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EL DISEÑO DE PRODUCCIÓN - ESTRATEGIA Y TÁCTICA

CORINA LEIBINSTEIN – CÁTEDRA DE PRODUCCIÓN

ESTRATEGIA y TÁCTICA son expresiones incorporadas al lenguaje y a la práctica cotidiana en los más
diversos campos. Raramente se toma en cuenta su origen militar, génesis de la aplicación a tantas
cuestiones más gentiles que eso de andar matándose organizadamente. Sin embargo resulta que el
empleo corriente de estos conceptos no es contradictorio con su raíz. ¿Por qué? Porque, en cuanto a
corporaciones humanas, seguramente los ejércitos fueron las primeras que, encaminadas hacia el
propósito definido de ganar guerras librando batallas, debieron resolver dificultades de funcionamiento,
crear estructuras ordenadas bajo cadenas de mando, con mecanismos eficaces de comunicación,
asegurando soluciones para todo lo concerniente al despliegue sistematizado de hombres y enseres, así
como la distribución de los recursos, complementando la logística con el dominio de la tecnología, siempre
en avance y evolución. No es lo mismo que los sujetos se descalabren con espadas a que consigan
enviarse al más allá con detonaciones. Ergo, propendieron a avances científicos y técnicos de la más
variada índole, en medicina, geografía, metalurgia, idiomas, etc., etc.

Todas las actividades humanas colectivas han ido transformándose, creando y adaptando innovaciones
tecnológicas y científicas. Así, la eficacia de éstas recala en:

ESTRATEGIAS
Planificaciones y proyecciones a mediano o largo plazo con el objeto de alcanzar una meta
anhelada, concepto consignado asimismo para producciones de menor extensión cuya
proporción lo acredite.

TÁCTICAS
Destrezas para resolver gestiones concretas.

La estrategia juega con tendencias y futuros, mientras que la táctica tiene en cuenta las circunstancias
reales... El talento estratégico es más abstracto y complejo que el táctico, que es más práctico y
expeditivo... La táctica debe estar al servicio de la estrategia. La estrategia es hecha realidad mediante las
tácticas concretas del día a día. (Manuel Pimentel, www.5dias.com).

Tanto en lo militar como en lo civil quien conduce debe conocer una serie de factores, ineludibles para
diseñar y organizar cualquier cometido, así como también para dominar y controlar su ejecución si se lleva
a cabo.

Los FACTORES esenciales son cinco, pero vamos primero con éstos cuatro:

ESPACIO: Donde se va a desarrollar la acción.

TIEMPO: Duración de la acción, cuándo va a empezar y cuándo va a terminar.
FUERZA: La valoración de los aspectos distintivos que afirmarán la posibilidad de salir victoriosos o, por lo
menos, de tender hacia el éxito.
VULNERABILIDAD: El conocimiento de las limitaciones, de las debilidades propias, en pos de anularlas o,
por lo menos, atemperarlas.

En la práctica bélica todos los factores van emparejados con lo que se sabe del enemigo. ¿Cuáles son las
equivalencias en las actividades felizmente más pacíficas? Que en una práctica empresaria una buena guía
estratégica explora los requerimientos de los consumidores o usuarios, deduce la evolución de la
demanda, señala su orientación, marca el rumbo a seguir.

¿Tenemos un enemigo apuntándonos con un arma? No, (bueno, al menos no en la mayoría de los
casos...). Lo que sí está es el archifamoso mercado. Pero fíjense que “... basta con poner la palabra
empresa donde dice ejército; recursos en vez de armamento; competencia donde dice guerra y
competidor en lugar de enemigo”. (Tonatiuh Suárez Meaney, Director de la consultora Investigación de
Geoestrategias, México) para manejar conceptos mediante razonamientos vinculados.

Ejemplifiquemos con alusiones a lo que nos interesa, y que quede en claros que son solamente muestras:

Corina.Leibinstein@gmail.com.ar – Tel. 011.4504-9026 – Cel. 011.15-5328-2500

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Espacio:
1. ¿Adaptamos nuestros escenarios, construimos en las cercanías, prevenimos completivas en
post-producción, o nos vamos a filmar al otro lado del mundo?
2. El film deberá ser estrenado en salas de tales localidades (barrios, jurisdicciones, distritos,
poblaciones, etc.) que reúnen a la mayor parte de su público natural.

Tiempo:
a. Este film tiene que estar finalizado para tal temporada de estrenos.
b. Ni pensar en estrenar antes de pasado un mes luego de la entrega de los Oscar porque no
vamos a durar ni dos días en pantalla.

