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COMUNICACIÓN Y HUMANIDADES
TACNA – PERÚ
2018
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INDICE
INTRODUCCIÓN ........................................................................................................ 4
CAPÍTULO 1: RETARDO MENTAL ......................................................................... 5
1.1. DEFINICIÓN .......................................................................................................... 5
CAPÍTULO 2: RETRASO MENTAL LEVE .............................................................. 8
2.1. DEFINICIÓN .............................................................................................................. 8
2.2. ETIOLOGÍA ............................................................................................................... 9
2.2.1. Lesiones prenatales ...................................................................................... 9
2.2.2. Defectos cromosómicos ............................................................................... 9
2.2.3. Factores genéticos – Biológicos ................................................................ 10
2.2.4. Factores psicológicos – Sociales................................................................ 10
2.3. EPIDEMIOLOGÍA ................................................................................................... 11
2.4. CARACTERÍSTICAS .............................................. Error! Bookmark not defined.
2.4.1. Área cognitiva ............................................................................................ 12
2.4.2. Área psicomotora ....................................................................................... 13
2.4.3. Área del lenguaje ....................................................................................... 14
2.4.4. Área afectiva .............................................................................................. 15
2.4.5. Área adaptativa .......................................................................................... 16
2.4.6. CI asociado ................................................................................................ 17
2.4.7. Curso .......................................................................................................... 17
2.4.8. Pronóstico .................................................................................................. 18
CAPÍTULO 3: CRITERIOS SEGÚN EL CIE 10 Y DSM V .................................... 19
3.1. Criterios según la DSM V ......................................... Error! Bookmark not defined.
3.2. Instrumentos de evaluación ....................................................................................... 21
3.2.1. Escalas de Wechsler................................................................................... 22
3.2.2. WISC (de 5 a 16 años) ............................................................................... 22
3.2.3. WAIS (de 16 a 64 años) ............................................................................. 22
3.2.4. Escala McCarthy de aptitudes y psicomotricidad para niños. (MSCA) .... 23
3.2.5. Test de matrices progresivas de Raven ...... Error! Bookmark not defined.
CAPÍTULO 4: TRATAMIENTO .............................................................................. 25
4.1. Objetivos del Tratamiento ......................................................................................... 25
4.2. Intervenir sobre el ambiente ...................................................................................... 26
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INTRODUCCIÓN
1.1. DEFINICIÓN
El retardo mental está formado por una serie de trastornos de naturaleza psicológica,
biológica o social, que determinan una carencia de las habilidades necesarias para la vida
cotidiana. Por lo general, se considera que una persona sufre retardo mental cuando su
funcionamiento intelectual es inferior al coeficiente intelectual de 70-75 y cuando presenta
limitaciones significativas en dos o más áreas de las habilidades adaptativas. Pérez & Gardey
(2008)
Los médicos apenas logran detectar la razón específica del retardo en el 25% de los
casos. Cabe destacar que estos trastornos afectan a una porción de la población mundial que
representa entre el 1 y el 3%. (Pérez & Gardey, 2008)
Se sostiene que el retraso mental es una discapacidad que tiene un efecto duradero en
el desarrollo, produce la reducción de habilidades que ayudan a una persona, a entender
información nueva y aprender nuevas habilidades. El retraso mental es una significativa
disminución del valor medio de la función intelectual, acompañada por un déficit en el
funcionamiento social añadiendo dificultades en el logro de la independencia personal y la
responsabilidad social. Esto se produce antes de los 18 años. (Bouras, Holt, Day y Dosen,
2002)
Hormigo (2006) indica que La Asociación Americana sobre retardo mental, hace
referencia al retraso mental a las imitaciones sustanciales en el desenvolvimiento corriente, se
caracteriza por un funcionamiento intelectual inferior a la medida, junto con limitaciones en
las habilidades adaptativas, habilidades académicas funcionales, y que este se manifiesta antes
de los dieciocho años.
Por un modelo funcional se explica cómo tres elementos articulan, los cuales son las
capacidades, el entorno y el funcionamiento, por lo que el retraso mental no es solo el
resultado de estos elementos, sino indica que cada elemento es necesario, pero no suficiente
por sí mismo. (Hormigo, 2006) Las capacidades se describen como las competencias o
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atributos que capacitan a una persona en una comunidad, el entorno se refiere a los lugares
concretos en los que la persona vive, aprende, juega, trabaja y socializa, el funcionamiento se
centra en las limitaciones intelectuales, así el retraso mental aparecerá solo cuando la persona
no pueda responder a las exigencias de la vida diaria.
