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PRESENTADO POR:
PUNO – PERÚ
2019
TENDENCIA DE LA POLITICA SOCIAL SECTORIAL EN UN CONTEXTO
NEOLIBERAL
1. EL NEOLIBERALISMO
1.1. HISTORIA
Las ideas esenciales del liberalismo fueron elaboradas por John Locke (1632-1704),
Montesquieu (1689-1755), David Hume (1711-1776), Adam Smith (1723-1790) y
John Stuart Mill (1806-1873), entre otros.
La palabra "liberal" se utilizó por primera vez en España, a principios del siglo XIX,
para denotar simpatía por una monarquía constitucional, con una constitución
parecida a la inglesa. El poder del gobierno era lo viejo. Lo radicalmente nuevo es
el respeto a las libertades individuales (también llamado "derechos humanos"). Es
por eso que el socialismo y el comunismo son profundamente reaccionarios.No hay
latinoamericano que no pueda señalar que, durante el siglo XIX, su país funcionó
bajo el amparo de una constitución liberal.
A finales del siglo XIX, las ideas del liberalismo dominaban en todo el mundo
occidental. El liberalismo, sin embargo, se vio prácticamente marginalizado durante
la mayor parte del siglo XX. Eso se debió, en gran medida, a la desilusión con el
capitalismo provocada por la Primera Guerra Mundial y la Gran Depresión de los
años 30.
Era 1979, el año que Margaret Thatcher llegó al poder y lanzo la revolución liberal
en Gran Bretaña. Era muy conocida por justificar su programa con una sola palabra,
TINA: There is no Alternative. El valor central de la doctrina de la Thatcher y el
neoliberalismo en sí mismo, es la noción de competencia entre naciones, regiones,
empresas y por supuesto, individuos.
Desde principio de los años 80, el liberalismo volvió a considerarse como la única
forma adecuada de gobernar. Era el nuevo liberalismo, el neoliberalismo.
1.2. DEFINICIÓN
1.3. PRINCIPIOS
Los principios ideológicos del neoliberalismo reúnen los antiguos principios del
liberalismo económico y político del siglo pasado con características propias como
el pensamiento único, sucesor del postmodernismo filosófico y valedor principal de
los llamados "pensamientos débiles" en contraposición con aquellas "doctrinas
totalizadoras" -como el marxismo- que intenta encontrar una explicación general a
la existencia humana. Sus principios fundamentales son:
a) Propiedad privada
b) Libertad
Esto debe estar regulado por las propias leyes del mercado. Sin embargo, si se
requiere al estado como salvavidas de los capitalistas que mediante mecanismos
como la deuda pública se forran. Además, se exigen ayudas de todo tipo y garantías
a las inversiones de las empresas. Por tanto, más mercado y menos estado, pero
para los pobres.
Se exige a los gobiernos mantener una situación que no entorpezca los negocios ni
la vida económica. Se considera alteradores del orden público y subversivos a todos
aquellos que exijan cosas que estén en contra de los que más tienen.
d) Individualismo
No importan los intereses colectivos, sino los de los individuos. Es más no existe la
colectividad. El neoliberalismo no cree que uno y uno sumen dos. Siempre va a
haber diferencias irreconciliables entre uno y otro. Por ello es imposible la lucha de
clases.
1.4. CARACTERÍSTICAS
Entonces, este éxito nos levanta la “autoestima”, esa suerte de regalo que cada uno
se brinda en función de los (de) méritos que acumula en una “carrera”. La sociedad
toma nota de nuestros triunfos y fracasos, de manera que nuestro valor social sube
o baja. En la época liberal no había tanta compulsividad y cada uno tenía más
autonomía para fijarse sus metas, pero ahora nos vemos como agentes de un
prestigio que tenemos que aumentar.
En el Perú el liberalismo fue siempre débil. Las ideas de igualdad de derechos para
todos y de autonomía para escoger las propias creencias no arraigaron, pues aquí
la imposición del abuso y la intolerancia con lo diferente eran prácticas coloniales
que se reproducían sin ser cuestionadas.
Hoy en día el sentido común está dominado por los mandatos del neoliberalismo.
