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BICC, XX, 1965 RESEÑA DE LIBROS 387

léete qui se meurt: le dialecte grec du Pont-Euxin (Asie Mineure)


(págs. 182-186). — BRIAN Ó Cuív, Modes of transcription and descrip-
tion of Gaelic dialects (págs. 187-198). — G. B. PELLEGRINI, Tra
jriulano e véneto a Trieste (199-207). — HELMUT PROTZE, Das Sieben-
bürgisch-Sachsische Wórterbuch (págs. 208-217). — OLIVIER GUY
TAILLEUR, Contribuúon a la dialectologie iénisséienne: les parlers den\a
et poumpo\olsk. (págs. 218-232). — GERARD VAN DER VORST, Quelques
glissements de sens dans les dialectes swahilis (págs. 233-252). — ].
VERGOTE, Les dialectes dans le domaine égyptien (págs. 253-257).
En la sección de Dialectología y literatura encontramos: WILLY
BAL, Témoignage d'un écrivain employant le patois comme langue
littéraire (págs. 258-272). — MARTIN CAMAJ, // problema dello studio
dei testi anúchi albanesi in rapporto coi dialetti (págs. 273-274).
GIAN FRANCO D' ARONCO, Caratieri della letteratura friulana attraverso i
secoli (págs. 275-278). — N . G. B. DE FERNÁNDEZ PEREIRO, Dialecto
y tradición en un poema gallego de Curros Enriquez (págs. 279-285).
— M. GUKHMANN, Langue littéraire et dialecte (págs. 286-295). —
K. HADJIOANNOU, The beginning of the Modern Greel{ Cypriote
dialect as it appears in the Gree\ text of the Assizes, in the 13 th.
Century A. D. (págs. 296-309). — V. N . JARCEVA, Les changements
survenus dans la base dialectale au cours de la formation de la langue
littéraire commune (págs. 310-319). — ERNESTO KOLIQI, Fenómeno della
diglossia sessuale nella lingua e nella letteratura albanese (págs. 320-
326). — J. S. TASSIE, La féte des Vieux (págs. 327-344). — G.
VALENTINI, Polifonía e contrappunto dei dialetti albanesi (págs. 345-
348).

JENNIE FIGUEROA LORZA.


Instituto Caro y Cuervo

LEV S. VYGOTSKY, Pensamiento y lenguaje. Buenos Aires, Editorial


Lautaro, 1964. 181 págs.
El tema pensamiento y lenguaje continúa siendo uno de los más
debatidos, a pesar de que a lo largo de toda la historia de las ideas ha
sido una de las preocupaciones centrales de la filosofía, de la psicolo-
gía y de la lingüística. El libro que reseñamos es una valiosísima con-
tribución a tan tenaz problema que aquí se ve iluminado gracias, sobre
todo, al estudio sistemático del desarrollo de pensamiento y lengua-
je en el niño.
El volumen se inicia con un breve Prólogo del doctor José Itzig-
sohn, Director del Departamento de Psicología de la Universidad de

