Vous êtes sur la page 1sur 13

¿Quién vigila a los que nos forman?

Pseudociencia en el Ministerio de Educación


Eparquio Delgado 26 jul 17

¿Quién vigila a los que nos forman? A diferencia de la celebérrima pregunta del poeta
romano Juvenal (“¿quién vigila a los que nos vigilan?”), esta cuestión nos remite a un
asunto pocas veces abordado. ¿Quién vigila a las autoridades educativas cuando eligen
los contenidos que se transmiten en los cursos de formación del profesorado? Vamos a
contarles un pequeño viaje que hemos realizado estos días, una excursión que empieza en
un tuit y que nos lleva directamente a la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) y
al mismísimo Ministerio de Educación.

Hace unos días me preguntaron en Twitter acerca de una publicación que aparecía a
través de la cuenta @educaCNIIE, en la que se puede apreciar una diapositiva utilizada
en una conferencia en la que se divide a los bebés en relación a su dominancia hemisférica.
El tuit utilizaba el hashtag #MECD_UIMP17 y hablaba de “Bebés levotómicos versus
dextrotímicos”.

El usuario que me hizo llegar el tuit (@egalmoth) estaba extrañado por la información
que aparecía en la diapositiva, comentaba que le parecía un horóscopo y me preguntaba
si yo podía aclararle si se trataba de una información con base científica o no. Yo no sabía
lo que era el CNIIE ni había oído hablar antes de esos extraños conceptos. ¿Cómo hacer,
entonces, para tomar posición al respecto? En las siguientes líneas les voy a contar cómo
fuimos tirando del hilo a partir de ese tuit y lo que nos fuimos encontrando por el camino.
Prepárense que hay curvas.

LEVOTÓMICOS Y DEXTROTÍMICOS

Lo primero que hice es lo que casi todos hacemos en estos casos: busqué los términos
“levotómicos” y “dextrotímicos” para intentar encontrar publicaciones al respecto, y ahí
me topé con la primera sorpresa: 0 resultados para “levotómicos” y 6 para
“dextrotímicos” en una búsqueda en Google el 10 de julio. ¿Cero y seis resultados para
dos términos científicos? Eso es imposible. Un concepto científico consolidado debería
aparecer en centenares de miles (y probablemente, en millones) de entradas en el
buscador. Su nula presencia sólo puede indicar que son términos extremadamente
recientes sobre los que nadie ha hablado y, por tanto, que no son compartidos ni siquiera
por una pequeña parte de la comunidad científica.

“Levotómicos” y “Dextrotímicos” son palabras que alguien se ha inventado, que no


identifican a una clasificación que haya sido puesta a prueba y que nadie más comparte.
Muy sospechoso para una diapositiva en la que aparece el logotipo del Ministerio de
Educación. Veamos a qué evento pertenece esa diapositiva.

#MECD_UIMP17 Y ORGANIZACIONES IMPLICADAS

¿A qué evento corresponde esta diapositiva? A partir del hashtag fue fácil identificarlo.
La etiqueta corresponde a dos instituciones: Ministerio de Educación, Cultura y Deportes
y Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Se trata de unos cursos de verano que
realizan entre estas dos instituciones dirigidos a la formación permanente del
profesorado en varios puntos de España: La Coruña, Santander, Valencia, Cuenca y
Tenerife.

La diapositiva corresponde al curso “Neurobiología de las dificultades del aprendizaje”


realizado en Valencia del 10 al 14 de julio de 2017. Concretamente, por la hora del tuit
en relación a otros realizados desde la misma cuenta de Twitter, esta diapositiva
corresponde presuntamente a la conferencia impartida por Violeta Miguel Pérez,
Directora del Centro Nacional de Innovación e Investigación Educativa (CNIIE, la cuenta
de Twitter que compartió la diapositiva) y jefa de la Unidad Española de Eurydice, según
reza en la información del curso que aparece en la web del propio Ministerio.

Portada de la web del CNNIE (http://educalab.es/cniie)

Todo el mundo sabe lo que es el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes (MECD). La


Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), una prestigiosa institución pública
que lleva décadas organizando interesantes cursos de verano y de lengua y cultura
española para extranjeros, también es muy conocida.