Ningún candidato propone algo sustancialmente diferente. No se discute el modelo,
al menos abiertamente. ¿Por qué el liberalismo no se consolidó como sentido
común? ¿Y es posible un neoliberalismo sólido allí donde la base liberal es tan
débil? No es gratuito que el neoliberalismo haya llegado al poder en medio del
autoritarismo y la corrupción del régimen de Alberto Fujimori. El neoliberalismo no
se ha articulado con los valores liberales y democráticos. Y esta es la única forma
en que puede perdurar. (Quiroz, 2018)
2. LAS TENDENCIAS DE LA POLITICA SECTORIAL
2.1. EL ENFOQUE DE CAPACIDADES
Esta teoría fue formulada en un primer momento por el economista y premio Nobel
indio Amartya Kumar Sen. La finalidad que (Sen, Nuevo Examen de la Desigualdad,
2011) persigue con su teoría es evaluar y valorar el bienestar, así como promover
el desarrollo del individuo, de los grupos y de las comunidades en una determinada
sociedad sin tener en cuenta indicadores exclusivamente económicos como el
Producto Interior Bruto o los índices de crecimiento económico. Supone además un
intento de superar las concepciones utilitaristas y de la teoría de los bienes primarios
de John Rawls
• Los funcionamientos serían las habilidades que tiene una persona para lograr
ciertos resultados, acciones y formas de ser, siendo puestas en ejercicio. Serían las
oportunidades efectivas o realizadas (Sen, 2011).
Por tanto, para este enfoque se podría definir la exclusión social como un proceso
de carencia multidimensional de capacidades, ya sea de forma coyuntural o
estructural, que impide a los individuos poder llevar a cabo los proyectos vitales que
les resultarían valiosos. No considera los funcionamientos que realiza la persona
como última medida de análisis. El interés está puesto en las libertades de las
personas, es decir, en sus capacidades para poder elegir dichos funcionamientos.
La exclusión no se define solo en términos de la privación de un determinado nivel
de renta individual o familiar, considerándola como un medio que permitiría adquirir
una determinada cantidad de bienes o acceder a ciertos servicios considerados
como básicos; sino como aquella imposibilidad de alcanzar aquellos fines que a la
persona le parecen más relevantes y útiles para sus vidas. Es decir, para Sen la
exclusión no es tanto un problema de falta de medios materiales sino de déficits de
libertades de las personas para llevar a cabo la vida que consideren oportuna. Para
ello, Sen establece como centrales, parámetros como la calidad de la educación, el
nivel de desarrollo intelectual de individuo, la capacidad crítica y reflexiva que le
permita participar activamente en la vida diaria de su comunidad, lo que sin duda
incrementará su nivel de productividad individual, y por tanto de la sociedad en su
conjunto.
A lo largo de la historia, los esfuerzos para luchar contra la exclusión social se han
fundamentado en un modelo basado en los déficits o carencias de dicha población,
definiendo a las personas, a los grupos y a las comunidades en términos negativos,
sin tener en cuenta lo positivo y lo que funciona bien en el interior de los mismos.
Este enfoque plantea que la lucha contra la exclusión debe traducirse en un proceso
de expansión de las capacidades y libertades de las personas, para que estas sean
las protagonistas de sus vidas. Por tanto se parte de la idea de que los sujetos son
“agentes” y no “pacientes” de sus procesos de desarrollo. Es decir, el individuo no
debe ser considerado como un ente pasivo que recibe ayuda, sino como su propio
motor de generación y cambio de desarrollo y justicia social. Hay que huir de la idea
de que el ciudadano en situación de exclusión es solo capaz de recibir, no vaya a
producirse la paradoja que los instrumentos puestos en marcha puedan llegar a
convertirse en elementos propiciadores de mayor exclusión social. La pasividad no
construye ciudadanía. (Iritia, 2014)
La visión del Sector Educación al 2021 fue definida en el Plan Estratégico Sectorial
Multianual 2016-2021 y constituye el eje de la definición de la política sectorial del
sector. Ésta es definida de la siguiente manera:
“Los peruanos acceden a una educación que les permite desarrollar su potencial
desde la primera infancia y convertirse en ciudadanos que valoran su cultura,
conocen sus derechos y responsabilidades, desarrollan sus talentos y participan de
manera innovadora, competitiva y comprometida en las dinámicas sociales,
contribuyendo al desarrollo de sus comunidades y del país en su conjunto”.
