Vous êtes sur la page 1sur 16

SOLICITA EXCARCELACIÓN.

Excmo. Tribunal Oral


en lo Criminal Federal N° 3
de San Martín:

Gonzalo M. Pepe Fernández Bird, en mi carácter de


abogado defensor del Sr. Juan Pablo F., en la causa nro. 2138
caratulada “F., Juan Pablo s/ infr. Ley 23.737” del Registro
de este Tribunal, a VV.EE. me presento y respetuosamente digo:

I. OBJETO.-

Que vengo por el presente, en legal tiempo


y forma, a tenor de lo normado en los arts. 2, 280, 316, 317,
319 del Código de Rito y 18, 75 inc. 22 de nuestra Carta
Magna, a solicitar la excarcelación de Juan Pablo F..

II. ACLARACIONES PREVIAS. JUAN PABLO F. ES UN EMPRESARIO.-

Juan Pablo F. comenzó su vida laboral como


encargado de un negocio familiar llamado Los Gringos ubicado
en la Avenida Vergara 178 de la localidad de Morón.
El mismo consistió en un local de gomería
y mecánica de automóviles, con especialización en venta de
llantas originales y deportivas.
Allí se desempeñó por diez años hasta el
2007, año en el que cansado de la inseguridad y habiendo
ahorrado el fruto de su esfuerzo de todo ese tiempo, decide
volcar toda su capacidad laboral al emprendimiento que había
iniciado en el año 2005 en la ciudad de Merlo en la provincia
de San Luis.
Éste consiste en un mega proyecto hotelero
de un complejo turístico de cabañas, denominado Terra Nostra,
emplazado en el paisaje natural brindado por la ciudad de San
Luis, el que se ha convertido en uno de los centros turísticos
de mayor crecimiento de las últimas décadas.
El emprendimiento se desarrolla en tierras
que pertenecen a la familia de Juan Pablo F., más precisamente
a su abuela paterna doña Elda Zarattini, de las que el Sr.
Fabrini es el único administrador y explotador.
En suma, Juan Pablo F. es un joven y
emprendedor empresario que aporta a nuestro país, que apuesta
con su dinero y trabajo al crecimiento nacional y que posee un
buen pasar fruto de sus años de esfuerzo y trabajo.
No es Juan Pablo F. un oscuro y nefasto
delincuente que se ve y se siente apartado de la sociedad,
viéndose motivado por normas éticas y morales diferentes a las
que todos utilizamos. Muy por el contrario, el Sr. Fabbrinri,
es un empresario que apuesta fuertemente al crecimiento en
nuestra tierra y que utiliza el fruto de su trabajo para
crecer económicamente, aportando a nuestro país.