Ahora bien, ¿qué es el CNIIE? Es un centro que depende del Ministerio de Educación,
Cultura y Deportes cuya función es la de coordinar la enseñanza de lenguas extranjeras,
desarrollar investigaciones e innovaciones, poner en práctica programas de inclusión
educativa y promover la igualdad de oportunidades, entre otras. Como no estuve en esa
conferencia, pregunté a algunos contactos si sabían algo del asunto y si conocían a esta
señora y de dónde había sacado los extraños conceptos.

Pero vamos a lo que nos interesa en este artículo. La tesis con la que obtiene su títulos
de doctora “centra su objeto de estudio en la funcionalidad visual y los movimientos
oculares para la lectura” (1), según su directora, Pilar Martín-Lobo. ¿Bebés levotómicos
versus dextrotímicos? ¿Movimientos oculares para la lectura? ¿De qué va todo esto?

¿DE DÓNDE SURGEN LOS CONCEPTOS “LEVOTÓMICOS Y “DEXTROTÍMICOS”?

Como ya comentamos, los conceptos “levotómicos” y “dextrotímicos” prácticamente no


están indexados en las búsquedas de Google. Este hecho no quiere decir por sí mismo que
no se utilicen en ámbitos especializados, pero resulta muy sospechoso que no haya
referencias indexadas. Podemos comprender las implicaciones de esta falta de
resultados comparándola con la búsqueda de otro término técnico de otra disciplina. Por
ejemplo el término “brana”, utilizado en la llamada teoría M (una de las teorías de
cuerdas), es un concepto técnico que sólo se utiliza en la física teórica. A pesar de eso,
su búsqueda arroja casi 6.000.000 millones de resultados en Google a 17 de julio de 2017.

Uno de los pocos resultados que aparecen al buscar “dextrotímico” es un PDF de un curso
online llamado “Protocolo de Diagnóstico Neurofuncional” en el que este término se utiliza
para designar a los “cuadros de desatención” y diferenciarlos de los “cuadros de
hiperactividad”, que son denominados “levotímicos”. Suponemos que “levotómicos” y
“levotímicos” se refieren a lo mismo aunque ninguno de los dos aparezca realmente más
que en un puñado de resultados en las búsquedas.

Parece que estos conceptos fueron utilizados por primera vez por un médico y autor de
varios libros llamado Jorge Ferré Veciana, que además de escribir libros y grabar vídeos
que pueden encontrarse en YouTube, ejercía en sus centros ubicados en Sitges y
Barcelona. Las únicas referencias “científicas” que hemos encontrado de este señor son
dos artículos publicados en la Revista Médica de Homeopatía, titulados “La homeopatía
como elemento clave en el tratamiento multidisciplinar del trastorno por déficit de
atención con hiperactividad” y “Medicina homeopática basada en la evidencia. Caso
clínico”. De hecho, en la página de su centro ofrece información sobre el uso de esta
pseudoterapia para el tratamiento de todo tipo de problemas infantiles, incluidos los
problemas del comportamiento y del rendimiento escolar. Uno de sus libros aparece
citado en una de las publicaciones del CNIIE cuya autora es Violeta Miguel Pérez (2), la
persona que en septiembre de 2015 fue elegida para dirigir el Centro Nacional de
Innovación e Investigación Educativa (CNIIE), dependiente del Ministerio de Educación,
Cultura y Deportes, puesto que sigue desempeñando.
Imagen de la web de D. Jorge Ferrer

Pero sigamos adelante. Según la diapositiva de la charla que fue compartida en Twitter,
los bebés “levotómicos” (o “levotímicos”) procesarían la información de forma diferente.
Por una parte, los “levotímicos” se caracterizarían por una “dominancia del hemisferio
izquierdo” y sus características serían: “ideas claras, si tienen hambre o sueño lloran sin
cesar con un llanto desgarrador, extroyectivos, lineales en sus planteamientos,
racionales, lógica aplastante, afecta las situaciones irritantes, respuestas impulsivas de
oposición”.
Por otra parte, los “dextrotímicos” serían distintos a los anteriores: “convertirse en un
ser intuitivo, sensitivo, atemporal, introyectivo (mundo interior), evadirse de la realidad
ante los problemas, sensible / inestable, dificultad para mantener su equilibrio personal,
difícil interpretar sus deseos y pensamientos”. Por último estarían los mixtos, que
tendrían características de los dos.

