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nterviene en el debate D. José
' Sesión del día 12 de m a y o
de 1932
El Sr. A l o n s o d e A r m i ñ o
El Sr. ALONSO DE* ARMIÑO consu-
me otro tumo.
Discrepa del criterio del Sr. Sánchez
Román de que haya de separarse todo
matiz sentimental de la cuestión, pues,
a su juicio, ha de hacerse todo lo
contrario.
Lo sentimental va íntimamente uni-
do al problema de Cataluña, forma par-
te esencial de él y es imposible sepa-
ra-lo.
A su Juicio, el problema catalán con-
siste en que hay en Cataluña una ma-
sa considerable de ciudadanos que se
considera dominada y esto crea un es-
t^ 3 pasional determinado.
La solución, pues, tiene que encami-
narse a suprimir ese estado pasional.
Se refiere al pensamiento iberista que
constantemente flota en la historia de
España y a la unión de España que se
provocó en los tiempos de los Reyes
Católicos y habla de la pobreza de Cas-
tilla, rodiíada de pueblos ricos; pero que
nunca se inspiró en móviles egoístas
para dominar en el mundo.
El Estatuto catalán no puede ser la
solución del problema, por tres razones,
qué son: por su origen, por la manera
como se presenta y por su forma.
El origen lo cifra en el pacto de San
Sebastián, en el que se conspiró contra
el régimen entonces vigente, y allí los
catalanes no pensaron en el bien de Es-
paña, sino en su egoísta interés, y todo
lo pospusieron a esto.
El Sr. COMPANYS: Antes que su se-
ñoría la Dorara por la República había-
mos exteriorizado nuestras aspiraciones.
El Sr. ALONSO DE ARMIÑO: Yo
no he hecho nada por la República.
' El Sr. QUINTANA: Contra.
El Sr. ROYO VILLANO VA; Lo que
hay que liquidar es la Dictadura. Ya lo
explicaré bien claro.
El Sr. ALONSO DE ARMIÑO: Vos-
otros habéis querido presentar el Esta-
tuto como una autodeterminación de
Cataluña y no queréis reconocer la so-
beranía de las Cortes y de España. Y
eso no puede ser.
LA SESIÓN DE HOY
Sesión del día 13 de m a y o
de 1932
A las cuatro abre la sesión el se-
fior EESTEIRO.
Escasa concuiTencia.
Se empieza la sesión sin nadie en el
banco aziil.
RUEGOS Y PREGUNTAS
El Sr. R o y o V i l l a n o v a s e
de&ende
El Sr. ROYO VILLANOVA habla
para referirse a que ayer un diputado,
en una interrupción, le acusó de ser
el culpable de los sucesos de Vallado-
lid y Zaragoza. No piensa contestar
al diputado ni a los periódicos que le
han dirigido análogas inculpaciones; lo
que quiere es preguntar al ministro
si es o no compatible la función de
catedrático con la de diputado a Cor-
tes, y ima vez que haya afirmado que
lo es, el deber del ministro es defen-
der a un catedrático que ha sido acu-
sado, si lo ha sido sin razón, o casti-
garle si le han acusado con justicia.
El, para defenderse como catedráti-
co, no tiene facultad parlamentaria.
Eso es función del ininistro, que tiene
la obligación de proceder en cualquier
caso.
(Han tomado asiento en el naneo
azul los ministros de MARINA y HA-
CIENDA.)
L a i n d u s t r i a d e l libro
El Sr. SUAREZ PICALiLO pide qUe
se favorezca la industria y exporta-
ción del libro, para lo cual es indis-
pensable que desaparezcan monopolios
como el del pape!. De las medidas que
se adopten dependen problemas tan im-
portantes en el orden comercial y es-
piritual como la exportación del libro
El MINISTRO DE HACIENDA re-
coge sus manifestaciones. Niega que
exista monopolio del papel, industria
que más bien está desamparada de
toda protección.
La baratura del libro en España y
su exportación dependen, pues, de otras
razones. En el Consejo de hoy se ha
hablado del asunto, y parece que las
soluciones estudiadas no van por esos
caminos.
El Sr. SUAREZ PICALLO insiste
en au ruego.
LAS S E S I O N E S D E
Lo que ha de hacerse es conocer de
verdad la voluntad de Cataluña, y yo
os digo que si me convenciera de que
quería la separación yo votaría la sepa-
ración.
