así determinar su cumplimiento o incumplimiento y por consiguiente las indemnizaciones y
pagos que deban corresponder.

En primer lugar, se abordará la jornada laboral. Los artículo 158, 161, 163 y 164 del CST
regulan este aspecto. El artículo 158 permite que sea denominada jornada ordinaria aquella
que determinen las partes, sin embargo, remite al artículo 161, ya que establece que no
puede sobrepasar ni violar la máxima legal, entendida como aquella compuesta por 8 horas
diarias y 48 horas semanales, las cuales pueden acordarse mediante jornadas diarias
flexibles, con un máximo de 6 días laborables, con una variación de horas diarias entre 4 y
10, sin lugar a recargos, siempre que no se excedan las 48 horas semanales.
Está normatividad, concebida dentro del caso, es violada, ya que el señor Juan Pérez
trabajaba excediendo las jornada máxima, teniendo una cifra de 10 horas diarias de lunes a
viernes y 8 horas diarias los sábados, para un total de ​58 horas semanales, no
configurándose ni las excepciones en casos especiales del artículo 163 ni la ampliación de
la jornada para el descanso del día sábado del artículo 164 ibíde​m.
En consecuencia de ello, deben ser consideradas las horas excedentes como horas extras
diurnas y liquidadas para tal efecto con las formulas y valores porcentuales establecidos en
el artículo 168 ibídem; siendo así, existieron 1.698 HED equivalentes en dinero a
9.728.124,99 (nueve millones setecientos veintiocho mil ciento veinticuatro pesos con
noventa y nueve centavos colombianos m/c).

En segundo lugar, se debe tener en cuenta la denominación que se le dio a la


contraprestación, es decir, “salario integral” y sus efectos y requisitos para que sea
considerado de tal manera.
El artículo 132 del CST en su numeral 2, aborda este tipo de salario determinando que “​no
obstante lo dispuesto en los artículos 13, 14, 16, 21 y 340 del código sustantivo del trabajo y
las normas concordantes con estás, cuando el trabajador devengue un salario ordinario
superior a diez (13) salarios mínimos legales mensuales, valdrá la estipulación escrita de un
salario que además de retribuir el trabajo ordinario, compense de antemano el valor de
prestaciones, recargos y beneficios tales como el correspondiente al trabajo nocturno,
extraordinario o al dominical y festivo, el de primas legales, extralegales, cesantías y sus
intereses, subsidios y suministros en especie; y, en general, las que se incluyeran en dicha
estipulación, excepto las vacaciones.
En ningún caso el salario integral podrá ser inferior al monto de diez (13) salarios mínimos
legales mensuales, mas el factor prestacional correspondiente a la empresa que no podrá
ser inferior al 30% (treinta por ciento) de dicha cuantía.”​
De acuerdo con lo anteriormente mencionado, el salario que devengaba el señor Juan
Pérez no cumplía con requisito para que fuese salario integral (8.962.915 para 2016,
9.590.321 para 2017 y 10.156.146 para 2018) y por lo tanto la empleadora no está exenta
del pago de cesantías, intereses a las cesantías y prima de servicios debido a que el monto
que obtenía mi poderdante (1.100.000) no cubría dichas prestaciones sociales.

En consecuencia, se solicita que la señora María Rodríguez, pague dichas acreencias


laborales con la moratoria correspondiente por el tiempo que no fueron pagas.

En cuanto a las cesantías, debe pagársele con base en los artículos 249 y 253 del CST un
mes de salario por cada año laborado y proporcionalmente por fracción; siendo adeudada,
por parte de la empleadora, por este motivo la suma de 2.594.166,6 (dos millones
quinientos noventa y cuatro mil ciento sesenta y seis pesos con seis centavos colombianos
m/c).

También, debe solventar los intereses a las cesantías, teniendo en cuenta que son los
rendimientos financieros sobre las cesantías, establecidos en el numeral 20 del artículo 99
de la Ley 50 de 1990 y en el artículo 10 de la Ley 52 de 1975,equivalentes al 12% sobre la
suma causada, es decir, 734.149,16 (setecientos treinta y cuatro mil ciento cuarenta y
nueve pesos con dieciséis centavos colombianos m/c).