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2.1. DEFINICIÓN
Según la CIE 10 (1992) los individuos afectos de retraso mental leve adquieren tarde el
lenguaje, pero la mayoría alcanzan la capacidad de expresarse en la actividad cotidiana, de
mantener una conversación y de ser abordados en una entrevista clínica. La mayoría de los
afectados llegan a alcanzar una independencia completa para el cuidado de su persona (comer,
lavarse, vestirse, controlar los esfínteres), para actividades prácticas y para las propias de la
vida doméstica, aunque el desarrollo tenga lugar de un modo considerablemente más lento de
lo normal. Las mayores dificultades se presentan en las actividades escolares y muchos tienen
problemas específicos en lectura y escritura. Sin embargo, las personas ligeramente retrasadas
pueden beneficiarse de una educación diseñada de un modo específico para el desarrollo de
los componentes de su inteligencia y para la compensación de sus déficits.
La mayoría de los que se encuentran en los límites superiores del retraso mental leve
pueden desempeñar trabajos que requieren aptitudes de tipo práctico, más que académicas,
entre ellas los trabajos manuales semicualificados. En un contexto sociocultural en el que se
ponga poco énfasis en los logros académicos, cierto grado de retraso leve puede no representar
un problema en sí mismo. Sin embargo, si existe también una falta de madurez emocional o
social notables, pueden presentarse consecuencias del déficit, por ejemplo, para hacer frente a
las demandas del matrimonio o la educación de los hijos o dificultades para integrarse en las
costumbres y expectativas de la propia cultura (CIE 10, 1997).
En general, las dificultades emocionales, sociales y del comportamiento de los
enfermos con retraso mental leve, así como las necesidades terapéuticas y de soporte
derivadas de ellos, están más próximas a las que necesitan las personas de inteligencia normal
que a los problemas específicos propios de los enfermos con retraso mental moderado o grave
(CIE 10, 1997).
Para Ardila, Rosselli y Matute (2005) este tipo de retraso mental se le conoce también
con el nombre de “retraso educable”; por lo general no es posible detectarlo si no es que hasta
después de los cinco años, pues hasta dicha edad en ese grupo se observa un desarrollo
cognitivo y conductas esperadas, es decir dentro de la normalidad. Pasado los cinco años es
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cuando se puede observar conductas como inmadurez emocional, social, etc. Teniendo así
problemas de adaptación.
La categoría Discapacidad Intelectual No Especificada, está reservada para las
personas mayores de 5 años cuando se hace difícil o imposible la evaluación del grado de
retraso mental (trastorno del desarrollo intelectual) por medio de los procedimientos
habituales, debido a deficiencias sensoriales o físicas asociadas (p.e., ceguera o sordera
prelocutiva, discapacidad del aparato locomotor, o presencia de problemas de conducta
graves). Esta categoría sólo debe utilizarse en circunstancias excepcionales y requiere
reevaluación después de un período de tiempo (APA, 2013)
2.2. ETIOLOGÍA
El retraso mental es entendido como un síndrome, esto quiere decir que tiene múltiples
causas (Ardila, Rosselli, & Matute; 2005). Todo acontecimiento que tenga que ver con el
sistema nervioso central durante su desarrollo, podría causar retraso mental de forma difusa.
La American Association on Mental Retardation (1992) considera la etiología en tres grupos:
- Prenatales, estas incluyen alteraciones cromosómicas o en la formación cerebral.
- Perinatales, por ejemplo, la hipoxia perinatal.
- Postnatal como infecciones o traumatismos craneoencefálicos.
Del mismo modo refieren que el retraso mental se puede identificar solo en dos terceras partes
de los niños que lo sufren. Mientras más grave sea el retraso mental mayor es la posibilidad de
reconocer su origen.
Aquellas mujeres que padezcan de afecciones intrauterinas pueden causar dos tipos de
alteración en el desarrollo del sistema nervioso central, el primero son trastornos
morfogenéticos, en los cuales predominan los cambios histológicos sin modificaciones
evidentes en la configuración del cerebro, el segundo son los trastornos morfocinéticos, en los
cuales existen claras alteraciones cerebrales.
2.2.2. Defectos cromosómicos
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La más frecuente y conocida es la trisomía del cromosoma 21, también conocida como
síndrome de Down o mongolismo. Estas personas padecen una pérdida de acetilcolina en el
núcleo basal, de somatostatina en la corteza cerebral y de vías serotoninérgicas y
noradrenérgicas, habiéndose observado en ellos alteraciones neuropatológicas progresivas
similares a las de la enfermedad de Alzheimer. Siempre existe retraso mental.
La cromosomopatía resulta de la combinación de genes defectuosos, estos representan
el 75% de los casos de retraso mental aproximadamente y de tipo cromosómico, en esta
categoría se puede encontrar al síndrome Down.