Si lo que Cataluña quiere es una
amplia autonomía administrativa, ns.dle
se negará a dársela, llegando a una
buena solución en normas de armonía.
Si lo que se pretende es otra cosa,
no puede considerarse más que como
una etapa para ir a la separación.
Pide a los catalanes que se coloquen
en una actitud de transigencia y al Go-
bierno que se muestre transigente y
recoja las manifestaciones de los dipu-
tados que aquí se expresan como man-
datarios de. pueblo.
Se concede la palabra al Sr. Jaén,
pero se encuentra ausente del salón.
En vista de ello se le concede al se-
ñor CAMPALANS, quien ruega a la
Presidencia que le reserve la palabra
para otra ocasión.
El PRESIDENTE: Si su señoría no
habla hoy, como no hay inscritos más
oradores, habrá que suspender el de-
bate.
El Sr, CAMPALANS: Yo, siguiendo
un criterio de mi minoría, desearía re-
servar mi intervención para después dé
que se hubieran expuesto otras teorías,
salvo el caso en que hubiera que res-
ponder a alguna alegación concreta.
El PRESIDENTE: Pues si su seño-
ría insiste en no hablar suspenderé el
debate hasta mañana, que continuará
la discusión de la totalidad, porque no-
toriamente ésta no puede darse aún por
terminada.
El Sr. CAMPALANS: Agradezco mu-
cho a su señoría que me releve de la
tortura Je tener que hacer hoy uso de
la palabra en momentos en que la fa-
tiga de la Cámara es manifiesta.
El PRESIDENTE: De todos modos
tengo que reconocer que la actitud de
su señoría es clara, y suspendo el de-
bate.
El Sr. CAMPALANS: Muchas gra-
cias.
El MINISTRO DE HACIENDA lee
un proyecto de ley, y se levanta la se-
sión a las ocho de la noche.
La i m p o r t a c i ó n d e t r i g o
El Sr. ACUííA habla de que el cupo
de importación de trigos fijaflo por la
zona francesa de Marruecos, sin dere-
cho ninguno (ya que no puede haber
fronteras dentro del mismo impjrlo),
ha causado grandes perjuicios a los
pequeños agricultores de la zona espa-
ñola. Culpa al alto co'misario de haber
aceptado está situación en beneficio
de las grsmdes Empresas trigueras de
la zona.
Los d e s a h u c i o s d e fincas r ú s t i c a s
El Sr. QXJTNTANA comcide con lo
expresado anteayer por el Sr. Alvarez
Buylla acerca de la interpretación de
las disposiciones referentes a desahu-
cios en las fincas rústicas.
Los o b r e r o s f o r a s t e r o s
El Sr. VELAYOS combate el decre-
to que impide a los obreros agrícolas
trabajar fuera de sus términos muni-
cipales. Sus inconvenientes se han re-
velado claramente ahora con motivo
de la cosecha en CastUla.
El MINISTRO DE MARINA le con-
testa que mañana se publicará una
disposición aclaratoria.
Los sucesos de Logrosán
El Sr. CANALES, socialista, habla
de los sucesos de Liogrosán; los la-
menta, les quita irñ^brtáncia y expre-
sa el deseo de que venga cuanto an-
tes a la Cámara el expediente sobre el
caso.
En cuanto al aspecto jurídico del in-
cidente, pide que se nombre im juez
especial, porque conviene t e n e r en
cuenta complicaciones de naturaleza so-
cial y política.
Sobre unas peticiones
Habla después en favor de las de-
mandas que tienen presentadas los co-
rredores e intérpretes marítimos.
Dos denuncias
El Sr. LÓPEZ GOICOECHEA denun-
cia las arbitrariedades que el juez mu-
nicipal, en funciones de Instrucción, de
Totana comete en, perjuicio de socialis-
tas y radicales socialistas; Pide la des-
titución de este juez, que es secretario
del Comité '.ocal de Acción Nacional.
Denuncia también irregularidades en
la subasta de aguas.
LUZ
D e los s u c e s o s d e Z a r a g o z a
El Sr. ALGORA dice que los expe-
dientes contra estudiantes abiertos con
motivo de los recientes sucesos de Za-
ragoza se están haciendo con equivoca-
da orientación, y pide que se suspen-
dan los fallos.