La última prestación debida, es la prima de servicios, basada en el artículo 306 de CST en


el cual se establece que no es un factor constitutivo de salario y que debe pagarse 2 veces
al año por un valor total de un mes de salario o proporcionalmente al periodo trabajado. Por
lo tanto, la suma adeudada por dicha acreencia laboral es de 2.594.166,6 (dos millones
quinientos noventa y cuatro mil ciento sesenta y seis pesos con seis centavos colombianos
m/c).

Además de esto, ya que no constituye la figura de salario integral la demandada no podrá


alegar el pago de recargos por lo cual, como ya se había establecido anteriormente se
deben pagar las horas sobrantes de la jornada máxima legal como horas extras diurnas.
En este sentido la corte constitucional se pronuncia en la sentencia C-565 de 1998 diciendo
que el e​stablecimiento del tope mínimo de salario integral impide que el empleador abuse
del trabajador sin quebrantar la libertad de estipulaciones contractuales a nivel laboral.
Frente a estas prestaciones sociales debidas se solicita además el pago de la moratoria,
estipulado en el artículo 65 del CST de la siguiente manera “​si a la terminación del contrato,
el empleador no paga al trabajador los salarios y prestaciones debidas…debe pagar al
asalariado, como indemnización, una suma igual al último salario diario por cada día de
retardo, hasta por veinticuatro (24) meses… ​”. De tal manera, se le adeuda una suma de
7.846.666,66 (siete millones ochocientos cuarenta y seis mil seiscientos sesenta y seis
pesos con sesenta y seis centavos colombianos m/c), siendo estos incrementables según el
momento en que se efectué el pago.

Con ultimo ítem se debe estudiar el despido del señor Juan Pérez y establecer si hubo o no
justa causa para este.

En principio, se debe observar que dentro de las causales de despido con justa causa está
“​el deficiente rendimiento en el trabajo en relación con la capacidad del trabajador y con el
rendimiento promedio de labores análogas, cuando no se corrija en un plazo racionable a
pesar del requerimiento del patrono. ”​ y “​la ineptitud del trabajador para realizar la labor
encomendada.​” establecidas en el artículo 62 del CST en sus numerales 9 y 13.
Al analizar estos numerales se debe tener en cuenta cada aspecto que los conforman, así
pues:

1. ​el ​ l señor Juan Pérez luego del accidente de


deficiente rendimiento en el trabajo: e
naturaleza común (traumatismo del tendón y musculo flexor de dedo a nivel de la
muñeca y mano), bajó el rendimiento de la producción, ya que según lo expresó la
demandada, en el momento de terminar el contrato, realizaba la mitad de prendas en
comparación con antes del accidente.

2. ​En relación con la capacidad del trabajador:​es aquí donde mi poderdante encuentra
sus fundamentos, ya que si bien presentó bajo rendimiento en cuanto a la ​cantidad de
prendas a realizar, está se debió a la restricción medica que se le otorgo debido al
accidente común que ya se nombró anteriormente​. Consecuentemente con esto, este
bajo rendimiento se encuentra acorde a su ​capacidad transitoria​, por lo que no se ​debió
a un acto de desidia, voluntario y dañino por parte del trabajador, sino por contrario a
una causa fundamentada y ajena a la libre voluntad del señor Juan Pérez​.

Establecido ello, se debe entonces tomar en cuenta, que en ese momento el señor Juan
contaba con estabilidad laboral reforzada debido a su situación de discapacidad. Referente
a ello la sentencia T-521 de 2016 establece que “​Esta Corporación ha considerado que la
garantía de estabilidad es aplicable frente a cualquier modalidad de contrato y​ con
independencia de si el origen de la enfermedad del trabajador es laboral o común. Al
margen del grado de afectación de salud, siempre que el sujeto sufra de una condición
médica que limite una función propia del contexto en que se desenvuelve, de acuerdo con la
edad, el sexo o factores sociales y culturales, existirá el derecho a la estabilidad laboral
reforzada”​ , ​y en este mismo sentido se pronuncia también la corte en la sentencia de
unificación 049 de 2017, estableciendo que “​El derecho fundamental a la estabilidad
ocupacional reforzada tiene arraigo constitucional directo y aplica a quienes estén en
condiciones de debilidad manifiesta, incluso s​i no cuentan con una calificación de pérdida
de capacidad laboral moderada, severa o profunda.”