THESAURUS. Tomo XX. Núm. 2 (1965). José Joaquín Montes, reseña a «Lev S. ...
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Buenos Aires, en que nos informa que Vygotsky, fallecido en 1934, fue
fundamentalmente un lingüista que sólo en sus últimos años se con-
sagró de lleno a la psicología, y que sus trabajos se mantuvieron olvida-
dos a partir de 1936, debido a que la rama puramente naturalista del
pavlovismo, que entre tanto se había hecho dominante, no veía con bue-
nos ojos la orientación histórico-social de Vygotsky; pero que a partir
de 1956 sus obras han sido reeditadas ampliamente mientras que activos
discípulos continúan su labor.
En el Prefacio y Caps, i-m, págs. 15-47, el autor caracteriza breve-
mente su obra, la metodología en ella utilizada y los aportes que cree
proporciona y toma posición frente a los trabajos de Jean Piaget y
Clara y W. Stcrn. Al primero lo considera un gran renovador por sus
profundos estudios sobre el desarrollo de la mente infantil y de la
génesis del pensamiento y del lenguaje, pero expresa ciertas reservas
y hace algunas críticas particularmente respecto a la interpretación
que da Piaget al origen y función del lenguaje egocéntrico en el niño y
a los conceptos espontáneos y científicos. A Stern le critica su posición
intelectualista, idealista y antigenética que no atiende suficientemente
al papel del medio ambiente en el desarrollo de la personalidad y de su
intelecto.
El Capítulo iv, Las raíces genéticas del pensamiento y el lengua-
je, págs. 48-67, examina las noticias de los investigadores que se han
ocupado de la actividad mental de los antropoides, para concluir que
aunque éstos poseen una inteligencia rudimentaria y tienen también
un habla con gestos y sonidos bastante diferenciados que sólo cumple
una función expresiva y comunicativa puramente emocional, se quedan
muy atrás del lenguaje y pensamiento propiamente humanos por cuanto
en ellos no se da la correspondencia entre pensamiento y palabra.
Poniendo en correlación los experimentos con los monos y los reali-
zados con niños menores de dos años, concluye que también en éstos
pensamiento y lenguaje tienen raíces diversas y se desarrollan inde-
pendientemente uno de otro hasta el punto crucial, hacia los dos años,
cuando se encuentran y se torna verbal el pensamiento y racional el
lenguaje; pero que aún en los adultos existe un pensamiento no
verbal y un lenguaje no intelectual que no llegan a fusionarse; y que
el lenguaje interiorizado se desarrolla a partir del lenguaje socializado
y se convierte en el órgano esencial del pensamiento.
Capítulo v: Un estudio experimental de la formación del con-
cepto, págs. 68-97. Tras de apreciar críticamente los métodos anterio-
res para estudiar la formación de conceptos pasa a describir su pro-
pio método y a precisar algunas de las etapas y caracteres de tal pro-
ceso en el desarrollo mental del niño:
a) La asociación amplia, mediante la cual se agrupan objetos

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que tienen alguna característica común [podría ilustrarse con el caso


de mi hija de tres años que llama al arco iris "la balaca del cielo"].
b) La agrupación de objetos que tienen funciones similares o
iguales (taza, plato y cuchara, p. e.).
c) El 'complejo en cadena' en el cual un criterio de agrupación
se cambia por otro en el curso de la acción, y éste a su vez por
otro: el niño comienza, p. e. a seleccionar figuras triangulares y, de
pronto, al encontrar entre éstas una roja, deja de atenerse a la forma
y sigue seleccionando figuras rojas de cualquier forma, y así sucesiva-
mente.
d) 'El complejo difuso' en que "por ejemplo, para armonizar
con un triángulo amarillo, un niño podría seleccionar tanto trape-
zoides como triángulos, puesto que los primeros le hacían pensar en
triángulos con la parte superior cortada. Los trapezoides pueden
conducir a los cuadrados, éstos a los hexágonos, los hexágonos a los
semicírculos y finalmente a círculos".
e) El 'pseudo-concepto' que, coincidiendo con el contenido co-
rrespondiente de la mente adulta, es, sin embargo, diferente funcional y
psicológicamente (un niño puede hacer en forma aparentemente co-
rrecta un grupo de triángulos, pero un examen a fondo demostrará
que lo ha hecho ateniéndose a criterios diferentes de los que utilizaría
el adulto, al color, por ejemplo).
f) La última etapa, típica del adolescente, en la formación del
concepto, es el 'concepto potencial': el sujeto abstrae de una situa-
ción concreta los elementos de un concepto y opera correctamente
con éste, pero tiene gran dificultad para aplicarlo a otra situación, y
más aún, para definirlo; mezcla aún el pensamiento conceptual pro-
piamente tal con el pensamiento sincrético, simpático, en complejos.
Las conclusiones que para la lingüística, sobre todo para la
semántica, y para la historia del desarrollo filogenético de los concep-
tos, se desprenden de estas características del desenvolvimiento intelec-
tual son tan importantes que, aun a riesgo de hacernos prolijos, citare-
mos con alguna extensión:
Puesto que los niños de una determinada edad piensan en pseudo-conceptos,
y las palabras designan para ellos complejos de objetos concretos, el pensamien-
to resultante puede ser del tipo de la participación, es decir, enlaces inacepta-
bles para la lógica del adulto [pág. 87].
Los pueblos primitivos también piensan en complejos y, por lo tanto, en sus
idiomas la palabra no funciona como portadora de un concepto, si no como
un 'apellido' para grupos de objetos concretos que se encuentran juntos no lógi-
camente, si no de hecho [pág. 88].
La historia del lenguaje muestra claramente que el pensamiento en com-
plejos con todas sus peculiaridades, es la verdadera base del desarrollo lingüístico.