ORDEN DEL DÍA
L e c t u r a d e d i c t á m e n e s , c o n mi-
crófono
Empieza a funcionar el micrófono y
el altavoz con la lectura de los dictá-
menes siguientes, que son aprobados:
De la Comisión de Hacienda sobre el
Discurso de D. José Ortega
y Gasset
Continúa el debate sobre el proyecto
de Estatuto de Cataluña. Consurae un
turno de totalidad el Sr. ORTEGA Y
GASSET (D. José).
(En el banco azul están los señores
AZAÑA, ALBORNOZ, GIRAL, CASA-
RES QUIROGA, CARNER, DE LOS
R í o s y LARGO CABALLERO.)
Siento mucho — dice — no- tener más
remedio que hacer un discurso doctri-
nal, d-e los que el Sr. Companys no
quisiera que hubiese. Decía él que al
discutirse la Constitución ya se hioi«-
ron los discursos doctrinales necesarios
por parte de los catalanes.
Aquello pudo ser un gambito de aje-
drez bastante ingenioso, pero no tanto
que nos impida hacer hoy algún dis-
curso doctrinal t a m b i é n . El debate
constitucional no es lo que recuerda el
Sr. Companys; nadie recordará en él
ningún discurso en que se hablara con-
cretamente del problema catalán. Acer-
ca de este problema no se han dicho
aquí más que las naturales salidas
expectorativas del Sr. Royo Villanova.
Por tanto, ruego al Sr. Companys
que no vea en esto enojo para sus
compañeros, pero yo no puedo ofrecer
a mi país otra 'cosa que la moneda di-
visionaria de unas reflexiones sobre el
tema, dada la insignificancia de mi
persona y la exigüidad del grupo par-
lamentario a que pertenezco.
La República necesita de todas las
colaboraciones, y en estos dos proble-
mas hoy planteados. Estatuto de Ca-
taluña y Reforma agraria, es necesa-
rio que el Parla'mento salga de sí mis-
mo. Cada cual debe aefinir claramen-
te su posición; es urgente que el Par-
lamento aproveche estas dos magnas
cuestiones para regenerarse en sí mis-
mo y ante la opinión.
Entremos en el problema catalán y
comencemos por lo más inmediato, con-
creto y primero. ¿Qué es? Se dirá que
ese proyecto que se nos presenta, y de
él el artículo primero. Yo siento li.-:cre-
par de los que piensan así por no ha-
ber caído en la cuenta de que hay otra
cosa antes: el propósito con que nos ha
sido presentado el Estatuto, no sólo por
los cat-janes, sino por otros grupos de
los que integran la Rjpúblicfi Se nos
ha» dicho que hay que resolver en se-
guida, y que la República fracasaría
si no supiera resolverlo.
En este minuto preciso hay que que-
brar el silencio y contestar que esas
expresiones pueden ser una exagera-
ción; peligroso si es im juego de pa-
labras. Pero si se trata en serio de
presentar el problema catalán para que
sea resuelto de una vez para siempre,
adscribiendo la suerte del régimen a la
solución, tengo que clavar los talones
en tierra y negarme a aceptar este cri-
terio.
Lo pritaero es saber si el problema
es soluble. ¿Qué diríamos de quien nos
apremiara para resolver el problema de
la cuadratura del circulo? Seria tanto
como invitamos al suicidio. El proble-
ma catalán no es problema para re-
solver, sino para conllevar, y sólo co-
nociendo la autenticidad del problema
se le puede aplicar un contraveneno efi-
caz. El problema catalán es un pro-
blema perpetuo desde antes de la uni-
dad, y que seguirá existiendo mientras
España exista. ¿Por qué? Cualquiera
diría que se trata de un problema úni-
co y sin pareja, cuando el problema
es un caso clarísimo de lo que en todo
el mundo se llama nacionalismo par-
ticularista.