Por ello, la empleadora debía seguir el debido proceso, el cual tiene su fundamento
constitucional en el artículo 29. Dicho esto y con apoyo jurisprudencial de la sentencia T-003
de 2010, debía buscar la reubicación del trabajador ya que sufría una disminución de su
capacidad física, en una labor apta para él y en donde pudiera desempeñarse
correctamente acorde con sus capacidades laborales, y si no fuere posible, está en
obligación de probar el impedimento, de lo contrario se presume que el despido fue en
razón a la discapacidad y este será ineficaz, posibilitando el reintegro, acorde esto también
a la sentencia T-504 de 2008, que dicta que “​en caso de que persista la incapacidad parcial
lo reubique en un puesto de trabajo conforme a sus capacidades laborales”​

Teniendo en cuenta lo anterior, se puede determinar que la señora María Rodríguez


despidió de mala fe al señor Juan Pérez, en razón a su discapacidad, sin justa causa, y sin
seguimiento del debido proceso y desacatando preceptos constitucionales como lo son la
estabilidad reforzada, la igualdad de oportunidades real y efectiva, encontrados en los
artículos 13 y 53 de la constitución política.

Por ello se pide que por medio del accionamiento del aparato judicial y acorde con el
artículo 25 y 54 de la constitución política, el estado vele y garantice el derecho al trabajo,
con enfoque a los minusválidos en condiciones dignas, además de encontrar fundamento
e​n la ley 361 de 1997, la cual establece que “​La violación a la estabilidad ocupacional
reforzada debe dar lugar a una indemnización de 180 días, según lo previsto en el artículo
26 de la Ley 361 de 199​7​”

3. ​con el rendimiento promedio de labores análogas, cuando no se corrija en un


plazo racionable: t​ eniendo en cuenta el ítem anterior, se puede determinar que una
comparación con actividades análogas y con el rendimiento de otros trabajadores ​es
inapropiada y no tendría efecto debido a la condición especial que presenta el trabajador
aquí demandant​e. Se debe resaltar que el bajo rendimiento productivo estaba
condicionado a 2 meses establecidos por la restricción médica, por lo que se deduce
que está condición desfavorable del trabajador podía corregirse en un plazo razonable.

4. ​Finalmente tampoco puede argumentar la contraparte la ineptitud establecida en el


artículo ya citado, debido a que como se mencionó anteriormente existen fundamentos
para la concurrencia de la misma.

En razón a lo anteriormente expuesto, se pide que se declare el despido sin justa causa,
reglamentado en el artículo 64 del CST, con dos variables consecuenciales:

1.​ ​ Que se restituya en el puesto que tenía el señor Juan Pérez


2. ​que se pague la indemnización debida, según el inciso 4, literal A, numeral 2 ibídem, que
establece “​En los contratos a término indefinido la indemnización se pagará así:
a. ​Para los trabajadores que devenguen un salario inferior a diez (10)

salarios mínimos mensuales legales:


​i. ​Treinta (30) días de salario cuando el trabajador

tuviere un tiempo de servicio no mayo de un (1)


año.
​ii. ​Si el trabajador tuviere más de un (1) año de

servicio continuo se le pagaran veinte (20) días


adicionales de salario sobre los treinta (30)
básicos del numeral primero, por cada uno de
los años de servicio subsiguientes al primero y
proporcionalmente por fracción. ​”
Por ello la suma adeudada es de 2.095.866,66 (dos millones noventa
y cinco mil ochocientos sesenta y seis pesos con sesenta y seis
centavos colombianos m/c)

La corte suprema de justicia aborda dicha figura en la sentencia del 30 de julio de 2003 con
expediente número 20517 diciendo que “​la ley ha otorgado y que el desarrollo
jurisprudencial, ha reconocido al despido injusto y a la renuncia provocada; pues en dicho
caso, no existe una decisión libre del empleado tendiente a finalizar la relación laboral sino,
una presión por parte del empleador que obliga a aquel a tomar dicha determinación…
entendiéndose que con este se causa los mismo efectos que con el despido injustificado,
asiste al exempleado el derecho de recibir la sanción por cumplirse los requisitos que
estableció el artículo 8 de la ley 171 de 1961 ​”, y en la sentencia C-594 de 1997 de la
siguiente manera “​el trabajador debe poner en conocimiento del empleador la decisión de
terminar el vínculo laboral, señalando los hechos o motivos que dieron lugar a la misma y no
basta, ha señalado la corte, con invocar genéricamente una de las causales que sustenta la
determinación. Por ello esa misma corporación ha considerado que para que se entienda
cumplida esa obligación “lo que importa es que la parte afectada se entere del hecho
justificante” ”​ .