Dejando aparte la calidad de la expresión escrita de las características de ambos tipos,


parecería que nos encontramos más cerca de un horóscopo (como decía el usuario de
Twitter que me la envió) que de un sistema diagnóstico riguroso. ¿Qué es un bebé
“atemporal”? ¿Qué significa que un bebé tiene las “ideas claras”? ¿Cómo se distingue una
“lógica aplastante” de una “lógica no aplastante”? ¿Qué es un bebé “intuitivo”? ¿Qué es
el “equilibrio personal” de un bebé? No parecen criterios muy claros a la hora de
clasificar a alguien, especialmente a un bebé. Podría argumentarse que se trata de
expresiones del lenguaje coloquial y que están siendo utilizadas en ese sentido, pero no
olvidemos que se trata de un curso de formación para el profesorado en el que participa
el Ministerio de Educación a través del CNIIE.

El mito de las diferencias entre la dominancia del hemisferio izquierdo y el derecho

Pero es que, además, esta clasificación se apoya directamente en uno de los mitos más
extendidos sobre el encéfalo: el mito del hemisferio derecho y del hemisferio izquierdo.
Según este mito, las personas con dominancia hemisférica derecha serían más intuitivas
y creativas mientras que las de dominancia hemisférica izquierda serían más lógicas,
racionales y ordenadas. Podemos encontrar una explicación detallada de este mito en
este artículo del compañero José Ramón Alonso.

Este asunto no es baladí. Parece ser que la Directora del CNIIE, uno de los organismos
vinculados al Ministerio de Educación, utiliza su posición para difundir entre los docentes
mitos ya desmontados por la ciencia y conceptos pseudocientíficos creados por una
persona cuyas publicaciones “científicas” se reducen a dos artículos en los que se
promueve el uso de la homeopatía. Pero no se vayan todavía, que aún hay más.

PSEUDOCIENCIA PROMOVIDA POR EL MINISTERIO DE EDUCACIÓN, CULTURA


Y DEPORTES

TERAPIA VISUAL Y PROBLEMAS DE LECTURA

Aunque no hemos localizado la tesis doctoral de Violeta Miguel Pérez, sí hemos tenido
acceso a un libro publicado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes que recoge
a todas luces su trabajo de doctorado. De hecho, su directora de tesis, Pilar Martín-
Lobo, lo describe como “el fruto de varios años de trabajo cristalizados en un estudio de
investigación que (…) se convirtió en una Tesis Doctoral” (1). En este trabajo, Violeta
Miguel Pérez describe a lo largo de cinco capítulos la funcionalidad visual y propone un
programa de entrenamiento óculo-motor para la mejora de la velocidad y la comprensión
lectora.

Para aquellos que no estén familiarizados con este tema, conviene subrayar que existe
evidencia sólida sobre la ineficacia de tratar las dificultades lectoras mediante
ejercicios optométricos. La Asociación Americana de Pediatría (AAP) ya advirtió de esta
falta de evidencia en 1998. Y en 2011, ante la alta prevalencia de este tipo de
metodologías en el ámbito escolar, elaboró una revisión muy completa con la ayuda de
investigadores, pediatras y oftalmólogos para advertir de nuevo sobre la falta de
evidencia de la terapia visual en el tratamiento de las dificultades en lectura.

En esta revisión, la AAP subrayaba que ningún tipo de terapia visual (p.ej., los ejercicios
de seguimiento o las lentes tintadas) es eficaz a la hora de solucionar los problemas de
aprendizaje. Recalcaba que el modo de solucionar los problemas en lectura es hacer
hincapié en los procesos cognitivos que entran en juego durante el acto lector. Y aclaraba
que los movimientos anómalos de los ojos son, en todo caso, una consecuencia y no la
causa de las dificultades lectoras.