Dentro de las Cromosopatías sexuales que pueden ocasionar retraso mental destaca el
síndrome del cromosoma X frágil, descrito en los últimos años y que, según BREGMAN y
CoIs. (1987), representa la segunda causa genética del retraso mental grave y moderado,
siendo responsable del 40% del predominio masculino del retraso mental grave y profundo. Se
manifiesta por paladar ojival, macroorquidismo, prolapso de la válvula mitral y cara alargada
con perímetro craneal, frente, mandíbula y orejas de gran tamaño
Otra trisomía menos frecuente es la trisomia 13. conocida también con el nombre de
síndrome de Patau. Ocasiona defectos tegumentarios, labio leporino, paladar hendido, orejas
de implantación baja, frente en rampa, polidactilia y otras malformaciones.
Estas causas pueden agruparse en prenatales, sufrimiento fetal perinatal y causas post
natales, algunos autores creen que cerca de dos tercios de las personas con retardo mental es
posible determinar su causa probable, por otro lado, para otros autores determinar este tipo de
etiología se da en menos del 50% de los pacientes.
Si bien es cierto los factores genéticos dependiendo de la gravedad de estos podrían ser
un determinante en el desarrollo de los individuos, aun así, se debe considerar el entorno de
desarrollo en el que se desenvuelve y si este proporciona el ambiente adecuado, ya que toda
persona se va desenvolviendo mediante la interacción de factores orgánicos, relacionales y
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sociales, es a través de estas experiencias y de la influencia que tiene cada factor sobre otro
que se va formando la personalidad; por lo tanto hay una serie de procesos complejos
(lenguaje, pensamiento, etc.) que no se pueden apreciar en toda su magnitud debido a lo
orgánico del problema.
Restrepo, Bayona, Urrego, Oleas y Restrepo (2008) plantean que es importante ver la
etiología del problema desde una perspectiva multifactorial, es decir se debe considerar no
solo las causas orgánicas y biológicas, sino también el contexto sociofamiliar en el que se
desenvuelve la persona, pues resulta que los trastornos de la inteligencia o del razonamiento
funcionan más allá de una sola lesión aislada , ya que estas conducen a una perturbación más
amplia que implica al individuo en su totalidad.
2.3. EPIDEMIOLOGÍA
escolar se detectan casos leves que han podido pasar inadvertidos antes y que pueden llegar a
conseguir en la edad adulta una mejor adaptación social. En la primera infancia se ponen de
manifiesto los casos de retraso profundo y grave que cada vez son más patentes al haber una
mayor atención temprana en las escuelas infantiles y mejorar el diagnóstico clínico.
Representan aproximadamente el 80% de las personas con retraso mental, no suelen
mostrar signos físicos que los identifiquen y sus déficits sensoriales o motores son leves. En la
vida adulta la mayoría de estas personas no se diagnostica nunca.
2.4. CARACTERÍSTICAS
“El alumno/a se caracteriza por ser educable. En esta categoría, se presenta un C.I.
entre 50 y 70”. (Ariza, 2010). “Una característica que puede definir a estos alumnos es la
dificultad más o menos generalizada en el proceso de aprender, dificultad que afecta a todas
las áreas del desarrollo: autonomía, cognición, lenguaje, interacción social y motricidad.
(Molina, 1994; Verdugo, 1995)”. (Gómez, s.f.)
a. La persona con retraso mental leve, es más lenta y menos eficiente a la hora de
aprender.
b. Suelen tener dificultades en el aprendizaje de las técnicas instrumentales
(lectura, escritura y cálculo), y pueden llegar a alcanzar un nivel escolar de
quinto o sexto de primaria.
c. Presentan disminución de la comprensión, pobreza de razonamiento, falta de
autocrítica, dificultades del pensamiento abstracto.
d. Pirozzolo (1985) habla que el volumen de atención, lo mismo que la capacidad
de memoria a corto término, se correlacionan con la capacidad intelectual del
niño. La capacidad de memoria de los niños con retraso intelectual leve es
equivalente a la de los niños normales cuando en la evaluación se utiliza
material sencillo, pero la diferencia se comienza a notar cuando aumenta la
complejidad del material mnemónico que debe ser retenido.
e. Las perturbaciones en uno o más procesos de asimilación, afectándose el
proceso de la información.
f. Se pueden encontrar afectaciones en la memoria a largo y corto plazo.
g. Tienen baja productividad en el pensamiento lógico y en la memoria lógica.
h. Lentitud para establecer relación entre distintos estímulos como elementos
auxiliadores del proceso de memorización.
i. Puede existir una orientación hacia lo concreto, egocentrismo, distracción y
poca capacidad de atención.
