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Asentado originalmente en

la experiencia clínica
y técnicas habitualeS" el.
salud mental. Estas •
de las psicoterapias breves, facetas de la indagatoria
este libro extiende van en cada capítulo
muchos de los principios
gestados en el desarrollo
a articularse, a comprometerse
recíprocamente, para abrir

de esa práctica al campo un conjunto de líneas que
más amplio de las tienden, antes que a cerrar
psicoterapias. El trabajo del un sistema, a arborizarse
autor se ubica en el lugar y surcar el campo
de encuentro de una triple
perspectiva: el intento de
en múltiples
direcciones de investigación. Héctor J. Fiorini
objetivar un conjunto El autor médico psiquiatra
de procedimientos de fOl mación psicoanalítica
psicoterapéuticos y extensa práctica
e identificarlos en su hospitalaria -experiencias
especificidad técnica; la ambas plenamente reflejadas
búsqueda correlativa en la obra-, lleva años
de conceptos que aspiren dedicado al estudio de la
a fundamentar teóricamt'nte problemática aquí abordada.
este campo asistencial; la Ejerce una constante
mirada crítica, a la vez labor docente hospitalaria
filosófica y epistemológica, y universitaria. Sus
dirigida al vasto mundo publicaciones previas han
de los supuestos obtenido un significativo
que impregnan las teorías reconocimiento.

Edición ampliada

T '.c A y T~CNICA : ?~'~


O;ERAPIAS
'O: Il. ~ StCOl 011'. PIltDA' ALIStll •
, • ~O ~ 8/UNO I nl. ~6Q¿O ,.0 eva Vision

Psicología
Contemporánea
Colección , Héctor Juan Fiorini
Psicología Contemporanea

Edición ampliada y actualizada

Ediciones Nueva
Buenos
Fiennl, Hécto' Juan
Teorí a y técnica de pS'co erap as - l' ed. 21' reimp. - Buenos Aires:
ueva V's OO . 2006.
224 p.: 19:(13 cm - (Psócolog a Contemporánea)

1.5.8 _ . 9ro-602-0 17-5


1. PSlco'ogía-Teoría 2. PSlcologia-Técnlca 1. Título
CDD ó 16.891.4

Dedico este libro


a Leticia, Daniela y Verónica
I.S 11. _ lO 9 ~O-61J2-017 -5 a mIS padres
I S.R ' n . 'J7x-950-602-017-0 a Susana y Amoldo Liberman
a Emilio Rodrigué
. '
qUienes. de ' maneras ,que
tel "muchas ne ti'e
n que ver
1
con ~ In Igencla y el amor, han habitado
conmIgo estas páginas.

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C\l8lquler sistema - incluye ndo el fotccopiado-
que no h~ya s id o expresa mente autorizada por el
editor comstítu yc una infracción a los derechos
del autor y 8e rá reprimida con penas de hasta
• •" R~O. de prisión (art. 62 de la ley 11 .723 y arto

172 del Código Pe""l l.

V¡.i6n SAle. Tucumán 3748, (1189)


Queda heeho el depósito ~ue
I printed in .vlent"'·
Capítulo 1
INTRODUCCIÓN:
EL CAMPO DE LAS PSICOTERAPIAS
Y ALGUNAS DE SUS DIRECCIONES
DE DESARROLLO

El ca mpo de las psicoterapias emerge en los últimos años portador de


problemá ticas de una complejidad creciente. Desafia nuestros es-
fu er zos en varios niveles: epistemológico (incluyendo los replanteos
de la crítica id eológica), teórico, técnico, docente, de investigación
(con s us complej as exigencias de orden metodológico). El avance en
el desarrollo de estos niveles, para una elaboración científica del
campo, es lento; lo cual debe necesariamente preocuparnos: en Jamás
simpl e de las intervenciones terapéuticas sejuegan vidas, proyectos,
rumbos de individuos y grupos . Toda carencia científica en este
campo es problema de urgencia, de respon sabilidad social humana.
Las vías de abordaje para su desarrollo científico son múltiples, lo
cual no impide el reconocimiento de prioridades. Tres aspectos se nos
han presentado como más urgidos de una tarea elaborativa que
apuntara a ahond arlos: uno, la necesidad de afinar la descripción y
explicación de s us técnicas; otro, el del trabajo sobre ciertos pilares
teóricos e n los que pueda asentarse y a Jos que pueda a su vez
enriquecer la práctica técnica; tercero, el del cuestionamiento ideoleS-
gico de las teorías y de las técnicas, que pueda colocarlas en relación
Con det erminaciones del contexto social más amplio. Los capítulos de
este libro reflejará n s in duda, con distinto grado de acierto, estas
prioridad es. Un enfoque que intenta constituir una teorla de las
técnicas de psicoterapia que inclu)·a una consideración erltica de
algunas de sus bases ideológicas. Esto quiere decir una teoría de las
técnicas que no acepta limitarse a dar cuenta de m
concebidas con fines de mera utilidad, que no apunta
"resultados" aislados de un amplio marco teórico e
Si se concibiera a las técnicas como recetas
(acepción que parece tomarse en el rechazo de
r elacionarme con el paciente o con el grupo en forma global, vinculan-
. 1 técnicas) todo interés en las técnicas do s us problemas con todos los aspectos de su mundo circundante,
en ese nivel de as n'os Se trata en cambIo de distingIJir en él fantasía de realidad y estudiar esa relación," "Frente
seguramen te a fines espu . ' d
de una práctica que, CUI a o- d
a un ser humano complejo vi que no hay una cosa para hacer sino
las técnicas en cuanto campoptualizada, r emite inevitable- muchas." "Empecé a pensar más libremente desde una perspectiva
saIllente investig~da, reVlsad~~~~~~7ón , un salto t eórico importante humana y desde mí." "Me sentí más libre como terapeuta, vi que es
ente a una teona. En esta 00. cuando se p asa de l as com umca- ú til preguntar, qu e no está prohibido reír a veces, y que no siempre
ID ......,.a en el nivel de las t écmcas, de cada escuela , a l int ento de h ay que interpretar." "La comprensión de un enfoque situacional me
se v ....- , la teona .
, es categorizadas segun
aon . es concretas del t erapeuta medIante ' . un aclaró cómo entr a la ideología." "Me quité el fantasma de la distancia
describir las intervencIon uellas s uperestructur as t~on cas. ter apéutica y perdí el miedo a errar la interpretación." "Me aproximé
1 aje no comprometido con :~ un nivel más alto de teon a. . a un psicodiagnóstico que dé una visión más concreta del paciente."
=pasaje conduce a trabajar bordan en este volumen,han sU~gIdo ''Vi que no todo está terminado y que de mí también depende el
Muchos de los temas que se ~io Goldenber g y de la pr~ctlca chmc~ desarrollo de la psicoterapia en la Argentina."
r
de la enseñanza del Dr. !"lau : Servicio de p sicopatologIa del Poh ch- Estas conclusiones pueden ser un estímulo motivador para pre-
l
rea1izadaconsudlrecclOn en de Lanús, Provinci a de Bu enos Aires . guntarnos cuáles son los soportes de una orientación teórico-técnica
mco GTegorio Araoz Alfara.', u os de médicos, pSiqUIatras, capaces de concurrir en la dirección de aquellos resultados. Movernos
Han sido objeto de dlSC,:,slOn en gr e~agogos, t er apistas ocupaclO- a caracterizar los aspectos fundamentales de contenidos teóricos e
psíc61ogos, asistente~ SOCIales, ps~c~: trabajo, principalm ente hOSpI- ideológicos que trazan las líneas directrices de aquella orientación de
nales, que han constitUIdo grupo, t órico-técnica del amplIo campo tra bajo. Al menos esa es la tarea que indujeron en mí. Mencionaré
centrados en laelaboraclOn .e 'f o han s urgi do valIosos entonces las que he podido r econocer como direcciones clave de una
ea psicoterapias, De su tr~baJo C~o's\an fr aguado a la luz de actitud ci entífico-técnica comprometida con el desarrollo de este
parte de nuestros esarro 1978 fund am os el Centro campo.
diálogo grup~1. Desd~ d as istencia Yformación de
msbtuCIon e . t'd y 1. Entenderlo como un campo en estado experimental pleno,
. t bién h emos dlscu 1 o
en euyos equipos de traba~o am ara el campo de ocasión de una diversidad de aperturas, seno de una dispersión
las lmeas de inv~stJgaclónd tr~~~d6a~~sta el presente creadora antes que lugar de anclaje de sistemas acabados, Esto
Psicoanalíticas. D~S e d "Clínica Psicológica y quiere decir terreno fértil para innovaciones e intuiciones, tratables
y conducido la Cáte. rf ; d la Universidad de progresivamente con el rigor de una exploración científica. En este
la Facultad de PSICO OgIda e temáticamente los aspecto el campo se enriquece constantemente con el surgimiento de
BUS aulas hemos trata o SlS d tes 300 nuevos enfoques técnicos. Para algunos esto conduce a ensayar una
de campo de estudios, con 50 ocen Psico-
de suerte de actitud liberal dispuesta a admitir sin prejuicios de eseueJa,
del último año de la carr~r~oAlegre, mientras se sigue con el propio método que otros reclamen
Montevideo, en ESIp de.o - OS de un lugar. Pero en realidad de este modo se esquiva un problema más
en Acippia de Madrid hemos sosten~do an básico: el impacto necesariamente reconfigurador del campo que las
jornadas de elaboracIón teórIca. upos nuevas técnicas pueden llegar a producir al dar muestras de
tareas los miembros de uno delestoSngres que eficacia: obligar a replantear las indicaciones .
, 11 d conc USIO
sus resultados, cgan o a " técnicO del de las técnicas y, más profundamente, los so~~ te6ncos
nuestro enfoque teonco- der mejor enfoque, Si nuevos recursos aportanefectosongmaJes
conclusion~s: "~ude edn~~cticodelo de ciertos enfoques gl upales, de parejas,
un mteT]uego la ara nes breves, terapias por la música y el
lDe dio instrumentos p lio: ,
revisar las limitaciones de los anteriores y a
abrió un camino más alDP dé cuenta de estas limitaciones de
~U· emergencia de
ClSAM <Centro lnte
para un vasto movl;n~7dad potencial del campo desborda h asta el
· . nto de transformaciones teóricas. Debemos
asumir que la creabl . s capaces de efectuar su rescate con- me engañen, r ecortando elementos efectivamente "reales" de esa
momento a las ela oraCiOne persona puestos en estado de cosas, no articulados, ignorando la
ceptua!. es tructura de la experiencia, su organización en base a las tendencias
que en esa persona presionan hacia alguna totalización de sí misma,
de los puntos de urgen cia la
2 Identificar entonces c?mo une~garnos a inven tar conceptos y en cuyo seno los dinamismos grupales (familiar, laboral, cultural),
ne~sidad de construir teona, arrhil o'tesis que podamos cambiar al s us campos prospectivos r eales e imaginarios, s us prácticas ideológi_
cas, Y s us condiciones materiales socioeconómicas y políticas concu-
modelos de proceso s'. aventurar. ' p Si reconocemos qu e s m. t eona'
d d r su luz provlsona. , d rren , chocan y se acoplan para dar emergencia al hombre en situa-
primer paso . a opo , dremos entender por que, e una masa ción . Una teoría antropológica que enmarque el incesante esfuerzo de
no hay práctIca clentIfica, po. I los EE UU. sobre PSlcotera- con strucción y reconstrucción de totalidades singulares concretas es
bl ' . es que c"cu an e n . I
enol'lnede pu IcaClOn " el material rescata ble, e que condición para que toda manipulación correctiva pueda aspirar a una
pi as ~esulta escaso en :l:1:;c:~todos y abrir rutas conceptuales in serción en el nivel humano.
permIta cuestlOnar a fo arte de las investigacIOn es producIdas
nuevas. He revI sado b~en,~Jmos 20 años. Sus resu Itados Son pobres, 4. Profundizar todo esfuerzo de descripción de los hechos que
sobre psicoterapIas en os u d la experiencia clínica. No es que emergen en la experiencia psicoterapéutica, exigir el máximo a las
quedan lejos de I_a nque~~so:' el déficit no es m etodológico en palabras para obligarlas a dar cuenta detoda la riqueza del acontecer
carezcan de dl senos. ngu st,h, en las categorías que operacionah- e n la situación terapéutica, detectar s u enjambre de significaciones,
principio. Las hmltadclO~~ \ teórico del que se las desprende . Por s us secuencias, sus leyes todavía OScuras. Este trabajo de descripción
zan en el r estnng¡ o e ICI . oterapi assonraras
eje~plo: i~vestgaCione::~b:~ ~r~~~:'i::~:croscóPiCO
las (compu-
rigurosa tiene r elevancia científica e ideológica: es necesario tellni-
nar Con las éJites profesionales que puedan monopolizar sus fórmu-
yfragmentanas. gunabsc 'dad de tiempo" o "cocientes de las, como si se tratara de secr etas alquimias. Lo que seha pretendido,
tando "cantidad de pala r as por um. I r as eetos más
e interesa damente preservado como arte intuitivo individual, debe
silencio").. Otras investigaciOnets, des~l~a!a(~~:~;:~e St~upp sobre transformarse en saber trasmisible, si es posible mediante recursos
significatIvOS de la 1I1teraCClón erapeu I . rescalón
tipo de intervención del terapeuta) han quedado en un prime S sobre docentes más amplios que los de la contratación bipersonal privada_
deeeriptivo exploratorio. De la mis ma maner a, IDvestlgaclOne t _ Si l o que realmente se ha querido asegurar es la función del contacto
lI!8IIltados han pel mítido objetivar aspectos d el cam bID e~fct~~on ~:e empático, de la intuiciónyde la sensibilidad poética, nada impide que
pias pero no han superado el nivel descnptIvo , en la me 1 un oficio sólido basado en la objetivación de las técnicas conserve
no~propuestoteoríassobreel cambio. Por ello enten demos que a además vivas aq uellas dimensiones del arte.
tceadec:onstruirteoria es prioritaria en este campo. Sólo SI avanza:
-- tendrá después sentido intentar mvestIgacIO 5. Conceder importancia especia! en la formación del terapeuta a
lISlItás ambiciosas, la experiencia de vivir y estudiar más de una técnica de PSicoterapia,
Es en eljuego de contrastes y semejanzas en este campo diversificado
a Pft'""r
.....
de la necesidad de inscribir toda teoría psico lógite
. , 't dos ra-
Ca Y donde se a dquier e plena noción del sentido y los alcances de cada una
de las técnicas. Es por el juego de contradicciones y superposiciones
y toda conceptualizacIón r eferente a me o .ón
el marco de una teoría del hombre, de una concep¡"~lo_
entre distintas técnicas que puede ir desprendiéndose el aporte
específico de cada una de ellas. Cierta tradición de escuela ha
Sartre ha podido aseverar que la s~c sa propuesto que el terapeuta se forme en una técnica y con una teOI1a
íncluidoel psicoanáli sis, en cuanto carente~ ~:ra "para evitar confusiones". Esa temida confusión es segura te
del mundo humano, carecen de vedr a z le evitable para cualquier terapeuta de cociente intelectual
·
eleelltido de este cues t IOnaml 'ento , ca aduna
ve cambio lo temible de aquella postura es la restricción mental. el
·
porque ¿qué me d Icen acaso . e sus empobrecimiento defensivo frente a la
..... '-- sus defensas his tero-fóblcas'l vez la resignación al tañido de una cuerda tiente
.....vu, Poco,yta polifonía. Lo peligroso está en que todo experto en
· a ¡'ntentar con ella abarcar
procl¡ve . el mundo. Y es conocido que
monocultivo y subdesarrollo van Juntos. 7. Las psicoter apias de más antiguo arraigo, las más difundidas y
estudiadas son, sin duda, las verbales, esto es, las que concentran sus
. . . dividuales son seguramente los métodos de expectativas de cambio en el poder modificador, revelador de la
6. J.as pSlcoteraPlas;n r ación y a plicación clínica, a partir de palabra.
más asentada concep ua IZ sicoanalítica y m uchas de sus elabora-
heredar la larga expen~I~C1a p décadas la masividad de la demanda,
Se ha señalado como problema el desgaste de las palabras con el
uso (o el mal uso) del lenguaje psicoterapéutico (3). Se ha hablado de
cionesteóncas.Enlasu mas Id sar;ollo de técnicas grupales de
entre otros factores, mdu~e e ~ d de sus mayores posibilidades
que hay palabras (como "per secución", "dependencia", "castración",

"negar" "una parte de uno, o del otro") que cada vez dicen menos, que
aceleradoritmode~x:n~IO~e~se p~r qué pueden, no obstante, las a menudo se usan, como decía Bion, para no pensar. Que nos colocan ,
de alcance social. a p an e ertando nuestro interésy cuáles son como lo den unciaba Art aud, frente al "desconcertante desamparo de
técnicas individualesselr;"r conc . ales Varias son las razones: la lengua en sus relaciones con el pensamiento" cuando "ni una sola
sus relaciones. co~ .Ias ~;::: q~leU!avor~ce sin duda los desarrollos de nuestras palabras vive en nuestra boca más que separada del
aquella herencIa onco;; tes situaciones en que, por factor es cielo" .
de esta área; las muy rec~eer: instancias de crecim iento personal
diverSC:i eldmdlvld~~~~~ias grupales; también la ventaja de P?der
El enfrentamien to de esta problemática del lenguaje es otra de las
direcciones importantes para el desarrollo de nuestro campo. En ella
separa
pensar un es . etesus peue con menor número de participantes restrmge s urge todo el problema del lenguaje en sus relaciones con el cuerpo y
SIS ma q lt a or
de las variables en juego y las hace r es a .sr con m. y .
~f:d~
con la acción . Y se a bre entonces a la investigación la cuestión de las
Personalmente h e podido cotejar la expen encla de las técru- posibilidades de un lenguaj e activo, vivo, en el marco de una interac-
cas individuales (psicoanálisis, psicotera pIas de tnstght, de apoyo, ción corporal r estringida, y en el contexto más amplio de un estilo de
entrevistas de orientación) con otras grupales (parejas, fam.lhas, vida de paciente y t er a peuta, signado por las restricciones represivas
laboratorios). He constatado que muchos de los conceptos teon co- de la acción . La tradición terapéutica ha asentado en la premisa de
surgidos de los métodos individuales e ncu en~ran entera no actuar para poder pensar, quedarnos quietos para poder concen-
ap\iración en contextos grupales (nociones de foco, r elaClOn d e tra ba: trarnos. La id eologia de estas premisas o sus derivados ha sido
jo,lIIIlÜvación para la tarea, proceso d e contrato, t1p.os de m terven destacada. ¿Aquella propuesta con lo que tiene de verdad parcial no
ri6n del timing, estrategias y artl culaclOn .de r ecursos, ha sido a la vez la ada ptación inadvertida a un contexto de inmovili-
aplicabilidad grupal de la experi encIa blper sonal dad general? Lo cierto es que una nueva línea de experiencias
1»Diep, por el contrario puede respetar pl enamente , los dmarnls- grupales, psicodram áticas , de trabajo corporal, su convergencia en
_propios del nivel grupal multipersonal. Lo que se desprende de los laboratorios de interacción social, han venido también a cuesti<r
es que los métodos individuales , aunque hmttados nar aquellas premisas sobre las cuales surgen los problemas del
en sus alcances asistenciales, sigu en constItu- deterioro de la palabra. En estas experiencias lo que se constata es la
investigación teórico-técnica capaz de nutrir en posibilidad de invertir en parte la premisa, subrayando la necesidad
la tarea con grandes grupos. A la vez, no de actuar, de comprometer también el cuerpo para poder sentir-
grupales pueden cuestionar profunda- pensar-verbal izar con una intensidad y veracidad nuevas. Estas
a replantear los enfoques individuales: desde la experiencias facilitan un acceso pleno a ese nivel de sensibilizaci6ny
de un club de socialización (2), por ejemplo, es pOSible contacto consigo mismo y con los otros donde el lenguaje vivo,
a fondo loa métodos de sojuzgamiento cultural o de personal, afectivo, a menudo poético, es emergente natural de lo
ele relaciones autoritarias en el ámbito bipersonal, VIVido. Estos nuevos contextos de experimentación gl upal abren
""':biettos bajo el signo de lo obvio . además al aprendizaje de nuevos lenguajes, plásticos, corporales,
dramáticos, que una cu ltura represiva mantiene relegados a la época

de los añorados juegos infantiles .
desarrollos teóricos y técni cos se hace'deo
al "paciente", será conven,iente enten el Desde luego, no se puede Suponer que baste con sentir el
O un pupo de amplitud variable , cuerpo o la piel del otro, con intimar y expresarse más
Como metas. Además, hay que poder abrirse a
a palabras vivas que habitan el m undo per sonal y lo hacen habitar por Esta problemática se ha hecho decisiva en momentos de discutir
la cultura 1 y abrirse además a un proceso de enfre ntamie nto conslgo seriam ente programas de salud mental en Chile. La misma viene
mismo y con la cultura a través de ese encu entro con las pala bras.
Papel singular, decisivo, del l en g uaj e verbal, en la expen encla , •

uruda al h echo de que las técnicas se han forjado en las metrópolis
coloru zadoras y h a n sido aplicadas sin respetar condiciones de regio-

terapéutica. . •
• na]¡zaclón , es decIr, al margen de hábitos, tradiciones, subculturas
Esta dirección de des arrollo en psicoter apIa apunta a recuperar •
• urban as, s ubur ban as y rurales.
todas aquellas condiciones en las cuales se haga poslbl~ a la palabra • Otr o nudo de c ~ estiones reside en cuestionar estilos terapéuticos,
el encuentro de su máxima plemtud. Problema ter apeutIco que h a modalIda des de vmculos propuestos entre paciente y terapeuta que
'do desde siempre problema de poetas : encontrar palabras que p ueden estar asentados en el modelo de las diferencias de clases y de
~en ser acción más que contemplación , q~e m ás val e abr a n las relacIO nes de poder establecidas por esas diferencias.
enigmas en lugar de resolverlos, que vuelvan cuerpo V1VO lo que Aspectos complementarios de esta problemática se abren con el
está prisionero en las palabras". Desde esta tarea se entl,en de el estudio de las instituciones en las que se aplican las psicoterapias y
consejo de Laing a los nuevos terapeutas: leer y escnblr po~sl a ~omo en las que se enseñan, cuyas funciones ideológicas van siendo
actividad formativa esencial. Una coherenCIa con esa poeSIa leIda y progresivam ente develadas.
Escrita exige además vivirla, dentro y fuera de s esión . Otr os niveles de investigación de la problemática ideológica sur-
gen con el estudio del papel que juegan en la relación terapéutica la
8. Parte integrante del quehacer sanitario, las psicoter apias com- ideologia explícita por un lado, y la ideologia no explícita por otro,
parten la necesidad de una revisión epistemológica y fi losófica vehiculizada a t r avés de interpretaciones orientadas en una determi-
c:on.stante. Portadoras de premisas sobre salud y enfermedad de las nada dirección, y del empleo de nociones psicológicas o psicopatolá-
personas, las psicoterapias deben ser colocadas, t odas, bajo la lente ,
• gicas de fachada "cient ífica". Emergen asimismo los problemas crea-
de una rigurosa crítica epistemológica. Si el tera pe uta se pretende ,• dos por la concentr ación del esfuerzo terapéutico en individuos o en
deveJador de enigmas de su paciente, es éticamen te forzoso que , •
pequeños grupos, prá cticas de las que importa destacar las nociones
empiece por indagar cuidadosamente el inconsciente de s u clase y de sectori ales de enfermedad y curación que enfatizan, y el significado
80 capa social, por cuestionar radicalmente sus propias det ermina- ( que as um e ese recortamiento sobre el fondo del sistema social en que
eioN.,1as tiñen su acción y su discurso. Este es otro nivel de la se aplican .
psicoterapias. No es casual que llegue con retraso en Es posibl e que como resultado de estos replanteos, las técnicas de
_ kls anteriores; las razones de este atraso se explican psicoterapia que conocemos deban ser parcial o totalmente cambia-
del conocimiento; tienen íntima ligazón con las das. Si fu era éste el caso, todo esfuerzo de descripción y conceptuali-
.........de la oficial, que impuso por años como obvias sus zación podrá contribuir, con otros factores, a que ese proceso se acelere
_:8 de salud y enfermedad, y también con las
;"'eho:tIla!eS impuestas a las capas profesionales por
y conduzca a niveles más altos de la elaboración científica en salud
mental. Cumplirían entonces su misión de peldaño. Sabemos, además,
las distorsiones de la colonización que el futuro de las psicoterapias consistirá en negarse dialécticamente
elite sentido, al comienzo de intentar una como terapias, para volcar sus adquisiciones y desarrollos en los campos
té<: ..iras de psicoterapia replanteada en sus bases de la prevención y la educación.
profesionales surgidos de esta práctica SOCIal . Las revisiones por realizar nos llevan a un trabajo interdisciplina-
algunas de esas bases ideológicas; otras • TlO. El pensamiento propio de epistemologias de Complejidad (Edgar
a quedársenos ocultas en las raíces de las Morin, Gilles Deleuze, Félix Guattari, lIya Prigogine) se ha ido
a nOllotros. , c?nstituyendo en el cruce de aportes sociológicos, fIsicos, qnfmicos,
de las psicoterapias se abre en var!os c~bernéticos, climatológicos, de biología celular, antropológicos, eco.
de que las técnicas y sus teonas j 10glcos. Ese pensamiento nos conduce
social aislada en claustros acadé- las conductas, las fuerzas incidentes en y
y pautas culturales de los demás condiciones de cierres y aperturas.
En el campo de las psicoterapias, en aspectos más
especialización, se han desarrollado aportes de enfoques vinculares, Int~Tuenciones ~sicoanalíticas de Objetivos y Tiempo Definidos, Mon-
sistémicos, cognitivistas, bioenergéticos, lingüísticos, así como reno- tevideo, Roca Viva, 1995.
vados aportes de la investigación psicoanalítica. Todos estos enfo- 12. Fior~niJ. Héctor:~ueuas Lineas en Psicoterapias Psicoanalttü.:as. Teorta,
ques han mostrado perspectivas de una creCIente complejidad para . TeclUcay Clm,ca. Seminarios en ACIPPIA. Madrid, Psimática, 1999.
nuestros abordajes clínic.os. Hacerse cargo de esta complejidad se 13. FlOnru, Héctor',Defey, Denise, Elizalde, Juan, Menéndez, Pedro, Rivera,
convierte en .otra de las direcciones principales del trabaj.o teórico y Jorge y ROdnguez, Ana María, Focalizaci6n y Psicoanálisis, Montevi-
deo, Roca Viva, 1992 .
de las prácticas que configuran este camp.o. . . 14. Fiorini, Héctor y Peyru, Graciela, Aportes teórico-clínicos en Psicotera-
Los pr.oblemas s.ociales desplegados con la era del capltahsmo , pias, Buenos Aires, Nueva Visión, 1978 .
gl.obal intr.oducen nuev.os impactos para la ~alud mental de. indIVI- 15. Feixas, G., Miro, M. T.,Aproximaciones a la Psicoterapia. Una Introduc-
duos, gruP.oS y c.omunidades. La desocupaclOn y la inestabilidad en ción a fos Tratamientos Psicol6gicos, Barcelona, Paidós, 1993.
las condici.ones de trabaj.o nos introducen en el estudIO de nuevas 16. Freu~, SI¡¡;nund (1910), "Las perspectivas futuras de la terapia psicoa-
situaciones críticas y traumáticas. Las pr.oblemáticas del P.oder naIttIc~ ,en Obras Completas, vol. 11, Buenos Aires, Amorrortu,1992.
globalizador, sus modos de constitución y sus efectos , obligan a 17. Fre ud, S lgmund (1918), "Nuevos caminos de la terapia psicoanalítica",
nuevas investigaciones sobre las condicIOnes que hacen a los trastor- Obras Completas, vol. 17, Buenos Aires, Amorrortu,1992.
18. Gedo, J., Aduances in Clinical Psychoanalysis, New York, International
nos y a las tareas capaces de promover salud mental. Se trata de University Press, 1981.
comprender el entramado de factores sociales, económicos,jurídicos, 19. Goldenberg, Mauncio, Cursos de Psiquiatría Dinámica, Servicio de
políticosyculturales que hacen a la constitución de la subjetividad en P sicopatología del Poli clínico Araoz Alfaro, Lanús, Provincia de Bue-
las sociedades actuales. El campo de las psicoterapias debe abrirse nos Aires,1965-1970.
actualmente a estos desafíos. 20. Goldenberg, Mauricio, Supervisiones clínicas, Ateneos y Discusiones de
E strategias. Servicio de Psicopalología del Policlínico Araoz Alfaro,
La nús, Provincia de Buenos Aires, 1962-1970.
21. Gril, S., Ibáñez, A " Mosca, I. y Souza, P. (eds.), Investigación en Psi-
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Brasil, Pelotas, Educat, 2000.
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L AJexander, Franz y French, Thomas (1946), Terapéutica Psicoanalítica, 23. Hardt, M., Negri, A. (2000) Imperio, Buenos Aires, Paid6s, 2002.
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Rachele, H., Teor(a y Práctica d el Psicoanálisis. l!. Estudios
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in strumentos desarrollados en la etapa previa presentan inevitables
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N lwes ¿n treatment. A study o{psychoanalysis sati sfacer las necesidades concretas" (16). Esta práctica asistencial
D. & ew York, Guilford, 1986. res ulta movilizadora: lleva a cuestionarse sobre los principios de la
et p-,chatJu, . ' A., Tra<lement psychanaly tique. Psycf¡a- propia "ideolog ía" terapéutica, a revisar sus fundamentos. Básica-
rapleS, Pans, Medecine-Scie nces, Fla mmarion, mente son los urgentes problemas prácticos creados a las institucio-
• nes los que "fu erzan un replanteo sobre los métodos actuales de
Books and Interpretation. Frag m ent o{ an analysis, tratamiento y la búsqueda de nuevos métodos" (51).
2'1u • 1989. De hecho, fre n te a demandas ya creadas, las instituciones se ven
r~~~ique of PBychotherapy, (3" ed. ), Ncw York, obligadas a instrumentar terapéuticas breves. Estas modalidades de
1 Los trabaj os contenidos en este capitulo y en los dos siguientes fueron
mente publicados en Acta Psiqllidlrica y Psicológica de América
1970 y 1971, respectivamente). Agradezco a la dirección de
para incluirlos en este volumen.
asi~tenciaJ q~e as~men con frecuencia e l carácter de ensayos, s e
extienden baJo el S IgnO de la desconfianza o el descrédito (aun para le.s hi stóricos intervinientes en la ecuación etiológica, pero si un
quienes las ejercen ) por tratarse de instrumentos considerablemente d,ng ,rse esenctalmente a aprehender la estructura de la situacwn
ambiguos en sus fundam entos y en su técni ca, y cuya brevedad de transversal en que se actualizan los determinantes patogénicos; esto
aplicación sugeriría ya soluciones precarias, m ás aparentes que obhga a menudo a j erarqu,zar el papel desempeiíado por las condi-
efectivas. Lo cierto es que para estas psicoterapias, en gran medida cwn~s CÚ;, ULda del pac,ente, dmgirse a la experiencia actual de "la
"empíricas", vale el cargo de que constituyen procedimientos poco reahd ad del pacIente (60). Un criterio básico reside en considerar
definidos, altamente impredictibles y de efectos difícilmente evalua- que en gran medida "el hombre depende directamente de su ambien-
bles (71). te di ar io común para su normal funcionamiento" (64).
No obstante, estas psicoterapias van haciendo la prueba de la . ,En co n secu~n c ia , en la psicoterapia breve se intenta una compren-
experiencia (que ya no es tan nueva), y arrojan r esultados que stOn ps,codL/w mLCa de la ULda cotidiana del paciente que se instru-
permiten construir algunas hipótesis provisionales. Parece, pues, menta en las interpretaciones, en la planificación de su vida diaria
oportuno considerar al menos la posibilidad de que estas prácticas en orientación familiar o laboral. Esto significa ocuparse del "afuera"
rebasen el mareo de un empirismo oscuro, encuent ren una r aciona- del tratamiento, esquema operacional propio de esta técnica que
lidad que las legitime, las haga coherentes y las constituya en contrasta con las reglas t écnicas del psicoanálisis estricto. [El anta-
técnicas individualizables, dotadas de sentido, indica das científica- gonismo franco que existe en este aspecto entre ambos esquemas
mente y no meros recursos accidentales para una emergencia so- r efer enciales explica las dificultades con que tropiezan terapeutas
cioeconómica y sanitaria. Para eno estas terapias breves necesitan con form ación analítica preponderante cuando enfrentan condicio-
asentar su base en la experiencia clínica, concepción teórica y siste- nes asistenci ales que requieren este otro encuadre (17, 49).J
matización técnica del psicoanálisis, e incluir aportes de otras di sci- Por "condiciones de vida" se alude aquí no sólo a la constelación de
pl~nas sociales y de diferentes modalidades terapéuti cas, pero vínculos in terpersonales que constituyen el grupo primario del pa-
onentándo~e bacia la elaboración de un esquema referencial propio, ciente, sino adem ás a sus condiciones de vivienda, trabajo, perspec-
ya ~ue ~ ejercen en un contexto original que no admite la extrapo- tivas de futuro,l as t ensiones desu grupo social, su cultura particular,
laCIón dIrecta de conceptos e instrumentos surgidos en otros campos prejuicios, mi tos y otras formas de conciencia alienada.
asistenciales. Se tiende así a asignar eficacia causal etiológica a un conjunto de
factores que operan, más allá de la etapa de neurosis infantil, en un
campo dinámico que rebasa el nivel de fenómenos ligados a la
elementos situación edípica (56) (con toda la importancia que no obstante se
esquema referencial reconoce a estos factores básicos).
Melanie Klein ha destacado especialmente las limitaciones de un
de las psicoterapias breves enfoque exclusivamente centrado en los primeros impulsos y fanta-
~ter~~tica breve.puede organizarse por referencia a determi- sías infantiles:
m e os sobre etIOlogía y funcionamiento normal y enfermo de Esto neva necesariamente a una presentación algo unilateral y esque-
reseñar aquí algunos conceptos básicos mática, pues no me permite hacer justicia a los múltiples factores que
pueden incluirse entre los fundamentos que dan ejercen durante toda la vida una interacción entre las influencias del
asistencial propia de estas modalidades mundo externo y las fuerzas internas del individuo, y que adóaD
conjuntamente para elaborar una relación adulta (43).

