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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

(UAPA)

FACILITADORA:
Elida E. Espinal

ASIGNATURA:
Historia Dominicana

FACILOTADORA:
Elida Espinal P

PARTICIPANTE:
Yecleidy Espino Fermín
Tarea IV
Nagua RD.
Recinto Cibao Oriental
Bienvenidos a la cuarta semana de trabajo en la que se
analizarán las circunstancias en que se desarrolló el proceso
independentista dominicano, para comprender el alcance
histórico de sus luchas por la liberación nacional. Para este
propósito, realizaremos las siguientes actividades:

1. Consultar la bibliografía señalada y otras fuentes de


interés científico para la temática objeto de estudio.
2. Elaborar una línea de tiempo con los hechos políticos,
jurídicos y militares más importantes del período 1844-
1865.

República Dominicana ocupa las dos terceras partes de la isla La Española, en


las Antillas Mayores.
Las sucesivas olas de inmigrantes YEEHAW Arahuacos, moviéndose hacia el
norte desde el delta del Orinoco en América del Sur, se establecieron en las
islas del Caribe. Alrededor del año 600, los indios taínos, una cultura arahuaca,
llegaron a la isla, desplazando a los habitantes anteriores. Los últimos
migrantes arahuacos, los caribes, comenzaron a moverse hasta las Antillas
Menores en el siglo XII, e invadían aldeas taínas en la costa oriental de la isla
al mismo tiempo que arribaban los españoles en 1492.
Los taínos llamaban a la isla Quisqueya (madre de todas las tierras) y Haiti
(tierra de altas montañas). En el momento de la llegada de Colón en 1492, el
territorio de la isla consistía en cinco
cacicazgos: Marién, Maguá, Maguana, Jaragua e Higüey. Estos eran
gobernados respectivamente por los

Llegada de los europeos y colonización

caciques Guacanagarix, Guarionex, Caonabo, Bohechío y Cayacoa.


Cristóbal Colón llegó a la isla en su primer viaje el 5 de diciembre de 1492, 1
dándole el nombre de La Española. Creyendo que los europeos eran de alguna
forma sobrenatural, los taínos les dieron la bienvenida con todos los honores.
Era una sociedad totalmente distinta de la que venían los
europeos. Guacanagarix, el jefe anfitrión que dio la bienvenida a Cristóbal
Colón y sus hombres, los trató con amabilidad y les dio todo lo que deseaban.
Sin embargo, el sistema igualitario de los taínos se enfrentó a las estructuras
del sistema feudal de los europeos. Esto llevó a los europeos a creer que los
taínos eran débiles, y comenzaron a tratar a las tribus con más violencia. Colón
intentó mitigar esto cuando él y sus hombres se marcharon de Quisqueya,
dejando a los taínos con una buena primera impresión.
Colón había consolidado una firme alianza con Guacanagarix, quien era un
poderoso jefe de la isla. Después del naufragio de la Santa María, Colón
decidió establecer una pequeña fortaleza con una guarnición de hombres que
podrían ayudarle a reivindicar esta posesión. El fuerte se llamó La Navidad,
porque los acontecimientos del naufragio y la fundación del fuerte ocurrieron el
día de Navidad. La guarnición, a pesar de toda la riqueza y belleza de la isla,
fue sacudida por las divisiones que terminaron en un conflicto entre estos
primeros europeos. Los más rapaces comenzaron a aterrorizar a los miembros
de las tribus taínas, Ciguayo y Macorix hasta el punto de intentar llevarse a sus
mujeres.
Extinción taína y esclavitud africana
En 1501, los monarcas españoles, Fernando e Isabel, concedieron el primer
permiso a los colonizadores del Caribe para importar esclavos africanos, los
cuales comenzaron a llegar a la isla en 1503. Estos africanos han ejercido la
influencia racial más dominante, y su rica y antigua cultura ha tenido la
segunda influencia tras la europea sobre el carácter cultural y político de la
moderna República Dominicana. En 1510, la primera gran expedición, que
consistió en 250 negros ladinos, llegó a La Española desde España. Ocho años
más tarde esclavos de origen africano llegaron a las Indias Occidentales. La
posesión española de la isla fue organizada en 1511 como la Real Audiencia
de Santo Domingo. La caña de azúcar fue introducida a La Española desde
las Islas Canarias, y el primer ingenio azucarero en el Nuevo Mundo fue
establecido en 1516, en La Española.3 La necesidad de una mano de obra para
satisfacer la creciente demanda del cultivo de la caña de azúcar condujo a un
exponencial aumento de la importación de esclavos en las dos décadas
siguientes. Los dueños de los molinos de azúcar pronto formaron una nueva
élite colonial, convencieron al rey de España para que pudieran elegir a los
miembros de la Real Audiencia de entre sus filas. Los colonos más pobres
subsistían de la caza y las manadas de ganado salvaje que vagaban por toda
la isla y de la venta de sus pieles.