a. En el niño con retraso mental el desarrollo del lenguaje sigue las mismas etapas
que en un niño normal, pero es más lento, sin que esto signifique que
alcanzarán más tarde los niveles de sus pares sin este problema; los niños con
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Son niños con un bajo nivel de tolerancia a la frustración, una sensibilidad ante el
fracaso, una gran impulsividad que fácilmente se dejan llevar por sus fuertes vivencias
emocionales, sin que sea posible el tamiz de lo cognitivo para atemperarlas. Las mayores
dificultades para adaptarse al ambiente y para las relaciones con los otros provocan fácilmente
ansiedad y baja autoestima, derivadas en gran parte de las dificultades para conocer el mundo,
así como establecimiento de relaciones interpersonales inadecuadas como puede ser la
sobreprotección o el aislamiento del mundo. (Fernández, 2013)
Por lo tanto, existe una falta de madurez emocional o social notables, lo que pueden
presentarse como consecuencias del déficit, por ejemplo, para hacer frente a las demandas del
matrimonio o la educación de los hijos o dificultades para integrarse en las costumbres y
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En esta área es de gran importancia en el desarrollo de los niños con deficiencia mental
por la capacidad de poder tener hábitos sociales y de autonomía personal.
Todo esto se relaciona a las habilidades sociales que nos permiten relacionarnos en los
diferentes grupos en los que pertenecemos. Por lo cual las personas con retraso metal les
puede dar buenos hábitos e incluso estimular el desarrollo Puigdellívol (1993).
a. Las situaciones extrañas o nuevas pueden generar cierto tipo de tensión afectando a la
salud física y psicología de la persona con deficiencia, lo cual requiere apoyo
profesional de su entorno social y familiar.
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b. Suelen ser los que estudian o se educan ya que adquieren habilidades sociales y de
comunicación, siendo capaces de adaptarse e integrarse en el mundo laboral. y en el
ambiente familiar y social no suelen presentar problemas de adaptación.
2.4.6. CI asociado
CIE 10 Hemos visto, a través de las definiciones expuestas, que la esencia del RM es
el déficit de inteligencia; lo cual la inteligencia no es sólo un conjunto de dotes ni una
posibilidad de adquirirlas, sino la realización de esa posibilidad.
DSM - IV – TR CIE 10
2.4.7. Curso
Su diagnóstico clínico del retraso mental debe ser con un inicio del trastorno anterior a
los 18 años, dependiendo la etiología características (edad, rasgos) y la gravedad de la
disfunción cerebral. Los hitos motores, del lenguaje y sociales retrasados pueden identificarse
en los primeros dos años de vida en los casos de discapacidad intelectual más graves, mientras
que los niveles leves pueden no ser identificables hasta la edad escolar.
Los individuos que presentan un retraso mental leve precozmente, manifiesto por el
fracaso en tareas de aprendizaje académico, si gozan de oportunidades y adiestramiento
adecuados, pueden desarrollar en otros terrenos buenas habilidades adaptativas y, a partir de
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2.4.8. Pronóstico
En el retraso mental leve puede decirse que el pronóstico es mejor e incluso se logra
“perder los prejuicios” ya que desarrollan sostén propio, se casan, etc. Sin embargo, diversos
estudios señalan que estas personas no están libres de dificultades. Aunque 75% de estos
individuos señalan que estos individuos no requerirían servicios futuros, el funcionamiento
adecuado en todas las áreas se señala presente sólo en el 25%. La pobreza y la pertenencia a
minorías marginadas se asocian a este nivel a lo largo de la primaria (Lopez & et all, 2005)
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Por ello, se puede decir que las personas que adquieren tarde el lenguaje, aunque son
capaces de mantener una conversación y, por tanto, de expresarse en la vida cotidiana. No
obstante, pese a que una parte llegue a alcanzar cierta independencia para su cuidado de su
persona (comer, asearse vestirse, controlar sus esfínteres). Las mayores dificultades se
presentan en las actividades escolares, sobre todo en lectura y la escritura. Pueden
desempeñarse en labores prácticas, más frecuentemente en trabajos manuales cualificados
(Perales, 2008)
Las subdivisiones están determinadas a ser usadas juntamente con las categorías F70-
F79 para identificar la gravedad del deterioro dl comportamiento, como:
Escala
de Dominio conceptual Dominio social Dominio practico
gravedad
Leve En niños de edad En El individuo puede funcionar
preescolar puede no conceptualización de forma apropiada a la edad
haber diferencias con los grupos de en cuidado personal. Los
individuos necesitan cierta
conceptuales manifiestas. edad de desarrollo
ayuda con tareas de la vida
En niños de edad escolar similar, el individuo cotidiana complejas en
y en adultos, existen es inmaduro en comparación con sus iguales.