Una terapéutica breve se orienta fundamen- Una adecuada comprensión social del paciente no se
psicodinámica de los determinantes como alternativa excluyente de su comprensión
de enfermedad, crisis o descompensación . c¡ue Se dirija a complementarla y enriquecerla, puede
de los factores disposiciona- lllterjuego variable entre ambos mundos, interno
compleja organización dinámica de
• b) Relaciones entre .
das a lo largo de experiencias básicas tempranas, frente a un mundo :~~~:f~~Piatiluos La~S;;~:~~~~~~ ~~~mp~r~mientos potencial-
actual de objetos reales, grupOS, instituciones profundamente pene- t p n e e campo de los fen6 ~lca a IlumInado funda-
trados por determinaciones económicas, culturales, ideológicas. Hart- e. ero todo un cuerpo de d t menos de enfermedad" del·
mann ha llamado la atención sobre el papel selectivo que en la ~a pSIcología general ysociala(;)s ~e ¡~
experiencia clínica así to~~e~~
aparición delrastornoS psíquicos ejercen determinadas estructuras e ~ue modelos de conducta patot evado acuestionar l~ posibilidad
sociales, actualizando o inhibiendo la emergencia de actitudes adap- con ucta del paciente de s . ogIca puedan dar cuenta de tod l
tativas (36). La investigación sociológica en psiquiatría confirma esta Freud adver tía en ;stos t~~istencIatotal. a a
en pacIentes psicóticos.. nos la lImitación del área"e-'
JUerma"
perspectiva:
La personalidad no puede adaptarse a la vez porque está enferma y
El. problema de las psicosis sería sim . '.
porque la situación social es demasiado t ra umatizante; la distancia mIento del yo co n respecto a la rea]idl~ e tnt:ehglble si el desprendi-
entre ambas (que es un h echo social) deriva de la i mplicación mutua mente. Peroesto s ucede, al parecer sól a p~dlese efectuarse íntegra-
en un conjunto dinámico orientado hacia la ruptura en lugar de ir ~un e~~~tados que se han apartado deol~~~~~?~C~Sdos,Oquizás nunca.
hacia la acumulación (12 ). n me I a tal corno los de confu s'ó ~ a el mundo exterior
enteramos, por las comunicaciones q~en alucJn~t~ria (a mencia) nos
En este campo interaccional complejo, la estruct ura de la persona- una vez curados, qu e aun entonces se nos sumIOistran los enfermos
lidad, relativamente autónoma, debe ser comprendida como subes- s u mente -corno suelen expresarlo- mantuvo oc ulta en un rincón de
tructura, no suficiente en cuanto no en cierra en sí la totalidad de sus pasar a.nte sí la fa ntasmagoría pato! ' u.na person~ normal que dejaba
determinaciones . Una cons telación de factor es múltiples correspon- Im parCIal. L.. ] Quizá podamos re ogJ.~a,comosl fuera un observador
dientes a diferentes niveles, potencia dos mut u am e nte por "encaje fe~6~eno presen tado por todo~ lo:t~:lr, con c~rácter general, que el
reciproco", configura la estructura "enfermedad". Si bien hay pacien-
FSlq~ lca. Se han formado dos actitudess;s. se~eJantes es una escisión
a pnmera, que ti ene en cuenta la re r~lq~llCas,enJugardeunasola:
tes en quienes la relación con objetos internos es dominante funcional ap~rta al yo de la realidad b'
unaju:t~ ~a mnuencJa de los instintos. A;"~as
. a l a. y es norma l; la otra ue
en la emergencia de síntomas, siendo para ellos el mundo externo actitudes subsisten la
mero depositario de sus proyecciones, ésta n o par ece ser la ley de su fuerza relativa (23). la otra. El resultado final dependerá
universal de toda situación de enfermedad, desajuste o descompen-
sación: las crisis resultan en importante pr oporción del choque del Asimismo ha resultad .
individuo con factores ambientales capaces, por sus condiciones terapéuticas en las que lo~ ~:~spe~ada la experiencia de comunidades
objetivas, de desarticular los mecanis mos homeostáticos frágiles de ~~~Isatles tY asumir responsabi~~~a~~spu eden desempeñar actividades
ruc
Hart Iva y alt con
amente adaptada (64) una particI· ·ó .
pacI n actIva,
una personalidad predispu esta (18, 33, 70).
La preponderancia relativa de cada una de las series complemen- d mann, desarrolland l .
tarias es variable, pero detectar la confIguración especial con que se e~f:~~e~~~' llega a reform:l:~. ~~n~:~~:~,cióas de hallazgos clínicos
articulan en cada situación concreta abre posibilidades de operaCIón considerar p anteando que no es posbl CI n pSlcodmámica de la
específicas. Si se comprende el momento de crisis como una estructura normal "S ' en todo momento su inte l . ~ entender la misma sin
Os . 10 Considerar t anto el f u
conflict raccJOn
· · con el f unclOnamiento
.
original sumida por las contradicciones esenciales del sujeto en
pu~l~:
l
circunstancias específicas, pueden ponerse de relieve los ducta" (37)0~central~s del pacient~~~nam~ento no conflictivo como
nodales, "estratégicos", de esa estructura, los eslabones perme~ cir cIerto com· I el paCIente es capaz de pue e comprenderse la con-
de la misma , vías de acceso por las cuales operar . para pro IUeó"
d uleren ,,¡- ~onducta f~~~tamlento realista adapt c~nserv~r en grado variable
r~e~tructuraciones efectivas (6): En ~sta perspe~tlva a q niveles si- U"eas de enfer,!e~os patolÓgicos y ada;t~~O, SI mterjuegan en su
timldad los mtentos de abordaje multlp!es, a dlfere~t~s xistencia n.a terapéutic ~ ad, y distinguirse gr dIvos, pueden localizarse
multáneo8, de la estructura compleja, hcterogéne~, : b a ~es) y en
enferma (enfoque multidimensiona! de las terapIaS rehaci~ una
~~I~ta~teflJ~~~!{~"~. o ~~:~~~:r~~~:c~~~~id~::;~~~e:lt:J:O~;~:~
COlca reglada con a estructuración únil:8.
partía.'.r las medidas orientadas hacia el ambl~nte,.C nte un encuadre estricto , como es
orpDi;aci6n más favorable de la vida cotidiana de pa ," .
I
el caso del psicoanálisis- y 105 organiza en función de una evaluación
total de la situación del paciente, de su grado de enfermedad y del cidad instrumental de adaptación, capaz de intervenir en la organi-
potencial adaptativo de su personalidad: elabora s u estrategia según zacIón de la conducta, favoreciendo su ajuste a las condiciones de la
qué capacidades están invadidas por conflictos o libres de ellos (26). reahdad obJettva. CapaCIdad de pensamiento que en determinadas
Se orienta hacia el fortalecimiento de las "áreas de! yo libres de condICIOnes asume el carácter dedominantefuncional(6) H rt
h b dI·· . a mann
conflicto". (Esto lleva a caracterizar a la psicoterapia breve como a s u raya o a ImportancIa de esta capacidad adaptativa del pen-
psicoterapia "del yo", aspecto particularmente relevante para la samIento y su papel organizador de la conducta, criticando cierta
comprensión del proceso terapéutico que discutiremos especialmen- tendenCIa umlatera! del pensamiento psicodinámico a comprender
te en el capítulo 8). toda conducta mtelectual en términos de defensa contra impulsos
[redUCIéndose poreJemplo toda razón a racionalización (34, 35»).
• e) Modelos motivacionales y cognitivos de la personalidad. En Una pSIcoterapIa breve puede lograr, mediante el esclarecimiento
coincidencia con aquella concepción del yo que establece una duali- de aspectos báSICOS de la situación del paciente, un fortalecimientoen
dad funcional de la personalidad, una polaridad entre aspectos sanos su capacldadde adaptaCIón realista, de discriminación yrectificación
y enfer mas, esta dualidad se encuentra a nivel motivacional en la en grado van able de slgmficaciones vividas . Freud ha expresado en
este aspecto:
coexistencia en el sujeto de motivaciones de tipo infantil y adulto. La
posibilidad de que comportamientos primitivamente ligados a moti-
vaciones infantiles se autonomicen, adquiriendo en el desarrollo Nues tros esfuerzos por fortalecer el yo debilitado parten de la amplia-
ci~n de su autoconocimiento. Sabemos que esto no es todo, pero es el
funciones fines en sí mismas, sugiere la necesidad de entender al pnmer paso (22).
individuo como un sistema de múltiples motivaciones organizadas en
una relación de estratificación funcional compleja, en la que un nivel y Rapaport acota gráficamente:
dinámico no consiste en la mera apariencia del otro, si bien no actúa
aisladamente (5, 34). En este modelo la jer a r quía motivacional se La vida psíquica no es una avenida de una sola mano en la que las
caracteriza por una combinación de autonomía, dependencia e inter- defen~as limita~ las comunicaciones: las comunkaciones pueden
penetración (61). tambIén eombattr los efectos deletéreos de las defensas (61).
En esta concepción pluralista se asigna importa ncia motivacional
a la orientación del sujeto hacia el fu turo, su organización en proyec- En conclusión:
toBde alcance diverso que incluyen una relación con cierta imagen de De las consideraciones precedentes, el individuo enfermo surge
a y con un mundo de valores o metas id eales (56). como un objeto complejo, multideterminado por factores susceptibles
_ En concordancia con esta orientación, una terapia breve necesita de mtegrar estructuras diversas, diferenciadas por la dominancia
inetrumentar una gama amplia de recursos, suscepti bIes en pnnclplO vanable ejercida por unos y otros de sus componentes. Porque existen
de abarcar los diversos niveles motivacionales en lo que cada uno tales alternancias funcionales se hace necesario la flexibilidad en la
de específico. Se considera que tal multipotencia motivacional eleCCIón de técnica, en función de cada situación concreta. Esta
esunadelascondiciones de eficacia dela psicoterapia breve (59). Esto fleXlblhdad es rasgo distintivo de la psicoterapia breve.
lignifica dirigirse no sólo a las motivaciones primarías ("egoístas", AsImIsmo aquella pluralidad causal hace indicado el empleo de
P?T el principio del placer), sino tambi én a sus motivaclO nes téemcas de diferentenively puntos de aplicación. Sólo puede aspirar-
IleCUndanas y a lo que se ha denominado motivaciones de valor (7). Se a totahzar al sujeto por su inclusión simultánea en múltiples redes
, experiencias de grupos terapéuticos, por ejemplo de ~lcohQ- referenCIales entrecruzadas (30), lo cual deriva en la necesaria
operan abarcando a la vez varios de estos niveles mobvaclQ- adopCIón de un arsenal terapéutico multidimensional. Rickman ha
puesto de relieve esta necesidad de integrar al trabajo asistencial
de pensamiento aquella dualidad PSlqulátneo mstrumentos provenientes de diferentes niveles de
~~~:st~gaCI6n (62). En esta ampliación de perspectivas se

se expresa por la coexistencia contradrc-
de impulsos (vinculado al proceso . busqueda actual en terapias breves de la
de un pensamiento realista con capa- etón de todo recurso que demuestre ser de alguna
Estos criterios respaldan una de las características básicas de las 1. La psicoterapia, individual y/o grupal.
terapéuticas breves: la de operar con una estrategia multidimen-
sional' . 2; La terapia ocupacional, que, orientada según la comprensión
dmamlca del paciente, se constituye en un nuevo campo significativo
de aprendlzaJes, de expreslón motriz y actividades grupales (32, 40).
3. La aCClón terapéutica sobre el grupo familiar, con modalidades
3. La terapéutica breve en instituciones vanables que van desde la información al esclarecimiento orienta-
Partiendo de una evaluación exhaustiva del paciente, que abarque
ción, asistencia social, hasta la pSicoterapia familiar (1 2954).
4. Actividades grupales de tipo comunitario (asamble~s ~upos de
tanto su rustoria dinámica como sus condlClOnes de VIda actuales, discusión, grupos de actividad cultural). '
pueden ser recurso de la acción terapéutica:
La máxima eficacia de una terapéutica breve depende de la elabo-
a) Ofrecer al paciente un clima permisivo, vínculos interpersona- ración por un equipo asistencial, de un programa unitario de trata-
les nuevos regulados, que favorezcan la catarsis de sus fa ntasías, miento que coordine estas diversas técnicas en una acción total,
temores d~seos censurados en su medio habitual. hilvanada según una línea psicodinámica coherente (39).
b) E~ ese m'arco adecuado para una experiencia "em ocional Adem ás importa comprender los alcances de un hecho: la sola
correctiva" favorece~ el aprendizaje de la autoevaluación, objetiva- admisión del paciente por una institución. Factor relevante por el
ción y criti~a de sus conductas habituales, tanto en su interacción papel de depositario que asume para el paciente, así como por
familiar como institucional. constituir en la vida del paciente una realidad nueva, diferente desus
c) Alentar al paciente en la asunción de rol es qUe fortalezcan, por experiencias habituales. Este aspecto merece destacarse especial-
el ejercicio, su capacidad de discriminación y ajuste r ealista. mente en el paciente que es internado, con lo cual íngresa en un nuevo
d) Ayudarle en la elaboración de un proyecto personal, con metas campo de experiencias, normas, vínculos, cuidados, recreaciones,
que impliquen adquisición de cierto bienestar y autoestima. (Esto que rompen las limitaciones y estereotipias de su mundo cotidiano.
significa dirigir el esfuerzo no sólo hacia el incremento de laconcien- Adquiere un grupo de convivencia que lo alienta a una participación
cía de sino también hacia una más clara conciencia de , actlVa (en grupos de discusión, actividades culturales, deportivas,
personales.) etc.), situación nueva de importantes consecuencias dinámicas (68).
influencia sobre las pautas de interacción fami- De esta variedad de recursos pasamos a considerar aspectos
su comprensión del sentido de la enfermedad, de particulares de la psicoterapia individual.
orientándolo hacia un manejo más controlado de sus
y hacia la elaboración grupal de nuevos modos de ajuste
4. Diseño e instrumentos técnicos específicos
de una psicoterapia dinámica breve
de estos varios parámetros sobre los que se intenta
terapéuticas, pueden ser en la institución instru- Dentro dela asistencia institucional en equipo, el terapeuta es no sólo
útiles: el agente de la psicoterapia sino, además, el supervisor y coordinador
del conjunto de actividades terapéuticas. Su relación con el paciente
por la difusión que ha alcanzado y a falta se complejiza por mantener a la vez contactos con el pacienteyconsus
~rmino equívoco, ya que hay razones para entender
no está en su brevedad sino tal vez en éste, su
famIllares, así como otra serie de vínculos indirectos, a través de otlas
pensarse que es sólo por esta capacidad de acciÓD pacientes, del personal, y en otros contextos fuera de las sesiones (por
objetivos en plazos limitados. "Breve" alude a la ejemplo en asambleas, reuniones culturales, etc., dentro de la insti-
a me" de sugerir pobreza, escasez. y omitir a5pe~tos tuclón). Estas conexiones permiten al terapeuta conocer una
le confieren cierta riqueza de matIces más amplia de conductas que las reveladas en la
llO tao
puede trabajarse eficazmente caD
baevea.
~omo poner más de relieve para el paciente rasgos de la
el terapeuta (en contraste con la impersonalidad
encuadre analítico). Esta diferencia de contextos entre una Y otra defensas resulta conveniente atacar y qué otras debe tenderse a
técnica es significativa desde un punto de vista dinámico: establece fortalecer? (26) Orientación estratégica de las sesiones si ifica
condiciones diferenciales para el desarrollo de reacciones transferen- ~ocaltzaC¡6n del esfuerzo terapéutico. El terapeuta opera manf::,ien-
ciales y contratransferenciales, lo que deriva en importantes dife- · o ¿n ment~ un "foco", término que puede traducirse como aquella
rencias sobre el tipo y nivel de interpretaciones prevalen tes indica- InterpretacL6n central sobre la que se basa todo el trata . t Se
das en una y otra técnica. lleva al p:,clente hacia ese foco mediante interpretacione~;:~c~~les
El terapeuta debe desempeñar en la terapia breve un papel esen- y atenclOn selectIva, lo que SIgnIfica omisiones deliberadas: el
cialmente activo. Se exige de él una gama amplia de intervenciones: terapeuta necesIta entr~narse en el esfuerzo de "dejar pasar" mate-
no se limita al material que aporta el paciente; además explora, nal atractIvo, meluso tentador", siempre que el mismo resulte
interroga (comenzando por la minuciosa recolección de datos Con la Irrelevante o alejado del foco (47). Un primer objetivo de esta
que elabora desde el comienzo la historia cl~ica); even~ualm ;nte focalIzaclón consIste en general en dirigir la atención del pa' te
incluye enlas sesiones aspectos de la conducta extraterapeutlca del ··ti d
h aCla I a f unc!'ó n y SIgnl cIenLa
Ica o interpersonal de sus síntomas (21).
paciente, dentro de la institución, en su grupo familIar, etc. Su foca[¡zacL6n de la terapLa breve es su condici6n esencial de eficacia.
participación es más directamente onentadora de la entreVIsta que Este cnteno puede mclUIrse dentro de la noción general de que la
la del analista en la técnica standard, cuyo rol es más pasIvo en el eficacI; dmámlca de una mterpretación depende de su "valor posi-
sentido de limitarse a interpretar según el material que espontánea- CIOnal : el punto nodal al que se dirige dentro de la conflictiva
mente va aportando el paciente (19, 71, 74). Un terapeuta que nuclear o más mmedlata del paciente (44). La habilidad y el "tacto"
introduce en la sesión sus iniciativas para la confrontación, que terapéutIcos se mIden por la capacidad del terapeuta para seleccio-
promueve el diálogo, es uno de los componentes originales de esta nar en cada momento aquellas interpretaciones (de muchas inter-
técnica, tal vez el más específico para su caracterización. Sin esta VenCIOnes pOSIbles, referibles a múltiples niveles de análisis) que
intervención abiertamente participante del terapeuta, el curso de posean mayor valor posicional.
una terapia breve, librado a la espontaneidad del paciente, sufre El llamado "principio de flexibilidad" se aplica en una terapia
serias dificultades. La falta de una adecuada comprensión de este breve. no sólo ,~n la mdlvldualizaclón de la misma, basada en el
hecho fundamental por parte del terapeuta parece detectarse con crl~eno de que paCIentes dIferentes requieren tratamientos diferen-
frecuencia como uno de los determinantes fundamentales de fracasos tes ~ smo además en la remodelación periódica de la estrategia y las
ea tratamientos breves (39). táctIcas en [unCIón de la evolución del tratamiento: una evaluación
La participación activa del terapeuta asume en esta técnica dmámlca contmuamente actualizada lleva a efectuar reajustes, por
lIII]JeCtoe particulares específicos: a partir de evaluar la situación ensay? y error, hasta lograr el máximo rendimiento del "arsenal"
paciente, comprendiendo la estructura dinámica esencial de terapeutIco dIsponible.
IUproblemática(42, 69)elabora un plan de abordaje individualizado · Recapitulando: iniciativa personal del terapeuta, individuoliza-
(4,74). cLón, plantfLcactón, focalización, flexibilidad, definen parámetros
Este proyecto terapéutico establece ciertas metas fUl\damentales, especlficos de la psicoterapia breve y confieren a esta técnica una
d.eBde luego limitadas, a alcanzar en plazos aproximadamente prevI- estructura propia, diferente de la técnica psicoanalítica. Estos rasgos
.ibles. Para el logro de estos objetivos parciales esboz~ una estrateg¡a ~:culIa~es de la pSIcoterapIa breve hacen a esta técnica susceptible
que comprende a su vez objetivos tácticos escalonados. ~a m obJetIvaCIón; permIten mtentar para la misma algún grado aproxi-
que asume la interacción médico-paciente, sus caractens- · atlvo de formalIzacIón, lo cual resulta importante desde el punto de
vIsta. de I a su pervlsl . '6n y enseñanza de esta técnica. La casuística
determinantes a su vez de las hmItacID-
breve y de sus alcances potenciales, dependen ~:t:te.nte en la lIteratura muestra la posibilidad de aplicar aquell06
conferida al proceso terapéutico por esta deliberada si erlOS d~stmtlvos con cierto rigor, con lo cual puede llevarse esl,
p coterapla a un mvel cIentífico más elevado que el que tradiciQll/'I-
(4,71, 75). ctoS me~te se le ha atrIbUIdo de "arte intuitivo no trasmisible".
se basa en la evaluación de ciertos asp~ 'd das mtervenciones del terapeuta comprenden una
por ejemplo: ¿a qué áreas de conflIctoS SI a en tIpos y alcances:
los s(ntomas? ¿Cuáles de las
• a) Perodos de información y emisión de información al paciente con transfer encia en la relación con el médico. Las proyecciones del
características que pueden acercarse al diálogo. pacIente se dIVerSIfican en el contexto multipersonal, se distribuyen
• b) Operaciones de encuadre, proponiendo tiempo de tratamient:<>, en múltiples vínculos, con otros miembros del equipo terapéutico, con
condiciones del mismo, derechos y obhgaclones del pacIente , relaClOn otros pacientes, etc., complejizando las relaciones en el aquí y ahora
ulterior con la institución. de la ses ión (63). Las condiciones para la instrumentación eficaz de
• c) Intervenciones de esclarecimiento, señalamientos y confronta- la interpretación transferencial (relativo recortamiento de la interac-
ciones, en las que se explicitan aspe.ctosh sl~mficatto 'VOs dedl alcondducta ci ón bipersonal) están aquí en parte interferidas.
del paciente, se dirige su atenclOn aCJa pun .s no a es e su 3. El t iempo limitado de tratamiento hace indeseable el desarrollo
. cacI· o' n se reforrnulan sus mensajes c!anficandolos, se ponen de una intensa neurosis tran sferencial cuya elaboración exige clara-
comum , balo d l d
de relieve las contradicciones entre lo ver Iza o y a con ucta m ente otro encuadre. Dado que la reiteración por parte del terapeu-
actuada (72). . . ta de interpretaciones transferenciales (su focalización selectiva en
• d) Interpretaciones de tipo, alcances y profundIdad. dIferentes , los aspectos de la conducta ligados al campo bipersonal presente)
desde las que revelan el significado de conductas mlcroscoplcas hasta induce el desarrollo de la regresión transferencial (27), surge, como
las formulaciones totalizadoras que Ilumlllanlas relaClOnes estructu- condición técnica primordial en psicoterapia breve, la necesidad de
rales entre experiencias significativas, condlclOnes act ua les de des- a utocontrol por par te del t er apeuta, debiendo regular las interpre-
compensación, síntomas y conflictos subyacentes. t aciones tran sferenciales en función del mantenimiento de la rela-
ción médico-paciente en un nivel óptimo (4); este nivel parece
Estas fOllnulaciones psicodinámicas globales (interpretaciones consistir en un grado moderado de transferencia positiva estable
"panorámicas", sintéticas o reconstructivas) tienen en esta t écnica un (13, 33).
lugar jerárquico primordial (4, 39, 71). Exigen del t er apeuta el
esfuerzo de transformar su comprensión de lo que ocurre en un mvel En fun ción de estos elem entos de juicio se ha estimado que un
regresivo, de proceso primario, en formulaciones referidas a la énfasis excesivo por parte del terápeuta en interpretar los aspectos
problemática actual, al nivel más manifiesto "en superficie" . Kns ha tran sferenciales de la conducta (por extrapolación del esquema
observado que, en un paciente tratado durante años con interpreta- operacional analítico) puede configurar en psicoterapia breve un
eionesde nivel regresivo, las interpretaciones dirigidas con esta otra error técnico, perjudicial para el tipo de proceso terapéutico que
orientación, a un nivel actual de problemática, producían una notona involucra esta modalidad de tratamiento (71). Sin embargo, este
8lU p1iación y enriquecimiento de perspectivas (44). punto es en especial objeto de controversias. Para a lgunos autores se
lAIII interpretaciones transferenciales, instrumentos propios de indica el empleo de interpretaciones transferenciales sólo cuando
dinámica, no intervienen, en psicoterapia breve surgen resistencias que impiden mantener una relación de acepta-
eoa selltido y el carácter sistemático que asumen en la técnica ción, confianza y respeto por el médico (42). ·Para otros, en cambio,
priroanaJítica. Este criterio diferencial apoya en varias consideracio· es necesario actuar mediante interpretaciones transferenciales des-
. . dinámicas: de el principio, a condición de mostrar en cada caso la conducta como
repetición de actitudes elaboradas en los vínculos parentales (47).
1. Las condiciones de encuadre de la terapia breve limitan las En general se entiende que en esta técnica la interpretación trans-
de ~egresión transferencial, por su menor frecuencia de ferencial es eficaz cuando se hace evidente inmediatamente su
la mtervención más personal y activa del terapeuta conexión con la problemática nuclear actual del paciente (4). Se la
los silencios por ejemplo), y por hacerse "frente destma entonces a favorecer la comprensión de una situaci6nglobal
más al paciente en "situaCIón a parl,r de lo vivido presente, más que a profundizar en ese aqut y
al terapeuta en su persona ahora.
las condiciones del encuadre anal/tiCO Es en concordancia con estas consideraciones como la '
con un objeto virtual, la proyección bre~e se orienta hacia la conducta del paciente en el "afueref
S~~IÓ? (en sus vinculos familiares, en su trabajo, ete.)
le reduce la posibilidad de concentrar la o ~ettvo de centrarla atención del paciente en lO
h bitual más que en su transitoria relación terap~utica (15, ?9)3.
Aa , , 'sugiere una orientación divergente de la tecfllca an ahtIca. bias); de allí que el terapeuta pueda intentar, frente a posibilidades
qUl SI se 'ta la unidad de indagación es la sesión y no se t r ata de inmediatas de modificación de esas condiciones que el paciente no
~llentras en es bservado en esa hora lo que pasa en "las otras llega a vislumbrar, algún tipo de "sugerencia interpretativa" confron-
mfenr por lo o . terapia breve se trata de dar el mayor peso tando al paciente con situaciones de cambio hipotéticas (considera-
veintitrés" (65), e!l ~SI~ " La consigna general es aquí "orienta- das accesibles en ese momento de su evolución dinámica) e interpre-
a "las otras vemtItres oraf·d d" (4 33 54). tando sus respuestas a estas formulaciones . Existe el riesgo de un
ción constante hact~ la rea t tpacie~te ~u capacidad de di scrimina- forzamiento autoritario por parte del terapeuta que coloque de hecho
Se trata de forta ece\ent : ica que no busca la regresión, será a la terapia en una línea expresamente directiva como deliberada-
ción, pa~a lo cual en eSt:e ~~~du~tas transferenciales y c~nductas mente se orientan algun as terapias breves (24), pero una cuidadosa
necesano dIstmgUlr en las condiciones objetivas del pacIente, de evaluación individual dinámica de la situación total del paciente
adecuadas a la reallI~add (a u rol social)(59) Esta distinción marca puede permitir tal vez atenuar el efecto de dirección (inevitable en
I . n ciónyde me Icoen s . . t ., toda terapia) (27), favoreciendo el descubrimiento, la captación en un
ams 1 u
na importante dI.erenCIa
f · d e esquema , .referencial.con. la onen aClOn
~leiniana, que opera en base a hipotesls de este tIpo. momento preciso, "fértil" del tratamiento, de alternativas diferentes
para su existencia futura (46). Otro criterio que puede indicar, al
tod s las dificultades del analizado, todos sus sufrimientos ~ menos con debidos recaudos, este tipo de intervenciones, es que las
.. ~ s~as tienen su base, durante el tratam~ento; en la transferen dificultades del paciente para elaborar salidas personales no respon-
a aFf:'""ÚJs ::Onflictos del analizado con otros objetos (extratransferen- den solamente a factores dinámicos (por ejemplo, defensas que crean
~al~s) son frecuentemente interpretados como confllcto~ entre partes escotomas), sino también a limitaciones culturales, educacionales y
del propio yo (y ello) o bien como conflictos con el anahsta. Pero l o~ de información .
conflictos entre partes del propio yo tambIén están SIempre relac107:' Puntualizados algunos aspectos técnicos cabe preguntarse cuál es
dos con la transferencia, pues to que Slffiult,áneamente una de ) el criterio de eficacia para la psicoterapia breve y qué indicadores
partes propias es siempre proyectada (mamfiesta a latentemente existen de tal eficacia.
sobre el analista (58).

En psicoterapia breve la orientación preponderante hacia la rea- 5. Evaluación y discusión de resultados


lidad actual extratransferencial se basa en la necesidad de ayudarle de psicoterapias breves
a efectuar ciertas tareas integrativas inmediatas, a recuperar :0
antes posible su capacidad para remover los obstáculos que e Si toda psicoterapia enfrenta importantes dificultades metodológi-
impiden lograr una homeostasis más satisfactoria (72). En conse- cas para evaluar resultados por métodos objetivos incuestionables
_cía actúa confrontando sistemáticamente al paCIente con su (28, 66), estas dificultades se multiplican si, a partir de evaluar los
realidad social, ambiental y con sus perspectivas frente a la mIsma. efectos de una acción múltiple en la que juegan numerosos paráme-
Eeto implica además otro tipo de intervenciones del terapeuta:. tros, se intenta hacer inferencias sobre lo ocurrido a nivel del proceso
• e) La clarificación y elaboración con el paciente de perspectIv~S terapéutico .
personales, de ciertas "salidas" o proyectos en los que se aplican e Se ha objetado con razón que las comunicaciones sobre casos
alglina manera concreta aspectos de la comprensión dinámica que va clínicos tratados Con terapias breves consignan prácticamente siem-
(24,54,75). Se postula aquí el criterio de que pre éxitos terapéuticos, mientras escasean las comunicaciones y el
del paciente deberá acompañarse de cambios en sus examen detallado de los fracasos (71).
de vida (y que necesita además apoyarse en esos cam- Aceptando el margen de subjetividad comprendido en los diseños
habituales empleados en estas evaluaciones, no son
. te frente
esta altura del desarrollo de las investigaciones en
breve coloca de hecho al pacle~ la evaluaciones parciales_
tratamiento podría cuestionarse te
en las vivencia~ transferencia les freo Éstas se basan habitualmente en eljuicio clínico de
res (16, 33, 38), en autoevaluaciones del paciente
síntomas tests (51 ) escalas de eficacia social (interacción ~rupal)
(ll), evaJ~aciones por el grupo familiar del paciente (9). PartIcular- Se sostiene la idea de que esta técnica pu ede lograr modificaciones
mente puede n ser s ignjficativas aquellas que COmb111ando vanos dinámicas de mayor alcance que la mera supresión sintomática.
métodos muestran concordancia en los resul tados (lO, ll). Esto se basa, en primer lugar, en la observación clínica y en la
Estos trabajos consignan un porcentaje elevado de meJorlas esta- evaluación mediante otros instrumentos, antes señalados, de las
bl n pacientes evaluados antes del tratamLento, al alta y después modificaciones que produce esta terapia, que COmprenden:
de~s~7ta (dos, tres, cinco O más años de "seguimiento") (lO, 47). a) Alivio o desaparición de síntomas.
La limitación básica de muchos de estos estudIOs resld~ en que b) Modificaciones correlativas en el manejo de las defensas con el
tr b · con categorías ambIguas, insuficientemente definIdas ope- reemplazo de técnicas más regresivas por otras más adaptativas.
a ajan " . '" L
racionalmente, como es el caso de . meJona . a . po mIca etn re lé t
c) Mayor aju ste en las relaciones con el medio (com unicación,
,.
esceptlcos y pa rfidarios de las terapias breves I ra db·Ica en cuan o d al trabajo, etc.).
ti o niveles, alcances y estabilidad de os cam lOS que pue ~n d) Incremento en la autoestima y el confort personal.
p \' b
eng o arseen aquel amplio rótulo . Mientras en pSicoanálisIs
d I di ól meJona e) Incremento en su autoconciencia, con mayor comprensión de sus
significa mayor insight, en terapia hreve pue e a u r s o a supre- dificultades fundamentales y el significado de las mismas 00 que
sión sintomática. , . al 't· puede considerarse al menos un primer grado de aproximación al
Si se parte del criterio de mejoría empleado en la tecmca an I ica, insight, comparado con el que puede lograrse por un tratamiento
. te r apl· a breve , al no centrarse en la elaboracIón
1a pSICO difi·de la neurOSIS fi intensivo y prolongado).
de transferencia, no puede producir más que mo. IcaclO,nes super - f)Ampliación de perspectivas personales, bosquejo inicial de algún
ciales, a través del apoyo, la sugestión, la supresIón de smtomas y el tipo de "proyecto" individual.
reforzamiento defensivo. . . .
Desde esta perspectiva, brevedad eqwvale a meficaCla, como se Un hecho de observación importante es que las modificaciones
observa en los fundamentos dados por numerosos analistas de Nueva iniciales puestas en marcha durante el tratamiento no se detienen con
York para rechazar la invitación a participar en un programa aSisten- el alta, sino que el paciente continúa en muchos casos aplicando a
cial de plazos limitados (lO). . nuevas experiencias el criterio,la actitud ante sus problemas apren-
Pero en la discusión sobre resultados importa reconocer las s~nas dida en el tratamiento (75). Además existen consideraciones teóricas
limitaciones epistemológicas de la crítica a una técmca especlfica, que apoyan la hipótesis de que esta técnica puede producir modi(LCa-
realizada en gran parte por simple dedu cción , desd~ los marcos ciones más significativas que el mero cambio sintomático. Se refieren
c:oneeptuales de una teoría constituida en base a otra tecmca. Stone al carácter del proceso terapéutico, a sus probables mecanismos de
batleetaeado los riesgos de tal extrapolación a un campo que mc\uye iniluencia, ejercidos a varios niveles:
nuevas de gran importancia dinámica. . .
No son pocos los autores que disienten con aquel escepticiSm?, l. La experiencia "emocional correctiva" que representa el tipo
baead06 en resultados concretos y en consideraciones teónc~s mas original de relación con un terapeuta en cuanto objeto efectivamente
amplias sobre la naturaleza del proceso terapéutico de esta tecmca. "bueno", permisivo, que ayuda. La influencia del vínculo con la
Parten del criterio de que los conceptos de transferencia y contr,a- persona r ea l, con su rol social objetivamente posi tivo y nuevo para el
no abarcan todos los momentos de la interpretacJQn paCiente (6). Fairbairn ha subrayado la importancia terapéutica de
(4, 21, 53); más aún, en que "no se puede sostene~ con esta relación realmente ben éfica aparte del papel desempeñado por
el insight a través de la transferencia sea el uruco las interpretacion es (citado por Gunthrip) (3l). En el mismo sentido,
sirve a la reorganización y a la reintegraCión del Alexander destaca que la importancia emocional' de estas diferen-
CIas es también modificadora (2).
seriamente la hipótesis de una directa Asimismo desempeña un papel integrador la participacióll. . .
d. J~ Ponemos
de unapsicoterapiayprofundidad de SUB ··d énfasis en la eXrU>rienda
,- emocional correctora,
o ~IVI. 0 , como proceso diferente de la elaboración verbal ccm,ci_te
en el mSlght también componentes "intelectuaJes"),
nuevos vínculos con persona] y otros pacientes en el marco de la
. t't ci6n la inclusión en grupos y en nuevas tareas (68). . indirectas (respuesta de la familia al ingreso del paciente en trata-
InSEI u te ~specto debe incluirse el papel ejercido por la proyeccIón miento o a los cambios manifiestos por el paciente).
n es t la institución de roles repa radores, protectores,
en el ter~pe\a y enoría del paciente pued e deber se a la creación de Para esta serie de mecanismos de acción terapéutica se postulan
Ideal~za os. a me , smbiótico con depositación en la r elación
J
influ encias a diferentes niveles de "profundidad dinámica", princi-
un vinculo. t' regresl\ o I
en su encuadre .
mIsmo, de la "pa r te psicótica" de la palmente ejercidas en el fortalecimiento de funciones "yoicas", in-
terapeu ~ca, 4 Este dinamismo fundam en ta l subyace en las flu encias capaces de producir cambios en cierto grado "reconstructi-
personahda~ (1 )'. I s" debidas a un efecto pl a ce bo. Sm emba rgo, vos" de la personalidad (39, 67, 74). Sobre la base de estas considera-
"curas trans erencla e el mecani smo universal im plica do en ciones se diferencia esta técnica de lo que en sentido estricto se
no pued~ é.st~ sbu~o:e;::apias breves pu es de lo con t r a rio el alta denomina ,

toda ,:,eJoTla t I e:o a la situación previ a a la ad misión , o un


traen~~ier:t~~~nsiderable, observación que no es la regla en los "psicotera pia s uperficial": "acercamiento inspirado en el sentido co-
mún, consis tente en bondad, tolerancia e indulgencia; en un deseo de
empeo . . t Más aún la brevedad y baj a frecuencIa de
est';ldlOs
seSlones dnehsl·ebguenlma
1 ~~n:do el des~ITol1o intenso de este m ecanismo mi tiga r la angustia por cualesqujera medios disponibles, a base de
pr uebas y errores, a mistad y demostraciones de seguridad"... en que se

regresIvo. . . t' in tenta lograr ca mbios, de modo puramente intuitivo, sin la búsqueda
2 Al d'rigir la atención del paciente hacIa todo lo qu e vIve y ac ua, deliber ada de la comprens ión y crítica del paciente sobre sus trastor-
se i~aug~ra en él un proceso de a~rendizaje en el autoexamen en la nos (48).
evaluación y toma de distanCIa cTlbca frente a su propIa conducta.
3. El papel dinámico que puede ejercer . en el pacIe n te. el La evalu ación de resultados de psicoterapia breve efectuada porel
fortalecimi ento de su capacidad de comprenSlOn y dl scnmmacl6n equipo de la Ta vi stock Clinic ha mostrado que trastornos serios, aun
frente a sus impulsos. La experiencia origmal de obj etivar en la algunos de la rga evolución, pueden recibir ayuda importante.
palabra todo su mundo emocional tiene yaen sí mIsma consecuen- En este aspecto sugiere que la línea "conservadora", que considera
cias dinámicas positivas (35). Esto adqUIere mayor r eh eve SI se a la psicoterapia breve un mero paliativo, sólo efectivo en trastornos
tiene en cuenta que el paciente llega al }ratamlento con u,!' leves y recientes, apoya más en un prejuicio que en una investigación
estreebamiento general de su campo de conCIencIa posIble, rigurosa de hechos clínicos (47).
pudiendo Ber ésta la primera experiencia educativa que le ayude
a alllpliarlo.
4. Las interpretaciones dinámicas de diverso tipo emplead~~ 6, Limitaciones
crear en el paciente al menos "núcleos iniciales de mSlght , de una terapia breve
susceptibles de ulterior crecimiento a través
elaboración nuevas experiencias (42, 67) . Un panorama de esta técnica no puede por cierto soslayar sus
5. La infh:tencia de los cambios positivos que paralelamente con el importantes limitaciones. Se ha objetado cierta tendencia en la
tratamiento el paciente va introduciendo en la organización de su literatura sobre el tema a crear un clima de exagerado optimismo
-rtda diaria -actividad, vínculos, recreaciones, aperturas de nuevos terapéutico, da ndo una imagen de facilidad en el manejo de las áreas
de que actúan por efecto de retroalimentaCIón, enfermas de la personalidad (algunos comentarios clínicos de la
hacia el funcionamiento en niveles motlvaCIO- escuela de Chicago, por ejemplo, nos parecen efectivamente encua-
drables en esta ilusión de curas relativamente fáciles). Con este
ejerce sobre el presente la elaboración de alguna abordaje podrán o no obtenerse mejorías más que transitorias,
de futuro y la experiencia de algunos pasOS dependiendo el resultado del cuadro clínico, la estructura básica de
la personalidad, el nivel evolutivo al que se efectúe regresión ea la
dinámicas en la constelación crisis y diversas condiciones grupales y situacionales.
(orientación o terapia familiar) o Puede fracasar absolutamente (por ejemplo en
produci r únicamente variaciones en supe rf!cie (fenomeno~ó~cas) que conservaban previamente un nivel de adaptación aceptable
actuando sólo por efecto de cura transferencIa] con desapancl6n de Trastornos d:, m tensid ad leve o moderada que nojustificarían trata:
síntomas e ins talación de una pseudoadapta ci6n a un nivel regresIvo. mlent os de anos( problem ática neurótica incipiente o psicosomáticos
No puede, en pl azos li mitados, pro~ ucIr cambIos en la estructura de recIente co,:,uenzo). Pu ede beneficiar como tratamiento prepara-
n uclear de la personalidad, aunque SI modIfi cacIOnes dmá mlcas no tono pre-anaht1co a borderLines y psicóticos (71).
des preciabl es, como se expuso antenormente.. . , " Adem~s d~be notarse que la terminación de la terapi a breve de
Un énfasis excesivo puesto en la comprensIón r acIOnal,. aSl como fin al ablerto , admIte cualqmer tratamIento intensivo ul terior si la
. ' es prem aturas pueden reforzar res IstencIas mcre- evolU CIón del pacIente lo exigiera.
mterpretaClon . ' .' _ Este panorama de indicaciones diferenciales ha llevado a Menin-
mentando la intelectuahza clOn (4t» . " " ger a expr esar :
El oper ar por s ugestión puede_ Impul sar la fu ga a la salud e
inducir al pacient e al actmg ,out (,,4). . .' . ~ora bie~l. nosotros creemos que hay enfermedades para las cua les el
E stos ries gos h acen aconsejable el eJercIcIO .de e,sta técTIlca por pSJCoan áJ¡s1s es el tra tamien to más efectivo ... sin em ba rgo, hay otras
t 'ormación
ter a peu as con l ' dinámica y expen cncla c[¡mca ya
j ' 't .
hecha. e.n ~ermed ade~ pa ra las cuales no estamos seguros de que el psicoaná-
· b' .
S I len Impo rta t ener clara conci encia de est as Iml aClones y li S IS sea el mejor tratamiento, y aún hay otras pa ra las que sí estamos
1 d' " d lt d
n esgos 1a s consL'd eraciones fiormuladas en a Lscuswn . e resu
. r'
a .os convencidos de que no es el mejor tra tam iento (50).
cuestio~an el derecho a una general fzaci6n tal de estas Lnsu, LCLenCLaS
quejustifíque el rechazo o la negacwn de otros alcances efectwos para En el mismo sentido, Stone recuerda que, origi nalmente, el psicoa-
esta técnica . n áJ¡sls tuvo su lfldl ~acJ 6n fu ndamental en las n eurosis; posterior-
mente se lo extendlO a otros cuadros de la más diversa índole. "Es
pOSIble qu e ese grado de optimismo terapéuti co deba ser revisado
7. Indicaciones llevando el psicoanálisis a sus ind icaciones originarias, y dcjand~
gr,upoS de pacIentes a ser mejor tratados por 'tera pia breve', 'psiquia-
Desde un punto de vista social existe una situación de h echo: para tna pSIcoan alítica' o 'psicoanálisis modificado' ... ".
una gran masa de pobl ación y con la actual organización asistencIal, Destaquemos que esta perspectiva puede ser válida no sólo en el
la opción es tratamientos limitados o no t ratamientos, independ le~­ ámbJto Illstltucional sino también en la asistencia privada. Al mar.
temente de los trastornos que presente . Ante esta falta de opClOn gen de razones socioeconómicas, para determinados pacientes ana
asistencial puede una terapia breve, en grado variable, benefi ciar terapLa breve puede ser el tratamien to de elecci6n.
prácticamente a todos los pacientes (33, 51). Con miras a di scriminar,
para una mejor organización de recursos terapéuti cos, qué pacientes
Be benefician más con este tipo de tratami ento, pu ede distinguirse: Conclusión

a) Pacientes que obtienen menor beneficio: en genera l, tr astornos ~i Son posibl es ya a lgu nas gener alizacion es sobre psicoterapia breve
psiquiátricos crónicos, fuera de fases agudas. P or ejem pl o, cu adros es~a pu ede ser un a de las más significativas; se trata de una orienta~
~anoides, obsesivo compulsivos, psicosomáticos crónicos, perver· Clon técm ca espeCífica, que opera en condiciones originales con un
Slones ~ales , adicciones, caracteropatías graves y sociopatías. ~~;pleJ o se/.d e varia bles prop!as. En consecuencia, no puede abor-
Sólo elmtentode una terapia intensiva a largo plazo puede prodUCIr sela
y e un cam
por SImple
.
extrapolacJOn
.
de datos de otras técnicas'.
constitu-
al¡¡ mlO8 estables para tales cuadros . En po a mvestlgar en su estructura dinámica particular.
IH Con expectativas de mejorías importantes, se indican para Un este proceso, lo que hemos expuesto representaJa btlsqueda. .
Ine..e: cuadros particu larmente s it uaciones de . anldaml aJ e prOVISOTlO, un conjunto de hipótesis y ,
Situaciones de cambio, por ejemplO "'ona es a verificar, una y otra vez, en la experiencia clínica.
(adolescencia, matrimonio, grao
Trastornos reactivos en pacienteS


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Introducción

Si consideramos en su estado actual las psicoterapias que proveen


las instituciones asisten ciales (servicios hospitalarios, centros de
salud ment al), surge con evidencia un problema fund ament al: la
falta de una concept uali zación clara de sus técnicas.
Creemos que est a sit u ación se origina en parte en el desarrollo
prevalentemente empírico de estas ter apias, cosa que responde a
condiciones asist enci a les impuestas con un monto de demand as poco
propicio para la elabor ación t eórica de sus fundamentos.
Así constit uidas , en las diversas instit uciones asist enciales se ha
ido modeland o u n estilo psicoter apéutico que combina, de modo
vari able, instrumentos técnicos correspondi entes originariamente a
diferentes estrategias : apoyo, esclar ecimiento, transferencia\. El
problema r eside en qu e la m aner a en que se arti culan estos diferen-
tes instrumentos no r esponde, en general, a modelos estratégicos
definidos y coh erentes, por lo que t ales psicot erapias asumen en
prInCIpIO el carácter de un complejo técnico indiscriminado. Esto
autonza a suponer q ue en s u a plicación quedan expuestas tanto a la
mtulcl ón individua l de los tera peutas como a las exigencias del
~~ntextoins titu ci ó n (desde presión de li stas de espera hasta acepta-
ón varIable de diferentes cuadros según se adecuen o no a los
esquemas referencia les allí j erarquizados). Es claro entonces que
~sta sltua~i ón de ambigüedad teórico-técnica, constituye un punta.
e. urgencIa en la asistencia, supervisión y docencia ligada a
PSIcoterapias.
pro'i,;'te este panorama creemos útil
ema_ Nuestro método consistirá en
esenciales correspondientes a diferentes estr ategias psicoter a péuti- de una técnica nos pare . d
cas (apoyo, esclarecimiento, transfer encial). Esta delimita ción cons- 1 . . .. ceennquece or hacerlo desdeuarios enfoques
tituirá luego el marco de r eferencia para la discusión del sentido y las ~om~ e;ent1arL.os. p SLco.dLnámLco (especialmente con referencia a la
posibilidades de asociación de instrumentos técnicos vinculados en eona e re aClOnes ?bJetales, teniendo en cuenta particularmente
su origen a estrategias de cambIO difere~tes. . . . . aspectos tra.nsferenclales), comunicacional (estudiando fenómenos
de mteraCCIOn dI ádIca tales como control de la re IaCI·ó n, d efimIel
. ·ó n de
Si bien nuestro estudio se limItara a pSICoter a pIas IndIvIduales de su natura I eza, etc.) y en base a conceptos de t • d I nd · .
adultos, es posible que varias de las consider aciones siguientes sean (su b rayan d o aspectos pedagÓgicos en el vínculoeona e apre LZaJe
la I·nfl . d I I
extensibles a terapias grupales y/o de otras eda des evolutIvas. . 1f< t" I I ) uenCla e ro
SOCIa exper o ,y e pape correctivo de la experiencia del vínculo con
el terapeuta).
Como es habit ual en estudios de técnica tomaremos en conside-
Delimitación de técnicas de psicoterapia r acIón solam ente las operaciones del terapeuta, el tipo de relación
sobre la base del criterio de coherencia que propon e y los efectos que tienden a producir sus intervencio.
entre objetivos, estrategia nes y actItud es, y n~ el repertorio de r espuestas que a cada una de
instrumentos particulares ellas puedan dar dis tIntos pacientes. Aclaramos por último que
habrem os de clrcunscnblrnos a la consideración de tres tipos de
Si se analiza de modo aislado cada una de las técnicas psicoterapéu- pSIcoterapIa debId o a s u prevalenCIa en nuestro medio y, de modo
ticas ya mencionadas se comprueba que, en cada caso, sus recursos conCOmlUInte, port ratarse de técnicas con las que el autor realiza
(encuadre, tipo de vínculo paciente-terapeuta, actItudes e Interven- su ex p~lTIenCla ~s l s tenc l aL Sólo por estas razones la discusión
cionesdel terapeuta) son convergentes, tienden a potenClarse para la ornltna otras teclllcas -hIpnos is, condicionamiento, etc.- que
producción de determinados efectos en el paciente. Sin embargo, tal opera n con es trategias d iferen tes.
convergencia no es tanto el resultado de apJjcar un modelo operacIO-
nal explícito, como una organización esbozada, implícita, producto Psicoteral!ia de apoyo . La terapia de apoyo tiene como objetivos la
decantado de una larga historia de ma nipul aciones intuitivas. atenuaclOn o supresIón de an siedad y otros síntomas clínicos, como
Lo que comprobamos es que cualquier a de las técnicas psicotera- modo de favorece~ un retorno a la situación de homeostasis previa a
péuticas tradicionales responde a un principio de coherencia inter- la descompensaclOn o cnSls. Eventualmente intenta modificar algu-
na. Tal coherencia deriva en primer lugar del acuerdo entre los nas pautas de conducta estimulando el ensayo de comportamientos
que se propone alcanzar y la estrategia de cam bio adoptada nuevos durante la experiencia terapéutica.
~ar dichos objetivos . En segundo término, determinados . La estrategia básica de esta técnica consiste en establecer un
técnicos (procedimientos, maniobras, que aquí designa- ~~~culo terapéutico r easegurador, protector, orientador. En térmi-
- genéricamente como "instrumentos") res ulta n a decuados o a fa~SICodInámlcos esta relación puede in.terpretarse como tendiente
_tepn su congruencia con la estrategia de cambio indicada. La 4mal ~;~cer en eJ paCIente una dlsOClaClOn entre objetos "buenos" y
eetJategia psicoterapéutica global define entonces como apropia- y exclu d~ un modo t~l que proyecte en el terapeuta el objeto bueno
c1as ciertas actitudes del terapeuta (activo en una t écnica, pasivO . ya e s u relaclOn Con el mIsmo al objeto perseguidor (reforza-
en otra~, ciertas intervenciones del mi s mo (ya sugestivo-directi. mIento de la dlvalencia) (5).
'f~. ya mterpretabvas), el recortamiento de un cierto universo de
chet=o) (ya el de los síntomas, ya el de las motivaciones), cierto
"paS~;'"I~:~:rgo, la fun:;ión del terapeuta no es meramente la de
Un rol rease proyección smo la de desempeñarse efectivamente en
mododeentenderlas separaciones (como pérdidas en un caso, como
buena mCd~urador dIrectIvo. La eficaCIa de esta terapia depende, en
de prueba en otro), la adopción de determinado encuadre, terapeuta (" a, d~ la mf1uencla correctora del vínculo real con el
expenencIa emOCIOnal correctiva") (1)
De esta esLrat
de examinar desde esta perspectiva, los instrum en ' nes acerca d
.a f d .
e.gl un amentalsedesprendenvariasprescripcio-
posibles cada técnica , destacando su coheren·
interperson~ ~cttutes e Intervenciones del terapeuta. La
tarea no deb \ er ser claramente definida, es decir, los
adecuados para el estudiO en a l larse sUjetos a ambigüedad (cuanto
ambigüedad, mayor posibilidad de control del paciente sobre el
objeto perseguidor). Esto significa que se deben evitar los silencios En el mismo sentido, las separaciones (intervalos, alta) no deben
y la distancia afectiva del terapeuta mediante una actitud activa, de ser elaboradas por el pacIente como situaciones persecutorias, de
abandono, ya que es condICIón de eficacia que el vínculo terapéutico
diálogo, de este último. tenga carácter persl~tente. Esta continuidad puede ser acentuada
Estos componentes hacen a la necesidad estratégica de que la
por ejemplo "a traves de la prescripción de drogas, capaces de
relación sea definida, de manera tácita o e xplícita, como complemen- representar a l terapeuta aun en los intervalos.
taria: el paciente en su rol subordinado, el tera peuta en posición
superior l Psicoterapia de esclarecimiento. Como objetivos de esta técnica se
En este contexto las intervenciones fundamentales del tera- incluyen los r eferid? s a una terapia de apoyo (recuperación del
peuta son las de tipo sugestivo-directivo. Las interpretacIOnes eqUl\¡bno homeostabco expresada en alivio sinto mático), a los
dirigidas aescJarecer motivaciones de ~a conducta son opCIOnales, que debe a gregar se el de desarrollar en el paciente una actitud de
pero no inherentes a la estrategIa baslca de apoyo, ya que no autoobservaci ón y un modo de comprender sus dificultades dife-
resulta esencial para sus objetivos Instalar en el pa cIente una rente del aportado por el sentido común, esto es aproximándose
comprensión del significado de sus t:-astornos. En este aspecto el al nivel de sus motivaciones y conflictos; en relación con la terapia
universo de discurso propIo de esta tecnlca carece de compleJIdad: de apoyo, el universo de discurso aquí se complejiza al operarse a
comprende el plano de los síntomas y otras conductas mani- la vez con el plano de las conductas manifiestas y el de las motiva-
fiestas. ciones latentes.
Nos interesa llamar particularmente la atención sobre las incon- La estrategia fundamental consiste en establecer una relación de
gruencias que puede crear en un contexto de apoyo la inclusión de indagación, centrada en esclar ecer las conexiones significativas
interpretaciones transferenciales, ya que "denunciar" la transferen- entre la biografía, la transferencia de vínculos básicos conflictivos a
cia idealizadora puede precisamente interferir el libre estableCI- las relaciones actuales y los síntomas. Se dirige a proporcionar una
miento de ese tipo de relación transferencial dotada de valor estra- Imagen global de esas interrelaciones, pero una imagen centrada en
tégico: y asimismo interpretaciones acerca de la hostilidad transfe- focos de descompensación, destinada a clarificar especialmente la
rencial pueden favorecer la reintroducción del objeto perseguidor en SItuaCIón de crisis. Se dirige además a estimular el aprendizaje en la
la relación terapéutica. No pretendemos afirmar que exista una autocomprensión.
estricta incompatibilidad entre apoyo y explicitación de la transfe- La r elación terapéutica asume en gran medida el carácter de una
rencia, pero subrayamos recaudos a tomar en cuenta en la aplicación relaCIón de apoyo, con la diferencia de que puede funcionar con una
de esta técnica. menor disociación entr e objetos buenosy perseguidores al introducir
po.r ejemplo, como parte de las conductas a esclarecer, la considera-
• J ~conceptosde complementariedad y simetría se emplean aquí de acuerd,o al
flgmfícado que les otorga el enfoque cornunicacional aplicado a rel aciones diádicas Clon de aspectos idealizados y hostiles de la transferencia.
(8). La complementariedad ha sido definida como el intercambio, entre los miem- Dado que Con esta técnica se tiende a establecer un proceso de
biCI de UD sistema diádico, de conductas estructuralmente diferentes: uno de 105 ~prendizaje no basado en el desarrollo estratégico de la regresión
mie~br08 (one-upl tiene a su cargo la definición de la naturaleza de la relación Y dransferenclal, resulta necesario operar aquí creando uncontextock
habltl1al~eDte las iniciativas de la misma. Con ello ejerce el control de la relación.
El ovo mIembro (one-clown) acepta y se adecua a ese control de la relación por el ,sCnmtnación, antes que de ambigüedad, frustración o de privación
otro. sensorial. Es coherente con esta estrategia que el terapeuta actúe
Cuando I . te
almilar:
'6
a In !accl n se establece .en base a conductas estru cturalmente acentuando s u l i d d
pantalla ro rea e _ ocente experto antes que el de silenciosa
f""+bioe I (amboe u:,~~bros pueden defimr la naturaleza de la relación, o pr.oponer fre t fPara la proyeccJOn de roles VIrtuales. La relación frente a
OIlrelBU.deti. aón~ y ambos poseen la posibilidad de tomar la iniciatIva), se n ere uerzayal d' ' . . d I
babia ao.ón IltMtnca. Yde I a Iscnmmaclón e a persona real del terapeuta
Su ro específico.
terapeu~.pacíente es de hecho complementaria, c~eemos Con esta est t . .
cada técUlca la complementariedad asume matices dlrere n- discret ra egla es necesana una conducta del terapeuta
rada es:o a ~ vínculo diádico cualidades especiales (pa.rticU- amente cálida t•
Un diálo o d ' ' espon anea en cuanto capaz de favorecer
terapeut! e cIerta flu.i~ez~ y activa en lo referente a
IndUCIr fenómenos transferencia les de calidad e JOten-
de una u otra técnica,.
por propIa Imclatlva explicaciones "pedagósicaa"
del método de tratamiento, características del funcionamiento men-
tal. expectativas sobre la evolución del paciente, etcétera.' nece~anamente CO~ un s.entido regresivo, que podrían caJificarlas
La relación paciente-terapeuta es básica mente complementaria,

por eJem Pldo'lcomo SItuaCIOnes persecutorias de pérdida y abandon¿
por part e e terapeuta.
pero debe incluir aspectos simétricos, r eclamando ta mbi én del Puede verse que el co· t d
paciente un papel activo en el que pued e aportar datos enla dIreccI ón . , nJun o e aspectos propuestos aquí como
que asume en cada mom ento la bú s~ u eda y en sayar - Iden t Ifica do necesaTl OS y especlficos de esta técnica de esclarecimiento resultan
convergentes, en el sentIdo de limitar la regres·o' t ~ . 1
con el rol del terapeuta-la formulaclOn de s us propIas Int~rpretaclO- 'lort a I ecer f ·
unCIOnes ·
yOlcas adaptativas. I n ranSlerenCla y
Dado que ambos roles deben ser actIVOs, en esta tecmca sólo
;~~den ser útiles los silencios breves . El t er ape uta debe manejarlos Psicoanálisis e interpretación transfierencial en ps,·cote . L
con interpretaciones, preguntas o su gerenCla~ .. t t · . l 't · . rapw. a
es ra egla pSlcoana I Ica onentada hacia el desarrollo y el a a'l· .
La transferencia idealizadora debe ser tacttam ente a cepta da . t 't· d I ·ó n ISIS
SIS ema ICO. e a regresl n transferencial, ataca la habitual msocia-
mientras se mantenga en un nivel que no dIstorsIOn e la tar ea propIa clón delpaclente en objetos buenos y perseguidores, al favorecer la
de la relación terapéutica, esto es, en tanto el p acIente no a dopte proyeccIón de a mbos en el analIsta: tanto el objeto perseguidor como
actitudes pasivas que amenacen desplazarla !,aCla una/ ela CIón el IdealI zado son contmuamente incluidos en la relación médico-
complementaria de apoyo. MantenIda de modo s¡]enclO~o , la r ela- paciente (en este aspecto el contraste con una terapia de apoyo es
ción con un terapeuta idealizado puede actuar tambl en en esta total).
terapia con el sentido pos itivo señalado para la t er apIa de a poyo. La situación terapéutica específica (largo plazo indefinido al
La hostilidad transferencial debe ser explicada InmedIatamente comienzo, empl eo del diván , manejo particular de los silencios)tiene
como actualización de la biografía o como desplazamiento de otros como componente esencial la ambigüedad temporal y espacial (2). El
vínculos actuales, con lo que parte de su carga per secutor ia puede analista ti e nde. a mover se con cierto margen de indefinición perso-
atenuarse (y esto es necesario para mantener un clim a de a prendI- nal. Esta a m bIg üeda d ataca el control que el paciente tiende a
zaje, que requiere para funcionar un nivel moder ado o baJO de ejercer sobre s us objetos perseguidores disociados.
ansiedad). . El univer s o de discurso es complejo, dual , "todo acontecimientoes
A nuestro juicio, la diferencia entre estas interpretaciones trans- siempre otra cosa". El ins trum ento terapéutico especifico y esencial
ferenciales y las de la terapia psicoanalítica, centrada en la t ransfe- en este contexto y pa r a esta particular estrategia de cambio es la
rencia, consiste en que aquí las mismas tienen una función de diluir interpretación trans fer encial: "el analista no está solo o fundamen-
obstáculos para permitir el mantenimiento de una relación de tal,;,ente para interpretar algo que ocurrió en el pasado, sino 10 que
carácter "docente", y una función esclarecedora que puede enriq ue- esta ocurTlendo en este momento" (lO).
cer la comprensión de una perspectiva cuyo foco no es la relación En este contexto la regresión, el aflojamiento defensivo, son
transferencial misma, sino las relaciones interpersonales del pa- necesanos, permitidos, "sugeridos" como aceptables y útiles.
ciente en su vida cotidiana pasada y actual, así como los procesos Esta técnica tiende a crear con todos estos elementos una
intlapersonales involucrados en las mismas. (Retomaremos luego relación terapéutica complemen'taria compleja, capaz de mO;ilizar
estepunto~la luzde un cotejo entre las condiciones en que se aplican una Intensa ambivalencia en el paciente. Decimos compleja en el
terapIas y las que ofrece el contexto del proceso anal ¡tico). sfntJdo. de configurar un tipo particular de vínculo paradójico donde
En esta técnica las separaciones deben a menudo ser tomadas con
e analIsta está siempre one-up, pero 10 niega en parte al ceder al
un enfoque PTospectivo, como ocasiones de prueba que permiten
evaluar cómo enfrenta el paciente nuevas tareas adaptativas, y no r:clente la iniciativa de la verbalización y de los silencios; y simul-
t ~eamente refuerza la complementariedad con su estilo interpre-
P~l~~;a~,n(~i. que siempre sobre la transferencia él "tiene la última
tra~~ta aquí el contexto analítico en el que la interpretación
p s erenclal adquiere un rol terapéutico privilegiado.
. ero SI volvemos a ot . t· .
Institu . . . ras pSICO eraplas, y en partIcular a las de
ClOnes aSIstenCIales, casi siempre breves o de plazo Ii m nadlf¡

..
las dificultades para emplear una estrategia transferencial surgen den cumplir por ejemplo en una terapia de esclarecimiento una
con toda evidencia en varios aspectos: hay una ausencIa de amblgue-
funcIón Ilustradora, de ejemplificación viuencial-"didáctica"_, inte-
dad espacial y temporal; se da una mayor definición personal del grados en una mt?rpretación más amplia, que muestre esa conducta
terapeu ta , Sobre todo por el h echo de que . al estar mcJUldo en una
como actuahzaclOn ~e vínculos básicos del paciente, es decir, dentro
. t't"' e le adJ'udican -y suele as umlr- r asgos d e fi1m'd os d e Ia de una mterpretaclOn que mcorpore de manera constante la historia
ms I UClOn, s . . t 't ' 1d l
.
misma: elOS . te por eJ' emplo un reforzarnlento
" m sdI uClona e t a y el "afuera".
· .",
d lSOClaClOn en tre ob,ietos
J
buenos y obj etos persegUl
. I
ores, en cuan
t t o Asimi smo puede la interpretación transferencial cumplir en esta
. d
se tlen e a ver a I hospital y al médico .como esencia mente l pro ech o- psicoterapIa una 1m portante función de "despeje" o neutralización de
res y d esm. te resados , y actúan efectiva mente este ro en muc os obstáculos transferenciales que traben el funcionamiento de la
relación de trabajo. Con esta función, la interpretación transfe-
aspectos,' d ' a contradicción entre un encu adre de ti empo rencial pu ede con stituir, en ciertas pSicoterapias de tiempo limi-
Habna a emas un . d lt t
.' un roceso en el cual las intervenclOnes e erapeu a tado (por ej emplo con pacientes psicóticos o caracterópatas gra-
limitado y "IPa regresión y la concentración de afectos del paciente ves), un instrum ento terapéutico fundamental, sobre todo en una
"propusieran ., ' t
en~are=o 1 "' n b'lpersonal (la situaclOn
. se expresan
.a ' en es a propo-
t primera etapa del tratamiento . Sin embargo, aun así conserva Su
.. ó "esta relación que usted mantiene conmigo es muy Impor an- carácter de r ecurs o táctico destinado a ser progresivamente
SICI n: t der y tratar su enfermedad; vuelque en ella todas sus restringido en la m edida en que la evolución del paciente (dismi-
te para en en 1 t ")
emOCIones. y expectativas . Pero prepárese. para cortar a rpron o' . nución del ni vel de ansiedad, atenuación de síntomas) permita la
D eds e ya, estas dificultades para trabajar con
l
la tranSlerenCla no
" t ' l
puesta enjuego de otras intervenciones terapéuticas antes mencio-
. la necesidad ineludible de que, en cua qUler pSICO erapla, e nadas.
~~!::uta trate de comprender en sus di stintas facetas los fenóme-
nos de transferencia y contratransferencla constantemente acti-
vos Una clara comprensión dinámica y cierto grado de expenen- El requisito de coherencia interna
cia' analítica resultan esencialmente necesarios aun para una para toda combinación
terapia de apoyo. En este sentido, la comprensión de la t,ransfe- de instrumentos técnicos
rencia cumple en toda psicoterapia una funcIón dwgnost¿ca Y
pronóstica insustituible: en ella se manifiesta el saldo de la Hemos consid erado técnicas de psicoterapia subrayando la necesi-
historia personal, y es en consecuencia un fiel mdlcador para dad de que, en cada una, en su manipulación concreta, los objetivos
entender más profundamente el encadenamiento dinámico de expe- y la organización estratégica de sus instrumentos configuren una
riencias biográficas y actuales. gestalt. Desde esta perspectiva hemos discutido en particular las
Pero un aspecto diferente del problema reside en discutir el papel condiciones de eficaz inserción de la interpretación transferencial en
que corresponde a la interpretación transferencial como instrumen- PSicoterapias diferentes del psicoanálisis. Entendemos que un em-
to de operación en las psicoterapias que estamos tratando. Esta pleo de este tipo de intervenciones extrapolado sin modificaciones
distinción alerta contra la subrepticia extrapolación de modelos del contexto analítico puede operar como una incongruencia, de
etiopatogénicos-explicativos_ a modelos terapéuticos -operativos- efe~tos ya irrelevantes, ya perjudiciales para el proceso terapéutico.
, fenómeno ya señalado como factor de confusión frecuente en el Analogo cuestionamiento cabe para la inclusión de estas terapias de
campo de las psicoterapias (20).
~ctltudes del terapeuta en principio inherentes al "rol analista":
En primer término pensamos que mientras en psicoanálisis el '~tancla, pasividad, mantención del silencio. (Nos referimos a
análisis de la trasferencia constituye ~I eje de la estrategia terapéU- ac Itudes prevalen tes, es decir al estilo psicoterapéutico, lo cual no
tica, en otras psicoterapias dicha explicitación de la transferencia es
siempre sólo un recurso táctico dentro de otra estrategia que justa- OIega
una'que con ciertos
. pacientes y/o en determinados momentos de
mente no consiste en producir cambios mediante la regresión Y la p /slcoterap¡a pueda ser conveniente tácticamente que el tera-
eUE a adopte alguna de estas actitudes.)
víncul~ transferencia!. Con esta perspectiva enten- n una t . d
elsp.flalannento o la interpretación transferencial pue- interv . erapla e apoyo podrán resultar contraproducentes
enClOneS sobre la transferencia o dirigidas al nivel
nal de laconducta. En algunas terapias de esclarecimiento puede ser
contradictorio dar directivas. Antes que hacer una enumeración ~~~~!:'~:O~~~~:lanteados s.e han relativizado. En trabajos ulterio-
exhaustiva de incompatibilidades técnicas intentamos destacar el r d I gU\do terapias detns'ght (elaborativas, r econstruc-
lV as e a persona Idad) cuyas modalidades técnicas emplean un
problema, que seguramente r equiere un examen particular en cada
espectro a mplIo de recursos y pará metros, de otras tera pias de
situación de tratamiento. Lo que p~nsamos es q~e la ausenc~a de una contmencla y onentaclón (Soportativas) (Fiorin' 1987) K b
clara definici ón estratégica, a SI como una incoherenCia en el (2001) h ti d úl' 1, . ern erg
. . a .rea za o. tImamente nuevas revis iones en torno a estas
manejo de intervenciones Y actitudes del terapeuta pued en pro- dehml taclOnes téCnicas. En. s u trabaJ'o "Psicoanális I's , pSICO
. t erapla
.
ducir efectos confus ional es, inductores de fracasos y desercIones . lotO '
pS l c~~na 1 !Ca y pSIcoterapIa de apoyo: controversias contemporá-
que en modo alguno podrían atribuirse a dIficultades reslstencIa- neas destaca que en va~las escuelas se ha borrado la distinción
les del paciente. . . tradiCIOnal entre pSIcoanahsls y ps icoterapias psicoanalíticas, reco-
Por último, volvemos sobre el cnteno general propuesto al co- nOCIendo l a eficaCIa terapéutIca de estos métodos para consultas de
mienzo y aplicado a lo largo de este d;sarrollo,. tratando ahora de muy varIadas formas chnlcas, así como la de las terapias de pareja
darle mayor alcance de generalizaclOn y exph cltando mejor s us , de fmmha y de grupo llevadas a cabo con una menor frecuencia de
parámetros. Hemos s ugerido la necesIdad de evalu ar l a coherenCia sesiones. Entiende que se m a ntiene un amplio debate en diferentes
interna de diferentes ps icoterapias y propusi mos un cnteno para escuelas acerca de las indicacion es para cada una de estas modali-
verificarla consistente en el análisis de la conver gencIa o dive r- dades terapéuticas .
gencia entre objetivos, estrategia de cambio, ':( mensaj es y meta- Los conceptos de relación empática, vínculo y apego han intro-
mensajes comprendidos en una sene de para metros : encuadre, du cido otros criterios de importancia clínica para toda delimita-
tipo de vínculo que se tiende a Instalar, uni verso de d l sc~rso, ción de modalidades psicoterapéuticas y sus indicaciones (Kache'
sentido asignado a las separaCIOn es, control de la relaclOn y le, 200 1).
definición de la misma, definición del r ol t er apeuta y actitudes del
mismo en su desempeño, intervenciones terapéuticas fundame n-
tales. Lo planteado hasta aquí puede llevar se a un esquema, que
puede verse en las páginas 58-59, qu e tiene las limitaciones de
todo esquema en tanto obliga a soslayar s uperposiciones; debe
entendelse que sus téouinos carecen de sentido si se los consi dera
que adquirieron en el texto . Aunque los
parámetros utilizados no agotan ciertamente el análisis de las
t4mi C8s referidas, creemos que constituyen al menos un a apertura
técnicas puedan ser conceptualizadas, coteja-
evaluadas.

de actnslización

precedentes surgieron en una época en que en


:: tra~aban divis.iones estrictas entre un ps icoanáli-
concebido como nguroso según parámetros técnicos
para esa corriente (frecuencia alta de sesiones, no
modalidad silenciosa pasivo-receptiva y s610

en una concepción de la
p81coterapias de orientación psicoana-
téwlicos_ Años después los
Psicoanálisis Esclarecim iento Apoyo
Psicoanálisis Esclarecimiento Apoyo

Objetivos. Reestructur a - Mejoría sintomá tica. R e cupe rac ió n


Un iverso Complejo, ambi_ Doble.
ción lo más Manejo algo más discrimi- d e e qu ilibrio Simple.
de discu rso. guo (múltiples
amplia posible nado de conflictos y a pren- bomeost á tico,
dizaje de autobservación. ali vio de ansie- niveles de signi-
de la
fi cación).
personalidad. (Fortalecimiento de defen- d •a•d , aten ua-
s as ú t il es, m odificación ClO no s upre-
parcial de actitu des.) sión de s ínto- Sentido Regresivo. Prospectivo, adaptativo. Negadas como
mas. asignado a
• tales.
separaCIOnes
Estrategia Desarrollo y Desarrollo de autoobj eti- Rease gura-
elaboración sis- vación: comprensión de ac- mie nto a través
temática de re- titudes y conflictos más di- del vínculo, y Control de Compl eme nta- Complementaria con as- Complemen-
gresión transfe- rectamente ligados a sín- del ensayo de la relaci ón . ria compleja. pectos simétricos (fluida). taria aceptada
rencial. tomas y áreas de descom - conductas di fe-
(estable).
pensaclOn. re ntes.
Definición Ambigua. Definida Definida.
de la relación
Temporal. Terminación no Con frecuencia limitación Con frecuencia
establecida al temporal desde el comien- limitación tem- Definición
comienzo. zo. poral desde el Am biguo (depo- Definido (principalmente Definido (fun-
• del rol sitario potencial como docente). damentalmen-
comienzo.
terapeuta de múltiples ro- te como protec-
les). tor).
Espacial. Intensivo. Variable, en general me- Variable, en
nos intensivo. ge neral menos
inte nsivo. Actitudes Pas ivo-sil encio- Activo-participante. Con Activo-partici-
básicas del so interpretatí- iniciativas en relación de pante. Con ini-
Empleo de Frente a frente. Frente terapeuta. vo distante (en diálogo. ciativas direc-
diván. a frente. cuanto a contac- Discretamente cercano. tivas. Muycer-
to personal). cano.
Transferencial Reforzamiento de la rela- Transferencial
ambivalente al- ción real con rol social ¡¡ex- divalente y rol Interven_ Interpretacio- Interpretaciones actuales Intervencio·
tiende ternado COn el perto", y correlativa inhi- real directivo

Clones nes transferen- e históricas de vínculos nes sugestivo-
jnstalar. rol real discri mi. bición de vínculo transfe- (ofrecido ade- esenciales ciales.
nador. (El pri- rencial (divalente, con po- básicos conflictivos (com- directivas.
más como mO- (herra_
melo estimula- tenciales fluctuaciones a delo para even-
plementadas con transfe-
mientas rendales).
do por Belting ambivalente), (setting y tua aprendiza- estratégicas)
tipo de interpretaciones
ne., segundo convergen para la creación
pn!8enle a tra- de este tipo de relación).
activi-
Wap¡eta.
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y coDlplementariedad. DefiruClón
de , Acta Psiquiat. Psicol. Amer·
Capítulo 4
LA PRIMERA ENTREVISTA

En nuestros estudios sobre psicoterapias se destaca progresivamen-


te con mayor evidencia el papel crucial que desempeña el primer
contacto con el paciente. En base a nuestra experiencia asistencial,
coincidente con los hallazgos de diversos autores (3, 4,11), pensamos
que el manejo que haga el t erapeuta de esa primera entrevista puede
tener una influencia decisiva en la continuidad-- o-ªhandono
--- del
tratamiento y: de ser miinteniáo, en la efic"acia que alcance el proéeso
terapéU'tror. ¡
De materiales estudiados en supervisiones y grupos de trabajo
sobre psicoterapias, se revela que no está suficientemente explicitado
cómo debe ser una primera entrevista para estas terapias, cuáles son
sus necesidades específicas y sus condiciones de eficacia; tampoco si
tal entrevista puede tener una estructura definida. Con frecuencia,
en la práctica asistencial, esta entrevista aparece confundida con el
esquema tradicional de historia Cií»Íca.o breñ con cierto estito de
Pljm~r..a _e» revi"sta psicoanalítica. En el primer caso se opera con un
modelo que définirí"a a la entrevista sobre todo como fuente de
mf9rrnac.ión .,y_cuanto más m.i.n.udosa mejor-, lo que lleva ainvei'tir
vanas horas en la J,"ecPUocción enciclopédica de dato.s sobre la vida del
paciente (modelo de historia clínica). En el segundo se tiende a dar a
ese primer contacto el carácter de fuente pnmordlal de datos para el

~I problema de las deserciones es de una magnitud inquietante. VaTios estudios


I
mu
dis~~as~ qu.e d~ cada 100 pacientes que concurren a primeras entrevistas de
de institUCiones, ent.re 30 y 65 abandonan inmediatamente (4,17). No bayduda
, conii~eerar
el fenómeno deserción está multideterminado. y entre las variables a
8Ocioec c;oncurren: tipo de paciente, grupo familiar, condiciones cultaralal
n6
deatac:r ;nlCas, cara~teTísticas de la institución y del terapeuta. Aqa1
tipO de ~ papel partIcular que puede jugar olra de las variables
pnmera entrevista.
,
terapeuta ~~ue ya en su mom~ntQ.g le devolve rán al paciente", y ¡' 5. Acuerdos es pecíficos sobre la
, esa relaCIón (contrato).
..
s condlclOnes de funcionamiento de
como ocasl Qn de un acuerdo formal (aceptación del encuadre y
citación para la prime ra sesión ), COl), la idea de que "el mat érial
vendrá después, y sólo con el a vance del pr oceso se ver á con más
i en la tarea.
I 6. AntI cipaciones mínim
as sobre el modo de conducir la interacciÓn
claridad". En estos casos lo que n o apar ece (y cr eemos que en parte
por hipertrofia y traslado mecánico de la necesaria dosis de am bigüe- . Estimamos necesarias algunas a l '
, de primer a ent r evis ta: c araClOnes sobre este esquema
dad y parquedad del analista en el contexto de su técnica) es, por
ejemplo, todo lo que el paciente . par a iniciar una psicoter a pia,
necesita saber del terapeuta Y aprender de él precisamente en ese - El or nen en que proponemos las fa .
ésta, sin em bargo, n o pu ede ser rí s~:sIgue una progresión lógica;
eñcuentro i¡{icial. discusión de cada punt o lleva a r éaj' gIt unrJ.llLecclonaJ, ya que la
En primer lugar importa destacar el h echo de que esta en t r evista anteriores. us ar Con nuevas precisiones los
está d.estinada a cumplir no sólo funci on es diagnósti,cas y de fijación
de UJ\ contrato, s'oo que en ps icoterapias jugar á siem pre además un - El t,iempo que deba ocupar el tera euta .
implicaao en es te conjunto de tareas' puPe'd para cumphr el proceso
rol t.eJJUléutico, como lo evidencian investiga ciones destina d-ás a eva- . d d r e vanar °egún .
túar efectos de primera entrevista (6, 16). Se trata, entonces, de que su Cla, gra o e ,ormación y el tipo de paciente 'Lo su expenen-
t¡empo,slno eL proceso que debe jugarse n t . ;esenctal no es el
acción terapéutica no se ejerza meramente por el efecto placebo del
contacto inicial, sino que el terapeug. Rueda ad~ m ás r ealizar interven-
eta.pas~ .z-0s- objetivos a cumplir antes "d:
~~_a; os a traves de esas
Q2,.e.!llD~(Desde luego si puéde condensá p e e¡t.[ltarcha el trata·
ciones adecuadas, potenciadoras de ese efecto. -- sus posibilidades de' efi cacia, por la ín~~:se )roceso, mayores son
_ Hemos veilÍao experim'entando un estilo de entrevista, ya sea para
iniciar psicoterapia, ya de orientación y derivación , qu e es el que
entre sus fases y porqu e es pr eferible c
bca sin dilación .)
o
rJ
Id andad que eXIste
onso I ar la ahanza terapéu-
expondremos en este trabajo. Múltiples observaciones clínicas nos
han pelluitido comprobar que este enfoque ha s ignifica do crear de .- Nuestra discusión se basa rinc' 1 .
pSIcoterapia individual de eSclt . Ipa mente en expenencias de
entrada una alianza sólida para poner en marcha el proceso terapéu· extensible en buena m edid eClmlCnto. P ero la consideramos
tico, Con este estilo de trabajo constatamos una reducción marcada limitado como las de a ~ara otras pSIcoterapias de tiempo
en el Indice de deserciones, incluso en los casos derivados al final de L ' grupos y,am¡]las
entrevistas. . - o que exponemos no es el e '.
vIsta que intenta organizar dat squema smo un esquema de entre-
En ~'e a esta experiencia creemos que una primera entrevista
para p81coterapla debe y puede estructurarse definidamente, con
devanas investigaciones sob °t/
e nu~stra expcnencla personal y

la distinguen de los otros tipos de contacto inicial. {ue pueda aspirar este esqu:~: d e~a .. 1grafido de generalización al
Igaclones más rigurosas e era ven Icarse mediante inves-
, nuestra perspectiva, fJ§ta ent,reyjsta" para ser .eficaz debe registramos nuestras obs que. las del método clínico con el cual
c.!9"PlIr eIl fa"". ~e8<ua8v.ari«star2a6 :'" ervaclOnes. 2

1. Dia~óstico aproximativo inicial a partir de los datos aportadoS PasamosacomentarJa d'~


por el paCIente. entrevista antes delinead~ I eren tes fases o momentos de la primera
s.
2. Clarificación inicial del terapeuta acerca de la problemática
~lante~ y de la orientación terapéutica que se desprende del
- agMetico de la misma.
S. EIaboración conjunta
. de ese panorama mediante progreSIVOS .
lTalcsi .
sobre el sentido y los objetivOS que prOPOne nvcstlgaciones delx>
div . rae COmo un rán mostrarnos o .
terapéutica que se proponga instalar entre
Pa::~~ de tipos dee:~~r~':i~t!e~eraJ de entr~vrs:!en~~~r~ lo qu1e ahora puede
lpo de terapeuta &Justados según va?' reso verse en una
. naciones en la diada: tipo de
1. El diagnóstico.
primera ~ntr~~~ta, en aclarar el ~entidQ de la misma y los pasos que
La información que proporciona el paciente habrán <le recorrerseyara lograr sus objetivos.'
Creemos que es función de una primera entrevista e_stab~ecer el
- --
• b) lE) diagnóstico de la motivación y.aptit u~s del paciente para Ea
diagnóstico del paciente en tres planos fundamentales: pSLcoterapw. Creemos q~e el concepto de motivación para el trata-
mIento no ha reC'?,do aun en nuestro medio toda la atención que
• a) Clínico y psicodinámico. La búsqueda inicial orientada a u~a merece. Con este termmo se abarcan com únmente diversos aspectos
primera síntesís diagnóstica puede localizarse en la recolecciOn de la conducta del paCIente, sus eXllectatjxas.de curación, su disposi-
selectiva de datos referentes a: CIón a aceptar la pSIcotera¡lla, sus _aptItudes para participar en la
misma de modo actIvo. Algunos autores hanheCholIincapié especial-
1. Slntornasprincipales que motivan la c~nsulta, tiempo de evolu- mente en ¡oS" CU7rL/Jo.n entes inconscientes_d.\Lla conducta cOn el tera-
ciÓ.n.s circunstancias de variación, su reSiOn o agravamIento. ' . peuta,
- .. en particular destacando la importancia de la transferencia- --
2.G~u¡;;;famiZiar del paciente, estructura,Jalones en su evoluciOn, inicia) y las fantasías de enfeJ:medaciy-curacióJ1J;.on. las que llega el
enfelll',e<l.ade s importante's, clima emocIOnal, roles. . . paciente a)a consulta (7, 13). Otros autores subrayan el papel de las
3.-Relación éxitoTr:acaso en.la c01:¡duct~ del pa~Iente refend~ a aptitudes o capacidades yoica~ del paciente, reforzable.s en S]!S
diversasareas aaaptativas y con perspectIva evolutIVa: m a;l;uracIOn , aspec}q§ conscíentes . Con este enfoque (12, 13), un paciente está bien
estudio o trabajo, sex~li~ad, SOc~bI~dad, autoestIma. (Esto motivado para iniciar una psicoterapia de esclarecimiento si se
~ . -aeíyo.) .
4. As~s interaccionales de la conduct~ de} pacIente. en_lf!.. -
pueden identificar en él:
", , -
entrevista (moQ,ilíd-a:desaelá cQmunjqció!1, datos transferencIales Y 1. El reconocimiento del carácter psicológico de sus trastornos.
conttátransferencia)~~ idenj;i!icación de estructuras de conducta 2. La capaCIdad de introspección y su disposición a trasmitir con
predomipantes). honestidad lo qu~uedareconocer de sí mismo .
La búsqueda de datos sobre cada uno de estos planos debe ser 3. El des~o de comll1:'$~r~!!.r la actitud de participación activa en
necesariamente selectiva, guiada por una actividad de análisIS Y la búsqueda.
síntesis constante del terapeuta que se dirija hacia la construc· 4. La disposición a experimentar, a ensayar cambios.
cióndeun modelo comprensivo preliminar global, etiopatogémco, 5. La esperanza de que el triltarnie)1to logre resu1tados positivos.
el1níco y psicodinámico.3 Este modelo se condensaría en una 6. La disposición a realizar ciertos sacrificios para acceder a esos
interpretación panorámica inicial [ejemplo 1). En el proceso de logros.
armado progresivo cada pieza sugiere el carácter del dato inme·
diatamente necesario. El..pWe.nt~ siempre la presencIa Si el paciente caree!) de estas condiciones, entonces deberá descar-
o . .d.e) ter!ipeuta.. con una tarse la indicaciól). de téroi a de esclarecimiento. Podrá beneficiarse
seguridad de que está con un e~ cambio Con una psicoterapia de apoyo, directiva, supresiva de
. opuesta de malesta~, smfomas. ...
que puede dudár de la- idonel' En conjunto lo que se requiere es evaluar la aptitud del paciente
[En este sentido, las declaraciones de pacien- fara establecer un compromiso de trabajo y para extraer provecho de
después de la primera entrevista son altamen' a expenencla terapéutica. Como indicadores pronósticos de la res-
(11).]
puesta al tratamiento, en base a los cuales sea posible seleccionar
destinada a evitar l'!-inc.erti .
se r;;~ entrevista tiene una tarea: el diagnóstico y la orientación terapéutica. Pero

susnesgos en comenzar enclladra':!.do esta
lo de aUler~tlfrea.s.dest.in~das Bcrear las condiciones adecuadas para el cumplimien-.
Illétod¿;efj a u~clon pnncl~al. Todas las explicitaciones que haga el terapeuta sc_.
de una primera aproximación, susceptible de ':Ilte ríor Contra la a::~ ~ la entrevista son esenciales para crear tales condiciones. LaIiItJ/t¡a
loe dato. que aporten otros métodos (psico(hagn6s- breve. 19i1edaddebe ser, desde el comienzo, un
como las entrevistas posteriores.
adecuadamente a los pacientes, ambas series de parámetros (cons- 2C'ILa'fíinfo,:~acdión que devuelve inicialmente el terapeuta
cientes e inconscientes) req uieren ser tomadas en consideracz.6n .. Lo a r I !CaCIon e l problema .
que ocurre, cr eem os, es qu~ los criterios li stado~ en el enfo~ue "yOlCO" y r eforzami e nto de la motivación
de la motivación son sufiCIen tes pa r a pro nosticar el pacIente ~pto,
porque si t ales conductas están presentes, lle~an conSIgo ImphcIta- Así como para el terapeu ta es esencial en el primer contacto conocer
mente fen ómen os t r ansferenciales Y fantaslas de enfermedad y datos de la enfermedad, saber qué piensa el paciente de sus trastor-
-- compatI·b1es con el aprovechamIento de la experIenCIa nos y cuáles son sus expect ativas en cuanto al tratamiento, también
curaCIOn - i1i t -til
terapéutica. P ero, sin embargo, esa seriede aspectos man les os, u es esencLaI para el paclente conocer gué p iensa el terapeuta de todos
ra perfIla r el paciente ideal, es msuficIente para comprender t~dos eS2s pun.tos. L~ tarea de la !Jr1mera en trevista (decidir si es factible
los planos de dificultades potencIales a evaluarer;numerosos paCIen- constitUIr un Vinculo terapeutIco en base a ci erta inform aci ón com-
tes roblemáticos . Con estos pacientes-problematlCos desde el pun!o par t ida) encuentra su materia prima, en una primera fase en la
~sta de su motivación para el tr atamlento-.es con qwenes m as inform ación que aporta el pacien te orien tado por el t era peu'ta. En
~ce falta recordar que el diagnóstico de esa motivaCIón no puede ser este segu ndo momento la tarea pasa por el sumini stro de información
estático, en base a lo que el pacien te trae a la entreVIsta, es d~cIr, que el ter apeuta pueda ofrecer , por s u capacidad de respu esta a los
individual o intrapersonal, sino que debe ser puesto a pru~a ~omo interrogantes del paciente. Esta r eciprocidad de der echos a la mutua
fenómeno interaccional , con todo 10 que el t erape uta pue a acer información nos parece una regla interaccional distinta de esta
estimular su motivación' (ejemplo Ill. . primera e ntrevista. Dentro del desnivel de roles insalva ble, esta en-
~a motivación es un dato importante para la eleCCIón fmal del trevi.sta !lecesita funcionar con la m ayor sim etría posible (en las
tratamiento, pero debe consider ár sele en r elacIón con otros planos sesiones que le siguen~ ia asimetría del ' VÍn culo está destinada a
del diagnóstico y con datos emergentes en el proceso m teracciOnal de acent ua rse, entre otros aspectos, por la combinación selectiva que
la entrevista. podrá h acer el terapeuta entre r espuestas en lo ma nifiestoe interpre-
taCIones sobre lo latente Oentre interpretacion es de contenido y de
• e) El diagnÓStico de las condiciones AA uida..d~L gg.cignte. N os forma). En esta fas.e de laentr.evi~ta c.Qrresponde a l terapeuta ofrecer
efe irnos una a las condICiOnes que se VInculan directa- al paciente una i_magen lobal,) ntroductori.a, pero lo más precisa
~e~te con de.que el paciente inicie y pueda mant ener pOSIble, acerca del diagr¡ósti c~ en J;l.r imer lugar, y del pronóstico
un tratamiento que exige en gener al esfu erzos hgado a un a pers.pe.ctÍY.a de tJ:a~ªmiento . Al decir diagnóstico nos
tratamientOs"tradicíOñales elllá""llJªgj¡;a médic~. refenmos en primer término al dinámico, que se expresa en la
sopesar estabilidad geográfica, horarios , situ ación econo- formulaCión mterpretativa de una conflictiva nuclear, unificadora de
residencia, obligaciones f¡uniliares, y todos estos los problemas rela t ados por el paciente. Pero ligada a esa formulación
sino vistos en relación con los demás planos del ;~obal, se requiere el t:..aza <!.o. de uD<l,J>~rsp_e.ctiva ter~péutica, que
Pero este diagnóstico hace a idenh !:. factores t" glera tIpo de tratamIento, tIempo de duraCIón aprOXImado y obje-
in en esucondicioAes de vida (que contribuyen a la eñfer- IVOS .que se propondrían' para el mÍsmo.
",ti . los reChI'SOS del medio que puedan contrIbUIr a la -
euraó6D (potencial terapéutico utilizable de las condiciones de vIda).
3. Confront . ó
y la a~I n entre las eJglectativas del paciente
Rea gerspecttva del terapeuta. '
JUStes y búsquedas de aClj.erdos
' Bl eetu-Iio de procedimientos que permiten bacer de estos pacientes ud,jfiCi lef
...... . . . . . . ,era la tarea psícoterapéutíca, abre, por cierto, un capltu{~ ; Entendemos q u ..
• asisteDcial. En esta línea merece mencionarse a ArOO ti~ sIción concret e ~n momento prevIO esenCIal para cualquier propo-
. deSyracuse, que viene desarrollando amP dO da por parte da f~ re tratamIento, consiste en la delibera-
.. tema '6). ~ estudios ~nen de relieve que el .coo: óo_ ele las mutuase erapeuta de un diálogo abierto
,,;:Sara MM dEl compleJOS, que hacen d~ la slt~a l6a.
lID ...,. di"'mim muy rico, digno de una espeCial dedlcac co'!..l1na cos e~p.ectatlvas. Dos personas que
.~ mOVISIón (11, 15), experiencias e

distintas sobre psicopato1ogía y psicoterapia ' necesitan arribar ' por se establece can las partes adulta .
. . .
suceSIvas aprOXImaCIones, antes que a rápidos acuerdos, a Una zona
- Cla de pnmeras entrevistas s del paCl~nte. En nuestra experien-
mas tales corno: "Dr. yo tem~es~: fase ha gIrado alrededor de proble-
-
de encuentro de las diferencias de perspectiva entre - ambas , localizar
las discrepancias Y enfrentairás~De o que se trata es de despejar el a dIvorcIarme corno única sOh;ció en el tratamIento usted me obligue
campo de confusiones, ambigüedadesy desacuerdos implícitos, todos un progra ma que si uno se t n para mIS angustIas" o "escuché en
factores de interferencia para un eficaz cumplimiento del Contrato y puede dejarlos más, así que~: ~~~:Sttos trata";!ientos después no
para el funcionamiento del proceso terapéutico. El papel del terapeu- reservas hub,eran actuado sub t" ampoco... Algunas
r ep LCLamente .
de estas
ta es alentar aquí al paciente a que cuesfione, plantee dudas y oscuras> de no haber sido act," . como resLstencias más
I
' vamente mdagada l'
objeciones)l todo lo expuesto. Porque el problema no consiste sólo en contacto. S61 OmedIante este proceso ue 1 . s en e ,pnmer
ver qué necesita hacer el paciente sino en considerar, además; qué hacerlo confiable mediante la clarific!ón ~gre mstalar un vmculo, y
está dispuesto él a hacer , cUáles son sus disposiciones y sus dificulta- es posIble para el paciente aceptar la roe sus sentIdos y alcances,
contrato terapéuti co de un modo más sóPI'dPo(SICIÓn concreta de un
des para tratarse (ejemplo II). La importancia de este momento de I o ejemplo V1).
intercambio es crucial; en él se decide la consoUdaci6n de una alianza
terapéutica. Mientras el tratamiento a proponer no satisfaga cierfas
expectativas del paciente, el riesgo de abandono es inminente (lO). 4. Proposición ne !.ln contrato terap'eu t ICO.
O ' o •
'
(Véase ejemplo clínico IV.) Un estudio de deserciones en 100 pacien, Ant lClpaC!Ones ¡:nbre la tarea •

tes ambulatorios ( 3) mostró que los terapeutas con mayor índice de


deserción (46%) tuvieron con los pacientes una actitud rígida, poco Si se llega a proponer un contrato terapéutico a trav
comunicativa, comparada con los de índices más bajos ( 16%) . Desta- descnpto de explicitaciones y acuerdos generales 1 és del proceso
camos la existencia de varios niveles de acción sobre el paciente detalle sobre el trqt..miento a iniciar pueden o upar' os ~spectos de
implicados en la apertura de un diálogo acerca de sus expectativas de Comprenden especificaciones sobre horarios
de las entrevistas), eventualmente non
clr
un re~e laps,o.
. edcuencl~ y uraClOn
tratamiento. Este diálogo cumple una función clarificadora, capaz de miénto.- oranos y uracJOn del trata-
reforzar la motivación inicial para aceptar psicoterapia. La búsqueda
de las dudas del paciente tiene también Se ha señalado la utilidad de ofre cer 1 .
de apoyo, de continéncia dirigida a partes infantiles del mínima para facilitar el co· d a pacIente una preparación
final de la e t · mlenzo e su pSIcoterapIa. El momento
paefente~ qay all:';'ien que -recibe con sus conocimientos y con su informació~ ~~~~t~, aceptando este cnteno, consiste en indagarqué
toleranCIa au~ ChLCO que duda, que tiene inéiuso descónfianza hacia- terapéutica p e_ pacIente sobre el funcionamiento de la relación
él, 1111 tJtatairilento. anticipar so~e ara el pa~ente no mform.ado; el terapeuta podrá
La clarificación de expectativas no sólo permite-conso!idar el de la misma p~a;ente e . ca,ácter de la tarea los respectivos roles
vjp8'1llej cum~le además una función terap~utica específica:- una en el método' dese e ~r~clarse el sentido de este tipo de preparación
deterlhmada un.agen de futuro pasa a incluirse activamente en el breves en Balr arro ~ o por un equipo que trabaja en psicoterapias
de la tarea (5). Hay evidencias experimentales de que la
denominada "e~~~~' E.UU. (4,5, 7). Se trata de una entrevista
ifi . oe resultadas esperables del tratamiento se vincula
mi:mbro experime~s~~quctora del !:91del paciente", en la que un
o

8lPlE todcativamente con mejores resultados. (Véase ejemplo clínico V.l


fam~nte despUés de a o el staffmstruye a l~s paCientes, inmedia-
del n oeste ' . I'nte ream b'JO es lmportanteque
. la apertura
;¡¡ del pactente sea real y sincera; que la Slgu~entes aspectos: para pSlCO"terapla, acerca de los
Paraeno 8U8d d . sea tangible y no meramente formaI.
lllldaen • u as consCIentes deberán ser consideradas antes que a) Visión general di '
8lJ8l11pectos adultos conscientes, y deberán recibir antes aClb) Caracterización ~e~ p~l~oterapia como método de aprend~aje.
apt'eauramiento interpretativo del ~rAnando qué conducta os I espectlvoSJoles, paciente y terapeuta
aún no autorizada por lo e tieipación del s se espera de cada uno. '
, sus partes adultas. Esto."s d ~ que se aclara q urgImleuto de fenómenos
aspecto unportante de la alianza tcrapéutiCll e tratamiento so~euS;:~ ~mvedrsales. y queJejos de indicar
e eJo el s-rado de compromiso


d) Formulación realista de las expectativas sobre resultados a
b) Frente a alg
lograr en pocos meses de psicoterapia. Al alta el paciente no habrá del o c i \ ! n os de los obstácul .
eliminado sus problemas, pero er proceso de a:p-rendizajc vi,'¡dc le conh-:ioere;:p~:t~~:~tar un ha a;i:~u: ~t~~~erren la posibilidad
ayudará a enfrentarlos mejor. peñar con frecuenci¿ ~~~erp~e~acI6n transferen~i~~~t:~s~ en el
anSIedades ligadas a fantas~pe eCISlVO. Su funci6n es ne e esem-
Una investigación evaluó los resultados de la psicoter apia en un pre~lpIt~; el abandono D;:~!rafsferencI:,les intensas qu~~~~Jar
a
grupo de pacientes que tuvieron la entrevista inductora Y los cotejó motIvaclon pa~a el tratamient'; az~. Esta destinada a reforzar ~~
con los de otro grupO (control) que no tuvo esa entr evista. Ambos clarIficar en SI
grupos eran comparables en cuanto a patología, clase social, sexo, . . .aspectos d e Ia 'conduct
y 610 end uniplano
. secu n d arIO
. a
reqUIere
. t un I
ümtng mínimo
. Lo esencIal . a e pacIente
. , tarea que
edad, etc., y la psicoterapia empleada fue la misma. El grupo experi- lOS a ar el víncul o y esclarecerlo en s en prImera entrevista es
mental (motivado o inducido) obtuvo del tratamiento mayor es bene- comprender en conj unto la conducta u sentIdo y alcances. Para
ficios: mostró mayor facilidad para funcionar en la relación terapéu- proceso terapéutico. del pacIente está el resto del
tica, concurrió a las sesiones con mayor regularidad y presentó una
mejoría más marcada en cuanto a alivio de síntomas y a reajuste social.
Comentarios y ej emplos clínicos
Papel de la interpretación en _primera entrevista . A lo largo de
nuestros comentarios hemos señalado el papel que desempeñan en la 1. Un ejemplo de in terpretación panorá mica i . . .
entrevista reformulaciones, preguntas, sugerencias, informaciones Se tr~ta de una paciente solter a de 20 - dmelal, en pnmcra entrevista
aportadas por el terapeuta. Las condiciones y posibilidades de la constItuida, que dejó su casa a l~s 10 a~nos, e una familia del interior mai
interpretación merecen, creemos, una atención particular . En pri- de ~dad mayor, sin h ijos, q ue la adop~s y encontró h.~gar con una pareja
mer lugar la posibilidad de manejar la entrevista cpn un enfoque motI~o de cons ulta son an ustia ar.~n c~mo ahiJada. Los síntomas
interpretativo enfrenta el riesgo de una reacción negativa del pacien- relaCIOnes sexua les con un ~nuch a~hdepres:on Vinculadas con haber tenido
te, quien puede sentirse invadido en exceso o descalificado-en SlIS que lo que la afecta es la cul a o que uego la dejó. La paciente piensa
ideas sobre s,:, propia situación, antes de haber conocido y acep,tado ?!ece info~~ación más det~ll:;: :~~:elaCI?n: se~uales. En la entrevista
erpretacIO~ deltera peuta expresa. "S e s u 10 anCla y su vida actual. La
las r~as ¡rejuego de una relación terapéutica (1). Alertamos sobre ~r~sta expenencia de comienzo sex~ e~ramente la culpa que usted tiene
eIcaracter descalificador que puede asumir el manejo interpretativo o solo a que lo sexual haya sido al es Importante. Pero esto está ligado
no es.el de una sesión de p_sicoterapia ~ino el de
un contexto
Pero temendo en cuenta las características :ra~o~ ~¿~ot~~s~ectos suyos: la rr!'o~~f dU:~~~as~eu:~~~:~~ malo, prohibido,
exige un manejo cuidadoso dO? la.interpre-
el terapeuta inteU'rete resulta ineludible
pec~do,u:~ed ;enga que dejar a su!;~~:~!aa~onl~e le anuncia la posibilidad
, mo por haber crecido"'. op lVOS, pero ya no 'por haber
a) ,yradedor del diagnóstico es fundamental que el terapeuta
aun con .las limitaciones de los datos que extrae en un .Interp
En este
t ejemplo d
pue e verse l·
de la c:onflictiv una V1SIÓ~ panorámic~ del sentido de 1", enferm~dad, e
VincUl: a los síntoma !;Omo e que a, lllteryre.taci6n panorámica
a centralll.gada al motIvo de consulta. Est~jnterpre­ luclía ae ~~mponentes arcaicos y x:;tesl~1 de un conilicto nuclear,
una Imagen nueva de los Trastorpos (funci6n Ve al paci cmentos regresivos ad ua .es del conflIcto, incluye la
.6-vez que ofrece un ejemplo de lo que puede ser el situaci'< Lente, de entrada u· t . apt~tJvos en la conducta Devuel
didáctica y reforzadora de la mo tiva- vn. ode· . ,na Imagen.,.r b ~ _ . -
precisi6nde clslvode Su efecto n o ,"'o a retraducida de su
además el cuadro global comp.rensivo .del que se de qUe apuntatlces de sus diverso esta tanto en la profundidad con
. . terapéutica(funci6n díagnóS- totalidad quea! desde el Comienzo s componentes! corno en el hecho
paCIente, Importante inaicador sobre el tIPO ya -aunque s~~luye n\lmerosos p:~;ns~ e~ la sltJ~aci6n corno !l
en borrador" me ros, es deCIr que '
- I,lnu estructura...,.. ,
· ., a
JI Se trata de una paciente "dificil" desde el punto de vista de su mOtlVaCl~n ción"'·k me?ica c?n ,un ansiolítico. No propone un contrato terapéutico ni
y ~ptítudes para psicoterapia. Una mujer de.40 años concurr~ a ~a con~~ a~ esp~cl Ica aun obJ.etr~os, Pero su expectativa es poder esclarecer a la
P rivada por angus tia y depres ión intens as, hgadas a _u~B: r e Cle n e :a,g u. lZ to pacIen~ sobre el ~Igruficado oculto de sus síntomas. Cuando a la segunda
" fl o ales de la rga d a ta. No pued e lOlela r un tra mI en entre~Ista, la paciente con~urre "muy mejorada" esto le disgusta, nota que
Clon de con Jetos cony
largo porque 9 m. J
esesu p és pa rtirá en un viaj e (ya orga nizado) que le
es ;:, T am poco puede acep tar un co ntra to ter a péu-
la paCIen te se va a querer Ir pronto. Se suceden cuatro sesiones en las que
el foco .s e centra en.e.l problema de su casamiento y la culpa que puede sentir
ocuparátodo elano slgu.t::'l~ idea de fija r días y horas regula res de sesión por dej ar ~ s~ fa milIa. En la sexta y última entrevista, la paciente informa
tIco de tIempo lImItado. 1 tal ble Par esa razón había cons ultado a vanos que s u meJ?n a se ha ace~tuado, consiguió un nuevo trabajo mejor remune-
le produce una angu~t~a.m er~ .- to La paciente mostr aba en sesión rado y ha VISto con s u novIO una casa adecuada para sus necesidades. Se está
médicos sin, poder Imcl~r::.,a Er~er:~uta entendió q ue la dificul tad má~ desprendiendo de s,! propia farn.ilia y comprueba que solos se arreglan.
conductas foblcas e hls len
- -d oa en una
.
severa e
1 trofobia fr ente a l en cuadre. DeblO
aus L . t Piensa qu e el. trata~len~o,7ha cu:nI?lido~u misión". El terapeuta se inquieta,
d no puede dejarla ir aSI, tan rapldo, SIn terminar de ver sus cosas". La
inme lata resl 1 lanas de problemas pl antead os. a paclen e
atender entonces a vanos
.
f d frecicla has ta ahora -con encuadres- paciente a cla ra que tiene que interrumpir porque su trabajo le ocupa el
pedía a?",da y aclara~a ~~~aa~~n~u~o tera péutico la llevaba a ~,enudo ,a horario de hospital y porque conseguir lo que logró es todo lo que ella
no podla aceptarla. u o ·t Ya la vez consultaba porque aS I no podla esperaba. El ter a pe uta acepta (no tie ne otra alternativa) y se queda entre
negar que realmente 10 ~e~~Sl :a~es primero en la dirección de darle mayor intrigado y frustr ado, no cr ee que se haya completado un tratamiento, pero
seguir. El terapeuta tra d a!:, en den necesidad de tratamiento .. Luego debió tampoco ti ene certeza de qu e vaya a haber recaídas como para tratar de
conClenCla de enferme a y . om romisos ' no habn a entreVIstas retener a la pacien te. Es evide nte que el terapeuta basa sus expectativas en
ofrecerle ~n vínculo~ie~~, es~ ~~':nccu!do las ~osibilidades de ambos un esquema de cambios por insight, inadecuado para comprender otros
con horanos pr~esta eCl o~ un nuevo llamado de la paciente. fenómenos, :oncu nentes a la mej oría, que han podido movilizarse en este
coincidieran. y siempre fren abl mas analizando las resistenci as de la lapso breve.
~1 trabajO ~br.e e~to:u~:ons~dad~s fóbicas tra nsferenciales, disc~mi­
paCIente al traL:~:nenies aspectos del problema -acep tar- tra tamIento IV, Los aba ndon os s uelen se r muy ilustrativos de la problemática de
?ando.~o.::,;~l:nt~e~stas realizadas del modo irregular acordado du~anJ" primera entrevista,
Insumlo S·multáneamente fue medicada. Al ca bo de este peno o e Un paciente de trein ta años cons ul ta por angustia y depresión desde hace
dosb' meses. . . d t"
la 1cienle pudo aceptar una pSIcoterapia e lempo limitado
. , con. seis meses , que ha ido en a u me nto has ta entorpecerle sus rendimientos,
tra. aJo, r~lares a horarios fijos. Los resultados fuero.n , eS~lmad~s~ al razón por la qu e decide fin a lmente consultar. Se ha separado hace un añode
: :ese lapso, como moderadamente satisfactorios: alIVIO slDtomatic~: su esposa y un hijo de dos a ños. La separación se produjo tras tres años de
mayor comprensión (no resolución) de su problemátlca,de. pareja, recuper matrimonio Con dificultades d e comunicación y desacuerdos en cuanto al
ción de actividades que tenía abandonadas. En un s~gulmle~to al re~eso da de modo de vivir en cad a uno. Finalmente hubo infidelidad, por parte de la
su viaje. y a la luz de su experiencia posterior, la pSIcoterapIa fue estima mujer, que precipitó la sepa ración, aunque el relato es poco preciso en cuanto
como muy productiva. a los hechos que desembocaron en la ruptura. El paciente se aferró al
principio al trabajo y a una vida social intensa, lo cual no impidió el
111. Este es un ejemplo de psicoterapia abreviada por decisión del paciente, progresivo debilitamiento de s us fuerzas y la aparición de sintomatología
en laque hasta la última sesión ambos participantes mantuvieron dl~ereD­ ~~presiva! que él relaciona más que nada con el hecho de que extraña a su
tea expectativas sobre el tratamiento sin explicitación previa de sus dIscre- IJj a qUlen ve una vez por semana. Su historia personal impresiona. Su
m~ re era prostituta. Con una vida muy irregular: no conoció a su padre, Se
pancias. ..
Una paciente de 22 años concurre a la consulta hospltalana por un es tado
. ~n pasando de una familia a otra con intervalo de meses. Los cambios
de angustia que la afecta en los últimos meses (nerviosismo, inS?m~l~ a~er~n permanentes. Finalmente, vivió des de Jos ocho a diez años con su
cefaleas) a partir del momento en que tuvo que abandonar un trabajO b~e pO~~ ~ COn esporádicas .reapariciones de la madre, hasta que dejó de verla
remunerado porque le pareció que la empresa andaba en negocios turbtos. pOco ~ erseldo ella a VlVlren el extranjero, hace cinco años. Su abuela murió
Se elael más importante de su casa, ya que sus padres y herD1anb~s y líde:sPUés. No tiene parientes. El paciente es muy eficiente en su trabajo
meaoree tienen ocupaciones irregulares, mal pagas. Ella es la responsa e al hos~~sfetado en el grupo social en que actúa, que es "todo para él". Viene
todos se apoyan, Piensa casarse en los próximos mese.s. sobre tod~ tara ~~e le den aJgún medicamento que le alivie los síntomas,
datos standard para confeccionar la histo~la Durante el U~~nsls de angustia, !'J? ~abe a ~ué se deben, ni se lo imagjoa.
mayOie& especificaciones sobre 108 problemas actuales, y. Cl~ preSCriben / . cl~sO de contacto 100Clal (pnmeras tres entrevistas) se le
a la p'Ciente para la segunda entrevista, "para continuar viendo su Sltus nSIO ItlCOS y el paciente Se siente considerablemente aliviado. A
las pocas sesiones da a entender que ya ~s tád me"or que el tratamiento
qJ ' aceptar 11:a
sólo el cambio
cumpJido sus objetivos. El tera~uta entlen e ue o que este paci ente tiene efectivamente ir a vivir sola. (Entrevistas iniciales COn el grupo familiar
~ . fi del tratamIento no es b uen , . fi d d hablan ';'Jostrado que la mad;e tenia una perSOnalidad melancólica grave
sintomatJco como 10 ue 1 bo T ata de esclarecer el s igru Jea o e que haCia realmente muy dlflCllla convivencia COn ella)
problemas jmpo~ntes i
el a 'ó~a~ac~a una terapia de esclarecimie~to
los síntomas y ~nenta a re : sesiones siguien tes. El terapeuta 10 CIta,
La paciente aceptó los objetivos propuestos. Su evoluciÓn fue favorable, los
(insighO. El pacIente fal~ r~ El paciente dice que ya "se sienle bastante
obJetIVOS se cumplIeron. ContInUÓ su PSicoterapia en forma ambulatoria. A
los 15 meses era notorIa la consolidación de sus camhios adaptativos,
concurre a una y. vuelve a a aili El terapeuta se inclina a considerar esta famIli ares e Intraperso nales (comenzó a trabajar COn éxito había ¡ncremen.
bien", que
'; es mejor fracaso
suspender
del tra le nto . A esta altura y con estos datos,
tamO .
tado su autoesti m a, vi vía en forma independiente). En esa'época comentó al
deserclOn como un • d está el "fracaso". . terapeu ta: "Creo que me ayudó mucho e~contrar en el hospital algo bien
debemos preguntarnos don e. de erdos preliminares, necesanos para concreto; que me plantearan. m~tas deflmdas a conseguir. Antes yo había
Queremos subrayar la ausencIado ~~~ objetivos explícitos aceptados por consultado a tres o cuatro pSIqUIatras que me daban algún medicamento y
que un tratamiento determma ' cha A través de esas pocas entrevls tas, me decían cosas sobr e mí, pero yo nunca s upe adónde iban con todo eso.
ambos se ponga realmente en ma~ . pectativas diferentes sobre la tarea Siempre me acueI"do de la primera conversación que tuvimos cuando me
pacien'te y terapeut.:' ha~ mante~~IZ ~~sar por encima de este desacuerdo interné; m e dio mucha confianza porque yo vi que ustedes sabían a donde
que tienen en com~~. ~o es po ión del paciente hacia los contenidos de la dirigir e l tratamiento, qu e entendían bien lo que yo necesitaba".
básico: antes que dingn la aler:;.: 'o'n es necesario establecer acuerdos
d mayor especl11cacl , 6
enfenneda con l fines del vínculo terapéutico. VI. En nu estra ex perie nci a asis tencial hospitalaliay privada hemos visto en
sobre la naturaleza y os . primera e n t revista de carácter diagnóstico, de orientación o ya para iniciar
tratamiento, un número considerable de pacientes (no menor de seiscientos
. tcuatro años, es inte rn ada en el hospital
V. Una paciente ~lt;-e~a. de tretn : ~arbitúricos; se precipitó por fra cas? ,de en ocho años). Un sector de ellos, aproximadamente cincuenta pacientes
por i~tento de SUlCldl~ gr~:;a~e convivir con su madre (severa melancollca entrevistados e n los ú ltimos tres años merece especial atención. Se trata de
pareja y por resultarle mto .. l hi' al. . .. personas que habían visto a uno o más profesionales (pSiquiatras, psicólo.
que descargaba toda su de¡;~e~~oenri~~r:e aJvivir sola, pero la madre insls~o gas, pSicoanalistas), en las se manas últimas anteriores a la consulta.
Desde hace cuatro m,eses eando mucha culpa en la paciente y sensaCIón .e Interrogados sobre las r azones de ese deambular por diferentes consulto.
que eso l~ en{ermana, ere aso. En las primeras entrevistas, de~p.ues nos, con extraordinaria frec uencia las respuestas han sido: "Lo que me dijo
impotenCIa para dar ese P com rendidos en su historia, sus medicas no me dejó satisfecha, no aclaró mis dudas, me propuso que empiece el
tratamiento y ya vería d espués." "No me supo explicar qué es lo que tengo,
si es grave, cuándo podr"é tardar en curarme." "No me s upo convencer de que
u:;u madre po~ irse a vivir sola, ver posibilidades futuras c~~e~a yo debía comprometerme en un tratamiento así por tanto tiempo." "No me
~e;}eei6n(nuncaejercida)yverel modo de que con el alta la paCIente pu
ción te
aclaró qué se puede sacar de todo ese esfuerzo, qué vaya lograr." "El trato
no me gustó, muy frío, muy distante, yo no sabía si él me entendía en lo que
me estaba pasa ndo, ni si estaba de acuerdo o no con lo que yo le decía." "No
• coosideraci6n adicional sobre este caso y e 1 pro bl em a de los . objetivos
te tranSo le vi mucho sentido a que yo fuera con todo este problema que me angustia
al alivio sintomático; entendemos que la conducta de este paclen cJ fensas
UD mensaje: no estaba en condiciones de soportar una r~ptura ~e sus ~ado de
tant~ y él me empezara a preguntar de si me masturbaba de chica o si vi las
-m-yobsnivas frente a su separación. Tal vez el mensaje reneJaba el g :eJaclOnes sexuales de mis padres."'jSalí muy mal de esa entrevista, me hizo
. p5lqUJC3
.. d i ' te podía..sOj>ortar. mterpretadones que me angustiaron mucho."
IokIllWtia ala ansiedad que la eeonomla e paCle.n (de haber .
PodelllOl luponer que sólo frente a un alivio de su henda narCI Sis ta de una
qnrdadollOlo "otra vez en la vida"), como podria proporcionárselo. ~J en~uentrZnsjeda. No Se trata por cierto de negar, como Con frecuencia lo hace el
°uva pareja, recién entonces pueda el paci~nte tolerar esa movIJ}Za~IÓ~ de
... que lignifICa enrrentarse con toda su Vida de ab~ndonos y p~rdlda~. 1 . como ~aclente,.el papel que en ese desencuentro pueden jugar sus propias
eueMo de motivación para el tratamiento, debenamos mc ~Ir 'smo" o~lstenclaS.
LO Pero lo que importa es ver que además determinadas
de lo que se llama "disposición a indagar sobre SI ,?1 la nes o actitudes rígidas del terapeuta hacen el juego a esas
res/.S'Sten.clas.
dinámica de esa di:;posición que es la tol~ra"~ta :fla
tk una df!lerminada estructura de per.-;onoltdol. en. Creemos qu t I '
oIfol. Cambios en la situación vital pueden acarrear. var~~cl ones la Cons rd . e a es actItudes del terapeuta en lugar de apuntar a
e~ ~
para
a.an'iedad,yenconsecuencia modificar la mot.lvaClon crear S:'lón de una buena alianza terapéutica contribuyen a
ello es que \casos una poderosa alianza resistencial. Un índice de
en a mayor parte de ese lote de pacientes que menciono.


las resistencias no fueron de una magnitud tal que les impidiera 12. Sifneos p"Le .
iniciar y conservar después una relación terapé utica. En este trabajo f S'·' arntng to Salve E .
o horHerm Anxiety Prov motional Problems: a Controlled St
se discuten aspectos técnicos de la primera entrevista. Detrás de esos SympaStum on the Role of L okin~ Psychotherapy", Ciba FOUnda~dy
aspectos se esconden numerosos problemas contratransferenciales pp. 87-96. earmng In PSYChotherapy Londre 19~;
de instituciones y terapeutas cuyo estudio abriría seguramente un 13. Sifneos,. P., "The Motivational r 's, ,
capitulo importante para la comprensión de deserciones y otras
dificultades en psicoterapia. En buena proporción de estos casos-con , p. 1-9.
ol
f~~non for Psychotherapy ~~~. DA Selection and Prognostic
uratlOn", Psychiat Q rt
varias primeras entrevistas frustras- nos ha parecido detectable en 14. Sluzki, C., "Las psicoterapias y l . . . un.,
la conducta de los entrevistadores, la actuación en el rol de un Desar:rolJo Económico y Social ~ 1me~lO h?Sp1talaria", Instituto de
nos AIres, 1964. ' o oqulQ PSIcología y Sociología B
superyó rígido, exigente, más dispuesto a presionar que a elaborar
con el paciente su entrada en el tratamiento. 15. Spiegel, J., "Sorne Cultural Aspects fT ' ue-
rerence", Mental Health of the Poo~ ransference and Countertrans_
En este aspecto, por cierto, pocas ideas nos impresionan tan 16. U1enhut, E. H. Y Covi L "Sub· t· C' pp. 303-320.
verdaderas como la distinción de Ronald Laing: "el paciente, antes A J P ,., ~e Ive hange with th 1 .
mero . sychather., 23 3 1969 e mtiallnterview"
que un-ob.ieto-a-cambiar, es una-¡:>eLsona:a-aceptar". 17. Vera, L. y Thieberg J :'U' , pp. 415-429. '
E '. ,., n estudIO sobre de "
xpenenCla de residentes en C l' serclon de pacientes
psiquiátrico", Acta Psiquiat Psi~::zsuAtonosLaexternos de un hospitai
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Anur. J. Psychother., 1969, 23, 3, pp. 430-45l.
7, Hoehn-8arie, R. y otros, ·Systematic Prepartion ofPatients for Psychothe·
rapy. Effects on Therapy Behavior and Outcome", J. Psychiat. Res.,
1964,2, pp. 267-28l.
8. HoUender, M., "Selection ofPatients for Definitive Forms ofPsychoth era ·
py",Arch. Gen. PSYChUlt., 1964, lO, pp. 361-369. .
9, Holt, W" "The Concept of Motivation for Treatment",Amer. J. Psych wt .,
1967,133,11, pp. 1388-1394.
10. Nuh, E. 0008, "Systematic Preparation of Patients for Short-teTl1l
¡ be ~ 11: Relation lo Characteristics of Patients, Theraplst
die l'I Process", J. Nerv Ment. Dis., 1965,5, pp.
. ts of
of Psychotherapy in Patlen
,Mental Health a{ the Poor, pp. 76-87.
Capítulo 5
LOS EJES DEL PROCESO TERAPÉUTICO

Hasta el mom ento, distintos trabajos vienen poniendo de relieve la


existencia de un conjunto de mecanismos de acción propios de las
psicoterapias. Numerosas observaciones clínicas revelan sin duda la
presencia de un complejo entrecruzamiento de influencias de cambio
(catarsis, insights, programaciones, cambios ambientales). Pero da
la impresión de que saber que actúan en las pSicoterapias mecanis-
mos de acción múltiples es apenas una primera aproximación, cons-
, tituye un sabervago, insuficiente; alude a una conjunción sin dar idea
de su organización.
Podemos preguntarlos entonces si no será posible avanzar un poco
más allá de este reconocimiento inicial (de que existe un conjunto de
influencias de cambio) e intentar localizar ciertos ejes en el movi-
miento que impulsa n aquellas influencias. Es decir, identificar cier-
tos fenómenos pilares que, también en movimiento, constituyan un
m~rco en cuyo seno se organicen y desarrollen aquellas influencias
rnulbples y sus efectos. Podría verse en tal caso a aq uellos fenómenos-
ejes desempeñando el papel de organizadores de un proceso en el cual
setacoplan y potencian fenómenos de cambio de distinto nivel, ritmo,
10 ensldad y amplitud.

pr Desde esta. perspectiva me parece posible definir los ejes del


un~c~~~.en PSicoterapia en estos términos: producir en el paciente
Posible l~a~lón de sus funciones yoicas, mediante las cuales se haga
espeCifi~aa s?;ar de modo foca/izado la problemática inserta en nDS
realiz8cionel u.aclón. vital, en base a la guía, el estímulo, y las
personi/icala sImbólicas del vínculo vivido en una relación de
funciones YOk:;ncteel tera.peuta, con la correlativa activaci6#J
Co¡n.._'1 este ultImo,
-....." s rel 'ó
so n entre estoe ejes en un
rectificar la indicación terapéutica: si no se cuenta con un potencial
FOCO e:~============~ ACTIVACIÓN
DE FUNCIONES ;>
de funclOne s yOlcas actlvables, SI no existe posibilidad de delimitar
un foco, SI la relacIón de trabajo es excesivamente interferida por
obst áculos transferenclales-contratransferenciales será escasa la
YOICAS
PROCESO TERAPÉUTICO (DEL PACIENTE eficacia que logre una pSicoterapia de esclarecimiento, haciendo por
(encadenamiento de diversas Y DEL ello aconsejable el empleo de otro tipo de recursos técnicos.
influencias de cambio TERAPEUTA) Por otra parte, si esta caracterización del proceso terapéutico
y sus e fectos, -11 (entenderlo engarzado en la estructura asentada sobre aquellos
cierto margen ejes) es correcta, no se establecen de base diferencias cualitativas
de desarrollo autónomo) entre una psicoter apia breve (3 a 6 meses), una de plazo moderado
(7 a 17 meses), o una prolongada (más de 18 meses) en la medida en
que no surjan complicaciones transferenciales que interfieran en
exceso la relación trabajo, dado que en ese caso el foco podrá ir
ampliándose, podrán sucederse distintos focos a lo largo del proceso.
Perola estructura básica montada será esencialmente la misma. Tal
RELACIÓN DE TRABAJO vez esta sea una r azón básica para que nuestra indagación teórico-
PERSONIFICADA técnica, que comenzó centrada en los procesos de psicoterapias
breves, haya ido extendiendo muchos de los principios sustentables
Nuestra definición surge de estudiar atentamente ~l desarrollo para aquellas t écnicas al campo más amplio de las psicoterapias.
píricamente asumen numerosos procesos terapeutlcos en los Mencionamos antes que la caracterización de aquellos ejes como
q~~ :ueJlos elementos se recortan como primordiales (incluso en organizadores del pr oceso abre la posibilidad de una tarea de
~sicoterapias intuitivas o espontáneas, cuyo espeCIal valor puede evaluación c1inica más rigurosa . Al identificar estos ejes estamos
consistir en que, no trabadas por prejuicios teóricos ~ dejan lu?ar a recortando parámetros referibles a indicadores empíricos no ambi-
una más libre emergencia de los fenómenos necesarIOS, especlficos guos, lo cual puede facilita r además la operacionalización de ciertas
de este campo técnico). variables a los fines de ela borar diseños para investigar el proceso en
La definición subraya tres pilares sobre los que se monta un psicoterapia. Lo significativo está en que las condiciones creadas por
influencias de cambio: activación yoica, elaboraCIón de un la organización convergente de aquellos ejes poseen una especifici-
trabajo. Estos constituyen una especie de trípode de dad suficiente como para delimitar un campo dinámico propio. Este
del proceso; actúan instalando una estructura campo a su vez puede verse como el ámbito común a un vasto
activadoras recíprocas: es necesario un yo activado conjunto de recursos técnicos . El movimiento de aquellos ejes tiene,
la tarea, de lo contrario ésta se difunde sin límItes; a en las pSicoterapias de esclarecimiento, por ejemplo, su principal
el trabajo en un foco refuerza al yo al proporcionarle un área pIvote en las activación yoica. Sobre los mismos ejes, las medidas
~ la que concentrar sus funciones; paralelamente la relación de ~lTlgtdas al ambiente (trabajo social) así como las psicoterapias
trabajo solicita la cooperación de las capacidades yoicas y les ofrece ElrectIvas, concentran su acción, en cambio, sobre la situación focal.
como el modelo de la activación yoica del terapeuta, Y como d n este caso la relación de trabajo se organiza según características
las satisfacciones simbólicas que va operando el vínculo c~ esa sItuación y las actividades yoicas que se obtienen son conse-
en:~~la de la experiencia de modificaciones concretas introducidas
se desprende que para evaluar la ma:c~~ diverso co : E~ tal v~z el compartir esa estructura organizadora de sus
(y esto es de importancia para la supeTVISI . recurs~s ~ u.enclas lo que permite englobar a una vasta familia de
o por el mismo terapeuta) es necesar~o s cmcos en el campo más amplio de las psicoterapias
con que se logre asentar cada uno : En Ios cap·t 1 . . -
técnicos . \ u os SIguIentes, se discutirán aspectos
de cada uno y de su relación con l ° necesariov.:n~u ados con cada uno de aquellos ejes_
en primer lugar corroborar o n ocar el problema de los cambios en el
t'co para identificar mecanismos de acción, efe.ctos, ~ncadena~l~en­
~ de efectos y retroacciones, un conjunto de dm amIs mos mOVl. Iza-
Capítulo 6
EL CONCEPTO DE FOCO
dos en el proceso.

El concepto de foco, empleado Con frecuencia en trabajos técnicos


mantiene hasta ahora un status teórico impreciso, ya que en las
referencias al mi smo coexisten criterios sintomáticos ("los síntomas
salientes qu e motivan la consulta" o "los puntos de urgencia"),
interaccional es ("el confl icto interpersonal que desencadena la cri-
sis"), caracterológicos ("una zona de la problemática del paciente que
admita su delimitación de otras zonas de la personalidad"), propios
de la diada paciente-terapeuta ("los puntos de interés aceptables
para ambos") o técnicos ("la interpretación central en la que asienta
todo el tratamiento") (11, 19, 3). En el campo de las psicoterapias,
estos criterios se yuxtaponen sin establecer ligazones entre sí. Lo que
esta pluralidad de conceptos deja entrever es que foco puede aludir
a una organización compleja de la cual aquellos criterios recortarían
fragm entos. Di scutiremos aquí la posibilidad de trabajar sobre cierto
modelo teórico de foco que encuentre para aquellos referentes un
orden unificador, proponer una estructura que organice un campo
común diagnóstico y terapéutico.
En Primer lugar cabe s ubrayar el origen eminentemente empírico
~el concepto de foco. El t rabajo pSicoterapéutico se orienta siempre
y ~ ~enudo de mod o intuitivo) hacia la delimitación de un ejeo punto
~Oát de la prOblemática del paciente. Los primeros registros siste-
eje~C~S de una experiencia clínica Con psicoterapias breves, por
eS la~ o, muestran que la moda lidad asumida por la tarea en sesión
qUe in~ una "focalización ", un diafragmado en la óptica del terapeuta
de Su p u~~ la concentración selectiva del paciente en ciertos puntos
te, de :~t emátlca (1). Más aún, los pacientes tienden naturaImen_
organizar rtd~, a mantener una focalización. La posibilidad de
e irnágene:, r~eato, seguIr una línea directriz,
pende de cIerta fortaleza en las funciones
adaptativas,1 Sólo en pacientes con marcada debilidaifid YOld'ca t:pdí~
á te un relato disperso, ram lca o, 1. La estructura del foco
encontrarse esport ne,amenece expresar necesidades de delimitar la
ricamente la foca IzaClOn pa\ ar en ella atención, percepción, memo-
búsqueda de modo de:~~i~nes yoicas; t al concent r a ción puede ser
En la práctica psicoterapéutica el foco tiene un eje centra!. Con la
mayor frecuencIa este eje está dado por el motivo de consulta
ria, todo un conJunt:o e 1 e 'e rcicio d e estas fun ciones. (síntomas ~ás perturbadores, sit~ación de crisis, amenazas de des-
condición de eficaCla par~e J , está guiada por la dominancia de compensaclón,que alarman al paClente o al grupO familiar, fracasos
Dinámicamente la foc IzaclOtn s en función de r esolver ciertos adaptativos), Intimamente ligado al motivo de consulta, subyacente
. 'ó e Jerarqwza area . ,
una motJvaCl n qu . 't ' s En situacion es de CriSIS, por al mismo, se localiza cierto conflicto nuclear exacerbado, Para Ernes-
problemas V1V1" d os como priOri ano d . a síntomas cierta confl IC' t'Iva
to un paciente de 30 años, con un hijo de 3, que acaba de separarse
ejemplo, el motivo d~ consulta;o~c::?:s creados p; ra la resolución de d~ su mujer, el motivo de consulta es un estado de angustia y
central ligada a los smtomas, o. ~ d de condensación, el motivo de depresión que afecta s u vida cotidiana y su rendimiento profesional.
la situación. Por esta capacI da en el eje motivacional orgamzador Las desavenencia s crónicas hacían necesaria para él la separación,
consulta se transforma a menu l
Ttador de la misma. A la vez el pero siente que no puede tolerarla, que no podría reemplazar a su
de la tarea, y en consecu~ncl:on~~I~a es reforzador de la alianza mujer ni admitir que ella formara,otra pareJa, En Andrea, paciente
trabajo sobre el motivo et b particularmente su importancia: soltera de 26 años, profesIOnal reclen graduada, el motIVo de consulta
terapéutica. Alexander d es aca a reside en el miedo para lizante que experimenta frente a un proyecto,
ta descubra primero qué es ex~ctam~n. ya iniciado en sus trámites, de trasladarse varios años al extranjero
... es importante que ~l teTars~te quien debe suministrar el mcentlvo a los fines de especializarse. Su ambivalenCia frente a ese proyecto es
te 10 que desea el paClente. el tratamiento, Y por más celo muy intensa.
para lo que haya de lograrse ~~ uta todo será inútil a menos En cada uno de estos focos, el eje dado por el motivo de consulta y
d
reformador que haya por parte e teera~Utí' c'o algún fuerte motivo del
ha para su uso rape . el conflicto nuclear subyacente se inserta en una específica situación
que pueda aprovec r 1d be hacer frente al paciente pnmero en
pacienU:.Sededucequea:!~~o e rovisoriamente sus puntos de vista grupal, Para Ernesto la situación se agrava porque desde su separa-
BU propIO terreno, a~p l~rioridad -después de orientarse sobre ción ha ido a vivir con su madre, persona autontana con qUien
=::~ie~~~:~:sYd~ ~:~~~ ~ratar de utildizar estosc:rO~~~~i~:
fomentar los objetivos terapeutlcoS que pue an pare
siempre mantuvo un vínculo conflictivo, de intensa ambivalencia
mutua. Este hecho, en parte inevitable por sus dificultades materia-
realización (1). les para vivir solo inmediatamente de producida la separación,
significa a su vez dejar de convivir con su hijo, loque añade obstáculos

Operativamente1'a' focalización c~nduce a trabajar sobre ~~~~~~~ a dificultades previas del paciente con la paternidad, La situación se
clones intencionalmente guiadas, mas que sobre asoCIacIOnes ciar complica en el momento en que surge otro hombre con posibilidades
S,' en la técnica psicoanalítica la dificultad del paciente para aso te de hacer pareja con su mujer. El viaje de Andrea al extranjero
libremente puede ser tomada como índice. . d e resls .' s '.en. pSICO
. t encla tencio-- significa dejar sola a sumadreviuda en la misma época en que se casa
rapias, a la inversa, la evitación de. una actitud exploratona I~ata de su hermano menor, que vive hasta entonces con ambas, La madre ha
nalmente guiada puede ser considerada resistencia!. (Se t . el tellldo en el último año signos de leve insuficiencia coronaria.
(mfa~s diferentes en funCión. de tareas d'ISt'In t as, ya qu e en otro. nlV.dez Motivo de consulta, conflicto nuclear subyacente, situación
loresistencialestará expresado, para ambas técnicas, en una ~'fsde grupal Son aspectos fundamentales dellna situación que conden-
del pensamiento que impida combinar flexiblemente los dos es I o sabreun conjunto de determinaciones. Un trabajo analítico nuestro
asociación, libre y guiada,) sdoete la. situación intentará identificar zonas de ese conJ'unto de
d I rmlnantes. Lo esencial a respetar es el carácter de estructura
h~ma situación tal como existe, totalizada, en la experiencia
.
eesiones de diferentes tratamientos observan d o en ellas las
ta más
d n con UD
I a d yOI'ca prese
Una paciente con fuerte de b'I l'd
dispeilU, ajenas a toda focalizaci6n! contrast.an f~nciones deli~~a, de modo que todo trabajo analítico se haga a partir de
109& para tales intervenciones en un paclen~ c~yas
• Ciav'- de indicadores diversos, un mejor rendimiento.

estud:o eJ~ totalidad de la situación, en toda su amplitud, El
en el se :. IVersos componentes de la situación deberá
n Ido de despliegue de "niveles de análisis·, entendidos
como estratos funcional es enraizados en la situación, actualizados
presente, en el centro de la situación , Una antigua relación simbiótica
y totalizados por ésta . ible deslindar una zona de componentes de con su madre, en la que ésta jugó el rol de objeto acompañante, y es
Con este enfoque es pos te izar como aspectos caracterológ!cos ese rol el que ambas h enen que romper en esta situación. Juega
lasituaci6n que podemos ca~~ :rsonales activados en esta situación tambIén como figura de IdentIficacIón precaria, la presencia del
del pacienteCdmarmsmos dlZ; p as personales selectivamente movl- padre fa ll ecId o h ace años, como exigencia de un rendimiento profe-
' od l ' dades elenS1V d . sional bnllante que JustIfique esa separación, agregado como ele-
espeCIfica, m ?- 1 . , o es osible ensayar una u otra e vanas mento fobígeno.
lizadas por la sltuaCIon -? d Pellas h ace el grupo viables-, etapas
defensas, hay que ver c~álesfa~til actualizadas por la estructura de Otra zona integrante de la situación comprende el momento
no resueltas del desarro o m de e~dencia materna, no resuelta SInO evolutivo individual y grupal, las tareas que se desprenden de
la situación). En Ernesto ~~cerbada con la pérdid a y la vuelta a la
necesid ades propIas de ese momento evolutivo y la prospectivaglobal
t que comporta esa etapa. Gran parte de la conflictiva agudizada en la
rasladada a su pareja, e fl' tos de intensa ambivalencia situación deriva no sola mente de la reactivación de conflictos infan-
. adre' sus con IC '. d
convivencIa con su m ' lementarios con la ambIvalencIa e su tiles, sino del choque entr e las limitaciones dadas por la persistencia
frente a la dependencIa (comp dependencia)' adem ás, sus COnflIctos de esos conflictos y las necesidades propias de la etapa evolutiva
d frente a esa , . 'ó
mujer y su ma re . (con sus consecuencIas: agresl n,
por el choque entre su depen~~~fa sus necesidades adultas (de auto-
abierta qu e urgen una satisfacción. Urgencias a la vez subjetivas
separación, angu~tia, d~presloen ~us rendimientos). Se locah zan en
(autoestima) y obj etivas (presiones sociales para la maduración y la
eficiencia). Ernesto tiene que enfrentar sus dificultades de pareja
nomía, maduraCIon y e IcaCI~ilizadas: disociaciones, proyeccIOnes, (con esta o con otra pareja), las exigencias de la paternidad, y de su
esta zona sus defensas mdo a idealizaciones. En Andrea se r egIs-
ataques al objeto q~Oa::'b~:n ' una fuerte dependencia m aterna,
trabajo profesional, necesidades de estudio y de sociabilidad que
cuanto más precariamente se enfrentan más distante hacen la
tra en este aspeb'valencia tanto frente a su viaje como fr ente a la posibilidad de recuperación . De modo semejante, Andrea y su madre
generadoradeam I 't d'ar en Buenos Aires. Expenm enta
posibilidad de quedars~ a es u a~ miedo a quedar desprotegida. Se
tienen que separarse, ella tiene que crecer, la situación de infancia y
pon de ~eJar aens~:a~:;.:~s~ fóbicas (evitaciones prinCipa lmen te,
adolescencia no es prorrogable, y sin crecimiento y resolución de esa
culpa simbiosis se interfieren otros rendimientos, eróticos, sociales y voca-
' en eda
en Juego , (reaCCI.ones con ra-
recur~~~
de objetos acompañantes) y mamacas t cionales. Para la m adre, el viaje de Andrea, el casamiento de su hijo
buS.':s negación de su dependencia e idealización de s us
~ad~l país). También en esta zona de determmantes cara~: An-
menor Y sus problemas de salud configuran una etapa crítica, que
agrega obstáculos para la resolución de la situación.
es posible incluir otras funciones yOlcas adaptativas. ci6n el Esta serie de componentes de la situación tiene que ser puesta en
más visibles que en Ernesto, la capacidad de plamfica vés del relación, además, con un conjunto de determinaciones concurrentes,
aUllado de cierto proyecto de salida de su dependenCIa, a tra rimi- que originalmente podemos localizar en una zona de determinantes
desarrollo profesional. Andrea actúa medIante defensas más poten- del Contexto social más amplio. Un conjunto de condiciones económi-
mas pero las contrarresta con otras funciones adaptatIvas p d de
cia\~enteeficientes.Ernestopresentaundebilitamientomarca .0 cas, laborales, culturales, ideológicas que intervienen de muchas
maneras en la situación.
8U8 funciones yoica s apenas mantenidas en la esfera del trabtóaJo,.c'o_ c ~~ra Ernesto no es lo mismo vivir este conflicto de pareja en
Ea posible asimismo
' reconocer en la s!tuacI
" ón aspectos h,s
_ M ; _ _ irulivíduales y grupales reactivados. La agreSIón
. de r la
la ;~ ICIOnes de trabajo seguro y de alivio económico, que correr el
nal go por su depreSIón de perder sus ingresos. Una cultura tradicio-
laq~:ha a cual es? divorcio es un fracaso y nunca un éxito, como es
.--....... .
madle de Ernesto ha estado SIempre cen tr a da en sus fracasos,n los
. que esos JUICIOS
prescindente de su padre hIZO . .' fuera
í 'sm .
' as";paran a ob;etivar a Ernesto una imagen de s Ifll o- concurr a revalecldo en su familia y en él mismo desde siempre, es
r - , mantiene una actltu . d slml
. '1ar desva. lori
eg Iinofrenet~:lde peso, como lo es toda la ideología del orgullo mascu-
paciente. Loque seJU ea angustia y t atresencla del tercero. Estos componentes refuerzan la
J\ndrea la ~: a~ las Posibilidades de elaborar esa separación. Para
di1lcileade:~p~~~I~n d~
una vez más. En Andrea Slgu
desocupación profesional y las condiciones
a IzaClón en nuestro medio refuerzan
";8 frente a la posibilidad de quedarse aquí y su miedo al fracaso
afuera que la obligue a regresar. Su falta de contacto ideológico-
político con esta situación hace que todas las posibilidades sean
medidas desde una óptica estrictamente individual que agrega otra FOCO
dimensión de aislamiento a sus ansiedades de destete. Toda la
ideología de los cuidados que la bija debe retribuir a la madre y la
SITUACIÓN ACTUAL
oculta responsabilidad del sistema social por el desamparo de una ESTRUCTURADA
persona sola se incrustan en el cent!o mismo .~e la situación de
, , --- ... , ,
alrededor de un eje
Andrea para movilizar culpas de difiCIl elaboraclOn.
/ MOTIVO de '
Si volvemos a considerar el conjunto de estas zonas de determinacio- .
I
I
CONSULTA"
Y I
nes qne hemos desplegado en un somero examen analítico, lo que \ CON FLICTO :
. es reconfigurar una estructura, construir un modelo de la " , NUCLEAR I
, .... __ ..... , ,
situación que intente dar cuenta de los dinamismos, articulaciones,
potenciaciones y oposiciones propios de una totalización. A
el concepto desituaci6n, en el que convergen las perspecti-
vas dialéctica, materialista y existencial puede aportar un modelo
ad_ado capaz de aproximarnos a una totalización concreta, singu-
lar yen movimiento, del individuo o grupo en estudio. Es en esta
DCM:Íóu totalizadora de situación donde pueden encontrar su marco
propios de una conceptuahzación psicodinámica
conflictos, fijaciones), comunicacional (modahdades en
los mensajes, alianzas, descalificaciones) o psicosocial El modelo de foco contiene esta serie de co
tareas grupales). en la situación estructurada. La profundida,;;,~~:ntes co~densados
el foco como delimitación de una totahdad concreta
analíticos conservan sentido por
en ese marco conservado a lo largo del movimiento de del foco, ésto apéuántIca que creo POSIble Identificar como reguladores
sobre detell"jnadas zonas de sus componentes. La , s ser menCIOnados en el punto siguiente.
a la situación se refleja en esta formulación: "... el
. tal intrapersonalmente nO 2. Diafragmad .
la eaestíón sea de orden primariamente personal, DI de ciertos r o operacIOnal del foco sobre la base
personal. El problema ha surgido de una eguladores y retorno a la totalización
vez, como dijimos antes, resultante del diálogo
8U realidad". Importa detectar "las formas cómo el En muchos moment d 1
y la índole de la estructura dialéctica sujeto- loscomponentesdel~~i e p:oceso la tarea no abarca la totalidad de
de diafragmado en al tuacI6nsmoqueseconcentra,porunaesPecie
estas ideas sobre estructura f'tructura. La profun~n~s de ellos, recortando alguna zona de la
ud COn que Pueda c a con que se explore cada zona y la aro li.
de una serie de fac~~~renderse la estructura de totalidad depe:d
D reguladores que comprenden: e
esde el paciente y s ". .
de Vida cu)t ualgrUPO ,amüuzr, un colliunto
e,;
P a el trata
ur es, ocupacionales
miento. '
la instituciQn.
mas teóricos, recursos técnicos qu e integra~ su arsenal tera~éutic~
. ' bTd d d rsonal y espacios estilos de s upervls1 n. es ella: produce a,sociaciones guiadas por la nueva dirección impresa a
:~~~Ol ~e ~act:TI~: influye en decisio'nes sobr e tiempo, objetivos y la tarea, ampha elementos recortados por el terapeuta.
4) Nuevas mtervenciones del terapeuta tomarán ya elementos
J. vez reguladores de l foco.
técnIca que. sontOads';actores establece la am plitud gener al que habrá parcIales c0r:'ponentes de la situación, a los fines de allondar en ellos,
E ste conJun e ,. ya artlculaclOnes del conjunto, en un doble movimiento anal 'ti
edellfoco~eso . ' ti' S t h 1 ca-
de darse al trabajo sobre no obstante, la focalización smte C?, que ar ~e. a car~cteri~ado como momentos regresivo y
c) En cada momento pr . , d' fr d progreslvo del análiSIS de la S!tuaclón. Este último apunta al encuen-
.. , litud articular. La focalizaclOn o. la agma o, y tro de una totalizaclón smgular, a realizar "la unidad transversal de
adqUlnra una amp P tan en el esquema slgwente:
sus reguladores, se represen ~S todas la s estruct uras ~eterogéneas". El movimiento de diafragmado
entonces se acampana de un r etorno a la totalización en Una
~O?­ alternan cia constante desde las perspectivas entre figura ~ fondo.
p GpAC1EN'fE- Un movimiento donde se trabaja a la vez sobre los detalles y sobre el
S /' GRUPO conjunto. Un método que Sartre encuentra en Marx: "Si subordina los
fi>O~f.~Ñ'fE
_-- - - -
FOCO
-.- - -
CO~ _--
\
\
c ondiciones
de ",id~.
Motlv ac\on
hechos anecdóticos a la totalidad (de un movimiento, de una actitud),
quiere descubrir ésta a través de aquellos. Dicho de otra manera, a cada
hecho, además de su significado particular, le da una función revelada-
\ \ Aptitudes ra; ya que el principio qu e dirige la investigación es buscar el conjunto
".- -, \ I I
I
, ',.....-- I 1 I sintético; cada hecho una vez establecido, se interroga y se descifra como
I I I I PROCESO parte de un todo; y es sobre él, por medio del estudio de sus faltas o de
\ 1
I
I
TERAPÉUTICO
...
--' ' }
J
1
I
I I
I Momento del
proceso
sus sobre-significados cómo se determina a título de hipótesis la
totalidad en el seno de la cual encontrará su verdad" (14).
-- -- - }
}

}
I
}
3. El foco en la sesión

El fragmento de una sesión de Ernesto mostrará cómo introduce el


terapeuta el foco ante el despliegue inicial del paciente de su mate-
na!. Se trata de una sesión del quinto mes de una psicoterapia de
esclarecimiento programada a un año. En las últimas semanas el
Eete conjunto de reguladores delimita sobre la situación total u~ hecho dominante ha sido un intento de acercamiento a su mujer, con
qUien la separación se mantiene.
,Ohllde amplitud variable; cada sesión puede ahondar selectivame;e-
delcono Loesencial sin embargo, reside en quecualq
"
raeeae1 sector de elementos explorados, éstos sean com pren d'd
I os como PI: "Me noto muy violento: El otro día mi chico se peleaba con un amiguito
integrantes esb ucturados-estructurantes de la situación . '. :runJuguete. Traté de que se dejaran de pelear, que cada uno se arreglara
El tzabajo con el foco seguirá en psicoterapia esta secuenCia. o m; I~n Ch~h~. No hubo caso, seguían haciendo escándalo. Entonces exploté,
1) El paciente inicia la sesión a portando un maten al dlspe;so~ que ~7a h~. rompí el juguete. Después pensé que era una barbaridad,
becbadeepieoc!iosrecientes, recuerdos, observaciones sobre los o r reaccian b a . 1 los parado de otro modo. Y me acordé que yo de chico
no lo ~ aaSl COn laque no me salía: un día rompiun auto que tenía porque
personales en esos episodios. . . . euta T l' "Cr a arreglar."
un tiempo de ese despliegue mlclal, el terap for- . eo que convendría . .
Pieguntar en una dirección específica, o bien re del CUál P<>dría pensar, para entender algo de esta VIOlenCia suya.
ser actuaJmente el arreglo que no le sale,"
mbr8) an do de modo selectivo ciertos elementos 2l lllaterial · . .
cleede la situaci6n-foco.
NCIbe esta relOJ mulaci6n y comienza a opera
r con ladee con la ~cl~1 se presta para tomar diferentes Ifneas:
pa 8nudad, necesidades infantiles
llevan a tolerar mal el juego de los niños, irritación frente a la situación T 16: "Creo que la preocupación está
arrumaría la buena impre '6 pue~ta en que de seguir comiendo se
triangular (dos chicos peleando por UD juguete), tendencia a destruir lo
que frustra, que llevaría a explorar conductas similares de su parte que
llegada. Porque hay una segSI .~
logre producir."
due qUIere producir físicamente a su
un a que usted basa en el agrado físico que
pueden haber influido en el deterioro de su pareja. La intervención del P 17 (Ríe.): "¡Pero ésta es mi anna secr .
terapeuta selecciona un elemento que introduce en la situación actual, contado: a un lugar que me interesa ma:d:,:or SI las ?tras fallan! No le había
en la que puede jugar un rol dominante dentro de la estructura, dado a otros una foto cualquiera. Mi madr . nafota ~acon una pinta bárbara·
que arreglo-con-Ia-mujer podría reconfigurar la situación. Se organiza a la impres ión fisica que daba al arr: ~le~pre le dIO muchísima importanci~
entonces el material a partir de un eje central de la situación (arreglo el exhibicionismo de ella me daba ra;':' slempre lo usó para caer bien. A mi
1 ,pero parece que yo también lo uso.;'
que nO sale, ambivalencia frente a la mujer que no le "obedece su orden
de arreglo") de donde se desprende la irritación frente a la desobedien- La intervención inicial de Andrea abría vari ' .
cia de los niños, agravada por la presencia de una relación triangular , exacerbación
. de
. la oralidad frente a las ans·ed
I a d es adse separac··
líneas poSIbles:
Co
con eljuguete, que a su vez remitiria a la agresión con la mujer que está el matiz regresIvo de actualizar laépocadelasgall n ( . Ion. . n
muy lejos del tiempo de salir al mundo) la contr e la~ senbrsechica,
entre dos hombres, porque el daño es mfendo al Juguete.
La sesión registra en conjunto esta evolución temática: en la fase represiva y permisiva de su oralidad'o bien l:poslcl nentrefiguras
inicial se esclarece el sentido de su violencia frente a la frustración del consecuencias corporales de su oralidad Eltera prteoctupaclón por las
~ . . . peu a oma este último
arreglo con su mujer y a la presencia del tercero. aspecto . en JunC1ón. de que la
. SItuación actual está d efi TU·d a alrededor de
Luego surge toda la dependencia con su madre y con s u mujer y un eje prospectJvo-evolutivo: proyecto que marcha y la nfl· t·
l ·fi d a h · co IC Iva es
esto es referido (nuevas intervenciones focalizadoras del terapeuta) ca I ca a ora por ese eje lo que redefine un as to .
··ó
(fiJaCI I t· d) . ' pec regresIVo
nora reac Iva a al mcluirlo en la estructura cristalizada r
al papel que esa dependencia debió jugar en el deterioro de la pareja
y en las dificultades actuales para un acercamiento. Más adelante eJe-progreslvo-del proyecto alentado. Empezar tomando el tera po
la preocupacIón por engordar, en funciÓn de su cuerpo allá asie~ue~
:1
comenta un sueño en el que se hacen visibles su dependencia oral y
su ambivalencia frente a la mujer (madre-esposa combinadas) y esto haberJerarqulzado como dominante (y por ello motivado '. . al
es referido al momento actual en que no puede recuperar a su mujer otorga su sIgno a la situación) al eje prospectivo de la e;~~cntC1P ura. que
ni imaginar otra pareja. Finalmente, a través de una serie de
episodios del fin de semana en los que tuvo que ocuparse de una prima
yde su hijo, surgen los problemas de la paternidad, que son vincula· 4. Evolución del foco
dos con su dependencia oral insatisfecha que lo llevan a buscar un
Jet¡aimiento narcisista, tratando de mimarse éL ~;i~~:;~ del Pbroceso terapéutico el foco puede ir modificándose En una
~ situación es abordada en esta sesión por zonas de interacción . pla reve es probable que tod 1 . .
(1DQJe1', ma~re, prima,. hijo) en cuyos episodios surgen aspectos SItuación focal l o e proceso gIre sobre una
caracterológ¡cosdel paCIente que son constantemente incluidos en la enriquecimiento ~ ~ avance del proceso consista solamente en el
eetructura de la situación actual, cuyo eje reside en el acercamiento situación. densfi e .~odelo estructural que se vaya armando de esa
fl ..tm y Jos conflictos que generan ambivalencia frente a la mujer. compren~iónd I cacI n progresiva de los compOnentes del foco por la
ciones y líneas ~s~s sobredetermmaclOnes, clarificación de las articula-
Otro fr~glllento~ de una sesión de Andrea, puede mostrar asimismo PSicoterapiasm:s u:~lza pnnclpales en el montaje de la estructura. En
=:ldo de la mtervenclón focalizadora. Ocurre al promediar una
del cuarto~es de una psicoterapia programada a ocho meses,
focos, cada uno l ~ngadas puede Ir desplegándose una sucesión de
pacientesueleene:toe os caracterizando una etapa del proceso. El
Wba preYlsta de su viaje. Andrea ha salido de su parálisis pnYllegiando una .tS casos propOner espontáneamente una seriaciÓn
llevando adelante los trámites y el proyecto de viaje ha ~ntrado alrededor~ uacl6~ en cada etapa (por ejemplo, Un períod~
mayor realidad. e
pez resueltos ciertos un ~Je puesto en la problemática de pareja· una
con
muehfaimo, y esto me preocupa. De chica era gorda., Pr~Poner un nuevo e IctOS nucleares ligados a ese eje p~ar a
Mi mamá me controlaba y mi abuela me fOCobl~B!lvocacional~: ~ue reestructure la situación alrededor de
Bueno, he vuelto a las galletitas.' pnVilegiado no di~e n cada Una ~e estas etapas eltrabajoeon 1IB
re en esencIa del que se reali- en _
psicoterapia breve. (Esta es una de las razones por las que coincidOtC~n
Kesselman (9) en que "la antinomia breve-largo es un punto de ~~r I a totalización concreta (!\1arx, POlitzer, Sartre), el ser humano real
poco conveniente para dilucidar el problema de la pSIcoterapIa .) desparece. En este caso las más elaboradas hipótesis pSicodinámicas,
las más sutIles descrI pclOnes comunicacionales no pueden supe rar el
nivel de la abstracción y cosificación de lo hu~ano .
5. Algunas implicaciones teóricas y.técn~,:as En un trabajo sobre la primera entrevista pSicoanalítica, Maud
del modelo de foco centrado en la sltuaClon Mannom (12) .emplea el concepto de "situación" para caracterizar el
problema mobvo de consulta. Interesada en destacar la óptica psicoa-
nalítica de la SItuaCIón, en salvaguarda r las dimensiones psicoanalíti-
1 Un mo d eIo es tr u ctu ral de articulación de una · multiplicidad
· t .óde cas de la misma, restringe la mirada. Los elementos que toma en
. . . el todo concreto de un sUjeto en SI uacI n,
deternllnaclOnes ~nr ue diferentes tipos de estímulos y recursos cuenta, necesarios SIn duda en todo diagnóstico, resultan en cambio

permIte compren e q ficacia en cuanto a inducir reconfiguraciones ' insuficientes para abarcar el conjunto de series y articulaciones cuya
técnicos pueden tener ~ rende ue la acción se ejerce siempre sobre estructura y sentidos es necesario comprender en la perspectiva más
en la sItuacIón. SI se c~de~ esper~rse relaciones lin eales n i proporcio- amplia del abordaje psicoterapéutico. En nuestra aproximación "situa-
unaestructura,noP~as efectos porque entre ambos polos de la ción" incluye un conjunto n1ás vasto, h eterogéneo, de series y s us
Yl l·neal ~e interpone la estructura de la
articulaciones . Apunta a efectuar una construcción teórica en la direc-
nales entre Idnfluen
supuesta ca ena causa I d fi ción de lo que puede llamar se, con Deleuze (7), teoría del sentido en el
.. us líneas de fuerza internas, sus leyes e recon Igura- acontecimiento.
SItuaCIón, con s d l· . Este aspecto puede ser fundamental para
:~p~~~~~~~~~ r:l~~~o~:~ entre la acción terapéutica y los cambios ,
La Institución Agora de Montevideo, Instituto de intervenciones
emergentes (véase capítulo 9). I PsicoanaJiticas Focalizadas (dirigido por Denise Defey, Juan Hebert
2 Si la situación está organizada según un modelo estructura se Elizalde y Jorge Rivera) ha publicado tres volúmenes (1992, 1995 Y
. deel intento de hacer converger sobre ella una plurahdad de 2001) dedicados al trabajo clínico, la teoría y modalidades técnicas de
~:= técnicos; la práctica terapéutica de las instituciones en los las psicoterapias focales, con el aporte de numerosos autores de
'Ir mos años parece orientarse en esta dIreCCIón en funCIón de lograr varios países. Rem itimos al lector al estudio de esos trabajos en torno
~~ eficacia que puede entenderse desde l.a pluralidad de zonas que al concepto de foco. Sólo podremos aq uí referirnos a algunos de sus
componen la situación y su vanedad de VI as de acceso. significativos aportes para este tema.
3. Si cada situación puede entenderse como una estructura dotada Ricardo Bernardi en "la Focalización en Psicoanálisis" encuentra
de UBA organización interna peculiar, entonces es comprensl~le que vínculos entre la tarea focalizadora y la noción de "puntos de urgencia"
no se la puede abordar por simple c~ncent;aclón maSIVa de esttmulo~ y "puntos de inflexión" en la comprensión de W. y M. Baranger en su
eou.ectores,sinoen base a una plamficaclOn estratégIca, que selecclO
concepción de los procesos psicoanalíticos. Destacó el concepto de
ne \as vlas de abordaje y sus secuencias, y vaya luego haclend o
rel\iustes progresivos, en base a las respuestas de esa estructura, Malan de "cristalización de un foco" como una configuración que emerge
me di!l1\te una articulación cuidadosa de los recursos sobre ella ~esdeyenel trabajo en conjunto de paciente y analista. Ypuso especial
concentrados (aspecto que se discute en el capítulo 13). e,nfaSls en que la focalización no es ajena a toda terapia psicoanalítica,
4. El modelo propuesto de foco intenta a su vez responder a la !mea que citó especialmente de Thoma y Kachele (1989) cuando dicen:
necesidad de trabajar con enfoques psicológicos-psicopatológIcos, En el PSIcoanálisis considera mos el foco configurado interaccional-
diagnÓBtiCOS y terapéuticos coherentes, integrados en una concep- mente como una plataforma giratoria central del proceso y por este
ci6ntote liz adoradela experiencia humana. Una concepción desdel a ~ot~vo concebimos al tratami ento psicoanalítico como una terapia
condiciouesde realidad (micro y macrosocial) y los dinam ls- e~~ contmuada, de duración ind efi nida y defoco cambiante". Agrega
mundo interno personal y endogrupal sean abor da- paci:~~Bernardi: "Esto no lleva a destacar que la asociación libre del
yen sus movimientos de estruC- ineansc· ~ Conduce por sí sola al descubrimiento de los aspectos
constantes. Si el diagnóstico no
, ..te sentido de movimiento al encuentro de una
seleccio~~ s :,:1 conflIcto; es decir que el psicoanalista tiene que
corto pla r qu Interpretará del material, según sus metas tácticas a
Zo y sus metas estratégicas a largo plazo".
Thorna y KacheJe entienden por Foco un punto nodal temático la información obtenida según el punto de vista preponderante en
producido en ]a interacción del trabajo terapéutico, que resulta ~e la cada c~s~, (el focalizarY' . El foco aparece como "un centro de gravedad
propuesta del pacienteyde la capacidad de comprensión del analista. temátlc.o , como un ~ar~po problemático central del paciente, campo
Sostienen también que "la sucesión de focos es el resultado de un a trabajar como vanaclOnes de un tema básico.
proceso de intercambio inconsciente entre las necesidades del pa-
ciente y las posibilidades del anahsta. Algunos procesos no se ponen Desde un p:u nto de ~ista fenomenOlÓgico descriptivo se equipara el foco
realmente en movimiento hasta que ambos partlclpantes logran a! cuadro s~ntomá~co actuaL En este caso la formulación está estable-
Cida a un nl~el de sIntomay de comportamiento, el cual de todos modos
establecer ese entrecruzamiento interaccional en la r eelabOl'ación de es pl'eCOn ~clente . ~n una concepción meta psicológica. la focalizaci6n
los temas focales. Del mismo modo, un cambIO de anallsta con~ uce I se da segu!l premisas a~stractas de la teoría que se emplea en cada
como regla general a experiencias bastante dlst~ntas y nuevas. caso, por CIerto a gra~ dlst~nci~ de la vivencia concreta del paciente.
A veces se ha pensado que una intervenclOn focalizadora del Los resultados. de la Investigación en Psicoterapi a, sobre todo los de
· ta podría introducir cierta rigidez de perspectivas, Cierto recor- aquellos trabajOS que trat~n la conformación de la relación terapéuti.
1
ana IS . , . t dI' t ca, abogan por el contr ano, porque el foco sea conceptualizado de
te que traduzca limitadamente la expenenCladln ern?" de PBaclen de: manera tal que también el paciente pueda vivenciarlo como una
Sobre este punto merece destacarse otra conSl eraClOn e ernar I I actividad común entre él y s u terapeuta.
en su artículo:
(En este aspecto coinciden con las primeras puntualizaciones de
Para empezar ya hay una traducción del ' paciente al form~lar su Alexander "la formulación de la interpretación focal de ser puesta en
experiencia interna (en muchos aspectos no verbal~ en un dls~urso conexión con la problemática que ha sido motivo de la consulta, debe
articulado de palabras. Y es muy probable que las mterpretacIOnes
que resultan más eficaces pasen por zonas .que ~o ~on las que pensa-
ser mostrada esa relación, de lo contrario el paciente quedará
mos. Quizá nuestras teorías sobre el cambiO pSlqUlCO tengan algo de desorientado y se perderá el hilo del proceso, o se perderá el pacien-
acertado; pero es muy probable también que ~aya un e!1,orme cam!,?, te"). En esta dirección Kachele cita también la tarea de focalización
poco percibido, por donde la efectivi?ad de la mtel'v~ nclOn tenga ~as propuesta por Lachauer (1992) que considera dos partes: en primer
que ver con la capacidad del paclente d~ tradUCir a sus propIOS lugar la denomin ación y la descripción del problema principal del
referentes internos 10 que escucha del analIsta. paciente, luego una hipótesis psicodinámica sobre los motivos ocultos
inconscientes de aquel problema principal. Este autor propone con-
En la segunda de estas publicaciones uruguayas he pudido relataren formar una oración focalizadora que sea dicha en primera persona.
detalle (Fiorini, H., 1995) el trabajo técnico realizado durante cuatro Un ejemplo dice:" tengo miedo de comprometerme porque temo que,
meses con un foco centrado en un duelo y una situación de cnslS de todos modos, nu evamente, nada será s uficiente, y que se impon-
individual, grupal e institucional. En convergencia con lo que en la línea drán mi furia destructiva y mi ofensa humillante, las que no creo
de Anzieu y Kaes se ha llamado (Guillaumin , J., 1979) "enfoque poder contener".
intercrltico de las crisis", el foco, tal como lo instrumentamos en la Destacamos en el estudio de Kachele y colaboradores el informe
clínica, enlaza los diferentes ámbitos en que reverbera la crisis, dado sobre 29 sesiones de psicoterapia focal con un estudiante de 22 años,
que esas intersecciones tienen efectos de potenciación por resonancias. en el que indagan , siguiendo a Luborsky, "el tema central del conflicto
Horst Kachele y colaboradores (departamento de PsicoterapIa, relaciOnal". Ilustran el empleo de las narraciones del paciente sobre
Clínica de la Universidad de Ulm, Alemania) en "La formulaclón epIsodiOS de su vida para identificar sus pautas básicas de conflicto
fonnal del foco en la psicoterapia" (995) ha realizado un recorndo ~elaciOna1. Conviene recordar que la publicación originaria deAlexan-
autores que desde Alexander y French, con su formu- er y French contiene numerosas ilustraciones clínicas de esta
de ·conflicto nuclear", han abordado la focalización como
Wallerstein y Robbins, 1956), "proble;
lno~ahdad del trabajo técnico y de la comprensión psicopatológica.
· en Clonaremos asimismo los trabajos de Dcnise Defey Jorge
RIvera
,"tema de conflicto de relacIón J a H b . ,
que en esta tarea coexisten y se a lternan pub!" ' . u n e .ert Ehzalde y Pedro Menéndez incluidos en las
estado funcional para la obtención de máXima espe~~~clOnes de Agora 0992,1995 y 2001) en los que se ahondan y
atención parejamente flotante) y la organización de Ican cntenos de planificación, modalidades de intervenciones
-
focaJizadoras, abordajes de crisis, criterios temporales en estas mo- Capítulo 7
dalidades técnicas. LA RELACIÓN DE TRABAJO

Referencias bibliográficas

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pSLCoana L Lca
se~ ~b;~tivos)'
'J
li~m~o definidos, 1\1ontevideo, Roca VIva, ido gestando. Es a partir de experimentarla plenamente en la
práctica clínica que se puede intentar conceptualizarla. Puede empe.
. 1 1971 . zarse a definirla d esde su carácter de s ituación de comunicación
11995. . Barcel B alCa,
~ ~~~~~,
.
e Gilles Lógica del senudo,
Def~y,
i-I., J~.,
D., Elizalde,
ona,
Menéndez, P.,
A. M., FocaLizaci6n}' PSLc~nalLsLs, MonteVId.eo, oca .lva.
t?
Ri~era, Rodl~rzez,
,

70.
cercana en estilo a la relación interpersonal cotidiana: dos (o más)
interlocutores sostienen un diáiogo con ritmo, gestos, posturas,
9 Keselman Hernán Psieoterapta breve, Buenos AIres, KargIeman, 19 mímica verbal habituales, comparten una tarea en una relación
10. Luborsk;, L., Pri~ciples o[ Psychoanal)'tic Psychotherapy, New York, igualitaria, aUJlque sus roí es son distintos; uno e ellos es experto
Basic Books, 1984. . gfi Id nI" . e
I sobre cíerto nívei de la problemática humana, el otro aporta los
U.Malan, Héctor, A Study of Brief Psychotherapy, Spnn e - mOl s, . elementos de tes-figo directo de esa problemática singular (si bien sus
Thomas, 1963. . l· B os resistencias le traban el.r..ono.c imiento de algunos aspectos de su
12. Mannoni, Maud, La primera entrevista con el pSLcoana ¿sta, uen situacÍón, otros lo~ conoce plenamente, lo cual le asigna otro tipo de
Aires, Graniea, 1973. y" autoridad igualmentejerárquica).
13. OrIinsky, D. E., Howard , K. J., "Thc generic model of psychotherap ,
Journal of Integratiue und Eclectic Ps)'chotlterapy. 6: 6·27, 1987. , El funcionami ento de esta relación dependerá de varias condicio-
14.8artre, Jean-Paul, "Cuestiones de método", en Critica de la raz6n dtalec· nes del paciente (tipo de problemática, momento vital, nivel cultural,
Iica tomo 1, Buenos Aires, Losada, 1963. estructura caracterológica, inserción grupal). Pero depende también,
15. Sifnec:.a, P.,Shorl·term psychotherapy and emotional crisis, Massachus~ y para varios autores en un grado mayor, de las actitudes del
setta, Harvard Univ. Prcss, 1972. 84 terapeuta, de s u capacidad para realizar aportes específicos al víncu-
16. Slaikeu, K.,lntervenci6n en crisis, México, El Manual Mode.rno, 1~m~' lo (1). Nos interesa en especia l precisar cuáles pueden ser los
17. Strupp, H. H., Bindcr, ,l., Psychotherapy in a new hey. A gwde to t, Ingredientes de la "oferta" del terapeuta, capaces de suscitar en el
limit.d dynamic psychotherapy, New York, Ba.ic Books, 1984. ~~clente respuestas complementarias para el eficaz desarrollo de la
18. Sifneos, P., Psicoterapia breve con provocación de angustia, BuenoS
aClón de trabaJO. Podremos abordar esa oferta en dos pasos
Air .., Amorrortu, 1993 . 2
19.1maU, J 2c:rnard, Psicoterapias breves, Buenos Aires, Granjea, 197 . a ~~SlVOS: caracteri zar pri ~ero ciertos rasgos g~nerales de la COndIlC-
20 . . . . H., Teoría y Práctica del Psicoanálisis, Barce1on , e f cnl~a del terapeuta; dls~utlrluegolos reajustes de su conducta
JMnter, .~ unCl.ón de las necesicfade,s propias dc.c·a da u-rapia, que
rSOntficar" el aporte.
1. Los rasgos generales de la contribución del terapeuta
en la ligazón progr .
expre . .d d eSlVa, cada vez má ' .
de e-s:~~~~~ t;::¿~ntaneidad del te~~~~::'e~n:[':nsOednslibilfridad y
Un conjunto de rasgos permite aproximarse a cierto perfil del rol del
terapeuta en psicoterapia: h bl d ' un modelo co I e o o eCldo
que ~. a .e alguien capaz de ima .:;"ora, postural, gestual tonal
• 1. Contacto empático manifiesto. El terapeuta ofrece evidencias no de sun:~) s~n barreras forzadas gl ar, de reir, de jugar, y t~mbié~
ambIguas de que es capaz de comprender lo que el paciente expresa, • 4.InLcLatwa. El terapeut d .
y de comprender además desde la perspectiva del paciente (que la tarea y de las capacidadaesedselmpeña un rol activo, estimulant d
., . e pacIente f' b' e e
puede no ser la úmca poslúie, ní ia más certera, pero es la base desde esa f unCIOn Interroga, orienta la bús u ap 1.C~ Les a la tarea. Con
la cual podrá en todo caso parbr hacia otra, dado que el camino a ye modelos, propone al paciente qu: da , SOlIclta detalles, constru_
transItar juntoS, hacia esa otra perspectiva, requerirá acuerdos sobre balances, traza perspectivas va ~ los p~nga a prueba hace
de un material". No queda d~mamsucd omás alla de la "interpr~tación
el punto de partida). La empatía del terapeuta se h~ce manifiesta por "' d ' la o tIempo qu t '.
gestos de escuchar atentamente, de seguir 1.os ¡pros dramáticos del f unClOn e que la mdole docente d I , e o m silencioso en
Éste puede llevarlo a ser él quien e . a tarea le otorga un liderazgo. ,
relato en contacto con las emociones que despiertan , de asentimiento, . . 1 mlCle una sesló ( .
ImpreSIOnes e aboradas en el interval acI n para mtroducir
que indican que el relato puede continuar, oe faciiitación de la pendientes). Lo que significa concebi 01, °t araClOnes que estaban
comunlcaCl. . ó n ("' , compren d o ... ", "¿. en t onces.?")
51. .."" ... . · 'ó . r a are a como ob d .
• 2. Calickz. El terapeuta evidencia en sus gestos y tonos de voz que cuya d lreCCl n, mtensidad" ritmos
aessun t o d'e amb ra e eqUlpo
momento. El desempeño de este rol t· . os en todo
la persona que está tratando no le es indiferente. Que~ cuanto ser I vivacidad corporal. ac IVO contiene una moderada
humano siente por él un afecto de f¡)Odo, discreto, no invasor, pero
palpable. Su discreción permite no interferir por el afecto la ~TJle rgen­ En el juego de su rol activo, el terapeuta interru .
paciente para preguntarle: "; Cómove t d t mhPe, por eJemplo, al
cia de una hostilidad transferenciai mayor efe cierto umbral , así como I .?" us e es o astaaqu'?" "'Q ,
e~u~.~re. ,y espera una respuesta antes de d él . 1., G ue
v
evita una excesiva erotizacíón del vínculo que podría Iregar a Inter- sltuaclOn. Con la respuesta del ac'e . ar su Imagen de la
ferir la relaCIón de trabajo. La calidez contiene ciertas dimensiones interés (el relato inicial y la inte~pr~t~~~ótl~n~ ya dos materiales de
del amor (ternura, solidaridad, simpatía por la condición humana) pregunta actua para el paciente como esti':nu~ p~clente); a su vez la
que-toda experiencia pedagógíéa lo prueba- funCIOna como estímulo a prueba de sus capacidades esc . . an e, para una puesta
iuemplazable en la motivación para la tare.!'. Estas dimensiones de ej er0 a ción en la autoe.valu:·' o~mas, mduce un tipO peculiar de
la oferta del terapeuta ejercen influencias dinámicas de importancia en la indagación activ clon. mismo estilo podrá expresarse
en el proceso terapéutico que serán discutidas en relación con los hubo desde la úlf a for el terapeuta, al comenzar una sesión si
cambios que se verifican en el proceso. nes de la er Ima en revIsta ocurrencIas, objeciones o amplia~io­
• 3.Espontaneidad. Mediante la cual el terapeuta contribuye a crear trasmite : s:~~~tl~aa entonces trazada . Ese interés del terapeuta
un ~íma de ¡jí)ertad, creatividad, permisividad. Tiene todo el carác- intervalos h b't motivacIón para rescatar ese trabajo de los
ter de un mensaje del terapeuta l que invita al paciente a aflojarse, a pretación 'elatelraUpalmtentedsilenciosos. Después de ofrecer una inter-
qye exprese mejor lo que en él acontece; a que encuentre él también "¿C ómo le'resulta eut a maga ta m b"" len mme d'lata y activamente'
g~tos per80~al~s que puedan trasmitir fielmente la inmensa cap!: también así?" "M es a manera de ver su problema, usted lo puede ve~
~dad ~e van_a~lón, de salto, de fluctuación de perspectivas de las ¿Cómo lo entie'nde e ~a~~,;,,e que algo de lo que le dije no le convenció.
8líua6l1l"eS VIVIdas. U'na parte del proceso errpstcotérlJ:pias consÍste a laactividad del u:c~ . Tal sondeo opera como solicitación constante
~ Puede pensarse que al adoptar el terapeuta conductas no ambiguas induce en el Il11Clativa del tera P tente , a la vez que como un modelo activo. Es la
YOlcas del pacient pe~ a u~a constante activadora de las capacidades
pac!ente respUe8t.u orientadas. Efectivamente, se trat.a de estímulos que el terapeu-
ta mtroduce en el camp? frente a los cuales las respuestas del paciente pueden
iuultarconoo.danteso dlscordantes, es decir, deben leerse sobre el fondo de aquellos
• 5:Actitud docen~~ ita .undamental de la relación de trabajo.
actiVidad en una . tel apeuta asume un rol docente enmarca su
eetfmuloe. Metodo~amente no hay posibilidad de crear un campo no conta~inado
por el terapeuta. S. éste adopta conductas ambiguas, o distantes, introduce slmple- ;~~jO y movili7.a ~~e~;d~ c~ncepción pedagógica de I~ relación de
meDte otro. 8IUmuloe, no la neutralidad de una supuesta pantalla en blanco. t bu- los aprend' . a o os sus recursos didácticos
erapéutico. Aplica ~za.Jes, que.constituyen' parte esencial del
ntonccs cIertos principios pedagÓgicos genen1ft1
se,;;, a na ~u~o, para Sorpresa suya,y bastante. Seria útil revisar ahora
(motivar para la tarea, clarificar sus objetivos, reforzar todlodlodgárot.eCno
. ' ) pone en Jue
la dirección de esos obJ.!:bv0':..Y . go.. un arsena
d u método 1 e 1de
qu quena eClr en usted esa convicción fatalista de que no lo POdrfa
hacer, por otro la~o;;s nnportantequeinsista en estoque logró hacer,
(claridad dd método exposltJVO, abIerta expOSICIón e s h d I
. to incluir cuanto recurso sea eficaz para a on ar a
pensamlen. 'de la problemática en que no se pare alj¡. Esta vez usted pudo exigir a su padre un tiempo
comprenslOn . estudio).
I'fi d Cada uno de estos
as pecto "~ merece .ser comentado y eJemp I Ica o. para hablar de los problemas comunes Y consiguió que lo escuchara.
Es Importante porque este diálogo es algo nuevo y partió de un
cam blo de actItud Suya. ~ partir de aquí sena útil que usted se
Motl~ar la sicoteJaoia y al trabajo sobre la ml~ma observe, a ver cuánJomantiene e~fa nueva actitud, de darse su lugar,
.. la tarea. Significa conceder importancia a la
para
yen qué m~rnento puede Surgtr la tendenCIa a la relación anterior" .
• a.l
motlVacWfi inIcIal para P, ' r. cirla luego como tareaJerarqUlza.
desde la primera entre~sta: ~ e~ 1~law:Q. del proceso, lo que significa Es pOSIble dIferenCIar estas intervenciones de reforzamiento de
da, de co,\stante reela rac~ici-o par"8- reforzarla. Ejemplos: "Fíjese_ logros de las que estnctamente pueden definirse como "apoyo". Si
aprovcchartodomomentop como nunco antes- a trabajar bien en estas 1l1tervenclOnes se expresa la aprobación del terapeuta
'd d evo' se puso - ., _ el óll[asis está püesto en la dirección del movimiento realizado y su~
qué ha ocurn o e nu. . ~r . do en la sesión. Y aparecieron estos consecuencias. EI 'coteJo del a~~es y ahora apunta a objetivar ese
después con lo que habla s t~tes de su adolescencia, y hoy pudImos
recuerdos suyos muyu Im~;~a-ahora no podiamos ver porque nos
moviIllÍento y contiene latentes nuevosinsights, Las.intcrvenciones
de apoyo, en cambío, li6 apuntan ~ re orzar el crecimiento; más vale
comprellder algP 't : U t d está entendiendo mucho más que hace
faltaban elementos. ! :ntre usted y su mujer; creo que SI sIgue
contienen 'a la' parte que no creCe de la persona, la que está dctenida
por-carenci~ de recursos autónomos, y q"edan más en el plano del
tres meses lo
trabajando de que mo d o, ~s dTcil
esteOCUIT I I que vuelva a sentirse tan perdido acto en sí mIsmo, no apuntan primordIalmente a nuevos Inslghts.
ell :"d) Claridad del métndo expositivo. El terapeuta trabaja atento a
en los problemas conb ;-, En las primeras entrev.ist<!s se impone dar asusjnt~rvenciones formas, modos de construcción, y palabras
- b¡Clan{ícar1oso ~e WO\ I e.ta en marcha del proceso.
una clarificacil,a que onen e _a pu ~ntentar es comprender qué quef¡tciUten.s u con~prerísión por el paciente. Ejemplo: "Usted, egún
Ejemplo: "Lo que nosotros vam~e as~ mujer, por otro, han ido a súrelato le dijo a ella muchas cosas, algunas constructIvas, otras al
problemas suyos por un la~o y hoques de esta última época. SI
aparecer bastante destrQctivas. Luego registró las constructivas, las
encontrarse para prodUCIr os "sur' a una perspectiva nueva de los juntóy les llam ó 'mi actitud positiva hacia ella'". Ella, según su relato,
aclaramos esto puede ocurnr que f J ""En esta primera fase de su le dijo a usted varias cosas, algunas destructivas, otras constructivas.
problemas que en este mome~tosu reni~ ue usted pueda serenar- Registró más las destructivas y las llama ')a actitud negativa de ella
tratamiento lo PrtmOrdla~ es ~onsegu e e~tá ahora metido, aclarar hacia'fní"'. La pregllQt¡tes éstac¿habrá en cada uno un predominio
se, salir un poco de la con U,SIO~pe~r1~r de allí si usted se ubica con distinto dentro de esa mezcla, o habrá parcialidad en el registro
cómo Me llegó a esta sltuaClOn. .' " e d o ent\? de suyo?" Una intervencIón así, desplegada, deslinda una serie de
más elementos dejuicio, veremos cómo seguIr. ~ a l)'lo'1"etivos a planos de análisis del episodio, subraya en las secuencias probables
cualquier sesión posterior se preRta p",,!a rCdefindr ~~s
largo plazo (objetivos estratégIcos: Que uste y
a10 rando
'dad
g de
mecanismos de transformación de los hechos. La diferencia es signi.
ficativa en relación con lo que podría darse como una interpretación
mayor independencia frente a sus padres, mayor capacI os' "En sintética del tipo: "Usted se atribuye la buena actitud, y proyecta a
decidir solo su vocaci6n") y a plazo inmedIato (obJetIVOs láctlc .da ha ella todo lo destructivo que había en los dos". Otra intervención
esta. últimas sesiones estamos explora,ndo todo lo que e~~lue~1 de su adaratoria, en la que el terapeuta se anticipa, es de tipo: "Me pareció,
sido dependencia, que la lleva a ser mas la hIJa q~:- la CÓ I~O se fue mlen,tras le iba diciendo todo esto, que usted en un momento se
pareja' esto tal vez nos permIta comprender mCJor I base de perdla. Veamos qué es lo que me entendió, y le aclaro el resto",
' relación de sometimiento suyo, que está en a
- eJExposiciónabi~rta de su método de pensamiento. Esto significa
q~e
crisis").
el terapeuta se preocupa. par calDear su mancrá de zonar.,I!!.l8
la tarea, Ejemplos: "Usted creía hasbta
que nunca podría pensar en SI.m'ISmO, que esta E taa
P ~renClas
Ina y los datos de los que Rarto para hacerlas, a alcance del
cIen te Ya q l · l' _
a IAtentarlo ya encontrarse con la mente trabada, 5 S'us l' s ue o que Importa para e pacIente no son _
resu tado , Rino el modo de procesar la inforlllación,
al paciente compartir progresi"amentc eLmétodo de trabajo, Yle da
también la posibilidad de cuestionarlo. Esto puede llevar a que el apertur~ convertir la tarea. robi _
terapeuta formule una interpretación e inmediatamente pregunte: ta en s~slón y de e1aboraciorfes em.a e~ objeto de observación dirce-
u ¿Sabe por qué pienso esto? .. cuando usted dijo'empecé a trabajar' no a par~lr d.e cada segmento de' ~S~~:clones,.replanteos inmediatos,
lo dijo en tono coherente con la buena noticia, de festejo, y e ntonces expenencIas durante el trat . ea reahzada. En una de estas
·
I ocal Izar , rumento de Un 't
pensé si no habrá en usted .. ". Este tipo de exposiciones tiene una por pnmera vez el mom t d arqul ccto fue posible
eficacia didáctica particular y hacen en el fondo a una actitud apar~cían los obstáculos. Era POS~~l~ s: la.tarea de proyectar en que
ideológica con respecto al carácter de la relación terapéutica, punto emoclonal y corporal que acompañ b gul~paso a paso el acontecer
que será discutido en el capítulo 15 (problemática ideológica de las obstáculos se fueron r esolviendo p~ a ca. a fase de la tarea. Los
psicoterapias). hubi er an podido salvar se de haberno~~e~lVamente. Dudo de que
_ f) Utilización de todorfcurso facilitador d~/.nroceso de investiga- verbal. Podría pensarse que por otro lado s tn~~o a una mdagación
ción v comprensión de la problemática. El terapeuta funciona abierto surgido igual ; no se descarta, pero creo) eu~:O ema básICO hubiera
aenriquecersu méto o e trabajo con cuanto recurso ofrezca un valor largo, y el traslado de lo elaborado al áiea de~~ p~zo mucho más
didáctico para ilustrar y objetivar aspectos del paciente o de la estado aún asegurado; además hay que tene ra aJo no hubIera
entre corulicto básico y conflicto derivado' al~ :~bcu~n~a la dlstlr:clón
situación. No restring.e ne<;.esariamente el . nte.r G'mbio a la comuni-
este último concurren problemas especificos de ,¡e : ermmaClOn de
cación veJ'bal. abriendo la t¡gea a los a¡:>ortes de dibujos (propios o del
En la psicoterapia de otro paciente el obieto de m~charea-problema,
paciente), fo~grafías , poemas, escr!tos personales, objetos (tallas o 'fi
piezas de cerámica, por ejemplo), tareas concretªs .realizadas en su 1 lCU Ita d
d en I a 'eJeCUCl'ón d e un ' instrumento as sesiones
, m u S l c a a que ' 1 I fue
sesión, grabación de sesiones y luego reescuchadas. Cada uno de consagra a to os sus esf uerzos y expectativas vocacionales, Pudimos
b d
esfos recursos puede revelar facetas que el mtercambIO verbal a veces observar' t probl emas
't' en su método de estudio se hacI'a
, n VISI es sus "bl
no destaca lo suficiente, y otras decididam ente oscurece. Su incorpo- fI
con IC os con cler os pasajes de la obra a"'s;~dades
• • ' ~
4.
cl aus t rOlOr'b'leas
ración al proceso, la calidad y oportunidad de la inclusión, depende an~el avance de la partitura, reaCCIOnes depresivas a t
" D d á "
m!mmos, es e su ro s luerte expresión en el área v n e ' errores
I
de iniciativas del paciente y también de la capacidad del terape uta. ,-, ' á 't'd ocaCIOna se
Losesquemas pueden funcionar como instrum ento habitual de su mOeron ' , m sI m I os ' aspectos caracterolóo-icosb'
relac'lona d os con e1
trabajo, Su valor didáctico llega a veces a ser enorme, La existencia narcIsIsmo y a omm Con un poder de impactante evidencia
de núcleos enquistados, la contradicción entre tendenciás regresivas El empleo otro de los grandes recursos didácticos:
y progresivas, la superposición y cO)lfuslón de identidad propias de Volver a escuchar una es para el paciente y para el terapeuta
loe vinculas simbióticos, son aspectos susceptibles~d e rep.re$~ntaclón expenenc¡a reveladora de aspectos que originalmente por el '.
gñffica fecunda, El traba10 posterior del paciente sobre el esquema cllE'a,!ensiones de la sesión, no han podido registrar~e más ~~r:~
puooe resultar altamente enriquecedor, La experiencia de erJ. comen- ~~j~ena pro~orcIOn, Uno d ~ mis padentes, Ernesto, de quien hablé
tar en sesión fotografías familiares suele resultar reveladora y fuerte- su ca discuslOn sobre foco, solo pudo por primera vez escuchando en
mente movilizadora, ya que fotografías que el paciente daba por tS~ una seSIón reconocer a fondo sus dificultades para el diálogo
conocidas aparecen en sesión bajo una óptica nueva, imprevisible, f~te~e en. a mterrumpü'me" a escuchar apenas la mitad de mi~
cla
Otro aspecto sumamente rico de ampliación de recursos consiste • 6, In~lc~~~es, El Impacto fue Importante y facilitó una apertura,
en trabajar con la tarea-problema, A menudo se encuentran en actitudes qU~¡ d~l ~erapeuta co..mo persona real, A través de las
psiCóterapia pacientes con dificultades persistentes, y resistentes al
cambio, en la realización de tareas clave vocacionales-profesionales, dad, iniciativa cs~ actenzamos como empatía, cálidez, espontanei-
La.CflQl!!nicación verbal sobre esas dificultades resulta entonces En psicoterapi~s ¡onen enJ~ego rasgos de la persona del terapeuta,
ª t
un agregado pe a br~se ncla personal del terapeuta no actúa como
tarea
virtud de que los mismos problemas que ob.staculizan la
del paciente de los modos, secuencias nuclear del inst" Ur \
manera en que ~~men
°rf del campo terapéutico, sino como parte
técnico, Los matices de esta inclusión la
yZ"onas de las dificultades, Siempre que la índole de
la tarea (yen ciertos casos será siempre que la posibilidad varia notablement~e:eu ~n cada uno de estos aspectos personaies,
de desplazamiento del terapeuta lo permita), resulta una notable neC?Sldades de esa incl~u,n cada slt~aclón terapéutica, porque las
vanables que definen e~,ón están dIctadas por una constelación de
mundo mdlvldual de cada paciente, el
106
-
momento particular de cada grupo, de cada sesión. El rol del Si se repara en el nivel de en . .
terapeuta se ejerce /1,0 s6lo por lo que permite al paciente ver de su rasgos deJ terapeuta que' g eralIdad en que se formulan IOH
munao~ sino por el papeTque áesempeña en ese mundo. Rol real del . Juegan en la 1 '6 d .
cuestlOnarse ]a aplicabi lid ad de este con. re aCl n .c trabaJO, podrá
terapeuta cuya innuencia en el paciente pasará sin duda por la a proponerlo así como constituyented Jun~ode ~ct~tudes, el derecho
"lectura" personal que él haga de aquello"S comporta.mientos concre- es necesario ir más allá de Su fo le u.na técnica. Efectivamente,
tos recodificados aesáe el m undo sIc -significaciones del paciente, deje de ser "la técnica" (univers::n: a~16n general para que técnica
b
pe;o efectuada a partIr de ese Polo objetivo dado por conductas zación en acto, totalmente singu{ar ~ ract~) y¡ase a ser la cristali-
específicas del terapeuta puestas en el vínculo. E.l,rol del ~rape uta conjunto de pos ibilidades que cad~ r:I~~i6~n b~ de TecuTs~s, de un
no es sólo objetivador para el pacIente, smo tambICn rectI"c~~or. SI realizar selectivamente, mordiendo plename t personal tlene que
tradicionalmente se definió a la pSIcoterapIa verbal como trat~: pias de cada momento del proceso. Podemosnd:~~~ecesidadespro­
. to mediante la palabra en el marco de una relacIón humana, dad la capacldad del terapeuta de actualiza r d como {f.exLbtÜ,
mlen 1 . ti d .
el particular reconocimiento del pape rectl Ica or Juga o por e
d 1 sus posibilid ades, la constelación adecuada , l~ aquel conjunto de
a momento de cada
m iento vincular del terape uta nos conduce a reformular proceso.
compor a t l 1a bra y una especI-'
nición'
defi · "tratamiento mediante a pa
aque 11 a 'ón humana mutuamente potencIa. d as. "El carac ' t er espe,
fiIca reIaCI . .' ., . é t" á 2. Personificaci ón de la relación de trabajo.
'fi debe asumir en cada situación la relaclOll tClap u .ca ser
Cl Icoque , . d " 'fi'ó d I Fundamentos dinámicos de la flexibilidad
discutido en el próximo punto en termInOS e p~rsonI IcaCI n e a
1 . 'n de trabaJ·o". Tarachow ha subrayado la Importancia del rol
re
real aclOdel terapeuta con espeCIal . enfasls:
, . "De h ec h o l aIread I a d de1 EntendemosJa fl exihilid ad d~l terapeuta como el aju,ste y adecuación
terapeuta es un factor que mantIene en marcha el tratamiento. La de sus actJtudes y recursos tecnIcos a necesidades muy partic\1lares
relación real conduce a una identificación que provee también la decad:;persona <:n trataouen:o. Desde el primer contacto, el paciente
motivación para el trabajo ... ver al terapeuta como realm~nte es d~ IndlCIOS del tIpO de relaclOn que'necesita; a menudo se trata de
ayuda al paciente a corregir sus distorsIOnes transferenc¡ales (2). E.!. indiCIOSsutiles, de un pedIdo no consciente. Poder dar respuesta a esa
aspecto de Identificación aquí mencjo~ado podrá verse enAel ~vel de demanda depende de una pecuhar capacidad del terapeuta, hecha de
identifIcacIOnes Infantiles (proyecclOn, dep¡¡ndencla , l~ eanzaclO­ senslblhdad para registrar aquellos indicios, y flexibilidad para
nes), pero tambien en un niver JJ1ás adulto d~_ identifi cacióII con seleccIOnar sus In strum entos en función de la estructura de aquella
hlnlÍOOes y cuendades de su rol real. demanda. La Intulclón del terapeuta se mide por su capacidad de
El papel terapéutico que desempeña la personificación del tera- ~Jus!.e autOmátIco a la dem~l1.?a. Las necesidades del paciente esta-
pellta crea una abierta cí/mpatibilidad con la e;r;istg.I,cic.ule vínculos ~n..!tendas a una cantIdaa de funciones que debe cumplir el
oonelpacienteenotros roles, fuera dela situación de tratamiento. Tal ~c':. o, necesIdades de gratifi aci p (a menudo compensatorias)
vézCOíilaexcepción de una rel ación -primaria,ocle intenso con! promiso ne.cesld~des de rectificación con e~!lect.o a vínculos primarios (e~
afectivo, otros encuentros entre paciente X teraneuta, en otros c~n' ~~~e~lca par~ntales); estas ne;;esida<:les aludirán a aspectos- tales
~ enriquecer el proceso, por s u valor 11,'óv1iizádor Y
ocultas del vínculo. Tal vez el aporte de estas
cuencf:~ce1:~~dlstancl a afect).l'a. lllt!.n:1ld~d-respeto de límites, fre-
lilllenudo imprevisible, provenga de su ruptura con la recib¡rlinform!~'¡~o, m~ntoy: tlJl.!l de.sUlnIlllStroS del terape.uta (dar-
estereotipia un contexto único, de roles fijos, a los cuales pueden pañar rec'b' d on u obJetos]' llltervelllr-deJar hacer, guiar-acom-
. .~ _ I Ir- evolver prot ,,'n ' .
paciente y terapeuta acomodar insensiblemente sus mecanismoS de dlr,afectivizar_neut r ' ~J;;a"",,",nQI11.!zar. estlffiular-prescin-
c:cmtrol inmovilizador. especial de . ra Izar. Estas necesidades propondrán un clima
Sil!e~.ierael conjunto de la~conductas del terapeuta que definen parámetros c~mulllcacl6n dado por la combinación del conjunto de
SU de a la relación de trabajo puede diferenciarse particulari;ad:I~:fn !a lllstalación de una estructura personificada,
de la llamada "rclacif)¡¡ analítica" propuestas que'rcali~InCrlo terapeuta-pacIente. Esta diversidad de
de los afectos, asimetría Clonal, más que me . a e paciente (a través de su estilo comunica-
iniciativa delegada al paciente). SIgnificación diná dlante contenidos del relato) puede encontrar su
mIca general en la siguiente hipótesis: el paciente

10&
vio.nc la terapia a c_o.nstruir un vínculo agecuado a la etapa de estrategia de Ja .
paciente e d
des~JT?llo en la que CIertos obstáculos entorpecieron su ulterior no prOVOcaron una . . r~a ecuada,qucmiSR ' .
crr'crmlcnto ( 3 ). relación de depcnd 8? I CClón (con dctcnci6 ·lU~InH.;troH initialc'K
clave para c] cumplf~~ l a oral) sino que fuero~ s~ e proceso <!n u~a
Es posible agregar a e sta hipótesis que además de vínculo adecua-
factible pensar que plcnto,de una etapay la Ultc~·,uramCdnle f<l:<:lorc~
do a una etapa d e l desarrollo, la de manda es de ciertas cualidades r. ' or e Cont a . or!na uracl6 E
peculiares d e l v ínc ulo. que n o d e be re forz ar te mores sino disinarlos olrecer aqueJIos Suminis t d r TIO, la negatiua del t n. R
r' '6 I . ros, e mant erapeuta a
¡LJacL na mveloral-depend' t enerse,hubieraconso /'d
Imipoos a d omin ación, invasión , castigo) y s uplir carencias, ño pro- . len
E n E ste ban, un paCIente d 22 _ e. Lado la
long,,, 103 (d e a fectividad. continen.cia. discrimin a ción ). Si hay nece- de entrada traía la propuesta qe anCos~ el. estilo de Su comun·,· '6
sidades a satis face r por el vínculo tera pé utico, que depe nden de una , I d I ue en n s tlna f · <:a<:l n
vmcu o e a s eg unda fa se. No hab' . ue reCién necesidad d
etapa del d esarrollo cuyo cumplimiento est á p e ndiente, será la . d C ·' . la en su Infan . l ' e
carencIa e u stma. Sus dificultades come Cla as Situaciones de
marcha en la s a ti s facción y mod ificación de esas n ecesidades la que se acentuaron Con el avance de la adol nzaron en la pubertad y
vaya dictando tare a s primordia les, estos r equ e ridos para cada fase relaCión famIlIar, Ines tabilidad depar' escencla (conflictos en la
de este proceso evolutivo iniciado. La fl exibilida d del terapeuta E b · eJa Incertid b .
Loque ste an reqU1 e rees un terapeut ' C" Um revocac1onal).
reside entonces en su disponibilidad d e un amplio espectro de . a a ,ectuoso p d'
le permita ens ayar su autonomía que no 1 t e r o lScreto, que
respuestas q ue permita al paciente organiza r su ca mpo, ir desplegan· (b aja . fr . d' , o re enga de . d
ecuenCla e SesIOnes ) que le perm't él maSla acerca
do sus necesidades según secuencIas ente ram ente partlculares. El sus interpretacion es, jugando el terapeu~: ~ c~nstr~l1r primero
vínculo propuesto podrá entonces d esenvolver en el tiempo sus detectan elementos de rivalidad en la tra r n ro. venficador. Se
exigencias con un curso relativ.ame n te au tó ~om o. . . é . nSlerencla pero h
mirar qu no es transferencLa además En I l" ay que
Pienso en Cristina, una pa cJente de 3 1 a n os, con dIficultades en éste también rivali za con él s~ opone a'qu a re aCLlón can su padre,
varias áreas de re aliza ción vital y de presión ligada a esas dificulta- . ' e nazca o que 1 .
Viene a encontrar es un ter a pe uta que actúe un ;. I . e pacIente
des, con importantes ca re ncias en s u infa n cia por a u sencia. ~e su lo acompaiie en luga r d e obs truirlo en s . . 0 dlferenclal, que
padre y severa enfermedad ca racterológica d e s u m a dre. ¡mcló su '·
Cnstllla . u creCimiento Ta b'é
mi presenci a en un rol paternal i t i : m 1 n en
tratamiento proponiendo un vínculo e n el que el t e ra pe uta ejercIera rectificación de la e xperie ncia de padre au~:n~:~a la dlferenClación_
una activa continencia, fuera guía y fu e nte de abundantes s umlrus- hay una propuesta que cond ensa necesd d . nambospaclentes
tros (sugerencias, opiniones, consejos). Como terape uta?,o no e~~en. nueva de vínculütransferencial-diferenci~/ es en una estructura
día inicialmente que la satisfacción de esa demanda pudiera faclhtar . La estrategia ImplÍclta ' d e la demanda I '.
un proceso evolutivo; esto me llevó a intentar dis uadirla de estas ctando par~ dejar de rep etir. s a de repettr-dlferen·
exigencias, proponiéndole arreglarse con mis interpretaciones. Le La necesldaa de adecua . 1 d' I .
estaba proponiendo sin saberlo un salto evolutivo; las debilidades req~iere del vínculo fllnciOl::: ::' u~ e:ae~~ttca de esta estrategia, que
yoicas inherentes a la etapa de desarrollo no cumplida, y tal vez la dmamicamente la /l b l'd d ) . P (lcas, es la que fundamenta
buena intuición de la paciente sobre lo que neces itaba satisfacer ~n La pe' .fi . eXl l l a téclUca del terapeuta 2
rson, ICaClón di ' 1 .
esa etapa para poder crecer, le hicieron actuar con suficiente e~er~a entenderse entonces e e Vlncu o en la relación de trabajo debe
como para no entrar en mi propuesta y convencerme de que SigUi é- necesidades especIfican s~s dosdvertlCntes : adecuación del vínculo a
ramos la de ella. };o claramente convencido de que ese fuera un capacidades y actitude s . el ca a paciente, y puesta en juego de
camino útil, pero a falta de otro viable trabajé con ella según la Se apunta a terminar s re~ e~ 'le] tera p e uta al servicio del procese.
estructura de vínculo contenida en su demanda inicial. Luego de tres :ó;",ca' por un lado y la~~~ fl as dlsoclac:.ones tradicionales entre "la
años de una psicoterapia de dos sesiones semanales pude compr~bar t~' por el otro; aquí la in~¡,uenc,as de .Ia personalIdad del terapeu-
el pasaje a otra etapa de desarrollo, en la cual la paciente deJO de apeuta esparte de la té . ISI6" selectiva de rasgos personales elel
requerirme en el rol inicial y adquirió una progresiva autonomía; en ¡ Cluca U n eqUIpad 1 1"
esta fascel estilo comunicacional de la paciente me proponfajugar un .0"0 "'I><'C( '- e ac InlcaMenninger(4)
ta,v1cncd 1 o cOIl1P/cmenl:1rio en .
ro] acompañante, más como supervisor de sus propias elabo raciones, ~ partjcUI~(r O:;'/I~ ~ccesid3d d~ que J~t:~~?E'~~:~:c~~ias .d<, ne~ibilicJad dE'1 lerapeu_
y consultante en ocasiones más esporádicas. Estos cambios fucr~n Pecto que Se dis (~d Y osci/:lcion(>s propiílS de ia y ll!}odc Inl(>nrcncioncs s<"gün
~8lelos con nuevas realizaciones vitales. Puedo ver ahora que a cu e en el cnpitulo ",¡uu' < ' .... • s c:lpacldndcs yoicas d(>J paciente
' h len...... •

111
evaluó exhau stivamente la problemática de una paciente depres iva Capítulo 8
de 40. años y discutió la est r ategia psicoterapéutica. En su depresión LAS FUNCIONES YOICAS
culminaban muchos anos de una pareja conflictiva con una separa- , EN EL PROCESO TERAPÉUTICO
ción reciente~ y de un prolongado estancamiento e~ s u creatividad.
Dado que su marido habia sido un personaje frío. castrador, desvalo_
rizante de los intereses artísticos de la paciente,' se propuso al
terapeuta que fuera cálido, que le estimulara sus intereses y le
eV1denclara confianza en sus capaCidades (que la evaluación mostra-
ba existían latentes en ella). Era la indicación estratégica que par •

cumplirse exigía el co"!promiso personal del terapeuta. Éste pud~


asumirlo: A los dos anos los resultados eran muy positivos, y se
consJ~ero que la oferta del terapeuta fue decisiva. En el proceso
terapellttco se van _ entonces dos tareas. Una, la que se
concentra e la del trabajo en un foco (y que
encuentra sus logros regi strables en el esclareci-
mÍ(,oto y el insight). Otra, la realización de un vínculo ' en el cual El estudio de las funciones yoicas constituye un capítu lo importante,
simbólicamente se proveen gratific~iones y_estímulo.§. rectificadores tanto para un a comprensión dinámica de la conducta como para
de ciertas condicIOnes vinculares del qesJlrroJlo. que actuaron preci- entender los mecanismos de acción de las influencias correctoras
samente como obstáculos para un m~iºr .crecimiento previe del sobre esa conducta. También lo es por razones de eficacia terapéutica,
potencial yoico. Esta segunda tarea suele ser menos percibida (por ya que se ha destacado con pleno derecho que el éxito o el fracaso de
estar aún menos conceptualizada en cuanto a todos los dinamismos una psicoterapia depenge de II! evol~ctón adecuada o el descuido de
que en ella operan). Actúa en la práctica terapéutica corriente más los recursos yoicos delpacient~ í2). Sin embargo, tanto en investi-
silenciosamente, mientras la atención de ambos participantes tiende gaciones empíricas como en teoria, en elaboración epistemológica
a concentrarse en el esclar ecimiento de la problem ática foca lizada. (i ncluyendo una revisión ideológica de las categorías con que se lo ha
Pero hay que verla en toda su importancia, ya que es la realización pensado) como en cuanto a claridad de s u m anejo clínico, resulta
simbólica que se va operando a través de ese vínculo real , personifi. hasta ahora insuficientemente ahondado.
cado, la que provee el sustento dinámico para el proceso de activación Cabe preguntar por qué una "psicología del yo", si cada corte
yoica en la elaboración del foco, y para toda otra serie de cambios que transversal de la conducta muestra , vista desde el modelo estructural
se encadenan en el proceso terapéutico. psicoanalítico, rasgos de influencia de los tres s istemas (yo, superyó,
ello). Dentro del desarrollo de la teoría psicodinámica de la conducta,
el subrayado de las funciones yoicas tuvo una fuerza reactiva, dado
Bibliografía que constituían la zona menos atendida por una elaboración teórica
rigurosa (5). Además porque en un primer período de la conce~tua­
1. Truax, Charles y otros, "Therapist Empathy, Genuineness and Warmth lización freudiana tales funciones eran vistas como más paSIVas,
and Palicnt Therapcutic Outcome", J. Consulto Psychol., vol. 30, 395· I subordinadas a las de los otros dos sistemas, careciendo de una
491, 1966. autonomía que la experiencia clínica fue revelando luego hasta
2. Tarachov, Sidney, Inlroducci6n a la psicoterapia, Centro Editor de presiona r su r econocimiento.
América Latina, Buenos Aires, 1969.
"Tbe Growth Facilitating Experience in Psychotherapy", Hay ade más otras razones para el énfa.s!s en el yo.
Psycholher., 1, pp. 78-102, 1972. de funciones aparece dotado de una mOV1hdad ma~«?r q~e
otros, Predicli?n. in Psychotherap'y Research. A Method otros dos su plasticidad lDel"Cla
, al supery6 y al ,ello. Esa movilidad. .
ofCl<n¡cal.]udgemenls into Te slable Hypolhe.
Univ. Press., 1968. em píricamente constatables, ~e modIficaClo~ ene!
to del sujeto que ocurren a ntmos más rápIdos

,
desde una perspectiva que atienda primordiailnente a la inercia de
Jos otros componentes de la estructura. El enfoque yoico recorta
entonces aspectos dotados de una particular plasticídad y pcrñ'}ea15i~ flLu~go de c~~ejar ~lecturas COn experiencias clínicas y de ahondar
lídad a influencias de cambio múltiples~prestando así una base p",ª-ra re eXJones y lSCu.slO~es sobre el tema,2 una de nuestras conclusio-
Ja comprensión de la acción terapéutica,.a breves y medianos lapsos, nes ~s que c~alqUler h.stado deberá mantener distinciones entre la
de una diversidad de recursos correctores. Por otra parte, en cuanto {llncLón proplam~nte .d~cha (percepción, planificación , coordinación)
loo efectos del eJerclclo de esas funciones (contr 1 d · 1 '
muchas de las funciones yojcas regulan el contacto con las condicio- j" t · ·
adec.uacl n Tea IS a , lntegra~16~) y las cu.alidades asignables a esas
·ó o e lmpu sos,
nes de realidad y el ajuste a las mismas, el yo aparece como zona fUI1:CJOne_s en base a st1:s rendimIentos ?bjetivos, verificables según la
puente de e'rectar interés para ~odo enfoque diagnó,s tico, pronóstico calIdad d ~ aquellos elect~s (autonornla versus interferencias por el
y terapéutico que :t~pjre a r-e!}asur !es-mart:os.Jle ti nR: optIca JndlvlJ~ual comprorr:u~o con ~el c?nfllcto, fu~r~a versus debilidad , plasticidad
concentrarla en el "mundo in!;prnn" 1 En este aspecto la profundIza- versuS ngtd.ez~ coheslón. de). cOI:Junto versus dispersión, amplitud
ción en el papel del yo y sus intercambioscon I ~ realidad lleva consigo versus restncc16n, organtzac!ó~Je:árquica y cohesión del conjunto).3
un movimiento inevitable de replanteo Ideologlco. Sobre la base de estas dlsbnclOnes pasaremos ahora a revisar
Con toda esta importancia de las zonas relevadas .en el enfoque varios aspectos de este conjunto de funciones .
yoico corresponde preguntarse cuáles son los d;termmantes SOCIO-
culturales que obstaculizan un desarrollo mas rIguroso de. este
enfoque. No parece casual, sino más vale responder a InhIbiCIOnes L F unciones yoicas
represivas y a distorsiones de una capa Intelectual, la falta de una
indagación más profunda de las conexiones con la realidad y s~s • Este concepto abarca un conjunto en el cual es necesario por las
dinamismos, tratándose precisamente de u~ á~ea de autonomla razones precedentes hacer diferenciacionesjerárquicas en tres órde-
potencial del individuo (6). La evidencia del deflcIt está en que todo nes de
,.--'
funciones.
ter<lpeuta de orientación soclal."- mstItuclOnal sabe que trabaja c?n el
yo del paciente, pero esta nOClOn funclOna en estado preclentlfico. A. Funciont?s yoicl].t: básir;n.s , dirigidas al mundo exterior, a los otros
difldlmente podrá explicar en qué conslste reforzarel yo, cuáles son
,
ª
y ~~pectos de sí mi s~o: pe.r..cepción, atenci?~) memori3:' peng;amien~
to anticipación (plamficacLOn n programaclOll de la acclón), explora-
los caminos y mecanjsmos íntimos de ese reforzamlen~o. .
Hablamos al comienzo de precariedad en la elaboraCión eplstemo- ci6n (activid ades de tanteo y rodeo), ejecución, control (regulación) y
lógica de este enfoque. Para constatarla basta revisar I?s listados coordinación de la acción. Estas funciones aparecen dotadas de un
tradicionales de las funciones yoicas. Hartmann era expllClto: nadle cierto potencial de autonomía primaria (6) (actúan con, eficacia
ha realizado un listado completo de las funciones yoicas, lo cual dentro de un cierto marffen (le condiciones. a pesar oe
la acción
perfila ya la curiosa ~ituación de una corriente que no termina de cóñ~tária de .fuerza s que tiell<\en.a lo largo del desarrollo y en cada
delimitar su objeto. Además, las clasificaciones de esas funCIOnes han corte transversal del C(lmDort~m'e,ü~,.a
.---- " dpbj lit'lrlas o interferirlas).
mezclado niveles, superponiendo continuamente las categorías em~ Est~ potencial de acción "libre de conflictos" es relativo, reve rsible,
pleadas. Ésta, se nos ocurre, es una de las razones para entender la móvil en c~anto a -S u <I"1))¡.¡lita , [lero constatable en base a h
ambigüedad en que quedan los intentos de explicar, en base a esta capacidad de ajuste de la conducta evaluada en sus matices más finos
psicología del yo,los cambios y el modo en que operan para produclf- (P!iiSticidad, correcclón por rctroaTiÍnentacioncs).
108 las diferentes intervenciones terapéuticas. Trabajar por ello en
ciertas distinciones conceptuales Se nos presenta como tarea prelim I- 2 Hemos discutido exhaustivamenle las runciones del yo en un gruJlo de estudios
nar al intento, por cierto imprescindible, de comprender los cambIOS a mi cargo n 97 J-72) integrado por las psicólogas Licencindas Evn Cozzetti. Nilda
Guerschman, Celia ~lauri, Julia Redondo, Edith \'¡vona f! Inél;) Youkowskv. Varios de
los criterios postulados en este capítulo son rel;)ultado de rsa tnrra de ~Iaboración
yoicos en el proceso terapéutico.
grupal.

I Eslft última, CUanto m:í! uniJateralml"nte atf!nla al mundo ¡ntc'rno, y d(>scuidada . La ausc'ncia d(> lalp$ clbtinciOI1í's haC(' que Ij~tado~ como 10l;) de Bcllak (2),
de las condiC'ionel de rl"alid:uJ total en laa qUl! existe ('1 HUje-tO con su mundo inLerno, ~scnl~dos" su vez en 10l;) dC' Ilnrtmnnn, resulten confusos: no se pueden c~locar en
mé· impugnnda de ickoalísmo. ~~ ~Isro nivel (lo qUt> \'3 implicito rl1 «:'Ilunciarlos Ul105 n tontinunción de otros)
fac~~o ~(' illlJ)ulso$", "prn:-;:unit'nto" ,\" ":sentido de realidad", ya que son 8 menudo
s (e un solo nelo unitario til' comportilllli('nto bn~:lClo en la r('gulación yoica.

116
-
B.Funciones defensivas, dirigidas a neutralizar ansiedades median.
en articular eficazmente 1
te diversas modalidades de manejo de conflictos creados entre condi- .' 1 b e contacto COn el . d
ciones de realidad. impulsos y prohibic'i6nes. Estas funciones defen- raCIOna so re las condicione l d propIo eseo y el control
Algunas de estas funcionessdreea¡ ets ~ satisfacción del deseo.
sivas (disociaci.ón, negación, eVitaciones) no pueden colocarse alIado
de las que hemos llamado básicas, ya que son funciones de otro orden secan Ioque d esdeu n enfoqueexistS1n eSIS. pued cO,en ti endo,V1.ncular_
.
"tend encia constante del Su;eto encJal se~a ll~mado (Sartre) (11)
actúan sill1ultá.!leamente CO)'l aquéllas, las cabalgan y por ello, ~ r ealizar ]a unidad en la m~ltipl~c~~ ~ta~1%aCIÓ~ de .sí mismo, a
menudo, las interfieren en s~s otros fines de ajuste. La represión constituyen". Tal coincidencia es visibl e etedrmlnaclones que 10
actúa Jlo-sÚ'lo.s,of)re afectos e imQuls.(\s, sino a la vez, yen base a afectar psicoanaIJ' t'lco se l '
asmenclOnacomo e cuan
"activ·d d do desde e1 en elaque
percepci ones, recuerdos. j!ens"=!:m,iep..tos y cjecz~ciones motoras. Asu de cierre gestáltico de sí" (10). I a es ecompletamiento,
vez aqueiias funclOnes básic~s, Sil fuerza y disponibilidad constitu_ Estas funciones operan constantemente te d' d
cionales inf1uy~n ¡;obre la configuración del repertorio defensivo. miento d e l a persona. eonectarse can este nivel n del
len f
o' a un centra
.-
Hartmann (5) destaca así este interjuego: oico " f iIca coI ocarse. e l terapeuta en la perspect.
Slgnl unclOnamlento
Y ' Iva que puede
d d t d
lograrse des e a en ro e este esfuerzo de centramiento y recentra_
Hasta ahora hemos tratado en ps icoaná lisis principalmente con la miento personal constante (en lucha contra todo lo t' d
intervención del conflicto en su desarrollo (se refiere a los factores . . ) que len e a
dis,ESlar y a desorgamzar . Es atender a la presencia más o menos
autónomos) ... pero es de considerable interés no sólo para la psicología exltosa, pero constante, de un proyecto de .totalizaci6n de si mismo,
dtl desarrollo sino igualmente para los problemas clínicos, estudiar
también la influencia inversa, es decjr la infl uencia que la inteligencia
en funcIón del cual una de las perspectIvas, entre otras varias
de: determinado niño, su equipo m otor y perceptivo, sus dotes especia· necesariamente debe ser la de las síntesis (aspectos que aparece~ \
les y el desarrollo que todos estos factores tienen en el tiempo, en la diluidosen cIertos desarrollos cornentes, centrados en una búsqueda
intensidad yen el modo de expresión de esos conflictos. "analítica" que Illpertrofia los momentos de fragmentación el estudio
por partes, del sujeto). '
Las relaciones entre aquellas funciones básicas (dotadas de autono- La presencia de estas funciones de síntesis se expresa también en
mía primaria! y las defensivas se nos presentan como las de dos un nivel de intencionalidad, en el cual se busca establecer conexiones
subsistemas de distinto nivel, ennrizados, que mtercamblan mfluen- eficielltes entre el pensamiento racional y otras zonas de la exp~rien­
cías (tal intercambio explicaría, por ejemplo, que el ejercicio de una CIa. El trabajo en pSIcoterapIa dmg¡do a reforzar funciones yoicas
actividad -terapia ocupacional- logre por el reforzamiento de las debe partIr de ~espet:u I~s efec~sexltosos de estas funcionE's (ejem-
funciones perceptivas, de la planificación y ejecución motora, contr¡- plo: hacer explIcitas tOS logros oOJetJvantes del pensamiento mani-
buir a modificaciones en la fuerza y nivel de las defensas, hecho que fiesto en sus mensajes intencionales) así como sell}ilar sus fracasos y
la cHnica verifica con frecuencia). explorar los motIvos de esos fracasos. Esto significa un terapeuta
atento a un doble frente constante: el oc los mensajes "latentes" y el
c. Funcione" in.tegradoras, sintéticas u organizaderas. Se trata de delosmensaJes
hac~ .malllfiestos
-,. e intencinnales
• del paciente , de los cuales
funciones de tercer orden, es decir que constituyen un es~rato . caso omIso sena desconocer toda un área de rendimientos
funcional superpuesto jerárquicamente a los ant¡lriorcs: PermIten YOleos. 4

mantener, en el 'leno de una enorme variedad de conductas, una


conesión, una organización, un..pr~dominio de los s inergismos sobre
los antagonismos funcionales. La fuerza de estas funciones integra- 4 Este punto requiere se s b d'
doras se pone a prueba particularmente cuando frente acambios en reglas técnicas del si r . ~. ray~ ? ¡rente a los equi\·ocos que suscitan ciertas
la eitjlacióQ debe el sujeto reorganizar sus rclaÓ0nes con el mundo, 3C{)ntecimicnto ent cOHnáll~;¡s klcJnlano, donde !iobre 1,1 prt'misn de que "lodo
a ti a;cts .de una movilizaci6n selectiva de nuevas funciones de al método de "hnc:r ~~I:': ~ebe ser al mi.Slllo tiempo otra cosa- ( B.II·angcr), i;>C pHsa
taptandoencamb' t · I ·nl~stn.caso omiSO del mcn:-.:tjC' intencionAl d('1 paciente
adaptación, Se revelan asimismo en la posibilidad de coordinar qUe I . 100 rO(lstlnlo' (9} E -t 1 . . '
1 . as PSlcoternpinsdcb . s o es tota mente antagol1lco con la ntención
metas·rac:lbnalmenteelegidas" con otras necesidades arraigadas en ~~,m'pliricación q~e se ~~pr~tnr, entre otros niveles, ni dC'1 rendimiento yoico. Por
IAzona irracional de los impulsos. La síntesis consiste, por ejemplO, ~ e~onal.y m~nsi\.ie latcnt~ e~ ('n aquclb r~gla, d(> lalS. r('laciones cntrr mensaje
rabajo Pl1coannlítico.' dudoso adC'nldS qu<.' la IUIsm3 tenga vuhdez incluso

117
2. Los efectos de ]as funciones yoicas yo libre de conflictos") Esta ' ..
r emarcarse para resc~t r pOSIbIlIdad de relativa auto .
Son tal vez mejor identificados que aquel10s varios niveles de funcio~ el cual sus funciones er:n eslyo ~de un primitivo modelo esntrOumc!a df!lh'6
nes en su compleja interrelación. Comprenden: adaptación a la en ¡os con 11letos
· (ello supeervl6 oras d e otr as fuerzas interv"."ura teCm
realidad , sentido y prueba de.,realidad, control de impulsos, regula- verifica por el "ajustei.logrardY , mdundo exterior). Tal auton1onm,e¡n s
Clón homeostática del nivel de ansIedad. mayor tolerancia a la d . oen etenn' d ase
vas a pesar e la existencia de fl' ma as conductas adaptat'l_
ansiedad y a la frustración con capacidad de demora, prududividad ' · mon td
d eJenSlva a a sobre estos CQ nconlctosyd
ir to e una organización
capacidad sublimatoria, integración y coherencia de una diversidad miento yoico está interferido por ll~ s. Cuando el resto del rendi_
de facetas de la persona. Uno de los puntos de mayor controversia •
defensjv~1 l~ cond.uc~~ adquiere, :n ~!:~?~10 de esa or.ganización
ideológica reside en la noción de adaptación a la realidad, noción por caractenzan. restncclOn perceptual o' . J ?tro~ ~abces que la
cierto clave en los criterios habituales de normalidad y curación. En creatividad, rigidez en el desarrolJ-o d~:,agtna~va, hmlt~cionesen la
a
las psicoterapias de los Estados Unidos funciona como ideal terapéu- el registro de r etroalimentaciones cornr cton uctNa, hmltaciones en
.
relaclOnes entre d- e,ensa
r ·
y ajt¡ste CC oras '. o obs t an t e, 1as
adaptatiV'
tico, en nuestro medio para muchos terapeutas como una especie de o
logro mínimo y cuestionable en sus contenidos de sumisión sociaL nicas: el alivio de la ansiedad logrado por d:Fe s lemj,re san antag6_ •
Una distinción de Hartmann es aquí oportuna: lo que propone ser condición facilitadora para el empleo de ot nsas e Ic~ntes. puede
diferenciar eotre estado de ac{qptaeió (como. meta" lC'lnzablE>E>n la en el manejo de otros as pectos de la realidad ~: ~~pa~l ades yOlcas
que se aspiraría a detenerse) y proceso de adaI!.taei~,,-que comprel~de resulta también del efici ente juego de defens~s útl'leasPHaC1Ótn nOlIllal
una puesta en tensión activa de aquel amplio r epertorio de recursos propuesto por e 11o d · ··
lstmglllr ·
relaclOnes antagónicas y. ar1 mann
. ha
cooperaclOn "' en t r e d"lleren t es f unCIOnes
. yoicas. re aClOnes de
del sujeto, la que es por Clerto condición n ecesaria para todo intento
de relación dinámica y crítica con la realidad. A cuál de estos modos • b) La fuerza de cada una de las funciones y de su c . t
'fi I fi' . n' , on) un o, se
de adaptación se dirija el proceso terapéutico dependerá en cierta ven lca por a e lC1enc'-'\ ao.a f' t~tlva que logran cotejada Con el monto
medida tanto de la ideoíog'ía del paciente como de la ideología del de eXlgenclas a las que están sometidas. Se revelan por e' I
terapeuta. Dependerá además de la concreta inserción social de Ia me d1'd a en que un sUJe . t I ' Jemp o, en
o ca ocado en una situación tra uma't'lca
" . . t .
ambos y del margen de recuperación impuesto por las condiciones agu da,Imprevls a, consIgue mantener actuantes sus recu d'
generales, estructurales yrepresivas del sistema social. La distinción
. . d
t. atlvos~Oponten o una cont.raf"f'rza neutralizadora de lasrsos a ap-
presiones
de Hartmann puede ser ahondada si diferenciamos subniveles en los mternas y_exte~nas desorganIzadoras o paralizantes.
fenómenos de "adaptación": hay una "adap.!abil~dad" dada !l0r la ~ c) LaplasttcLdad se pone de manifiesto según la capacidad de
eficiencia potencial de ciertas funciones yoicas necesarias para el rea)u.~te del repertono cip. f'm~'oneR_ante variaciones produci<las en
manejo de toda la realidad (incluso para el man ejo que tienaa a la cahdad y el monto de las exigencias que debe enfrentar el indivi-
modificarTa); hay otra "adaptación~referible a la posibilidadje ajuste duo.
interaccional en pequeños grupos íy éstos pue.(ipn- 'serTa familia o
grupos de trabajo orientados en direcciones ideológicas diversas); por Liberman (9) ha caracterizado la plasticidad de las funciones
último, hay una "adaptación" consistente en acept,ar las condiciones yOlCas en base a estas posibilidades del sujeto:
socw les globales vigentes, de manera pasiva. Toda discusión sobre
adaptación y cambio en pSícoterapias debiera contar con estas distin- ' .. un Yo idea/m t /' t' .

clOnes.
d," SOclarse observar
en. esip as leo bene que, poseer'• 1) la capacidad de
f .
detallesarstin ' n ~r !ctpar as Rfll:cibir totaJi<!apes con los
cópica: el Yos gUJ~Iesdentl o de dIchas totaltdades (percepción micros-
la función per~:\ lca y el objeto se agranda); 2) la capacidad de acercar
3. Algunas cualidades de las funciones yoieas p ual al obJet~ ver un detalle haciendo abstracción de

• &?~.utoTJQmÚJ: Esta cualidad fue referida por Hartmann a I~


la totalidad
captar los d:: tro
Sto. confund,r la 'parte Con el todo; 3) la capacidad de
POSibilidad d:oS ~P10S ;V BevArlos a la acción en taMb exisl.e la
pombilidad de oerto funcionamiento yoico no interfendo por el decisión luego ~a ~ ~ce~' d,cha necesidad y para ello tomar una
c:6'mprom18ode sus funciones en el manejo de los conflictos ("área de POsibilidad' 4) la e a ~ caltbl'ado el equilibrio entre necesidaq,y
• capael nd de adaptarse a la. circunstancias, al i.ípo

119
de vínculo, ya sea en el sentido vertical (abuelos, padres, hijos) o en el
sentido norizontal (grados de intimidad); la capacidad de utilizar nativa, cognitiva la eXI·ste . d
el pensan:!ento ~omo ac<::ión de ensa~o. y lambi~n capa,ci~dad para estar. . . . ··d ad del r 'epertor'lo dnela
P Ias t Iel l".
e un á rea l·b
1 re de conflictos la
501<1;'51 la capac1dad de tener un monto de ansiedad utll oreparatoria ( . d· ·d elenslvO Son ' •
In IVI , uo-grupo las van gestando ~ sH:mpre coproduCc1oncs
pará llevar á. cabo una 3,:ci6n, una vez establecido el vinculo, tomada la grupo tlCne que ser también recon "dn Sus vInculas), El papel del
decisión y observadas las circunstancias, todo lo cual permite tener: de estas funciones, Entonces se OCI o en el funcionamiento actual
6) las óptimas poslbjlida.d~s para e nviar un mensaje en el cual la gI'upales O instituciona1es yo_refo~odrueba que hay situac10nes
acción, ]a ideay fa cxpresión..del afecto se combinen adecuadamente, debil itantes (actuando en base a C~i~~~a~ .y lotras en cambio yo-
modificabilidad de aquellas reglas). Tod~eg :s'; reglas sobre la
Nótese que cada uno de estos seis grupos de funciones propuestos capacidades yOlcas de alguno de s us miembgr p q¡ue ataque las
por Liberman comprende a la vez varias de las que hemos llamado . I b o j' "
estimu e, y_s u ¿aye sus lmltacIOnes o errores as' ros, no as reafirme
l' '
n1
funciones yoicas básicas. Esta agrupación en pautas complejas se
Posibilid ad de replantear sus reglas de funci~na'mc,0emnOt e meág~e su
aproxima mejor a lo que es empíricamente el funcion~miento yoico. mente. yo- d e b·¡·t t LO · .
1 1 an e . .,1 se revisan con este enfoq
o ser
h· t clara-
. I
No obstante parece útil no anular ese otro ruvel de anahsls donde se -. . t d ue IS Orla es
clínicos, h aOltualmen , e centra
. os en el recorte del yo·In d··d 1
IVl ua se
reconocen ciertos aspectos más elementales de este funcionamiento, comprueba que e 1 mterJuego de agentes grupales y sociales 'YO-
dado por el recorte tradicional de funciones simples, ya que permite deblhtantes tiene un papel relevante en las sItuaciones de enf _
reconocer en la interacción terapéutica estímulos capaces de actuar dad in dlVl ··d ua1. erme
específicamente sobre algunos de estos aspectos más cJeme n~ales Es también desde esta pe;spectiva que puede comprenderse el
(percibir, recordar, planificar). Desde luego, SI estenlvel de anahslS mecanismo de la accIón terapeutJca de muchos recursos ambientales
se conserva tiene que estar ya a salvo de todo atomlsmo o elementa- (grupOs ocupacionales,. de . discusión, de recreación, organización
rismo de ninguna manera como alternativa al reconocimiento de comunitaria de la vIda mstüuclOnal). Cada uno de ellos instala (por
aque¡]as organizaciones más complejas de funciones. oposición a los grupos e mstltuclOnes patógenas) contextos de verifi-
A esta altura es oportuno destacar la necesidad de un pasaje. Aun caciónJ.El~~rzadore.s del yo individ~al y grupal mediante apoyo de los
en el perfilamiento de pautas complejas de funcionami ento yoico, el rend,m,entos pOSltlVUS, ~cúii.j)im load regulada por el colectivo en la
enfoque se mantiene en una psicología indiVIdual, se trata de un diScuSión· de los fracaso s, y acceso del grupo a la discusión sobre las
sujeto y se caracteriza la eficacia de sus funciones. Pero la lmrada reglas que lo rigen. Del mismo modo, en las intervenciones sobre el
sobre el yo debe ser ampliada para reconocer que en la lllteracclón grupo familiar, un aspecto importante de la acción correctora se
social los otr.os, los grupos eon sus dinamismos, coparticipan en el ejerce en la dirección de llevar al grupo de un nivel inicial de
curso y resultados de este procesamiento yojc.o en direcciones muy arbitrariedad en el manejo de las capacidades yoicasde sus miembros
diversas. ya para facilitarlo, ya ,Rara entorpecerlo o disto~sionarJo. (es decir, con omisiones o distorsiones en la evaluación de esas
Un claro ejemplo 10 constituyen los fenómenos grupales que ha capacidades) a otro nivel de mayor objetividad en sus evaluaciones
investigado Laing en familias, cuyas reglas y reglas de reglas actúan (pasaje de un contexto yo-debilitante a otro reforzador del yo). La
interfiriendo los rendimientos yoicos. Este aspecto merece ser subra- poslblhdad de producir tal desplazamiento pasa por el develamiento
yado, porque ensancha el contexto de valuación del yo. de sus reglas . y metaneglas, disfrazadas de interacción "natural" y
de l·· .
slmp e JUICIO sobre "hechos". Con este enfoque puede resultar
esclarecedor analizar, como lo entrevieron Freud y Hartmann hace
4. Influencias ambientales sobre las funciones yoieas ¡.a vanas décadas, instituciones más amplias que el grupo familiar
Hartmann ha señalado la intervención en el desarrollo de las funcio- (~~~Pl~al~s, esc.o.elas, partidos) y fenómenos del sistema social global
nee.l.9:icaa de tres grupos de factores: la intensidad ,le los impulsoS, repr~~. ro de la mformación , e l sistema de propaganda o el aparato
la dotación genética y las influencias am bien tales (que también har servici~~' po~ ejemplo) desde el rol que cada uno de ellos juega al
que enteooer como codeterminantes de la intensidad de los lm pu - duos Eleetredorzar o debilitar el funcionamiento yoico de los indiv¡o.
_>_ El fI'1!RO familiar aparece jugando un rol primordJaI en l~
. .
lIlternació
s u lOdelo t··· .
s an ¡PSiqUIatras dedIcado a las instituciones de
evoluclÓD de estas funciones: la riqueza o pobreza perceptiva, lmag¡- ción del m~r~: ~~ buen ejemplo de esta dirección. Con esta amplia.
e nco (hgada a un movimiento de replanteoideol60
p.. "N o me do b'
gico sobre las categorías que recortan psicológicamente al individuo) fi es t " Y len Cuenta
as... , porque él no ca b'ó
ya no se trata de evaluar funciones yoicas del indiuiduo si mplemente T -"'P d
¿ ue e haber nat d
mi can res pec"""
,- a las
sjn~ de indagar p'ri.ncipalmente la relación entre esas funciones y u~
o

haya trasmitido s in pal:bl?a:~ usted una actitud diferent.e 1


conjunto de condtcl.ones de realidad que inundan al sujeto penetran_ . • a go que usted
do sus rendimientos, Son precisamente aspe t l'
· t ot a lid
peTe ibIr c os
.c :::tdes. captar sa lente s d e 1a tarea en pSicotera . .
detalle a
dades. Estas mtervenciones pro s, evaluar necesidades y pOS·bPll .
5. Activación de las funciones yoicas "' . t d veen nueva' r r 1 1 1-
swn ¡n erna .pue ,
e ser captada po r e1 otro sm . lnlO mad6n (una de .
1 b ' CI-
en el proceso terapéutico una eva 1uaClOn retrospectiva de 1 . pa a ras\ estimul
proponiendo ampliar el registro de ~ propIa conducta ante el ot':::
Podemos pensar en la situación terapéutica como la instalaciónde.un posiY.rales, un ensayo de percibirseo~ pr~PlOs mensajes gestual es ;
contexto de verificaci6n para- aquer conjunto de funciones yoicas, asociativa de otros datos que puedan es r ~ el otro, y una búsqueda
También como un contexto r1p ps/i.rnu}ación para estas funciones: ya por e1 terapeuta), Este fragmento tom?a° a~r a la hipótesis sugerida
el contrato inicial lo que hace es concertar una tarea nueva (indagar, en otro nivel que el de los contenidos escloa azdar puede ser visto así
. .... r ee! os com 1 '
comprender, objetivar una problemática) cuya simple apertura fun- Juego de una ,actIva movIlIzaCIón yoica, El tera ~u o a puesta en
ciona como incitación original para el ejercicio de aquellas funciones, instructor gUla, esto es, como agente portado d p t;, funCIona como
A la vez que la relación terapéutica provee un ~ontexto de protección refuerzosymétodos correctores para el desa: l~ e~tl!nulos, modelos,
y gratificación emocional que alivia ansiedades profundas lo sufi- Ala vez,los hechos vividos fuera de sesión vrot o eestas funciones,
ciente como para liberar cierto potencial de activación yoica, es decir, enriquecido con la óptica suministrada ~o:~ o~ por un observador
coloca a estas funciones en estado de mejor disponibilidad, Con estas actúan también como estimuladores y refo rza a darea de la sesión,
condiciones de base, cada sesión, en cada uno de sus momentos, opera funcionesactivad asensesÍ.¡)n:percepción me , ores de ~odas las
'ó fl .. b' . , mona atenclOn I '
como activadora o movilizadora del conjunto de las funciones yoicas, nacI n, re eXlon o jetIvante planificación L ' , " mag,-
Tomemos un fragmento de sesión, una comunicación del paciente al ción entre condiciones de realidad y las dl'st'o a constante dIscrimina_
"'-dad..(
re"" , mundo mtllrno) ' es una-de las tare rSlOnes ~
creadas pOlO. t ra
terapeuta: s
lo largo-lie to.do el proceso, ya que consolid: re orzad.o,ras del yo a
P:"Yo aquella vez había estado flojo: cuando mi padre me dijo 'tenés que ob~rvador de la experiencia, Nótese tambié~n ~o ma~ finamente
estar en la reunión de familia', para no discutir, le dije que sí. Esta vez, eslabones del procesamiento yoico destacad q e Lmuchos de los
cuando se venían las fiestas, pensé de entrada 'si me viene con lo de la
antes cItamos) son precisamente as eet o por Iberman (que
reunión familiar le voy a decir que vaya él, que a mí no me interesa; y quedé
pSicoterapia: percibir totalidad p os sahentes de la tarea en
esperando, pero esta vez no me 10 dijo."
des y posibilidades etc L~ dureas~.sap~a~ detalles, evaluar necesida-
Este breve párrafo, concertado alrededor de la tarea propuesta por mfluir en el grado de r~forzamie~~n] e proceso terapéutico puede
la relación terapéutica, contiene un recordar con detalles, una aten- pr?bable que el refuerzo yoico te o ogrado, en terapIas breves es
mas prolongadas podrá ser á n a ~n alcance sectorial, en otras
ción concentrada en ese recuerdo y en la tarea actual, que indaga
relación del paciente con su padre, asentada en la discriminación yo-
m
En síntesis, puede entend s ex en Ido, ,1
otro; contiene una secuencia (conducta-reflexión-autocrítica-plaDlfi- zan en psicoterapias media erse que las funCIones yoicas se refuer-
cación de otra conducta alternativa), cuya evocación en sesión es ~CIÓ~, alivio de ansiedad nte la CreaCI?n de uncontexto de gratifi-
reforzadora a su vez de las funciones contenidas en aquella se- surapeutlCa) que las solicita' esttunulaclon y venficación (situación
cuencia. eJercICI' ac Ivamente y la I'd
activid o gUIado (proceso tera é u ' s conso I a a través de
A continuación veamos el rol jugado por dos intervenciones del ción Ead provee además al p tICO). El terapeuta con su pro ia
tet..r....apeuta: de ~n ~~ relación de trabaj~:~:nnt~t¡¡~ modelo yoico de identifi~a­
qué piensa? ¿Por qué su padre esta vez, en que usted estaba terapeuta. rJuego entre las fUI1Cio a apor otra parte la existencia
DO se lo habrá dicho? .." . entre ambas hay un nes yOlcas de] paciente y las del
a constante Cooperación, a la vez que

128
se ins t a la una relación d e compl ementariedad , que se regula habi-
monto de capacidad auto .
tu a lm en te de man e ra a utomática. E st e aspecto del vínculo terapéu- p e~e a la exi st encia orga~lzativa en estad .
tI CO r esu lta pa rt Icular mente interesa nt e para indagar cier tas leyes eXlgencias refuerzan ~e i~onfllctos profundos ~ode d1sponibilidad,
que rigen la relación de trabajo pacien te-terape uta (será discutido en )'OLCas no sólo relativ ea de que existen' resueltos. Estas
el párrafo siguie nte). tes de los otr os siste'::amSe(n1t3e)"libres de cont1ic~::~'p°srtantes energías
Un punto esencial para una teoría del proceso en psicotera pia eon fr ecuencia el Tee:
"tr b .
..
lOrZanlJento d I
' ,"o,ndepen d'len-
r eside en el problema del origen y tipo de cambios yoicos que pueden a aJo con las partes sanas" d . e yo se asimila al .
lograrse por aquel proceso. La conceptua lización de estos cambios ha amplio: comprende el con' el pacIente. Este último co concepto de
d ebido desarrollarse frente al concepto de á rea del yo comprometida rescatables a pesa r del con\li~to de funciones yoicas po~~eptoles más
o
con el conflicto (es d eci r, som etida a las vicisitudes y dinamismos de vocacionales de nivel más madu ; ;~arbién aspectos motiv~~:~n~fnte
es
las relaciones intersistémicas (ello-s uperyó-yo) y s us con tradicciones en cue~t2 12.s "pEa"tes sanas" del - ~ vez toda psicoterapia deba te y
frente a la realidad):; En primer lugar se destaca enton ces que el ' . pacIente S61 ner
cl9na.r \lna lmagell ecuánime de e ' . o entonces podrá pTOpO
rcforzamie nto en la eficacia d e los r endimieQtos.yoicos se opera por e
enlermos, . se pac'ente t r-
~egreslvOs, tanto como a sus ca - . ,a enta a sus lados
el desarrollo (activa ción y consofíd acwn por la prueba de s u eficacia) el afuera Sin O también dentro de cada pac~dades y logros, no sólo en
de un conjunto de recursos llegados al trata mi ento en estado de expresará en q ue el terapeuta señale la sesl n. Esta ecuanimidad se
disponibilidad, que pueden caracte rizarse com o propios de un átea defensas arcaIcas en el vínculo transf< em~rgencla de ansiedades y
del yo relativ¡)ment.,; libre de ~9..nf1i~Q,.'l", ca pa z de cier to crecimiento acto decrecimien to que puede ser ame'::"~~~t , por ejemplo, y a la vez el
autónomo (6 ). Por otra parte, h ay que agregar el fortal ecimie'lt0.J!e capaCIdad de vuelco en la transferen' S a premIsa SIlenciosa de esa
funciones yoicas que l!egan comprometi~-ccn-el-conf.TI;to y logran magnitud la constante dia léctica s~a'd e ~ata de captar en toda su
una liberación parcial del mi smo, en función de pa rciales resolucio- comprensión muy profunda de esa di ~ :en ennedad. Sólo COn una
neS del conflicto (1), o modificación del mismo debida a variaciones en paC1e~te psic6tico en plena regreSió:l;s~~: es Poslbl~preguntar a un
las fuerzas intervinientes (por ejemplo, por ca mbios en las condicio- sana su respuesta de a utoevalución e 1 o va bIen y respetar por
nE-"S grupales que lo exacerbaban). Se postul a , por otra parte, con ndo en ese movimiento de b ' d ' n .a que sohclta no ser interle-
fundamentos en todo un conjunto de observaciones de psicología usque a de SI mlsmo (11).
evolutiva, una relación de reforzamiento mutll(Lent.r e a utoestima Y
experiencias de efieaeia yoir.a \ 13). (Estos dinamismos de potencia- 6. Un aspecto del .
la Complementa .p~o~eso en PSICoterapias:
ción de efectos se tratan más detalladamente en el capítulo 9.)
Aun en pacientes afectados de una patología severa, el margen de del paciente y r: 1e
. a entr~ funciones yoicas
nelOnes yOlCas del terapeuta
reeuperabilidad funcional del yo resulta clínicamente detectable.
Hasta aq . h
la f . UI emos considerad .
A menudo el enfoque terapéutico utilizado en una psicoterapia es el ve~ unclOnes yoicas del pacien~ en eSfecJaI 10 que va ocurriendo con
deseo de fortalecer diversas funciones yoicas. Por ejemplo, con un
paciente fronterizo, la finalidad de una interpretación no sería tanto
COll&n~tar que paralelamente a~ en e proceso terapéutico. Cabe a la
togi ar un irusight como proporcionar un marco a partir del cual puedo movi~¡,§aC~6n progresiva de las lroceso supone una movilización y
ti pad.entf! organizar una serie de fenómenos . Es un esfuerzO por según zaClOnyoica del térape ut uncl2.~es.YOIcas del terapeuta. Esta
es
~lecer la funa?n jnt.egT~dora. sintética, al proporcionar un.aTl.~~~ de com~fterlales clínicos que he':n se eCJlva y parece desplegarse
m¡q¡e que le permita al paciente organizar muchos de sus sentlm l paCiente ementariedad con el os venl o estudiando, según leye;
toe, afecto., pensamientos (Zet""lJ (1). ~ado di~~:do por funciones deei~r~l del funCIOnamiento yoico del
Implícito de so. Habitualmente de das y funCIOnes conservadas en
Paraqueesta Unea terapéutica sea efectiva, debe con tarse, aun en lasfunCione:QUIPo que comporte unm~do espontáneo, por un ajuste
,-jlalleate Áctado por una importante debilidad yoica, con un •
Ümo:'!>.i:ést YOlcas mejor con s : area, el terapeuta se en
.
te JDteJpreta tradicionalmente dentro de una teo
~~ . § o IIJ @mofemporario" erva as del paciente y le
111'--' omentán . • ,
PIe UIO ¡wicoenalftic:o. ~"'enei cament . .
ones intUitivas de~ tlhlbidas: Es probable qU~~
erapeuta respondan a esta
de ajuste selectivo modelado sobre el perfil yoico expresado en el
comportamiento total del paciente" P: "~e noto muy violento: El otro día mi chico se peleaba con un amiguito
En una de las psicoterapias que hemos estudiado, el terapeuta se porunJu~uete. Traté de que se dejaran de pelear, que cada uno se arregla ra
encontró con un paciente de 26 años, obrero que cursaba estudios con un ch l~he. ~o hUbo,cas?, seguían haciendo escá ndalo. Entonces exploté,
técnicos, aquejado de una fuerte inhibición fóbica generalizada, que me leva~te, fUI y rompl el Juguete. Después pensé que era una barbaridad,
le acarreaba una depresión secundaria. En la última época no podía que ~odla hab;rlos parado de otro modo. Y me acordé que yo de chico
trabajar ni estudiar. Mientras se iniciaba una fase diagnóstica, el reaccIOna,ba aSl con lo que no me salía: un día rompí un auto que tenía porqu e
no lo podla arreg lar."
terapeuta pensó que había que comenzar a movilizar al paciente, T: "C I~eo qu~ convendda pensar, para entender algo de esta violencia
sacarlo del bloqueo total con que llegaba. Le propuso al paciente que suya, cual podna ser actua lmente el arreglo que no sale."
mientras estaba en su casa, dibujara. Se le ocurrió que el dibujo era
la tarea más viable inmediatamente, no sabía por qué. El psicodiag- I?etengámonos en el pensamiento que ha operado el terapeuta.
nóstico le informó después que dentro de una extendida inhibición de ~ue r~zon es tIene para mtroducir a,llí una pregunta, con todo lo que
funciones yoicas.las que tenían relación con gráficos (Wech sler) eran esta tiene de eXlgencla al paciente: el debe mterpretar esa violencia
las más conservadas. detectando ahor a un arreglo que no sale. La viabi lid ad de este tipo d~
En otro de los materiales estudiados, el terapeuta mantiene una mtervenc~ón surge de un procesamiento de indicadores presente en
primera entrevista con una paciente de 20 años. El motivo de su la com umcaClón Imclal del paciente, reveladores de un nivel de
consulta es muy vago, y el estado de la paciente es oscilante, entre capaCidades YOlca~ .eficientes: iniciativa para comenzar la tarea,
momentos de gran ansiedad persecutoria y confusional, en los que mvel de ansl,edad ubl, mensajes corporales que hablan de funciones
anuncia que va a interrumpir la entrevista, como asustada por algo, de mtegraclOn y control conservadas, precisión del relato, funciones
y otros de calma, en los que puede dar algunos datos sobre su perceptivas y mnéslcas eficientes, capacidad de abstraer y generali-
enfermedad. Las intervenciones del terapeuta pueden verse en el zar contemda en sus asociaciones. El terapeuta ha tomado estos
registro de la entrevista siguiendo fielmente las oscilaciones de la mdlcadores (procesándolos de modo no consciente) para apoyarse en
paciente: re aseguradoras (ansiolíticas) en momentos de intensa estas funclOnes eficientes y solicitar su aplicación a la profundización
ansiedad, indagadoras (ansiógenas) en los períodos de fugaz calma; del problema.
discriminadoras (con cierto estilo obsesivo indispensable) en los . Es interesante la secuencia inm ediata. El paciente no responde al
momentos de mayor confusión, e interpretadoras (proponiendo co- Interrogante planteado por el terapeuta, se limita a agregar otro
nexiones nuevas,juntando elementos) en las fases en que la capaci- episodio de violencia. El terapeuta señala inm ediatamente su evita-
dad de discriminación de la paciente parecía recuperarse. Los men- ción de la pregunta y la reformula. Cabe entender así la secuencia: el
sajes del paciente y terapeuta cobran aquí claramente relieves terapeuta registra el fracaso del yo adaptativo, cuya tarea era
complementarios. esclarecer la violencia (presumiblemente interferido por el yo defen-
Consideremos desde esta perspectiva la sigui ente secuencia (pri- sivo, que moviliza la evitación de la tarea) y asume el terapeuta la
mer par de intervenciones de una sesión que se discute más detalla- tarea (puesta en juego de su yo adaptativo) de volver al problema
damente en el capítulo 11 i. iniciaL Lo que hace es sol icitar el esfuerzo del yo adaptativo del
paciente, que dio anteriorm ente muestra de fuerza potencial.
• Penlsmoa no sólo en una complementariedad jugada en los mensajes verbales, Con el estímulo del terapeuta, el paciente retoma efectivamentel,a
t,mhUD en el intucambio de mensaje$ corporales (es decir en una respuesta tarea. La ses ión avanza contando con un mvel adecuado de recre·
y poItural específica del ter apeuta frente a los mensajes gestu3.1 es
- en los se expresan det.erminndos niveles de activaCión mientas yo icos del paciente. CuandomásadelantesurgenporWllado
integración). Esta complcmcntaricdad corporal Un s ueño de pesca y luego una frase, en la <¡ue llama "hacer
en estudios neurovegetativo8 de la interacción en sesión. El galleta" a una confusión de fechas con una a~lg8. el
de peit.oterapia de las frecuenci.3s cardíacas de paciente Y simplemente un señalamiento ~e estas coneXIones: deja
15 la del paciente descendía progresiva~
aumentando. En once momentos de la tarea deindagarmejorelse~tidodeesa
coincidentes en el mismo minuto: si la ha . d· d sdequeelpaClentepuede
y 1Il 1ca ore men to del roceso
e la ~gustia

y YlCeVena 02,. contrastarse estemo
del tratamiento en los qu
mente intensa Como para interferir sus rendimientos yoicos. En esta 7. Laing, Ronald, "Metanoia: algunas experiencias en el Kingsley Hall de
primera etapa, el terapeuta asumía un rol más esclarecedor a s u Londres", Reu. Arg. de Psicología, tomo 11, 6, 1970.
cargo, y en algunos momentos un rol directivo, dados los indicadores 8. LalOg, Ronald, El cuestionamiento de la ramilia Buenos Aires Paidóq:
de déficit en la función yoica del paciente, que no estaba en aquel 1972. 1'" ",
momento en condiciones de asumir ciertas tareas. 9. Liberm,a!l' David, Lingüística, interacción comunicativa y proceso p sicoa.
Plantead a la interacción terapéutica en términos de un ajuste nalLl~coJ tomo I, Buenos Aires, Galerna, 1970.
selectivo de complementariedad en las funciones yoicas de! pa- 10. Paz, José R.,Psicopatología. Sus fundamentos dinámicos, Buenos Aires
ciente y terapeuta, se hace claro el fundamento de que el terapeu- Nueva Visión, 1973. '
ta opere técnicam ente con un rol flexible: frente a esa movilidad 11. Sartre, Jean-Paul, Crítica de la razón dialéctica, Buenos Aires Losada
1963. ' ,
de las demandas yoicas no es posible pretender como terapéutica
12. Wallerstein, Robert, "La relación entre el picoanálisis y la psicoterapia.
una conducta que se fije en un rol (interpretar siempre o dirigir Problemas actuales", Reu. de Psicoanálisis, tomo XXVIlJ, 1, pp. 25-49,
siempre). 1971.
El interés de esta hipótesis acerca de la interacción complementa- 13. White, Robert, El yo y la realidad en la teoría psicoanalítico Buenos
ria en sesión estriba, anuestrojuicio, en que permite evaluar en base Aires, Paidós, 1973. '
a indicadores objetivos la marcha del proceso yel ajuste de la técnica
empleada. Entre otros criterios (como los que pueden aludir a
contenidos y áreas de la problemática tomada en sus relaciones con
el foco terapéutico, por ejemplo) podrá ser considerada acertada la
intervención del terapeuta en la medida en que se modele sobre el
nivel de posibilidades yoicas evidenciado por el paciente en sus
mensajes más recientes.
Correlativamente, la apertura que provee este desarrollo es la de
pe. iIIitir comprender la racionalidad de un vasto repertorio de
operaciones que el terapeuta realiza habitualmente de modo intuiti-
vo. De este modo se proporcionan nuevos parámetros para la inves-
tigación microscópica del curso que empíricamente va logrando el
proceso en estas psicoterapias

Referencias bibliográficas

la Adler, GaIJll8, Gumbel y otros, "Mesa redonda sobre psicoanálisi'S Y


psicoterapia", Reu. de Psicoanálisis, tomo XXVJIl, 1, pp. 50-72, 1971-
2. BeJ1ak, Leopoldo y Small. Leonard, PSicoterapia breve y de emergencia.
Méxioo, Pax, 1969.
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en el proceso terapéutico", en Estruct~ras y abordajes I
~ueno8 Aires, Nueva Visión, 1993.
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]J6lCOlogIa del yo y el Problema de la adaptación,

la~lÚ4,cklyo. México, Fondo de


Capítulo 9
DINAMISMOS Y NIVELES
DEL CAMBIO EN PSICOTERAPIAS

En capítulos anteriores se han caracterizado ciertos ejes organizado-


res del proceso de cambios que se desarrollan en una psicoterapia. En
ese proceso se movilizan influencias y efectos de cambio diversos y
variables . Tal vez debamos pensarparalas psicoterapias, másqueen
un proceso unitario, en un conjunto de procesos que se van entrete-
jiendo en un marco establecido por aquellos ejes (foco, relación de
trabajo, activaciones yoicas).
Otro aspecto a destacar acerca de los cambios que producen las
psicoterapias es el de la heterogeneidad de las zonas de cambio, ya
que los mismos pueden operarse de modo simultáneo o sucesivo sobre
aspectos intrapersonales, interpersonales o situacionales. En la
medida en que el objeto de las psicoterapias no es el individuo tomado
aisladamente, sino inserto en grupos Y en situaciones concretas, se
hace evidente la diversidad y heterogeneidad de las influencias de
cambio que se ponen en juego y de sus efectos. Por ello todo intento
de conceptualizar los cambios en psicoterapias deberá partir de esta
pluralidad de zonas y niveles de la acción terapéutica.

1. Influencias y dinamismos de cambio


en psicoterapias.
Hemos discutido en capítulos anteriores el papel de la reladón de
trabajo personificada Ysus di~~ismos de in1! uen as
"?i , •
desempeñado por el fortaleClmlento de las !UnCl~nes yotc:Mt.
tendrá sentido aquí retomar algunos de esos dmarnlsmosde
terapéuticaparasubray~, .
tran y entrecruzan sus l!,fl?enClaS, Y
encadenamiento y potenClaClón de esas
Se destacó el papel de la relación de tra bajo personificada como
experiencia emocional correctiva en la que se concentran dln a.ffilS - del pacien te, de zonas no sólo des conocidas sino "solitarias", necesi.
mostransferenciales (proyección en la figura del tera peuta ~e objetos tadas de contacto Con el otro.
internos persecutorios -rol del superyó, por ejemplo-, aS1 como de A su vez el t rabajo de indagación y verbalización de lo vivido,
objetos protectores, repara tor ios) y d ' fe rencLales (rectlficaclón de instala un proceso original de creciente objetivación , sobre el cual se
rasgos negativos vincul ados a las 1magos parentales, abvlO de la consolidan también los reforzamientos yoicos. Uno de los aspectos de
persecución del s uperyó por la conducta efectivamente perm1Slva y este proceso de objetivación es la experiencia emocional-cognitiva
comprensiva del ter apeuta) en buena medida oTlgtnales, propIOS de peculiar del insight ; otros, t al vez más frecuentes, residen en los
una relaci ón s in precedentes (un diálogo prolongado, abierto y veraz fenómenos de esclarecimiento y discriminación . Se instala con ellos
con un experto que guía en la concentración de atención y en el ensayo un aprendizaje, susceptible de ulteriores desarrollos autónomos,
de m étodos de indagación sobre sí mismo). En experiencias grupales centrado en la experiencia de conocer-comprender-objetivarse y
e institucionales se agregan influencias semejantes de m uch os otros asentado en el soporte del lenguaje. Se ha destacado el rol no sólo
nuevos vinculos. cl arificador sino además autoafirmador de la palabra: "La experien-
Un agente dinám ico importante actúa en la continencia ofr ecida cia del h ablante de escucharse hablar determina una interacción
por el vínculo t er a pé utico . P or ella se reactivan naturalmente los dialécti ca del individ uo consigo mismo que promueve el crecimiento
elementos de una relación infantil de dependenCIa (reaseguramJen- del ego" (6).
to, sostén, recuperación de la autoe stima ~ partir del in.ter és cálido El ensayo con creto en la acción de nuevas actitudes, constituye
del terapeuta). Los fenómenos de proyecclOn-deposlt.aclOn, mher en- otro canal de influencias significativas, que habitualmente se van
tes a esta relación, proporcionan con frecuen cIa un ahvlO en el monto entretejiendo con los otros niveles de movilización y crecimiento. La
inicial de ansiedad , que interferiría una mejor dlspomblhdad del posibilidad de intentar un comportamiento diferente relativiza la
repertorio de funciones yoicas. La necesidad de este vínculo depen- apariencia de inmovilidad que tiene el mundo antes de iniciar este
diente inicial puede modificarse, una vez recuper ado ese potencIal de proceso de aperturas. La experiencia vivida de la nueva conducta
funciones yoicas. La posibilidad de una regresión m ás ~rofunda que contiene a menudo el poder de los actos reveladores, una fuerza de
tienda a cronificar la dependenCIa encuentra sus bmltes en la convicción in transferible, que se refuerza porel contraste con conduc-
pÁcoterapia por la constante ~resencia de las condiciones de re?hdad tas prev ias.
del vinculo, incluida una mas frecuente referenCIa a s us hmltes Otro nivel de influencias de cambio debe verse en las respuestas de
tn m porales. 1 los otros ante la evidencia de los procesos que van aconteciendo en el
El interés del vínculo centrado en la persona, el respeto y la paciente, y la variación de calidad que se opera?n los vinculos por e}
del terapeuta para su más libre expresión conjugan encuentro de esas dos vertientes de modlficaclOn.
inIluencWB reaseguradoras ck autoestima. Tal fortalecimiento afec-
tivo con sus componentes de alivio y gratificación, es un hecho
p ¡";'ordial en la dinámica del proceso terapéutico, sobre el que 2. Los efectos de aquellas influencias
~yan aperturas (con Id ansiedad y el dolor de las mismas) y se y dinamismos de cambio
refuerza la motivación para seguIr enfrentando la incertidumbre de
El reaseguramiento afectivo es esencial para llevar la Los efectos observables del proceso terapéuti~o, de amplitud~
~ a un nivel útil y para facilitar el crecimiento de funciones sidad variables, según modalidades de la accló~ coneetOJa
Un aspectode emocional importante y según variables individuaJes grupal.es y s:¡ale::.bio.
ser comprendido por el terapeuta, cada situación, comprenden ~Iversos ruveles e ca
deéete que va al encuentro de lo más personal e íntimo • a) Modificaciones en el ruvel de lossúztoma&.
de los mismos. A propósito de las
discutido a veces el sentido_ de la
embargo, este nivel de cambios DO
perspectiva
desde
de la toma de conciencia de la reflexión critica como factor de
su valor de "mensaje", y el cierre que opera de ciertas estructuras cambi?, y la puesta en rel~ci6n del mundo emocio~al subjetivo con
patológicas grupales, una vez instalado. Desde este enfoque comuni- modalIdades concretas de relaciones entre los hombres, relaciones
cadonal se ha destacado la importancia de relativizar el síntoma que se muestran no estáticas ni eternas, sino históricas y sujetas a
mediante la variación "experimental" del mismo. Esta relativización modificación. Más allá de este nivel general, Marx y Freud se separan
abre a menudo caminos hacia el insight, por lo que la sugerida en cualquier momento, porque el alcance de lo que se cambia, los
oposición tradicional entre comprensión y supresión sintomática métodos del cambio, las unidades a las que se aplica, pueden sufrir
pierde sustento. recortes muy diferentes desde distintas ideologias.
o b) Variaciones correlativas en el empleo del repertorio defensiuo,
con la posibilidad de que defensas más primitivas (disociación
negación, identificaciones proyectivas masivas) cedan lugar a otra~ 3. Encadenamiento autónomo
de mayor valor adaptativo. Tales variaciones pueden responder a la de influencias y efectos del proceso terapéutico
convergencia de reforzamientos yoicos, alivio de ansiedad y modifi-
cación en las condiciones grupales. Hasta aquí han surgido en una enumeración casi lineal una serie de
o c) Logros de un mayor ajuste y gratificación en las relaciones influencias de cambio y un conjunto de efectos operados por esas in-
interpersonales, por ruptura de estereotipos previos y emergencia de flu encias. Pensarlos a su vez en interacciones abre la posibilidad de
un nivel de comunicación más eficiente, mayor discriminación entre comprender otros dinamismos propios del proceso de cambios que
lo propio y lo ajeno en la interacción, mayor adecuación de las puede poner en marcha una psicoterapia.
exigencias dirigidas hacia si mismo y hacia los otros. Una observación cuidadosa del modo en que los cambios se suce-
o d) Adquisición de unaautoestima más realista, vinculada a una den permite, a mi juicio, comprender el entrelazamiento de influen-
mayor com prensión de sus dificultades y posibilidades, a una evalua- cias y efectos en términos de ciclos de crecimiento autónomo en
ción del propio rol grupal, y a cierto desvanecimiento de mitos espiral, ascendente o descendente (4). Ciclos pensados según un
personales y familiares autodestructivos o estimulantes de la omni- modelo de cambios que se producen por un crecimiento autónomo de
potencia. En este nivel de verse asimismo la emergencia de .una las interacciones, a partir de una dirección inicial impresa a las
relación del sUjeto consLgo mLsmo, actIvada por el proceso terapeutI- mismas, en base a fenómenos de retroalimentación y potenciación de
co, capaz de integrar algunos nuevos soportes de la identidad. efectos. Puede vinculárselo al modelo de las reacciones en cadena de
o e) Destacamos antes los cambIOs en la conducta de los otros la fisica, y de las "escaladas" bélicas. Pues resulta visible, en especial
cercanos, correlativos al nuevo repertorio de mensajes que es capaz para quienes trabajan en salas de pacientes agudos, descompensados
de trasmitir el paciente en base a los cambios en él operados. o al borde de una ruptura psicótica, que la llegada de numerosos
• f) Mayor eficiencia en otras tareas adaptativas, productividad, pacientes a la consulta se hace bajo el signo de un conjunto de
creatividad, recreación, planificación. Estos cambios suponen una interacciones negativas, que hemos denominado ciclo orientado
puesta enjuegode aptitudes en otros mo~entos reprimidas, negadas hacia la regresión o el deterioro: el alto nivel de ansiedad, las
o interferidas por conflIctos. La productIvldad en tareas presentes va dificultades para pensar, objetivar y discriminar problemas, las
íntimamente unida al desarrollo de un horizonte prospectiuo, cierto alteraciones en la autoestima, los trastornos en las relaciones con los
proyecto personal capaz de aportar al esfuerzo actual alguna motiva- otros, los déficit en la productividad personal, la falta de un proyecto
ción de futuro . positivo de futuro se conjugan y potencian, creando una escalada de
• g) Ampliación de la conciencia de posibilidades y trabas persO- efectos negativos. . .
nales una conciencia de sí mismo en parte nueva. El paciente Ciertas intervenciones terapéuticas (apoyo, es.cl~ecJmlen~•.ca-
• a pensarse y este aprendi~aje apunta al logro de una mayor rrección de algunas modalidades de vinculo COnflICtiVO, propoSlci60
critica. Los co'.ltemdos ldeológICos que nutran este pensa- de ciertas conductas alternativas) pueden actuar entonces
los limItes de esa nueva conciencia dependerán mente produciendo acciones puntuales sino .
del pa<:iente ~mo de l~ del t~rapeuta. No ro de algunos eslabone.s, e invirti~ndo su SIgnO,
proeeeo de una pSlcoterapl~ trasmIte algunos mensajes sobre el conjunto del CIclo o reaCCIón en cadena.
que Marx y Freud VIenen emparentados: el valor
terapéuticas lograrán su efecto no sólo por m ejorar cierta zona de la
situación, s ino que actuando sobre es a zona podrá n ay ud a r a rees-
tructurar el conjunto. tes? efectos que una v e z s uperado un umbra l, converjan en un ciclo
El proceso de mejoría pu ede s er comprendido como la invers ión de o ULa final común de la progres ión y recuperación .
signo (esto es de dirección ) de un ciclo, Can prom oción de un ciclo Esta hipótesis podría llevar asimis mo a indagar en los casos de
orientado hacia la recuperación y el crecimiento, en el cual los efectos, recu peraciones eSpontáneas) sin intervención terapéutica , qué otro
ahora pos itivos, se esla bonan en una nueva escalada. Hay que tipo de estímulos pudo actuar impuls ando ese ciclo final común de
e nte nderlo así , ya qu e con gra n frecue ncia no hay relación p untual ni progresión. Es necesario s uponer la existenci a de estos encadena-
proporcional e ntr e las influ en cias de cambio atribuibles a las sesio- mi entos autónomos a parti r de una variedad de estímulos parciales
nes de un períod o de psicoter apia y los cambios que efectivamente y a lternativos, ta nto para esas recuperaciones espontáneas como
va n s urg iendo. Ra ngell (9) destaca así el problema: "Los psicotera- par a las que responden a contactos t erapéuticos mínimos. (Estos
peutas de todas las escuelas están familiarizados con los notabl es éxitos terapéuticos sorprende n siempre antes que nada al terapeuta,
cambios que pu eden lograrse en algunos pacientes en un período quien cree haber h echo demasia do poco par a que tales cambios
r elativam en te breve. Ello puede deberse a numerosas razo nes, una ocurran .)
de las cu ales, la m enos explorada, es el conocido hech o del 'paciente Es interesante además detener se en esta posibilidad de pensar los
qu e se cura a sí mis mo' si el terapeuta no se lo impide". E nti ende el cambios que son efecto de las psicoter apias engarzados en un par de
autor que la din á mica de estas "fuerzas autocurativas" puede ser ciclos de signo opuesto (negativo o descompensante, y positivo o
bastante compleja. recuperante) porque desde la perspectiva estructura lis ta (3, 8) las
Este h ech o, que tq.dicionalmen te fue visto como una dificultad oposiciones (u na de las relaciones internas estructura les más exten-
para comprender los mecanismos de acción de las psicoterapias y didas y mejor estudiadas) asumen en diversas estructuras -lingüís-
para prever la a mplit ud e inten sidad de los cambios, en reabdad ticas, mitológicas, históricas-el car ácter de una bipol aridad, configu-
viene a mostr arnos que lo que n o se puede es pensar en esas r an sistemas de oposición binaria que funcionan según un régimen de
influ encias con m odelos de ca usalida d li neal. Resultan, en cambio, todo o nada; no existen puntos interm edios de significación y peque-
susceptibles de comprensión en base a modelos policausales de acción ñas variaciones ocasionan "sal tos de s ignifica ción". Hemos pensado
en cadena, de ciclos de autonomía interna. antes en la situación como estruct ura móvil que engloba en cada fase
Un modelo de ciclos de cambio permite, entiendo, dar precisión a una diversidad de elementos het erogéne0s (intrapersonales, interac-
lo que ciertos autores de manera vaga han descrito como la existencia cion ales, contextua les). Las oposicion es en el seno de esa estructura
en todo paciente de "impulsos autónomos hacia la salud" (1). Coincide (mer ecer estima-merecer desprecio, llevarse bien-llevarse mal, éxi-
con lo expuesto últimamente por Wender (13) en términos de "r etroa- to-fracaso en la tarea) permitirían comprender los fenómenos de
limentación amplificadora de la desviación", "círculos viciosos" y inversión del signo global del ciclo, a partir de estímulos breves o
"círculos virtuosos" (basado en conceptos cibernéticos de Ma ruyama, de escasa in tensidad, es decir un salto de significación en el interior de
1963) (7). esos sist emas de oposición binaria permitiría explicar más profunda-
mente la a pa rición de cambios que no guardan proporción con la
Esta teoría de ciclos potenciadores de efectos en las psicoterapias magnitud O duración de los estímulos correctores apbcados a la
podría iluminar un hecho hasta ahora poco explicado: las estadísticas s ituación .
de resultados de distintos tipos de psicoterapias arrojan por centajes Intentar é aclarar la idea con un ejemplo clínico.
de éxito y fracaso no muy disímiles. Para psicotera pias breves He mencionado en la discusión de foco a Ernesto, un paciente de
ambulatorias, por ejemplo, distintas instituciones comunican entre 30 años, en psicoterapia de un año de plazo (idea inicial suj~ta
600/0 y 80% de mejorías. Coloquemos por un momento entre parénte- eventualmente a reajustes). En el momento de la consulta se conJu-
sis todos los cuestionamientos metodológicos acerca de estos estu- gan una serie de elementos susceptibles de organizarse e? un ciclo
dios, y pensemos en la posibilidad de que alguna real aproximación descompensan te, de signo negatIVO; entre otros: separaCJ~n de su
en los efectos de diferentes téclllcas, terapeutas e instituciones . grandes obstáculos para un reencuentro y total dificultad
obedezca a que cada una de estas influencias terapéuticas termin~ mUJer con érdida· ·fi cuI
di ta dpara ·ejercer la pate·d
rru a d _._
......
para acep tar la P , . . l
eslabones diferen- ··
h IJO ada por la falta de conVivenCia con é ;
'· agrav
. to laboral· angustia . y depres.·ó·
n In
t ensa.
ren d lmlen ,
cambios en pSicoterapia se encuentran e n la amplia r eseña biblio-
pués su situación ha v~ado: hay.~ acerc~iento logrado .co?- la gráfica de Small (12), y en las casuísticas de A1exander y French y de
esposa; una mayorconeXló~ con el hlJO~ ha ~eJorado en su r~ndlmlen­
to en el trabajo, y la angustia y depresIón mtensas han cedido. Estos Malan, entre otros. La coincidencia de efectos de psicoterapias de
nuevos elementos pueden interactuar, y es lo que se observaba en su diferente duración se observa en la investigación de Errera y
evolución, encadenando un ciclo positivo de recuperación. Cada uno colaboradores (2). Varios de nuestros criterios apoyan en investiga-
de esos aspectos de cambio puede comprenderse configurando un eje ciones dedicadas a estudiar aspectos del proceso (5) y a la predicción
de resultados ( 10).
de oposiciones binarias:

a) Relación de pareja: inclusión-exclusión, o aceptación-rechazo. Referencias bibliográficas


b) Relación con el hijo: cumplimiento-incumplimiento de la pater-
nidad .
c) Rendimiento laboral: negativo-positivo.
1. Bellak , Leopold y Small, Leonard, Psicoterapia breve y de emergencia,
d) Equilibrio emocional: conservado-perturbado. México, Pax, 1969.
2. Errera, P. y otros, "Lenght ofPsychotherapy", Areh. Gen. Psyehiatr., 17,
Desde la situación de regresión o deterioro podrán ocurrir cambios 454, 1967.
según secuencias variables (a menudo en un orden imprevisible), 3. Fages, Jean,Para comprender el estructuralismo, Buenos Aires, Galerna,
¡>(:ro bastará que en alguno de estos ejes de oposición se produzca una 1969.
variación lo suficientemente intensa como para ocasIOnar un salto al 4. Fionni, H éctor, "Objetivos y dinamismos de acción de Jas psicoterapias
breves", Ateneo Psiquiátrico de Buenos Aires, Mesa red onda sobre
polo positivo de ese eje, para que se produzcan inmediatamente dos psicoterapias breves. 1970.
efectos de irradiación de ese cambIO sobre el conjunto: 1) En ese 5. Lesse, Stanley (comp.), An Eualuation o(the Results o(the Psyehothera-
eslabón se interferirá el ciclo de interacciones negativas. 2) La pies, Springfield, C. Thomas, 1968.
instalación en ese eslabón de un nuevo signo comenzará a ejercer (por 6. Libennan, David , Lingüística, interacción comunicativay procesopsicoa-
la interacción refuerzo de autoestima-reforzamiento yOlCO, que logre na lítico, tomo I, Buenos Aires. Galerna, 1970.
&fu maree en esa área) una presión de arrastre en la nueva direCCIón 7. Maruyama, M., ''The Second Cybernetics: Deviation Amplifying Mutual
wbre otr08 eslabones de la estructura. . .. Causative Processes", Amer. Scientist., 51, pp. 164-179, 1963.
B. Piaget, Jean, El estructuralismo, Buenos Aires, Proteo, 1968.
aquí de fenómenos de encadenamIento y progreslOn 9. Rangell, leo, llPsicoanálisis y psicoterapia diná mica. Similitudes y dife--
Tal vez autónomo sea un término general con el que rencias", Reu. de Psieoanal., tomo XXVIII, 1, pp. 73-89, 1971.
llbarca!' si procesos que no responden a relaciones causa- 10. Sargent, Helen y otros, Prediction in PS)'chothera'pY Research. A Method
pero cuyos dinamismos íntimos todavía estamos for tite rrans(ormation of Initial Judgements mto Testable Hypthote-
l:OIlocer con mayor precisión . Podría ocurrir que estas ses, Nueva York, Int. Univ. Press, 196B.. ..
dinamismos, del tipo saltos de significación sobre ejes 11. Sluzki, Carlos E. y Fiorini, Héetor, "EvaluacIón de efectiVld~d de
binaria, con irradiación al conjunto de las interacciones, tratamientos psiquiátricos con internación. Resultados de una mve&o
penetrar más profundamente en la natura leza de estos tigación", Acta Psiquiat. Psieol. Amér. Lat., 1973, 19, 8~.
de cambio. 12. Small, Leonard, Psicoterapias breves. Buenos Aires. GraIllC8, 19?2..
precedentes intentan abrir lín eas teóricas 13. Wender, Paul, "Vicious and Vi~u~)Us CircJes: The. Role of Deyiation
Amplifying Feed-back in the Ongm and PeJpctu~tionofBehaVlor",en
.obre 108 dinamismos del cambio en psicoterapias.
variedad de obse~aciones clinicas y trabajos Barten, H., B ne. f~Lerapies
J. fI • Nueva York, BehaVloral Publ. Ine., 1971 .

de estos trabajOS y los datos que arrojan


bibliográficas, en el capitulo 2. Hemos
los aspectos metodológicos de la eva-
los datos obtenidos en la
pacientes internados (ll).
loe que .. sustenta la discusión sobre
Capítulo 10
TIPOS DE INTERVENCIÓN VERBAL
DEL TERAPEUTA

Una teoría de las técnicas de psicoterapia r equiere una conceptuali-


zación de sus instrumentos, la que va íntimamente unida a una
concepción del proceso terapéutico. Las intervenciones del terapeuta
son instrumentos esenciales de ese proceso. Es importante entonces
detenerse en la discusión teórica de los fundamentos y alcances de
cada uno de estos recursos técnicos. Básicamente, clarificar el sentido
del empleo de cada una de estas intervenciones y su valor como
agente de cambio. Para esta compren sión son afluentes importantes
toda la vasta experiencia clínica acumulada en el campo de las
psicoter apias, ciertos aportes teóricos y técnicos del psicoanálisis, la
teoría y técnicas centradas en la comunicación, teorías del aprendi-
zaje y conceptos provenientes del campo de la psiquiatría social y de
la teoría de las ideologías.
Un inventario de intervenciones verbales del terapeuta que son
herramientas en las psicoterapias incluye necesariamente las si-
guientes:

1) bltf?rrogar ªLllaci ~nte, 1 pedirle datos


aclar¡¡ciol).\!s d.el A~lato.

3) Confirmar o--
2) Proporcionar'
- . . los criterios del paciente sobre su /IftIIIIo
. . , "~e
ción. -
- 4)

• I E todas las consideraciones de este capítulo. al


n na p.. _ia UD grupo familiar U otro tipo de
persona, u ..... "V.
6) Señalar relaciones entre datos, secuencias, constelaciones sig-
nificatívas, . ~aj5acida es maru1feStas xJatentes del paciente ..
7) Interpretar el sig:élificado de las conductas, motIvaclOnes y una manera de indagar en la perspectiva que el paciente se hace de
finalidades latentes, en particular las confllcflvas . su sItuacIón: cada re~puesta a las preguntas del terapeuta contiene
8) Sugerir aétitudes det"lminadas, cambIos a título de ensayo. elemento~ (de contenido. yJoLma) reveJ¡¡dores de una cosmovlsión
9)lñdícares~ecíficamente [ar ealización de ciertas condurtas con pe,:~ona}, completamente singular, de la situación.
caráctlir. aeprescri¿:ción (intervencÍónes directivas). - -- ~stas InfluenCIas del preguntar en psicoterapias merecen ser
lO) Encuadrar tarea . subrayadas para una cultura profesional como la nuestra, influida
11) Meta-intervenciones: comentar o aclar ar el significado de marc~damente por la práctica técnica del psicoanálisis, ya que en
haber p.uesto en j uego cualquiei a_de ¡as intervenciones anteriores. esta ultIma no sIempre pedIr detalii!:§ de las ·situaciones reales a las
12) Otras intervenciones (saludar, anunciar interrupciones, va- que se alud e en sesión resulta· tan decisivo, aado que a menuao se
riaciones ocasioJlales de los hor~Iios, P,tc.P Intenta constrUIr un modelo de fanta~í>0nc.onsci~nte 'ijncular latente
a partIrde los contenidos manifiéstos del relato. En este caso para
nado que muchas de estas intervenciones vienen históricamente abstraer el vínculo objetal con erudo en el relato, muchos d:talles
pueden ser tomados como agregados no relevantes de lo manifiesto.
ligadas al desarrollo de la t écnica psicoan alítica y ésta aparece como En p~icoterapias, por el contrario, es necesario trabajar mucho más
la técnica psicoterapéutica con mayor respa ldo teórico de base, sobre las situaciones ~erealidad del paciente, indagar la complejidad
resulta importante para una teoria general de las técnicas de psico- pSIColÓgIca de las mIsmas, engarzana precisamente en muchos deta-
terapia deslindar las condiciones de un empleo técnico diferente de lles y matices reales de la situación. Un ejemplo: si en psicoanálisis
estas intervenciones, es decir, contrastarlas con el sentido de su un paciente comienza hablando en sesión Je las peleas que tíene con
empleo tradicional en psicoanálisis. Creo que esto puede contribuir el padre por el negoci~ que tienen en común, que el paare tiende a
a evitar extrapolaciones indebidas de una técnica a las otras, desti- manejar- autoritariamel)te, es probable que estos elementos alcancen
nadas estas últimas a construir una legalidad propia. p~a empezar a pensar en la problemática de la dependencia eñ la
transferen~ia. En psicgy,rapia áí!lámíca, por ejéniplo, importará
, avenguar muchos datos de realidad. ¿Cómo fue que se asociarori -de
1. Interrogar qui~.n fue l¡l inicúitiva,'hubo acuerdos previos sobrela coniIucCión' de
- la empresa en común, qué perspectivas tiene el paciente de su futuro
Es uno de los recursos esenciales a lo largo de todo el proceso económico, la actividad encaja con sus intereses vocacionales, cómo
terapéutico, no sólo en sus comienzos. En psicoterapia, preguntar es ve su esposa esta sociedad, etc.? Cada uno de estos detalles aportará
eontinuamente consultar a la ~nci!mcia del paciente; es también elementos para enriquecer hipótesis que aspiren a dar cuenta de )lna
sondear las limitáCíones y_distorsiones de esa conciencia; trasmitir situación (mundo interno-mundo interpersonal en sus inteljuegos)
----, . . . -
dimisnÚl im-vestrroínterrogativo";un móóC;·de colocarse frente a los
fenómenos humanos con actitud investigadora. Revela también a un
con sus complejos y variados matices.
re
no omnipotente; esto esoaSico: eñ el preguntar al pacie1!te FRAGMENTO DE UNA SESiÓN DE PSICOTERAPIA
pOT_é} 'll!o¡-tados, está conteniéfo un vinculo con
atenua9.Jl, aunque setrata-de diferentes roles. T: "Qué valor había tenido para usted que ella lo llamara antes devúVar?"
precIsos sobre cada situación puede trasmj!ir- P: "Dudoso, porque me llamaba cuando ya no nos podfam08encontnu; me
gustó, ¿no?, de todas maneras."
I!.o.r el carácter estrictamen~ T: "¿Cómo fue que le trasmitió usted su interés por ella?"
esto es, una actítud_no P: UVa le dije: 'Qué macana que ayer no me encontraste!
Es también habernos visto', ..
T: "Para usted eso de ell~dicho
compromiso más profundo.
P: "Claro, yo creo que para
de despedirse por dos meses. A mi esas c:osps 0'lA
T: 'Según usted babía comentado, ella en
interés por Jos demás, más vale espera que se interesen por ella. En ese caso,
¿el Barnado de elJa no tenía un valor especial?" psi~ot~rapia es esencial pasar de los datos iniciales de la experiencia
P: "Sí, si lo miro desde cómo es ella en general. e ra una boJa bárbara, 10 subjetiva al análisis Ininucioso de las situaciones. Toda s ituación
que pasa es que a mi me gustan las cosas jugadas de una manera muy suscita numerosos......iñterrogañl'és. Tif'vez algo importa nte para el
distinta, nada de vueltas," terapeuta sea comprender que no se trata de indagar para después
T: "¿Qué le dijo usted al despedirse. cómo dejó planteada la cosa?" recién operar terapéuticamente, sino que la indagación misma con-
P: "'Yo le dije: 'Mirá, me gustó que me hayas llamado, pero espero que a
la vuelta no estés tan ocupada, ¿eh? Chau· ...
2. Informar
-- ~ ----
tiene ya estímulos terapéuticos de particular jerarquía.

. Como puede verse, estas respuestas revelan un estilo, el funciona_


. -
ml.ento YOlcodel pacIente para evaluar la situación interpersonal El. terap~uta es no sólo un investigador de la conducta, sino también
e XJgenClas d es.e - ti
d una op .. 1 ,sus
ca narCJslsta~ a contribución del paciente el véhículo de una cultura hu~anista J:.psicológica. En este aspecto
con sus mensajes a una sItuacIón evüatlva, aunque arriesgando el terapeuta cumple un rol cultural: es docente desde una perspectiva
algunas muestras de mterés personal en la otra persona. Preguntar más profunda y abarcativa de ciertos hechos humanos. Esta perspec-
~qu¡, y e~ detalle, perml~ ento~ces obtener una gran cantidad de tiva se nutre también con información, ya que el déficit de informa-
~nformacló~ de mvelesmas amphos que los de una mera ampliación ción es un componente tan importante a veces para la oscuridad y la
de detalle del contemdo mamfiesto de un relato. Las experiencias falsa conciencia de una situación como los escotomas creados por
sobre la utilidad de una indagación minuciosa son abundantes. Es mecanismos represivos individuales.
por ello. posible que "preguntar mucho" sea una de las primera~ , En psicotetapias es altamente pertinente aclarar aLpacjente
reglas de una técnica psicoterapéuhcaeficiente. elementos de higiene s.exual, perspectivas de la cultura adolescente
Una variedad particular de exploración, sumamente rica, es laque actual o problemáfléa social de la"mu}er:-Támbien explicarle (puede
apoya en intervenciones dramatizadoras del terapeuta: ser útil Íncluyendo esquem-asHJ~TIo§.a ..pec,tQs <k dinámiCli dejos
conflictos. Esta información puede ampliarse recomendando lectu-
- "Imagine por un momento este diálogo: contra lo que usted. creía, él se ras. La experiencia müestraque el mensaje que el paciente haga de
decides c8ssrse.llegayledice de golpe: 'Me decidí, ¡nos casamos a fin de.ño!' • esas lecturas, su experiencia global frente a la "bibliografia", es
¿Uate<! qué le contesta?" sumamente rica para esclarecer conflictos de toda índole (con el
- "'Vamos a ver: viene su padre y le dice: 'No te voy a dar ahora el dinero tema, con el saber, con el autor, con el terapeuta). Proporcionar O
que te corresponde. lo necesito para un negocio urgente'. ¿Usted cómo facilitar esta información general que enmarca la problemática del
. .ponderé para que él confirme una vez más que no tiene por qué pedirle paciente cumple un rol ter apéutico específico: c~ea.una. perspectiva
lilA hiirO para usar BU dinero?" desde la ct¡aqos roblemas Eell'ac~ente, con toda.sILSin~,J9ridad;
deja n de ser vistos.como a.rgO estrictamente indivi!ll!!!tqu~ sóloaél
,preguntar, dra~atizando o no, el terapeut¡tp,2ne le pas 'an. Lá' falta de este m§lrco de referencia cultural favorece ,ala
estlmulos de ca 111010: uno primordial es que eje,(cila inversa la sensaci6n de ser e l único con tales problemas, és decir, una
lipa constante .ampliación de] campo perceptivo perspectiva desee el superyo(acusaQor a veces-Taffimén d~e su
de ladllnoonesycicas básicas): más aún, toda complementario idealüélyonaréisista omnipoten~)_ ~treVlSf;a,!do
rescata hechos, relaciones del mundo de lo familias, por ejemplo, me ha resultado important.;mclwrreferen",!"
emocional. Liberman (1) ha destacado además el papel sobre las dificultades generales que enfrenta sOClalmen~ la familia
expepenoa,de e.s<:ucharse hablar. Todo como institución. En ese marco todas lasdl~culf;ades parti~aresdel
apuntaa romper I.s .li.mit.aciones y.el grupo resultan abordables Juego, sin el clima persecutono
ocuparse meramente de ver "qué pass en este
,;n el u~ ~bdlano del lenguaje convencio-
(con el tácito supuesto de que ~as las demás
qUle....e d~Jr m: lo presentaron y fu e frío en I
bien, y los pro?lemas de ésta denvarán entonces
eonsillte la ~aldad de los otros para cada uno?
obIIervaCJón no partiC1pante
. de estos indIVIduos),. .
en ese discurso Desde luego, esta mforU1sCJón results
aportada en cambio por el sujeto? E~
la entiende además como portadora de un cuestionamiento social de
la queja de muchos pacientes acerca de que la sesión sólo sirve para
las di.ficultades crea~as a in~ividuos y grupos insertos en el conjunto mostrar sus defectos y errores. En estos casos, sumamente frecuen-
~el slsU:ma. Es deCIr, no sImplemente saber "que otros también tes, creo que se asiste a una ligazón transferencial-contratransferen-
tienen dificultades", sino esbozarnna int'e':P'retación de qué contra- cial muy particular: el paciente acosado por sus autoagresiones
dtccio!,es entre exigencias y posibilidades de lo§. grupos humanos son - superyoicas encuentra en el terapeuta intervenciones predominan-
mOVil,zadas por las c.~ntradicc~Olli1s d~la I:structura social vigente. temente rectificadoras, acentuadoras de "lo enfermo", que enc:arnan
Tratar la problemática pSlcologlca sm esta perspectiva crl' ti - al superyó proyectado, lo materializan. Con este rol contratransfe-
crear 1a I·l USI·ó n. d e que 1a enfermedad es asunto estrictamente ca es r encial asumido se cierra una estructura de vínculo infantil depen-
personal del paCiente, de sus dmrumsmos intrapsíquicos y en todo

diente, tendiente a la inercia más que al crecimiento .
caso de los de sus padres. No I,nformar entonces (omisión técnica)
constituye de hecho Rectificaciones
. -' un1falsearrnento
. . ile la óptica psicosocl·al necesa- _ "Usted destaca cómo estaba de hosco su marido que fue poco receptivo
na para c~Jllpren",er 05 (h.:.,amlsmcs ps.icológjcos individuales- para 10 que usted quería trasmitirle; no incluye cómo estaba usted en esos
grupales (distorSión Ideológica). y momentos, es decir, cómo se le acercaba, trasmitiendo qué, y además cómo
había estado usted antes, en el momento de salir,»
- I'Mire, no creo que solamente le diera miedo acercarse y de que la
3. Confirmar o rectificar relación amorosa fuera a salir no tan perfecta como la vez anterior; porque
enunciados d~l paci"ente había datos de que los dos seguían muy bien conectados. Creo que también
le daba miedo ir tan rápido, en tres días, a tanta entrega del uno con el otro."
, - "Usted parte de la base de que un logro, como es este ascenso, tiene que
Este tipo de intervenciones es inherente al ejercicio de un rol activo
ponerlo muy contento porque usted lo deseaba; esto es así, pero además ese
del terapeuta en las psic~ter~~ias. Lare~tifi~CI:ci:É..n permite pone~de logro significa cambios, dejar lo que ya tenía como propio; indica también que
reh~e l~s escotomas del Q¡s:.u~so, las hmltaciones del campo de la el tiempo pasa y que usted ya no es chico."
conCIenCIa y ~l papel de las defensas de es-e estrechamientO. Coñ1ri-
huyen a ennquecer ese campo. Es sumaménte rico · oDservar en Confirmaciones
detalle.cómo mampulael ~acI ~m~ el aporte rectificador del terapeuta - "Usted pensó después que algo de su conducta de ese día había influido
(~unCl6n ":( uso, aceptaClon formal o negaci6n y vuefta a su perspec- para que él se cerrara; y es muy probable, porque casi siempre las situaciones
tiva an~or). La confirmac!ó.n por parte del terapeuta de una de incomunicación en la pareja, sutilmente, se crean entre ambos. Me parece
d~mada .manera de compr~nderse el paciente no tiene, por importante que usted haya podido detectar también el lado suyo del
Cierto, menor l~portancJa. Co!,tnbuye a.consolidar en él una cOMan- problema, porque alertada sobre esta posibilidad tal vez pueda usted ir
za en sus prop!Qs recur!¡9s Y.Q!cos; esto significa que toda ocasión en observando más finamente cómo es que ambos se las 'arreglan' para crear
1i que el terapeuta pu~da "star de acuerdo con la interpretácion.ael estos pozos de incomunicación."
_ "Creo que us ted captó también que le daba miedo seguir 'metiéndose'
ppedaál:lenogíte~s ~rt~n: para <;.stJmuTar su potencial de crecimiento. En cuando le dijo que usted también tenía muchas ganas de verlo pronto, co)g6
. ~ . a es 811~ ~rvenCl¡nes se destacan como esenciales .¡. un y sintió algo en el estómago y reparó en que estaba tensa. Creo q?e se va
pn~PIO !e.~er: d ~ ~pren tlZa,r: el r,efu,,!zo de los logros positixps. conociendo más en un miedo que usted no creía tener para las relaCIones de
. cap Clfi a ~ radPelu a e actuar flexiblémente con rectifica- pareja. "
Clones y con IrInaclOnes r ed os enunciados del pac·len t e es f un d amen- _ "Sí, seguramente, además de ponerlo conten~o! este cambio influía en
,;eLar ~':?taCdlma el. ecuadnimidad, propio de una relación esa nostalgia que lo invadió ni bien le dieron la noticIa. Estoy de acuerdo con
. a 1... e ese cima e ecuaUlmidad parece refl eJada. usted hasta ganar una fortuna puede obligar a perder ciertas coses y traer
en , . ' ~

con ello, paradojalmente, cIerta tnsteza.


33 a608 después de 4 ailos de tratamie
el terapeuta le diJ'o' "e nto pa.só a ot.ro terapeuta. a estas confirmaciones es
. reo que 8U jnte .
DO tenido en cuenta esto rpretacI6n es más
relación entre usted y 8U ~~~ U8~ me recordó sobre en
me seDtí tratado COmo ... red" Yo senU entonces
. _&n e y respetado como
qued ado como un rese ntimiento enorme también con u sted mismo. Des~ués
mientos ~e om!1jpo~encia k o a la jn \!:er sa n eg_a ci6n d~e la .eviden cia de aparece un modo suyo de estar aleda frente a cualquier intento de domina·
-sus capa.cldades y re¡ugio en las del terapeuta) .l;:\ trabajo sobre tales ción de s u es posa, algo que lo hace a usted muy susceptible. Y ahora esto d~
respuestas ·es por eHo ocasión d é -elaboraciones jnmediatas s uma- que usted no se dedica a sí mismo, no s e cuida, no s~ intere~a ~~ su ropa. ni
mente productivas. recl ama el puesto que le corresponde, como s i se tuvlcra rabIa. FIJese en eslOs
tres elementos qu e a pa recen hoy porque debe haber entre ellos mu~has
conexiones y abarcan su familia, s u matrimonio, su arreglo y su trabaJO."
4. Clarificaciones

A cierta alt ura del tratamiento el terapeuta dice:
Estas intervencion es a puntan a logr¡u; ILIl.d.f'§.!leje en 1... maraña del
re:Jate-del pacient.e a. fin. d e. Iecortax.. lns _elcmentos signiftcatiyos. del "En los últimos tres meses ustedes se h abía concentrado en el problema
misnJp. A menudo se clarifica media nte un a reform ulación sintética que tenía con el estudio. Mientras tanto la pareja quedaba en segundo plano,

--- "Entonces usted trabajaba confiado en que todo iba bien hasta que esta
del relato. Después de escuchar varios minutos el terapeuta dice: como pa ra no remover tanto a la ve z."
"Ah ora, aclarado el problema vocacional, 'le toca el turno a la pareja', y
res ulta que estos (dUmas días no hace m ás que pensar en esto, que ahora
persona le hizo una crítica, y allí usted empezó a dudar de todo lo que hizo viene muy r eca rgado por la espera."
y esta misma duda alteró s u re ndimiento de allí en adelan te." ,
- "En todos esos días, durante el viaje, había un clima de paz; de pronto, Y en otro tratamiento:
no sabe usted cómo, todo ese clima se rompió y volvió a haber desconfianzas
y reproches." "A usted le llevó la mayor parte del esfuerzo en el tratamiento hecho hasta
- "Usted habla ahora no sólo de un problema con los afectos en la pareja, ahora empezar a diferenciar quién era usted y quiénes eran su familia
sino de una duda suya más general sobre lo que usted puede dar de sí (mamá, papá, hermano) y darse cuenta que no eran una soja persona .ni un
también en otros planos, con sus amigos, en el trabajo." cuerpo úni co. Recién ahora viene el trabajo de empezar a ver, adescubnrqué
puede hacer usted consigo misma, qué puede salir de usted que no venga de
Esas i.n tervenciones en lo inmediato preparan el campo para ellos, y se encue ntra perdida porque esta etapa recién empieza."
' su-~ a~eecto! psi:.ol~gic~me!!te m~ dcos ycompre nsi-
se hara mefflante señalamientos e interpretaciones. A la Como las clarificaciones, estas intervenciones estimulan el desa-
. . _ .. la propia experiencia: el paciente rrollo de una capacidad de síntesis. En nuestro medioilna-SilIlple
,."" c:a~_m
"l!ar~selesQy.a.!i;lente, a-r~orrer la masaaé10s hipertrofia- déi t rabajo "analíticO" conduce a muchos terapeutas a
slis vIye_n 9 .as.)!.captarjalones: incorpora así un descuidar el mom ento sintético, tan esencial como aquel y comple-
para comprenderse. En paciente.s~on mentario del mismo. Siempre que no se distorsione, tomándola como
. . .~ ~

inductora de cierres estáticos, esta actividad de sínteSIS


. concomltantemente afectadas por una
precana del ego (o sea tendencias al sincretismo y a la mer;S!l1 en e!. proce~o_ . producir ~t-.:~
confusi6~), la.J!!!larifj.~aciQ¡¡esjllega.l) durante gran parte del proceso proVIsorios (peldaños
terapéutico el pa¡ié(de Instrumentos..m:imordiales, en cuanto sientan
. .. ~

nuas sínteSIS proVIsoJ:I3-",.- . d-/i aeilimitadade


las premisas para que en algún momento· Otras intervenciones de Quéaa estancado sin en una zona I us
,
tipo interpretativo, por eJemplo, puedan ser activamente elaboradas. ' I-t'ca"
fr agmen t aCl'ó n "ana 1 J , en segmentos•másymáspequeños.

Sad¡e
ha mostrado que la dialéctica del conOCImiento opera por un
miento . una z ~

de la sesión el terapeuta dice:


primer lugar cómo usted 8UU"lÓ
"-' pasivamente
. un pac 'ente
I con difusión de la identidad

DO se aromó a expl ta
o r nunca. y eso ha
ego) y debilitamiento yoico en una etapa de crisis, el método de
recapitulaciones continuas (al final de cada sesión y en períodos de tres
o cuatro sesiones) fue estimado como altamente provechoso. Surgió a En las respuestas del paciente a cada uno de estos señalamientos
propuesta del paciente porque notó que sólo a partir de esas recapitu- se revel'an ~on gran nitidez su capacidad de insight (su cercanía o
laciones podía pensar. Entiendo que estas intervenciones ofrecían un distancia para con sus oiñamismos psicológicos), sus recursos mte-
soporte provisional en el cual apoyaban , para ejercitarse, sus recursos lectuales (aptitud para abstraer y establecer relaciones versus adhe-
yoicos (percepción, reflexión, descubrimiento de relaciones). sión a ún pensamiento concreto), .el papel de Jos mecamsmos
defensivos (inhibiciones, negaciones, racionalizaciones) y la sItua-
ción transferencial (coo2.e!,!~ión,- pers!..cución, etc.). Cada señala-
6. Señalamientos miento se tránsforma en un verdadero test global del momento que
atraviesa el paciente en el proceso terapéutico.
Estas intervenciones, de uso constante en psicoterapias, actúan
estimulando en el paciente el desarrollo de una nueva manera de
7. Interpr!lta!:joD~s
percibir la propia experiencia. Recort'dn io& eslabones de una secuen-
cia ("primero usted recibió esa noticia, luego sin saber por qué em pezó Particul armente en las psicoterapias de esclarecimiento la interpre-
a sentirse deprimida"), lJamaJ). Ja.,¡¡te"ciiÍú sob,,:; componentes signi- tación es un instrumento primordial como agente de cambIO: mtrodu-
ficativos de esa expcnen!:ia habjtualrnente pasados por alto ("fíjese ce una racionalidad posible allí donde hasta <:.ntonces había a~tos
en qué momento se decidió a llamarIa, justo cuando ya no tenían sueltos, inconexos, ilógícos o contradictorios pa~a la lóg¡ca halmual.
tiempo de encontrarse") muestr:an relaciones peculiares ("ha ocurri- Própóne un modelo para coml'~naer ~es.uenclas ~,e necnos ~I1 ta
do ya varias veces que surge acá el tema de sus relaciones sexuales intervención humana. Con frecuencIa mauce tamolen el pasaje del
y usted nota enseguida que se le pone la mente en blanco y ya no nivel de lós héchos al de las significaciones y al maneio sin~l!lar q~e
puede recordar"). Estos señalamientos inviJan a un acuerdo .b-ªsico hace el sujeto 'de esas Sí~Tficáciones:-:Inte)1..ia d~s~!!bnr con el
sobre i9s datol>a.inteTpr~ar,.dan- ia oportunídad 'd~ modificar esos paciente el mundo de sus motivaci'!..nes y s~s slste.!!1"as I'!temos e
datolí, son el trabajo preliminar que sienta las bases para interpretar transformacÁóp de bis mismas ("mecamsmos mfemos ife~m IVI ~o)
el sentido de esas conductas. En psicoterapias tal vez constituya una así como sus modalidades de exp~esión y los ~ste/llas de mteraCClón
regla técnica general la conveniencia de señalar sierr:¡pre an!~ de que se establecen dadas ciertas pecuhaTldades de . sus mensajes
interpretar. El fundamento de esta regla está en que el s.eñalamiento
. . ....... .-
~~
a mterpret.:;r§~ a partIr de I~ el ~~nJos recor-
- ("mecanismos grupales"). . d d I
Es importante recordar que toda interpretaCIón es, es ee puno
to
a su capaCIdad de autocomprensión. Es suma- de vista metodológico una hipótesis. Su verificación en con~ecublenCla
que esta capacidad se- enlfaye-en toda ocasión (entrena- , . - e abierto :YJ" amás tetJlUDa .e, en
se cumple, como un proceso Slem!;r - , ,lE -" ;¡ od lote6rieo
miento reforzador del yo) y particularmente con el terapeuta, que base al acopio de datos quére-sulfan comp~~~~: co;~a'::us:ncia, con
puede entonces ir guiando el desarrollo de estas capacidades sobre la contenido en la hIpóteSIs y, fund~menta '~ra ia dedatosque
marcha, en su mismo ejercicio. Dado el carácter docente de esta el correr del proceso investigadormstalad~ en.l~ ni~~a hipótesis
relación de aprendizaje que es la psicoterapia, es mejor que la tarea pueden refutar aquella hiP6te~~~i~:" ~~~~Y:~roblemáticaindiv.i­
paedadesarrollarla "el alumno" solo, con pocas indicaciones; también (hasta las mterl?retaclOnes más ara darla ya por sentada C<?D0
muchas veces el docente aprende de su alumno: dual de un pacIente) es cerra b1e,p . . nto ninguna pBJeO-
E nto empresa de conOClmle , •__
saber acabado. n cua t' de "saber" que las que establecen ......
la encuentra distante, de mal humor, usted se pone t . tiene más garan las al
Al rato, a ella se le pasa, se le acerca y usted la ataca. erapla . herentesalprocesogener
vaivén, cómo lo entendería usted?" limitaCIOnes I~ d I limitaciones cognitivas de la
Esta conCIencIa e as eh
de... r"..... M de ayer en la asamblea. De golpe cortó en su
la nota más alta de Su comisión. ¿Cómo ve este Puede expresarse dI e mu as
'6 de a
la construcCl n omún el signo de
que tendrán en e
, .s las
én.asl
D) Re_sc.".!'ar capacidades del paci~nt~!,egadas o no cultivadas.
trasmitir esa humildad dada pqr la conciencia de sus limit-ª-ciones, o
bien UJ opues'to: eIjuego en un rol de autoriaa-a que emite "verdades}'
. - - --
"Usted se encontró de pronto ante la obligación de decidir qué hacer con
a secas. En este último caso se está proponiendo y empleando toda ese empleo. No estaba Su padre para consultarlo y entonces pudo, no sólo
una concepción estática del conocimiento y estimulando una relación decidir, si no dar s u opinión sobre en qué condiciones debía desenvolverse esa
terapéutica de depend~nf~ntil (adulto ,:e sa.be;c!,ico que igno- tarea. Fíjese todo lo que usted no sabía (no quería creer) que podía hacer
ral con lo cual la dlstorslOn del proceso terapeu ]CO es total. En una solo."
pSICoterap]a es esencIal que el conocImIento sea vivido como una
prax.Js, es declC como la t~r~ a realIzar entre dm; o más personas E) Hacer comp,re.o.sible la conducta de los otros en función de
------.- ' . '. -
concertadas en una relaClOn de trabaJo. _ nuevos CÓl!'!'pcrtami entos<l.el.pacicnte( o,,:los de interacción com pren.
El carácter hipotético. de la interpretación se pone de relieve y sibles en términos comunicacionales).
tambIén en la constru~c]Qn de su dIscurso. Formulaciones que de.§1a-
qu~n su caráct~,,: {;-oIlO1ClO~~ ("es probable que..."; " Habrá-que ver, l'Esta vez su padre accedió. Pensemos si no fue a partir de que usted le
planteó su problema de otra manera, con una actitud más firme, tal vez más
como u!la P?slbl]¡d ~d~ s!. .. , Una Idea, para buscar m ás datos y ver adulta, que él le atendió con un respeto distinto. En su actitud le estaba
SI es aSI, sena que ... , Una mIrada posIble sobre el problema consiste diciendo (no voy a aceptar que me trates como un chico porque ya no me siento
en pensar que .. .") subrayan netamente aquel carácter. Su ausencia chico', y evidentemente él registró el cambio".
tiende visiblemente a oscurecerlo.
Las interpretaciones en psicoterapia deb_en cubrir un amplio F ) Dest,~.ca,· las r,on,se,cuenc;Las _q,u e se deriv.arán d.e encontrar el
-.. ,.'---
espectro: paciente alternativas, cap.::!.ces de,§ustihÚr estereotipos personales o
grupales' ' .
Al Proporcio,;ar .!¡jpóte.§.~¡;o~e conflictos actuales eA la. vjcJ.¡t del •

paciente. es deCIr sii.brE! motiYJls!ones y defensas.


....
-,
"¿Qué pasaría con su novio sí usted le mostrara que es capaz de encarar
algo personal suyo sin consultarlo? ¿Seguiría en la misma actitud dominan-
"En este momento su parálisis frente al estudio expresa posiblemente un te? Habría que ver ... "
doble problema: no puede abandonarlo porque le resulta importante el título
a U8ted. y a su familia; a la vez evita dar cualquier nuevo paso porque esto Por contraste con la técnica psicoanalítica, donde un tipo de
significaría efectivamente graduarse y cambiar de vida, tener que seguir interpretación (transferencia!) resulta privilegiada como agente de
solo." cambio (2) en las psicoterapias, dado que se trabaja simultánea o
, alternativ~mente sobre varios niveles y mecanismos del cambio, no
B) Re~~stP' ir dete(miQ,!lqll~cons!~laci opes históxi cas significa ti- existen interpretacionesjerarquizables: todas son instrumentos igual-
v. (por ejemplo, Jalones en la evólucú\n familiar). mente esenciales dentro del proceso. Cada paciente y cada mo~ento
de su proceso requerirán en especial cierto tipo de interpretaCIones;
"Parece haberse~adoqueen a.qu.el momento, cuando su padrese encontró esas serán las más ajustadas técnicamente a ese momento ~eJ
con la empresa arrumada y depnm¡do, usu;d sintió que debía postergar todo proceso, pero toda jerarquía asignable a algún tipo de interpretaCIón
10 BUyO, ayudarlo a él, pero no lo reg.stro como decisión suya sino como será transitoria, coyuntural.
imposición de él.'

situaciones transferenciales de peso en el proceso.


, . - --
I1IfrIendo por la
.. Según el tono usad? ~r eJ
de este tipo puede vanar. u n a . _
utiJidad de la acción. otra en cambIO hará '~
ocurriría y dejará el hecho en aí en un
8. Sugerencias
de algo que usted me había dicho en una sesión pasada. '¿Y qué pasaría si
- "Seria interesante ver qué ocurre, cómo reaccionaría su padre si usted
le mostrara en su actitud que está realmente dispuesto a encarar a fondo COn
cuando ella se pone violenta usted la frenara?' Y la paré ... ¡y no pasó nada!"
él todo Jo que está pendiente entre ambos." Las suger encias en psicoterapia por lo común (exceptuando situa-
- "Tal vez lo más necesario para usted sería ordenarse mentalmente ciones agudas de crisis) vienen a insertar se sobre desarrollos del
frente a tantas exigencias, trazar un cuadro con sus prioridades."
- "En lugar de apresurar ya una decisión suya de hecho. tal vez le proceso terapéutico en base a los demás tipos de intervención. Son
convenga tomarse un tiempo para revisar lo que ha pasado, ver cuál ha sido oportunas cuando las cJlI\¡lici.oll.eJ; iloel paciente para asumirlas (re-
su papel en todo esto, e incluso para detectar mejor qué es lo que está ducción de ansiedad a niveles tolerables,-fórtalecimiento yoico) y las
sintiendo íntimamente." del vínculo interpersonal en juego, han llegado a un momento de su
evolución quejas hace "fértiles", J:eceptivas para este tipo.deestímu-
Con estas intervenciones, el terapeuta propone al paciente con. lo . Hace también a su oportunidad que el terapeuta detecte un
ductas alte,roativas, lo orienta haCIa ensayos originales. Pero el momento de esas condiciones y del desarrollo del vínculo donde "hace
sentido de las mlsma's no es meramente promover la acción en falta" una experiencia diferente, nueva, para que mucho de 10
direcciones diferentes, sin"o proporcIOnar insights desde nuevos án- esclarecido cristalice en acto. La suger~ncia apel¡¡.i.ndudablemente,
gulos. Fundamentalmente conti~nen un pensamiento anticipaf'?~ como la dram atización, ~I papel revelador del acto, a la riqueza
(aspecto relevante dentro del conjunto de funCIOnes yOJcas a ejercItar vivencial del hecho que muchas veces no tiene el discurso reflexivo.
en todo tratamiento) que facilita una comprensión previa a la acción.
La acción ulterior, de poder ser ensayad a, podrá ser ocasión de
confil maciones, reajustes o ampliaciones del insight prevío. Muy 9. Intervenciones directivas
frecuentemente aportará nuevos datos y con ellos una nueva proble-
mática a investigar. Desde la comprensión de estas fases del proceso - "Suspenda toda decisión inmediata sobre el problema de su matrimo-
que se inicia con una sugerencia, este tipo de intervención adquiere nio. Usted no está ahora en condiciones de afrontar otro cambio más."
una eficacia particularmente interesante. - "Si se da la oportunidad de hablar a solas con su padre, inténtelo;
Una variedad de sugerencias (¡:asi:-sugerencias) estriba en el uso aunque 110 le salga todo lo que quiera plantearle, vea hasta dónde le sale,
de dr.a m atizaGi0nes im¡lgin!Ltias ~ otras alter nativas para la con- cómo le sale y cómo reacciona él."
- "Esté atento hasta nuestra próxima entrevista a ver en la relación con
ducta ip"~rpersor:lal: su esposa cuántas veces y en qué momentos usted tiende a ponerse violento
- "¿Qué hubiera pasado si usted allí lo paraba y le decía: 'Mirá, dejate de y exigente."
indirectas, qué me querés decir con todo esto, vos qué sentís por mí?" - "Para que usted perciba mejor cuál es su dificultad en el diálogoconroigo
traiga su grabador, de modo que después se escuche solo en su casa, y lo
o bien: veamos en las sesiones siguientes."
-"Y si ~ted lo llamara y le dijera: 'Creo que todo lo que dijiste ayer fue
algo estudIado y poco comprometIdo. Yo quiero definir más esto', ¿cómo Las directivas que surgen en psicoterapia aluden, como se ve .en
supone que reaccionaría él?" estos ejemplos, tanto a n~~~ªades propias del _pro~eso terapéuf;ico
como a actitudes clave a evitar o ensayar Tuera . -
de la reraCl6n
Este tipo de intervenciones constituye una vía diferente hacia el terapeuta-paciente. ...•
insightsobre las propias dificultades, las del otro y la dinámica de la Una cultura psicoterapéutica de fuerte influenCIa .~coana.lítica
eomunicación entre ambos. Opera haciendo resaltar contrastes entre (que jerarquiza la adquisición de ~ctitudes.Il:uevas post-!n818ht) ~ende
y estos contr.astes no se comentan en un discursO con frecuencia a cuestionar la valIdez y utilidad de las mtervenQQlle&
se muestran graCIas a un lenguaje de acción. Contie- directivas. Quienes hemos sufrido las presiones de esa
colocada en el borde mismo de 10 vivido o por superyó analítico) h<:mos de.bido realizar
as! esa cercanía: descubrir en la práctica clínica que tales
oportunidad Y tacto terapéutico, eran
en una discusión con mi mujer y aLU me acordé rios en todo proceso psicoterapéutico. (Ha sido
necesidad y la experiencia de su utilidad la que nos llevó claramente Jay Haley (3) ha ilustrado sobre el uso de un tipo particular de
a revertir la perspectiva: es cuestionable el no u so de este tipo de intervenciones directivas dirigidas a producir"maniobras comunica-
intervenciones en si tuaciones que claramen te las r equieren; ensegui- cionales" (por ejemplo, prescripción del síntoma, destinada a crear
da discutiremos cómo caracterizar tales s ituaciones.).5 situaciones paradojales en el uso interpersonal del síntoma y la lucha
Antes conviene revisar de qué manera pueden comprenderse las por el control de la relación paciente-terapeuta).
intluencias que ejercen las intervenciones directivas. Hay un nivel de ¿Qué situaciones hacen neceS31 ia~una i-ntel:'len..ción..directiva del
acción en e.' plano del acto en sí mismu referido en el contenido de la terapeuta? En especjal tO.das aqueUas..en las quc-el paciente (y/o el
mtervencJOn. SI el~cto pue<!e.!ener I~s consecuencias de una decisión grupo) se enculUlt.ren sin..losnecesaÚos.recursos :xoicos (es decir , sin
Importante, l.a ín.ferv~nc!?n pu.edejugar u'JÍ r~[ preve ñtlvo,jerarglli.
-
los m,ecanismos adapt~yyos d!¡l fU\lrzay divjlrsid¡¡,d suficicntesTpara
zabIo no en termlOoS OeÜlrfariÍlsmoS\pc'n'S'anuo muy electivamente manejar una situación traumática, siendo por lo común víctimas de
en. la transferencIa s; pIensa faCilmente en. "no hacer el juego a una ansiedad excesiva que tiende a ser en sí misma invalidante o
eXIgencIas regresIvas, por ejemplo) SlOO en termmos de existencia. agravante de las dificultades propias de la situación (situaciones de
Justamente el vicio de las suposiciones "psicoanalíticas" al uso en crisis súbitas en personas o grupos de moderado ajuste previo'
psicoterapias de intervenciones directivas consiste en jerarquizar cambios evol utivos "normales"en personalidades o grupos de equili:
ópticas parciales (dinamismos transferenciales, riesgos contratrans. brio lábil, con carencia o tendencia a la pérdida de autonomía; psicosis
ferenciales ) por encima de una óptica centrada en la existencia. Esta agudas; deterioros de origen diverso). En todos estos casos (ubicados
óptica en cambio tiene en cuentayprivilegia el plano de las experien. en momentos de desorganización o fases regresivas de una evolu.
cias concretas y de las consecuencias concretas que se derivan de ción), por cierto muy frecuentes en la práctica terapéutica, determi.
estas experiencias: se valora, por ejemplo, que un divorcio precipita- nadas intervenciones directivas están estrictamente indicadas, cons-
do, sin condiciones para su mejor tolerancia, pueda ser diferido. tituyen la intervención técnica de elección. ¿F:{asta.cuándo1Hasta el
Este plano de la existencia es importante pero no el único en juego preciso instante en .9.,ue el llac_i'l.u.t.e-t:ecupera.o.adquiere los recursos
cuando son emitidas directivas. Otro es el de los apreI\dizajes~Es yoicos neCeSarIOS ,¡j'araJ<¡gJ;ar autonemía y capacidad de.e.laboración
posIble pensar que lo que se produce o se evita en esa oportunidad deja (momento de progresión) . .
"un saldo interno", se incorpora como experiencia trasladable a otros pasan a ser contr¡j.producentes (en cuanto estimulantes del vínculo
contextos. La experiencia Cf{nica ofrece a menudo muestras de ello: regresivo con el terapeútaryrequieren comúnmente ser sustituidas
Otro nivel de acción está en el insig,!t que puede lograrse después de por otras dirigidas a esclarecer, que en ese momento pasan a ser las
la 8CCIQl)Jiacer o no hacer algo que resuItaba "natural" se transforma de elección. Importa tener en cuenta que este.movimiento liD Jos
en una original. Un análisis del sentido de una actitud re~ursos yoicos del.,e'l.ciente (muchas veces inversamente proporcio-
nueva(!nducida), su comparación minuciosa, son ocasio- nales aTniónto de ansiedad) tienuitmosvariado,s"como para ocurrir
nes de una elaboraclOn a menudo nca, La experiencia clínica muestra de q,¡¡.a s.emana a.l"-sjguient'l,,.Q.e uDlllesal siguiente, o de UD inmute
~~~temente ~ue en psicoterapias directividad einsight no son en a otro de la misma sesión. Frente a esta movilidad, que requiere del
pnnaplo anta!!óm,:,s. Con frecuenCIa, por el contrario, funcionan como terapeuta una combinación ágil de intervenciones, atenta a las
oompletnentan08. .as dJficultades que tuvo el paciente para traer su fl uctuaciones de aquellas capacidades, ¿cuál podría ser el sentidode
gra~or y luego escuchar su sesIón fueron claramente ilustrativas. ciertos "estilos" psicoterapéuticos estereotipados, que dirigen siem.
Tuvieron el valor de lo VIVIdo? del atto, sometido además a las condicio- pre, o no dirigen nunca al paciente? ¿Qué fundamentos teóricos y
_ de una observaCJón particularmente atenta. técnicos podrán encontrar tales posturas de "escuela" en .
pia? No estoy pensando con esto que carezca de justificaciones la
ncentada tradicionalmente en la téc· . . opción técnica, en el psicoanálisis, de evitar el analista emitirdli_
¡'Inllht qru roMuce a oc . OJea PSlcoanalítica ha privilegia- tivas "directas" (las únicas que pueden evitar por otra
CU)lle, nueuQIf L. ' . e l lOica
"
permite detecta -' expenenCla en eI
indirectamente toda intervención dirige al
__ (...,ad8. im8cinad~~:~~ la PosibilIdad de un camino
are,lizer(nslizaci6 de 'que conduce alln~jlRht. El
de l.' PnJYeetot'YIae en
ta:
_ _ _po "'si -u erim n p Uéa lograda o frustrada. esto
pala la observoción, por el
• y esto trab!\iando con pacientes de suficiente fonalen YQica.
esenciales de analizabHidad.
l'elpueetaa frente al mismo.
carece de justificación es llevar al campo más a mplio de las psicote- 11. Meta-intervenciones
rapias el principio de evitar-dar-directivas-en general y pretender
apoyar tal postura en los fundamentos teórico-técnicos que respal_ Designamos con este término todas aquellas intervenciones del
dan tal criterio en el contexto del proceso psicoanalítIco. terapeuta cuyo objeto son sus propias intervenciones. Pued.mdirigir-
se a aclarar el signiflGado de haher realizado en ese momento de la
sesión o de esa etapa del tratamiento determinada intervención.
10. Operaciones de encuadre Ejemplos:
- --
Estas intervenciones comprenden todas las especificaciones relati- a)
vas a la modalidad ey¡acial'y_te1l1P-Dral que habrá de asumir la Terapeuta : "'¿De qué manera le hizo notar que quería verla?"
r elación t era¡5eütl ca:- lugar, ubicaci®.,.f!u él <te los participantes, Paciente: ... (Gesto de desconcierto, queda en silencio) ...
duración y frecuencia d~ !as s::s'¡mes •.ausencias, retribuciones . Terapeuta: (Metaintervención.) "¿Sabe por qué le pregunto esto?
--
Una distincion importante es la que r eside entrE' :lquellas inter-
Paciente: "No"... (Silencio.)
venciones que esta blecen til, encuadre, y otr as en las que se propone- Terapeuta: "Porque tiempo atrás habíamos visto que había en usted dos
maneras de expresar interés, a veces con gestos de desear el encuentro, otras
un encuadre a reajustar y elaborar juntamente con el paciente. Por con cierto rechazo encubierto, medio distante."
esta diferencia pasa una línea divisoria ideológica, relativa a concebir
una relación terapéutica autoritaria o igualitaria . El autoritarismo b)
del encuadre impuesto suele apoyarse en supuestos de tipo técnico Terapeuta: "Me inclino a pens ar que lo que ahí jugaba era s u miedo a
por los cuales se pretende que para determinada sit uaci ón de consul- aclarar más la situación."
ta hay una sola manera eficaz de tratamiento. En primer lugar la Paciente: (Silencio.) ...
pluralidad de direcciones abiertas actualmente en el campo de las Terapeuta: "¿Sabe por qué lo pienso? Creo que está el dato de que él
parecía dis puesto a que rer hablar. no había venido 'cerrado', pero usted igual
psicoterapias hace cada vez más dudosa la validez de semejante
se dijo: seguro que no me va a querer escuchar."
exclusivismo. Además, la presión ejercida para imponer una deter-
minada técnica parte de una distorsión en la concepción del sujeto de
la psicoterapia, ya que se dirige a un paciente-objeto, mero portador En estos casos la seS1!.nda intervenció_n_sirve para preci~ar Jos
de una enfermedad o de una estructura de personalidad, que serían fundamen tos dI! la y rimera de un modo tal gq~ Je s~a l'.0slole al
lo importante (según el modelo médico para el cual la hepatitis es paciente seguir de cerca el_ étodo de com~renslón que emplea el
mucho más realzada que la persona que padece la afección hepática). terapeuta en la primera. Esta aclaraCIón sobre la propIa mtervenclón
es fundamental , ya que el aprendizaje esencial está en los métodos y
En ningún caso, por esta vía, se dan muestras de reconocer en el
paciente a una persona. Finalmente, y también en términos técnicos, no meramente en los productos. Unl! variante de meta-mtervenclón
el trabajo de elaboración conjunto del encuadre a adoptar constituye radica en el cuestionami ento por el terapeut~ de§U--P1"QPla.m.t~en­
en la experiencia clínica una instancia mucho más rica desde el punto ción, señaLañ'dc el carácteicpar~ͧI:g.e...susfUndam<mtos, o el car~r
de vista de los datos que arroja sobre la problemática del paciente. aun hipotético de alguna qe s~ premisas. Y u~a tgr~~ra vanante
CO!'lsiste en la explí!;.ítacion ~r ~.t!lrap.e.uta MI.a Ideologla subyacen-
Muchos de estos datos quedan Oscurecidos en el caso de someterlo a te a algllños súpu.estqs de §u propia intervencIón.
un encuadre impuesto. Si l.Q.que se pretende es cu.ltivar las tenden-
y rw.eaiv-as-deL pacie.nte..vJa correlativa omnipoten éia _ "'M· hasta ahora hemos tomado como problema su dificultad para. el
- hay auoo-,!ue la Ilhposición del encuadre será el or asm~r:~ la relación sexual. Esto hay que mirarlo ~ su v~z con ~recauClo-
De lo contrario se impone la necesidad de efectuar g e hay toda una serie de replanteos sexol6g¡cos e IdeolÓgICOS s~bre
. .. tos fundamentos de la propuesta ~le~~;~;!~ femenino que podrían mostrar que alguna de nuestras premJsas
• d en sí misma cuestionable."
a reajustes. pue ~;:r. é yo le señalaba que usted se había ~argado a actuar en esa
. - . Cl.O
SlO tener claro hacia dónde iba a encammarla. A su vez, D.O ~
SItuaCIón b . nes el supuesto -<¡ue podría verse detlliB de este mocfi> • .
libre de o ~eclO
mirar su reacci6n- de que siempre antes de largarse hay que tener in mente
un plan, ¿verdad? (porque hay situaciones en las que sólo viviendo una terapéutico. Esto marca una diferencia básica con la teoría de la
experiencia se arma después un plan).'" técnica ps icoanalítica, que jerarquiza a la interpretación como la
. - "Recién hablaba de qué problemas suyos y de su pareja pueden crear intervención decisiva para producir el cambio específico del proceso
dificultades para la convivencia. Ahora evitemos suponer que estas dificul. analítico. Esta diferencia entre psicoanálisis y psicoterapias ha sido
tades contrastan con la pareja ideal posible. Tengamos claro que actualmen. claramente formulada por Bibring (2):
te, además d~ estos ~robJe~as de cad,:, uno, hay que mirar qué problemas
crea a cualqUIer pareja el tipo de relación que se toma como ideal de pare· a el psicoanálisis está construido en torno de la interpretación como
'normal' en nuestra cultura, y qué problemas se le agregan por dificultai agente supremo en la jerarquía de principios terapéuticos caracterís-
que cada uno vive fuera de la pareja, y que van a descargarse adentro" es ticos del proceso, en el sentido de que todos los otros principios están
- "Cuando yo le señalo que puede haber una actitud s uya de autoca~tig s ubordinados a él. estoes, se los utiliza con el propósito constante de
en perder el capital que había ,logrado juntar con esfuerzo, mi plante~ que la interpretación sea posible y eficaz. Mientras que la psicoterapia
con~Jene un supuesto que tamblen tenemos que cuestionar: que perder un dinám ica está construida en torno de distintas selecciones y combina-
capital acum~lado no es beneficioso, cuando, desde otro ángulo, consideran. ciones de cinco principios terapéuticos: sugestión, abreacci6n, mani·
do 10 q~~ el dmero representa y ata, tal vez se pueda ver como perjudicial y pulación, clarificación e interpretación.;
no poSItiVO mantenerlo."
Agregaría que los principios enunciados por Bibring en 1954
Estas especificaciones se hacen imprescindibles en cuanto abren pueden hoy ampliarse, incluyendo otros principios terapéuticos:
la búsqueda también a otro plano de determinaciones inconscientes objetivación y autoafirmación por el acto de verbalización no mera-
colocando en cuestión la ideología de ambos, también la del terapeu- mente catártico, información, experiencia emociona] correctiva no
ta. El terapeuta se pone en ~idencia en su realidad cuestionable simplemente sugestiva, entre otros. No obstante, aquella enumera-
susceptible de e¡¡:amen crítico en sus premisas, con un oficio tambié~ ción define una peculiaridad teórico-técnica de las psicoterapias: el
smnetido a revisión. Es otromodp de ~()Iocar el vínculo terapéutico en nivelamientojerárquico de sus distintos recursos terapéuticos.
relaciones de recjp,ocidad, evitando el efecto de adoctrinamiento Por ultimo la posibilidad de distinguir con precisión los distintos
sUbreptício propíode las relacio~es autoritarias en las que el terapeu- I tipos de inte~ención terapéutica abre un caminopara la inve~tiga­
!4 presenta sus opinIOnes como saber", soslayando la presencia de la ción microscópica de las técnicas . Si es pOSIble claSIficar ycuantIlicar
ideologia en la base de sus elabor aciones. las conductas del terapeu ta, el mito de las terapias como "arte"
intuitivo, enteramente personal y difícilmente tr~smisible, puede
empezar a desvanecerse. La descripCIón macroscópIca, ~lobal, de las
u_ mirada de conjunto experiencias terapéuticas, forma tradicional de la trasmIsIón en e~te
a elite espectro de intervenciones I campo, no ha contribuido demasiado a despejar el mIto. Los.trabaJos
I de Strupp (4, 5), en cambio, destinados al análISIS m~croscóplco~elas
Si r~exionamos sobre esta serie de intervenciones técnicas (que técnicas de psicoterapia iniciaron hace ya qUJ.nce anos, con sened'::;:
conatl,tuyen buena parte del "cajón de h erramientas" del terapeuta) metodológica, una tarea promlsona en la dIreCCIón de aclarar
1UI pr;'mer aspecto que resalta es la amplitud de su espectro. Esta misterio" de las técnicas. . '
8i=!~d da cuenta de la variada gama de posibilidades abiertas, Con un sistema de varias categorías, que permIte reahz:u- un
tL Le a cada seSIón, para encontrar, a menudo, por el método de análisis multidimensional de las opera~iones del te~apeuta (~~O~~
. t ' ó ' .. t 'va del terapeuta nIvel mferenclal, focodinww
aquellas más necesarias, las qu e abren el ca mino de In ervencl n, InICia I ' d ' terapia breve
mayor, Sus combinaciones son, como en el ajedrez, co y clima afectivo) aplicado al estWi~be e )~a pSI:do Strupp (5)
ceda como .cada pa~ida, desarrolla el perfil (realizada en ocho sesIOnes por L. o rg a po
de intervenCIones propias . i P no tener clara esta distinción, haya veces¡ psicotera~ua: de
or . . f fechos de aquellas sesiones en as que DO -e;&-
a destacar es que, dada esta variedad de . psicoan~litlca lnsa ISenudo contrasta con la experiencia vivida por
1m
• •
conjunto que pel'uu· fru stración que a dm por p .... ;uicios técnicos, sienten que han
. no afecta os • -.. .
portantes que otras para el proceso qUienes, fectivamente productiVa.
sesiones una tarea e