A este respecto, el profesor Juan Cruz Ripoll abordó la ineficacia de la terapia visual en
este artículo. Y lo hizo de nuevo en una revisión que realizó junto con su colega Gerardo
Aguado al abordar la evidencia disponible sobre diferentes intervenciones para el
tratamiento de la dislexia. Este último trabajo fue encargado por el Colegio de Logopedas
del País Vasco y por la Asociación de Dislexia de Euskadi ante la creciente demanda de
“metodologías alternativas” por parte de muchas familias. Dicha publicación se puede
encontrar aquí.

Terapia auditiva. Tomada de http://www.clinicamedicalia.com/consiste-la-terapia-auditiva/

MÉTODO BERARD Y MÁS…

Además de organizar cursos de formación como el que hemos mencionado al comienzo de


este artículo, el CNIIE está desarrollando un “Plan de Neurociencia aplicada a la
educación“. El objetivo principal de este plan es introducir al profesorado en la
neuropsicología aplicada a la educación con el fin último de mejorar la formación tanto
de los docentes como del alumnado. Si uno accede al espacio web de dicho plan,
encontrará entre otros un enlace al libro “Procesos y programas de neuropsicología
educativa”. La coordinadora de esta publicación es Pilar Martín-Lobo, recordemos,
directora de tesis de Violeta Miguel Pérez. En la descripción que este libro aporta sobre
su currículum vitae, se menciona que Pilar Martín-Lobo es miembro, entre otros, de la
Asociación de Profesionales especialistas en el Método Berard de integración auditiva,
del Método Padovan de Reorganización neurológica y del TMR de Reflejos. Sobre todos
estos métodos, Pilar Martín-Lobo afirma que “forman parte de los mayores avances
científicos en la actualidad” (p. 230). Vayamos por partes…
Información de Pilar Martín-Lobo en la página del master que dirige en la UNIR

TERAPIA AUDITIVA

El método Berard, que menciona Pilar Martín-Lobo, es una de las tantas terapias auditivas
que existen en el mercado. Otras terapias populares que se enmarcan bajo esta
denominación son el Método Tomatis o el Método Sena. Aunque existen pequeñas
diferencias entre unos y otros, básicamente estos tratamientos comparten una serie de
características. En primer lugar, todos ellos consisten en la escucha, a través de unos
auriculares, de música modificada electrónicamente. En segundo lugar, todos anuncian
solucionar un gran número de problemas, desde las dificultades de aprendizaje hasta los
problemas de conducta, pasando por el autismo o el TDAH. En tercer lugar, estas
terapias suponen un coste económico importante para las personas que deciden recurrir
a ellos, normalmente familias. Y, en cuarto y último lugar, todas ellas carecen de pruebas
sobre su eficacia e incluso han recibido el rechazo por parte de la comunidad científica.
Si alguien está interesado en leer una extensa revisión sobre la historia y la evidencia (o
más bien carencia de ella) de las diferentes terapias auditivas existentes, lo mejor que
puede hacer es leer este artículo de José Ramón Alonso.

Terapia auditiva. Tomada de http://www.clinicamedicalia.com/consiste-la-terapia-auditiva/


MÉTODO PADOVAN

A pesar de que Pilar Martín-Lobo describe este método (al igual que los anteriores) como
uno de los mayores avances científicos en la actualidad, conviene subrayar que el método
Padovan carece de estudios que respalden sus beneficios. Basta con una búsqueda en la
Web of Science para comprobar que, a día de hoy, aún no existe ni un solo estudio
experimental publicado en una revista científica de revisión por pares que ponga a prueba
esta metodología.

Muy brevemente, según explica su autora Beatriz Padovan en esta web, el método
Padovan de reorganización neurofuncional recapitula las fases del desarrollo neuronal
para habilitar o rehabilitar el sistema nervioso. Así, una terapia clásica de reorganización
neurofuncional está dirigida a “recapitular los movimientos neuro-evolutivos del sistema
de locomoción y verticalización del ser humano, del sistema oral que lleva al dominio de
la musculatura del habla, y del sistema ligado al uso de las manos y de los ojos con su
organización muscular compleja”. Como el resto de terapias mencionadas anteriormente,
el Método Padovan se usa para tratar casos tan diversos como las dificultades de
aprendizaje, la parálisis cerebral, los problemas de conducta, el Síndrome de Down o el
TDAH.