dificultades en el cuanto a las En la vida adulta, la ayuda
aprendizaje de aptitudes relaciones sociales. implica típicamente la
académicas relativas a la Por ejemplo, puede compra, el transporte, la
lectura la escritura, la haber dificultad para organización domésticos y del
cuidado de los hijos, la
aritmética, el tiempo o el percibir de forma
preparación de los alimentos y
dinero, y se necesita precisas las señales gestión bancaria y del dinero.
ayuda en uno o más de sus iguales. La Las habilidades recreativas
campos para cumplir las comunicación, la son similares a las de los
expectativas relacionadas conversación y el grupos de la misma edad,
con la edad. En adultos, lenguaje son más aunque el juicio relacionado
existe alteración del concretos o con el bienestar y la
organización del ocio necesita
pensamiento abstracto, la inmaduros de lo
ayuda.
función ejecutiva (es esperado por la edad. En la vida adulta, con
decir, planificación, Puede haber frecuencia se observa
definición de estrategias, dificultades de competitividad en trabajos que
determinación de regulación de la no destacan en habilidades
prioridades y flexibilidad emoción y el conceptuales. Los individuales
generalmente necesitan ayuda
cognitiva) y de la comportamiento de
para tomar decisiones sobre el
memoria a corto plazo, forma apropiada a la cuidado de la salud y legales,
asi como del uso edad; estas y para aprender a realizar de
funcional de las aptitudes dificultades son manera competente una
académicas (ej. Leer, apreciadas por sus vocación que requiere
manejar el dinero). iguales en habilidad. Se necesita
situaciones sociales. típicamente ayuda para criar
una familia.
Fue creada por Dorothea McCarthy, para evaluar el desarrollo cognitivo y psicomotor
del niño.La aplicación es individual y está destinada a niños de dos años y medio a ocho años
y medio. La duración con niños menores de 5 años es aproximadamente de 45 minutos, a
partir de esa edad es de alrededor de una hora. MSCA está compuesto por 6 escalas:
Escala verbal. evalúa la aptitud del niño para entender y procesar los estímulos
verbales y expresar verbalmente sus pensamientos. También indica la madurez
de sus conceptos verbales.
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CAPÍTULO 4: TRATAMIENTO
El tratamiento del Retraso mental, estará orientado a aspectos que busquen ayudar en
la: mejora de la calidad de vida tanto del paciente como de la familia, favorecer su integración
al entorno social; desarrollar habilidades que le permitan desenvolverse y prevenir el
deterioro cognitivo.
En los niños con RM, suelen existir características conductuales que los predispone a
tener accidentes. Teniendo en cuenta esa situación, los padres y quienes estén en contacto con
el niño, tienen que tomar medidas de prevención lo cual les permitirá anticipar cualquier
situación de riesgo que ponga en peligro la integridad física del mismo. El tratamiento
farmacológico suele ser utilizado también para el control de impulsividad en estos casos,
como asimismo por el bienestar de quienes están en su entorno.
En el siguiente nivel, puede ser más complicado valorar, ya que un niño con RM puede
sufrir un malestar por un determinado síntoma, pero también no poder expresarlo. Por lo cual
es importante repasar los síntomas más frecuentes y en qué medida generan el malestar. La
opinión de los progenitores es importante, ya que suelen dar una interpretación a determinadas
conductas que evidencian sus hijos. Las reacciones explosivas, se relaciona con la dificultad
para poder manejar situaciones cotidianas de la vida, por lo cual es necesario disponer de
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Continuando con el tercer nivel, el malestar familiar es más notorio por ende se puede
identificar con facilidad, ya que son los propios padres quienes lo expresa. A partir de este
reconocimiento se puede brindar la ayuda para que estos identifiquen sus sentimientos y las
repercusiones del problema en la familia.
En cuanto al cuarto nivel, está el abordaje farmacológico del RM, el cual no existe.
Solo se utilizará para el control de ciertas conductas que pueden causar daño en el mismo
paciente o quienes están en su alrededor.
diferentes variedades, trabajan con estímulos antecedentes, cuya relación a la conducta es más
compleja. (Fierro, 1982)
Es por ello que este tratamiento se centra en hacer uso de los estímulos antecedentes a
la conducta y modificar la aparición de la conducta, disminuyéndola o eliminándola. Por otro
lado, un método propuesto para trabajar de un modo más integrativo, es haciendo uso de las
técnicas operantes y de los tratamientos de estimulación para así lograr la modificación de la
conducta. (Fierro, 1982)
¿Cómo se trabaja con los tratamientos de Estimulación?
La labor del psicólogo es lograr hacer de los eventos físicos puedan ser estímulos
reales y efectivos para el sujeto. Un ejemplo de este tratamiento es: escribiendo el nombre de
un color ("rojo", o "verde") con tinta del color mismo así nombrado.