ofrecer un panora.ma bas ta nte ilustra tivo de la t écnica e mpl eada : el Capítulo 11
terape uta d ~d.ic6 gran pa.rt~ de su s interve nciones a explorar, pre- CONSIDERACIONES TEÓRICAS Y TÉCNICAS
gunta ndo, pIdI endo amphaclOnes y ejemplos: fu e bast a nte directivo SOBRE MATERIAL DE SESIONES
en todas las ~eslon es; fu.eron e mpl eadas m ás inte rve n ciones clarifi_
ca doras que interpret a clO_n es (ést as a um entar on e n proporción sólo
en las sesIOnes cua rta y septlln a, h ech o que Stru pp inter pr etó c
producto de las c1 arificaci on es prepa r ator ias de las sesiones prev~a~~
fu e empá tIco, ben evolente, cáhdo; las intervenciones se m antuviero~
con m ayo?; frecu e n cia en un rovel inferencial bajo ("cerca de la
s uperficlbe ) y len, segu l ndo orden , moderado; hubo abundantes comen-
t a n os so r e e Vin CU o terapéutico establecido, pero escasas interpre_
tacIOn es tra n sferenclales; predommó una aceptación de las formula_
cIOnes d el p aciente en c;uanto al plano en que localizaba s u problemá-
bca; el t era peu ta ~ctuo siempre con ImclatlVa (no pasividad): realizó
mtervenclOn es rnmlmas fr ecu entes destmadas a manten er a bierto el
canal d e comunicación y dar muestras al p aciente de que lo escuchaba El propósito de este artículo es discutir sobre material transcripto de
atentame n te, es decir, todo lo con tr a r io de un terapeuta distante. sesiones (grabadas con a utorización del paci ente), la aplicabilidad de
E st e trabajo es , a mijuicio, un buen ejemplo del camino a bierto por I alguno de los conceptos teóricos y técnicos que han sido expuestos en
el esfuerzo de defimr oper aclOnalmen te el repertorio de conductas del I capítulos previos; r asgos peculiares de la t écnica de esclarecimiento,
terape uta . de la relación de trabajo, el manejo del foco, el interjuego de funciones
yoicas, tipos de intervención verbal del terapeuta, cambios que se
pueden atribuir al proceso terapéutico. Nuestra indagación en psico-
Referencias bibliográficas ter apia ha recorrido a menudo el camino inverso: ha sido a partir del
estu dio de materiales clínicos como fue esbozándose la posibilidad de
1. Liberman , David, Lingüística, interacción comunicativa y proceso psicoa- elaborar aquellos conceptos teóricos . .
nalítico, tomo 1, Buenos Aires, Galerna, 1970. E l tratamiento a considerar es el de Ernesto, un paciente de 30
2. Wall erstein, Robert, "La relación entre el psicoanálisis y la psicoterapia. años, cuya problemática in.icial se consigna en el capítulo destinado
Problemas actuales", Reu. de Psicoanálisis tomo XXVIII I pp. 25-49 al con cepto de foco. Comentaré aspectos salientes d~l proceso en una
1971. , . , , sesión del quinto mes de tratamiento Yen otra del declmo mes. An~s
3. Haley, Jay, Est:ategia~ e:z psic?terapia , Barcelona, Taray. de tra nscribir el material del quinto mes caben algunos come.ntanos
4. Strupp, Hans, A MultIdlmenslOnal System for analiyzing Psychothera- sobre el proceso en esos primeros meses. El momento lru~lal se
peutic Tec~niques':, Ps)'chiatry, XX, 4, pp. 293-306, 1957. definía por la reciente separación de su mUJer, que le oC":,lOnaba
5. Strupp, Hans, A MultldmenslOnal Analysis ofTechnique in BriefPsycho- intensa angustia y depresión, con diSminUCión de su rendImiento en
tberapy", Ps)'chiatry, XX, pp. 387-397, 1957. el trabajo y agudización de su vínculo conflictIvo con la .madre por
haber t enido que volver a convivir con ella. Durante los pnmeros tres
1a cal'da de la autoestimay la CrISIS mherente a los cambIOS
meses '·con
d . , · d · b
VI·da de clifícil elaboraclOn, se eVI encla a un lue ro rte
pro d UCI os en su , . dé · 1
d bTt miento de las funciones yOlcas. En to a ~sta poc~ .ml ro
e I la , mir por Ernesto parte de esas funCIOnes debilItadas,
consisJ~oae~i~~':nente el desarrollo de las sesiones mediante fr~en­
gulan ntas señalamientos Y reformulaclOnes, aporta~do m~1'­
tes pregu , orámicasqueestimulaban tareas de sínteSIS. haCJ.eD I
pretaclOnleds pan sesión y al comienzo de las siguientes recapitcla·
do al fina e cada