En cuanto a equidad, se debe asegurar que todos puedan acceder a una oferta
educativa de calidad que les enseñe aquello les permitan desarrollarse en el
contexto en el cual se desenvuelven, de acuerdo al ciclo educativo o programa de
formación que reciban.
En cuanto a la educación superior, se busca que todos los jóvenes del país tengan
la oportunidad de acceder a un servicio educativo de calidad que forme
profesionales y técnicos de manera integral, y que permita la producción de
conocimiento, ligado a la innovación, ciencia y tecnología que contribuya a la
solución de los problemas nacionales y a los desafíos del desarrollo sostenible.
Enseguida abordaremos tres visiones sobre el capital social de autores que son
considerados clásicos: Putnam, Coleman y Bourdieu.6 Tanto las corrientes
académicas como los intereses de investigación son distintos en los tres casos. En
Putnam el interés principal es descifrar cuáles son las precondiciones para el
desarrollo de instituciones fuertes, responsables y democráticas, así como para la
prosperidad económica (Siisiäinem, 2000: 3). Se enfoca en el estudio de los
sistemas políticos y la cultura cívica; Coleman se interesa en el análisis del
comportamiento económico de los individuos; mientras que Bourdieu trata de
explicar cómo se reproducen las estructuras sociales y las diferencias de clase
mediante su teoría de los capitales.
a) LA PERSPECTIVA DE PUTNAM:
Putnam no es el primer autor que habló de capital social. Éste tomó el concepto de
Coleman, pero se lo apropió de una forma particular, seleccionando algunos
elementos y añadiendo otros. Afirma que el capital social se compone
esencialmente de confianza, normas de reciprocidad y redes de compromiso cívico.
La argumentación de Putnam proviene de una visión funcionalista de la sociedad,
donde el conflicto es percibido como una patología. Para Siisiäinem, Putnam cae,
de cierto modo, en la ingenuidad debido a su idea de que puede existir una
confianza generalizada que lleve a una convivencia social exenta de conflicto. La
clave de una sociedad desarrollada es, desde esta perspectiva, el fortalecimiento
de las redes sociales a través de la confianza, la reciprocidad, el compromiso con
la comunidad, etcétera. Contrariamente a quienes afirman que el asociacionismo y
la auto organización bloquean la eficacia gubernamental y el desarrollo económico,
Putnam sostiene que son las redes de compromiso cívico las que promueven el
crecimiento económico y la estabilidad política. (Ramirez, 2005)
b) LA PERSPECTIVA DE COLEMAN:
Percibe al capital social como una herramienta que ayuda a su interés teórico más
amplio de importar el principio económico de la acción racional para su uso en el
análisis del propio sistema social, incluido pero no limitado al análisis del sistema
económico, y hacerlo sin descartar en el proceso a la organización social.
El capital social representa una doble función explicativa: permite dar cuenta de
diferentes resultados en el plano del actor individual y, a la vez, hacer transiciones
micro-macro sin tener que describir los detalles de la estructura a través de la cual
ocurre. La definición de Coleman de capital social subraya ambas dimensiones. En
su libro Foundations of Social Theory (1990), este autor define el capital social como
recursos de los individuos que facilitan su acción dentro de estructuras en las que
se encuentran. El capital social es definido por su función, no es una entidad única
sino una variedad de diferentes entidades, con dos elementos en común: todas ellas
consisten de algún aspecto de las estructuras sociales y facilitan la realización de
ciertas acciones para los actores dentro de la estructura. Coleman señala que «los
grupos constituyen un recurso que ayuda a pasar de la protesta individual a la
revuelta organizada» (Coleman citado en Ramírez, 2005).
