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Evolución histórica que ha sufrido la disciplina de las relaciones internacionales.

Ensayo.

El desarrollo de una ciencia tan novedosa como lo son las Relaciones Internacionales tiene
un génesis que obedece de forma directa con la interdisciplinariedad, como una de sus principales
características. En su construcción se han dado cita disciplinas tan importantes como la Política, la
Sociología, el Derecho y la Historia, estas dos últimas de capital importancia en su construcción, por
lo que han sido denominados: “[…] enfoques conceptuales tradicionales”1, pues dan cuenta de la
estructura teórica-conceptual y metodológica básica de nuestra materia.

Las orientaciones históricas y jurídicas pueden ser comprendidas de forma diferenciada, ambas
tendencias mantienen actitudes distintas ante los fenómenos que estudian; la historia pretende la
secuenciación de sucesos sin interpretación, la revisión de los datos y acontecimientos; en cambio el
Derecho, por naturaleza requiere la participación del experto en leyes para interpretar la realidad y
seleccionar los hechos o actos con contenido jurídico, con el objetivo de ajustar la norma legal
abstracta a la conducta humana concreta.2

En el caso de la Historia, la rama conocida como historia diplomática acaparó los estudios
internacionales precisamente durante los siglos XVIII y XIX, en que se consolidaron los modernos
Estados-Nación. Es comprensible que la mayoría de los estudios proviniera de Estados europeos,
Francia, Alemania, Inglaterra y abarcaron tanto las estrategias políticas de las naciones en el
plano internacional, como los actos concretos del personal diplomático. En este periodo la simplicidad
histórica era la norma pero en su afán de anular justificaciones (contrario a lo que hacia la escuela
del “historicismo nacionalista” de Renan y Ranke) la historia renuncio a la teorización de las
Relaciones Internacionales.

Históricamente, la conceptualización de las relaciones Internacionales abarcó la interacción entre


naciones3 , hasta llegar al criterio de las relaciones entre organizaciones políticas. Entre los autores
más importantes que desarrollan el problema conceptual están Raymond Aaron, Nicholas J.
Spykman, Quincy Wright y J.J. Chevallier. La trascendencia de la materia obedece a sus
pensamientos, pues como lo establece Gutiérrez: “El criterio de identificar a la realidad relaciones
internacionales como relaciones entre Estados o grupos de poder, permite, […], encontrar ese tipo de
relaciones en cualquier momento de la historia”.4

Como tradición histórica, los documentos que desprenden acuerdos entre grupos políticos,
comunidades con poder, pueden rastrearse hasta la antigua Mesopotamia, pero para construir una
verdadera teoría internacionalista se requieren estudios como los desarrollados por Renouvin y
Duroselle, que presentan una “historia estructural”, no solo enfocada en la acumulación de datos, sino
en sus sistematización.

Renouvin desarrollo el concepto de “fuerzas profundas”, que abarca las relaciones internacionales
dentro de distintas ópticas como el ámbito geográfico, económico, demográfico, financiero,

1 Gutiérrez, G. (1997). Enfoques conceptuales tradicionales. En Teoría de las relaciones internacionales México: UNAM, pág. 133
2
Cfr. Ibid. pp. 134
3 Recordemos que el concepto de Nación no solo atiende al Estado moderno, y debe comprenderse de acuerdo al lugar y la época, pues

antes de la era moderna existían comunidades políticas pero no eran considerados Estados.
4
Gutiérrez, G. Op. Cit. pág. 137

2
nacionalismo y pacifismo; Duroselle, por su parte habla del “hombre de Estado”, del cual analiza
actitudes de tipo psicológico e histórico.

Algunos otros autores son Francois L. Ganshof , Gasten Zeller, Andre Fugier, Arnold J. Toynbee,
Zorin, Semionov, Skazkin, Jvostov, muchos de ellos abundan sobre cuestiones diplomáticas,
civilizaciones, guerra, paz y conceptos como soberanía, Estados y nación.

La sistematización de estos historiadores produjo un parteaguas, pues el Estado-Nación y sus


relaciones con los demás miembros de la sociedad internacional, se sitúan en el centro de la discusión
de las Relaciones Internacionales, las políticas que lleva a cabo y la participación de sus
representantes constituye la acción diplomática que la historia reconstruye bajo las condiciones más
certeras, en un tiempo y lugar determinado; los datos y la evidencia acumulados en los estudios de
los autores que anteceden permiten entonces la construcción de verdaderas categorías para el análisis
de la realidad internacional.

La metodología utiliza 3 principales herramientas, señala Toynbee: la indagación y registro de


hechos, la elucidación y la recreación artística de los hechos.5 Pero no son las únicas herramientas,
también lo son el método periodístico, el método interpretativo (hermenéutica) y la semiología.