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cion es, d ado q ue por s u estado d e a ngustia le er a dificil me mori zar ,
a bstrae r, r elacion a r . Cada una de m is intervencion es era precedida P r i mera sesi ón
poruna invitación a trabajar él sobr e el materia l; en caso de dificultad
o fracaso en la tarea, se hacía lugar a mi interven ción . Es t a fase del Física mente, Ernesto está más armado, su postura inicial de flojedad
pr oceso mos traba clar a m ente las n ecesida des de una complementa_ y abandono fu e modificada.
riedad yoica e ntre pa ciente y te rap eu ta. La relac ión de tra bajo
presentaba correla tivam en te m atices d e per soru fi cación del vínculo: P 1: "Me noto muy violento. El otro día mi cruco se peleaba con un amigu ito
el refu e rzo de m i r ol paren tal p a recía venir a cubr ir un déficit por u njuguete. Tr até de que dejaran de pelear, que cada u no se arreglara con
importan te en s u desarr ollo por el carácter ausentey débil del padre. un chiche. ~
En esa et a pa, Ern esto era un cruco necesitado de guía y sostén; yo era No hubo caso, seguí a n haciendo escánda lo. Entonces expl?té, me levan ~,
fuj y romp í el j uguete. Después pensé que era una ba~barl.dad, que ~Ia
un pa dre dis puesto a guiarlo, aunque no en estilo sobrepr otector sino h aberlos parado de otro modo y me acord é que yo de chiCO sle ~pre r eaCCIO-
es timula ndo suavemente en todo instante la activación de funciones n a ba así con lo que no me saJía: un día rompí u n auto que tem a porque no
que tendría n q ue llevarlo a Un ruvel más adulto de r endimientos. La 10 pod ía arreglar". . .
pers onifi cación del rol terapeuta era as imismo necesitada y s atisfe- T 1: "Creo que convendria pen sar, para entender a lgo de esta vlOl enCJa
cha: en varias ocasiones Ernesto expresó curiosidad por conocer suya, cuál podría ser el a rreglo que no le sale".
aspectos de mi tra bajo profesi on a l (t em as de investigación, publica-
ciones) interés qu e fu e n aturalm ente satis fech o. U n a actitud COntr a- En la discu sión sobre foco se tom a este primer momento de sesión
ria de mi parte (ej emplo: interpretando el sig nificado de s u curiosi- y se discute la apertura de varias líneas en el material inicial , de las
dad , los elementos de dependencia que vendrían a llí expresados en cuales la q ue se t oma, ar reglo-actual-que-no:sale es privilegiada en
lugar de informarle) hubiera s ido una repeti ción cOntra transfe ren- fun ción de conducir in mediatamente al ej e del foco actual: las
cial del r ol del padre aus ente. De la m isma manera, s i frente a su vicisitudes de la r elación con su mujer . A pa rt ir de allí reverbe~an , en
debilidad yoica el terapeuta hubiera adoptado a s u vez una actitud esper a, las conexiones m ás visibles del maten al (sltuaC1ón t,:,angu-
pasiva, COn la intención de obligar al paciente a ll evar adelante la lar , dos crucos con un solo juguet e, el escá ndalo, la destrucCl:~n del
sesión, no h ubiese hecho más que r epetir para Ernes to la experiencia juguete que enfren ta a los crucos). Otro aspecto de la mtervenC1?odel
d e carencia de líder familiar , experiencia frustrante que par alizó s u ter apeuta es s u precocidad; en la medida en . que el m~tenal es
desarrollo y lo a rrojó fuertemente a fij a r s u dependencia mat erna. comprensible ya, el ter apeuta juega un rol actIVo condUCiendo ~
(Sobre estos puntos es ilustrativo con signar que Er nesto h a bía material al seno de la situación focal , y lo hace sm.demoras. La ~n
iDtentadodos veces, en los últimos a ños, tratamientos psicoanalíticos ya es en cauzada en una dirección de trabajO que VIene ma.rc'fld:'a tea
que a bandonó a pocos meses de inicia dos. Frente al silencio del uoaet apa no h ay unclimad evaguedadodehbreasoclaClón o n .
analísta quedaba e n s tlenclO, se sentía perdido y n o en tendía "adónde P odrá síh~berlo en un segundo momento, una vezfo~aJizadal~:~~:
118 iba con eso".) Hacia fines del tercer mes se n otó un cambio a par t ir de esa focalización. Un último aspecto de la mterven<;, .
impor tante: la e mergencia de funcion es yoicas fortalecidas, con "pensar" estimula a que la tarea la inicie el paCiente, él es qwen
debe entren a r esta funcI.ó ' e(' ~esión
n yOlca contando
d 'te) para el10 CClCODOD
La invitac:i6n del
esbozos de autonomía, pa ralela con el alivio de la angu s tia y de la
depresión. La situaci ón de separación se mantenía con una distancia cier ta supervisión del terapeuta ro o~en ~n los datos de su
iluc:tuante entre él y su mujer ; había podido Ocup~rse al go más que ter a peuta a que el paciente pie::,se :ife::':ciónde8Jmadocorpo-
al principio del hijo, los choques can la madre er a n a tenua dos y el verbalización imclal (y su coherenten~a1 de rendimiento disl?"0ihle,
Nftdipiriento en s u trabaj~ mostTab~ una discret a mej oría. La sit ua- r al) que muestra un yocon~n:re apertura por sus eontenidoe
!a.~lsma. El eje del foco se fu e am pliando desde indica d? en .Ia c~uru~~~ :ecuencia de conducta, reflexi6D
de consulta IOlclaly su ambIValencia frente a la sep ar ación, percepción ajusta a ~n .ó con otras similares de su
= dependenCia con la mujer y las consecuencias
. En ~e períod~ era también oscil a nte la posibi-
sobre la mIsma, asoCJaCl n .
tracc1'ón Y generalización efiCientes .
)