La coordinación de las experiencias resulta fundamental: coordinación entre los
distintos canales sensoriales y, sobre todo, entre percepción y acción, entre la experiencia
estimular y la experiencia motriz de las propias operaciones y movimientos sobre los objetos y
el medio. (Fierro, 1982)
Los tratamientos farmacológicos para el retraso mental leve están orientados a si existe
o no comorbilidad del RM y otros trastornos, por lo cual, no existe un tratamiento
farmacológico actual que se dirija específicamente el retraso mental leve. (Artigas, 2006)
también son una opción en este grupo de síntomas. Los más usados son el
valproato (Depakine) y la carbamacepina (Tegretol)
Trastornos afectivos: La depresión y el trastorno bipolar se presentan
frecuentemente en niños y adolescentes con RM. Se puede usar los
antidepresivo tricíclico o en caso de bipolaridad, se requiere el uso de un
antipsicótico atípico, preferentemente la risperidona, o un estabilizador del
estado de ánimo, preferentemente el valproato o la carbamacepina. En casos
muy graves puede usarse la combinación de ambos o el litio.
CAPÍTULO 5: PREVENCIÓN
Gómez Ferrer, Ruiz y Fernández (2000) tienen en cuenta que en la mayoría de los
casos no se conoce la etiología del retraso mental y que otros se deben a muy diferentes
factores etiológicos, la profilaxis es difícil y necesita un múltiple abordaje. La revisaremos
siguiendo el esquema expuesto sobre dichos factores.
o Factores hereditarios: si se conoce la enfermedad y el mecanismo de herencia es
fundamental el asesoramiento genético (AG), es la comunicación, por parte del
profesional implicado, al individuo o familia afectados, de la información sobre
determinada enfermedad genética. Sus objetivos son: a) aliviar el sufrimiento que estas
enfermedades congénitas e incurables causan. b) Reducir los sentimientos de ansiedad
y culpa que suelen producir. c) Informar sobre el curso previsible de la enfermedad y
posibilidades de tratamiento paliativo, cuando las haya. d) Ayudar a tomar decisiones
racionales sobre su descendencia, mediante el cálculo de posibilidades de recurrencia.
e) Informar sobre los riesgos de padecer o trasmitir la enfermedad que afecte a otros
miembros de la familia.
o Prevención del síndrome X frágil. Una vez diagnosticado hay que elaborar el árbol
genealógico familiar para detectar los posibles portadores que se confirmarán mediante
el análisis molecular. Todo ello permitirá establecer unas tablas de riesgo de
recurrencia para realizar el correspondiente AG a los familiares que lo deseen. En caso
de portadoras embarazadas, el diagnóstico del feto se ha de realizar en muestras de las
vellosidades coriales para detectar el estado normal, premutado o mutado, permitiendo
hacer predicciones sobre el fenotipo clínico en base al patrón de metilación.
o Fase prenatal: se trata de evitar los factores etiológicos que hemos visto pueden
producir RM: infecciones, intoxicaciones, radiaciones, enfermedades endocrinas,
fármacos, incompatibilidades Rh, malnutrición y situaciones estresantes. El progreso
sanitario conseguido en la actualidad respecto al adecuado control del embarazo desde
su inicio por las diversas especialidades médicas: ecografía, internista, endocrinología,
obstetra, etc, ha reducido la acción de dichos agentes patógenos. Conocida ya la
influencia que el ácido fólico tiene durante el embarazo sobre el desarrollo del tubo
neural y para prevenir la espina bífida y la anencefalia, se administra de forma
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rutinaria en las gestantes suplementos de ácido fólico, 0,4 mg/día, habiendo una
reducción de las lesiones en el tubo neural. Los factores psicológicos de la
embarazada, aunque menos objetivables, también pueden tener su acción sobre el feto.
o Fase perinatal: los factores de este período nocivos para el feto son todos aquellos que
provocan hipoxia cerebral, que es una de las causas del RM. En el último período del
embarazo previo al parto, pueden ser ciertas enfermedades de la madre como:
cardiopatías, hipotensión, anemias, hemorragias, etc., que deben ser controladas
médicamente. Otros problemas del embarazo como los placentarios o la toxemia
pueden agravarse durante el parto. Pero el cerebro del feto humano a término dispone
de una reserva funcional suficiente para soportar desviaciones de la normalidad en el
parto, poniendo en marcha una serie de signos de alarma que deben ser captados
precozmente por el obstetra para una adecuada y rápida intervención. Por ello los
métodos de control desarrollados por la moderna perinatología permiten proporcionar
al niño en ese trance, el derecho que tiene a gozar de la máxima seguridad y la
posibilidad de alcanzar su dotación intelectual completa. También debemos atender a
los problemas planteados por los recién nacidos de alto riesgo debido a prematuridad,
postmadurez o incompatibilidad de Rh, en todos los casos es fundamental la precoz
atención del neonatólogo.
o Fase postnatal: son diversas las circunstancias en las que el neonatólogo tendrá que
intervenir: las malformaciones craneofaciales que requieren intervención quirúrgica,
posibles infecciones meningoencefálicas y encefalopatías. Detección de enfermedades
metabólicas y enzimáticas, siendo imprescindible realizar el screenig bioquímico a los
15 días del nacimiento, para poderlas corregir con tratamiento o con una dieta
adecuada. Evitar intoxicaciones y traumatismos. En los casos de sospecha de
anomalías cromosómicas, diagnóstico citogenético precoz para determinar el cariotipo.
