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Ciudadano:

Juez de Primera Instancia de Mediación y Sustanciación del Circuito de


Protección al Niño, Niña y Adolescente de la Circunscripción Judicial del Estado
Lara.
Su Despacho.-

Nosotros, ALVARO DAVID PIÑA SUAREZ Y NACARELYS VALENTINA


AWADALLAH BELLO venezolanos, mayores de edad, titulares de las Cédulas de
Identidad Nros. V-24.385.218 Y 20.667.404, respectivamente, domiciliado el
primero en el barrio El Pirital de Aguada Grande, Parroquia San Miguel,
Municipio Urdaneta, Estado Lara y la segunda en el barrio Suiza de Aguada
Grande, Parroquia San Miguel, Municipio Urdaneta, Estado Lara y debidamente
asistidos en este acto por el Abogado en ejercicio ALI FERNANDO MARIN
MENDOZA, venezolano, mayor de edad, titular de la Cedula de Identidad N° V-
22.936170, inscrito por ante el Inpreabogado bajo el N° 245.257; con domicilio
procesal en la Carrera 18 entre Calles 23 y 24, Edificio Ayacucho, Nivel
Mezzanina, Oficina N° M-1, Barquisimeto, Estado Lara, ante usted con el debido
respeto ocurrimos a los fines de exponer:

TITULO PRIMERO
DE LOS HECHOS

Es el caso Ciudadano Juez, que en fecha dieciseis (16) de agosto del año Dos
Mil Trece (2013), contrajimos Matrimonio Civil por ante el Registro Civil de la
Parroquia San Miguel, Municipio Urdaneta, Estado Lara , según consta en Acta
de Matrimonio N° 26, de los libros llevados por esa Oficina durante el año 2.013,
la cual acompañamos marcada con la Letra “A” conjuntamente con las fotocopias
de cedula de cada uno de nosotros.

Posteriormente a nuestro matrimonio establecimos de común acuerdo


nuestra residencia en el Barrio Suiza de Aguada Grande, Parroquia San Miguel,
Municipio Urdaneta, Estado Lara, el cual fungió como nuestro último domicilio
conyugal; donde por varios años convivimos en una relación que se mantuvo en
forma armónica, pacífica, prevaleciendo entre nosotros el respeto y la
consideración, esforzándonos cada día por mejorar y proveernos de lo necesario
para llevar una vida digna, honesta, cómoda y confortable, cumpliendo cada uno
con nuestros deberes y obligaciones, tanto económicos como conyugales. Durante
nuestra unión matrimonial procreamos un (01) hijo de nombre: EMILIANO
DAVID PIÑA AWADALLAH, quien es venezolano, menor de edad y de la cual
anexamos Partida de Nacimiento en copia certificada, marcada con la Letra “B”.

Es el caso ciudadano Juez que con el transcurrir el tiempo, se fueron generando


entre nosotros múltiples diferencias que en su momento tratamos de solucionar,
sin embargo no logramos llegar a un entendimiento y comunicación con el que
pudiéramos rescatar la relación, por lo que la misma fue cambiando,
desmejorando notablemente la vida en común, y trayendo como consecuencia un
evidente distanciamiento entre nosotros. En razón de estas circunstancias hemos
decidido solicitar de mutuo acuerdo el divorcio conforme a la nueva doctrina
establecida por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de fecha
02-06-2015, sentencia Nro. 693, donde se expuso lo siguiente:

“Ahora bien, vista las anteriores consideraciones realizadas en torno a la


institución del divorcio, analizada e interpretada, en aplicación directa e
inmediata de los derechos fundamentales al libre desarrollo de la personalidad y
la tutela judicial efectiva, previstos en los artículos 20 y 26, respectivamente, de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, esta Sala
Constitucional realiza una interpretación constitucionalizante del artículo 185 del
Código Civil, y declara, con carácter vinculante, que las causales de divorcio
contenidas en el artículo 185 del Código Civil no son taxativas, por lo cual
cualquiera de los cónyuges podrá demandar el divorcio por las causales previstas
en dicho artículo o por cualquier otra situación que estime impida la continuación
de la vida en común, en los términos señalados en la sentencia N° 446/2014,
ampliamente citada en este fallo; incluyéndose el mutuo consentimiento.