m1V8T hiciera parCJa con otro hombre. b· én estuve VlO. I ento con una amiga que "'"
P 2:. "'T:'~e Jsu sobrino y me empezó a contar que su
tratamlen
nervioso, a quejarse conmigo. Salté y le dije: '¡Qué me importa a mí tu
marido, no estamos para hablar de eso!'" bastante, yo no puedo seguir ahí pendiente de lo que mi mujer decida, que
T 2: Llsted agrega ahora otro episodio, pero deja en pie la pregunta: ¿cuál me tiene de un lado para el otro."
será el arreglo que no le sale?" T 5: "Creo que sí; ahora en el sueño usted invierte el problema porque tira
la caña y no hay pescados, y en la realidad pescados, por loque vimos, sobran;
El terapeuta podría haber incorporado esta nueva situación lo que pasa es que usted no tira la caña." .
triangular, con rechazo del marido de la amiga, al material simbólico P 6: (Sonríe.): "Es evidente ... (pausa) ... el sábado quería que nad.e me
inicial. Tal vez el intento de volver al primer material ya la tarea, molestara para dedicarme a leer tranquilo. Viene una amiga a la que le debo
muchos favores y me pide si la puedo nevar con s u nena a Castelar, que la
tenga que ver con un esfuerzo por evitar la dispersión a la que cierta
nena tenía un cumpleaños. Mi primera r eacción fue negarme, pero le dije que
debilidad yoica del paciente es proclive (cabalgada por defensas de sí. Y me noté agresivo. Traté de contenerme porque me di cuenta que el
tipo evitativo). Parece un lugar componente resistencial, pero es problema era mío, no de ella, pero estaba mal con la situación."
preferible re[ormular la tarea: si entonces no se la asume tendr á un T 6: "Creo que se vuelve al problema de que frente a una mujer usted se
índice más claro de la intensidad de esa resistencia, y se habrá dado siente atado, no puede darse bien su lugar, que en todo caso esa tarde era
una posibilidad de lucha previa entre yo defensivo y yo adaptativo. descansar. Ahora, también hay a lgo dicho, me parece, en este último
episodio que podl;a aclarar el sueño en lo que de pescar más arriba. Que esa
P 3: "!'io sé ... no me doy cuenta ... (medio minuto de silencio, con gestos de tard e usted se iba a mimar, se iba a dar un bienestar, y tuvo que hacer de
explorar atentamenle ). Ah sÍ, ahora empiezo a caer, supongo que es toda la papá, cuidar a su amiga y a la nena. Tal vez pescar más arriba de ese lugar
situaci6n con mi mujer que no le encuentro manera de arreglarla. Parece que donde "había chicas" quería decir buscar mujeres más grandes."
todo fuera a mejorar y de pronto todo se viene abajo y vuelve a insistir en la
separación. Ya no sé cómo encararla. El sueño en este último episodio abre muchas líneas. El terapeuta
y hoy me di Cuenta que me había olvidado de conseguir la plata para el toma la que le resulte más viable en función del foco: conflictos de
departamento. Debe ser que no me dan ganas de irme a vivir solo, que en casa dependencia en la par eja.
de mi madre me atienden, esto~1 acompañado, aunque no me lleve bien."
P 7: "Sí, me parece que ahí tengo el problema porque lo que usted dijo me
Esta última referencia va a ser tomada e n cuanto ahonda un hizo acordar de otra cosa que me pasó en el fin de semana. VoJví a casa de
aspecto del eje de la situación focal: su dependencia con la madre y dejar a mi amiga, nervioso y con hambre; comí y me tranquiJicé. ~ensaba
acostarme, en eso lla ma Graciela, una amiga, que estaba con otra aJDJ.ga, que
todas las transferencias de ese vínculo a su pareja, que sobrecargan me fuera a toma r algo con ellas. Dudé un poco, pero fui. Y aparecIÓ en el
esta última relación con conflictos arcaicos. boliche una tercera amiga de Graciela, Marta, médica, ~eparada, de unos 38
años, que me cayó muy simpática. Y con ella sentí atraCCIón, creo que ahí está
T 3: "Esto último viene muy ligado a lo anterior, verdad, hay un calco de lo que usted decía recién del sueño. Ahora 1.8 que an~aba detrás de mí era la
eataa doa relaciones donde no es posible llevarse bien ni sepa r a rse." segu nd a amiga de Graciela, Mónica, qu~ tIene 30 anos. Y y? con ellT tengo
dudas, no sé s i llamarla porque no me qUIero atara una pareja forro ,yeJla
El paciente asiente con un gesto de preocupación e impotencia. busca eso". 1 ñ Pi - u
T 7: "Creo que esto redondea el panorama quese veía con e sueho. 1Uq e
P 4: "Y tuve un sueño anoche que me dejó pensando. Estaba e n un río del aparece toda la contradicción que a us te<:! se Je presenta1para ta,acer una
lo hace
Tigre, nos qued ábamos a dormir y había chicas. Yo iba al muelle a pescar y pareja. Si es con una chica, usted haria de pap~ y eso Ddo seeguspuede sentjr
DO peleaba nada. ·d P con una mUJer gran e .
sentir a usted desproteg¡ o. .ero. dolorosa de lo que es estar ata40
VeDfe alguien y me decía : 'No, para pescar ti ene que ir más arriba, acá atado y usted tiene una expenencla muy
. . el me] tiempo no hay pique'. Me resultó raro ... no se m e Ocurre nada con a una' mujer dependiendo de eJla".