El método Padovan guarda mucha semejanza con los denominados programas perceptivo-
motores. Estos programas se basan en la noción de que los problemas neurológicos
provocan déficits de procesamiento relacionados con la integración de las habilidades
perceptivas y motoras e interfieren con el aprendizaje académico (Blythe, 2000). En
todos ellos se propone la realización de determinados ejercicios físicos para mejorar la
actividad cerebral. Algunos de los más conocidos son el Brain Gym®, el patterning, la
inhibición de los reflejos primitivos (sobre el que volveremos más adelante) y la terapia
de integración sensorial. De todos ellos y de algunos más, dio buena cuenta Keith J. Hyatt
en una revisión realizada en 2009. Tras analizar con detalle los estudios existentes, la
conclusión a la que llegaba este investigador es que no hay pruebas sólidas que
demuestren la eficacia de estos programas.
Método Padovan. Tomada de http://alternativasterapias.blogspot.com.es/2010/03/reorganizacion-
neurofuncional-del.html

TMR Y REFLEJOS

En el mismo espacio web del “Plan de Neurociencia Aplicada a la Educación”, existe un


segundo libro que se llama “Procesos e instrumentos de evaluación neuropsicológica
educativa” y del que nuevamente Pilar Martín-Lobo es coordinadora junto con otra
persona llamada Esperanza Vergara-Moragues. Pues bien, en este trabajo se propone
(entre otros muchos) un programa para promover la estimulación sensorial en los niños y
niñas inspirado en la idea de “la inhibición de los reflejos primitivos”: el Tratamiento de
los Movimientos Rítmicos (TMR).

Antes de abordar este tratamiento en concreto, conviene aclarar el origen del término
“inhibición de los reflejos primitivos”. De acuerdo con una de las teorías perceptivo-
motoras existentes, la persistencia de los reflejos primitivos (p.ej., el reflejo del moro
o el reflejo tónico simétrico del cuello) más allá de los primeros meses de vida puede
impedir un desarrollo normal de los niños y conducir a la aparición de dificultades de
aprendizaje (Goddard, 2014). Para solucionar este problema, existen varios programas
de intervención como el que propone el Instituto de Psicología Neuro-Fisiológica (con 21
personas autorizados en nuestro país según la web oficial) o el que citan Pilar Martín-
Lobo y colaboradores en el libro publicado por el CNIIE: el TMR de Blomberg (con 36
personas con título oficial en nuestro país según la web). Básicamente, la propuesta de
intervención de todos estos programas consiste en que los niños realicen movimientos
que imiten los reflejos primitivos para inhibirlos y favorecer así el logro académico
(Hyatt y cols., 2009).

Estos programas no solo tienen en común una teoría y una propuesta de intervención sino
que también comparten la falta de pruebas válidas sobre su eficacia. Muy brevemente,
en los estudios en los que se ha probado este tipo de entrenamiento, o no se han
observado mejoras o la falta de información sobre las pruebas de medición utilizadas,
entre otras flaquezas metodológicas, ha impedido dar por buenos los resultados
obtenidos (para una revisión completa, véase Hyatt y cols., 2009).

TMR de reflejos. Tomada de http://cuandonotodossontdah.blogspot.com.es/2012/08/ejercicios-


terapia-movimientos-ritmicos.html

¿QUIÉN VIGILA A LOS QUE NOS FORMAN?

Parece que en los últimos años nos hemos empezado a preocupar bastante por vigilar a
los que nos vigilan, pero no hemos reparado en la importancia de vigilar también a quienes
nos forman. Parece que ocupar un puesto en una universidad, en una Consejería de
Educación o en el mismísimo Ministerio de Educación otorga la libertad de promover lo
que uno quiera independientemente del rigor científico. ¿Quiénes son los principales
perjudicados por todo esto? En este caso, el alumnado con necesidades educativas
especiales y de apoyo educativo, cuyos problemas serán “tratados” con métodos
ineficaces a los que accederán en muchos casos por consejo de docentes formados en
estos cursos de formación.

