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Con la conquista española de los Andes y la caída del Tahuantinsuyo, se inició una serie de
transformaciones que llevó a la conformación del Perú moderno. El reemplazo del Estado Inca por la
administración virreinal solo fue el cambio más superficial, aunque de indudables repercusiones
políticas al establecerse un sistema centralista y autoritario. Lo importante fueron los cambios
demográficos, la mezcla racial y el nuevo orden de la sociedad bajo criterios de raza y estamento; en el
ámbito económico la introducción de una economía de mercado, el uso de la moneda y una nueva
concepción de la riqueza y la pobreza; a nivel ideológico se desmoronaron muchas formas de
pensamiento andinas que fueron reemplazados por una visión occidental del mundo y donde jugó un
papel decisivo la evangelización impulsada por la Iglesia Católica. En suma, el territorio que hoy ocupa
el Perú y sus habitantes ingresaron a la historia de Occidente o a la Historia Universal.
En un principio, entre 1532 y 1541, el Perú fue la Gobernación de Nueva Castilla, presidida por
Francisco Pizarro gracias a la Capitulación de Toledo (1529). Se trató de una época turbulenta por los
mismos efectos de la invasión; la Corona tenía escasa presencia y el poder, de hecho, lo ejercían los
encomenderos. Con las leyes Nuevas de 1542 se creó el Virreinato del Perú y se estableció formalmente
la administración que, con algunas reformas, tuvo vigencia hasta los tiempos de la Independencia en
1821 o 1824. Fueron casi 300 años de dominio español, que contrastan con los 180 de nuestra historia
independiente. El Perú fue conquistado cuando España era la dueña de Europa bajo la batuta de Carlos
V. Hacia 1820 la realidad de la Península era muy distinta; ahora España era una potencia de tercer
orden y se encontraba bajo el reinado de Fernando VII. Los Habsburgo la gobernaron en los siglos XVI
y XVII, dos siglos marcados por la grandeza y el declive. Los Borbones llegaron en el XVIII y sus
reformas no pudieron reanimar el antiguo poderío español.
A lo largo de estos tres siglos el Perú presenta tres etapas bien definidas. La primera, entre 1530 y 1560,
es la de la invasión y el saqueo de los tesoros incaicos; el territorio se abría a Occidente como un espacio
promisorio para la explotación de metales preciosos. El “apogeo” se inició con el descubrimiento de las
minas de plata de Potosí (hoy Bolivia); el territorio del Virreinato, además, abarcaba desde Panamá
hasta la Tierra del Fuego (con excepción de Brasil, colonia portuguesa). Lima era el centro político,
económico y cultural de ese vasto espacio. Su élite, gracias al monopolio comercial, era la primera de
Sudamérica. Un funcionario que venía al Perú consideraba el hecho como un “ascenso”. Los criollos,
por su lado, ocupaban cargos expectantes en la administración y en los negocios. Este “apogeo” duró
todo el siglo XVII y entró en decadencia a mediados del siglo XVIII con las reformas borbónicas. Ellas
le amputaron su inmenso territorio, abolieron el monopolio que beneficiaba a su élite comercial,
desplazaron a los criollos de los cargos públicos e incrementaron la presión fiscal. Esto ocasionó gran
descontento que llegó hasta la abierta rebelión. Por último, abrieron un camino poco adecuado a la
futura independencia.
1.ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Las tierras recuperadas de los moros pasaron, en su mayor parte, a manos de la Iglesia, de los
señores feudales, órdenes de caballería, etc, que carecieron de interés por mejorar la producción de
abono.
La expulsión de los horticultores moros y moriscos influyó en el atraso técnico y el abandono del
sistema de riego, que contribuyó a la decadencia de la agricultura.
Junto con la agricultura decae también la manufactura, mayormente debido a la escasez de mano
de obra calificada, carencia de capitales y exceso tributario.
En el aspecto social, había profundas diferencias. Existían nobles y plebeyos y dentro de cada clase
social una serie de categorías menores. En cuanto a la mentalidad, los españoles que pasaron al América,
estaban influidos por las ideas medievales y renacentistas. De credo católico, creían a pie firme que
Dios los había destinado a conquistar y evangelizar a los habitantes de las tierras descubiertas en
ultramar.