Fuerza:
Tenemos holgura económica y podemos contratar actores de moda que nos aseguren una cantidad
de público.

Vulnerabilidad:
La dirección del film está en manos de un principiante.

Todo el sistema funciona si se pesa y se mide correctamente. La mejor manera de que una circunstancia
como la figurada recién no sea gravosa es proteger tanto al proyecto como al nuevo director haciendo que
este esté secundado por profesionales experimentados.

Continuemos.

A los enumerados se agrega el FACTOR X, el que refiere a lo desconocido, lo imprevisible. No sabemos

qué eventualidad va a surgir, sólo tenemos la certeza de que algo puede saltar (para que engañarnos, ¡va
a saltar!).

En función de esta certeza de lo incierto manejaremos el prudente PRINCIPIO DE ECONOMÍA DE

FUERZAS, cuyo propósito es lograr el objetivo sin dilapidar recursos que, en algún momento, ante
contingencias oscuras, sean necesarios y ya no estén o no sean suficientes.

La etimología del término estratega es griega y denota la esencia militar precedentemente delineada:
Stratos: Ejército, Agein: Guiar. El mentor, el timonel, es, en consecuencia, el estratega.

El estratega obligado en cinematografía es el PRODUCTOR EJECUTIVO, que va a diseñar la producción de

principio a fin. Huelga decir que lo ideal es que el PRODUCTOR sea un profesional del medio,
experimentado, experto. Si es así, mucho más que un financista de paso, es claro que el laurel le
corresponde, de manera que la conjunción de dos especialistas incrementa sin duda las buenas
perspectivas del emprendimiento.

Llevar a buen puerto una película requiere, al igual que en toda otra empresa, que se plantee un curso de
acción que asegure el logro de las metas deseadas, y que normalmente se traduce en documentos que
llamamos PLANIFICACIÓN.

PLANIFICAR
Conformar un conjunto de acciones viables, comprensibles, posibles y controlables.

No siendo la cinematografía una actividad de pautas rígidas podemos afirmar que las mejores estrategias
son las que combinan la deliberación, el análisis y la aplicación de conocimientos con la flexibilidad y la
capacidad de adaptación. Para elaborar el mejor diseño se debe tener un sólido diagnóstico de situación, al
que se arriba luego de estudiar toda la información desde diferentes ángulos. De esta manera el diseñador
de la producción no se encasillará ni correrá el riesgo de quedar debilitado ante la aparición de sucesos
adversos e impensados. Por lo tanto el desafío consistirá en detectar los indicios alarmantes a tiempo de
efectuar las reformas apropiadas. La reducción de lo azaroso se hace ostensible, tanto que de declararse
puede que provoque vientos, pero no tempestades.

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Para completar el cuadro es que existe el JEFE DE PRODUCCIÓN y su equipo de trabajo, que aplica el plan
diseñado por el Productor Ejecutivo en lo tocante a la materialización del producto.

El experto en management Peter Drucker escribió que “la planificación a largo plazo no tiene que ver con
decisiones futuras sino con el futuro de las decisiones actuales”.

Dichas decisiones actuales son tácticas, vale decir, el dominio y organización de las operaciones en el
corto plazo y en las disposiciones sobre lo inmediato, lo que enmarca la actuación del Jefe de Producción.
Ahora bien, tanto el equipo de Producción como los conformados para las demás especialidades se
constituyen armónicamente con sus correspondientes jerarquías, lo que acredita distintos niveles de
responsabilidad. A su vez cada uno de los sectores de trabajo se plantea sus respectivas tácticas,
conjugando el orden interno con el general, fusionando sus creaciones con las de los demás.

Si se trabaja con seriedad la estrategia para la totalidad, las tácticas para aprovecharla conducirán a que
el sistema funcione y conduzca a la obtención de un producto de calidad. Nada quita el valor de la pasión
ni de la efervescencia creativa, lo que hay que tener muy claro es que no reemplazan al diseño de la
construcción ni a las estructuras de sostenimiento. Busquen a cualquiera de los tantos atolondrados que
se cascaron como huevos después de lanzarse desde las alturas del frenesí creativo sin constatar si había
una red para atajarlos, y pregúntenles si les dolió.

“Hay un enunciado en ajedrez que dice que la táctica consiste en saber qué es lo que hay que hacer
cuando y donde haya algo que hacer, mientras que la estrategia consiste en saber qué es lo que hay que
hacer cuando no hay nada que hacer”. (Garry Kasparov, Campeón mundial de ajedrez, Madrid,
24.05.2006).

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