c) LA PERSPECTIVA DE BOURDIEU:
Hacia el año 2030, el Estado implementa con éxito políticas para asegurar la
inclusión de todas y todos los ciudadanos y residentes en el Perú en los procesos
de desarrollo humano sostenible del país. De esta manera, se avanza
significativamente para garantizar el pleno ejercicio de los derechos económicos,
sociales, políticos y culturales de todas y todos, para que pueden vivir la vida que
desean y alcanzar el bienestar. Se estima que, en 2030, se habrá reducido a la
mitad la pobreza monetaria (10.3%), con respecto a los niveles de 2018, y se habrá
eliminado la pobreza extrema. Asimismo, el país habrá avanzado sustantivamente
en términos de desarrollo humano, escalando no menos de seis posiciones en el
ranking mundial del índice de desarrollo humano (IDH), y reduciendo la brecha entre
el IDH y el IDH ajustado por desigualdad lo cual refleja mayores niveles de equidad.
CIUDADANIA Y NEOLIBERALISMO
Para Assies, categorías como las de “ciudadanía” y “sociedad civil” están sujetas a
“guerras de interpretación”, por lo que no se puede saber exactamente qué son
(Assies, 2002: 145; Slater, 1998: 385). Kymlicka y Norman nos brindan algunas
pistas para no extraviarnos en la amplitud y complejidad del tema. Estos autores
distinguen dos formas en las que se puede entender la ciudadanía y que no deben
confundirse: “la ciudadanía-como-condición-legal, es decir, la plena pertenencia a
una comunidad política particular, y la ciudadanía-como-actividad-deseable, según
la cual la extensión y calidad de mi propia ciudadanía depende de mi participación
en aquella comunidad” (Kymlicka y Norman, 1997: 7). Hablamos entonces de dos
ámbitos que tienen una lógica diferente, ya que un lado refiere a arreglos jurídicos
institucionalizados cuya garantía corresponde al Estado; y el otro a las prácticas
ciudadanas que materializan las obligaciones derivadas de tales arreglos jurídicos.
Marshall (1950) planteó que los derechos ciudadanos se dividen en tres tipos:
civiles, políticos y sociales, los cuales -en el caso de Inglaterra- se fueron definiendo
históricamente en el mismo orden (Gordon, 2001; Assies, Calderón y Salman, 2002;
Olvera, 2008).
Los derechos civiles: son los que sostienen la libertad individual, “la libertad
de la persona, la libertad de expresión, de opinión y de credo, el derecho a la
propiedad, al establecimiento de contratos y a la justicia”. Son “negativos” en
el sentido de que el Estado debe respetarlos y protegerlos “a fin de garantizar
la autonomía de los individuos privados contra los abusos del propio Estado”.
Los derechos políticos: son los que permiten al ciudadano intervenir en la
toma de decisiones. Se trata del “derecho a participar en el ejercicio del poder
político a través del voto o ‘como miembro de un cuerpo investido de
autoridad política’” (Assies, Calderón y Salman, 2002: 31- 32). (Gómez1,
2014)
Ciudadanía neoliberal
El Índice de Libertad Económica, es una guía para lograr la prosperidad. Ya que las
economías más libres “capitalizan de un modo más completo la capacidad del
sistema de libre mercado para generar y reforzar un crecimiento dinámico mediante
la distribución eficaz de los recursos, la creación de valor añadido y la innovación”.
Para el informe con mayor libertad económica se logran los “altos niveles de
progreso social que exigen sus ciudadanos” y ello precisamente la une con la
construcción de una nueva legitimidad, alejada del paternalismo, el asistencialismo
y los populismos. Porque, el papel del Estado en el marco del modelo neoliberal no
es subsidiar ciudadanos parásitos sino incentivar la competencia y la libertad; en
cuanto, “un Estado paternalista no fomenta a la larga sino la pasividad de los
ciudadanos” (Cortina, 2009, pág. 80). Para Cortina, el paternalismo no busca la
autonomía individual, sino ciudadanos heterónomos, mediocres, dependientes
pasivos e incompetentes básicos; quienes, esperan el remedio para sus males o la
satisfacción de sus deseos por el Estado paternalista (Cortina, 2009, págs. 81-82)
(Restrepo, 2017.)
Gómez1, M. G. ( 2014). El perfil del ciudadano neoliberal:. El perfil del ciudadano neoliberal:.
Ramirez, J. P. (2005). Tres visiones del capital social: Bourdieu, Coleman y Putnam. num 4.