Primeros intentos de llegar al Perú
Fue así como el istmo de Panamá quedó convertido de hecho en el nudo de la conquista y
colonización de América del Sur. Balboa fue nombrado Adelantado de la Mar del Sur (1514)17 y
planeó una expedición destinada a avanzar por las costas del Mar de Sur. Para tal efecto
empezó a construir una flota. Pero no llegó a cristalizar este proyecto pues sucumbió ante las
intrigas que urdieron contra él sus enemigos desde España. En efecto, el depuesto bachiller
Enciso, al arribar a España presentó su queja ante el rey, sosteniendo que Balboa no había
tenido facultad para deponerlo como alcalde. La Corona, haciéndose eco de los reclamos de
Enciso, nombró a Pedro Arias Dávila o Pedrarias como gobernador de las nuevas tierras
conquistadas. Éste arribó al mando de una expedición de más de 2000 hombres, la más
numerosa y completa que había salido de España para el Nuevo Mundo.18
Hacia 1523, el conquistador extremeño Francisco Pizarro radicaba en Panamá como un vecino
más o menos acomodado, como todos los residentes españoles en Panamá. Empezó a
entenderse con su más cercano amigo, el capitán Diego de Almagro, sobre la posibilidad de
organizar una expedición hacia el tan mentado Birú. Ambos eran rudos y curtidos soldados con
experiencia en la conquista de Tierra Firme. La sociedad se concretó en 1524, sumándose un
tercer socio, el cura Hernando de Luque, quien debía aportar el dinero necesario para la
empresa. Se repartieron las responsabilidades de la expedición: Pizarro la comandaría, Almagro
se encargaría del abastecimiento militar y de alimentos y Luque se encargaría de las finanzas y
de la provisión de ayuda. Se convino en que todas las utilidades se dividirían en tres partes
iguales para cada socio o sus herederos, y que ninguno tendría más ventaja que otro.2324
El análisis histórico se inclina a creer que Pizarro poseía una fortuna modesta, porque para
emprender la aventura, él y Almagro tuvieron que asociarse con un cura influyente, Hernando de
Luque, que a la sazón era párroco de Panamá. Se menciona a un cuarto "socio oculto":
el licenciado Gaspar de Espinosa, que no quiso figurar públicamente, pero que fue el verdadero
financista de las expediciones, usando como testaferro a Luque y aportando 20.000 pesos.25
Ello debió ser así, por cuanto nunca uno sólo de los socios decidía de manera unilateral las
acciones. Sólo posteriormente, iniciada ya la conquista física del Perú, Pizarro tomaría
decisiones de campaña o sobre acciones militares y administrativas, prerrogativas de su cargo
de gobernador de Nueva Castilla, concedido por la corona española a través de la Capitulación
de Toledo, firmada en 1529.
2.LA CONQUISTA
Del sistema prehispánico al sistema colonial: ¿la yuxtaposición de sistemas o el desplazamiento del
uno por el otro? Tanto en lo económico como en lo político, prefiero utilizar la noción de sistema y
darle así un carácter sistémico a la transición producida por el “encuentro de dos mundos”. Creo
pertinente referirme al sistema colonial como a una “yuxtaposición de sistemas”, una suerte de
mestizaje que se plasma en la transición que constituye el objeto de este discurso. El universo español
se articula con el universo andino y conforma un sistema mestizo en el cual ninguno prevalece
totalmente sobre el otro; ello se produce mediante una articulación de los jefes étnicos con las
autoridades, adaptando el “sistema dual”, tanto político,23 como económico.24 Como
apropiadamente señala Pease: [...] los curacas andinos previos a la invasión española no pueden ser
simplemente entendidos como ‘privilegiados’, cuya autoridad provenía de una decisión de un poder
superior, sino como aportes importantes de un sistema integrado, con funciones y responsabilidades
claramente establecidas dentro de la reciprocidad y la redistribución [...]. El universo colonial
delimitaba en ella las actividades de los curacas, concibiéndolas como funcionarios coloniales
mediadores, considerados ‘desde arriba’ por la propia administración, entre ella misma y la población
andina.25 En concordancia con Wachtel, no fue una simple yuxtaposición de rasgos, sino una cuestión
global que no condujo a la aculturación de la población indígena.26 Absorbido el shock de la invasión,
el mundo andino mantuvo en su interior sus “patrones colectivos de acumulación”,27 siguiendo las
reglas de “reciprocidad” y “redistribución”, pero acomodándose, al mismo tiempo, a los sistemas de
“circulación mercantil” en cuanto a su relación con el mundo exterior de los ayllus y comunidades.28
En paralelo, coexistió una dualidad de las autoridades coloniales, quienes conformaron un sistema de
facto, articulado con un sistema de iure: la institucionalización se reflejó en un núcleo triangular,
conformado por el corregidor o la autoridad civil, el cura o el representante eclesiástico y el jefe étnico
o la autoridad indígena. Ese núcleo fue la pieza nodal de la “organización material de la vida colonial”
y del llamado “Estado colonial”.