Otras anomalías génicas precisan un análisis genético molecular. Pero si no presentan
rasgos somáticos patológicos, no se sospecharán hasta que sea patente el retraso del
desarrollo psicomotor en los primeros meses y años de la vida. Así ocurre en el RM
ligado a X síndrome Klinefelter, síndrome Turner y sobre todo síndrome X frágil.
o Factores psicológicos y sociales: aunque son más difíciles de concretar y determinar es
indudable que ejercen gran influencia sobre la vida del niño, no sólo desde el momento
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Si hay algo que los niños y adultos con retardo mental comparten con mucha angustia,
es que son diferentes; éstas circunstancias hacen que socialmente sean considerados como
"excepcionales" (García, 1999).
En Estados Unidos se estima que el coste para la comunidad con el fin de mantener a
una persona con discapacidad intelectual, durante toda su vida, es, aproximadamente, de 1
millón de dólares (Calderón & Calderón, 2003)
Kubler- Elizabeth identifica cinco etapas emocionales que suelen atravesar los padres
con un hijo con retraso mental:
1. Negación: Los padres se aferran a la idea de que el diagnóstico será erróneo.
2. Agresión: Los padres pueden culparse mutuamente de la discapacidad del niño, o
desatar su ira contra el médico, la religión o la vida, o incluso contra el propio hijo.
Estas reacciones suelen ser fruto de la impotencia, aunque acaban sintiendo culpa o
vergüenza por su comportamiento.
3. Negociación: Aún no aceptan el diagnóstico por completo, pero los padres ya dialogan
con el médico y el niño sobre el problema.
4. Depresión: A estas alturas, el agotamiento de los padres, tanto físico como mental, ya
es un fuerte lastre, y suelen manifestarse síntomas de la depresión.
5. Aceptación: Los padres aceptan parcial o totalmente la discapacidad del niño, aunque
las etapas anteriores pueden volver a aparecer.
1. El retrasado mental debe gozar, hasta el máximo grado de viabilidad, de los mismos
derechos que los demás seres humanos.
2. El retrasado mental tiene derecho a la atención médica y el tratamiento físico que
requiera su caso, así como a la educación, la capacitación, la rehabilitación y la
orientación que le permitan desarrollar al máximo su capacidad y sus aptitudes.
3. El retrasado mental tiene derecho a la seguridad económica y a un nivel de vida
decoroso. Tiene derecho, en la medida de sus posibilidades, a desempeñar un empleo
productivo o alguna otra ocupación útil.
4. De ser posible, el retrasado mental debe residir con su familia o en un hogar que
reemplace al propio, y participar en las distintas formas de la vida de la comunidad. El
hogar en que viva debe recibir asistencia. En caso de que sea necesario internarlo en
un establecimiento especializado, el ambiente y las condiciones de vida dentro de tal
institución deberán asemejarse en la mayor medida posible a los de la vida normal.
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5. El retrasado mental debe poder contar con la atención de un tutor calificado cuanto
esto resulte indispensable para la protección de su persona y sus bienes.
6. El retrasado mental debe ser protegido contra toda explotación y todo abuso o trato
degradante. En caso de que sea objeto de una acción judicial, deberá ser sometido a un
proceso justo en que se tenga plenamente en cuenta su grado de responsabilidad,
atendidas sus facultades mentales.
7. Si algunos retrasados mentales no son capaces, debido a la gravedad de su
impedimento, de ejercer fectivamente todos sus derechos, o si se hace necesario limitar
o incluso suprimir tales derechos, el procedimiento que se emplee a los fines de esa
limitación o supresión deberá entrañar salvaguardas jurídicas que protejan al retrasado
mental contra toda forma de abuso. Dicho procedimiento deberá basarse en una
evaluación de su capacidad social por expertos calificados. Asimismo, tal limitación o
supresión quedará sujeta a revisiones periódicas y reconocerá el derecho de apelación
a autoridades superiores.
LOGROS OBTENIDOS
“Es importante sentirse igual a los otros, porque ello nos da la fuerza para alcanzar lo
que queremos hacer”, subrayó Bryan en Colombia, durante su ponencia en el Foro
Internacional de Educación Inclusiva en noviembre del 2014.