Colonización canaria
La Casa de Borbón sustituyó a la Casa de Habsburgo en España en 1700 e
introdujo reformas económicas que poco a poco comenzaron a reactivar el
comercio en Santo Domingo. La corona mitigó progresivamente los rígidos
controles y restricciones sobre el comercio entre España y las demás colonias.
Las últimas flotas navegaron en 1737; el sistema portuario monopólico fue
abolido poco después. A mediados del siglo, la población se vio reforzada por
las medidas de colonización dictadas por el rey Carlos III, que impulsaron el
incremento de la tradicional emigración desde las Islas Canarias,6 el
reasentamiento de la parte norte de la colonia y la plantación de tabaco en
el Valle del Cibao, y la importación de esclavos fue renovada. La población de
Santo Domingo siguió bajando al principio del siglo, de forma que en el padrón
realizado en 1737 apenas llegaba a los 6000 habitantes. A partir de ese
momento, una etapa de mejoría, llevo a que hubiera aproximadamente 125 000
en 1790. De esta cifra, unos 40 000 eran terratenientes blancos, unos 25 000
eran hombres libres de color negro o mulato, y unos 60 000 eran esclavos. Sin
embargo, seguía siendo pobre y abandonada, sobre todo en contraste con la
parte occidental, del vecino francés de Saint-Domíngue, que se convirtió en la
colonia más rica en el Nuevo Mundo y tenía cuatro veces y medio el número de
habitantes.7 Como las restricciones sobre el comercio colonial se suavizaron,
las elites coloniales de Saint-Domingue les ofrecieron el mercado principal a los
exportadores de carne, cueros, caoba, y tabaco de Santo Domingo. Otro factor
fueron los éxitos de los corsarios locales durante las guerras con Gran Bretaña

3. Redactar un ensayo de opinión sobre la Guerra


Restauradora, donde se analicen sus principales acciones
militares, líderes y características de los Gobiernos
Restauradores.

La guerra restauradora es el acontecimiento histórico más importante


de la República Dominicana, precisamente porque en ella tomó parte
directa, activa y principal el propio pueblo dominicano. No fue hecha
por caudillos. En las batallas restauradoras, el pueblo dominicano
combatió vestido con harapos, muchas veces descalzo.

La opresión de todo género, las restricciones y la exacción de contribuciones


desconocidas e inmerecidas. Los hábitos de un pueblo libre por muchos años
han sido contrariados impolíticamente con un fuego quemante y de exterminio.
He aquí las razones legales y los muy justos motivos que nos han obligado a
tomar las armas y a defendernos, como lo haremos siempre, de la dominación
que nos oprime, y que viola nuestros sacrosantos derechos (…) El mundo
conocerá nuestra justicia, y fallará. El Gobierno Español deberá conocerla
también, respetarla y obrar en consecuencia”.

Estas estremecedoras palabras son fragmentos del Acta de Independencia


firmada en Santiago de los Caballeros, República Dominicana, el 14 de
septiembre de 1863. Eran los albores de la Guerra de la Restauración,
iniciada el 16 de agosto de aquel año por un grupo de héroes en el lugar
conocido como Capotillo Español, entrando por el oeste desde Haití. Su lucha
por restaurar la República alcanzaría el éxito en 1865, hacen ahora 150 años.
En 1861 el gobierno del general Pedro Santana había anexado el país al Reino
de España, tras haber torcido el proyecto independentista de 1844, establecido
un régimen caudillista y traicionado al General Juan Pablo Duarte, Padre de la
Patria dominicana.
La Guerra de la Restauración fue la segunda guerra de Independencia
dominicana, que a decir de uno de los más ilustres pensadores nacionales,
Pedro Henríquez Ureña, “galvanizó la nacionalidad dominicana” y lo hizo de
una manera muy especial: en una lucha popular, anticolonial y antillanista, cinco
años antes que el Grito de Independencia en Cuba y el Grito de Lares en Puerto Rico.
Uno de los análisis que se han hecho sobre aquel suceso trascendental, lo
ofreció el profesor Juan Bosch siendo Presidente de la República, cuando le
correspondió encabezar los actos de celebración del Centenario de la
Restauración, el 16 de agosto de 1963. Según Bosch, la guerra restauradora
es “el acontecimiento histórico más importante de la República Dominicana”,
precisamente porque en ella “tomó parte directa, activa y principal el propio
pueblo dominicano. No fue una guerra hecha por caudillos”. En las batallas
restauradoras, el pueblo dominicano combatió vestido con harapos, muchas
veces descalzo, cargando al machete o armado simplemente con ramas
de guaconejo, árbol cuya madera es reconocida por su dureza y densidad.
Además de popular, la Guerra de la Restauración se caracterizó por su
visión anticolonial, expresada, por ejemplo, en el Acta de Independencia que
se citaba más arriba. Pero esta visión fue más allá. Gregorio Luperón, el líder
paradigmático de aquel proceso y encarnación de los ideales progresistas
dominicanos durante los siguientes treinta años, planteaba la lucha contra el
imperialismo español, primero, y contra el imperialismo norteamericano,
después.
Posteriormente al triunfo de la Guerra Restauradora, a partir de 1868, se hacen
patentes los esfuerzos –otra vez- del nuevo Gobierno dominicano y –esta vez-
del Gobierno de Estados Unidos por anexarse la península de Samaná, en el
noreste dominicano. Luperón asumió la lucha política y militar, revelándose
contra la Doctrina Monroe y el entreguismo traidor de los nuevos gobernantes
dominicanos; con el vapor “Telégrafo” realiza operaciones libertarias en la zona
de conflicto. Al respecto, Luperón escribe al presidente de EE.UU., Ulises
Grant:

4. Realizar un análisis del libro “Guerra de Restauración” de


Juan Bosch. Expresar los resultados alcanzados a través
de la Tabla Informativa ubicada en los recursos de la
unidad.

Universidad Abierta para Adultos

Historia Dominicana (II)


Unidad: Anexión y Guerra Restauradora (1861-1865)
Objetivo: Análisis del libro “Guerra Restauradora”, del autor Juan Bosch.

Realice un análisis del libro “Guerra Restauradora” escrito por el historiador dominicano Juan Bosch. A continuación, plasme sus opiniones en la siguiente tabla:

¿Cuál es su postura crítica sobre los


Principales aspectos ¿Cómo valoras el contenido del texto para tu
contenidos históricos tratados en el
planteados en el texto futuro profesional como Maestro?
texto?
La Guerra de la Restauración El constante cambio de los textos de Recodar este acontecimiento es, a más de
fue una revolución burguesa historia patria en las escuelas, la apatía refrescar la memoria histórica, revivir aquellos que
frustrada, como lo había sido hacia la lectura que demuestran muchos tenían la patria por encima de sus apetencias
la separación de Haití y como jóvenes y lo extenso de los libros son personales y lo colectivo formaba parte
lo fue la Revolución de Abril los principales responsables de la consustancial de su diario vivir.
de 1965. Fue una revolución desinformación y distorsión de los
burguesa frustrada debido a la hechos históricos acontecidos en Más que recordar, debemos colocar a estos
ausencia de una clase República Dominicana, héroes en el sitial que le corresponde por la
burguesa en nuestra Para nadie es un secreto que la proeza que desarrollaron para devolvernos lo que
sociedad. distorsión de valores le está ganando la santana y su grupo entrego como chivos en el
En la nación dominicana de batalla a la cultura y a los corral.
post guerra se presentaron conocimientos en estos días, lo que Los profesores en las aulas tenemos la misión de
grandes enfrentamientos entre conlleva a que las personas no estén realizar esta honrosa tarea para que permanezca
los diferentes sectores de la documentadas y confundan fechas tan viva nuestra memoria histórica, y, nuestros héroes
sociedad, como resultado de claves como la Constitución Dominicana formen parte siempre de nuestro presente
los ascensos sociales dados a que se conmemora el 6 de noviembre y la
los hombres que participaron Restauración de la Independencia que
en las gestas revolucionarias, ocurrió un día como hoy en 1863.
como pago por sus hazañas, .
ante la imposibilidad de
otorgarles riquezas
materiales; esas oposiciones
se dieron, en primer lugar,
entre los altos y medianos
pequeños burgueses contra
los bajos, bajos pobres y
bajos muy pobres pequeños
burgueses que escalaron al
nivel de la mediana y alta
pequeña burguesía; los
primeros consideraban que
los segundos no eran de su
nivel ni de su calidad; los
primeros temían que esa
pequeña burguesía baja pobre
y muy pobre se convirtiera
posteriormente en su
competidora en el terreno
económico. Al mismo tiempo,
los sectores de la alta
pequeña burguesía luchaban
contra la minoría que tema el
control del poder político del
país, que eran los hateros, y
en esos hechos encontraron a
un líder, Buenaventura Báez,
quien después de haber
llegado a la Presidencia de la
República el 24 de septiembre
de 1849, se convirtió en el
líder de la alta y mediana
pequeña burguesía en la
encarnación del
Antisantanismo.

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