3. Las etapas de asentamiento castellano y la formación del virreinato del Perú La expedición de
Pizarro fue concebida como una empresa comercial en el marco de las capitulaciones propias de la
institucionalidad española: en este caso la Capitulación de Toledo. Sin entrar en mayores detalles de
los acontecimientos,30 la “Conquista del Perú”, como todas las expediciones españolas en América,
tenía un doble objetivo: el beneficio material y la obtención de prestigio. El antecedente fue la
Compañía de Levante formada por Francisco Pizarro, Diego de Almagro y Hernando de Luque,
aparentemente sustentada en una constitución de sociedad realizada en 1524 y que surge de una
copia de 1526.31 En tal empresa, Luque aparecía como financista, pero existe la hipótesis de que el
licenciado Diego de Espinoza fue el verdadero suministrador de fondos, a instancias de Pedrarias de
Dávila, gobernador de Castilla de Oro, como se denominaba a Panamá.32 Hubo dos primeras
expediciones, cuyos detalles escapan al objetivo de este trabajo y cuyo corolario fue la suscripción de
la Capitulación de Toledo el 26 de julio de 1529. Por este documento, la Corona concedió con carácter
exclusivo a Pizarro y Almagro los derechos de exploración y conquista de 200 leguas castellanas, desde
el río Santiago hasta Chincha
AUTORIDADES EN LA ÈPOCA COLONIAL
EL VIRREY
“El otro yo del rey”, personalizaba a su majestad, al grado de vestir la
misma indumentaria. Se los escogía entre la nobleza, la milicia y el clero
españoles. El rey a sugerencia del Consejo de Indias nombraba a sus vice
soberanos por cuatro años, aunque a veces su gobierno se extendía por más
tiempo.
Se embarcaban hacia el Perú en Sevilla o en San Lúcar de Barrameda, para
desembarcar en Portobelo y luego dirigirse a Panamá. De allí era conducido a
Paita y continuaba por tierra hasta Lima.
Desde 1613 los virreyes tenían que escribir sus Memorias, y antes de partir a
España debían ser sometidos al “juicio de residencia” para rendir cuenta de sus
actos en el manejo de cosa pública.
Después del virrey la más alta autoridad recaía en ella. Su función principal fue
instaurar el imperio de la ley y consolidar la autoridad real.
La Audiencia era una institución creada para buscar cierto equilibrio de
poderes, ya que fiscalizaba a la burocracia estatal, empezando por el mismo
virrey.
Integraron el virreinato del Perú las siguientes audiencias :
Panamá (1535) , Lima (1542), Santa Fe de Bogotá (1549), Charcas (1559),
Quito (1563), Chile (1609) y Buenos Aires (1661).
LOS CORREGIDORES
LAS INTENDENCIAS
TRUJILLO
Piura, Saña, Chachapoyas, Cajamarca, Trujillo, Huamachuco, Pataz.
TARMA
Conchucos, Huaylas, Huamalíes, Huánuco, Cajatambo, Jauja.
LIMA
Santa, Chancay, Canta, Huarochiri, Lima, Yauyos, Cañete, Ica.
HUANCAVELICA
Taycaja, Huancavelica, Angaraes, Castrovirreyna.
HUAMANGA
Huanta, Huamanga, Anco, cangallo, Andahuaylas, Lucanas, Paranicochas.
AREQUIPA
Condesuyos, Camaná, Collaguas, Arequipa, Cailloma, Arica.
CUZCO
Urubamba, Abancay, Calca Lares, Aymaraes, Cotabambas, Cuzco,
Paucartambo, Paruro, Quispicanchis, Chumbivilcas, Tinta.
PUNO
Carabaya, Lampa, Azángaro, Paucarcolla, Chucuito.
Los Virreyes del Perú
Virreyes de la Casa Austria
REINADO DE CARLOS I ( 1517 - 1556)
V Lope García de Castro (1564 – 1569) Sólo gobernó con título de gobernador
VIII Fernando de Torres y Portugal, Conde de Villar don Pardo (1588 – 1589)
XXIV Manuel de Oms y Santa Pau, Marqués de Castell dos Rius (1707 – 1710)
XXIX José Antonio de Mendoza Caamaño y Sotomayor, Marqués de Villagarcía (1736 – 1745)