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Los lingüistas modernos establecen una distinción entre e! significado de una


palabra, o una expresión y su referente, o sea el objeto que ella designa. Pue-
den existir un significado y diferentes referentes o diferentes significados y un
referente. Tanto si decimos la 'victoria de Jena1 como el 'desastre de Waterloo' nos
referimos a la misma persona, aunque difiera el significado de las dos frases.
No existe más que una categoría de palabras — los nombres propios — cuya
única función es la de la referencia y utilizando esta terminología podríamos
decir que las palabras del niño y del adulto coinciden en sus referentes, pero
no en sus significados [págs. 88-89].
Un nombre nunca es un concepto cuando surge por primera vez; resulta,
en general, demasiado estrecho o demasiado amplio. Por ejemplo, la palabra
rusa correspondiente a 'vaca1, en su origen significaba 'con cuernos', y la que
se usaba para 'ratón' significaba 'ladrón', aunque una vaca tiene otros atribu-
tos aparte de los cuernos y un ratón no solamente comete hurtos; por lo tanto
estos nombres resultan limitados aunque, por otra parte, son demasiado amplios,
puesto que los mismos términos pueden ser aplicados, y realmente lo son
en algunas otras lenguas, a un cierto número de criaturas distintas. El resultado
es una lucha incesante entre el pensamiento conceptual y la herencia del pri-
mitivo pensamiento en complejos dentro de las lenguas en desarrollo [pág. 901.

Capítulo vi: El desarrollo de los conceptos científicos en la infan-


cia, págs. 98-132. — Es capítulo de gran importancia para la pedago-
gía. Vygotsky analiza la diferencia e interrelaciones existentes entre
'conceptos espontáneos' y 'conceptos científicos' según la clasificación
de Piaget y pasa breve revista a las teorías pedagógicas sobre instruc-
ción y desarrollo, según que consideren que ambos aspectos son
independientes, que son concomitantes; que lo esencial es el desarrollo
mental en el que poco o nada influye la instrucción o que sin ésta el
desarrollo mismo queda trunco. Los experimentos de Vygotsky y sus
colaboradores al respecto lo llevan a concluir que "el único tipo de
instrucción adecuada es el que marcha adelante del desarrollo y lo
conduce; debe ser dirigida más a las funciones de maduración que
a lo ya maduro. Sigue siendo necesario determinar el umbral más
bajo en que la instrucción de la aritmética, digamos, puede comenzar,
puesto que se requiere un cierto mínimo de madurez de las funciones.
Pero debemos considerar también el nivel superior; la educación debe
estar orientada hacia el futuro, no hacia el pasado" (pág. 168). En
cuanto a la relación entre 'conceptos científicos' y 'espontáneos' "po-
dría decirse que el d e s a r r o l l o d e los c o n c e p t o s e s p o n t á
n e o s d e l n i ñ o p r o c e d e d e m o d o a s c e n d e n t e [hacia la
abstracción y generalización], y e l d e s u s c o n c e p t o s c i e n t í -
f i c o s e n f o r m a d e s c e n d e n t e , hacia un nivel más elemental
y concreto" (pág. 123).

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Capítulo vil: Pensamiento y palabra, págs. 133-165. — Ofrece