~ tAImado en lo más gráfico, estAI de no pescar se podría El conflicto nuclear del foco (situación problemática
lUyO, fue bastante tema en las últimas sesiones ... n d ser entonces ahondado. Hasta el momentAI el
la pausa ckllerapeula le ofrecla.): "Con las • pue e d a una imagen de mala suerte, de esposa
.. .,....so pelear. Debe ser porque es algo que me preocupa aferra o 1\J.eresquenoaparecen.Ahorasu
de otras m
activas que él hará tambié n para despre nde r se de cualquier atadura
de pareja quedan a la vis ta. invita a qu e sea el paciente quien elabore, ensaye interpretarse,
busque nuevos d a tos. La relación de trabajo está centrada en estimu-
P 8 : "Sí, creo que a ndo e n ese va ivén , si n saber dónde pa r arm e." la r ese esfue rzo del paciente. Toda propuesta de tarea es inmediata-
T 8: "Sí, y s u nervi osismo y s u violencia no vendrá n sólo del a rreglo que m en te revela dora de otras facetas del paciente en función de cómo la
no le sa le con s u mujer , si no a de más d eno vislu mbrar salida en ge nera l para asume.
es te con fl icto con hacer o no pareja, y si la mujer tiene que ser gra nde o chica ."
P 7: "No sé, no lo entiendo. Incluso me trajo a colación episodio viejos, con
La sesión está colocada en la conflictiva nuclear ej e d e la sit uación una ex nov'ia mía, qu e ella le te nía celos, no sé ..."
focaliz a d a. H an pasado quince minutos de sesión. A p a r t ir d e allí se T 7: "Creo que está metido en el impacto de este último 'empeoramiento'
con t in úa trabajando sobre esta problemática. de la pareja que le cuesta detenerse a pensar mejor sobre las ra.zones del
giro. Ye n especial le cuesta mirar cuál puede s er s u parte,la presenta a el1a
agresiva si n motivos, pero no incluye una revisión de algún cambio que
Segunda sesi ón pueda haber habido en este último tiempo en usted para con ella."
P 8: "Creo que yo estuve últimamente más apagado, preocupado por
problemas de trabajo, esto de que puede haber despidos."
A l os cinco m eses de la primer a transcripta, o sea di ez m eses de T 8: "Tal vez esto era importante también para ella y usted no Jo
iniciado el t r ata m iento. Se r esum e la primera pa r te y se transcriben consideraba. ¿Usted puede haber rest ado aportes a la pareja última-
quince minu tos d e la p a rte m e dia. La sesión se inicia con el relato de men te?"
Ernesto de epi sodios últimos con su muje r que le p reocupan particu -
larmente. Hace dos m eses que han vuelto a vivirjunt os. No entiende El modo in terrogativo del terapeuta funciona como nuevoestímu-
qué es 10 que origina en ella reacciones agresivas. H a bía resuelto lo pa r a q ue el paciente trabaje más con este nuevo elemento. Tiene
llevar el hijo a pasear a un parque en las afue ras. Hubo tensIOnes por r elación con la tendencia a la pasividad de Ernesto, propIa de su
diferencias de opinión sobre si el tiempo era propicio y sobre el horario d epe n dencia y a s u correlativa dificultad para caminar solo. En el
más conveniente. Luego ella le reprochó porque lo notaba frío, proceso él ti ende a dar un paso y quedarse. El terapeu.ta nosóJo~eñala
distante. • e interpre ta esta modalidad dependIente en seSIón, smo que lomduee
Ernesto sintió que esos reproches eran injustificados . adem ás a ctivamente a trabajar más, a que ensaye más pasos solo_