III. FUNDAMENTACIÓN DOCTRINARIA.-

Esta defensa sostiene que el baremo para


definir si una persona debe ser privada de su libertad durante
el proceso, habrá de darse en miras a la existencia de
peligros procesales (art. 319 CPPN) que pongan en riesgo los
fines del proceso (art. 280 CPPN).
En tal sentido una interpretación armónica
con las normas constitucionales, en especial con el principio
de inocencia, deben llevar a la conclusión que la presunción
legal establecida en el artículo 316 del Código Ritual, debe
admitir prueba en contrario.
Al momento de disponerse respecto a la
prisión preventiva del Sr. Juan Pablo F., el magistrado
instructor entendió que correspondía aplicar la misma,
afirmando que “teniendo en cuenta la escala penal de que se
trata, corresponde convertir en prisión preventiva la actual
detención”, siendo que luego la excelentísima Cámara de
Apelaciones confirmó dicho decisorio en base a “la validez
para la etapa de la investigación de considerar la gravedad de
la pena amenazada y la posibilidad de su efectivo
cumplimiento, como pauta objetiva para valorar la posibilidad
de que un imputado eluda la acción de la justicia”, esto
haciendo cita a un precedente en el que respecto a la doctrina
propuesta, puntualmente se sostiene que la jurisprudencia de
la Cámara Nacional de Casación Penal “no se ha pronunciado en
esta causa ni existe aún doctrina obligatoria derivada de
decisión plenaria”.
Así pues, en orden a la brevedad, he de
remitir a la doctrina emanada del fallo plenario de la Cámara
Nacional de Casación Penal, Diaz Bessone (Acuerdo N 1/2008, en
Plenario N 13), donde se concluyó en “DECLARAR como doctrina
plenaria que no basta en materia de excarcelación o eximición
de prisión para su denegación la imposibilidad de futura
condena de ejecución condicional, o que pudiere corresponderle
al imputado una pena privativa de la libertad superior a ocho
años (arts. 316 y 317 del C.P.P.N.), sino que deben valorarse
en forma conjunta con otros parámetros tales como los
establecidos en el art. 319 del ordenamiento ritual a los
fines de determinar la existencia de riesgo procesal”.
En ese sentido, respetuosamente se permite
entender esta defensa que existen abundantes elementos que
demuestran que en caso de recuperar su libertad, mi ahijado
procesal no habrá de incurrir en ninguno de los denominados
peligros procesales.

IV. VALORACIÓN RESPECTO AL ENTORPECIMIENTO DE LA


INVESTIGACIÓN.-

En la actualidad, la Instrucción de este


sumario se ha visto concluida, restando que los elementos de
prueba que se han colectado se reproduzcan en el debate oral.
Así, difícilmente podría Pablo F.
entorpecer la investigación con su libertad, toda vez que la
investigación ya ha concluido.

V. VALORACIÓN RESPECTO AL PELIGRO DE FUGA.-

Entiende esta defensa técnica que debe


tenerse en consideración lo que se sostuvo en el informe 2/97
de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos al afirmar:
“29. La posibilidad de que el procesado eluda la acción de la
justicia debe ser analizada considerando varios elementos,
incluyendo los valores morales demostrados por la persona, su
ocupación, bienes que posee, vínculos familiares y otros que
le mantendrían en el país, además de una posible sentencia
prolongada. 30. En consecuencia, si los magistrados que
entienden en la causa no tienen la posibilidad de demostrar
que existe suficiente evidencia de una eventual intención de
fuga u ocultamiento, la prisión preventiva se vuelve
injustificada”.
Respetuosamente me permito señalar que en
concordancia con la cita que antecede, el Sr. Juan Pablo F. no
representa con su libertad un peligro a los fines del proceso
penal, toda vez que existen considerables elementos que se
intentan desarrollar a continuación, que lo mantendran bajo la
órbita de VV.EE..

V.1. La necesidad del propio imputado de arribar a una


sentencia.-

Es el propio imputado el principal


interesado en estar sometido al accionar de la Justicia, para
que en un juicio respetuoso del debido proceso legal, se
demuestre finalmente que su inocencia se mantiene incólume.
Así, es la intención de F., estar a
derecho para que no queden dudas respecto a su inocencia y
finalmente arribar a una sentencia absolutoria por parte de
VV.EE., con la que se deje en claro que no se ha visto
afectado su buen nombre y honor.
No ha de dejarse de lado la importancia
que el nombre y honor tienen aún hoy en día y que significan
un fin que mi defendido persigue en si mismo, frente a la
sociedad, frente a su familia y frente a sí mismo: desea estar
a derecho, porque quiere ejercer su derecho de defensa, porque
quiere arribar a una sentencia absolutoria.
Es un hombre de bien que se ve inmerso en
un contacto con el rigor de la justicia penal, que sufre su
encarcelamiento y la imputación que pesa en su contra, que
desea ejercer plena y acabadamente su derecho de defensa, para
que no queden dudas respecto a su inocencia.
Huir de la justicia sería huir de si
mismo, de su imagen, de su nombre y de su honor, porque no
estaría defendiéndose, no entraría al plenario oral ante
VV.EE., sería una circunstancia impensable, puesto que
reitero, desea dejar bien en claro su inocencia y para eso
tiene que estar presente.
Juan Pablo F. no intentará eludir la
acción de la Justicia porque quiere someterse a juicio y dejar
en claro que es inocente.