KUH, MARCA Ub. UAI.IUAU
Madrid: Ayala, 39. Teléfono 59767
Barcelona: Vía Layetana, 29
Valencia: Apartado 63
Madrid, 13 de mayo de 1932
CORTES
proyecto de ley de amortización de to- brantable resolución de decidir Juntos,
das las obligaciones cuyo servicio tienen en última instancia, todo lo que se de-
a cargo las Empresas adheridas al ré- cide. Si hay en Cataluña quien quiera
gimen ferroviario.
escindir esta soberanía, hay enfrente
Sobre el proyecto de ley ampliando algo más fuerte: ¡a voluntad del resto
el plazo concedido para la declaración de España de resolver juntos con Ca-
de renta de las fincas rústicas. taluña los problemas de soberanía. Por
De la Comisión de Obras Públicas eso hay que suprimir de este Estatuto
sobre el proyecto da ley atribuyendo a todo lo que pueda indicar otra tenden-
los ingenieros jefes de Obras Públicas cia; otra cosa seria una catástrofe na-
determinadas facultades conferidas ac- cional.
tualmente a los gobernadores civiles. Yo dije a los representantes catala-
Se toma en consideración una pro- nes que no plantearan un problema so-
posición de ley del Sr. Berenguer, ce- bre bases de soberanía sino sobre ba-
diendo al Ayuntamiento de Tortosa el ses de autonomía, que sería el modo
edificio conocido por Casa Lonja. de dar al problema la solución relativa
y progresiva que es razonable darle.
Desde el punto de vista autonómico, ya
expresé lace veinte años que la auto-
nomía debía imponerse a las provincias
como acicate para un desenvolvimiento
político, y con ello habríamos creado el
alvéolo para alojar el problema cata-
lán. Habríamos reducido el rojo de opo-
Este nacionalismo es un sentimiento sición que existe en las demás provin-
que empuja misteriosamente a algunos cias contra el problema catalán y ha-
pueblas a quedar int,.ctos de toda pa- bríamos quitado a Cataluña la virulen-
sión y absortos y encunados en si mis- cia de su actitud. Se me elogió, pero
mos. Y no se diga que es un sentimiento no se me hizo caso. Así veía yo hace
pequeño éste respecto de los grandes veinte años el modo de aunar la Es-
sentimientos nacionalistas. Es, sencilla- paña arisca y la España dócil.
mente, un sentimiento de signo contra-
Y entro ahora en la tercera y úl-
rio; es un sentimiento de querer vivir tima parte de mi discurso: la clase de
aparte: señerismo.
autonomía que hoy se le puede conce-
En el pleito particularista se dan dos der a Cataluña.
tendencias opuestas: una, sentimental, I El problema es de tan terribles con-
que empuja a vivir aparte; otra, senti- secuencias—terribles, buenas o malas—,
mental también, que hace perseverar ea que es preciso que todos los grupos de
la costumbre de vivir con nosotros. P je- la Cámara se expresen antes de empe-
de vencer la más fuerte, un -ientimieQ- zar el articulado. Todos los grupos, y
to u otro; pero el sentido particularista.. especialmente los grandes partidos, y
se impondrá un día u otro. Es el sentida especialmente el partido socialista.
trágico de estos pueblos. El caso J t c- Durante la Monarquía el partido so-
roso de Cataluña. De estos puejios de cialista era, aunque no revolucionario
opuesta tendencia a la de unificación por su doctrina, semirrevolucionario
normal. por necesidad; pero desde que vino la
República es un partido gubernamental,
Mirando por cualquier parte .a his- está o no en el banco azul. Y es nece-
toria de Cataluña se ve surgir este sen- sario que en este caso exprese cómo
timiento como un quejido lastimero y une su doctrina de partido de clase
continuo con ocasión de cualquier su- con su realidad de partido nacional.
ceso. Así vemos a los representantes ca- Porque los partidos sólo son guberna-
talanes en el siglo XV recorriendo Es- mentales en su dimensión nacional. Voy
paña y otros países en busca de alguien a designar las normas concretísimas
que quiera ser un soberano. El proble- que nos van a inspirar ante el pro-
ma catalán es, pues, un problema pro- yecto, y he dicho que es preciso raer
fimdo, doloroso y respetable. No diréis, de él todo equívoco respecto de sobe-
compañeros catalanes, que he empeque- ranía.
ñecido vuestro problema.