P 6: ·Como insistió, yo la paré y le anuncié que si no cambiaba de actitud P 8: "Sí; ella dice que no vamos al cine, que salimos poco. Yo noto que
DO podl"Úl=s seguir. .Jun to"
s. estuve a plastado." . ._....... ~
T 9: "Usted dice que ella dice, con respecto a las sahdas, pero ~_ ¿..-
di~?· . '
Si Be coteja con la problemática de la sesión anterior hay una P 10: "Sí, yo también creo que últimamente sahmos pocoYpol'lDI~
variación en los roles; antes Ernesto no podía tolerar la separación y
defendia a toda costa el reencuentro; ahora puede plantear más
Beguido la posibilidad de la separación. Desde luego, hay muchos
que ella tien e razón, n
T ID' "Ahora además habíamos visto hace pocas Bes~,!A
.
es posa verlo ,
aplastado era verlo de'b'l'
J
.-.a--
• n- " . . " . . _

1 llDpo tente yeso fLaqll ........


J

que aún no tiene claros, como su contribución a la distancia I


. a f1'
mal cua lqUier . to suyoJ ¿'recuerda?"
oJarmen
reprochada. En gene~al se ha acentuado un incremento en
y en su segundad frente al trabajo. El clima de Se toma acá un aspecto . importAnte
nder de la .
7 depresión de los primeros meses se ha aliviado. entenderse ,el patente, bS;::::;;; los obW CelCano&
la perspect,va Y ~r~ la mujer t:DSD<Io él se aiJo.ja,
BUyO contrasta
con 10 que venía OCurriendo hace ya sobre qué le pas diz _
_tiende usted este cambio?" , . 'ó de apren lIJes.
dlrecCI n supone..e que e- to favorece Iv
end _
t.enaa..
Podrfa~, 0C1JI'I"! así si además se. D~ e
de una prOblemática el terapeuta paciente. "o
, contribución de] paciente a la interacción. La formulación del tera-
saber que yo me pongo en su 1ugar, que directamente me olvido de la pareja
peuta vuelve a ser abierta, deja planteada una tarea a partir de la y chau."
conexión entre dos momentos, y queda latente la pregunta sobre el
sentido de que algo, que probablementE" le ocurriría a la mujer con su
debilitamiento, haya sido olvidado. La evolución de las funciones yoicas se hace evidente. Al principio
del tratamiento, Ernesto no podía pensar, fundamentalmente no
T 11: "Sí, esto que usted me hizo acordar es clave: cualquier enfermedad
podía resum ir ni organizar su pensamiento. Me había pedido que al
mia, aunque sea una gripe con un día de cama,]a pone mal. Y he notado que final de las sesiones le ayudara a resumir puntos clave de la sesión
cuando yo estoy enérgico, aunque sea para frenarle un desplante, se pone porque se le diluían. Este aspecto podía verse como manifestación de
bien conmigo." una depositación en el terapeuta con evitación de la reintroyección.
Lo cual era probable; pero como fenómeno sobredeterminado y
Este aspecto del efecto paradojal de la "energía", había sido también había que verlo en función de una falla en el aprendizaje de
sugerido en sesión anterior, pero esta vez parece más percibido por ciertas funcionesyoicas. La ejercitación de este último aspecto podría
el paciente, vivenciado. en todo caso despejar mejor la vertiente proyectiva del fenómeno. A
esta altura el paciente ensaya espontáneamente la recapitulación,
T 1: "Este aspecto es clave en la relación entre ambos. Ahora creo que un modo de lucha incipiente contra su automatismo de depositación.
puede ser útil pensar no sólo en los choques, sino en el momento silencioso
previo. Cuando usted se distancia, ¿se da cuenta de quese está distanciando, T 14: "Creo que sí, que éste es hoy el panorama. Tomando el último punto:
hay que volver sobre algo visto hace un tiempo, y es que la parquedad en la
que introduce un cambio?"
pareja de ustedes es fuente de persecución para cualquiera de los dos. Hace
un tiempo usted se persiguió porque ella, sin aclaraciones, le dijo que no era
La intervención apunta a frenar en el paciente sus tendencias imprescindible ve rse ese día: ¿se acuerda?"
proyectivas,llevándole a una autoobservación sobre su capacidad de
autoobservación, Nuevamente el "pensar" en la formulación parece La intervención empieza con una confirmación, un acuerdo con la
funcionar como estimulación de una de las funciones yoicas que recapitulación del paciente. Enpsicoterapia el refuerzo de los aciertos
menos intenta el paciente de modo espontáneo. La intervención es tan importante como el señalamiento de las distorsiones. Luego se
apunta en conjunto a estimular una especial actitud perceptiva. ahonda en la perspectiva comunicacional (en la sesión anterior se
empleaba el enfoq ue psicoanalítico para pensar en un sueño. Esta
P 12: "Sí." (Respuesta lacónica que al terapeuta le inspira dudas, y le integración de varios enfoques psicopatológicos es característIca de la
muestra que en sesión hay una pasividad a atacar.) psicoterapia de esclarecimiento). Termina con una pregunta, nuevo
T 12:" ¿Usted sevahaciendocargode que este cambio suyo la va a afectar? estímulo para que el paciente trabaje sobre esa problemática comu-
nicacional y las ansiedades paranoides mutuas que despIerta.
El terapeuta no cree que sea así, quiere llevar la indagación a un
punto donde la pasividad del paciente se haga evidente. P 15: "Sí, esto ahora lo veo más claro, quería comentarle sobre eso de q1;le
yo no le hago ver a ella qué me está pasando, ~ue yo con much.8s..cosas, SID
P 13: "Sí." darme cuenta, me desentiendo; me pasa tamblén con el trabaJO.
T 13: "¿Usted le hace saber a ella que sabe de su retraimi ento ... ?"
A . se produce una apertura, aparece una nueva faceta de la
La indagación toma el manejo comunicacional del vínculo, donde robi~:nática. de Ernesto: sus desconexiones ~lternantes con los
se hará más evidente. ~omentos de fusión con el otro. la contracara autista de su dependen-
.
CIa slm 1
. b·ót·ca
1 .
La sesión sigue hasta el final sobre estos aspectos.
P 14: "No, no se lo digo, por ah~ le digo algo de pasada, sin adarar...
(Silencio, pensativo.) Ahora, resumIendo, hasta acá aparece mi distancia-
miento, que yo no lo veía, t?do aquel~o de que si yo me aplasto lo vive como
impotencia mía, que tambIén lo tema borrado y esto de que yo no le hago
Capítulo 12
EL PAPEL DE LA ACCIÓN
EN LAS PSICOTERAPIAS

Algunas ideas r eferentes al lugar y sentido de la acción en el proceso


de una pSIcoterapia verbal se harán comprensibles si comenzarnos
por u na experiencia tera péutica. Alguna información sobre la pacien-
tey el pro,:eso hasta esta experien_cia son necesarias. Estela, bioquí-
mJca, reclen grad u ada, tiene 26 anos y hace 4 que está en psicotera-
pia. Se casó h ace 7 meses. Elelemento más significativo de su historia
person al es que perdió a sus padres en su infancia, con pocos años de
diferen cia. Ella y un hermano menor fueron criados por una tía,
,
,
h erma n a de su madre, a quien, a su vez, perdieron hace 5 años. Estela
con sultó a l año siguiente por un estado depresivo prolongado y
dificultades con su estudio universitario yen las relaciones de pareja,
que eran insatisfactorias e inesta bles. Inició una psicoterapia de
esclarecim iento de dos sesiones semanales. El ritmo era adecuado a
sus temores de una intensa dependencia (criterio técnico adelantado
por Alexander, estratégicamente divergente de la idea de qu~cuanto
más intensiva una tera pia, mejor se elaborará la dependenCla~. A lo
largo del proceso terapéutico no surgieron,necesidades dem~¡/¡car
ese ritmo, El proceso avanzó lenta, y só]¡damente, El trabajo ~e
centrado sobre los duelos de tan dificIl elaboracIón, lasdependencras
I creadas alr ededor de figuras diversas, sobre las cuales la transferen-
cia de roles parentales era automática e i,ntensa., , .
También sobre las inseguridades propIas de la sItuacIón. de temo
prano desamparo y las fantas!as maní~cas compensatonSB,
auto exigencias desmedidas, ocaSIonándole mayor
crea ban . .
dad en sus estudios YrelacIones de pareja,
, salió de su depresión,
t xigencia, pudo
~~, : graduó. Tuvo dificultades para íniciar su
• •