V.2. Arraigo de inversión económica.-

Nuevamente, el Sr. F. es un exitoso


empresario que al momento de su detención se encontraba
realizando un mega emprendimiento, que consiste en una
cuantiosa inversión, la que debe encarar, supervisar y
gestionar él personalmente.
Así del análisis socio-ambiental
confeccionado por el Teniente Primero Alberto Osvaldo Jofre,
de fecha 22 de agosto de 2008, obrante a en el presente
expediente, se da cuenta del emprendimiento que se está
desarrollando en la calle Mundial 78 de la Ciudad de Merlo,
donde vive actualmente la familia de F. y vivía éste hasta su
detención.
Este emprendimiento es el sueño de todos
sus años de trabajo, del esfuerzo y apoyo de su familia, de
los sacrificios y compensaciones vividos para alanzar una
meta. Esa meta es el complejo turístico Terra Nostra que está
desarrollando.
En este emprendimiento F. ha colocado todo
su dinero, todos sus ahorros, toda su capacidad ahorrativa, el
fruto de todos sus sacrificios, es un hombre con un sueño y ha
dedicado los últimos años de su vida para hacerlo realidad.
Así, su presencia, sobre todo en la
temporada veraniega, resulta esencial para la inversión
realizada, no pudiendo ser delegada en manos de un tercero. Es
F. quien ha invertido, es F. quien se encuentra a la cabeza
del proyecto, es F. quien lo dirige, controla y verifica. Su
presencia es, nuevamente, esencial, resulta imprescindible que
esté para llevarlo adelante, para que se lleve adelante.
Difícilmente F. quisiera fugar, dejando a
la buena de Dios, semejante emprendimiento turístico. No es su
intención, ha trabajado duro toda su vida y no va a
desaparecer en la clandestinidad para abandonar el fruto de
sus años de esfuerzo y dedicación.
Se han construido las lujosas cabañas,
quedan elementos por terminar, la obra no es la misma sin F. y
es él quien tiene el conocimiento para dirigirla y llevar
adelante el complejo de cabañas.
Juan Pablo F. no intentará eludir la
acción de la Justicia porque tiene que estar al frente de su
importantísima inversión económica y no va a abandonarla.

V.3. Arraigo familiar.-

Asimismo, mi asistido, es el sostén de su


familia, es amoroso esposo y devoto padre. Junto a su mujer y
sus dos pequeñas hijas conforman el clásico núcleo social: la
familia.
Sus hijas son la luz de sus ojos y la
razón de su intenso trabajo para procurarles un presente y un
futuro económicamente digno y provechoso.
El Sr. F. nunca ingresaría en la
clandestinidad, porque eso significaría abandonar para siempre
a sus dos pequeñas, condenarlas a vivir sin padre, robarles la
niñez y la juventud, sumergiéndolas en la mas honda de las
tristezas de un niño que pierde a su padre.
No es esta clase de hombre F.: él no va a
abandonar a sus hijas, no va a ocultarse y a huir, dejando
atrás a las pequeñas; mucho menos las llevaría a vivir en la
clandestinidad.
F., además, quiere estar junto a sus hijas
mientras dure este proceso y se encuentre en plena vigencia su
estado de inocencia. Quiere estar ahí para ellas, para
despertarlas por la mañana, arroparlas por la noche, ayudarlas
en sus estudios, consolarlas en sus miedos y compartir sus
alegrías; en definitiva, es el padre y quiere ejercer su
obligación de padre.
Así, esto resulta también en el interés
superior del niño, enunciado en el Artículo 3 ero de la
Convención sobre los Derechos del Niño, de raigambre
Constitucional en virtud del art. 75 inc. 22 de nuestra Carta
Magna.
Juan Pablo F. no intentará eludir la
acción de la Justicia porque no va a abandonar a sus hijas ni
las va a llevar a vivir en la clandestinidad.
V.4. Condición de persona pública que reviste Juan Pablo
F..-