Por lo que hace al Enfoque Jurídico, las Relaciones internacionales van de la mano del Derecho
Internacional, pues el antes llamado Derecho de Gentes, se consolida en los estudios de Jeremy
Bentham que en 1780 publica Law of nations, aunque lo correcto sería decir que tiene sus orígenes
en los antiguos acuerdos de distintas naciones y el desarrollo de conceptos como soberanía y nación.
Entre sus principales precursores están Francisco de Vitoria, Baltasar Ayala, Alberico Gentili,
Emerico Cruce, pero fue hasta la aparición de Hugo Grocio que se pudo hablar de una transición del
Derecho de gentes al Derecho Internacional Publico, que tomaría entonces dos vertientes, la
iuspositivista con enfoque en la norma como origen de todo el Derecho, y la iusnaturalista, que se
centra en la existencia de normas supra legales establecidas por una divinidad y con base en la
naturaleza humana. 6

Al desarrollarse interpretaciones novedosas sobre conceptos básicos de derecho de los hombres e irse
reconociendo dentro de los cuerpos normativo de los Estados, estos sirvieron de base para el
surgimiento de conceptos jurídicos fundamentales y principios de Derecho Internacional que dan
estructura a los Estados-nación y a sus relaciones. Como lo señala Gutiérrez: “Los sujetos del derecho
internacional, el derecho internacional, el territorio estatal, el concepto de ciudadanía, las leyes y
costumbres de la guerra y otros muchos conceptos recibieron interpretaciones completamente
nuevas”.7

Una nueva soberanía popular surge, lo mismo que el concepto de igualdad entre los actores
internacionales. Los principios de “no intervención” y “libre determinación” fijan las reglas del juego
para mantener el equilibrio primero entre Estados Europeos, luego Americanos África y Asia. La
fórmula funciono hasta el siglo XIX pues durante el siglo XX, dos guerras mundiales pusieron en
entredicho la estructura jurídica internación que debía ahora prevenir la amenaza de la destrucción
masiva.

5
Toynbee, Arnold citado por Gutiérrez, G. Op. Cit. pág. 137
6
Cfr. Ibid. pp. 152-153
7
Ibid. pág. 153

3
Con el advenimiento de este nuevo sistema, el marco conceptual se enriqueció con fuentes distintas,
materiales y formales. Las primeras abarcan los sucesos que dan forma a la realidad social
internacional en si misma; las fuentes formales, las recoge inclusive los tratados internacionales, entre
ellos se encuentran a) los propios Tratados, b) la costumbre internacional, c) los principios generales
del derecho internacional , d) la jurisprudencia internacional y e) las decisiones judiciales en esta
materia.

El objeto de estudio del Derecho Internacional toma forma como el estudio de la realidad social con
miras a las proposiciones que norman la conducta de los Estados y la aplicación de esas directrices.
Estas normas poseen particularidades que las diferencian de las normas internas. Por ejemplo la
inexistencia de una autoridad superior, la posibilidad de coerción y la obligatoriedad moral ante
Estados que no pueden ser persuadidos de forma violenta a cumplir con las normas. La negociación
y la mediación internacional han sido formas en las que se ha intentado solventar estas carencias. La
metodología del Derecho Internacional abarca técnicas sistemáticas, exegéticas, legislativa,
hermenéutica jurídica y dialéctica.

Derecho Internacional e Historia proporcionan modelos para comprender la sociedad internacional,


pero ninguno logró teorizar sobre las Relaciones Internacionales en sí, el Derecho fue importante al
construir una estructura jurídica para la existencia del Estado y para el desarrollo de relaciones entre
pares, además se valió de su oportunidad, ya que fue el primero en llegar, la mayoría de los
diplomáticos eran abogados. La Historia se limitó a recabar datos y dar cuenta de los hechos de la
vida internacional pero evito siquiera el análisis histórico causal, el enfoque en el pasado evita la
técnica internacional de la prospección.

Podemos concluir que los enfoques tradicionales lograron el cometido de posicionar a la disciplina
de las Relaciones Internacionales en un sitio desde donde pudo adquirir por cuenta propia el nivel de
teorización necesario para convertirse en una ciencia; sus propias limitaciones demostraron la
necesidad de una materia dirigida al estudio específico de la realidad internacional, los actores
internacionales y sus interacciones.

Muchas fueron las limitaciones de la Historia y el Derecho Internacional durante su desarrollo, pero
esto no puede ser en definitiva imputado a ellos, simplemente funcionan a un nivel de ciencia que les
perite enfocar una parte de la realidad social bajo su óptica, lo cual basta para su materia. Así la
Historia recaba datos y los sistematiza, el Derecho establece instituciones, estructuras y normas con
contenido jurídico que moldean la conducta de los sujetos internacionales.

Las Relaciones Internacionales, a pesar de su autonomía seguirán haciendo uso de las herramientas
teórico-metodológicas de los enfoques tradicionales, pues ambos sirven para dar al análisis
prospectivo de los fenómenos de carácter internacional el carácter científico que posee.

FUENTES

Gutiérrez, G. (1997). Enfoques conceptuales tradicionales. En Teoría de las relaciones


internacionales (pp. 155-188). México: UNAM.

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