(que en su momento fueron vis tas como sobredete rminadas por las
trabas inherentes al cornje nzo e n pl e n a cris is s ocial, con alto in dice de importante que me h able tanto". Comprendió, lo intentó, yera visible
desocupació n , y s us t ende ncias r egres ivas n o r esu e ltas, exa cerbadas el esfu erzo, el conflicto que le creaba afl oj arse. De golpe dijo: "Qué
en e l mom e nto de t e n e r qu e a ba nd on a r un r ol infa n t il , m ás de pen . sentido tendría, si yo me voy a ir de alta", y se quedó sorprendida ella
di ente), Fin a lme nte e mpezó a tra bajar con buen desarrollo profesio_ misma del pl anteo, porqu e estaba claro que no había pr ogram ada un
n al y 8 m eses después se casó. En la s em ana de la sesión que luego alta, pa ra este a ño al menos. A par tir de allí la ses ión fue un a de las
r ela t a r é, E stela t uvo que ded icar días y noches en ho ras extra a más productivas y de clima más h ondo queyo recu erde.Las asociacio-
ela bora r e l in forme de un eq u ipo de investigación. Un te ma, fr ecuen_ nes fuer on numerosas: gozar es peligroso porque después viene la
te e n los ú lti m os dos m eses, era que ahora t enía todo pa r a disfrutar muerte y toma desprevenido (a sí había sido la experi encia con su
y s in e m ba rgo estaba deprimida, no podía ll egar a s aborear realmen_ madre, un a muy buena relación cor tada sorpresivamente); el miedo
te lo que había logrado con bastante esfu erzo. Habíamos trabajado mágico a sent irse dichosa , ligado a que cada vez que su vida marcha
sobre las culpas por estar VIva y ocupar r oles que er a n de s us padres bien ell a r epas a inmedi a tamente alg una buen a razón para no estar
a s í como d ej ar a s u helInano solte r o y s in t a nta protección di rect~ del t odo contenta. Lo vimos además como una depresión preventiva:
suya . Tambi én sobr e su temor a un a m ej oría q ue signifi ca ra perder- no h a bría desgracia que pudiera tomarl a por asalto en pleno goce. El
m e a mí por alta . El mal est ar continu aba y no era mu y cla ro qué más resultado er a cla ro: nunca se depr imía del t odo. El precio era que
pesaba sobre ella . En cuanto al vín culo ter a pé utico, a mbos lo tenía- nunca gozaba del t odo. Asoció allí tambi én con el miedo, cada vez que
m os entendido como un víncu lo qu e a dem ás de permitirle elaborar dej a ba a s u p ar ej a, de que pu diese mori r se; cada vez que estaba muy
s us problemas (y como condición p a r a q ue es ta ela bor ación fuera bien con él, la tristeza de que podía perderlo la invadía. El clima de
posi ble) debe ría ser necesaria m e nte un su stit uto de las r elaciones la sesión er a de mucha fecundida d, de s ucesión de insights de ella y
míos. La tremenda presencia de la muer te en s u vida había s urgido
pa r entales. E r a una r elación de afecto nat ura l, espontán eo, de
con un dra m atismo mayor , se lo vivía más que nunca. En ese
co nfian za y plena comu nicación , m i pres encia como persona no era
momento rompió en un llanto muy fu erte, como hacía años que no
escatim a da (esa mism a n ecesidad h abía h echo des carta r el us o del tenía, y volcó por primer a vez todas s us angus tias frente a la muerte
diván ). A lo la r go d e) proceso el ca riño e ra m ut uo y h a bía crecido. de su pa dre, que siempre había parecido menos impactantequelade
E stela ll egó ese día a la sesión Con as pecto de gran agotamiento, no s u m ad re' r ecuerdos vívidos de las circunstancias de esa muerte
h a bía casi dormido, pe ro no que ría pe rder la sesión . Se sentó y se aflor a ron ' con intensidad. Luego se sedó, pensó que le gustsría
reclinó e n el s ill ón mi e ntras expresaba su cansancio. En ese momento dormita r en lo que fa lta ba de sesión . No podía, porque se imaginaba
se me presentó como oportuno y neces ario ofrecerl e a lgo especial, que ya era la hor a y q ue la cortaría .
ligado a RU cansancio y al esfuerzo de adaptación a d ul ta de los últimos La alenté a que intentar a dormitar, si ese era su deseo, en los 10
meses, que podía ha cerle imprescindible cierta gratificación de n ece- minutos q ue queda ba n, que podría hacerle bien y que podría haber
sidades infanti les. Fue también ligado a utom áticam ente (síntesis así otr as sesiones, si er a n ~~esario .. Lo pudo hacer, COD. unsj:J,?"a!
condens adas en todo rapto intuitivo del ter ape u ta) a un com entario una placidez que me par eclO sugerir que algo de su lIl.Iedo C1~
dedos sesiones atrás sobre el no disfrute del día en que se pr ograma ba
el p lacer de hacerse atender en la pelu quer ía .
en t regar se a l reposo y al pl acer de dejarse cuidar ya habia '!Id::
elaborado. Al termin ar se levantó con un gesto hondo y a gll".19C1
Le propu se qu e s e acos tara en el diván , para descans ar: yo estaría el comen tan.o fu e: «'Q . nto que me hace te.. blen, es
I ué seSI'ón, Sle
aliado en HU sillón habitual; ella pod ría mi ra rme s in esfuerzo. Dudó •
increíble! " . te . verbal, dor~
un momento y aceptó. Al relajars e h izo exclamaciones de alivio, Hasta aq ui el ma terial. Se trata de u?a PSI~ rapla u n a '
l:Oulentó su cansancio, lo pesado del t rabajo, em pezó a habla r a pura- la totalidad de las sesiones habia sl.do he a con
d.dedos personas colaborad.oras que no servran demas iado, q ue todo .
lnmoVJ 'I'd
J a d corpora l• cada uno en su s'¡lón. En ese
eltrabe,jorecafa sobre ella. Noté que noestaba disfr uta ndo del djván, . I . el cuerpo de ambos en una
,....Maba ansiosa, como SI a lgo la urgiera a n o a fl ojar se. Hablamos
_lo ftOyedoso, y de los temores sexua les que la nueva s it u ación •
proceso ¡nC ulr
a] servicio de una acel n r
·mportante.
'ó d amática creo que fue
,
d d
a pertura I d del ma terial que emergió una vez a o
No parecían en ese momento Cent ra les. Le propuse: La ca hdad .ante la acción, me pareció
y de gozar de este descanso, ta l vez ahora no sea vínculo me I
en sesiones anteriores "convencionales", El clima logrado fue de una También en el u so libre del espacio, del ambiente de trabajo, que
intensidad emotiva muy superior a l de aquellas sesiones, Mi oferl;;t , puede ser flexiblemente utilizado según necesidades de distintos
inicial y mi insistencia posterior en que tratara de gozar de ese mom entos del tratamiento. En regalos o préstamos mutuos. En
particular descanso sirvieron para colocar en estado experimental diálogos sobre temas diversos (culturales, políticos, artísticos). En
(allt, a la vista) su dificultad frente al placer. La situación de encuentros fuera del ámbito terapéutico, y/o en otros roles.' Cada
intercambio verbal habitual en sesión difícilmente se presta para una de estas experiencias puede ser ocasi6n de una apertura nueva en
crear una "oferta" de placer similar, del nivel regresivo que entraña el proceso terapéutico, dadas las defensas que habitualmente se
el ser cuidada "en la cuna"' Si mi oferta hubiera quedado allí las
r esistencias de Estela en función de su conflicto profundo co~ el
, inmovilizan en el discurso verbal y en la fijeza de contexto y roles.
Cada una de estas experiencias, tradicionalmente supuestas como al
placer y con la muerte hubieran dado lugar a una detención cuyas margen del proceso, o como posibles interferencias del mismo, son a
r azones se hubieran barajado de nuevo a nivel verbal. Creo' que la menudo ocasiones de su ennqueclmlento SI son comprendIdas en
iniciativa del terapeuta allí consistió también en incrementar a l toda su significación dinámica. Su papel terapéutico lo juegan no
máximo el conflicto. Alentar más su deseo de gozar el vínculo, para solamente por lo que luego permiten incorporar a la elaboración
que entonces, recién entonces, surgiera en toda s u intensidad el verbal, sino además por el vínculo que simbólicamente realizan en lo
mismo y las fantasías a él ligadas. Creo que aquí el r ol activo del efectivamente vivido, el "encuentro" más pleno que producen en la
terapeuta comenzó por captar la posibilidad de que una acción relación de trabajo.
dramática, que encarnara plenamente su conflicto, fuera ocasión de Otro ejemplo de acción al servicio del proceso (según pudimos
una experiencia particularmente rica para el proceso. Segundo, en
tomar la iniciativa para que tal acción fuera vívida. Tercero, en
, luego evaluarlo juntos) fue la lectura que conmigo hizo Estela de este
capítulo, y el trabajo que compartirnos para dar a mis notas esta
mantener la iniciativa dramática frente a las primeras resistencias versión. Se sintió positivamente ImpreSIOnada de ver abarcad~
de la paciente. Cuarto, en contar con que las dificultades para varios años de su evol ución en una página, se captó en una sínteSIS
gratificarse con el descanso ofrecido serían reveladoras del conflicto • objetivante. Recordemos además que fue poco lo que Este~a pudo
profu ndo, y que, de lograrse finalmente esa gratificación, la experien- compartir con s u padre: el tiempo de est~ tarea fue VlVldo con
cia tendría un valor simbólico, rectificador de la ligazón que en su
, particular emoción , era algo ongmal en su VIda. . .
! U n aspecto de la elaboración verbal de la expenenCla merece
mundo interno adquirieron placer y muerte.
Este tipo de acciones de valor simbólico, expresivo y exploratorio, subrayarse: la necesidad de dar t~empo para el desphe~e de la
están en la linea de las dramatizaciones, sin ll egar a ser acción acción el no apurar la interpretaclOn de lo que está ocurnendo o de
psícodramática con las características de disposición de una escena lo que' significaría una propuesta de. acción dife:ente. Apurar la
cayo acontecer es en una fase centro de atención y luego, en otra fase, verbalización podría trasmitir una sene de mensajes opuestos at!':
CK'a~ón de elaboración a nivel verbal e interpretación. Diría que aquí fin es del proceso terapéutico: el temor del paciente o del :'a1pe~
la acción vivida, apelando al refugIO en la palabra a
hay un entretejido constante entre acción, interpretación y elabora-
ción que orienta el curso inmediato de la acción, y de lo que va siendo cuerpos y espacios fijos; la descon~anza frente .a.e:o í
vivido en la acción. Lo que sí ocurre, como en el psicodrama, es la sim balizados por el cuerpo y sus mOVlmlent?6s, sdueJgJn
.. t" sar por la autonz8Cl n
introducción de algo más a VIVir, con.sentido dramático, aportando movllmento lene quepa. . bien el temor del
otra manera de "estar", de compartir, de dirigirse a los otros, de a dar garantías de racIOnalidad, ~ I
uno mismo. Esto podría ~mpliarse diciendo que la partici- expresando una d escon fi azanbásica
. sobre
d aPodIá
cuerpo en la comumcaClón cambia el tipo de men saje o al vínculo que ambos vienen experll;::,n;:n ;;utico
que el otro cobra más realidad, entran más elem:ntos iniciativas de acción en e~ ~nte ra
impulsos y puestas al seTVIClO de
el curso del proceso podrá darse en un amplio rango
, . • toda 8U importanda el
verbales y gcstuales del afecto e interés ! 1 Esta Unea B¡ubr:lr::s,:!m;e~6n, que puede por
, nCÍs con o s . .
expr~andovicisitudes del proceso, e,,~nelada desde la relaci6n terapéutica ·
estiJJlU
y contnbuyendo a BU avance.
ción. Es cierto. Pero estas tendencias alacting psicopático no consti-
tuyen el grueso de las iniciativas de acción que pueden emerger en la . . to
desarrollo, la ruptura de estereotipos en los Toles, el cuestlOnamlen
experiencia terapéutica,
de los vínculos, por una parte, y por otra un conte~to de InteraCCIOnes
Crear un contexto inmovilizador blindado para protegerse de esa concretas restringidas, inmovilizadas en roles fiJ?s, pueden ~onfi~­
mínima proporción de actuaciones psicopáticas sería montar una
rar, creo, en tales situaciones, sistemas de mensajes contradlctonos~
defensa excesiva para situaciones que, cuando emergen, SOn diagnos~
En la dirección que aquí se propone cabe una profunda revalora
ticables y controlables. Correlativamente, seria impedir el juego ción de la intuición, de lo que emerge espontáneamente entre pacIen-
móvil de un espectro más amplio de posibilidades para la otra enorme te terapeuta en su contacto vivo en seSlÓn. No desde luego para
proporción de relaciones terapéuticas, en las que la inmovilización • co:tentarse en el empirismo, sino para ascender a una .creatiVIdad
interfiere ciertos momentos necesarios del proceso, en alguna medi- ori .nal liberando los resortes de un mOVImIento cuya mtehgenc!a
~
da lo frustra .
l' ego r ecuperarse también conceptualmente. Cada seslOn
Hay, además, elementos concretos para saber en cada situación
cuál es el riesgo y cuál la fecundidad probable de la acción propuesta:
~~~e ~en~r algo de aventura: la posibilidad de que algo acontezca-y
no sólo a nivel verbal-.entreambos, algo no prevlslble al empezarla,
el conocimiento asentado del paciente, la calidad del vínculoterapéu_ ue obligue a descubnr smtlendo. ..
tico, los contenidos del proceso que se ha ido desarrollando, y el q La acción terapéutica constitu~e la expenencla largamente ama-
momento de ese desarrollo que hace la acción necesaria y productiva sada or las técnicas psicodramatJcas (3), y uno de los afluentes
(lo que en psicodrama se ha denominado fase de caldeamiento aquí . ~antes de las técnicas de laboratorio (2). Se trata, entiendo, de
sería el emergente espontáneo de un proceso extendido en el tiempo). ~~:C~~ar toda la enseñanza de estas técnicas, y de incorporar el cli~~
Experiencias de este tipo señalan a mijuicio que en determina- , de libertad que trasmiten -por el uso productivo del cuerpo y e
das circunstancias, Con condiciones dadas como las que acabo de . toda otra serie de técnicas pSlcoterapéutlcas enlasque una
es paclO- a . l b . . d frena-
enumerar, evitar la acción terapéutica (mediante propuestas de exhaustiva experiencia de trabajo con la pa adrafiVlenóe s~en o textos
~a ~lIas
verbalización exhaustiva como alternativa a la acción, o como á m 1iasposibilidadesporJangl I caCI n econ
dilación resistente a la acción) es actuación sin duda, yactuación da en s us: lineas de trabajo aportan la evidencia plena de
de no accl n. qu . . ente vivida entre paciente y tera-
represiva al servicio del no proceso, del alargamiento y desvitali- que una expenencla dramátJcam que habla no sólo desde el cerebro
zación del proceso. • peuta, instala U? lu e nguaJe nU:;oon el corazón, con los pulmones, con
En la discusión sobre personificación del vínculo en la r elación de sino como quena namuno,
trabajo se perfila la necesidad de una doble tarea: una en la elabora-
ción a nivel verbal, otra en el juego del vínculo terapéutico, donde un
el vi~ntre, con la vida". ándo la inmovilidad corporal y la
Hay que distmgUlr, entonces, cu I enteparapensarydialogar
acontecer real entre ambos participantes (con sus correlatos simbó- abstención de la acclón s~rvenfu~c~o~~e;apeuta y paciente vivir algo
licos) tiene que ir produciendo diferenciaciones rectificadoras o com- mejor, y cuándo en cam 10 Impl ~ rofundamente. "
pensadoras, esenciales para el avance del proceso. La creación de un m ás, juntos, para com Prlende~ 7:~~';"cambioverbal cuando la aCCIón
contexto de inmovilización, desde esta perspectiva, si es estático (en Creo además,quee l cIma e . lace tableparaambos,es
lugar de flexible a iniciativas de ambos miembros) frustra una de las de vida 'entre los participantes ::n~~~o~ ra pr:sencia.virtualde:;:
vertientes del proceso, al Imponer restTlCClOnes en el acontecer real un clima que cuenta en todo m; ás profunda. Ese chma engen
del vinculo. No sólo puede interferirlo; más aún: introduce mensajes libertad y de una creatlvlda m
por conductas reales (slgmficantes de distanciamiento, des- otras palabras. trata de tennmar
. con todas las
prohibición, control) que -partIcularmente en ciertos mo- Creo que fundamentalmelntenssueltoriOY la vida, la vida deJacaDa.
, , 'dasentree ca
. . . . o Ceres del proceso- apuntan a una repetición, a un reforza- disociaCIOnes rlgJ la vida y también un "d
JIIIIIatod.·DllÍedades y contemdos transferenclales. Por esta vía, tal Que hay un enfermar en rsos creadores de la VI a
IDDl(/lfjlizador puede mduclr regresión, estancamjento o la vida. Que todos los r:c~icoterapia genuinamente
ntrar su lugar en. un P cho tenemos por delante
de la tarea, ya que sus estímulos pueden resultar enco h camino ablerto mu
este ane o
en esa fase para el proccso de claboración.
verbal orientado hacia la apertura, el
Referencias bibliográficas
C apítulo 13
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En varios capítulos se discuten aspectos del proceso de una psicote-


r a pia individua l, esto es, el vínculo biper sonal del paciente con una
, técnica manipulada por un terapeuta. En los últimos años el trabajo
asistencial en institucion es ha ido abriendo cauces de una experien-
cia más compl ej a: la relación de un paciente (o un grupo) con un
conjunto de técnicas terapéuticas suministradas por un equipo de
profesion ales, de modo simultáneo o sucesivo. Esta multiplicidad de
r ecursos ter a péuticos aportó nuevas posibilidades en cuanto se
encontró con ellos el camino de una original potenciación de efectos
cuyos r esulta dos h emos investigado (7 ); a la vez suscitó los riesgos de
una acción disper sa , deshilvanada o internamente contradictoria.
Para salvar estos riesgos y aprovechar aquella potenciación surgen
últimam ente los conceptos de estrategia terapéutica y de articula-
ción de las técnicas y recursos.
El diseño de una estrategia terapéutica parte de un diagnó¡:tico
exhaustivo de la situación. Es necesario construir un modelo de 18
situación por la que se consulta, y a esa construcción aportan
significa tivos cada uno de los profesionales desde $U
es pecífico, se pone en contacto operante
de una masa de datos, al principio inconexos,
lentamente armando el modelo teórico de la
comprender sus articulaciones intemas, los
les, grupal~ y SOC;iales que la BJ
minuciosa mdagación la
realizar un arduo
detectan el _
asi8teJlte .000sl,
dOlO con
enfoques (1). Es necesario encontrar un panorama común p en s ando
Con un lenguaje compartido. La tarea se complica porque además la consistían en un u so adecuado de ansiolít~cos, fa creac~6n d~ u~
aplicación de encuadres distintos , propios d e ca d a t é cnica, pone de vínculo terapéutico reasegurador, y el trabajO de Integración g; Pon
manifiesto face tas efe ctivamente dife r entes d e la si tua ción en estu. de la paciente en el clima de la sala. La segunda etapa contana ~ 6
dio, 10 que ocas iona diverge ncias Y contra di ccion es y a n o d ebidas a las I ayuda de la asistente social para constatar el estado de lasltuaCl n
categorías s ino a los métodos empleados. Al avan zar este proceso de ~onómica y legal. La tercera etapa se centraría en la pSlcoterap~~
elaboración ?Tupal s e va obteniendo un cua dro provision al global e dividua l y en entrevistas conjuntas con la hermana, que per';,l 1
de la sltuaclOn . En él se h a ce n ecesano r esaltar las vías de a cceso a I~an conta r con más elementos biográficos y actuale8. En la fase Ina
la s ituación , s us r esisten cia s y pasos "natur a les" h acia el interior de ~ t r a peuta y la a sistente social trabajarían conjuntamente par~
sus dinamis m os. De este r econocim iento del campo p ueden entonces et e r un pan or a ma de posibilidades nuevas de actiVidades e Intere
raza I ·d t·d·
par a su r einserción en a VI a co 1 l a n a . . 1 d
extraerse lineas estratégicas, es decir, un progralna de operaciones
s imultá neas o s ucesivas sobre el m ismo. Se perfila n en tonces grandes ses El trata miento fu e cumpliendo esta secuencia; sus resu ,ta os
f vora bl es. (A siete años de este episodio, Inés contInua SIn
eta p as en e l abordaje de la si t uación y se fund a menta s u secuencia.
Un ej e mplo som er o: I nés, una p acie n te de 68 a ños, es internada fuer?~asa enr¡qUeC)I~~
su vid a tra ns curre de modo aceptable para ella,
recal SU'. .Ó on algunos discretos Intereses nuevos.
desde I Inter;~~1 I~s :tapas del tratamiento bastante delimitadas
con un episodio ps icótico agudo, clínicamen te di agnosti cable como
delirio sen s itivo de a utorrefe r encia, con a n sieda des per secutorias y eJemp o es sen~~ e descom ensación clínica, elaboración de detemn-
depresivas muy inten s a s. El origen es Oscuro a l prin cipio, en los (r esolUCpSIC
ión Odd In á micos i:Volucra dos en sus crisis, reinserclón adap-
últimos tres m eses los h ech os más significativos Son un disgus to Con nantes
un sacerdote d ebido a t en s iones grupales creadas a lrededor del
manejo de a s un tos pa rroquiales, en los que la paciente intervenía tat~:~ta a quí h ablam os de planificación estratégica deltratam~e~~o
. . ' t . o En la estr ategia del proceso en la pSIcoterapia a la
con particular dedicación, y dificultades legales con los inquilinos de
dos propiedades cuya r enta permite vivir a la paciente y a su
hermana de 70 años (ambas viven solas desde años a trás) habiendo
fallecido el resto de la familia. Su estado es de muy inten s a ansiedad,
con ideas delirantes referidas al infierno y al fin del mundo. Estu- ~~~!n~~~:1 ;~fencial yoico disponible, par: i:e~~~:[¡~:~~:~~~~~~
diando con mayor detalle la situación surge que había con ese fase interpretativa-elaboratIva que p~die~ etapa evolutiva y cierto
sacerdote un vinculo de afecto muy idealizado de muchos años, mente, el a borar anSiedades rroplas e~~ias en la emergencia del
cargado inconscientemente de fantasías de pareja (la paciente era plan de vida). En cambiO, . aS sJ~~os cambi~s que podrían surgir
d
soltera) y que las diferencias COn él habían creado un fuerte resen- material y las áreas e mtenslda .bl 1 Esto debe verse relacionado
timiento contra el mismo y contra las personas que lo apoyaban. A no eran tal vez igualmente pre~ls\~!~ión focalizada que se mueven
la luz de estos episodios, el significado de condena al infierno y del con que hay modificacIOnes en aSI . d laestructuradela
fin del mundo se hacían comprensibles. Pero las etapas de un a lo largo de líneas de fuerza intern~s, r~pI~: de una más precisa
de
situación. También debe VIncularse a 1 c~er~zadocomoencadena.
abordaje estratégico debieron enhebrarse según es ta s ecuencia: 1)
Alivio de la ansiedad que hacía imposible todo esfuerzo de elabora- previsión estratég¡cacon lo que hemo~ c:ra~ dotado de cierto margen
ción o indagación Con la paciente. 2) Clarificación de la situación miento de influencias y efecto; t~~~feedell~~¡jtar el foco terapéutico,
legal que a,,:,enazaba la subsistencia de la paciente y que aparecía de desarrollo autónomo. Es dac ese trablijo sobre el focoseva
siendo menos previsible el mo o en que
como unapnmera situación anslógena. 3) Comienzo de un trabajo de
esclarecimiento sobre los conflictos que ocasionaron aquella ruptu- a ir desenvolviendo (5). opera con un
ra, la repercusión en su mundo interno de ese desenlace las culpas Ahora bien,. en Ila medi~me:"i¿~~!~stas fases
amplio de técnIcas, a progr
y sus fantasías eróticas encubiertas y la
laspérdid~s(se sumaban esa rupturay la edad al; que 1En este sentido. la idea de psicoterapias
Reelaboraclón de un estilo de vida que proporcionara . de losobjetilJOS a Jos cuales
mlen~
que a a anticipación del proceso.
Los recursos para el logro de la primera etapa
terapéutica adquiere una coro 1 '-d d
de Jos efectos parciales p eJl a muchomayor,ylaevaluaci6n con quien es ahora su "padrastro". Al poco tiempo Adriana tuvo un
reajustes en la prOgram~~6s: va~ obteniendo para adecuar a ellos los prim er episodio psicótico. Este segundo episodio se inició 3 años
Se abre en tonces en eJ trazad:~n ~~~llna en u na la~or más ardua. después, concomitante con el casamiento de su hermana. Fue visible
yen los pasos de su aplicación ro . e una estrateg>a terapéutica que el juego de roles en su familia era confuso, y que había un clima
evaluaci6n y ajuste en la progr~ gr~:]Ya una tarea de elaboración de promiscuidad al cual Adriana respondía con confusión y conflictos
ción de re~ursc:s terapéuticos. rncI~~é na ~~~:'enom.inam~s articula~ sexuales severos.
una expenencIa' que hemos realizado e muacIón el mforme de
naCIón mdagando los problemas y POSib~~aDepartamento de lnter_ Líneas iniciales ck trabajo. Psicoterapia individual: explorar si·
de recursos técmcos en el tratam' to d des de esta artIculación tuación desencadenante Y conflictos básicos, ordenar datos de su
L ta . . . len e otra pacient . t historia, que en sí misma es actividad terapéutica, dados los trastor-
a rea se mIcra sobre la base de c' ert . e m ernada.
tajes: 1 osmterrogantesfundamen_ nos de pensamiento de Adriana. Entrevistas familiares: clarificar la
historia grupal, manejar ansiedades ligadas a internación, trata-
miento y pronóstico. Iniciar psicodiagnóstico. Trabajo corporal (3, 4):
l)¿ Cómo pueden efectivamente entrelazarse lo
cada técmca en el proceso evolutivo de un . t s rec~rsos que ofrece explorar aspectos sexuales (aún oscuramente ligados al desencade-
de sus momentos? a In ernaclOn, en cada uno namiento del cuadro psicótico) y su dependencia a través de una
actividad que en principio ataque la confusión, es decir, ejercicios que
2) Si hay situaciones que puedan obli ar .
general, es a partir de qué datos ofr 'd g a m?dlficar ese plan favorezcan una recuperación de su identidad (trabajo con los límites
técnicas, que se puede detectar t~ ne~~si~~~~r cual o cuáles de las del cuerpo, por ejemplo). Terapia ocupacional: evitar tareas que
caso, e reaJustes?, yen tal puedan movilizar su conflictiva sexual (la experiencia con otros
pacientes mostró que en momentos agudos confusionales estas ta-
3) ¿Cómo se efectúan esos rea' t d
que cada técnica, una vez puesta ~~~~~c~ manera coherente, dado reas desorganizan más al paciente); en cambio, sí tomar el problema
les específicos, con una dinámica prOpia?~? I~S~ala procesos parcia-
de su dependencia, ofreciéndole tareas que impliquen elección perso-
se artICula la dinámica propia de cad M
IC o e otro modo, ¿cómo nal, diferenciación con respecto al resto del grupo.
En el momento de trazar estas líneas iniciales el equipo siente
impulsar una dinámica general del ~oc cnlea con la necesidad de
entusiasmo y expectativa por los efectos: se ve a la paciente colocada
conjunto de estimulos parciales? Nue,itr eso. terap~utico hecho del
rar problemas y métodos vincuiad o eqUIpo ha Intentado explo- en el centro de un conjunto de líneas de fuerza que habrán de entre
os con estos Interrogantes. cruzarse y potenciarse.
Hay un primer mes de internación donde el trabajo sigue estas
. La paciente en tratamiento es Adria . líneas y es fundamentalmente exploratorio. La integración ck dates
mtel'lIada con un episodio psicótic na, soltera, de 21 anos, y recursos puede verse en este momento: clínicamente la confusión
paranoide, con fuerte excitación P~i~:ud~ de ~rácter co~fusional y
datos para la historia clínica es oscur
La familia (madre padrastrd he
0
'7
TlZ. s muy dIfíCIl recoger
a)a SItuacIón desencadenante.
domina el cuadro, realidad y fantasía del vínculo con su padre se
superponen conti nuamente. En las terapias individual yf8mjljar~
' } l11lana t am poco rt d I trabaja intentando discriminarlas, recortar los hecbos, reco~
Se ha ce evidente la existencia de una confl" apo a atos caros. prolijamente la historia de la relación con el padr~. En el trabIde
relación con la madre de enorme depe d IctI.vasexualintensayuna corporal se le hace realizar movimientos reales (por eJemplo, ondlll".
los brazos), luego se le propone dar a esos movimien~ el carácterde
S padr b d n enCla.
~. e a an onó el hogar cuando te ma ' _ .
prohibió ver a sus hijas. La paciente d d 11 anos, la madre le "agitar las alas de un pájaro"; finalmente se tra.bllJ a ~ostrando el
e800nelidas dos veces. Cuando tenía 17 ~s_ e entonces vio al padre a contraste entre el movimiento real del brazo y el sImbohsmoagDllllll'
nos, la madre formó pareja ~I ,;',
do. En recreación se le estimula la participación en. deportes
BIta tarea fue realizada por un equipo a ' . situaciones donde BU participación exige concentraCIón
".; .....ora peu la'10d"IVldual
,....__ . W
cargo mtegrad
(Dra.mJEIs J o por Ios siguientes
. .
poIc6loga (Lic. TcherkasltiJ ter: o Cberg y luego Lic. María real iomedíata. La terapistaocupacional
CKir:-0 Leonor Con~~~ del gru~ familiar (Dra. toda BU comunicación no verbal, Adriana
y 88J,etente JIOC::jal (S J r), teraplsta ocupacional la realidad de la situación que cuando
ra. uha Majlin).
tomada como aspecto a explorar por los otros miembros del eq uipo, en de observadores independientes adquiere un valor diagnóstico ex-
cuanto pueda estar ofreciendo vías de abordaje inicial más eficaces cepcional, revela al trabajo en equipo como el modo de objetivar más
que la palabra. profundamente al paciente.
La psicóloga informa que en el psicodiagnóstico aparece, Con una Las entrevistas fami liares muestran una fuerte resistencia del
ansiedad persecutoria muy intensa, la imagen de una cabeza a la que grupo al más minimo cambio. Se resuelve no obstante mantenerlas
le estallan los nervios y todo su contenido se desparrama. Este dato por los datos diagnósticos que puedan proveer, con miras a utilizarlos
es tomado por el eqwpo como mdl~ador de que es necesario ayudarle en la psicoterapia individual. Entendemos que es útil continuarlas,
a reforzar controles, dlscnmmaclOn, puesta de límites· en el traba· sin expectativas de cambios por insight, porque ofrecen de todos
corporal se decide concentrar la tarea en cabeza y cuell¿ marcarle;o modos una continencia grupal y permiten ensayar otros tipos de
contorno y asegurarle la solidez de la caja ósea; en tera~ia ocupacio~ acción (información, acuerdos sobre el reingreso de Adriana al hogar,
nal, ayudarle a confecclOnar un muñeco de paño atendiendo manejo cotidian0). Ulteriormente comprobamos que tales entrevis-
especial al arlllado de la cabeza. en tas al poner de relieve conductas patológicas del grupo permitían
A los 45 días de internada, Adriana comunica a su terapeuta hacer insights en Adriana sobre la interacción, de manera vivida,
quejas por carecer en su casa de un lugar propio. Incorporamos allí directa, luego r eforzados en sesiones individuales.
al equipo a la asistente social con miras a que estudie el ámbito físico En este momento Adriana continuaba retraída y hablaba de que
y las posibilidades que ofrezca la casa en ese aspecto, que tiene había demasiada distancia entre ella y el equipo . Pensamos si la
importancia estratégica (intentos de individuación). En terapia ocu- distancia no estaría dada por los encuadres (horarios, lugares, modos
pacional, Adriana se resistió a hacer un objeto que fuera para ella, en de trabajo) y la diferencia acentuada de roles paciente-terapeutas,
lugar de uno para su madre, lloró y se deprimió ante la sugerencia de que se superponía bastante con el desnivel de roles siempre acentua-
la terapista de esa tarea; esto aparentemente se contradecía con el do por la madre: nena-madre omnipotente.
reclamo de lugar propio. Interpretamos, por las respuestas distintas Ensayamos entonces una actitud de acercamiento del equipo que
queAdriana estaba dando frente a técnicas diferentes (buen contacto tendiera a igualar los roles (táctica y estrategia, en cuanto se trataba
en psicoterapia y trabajo corporal, "pedido" de asistencia social, de mostrarle otras posibilidades en la relación madre-hija a través de
rechazo a separar objetos personales de los comunes con su madre), hacérselas vivir). En terapia ocupacional consistió en consultarla
que lo que estaba sugiriendo era una necesidad de que su individua- , más sobre tareas que a ella interesasen. Adriana decidió hacer una
cién se fuera esbozando por pasos,por planos, ya no masivamente; en cartera para ella. En el trabajo corporal fue hacer la kinesió.loga
base a esta hipótesis el equipo planificó actuar según esta secuencia: ejercicios con la paciente, ambas en el suelo. En esa sesión Adri:ma
primero, ayudarle a tomar conciencia de sí misma (psicoterapia le pidió a la kinesióloga que le enseñara a bailar beat, hecho ongmal
individual y gr upal, trabajo corporal); luego, cuando fuera oportuno que expresaba preocupaciones mucho más adultas que todas las
también para el gr upo familiar, adquisición de un espacio propio vividas hasta entonces. En psicoterapia fue inVItar la terapeuta a
(asistente social) y después recién elaboración de objetos que pobla- Adriana a dar un paseo, a tomar un café juntas. Frente a e~ta
ran eSe nuevo ámbito (terapia ocupacional). experiencia Adriana comentó "así estoy muy bien, ambaenlases~ón
La fase confusional cede lugar a una etapa de marcada depresión seguro que me vería débil. y me pon d na - a 11orar.
" La .terapeuta le hiZO
y retraimiento. Se elaboran líneas que pueden contribuir a reforzar saber que a ella también le gustaba que pasearanJ~n~. _ .
BU autoestima y el contacto con la paciente (m edidas tácticas) mien- A parti r de este momento desapareció la desorgaruzaCIón pSlCÓtica
.&ue ~anti~ne.l~ estrategiageneral de tratamiento (trabajo sobre del tratamiento. Todos los miembros del equipo cons~~~; : : :
- i4entidad-mdIVlduaClón-ahvlO de dependenci a materna y de ela- en s us tareas con Adriana. Se empezó.a pen~a~ en e b ~
de BU conflictiva sexual). conveniencia de que una asistent-: SOCIal tra ':liase so .-e
. donde debía darse la rehabihtaClón SOCIal _ .
de contacto, después de un período de retrai miento mlsbmogo el grupo familiar era resistente a cualqwer
bi:ro evidente en la misma semana para la terapeu- em ar , . b . ti po en
I e hizo necesano tra lIJar un ero 1
y tono de sus verbalizaciones en sesión) o qu .ón ersecutoría vivida con el _ a 08
(por gestos corporales de búsqueda de mimos, SI tuacal, lí ~uestras influencias terapéuticas.
Esta coincidencia de datos hasta
progresíuo~ asentado en secuencias dinámicas individuales y grupa· propio en la casa, dormía con la madre, y el padrastro lo hacia en el
les muy espec{ficas, es bastante diferente de la administración de comedor, donde originalmente debía h acerlo la paciente. Se tomó este
entrada y en paralelo de un conjunto de técnicas (modelo del "total problema, con sus implicaciones, en las terapias individual y familiar
push", degran vigenciaen numerosas instituciones, particularmente en cuanto su resolución aparecía como premisa para un alta más
en los Es.tados Unidos (2), con el cual, a partir de nuestra experiencia sóHda.
en especial ~e comprobar lo delicado del manejo múltiple y lo sutil d~ Se hizo efectiva el alta al cumplirse 4 meses de internación. Como
sus secuenCIas, podemos fundamentadamente abrigar serias reser- se desprende del relato no se la dio de alta cuando remitieron los
vas). síntomas (2° mes), sino cuando se hubo trabajado mínimamente
Dada la situación familiarla tarea que n os propusimos en psicote- sobre las condiciones internas y ambientales que rodeaban su emer-
rapIa grupal fue crear una alIanza terapéutica más sólida como paso •
gencla.
preViO a cualqUler otro tipo de mtervenciones. El equipo asistencial continuó reuniéndose para asegurar la con-
En psicoterapia individual Adriana apareció más ágil, sensible, tinuid ad de su recuperación durante el seguimiento ambulatorio.
expresl~a y vital, c~ndiclOnes que nos hicieron pensar en la posibili- Post-alta organizamos reuniones mensuales de Adriana y su madre
dad de mtroduclT técnIcas pSlcodram átícas, por ejemplo rol playing con todo el equipo tratante para di scutirtodasu evolución. Seis meses
del vínculo madre-hija, como modo de entrenarla para su enfrenta- después, Adriana era "otra persona", lúcida, desenvuelta, expresiva,
miento real de ese vínculo, que a partir del alta habría de convertirse capaz de cuestionar opiniones de su madre (establecía con ella un
en problema central. Se comprobó una buena respuesta a la línea de vínculo mucho más igualitario). Recién entonces, a raíz de que había
alianza terapéutica con la familia, sugerida en la semana anterior . em pezado a sal ir con un much acho, se reveló todo el clima incestuoso
Una fórmula aplicada por el terapeuta familiar consistió en destacar existente en la casa hasta la época de su crisis psicótica (situaciones
que era injusto que la madre se ocupara de todos y que no hubiera de requerimientos eróticos por parte del cuñado y del padrastro). La
reciprocidad (hacer que Adriana descubriera también la posibilidad oposición de la madre a que Adriana tuviera relaciones fuera de la
de invertir los roles). La kinesióloga le pidió ayuda a Adriana esa casa fue vista como una complicidad de la madre con ese cUma
semana para la tarea que tenían en común: ocuparse ella de reservar promiscuo. Se trató a fondo el problema con intervención de todo el
el consultorio donde haría los ejercicios. En una de esas sesiones le equipo. Adriana mostró haber hecho insights notables sobre la
propuso un ejercicio de actitudes contr astantes· primero descansar situación grupal y manejarse bastante adecuadamente en base a
totalmente aflojada, luego incorporarse y sosten~T ella a la silla o sea ellos . Fue visible que s u tratamiento había consistido no simplemen-
pasar a manipularla activamente; 10 realizó muy bien, imagin~tiva­ te en normalizarla clínicamente sino en estimular un proceso de
mente y con placer. En terapIa ocupacional la paciente decidió hacer crecimiento. Su arreglo personal, sus gestos, correspondían recién
una cartera para la madre. entonces a una joven de 22 años.
Adriana consolidó su mejoría; aparecieron como hechos nuevos
en s~ vida, u.n~ sociabilidad espontánea y ~I placer de escuchar • •
músIca. PaTtlCJpó muy bIen en deportes. Realizó la cartera en Algunas conclusiones de esta expenencJa
terapia~pacional sinesper~rdirectivas, con propia iniciativa ysin
la ~esl~ldad .que caractenzó s us primeros trabajos; no estaba El trabajo en equipo crea un .
te valioso y original. Ninguna de las téCnicas u~adas, d WII
"'.'OBa nJ deprImIda.
Lae condiciones variaron lo suficiente como para entrenar a sus propios instrumentos, pud.o recoger ~a ~quez:d ~
can 8 Y v8i
ir.
psr~ el alta (fines de semana largos) y hacer participar a la
..t.teDte a=1l1. ~ ese pr~80. Una primera salida si n familiares
ofrecía el conjunto en cada reunión semana.
de información que se lograba sobre. esos 7 días de la
Adriana era impresionante. El acopIO ~e un rn oscuridad
:= A

el VUlje de Adnana a su casa con la asistente social. A la . uf particularmente necesano por a


~, en a eval~ar esa experiencia, se programó clón erad:~a historia Y de la vida {amilíar en general.
~a aoIa y la 8IJlstente social 10 hiciera en otro cUW:~laspecto dia~ósti~o debemos
das merecen IgualJerarqufa
..... _piobó que Adn·ana n o te nf a un espaCJo
. emp1ea
no era posible saber de antemano cuál de las técnicas permitiría
detectar, antes que las otras , los datos clave para comprender lograrse en reuniones más amplias de tipo general (ateneos, reuni<r
conflictos desencadenan tes de cada etapa del tratamiento. nes de estrategia).
Desde el punto de vista de la acción terapéutica la presencia de un Hemos discutido además el sentido de este tipo de tratamiento~
conjunto de técnicas ofrece la posibilidad de su potenciación. Sin intensivos, en los que un equipo profesional concentra en un paciente
embargo, la experiencia sugiere que esta potenciación no se da de una considerable cantidad de tiempo asistencial. Es probable que el
manera automá~lca, debIendo cumplirse para que ello ocurra, Con sistema esté indicado especialmente en cuadros severos, principal-
requIsItos esencIales de seCUenCLaClÓn. La necesidad de encadena mente para los momentos agudos de su evolución. Para otras situa-
eslabones tácticos obliga a evaluar cuidadosamente cuál de la~ ciones y otros momentos clínicos seguramente el montaje de influen-
téCnicas habrá de producir una apertura para la entrada en acción d cias terapéuticas grupales tiene, entre varias ventajas, las de tipo
las otras. De no producirse tal evaluación, registro de feed-bachs e económico. Para este otro enfoque asistencial, nuestra tarea puede
enhebrado cOnsecuente de las técnicas, la existencia de ese conj unt~ verse como una indagación de tipo clínico-experimental. Lo que
puede producIr efectos Inversos; en lugar de potenciarse crear inter- resulta de esta experiencia es la existencia de necesidades individua-
ferenci~s, di.storsiones, antagonismos frente a un timing estricta- les relacionadas con ritmos, secuencias y contenidos muy específicos
mente mdlvldual y grupal.S6lo por ese encadenamiento progresivo es que deberán ser considerados en los métodos de acción colectiva como
poslble colocar en pnmer plano la evoluci6n del paciente antes que el problemática cuyas vicisitudes haya que indagar, evitando diluirlas
mero ejercicio simultáneo de varias técnicas. Sólo de este modo las en una óptica "grupal".
técnicas se colocan al servicio del paciente y no a la inversa.
De no cumplir cuidadosamente con este continuo procesamiento
de los datos ofrecidos por las diversas técnicas, como base para Referencias bibliográficas
reajustar sus manejos concretos, creemos que el ambiente de "total
push" creado por la coexistencia de un conjunto de estímulos terapéu- 1. Barenblit, Valentín, Fiorini, Héctor, Korman, Víctor y Kuten, José,
''Estrategias psicoterapéuticas en el tratamiento de pacientes psicóti-
ticos constituye un sistema terapéutico oscuro, de efectos dificilmen-
cos internados", Acta Psi/o Psicol. Amér. Lat., 18, pp. 244-255, 1972.
te "seguibles", potencialmente contradictorios y hasta iatrógenos, 2. Bellak, Leopold, Esquizofrenia. Revisión del síndrome, Barcelona, Her-
proveedor de datos masivos cuya discriminación y evaluación resulta der, 1962.
imposible, tanto para el equipo tratante como para el paciente. En el 3. Corsunsky, Leonor, "La concienciación del cuerpo", Rev. Argent. de
de Adriana, de habérsele ofrecido esa suerte de estimulación Psicología, 11, 6, pp. 91-101, 1 9 7 0 . . . ..
Wtal indiscriminada no se hubiera hecho más que reproducir el 4. Corsunsky, Leonor y Fiorini, Héctor, "Trataml~n~~ de pacientes ps~cótlCOS
sistema fanulIar, donde los estímulos contradictorios y las superpo- internados mediante una técnica de senSIbIlIzación corporal, Acta
siciones de roles eran la regla. Psiquiat. Psicol. Amér. Lat., 18, pp. 95-104, 1972.
D~ nuestra experiencia terapéutica se desprende que no hay 5. French, Thomas, "Planificación de la psicoterapia~. en. F. Y
French T Terapéutica psiconalítica, Buenos Aires, Pru.d6s, tv'I.ll
técnu:as más valIosas o más eficaces que otras para producir cambios ' ., B Ai Kargieman 1:71'
(lo que llevaría una vez más a reconsiderar la jerarquización que 6. Kesselman, Hern~n,.P~ico:erapi;r- breve, . ue~os fj ~d8d de trat;mj~
nuestra cultura pSlqUlátnca tIende a mantener por ejemplo para las I 7. Sluzki, Carlo~y ~lonnl, ~ectoTJ ~va1~Cl~ta~:S ~e una investigaci6n-,
tos psiqUlátncos con internacIón. ges 87-99 1973.
verbales). La efIcaCIa de cada técnica depende de la de Acta Psiquiat. PstCol. Amér. Lat., 1 ,pp. ,
y c,!alqu~ra de ellas puede iniciar un ciclo
terapéutIcas~) co~ocualquiera de ellas puede reve-
de ~a rectificac)~n en la línea iniciada.
en equIPO. así realIzado aparece como un sistema
fol'lnaC1ón del personal. Limitado al campo de
Mental es el ámbito concreto de una verdadera
una experiencia más minuciosa de
técnicas que la que pu~de
Capítulo 14
, PSICOTERAPIAS Y PSICOANÁLISIS
I

Las, relacion es en.tre las psicoterapias y la teoría y la técnica psicoa-


nalitIcas son motIvo de constante preocupación por las superposicio-
n es, oposiciones y equívocos que las caracterizan (16,1, 15). Desde el
punto de vista técnico se discuten en el capítulo 3 ("Delimitación
técnica") ciertos aspectos fundam entales de esa relación hecha de
semejanzas y diferencias . En primer término importa destacar los
aportes de gran alcance que el psicoanálisis ha realizado al conjunto
de las técnicas psicoterapéuticas.
En un segundo momento hay que señalar las limitaciones del
psicoanálisis para suministrar teoría y criterios técnicos a otras
psicoterapias. La falta de un adecuado reconocimiento de esas limi-
t aciones conduce a un vasto repertorio de extrapolaciones del psicoa-
nálisis a las demás técnicas, injertos indebidos y contraproducentes
en general, que merecen ser destacados. Finalmente cabe abrir al
men os otro aspecto, el de las contribuciones que las psicoterapi M
pueden hacer a 1a teoría y técnica psicoanalíticas, contando también,
por supuesto, con sus limitaciones.

Aportes del psicoanálisis


al campo de las psicoterapias
E 'mer lugar, los desarrollos teóricos de Freud
co~~t7tuyen un insusti.tuible cuerpo de co~ceptos e
I ara la comprenSión del comportamiento
I
:s~c~logfa y psicop~tologfa dinámica, el
obligada para todo I~tento de
quiera sean sue vanantes

I,
Conceptos tales como confli t '" dos de la teoria del proceso analítico, es posible puntualizar ( 1) ciertos
cias homeostasis t t4 c. 0, motIvacIón, Inconsciente, resisten·
pap~J de Jos sueño; yr~~:a e:en~la,. est~uctura si~jficativa del relato, aspectos riesgasos, limitados e inconclusos del proceso en psicotera-
terapéutica decida el terapSOctlatclÓbn 11.bre, son pilares para toda labor pia, entre ellos:
'1"':' eu a ra aJarconelloso
U "Jmo caso estarán en él presentes 1 . . no, porque en este
sele~tiva. que obrará por cuidadosos de:Ca~~;l(~O de. fna atención a) Las gratificaciones proporcionadas en la relación terapéutica a
en CIertas escuelas reñidas con e l ' .5" an PI ares SOn que los impulsos, dificultarían su irrupción en la conciencia, no permi-
imposibilidad de eludir tales conc:StOanáh~IS es fácil detect~r la tiendo al yo utilizarlos de alguna otra manera.
v~rdaderos malabarismos semántit os, deblend? concentrarse en b) Ciertas manipulaciones técnicas, del tipo s ugestión u orienta-
dIferentes.) Ha sido la certeza d os ,;;ara aludirlos con nombres ción, pueden crear una relación de dependencia que no evolucione.
llevado a Freud y continuadores e s u cance universal la que ha c) Las limitaciones de la agresión transferencial dificultan una
tendrá que asentar su teoría en el ~asegurar que toda psicoterapia experiencia reparadora del yo (la posibilidad de agresión primitiva
repetida por décadas y que hoy y~ tlcoanáhSlS (6), aseveración ésta contra el objeto sin destruirlo ni destruirse), experiencia que pueda
punto que retom aremos más adela Itene que Ser puesta en cuestión luego dar lugar a introyecciones reales constructivas en relación con
D sd 1 n e. ' el Yo,
e e e punto de vista técnico tamb'é 1 .
aportes fundamentales al campo de las ~ n e. PSicoanálisis realiza d ) La disminución activa de la culpa implicaría el riesgo de
relato como "material" la bú d d lemas técmcas: el uso del debilitar al superyó sin ayudarlo a evolucionar.
te ta·ó , sque a e Lnstght a t ' d 1 e) Lapresellcia del terapeuta como objeto estable y seguro debe
rpre CI n , el papel del silencio 1 d' . raves e a in-
pantallas de proyección el reconoc? a :s~retón del analista como verse como la introyección espontánea del objeto bueno de estabili-
la noción de proceso enhebrado mlen o le a contratransferencia, dad y destino inciertos . Si se la compara con la introyección estable
gante, el criterio de timing en efun es~ pro ongado encuentro dialo- y duradera del objeto bueno que es resultado de una prolongada
d ~ nClOn de la orga' 'ó elaboración analítica (en especial por la interpretación sistemática
e ensas, el reconocimiento de la "m ' t "" mzacI n de las del objeto perseguidor) aquella introyección del objeto bueno sin
por la continuidad del vínculo tera a:~/ncloln o contmencla dada
pasar por este proceso podría basarse en una disociación del objeto
abierto no apremiado por separacidnes ~o, e papel de un tiempo perseguidor , colocado fuera del vínculo terapéutico con los riesgos de
directivas de aplicación inmed' t I J a s y no programado por
de Curso libre y en cierta m:~'~ Y, at OC1ón de un proceso abierto un ulterior retorno .
D La posibilidad de que se incorpore una imagen idealizada del
psicoterapia, en su amplio aban' I a m ermmable, Las técnicas de
terapeuta, con un potencial de protección fantaseado, resultaría
técnicas del psicoanálisis de unl:~%~ nutre.n de estas adquisiciones limitadora, La identificación con el terapeuta como persona, por otra
ellas con usos similares y opo .. d peculiar: aplicando alguna de parte, podría realzar a un selrdebilitado, con lo cual algo se agregaría,
técn·IC08 d"I.erenciados que encu men tose a ellas medolan t e recursos
instrumentos la ocasió~ de una en ran no obstante en aquellos pero sin estimular un desarrollo.
g) El insight que se logra mediante el esclarecimiento sería
claramente, y el desafjo que oblconfrontaclón que los delimita más
cualitativamente diferente del que se logra mediante la interpreta-
fundamentos para sus propias rr:!aa ~na búsqueda exhaustiva de ción y elaboración analítica en el sentido de que tiende a producir nnB
Para. la formación de todo tera;::t:c~ones. ' . , "disociación terapéutica" apartando al yo sano de sus actitudes
t~ata~lento pSlcoanalftico constitu e ~ a exp~nencla del propIO neuróticas, mientras el insight analítico tiende a producir mayor
VlvenClado, gozado y sufrido en carn/ ro ~ bagaje de conocimiento \ participación del yo ante la reactivación de los conflictos más penosos,
No .hay ~ntexto terapéutico en ~l ~u a¡ d¡" enorme Importancia.
a n 61isq no~~egue un papel dentro del ter: O VIVIdo en el propio Estos señalamientos críticos formulados desde la concepción
facilitador del registro para I peuta, evocador, sensibi- codinámica del proceso terapéutico son de particular riqueza.
conflictivos, de la experienci~sh aspectos contradictorios, tean limitaciones Y problemas de importancia que pueden afectu_
tmobién un aporte critico del sic umM~. proceso en psicoterapias. A la vez es necesario precisar el
en consideracion~s d~a~áhsls a las técnicas de epistemológiCO de estos cuestionamientos. Se efectáan
deaarrollan. En particula n d mldcas sobre el tipo de experiencia de un proceso impulsado con la
r es econceptosderiva_
induce, dadas sus condiciones peculiares, una profundización de
fenómenos regresivos (dependencia, idea lización, persecución) que implícitos de la personalidad en los que los componentes de salud y
son luego especialmente señalados como problemas a técnicas psico- enfermedad el balance entre interferencias, dlstorslOnes y capaCl~a­
terapéuticas no inductoras de regresiones similares. Por otra parte, des encuent;an la ocasión de un mayor equilibrio en una perspectiva
en el panorama de riesgos trazados se ignora e l efecto dinámico de integradora. Tanto en sus formulaciones diagn6~tica~ como en s.us
toda otra serie de recursos técnicos propios de las psicoterapias que operaciones concretas, e~ eviden~ que. el trabajO pSlcoter~pé.ut1co
el psicoanálisis no instrumenta (estimuJación especial de funciones con el paciente, s usceptible de inserCión en contextos multlples,
yoicas, de control, objetivación, planificación; papel d e la acción incorpora ndo el grupo familiar, su ocupaCIón , recursos recreatlVos
proveedora de otros estímulos de cambio; relativización de síntomas roles comunitarios, está utilizando. modelos de enfermedad y de
y modificaciones correlativas de los intercambios grupales, entre curación que desbordan (aunque no siempre necesariamente contra-
otros). También asientan en premisas kleinianas sobre distribucio_ dicen) los modelos psicoanalíticos correspondientes. .
nes dinámicas de objetos perseguidores, idealizados y buenos, detec- Tomando una de estas facetas: la incorporacIón progresiva del
tadas en las condiciones regresivas del proceso analítico y que en enfoque inter~ccional en las psicoterapias va par?lelamente am-
condiciones de vínculos más adultos deben ser revisadas. Finalmente pliando su honzonte teónco~ pSlcopatologl.co y terapeubco, se produ-
cabe reparar en que no existen estudios de seguimientos cuyo diseño ce todo un pasaje que entrana una mutaclOn teónca, cuyo movimien-
permita poner a prueba aquellas hipótesis sobre riesgos ulteriores de to ha sido destacado por Sluzk.i (14) :
procesos de cambio parcial. Con estas salvedades, y mientras tanto,
no hay duda de aquellos cuestionamientos constituyen un aporte Cuando para el estudio de las conductas humanas, se des.plaza. ~I
énfasis de las intenciones a los efectos, se opera una modlficaclOn
crítico valioso que obliga a estudios más profundos del proceso en cualitativa que afecta totalmente la visión del mundo de quien]a lJ~va
psicoterapias. Porque será necesario un esfuerzo de investigación a cabo. Se pasa de una perspectiva fundamentalmente retrospectIva,
sistemática para poder dar respuestas más claras a aquellos pro- introspectiva, explicada con frecuencia mediante laberintos de ~ons­
blemas. trucciones hipotéticas y con todo empañada a veces por un causahsmo
lineal a una predominantemente predictiva, centrada en observables
conse~suales, rigurosa, y más cercana a lo experimental. Y cuando se
Limitaciones del aporte psicoanalítico pone el acento en los fenómenos interaccio~~les en lugar de los
a las psicoterapias intrapsíquicos, o más bien, cuando ~e .conclllan y complem~ntan
ambas aproximacio nes, se expande drastlc~mente la ,compr~n~lón de
la conducts humana; la psicología y pSlcopatolog¡a tradiCionales
Se han señalado anteriormente los problemas derivados de que la pasan a ser una suerte de anatomía descriptiva que puede d~rcuenta
teorfa psicoanalítica haya logrado ser más una concepción psicopato- de elementos y de sus relaciones pero que malamente ,.slrve para
lógica que una teoría de la salud. En términos muy generales, una describir y explicar el proceso de la conducts del hombre.
teorfa de la neurosis con dificultades para constituir una teoría de la
personalidad. Dificultades que se expresan en obstáculos teóricos En la discusión de un modelo teórico de foco psicoterapéutico (cf_
múltiples: desequilibrios dados por una facilitación para detectar capítulo 8 ) se ha subrayado la necesidad de asentar la ~o~pr~llSJón
aspectos negativos del desarrollo o situaciones psicodinámicas des- diagnóstica y. las operaciones terapéuticas en u~a delulIltaCJóJ? de
tructivas antes que las respuestas constructivas a esas situaciones y
1
situaciones. Estas se articulan según una pl~rabdad ~e detel"lmna¡
sus mecanismos (17); también para detectar antes lo repetitivo de la ciones enmarcadas en una teoría antropológlca totall~adora ..F!n e
conducta que loadaptatlvo capaz de producir novedad, cambio; desde seno de situaciones así estructuradas, los apo~s pSlcofa!í~cos.
01:10 ángulo, por el hecho de que en la teoría psicoanalítica está casi destacando dinamismos intrapersonales, y su Juego en e ruv
. enfatizado el componente adaptativo defensivo de vínculos interpersonales, illlmi,!an sólo algunas de las v~tas .
nuentras otros procesos adaptativos relacionados con tutivas. Entendiendo que h:, Sido ~~sde. esta perspectiva
de. y capacidades independientes de impulsos y d·l do plantearse desde el pSicoanáliSIS mIsmo
DO tienen más que un lugar virtual. po ti ran ·un campo teórico más inclusivo"¡Spurgeon
con 1 9 u . l
las técnicas de psicoterapia operan Con modelos do por Wallerstem (16)J. Por estas razones a
a la teoría psicoanalítica enla teorla base de todas las demás formas
de psicoterapia. es actualmente cuestionable. Sigue en cambiovigen- .
también contenIdas .
en evaSIvas fr ente.a Ia posibilidad. de
ntemostrar
en la
te el hecho de constituir una de las teorías de importancia para el aspectos personales o profesionales que Intere~en al pacIe. ' y o
sustento de este amplio campo teórico y técnico. respuesta a sus preguntas ~~n p:eguntas o conlnterpretaClones, y n
Desde el punto de vista técnico también las limitaciones del aporte rimordialmente con explicltaClones. .. I
psicoanalítico deben ser identificadas.En psicoterapias breves, por P 2) Interés centrado sobre los aspectos enfermos e mfantlles de
ejemplo, lo esencial del proceso no puede comprenderse en términos . t soslayando el juego de sus contradICCIones con otros más
de desarrollo de la transferencia, ni de elaboración, ni de duelo por el ~:~~e;ye'máS adultos. Este desequilibrio de enfoque no sólo es en
alta precoz. La interpretación no es el instrumento privilegiado de . .. la
prmclplO . t r ógeno para el paciente , además conduceI a conflictos
e d del
d
cambio, sino uno de muchos. La relación terapéutica definida como pro io terapeuta porque con todo este subrayado de a enlerme a y
relación de trabajo contiene una serie de ingredientes ajenos al P
Ia regresl ·ón es imposible aceptar altas en lapsos breves TI! modera-
vínculo específico de la "relación analítica" (realidad del terapeuta .' f t 't o
d ·t d separación será vivida como deserclOn o racaso erapeu lC ,
como persona, y "personificación" del vinculo, manejo fle>dble de la ~~. r~c:fda lo único esperable. Esta óptica hace además que SI es el
directividad, no exclusión de vínculos extraterapéuticos) e incluye ypaclen
. t e q Ul·en deba darse el alta' en base. a sentIrIcabalmente
h que
I
otros recursos, distintos de la relación terapéutica (familiares, insti- ciertos logros para él significativos se han cumphdo, o agacon cu pa
tucionales, comunitarios). La mejoría no se define por los parámetros persecutoria frente al terapeuta, cuya dIsconformidad perCIbe clara-
que emplearía un analista para evaluar la marcha del proceso. mente. . d dr d
Es claro entonces que, si se trata de técnicas diferentes asentadas 3) Énfasis en el señalamientode las transferencias en esme o e
sobre pilares teóricos distintos acerca del proceso y de los mecanis- otros aspectos de conducta relacional no transf~renclal, partlcul3;"-
mos del cambio, no pueda darse fácilmente el "préstamo" de una a mente de lo nuevo, de lo que se vive por vez pnmera en la relaClon
otra de recursos técnicos aislados. El problema de las extrapolacio- t . t·ca El hincapié puesto en lo repetItIvo puede des~entar
nes queda a la vista, y es en la práctica de las psicoterapias problema t~~~P:f ~sf~erzo del paciente orientado hacia la constrUCCIón ~e
de cierta magnitud, en la medida en que pesa sobre gran parte de los relaciones diferentes, cuya originalidad .mtente afirmar a pesar e
terapeutas ese aprendizaje del oficio vinculado por muchas vías a la todo lo ue en él tienda a prodUCIr repetIcIOnes: .
formación psicoanalítica. Bleger (3) destacaba el problema: "Gran , 4) Ex~esivajerarquización de las interpretacIOnes como SI fuerru;
proporción de los que hemos atravesado por una fOil 11 ación psicoana- el instrumento de cambio y no uno de los muchos que componen e
litica nos encontramos al cabo de la misma con grandes resistencias arsenal del terapeuta. Esto conduce a que SI el t:~~P~~~;E~a~fa:
y dificultades para encarar técnicas breves, que consideramos inclu- interpretar no quede tranquilo; a 5 ue SI e~~c~~odo.Aquesitiene
sive, con o sin razón, como actividad en cierta medida subalterna O interpretaciones del paCIente tam%::;C¡i~~dse sienta transgrediendo
colateral a lo que es 'lo principal'". y Oremland (1) lo sintetiza así: que dar un consejO °hemb.ltl,r ~~~acerlo. A que si se le ocurre sugerir
"Siento, en electo, que no hago una buena tarea cuando no hago alguna supuesta pro 1 lClOn d d do "la técnica"
psicoanálisis" . un libro o una película se crea d egra a~ede tomar la~ formas del
De modo que las extrapolaciones contienen una mezcla de rechazo
por la psicoterapia distinta del psicoanálisis, un desconocimiento
5) Tendencia a la pasl ;1
v a e
, qu la~ necesidades de unarelaci6n
silencio como estado n,:t~:~a ~~~~~va al paciente (jugando siempre
·vineu1ado entre otras razones a ese rechazo- del nuevo campo coloqUIal), el"dejar Sle"f una eneral displicencia en cuanto al ClUSO,
un deseo persistente de introducir la técnica valorada el tera!,euta .~::,r:~~f~r~ceso~erapéutico, con~lendo cada uno de
la que se considera subalterna. No Sorprende en consecuen- mtensldad, n roblema-tareadel vínculoslDo .
extrapolaciones técnicas del psicoanáliSis en otras psico- estos aspectos nolen p·ó oscuramente ligada a cierta Idea de
. a de egacl n I el
un vasto repertorio. Señalaré las que se desta- paclente, u~ liegue-individual para las cua es
tNcaencia: lidades-de- es~ s meramente ofrecer un marco.
derfa que su ro e
de anonimato", en actitudes de rigidez t da esta problemática de
falta de espontaneidad, distancia afectiva; y sobre o 1(16) ha f",mulado esta
técnica, Zetze
Es importante Que ningún terapeuta, sea ana li sta o no, parta del
supuesto de Que cuanto más cerca esté la técnica usada por el
Contribuciones de las psicoterapias al psicoanálisis
terapeuta de la del psicoanálisis tradicional, mejor será ]a terapia.
~ste supuesto ha JIevado a algunos de los más serios fracasos terapéu_ Por alguno de los puntos ya señalados puede vislumbrarse la direc-
tICOS qu~ he en~ntrado ~om? supervisora. Quizá d ebamos aprender ción en la cual las psicoterapias pueden hacer aportes para el
que la pSlcoterapJ8 más Clent1flca para ciertos estados es la qu d"fi desarrollo de la teoría y técnica del psicoanálisis. Desde luego, parte
1
en forma muy radical de la técnica del psicoanálisis tradi cio e 1 lere de esta posibilidad varía en amplitud según se pretenda hacer del
na.
psicoanálisis una ciencia del inconsciente o se aspire a incorporarlo
Ilustrando los vidos de una conducta extrapolad ora, Ja Hal ( progresivamente a una ciencia de la conducta humana (que incluya
ha reumdo un conjunto de fórmulas infalibles para fr y ey 9) obviamente sus determinaciones inconscientes), Haré breves comen-
terapeuta. Entre otras: acasar como
tarios sobre la segunda de estas opciones que considero de mucho
mayor alcance. En este sentido, tal vez sea útil recordar aquella
Sea pasivo, silencioso, pensativo desconfiado ,·ns · t distinción por la cual el psicoanálisis entiende mejor los conflictos, es
bl ' o.. 15 a en que el
pro ema que trae el paciente no es lo importante de é· I decir el área de los motivos, que los h echos. "En la situación biperso-
' to ma, y t rate de hablar de otras cosas ' s u";era
mero Sin spr ele o como
. I
' to l··" . ... b' que SI e nal analítica no se analizan hechos, se habla acerca de los mismos."
Sin ma se a lVla laCllmente otras cosas peores van a d
su~ •... "El único hecho del que somos testigos es el dado por la situación
aM
rrese a un ro é t
o yo d · ·Intratable a todo paciente
considere que no
responda a él... no se preocupe por tener teoría del proceso en p. te- analítica en sí misma: (13) Se ha destacado particularmente toda la
rapIa, mantén~ala az.nbigua.:, insista en que sólo años de trata~~~~to limitación que entraña este enfoque metodológico para observar
pueden produClT aJgun cambIO y asuste al paciente que mejore espon- otros hechos y procesos relacionados con situaciones de realidad (17).
táneamente hablando do. patología subyacente ... no tenga en cuenta su Desde este ángulo las psicoterapias están en condiciones de ampliar
mu?do r~al. ac~ual. dedlquese a exaltar temprana infancia, fantasía el campo de observación, de indagar más detalladamente los hechos,
y dlOa'!llsmos mt:ernos .. . no se preocupe por fonnular objetivos del de producir un espectro más amplio de hechos, de recurrir a contextos
tratamIento y olV1dese de evaluar resultados." múltiples contrastados, ajuegos más flexibles de roles en la relación
terapéutica, en resumen: de convertir su flexibilidad técnica en
, En lo~ capítulos precedentes se ha intentado precisar numerosas ocasión de una multiplicación y entrecruzamiento de situaciones y
dIferenCIas teóncas y técnicas entre ambos enfoques; aunque muchos ,• ópticas . Es desde esta plataforma metodológica peculiar que las
aspecto,s del campo de las pSIcoterapIas están en desarrollo, hay ya un psicoterapias pueden hacer contribuciones significativas ya para
buen numero de cuestIOnes en las cuales el panorama se va haciendo detectar elementos que corroboren ciertas hipótesis psicoanalíticas,
claro, Los conceptos VInculados a relación de trabajo, foco, activación ya para proponer rectificaciones o ampliaciones de las mismas, En
del yo en relaCIones entre cambios y condiciones de vida cuanto las psicoterapias operan con otro enfoque técnico, es también
de una plamficaClón estratégica, cuentan con suficiente~ desde el ahondamiento de su práctica que pueden ofrecer al método
fund~mento8 como para que toda extrapolación resulte finalmente psicoanalítico ocasiones de cotejo, de contraste, esenciales para el
C:U~8tlón d~ IgnoranCIa. Esto no niega la necesidad de emplear en las afinamiento de s us propias indicaciones y contraindicaciones, En un
P~lco~raPlas cIertos recursos técmcos propios del psicoanálisis (el plano teórico-técnico, lo que aquí se ha propuesto ~ara ell:tend~r el
silenCIO ~tento del terapeuta, el empleo de asociaciones libres el proceso en psicoterapias, en cuantojuego de reah~aclOnes sl~bóh~s
ee1lalwDlento OIla Interpretación transferencial) . Pero se t ra t a en t'on- 1 enel vínculo terapéutico(cf. capítulos 7y 12)constltuye~nahip6tesis
~ d d' . .
...... e un emp ~o Iscnmlnado, adecuado al contexto de esta otra tam bién aplicable al método psicoanalitico, ya para Investigar.en
t4cnica, IWIC:eptlble de fundamentación en lugar de con S t·t ' I este proceSO el papel jugado por ese nivel del ~ínculo"ya p~a estudiar
) un os en

en postura técmca de base,
J
los efectos que tienen sobre el proceso anaütl~ las sltuaCl~nes en ~
que la satisfacción de necesidades, de estaüe,ntilvel resulta mterfenda
or limitaciones inherentes al sett~ a~ co,
p En el mismo sentido, aspectos dinámICOS que la
l
répica pone de relieve, ~ales como la
ciones yoicas entre pacIente y terapeuta capítulo 8}y
dad de colocar la acción al servicio de la elaboración (cf. capítulo 12)
pueden susci tar reconsideraciones de la técnica psicoanaIítica stan. 4. Calvo, M. e., Fiorini, H., Narcisismo, identidad y crisis identi(u:atoria,
dard en base al desarrollo de una concepción psicodinámica más Buenos Aires, Tekné, 1991.
profunda del proceso terapéutico. 5. Calvo, M. C" "Sistemas complejos: potenciar aperturas en los proceso!;
Desde luego, también la contribución de las psicoterapias al psicoterapéuticos", Seminario de Cátedra de Clínica Psicológica y
Psicoterapias, UBA, 2002.
psicoanálisis encuentra sus limitaciones, porque es visible que cada
6. Caruso, IgaT, Psicoanálisis dialéctico, Buenos Aires, Paidós, 1964.
contexto de trabajo ilumina cierta área de fenómenos y deja otras en 7. Fiorini, H., El psiquismo creador, Buenos Aires, Paidós, 1995.
mayor oscuridad. Para indagar el nivel del deseo, del conflicto, de las 8. Fiorini, H., "Qué hace a una buena psicoterapia psicoanalítica", en
transferencias, de lo repetitivo, de losobredeterminado, estratificado Psicoanálisis. Focos y aperturas, Montevideo, Psicolibros, 2001.
y am biguo de los vínculos, la situación psicoterapéutica queda a 9. Haley, Jay, ''The Art ofBeing a Failure as a Therapist", en Barten, H.,
menudo lejos de las condiciones de observación que logra la relación Brie{Therapies, Nueva York, Behavior Pub!. Inc., 1971.
intensiva y prolongada propia del contexto analítico. 10. Jiménez, J . P., "El psicoanálisis en la construcción de una psicoterapia
Creo, no obstante, que la contribución más importante que están como tecnología apropiada", en Psicoterapia focal. Intervenciones
en condiciones de hacer la psicoterapias al psicoanálisis se da Con la psicoanalíticas de objetivosy tiempo definidos, Montevideo, Roca Viva,
1995.
posibilidad abierta en las primeras, por el ensanchamiento de su
11. Kernberg, O., "Psicoanálisis, psicoterapia psicoanalítica y psicoterapia
marco teórico y técnico, de dirigirse a la persona, a una persona de apoyo: controversias contemporáneas", en Psicoanálisis. Focos y
concreta tomada más integralmente, y entendida en la estructura aperturas, Montevideo, Psicolibros, 2001.
dada por las condiciones singulares concretas que configuran su 12. Langer, Marie (comp.), Cuestionamos, Buenos Aires, Granica, 1971.
existencia, una totalidad viviente que no se limita a sus determina- 13. Rodrigué. Emilio, Biografía de una comunidad terapéutica, Buenos
ciones infantiles, sus mecanismos de repetición, sus lados conflictivos Aires, Eudeba, 1965.
ydefensivos, aunque todos estos aspectos son también intervinientes 14. Sluzki, Carlos, prefacio a Watzlawick, P., Beavin, J. y Jackson, D.,
en su conducta. Las psicoterapias tienen ya adelantada una vasta Teoría de la comunicación humana, Buenos Aires, Tiempo Contempo-
ráneo, 1971.
práctica en la que pueden respaldar esta contribución. Depende
15. Rangell, Leo, "Psicoanálisis y psicoterapia dinámica. Similitudes y
esencialmente de los psicoanalistas acusar recibo de esta oferta, que
, diferencias" (1953), Reu. de Psicoanálisis, tomo XXVIII, 1, pp. 73-89,
también viene siendo reclamada teóricamente desde adentro del 1971.
psicoanálisis. (17, 6,12).
16. Wallerstein, Robert, "La relación entre el psicoanáIisisy la psicoterapia.
Este pasaje somero sobre algunos aspectos de la relación entre Problemas actuales" (Introducción a la mesa redonda sobre psicoaná~
pmcoterapias y psicoanálisis sugiere, creo, que existen ciertos puntos lisis y psicoterapia), Reu. de Psicoanálisis, tomo XXVIII, 1, pp. 25-49,
actualmente más claros de esa relación. No obstante, ésta continúa 1971.
8lendo considerablemente compleja, y todo lo que aún resta profun- 17. White, Robert, "El yo y la realidad en la teona psicoanalítica"', Buenos
dizaren emboscampos agrega dificultades que nos solicitan una más Aires, Paidós, 1973.
. delimitación.

bibliográficas ,
a
Cann , Gumbel y otros, "Mesa redonda sobre psicoanálisis y
Psicoanalítico de Roma, 1969, Reu. de Psicoa'
1, 73-89, 1971.
en P8i~a~áIi8i8"'! en PSicoterapia focal.
de obJe!wo8 y /¡empo definidos, Monte-
I
H., Psicoterapia breve, Buenos Aires,
Capítulo
, 15
LINEAS DE TRABAJO
Y PROBI .EMAS ABIERTOS

Observando ahor a la dirección de conjunto que asumen los capítulos


precedentes, me parece posible perfilar panorámicamente algunas
lineas de trabajo abiertas en sus desarrollos y las problemáticas que
enfrentan Y a la vez su scitan.
Un primer aspecto a señalar: buena parte de estos desarrollos
deberá ubicarse en el esfuerzo propio de un momento hipotético, de
construcción teórica, en la roturación de un campo bastante carente
de teoría . Varias de nuestras proposiciones realizan la etapa inicial
de un proceso que habrá de extender y profundizar en lo inmediato
su momento de verificación, con la apertura consecuente de la
I
compleja problemática metodológica propia de la investigación en
psicoterapias.
Los capítulos iniciales concentran la búsqueda en el ámbito de las
psicoterapias breves. Estudios ulteriores nos fueron mostrando que

otras psicoterapias de duración intermedia y prolongada compartían
con las psicoterapias breves demasiados elementos esenciales (ejes
del proceso, instrumentos técnicos, contexto de interacción terapéu-
tica, influencias de cambio, delimitación de objetivos, orientación
hacia una planificación estratégica) como para establecer diferencias
cualitativas entre psicoterapias de distinta duración. A partirdeesta
• comprobación, lo que inicialmente consistió en ind~gar teoría y
técnica de psicoterapias focalizadas pasó a ser progreSIvamente una
búsqueda en teoría y técnicas de p~icote!apias. Este momento
unificación de un campo más amplio deja no obstante
posibilidad de que nuevos estudios proponer
en base a otros
• proceso que puedan relacionarse con
diferente temporalidad asignada al mismo, Este es
tos a Mondar.
La preocupación en estos desarrollos por el nivel de la técnica es orien~aci6n general a la tipificación de sus variaciones, abre la
en primer término el intento de precisar los datos de una práctica neces!dad de estudios ulteriores . Tales especificaciones deberán
compleja. No hay duda que el registro de esos datos es, en estos tambIén definir progresivamente con mayor precisión áreas de indi-
capítulos, parcial. Esto obedece por una parte a limitaciones en caCIón y de contraindicación, correlacionadas con las correspondien-
nuestra teoría que nos diflcultan la percepción en esa práctica de otro tes a otras técnicas, así como sus oposiciones o complementaciones
conjunto de elementos que apenas intuimos vagamente. Además (con métodos socioterápicos, psicodramáticos, de laboratorios sinto-
enfrentamos una constante expansión y diversificación de modalida- máticos, pedagógicos, ocupacionales o con el psicoanálisis estricto).
des de esta práctica psicoterapéutica, con lo que el trabajo de También a estos fines queda enteramente abierta la necesidad de
descripción y conceptualización de sus operaciones está enteramente estudios que evalúen resultados diferenciales, con diseños que per-
abierto. Lo que sí creemos es que la tarea de descripción de tipos de mitan cotejar muestras a las que se apliquen técnicas simples y
intervención terapéutica (capítulos 3, 7, 10), conceptuaJizados en combinadas en diferentes lapsos y que cuenten con una teoría de los
términos no estrictamente ligados a una teoría de base, sino a varias procesos de cambio terapéutico lo suficientemente inclusiva como
y mantenidos en íntima relación con observables, avanzan también para hacer cotejables resultados de diferentes técnicas.
un método útil para el abordaje teórico de nuevas técnicas. Por último, toda la referencia en estos desarrollos a la inserción
Pensamos además que la práctica psicoterapéutica llega a consti- social y a las significaciones ideológicas contenidas en la práctica
tuir una práctica técnico-científica si puede fundársela en teoría. En psicoterapéutica, muestra que la elaboración teórica y las modalida-
esta dirección varios de los capítulos precedentes intentan sustentar des técnicas en este campo quedan enteramente abiertas a nuevos
teoría de esta práctica. Esta teoría (referida a tipos de intervención remodelamientos acordes con el proceso histórico en una época de
terapéutica y sus dinamismos de influencia, al proceso de cambios transformaciones sociales de importancia. Como terapeutas, como
que estimulan, al objeto al cual se aplican) no llega a constituir un trabajadores en ciencias humanas, tendremos que exigir al máximo
sistema, pero el esfuerzo de su búsqueda es sistemático. Nuestras nuestras investigaciones y someter nuestros desarrollo a la revisión
proposiciones se enmarcan en un conjunto de líneas, abiertas en crítica que entraña este movimiento, penetrante de todas nuestras
varias direcciones, apoyadas en varias teorías psicológicas de base prácticas.
(psicodinámica, comunicacional, psicosocial, adaptativa) y en la
crítica ideológica y epistemológica de esas teorías. El trabajo teórico
,
en estas direcciones, particularmente en la articulación de las mis- Referencias bibliográficas
mas, es apenas inicial. Por ejemplo, el concepto de situación (capítulo
6), fundamento de una delimitación de foco, que es aquí entendido 1. Fiorini, H., "Ampliando las fronteras de]a interpretación con la indaga-
como totalización en cuyo seno se articulan diferentes niveles de ción de dinamismos inconscientes, cognitivos y creativos", en Estruc.
detenninantes (o tal vez, con mayor precisión, diferentes series de turas y abordajes en psicoterapias psicoanalíticas, Buenos Aires,
signíficantes-significados) constituye una primera aproximación para Nueva Visión, 1993.
2. Fiorini, H.,Nuevas líneasenpsicoterapiaspsicoanalíticas. Teorla, técnica
una comprensión social estructural de la psicolOgía y psicoterapias de y clínica, Madrid, Psimática, 1999.
individuos y grupos. El trabajo teórico en direcciones estructuralis-
tae (Lacan) tendrá que producir remodelamientos y profundizacio- ,
nes en la línea teórica aquí esbozada.
1 Al'! desarrollos de este volumen apuntan a sustentar una funda-
general de ord~n ~órico-técnico para un conjunto de
y procesos terapeuttcos. Sus proposiciones de carácter
requier.en ~justes y es~eciflcaciones según con'diciones par-
de aplicaCIón. Tales sItuaCIones diferenciales deberán ca-
configur~ciones de variables (psicodinámicas, •

prospeetivae) a Investigar. Este pasaje, de una


APÉNDICE

Psicoterapias psicoanalíticas:
focalizaci ón en situaciones
de crisis

Comentaré dos situaciones clínicas de crisis, que me permitirán


destacar maneras de abordaje focalizadas en esas situaciones.
Me llama para realizar una consulta Ana, una mujer de 42 años,
que perdió a su marido por muerte súbita (por infarto de miocardio)
hace 4 meses. Dice que la consulta es por Cecilia, su hija mayor, de
18 años. "Está insoportable, no la aguanto más en casa". Me propone
concurrir con su hija.
Llegan juntas. Están tensas, en clima de pelea. "Mi hija está
insoportable", dice Ana. "Yo a mi madre tampoco la soporto", agrega
Cecilia. Comienzan una discusión, después de comentar brevemente
las circunstancias de la muerte del padre de Cecilia. Se reprochan
incomprension es, conductas arbitrarias, faltas de cooperación. El
clima de la pelea sube de tonos. Yo me encuentro triste (lo que
después comprendí como un indicio contratransferencial) pensando
en ese hombre, de 42 años también, que perdió su vida en instantes,
con hijos jóvenes, un matrimonio y una empresa en marcha . Me
invade la tristeza. Después de un tiempo de escucharlas desplegar
sus rabIas, les dIgo que pienso que el pelear entre ellas debe estar
empleado para evitar la tristeza por el marido y padre muerto. Ana
comienza ~ llor.a r. Cecilia se mantiene dura, muy armada. Ana me
expone su mqUletud: ~Ella está con una rebeldía que no tolero más.
A la desgraCIa que VIVImos se suma ésta. Cecilia era UDa chica
tranquila, nos llevábamos bien. Desde hace dos años se fue re~
do, se hizo reservada, contestadora. Hace 7 meses se puso de novia, •
. na fami.lia. Las reacClO-
casi vive en casa del novio, se va y ni me llama. No quiere estar en accidental traumática e n los mlembros de ~ 10 la movilización de
casa. Mis otros hijos Clara, de 16 y Sebastián de 12, también la , nes de rechazo y negación de procesos de. ue d~ odio frente al dolor
extrañan, la necesitan, me preguntan por qué desaparece, no se qué conflictos regresivos con reacc~ones r:gr~slva: orientó a favorecer el
contestarles. No puede ser que nos abandone. La familia tiene que psíquico intolerable. El t rabajO fo~a~I~I~ror: ocultaban, establecer
estar unida para enfrentar esto juntos. Además yo debo OCuparme de contacto con esas defensas, con e e
q tados y a través de la
la empresa que era de mi marido, y necesito ayuda en casa, hay que lazos de comunicación que estaban cO~idasahídondelotraumá­
cocinar, planchar, hacer camas. Ella no puede irse." Cecilia contesta: interpretación , producir IigazOJ;es ~:i:blecer trabajos de eros allí
"El problema es que vos no parás de gritar y darme órdenes, el clima tico produjo ruptura" des\¡ga~on"¡ mayor espacio en el vínculo entre
que creas es insoportable. Yo no quiero ser tu esclava. En casa de mi donde lo tan átIco habla, ocupall~:aba a un encuadre fl eJtible, mdlV;'
novio hay un buen clima, yo estoy bien. Bueno, vos querés que yo me ambas. Esta focahzaclOn nos b Esa alternancia se decldIa
trate, está bien, acepto, pero vos también tenés que ver cómo encarás . C ·1· vmcular con am as. .
dual con eCI la y . dos del proceso. Meses después tUVImos
nuestra vida, sos muy autoritaria." según momentos y contem too el proceso iniciado se afianzaba, una
Acordamos en trabajar un tiempo con Cecilia pero intercalando dos entrevIstas de segUlml~nb'" recuperado Toleraban mejor sus
entrevistas
, con las dos juntas para evaluar la marcha de la vida en alianza .entre ambas se ba '';-enían que s~stener entre ambas los
comun. diferenCIas, y no las oculta adn. Cecilia y la readaptación de todo el
Cecilia había bloqueado sus emociones, daba la impresión de un trabajos de la adolescenCIa e ,
estado de duelo defensivamente detenido, puesto en suspenso. Ella grupo familiar.
se sentía la preferida del padre, con quien se entendían siempr e. "Mi , . 1' ·c tomará en cambio aspectos de una
madre en cambio tiene un carácter difícil, es cerrada, con mi padre El siguiente comentarIo c 1m o rto tiene 16 años. Me consulta
chocaba, ella no lo entendia. Es muy cerrada, sólo da órdenes, no le crisis evolutiva y vocacIOnal.. Albe la mu' SI· ca con el violin. Estudio
importa qué le pase a una". Tuve la impresión que la rivalidad edípica tá a" gran cnsls c o n , . l'
porque es en un _ h shorasdededicación. PeroelVlolD
(reciproca) que según la madre era ya palpable dos años antes, había violin desde los 8 anos, con muc a d Él es médico y su segunda
tomado ahora un peso enOlllle. Pensé que en un plano inconsciente me lo impuso y me lo ImponelmI P:s::~úsico esamelametióamí.
Cecilia disputaba con la madre el lugar de la viuda legítima del pa- vocación , laquenopudocum~ ,~er sión de él. Tengo un hel"mano,
dre. Cecilia se veía atropellada, sacada del lugar de ese duelo y Mi m adre no dIce nada, acep ada pre ' 1 no tiene problemas, le va
- entró en Me Icma, e . d .
colocada en el papel de mucama, algo del mito de Cenicienta estaba dos anos mayor~ d ·fí ·1 Yo estoy muy angustIa o, qwero
revivido con odio. perfecto . El vlOlm es muy I cI· loco nomeacepta. Yloqueme
Cecilia pudo tomar esta interpretación dos meses después, y pude abandonar, si se lo planteo se vue,I~f violí~ me gusta!"
tratarla con ambas. La gran presión de confrontación comenzó a ceder. termina de comphcar es que a n~1 des del estudio yde la interpreta-
Se abrió paso a negociaciones: Cecilia aceptó colaborar en tareas de la La decisión a tomar, las VICISI u I d este análisis. Alrededor del
cas'! y estar allí más tiempo. Para eIJa estar en casa era "triste". Se ción fueron el eje temátIco centra ~ . das El sometimientoyla
tr
mismo muchas cuestiones fueron na~e~~a vo~ación. Trabajamos,BII
quedaba, no tanto tiempo como la madre pedia. Y pasaba en casa del
naviobuena parte del tiempo, no tanto como el que eIJa quería. PudolT rebeldía frente la impOSICIónlaJ:~ de sometimiento hom~
su momento sobr e las,ansle a o aterno. Lasiden~ficaCl-
<t;:
verbalizandoen sesiones parte de s u vida emocional, que venia bloquea-
Comenzó a ocuparse de su decisión vocacional, que estaba movil izaba esa invastOn po~~~1~~es:" músico. La relaCló=
deede un año atrás, estaba indecisa. Se inclinó a estudiar juego en el proyecto VOC~CI ·gía obtener resultados pe..- •
de la comunicación en Ciencias Sociales. Colabor aba con ideal omnipotente que ~ ~;~al estético musical, que
d
la empresa familiar. A los seis meses madre e hija cualidades espec~~le; q~e se tolere no alcanzarla en
avances, que podían concluir el trabajo tera- bu squ e la perfecC;r~bajO de discriminación entre
dificultades de tiempos y dinero. Cecilia U n constante o ios Los conflictos
a la Facultad. gustos Y dese'::'::"e~fa ~omo figura rígida,
de violfn que
mantuvo un foco: las reacciones ante una crisis
sus logros.
Hub.o un momento en que Alberto me pidió que yo escuchara
grabacIOnes
ue de un violinista que para él lograba el sonido exacto, el El foco en el análisis del carácter
'1 él trataba de alcanzar. Me agregó información sobre el sonido del
Instrumento, las variantes de cualidades a lograr, los problemas de Los estudios sobr e el carácter no han SI. d o a b un dantes
I . en
d las últimas
corrientes
la ejecución. Me trajo esas grabaciones, las escuché, comprendí mejor décadas. En parte esto se h a debido a la preva :nCl:ca':,ismos (de-
su búsqueda.
psicopatológicas centradas en la con~lderaCl~~n e :., soslayan otros
Se preparó para un certamen que podía permitirle estudiar con fensas tales como r epresión, proyeccl0n, ~SCl.S )a~gos formaciones,
otro profesor, de muy alto nivel musical y a Su juicio de mejor trato fenómenos molares de la organización PS1Q Ul Ca: ras de transacción y
con los alumnos. Tenia dificultades Con la interpretación de una . fr t ~ maClones es t ra t eg¡
reaCCIones en e .a esas or . te'la existencia de esos rasgos en
sonata. Me pidió ejecutarla en el consultorio, de modo de poder él allí adaptación, reacclOne~ del sUJ:to:'no sólo fenómenos "latentes" sino
haceulle saber, O llegar a saber conmigo, cuáles eran esas dificulta_ su conducta. Se trata b~ cO~~~ee';existentes". Se ponen en juego en el
des. Lo hicimos, él se detenía ell pasajes que le tra ían mayor angustia, de conductas observa es a Imane· o de emociones en los vinculos que
podia hablarm e de esos momentos de la interpretación . Pudo rendir
ese examen, logró el lugar buscado. Con el nuevo profesor tuvo
carácter estrateg¡~s
son movlhzadores .; p
1: ~sos y c~nflictos. Estrategias también para
Irde la organización narcisista.
efectivamente muy buen vínculo y grandes avances. mantener la coheslOn del se , . b . » 1913) ya había
No tuve entrevistas con los padres. Consultado al respecto se F d (en" La disposición a la neurosIs o seslva , 'ó
r eu . b rvaba fracaso de la represl n y
opuso: "no quiero a mi familia acá, quiero pensar COIl usted sin la destacado fue en la .~~u:~~~::a~ q'::'e en el carácter no intervi.ene la
invasión de mi padre, este lugar es mío!" Avanzado el tercer año de retorno,de o repn~lt 'e lo reprimido por formaciones reactivas y
este tratamiento llegó un día a sesión, estaba animado. Me dijo: "por repreSlOn o se ~us 1 uy e a los rocesos de formación del carácter
primera vez siento que toco para mí, que el violín es mío!" Obtuvo una subhmaClones. Esto hac t p esibles al análisis que los procesos
beca para estudiar música de cámara en Europa. Desarrolló allí una mucho menos transpare~ es Yá~r instauran modos de ser, hechos,
neuróticos". Los rasgos e car . t
carrera musical. Aceptar ser parte en un conjunto había significado
renunciar al ideal del violín solista, un fuerte trabajo de elaboración automatismos, hábit.os de ~om~o~~I~~r~~ter es la reacción del yo
de esa castración. Habíamos cumplido ciertos jalones, etapas de un Fenichello defimo con c an a . tal ue toman las defensas
proceso, en el trabajo de ese foco, vocacional y evolutivo. ante la neurosis", "e~ la fo~ma fundame~1 ca~ácter analiza el yo por
frente a conflictos basICos . El estu~o d nductas habituales (ya no
su expresión en las resistencias y as co de lo inconsciente como
BefeIeDcias bibliográficas sintomas) donde participan forma~lOne:SgOS se pierde la linea de
transacciones egosintónicaSd E~ es. o~o:-"a la f(ll lila adoptada no es
LAnrieu. D., "Crisis y creación", en El cuerpo de la obra, México, Siglo XXI, demarcación entre personali. a y:;n se p~senta menos el fracaso
1993. extraña al yo (como lo es el smt?m e~undaria. En su
2. Eiguer, A., "'Crisis de Ja adolescencia, crisis familiar", Buenos Aires, Reu. de l as defensas que su elabora~lóns~ntomas" Fenichel incluye:
P.icol. y Psicoter. de Grupo, 1984 de "modos de defensas contra o~e los síntomas, 2) las Si
3. Fiorini, H., "'Intervenciones en crisis en psicoterapias psicoanalíticas", en negación del carácter pSICógeno3) represión de síntomas, 4) JI~
Nuevas linea8 en psicoterapias psicoal1allticas: teoría, técnica y clínica, r eactivas contra los síntomas, ctándolos del resto de la persone
Madrid, PSimática, 1999. miento de los síntomas, descone haciéndolos pasar por

~:~:n~¡e~(~~~ s~~ ~':tedS~~o~~E~n~m~!do::~


4. Kaea, B., Anzieu, D. y otros, Crisis, Ruptura y Superación., Buenos Aires,
Bcl. Ctneo,l990. reuciones
lio espectro e ope , ,
de un amp ndidas en el yo . •
sacciones;omt!'.:":'ta tópica del psiqUlsmo (El Y
su segun a así que "una .
Fenichel su~r~:"era en que el yo adlDJte,
el método, a
presencia de Jo puJsionaJ conflictivo, y realiza sus intentos por menor rigidez, aquellos en que el sistema defensivo se presenta más
desenvolverse dentro de una condición neurótica ya establecida. frágil , más inestable (puntos de mayor movilIzaCIón de emOCIones y
Est~s reaCCIOnes Instauradas traen restriccion es a la libertad y conductas habitualmente rechazadas) .
flexIbIlIdad del yo ante dIversos planos de realidades a enfrentar se 5) Se centrará la atención en detectar modalidades prevalentes de
manifiestan por patrones de conducta rígidos, estáticos y repetiti;os. transferencia y de resistencia. Sobre el trabajo con estos materiales
Se postula en tales casos la existencia de un gran gasto de energia en clínicos los de resistencia y transferencias recomendamos el excelen-
contracargas, 10 cual lImIta el empleo de energia psíquica en el te volu~en publicado por Ralph Greenson: Técnica y Práctica del
desarrollo de potenciales evolutivos y en proyectos. "En el carácter Psicoanálisis .
en lugar del conflicto actual entre impulso y defensa, aparecen resto~ •
6) Se irá a la búsqueda de emociones bloqueadas, insistiendo en el
congelados de conflIctos antIguos, que ya no Son percibidos como registro de sus modos de expresión y de evitación de su expresión. Se
extraños ." "En lugar de una guerra de movimientos (neurosis) se trata de crear contactos entre un nuevo observador crítico y una
sostiene una guerra de pOSICIOnes en inmovilidad." Una lucha entre experiencia emocional antigua y actual, y de intensificar la experien-
pulsiones y defensas quedó estaciOnaria. cia de ese contacto, de esa puesta en comunicación con la experiencia
La formación del carácter requiere de funciones sintéticas del yo, psíquica. . . . .
medIadoras e mtegradoras, que deben resolver a la vez presiones de 7) El proceso despliega un trabajo de mterpretaclón, de slgmfic:a-
la realidad, del Ello y del Superyó. Patologia del carácter es deforma- ción y resignificación de todos estos planos de expenencI~, angustIa,
ciÓn en los modos de combinar esas respuestas a distintos frentes. Esa defensa emociones, bloqueos, búsquedas, aperturas y cIerres.
dero! mación se manifiesta en los modos constantes de reacción ante 8) El proceso pondrá de relieve la existencia de varios ID.odos d~ser,
situaciones diferentes. Por ejemplo rasgos de tipo evitativo (fóbicos) suborganizaciones del carácter, que establecen e?tre SI relaCIOnes
o reactivo (obsesivos) constituyen "defensas de carácter" cuando complejas. Un músico dejazz, Charles Mmgus, decla : "Y~soytres.El
tienen un modo inespecífico de reacción indiscriminada ante una primero es una persona extremadamente amable.' cannosa, ~onfia­
diversidad de estímulos. da, que soporta ataques, se deja engañar y qUIere destruIrSe al
encontrarse tan estúpida. El segundo es un ammal asus~do, q'!'e
Una psicoterapia psicoanalítica del carácter tendrá que desplegar ataca con miedo a ser atacado. El tercero está en el medio, mmóvil,
numerosas, arduas tareas. Se tratará de identificar ante la consulta despreocupado, observando a los otros dos, esperandoex?~esarloqu~
qué situaciones, movimientos y procesos (individuales vinculares ve en ellos . ¿Cuál es el verdadero? Los tres". La a~anClón:::s
evolutivos) han creado egodistonía allí dOnde la organi;ación de es~ Proceso de modos. de ser que habían estados ocultos, aJsta en n ...:
carácter habia logrado anteriormente evitar conflicto entre el Yo y . d d i l o que ung ilam",,,,
para la concienCIa del sUJeto, ha a o ugar a. cto emocionllly
BUS modos de ser. UbIcar en qué planos aparece como actual Un "encuentro con la sombra". Se trata de un I:paamel "yoofi«ú1I'
derivado de conflictos antiguos. experiencial de primera magmtud, una conmOCI ~ P
Cuando hablamos de "foco" en este trabajo. terapéutico destacamos hasta allí empleado que ignoraba toda una zona ealsu
q~e en un. proceso la tarea se irá concentrando Po.r etapas en lograr trabajO . con la sombra ~
' se tranSlorma en un eje centr
CIertos obJetivos:
carácter . n de la trama de víneUlOB
9) Se pone en juego la comprensIó J 'óesemod6:desel::1:!~
l)Se intentará un rel~vamiento de conjunto de un modo de ser, de (actuales y antiguos) en los que se desenvEJ ':nálisiS del ~
eetar en el mundo, consIgo y con otros. sobre él el modo de ser de los otroB
2) Se tratará de registra.r Io.S modo.s en que el yo defensivo ha iared
necesariamente un
frente a angustIa.:' básIcas y a posibles síntomas. Se ha de esa red se leen los
en esta tarea pnmero se señalarán modalidades de las de historias tr
'. estaba defendido. los padres y la relación del
de sltuaClones so.n que movilizan y historias de varias
que el carácter enmascara. 10) Poner en proceso
los puntos de mayor rigidez y 10.8 de darle a esta búsqueda
frecuenci as y velocidades. El trabajo requiere una intensificación de
energías capaces de penetrar, movilizar, alterar, deseqll:ihbrar.. una Siguiendo una orien!ación bioenergética y transpersonal, Su san
economía psíquica destinada a hacerse inalterable. La etJmologIa de Thesenga, con las en senan zas de Jobn y Eva Pierrakos, ha desarro-
"carácter" viene del griego charaxos que designa "lo que está graba- Il adouna perspectIva de proceso en el trabajo con el carácter que
do". Esa grabación se ha hecho marca corporal! esquema c~,rporal , tambIén define tareas y etapas. En su obra Vivir sin máscaras
motor y postura!. Wilhem Relch tuvo el regIstro de la .coraza distmgue tres zonas: la de la máscara (modo de ser de la coraza del
caracterológica" como obstáculo, como bloqueo y cortes al flUJO de la carácter);por debaJol a del "ser inferior" que contiene lo traumático,
energía en todo el cuerpo y en sus distintas zonas. La o~ientación lo confllctlvo, las hendas de infancia y las defensas que las enmasca-
bioenergética iniciada por Reich, contmuada por Lowen, Plerrakos y ran; por enc.ima el "ser s,uperior", la capacidad de reparar, transfor-
otros autores ha mostr ado la limitación del trabajo verbal para mar, evolUCIOnar para SI y para los otros (dominios y fuerzas que en
afrontar los problemas del carácter, y por ese camino también la otros estudios denominamos "psiquismo creador"). En esta última
exigencia al trabajo verbal para encontrar su tono, su fuerza, su zona se constituye el trabajo del observador que va haciendo foco en
energía de trabajo. Pero ha mostrado además la ImportancIa de la cada uno de los elementos que surgen en las tres zonas a medida que
van emergiendo en el proceso.
movilización corporal y vincular de lo que el carácter ha tendIdo a Thesenga señala como etapas:
mantener inmovilizado.
11) La insistencia en la búsqueda, en la evidencia, en la confron-
- Reconocer y aceptar las propias modalidades defensivas (cortes,
tación con los rasgos de carácter tendrá que llevar a producir bloqueos, escisiones).
fenóm enos de saturación, de extrañeza, de egodistonía para el obser- - Decidir un ificarse .
vador crítico desarrollado con el paciente. - Desarrollar el observador.
12) Una creciente egodistonía apuntará a producir procesos de
- Reconocer cómo construimos presentes según modelos y emocio-
desidentificación: el sujeto crítico emocional integrado y alineado con nes pasadas.
el trabajo del piquismo sobre sí mismo tendrá la posibilidad de una - Reconocer en tales pautas el niño, el ego adulto y potenciales que
decisión: distanciarse más y más de sus modos antiguos y habItuales van más allá del ego.
de reacción y ensayar conductas alternativas. El, proceso se abre en - Comprender el ser de la máscara ( función de coraza y de fachada,
esta etapa a un amplio campo de expenmentaclOn comprender cómo se usa y para qué se usa).
- En.frentar al ser inferior, oculto bajo la máscara y la coraza.
Con fines expositivos hemos intentado delimitar etapas de un Encontrar allí las heridas de infancia.
difícil proceso, de modo de definir como focos las tareas que enfr~~ - Encontrarse con el ser superior: los propios potenciales de
cada etapa y los objetivos procesales que mtentan cumphr. E creCImIento transform ador.
trabajo clínico con cada estructura de ca~ácter los planos de ~~~~t~~ . - Aban.donar apegos al ser inferior: afrontar trabajos de desiden-
análisis se superponen, interpenetran, dlfumman u~os Ybotr es~s tlficación.
tivos. Se trata de un proceso para el cual Fenichel pu o es ozar
trabajos: do-Asentar progresivamente en modos del ser superior, construyen-
apoyos saludables.
d i · .dez de las defensas.
se trata de derretir energías congela. as e ll: a flgt Tomar vestigios de 1 Se destaca en estos estudios que la desidentificación supone un
rectificar desplazamientos, anul.8: ::uslamle~::. dirección: registrar argo y concentrado trabajo centrado en:
antiguos y actuales afectos y dmg¡rlos en . s una objetividad (
signos de conflictos latentes y otorg~ a esoS Slg·~~des de atención y - Identificar u d '
por concentrar en esos signos máximas capa~l acianes de conflictos SUfrimientos. n rasgo e caracter como problema, como fuente de
env
percepción) de modo de reconocer en ellos dd scindida. Encontrar -Experimentar 1 fu· .
cuya experimentación fue negada, rechazt 8deeaquellas situaCiones -Llegar 1 h e su mIento hgado a ese rasgo, hacerlo carne_
los puntos de menor rigidez e ir 3: 1 enc(el~' ~oonde aparezca más viva como es es:nci artazgo, a la desesperación, llegar a odiarlo, siendo
que hagan más visibles los confhctos a 1 - Expen. a al yo, a su ser defensivo.
una lucha entre impulsos Ydefensas. mentar el ap 1 .
ego que se e tlene, el amor a ese rasgo, a ese

SUI 217
modo de ser , cómo se cuenta de modo a utom ático con ese modo de ÍNDICE
actuar y reaccionar.
- Experimentar conductas libres de ese rasgo, aventurarse a
ensayar las y evaluar tales experiencias.
- Confrontar con tenacidad el contraste entre esos dos modos de
ser, con y sin ese rasgo como organizador de la conducta .

Stepben Jobnson, de California, en una orientación dinámica y


bioenergética (Character Styles, 1994, New York, Norton & Ca.) ha
tomado dimensiones o problemas, en cada organización de carácter
establecida, como capas de orden evolutivo diferente. En una "teoria
caracterológica del desarrollo" distingue trastornos de contacto,
apego y vínculo primario para caracteres esquizoides y orales; tras·
tomos en la conformación del sí mismo para problemáticas simbióti-
cas y narcisistas; conflictos en el sí mismo, ya organizado como
sistema, para los caracteres de rasgos neuróticos histéricos, fóbicos y l.Introducción: el campo de las psicoterapias
obsesivos. Aborda entonces esos caracteres según capas de conflictos y algunas de sus direcciones de desarrollo ....... ................ .. .. .... 9
y ansiedades de un orden evolutivo diferente . Una comprensión , 2. Psicoterapia dinámica breve.
psicopatológica evolutiva es esencial para ampliar los marcos de
intel pretación de las dificultades y precisar el tipo de intervenciones Aportes para una teoría de la técnica ............... ..... ................ . 21
necesarias para impulsar cada proceso.
3. Delimitación técnica de psicoterapias ...................................... 47

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Máscaras, México, Pax, 1997. sobre material de sesion es ........ ............................................. 163

12. El papel de la acción en las psicoterapias ............................

13. Estrat egias y a rticula ción de recursos terapéuticos .. _~


14. Psicoterapias y psicoanálisis ......... ..... ... .... .. .................. ........ 193

15. Líneas de trabajo y problemas abiertos ......................... ..... . 205

Apéndice
Psicoterapias psicoanalíticas:
focalización en situaciones de crisis .. ... .. ........... ......................... 209
El foco en el análisis del carácter .. .. .. ..... ...... ..... ....... ..... ............. 213

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