También respeto a los derechos que el trabajador adquiere el pacto de san salvador
establece que ““​La estabilidad de los trabajadores en sus empleos, de acuerdo con las
características de las industrias y profesiones y con las causas de justa separación. En los
casos de despido injustificado, el trabajador tendrá́ derecho a una indemnización o a la
readmisión en el empleo o a cualesquiera otra prestación prevista por la legislación
nacional​.”​

En conclusión, con base en el artículo 1, 23, 25 y 29 de la constitución política, se solicita la


activación del aparato judicial, para que al señor Juan Pérez se le reconozcan las
acreencias laborales debidas y el despido sin justa causa, y se haga prevalecer el derecho
al trabajo, a la dignidad y al debido proceso en este caso.

COMPETENCIA
​Es usted competente ya que el demandante prestó sus servicios en esta ciudad, de
la cual es residente junto con la demandada.
Además, por la naturaleza del proceso es usted quien es quien tiene todas las
facultades sobre este asunto.

CUANTÍA
​ a estimo en cantidad mayor a 20 SMLMV
L
PRUEBAS
Solicito al señor Juez que se sirva decretar y practicar las siguientes pruebas para
que sean tenidas en cuenta al elaborarse el respectivo fallo:

1.​ ​TESTIMONIALES:
Pedimos al señor juez que se cite a declarar a los siguientes testigos necesarios
para lograr el esclarecimiento de los hechos ya presentados ante usted en este
documento:
1. Paula Andrea Bernal Castro, identificada con cédula de ciudadanía 3.091.256
domiciliado en Bogotá en la carrera 132 ·9-13, correo electrónico
bernalcastro14@gmail.com,para declarar sobre los hechos fundamento de la
presente acción.
2. ​Catalina Barreto Arias, identificada con cédula de ciudadanía número
23..456.789 de Chía Cundinamarca y domiciliada en Zipaquirá Carrera 31 A
número 15-61/63, correo electrónico cata@gmail.com para declarar de los
hechos fundamento de la presente acción.
3. ​Paula Camila Ramírez Martínez, identificada con cedula de ciudadanía
1.070.012.217 de Cajicá, domiciliada en la ciudad de Bogotá en la carrera 6e
#18-24, correo electrónico pcamila0698@gmail.com para declarar sobre los
hechos fundamento de la presente acción.

2.​ D
​ ECLARACIÓN DE PARTE:

1. ​Solicito que se cite al señor Juan Pérez identificado con cedula


1.072.446.309 de Bogotá, para que realice ante este despacho declaración
de parte con el fin de esclarecer los hechos materia del proceso en el cual
hace las veces de demandante.

3.​ ​DOCUMENTALES:
Solicito al señor juez que se tenga como prueba:
1. ​La certificación de ingreso a urgencias el día 3 mayo del 2018

2. La certificación de la operación realizada al señor Juan Pérez el día 9 de


mayo 2018
3. ​El dictamen médico donde se evidencias las restricciones médicas que debía
cumplir el señor Juan Pérez
4. ​La incapacidad expedida por el profesional de la eps que lo atendió desde el
día 10 mayo hasta el 10 de julio
5. ​Los comprobantes del pago de la cuenta bancaria durante el último año

ANEXOS
1.​ P
​ oder debidamente otorgado
2.​ ​Dos copias de la demanda, una con destino a ser guardada en la secretaria de
su despacho y otra para que se surta el traslado que la ley exige
3.​ ​Copia de las pruebas documentales ya nombradas que fueron solicitadas ante
usted.

PRUEBAS:

1. ·​ La certificación de ingreso a urgencias el día 3 mayo del 2018



2. Certificación de operación.
3. Certificado de recomendaciones médicas
4. Incapacidad medica
5. EXTRACTOR BANCARIO ÚLTIMO AÑO

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