Asimismo, es necesario considerar la atribución de competencia de los jueces u


juezas de paz que otorga la Ley Orgánica de la Jurisdicción Especial de la Justicia
de Paz Comunal, sancionada por la Asamblea Nacional y publicada en la Gaceta
Oficial Nº 39.913 del 2 de mayo de 2012, para declarar el divorcio por mutuo
consentimiento, al disponer en su artículo 8.8 que los jueces y juezas de paz son
competentes para: “Declarar, sin procedimiento previo y en presencia de la pareja,
el divorcio o la disolución de las uniones estables de hecho cuando sea por mutuo
consentimiento; los solicitantes se encuentren domiciliados en el ámbito local
territorial del juez o jueza de paz comunal; y no se hayan procreado hijos o de
haberlos, no sean menores de 18 años a la fecha de la solicitud”.
Ello así, en atención a lo dispuesto en el artículo 177 de la ley Orgánica para la
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, los cónyuges cuyos hijos sean
menores de edad que de mutuo acuerdo deseen divorciarse, acudirán ante el
Tribunal de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes en función de
sustanciación y mediación del lugar donde hayan establecido su último domicilio
conyugal y, previo acuerdo igualmente, expreso e inequívoco, de las instituciones
familiares que les son inherentes, para solicitar y obtener, en jurisdicción
voluntaria, una sentencia de divorcio. Así se declara.

En consecuencia, deberán los Tribunales de Protección de Niños, Niñas y


Adolescentes permitir con base en la doctrina contenida en el presente fallo
tramitar conforme al procedimiento de jurisdicción voluntaria, previsto en los
artículos 511 y siguientes de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes, las solicitudes de divorcio de mutuo consentimiento que presenten
ambos cónyuges, sin más exigencias que el acta de matrimonio y de nacimiento de
los niños, niñas y adolescentes de que se trate, así como el acuerdo previo de los
cónyuges acerca de las instituciones familiares, esto es, lo relativo a la
responsabilidad de crianza del o los menores de edad que hubiesen procreado, la
responsabilidad de crianza y custodia, obligación de manutención y régimen de
convivencia familiar, a efectos de que sean evaluados por el Juez de niños, niñas y
adolescentes y determinar si son convenientes para los niños, niñas o
adolescentes de que se trate y conferir la homologación, en caso de que no lo sea el
Juez o Jueza ordenará su corrección. La homologación del acuerdo acerca de las
instituciones familiares será requisito necesario para la declaratoria del divorcio.

Frente a este hecho es importante destacar que, en el curso del vínculo


matrimonial se fomentaron bienes que liquidaremos en este acto; y establecemos
el compromiso de autenticar documento por ante la Notaria Pública, una vez sea
disuelto el vínculo matrimonial, manifestando igualmente nuestra voluntad
irrevocable de que las disposiciones aquí contenidas, serán notariadas,
constituyendo ello nuestra partición de bienes.
TITULO SEGUNDO
BIENES DE LA COMUNIDAD CONYUGAL
.
Hacemos constar que durante el matrimonio no adquirimos bien alguno, por lo
que la comunidad conyugal no tiene nada que liquidar.