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CONCLUSIONES
las normas sean uniformes sobre la Igualdad de oportunidades para las personas con
discapacidad, entre otros. (Ana Ajnota Bernabé)
La persona con retraso leve, posee ciertas características que pueden pasar de manera
desapercibida ante la presencia de personas con un CI acorde a su edad. Obtiene la
posibilidad de poder realizarse y desempeñarse de manera autónoma, tal
desenvolvimiento es variable de acuerdo a sus circunstancias, conocimiento y
tratamiento previo. (Alexandra Enríquez Leiva)
Debemos comprender que el retraso mental se debe tratar en el tiempo menor posible
de vida del individuo afectado, dándole un diagnosticándolo y tratamiento adecuado
buscando una forma de ayuda ya sea en aspectos cognoscitivos, habilidades sociales y
personales; ya que al no ser tratado adecuadamente puede regresar y estancar en su
desarrollo humano, lo cual siempre debe estar acompañado del asesoramiento
profesional, familiar, social y sobre todo de la autonomía que el propio paciente debe
tener o desea adquirir.. (Johanna Vásquez Segovia)
El retraso mental es un déficit que puede tener de origen diferentes factores, este
déficit va a generar alteraciones en diferentes áreas de la vida de la persona
(académica, social, laboral, familiar) para un adecuado tratamiento lo recomendable
sería que el diagnóstico se dé a tiempo, sin embargo, en caso que no se dé, también se
puede realizar el tratamiento pero se verá afectada la efectividad de este. Entre los
tratamientos se va a buscar la mejora de la persona sobre todo en las áreas de su vida
personal como la interacción con los demás. (Sherida Rojas Cabrera)
REFERENCIAS
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aprendizaje. México: Manual moderno.
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Educared (s.f.) Retraso mental leve. Recuperado de:
https://www.ecured.cu/Retraso_mental_leve
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2.1. DEFINICION
Retraso mental leve se le conoce también con el nombre de “retraso educable”, en difícil detectarlo si no es que hasta
después de los cinco años, pues hasta dicha edad en ese grupo se observa un desarrollo cognitivo y conductas esperadas.
Pasado los cinco años es cuando se puede observar conductas como inmadurez emocional, social, cognitiva. Teniendo
así problemas de adaptación.
La mayoría de los afectados llegan a alcanzar una independencia completa para el cuidado de su persona (comer,
lavarse, vestirse, controlar los esfínteres), para actividades prácticas y para las propias de la vida doméstica, aunque el
desarrollo tenga lugar de un modo considerablemente más lento de lo normal.
2.2. ETIOLOGIA
En la etiología del retraso mental están implicados múltiples factores de tipo biológico, influyendo también factores de
tipo socio-cultural. Existen distintos factores biológicos que pueden favorecer el retraso mental, actuando durante el
periodo anterior al nacimiento (prenatal), durante éste y sus proximidades (periodo perinatal>, o después del mismo
(periodo postnatal). En muchos casos, esta distinción es esencialmente teórica, ya que algunos factores actúan sobre
varios de los periodos citados.
2.3. EPIDEMIOLOGIA
Según el DSM – IV – TR la incidencia de discapacidad intelectual varía según los diferentes estudios, dadas las
diferencias en el diseño, método diagnóstico, severidad y características de la población. La prevalencia estimada es
aproximadamente del 1%. Si para el diagnóstico sólo se utiliza el CI, la prevalencia ronda el 3%. La discapacidad
intelectual se considera leve en aproximadamente un 85% de los casos. Entre los niños menores de 5 años, la prevalencia
del retraso psicomotor (RPM) es de entre 1 y 3 %
5. PREVENCION
En Estados Unidos se estima que el coste para la comunidad con el fin de mantener a una persona con discapacidad
intelectual, durante toda su vida, es, aproximadamente, de 1 millón de dólares (Calderón & Calderón, 2003)
Entre las medidas más importantes y apropiadas se incluyen:
Atención prenatal y perinatal adecuada.
Consejo genético y diagnóstico prenatal.
Inmunización universal.
Cribado prenatal y neonatal.
Nutrición adecuada de la madre y el bebé.
Ácido fólico durante la preconcepción.
Manejo de fenilcetonuria materna.
Medidas para disminuir la ingestión de alcohol materna.
Medidas para disminuir la exposición a otras sustancias tóxicas o teratógenas.
INTEGRANTES
Ajnota Bernabé, Ana
Conde Sanga, Abigail
Enríquez Leiva, Alexandra
Flores Maquera, Camila
Mamani Ayca, Chanel
Nuñez Vásquez, Escarlett
Ortiz Flores, Valía
Rojas Cabrera, Sherida
Urure Girón, Claudia
Vásquez Segovia, Johanna