Como se puede apreciar en los artículos


periodísticos aportados con esta presentación, F. es una
persona pública.
Tiene un nombre importante, ha salido en
medios de comunicación masiva, es conocido y reconocido en el
ámbito de su vida diaria.
Su condición de persona pública lo
enfrenta a dos circunstancias: 1) su imagen ante la sociedad
no puede verse menoscabada huyendo del accionar de la
justicia, sustrayéndose del accionar jurisdiccional y dándose
a la fuga puesto que su honor y reputación se verían
mancillados a un nivel público que no está dispuesto a
afrontar y 2) como toda persona pública, difícilmente pueda
sumirse en la clandestinidad, toda vez que su nombre y su
rostro son conocidos. En efecto, ¿cómo puede hacer para
ocultarse alguien a quien todos conocen? La respuesta surge
evidente: no puede.
Entonces, por su condición de persona
pública, no podría huir a la clandestinidad, por no manchar
irremediablemente su figura pública y por existir la
imposibilidad material de hacerlo al ser alguien a quien la
gente conoce.
Nuevamente, el honor de F. no puede
borrarse del análisis de su actual situación. El hombre-
empresario debe presentarse frente a la sociedad, no puede
huir a la mirada de la misma y mucho menos puede abandonarla.
Sumado a esto, aunque se entendiera que su
intención es huir, aunque VV.EE. consideraran que el respeto
al propio honor no es motivo suficiente para tener en cuenta
el deseo de afrontar las consecuencias de este proceso
judicial, cierto resulta que F., además reviste la curiosa
condición de ser una persona pública, lo que le imposibilita
ocultarse, desaparecer, sumirse en el anonimato; en efecto, su
nombre y su rostro son conocidos y reconocidos, impidiendo
esto que el mismo pudiera ocultarse. No debe temerse que mi
ahijado procesal intente ocultarse al ojo del Estado, porque
la sociedad que conforma ese Estado lo conoce y le impide el
ocultamiento.
Juan Pablo F. no intentará eludir la
acción de la Justicia porque es una persona pública que debe
afrontar toda consecuencia frente a la sociedad y en caso de
fugar, por ser reconocido no podría ocultarse.

VI. OTRAS VALORACIONES RESPECTO AL PELIGRO DE FUGA.-

VI.1. Pena en expectativa frente al plazo de prescripción de


la acción penal.-

Juan Pablo F. no registra antecedentes


penales, no ha sido condenado por delito alguno, ni siquiera
ha tenido una suspensión de juicio a prueba.
Jamás se vio inmerso en algún tipo de
delito como el que en este proceso se le endilga, carece de
vinculación con las previsiones de la Ley 23.737.
En tal sentido, podemos afirmar, desde la
mas humilde y respetuosa de las posiciones, basándonos en la
experiencia tribunalicia, apelando a la acabada experiencia de
VV.EE., que atento a la condiciones personales del Sr. F., en
caso de recaer una sentencia condenatoria, la misma se
encontraría mas cercana al mínimo previsto en la escala penal,
que al máximo de ella.
Así, atento a lo expuesto en el punto
anterior, sería muchísimo mas gravoso en la actualidad para F.
tener que huir que someterse a una pena de cumplimiento
efectivo.
En efecto, según la actual redacción de
nuestro Código de Fondo, en el hipotético caso que F. quisiera
fugarse, sustrayéndose en la actualidad del accionar de la
justicia, dejando atrás toda su vida, debería hacerlo por el
término de 12 años, para que se viera prescripta la acción
penal.
Por lo tanto, amén de lo difícil que debe
ser vivir en la clandestinidad, temiendo ser hallado por la
eficaz mano ejecutoria del Estado, resultaría muchísimo mas
gravoso para mi ahijado procesal vivir en la clandestinidad
por el término de 12 años, que enfrentar una pena privativa de
la libertad cercana al mínimo previsto por la escala penal del
delito por el que hoy se lo imputa.
Juan Pablo F. no intentará eludir la
acción de la Justicia porque resulta mas gravoso emprender una
huida con miras a la prescripción de la acción penal que
afrontar una eventual pena de prisión de cumplimiento
efectivo.