TITULO TERCERO
DE LAS INSTITUCIONES FAMILIARES

En cuanto a las instituciones familiares que se regulan en la Ley Orgánica


de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, es necesario indicar que una vez
disuelto el vínculo matrimonial se regirán de la siguiente manera:

 PATRIA POTESTAD: De conformidad con lo establecido en el Artículo 261


del Código Civil y 349 de la Ley Orgánica de Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes y como hasta ahora ha sido, ambos padres ejerceremos la
patria potestad sobre nuestro único hijo EMILIANO DAVID PIÑA
AWADALLAH
 RESPONSABILIDAD DE CRIANZA: Tal como lo establece el Artículo 359
de la Ley Orgánica de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes y con
miras al bienestar y estabilidad de nuestro hijo EMILIANO DAVID PIÑA
AWADALLAH ejerceremos de forma conjunta la responsabilidad de
crianza de nuestro hijo, aún después de que su competente autoridad haya
declarado nuestro divorcio; específicamente se prevé que tanto el
ciudadano ALVARO DAVID PIÑA SUAREZ en su condición de padre,
como la ciudadana NACARELYS VALENTINA AWADALLAH BELLO, en
su condición de madre del niño en cuestión por ejercer ambos la patria
potestad estamos en el compromiso de ejercer la responsabilidad de
crianza de nuestro hijo.
 DE LA GUARDA Y CUSTODIA: En virtud de lo establecido en el artículo
360 de la Ley Orgánica de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, la
Guarda y Custodia de nuestro hijo: EMILIANO DAVID PIÑA
AWADALLAH, desde la separación de hecho hasta la presente fecha, la ha
venido ejerciendo su madre, es decir, la ciudadana NACARELYS
VALENTINA AWADALLAH BELLO, y de mutuo acuerdo expresamos
que una vez sea declarado el divorcio, la custodia del niño continuará
siendo ejercida por ella, domiciliada en la siguiente dirección: Barrio Suiza
de Aguada Grande, Parroquia San Miguel, Municipio Urdaneta, Estado
Lara
 DE LA OBLIGACIÓN DE MANUTENCIÓN: En lo que respecta a la
obligación de manutención y en cumplimiento de lo pautado en el artículo
367 y siguientes de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes, se tiene que el padre cancelara a la madre la cantidad de UN
MILLON BOLÍVARES (1.000.000 Bs.) mensuales para cubrir los gastos
del hijo menor de edad, siendo estos gastos por concepto de colegio, pago de
alimentación, manutención, ello adicional a los gastos médicos que se
presenten de forma imprevista para el niño, estableciendo el compromiso
de la madre de entregar al obligado, es decir, al ciudadano ALVARO
DAVID PIÑA SUAREZ los informes médicos, facturas de compra de
medicamentos y cualquier otro recibo en original que demuestre los gastos
en cuestión; de igual forma se acuerda que el padre se compromete a
cancelar el 50% de los gastos del niño por concepto de actividades
recreativas y deportivas, gastos navideños, vestimenta, educación y todo lo
relacionado al consumo de este.
 RÉGIMEN DE CONVIVENCIA FAMILIAR: A los fines de dar
cumplimiento a lo establecido en el artículo 387 de la Ley Orgánica para la
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, acordamos de común acuerdo
que el Régimen de Convivencia Familiar a favor de nuestro hijo
EMILIANO DAVID PIÑA AWADALLAH,, de la siguiente manera: Los días
de semana el niño se mantendrá bajo el cuidado y responsabilidad de su
madre, sin embargo su padre tiene la libertad de elegir pasar un día de esa
semana con el niño previa información a la madre. Mientras que los fines
de semana le corresponderá compartir con el niño y ejercer sus cuidados de
forma intercalada, en el sentido de que un fin de semana lo pasara con la
madre y otro con el padre.

TITULO CUARTO
PETITORIO

Finalmente solicitamos, que la presente solicitud sea admitida, sustanciada


y tramitada conforme a derecho y declarada CON LUGAR la presente
SOLICITUD DE DIVORCIO en definitiva con todos los pronunciamientos de Ley,
en el sentido que en el lapso más perentorio posible este Tribunal pueda acordar
la disolución del vínculo matrimonial que nos une, conjuntamente con las
adjudicaciones de los bienes de nuestro patrimonio conyugal que de mutuo y
común acuerdo convenimos en los términos y condiciones aquí expuestos. Es
Justicia, que esperamos en esta ciudad de Barquisimeto, a la fecha de su
presentación.

LOS SOLICITANTES EL ABOGADA ASISTENTE

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