Pero si hay perjudicados, probablemente también habrá quien obtenga algún rédito de
todo esto: ¿quiénes serían los principales beneficiarios? A ver si nos vamos a creer que
la decisión de las máximas autoridades de apostar por unos métodos u otros no tiene
consecuencias económicas. Los primeros que se beneficiarían de esto son los centros
psicopedagógicos privados que ofrecen este tipo de métodos pseudocientíficos para
tratar problemas de aprendizaje. Recordemos, además, que existen becas para que el
alumnado con NEE y NEAE pueda costearse esta intervención, lo que genera un “efecto
llamada” en los centros que ofrezcan estos métodos en lugar de otros que pueden ser
realmente eficaces, pero que no son los que recomiendan las autoridades educativas. El
profesorado formado en estos cursos de verano recomendará a las familias llevar a sus
hijos/as a pasar por el Método Berard, Tomatis, etc., haciendo que los centros se
adapten a las demandas de los docentes.

Pero para que un centro psicopedagógico privado pueda ofrecer estos servicios, sus
profesionales tendrán que formarse en estos métodos. Por esta razón, otros de los
grandes beneficiarios de estas decisiones son los organizadores y docentes de cursos y
master en los que se ofrezca esta formación. Recordemos que Pilar Martín-Lobo dirige
un Master Universitario en Neuropsicología y Educación de la UNIR.

¿Quién vigila a los que nos forman? Pues desgraciadamente, nadie. Se supone que existe
un sistema que se autorregula y en el que lo que se oferta es riguroso y de calidad, pero
la realidad habla por sí misma. Ahora que tanto hablamos de pseudociencias en la salud,
es el momento de empezar a pedir rigor a nuestros responsables educativos, aunque
viendo la guerra que dan algunos para imponer sus presupuestos ideológicos cada vez que
se modifica la legislación educativa, las esperanzas son pocas.

NOTAS

(1) Miguel Pérez, V. (2010). Funcionalidad visual y programa de entrenamiento óculo


motor para la mejora de la velocidad y comprensión de lectura. Madrid: Ministerio de
Educación, Cultura y Deporte (p. 7).

(2) Ibid, p. 63

REFERENCIAS

Committee on Children with Disabilities, American Academy of Pediatrcis (AAP),


American Academy of Ophthalmology (AAO), & American Association for Pediatric
Ophthalmology and Strabismus (AAPOS)(1998). Learning disabilities, dyslexia, and
vision: A subject review. Pediatrics, 102, 1217-1219.

Goddard Blythe, S. (2000). Early learning in the balance: Priming the first ABC. Support
for learning, 15, 154-158.

Goddard Blythe, S. (2014). Identifying Signs of Neuromotor Immaturity in Children and


Adults. En Neuromotor Immaturity in Children and Adults: The INPP Screening Test
for Clinicians and Health Practitioners, First Edition. John Wiley & Sons, Ltd.

Handler, S. M., Fierson, W. M., Section on Ophthalmology, Council on Children with


Disabilities, American Academy of Ophthalmology, American Association for Pediatric
Ophthalmology and Strabismus, American Association of Certified Orthoptists (2011).
Joint Technical Report—Learning Disabilities, Dyslexia, and Vision. Pediatrics, 127, 818-
856.
Hyatt, K. J., Stephenson, J., & Carter, M. (2009). A Review of Three Controversial
Educational Practices: Perceptual Motor Programs, Sensor Integration, and Tinted
Lenses. Education and Treatment of Children, 32, 313-342.

Martín-Lobo, Pilar (Coord.) (s.f.). Procesos y programas de neuropsicología educativa.


Secretaría General Técnica. Centro de Publicaciones. Ministerio de Educación, Cultura y
Deporte.

Martín-Lobo, P. & Vergara-Moragues, E. (Coord.) (s.f.). Procesos e instrumentos de


evaluación neuropsicológica educativa. Secretaría General Técnica. Centro de
Publicaciones. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

Miguel Pérez, V. (s.f.). Funcionalidad visual y programa de entrenamiento óculo motor


para la mejora de la velocidad y comprensión de lectura. Secretaría General Técnica.
Centro de Publicaciones. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

Vous aimerez peut-être aussi