VI.2. Circunstancias que rodearon el momento de su


detención.-

Mas allá que resulta un hecho


controvertido la forma en que se realizó el procedimiento
policial y la sucesión de hechos que se produjeron, las que
quedarán definitivamente esclarecidas en la sentencia a la que
VV.EE. arriben al finalizar el debate oral al que será
sometido F., no escapa a esta defensa que podría objetarse que
al momento de su detención pareciera surgir de los testimonios
recogidos en la instrucción, que éste intentó huir.
Sin embargo, es menester señalar que F. no
es un delincuente, no es un asiduo y experto conocedor del
accionar policial, no ha tenido (como lamentablemente otros
hombres que todos hemos conocido) enfrentamientos desde muy
temprana edad con personal policial. F. es un empresario que
se vio ante personas que armadas descendían de un automóvil.
La reacción natural y lógica que todos los
que no nos dedicamos al mundo del hampa es sentir temor ante
esa imagen, un temor puro y ancestral, temor por nuestras
vidas e integridad y eso es lo que tuvo F..
Así de simple, así de claro, así de
concreto: al ver descender de un vehículo a personas armadas
la reacción natural es o bien quedar paralizado preso del
pavor o bien huir; huir por puro instinto de supervivencia.
Así pues, respetuosamente entiende esta
defensa que no puede sostenerse que F. en caso de recuperar su
libertad intentaría darse a la fuga afirmando tal cosa en base
a que cuando fue detenido, huyó de personas que descendieron
de un vehículo armadas, máxime si tenemos en cuenta que F. ha
sido en reiteradas ocasiones víctima de la inseguridad, ha
perdido bienes siendo asaltado violentamente, circunstancia
que seguramente surgió una vez mas en su mente, ante la
presencia de hombres armados.
Finalmente, si el personal policial se
encontraba de civil o si se encontraba identificado, poco
puede agregar a esta cuestión cuando cada vez es mas frecuente
tomar conocimiento de delincuentes que se disfrazan de
policías para perpetrar hechos ilícitos. Así basta dar una
mirada a simplemente tres notas periodísticas que se
acompañan, las que dan cuenta de hechos como los descriptos.
F. temió por su vida y por eso huyó, no
sabía quienes era, ni por qué tenían armas y siquiera si se
trataba efectivamente de personal policial. La reacción fue la
natural del instinto de supervivencia del que ya hablaba
Freíd: huir para salvarse.
Las notas son las siguientes, sin
perjuicio de que se acompañan en copia en el punto VIII del
presente.
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1061341
http://www.revistaenie.clarin.com/notas/2008/07/27/01724810.html
http://www.infobae.com/notas/nota.php?Idx=180084&IdxSeccion=100443