los resultados obtenidos en una serie de experimentos sobre el origen
y funciones del lenguaje egocéntrico en el niño que, en desacuerdo
con su descubridor Piaget, Vygotsky considera como una diferen-
ciación del lenguaje socializado que conduce al habla interiorizada;
ésta se caracteriza por ser semántica pura en el sentido de que
opera sólo con el contenido y dentro de éste con gran predominio del
s e n t i d o sobre el s i g n i f i c a d o abstracto y con una sintaxis casi
puramente predicativa, representando así el extremo de una tendencia
que se da en el lenguaje oral familiar y sobre todo en el diálogo
íntimo en el que la comunidad de pensamientos y situaciones hace
superfluo mucho del aparato gramatical. Es muy interesante el funda-
mento psicológico que halla aquí la dicotomía saussuriana signijiant-
signijié (resulta un tanto extraño que Vygotsky no aluda a ello
expresamente) y el énfasis que se pone en que el significado es un
proceso con su peculiar dinamismo evolutivo y no algo permanen-
te e inmutable en su esencia y sólo variable en sus conexiones o
asociaciones con la forma lingüística y con otros objetos. Como resu-
men de este capítulo bien puede servir el siguiente pasaje (págs.
164-165):
La relación entre pensamiento y palabra es un proceso viviente; el pen-
samiento desprovisto de palabra permanece en la sombra. La conexión entre
ellos sin embargo no es constante. Surge en el curso del desarrollo y evolu-
ciona por sí misma [...] Hemos demostrado que un reflejo generalizado de la
realidad es la característica básica de las palabras. Este aspecto de la palabra
nos deja en el umbral de un tema más amplio y profundo: el problema general
de la conciencia. El pensamiento y el lenguaje, que reflejan la realidad en distin-
ta forma que la percepción, son la clave de la naturaleza de la conciencia
humana. Las palabras tienen un papel destacado tanto en el desarrollo del
pensamiento como en el desarrollo histórico de la conciencia en su totalidad.
Una palabra es un microcosmos de conciencia humana.

El Apéndice, págs. 167-181, ofrece los comentarios de Piaget a


las observaciones de Vygotsky. Piaget se lamenta de haber descubier-
to los trabajos de aquel sólo 25 años después de publicados y cuando ya
el autor ha desaparecido, se manifiesta de acuerdo con muchas de las
críticas de Vygotsky y aclara algunos puntos en los que sigue discor-
dando de él.
La traducción nos parece en general bastante buena, pero nos
choca la manera de trasliterar algunos sonidos rusos, concretamente
la X: representarla en español por \h nos parece una muestra de
colonialismo cultural injustificable, ya que en la / española, y más
aún en la variante hispanoamericana de su pronunciación, tenemos
un sonido que corresponde casi exactamente al correspondiente en

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ruso y que en todo caso está incomparablemente más cerca de éste


que la combinación t¡h usada por los angloparlantes con el mismo fin.
Parece también inadecuado introducir formas dialectales (voseo) en
la traducción de una obra científica, p. e. pág. 161: "¿No te das
cuenta cómo me atormentas?"; claro que puede pensarse en descuido
de los impresores más que de la traductora, aunque el caso citado
no es el único.
La edición es en general pulcra. Tiene, sin embargo, algunas erra-
tas, sobre todo en las citas de autores y obras en alemán: Intelligen
zpruefungen en vez de Intelligenzpruef ungen (pág. 49, nota 1),
uebe en vez de ueber (pág. 49, nota 2), Ach sche en vez de Achsche
(pág. 70, nota 1).
JOSÉ JOAQUÍN MONTES G.
Instituto Caro y Cuervo

OTIS H. GREEN, Spain and the Western tradition: The Castilian


mind in literature from El Cid to Calderón. Vol. I, Madison,
The University of Wisconsin Press, 1963, 329 págs.; Vol. II,
Madison and Milwaukee, The Univ. of Wisconsin Press, 1964,
365 págs.
El distinguido hispanista nos ofrece en estos dos densos volú-
menes el fruto de su larga y fructuosa consagración al estudio de
las letras españolas. Examina en ellas el desarrollo y persistencia de
una serie de temas en la literatura del fecundo período comprendi-
do entre El Cid y Calderón. He aquí un resumen muy breve del
contenido:

Vol. I.
I. The Medieval Tradition: Sic et Non. — Contradicciones y
luchas entre la tradición clásica (Platón, neoplatonismo) y el cris-
tianismo y entre éste y las costumbres y tradiciones bárbaras o paga-
nas (duelos, torneos, amor caballeresco). La caballería y la evolución
de sus características e ideales: primero puramente señorial, mas-
culina, con sus ideales de valor, honor, justicia; luego extendida a
los clérigos y a las mujeres en cuanto surge el amor caballeresco y
las damas toman parte, aunque un tanto pasivamente, en los suce-
sos caballerescos y son influidas por los ideales correspondientes.
II. Medieval Laughter: The Book of Good Love, págs. 27-71.
— Interpreta el Libro de Buen Amor como una obra maestra del
género burlesco medieval, en la que, si acaso hay alguna intención

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