No se trata del pueblo catalán, sino
¿Qué significa en el terreno práctico del pueblo español, dentro del cual
esta actitud de Cataluña? ¿Represen -j vive el pueblo catalán. Nos parece mal
que todos los catalanes quieren vivir se- que en el título I se deslice el término
parados de nosotros? No; ésta es a ac- de ciudadanía. Es menester que el ju-
titud de los catalanes exactamente cata- rista encuentre el término medio entre
lanistas. Otros lamentan este espíritu Je la ciudadanía que representa naciona-
disociación.
lidad y la provincialidad. Si no crearía-
¿Significa este sentimiento una con- mos en España ciudadanos con dos ciu-
creta pretensión política? No; muchos dadanías Me allana y ahorra camino
catalanes catalanistas no están confor- el discurso del maestro en Derecho pro-
mes con vivir separados de nosotros nunciado ayer por el Sr. Sánchez Ro-
ni con ese Estatuto, que quizá han vo- mán.
tado. Pero no se atreven a decirlo, y Es necesario, ya que en Cataluña se
siempre hay quien se encarga de tradu- I habla de reforma del Estatuto, que naz-
cir este sentimiento a fórmalas políti- I ca del Gobierno y del Parlamento otra
cas contra las que nadie se atreve a ' corriente de revisión.
protestar por miedo a ser tachados de Veamos ahora la enseñanza.
malos catalanes. La fórmula hallada por la Comisión
Pero hay catalanes que quieren vi- nos parece excelente. Es lícito que
vir separados de nosotros, y éste es Cataluña quiera crear su propia cultu-
el problema que no se puede resolver, ra, pero jamás el Estado puede entre-
sino conllevar. Porque si existen estos gar para ello sus propios instrumentos
catalanes hay muchos españoles que de cultura, que son la esencia de la
sienten a Cataluña como un ingredien- soberanía española. Bien que convivan
te de la Historia de España. Tenemos, ambas culturas y sus medios; aunque
pues, dos sentimientos antagómcos; de se podría poner la objeción de que si
modo que pretender resolver de una no se acumularán excesivas institucio-
vez para siempre este problema, como nes de enseñanza. Pero hay un prover-
se dice, es la mayor insensatez. Seria bio indio que dice que cuando un
hacer el problema más insoluble que hombre sienta el pie ya pisa cien sen-
nunca. deros. Podría mirarse el problema des-
Supongamos que se otorgara lo que de el punto de vista de que el Estado
los más avanzados postulan; habría ha consentido que una población de un
quedado satisfecha Cataluña, pero in- mlUón de habitantes tuviera un solo
satisfecho el otro sentimiento de que ha- tostituto cuando en Alemania para un
blábamos, m o r t a Imente insatisfecho. millón de habitantes hay cuarenta y en
Tengamos cuidado de no tocar en la Francia catorce.
raíz de que se alimentan estos senti- Considerado asi, nada de extrañar es
mientos. que en Barcelona hubiera ima disposi-
Se habla de curar radicalmente; pe- ción subvertida y un anhelo de recibir
ro, a quien es una pura herida, curarlo cultura, venga de donde venga. Pero
es matarlo. Conllevarnos es nuestro absolutamente desde el mismo régimen
dolido destino. El problema catalán es estaban sometidas todas las provincias,
un factor continuo de la Historia de sin que en ellas se creara este senti-
España. Lo único que podemos hacer miento de subversión. Es que en Barca-
es conllevarlo dándole en cada momen- lona el aire envenenaba el tema, ése y
to su solución mejor, como hacen los todos. En Barcelona surgieron las Jun-
demás países aquejados de estos na- tas de defensa y medraron. Y si un día
cionalismos particularistas, que son en se reunieran los obispos veríamos cómo
Europa, aproximadamente, todos menos los báculos se convertían en lanzas.
Francia.
El p r o b l e m a d e l o r d e n p ú b l i c o
Con este dicho he Intentado demos-
trar que urge corregir el modo en que El Sr. Maura advertía del peligro de
se ha planteado el problema. En vez la convivencia de dos poUcíEis, de la ne-
de resolver vamos a dirigirnos a todos, cesidad de que el Estado se reserve la
a conllevarlo lo mejor posible, a darle difícil función poücíaca. Una cosa y
una solución relativa, ¿El modo? Ha- otra son malas. Porque ¿será lícito que
brá que empezar por apartar lo que es se entregue a la región lo mollar y que
insoluble y lo esencial es la necesidad se quede el Poder público con lo difícil
de no alterar la convivencia en que ra- y escabroso ? Donde esté presente el Go-
dica la soberanía de España. Soberanía bierno ha de estarlo la autoridad. No
es la facultad de las últimas decisiones, ha de permitirse seguir el ejemplo de
el poder que anula y crea, la voluntad ciertos pájaros camperos, qué en un si-
última de una colectividad, la inque- tio dan los gritos y en otro ponen los