VII. MEDIOS ALTERNATIVOS DE SUJECIÓN AL PROCESO.-

Respetuosamente, esta defensa entiende que


existen medios alternativos a la prisión preventiva menos
lesivos y más respetuosos del principio de inocencia para
asegurar la sujeción del Sr. Juan Pablo F. a este proceso.
Así, la imposición de algún tipo de
caución, la posibilidad de ordenar como accesorio de la
concesión de la libertad la imposibilidad para abandonar el
país, o bien la obligación de presentarse ante VV.EE. dentro
de determinados periodos de tiempo, constituyen medios de
asegurar la sujeción del Sr. F. al proceso.
En tal sentido se ha sostenido que la
privación de la libertad procesal sólo podrá autorizarse
cuando sea imprescindible y, por lo tanto, no sustituible por
ninguna otra medida de similar eficacia, pero menos gravosa
(Cafferata Nores-Tarditti, Tomo 2, pág. 649).
Llegando a afirmar Ricardo Levene (h) al
comentar el artículo 312 del código ritual que “Si mediante
una de las formas de cautela que la legislación prevé, se
puede asegurar el sometimiento del imputado al proceso y a la
eventual sentencia condenatoria, mantenerlo en prisión
preventiva, parece excesivo” (Raúl Torres Bas. Cód. Proc.
Penal de la Nación. Tomo II. Ed. Córdoba. Pág 426).-
Para finalmente mencionar el informe 2/97
De la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que
sostiene. “31. […] las autoridades judiciales pueden solicitar
las medidas necesarias para asegurar que el acusado
comparezca, tales como fianzas, o en casos extremos la
prohibición de salida del país. En tales casos, la fianza
puede fijarse a un nivel tal que la perspectiva de perderla
sería un elemento disuasivo suficiente para evitar que el
procesado se fugue del país o eluda la acción de la justicia”.

VIII. ELEMENTOS APORTADOS.-

A mayor abundamiento y para mejor proveer


a esta presentación, se aportan los siguientes elementos a los
fines de ser considerados por VV.EE. haciendo la salvedad que
la recolección de los mismos han sido el trabajo de la Sra.
madre y Sra. esposa de mi ahijado procesal quienes han
recopilado parte de la presente información, la que por dicha
circunstancia es aportada en copia simple, pero que a criterio
e esta defensa sirve para mejor ilustrar a VV.EE. los planteos
formulados en miras a la obtención de la libertad del aquí
encartado:
1.- Copia simple de la escritura de compraventa por parte de
Sergio Stefani y Elda Zarattini del terreno de la Localidad de
Merolo, Departamento Junín, Provincia de San Luis, donde se
esta desarrollando el complejo turístico Terra Nostra.
2.- Copia simple del poder especial otorgado por Elda
Zarattini a favor de Juan Pablo F. para administrar el terreno
en el cual se está desarrollando el complejo turístico Terra
Nostra.
3.- Copia del plano de la calle Mundial 78 esq. Las Artes –
Merlo, propiedad de Sergio Stefani y Elda Zarattini, donde se
está desarrollando actualmente el complejo turístico Terra
Nostra.
4.- Copia simple de escritura en la que se da cuenta del
testamento realizado por Sergio Stefani a favor de Elda
Zaratini.
4.- Copia simple de la partida de nacimiento de Inna F., hija
de Juan Pablo F..
5.- Copia simple del D.N.I. de Inna F. donde consta su
domicilio en la calle Munidal 78 de Merlo, San Luis.
6.- Copia simple de la partida de nacimiento de Renza F., hija
de Juan Pablo F..
7.- Copia simple del D.N.I. de Renza F. donde consta su
domicilio en la calle Munidal 78 de Merlo, San Luis.
8.- Vistas fotográficas de nota periodística realizada a Juan
Pablo F. por el Programa Televisivo Panorama 7 de la ciudad de
Merlo, San Luis, las que dan cuenta de su condición de persona
pública.
9.- 3 ejemplares del periódico Nuestro Tiempo – en busca de la
verdad por la justicia de Villa de Merlo, San Luis, en los que
se da cuenta de la condición de persona pública de Juan Pablo
F..
10.- 3 Notas periodísticas en las que se da cuenta de hechos
ilícitos cometidos por personas haciéndose pasar por personal
policial.

IX. Petitorio:

En virtud de todo lo expuesto, a VV.EE.


solicito la excarcelación del Sr. Juan Pablo F. bajo el tipo
de caución que estimen corresponder.

Proveer de conformidad,
SERÁ JUSTICIA.-

Vous aimerez peut-être aussi